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ANTINOMIA POllTICA DE DON FRANCISCO ,. MADERO
PROFIL!XIA DEL CANCER C1/ERICAL PARA SAWD DKL PDKBLO IKXICANO
•
¿Ha invalidado el Sr. Madero su discurso pronunciado en
la Ciudad de Puebla el 18 de Julio?
El atento y reiterado estud~que - ~n orden trascendental venimos
haciendo hace más de ~~i~te afio~, ~cerc~ de las causas negativas que
han operado para engen.diar ilP,estros .males sociales y políticos, nos
hizo reconocer por mc1do. evide~e, .que tal, causa radica en la acci6n
, pérfida, astuta y nefanda d!,! ~ la tenebrOsa COMPAÑíA DE JESUITAS,
que posee fabulosas riquezas y que cuenta con miembros dotados de
poderes hipn6ticos y- fascinadores. con los.' cnalés encadenan voluntades, que dóciles se prestaná'servir. de~mentos para la realizaci6n
de inícuos fines; tambi~ se at~a~~jaaos alhagando las colosales
ambicionei de ciertos hombres'SObetbtO's, que en política s610 tienen un
ideal: el dominar á los demás hombres á quienes su monstruosa soberbia califica de ínfimos, de "bárbaros vestidos de obreros 6 de levita,"
como dijo hace poco Bulnes en las columnas de "El. IMPARCIAL."
En el PSItUDO-CIltNTfFICO Bulnes, puede verse al clásico tipo del
moderno jBSUITA I.AICO, que con ciencia de segunda mano, con ciencia prestada, sin base, aparatosa y vana, envuelve piramidales sofismas para sostener las más descabelladas tesis. Ese hombre de espíritu radicalmente negativo á quien parece que la COMPAÑíA Dtt JESUI'
TAS escogi6 para que escribiera un libro odioso, en el cual vomit6
abominables calutp.nias en contra del Benemérito JUAREZ; tal hombre, decimos, últimamente habla con gran encarecimiento de la ne
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JESOS CKUA LLOS DOSAMANTES
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cesidad, que, según él, existe de que baya severa disciplina en los
partidos políticos, de aquella que hace pagar con la vida del afiliado
su falta de cumplimiento á los tenebrosos pactos acordados; y pone
por ejemplo, que debe imitar?e, á fenianos, á nihilistas y anarquis~
tas, ya que le está vedado hablar de la traidora, cruel y tenebrosa
disciplina de los Jesuitas, cuya Compañía es la madre de fenianos,
nihilistas y anarquistas. Parece que las palabras de Bulues, á este
respecto, significan reproche y amenaza á lps diputados que han
emanci pado su conciencia, rompiendo el tenebroso y funesto pacto
que en el pasado régimen tenían hecho con el modernizado Rodín,
esto es, con Pineda .
Como en esos miembros laicos de la Compañía no existe la afectividad, C0mo ellos por boca de su compañero Gustavo Le Bon, pseudo-soci610go francés, dicen: "QUE LA CARIDAD, LA PIEDAD Y EL Al.TRUíSMO, &ON SENTIMIENTOS NOCIVOS Y ANTISOCIALES, QUE E(. PORVENIR NO LOS CONOC E RA J AM ÁS," resulta que esos hombres no creen
que pueda existir la eficaz disciplina altruista, que con generoso lazo
de amor al Bien, une á los grupos sociales que se congregan para
combatir al monstruo de la Negaci6n, y para amparar á esos seres
humildes á quienes el Evaagelio llama amorosamente pequeñitos y el
insolente jesuita Bulnes califica de bárbaros y de cafres.
En el seno de las primitivas agrupaciones cristianas, era el fraternal y divino lazo de amor el que daba disciplina á las unidades asociadas; después entraron á corromper esos grupos los ambiciosos obispos, de entre los cuales escogieron un Papa ; entonces comenz6la disciplina del egoismo, del odio, de las ambiciones políticas, de la desenfrenada sed de oro y de vanas usurpadas glorias mundanas; sí, ento'nces vino la disciplina que recurrió al lazo de cohesión que dá el terror,
quemando vivos á los que no se querían disciplinar; entonces se transform6 el sublime Cristianismo en abominable Catolicismo, en cuyo se
no se halla hoy la odiosa compañía de Loyola, y entre cuyos miembros
laicos está Bulnes, calificando de chusma al block parlamentario, úl·
timamente constituido, porque los individuos que 10 integran no quie ·
ren dejarse disciplinar, jesuíticamente, por el super-hombre, que enloquecido por la soberbia solo vé bajo de su hombro puros bárbaros,
ya que estén vestidos de levita ya con el traje de obrero.
Ahora bien ; CUando uosotros veíamos que al calor de la funesta política de conciliación, violadora de las Leyes de Reforma, ~ agigan ·
taba la hidra clerical, cuando indignados veíamos que el grupo de los
Bulnes nos llevaba al abismo, una risueña esperauza de nueva y mag-
ANTINOMIA POLíTICA DE DON FRANCI8UO l. MADERO
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'lía reforma concebimos al ver que nuestro pueblo, despertando, se levantaba vigoroso para derribar la obra del Jesuita.
Empero, pronto aquella esperanza quedó desvanecida y sustituida
por triste decepción, cuando vimos que Don Francisco 1. Madero pa·
. ladinamente confesaba que él aplaudía la política de conciliación se'guida por el General Díaz, Añadiendo , que lo único que le había teni.. do á' mal era que no ¡labfa borrado de una Plumada las Leyes de R ifoy-ma. Entonces, meditando y enlazando h echos nos penetramos de que
-en el fondo de los sucesos políticos, había un lazo de solidaridad, en. tre los hombres de la Dictadura, conocidos con el mote de cientfjicos,
y los que venían á realizar con acto revolucionario, el apoteosis de la
funesta política de conciliación. Ya
nuestra obra "LA GRAN MISTIFICACIÓN MADERISTA," hemos tratado este punto; pero he aquí
que ulteriores hechos nos ofrecen una verdadera antinomia polft~'ca,
que nos obliga á escribir y publicar este folleto, que viene á ser como
,un apéndice de nuestra obra antes mencionada.
en
Antinomia política del Sr. Don Francisco 1. Madero.
Toda la Nación sabe que el Sr. Madero en su discurso pronunciado en la ciudad de Puebla el 18 de julio, del corriente año, aplaudió
, con gran entusiasmo la política de conciliación clerical, que violando
" las Leyes de Reforma, estableció el Gral. Díaz en su gobierno; así,
pues, por tal acto el Sr. Madero se manifestó en favor de los clericales y en contra de las Leyes de Reforma .
Ahora bien; veamos cual es el segundo acto contradictorio, que determina la antinomia política de que vamos tratando.
Los clericales 6 conservadores, que ahora cubren sus desprestigiadas y odiosas denominaciones del pasado, que eran sin6nimo de TRAIDOR, bajo el flamante título del Partido Cat61ico Nacional; tales arcaicos TRAIDORES, decimos, hicieron una manifestación en honor de
su candidato Vicepresidencial, y en aquel acto violaron las Leyes de
Reforma, sacando en procesión al r.atólico {dolo guadalupano, llenando
con ello de indignación á la parte culta é ilustrada de nuestra sociedad; entonces, para protestar de aquel acto retr6grado y atentatorio á
nuestras leyes fundamentales, hubo grandiosa manifestación anticlerical, efectuada por numerosas agrupaciones liberales, en sus distin-
JB80i CBBALLOI 008AJIIAlfTI:s
tlr8 denominaciones, , las cuales se adhiri6 el partido personalista del
Sr. Madero.
En breves pero muy elocuentes frases, los carteles que llevaban los
distintoe grupos de aquella manifestaci6n anticlerical, puede decirse :
que compendiaban todo un poema de glorificaci6n á los héroes de
Reforma y á la vez condensaban la idea poderosa de aquella impo- ·
nente masa humana, para significar, QUE EL PUEBLO MEXICANO LLEVA EN EL ES PíRITU, GRABADOS CON CARACTERES DE LUZ INEXTIN'
GUIBLR , LOS PRECEPTOS DE LA~ LEVES QUE SON CtJAL RICO V VENERADO TESORO LEGADO AL PUSBLO POR SUS LIBERTADORES.
Ahora bien ; ante la majestad imponente de aquel pueblo que esta_
ba revelando su credo liberal y anticlerical, ¿qué pasó en la conciencia del hombre que en el mes de julio quería suavizarles á los clericales las Leyes de Reforma , para que las violaciones hechas por la funesta política de conciliaci6n, quedaran amparadas ., .. ... ?
¡Qui én sabe! Lo que haya pasado en la conciencia del Sr. Madero,
no lo sabremos jamás ; pero sí conocemos lo que siempre nos da con ,
gran prodigalidad, esto es, sus palabras. El Sr. Madero, frente á los )
manifestantes, expresó conceptos diametralmente opuestos á los que;~
revel6 en aquel su inquietador discurso del 18 de julio; pues en esta:
vez así dijo :
.j
"Los PRINCIPIOS PROCLAMADOS EN LAS LEVES DE REFORMA V QuI!~
SE tNCUENTRAN EN LA CONCIENCIA. DEL PUEBLO, SERÁN DEFEISDI-~
DOS POR Mí CON TODA ENERGíA"
1
Ante la evidente antin6mia política del Sr. Madero, nuestro juicio.
queda en suspenso, hasta que los hechos sean los que vengan á deter-:minar cuál de los dos términos contradictorios es el que prevalece en;
la conciencia del hombre que va á regir los destinos de la Patria de.'
H idalgo y de Juárez. Pues ya el problema es tal, que no se puede so ..
lucionar con palabras. La sana majestad de la Naci6n merece pro..
fundo respeto, Sr. Madero , y no siempre el pueblo va á tener paciente mansedumbre para estar escuchando palabras que sólo manifiestan'
tornadizas voliciones.
Por tanto la N aci6n espera hechos.
Al día siguiente de aquel en que el Sr. Madero proteste ante la Cá.
máro de Diputados, puede, desde luego, cumplir esa su promesa úl.
tima.
¿Dijo que los principios establt=cidos en las Leyes de Reforma los
defendería con toda energía?
Pues tal enérgica defensa se hace con hechos; cual lo verificó ]uá.
la :
ANTINOMIA POLITIOA DE DON FRANOISCO l. MADERO
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rez, quien, al tomar posesión de la Capital de la República, tuvo, como primer acto de su gobierno, el de mandar exclaustrar á frailes y á
monjas, en cumplimiento de las Leyes de Reforma.
Ahora todo el mundo sabe que se están violando esas leyes, para
nadie es un secreto la existencia d!! comunidades religiosa!!, que ocupan convehtículos clandestinos, los cuales se amparan bajo el hombre
de asilos y de colegios, cual el de Mascarohes, el Josefino, el Teresiano, los del Sagrado Corazón y otros muchos.
Repetimos; al día siguiente de su protesta, el Sr. Madero tiene
oportunidad magnífica para decirle á la Nación : mirad como cumplo
mi promesa, esto es, ordenándole á las autoridades políticas del Territorio Nacional, que disuelvan toda congregación religiosa y que vigilen en todo el exacto cumplimiento de las Leyes de Reforma .
Sí, Sr. Madero: SER 6 NO SER. Es indispensable que esa antinómia
. desaparezca. Si desde luego no obra Ud. dando satisfacción al Partido
Liberal, no con seductoras palabras, y sí con hechos, creeremos que su
cambio de frente fué concertado con los clericales, que le han dado á
Ud. su voto, y que tal cambio s610 fué uh ardid para calmar la justa
alarma que entre los liberales produjo aquel su famoso discurso en el
. cual glorificó Ud. la nefanda política de conciliaci6n , que los CIENTí¡tICOS le hicieron al Gral. Díaz, y que fué, precisameete, el punto más
tenebroso, execrable, odioso y de un mal de mayor trascendencia que
todos los que hizo la Dictadura.
Cuando los liberales vimos que en la bandera de la Revolución se
proclamaba el respeto á las leyes conculcadas por la Dictadura y después el Caudillo de esa Revoluci6n se nos presenta y dice : YO APLAUDO LA pOLíTICA DE CONCILIACIÓN, LA EXALTARÉ Y LE DARÉ LEG ITL
MIDAD, BORRANDO LAS LEYES DE REFORMA QUE LO DIPIDAN, entonces, los verdaderos liberales, los que vivimos del ideal y no del vil
mendrugo que alimenta torpes ambiciones, dejamos oir nuestra voz de
enérgica protesta, al advertir toda la tenebrosidad que descubría ese
hecho, que iluminando nuestra mente nos explicaba el por qué de ciertos lazos solidarios entre los hombres que corrompieron al gobierno
del Gral Díaz, pricipitándolo en su caída, y el hombre que venía á
r~oger los frutos de esa caída.
Alguna vez dijo el Sr. Madero, que sus mejores amigos serían los
que le dijeran la verdad; nosotros sin ser sus amigos, ni pretender serlo, porque ante todo somos amigos de la Humanidad, radican te en el
polo luminoso del Cosmos, ya le hemos dicho algunas verdades y ahora queremos decirle otras.
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·JDCS CEBALL08 DOSAllANTES
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, Como nosotros jamás perteneceremos 11 la clase inmunda de esos ser'
"Vidores incondicionales, que ni sus mismas impresiones físicl\S se atre-ven á manifestar delante de su Señor; poes ellos dirán que tienen
~ambre cuando la tenga su amo y que sienten frío cuando él lo sienta; como nosotros sólo somos incqndicionales servidores para coadyuvar en la obra del Bien, en la Verdad, en el Amor, yen la ]l1stida , en nombre de estas deidades, Sr_ Madero, le decimos: que se
ha hecho Ud. mucho mal con esa antinómia po/otica, que dejamos ma'oifiesta . Por ulla parte, los liberales que en un principio quisimos es tar con Ud., después ya no Jo hicimos ante su promesa de que mutilaría las Leyes de Reforma. Por otra parte, los clericales, al escu .
.char la nueva y contradictoria promesa de que defenderá con toda"
energía esas mismas leyes, se han puesto rabiosos y ya los jesuitas
comienzan á efectuar tenebrosas maquinaciones en contra de Ud.
El no seguir una política franca y abierta, conducente á uno de los
..dos Polos dd Uuiversal antítesis, hizo que los jesuitas, para vengar'Se, mandaran asesinar á Comoofort; pero Juárez que se entregó por
modo enérgico y decidido hacia el Polo de la Luz, nada pudo contra
él la acción pérfida y odiosa de los nefandos hijos del polo Negativo.
_Hoy los verdaderos liberales sólo ante hechos de radical apartamien. to entre los dos grupos antitéticos, sabremos si debemos apoyar al gobierno del Señor Madero ó bien si con todo el aliento de nuestras inconmovib!es convicciones debemos combatirlo.
Nuestra Filosofía de Evolucionismo Trascendental nos dice : -que
todas esas denominaciones que á través de la Histeria han tomado los
dos grupos políticos antagónicos, no han sido otra cosa que la mani'festaci6n de los universales efectos producidos por la existencia de lu
dos radicales que en eterno antagonismo actúan en el Cosmos; de ahí
que hoy la c1asific.ación 16gica y científica que debe dárseles á los dos
grupos opuestos, es la de Partido Positivo 6 Luminoso y Partido Negativo 6 T~nebroso.
Todos los hechos de la evolución cósmica conducen á un fin supremo: el desalojamiento de las tinieblas y el aniquilamiento del Mal_
En 'México la magna obra del desalojamiento de las tinieblas, la co ·
mtl'llzó Juárez ; ahora necesita terminarla un hombre que pertem·zca al
Polo Supremo de la Luz . ¿Quién será ese hombre~
. Allí está pidiendo nuestro progreso el desalojamiento de las uni.
dades negras que se llaman Jesuitas; aquel hombre que armado con
los poderes públicos lleve á cabo esa benéfica obra, será el que pueda
ANTJNOJlfIA POLíTICA DE DON FRANCISCO:·I. MADERO
.T-
¡acreditarse como Jefe del Partido Político Positivo en oposici6n al Par-tido Político Negativo .
. Unicamente para que se vea y juzgue cuáles puedan ser los m6viles
' que nos alientan al hacer correr lapluma en el momento actual de
. nuestra política, nos vamos á permitir hacer un paralelo entre el Sr~
Madero y el que estas líneas escribe.
Entre los quince millones de almas que habitan en la Patria de Hídalgo y de Morelos, estamos usted y yo, Sr. Madero, ambos sujetoS'
á las fuerzas antag6nicas que actúan eh la Naturaleza .
Usted hace pocos' años surgi6 á la vida de la publicidad con un ~
sola y dominante idea: LA SUCQSI6N PRESIDENCIAL.
Yo hace un cuarto de siglo que estoy calcinando mi cerebro, preocupándome con la soluci6n de los g randes problemas, así del orden fí sico como del superior orden psíquico ; y para exponer mis ideas , en
libros que regalo , gasté la modestísima fortun a que poseía.
Usted como premio de sus afanes, va á sentarse en la dorada silla
presi deucial.
Yo , como única recompensa, espero que se me lance de la humilde
silla del empleado, que para ganarse el pan de su familia, viene sir.:vien:.io á la Naci6n hace más de treinta años .
El verbo del jacobino.
El pseudo-científico Bulnes, encareciendo la decencia, de la cual ha.ce alarde en sus e~critos, sin embargo de ello, insulta por modo inde··
cente á los que no profesan su credo jesuita. Ultima mente llamaja~ ­
balies jacobinos á los intelectuales del Partido Liberal.
Esos super-hombres, á la manera de Bulnes en México y de Le Bol»'
en Francia, abominan la afectividad, que jamás puede "ibrar en sus:tenebrosos espíritus, de ahí que Bulnes califica de trovador utopista:
al Lic. Pino Suárez porque este señor influyo para que la Legislatura;.
de Yucatán votara la abolici6n de la pena de muerte. Tal reproche
de Bulnes, 10 exhibe como genuino hijo de la Negaci6n y de la Muerte_
Los pseudo-soci610gos dtfesa flamante casta de super-hombres, qlli~­
te ren estar armados con la cruel y¡bárbara cuchilla de la ley no para sa~ nar al cuerpo social y sí para realizar su ideal supremo, consistente-
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JD"6a OEBALLOI D08AIIAJn'JE8
~- _
....._._------_ .~
-en hacer una selección artificial de la Hnmanidad bárba,l:'a, para que
sólo queden sobre el planeta los glorioso. super-"""'bres' la maner~
·de Bulnes.
También el beatísimo /( PAís," Por modo decente anhela que Hidal. go se levante de su tumba para venir á cansar á .bofetadas 6 alUlrca,
. (textual), á los que ven con .repugnancia, que en pleno siglo XX ha·
ya aun quienes, diciendo ser ilustrados, idolatran la imagen que un
, Obispo audaz, mistificador y malvado, man:l6 pintar en un ayate.
Cuando no podían levantarse como enseña las imágenes de los h~·
roes, porque en aquel momento se estaban haciendo, cuando el pueblo
aun no despertaba de la prolongada noche de horrendo {anatismo vi·
rreynal, entonces, Hidalgo, como arbitrio reclamado para el noble fin
de Sil magna obra, recurri6 al ídolo; pero desde entonces hasta el momento actual, han transcurrido cien años, y en ese período de tiempo
el pueblo mexicano derribó los altares de los ídolos, y se di61eyes que
prohiben pasearlos eu pública manifestaci6n.
Por eso rué que la gran mayoría de nuestro pueblo, el que evoll1cionando tiene conquistados grados que lo elevan en el concierto glorioso de la civilizaci6n, vi6 con repugnancia al grupo de los rezagados,
de los irredentos, de los que aun duermen en la pav0I:0sa noche de los
tiempos medioevales, quienes, en híbrido maridaje, en acto procesional, mezclaron al ídolo guadalupano con las imágenes de nuestros héroes.
y el grupo de la Luz, con magna y majestuosa manifestación anticlerical , di6 su grito de protesta . arrolló las tinieblas radican tes en
los hijos nefastos de la Negación y significó con aquel hecho glorioso,
que no rué estéril el sacrificio y la sangre derramada por los genero.
sos campeones de las guerras de Reforma y de la lntervenci6n.
Todas las unidades negativas actuantes en el medio social, llaman
jacobinos á quienes por modo claro y sin ambaje denuncian los execrables hechos de esas negras unidades.
Muchos siglos antes de que aparecieran los jacobinos en el período
histórico de la gran Revoluci6n Francesa, ya Jesucristo fustigaba á
los mercaderes del templo y con ese mismo verbo, que ahora los jesuitas le llaman jacobino; combatía á los sacerdotes de Israel, llamllndoles hipócritas , ladrones y víboras.
Es necesario que el pueblo ahora entienda estas cosas, para que
(::uando escuche que á alguien se le llamá jacobino, diga: este hombre es nuestro defensor y nuestro amigo.
Aborrecemos con todo el aliento de nuestro sér la hipocresía y todo
A~INOMI~ POLÍTICA DE DON FRANOlSCO l. MADERO
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ese código maldito de los convencionalismos sociales, que se han dictado en nombre 'del egoísmo. Creemos que el combatir con moderaci6n á la secta que deriva en' línea recta de los que t!mplearon refinamiento de crueldad inicua para dar tormento á sus víctimas en el sangriento tribunal del SANTO OFICIO, es )ncensato; pues no se va á
,combatir á los chacales arrojándoles confites. Para domar á las bestias
clericales, es necesario emplear un lenguaje que enardezca al pueblo,
. para que, cuando uno de esos energIDnenos de sotana se encarame al
púlpito vomitando injurias subversivas contra nuestras amadas, sabias y benéficas instituciones, no lo haga con impunidad.
Contra el Jesuita, el elemento rojo, y no hay más; se le hiere con
la palabra enérgica, candente, y si ésta no da resultado, entonces se
emplean con ' todo el viril impulso de un pueblo qUe supo realizar la
Reforma, los hechos que sean necesarios.
.
Hemos dicho en otra ocasi6n y queremos repetirlo aquí, que los
partidos moderados, tras de ser odiosos, son estultos; siempre mueren
en aras de su cobardía y de su egoísmo; es que, los partidos extre·
mos, ambos desconfían del tibio moderado, nadie le quiere, ninguno
le imparte decidido apoyo, y unos y ptros partidarios desean ahogarlo
por su falsedad y porque le ven jugando con los dos platillos de la
balanza; cada partido extremo quiere: ó todo 6 ?lada.
Para demostraci6n práctica de este aserto, podemos recordar, entre
otros, el nombre de Comonfort, á quien Ocampo le decía: "mejor que
apretones de mano hay que dar apretones de pescuezo." Ocampo, que
era rojo exaltado, muri6 en aras de su noble entusiasmo y hoy veneramos su nombre; Comonfort muri6 vilmente a~esiDado y su nombre
se recuerda sin amor.
Nosotros, que somos rojos exa'aados y que odiamos á los tibios,
más que á los mismos ultramontanos, no seremos los que habremos
de emplear mogigata moderaci6n; emplearemos, pues, toda la enero
gía de que nos sentimos capaces, y no por ello nos apartaremos ni un
tilde de la L6gica.
Hoy, para dirigir la palabra á quienes años atrás, desde las columnas del peri6dico jesuita "El Tiempo" nos llamaron salvajes, estú'
pidos, inmundos blasfemos, energúmenos, vomitadores de asquerosos
dicterios, bajos, más bajos que insolentes taberneros, reptiles, etc.;
para dirigir, pues, la palabra á quienes de tal manera nos trataron y
á quienes, no ohstante tales insultos soeces, los invitamos entonces
para una discusi6n seria y mesurada, sin que la hubieran querido
10
JESÓS CEBALLOS DOSAICAlna
aceptar; hoy, les daremos el trato que se mereceb y les habl,aremos el
lenguaje que pueda servir de látigo para domar su insolencia.
Esa canalla maldita que tiene volteada la L6gica al revés, que todo
lo desvirtúa y lo cambia de nombre. que se llama decente por el hi- .
p6crita barniz de exterioridades de que se rodea y que. sin embargo
de esto, tan luego como se 1: raspa la tenue película externa presenta
el tipo delllPero. del bandido, del lujurioso, del ladr6n y del asesino;
esa canalla que se dice decente porque mata de cuerpo 6 de alma.
volteando los ojos en blanco y pidiendo la gloria eterna para sus víctim as; esa canalla que encubre con apariencias de santidad sus rapiñas , sus incestos, sus infanticidios, sus envenenamientos y sus venganzas traidoras de todo género, es. la que encarece siempre la mesura y la compostura en las vanas formas, y la que se horr.oriza del lenguáje desnudo de hipocrecías que es peculiar de los jacobinos, como
nos l1aman esos abortos, esas excrecencias papales, que se llaman decentísimos; mas no seremos nosotros decentes á la manera de esos
mon struos; simpatizamos más con aquellos que supieron escuchar la
voz del "Emilio" y del "Contrato Social, " y que, como derivación
de ella, le dieron tan fuerte lección á los decentes, que poco faltó para
que se quedara libre de ellos la Francia á fines del siglo XVIII.
Lo que es virtud para la salud pública, esto es, el apasionamiento
de los grupos sociales, en contra de las unidades negativas, que son
la cizaña de la parábola, es cohdenado como delito por el JasUITA Diputado Aurelio Melgarejo. Mas adelante nos ocuparemos del proyec.
to de ley, que en nombre de la autocracia y de la teocracia present6
ese Diputado ante la Cámara.
El Verbo apasionado es dulce para el redimido y muy amargo para
los tiranos y sus secuaces.
.
E l Verbo enérgico y apasionado, es el que ha hecho lá redención human a en todos los tiempos y lugares; su acción es más poderosa que
la de las mismas armas; por eso los tiranos del cuerpo y del alma le
temen tanto y lanzan, en contra de quienes hablan ese Verbo, á sus
inquisidores y esbirros.
Si Jesucristo no hubiera formulado terribles requisitorias en contra
de los sacerdotes judíos,-que ahora son redivivos sacerdotes del catolicismo romano,- no lo hubieran crucificado; pero tampoco habría
agitado la condellcia del pueblo Y. por tanto, la magna y subliole civilización cristiana bo existiera.
ANTINOMIA POLfTICA D1I: DON FRANCI8CJO l. MADERO
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Filiación de
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elementos católicos actuantes en 'nuestro
medio social.
Tanto entre la clase ilustrada, como entre la que no 10 está, exis,-ten seres que practican la moral cristiana, no por terror al castigo, ni
por supersticioso interés de recibir terrenales dádivas, y sí porque el
, amor, la caridad y el altruismo, que vibran en sus generosos corazones, los impulsa espontáneamente á las prácticas del Bien Esta clase de seres, desde el seno amoroso de la tierna y cariñosa madre, recibieron las enseñanzas sencillas y conmovedoras, concernientes á la
doctrina, vida y ~acrificio del Crucificado; y sin terrores supersticiosos,. sin fanatismo y con tranquila conciencia viven por modo cristianO'. Este respetabilísimo grupo, muy amado, no entrad en la clasificaci6n que vamos á hacer de los elementos del judaizante catolicismo;
tal grupo de sencillos cristianos, escudriñando ahora el Evangelio;
advertirán que Jesucristo fundó una Religión de moral práctica, basada, no en vanos formalismos , á los cuales combatió con energía, y
sí en la Ley de Amor.
Aquel Maestro de Amor, iniciando la doctrina de la evolución, dijo: que se dejara crecer juntamente en el campo de la vida, así la cizaña como el trigo, esto es, á los espíritus de luz y á los espíritus de
las tinieblas_
y en virtud de esa trascendental evoluci6n, la cizaña de hace veinte siglos, encarnada en aquellos odiosos Fáriseos de Israel, hoy se
nos presenta rediviva, crecidísima en astucia de serpiente y refinada
en artes diab6licos"
Antes de nuestra guerra de Reforma, México estaba integrado por
dos grupos nefandos: uno, la gran masa de los inconscientes, de las
reses que siguen el ruido del cencerro; otro, el grupo teocrático y
aristocrático, que en cópula "de ruin egoísmo proclamaba los privilegios; embrutecía al pueblo, para que éste, abyecto y supersticioso,
con el sudor de su frente y el esfuerzo de sus músculos, sustentara el
solio de los privilegios.
12
JDÓS CRBALL08 DOBAIlDTE!l
Con la luz anroral de nuestra magna Reforma, . entró á nuestro oro
ganismo social el factor sublime del libre pensamiento, el cual con
enorme ímpetu dinamizador inclina el fiel de la balanza sociol6gica,
aunque en el platillo opuesto haya montañas de solideos.
Los periódicos católicos no dejan de vociferar en todos los tonos,
este estribillo: "La inmensa masa del país está constituida por cat6licos." Y Bulnes, demostrando más y má~ su filiaci6n jesuf/tCo cim/ifica , les hace eco, repitiendo el mismo estribillo en las columnas del
·'IMPARCIAL."
Si entramos á consideraciones analíticas, inventariando los elementos católicos, resulta:
PRIMER GRUPO: Frailes convertidos en escorpiones, energúmenos
que llevan aún impresas en el rostro las huellas que les dejara el lá·
tigo de la Reforma, y que inquietos por su odio rencoroso, en su ......
¿femenil? no, femenil no porque hoy las mujeres son infinitamente superiores á ellós ; así, pues, digamos, en su ambigua impotencia, secre, tan ponzoñosa baba, en la cual se revuelcan y se la vuelven á tragar
luego.
SEGUNDO GRUPO: Beatos ricos, vanos y orgullosos, que educan á
sus hijos para que sean estuches de nulidad monstruosa. Estos imbéciles creen que sus riquezas las deben á la gracia divina, que se las
dió como justísimo premio por el arsellal de abominables hipocresías,
de pueriles vanidades, y de insolente soberbia que en sus 'tenebrosas
almas encierran. Creen que si no practican la idolatría cotólica se quedan deslludos, y esto les asusta más que las mismísimas calderas del
Infierno; pues eso de ofrecer al desnudo que sin el dinero son másnulos que el último lépe1o , les aterra.
Por supuesto que en esto, como todo, existen las gloriosas excepciones; pero i ayl cuán pocos S011 los que salen triunfantes en 'la prueba de la riqueza! Jesucristo bien lo sabía y por eso dijo: "Es más fácil que Ull camello pase por el ojo de una aguja que un rico se salve."
TERCER GRUPO: La gran masa de los inconscientes, que se dejan
poner la marca de católicos, cual la res el fierro de su dueño; más estos, maldito si saben lo que es el catolicismo; lo mismo tirarán cohetes para solemnizar la festividad de un ídolo, que apedrearán á un
"um(e-ofe , ó harán ciertas necesidades físicas sobre los altares de los
derruidos templos cat6licos.
Así, pues, nadie duda de que en huestro pueblo, y en todos aquellos donde la teocracia y la aristocracia jamás se ocuparon de ilustrar
á las masas, lo cual era contrario á sus egoístas y tenebrosos fines,
AlfTINOMIA POLf'l'ICA DE DON FRANCISCO l. MADKRO
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cuentan gran número los que ' por modo inconsciente se dejan filiar
como cat6licos; pero también es cierto, que la energía del progreso es
energía magna, que, cual la electricidad funde las inmensas masas
de metálicos monolitis, así el genio revolucionario del Progreso, dinamiza á las masas inconscientes de inmensas muchedumbre, y, al dinamizarse, esas mismas muchedumbres caldean al grupo de los tibios y
de los egoístas.
¿Queréis la demostración de 10 que dejamos dicho? Pues allí está la
obra magna de nuestra Reforma política; en ella, un grupo reducido
de campeones esforzados de la nueva idea, fué bastante para conmover á la Nación entera y para haceros morder el cieno de los albañales, i oh nefandos buitres de solideo!
El pueblo al oír el verbo luminoso que proclama los derechos del
hombre y del ciudadano , al entender que la grandeza de los privilegios era efímera y que él con su aliento de Titán podía pulverizarlos,_se levantó en armas contra los representantes de la hipocresía,
contra las unidades negativas que dañan el organismo social.
Entonces esas masas populares, que inconscientemente se dejan l1amar católicas, al, ver flamear al lábaro de libertad redentora, empuñaron la piqueta, demolieron las g uaridas de las bestias tonsuradas, inodaron los altares de la idolatría y pusieron lazo corredizo á las sogas
para ahorcar á los monigotes.
Ya veis, pues, ¡oh escorpiones estultos! que salió huero vuestro paú
cat6lico por excelmcia: el país no está constituído por el grupo de inmundos reptiles que vosotros representais: el país, sí, está represehtado por el grupo sublime de aquellos que dilatan su espíritu en los
horizontes infinitos del libre pensamiento, y mueven su corazón con
los ritmos soberanos del amor altruista, exento de mogigaterías; del
amor que sabe es caridad dar libertad á las víctimas y nunca á los
verdugos ; del amor que sabe es piadoso amamantar á los tiernos niños y exterminar á las víboras que . amenazan hincarles sus dientes
ponzoños; del amor que sabe t!S necesario cortar los miembros gran grenados; y , vosotros ¡oh negros bui tres clericales! sois los miembros
gangrenados de nuestro organismo social.
Ese magno grupo que en caso darlo sabe galvanizar y atraerse á la
inmensa masa de los inconscientes, ese sí representa, desde el glorioso triunfo de la Reforma, á la Nación Mexicana ¡Ay del gobernante ciego que esto no vea!
Aul1ad, pues, de rabia, inmundos clericales, rechinad vuestros flojos dientes, lanzad silbidos de serpiente y tragaos vuestra propia ba-
JES,,"S Cll:BALLUB DOSAJIIANTD
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ba~ no os queda otra cosa que hacer; pues nuest~as afirmaciones, los.
hechos con implacable y ruda pero elocuentísima 16gica, están diciendo que son evidentes.
La .vieja ramera clerical y el joven Progreso.
El grupo odioso constitnido por beatos estultos y por egoístas, soberbios é hipócritas sayones del Papado, crey6 sandiamente que la
conducta generosa seguida por el partido liberal, á fin de realizar la
paz y consolidarla, era sefial de simpatía á su retrógrada causa. Supino y descomunal el1gafio. i Como si la luz pudiera simpatizar con
las tinieblas!
¡Como si la libertad sublime pudiera desposarse con la hipocrecíar
¡Como si la idea que derribó la Bastilla pudiera asociarse con la idea
que instituyó la Inquisición !
Sin embargo, como la vi~ja clerical está acostumbrada á las c6pulas bestiales ; como en su tálamo maldito ha engendrado los más execrables monstruos, en su estultez senil se crey6 galanteada por el
joven y viril Progreso ; bajo sus carnes rugosas y momificadas sinti6
los estremecimientos de todas sus pasadas concupiscencias; tenía sueños de sen i11 uj uria, eh los cuales se veía hartándose en orgías de sangre ' ~mperando sobre las conciencias, revolcándose sobre montones de
oro y desvaneciéndose cou el humo del incienso que, para nutrir su
orgullo y su vanidad, quemaba un pueblo est6pido y miserable.
La vieja insana comenz6 á vestirse anacr6nicas telas y á colgarse
chuscos dijes, se remozaba para cautivar al joven doncel, y cuando
ya creía próximo su triunfo, cuando ya disvariaba con suteños volup~
tuosos, el joven Progreso dejó oír homérica carcajada y le dijo: Vieia ridícula, vieja loca; cesa en tu afán insano: me causan asco tus llorosos ojos, tu boca cavernosa, tu piel rngada y tu calva testa; me repugnan tus criminales, bestiales y crapulosos hechos del pasado; detesto tu cuerpo y tu alma. Yo atpo á una virgen de inmaculada pureza ; en sus ojos brillan los destellos del amor infinito; en su boca, de
sin par frescura, vibra el verbo de augusta verdad, que ofrece vida
eterna; en su prcho turgente, con ritmo de amores, late un corazón
generoso, y de su noble, altiva frente, irradian destellos soberanos de
ANTINOMIA POL1TICA DE DON FRANCISCO l. MADERO
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-.- grandiosa idea; ésta virgen augusta que yo amo y venero, es, la Li·
. -bertad; foco soberano de Amor y de Sabiduría; á ella me entrego, y
para que tus seniles envidias no la maculen, yo la protegeré con aliento de Titán.
El grupo clerical, simbolizado por la vieja de esta historia, que nos
ofrece la metáfora, decepcionada y rabiosa, no oculta su despecho, y
por eso el "País" en uno de sus editoriales dirige pueriles amenazas,
Sí; ya sabemos que podéis ir hasta la traición y la ignominia; hicis·
teis el Imperio de Maximiliano y la Dictadura del Gral Díaz; todo
lo sabemos, lo tenemos muy presente y porque sabemos de todo lo
que sois capaces, reconocemos cuán necesario es el que se os acaben
de arrancar los ponzoñosos dientes.
¡Oh colmo de estultos y dementes devaneos de esos seres que representan al grupo negativo de nuestra socied~d! Desde hace másde vein·
te años acariciaban el insano sUt:ño de constituir un partido, que en
la époc~ del Arzobispo Labastida le llamaban partido sin 1lOmbre.
Bien, pues ahora que con gran alharaca llegaisteis á constituir ese
partido, llamado Católico Nacional ¿q.ué habréis alcanzado con ello?
Habéis alcanzado exhibir vuestra impotencia, vuestra falta de hom·
bres de mérito, de empuje, de acción, de prestigio. Vosotros mismos
-en el seno de vuestra chusquísima, ridícula, fariseica y arcaica Convención, lo habéis confesado paladinamente .
• Al no tener hombres que sobresalgan en vuestro partido, tenéis que
.recurrir á otros que no os pertenecen; pero entonces sucede, que los
invalidáis y los precipitáis al abismo del desprestigio y de la muerte
política,
De hoy más, ningún hombre político de los que anhelen batir las
alas del libre pensamiento en las excdsas alturas donde irradian majestuosas las imágenes de Libertad y de Progreso, querrá que le cu bráis con vt:estro tenebroso manto.
De hoy más os quedaréis, cual habéis estado hace medio siglo, esto es, con vuestros hombres del breviario y con vuestras chuscas üus·
.b ·aciones que saben al dedillo las vidas de los llamados santos, en cuyos hechos se inspiran para laborar su literatura de sacristía.
Así, pues, ese partido, que no es partido sino que está despedazado, no repn!senta, ni mucho menos, al Aquilón impetuoso que pueda
arrancar de raíz los árboles de Libertad, de Progreso y de Democracia, plantados por hábiles agricultores; pero sí constitnye grupo de
roedoras orugas, que enferman las plantas, impidiendo su lozano y
fecundo desanollo; por tanto, nuestros hombres públicos deben em-
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Ju"OIÍ CEBALLOB DOSAMA~TJt8
plear poderosos elementos de enérgica acci6n insecticida, para llmpiat
la fértil tierra mexicana, librándola de inmundas langostas clericales,
que las oleadas sociales nos arrojan del extranjero.
Convulsiones de la hidra clerical en la época
del General Porfirio Díaz.
En el liño de 1890, la gente de sacristía entro en convulsiones rabiosas ; insolentada por la política de conciliación dijo paladinamente,
por medio de la prensa ele.rical, que no estaba conforme con la tal política de conciliación, y que quería más, muchísimo más, -esto es, volver á los tiempos de Santa-Anna.
Entonces nosotros fuimos los únicos, que con ese verbo jacobino
que tanto punza á los jesuitas, los combatimos, pidiendo la expulsión
de los sacerdotes católicos extranjeros; y el Diputado D. Juan A. Mateos presentó á la Cámara de Diputados el siguiente proyecto de ley:
Artículo 19 Se adiciona el artículo 16 de la ley de 14 de diciembre
de 1874, en los términos siguientes:
No podrán residir en el territorio de la República los ministros del
culto católico que no tengan la calidad de Mexicanos por nacimiento , conforme á la fracción primera del artículo 30 de la Constitución.
Transitorio. Las autoridades políticas de las localidades señalarán
un término que no exceda de dos meses para que los sacerdotes del
culto católico que no tengan la calidad referida, abandonen el Territorio Nacional.
Nosotros en aquel tiempo, al dar cuenta de tal proyecto en las páginas de nuestra revista "La Ilustración Perfeccionista," así declamos:
" El día que el Sr. Mateos presentó su proyecto, el cual apoyó con
elocuente discurso, las galerías del Palacio Legislativo estaban llenas
de personas distinguidas, pertenecientes al grupo que representan las
ideas progresistas, quienes recibieron con frenéticos aplausos el proyecto que hemos dado á conocer."
"Ese entusiasmo yesos ruidosos aplausos que tanto el público como los mismos Diputados, en su gran mayoría, tributaron al proyecto
en cuesti6n, nos hacen concebir la esperanza de que sea votado en
ANTINOMIA POLtTICA DE DON FRANCISCO l. MADERO
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pro; pues, esto es 16gico: cada uno de esos Diputados que aplaudi6
al Sr. Mateos, ya manifest6, con aquel hecho, cuaJes son sus convicciones, y es de esperarse que al dar su voto particular sea consecuente con la manifestación dI! aprobación y regocijo que hicieran el
día de la iniciativa."
"La prensa cat6lica, como es natural, está hidrófoba; pues desde
las columbas de esos peri6dicos se defienden rabiosamente los je.suitas."
"Lo que sí no es natural, que la llamada prensa liberal defienda á
los sayones del Papa, q\tien hace pocos meses les ordenó la inobedienda á las leyes civiles, aconsejando que todo buen cat6lico se haga valiente soldado de Cristo. Con necios argumentos se dice que en el
mismo caso que los sacerdotes católicos extranjeros, están los sacerdotes de los otros cultos. Ya lo hemos dicho y lo repetiremos : ho cabe pariedad, entre unos y otros, porque en ningún culto, más que en
el católico,. se tiene un Pontífice que mande el desobedimiento á las
leyes del Estado; ningún otro culto tiene el confesonario para allí sugestionar la conciencia del fanático creyente, al cual se le aconseja el
odio para con su mismo padre, con su esposa ó con su hijo, y se le
arma el brazo con traidor puñal para que perpetre, en nombre de
Dios, traidora y cruel venganza; ningún otro culto importa bandidos tonsurados, que acaban de soltar el trabuco del revolucionario,
cual los frailes carlistas que ha importado de España el Arzobispo
Labastida; ningún otro culto tiene por jefe principal en México á un
traidor que ha dedicado todos los instantes de su odiosa vida, en hacer política tenebrosa, para arruinar á su misma Patria. Sí, s610 el
catolicismo importa frailes extranjeros para que le vengan á prestar
auxilio en su obra nefanda de obscurantismo estúpido, con el cual
ansía detener el progreso de nuestro país, que, sin ese elemento, mil
veces odioso, pronto lo veremos llegar á la más alta jerarquía entre
los pueblos civilizados."
"Atiéndase á que, esas manifestaciones espontáneas del público, y
de un público selecto, hechas en las galerías de la Cámara de Dipu ·
tados, significan mucho,; así como nada indican esas defensas pagadas, que un quídam, un bohemio de los que ponen su pluma al servicio de quien le paga, hace en las columnas de periódicos que se dicen
liberales; pues el jesuita va buscando el prestigio de la palabra liberal para que la defensa que paga tenga mayor valimiento. Y téngase
presente que esos bohemios de que hablamos son bohemios niquela-
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JESll'S CEBALL08 DOSAMAÑTES
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'dos; no son de aquellos que mendigan s,u propio alimento y sí el de
los caballos que tiran de sus carruajes."
"Exponen esos defensores de oficio, que el proyecto del Diputado
Mateos es anticonstitucional. A esto contestaremos: La Constituci6n
Política de ull país, es el Código fundamental que asegura los bienes,
la tranquilidad y el progreso de un pueblo, y nunca, jamás, la rémora para alcanzar tales beneficios. Un Código fundamental es. defectuoso desde el momento en que pueda permitir que en el cuerpo social se críen elementos delecterios que enfermen los miembros sanos.
El Código Político que nada asegure contra la acci6n perniciosa de
unos extranjeros á los cuales les dice su Pontífice: "Id á propagar el
desobedecimiento á ese C6digo," sería una Carta menguada y no
Carta Magna. "
.
" Los que son, no anticonstitucionales , sino antihumanos, son eSQs
bohemios malditos, que antes velan por su ruín interés personal, que
por el saneamiento y la prosperidad del país en que vieron la luz.
Ahí están los hechos hablando para demostrar nuestras verídicas aseveraciones en contra de los moderados; ahora les están silbando los
ret rógrados y los liberales; ninguno los apoya, nadie los apetece."
"¡ Pueblo: guardad sus nombres en vuestra memoria, y , si llega el
caso en que esa clerigalla se insolente, tened cuidado, al segar la mala
yerba, de reconocer en ella á defensores y á defendidos!"
¡Ahl cuando hoy vemos 10 que con toda libertad podíamos publicar
en aquella época del Gobierno del General Díaz, nos horrorizamos de
que eu el momeuto actual exista uu Diputado, Aurelio Melgarejo,
que se presenta con un proyecto de ley atentatoria á la libertad del
pensamiento, proyecto digno de los tiempos de Torquemada y de Pedro Arbués. Con razón los ilustrados y progresistas miembros del
Block parlamentario, no tuvieron paciencia para dejar hablar al medioeval Melgarejo, y éste tuvo que salir de la Cámara corrido y .......
¿avergonzado?
Ese fruto híbrido del jesuita laico 10 produjo entre nosotros la funesta poUtica de co1uiliaci6n. Ellos llevan el gorro frigio para engañar,
pero á cada momento se les cae y dejan ver el negro bonete del jesuita.
A Bulnes se le cae á cada instante: siempre sale en defensa del Partido Tenebroso, siempre tiene en los labios la palabra jacobina con la
que creen los JESUITAS anonadar á los liberales; empero nosotros de..
mostramos que EL VERBO DEL JACOBINO es el Verbo de Redención.
Los monstruos de la Negación encarnaron en Marat, en Danton y
en Robespierre, para desvirtuar los principios redentores de la gran
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~Revoluciól1 Francesa. Tambiéu, para desvirtuar la Divina Moral del
:-Cristo Eterno, esos mismos monstruos encarnan en Papas, en IlIqui- sidores yen Jesuitas, ya que sean clérigos vestidos de sotana, ya que
sean laicos vestidos de levita, como Bulnes y Melgarejo.
Aquel proyecto de ley del Sr. Mateos no prosperó, porque ya la
boa del partido científico, tenía aprisionado entre sus gélidas escamas
al General Díaz, quien hoy ha de lamentar no haber teuido en aquella vez el valor supremo y heroico para llevar á cabo la expulsión de
las víboras que engendraron su dictadura.
Tarde, muy tarde ha de haber reconocido el General Díaz su grandísimo error al seguir esa nefanda política de conciliación que hizo
engordar al monstruo clerical.
Es incensato querer realizar maridajes híbridos, absurdos, imposibles.
Jamás puede existir conciliación generosa y franca entre la bondad
y la perfidia.
A los políticos "del momento presente, en temprano y anticipado
tiempo se les ofrece, COII abrumador testimonio de los hechos, la ver·
dad de 10 que acabamos de decir. Allí están rabiosos los clericales,
vomitando denuestos porque salieron derrotados en la elección Vice~
presidencial, y más aun porque han advertido que ya es imposible
desarraigar de la conciencia pública las Leyes de Reforma.
Ahora en su implacable rencor ya comienzan á lanzar amenazas
descaradas. Es indudable que ante el cúmulo de perfidias flagrantes
que exhiben los neofariseos católicos, nuestros representantes del
pueblo habrán de manifestarse enérgicos, altruistas y patriotas para
sacar en triunfo aquel proyecto de ley que hace veintiún años presentó á la Cámara el Diputado Don Juan A. Mateos.
Ya lo hemos dicho y lo repetiremos siempre: ES MÁS PELIGROSO IR
Á REMOVER UN NIDO DE SERPIENTES, QUE IRLAS Á EXTERMINAR
DEFINITIV AMENTE.
Para terminar es pertinehte recordar aquí, que en nuestro último
libro hemos significado que todas nuestras esperanzas, para conjurar
los males que nos están amenazando, radican en nuestro glorioso
, Ejército .
En las sociedades modernas el Ejército ya no es el nefando grúpo
; de viles Pretorianos ó de genísaros odiosos encargados de constituir la
~ fuerza execrable y maldita que apoyaba la egoista y cruel voluntad
t de un tirano; no, hoy el Ejército constituye una fuerza conciente,
t ilustrada; sus individuos son aptos para deliberar y con sano y patrió~.
l·
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JESOS OBBALLOS DOSAMANTES
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ti,co criterio formular un dictamen que sea favorable al conjunto so·'
cíal, al cual ellos mismos pertenecen, en el que es~án sus padres, su~
hermanos, sus esposas y sus hijos.
..
Un Ejército que supo valorar lo que su f~~rza · ilnstrada y conciente significa en bieb de la l>OCiedad, transformó en un solo día el régimen monárquico del Brasil, en libre República democrática; y coSa
i~1 acaba de hacer el Ejército y la Marina de Portugal.
Sí; esas dos naciones, con la elocuencia de los hech,?s, han resuelto
el formidable problema que al Ejército se le presenta ante el gobierno
de un autócrata 6 de un demagogo.
El Ejército debe constituir una grande y poderosa Masobetía, cuyos estatutos, dictados por noble altruismo, estén en conformidad con
este lema: TODO PARA LA SALUD Y PROGRSSO Da LA PATRIA.
FIN.
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