LA SANT A EIJ3LIA J} LAS Sl\GRADAS E&tJRITURA8 Pr ••'t,proteatAnt<:, . . , ".- ~~_ .. CARTAS SEGUl\DA y TERCERA, BANCO OE ..b.A REPUBLICA' lIauonCA c::. l~~a. 'A~ .~ Li\. SANTA BIBLIA .., ; ) .--:) ;.--•..J o LAS (;0:-'10 SE CO::'\SIDETIAX EN LA IGLESU CATOLICA, APOSTOLICA, ROllIANA. IU'o1('"tnlltc. ~,_ .----_. .. SOCORRO. CARTA SEGUNDA.* SOt'orro, IS de ma,'o de 187~ Señor doctor Moises 1Iiguera. Muy sellor mio: 1. El no haber yo contestado prontamente ti su carta del14 de abril, no ha sido en revancha de la todavía mús larga dilacion de ustcd cn resp.onder á la oferta que le hice en la mia del 7 de marzo que moti \'6 aq lwlla, sino porq ue dudJ.ba si ùebiera 6110 contestaria de cualquiera maneta. Sin hacer caso de la impertinencia de firmarse usted mi "scrvidor y capellan," será suficiente, serlOr, advertide que soy caballcro, á más de ministro c\"istiano, como usted pudiem haberlo sabido por los términos corte;::es en que me dirigí á usted; y que todo instinto de mi naturaleza repugna cualquicr trato con el hombre que, olvidado ó ignorante de aquella cortc"ía qllC la ley de Cl'isto nos impone como de obligacion para l~on todos, me diga en efecto 'que me reputa plJr "un gentil y un publicano," y que soy de aquellos falsos profetas, lobos COll piel de o\"~ia, contra cuyas artes el divino l\Iaestro amonesta iL sus v(mladeros direípulos que se guarden. Busque, senor, á los tales más cerca de usted, bú;"quelos COll la lámpara llncendida de la palabra de Dios (la escrita, señor, no adulterada eon las tradiciones humana!;), y los hallará con mûs aeiel·to. 2. Supongo, sincmoal'go, que algo se ha de perdonar tí los sacerdotes romanos, cuyo oficio, poco de acuerdo con la institucion d~ J esu Cristo (quc es para nosotros, si usted desea sabel'lo, así Señor y Dios) tieude naturalmeute ií. desarrollar ('se ciego orgullo ei'pirituul que UD rcspeta sino lo que es suyo propio, y tiene por valcroso tratar con impm(Jcrios al qut:' no se someta, con igual ceguc(lad, Ú Sll parecer y á sn antojo. Responderé, pues, á lo que me plll'CZCa má,; importante en la earta de usted; mayormente cuaudo las tachas inùicadas puedeu mirarse como inad vcrtenciar;, ó como cosas tan solo de mal gusto, siendo como eS manifiesto que u,;ted consideraba su carta como muy respetuosa. 3. Nu me admiro, señor, de que ustcd no acepte los vcÎnticinco pesos que Je ofrecí para la construccion ùe su iglesia pan"oquial, b~j\l la condicion de que se lea en ella, cada domingo, y en castellano, tí lo ménos un capítulo del :Nuevo Testamento: pues harto motivo tienen ustedes para deE'ear que sus feligreses no adviertan ni sepan el abismo insondable que média entre la maDera de hablar de JCSIl Cristo y sus Apóstolc~, y la que se obsen'a en la iglesin. romana. Pero 110 será por dernas que llame ,'t Copiada del folleto al pié ùe ln. letra. -4sn atcncion sobl'e ]a poca ingenuidad con que dicen los curas á su~ (lcsgl'aci:ulo!-\ feligrescs que ello.~ 110 deben tenel' ni IceI' lus Sa~radas E"critlll'as, [lor luicdo de qlle c(juivol}u('n Sil n'l',IacIero scnti(Io: lilIc,; están IlstCc!"S t:lll i'olíi·ito;; l'II exduirlas de las iglesias (l:!l\lvo Cil latin), como de las casas particularcs, ¡(¿LIÓ doloro;.u ndOliracion, seilol', no causuria al biena\'cntul'ado Pedro, si alguno lc notieia,;e, allá en la gloria, que cn IIna iglesia que 08terta clnOlllhrc dc cristiau:1, y se jacta de tenet' en su exclusiva PQ~".'sj()n la te (l'le (~lpredicaba, se niega Ii rccibir una contribuciol de :!il25, teniendo pOI' im;ufrible la condicion bajo la cllal se oli,,·ció, de Iluc se lcan los inspirados cs('ritos de él .v de los otros disdplllog de nne,tm COlllUll SeDar, en tél'minos que ci ¡meLlo los pueda entender! En csto se ve COll evidencia Cllúuto mú" motivo tiene la Iglesia de u;;tedes pa~':lapellidarse Romana !H{lS bicn qne CI'ístianil. 4. No hay, señor, scgnn creo, nna iglesia parroquial en Colombi~, Hi ell todo Sud América, en que la Biblia se lea en lengua vulgar; y cs muy <1ndo~o ¡.;i algun sacerdote l'Onlano ( pues nue;t ros m iII ¡stms no Hon sacerdote;!, ni tienen funciones sacerdotdes, como se VCl'á en el nuevo T(·:;tumcntl)), pueda cmprenller de su propia ('(lellta la salwlau!e costumbre de lecl' y explicD!' IllS 811~rndlls Escritul'as, pl'OCnralHlo que SlIS/Cfigrcsc:; conl)~can y enti.mdan las genuinas paluln'w, de JC~:Hl Cristo, "¡f} ex[Joncrac :í. gm vÍsimas sospcclmf; entre SlIS hcrnllHlos de ser loho con piel de oveja. Esto de SII)'O debe bastar para convcncer Ii u:'Jteclde sobre quiónes ha de l'CCael' aqnella solemnísima protesta é imprecadon del Apóstol, citadu por Il;;ted : " Aunque noootr08, 6 un ángel del cielo os anunciare otro Evangelio (~cl que os hemos anunciado, sell maldito." Gálatas 1.8.- Ya que Ud, "abc pues, Ia.gruvísimu pena que ~I Espíritn Sauto, por ooea de Pablo, ha impncsto al que fIIsel1aI'e pOl' Evangeliu lo quc no lo cs, le acollsljo, seiior, y muy Sillccl'alll<.'!lte. que lea, con jll'Ofllnda ateneion y con ardieute ol'[lùio!l á Dios, (quc ha prometido la sabidll1'ía al qlle £..• It:ínoole, se la pida á él, Santiago 1. [) ) los dOCUllH:.lltOS tlllténtiem; y IÍllico!l el) que los discípulos tlcl'cditados del 8eñol' !lOS han d(jado COllsigllatlo el }~vallgelio que él prornlll~ó; p~\ra que veay palpe el total u'astorno qllc de 61 ha heeho el l{omalti~mo, 5. y paru ayudarIe Cil esta pcsqlli~a, le dil'6 que me he pro}lorciollfldo IIl1a" Patente dc hábito," expcdíJa blljo la autoridad upoff{úlic(G q lIC IIstc(1 má" respl'ta, conccdiendo ulla illcluljencia plcnaria bajo la seglll'idad de dda eterna, al que compre la "opa raidtt y dc::;eehaJa de IlllOS frailes fra!JeÏscanos y se le cnvuelva en ella nll1lorir, .':JllpOn!;O, sci'ím', qllc usted no ignora que entl'o sus feli~l'c"c;:; se ItnCè aClllalnwnte vcnta de ropa Cil e.~ta ciudad e"ta vergonzosa vieja, con HaBcíon y Lcudieion ,·clesi{¡stica, Paso, plie;;, por cllí;illla lIlllltitlll{ de e()l'~'llpciollese!l dOe!rina y en tll'áctica, para fijar su ateneion Cll est:.l wla, ¿. qué diria, ú qué dejnria -5rle decir r] sa:l[O 1>a1)10 al oil' qnc ('sto sc recibe, y sc praetica como pai'te' d,~ ar¡ue;! E\'an:~('lio (llIC (.1 l'rcd:c:lua, y l'outra b ('¡l:l'ta COITlI!'CjOI1 de la <'lIa] lallt:\~ "cee,.;, )' tan cllél'!~¡('allll'nte all1ulle;.;t:11n la igll:~ía l1c Dio.;"! ~jÍ¡'\':tll' Ú lI"tl'd dl: III:1(':'I;'a dl' ,·llu el Si¡!;llil'lIte pa:;:'.Ít.:t¡1:e ml' "iClle :'la !llano: ¡\ Till¡()t~'o, y (~ lodu lid llIini,.;tro <k .ll'HI Cl'j:i(U l'Il (:\, dice :\"i: "H('t¡II:(.¡'ok, pll(''';, Y", dclalltc de Dio:;, y ,]p]:JlI!c del Selim' .fl',';1l C¡,¡"to, <¡uc ha de jllZg::Il' ií los vivo:;)';í los nlill'rto,s l'il :ill \'l'llida)' (:ll ~u rcillo, qlle \wediquc,,; la palal>l'¡¡ (la !,ll!:thi'll dl: Dio~, ::l<:UI', )' 110 Ill,~ (r;lIli<'¡u!lc:3 ùc hO!l¡\)l'l'~) j lJlIC jll,;tl"~ :í ti"lnpo .v ¡'¡II'r.1 d" tiClllPO j r('d:lr:~lIYl', repn:ull', l'xllOl'ta con lod:t bl:U1dlll':t y,l\lvll'illa, l'ol'<j\\\: "('lldrlL tiempo ClIlllldo ilO :;n{'¡,jr::1l la ,::1I1a (!udrill:l, :luICS ll'lIi(,lIdo COIllCZOIl CIl la,; ol'l,ja,.;, ~;e aUUlllr¡ll:lrlíll ¡:l:\('"lr,)-" (]Il\) Il'~ ]¡a!¡!vll) ('011rOI'llI'~ á ~l\<';1\1\;;1,1.\<'; (',oucllpisc(:\H:i:::,. V <r,~í (I}i<r..tu¡,r(1l dl! [('1'dad el oirlo, y SE "OL\'EI:.\X ,\ L.\f; L\DFLAS." ~. Tillluteo n". 1--1. ¡,QlIé lijas f:'dHdn, f~dlllla \'CI'g-onzo,;a, <¡lie (·,.;to dl' <:rcl':' qlln ropa dcslwchada, aU(H]U'c s::a ,le Pall!o, aunquc flll'l'a (h'¡ mi:'lllo ,J,''';lI'':, Pllcdc opcrar cI c!:':do)' pro\'l'c:ho de ::<111,.1]¡:lbilo illll'ri<l!' de snutidad verdadera, Ilacida del ,:clloci III iCIlIO, y Ill:lil i ((·"uda ('n b obe,l¡ell~ia de la v(;\'(!:\l1 (" til palabl'a cs la \'cl'l!:id," ~;, J llall :XVII. 17), sin h (;t1:d ¡¡illgl!:W l,odriÍ VCI':Î D;o,,;¡:oll paz'! G. De J"311cri~[o ]('('Ill<JS 'lue ,;11,;('I'llCilic:ldol'l''; repal'ti('I'Oll bU,:; "",;tidos cnlt'C sí, y œharon ~lI~rtl',; <,;obre ,;u tÚnim j pl'l'O 110[('l!Cmos Iloti(;ia alguna, IIi e,,; (;o~a (,l'l·iole pOI' Ilillgllll Îulclig'l'utc y uprovcchnùo ]CdOl' del X lll:\'O '1\:,.; 1:1In en to, <¡Ile ~1I':idi'~('íplllos gnan1a';l'll sn ropa vi<:ia para g-:lnar~c lin mérito fidie;io, ni abl'ir!:il' las pllertas dd ciclu. U"tcd ¡lIIc;,;, sclÏ(W, ¿ qu(! 1)('n~:lJ';í, ó CÔIllO rcspunderá Cil ci dia gue;;c ellClIcntre del:lllte dd TrilHlnal du .Je":lI Cristo, eon ('''to,~ puhrc,; clllbanca<lo;:, c,~tos l'1I\'lIel[os l'Il dc;.;e(:/¡~trla ropa dl' fr:;îlc", eOllw pasaporte para el cielo j á quicncs listed mismo ha \'edado, bajo I'('nl! de excolllllnioll, el liSO dc Sll natural razon, y la lllz fOolll'cnatmal de las palabms ¡ln:u in:ll]oras de J esu Cristo :\ Ul'stro ~l'iïol'? j Y cs Ud. ci <:lile me diec 'lile soy loho eOIl piel de ov(:ja ! 7. Ell lo rclativo á la <ll!lIlallda glle ustp(l n10-hace accrca de la uutoi'izat.:ioll <Jill' yo tenga para estaI' prcdicando aquÍ, CIl;;U puI'ro<lllia, dOdrinas tall (li:ulletral!llcnte opucstas:í. las >'IIY:¡'; propius j bastDl'Ú l'or a}¡ur:! decirIL', que esto)' aquÍ jlredi(,lllldo ci Ev:!n;;e1io dl' .Jcsu Cri:;to, IIlll'stro :\I:!estl'O y Sejjul', [>l'('(:isamcllte POI'(llle u:;tede::i no lo predican, IIi ::;¡ljuipl'a lo COllocell, Tan cicrto cs esto, S('jjlll' doetor lIiguC'ra, <¡Ile /ll:í:; de ulla bUI'na Illitad de! cleru eo]ombiallo 110 tielle BilJlia, ni en SlIS casas, IIi l'Il sus iglesias, IIi l'II sus p::rro,!uias¡ Y de aquello:; f3[',ecrdotes qllC la ticllell, m:'ts de olm mit:"l 110 posee ~illO algun (:jempInr (r¡lIitndu Ins más \'CC~'Sdc alglll) illcallto felig¡'l:s), Pllblicado pOI' las Sociedade~ B;I,IÎea;.;, :l quÍ(lIlCS u:;tedes Ilunel! se eall,>all de malrlccil' pOl' ci solo aÎJilcn de hacer (Ille la Biblia sel! el libra 1lI(¡~ Larato dcl ru -6mundo, y e~té fil alcancc dd hombre más pobre. ;. C(@o, p11N'l, C'ntcnderiin y predicarán 11n Evangelio que los más de ell( s l'ur:¡, "ez Ó nllnea leell? l,tH'S tenga usted presente que el Evangelio es la reLgioll de la Biblia, de" los hombres santos de Dios,lJ como lo dice Sali Pc(h'o, "que hahlaron ( y f'scribieron ) siel1llo i!lspirado;;; p'JI' el Espíritu Santo." ,; O ser~¡ que en concepto del clem ramUllO ci Evangelio es CO'i3que cuanto lI1énos se estlldie tanto nH:jor se entiende '? Quiero pues, y muy de veras, quc uste(l se haga solemne y lletl'lIi(lamclIte la pregunta de: ¿ Quiénes dcben entender m(:jor el E"\ll1gelio de Jesa Cristo, y la doctrina qne en su nombre y por Sll autoridull enseñaroll sus aere(]itado,; apóstol,!,;, I<.sque se OCllpal\ <liarianlCllte en lccr y escrndii1a¡'los escritos auténticos que cstos lias han dejado sobre el p:1I'tieular, pOI'direccion l'special del E::.píl'itu Santo; ó los que algllna que otra vez los miran con dcscuido, ó (como sucede con llueve décimas part.es de lo:: católicos romallos) los que en Sil vida los hayall leido, ú oido:eer? Usted, lile dice que yo pida {¡ Dios me "ilumine para tomlll' el sendero de la vida eterna." Y yo le respondo, señol', qlle clIando listed haya csludiado diariamente Jas Sagradas E¡,;crituras, de parte á parte, pOI' espacio de veiute á vt'inti~inco ai1os, pidiendo á Dios la iluminacion y gracia del Espíritu Santo, que él da á todos SIIS verdaderoshU')s, EStará l'II cond ieioll pam dar sus (·onsf'jos con más aei'!rto.- V co que le causa no poca adllliracion ci qlle lc (liga yo q uc " llosotros no SOIllOSscetal'ios, cs dccir, qlle no trabajamos ell los intcrese" de ninguna secta." Creia que me habia explicado bien. La dificultad señol', cOllsiste'lO'n qlle ustcd nllnca se ha detcni<lo en bn~car cI genuino significado de la voz" sectal'ion; y nada sabe dl' e, las mil y IIna sectas del 1'1'0tcstalltislllo," fuera de lo que otl'OSCil elmi::imo caso Il' han dicho. 8. Los dos principios fillldamcntalcs del Protestantismo SOli: 1.0 Que la Biblia es nna revelaeioll sobrcnatural y divinamente inspirada que Dios nos ha hecho dl' Sil voluntad para nuestm salvueion; i 2.0 Que esa rcveIneion es suficiente pam este fiu, y pm' 10 mismo no nec2sita de Ias opiniollcs de los padres, SClUl huenas ó scan maJas, ni de las interpretaeioncs de Iglesia algllul1 pal'a dãrle valimiento. LA BIBLIA PUES, ES LA HELIGIOX DE J,o.S l'ROTEWL\XTE."; Única guia srglll'a, y guia toda suficiente respecto tí. lo que l!t:bcmos CI'CCI'accrca de Dios y al deuer religioso que Dias cxige dl' los hombres. Lucgo por una parte, los {lue 110 reciben la Biblia como una revelaeion divina y sobrenatural, no son protestantes en religion; y pOI' la otra 110 lo son tampoco los que recibiendo la Biblia por auténtica y divinamente inspimda, dicen que no es sufieientc, sino que debe snplementa1'lJe con las tt'acliciones eclesiásticas, lus decisiones <le los concilios, y las interpretaciones inapelaLles de SIlS mini.9tros, ¡::eallestos CIlI'as, obispos 6 papas. Ahora, pu.cs, entre l~s Iglesias que so.1\ ~'e:,lmente protestantes, es deCIr, que sostlcnen esos dos pl'IUClplOS -'7fUilJameu(nlc., dcl Protestan(i::illlO, Cil vc;', ele Ilahel' un desacuerdo del'llo entrc ('J]os COlllOusteùes IlltlilOSamellte asegurun, hayelltre ellas \ln aC\lerdo mucho más !'cal y súI:do de 10 que existe entre laB dift'rentes ónlencs, llCrrnu\I(I:.Hlcsy cofradías, fieetas di~til1ta~ del ROIll:lIlis\llo; 110.-; tratamos dc hcrmanos, comulgamosjulltos, predi('amos y tr:tl):~jalllos juntameIltc, camuiamos púlpitos entrc nosotros, prcdicando UIlOSen las igle;;ias do lo::;otros, y recibiendo l'artas dimisoriales In:.;unas de las otra", con la misma franqueza (PIC ~i fuerall e,.¡:pedidas por l~uestra misma cOllllluion. n. Es lIlla blasfemia, senor, decir qlle Dios, en Sll salita palahra, no habla Call la suficiente clarida(l para qlle SlIS hijos le puedall entende!'; y qnc las palabras divinas é inimitables de Jesll Cristo, sin'cn más bien pam dividir ql/e para uni¡' los corazones de lo.~ qlle le aman, Tenemos á la verdad nucstr:1S difcrcncias; pcm :;011 cn cosas de menudenoia, ó de seculI(laria importancia; on lo esellcial somos una misma cosa, La religion pro(c::itante es UlJa, llO 1ll1whas; v nue::;tms difcrellt(·s comuniones son m{¡,sbien di· versas he¡'¡¡¡aildllr!('N dn la misma fe, quc sectas rivales y enemigas, COIllOcon teson ustedes quieren clar á entender. 10. De csta sner(e conciliamos la más amplia libertad con la mli'.:\'enladcl'a, per cuauto (~sla m:is expunt:ínea, union y lInidad; á diferencia de la forzaùa uniformidad del Romunismo, que logm IJlautcncl' UlI simulacl'O de union, mediante la inmo\aeion cruel de todos los dcrechos r libertades lilás preciosos d(! los hombrC8, sobrc las al'as (\(;s<1piadadasùe la decilntada "Unidad de la Iglesia," Il. Si listed ùe/,eu ¡;abel' cuántos sean los protestantes de esta religion, bastal'iÍ decide, pam qne cntienda elue el número es bien respetable, quc en la obi'll de misiones extranjeras pùra propagar la preciosa y bienhechora religion de la Biblia en todas partes de la tiCI'm, no dejamos de tenel' 30,000 á 35,000 labl'Udores de todas clases, sostenidos por contribuciones voluntarias que aseienden anualmente tÍ. unos $ 6,000,000 fuertes; en tanto que hl cOlltriLHlciones que se hacen para todos ¡os objetos religiosos eu los EsmdoB Unidos (sin venta de sacr3mentos, indu)gellcia~, rcli<llliaq, ropa vieja &~, y sin diczmos, primicias ú otras contriouciolles forzosas), solo alcanzan de $ 4.0,000,000 á $ 50,000,000, aile por afio, l~, Ko somos u sectarios" pues, ni creemos como creen ustedes, que la gmcin de Dios y la herencia del ciclo cs el monopolio de nuestra ::lec(a particular; sino lu herencia eomun de cuantos cono· cen y amuu la verdad como es en Jesu Cristo Iluestro eOlllun Salvador. La I¡¡;le<;ia Romana es la "sectaria" por excelencia, cn el sentido ¡)l'opio de la palabra; para quien todo lo que es de su seda cs bueno, pOI' más contrario que ('sté á los oráculos divinos dcl Dias vivo; y todo lo que no es de su secta es maldito, por más estl'idamente de U(;UCl'lJoque esté cou las ell~ciïanzas de Jcsu Cristo, que solo es Re·y en Sil Iglesia, . -813 Rr.·8pecto de la tolerancia de esta iiociedad, de quc Ilsted me habla, en permitil'me proseguir mi mision sin molestar ni perse· gui¡'n\(', yo ciertamente estoy muy agradecido: no esperaba ménos del culto y hospitalario pueblo colombiano;, pero no sabia, I'eiiol', que esto se debe ri, "la toJel'aucia de la Iglesia CaIÔlica." Si yo couozco alguna cosa de la historia de Colomhia en (';:;tOfl últimos aiio~, la lihertad de cultos que actualmente disfrutamos lia sido eons('guiùa á dums pena~, á despecho de la Iglesia RomaUll, y á p('sn¡' de la l1l:ís tenaz resistencia de su clero, Cuando la tol::l'aucia rcligiosa existe en las pngnnas naciones de China, dc India y de .\í'rica, no es (le extrafiar que los ilustrados hijos de Cdombia reelamen para su hermoso país ci mismo derecho i¡J\'io:ahle del hombre, Pero es ciertamente un hecho notable, que C') esta 1lJnrcha univer"llJ del lllundo, los países católicos romanos Je Europn y América (sacando li Colombia que ha 25 ailos ,¡Ile les ha dado ~jemplo digno de toda imitacion), viene en zaga de todas Ins demas: y no os ménos notáble q Ile 0$ el pueblo siempl'e el que en esta reforma pública tiene qne imponer la ley á su c:ero, Los periódicos de los Estado;; Unidos acaban de anunciar c,)mo llluestra de "la tolerancia de la iglesia eat6Iiea," que el 2 de marzo de este ailo, á ins! igacion del clero romano, cI Re\', F, L. Stophens, misionero norteamericano, filé asesinado y sn cuorp() horriblomente l11utilaclo pal' lin popnlacho on Ahua1ulco, J\I~jico. Se aíïade que la autoridad ei\"il (no la eclesiásticu,) está oenpálldose con ahinco cn descubri¡', pam castigal' como se debe, los vcrdaJp;'(~S autores de estc crímen. 14. En lo relati\"o li Slt dictámpn de quc mi l11ision ha de permaneCCl' infructuosa, pucsto que los feligrcscs de 1¿stedno me Úgncn, ni me seguirân, opino, seilor, que la re,-,;olucion de ('Sta cucstion está Cil manos n,ris poderosas y más com petentes quo las de usted; y El ha dicho á su ungido Hijo: "Tu pueblo SOI',1 \'olllllÍal'io en el dia de tu poder." Esc dia de su poder ya amancce cn l\Iéjico, Cil ci Brasil, en Espaila, en Italia tnmbien, y en otros países católicos romanos, donde multitud de personas están pidiendo " la palabra de la ,,¡da," y no pocos ex-sacerdotes, cllal Pablo, "ahora predienn la fe que cn un tiempo destruian." Esc hueu dia vendrá {~Colombia tambien; y on ci entretanto será del casQ q ue u~ted('S tengan de can tinuo pres('n te, que este pueolo es libre, y quc no cs la Ill'opiedud de sus curas; dc modo que á usted yo no ha~o agmvio alguno, ni Ii usurpo, como usted dice, las funcio· IlCSde f'acenlot{l" (yo no soy sacerdote, sel'lor, ni querria Eerlo ), en predicar á algunas personas de la grey de listed, siu autorizacion ulgulla," 15, El si~uientc pasnje ùe su carta es digno de llamar notablemente la ateueion pública, donde usted dice: "No puedo pasar CIl silellcio sin manifestar á uste(} la extraiieza que lIle calise. el , I ' , .-: (1110 !oiga <¡lICbe recdifiea un templo ell donde no se e pCl'lHltlr.~ hablar:'Í .JCSllCristo sillo en latin: cnunc10 yo no he predicado, IIi hc oido predicat' cn latin :Í, ningnn saccl'lIote cat(¡lico, sino sic:lIprc cn idioma cspaiiol." Yo, pOL' mi parte, no sé, seiJor, quó debo cxtraiiar má,,::;i lu. candidez, ó la poca mode:;tia COllqlle usted dice esto, lG, Scpa Ilstcel, PIIC", q ne J eSll Cristo pOL' Rtl Esríri til y pOL' Sll palabm (e,.;crita en libros inspit'ados por "us acreditados discípulo:;, que le oian r. Elmislllo), está sicmpI'c prescnte con SlI pucLlo fiel, hablándoJes, ora inùividual ó colectivamente, y preùicando ell lus congregaciones de SllS verdaderos di8cípnlos; y estará hablando y p!'edieándolcs así hasta el lin del IUundo, conforme il. su preciosa ]>ro!~lesa: "He aquí yo estoy con vosotros todos 1011 dias hasta ci tin del siglo." De aqní, pues, se ve la incalificable impied:lll de leer HlISpalabras en btin más bien qlle eu el idioma del P1leblo; ùu modo que clIanclo Cristo qu¡cm habla¡' pura la cnsciiallla y pl'Oyccho del pueblo Jag mislllas palauras inimitabletrlentcdivinas quc admiraban á /as gcnlcs de Jmlea y de Gali. Ica, a(luel \lO le ha Ile entcndcr palabra. Esto IlO cs otm ('Osa, BCiior, IluC l'O!H'f J1l0I'JU:lUal único Maestro (S, l\Iatéo. XX III, 10), Y ponélseht Cll la casa Ile sus amigos prof(~;;os: y este incalificable atrevimiento fiC lisa t'01l él bajo cI hipócrita pretexto de gllll/'(lar COllreligiosa vcncmeion los santos or:.í.cnl08Jcl Dios vivo! Sí, ¡:;eiiu!', se cllstodian con gu:mla tan eSlrecha, quc por rc¡;la gCileral así los CllI'W,COIIIO~us feligl'cses vivcn y IUllercu en rcligiosa ignorancia ùe cllos, Tan Cl'aza ignorancia de cste asuuto cs la que se ha apodcrado Je los pueblos católicos rotllan()~, qllo tres Cllal'tas partes Jc cllos bucWlLllcnte creen que "la Biblia" es la oUla maestra dd diablo, c0mplle~ta por homores malva(los, y qllc i;olo sirve para cncaminar HUS lectores dl'!'ccharncntc al infierno! Y con todo, IIste<l ticne /a H:lIlg're fria para decirme (y cita el concilio cle Trcnto para mayol' comprobaeion del miHmo), q 110 dicho eOl1l:ilio enCllllléll ico, cn tcst.i mOilia de la venemcion y )'('speto cou qnc couserva la )lllreza é intcg'I'idad de la palaura do Dias, "des)lllcs de cnumeral' todos 108 libras qlle campoOl'u el :;agmdo c(llligo, <¡ne se denomina BiGlia, lanza anatema al que 110 los reei bfl Ú todos y en todas SIIS partes, como se han :leas· tnmbl"ado IceI' cu la Iglesia Calólica." (;,?) Interrogue usted, Bcfiol', ;Í SlISfeli~l"e3e!', la próxima vez que los. tuviere rennidos pam instl'llcciun rcligiosa, "::;i la Epístola de JÛdas, uno de los doce ap(¡sLoles tie Jeslls, no debe tellc/'se pOI' lin doellmento impío; y si )lOI' ot l'a parte la Epístola du san Clemcnte á los Coriutios, call Jos lihl'Os terccro y cuarto de Esdrás, no dchen considerarse como parte integral;tc de las sagradas é inspiradas Esc/'itlil'<I:;"; y vel';'i I:li, IlO digo 10.<; 111á.,.; igllol'Rntes sino lo!! Ill:!"; jutcligcliLes y devoto;; ele clIo!', /JO sc pondi'iÍlJ I);t.io la pt"na del misillo allateLLIU(jliC CVIl tallta ,tflllE'llcia d:l p:1Jabl'al Ud, !'abe 2 --- 10--lanzar contra nosotros. (*) ¿ Qué l'ecibj¡" 6 negarse fi recibir, ]JlICS1 los libros de la Sagmda EScl'îtura, cuando ni ánn saben cuCdcs !can. ni ustcd en su vida se los haya leido? En rcsumidas eucnlas, Hcf\or, cailla se manifcstará delante del tribunal de ,Jcsu Cri/lto nue¡;tl'O Seflor y J ncz final, no los 7'ccióe, con rarísi ma" excepcion'Js, ninguno dc ellos; y usted mi8mo les aCOikw'ja que no {os debe Ted/,ii': de csto yo seré 1I1Itestigo ficl. 1'7, Pam supli¡', pues, esta f.'1.ltanotablc de la palabra de Dios entr'~ los ratólicos romanos ¿ q né es lo q ne sc hace? Acostnlll bran los (:lIrus haecl' q'Je sns feligreses llamen "palallra de Dios" á los !-'erll1ones Je ellos I Y esto Sl' hace tan de continno, qllC nsted, eseI' biendo á nn ministro protestante, le dice qne el hc'cho de predieal' usted siempre en castellano, demuestra lo infurdado de mi a8erto, de <¡IleLi Je8u Cristo no le permiten ustedes hahl\J.l' sine en latin!! Poca modestia me parecc esto, s~i1()r DI', Hig'\)era; pues entre JesH Cristo y nsted no c1<ja de habel' \Ina diferelH:ia filuy considerable, por más que pretenda" hacer SllSveces" en esta ciudad. 18. Sepa usted, selior, qne cuando yo 11I'edicoel Evangelio, fun.:1ándome eu la púùliea lectura y exposicion de Ja Sagrada EScl'itlll'a, la palaum es (salvo en los textos q\le voy citando), la del señal' Pratt; y tiene ó no autorida:l y efecto segun quc estó <1eacuerdo 6 desaeucrdo con la Biblia; de lo cnal mis oycntes están en la Holemne obligacion de juzgar por EÎ, como respondel'án de e1\o en el grun dia. Si á uste(} esto le parcciere muy ridículo, hallará buen ejemplo de clIo y de SIIScfcct08, en la j>redic[lcion de S. Pablo: Hechos x VII, II. 12. Ni más, ni ménoH, cllanJo Ud. predica, fundándose en algun texto aislado, (de aIgnn capít\llo que 110ha leido ni comentado), 6 en las leyendas de al~un santo, la palabra es del Doctor lliguera. Pero cllando abrimos í~·) La Iglesia Romana procura coneiliar 'Il II0g\1\:\ Ile qlle C~ prcci,o para la Ealvacion (~recr todas y cada Ilna dl' laR vcrdadcR de religion, I'"r millul·iosas qne scan, con la profunda ig'llorancia en 'lile Il' cOlwielle criar íi lo, 1l1:IS<le 'us hijos, por medio de la sofístic:\ divisioll de It. f(', en la ¡i:illlJ'lícifl(. y laje efpl;cita. (*1 E"la quicre dccir, cr('cr proposidones que uno ,abc rccital'; ya'lllella, C!'eH ]0 qllc 11110 no sabe, r.i cn Sil vida ha oido n1l'lltar, COll ';010 dl',';r •. Cr •.•o tOI\.¡ cuanto ha declararlo i definido la Salita ~Iadl'e Igle,;ia." El eél"llf" EraslIlo ])IlS) en 1'i<liclllo lo absurùo de (licho soUsma, en la ,;iguicntc l'l'pecic: £"t:: ha de IUlIcrtc lin hombre muy ignol'ante, poro mny eat('lieo romallo. El dia!'}o vin,) y poniéndose a] Inclo de su camilla estuyo largo liclllpO contmnpl:lllllole con aire maligno y IIcno de trilln fo. Por fin le dijo: "Y tÚ, ;, qllé crees?" El pol.!'e, teme!'oso de comprometer su s¡lvaeioll por algun e'IIlÍvoCo, (, por dcdr alg') ùe más ó algo de ménos en materia de su ercencia religi()"a, se hallaba muy perplejo: pela salió dc slIlIpriclo cnando aeordóse rIe contc,tal': "Creo lo qU(· elce la Santa Maùre Iglesia." El c"píritll maligno, seguro cn esta vcz de SIl prE'Zll, lc volvi,,:í prcgllutar de repente: i." Y qué ('s lo '1uc cnc la Igle,,;a?" :El moriblln,!o sC hall('. plJes, ('n más 'lUI' mOl't,Il agollÍa: llcno dl' lllruaci"n se ]e iba perdicndo la tÍltima CSI'Cl'allza de salud, <:U:llll10le yillu la felicí.,ima oe\ rrcncia. con llue dljÓ \"endùo nI advcl'!5:ll'io, rospenùil:ndo: "Lft. H.llltt~~Ialh'(~ Iglcsia cr('e lo mismo '[Ile erco ~'o"! (*) El sofisma cstá en los q',e no cntit1ldèn cómo (~ ¡" diri,Ù>I~(le la fe en iml'lícit. t i e."1;líci!a. -11h~ S~~I':Hhs ERCl'itunl~ y <1cl'imo!3nI pueblo, "Oigamos la palal)l'¡~del ~l'iior," el (lllC IlUula ('S aqucl Viog que á cat{¡licos romanos y :í. protc~(antl's de nna misma mancra 110S juzgará, no Ile· grin nUE':'ltraspr()fi'sjoll~s, siuo segun el uso práctico que hayamos ilCl'ho de su I'alabm. "I:'{ que me d~,~prccíŒ," dice Jesu Cristo •• '!J '/lO l'eciúe mis }l«l<lbl'as, tiene qnien le juzgue: la palabra quo yo he habl:Hlo, la mil"ma lc juzgará en el postrero dia!" S. J uall XII. 48. Ya se ha visto, SCfiM, quc la inmensa mayoría de la Iglesia Homana no recibe las palabras de Jesll Cristo, ni las conoce, ni en /lll ,,¡(la las 112\ leido ni oido leer: y ustedes son quiencs les dicen que ins deúen dC80h', como de obligaeion rf'ligiosa, y que dcbcn [l!wllida¡' il las plútieas de ustedes "palabm do Dio:-," la cllal ('.;;indispcllsablc que todos ellos escuchen con reverenuidl tcmor. Protestando yo ulla vez al Doctor Carnal'go Je Gi\"ol\ II>inclecol'oso y ha"ta bln"Cemo de estu ('onfw:;ion de cosas {otulm('nte distintas, él lu dcfeudió; dándome tÍ elltender 'lue no c.'! por cc¡nivoeaeioll, ó pOI' descuirlo que se hace así, sino de intento y pOI' sistema; y ]1I('go me dijo rotundamente: "Es esta mi"lIla coufusion la qne ií. nosotros nos ha salvado, y la f¡t1ta de la ellal il ustedes le,., ha perdido." Si es así, no pncdo ménos que exclamar: iOh dichosa Jlcrdieion; oh calamitosa salvaeion!! COlnO lo dClIlllestra la condicion •.moml, intelectual, l'ivil, política, matl'rial, y rcligio"a ne los pucblos rl'ligiosarnclltc protestantes, comparada COll la de los puebloõ que son religiosamente católicos rOlllanos. 19, De entero acuel'(lo {'on 10 ante()cdente, es 10 que usted me dice en hl s('gunda p:ígina de la carta, en los términos siguientes: "Basta IceI' á Sun l'aGio, fÍ. San Pedro, y ú los demas apó!itolcs qnc !lO;;han legado ~1I manera dl' enseñar, para que Bevea (Ille el mudn pl'O[ltlesto por lI.~ted para difunùir la doell'ina de Dio8 mwstro sdlol' ,Jc¡,u Cri"to, no Cf; el único, ni el mll8 competente, &. Repare usted, "efinr, qtle .Iei'u Cl'i,¡to mismo no siguió, al enseñar Sll d,)ctrina ''';Wl'Os:lllta,el¡'í'gimen adoptado en la sinag-oga, donde se leia la Biblia loi' sábados, sino <¡tiCexponía oralmcnte su <1oetrin:~; y se apoyab;t ell lar-.;E:;e¡'itllrus cnalldo queria haecl' ver que no vcnia a dcstl'llir la ky, ¡;ino á cnmplir/a." Luego, pOl'quc 10 hi<:i('sea~í ,Tesu Cristo, <]ue era y cs el PI'll/eta pOI' cxcelencia de !SuIglesia, y pl)l'(lIl~ así lo hicil'scll Sil;; apústole¡.:,:í ql:icn<'S él mismo cOlllllnieÚ el don de la plenaria iuspimeion, para po(let' l'llsenal' é instituir ií. sn Iglisia con toda ulltOl'idad y acierto (como }>Ol'SIIS l'scl'i tos con ti Illlar:'L haci(~IJ{lo1o hasta el rin <id mu nelo), ¿.sc siguc de :1tIIIÍ que el doctol' Higllera r Stl" t'oti'ad·!s tampoco nccesitall Ill' lo,; {,fi('l'itos, ni de Ins apústoks, ni dl' los profi·tas pam la (;n;;l'iian~a de StlS ft~ljgT(\l"es '! i\Iueho utr(;\'illlietlto Ille pUl'eœ rsto, sdíol'. Sabia (lile el Papa l)\'l'telldtl c;jereel' todas las pr<:rngati\':l;; ne J esn Cristo. y toda la ulItol'¡dacl Jd colegio do los apóstoles, cncaùezado, segllll dicen, por Pcdro; pero no estaba -12impuesto ántes de que cada cl¿:rigo, ann cU!\lHlo aparente lUlcer las veces de Dios cn su parroquia, tuviese tan illlllodc:;ta pretension. 20. Pero, scflor, si usted conociera m<;jor el nuevo Testnmenta, JIO Ilce£,!jtam de que yo le dijel'a, que Jesu Cristo leia ell públi('o J malldaha lecr las Sagradas E"crituras; y como si esto no fWl'a bien .elaro, mandaba quc se ésctulriiíClsen: y que ¡.lns apóst'llcs las lelan y encargaban con el mas grandc cm P"ÎÍo que las Escrituras iu¡;piradas (de los cuales sus propioll C;,<Tito"¡Imu f\lrmando parte 2. l>cdro III. ] 5, 16) fuesen leid:ls no solo en las iglesias, sino en Ia fhmilia, y por cada individu(\ de por sí; como q;le son lu única guia 6fgum que Dims nos ha dado para librarn<lS del errOl·, para preservarnos de la êll:;ciianza pCl'lliciosa, )lal'a animal'llOs con sus preciosas promesas, para instituimos en la vida cristiana, y pal·a conducimos ti la vida eterna. 21. De ('Sto puede U. satisfacerse examinando despado log textos siguientes; S. Lúcas IV. ] 6-20, donde se dice cxpresameute quc Jesus se levantó para leer las ESCI'ituras "conf(}rmo it bU costumbre." S. :Mateo XXII. 29. dontle dice que Ja ignorallda de las Escritmas, es manantial de todo crror. S. )Iál'COS IV... 14. S. J uall v. 39. donde manda" escudrinarlas" pOI' el testimonio que dan de El. S. Lúe:ils XVI. 29 31. ùonde dice que si Jos hombl'cs no "oyen á Moi¡;es y los profeta!>, tampoco se persnadirán aunque alguno se levantare de entre ]05 muertos." S. Juan v. 46, 47; donde dice: "si vosotros creyeseis á Moises, cr~eriais á mí porque de mí escribió él. J.las si á sns e,w;ritos no ereeis, ¡cómo C'J'ee7'eis á mis pa{abl'as?" S. Lúcas XI. 27, 28, donde dice que la bienavcnturanza de Mal'fa, en ser su madre, es ménos que la de "los que oyen la palabra de Dios y la g'llardan." S. J nan VIII. 31 : "Si vosotros perseverareis en mi ]1alalw(J, ~erei,. verdaderamente ruis discípulos." S .• Juan XIV. 21-24, donde dice que aquel que tiene sus palabras y las guarda, es el que le ama; y tendrá al Padre y al Hijo haciendo perpetuamente Sll morada con él: al pa~o que el que no le ama, no guarda sus palabras, palabras dell'aùre que le envió. S. Jnan XVI[. 8, donde, en su oracion al Pa<!1'c, scùaJa éste como ra~go distintivo do sus verdaderos discípulos: H Las palabras que tÚ mo diste Ias he dado a ellos; y ello;; las recibieron." V r. 17 del mismo, donde dice que es por esta palaLra por la que los suyos se santifican; y VI'. 20, donde enseiía que hasta el fin del muudo los hombres habian de creer en él " por la palahra do 0110[;," sus presentes discípulos; cllya palabra forma precisamente el tomo del X uevo Testamento, en qne ellos" estando muertos áUIl haLlan." Hechos xx. 30-~2, "donde S. Pablo encomienùa los cristianos á Dios y :11a J1!lhlml de Sil gmcia," corno único preservativo contm 10< " lobos rapaces," que habían cicrtame!lte dû asolar la grey elel Sdl.or. Efesios V1. 17, donde el mismo apóstol exhorta que -13tengamoi> si¡'mp¡'c á ln mamo" la espaela del Espíritu, c¡ue es la palabra de Dio;.;." 2. Ti ll1ot('o III. ] 5, 17, donde diee á 'Timoteo q1le "dl'~de la nillcz has sabido la" f'ngrada!'; E"critul'as, las cnales te pm·den hacer sabio para In sal lid, por medio de la fê lJuo es en Cristo Jesn;.;. Toda la E~'e\'jlul'a es di\'inarl1ente in"pirada, y cs Útil pnm enselln\', para reprcnder, IKlm, eO\'l'cgil', pnm inf'tiluir (·n lajusticia,prll'lt Que el !tombrc de Dios sea }JI'/:feclo, JI C8t[; c1!.mplidamellte illislnÚ(ro ]Jw'a fada obra buena," S, l'l'd¡'o III. 2, ¡londe ci gran S, POllrO exhorta "que teng-nis prescutes las palabl'3s de los santos profétas dc que ya os hablé, y los lIlaudamientos d~1 Señor y Salvado\' que os dió por sns apóstoles," así lo tione la ex presi Vd trad uccion del pad 1'0 Seio: y cap. 1. 19, donde dicc de (';;tas palabras de los pl'ofi~tas (y ap()stoll's no ménos), "{¡ la cllul lwceis bien dé atender como á una antorcha qlle luce en lugar tencbroso." Así que, aunque los que EC asen, segun dicen, á la silla de san Pedro, digan qlle ¡¡(fcrmos mnl cn est:u' atcntos á la Sagmc1a Escritura, el mismo Pedro ¡ji<:cq IIC hacemos bien. 22, Estos, sellor, son algnn08 pasajes, quc he escogilh de entre otms \lIuehos que Plldicran citar:ie. Si, pucs, Jcsu Cristo y SIIS inspirados ap6stoles usaban y maullaban usar las Sagradas Escritlll'as, pal'll la enseñanza delllllcblo de Dios, ¿, qniénes son ustedes que pretenden cvadirse de su uso ? Ya ve uste(l Rcflor, y cstá palpando, que la Iglesia H,omana está tan l~j(Js de ¡lerivurse de la Sagradas £Rcritul'aS, Ú de fundarse en ellas, y está en lucha tun inconciliable con Stl letm y su espíritu, que bien pucde, y muy sinceramente quiere, di;.;pcnsar á sus hijos totalmente de su uso y conocimiento. "Aunque nosotros ó un (¡ngel del ciclo os anunciárcll10s otro Evangelio del quc os hemos anunciado, sea maldito. Como ántes hemos dicho, así ahora. tornamos ií decir otra vez: Si álgllien os anunciare otro Evangelio del que hubeis recibido, sea maldito." S. Pablo á los Giílatas. J. 8, 9.iDias guarde :i usted, scfIor doctor Higuera, y le abra, ántes de que sea tarde, los ~jos de su entendimiellto! pucs la prucha es inceusablc y no puede ser mas concJuycute, de quc la p\'otesta solemnÍsima y la iru precacion '¡rememlu de S. PuGlo viene :i re~ caer no sobre los ministros protestantcs, sino sobre los maestros de la reJi~ion romana. 23. Daré fin á esta demostl'acion del poco afceto que ticne la Iglesia Ilo111anu :í los ese¡'itos auténticos de lo~ profètas de Dios, y á los dOClllllcntos fiùedignos quc los ap6stoles de Jelill Cristo nos han legado sobre su vida, su muerte y la re¡ig-ion que él cstableció en el mundo, con citar el ejernplf) notable dclHcv. sefior Vaughn, sacerdote católico romano in~16s, quc vino dc 1111 pais de DiLlias para persuadir á sus eoreligionarios de Sud-"l ru6riea, de flue la Biblia es Cosa bucna, y que les hace mucha f;dta eu csta. parte delllluudo. Dicho caballero ansiaba la publicacion de -Hnna numerosa cc1ieion <1elNlIevo Te:;tan1ento (1e Xuc;::t!'o Hl'iiOl' y Sah'aclor .TcsHCt'isto, C¡lWJludiera vcndel'sc en dos {¡tres reales eada l:jelllplar, Jllluli(·ado juntamente con \as Ilotas aprobadas por la 19le"ia H.omana, y sill las cuale's (m ninguna malle!'a ésta c(>nficlItil'ia en su circlIlacion, pllt' limitada que fnese: j como ",i el 11l1l1H1o hllbiera dc aliciaI' fidto de Biblias hasta que el Pallre Seio, del siglo pasado, y otros dodorcs modcmos llacicseJl (Jam pOllel Jcs notas! 2,l, El seiíor Vallghn, cn el memorial que ele\'{¡ al arzohispo de lkgot(l, manifestó que para esta obm necesitnl'ia de linos $ :30,' lOO; de los cnales en las cuatro Ilaeioncs dc 1J !'uguay, Buenos A.ire,.:,Chile y PenÍ, juntamente con las eontl'iuuciones qlle 8e le .lahian heeho en la eiudad protestallte de LÚndres, habia realizado $ 15,000. Solicit(\ plies, permiso para Je\'antar una sl\sericion V,)]ulItaria en Colombia para ci mi:illlO ol~eto; lo cual, despu's dc alguna difieultad y dilaeion, le fué coneedido, Y cI resnltado ha sido qlle (se~un las últimas noticias qllc he lenido en es'e aSlInto flue IIlC iut~re~a \I1ncho), el SI', Vanghn ha rcnnido \lI10~ mil pesos más, de los clIales el Revercll'lo T. F. 'Vallace, ministro Prolestaute en Bogotá, colcctú por cllcnla de (~Iy le clltrc~ú alglln ciento! El "Catecismo de Pcr;;evc!'aneia" dd AbaL~ Gaume, lleva qué sé yo cu(intas indulgencias para cada p(igina de él qlle alguno I('yere: yel "Catecismo de la doctrina cristiana," pOI' el licenciado doctol' Santiago José rjarcía Mazo, lleva UUlS indulgcIlcias de Jas (Ille yo pudiera ocuparllle cn tmscribil'; y así, con una lllnltitud inllumel'uble de otros libros y folleto:,; (Ille cnseñan ia religion del Papa. Pcro ¿'(lui(~n en su vida ha aida que algun Papa ú Obispo de C;¡U Igle:;ia baya tenido jamas la ocurt'encia de conceder un solo dia de indnlgencia al qlle leycre con religio;:a atcneion una sola p:ígin:l dc las p:daur:ls divinas dc .fcsu Cristo, {¡de 10>:1 escritos dc los apústolcs (Ille (~l mismo escogió y :J utOI'ÍzC.'? ::\0, sciior, hart,l i¡¡rll(~qellcia es la de cons(,ntir qlle eil'enle ci libro con notas, y qne alg'uno <¡ne otro <¡ne la e01npre en $ 20 Ó Si 30 la Ica dc \'('z l'II cuando, sin pcelir más indulg-cneias de cualqnier eS¡H'cic, Habria si,lo el atrevimiento m(is illlperdonablc si el SI'. VungJll1 )¡nbie:;c soIí('itado adOl'nar su edieion del Xuevo T('stam('nlo, Ilotas y todo, con una indulgencia de cien dias para todo l!(l'lPl qne comprara ci libro, y por cada capítulo que de élleycm. Iluminado ya por el tl'ato COll sus eoreligionarios, qne HO tuvieron, como ÚI, la didtn. de nacer en nna nacíon irraùiada y baiíada con la luz de la Biblia, ('SC digno caballe!",! debiera haberse ansentado de Colombia m:ís <¡ne medianamente cont('nto con haber colectado m6lOS de $ J (j,oua, para I:;n empresa Bíblica, en cinco ({('públicas de Sud-Amériea, para completaI' la SHllIa (lue {IUU le Últa en otra8 cinco, de este ó ('sotra lado del Istmo (le Panamá. 2fi.. En notable contraste Call esto ( y pasando por alto los 2t -156 :l millones de fuertr<; qne se gnstnl1 anualmente ]lOI' C\lcnta <1e Bil,lia,; '''), yu podré e¡tarln lo:! Ilombre:; ele lllucha:; pcrsollas qlle, Hin pl'lIsar (Ille por l't'tu sc h;\cCII m(-rito con Diüs para COIlH'~ili r pCl'l!.lIl d(~Sil'; PCI';\t!OS y gn!lar,.;e vida ('lema (qlle ps "(,I don grnt(lito de Vios") dali ('il !lIla sola eontrilJllcioll 811S $ .'i,OOO, ~ 10,000 $. Lï,()()O g ~(),O()\), Ú ;) 2 J,Il()U, para la pu bl ieaeioll y circulacion de la palabra del Dios vivo, qnc 110 Holu ilulllina á Jos que la alll:l11 para \"ida ctema, sino qne ei; la j'nlanca Illas po(lcro~;~1que actllalmcnte DlllC\'C al \\lunda, y Jo c,;Uí, impulsando Cil cI eaminu del bicllcdar y vCJ'(ladero progre;:o, Y qllerría, seíiol', que usted dije:'a fl'aneul1lcl1te en Sil prÓximo scrnlOll si tieIle por dt' buclla Icy y ùe acucn!o COll la SIlla l'aZOll q Ile sc I lamen caros hijos <le Dios los <¡Ile SOil tall dcs:\lcntoii eU¡llldo El habla; {¡ si SOli sus cllem ¡goos y los o!\jClOS de Sil i l'a cterlla los que tanto celo y f(~r\"oro,;o afecto ticnell, y tautos sacrificios haecn pOI' su sunta y vivificante palabra! ! 2H. En fin, seiio¡', sí e;;ta eal'ta mia le parece Ú listetl ú ií nlf!:uDa otra pcrsona ùc las <¡ue la leyel'cn, llJils sevcru de lo <¡ue CJuisiera, yo hallaré mi j'lstit1caeion no solo cn la carta (lc Ull. <¡Ile la ll111ti\'ó, sino CIl la" cstnpcndas f:tlsedades que El T"arlic'iollhla, Ln Socicdad y Ln Gl1'l'duclllllblican de cuntinuo en cuanto :í. la religion de Jos protc3tantes; en la excolJ1uuion pública quc cI prcdecesor Jc usted, DI'. Perclli, lanzó coutra los sin'i(~ntes de mi CUf:a; en IllS esf'uerzo~; quc sc hun hecho rcpetidas vcces para d(:íarme sill a,si,;tcntcs; y, si individuo,; confesados por Ud. no micntcn, cn la pl'Olc,;ta <¡ue hace dc llegar la cOlllulJion Ú los qnc si I'WI1 á IIIi f¡un i Iia, y (':::to :I pcsur de la satis/¿leeion q uc Uti. ln C manifiesta tener Cil la aetitud tC)lcrantc de esta ciudad: y finalmente. hallo mí anto,izacioIl en la cxhortacion del a [>(;-;tol f' . •1údu5: "QIIC COlliLata;s pUl' la fe que ya fué dada á Jo;:;f:antos," ClI utencioll ú cicrlos hOl1lbl'cS quc se han entrado disimuladamcnte, que" cambian la gracia de Dios cn liconcia, y .xIE()A:-í Ql;E JESU CHfSTO ES SOLO 1\CESTllO tiOllElL\~() J údus y SE.5:0It." ti. VI'. 3. Y 4. ':00;' * Los peri("lim, del aiio pa.:Hlo anllllcial'on 'lne a<lcmú. dc las Biblia. pu· Llicadas pOI' las i::>ol'iedndl'ti Bíblicag, y .in cOlltnl' la~ I'c'Incii:1. ,le 011'1\ pro<'Cnenc;;I, la ycnta de Hi"'ias ~randes de ¡¡!lnilía, adorllad", con l:'tIllÍna" &, pu1/lic;lllas ColllO Llnpre"a I'ar:ielllar ('n los E,t¡¡(llls Linido_, 110 bajaría ell a<¡lIcl aiio d" ~;Î;¡O,OOO, No cs de cXlrni1ar <[IIClo" paÍ_cg de ¡diOllla inglé" se lIallll'll por ~xel'Jen('ia ,¡ paí,,'s de la l~i"lia," el"'(H!n S" salle 'Ille, apesar d,,!u in/inid,,,! de Jas 1'1Ibli"'H¡a, por las ~llcíelladl,ti IH!¡liea., la l'l'l'rodlll','¡un dc la B,IJli,\ i1JgJt.;..¡a t..':; nuo parti('I1I:lI'(,~. {le Jo'" nH:;ore ...•J)('go('io~ {{l1C sc Jlaf:r>n de I':Jrlc dp. Jo::;:('dil,,]"£,..; lla('(! pO(·o...; aÏios qlh·la:-: Bihlias de ('..;le orÍg-cll e:t:--i jgllalal1õlll Ú. laH pllblicada~ l'or a<¡llella" :-)neieda(k,,: y >,e(:r<'c 'Ille la pt'(lpol'l'ion no es !lH'nos /-irand(, hoy cn din., <Illien 'luisiera, ¡IlleS, dar razon de la condicion, '''1rií.dl'r y adl'l:t1lto!; dl' l;)~ 1l:11:iotll::..¡prlll<';;tal1te:-;, de la Bildia, th,tw }lrl'ocul"Hlo '1'10 d" saJ,in, lJJ"{~l..LJllIillilllte ('iertallh:lltf: Hill It,:'i~ tCIH'l" pl'l':-,Clltc J1luti\'o P:ll':l l':-:'l~ illHlljO prvI'Î:n."¡l: de .*.* (!ué bil'n 1" c1ladlan Cgto" clos tcxlm al spiior P":lIt! y mas ,·opine10·, Ii tcralllll'IILr, 'll\~ \;'.,COIll" : i~ell': l'ara exhurLaro,; :t 'lue eomlJaL:ti" 1'''1' la fe 'J'le' -1627. En :.'unllto a rnig citas, será del ea;;o <.lecil·que las he~hccho COlllllnmente de la Biblia protestante', ménos en dos ó tres casos en que la version cutóliea romana del Padre Scia ùcscar'ga ci gol. pc con Illas \"(~hcmencia y acierto qnc la nuestra. Pero el lectOI' quc se dará ci cuidado de comparar tmIos los textos citados con la vcr;;iOll de cse honl"a(lo prclado, verá quc en el f(lIldo ci sentidi) es siempre lUlO mismo, siendo la difèrencia. puramente de palabras. Soy, sel10r, de Ud. atento servidor. li. B. Pratt. Inscl'tam0i; el suplemento á la carta anterior, e'scrito pOI'ci mismo sefior Prat.t, pam (tue no nos qnede nada (lne desear, respecto de su demostracíon. SUPJ,f:JlEXTO • .El Ohispo Rcinkcns, católico viejo, en un discurso qlle pronunció ante ci reciente Congreso de Constanza, dió expresion iÍ los siguientes sentimicntos eminentemente evangélicos: "LaR obispos romanistas y su"c1ero, pr'lhiben la leetura de la Santa Escl·itum Un en5a\'0 del Cardenal \Vis,mlan deelara los motivos quo Roma tiene "para privar á los fieles de las EscritllI'aS. Dice IIsí : " Di08 no nos ha mandado que leamos la Bibliet." Pero Cristo dice: il Predicad el Evangelio á toela criatnra;" y ;, qué es la Diblia sino la relacion auténtica de la enseñanza de los profetas y dp los apóstoles? ¡, Se snpone, por ventul'a, que en tanto que los judíos y los paganos del siglo If! pudie1'l11l comprender los cnatro Evangelios y las Epístolas, nosotros, cristianos, no somos capaces de penetrar su sentido? Si se nos contesta qlle solo el Papa tielle la llave pura abr'ir el sentido de la Escritura, ¿qué ha de SCI' de nosotros cuando algun Pap:J, como sncede actualmente con Pio I X, ni una sílaba r-:abe de griego ó de hebreo '! El Cardenal \V¡seman dice: il Dios no ha dmlo á la f.qlcsia el Íllstinto para cil'culal' la.~ AsC/"itums." Pero en lag primeros siglos ninguna limit¡¡eion fué puesta iÍ su uso: se tenia como la cOlllnn hereneia de los cristianos j y fueron traducidos en todos los idiomas. La Escritura es la rcflexion del Sol de la J llSticia; y no q neramos oscnrecer ::OilS rayos. Los cat.ólicos viejos encomendados á mi cuidado, nada saben de prohibicioll 6 impedimento alg'uno li ]a lectura de la Biblia: ántes bien á todos os exhorto <¡\le la leais. "El ftpoealípsis y Ias par·tes históricas ('? 110 q\lerrá decir ya filé dada á ]0. santOR porqllC NC!tan cn/milo rl¡.'¡mu!w/'lIw'n/c <-¡criaS IlOrnbl'p-s ( que esl:tn de alJteluano de~tinaÙOH para esto juicio), lo~ cnaleH calnLian la gracia de 1l1ll'i<tl'O Dio~ "Il Injuria, y niegllll 'Ille Jesucrieto "8 solo nuestro SoLcrano.'" Señor, (c ,,'cs/l'a., ¡¡¡ajau/c,) Ùfll,!u8 -17clel Antiguo m:1s bien "prof~ticas"?) Testamento pueden ser m(ls u(laptadas n] c.,;tudio de los iluôtrados <]l1epara e] lISO genel'a!; pero reeom:cndll ]aE m:ís de las pal'te5 de] X aevo Testamento para el e,;tudio diligente de todos. La predieacion de los apóstoles Ci; la mas inmediata procbmacion Je ]a Palabra, (P¡~ la de los mejores de los Papas. Sobre todo, los di:;cllrsos del Sefior mismo dèhea ]cerse constantemente: " e] Sermon Cil el monte" h:1.bla á lo mûs íntimo <le todo c~razon creyente. \Viscman Jice: " Las ?'cs!l'iccio7!cs 80úre la tectum de la BiblÙt, son la salvagnal'dÙt de lit unidad de l(L 19lŒia." V erlIac! es, si quel'cis decir ]3, uuidad romana. Deeis que la. armonía será turbada, Sí, así es, \li <¡ ucrcis doei r esa uuid:ul que eoloer. una tri pIe carona en las sienes del Papa, (lue {. él le haga la investidura del derecho ;Í. condenar al géuero humr,no. Pero Cl'isto ha dicho: " No jnzgucis pam quo no scai, juzgados j" (" no condenci!) pam qne no scuis condcn:.lùos. ))) La Suuca Escl'itnm es la casa abierta de 11uo.,tro Paùre: cntremos dentro, y sentémonos á los piés de Cristo. Xo por curiosidad, lIi para cmbl'OIlumos con los debates (le las escnelas, <1¡:belllosIcerJa; sino para q lie nos llegucmos mús ecrca l~ Dias, CmsTo ~;üLO 1'IE~E LAS l'.\.LADlU.S DE VIVA ETEHXA." ANTES DE CONïE2.TMt Pc.Uc ••t-.:lt'i", ,lc nl~:;:c:n't~s. Al sll/.':'.'a¡]o y ,ulorllble §ae.rnnl(~ntado .. VIvA JE'3uS, MAUÍA y Cornz&ll <le .Tcllns JO:;}:. El mas indigno ministro lIe vucstro Santnario os dedica humi!oemcntc el peqllc:J.o trabll.io que ha emprcndido en ddensa de vuestra H.cligion, vue:;tra Iglesia)' vuestra sauta palabra, contenith cn la Esùi'itum )' en la Tradicion. Denùecid esc trabqjo, COl'Uzon cll:tllloraJo de las almas! vuestl'o pohre hijo ti~ne prcscutes vuestras p:dabrus de vid:~ eterna. Vos dijisteis : Yu so)' hl. viJ, vosotl'OS los sarmientos: el que está en mí, y yo Cll él, este lIe\':! mucho fruto: porque ~;jn mí no ]JoLleis haccl' naùa. S:.IUJuan xv. 5, COllvollcido de esta, os l)ido, Señor mio, luz para no dœir cosa algt1llu contruri,t [Í. vuc;;tros 0l'iiculo3 C!:ViIlOS,graoia pam quc en mí 110haya impedimento:í vucsLras inspimciol1os, y hUll1il<lud para lia atribuir Iluda iL mi propia miseria, sillo que ùiga siempre, lIlUilcon cI eoràZOll qne con los labios, la:; lxdalmls ùe vuestm profeta Itey: no (¡ 110:;(;tros, Seilor, ua a lIu:õotros: sino ú tu Hombre da la gloria, Salmo CXIIJ. 1. Oh María! rogad por mí! AillCll. Moises Higuera, Pl'csbíte:'o. 3 -18Viva .JesuII, Marla y J'ollil. Arquidi6cesis de Santafé.de Bogotá.-Ministerio parroquial del Socorro.-Númcro 39.-Socorro, 30 de junio de 1874. SEXOR DON H. il. PlUTI . • • :Muy señor mio: El público sahe ya el motivo de la polémica qne usted me ha su;;citado, y conoce, por consiguiente, el por qué de este escrito mio. Ka creo que nadie me nicgue el derecho natural de la defellsa; pero no es mi defensa la que voy á emprender, sino la defensa de mi fe y de mis creencias, y la de la fe drl pueblo qne está encomendado fi mi cuidado. J!'altaria á mis deberes de sacerdote y de pastDr, si calIal·a en esta vez; y la voz de la conci'~ilcia me dice que debo hacer un esfuerzo por disipar los orrorC.g que usted tieude á difundir. Cuando concluia yo mi seguudo eurso de Teología en el afio de 1869, y con motivo de los certámenes de esa ocasioll, pronuucié un discurso, del cual inserto aquí un fragmentA., para que se vea si tengo horror á la Biblia, como usted me atribuye. 1. Una de las propiedades que posee la verdad eterna, decia yo entõnces, y que la ~aracteriza en todos tiemp'Js es, el que por ser mas clara que la luz del medio dia, se ofrece á cualquiera inteligencia aunque opaca, con tal, eso sí, que sea sincera. 2. El error, por el contrario, como monstruo enemigo implacable de ella, solo se presenta á los entendimientos corrompidos ó, cubierto con el manto de la verdad, sorprende a los incautos, quienes no siendo capaees de resistir á sus astucias, se dejan dominar miserablemente por él y son víctima de las fatales cousecuencias que rcjistra la historia universal. 3. La profunda sabiduría de Dios dió un destello de omnipotencia al consignar esta verdad (1a eterna) en los libros mas excelentes i mas apreciables que conserva el género humano, cuyo (~onjuntD se llama Biblia; esto es: los libros por excelencia y mas dignos de respeto, como lo explica Borgier. Esta misma coleceion de êScritos se llama Sagrada Escritura, qne es, segun el diccionariQ teológico, el nombre general del Antiguo y Nuevo Testamento, compuestos por los escritores sagrados por inspiracion del Espíritu Santo. 4. Este don concedido al hombre y que él debia guardar como la prenda mas segura para su ensef1anza y como el motivo mas eficaz de excitar su gratitud para con el Criador, solo pertenece á los cat6licos, porque los demas, adheridos por desgracia á la tierra, no son aptos para mirar al ciclo, apesar de haber sido destinados para él. . -lD5. En cstc discurso mnniff;stnl'íÍ¡ aunquQ dc una !Mlnel'a inpcr~ fecta que la S<1'rr~lth E~t;i'itlJl'a cs cllibro m:lS cxce],;o por Ins , '" . 1 fj , , .. vcn1adGs qllC olh~it;tTa, el mas sn~11ttne por e 111;, rillO se (lIl'lge, el m:l" prcciC'3o portillO cO~1tiene Ins bellc7.~.s qne se ndn:l cn bl:l dl'nHl~ cicaeins, y el W:1S s:mto po:: ser. su l1lltor el i::allto por escncw. 6. 1)(,8[\1'ro11n1'6estos prmtos·con la prccision posiblc, oyitnuc1o al !tacado dos extrcmos igualmente peligl'osos y pCljuclicialœ : la prcsuucioll y la pl~silnnitnjc1ad. Dc la primera me £Suarduré, pcusando q\,C Ulm lnatel'i~. tnn clcvada solo puede trdarse tlignamonte por el mismo quo fné su untar, ó por nquellos {¡ quicnes él prometió sn cspeciJ 1 asistcncia. Evitaré la scgUI1(]¡¡,considerando qnc, aunque indigno, llamado por la divina Providencia á. tralmjar en la vina dcl Herrar, pam. no aparecer como siervo inútil, debo emplear mi contingente en tan importante obra. 7. El hombre es positivamente inclinado ú amar la vcrdad j mas, si el crror llchra á gustarle es, 6 porque lo toma por aquclla, y esta procede de ignorancia, ú porque Call su COl'uzon apoù{~ra<1o del vicio siente segun sus pasiones, y esto sc llama corrupúion : tal es la sober'bia humana! S. J.Ja ignot'allcin, es un tanto excusable, porque es una <1etantas miserias que no;;; rodean, y que se puede remediar; mas lo segundo nace ùe UUll. malicia rellnada. que con argucias saca. el CITor de la misma vcrdad, como dice Massillon, porque, segun csc orador' cminente, cI errar no es mas que una viciosa iuÜtacion de aquella. 9. El hombre ~;Ínce('Qbusca siemIJl'e con qué nulrir su e;1tcllllimicnto: como vw-nlJo del cielo ncc~sitf\ ectloccr á su St~üor pam servirIo di::;nameutc y rem1ido homcnajc;,;, porqne tÍ Cf;LO sc ve inpuls;vlo por una virtud noble que se denomiuu g!'lltitl1l1; ('omo rey de la tierra qu:ero cxaminarh destIe ml pi'incipio pura sacal' las consecuencias que le suminif:trc.n el 1<1;)<10 de poner Cil juego sus fue/'za:; Ltcntcs y hacer las maravilJa:o: quc tanto le engrandeccn. La S.l~~r,Jn. Escl'itnra en lu. p;:imera fmse J() cll~ena. lo que no ha podido !li podrá ensef;ü.t'lc hasta el fin ùc los si~JoR cicnl:ia ul[;\1l\u humana: "cn el Jlt'iucipio cril> Dios el cjclo y la tierra," feuse <¡liecomo roca de granito rompetoc1u¡¡ las olas de la im piedad! lO, El fin qne se propone la Sagrada Escritura es dar li conocer al homhre que, aunque hecho á im:ígen del Altísimo, como obra privilegiada de Sil amor', y dot:1tlo de superioridad r. los demas seres, no posee la tiel'!'(l.sino de P?SO,porqnc su fin cs e1 gozo de sn mismo Hncedor. No pucùc darse oujcto mas f,ra:1tlt'. Il. La :r<':scril.wa E:ant~ ;-el'110 h~ k;llcza~; ;:c b~; (;~li1.n ciencia~;¡como fllcnt" ¡lié to(bs ellas) y }Jc;' ~so dcc¡a I;;, c.'.<;ri·,o:, :t11ti· guP, CiL'1do PUl" :,.; ljlt,...,tL·~)ii..llÜ ~~(;;o: <le bIey '~Qi.lÔ v~; ::llta Cj¡, .J c{¡~~1¡('G de Dio::;? bi (!ucl'ei", hi:>loria, o:; la oÙ'cccu lu;; libr.)s de -20los Reyes: si de~cais filosofía ó poesía la tcneis en Jas I'r0fetas, en .fob y en los Proverbios, donde hallaréis mllS ingenio y espíritu que en todos los poetas y fil6sofos juntos, porque allí estún Jas palabras ùe Dios que es el solo Sabio: si os deleitan los canta¡··~s, cuntures excelentes son Jas Salmos: si buscais antigÜedades, son la!; mas rCDllltas y ciertas lus que l¡allamos en el Génesis; en una palabra, la ley de Dios nos abast<.'ce de cllantos preceptos y consejos nece¡;itamos i)ara nuestra salvacion." En confirmacion da e::;{,)oigamos al grande Obispo de Hipona (Obispo católico, apostólico, romano): "Cuanto m~nos es, dice, la abundancia de oro, plata vestidos que de Egipto llevó consigo aqllel pueblo (el Hebreo) en eomparacian ùe Jas riquezas que adquirió en Jerusalem, que especialmente se manifielltan en el .Rey Salomon, tnnto menor sC hnce toda la ciencia reunida de los libros de los Gentiles, si se compara con la ciencia de lus divinas Escrituras, plies cllalquier cosa que haya aprendido el hombre filera de éstas, si es útil, en ellas se halla consignada, y si dañosa, condenada. y hahiendo hallado todo lo útil que haya alll'endido en otra parte, con mas abnndancia hallará allí lo que cn ninguna parte se aprendejamas, sino solo en nquella admirable alteza y en aquella humildad admirable." 12, La ídtima parte de mi proposicion está probada por sí misma; y convencidos de que el oráculo de la verdad es la Escritura Santa que, como dice Chateaubriand (otro enemigo de la Biblia! ), es lin cuerpo ùe obra singular que cmpicza por el estilo mas claro y sencillo que se halla cn el Génesis y conclllye por el mas profllndo y figurado como es el del Apocalípsis, no debemos }mcer otra cosa quc formar coro con los Espíritus Celestiales y dccir al autor dI) la E,;critura Santa, con el corazon mas que con los labios: Tú solo eres Santo, tú solo eres Srilor, tú solo eres Altísimo ( cuánto odio manifiesta tener á. la Biblia este pobre I!ucerdote romano!). 13, Convencidos de que la Biblia es, como muy bien lo explica san Gre:gorio el grande (Papa enemigo de la Biblia! ) un conjunto de verdades propias para toda clase de entendimientos tanto elevados como humilùes, debemos buscar la verùad gU<:1rdando la regla de los Santos Padres, que es {ceda con el mismo espíritu con qne se escribió. Pero siendo tan hermosas las palabras del Santo Pontífice, no puedo ménos quo estamparIas aquí: ti Si In.Escritura, dice, encierra misterio!'! capaces de ejercitar á los ma,; ilustrados, contient) tambien verdades sencíllas, propias para alimental' {t los humildes y ménos sabios: en el exterior tiene con <¡né nutri¡' tí los ninos, y en sng mas secretos pl ¡egoues con qué llenar de admirucion á los cspíritus mas elevados. Semejante ií \Ill rio, cuyas aguas son tan b~jas en ciel'tos ~llgal'eS, <¡ne un corclero podria pasar por ahí, y en otros tan }Jrufuudas que nadat'ía un elefante. >' trar -2114. Pen1úncme, s2fior Pratt, toda esta digresion y lo demas que le !liga contml'io :í. lo C]lleuste<l nti.rm:l, plies no lo hago sino p,)!" cnmplir mi dcb()I', llevar el eonveneimiento á. los cntendimientas ~illccros y satisfacer al púùlico, á quien lIste<] tiene en cspcctativfl, bien á mi pesaI', porque yo no pensaba quo esto fuera mas <]uo una disellsion privaùa. :Mas, ya qne usted se vino de frente, lo reeibiromos de frcnte. Falle el público. 15, Pero ¿ cúmo habia de recibir mal yo el quc Ja Juz pública viera nllef'tros escritos, cuando lo que nos pierdo precisamcnte, hs mas de Jas vcccs, Ei no todas, es el no poder deseubri¡' á los enemi~o'l '.' Los enemi!!;os ocultos son mas peligrosos. lIago mas: reproduzco sn carta íntegTa para qne el público ilustrado cot<,jc y juzgue con el acicrto que demanda nna cuestioll tan grave é importante como la presente, No: bcnJigamoi! siempro :í Juan Guttenberg, de ln noble casa dc los Sul~eloch ( () SOl'gcnloeh) en :MnguIleia, qnien perfeccionó este invento de la imprenta qnc ticne el doble mérita dc difundir la cieneia y conservarIa; y si il. veces hiere, sabe tambien curaI' lus }ICI'id:¡sgno ella misma hacc. 16. Empezal't', senor, manifcstÚndole que el1i1'marme "servidor y capelJan " (de que usted no lw.ce caso), no fué por injllriarJo, aunqne sea protestantc, sino porque siendo yo sacerdote, deseo c;jerecr rois funciones con tallos, pncói el sacerdote catól ico no rcconoce aeepcion de persona~, segun la mision divina que recibc: .e Id IHlC'S, y enseña!1 Ú ioda.~ las .fJcnlcs, bautiz:lullolas en el nombre del Padre, y del I fijo, y del Espíritu Santo." S .. Mateo XXVIII. lU. Esta cs la. l'a7.on de fil'lm~rse nno así, bien (lnc las mas de las oealliones es nn término de cortesía y no otra cosa; y si usted se ofende por eso, tambiea sc ofende¡'ia si, como lo intenté, hubiera tenido ln. honra do ir á sn casa á visitarIa y me hubiera presentado con mi sotaua ( <lile habria tenido qne dejar en mi casa por ser usted protestante), siendo estr, mi vestido propio, mal glle le pese á :ll[;uien, 17. Hespecto dc qnc usted sea p;clltil (¡ Pllhlie:1l10, no lo afirmé: puse Ulla disyur'.tiva, cuyo segundo miembro se aplica nst~J mismo (carta 2~) sin nplieárselo yo, como f'Cdemuestra Cil mi primem. contestacion, Jonde digo ( en ci snpnesto de <lue sc vCl'i[j(lllC la segunda parte dc la disyul1cion): "JI en csc caso debemos iCílCi'lo corno .fJc¡,Ul 1/ pl!blicano, 8cgnn las palabras de San Nalco. XVIII. 17." '" Esto lni~mo ùebc entenders:') del párrafo dondc se habla de los falsos profet~s ( Ica COllcalma y verá que no le aplico directamente eso de:l leho con piel de oveja sino Call condicion, y us1.12dsí se lo r011stay nos lo t1e\111clvesin rodeos). En el segundo aparte de su cal'ta solo hallo sustancial y con~:olaùor el que usted tenga :í X nC3t.1'OSenor J cSllcrj~to como DJOiJ y SE~Olt : lo domas * f3. ;1;'ll('O, Jw!JJan.lo ¡lc la COOlT('CcjO!1 fr.IÜ·rnal, ,lice', ('il el ]u~ar .ra citado: l' .•i "" I,," "!lU", ddu Û la 19lcsiu.. Y si 1W oycrc cí la 19hbia, !J"do JJÚI' un gentil y un jJ1JJlicaloU. -22del dominio del público, quien juzgará el modo d0 perdonar de que usa usted. Sigamos por apartcs, y para mayor claridad numeraré tanto los de su cal·ta como los de la mia. 18. No se admira usted de que no admita yo sus vcinticinco pe~ ~os qne me oft'e:cjÚ; pero sí ùeduce de esto que nosotros no que'J'emos leer la Biblia para no dejar que nuestros feligreses CODOZ~ <an cI insondaLle abismo quc media cntre nuestl'O modo de hal¡lar y cI de Jesucristo y los apóstoles. Con que ésta'es su lógifa, señor Pratt '{ ¿ Es decir que cuando se rehusa Ulla limosna cfrecida haja condieion alguna que no se acepta, por el mismo Lecho se signe, que no ge hará jamas lo que se propone y que se celia absolutamcnte? Pongamos un ejemplo clarísimo: viene un feligres á traer me la limosna de una misa, es decil', me ofrece un peso; pero bajo la importantísima condicion de que le aplique una misa,y yo no puedo ó no quiel'o : de ahíse sigue que yo aborrezca el sacrificio y que no diga misa jam3s? Si esa es la ll/gica de usted, sefior, no es muy aventajado en esa ciencia. 19. Volvamos á la eoudieion : ¿ no alcanza tí ver usted, eu medio de su vastísima ciencia, que si todos los contribuyentes para la reeonstrucelon del Templo exigieran alguna cosa para dar su limosna, habria tantas cosas que cumplir como personas contriLuyentes? y cada uno podria poner muy hermosas é importantes condiciones. El uno, por ejemplo, diria: que todos los domingos se lea un capítulo, por lo mGnos, del N llevo Testamento, v. g. el sefior Pratt: el otro, que se lea un capítulo del Antiguo; este, que se coloqne en todas partes la Cruz Bola, aquel, que con el Cristo; alguno, en fin, que se predique exponiendo la Escritura y no se lea. Considere esto y diga francamente, si fué caballerosa y razonable su oferta, ó no. Usted pudo proponer y yo no aceptar, qué se deduce de esto? Nada lUas sino que usted me tendió un lazo, segull.se ve por su scgunda carta llena de impl'operios á toda la Iglesia romana, solo porque el párroco del Socorro no admitió $ 25 pesos, fuera por lo que fuera. Pero ya que usted, sefiol', considera como una falta gravísima el que no se le reciban sus $ 25 pesos, y que sospecha que si hubiera quien le llevara tal noticia á San Pedro (como que se entl"eve que 1lsted nÍt~ga la comunion de los santos'! Tal vez, pOl'que un abismo lla~ mel á otro abismo. Salmo xu. 8.), él se admimria dolorosamente, dígume por caridad, respondiendo á mi primera contestaeion : cómo debia yo aceptar la eondicion de usted. Como C"ra? y si no lo soy cuando se termine el Templo, cómo cumplo? A nombre de quién podia hacerla? Conteste categóricamente. 20. Pero pregunto, cómo es que usted varía de parecer en unos pocos dias? En su primcm carta asegura que lo propuesto por usted no es eontral'io al rf:r;imen de la Iglesia de nosotros, pues no se habria atrcviùo á proponc¡o]o si lo fucra; y ahora resulta afirmando rotundamente que lo propuesto cs totalmente \1" -23contrario n nuestra Iglesia, sin mas motivo qne el no huberle admitido su eOllllicio!l, Para mayor luz copio uquí lus palabras de su primera carta: "Si la cosa pl'()]J1I,Csta, dijo usted, fuera contraria at d!limcn de lu Iglesia de 7lstr:dc8, no me hnbie:'a atrevido (í, p¡'opon(1'8do :" y lnego que el Cura. del 80cono I'C11U86 la propuesta, Plltúnces usted lanza ci cargo á toùa la Iglesia, quedU1ll1o I'edw.:ido ii. e"ta: si el Cura admite In. propuesta del sefior Pratt., lo propuc-to no es contmrio al régimen de la Iglc"ia ROllla[l~l (como ~i el Cura fucr:l la Iglesia): si lu rehusa Bi; es así (tue sucedió lo scgulHlo, luego Jo propuesto eS totalruente contrario al régimen de dicha Igl!;sia. l\Ia~llffi{'a ló~iea! Ahora diremos: ú el sefior Pratt sabia qHe lo propuesto era contrario d régimen de nucstrn Jgle~ia, ú no: si lo sabia, por 'lué afirmó cn su primera cul'la CI IlCno lo era? si no lo subia, aseguraùa 1<) que i~noraba y siempre se eontrndiec con lo que dijo en su seguuda curta, O ¿es que iÍntes de e,;cribir usted su primera carta no era eontl'Ul'io nI régimen ùe nnesb'a Igle:::ia el que se 10)'01';], Cil clla un capítulo del 1\ uevo Testamento, y ahora sí? Como que es l{ue usted varía do parccer segun se le ofrecen las casus? l'ei'O et acta de la pel'ccpcion no debe estm' precedido ni acompañado d(~ ?HLda que pueda haccl'no.'I fon)l(L'¡' tm concepto en'ado, (lice la ICgicn, Calmn, sefior Pmtt, y sigamos. 21. Me advi('rtc nncstra fhlta de ingenuidad con qlle decimos á nuestros des,fjl'aciados feligrcscs "q1t~ ellos no deben lenCl' ni leer las Sagmdas .EscrÙul'as, por mie:.!o de que equivoquen Rn venladera sentido," por estar muy solícitos en e1:cluirlas de Ins Iglesias y ùe ln.s C[1sas particulares (? 1..). Dichosa ingenuidad la suya! Hacer um~ nEc';crn.cion fhlsa y lanzarla nI público. Una cosa 2S deeir que no se tenga ni se lea la Biblia, otra que se cxa~ mine si cs ú no auténtica é íntegra, y aproLada para <1.uo cstG á cubierto de altcracion alguna. 22, Yo sé quo varios sacerdotes católicos hun leido y explicado la Biblia, como lo manifesté li ustc(], y yo mismo ho leido el evangelio dc S~,1lMateo íntegro y en lengua vulgar €ln una mi~ sioll en Dogot:l, y me expuse, segnn dice usted, pOl'que la doetrina que predic:uno3, Rca leyendo Ó 110, nos reprendc !Í. todos. :Mas claro: la lectu;'a de la Bi1Jlia cs importuntísima; pero 110 cs el único medio de enscl1anza, Se puede saber de memoria, se pnode exponer, se pt:dc comparar il Jesucristo con los demas que hau qncriùo rcmc2r>.rlo y arrelmtnrle ~us prerogntivas, para que resaltc m:\s f,:.l diviuiùaù, puédese on fin, csc~jer lo mas á propósito que se halle en la Escritura para reprendel' Ull vieio reinante en algun pueblo 6 para excitar lllas Ú. alguna virtud, y así desarraigar el vicio 6 plantar la virtud. Será Lueno esto, 6 no? Se presenta en la casa del senor A, protestante, un homhre dado á la embl·iaguez. El protestante, aferrado::i quo el únieo medio de enseilar, argÜir y rcpl'endcr es leer Ull capítulo de la -:HBibla, f>e ponc ti Iecr el capítulo de Ia generaeion de JcsuCl'isto cn SLn Mateo ú otro eualquicra: pregunto, ¿ese hombre á quien la emlJl'iuguez ha embrutecido y que por casualidad llegó y oyó leer d capítulo, caeria en cuellta de algo de lo que le importa para salir de! triste cstado en que se halla? Ahora bien, este mismo hombre va tí un templo cat61ieo y oye al saccrdote TI. que repr1mde con ~Ilcrgía, presenta las fatales consecuencias del vicio y confirma su dôetrina con los ~jemplos que ofrece la Escritura Santa. De dónde sacará mas ii-nto, del capítulo leido, ó del sermon adaptado ad Iwc! Fl'uncamente. 2;:. Usted mauifiesta (número 4.° de su carta) que si se predicam el neto Evangelio, digo mal, si se leyera, al punto se expon<!t'ia el que lo hiciese á gra vísimas sospechas ((de ser lobo con piel de oveja" y que csto de suyo basta para saber sobre quiénes reea,m las palabras del Apóstol á los Gálatas, y me aconseja lo que debo hacer. ¿, Con que es decir que todo el qne lea el Evangelio y lo ex.plique en su genuino sentido se hace sospechoso de ser buo con piel ùe oveja'! Esto se entenùerá seguramentc si el que lo hace es sacerdote romano, pero si no, no, aunque la vida esté ell completo desacuerdo con el mismo Evangelio. Se me ocurre una dificultad y deseo que Ille la resuelva usted; que me enseile ya que me aconseja tan sinceramente; cs esta: ¿ cómo hace uno para sabel.' cutíl es el genuino sentido de la Escritura, 6 las palabras gcnuinas al cntrar cn explicaeion que, por dc conta· do, ya no es de la Biblia, pudiendo desviarse de ella aunquc no se quiera? Dígnese iustruirme en un punto tan importante. 24. Admframc la completa ignorancia que se cllcuentra en un sabio como usted, en la doctrina de las indulgencias quc concedc la Igle;,;Ï:l.en virtud de las llaves (n9 5 de su carta). A san Pcdro, comn cabeza de la Iglesia, dijo Jesucristo: Y yo te digo: qflO tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella. Y á tí daré las llaves del reino de los cielos. Y todo lo que l¡gal'cs sobre la tierra" ligado serIÍ en los Ciclos: y todo lo que dcsatar'es soóre la tierra, será tambien desatado en los ciclos. S. ,Mateo XVI. 18 v 19. A los Ap(,stoles dijo: Como el Padre mc envió, así tambi~n yo os cnvío: y dichas estas palabras, sopló sobre ellos y les dijo: Recibid el Espírif¡~ Santo. A los que perdonál'cÍ8 los pecados, perdonados le son: y á los r¡ne se los 1'etuviéreis, le son 1'etenido;~.S. Juan xx. 21, 22, Y 23. Digo que usted ignora dicha doctrina, poJ'que la Icrlt'sia no promete la vida cterna pOL' indulgencia ninguna, como u~k~ lo asegura, hablando de los hábitos de los fmnciscanos y 6upouicndo que se crec que csa mort~a opera la santidad. (!!) Par¡\ quc cualquiera vea lo descaminado que anda usted en este punto, pondl'é aquí la definicion de indulgencia que trae san Alfonso de Ligorio, último doctor de la Iglesia (ignorante tal VC:l '?): La indulgencia es, dice, llna gracia pm' la cuul, eumpli- -25da \lna obra prescrita por el que la concede, so perdona, por ]a aplicacioll de las satistiwcioncs de Cristo y de Jos santos, 1Jfiir la penn lempam[ debid(t (Í. Dios, Pel'o a('aso el odio {¡, los sacc¡'dote.~1'())¡UI,Jlr).~, Ó e1l11llCho cstndio de la Biblia, no lc haya permitido l{'CI'la extensa ohra (Ic moral dl) dicho aut.UI·. Para ollviar mas y para qlle :.Inll lo!>niiios VL'any se (,OIl\"(~I1Zan,copio la definicion qlle se halla en el catcà;n1o dc los p¡'illlcro-; rl\(IiaH'l\tos crist.iano-católicos (leI Padre Astetc, parte CWll't:.l; dice tlsÍ : " Pregunta. Y qué cosas son Jas ill<lnlgenl'ias? Respuesta. Vnas gmcias l'al' las cuales se concede lit remision de [It pcna fempo/'{/l, que se debe pagaL' (lar los pccados cn esta vi(h ó en la otra." Es cierto lo qne le digo? ya ve q\leen uing;nna definicion aparc<'C IIi que se prometa la vi(h dcrn:.!. por la indulgencia ni qne por cosa algllna se obre la E:lntida(l, COlllOuste<llo cl'cia y afirmaba. "¥ al que perdonástciH cn algo, tamuien yo: IllICR)'O tambicn, si algo he condonado, lo !te condona(lo l'al' vosotros en persona de Cristo." II Co\'intios II. 10. 25. Sigamos con cI catecismo, seiíOI' Pmtt: ti Pregunta. Y cómo sc hall ele g;anm' (las indulgencia!' )? Hespucsta. 1laciendo en Œ(ada de gl'al!Ïc lo que se manda tÍ, C8((~ filt." De manera q ne no está !incnda la indulgencia al hábito, ni {¡, nada, sino (PIC ('I ]\i¡Gito, ó cnn]<Iuicra otra cosa sc pane corno conùicion ó seiial para que se gane la indulgencia, lllllliéndose gauar dc Otl'O modo, segUida ohm. que sc imponga por el quc la coneedc en Vil'tlld de }¡¡!4 llaves del cielo dadas á la Iglesia. Pam ganar la iil\lnlgencia se nccesitan dos condiciones precisas: F1 QllC se haga la oura que manùa el qnc concede la indulgcncia, 2'.l que se haga en estado <lc g;mcia lo que se manda, y si son muchas ohras, haciclldo }Jor lo lIIéuos la últi ma ell csc didlO:;O estado, camo lo Clhl'ii:\ll los momlistas. A.~í, el quc quiem ~allal' la indulgencia concedida nI h;ibito, tiene <lile estaL' eu grtwia cuando se lo vistan, port¡lIc, de Jo contrario, pOI' ma~ hrLbitos que tenga, lIO evitará b Illuerte eterna si acalm ú ha aCHuado la vida en pcoudo mortal. Si se abusa de esta, si se comete ci g¡'avL.;imo pccado de simonía, Jo que Dios no permita, vco(Iicndo hábitos sin la licencia necl'sal'ia, ese hecho es imputable al quc lo l~ccllte, no á la Iglesia ni:i lo:,;cató Iil'OS. 26. Pong:l1nos s:quiera <los ejemplos para que se nute cr,mo no consistc elmé¡'ito de una gracia en la cosa que se pOile por símbolo () señal, sino en la voluuta.d (leI que la establece como taL LO La vam ele l'luises. Dios dijo:1 l\loises: Toma talTlbien en tu mano ESTA VAHA, con la cllal hal:! de haecI' p¡·odigio8. Exo(Io IV. 17. Sohl'e locnal dice ci ('xposiroL': La virtud de ¡lacer prOLligio5 y ouras maravillosas no cslaúa enccl'/'ada ell lu t'ru'a; sino <¡Ile DiOS .APLI('ABA i,..ELLA SU OPEnACIO~ comn lo ¡¡(we á todns las sClialcs (¡ medias e;¡;lerllo8, 'lue licue ordei/ados para el cu.mplimicnlo de snvalg¡¡[w{ y jincs. :¿'? La scrpie!¡te. Y el Senor le dijo (it Moises): Haz una seL'piente de bl'OlIce, y pÓllla pOL' 4 -26sen'll: el que herido la mirare, vivirá. Hizo piles Moise~ una sel'piente de bl'onct-, y la pllSOpor señal, y los heridos que la miraban eran sanados. Números XXI. 8 Y 9. El expositor habla. de este mOlla: lo que cUl'nba li lo!>I~raelitas de la,; nicuduras de las sCI'picute>:, no el'a el mirar á. esta de bronce, sinó la confianza que rOllian en la bondad de Dios mirundola. Y así esta no era mas que una señal; qlle les mostraba la intcnciou y la accion de Dios para curado!>. Qué otm cosa es esta, pl'e~nnto )'0, l!ino una indulgencia concedida por la pena tempom[ debid(~ por el pecado t 27. Qué se deduce de 10 expnesto sobre las indulgencias? Esto: 1.0 Que la indulgencia no es la promesa absoluta de la vida eterna, sino el pel'don de penas temporales <¡Ill,han de pagarse en e~ta vida ó en la otra. 2.0 Que el hábito de San1<'I'uncisco ú otro no es el que obra dicha gracia, sillo es iiOJoulla señal de ella, y el ve;;tido es el Clllllpli:niento de la obra impuesta. por el superiol' para ganar una iudu.lgencia ó mucbas. 3.0 Que si se abusa Je algo, no se debe imputar eso sino al culpabJe. 4. ° Que el senO!' Pmtt no corn prend ia nada de esto. (?) 28. Si no predicamos el Evangelio de Jesucristo, qué Cil lo que predicamos? pero ya se ve, ni siquiera lo conocemos, s('gun el seflor Pratt. Tal vez no lo hemos oido nombral'l Sincmbargo el señor Pratt descarga uu golpp ccrtem sobre todo el e1ero colombiano, afirmanùo con enteca certi(lumlH'e, para manifestar la noblt-za de su mi8Ùm, que" mas de ulla buena mitad" de 61 !lO tiene Bíblia (no crea, señor, todo 10 que le digan, porque se expone á iUCllITil' en inexactitudes graves qne no sientan bien en lin sauto apóstol <.leIEvangelio), y qne no se callsa dc maldecil' las sociedades bíblicas porque multiplican SllS <:iemplares. No, senor, el recelo proviene no dcl temor de que la Biblia sea conocida, sino de que Sil propagaciol1 se vel'ifique con tergiversaciones y de;¡pqjo de tocla autoridad que Ja ponga á resguardo de Ja injuria de los tiempos y las opiniones tan variadas como los individuos . .29. Cuún cálldirlo se manifiesta usted al decir, que debe entender m~jor la E;¡CI'jtura el que la estudia que el qlle lIO la Jee siqllicm! Así Cil, SenOI', y por eso la Igirsia manda á todos y muy especialmente á los sacel'dotes, que estudien estas divinas letras. Si algunos no lo hacen, tendrá la culpa Ja IgI(Jsia? 'remIrá la culpa el del'o? Se la echaremos á los católicos? Una ó unas manzanas están dal1:ldds, luego todas son malas. Este raciocinio es exacto, no, señOl' PI'att? Usted ha dado una prueba perentoria de ser misionero evangélico con la cal'ieJad que se ostenta cn Sil segunda C2rta, en la cnul no solo brilla esta virtud sublime que es eJ único distintivo de los discípulos del divino l\'laestro ( En esta conocerán todos que sois mis discípulos, tii tllyiércÍ8 cariùad cntre vosotros. San J nan XIII, ~5), sino tambien una demostra- . -27cion tan concluyente de Ins el'forei> dc qlle adolcce la Igl~sia romana, qnc no puedc méno:'J qne tf'rminur su cxititcncia, pues fué el "eflOl' l"'alt quien halló el Aquíles <le e]la y su parte VlllnerablC'. j Feliz el pueblo del Socorro, poseedor hoy cie un prodigioso maestro, quien de una pincelada borra los caract6rcs Dlal trazados de la I~lesia romana! :No sc conf()rma con vencer á un Jlobœ Cura ignomntc, sino á toda la Iglesia! Dejacllu, se:fiOl' Pratt, sig uicra otros dias! 30. Vamos á las sectas. Aquí fué Tr~'a ! Dice listed, beiíor, que no ('s sectario y que esto quiere deci¡', que no deficnde los iutereses de ninguna secta. Y dice bu bien, I}ue la di ficn1tac1en mí consi~te en <1ue 110 me be Ilctenido nunca ell llllsl~ar d gelluino significado de la voz "sectario," y que nada sé (cierto; pero c(¡mo ha conocido el selior Pratt mi ignorancia? Ha asistillo á mis sel'luoues, clases Ú \Iisplltas?) dc las mil y una sectas del P¡'otestantis!Uo, fuera de lo qnc otl'OS cn cl mismo caso ( cuál? Otra polémica quc sc ha suscita(\o '!) mc han dicho. En vcrdad, yo no he vÍsto ni aida la~ dodIÍnas del Protestantismo, sino por lo quc otros me han dicho, e~to cs, los autol'es de lo,; libros quc he lcido, alguna.'; vcceB . cn pl mismo caso, es decir; tl'atallllo de controversias. Duscaba luz en Sil clu'ta, señor Pratt. 31. En efecto, cwI\J110leí ci trozo último dd número 7,° pensé <¡ue lo ;,iguiente era una clam y slIseinta cxplicacion .lcl significado GEXUIXO cie las voces "SEl.'TATIro" y "SECTA," pcro nada: sc eonf()l'mó con advcrtinne mi ignorancia y se dcscartó lIam t.rutar la clIestion de un modo g~nera\ y venir á concluir con que cn cJ Protestantismo hay ~lIL y UNA SECTAS, pero que no son f'cctas ni deben I1amal'se así, uun1luC listed mismo las reCOHocey nombra como tales, y que en cI Romani"mo las hermandades, cofradías y órcIenes sí son sectas y así deben llamar:;e. RisU1n {('nealis, amici. 32, Veamas si<luicra el diccionario castellano, no el tcol(¡gieo, canímico (¡ catÓlico; dire af'f, cn la ¡¡rl'pciou 1';1: "Scetario, ria. adj. El quc P¡WF£SA, SIGUE Y MA¡";TIE~E con capricho alguna secta." Y scrta cs, scgulI el mi;;mo libro, " la doctrina, máxima Ú opiniou particular cnseilada por algun macstro eélcbl'e que Ia halló ó explicÓ, y OtlOS la sig-nen y defienden." Hayotm acepcion en el mismo dieeionario, y cs: "el cITar Ó falsa. rcligion, diversa ó sl'parada de la verdadcra y eatllJica cristiana, cllsd1ada por algnn maestro famoso,. COllll)la SECTA de LU'I'gno, CA LV l~ D, :\1A ITf)~L\." Ahora bien, usted dice; q lIC en el p¡'ütc;:tuntismo Iwy mil y una sectas, )' que listed no cs seetario; ei'to es: que listed 110 pl'rtcnccn á sncta ningnna. Si u~te:l 110 ('il st'dario, entÚn('(>~qné es, señur Pratt? De véras no lu t'ntielHlo. Si lIstcù es protestante, tiene quc pertenecer á alguna ùc esas mil y nlla sectas que usted mismo dice hay ell el Protestantiëmo (curta 2~ -28númerc 7. e al fin ), y ('ntóners es :oeclurio. Si no pertenece á ning-unl dc esas sedas, entónces usted n0 es protestantc; pero sicmp¡'( es sectario) y SCCÜll'ÍO por' cxcelcncia, purs en este caso seria heresiarca, e¡.:tocs, mas '1110 sectario. Es mas: ó ustctl dcficnde IllS interese,; (¡ principios <le todas ]as seelas del Prolestantismo, Ú bolo los de una dc ellas: si lo !)l'imer'o, ustcd ('8 un heresiarca y sectario en gm<lo superlativo, y, podemos dccirlo n,í, PL¡;;:-;-¡POTEXCIA1lI0EXTRAOIWI¡.fAHIO encargallo dc la dcfensa d·) todos los C!TOriS epIC constituyen ]as sectas y dividen á los InotC3tantcs entre sí: si]o scgulHlo, usted se contradice con lo ,¡UCafirmó en su primera carla, diciendo: "nosotros no somos lunáticos, ni somos sectarios, e;; decir, no estamos t/'ubaj.mdo en e: interes áe ninguna sectu," y siempre es sectario. Pr'eciso mus: ú usted es protestnnte, ó no: si es pl'Ote'i~nte, pertcnece á. algunu de las seclas dei Pl'Otestantismo, y por consiguiente es sectariû; si no pertenece al Protei:itantisOlo ni tam poco al Catolicismo, no será protestante; perl) siempre es sectario de alguna otra doctrina ó creencia. Escoja, y adelante. 3;3. Ya subiu, seiim' Pratt, que los protestantes, viéndose atat'lgadoó COllel sistema de los artÍcnlns fundamcntales y no fundamentales que, seglin lo eonfef<aron los mismos (loctos ùe clIos, no se IlI)llia ;;ostener, se atrinchel'aron todos detl'as de la Biblia dicienùo, sean cllulel:'quiera los el'l'ol'es que posean: C]UC :oola la Biblia es su religion. Sí, la Bibli:l, y solo la Biblia. Y con esto niegan, adulteran ó confunden toùo; y con decil' qne siguen la Biblia, ya está todo concluido. No se necesita IDas, aunque cada uno la intt'rprete cailla quier'a y le dé la guna, pudiendo alguno anl'mur, v. g. que aquellas palabras de Jesus en el monte: Bienavcntnrados los qllc padecen pcrsccueion por la justicia: }>orque dc ellos es ci reino dc los ciclos (S. ::\Iatco v. 10), dcbo extend,!rse á los malhcchores, porque ellos sun perseguidos por la justicia. Hay :lIgo de pUl,ticular en esto, una vcz dada rienda ;"uelta Ii la libre interpretacion? Ahora el quc quisierà interpretar' de ese modo halla la nota del P. Scia (á quicn usted rei:ipeta, á r.esar de ser romano) y lee: "Po?' cau.~a de juslÏcia, 6 por di'fenclcr la justicia. La pedcccion consiste no solamente (>n padecer, sino ell padecer injustamente, y por el nombre do Jesucristo; en que cuando se nos persigue de este modo, suframos nl> solo con pacicncia, sino cou alegría. Es cosa muy ram, dice San Gerúnimo) vcr á un hombre que le despedazan en la l'eputul~ion, alegrarse al mi!:imo tiempo en el Senor. Y S. Berllul'(lo añade, que est~ odava bienaventuranza era como la prerogati\'a pal,ticular de los santos mártires," y así queda resguardado del error. Sc cambió algo la Escritura con esta nota acla~ J'ator'ia '! 34. Cuanclo se afirma y sostiene la Tradicion divina, se dice que hay necesidad de oil' á los Intérpretes de la Escdtura, que -29cs in(lispen¡::ablc nn Jnc7. de controvcl'sias y qnc solo la Iglesia cotÚ!iea pue<le sel" y ('s e:le Jucz, no sc establece qne estos scan ~llp]elllentos Ilcc('sario,~ pnm ]a integridad de la Bíblia, como u,;(~d lo cl'cía, (¡ lo afirmaba malicios:lOll'ntr, sino qne hay I]('res¡d:l<l imprrscilldibJe ¡le amparar r"a misma intrg'rídad contra las vicisitudes <leI elltcndilllicllto 11ll111anO, y que l'S lwcci"o 110 dl.jar que la" divinas letras se hagan el juguetc de los humores, y sc alil'ma q ne ,J esucl'isto N'uestro Seilol', camo l~j islador perfcctísimo d~j¡)quien aplicara, explicam, interpretara y defendiera i'U divina ley. Tuve la fOl'tnna de cxpliearme bien? Ojalá.! 35. Algo mas sobrc sedas, señor Pratt. U¡;ted asegnra, (le un modo magistral, despnes de su nlanifiesta contradiccion, respecto de Jas sectas dpl Protestantismo, que la Iglc'3ia romana sí cs i'eetal'ia por excelencia. Volvamos al dic0iouario, no al espanol sino al ('ti 1IJ01ógico, pam profundizal' algo mas y entender las cosas. De dónde vienen las voces sectario v scctf(? Vienen del snpino del verbo latino ,~wo, secrl8, 8cc//'i, ;ectam, ,~eC((1'e, que significa, segun el diccionario de L. (-¿nicherat y A. Daveluy, cortar, separar, cortar en trozos, despedazar, &, y srgnn :Kebrija, cortar. El etimológico de don Haimundo de Miguel y el :l\Iarqués de nlorante dice así: "seco, as, cui, scctUin, aj'C, á. (scg. Vos. y otro de CSéO=81ëéo, por mct:ítesis=scco : ¿ no parece mas vel'osímil que sea compuesto de sc qne ¡¡enota division, separacioD, y con que designa compaiiía, como si dijél'Ulllos: SF.l'"\RAR LAS PAUTES QUE ESTAUAK l;XIDAS ~ Muy cl:ísico). Cortar, tajar, h~lHler, dividir, partir, haccl· piezas." Pues bien. La Iglesia es sectaria, segun dice listed y en ella bay seetas. De dónde se sepul'ó? De ]a Escritul'U? Pero la Jglt'sia no solo posee la Escritura en toda sn integridad, sillo que vela por ella para quc no se altt're par anmento ni diminucion, y sula con mala fe se puede afirmar lo contl'llrio. La Iglesia tiene tambicn la Twdicion divina ó sea la plabra de Dias no escrita para qne ]10 se pierda ni un Úpice de lo qnc Dios ha rcvelado al homore. l,a Iglesia posec ademas su inmutabilidad, coma lo atl'stigua la historia univr!'sal, al traves de los siglos, sin interrupcion ninguna debde que Jesup.risto la fillldó, como lo manitip.sté cn mi primcra réplica á usted, teuienùo siempre un Señor Jesncristo, una fe y nn bautismo, como lo dice San Paolo. Efesios [v. 5. De dóndc se separó, pues, pam q lICsea sectaria? Senalc nste(lla separacion,' señor Pratt, señale el momento cn que la Iglesia desconoció la autoridad legítima para seguir su rumbo aparte. Beflale por vida ,>uya, seflOI' Pratt, cuándo comenzó el tmstol'110 del Evangelio de Cl'ista en ln 19lesia romana, como listed dicc. Díganoslo, pcro con la digllillad qne cnmple á un escl'itor público, esto es: fundándosl\ en la historia y verificando las citas, pues negar sin probar es cosa muy comnn y fucil; pero probar sin documentos, hechos ni razoncs, es cosa rara y difïcil. Res· -30pOlHlr. á lo qne le dije en mi primera nota r con DígalOe, señor, en qué consisten las sectas de ia Conti ;"an \lilaS católico" una cosa y otros otra '? quic'ra, como nstclI dice, hablando'de sus sectas, r(,llCi:,s, aunquc sea E~ D.\ HI \ DIPOln'A~C'L\ esto ('sUi t(HIo. Iglesia eatÚlica. Demu('~tre sisi tcncmos dife- COS,\S DE ~11J~L'DE~('rA (algnnas de ('sas menudencias Ó HF. SEC;F:-;-- vent muy pronto el l('elM). Seiiale; pero cuenta mn que "ea porque listed ignore las cosas, cnll10 sucede con las indulgcncias, 36 Revisel\los ahora nn compclHlio del orígcn y de los progreso'! del Pl"Otrstantismo para qne se conozca quién es el sedario p')!' excelencia, si la Iglesia católica ó el Protestantismo, Presentamos ese compendio que sil'vc de introduccion á lo;; artículos contra los misioneros de la hel'ldía protcstante, escritos por ci emincnte cut.ólico, señor don .José M. Groot, :í <]uien Dias recompense y guarde lllIlCh()s ailos. El título de la obl'ita cs: " Lo~, llli¡,;ioneros de la hel'f'jía ó defensa de los dogmas católicos, escrita por .José 1\1. Gl'Oot." Recomiendo Sil lectura iL mis amados feligreses y iÍ toda,; Ins personas qlle vean esta carta. 37. "De todas las herejías quc han afligido á la Igl,·sia de .Jesur:ri,;to, dic~, ningulla Illas funesta que la de LUTEno. Cuando este hCl'csiarea apareció en el mundo, la relajaeion de costumbres )' la ignorancia eran muy eOIllUIlC;:, En el c/cm i prineÏpalmente ('litre las (¡l'delle,; religiosas, los ltiemplos crall bicll tristes; y la religion sufria, pon)l1C ¡;iClllpre sufre mns por los ese{¡ndalos de sus millistl'os que pOI' los tiJ'Os de la illlpicllad. El pucblo era ignoralltc y con filCilidad podia confundir la religion con los abusos, y los abusos verdaderos con los pretcnllidos abusos Call (IUè los novadores ellnegrecían el cnadro que para extraviarIa ponian ante Sns r:jos. Las clases noules, iLla vez qne la lllolicie Jas habia corrompido demasiado, la ignorancia tamuien If'S era bien comun, sobrc todo, en cuanto :í. principios f'undamrnlales de la religion, porque Jas que eran piaùosos cristianos 1\0 estaban li prncba de los sofismas fi lo~6ficos. 3H. El siglo ~ xn 4~ e~taha carga(lo de gases inflamables y solo se ncce"itaba dc una chispa para ponerlos en eornùustion, I'l'endel' lln incendio y arder todo el munclo, E::;ta chispa h arrojÓ Lutem y ci mundo se aura,;6. Mas dc tl'ci'eicntos afioi' han trascul'l'ido, y el incendio de la sociedad, léjo~ de cxtinguirse, amenaza consumiria pOI' entero; porque tales son los comuu"tiblcs de su/}rei'sion contra lit autoridad gne d(;sde Lutero se p"¡>[lararOil. 3), Llltero, hombre orgulloso i drcisi\'o, atrcvi(lo, i tan pag;Hh de sí /llismo que tl'ataha illllignamcnte :i cuantos se le opo]lían, apareci6 cn ci teatro dd nltulllo en I ij 18. Era Je oscuro nacmiento; pero sn patlrf', obrem trabajador de minas, llamado Juan Lauter, la dedicó á los estndios cn los cuules adquil'ió filma de docucnte y erudito. l .•a muerte de un amigo suyo ocasionada -31]'01' lin rayo que le cayó cstando los dos juntos, lo IIc\"() á tomar el h:íbito de l'l'ligi(¡~o cntrc los ag'ustinas, y sus snrcI'jol'cs Je proporeionaron IIntl (~;ítedra de t¡oo:()~fa!JUCcI elector Fcdcrico de Saionia n('uLaba dc flIndar cn \\ïteJllIH'I'g, E,.;tc i';ohcrano S(~ prrcia'La Cllt{lIWCS(l(~protcetol' de las Idm,.;, ll1a~ por imit:u:ion dc otros SlIS eontl'lllpc)dnco.~ <]110pOl'qllC flll):3C muy clllelJ(lido cn cl las; 110C'm mn..¡<]lIe \III dcyoto ignorante cn materias tcológicas, eireunstan¡;ia q\le prop.:¡reionó á Lutel'o hacerse cn él á nn ]>roteetol' dce;dido hal>icndo logrado dominarla.tallto, que lo pcri'nalliú de todos sus cnorC's, los cnales abrazó clcgnmelltc. 40. El Papa Leon x hauia hecho prc1lical' indn]geneia!; para los que cOlltl'ibnyesen con sns limosnas para la obra del tcmplo de San PI·(lro ('n Roma. Estc ministerio habia sido dcsempeiíado hasta entóncos pot' lo;; agustino", y En esta oeasion quiso el Papa encomendado á lo,; dominiranos, lo cual gl'odujo rivalidades r ~c snscitaron (ll1(:ias por abusos, principalmente contra los l'('e:llllladol'es de las limQ.:;nas. Lutcra fué uno de los que empezó á declamal' contra los abuSD:¡ell vUl'ias t::sis que sostu va; ]llego Cil sus Sel'\llOIlCS,y ùespues en su, escritos. Del a!.H1';o de las jl\(lnlgencias pasó á atacar las indulgcncias mismas: atacadas estas, pasó á alacar el podcl' CInc la ] golesia tu vicru para conccderlas: negó luego el realo de la Cil Ipa, los medias de satisf~LCcrlo y la eficacia de \as buenas obra~. De consiguiente 11ep;ó q Ile hulliern poder rara absolvCI' los pecados y descehó la confcsinn, los demas sacl':Jn1entos, cI Jiurc albedrío &, y á este tenor fué preci :¡itúndosc de errar en crror pOl' la lwndiente sobre que se habia eolocallo y en la cllal no pod ia detenerse hasta ùat' cn lo mas p!'Ofnnda ciel abismo de la hen:iía. 'l'un eicrto cs (Ille destruyelldo un dogma católico se destruyen todos. 41. La Alemania fIlé su teatro y cicsde allí lanzaba sus escritos ell toelas ùireeciolles como otms tvnlas balas r(~as qlõc iuan á con movcl' y a1)raz:lr las otras naciones. De estc modo la reforma proelalDa<la por Lutero hallab •• ceos doudc quiera, ell 10$ cSI,Íritlls mal di~puest<)s por la eOl'rupeion eontm la sC'veridad dc las doctl'inns eatólieus. l\Iclaucbtou, profesor de gril'go cn "Titemberg, ~c unió al heresiarca; como tamhicll el canóuigo Carlostadio, el cual se le separó despllcs de ;]Igun tiempo por discntir cn opiniolles soure el dogma dc la prcf'ellcia real dc .Je::iuaisto en la Eu(~aristía. Ell Suizù, Zuinglio cllra de Zurich, redujo ('t'te dogma á la fi¿lIra Ó mera rel'resl'lltaeion del cllcrpo del Seiior ( •..1 seiior Pratt ('S, segull sus hl:Jsfi~llIias, hijo lC'gÍtilllo de ef'tc hel'(je). A estt' ref;>rmadOl' se unió U-£o]alllpadio, cum de Basile;], religioso quc :íntcs habia edifi('ado pOI' Sil tierna picdad. Sus cartas á Emsl1lo en que habla sobre las dulzuras qlle experimentaua en la oraeion al pié del crucifijo, IWllcban demasiado la illseguri(!acl en que el llOlDbrc sc halla soùrc sí mismo y la razan ron que dijo san Pablo: el que está en pié tema, no caiga, Eu -32StrnshUl'go se levo.nt6 el dominicano Martin Bucero. Osiandro en Prusia y Cal vino en Francia. Ell otros varios paises fueron levDutiÍnrIose rcformarlol'cs, todos contra la Iglesia católica, aunque divCljcntes en puntos de fé ( esto es, en men udencias, segun el sd'lor Pratt); p<)I'(lue esto:; apóstoles 110 tenian, ('011I0 ias de JeslI<"lrÍsto, UIl símbolo COI\1IIIl que Jas ulliera bajo una mÍsma fe, y pOI' eso, si los frutos de los dcl Sah'udol' fucron la. union en un mismo espíritu todo dc caridad y desprendimiento; los de estos fueron la division, las selliciolles y Jas guerras sangl'ientas (esta es la ullidad? ya se ve, son cosas de menudencia 6 de poca importancia, segnn lias lo acaba de enseñar el sei10r Pratt) ; Zui¡lglio Illlll'ió con las armas en ]0. mano pelcando contra los Suizos. i Y esto era lo q lie se llamaba l<t santa 1'eformacioll eva¡'y(;licn ! * 42. Admira ver cómo con semc:jante apostolado pudo pasarEe tanta gente del Evangelio de Cristo al dc Satanas. Pero]a ad~ miracion cesa desùe que se contempla cI estado de la seciedad en aquellos tiempos. Por un lado ignorancia, y por el otro corrupcioll de costllmbres. A los linos se les engañaba afectando celo por la pureza del Evangelio: á los otros se les precipitaba con la provocacÍon de las pasiones cuya lib()rtad se proclamaba como conforme Con el mismo Evangelio. Los Pl'incipales jefes de la reforma cran hombrf's astutos é intelig<:>ntcil qlle conocían el e,;tado dc la sociedad y los medios de que dcbían valel'se para lograr su intento. Lutcro hizo una tradnccÍon del NlIevo Testamento en lcnglla vulgar ~ ALTERA~[)() LOS TEXTOS COMO COl'VE:'<IA Á SUS DOCTRrNAS y ('(HW SUS DISC¡PULOS. ~ Olaus Petri hizo DF.sPUES HAl' HECHO otra en Snccia. Algllnos preludos alzaron la voz contra 8cmejante atentado y dcmostraron las fal,~ificacione8 qne contr>.niane8a.~ versiones. Pero los reformadores quc para aturdir hacian ostentacíon de cOllocer el hebreo y el griego, respondían que sus versiones el'an conformes con los textlls hebreo y gl'iego, El comlln de las geutes no estaba en estado (le jllzgar sobre cuestiones científicas, y la hcn:jía ganaba tel'rcno á pe;;al' de las pruebas que contra scnwjantc efugio exhibian los doctores ortodoxos. Un l,redicante de la reforma qlle gl'itara contra la antol'iLlad, qlle proclamara la lihertad, y que echara sobre la Tglcsia Romana 108 abusos de los hombres (como ahora lo hace el sefior Pratt), era demasiado elocuente para dejarse oil' ¡11'], encima de todos los que oponían razones y pl'illcipios que unos no entendian y qne otros no admitian porque servian de fl'eno á sus pasioníls. Por otro Ja<lo se estimulaba ]a codicia de las clases nobles, convidándolas :í.participar de los bienes éclesiásticos, declarando nulas las ricas fillldacíone~ En algun pnchlo donde ha habido algul1o" ql10 simpaticen con las doctrinas -leI scficJr Pratt, ya so han experimentado los fl'l1tos de ollas. Divisiones, aIllC'"IZaS al Cnm y á los católicos. ~ que por RUS antepasados se habian hecho á favor de log con· \'('ntos, iglesia>!,~. Los reformaclores dl'c1araron q!le Jas r1cseendientrs de las familias que habian <1a(lobienrs á la i¡.;ll'sia, tellian df'l'eeho para I'eelamados y poseerJos como suyo;;. De este modo d<:jaron sin rentas á los conv~ntos, á las ip;lesias y <.lemas instituciones piadosas, es decir, interesando en la cxpoliacion y de consiguiente en el cisma, á la mayol' p:\I'te de Jas c1a,;cg ricas; cosa que se ha repetido despuCõsen todas partes con GRAK SC"CESO. 4:3. Al clel'o se le interesaba en ]a misma cau"a halagulIdo Ja sensuali<lad y Ja c0dicia con la abolicion del celibato y con las altas dignidades con que se premiaba su apostasía, Así se vieron desertar á ITIuehcs quc ántes habían resistido el cisma, En Suecia fué notabi<~ el resultado de este llJan corruplor. Allí habia <jul'rido estableccl' eJ cisma eJ I'ey GlIstavo BJza, fàlso católico, que tenia inteligencia con Jas Interanos; mas no habia podido por los esfnerms con que ]05 prclados y el clero habian resis~ido á sns tramas; pero hizo su eancillel' it Lardz Andel'soll, sacerdote siu instruccioD, pero tan sagaz como corrompido, qne rc:>entillo eontra Sil prehdo que lo h?l.>ia dcstituido de sns heneficios pal' ]a desmesurada codicia con qne traficaba con la religion, se habia nnido con Jas cismáticos. Este maJvado sugil'Í6 al rey tan diabólico plan, y con é\ consigui6 Jo que ántes llu habia po(lido, pOI'que muchos de Jos mismos eclesiásticos y aUIl algunos ouispos de Jos qne ántes habían resisti(lo al rey, cedieron pOL' rI interes (le Jas l'asionf's y sc Iticiel'on ci"m,hicos. 41. Lutero segnia cn Alemania cada vez mas altivo y orgulloso al versc jefe de la ['e(H'ma y eun tin ¡ml,tidl) qlle por todas pal'tes convenía en g"itar contra los JH'ctelldidus ahuso;; de la Iglesia Rumana, Cmla día Jlublieaba nnevos esel'itos, aunque hasta allí a/eetaha rl'speto pOl' la autoridad pontincia cnyo:; le· gados trabajaban para l"e<lucide; PCI'O 61 ('citaba m::lIlO<le CllUlltos medios evasivos Je sugeria su im1ginacion, Ulti¡wtf1lPutcvién<lo!;c atacaclo por divel':;as parte.", dijo: qnc sometia sns escl,jros al Papa, y <¡ue estaba pronto :í. conf()rlllan;c con ,;u dl'ei:;ion. Se crcyó por un momento cortado cI mal; pero bien pl'onto se dl'scngañal'\JII todos conocipndo que sem<:jante hOnlbl'e no pl'Ocedia <le buena fil, En efecto, el Papa conùclIú las doetri nas de Lutero y ec le mandó qne las abjurase. Entónccs contestÓ a] Papa con IIna cal'la en que, fingiendo respetos por sn autOl'idad, des· pues de miJ rodeos eoncluia dici(·ndo que de sns clo<:trinas no se retl'actaba, porque ellas se flllldaban en el Evangelio, El Papa 10 declaró excomulgado, y entóuccs fiJé cllando echando :í. 1111 lado lo:; fingimientos que hasta cntúncps habia tllni,lo, ¡}".,L!,ú :;110 él tCllia mision de Dins para rdill'lllar la reJigioll <Ille .~~);¡:,llia cOl'\'ompillo; que el Papa el'a el Anticristo y qlle si el Papa lo habia excomlllgaùo tí él, él tambien excolllulgaba al Pupa. 45. Antes de esto habia oClll'L'Ídootro caso por el cuol mu- 5 -34chos no habían creido en la oferta hecha de someterse á la decision de la Iglesia; fué el siguiente. Entre los ortodoxo~ que habian impugnado SIIS errores, se contaba el doctor Eckius, uno de los hombres mas sabios de la época. Este desafi6 á Carlostadk ((lile lc habia replicado en defensa de LutCI'O), para que tuvi(~ran una disputa pública sobre los puntos controvertidos.Carlostadio admitió el desafío y qlledaron emplazados para la disputa. El Obispo de Mersbollrg quiso impedirla como dioces3uo, porque temia, en cierto macio, exponer la causa de la religion al juicio del pueblo. Mai'! el Pl'íncipe Jorge de Sajonia la de¡;eaba creyendo todo lo contrario y moífué, porque el cismático fué vencido por Eakius, quien hi7.0 palpar á los circunstantes, con los textos de la Escl'itura, la fabedad de las doctrinas de Lutero. Este que habia estado presente, no pudo sufrir la derrota de su defensor y el abatimiento de sus doctrinas ante lin numcl"Oso concurso, y sustituyéndose en la disputa á Carlostadio, la sostuvo por diez dias al cabo de los cualcs fué vencido por Eckius, C'lIno lo habia sido su defensor. El atleta cat61ico se fué á Roma '}lll el fin de hacel' cerca del Papa la exposicion de 108 errores del heresiarca, y allí fué recibido en triunfo como vencedor de la her~jín, Pero ni l.utero ni Carlostadio volvieron atm", en el camino que habían emprendido. 41>' Entre los escritol'es que habian tomado á sn cargo combatir las doctdnas de Lutem en dcfema de la Iglesia, EIlJ'i1lue VIII rei de Inglaterra fué uno de ellos, Este príncipe ocurrió al Papa pidiéndole liccucia para leer las obra" del heresiarca con el fin de impugnarias y le fué concedida, Enrique es(:ribi6 un libro y ]lI'obó :í Lutcro sus errores, con las escrituras y los santos PaOI'e'O,Lutero que siempre se lanzaba como fiera rabiosa sobre los qne se le oponian, eSCl'ibió una carta al rey llena de insultos. Algun tiempo despues quiso congraciarse con el monarea y vol víó á escribil'lc dándole satisflteciones y ofredéndole retractarse de cnanto contra él habja eserito. El rey 1ft contestó ('ual merecia nu hombre de cuya sincel'idad nadie podía con- " finr y entre otras cosas le decia, hablándole de sn casamiento: « Crímen abominable, por el cLlal si hubieras vivido cn un pais «gobernado siquiera por sahios paganos, el o~jeto de tu inmunda (e pmsion habria sido enterrado vivo y á tí te hubiemn de~pcda(e zado las carnes con vergas hasta haccrte 'morir. Pero lo (e que aun cs mas abominable, no solo te has casado violando anIl te la faz del mundo los votos de la religion, sino quc no eonten« t0 con esto, insLigas á los demas sacerdotes para que te imiten (e en el cl'fmen, l'n Vl'Zde confundirte y buscar el camino del arre(e pentimiento)l, (1) (1) Cochl. Sacramen!Ïs, a¡,o 1526. pág, 13G, AI', Ruff, episc. una eum Jib, RenI', VIlT dOi - ,,- vi) - 47. Lntero habic1 permttneei,]o eél ibe en vida de su protector Fe~ dorico, li quien tenia tan engai'iado qllc lo creia un santo, pero tan pronto cailla mnrió hizo roba¡' del convento fi !Ina monja jóven, llamada Catarina Boren, jllnto con otras ocho religiosas y se casó con ella. Este crímcn se cometió, sin rei'1peto pOl' el misterio de llllostl'a reùencion, el ~ia viérnes santo del año de 1525, circunstancia quc dió lugar á Lutero para decir que, así como en aquel mismo dia Jesuc'risto habill dado libertad á los santes que estaban aprisionados en el Limbo, él la habia dado ú esas monjas que estaban encerradas en ci COllvento. (Perdido ell'espeto á. Dios, se pierde el de la sociedad). 48. La vida de Lutoro c-:ótá Hena de episodios tan impíos como ridíclllos. Unas veces decia q Ile e5taoa inspirado por Dios; otras quc por el diablo. En uno de sus libros Cllcnta las conversaciones qne teoia con este espíritu maligno. Ka vacilaba en compararsc con los apóstoles: decia qlle él tamoien había oomdo ci milagro de hacer que las gentes siguiesen Sil doctrina y d(:jasen el pupismo, como los apóstoles habian h~cho d~jal' la religion pagana y seguir el Evangelio. ¡Como si el caso no fuera contrariu! como si fucra milagro que los homot'CS dcjamll una doctrina anstera, que enfrena las padiones, cual es la católica, pam seguir una dodrina libre quc las halaga, cllal es]a lukrana, Este es el milagro dc Lutero, caso opucsto al de los apóstoles, el cnal consistió en hacel' que los hombres dejaseu la religion pagana, que era libre y voluptuosa, para abru7.ar la religion del Evangelio, austem y contl'ariu á las inclinaciones viciosas, Como se llamaba nue¡:o evnngelista, tamhien llamaba la '1meva P([tmo,~ al castillo de 'IVesbberg, á <lamIe lo hizo esconder Sil protcctol' :Federico cuando ci Emperador CÚ¡'los V qlleria acubarcon él. El tiempo que estuvo en su nueva Patmos esto evangelista reformaclor, escribiÓ varias casal', entre ellas su libro ('outm la confèsion, á la cuall]amaba el tormento do las COllcicHciai'1. 49. Ya hemos dicho que Lutero se dividió de Curlostaclio por no con ven ir en pun to al dogm'l de la pres~ncia real de J esucristo, quo este último habia desechado por cntero miéntms el otro lo consol'vaba en parte. Esto dió lugar á una escena cómica entl'e los dos apóstoles de la reforma. Lutero habia tratado mal á Ca¡'lostaclio por haber e¡:;crito contra su doctrina; y Carlostudio ofreció á Lut('ro escl'Íbir un libro prooáuclole sus errores. Entónces Lutera echando sobre él una rnimda desdefiosa, lo cl('safía á escl'ibil' y sacando del bolsillo lin florin de oro, se lo tira. Carlostullio lo recoge accptando el desafío: se dan las manos ofreciendo hacerse bucua guerm y el acto queda confirmado {¡ usanza del pais. Lutero bebe un vaso de vino fi ]a 8ulud de Carlostadio y del libro que va á escribir. CarlOiltadio corresponde empinando lin vaso lleno, y al separarse dice li Lu- -36u-ro: It pueda yo \rerte en la rueda (suplicio usado entónces)." Lutero le contl'sta: "pucda ser que yo te rompa ántes la caheza " Esto no necesita de mas comentario que decir con B08i'Uet: voila le nonvel Evangile; voila le~actes des nouveaux Apól"es: Hé aquí el nuevo Evangelio: hé aquí los aùtœ de los nuevos apóstoles. * 50. Con todo csto, la reforma cundia como el clÍncer qne se apodcm de nn cuerpo ulcerado pOI' Joc;; malos humores; y no buy que extmi'iar que aSLsucediese cuando clla halagaba los malos instintos que 'la igllorancia y la depravacion de costumbres ,~ombinadas, habian despertado. Ella convidaba con la libertaù á las pasiones y condenaba como abusiva la uutOl'id¡\d y la severidad (fe las doctrinas católir.as. A esto se dehió exclusivamente la pél'dida de ulla de las Ilaciones mas católicas: la lnglat{lrra. 51. Ellrique VIII, el mismo que poco tiemp<> ántes habia escrito 'Ill libro ronlra los el'l'ores de Lutero y que eOll tanta severidad habia echado en cara al heresiarca sn lasci via; este ill ismo Enrique VIII se separa de la Iglesia, niega la obediencia de .• bida al Vicario de Jesucristo y separa á todo sn reino de la unidad católica á costa de torrentes de sangre. ** Y por qué tan extraño cambio? El Papa no habia consentido en la pretension de este rey que le perlia declarase nulo sn matrimonio oon la reina Catalina de Aragon, para casarse con Ana Bolcna, dama de su palacio, de qnien se habia enamorado. Negó cI Papa I'll ~sentimicnto á. \lila pretension tan injusta como' inmoral. La reina era ulla santa que en nadl\ habia filltado á f;U esposo en diez y siete años quc Ilevauan de matrimonio, y adelllas, había tenido en ella cinco hijos, dos mujeres y tres varOlles. EstJ. negativa del Papa fué la que callsó la separacíon de la Inglaterra del centro de la uniùad católica. Qué lo nieguen los apóstoles anglicanos! 52. El rey inmediatnmente hizo Arzobispo al malvado mas grande que figllra en torla la histOl'ia de este cisma, á Tomas Cranmcr, qne hizo quemar lIna infinidad de personas, tanto católicas como protestantes (en sei'lal de union fratel'D!\1 ?). Este declaró nulo el matrimollio con la l·cina CatalilJU desJ>LH'sde casa· do Enrique con Alla Bolena. Pero el rey se fi\stidi6 dc esta cuando ya tuvo dOf; hija:; en ella y el A rzobisJ>o Cranmer declaró nulo el matrimonio. ElIrique VIII mandó encermrla e~ una ~, Lut. T. '1, página 509. iCómo abusaban este par Taneill. de 10H pueblosl Sinemba.rgo eran toùos unos. de briboneE de la igno, ** (Fíjense todos en qne la causa del ext.ravió de Eorique VIn fué la leetnm de 105 cscritos de Lutcro; piles aunque 105 rcfutó ántcs, ci vcncno se inocul6 y luego prodlljo sus efectos. Ffjen,e y rli',an si es malo ó no leer libros 6 papel~s impíos é inmorales. Fíjense especialmente los padres y las madr~ d~ familia y digan si deben vigilar sobre esto 6 no, respecto de Ins hijos) .• -3ïtorre y luego la hilo llegollal', * Al otro dia de la ejecllcion f;C casó con Juana de Seimonr, ql1csi no cOI'rió igllnl suerte fllé porque murió pronto; r como diceSir William Cobùctt, fué la única de Ias mujercR (leI tirano (lue mnrió de reina y cu lOnClIma, ** A poco de hallt'r enviudado se ('ai'ó el rey ref(>rrIlador con Ana de Clevcs, q ne le acol\lod6 \lOCO, por cuya callsa lo di vorció d Arzohi~po Cranmpr (este sí que será lIU Pablo de los que dice el scl'ior Pratt!), á los sipte meses en virtnel del poder que teuia como 8Uec.~OI'de los ap6slole.~. El I'CY habia pucsto ya Jos ojos en otra mujer con quien se casó. Esta fué Catalina Howard, dc f]uien se di\,ol'ció por los mismos trámites, y ú quien hizo llevar III cadalso por infill<:>lidarlconyugal, con todos los dc su [¡lInilin. LUl'go se casó con Catarina Part'. No sc casó COliotras porquc la muel'te no dió luga\' pam ello fi este.J úpiter inglés, fuudador y jefe de la. Iglesia anglicana; Iglesia que jamas habria existido en el mundo, sin el acaso de haberle gnstado á ese rey las carnes de una mnjer. Qné lo niegnen los ap6stole;; anglicanos! 53. ¡Oh! Y son los hijos d8 esta Iglesia 105 qnc vienen il enseflarnos la pUI'a 7'eli,gion del Evangelio! Este rey habia mereeido del Papa el título de dPjenso¡' de lajc cuando impngn!) las doctrinas qne dl'slHles abraz6 por cansa de su lubricidad; y con todo, consel'vó este títu lo glol'ioso rle;;pucs (]c sepura(l() de la Iglesia, cs dccir, despncs de hauer rlesbaratallc 10 qne h"bia hecho para m'~rceerlo; aun lo ('O'lservan hasta ci dia de hoy sns 8nCeSOl'e;;,no 6hstante sns teólog'os <¡ne dicen ser el Pupa la prostituta vestida de csearluta del Apocalípsis. 54. Las chispas de la rcfill'ma habían empezado il.caer sobre la Espaila, pero la vigilancia de Felipe II no di6 Ingar al inecndio, Ciertu cs que us\¡ de lemel]ios euérgicos; pero el mal que amcnazaba era demasiado gmve. El resultado general de sn política t'ué libra\' á la E~paila del cisma y de las sungl'ientas guelTas Je religion qne pin' tantoil años desolaron las naciol\e3 donde se d(jarull pulular las semillas de la r~fol'll1l\. Los pl'lltestalltes y los impíos enemigos de la religion católica elevan á un alto gradu el cálculo de las YÍctimas de la illqui::iiciou Je Felipc II; pcro los que (lelienden á este monarca diel'l\ que aUIl admitido Bill rebnja elnlímero de f'~as vÍetimus, sin duda habria sido mayor el número dl' las que hubiera hecho el cisma si h reforma se hubiera npoderado de la España, nacion tan católica y de carácter tan f'U(~rtcy deeidi(lo sobrc SlIScl'l'eacias, porquc dil'en y con razan, q lie por esta circunstancia Jas l'l'vol lICiOIlŒy las gucrl'as habrian sido allí de carácter mas sangriento y mas obstinadas quc * (Y éunsc en estc ciipc.io las mujcres para (¡ll(l conozcan lo r¡lle es caer cn manos de Jos impíos y apúslalas, quienes parcc\llas ensalzan para despues abatirlas tan feamcnte !) ** IIistoria do la reforma protestante en Inglaterra li Irlanda. Carta YI. -38lo fueron en las otras naciones. Pero la gracia está Cil q ne los Illle tanto clicen eontm la inql1isicion qne Felipe l[ estableció en Espana eontra los lutel'anos, nacla dicen contra 1.a que Enrique VIII y la reina Isabel establecieron contra los católicos en Inglaterra. Allí qllemaban gente no solo por ser paristas sino por re10rmistus disidentes en algunos puntos de la fe del rey (esto es, llar men!ulencia8 tenian p(,llas de poca 'Ímpol'lancia en prueba de 1mion f1'((tcrnal!) q,nemaron multitud de fmilefoi, entl'e ellos al }ladl'C fl'aneiseano Juan Ferest, confesor de la reilla Catalina de Aragon, Enriqne VII£ lo hizo colgar de los bmzos en la plaza 1'lÍblica y li fllego lento t'lié asado por dcuajo. Cuando las pierTIa:;; estll\,iel'On qnemadas el padre estaba aun vivo y emÓnces lo tiza colgar de las piernas para asul'Jo por la cabeza, Podl'iamos htwel' una larga I'elacion de las cl'lIeldadcs de la ilJf¡uisicion prot.'stante; pCl'Ob:ístenos solo indicarias para poder decir, en alta voz que, no es pOI' espíl'jtu humanitario que tanto se dedama c'mtl'a la conducta dn Felipe II con relaeion á los he['(jl'~ de Espana, \lna vez que nada se dice de las crueldaJcs de la inquisicion de los pl'otestantes contra los católieos, Tambien e1icen lt.s que defiendell tí Felipe IT, .¡ue no se le debe culpal' por hab.~r hecho esas víctimas por callsa de hert:jía, sino qlle se oebo culpar á los mismos luteranos que con sus catequizaciones fuel'(ln á 11I'ovocar la pel'secueion. 55, POI' análogas l'tlzones que á Felipe JI, se pl'ofesa adio tan profundo á los Jesuitas pOI' parte de los enemigoS' de la religion catÚlica, Esta {¡¡,dell fué funJalla con ci IJl'incipal o4jeto de combatir la her<:jía de Lutero, y clla <jC presentó en el campo como un vigoroso atleta. La cicncia unida al celo mas infatigable (leI apostolado y á ulla severidad de costumbres verdaderamente evangélicas, hicieron vel' á la soeietlad vacilante pOI' las al'terías de lCls }wcdíeantcd de la ref(mna, qne la religion catÓlica ni cra enemiga de los !lI'ogresos del sabcr IIi autorizaba los cXl'e~os de sus malos ministros. En aquel tiempo la rclaj:1Cion era notable cntre las ól'dcnes monásticas; ci Papa habia tcuido que refol'lnal' V¡lríus y pell!'3aba cn snpl'Îl1lirlas todas, rednciéndolas a eu::ltl'o, Sun Ignacil> quiso ptesental' allte la far. del mundo el rjcmplo de IIlla órdell prácticamente :~justa(la al espíritll católico, pala hacer ver que los excesos de los religiosos que tanto escandalir.aban y haeian valer los herejes no consistían en las instituéione'l mismas ni mucho ménos en el espíritu del catolicismo, sino ántes fim' el contl'ltl'io, en la f¡dta de este espíritu. Esta órden se hizo acreedora á fa estimacion de los Papas, y de los príncipes qlle tenian intel'cs por la cansa de la Iglesia, Pcro esta 'misma circunstancia suscitó rivalidailes que nn debieran haber tenido lugal' ja. mas ~ntl'e los hijos (le una misma rna(ll'C; rivalidades qlle,muehlls veces han uniùo á los mislllos ministros de la Iglesia con sus enemigos, para dal'les un triunfo que, conseguido sobre 1<;>8 Jesuitas, siempre se ha completado sobre los auxiliadores. -39GG. En fin, Lntel'o no cesaba de Janzar sus cscl'itos por todas p~ll'tI'Sy la hcrcjía lHleia est1'Hgos. Era indispensable la ¡'cnition de nn COllcilio general y Val"jo!"príneipes :i Hna ,"oz cusi eon todos los prelados clamaban por esta medida. El Em}leracl()l' Cárlos V principalmente, fué el qlle determinÓ al Papa Panlo III a convocar el Concilio, que se reunió en Trento el dia 13 de diciem ore dc 1.')45. 57. Lutcro, quc siemprc proce(lia de mala fe, primero 11Ilbia ofrccido cedor Ú la ra7.0n, siempre que sc le probase quc estaba en erraI". Se Jo prohó Ed;;:ins, y sigui6 en SIlS errores. Dcspues apeló al Pupa ofreciendo sometersp {¡ su decision; decid i6 el Papa en eontl'a suya y sigui6 en SIlSerrores despreciando la decision il qne hahia ofrecido someterse. Despllt's de esto habia apelado al Concilio gcne1'Hl; mas apénas !'e reuni6 en l'l'enta enando cmpezó ú escribir contra el Concilio, ci cllal condelló sus doctrinas, jns de Zuinglio y Calvino, cuyos sectarios tambien se haLian pronunciado abiertamente contra los primeros netos de la. asamblea. E¡;te Conc:lio ecuménico ha siùo (le los mas respetablcs de la Tglesb por su número, pOI' la caliùad de las personas que lo compnsieron y por la Haùidllrfa, pl'lldcncia y eireunspeccion q Ile marcaron teeIos !'us actos. Los protestantes todos flleron llamados ú ]a Asamblea por medio dl' salvos conductos expeclido'! eon to(las las garantías y sC'glll'idades Ileeesar:as para cuantas personas qllisicran asisti ••á las sesiones de eualquiel'a clase y estado (lue fuc/':lll, dámlolcs partieipaeion en Jas cucstiones. DC les concedia ademas cn los !ialvos conductos que nOI11br:Jscn jueres de entre olios mismos pam que no tuvirscn qllc ver ni <jue dependel' ell ninguna causa ni nt'p;ocio de lac; autOl'idadeR católicas, l\Ias todo esto fijé en vano por la mala fe de los protestantes qnc en nada ménos pensaban que en someterse á lo qoe el COlleilio decidiera. Y a;;í, empezaron los príncipes luteranos ú c!cig-il'concliciones imposibles que tendian ú dl'eillil' do antelllano lo rnÎ"m0 que se tl'ataba de decidir por media de la disl'lIsÎol1 para c¡ue se les cOllvocaba. El Concilio novIllas de la condenueiou dl' las docÜín(l8 pl'o{e.~tal1tes, fijó dl' una manera tan sabi~l como prudente todos los puntos de dogma y de doct.rina que babían sido contl'overtidos por los rcforlUaÙOr('s, y expi(lió II1l1r-hos(lecretos y c(¡nOlles de disciplina quc demandaban las ciren nstancias. Gil. Lutero no !'obrevivió mucho ti la reunion del Concilio ùe Trcnto, por(luc Dios lo llamó á. su Tl'ibunal casi repentinamente en la 1I0elIe del ] ï al 18 de {¡'[¡r('l'O de 1546; es decir, poco mas de dos meses dcspncs de abiertas la,> sesiones. 59. Los clleluigos de la TglE'sia no cesan de elogiar á este mah'ndo trastol"lladol' ciel munclo, atribuyendo á Sll reforma la civilizucioll europea. Biílllles le proM á M. Guizot que el pl'Ote6tantismo no merecia esta goJoria, siuo el cHI'gOde haber inte- -40rrumpido la marclJa dc los progl'C50!:l que el espíritn humano habia c'npezado á hacer tintes de aparecer los ref(mnuoOl'es qne no viuieron sino á ocupar' á los hombl'cs en cuestiones teolÓgicas, di,;trayéndolos de las cspeculacione:; científicas para empei\ad.o& cn querellas dogmáticas que por largos afios los tuvieron oividi~ dœ, cn rcvolucioues y gucrras sangrientas, que en vez de suavi~ zar las c()stullIbl'CS las hicieron retrogl'adar casi á la harbaric" habituados los pucblos á la auarquía, al pillaje y li. la matanza. fa. Entre noso[.1'05, que se imita t.odo lo mala de lOReuropeos, tambien se han tributado homcnajes al pa(lre de la reforma protestante, con grave injuria de la I'eligion de la mayoría nacional y de la verdad hi:;tórica que desmientc los elogios dados li \ln perveniO Jiccncioso, sin fe pam con Dios ni para con los hombl'cs; á un pen'cl'so de q,lÍen se avergüenzan los protei'tantes de mediana ilustracion, que para sacar ell limpio la ref(mua del barron que le cac de la condncta de :~u fundador, han tenido q'le dccir, que Dios se vale mu<::has veces de los malos para los fincs de I'U Pl'Ovidencia, j :\Iiscrable efugio del protestantismo, qlle tcndrá que decir lo mismo de todos sus hél'Oes! pero este efugio cae por tier1'a desde q IlC se consnlta el Evangel io y sc ve cuál es el ('aráeter que Jesucristo ha a~ignado á los vcrdadel'os apóstoles, y call cuál ('aractcrizaba y daba á conocer á los fi\lsos, (~lHI1lJO decia: "pOI' 8u,~f'utos los conoeereis," 61. Esta noticia qne abt'evia,lumentc presenta sobre la l'efornla protestante y sus principales héroes, me parece suticicllt~: ¡q para que sirva de udvel'tencia á Jos quc no sepan ntHla sobrc el protcsfantisrno'y vcall si es cosa buena ó no, para <luC no sc cle~ jen engailar de cnalquiera que les diga que San l\Iigw'l es la ma~ drc (le Dios: 2'} pam que rectifiquen sn juicio sobre las cuestioncs religiosas del l:iiglo XVI y siguiente'i, los 'luc hayanlcido algo de tunto como han escrito los autorcs protl'stantes y los falsos católicos que encubiertos ('on el velo hipócl'ita de re::ipcto pOI' la religion, hun desfignl'Udo Jo,;hechos y las per>:;onas, callando nllas cil'cunstancias y éxagerundo ot.ms I"u'u presentar á los pontífices y delllas soberanos qHe eníj'enal'on la hcr~iía de Lutero, como UIIOS tiranos ó imbéciles enemigos de la libertad y de las lu('es, al p,'opio tiempo (flIC hacen inclinal' la balanza en f¡,lVOl'de Jas ref(lrJ1ladores, atribuyéndoles vil,tndes y una lmena fe de que estuvieron tan léjos C0l110de las bnenas costumbres; y 39 para que f'xaminando con cuidado ci ol'ígen y tiempo fijo en que comenzó la peste del protestalltismo, pueda decil' cualquiera pel'sona de criterio á quién' conviene ci t.ít.ulo dé secta1'Îo por excelencia, si á la Iglesia Católica qnc 110 ha snfrido alte1"acion alguna desde que Jesucristo la fund6, ó al pl'ott·stantismo (\UC se "epar6 dc ella por motivos dc sensualid~d y orgullo: s} ~. .la Iglesi.a qUé siempre efllllla 6 al pl'Otestantlsmo que está cl1vldldo en md -41Y una sedas, como me lo acaba de enscñar cI solior PraH, en Jas cnalo,; hay gravísimas llifercncias en IllIutos de fe y no cn monudencias, como dice el seilor J'ratt, porqlle existen y son nolorias en ellas las <livii:iiones, sCllioiones y gnerras. * Hasle sobre sectas; poro otI';¡ Gosa. G~, En Guanto :t la ascrcion de lIsterl, rC'spccto de qno yo ho ve(lado á mis amados iéligre30s, b:~jo pona de exool1luuion, el uso do Sil natural razou, com pn:nclo q lIO lIste(1 aILHleal I':leional iSlI10 absoluto, fuentc percnno <le cITares y extravaganeins, condemdo p')r nuestro Sãniísirno Padre Pio IX en su Silabus ó cal:llogo de los principales errores del dia. Si así es, acepto el cargo. Extcnlbmos lin poco oste plinto. 63. La Iglesia no conrlena clllSO dc Ia mzon, como nstoll lo afirma: lo quo condena es el abuso q lie so hace <le clla, q ucriendo sorncterlo toùo :í. la razon y nada mas. Al contrario, la razon Cg necesaria absolutamente, por(Iuc ci Inmbre sin razon IlO seria hombrc. EntlO la fo i la l'non sc halla una armonía admirable. Para t()(]a ereeneia se nccesitan dos co~as: principios cicrlos y legítima decluC'eion ùe las eonelusiones sacadas de CS03 principios. Los prinei pios ciertos de la revelacion son tallas nq nellas eO,-;èts con las euales so nos manifiesta que Dios ha revelado y lo qne Dio;; ha rl'\"ela(lo. Pero tudas esa;; cn;:as, cualcsquiera (PIC sean, tornan su fuerza de la autoridad de Dios qne habla, ó do ei:ite primer pt'incipio qnc OB ci fUlldamento de lalla revelacion: no se }YttcrJe ncgar Ü¿ Je (Í Dias qne j'cvela. l'rincipio basado on toda razon, pues nada es mas eonf(wme ú la razon <]uo dar asentimiento á aquellas cosas que nos proponc Dios, quc no IlIlclle engafiarse pOl'que es infinitamente Rabio, !li pncde cIIgailal'llo,.; porqne cs infinitamente santo. Sin el1llnlli~o, aUllqne nos fundemos cu la nutol'idad de Dios, necesitamos apoyos cxtél'nOS COll los cualcs nos persllarbmos de que Dias habl(~. G-l. El uso moùerado y sobl'io de la razon no 10 imprneban ni la 'E,;eritum ni los Pathcs de la Igle,-;ia, y pnl' cGnsiguicnte no lo veda la I¡.>;lcsiabajo pella Je excotlluniun. San J'ai,la escribe á los Te,;aloniecnSJS: "Ex-aminndlo todo y alll'uza.1 lo quo es Gucno." r. 'Iesa]on-Îcenses Y. 21. Y San Juall :í. tOllns los cristianos: "Cal'Ísimos, no quemis crcer á todo espíritu, mas probad los espí1'Ïtus si f;on de Dios: porquc ~IUClIOf; F"\1.SO:-; 1'¡:OFE'f-,\S se han lcmntaclo en el mundo." l. Sau J tiall IV. 1 Y 2. San Agustin dice, ell ci libro do la verdadera religion (c. XXIV. L. c.) : "1.iA ACTOHIDADl'IDE FE Y prepara Pl hombre á la razoll. La r(l.zon lleva al entendimiento y al conocimicnto; aUlll}lle lr~m::on no dC8ainpw'a (Í la auto¡'idad cllando se consillera á quien se ha (le creer." No ménos ilustre es el siguiente ]lIg~r dcI mismo Santo: * Si ci seiior Pratt nos replica; \'erificumo5 105hechos y los ilustrullJos COli la historia. G -42" L4JOS de nos~tros, dice, el creer de tal modo que no recibamos 6 busquemos la razon; no pndiendo ni ann Ci'eel' si no tuuifl'a1noS almos 1'acionale.<;; Que preceda pues, la fè ii la razon en aq uelIng cosas que pertenecen á la doctrina de la sal vacían y cuya mZOll todavía no podemos percibir, con la cual fe se purifi(lue el corazan, pat'a que desce y experimente la luz de la razon suprema. Esto ciertamente es de razon." 6[í. Lo que manda la Iglc5ia cs que no sc. atcnga uno li su propio juicio sabiendo y con l'azon que sucederá al que couLa en sí mismo y nada mas, aquella tel'l'iLle sentencia del Eclesiastés: "j Ay del solo! que cuando cayel'e, no tiene quien le levante." IV. 10. Damos pues, ii la razon]o que le es propio, pero !lOS guardamos de incurrir cn el error de los Socinianos y de t.odos los partidal'ios del cspít'itu privaelo que consiste en hacer de la razon única regla segun la cual deban examinarse los misterios de la fe. Este priricipio cs pel'llicioso, porque, una vez sentado, ¡;e convertiria toda la economía de la fe en ruera enseflanza dc filosofía natma!. Esta es la sabiduría soberbia y cnemiga dc Dios quc la Iglcsia con san Pablo reprueba. " PúnJ1w el subcl' de le¿carne Œ enemigo de Dios: puesto qHO ~O ESTA SUJETO Á J,A LEY DF. DIOS: ~ ni larapoco puede." Homanos VIII. 7. Esta sabiduría de la carne y no otra es la que reprucban los santos Padres cuando pareccn contrarios á la razono Creemos para rcconocer, dice S. Agustin, no reconocemos para crccr: pues qué otra cosa cs fe,sillo crcer lo que no se ve? l'ara que se extirpe la discordia que parece haber entre la fc y la ra;lOIl, e¡:;u\ última dcbe reconoccr Stl debilidad y considerándose rodeaJa Je tinieblas por todas paptes, entender quc solo cn la fe halla sn apoyo. N o sucedc esto mismo en las cicncias naturales? K o va el discípulo confiado cn la cicneia del macstro'? 1\0 le da fe á las cosas que le expli(·a eI maestro aunque al pri~lcipio 110 !as comprenda? Y si esto sucedc cn cosas naturalcs, por qué no ha de verificarse en las sobrenaturales? O diremos con los racionalistas, no lo comprendo, lucgo no es así? Autoridad no es l'uzan; Dios habló, se les Jiec; pero cllos contestan, autoriJad no es razan. En la Escritura consta; y ellos responden, pel'o autoridad no es razon, Y así scguircmos la serie de absurdos deI espíritu privado ó del raciollalismo absoluto sin t(~rmino niuguno. l~sto eI3 lo quc repuebu y conrlena la Iglesia, no el uso dc la I'azan, como usted 10 ascgura. El abuso de la razon es mala (~¡nacional: eI uso modemdo dc clla cs bueno y único que cs de l'Uzon ,j racional. Sc dcbe examina¡' y l~er la santa Escritura; pero sin quereria mcdir segun el conocimiento 6 intcligp.neia de cada uno, porquc si cada Ilno la intcrpreta á su modo, resultará el gravísimo incollvenicutc de habcr t!llltas intcrpretacioncs corno individuos, y muchos de ellos querrán cxigil' la l"a7.on~e tDd/), hasta de los misterios, y se verificará en cada uno la terrt- hIC':scnteneia (le Dias cn -1.1 - Proverùios: "Como al qne come mucha miel, 110 le cs burna: así al IlIll' cs escudriiiador de la :Majcstad, Jo hl1lHlirá la gloria." xxv. 27. El expositor habla así: "De Di03 (la l\fajc;;tad) ó de sus divinos arcano!'-, como en el Hebrco. Es MliY LOABLE EL E..'>TUDIO DE LAS DlVI~A~ EscnrrunAS hccho con humi ldad (y esta es la ensefianza de la Igler;ia católica: no hay ulla prohibicion absoluta de leer 6 estudiar l~ Biblia, corno 8e empeilan cn aseverarlo los encmigos dc ella, sino una prevision necesaria para que los lectores se pt'cservcl1 dc errores) j pero cI que lo haec por curiosidad, y con ánimo de peuetrar los divinos mistcrios, qncdar!l deslumbrado, caeri en errores, y será oprimido de la Majestad de Dios. Y qué otra cosa es el racionalismo absoluto, sino el error <.lequerer medirIa todo por la l'Uzon humana? Ahora diga el sefior Pmtt, d{¡lIde consta esa prohibicion absoluta quc dice hay cn la ]glcsia para que no se Ica la Biblia, porquc si no lo dice, los lcctores de su carta vcrán que afirma lo que no sabe y que tocIa la TIlultitud dc cargo,; que hace á la 19lesia en su carta no están bnsados Billa en un snpuesto f:.llso. Oigamos á Raily, respecto delracionali~mo j <.liceasí: "Hay cosas incomprensibles tanto con relaciou á SlI cxistcucia, como con relacion á su manera da ser; tal es un círculo cuadrado. IIay otras cosas cuya ¡uaDem de cxistir no poùemos comprender; pero cuya exigteneia es muy cicrta; par (:jcmplo: cs claro qnc la materia es divisible hasta la infinito; pcro no puedc coneebi¡':;c cómo puede ser eso, ni conciliarse con los numerosos absurdos quc parecen desprendersc de ahí. ~Ias la filosofía dernuestl'a que esc principio es evidente, sin af:.marse en buscnr la mancra de ve¡'ificarlo, por(llw eso está Juera clel alcance de la intcli~cllCia }¡umuuu." * GG. Ya lo hcmos dicho, la IgIe.,;ia no prohibe la leetura de la Biblia r todos tieuen la prucha á Ia vista. Todos YCU q lie la Biblia alHhLtr:,dllcida en lengua vulgar con aprobaciou de la Iglesia: todos los dias se haccn Dllcvas ellieiones dc ella yen todas partes se veude. Lo único que la fglesia prohibe es, 10 repito, que su lea en lengua vulgar sill las notas cxplicatorias que Bon de a1>801ut['.necci:iidad para (Ille los ignorantes no caigan en error, y en IJl'lleba de ello, diec el eminente escritor católico, <.lon José :Manuel G ["oott, le tenemos que la V ulgata latina lIun cuando no tenga. notas, se permite, porgne se supone !Juo los que la leen en latin, son personas d(~algull saùer." 67. La cOlllision del COllcilio dc l'l'enta co el ID<lice de los libros Jlrohiuido", declara l'II bs reglas Iv y [X (\\.\~'1:()1)\)\'; \'lJ\~\)}'~~ V&An VE L\i, IlIBLL\S tmclucidas en LE.':GC"A VULGAH, con tal qne las versiones sean hechas por hombres doctos r católicos y con las nottls tornadas de los santos Pa(lres y ùe la 19lesiu. 68. Por si insiste usted, sefior Pratt, poudré algunos com pro- * 103 LógiCAde 13aily,-}lerliu,-lï8,j.-¡>. 44. .~44....,.. hantes adctnas de Josya dichos. El ilustrísimo sefior Seio dice, hablando sobre la materia: " Ya f1'Ue.~, que estas }'l'ohi6icionefi son de econ~nía ?/lirudl"TlCia y NO Â.RSOLUTAS NI POR RA7:0:N DE LA lfATER¡A, QUE ES 8AXTí¡;IMA y UTlI,íSIMA,vcamos en los mismos decretos:' doetri na de la Iglr¡;ia las con(liciollCfl y nwdel'acioli que se deVe gu:.mlul', para que esta obra se permita sin rie¡;;g<>.y PUClla dar el proveeho que ella encierra, y,que necesitan Jos nole.<;. La p"imera cond'iciol) es, que se hagan semejantes traslacío~es ('.on 311tol'Ídad y aprobacion de la Iglesia, y no al arbitrio i capl'ú,fw de cada two: y esta pucde darse por elltrnspo Ó inq uisi¡]or, )' en España poreI inquisidor general, á quien ('.specialnwnte está ellcomeJ¡ldatla la inspeccion de los libl'Os, en razou de mante'" pel' siuoor;¡. y pura la, doctrina católica. Lo qlle expresamente se .advierte en la regla 'IV del Indiœ romnno de !)io lV. La segunda,que f;t) trabnjen estas versiç>r!flS por autoresdocto.~, pios y cató~ lioQs, como lo dec:larb In m¡~m;1 COllgregaeion del Indice en 13 dejullio del año de 1757, y Jobabia ya prc\'enido Inocenciou-!: {lJl una carta á BerlJ'3ndo, obispo de :Metz, quien, babi{\Qd~Sft Q\1¡>jado del arJot' que algunos da sus feligr~ses mostraPu\l'Poi: la leceion <le los libros de la Biblia en vulg~r, le respondió el P(lpa í}'lMJ e.¡tc dese\> era loable, :;on tal que nrera.$ana. la intencion y doctrina del autor de la version, y pllras y sincel'¡\." las costunlbres y la fe do los (jllè SI' servian de ella, y con el debido respeto á la sallla ¡.¡edcy á la Iglesia rf¡tólica. La tercera eJ', que se hag;aq la¡;¡ sl~br{'dichas versiones ajustadas, no solo en las sent<mcias sino tambien en las palabras, cuanto pueda ser, á la edicion V ulgata latina, sin .dejar por eso de QO~nltar los, textos originales, cuando lo pidicl'e la mayor dec1araeioQ:~¡ sentido. Lo qne igualmente se da á ent;cnder en las reIl;ridas regias del I ll(lice romuno, y m:WOl'il1Clltc cn aquellos tiempos, en que por tantos caminos procur~ban los PIWTESTANTF.8 desacreditarIa cn odio de la Iglesia romana, qne solemnemente la habia abrazado en un Concilio t'cu-:ménico. Si á esto se añaden algunas anotaciones de santos Padres, ó de autores doctos y patÓíicos, para declaral' algulllugu difícil Û OSCUl'O, nada quedará que desear j )' ,~epodrán proponer ,á lo~ficle8esta,~ copiosí,~ima8.~B, para que bcbandiJ elúl8la pureza de. la doctrina y la ¡;alltida4,fi,e la vida." Qué dice de esto, sellor ~)l'att'! . 69. Bonedicto XIY (Papa romano d~ 108 tuas notables) mandó reconocer ellndice l'omano de libros ~ohibidos; y con su autoridad y flprobacion se imprimió primero ~ Roma, y luego Sc rcimprilllió el uña de lï61, con estaa~ á las reglas IV y lX del ant.io·uo Indice, reconocido de órden"d~ Clemente VIU, en que se .t~ata de jas prohibicione.~ de Ins Ri.bl~ en lengnas \1ulgaF6..<';, y .dicc: Que gene¡'alme,.(e pc conceden ~w.ejante8 1)er8ÍO¡W8 de la Biblia en leng7j..a¡'ulgar, sí fueren apl'obwlas pOi' la 8ill(~ apostólica, ó se puólicaren COli arwtaciones sacadas de tos eq.ntolJ Padrcs de la Iglesia 6 de ínttrpretes doctos y católicos. -45- 70. El decreto (le Pio YI ( otro Papa enemigo ele que se lea la Biblia) <lirigido al docto Antonio Martini, qne pnLlie6 toda la Biblia t'Il ]('ngna italiana, y FC imprimió la primera yez en Turin el aii::>(le 17(j\), y despul's cn 1\iípolcs en 1772, pursto en llu(',:;lro idiolll~L ynl¡.?;al', dice así: "Pio Papa YI. A Antonio « Martini, salud y bCJl(licion :lpostÚlica, Amado hijo, cs IJlUY I(loable tu prudcncia, con la qUI~en medio de tanta cOJ]fusion de « liLrm:., que impugnan atrevidamente la religion eflt6lica, y con te tanto dano de las almas corrcn pOI' Jas manos de los ignol'Un« tes, hns qncrido excitar en gmn mancm á los fieles á la lercíon fi de las santas Escrituras, por ser l'lias las fuentes <teE DEBE~ ]';;;«'l'AR AIHEUTA" PAUA TODOS, á fin de que puedan sacar de allí te la santidad de las costumbres Y dc lo. doctrina, destcrrados los « errorcs, que en cstos calamitosos y dcs((1'/'eglados ticmpos tan anI(chamcntc se derl'Uman: lo que sabiamcnte has practicallo, IIdando á la luz 10H liLros sagrados puestos en idioma vulgm', II aeomodándolos :í la comun inteligencia de los fieles, habiendo ft aliadillo aquellas notas de los santos 1>adl'es, que has Leniùo por fi cOIlveuientes para prec(we¡' cucllquicl' abll.ço; en lo eual no te te has desviado de las reglas de la congregacion del Indice, ni de « la constitucion, qlle soùre esLe punto publicó el inmortal Pou"tíficc Rcnedicto XIV, al cual NOS habcmos tcnido por preJecesor « de gloriosa memoria, Y nos gloríamos de haùcrle tenido igual« mente por exrelente m:ll'stro de la erudicion eclesiástica, cuando Il tuvimos la dicha de estar cn su f:lmilia, Por lo cllal, dando los II lool'es que se deben fi tu doctrina Y singular piedad, te d;¡mo5 Il tambieu Ja'l deLidas gl'acias por los ejemplares de esta obra II que nos has remitido, los que tenemos ánimo de leer, cuando «el tiempo nos lo pcrmita, Hecibe entre tanto en testimonio de Il nuestra benevolencia In. bendicion apostólica quc te lIamos con « todo afecto, Daelo en S. Pedro de Roma, IL 17 de marzo de 1/1778, afio IV de nuestro pontificado." Y <liga todavía, seílor Pmtt, quc la Iglesia 110 quierc que se lea la. Biblia.. Seguro qne lo haee! . 71. JJos lectores DOSdispensarán si somos algo difusos y el SCñOl' Pratt n08 excusará la tardauza en contestarle j pero CH nccosario que se palpe lo q\Je hay en l'calidad, y se eOlll)Z(:a si es bien fun<.lado ci cargo gllc se hace á la Iglesia católica, de prohibir la lectura de 1a Biblia, ó si es que ella vcla y vela!'á, como lo dijimos en nuestra carta antcrior, para que no se corrompa por los cspíritns que quieren ser absolutistas y scmiJioses, no qneriendo admitir autoridad ninguna ell lo mas necesllI'io <.letodo. L0S rlcseos ùe la Iglesia, columna Y firmamento de la verdad, SOli, que el pan de la dÚ,illu palabra 8C(t el nlimcnto cotidiano y comun de los fieles, Si no se tiene la. Biblia, si no se lee, si no se estudia por algunos ó mucho~, volvem·o.~ á preguntar, podrá. atribuirse esto á la Iglesia '? Enwnces cada pecado ó error -46de cada catôlico debe inipntal'¡;;e á la Iglesia. Sí, 6 l10? Unamadl'e marida íi sus hijos que lean y uno de ellos ó todos t1e.sobedecell Y !lO Icen, El ~eñor Pratt diria: la madre tiene la culpa. 72. El señor Pratt creyó de seguro que no habria,por lo mér;os aquí, quien le contradijera en esta clase de cuestiones y diri;¡ para sí como el astl'ónomo despreocupado: "El mentir de Jas estrellas Es un segura mentir, Porflue ninguno ha de ir A preguut.'irselo á ellas." Si usted hubiera escrito para mí no mas, habria podido hacerme creer lo que estampa cn el número 16 do su carta; pero escribiendo para el público, no sé cómo haya tenido valor de decir lo siguiente: "Tau craza ( así está) i~nol"aneia de este asunto es lá que se lIa apoderado de los pueblos cat(¡llcos romallOS, que TRiliS CUARTAS l'ART&c; DE ELLOS nUENAMÈ~~rE CRBEN, que " la.Biblia '! eS la obra màe,~tra del diablo, comp'Uf!sta por hombres malvados, y pœ sofo sirve para encaminar sus lecto/,(8 derechamente al infierno! J' Oh! usted se captanÍ: segnramente lu voluntad de los católicos, como buen misionel'o, haciendo tau ilustradas aseveraciones!' , 73. Vuelvo li la cuestion de seL' b lectura de la Biblb el únicornodo de enseñarb religion. Dígame, scnor Pratt, ¿, ántes de qne :Moiscs l'scribierá el Pentateuco; esto es, desde el principio del mundo hasta lacxisteneia de aqlÍeL profeta se euseM la retigion? ,Sí, ó nQ? Cómo se hacia dicha enseñaiÜm, por la Escritura ó'por la tradiciou? Contestc,pet'o, pOL' caridad, nC!deduzca de ahí, que soy contrario á'la Escritura ni que yo quiera decir que no necesito de ella, como lo hizo cuando ùe lo que dije, acerca de los apóstúles y de Jesucristo, para probar que el modo de ensei'iar no era solo leyendo, usted sacó la consecuencia siguiente: "LIH;go, porque lo hiciese así .Tesucristo, que era y es el Profi~ta por excelencia de su Iglesia, y pOl'que osí lo hiciesen sUS~lpósl'oles, á quienes él mismo eoniunic6 el don de la plcnaria inspiracionpara poder enseñar é instituir á su Iglesia con toda autoridad y acicrto (como por sus escritos continuará haciéndolo hasta el fin del mundo), se signe de aquí qne ci doctor Higuera y sus cofrades tampoco necesitan de los escritos, ni ,de los apóstoles, ni de los profetas para la ensefianza de su" feligreses? No, señor Pratt, no se signe, sino es qne usted lo dcduce 6 POI" mala fe, {, por no comprendcr" que lo nfirm:ldo por mí era. que no solo leyendo se ensei'iaba, ni era ese el único medio de aplicar la doctrina de .Jesucristo lÍ. los hombres, . 74. Sin embargo, para probar usted que mi dicho cOllsiste en que no conozco el .Evangelio, me trae varios textos. Tomaré el -primero; único, de los:que me cita ueíed,qoo habla dequc'Jes.ll:- -47cristo Icy6; dice así: ((Y fué (Í Na.7.aret, en donde se ¡wbia criado, y fIf~Y~¡;¡';oux Sl1 COS1T)lflIŒ EL IlIA DE sÁnAJ>f) EX LA y se leva¡¡[ú alceI'. S. Lúeas. IV. lG, quicn quiera qnc verifiquc este texto entcndCl'á qne la cost1l1/lIJl'e J:ie reJiere :e la entra(la de .Tes::s en la Sinagoga y no al neto de leer, como lo hliú~ l'ntcnder el SCiiOl'l'l'aU, tcrgi\'erióalldo cI J:ientillodel texto y an¡'lllnlHlo que cI texto diec expresamcnte, "que Jesus J:iC levautó para leer bs Ese¡'it uras c01\foi'int! á sn costnmó¡'r,," Muy poco rc;;peto iÍ la Eseritma, seíior Pratt. Yo no lo haria, ni ninglln sacerùotc eatólico se atreve Ii cambiar ci (¡rdcn y sentido dc. im texto solo pOI' salirse con lo que <¡uiere. Lns demas textos <¡ne me cita. se refieren meramente {¡ la importancia de la Escritul'a. Quién la nie~a? :Xo obstante u:;ted sí da á conoecr qne ha leido al~o. 75. Otras pt'cglJllLieas y pcr(lon. l, Cómo se enseii6 ln doctrina de Jesncl'isto f.ntes de que se escribiera" El Santo Evang'clio" '! Y no solo la enseñaban 10:3 np{¡stoles, J:iina los fiek3.í. qnienes la confi::ball aqudlos.r podian cnseñarla á otros, Pero C{¡lUOlo hacian '? Por la Escl'itnrn,6 la Tradieion '! Y podr~mos deeir que la Tmdicion no es regia de fe? Ln. Tl'adieion cs neceEaria para sostener la misma Escrillll'a y ]a Iglesia para ellstodiurlas (¡!Uba;;. Y á lu vcrdad, dicc un teólogo catÓlico citallo por J ùan Min]er, si Jesllcri:;to hnbiem <1l1el'ido qne todos los hombl'cs aprendiesen Sll religion cn un libro, csto cs, en el Nuevo TCFtamento, él mismo hubiera escrito este libro, é implle:;to al mi:31I1O tiempo la obligar.ion dc aprcndcl' :í leer, como el primcro)' fundumental precepto de Sll rcligion: léjos Ile eso, vcmos que J('sucl'isto nada escribió, como no sea los pecados de los Fariseossoùrc la ticl'!'a de q lie habla "an J uun (S, Joan YI II. 7.) N o se sabe tampoco manllase :í los ap6stoles <lne escribiesen ci Evangelio, aunque les recomendase frceuentemonte quc lo }ll'cdienscn fi. todas las Naciones de la tierra. Ellos pasaron toda Stl vida CIl este minii;terio, predicando ]a religion de Jesucristo (lesde la .Tudea hasta la España por un lado, y por otro hasta las IIHlias, fundando y estableciendo Iglesias en todas partes, y confiando su doctrina â los fieles que lJodian por su l)arte enseiía,.{(£ á oti'O,'!. Solamente aZguno,~ de ell08 esc¡'ibiei'on, y pOI' lo eOlllun Sl1S esel'itos fueron dirigidos á pcrSOllas Ó eong¡'egaciones partielllares, y en particulares ocasiones. Los antiguos Padres I1US ·dieen que San :Mateo escribió su Evnng-elio á pcticion de 108 cristianos de la Palestina, y que San l\Iárcos csel'ibió el suyo:í ruego de los de Huma. San Lúcas dirige 81l Evan~elio á 7m padicnlar, á Teúfilo, habién<lolo escrito, dice el Santo Evangelista, pOl'que así le haúia parecido convcn'iente. S.,.Tuau escribió el último pnr satis{¡u:el' los deseos del clel'o y pueblo de la Asia menaI', para probar especialmente la divinidad (le Jesucristo, qlle Cel'illto, Ebion y algunos otros herejes se cmpciíaron Cil negar. Es illduE:S'l'UÚ tiINAlH'UA."'i59(l, -48dahle que los Evangelistas fueron inspit'ados por cI Espíritu' Santo {i prest.arse á la pet.icion de los fieles escribiendo SIlS respect-vas Evangelios; pcl'O sin embargo, ni los Evangelios ni las oca!l'(}I}es,porque fueron: escritos, of'recen cosa que pueda movel' li. creet' que aiguno de ellos, ni todos juntos, contienen una expo8icion enlem, clara y circunstanciada de toda la religion de .JeSlICr¡sV), Las Epístolas canónicas del Nuevo Testamento indican ella~ mismas la OC"dSiOIl particnlar con que se esct'ibieron, y como observa el Obispo de Líncoln, "no pueden mirarse como trata.. .dos regulares de la religion cri"tiana." V ctlga un texto en confirm1cion de lo dicho. Héla aquí: "Olms mncha.'? cot!a.~hay lamb·ien dice San Juan en el último ver"o de su EvanCfelio, (~{;E HIZO JEHUS: que si ,~eescribiesen una por una, me p(t}~ce qne ni aun en ef mundo cabí'ian los lib¡'os qne se ha/wian dp. escribÍ/'." No está probaJa la necesidad Je la Tradieion con este mismo texto ?' lAI buena fe dirá sí. 71i. Un poco sobre claridad de la Biblia é ignorancia de los (,~'\t6Iieos en la misma. Todos los hombres puedvn entende¡'la J3iblia en toelas parte,; de ella, dice usted. Entónces pam qué elccil' que alguTlos la equivocan '! Pero lo" quc la equivocan, se ùirá,son Jas sacerdotes romanos: y qué, ¿ los sacerdotes rom::lI1o:!110 somos hombres y por consiguiente susceptibles de entender la Biblia coml) nos parezca, siendo así q Ile es clara y no necesita de inteqm·tacion alguna? Ella no se explica ú sí misma, quién la explicará? El señor Pmtt, por ejemplo? Con qué autoridad'? Con la de su vastísima ciencia; pero si ua necesita de interpretacion, para qué? Busta que sc lea, Y si se tucreeel sentido? No se tuerce porque es c/ara yes blasfemia demI' que no lo cs, afirma el señol' Pratt. Y cómo los católicos romanos la hall trastornado? E:'l porque nl) la leen ni estmlian. Ni ci P. Seio siquiera '? Ni Vence, ni Natal Alttiandro, ni Camelia Ii Lápide, ni S. Agustin, ni Sallto Tomas~ ni el p, Amat, ni KaIckstein, ni aun Sau Jcrónimo, &, &, &? !!! Ya dijo el señor Pratt que es que no lf\ adoptan en la Iglesia romana. Ah! Así, sí. Los rornanistus no leen ni estudian la, Biblia, dice usted, Y las !)oliglotas (Biblias escritas en varias lelJguas) cómo se hacen'! En España IJO mas se hicieron varias ediciones ~ las dos primeras, la Complutense que se debe al Cardenal Jiménez y la regia impresa en Amberes • bajo la direccioll de Arias Montano, comisionadO' ad hoe. * Aun yo, que soy cicl·tamcntc el último de los sacerdotes, oon07£0 nna escrita en doce idiomas. Y las concordancias de la Biblia? Todo esto se hará sin leerla ni estudial'la? Tenga juicio, señ')r Pratt, y no se exhiba tan tristemente 6 cI'eyendo que el público es ignorante, ó manifestando que usted nO' lo respeta, 6 queriendo hacer ostentacion de mala fe ó de ignorar todo lo dicho. Perdone, pero la verdad sea dicha. Solo á los muy igoorantes podrá seducir usted. ,. Feijoo. Teatro crítico universal. Tomo. 4,QP. 410 N. 33, -4977. En clnúmel'o 11 de Sil carta sula haré notnr qne los prote,tantcs qne forman un núlllül'o bicn l'cilpctablc, ,~on so,~fenidos por CO:-iTRm¡;C{():,\ES ¡;o!unt(lria,~ qne w!cicndcn á 8 6.000,000 Jw'/'tes y los católicos, di~o mal, los 1'O!TI:lI!OS 1101' c'Jl!tl'l'úucíoncs JOi'zn,m,~,":-;in vcnta <le sacl'anwntos, S('g'lln ci ](,u~!l:~je d(} usted (;. como qlw :'JO c]vid(¡ lin tanto de (¡Ile e~t.:ribe pam el público, cn el cLlal se hallan }lrotcst:1ntcs juicioso::; qnc COJJl!,J'('ndl~n(lllC 105 sacramentos no se vcnllen sino qlle los fidcs so:sticnen Ú los ministros COll nn estipcndio <]llCmuchas veces 110lo exigcn ~ * y no calcula c111esí los saccr\lotcs romanos tllvi6mlllos rcuta como lIstCIl, no habz'ia nccesi(laJ de esos clercchos 1 Hcpare usted eu :Francia)' lo vcrá ), ÙiC7.1110S, primicias &." 78. Estm; diczlUos y primieias !lO constan cn la Biblia? Veimoslo. 7D. En cI prccepto de pagar diezmos y primici:¡s Tm)' una parte quc es de derecho <livillo y natural y por consig-uiente invariable y otra (le derecho eclesiástico y pOI' consiguiente v:u'iable y de disciplina. Es de <lcI'ccho divino y natural el dar ci salario al opemrio y reconocer que {i, Dios pertencccn ll11estz'os bienes, y esto lo ha(~crnos dando algo de ll11estros fl'utos, g:zn,\(los 6 hahcre,; para ci clllto ó pam sustento de los ministros de él. El derecho natmal nos diœ tallli¡il'll, el que tieno derechos tielle oblig-acioucs. De ahí rcsult~l (lile cg ílldi::pen~ab]c el sostcnimiento <leI culto y el sll~tcntl) <lc loc;saccl'llutes hedlO pnr lus fidr!'l; pel'o es variablc el modo de pl'acticarlo y csto lo lii::ironc la I~lesia sCgllll las cirCllnstancias. A::;Í llámense dieznzos ó primicias esas contt-ibll1',iünc;:, lI:ímcllse 1'C'llta ó contribut.:Íon, y háganse poz' los in<lividllos en dinero ú frutos corno entrc nosotros, ú pOl' el Gobicrno, como en Francia, todo cs Ulla, Todo indi \,iduo e~tá obligado en conciencia, sea cllHI filCz'e la industI'Ía que ten~a, á cntllp[iJ' etic dd)er, De ahí la sabia disposiciol1 de 1111estz'oPrelado cn su decreto de diezmos, l'Il ci cllul TIlanifl'stó la justicia que <lcbe huber eu c.~epUlltO)' la equitativa dititl'iblleion qllc debe existir entre to<los los ficl\'~, pagau(b \\nos el dic~mlO de ganndo" )' fl'lItos quc se llama reul y otros el d('1 prodlleto de SIlS ganancias y (lile sc llama per.sona!. Citaré algullos textos, annque COZl bastante trabajo pOZ'Illl COIl(l\:CZ' la Biblia, como lo dijo usted, Ucsl'ecto de üfl'eeer dOllcs al 8efiOl', hallamos cllzceho mas antiguo en los dos jlrimeros hijos de Adau, es dceiz' cu la primcm filnliJia dcllllllllÙO, Y aconteció nI cabo de lIIuchos dias, qlle Ü¡jn r:fl'ccics<! de 108 frutos de la tic/'/'a, pl'cscntes al Sefior. Génesis IV. 3. Abel of'ecÙí asimismo de 108príil!')[Jhtitos Je Sil ganado, y tIe las .'I/'OBU/'W] de e/fos. l\..¡id. 4. Hespedo de csto seria no acabaz'. Citaré textos quc hablen exprc::;alllente de diezmos y primi,¡ Este estipendio no "C (la "ino (!n r1c)~S~Cralllr\\tns, en cI ha\1ti"lno y Cil el Illatrimonio, ljlll'rlantlo los m:IS difïeill';; úe adm¡lIi."~rar sill él; á S:lhor: la COllfc~ion, j¡~ Eucari.tfa, la ExtrcllIU-LnciolJ, el Orden y la CúllfirUlaciol1. 7 -óO~ cias. Y d¡61e (Abram) diezmo de todo (á 'Melchisedech,porqnc C/'a 3ace1"dotedel Altísimo. Géncsis XIV. 18) Ibid. 20. Y esta piedra que he a·zado por título, será llamada Casa de Dios: y de todo lo que me d¡eres, te ofreceré los diezmos, Ibid. xxvIII.22. So tardarás en pagar tus DIE/:MOS y PRDlICIAS: me darús el primo~ génito d~ tus hijos. Y sernejantemente harás de tus bueyes y ovejas: f.iete días estará con su madre, y el dia octavo me lo lIarás. EXiJdo XXII. 29 Y 30. Separad entre vosotl'OS, dijo :Moises !Í los Israelitas, las primicias pam el Senor. Ofl'ézcalas al Sefior cada UlD voluntario y con ánimo inclinado: oro, y plata, Y cobre, &. El lector tendrá la bondad de lecr toùo el capítulo treinta y cinco dd Exodo para quc vea con qué generosidad cumplieron los Israelitas este prccepto para la cOl1struecion del tahcl'lláeulo, de sucne que el mismo historiador Mgrado dice que" Ofi'cciel'Oll al Señor con voluntad muy pronta y devota las primicias, para hacer la obra dcI tabernúculo del testimonio. Cuanto era meJlester para el culto y pam las v(~stiduras sagradas. 21. Eu el Levítico: TodoE los diezmos de la tierra, ya Heall de granos, ya de frutas de árboles, del Señor <;on, y et élIe son couSagrados. Y si alguno qnisiere rescatar sus diezmos, añadi¡'á una quinta parte de dIos. De todos los diezmos de vacas y de ovejas y de cabras, que pasan bajo la vara del pastor, todo lo que contare décimo, será con~ilgrado al Se fiar. XXVII. 30,31 Y 32. En el libro de los Números: Sirvibtdome 80los l08 hijos de Leví en el tabernú.c¡Ûo, y llevando los pecados del pueblo. Estatuto perdurable scrá en vuestras gencraciones. Ninguua otra cosa poseel'án, cOlltentáudose con la ofrenda de los diczmos, que he sepm'ado para sus 1tsO.'? y necesidade,~. y hallló el Sefior á Moises, diciendo: Da ól'dcn á los levitas, é intímales: Cuaudo recibiéreis de los hijo,.; de Israel los diezmos que os he dado, ofreced al Señor las primicias dc ellos, esto es la dC>eirnaparte del diezmo, pam que os sea contado como ofi'cnda de primicias, tanto de las ems como de los lagares: Y de todas las cosas de que recibís primicias, ofrceed al Señor, y dadlas al sacerdote Aaron. Todas las cosas que ofreceréis de los diezmos y separa¡'éis p~ra dádivas al Señor, serán las nlC'jores y mas escogidas. Y les dir{¡s: Si of¡'ceiéreis lo mas precioso y mejor de los diezmos, os será contado como si hubiéreis dado las primíeias de !a era y del Jagar. Y los cOffil::réisen todos vuestros lugarcs, tanto vosotros como vuestras familias: p01'l"JuelJ1'ecio es por el minislerio con que serl;ís en el tabcrnáculo del tcstimonio. Y no pecaréis sobre (sto, reservando para vosotros lo Ill~ior y mas grueso, no amancille¡s las ofrcndas de los hijos ùe hmel, y murais, xnlI. 23 y siguientes hasta el fin. Y los hijos dc It'ruel y de J udá, que hahitaban en Lis ciudades de J udá, ofrecieron tambien diezmos de bucyes y de ('vejas, y diezmos de las cosas santitlcuth¡;, quc habían ofrecido por voto al Seilor su Dios: y llevándolo todo) hicieron IllU)' grandes montones. u. Puralipómenos XXXI. 6. Honra al Seilor con -51tn hacienda, y dale bs primicias de todos tllS frutos: Y se llenaní.1l tus trojes hartura, y ùe villa rebosarán tus lagares. Proverbios III. 9 Y 10. De btlen eorazan da gloria iÍ Dios: y no ccrcelles las primicias de tus mallos. En toda ofrcnna muestra tu cara Ull'gl'(', )' santifica tus diezmos con regocijo. DA AL ALTísr~ :MO S}X;U:-i QU ¡.; [;;L ']'I;; HA DADO, Y con buen ojo of¡'écele de lo qne hallco'cn lus manos: Porque el SCÎÍor ES RDlUNEUADOR y te volve/,a siete tantos mas. l\"'o quieras afl'ecer dones defectuosos, púrque no los recibirá. Eclesiástico xxxv. 10,11,12, 13 Y 14. Por últi mo: Tobías se iba á Jerusalem, al tem plo del Selior, y adoraba allí al Sefior Dios de Israel, ofl'(~ciendo fielmente todas SllS primicias y sus diezmos. l. 6. Algo del X uevo Testamento. Eu San ~Iateo, 'hablando el Scñor de los trabajadores de la vin,\ dice: Dijo el dueño Je la viña á su mayordomo: llama á los trab~a~ dore,;, y págalcs su jamal, comenzando desde 10.'1 postreros hasta Jas primeros. xx. 8. Y cI que planta, y el que ricga sail ulla misma cosa. Mas ead(t uno reeibi1·a Sl¿ propio grda¡'don segun su t¡'abojo. r. Corintios. IIr. 8. Los presbíteros, quc gobiernan bien, son dignos de doblada honra: mayormente los quc trab~an en }'lŒDlCAR, y ENSE~AR. Porquc dice la Escritura: no emboza¡'ús al ùuey que trilla. Y: EL OlHŒltQ ES nIGXO DE SU JORSAL. J. Timoteo. v. 17 y 18. Jesneristo dice en San Lúcas: Y pel'maneccù en la misma casa, comiellllo y bebiendo lo quc cllos tcngan : pOlYJ1hC el t/'abajador dif/no es de su salario. x. 7. 80. Seamos imparciales. Si á los Protcstantes que no tienen mas funciones que leer la Biblia (pues el explicada es un abuso, siendo suficientemente clara pam todos, segun dicen ellos mismos) y haeeda Cil'clllar les contribuycn Call las cantidades ya dichas, ¿ qué tiene que vcr lo que dan los ficles CI lossacel'llotes católicos, tenieu(lo éstos que cumplir ministerios tnn penosos que no les ¿('jan un 6010 dia de dc;;canso? La gracia. consistiem en que así como en aJgunas de Jas sectas del Pl'otestantismo (como en la dd seiiOl' Pratt) no hay sacerdotes ni oficios tan penosos, tampoco hubie,:,e rentas para los que se apellidan ministros. 81. Pero IlO se crea qne los pl'Otcstantes lei! hacen mala cara lÍo los (liczmos. Abramos un poco la historia (la de hJanc\a, por ejemplo) y leamos; dice así: Irlanda-H Los ingJeses, dice CGsal' Caotú, como conquistadores y como protestantes, ocuparan todas las propicdades del pais, tanto que dcsde el ailo de 16·10 al de 1788 niogul1 indí¡;enu podia poseer terrenos." . "Para dirigir Jas treinta y dos diócesis y ocupar los mil treseielltos oehenta y cinco beneficios que habia en tiempo de la reforma, EL GOBlER:S-O nomb¡'6 Obispos y Can6nigos anglicalW8, y cailla los eat6lieo,> se negaron á someterse tí. su autoridad, quedaron ell cada silla episcopal y en cada parrocl uia dos individuos ~jcrciel1(lo el mismo empleo, cl p¡'otestante CO~ PH;(;ÜE HE~TA, nu¡neI'OS(~ familia y ~INGV.N PELIGRES, ac BANCO DE LA REPUBLICA BIBliOTECA lU:~ - O\NG;:l AP',.NGO -52'!J ,?l crÛñlico, l'OnRE cmro TODA J,A PLEBE QrE LO nOT>EA, y Je cuyas limosnas t'ive. Fortuna grande es que se hayan podido .co¡¡servar la religion y la nacionalidar} I'll UlI pais donùe sc hacia la gnerra con tanta dcstl'eza, Ilevándola hasta los senos mas; l'c(~úndito'3 de Ia couciencia y del llagar doméstico. Beg-un ios in/armes tomados cn 1822, de los siete millones de habitantes que contaba ent6nces Idanda, cinco millones setecientos cincueu~ ta mil eran catÓlicos; doscient(ls cincuenta mil prote~tantes disidentes; quinientos mil prcsóiterianos, y otl'OS tanto8 anglicanos j al raso que de los diez y ocho mil acres de terreno, equivalentes {¡ catorce millones de libras esterlinas, dos undécimas parte" () ,sean dos millone'3 y medio de libras, estaban en poder dcl CLF..RO AX nCATúLlCO, ademas de otms seter·jentas mil libms qne ~COBR.\BA POR ])IEZ~IOS~, La comna nombraba mil seiscientos ochcnta y cuatro bClldieiados, de h,s cuales quinientos por lo mé>w8 JU;'<;IDIAN PlJF.RA DEL PAIS," Digno de llotarse es lo que sigue en %ta Ilota del mismo autor: "Hoy dia no cuenta la Iglesia anglicana mas qne COll700,000 secuaces; es decir, una dér:illla parte dellllÍlllero de católi¡;os; y sin embargo, todos los años saca de la Ùla POR 220 llILLONES DE FIUNCOS. E"tá rlivi(lida eu las cuan'o !)l'()Vincias eclesiásticas dc AI'mug-h (mas de la mitad son anglicanos), Dllulin, CashcIl y Tnam. Tiene 82 ol>isp'tdos, J 387 bendicios, 2450 parroquianos. La l'enta mcdia de cada Obispo (anglicauo pl'otcstante) sube it 175,000 fmncos, Uay pal'l'uqlli~ que no tieue mas que un anglicano y 1500 cat6licus; otra tiene 12 anglicanos, y 5393 católicos. Sin embargo (esto es lo mas lindo l) los católicos se ven obligados ú. pagar ~ El. Dmz~W Á LOS SACERDOTES ANGLICANOS ( JJl'otestantes ). * 82. Rcspect{) de que mis feligl'eses !lO sigau á usted, ]0 crco mas firmemente ahora que pueden cot~jal' !lllCiJtl'OSescritos, porque son personas sensatas quc v<:l'Únque ustcd no es, como aIgu. nos Jo creerían :lutes, un sugeto condecorado con misioll alguna legítima, sino la de hacc!; lo contrario de lo que profesa, plies usted predica dehiendo solo ]ecr y dejar á eada UDO que tome el camino que le parezca, porque [rt Bi1;lia es elora prU'a todos, segun usted. ¿, Y cuáles SOillus ex-sacerdotes qne llst~d com para á San P¡\blo? Los antiguos Lutem, Ü\lvino, hninglio, J~colampadio &. &..? Mas úntcs en:ílcs '! Ahora LIOl'ente, cI P ..Jacinto ... ? 83. 1\050tros no SOIllOSJesucristo como listed quiere hacérnoslo deei r; pero sí representamos su angusta pcrsona, aunque illdigní5imos, y por llJas exagemdo qnc le parezca esto á usted, plies ci mismo JesncI'i¡.to lo dijo en sun Lúcas: Quien á \,Osotl'08 oye, á mí me oye: y qllien tí vosotros despl'ceia, á mí me desprecia. Y e] qne á mí rue desprccia, desprecia á aquel que me envió. x. 16. Vstcd hacc un cotejo eutrc los dos para cou.,. * ~istoria. universal. Tomo 6. P. 724. Edicion de 1869, París, - 53 - ycnccrll1e <le que el hecho de ]Jredi('Ur yo en lu Icn~lIa vulgar no pru"ba ljllC no sc le impida haLlar sino en latin Ú .Kupstro fídim' JOi'ucl'i~to, y le parece quc con eso quiel'o lier ,Jcsucri~to y que por con:,ig-uicntc !lO tengo lIlCHlc,.;tia(repiti{ondoll,do otra vcz)o Aquí hay dos iUCOUVCll;vlltcs; el IIUO que ustcII no Cil saccrdote y yo sí; y el otl'O qHc ili ex [ll'l'sé ei'to, 110 quise decir ni se deduce q!le yo Cl'ra scr JC>:llf'risto, Lo que qllise docir fué: hublalldo yo Cil caHella!lo :í tuili ft:l¡~re"es y jumas ClI l:Jtin, )' no Plocdimndo sino la doctrina de ,Jesuclisto, es decir Sll Evangelio, no "é cómo pueda decirse quc no sc le ]JC¡'mite hablnr á El; pem listed, seíïor, cs muy lijcro pam torccr la intcllcion y saca¡' las conseclll:ncias á Sil lI\CHIo,Hablaba usteù scgurumenÜ' de la lectlll'a dc lu misa cn latin? Dsplles dc dat' á usteù las gracias por Sil gal:.ll1tería de llamamos hipÓcritas, le reeon!ar{:, pues 110 creo qnc ]0 ignorc, que hay libros con las oraciones y dcmas partcs de la misa en castelln no, y, camu si esto 110 bastara, bay misalcs romanos com p]etos en castellano, Yo }loseo uno impreso en Paris el afio de 18G:¿ y ]lUcIle veria cualqniera. Su título t'S: ~IISAL nO)[A~O CO)!I'LETO con un snpleblento de ]05 Hantos de Espana y otros reinos por el I1ustl'ísimo seiior D. Joaquin Faría y Camal'go Pl'otonotario apost(dico, En la aproùacion de dicho misal hecha pot' el scl10r ArzobiH¡>o do Toledo, el Cardenal de Alameda y Brea son notables cstas palaLms: "Por 10 que ;Í nos toca, no solo damos IlllCstl':t ]iecncj[l para que sin rcparo alguno pueda lccl'sè lu traduceion del misal hecha por V. S, I, sino que oportllllulllclltc recomcndarcmos iÍ nuestros dioccsanos se aprovcchen de ella eu su ordinaria asistencia ,Í, Ja cclcbracion del santo sacrificio dc la, misll." Hagamos un cntimcma, sellot' Prat,t ; lVO todos lU8 catúlicos tienen de es tus rnisalcs, lnf,r¡o la iglesia ?Oomana y sus sacel'dotcs no gniel'cn gne Jcsllcl'Ùdo ~ hable sino en latin. (1) 8-1. En cnanto á la tolcl'Uncia, no se manifiesta lIstCl1ménos sahio conftllHliendo ]a libcrtad dc cultos con la tole1'allcia en materia de ellos, ó sea la tolerancia civil con la religiosa, Abramos el diccionario y veamos la definieion ; dicc así: "Tolrral1eia.---Permision y disimulo (le lo quc no se debiera sufrit· sin castigo del q\lC lo ('jecuta,-Civil. 1JS? El perl11iso que concc(Tc un p:obierno para ~i0.rcer libremente cualquiera culto religioso," La I~lesia no purde ser tolerantc con los principios pcro 10 es con los individuos. La Iglesia no puc<1escr tolerallt~ con cI crror ni convcnir jama;; Cil que \ln snpcrior, dcsígnese como se quiera, autorice con Sll silencio ó con RU mal lticmplo la inllloralidad de sus súbditos, Porque la lllz rechaza las tillieblas, por eso la Iglesia cat{¡lica TIC ticnc ]a luz dû ]a doctl'inn cIe Jesucristo que cs la vcrdadcl'a luz, ({IlCalulllura á todo hombrc, que "iclIc ti este munùo (8. J u~n. J, 9), rechaza y rechazará todo error que quicrt¡. llamarse rellglOD, Como la verdad rellele el crror, así la Iglc- -54sia poseedora de la doctrina de Aquel que dijo de sí mismo: " Yo -;oy el camino, y la verdad, y la vida (S. Juan XIV, G,), rcpele y repelcr:í todo lo qnc sea contrario á esa verdad eterna. La Iglesil en fin, ticno qliC sel' intolerante en principios porque solo es J'l'opio del quc ignol"a el d~jilr~e llevar por toùo viento de doctrina, mas no sucedc u;.:Ícon la Tglcsiaque es columna y firmamento de la vcrdaù, corno lo dice san Pablo. I Timoteo. III. 15. 85. La Iglesia no admite error ninguno, y por eso no puede nceptar el iudifcrentismo religioso ni en los gobiemos ni en los particillarcs. Prote-sta y protestará contra el ateismo del GobierDO pe,l'que no puede aceptar la inmoralidad dcl mismo y de las masas que lo componen que es su consecuencia, Siempre repl'enderá el vicio hállese donde se hallare, y siempre advertirá que, aunque laR gobiernos no sean juzgados como enti(bdes, sí lo se}'áo en sus ageutes, de sucrte que corno á todos los hOl1lbl'csjuzgará el supremo J ue7, segun sus caminos, los Prcsidentes, los Secretarios, los Senadores &:;1 &~ todos darán su cuenta, segnn sus empleos y el uso qlle hayan hecho de ellos, y así quedará juzgado todo el gobierno, POI' ejemplo: en el Senado se ofende la moral y el honor de la misma Nacion presentando un proyecto de Jey para pensionar hijos natul'aks porque lo son Je Perico el de los palates que hizo maravillas: de estc escándalo 6 Olal ejemplo son responsables todos Jos que tengan parte pre;;entándolo, defendiéndolo y aprobándolo. Y la Iglesia lo reprenne aunque se diga lo qne se diga. * Lo mismo sucede respecto de cualquiera otra injusticia 6 inmoralidad. Y así como cuando algull particulal' Ic hace algun cargo al Gobierno é;,;te 110 ::;e queda mudo, si no le conviene, siuo sale alguno de sus agentes á responder, de la misma manera saldrá alguno de los agrnics ó varios (todos los quc sean culpables) á responder de las injusticias ó inmoralidad de algun Gobierno cuando ci Scfior cumpla su palabra indeclinable. Cuando yo tomarc el ticmpo, YO JUZGARÉ J.AS JUSTICIAS (Salmo LXXIV,3.) La Iglesia no puede convenir por consiguiente en que un superior mire con indolencia la eorrupcion de SllS súbditos, ó que ¡;e haga ci ignorante y 110 comprcuda cuál sea la verùadera religion para profcsarla él y dar así un ejcmplo de verdadera eivilizacion á :;us súbditos. Si hablamos de esa tolerancia religiosa en principios, cicrtamente la Iglesia católica ha sido, es)' será esencial mento intolerante . .• El medio único ùe evitar cualquiera ley injusta é inmoral en el Congre. so, cu J:¡~ a~alllblea8 y en 108 goberlHmtes tollos, es fijarse en los incli,iduos qne se digen. Porque si se eligen para los puestos IJlíhlicos hombres realmente i'ustrados, honrados y patriotas, el gobierno serú bueno; pero si se ha<.:e la eleccion sill enichulo ninguno, échense la culpa los mismos pueblos si vell walos re"ultados ell sus g-ohie\'l1os y respondan ele ello á Dios y lÍ la soeil:'(lad. Cunl",. ~on los in(livÍlluos, tal c~ hl sodc,lull. Cllales S<lnlos agentes, tal.:s el Gobieruo, y los agentcs son los que quieralllos pueblos. -5586. Yo me referia, sef'ior Pratt, 6.]a tolerancia del individuo, plies ]a re]igiclll católica en su Iglesia nos enseila que ùeuemos hacer Lien á ]05 que DOS hacen mal y orar por los qne nos persiguell y calumnian. Así, aunquc la Iglcsia abomina la embriagnez, Einemuargo manda qlle no se le haga mal ningnno al borraeho; peru con todo advierte á los demas que huyan de su compañía y se guarden de sus perniciosos ~jemplos. De la misma manel'a yo aprueuo la con<1ucta hospitalaria que han guardado COllustcd mis amados fcligres(~s, pero ]cs allvierto el peligro que ('orren en oir sus delirios disfrazados con una apariencia de ciencia y que no tienen mas atractivo que presentar camilla ancho para ci pecado predicando usted Ulla vilJa muelle cn vez de la penitente que nos preùicó .Jesucrist.o con su doctrina y con Sil ~jemplo, diciendo: no soy vcnido á !lamar á los jj(st08 tí, penitencia, sino á los pecado)'cs. S. IAcas v. :12. l1a8 si no IlICIEIŒIS l'E",ITE,,"CIA, todos pC/'CCC/'C"ÍR de la misma marw·n., de(-Ρt hablaJ1l10 de los diez y ocho hombres, sobre los cuales cay() In torre de Siloé. S. Lúeas XITI.5. Esto mismo lo distinguí al manifebtar flue me era grato el qne no molestaran á ustcd mis feligresel", pcm que sè exponian á qlle se sembrara la zizaila en su campo. Y ningunos mas expuestos qlle los que carecen de imitrueeion sólida. en religion ó los que anhelan por sacuùit· todo yugo. 87, Si ul?;ul1oQno obstunte siguieran á nstcd (lo que la sangre ¡Ilocente de Cristo derramada por ellos impida!), esto no tendria nada de extrailo pues el mal triunfa y se extiende naturalmente, como quo cstá de uellel'(lo con ]a inelinacion del hombre viciada por el pecado ol'irrinal. A] contrario, el bien si triuufù es siempre por fucr7.a s~hrcuatural ó por mi lagro. Por eso no ofrece admiraeion el que cunda n las herejías y sí la propagacion <lc la doctrina de Jesucristo, pOl'que esta relH"ime, reprende y castiga y aqllelhs dan puerta fl'anca á los vicios. Predique usted, seilor Pratt, que no hay que pagar diezmos ni primicia:;, y verá al punto cuántos ùe los que no pagan ni diezmo ni primicia, ni quisieran que ]es S~tcarall nuda para el culto religioso ni sosten de SllS sacerdotes, tratandu de hacerse protestantes aunqlle sea en eso por vent~ja tan halagÜefia. Prcdiquc que no hay eonfesion sino qne sc justifica lUlO Jlor sí, y vcrá á )05 que ni en ]a Cuaresma se ~Uliman á entrar en cucntns con sus conciencias por no poner fin á su vida desarreglada ni oil' la úniea voz que les dice con firmeza: no es lí<:ito eso glle ustcd Lace, tiene que restituir lo quitudo para que se ]e l)ere~olle el pecaelo, ó deLe d<;jar tal ó cllal cosa que le sirve do ocaSlOn pura c] pecado, &\l &\1 Los \Terá, d ¡go, exclarnan(lo: iCu:ín linda y preciosa cs la religion protestante! Sí, qué COI1fc~i~n ni qué naùa: esta es ]a mejor religion! PrediclueJ >'eflor mISIOnero, que no debe haber rczos ni templos. Ah! dirán, -56los ']LIC han d('scuidado arrendeI' siqn~ra los primeras rudimentos .je l'eli~ion y al mismo tiempo se Pl'eeian de filósof¡)s y sahio, cn religion y materias, eelesi{¡sticas, este ministro sí nos ensUla uien la l'eligion, este sí sahe la doctrina de ,Jesucristo. Est.: sí cs ilustrado! dirán en alt3 voz; no como los clérigo:.; ignorantes, fill1iiticm, intolerantes é hipócritas (y á la vez no saben lo· que es f:tn;¡ti::imo ni intolcrancia ni hipocrC'sía) que no sirvcn sin<> de~'htorbo al progreso y á la ci vilizacion. En fin, por no cUnsar á los lectHl'es, anuncie ustell que 110 hay que haecI' penitclleia y que el hombre deue usar de todas "us fiwultades sin rest¡'iccion y sill inm·)lar llingnll:1" sobre las ams de.sapiadadas de la decantarIa "unidad de la Iglesia ", como dice usted. Ay! j Qué himnos, qué elogios, qué loores nO le tl'ibutarÚn los raeionali.3tas, los panteistas, los deistas, los comunistas, los socialistas, los ateos !! en fin, todos lOf:srcnnccs del cnor pOl'que con sem<;jantes do~trinas ~e abre camino para todo. j Qué incienso le ofrecerán los liLertillos, los pecadores lllíblicos y los peeadorcs habitnale:;! Libel'tad, libertarl ! todo debido á la l'el igion que nos enseña el seflOl" Pratt! Pero conoeiendo yo la catol ieidud y el sano criterio de los habitantes de este lu~al', repito i afirmo: no siguen ni spguirán á usted, seiior Pratt: las cxet'Jlciones confirman la reg-Ia. 88. lIjpót,~~is. Si la doctrina de usted filera verdadcra, ay r yo !'~ria el primero, seilor Pratt, en haecrme protrstnllte, pllrs mi situaeion tan tirante que tengo sielll pre, pero especial men te ahora, cambiaria pOl' completo al punto. Ni mas ngllantal' cn ayunas <'-asi teJos los dias, hasta despues de lus <.licz, !at> once 6 las doce. por tener qllc celebrar el santo sacrifieio de la misa: ni ruas eonfi!siones al campo ni tÍ Jos moribundos, lllini,;Ü'rio que (t curla momento se ('stá ofreciendo sin que tengamos dispensa cuando el contagio de la enfermedad pucJa atacarnos, porque CRcrito está: "El óucn pasto?' cia Sil vida por sus ow:jas (S. Jllan. x. 11.)"; Y (¡\timamente, quitariamos el ministerio todo del confesonario, tan pcnoso y lleno <le tales amarguras, que solo el sacfJl'Cloteexperimenta, pero no podl'ia cxplicul'. La misma predicaciüll seria sencillísima, no t~lliendo m:lS qne IceI' la Biblia en lengua vulgar', lo que nos reportaria la ventaja no ll1énos apreciable dc no tener que aprendel' ellatin, idioma que tanto desagrada ;Í nsted y que tiene sus arrugas. Q,uedal'i'.Imos exentos de tantos estudios de Del'ccho canónico, Teología dogmática, Teología Moml, Mística y A!'è'ética, Historia eclesiástica, Historia de los Concilios, Hermenéutica sagrada, RlÍbl'icas, &. &. &, cicncias todas que tiencn mas de cnatl'O bcmoles, Oh! Pl'Otestantes:; V no mas autoridad de nadie, y vivirplllos como gustemos. Si ddin(luill1os~ aunque pasemos la vida toda cn pecado, nos aplicamos por nosotros mismos los méritos de ,Jesucristo y se verificará lo quc anhela nuestra inclinacion natura], esto es: tencl' la mayor suma de placer.:s Cil esta vida y luego la gloria en la atm. Y haurá al- - 57 guno (lile (lllicI'a ir al illfierno '? No: toJü~ su aplicarán pOI' sí y 1'lmnÙO Cjllicl':\n Jo.~ méritos dc Cl'isto '.i no haGri ni unI) solo f]UC se cOlldcnc, alll1r¡IlC haya sido el primel' ûwincroso del lllllll<lI): illlks ¡Icvaril el ll1¡;rito de sei' fiel imicmlor de las vil'tndes pÚblicas y Ill'r(¡icas (le IelS ínelito;; Padl'cs de la reforma ~ll'otcs{all te, ltl'{l;lS,\( 1 fOU !1istell'in y las rceolloel')"('is ! l:lD, 1),.,tc(1 allll~C un hecho aisla(lo ,.,ucedído en Ahualulco (;\16.iieo), y ya nos lo Ill'csenta como (l¡,/t0ba clIando hasta ahol'a, seJ.!:lln Jicc llstellmisl11o, se eslâ avcl'ig,wndo pam dcscubl'i¡' los verdadcros autore:l del Críll1Cll, En csto.'; c:¡~;()S se ndllltcra mucho y se nccesita Ulla imparcialidad suma Fm'a no desfi;;UI"Ul' los hechos. t5ucecli6 en aDus Illtsado:.; que fné ú. Soganwsu un sugctu á pt'O(lagUI' el espiritismo; y 11\>1'(I(\e el Gura pn'dieó y atac\) con aq~umento:; ilTeeluables tal sist(~m:¡,el pueblo se amotinó é hizo ulJlellUzas nI mi,<;ÎOMI'O cgpi¡'ilisla pam flue (!t,jara aqllclla poblu-cion, nien: al momento S2 clij" y aUIl sc d:ee (ot!a\"Ct pOI' algll110, r¡ue el sefi )!' docto!, HUClh excitaba á eso, cuando lo conLI'al'io aparece ùe las dcclame¡Olles de IU3 mi~;lllos quc :lntes opillaban l'U euntm del Cura. 90, Es digna (le la atcncion piÍ0J i(~ala palmaria contr:¡rliecion en <Jue inclIl'l'e ustcel, sl'Îlol' Pratt, al hablar de la erupr('!'a del ,~accrdotc católieo ing!é-<:seOOl' Kellelnl Vaughall, sohrc la cdiciol1 del Xuevo Te,:talllcnto, Por el ímpetu COll qllG hahlaha conlra la. Iglesia Romana 110 reparó en lo mismo C¡lIe afil'llluGa, pues pUl' ,wu"al' {t la r~lcsia le hizo su defcnsa mas completa, A la prucba, rYee listed: "D:lI'é fi n ú esta dcm()s/melon del poco l AFECTO <jlle ticnc la IULEHI.\. RO:\IA~A á lo" eset'ito::; auténti~'os de los protl~tas dc Dio!', y ií lus doeunwntos fidedignos qnc los apóstoles Je J(~slleristo nos han leg,tdo so!,r'e su vida, sn llIucrte y la religioll que él estableció en el mundo, COli citaI' 01 l:jemplo notable (y t::n notable que basta para demostrar la ful;;\~dad de bs a"eVC/\w¡OIH'S del sei1uI' Pratt) dd nJ\'. ::;(~¡¡orVaughn ( ro he leido Vung;han ), H.\('!·;rW(H'E C.\TOLlCO :;'fR¡=-nü:l[A::-;0ill~!é';C¡lle vino de un pais de Biblias para pel'slIudir ~í sus corcli~i()n:trios de Su\l-América, de <¡rre ln BiGlia cs eusa bncna. .Y <¡nc Jcs hael' mlwhu f¿lltn en esta parte del llJUIHlo." i, Con que el celo del sacCI'dole c((tMico j'oma/tU seOor VanO'han pOI' oxt\'n- (1er ,\' il:'o¡>:.lgn¡' j;¡!l'sirt 1!lJ/lu¡;¡a ra mayo¡' prueba la Biblia cs comprobante (lei p~~o (feelo Que la tienc ú la Biblia'? Alllw!l sí me ('onvcnci6, Pa- dd odio que ticne la I;.>;lesia á la Diblia, debió agrega I' listed cI pCI'm ¡so q nc COlw(~dió el Pl'claclu para Ji:'van tar las sn;:cl'iciollCS, las ;;llscric:oll(';; que consignaron Ius saccrdotes y tÎcles romanos, el cn tllsiaSllIo con q ne fué acogida ¡WI' la soeicJwl católica cie B\lgottí la confel'elwia dellllislDo señor Vang-han sobre b Escritllra, t'onf(~l'eneia que debi(,l'a leerse por todos, y últimalllcnte, no olvjd::íl/{lo~e de,;u udvcr:S:.ll'i(), halH.H' dicho, para I~J;IYOI' testiOlcniù ; (ilIC elmi.';n1o Cnra del SOCOl'1'Opor sn adio· S -58inextinguible á la Bíblia había recomendado la cm presa del se~ fiai' Vaughan li SIlS fcligrcses al mismo tiempo y en el mismo dia que proponia la formacÏon de una biblioteca popnlar y recomendaba la muy loable iniciativa de la biblioteca de la Escuela Normal de señoritas para que los feligrc8es regalaran obl'as. ~~l1izi el SCiiOI'Pratt no sabia nada de eRto, pem así fué, A nskd, seflor Pratt, le sllcedi6 lo qne á Balnam llamallo par Halae p,\ra que nw.ldijese tÍ Israel: por manifestar que la Iglesia 1'0IDana es enerni~a de la Biblia, cita á nn saccrdote rOlDana como cdoso propagador de ella, y manifiesta que u8t€d se ha valido de la version cat6lica roma.na del seflor Scia quc en Jas 6 t"es casas (de sns citas) "dcscllI'ga el golpe COll mas vchcmencia y acierto" que la protestante. Xo lc diré que no bendiga ni maldi~a, como Balac á Balaam al ver que estt' Último colm6 de bendhiones á Israel y anunció SIlSvíctoria~, sino Je duré las gmcias por el justo cargo q~lCsiquiera en esto último hace á la Iglesia. Un sacerdote romano (el seflor Kenel ru Vaughan) se em peña en que la Biblia Cil'cllle, lnego la Iglesia 1'onuwa tiene odio á la Biblia. Exacto, El Arzobispo de Bogotá conceõe pCl'nliso para la ~lIscl'icion q ne levanta dieho sacerùote romano y recomienda la ellll-H'C8ade publicar la Biblia, lurga el Arzobispo es ¡>nernigo de que se Jea, Concluyente, El Cnl'U del SOCOITOcxcita á qne se Huscriban los habitantes de esa ciuùad :.t la empresa del Heñor Vanghan, luego no quiere <¡llC SllS des,r¡mcíado8.f!'ligl'c8c8 lean la Biblia, Gino qlle la ignoren del todo, Esto no Jeja duùa. Nos mató, ¡;eflor Pmtt, call sn de:nostracion! * 91. Respecto de los motivos qlle tuvo usted para e,~crihjr su carta con mas severidad de la que qui"iera, noto que solo hace incapié en LAS ];;'')TUPENDAS FALSEDADES (algunas de ellas) qne El Tradicionista, La •. 'iociedad y La Caridad publican de contilluo en cuanto á la religion de Jas protestantes, y no <lice siquiera una palabrita sobre las mil veces mas estupendas fit!seclades y blasfÎ.·mias qne han vomiuulo y vomitan contra Jesucristo y Sil rcligion sacrosanta Jas periódicos impíos, Si esto no le hace mas imprcsion, es pOl'que usted no [uua á Jesucristo, y * fJfiir "Un fallo :mticipndo, :Mucha cOlllpasion mc ha cnu~ndo el ver qne lin .Tucz ele la polémica suscitada pùr el ~eñor Pratt, en Ull artículo (,ue se rc~istr;¡',en ci número 1.377 ,Ici Diario de Cnndinanwl'ca, bajo el seulIÓnilllo ,J¡;STIJ6 . ( )0" anónimos mcrccen poca confh\Jlza dice la ló"¡ca l, falle va y con taut/) de"ac¡erW <¡ue llama" la polémica TlP';UR.Ü'lCA ~e~u\'nmentc vorqlle SC imrrimen lOi<c.seritos. De Ruert" que :>ntes de que <licha poJC:micll víem 1:\ luz pública, nne:;tl'o i;ABlO CRíTICO la habría. llamado cilli.'lrÍtjicCJ Ó 'TI!llnltscrita, Xu me qne<la <1mb dc que ci autur de tal artículo e~ algun tipúgrafo. Esto no deja de engendrnr simpatía. h,¡cia laH aseveraciones ealllrnnioi'a8 contl'a ci virtnoi<o sdio!' <lol:tor Gó' mel,. El r\iccíonal'io dice: "Tipo<m'itieo, ea, adj, Lo perteneciente ,í!" Ùnpre;zta Ó lil a¡'te de imp,.imi,.,,, Las pol{'miea, eiell((fi('~, Kec;alitkan 1>,or,la n~a· tenn. de clue trtltan o fOClc-~ da (?I nombre NJ01Utl de IltCrltrtu8 P:ll'il ùIHtIJlg"l1JTla.q d" las de fuerza fíôiea, I Dios nos libre del fallo de Jueces que nt> sepan ni auI:. calificar la causa de que se (rata! -58si no 10 ama no cree en él. O es que todo se dispensa ménos lo que se diga contra los prot<'stantes? 92. Pam satislilCcion slIya)' mia ]e diré: que no he protestado negar la cOIl1UniOllá lus pel'S011aS q lie sirven á Sil familia ( solo porq Ile le si l'van): les he ad vertido íi los que he creido conveniente y ]es advertiré el peligl"O que corren de pervertil'se al oil' á usted, por la f:¡]ta de in¡;tl'Uecion súlidu¡ pero rue he guardado de tomar medidas bajas como seria contestar á usted insu1tándolo, negar el habla á su simp:'ítica familia, mandar á la gente que no le preste servicios domésticos &. 93. ConelllYo protestando somcterme en mis escritos á la autoridad de la Santa Iglesia, estando pronto á cOlTegir lo que por ignorancia dijere contrario tí lo que ella enseña; suplicando á ustcd como úntes le pida á Dios lo ilumine y lo guie por el camino de la verdad, y Fuscribiéndome, aunque indigno, deseoso servidor y capcllan de usted. (L. S.) Moises Higuera, Párroco. ESQUELA AL SE:SOR II. B. CIRCULAR. PRATT. PRESENTE. J. M. yJ. Seilor: Su asistencia dará mayor lucimiento á la fcstividad y octava. del Santísimo cuerpo de Jesllcri!5to eacramentado. El Párroco tilJnc la honra de invitar :í. ustcd á dichas funciones y le quedará muy reconocido si se digna aceptar y concurrir. Moises Higuera, Párroco. Socorro, mayo 22 ùe 1874. - CARTA 1)0 - 'I'ERCERA. * 50corro, 2 de junio 187-&. Sefer doctor 1.!oises Higuera,. Muy señor mio: Hace nna semana qU(\ recibí su esquela solicitánoo mi asis· tenciam¡la festivid:l<l dp. Corpus. Leagmdezco muy sillceramente Sil atellcioll : pero Ille será del todo imposiblc tomar parte cn dichas ffstividades; Rit'tHlo (t;¡l que la religion de .JcRIl Cristo, que es la religion (-le la Biblia, nos tiene e;;tl'f'ehamcnte prohihielo tocl,) culto religioso cie los o~jl'tos y símboJoR materiales. Exodo xx. 4, 5. X osotros, sefior, adoramos it Dias" en espíritu y en vcr.lad," segun dehe ser adorado, (S. Juan IV. 23, 24), Y 110 ha}) la forma ele pan. No elebe usted ignorar qne los innumerables mártires cie las Igll'sias Reformadas, que dieron sus vicias con preferencia it sus Bi:)liaf', todos, 6 \05 mas dc cllos, fueron condenados como "h('rl'}~'s" por cuanto !lO qucrian adorar it la hostia. Pot' lo tanto 110IS de sllponer <¡IIC yo I'enil'glle de los pl'incipios de mis antepasudos hastn el pUlltodl: tributar, en pÚblico 6 en privado, la veneraeion re] igioi'a á lo IIIle l'l'a para c1los objeto <le idolatría (lctrstab)"', en grudo que rscogian ser arr(~ados á las llamas iÍntes que hacer compromiso t[1,ncensurable de la religion verdadera de Jesu Cristo. Pues sepa usted, senor, que los símbolos, las representaciones del cuerpo y dc la sangre de .JŒ\l Çristo que fué sncl'ificado por Ilosotros, no Sill! rI mismo .Jesu Cristo: así como, de la misma !illertl', 110c:::;mi anciano padre el GII'tOIl que le rcprci'cnta, y ne! cual digo: " este (~;; mi padre:" como tambien digo de otro que tengo colgado call filial afecto li Sil lado:" esta es mi maùre," sin qlle pOI' ésto quiera que usted, ú otro, cntienda que mis' venerados rudl'es son linos eartollcs que purdo llevar en mi bolsillo,6 suspenda pam aelol'llo de una pared. De igual manera Jc· SIlS, al decir it SllSdieípulos ; "Tomadcomed; este, es mi currpo" no los tendria por tan simples que hubiesen de crecr quc su cuerpo, vivo aun, y sentado en UH'dio de ellos, se habia cambiado (11 el pan, ó que el pan se habia cambiado en su cuerpo. AtJuel h'J sím bolos, pUt's, del inmolado cuerpo y sangre del sl'nor, él nos los (liÓ pura cO\l1erlos en piadoso recuerdo de su entrañahIe amnr hácÎa n"sotros; pcrO!lO para ostentados) IIi méuos to· davía, ]Jara adorarias. " Ton,ada del manuFcrÏto original. -G1C,l. me (lispcnsnrú, por lo mismo, el quc no haga lo CJucmi eonciencia nesa(lrl1eha, en ateneiou al hrcho de CJuecon estc mismo intento vine et Colombia, Jlara prcdicat' a los hombrc;;, como lo dice S. PalJlo, c, que dc e~tas v:lnilladcs sc COI1Vicl'tan al Dios vivo que hizo el ciclo y la ticl'ra, la mal' y tOllo cuanto hay en ellos." * Hechos XIV. 1;). :N'a me diga ustcd, scù0r, en jllstificacion fie su cond'lcta, que esa oblea, obm del panadero, que usted bC[J(lire, y luogo la lleva en pública proccsion, call bandcras, y música y grande concur;;o de gcntes, es " el Dios vivo que hizo el ciclo y la ticna, la mar y cuanto hay en ellos;" puesto que .est() cs toclaYÍa mas inexacto que el errar de los paganos, (IlIC despues dc fahrieal'se semejanza de \,ln Dios suyo, ell la forma, y con las proporciones y cxpl'esion que cn Sil conccpto este debe tencr; y dcsplles de cOllsagru¡'la como (¡[Deto de su aùol'acion no sc atreven, sl'líor, {¡, decir Clue esc palo, piedra (> metal se ha tl'a,~1t8tallciado en el dios dc su idolat.ría, sino tan solo quc el cs!lfritu dc esa divinidad rcside en aquel simulacro. Para los protestantes la adoracion de la hostia es ohjeto de especial rcprobacíon: y para las masas elc los pueblos (latól icos rOlllano~ produce la r.lisma clase de cfcctos que siempre atribu~ yen las Sngraclas E;;cl'itllras al culto ùc las estatuas y las escul~ turas "Olll'u dc manos ele hombre; que tienen boca, mas no hahlan; ~jos tienen, mus no ven; tienen OIeju:;, mas no 0yell ; narices ticnC'n, lilUSno huelen; tienen mallO~, mas no pal pan; piés ticnen, ma:3 no audan; ni hablan con su garganta. iComo c\los sC'an ]0;; que los hacen, y todo aquel que conlia en ellos! Salmo ex v. 4-7." j A vergü6nccnse todos los que adoran las cscult.uras, y los que se glorían cn SllS simulacros!" Salmo XCVII. 7. * * Qué pflrt.c tengan esta>; solemncs illl!wccaeiones que ver con la. confu"ion y afrenta aduales del romallismo en todos los paises de sn dominio antcriOl", cuyos templos cstan \lcnos de estat.uas y simulacl'os, delantc de quienes sus hijos muy de véras sc en.corva n ('II ]Illlnil.cle y religioso culto, lo d(:jo para que usted, y cada cual, juzgnc por sí j proponil'llllllle SiD embargo, como nor~ ma del cult.o que Dios nos tirne prescrito, aquellas palahras 110tabilí;,:imas de Je::;u Cristo: "AL SE~on TU DIOS ADonAuÁs, y À EL SOLOSEnnn.\s." S. l\Iatco IV, 10. Pcrclóncme ui>tccl,seflol', la franqucza con que le digo estas cosas; y creame, qne para usted, y pal'a sus feligreses, de¡;eo las IDC'joresucndicionc~ del ciclo, mediante el conocimiento y la. * (El texto del lugar citado dice a,í : "¿ Pue.q 'l\l~ haré? Oraré con el espíritu, oraré tarnhien con la mente: Cantaré con el espfrirn, cantaré tambien <:onla mente," Ce n' e.stpas mafaute, Será que ('1 errol' de las citas tambien eB menudencia?) ·.f·. En los lugares citados no existen las sentencias que estampa el eseritu" rario seflor Pratt, como lo verll. quien verifique las citas, -62priictic \ del verdadero Jesuel'sto. Sil atcnto servidor Evangelio dc N uestt'O seilor y Sa Ivador de nsted. .. - . H, B. Pratt . Arquit]¡ócesisde Santa fé de Bogotá.-!lIinisterio parroquial de I Socorro.-l\ úmcro 44.:-Socorro, julio 26 de 1874. S~;XOR DON II. B. PRATi'. !\IllY senor mio: Couksto sn nota del 2 del pasano por respeto á los católicos y muy l!s¡lCeialmentc por amor il, mis feligreses, á quienes usted ha herido en lo lOW; ínt.imo Je su corazon tratando de la manera mas indecorosa el dogma augnstísimo de la prc,seneia real de Jesucrii'!to en cI Santísimo Sacl'ameuto del Altar! lIa manifestado usted en su carta falta dc cultura, ingratitud refinada para con los habitantes de este lugal', qnipnes no lc han hccho lias agravio que acataria con las considcraciones mas finas, y poco res[J<'to Ó poco conocimiento tocante á las enseñanzas filosóficas, históricas y teol()gieas. Nada mc importan los insultos personales de Sil carta Regnnda; pero me ha ultr:~ado en mi alma al dirigírseme blasfemando contra el ol~cto de mi amor, pOI' quien quisiera rendi.' la últ.ima gota de mi sangre y deseo exhalUl' el postrer aliento de mi vida! Yo soy polvo y ceniza, seilor; pero el Santísimo Sacramento es Jeslls, Aquel mismo en quien el Eterno Paùre tiene sus com· plaeellcias ! Cualquiera otro daño qne me hubiera hecho nsted en castigo por habermc dirigido á un IlI'otestante, habria sido nada en comparacíon de su i m pía y saCl'ílega carta! A h! seilor Pratt, quién 10 pensam! No sabe Ilsted Jo que es ultrajar, si esto no le parece el mayor ultraje! .Nuestras I[¡grimas y nuestra~ súplicas por la eunversion de listed será lo único que mitiga nuestra pella! Desde luego Je perdono su~ extravíos, pero ten~o quP. satisfhcel' al pt'1blico y reparar de alguu modo la fe pública ultrajada sin medida! Nótaso en Pl'imer lugar el contraste que hay entre mi esquela de invitacion á ust.ed y :m contcstaciou. Si ustl:d no creia deber asistir no era necesario que insultura nuestras creencias. Yo sufd ciertamente un engaño doloroso -63por f.'11tn.dc ~xpcrielJein. y por ignora ncia tamLicn, sefio\' Pratt, 110 Jo IIÎr.go, Jo conficf-'o pnJu\linamcnte, Antcs (le cneal'w~rme ùc cstc lwneli('io i'oJ;eité de mi umu(lo Prelaclo se dignara colocar en ('ste lllgal' á lIllO (le tallto~ ~a('enlotes ilustl'es que posee nucstro dera, y que:, mí me lJt'stinura al Semiuurio: mis fcligrC5cs OH'ron l'Il el p{¡]¡-ito la resJ1l11'sta de mi PaHol' ll10tintlla (lar mi p·cdilllent0.Ynoobstante otrusolieitudqucellos hicict'on. Entro nosotros, sl'Dor, hay superiorcs y súbditos y pOl" tauto hay precrptos y hay o\H~llicneia: e::;ta ()Iwdiencia al prccepto dc mi Prclallo es lo úui(~o qne me hal~c estaI' aqllí PCljlldic:llldoncuso á mis feligreses quienes 110 habrian oielo las hen:jías ele listed si yo 110 hubiera dado el paso t:tlso de invitar á ust(~cl tl las funciones dc su culto. Ellos mc perdonuriÍn, pcro mi LÍolor por los ult\'Hj(~s Ú Jesllcristo lIlC ncompaiía¡'Ú hasta ]a tumha pOl' haher (lado motivo para e]Jo COll mi iovitacion! Oh! Nunca ]l1lhicra vcnido (¡ escuchar k~ 11ltr~jes al Dios vivo !-~ill embargo, yo sq~uiré cn este lugar, cuyos habitantl'~ me han sido tan Londac!ufios y dócil'?s, hasta que Dias por me(lio lIe mis sllperiorcs ml' sClíale otro l"nlllbo. i Solo Dins saLe ]a imprcGiull quc Iw, causado su curta última ell mi alma! Dt'sc:1ría, seíiur, qnc ustctl no volviera li blasfemar, siquiera fuera po;' l'Vital' al;;un couflido que yo he tratado de esquiVai" no hacicndo I/JCnCiOll du ustcel en el p{¡\pito il pefiar rlc los furores f:lIlútieos COll qne nos ha insultado! j\fis feligreses le pCr<lOllilll, yo tamhien lc penlono: sÍ, ]e penlon:1mos porque SO:llOS discípulos de JC>:>lIcristu! Sufrí unu cc\ui"ocacioll ; sí: creia qnc ]a galantería y eahallerosidad de illl"tres sugetos prote.-;tantes residentes cn Bogotá se hallurian tumLiclI en usted y por eso me le dirigí no para obligado á concurrir, pues las esquelas de convite no tiencn C:lr;Í()tel' obli~aturio, sino como una mnestm dc cultura. Así los mismos ('atÚlieos ('OIlCI,rl"('n (¡ no, segun "us circullstancias csprci:.les, y ningullo de los iuvitaùos, sul vo listed, me ¡usoltÚ CIl respllesta. Los seííores protestantes tl fillc he aludido son invib1tlos á las funcioncs católieas )" Conelll'l'ClI á ellns eOIl èxt¡nisita condescendencia, dalldo. así prodms (le cluC ltllllCplC disillcntcs Cil rt'ligion no lo son ell civilidad. 1if{,I'ezeo hoy tal vez la ccnSl1":J. dc los eatú1icos por habcl'mc exeedido ('n atl'nc¡oll ; pero mc sc\,\,i"tt dc cxcnsa lo (illC sc practiea en la cuIla BOg')l;í (:\)n lus sefiOl"l's l'l'ote'stantes. {Isted sin ~Xpl'rilll(~lIt<ll' ofens:lninglllla, iÍntcs l,ic'1 lln ado de alta distincion, rceibiendu invitaeion no de un coreli,l!:iollario sino de un Slwcl'dolc catÚlieu qlW aduallllelltc rige la Iç;lcsia \le esta ci11l\¡1l1, COITes}lollllc eUll insultos á su cS('()g'icndo la f)(,llSion m(;nos O)lOl'tllll<\ para ultrajar el dogma ma.,; alliSu.qo dol catolicismo. ~Il solj.;mn ridícn!u COll fjllC quierc negal' ln prcsclIcia l'cal de ,TIOsllcristo) sin scntar 11l'iIiCipio=" ni funù;ll';jC en nalla, y muy al fe, -64contrario teniendo la blasfema oC\lrl'cncia de bacer coÜti0 cnt.I'e Jesucristo y \lston, no siendo posible la comparaeion, manifiesta su ign·)J·ancia en lilosofía. En dècto, qué compa(':!I'ion hay enire .Tesu<'l'isto )' \l.3t.e11?La misma quc cntre el Arca del Testamento y el Idola de Dagon. Jesucrsto, Dios vcnladero,--Usted, señor, una pobre cl'iatura y nada mas.--J e~;¡¡cl'jsto, Omn í potcn tc.-- U st.ed, incapar, de volVm'se l· n cabcllo blanco ó negro por sola su volulltad,.Tesucristo, ·~allsa eficientc de los miJag,'os.-Usted, ui alln causa. instl'Ur,lcntal de cllos.--Jesllcristo conoceclol' de la íntima natumleza '¡c las cosas.-Ustcd, superficial obscrva·.lol' de poquísimas ùe ella,·. Dóndc está pues la ignaldad ó compamcioll que hay entre J"SIlCl'isto y uste(1 '? :1I\ingun:l, ahsolutamente lIinguna. Ahora, qué comparnejon bay entre el l1Jo",tr:u'u;;tcd lu,; earto~ nes en '¡onde se hallan los retratus de SlIS padt'es y dcci I', "cste es mi padre" ó" esta es mi madre" y el mostnu' Je,;ul'risto el pan y decir, "este es mi cuerpo," y 1l10str:ll" el vino y decil', "esta l'ni sangre?" Kingnna, y si la hubiel'a solo n·sultaria otra blasfcmia que sCl'ia el asegurar (lile u"ted engañaba méuos, plies de'lia IDas verdad, al decir mostrando los retratos de SlI padl'e Ó dl' Sll !'llHJre; "cste es mi padre" 6 " esta e;; mi madrc," que Jesucristo al decir, 1ll0stl'aIl<lOel pan y el vino; "este es mi cuerpo' ó" esta es mi sangre," flUC;; en los retrato;; hay la imágell para <lcciJ'cou algllna verdad 'lue SOliSIlS padres; l'l'rD no habria modo Je admiti(' lo <¡tw dijo Jewcrisl.o, porq\lC nada. tiene el pan q uc ¡;e parezca al clIcrpo de X uestrn ¡;eillH',J eSlleristo y nada cI vino que se parezca á su san~I'e, I'CI'O ¡Olt, Dios santo! llulJca 103 abslIrdos de los soLerbios triulluwín cOlltra. vucstl'a santa palabra! ! Form.r1enlOs el silogisulO, segun usted: si yo I1ltlrstro el cut'ton del retrato de mi padre y digr), "e~te Ci> mi padre," no "c sigue qnc el carton sea mi padre; Juego cuando Je::;ucristo dijo mostranrlo el pan, "este es mi euerJ>o," tampoco se siguió que el }Ian fuera su cHcrpo. * IS"iego la consccuencia pOI'e¡ Ile no hay pal'illad ni cu los ,sugctos que hablan ni ell las co,.:¡lS de 'l tIC so trata. En el primer caso sc compara un retrato á nn origínal y en el segundu ::;cafirma quc Ull cuerpo qtIe se ve cs 'Jtm qlle 110 se ve porque está o('ulto b'ljO los accidentes del vi::;ible. 80 cI primer caso la palabra SEn se toma I'<l!'asilllíbcion y <lllel segundo por aHnuaeion: en el primer C::l..~O habla uu illO¡'Ohombre, en cI segundo habla UIl Dios omnipotente. Ahora Lien, entrtlmlo al f(\lldo dc la cuestion, P"('gwlÍo ~ ¿ dónde eó;tá la imposibilidad de la tl':J.nsubstaneiacion .! POI' parte ùe la divinidad, ó por parte Jel alma de Jesucristo '! Por ]>al'- * La cl'e(lwia católica eo que con las palabra;; oJllnipot.entes rie Jemcrifito Ja fin,Lancia del pall se eonvicrLe cn su cnerpo J noí 'I"cda sn CllCl'pO baJo los acciùclltE'3 de pan. -G5te de la humanidad 6 del cuerpo de Jesucrist,') nnest.ro Seriar? ¿ F."tarú la impo"ilJilidaù en el poderdcJesucristo,6 en la n:J.turalez:\ de los cuerpo" '? No hay imposibilidad en Ia transnhstanciacion por parte de la divjnjdad ni del alma de Jesucristo. I ..• a divini(lad y el alma ùe Jesucristo nuestro 8eflor están en el sacramento no por fuel'za natural de eonvCI'Sion puesto que la materia de pan ó viuo no puede cambiarse en divinidad ó en alma siendo naturalezas totalmente distintas la divina, la espiritual no divina y la material; pero no hay dificultad cn qne se hallen por concomitancia * 6 union inmediata en el sacramento, como no la hay en la union hipostálica * * del Verbo divin/) con la naturaleza humana y como no la hay tampoco en la ulIion del alma con el cuerpo humano. Si sc prucba que el pan ó el viuo pucdc convcrtirse en el cuerpo de Jesucristo, la divinidad y cI alma pueden y dcben estar unidas al cuel"/lOdonde quiera que se halle, esto e~, cn el sucramento existcn la divinidad y el alma d~ Jesucristo por concomitancia 6 fucrza de sacramento, pero no por fuerza natural de conversion. Si la divinirlad y el alma existen sicmpre unidas por concomibncia al cuerpo, existcn real y vel'cladcramente cn el sacramento una vez hecha la convcrsion del pan 6 del vino en el sagrado cucrpo de Cristo; luego 110hay imposibilidad en la tranBubstancÍacion ni por parte de la divinidad ni por la del alma. de nuestro 8e1101'Jesucristo. N o cs imposible sino absolutamente posible ln. transubstanciacion por parte del cnerpo de Cl'isto 6 de su humanidad. En efecto, el cuerpo de Cristo aunque formado pOL' obm)' gracia dcl Espíritu Santo y no por obra de varon, siemprc fué fiH'mado de la pUl'Ísima sangre dc la Inmaeuluda Virgen María, esta es, de la naturaleza humana: por consiguiente no hay dificultad en que sufra los cambios que pucdan sufl'ir los cllerpos en fucrza de Sil propia naturaleza ô escncia, esto es, cambiarse unos ell otl'OS, siendo todos materiales y por Jo mismo susceptibles de transformaciones 6 variedad de formas; lue~o no hay imposibilidad en la trallsubstanciacion por part~ del cuerpo de Jesucristo aun presciudicndo dcl milagro. 1'10 hay dificultad ninguua para la transubstanciacion por lo que respecta al poder de Jesucristo ni á la naturaleza de los cuerpos. V cámoslo. * Como al~nllnB peTIlonas descarán saber el Ri!{nificado <le cstas VOC(9 técnicas y rara •• poncmOR n,¡uí la nclaracioll del diccionario: C01lcomitancia. Concurrencia de Ulla COlia con otra. * * HipORtático, ca. adj, Teol. Lo que pertenece á la híp6stasis. Dícese comunmente de la union del Verbo con la naturaleza humana .. 9 -66JI!Sllcdsto es Dios. Por consiguiente tiene imperio absoluto ¡:;obr'~los cHerpos pat'a criarias, conservarlos, cambiados, darlc3 las brmas que quiel'a y aniquilarlos, y a(Iemas para hacel' de ello" lo que nosotros no pOlIemos ni cnteIHICI', pero ni aun imagill~~. Ademas, el que puelIc lo mas puede lo ménos Cil un mismo (.relen de cosas j luego Jesucristo que como Dios hizo e! ciclo y la tierra y cuanto ticnesel' solo con el imperio de sn voluntad sin babel' nada de qué hacedo, mucho lUas facilmente puede caml,iar un cuerpo que ya existe en otro ignalmelltc existente. Si Pllede criar una sustancia, por qué no ha de podcr cambiaria en 0lra? JC'õlIcristo es Omnipotente y la sustancia de los cuerpos está totalmente sujeta ¡¡ su voluntad divina; luego no hay imposibilidad en la transnbstanciacion pOI' pal'te del poder de .Jesucristo ni por la de la naturaleza de los cuerpos: así como las plantas S(ln producidas por la tierra y el cuerpo humano formudo de la tierra. Recapitulando: No hay imposibilidad para la {ransu1Js(anciacÙm por parte de la Divinidad ni del alma de J(lsuel'isto: no }¡ay imposibilidad por palte de SH ImmanÙlad ó su CUCl'po: 110 existe, tal imposibilidad en el poder de Jesucristo, ni cxi:,:tc en la na{U1'aleza de los CHerpos; lne~o la tmusubstanciacíon de! cucrpo de Cristo ó la conversion dc la sustancia del pan ú del vino en el cnerpo de Jesucristo es posible O:ljO todos los rcspcctos y si Ello afirmó es una verdad tan cierta como el ser Dios nUf'stro Sei10r Jesucristo mi¡;:mo. Ahora, la Divinidad yel alma de Jesucristo sc hallan en el sacramento por concomitancia y el cuerpo por conversion; luego Jesucristo se halla en el sacramento de la Eucaristía, en su cuerpo, su alma y su divinidad. Hasta aquí habla la filosofía: veamos la historia. Usted, seí10r Pratt, desconoce la historia porque si la aplicara veria sin duda la creencia en la presencia real de Jesucristo en el sacramento desde su institucion hasta hoy sin interrupcion nin¡;una. En primer lugar, los apóstoles todos creyeron en la Pl'csencia. real dl! Jesucristo en el sacramento ó cn la tmnsubstanciacion cuando anunció Jesucristo quc tenian que comer su carne y beber su san~re: razonamiento quc pareció tan duro á algl1l1os de los que le escuchaban que dcscrtm'on mas bien ltntes qnc sujetarse :i creer lo que no compren dian; pero los apóstoles dieron entcro crédito {¡, Ias palauras dc Jesucl'islo, de SlIerte que pcrmanecieron con El qllien en vez de detcner á los quc desertaban rct6 á los apóstoles á ver si ellos tamLieu se iban por no crcer lo qne les hablaba. Cualldo Jesucristo dijo: (( Lázaro n\\~~Ù'\) \\mi~o ùuermc: mas voy á dispertarle del sucño, y dijeron sm; di.~cíplllo,<;: -67Bellm', si <lI1CI'IllC~cl'á sano," y entendieron que Jesucristo llablaha Ilel 110rmir del Sllcíio, cntÚnces .Jesus les dijo abiel'talllell te; "L¡(zu 1'0 cs ¡micdo," eslo es, los sacó inmcdiatamente del errol', H, JIlall X l, 11, 12, ] 3 Y 14. Con razon mayo!' hubiera explicado (PIC no era Sil eamc ni Sil sangr'c lo que gnstarian, al vcr <¡IlCno solo caian en enol' sino que deserl<lban por no creer una cosa de consecuencias mncho mas importantes i( quién sabe si el I'erior Pratt contará SllS antepasados desde aquellos que se cseandali7.aron y prefil'jeron volver atras y no andar ya con Jesw:ri3to mas bien que dar fe á sus palabras rcspecto de la tran8ubslanciacion qHe anllnciaba), Es cierto quc siempre ha habido hertties que hun negado la presencia real de .Josucl'isto en la Eucaristía; pero esto no pl'lleha otra cosa sino la resistcncia llontumaz que ha e!lcOl/trUllo la doctrina tIe Jesucristo, y que es una prucba ùe SC1' divina el triul/fo perpetuo de cIJa sobre las cavilaciones y sofismas de lOR im píos. Empecemos la histOl"ia copiando el siguiente pasaje del Evangelio 'lllC como un rayo de luz divina alumbral'á ú los dóciles, Iwl':Í descn hril' los fhh;os delidos de la cicncia humana y nos dar[¡ la e1ave de la histOl'ia: "YO SOY EL PAN YlVa, (lUE J)};:'CE:\Dí DEL CIELO, Si alguno comiere de eEite pan, vivi¡'á denwJHcn(c, y 1':r. l'AN QUE YO DA GB, E'3 MI CAH;\ r: por la vida del 1iw'ndo. fJ2J'" Comcnzaron entónccs los judíos á alter- CUl' unos con otl'OS, y decian; ¿ CÓ)IO NOS PGEDE DAR ESTE 81; CAnXE A cmlEn? Y JCSlIS les dijo (en vez de :;:acarlos del el'l'Ol' cn que pnrccc que cnían); en verdad, en t'erdad os dirIa: ()lW si 110 comiÓ'eis J,A CAI~~E DEI. HI.IO DEI. no MlIIm, y HEBI(.;n¡:;¡ii Sl; SA;\GUE, no tcndréis t,ida en vosotros, EL QUE C,DIE )[1 CAH~E, y BF.BE :MI SANGlm, tiene vida clcnw: y yo le resu(:itat'é en el (¡]timo dia: Porque mi carne varI(ldcminente cs comid(t: !I mi sangre verdaderamcnte ea bebida, .El 'lHC eome mi carne, !I bebe mi !;ctngre, cn mí mora, 71!10 en tI. COIllO me envió el Paùl'e vivicnte, y yo vivo por eJ Pallre: a~í tambicn el que me comc, él mismo vivid lX)!' mí. ESTE 1';'<; }~i..rAN, r¡ltc drscendiú del ciclo, 1'0 como clmanú, que conlÏel'un vucstl'OS padres, y muricl'on, Quiun come este pan, vivirá etcrnamcnte. E"to dijo en la Sinagoga, enseñando cn Cnfarnaum, 1/fj;J Mas muchos de sns discípulos, que esto oyel'On, dijeron: Duro es este razonamiento, ¡. y quién lo puedo oil' "! Y Jesus sahienda en sí mismo, que ffilll'ffiUrabun sus discípulos do esto, les dijo: ¿ ESTO OS E')CAXDALlZA ? i Pues r¡ué si vié/'cis al Llijo del hombre ,çllbir á donde estub«( ((¡¡tcs? El espíritu es el que da vida: la carne nada aprovecha. Las palabras quo yo os he dieho, espíritu y vida son, MAR lIA Y ALGD~(JS DE YO¡;;OTUOR, QUE :I'll CREE:\'. POl'qUO JeslIs saLía desde el principio r¡niéncll cran r08 que no c/'ciall, y quién le ¡labia Je C¡¡t¡'cgar, Y doda; Por cs- -68to (,S he dieho, que ninguno puedo venir á mí, si no le fucre dado .lo mi Padre. Desdtl ent6ncC's )WClI08 DE SUS DIscíPVLOS VOJ,VU;HON ATHÀS, y ::--:0 ANDABAN YA COX tI,. y ùijo JeSllS It los doce: i Y vosotros quel'ei,~ tambien iros t Y Simon Pedro le respondiÓ: Senor, ¿ á quién iremos? Tú ticnes palal.)l·as de vida eterna. Y nosotros hemos creido y conocido, que tú eres el Cri~to el Hijo de Dios. San Juan, capítulo VI. v. 51 y siguienios hasta el 70. "Veamos la institucion. Tinto los Evangelistas como los demas apóstoles recibieron la insti tudon de la Eucaristía sin repugnancia alguna y esto es 1<. que consta del Evangelio. En S. Mateo: "Y cenando ellos tom6 Jesus el pan, y lo bendijo, y 10 partió, y lo dió á sus discípulos, diciendo: '.l'OMAD, y CO}.IED: ESTE ES MI CUERPO. Y tomando el cáliz, <lió gracias, y se les dió, diciendo: bebed de esto todos. T'orque ES- TA ES MI SANGRE DEL NUEVO TK",.r.UJE~TO, QUE SE. RÁ DERRAMADA POR MUCHOS PARA REMISION DE PECADOS." XXVI. 26, 27 Y 28. En S. Mâl'COS: "Y estando ellos comiendo, tom6 J~SIl8 el pan, y beJ:diciélloúlo, lo partió, y les dió, y dijo: tomad, ESTE ES MI CUER.PO. y tomando el cáliz, dando gracias, se lo alarg6: y bcbieron de él todos. Y les dijo: :ESTA ES MI SANGRE DEL NUEVO TESTAMENTO, QUE POR .MU~ CHOS SERÁ DERRAMADA" xlv.22, 23 Y 24. En S. LlÍCas: "y habiendo tomado el pun, dió gracia..<>,y lo partió, y se lo dió, diciendo: ESTE ES :MI CUERPO, que w= ES DADO POR VOSOTROS: Esto hac£d ~n me-. moria de mí. Y así mismo el cáliz, des¡mcs de haber cenado, diciendo: ESTE CALIZ es el Nuevo 1'estamento .E:"< MI SA~GH£ QUE SJ.;HÁ DEHllAMADA POR VOSO'l'ROS.XXII. 19 Y 20. En S.Juan: "Nuestros padres (dijeron los discípulosá Jesm~) comieron el maná en el desierto, como efitá escrito: Pan del cie~ lo les díó á comer, Y Jesus les dijo: En verdad, en verùad os digo: que no os dió Moises Pan del cielo, mas mi Padre os (k, el pan 7'erdadero del cielo. Porque el PA~ DE DIOB ES AQUEL QUE DESCENDIÓDEL CIJ';LOy DA YIDA Al" MUNDO. Ellos plies le dijeron; Sei'jor, DANOS SIJ';;\lPRE E8'1E PAN. VI. 31,32,33 y34 ¿ Dónde hay 8iquiera una sombra de dUlla Cil los discípulos respecto de lo que afirmaba Jesucristo fuera de la descreion dt) aqlle)Jos que lo abandonaron del toqo por no creerle, como ya lo mani festé ? . Usted, senor, dice que Jesucristo no tondl'ia li los disoípulos por tan ôimples que hubiesen <le creer que sq cuerpo, vivo aún, y sentado en mcùio de ellos, se hubiera cambiado eu el pan, ó quc el pan se hubiese cambiado <>11 su cuerpo. Si á usted le ,parece sill1l'leza el creer los milagros obrados pOl' -69J esm:rii:'to, 110 tenemos iaconveniente en afirmar qne fueron simpl(',; lo,; apóstoles y lIln)' especialmente S. Pablo (que miéntras alllluvieron segl1\'amentc muy cuerdos, segun el sefiOl' Pratt, los quc abandonaron á Jesus por no creer lo que anu[)('iaba rcspceto tIc la trunsuLstanciacion, 61 Hí fné mny simple) pues hace impl"cc¡¡ciones tan vehementes conira los q ne se atrevan ti COillcr el pan ó beber el cáliz del Señor indignamente. Para mayor luz leamos sus propias palabras: "Porquc?/o 1'ccibí del Sefior, dice este grande apóstol, lo que lambicn 08 C1lsciié á 'l!Osol1"o.~, que el Señor Jesus en la noche en que fué entregado tOlJ1ÚcI pan, y dando gracias, lo partió, y dijo: Tomad, y comed: ESTE1::.'>)ll CUlŒPO QUE SER,\' E.\'TREGADO POR Vü';O'l'ROS: haced esto en memoria de mí. Así mismo tomó el cáli z, despues de haber cenado, diciendo: Este eálir. es el Nuevo Testamcnto en mi sangre. Haced esto, cuantas veces lo bebiércis, en memoria de mí. * Porque Cllantas veces cOll1iéreis este pan, y bebiéreis este cáliz: anunciaréis lu mucrte del Sefior hasta que venga. ** De ruanera, que el que eomiere este pan ó bebiere el Ciílir.del Sellar indignamente: SEIlÁ lŒO DEL CUER.PO y DE LA SAKGRE DEL SE:ROR. Por tanto pl'uébei!c el/lOmOI'C á sí mismo: y así coma de aqucl pan, y beba del cáliz. POI'gue el quc come y bebe indignamcnte, come y beúe su propio Juicio: No haciendo disccrnimiento DEL CUEIU'O DEL SE~OH. l. CO\'intios. XI. 23 Y sig. hasta el 29 *** ¿ Para qué talcs ad vertencias de distinguir el cuerpo de Cristo al comer el pan 6 bebcl' el viuo so pena dil comer y beber el juicio)' la condenacion si aquello no es ruas que puro pan y puro vino? Las dificultades de usted, señor Pratt, parccErian de un nifio al no sabcl"se que eran suyas, pues no es propio de un hombre de la talIa de usted el que sc lc haga dificultosa la transubstanciacion 1'010 porque Jesucristo estaba vivo aun y sentado en medio de sus discípulos. Esto ciertamente seria imposible si Jesueristo no tuviera el don de hacer milagros, y, en tal caso, no seria imposible por estar vivo ni por estar sentado sino porque sería irrealizable, ya estuviera vivo 6 muerto, ya sentaùo 6 de pió, de toùos modos, porq ue lo absolutamente imposible lo es bajo todo8 l08 aspectos, y * Es decir, consagrad mi cuerpo así como yo lo hago, que yo Jlice ó de mi sacrificio cruento, 6 en memoria de lo ** En la misma majestad con que subió y en la misma forma visihle con que ascendió á los cielos, seglin lo que dijo el ángel á los apósloles, hasta quo venga á juzgar á toùos los hombres • .~.**La Biblia nos servirá para refutar todo, y convencer, Ri no hay mala fe en los contrarios, pucs en mucho se verifica el dicho exageraùo que Pappa atribuyc li. Arquímedes: Da ubi consistam, et cœium terramque movebo. Dadme un l'uuto de aro~'o 'I yo haré mover el cielo y la tierra, -- 70 - ?,in,r;un poda C8 capa:; ele 7wt1i::orlo, dice la lógica; pero tenien- do .TcsleI'isto el don de hacer lllilagl'Os, digo mal, siendo .Jesucristo la cnUSJ eficicnte de lo;; milagros .r tcni('!Hlo impel'io absolllto soLre todas Jas cosas, ya no qneda mas difieultacl sino la de fJue El 1uiera y torlo se haec aUl)(luc el hombre no lo eomprcnda bien Pero ya hemos demostrac1o pOI' lo que nos ense'fia la filosofía que 110 hay imposibilidad llingulla ('n Ja transuhstalleiacion: ya hemos IllIl11jf(>stndoIn manera clara .Y terminante C0n 'lile .1(·sncristo iw;titnyÚ la s:lÇ!;radnEllc~lristía coma 1I0S la rdkrcn Jos J.:vangclistas y lo coÙfirm:l ci A pústol Cil S\l carta Ii los Corintios; <¡ue en fez de encontrar ¡¡]gun vcstigiu Je dn(la cnU'e los apú"tol(s respecto de la cOllw>I'sion del pan ó dcl "ino en el cuel'po de ,T:slIel'isto, hallamos la maYOl' conformidad de todos Cil esa e\'CI:wia, y quc Jesneristo d(jó qne desert.aran los que no cI'eian y retú :í los ap{¡sto!()S para afinnar]os TIlas {¡ntcs qlle decirles qne ie trataba "ola de símbolos ó Je l'eprcbentacioncs; lucgo la tranHbstanciaeion es cierta, es \lna verdad de fe, es un ùogma, y pal ~.( l'cel' cn ella basta nn poco (le fe eUll.n(lo se tmla de un ()o!'azon sincero, como dice Santo Tomas de Aquino, adfil'lnrmdum COI' Ûllcc¡'um sota fides su!iicil, Ahol':l, ¿. por qué y con qué dcrecho quiere usted, seITor Pratt, al'l'allCall10~ nueslms crecncias y sometemos li las de uster!? Xo dice nst(·(I mismo que la escritura es dara para todos, qlle es blasfemia deeir que no Jo es y que no necesita Je interpretaciones '1 ;. Entúnees por qué no respeta usterlnnestro modo de cntendcl' la doctrina de Jesncristo Riqniel'a para ser ('onseellcllte con Sil absurdo principio df-I librc cx{¡men ? l, D(:iar(~1I1osnosotl'Os la autoridaJ de la Iglesia, de la tl'l1(lieion respetabilísimll de diez y nucve siglos, la filosofía y la misma Biblia y seguiremos trias bien á Ilste(I? Pal'eee que sí pretende usted ser mas sabio que todos los sabios, pnes pretcnde corre~il' y ensenar á todos los sabios católicos, y destruir' la Igle~ill. católica, cosa que no han podido todos Jas sabios impíos, Usted se convierte en Sabio único, como el ave fénix! La religion católica, apostólica romana está hoy en SllS manos; l. no]a dcjd!'á listed sifJuiem ell cl Último riueou del mundo? Usted es mas sabià quc Vo!¡nil'e; fij:mÎ piles, un término mas corto qlle el fijado por :lfJllcl impío para Ja destl'llccion del nomanismo '! Voltai!'e fijó veinte aflos: usted, seilo!', fijará un mes? un tlilo? dos, tres, euatI-o? euÚnto? clíganoslo de una vez, señor misionero de C()LO~I- BIA ! , V camas ahora algunos testimonios de los csel·itores eclesiásticos dc mas nota en los primeros siglos, siglliendo el hilo de la Ji istol'ia Testi\llOnios de 1m;siglos 1. y II. S. Ignacio quc ~ fuédiseípulo ele S, Juan, en la epístola -71íl los de Esmima dice, hablando de algunos }¡('rrjcs cle su t.icmpo: "Xo ad!uiten EI~c'iritiLía!li oolaeiouc~ porquc ~10COlltw;:;an ql\e LA l'.UCAltI'iT1A ES LA CAUX!'; Dj'; lITI·;:;n:o SAIXA]JUg .J¡;c;UCJ:V:iTO, la cuul pw1eciú pOi' 1lllcslJ'os ]}('Wr!()8." S, JlbtíllO, filÚ,ofí) y Illiirtir l!:.lula de ecite modo al Elllpera(lM A!ltonino ::;uore la ElI('ari:;lÎa: "TulIlalllo::; ('citas co::;as no COliJO pm~ coi/tun ú óebida c07mm, sino qne de la mi::;rna manera c\lle por la palabra. de Dios Jc::;ucristo ¡.;ehizo carne y nllC'qtro Salvador tuvo carne y s:1l1gl'e por can¡.;a. de 1IllCstra :::aluel, así talllbien sonlo;; instruidos de que a<lucl ({{imento, Cil rl cllal pal' lus }lI'C'CCti de ::;11 I,alaora p'ofen'da pOI' él mismo se han obrado las de graeiu, en donde por la 111.Hdan:;n Be alimcuta lIuc:;tra i':lI1¡!;l'C v nucstra came, ES LA C.\ l:~E y LA 5"\};U1:.I::D:~ A(¿UJo:l. J l:~lJ~:IUSTO E};CAH"ADO," Véase á S. hcu('o, discípnlo de S. Policarpo cn cl libra IV l'onlm lOtihcrc:jes funtasiastas (herejes <}Ile nC'galnm la vcrdaJ del CllCI'pO Je Cristo en la Encarnauion); iL Tel'tl\liano en el libro IV contm los mal'eionitas; á Orígenes en la llOrniJia VIII, en cI Exoclo, {j, H. Cipriano quien ufirma quc l¡acen mnyor injuria iLCristo los qne le tonHI'l inùignamente l'Il la boca ó eu las llIanos en la Eucaristía quc IllS qne Je negaron. * Soria no acabar si se (!uisics8 dal' l'esefla de los pacll'cs tIe los siglos tv, V y siguientes)' juntar sus testimonios. COll1ell'lalltlo ])or el siglo IV. El Concilio de ::\lcca T, los padres suntos Atanasiu, Hilario, Cirilo, Ambrosio, Basilio, Optato, ámbos Gregorios, S. EIi'clI, S. Epifanio & & &. Del siglo v. S. Guutlcncio, S. Jerónimo, S. Agustin (scl'ia. quc estos dos no sabian la Biblia?), S. Cirilu dl' AIC'Jandría y el Concilia de E£eso, Teollorcto, S. J~eou cI gral1lle, testimonios (1110se hallarán Illas cómodamcnte en Belarmino (el Cardenal) por estaI' reunidos en el libro Il ,soLre la Eucaristía y CDel opúsculo sobrc la pel'pctuidad de la fe. Pero traigamos pOI' via de ejemplo el testimonio clarísimo ùe S. Cirilo dl' Jerusalem, alaba(lo en el segull(lo Concilia gellel'al. " Afirma'ldo CrlIi::To Mrs~IO, dice el santo, y diciendo del pan .. EHTE Bi;; )[1. crnmpo, guién lie atrcverá li dll.dado dcsj)uc8/ Y confil'íllando ElllÛ¡;mo y dieiendo de l(¿ rnismct mancra: Es l'A E8 :MT SA~G lU~, <juién, di!Jo, dudará y dirIÍ que no es Sl¿ sang¡'e '!" Y alii mismo dice: "Somos pues portadores ó conductol'es (Ch¡'Ùl(opILori, hoc est, Oh/'ititH/IL fc/'entcs) de Cl'Ï'3to cuauùo recibimos Sil cuerpo y su sangl'c en lluestl"OS miembros. Pnsemos {¡ examillal' si es admitiible la usereion que hace usted, qucriendo hacer revivir los errores dc 10;; sacramentarios, mallílèstan<lo <lue las palabras de Cristo sohl'e la tmwmbstanciacion 1\0 indicall siDO sei1alcs Ú ;;íll1uoI09. Pero aute todo, tlígamc, sefior Pratt, quién fllé cI primcl'o qno -72in\cntó ó introdujo la creencia en la presencia real Jl' Jesucristo en la Eucaristía? De dónde tomó la J~ll'"ia cat6lica romana ese dogma? Diga, señor, que el pÚ[llico agnarda de listed las pruebas del tnEt0l'110 del Evangelio qUI:! ha hecho la Iglesia católica, segun afil'rn1l usted en Stl segunda carta. ,-3i no creemos la doctl'ina de la Iglesia conforme li la tradicion, conforme al Evangelio, ;. cuál opinion seguiremos de laBdosciCIltM y mas cn quc !ie dividen los lH'otestantes respecto de la Eucari~tía ? Usted responderá que debemos segnir la opinion de usted? Si no em mas que una figtl\'a lo qne establecia Jesucristo) ¡.l'ara qué tanta solemnidad y tanto aparato como se nota en la in,titucion de la Eucaristía? En la institucion de los otros saCl'amentos se cuidó poco nucstN (Iivino Salvador de VCl'que sus apóstolcs estuviesen presente~ y reunidos; pero para la iustitncion de la El1(~l'istía los prepHa, los reune, les diee que ha sido veltemcntísimo el deseo de comer con ellos esa pase'ua, palabras que, como dice S. LOl'cuzo Justiniano, SOil como las chi~pas de esc incendio de amor que ahra<:aba y consumia sn corazon, y últimamente, del modo mas claro y mas terminante, les entrega su cueqlO sacramentado, EntÚne'es Jësucristo seria el insensato (perdon, Dios mio! ) en haeer tanto aparato para estableccr un mero símbolo y nada mas L..... ¿ POl' qué no dar una explieaeion para no exponer ú nadie á un error tun enorme '? De tres modos puede entenderse el sentido metafórico 6 figll- rada. 19 PO¡' el uso recibido de los 'IOmlJ)·e.~, Por ejemplo, cI retrato del sello!' Pmtt, se dice que os el senor Pratt., y la carta geográfica de Colombia se dico que cs Colomhia, porque s('gun el liSOrecibido estos o~jctos se destinan para representar respl'etivamente al seí1ol' Pratt y á Colombia, 2. o Por el contexto de las palabras 6 del disC1¿rso, De estc moùo los A põstoles entendieron por el contexto de las palabras qne Jcsucri¡;to hahlaba figllradameníe cuando dijo que él era vid, porque allí mismo los llama tÍ ellos sarmientos; pueg como veian que ellos no erall propiamente sarmientos así tam~ bien veian fácilmente que Cristo no era pl'opiamcnte vid. S. Juan, :xv, 5. 39 POI' la c.(;[>o8ÍciondclmÍ8mo que habla cuando no puede hallarse el ,~cntido figw'ado por alguno de los dos Ùu1ioios anteriores, POl"ejemplo, cuando Cristo dice (S. f.Júcas, xrr, 1.): guudaos de la levadw'a de los Fariseos, aDade, que es hipocresía. Es así que pOl' ninguno de estos tre.'l modos puede colegirse que Jesucristo habló figurada mente al decir: « Este es mi cuerpo" -73ti " e,:;(a es lUi sa nQTC" ; lllC'go bs palabras de J cSlIcristo' deben cntendc¡'sc cn scnti<b liteml y llO pueden entenderse de otra maner'l. Prob:lI'élù, 1'i En la" pabhrus no puede enteuderse cOllwn de ¡¡aUai'. Por'llle do para "Estc e::; mi cuerpo" ó " E,:;tu mi sangre" el sentido figuraùo Ú metaforieo por el uso el p:m segun el liSO conllln de habla¡' no estú destina- ,li l'ejJ~'QSCllÜIl' cI ClIel'po ele Cristo signirwàl' ni el de nin- ~lln J¡O/ll!ll'C',df~ SUPl'te qne n\o;,tr:l<lo cI pan se pueda deeir "este el> illi cuerpo." IHg:lse la llli,;mu l'dlexion respecta ciel viDo, :zr!No pnde entenderse el senUdo fi¡!urado /j metaf01'ico en las palabras" g,.;te es mi cuerpo" ó "E"ta cs mi sangre" ]JOi' el COll[n;l'lodel disc/(/'so, Kada hay (!n Jo (Jue antccedc ú en lo que Bigue :í las palabras Je la tra:ISllo,;lail(::ueÍol' rIe clondc pnc:la eolcgirse que Cri,.;to habló Iigul'adanH'lItc. ) •.ntcs bil'u, el /\p();;tol dt''';¡1l1C'S (llll~;-efil'ió ln. inslit\lcioll "(le la Eur:aristía, a~~rpga la" co;:;as <lue Sl\pOIlCIl Ill'CCsa¡'iaull:utc la I'res21lcia real dl'¡ cuerpo y elf' la sangrc dieieudo : "De llIallCJ'¡\, quc el (PW t'omiel'e ('::;le l'ail, (¡ bebiere el (':lliz del Seí1Ol' indignumente: sent reo (no dijo de la figUl':l, i"ímuolo ú sefial del cuo'po y rIe la sangre sino) dd {'¡[CIlJO y de la ,~(l1Iflre DEI, S¡,;SOlt (I Corint¡os 'Hl supra )." S() poùrá ser reo de figura, símbolo 3. o ó seÏial '? la e:¡:posicion de Jesucristo fjllf'. IUlUa tam poco PUl\ùecnten<brse el scntido meta/orieo ó [igl\l'arlo C'u las proposiciones "E:óte es mi ~ller)J()" tí (( Esta es mi sal1gl'e." Todo 10 conli'ario upar(~C'e de Ias paluhms siguirntrs fi las de la t\'Hllsubstrll\ciaeion, j)UC'S CD vcz de explim!' .Jesucristo con al guna pa/aura que ua hauh1ba de Sil ellerjlo Ó de su sangre) dcspllCS POI' de dccir mostrundo el pan: "Ef<te es mi cuerpo," agrega (cn S. Lúeas): que es dado pOI' '/:o,çotJ'os; y mostrando y dundo ci vino y dicicn(lo: "Es/a es mi i'\Ungre,') af1adió (en S. l\Iatco) : quc SCIIÍ dermJ/wda por utachos ]lw'a remi8ion de pecados. DCSpllCS de c.;to, <)ll6 mas? (;oncll/in>ll1os call el Concilio de 'l'l'lmtu que el\ el (:((lIon I tIe la scsiUJl XIII <lice: "Si algU110 negO/'e fille en et san(Ís;mo sar.r([íllcnto de ta EItCCu1stía, se contiene 'i'l'/'dadaa, ¡'cat y I!¡¿.~t(fnr:i((l¡¡¡cnfe el cuerpo i la sanf//'(' juntwllente con la rli¡;iniclad y alma de nncslro seiíol' .Tc.mcrisfo y PO¡' tanto TODO CHISTO) .,iuo d¿jel'c 'lItC Ian 8010 se ho//a en ¿l (en el sacl'(¿meufo) Cu:l1O .E~ b.E.:':AL)Ó FIUUHA) ó 'vidad; SEA EXCO~\IU LGADO. Digo, ~enor)qlle usted ignora algo la ESC1'itlll'U Sagraùa) porque si la conociera lI\~ior,vel'ia sin duda C'jcmpIos de tmnsu \'staneiaeiones en val'ios I Ilgarc.s : vicra, cntre otras, la llllljel' de Lut convertida eu estatua de ::;ul(call version ùe animal en millel'ui): Génesis 10 -74XIX. 26; la vara de Aaron convertida en culebra (conversion de vegetal en animal): Exodo VII. 10; el aguaconvertic1a en vino en las bodas de Canii ( eonversion de UDa ::instancia natural en otra natural): S. J nUll II. 9, &. Pero tudo esto se hizo por milagro, se di¡'i: y no;<otros decimos, que pol' milagro se haœ !ambiell la traasuu;;tanciaeion del pan y del vino en el- cuerpo de Jesncristo: luq~o la tl'ansubstanciacion es posible por los mismos hechos de la Biblia ya aducidos. De tolla là dflctrina expuesta hasta aquí sobre la Eucari"tía se deducen las siguientes conRccuencÎus teológicas. 1'.' En el Sacmmcnto dc la Eucaristía sc contiene verdadera, real y snstancialmente cI cUI'rpo y la sangre de Jesucristo juntamente con su alma y divillidad como se l'rncba por las palahras de la promei'u, por lus palabras de la institucion, por la tradicion de los Apó;;toles, de los Padres y de los Coneilio;;: ~'.' Las palabras de J•.~ucristo "Este es mi cncrpo" ó" Esta es mi ¡.;ungre," no se deben ni pueden tamal' en sentiùo figumdo ó metufurico, y tOlllándolas en sentido propio y literal significa n la presencia real del cuerpo y Je la sangrc de Cristo en la Eneal'istía: 3'.' N ul.'S!ra fe en el 11ogm3.de la Pl'eseneia real ele J esueristo Dios y Hombre en la Hostia no es ciega sino rac:ionul, como dice el Aró;;!ol, IlUef'tu que la filosofía nos ensefia que en ver. de hallarse contradicciun cntre las palabras da .Jesucrislo y la crccncia univcl'sal respecto de la tL'aDsubstanciacion, hay armonía y confi}l'midad perfecta; y 4~ Toclos los hombrc;;, en vez de cavilar, llenos de amor y re~on()cimiento debemos adorar y recibir en la Hostia saerosanta con nna conciencia purifkada en el crisol de la confesion á Aquel divino Sefior prcsente en los altares que lo mandó cuando dijo: " Si no comié"eis la came dellIijo det hombre, y bebiérei.'1su san· gre no tend/'éis vida en vo,~ofros." S. Juo.n VI. 54. Preeel'to diviJlO que tambien es eclesiástico como Se ve pOI' el Concilio IV de J~etl'an que dicc: "Todos lo.~fieles de Uf/Oy oil'o 8e:l-'O de8pues que hrlyan I/t'gado al uso de la ?'azon, CONFU:~<;EXSEÁ LO )[É¡;O¡'; U~A VEl, EX EL ARo ... Recibiendo 1'evcrcnicmenle el sacramento de la Eucari.~tía á LO :MÈX08 F,;S- PASCUA; si no es qu.epor consrjo del propio sacel'dote (el con fe801')pOI' alguna causa. 1'azonaóle haya de aústenel'se ([e tal1'ccepcion pOI' ciel'to tiempo: de otra manera al vivo prohíbasele la entrada á la Iglesia y al muerto pl'íve~ele de sepultura cl'istiana." De paso advertiremos á usted, sefior Pratt, que los católicos no creemos que los símbolos Ó representacioncs de Jesucristo sean Jesucristo, y qne respecto de la snerte de la Iglesia al parecer hunentable en todo el mundo pOl'que se halla oprimiùa por los gobiel'llo!!l mismos, no vemos sino la continuacian de la sCl·ie de persecuciones que ha resistido para demostnu' siempre que su -75'V¡(la no C"; hllm~lI:l si;!/) (livin:\; que no necesita de apoyo hl1- p:lra Sllb,istir por(llle t¡erlc vida !)l'Opill, y quo t'lIa paS:1 g'lol'i()'~'l al tra\'es de 103 sigl()~, sean ClI:l]r" flH'l'cn lag D¡:\110 nÍIl;2;,¡nO fuerzas iufe\'l1:lles qne EUE,"; PJ.:lllh), la combatan, Y ,:;onf:E ESTA y LAS l'UF.KI'.\S DEf, .ELLA. S, l\latl>o xVI. l'H;[)l~,\. I:\FIEH~O POl"I'11' eserito est:í.: Tú EDIFICA !tÍ-; IULF.SIA, CO~TnA ~f[ SO PJŒVALECEnÁs 18. p.on este movimiento Quizá de pcr:;c('ucion universal á la Iglesia, ]os go)¡ímllos cn,'iei1ados pOl' la expcl'ielll:ia rceollozcun la di,'inidarl de la (¡nien religioll vCl'lbd(~,'u,y \'it'lIdo que no e~ posiblc Sil destmce¡oll, ya q Ile no la protegen, la dejen liLre j.;y JU;A LIDA D DE V EHDAD. Soy de ustéd atento servidor y capellan, (L. S.) Moises Higuera, Párroco. -76- * Cuestion original. (De" La Ilustracion" Jc Bogotá, númcro 780.) te Tencmos á la vista nn folleto titulado: "Las Sagl':v]a" E;;cl'itlll'as, e¡lugal' qnc ocnpan y el oficio qne h:;ccll Cil la 1?;1.~siaromana : Corre~pondl'ncia con el doctor Moise,; Híg-lIera, Uma ¡lIterino del So<'orl'o." El ¡¡¡lIeto C¡IIC va indica<lo sc componc todo él (le nnas cartae de IlIl ,.d'lor IL B, Pratt, qnc cntendemos ser mini"'ll'o protestunte, dirigidus al Cllra del S.'corro, dodoI' :\Ioiscs Higuel':.!, con motivo de habl'l' hecho (',;t,~ei{~rtas invitaciclIc,,;, 110 mny convcnientes cn 1111 saccnlotc catÚlieo, Ú otro encmigo del Catolicismo. Filé nna dc ciJa:=; para que ci senur Pratt COIH'lllTiera á nlla Junta de católieo;:, se euticndc, y en la eual debian arbitrarse JD( {lios para rcedificar la Ig!esía pal'l'oquial del So,:orro. Gravo ÍL\(> portu n idad ! Plié oU'a, IIna csqnela circular en que el sC'fiO!' Pratt fné invitado pOI' el d ¡eho ClIra á asistir á la fèstividad del Corpus, Enorme i ncon \'Cn iClIcia ! La prinH'l'a rCsfllwsta <Id "r¡¡ol' Pratt, rs ulla lal'ga cartu (lncj{¡lIdo~e dl' alglluus frases dlll'm; que, spglln dice, le <lirigiú d doclor Iligtwra; )' la srg'lInda versa sobro la iuvitaeion que se le hizo á la tl'stividad dcl CÚi'}JHS, K o cOllocemos todas las piezas en qne ci Cura, doctor Higucra, se dirigiesc al catequista protestante, porqllc éste las combate sin exhibir¡as; [lel'o eso 110 obsta paru que podamos [lplieal' 1I11 poco de crítica, y llada mas que crítica, á las proùuccioncs del sefior Pratt. J:n ln primera rcspnrstu qllc este ¡::ef!or da al Ct:m católico, dcspues de cxcnsar"é il la nada oportnna in\'itacioll que sc le hace, ofrcee ul ClIra S 2.'i de contrilJllcioll pam el objeto que se le indicó cn la invitadon respectiva; Pero con la coudicion de que se leyese al pnehlo tonos los domin:.!;os 1I11 capítulo, pOI' lo ménos, del ::\ lIe\'o Testameuto en lengua castellana, Desde luego se ve cbramente qne el senor Pratt hizo t'U ofre~ cimiento en la llIUY Sf'gllm cOl1viccioll de que nI) le seria acl'ptada, y esto, 110 porquc en sí misma. su condicion tuvicl'a algo de malú; (';;te es{'\'ito pam <¡,je las pcriOoDa, de SAno {'riterio vean no dice en ning\,,,a pnrte, ('01110 Jo quipre cnt('nder llll ('0 t,I "l)ÍoJrio (It..: CnndiUtluU:l1"C::l\" qL:e R(>~l Ilullo ni que esté P'olullido ellp('l' la I{ih~ia, sillo quI' I~O se pup(\c introducir este Único y exclu> ¡YO mollo de cm~iiar la Heligioll por lu sola preten8ion de un enellligo ;¡ Heprorlncimos que c' ¡¡ur.trc escritor sugi'111 (l~H~ (·.;;rdl,i/, del C¡llolicisIlJo, -77Sino pOl'qnc por muy rle bueno y nun dc excelcntc 'lnc pndietellcl' f'eOlejante prúetica, que COll ser pdeti('a protestante ya t('nia conlnl :;í esc inconvcniente, !lO podia intl'odllf'il'!'c rn la Iglesia c:ntóliea por la simple auloritl:lc! eJe lIlI mero elll'a ele lIlIa 1>a I' rm¡1l la. En Sil IWC'Í0n:o:ion, cl l'dia!' Pratt ha hC0ho lo <)Ile quien prctendiera (llle \·1 ('api\all de Illln cODlpaiiÎa cle inf:lI1[f'rÍa cn ci 1110mf'llto cie tina hat"lla, pusiese Sit,; ,;olclaùos á {'aballo sin {¡l'den ni \lcll' flist)();.;icion ciel .J cfc del cuC'rpo; pOI' cuanto Ulll.!. !wrsona ~uakJuicra lo invitara ú, nwtl'I'St' :lsí ell eamisa cie on\'o v:orus. y si 1:1 l.l'e!l'IlSioll clpl sL'Ïior Prntt, es en ('sIl' pUlllo hn cxtmVi1g:.1llle c'omo ilHllll1lisiblc, su el}(~jo l'orque no se le clió gusto, cs tnn injns!() GuillO P()(~() razonable; plll~~ ci Rt'i1or Pratt (h'be saber que entr<.' no;;otrog los eatÚli('o", l(l.~5:1("('\'\1\)1('s~' los fides re"petamo,; y ohc(lc('cl1los tí 1(18 ((ulol'irTculc8 (le la !'Ol:ie(l[¡(l de c¡nc samos pacte; [l(mple c)l Catolici>;lllo ciL's(;onoce ci indi\'idualismo }lcr,;ona] en materia de clo~tnas y (ie cnlto y de liturgia, qllc es ,.\IlO (le los p\1ntos en <)\1e los protestantc·s dificl'cn de nosotros. En el Catolicismo no cs dogma, enlto ni litlll'gia ]0 qnc crea clIalquicm con soJo lecl' la Biblia, sino lo qne la Iglesia uuiversa I define y pres(,l'ibe :í los Prelados y á los fielcs. POI' atm parte, lu qlH:j:! (le! R\:ñol' Pratt porc]ue cntre 110~o~ros no !'e lisa la Ieutllra cie las Sagrallas Escrituras atendiplHlo solo c1 1{( l('[nt dellc;cto, cs ellteràlUcnte fiH~I'a. de razoo, llicc él que J\lI(~stl'O ¡:;('i1ol' Je"'lICI'Î:-;to leia y leiau tmlo,; Ins E",cl'ituras sin nc\'psidad de anot:.lCiollcs, etc:; pcro es llecc"'ario cstar en extremo {lrcoc:apado para no echar (le vcr la ('uorme diferencia de los tielltl'os y de JOE hombrcs que aquello haeian, y las situa.eio"CS, los dias y hombrcs cl() los tiempus JlI(Hlcrnos. Los PI'j llI::I'OS cri,;tianos, hebrcos ell SlI Il':!yor parte, lcían la Biblia en Sit ]Ji'opia lengua,' y por lo mismo no tenian neccsidad <le u I\olaeione,; ml hoc par:l comprender sn l'entiLlo. Entúnees lln .iudío pOllia leer y comprender lIlIa doctrina que rstando c,;~ .crita en SH prop'¡'o idioma, ninguna 6 poq¡,ísimu dificultad pOllia ofi'eccl'le, ; Su\'eoerá lo mismo en 1111estros dias? l'~o; la razon cs tan cviclenie, <¡lie salta ú 105 f!jo.'i ùcll:ombrc ménos avis~cln . l'a r .Los homores que Icoea hoy la Biblia C!I aleman, ir.~l(-¡;, f,'an- .ccs, cu<:;tell:.ll1o, de, Icen un t('xto t1hC del hehreo fUl' traducido al g:-iC'go por Lo;; 8ett:nlrt dd E~ipto tE! vi<:jr¡ Testamenlo), del gt'iego al latin pûr San J er<>ni lJ1U, q lie cs lo q lie se llama La Vlll[fafa, y dd h,titt (¡, las bngu;ls y¡,'as lPodcm:\». Lo,; EYallg~lio~, escrito,.; cn hebreo, siríac\l, gril'goy btin originariamente, fie ball:lll en "I mismo cu;.;(). ;, lIa)", pues, ni pocde haber nOll1purae:on entre nn lc(,torcualquiera. aet llul d.~ lu~ Sagra(lu,; Es('ritma:; y HU bctOl' de los tiempos ùe Jc:·mel'ÏsLo (; ele los Apóstoles 't ¿ Es lu mismo leer un tex- -78to original qne !lll texto que tiene detras de sí el hebreo, lengna muerta, el gl'it';2;o, len~ua muerta, y el latin, lengolla lIluerta, hasta \'l'nir ~ d,\!' á una dc las lengnas que hoy se 1Mblall '? Es necesario es' ar ciego y ademas loco remataùo para haeet' ulla confusion ta r. mOrlt'tl·llo.~a, Esto f¡,é, sin duda, lo qne him <iceir al Conde Juan Dionisio Lanjllill:ls, antigllo P!,psidente de Ia 'Conveneion ele Francia, (nada S()s)f'(~h()so cn el aS1Into) cllántos y clliÍn cxtcn~os conot:Ímientos ¡'c('('sita llll llOn¡/¡¡'c paru COm¡lrenrlcr, pOI' sí solo, Jos textos dc los LI !lHO'> SAG IL\ \lOS, y, ('omo s('l'ia demn;;iado largo copiar a(l'lí cuallto cn cI pal'timdar tratl ci :lutor (lllC f!(:jal1los citado, el ,,·'fiOI' l'ratt puede Je(~rlo en la Enciclopedia Jlor!(')'na (palalml l3illlia) ell donde ¡¡aliará Ilna larga di"crtuciolJ (¡Ile cual<}uieJ'a re'?OnOcel':í'corno un trabajo de los que llaman los Úanceses, de m,tin de Jl(/Îtl'(~ • .En cuanto :i la wlidad que el seflor Pratt pl'etende dar fi sus crecneias, suponiendo que todo el protcstantismo reposa únicamente en reeonceer "Que la Biblia cs una revelaeion divina inspirada por Dias para sal vamos y Que e"ta rcvelaeion hasta para ese fin," N(~s parece. que dicho sei'ior anda un poco desorientado en su propIo nl'!!:OCIO, ¿ Querrá ci HenO!' Pmtt hacernos creer, borrando la historia como quien pasa IIlla esponja hurneda sobre \ln escrito cn pizarra, que son una misma eo;;a Lutero y }';wing;li(J, Zwinglio y ŒmlnmpadioJ Calvino y Enrique VIII, Carlostadio y Melanchthon? ¿ .N o conoc(\ el seflor Pratt ese cuadro de <iiscor(lia;:;, e;:;e caos de contradicciones de lo;; prf}testant~.; alemanes, q ne ~f. A Oland de Saint!' ba trazado con tunta maestría en la exhibieion de los ra"ionali::ltas alernanc,,:, hij(ls legítimos del protestantismo germánieo? POI' otm parte, pl pl'otestanti::lmo dcl señor Pratt 110S pal'cee tan cómoúo eOIllOJlarlamr¡ Friâl eu el muudo, tal como será en el año tres mil, por Emilio SOllvcstre, j Bonita, lillrla 1l1lirl'ld fraternal la del pl'Ote"tante Cah'ino con el prote>,tallte Mignel Servet, á quien hizo quemar vj,·o con "amas verdes Cil Ginebra y C01l10 herve, en prueha dcfratemal COl'di~lidad evangelica ! Conocido:; son los altercados <ie Lutero con Zwil.glio acerca de la pl'e,~cllcia real de Jesucristo ('n la Sagrada Encaristía, qlle Lntero /,I'ofesÚ siempre y que .zwillglio llegÚ hasta morir peleando como UIl matasiete, Ahor~l si el sef!ol' Pratt, lIamll1tllidrtd del PI'()fr'.~talltil:imO la al'manía de torlas esas COlllUlliolles en RU odio al Catolicislno, no tendl'cruos embarazo en abonar su dicho; pero eso no prueba otra cosa sino que estando todos los protestantes bajo el comuo - 7D -anatema Ja Iglesia univel'sal, tocIos ellos se retuercen y bl'Uman dl',;e~peradu" con pl 1¡'CllH'n<1o(;sco"o:' d(~ c.~a ('.~pantoi'l\ rnaldicioll 110Ilna mu<J¡'()~omun ultmjada y (~sto ('S muy naturaI; pero esa nI) cs la armonía de lus cl'ccHeias, ~illo la comunid~ld dl: \lll inírll·tnnio id,;nlico! qne t'l f-('iil)1'Pratt recuerde así 110 mas y como de paso, Qllé ¡¡lé lo (Ille vinicron :1, buscar :i las costas Ile A IIIél'i(,ll Guillermo Peull y .':iUS coullJaiil~ros: lilwrt:.Hl! liherlu(l (le conciencia! ¿ Y quién se la /legaba cn In;;latcr/'a '! Los cutólico,,? );0 l Lo,; protestantes, tan protestante>; como ellos mi,mlos! Qué tal unidar!! Qué tal m'"'¡WII ta! Fillalmcnte, ci seiíor Pratt, f¡lIC tanto se qllc:ja del lcnguajo del duttol' Hlgucra para con L,l, dl·]¡el'ia sel' lin !,oco mas lIrbano con ci pais qllc tun gcncrosa h();;l'italill:~(1 c(Jn(~e(lc Ú toclas las crc('neias; y no haucrsc pCl'mitillu f¡'U6CS Cailla ulluelJas de q lIC Ilosotm,; ereelT10S QIle 1I1laoblea hecha por lin pann(lero es el Dios vivo CriadOl' (lei cirlo y de ln tierra. ¡, Será qlle ci protl'stautismo, t:llI fino COIIIO Sll patrollo Fmy ~lart¡Jl, no cllti~Jl(lc ùe buella educaeioIl '? .Ma I mallo Ill' hal'f~J' 1'1'0"(:] ¡to:;. El ¡<eDOl' Pratt d,>be erecr quc si su gran patriarca I.Jutero le habicl'a oido l'sas p:dabritas, le habria arrojado :í la cabeza Hila de cs.\,; slIculentas botellas rie CCl'veza qllc saboreaba èn sus controversias eOIl su eol'radc ~winglio, para probarle lu p1'c8cncia 1'cal. :y ya sabe el SCnOl' Pratt quc Fray ?lial,tin le arrojó {¡ to,1o lIll Satanas cn pcrsona su tiutero á las naricc>s en UIl momcnto de mal huenor. Cl'crmos haber tratado este aSlInlo con la decencia y la lllodemoion que cumple á nlll'stl'O carácter, no ob"tante quc el señor Pratt, nus ha autorizado para no J'c;;pctar esos límitcs. De,w:llIlOs, no obstante, quc dc JluC'stra p:ute .~elc tt'ate siempre COlila. benignidad que imponen la tolcrancia y la eivilizacion; nsí pOl'quc eso es Jo £Ille mas consnlta el \'cr(ladel'O cspíritu de Illlcstra rrligÎon, COlllOporqne 110seria digno de nOf'otl'OS el J'chajal'llo" hasta ¡'cnwdar la bozal gl'oscl'fa con que ml:llcluier patan, PUI"l pagamos la )¡o,;pitalilhHl que le otOl'gall1;ls hidalgamcute, vcnga á insultamos en nuestra propia casa. Basta. ae M. M. MADIEDO. FE DE ERRATAS. Páginas líneas Dice bis. 2-i. 3!l 28. 29. :31. 40 . 21. ] ,l. arc g,.o¡]lljo 31. 32. IIhl'll!.!!.\' 32. 4. 46. 50. 53. 58. 34. lf! son Gc\,Úllimo elicajent('s up()~;'ole,. 2~. qllc cOllhre. 31. 20. .Jcsucristo no hable iucapié Iénse le,~,'on •Jel'(.uimo are pro,]lIjo ab,.n:m\, eli,'rropntes api¡~t~)les qlle s'; cmi!a.¡·c. JUllo:r¡'~fo hable • hincapié KOTA,-Lm m¡l1l11,r;'ituo de la contcstacion ti Ill. cartR Acgllnoa llegaron:t In 111lI're¡¡I,\ d ] {) de julio tí ¡limo y el de la eOllteôtncion il la tercera el ::'6 del mismo; ¡"'l'U JOr halJl'1' much,tG ubl'a" oJiciales dl' b,lstanlc u!'gencia, s., ha retardadu algoa jWf>1'~6i()n. Dl Di/ector cle lu. Imprenta.