Los “vientos de cola” y modelos económicos. Los vientos de cola de

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Los “vientos de cola” y modelos económicos. Los vientos de cola de
fines de los setenta, los de la década del’90 y los actuales1.
Cerca del final de la segunda guerra mundial, importantes autores del campo de la
economía entendieron que debían investigar las causas del subdesarrollo de las
economías capitalistas de la periferia, y posteriormente, proponer políticas que
posibilitaran a los países más atrasados “iniciar” un proceso de mayor desarrollo social,
económico y cultural.
Había una necesidad política por resolver dos situaciones que preocupaban a los países
desarrollados: ninguna economía o país debía ser llevado nuevamente hacia
estrangulamientos similares a los que sufrió Alemania en el período pos primera guerra;
y segundo, no se debía exponer a muchas sociedades del este europeo, África y America
Latina, a la tentación de resolver su atraso por un camino diferente al capitalismo. En
ese contexto político y académico es que nace la Economía del Desarrollo.
La intención o el propósito de estos autores, como ya se dijo, no era sólo participar de
un debate teórico, sino influir en la toma de decisiones de los países subdesarrollados y
especialmente, en los actores que, desde los países centrales, debían decidir “ayudar”
para que supieran condicionar dicho desprendimiento de recursos. Generaron
argumentos para que se supiera “como” ayudar y también, a “a cambio de que” un país
se hacía merecedor de dicha ayuda.
Más allá de la injusta subestimación de algunas autores de estas teorías, hacia los
actores (públicos y privados) de cada país subdesarrollado, en el sentido de no
reconocerles experiencias o estrategias propias y previas a sus aportes, importa traer a la
discusión que los argentinos tenemos actualmente, aquellos argumentos de mitad del
siglo XX y confrontarlos con los actuales que pregonan que nuestro país debería
aprovechar el actual “viento de cola externo”.
1
Lic. Alejandro Barrios: Director de la Comisión Nacional de Comercio Exterior; Profesor Asociado de
la Universidad Nacional de Moreno (UNM). Este trabajo forma parte de los argumentos utilizados en el
artículo “El comercio exterior, las políticas comerciales y los “vientos de cola” de fines de los setenta, la
década de los’90 y la actualidad” del libros “Dos modelos económicos en disputa” UNM – Prometeo;
Buenos Aires 2011.
En primer lugar, en el trabajo se hará un brevísimo recorrido por algunos de los viejos
argumentos en pro (no es un juego de palabras) de lograr una necesaria e inevitable
ayuda externa para crecer y desarrollarnos. Si bien este debate está presente en nuestro
país desde la independencia a inicios del siglo XXI, y se ha ido resolviendo, a veces con
empates virtuosos, y otras con desempates aberrantes, como el de la última dictadura
militar, hoy existen condiciones objetivas y subjetivas para alcanzar un nuevo empate
que genere certezas, crecimiento sostenido y solvente para un mayor desarrollo económico, social y cultural de nuestro país.
Posteriormente se intentará relacionar los actuales argumentos de actores políticos,
intelectuales y mediáticos en pos de que los argentinos "aprovechemos la presente actualidad internacional", con aquellas teorías de mediados del siglo XX. Aquí también se
presentarán argumentos sobre que los anteriores "vientos de cola" de los últimos treinta
años, no sólo no han generado lo que sus actuales promotores prometieron en su
momento (son los mismos actores), sino que las consecuencias de "la ayuda externa
recibida", nos dejó muy lejos del escenario que los pioneros autores de la Economía del
Desarrollo se planteaban como objetivos.
Finalmente, nos haremos algunas preguntas sobre las potenciales consecuencias de que
la mayoría de nuestro pueblo decida democráticamente cambiar de rumbo y retornar al
pasado: una nueva apuesta a la integración pasiva de la Argetina a los mercados
comerciales y financieros externos.
Aquellos viejos argumentos2
Los primeros autores de la Economía del Desarrollo, ligados con las escuelas más
ortodoxas, fueron los que explícitamente argumentaron que, sin un "gran impulso" externo (el Big Push de Rosestein-Rodan3), los países subdesarrollados no tenían posibilidades de despegar. La explicación venía de la mano de la falta de recursos para la
2
No se está diciendo aquí, que todos los aportes realizados en el marco de la Economía del Desarrollo
hayan perdido vigencia. Es más, se argumentará más adelante que algunas de las actuales discusiones que
se han dado, podrían verse como enseñanzas de algunos autores pertenecientes a dicha rama de la
economía.
3
Rosestein-Rodan, PN: “Industrialisation of Eastern and South-Eastern Europe”. Economic Journal Vol
53. 1943
producción, exclusivamente capital, porque afirmaban que había excedente de mano de
obra en el sector rural. Pero la escasez del subdesarrollo en cuanto al capital, se extendía
también a las "capacidades" privadas (espíritu empresarial) para un potencia! despegue,
con lo cual la "ayuda" no debía limitarse sólo a proveerlos de recursos, ya que se los
veía incapaces de administrarlos. Había que generar el marco institucional público y
especialmente privado: organizar un trust encargado de liderar el proceso. Este último
sería el receptor y administrador de los recursos externos que llegarían. El "gran
impulso", externo podía ser mediante préstamos internacionales: a través de Inversión
Extranjera Directa (1ED).
Similar es el planteo de Nurkse4: los países subdesarrollados están en el "circulo vicioso
de la pobreza" dada su escasa capacidad de ahorro, como consecuencia de sus bajos
ingresos. Por lo tanto el ahorro a invertir debe ser necesariamente externo. Para este
autor, hace falta una sincronizada y simultánea inversión de capital en lodos los sectores
de la economía. Esto es lo que se conoció (junto al anterior) como la propuesta de desarrollo a partir de un crecimiento industrial balanceado impulsado por el ahorro externo.
Los matices entre los autores de la Economía del Desarrollo se hacen evidentes con el
trabajo de Hirschman5 y su apuesta al "crecimiento desbalanceado". Esta propuesta
tendrá el costo de la "destrucción" de algunos sectores de la economía más atrasados,
que se verán compensados por el crecimiento de los más adelantados, que al estar encadenados hacia "atrás" y hacia "adelante" en la cadena productiva provocarán el desarrollo de toda la economía. Aquí la inversión externa tiene dos roles: inicialmente
cubrirlas falencias empresariales e institucionales y luego, igual que los anteriores autores, cubrir la brecha del ahorro.
Otros autores de la Economía del Desarrollo presentaron argumentos un tanto más
respetuosos con las experiencias de los países subdesarrollados, especialmente con los
latinoamericanos. Precisamente, fueron autores de América Latina los que pusieron en
debate los argumentos del supuesto beneficio de lo "externo" en el camino al desarrollo
de nuestras economías. La crítica a la "ayuda" externa como necesario y suficiente para
4
Nurkse, Ragnar: "Problems of Capital Formauon in Underdevelopcd Counirics". New York: Oxford
Universtty Press, 1953.
5
Hirschman, Albert: 'The Straietegy of Economic Devclopmcnt" New I laven: Yale University Press,
1958.
alcanzar un mayor desarrollo no se reduce a la cuestión financiera (recibir capitales),
sino que se extiende al comercio internacional (más comercio según la división
internacional del trabajo).
Raúl Prebisch6 fue uno de los principales autores latinoamericanos que pusieron en
cuestión los argumentos a favor del "beneficio mutuo" del comercio exterior y también
los de la división internacional del trabajo en función de las productividades relativas.
El desempleo estructural, las heterogeneidades productivas, la especialización primaria,
la baja elasticidad en el ingreso de nuestras exportaciones y la alta elasticidad de la demanda de importaciones de bienes de capital, provocan el deterioro de los términos del
intercambio. Las diferencias entre la periferia y el centro, lejos de converger con el
comercio exterior, se profundizan (ataque a los argumentos del "beneficio mutuo" en el
comercio internacional según la división internacional del trabajo). La única solución es
industrializar la periferia y para lograrlo se proponen cuatro metas:
a) industrialización por sustitución de importaciones;
b) reforma agraria, ya que la concentración en la tenencia de la tierra frena el proceso de
industrialización;
c) el Estado es el garante y planificador del todo el proceso y
d) promover la integración latinoamericana para ampliar mercados para poder alcanzar
mayores escalas de producción.
Si bien no se sugiere un aislamiento del mundo, desde el pensamiento latinoamericano
de aquellos años, difundido fundamentalmente por la CEPAL7, como si se propuso
desde una visión más "autárquica", como la Teoría de la Dependencia 8, tampoco se
presenta al capital o al comercio internacional como imprescindibles para alcanzar un
mayor desarrollo de nuestras economías.
Estas diferentes teorías que promovían un mayor desarrollo de las economías de la;
periferia a través de la industrialización, entran en una etapa de silencio político y aca6
Prebisch, Raúl: "The Economic Developmcnt of Latín America and its Principal Problems". New York:
United Nations, 1950.
7
CEPAL: Comisión económica para América Latina, organismo dependiente de las Naciones Unidas que
en sus publicaciones hasta mediados de los ochenta promovió la industrialización de Latinoamérica.
8
Celso Furtado y Fernando Enrique Cardozo fueron autores destacados de la Teoría de la Dependencia,
cuyos argumentos contradecían a los de la ortodoxia en cuanto al rol del capital externo en el despegue de
las economías en desarrollo.
démico con las reformas neoliberales de fines de los ochenta y en toda la década de los
noventa. El ocaso de la Economía del Desarrollo9, con sus matices, dejó el campo libre
a las viejas estrategias ortodoxas, que ahora travestidas con ropajes de modernidad,
generaron en nuestro país la peor crisis social, económica y como consecuencia de ello,
también política de toda nuestra historia.
La recuperación económica, social y política a partir del arlo 2003, nos vuelve a generar
la posibilidad de debatir qué modelo de país nos va a permitir entrar en un sendero de
crecimiento sostenido y solvente para generar las bases para un mayo desarrollo de
nuestro país.
En esta discusión estamos los argentinos desde el año 2007, cuando el ex presidente
Néstor Kirschner nos dejó, por primera vez desde más 60 años, un país ordenado, con
solvencia fiscal y externa, las bases para dar una estrategia de desarrollo con autonomía
y soberanía.
A poco tiempo de empezar la discusión (2008), la sociedad se vio interpelada por la
vieja discusión sobre dos modelos de país, que de alguna manera, había estado solapada
mientras salíamos de la peor crisis de nuestra historia: 1999 - 2002.
Como uno de los modelos propuestos actualmente a los argentinos, claro que sin
muchas precisiones, es "aprovechar el viento de cola" externo, nuevamente aparecen
aquellos argumentos ortodoxos de la Economía del Desarrollo: "solos no podremos";
"necesitamos el empuje externo" o "no tenemos escala".
En efecto, aquellos argumentos di mitad del siglo xx, hoy aparecen desde dos
posiciones políticas funcionales a la dependencia externa:
a) La agroexportadora dice: "el beneficio de la fuerte demanda de productos
alimenticios en el mercado internacional debe reforzar nuestra especialidad en
dichos sectores que cuentan con precios al alza, "tenemos que aprovechar al
máximo esta situación", es “la oportunidad".
9
Albert Hirschman: "Auge y ocaso de la Teoría Económica del Desarrollo", El Trimestre Económico,
octubre 1980.
b) La financiera endeudadota dice: “nuevamente se da la situación de mediados de
los años ’70 y de los años ’90, la tasa de interés internacional vuelve a bajar, es
más hoy es la más baja de la historia”, “aprovechemos este escenario,
integrémonos al mundo”.
Es en este sentido que parece necesario recordar dos cosas: que no es la primera vez que
existe "viento de cola comercial y/o financiero" ; y tener presente cómo se "aprovechó"
el viento de cola a fines de los '70 y en los años '90, diferenciándolo de lo que estamos
haciendo ahora con el contexto internacional.
Los anteriores vientos de cola: fines de los años 70 y la década del '90.
La Argentina, como oíros países latinoamericanos, fueron receptores de dos flujos
importantes de capitales externos en los últimos treinta anos: el de mediados de los años
setenta y el de ta década del '90.
En efecto, luego de la crisis en Estados Unidos a inicios de los años setenta, el mundo
capitalista se enfrenta a una crisis estructural que aún hoy sigue dando señales de vida.
Una forma de exportar su crisis fue en su momento (y actualmente) empapelar al mundo
con una gran emisión de moneda. La devaluación a inicios de los setenta (agosto 1971)
por parte de Estados Unidos, la crisis petrolera y la posterior gran liquidez internacional,
posibilitaron un exceso de ahorro monetario en los bancos de los países centrales.
Ese excesivo ahorro había que colocarlo y los viejos diagnósticos sobre el desarrollo
volvieron. ¿Donde se necesitaba ahorro? En la periferia, especialmente en América Latina, y en ese proceso, nuestro país, para ser rigurosos, nuestra elite económica, fue muy
activa en la captación de ese ahorro eterno a una tasa de interés en descenso (19741977).
El "viento de cola" de mediados de los setenta no vino, como sugerían los primeros
autores de la Economía del Desarrollo: para generar la imprescindible institucionalidad
pública y privada necesaria para despegar; sino lodo lo contrario: vinieron a condición
de destruir todo lo previamente logrado en la posguerra, especialmente las potencialidades generadas en el proceso de industrialización del período 1945 - 1975.
Tasas de Interés EE.UU. Promedios anuales en %
25,0
20,0
15,0
10,0
5,0
91
07 1
9
17 1
9
27 1
9
37 1
9
47 1
9
57 1
9
67 1
9
77 1
9
87 1
9
97 1
9
08 1
9
18 1
9
28 1
9
38 1
9
48 1
9
58 1
9
68 1
9
78 1
9
88 1
9
98
0,0
Promedio %
Para tener un breve pantallazo de la mala herencia que nos dejó ese primer "empuje de
ahorro externo" que tanto pedían los ortodoxos, se puede recurrir a un trabajo que
hicimos con Benjamín Hopenhayn sobre el derrotero del modelo neoliberal en el período 1976 - 200210. El capítulo dedicado al período 1976 - 1983 lo llamamos "Las
ruinas minadas". Es que, en vez de acercarnos a un sendero de mayor desarrollo económico, social y cultural, este primer flujo de ahorro externo nos dejó muy lejos de eso:
dcsindustrializó, endeudó, destruyó capacidades públicas y especialmente, eliminó a una
generación de argentinos que estaba dispuesta a liderar la marcha de nuestro país hacía
aquel sendero al desarrollo largamente buscado.
Si con marchas y contramarchas los procesos de acumulación económica de los 100
años anteriores (1880 - 1975) en nuestro país habían estado vinculados con la
producción (modelo agroexportador y el sustitutivo de importaciones), a partir de este
primer "impulso externo", nuestra elite económica se adapta y pasa a la acumulación
financiera y deja, en sólo siete años a la economía argentina en aquellas "ruinas
minadas" de 1983.
10
Benjamín Hopenhayn y Alejandro Barrios: Las malas herencias, ¿Qué dejan los gobiernos que se van?. Fondo de
Cultura Económica, Buenos Aires 2003.
Luego de la década perdida de los ochenta (exportación de ahorro latinoamericano hacia
los países centrales), nos llegó "el segundo viento de cola": el de los años noventa. En
estos años, ya habían pasado los procesos dictatoriales en el continente, ya se habían
eliminado las subjetividades peligrosas y ahora faltaba terminar de eliminar las resistidas objetividades. Nuevamente, como a mediados de los años setenta, en los primeros
años noventa, bajan fuertemente las tasas de interés internacionales: nuevo proceso de
endeudamiento argentino.
Tasas de Interes Internacionales en Dólares
LIBOR a 90 días
9,0
8,0
7,0
6,0
5,0
4,0
3,0
2,0
1,0
0,0
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
Tasa en Dólares
Para ello ya estaban disponibles los mandatos del Consenso de Washintong (CW):
reforma del Estado (descentralización y privatizaciones), apertura comercial y financiera, flexibilización laboral, etc. Las viejas condiciones de Rosestein - Rodan, para recibir "el gran empuje" (el ahorro externo) para industrializar y desarrollarse, ahora se
habían transformado en "sugerencias" para una integración eficiente de las economías
subdesarrolladas a la creciente globalización.
Luego de cumplir cabalmente con todos los mandatos del CW y de recibir importantes
flujos de ahorro externo nada mejoró en nuestro país, al contrario, este segundo "viento
de cola" dejó a nuestro país en la peor crisis económica, social y por eso política (toda la
clase política quedó deslegitimada: el pueblo pedía "que se vayan lodos"). El aparato
productivo quedó destruido, se generó un endeudamiento externo descomunal (180%
del PIB), el Estado desfinanciado y sin activos y. como consecuencia de este proceso, se
habían empujado al abismo de la pobreza y la indigencia a una parle importante de
nuestra población.
No es menor recordar que junto al fluyo de ahorro externo recibido, en dicho periodo
también se contó con términos de intercambio favorables para nuestro país. En sólo seis
artos (1990 a 1996) el índice de 'términos de Intercambio (1TI) aumentó 20 puntos,
pasando de 89,8 a 109,811. En el gráfico siguiente se pueden ver las tendencias alcistas
de los principales productos exportados por nuestro país en los primeros años noventa.
Precios Internacionales U$S/Tn 1980-1996.
Número Índice 1980 = 100
140
130
120
110
100
90
80
70
60
50
1980 1981 1982 1983 1984 1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996
Trigo
Maiz
Soja
De alguna manera, los anteriores párrafos pretenden poner en cuestión la pretendida
verdad absoluta de que los "vientos de cola" hay que aprovecharlos porque nos hacen
bien. No siempre es así o por lo menos no siempre ha sido así. La situación económica,
social, institucional y cultural del país en el año 2002 ofrece evidencias de todo lo
contrario.
En este sentido, los actuales promotores de que debe aprovecharse el "viento de cola"
internacional, tanto comercial como financiero, deberían explicar qué políticas públicas
11
INDEC: Estadísticas del Sector Externo, serie histórica del Poder de Compra de la Exportaciones: 1986 - 2010
www.indee.mecon.gov.ar
diferentes a las de su pasado reciente piensan implementar para que nuestra sociedad
alcance un mayor desarrollo. No parece claro que el solo dejarse llevar por el viento de
cola nos lleve a esa patria que la mayoría de los argentinos soñamos: grande (mayor
integración regional), justa (disminuyendo las desigualdades) y soberana (recuperando
la autonomía para las políticas públicas).
Los nuevos argumentos sobre la ayuda externa o los "vientos de cola".
Como ya se dijo antes, luego de salir de la crisis (1999 - 2002), y cuando estábamos en
condiciones de volver a discutir un nuevo proyecto de país, los argentinos nos vimos
sacudidos e interpelados por un debate profundo que hasta tuvo en algunos actores
importantes (políticos, económicos, mediáticos, sociales y religiosos) pretensiones
desestabilizadoras del actual gobierno constitucional.
El debate fue detonado por una política pública a principios del año 2008 (las
retenciones móviles a las exportaciones granarías) que supuestamente atentaba contra el
"aprovechamiento del viento de cola". Se decía en aquel invierno del 2008, que en vez
de izar las velas, el gobierno nacional las destruía, impidiendo a la sociedad argentina
disfrutar del excepcional contexto internacional: altos precios y bajas tasas de interés
internacionales.
Es verdad que nuestro país estaba en ese momento, y también lo está en la actualidad,
"disfrutando" de un escenario de precios internacionales muy favorables, en el cual el
índice de términos de intercambio que estaba en niveles de 109,8 en 1996, para el año
2008 llegaba a 140,812.
12
INDEC: Estadísticas del Sector Externo, serie histórica del Poder de Compra de la Exportaciones: 1986 - 2010
www.indee.mecon.gov.ar
Precios Internacionales U$S/Tn 1980 - 2010
Número Índice 1980 = 100
210
190
170
150
130
110
90
70
50
1980
1983
1986
1989
1992
Trigo
1995
Maiz
1998
2001
2004
2007
2010
Soja
Como el proceso de fuerte urbanización de China e India parece que vino para quedarse,
que no hay vuelta atrás, es plausible pensar que la demanda de alimentos será creciente
en el corto y mediano plazo en los mercados externos. Si esto es así, y la oferta
alimentaria aumenta igual o menos que dicha demanda, es esperable que los .precios
internacionales de nuestras exportaciones de alimentos por lo menos se mantengan en
los actuales altos niveles.
La discusión fue, y es, si nuestro país se embarca nuevamente en un nuevo modelo
agroexportador o si la renta agraria se utiliza como parle del financiamiento necesario
para construir un país integrado productivamente, regionalmente, socialmente y
culturalmente como sugerían los autores latinoamericanos de la Economía del
Desarrollo. El asunto es que el nuevo país agroexportador que se propone, aun los que
argumentan a favor de pasar de ser el granero del mundo a ser los proveedores de las
góndolas de los supermercados de los países centrales, agregando valor a nuestras
exportaciones alimentarias, no ofrece salida a amplios sectores poblacionales urbanos y
a varias regiones rurales extra pampeanas de nuestro país.
En efecto, nuestras exportaciones no están sólo concentradas sectorialmente (10
subrubros explican casi el 70% de las ventas externas), sino que también lo están regionalmente: cerca del 70% están localizadas en la Pampa Húmeda. El resto (30%) se
reparten entre la Patagonia y Cuyo y en menor medida el NOA y el NEA.
Exportaciones Totales por Rubros y Regiones Año 2010
REGIONES
TOTAL
P. Primarios
MOA
MOI
Combust.
Total País
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
- Pampeana
70,8
62,3
83,3
75,6
29,7
- Patagonia
9,0
8,5
1,6
5,9
46,9
- NOA
6,9
21,2
2,8
2,7
3,4
- Cuyo
6,4
3,6
5,7
9,9
2,0
- NEA
1,6
3,3
1,6
0,9
0,2
Pampeana: Bs. As., CABA, Córdoba, E. Ríos, La Pampa y Santa Fé.
Patagonia: Chubut, Neuquén, R. Negro, Santa Cruz y Tierra del Fuego.
NOA: Catamarca, Jujuy, La Rioja, Salta, S. del Estero y Tucumán.
Cuyo: Mendoza, San Juan y San Luis.
NEA: Chaco, Corrientes, Formosa y Misiones.
Fuente: INDEC – Origen Provincial de las Exportaciones
Además, como se muestra en el gráfico siguiente, las tasas de interés internacionales,
debido a la crisis generalizada en los países desarrollados están cercanas a cero. En este
contexto vuelven a surgir actores políticos y sociales que argumentan que nuestro país
se está perdiendo una oportunidad para iniciar un nuevo proceso de inversión externa.
Tasas de Interés Internacionales en Dólares
LIBOR a 90 dias
7,0
6,0
5,0
4,0
3,0
2,0
1,0
0,0
2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012
Tasa en Dólares
Los argentinos mayoritariamente hemos elegido democráticamente un camino diferente:
crecer con inclusión social (con mucho trabajo) y desendeudándonos. Hemos superado
la vieja restricción externa con mucho esfuerzo, especialmente con un alto superávit
comercial, y hemos logrado concretar muchos sueños sin recurrir al ahorro externo. Por
supuesto que además hay que tener presente que, a pesar de tener indicadores de
solvencia (Deuda/PBI; Deuda/Exportaciones; Intereses de la Deuda/Exportaciones),
como nunca había tenido nuestro país, y mejores que muchos países centrales, el crédito
internacional no está disponible para los argentinos. Hay un ensañamiento con nuestro
país en los mercados voluntarios internacionales. Quieren castigar a un país que ha
demostrado que se puede transitar un camino propio sin necesidad del ahorro financiero
internacional.
Preguntas, a modo de conclusiones, a los que promueven aprovechar
los nuevos "vientos de cola".
Los actores políticos, sociales, religiosos y mediáticos, que promueven un proyecto de
país que tendrá como motor de crecimiento a las exportaciones agropecuarias deberían
explicar:
¿Cómo van a seguir bajando el desempleo de una Población Económicamente Activa
(PEA) que crece más que la población total?
Lo que técnicamente se conoce como Tasa de Actividad (TA), la relación entre la
Población Económicamente Activa (PEA) y la Población Total (PT). Si este indicador
(PEA/PT) es creciente, implica que no sólo se están incorporando a la PEA los jóvenes,
sino que parte del desempleo oculto (los desalentados, la No PEA atípica), están
volviendo a ofrecer su fuerza de trabajo, que la incorporación femenina al mercado
laboral sigue en aumento, etc. Por lo tanto cada año hay que generar cantidades
crecientes de empleos para garantizar la baja del desempleo.
Para graficar lo anterior. En el año 1983 la Tasa de Actividad era de 37,3%; en el año
1991 fue de 39,5%; en el 2000 de 42,6% y en el 2010 de 45,8113.
No es menor la discusión sobre la cantidad de empleo necesario a generar anualmente
para que los jóvenes ingresen al mercado de trabajo como ocupados. En ese sentido en
cualquier discusión sobre un proyecto de país deberían estar claros cuáles son los
13
INDEC: Datos históricos de Mercado de Trabajo.
sectores fuertemente demandantes de mano de obra para garantizar su sobrevivencia en
el tiempo en un contexto de creciente globalización.
¿Cuál será el rol productivo del NEA y el NOA en dicho proyecto de país?
En el proyecto de país agro-exportador esta claro el rol de las zonas rurales de la Pampa
Húmeda, no así el del resto del país.
¿Volveremos a tener zonas argentina no viables económicamente? ¿Regiones
ineficientes para la división internacional del trabajo? ¿Cuál será el rol de los centros
urbanos de la Pampa Húmeda?
La recuperación económica ha sido muy importante, especialmente la del sector industrial. No sólo por la cantidad de empleos generados, sino también por ser un sector
fuertemente demandante de trabajo calificado y de bienes de capital. Con lo cual su
potencial desarrollo debería seguirse estimulando. En el modelo agroexportador que se
propone para aprovechar el actual "viento de cola",
¿se va a continuar apostando a la industria nacional?
Si no se va a estimular la industria, las poblaciones del Gran Buenos Aires, Gran Rosario, Gran Córdoba, etc. verán nuevamente peligrar sus actuales fuentes de empleo.
Los promotores del nuevo modelo agro-exportador pro "viento de cola" deberían
explicitar cuál será el mecanismo de integración social para toda esta población urbana.
¿Qué va a pasar con la reciente industrialización pos 2003?
Las inversiones industriales realizadas en el marco de un modelo productivo que apostó
fuertemente a la recuperación del mercado interno como motor de crecimiento, en el
nuevo modelo agroexportador verán disminuidas sus demandas, ya que en dicho
modelo lo importante es la demanda externa, no la interna.
Por último tres preguntas a los nuevos conservadores, que son tan proclives a decir
cosas como: “hay que integrarse al mundo” (cuando ellos se refieren al mundo quieren
decir el NAFTA (EE.UU., Canadá y México) y la Unión Europea (UE), ya que parte de
los logros obtenidos desde el 2003 se deben a la protección comercial y a la integración
con América Latina:
¿Para vender más soja y sus derivados, vamos a abrir nuestra economía?
¿Vamos a ceder a la presiones para terminar con la protección comercial a nuestra
industria nacional?
¿Van a continuar el proceso de integración comercial y financiera con América Latina?
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