ASOCIACION DE SALESIANOS COOPERADORES Provincia “María Auxiliadora” de Sevilla Consejo Provincial-Vocalía de Formación www.cooperadores-sevilla.com [email protected] PORTA FIDEI “La puerta de la fe” “La fe crece cuando se vive como experiencia de un amor que se recibe y se comunica como experiencia de gracia y gozo” (S.S. Benedicto XVI) ¿QUÉ ES EL AÑO DE LA FE? “El Año de la Fe es una invitación a una auténtica y renovada conversión al Señor, único Salvador del Mundo” (Porta Fidei, 6.2) 1. Y la única manera de que se produzca esta renovación es a través del testimonio de los cristianos, que estamos llamados a hacer resplandecer la Palabra que Jesús nos dejó. La “fe” que actúa por el amor se convierte en el nuevo criterio de pensamiento de acción que cambia toda la vida del hombre. Es tan sencillo como que la fe sólo crece creyendo. Es necesario redescubrir la alegría del creer, para tener el entusiasmo de comunicar nuestra fe. Crecerá solamente cuando seamos capaces de vivirla como experiencia de amor de nuestra propia vida que se recibe y se da a los demás. Es necesario intensificar la reflexión sobre la fe, para tener claro que depende de nosotros que en nuestras casas y en nuestras familias se pueda sentir la necesidad de la fe y conseguir transmitir, de la mejor manera posible y con el ejemplo de nuestras vida, la fe. Nuestra sociedad está cansada de tantos y tantos ejemplos de personas que nos decepcionan, que no son sinceros, que predican una cosa y luego hacen otra, … El testimonio de vida debe ser cada vez más creíble. La fe implica un testimonio y un compromiso apostólico. Es un acto personal y al mismo tiempo comunitario. La fe, es un acto de la libertad, exige la responsabilidad social de lo que se cree. Muchos son los que “aún no reconociendo en ellos el don de la fe, buscan con sinceridad el sentido último y la verdad definitiva de su existencia y del mundo. Esta búsqueda es un auténtico preámbulo de la fe”. (Porta Fidei, 10.6) 2 1 2 Punto 6 – párrafo 2 Punto 10 – párrafo 6 1 Por todo ello, el Papa Benedicto XVI ha considerado necesario dedicar un año a la fe. Las fechas no se han elegido al azar. El inicio es el 11 de octubre de 2012 y finalizará el 24 de noviembre de 2013, solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo. ¿Por qué se ha elegido esta fecha para iniciar este año tan especial? Porque se ha hecho coincidir con la celebración de dos acontecimientos importantes: El 20º aniversario del CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA EL 50º aniversario del CONCILIO VATICANO II ¿CUÁLES SON LOS OBJETIVOS DE ESTE AÑO DE LA FE? En su carta apostólica “Porta Fidei” el Papa, además de explicarnos con mayor profundidad el sentido de este Año de la Fe que convoca, expone de forma clara cuáles son los objetivos del mismo: “Deseamos que este Año suscite en todo creyente la aspiración a confesar la fe con plenitud y renovada convicción, con confianza y esperanza. Será también una ocasión propicia para intensificar la celebración de la fe en la liturgia, y de modo particular, en la Eucaristía, que es «la cumbre a la que tiende la acción de la Iglesia y también la fuente de donde mana toda su fuerza». Al mismo tiempo, esperamos que el testimonio de vida de los creyentes sea cada vez más creíble. Redescubrir los contenidos de la fe profesada, celebrada, vivida y rezada, y reflexionar sobre el mismo acto con que se cree, es un compromiso que todo creyente debe hacer propio, sobre todo en este Año” (Porta Fidei, 9) 3 Por tanto, podríamos sistematizar lo anterior, diciendo que el Papa nos exhorta en este año a: Confesar la fe de manera plena y convencida, de forma confiada y esperanzada, con la alegría de sabernos verdaderamente amados por Dios, salvados por Cristo. Intensificar la celebración comunitaria de nuestra fe, de manera renovada, que sea capaz de transmitir, precisamente, esa alegría –con mayúsculas – de sabernos creyentes del amor de Dios. Se hace especial hincapié en el conocimiento y fortalecimiento de la liturgia en su sentido más puro, como conjunto de signos que reflejan los misterios de nuestra fe y no como mera parafernalia. Ciertamente, esto debe resultar aún más patente e intenso en la Eucaristía, como fuente de vida. Testimoniar con nuestra vida aquello en lo que creemos. Pero no nos pide el Papa un testimonio cualquiera, sino un testimonio “cada vez más creíble”; es decir, verdaderamente coherente con nuestra fe y lo que ello implica. “Redescubrir los contenidos de la fe profesada, celebrada, vivida y rezada, y reflexionar sobre el mismo acto con el que se cree”. Supone renovar nuestros conocimientos sobre la fe en la que creemos, no anquilosar nuestras creencias y estar en una continua actualización que nos permita dar verdadero testimonio. Pero supone, sobre todo, que esos conocimientos se conviertan en una sincera experiencia de vida, en algo mucho más valioso que el simple saber. Con estos objetivos, S.S. Benedicto XVI nos ofrece un itinerario sencillo para vivir este año de la fe: estas líneas no son más que la propuesta de un proceso a seguir durante este tiempo, pues no es posible dar verdadero testimonio de vida si antes no se ha profesado de forma plena y convencida nuestra fe o no se ha intensificado en nuestras vidas la celebración de la misma, especialmente reflejada en la Eucaristía. 3 Punto 9 2 REDESCUBRIR: LA PALABRA CLAVE PARA ESTE AÑO DE LA FE Ante la profunda crisis de fe que afecta a muchas personas que caminan por la vida sin Cristo, esta carta nos hace una invitación muy especial: Hay que REDESCUBRIR nuestra fe para iluminar la alegría y el entusiasmo del encuentro con Cristo. No podemos dejar que la sal se vuelva sosa y la luz permanezca oculta. Como la samaritana, hay que descubrir el gusto de alimentarnos con la Palabra de Dios y por el Pan de la vida. “trabajad no por el alimento que perece sino por el alimento que perdura para la vida eterna”. “LA PUERTA DE LA FE” está siempre abierta. La fe nos introduce a en la vida de comunión con Dios y nos permite la entrada en su Iglesia. Pero a partir de aquí, ¿cuál es el camino que debemos tomar?. El Concilio Vaticano II ofrece una brújula segura para orientarnos en el Camino del Siglo XXI. Juan Pablo II utilizó estas palabras para animarnos a que conozcamos los textos del concilio, que no pierden su valor ni su esplendor a pesar de los años. UN CAMINO PARA COMPRENDER LA FE. También en su carta apostólica “Porta Fidei”, S.S. Benedicto XVI esboza “un camino que sea útil para comprender de manera más profunda no solo los contenidos de la fe, sino juntamente también con eso, el acto con el que decidimos entregarnos totalmente y con plena libertad a Dios” (Porta Fidei, 10.1) 4: “Con el corazón se cree y con los labios se profesa” (Rom 10, 10). “San Lucas enseña que el conocimiento de los contenidos que se han de creer no es suficiente si después el corazón, auténtico sagrario de la persona, no está abierto por la gracia que permite tener ojos para mirar en profundidad y comprender que lo que se ha anunciado es la Palabra de Dios. Profesar con la boca indica, a su vez, que la fe implica un testimonio y un compromiso público. El cristiano no puede pensar nunca que creer es un hecho privado. La fe es decidirse a estar con el Señor para vivir con él. Y este «estar con él» nos lleva a comprender las razones por las que se cree. La fe, precisamente porque es un acto de la libertad, exige también la responsabilidad social de lo que se cree. La Iglesia en el día de Pentecostés muestra con toda evidencia esta dimensión pública del creer y del anunciar a todos sin temor la propia fe. Es el don del Espíritu Santo el que capacita para la misión y fortalece nuestro testimonio, haciéndolo franco y valeroso” (Porta Fidei, 10.2-3) 5 “La misma profesión de fe es un acto personal y al mismo tiempo comunitario”. En efecto, el primer sujeto de la fe es la Iglesia. En la fe de la comunidad cristiana cada uno recibe el bautismo, signo eficaz de la entrada en el pueblo de los creyentes para alcanzar la salvación. Como afirma el Catecismo de la Iglesia Católica: «“Creo”: Es la fe de la Iglesia profesada personalmente por cada creyente, principalmente en su bautismo. “Creemos”: Es la fe de la Iglesia confesada por los obispos reunidos en Concilio o, más generalmente, por la asamblea litúrgica de los creyentes. “Creo”, es también la Iglesia, nuestra Madre, que responde a Dios por su fe y que nos enseña a decir: “creo”, “creemos”» (Porta Fidei, 10.4) 6. “El conocimiento de los contenidos de la fe es esencial para dar el propio asentimiento, es decir, para adherirse plenamente con la inteligencia y la voluntad a lo que propone la Iglesia. El conocimiento de la fe introduce en la totalidad del misterio salvífico revelado por Dios. El asentimiento que se presta implica por tanto que, cuando se cree, se acepta libremente todo el misterio de la fe, ya que quien garantiza su verdad es Dios mismo que se revela y da a conocer su misterio de amor” (Porta Fidei, 10.5) 7. 4 Punto 10 – párrafo 1 Punto 10 – párrafos 2 y 3 6 Punto 10 – párrafo 4 7 Punto 10 – párrafo 5 5 3 EL CATECISMO: UNA HERRAMIENTA FUNDAMENTAL PARA ESTE AÑO En esta carta se nos presenta el Catecismo de la Iglesia Católica como uno de los frutos más importantes del Concilio Vaticano II, y se nos invita a utilizarlo como instrumento fundamental para acceder a un conocimiento sistemático del contenido de la fe. Durante este Año se nos propone redescubrir y estudiar los contenidos sintetizados sistemática y orgánicamente en el ya mencionado Catecismo. A través de sus páginas se descubre que no todo es pura teoría ya que la profesión de la fe sin la liturgia y los sacramentos no tendría eficacia. Así, pues, el Catecismo deberá servirnos como un verdadero instrumento de apoyo a nuestra fe, a la que deberemos someter a una serie de interrogantes que sólo pueden provocar un cambio de mentalidad, especialmente en aquellos que se preocupan por la formación de los cristianos. INTENSIFICAR EL TESTIMONIO DE LA CARIDAD: NO HAY FE SIN OBRAS. El Apóstol Santiago dice: “¿De qué sirve a uno, hermanos míos, decir que tiene fe, si no tiene obras?¿Podrá acaso salvarlo esa fe?” Esta carta es una llamada de atención a cada uno de nosotros para que reaccionemos. Para que seamos capaces de una vez por todas de actuar. “La fe sin caridad no da fruto y la caridad sin fe sería un sentimiento constantemente a merced de la duda” “Que la Palabra del Señor siga avanzando y sea Glorificada (2Tes 3,1): Que este año de la fe haga cada vez más fuerte la relación con Cristo”. PISTAS PARA LA REFLEXIÓN: ¿Has leído la carta Porta Fidei completa? ¿Qué te ha llamado la atención? De entre los objetivos que propone Benedicto XVI a los cristianos para vivir este Año de la Fe, ¿cuáles crees que necesitas revisar en tu vida de fe? ¿Qué debe significar para nosotros REDESCUBRIR LA FE? ¿Qué te sugiere el camino que esboza el Papa para “comprender el contenido de la fe”? ¿Conoces el Catecismo de la Iglesia Católica? Nosotros somos hermanos de fe, ¿cuáles de nuestras obras son consecuencias de la fe? BIBLIOGRAFÍA: Porta Fidei. La puerta de la fe. Benedicto XVI. Editorial San Pablo. 2012. Centro de Recursos Regnum Christi. http://prezi.com/4ntul943tshu/porta-fidei/ REALIAZADO POR: Juan Jesús García González (Salesiano Cooperador – La Orotava) Jonás Álvarez Rodríguez (Salesiano Cooperador – La Orotava) 4