La tutoría fuera del aula: Involucrando a los alumnos en un proyecto de investigación M.C. Jesús Horacio Dr. Víctor Hugo M.C. Martina Elisa Pacheco Ramirez Benítez Baltazar Platt Borbón [email protected] [email protected] [email protected] Universidad de Sonora, Unidad Regional Centro División de ingeniería, Departamento de Ingeniería Industrial Eje temático Relación entre tutoría y trayectoria escolar: reflexiones Hermosillo, Sonora, Noviembre de 2011 Resumen Cuando se habla de tutoría, lo primero que viene a la mente es ver al maestro en su cubículo hablando con un estudiante o en un contexto más general, el maestro en el aula hablando a un grupo de estudiantes, pero pocas veces se piensa en el alumno y el maestro interactuando en una actividad fuera del aula, el cubículo y horario de clase. Por una parte el alumno promedio tiene una percepción del maestro como un experto en cierta área o áreas del conocimiento el cual, cuando se presenta algún problema, no tiene obstáculos para resolverlo. Por otro lado, el maestro tiende a ver a algunos alumnos como irresponsables, apáticos y perezosos. Lo anterior constituye una barrera en la comunicación y el trato entre alumno y maestro. El presente trabajo muestra que es posible interactuar de una manera dinámica y fuera del aula para romper algunas barreras de comunicación así como algunos paradigmas que existen entre alumno y maestro. Lo anterior fue comprobado por un grupo de docentes que participaron en un proyecto de investigación que involucró algunos alumnos. Introducción La tutoría, entendida como elemento individualizador a la vez que integrador de la educación, es un componente esencial de la función docente y como tal, es vista como una función que se lleva a cabo en el aula o en la oficina del docente. La importancia de la tutoría estriba en el seguimiento del alumno cuyo aprovechamiento está fuera del promedio. Sarason [1] menciona que el comportamiento atípico es todo aquel que está fuera de las normas o fuera del promedio, en este sentido, un alumno con bajo rendimiento merece tanta atención como un alumno con notas impecables. Lo anterior obedece a que si bien, un alumno con bajo rendimiento puede tener problemas de varios tipos, uno con alto rendimiento es susceptible de perder el interés, bajar sus notas, caer en depresión, etcétera. Es importante identificar al alumno en riesgo y buscar su motivación. La auto motivación es el elemento más importante para que el alumno sea el responsable de sus estudios según comenta Valls [2]. Toda vez que un estudiante ha encontrado su motivación, se puede decir que hará lo posible por tener una buena trayectoria en su carrara pues está motivado a continuar con sus estudios de una manera proactiva. Además de la auto motivación, es necesario que el estudiante en riesgo, realice una modificación de la conducta pues es claro que los problemas que le han llevado a estar en riesgo van de la mano con sus hábitos y comportamiento. Ribes [3] afirma que, una vez que el individuo ha logrado modificar su conducta para tener una mejora, este ha alcanzado un grado de madurez por lo cual es poco probable que regrese al estado anterior. En [4] se habla del reforzamiento natural de la conducta a través de actividades básicas que el ser humano puede realizar. Con esto en mente, es posible que un alumno se vea motivado al realizar tareas básicas que ayuden a resolver un problema mayor, como lo es un proyecto de investigación. Este principio básico es la parte medular del presente trabajo. Cómo mira el estudiante al maestro Es común escuchar en los pasillos frases como: así dijo el maestro, así lo hizo el profe, apenas el profe lo puede resolver, etcétera, lo que implica que el alumno mira al maestro como alguien que posee todo el conocimiento en un área del saber. Pocas veces el alumno ve al docente como una persona común, con problemas típicos de índole personal y como alguien que no siempre tiene la respuesta a todas sus dudas. Este hecho es sin duda una de las mayores barreras para que se logre una adecuada comunicación entre el alumno y el maestro pues en muchas ocasiones, el alumno tiende a pensar que sus dudas son triviales y que ya debería conocer la respuesta pues el docente ha impartido su cátedra al respecto y no tiene por qué molestarse en responder ese tipo de preguntas. Lo anterior se une al temor de hacer alguna pregunta que los haga quedar mal ante sus compañeros de clase. En resumen, desde el punto de vista de algunos estudiantes, el maestro es un ser superior, que tiene toda la experiencia sobre algún tema y no tiene tiempo para atenderlos para responder algunas de sus dudas más básicas. Cómo mira el maestro al estudiante En el quehacer del docente se trabaja con proyectos docentes, de vinculación, investigación, etcétera. Lo normal es ver que en este tipo de proyectos, estén involucrados los docentes con pares académicos y en muy pocas ocasiones, con alumnos. Lo anterior se debe principalmente a que, cuando el académico piensa en involucrar al alumno, piensa también en la pérdida de tiempo que esto implica pues el estudiante no tiene la experiencia ni los conocimientos necesarios para estar a la altura del proyecto. Como docente se suele pensar que el alumno es incapaz de realizar una tarea de alto nivel como por ejemplo desarrollar una tarea específica dentro de un proyecto de investigación, sin embargo pocas veces le permitimos a un alumno ya sea destacado o no, probar que puede ejecutar una tarea de buen nivel de una manera satisfactoria. La interacción fuera del aula: trabajando como pares Cuando un alumno es sacado del aula, se acaba con una barrera: el aula misma. Esta barrera mantiene al alumno atado a un pupitre y en él sólo puede demostrar sus habilidades de análisis, en otras palabras, de los tres pilares fundamentales de la educación: el ser, saber y saber hacer, sólo puede demostrar el ser y el saber, dejando de lado el saber hacer, es decir, la aplicación del conocimiento. La aplicación del conocimiento es una parte fundamental de la formación del estudiante y muchas veces esto se logra después que éste ha egresado de su carrera como ingeniero y comienza a trabajar, sin embargo no suele relacionar lo aprendido en el aula con lo que se está aplicando en el momento (al menos en el área de ingeniería) pues en muchas de las empresas existe una dinámica de trabajo donde el empleado integra tecnología más no la desarrolla. Desde la academia, una posibilidad para desarrollar tecnología se da cuando se está trabajando en un proyecto de desarrollo, ciencia aplicada o de investigación. En este tipo de proyectos, es posible incluir alumnos. La tarea del docente al incluir alumnos en los proyectos de investigación, consiste en asignarle pequeñas tareas y mostrarle de manera general, cómo su ayuda es clave para una exitosa culminación del proyecto. De esta manera se asegura que el alumno no pierda el camino y adquiera los hábitos necesarios para abordar tareas más complejas. Con una adecuada instrucción, y una meta en común, cualquier alumno es un buen elemento para trabajar en un proyecto y esto es favorable tanto para el docente como para el mismo alumno, ya que por un lado, el docente aprende a trabajar con personas no capacitadas del todos y por otra parte, el alumno mira al maestro como un colega de trabajo, es decir, mira al maestro como un par y se rompe así una barrera de comunicación ya que se puede comunicar con el de una manera abierta, sin temor a preguntar algo “trivial”. Conclusiones La tutoría es un componente esencial de la función docente y como tal, es vista como una función que se lleva a cabo en el aula o en la oficina del docente, sin embargo no tiene por qué ser del todo así, ya que en el quehacer del docente hay muchas otras actividades que pueden involucrar a los alumnos. Desde el punto de vista de algunos estudiantes, el maestro es una persona que cuenta con toda la experiencia sobre algún tema y no tiene tiempo para atenderlos y/o responder algunas de sus dudas más básicas lo cual crea una barrera de comunicación entre el estudiante y el profesor. Es tarea del docente buscar la manera de romper las barreras y / o paradigmas que se crean en el aula. Al hacer esto, el alumno se siente en un ambiente más familiar con el maestro y existe la posibilidad de que el comportamiento se extienda a otras materias. Una manera de ganarse la confianza del alumno y romper algunas barreras como lo es la convivencia y la comunicación, es involucrarlos en proyectos de algún tipo, donde el alumno puede ver que el docente tiene problemas al igual que todos, sin embargo, debido a la experiencia tiene herramientas para atacar dichos problemas de una manera más efectiva. De esta manera el alumno entiende que existen algunas metodologías para resolver cierto tipo de problemas y toma más confianza para afrontarlos. Bibliografía [1] Irwin G. Sarason y Bárbara R. Sarason, Psicología anormal: el problema de la conducta inadaptada, primera edición, Trillas, 2007. [2] Antonio Valls, Auto motivación, primera edición, Bresca PROFIT, 2008. [3] Emilio Ribes Iñesta, Técnicas de modificación de la conducta: Su aplicación al retardo en el desarrollo, segunda edición, Trillas, 1974 (reimp. 2007). [4] Los Horcones, “Natural reinforcement in a Walden Two community”, Revista Mexicana deAnálisis de la Conducta, 1983, 9, No. 2, 131-143.