Tema 8.- Los espacios industriales en España 1. Proceso de industrialización en España 1.1. Primera etapa (1855-1975) El inicio de la industrialización española (1855-1900) fue más tardío que en otros países de Europa occidental. Una mala política industrial, una mala dotación de recursos y una demanda industrial limitada fueron algunas de sus causas. En el primer tercio del siglo XX se produjo un crecimiento industrial en España, causado por hechos totalmente contrarios a los acontecidos en el siglo XIX y a una política proteccionista, que eliminó la competencia exterior. El crecimiento industrial se interrumpió durante la Guerra Civil (1936-1939), debido a la destrucción de industrias, y durante la posguerra (1939-1959), debido a la adopción de la política autárquica, basada en la autosuficiencia y en la restricción de importaciones. A partir de 1959, la industria volvió a experimentar un fuerte crecimiento influido por los planes de desarrollo, crecimiento de la demanda… 1.2. Segunda etapa (1975-1985) La crisis industrial que aconteció en España se debió a una serie de causas externas e internas. Por un parte, la crisis del petróleo de 1973, la III Revolución Industrial y la globalización de la economía contribuyeron a un empeoramiento de la situación de los sectores “maduros”. Las causas internas que ahondaron la crisis en España se refieren a las deficiencias de la industria española (insuficiente modernización tecnológica, dependencia energética, tecnológica y financiera.) Todo ello contribuyó al cierre de muchas empresas y a un empeoramiento de la economía española. Las soluciones, ya adoptadas por la OCDE, no empezarían a aplicarse hasta finales de la década de los 80, debido a la inestabilidad política. Las más significativas son: la reconversión industrial y la reindustrialización. 1.3. Tercera etapa (1985-2007) / Cuarta etapa (2008 - ) A partir de 1985, la industria española inició la recuperación de la crisis, interrumpida brevemente por la crisis internacional de 1990-1994. En esta recuperación influyeron la incorporación española a la Comunidad Europea (que ha supuesto varias regulaciones y ventajas para los productos españoles, por su mayor amplitud de acción) y la progresiva adopción de los cambios de la tercera Revolución Industrial, basada en la innovación y en una revolución tecnológica. Actualmente, podemos diferenciar una cuarta etapa de crisis que comienza en 2008 y que continúa en nuestro país. Si bien otros países están saliendo de ella. 2. Características generales y distribución territorial de la industria española 2.1. Las áreas industriales (1955-1975) En un primer momento, la industria española se concentró en la periferia peninsular y Madrid. En estas zonas surgieron diferentes áreas industriales relacionadas con la influencia de ciertos factores de localización, como la presencia de minerales en las áreas de base extractiva, de puerto en las áreas de base portuaria y de dotación de mano de obra y comunicaciones en las áreas urbano-industriales. Entre 1900 y 1975, las regiones industriales existentes afianzaron su hegemonía. A partir de la década de 1960, se inició una cierta difusión de la industria hacia espacios nuevos: hacia las periferias de las grandes aglomeraciones, que buscaban suelos baratos, y a través de la construcción de ejes industriales nacionales y regionales (EbroZaragoza), litoral gallego, Andalucía occidental. En el resto del territorio español, la industrialización fue escasa de nuevo. 2.2. Las áreas industriales actuales 2.2.1. Áreas industriales desarrolladas Se corresponden con las áreas metropolitanas de Madrid y Barcelona, que son los centros principales de la industria española. Su evolución reciente ha estado marcada por la reconversión de sectores industriales maduros y por una revitalización industrial, que ha favorecido una creciente terciarización de su industria. 2.2.2. Áreas y ejes industriales en expansión Son zonas que han recibido industrias en ciudades que antes no había, buscando suelos baratos y aprovechando que se encuentran bien comunicadas. Pueden distinguirse varios tipos: Las coronas metropolitanas, las franjas periurbanas, los ejes de desarrollo industrial y las áreas rurales. 2.2.3. Áreas y ejes industriales en declive Son zonas caracterizadas por su declive industrial, localizadas en la cornisa cantábrica y en algunos emplazamientos concretos (Ferrol, bahía de Cádiz, Puertollano y Ponferrada) Las causas del declive son su especialización en sectores maduros, que han sufrido una dura reconversión así como las dificultades existentes para la reindustrialización. Las consecuencias han sido la desindustrialización y el declive demográfico y competitivo. 2.2.4. Áreas de industrialización inducida y escasa Las áreas de industrialización inducida se encuentran en Aragón, Castilla y León y Andalucía. Aquí se crearon algunos enclaves industriales como resultado de las políticas de promoción industrial de la década de 1960. Sin embargo, éstas no han sido capaces de difundir la industria hacia áreas próximas, por lo que generaron desequilibrios territoriales. (triángulo Sevilla-CádizHuelva en Andalucía…) Las áreas de industrialización escasa son Castilla-La Mancha, Extremadura, Baleares y Canarias, debido a su localización poco competitiva. Se suelen concentrar pymes de baja competitividad, aunque Castilla- La Mancha empieza a descolgarse de este grupo por su cercanía a Madrid. 3. Factores de la actividad industrial española Las materias primas son los recursos que la industria transforma en productos semielaborados o elaborados. En España, tanto las materias primas orgánicas como los minerales metálicos escasean. No así ocurre con los no metálicos, cuya producción ha aumentado. 3.1. Los problemas de la minería en España Consideramos la existencia de dos fundamentales: problemas económico-sociales (agotamiento de los mejores filones, dificultad de extracción…) que ocasionan un crisis minera y una dependencia externa en el abastecimiento, y problemas medioambientales, derivados de la sobreexplotación de los minerales, la contaminación atmosférica, de las aguas y del suelo, etc. 3.2. Las fuentes de energía Las fuentes de energía son los recursos que proporcionan la fuerza necesaria para llevar a cabo un trabajo. España es un ejemplo de desequilibrio y dependencia energética, puesto que el consumo de energía supera claramente a la producción interior. a) El consumo de España, que comenzó a aumentar a mediados del XIX, se ha acelerado en la década de 1960. Por sectores, el de la industria ha ido reduciendo progresivamente su consumo por el tema de la competitividad, mientras que el sector servicios, y el privado no han hecho más que aumentar. La energía imperante hoy día es el petróleo. b) La producción interior de energía, procede principalmente de la nuclear y del carbón, dada la pobreza española en hidrocarburos. c) El autoabastecimiento energético es por tanto, muy bajo. Este obliga a recurrir a costosas importaciones, que supone una enorme dependencia externa. 4. Principales sectores industriales y su implicación ambiental 4.1. Los sectores industriales maduros Son las ramas industriales afectadas por el descenso de la competitividad (atraso tecnológico, mano de obra cara), por la reducción de la demanda o por la necesidad de reconversión. Estos sectores son: La industria básica y de transformación metálica. Se compone de dos subsectores: la siderurgia (la integral, produce acero a partir del alto horno. Solo se produce en Asturias; la no integral, lo obtiene a partir de chatarra, ya está presente en P.V., Cantabria, Navarra y Cataluña, y la -País Vasco-Madrid) La fabricación de electrodomésticos de línea blanca. Se encuentra en un proceso de reorganización de la producción, que ha supuesto el cierre o deslocalización de algunas empresas. La construcción naval. (Galicia, Cantabria, Andalucía). Está sufriendo una dura reconversión, reduciendo su capacidad y su plantilla y especializándose en otras actividades, como las reparaciones. La industria textil y de la confección. (Cataluña – Valencia). La rama de fibras químicas, se concentra en grandes empresas con importante participación de capital extranjero. La de confección, sufre la competencia de países más baratos y procesos de deslocalización. 4.2. Los sectores industriales dinámicos Son las ramas industriales caracterizadas por su alta productividad y especialización, y por tener la demanda asegurada. Cuenta con una fuerte presencia de capital extranjero. El sector del automóvil, ha recuperado su dinamismo. España es el tercer exportador de Europa. No obstante, el sector se encuentra amenazado por el peligro de la deslocalización. Podemos destacar las de Zaragoza, Valencia, Madrid, etc. El sector químico, es una de las bases de la industria española. Comprende dos subsectores: petroquímica o química de base, que se organiza en grandes complejos integrados y química de transformación, que se estructura en pequeñas empresas que fabrican colorantes, pinturas, perfumes, papel, etc. El sector agroalimentario cuenta con industrias pequeñas y dispersas, aunque también tienen gran peso las multinacionales. En este sector destacan Cataluña, Andalucía y la CC.VV. 4.3. Los sectores industriales punta o de alta tecnología Son las ramas industriales que cuentan con una elevada intensidad tecnológica, fuerte diferenciación de los productos y alta demanda. Los sectores más destacados son material eléctrico y electrónico, ordenadores, instrumentos ópticos y de precisión, etc. científicos, caracterizados por los siguientes rasgos: - Se ubican en el entorno de metrópolis y ciudades medias. Presentan baja densidad edificatoria y poseen centros de servicios complementarios (administrativos, telecomunicaciones, etc.). - El objetivo es que sus industrias innovadoras actúen como locomotoras para el desarrollo local. - Los resultados han sido la concentración de la mayoría de parques en regiones dinámicas (Madrid, Cataluña, Andalucía, Valencia, País Vasco). Este hecho se debe a que las industrias de alta tecnología son muy selectivas en su localización, al depender de servicios muy especializados, por lo que han reforzado los desequilibrios espaciales existentes. 4.4. La política medioambiental de la industria Tiene como objetivo solucionar los problemas causados por la industria al medio ambiente y proteger el patrimonio industrial (edificios, conjuntos os paisajes que dejan testimonio de la actividad industrial antes de la III Revolución.) amenazado de desaparición. Dada su importancia, algunos se han declarado Bienes Industriales. Para ello, se ponen en marcha medidas de prevención y corrección de los daños causados: a) Fomento del desarrollo sostenible, es decir, del uso racional de los recursos que permita satisfacer las necesidades de las generaciones presentes y futuras. b) La prevención del daño, mediante la prohibición del uso industrial del suelo en ciertas zonas y la evaluación previa del impacto ambiental. La investigación de tecnologías limpias para la industria (industria verde o ecológica), que supone una mayor rentabilidad, ahorro y eficacia para muchas empresas. La adopción de medidas correctoras: en algunos casos obligatorias, (cumplir con las exigencias de Kyoto), en otros voluntarios, a través de las auditorías medioambientales. c) Aplicas operaciones de rehabilitación de zonas industriales abandonadas u obsoletas, con el fin de implantar nuevas empresas industriales u otros usos. Destacan las actuaciones llevadas a cabo en las rías de Bilbao y Avilés.