Ver/Abrir - Universidad Nacional de Trujillo

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1
UNIVERSIDAD NACIONAL DE TRUJILLO
ESCUELA DE POSTGRADO
SECCION DE POSTGRADO EN DERECHO Y
CIENCIAS POLITICAS
“EL CONTRATO ADMINISTRATIVO DE SUPERVISIÓN DE OBRA
PÚBLICA”
TESIS PARA OPTAR EL GRADO DE MAESTRO EN
DERECHO CON MENCION EN DERECHO
CONSTITUCIONAL Y ADMINISTRATIVO
AUTOR: Bachiller: Roberto Carlo Rodas Ubillús
ASESOR: Dr. Rudy Edinson González Luján
TRUJILLO – PERÚ
2016
REG. Nº...................
2
JURADO EVALUADOR
__________________________
Dr. Eulogio Pisfil Chavesta
PRESIDENTE
__________________________
Dr. Miguel Rodríguez Albán.
SECRETARIO
____________________________
Dr. Rudy Edinson González Luján
MIEMBRO
3
DATOS PERSONALES
Nombres y apellidos
: ROBERTO CARLO RODAS UBILLÚS
Grados académicos
: Bachiller en Derecho y CC. Políticas.
Título profesional
: Abogado
Dirección
: MZ CH-2 LOTE 10 Urb. Monserrate V etapa
Trujillo – LA LIBERTAD
Teléfono
: 971366669
E-mail
: [email protected]
iv
DEDICATORIA
Para mis seres amados por siempre donde
quiera que se encuentren: Oswaldo y Norma,
porque gracias a su esfuerzo invaluable hoy
puedo seguir transitando con la firme
convicción de seguir siendo cada día mejor
profesional, pero por sobre todo, mejor ser
humano. Gracias hasta la eternidad.
v
AGRADECIMIENTO:
Muy en especial al Ingeniero Oswaldo
Rodas Sánchez, por ser la fuente de
motivación e inspiración de todo este
esfuerzo, esto fue para ti, es para ti y
será eternamente para ti padre mío.
Gracias por tanto Oswaldo.
vi
INDICE
DEDICATORIA……………………………………………………………….
iv
AGRADECIMIENTO…………………………………………………………
v
INDICE……………………………………………………….……………….
xiii
RESUMEN………………………………………………….…………………
xiv
ABSTRACT………………………………….……………………….……….
ix
LISTA DE TABLAS ……………….………………………………….………
xv
I. INTRODUCCIÓN
1. Realidad Observable……………………………………………………….
2
1.1 Realidad Problemática……………………………………………….
2
2. Antecedentes y Justificación del Problema……………………………..
6
2.1 Antecedentes…………………………………………………………
6
2.2 Justificación…………………………………………………………..
6
3. Planteamiento del Problema…………………………………………….
7
4. Marco Teórico……………………………………………………………..
8
EL CONTRATO ……………………………………………………………….
8
I. EL CONTRATO CIVIL ……………………………………………………… 8
1.1 Origen……………………………………………………………………
8
1.2. Definición………………………………………………………………
9
1.2.1. Naturaleza Jurídica…………………………………………………… 10
1.2.2. Apreciación Constitucional……………………………………… 12
1.3. Conceptos Generales: ……………………………………………… 13
Principios de la teoría general de los Contratos…………………… 13
vii
1.3.1. Autonomía Privada ………………………………………………… 13
1.3.2. Libertad Negocial…………………………………………………… 13
1.3.3. Igualdad entre las Partes ………………………………………… 13
II.
ELEMENTOS
2.1. Elementos Esenciales………………………………………………… 14
2.1.1. Comunes o Básicos……………………………………………………. 14
2.1.2. Especiales……………………………………………………………….. 15
2.1.3. Especialísimos................................................................................. 15
2.1.1.1 El Consentimiento………………………………………………
A).- La Oferta ……………………………………………………..
15
17
B).- La Aceptación……………………………………………….
17
2.1.1.2. Objeto del Contrato……………………………………………
18
2.1.1.3. Forma del Contrato……………………………………………
20
2.1.1.4. El Orden Público y las Buenas Costumbres……………..
23
2.2. Elementos Accidentales……………………………………………
23
III. TIPOS DE CONTRATOS………………………………………………
24
3.1 Clasificación basada es la esencia o es la existencia
de una contraprestación ……………………………………………
25
3.1.1 Distinción entre contratos a título oneroso y
Contratos a título gratuito…………………………………………….
25
3.1.2 Distinción entre Contrato Sinalagmático y
Contratos Unilaterales………………………………………………
26
3.2 Clasificación Basada en la Duración del Contrato………………… 27
3.2.1. Clasificación entre Contratos de Ejecución Instantánea
y Contratos de Ejecución Sucesiva …………………………….
27
3.2.2. Distinción entre contrato de duración determinada
y contratos de duración indeterminada………………………..
29
viii
3.3 Clasificación basada en el Objeto del Contrato.…………………
30
3.3.1 Contratos constitutivos de derechos reales
o de obligaciones reales ………………………………………….
30
3.3.2 Contratos traslativos de derecho o de obligaciones............
31
3.4 Clasificación basada en las condiciones de formación del contrato
3.4.1 Condiciones de forma del contrato……………………………...
33
VI. EL CONTRATO Y SU TRANSPOLACIÓN AL ÁMBITO ADMINISTRATIVO
……………………………………………………………………………… 34
CAPÍTULO II
II. EL CONTRATO ADMINISTRATIVO …………………………………… 35
2.1.
ANTECEDENTES……………………………………………………
35
2.2.
DEFINICIÓN DE CONTRATO ADMINISTRATIVO……………… 39
2.3.
NATURALEZA JURÍDICA…………………………………………… 41
2.4.
DIFERENCIAS ENTRE CONTRATO ADMINISTRATIVO
Y EL CONTRATO DE DERECHO PRIVADO …………………………….. 42
A.
Criterio Subjetivo……………………………………………… 42
B.
Criterio de la Jurisdicción………………………………………… 42
C.
Criterio Formal……………………………………………………… 43
D.
La Teoría del Servicio Público…………………………………… 43
E.
La Teoría basada en su naturaleza……………………………… 44
F.
La Teoría por el Fin de la Utilidad Pública……………………
G.
La Teoría de la Cláusula Exorbitante del Derecho Común… 45
2.5.
ELEMENTOS DEL CONTRATO ADMINISTRATIVO…………… 46
44
2.5.1. LINEAMIENTOS GENERALES……………………………………. 46
ix
2.5.2.
ELEMENTOS ESENCIALES……………………………… 48
2.5.2.1.
Sujetos………………………………………………………
48
Consentimiento………………………………………… 50
2.5.2.2.
2.5.2.3.
Objeto………………………………………………………..
53
2.5.2.4.
Causa………………………………………………………...
54
2.5.2.5.
Finalidad…………………………………………………….. 56
2.5.2.6.
Forma………………………………………………………… 57
2.6.
CLASES DE CONTRATOS ADMINISTRATIVOS......................59
a). LA CONCESIÓN O LICENCIA DE SERVICIOS PÚBLICOS…….
65
b). EL CONTRATO ADMINISTRATIVO NO EXCLUSIVO
O MONOPÓLICO…………………………………………………………65
c). EL CONTRATO PRIVADO DE LA ADMINISTRACIÓN………….. 68
2.7. EJECUCIÓN DE LOS CONTRATOS ADMINISTRATIVOS…… 70
2.8. INCUMPLIMIENTO DE CONTRATOS ADMINISTRATIVOS…
76
2.9. EXTINCIÓN DE LOS CONTRATOS ADMINISTRATIVOS……
79
2.9.1.
EXTINCIÓN REGULAR O NORMAL…………………
79
2.9.2.
EXTINCIÓN IRREGULAR O ANORMAL……………
80

REVOCACIÓN…………………………………….. 80

RESOLUCIÓN………………………………..…... 81
CAPÍTULO III
3. LA CONTRATACIÓN ESTATAL EN EL PERÚ……………………… 84
3.1. EVOLUCIÓN HISTÓRICA………………………………………… 84
3.2. TRATAMIENTO DOCTRINAL Y NATURALEZA JURÍDICA……87
x
3.3.
APRECIACIÓN CONSTITUCIONAL……………………
95
3.4.
TRATAMIENTO LEGAL…………………………………
99
3.5.
PRINCIPIOS RECTORES………………………………
101
3.6.
SUJETOS CONTRACTUALES………………………………… 104
3.7.
EL EXPEDIENTE DE CONTRATACIÓN……………………… 106
3.7.1 Concepto…………………………………………………………… 107
3.8.
EL PROCESO DE SELECCIÓN………………………………… 108
CAPITULO IV
4. EL CONTRATO DE SUPERVISIÓN DE OBRA PÚBLICA EN EL PERÚ
4.1. EVOLUCIÓN HISTÓRICA DE LA SUPERVISIÓN…………………111
4.2. CONCEPCIONES DOCTRINALES…………………………………112
4.3. DEFINICIÓN………………………………………………………… 113
4.4. NATURALEZA JURÍDICA………………………………………… 113
4.5. ELEMENTOS…………………………………………………………. 115
4.5.1. Elemento Subjetivo………………………………………… 115
4.5.1.1.
La Administración (entidad)…………………………..116
4.5.1.2.
El Consultor (Supervisor)……………………………..116
4.5.2. Elemento Objetivo…………………………………………….116
4.5.3. Elemento Causal………………………………………………116
4.5.4. Elemento Formal………………………………………………117
4.6. Desarrollo Técnico – normativo en el Perú……………………
117
4.7. El Contrato de Supervisión de Obra en la Ley de Contrataciones
del Estado…………………………………………………………………… 121
xi
4.7.1.
La Entidad……………………………………………………… 121
4.7.2.
El Contratista (En General)………………………………… 121
4.7.3.
El Inspector de Obra…………………………………………..122
4.7.4.
El Supervisor de Obra…………………………………………122
4.7.5.
Objeto del Contrato de Supervisión de Obra……………..123
4.7.6.
Actividades del Supervisor de Obra Pública…………… 123
4.7.6.1 Control Técnico……………………………………… 124
4.7.6.2 Control Contractual y Normativo………………… 124
4.7.6.3 Control Económico………………………………… 124
4.7.7.
Relación entre el Supervisor y la entidad contratante… 125
4.7.8.
Relación entre el Supervisor y el Contratista Ejecutor
De Obra Pública………………………………………………………
126
4.8. Organismo Supervisor de las Contrataciones del Estado y
el Servicio de Consultoría (Supervisión)……………………………........128
4.9. Solución de Controversias durante la Ejecución Contractual... 130
4.10. Ejecución del Contrato de Supervisión de Obra y
La Contraloría General de la República……………………….............
131
5. Hipótesis………………………………………………………..………..
132
6. Objetivos………………………………………………………………
132
II. MATERIAL Y METODOS
1. Material de Estudio………………………………………………………..
134
2. Métodos……………………………………………………………………..
137
3. Técnicas e instrumentos……….. .………….…………….………….…..
139
4. Procedimiento y Análisis Estadístico de Datos…………………………
139
III. RESULTADOS……………………………………………………………
141
xii
IV. DISCUSION DE RESULTADOS…………………………………….…
V. CONCLUSIONES………………………………………………………..
VI. RECOMENDACIONES………………………………………………….
VII. REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS…………………………………….
147
154
157
159
xiii
RESUMEN
La presente investigación se encuentra abocado a tratar de establecer un
marco sustantivo y adjetivo, así como de un marco específico de derechos y
obligaciones para un contrato administrativo de suma importancia para la
cautela y preservancia de la correcta utilización de los recursos públicos, como
lo es el contrato administrativo de supervisión de obra pública.
Para
ello
hemos analizado
instrumentos
contractuales
y procesado
sobre
información
supervisión,
así
encontrada
como
los
en
actos
administrativos que aprueban la liquidación de los mencionados contratos; para
a partir de ello con la utilización del método científico; inductivo y deductivo;
analítico-sintético, dialectico y estadístico, buscar obtener resultados objetivos
para el presente estudio.
Respecto a los resultados obtenidos estos revelan esencialmente que existiría
cierto grado de vinculación entre el servicio de supervisión y el de ejecución de
obra mediante las liquidaciones de los servicios relacionados a la ejecución de
un proyecto de inversión; en cuanto a la forma de pago del servicio de
supervisión depende al avance porcentual del contrato de ejecución de obra;
asimismo respecto al reconocimiento de ampliaciones de plazo para los
servicios de supervisión, sucediendo lo mismo con relación a prestaciones
adicionales de supervisión de obra.
Así se concluye esencialmente que, ante la inexistente o deficiente normativa,
se propicia que no exista una singularidad en el tratamiento de esta figura
contractual, a pesar que este responde a una finalidad distinta al de ejecución
de obra, la contraprestación por este servicio debe ser dada conforme al
avance del mismo, independencia respecto a las controversias que pudieran
surgir entre el contratista ejecutor y la entidad, así como la existencia de una
extinción formal de manera autónoma con respecto al de ejecución de obra.
Palabras clave: contrato, autonomía, supervisión, ejecución de obra, entidad
pública, recursos públicos, contraprestación, plazo, liquidación.
xiv
ABSTRACT
The purpose of this research study is to provide a clear overview of the peculiar
practice in our country related to an administrative contract which becomes
relevant for the correct execution of public resources invested in infrastructure
in the country, as it is the supervision contract of public works.
With this in mind, in the present research study we make known, initially, the
limitations of such contract such as the fact that planning and programming of
the selection phase is already related to the execution of the public work,
including payment of the corresponding valuations (payments on account)
during the execution period until termination of the same, which, as it has been
clearly stablished, it depends on the termination of the contract of work
execution.
Likewise, we notice that current provisions established in the Law of State
Contracts and Regulations are clearly limitative with serious legal gaps with
respect to this contracting modality and even with deficiencies which give rise to
that sort of dependency on the contract of work execution.
We have no doubt that this research study will clearly demonstrate the
importance of dealing properly with the supervision contract from the
contracting and regulation stages for the efficient exercise of the supervision
and control practices of public entities with regard to infrastructure investment.
Based on the above said, efforts have been made to emphasize the objectives
of this research study and transmit, as mentioned, the real importance of such
contractual relationship for the benefit of the public administration and the State.
xv
LISTA DE TABLAS
TABLA N° 1: Liquidación del contrato de consultoría para la supervisión de
obra pública y el contrato de ejecución de obra pública.
TABLA N° 2: Contratos de consultoría para la supervisión de obra pública que
señalan obligaciones y derechos del contratista
TABLA N° 3: Oportunidad de pago del contrato de supervisión de obra
TABLA N° 4: Contratos que brindan alternativas de solución a los conflictos en
la ejecución del contrato de consultoría para la supervisión de obra pública
TABLA N° 5: Resoluciones ejecutivas regionales que amplían el plazo de
ejecución de obra y no señalan ampliación de plazo de servicios de supervisión
TABLA N° 6: Resoluciones ejecutivas regionales de liquidación que liquidan
más de un servicio: ejecución de obra, servicio de supervisión de obra,
elaboración expediente técnico.
TABLA N° 7: Resoluciones ejecutivas regionales que aprueban prestaciones
adicionales de obra más no prestaciones adicionales de supervisión de obra.
TABLA N° 8: Resoluciones ejecutivas regionales que aprueban liquidaciones
donde se señale el plazo real de ejecución del contrato de obra y el plazo real
de ejecución de servicio de supervisión.
1
I
INTRODUCCIÓN
2
I. INTRODUCCIÓN
1. Realidad Observable
1.1. Realidad Problemática
En nuestro diario interactuar con diversos profesionales y personas
naturales involucradas en la dinámica de las contrataciones con el
Estado, apreciamos una situación muy particular por la que atraviesan
cierto grupo importante de operadores de la normativa de contratación
administrativa, esto es aquellos que se vinculan con las instituciones
estatales mediante el denominado contrato de servicio de consultoría
para la supervisión de obra pública.
En el desarrollo de este tipo de relación jurídica patrimonial muy
particular, tenemos los casos en los cuales la administración durante la
etapa de ejecución de una obra, contrata los servicios de supervisión de
obra, contrato que lo vincula, accesoriza o hace depender en
sobremanera tanto técnica, como administrativamente al contrato de
ejecución de obra pública. Esta situación quizá se genera, por lo que
consideramos inicialmente existe una deficiente o insuficiente técnica de
regulación de esta modalidad de contratos dentro de la legislación
especial.
A continuación, graficamos nuestra inquietud con tres situaciones
concretas observadas en la realidad y que corroboran lo antes expuesto:
3
Primera Situación: En el año 2010, el Gobierno Regional de la Libertad
adjudicó la buena pro (Proceso de Selección N° 024-2010-DU N°412009) y contrató con el Consorcio SyC Consultores los servicios de
supervisión para la obra “Fortalecimiento de la Atención Integral en el
Centro de Salud Víctor Larco del Distrito de Víctor Larco – Provincia de
Trujillo, Departamento de la Libertad”, durante la ejecución de dicho
contrato, se pone en evidencia que la supervisión de la ejecución de una
obra se encuentra técnica y administrativamente muy subordinada al
contrato de ejecución de obra, en el aspecto legal vemos como la
normativa le da un tratamiento muy austero remitiendo cualquier
incertidumbre
o
conflicto
(ampliaciones
de
plazo,
prestaciones
adicionales, mayores gastos de supervisión etc.) a lo regulado para
prestación de servicios en general, cuando el contrato de supervisión por
la labor que realiza el supervisor (representar a la entidad durante la
ejecución de una obra del Estado), es de una naturaleza distinta a la de
un servicio en general; aquí el contratista –supervisor exige un
pronunciamiento por parte de la entidad en relación a las mayores
prestaciones
de
supervisión
como
consecuencia
de
atrasos
o
paralizaciones en el calendario de avance de obra, costos que
independientemente de quien sea el responsable (entidad o contratista),
deberían ser reconocidas y pagadas en los mismos términos que cuando
se reconocen y aprueban los adicionales de obra y por ende se
autorizan mayores prestaciones de supervisión desde el punto de vista
del consultor.
4
Segunda Situación: Tenemos el caso del supervisor de obra que se
vincula al Gobierno Regional de La Libertad mediante el Contrato de
Servicio de Supervisión de Obra “Mejoramiento del Servicio Educativo
en la I.E. N°80534 Ciro Alegría Bazán –Intillacta – Distrito de Huaso.
Provincia de Julcan, Departamento de la Libertad”; el mismo que
deviene del Proceso de Selección N° 009-2010-GR-LL-Bajo el ámbito
del DU 041-2009, aquí nos encontramos que al solicitar el supervisor el
reconocimiento de mayores prestaciones por ampliación del plazo de
supervisión, dado que el plazo de ejecución de obra fuera materia de
ampliación reconocido y autorizado por la entidad, esta observa dicha
petición indicando que los gastos que generan dichos servicios
adicionales (obligatoriamente deben ser prestados por cuanto la
ejecución de obra continua) deben ser sustentados o acreditados para
poder ser pagados, aplicando el operador de la normativa de
contrataciones la regulación existente para prestación de bienes y
servicios en general, la que como plantea el contratista-supervisor no se
ajusta a la naturaleza del contrato de supervisión de obra, el mismo que
como se entiende se basa en el empleo personalísimo de la capacidad
técnica y profesional del contratista encargado de la supervisión de obra.
Tercera situación: El caso del supervisor de obra vinculado al Gobierno
Regional de La Libertad mediante el contrato de Servicio de Supervisión
de Obra Nº 024-2010-GRLL, devenido del Proceso de Selección ADS
5
Nº031-2010-GRLL-GRI/CEPC; durante la ejecución contractual de obra
se aprobó por parte de la entidad un adicional de obra, según señala la
supervisión y tal como prescribe la normativa, el plazo que demore la
entidad para pronunciarse sobre la solicitudes de los contratistas
conlleva a una ampliación de plazo; para el ejecutor de obra este plazo
se suma al que corresponde por las nuevas prestaciones a ejecutar; sin
embargo la entidad con respecto al plazo de supervisión no tuvo
pronunciamiento expreso, ni reconoció mayores gastos y mucho menos
autorizo prestaciones adicionales de supervisión, manifestándole a la
supervisión que como este evento de la paralización (el ejecutor no
continua con trabajo alguno en espera de la aprobación del adicional) no
fue anotado en el cuaderno de obra se da como un hecho no acontecido
y por tanto ese tiempo no le seria reconocido económicamente.
Evidentemente lo que se aprecia en estas tres relaciones contractuales
expuestas, es la vulneración de los derechos del supervisor de obra,
hecho que se origina debido a que al contrato de supervisión de obra se
le subordina al contrato de obra, “subordinación” que se observa desde
el punto de vista técnico y administrativo. La Ley de Contrataciones del
Estado regulado por el Decreto Legislativo No.1017 y su Reglamento, no
regula expresamente las obligaciones y deberes del supervisor de obra y
no existe ninguna norma que regule el contrato de supervisor de obra
(mas
allá
de
unos
cuantos
artículos
limitados,
de
naturaleza
procedimental), a efecto de poder encontrar alguna alternativa de
6
solución cuando los contratos de ejecución de obra y de supervisión de
obra se contradigan entre sí evitado que el segundo se convierta en un
contrato accesorio del primero en cuanto a su ejecución.
2. Antecedentes y Justificación del Problema
2.1. Antecedentes
Después de haber visitado todas las universidades y bibliotecas de la
ciudad de Trujillo, no se han encontrado estudios e investigaciones que se
hubieran realizado respecto de la presente investigación.
2.2. Justificación
La presente investigación se justifica, dado que en la realidad las
Entidades celebran contratos para ejecución de obra con una persona
natural o jurídica determinada, quien es la que se encargada de construir
la obra para lo cual se le contrato; pero paralelamente a este contrato de
obra, la misma Entidad celebra un contrato de servicio de consultoría para
la supervisión de la obra que va a construir. Esto parecería normal. Pero
en la práctica lo que se aprecia es que el Contrato de Servicio de
Consultoría para la Supervisión de
la Obra, se convierte en contrato
accesorio del contrato de obra, dado que los deberes y las obligaciones
de las partes se cumplen conforme al avance de la obra, lo que
evidentemente deviene en un perjuicio económico y contractual para el
supervisor; se llega hasta tal punto que el pago por el servicio prestado
está condicionado al avance de la obra que se supervisa, por lo que si la
obra se paralizó o en peor de los caso se trunco por causas ajenas al
7
supervisor, pues sencillamente no podrá cobrar sus honorarios por el
servicio prestado, pese a ser contratos de nacimiento, firma y ejecución
independientes
En este sentido, esta vulneración de los derechos de supervisor, es que
justifica la investigación del nuestro problema de investigación a efecto de
ubicar los puntos centrales del problema y dar diferentes alternativas de
solución a efecto de equiparar los derechos en la ley del contratista que
ejecuta la obra y del supervisor de la obra.
3. Planteamiento del Problema
3.1 De la problemática antes expuesta, se planteó el siguiente problema de
investigación:
¿El Contrato Administrativo de Supervisión de Obra puede ser regulado y
ejecutado técnica y administrativamente en forma independiente al Contrato
de Ejecución de Obra?
3.2 Variables estructurales del problema:
En la investigación se manejó como variables estructurales las siguientes:
a) Variable Independiente:
 Contrato de Consultoría para la Supervisión de Obra pública.
 Contrato de Ejecución de Obra pública.
b) Variable Dependiente:
 Regular y Ejecutar en forma independiente el contrato de
Supervisión de Obra.
8
4. Marco teórico
EL CONTRATO
I. EL CONTRATO CIVIL
1.1 Origen:
Referirnos a la aparición del contrato, es avocarnos a conocer el génesis
de uno de los institutos más importantes del derecho civil, y de la ciencia
del derecho en general, de él emergen muchas de las manifestaciones
con relevancia jurídica que han servido para innumerables estudios del
derecho civil y otras ramas jurídicas así pues al empezar con esta
asignación del origen del contrato debemos indubitablemente referirnos a
lo que la doctrina respecto a los institutos del derecho romano ha
desarrollado,
porque
es
allí
donde
encontraremos
las
primeras
manifestaciones que sirvieron de cimiento para la germinación y la
evolución del Contrato.
Uno de los estudiosos de la materia el profesor italiano Bonfante sostiene
que la obligación en Roma surge en el campo de los delitos.
Originariamente el culpable de una lesión habría quedado sometido, de
acuerdo con las formas de mancipium o nexum4, a la persona lesionada,
pero el reo habría tenido la posibilidad de liberarse sufriendo la pena del
Talión o bien pagando una compensación.
Es evidente que el autor vincula el origen de la obligación a la
introducción de la composición pecuniaria, pero es necesario señalar que
la introducción de las composiciones en dinero no se remonta tanto en el
tiempo y que el estado de sujeción, de prisión, de sometimiento, no tiene
9
su fundamento en el delito, sino que en cuanto garantiza el pago de la
composición, se funda en el acuerdo de voluntades entre el ofendido y el
culpable.
Del delito privado como fuente de obligaciones puede hablarse sólo
cuando la composición es impuesta directamente por la ley, es decir,
cuando el régimen de las llamadas composiciones legales substituye a la
práctica de ofrecerse como rehén para garantizar el pago de la
composición contraída libremente. Ahora es la ley la que vincula la
obligación al ilícito cometido por el particular.
En base a esta construcción rudimentaria de contrato se fueron perfilando
poco a poco, otros actos que tenían por objeto prestaciones económicas
como por ejemplo el mutuo.
Por otro lado, tampoco existen muchas fuentes que permitan conocer los
negocios de que disponían los ciudadanos romanos para la regulación de
sus intereses particulares durante el primer periodo o periodo arcaico.
1.2. Definición
El contrato es el acuerdo de una o más partes para crear, regular,
modificar o extinguir una relación jurídica potencial. Es así como se
encuentra estipulado en nuestro Código Sustantivo. El Código Civil
Italiano, respecto a este Instituto Contractual, lo describe como el acuerdo
de dos o más partes para constituir, regular o extinguir entre ellas una
relación jurídica patrimonial (Art. 1321). El contrato entra en la categoría
10
más amplia del acto de autonomía privada o negocio jurídico, o sea el
acto mediante el cual el sujeto dispone de la propia esfera jurídica.
1.2.1. Naturaleza Jurídica
Siendo el contrato el acuerdo mediante el cual las partes regulan una
relación
jurídica
patrimonial,
esta
idea
perfectamente
puede
expresarse también en la definición de contrato como autorregulación
de relaciones jurídicas patrimoniales, aunque esta definición ponga de
relieve el aspecto objetivo del contrato, no excluye que sea de todas
maneras un acto de decisión de las partes.
Aunque cabe advertir según la doctrina italiana, la definición del
contrato como acuerdo (de voluntades) o autorregulación, no llega a
indicar uno u otro aspecto del contrato, sino más bien dos
concepciones antitéticas sobre su naturaleza jurídica, o sea la
concepción subjetiva, y la concepción objetiva del contrato.
Es decir, nos encontraron con dos teorías que tratan de explicar la
naturaleza jurídica de contrato; la concepción subjetiva repercute en la
teoría de la voluntad y la concepción objetiva se remite a la teoría de
la declaración y a la teoría preceptiva. La teoría o dogma de la
voluntad ve la esencia del contrato, y más genéricamente, del negocio
jurídico, en la voluntad creadora del individuo.
11
Una declaración desprovista de voluntad sería, entonces inidónea
para formar el contrato, por cuanto faltando la voluntad faltaría el
primer elemento constitutivo del negocio. La voluntad necesita
manifestar externamente, pero una manifestación a lo que no
corresponda una voluntad real en el sujeto tendría valor de negocio.
A esta teoría, elaborada por la Escuela Pro-Selectista del siglo XIX,
sobre la base de la tradición del derecho común, se contrapuso la
teoría de la declaración.
Según esta teoría (de la declaración), lo que constituye el contrato, no
es la voluntad, sino la declaración. Es la declaración, tal como puede
ser entendida de acuerdo a las circunstancias, la que importa para el
derecho, no así la voluntad siquiera del declarante. Esta teoría fue
elaborada en Alemania en el siglo XIX, y respondió sobre todo a las
exigencias prácticas de la nueva experiencia de las relaciones
comerciales.
Por su parte la teoría preceptiva, empieza por resaltar lo que la
voluntad “como hecho psicológico meramente interno, es algo de suyo
inasible e incontrolable”, y que únicamente puede tener relevancia
jurídica solamente en cuanto se traduzca en un hecho social, para
esta concepción la noción de contrato no consiste en el elemento
12
psicológico de la voluntad, como tampoco en el dato material de la
declaración, sino en un fenómeno social.
1.2.2. Apreciación Constitucional.
Hablar
del
contrato
desde
un
prisma
constitucional,
implica
esencialmente hablar de reconocimiento de derechos que subyacen a
una relación contractual y que la constitución reconoce para proteger,
pero a su vez para limitar, porque no podemos dejar de tener en
cuenta que hablar de contratos es hablar de lo más preciado del
derecho civil, la autonomía privada, y tampoco podemos olvidar que
esta fue incluso sustento de la formación del Estado moderno,
entonces se trata de un poder muy amplio que incluso antecede al
Estado mismo; el cual necesita establecer canales legales y legítimos
para garantizar su más amplio ejercicio.
Dentro de las diversas teorías constitucionales sobre derechos
fundamentales, está la de los denominados efectos horizontales, la
cual refiere Merino (2010:51)1 “… esta teoría se sustenta en el
surgimiento del Estado moderno que buscaba asegurar las libertades
de los ciudadanos que habían sido afectadas por el Estado
monárquico, los derechos constitucionales fueron concebidos como
un instrumento de protección del individuo contra el poder del Estado,
este rol cambia cuando la doctrina se percata de que no solo se
MERINO, R. A. (2010) “La Tutela Constitucional de la Autonomía Contractual: El Contrato entre Poder
Público y Poder Privado”. En https://www.academia.edu/1079694. Consultado el 20 de abril de 2015.
1
13
vulneran derechos constitucionales en las relaciones con el Estado,
sino también en las relaciones entre privados”.
1.3. Conceptos Generales: Principios de la teoría general de los contratos.
1.3.1. Autonomía Privada
Se trataría de un derecho de libertad y por tanto de un derecho
fundamental de la persona; es decir, es mucho más que un poder de
decidir respecto a la propia esfera jurídica personal.
1.3.2. Libertad Negocial
Se trata de la libertad que tiene el sujeto de disponer de sus propios
bienes y de comprometerse con otros según sus propias
escogencias, y esta se da con prescindencia de una fórmula
normativa específica, es un valor fundamental del ordenamiento.
Según el profesor Bianca2 (2007:770), en el campo de las relaciones
económicas, este valor encuentra reconocimiento en el principio de
la libertad de iniciativa, de la que la autonomía privada es un
instrumento necesario.
1.3.3. Igualdad entre las Partes
La igualdad de la parte está contenida en el principio de igualdad
jurídica de los hombres. Este principio general es una importante
Bianca, M. (2007) “Derecho Civil. El Contrato”. Edit. 2° Edición. Pag. 770 Universidad de Externado.
Bogotá-Colombia
2
14
conquista de las revoluciones burguesas. Así encontramos la
Declaración aprobada el 04 de Julio de 1776 lo siguiente:
“Todos los hombres son iguales”.
Y en la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de
1,789 se estipuló también: “Los hombres nacen y permanecen libres
e iguales en derechos… todos son iguales ante la ley y tienen sin
distracción derecho a igual protección ante la ley”.
Entendemos que el principio de igualdad entre las partes
contratantes está referido a que ambas (partes) celebran y ejecutan
su contrato en igualdad de condiciones ante la ley.
II. ELEMENTOS
2.1. Elementos Esenciales
Son aquellos sin los cuales el contrato no podría tener validez o
simplemente no podría existir, subdividiéndose a su vez en esenciales para
la validez del contrato y esenciales para la existencia del contrato.
Los elementos esenciales para la existencia del contrato.
2.1.1. Comunes o Básicos
Según la doctrina son aquellas que deben existir en todos los
contratos y estos son: El consentimiento, la causa y el objeto.
15
2.1.2. Especiales
Son aquellos que se tornan indispensables para la existencia de
algunos grupos de contratos, como por ejemplo: la formalidad en los
contratos solemnes o la entrega de la cosa en los contratos reales.
2.1.3. Especialísimos
Son aquellos que deben necesariamente existir en cada tipo
determinado de contrato, por ser lo que lo caracteriza, por ejemplo: el
precio en la compraventa, la renta en el arrendamiento.
2.1.1.1 EL CONSENTIMIENTO
El consentimiento, primera condición de existencia de una
relación contractual, es la voluntad de cada uno de los
contratantes para obligarse con el otro en virtud del contrato. 3
No hay contrato sin consentimiento, porque el contrato es
producto
de
la
voluntad.
Salvo
cuando,
en
casos
excepcionales, la ley decide otra cosa, equiparando un
vínculo de obligación impuesto a un vínculo contractual, ya
que en este caso la técnica del contrato se utiliza para un fin
distinto de la satisfacción de la voluntad.
La formación regular del contrato supone que las voluntades
libres e ilustrados de los contratantes se hallan puesto de
acuerdo sobre el objeto que forma la materia del contrato. Por
3
Larroumet, C. (2007). “Teoría General del Contrato Vol II”. Edit. Themis. Pág. xxx. Bogotá - Colombia
16
consiguiente, es menester que haya existido por una parte
acuerdo de voluntades y por otra que el consentimiento de
cada contratante se halla expresado libremente.
Según refiere el Profesor Larroumet (2007), no basta que los
contratantes expresen su consentimiento para que exista
contrato, pues es necesario también que sus voluntades se
pongan de acuerdo sobre la materia que constituye el
contenido del mismo, la conformidad de las voluntades es
indispensable para la celebración del contrato, puesto que
este (el contrato) es un acuerdo de voluntades.
Para que se dé el consenso o acuerdo de voluntades debe
existir una serie de condiciones entre estas, que cada uno de
los contratantes haya conocido la voluntad del otro, lo
supone
que
cada
una
de
estas
voluntades
haya
sido
cual
expresada
(manifestación de la voluntad), es decir se deben haber
exteriorizado y no permanecido en el fuero interno. La
manifestación de los consentimientos de las partes se efectúa
por medio de una oferta de contrato hecha a la otra parte que
la aplica.
Esto nos conlleva avocarnos a las figuras de la oferta y la
aceptación. Si todo contrato supone la coincidencia de una
oferta y de una aceptación, el proceso que culmina en esta
17
operación no siempre es el mismo. En algunas situaciones, el
acuerdo de voluntades se hace en una forma que no supone
ninguna fase preparatoria, en este caso la transacción se
concluye y se ejecuta en un solo lapso de tiempo. Por el
contrario, en otras situaciones, el acuerdo definitivo de
voluntades solo se presenta al final de una negociación.
A).- LA OFERTA
Es la manifestación de voluntad que tiene por objeto la
propuesta de concluir un contrato en las condiciones que
el oferten establece con precisión. En consecuencia nos
indica Larroumet, para que exista oferta de contratos
existen tres elementos, en primer lugar, la oferta es una
propuesta, en segundo lugar, la oferta supone una
manifestación de voluntad, y por último, la oferta solo
existe si se precisan las condiciones en que se podrá
celebrar el contrato.
B).- LA ACEPTACIÓN
Es la manifestación del destinatario de la oferta en virtud
de la cual este consciente en la celebración del contrato.
La oferta del contrato debe ser sumamente precisa para
que el contrato quede formado por la simple aceptación
del destinatario, sin que sea necesario abrir una fase de
18
negociación, el contrato quedará concluido por esa simple
aceptación.
Sin embargo, el hecho de que basta que la aceptación se
pliegue a la oferta para que el contrato quede formado, no
significa que el contrato necesariamente se concluirá de
esta manera, sino que también puede ocurrir que el
destinatario de la oferta se interese por la conclusión del
contrato que se le propone, pero quiere obtener una
modificación de las condiciones que le ha indicado el
oferente. En este caso hará una contrapropuesta, que no
es más que una nueva oferta de contrato, de esta
manera, las partes del posible contrato entrarán en una
fase de precontractual de negociaciones.
2.1.1.2. EL OBJETO DEL CONTRATO
El encuentro de las voluntades de las partes tiene como
objeto vincularlos jurídicamente, esto es crear obligaciones.
En efecto tiene por objeto obligar a una de las partes con la
otra, si es unilateral, o a las dos partes entre sí, si es
sinalagmático, para el Profesor Larroumet, comentando el
Código Civil Francés, refiere que el objeto del contrato
realmente está constituido por el objeto de las obligaciones
que ese contrato hace nacer, para algunos autores existe
19
una diferencia entre el objeto del contrato y el objeto de la
obligación, señalan que mientras el objeto de la obligación,
es la prestación que el deudor debe cumplir (por ejemplo:
entregar una cosa, cumplir el servicio prometido, pagar el
precio estipulado, etc.), el objeto del contrato estaría
constituido por la operación jurídica contemplada en su
conjunto, o sea en todas sus partes integrantes y no por
determinada prestación, entonces el objeto del contrato,
refieren será su contenido económico, tal como lo han
querido las partes.
Por nuestra parte el Código Civil Peruano en su Art. 1403º
señala que “la obligación que es el objeto del contrato debe
ser lícito, así como la prestación en que consiste la
obligación y el bien que es objeto de ella deben ser
posibles”.
La posibilidad se debe entender sea en sentido físico o
material, sea en sentido jurídico. El objeto del contrato es
materialmente posible cuando es, en abstracto, susceptible
de actuación, el juicio de posibilidad, precisamente no se
refiere a la aptitud concreta de las partes de absolver el
compromiso adquirido, sino a la posibilidad de realizar, en
abstracto ese compromiso. Cuando el compromiso es
20
posible, en abstracto, el contrato es válido, aún cuando la
parte, de hecho no tenga los medios para cumplir, en este
caso la ineptitud de la parte se producirá en incumplimiento
de la prestación.
En cuanto a la licitud, está es señalada por ley como uno de
los requisitos del objeto del contrato, lo lícito es el objeto que
no es contrario a cosas de orden público y a las buenas
costumbres. La licitud precisamente, indica que el contrato
no determina la violación de una prohibición sancionada con
pena de nulidad.
La licitud se distingue de la imposibilidad jurídica en cuanto
aquello expresa un juicio de reproche por parte del
ordenamiento, mientras que la imposibilidad jurídica, indica
la no idoneidad del acto para realizar el efecto jurídico
programado.
2.1.1.3. FORMA DEL CONTRATO
Sabemos que el Art. 1352° del C.C. no menciona a la forma
entre las condiciones de validez del contrato. Si esto es así
es porque la forma en términos generales no es una
condición de validez en el derecho francés. Sin embargo,
ello no impide que en el CC ni en leyes posteriores, existan
21
disposiciones especiales que sometan la validez de este o
aquel contrato al empleo de una forma determinada en el
cual deban expresarse los consentimientos de las partes. 4
La
prueba
de
un
contrato
consensual,
un
contrato
consensual es siempre válido entre las partes sin el
cumplimiento de ninguna formalidad. Sin embargo, es
necesario que el acreedor pruebe la existencia del contrato
cuando reclame su ejecución. Siendo el contrato un acto
jurídico, está sujeto a las reglas generales de la prueba de
los actos jurídicos prevista en los Arts. 143° y ss del C.C.
Aún cuando el contrato sea válido fuera de cualquier
formalidad, será necesario redactar un escrito, ya sea que se
trate de un documento privado o público, afín de que el
acreedor pueda probar la existencia del contrato. Esto no
impide considerar que el contrato es siempre consensual. En
efecto cuando un contrato no es consensual, ese contrato,
por hipótesis, no es válido si no cuando se ha respetado la
forma exigida. Sin duda la forma servirá también para probar
el contrato, pero ella es exigida sobre todo para probar su
validez
(ad
solemnitatem).
Cuando
un
contrato
es
consensual, la forma, especialmente el escrito, solo se exige
para su prueba (ad probationem) y no para su validez (adsolenmitatem).
4
Larroumet, C. (2007).“Teoría General del Contrato Vol II”. Edit. Themis. Pág. 406. Bogotá - Colombia
22
La necesidad de un escrito o la entrega de una cosa. Para
ciertos contratos, el legislador exige en cuanto a su validez,
aún en las relaciones entre las partes y no solo a título de
condición de prueba, que se cumpla una forma determinada.
La forma necesaria para la validez del contrato, puede
consistir en, organización en la redacción de un escrito, y en
este caso se habla de contrato solemne, el contrato solemne
es un contrato que no queda válidamente celebrado sino
cuando el consentimiento de las partes, se ha hecho constar
en un escrito, el cual según los casos será bien, un
documento público o bien aunque resulte lo menos
frecuente, un documento privado.
Si no hay un documento escrito y si nos encontramos ante
un caso en que la prueba del contrato se puede hacer en
forma distinta el documento escrito, esta prueba no servirá
de nada, porque el escrito se exige no para la prueba del
contrato (ad-probationem), sino para su misma validez (adsolemnitatem). Así pues, un contrato tendrá carácter
solemne, ya sea en virtud de la voluntad de las partes, o ya
sea en virtud de una disposición legal.
23
2.1.1.4. El Orden Público y las Buenas Costumbres
Muchas veces se piensa que la necesidad de la conformidad
del orden público y con las buenas costumbres, constituye,
otra condición de validez de los contratos, además de las
condiciones enunciados en el Art.140° CC. Por lo demás del
Art. 1354° del Código Civil, se desprende que: “no se
pueden derogar por convenciones particulares, las leyes que
interesan al orden público y a las buenas costumbres, milita
en favor de la exigencia de esta condición suplementaria, de
donde resultaría que los contratos que sean contrarios tanto
al orden público tradicional, como al orden público
económico y social, bien sea de dirección como de
Protección, y las que sean contrarios a consideraciones
esenciales de orden moral, lo que se manifiesta mediante el
concepto de buenas costumbres, en manera alguna
deberían obligar a las partes y su nulidad a de ser
pronunciado por iniciativa de uno de las contratantes”.
2.2. Elementos Accidentales
Son aquellos que no obstante no existen naturalmente en el contrato, son
susceptibles de ser agregados por los contratantes, para modificar los
efectos normales del contrato, pero sin desnaturalizarlo. Son elementos
accidentales, la condición, el plazo y el modo.
24
III. TIPOS DE CONTRATOS
El interés por establecer una categoría o tipología de contratos, radica en
que cuando estamos en presencia de un contrato, debemos deducir sus
características fundamentales, para hacerlo entrar en una categoría
determinada y en función de esta dosificación tipológica, se hará producir al
contrato determinado efecto en vez de otro, o se admitirá o no su validez.
En realidad, hablamos de un problema de calificación, esto es de calificar un
contrato determinado, que es como decir, destacar los rasgos fundamentales
para hacerlo entrar en una categoría o tipo, a cuyas reglas debe someterse.
El problema consiste pues, en determinar cuáles son esas categorías de
contratos existentes. En primer lugar, se distinguen los contratos que se
apoyan en la existencia de una contraprestación de aquellas que no superen
ninguna contraprestación. En segundo lugar, se oponen los contratos cuya
ejecución se sitúa en el transcurso del tiempo a aquellos cuyas obligaciones
se pueden ejecutar instantáneamente. En tercer lugar, mientras que ciertos
contratos tienen solamente como efecto la acción de un vínculo obligacional
entre un acreedor y un deudor, otros contratos tienen también como efecto
constituir un derecho real o transferir un derecho o una obligación. En cuarto
lugar, mientras que ciertos contratos solo son válidos cuando se han llenado
ciertas formalidades, otros suponen la entrega de una casa y otros inclusive
se reducen a un intercambio de consentimientos de las partes sin tener en
cuenta ningún formalismo.
25
3.1 Clasificación basada es la esencia o es la existencia de una
contraprestación
Existe una clasificación fundamental basada en la distinción entre
contratos a título oneroso y contrato a título gratuito, junto a ésta existe
otra clasificación que supone también, desde otro punto de vista, la
existencia o la ausencia de una contraprestación, se trata de la distinción
entre los contratos sinalagmáticos y la de los contratos unilaterales.
3.1.1 Distinción entre contratos a título oneroso y contratos a
título gratuito
El contrato a título oneroso es un contrato en virtud del cual
una de las partes se compromete con la otra, con un fin
interesado, porque espera obtener con el contrato una ventaja
pecuniaria. La existencia de una retribución o contraprestación
es lo que caracteriza el contrato a título oneroso. Esta
contraprestación puede consistir en una obligación que el
contrato pone a cargo del otro contratante. Por su parte el
contrato a título gratuito es un contrato en el cual el deudor se
compromete con el acreedor sin esperar contraprestación
alguna, casi siempre los contrata a título gratuito son
unilaterales, en razón de que la falta de contraprestación en el
compromiso del deudor se manifestará en particular, por la
ausencia de obligación a cargo del otro contratante.
26
3.1.2
Distinción
entre
Contrato
Sinalagmático
y
Contratos
Unilaterales
La distinción entre contratos sinalagmáticos y contratos
unilaterales estriba en que los contratos sinalagmáticos o con
prestaciones recíprocas supone que “los contratantes se
obligan recíprocamente los unos para con los otros”, mientras
que en los contratos unilaterales una parte se compromete con
la otra, pero esta no está obligada con la primera, en virtud del
contrato.
En
los
contratos
sinalagmáticos
siempre
hay
una
contraprestación y ésta toma la forma de una obligación que
los contratos sinalagmáticos son en principio contratos a título
oneroso. Sin embargo, no todos los contratos sinalagmáticos
son sistemáticamente contrato a título oneroso y el contrato no
todos los contratos a título oneroso son sinalagmáticos, puede
haber
perfectamente
un
compromiso
contractual
como
contraprestación de un servicio prestado, el cual no consiste en
una obligación puesta por el contrato a cargo del acreedor, que
no tiene derecho a exigir la ejecución del compromiso
celebrado con él.
Por su parte, en los contratos unilaterales, una sola parte es
deudora, y la otra es acreedora. A diferencia del contrato
27
sinalagmático, el contrato unilateral es un contrato por el cual
una sola parte se compromete con la otra: una sola parte es
deudora y una sola parte es acreedora, es lo que ocurre en la
donación o liberalidad entre vivos o también en los contratos de
servicios gratuitos. En este caso el contrato a título gratuito
será un contrato unilateral. Pero que tampoco hay una
concordancia perfecta entre la nación de contrato a título
gratuito y contrato unilateral, porque no solamente existen
contratos a título gratuito y contrato unilateral, porque no
solamente existen contratos a título gratuito sinalagmático, sino
que también existen contratos unilaterales a título oneroso.
3.2 Clasificación Basada en la Duración del Contrato.
3.2.1. Clasificación entre Contratos de Ejecución Instantánea y
Contratos de Ejecución Sucesiva.
Esta clasificación no está prevista en el Código Civil. Sin
embargo, algunos textos lo suponen y de todas maneras es
admitida por la jurisprudencia.
Algunos contratos crean obligaciones que suponen la realización
de su ejecución en un solo periodo de tiempo: Son los contratos
de ejecución instantánea.
28
En
cambio,
otros
contratos
suponen
necesariamente
obligaciones cuya obligación se escabulle en el tiempo: estos
son los contratos de ejecución sucesiva.
Interés
por
distinción
entre
los
contratos
de
ejecución
instantánea y los contratos en los cuales la duración es
inherente a la ejecución de una obligación: Nulidad o resolución
de contrato, esto es un interés que obedece esencialmente a la
imposibilidad de admitir la desaparición retroactiva del contrato
en la hipótesis de la nulidad o de la resolución por la inejecución
de sus obligaciones por parte de uno de los contratantes. Por
ejemplo, si se trata de un contrato de ejecución instantánea o de
un falso contrato de ejecución sucesiva, la nulidad o la
resolución
del
contrato
pueden
operar
retroactivamente,
conforme al derecho común y se podrá proceder a las
restricciones recíprocas. Por el contrario si se trata de un
verdadero contrato de ejecución sucesiva o de prestaciones
periódicas, es decir de un contrato en el cual la duración es un
elemento esencial, no se puede hacer desaparecer la ejecución
de ciertas obligaciones, no es posible en un verdadero contrato
de ejecución sucesiva, admitir la retroactividad de la resolución o
la nulidad.
29
3.2.2 Distinción entre contrato de duración determinada y contratos
de duración indeterminada.
La distinción entre contratos de duración determinada y
contratos de duración indeterminada evidentemente es propia de
los contratos de ejecución sucesiva, tanto de aquellos cuya
duración es un elemento esencial del contrato como de aquellos
en los cuales la duración solo es una modalidad, que no
participa en la naturaleza del contrato. Sin embargo, la distinción
entre contratos de duración determinada y contratos de duración
indeterminada no supone que solo deban entrar en la primera
categoría, los contratos cuya expiración sea objeto de una fecha
determinada. En efecto el plazo en cuanto expiración del
contrato, al igual que el plazo que suspende la ejecución de una
obligación, puede ser cierto o incierto. Sin duda, comúnmente se
admite que el plazo, a diferencia de la condición, consiste
siempre en un acontecimiento cuya realización es cierta, en el
sentido que ésta se producirá indefectiblemente. Sin embargo,
en ciertos casos, mientras la fecha de la llegada del plazo se
conoce de esta manera. Por ejemplo, en el caso de un contrato
de arrendamiento, el cual se hace para un periodo de diez años,
en otros casos la fecha del cumplimiento del plazo no se puede
determinar de antemano. En el primer caso se considera que el
plazo es cierto, mientras que en el segundo se considera que es
30
incierto, lo cual no impide de todas maneras que su realización
sea cierta.
3.3 Clasificación basada en el Objeto del Contrato
El objeto de un contrato es crear un vínculo de obligación entre un
acreedor y un deudor. Tal es al menos la opinión admitida comúnmente
y es cierto que la inmensa mayoría de los contratos corresponde a este
objeto. Sin embargo, también hay contratos cuyo objeto es transferir un
derecho o una obligación del patrimonio de una de las partes al de la
otra. Puede tratarse aún de contratos cuyo objeto es el de crear un
derecho real en provecho de una de las partes, quedando la otra
comprometida, como contraprestación por una obligación real.
3.3.1 Contratos constitutivos de derechos reales o de obligaciones
reales
Se trata de contratos que no suponen obligatoriamente un
vínculo de obligación personal. Los contratos constitutivos de un
derecho real o de una obligación personal. Los contratos
constitutivos de un derecho real o de una obligación real, no
crean un vínculo de obligación personal entre los contratantes,
esto es existe la relación acreedor-deudor distinta al que resulta
del derecho real sobre la cosa ajena. Así por ejemplo, en la
hipoteca, que perfectamente puede resultar de un contrato
31
celebrado entre el que constituye la hipoteca y el acreedor
hipotecario, no existe sino la creación de un derecho real sobre
el inmueble del otro, con exclusión de todo vínculo de obligación
personal entre los contratantes.
3.3.2 Contratos traslativos de derecho o de obligaciones
Dentro de esta clasificación pueden existir dos clases de
contratos.
En primer lugar, puede tratarse de contratos que tengan por
objeto transferir derechos reales y en segundo lugar, puede
tratarse de contratos que tengan por objeto transferir derechos
personales u obligaciones personales.
Dentro de la primera tenemos por ejemplo a la compra-venta, la
permuta y la donación, estos contratos en principio si bien,
tienen por objeto la transferencia de un derecho real, esta al
mismo tiempo crea un vínculo de obligación personal entre las
partes. En el derecho francés se sabe que no existe obligación
de traspasar (en virtud del contrato traslativo) la propiedad de un
cuerpo cierto, pues la transferencia de propiedad es un efecto
automático del contrato.
Respecto a los contratos traslativos de derechos o de
obligaciones personales, aquí tenemos como ejemplo a los
32
contratos de cesión (de crédito, de deuda y de contrato). En
primer lugar, debemos considerar que hay contratos que
trasfieren derechos personales, es decir, derechos de crédito. En
lo referente a contratos traslativos de obligaciones personales,
se trata de cesión de deudas. Al paso que crean un vínculo de
obligación entre el cedente y el cesionario. Dichos contratos
tienen por objeto transferir un derecho o una obligación personal
o las dos cosas a la vez del patrimonio de un contratante al del
otro.
3.4 Clasificación basada en las condiciones de formación del contrato
Esta clasificación es de suma importancia puesto que condiciona la
validez del contrato. En efecto, un contrato no es válido y por
consiguiente no vincula a las partes sino cuando estas han cumplido
con las condiciones exigidas por la ley para la celebración del contrato.
En caso de que esto no se hiciere, el contrato es nulo, es decir, que
hay lugar a considerarlo como inexistente y las partes no pueden estar
ligadas por ningún vínculo de obligación.
Sin
embargo,
también
existen
las
denominadas
condiciones
inoperantes para fundamentar una clasificación, es decir, las
condiciones propias de ciertos contratos no siempre permiten hacer su
clasificación, debido a que ellos llegan a ser especiales y por
consiguiente no tienen ningún alcance general.
33
Ahora bien, solo las condiciones que tienen un alcance general y que
se pueden encontrar en un número considerable de contratos en
relación con otros para los cuales no se exigen dichas condiciones,
pueden servir de base para una clasificación.
3.4.1 Condiciones de forma del contrato.
Si, en cuanto a las condiciones de fondo no parece posible encontrar
un criterio de alcance general que permita distinguir diferentes
categorías de contratos, no ocurre lo mismo en lo correspondiente a las
condiciones de forma. En efecto, en ciertos casos, el contrato solo se
forma válidamente cuando se han respetado determinadas formas,
mientras que en otros casos el contrato tiene validez, por fuera del
cumplimiento de cualquier condición de forma, en virtud a ello es
posible hacer una distinción entre dos categorías de contratos:
Aquellos cuya validez está subordinada al respeto de un formalismo y
aquellos que obedecen al principio del consensualismo, de aquí se
desprenden los denominados contratos solemnes y los contratos
consensuales;
el
desarrollo
del
formalismo
contractual
ad-
solemnitatem en el derecho contemporáneo, ha originado una
multiplicidad de contratos que se deben suscribir por escrito, con un
documento auténtico o con un documento privado según corresponda,
en esta hipótesis es cuando se habla de contratos solemnes, por
34
oposición a los contratos consensuales, que son válidos sin el
cumplimiento de ninguna condición de forma.
VI. EL CONTRATO Y SU TRANSPOLACIÓN AL ÁMBITO ADMINISTRATIVO
Al hablar de contratos como lo hemos venido haciendo durante el desarrollo
del presente capitulo, es referirnos a quizás la figura más preponderante y
emblemática del derecho civil, la que data de tiempos muy remotos, donde
aún no era un tema de interés del imperio del Estado el desarrollo de la
misma, así como no era necesaria para los estamentos gubernamentales
pensar en su utilización, más teniéndose como un instrumento propio de la
vida económica de los privados, igualmente resulta difícil suponer que el
contrato fue llevado por los particulares para establecer la fuerza de la
conventio en sus relaciones con El Estado; sin embargo esta problemática se
encuentra inmersa dentro de una discusión mayor como lo constituye la
existente entre el derecho administrativo y su relación con el derecho civil,
donde la autonomía del primero siempre ha sido una asignatura de
especialísima impronta en el mundo jurídico; así el profesor Centanaro
(2010:6) en su artículo sobre la relación del derecho administrativo y su
relación con las normas civiles5 manifiesta: … “Este tema es mucho más
amplio superando el ámbito contractual pues dentro del marco de la posible
autonomía del Derecho Administrativo, se discute si en el caso no previsto en
esa rama, debe o no acudirse a las normas del resto del ordenamiento
legislativo y particularmente al del Derecho Privado, y si la aplicación de ellas,
lo es con carácter subsidiario o por intermedio de la analogía jurídica”.
CENTANARO, E. (2010). “El Derecho Administrativo y su Relación con Normas Civiles”. Discurso en
la Academia de Ciencias de Buenos Aires 6 de agosto de 2010. Pag.19. En www.
ciencias.org.ar/user/FILE/Centanaro. Consultado el 20 de diciembre del 2014
5
35
CAPÍTULO II
EL CONTRATO ADMINISTRATIVO
II. EL CONTRATO ADMINISTRATIVO
2.1. ANTECEDENTES
Se precisa que la aparición del contrato administrativo, tiene una ligazón
insoslayable con el proceso evolutivo de cómo concebimos a la
administración pública; por ello resulta casi una obligación referirnos a su
desarrollo, el mismo que por estudios preliminares nos revela, que en su
aparición la administración pública funcionaba más bien como un aparato
meramente represor al servicio del monarca absoluto, sin control de
ningún tipo de normas jurídicas en su funcionamiento.
A raíz de la Revolución Francesa de 1789, surgen nuevas ideas que
trastocan el concepto de Administración Pública y de su funcionamiento.
La actuación de la Administración, pasa del servicio del soberano, a estar
al servicio del ciudadano y sometida a la Ley, dando lugar al nacimiento
de una nueva rama del Derecho: Derecho Administrativo, en cuanto
derecho regulador de la organización, funcionamiento y los derechos y
obligaciones de la Administración Pública, diferenciándose del Derecho
Privado, cuyo ámbito queda circunscrito exclusivamente a las relaciones
entre privados.
36
Es en el Derecho Francés, donde tiene lugar la aparición de la figura del
contrato administrativo y el desarrollo de una primigenia Teoría General
de los Contratos Administrativos. Fue en el año 1873 con la famosa
ARRET BLANCO (Decisión Blanco) cuando el Tribunal de Conflictos
Francés, estatuido para dirimir la cuestión planteada por la regulación de
la jurisdicción y de la competencia y fiel al principio tradicional de Francia,
de que los jueces no están facultados para inmiscuirse en los asuntos de
la Administración Pública, se postuló que un contrato celebrado entre un
particular y la Administración correspondía al Consejo de Estado y no a la
jurisdicción civil, pronunciarse sobre la responsabilidad civil que pudiera
derivarse del alegado incumplimiento del contrato que el particular
alegaba a la Administración.
Después de 30 años, con la decisión del ARRET TERRIER (Decisión
Terrier) del 6 de febrero de 1903, se consolida la idea de la existencia y
peculiaridades
del
Contrato
Administrativo,
estableciéndose
las
condiciones que debían concurrir para que un contrato celebrado por la
Administración Pública, debiera ser calificado como administrativo,
excluyéndolo así del ordenamiento general aplicable a los contratos
celebrados por los particulares, los cuales se rigen por el Código Civil.
García de Enterría (1963:103)6
6
GARCÍA DE ENTERRIA, E. (1963) “La Figura del Contrato Administrativo”, pp. 103-104. En
vvww.cepc.es/rap/ publicaciones. Consultado el 3 de diciembre de 2014
37
En la decisión Terrier, se resolvió la controversia planteada a raíz de la
celebración de un contrato verbal por parte de la administración con todo
aquel
que
contribuyera
a
la
caza
de
serpientes,
quien
sería
recompensado con cierta cantidad de dinero por cada reptil eliminado.
El señor Terrier se presentó con las serpientes a cobrar su pago y la
administración se negó a pagar alegando razones presupuestarias. El
Consejo de Estado francés consideró el asunto como propio de su
competencia por estar estrechamente relacionado con la ejecución de un
servicio público. Se establece entonces la noción de servicio público como
elemento distintivo de los Contratos administrativos al tener por objeto la
organización o ejecución de un servicio público, lo que no ocurre con el
contrato civil.
Con la decisión EPOUX BERTIN (7), el Consejo de Estado, establece el
criterio del servicio público como elemento característico de los Contratos
Administrativos. Esta decisión se refirió al contrato verbal celebrado por
los esposos BERTIN con el jefe de un Centro de repatriación de
refugiados soviéticos, en el que los particulares se obligaron a suministrar
alimentos a los afectados y la administración se obligó a pagar una
determinada suma de dinero por la cantidad de días y hombres servidos.
En la decisión ya referida, el Consejo de Estado Francés, estimo que el
contrato tenía por objeto la ejecución de un servicio público y que dicha
7
GARCÍA DE ENTERRIA, E. (1963) Ibidem.
38
circunstancia era suficiente por si sola para determinar que estamos ante
un Contrato Administrativo, sin que sea necesario buscar, si el citado
contrato lleva consigo cláusulas exorbitantes del derecho común.
El criterio del Servicio público prevalece por sobre la noción de las
cláusulas exorbitantes de derecho común, como consecuencia del
creciente número de contratos celebrados por el Estado, han dado origen
en Francia al establecimiento de una presunción favorable a la naturaleza
administrativa del contrato, por lo que solo en el supuesto de que exista
una cláusula expresa de sumisión al derecho privado, el contrato
celebrado por la Administración Pública, se someterá a las reglas del
derecho civil.
La problemática del servicio público, como elemento esencial del contrato
administrativo, parte de la superada distinción entre Actos de Imperio y
Actos de Gestión, que constituye la primera sistematización del Derecho
Administrativo a comienzos del Siglo XIX, señalando que hay actos de
autoridad o imperio, en el que la administración, obra como titular del
poder público, y por tanto como verdadero sujeto de derecho público,
sometido
por ende a la jurisdicción contencioso-administrativa; sin
embargo, la administración también realiza actos de gestión, despojada
de su imperium, al mismo nivel de los sujetos privados y en igualdad de
condiciones, sometiendo éstos actos, a la jurisdicción ordinaria.
39
2.2. DEFINICIÓN DE CONTRATO ADMINISTRATIVO
Según BIELSA (1964:172),8 "(…) el contrato administrativo es el que la
Administración celebra con otra persona pública o privada, física o
Jurídica, y que tiene por objeto una prestación de utilidad pública".
Según ESCOLA (1977:256),9 "… son los celebrados por la administración
pública con una finalidad de interés público y en los cuales, por tanto,
pueden existir cláusulas exorbitantes del Derecho Privado o que coloquen
al contratante de la administración pública en una situación de
subordinación respecto de ésta".
Según MARIENHOFF, Miguel (1998:254),10 “… es un acuerdo de
voluntades generador de obligaciones, celebrado entre un órgano del
Estado en ejercicio de las funciones administrativas que le competen, con
otro órgano administrativo o con un particular o
administrado,
para
satisfacer necesidades públicas".
Según FORSTHOFF, (1958)11 "son todos aquellos en que aparece la
imposición unilateral de obligaciones estatales por medio de las funciones
de creación normativa y ejecutiva que se complementan por actos
jurídicos bilaterales en forma de contratos, convenios, acuerdos etc.,
BIELSA, R. (1964). Derecho Administrativo. Editorial El Ateneo. Buenos Aires – Argentina. Pág. 172
ESCOLA, H. (1977). Tratado Integral de los Contratos Administrativos. Ediciones DEPALMA, Volumen
I. Pág. 256. Buenos Aires –Argentina.
10 MARIENHOFF, M. (1998). Tratado de Derecho Administrativo: Contratos administrativos - De los
contratos en particular. Editorial Abeledo Perrot 4ta Edición. Pág. 254. Buenos Aires – Argentina.
11 FORSTHOFF, E. (1958). Tratado de Derecho Administrativo, Madrid, Instituto de Estudios Políticos.
En www.wikilearning.com/...contratos...contrato _ administrativo. Consultado el 6 de diciembre de 2014.
8
9
40
todos los cuales tienen de común el emanar de la manifestación de una
voluntad coincidente de las partes".
Según LA TORRE, (2008:53)12, "…es claro que el contrato es una
categoría abstracta y genérica, que adopta configuraciones distintas,
según sea el ámbito del ordenamiento jurídico en el cual se manifiesta y,
por lo tanto, el régimen normativo que regula cada modalidad contractual
guarda relación con los fundamentos y principios que regulan la
correspondiente rama del derecho".
Según SALAZAR (2004:36)13, define al contrato de la Administración
Pública como aquel "que tiene como una de sus partes a una entidad del
Estado, sin que ello implique necesariamente prerrogativas para esta
última, toda vez que será el ordenamiento jurídico el que fijara la posición
de la entidad administrativa respecto de su co-contratante, otorgándole en
algunos casos prerrogativas especiales, mientras que en otros casos no".
Según
CASSAGNE
(1999:158)14,
conceptúa
a
los
contratos
administrativos, como "todo acuerdo de voluntades generador de
obligaciones, celebrado por un órgano estatal en ejercicio de la función
administrativa, caracterizado por un régimen exorbitante del Derecho
Privado, susceptible de producir efectos, con relación a terceros".
12
LA TORRE BOZA, D. (2008). La Competencia Arbitral en las declaraciones de Nulidad de Actos
Administrativos Fictos. pp.53-69. En Jus Gestión Pública tomo 2. Ed. Grijley. Lima-Perú.
13 SALAZAR CHAVEZ, R. (2004). La Contratación de la Administración Pública en Función de los
Intereses Involucrados en cada Contrato. Pág.36. En Revista Derecho & Sociedad N° 23, Lima.
14 CASSAGNE, J.C. (1999). Contrato Administrativo. Editorial Abeledo Perrot. Pág. 158. Buenos Aires Argentina.
41
Según CABANELLAS (1962:500)15, define al contrato administrativo como
"el celebrado entre la administración, por una parte, y un particular o
empresa, por la otra parte, para realizar una obra pública, explotar un
servicio
u
obtener
la
concesión
de
alguna
fuente
de
riqueza
dependientemente de la entidad de Derecho Público".
Según DROMI, (1973:208)16, nos dice que se trata de “una de las formas
por la que se exterioriza, la actividad administrativa, cuya especificidad
está dado por la singularidad de sus elementos, caracteres y efectos; en
suma, por su régimen jurídico"
2.3. NATURALEZA JURÍDICA
De los estudios revisados respecto a la definición de la naturaleza jurídica
del contrato administrativo, creemos a nuestro parecer que la tesis que
describe Coviello17 nos resulta la más sensata, el estudioso argentino
afirma que: “ si existe un criterio esencial para describir la naturaleza
jurídica del contrato administrativo este estriba en que: el contrato
administrativo se caracterizaría por la presencia de un régimen jurídico
exorbitante, del que habla la jurisprudencia del Consejo de Estado
francés.
CABANELLAS, G.(1962). Diccionario de Derecho Penal. Editorial OMEBA. Pág. 50. Buenos Aires –
Argentina.
16 DROMI, J. R. (1973). Derecho Administrativo. Pág. 208 Editorial ASTREA. Buenos Aires - Argentina.
17
COVIELLO, P.J.J. "¿Contratos Administrativos o Contratos Públicos?: La actualidad jurídica de los
contratos estatales". En http:// docs.google.com/document. Consultado el 1 de noviembre de 2015.
15
42
2.4. DIFERENCIAS ENTRE CONTRATO
CONTRATO DE DERECHO PRIVADO
ADMINISTRATIVO
Y
EL
Para explicar estas diferencias han surgido varios criterios los mismos que
han sido agrupados por el tratadista BERCAITZ (1980:191)18, quien
analiza los distintos criterios de diferenciación y las teorías elaboradas
para distinguir los contratos administrativos de los contratos civiles, como
son:
A. CRITERIO SUBJETIVO.
El criterio subjetivo consiste en comprobar si en el contrato es parte la
Administración del Estado. No se requiere necesariamente que sea el
Poder Central del Estado, sino una persona jurídica pública
perteneciente a la Administración Pública. De acuerdo al criterio
subjetivo, basta dicha condición para que se produzca la contratación
administrativa.
B. CRITERIO DE LA JURISDICCIÓN
El criterio de la jurisdicción que consiste en establecer que hay
contratación administrativa en aquellos casos en que compete
conocer a la jurisdicción administrativa por disponerlo un precepto
legal, por haberse pactado o por decidirse jurisdiccionalmente, por sus
modalidades
propias,
que
corresponde
a
la
Jurisdicción
administrativa.
18
BERCAITZ, M. Á. (1980) Teoría General de los Contratos Administrativos Pag. 191, 2da Ed. Depalma
Buenos Aires - Argentina.
43
C. CRITERIO FORMAL
El criterio formal, se refiere al hecho de que el contrato administrativo
está ligado a una formalidad específica para su celebración (sistemas
o procedimientos de selección). Este criterio resulta insuficiente, dado
que la administración también puede exonerarse de la aplicación de
procedimientos selectivos, además nada impide que estas mismas
formalidades sean empleadas como de hecho lo son por los
particulares (19)
D. TEORÍA DEL SERVICIO PÚBLICO
La teoría del servicio público, sostiene que lo que importa es el fin; y
que, por consiguiente, si el contrato tiene como fin un servicio público
o contribuye a un servicio público, pues allí hay contratación
administrativa. León DUGUIT compara como ejemplo, el contrato
comercial con el contrato civil y manifiesta que la diferencia formal y
de otro orden no es mayor, pero sí en cuanto al fin; agrega que
cuando el fin es comercial, evidentemente hay un contrato comercial
diferenciado de la contratación civil. Similarmente pasa, dice, con el
contrato de carácter administrativo en el cual el fin es el servicio
público.
De esta teoría no podía dejar de participar Gastón JEZE, pues es
éste, quien sostiene, que el Derecho Administrativo, es la ciencia
19
LINARES, M. (2008). Contratación Pública: Derecho local, internacional y de la Integración. Pag. 194.
Ed. Grijley. Lima-Perú.
44
relativa a los servicios públicos; o sea que, para él, el servicio público
agota la noción de Derecho Administrativo (tesis criticada por
distinguidos y variados autores). Sin embargo, JEZE tiene algunas
salvedades a la teoría del servicio público. Dice, por ejemplo, que no
basta este elemento, sino que es indispensable que las partes
contratantes hayan querido someterse a un régimen del Derecho
Público.
E. TEORÍA
DEL
CONTRATO
ADMINISTRATIVO
POR
SU
NATURALEZA
BLUM (1999:125),20 sienta la doctrina de los contratos administrativos
por su naturaleza: "Es necesario que ese contrato por sí mismo y por
su naturaleza propia, sea de ésos que sólo pueda concluir una
persona pública".
F. TEORÍA POR EL FIN DE LA UTILIDAD PÚBLICA.
La teoría del fin de utilidad pública: coincide en algo con la teoría del
servicio público, pero la descarta. Los tratadistas señalan que lo
determinante es que el contrato administrativo, importa una prestación
de utilidad pública, sin perjuicio de otros elementos que lo integran,
como la intervención de un sujeto de derecho público y la posibilidad
de que la administración pueda variar unilateralmente el convenio".
20
BLUM, L. (1999). La Reforma Gubernamental. Pág. 125. Traducido por GARCÍA FERNANDEZ, Javier.
Editorial CIVITAS. Madrid – España.
45
Esta teoría es también de FRAGA (2000:399)21, el conocido maestro
de la Universidad de México. Reúne, en realidad, requisitos más
completos como son el fin de utilidad pública o sea una prestación de
utilidad pública, la intervención de un sujeto de derecho público y
además que la administración pueda variar unilateralmente el
convenio.
G. TEORÍA DE LA CLÁUSULA EXORBITANTE DEL DERECHO
COMÚN
Luego, la teoría de la cláusula exorbitante establece que en la
contratación administrativa hay cláusulas espaciales que exorbitan el
Derecho Privado. La diferencia, según los sostenedores de esta
teoría, "estriba en la existencia de cláusulas especiales insertadas,
exorbitantes del Derecho Privado que testimonian un régimen jurídico
especial de derecho público". Varios fallos del famoso Consejo de
Estado de la Justicia Administrativa Francesa, han sentado las bases
de esta teoría de la cláusula exorbitante. Por ejemplo, el fallo del 23
de diciembre de 1921, luego el del 23 de Julio de 1925 y el del 21 de
Enero de 1938, en las cuales se expresa que allí donde se encuentran
poderes, facultades, atribuciones especiales de la entidad que
representa a la Administración como sujeto de la relación, seda una
contratación administrativa; y, a la inversa, cuando no concurren esas
condiciones, se da una contratación privada.
21
FRAGA, G. (2000). Derecho Administrativo. pág. 399. 4a Edición. Edit. Porrúa México DF. 2000
46
En realidad, esta interesante teoría no explica tampoco, por sí sola, la
contratación administrativa. Porque puede no existir ninguna cláusula
exorbitante expresa en determinada contratación de la Administración
Pública y, sin embargo, haber un contrato administrativo sujeto al
derecho público.
2.5. ELEMENTOS DEL CONTRATO ADMINISTRATIVO
2.5.1. LINEAMIENTOS GENERALES
Según el Diccionario de la Lengua Española, elemento es, en una
primera acepción, un "fundamento, móvil o parte integrante de
algo", y en una segunda: "cada uno de los componentes de un
conjunto" (22); mientras que requisito es una "circunstancia o
condición necesaria para algo"23. Aplicadas ambas definiciones a la
noción de contrato administrativo diremos que elemento de él son
todas aquellas partes que lo integran, sin cuya concurrencia éste
no existiría. Por otra parte, constituyen requisitos del contrato
administrativo
todas
aquellas
condiciones
que
tengan
que
verificarse para que éste se perfeccione, sin que su falta acarree su
inexistencia. (2004: 100)24.
22
Diccionario de la Lengua Española, Madrid, Rea! Academia Española, (2001), s. v. "elemento".
Ibidem, s. v. "requisito".
24 HERRERA G. J. (2004). Los Contratos Administrativos en el Estado de Guerrero. En
http://www.biblioiuridica.oi g/libros. Consultado el 18 de octubre de 2014
23
47
Para algunos autores, de lo que debe hablarse es de elementos
esenciales y de elementos no esenciales para valorar la existencia
o no de un contrato administrativo.
Según ESCOLA (1977:186)25, “…deben diferenciarse elementos
esenciales básicos, elementos esenciales presupuestos y el
elemento esencial complementario de los contratos administrativos.
Los primeros son el consentimiento y el objeto; los segundos son
los sujetos, la competencia y capacidad, la causa y la finalidad; el
complementario es la forma”. Por su parte, el ex - presidente de la
Corte Suprema de Justicia de la Nación Argentina, BERCAITZ
(1980:260)26, señala “como elementos esenciales del contrato
administrativo a los sujetos, el consentimiento, el objeto, la causa,
la finalidad y la forma; en tanto, para el propio autor, son elementos
no esenciales del contrato administrativo: el plazo, la licitación y
pliego de condiciones, las garantías y las sanciones”.
Algunos estudiosos sobre contratación estatal coinciden en señalar
que los elementos del contrato administrativo son los mismos que
posee el Acto Administrativo, sin embargo esto no resulta tan cierto
debido a que no se trata de un acto unilateral en el que solo se
manifiesta la decisión del ente administrativo, sino que también
25
ESCOLA, H. (1977). Tratado Integral de los Contratos Administrativos Tomo I. Pág. 186.Editorial
Depalma Buenos Aires –Argentina.
26 BERCAITZ, M. A. (1980). “Teoría
General de los Contratos Administrativos”. Pág. 260, Editorial
Depalma. Buenos Aires - Argentina.
48
cuenta la manifestación de voluntad del colaborador privado; este
resulta ser el componente de mayor realce en la configuración
particular del contrato administrativo con respecto al género Acto
Administrativo; en ese sentido debemos precisar como elementos
esenciales del Contrato Administrativo los siguientes:
Los Sujetos;
El Consentimiento (Competencia y Capacidad);
El Objeto;
La Causa;
La Finalidad y,
La Forma.
2.5.2. ELEMENTOS ESENCIALES
2.5.2.1. SUJETOS
Deben gozar de capacidad personal obvia: pero además el
sujeto público que pacta debe tener la competencia por
razón de la materia, de grado y del territorio. Esto, a
nuestro juicio, comporta la necesidad de una aprobación o
consentimiento en casos excepcionales, que puede llevar
hasta la de un acto legislativo, como por ejemplo un
contrato de empréstito.
49
Es inconcebible la configuración de cualquier contrato,
independientemente de su naturaleza jurídica, sin sujetos
que lo celebren. Como lo hemos afirmado, en los contratos
administrativos uno de esos sujetos lo será un órgano
público
administrativo
dotado
de
competencia
para
contratar, en tanto que su contraparte, generalmente un
particular, habrá de llenar el requisito de capacidad jurídica
para-los mismos efectos, pudiendo ésta ser persona física
o moral. (2004:101)27
Al respecto puede decirse que el Estado, cuando
comparece como una de las partes en un acto jurídico
contractual con particulares, concurre, tal como importante
doctrina lo sostiene, como sujeto de derecho privado de
acuerdo con la conocida teoría de la doble o pluri
personalidad del Estado, pero tal doctrina ha sido
superada, al considerar que la organización política
moderna, como ente de naturaleza pública y por ende de
derecho público, sólo ostenta una sola personalidad,
precisamente la personalidad pública del Estado, soberana
e indivisible, emanada de la voluntad popular, pero de tal
manera que posee diversas capacidades de actuación, tal
27
HERRERA G, J. A. “Los Contratos Administrativos en el Estado de Guerrero”. Pag.101. En
http://www.biblioiuridica.org/libros/. Consultado el 12 de noviembre de 2014.
50
como señala HERRERA (1962)28, cuando dice que: "El
Estado tiene capacidades distintas, está investido de
diversas
capacidades
que
han
sido
confundidas
o
falsamente apreciadas como personalidades distintas".
De esta manera, y de acuerdo con SERRA (1893:145)29,
resulta que, cuando menos para uno de los sujetos de la
relación, su naturaleza necesariamente será la de persona
de derecho público, la que corresponde al Estado, o a un
ente público. Por lo que hace a los sujetos privados de la
relación, indiscutible es que caen bajo la naturaleza privada
que concierne al derecho civil o, en su caso, al mercantil.
2.5.2.2. CONSENTIMIENTO
MARTÍNEZ (1993:17)30, señala que "Es el acuerdo de
voluntades respecto a un objeto común, que consiste en
producir consecuencias jurídicas".
Tanto
la
voluntad
proveniente
del
órgano
público
administrativo como la de su contraparte habrán de
exteriorizarse para desembocar en la generación de
HERRERA S, J. L. “Apuntes
sobre
Contratos
Administrativos”.
En
http://www.bibliojuridica.org/libros/. Consultado el 12 de noviembre de 2012.
29 SERRA R., A. (1983) Derecho Administrativo. Pág. 145. Editorial PORRÚA. México - México D.F.
30 MARTÍNEZ A., J. (1993). Los
Contratos Derivados del artículo 134 Constitucional. Pág. 17.
Editorial PORRÚA. México-México D. F
28
51
derechos y obligaciones recíprocos, engendrándose así el
acto bilateral contractual entre ellos.
Según DROMÍ, (1973:45)31, el Contrato Público o el
negocio jurídico del Derecho Público, se establece por un
acuerdo creador de relaciones jurídicas o con el simple
consentimiento por adhesión del particular a relaciones
previamente establecidas por la Administración.
Todos los modos de gestión indirecta de Servicios Públicos
tienen una base común en el previo contrato como técnica
jurídica de colaboración que por excelencia armoniza
esferas de interés sustancialmente diversas, en este caso
las de la administración y sus co - contratantes agregan
que el contrato de la Administración es "un acto de
declaración de voluntad común productor de efectos
jurídicos, entre un órgano estatal en ejercicio de la función
administrativa y un particular u otro ente público estatal o
no".
"Es un acto de declaración de voluntad común": en el
sentido de que requiere la voluntad concurrente del estado
(manifestado a través de un órgano estatal) y del co -
31
DROMI, J. R. Op Cit. Pág. 45.
52
contratante (un particular u otro ente público). Es un acto
que emana de la manifestación de voluntad coincidente de
las partes. En tanto es una declaración volitiva, no una
acción material, difiere del hecho de la Administración y en
cuanto importa una concurrencia bilateral de voluntades se
distingue del acto administrativo, que por esencia es
unilateral
"Productor
de
Efectos
Jurídicos":
son
jurídicamente irrelevantes los acuerdos que no crean
obligaciones y deberes. El Contrato de la Administración
produce una especial incidencia en el mundo jurídico,
generando recíprocamente atribuciones y obligaciones
como efectos jurídicos propios, directos e inmediatos (a
diferencia de los simples actos de la administración) y de
manera individual para cada una de las partes (por
oposición a los reglamentos que producen efectos jurídicos
generales.)
"Entre un órgano estatal en ejercicio de la función
administrativa": cualquiera de los tres órganos (legislativo,
judicial y ejecutivo) puede celebrar, por el Estado o ente
público estatal contratos administrativos o en la función
administrativa. Los órganos Estatales intervinientes pueden
corresponder a la Administración central o a entes
descentralizados dotados de personalidad jurídica propia.
53
"Un particular u otro ente público": El co-contratante puede
ser un particular (persona física o jurídica) u otro ente
público estatal o no. En este último caso estaríamos ante
un contrato inter - administrativo.32
2.5.2.3. OBJETO
BERCAITZ (1980:276)33, define que "Es la consecuencia o
efecto que produce y que se persigue al celebrarlo...Éste
debe ser cierto, posible, lícito y determinado o determinable
en su especie. Se reconoce la bifurcación de su concepto
en objeto directo e indirecto. El directo consiste en crear,
transmitir, modificar o extinguir derechos y obligaciones. El
indirecto consiste en la cosa que el obligado debe dar o en
el hecho que debe hacer o no hacer".
El Estado, en cumplimiento de sus deberes y en ejercicio
de sus funciones públicas, se ve en la necesidad de llevar a
cabo obras y de prestar servicios públicos de vanada
naturaleza, tales como construir carreteras, plantas de
diversos
tipos,
instalaciones
petroleras,
distribución
eléctrica, de agua y demás; pero es el caso que por
determinadas circunstancias considera conveniente confiar
DROMI, J. R. (1977). “La Licitación Pública”. Buenos Aires – Argentina. Pág. 24 -26. Editorial ASTREA
de ALFREDO y RICARDO DEPALMA Pág. Buenos Aires-Argentina.
33 BERCAITZ, M. Á. Ibidem, p. 276.
32
54
a los particulares la ejecución de las obras, así como
obtener de ellos la prestación de variados servicios
mediante la celebración de contratos administrativos
según corresponda. De lo anterior resulta claro "que el
contrato tenga por objeto inmediato la realización de una
obra o servicio público"
34
o la del suministro y
arrendamiento de bienes muebles que requiere para sí la
organización política.
2.5.2.4. CAUSA
Según
BERCAITZ
(1980:301)35,
"…La
causa
está
constituida por los motivos determinantes del acto en los
que están insertos el cuidado del servicio público y en
particular el interés público".
Según BIELSA, (1964:171)
36
“…en el Derecho Público la
causa se objetiva siempre en el interés público".
Según MARÍA DÍEZ, (1979:35) 37, es "la situación de hecho
que ha considerado la administración y que la determina a
contratar para satisfacerla". En este específico elemento, la
GARCÍA O., C. y MARTÍNEZ U., E. (1968). p. 134. Derecho Administrativo. 9a. ed, E.I.S.A. Madrid –
España.
35 BERCAITZ, M. A, Ibidem, p. 301.
36BIELSA, R. (1964). Derecho Administrativo. Pág. 171, Tomo II. Editorial La Ley. Buenos Aires - Argentina.
37 DIEZ, M. M. (1979). Derecho Administrativo. Pág. 35, Tomo III. Editorial plus ultra. Buenos AiresArgentina.
34
55
causa en el particular co-contratante pasa a segundo
término, pues son las motivaciones que mueven la voluntad
del órgano público administrativo las que propiamente
determinan la existencia o no del contrato.
La causa, el motivo o la razón determinante de los
contratos de la Administración, es satisfacer un fin público,
un
servicio
público,
una
necesidad
colectiva.
Es
independiente del móvil que induce a contratar al
contratista y del móvil que pueda determinar el contrato en
la mente o en la intención del funcionario, que expresa o
ejecuta la voluntad de la Administración Pública. Mientras
que estas dos últimas son esencialmente subjetivas,
corresponden al yo, al fuero interno de los sujetos físicos
que participan en su formación, la causa del contrato
administrativo es siempre objetiva, está antológicamente
comprendida en el objeto y en la voluntad.
En nuestro Derecho Positivo Nacional, el Art. 3o, inc. 3 y 4
de la Ley de Procedimiento Administrativo General,
Incorpora la motivación y la finalidad pública como
elementos esenciales del acto administrativo, y de suyo del
contrato administrativo, que están comprendidas en el
objeto y en la voluntad contractual de la Administración. No
56
hacemos
distinciones
metodológicas
entre
causa,
motivación y finalidad, porque no creemos en la autonomía
de uno y otro término. La causa o motivación y la finalidad
son siempre la satisfacción de un fin público, del interés
público, cualquiera que sea la especificidad de éste. La
Administración debe cuidar de establecer expresamente los
motivos determinantes de su obrar. Cuando la ley exige,
como en nuestro
caso, esa motivación, su omisión
provoca la nulidad del acto o contrato que realice o ejecute.
2.5.2.5. FINALIDAD
Se trata del fin último que se persigue con el contrato,
particularizando la generalidad del interés público y dirigirse
concretamente a lo que se quiere lograr con el contrato, lo
que debe ser muy claro en el documento o desprenderse
de él netamente. Recuerda BERCAITZ que para LASO
SAYAGUÉS y para PRATTS, si el fin es oculto e indebido
se da un caso de desviación de poder, aunque ESCOLA
opone ciertos límites a esto por la presencia en el contrato
de un sujeto privado "a quien puede afectar la aplicación
lisa y llana de la teoría".
El fin último que se persigue con el contrato administrativo,
la razón de ser del mismo, lo que se pretende alcanzar con
57
su celebración, todo lo cual se traduce en el interés público.
38
2.5.2.6. FORMA
Es también requisito del acto jurídico en general (forma
prescrita por ley), en el Derecho Público y, por ende, en el
contrato administrativo, es también esencial. Si falta la
forma prescrita por la ley o se ha festinado trámites o
seguido un procedimiento irregular, el contrato resulta sin
validez, es decir afectado de nulidad.
Según DROMI, (2006:170)39, “…una de las particularidades
que caracteriza a los contratos administrativos es su rigor y
sentido formalista, en tanto el ordenamiento jurídico
establece
una
serie
de
trámites,
formalidades
y
procedimientos que deben cumplirse antes de emitirse la
voluntad administrativa contractual. El incumplimiento de tal
procedimiento vicia esa voluntad, porque no se ha
preparado según el orden normativo.”
Entre los actos jurídicos, unos tienen una forma rigurosa
establecida por la ley, formalidad, de la cual depende su
validez. En el supuesto del contrato administrativo, tanto la
38
39
HERRERA GARCÍA, J. A. Ibidem. Pág. 103
DROMI, R. Ibidem. Pág. 170.
58
voluntad de la administración comitente como la del
contratista deben expresarse con la exactitud debida, para
que el negocio jurídico llegue a concretarse.
Pero además el contrato administrativo debe cumplir con el
formalismo,
observancia
es
del
decir
con
la
procedimiento
rigurosa
y
aplicación
manera
y
externa
establecido por el ordenamiento jurídico.
El formalismo en la preparación de la relación contractual
discurre a través de una serie de actos y hechos jurídicos
preparatorios del contrato (actos separables), que tienen
como propósito la elección del futuro contratista de la
administración.40 También podrimos hablar de un sexto
elemento que debe ser considerado como esencial dadas
las connotaciones que han tomado en los últimos años los
estudios sobre corrupción en los desempeños de los
funcionarios públicos en los procedimientos de gestión así
como de muchos colaboradores privados en la celebración
y ejecución de contratos estatales, tal como plantea
Marienhoff, de la Universidad de La Plata, el elemento
Moral, con cuyo criterio participamos. Es evidente que en
nuestras realidades como en otras incluyendo el mundo
40
Idem.
59
llamado desarrollado- se han dado -y se dan- casos de
corrupción. Por ello, el elemento moral es básico para el
contrato administrativo. Es grato recordar que, en el
régimen peruano de 1968-1975 (Gobierno de Velasco
Alvarado), se declararon nulos actos administrativos por
violación del elemento moral.
2.6. CLASES DE CONTRATOS ADMINISTRATIVOS
Debemos señalar que sea que se admita una gradación en la globalidad
de los contratos de la administración o que se parta de la posición que
distingue los contratos privados de la administración globalmente de los
contratos que son administrativos alternativamente por la disposición
expresa o implícita de la ley, la voluntad expresa o implícita de las
partes, o el objeto del contrato, hay siempre distintos regímenes jurídicos
para regular diferentes contratos administrativos, o privados con notas
administrativas.
En suma expresa el profesor Gordillo, pensamos básicamente que no
hay dos categorías de contratos, civiles y administrativos, sino toda una
gama, susceptible de clasificación, que comienza desde a) contratos
celebrados por la administración en un virtual pie de igualdad jurídica
con otro sujeto de derecho público o privado, o incluso, b), en situación
de desventaja; o c) con ligeras notas de derecho público a favor de la
administración y, por fin, d) contratos en que aparece un crescendo de
potestades y privilegios estatales. Tendríamos así: a) en el primer caso,
la compraventa de inmuebles, b) en el segundo, el contrato de crédito
externo; c) en el tercero, el subsidio, la subvención, la donación; d) en el
cuarto, locación y concesión o permiso de uso del dominio privado o
público del Estado, contrato de suministro y de obra pública, relación de
empleo público; concesiones de obras públicas, concesiones y licencias
60
de servicios públicos, contrato de empréstito público interno. Dicho en
otras palabras, aunque reduzcamos la clasificación a dos categorías,
contratos civiles y administrativos de la administración, la segunda
especie es susceptible de subdivisiones en atención a diversos
regímenes jurídicos dentro del sistema del derecho administrativo.
Señala Agustín Gordillo, que clásicamente se ha buscado explicar notas
generales comunes a estos distintos regímenes jurídicos, pero debe
tenerse cuidado en advertir que no se trata de una suerte de inducción
empírica válida de reglas generales de las cuales luego se pueda
deducir su aplicación a un caso concreto, sino que es tan sólo una
generalización de tipo didáctico, ilustrativo.
El régimen concreto hay que buscarlo en el conjunto normativo de cada
contrato determinado e individualizado, interpretado claro está conforme
a los principios generales del derecho. Parte de la doctrina recogió esta
idea, en el sentido que "en esta categoría de contratos, es necesario
puntualizar que los mismos no tienen, en absoluto, un régimen uniforme
de preponderancia de derecho público. No encontramos en todos ellos
las mismas cláusulas exorbitantes ni las mismas normas de derecho
público." Señala Brewer Carias, citado por Gordillo.
Pensamos que ante lo estudiado y analizado previamente resulta
bastante
acertada
la
siguiente
clasificación
de
los
contratos
administrativos dada por el profesor Gordillo; clasificación que según
este autor resulta útil agrupar en tres tipos principales de regímenes
jurídicos de contratos celebrados por la administración.
Esta forma de ver la cuestión es considerar que en realidad entre los
distintos contratos que celebra la administración se encuentran:
61
1. Contratos más próximos a la esfera del derecho privado, con un
virtual pie de igualdad entre las partes, sin ser con ello totalmente
contratos privados; son los que han existido siempre.
2. Contratos con regímenes intermedios que tomaron forma y crecieron
al amparo del extendido sector público de la economía que existió
hasta fines de la década del 80 del Siglo XX.
3. Contratos que tienen un régimen más severo para el contratista en
función de la necesidad de tutelar el interés de los usuarios del
servicio que aquél presta en condiciones monopólicas o de
exclusividad.
 Con respecto al primer tipo de Contratos administrativos, o
contratos próximos al derecho común externo o interno, señala
Gordillo, que, en estos contratos de la administración regidos por el
derecho común, hay de todas maneras alguna presencia del
derecho público, ya que por de pronto la regla para juzgar la aptitud
contractual del Estado no es la capacidad del derecho privado sino
la competencia del derecho administrativo.
Es necesario también haber cumplido con determinados requisitos
jurídicos previos a la contratación que son parte del derecho público
y no del derecho privado (dictamen jurídico previo del organismo
62
permanente de asesoramiento letrado; en ocasiones, autorizaciones
o aprobaciones de determinados órganos del Estado; como regla, el
procedimiento de licitación o concurso público previo a la
contratación). De todas maneras, es del caso mencionar que
algunos contratos en apariencia más "privados" en cuanto al objeto
tienen en realidad normas sustantivas de derecho público. (41)
Dentro de los contratos de la administración regidos en alguna
medida por el derecho privado, los hay que lo están al amparo del
derecho privado interno (compraventa de inmuebles ubicados en el
país) y los que están sometidos al derecho privado extranjero: una
compraventa de inmuebles ubicados en otro país, celebrada y
ejecutada en él; un contrato de crédito celebrado y cobrado por el
país o una agencia de él y cobrado e instrumentado en otro país. ( 42)
En este último caso lo usual es en realidad que las condiciones las
imponga en buena medida el acreedor. Allí el deudor no tiene
supremacía económica ni jurídica. La situación del deudor es la
misma que tiene cualquier deudor en un contrato de crédito privado
(operaciones de crédito bancario o financiero, hipotecas, etc.).
41
GORDILLO, A. (1982). En su art. El contrato administrativo de concesión minera. pp. 49-60 JA, 1980IV, 714. En Contratos administrativos, t. II, Astrea, Buenos Aires – Argentina.
42
LALIVE, P. (1976) Réflexions sur l'Etat et ses contrats internationaux, p.16. Ginebra, Instituí
Universitaire de Hautes Études Internationales.
63
 En cuanto al Contrato de derecho interno con relativa
subordinación económica del contratista al Estado. Este tipo de
contrato que es regido claramente por el derecho administrativo,
pero en que no hay otorgamiento de concesiones o licencias de
monopolio, exclusividad o privilegio frente a terceros, el que contrata
con la administración no sólo está a veces en una situación de
inferioridad económica, sino que también lo está desde el punto de
vista jurídico. Lo dicho acerca de la relativa subordinación
económica
del
contratista
es
válido
en
algunos
contratos:
suministros, pequeños o medianos contratos de obra pública,
empleo público, subvención, subsidio, concesiones y permisos de
uso del dominio público y privado del Estado, empréstito público
interno. El régimen del contrato administrativo, en esta categoría de
contratos, no trata de compensar la eventual inferioridad del cocontratante, sino que por el contrario la acentúa.
 Otra clase de contrato administrativo la constituyen los Contratos de
derecho interno con subordinación del usuario al contratista y
supremacía económica de éste, hay así una notoria diferencia
jurídica entre los contratos en que la administración confiere al titular
de una concesión o licencia un monopolio o exclusividad frente a los
usuarios, de los contratos en que el contratista no tiene privilegios
monopólicos sobre los usuarios forzosos, ni el contrato tiene efectos
64
jurídicos
sustanciales sobre terceros (43) Los efectos frente a
terceros no se encuentran en los contratos próximos al derecho
privado, pero tampoco son dato tipificante en los contratos
administrativos de la época intermedia: obra pública, suministro,
función pública. Por ello ese tipo de efectos no puede ser una
caracterización apta para iodos los contratos administrativos. En
esta óptica, cuando la administración confiere con suficiente
autorización legal potestades de monopolio o exclusividad sobre los
usuarios, es una condición de equilibrio constitucional del poder
concedido o licenciado monopólicamente, que exista tutela suficiente
y adecuada del interés de los usuarios cuyos derechos y deberes se
ven afectados o modificados por el poder monopólico concedido. ( 44)
Ese monopolio, en efecto, se traduce en un grado de subordinación
jurídica del co-contratante respecto de la administración que requiere
compensación. El régimen jurídico debe asegurar la protección del
usuario y su defensa contra el potencial abuso de poder monopólico
del concesionario o licenciatario: pero ello requiere un Estado
equilibrado en su presupuesto. (45)
43
Pueden existir efectos puntuales sobre terceros, p. ej. la facultad expropiatoria en las concesiones mineras,
la ocupación temporánea y la contribución de mejoras en el contrato de obra pública (BREWER CARIAS):
pero son casos limitados. Un concesionario de minas o un contratista de obra pública podrá alguna vez
venir a expropiar, ocupar un terreno o cobrar una contribución de mejoras a un núcleo limitado de
personas; pero un prestador de un servicio público hace todo eso y además siempre cobra a todos los
usuarios, una tarifa de difícil control. Desde el punto de vista cuantitativo y cualitativo, pues, nada tienen
que ver los excepcionales efectos frente a terceros de algunos contratos administrativos clásicos con la
generalidad y permanencia de los efectos de un servicio prestado bajo monopolio o exclusividad.
44 BERCAITZ, op. cit., p. 213. Hoy en día cabe agregar, desde luego, al indispensable ente regulador
independiente que explicamos infra, cap. XV, "Los entes reguladores."
45 En estos casos el acreedor es a veces más poderoso que el Estado local, a través del gobierno extranjero
que lo representa. Las concesiones y licencias, por la magnitud de la inversión generalmente son otorgadas a
un conjunto de corporaciones multinacionales, asociadas varias para un solo contrato, de las cuales una o
más son empresas públicas de otros Estados. Al momento de renegociar la deuda y también antes y
después, tales países inquieren acerca del estado de sus contratos de concesión o licencia y a veces
65
El estudioso Agustín Gordillo en su obra "Tratado de Derecho
Administrativo", nos señala que existen tres grandes tipos de
Contratos administrativos en particular, constituyendo uno de ellos:
a). LA CONCESIÓN O LICENCIA DE SERVICIOS PÚBLICOS
Contrato cuyos caracteres fueron creados con relación al
contrato de concesión de servicios públicos, extensibles a la
licencia de servicios públicos y a la concesión de obra pública;
su fundamento es la tutela de los derechos e intereses de los
usuarios del monopolio o exclusividad otorgada por el Estado.46
b). EL CONTRATO ADMINISTRATIVO NO EXCLUSIVO O
MONOPÓLICO
Características:
 LA COLABORACIÓN: No hay una relación jurídica de
subordinación, sino más bien de colaboración.
 FLEXIBILIDAD Y MUTABILIDAD DEL CONTRATO
La flexibilidad y mutabilidad de tales contratos fueron
reducidas por la propia legislación, que impone límites bajos
(10 o 20 %) más allá de los cuales no puede obligarse al
contratista
a
aceptar
la
modificación.
También
la
obtienen beneficios que la realidad internacional impone. Si el Estado no tiene equilibrio fiscal y debe vivir del
crédito internacional, ve reducidas sus potestades sobre sus concesionarios o licenciatarios.
46 GORDILLO, A. (2003). Tratado de Derecho Administrativo Tomo II. Lima -- Perú: Editorial Fundación de
Derecho Administrativo –ARA. Lima - Perú
66
jurisprudencia impuso importantes limitaciones a dicha
facultad en este tipo de contratos. Podría en realidad
concluirse que la facultad de modificar contratos que no se
refieran a la prestación de un servicio público existe sólo en la
medida que la ley lo reconozca expresamente, lo que ocurre
en mayor medida en el contrato de Empleo Público.
 FACULTADES SANCIONATORIAS
La facultad administrativa de imponer sanciones al contratista
debe estar fundada legal o contractualmente, siendo
inadmisible que la administración pretenda imponer sanciones
para las cuales no esté expresamente autorizada por la ley o
el
contrato;
este
tipo
de
sanciones
se
interpretan
restrictivamente y si las bases, disponen que en caso de
resolución del contrato el contratista "perderá la fianza," se ha
considerado que lo pierde sólo en forma proporcional a la
parte no cumplida y que para que la pérdida sea total a pesar
de no ser el incumplimiento total, así debe aclararlo
expresamente el contrato.
 EXCEPTIO NON ADIMPLETI CONTRACTUS
La clásica inaplicabilidad de la exceptio non adimpleti
contractus, a tenor de la cual si el contratista dejaba de
cumplir
con
sus
obligaciones
ante
el
incumplimiento
67
administrativo debía considerarse que él era el único
responsable, debiendo extinguirse el contrato por su exclusiva
culpa, también ha sido modificada en esta categoría de
contratos administrativos.
 LA BUENA FE CONTRACTUAL
El principio
general de
la
buena
fe, de
numerosas
aplicaciones47, suele ser recordado en materia de contratos
administrativos que serían así esencialmente de buena fe. En
su virtud la administración no debe actuar como si se tratara
de un negocio, ni tratar de obtener ganancias ilegítimas a
costa del contratista, o aprovecharse de situaciones legales o
fácticas que la favorezcan en perjuicio de aquél.
 LA EQUIDAD
Se sostiene que, si bien la equidad no es fuente del derecho
administrativo,
debe
ser
tenida
en
cuenta
por
la
administración al resolver casos concretos sometidos a su
decisión y en los cuales podrían verse comprometidos los
principios que la informan, admitiéndose, en suma, soluciones
de equidad en los contratos administrativos.
GONZÁLEZ P., J. (1999) “El Principio General De La Buena Fe En El Derecho Administrativo”. Pág.
125. 3° Edición Madrid - España.
47
68
 TEORÍA DE LA IMPREVISIÓN
Se atempera la regla pacta sunt servanda en la esfera
administrativa, admitiéndose la "teoría de la imprevisión" para
obtener una equitativa recomposición contractual en los
supuestos de aplicación del principio.
 LA
ECUACIÓN
CONTRATO
ECONÓMICO
FINANCIERA
DEL
La reestructuración de la ecuación económico -financiera del
contrato devino en forma frecuente, especialmente en los
casos de corrección monetaria en que el régimen de
actualización y variación
de
costos, más comúnmente
conocido como mayores costos, pasó a tener un rol estelar en
el sistema. El principio de la estabilidad de la ecuación
económico - financiera del contrato se manifestaba en
muchas instituciones y llegó a ser formulado en términos
enfáticos (48).
c). EL CONTRATO PRIVADO DE LA ADMINISTRACIÓN
Se clasifica en:
 EN EL DERECHO INTERNO
La evolución del molde clásico del contrato administrativo de
tipo intermedio entre la concesión o licencia y el contrato de
derecho privado, no implica un retorno a la teoría antigua de
48
BARRA, (1989). "La intangibilidad de la remuneración del contratista particular en los contratos
administrativos," p. 127. Abaco. Buenos Aires – Argentina.
69
que esos últimos contratos de la administración son contratos
civiles, ni que existan contratos de la administración pura e
íntegramente regidos por el derecho común. Ello es así por
dos razones diversas:
 Siguen existiendo muchas reglas propias del derecho
público en los llamados contratos administrativos que hemos
venido analizando (suministro, obra pública, etc.).
 Los clásicamente considerados “contratos civiles de la
administración" han sufrido una crisis y evolución en
sentido inverso. En efecto, se ha advertido que "son muy
raros
-si
es
que
los
hay-,” los contratos de la
administración "que se regulan únicamente por el derecho
civil o comercial y deben, por tanto, calificarse de privados.
La realidad muestra que en todos los vínculos de la
administración rige el derecho público y el derecho privado, en
mayor o menor grado"; Quizá sea más acertado prescindir de
la expresión contrato administrativo, que sugiere una idea
de oposición con los contratos de derecho privado
y
referirse,
la
en
cambio,
a
los
contratos
de
administración."(49)
SAYAGUÉS L. (1953). "Tratado de derecho administrativo". pp. 536-7 t. I, Montevideo – Uruguay, quien
recuerda en la última opinión a SANTA MARÍA DE PAREDES, "Curso de derecho
administrativo", op. cit., p. 714. Sobre la inexistencia de actos o contratos de la administración regidos
exclusivamente por el derecho privado.
49
70
 EN EL DERECHO EXTERNO
La situación del Estado como deudor de un contrato de
crédito externo es tal vez ligeramente mejor que la de un
deudor hipotecario bancario: no le pedirán la quiebra ni le
rematarán los bienes (aunque pueden a veces embargarle
bienes en el extranjero), tampoco le mandarán cañoneras
como antaño; pero
el
orden económico internacional le
hace en cualquier caso imposible al Estado
simplemente
"repudiar" la deuda.50 El sistema económico internacional lo
obliga, inexorablemente, a renegociarla si no la puede pagar.
2.7. EJECUCIÓN DE LOS CONTRATOS ADMINISTRATIVOS
El cumplimiento de las prestaciones pactadas por los sujetos
contractuales que se vinculan mediante un contrato administrativo está
sujeto a reglas muy particulares que la doctrina se ha encargado de
desarrollar y que no son otra cosa que determinados criterios que sin
estar contemplados en una norma se presume que se encuentran
comprendidos en el régimen general de los contratos administrativos.
Estos criterios son los que evidencian que nos encontramos en el marco
de la ejecución de un contrato de derecho público o contrato
administrativo.
Estas reglas o criterios son:
50
GORDILLO, A. Ibidem. Cap. XI Pág.33
71
a) .- DE LA COMPETENCIA ADMINISTRATIVA
Toda
autoridad
pública
ejerce
funciones
administrativas,
observando y sujetándose a los principios ordenadores de su
actividad; y, a los fines que persigue el Estado. En materia de
Contratos Administrativos, se le atribuye a más de las facultades
antes enunciadas, la de dirigir y vigilar el cumplimiento de todas
y cada una de las cláusulas contenidas en éste instrumento.
La gran diferencia entre el Contrato Administrativo y el Contrato
Civil, es que el segundo se gobierna por la igualdad de las
partes, mientras que, en el primero, prevalece el espíritu de la
administración; es decir que la entidad contratante no solo goza
de la iniciativa para contratar, sino que dispone de un sin número
de facultades, que comprometen la responsabilidad de su
Máxima Autoridad.
Por estas razones de competencia, es que las entidades
contratantes deben considerar entre sus cláusulas, la relativa al
sometimiento del contratista y del contrato mismo, a las leyes
nacionales.
72
b) .- DE LA ORDENACIÓN DEL GASTO
Previo el inicio de todo procedimiento precontractual, es
necesario contar con la respectiva disponibilidad de fondos,
debido a la obligación económica que mantiene la entidad de
reconocer y pagar, al Contratista que cumpla y entregue a
satisfacción, los bienes, las obras o los servicios (según
corresponda), objeto del contrato.
c).- DE LA BUENA FE
La buena fe se presume tanto por parte del Estado como por los
oferentes. La buena fe es causa o creación de especiales
deberes de conducta, limita el ejercicio del derecho subjetivo o
de cualquier otro poder jurídico y excluye de culpa al acto
formalmente ilícito, exonerándolo de la sanción o por lo menos
atenuándola.
Actualmente, los principios de la buena fe se han visto
vulnerados, debido a la manipulación del sistema contractual
que en la mayoría de casos inicia en la propia administración.
d).- DEL ACTO SUBJETIVO DEL VINCULO CONTRACTUAL
La potestad administrativa está respaldada por actos y hechos
administrativos emanados de la Máxima Autoridad. Dos son las
formas ordinarias que tiene el Estado para expresar su voluntad;
73
el acto administrativo y el contrato estatal que se expresa en la
exigencia legal del llamado intuito personae, es decir son
contratos personales, intransferibles e intrasmisibles.
e).- DE LA LEGALIDAD CONTRACTUAL
Como principio jurídico manifestamos que el Contrato una vez
celebrado, es ley para las partes, al igual que los Convenios
Internacionales, se aplica en los contratos públicos el pacta sunt
servanta, es decir el respeto a lo pactado, convenido e
instaurado en las cláusulas contractuales.
f).- DEL RÉGIMEN COMPLEJO DE LA MUTABILIDAD DEL CONTRATO
ESTATAL
El Derecho Administrativo es dinámico, por tanto el Contrato
Administrativo, estará en constante cambio y mutabilidad, sin
embargo, es factible que el contrato se mute o transforme,
siempre y cuando el objeto contractual no lo haga bajo ninguna
circunstancia, porque en ese caso estaríamos frente a un
contrato de carácter ilegal.
g).- DE LA FACULTAD DE SANCIÓN ECONÓMICA
La facultad de sanción económica se encuentra determinada a
través de la cláusula de multas (penalidades), que es una
estimación previa de perjuicios que se establece y se conviene
74
en el contrato público, previniendo el incumplimiento del
Contratista y como prejuicio compensatorio.
h).- DE LAS CONDICIONES O CLÁUSULAS EXORBITANTES
Lo exorbitante para la Ley, es la decisión de aplicación de la
medida excepcional, pero particularmente ha de ser riguroso el
control de la legalidad que se aplicará indefectiblemente a la
decisión exorbitante. El acto administrativo de interpretación,
modificación
o
terminación
unilateral,
o
de
caducidad
administrativa del contrato, será controlado vía gubernativa
mediante los recursos que la Ley prevea, a posteriori, lo será
ante el Juez competente.
Existen varias condiciones que demuestran el poder o el
garantismo del contrato público, por ejemplo, la cláusula de
terminación unilateral y anticipada del contrato, que rompe y
vulnera el principio de igualdad entre las partes, y que, faculta
únicamente a la Administración a tomar una decisión en su
favor, sin previo consentimiento o aceptación del cocontratante.
75
i).-EXCEPCIÓN POR INCUMPLIMIENTO CONTRACTUAL (EXCEPTIO
NON ADIMPLETI CONTRACTUS)
Por
principio
jurídico
incumplimiento
manifestamos
por parte
del
que
contratante
cuando
así
exista
como
del
Contratista, no se aplicarán multas ni se imputará mora a
ninguna de las partes, es decir la mora purga la mora; es un
efecto de las obligaciones no cumplidas.
La función de la excepción por incumplimiento contractual, opera
en un ámbito considerable como una forma de justicia privada
ajena a la intervención de los Órganos Judiciales; es decir que la
excepción puede ser considerada como un medio anticipado de
terminación del contrato. De modo tal que frente a la disposición
del Contratante hacia el Contratista, de cumplir con la
obligaciones
emanadas
del
contrato,
éste
puede
aducir
incumplimiento por parte del otro, por ejemplo en la entrega del
anticipo o la misma firma del contrato.
j).- DE LA PUBLICIDAD DEL CONTRATO
La publicidad del contrato en la antigüedad era una facultad
discrecional, actualmente partimos de la premisa que todo acto
público debe ser público, es decir debe estar a sabiendas de los
particulares, por esta razón es la innovación de los portales
76
electrónicos de cada entidad pública, con el afán de divulgar, o
extender la noticia de las cosas o de los hechos.
La publicidad del proceso de contratación es una condición para
su ejecución; la publicidad del contrato es inherente a la función
administrativa, es decir que, si bien no se encuentra dentro de
ninguna cláusula, es considerada un principio rector de la
contratación administrativa.
2.8. INCUMPLIMIENTO DE CONTRATOS ADMINISTRATIVOS
Al hablar de incumplimiento de contratos administrativos, debemos
inicialmente mencionar que todo contrato, además de tener un componente
subjetivo (sujetos contractuales), tiene un componente objetivo, el cual está
conformado por los elementos esenciales los cuales no vienen a ser otra
cosa que las prestaciones u obligaciones a cargo de ambas partes.
Es así que siendo El Estado el sujeto más empoderado y el requirente o
demandante del servicio le corresponderá tener como obligación esencial
el pago acordado con el contratista en calidad de contraprestación por el
servicio o bien recibido; por su parte el contratante de la administración
estará sujeto muchas veces a más de una obligación contractual,
dependiendo del grado de compromiso asumido (bienes, servicios u obras
o una combinación de cualquiera de estos), pudiendo a esta o estas
prestaciones, por ser lo que realmente demanda la entidad (sujeto
77
empoderado), también denominársele “objeto de la contratación”; así
entonces establecida cada una de las obligaciones asumidas por las
partes, deviene ahora indefectiblemente hacer mención a un elemento de
vital trascendencia para la finalidad de la contratación pública y la
contratación en general como lo es el elemento plazo; este último elemento
es de tal importancia que dé él se hace depender la efectividad, eficacia,
legalidad y legitimidad de una compra pública.
Pero donde radica la verdadera importancia del plazo durante la ejecución
de un contrato administrativo, es en el saber con absoluta certeza cuando
nos encontramos o no dentro de un incumplimiento contractual, es decir
cuando un contrato en ejecución se haya extinguido o no se encuentre
vigente, sin que se hayan dado o brindado los compromisos asumidos.
Entonces inicialmente en la contratación pública un incumplimiento de
contrato está directamente relacionado a no brindar lo comprometido
dentro de un determinado plazo; sin embargo pueden suceder eventos que
conlleven a “alargar” este plazo contractual, por lo que empezaría a
hablarse de un plazo vigente dentro del cual las prestaciones que se den
no serían extemporáneas o fuera de plazo, por lo que no se podría hablar
de incumplimiento contractual, pero cabe precisar que este tipo de
modificación contractual solo puede darse dentro del principio de legalidad,
es decir que para poder ampliar el plazo contractual será necesario que se
configuren determinadas causales, es decir la alteración del plazo
78
primigenio por cualquier otro motivo que no sea los establecidos por la
normativa de la materia serían ineficaz por configurar una decisión
arbitraria e ilegal.
Los efectos de un incumplimiento contractual administrativo, puede
conllevar a la aplicación de sanciones pecuniarias (multas) resolución o
rescisión
(otras legislaciones) contractual; así como
el pago
de
indemnizaciones por incumplimientos (responsabilidad civil contractual); así
mismo esta última por lo general es a la que se encuentra sujeto El Estado,
al incumplir con su obligación principal que es el pago, así como a los
intereses legales prescritos en el código civil cuando se suscitara un
cumplimiento tardío.
Sin embargo, en la dinámica de los contratos administrativos, por los
interés en juego El Estado en uso de sus potestades exorbitantes puede
modificar unilateralmente las condiciones contractuales reduciendo las
prestaciones a su cargo por situaciones estrictamente necesarias y
limitadas por los principios de la contratación estatal, situación por la cual
se entenderá que no se encuentra dentro de una situación de
incumplimiento.
Por su parte el contratista también cuenta con la posibilidad de justificar
algún tipo de incumplimiento, por situaciones objetivas y razonables que
79
imposibiliten su cumplimiento dentro del plazo convenido, siempre y
cuando comunique de ello a la entidad con los recaudos respectivos.
2.9.
EXTINCIÓN DE LOS CONTRATOS ADMINISTRATIVOS
Los contratos administrativos, como todo contrato, son relaciones
jurídicas transitorias y que están destinadas a extinguirse. Varias
circunstancias son las que pueden finiquitar esa relación contractual,
como así también los efectos que en cada supuesto se producen.
Los modos de extinción pueden ser:
2.9.1 EXTINCIÓN REGULAR O NORMAL
Opera por el cumplimiento de todas las prestaciones que
configuran el objeto del contrato administrativo o por la
satisfacción debida de las mismas al vencer el término del
plazo contractual. Son normales porque lo buscado por las
partes al celebrar el contrato, es que el mismo se extinga una
vez que se hayan satisfecho integralmente las prestaciones
convenidas dentro del período temporal acordado. La
extinción normal de un contrato administrativo por el
vencimiento del pertinente plazo, plantea la cuestión de los
efectos jurídicos en el caso de que el co-contratante, no
obstante, ello continúe desarrollando la actividad objeto del
contrato.
80
En este caso, extinguida la relación, el ex co - contratante,
pasa a revistar en una situación de hecho y como tal. Sólo
puede reclamar una compensación por las erogaciones
causadas por las prestaciones cumplidas, siempre que éstas
hayan sido útiles al Estado, en virtud del principio del
enriquecimiento sin causa. No podrá, en cambio, reclamar el
reconocimiento de los beneficios (utilidad) que pudo producirle
la actividad contractual.
2.9.2 EXTINCIÓN IRREGULAR O ANORMAL
Los
contratos
administrativos
pueden
extinguirse
anticipadamente, o sea antes de que la obra sea concluida o
de que los bienes sean provistos integralmente o de que
expire el plazo estipulado para el desarrollo de la actividad
convenida. La extinción, en estos casos, obedece a
situaciones sobrevinientes, extrañas a la finalidad perseguida
por las partes en el momento de entablar la relación
contractual.
 REVOCACIÓN.
Decidida unilateralmente por el Estado, que por sí y ante sí
extingue el vínculo contractual sin necesidad de recurrir a la
81
justicia,
sea
por
razones
de
ilegitimidad,
mérito,
oportunidad o conveniencia.
 Revocación unilateral por razones de ilegitimidad:
Procede toda vez que el contrato es nulo de nulidad
manifiesta,
en
razón
de
vicios
que
afectan
la
competencia, forma u objeto del contrato administrativo.
Tiene efectos retroactivos.
 Revocación unilateral por razones de oportunidad,
mérito o conveniencia: Opera para el futuro y genera a
favor del co-contratante el derecho a ser indemnizado
por daños y perjuicios irrogados por la extinción
anticipada del contrato administrativo.
 RESOLUCIÓN
 Por Hechos y Actos
Por hechos relativos al co-contratante.
Muerte o inhabilidad, en el caso de que el co-contratante
sea persona de existencia visible; quiebra, disolución o
retiro de personería, en el caso sea persona jurídica. Se
opera la extinción del contrato por decisión unilateral de la
Administración sin derecho a indemnización alguna. Su
fundamento radica en la circunstancia de que los
82
contratos administrativos son intuito personae y por ende,
intransferibles.
Por hechos imputables al co-contratante. Sea que
haya incurrido en inhabilidad sobreviniente por propia
responsabilidad o porque ha incumplido con la prestación
a su cargo. Tratándose de concesiones de servicios
públicos,
se
denomina
caducidad.
Tratándose
de
contratos de empleo público, encontramos la cesantía, la
exoneración o la destitución.
 Caso fortuito o fuerza mayor; Su configuración exige la
concurrencia de extremos que para tal situación ya
esclareció la doctrina civilista. Es causal de rescisión
unilateral por parte del Estado sin necesidad de concurrir
a la justicia. Este tipo de extinción anticipada, tampoco
genera derecho a indemnización.
 Mutuo acuerdo: Así como todo contrato nace por el
acuerdo de partes expresado en el consentimiento, esas
voluntades pueden legítimamente extinguirlo de forma
anticipada.
83
 Solicitada por el contratista: Este derecho no puede
ejercitarse por sí y ante sí, sino que debe solicitarlo al
Estado. En el supuesto de que éste no acepte, el cocontratante
tendrá
que
demandar
judicialmente
la
rescisión. Las siguientes son las causas por las que se
puede reclamar la rescisión:
 Por hechos de la Administración graves e imprevisibles
posteriores a la celebración del contrato, que hagan
imposible su cumplimiento por variar lo pactado.
 Por violación del contrato o incumplimiento del Estado
de las obligaciones contractuales a su cargo.
 Por vicios que afecten la validez jurídica del contrato.
 En los 3 supuestos se requiere que los mismos coloquen
al co-contratante en la imposibilidad de cumplir las
prestaciones a su cargo, porque si sólo vuelven más
oneroso el cumplimiento, lo que tiene el co-contratante
es el derecho a solicitar compensación.
84
CAPÍTULO III
3. LA CONTRATACIÓN ESTATAL EN EL PERÚ
3.1. EVOLUCIÓN HISTÓRICA
En un primer periodo que abarca hasta comienzos de la década de los
80 rigió una absoluta dispersión normativa en la materia. No existía un
ordenamiento que regulase con carácter general para todos los
órganos de los entes públicos el régimen de los contratos de
adquisiciones de bienes y servicios de obra pública por parte de las
entidades estatales. Las escasas reglas existentes sobre la materia
casi exclusivamente referidas a los procedimientos administración de
selección (licitaciones, concursos públicos), estaban establecidas en
normas dispersas, principalmente de carácter presupuestario y con
carácter asistemático, porque en la práctica la mayor parte de las
entidades del sector público tenían sus propios reglamentos de
adquisiciones.
Así tenemos que, en cuanto a las adquisiciones y suministros, los
primeros intentos normativos correspondientes a los Ministerios de
Hacienda y Comercio y de Fomento y Obras Públicas quienes
expidieron los Decretos Supremos del 03/02/1950 y del 23/02/1950
respectivamente.
85
En 1977 se expidió el Decreto Ley N° 22056 que instituye el sistema de
abastecimiento, con el fin de dar unidad y eficiencia en los procesos
técnicos del abastecimiento de bienes y servicios no personales, dentro
de los principios fundamentales de moralidad y autenticidad.
Las adquisiciones en las entidades públicas, sea con dinero del tesoro
público, recursos o ingresos propios, donaciones o fondos provenientes
de convenios de préstamo internacional, se hacía de acuerdo a las
normas internas que para el efecto existían solo en algunas
dependencias,
ocasionando
compras
indiscriminadas,
stocks
innecesarios, gastos indebidos, etc.51
La puesta en vigencia del sistema de abastecimiento a partir del 01 de
Enero de 1978, trajo como consecuencia un cierto ordenamiento del
proceso de adquisición de bienes y de servicios, en las entidades
públicas, ya que el ex Instituto Nacional de Administración Pública
(INAP) a través de la Dirección Nacional de Abastecimiento, empezó a
emitir y divulgar una serie de normas regulando dicho proceso, hecho
que
se
complementaba
con
la
correspondiente"
capacitación
especializada en la Escuela Superior de Administración Pública
(ESAP). Institución hoy desaparecida.
Entre las normas más importantes se tiene:
A. Las Normas Generales del Sistema de Abastecimiento
51
VILLON P., C. A, (2004). Tesis de la Escuela de Post grado de la UPSMP "El Contrato
Administrativo Como Institución Jurídica en El Perú”. 218-224 pp.
86
B. Reglamento Único de Adquisiciones para el suministro de Bienes y la
Prestación de Servicios No Personales para el Sector Público (RÚA),
con el fin de sistematizar el procedimiento de adquisición y de
racionalizar el gasto público dentro de los principios fundamentales
de moralidad y austeridad.
C. En el ámbito de las Consultorías, durante el Gobierno del Arquitecto
BELAUNDE TERRY Femando, se promulga la Ley N° 23554 del 30
Dic. 82, Reglamentada por Decreto Supremo N° 208-87. EF (52)
Posteriormente con el objetivo de unificar en un solo cuerpo legal que
comprenda la compra y suministro de bienes, arrendamiento, la ejecución
de obras, la contratación de servicios y de consultaría se publica la Ley N°
26850: Ley de Contrataciones y Adquisiciones del Estado (53) y su
Reglamento Decreto Supremo N° 039-98-PCM (54); creándose el Consejo
Superior de Contrataciones y Adquisiciones del Estado (CONSUCODE),
sobre la base del Consejo Superior de Licitaciones y Contratos de obras
Públicas-(CONSULCOP) y del Consejo Nacional Superior de Consultaría CONASUCO. "
Mediante Leyes N° 27070, N° 27148 y 27330 se efectúan una serie de
modificaciones a la Ley N° 26850 por lo que se dispone aprobar el Texto
Único Ordenado de la Ley de Contrataciones y Adquisiciones del Estado
52
Publicada en el Diario Oficial "El Peruano", el 05/11/87
Publicada en el Diario Oficial "El Peruano", el 03/08/97.
54 Publicada en el Diario Oficial "El Peruano", el 28/09/98.
53
87
mediante Decreto Supremo N° 012-2001-PCM (55) y su Reglamento se
aprueba mediante Decreto Supremo N° 013-2001-PCM, normas que fueron
derogadas por los D.S 083- 2004-EF y D.S 084-2004-EF de 29 diciembre
de 2004, los mismos que se mantuvieron en vigencia hasta enero de 2009,
mes en que entro en vigencia el Decreto Legislativo N° 1017 que aprobó la
Ley de Contrataciones del Estado y su Reglamento aprobado mediante
Decreto Supremo N° 184-2008-EF.
Posteriormente, mediante la dación de la Ley 29873 de 31 de mayo de
2012 y su Reglamento aprobado por el D.S. 138-2012-EF de 7 de agosto
de 2012, fueron modificadas las normas antes mencionadas.
Actualmente, mediante la dación de la Ley 30225, se ha aprobado la Nueva
Ley de Contrataciones del Estado, la cual entró en vigencia conjuntamente
con el Reglamento de la Ley de Contrataciones del Estado, aprobado
mediante D.S. 350-2015-EF, promulgado el 10 de diciembre de 2015.
3.2. TRATAMIENTO DOCTRINAL Y NATURALEZA JURÍDICA
En el Perú siempre los contratos del Estado han sido tales que, la ley
nunca los denomino administrativos, ni les otorgo un régimen especial,
y mucho menos una "jurisdicción" exclusiva, sin embargo, nuestra
doctrina hasta antes de la década de los noventa, ha sido en este
punto complaciente y nada cuestionante, al trasladar conceptos que en
otras realidades si correspondieron en alguna medida a su respectiva
legislación y jurisprudencia. Esta doctrina ha sostenido la existencia del
55
Publicada en el Diario Oficial "El Peruano", el 13/02/01.
88
contrato administrativo como instituto diferenciado del contrato privado
de la administración y la de las potestades de la administración en
materia contractual. 56
Sin embargo debemos señalar que la doctrina desarrollada en el país
en los últimos años ha tenido inclinación hacia una Teoría que
considera que el Estado tiene una sola personalidad y que esta es
siempre publica, pues siendo el origen del poder, el conjunto de cuotas
de libertad renunciadas por los miembros que se integran a la
sociedad, dicho poder es uno solo, el mismo que una vez organizado
da origen al Estado y, al cual al asignársele existencia es uno solo, vale
decir tiene una sola personalidad siempre pública, pues el Estado
siempre es poder.
Conforme a esta teoría el Estado decide a nivel normativo los
principios y normas
a que somete los vínculos contractuales en
los que es parte la administración pública. En tal sentido para
determinados contratos prevé que la administración pública tiene
prerrogativas especiales a su favor (como la resolución o modificación
unilateral del contrato sin responsabilidad), para otros dispone que la
administración pública no tiene prerrogativa alguna a su favor, y, para
otros casos establecerá una fórmula mixta conforme a la cual la
administración pública tendrá prerrogativas especiales a su favor en
determinados supuestos o por tiempo determinado o determinable u
otra fórmula sobre este aspecto.
LINARES, M. (2008). “Contratación Pública. Derecho Local, Regional y de la Integración”. Pág. 199.
Editorial. GRIJLEY. Primera Edición. Lima- Perú.
56
89
En consecuencia, según SALAZAR (2007:58)
57
sobre la base de esta
teoría la denominación que corresponde es la de contrato de la
Administración Pública, dicho poder es uno solo, el mismo que una vez
organizado da origen al Estado y, al cual al asignársele existencia es
uno solo, vale decir tiene una sola personalidad siempre pública, pues
el Estado siempre es poder.
Conforme a esta teoría el Estado decide a nivel normativo los principios
y normas a que somete los vínculos contractuales en los que es parte
la administración pública. En tal sentido para determinados contratos
prevé que la administración pública tiene prerrogativas especiales a su
favor (como la resolución o modificación unilateral del contrato sin
responsabilidad), para otros dispone que la administración pública no
tiene prerrogativa alguna a su favor, y, para otros casos establecerá
una fórmula mixta conforme a la cual la administración pública tendrá
prerrogativas especiales a su favor en determinados supuestos o por
tiempo determinado o determinable u otra fórmula sobre este aspecto.
En consecuencia manifiesta SALAZAR (2007:58)
58
sobre la base de
esta teoría la denominación que corresponde es la de contrato de la
Administración Pública, por cuanto el elemento determinante para
SALAZAR CH., R. (2007). “El Concepto y Los Factores de los Contratos de la Administración Pública
como referentes necesarios para el desarrollo del Sistema de Contratación en el Perú". En Derecho y
Sociedad. Revista Jurídica de la PUCP. Año XVIII. N° 29. 2007. Lima-Perú. Pág. 58.
58 SALAZAR CH. Ricardo. Ídem. Pag.58
57
90
distinguir este tipo de contratos no es que la entidad administrativa que
contrata tenga prerrogativas especiales a su favor (pues puede
tenerlas, no tenerlas o condicionar tal posibilidad), si no el hecho de
que por lo menos una de las partes que celebran el contrato es una
entidad de la administración pública que, como es lógico, actúa
ejerciendo función administrativa.
Por otra parte una segunda teoría que trata de explicar el origen de la
figura que nos convoca es la denominada teoría dualista de los
contratos del Estado, la cual concibe la existencia por una parte de los
contratos administrativos y por otra del contrato privado de la
administración; sin embargo en lo que se refiere a esta doctrina en esta
parte del continente, desde hace por lo menos treinta años el
investigador argentino Roberto Dromi, ha cuestionado la utilidad de la
división entre contratos administrativos y privados de la administración,
tildando esta discusión de pseudocientífica, fundándose entre otras
razones, además de la ineficacia de los criterios diferenciadores
portados por la doctrina clásica, en que no se puede desconocer el
carácter unitario de la responsabilidad del Estado y que los vínculos
jurídicos de la administración son regidos por el derecho público y el
derecho privado en mayor o menor grado según los casos. Pues al
respecto como bien refiere LINARES (2008: 226) 59, que en el Perú la
doctrina actual se muestra casi en su totalidad a favor de una tesis
59
LINARES J., M. Contratación Pública. (2008) Ibídem Pág. 226.
91
unitaria de los Contratos del Estado, negatoria de poderes exorbitantes
implícitos.
Los
criterios
de
sustantivación
del
contrato
administrativo
no
corresponden a la realidad de que los vínculos contractuales de la
administración se rigen conjuntamente por el Derecho Público y el
Derecho Privado. Es por tanto difícil llegar a un criterio claro de
distinción entre contrato administrativo y civil de la administración. En
efecto según LINARES (2008:226)
60,
“todo contrato celebrado por el
Estado obedece a un régimen de derecho público en su génesis, esto
en correspondencia a normas específicas sobre la existencia o no de
presupuesto, en cuanto a su autorización previa, respecto a los
órganos
o
funcionarios
competentes
y
a
la
realización
de
procedimientos administrativos selectivos tendentes a la elección del co
– contratante”. De igual forma indica que “todo contrato celebrado por
el Estado no puede sustraerse de normas de derecho privado, estas
tendrán que aplicarse en mayor o menor grado, como por ejemplo en
materia de capacidad del co - contratante, objeto del contrato,
ejecución y extinción del mismo etc.”.
Según BACA (2006:230)61, a propósito de las tesis Francesa y
Española que hace distingos entre Contratos Administrativos y
60
Ídem. Pág. 226.
BACA ONETO, V. S. (2010). La Distinción entre Contratos Administrativos y Contratos Privados de la
Administración en el Derecho Peruano. Notas para una polémica. En Rev. de la Asociación Peruana de
Derecho Administrativo. Lima-Perú.
61
92
Contratos privados de la Administración se pregunta ¿tiene sentido
trasladar esta categoría (contrato administrativo) al derecho peruano?,
responde este estudioso, si bien buena parte de la doctrina peruana
más antigua la reconoce, es indudable que la vigente Ley de
Contrataciones y Adquisiciones del Estado, no se refiere a ella
expresamente, pues regula únicamente la figura del "Contrato del
Estado", lo que ha dado pie para que quienes han estudiado esta figura
más recientemente propongan una tesis unitaria, según la cual existiría
una única categoría del contrato, el contrato público o contrato del
Estado. En efecto algunos autores peruanos defienden lo que
denominan "Tesis Unitaria" de los contratos administrativos, según la
cual los contratos que suscribe el Estado son de categoría única,
diferenciados entre sí por la modulación o regulación de derecho
público que poseen. Esta tesis monista de la que participarían
numerosos autores extranjeros, reconoce que en algunos casos la
modulación puede ser más intensa que en otros, pero se diferenciaría
de la tesis "dualista" en que no admitiría la existencia de potestades
implícitas atribuibles al Estado en los contratos administrativos, una vez
que estos reciben dicho rotulo. Así, en realidad, el "quid" del asunto
sería "la existencia o no de las potestades implícitas en los contratos
administrativos en estado de latencia y a la espera de ser activado por
alguna autoridad de la administración" dice Linares citado por Baca
Oneto: "solo existiría el contrato administrativo, al menos desde la
concepción
clásica,
cuando
se
reconozcan
dichas
potestades
93
implícitas, lo que no sucede en el Perú, donde tampoco se reconocen
potestades explícitas". Continúa Linares señalando que las potestades
existen sin necesidad de reconocimiento normativo, mientras que las
prerrogativas derivan solo de la norma.
Nuestro ordenamiento reconocería únicamente "prerrogativas", que se
diferenciarían de las potestades en que estas serian aquellas que no
pueden dejar de reconocerse sin atentar contra el interés general,
mientras que las prerrogativas no serían inherentes ni irrenunciables,
sino solo "las ventajas otorgadas por un régimen legal determinado y a
las que deberá remitirse la administración en su actuar contractual" (62)
Es decir que las potestades existen sin necesidad de reconocimiento
normativo, mientras que las prerrogativas derivan solo de la norma.
Finalmente, la inexistencia en la contratación de potestades estatales,
que se caracterizan por la irrenunciabilidad, justifica y explica que en el
derecho peruano todas las actuaciones de la administración resulten
arbitrables. En resumidas cuentas para Linares Jara en el derecho
peruano el contrato público o contrato del Estado, es una figura
"unitaria" en la que la administración no tendría reconocidas
"potestades" (ni explícita ni implícitamente), sino solo prerrogativas, y
ello por dos razones. La primera porque se trata de poderes conferidos
expresamente por el ordenamiento jurídico, mientras que las
potestades han de ser implícitas y deben ser necesarias para el buen
62
Ibidem. pag. 231
94
funcionamiento del Estado refiere este autor, además en segundo lugar
indica, si todos los conflictos que surjan durante la ejecución "del
contrato son arbitrables, esto excluye que se trate de potestades, pues
estas por definición no pueden someterse a arbitraje. Sin embargo, el
profesor Baca Oneto parece poco convencido de este razonamiento
afirmando que el criterio para asumir que se trate de potestades porque
las confiere la ley resulta no muy sólido dado que existen supuestos
contemplados en la Ley de Concesiones, la misma que regula un grupo
muy importante de contratos del Estado, en donde el ejercicio de las
potestades del ius variandi no será susceptible de arbitraje, por tanto el
hecho que el arbitraje se admita con carácter general, no puede ser
utilizado para negar que la administración pública goce de potestades
en la contratación por cuanto ya no se podría afirmar categóricamente
que no son potestades porque todas las actuaciones de la
administración serían materia arbitrable. Finalmente después de revisar
detenidamente los puntos de vista de los teóricos nacionales sobre la
institución del contrato administrativo diremos que tal como lo expresa
MONEDERO GIL, citado por BACA
63
“lo peculiar del régimen del
contrato administrativo estriba, en que bien por vía de norma o de
cláusula de obligatoria aceptación por el particular contratante, la
administración se reserva facultades en la esfera del negocio, las
mismas que son excepcionales e infrecuentes en el derecho privado,
en orden a la modificación, control, interpretación, aseguramiento y
63
BACA O., V. S. (2010). Ibídem.
95
resolución del vínculo contraído, de modo que en palabras de este
autor, lo esencial del contrato administrativo es la derogación, legítima
y sistemática de las reglas del "pacta sunt servanda" y de la "lex
contractus", que constituyen el fundamento del liberal contrato civil".
3.3. APRECIACIÓN CONSTITUCIONAL
El Artículo 76º de la Constitución Peruana se ocupa de manera expresa
de una parcela del amplio universo contractual estatal, la ordinaria o
común, la denominada contratación administrativa, o en términos
ampliamente usados de las “Contrataciones del Estado”.
De plano hay que anotar como lo hace el maestro Rubio Correa, que la
redacción actual no ha mejorado la anterior establecida en el Artículo
143º de la Carta de 1979, desde que existe una cuota de falta de rigor al
presentar un confuso uso de términos técnico – administrativos, los
cuales pudieran presentarse de modo más ordinario.
Ahora bien, este artículo ha sido asumido dentro de una difundida
clasificación de los artículos constitucionales, la cual postula que la
contratación en la constitución presenta tres grandes bloques. Así la
Constitución Política del Estado contiene artículos destinados a
establecer los principios y normas sobre la contratación en el Perú,
destacándose disposiciones como el numeral 14 del Artículo 2º, los
Artículos 62º y 63º y el Artículo 76°.
96
Si bien es cierto, el Artículo 76° se ocupa de un espectro de “Contrato de
la Administración” o “Contrato Estatal”, en rigor aborda únicamente una
de las etapas, quizás la que los caracteriza y que más ha importado
regular, la fase in-fieri del contrato o de su formación propiamente dicha,
que responde a formas de derecho administrativo desde que se supone
habrá de seguirse siempre, en principio ya que existen sendas
excepciones, el cauce de un procedimiento administrativo de selección y
de un sinnúmero de actuaciones administrativos pre-contractuales. 64
En este punto conviene resaltar la importancia de la regulación de la fase
de adjudicación o in-fieri, que implica la realización de procedimientos
administrativos (licitaciones, concursos, etc.), sujetos a las reglas propias
del ordenamiento jurídico-administrativo, en cumplimiento del Art. 76º de
la Constitución Peruana que dispone la obligación de las entidades
estatales
de
sujetarse
a
los
procedimientos
administrativos
de
adjudicación que establezcan las leyes respectivas, con la finalidad de
asegurar la utilización eficaz de los recursos públicos y de promover la
libre concurrencia de los postores sin discriminación.
Al respecto la jurisprudencia del tribunal constitucional peruano ha
interpretado y precisado los alcances del precepto constitucional citado,
otorgándole preponderancia a los aspectos públicos de la contratación
SANTOS L., C. (2010) “Las bases constitucionales de la eficiencia en la Contratación Administrativa”.
Pp. 800-801. Ed. Grijley. El Derecho Administrativo y la Modernización. Lima-Perú.
64
97
estatal sometida al régimen de la LCE. Así los principales argumentos de
la sentencia recaída en el proceso de inconstitucionalidad que fuera
interpuesto contra la tercera disposición final de la Ley N° 27635 que
estableció para las entidades administrativas de salud la obligación de
realizar las adquisiciones de sus medicamentos mediante el mecanismo
de la bolsa de productos. 65
En opinión del Tribunal Constitucional: “La contratación estatal tiene un
cariz singular que lo diferencia de cualquier acuerdo de voluntades entre
particulares, ya que al estar comprometidos recursos y finalidades
públicas, resulta necesaria una especial regulación que permita una
adecuada transparencia en las operaciones”. (FP11 N° 11).
Dice el citado órgano jurisdiccional, que cumple funciones de intérprete
supremo de la Constitución que: “La función constitucional de esta
disposición es determinar y a su vez garantizar que las contrataciones
estatales se realicen necesariamente mediante un procedimiento peculiar
que asegure que los bienes, servicios y obras se obtengan de manera
oportuna, con la mayor oferta económica y técnica y respetando principios
tales como la transparencia en las operaciones, la imparcialidad, la libre
competencia y el trato justo e igualitario a los potenciales proveedores. En
conclusión, su objeto es lograr, el mayor grado de eficiencia en las
adquisiciones o enajenaciones efectuadas por el Estado, sustentado en el
activo rol de los principales entes citados”.
Sentencia del T.C. Exp. N° 020-2013-AT/TC de 17 de Mayo de 2004, citado por Danos J. en “El Régimen
de los contratos estatales en el Perú”. pág. 179
65
98
Como se puede observar el Tribunal Constitucional Peruano enfatiza la
importancia de los principios que considera subyacentes en el Art. 76º de
la Constitución para garantizar la transparencia e imparcialidad en las
negociaciones del Estado. Dichos principios, están desarrollados en el
Art. 3º de la LCE y despliegan sus efectos casi exclusivamente en la
etapa precontractual o infiere de la contratación estatal, a través de los
procedimientos administrativos de selección, cuya tramitación las
entidades de la administración pública no la realizan en ejercicio de una
libertad contractual, ni asumiendo el carácter de titular de ninguna
autonomía de la voluntad propiamente dicha, porque como en el ejercicio
de
cualquier
positivamente
de
sus
otros
vinculadas
al
potestades públicas,
ordenamiento
se
encuentran
jurídico-administrativo
respectivo.
Afirma el Profesor Danos Ordoñez, que la sentencia del Tribunal
Constitucional glosada no deriva directamente del precepto constitucional
citado la existencia de potestades exorbitantes, tampoco que se le debe
asignar necesariamente un rol protagónico al Estado en las relaciones
jurídicas derivadas de la contratación administrativa para la adquisición de
bienes y servicios y la contratación de obras, lo cual obviamente no
impide que la legislación de desarrollo, en atención al mayor o menor
grado de trascendencia que se les asigne a los fines públicos en juego,
pueda otorgar ciertas prerrogativas a favor de la administración pública,
dentro de una relación contractual para que pueda medir en el contenido
de dicha relación bilateral, fundado en la protección del interés público,
99
creemos tal como lo afirma el Profesor Danos, para que dichas posibles
prerrogativas
sean
constitucionalmente
legítimas
requieren
ser
establecidas expresamente en normas legales pertinentes fundarse en
obvias razones de interés público y sólo puede consagrarse cuidando de
preservar los principios de equilibrio, razonabilidad y proporcionalidad y
prohibición de la arbitrariedad de la administración.
3.4. TRATAMIENTO LEGAL
Hasta antes del 04 de junio del año 2008, estuvo vigente el régimen de
contratación estatal previsto en la Ley N° 26850, norma que ha sido
derogada por el Decreto legislativo N° 1017. la normatividad anterior tuvo
como elemento central reunir regulaciones dispersas y organismos
heterogéneos en una misma institución, que concentro la función
reguladora del Estado en el marco de las contrataciones públicas,
estableciendo pautas homogéneas en toda la administración estatal, que
incorporaron instituciones que hasta entonces habían venido efectuando
sus contrataciones con una significativa autonomía, y que tenía como uno
de sus pilares la promoción de una mayor participación de postores, bajo
un sistema esencialmente disputado, aún cuando ello implicase una
mayor duración en el procedimiento de seleccionar al postor con el que
finalmente se suscribiría el contrato, en calidad de adjudicatario de la
buena pro. Mas allá de las propias tensiones y problemas suscitados
como consecuencia de aplicar reglas estandarizadas a todo tipo de gasto
estatal frente a terceros, el indicado régimen constituyo un elemento
100
importante para el ordenamiento estatal, que permitió organizar la
deposición de recursos de modo racional.
66
Es así que tomando lo mejor
de este sistema de contrataciones y buscando cada vez mas minimizar el
permanente conflicto entre el interés estatal por contratar del modo más
inmediato posible versus el interés de la sociedad en general y de los
proveedores en particular, de que las decisiones de contratar de las
entidades públicas sean adoptadas de modo transparente, sobre la base
de criterios objetivos y accesibles a todos los postores y una vez suscrito
el contrato, mantener relaciones de relativa equiparidad entre las partes;
el 04 de junio de 2008, en el marco de las facultades delegadas por el
Congreso de la República, para la implementación del Acuerdo de
Promoción Comercial Perú -EEUU., se publicaron los Decretos
Legislativos N° 1017 y 1018 los mismos que derogan la Ley de
Contrataciones y Adquisiciones del Estado y sus modificatorias.
Igualmente se crea la Central de Compras denominado Perú Compras,
incidiendo esta nueva normativa en la transferencia de mayores
competencias a las entidades contratantes, así como el traslado de
competencias del CONSUCODE al OSCE, a la novísima Central de
Compras Públicas- Perú Compras, entidad esta última con la cual se
busca darles la especialización y potencialización a los convenios marco
y a las compras corporativas, entendidos como parte de las nuevas
modalidades de las contrataciones estatales.
MARTÍNEZ Z., M. A. (2008). “La Nueva Ley de Contrataciones del Estado y el ocaso del Régimen
Abierto de Contratación Pública”, p. 28. Tomo 3 Mayo-Junio Jus Gestión Pública. Ed. Grijley. Lima – Perú.
66
101
3.5. PRINCIPIOS RECTORES
Los procesos de contratación regulados por la Ley y su Reglamento se
rigen por los principios que a continuación se enumeran; sin perjuicio de
la aplicación de otros principios generales del derecho público. Estos
principios están contemplados en el artículo 4° de la Ley de
Contrataciones
del
Estado,
aprobada
por
Decreto
Supremo
Nº
184‐2008‐EF de 3 de junio de 2008.
Estos principios son axiomas fundamentales que rigen la actuación de los
agentes públicos y privados que intervienen en las contrataciones
estatales. Buscan garantizar que las Entidades obtengan bienes, servicios
y obras de la calidad requerida, en forma oportuna y a costos o precios
adecuados.
Tienen por finalidad servir de criterio interpretativo e integrador para
resolver las cuestiones que puedan suscitarse en la aplicación de las
normas y constituyen parámetros para la actuación de los funcionarios.
Asimismo, ayudan a suplir los vacíos que las normas puedan tener.
Los siguientes constituyen los principios rectores de la contratación
pública peruana recogidos en el Artículo 4° de la Ley de Contrataciones
del Estado del Decreto Legislativo 1017, así como los alcances que
comprenden cada uno de ellos67:
“Principios rectores de la Contratación Pública”. Cap. 2. Mod. 1. Material de Estudio, elaborado por la
Sub
dirección
de
Capacitación
del
OSCE.
Año
2011.
En
http://www.osce.gob.pe/consucode/userfiles/image/cap2_m1_a.pdf
67
102
a) Promoción del Desarrollo Humano
No dejar de lado al hombre que es el beneficiario final. Todo proceso
debe satisfacer necesidades y a la vez cumplir metas y objetivos, lo
que impacta en la población social.
b) Moralidad
Los actos referidos a las contrataciones deben caracterizarse por su
honradez, veracidad, intangibilidad, justicia y probidad.
c) Libre Concurrencia y Competencia
Fomentar la participación (en términos positivos), a diferencia de
competencia que es no discriminar (lo negativo).
d) Imparcialidad
Acuerdos y resoluciones de los funcionarios y órganos responsables
de las contrataciones de la Entidad se adoptarán en estricta aplicación
de la Ley y el Reglamento; así como en atención a criterios técnicos
que permitan objetividad en el tratamiento a los postores y
contratistas.
e) Razonabilidad
Antes sólo se decía expresamente para los factores de evaluación.
Ahora se amplía y se aplica a todos los actos de las 3 fases.
103
f) Eficiencia
Los bienes, servicios u obras que se contraten, deben reunir los
requisitos de calidad, precio, plazo de ejecución y entrega y deberán
efectuarse en las mejores condiciones en su uso final.
g) Publicidad
Transparencia, SEACE.
h) Transparencia
Toda contratación deberá realizarse sobre criterios y calificaciones
objetivas, sustentadas y accesibles a los postores.
i) Economía
En toda contratación se aplicarán los criterios de simplicidad,
austeridad, concentración y ahorro en el uso de los recursos, en las
etapas de los procesos de selección y en los acuerdos y resoluciones
recaídos sobre ellos, debiéndose evitar en las Bases y en los
contratos exigencias y formalidades costosas e innecesarias.
j) Vigencia Tecnológica
Los bienes, servicios u obras deben reunir condiciones de calidad y
modernidad tecnológica para cumplir fines requeridos, desde el
mismo momento en que son contratados, y por un determinado y
previsible tiempo de duración, con posibilidad de adecuarse,
integrarse y repotenciarse si fuera el caso, con los avances científicos
y tecnológicos.
104
k) Trato Justo e Igualitario
Todo postor de bienes, servicios u obras debe tener participación y
acceso para contratar con las Entidades en condiciones semejantes a
las de los demás, estando prohibida la existencia de privilegios,
ventajas o prerrogativas, salvo excepciones.
l) Equidad
Tiene
una
connotación
de
justicia
e
igualdad
social
con
responsabilidad y valoración de la individualidad, llegando a un
equilibrio.
Medidas no necesariamente iguales, pero conducentes a la igualdad
en términos de derechos, beneficios, obligaciones y oportunidades.
Ejemplo: GFC no es obligatorio para MYPES.
m) Sostenibilidad ambiental
Compras verdes. No generar impacto ambiental negativo. Ver la
sostenibilidad del bien durante su vida útil. Ver también el costo de
eliminación del bien, lo menos perjudicial.
3.6. SUJETOS CONTRACTUALES
La relación contractual con el Estado es subjetivamente bilateral, es decir
existen dos intereses vinculados, siendo la particularidad que estos
persiguen finalidades disimiles, en la medida que las entidades suscriben
sus contratos en función al interés público al que se deben, por su parte
105
el
contratista
privado
de
la
administración
persigue
intereses
esencialmente de lucrativos.
De acuerdo a la normativa sobre la materia, se establece que el contrato
será suscrito por la Entidad a través del funcionario competente o
debidamente autorizado; no obstante, ello varía de acuerdo a las normas
de organización interna de cada Entidad.68
En la práctica, solo en algunas Entidades el Titular conserva la facultad
para suscribir el contrato; en muchas de ellas ha sido delegada a otros
funcionarios.
De igual manera, el contrato puede ser suscrito por el contratista o por su
apoderado, cuando el contratista sea una persona natural. Cuando el
contratista sea una persona jurídica, el contrato será suscrito por su
representante legal.
De lo señalado previamente, se concluye que los sujetos de la relación
contractual son:
 La Entidad
Aquella que ha convocado el proceso de selección, previa inclusión en
su Plan Anual de Contrataciones.
 El contratista
Aquel que ha obtenido la Buena Pro del proceso de selección, y cuando
esta ha quedado consentida o administrativamente firme.
“Procedimiento para el perfeccionamiento del contrato”. Cap. 2. Mod. 1. Material de Estudio, elaborado
por
la
Sub
dirección
de
Capacitación
del
OSCE.
Año
2011.
En
http://www.osce.gob.pe/consucode/userfiles/image/cap2_m1_a.pdf
68
106
3.7. EL EXPEDIENTE DE CONTRATACIÓN
Al hablar de contratos administrativos debemos tener siempre presente
que
este
contiene
como
todo
contrato
bilateral
en
general
manifestaciones de voluntad eminentemente necesarias para conformar
el consentimiento al que ya nos hemos referido ampliamente al tratar la
teoría de contratos; sin embargo la particularidad de este contrato
administrativo como también ya lo hemos mencionado, estriba en que
una de esas voluntades pertenece al Estado, es decir necesitamos para
este vínculo una declaración o manifestación de voluntad del seno de la
administración y para este propósito la ley ha establecido un
procedimiento especial, que como todo procedimiento se ampara
supletoriamente en nuestra Ley de Procedimiento Administrativo General,
en buena cuenta de lo que estamos hablando es de un acto
administrativo, la declaración de voluntad del Estado para contratar
(adjudicación de buena pro) no es otra cosa que un acto administrativo
producto de un procedimiento administrativo.
Este procedimiento administrativo especial denominado proceso de
selección o licitatorio, técnicamente se trata de un procedimiento
administrativo especial de contratación, este procedimiento reglado en
nuestro ámbito por la Ley de Contrataciones del Estado y su Reglamento,
requiere necesariamente de la conformación de un expediente de
contratación.
107
Al hablar de Expediente de Contratación no nos estamos refiriendo a
cualquier instrumento, se trata de un documento esencial para cualquier
contratación pública que se pretenda realizar de manera exitosa.
3.7.1 Concepto
Normativamente el Expediente de Contratación se encuentra
sustantivado en el artículo 7° de la Ley de Contrataciones del
Estado, donde se señala: “La entidad llevara un expediente de
contratación que contendrá todas las actuaciones del proceso de
contratación, desde el requerimiento del área usuaria hasta la
culminación del contrato, debiendo incluir las ofertas no ganadoras.
El referido expediente quedara en custodia de del órgano
encargado
de
las
contrataciones,
conforme
establezca
el
reglamento”
Asimismo, el numeral 23 del Anexo único del Reglamento de la Ley
“Anexo de definiciones” define al Expediente de Contratación
como: “Conjunto de documentos en el que aparecen todas las
actuaciones referidas a una determinada contratación, desde la
decisión de adquirir o contratar hasta la culminación del contrato,
incluyendo la información previa referida a las características
técnicas, valor referencial, la disponibilidad presupuestal y su
fuente de financiamiento.”
108
3.8. EL PROCESO DE SELECCIÓN
Cualquiera
sea
el
procedimiento
de
selección
del
contratista
gubernamental, el mismo se desarrolla a través de un procedimiento
administrativo
especial
preparatorio
de
la
voluntad
contractual
administrativa, en el que concurren y colaboran los particulares. Esta
etapa selectiva se podía catalogar como aquella en la que la voluntad de
contratar del Estado se forma en aplicación a los procedimientos
establecidos legalmente para tal efecto, distinguiendo en ellos la
invitación a ofrecer (equivalente a la convocatoria), la oferta (la
presentación de propuestas), la aceptación (el otorgamiento de la buena
pro y su consentimiento respectivo) el perfeccionamiento del mismo
(suscripción del contrato o de la orden de compra o de servicios).
Este procedimiento de la formación de la voluntad administrativa
contractual (precontractual) no debe confundirse con el contrato, que es
el resultado de aquella con la voluntad del contratista (persona física o
jurídica, privada o pública). El vínculo contractual nace solo cuando se
perfecciona el contrato por el procedimiento legal previsto para el efecto.
(69)
Es oportuno señalar que en la relación administrativa precontractual, el
ente licitante debe actuar en el ámbito de su competencia, mientras que
“Una de las particularidades que caracteriza a los contratos de la administración es su rigor y sentido
formalista, en tanto el ordenamiento jurídico establece una serie de trámites, formalidades y procedimientos
que deben cumplirse antes de emitirse la voluntad administrativa contractual. El incumplimiento del
procedimiento vicia esa voluntad, porque no se ha preparado según el orden normativo." En DROMI, R. 2007.
Licitación Pública. Buenos Aires - Argentina: Editorial Ciudad Argentina. Pág. 157.
69
109
los oferentes deben actuar con capacidad; tanto la capacidad de las
personas privadas como la competencia de las personas públicas
implican un marco de atribuciones, facultades o derechos, que
constituyen el antecedente necesario de la relación jurídica concreta, así
podemos decir que son parte de esta relación jurídica precontractual del
procedimiento administrativo de licitación o selección pública, el licitante o
entidad convocante por un lado y los lidiadores, postores u oferentes por
el otro, igualmente debemos precisar que la licitación o proceso de
selección se trata de un procedimiento administrativo de carácter especial
y no de proceso de selección o contratación a estos procedimientos
especiales de selección de contratistas, le son aplicables las normas del
procedimiento administrativo general, en lo que no se oponga a la
normativa de contratación pública, es un error por ello refiere Linares Jara
referirnos a los procedimientos de selección como procesos, los procesos
aluden al ámbito judicial o a todos los actos que hacen la contratación.
Este vínculo precontractual como lo denomina Dromi, tiene particular
trascendencia por cuanto en lo procesal administrativo, posibilita la
impugnabilidad directa e independiente de los actos separables previos al
contrato. En ese orden de ideas, el oferente que impugno alguno de los
actos separables del procedimiento precontractual, puede plantear la
situación en sede judicial a través del proceso de amparo (70), sin
esperar el vencimiento del plazo para resolver la impugnación en sede
administrativa. En resumen, el procedimiento administrativo de selección
70
En nuestro ordenamiento jurídico la acción de amparo como se precisa en la obra del profesor DROMI, ya
está regulada en nuestro Código Procesal Constitucional, con el nomen inris de Proceso de Amparo.
110
71
o precontractual es bilateral por su propia esencia. En la preparación
de la voluntad administrativa contractual siempre hay particulares
implicados o afectados, con los que se genera una relación jurídica
procesal, por la que “autoridad administrativa” e "interesados" titularizan
diversos derechos y deberes procesales.
71
El término selección es agregado nuestro.
111
CAPITULO IV
4. EL CONTRATO DE SUPERVISIÓN DE OBRA PÚBLICA EN EL PERÚ
4.1. EVOLUCIÓN HISTÓRICA DE LA SUPERVISIÓN
Según Peter Drucker, el trabajo del supervisor se observa del hombre
que en otros tiempos estaba encargado de un grupo de trabajadores de
sirga o de cavadores de zanjas. Era literalmente el fore-man (hombre
delantero) pues iba delante de la cuadrilla. Su labor consistía
principalmente en contar el “uno, dos, tres, ahora”, que marcaba el ritmo
de los trabajadores. En Alemania, al supervisor se le llamaba
habitualmente vorarberter (trabajador delantero); en Inglaterra se utiliza
el término charge hand (encargado). Ambos términos sugieren el origen
del “hombre que iba adelante”. 72
También es interesante observar que el término supervisor tiene sus
raíces en el maestro artesano de los viejos tiempos. El maestro era un
verdadero jefe, con poder autocrático en muchos casos para ofrecer
trabajos, contratar a sus hombres hacerles trabajar como le pareciera y
ganarse la vida con la diferencia existente entre el precio que pedía por
una determinada labor y los costos reales.
Según observa Drucker, en el supervisor actual se combinan algunas de
las cualidades del antiguo jefe de cuadrilla y del maestro artesano.
72
En http://www.capeco.org/publicaciones/supervisiondeobraspublicasyprivadas/
112
Si nos detenemos a buscar una definición de “supervisor” encontraremos
una diversidad de conceptos, según el sector profesional, sin embargo,
todas estas definiciones nos indican que todo supervisor inicia sus
labores premunido de una “autoridad delegada” y una responsabilidad
inherente a la función a desempeñar.
En el sector de las obras civiles esta definición ha evolucionado por
nuevas atribuciones funcionales y por la relación contractual, lo cual se
rige en gran medida a las normas legales vigentes.
4.2. CONCEPCIONES DOCTRINALES
 El Manual de Supervisión del Concreto (ASI 1995) define la actividad
de supervisión como aquella actividad que asegura que se logren
finalmente los requisitos y propósitos de los planos y las
especificaciones.
 La supervisión es la actividad que implica la responsabilidad sobre el
tiempo de ejecución y la calidad sea la adecuada conforme a la
planificado y es corresponsable, junto con el personal administrativo
de la empresa (o Estado) de ejercer el control de los costos.
 La supervisión de una obra implica necesariamente realizar una serie
de actividades programadas, ordenados y sistematizadas. Estas
actividades deben tener una orientación preventiva para evitar la
realización de trabajos por segunda vez que incrementen tanto el
113
costo, como el tiempo de ejecución y probablemente también
terminen afectando la calidad.
 Por su parte la teoría de la administración moderna, establece que
esta se basa en un acto de cuatro funciones principales: Planeación,
Organización, Dirección y Control, siendo la supervisión del trabajo
una de las herramientas usadas para ejercer la dirección.
4.3. DEFINICIÓN
El contrato de supervisión de obra pública, constituye la relación
contractual por la cual una persona natural o jurídica se vincula con el
Estado
con
la
finalidad
de
realizar parte
de
sus funciones
administrativas de dirección y del control de una obra, previo proceso
de selección, constituyendo la función genérica de supervisar, revisar
que el trabajo de ejecutor de obra sea realizado de acuerdo a lo
establecido en los planes y especificaciones constructivas a fin de
contribuir a que se cumplan los objetivos del proyecto.
4.4. NATURALEZA JURÍDICA
El contrato de supervisión de obra es un vínculo negocial regulado por
normas de derecho público y de derecho privado en cuanto le sea
aplicable,
por
medio
del
cual
se
regulan
las
prestaciones
sinalagmáticas entre un sujeto privado elegido por un proceso de
selección y de otra parte el Estado; este contrato es de naturaleza
114
autónoma en su formación; sin embargo, existe cierta parte de la
doctrina que lo cataloga de “accesorio” a uno principal durante su
ejecución, como sería el contrato de obra pública, correspondiendo
exponer desde este punto algunos aspectos que consideramos
diferencian a un contrato vinculado, como creemos es la naturaleza del
contrato de supervisión de obra pública con respecto al de ejecución de
obra, y un contrato accesorio.
 El contrato de supervisión de obra pública, entre otras actividades
que comprenden la prestación del contratista, esta es la de contratar
y dirigir el proceso técnico constructivo de la obra (prestación
principal a cargo del sujeto contractual privado en el contrato de
ejecución de obra).
 El contrato de supervisión tiene un proceso de selección autónomo
al contrato de ejecución de obra, es decir, se trata de contratistas
privados con facultades o capacidades distintas, así como perfiles
distintos y destinados a realizar actividades particulares.
 El consultor que realiza la supervisión de la ejecución de un contrato
de obra pública, está vinculado únicamente al control y dirección
sobre la prestación de uno de los sujetos contractuales, más no de
cumplimiento de ambos (ambas prestaciones constituyen el objeto
del contrato de obra pública) objetos prestacionales.
115
 La principal diferencia que existe entre los denominados contratos
“principales” y contratos “accesorios” tiene que ver básicamente con
la extinción de las mismas desde que estos últimos tienen por
finalidad asegurar el cumplimiento de las primeras, función que no
corresponde al contrato de supervisión, cuyo objeto principal es
controlar y dirigir desde los términos legales y contractuales la
ejecución de la prestación del ejecutor de la obra.
 Según hemos visto se trataría de un contrato autónomo con
prestación accesoria en su origen, es decir, no se encontraría
subordinado o accesorio al contrato de ejecución de obra, sino que
sería la prestación por parte del supervisor, dependiente en su
origen a la existencia de una prestación de ejecución de obra por
parte de un tercero, siendo su desarrollo o ejecución, así como su
interactuación
con
su
co-contratante
(Estado),
totalmente
independiente a otra vinculación jurídica obligacional.
4.5. ELEMENTOS
Los elementos que intervienen en los Contratos de Supervisión de obra
pública, son: el subjetivo, objetiva, causal y formal.
4.5.1. Elemento Subjetivo
Está dado por los sujetos que intervienen en su formación.
116
4.5.1.1. La Administración (entidad)
La misma que como sujeto contractual debe poseer la
capacidad técnica y económica, así como la competencia
suficiente en cada uno de sus órganos que intervienen en
la contratación.
4.5.1.2. El Consultor (Supervisor)
Es la parte privada contratante, encargada de brindar el
servicio especializado de control y dirección sobre la
prestación de ejecución de obra pública a nombre y
representación de su co-contratante (entidad).
4.5.2. Elemento Objetivo
Este está dado tanto por la prestación especializada, por parte
del
consultor-supervisor,
la
misma
que
deberá
estar
debidamente determinada, y por otro lado el precio o valor
contratado de la prestación a cargo de la entidad.
4.5.3. Elemento Causal
La causa del contrato de supervisión de obra pública, estará
dada primordialmente por el interés público de control en la
ejecución de las obras públicas, la necesidad pública que motive
su celebración deberá ser real, es decir que existe una
prestación de ejecución de obra por supervisar, que sea lícita, es
117
decir que existe la necesidad válida y legítima de contar con los
servicios contratados, y en cumplimiento de las estipulaciones
normativas que lo regulan, que sea verdadera, es decir que
exista la justificación concreta y objetiva de contar con dichos
servicios.
4.5.4 Elemento Formal
El contrato de supervisión de obra pública como todo contrato
administrativo se formaliza mediante la suscripción del documento
que lo contiene, resultando que para alcanzar este propósito, dentro
del plazo de siete (7) días hábiles a contar desde el día siguiente del
consentimiento de la adjudicación de la buena pro, por el contratista
adjudicado,
deberá
de
presentar
ante
la
entidad
toda
la
documentación prevista en las bases administrativas a fin de que
dentro de los tres (3) días hábiles siguientes a dicha presentación,
se apersone ante la entidad para suscribir el contrato. Es decir, el
elemento formal de este contrato está dado por dos momentos, uno
procedimental y otro como lo es el perfeccionamiento propiamente
dicho.
4.6. Desarrollo Técnico – normativo en el Perú.
Los primeros intentos para regular la figura que nos avoca fueron
fragmentarios, los mismos que correspondieron a los formulados por el
Ministerios de Hacienda y Comercio (D.S. de 03.FEB.1950) y,
118
posteriormente, por el Ministerio de Fomento y Obras Públicas (D.S. de
23.2.1950), normas que sirvieron de “sustento legal” para dar inicio a
la ejecución de las grandes obras públicas y compras del “gobierno de
facto” del Presidente Manuel A. Odría.
No es sino, hasta diciembre de 1977, año en que se expide el Decreto
Ley No. 22056, con el cual se instituye en la administración pública el
sistema de abastecimiento con el fin de dar unidad, racionalidad y
eficiencia a los procesos técnicos del abastecimiento de bienes y
servicios no personales, dentro de los principios fundamentales de
moralidad y austeridad.
Con la dación del Reglamento Único de Licitaciones y Contratos de
Obras Públicas – RULCOP, aprobado por Decreto Supremo n.°034-80VC de 21 de noviembre de 1980, el mismo que tomo fuerza de ley en
virtud a la Ley No. 23350, ratificado por la Ley No. 24422 y el Decreto
Legislativo No. 398, donde se establece con claridad las facultades de
las entidades públicas de “supervisar” la correcta ejecución de la obra y
el cumplimiento del contrato; sin embargo tales facultades las realizaba
por medio de un funcionario o servidor designado como “Inspector”
para tal fin; es decir en aquellos momentos aún la normativa no
contemplaba que esta labor se pudiera llevara a cabo por un tercero
contratado exclusivamente para este fin, ni menos un procesos de
selección que conlleve a su contratación.
119
Es recién a partir de julio de 1997, con la promulgación de la Ley 26850
y su Reglamento aprobado
por Decreto Supremo No. 039-98-PCM
publicado el 28 de setiembre de 1998, donde se establece por primera
vez la figura del Supervisor de obras, refiriéndose el Artículo 105° de
este último dispositivo que: “Toda obra contará de modo permanente y
directo con un inspector o con un supervisor, quedando prohibida la
existencia
de
ambos
en
una
misma
obra.
El inspector será un funcionario de la Entidad, mientras que el
supervisor será un tercero especialmente contratado para dicho fin o
una empresa supervisora. En este último supuesto, la empresa
designará a una persona natural como supervisora permanente en la
obra.
Será obligatorio contar con un supervisor cuando el valor de la obra a
ejecutarse sea igual o mayor al monto establecido en la Ley Anual de
Presupuesto”
En los sucesivo, mediante el Decreto Supremo con No. 012-2001-PCM
el mismo que aprueba el Texto Único Ordenado de la Ley de
Contrataciones y Adquisiciones del Estado, y su Reglamento aprobado
mediante D.S. No. 013-2001-PCM; así como sus modificatorias
expedidas mediante los D.S. 083-2004-PCM y su reglamento el D.S.
No. 084-2004-PCM, del año 2004, se conservó esencialmente la figura
como fue
recogida en
la primera Ley de
Contrataciones y
120
Adquisiciones, variando el extremo referido a la necesidad de su
contratación de acuerdo a las normas presupuestarias que establecían
los rangos de que obra, en función de la magnitud de la inversión
ameritaba contar con un supervisor; así como los porcentajes que
representaba el valor de este servicio en función al valor referencial del
contrato de ejecución de obra.
Este último Reglamento (del TUO) regulaba en tres (3) artículos la
supervisión de obra, siendo de un mayor desarrollo que sus
antecesoras, incorporando como novedad los porcentajes en función al
valor de la obra para establecer cuando la entidad debería designar a
un inspector o contratar los servicios de un supervisor; así como
incorpora el reconocimiento de las prestaciones adicionales de
supervisión de obra.
La Ley 26850 y sus modificatorias que aprobaron el TUO, estuvieron
vigentes desde el 29 de setiembre de 1998 (día siguiente en que se
publicó su Reglamento) hasta el 31 de enero de 2009, fecha en la que
entro en vigencia la Ley de Contrataciones del Estado aprobada por el
Decreto Legislativo 1017, al cumplirse el plazo para que entrara en
vigencia, después de su publicación, su Reglamento aprobado por
Decreto Supremo 184-2008-EF de 31 de diciembre de 2008.
Este nuevo marco regulatorio, no trajo mayores cambios en torno a la
figura de la Supervisión de Obra, manteniendo casi intacto el contenido
de los artículos que se avocan al este tipo de contrato, esta Ley de
Contrataciones y su Reglamento, desde su expedición hasta nuestros
121
días ha sufrido una serie de modificaciones, siendo que todas ellas
poco o nada han variado particularmente en lo sustancial la regulación
del contrato de supervisión de obras respecto a la Ley primigenia.
Estando actualmente regulada dicha relación contractual por la nueva
Ley de Contrataciones del Estado, Ley N° 30225 publicada el 11 de
julio de 2014, la misma que entró en vigencia conjuntamente con el
Reglamento de la Ley de Contrataciones del Estado, aprobado
mediante Decreto Supremo n.º 350-2015/EF de 9 de diciembre de
2015.
4.7. El Contrato de Supervisión de Obra en la Ley de Contrataciones del
Estado.
4.7.1. La Entidad
Organismo integrante del sector público irrogado de competencia
suficiente para llevar a cabo procesos de contratación y suscribir
contratos tendentes a la provisión de bienes, servicios u obras,
asumiendo el pago el pago del precio o de la retribución
correspondiente con fondos públicos, así como demás obligaciones
derivadas de la calidad de contratante.
4.7.2. El Contratista (En General)
Postor ganador de la buena pro, que después de quedar está
última consentida o administrativamente firme, ha suscrito el o los
122
contratos respectivos a los cuales se encontraba obligado y a
amparado por mandato legal. (Art. 137° del RLCE).
4.7.3. El Inspector de Obra
Profesional, servidor o funcionario de la entidad, expresamente
designado por esta para controlar la ejecución de la obra y absolver
las consultas que le formule el contratista, así como desarrollar
cualquier otra facultad de la que está investido durante el proceso
constructivo
de
la
obra;
sin
embargo,
ello
no
implicaría
inobservancia al contrato de ejecución al cual debe controlar no
teniendo autoridad para modificarlo (art° 190, 193 del RLCE).
4.7.4. El Supervisor de Obra
Persona natural o jurídica especialmente contratada previo proceso
de selección para dicho fin, debiendo contar por lo menos con las
mismas características del residente de obra (art.185° RLCE); en
caso de tratarse de una persona jurídica, ésta designara a una
persona natural como supervisor permanente en la obra, teniendo
como función controlar la ejecución de la obra y absolver las
consultas que le formule el contratista según lo estipulado en la
normativa de la materia.
123
Es obligatorio contratar a un supervisor cuando el valor de la obra a
ejecutarse sea igual o mayor al monto establecido en la Ley de
Presupuesto para el año fiscal respectivo (art. 190°).
4.7.5. Objeto del Contrato de Supervisión de Obra
De conformidad a la normativa de contrataciones estatales, el
objeto de esta vinculación contractual es que determinadas obras
públicas de conformidad a la normativa presupuestaria cuenten de
modo directo y permanente con un profesional encargado de
verificar que el contratista ejecute la obra dentro de los parámetros
de calidad, precio, plazo y obligaciones según las disposiciones
establecidas en el contrato de ejecución de obra.
4.7.6. Actividades del Supervisor de Obra Pública
Según se desprende del tenor del art. 193° del RLCE, el Supervisor
tiene como función principal ejercer control esencialmente sobre la
prestación del contratista ejecutor de obra y no velar por el
cumplimiento de la totalidad de las obligaciones asumidas a partir
de la suscripción del contrato, como así pareciera indicarlo la
referida norma, es decir el supervisor no fiscaliza ni controla el
cumplimiento de la contraprestación a cargo de la entidad; es en
ese sentido que podemos afirmar que el Consultor-Supervisor
desarrolla tres tipos de control:
124
4.7.6.1 Control Técnico
El cual, dependiendo del tipo de obra, abarca el control de
los materiales, el control de la buena ejecución de los
trabajos, el control de ensayos y la seguridad en obra.
4.7.6.2 Control Contractual y Normativo
Este control está referido al cumplimiento de los plazos. El
supervisor tiene que leer y conocer perfectamente el RLCE,
a fin de que pueda distinguir los plazos en días hábiles o
calendario. Una equivocación en el cómputo de los plazos
puede generar un problema en la obra.
También verá el cumplimiento de los procedimientos
conociendo de forma cabal cada uno de los documentos que
se necesitan presentar para su análisis.
El supervisor para ello debe de registrar en el cuaderno de
obra todas las ocurrencias, haciendo de ser posibles
anotaciones diarias.
4.7.6.3 Control Económico
Este control es de mucha importancia, para ello existen una
serie de fórmulas que el profesional supervisor debe conocer
a fin de saber los temas de adelantos, amortizaciones,
deducciones del adelanto directo y del adelanto de
materiales; son fórmulas que debe conocer y aplicar
125
directamente, por ejemplo en la formulación de los
presupuestos adicionales de obra, aquí el supervisor debe
estar muy seguro de tramitar un adicional, sin confundirlo
con
una
obra
responsabilidades
nueva,
civiles
o
porque
la
ello
devolución
generaría
del
dinero
indebidamente tramitado.
4.7.7. Relación entre el Supervisor y la entidad contratante
Debemos partir indicando en este punto que para contratar una
supervisión de obra, dependiendo del monto del servicio como ya lo
hemos precisado resultará necesario que se realice un proceso de
selección. Una vez otorgada la buena pro, corresponderá que la
entidad, a través del funcionario competente o debidamente
autorizado y el contratista firmen el contrato de supervisión; dando
así nacimiento a una relación contractual. Como ya se ha señalado
existe un vínculo contractual entre la entidad y el supervisor por
medio del cual ambas partes adquieren ciertos derechos y
obligaciones. En ese sentido uno de los principales derechos que
adquiere el supervisor es el de recibir el pago como contraprestación
por el servicio brindado.
126
4.7.8. Relación entre el Supervisor y el Contratista Ejecutor de Obra
Pública
Al abordar la interactuación entre estos dos actores de la dinámica
de contractual pública debemos tomar en cuenta las siguientes
precisiones:
 El consultor – supervisor de obra, es la persona del
entendimiento privado, que previo proceso de selección,
representa a la entidad que financia la obra, siendo su principal
actividad supervisar la ejecución de obra que realiza el
contratista, controlando el tiempo, calidad y costo de la obra.
 El Ejecutor de Obra Pública (contratista), es aquel sujeto
contractual que en el marco de un contrato de ejecución de obra
pública, se obliga a hacer una obra determinada, la obra
concluida y ejecutada constituye el objeto de ese contrato; la
entidad como representante del interés público y además como
propietaria de la obra es quien debe definir como esta debe
ejecutarse para satisfacer mejor el interés público; es por tanto
la entidad quien a través de sus facultades de fiscalización y
control quien verifica que tales instrucciones hayan sido
cumplidas, valiéndose para tal efecto de un tercer actor privado:
el supervisor de obra.
127
Después de estas precisiones queda claro que tanto contratista –
ejecutor, como supervisor, son dos sujetos del entendimiento privado,
contratados en forma independiente, para realizar tareas distintas a
cuenta y riesgo de la entidad.
El contratista ejecutor, de acuerdo a ley debe nombrar a un ingeniero
residente inscrito en el Colegio de Ingenieros del Perú, el cual tendrá a
su cargo la dirección técnica de la obra. Asimismo, debe dejar expresa
constancia que la remuneración de este profesional es de su exclusiva
responsabilidad y que se encuentra plenamente habilitado para el
ejercicio de su profesión, es esencialmente con este profesional con
quien interactuará el supervisor de obra, a quien se le brinda las
facilidades para que la Entidad verifique y exija la correcta ejecución de
los trabajos; de esta manera se asegura el fiel cumplimiento de las
condiciones estipuladas y obligaciones del contratista, establecidas en
el contrato y sus anexos.
El residente y el supervisor mantendrán un vínculo a través de un
instrumento formal como lo es el cuaderno de obra. El reglamento
establece que este cuaderno se debe abrir en la fecha de entrega del
terreno y se cierra con la recepción de la obra* Este será firmado en
todas sus páginas por el inspector/supervisor y el ingeniero residente.
En este cuaderno se anotará las indicaciones, órdenes, autorizaciones,
reparos,
variantes,
consultas
y
anotaciones
que
consideren
128
convenientes para la ejecución de la obra; como se podrá ver el
residente (representante del contratista- ejecutor) en obra y el
supervisor mantendrán un vínculo a través del cuaderno de obra, como
lo señala el Profesor Miguel Salinas*, están importante la relación de
estos dos actores mediante el cuaderno de obra, que cualquier
actuación que se dé durante la ejecución contractual, no tendrá validez
administrativa si no se anota tal suceso en el asiento correspondiente y
es firmada o convalidada tanto por el residente como por el supervisor.
4.8. Organismo Supervisor de las Contrataciones del Estado y el
Servicio de Consultoría (Supervisión)
El artículo 57° del Decreto Legislativo 1017 que aprueba la Ley de
Contrataciones del Estado prescribe: “El Organismo Superior de
Contrataciones del Estado – OSCE es un organismo público adscrito al
Ministerio de Economía y Finanzas, con personería jurídica de derecho
público, que goza de autonomía técnica, funcional, administrativa,
económica y financiera…”
Este ente técnico-rector, tiene una función trascendental durante la
ejecución de los contratos administrativos que celebran los particulares
con las entidades públicas y por ende del contrato de supervisión para la
ejecución
de
obra
pública,
teniendo
competencia
básicamente respecto a este contrato buscando:
para
actuar
129
 Velar y promover el cumplimiento de la Ley de Contrataciones del
Estado y su reglamento.
 Resolver
asuntos
de
su
competencia
en
última
instancia
administrativa.
 Administrar y operar el Registro Nacional de Proveedores (RNP), así
como cualquier otro instrumento necesario para la implementación y
operación de los diversos procesos de contrataciones del Estado.
 Organizar
y administrar arbitrajes, de conformidad
con los
reglamentos que apruebe para tal efecto.
 Absolver consultas sobre las materias de su competencia.
 Poner en conocimiento de la Contraloría General de la República, de
manera fundamentada las transgresiones observadas en el ejercicio
de sus funciones cuando existan indicios razonables de perjuicio
económico al Estado o de comisión de delito o de comisión de
infracciones graves o muy graves por responsabilidad administrativa
funcional.
Como es de verse este ente público especializado juega un papel
fundamental en la relación contractual que mantiene el Estado con los
operadores privados de la contratación pública, y más aún para el tipo
de contrato objeto de estudio del presente trabajo, dado que como bien
lo precisa el Profesor Miguel Salinas la presente normativa carece de
normas específicas para la consultoría de obras, valiéndose en la
mayoría de los casos esta relación obligacional pública de las normas
previstas para la regulación de los servicios en general, siendo esto así
130
los postores deberán depositar toda su confianza en el (OSCE), dado
que la entidad (contratante) es quien establece la mayor cantidad de
reglas de juego a través de las bases administrativas*
4.9. Solución de Controversias durante la Ejecución Contractual.
Toda discrepancia que se suscite durante la ejecución contractual,
después de suscrito el contrato de supervisión de obra hasta la
liquidación, incluso las controversias relativas a su consentimiento o al
incumplimiento de los pagos que resulten de la misma, se resuelve
mediante conciliación y arbitraje, sin perjuicio del cobro de la parte no
controvertida.
Una vez que la liquidación haya quedado consentida, no procede
ninguna impugnación, salvo las referidas a defectos o vicios ocultos.
Estas son resueltas mediante conciliación y arbitraje (de derecho), de
acuerdo con el plazo señalado en el artículo 52° de la Ley.
Un aspecto importante a tener en cuenta es lo prescrito en el segundo
párrafo del artículo en mención, referido a la oportunidad para solicitar el
inicio de un procedimiento conciliatorio o en su defecto arbitral, aquí la
norma estipula que se podrá incoar uno de los procedimientos previstos
para la solución de controversias hasta antes de la culminación del
contrato, esto no permite dejar pasar por alto un aspecto muy singular en
el contrato de supervisión de obra, como ya se ha establecido en la
131
escaza doctrina y la norma se trataría de un servicio de características
especiales, por lo que su conclusión no se da con el acto de expedición
de conformidad y el consecuente pago como sucede en los contratos de
servicios en general; sino que necesita además se efectué (por parte de
la entidad contratante) una liquidación económico-financiera del mismo,
y a la luz de lo prescrito en el artículo 179° del RLCE, se trata de un
procedimiento autónomo, que creemos por su ubicación en la estructura
de la norma especial y más aún por su regulación autónoma,
(procedimiento que no toma en cuenta en absoluto aspectos sobre la
ejecución del contrato de obra pública) el legislador lo consideró como
un vínculo contractual que debe concluir de forma independiente a
cualquier otro.
4.10. Ejecución del Contrato de Supervisión de Obra y la Contraloría
General de la República.
Qué duda cabe afirmar que la labor que desarrolla un profesional que se
vincula con las entidades públicas de la administración en calidad de
supervisor de obra, resulta de vital importancia para la correcta ejecución
del contrato de ejecución de obra, así como el logro de su finalidad, esta
última que es la razón subyacente al contrato, gurda una íntima relación
con una eficaz y eficiente
ejecución del presupuesto del Estado, al
hablar de ello es encontrar entonces el punto de confluencia entre la
labor del supervisor de obra y actividad constitucional encargada a la
Contraloría General de la República.
132
5. Hipótesis
El contrato Administrativo de supervisión de Obra si pude ser regulado,
ejecutado técnica y administrativamente en forma independiente al Contrato
de Ejecución de Obra.
6. Objetivos
6.1 Objetivo General
1. Brindar conocimientos conceptuales y doctrinarios relacionados al
Contrato de Consultoría para la Supervisión de Obra Pública, los cuales
sirvan al Supervisor y a la Entidad, para el mejor manejo de este tipo de
contratos con la finalidad de que esta última, tenga un oportuno y eficaz
control de la obra pública, además de servir como documento de
consulta.
2. Aportar reformas a Ley de Contrataciones del Estado (D. Leg. No.
1017 y modificatorias) y su Reglamento (D.S. No. 184-2008-EF y
modificatorias), respecto la precisión de los derechos, deberes y
obligaciones del Supervisor en el Contrato de Consultoría para la
Supervisión de Obra Pública.
6.2 Objetivos Específicos
1. Precisar la forma de ejecución del contrato de Consultoría para la
Supervisión de Obra Pública.
133
2. Delimitar los deberes, obligaciones y derechos del supervisor en la
ejecución del Contrato de Consultoría para la Supervisión de Obra
Pública.
3. Determinar la autonomía del Contrato de Consultoría para la
Supervisión de Obra Pública respecto al Contrato de Ejecución de
Obra, a efecto de evitar deficiencias o controversias durante su
ejecución.
4. Orientar y brindar alternativas de solución a las controversias que
existan a la fecha y a las que en el futuro se puedan presentar durante
la ejecución del Contrato de Consultoría para la Supervisión de Obra
Pública.
134
II. MATERIAL Y METODOS
7.1 Material de Estudios
7.1.1 Población
La población para la presente investigación está compuesta por los
diversos Contratos de Supervisión de obra, regulados por la Ley de
Contrataciones del Estado, contratados por el Gobierno Regional
de La Libertad y ejecutados en el ámbito geográfico del
Departamento de La Libertad durante los años 2010-2012.
7.1.2 Muestra
Nuestra muestra es de tipo simple al azar y está constituido por
treinta (30) contratos de supervisión y liquidaciones de obra; estas
últimas, mediante los cuales se liquidaron, tanto los contratos de
ejecución de obra como los contratos de servicios de
consultoría
(supervisión),
para
la
misma,
así
como
eventualmente la elaboración del expediente técnico, los cuales
se ejecutaron en el Departamento de la Libertad.73 Los contratos
evaluados como parte de la presente muestra, se exponen en la
siguiente tabla:
73
Esta muestra responde a que el acto administrativo más importante en la ejecución de un contrato con el
Estado (obras y consultorías) es la liquidación financiera y administrativa de los mismos, en la cual se
grafican todos los eventos con trascendencia económica y que repercutieron en la consecución del objeto
contractual, además sin la cual, no se podría llegar a su extinción legal.
135
Tabla No. 01
Nº
Nº de Contrato
Año
Denominación u Objeto Contractual
Plazo
Monto S/.
Sujetos Contractuales
Entidad
Contratista
1
021-2010-GR-LL
2010
"Mejoramiento y Rehabilitación de la
Infraestructura Educativa I.E "José Andrés
Razuri"- San Pedro de Lloc- Prvcia. De
Pacasmayo-La Libertad
GRLL
Ing. Patricia
Marilu Castro
Paico
2
004-2011-GR-LL
2011
"Fortalecimiento de la Capacidad Resolutiva
de la Red de Servicios de Salud Sánchez
Carrión - Construcción del Puesto de Salud
Succha Centro, perteneciente a la Microred
Chugay de la Red de Sánchez Carrión de la
Dirección Regional de Salud - La Libertad".
GRLL
Ing. Luis
Enrique
Rodríguez
Carbonell
3
027-2010-GR-LL
2010
GRLL
4
045-2010-GR-LL
2010
"Mejoramiento del Servicio Educativo de la
I.E. Nº 80534 - Ciro Alegría Bazán - Intillacta Huaso - Julcan - La Libertad"
"Fortalecimiento de la Atención Integral de la
Microred de Salud de Mollebamba, Prvcia de
Santiago de Chuco - La Libertad".
5
030-2010-GR-LL
2010
6
001-2010-
2010
7
013-2010
2010
Ing. Oswaldo
Rodas
Sánchez
M&C
Consultores y
Ejecutores
SAC
Ing. Ramón
Alfredo Rojas
Cerna
Ing. Cesar
Augusto
Núñez Tejada
Ing. Víctor
Santos Cotrina
Vásquez
8
017-2010-GR-LL
2010
9
011-2010-GRLL/GRI-CEPC
2010
10
024-2010-GR-LL
2010
11
023-2010-GR-LL
2010
12
022-2009-GR-LL
2010
13
019-2010-GR-LL
2010
14
S/N
2010
"Mejoramiento de la vía de acceso Moche
Pueblo-Compuerta de Sun - Dist. de Moche Trujillo - La Libertad"
"Mejoramiento del Servicio Educativo en la
I.E Nº 81653 - Nuestra Señora de Monserrate
-Trujillo - La Libertad"
"Rehabilitación y Mejoramiento a nivel de
afirmado de la Carretera Empalme RO1N Chicama -Sausal - Baños Chimú, Tramo
Sausal - Desvio Cascas …"
"Mejoramiento del Servicio Educativo en la
I.E Nº 80074 - María Caridad Agüero de
Arrese - Pte. Viru - La Libertad"
"Mejoramiento de los Servicios de Salud del
Centro de Salud Vista Alegre - Distrito de
Víctor Larco Herrera - Trujillo - La Libertad"
"Mejoramiento de la Capacidad Resolutiva
en el Puesto de Salud Carabamba - Red
Otuzco - Pvcia. de Julcan - La Libertad"
GRLL
30 d.c
24 296, 64
GRLL
GRLL
GRLL
210 d.c
68 110,25
GRLL
Consorcio
"San Juan"
279 d.c
64 500,00
GRLL
Consorcio
S&V
150 d.c
44 955,23
GRLL
"Mejoramiento y Rehabilitación I.E "San
Pedro de Sicchal -Distrito de Calamarca Pvcia. de Julcan -La Libertad"
"Mejoramiento de los Servicios de Salud en
el Centro de Salud Julcan- Red JulcanDirección de Salud La Libertad"
120 d.c
22 999,63
GRLL
Consorcio
Farach y
Lozano
Ingenieros
Consorcio M &
B
150 d.c
65 331,00
GRLL
"Mejoramiento de la Carretera Agallpampa Salpo - Distrito de Agallpampa - Otuzco - La
Libertad"
"Fortalecimiento de la Atención Integral en el
Centro de Salud Víctor Larco del Dist. De
Víctor Larco – Pvcia. de Trujillo - Región La
Libertad".
90 d.c
26 973, 14
GRLL
180
d.c.
29 045,52
GRLL
Ing. Héctor
Manuel
Huapalla
Pajares
Ing. Tito Joel
Argomedo
Arteaga
Consorcio
S&C
Consultores
136
S/N (31/08/10)
2010
15
2010
16
S/N (02/07/10)
17
S/N (11/05/10)
2010
2010
18
S/N (24/04/10)
2011
19
001-2011-GR-LL
2010
20
033-2010-GR-LL
2010
21
22
020-2010-GR-LL
014-2010-GR-LL
2010
2010
23
009-2010-GR-LL
24
003-2011-GR-LL
2011
2010
25
028-2010-GR-LL
2011
26
002-2011-GR-LL
2010
27
018-2010-GR-LL
28
010-2010-GR-LL
29
010-2009-GR-LL
2010
2010
2010
30
S/N (23/03/10)
Fuente: Gobierno Regional de La Libertad
Elaborado por: Tesista
"Mejoramiento de la Infraestructura Educativa
en la I.E Nº 1695-Nivel Inicial - Dist. De
Sitabamba - Pvcia. De Santiago de Chuco-Dpto
de La Libertad"
"Mejoramiento y Rehabilitación de la
Institución Educativa Nº 80637 San Ignacio en
Guadalupito - Virù"
"Mejoramiento del Servicio Educativo de la I.E.
San Ildefonso-Dist. De Pueblo Nuevo - Pvcia.
De Chepen - Región La Libertad"
"Mejoramiento del Servicio Educativo de la I.E.
Santo Domingo de Guzmán en Chicama - La
Libertad"
"Mejoramiento del Servicio Educativo en la I.E.
Nº 80704 - Andrés Avelino Cáceres - El Niño Dist. y Pvcia. de Viru - Región La Libertad"
"Mejoramiento de Infraestructura y Calidad del
Servicio Educativo en la I.S.T.P. Héctor
Vásquez Jiménez del Dist. de CachicadanPvcia de Santiago de Chuco - Región La
Libertad"
"Mejoramiento del Sistema de Agua Potable e
Instalación del Sistema de Alcantarillado en el
Centro Poblado Portada de la Sierra -Dist. de
San José - Pacasmayo - La Libertad"
"Mejoramiento de Aguas Servidas Cuenca
Trujillo Este, Centro y Oeste"
"Mejoramiento del Servicio Educativo en la I.E.
Nº 81024 Miguel Grau Seminario - Dist. de
Salaverry - Pvcia de Trujillo"
"Mejoramiento del Servicio Educativo en la
Institución Educativa Virgen del Carmen - Alto
Trujillo - El Porvenir - Trujillo"
"Ampliación de los Sistemas de Agua Potable
y Saneamiento - Huancaspata - Dist. de
Huancaspata - Pataz - La Libertad"
"Instalación del Sistema de Agua Potable y
Alcantarillado del Centro Poblado Buenavista
(saldo de obra)"
"Fortalecimiento de la Atención Integral en el
Hospital Jerusalén Nivel II -1 del Distrito de La
Esperanza - Pvcia de Trujillo - Región La
Libertad"
"Mejoramiento del Servicio Educativo en la I.E.
Nº 80460 Primaria -Gran Pajaten Dist. de Pias Pataz -La Libertad"
"Mejoramiento de la Producción Agrícola del
Caserío Méjico, del Distrito de Calamarca,
Pvcia de Julcan"
"Mejoramiento del Servicio Educativo en la I.E.
Nº 210 - Nivel Inicial - Dist. y Pvcia. de Trujillo Región La Libertad"
90 d.c.
23 811,
90
GRLL
Ing. Pompeyo
Estela Sanchez
120 d.c
17
389,17(*)
GRLL
Ing. Maria
Cecilia Vallejos
Dìaz
150 d.c
53
371,50
GRLL
Consorcio
Libertad
120 d.c
23
133,60
GRLL
Consorcio
Libertad
180 d.c.
53 978,
40
GRLL
Travinsa SRL
180 d.c.
53
978,40
GRLL
Ing. Yuri Rafael
Saldaña
Ahumada
180 d.c.
59 141,
70
GRLL
Consorcio
Despertar
150 d.c.
97
300,35
GRLL
Consorcio Halos
120 d.c
24 161,
76
GRLL
Rio Bado SAC
135 d.c
49
080,33
GRLL
Consorcio
Ingeconsult
120 d.c.
39
984,00
GRLL
Consorcio Pataz
90 d.c
26
989,20
GRLL
Ing. Angel
Ismael Gutierrez
Trigoso
270 d.c
89 657,
17
GRLL
Consorcio
Jerusalén
150 d.c
34
986,00
GRLL
Ing. Felipe Pérez
Ortega
195. d.c
71 719,
52
GRLL
Consorcio Julcan
175 d.c
24
039,14
GRLL
Ing. Jose
Augusto Yengle
Isla
137
7.2 Métodos
7.2.1 Método Científico
Se utilizará debido a que constituye el principal método que se
utiliza en las investigaciones científicas.
7.2.2 Método Inductivo – Deductivo
Se utilizará este método porque la investigación parte de hechos que
ocurren en la realidad, en este caso, la ejecución de obras públicas
donde se aprecia la concurrencia de dos contratos, el de supervisión
de obra y el de ejecución de obra, que son en la práctica
“accesorios”, para desembocar en un hecho general que vienen a
ser los efectos problemáticos y perjudiciales que sufre el supervisor
de la obra. Es decir, parte de lo particular a lo general, en esto
consiste el método inductivo, el cual nos permitió ir más allá de lo
simple.
Asimismo, se analizará la doctrina existente en esta materia que es
algo general para arribar a conclusiones que se presentaran al final
de esta investigación, esto referido al método deductivo que pasa de
lo general a lo particular.
7.2.3 Método Analítico – Sintético:
Se utilizará este método desde que se dispersa la temática,
tratando de confrontar las normas originarias y sus modificatorias,
con la legislación comparada respecto al sistema de Contratación
del Estado y en especial del Contrato de Consultoría para la
138
Supervisión de Obra Pública. Se analiza el problema de la
dependencia del Contrato de Consultoría para la Supervisión de
Obra Pública con el Contrato de Obra, dentro del sistema de
Contratación del Estado, se revisará la forma como se ha vendió
regulando en la legislación nacional, primero en la Ley No. 26580,
luego en el D.S. No. 083-2004-PCM y su Reglamento aprobado por
el D.S. No. 084-2004-PCM; seguidamente en el D. Leg. No. 1017 y
su Reglamento aprobado por el D.S. No. 184-2008-EF y por último
en la novísima Ley de Contrataciones aprobada mediante Ley Nº
30225, y su Reglamento, aprobado mediante el Decreto Supremo
n.º 350-2015/EF de 9 de diciembre de 2015.
El método sintético se aplicará en la presente investigación para
unir las partes analizadas previamente, posibilitando descubrir las
relaciones esenciales y características entre ellas. Este método se
presenta más en el planteamiento de las hipótesis de la
investigación pues, sintetiza la información para establecer una
explicación tentativa de respuesta al problema que se planteamos,
la cual se someterá a prueba a lo largo de la investigación.
7.2.4 Método Dialéctico:
En la presente investigación se aplicará el método dialéctico ya que
la realidad no es algo inmutable, en este contexto, este método
ayudará a describir la historia, la realidad problemática que rodea
esta investigación; es decir, permitirá visualizar el surgimiento del
139
sistema de contratación con el estado en general, analizando los
contratos que se firman y existen en el momento mismo de la
ejecución de la obra.
7.2.5 Método Estadístico:
Este método se empleará para la elaboración de los resultados de
la investigación, los cuales serán mostrados en el capítulo
correspondiente, se agregará una descripción y explicación de los
gráficos, lo cual después permitirá la discusión de los resultados,
los mismos que se plasmarán en el capítulo final de este trabajo de
investigación.
7.3 Técnicas e Instrumentos
7.3.1 Técnicas
Durante el desarrollo de la presente tesis se emplearon las
siguientes técnicas:
7.3.1.1 Fichaje
Se utilizó el fichaje para reunir la información necesaria para
el desarrollo de la investigación.
7.4 Procedimientos y análisis estadístico de datos
El procesamiento y la presentación de datos se efectuaron de acuerdo al
cronograma de actividades, el mismo que se realizó en forma secuencial
en la medida en que se obtuvo la información.
140
Primer paso.- Se revisó la bibliografía existente en las fuentes de
recolección de información (internet, bibliotecas universitarias, librerías,
material de estudio de diplomados, cursos de especialización, revistas
especializadas, jurisprudencia administrativa, etc.) respecto al tema
materia de análisis.
Segundo paso.- Se recabaron los títulos con los que se organizó el
marco teórico.
Tercer paso.- Se analizaron los resultados obtenidos de la información
correspondiente
a
los
treinta
(30)
contratos
y
sus
respectivas
liquidaciones (supervisión y obra), las mismas que conformaron los
elementos de la muestra de estudio.
Cuarto paso .- Se analizó la información bibliográfica obtenida de las
fuentes consultadas, así como la jurisprudencia, con la finalidad de
interpretar y discutir los resultados.
Quinto paso .- Se contrastó la hipótesis planteada con los resultados
obtenidos del análisis de los títulos y la jurisprudencia.
141
III. RESULTADOS
 Resultado N° 1
Tabla No. 02:
El contrato de consultoría para la supervisión de obra
y el contrato de ejecución de obra y su vinculación
expresada a través de su Liquidación.
Detalle
No.
%
0
0
(existe una sola liquidación)
30
100
TOTAL
30
100
Autonomía
(Existe liquidación del contrato en
forma independiente)
dependencia
Fuente: Resoluciones Ejecutivas del Gobierno Regional La Libertad que aprueban
Liquidaciones de obra
Elaborado por: Autor de Tesis
En la Tabla No. 01, de las Resoluciones Ejecutivas Regionales que
aprueban liquidaciones de contratos que fueron revisadas, nos encontramos
que el 100% de los Contratos de Supervisión mantienen vinculación en
cuanto a su liquidación con el Contrato de Ejecución de Obra Pública.
 Resultado N° 2
Tabla No. 03:
Contratos de consultoría para la supervisión de obra
que señalan obligaciones y derechos del contratista
Detalle
No.
%
Si señalaba
30
100%
No señalaba
0
0
TOTAL
30
100
142
Fuente: Gobierno Regional La Libertad
Elaborado por: Tesista
En el Cuadro No. 02, el 100% de contratos de consultoría para supervisión
de obra, señalan obligaciones y derechos del contratista
 Resultado N° 3
Tabla No. 04:
Cláusula Contractual que establece la Oportunidad o
Forma de pago del servicio de supervisión de obra
Detalle
No.
%
30
100
0
0
30
100
Según avance porcentual y
liquidación de Ejecución de
Contrato de Obra
Según la forma del contrato
y sujeto al plazo establecido
en el contrato
TOTAL
Fuente: Gobierno Regional La Libertad
Elaborado por: Tesista
En la Tabla No. 03 sobre la oportunidad de pagos parciales y finales
(valorizaciones de servicios de supervisión y liquidación), el 100% se hacen
depender del avance porcentual y liquidación del contrato de ejecución de
obra.
143
 Resultado N° 4
Tabla No. 05:
Contratos que brindan alternativas de solución a los
eventuales conflictos durante la ejecución del
contrato de consultoría para la supervisión de obra
Detalle
N°
%
Si brindan alternativa
30
100%
No brindan alternativa
0
0
TOTAL
30
100
Fuente: Gobierno Regional La Libertad
Elaborado por: Tesista
En la Tabla No. 04, se puede apreciar que de los 30 contratos de
Consultoría para la Supervisión de obra que representa la presente
muestra, el 100% brindan alternativas de solución a eventuales conflictos.
 Resultado N° 5
Tabla No. 06:
Amplían el plazo del contrato de ejecución de obra
aprobados por la entidad y no se pronuncian respecto
al plazo del contrato de supervisión
Detalle
Resolución ampliación plazo
Ejecución Obra y no
Supervisión de Obra
Resoluciones Ampliación de
Plazo de Servicios de
Supervisión
TOTAL
No.
%
30
100%
0
0
30
100
Fuente: Gobierno Regional La Libertad
Elaborado por: Tesista
En la Tabla No. 05, se observa que en el 100% de las liquidaciones
aprobadas se menciona y reconocen ampliaciones de plazo de los
144
contratos de Ejecución de Obra y no contienen pronunciamiento respecto al
plazo de los contratos de Supervisión de Obra.
 Resultado N° 6
Tabla No. 07:
Resoluciones ejecutivas regionales que aprueban
liquidaciones de más de un servicio: ejecución de
obra, ejecución de supervisión de obra, ejecución
elaboración expediente técnico
Detalle
N°
%
9
29
21
71
30
100
Resoluciones Ejecutivas
Regionales que tienen Tres
(03) Contratos
Resoluciones Ejecutivas
Regionales, que tienen Dos
(02) Contratos
TOTAL
Fuente: Gobierno Regional La Libertad
Elaborado por: Tesista
En la Tabla No. 06, se aprecia que el 29 % de Resoluciones Ejecutivas
Regionales que aprueban liquidaciones, lo hacen respecto de tres (03)
contratos y el 71% de Resoluciones Ejecutivas Regionales, lo hacen
respecto de dos (02) contratos (ejecución de Obra y Servicios de
Supervisión de Obra).
145
 Resultado N° 7
Tabla No. 08:
Resoluciones ejecutivas regionales que aprueban
prestaciones adicionales de obra más no
prestaciones adicionales de supervisión
Detalle
N°
%
30
100
0
0
30
100
Resoluciones Ejecutivas
Regionales, que aprueban
prestaciones adicionales de
ejecución obra
Resoluciones Ejecutivas
Regionales, aprueban
prestaciones adicionales de
supervisión
TOTAL
Fuente: Gobierno Regional La Libertad
Elaborado por: Tesista
En la Tabla No. 07 se tiene que, el 100% de las Resoluciones Ejecutivas
Regionales, que aprueban liquidaciones de ejecución de obra y servicios
de supervisión de obra, consideran la aprobación de presupuestos y
prestaciones
adicionales
de
ejecución
de
obra;
y
no
indican
pronunciamiento respecto a presupuestos y prestaciones adicionales de
supervisión de obra.
146
 Resultado N° 8
Tabla No. 09: Resoluciones Ejecutivas Regionales de liquidación de
obra*, donde se señale el plazo real de ejecución del
contrato de obra y el plazo real de ejecución de servicio
de supervisión
Detalle
N°
%
4
13
26
77
0
0
30
100
Resoluciones Ejecutivas Regionales de
liquidación, donde el plazo real de
ejecución de obra fue el contratado
Resoluciones Ejecutivas Regionales de
liquidación, donde el plazo real de
ejecución de obra no fue el contratado
(modificado)
Resoluciones Ejecutivas Regionales, de
liquidación donde el plazo del contrato
de supervisión aparece modificado
TOTAL
Fuente: Gobierno Regional La Libertad
Elaborado por: Tesista
*Resoluciones Ejecutivas Regionales, que aprueban liquidaciones de ambos contratos (Ejecución y
supervisión).
En el Cuadro No. 08 de las Resoluciones Ejecutivas Regionales revisadas,
el 13% señalan que las ejecuciones de obra mantienen el plazo original, es
decir sin ampliaciones, el 77% tienen el plazo de ejecución contractual
modificado o ampliado y el 100% de los plazos de los contratos de
supervisión aparecen con los inicialmente contratados.
147
IV. DISCUSIÓN DE RESULTADOS
1. Discusión de resultado
Tabla N°. 02
Como se puede observar en la Tabla No. 02, del total de resoluciones que
aprueban liquidaciones de contratos de ejecución de obra, estas a su vez
también contienen los cálculos financieros referidos a la liquidación de los
servicios de supervisión; esto debido a que las áreas competentes del ente
público elaboran o confeccionan un solo instrumento técnico-financiero
(liquidación) por todos aquellos servicios contratados para la realización o
materialización de una obra pública, siendo el principal de estos (por la
magnitud de los trabajos y presupuestos afectados) la ejecución de la obra.
Demostrando que al servicio de supervisión de obra se le considera como
“una partida” más del contrato de ejecución de obra.
2. Discusión de resultado
Tabla N°. 03
De los resultados obtenidos, tenemos que los contratos de consultoría para la
supervisión de obra, si bien contienen una serie de cláusulas que establecen
los derechos y obligaciones de los contratistas, tanto público como privado;
sin embargo, como hemos indicado, existen aspectos que muchas veces no
son cubiertos por estos, ni por los marcos regulatorios específicos (bases
administrativas y otros documentos que establecen obligaciones y derechos),
cuando ello ocurre se opta por las normas especiales que regulan la
148
contratación estatal en el país (D.L 1017 y DS 184-2008-EF y sus
modificatorias); sin embargo, existen contrataciones específicas como la que
estudiamos que no cuentan con marcos normativos propios o cuentan con
una mínima regulación en el mejor de los casos, esto aunado a que la
normativa especial indicada contiene muchos espacios de actuación
discrecional por parte de la administración, la cual creemos que al adoptarse
decisiones de esta naturaleza, estas deben estar enmarcadas dentro de los
principios generales del derecho administrativo.
3. Discusión de resultado
Tabla N°. 04
De acuerdo al resultado presentado a través de la Tabla N° 3, podemos
observar que la totalidad de contraprestaciones (pagos) a cargo de la entidad
por los servicios de supervisión recibidos, los hace depender totalmente de
las prestaciones o avances de ejecución de partidas efectuadas por el
contratista ejecutor de obra; el contrato de supervisión de obra por su
naturaleza es un contrato de ejecución continuada, cuya prestación se
encuentra en relación directa con la prestación efectuada por otro contratista
privado (ejecutor de obra pública); sin embargo existe un contrato autónomo,
en donde se han prescrito ciertas cláusulas esenciales de observancia
obligatoria para ambos sujetos contractuales como son el objeto contractual,
el plazo y el pago, donde se establece claramente la función a realizar, el
término inicial y final de la prestación.
149
4 Discusión de resultado
Tabla N°. 05
Tal como se aprecia de los resultados expuestos; la totalidad de los contratos
de supervisión de obra pública, contienen cláusulas de solución de
controversias o los denominados “convenios arbitrales”, ello creemos que si
bien garantiza que los conflictos e incertidumbres que se presenten cuenten
con un mecanismo que coadyuve a
la solución de determinadas
controversias; sin embargo en la praxis, este tipo de relaciones contractuales,
(contrato de supervisión de obra) al no representar la trascendencia
económica de los contratos de ejecución de obras, y al ser este medio, por su
origen y naturaleza un instrumento dirigido a solucionar conflictos sobre
relaciones comerciales y mercantiles, es claro que su puesta en marcha
ciertamente no resulta siendo fácil y atractiva económicamente para los
sujetos que vieran vulnerados o afectados sus derechos durante la ejecución
de este contrato, cayendo muchos de los conflictos suscitados en una práctica
ausencia de una efectiva tutela de derechos.
5
Discusión de resultado
Tabla N°. 06
De los resultados expuestos; resulta claro indicar que la ampliación en el
plazo para la prestación en el contrato de ejecución de obra, se encuentra
debidamente procedimentalizada, con causales, plazos y requisitos, así como
sus efectos sistémicamente establecidos en la normativa; sin embargo no se
puede decir lo mismo del contrato de supervisión de obra, para el cual dicha
150
figura (ampliación de plazo) se encuentra afecta a la regulación sobre
contratos de servicios en general, para situaciones que afecten el plazo que
no provengan de eventos relacionados al contrato de ejecución de obra, y por
otra parte la norma estipula la modificación “automática” cuando se altere el
plazo contractual por aspectos relacionados a la ejecución del contrato de
obra; ello en base al supuesto normativo de la “accesoriedad”, del artículo
202° del RLCE, que señala que todos los contratos vinculados con el contrato
de ejecución de obra, al sufrir este una alteración en el elemento plazo,
deberán ser ampliados de “oficio” por la entidad.
6
Discusión de resultado
Tabla N°. 07
De la información evaluada se ha podido obtener como resultado dos
aspectos: el primero, que tiene que ver con las potestades discrecionales de
la administración dada la carencia o vacío en la normativa sobre la materia y
el segundo, relacionado al nivel de “subordinación” y/o “accesoriedad” que
percibe la administración per se, existiría en todos los otros contratos de
bienes y servicios (entre estos el de supervisión de obra) en relación al
contrato de ejecución de obra; resulta evidente que bajo el primer aspecto nos
encontramos
ante
una
deficiencia
técnico-normativa
respecto
al
procedimiento para extinguir regularmente un contrato de consultoría de
supervisión de obra pública; para este contrato encontramos un procedimiento
sui-generis, dado que para tales propósitos la normativa nos habla por un lado
de conformidad y por otro de liquidación, sin embargo como es conocido, la
151
normativa indica que para el caso de bienes y servicios el vínculo contractual
culmina con la conformidad y pago; para los casos de ejecución y consultoría
de obras (elaboración de expedientes técnicos o supervisiones de obra), la
vinculación se extingue con la liquidación y pago, por consiguiente en este
punto creemos que la normativa no resulta siendo del todo precisa, y el
segundo aspecto tiene que ver con la problemática en la gestión de los
contratos públicos por parte de las entidades tienen un fuerte componente en
el ámbito presupuestal, donde por lo general se tiene que las partidas
presupuestarias
para
cubrir
los
servicios
de
supervisión
han
sido
programadas como parte del presupuesto global de la ejecución de obra,
entonces las entidades públicas administran y procesan dicha relación
contractual durante su ejecución y liquidación como si se tratara de una “subpartida” de las tantas que se podría componer un presupuesto de ejecución
de obra.
7
Discusión de resultado
Tabla N°. 08
De acuerdo a nuestro resultado expuesto, podemos evidenciar por un lado
que, dada la aprobación de un adicional de obra, no se mencione en la
totalidad de las resoluciones analizadas, consideración respecto a la
aprobación de adicionales o mayores prestaciones de de supervisión, he aquí
tenemos otro sustento sólido para señalar que a pesar de la potestad reglada
de la entidad sobre su aprobación u otorgamiento, estas muchas veces no
son consideradas o reconocidas formalmente dado que se ha venido
152
estableciendo el denominado “otorgamiento automático” basado en una idea
sesgada de la accesoriedad de un contrato respecto a otro; sin embargo
creemos que resulta muy importante la expedición de un acto aprobatorio
formal e independiente cuando se requiera contar con prestaciones
adicionales o mayores prestaciones de supervisión, dado que estas tendrán
un tratamiento y efecto diferente en el servicio dependiendo de la forma de
realizar la prestación, es decir si este se efectúa conforme al avance de la
ejecución de obra o en base a un plazo determinado.
8
Discusión de resultado
Tabla N° 09
Conforme al resultado expuesto mediante la Tabla N°8, el plazo contractual
estipulado para la ejecución de ambos servicios, pese a que desde lo formal
se presume están destinados a cumplirse casi en forma simultánea, resulta
que solo para el contrato de obra se revela que en un alto porcentaje sufren
modificaciones y pareciera ser que el plazo de ejecución del servicio de
supervisión se mantuviera inalterable, siendo esto debido a que dichos
contratos en la práctica son prorrogados en forma “automática”, basada en el
entendido de que existe una “accesoriedad material” entre ambos contratos;
sin embargo existe una diferencia sustancial entre estos tipos de servicios,
respecto a los plazos contractuales y los plazos de vigencia contractual, ello
por cuanto para el caso del contrato de obra su vigencia dependerá de las
modificaciones que sufra el mismo a lo largo de su ejecución en aras de
conseguir su objeto que es la culminación de una obra, y por otro lado el
153
servicio de supervisión tendrá vigencia en la medida que exista un servicio de
ejecución de obra pendiente de realizar, independientemente de que la obra
se llegue o no a culminar.
154
V. CONCLUSIONES
1. El presente estudio nos permite establecer que el contrato de servicio de
supervisión de obra pública debe recibir un tratamiento sustantivo y
adjetivo propio que le brinde clara autonomía con respecto al contrato de
ejecución de obra, en base a los siguientes fundamentos:
 El contrato de supervisión de obra responde a un objeto totalmente
distinto al de ejecución de obra.
 Las prestaciones de supervisión de obra por su naturaleza necesitan
brindarse dentro de un sistema de contratación en el cual se garantice
el cumplimiento de los elementos esenciales del contrato (plazo y
precio pactado), independientemente del desarrollo del contrato de
obra.
 Las modificaciones contractuales que se realicen sobre este vínculo,
obedecen a presupuestos mayores a los contemplados para los
servicios en general.
 No siempre los cambios o modificaciones sobre elementos o
condiciones en los contratos de servicio de supervisión tienen su origen
o correlato en cambios o modificaciones en los contratos de ejecución
de obra.
 El contrato de supervisión de obra debe mantener un régimen con
presupuestos particulares para su terminación o extinción, dado que
sobre estos, repercuten acontecimientos que generan discrepancias o
controversias en el contrato de ejecución, limitando su conclusión.
155
 El establecimiento de un régimen jurídico propio establecería con
claridad que la figura del supervisor de obra, se trata de un contratista
privado vinculado al Estado y no de un servidor público como muchas
veces se interpreta.
2. El contrato de supervisión de obra, no es un contrato “accesorio” como se
le ha venido considerando erróneamente durante estos años básicamente
a través del desarrollo jurisprudencial, la prestación obligacional del
contratista supervisor si bien se encuentra vinculada a la prestación de
otro contratista privado (ejecutor de obra); sin embargo, ambas relaciones
contractuales son autónomas, y obedecen a objetos contractuales
diferentes: El objeto del contrato de obra es: la ejecución del proyecto y el
objeto de la supervisión de obra es: el control y la fiscalización de la
ejecución de obra.
3. El desarrollo (ejecución) del contrato de supervisión ha sido visto siempre
como un contrato en el cual se reflejan las modificaciones que surjan en la
ejecución del contrato de obra, pero ello muchas veces no es así, puesto
que en algunas ocasiones los cambios relacionados a las ampliaciones de
plazo o prestaciones adicionales de este último no conllevan en forma
automática a algún cambio sobre estos mismos elementos en el servicio
de supervisión, o también podemos decir que las modificaciones que se
aprueben para la supervisión no se deben exclusivamente a cambios
durante la ejecución del contrato de obra.
156
4. Respecto a la extinción del contrato de supervisión de obra, en la práctica
administrativa las entidades públicas ante la existencia de una exigua
regulación, suelen liquidar en forma conjunta tanto el contrato de
ejecución de obra como los servicios de supervisión, ello obedece por un
lado a la consideración errónea de la “accesoriedad” de la supervisión y
por otro a que el procedimiento para extinguir debidamente este vínculo
contractual (liquidación) resulta siendo muy impreciso, constituyendo un
calco (con la diferencia únicamente de los plazos otorgados) del
procedimiento para liquidar el contrato de ejecución de obra.
5. Al encontrarse en ejecución los servicios de supervisión, se pueden
presentar determinadas controversias o desavenencias entre el ejecutor
de obra y la entidad, dejando el interés del supervisor comprometido a
expensas de la solución de este conflicto, ello en función a que no existe
en la normativa un procedimiento que permita al supervisor sin afectación
del interés público y con garantía de sus derechos contractuales, ante
tales circunstancias, concluir anticipadamente dicha vinculación.
157
VI. RECOMENDACIONES
1. Sugerir que los criterios y argumentos esbozados en el presente trabajo sean
puestos de consideración de los diversos operadores de las entidades
públicas encargados de la administración de contratos de ejecución de obra y
servicios de supervisión: ministerios, gobiernos regionales, gobiernos locales,
entidad del poder judicial, del poder legislativo y de las entidades
constitucionalmente autónomas así como a los operadores privados que se
vinculan con las entidades públicas mediante esta figura contractual.
2. Proponer a los legisladores la elaboración de una regulación independiente de
este servicio, en la normativa de Contrataciones del Estado, estableciendo un
capitulo propio para los servicios de consultoría, independiente de los
servicios en general, con especial énfasis en la supervisión de obras, así
como un procedimiento propio para el desarrollo del mismo, generando una
nueva viciòn del servicio de Consultoría para la Supervisión de una Obra
Pública, recomendando se empodere a este particular no sólo con facultades
para fiscalizar la ejecución de la prestación del ejecutor de obra, sino que
también pueda realizar una especie de control preventivo especializado en la
gestión de las diversas áreas de las entidades de la administración
relacionadas con la contratación de obras públicas.
158
4. Recomendar a las dependencias competentes del Poder Ejecutivo, la
creación de un Organismo Autónomo Central, conformado por el Ministerio de
Economía y Finanzas, la Contraloría General de la República y por
representantes del Colegio de Ingenieros, Arquitectos, que tengan como
facultad administrar un Registro Nacional de Profesionales debidamente
seleccionados para realizar Servicios de Supervisión de Obras Públicas.
159
VII. REFERENCIAS BIBLIOGRAFIAS
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6. HERRERA
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Apuntes
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7. Datos jurisprudenciales/descargas. La excesiva onerosidad de la prestación y
la cláusula Rebus sic Sanctibus. Sitio web: www.raejurisprudencia.com.pe/
8. MERINO ACUÑA, R. “La Tutela Constitucional de la Autonomía Contractual:
El
Contrato
entre
Poder
Público
y
Poder
www.cepc.es/rap/Publicaciones/Revistas/1/1957_023
Firma del Autor
Privado”.
Sitio
web:
Descargar