Litoralizacion

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Pandi Zdruli
Serie Folletos: B Número: 6 CONTENIDOS INTRODUCCIÓN Ecosistemas frágiles costeros con una rica herencia cultural Procesos naturales y presiones humanas sobre las áreas costeras Desertificación y litoralización: ¿dónde está la conexión? LOS EFECTOS IN SITU DE LA LITORALIZACION Urbanismo, sellado de suelo y presión demográfica, incluyendo turismo Agricultura Inundaciones LOS EFECTOS EX SITU DE LA LITORALIZACION PERSPECTIVAS FUTURAS Y RECOMENDACIONES Marco político e institucional BIBLIOGRAFIA ADICIONAL Y RECURSOS 1 2 4 5 6 6 10 12 13 13 14 15 INTRODUCCION La palabra "litoral" deriva del italiano “litorale”. Las definiciones más comunes la relacionan "con la línea de la costa", "ribera", “zona intermareal” o “zona litoral ” y están relacionadas con las actividades que ocurren sobre una franja de tierra y agua bastante estrecha, conocida tambien como zona costera. En francés el proceso de "litoralización” significa “el sobredesarrollo costero”. Generalmente el proceso puede ser descrito como la migración interna de la población hacia la costa y la "maritimización" de la economía asociada a actividades económicas como el turismo, puertos e instalaciones de almacenamiento y servicios, industria petrolera, pesca, y desarrollo de infraestructuras. Todo ello causa una tremenda ocupación del suelo en cortos periodos de tiempo. No hay duda de que las oportunidades de tener una mejor calidad de vida y más empleo aumentaron para el inmigrante nacional e internacional debido al fuerte desarrollo económico en estas áreas. Estos procesos están especialmente acentuados en el Mediterráneo. Definiciones oficiales de zona costera La fronteras oficiales costeras en muchos países ribereños son imprecisas o incluso inexistentes. Sobre la tierra, a menudo son calculadas como distancias físicas (unos pocos kilómetros o unos pocos cientos de metros desde el mar) que no necesariamente coincide con el territorio habitado en las zonas costeras. En los casos en que existe delimitación en el mar, por lo general incluyen todas las aguas territoriales, que se extienden más allá de los límites de la zona costera como tal. En España, la ley sobre zonas costeras utiliza el término 19 veces sin definirlo; en Francia la definición legal incluye municipios costeros (y en algunos casos estuarios y deltas localizados fuera del límite de las agua saladas); en Argelia incluye todas las islas, la plataforma continental y una franja de terreno costero con una anchura mínima de 800 metros, mientras que en Egipto esta anchura podría alcanzar hasta 30 kilómetros en las regiones de desierto. Fuente: Plan Azul 2005
1 Ecosistemas costeros frágiles con una rica herencia cultural La línea costera mediterránea tiene aproximadamente 46.000 kilómetros de largo y está dividida casi igualmente en costas rocosas y sedimentarias. La costa norte de la cuenca es especialmente irregular e incluye numerosas islas grandes y pequeñas que cubren casi el 73% de la totalidad de la costa. Además hay casi 1 millón de hectárea de humedales, incluyendo deltas, llanuras encharcadas, lagunas, charcas, y marismas. A pesar de constituir sólo el 0,8% de la superficie oceánica global, el mar Mediterráneo alberga el 7% de todas las especies marinas reconocidas en el mundo. Su rica diversidad biológica incluye especies raras en peligro de extinción como la foca monje, Monachus monachus, y dos especie de tortugas marinas (Caretta caretta y Chelonia mydas). Los humedales costeros juegan un papel crucial en el mantenimiento y mejora de la calidad ambiental y proporcionan importantes beneficios económicos. Entre sus múltiples funciones, purifican el agua, secuestran carbono, ayudan a mantener el equilibrio del ciclo de agua, acogen millones de aves migratorias, y proporcionan excelentes zonas de ocio. Hay 81 áreas Ramsar y numerosas áreas NATURA 2000 a lo largo de toda la Cuenca Mediterránea. Figura 2: Tortugas de mar Caretta caretta Fuente: proyecto MEDCOAST Además, las costas mediterráneas incluyen 48 lugares declarados como patrimonio cultural por la UNESCO con una excepcional belleza, como las terrazas milenarias de Cinque Terre sobre la costa tirrénica de Italia o Venecia en el Adriático. Las costas son extraordinariamente hermosas. Gracias a su excepcionalmente rica flora y flora, maravillosas playas y un rico patrimonio cultural, son el destino turístico preferido para muchos millones de personas de todo el mundo. 2 Figura 3: Delfines nadando en Mar Mediterráneo Fuente: proyecto MEDCOAST Figura 1: Los humedales de Torre Guaceto, Brindisi, Italia Foto: P. Zdruli Figura 4: La famosa Laguna Azul de Oludeniz en la costa de Turquía Fuente: proyecto MEDCOAST Es imposible describir el Mediterráneo sin su gente y su historia. El Mare Nostrum ha sido un puente y no una división, entre África, Asia y Europa. La población mediterránea ha compartido objetivos comunes y ha dejado las huellas de su civilización a lo largo de todas sus orillas. Todos los templos romanos desde Fés en Marruecos hasta Baalbek en el Valle de la Bekaa del Líbano son vivos testigos de un pasado glorioso que preparó el camino a las modernas civilizaciones europeas y a los famosos exploradores mediterráneos que descubrieron el Nuevo Mundo. Raras veces se encuentra en cualquier otra parte en del mundo tal mezcla de culturas: fenicia, griega, romana, bizantina y árabe, y lo más importante de esta rica herencia cultural mundial es que se concentra mayoritariamente en la costa. 3 ¿Dónde está Ogygia, la isla donde la ninfa Calipso mantuvo a Ulises en el cautiverio? ¿Dónde está Scylla, el temible monstruo con doce pies y seis cabezas? ¿Dónde está la tierra de los fenicios, donde Nausicaa dio la bienvenida al héroe naufrago? La respuesta a muchas de las preguntas planteadas por la mitología Homérica se debe buscar en las costas de Calabria: la isla de Ogygia está cerca del promontorio Laciniano, hoy el Cabo Colonna; Scylila está al sur de la Costa Violeta; el reino de Alcinous está cerca del Golfo de Squillace. La historia antigua tiene también mucho que contar a lo largo de las orillas de Calabria: fue aquí donde fueron fundadas las colonias más famosas y prósperas de Magna Grecia: Sibaris (Sibari) en la desembocadura del río Crati, Kroton (Crotone) un poco al sur de la desembocadura del Neto, Locri Epizephiri al norte del Cabo Bruzzano. Este extraordinario pasado ha dejado rastros más o menos dispersos por todas partes, a tan sólo unos metros del litoral, enterrados en la arena, sobre las rocas, oculto en el fondo del mar. Fuente: Franco Bevilacqua, © 1999 Abramo. Regione Calabria con la contribución de la Unión Europea El famoso historiador francés Fernand Braudel (1902‐
1985) describió el Mediterráneo como “miles de 4 cosas al mismo tiempo. No solamente un paisaje, sinos incontables. No solamente un mar, sino una cadena de mares. No sólo una civilización sino muchas... El Mediterráneo es un viejo cruce de caminos. Durante miles de años, todo ha convergido en este mar, inquietando y enriqueciendo su historia”. Es obvio que la protección y la conservación de los ecosistemas mediterráneos costeros y su herencia cultural son y serán cuestiones importantes en las agendas políticas de todos los Gobiernos Nacionales de la región y de la Unión Europea aunque todavía se tendrá que ver si tendrán éxito en el soportar las presiones de globalización y la competencia económica. Una cosa está clara: la presión sobre las áreas costeras aumentarán. Figura 5: El puerto Veneciano en Chania, Creta, Grecia Foto: P. Zdruli Procesos naturales y presiones humanas sobre las áreas costeras Cuando se trata del ecosistema mediterráneo costero está claro que hay una fuerte correlación entre procesos naturales continentales como la erosión y sus efectos aguas abajo vinculados a las inundaciones, la sedimentación, la erosión costera, todos ellos interaccionando con la deriva litoral y los cambios costeros. Desde tiempos históricos, la evolución del Golfo de Valencia en España está bien documentada. Se observa que des del valle del Ebro a la ciudad de Valencia la costa tiene una tendencia recesiva, mientras que desde Valencia hasta el Cabo de San Antonio la tendencia es progresiva. Hay procesos similares evidentes en toda la cuenca y, en particular, en los grandes deltas de los ríos Ródano, Nilo y Po. Estos procesos inevitablemente promueven la expansión de la erosión costera que causa un daño extensivo. El proyecto europeo EUROSION mostró en el año 2004 que el área perdida o con un alto riesgo de ser perdida en Europa era de 15 km2 por año. Entre 1999 y 2002 aproximadamente 300 casas tuvieron que ser abandonadas en Europa y otras 3.000 perdieron su valor de mercado debido a elevados riesgos de erosión costera. Los riesgos aumentan enormemente si las dunas costeras y las defensas artificiales son dañadas, causando inundaciones costeras sobre áreas muy grandes. Los procesos reflejan tanto las condiciones naturales como los efectos inducidos por el hombre. Estos últimos incluyen la ingeniería costera, la recuperación del suelo, la construcción de embalses, los dragados, la deforestación, la extracción de gas y de agua. En particular, la urbanización de la costa ha agravado la intensidad del problema haciendo desaparecer gradualmente los paisajes costeros naturales. Figura 6: La costa de Barcelona Foto: P. Zdruli Asumiendo que las actuales sugerencias para los escenarios del cambio climático son correctas, el daño económico debido a la subida de nivel de mar y otros factores podría ser devastador. Italia podría perder el 6% de su territorio mientras que la mitad de los humedales costeros de Europa podrían desaparecer. Un estudio para el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) estima el riesgo mundial de erosión costera en 5.400 millones de euros al año para el período 1990 – 2020. La situación podría ser particularmente notoria en el Mediterráneo debido a su naturaleza cerrada. Desertificación y litoralización: ¿dónde está la conexión? Si uno mira la estricta definición de desertificación, puede parecer que al menos desde el punto de vista climático la litoralización no es desertificación. Sin embargo, la desertificación es la degradación del territorio, por tanto su conexión con la litoralización es real. Para entender esto es necesario analizar una serie de presiones y factores que afectan directamente las zonas costeras. La figura 7 resume las interacciones ebtre los procesos continentales en las cabeceras de las cuencas hidrográficas y las presiones sobre las líneas costeras. Está claro que las presiones antropogénicas juegan un papel crucial en todo el proceso. La desertificación no tiene fronteras de modo que los análisis y las conclusiones de este cuaderno se dirigen no sólo a los países incluidos en los Anexos IV y V de la Convención de las Naciones Unidas en la lucha contra la Desertificación (CLD), sino también a todo el Mediterráneo. 5 Direct pressures on the coastal zone
Catchment Area
Fisheries,
Aquaculture,
Tourism, Material
Extraction
Urbanization,
Infrastructures,
Industries, Tourism
Land based pollution,
runoff decrease in
terrigenous inflows
water abstraction
Hinterland
Sea
Coastline
Floods, salt water intrusions
Accidental and wilful maritime
pollution, invasive
Lagoon
Coastal plains
Coastal strip
Sublittoral zone
Coastal ecosystems
Coastal Zone
Figura 7: Presiones antrópicas directas en la zona costera Fuente: Blue Plan 2005 EFECTOS IN SITU DE LA LITORALIZACION 6 Se consideran un conjunto de factores y presiones en estos análisis, con el objetivo de investigar las causas que están detrás de ellos y así estimar su magnitud. Aunque estos análisis se basan en datos publicados, deberán ser evaluados con precaución conforme a las condiciones nacionales o locales. También podrían ser utilizados como aproximación metodológica en cuanto a la evaluación de impacto ambiental de las zonas costeras. Urbanismo, sellado del suelo y presión demográfica, incluyendo turismo La Estrategia Temática Europea para la Protección de Suelo identifica el sellado del suelo como una de las ocho amenazas reconocidas para los recursos del suelo de Europa. Mientras el daño económico de algunas otras amenazas, como la erosión o la contaminación, se estima en varios millones de euros al año, no es posible estimar el daño económico causado por el sellado del suelo. Esta es una cuestión de gran importancia que requiere futuros estudios. Alguien podría argumentar: “¿Qué hay de malo en utilizar el suelo para el desarrollo de infraestructuras en vez de para cultivar tomates? ”. La respuesta es clara: la cubierta artificial de la tierrra altera negativamente las funciones del ecosistema y los ciclos naturales de los nutrientes, y los flujos de agua y de gases, con consecuencias directas en la biodiversidad, el equilibrio de aguas subterráneas y la estabilidad de ecosistema, por citar algunos ejemplos. •
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Las zonas urbanizadas cubren en la actualidad cerca del 40 % de la línea costera mediterránea. El 80 % de la contaminación total que afecta el Mar Mediterráneo proviene de fuentes terrestres. La mitad de las ciudades con más de 100.000 habitantes no tiene plantas de tratamiento de agua y el 60 % de las aguas residuales se vierte al mar sin haber sido tratada. Aún así la calidad de las aguas aptas para el baño ha mejorado en la Unión Europea. La acumulación de sustancias tóxicas persistentes en la cadena trófica es causa de preocupación. Medidas locales han demostrado niveles por encima de los estandáres de la Organización Mundial de la Salud. Los aportes de nitratos se ha duplicado en los últimos 20 años. El plástico supone un 75 % de los residuos encontrados sobre la superficie y el fondo del mar. Durante los 50 años pasados, la cantidad de sedimentos que llegan al mar ha descendido en un 90 %, y una gran superficie de la costa está afectada por la erosión. A pesar de la reducción de la contaminación por hidrocarburos como resultado de las regulaciones, todavía alcanzan las 100.000/150.000 toneladas al año. Los datos disponibles revelan la entrada en el ecosistema mediterráneo de 500 especies invasoras exóticas. Las líneas de la costa están siendo cementadas por puertos comerciales y deportivos para satisfacer la demanda de la práctica de la vela, que también contribuye a la contaminación por residuos sólidos, a las descargas de residuos no tratados al ambiente marino y a la degradación de la flora marina debido a los anclajes. Varios destinos turísticos han sufrido pérdidas considerables de ingresos debido a la disminución de la calidad ambiental. Figura 8: ¿Cuánto tiempo se necesitará para cubrir las islas maltesas de cemento? Fuente: Universidad de Malta, 2004 7 Fuente: www.planblue.org/coastal Figura 9: Excesiva urbanización sobre las costas maltesas Foto: Ch. Morini Los europeos han urbanizado más del 65% del territorio continental pero la situación está mucho más acentuada en las áreas costeras. Los estudios muestran que alrededor del 50 al 70% de los europeos mediterráneos viven dentro de los 60 kilómetros costeros. En algunos países del sur de Europa la cifra es todavía mayor. (Un ejemplo extremo de litoralización es la ciudad de Beirut en Líbano, donde prácticamente no queda suelo sin urbanizar a lo largo de la costa y el sellado del suelo está alcanzando rápidamente las colinas circundantes). Lamentablemente, en muchos casos la urbanización se ha extendido de manera ilegal. En qué medida los responsables políticos pueden parar o no tal proceso es a menudo un asunto por resolver, acompañado de una gran controversia. La concentración de actividades en tan estrechas franjas de terreno está asociada a la pérdida de suelos fértiles para la agricultura y de valiosos hábitats costeros, así como a la contaminación y por tanto al aumento del impacto ambiental. Se estima que Grecia puede haber perdido más de un tercio de sus humedales. Otro factor es la alta concentración de población en pequeñas áreas, lo que las hace más vulnerables a catástrofes tales como inundaciones, terremotos, y volcanes. El volcán Vesubio que destruyó Pompeya hace dos mil años no está lejos de la costa, pero esto no ha frenado la enorme expansión de Nápoles en sus proximidades. Tampoco son imposibles los tsunamis en el Mediterráneo. El proceso de concentración demográfica sobre las zonas europeas costeras comenzó después de la revolución industrial, pero se expandió rápidamente a mediados del siglo XX. Fue promovido por una serie de incentivos destinados a favorecer el desarrollo económico después del final de la Segunda Guerra Mundial. Una vez que el auge económico produjo una riqueza sin precedentes (sobre todo en Europa Occidental), el turismo se convirtió en la principal fuerza motriz de la transformación costera. 8 Figura 10: Nótese la intensidad de las luces a lo largo de las zonas costeras de Europa Fuente: NOAA (www.nqdc.noaa.gov) Un estudio publicado en 2000 por el Centro Común de Investigación de la Comisión Europea, (proyecto LACOAST ‐ Cambios de la cubierta del suelo en zonas costeras) cuantificó los cambios de cubiertas durante el período 1975‐1990 sobre una distancia estándar de 10 kilómetros de la costa. Este estudio concluyó que los cambios ocurridos durante este período incluían transformaciones dentro de la misma categoría (agricultura de regadío frente a agricultura de secano), conversión de pastos a cultivos o pérdida de humedales para el desarrollo de puertos. Los cambios más relevantes se vieron en zonas urbanizadas a lo largo de las costas del sudeste de Portugal, sur de España y las islas de Córcega, Cerdeña, y Sicilia donde las cifras mostraron un aumento del 30% (veáse el mapa elaborado en el proyecto de LACOAST). La litoralización ha continuado a un paso rápido desde entonces. Uno de los motores principales de la litoralización es la presión demográfica. Durante las tres últimas décadas los países del Mediterráneo han experimentado un enorme crecimiento demográfico. En el año 2000, los 22 países del Mediterráneo albergaban 428 millones de personas en comparación con los 285 millones en 1970. Los datos son bastante diferentes entre los países del norte y del sur. A lo largo de las costas del sur hay un índice de crecimiento anual del 2.35% anual o un aumento de la población en 3.9 millones de personas al año en todos los países desde Marruecos a Turquía. Estos datos son cinco veces más altos que para los países del norte del Mediterráneo. A nivel costero la estadística Eurostat NUTS3 nos dice que la población aumentó de 90 millones en 1970 a 143 millones en 2000. El principal aumento tuvo lugar en los países del sur y del este (80%, sobre un total de 48 millones de personas en 30 años). Los pronósticos de las regiones costeras muestran que el aumento demográfico de estas áreas podría alcanzar hast 174 millones en el año 2025 o un aumento medio del 0,8% al año, la mayor parte en zonas del sudeste de la cuenca. Figura 11: Aumento de la urbanización para el período 1975‐1990. Proyecto LACOAST Fuente: EEA 2002 La presión demográfica es exacerbada también por la industria del turismo. El Mediterráneo es el tercer destino turístico preferido internacionalmente, y el primero para los turistas europeos, acogiendo alrededor de 218 millones de visitantes cada año. Según la Organización Mundial del Turismo estas visitas aumentarán en el Mediterráneo. En el 2025 esta zona podría recibir 396 millones de visitas internacionales y 273 millones de turistas nacionales. Sólo Francia, Italia y España recibirían más del 75% de los turistas internacionales, mientras que Turquía se convertiría en el cuarto destino en el Mediterráneo con aproximadamente 34 millones de visitantes internacionales al año. A estas cifras deberían añadirse algunos millones más de turistas que pasarán sus vacaciones o fines de semana en la costa. Un ejemplo típico es Malta, un país de la Unión Europea con menos de medio millón de habitantes que recibe un promedio de 1,2 millones de turistas al año. La industria del turismo juega un papel importante en la economía mediterránea y se predice que irá en aumento. Sin embargo, la industria ha creado un buen número de problemas medioambientales como la pérdida de las tierras de cultivo, la contaminación, la erosión costera y el aumento del consumo de agua. 9 Figura 12: Urbanización en Mónaco Foto: P. Zdruli La necesidad de viviendas e infraestructuras ha empujado a los promotores a construir casi en todas partes tal y como se puede ver en esta foto de Agricultura Los actuales patrones de uso del suelo a lo largo de las zonas mediterráneas costeras ya no reflejan las prácticas establecidas de agricultura tradicional. En su lugar, estas practicas son cada vez más el resultado de multitud de decisiones de los propietarios de la tierra preocupados por los retornos económicos de los diferentes cultivos, árboles frutales y ganadería y de los políticos que tratan con empresas industriales y comerciales, así como con el desarrollo urbano y la expansión de las infraestructuras en forma de construcción de autopistas y centros turísticos de vacaciones. Hay varios intereses que compiten por el suelo y parece que la agricultura es la perdedora principal en la ecuación. En la Unión Europea de los 15, la agricultura en el año 2001 constituía sólo el 2% del PIB y sólo el 4% del empleo. Después de la ampliación de la Unión Europea en el año 2007 a 27 Estados miembros, la parte de PIB de la agricultura ha aumentado. A pesar de ser una pequeña parte de los PIB nacionales, la agricultura es el principal consumidor de agua, con casi la mitad del consumo. En los países europeos del Mediterráneo la cifra de consumo de agua por la agricultura es del 50%, pero aumenta drásticamente en África del Norte y Oriente Medio con valores de hasta el 80%. La Directiva Marco del Agua de la Unión Europea es particularmente sensible con respecto a la eficiencia del uso del agua y pone especial énfasis en 10 la utilización sostenible del agua en las zonas costeras. Es también importante definir el papel de la agricultura como una importante fuerza motriz en el desarrollo económico, en la creación de empleo y una fuente de ingresos para la población rural de las zonas costeras. La agricultura no debería ser vista sólo como culpable de la degradación ambiental. La pérdida de tierras fértiles para la urbanización y el sellado del suelo, sobre todo en los países del sur del Mediterráneo, podría potenciar la creación de serios problemas de abastecimiento y un malestar social que también podría afectar a países del norte del Mediterráneo como España e Italia. Debido al aumento de la presión demográfica y el continuo proceso de degradación del suelo, se espera que la tierra disponible cultivable per cápita en todo el Mediterráneo podría disminuir de 0,48 ha por persona en 1961 a 0,22 ha en el año 2020. Actualmente, los países del sur del Mediterráneo destinan cantidades considerables de sus ingresos provenientes del petróleo o del turismo para satisfacer las demandas de alimento que, alternativamente, podrían ser utilizados para programas sociales o de salud pública. Dos escenarios agrarios diferentes aparecen en el sector de la agricultura sobre las orillas del norte y del sur del Mediterráneo. En el sur hay una sociedad rural numerosa, mientras que el verdadero significado de "área rural” ha cambiado drásticamente en la Unión Europea mediterránea, incluso casi ha desaparecido, para ser substituido por el llamado “rural urbano” en los países del norte. La Unión Europea ha estado, y sigue estando, muy atenta a su política de desarrollo rural. Figura 13: Tierra Cultivable y Población en los países del Mediterráneo. Fuente: Proyecto MEDCOASTLAND basado en datos FAO La política de la Unión Europea para el desarrollo rural ha abordado una larga serie de grandes problemas y ha tratado de desarrollar escenarios para el futuro. Un aspecto importante (típicamente Mediterráneo) tiene que ver con la llamada marginalización de la agricultura, como un proceso que combina factores sociales, económicos, políticos y medioambientales, por el cual en ciertas áreas la agricultura deja de ser viable bajo los actuales usos del suelo y estructura socio‐económica, y ninguna otra opción agrícola es viable. El proceso termina con el abandono de la tierra. Esta última consecuencia está directamente asociada al movimiento demográfico hacia la costa y la litoralización. El proyecto LEADER (Asociación entre Acciones de Desarrollo de la Economía Rural) es un buen ejemplo. En los países mediterráneos europeos la necesidad de la diversificación es evidente, lo cual significa que los agricultores no deberían tratar sólo con cultivos, fruta, aceitunas, horticultura o la producción ganadera, sino también involucrarse en otras actividades como agroturismo y el turismo ecológico, y la restauración/preservación del patrimonio cultural. También podrían verse recompensados por la puesta en práctica de las medidas agroambientales. Figura 14: Paisaje pintoresco del área de Murge di Alberobello cerca de la costa adriática de Bari, Italia. En el centro se pueden ver las famosas granjas cónicas o el "trulli" de Apulia. Como se ha mencionado anteriormente, los cambios provocados por la litoralización han afectado negativamente a la agricultura. En la tierra restante utilizada para la producción agrícola, los vínculos con la desertificación reflejan principalmente un incremento de la contaminación del suelo y del agua debido al uso excesivo de pesticidas y fertilizantes y al aumento de la salinidad debido a la pobre calidad de agua de regadío. Este último problema es particularmente evidente en Italia, España, Grecia, Albania, Egipto y Turquía. Figure 15: Cambios en la costa de Andalucía Fuente: Programa de Medio Ambiente de las Naciones Unidas 2004. En el año 2004 el Programa Medioambiental de las Naciones Unidas publicó estas imágenes de satélite de áreas costeras de Almería en España. En treinta años (1974‐2004) toda el área de Campo de Dalias ha sido transformada de pasto y de agricultura de secano a invernaderos. A este proceso le ha seguido un extenso bombeo de aguas subterráneas con el fin de satisfacer la necesidad de agua del regadío. Estos drásticos cambios en los usos del suelo muestran el factor determinante de los mercados en el 11 establecimiento de modelos de uso del suelo. España es el mayor exportador de fruta y verdura fresca de la Unión Europea. La figura 16 muestra la intrusión de agua de mar en los acuíferos de agua dulce debido al bombeo de agua, principalmente para el riego. Este proceso se extiende a lo largo de muchas costas y ha acelerado problemas de salinidad en muchos cultivos de las llanuras costeras, con negativas consecuencias en la producción agrícola. Intrusión del agua del mar y aumento de la salinidad por el bombeo de aguas subterráneas Figura 16: Intrusión del agua del mar y aumento de la salinidad por el bombeo de aguas subterráneas Fuente: www.lentech.com Inundaciones Las inundaciones son una consecuencia de la variabilidad climática (sobre todo del modelo de precipitación), la hidrología (incluyendo la forma del lecho del río), la intensidad de drenaje y el balance del flujo, así como características del suelo, en particular la capacidad de retención de agua del suelo. Las inundaciones pueden ser el resultado final de la deforestación, los incendios forestales, el sobrepastoreo, el colapso de las terrazas de cultivo que aceleran la erosión y la escorrentía, y aumentan la intensidad de inundaciones sobre las llanuras aguas Figura 17: Deposición de sedimentos que causa abajo. Las zonas costeras son particularmente eutrofización en el mar propensas a tales procesos devastadores. La litoralización acentúa el proceso principalmente por Según una noticia de prensa de la Unión Europea, 12 las cubiertas de infraestructuras artificiales que para el período 1980‐2002 el mayor número de reducen la infiltración de agua en el suelo y alteran inundaciones ocurrió en Francia (22 %), Italia (17 %), los ecosistemas naturales. En consecuencia, la …y el mayor número de víctimas fue registrado en litoralización es tanto la causa como la víctima de las Italia (38 %), seguida de España (20 %) y Francia (17 inundaciones. %). Los mayores daños económicos ocurrieron en Alemania e Italia (ambos 11 billones de euros) seguidas por España y el Reino Unido (alrededor de 6 billones de euros). Las inundaciones del Río Mondego en Portugal en enero de 2001 causaron una pérdida económica de aproximadamente 12,5 millones de euros cuando un dique se rompió sobre la margen izquierda del río. Las inundaciones también ocurren en el sur de Mediterráneo. Un evento extremo fue registrado en Argel, una ciudad con más de 3 millones de habitantes, el 10 de noviembre de 200, con una precipitación superior a los 130 mm que causó inundaciones y deslizamientos. Esta catástrofe provocó la pérdida de 712 vidas humanas, y dejó 350 heridos y 116 desaparecidos. Aproximadamente 1.800 casas y 56 escuelas fueron dañadas y se destruyeron puentes, caminos y otras obras públicas. Casi 1.000.000 de m3 (hasta 10 m de espesor) de barro se acumuló en la calle de Bab el Oued, donde más de 350 vehículos (coches, camiones y autobuses) con sus pasajeros fueron sepultados por el barro. El resultado final de las inundaciones es la eutrofización del mar que algunos científicos consideran como la desertificación del mar. Este último efecto sólo refuerza la necesidad de una aproximación ecosistémica cuando se trata de la gestión de la interfase tierra‐mar. LOS EFECTOS EX SITU DE LA LITORALIZACION En los estudios de erosión, los efectos ex situ están relacionados con las consecuencias finales del proceso. En el caso de la litoralización, los efectos ex situ son la parte opuesta de la erosión. En este contexto, la litoralización crea disparidades extremas en el desarrollo de las zonas costeras y el interior. Grandes áreas del interior están siendo abandonadas, dejando atrás los bosques abandonados, las tierras degradadas, las terrazas colapsadas, el sobrepastoreo, los incendios forestales y la degradación en general. Durante las últimas décadas, la migración hacia las costas mediterráneas ha acentuado todos estos procesos rápidamente. PERSPECTIVAS FUTURAS Y RECOMENDACIONES Hay mucho en juego en las costas Mediterráneas. La población de la EU ampliada que vive en áreas costeras se ha más que duplicado durante los últimos cincuenta años y el valor total de activo económico localizado dentro de los 500 metros de la costa se ha multiplicado de 500‐1.000 mil millones de euros en el año 2000. Se espera que las consideraciones económicas seguirán siendo el motor principal en el desarrollo de las áreas costeras, y que los responsables políticos nacionales y de la Unión Europea seguirán estando preocupados por la dinámica económica y el crecimiento. Estos temas seguirán dominando las agendas políticas y probablemente acelerarán la litoralización y todas sus consecuencias, tanto las positivas y como las negativas anteriormente descritas. Las posibilidades son que más Promenade d’Angles y Las Ramblas aparecerán a lo largo de las costas mediterráneas. Las respuestas necesarias para asegurar un desarrollo sostenible de las zonas costeras han sido hasta ahora inadecuadas. Es hora de tomar medidas para frenar o invertir la degradación de la zona costera. Sin embargo, sin una definición clara de dónde comienza y acaba la zona costera es difícil comparar y supervisar los diversos indicadores y el estado de la degradación ambiental. El mejor camino para tratar la litoralización es aplicar los principios de la Gestión Integrada de las Zonas Costeras (GIZC). La Comisión Europea define la GIZC así: "La GIZC es un proceso dinámico, multidisciplinar e iterativo para promover el desarrollo sostenible de las zonas costeras. Cubre el ciclo completo de recopilación de la información, planificación (en su sentido más amplio), toma de decisiones, gestión y supervisón de su implementación. La GIZC utiliza la participación informada y la cooperación de todos los grupos implicados para evaluar los objetivos sociales en una determinada área costera, y promover acciones para la consecución de estos objetivos. El GIZC busca, a largo plazo, equilibrar los objetivos ambientales, económicos, sociales, culturales y recreativos, todo ello dentro de los límites impuestos por la dinámica natural. 'Integrado' en la GIZC significa la integración de objetivos y también la integración de los muchos instrumentos necesarios para lograr estos objetivos. Significa integración de todas las áreas políticas 13 relevantes, de los sectores, y a todos los niveles de administración. Significa integración de los componentes terrestres y marítimos del territorio objetivo, tanto en el tiempo como en el espacio. " Además, la GIZC tiene la intención de abordar los siguientes puntos clave: • Desarrollar un marco único con el fin de proporcionar soluciones equitativas para la resolución de conflictos entre intereses que compiten • Permitir la restauración de los ecosistemas acuáticos • Valorar y realzar los productos y servicios de los ecosistemas • Permitir el análisis político, cuestiones transversales e implementación a través de una gestión participativa y la implicación todas las partes afectadas El escenario de base mediterráneo pronostica el aumento significativo de las presiones sobre el territorio costero con: Poblaciones costeras que aumentarán de 70 millones en 2000 a 90 millones en 2025. 312 millones de turistas en 2025 en las áreas costeras frente a 175 millones en 2000, una densidad por kilómetro de costa que podría triplicarse en el Sur y el Este. 360 centrales eléctricas costeras hacia el 2025 frente a 200 en el 2000. Varias docenas de refinerías y complejos industriales adicionales en el Sur y el Este, quizás el equivalente a 175 nuevas plantas desalinizadoras con una capacidad de 6.000 m3 por día y nuevos puertos, carreteras y aeropuertos. El riesgo más significativo es la saturación de las áreas costeras y la artificialización adicional de 4.000 km más de línea de costa (alcanzando el 50 % de total en 2025). El escenario de tendencias también proyecta un aumento de los riesgos de incidentes de contaminación accidentales debido a la edad media de la flota, al número de barcos registrados, al número de accidentes producidos (311 en 23 años) y la potencial cuadruplicación del tráfico marítimo. Fuente: www.planblue.org/coastal Marco Político e Institucional 14 El capítulo 17 de la Agenda 21 establece políticas en cuanto a la GIZC. Todos los países mediterráneos han firmado este documento. Además, la Unión Europea ha sido siempre activa en su política mediterránea. En 1976 se celebró en Barcelona la primera Conferencia Intergubernamental para la Protección del Mediterráneo, que aprobó el Plan de Acción Mediterráneo, y al que le siguió una serie de conferencias y tratados. Un acontecimiento importante, celebrado también en España y conocido como La Convención de Barcelona para la Protección del Mediterráneo, fue firmado en 1995. La Convención inicial de Barcelona de 1976 entró en vigor en 1978 y fue enmendada en 1995. Los Protocolos fueron preparados en la línea de los objetivos de la Convención, con el propósito de reducir la contaminación en el Mar Mediterráneo y proteger y mejorar el medioambiente marino en el área, contribuyendo de esta forma a su desarrollo sostenible. En 1996, los gobiernos de la Región y la Comunidad Europea pusieron en práctica la Comisión Mediterránea sobre Desarrollo Sostenible con un mandato muy amplio y ambicioso en términos de estrategia de desarrollo sostenible. La UE refrenda decididamente la reciente Política Europea de Vecindad con todos los países de la región. Finalmente, este cuaderno sugiere las siguientes cuestiones que requieren una atención especial para el futuro: • Creación de capacidad institucional a nivel central, regional y local • Reforzar la implementación de políticas regulatorias y la gobernanza de las zonas costeras • Promoción de los recursos culturales y del apoyo de la sociedad para la gestión sostenible de la zona costera • Establecimiento de un balance razonable entre crecimiento económico y protección del medioambiente • Asegurar un seguimiento continuo BIBLIOGRAFIA ADICIONAL Y RECURSOS La Unión Europea planea sanear el medio ambiente maríno en 15 años La Comisión Europea ha propuesto una nueva estrategia para asegurar que todas las aguas marinas de la Unión Europea se encuentren medioambientalmente sanas en 15 años. La pérdida de la biodiversidad marina debido a la contaminación por sustancias peligrosas, exceso de nutrientes, el impacto de la pesca comercial y los efectos del cambio climático son los principales problemas destacados por la Comisión , a los cuales se dirige su estrategia. El Comisario de Medioambiente Stavros Dimas dice “Los mares y los océanos de Europa suponen una enorme contribución a nuestra calidad de vida y a nuestra prosperidad económica, pero se esán deteriorando debido a la sobreexplotación, la contaminación, el cambio climático y otros factores. En esta área se necesita una gran implicación europea y una aproximación integrada”. La Comisión ha desarrollado un marco político integrado para tratar de de hacer frente a las presiones y los impactos negativos sobre el medioambiente marino. La estrategia ha desarrollado unas claras directrices operativas sobre cómo alcanzar el buen estado medioambiental de las áreas marínas de toda la Unión Europea para el 2021. Los estados miembros que comparten áreas marinas con países que no son miembros de la Unión Europea serán estimulados a cooperar estrechamente con estos terceros países, dentro de los convenios marco existentes sobre las aguas marítimas. Antes de la introducción de cualquier nueva medida, se requerirán evaluaciones de impacto, incluyendo los análisis coste‐beneficio detallados de las medidas propuestas. Los programas nacionales tendrán que ser aprobados por la Comisión. Fuente: Enero de 2005, Noticias de Europa “Coasts and conflicts: towards harmonisation and integration in the Mediterranean”. E. Conrad and L.F. Cassar. Archimed Programme: Interreg IIIB, ECONET‐
COHAST project. ISBN:978‐99932‐0‐567‐8 “A sustainable Future for the Mediterranean: The Blue Plan’s Environment & Development Outlook” edited by Guillaume Benoit & Aline Comeau. EARTHSCAN 2005. ISBN‐13 1‐84407‐259‐0 “The LACOAST Atlas: Land Cover Changes in European Coastal Zones”, edited by Vanda Perdigào and Susan Christensen. European Commission, Joint Research Centre, Space Applications Institute, Ispra, Italy. 2000. SITIOS WEB RELACIONADOS Convención de Barcelona http://www.unep.ch/regionalseas/regions/med/t_ba
rcel.htm Política de la Comisión Europea en Gestión Integrada de la Zona Costera http://europa.eu.int/comm/environment/iczm/home
.htm Directriva Marco del Agua de la Unión Europea http://ec.europa.eu/environment/water/water‐
15 framework/index_en.htm CIESM Comisión Mediterránea de Ciencia http://www.ciesm.org/index.htm MEDCOASTLAND Red temática financiada por la Comisión Europea (CE), dentro del 5º Programa Marco de Cooperación Internacional con los países mediterráneos, que tiene por objeto la coordinación mediterránea y la difusión de la gestión de la conservación del territorio para combatir la degradación, para un uso sostenible de recursos naturales en las zonas mediterráneas costeras. http://medcoastland.iamb.it/index.php Proyecto MEDCOAST: Contribuye a la conservación costera y marina en el Mediterráneo y el Mar Negro, a través de la mejora de las prácticas de gestión para las zonas costeras http://www.medcoast.org.tr Dirección General de Medioambiente de la Comisión Europea: Una iniciativa europea para la gestión sostenible de la erosión costera. Proyecto EUROSION http://www.eurosion.org/ La Bandera Azul es una eco‐etiqueta exclusiva concedida a más de 3200 playas y puertos deportivos en 36 países de Europa, Sudáfrica, Marruecos, Nueva Zelanda, Canadá y el Caribe en 2006 http://www.blueflag.org COM (2006) 232 del 22.9.2006 Estrategia Temática Europea para la Protección de Suelo http://ec.europa.eu/environment/soil/index.htm Programa de Postgrado (Máster en Ciencias): Gestión de costas para el Mediterráneo http://www.educom‐
med.org/course/CourseWeb.htm 16 
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