15 de diciembre de 2010 Nº 18 LEY DE LA PROCURADURIA GENERAL DEL ESTADO ANTONIO PERES VELASCO CONTENIDO 1 2 RESUMEN EJECUTIVO ANÁLISIS 2.1 Base constitucional 2.2 Caracterización de la propuesta 2.2.1 Naturaleza jurídica e independencia 2.2.2 Ámbito de competencia 2.2.3 Estructura orgánica 2.2.4 Objeción de la designación 2.2.5 Consejo de Abogados del Estado 2.2.6 Gratuidad y financiamiento 3 LEGISLACIÓN COMPARADA 3.1 3.2 3.3 3.4 3.5 4 5 Argentina Colombia Ecuador Honduras Panamá TRASFONDO POLÍTICO CONCLUSIÓN 1 2 2 2 3 3 4 4 4 5 5 5 5 6 6 6 7 7 1 RESUMEN EJECUTIVO En los últimos días, se ha conocido el texto de la “Ley de la Procuraduría General del Estado” que es parte de un primer paquete de disposiciones legales, correspondiente a la construcción del nuevo sistema de normas derivadas de la Constitución Política aprobada en Enero del año 2009. Con la creación de la “Procuraduría General del Estado” se separa la función de la representación y defensa legal de los intereses del Estado del clásico ámbito competencial del Ministerio Público que, conforme a la preceptiva constitucional vigente, queda restringido a la defensa de la legalidad y los intereses de la sociedad y el ejercicio de la acción penal pública. Con el propósito de identificar adecuadamente el alcance, contenido y propósito de la propuesta legal ya referida, nuestro análisis revisa algunos datos de legislación comparada, Página 2 describe las características y datos diferenciales más relevantes de la ley y plantea algunas reflexiones sobre su trasfondo político. En último término, ese análisis ensaya una mirada hacia el futuro y vierte algunas opiniones sobre el significado de la propuesta legal, en el marco de su aplicación e instrumentación en el escenario político nacional y de la ejecución de medidas y políticas de lucha contra la corrupción pública. 2 ANÁLISIS 2.1 Base constitucional La base constitucional de este nuevo instituto constitucional está constituida por los siguientes artículos de la NCPE: a) “Artículo 230º. La Procuraduría General del Estado es la institución de representación jurídica pública que tiene como atribución promover, defender y precautelas los intereses del estado. Su organización y estructura serán determinados por la ley”. b) “Artículo 231º. La Procuraduría General del Estado estará conformada por la Procuradora o Procurador General del Estado que la dirigirá y los demás servidores públicos que determine la ley”. c) “Artículo 232º. Son funciones de la Procuraduría General del Estado, además de las determinadas por la Constitución y la ley: 1. Defender judicial y extrajudicialmente los intereses del estado, asumiendo su representación jurídica e interviniendo como sujeto procesal de pleno derecho….2. Interponer recursos ordinarios y acciones de defensa de los intereses del Estado. 3. Evaluar y velar por el ejercicio de las acciones diligentes de las unidades jurídicas de la Administración Pública…4.Requerir a las servidoras públicas o servidores públicos y a las personas particulares, la información que considere necesaria…..5. Requerir a la máxima autoridad ejecutiva de las entidades públicas el enjuiciamiento de las servidoras públicas o servidores públicos, que por negligencia o corrupción, ocasionen daños al patrimonio del Estado. 6. Atender las denuncias y los reclamos motivados de ciudadanos y entidades que conforman el Control Social, en los casos en que se lesionen los intereses del Estado. 7. Instar a la Fiscalía General del Estado al ejercicio de las acciones judiciales a que hubiera lugar….8. Presentar proyectos de ley sobre materias relativas a su competencia”. 2.2 Caracterización de la propuesta En principio, se puede decir que la ley comentada presenta un programa normativo, dividido en tres títulos, nueve capítulos y disposiciones transitorias. El título primero está referido a la naturaleza jurídica, principios, valores y atribuciones de la Procuraduría General del Estado. El título segundo regula la estructura orgánica de la institución. Finalmente, el título tercero trata de la organización y recursos económicos de la nueva institución. Desde el punto de vista formal, en lo que hace específicamente a técnica legislativa y a pesar de las modificaciones efectuadas al documento original, el texto legal aprobado mantiene deficiencias relacionadas con la diferenciación nominativa y conceptual de títulos, capítulos y artículos. Así, por ejemplo, el título I lleva la misma denominación que su capítulo I y el Página 3 Título II se refiere a una materia que también es nominativamente parte del Título III, entre otros. Ahora bien, desde un punto de vista sustantivo, la ley desarrolla una normativa que merece ser analizada en detalle, con la finalidad de identificar inconsistencias y problemas que, en caso de pasar desapercibidos, pueden tener consecuencias negativas, a tiempo de aplicación de la norma. En este orden, nos ha parecido importante centrar el análisis en los temas específicos desarrollados a continuación. 2.2.1 Naturaleza jurídica e independencia La ley omite entrar en el difícil tema de la caracterización de la naturaleza jurídica de la Procuraduría. En sustitución del texto original del anteproyecto que la definía como organismo público e institución de carácter técnico jurídico, el art. 2º se limita a señalar que es una institución de representación pública que tiene la finalidad de promover, defender y precautelar los intereses del Estado y el art. 5º establece complementariamente que goza de autonomía y es independiente en el ejercicio de sus funciones. Por alguna razón, la norma aludida omite una referencia explícita a la situación de organismo dependiente del Órgano Ejecutivo que caracteriza a la nueva institución; tema que si es abordada lateral e indirectamente en otros artículos. Por ello, cabe preguntarse sobre el carácter de esa supuesta independencia en el ejercicio de las funciones. Al ser designado el Procurador General por el Presidente del Estado conforme a lo dispuesto por el art. 172 (23) de la NCPE y los arts. 11, 16 y concordantes de la ley comentada, queda absolutamente claro que la Procuraduría no es un órgano extra poder, caracterizado por su independencia de los poderes públicos y que el Procurador es un funcionario subordinado a la máxima autoridad del órgano ejecutivo. En esta materia, el vínculo de subordinación respecto del Presidente del Estado adquiere carácter extremo en el art. 20º de la ley comentada que le asigna al Primer Mandatario también la potestad de elegir a los Subprocuradores. Es obvio que esta norma denota una clara intención de control absoluto de la supuesta institución autónoma e independiente por parte del órgano ejecutivo. 2.2.2 Ámbito de competencia En esta materia, la ley aprobada ha superado algunas inconsistencias del anteproyecto que, como sabemos, no reconocía competencia a la Procuraduría más allá del territorio nacional, le impedía ejercer una parte importante de su misión y finalidad institucional y le asignaba una irregular atribución de asesoramiento al Presidente de la República y al Consejo de Ministros, en materia constitucional y técnico legal. Ahora bien, no obstante haberse alcanzado un texto final libre de las referidas inconsistencias, todavía se advierte una suerte de desenfoque conceptual sobre la naturaleza y misión de la Procuraduría, cuando se analiza las funciones que le confiere el art. 8º de la ley comentada. En efecto, esa norma le concede la función de asumir la representación e intervenir como sujeto procesal en resguardo de la soberanía de Estado. Habida cuenta que la soberanía es una condición básica de la existencia del Estado y compromete a los diferentes órganos o poderes públicos, el otorgamiento de esa función es cuando menos discutible y polémica. Al respecto, cabe preguntarse, si esa formulación legal Página 4 no da pie a conflictos de competencia con la propia Asamblea Plurinacional y el Ministerio de Relaciones exteriores y Culturas que también tienen autoridad en la materia. En todo caso, no parece razonable que un tema tan sensible y delicado quede en manos de un funcionario subordinado del órgano ejecutivo y ajeno al tema de las relaciones internacionales que implica la soberanía del Estado. 2.2.3 Estructura orgánica En esta materia, la ley ha superado también algunas deficiencias existentes en su anteproyecto, relacionadas con la dependencia de las Direcciones y la estructura de mando. No obstante, el texto legal aprobado mantiene un enfoque centralista y poco amigable con el proceso autonómico, al prever el establecimiento de simples Direcciones Departamentales y reducir la gestión institucional departamental a una instancia de autoridad y responsabilidad de tercer nivel. Todo haría suponer que, en el nuevo escenario autonómico, la Procuraduría General debería tener una presencia sólida, sobre todo a nivel departamental. 2.2.4 Objeción de la designación Bajo reserva de haber entendido incorrectamente el contenido y sentido de la formulación normativa propia del art. 14º, la concesión a la Asamblea Plurinacional de una potestad de objetar la designación del Procurador General, librada por el Presidente del Estado, por mediar causales legales de inhabilitación, es una trampa o un genuino absurdo jurídico. ¿En la eventualidad de que una persona no cumpla los requisitos legales para asumir la titularidad de la Procuraduría General del Estado, no sería más razonable que esa designación quede sin efecto ni valor legal alguno? ¿No estaría abriendo la vía del procedimiento de objeción la posibilidad de una convalidación legislativa de la ilegalidad y eventualmente un conflicto de poderes? 2.2.5 Consejo de Abogados del Estado El artículo 24º de la ley crea un Consejo de Abogados del Estado con funciones de producción de doctrina y de registro profesional, en sustitución del inicialmente propuesto Cuerpo de Abogados del Estado, como entidad descentralizada de la Procuraduría General del Estado, que tenía la función de “colegiar y agrupar a todos los abogados que trabajen o trabajaron en el sector público en todos sus niveles”. Aunque la intencionalidad original de esa propuesta original podría quedar descartada en cierta forma, no deja de llamar la atención que este Consejo de Abogados sea constituido para generar “doctrina”. No queda claro si se trata de una genuina instancia académica y de estudio o más bien de un sucedáneo de los Colegios de Abogados, neutralizados políticamente con la eliminación de la colegiatura profesional obligatoria. En la hipótesis más pesimista y desconfiada, este aparentemente inocuo “Consejo de Abogados del Estado” se encargaría presumiblemente, al margen de su encomiable tarea de producir conocimiento y doctrina, de llevar un registro de abogados que presten servicios para el Estado y que, hasta donde se puede entender de la lectura del texto legal analizado, podrían quedar sujetos al pago del costo de su capacitación en la Escuela de Abogados del Estado. Página 5 2.2.6 Gratuidad y financiamiento Merece especial consideración el establecimiento de un principio de gratuidad para las actuaciones de la Procuraduría General porque parece partir del supuesto de que el Estado está concediendo una liberalidad y un beneficio al ciudadano que plantea denuncias y hace trámites ante esa institución. Por ello, no se entiende como el Estado podría otorgarse liberalidades, beneficios o exenciones a sí mismo, para la defensa de sus propios intereses y menos como podría establecer cobros a los ciudadanos que contribuyan a la defensa del interés estatal. También llama la atención la previsión contendida en el art 31º de la ley que establece textualmente que “Además de la partida asignada por el Tesoro General de la Nación forman parte del Presupuesto de la procuraduría General del Estado, los ingresos propios y los ingresos de la escuela de Abogados. Si la referida Escuela tiene la posibilidad de contar con ingresos propios, es porque prestará servicios de formación profesional retribuidos y que no serán gratuitos ni subvencionados por el Estado. En este punto cabe preguntarse sobre si la formación de ese personal es de interés del estado o de los abogados. Si la formación profesional especializada es de interés del Estado, es éste quien debería pagar esos servicios y cubrir cualquier gasto inherente a la mejora de la gestión profesional y patrocinio del interés estatal. Si, por el contrario, es de interés de los abogados, podríamos pensar que estos podrían quedar expuestos a una suerte de “colegiatura obligatoria indirecta” para poder prestar servicios a favor del Estado. Por otra parte, el Estado estaría transfiriendo parte de su responsabilidad a los ciudadanos. 3 LEGISLACIÓN COMPARADA Con el propósito de ilustrar mejor el tratamiento del tema analizado, se hace referencia a continuación a la preceptiva específica de algunas Constituciones Políticas del ámbito latinoamericano. En nuestro criterio, estas referencias constitucionales permiten situar la propuesta legal analizada, en un contexto comparativo útil y mostrar sus especificidades. 3.1 Argentina Conforme a lo establecido por el art. 120 y relativos de la Constitución Política de la República Federal Argentina, el Ministerio Público es un órgano independiente, con autonomía funcional y autárquica financiera, que tiene por función promover la actuación de la justicia en defensa de la legalidad de los intereses de la sociedad, en coordinación con las demás autoridades de la República. El Ministerio Público está integrado por un Procurador General de la Nación y un Defensor General de la Nación. 3.2 Colombia El art. 118º de la Constitución Política de Colombia sitúa al Procurador General de la Nación como parte del Ministerio Público, junto con el el Defensor del Pueblo, los procuradores delegados, los agentes del Ministerio Público, los personeros municipales y demás funcionarios determinados por ley. Conforme a este precepto, al Ministerio Público le corresponde la guarda y promoción de los derechos humanos, la protección del interés público y la vigilancia de la conducta oficial de quienes desempeñan funciones públicas. Página 6 Conforme a los arts. 275º y 276, el Procurador General de la Nación es el supremo director del Ministerio Público y es elegido por el Senado, para un período de cuatro años, de terna integrada por candidatos del Presidente de la República, la Corte Suprema de Justicia y el Consejo de Estado. Según el art. 277º, el Procurador General de la Nación tiene como principales funciones: a)Vigilar el cumplimiento de la Constitución, las leyes, las decisiones judiciales y los actos administrativos. b)Proteger los derechos humanos y asegurar su efectividad, con el auxilio del Defensor del Pueblo. c)Defender los intereses de la sociedad y defender los intereses colectivos, en especial el ambiente. d)Intervenir en los procesos judiciales o administrativos, en defensa del orden jurídico, del patrimonio público, o de los derechos fundamentales. 3.3 Ecuador La Constitución Política del Ecuador señala en su art. 214º que la Procuraduría General del Estado es un órgano autónomo, dirigido y representado por el Procurador General del Estado, designado por el periodo de cuatro años por el Congreso Nacional, de una terna enviada por el Presidente de la República. Añade en sus arts. 215º y 216º que el Procurador General será el representante judicial del Estado y ejercerá el patrocinio del mismo, el asesoramiento legal y las demás funciones que determine la ley. 3.4 Honduras De acuerdo a lo establecido por los arts. 228º y 229º de la Constitución Política de Honduras, la Procuraduría General de la República tiene la representación legal del Estado y su titular es elegido por el Congreso Nacional por cuatro años, sin derecho a reelección. 3.5 Panamá La Constitución Política de la República de Panamá establece, en sus arts. 219º y 220º, que el Procurador General de la Nación, junto con el Procurador de la Administración y como parte del Ministerio Público, tiene, entre otras, las atribuciones generales de defender los intereses del Estado o del Municipio, promover el cumplimiento o ejecución de las Leyes, sentencias judiciales y disposiciones administrativas, vigilar la conducta de los funcionarios públicos, perseguir los delitos y contravenciones de disposiciones constitucionales o legales y servir de consejero jurídico a los funcionarios administrativos. Según lo establecido por los arts. 221º y 224º, dicho Procurador General debe cumplir los mismos requisitos que para ser Magistrado de la Corte Suprema de Justicia, cumple su función durante un período de diez años y es elegido en la misma forma que los Magistrados de la Corte Suprema de Justicia. Página 7 4 TRASFONDO POLÍTICO La incorporación de la figura del Procurador General del Estado, en la parte orgánica de la nueva Constitución Política del Estado, representa por sí misma un avance fundamental e innegable, en el ámbito jurídico institucional. Sin embargo, lo que sí puede dar lugar a divergencia y polémica es, en realidad, el enfoque y la específica solución orgánica que le dispensa el texto constitucional y sigue la ley, en función de visiones y propósitos que impregnan la totalidad de la nueva preceptiva constitucional. La organización y funcionamiento de la Procuraduría General del Estado parece ser parte esencial de una arquitectura institucional puesta al servicio de políticas gubernamentales específicas, en el campo de la lucha contra la corrupción y la consolidación de la hegemonía política del actual gobierno. Pero es también cierto que esta nueva institución responde asimismo a necesidades concretas de cautelar el interés estatal, en otros escenarios diferentes del judicial y nacional, relacionados más bien con las inversiones extranjeras. Desde un punto de vista técnico jurídico, la creación de la Procuraduría General del Estado es incuestionablemente útil y necesaria e importa una solución orgánica institucional reconocida desde hace tiempo atrás por la Constituciones de otros países. Sin embargo, en el contexto de su creación, organización y puesta en funcionamiento, puede levantar dudas, suspicacias y temores, por su posible instrumentación política desde el Órgano Ejecutivo y dada su dependencia del mismo. El margen de especulación política sobre esta propuesta jurídica e institucional se ve indudablemente ampliado por dos hechos importantes. El primero está referido a la dependencia directa de la Procuraduría General del Estado del Órgano Ejecutivo y al tratamiento que dispensa la ley comentada a ciertos aspectos específicos, ya comentados anteriormente. El segundo tiene que ver con las falencias e inconsistencias, formales y sustantivas, de la mencionada propuesta normativa, que no garantizan la construcción de una sólida institucionalidad para la Procuraduría General. 5 CONCLUSIÓN En conclusión, se puede decir que la ley comentada presenta deficiencias formales y sustantivas y una inconveniente orientación hacia la dependencia y control de la Procuraduría General del Estado, por parte del Órgano Ejecutivo. Son llamativas, en particular, las normas relativas a la supuesta independencia de la nueva institución, la estructura orgánica, el curioso procedimiento de objeción de la designación por la Asamblea Plurinacional y la creación de una instancia gremial, denominada Consejo de Abogados del Estado. Página 8 Hacia el futuro y en genuino interés y beneficio de Bolivia, sería deseable que la Procuraduría General del Estado se constituya en un componente institucional, sólido, legítimo, eficaz y genuinamente independiente, para defender judicial o extrajudicialmente los intereses del Estado que no son, precisa ni necesariamente, los intereses del Gobierno o el Órgano Ejecutivo. Teléfono (5912) 2799673 Fax: (5912) 211 7326 Calle 21 N° 8227, Edificio Lydia, Piso 2, Oficina 201 Calacoto La Paz – Bolivia Página web: www.institutoprisma.org