Anna Castellet Sánchez IUSC Enero 2012 ÍNDICE ABSTRACT 2 OBJETIVOS 3 DESARROLLO 1. El cáncer 1.1. ¿Qué es el cáncer? 4 1.2. Etapas del desarrollo 4 1.3. Tipos de cáncer 5 2. Causas 2.1. Carcinógenos 6 2.2. La alimentación actual 7 3. Régimen original o hipotóxico 10 CONCLUSIONES 14 BIBLIOGRAFÍA 15 TERMINOLOGÍA 16 1 ABSTRACT El cáncer es una de las enfermedades más temidas de nuestra época. Su origen exacto se desconoce y los éxitos de los distintos tratamientos convencionales son muy variables. Cada vez hay más gente con algún familiar o conocido cercano que sufre de tal fatal enfermedad. Tenemos miedo, no sabemos cómo reaccionar ante ella y nos paraliza el tener un diagnóstico de pocas esperanzas y de períodos muy breves de vida. Creo que la principal arma de la que dispone el ser humano para luchar contra cualquier adversidad en la vida es el conocimiento, cuanto más sepamos, más preparados estaremos para poder afrontar una situación. Aunque es muy fácil hablar de algo cuando uno no lo sufre directamente, cuando existe un diagnóstico de cáncer tenemos que luchar con todas nuestras fuerzas, tanto físicas como psíquicas, y, además de seguir o no el tratamiento médico convencional recomendado por el médico, debemos atajar el problema de raíz. No rendirnos. En la actualidad, aunque no es muy conocido por la población en general, sabemos que existen muchísimos factores que pueden mejorar la situación e incluso, existen alternativas a los tratamientos convencionales, muchas de ellas con un extenso historial clínico de pacientes que han logrado o bien aminorar la enfermedad y/o los efectos secundarios de ésta o bien superarla hasta el punto de no quedar rastro de ella. Del mismo modo que el cáncer tiene un origen multifactorial, la curación del mismo no será posible si no nos esforzamos al máximo en todos y cada uno de los aspectos a tratar. La alimentación es uno de los factores más influyentes tanto en el desarrollo del cáncer como en su evolución e incluso hay autores que defienden que es una de las principales causas de su desarrollo y una de las herramientas fundamentales en su tratamiento. Después de una breve introducción a la enfermedad y su evolución, veremos las causas de su desarrollo, analizando más profundamente los estragos de la alimentación moderna y uno de los posibles tratamientos a través de la alimentación: la dieta hipotóxica. 2 OBJETIVOS 1. Generales Conocer a grandes rasgos la enfermedad del cáncer. Establecer una relación entre alimentación inadecuada y enfermedad. Establecer una relación entre salud y alimentación. 2. Específicos Conocer los fundamentos de la dieta hipotóxica u original. Entender el por qué de dicha dieta buscando explicaciones científicas. Reflexionar sobre los hábitos de vida y la alimentación modernas. Reflexionar sobre el significado de “progreso”, “calidad de vida” y “salud”. Dar pautas alimentarias a aquellas personas que quieran mejorar su calidad de vida. Dar pautas alimentarias y posibles soluciones/mejoras a aquellas personas que padecen de cáncer. 3 DESARROLLO 1. EL CÁNCER 1.1. ¿QUÉ ES EL CÁNCER? La palabra cáncer viene del griego y significa cangrejo. El cáncer es el crecimiento tisular producido por la proliferación continua de células anormales con capacidad de invasión y destrucción de otros tejidos. El cáncer, que puede originarse a partir de cualquier tipo de célula en cualquier tejido del organismo, no es una enfermedad única sino un conjunto de muchas enfermedades distintas aunque relacionadas, a menudo con causas diferentes. Existen cientos de formas distintas, siendo tres los principales subtipos: Los sarcomas. Proceden del tejido conectivo, huesos, cartílagos, nervios, vasos sanguíneos, músculos y tejido adiposo. Los carcinomas. Proceden de tejidos epiteliales como la piel o los epitelios que tapizan las cavidades y órganos corporales, y de los tejidos glandulares de la mama. Las leucemias y los linfomas. Donde encontramos los cánceres de los tejidos que forman las células sanguíneas. El cáncer no es contagioso, y no se adquiere por heridas o accidentes. Todos los cánceres se originan como consecuencia de cambios llamados mutaciones en los genes de nuestras células. El cáncer es, por tanto, una enfermedad genética. Sin embargo, generalmente no es hereditaria. Es decir, que salvo un pequeño porcentaje, el cáncer no se transmite de padres a hijos. 1.2. ETAPAS DEL DESARROLLO El mecanismo a través del cual una célula normal se transforma en cancerosa se llama carcinogénesis. Por acción de los agentes cancerígenos, la célula normal sufre alteraciones diversas que modifican su ADN, lo que determina una transformación de su mensaje genético. El cáncer se desarrolla en el organismo de un modo semejante a las infecciones, es decir, por etapas. En un comienzo se presenta como una enfermedad local caracterizada por la proliferación anormal de células de un lugar determinado del organismo, que da lugar a la formación del tumor maligno. 4 Después de un período de duración variable, las células cancerosas se desprenden del sitio inicial y siguen la vía linfática hasta llegar a los ganglios, que aumentan su tamaño y consistencia. Es la etapa ganglionar. Después de un tiempo de detención, las células cancerosas emigran por medio de los vasos sanguíneos y linfáticos hacia diversos órganos en los que se desarrollan tumores secundarios. Se forman de este modo colonias independientes: es la metástasis. A partir de la metástasis, las células cancerosas invaden todos los órganos hasta llegar a la etapa de la generalización, que abarca todo el organismo. 1.3. TIPOS DE CÁNCER A continuación incluyo una tabla con la nomenclatura de algunos de los tumores más frecuentes: Tejido de origen Tumor benigno Tumor maligno Tumores del mesénquima Tejido conjuntivo Fibroma Lipoma Condroma Osteoma Fibrosarcoma Liposarcoma Condrosarcoma Sarcoma osteogénico Leiomioma Leiomiosarcoma Músculo liso Músculo estriado Rabdomioma Endotelios y similares Vasos sanguíneos Hemangiomioma Vasos linfáticos Linfangioma Sinovial Mesotelios Meninges Meningioma Cél. sanguíneas y linfáticas Cél. Hematopoyéticas Tejido linfático Tumores epiteliales Tejido escamoso estratificado Papiloma de cél. escamosas Cél. basales de la piel y anexos Angiosarcoma Linfangiosarcoma Sarcoma sinovial Mesotelioma Meningioma invasivo Leucemias Linfomas Carcinoma epidermoide Carcinoma de cél. basales Epitelios de revestimiento Adenoma Glándulas o conductos Papiloma Cistoadenoma Vías respiratorias Adenocarcinoma Carcinoma papilar Cistoadenocarcinoma Carcinoma broncogénico Broncoadenoma carcinoide Piel Nevus Melanoma Adenoma tubular renal Carcinoma renal Adenoma de cél. hepáticas Carcinoma hepatocelular Papiloma de cél. transicionales Carcinoma de cél. transicionales Mola hidatidiforme Coriocarcinoma Riñones Hígado Vías urinarias Placenta Testículos Seminoma 5 2. CAUSAS 2.1. CARCINÓGENOS Los carcinógenos son agentes que causan mutaciones en oncogenes, los genes supresores de tumores y, posiblemente, genes de reparación del ADN. La aparición de un cáncer, por lo tanto, no se debe a un único factor sino a la combinación de varios agentes (carcinógenos) que se engloban principalmente en dos grupos: la herencia genética y el ambiente. El cáncer afecta principalmente a personas de edad avanzada; debido a que la vida media de la población aumenta, cabe esperar que el número de casos de cáncer aumente. La incidencia de un tipo de cáncer determinado varía según la edad, el sexo, la etnia, la geografía e, incluso, la clase social. Salvo en algunos casos, la edad es el principal factor de riesgo para desarrollar un cáncer. Ello se debe a que con la edad aumenta la probabilidad de que aparezcan mutaciones en los genes de las células como consecuencia de defectos intrínsecos del proceso de proliferación celular o por la exposición a carcinógenos. Es muy probable que los casos en que la aparición del cáncer tiene lugar a edades tempranas sean debidos a la exposición excesiva a carcinógenos o a la herencia de una susceptibilidad por transmisión de un gen (oncogén o gen supresor) defectuoso. En definitiva, el cáncer es un grupo de enfermedades de origen multigénico y multifactorial. A continuación exponemos más ampliamente los principales agentes causantes: Factores genéticos: la herencia de anormalidades en algunos genes es responsable de la predisposición a padecer algunos tipos de cáncer. Sin embargo, como sabemos, una sola mutación no causa cáncer y, aunque la edad de la persona ha estado considerada uno de los factores de riesgo más importantes, cada vez es más frecuente la aparición de esta enfermedad a edades muy tempranas. Factores medioambientales: en la aparición de la mayoría de los cánceres influye sobre todo la exposición a agentes químicos y radiaciones, los hábitos de vida y algunas infecciones. - Infecciones. Algunas infecciones por bacterias o por virus pueden provocar cáncer. Por ejemplo, se ha relacionado la bacteria Helicobacter pylori con el cáncer de estómago, el virus de Epstein−Barr con el linfoma de Burkitt y los linfoepiteliomas, el virus de la hepatitis B y C con el hepatocarcinoma, y el virus herpes tipo II o del herpes genital con el carcinoma de cérvix. - Radiaciones: o o o o - Los rayos solares tienen efectos beneficiosos para el hombre pero también tienen efectos peligrosos, más importantes desde la progresiva disminución de la capa de ozono. Los rayos ultravioleta B y, probablemente, A favorecen el desarrollo de cánceres de piel. Los rayos X son peligrosos para quienes se exponen a menudo a ellos. Pueden destruir o modificar ciertas células – causando leucemias –. La agresividad de los rayos puede usarse en terapéutica del cáncer (radioterapia). Las radiaciones nucleares pueden ser letales en humanos tanto causando la muerte rápidamente o en forma de leucemias, aplasias medulares y cánceres. El efecto de las radiaciones electromagnéticas, aunque está poco estudiado, es un efecto nocivo de la salud y, a mayor proximidad, mayor afectación. Las radiaciones electromagnéticas provienen de muchas fuentes habituales: satélites de comunicación, emisoras de televisión y radio, ondas de radio de distintas frecuencias, receptores de televisión, aparatos electrodomésticos, hornos microondas, redes eléctricas, líneas de alta tensión, líneas de transporte de tracción eléctrica, pantallas de ordenador y teléfonos móviles. Productos químicos: o Contaminantes del aire. Los contaminantes más importantes son: dióxido de azufre, óxido de nitrógeno, monóxido de carbono, ozono, compuestos orgánicos volátiles (como las partículas diesel), aerosoles, metales pesados como plomo y cobre. La presencia de 6 algunos componentes como el amianto (usado en construcción) puede causar cánceres de pulmón y de pleura. Además, la presencia de sulfatos y nitratos produce lluvia ácida, destrucción de la capa de ozono y efecto invernadero. o Contaminantes del agua. Los más comunes: residuos de fábricas, aguas fecales vertidas por alcantarillas, fosfatos para neutralizar el calcio, el plomo usado antiguamente en canalizaciones, el mercurio (presente bajo su forma metilo) que acaban absorbiendo los peces o los nitratos que aunque sean inofensivos algunas bacterias pueden transformarlos en nitritos (altamente nocivos). o Contaminantes del suelo. Principalmente productos de la agricultura y la ganadería: residuos nitrogenados, fosfatados, nitratos, pesticidas, abonos, deyecciones animales, cobre, efluentes de ganado, microorganismos y parásitos. - Factores inmunes. Se cree que el sistema inmunológico es capaz de reconocer algunas formas de células malignas y producir células capaces de destruirlas. Algunas enfermedades o procesos que conducen a una situación de déficit del sistema inmunológico son la causa del desarrollo de algunos cánceres. Esto sucede en el SIDA, en enfermedades deficitarias del sistema inmunológico congénitas o cuando se administran fármacos inmunodepresores. - El alcohol. El consumo elevado de alcohol parece tener una clara relación con el cáncer de boca, laringe, faringe y esófago, quizá como causa directa, o el de hígado, probablemente por una vía más indirecta a través de la progresiva destrucción del tejido hepático. - El tabaco: El humo del tabaco contiene numerosas sustancias que son iniciadores o promotores tumorales: benzopirenos, nicotina, naftilaminas, fenoles, etc. Dichas sustancias son absorbidas por un órgano muy vascularizado, los pulmones. El consumo de tabaco está ligado a un 90% de cánceres de pulmón, siendo el principal factor de riesgo externo. El tabaco también incrementa el riesgo de desarrollar cáncer de laringe, faringe, cavidad oral, esófago, vejiga, riñón y páncreas, y algunos estudios sugieren una asociación con el de cérvix, estómago y leucemias. - La dieta. Los alimentos pueden contener sustancias cancerígenas naturales como la cafeína (relacionada con el cáncer de vejiga), los hongos como la aflatoxina en los hongos (cáncer de hígado), contaminantes de residuos industriales o pesticidas. El consumo de nitratos se ha relacionado con el cáncer de estómago. Estos se reducen a nitritos por las bacterias del tubo digestivo, con producción de unas sustancias de efecto cancerígeno llamadas nitrosaminas. Los pescados congelados y ahumados, y las carnes curadas son especialmente ricos en nitrosaminas. También se ha señalado que el consumo de carnes a la brasa o sustancias quemadas genera hidrocarburos aromáticos que son cancerígenos. Además, muchos alimentos contienen estos hidrocarburos aromáticos policíclicos, tales como el bonito ahumado, el aceite de coco y las salchichas. 7 2.2. LA ALIMENTACIÓN ACTUAL La nutrición ha sufrido grandes cambios desde la antigüedad y es sobretodo desde el comienzo de las migraciones internas y externas en Europa a partir de la Primera y, sobretodo, Segunda Guerra Mundial, que empezaron los cambios más importantes en la nutrición. En el siglo XX tiene lugar el desarrollo de la industria alimentaria, lo que originó numerosas transformaciones. Los más importantes son: La preparación de los aceites. La introducción de diversos productos en el organismo de los animales de ganadería y en las plantas cultivadas, que constituyen una auténtica contaminación alimentaria. El empleo de métodos para acelerar e intensificar la ganadería y la agricultura, cuyos resultados han provocado la carencia de vitaminas y de minerales. Si recapitulamos, comprobaremos que los grandes cambios que distinguen la alimentación moderna de la de antaño son seis: 1. 2. 3. 4. 5. 6. El consumo de cereales domésticos. El consumo de leche animal y sus derivados. La cocción de numerosas sustancias. La preparación de aceites. La contaminación alimentaria. El riesgo de carencias de vitaminas y minerales. Durante millones de años, la alimentación de los hombres ha sido natural, análoga a la de los animales salvajes. Según las leyes de Darwin, las enzimas y mucinas digestivas, las enzimas celulares, estaban adaptadas a las diferentes sustancias ingeridas. La alimentación moderna es rica en nuevas macromoléculas, para las cuales las enzimas y mucinas no suelen estar adaptadas. Estas encimas se revelarán en muchos casos, incapaces de metabolizar correctamente nuevas moléculas. Pueden darse dos tipos de situaciones: Aparecerán nuevas encimas surgidas tras mutaciones genéticas que ocurrirán después de varios millones de años. Para otras moléculas es inútil esperar disponer un día de encimas adecuadas. En la actualidad asistimos a una verdadera globalización de los hábitos nutricionales, lo que agrava las inadaptaciones. Es falso creer que el organismo humano es capaz de asimilar sin peligro cualquier clase de alimentos. La adaptación será muy larga en ciertos casos e imposible en otros. a) El problema de los cereales refinados Los cereales son especies vegetales cuyos granos se emplean enteros o reducidos en harina para la alimentación de los hombres y de los animales domésticos. Se consideran cereales el trigo, la cebada, la avena, el centeno, el arroz, el mijo, el sorgo, el maíz y el trigo sarraceno o el trigo negro, aunque éste último no es una gramínea como los demás. Los cereales contienen muchos glúcidos, aproximadamente un 10% de proteínas, pocos lípidos y son ricos en sales minerales y vitaminas. Desde los principios de la agricultura, los cereales han sufrido numerosas modificaciones como trasplantes a un nuevo medio, hibridaciones, selecciones iniciales o masivas e incluso métodos científicos modernos como las modificaciones genéticas (OGM) con el fin de aumentar el rendimiento de los productos agrícolas y obtener plantas de mejor aspecto y más resistentes a las agresiones. El grano del cereal está recubierto por una envoltura llamada salvado. El salvado tiene una película externa, el pericarpio, y una película interna, la aleurona. Esta última, contiene unas proteínas muy similares a las animales. En cambio, las proteínas que se encuentran en el grano son muy diferentes de las animales. Actualmente, el salvado se separa del grano y se da a los animales, de modo que el hombre consume sólo el grano, lo que significa ingerir: Más almidón 8 Menos celulosa, con pérdida del 90% de as fibras Menos proteínas útiles Menos vitaminas y minerales (fósforo y magnesio) El 50% menos de calcio y hierro. El trigo – el cereal más cultivado en el mundo – y, en menor grado, el maíz, han sido cuestionados por su posible relación con distintas enfermedades (poliartritis reumatoidea, esclerosis múltiple, enfermedad celíaca, dermatitis, migrañas, diabetes, depresiones, enfermedad de Crohn e incluso esquizofrenia). El peligro procede de la estructura de ciertas proteínas de ambos cereales; o bien estas proteínas han sufrido tantos cambios que las enzimas y las mucinas de ciertos humanos no se han adaptado o bien dichas proteínas se vuelven dañinas después de sufrir nuevas transformaciones con la cocción. b) Leche materna vs. Leche de vaca Ambos alimentos tienen características muy distintas, las más destacadas son: La leche materna es distinta según van pasando los días para adaptarse a las necesidades del niño (calostro hasta 5º día, leche de transición hasta 15º día y leche madura hasta 15º mes). En cuanto a glúcidos, la leche materna contiene un 7% de lactosa (el doble que la de vaca). La lactosa tiene un poder endulzante seis veces menor que la sacarosa, favorece la absorción de algunos minerales como el calcio y favorece la proliferación de lactobacilos beneficiosos. En la hidrólisis de la lactosa interviene la enzima lactasa, cuya concentración se reduce a medida que avanza la edad e incluso desaparece por completo en algunos casos. En cuanto a lípidos, la leche humana aporta triglicéridos, ácidos grasos esenciales y colesterol. En la leche de vaca no encontramos el ácido gammalinolénico, encontramos ocho veces menos de ácido linoleico y, en cambio, entre los AG saturados y monoinsaturados, encontramos principalmente el ácido esteárico, que el niño absorbe con menor efectividad. En cuanto a proteínas, aunque la leche de vaca tiene una cantidad tres veces superior, las proteínas bovinas tienen una estructura primaria diferente de las humanas, con zonas donde los AA no son los mismos. También algunas proteínas bovinas resisten, al menos en parte, la digestión por las enzimas y a la flora bacteriana. Las macromoléculas atravesarán la mucosa del intestino delgado, mal protegido por un mucus cuantitativamente insuficiente y no adecuado. Por ello, se suelen observar en el niño signos clínicos de intolerancia a la leche de vaca y anticuerpos contra diversas proteínas bovinas. Aunque ambas leches tienen cantidades análogas de hierro y zinc, la leche humana contiene menos sodio, magnesio, fósforo, calcio y manganeso. Hemos de destacar, pero que la absorción de hierro de la leche bovina es diez veces menor, quedando restos en el intestino y favoreciendo la proliferación de gérmenes. Además, el calcio de la leche de vaca se absorbe menos por el exceso de fosfatos. En la leche materna encontramos insulina, factor de crecimiento epitelial, factor de crecimiento nervioso, prostaglandinas y un 87% de su peso es agua. por otro lado, las hormonas y factores de crecimiento de la leche de vaca están destinados a que el ternero alcance un peso de más de 100kg en un año. Algunas personas desarrollan una intolerancia a la leche de vaca que se manifiesta en problemas digestivos agudos en cada ingesta. La leche de vaca y sus derivados han sido incriminados en diversas enfermedades: poliartritis reumatoidea, diabetes juvenil, esclerosis múltiple, nefropatías, ciertas migrañas, enfermedad de Crohn y lesiones cardiovasculares. 9 c) La cocción de los alimentos La cocción genera un gran número de moléculas complejas que no existen en estado natural y cuyas propiedades y destinos son desconocidos. Se ha demostrado que algunas sustancias procedentes de la cocción son tóxicas o cancerígenas como la liberación de urea en la cocción de la arginina o la cocción del ácido glutámico y del triptófano, éste último generando derivados carbolínicos (gammacarbolina), potencialmente cancerígenos. Las grasas animales cocidas, especialmente carnes y productos lácteos, favorecen la aparición de cáncer de mama y de colon. Es preferible comer alimentos crudos que cocidos, sin embargo, si deseamos utilizar la cocción, hay que tener en cuenta que las modificaciones inducidas por el calor son aun más importantes cuando la temperatura es alta y el tiempo de exposición al calor es largo. La frontera por encima de la cual los alimentos sufren importantes transformaciones se sitúa alrededor de los 110ºC. En cuanto a los aceites, antiguamente se extraían de las plantas por 1º prensión en frío a una temperatura aproximada de 30ºC. En la actualidad, aunque encontramos este tipo de aceites, muchos se extraen por calor, con los siguientes inconvenientes: Persistencia de algunos productos nocivos como el hexano Saturación de una parte de sus AG insaturados. Transformación de una fracción de los AG insaturados, fracción cis, en la forma trans, que nuestro organismo es incapaz de metabolizar. 3. RÉGIMEN ORIGINAL O HIPOTÓXICO Aunque existen muchas dietas distintas propuestas para la prevención e incluso para el tratamiento del cáncer, como es el caso de las dietas o métodos de Kousmine, Burger o Fradin, me ceñiré a la dieta original, ancestral o hipotóxica – que, en cuanto a dieta, solamente difiere de la dieta Kousmine en la supresión total de los lácteos – que el Dr. Jean Seignalet expone tras muchos años de estudios, investigaciones y aplicaciones clínicas. Sus principales fundamentos son los siguientes: Exclusión de cereales a excepción del arroz y el trigo sarraceno. Aunque muchos de los cereales existen desde hace miles de años (por ejemplo el trigo desde hace 10.000 años y el maíz 7.000); éstos han sufrido múltiples selecciones e hibridaciones que han ido transformando su estructura. El arroz presenta una particularidad que lo distingue de los demás cereales: cuando es sometido a manipulaciones se transforma durante algunas generaciones pero tiende a volver a su estado salvaje inicial. Así, el maíz y el trigo y los derivados de éste (cebada, avena y centeno) se excluyen debido a la estructura de sus proteínas y al hecho de que se consumen siempre cocinados. La escanda o espelta únicamente se debe consumir cruda – el pan de espelta se realiza a 300ºC –, sobre el mijo y el sorgo faltan muchos estudios y excluye también el kamut pues no es ancestral. En general, se excluyen los cereales modernos, mutados, cocidos, incompletos o envejecidos y se permiten los cereales antiguos, salvajes, crudos o cocidos a menos de 110ºC, completos y consumidos rápidamente. Los cereales mejor tolerados son el arroz y el trigo sarraceno, además, el autor incluye también el sésamo, aunque generalmente se considera una semilla oleaginosa. Hemos de destacar que existen pequeñas diferencias de tolerancias en algunos pacientes. Trigo sarraceno Arroz integral Semillas de sésamo 10 Exclusión de leche animal y sus derivados. Contrariamente a los que muchas personas opinan, la supresión de productos lácteos no ocasiona ninguna carencia de calcio, esto se debe a dos razones principalmente: - - Aunque la leche animal es a menudo más rica en calcio que la humana, sólo una pequeña parte del calcio es absorbido en el intestino delgado. La mayor parte del calcio se precipita en forma de fosfato cálcico insoluble y se elimina por las heces. El calcio es muy abundante en el suelo y se procurará en cantidades suficientes con las verduras, leguminosas, ensaladas y frutas de calidad. Consumo de muchos productos crudos. - Carnes. En general las considera perjudiciales si están cocidas aunque se acepta una cocción breve y suave. En carnes no biológicas consumir las partes magras y, preferiblemente, consumir carne de buey, ternera, lechazo y caballo porque son más fáciles de consumir crudas (steak tartare o carpaccio). Ocasionalmente, se permite la carne de caza poco hecha (liebre o jabalí). Excluye el cordero, cerdo, aves y conejo. Cabe destacar que es mejor consumir una carne de la que conozcamos su origen y éste sea de calidad; éste, además de la cocción, es el principal motivo por el que el autor aconseja las carnes mencionadas. - Charcutería. Se permite el consumo de productos crudos y de buena calidad como jamón serrano, salami, longaniza o chorizo. Se excluyen los fiambres cocinados como el jamón en dulce, patés, chicharrones, morcillas y otros embutidos cocidos. La única excepción es el foie gras, que está permitido. - Huevo. Se considera beneficioso crudo, sino, podemos pasarlo por agua a poca temperatura. Mejor que sean huevos biológicos. - Pescado y marisco. Aunque el pescado cocido se considera menos peligroso que la carne, es preferible que sea crudo, fresco, de mar y salvaje, es decir, no de piscifactorías. - Legumbres. Pertenecen a esta categoría: judías blancas o rojas, guisantes, lentejas, garbanzos, habas, patatas, quinoa, tapioca y soja. Como ocurre con la verdura, se pueden cocinar en la olla a presión o al vapor. - Semillas germinadas. De leguminosas o cereales ancestrales como soja, lentejas, garbanzos, judías, arroz, trigo sarraceno, escanda, mijo y alfalfa. Lentejas germinadas Quinoa 11 - Verduras, crudités, fruta y frutos secos. Comerlas frescas y crudas y las que sean demasiado duras cocinarlas al vapor o estofadas. Se autorizan todas: espárrago, alcachofa, berenjena, remolacha, champiñón, col, calabacín, hinojo, espinaca, judía verde, nabo, puerro, verduras exóticas, zanahoria, apio, pepino, berro, endibia, pimiento, rábano, lechuga, tomate, albaricoque, melón, piña, plátano, cereza, pera, manzana, cítricos, melocotón, ciruelas, uvas, etc. La castaña cocida y la harina de castaña se permiten. Los frutos secos y la fruta en conserva se permiten pero mejor consumirlos crudos que tostados (dátiles, cacahuetes, avellanas, nueces, higos, almendras, etc.). - C o n d i m e n t o s . A u n q ue están todos permitidos, sal, limón, vinagre, cebolla, ajo, mostaza, perejil, alcaparras, pepinillos, curry y plantas aromáticas, es mejor la sal completa en lugar de la refinada, ya que es más rica en minerales. - Otros alimentos: o La miel y el polen están muy aconsejados. o El consumo de chocolate se limitará si está cocido y lleva azúcar refinado. Es preferible el chocolate negro biológico. o Las confituras están excluidas sobretodo si son cocidas y colmadas de azúcar refinado. o El azúcar será integral ya que es más rico en potasio, magnesio, calcio, fósforo, hierro y vitaminas. o En cuanto a bebidas, excluir las que llevan azúcar (las gaseosas y zumos envasados), la cerveza (proviene de la cebada). o Potenciar el consumo de agua mineral, nos aporta minerales y oligoelementos. o El café y té se toleran en cantidades razonables. Es mejor el consumo alternativo de cereales solubles como la achicoria por sus propiedades coleréticas y depurativas. o El alcohol está permitido con moderación. Su abuso causa cirrosis y cáncer como ya hemos visto. Quedan excluidas las bebidas alcohólicas obtenidas por fermentación y se toleran las obtenidas por destilación (no contienen proteínas de cereales, como el whisky). Utilización de aceites vírgenes obtenidos por 1ª prensión en frío. Aunque todos los aceites aportan ácido linoleico, se aconseja el aceite de oliva (AG monoinsaturados), el de onagra y borraja (ácido betalinolénico), y los aceites de nuez, soja y colza (ácido alfalinolénico). Preferencia por los productos biológicos. La agricultura biológica se ha 12 regulado oficialmente en Europa mediante un reglamento en 1991. el término agricultura biológica (AB) incluye agricultura y ganadería. Deben respetarse unas condiciones muy estrictas. Las principales exigencias son: - Para la agricultura: o La prohibición del uso de herbicidas, pesticidas e insecticidas o La prohibición del uso de productos químicos de síntesis, salvo en casos muy particulares y precisos. o La rotación de cultivos cada dos años. - La ganadería: o La prohibición de la estabulación de los animales o Una alimentación mayoritariamente biológica o Una limitación estricta de los antibióticos *Los pescados procedentes de la acuicultura están todavía fuera de esta normativa. Aunque los alimentos de la AB son del orden de un 40% más caros, la producción biológica tiene dos grandes ventajas: - Proporciona alimentos adecuados para la salud, la mayoría de las veces sabrosos y sin OGM (tasa inferior al 1%). Respeta el medio ambiente. Dieta hipotóxica Alimentos peligrosos Carnes Autorizadas pero crudas Grasas en exceso Claramente disminuidas Grasas saturadas animales Disminuidas y crudas Azúcares en exceso Disminuidos en beneficio de la fruta y la miel Alimentos en conserva Eliminados Ahumados Tolerados Alcohol Consumo moderado Sal Consumo moderado Alimentos protectores Frutas Abundantes Verduras Abundantes Productos ricos en fibra Abundantes Aceites vegetales Abundantes (1ª prensión frío) Aceites de pescado Abundantes (pescado crudo) Antioxidantes: Vit. A, C y E Prescritos Minerales: Ca, Mg, Se Prescritos Elementos propios Supresión de la leche animal Supresión de cereales domésticos (excepto arroz y trigo sarraceno) Reducción de alimentos cocinados 13 CONCLUSIONES En este último siglo hemos querido evolucionar tanto y facilitarnos tanto la vida que hemos retrocedido en muchísimos aspectos de ella. Nos hemos convertido en una sociedad sedentaria, egoísta y en la que la ley del mínimo esfuerzo se aplica más de lo que se debería. Hemos evolucionado gracias a múltiples avances tecnológicos que han permitido un desarrollo inimaginable para nuestros ancestros; pero, por otro lado, estos mismos avances son los causantes de grandes estragos en la actualidad que son más que conocidos por todo el mundo como la polución y la contaminación, que afecta a los seres vivos y al planeta, la destrucción y reducción de la capa de ozono, los vertimientos de petróleo, las armas nucleares y muchísimos otros. Sin embargo, existen muchísimos otros efectos secundarios de la evolución que a menudo pasan desapercibidos y que, además, como no generan ganancias millonarias, muchos gobiernos intentan esconder. Estoy hablando de los efectos de algunos grandes “avances” que se han producido en la alimentación actual como el uso de los organismos genéticamente modificados (OGM), el uso de pesticidas y herbicidas, la sobreexplotación animal y el uso de piensos inadecuados, medicamentos y hormonas en ganadería, los métodos de cocción, elaboración y refinamiento de la mayoría de alimentos, el consumo de tabaco y alcohol, etc. Todos estos “avances” hacen que formemos parte de una sociedad que vive deprisa, que no valora la calidad y que quiere soluciones instantáneas a sus problemas sin importarnos cuál es la mejor manera de solucionar dicho problema. Así, hoy en día las enfermedades que afectan en mayor número a “los países desarrollados” son las enfermedades cardiovasculares, psicológicas y autoinmunes, entre ellas el cáncer. En mi opinión, el principal problema de la sociedad y de la medicina actuales es el de no buscar la solución a las enfermedades desde su raíz y ponerse manos a la obra en todos y cada uno de los aspectos que se deben mejorar para gozar de una buena salud. Hasta que todo esto no cambie, dichas enfermedades se seguirán sucediendo, modificando y aparecerán de nuevas con más fuerza aún. Como hemos podido ver, los hábitos de vida y, entre ellos, la alimentación, son unos de los principales elementos a tener en cuenta en nuestra vida y en el tratamiento y prevención de la mayoría de patologías. Afortunadamente, existen ya muchas personas que se han dado cuenta de esto y que, no solamente lo estudian en profundidad sino que lo han puesto en práctica en muchísimas ocasiones con un gran número de éxitos y mejoras. Todas estas personas, son las que harán que algún día dejen de existir tantas enfermedades, valoremos y cuidemos lo que tenemos y seamos más felices. 14 BIBLIOGRAFÍA LIBROS BARBANY, Joan Ramon. Alimentación para el deporte y la salud, Martínez Roca. BRADFORD, Montse. La nueva cocina energética, 11ª edición, Océano. COLBIN, Annemarie. El poder curativo de los alimentos, Robin Book. DETHLEFSEN, Thorwald et DAHLKE, Rüdiger. La enfermedad como camino. Debolsillo. EGÉ, Monique. El régimen vegetariano, Tikal. FARRERAS, Pedro; FARRERAS, Pere et ROZMAN, Ciril. Manual de medicina interna, 13ª edición, Hartcourt-Brace. RODRÍGUEZ, Jorge J. Apuesta por la vida, Terapión España. SEIGNALET, Jean. La alimentación, la 3ª medicina, Integral. URIARTE, Xavier. El alimento como medicamento. Guía para el paciente oncológico. Ática Salud. PÁGINAS WEB www.4.bp.blogspot.com www.alimentacionnutricion.com www.ayudacontraelsudor.files.wordpress.com www.clubdarwin.net www.biosalud.org www.cancer-apuestaporlavida.blogspot.com www.holistika.com www.cocinaycomidasana.com www.experienciaherbalife.com www.cosasdesalud.es www.dietas.com www.enbuenasmanos.com www.aecc.es www.cancerstop.net www.cancer.org www.institutobiologico.com www.kousmine.com www.naturisimo-pr.com www.nutricion.pro www.nutricionequilibrada.es www.sentirmebien.com www.teatrevesadespertar.wordpress.com www.tenerbuenasalud.com www.tu-cuerpo-ideal.com 15 TERMINOLOGÍA A continuación incluyo las definiciones de algunos términos que me parece indispensable conocer con el fin de facilitar una buena comprensión a todas aquellas personas que no tengan un profundo conocimiento de la materia. Aunque algunos de los términos no están directamente relacionados con el cáncer, me parece oportuno incluirlos. Hipertrofia: Cualquier aumento en el tamaño de las células de un órgano. Hace referencia a que las células se hacen más grandes pero éstas no aumentan en número. Puede ser el resultado de un mecanismo normal (fisiológico) o producto de una afección (patológico). Esto ocurre generalmente en órganos cuyas células tienen escasa capacidad para dividirse. Por ejemplo, el aumento del tamaño de los músculos de un deportista mediante el entrenamiento es un caso de hipertrofia fisiológica. Atrofia: Las células de un órgano disminuyen de tamaño. Es lo contrario a la hipertrofia y, en consecuencia, el órgano se hace más pequeño. Puede ser el resultado de una falta de uso, de una interrupción del flujo nervioso en el órgano, de un riego sanguíneo insuficiente o de una nutrición inadecuada. Hiperplasia: Aumento del número de células de un órgano. Las células se multiplican más de lo normal. Esto suele ocurrir en órganos cuyas células tienen una buena capacidad para dividirse. La hiperplasia puede ocurrir por causas normales como, por ejemplo, el crecimiento periódico de la capa funcional del útero femenino (que luego se elimina mediante la menstruación). Pero también puede producirse por causas patológicas: como alteraciones hormonales o irritaciones repetidas de un tejido. Metaplasia: Las células de un órgano han experimentado algunos cambios y tanto su forma como su función se han visto alteradas. Normalmente, se produce cuando un tejido orgánico ha estado sometido a una agresión durante bastante tiempo. Esto es lo que ocurre en el tejido superficial de los bronquios de los fumadores habituales, este tejido se convierte en un tejido semejante a la piel que no es propio de los bronquios y que es más resistente. La metaplasia no es cáncer pero hay mayores probabilidades de que acabe siéndolo, sobretodo si no se suprime el estímulo causante. Displasia: Ocurre cuando en un tejido comienzan a aparecer células atípicas, con formas extrañas y que no parecen obedecer al esquema propio de dicho tejido. Aunque todavía no es un cáncer propiamente dicho, podemos considerar la displasia como una lesión precancerosa. Anaplasia: Es una displasia en estado avanzado y equivale prácticamente al siguiente término. Neoplasia: Se trata de una masa anormal de células que crecen sobrepasando a los tejidos normales, con casi total autonomía y sin ningún orden aparente. A continuación se deberá realizar un estudio de sus células para determinar si se trata de un tumor o bien de un cáncer. Tumor: Antiguamente el término tumor se había usado como sinónimo de inflamación o cualquiera de sus signos (dolor, calor, hinchazón, etc.), es decir, como tumefacción. Actualmente el término tumor es el sinónimo más común de neoplasia, por lo tanto, un crecimiento de una masa de células anormales. Tumor benigno: Cualquier neoplasia que no amenaza la vida por sí misma, aunque algunos tumores benignos pueden ser peligrosos por el lugar en donde se desarrollan como, por ejemplo, los que crecen dentro del cráneo. 16 En general, los tumores benignos son pequeños y sus células se dividen poco o despacio. El tejido del tumor benigno se parece al del tejido normal que le rodea y su función puede, incluso, ser la misma. Las células del tumor benigno se ven prácticamente normales. Tumor maligno: Cuando amenaza la vida de quien lo padece. Los tumores malignos suelen ser grandes porque crecen rápidamente y no suelen detenerse; sus células son diferentes a las del tejido adyacente tanto en su forma como en su función. Para determinar la naturaleza de un tumor generalmente se realizará una biopsia de sus células. Debemos aclarar que existen algunas acepciones en cuanto al procedimiento de ambos tipos de tumores, como remisiones espontáneas o distintos criterios de clasificación en función de la capacidad de división de sus células. Cáncer: Cáncer significa "cangrejo" pero propiamente cáncer se utiliza, hoy en día, para designar a los tumores o neoplasias de carácter maligno; pero en terminología médica lo más habitual es usar el término "carcinoma". Metástasis: Las células de los tumores malignos o de los carcinomas tienen la capacidad de infiltrarse por los tejidos vecinos y de llegar a los vasos sanguíneos o linfáticos para establecer "colonias" en otros lugares del cuerpo. Este fenómeno se llama metástasis y se considera la extensión del cáncer a otros órganos o tejidos. 17