RECITAL DE POESÍA Día de la mujer. Alumnos de 2º de ESO. I.E.S Mirador del Genil. Iznájar (Córdoba) 8-3-2013 1. Gioconda Belli Y Dios me hizo mujer 2. Mario Benedetti Una mujer desnuda y en lo oscuro 3. Federico García Lorca Casida de la mujer tendida Y Dios me hizo mujer, de pelo largo, ojos, nariz y boca de mujer. Con curvas y pliegues y suaves hondonadas y me cavó por dentro, me hizo un taller de seres humanos. Tejió delicadamente mis nervios y balanceó con cuidado el número de mis hormonas. Compuso mi sangre y me inyectó con ella para que irrigara todo mi cuerpo; nacieron así las ideas, los sueños, el instinto. Todo lo que creó suavemente a martillazos de soplidos y taladrazos de amor, las mil y una cosas que me hacen mujer todos los días por las que me levanto orgullosa todas las mañanas y bendigo mi sexo. Una mujer desnuda y en lo oscuro tiene una claridad que nos alumbra de modo que si ocurre un desconsuelo un apagón o una noche sin luna es conveniente y hasta imprescindible tener a mano una mujer desnuda. Verte desnuda es recordar la Tierra. La Tierra lisa, limpia de caballos. La Tierra sin un junco, forma pura cerrada al porvenir: confín de plata. http://www.poemas-del-alma.com/gioconda-belli-y-dios-me-hizomujer.htm#ixzz2KWh3pzLG http://www.poemas-del-alma.com/una-mujer-desnuda-y-en-looscuro.htm#ixzz2KWhnE8QY Una mujer desnuda y en lo oscuro genera un resplandor que da confianza entonces dominguea el almanaque vibran en su rincón las telarañas y los ojos felices y felinos miran y de mirar nunca se cansan. Una mujer desnuda y en lo oscuro es una vocación para las manos para los labios es casi un destino y para el corazón un despilfarro una mujer desnuda es un enigma y siempre es una fiesta descifrarlo. Una mujer desnuda y en lo oscuro genera una luz propia y nos enciende el cielo raso se convierte en cielo y es una gloria no ser inocente una mujer querida o vislumbrada desbarata por una vez la muerte. Verte desnuda es comprender el ansia de la lluvia que busca débil talle o la fiebre del mar de inmenso rostro sin encontrar la luz de su mejilla. La sangre sonará por las alcobas y vendrá con espada fulgurante, pero tú no sabrás dónde se ocultan el corazón de sapo o la violeta. Tu vientre es una lucha de raíces, tus labios son un alba sin contorno, bajo las rosas tibias de la cama los muertos gimen esperando turno. http://www.poemas-del-alma.com/casida-de-la-mujertendida.htm#ixzz2KWiWfELS 4. Miguel Florián Mujer mía 1 Desnuda, blanca, de nieve, de pan cálido, de mar, te quiero, mujer mía, en el costado simiente de la noche. 3 Real mujer que oculta la soñada, en su vaivén de tierra y luz, de vegetal y fuego, mujer de otra mujer más honda. Mía mujer, en el reverso vacío de las horas. Con los párpados heridos por la sombra, (las raíces, los musgos, los lagartos...) http://www.poemas-del-alma.com/miguel-florian-mujer-mia.htm#ixzz2KWjPp2cW Ave, estela lunar, como de dios, como de ángel. Dánae de oro, mujer de arcilla tierna, (Limpia, blanca, crepuscular...) carne, saliva y sombra. 2 Mujer, desnuda, blanca mía, reguero lunar de oros y de insomnios. (De algas, de espadas que se incendian.) Hembra nocturna, mujer hambrienta de raíces, de los tigres más dulces. (Piernas, voces, comarcas...) Densos senos de materia translúcida, mujer de días y de abismos, donde pudiera invocar el secreto, el solo nombre con que incendias el mundo. 5. Pablo Neruda. Poema 1 (20 poemas de amor y una canción desesperada) Cuerpo de mujer, blancas colinas, muslos blancos, te pareces al mundo en tu actitud de entrega. Mi cuerpo de labriego salvaje te socava y hace saltar el hijo del fondo de la tierra. Fui solo como un túnel. De mí huían los pájaros y en mí la noche entraba su invasión poderosa. Para sobrevivirme te forjé como un arma, como una flecha en mi arco, como una piedra en mi honda. Pero cae la hora de la venganza, y te amo. Cuerpo de piel, de musgo, de leche ávida y firme. ¡Ah los vasos del pecho! ¡Ah los ojos de ausencia! ¡Ah las rosas del pubis! ¡Ah tu voz lenta y triste! Cuerpo de mujer mía, persistiré en tu gracia. ¡Mi sed, mi ansia sin límite, mi camino indeciso! http://www.poemas-del-alma.com/poema-1.htm#ixzz2KWjpDjHc 6. Blas de Otero Cuerpo de mujer; río de oro ... Tántalo en fugitiva fuente de oro. F. DE QUEVEDO Cuerpo de la mujer, río de oro donde, hundidos los brazos, recibimos un relámpago azul, unos racimos de luz rasgada en un frondor de oro. Cuerpo de la mujer o mar de oro donde, amando las manos, no sabemos, si los senos son olas, si son remos los brazos, si son alas solas de oro... Cuerpo de la mujer, fuente de llanto donde, después de tanta luz, de tanto tacto sutil, de Tántalo es la pena. Suena la soledad de Dios. Sentimos la soledad de dos. Y una cadena que no suena, ancla en Dios almas y limos. http://www.poemas-del-alma.com/blas-de-otero-cuerpo-demujer.htm#ixzz2KWkWteY2 7. LOPE DE VEGA Es la mujer del hombre lo más bueno, y locura decir que lo más malo, su vida suele ser y su regalo, su muerte suele ser y su veneno. Cielo a los ojos, cándido y sereno, que muchas veces al infierno igualo, por raro al mundo su valor señalo, por falso al hombre su rigor condeno. Ella nos da su sangre, ella nos cría, no ha hecho el cielo cosa más ingrata: es un ángel, y a veces una arpía. Quiere, aborrece, trata bien, maltrata, y es la mujer al fin como sangría, que a veces da salud, y a veces mata. http://www.poemas-del-alma.com/lope-de-vega-es-la-mujer-del-hombre-lomas-bueno.htm#ixzz2KWlRT3nZ 8. Ángela Figera Aymercich Mujer de barro Mujer de barro soy, mujer de barro: pero el amor me floreció el regazo. Mujer ¡Cuán vanamente, cuán ligeramente me llamaron poetas, flor; perfume! Flor; no: florezco. Exhalo sin mudarme. Me entregan la simiente: doy el fruto. El agua corre en mí: no soy el agua. Árboles de la orilla, dulcemente los acojo y reflejo: no soy árbol. Ave que vuela, no: seguro nido. Cauce propicio, cálido camino para el fluir eterno de la especie. 9. Ángela Figera Aymercich Canto a la madre de familia Canto a la madre de familia tan mujer de su casa la pobre, tan gris por todos lados, tan oveja por dentro aunque suele gritar con los chiquillos. Canto a sus manos suaves de lejía los lunes y los martes, los miércoles y jueves picadas por la aguja, quemadas cada viernes por la plancha, ungidas por el ajo y la cebolla. (El sábado es un día extraordinario: limpieza de cocina, compra doble, y hacia las seis, barniz sobre las uñas para salir a un cine baratito del brazo del esposo.) Canto a la madre de familia a las ocho de la mañana distribuyendo cautamente la leche azul del desayuno en los tazones de asa rota. (Para Juanín que tanto crece hay que poner la mejor parte.) Canto a la madre de familia que era tan linda hace quince años, que ahora se ríe (un poco triste) con los consejos de belleza. (Dedique usted todos los días un cuarto de hora a su cabello.) Canto a la madre de familia que suma y suma equivocándose, cincuenta y siete y llevo cinco... por se han ido veinte duros y sin pagar al carbonero. Canto a la madre de familia que al acostarse por la noche nunca termina un rosario. (Lolita sigue tan flacucha, Juanito tuvo malas notas, el nene va lo que se dice con el culito al aire.) Canto a la madre de familia cuando se duerme tan cansada que un ángel blanco y bondadoso baja en secreto y la conforta. 10. Miguel Hernández Canción del esposo soldado He poblado tu vientre de amor y sementera he prolongado el eco de sangre a que respondo y espero sobre el surco como el arado espera: he llegado hasta el fondo. Morena de altas torres, alta luz y ojos altos, esposa de mi piel, gran trago de mi vida, tus pechos locos crecen hacia mi dando saltos de cierva concebida. Ya me parece que eres un cristal delicado, temo que te me rompas al más leve tropiezo, y a reforzar tus venas con mi piel de soldado fuera como el cerezo. Nacerá nuestro hijo con el puño cerrado, envuelto en un clamor de victoria y guitarras, y dejaré a tu puerta mi vida de soldado sin colmillos ni garras (…). Para el hijo será la paz que estoy forjando. Y al fin en un océano de irremediables huesos tu corazón y el mío naufragarán, quedando una mujer y un hombre gastados por los besos. Fragmentos de poemas http://my-poem-and-me.blogspot.com.es/2012/03/feliz-dia-de-la-mujer.html 11. Alejandra Pizarnik (Escritora argentina) Espejo de mi carne, sustento de mis alas, te doy vida en la muerte que me dan y no tomo. Mujer, mujer, te quiero cercado por las balas, ansiado por el plomo. Sobre los ataúdes feroces en acecho, sobre los mismos muertos sin remedio y sin fosa te quiero, y te quisiera besar con todo el pecho hasta en el polvo, esposa. Cuando junto a los campos de combate te piensa mi frente que no enfría ni aplaca tu figura, te acercas hacia mí como una boca inmensa de hambrienta dentadura. Escríbeme a la lucha siénteme en la trinchera: aquí con el fusil tu nombre evoco y fijo. y defiendo tu vientre de pobre que me espera, y defiendo tu hijo. Soy mujer. Y un entrañable calor me abriga cuando el mundo me golpea. Es el calor de las otras mujeres, de aquellas que hicieron de la vida este rincón sensible, luchador, de piel suave y tierno corazón guerrero. 12. Adrienne Rich estadounidense) (Escritora He visto una mujer sentada entre la estufa y las estrellas sus dedos chamuscados de apagar las velas de la pura teoría Índice y pulgar: los dos quemados: he sentido esa cera sagrada levantarme ampollas en la mano. 13. Michele 14. Gioconda Najlis (Escritora Belli (Escritora nicaragüense) Yo, mujer, terca habitante del planeta he dejado mi huella amorosa en la nube que pasa ligera. Nicaragüense) Y Dios me hizo mujer, de pelo largo, ojos, nariz y boca de mujer. Con curvas y pliegues y suaves hondonadas y me cavó por dentro, me hizo un taller de seres humanos. 15. Virgina Wolf (Escritora inglesa) "Las mujeres han vivido todos estos siglos como esposas, con el poder mágico y delicioso de reflejar la figura del hombre, el doble de su tamaño natural." 16. Audre Lorde (Escritora afroamericana) Mujer Sueño con un lugar entre tus pechos para construir mi casa como un refugio donde siembro en tu cuerpo una cosecha infinita. 17. Concha Méndez (Escritora española) Yo miro más allá, hacia un futuro, Hacia una meta donde va mi vida. Como sé lo que quiero, miro al mundo Y le dejo rodar con su mentira. 17. Walada bint Al Mustakfi (Escritora cordobesa, 994 – 1091) "Soy por voluntad de Dios, destinada a alta posición. Y sigo mi propio camino, con orgullo". 18. Ángela Figuera (Escritora española) Mi carne morena aún tiene sabores de primavera: ¿No veis los ojos en celo de mi amante sobre ella? Aymerich