III JORNADAS INTERNACIONALES SOBRE FEROMONAS, ATRAYENTES, TRAMPAS Y CONTROL BIOLOGICO: HERRAMIENTAS PARA LA GESTIÓN INTEGRADA MURCIA, 19 Y 20 DE NOVIEMBRE DE 2013 EXPERIENCIAS EN EL USO DE FEROMONAS HORTÍCOLAS EN LA REGION DE MURCIA EN CULTIVOS Antonio Monserrat Delgado. Consejería de Agricultura y Agua. REGIÓN DE MURCIA RESUMEN La inclusión de herramientas tecnológicas para el manejo de plagas, como las feromonas y diferentes tipos de material de trampeo, se ha convertido en una prioridad en los últimos años. A pesar de que sus planteamientos teóricos son simples, y de existir una importante oferta comercial y demanda por los productores, su aplicación práctica, para conseguir unos resultados satisfactorios, no siempre es sencilla y requiere de conocimientos esenciales sobre la biología y etología de las plagas a intervenir, los materiales, así como de experiencia local. En la Región de Murcia se han realizado numerosos trabajos de campo sobre la utilización de feromonas sexuales, tanto como herramientas para la estimación de riesgos fitosanitarios como sistemas de control directo de plagas, de los que se exponen los resumenes y conclusiones de mayor interés. INTRODUCCIÓN Es conocida la importancia que adquieren las feromonas en la comunicación entre individuos de una misma especie, especialmente las sexuales en el caso de lepidópteros. Identificada su composición y su capacidad de síntesis en laboratorio, puede aprovecharse esta facultad para ser utilizadas en el manejo de algunas plagas de interés agrícola y forestal. Junto a la feromona en sí, compuesta por una o varias moléculas volátiles, en proporciones e isómeros concretos, los sistemas de difusión y de trampeo van a ser determinantes en la eficacia con la que pueden utilizarse. Además, las características biológicas y etológicas de cada especie, determinarán también sus posibilidades prácticas de uso. En plagas de hortalizas, las feromonas sexuales de lepidópteros pueden utilizarse con dos objetivos: determinar los niveles poblacionales y riesgos, o bien como método de control directo. En el primer caso podemos incluir la vigilancia de posibles introducciones de especies no presentes en la zona, así como la monitorización de las ya presentes. Para el control directo de plagas, pueden utilizarse bajo diferentes técnicas, entre las que destacarían la “captua masiva” y la “confusión sexual”, sin descartar otras como la de “falsas pistas”, “atracción y muerte” o “atracción y esterilización”. Con unos planteamientos teóricos sencillos y aparentemente viables, la experiencia de campo apunta a una gran complejidad en la interpretación de los datos y en la obtención de controles eficaces. Por un lado está el material a utilizar (bouquet feromonal, concentración, características de emisión del difusor, idoneidad de las trampas y su distribución, etc) y la influencia de las condiciones ambientales (vientos y temperaturas). Por otro lado estarían las características de la propia plaga (distribución y capacidad migratoria de hembras ya fecundadas o disponibilidad de otros mecanismos de aproximación y encuentros entre machos y hembras). A esto hay que añadir el que varias especies de lepidópteros pueden estar presentes de forma simultánea, por lo que el control específico de una no implica solucionar el problema de orugas en el cultivo. EXPERIENCIA Y USOS DESTACABLES EN LA REGIÓN DE MURCIA 1.- Detección precoz en la posible introducción de nuevas plagas en la Región La detección precoz de nuevas especies de lepidópteros en una zona suele ser bastante complicada, pudiendo inicialmente pasar desapercibida, hasta que se producen daños de consideración y sus poblaciones ya se han extendido. La disponibilidad de sistemas de trampeo eficaces, que permitan detectar la presencia, por muy bajas que sean sus poblaciones, pueden ayudar a anticiparse al problema y tomar medidas preventivas para reducir su posible incidencia en la zona. Habitualmente se prospectarán solo aquellas especies que representen un mayor riesgo de introducción, bien porque se hayan detectado en otras zonas geográficas cercanas o con las que haya intercambios comerciales con las que pudieran introducirse, así como como por el problema que podría implicar a los productores de la Región, en función de las condiciones ambientales, dinámica de cultivos involucrados o implicaciones comerciales. La prospección obligatoria de alguna de estas plagas está regulada por el MMARM, como es el caso de Diabrotica virgifera, sin que hasta la fecha se haya detectado su presencia. Como ejemplo de detección precoz de una plaga en la Región de Murcia, se puede citar Tuta absoluta. Una vez confirmada su presencia en otras zonas españolas, se colocó una red de trampas en las principales zonas productoras de tomate, detectándose las primeras capturas con varios meses de antelación a la aparición de daños en las plantaciones, lo que ha permitido seguir mejor su dispersión y diseño más rápido de estrategias de control y divulgación. Igualmente, tras comunicarse la posible presencia de Keiferia lycopersicella en Italia, se incluyó esta especie en la red de trampeo de la Región, sin que hasta la fecha se haya detectado su presencia. Un caso particular es el de Platynota stultana, que tras comunicarse su presencia en regiones limítrofes comenzó su prospección en la Región, habiéndose detectado algunas capturas desde entonces, lo que ha implicado realizar un seguimiento específico de la misma, sin que hasta la fecha se haya observado ninguna incidencia en las plantaciones. 2.- Red de seguimiento de lepidópteros Para los Servicios oficiales de Sanidad Vegetal es importante establecer las curvas de vuelo o monitorización de las principales especies que pueden afectar a los cultivos. En algunas de ellas, el objetivo será determinar las fechas de emergencia de los adultos, como en Gortyna xanthenes, con una única generación al año, y cuyos momentos de vuelo y apareamientos nos puede dar una idea de cómo va a ir la posterior eclosión de sus puestas. En especies que entran en diapausa o parada invernal, nos puede indicar el momento en el que empiezan a avivar y debemos intensificar otros controles, aunque en los últimos años se ha podido observar un cambio de tendencia de algunas especies, que no terminan de romper sus ciclos en invierno. En otros lepidópteros, en base a los niveles de capturas y tendencias de las curvas de vuelo, lo que se intenta es estimar de riesgo que están siendo sometidos los cultivos sensibles de la zona. Para ello, es fundamental contar con un historial de varios años y utilizar un material adecuado y estandarizado, lo que requiere de estudios adicionales sobre el comportamiento de diferentes emisores comerciales y material de trampeo. En el Cuadro I podemos observar las especies que habitualmente se incluyen en la Red de Seguimiento de lepidópteros del Servicio de Sanidad Vegetal de la Región de Murcia y los tipos de trampas utilizados. Para cada una de las especies hay establecido también el o los emisores comerciales que deben utilizarse como estándar, en base a ensayos comparativos de materiales realizados. Como Anexo I figura un documento con las indicaciones que se dan a los técnicos que colaboran en sus controles, con la identificación de las especies que pueden encontrar. Delta ……… ….. ESTACIÓN FECHA Tuta absoluta MIRADO R CC-EL ALGAR CUADRO I RED DE SEGUIMIENTO LEPIDOPTEROS - 2013 (SERVICIO DE SANIDAD VEGETAL DE MURCIA) Helicoverpa armigera Funnel am. Keiferia lycopersicella Delta Mamestra brassicae Funnel ver. Spodoptera exigua Funnel ver. Autographa gamna Funnel ver. Plutella xylostella Delta Agrotis exclamationis Funnel ver. Spodoptera littoralis Funnel ver. Chrysodeixis chalcites Funnel ver. Agrotis segetun Funnel ver. Hellula undalis Delta Platynota stultana Delta Duponchelia fovealis Delta Gortyna xanthenes (cebo de Helicoverpa) Funnel am. CUADROS EN AMARILLO, ESPECIES PRESENTES EN CADA UNA DE ESAS ESTACIONES ESPECIFICADAS 3.- Monitoreo o estimación de riesgos a nivel de parcelas o explotaciones Uno de los elementos de estimación de riesgo de lepidópteros para las plantaciones de hortalizas, que parece más aceptado actualmente, es la utilización de trampas específicas para seguir sus curvas de vuelo. Sin embargo, la experiencia nos indica que son pocas las ocasiones en las que se puede establecer una relación directa entre los niveles de capturas y los riesgos para el cultivo y que es preciso conocer muy bien estas herramientas para que sean realmente útiles. A modo de ejemplo, podemos citar las interpretaciones que se pueden realizar para algunas especies de interés, en función de los datos de sus capturas. Así, en plantaciones de tomate, la ausencia de capturas de Tuta indicaría que no hay riesgo de esta plaga, con alguna excepción que se puede prever fácilmente. Niveles de capturas muy bajos (unos pocos individuos por semana), indican que la presión de plaga es muy baja, aunque ya deberían comenzar a tomarse algunas medidas. Por el contrario, niveles de capturas muy elevados (varias decenas o centenas por semana), en parcelas con buenos cerramientos indica un fuerte riesgo de daños en las semanas posteriores, por lo que debe intensificarse la vigilancia y actuaciones de control necesarias. En el caso de parcelas al aire libre o con malos cerramientos, niveles muy elevados de capturas no implican necesariamente un alto riesgo de ataque de la plantación. Aquí interfiere la enorme capacidad de atracción de los machos hacia las trampas, incluso a distancias relativamente grandes. Además, la presencia de fauna auxiliar y tratamientos juega un papel especialmente importante en su evolución en este tipo de parcelas. Helicoverpa armigera es una plaga con un comportamiento muy complejo, cuyos niveles de capturas, en algunos momentos, pueden parecer un tanto caóticos y con poca relación con la presión de plaga en las plantaciones. Independientemente de que utilicemos los difusores comerciales y trampas adecuadas para esta plaga, la ausencia de capturas o niveles muy bajos de estas, no siempre indican que la plantación no esté siendo atacada por la misma. La razón está en las fases migratorias que pueden tener las hembras ya fecundadas, no detectables por las trampas (que solo capturan machos), y que pueden estar realizando numerosas puestas sin ser detectadas. Además, el empleo de polilleros tipo Funnel amarillos, los más indicados para esta especie, representan un serio problema para los cultivos, como tomate, en los que se utilizan abejorros polinizadores, ya que tienden a entrar en estas trampas y morir. En otras especies, como Spodoptera littoralis, se pueden obtener niveles de capturas muy elevados, de cientos de individuos semanales, sin que estén produciendo problemas importantes en la plantación. La razón está en la gran capacidad de atracción que tienen algunos emisores comerciales y a la mayor sensibilidad de esta plaga frente a la mayoría de tratamientos realizados contra otras orugas de lepidópteros, haciéndolas pasar desapercibidas. Para que las curvas de vuelo de lepidópteros sean realmente representativas y útiles en la toma de decisiones para el manejo de estas plagas en hortalizas, debemos tener en cuenta toda una serie de factores. En primer lugar que se utiliza el material adecuado, en cuanto al tipo y color de las trampas y los cebos o “emisores” comerciales de la feromona, ya que no con todos se obtiene un comportamiento óptimo. Hay que tener en cuenta que no todos los emisores comerciales llevan la misma pureza, pudiendo haber ligeras variaciones en la composición o proporciones de la mezcla feromonal, su carga total o velocidad de emisión, que implican importantes diferencias en su capacidad de atracción. Además del emisor y características de la trampa, el número de capturas que se obtienen para algunas especies dependerá también la ubicación de las trampas y su altura de colocación. Incluso puede estar influenciado por las características de la explotación, especialmente en el caso de cultivos protegidos, y condiciones ambientales y de vientos dominantes. Por ello, para poder interpretar correctamente los datos de los niveles de capturas obtenidos, hay que establecer unas condiciones estándar para cada plaga: emisor comercial, tipo y color de trampa, altura y ubicación en la parcela, así como conocer los datos históricos para poder relacionar los niveles de capturas (o tendencias) con los niveles de riesgo que pueden implicar. 4.- Control, mediante la técnica de “Captura masiva de machos” En la Región de Murcia, se han realizado diferentes experiencias con técnicas de captura masiva de machos, sobre varias especies de lepidópteros. La idea es sencilla: “capturar los machos, de tal manera que las hembras no dispongan de éstos para fecundarlas”; pero en la práctica se complica, puesto que va a haber numerosos factores que van a influir en su eficacia. Competencia entre las emisiones de las hembras y los difusores utilizados, capacidad de captura y saturación de las trampas, densidades utilizadas, tiempo de maduración sexual, número de hembras que pueda copular un solo macho, lugares de preferencia de apareamientos, capacidad de desplazamiento o disponibilidad de otros sistemas de encuentros, serían algunos de ellos. De todos estos trabajos, destaca la aplicación que puede realizarse sobre Tuta absoluta, donde llegan a obtenerse resultados muy interesantes en parcelas de tomate con buenos cerramientos. Para ello, hay que utilizarla como un complemento a las medidas de higiene y barreras físicas, incluso a los tratamientos. Con bajos niveles poblacionales, la captura masiva va a limitar la enorme capacidad de multiplicación que tiene la plaga, evitando que se convierta en un problema en tan poco tiempo. Las recomendaciones de uso de la confusión sexual contra Tuta incluiría la utilización de una densidad de 20 a 40 trampas por hectárea, de gran capacidad de captura (habitualmente de agua), correctamente distribuidas para cubrir bien toda la superficie y no se produzcan interferencias entre ellas, colocadas directamente en el suelo o a muy baja altura, y con un mantenimiento adecuado (que habitualmente incluye la adición de aceites, jabones o algicidas al agua). Además, estas trampas deben quedar ya colocadas antes de realizar el trasplante, con la parcela bien limpia y cerrada. La utilización de estas trampas en otras condiciones (al aire libre o sin cerramientos adecuados, o bien con altos niveles poblacionales), a pesar de que capturen miles de individuos, realmente tendrían muy poca incidencia sobre la evolución de la plaga y daños que puede ocasionar. Spodoptera littoralis ha sido una plaga contra la que se han utilizado técnicas de captura masiva desde hace varias décadas, incluso con campañas oficiales. A pesar de los miles de individuos que llegan a capturarse, no ha tenido continuidad. La razón puede estribar en que el control específico de esta plaga (cuya eficacia va a depender mucho de las características de las parcelas), no resuelve el problema general de orugas de lepidópteros, ya que hay otras especies que van ocupando su lugar. En actuaciones mancomunadas, en importantes superficies continuas (en experiencias entre 100 y 300 hectáreas), estrategias combinadas contra las principales especies presentes, con confusión sexual sobre unas (Spodoptera exigua, Chrysodeixis chalcites, Plutella xylostela) y captura masiva sobre otras (Spodopera littoralis, Autographa ganma, Helicoverpa armígera, Agrotis segetum, Agrotis exclamationis), si que han mostrado resultados de gran interés. Sin embargo, cuando este mismo tipo de estrategias se ha intentado en parcelas individualizadas, los resultados obtenidos han sido muy pobres, al margen de que con el tiempo pueda reaparecer alguna otra especie que pasaba desapercibida (como Mamestra brassicae, no contemplada inicialmente en las actuaciones). En el caso de invernaderos y mallas con buenos cerramientos, la utilización de cuatro a seis trampas por hectárea, de algunas de las especies que podrían afectar al cultivo, puede ser una herramienta importante y económica para reducir las probabilidades de que, con bajos niveles poblacionales, la plaga de multiplique. Sin embargo, las características de las corrientes de aire y temperaturas en el interior de las naves, no siempre garantiza unos resultados satisfactorios y requeriría de estudios específicos. 5.- Experiencias técnica de “Falsas pistas” La introducción de numerosos puntos de emisión de la feromona en una parcela, de tal manera que los machos vayan siguiendo su rastro y tengan muy pocas posibilidades de encontrar a una hembra es una alternativa, al menos teórica, para evitar apareamientos. En la Región de Murcia se han realizado dos experiencias de este tipo contra Tuta absoluta en invernaderos de tomate completos. En ellas, se distribuían a voleo cerca de 100.000 gránulos impregnados con la feromona (puntos de emisión), que en su mayor parte caían al suelo, inicialmente cubierto con un acolchado plástico nuevo. La cuestión es si realmente puede ser considerada como una técnica de “falsas pistas” o se trata mas bien de un efecto de confusión sexual. Sea como fuere, la realidad es que se llegaron a obtener resultados positivos, retrasando la subida poblacional de la plaga y necesidad de tratamientos, con la ventaja de la facilidad y rapidez de aplicación, tirando los gránulos a voleo por toda la parcela. Sin embargo, en parcelas en las que no hubiera acolchados, o no fueran nuevos, estos gránulos se impregnaría de tierra, lo que podría favorecer la rápida degradación de la feromona por los microorganismos del suelo. 6.- Control mediante la técnica de “Atraer y matar” El principio de esta técnica es utilizar la capacidad de atracción de la feromona para llevar a los machos hasta un cebo conteniendo un insecticida, para eliminar la mayor parte de los mismos. El problema es que los imagos machos de la mayoría de lepidópteros plaga no requieren alimentarse y que la presencia de la feromona en los cebos, aunque los atraiga a sus proximidades, no implica que entren en contacto con los mismos. A pesar de estas reticencias, se realizaron experiencias, también sobre Tuta, en la que se utilizaba un ingenioso dispositivo que repartía, por hectárea, sus 125 gramos de contenido en 3.000 gotas, y que se distribuían regularmente por toda la parcela, localizándolas directamente sobre hojas superiores de las plantas. Los resultados de control de Tuta fueron totalmente nulos, por lo que descartamos el sistema, al menos contra esta plaga. 7.- Control mediante la técnica de “Confusión sexual” El principio de esta técnica se basa en mantener el ambiente constantemente saturado con la feromona, de tal manera que los machos no sean capaces de localizar a las hembras receptivas, aunque estas estén emitiendo su feromona, impidiendo su fecundación. Para ello es fundamental liberar, de manera controlada y prolongada, suficiente cantidad de feromona, mediante diferentes tipos de dispositivos o emisores. Al no afectar a las hembras ya fecundadas, solo tiene sentido realizarlas en parcelas con poca entrada de éstas, lo que la limita a superficies continuas (de hectáreas a centenares de hectáreas) o a parcelas con aislamientos físicos (invernaderos o mallas). Entre las especies de lepidópteros en las que se ha trabajado en la Región de Murcia durante esta última década, con diferentes tipos de materiales y condiciones de uso, destacan Spodoptera exigua, Plutella xylostella, Gortyna xanthenes, Helicoverpa armigera, Ostrinia nubilalis y Tuta absoluta. En el caso de Spodoptera exigua se ha comprobado como, tanto la aplicación de la feromona líquida microencapsulada de Suterra como la colocación de sus difusores, pueden ejercer un interesante control de la plaga durante varias semanas o meses, con un efecto también significativo sobre Chrysodeixis chalcites. El problema surge cuando coexisten otras especies de lepidópteros plaga, como suele ser habitual, lo que seguirá implicando realizar tratamientos contra orugas. Las feromonas de esta misma empresa para Plutella xylostella, en condiciones adecuadas, también llegan a ejercer una buena eficacia en el control de esta plaga de las brassicas, aunque tienen el mismo problema cuando aparecen asociadas con otras especies de lepidópteros. Sobre Gortyna xanthenes o taladro de la alcachofa, se han realizado experiencias de confusión sexual con material de Suterra (durante dos años consecutivos, en parcelas de varias hectáreas y separadas a cierta distancia de las estandar). Tanto con la feromona específica de Gortyna como con la de Helicoverpa armígera (que interfiere también con Gortyna), se ha llegado a conseguir la inhibición total de sus capturas en trampas, que suelen alcanzar varios cientos de individuos durante las semanas de vuelo. Sin embargo, la incidencia real sobre los daños producidos en las parcelas en confusión apenas se han visto mermados, lo que indicaría que podría haber otros mecanismos de encuentro entre machos y hembras, al menos cuando sus poblaciones son elevadas, puesto que la capacidad de desplazamientos de esta plaga parece bastante limitada. Para Helicoverpa armigera también se han realizado diferentes experiencias de confusión sexual con materiales de Suterra y de ShinEtsu, en parcelas varias hectáreas de lechuga, alcachofa y de apio. Sobre esta compleja plaga, los resultados obtenidos han sido muy variables y muy poco consistentes, observándose en unos casos una importante reducción de la incidencia de la plaga, incluso permitiendo una disminución de tratamientos fitosanitarios, mientras en otras ocasiones no ejercía ninguna influencia en la evolución de la plaga y sus daños. Las características migratorias de esta plaga pueden estar detrás de estos resultados tan variables, limitando su viabilidad en campo. Sin duda alguna, la plaga contra la que mejores resultados se han obtenido con técnicas de confusión sexual, ha sido Ostrinia nubilalis. Esta plaga representa uno de los problemas fitopatológicos más importantes que pueden afectar las plantaciones de pimiento de invernadero del Campo de Cartagena, en los cuales se usan estrategias de Control Biológico para varias plagas. El control de Ostrinia por métodos biológicos y químicos, llega a ser muy complejo en las condiciones de cultivo estos invernaderos. Tras las experiencias preliminares realizadas hasta 2008, se seleccionaron los difusores de ShinEtsu, que en campañas posteriores se fueron probando en diferentes condiciones y dosificaciones, hasta conseguir una buena fiabilidad de sus resultados. Durante 2009 se realizaron varias experiencias, en distintos invernaderos y zonas, sobre una superficie total de 10 hectáreas. Al año siguiente, además de ensayos concretos de ajustes, la técnica se aplicó sobre unas 80 hectáreas, para comprobar la fiabilidad de los resultados en las condiciones más habituales de cultivo. Posteriormente se han ido incluyendo algunas nuevas experiencias, tanto en invernaderos como en plantaciones al aire libre. Durante los tres últimos años, estas técnicas se han incluido en la mayor parte de los invernaderos de pimiento de invernadero del campo de Cartagena, dentro de unas campañas experimentales coordinadas por la Consejería de Agricultura y Agua, previa comunicación al MMARM, con muy buenos resultados. Como Anexo II, figura la información elaborada por el Servicio de Sanidad Vegetal de Murcia, que se facilitaba a técnicos y agricultores implicados. Otra de las plagas, en la que en la Región de Murcia se ha trabajado de manera especialmente intensiva con estas técnicas, es Tuta absoluta. Varios han sido los materiales y estrategias probadas desde el año 2008 hasta la actualidad, en la que se ha llegado a establecer sobre una explotación completa de unas 20 hectáreas. De las conclusiones de todos estos trabajos, podemos destacar que la confusión sexual contra Tuta llega a ofrecer resultados especialmente interesantes. La utilización de los difusores de alta carga y larga duración de ShinEtsu, ha sido la que ha mostrado mejores resultados, cuyo efecto llega a prolongarse durante 4-5 meses. Estos buenos resultados se obtienen con la colocación antes del trasplate (y con las parceles con buenos cerramientos y limpias) de 600 a 800 difusores por hectárea, para los de ShinEtsu de 70 mg., distibuidos de forma regular por toda la superficie. El problema surge cuando hay entrada de hembras fecundadas desde el exterior o bien con otros lepidópteros, como Helicoverpa, Spodoptera o plúsidos, que llegan a proliferar cuando se han eliminado la mayoría de tratamientos contra Tuta. Algunas referencias apuntan a que Tuta absoluta podría multiplicarse por partenogénesis, sin necesidad de machos (Caparros, Haubruge y Verheggen, 2012), lo que invalidaría los sistemas de control basados en evitar los acoplamientos (captura masiva y confusión sexual), así como la posibilidad de utilizar otros basados en la liberación de machos estériles. Sin embargo, estos datos contradicen los buenos resultados obtenidos en los diversos ensayos de confusión sexual realizados en la Región de Murcia durante los últimos cuatro años. Para comprobar esta posibilidad de multiplicación partenogenética, durante la primavera de 2013 se estudiaron poblaciones de Tuta de Mazarrón y de Águilas, en las que tras el seguimiento de más de 200 hembras no se ha detectado ningún indicio de partenogénesis. Por ello, continúan realizándose nuevas experiencias que ayuden a determinar la fiabilidad del sistema y ajustar las condiciones óptimas de uso de esta técnica de confusión sexual. Dos son los impedimentos por los que la técnica de confusión sexual que se ha ido definiendo en estas experiencias se está viendo frenada, al menos en estos momentos. El primero es la existencia de otras estrategias químicas y biológicas muy eficaces, y el segundo el alto coste de la feromona que hay que utilizar. Sin embargo, esta situación podría cambiar, puesto que cada vez hay una mayor tendencia a minimizar el uso de productos fitosanitarios, pudiéndose generar también resistencias a los mismos. Por otro lado, el principal auxiliar utilizado actualmente en tomate contra Tuta, Nesidiocoris tenuis, es un insecto de difícil manejo, puesto que puede llegar a causar importantes daños al cultivo. Por su parte, es lógico pensar también que el coste de producción de la feromona podría disminuir, especialmente si se extiende su uso. CONCLUSIONES Como conclusiones a la experiencia acumulada en los cultivos hortícolas de la Región de Murcia, con el uso de feromonas sexuales de lepidópteros, podríamos destacar las siguientes: - Las feromonas sexuales pueden llegar a ser herramientas muy útiles en la gestión de plagas, tanto para la estimación de riesgos como para estrategias de control directo. - A pesar de que su utilización parece muy sencilla, en la práctica, para obtener unos resultados adecuados, requiere de un gran conocimiento sobre materiales, la etología de las plagas implicadas y la forma de inclusión en estrategias. - Es fundamental incrementar los trabajos de investigación y desarrollo de estas tecnologías. - Las limitaciones cada vez mayores, que se van imponiendo a los productos fitosanitarios, están incrementando el interés por estas estrategias tecnológicas, lo que se traduce en una mayor oportunidad de negocio y de estudio en este campo. - Las estrategias basadas en el uso de feromonas sexuales de lepidópteros, a priori, ofrecen muy pocos riesgos, tanto para los trabajadores como para el medio ambiente y consumidores, y son compatibles las técnicas de control biológico de plagas y con los tratamientos fitosanitarios. ANEXO I INSTRUCCIONES COLABORADORES DE LA RED DE SEGUIMIENTO DE LEPIDÓPTEROS COLOCACIÓN Y CAMBIOS DE DIFUSORES Dejar caer los difusores en los cestillos o centro de las placas engomadas. Tener la precaución de no tocar los difusores y después tocar otras partes de las trampas u otros difusores. No dejar tirados difusores viejos ni sus envases cerca de las zonas de trampeo. Si un difusor se cae al suelo y se mancha de tierra, debe ser sustituido, como máximo, en una o dos semanas. Sobre placas engomadas, tener la precaución de que no se impregnen mucho de goma, siendo preferible introducirlos en cestillos. SUSTITUCIÓN DE MATERIALES - - Difusores: Entre 5-6 semanas en verano y 8-10 semanas en invierno. Placas engomadas: entre 1 y 4 semanas (cuando haya un número importante de capturas que dificulte su limpieza o cuando se les adhiera demasiado polvo o suciedad que reduzca su capacidad de retención de las mariposas). Polilleros Funnel, cada vez que se rompa uno o se pierda, o cuando hubieran capturado un importante número de abejorros o de abejas. CONTEO DE LAS TRAMPAS Habitualmente una vez por semana, preferentemente el mismo día de la semana, (entre diciembre y marzo, puede realizarse una vez cada dos semanas). Contar los individuos de la especie correspondiente, identificándolos correctamente. Cuando caigan otros especímenes de forma sistemática o en número importante, se identificarán y se anotarán también sus capturas. En caso de dudas, se enviarán muestras o fotografías al Servicio de Sanidad Vegetal. Las actualizaciones de los conteos se enviarán al Servicio de Sanidad Vegetal semanal o quincenalmente, según su periodicidad, en los estadillos correspondientes. IDENTIFICACIÓN DE LAS PRINCIPALES ESPECIES Spodoptera littoralis Chrysodeixis chalcites Autographa ganma exclamationis Spodoptera exigua Helicoverpa armigera Agrotis Agrotis segetum Mamestra brassicae Gortyna xanthenes Duponchelia fovealis Plutella xylostella Platynota stultana Hellula undalis Tuta absoluta (Keiferia tiene el mismo aspecto, por lo que si hay capturas en las trampas de Keiferia hay que hacerles las genitalias) ANEXO II RECOMENDACIONES PARA EMPLEAR LA TÉCNICA DE CONFUSIÓN SEXUAL CONTRA OSTRINIA EN INVERNADEROS DE PIMIENTO Ostrinia nubilalis representa uno de los problemas fitopatológicos más importantes que pueden afectar las plantaciones de pimiento de invernadero del Campo de Cartagena y que, actualmente, se manejan en Control Biológico de plagas. Su control, por métodos biológicos y químicos, llega a ser muy complejo en nuestras condiciones de cultivo, especialmente en zonas, donde otras plantaciones interfieren de manera muy importante en la dinámica de esta plaga. Tal es el caso de la alcahofa, que mantiene las poblaciones de Ostrinia refugiadas durante el invierno, de donde partirán la mayor parte de individuos que colonizan los invernaderos de pimiento. Durante las últimas campañas, se han probado diversas estrategias de confusión sexual para el control de esta plaga. La técnica consiste en mantener en el ambiente una cantidad suficiente y constante de la feromona sexual de la hembra, la sustancia responsable de atraer a los machos hacia las hembras que están emitiéndolas, para copularlas y reproducirse. Saturando el ambiente del invernadero del olor de la hembra, los machos son incapaces de dirigirse hacia las hembras, para aparearse, al no poder detectar de donde viene el olor. Para conseguir este efecto, debe colocarse un número suficiente de emisores de esta feromona en las plantaciones de pimiento que se pretende proteger, teniendo en cuenta los siguientes aspectos: 1º.- La técnica de confusión sexual se contempla como una herramienta más, a integrar en una estrategia global de manejo de Ostrinia y del resto de patologías del cultivo. 2º.- La confusión sexual es especialmente eficaz con bajos niveles de Ostrinia, para dificultar que puedan reproducirse, mientras que con altas poblaciones su efecto baja rápidamente, al incrementarse las probabilidades de que se produzcan aproximaciones casuales entre machos y hembras. 3º.- Los resultados obtenidos en las experiencias de campo realizadas con esta técnica, durante los dos últimos años, han sido muy positivos. Sin embargo, consideramos que todavía falta experiencia en diferentes condiciones para que se puedan garantizar los resultados 4º.- La técnica de confusión sexual es compatible con el resto de estrategias de control de plagas (biológicos, químicos) y, con los conocimientos actuales, se considera que no representa riesgo de residuos, ni para los operarios o medioambiente. Tampoco de atracción de la plaga hacia las plantaciones donde se coloca. 5º. La confusión sexual no tiene ningún efecto sobre las entradas de hembras fecundadas desde el exterior, ni en sus puestas sobre nuestra plantación, por lo que hay que tener muy en cuenta los cultivos colindantes y barreras físicas. LAS CONDICIONES DE USO PROPUESTAS, INCLUYEN LAS SIGUIENTES MEDIDAS: - Medidas de prevención - Higiene Conservar los invernaderos lo más limpios posible de hierbas y de restos de plantaciones anteriores, durante los meses previos a una nueva plantación. - Cerramientos Mantener protegidas con mallas las zonas de ventilación de los invernaderos durante el máximo tiempo posible y reparar frecuentemente los posibles rotos o aperturas que pudieran tener las cubiertas. Mallas de 4x2 hilos/cm2 pueden ser suficientes para evitar entradas, siempre que se mantengan bien colocadas y no haya otros huecos. - Retirada y destrucción de frutos afectados Recolectar todos los frutos que se vean con daños de Ostrinia para destruirlos, durante todo el ciclo de cultivo. No dejarlos tirados en el suelo, ni siquiera en el exterior de las parcelas, sin haberlos chafado o triturado previamente. No dejarlos tampoco en bolsas o sacos de plástico, ya que las orugas de Ostrinia son capaces de perforarlos y escaparse con facilidad. - Control biológico Aunque el control biológico, por si solo, no sea una técnica capaz de controlar la plaga, su efecto no es nada desdeñable. Así, algunos depredadores generaliastas, como Orius y crisopas, y parasitoides, como Hyposoter o Trichogramma, son capaces de eliminar numerosos huevos, larvas y/o crisálidas de Ostrinia, por lo que debe potenciarse al máximo su instalación, evitando tratamientos que puedan resultar agresivos contra estos insectos beneficiosos. - Tratamientos fitosanitarios Dentro de una estrategia global de manejo de Ostrinia, los tratamientos fitosanitarios van ser fundamentales en algunos momentos. Además, pueden producirse ataques de otras orugas, como Helicoverpa, Spodoptera exigua, Sp. littoralis o plúsidos, sobre las que la confusión sexual utilizada contra Ostrinia no va a tener ningún efecto. Entre los productos a utilizar contra Ostrinia, destacan los Bacillus, con efecto más “preventivo” y muy baja incidencia sobre auxiliares. Existen diferentes formulados de Bacillus, habiendo algunos que se adaptan mejor que otros al control de esta plaga. Entre los productos más “específicos”, por su eficacia, destacan los formulados a base de clorantroniliprol y flubendiamida, muy respetuosos sobre los auxiliares más interesantes que se pueden encontrar en el cultivo, y el spinosad e indoxacarb, con un efecto moderado sobre auxiliares, pero importantes para alternar con los anteriores. Para otros lepidópteros, como Spodoptera, hay productos también interesantes y respetuosos sobre auxiliares, como son los formulados a base de tebufenocide y metoxifenocide. El resto de formulados autorizados contra orugas en pimiento suelen tener más problemas de incompatibilidad con auxiliares, por lo que solo se utilizarían en condiciones muy específicas. Una de las claves para optimizar la eficacia que puede obtenerse con estos productos, es la calidad con la que se realizan las aplicaciones. Cuando el cultivo está muy desarrollado y los marcos de plantación son estrechos, como sucede habitualmente en los invernaderos de pimiento, llega a ser muy difícil cubrir bien toda la planta. La incorporación de determinados mojantes, surfactantes o correctores del pH al caldo de aplicación, puede contribuir a mejorar también la eficacia de algunos tratamientos. Otros factores clave, son la adecuada elección del producto a utilizar en cada momento, la rotación de materias activas y la cadencias de aplicaciones, que deben ajustarse a las condiciones de la evolución de la plaga en cada parcela, evitando tratamientos innecesarios. Confusión sexual La colocación y manejo de los difusores es muy sencilla y requiere unas 3-4 horas de trabajo por hectárea (con un solo operario). Aunque el material no es tóxico, es importante utilizar siempre guantes de latex o goma al tocarlos y cuidar que no se manchen con tierra o polvo, ya que podría degradarse rápidamente la feromona, perdiendo efecto. Dosis de difusores: como norma general, se recomienda utilizar en torno a los 500 difusores por hectárea. Se puede optar también por subirlos hasta 700, especialmente en los invernaderos más altos, con más ventilación o que se pretenda alargar los ciclos de cultivo. Los marcos de colocación, para densidades de 500 dif/ha, serían de 4x5 metros: cada 4 líneas, si está a un metro entre lineas, y cada 5 metros en las líneas de colocación, al tresvolillo, aunque pueden ajustarse a otros marcos, siempre que haya un difusor cada 20 m2. Para densidades de 700 dif/ha, puede utilizarse un marco de colocación de 3x5 metros: cada 3 líneas, si está a un metro entre lineas, y cada 5 metros en las líneas de colocación, al tresvolillo, reforzando los bordes interiores de los invernaderos con los difusores sobrantes. Altura de colocación: los difusores deben quedar localizados por encima de la altura máxima que vaya a alcanzar el cultivo. Una altura óptima puede ser entre 1,5 y 2,25 metros, pudiendo aprovecharse los alambres de entutorar, en los casos que sea posible. Cuando, por la estructura del invernadero, hubiera que colocar los difusores más bajos (nunca menos de 1 metro) y estos pudieran quedar por debajo de la altura máxima alcanzada por el cultivo, se incrementará la dosis hasta los 700 difusores por hectárea. Fechas de colocación: se estima que la fecha óptima para colocar los difusores en los invernaderos se sitúa entre el 10 y el 20 de abril, aunque podría sufrir algún ajuste, dependiendo de la climatología y evolución de la plaga. Lo importante es adelantarse, antes de que comiencen a verse los primeros daños, ya que una vez han subido las poblaciones en la parcela, ya llegariamos tarde para que la técnica de confusión resultara eficaz. Los difusores deben estar emitiendo suficiente cantidad de feromona durante cerca de 4 meses, por lo que colocados a mediados de abril deberían durar, al menos, hasta principios de agosto. Por ello no va a ser necesario reponer los difusores, salvo en parcelas que se pretenda mantener más tiempo la plantación, en cuyo caso podría ser conveniente una reposición de unos 250300 difusores adicionales durante el mes de julio. Refuerzo en los exteriores de las naves: aunque lo importante es mantener los invernaderos lo más protegidos posible, para evitar la entrada de adultos de Ostrinia desde el exterior, en explotaciones donde haya varias naves juntas y poca influencia de la plaga desde otros cultivos o zonas de refugio de la plaga, puede ser interesante colocar algunos difusores en los exteriores de las naves. Para ello, se colocará un difusor cada 4-6 metros, a lo largo de toda la periferia exterior de las naves, entre 60 y 120 centímetros de altura. Murcia, 2 de febrero de 2011