Isla Negra 6/268 Casa de poesía y literaturas enero - 2011 suscripción gratuita. Lanusei,Italia. Dirección: Gabriel Impaglione. Publicación inscripta en el Directorio Mundial de Revistas Literarias UNESCO - http://revistaislanegra.blogspot.es [email protected] Martín Micharvegas Argentina “FELÍSES REYES PAGOS!” Del libro inédito "Parajodidísimas" ( B.As. - Madrid // 2006- 2010 ), escrito en fonética rioplatense. Pablo Neruda Chile – 1904 - 1973 VIII Si no fuera porque tus ojos tienen color de luna, de día con arcilla, con trabajo, con fuego, y aprisionada tienes la agilidad del aire, si no fuera porque eres una semana de ámbar, si no fuera porque eres el momento amarillo en que el otoño sube por las enredaderas y eres aún el pan que la luna fragante elabora paseando su harina por el cielo, oh, bienamada, yo no te amaría! En tu abrazo yo abrazo lo que existe, la arena, el tiempo, el árbol de la lluvia, y todo vive para que yo viva: sin ir tan lejos puedo verlo todo: veo en tu vida todo lo viviente. Susana Thénon Buenos Aires, Argentina - 1935- 1991 Amor Ahora conoces lo que silba la sangre de noche como la oscura serpiente extraviada. Gustavo Pereira Venezuela - 1940 En el reino de los espejos curvos Sucede que las sondas electromagnéticas temen a las aguas del océano. Y son entendibles sus razones. Por más alta que sea su frecuencia, éste las amortigua, las desvanece, las aniquila, como hace con los rayos de luz y con los náufragos irrecuperables. Ni siquiera el láser, tan pertinaz, puede traspasar la barrera de reflexiones, refracciones y absorciones de los fondos marinos, en donde anidan, tenaces y desvelados, los concertistas de las profundidades y las sombras eternas. Sólo por canales hasta ahora secretos pueden viajar las ondas acústicas llevando y trayendo los llamados de las centollas, el traqueteo de los crustáceos como si fueran ametralladoras disparadas al mismo tiempo en un cuarto de vidrio, los tambores de los peces errabundos, los silbidos de las grandes ballenas y la lengua dulce y entrañable de los delfines. Eso pasa con mi amor por ti, hasta ahora secreto, porque teme la incertidumbre de tus aguas. En: Oficio de partir (1999) 1 Julio Cortázar Argentina - 1914 - 1984 Happy new year Mira, no pido mucho, solamente tu mano, tenerla como un sapito que duerme así contento. Necesito esa puerta que me dabas para entrar a tu mundo, ese trocito de azúcar verde, de redondo alegre. ¿No me prestas tu mano en esta noche de fin de año de lechuzas roncas? No puedes, por razones técnicas. Entonces la tramo en el aire, urdiendo cada dedo, el durazno sedoso de la palma y el dorso, ese país de azules árboles. Así la tomo y la sostengo, como si de ello dependiera muchísimo del mundo, la sucesión de las cuatro estaciones, el canto de los gallos, el amor de los hombres. Juan Gelman Argentina Una mujer y un hombre Una mujer y un hombre llevados por la vida, una mujer y un hombre cara a cara habitan en la noche, desbordan por sus manos, se oyen subir libres en la sombra, sus cabezas descansan en una bella infancia que ellos crearon juntos, en plena de sol, de luz, una mujer y un hombre arados por sus labios llenan la noche lenta con toda su memoria, una mujer y un hombre más bellos en el otro ocupan su lugar en la tierra. Oliverio Girondo Argentina - 1891- 1967 se miran, se presienten, se desean, se acarician, se besan, se desnudan, se respiran, se acuestan, se olfatean, se penetran, se chupan, se demudan, se adormecen, despiertan, se iluminan, se codician, se palpan, se fascinan, se mastican, se gustan, se babean, se confunden, se acoplan, se disgregan, se aletargan, fallecen, se reintegran, se distienden, se enarcan, se menean, se retuercen, se estiran, se caldean, se estrangulan, se aprietan, se estremecen, se tantean, se juntan, desfallecen, se repelen, se enervan, se apetecen, se acometen, se enlazan, se entrechocan, se agazapan, se apresan, se dislocan, se perforan, se incrustan, se acribillan, se remachan, se injertan, se atornillan, se desmayan, reviven, resplandecen, se contemplan, se inflaman, se enloquecen, se derriten, se sueldan, se calcinan, se desgarran, se muerden, se asesinan, resucitan, se buscan, se refriegan, se rehúyen, se evaden y se entregan 2 Mario Quintana Brasil - 1906-1994 Canción de amor imprevisto Yo soy un hombre cerrado. El mundo me tornó egoísta y malo. Y mi poesía es un vicio triste, Desesperado y solitario Que yo hago todo por disimular. Mas tú apareciste con tu boca fresca de madrugada, Con tu paso leve, Con esos tus cabellos... Y el hombre taciturno quedó inmóvil, sin Comprender nada, en una alegría atónita... ¡La súbita, la dolorosa alegría de un espantajo inútil Adonde vienen a posarse los pajarillos! Arjen Duinker Delft, Holanda - 1956 Al comenzar el día Preguntó la mujer entre sueños: ‘¿Cuántos espacios tiene nuestro mundo, crees tú?’ ‘Ocho,’ dijo el hombre contento con la pregunta. Y la mujer preguntó entre sueños: ‘Y díme, ¿cuántos deseos tienes?’ ‘Uno nomás,’ contestó el hombre. Y la mujer preguntó entre sueños: ‘¿Y cuántas islas deshabitadas te gustaría visitar?’ ‘Ninguna,’ contestó el hombre que empezaba a acariciarle los hombros. Y la mujer preguntó entre sueños: ‘¿Cuántas personas hablan como tú?’ ‘Seis,’ contestó el hombre. Y la mujer preguntó entre sueños: ‘¿Con cuántas bocas te besaré?’ ‘Con ocho sería lo más rico,’ contestó el hombre. – Begin van de dag (2009, Buurtkinderen/ Niños de barrio)-Traducción: Mariolein Sabarte Belacortu Emilio Coco Italia Romanticismo Si el árbol dejara de susurrar y la nube que pende sobre él no cambiara ya de forma ni color si esos dos cuerpos jóvenes permanecieran eternamente unidos en el abrazo oh qué hermoso cuadro para llevar a casa y sacarlo en los momentos tristes 3 Rocío Lara México Tócame completa Tócame completa, porque sí. Tócame entera -sin motivo aparente-, hoy no es nuestro aniversario, ni mi cumpleaños. No es viernes por la noche ni domingo en la mañana Hoy es sólo día de tu piel en mi piel. De tus dedos dejando surcos: de mi boca devorándote lasciva. Tócame no como campana ni acordeón: en todo caso, hazme vibrar cual cuerdas de guitarra. Entóname, desafíname, viájame por los cuatro -o cuatrocientospuntos cardinales de mi cuerpo. Tócame, amor... O sé testigo. Silvia Donoso López España - 1967 Artemisa No simularé virtud. Para libar de tu cuerpo el tibio elixir reptará mi boca hasta tu sexo ¡y enfrentará su mirada de cíclope! En: Cartografía de la ausencia, FyG Editores, Guatemala- 2007 Gerardo Diego Santander, España - 1896 – 1987 Sucesiva Déjame acariciarte lentamente, déjame lentamente comprobarte, ver que eres de verdad, un continuarte de ti misma a ti misma extensamente. Onda tras onda irradian de tu frente y mansamente, apenas sin rizarte, rompen sus diez espumas al besarte de tus pies en la playa adolescente. Así te quiero, fluida y sucesiva, manantial tú de ti, agua furtiva, música para el tacto perezosa. Así te quiero, en límites pequeños, aquí y allá, fragmentos, lirio, rosa, y tu unidad después, luz de mis sueños. 4 Óscar Hahn Chile - 1938 Escrito con tiza Uno le dice a Cero que la nada existe Cero replica que Uno tampoco existe Porque el amor nos da la misma naturaleza Cero más Uno somos Dos le dice Y se van por el pizarrón tomados de la mano Dos se besan debajo de los pupitres Dos son Uno cerca del borrador agazapado Y Uno es Cero mi vida Detrás de todo gran amor la nada acecha Alberto Luis Ponzo Buenos Aires, Argentina - 1916 Del amor entre nosotros al amor de Alba / a Alba en su estar / en mí El otro vive naciendo olvidado de ser Siendo otro que vive * Al amar se muere y se resucita * Hasta morir la vida ama vivir El ama un sol que no se apaga * En el silencio se forma la palabra Después en la palabra tiene lugar el silencio * Sentimos correr cada palabra Son nuestros pasos en la sangre * Sin lo que amamos la sangre se empobrece No es sangre enamorada No es Nada -6 de setiembre 1994- De: “Del amor y nosotros” (Antología, 1966-2009), Hojas del Caminador, 2009.- Tomado de “Revista Aromito” 5 Miriam Van Hee Bélgica – 1952 Invierno en el sur me imaginaba el viento sin arbustos ni árboles y al sol sin nuestra piel fue cuando te veía caminar con los brazos alejados del cuerpo como si fueras a dejar la tierra como si probaras al viento detrás de las montañas debía de encontrarse en alguna parte el mar pero no lo veíamos y pensaba que todo debía ser así el azul íntimo del cielo y nuestras sombras púrpuras sobre la nieve Jaime Sabines México – 1926 - 1999 No es que muera de amor No es que muera de amor, muero de ti muero de ti, amor de ti, de urgencia mía de mi piel de ti, de mi alma de ti y de mi boca y del insoportable que yo soy sin ti. Muero de ti y de mí, muero de ambos, de nosotros , de ése desgarrado, partido, me muero, te muero, lo morimos. Morimos e mi cama en que estoy solo, en mi cama en que me faltas, en la calle donde mi brazo va vacío , en el cine y los parques, los tranvías, los lugares donde mi hombro acostumbra tu cabeza y mi mano tu mano y todo yo te sé como yo mismo….. Pedro García Cabrera Vallehermoso, España- 1905 - 1981 Fue en tu pequeña mano, en el mar de una mano, donde sembré mi vida como un árbol. Tus dedos, nuestros dedos, raíces de ternura. Y nos creció la sombra como un árbol. Mis manos en las tuyas tus dedos injertados en los míos, nido se hizo el árbol. Fue en tu pequeña mano, en el mar de una mano, en donde nos nacimos como un árbol. 6 Otto Raúl González Guatemala - 1921 - 2007 Amé su cuerpo... Amé su cuerpo entonces y su alma. Su piel fue para mí la tierra firme; la soñé como un sexto continente no registrado en mapas todavía. Soñé con la bahía de su boca. Su pelo era una selva virgen que abría su misterio mineral y oscuro. Soñé con las ciudades de sus pechos. Los ríos de las venas que afloran en su piel eran rutas abiertas a la navegación y al gozo. Se podía viajar en su mirada. En las blancas llanuras de sus manos yo cultivé el maíz y buenas relaciones. Después no pude estar sino en su cercanía. José Agustín Goytisolo España – 1928 - 1999 Por rincones de ayer En lugares perdidos contra toda esperanza te buscaba. En ciudades sin nombre por rincones de ayer te busqué. En horas miserables entre la sombra amarga te buscaba. Y cuando el desaliento me pedía volver te encontré. Octavio Paz México – 1914 - 1998 Garabato Con un trozo de carbón con mi gris roto y mi lápiz rojo dibujar tu nombre el nombre de tu boca el signo de tus piernas en la pared de nadie En la puerta prohibida grabar el nombre de tu cuerpo hasta que la hoja de mi navaja sangre y la piedra grite y el muro respire como un pecho. 7 César Dávila Andrade Ecuador – 1919 - 1967 A Isabelita En la profundidad del Universo como la última hoja de los árboles o la última barca de los mares, - frente a frentea Dios en el último Vacío y en el último ruedo de los Cosmos estarás Tú, de pensamiento a pensamiento, de órbita en órbita, Tres veces: en la luz, en la imagen, en la Forma Madre, Mujer y Amiga. Tres veces la corola de la luz sobre la Sombra. En un mar de abalorios y asteroides En un mar de corolas y de siglos. Tres veces el nombre profundo y verdadero de la Vida. Tres veces el nombre de la Madre de la Vida. El arco de este día, en el arco supremo de la vida inscrito es, en construcción perenne de amor y de armonía. Flavia Cosma Rumania - Canadá Desde un tiempo El cielo va a encontrarnos nuevamente con sus brazos, como ramas desplegadas de par en par unas pequeñas llamas, brotan por las paredes del cuarto mariposas pintados de ojos amarillos en las alas forcejean en el barro el eco, con voz ronca invoca tu nombre. Todos los nuestros nos esperan del otro lado, ahora. Vamos, de prisa, porque hoy debemos aprender juntos el alfabeto plateado de las hojas la letra arañada en la piedra la marca del beso en los hombros desnudos. De: El Barrio Latino. Traduccion de Luis Raúl Calvo, poeta y ensayista, Buenos Aires, Argentina Eugénio de Andrade Portugal – 1923 - 2005 Levar-te à boca, beber a água mais funda do teu ser se a luz é tanta, como se pode morrer? 8 Pablo Cassi Chile Con Aldonza por esta calle Don Quijote pasa con Aldonza por esta calle hacen caso omiso a las señales de tránsito, a los límites de la propiedad privada. Se marchan con las mariposas proscritas y atraviesan nuevamente el aire más ausente con el mismo reloj que antes no pudo detenerlos. Bajo las hojas afables de la acacia Miguel de Cervantes bebe en silencio su ocaso de vino, empuja el viento a los pájaros migratorios la ausencia cierra con postigos las ventanas. La escarcha impía del invierno olvida corregir el trayecto de la historia, los molinos extravían su camino al otro lado de la oscuridad. De El Amor se Declara Culpable Sergio Hernández Chile – 1931 - 2010 Último deseo Antes de dejar de respirar antes de retirarme definitivamente de este juego no pongan ni siquiera un Cristo entre mis manos Pon tu sonrisa y tu mirada y que eso sea el paraíso Guillaume Apollinaire Francia -1880 - 1918 Cuarto poema secreto a Madelaine Mi boca tendrá ardores de averno, mi boca será para ti un infierno de dulzura, los ángeles de mi boca reinarán en tu corazón, mi boca será crucificada y tu boca será el madero horizontal de la cruz, pero qué boca será el madero vertical de esta cruz. Oh boca vertical de mi amor, los soldados de mi boca tomarán al asalto tus entrañas, los sacerdotes de mi boca incensarán tu belleza en su templo, tu cuerpo se agitará como una región durante un terremoto, tus ojos entonces se cargarán de todo el amor que se ha reunido en las miradas de toda la humanidad desde que existe. Amor mío mi boca será un ejército contra ti, un ejército lleno de desatinos, que cambia lo mismo que un mago sabe cambiar sus metamorfosis, pues mi boca se dirige también a tu oído y ante todo mi boca te dirá amor, desde lejos te lo murmura y mil jerarquías angélicas que te preparan una paradisíaca dulzura en él se agitan, y mi boca es también la Orden que te convierte en mi esclava, y me da tu boca Madeleine, tu boca que beso Madeleine. Versión de José Umaña 9 Luis Benítez Buenos Aires, Argentina Tiernas crueldades cazarla como hacen los pigmeos en el dibujo que trazan de la mujer amada con arena usan un pequeñísimo arco que no la ofenda y una flecha diminuta con veneno de verdad y le disparan con toda su fuerza de verdad esos pequeños esos pequeños del áfrica ecuatorial con iguales armas desmoronan un elefante asimismo tumban el espíritu de la ella innumerable (le cuento que eso siempre será más grande que un elefante) reducida a sólo una esa que se elige del todo (quiero decírselo: de entre todo el todo y además agrego que ningún dibujo tiene sombra) partiendo desde el centro porque no es el veneno no ni la fuerza del brazo que tensa la cuerda de víbora seca es la potencia del hombre vivo lo que el dibujo no comprende y eso entonces lo captura porque los dibujos no comprenden el aterrador poder de lo pequeño lo diminuto como el arco y el hombre que salen a cazar lo inmenso dibujado con arena de colores por él mismo recuerde porque siempre es de provecho lo pequeño dibuja y caza exactamente lo que quiere De El venenero y otros poemas, (2005) Jüri Talvet Estonia Cumplimiento Te deslizas por la piel de mi garganta y en mi sotabarba construyes tu nido –¿dónde estaría a mejor recaudo?–: ésa es tu Vía Láctea. Te has multiplicado, has engendrado, te has desgarrado, te has bifurcado. ¿Recuerdas todavía aquellos angostos senderos que apuntaban apenas y que se extienden más allá de los tuyos? Te has quedado. Ni siquiera pienso en esas flores purpúreas que, generosa, nunca me has negado, que has mantenido abiertas noche y día en tu jardín. Aun así, seguirás siendo libre y podrás confundirte, porque junto a nosotros revolotearán las almas, perpetuamente, en los aires del abandono. El oro primigenio surge de tus entrañas y se cumple en mi sotabarba tu Vía Láctea. 10 António Rebordão Navarro Portugal - 1933 O rosto evidente Sempre o rosto da amada é transparente, por ele passa o mundo, passa gente, vão, por si sós, desde a boca do Verão aos cabelos do Inverno as árvores mais claras e as mais fortes. Sempre o rosto da amada é infinito, uma escada que sobe como um grito e nunca pára, suspenso entre o dia e a noite, no violento espaço que ocupam duas mãos, todos os frutos, os peixes que navegam com o sol, os dragões soltos pela Primavera e mesmo o filho que um dia partiu e volta agora, todo o corpo mordido pelas vorazes pulgas da miséria. Sempre o rosto da amada é solidário ao tempo e, rico e vário, vai do vermelho ao rosa, repousa no azul, salta no mar. É varado de balas na Bolívia, bombardeado no Vietname, feito radiografia no Biafra. Fiel é no entanto o rosto à vida e tanto que palpita, ri e chora. Sempre o rosto da amada é evidente. Resta o rosto da amada, o resto é no seu rosto que se sente. Ana Marques Gastão Portugal - 1966 Quando pela noite chegas dissolvem-se as trevas e eu partir não quero porque esta é a noite que ilumina o dia, canto do silêncio, eco subtil no discurso do mundo. Quando pela noite chegas é meu o teu amor, e a morte tarda doce como o mel. Andrés Trapiello España - 1953 El árbol de la ciencia Dicen, mi amor, que es imposible hacer versos de amor feliz, de enamorado, que sólo lo perdido o no alcanzado se canta en la poesía, el padecer olvido o el sufrimiento de volver al recuerdo de todo lo pasado. Unas veces la sed de lo vedado; otras, el vino del amargo ayer. No hagas caso, mi amor, habladurías. Contigo todas mis melancolías son ramas escarchadas en anís donde se posa un pájaro de nieve. Escúchale cantar tan hondo y breve. Que no te engañe su plumaje gris 11 Efraín Huerta México- 1914 - 1982 Absoluto amor Como una limpia mañana de besos morenos cuando las plumas de la aurora comenzaron a marcar iniciales en el cielo. Como recta caída y amanecer perfecto. Amada inmensa como una violeta de cobalto puro y la palabra clara del deseo. Gota de anís en el crepúsculo te amo con aquella esperanza del suicida poeta que se meció en el mar con la más grande de las perezas románticas. Te miro así como mirarían las violetas una mañana ahogada en un rocío de recuerdos. Es la primera vez que un absoluto amor de oro hace rumbo en mis venas. Así lo creo te amo y un orgullo de plata me corre por el cuerpo. Juan Rodolfo Wilcock Buenos Aires, Argentina - 1919 - 1978 Noche tranquila El delicado extremo de tus dedos, el finísimo silencio de mis labios que sobre ellos encuentra el brillo de las aguas, la luna surgiendo en un estanque de anchas hojas; por la altura va el viento, por los árboles y en el cielo la noche. Ahora contempla cómo es dulce la vida, cómo se alejan las órbitas etéreas abandonando una luz sobre nuestra frente. Yo te amo y las horas ascienden; oye el rumor desconocido de la noche e infinito. Lentamente en mis brazos, sin turbar la eternidad que el aire está formando con sus círculos inmóviles, contempla el pálido reflejo oscilando entre las hojas, el instante que estamos en la tierra detenido. Allá arriba por los espacios azules flotan sonidos suaves, y las estrellas. en Los hermosos días José Gregorio Bello Porras Caracas, Venezuela -1953 Encuentro Te encuentro en el más mínimo recuerdo como mi máxima vivencia. De Extensa Brevedad 12 Miguel Hernández Orihuela, España -1910 – 1942 Tus cartas son un vino A mi gran Josefina adorada Tus cartas son un vino que me trastorna y son el único alimento para mi corazón. Desde que estoy ausente no sé sino soñar, igual que el mar tu cuerpo, amargo igual que el mar. Tus cartas apaciento metido en un rincón y por redil y hierba les doy mi corazón. Aunque bajo la tierra mi amante cuerpo esté, escríbeme, paloma, que yo te escribiré. Cuando me falte sangre con zumo de clavel, y encima de mis huesos de amor cuando papel. Manuel Altolaguirre Málaga, España – 1905 - 1959 Amor Mi forma inerte grande como un mundo no tiene noche alrededor ni día pero tiniebla y claridad por dentro hacen que yo, que tú, vivamos. Mares y cielos de mi sangre tuya navegamos los dos. No me despiertes. No te despiertes, no, sueña la vida. Yo también pienso en mí cuando te sueño y robo al tiempo todas mis edades para poblar mis íntimas moradas y acompañarte siempre, siempre, siempre. Arturo Arcángel Colombia Confesión sin destino Me arrincono a tus pies como una planta inerme procurando el frescor que sólo da tu sombra, Como una flor expuesta sobre el césped busco la protección de tus murallas. Porque sin Tí soy gota .........y el océano es furia cercando a las ciudades. Porque sin Tí soy viento .........y el huracán rugiendo hace trizas los árboles porque sin Tí ............soy ............Yo ............definitivamente nadie.. en "Centinela del Amor" – 1994 13 Natacha Santiago La Habana, Cuba Desborde por ti (fragmento) “Cuando todo papel resulta insuficiente cuando sonrío con voz entrecortada cuando tímidamente a tu explorativo gesto sin temor respondo hay explosión de euforia reprimida una frase cualquiera intrascendente y el disfrute de andar midiendo la luz de nuestros cuerpos unidos de brazos y más por el poema de constatar que acoplamos que en secreta fiesta podíamos sabernos y disfrutar al fin de la manzana.” Federico García Lorca Fuente Vaqueros, España - 1898 – 1936 Alba Mi corazón oprimido siente junto a la alborada el dolor de sus amores y el sueño de las distancias. La luz de la aurora lleva semillero de nostalgias y la tristeza sin ojos de la médula del alma. La gran tumba de la noche su negro velo levanta para ocultar con el día la inmensa cumbre estrellada. ¡Qué haré yo sobre estos campos cogiendo nidos y ramas, rodeado de la aurora y llena de noche el alma! ¡Qué haré si tienes tus ojos muertos a las luces claras y no ha de sentir mi carne el calor de tus miradas! ¿Por qué te perdí por siempre en aquella tarde clara? Hoy mi pecho está reseco como una estrella apagada. Cristiane Grando Cerquilho, São Paulo, Brasil – 1974 el amor un tormento indomable onda, tremor, tsunami furor divino cuando el yo se astilla para ser otro blanco y bermejo se disuelven en tierra, agua, viento, fuego delirios de un ángel que alza el vuelo con los auspicios de un demonio 14 Vicente Aleixandre Sevilla, España - 1898 – 1984 Unidad en ella Cuerpo feliz que fluye entre mis manos, rostro amado donde contemplo el mundo, donde graciosos pájaros se copian fugitivos, volando a la región donde nada se olvida. Tu forma externa, diamante o rubí duro, brillo de un sol que entre mis manos deslumbra, cráter que me convoca con su música íntima, con esa indescifrable llamada de tus dientes. Muero porque me arrojo, porque quiero morir, porque quiero vivir en el fuego, porque este aire de fuera no es mío, sino el caliente aliento que si me acerco quema y dora mis labios desde un fondo. Deja, deja que mire, teñido del amor, enrojecido el rostro por tu purpúrea vida, deja que mire el hondo clamor de tus entrañas donde muero y renuncio a vivir para siempre. Quiero amor o la muerte, quiero morir del todo, quiero ser tú, tu sangre, esa lava rugiente que regando encerrada bellos miembros extremos siente así los hermosos límites de la vida. Este beso en tus labios como una lenta espina, como un mar que voló hecho un espejo, como el brillo de un ala, es todavía unas manos, un repasar de tu crujiente pelo, un crepitar de la luz vengadora, luz o espada mortal que sobre mi cuello amenaza, pero que nunca podrá destruir la unidad de este mundo. Antonio Cisneros Perú - 1942 Para hacer el amor Para hacer el amor debe evitarse un sol muy fuerte sobre los ojos de la muchacha tampoco es buena la sombra si el lomo del amante se achicharra para hacer el amor. Los pastos húmedos son mejores que los pastos amarillos pero la arena gruesa es mejor todavía. Ni junto a las colinas porque el suelo es rocoso ni cerca de las aguas. Poco reino es la cama para este buen amor. Limpios los cuerpos han de ser como una gran pradera: que ningún valle o monte quede oculto y los amantes podrán holgarse en todos sus caminos. La oscuridad no guarda el buen amor. El cielo debe ser azul y amable, limpio y redondo como un techo y entonces la muchacha no verá el Dedo de Dios. Los cuerpos discretos pero nunca en reposo, los pulmones abiertos, las frases cortas. Es difícil hacer el amor pero se aprende. 15 Violeta Luna Ecuador Los tiempos jubilosos I Quisiera adivinar lo que te suena adentro. saber si como yo te rompes en cascadas o campanas. Saber con más certeza si somos dos guitarras minerales o cítaras frenéticas. Poder adivinar si el mismo caracol nos canta adentro mojándonos de estrellas y de olvido II Estás aquí conmigo puntual como la luz en la ventana, abierto como un libro y lleno de palabras especiales. Te veo como un barco que trata de llegar a mi pupila, o como un sabio mago que logra sacar lunas de mi nombre. III Contigo todo es nuevo aún lo conocido y repetido, y hasta los días lunes son distintos. Tal vez el almanaque no regrese, y aunque los vientos ladren y muerda el aguacero, no ha de morir mi espacio, aquel a donde llegan y florecen tus tiempos jubilosos. IV Te acercas y es como si a lo largo de mi cuerpo se recostara un sol estremecido, o como si en los brazos se detuviera un río deleitoso. Entonces me recorres y siento que hay abejas en mis poros y música en mi sangre. Y sobre las palabras, aquellas que se dicen y se escriben está la llama misma de nosotros. V Por todo lo que tengo entre tus días, tus brazos y tus cosas, por todo lo que somos en palabras, en tiempo y en recuerdos, por todas las mañanas con violines, con vientos o llovizna, por todo lo que somos en el sueño y todo lo que somos en la vida, por ambos que nos damos sin rompernos confieso que el amor tiene tu nombre. 16 Marco Antonio Flores Guatemala – 1937 Redención Estos días lentos y lluviosos camino hablándome en silencio de pronto el mundo me ha desplomado Sólo tu mirada me rescata del caos En: Marco Antonio Flores – Poesía Completa – FyG Editores, Guatemala, 2010 -(De: Un ciego Fuego en el Alma) Rafael Alberti Cádiz, España – 1902 - 1999 Retornos del amor tal como era Eras en aquel tiempo rubia y grande, sólida espuma ardiente y levantada Parecías un cuerpo desprendido de los centros del sol, abandonado por un golpe de mar en las arenas. Todo era fuego en aquel tiempo. Ardía la playa en tu contorno. A rutilantes vidrios de voz quedaban reducidos las algas, los moluscos y las piedras que el oleaje contra ti mandaba. Todo era fuego, exhalación, latido de onda caliente en ti. Si era una mano la atrevida o los labios, ciegas ascuas, voladoras, silbaban por el aire. Tiempo abrasado, sueño consumido. Yo me volqué en tu espuma en aquel tiempo. Carmen Boullosa México - 1954 Filo de luz... Filo de la luz fruta abierta que a la noche vuelves fuego y que a la llama cambias en fresco sentido: llego a buscar tu aliento: más sedienta: pozo de amor que me asombras, cántaro de día. Darío Jaramillo Agudelo Colombia - 1947 Poemas de amor (I) Ese otro que también me habita, acaso propietario, invasor quizás o exiliado en este cuerpo ajeno o de ambos, ese otro a quien temo e ignoro, felino o ángel, ese otro que está solo siempre que estoy solo, ave o demonio, esa sombra de piedra que ha crecido en mi adentro y en mi afuera, eco o palabra, esa voz que responde cuando me preguntan algo, el dueño de mi embrollo, el pesimista y el melancólico y el inmotivadamente alegre, ese otro, también te ama. 17 Jorge Debravo Turrialba, Costa Rica - 1938 - 1967 Canción satisfactoria Qué bien tu amor aquí para que ladre y asuste a los leones de la muerte! Qué bien tu amor velando como un padre este miedo que tengo de perderte! Qué bien tu amor manando a mediodía una savia fresquísima y amada! Qué bien despedazando la agonía y poniendo esperanzas en la almohada! Qué bien que esté allá lejos, madurando como un durazno blando de ternura! Qué bien cuando está cerca, despuntando como un trozo de Dios, de la amargura. Qué bien en la mañana, despertando como un Resucitado de ternura...! Lina Zerón México - 1959 Septenario Cómo no amarlo esta noche de álgida tormenta. No verlo es tortura eterna para el cuerpo y alma. Hoy lo quiero conmigo como aquel cuadro de Matisse, como aquellos maduros racimos de días lejanos. Cómo no amarlo si sus besos son impecable poema, cálida su risa de cálido verano en madrugada, caricias, rumor de fuego latiendo en mi piel, una copa de vino blanco sostenida por mis piernas. Cómo no amarlo si hoy es sábado y está conmigo, con ternura mis lágrimas seca con su lengua, si traigo tres o cuatro nubes flotando en la cabeza y me obsequia cientos de arco iris para iluminar la vida. Cómo no amarlo este domingo de citas familiares cuando se aventura en cuerda floja sobre el abismo utilizando mi amor como alas para guardar el equilibrio tomar el teléfono y en secreto escucho que me ama. Cómo no amarlo este lunes cuando despierta el alba con descomunales ecos de recuerdos compartidos, ansiosa sangre hace girar corazones como aspas de molino y la noche vestida de aromas palidece ante sus besos. Cómo no amarlo este martes de malas noticias: ataque terrorista contra incautos niños palestinos, inexpertos defensores acribillados en Irak una vieja amante abandonada en una casa en ruinas. Cómo no amarlo este aburrido miércoles cuando todo es posible si recibo una carta con enormes palabras que serenen la angustia y el silencio se derrite al escuchar su nombre. Cómo no amarlo este jueves o aquel viernes raíces del fin de semana que tanto espero para darle sentido al calor de los cuerpo y encontrar una fecha inexistente en el calendario para decirle cuánto, cuánto lo amo. De "Nostalgia de Vida" 2005-Ed. Unión y UNEAC, La Habana 18 Pedro Mir República Dominicana - 1913 – 2000 Pour toi Estoy de ti florecido como los tiestos de rosas, estoy de ti floreciendo de tus cosas... Menudo limo de amores abona mis noches tuyas y me florecen de sueños como los cielos de luna... Como tú mido los pasos y la distancia es más corta, hablo en tu idioma de amor y me comprenden las rosas... Es que ya estoy florecido. Es que ya estoy floreciendo de tus cosas. Meira Delmar Barranquilla, Colombia –1922 - 2009 Raíz Antigua No es de ahora este amor. No es en nosotros donde empieza a sentirse enamorado este amor, por amor, que nada espera. Este vago misterio que nos vuelve habitantes de niebla entre los otros. Este desposeído amor, sin tardes que nos miren juntos a través de los trigos derramados como un viento de oro por la tierra; este extraño amor, de frío y llama, de nieve y sol, que nos tomó la vida, aleve, sigiloso, a espaldas nuestras, en tanto que tú y yo, los distraídos, mirábamos pasar nubes y rosas en el torrente azul de la mañana. No es de ahora. No. De lejos viene --de un silencio de siglos--, de un instante en que tuvimos otro nombre y otra sangre fugaz nos inundó las venas, este amor por amor, este sollozo donde estamos perdidos en querernos como en un laberinto iluminado. Del libro Secreta Isla "Lo irritante del amor estriba en que se trata de un crimen que requiere un cómplice". - Charles Baudelaire 19 Dulce María Loynaz La Habana, Cuba - 1903 – 1997 Deseo Que la vida no vaya más allá de tus brazos. Que yo pueda caber con mi verso en tus brazos, que tus brazos me ciñan entera y temblorosa sin que afuera se queden ni mi sol ni mi sombra... Que me sean tus brazos horizonte y camino, camino breve y único horizonte de carne: que la vida no vaya más allá... ¡Que la muerte se parezca a esta muerte caliente de tus brazos!... Rubén Bonifaz Nuño Córdoba, Veracruz, México - 1923 Tú das la vista a mis pupilas ciegas Tú das la vista a mis pupilas ciegas y a mi voz la ternura que te nombra; amor, cuánta amargura, cuánta sombra se destruye en la luz en que me anegas. En hoces claras a mi pecho llegas y la esperanza al corazón asombra, por ti la mano del olvido escombra los restos tristes del dolor que siegas. Por ti vencido, el peso de la angustia inútilmente ya su fuerza mustia contra tus simples luces abre inerte. Amor, ardiente lámpara en la oscura soledad, segador de la amargura. Está lejano el miedo de perderte. Carilda Oliver Labra Matanzas, Cuba - 1924 Me desordeno, amor, me desordeno Me desordeno, amor, me desordeno cuando voy en tu boca, demorada, y casi sin por qué, casi por nada, te toco con la punta de mi seno. Te toco con la punta de mi seno y con mi soledad desamparada; y acaso sin estar enamorada me desordeno, amor, me desordeno; y mi suerte de fruta respetada arde en tu mano lúbrica y turbada como una mal promesa de veneno; y aunque quiero besarte arrodillada, cuando voy en tu boca, demorada, me desordeno, amor, me desordeno. “Si mi amante muere, ¡que sea yo su mortaja! así nos desposaremos juntos con el polvo”.Landay - en el libro El suicidio y el canto, Ediciones del Oriente y del Mediterráneo. 20 Julia de Burgos Puerto Rico - 1914 – 1953 Donde comienzas tú Soy ola de abandono, derribada, tendida, sobre un inmenso azul de sueños y de alas. Tú danzas por el agua redonda de mis ojos con la canción más fresca colgando de tus labios. ¡No la sueltes, que el viento todavía azota fuerte por mis brazos mojados, y no quiero perderte ni en la sílaba! Yo fui un día la gaviota más ave de tu vida. (Mis pasos fueron siempre enigma de los pájaros.) Yo fui un día la más honda de tus edades íntimas (El universo entero cruzaba por mis manos.) ¡Oh día de sueño y ola...! Nuestras dos juventudes hacia el viento estallaron. Y pasó la mañana, y pasó la agonía de la tarde muriéndose en el fondo de un lirio, y pasó la alba noche resbalando en los astros, y pasó la extasiada juventud de la aurora exhibiéndose en pétalos y paso mi letargo... Recuerdo que al mirarme con la voz derrotada, las dos manos del cielo me cerraron los párpados. Fue tan sólo una ráfaga, una ráfaga húmeda que corto mi sonrisa me izó en los crepúsculos entre caras de espanto. Tú nadabas mis olas retardadas e inútiles, por poco me parto de dolor esperando... Pero llegaste, fértil, más intacto y más blanco. me llevaste, épico, venciéndote en ti mismo los caminos cerrados. Hoy anda mi caricia derribada, tendida, sobre un inmenso azul de sueños con mañana. Soy ola de abandono, tus playas ya saltan certeras, por mis lágrimas. ¡Amante, la ternura desgaja mis sentidos... o misma soy un sueño remando por tus aguas! Gabriel Zaid México La ofrenda Mi amada es una tierra agradecida. Jamás se pierde lo que en ella se siembra. Toda fe puesta en ella fructifica. Aun la menor palabra en ella da su fruto. Todo en ella se cumple, todo llega al verano. Cargada está de dádivas, pródiga y en sazón. En sus labios la gracia se siente agradecida. En sus ojos, su pecho, sus actos, su silencio. Le he dado lo que es suyo, por eso me lo entrega. Es el altar, la diosa y el cuerpo de la ofrenda. 21 Gabriela Mistral Chile – 1889 - 1957 Besos Asi de ardiente, asi de vehemente, diamante en su pasión transfigurado. Amarte a ti, universo deseado besos que pronuncian por sí solos la sentencia de amor condenatoria, hay besos que se dan con la mirada hay besos que se dan con la memoria. Hay besos silenciosos, besos nobles hay besos enigmáticos, sinceros hay besos que se dan sólo las almas hay besos por prohibidos, verdaderos. Hay besos que calcinan y que hieren, hay besos que arrebatan los sentidos, hay besos misteriosos que han dejado mil sueños errantes y perdidos. Hay besos problemáticos que encierran una clave que nadie a descifrado, hay besos que engendran la tragedia cuántas rosas en broche han deshojado. Hay besos perfumados, besos tibios que palpitan en íntimos anhelos, hay besos que en los labios dejan huellas como un campo de sol entre dos hielos. Hay besos que parecen azucenas por sublimes, ingenuos y por puros, hay besos traicioneros y cobardes, hay besos maldecidos y perjuros. Judas besa a Jesús y deja impresa en su rostro de Dios, la felonía, mientras la Magdalena con sus besos fortifica piadosa su agonía. Desde entonces en los besos palpita el amor, la traición y los dolores, en las bodas humanas se parecen a la brisa que juega con las flores. Hay besos que producen desvaríos de amorosa pasión ardiente y loca, tú los conoces bien son besos míos inventados por mí, para tu boca. Besos de llama que en rastro impreso llevan los surcos de un amor vedado, besos de tempestad, salvajes besos que sólo nuestros labios han probado. ¿Te acuerdas del primero... ? indefinible; cubrió tu faz de cárdenos sonrojos y en los espasmos de emoción terrible, llenáronse de lágrimas tus ojos. Te acuerdas que una tarde en loco exceso te vi celoso imaginando agravios. Te suspendí en mis brazos... vibró un beso, y qué viste después...? Sangre en mis labios. Yo te enseñé a besar: los besos fríos son de impasible corazón de roca, yo te enseñé a besar con besos míos inventados por mí, para tu boca. 22 Mario Benedetti Uruguay – 1920 - 2009 El sexo de los ángeles Una de las lamentables carencias de información que han padecido los hombres y mujeres de todas las épocas se relaciona con el sexo de los ángeles. El dato, nunca confirmado, de que los ángeles no hacen el amor quizás signifique que no lo hacen de la misma manera que los mortales. Otra versión, tampoco confirmada pero más verosímil, sugiere que si bien los ángeles no hacen el amor con sus cuerpos (por la mera razón de que carecen de los mismos) lo celebran en cambio con palabras, vale decir con las adecuadas. Así, cada vez que Ángel y Ángela se encuentran en el cruce de dos transparencias, empiezan por mirarse, seducirse y tentarse mediante el intercambio de miradas que, por supuesto, son angelicales. Y si Ángel, para abrir el fuego, dice: “Semilla”, Ángela, para atizarlo, responde: “Surco”. Él dice: “Alud”, y ella tiernamente: “Abismo”. Las palabras se cruzan, vertiginosas como meteoritos o acariciantes como copos. Ángel dice: “Madero”. Y Ángela: “Caverna”. Aletean por ahí un Ángel de la Guarda, misógino y silente, y un ángel de la Muerte, viudo y tenebroso. Pero el par amatorio no se interrumpe, sigue silabeando su amor. Él dice: “Manantial”. Y ella: “Cuenca”. Las sílabas se impregnan de rocío y, aquí y allá, entre cristales de nieve, circulan el aire y su expectativa. Ángel dice: “Estoque”, y Ángela, radiante: “Herida”. Él dice: “Tañido”, y ella: “Rebato”. Y en el preciso instante del orgasmo ultraterreno, los cirros y los cúmulos, los estratos y nimbos, se estremecen, tremolan, estallan, y el amor de los ángeles llueve copiosamente sobre el mundo. Despistes y franquezas (1996) Leda García Costa Rica La latitud del labio Que mi piel se agolpe en tus esquinas, toda, cuando llegue a tu boca y se desnude para invadirte el cuerpo todo, que se extinga esta sed que duele tanto de tanto no beberte y he de beberte todo, en esa latitud del labio preso. Mi boca toda, gemirá con la tuya en la sabia indefensión de los deseos todos, convulsos, desprendidos, despoblados de fiebre por tenernos. Que la piel nos castigue con más besos, que la piel nos castigue. 23 Luis Cernuda España – 1902 - 1963 Si el hombre pudiera decir lo que ama, si el hombre pudiera levantar su amor por el cielo, como una nube en la luz; si como muros que se derrumban, para saludar la verdad erguida en medio, pudiera derrumbar su cuerpo, dejando sólo la verdad de su amor, la verdad de sí mismo, que no se llama gloria, fortuna o ambición, sino amor o deseo, yo sería aquel que imaginaba; aquel que con su lengua, sus ojos y sus manos proclama ante los hombres la verdad ignorada, la verdad de su amor verdadero. Libertad no conozco sino la libertad de estar preso en alguien cuyo nombre no puedo oír sin escalofrío; alguien por quien me olvido de esta existencia mezquina, por quien el día y la noche son para mí lo que quiera, y mi cuerpo y espíritu flotan en su cuerpo y espíritu como leños perdidos que el mar anega o levanta libremente, con la libertad del amor, la única libertad que me exalta, la única libertad por que muero. Tú justificas mi existencia: Si no te conozco, no he vivido; si muero sin conocerte, no muero, porque no he vivido. Darwish, Mahmud Palestina – 1941 - 2008 Con la copa engastada de lapislázuli la espero, junto al estanque, el agua de colonia y la tarde la espero, con la paciencia del caballo preparado para los senderos de la montaña la espero, con la elegancia del príncipe refinado y bello la espero, con siete almohadas rellenas de nubes ligeras la espero, con el fuego del penetrante incienso femenino la espero, con el perfume masculino del sándalo en el lomo de los caballos la espero. No te impacientes. Si llega tarde espérala y si llega antes de tiempo espérala, y no asustes al pájaro posado en sus trenzas. Espérala, para que se sienta tranquila, como el jardín en plena floración. Espérala para que se suba la falda y aparezcan sus piernas nube a nube. Espérala y llévala a una ventana para que vea una luna bañada en leche. Espérala y ofrécele el agua antes que el vino, no mires el par de perdices dormidas en su pecho. Espérala y roza suavemente su mano cuando poses la copa en el mármol, como si le quitaras el peso del rocío. Espérala y habla con ella como la flauta con la temerosa cuerda del violín, como si fuérais dos testigos de lo que os reserva el mañana. Espérala y pule su noche anillo a anillo. Espérala hasta que la noche te diga: no quedáis más que vosotros dos en el mundo. Entonces llévala con dulzura a tu muerte deseada y espérala... Lecciones del Kamasutra Espérala para que respire este aire extraño en su corazón. 24 Manuel Bandeira Recife, Brasil - 1886 - 1968 Desnudo Cuando estás vestida, Nadie imagina Los mundos que escondes Bajo tus ropas. (Así, como en el día, No tenemos noción De los astros que lucen En el profundo cielo. Pero la noche se desnuda, Y, desnuda en la noche, Palpitan tus mundos Y los mundos de la noche. Brillan tus rodillas Brilla tu ombligo Brilla toda tu Lira abdominal. Tus senos exiguos. -Como dos frutos pequeños En la rigidez Del tronco robustoBrillan. ¡Ah, tus senos! ¡Tus duros pezones! ¡Tu torso! ¡Tus flancos! ¡Ah, tus hombros! Con la desnudez, tus ojos También se desnudan; Tu mirar es más difuso, Más lento, más líquido. Entonces, en ellos, Floto, nado, salto, ¡Me sumerjo Perpendicular! Bajo hasta lo más hondo De tu ser, allá donde Me sonríe tu alma, Desnuda, desnuda, desnuda. Lope de Vega España- 1562 -1635 Desmayarse, atreverse, estar furioso, áspero, tierno, liberal, esquivo, alentado, mortal, difunto, vivo, leal, traidor, cobarde y animoso; no hallar fuera del bien centro y reposo, mostrarse alegre, triste, humilde, altivo, enojado, valiente, fugitivo, satisfecho, ofendido, receloso; huir el rostro al claro desengaño, beber veneno por licor süave, olvidar el provecho, amar el daño; creer que un cielo en un infierno cabe, dar la vida y el alma a un desengaño: esto es amor, quien lo probó lo sabe. 25 Eugenio Montejo Caracas, Venezuela - 1938 Mi amor En otro cuerpo va mi amor por esta calle, siento sus pasos debajo de la lluvia, caminando, soñando, como en mí hace ya tiempo... Hay ecos de mi voz en sus susurros, puedo reconocerlos. Tiene ahora una edad que era la mía, una lámpara que se enciende al encontrarnos. Mi amor que se embellece con el mar de las horas, mi amor en la terraza de un café con un hibisco blanco entre las manos, vestida a la usanza del nuevo milenio. Mi amor que seguirá cuando me vaya, con otra risa y otros ojos, como una llama que dio un salto entre dos velas y se quedó alumbrando el azul de la tierra. Josefa Parra Jerez de la Frontera, España -1965 De amor cortés ¡Oh Dios, oh Dios, el alba! ¡Qué pronto viene! Fragmento de un alba del sigloXV Me has amado otra vez, tan delicadamente -pueden también las fieras usar de cortesía-, me has desnudado el cuerpo, aunque estaba desnuda, abriéndome la piel con la boca y las uñas. Es hermoso el dolor, doloroso el deseo, tú más hermoso aún, más hiriente por tanto, y es hermoso tenerte entre sangre y saliva, apretado y caliente, hambriento todavía. Quieran Dios y la Carne firmar una alianza, que se alargue la noche más allá de la noche, que se apague el lucero que anuncia la alborada por que sólo amanezca debajo de las sábanas. De "Alcoba del agua"- 2002 Chantal Maillard España (Bruselas- 1951) Llevo acostada largo tiempo... Llevo acostada largo tiempo en la orilla. Mis pechos son colinas cubiertas de hoja seca. Levanto la cabeza y me contemplo: en mis muslos el vello a punto de ser vello, me incorporo: la hierba a punto de ser hierba, doy un paso y despierto al agua a punto de ser agua, se asusta un ave negra a punto de ser ave a punto de ser negra... Un resplandor me ciega: el bosque me contempla, a punto de ser bosque, a punto de ser tuya. De "Hainuwele" 1990 26 Carmen Matute Guatemala - 1944 Carta al amante Por recorrer tu piel a pedacitos olvidé la piel agrietada de la patria, dejé de andar por sus caminos, no llegué hasta sus aldeas, ignoré el hambre y la violencia, sumergida en un orgasmo inacabable. Así me fui volviendo caracol. Me fui volviendo tortuga, oculta en las profundidades de su casa. Vivía inútil, cantando como la cigarra de la fábula. Mi casa no tenía puertas ni ventanas. Monumental, ¡el egoísmo me envolvía en su crisálida! Sin embargo, nuestro amor crecía. Nuestro amor, que ha sido un diálogo de años. Un amarnos a besos, a golpes a mordiscos. Paul Eluard Francia – 1895 - 1952 La enamorada Ella vive de pie sobre mis párpados Sus cabellos están entre los míos Tiene la forma exacta de mis manos Y el color de mis ojos que la miran Ella se hunde entre mi propia sombra Como una piedra en el azul del cielo. Ella tiene los ojos siempre abiertos Y me impide dormir con su mirada A plena luz sus sueños luminosos Hacen evaporar todos los soles Sus sueños me hacen sollozar reír Y hablar sin tener nada que decir... Versión de Andrés Holguín Roberto Juarroz Argentina – 1925 - 1995 Un amor más allá del amor Un amor más allá del amor, por encima del rito del vínculo, más allá del juego siniestro de la soledad y de la compañía. Un amor que no necesite regreso, pero tampoco partida. Un amor no sometido a los fogonazos de ir y de volver, de estar despiertos o dormidos, de llamar o callar. Un amor para estar juntos o para no estarlo pero también para todas las posiciones intermedias. Un amor como abrir los ojos. Y quizá también como cerrarlos. 27 Carmen González Huguet El Salvador - 1958 De "Ausencia": 1 Cúbreme, amor, el cielo de la boca... Rafael Alberti Aire sólo, fervor que callo y digo, palabra que te nombra y te delata, que te eleva en su vuelo o te maniata: en mi boca te encierro o te prodigo. Te dejo a la intemperie o al abrigo, te guardo en ventisquero o en fogata. Pródiga, codiciosa catarata, vas en mi labio como fiel testigo de todo lo que en él pones y eres, de todo lo que en él tu sed convoca y de lo que en su amor beber quisieres. Silencia esta ebriedad que el labio aloca y con el agua en que dichoso mueres cúbreme, amor, el cielo de la boca. Renata Durán Bogotá, Colombia - 1950 Aquí en mi cuerpo... Aquí en mi cuerpo acabó de pasar el mediodía y por mi piel respira un agua atardecida. Los labios están secos, guardo en la lengua los aromas. Si acaso pusieras tu mano entre mis muslos, sabrías que estás vivo. Saborearías mi sal. Haríamos un pozo en el tiempo, y dejaríamos que el sol nos madurara. Etnairis Rivera Puerto Rico - 1949 El beso El curso de este afán es el de un beso que ha dado tantas vueltas. Aquí el amor ahora, allá el desamor más adelante, afán gustoso que en la piel estalla y ordena el rumbo cada día, afán de ave que emigra y busca el viento que le acomode. Un beso desata lluvias, levanta aromas antiguos en el ombligo donde los poetas recuentan la vida. Un beso amanece pegado al cuerpo durante meses, hasta que parte el hilo y se despeña. Un beso renace de su ceniza y funda flor en otro templo. 28 Xavier Villaurrutia México – 1903 - 1951 Amor condusse noi ad una morte Amar es absorber tu joven savia y juntar nuestras bocas en un cauce hasta que de la brisa de tu aliento se impregnen para siempre mis entrañas. Amar es una angustia, una pregunta, una suspensa y luminosa duda; es un querer saber todo lo tuyo y a la vez un temor de al fin saberlo. Amar es una envidia verde y muda, una sutil y lúcida avaricia. Amar es reconstruir, cuando te alejas, tus pasos, tus silencios, tus palabras, y pretender seguir tu pensamiento cuando a mi lado, al fin inmóvil, callas. Amar es una cólera secreta, una helada y diabólica soberbia. Amar es no dormir cuando en mi lecho sueñas entre mis brazos que te ciñen, y odiar el sueño en que, bajo tu frente, acaso en otros brazos te abandonas. Amar es escuchar sobre tu pecho, hasta colmar la oreja codiciosa, el rumor de tu sangre y la marea de tu respiración acompasada. Amar es provocar el dulce instante en que tu piel busca mi piel despierta; saciar a un tiempo la avidez nocturna y morir otra vez la misma muerte provisional, desgarradora, oscura. Amar es una sed, la de la llaga que arde sin consumirse ni cerrarse, y el hambre de una boca atormentada que pide más y más y no se sacia. Amar es una insólita lujuria y una gula voraz, siempre desierta. Pero amar es también cerrar los ojos, dejar que el sueño invada nuestro cuerpo como un río de olvido y de tinieblas, y navegar sin rumbo, a la deriva: porque amar es, al fin, una indolencia. Homero Aridjis Michoacán, México - 1940 Te amo ahí contra el muro destruido Te amo ahí contra el muro destruido contra la ciudad y contra el sol y contra el viento contra lo otro que yo amo y se ha quedado como un guerrero entrampado en los recuerdos Te amo contra tus ojos que se apagan y sufren adentro esta superficie vana y sospechan venganzas y muertes por desolación o por fastidio Te amo más allá de puertas y esquinas de trenes que se han ido sin llevarnos de amigos que se hundieron ascendiendo ventanas periódicas y estrellas Te amo contra tu alegría y tu regreso contra el dolor que astilla tus seres más amados contra lo que puede ser y lo que fuiste ceremonia nocturna por lugares fantásticos Te amo contra la noche y el verano contra la luz y tu semejanza silenciosa contra el mar y septiembre y los labios que te expresan contra el humo invencible de los muertos “¡Rápido, amor mío, quiero ofrecerte mi boca! la muerte ronda por la aldea y podría llevarme”. Landay - en el libro El suicidio y el canto, bajo el sello de Ediciones del Oriente y del Mediterráneo. 29 Anne Sexton Massachusetts, Estados Unidos - 1928- 1974 Cuando un hombre entra en una mujer Cuando un hombre entra en una mujer, como el oleaje que muerde la orilla, una y otra vez, y la mujer abre la boca de placer y sus dientes brillan como el alfabeto, Logos aparece ordeñando una estrella, y el hombre dentro de la mujer hace un nudo, para que nunca más estén separados y la mujer sube a una flor y Logos aparece y desata los ríos. Este hombre, esta mujer con su doble hambre, han procurado penetrar la cortina de Dios, lo cual brevemente han logrado aunque Dios en su perversidad deshace el nudo. Gonzalo Rojas Chile - 1917 Qué se ama cuando se ama? Qué se ama cuando se ama, mi Dios: la luz terrible de la vida o la luz de la muerte? ¨Qué se busca, qué se halla, qué es eso: amor? ¨Quién es? ¨La mujer con su hondura, sus rosas, sus volcanes o este sol colorado que es mi sangre furiosa cuando entro en ella hasta las últimas raices? ¨O todo es un gran juego, Dios mío, y no hay mujer ni hay hombre sino un solo cuerpo: el tuyo, repartido en estrellas de hermosura, en particular de fugaces de eternidad visible Me muero en esto, oh Dios, en esta guerra de ir y venir entre ellas por las calles, de no poder amar trecientas a la vez, porque estoy condenado siempre a una, a esa una, a esa única que me diste en el viejo paraíso. Ana Istarú San José, Costa Rica - 1960 No soy la doncella sagrada Tu amor me será hoy dos veces grato. No soy, lo has visto, la doncella sagrada y ocupo por lo tanto de tus buenos oficios para soltar los cascos de la especie por mi cuerpo. Imprímeme en la boca tus aceites marinos y en la palabra madre la palabra deseo. De “Verbo madre” 1995 30 Gabriel Impaglione Morón, Argentina - 1958 Cómo se dice no sabemos “Vivir –¿me oyes?– vivir un día nuevo en el que la vergüenza no nos astille el ojo como cuando se enteran nuestros hijos de esta paternal orfandad de dos monedas.” Gustavo Valcarcel Esta pobreza nos llega sin campana, sobresalta la luna dormida en nuestras manos y nos interroga agita la alacena radiográfica urga en nuestras cosas por una moneda. Qué haremos con el desvelo sin palabras en la casa nuestra los dos así casi desnudos explicándonos aquello que hace falta todo lo que existe siempre lejos. Venderemos un ojo por debajo del abrazo llevaremos una oreja al mercado del viento y ya no existirá talvez que nos ofrezca casa. ¿Habrá más inquietud? ¿Qué es la inquietud? ¿Cómo se dice no sabemos en el idioma de una mujer y un hombre unidos por su sangre? De Barco en las arenas de Finisterre. Ana Rosseti Cádiz, España - 1950 El jardín de tus delicias Flores, pedazos de tu cuerpo; me reclamo su savia. Aprieto entre mis labios la lacerante verga del gladiolo. Cosería limones a tu torso, sus durísimas puntas en mis dedos como altos pezones de muchacha. Ya conoce mi lengua las más suaves estrías de tu oreja, y es una caracola. Ella sabe a tu leche adolescente, y huele a tus muslos. En mis muslos contengo los pétalos mojados de las flores. Son flores pedazos de tu cuerpo De: Breviario del deseo: Poesía erótica escrita por mujeres Isla Negra no se vende ni se compra ni se alquila, es publicación de poesía y literaturas. Isla Negra es territorio de amantes, porque el amor es poesía. Isla Negra también es arma cargada de futuro, herramienta de auroras repartidas. Breviario periódico de la cultura universal. Estante virtual de biblioteca en Casa de Poesía. http://revistaislanegra.blogspot.es Isla Negra en el Directorio Mundial de la Poesia - www.unesco.org/poetry “... porque la mayor locura que puede hacer un hombre en esta vida es dejarse morir, sin más ni más... “-Sancho. (Quijote, 11, cap. 74.) Miguel de Cervantes Saavedra 31