Ficha cientifica 321 ( PDF , 378 Ko) - IRD, Institut de Recherche pour

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Ficha 321 - Junio de 2009
©IRD / Michel Monzier
Hace ya diez años que el Tungurahua entró en actividad.
Aquí, en octubre de 1999 y en noviembre de 2007
Varios de los más imponentes volcanes
del planeta se encuentran en Ecuador.
A lo largo de 300 km, entre el Pacífico
al Oeste y la Amazonia al Este, dos
crestas montañosas erizadas de conos
volcánicos casi pegados unos a otros,
rodean el país de norte a sur. En total,
hay 55 volcanes que alcanzan casi los
6 000 m de altura cubiertos a menudo
de glaciares. Estas montañas amenazan a los 3 millones de habitantes del
valle interandino, cercado por las dos
cordilleras.
Volcanes altamente vigilados
Con el propósito de establecer escenarios de erupción y poner en marcha
medidas preventivas y planes de intervención adecuados, los investigadores
del IRD y sus contrapartes ecuatorianos1 vigilan muy de cerca los tres volcanes que entraron en erupción hace
10 años: el Tungurahua y el Pichincha,
que despertaron en 1999, y el Reventador, que en 2002 hizo erupción de
manera repentina. Un cuarto volcán, el
Cotopaxi, también está muy vigilado,
ya que muestra signos de reactivación
desde el 2001. Como en la mayoría de
los volcanes con glaciares del Ecuador,
la mínima erupción puede provocar gigantescos flujos de barro, o lahares
devastadores para las ciudades situadas más abajo. Con sus 5 897 m de
altura, es además el volcán activo más
alto del mundo.
Para cada uno de esos colosos, los
vulcanólogos controlan la naturaleza
de los fluidos, gases o productos sólidos emitidos, con el fin de determinar
la fase de la erupción y conocer el grado de evolución de los magmas en los
reservorios situados bajo el cono volcánico. En efecto, las erupciones pueden durar meses, y hasta años. La del
Tungurahua, por ejemplo, dura desde
hace diez años. Como la naturaleza
de los productos emitidos evoluciona
en función del avance de la erupción,
su análisis permite conocer el funcionamiento del volcán y facilita la toma
de decisiones en caso de crisis.
El despertar de los titanes
Con el fin de definir y evaluar el riesgo
volcánico para proteger a las poblaciones, los científicos han clasificado
los volcanes considerados activos,
es decir a los que han entrado en
erupción a partir la era precolombina,
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© IG-EPN/IRD:J. Bustillos
Tungurahua, Cotopaxi,
Pichincha,...en Ecuador, a
ambos lados de la célebre
« avenida de los volcanes »
se elevan algunos de los más
famosos gigantes de fuego
con nombres evocadores.
Erigiéndose a más de
5 000 metros de altitud,
cubiertos a menudo de
glaciares y nieves eternas,
estos últimos dominan el
valle interandino, una zona
muy urbanizada amenazando
a la población con su furia.
Este país que cuenta con
más de cincuenta volcanes,
y con siete en proceso de
erupción desde la llegada
de los españoles en el siglo
XVI, presenta una gran
variedad de erupciones. Con
el fin de determinar el riesgo
volcánico, profesoresinvestigadores del IG-EPN¹ e
investigadores del IRD se
han propuesto clasificar el
dinamismo eruptivo de los
volcanes actualmente
activos, e identificar aquellos
que, hoy dormidos, podrían
despertarse después de un
largo sueño. Para ello, han
estudiado la frecuencia, la
potencia y el estilo de las
erupciones pasadas y en
curso. ¿Pero qué hacer en
caso de que estos colosos
despierten o qué hacer en
una situación de crisis? Los
científicos han establecido
escenarios de erupción, han
publicado mapas de riesgo
e implementado sistemas
permanentes de observación
y alerta que han dado como
resultado originado. Se
han tomado medidas de
prevención y de intervención
necesarias como resultado
de los escenarios de
erupción establecidos por
los científicos, la publicación
de mapas de riesgo y la
implementación de sistemas
permanentes de observación
y alerta.
Volcanes ecuatorianos:
hacia un mejor manejo de los riesgos
es decir, aproximadamente 1 000 años.
Para ello, determinaron la frecuencia y
la potencia así como el estilo2 de sus
CONTACTOS :
erupciones, ya que el riesgo varía en
función de este último: las erupciones
Jean-Luc LE PENNEC
explosivas, acompañadas de nubarrones ardientes son más peligrosas
et Pablo SAMANIEGO,
que las efusivas, con flujo de lava.
chercheurs à l’IRD
Los investigadores identificaron tamLaboratoire
bién decenas de otros volcanes susMagmas & Volcans
ceptibles de despertar. Para ello, es(UMR IRD/Univ. Blaise
tudiaron su desarrollo, fecharon sus
Pascal/CNRS)
periodos de actividad y determinaron
la evolución de sus magmas. Ahora
Dirección :
tratan de entender cómo la química de
Université Blaise Pascal
estos magmas, que varía mucho con
5, rue Kessler
el tiempo pero también en función de
63038 Clermont-Ferrand
la localización de los volcanes, puede
Tél : 33 (0)4 73 34 67 53
influir en la activación y el funcionamiento de las erupciones.
[email protected]
Dos cordilleras, dos tipos de volcanes
[email protected]
Gracias a los numerosos datos recogidos, los volcanes ecuatorianos han
sido clasificados según sus caracterísREFERENCIA :
ticas morfológicas, la química de sus
Johnson J.-B., Samaniego
rocas y su estilo eruptivo. Diferencias
P., Hall M.-L., Le Pennec
notables aparecen entre las montañas
J.-L., Eissen J.-P. Recent
de ambas cordilleras.
and Active Volcanism in
the Ecuadorian Andes.
La cordillera occidental, donde se sitúa,
Journal of Volcanology and
entre otros, el Pichincha, constituye el
Geothermal Research, special frente volcánico de cara al Pacífico.
issue, 2008
Sus erupciones se caracterizan por lluvias de ceniza que cubren entre 1 000
a varios cientos de miles de km2 que
PALABRAS CLAVE :
afectan en gran medida a las poblaEcuador, volcán, riesgo,
ciones aledañas.
Andes
Del otro lado del valle interandino, la actividad durante los últimos 10 000 años
ha sido aún más intensa. La cordillera
oriental está constituida de grandes estratovolcanes, es decir conos formados
por la acumulación de capas de lava,
piroclasto y cenizas volcánicas, como
el Cotopaxi o el Tungurahua. Estos
volcanes, de 15 a 20 km de diámetro
en su base y hasta 3 o 4 km de altura,
producen periódicamente nubarrones
ardientes que pueden recorrer distancias de hasta 50 km hacia los valles.
Estas erupciones se acompañan de
lluvias de cenizas y de piroclasto que
los vientos dominantes del Este transportan hacia el valle interandino y sus
grandes ciudades.
La parte andina de Ecuador vive por
lo tanto, bajo el fuego de sus numerosos volcanes. Una configuración
prácticamente única en el mundo,
en la cual el riesgo se acentúa por
el crecimiento demográfico y la urbanización del valle interandino.
Definición de los peligros, mapas de
riesgo, gran vigilancia…: los trabajos
del IG-EPN y del IRD permiten una
mejor protección de los habitantes en
caso de crisis, como ocurrió en el año
2006, durante la última crisis eruptiva
del Tungurahua, cuando gracias a la
alerta dada por los científicos, las poblaciones amenazadas pudieron ser
evacuadas a tiempo.
Redacción DIC – Gaëlle Courcoux
Traducción IRD Mexico – Alba Escalón
RELACIONES CON
LOS MEDIOS :
1. Instituto de Geofísica de la Escuela Politécnica Nacional (IG-EPN) en Quito
Vincent Coronini
+33 (0)4 91 99 94 87
[email protected]
2. El estilo caracteriza la erupción: puede
ser explosiva y más o menos fuerte, o bien
efusiva, etc.
Daina Rechner
+33 (0)4 91 99 94 81
[email protected]
www.ird.fr/indigo
©IRD / Yvan Repetto
INDIGO,
FOTOTECA DEL IRD :
©IRD / Yvan Repetto
Ficha 321 - Junio de 2009
Para mayor información
El techo de la iglesia de Bilbao se hundió bajo el peso de las cenizas, después de la erupción del
Tungurahua en agosto de 2006
Gaëlle Courcoux, coordinadora
Délégation à l’information et à la communication
Tél. : +33 (0)4 91 99 94 90 - fax : +33 (0)4 91 99 92 28 - [email protected]
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