EL MAGO DE LA ISLA

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EL MAGO DE
LA ISLA
(Reflexiones críticas en torno a la
obra literaria de Rogelio Sinán)
Homenaje del Instituto Nacional de Cultura
al insigne escritor panameño al celebrarse
sus 90 años de vida
Instituto Nacional de Cultura
Dirección Nacional de Extensión Cultural
Departamento de Letras
Dibujo de Zdenek Privyl (París, 1932)
EL MAGO DE LA ISLA
(Reflexiones críticas en torno a la obra literaria
de Rogelio Sinán)
Autores varios
Antologías y Homenajes 3
Colección Antologías y Homenajes
Serie Homenajes 2
El mago de la isla
©Cada uno de los Autores incluidos en esta recopilación
©Editorial Mariano Arosemena
del Instituto Nacional de Cultura, abril de 1992
Primera edición, abril de 1992
Portada : dibujo de Oswaldo Guayasamín (ecuatoriano), 1981.
Contraportada : fotografía de Carlos Guardia, 1985.
Reservados los derechos de acuerdo a la Ley.
Se prohibe la reproducción parcial o total .
INTRODUCCIÓN
Rogelio Sinán nace en la isla de Taboga el 25 de abril de
1902. A partir de 1929, con la publicación en Roma de su
poemario Onda, se inician en Panamá - tardíamente - las
corrientes de vanguardia, que ya antes habían asomado
aisladas en poemas de Demetrio Korsi.
Sinán se da a conocer primero como poeta de exquisitas
imágenes originales, para poco a poco revelarse como un
maestro del cuento y como un novelista de firme garra con
sus libros A la orilla de las estatuas maduras (cuentos), 1946; La boina roja (cuentos), 1954 ; Plenilunio
(novela), 1947 ; La isla mágica (novela), 1979. Su último
libro de poesía editado es Saloma sin salomar, 1969; y
El candelabro de los malos ofidios y otros cuentos,
1982, el último de cuentos . También ha escrito otros
poemarios y libros de cuentos, así como obras de teatro
infantil. La única recopilación, parcial, de sus ensayos
aparece en la revista "Maga" (N° 5-6, enero junio), que
Editorial Signos publicó como homenaje a este autor en
1985.
Sinán cumple ahora 90 años de edad . De ahí que la
Dirección Nacional de Extensión Cultural del Instituto
Nacional de Cultura, a través de su Departamento de
Letras, haya decidido rendirle el sencillo homenaje de la
recopilación de algunos de los más interesantes artículos
y ensayos publicados sobre la obra del maestro, pero que,
a excepción nuevamente de aquel número especial de
"Maga", no se han recopilado en forma de libro . Al hacerlo,
no sólo rendimos tributo a la sobrealiente creación literaria
de Sinán, sino que además facilitamos a los estudiantes
de colegios secundarios y universidades nacionales y
extranjeras algunas fuentes críticas que ayuden a comprender mejor la excelencia de su obra .
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No todos los días llegan nuestros mejores artistas a los
90 años de edad. Consideramos que los homenajes deben
hacerse en vida. Limitados de recursos materiales, damos
paso a los rigores del intelecto al publicar este libro con
humildad y afecto hacia "El Mago de la Isla, como le llamó
en un ensayo, que aquí incluimos, el destacado poeta
nacional Ricardo J. Bermúdez. ¡Salud y larga vida, maestro Sinán!
Panamá, 30 de enero de 1992
Enrique Jaramillo Levi
Jefe del Departamento de Letras del INAC
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UN POETA PANAMEÑO
VANGUARDISTA
Demetrio Fábrega
Ha llegado a mis manos, traído por las de un amigo, un
precioso libro de versos . La edición, delicada y fina, como
hecha en la "Casa Editrice Italia", de Roma, tiene el sello
artístico de todo lo que nos viene de la tierra de Benvenuto
Celline . El tomito sugiere una "bombonniere" y a la
verdad que lo es, porque entre sus páginas se esconden,
cuidadosamente seleccionadas, verdaderas golosinas de
arte. El libro está rubricado por una firma desconocida
para mi -Rogelio Sinán . Si he de ser sincero, lo abrí con
desconfianza. Un libro de versos más ; uno de tantos . No
soy muy amigo de los libros de versos, porque para mí
ellos pierden su mérito cuando nos los presentan catalogados como vulgar mercancía. Y eso de atiborrarse de
versos de una sentada resulta fastidioso . Yo encuentro
una rara frución en leerlos de sobremesa en la página de
un diario que pone esa nota de arte entre el prosaísmo de
los cables y de las cotizaciones de bolsa ; o en la hoja
amarillenta, encontrada al azar, que se desprendió de un
libro abandonado ; o me embelesan en los labios fervorosos del artista que sabe interpretarlos con amorosa
unción.
Pero me ha parecido siempre cursi eso de reclinarse en
un diván, con un tomo de poesía en la mano, para irlas
deglutiendo una a una, como si se tratara de un cucurucho de cacahuates . Sin embargo, el libro este que llegó a
mis manos me impresionó bien . Tal vez por lo raro de la
edición . Tal vez por el título -ONDA- que me pareció
sugestivo . Lo abrí y encontré en la primera página :
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'Todo -el vario cosmo- es una ronda
que tejen, la materia y el espíritu,
con su única energética, la onda.
Tenía yo razón y seguí leyendo. Es poesía vanguardista.
El vanguardismo me va calando . En literatura, como en
las modas, las innovaciones, al principio, chocan, pero
acaban por imponerse . Hoy nos disgustaría ver una falda
larga, como ayer censuramos la corta . El vanguardismo,
al principio, me pareció alambicado, falto de sinceridad,
de un efectivismo pirotécnico ; mas poco a poco he ido
comprendiendo su razón filosófica . No es sino la interpretación justa de la psicología actual, morbosa
.ycompli-ad Es la síntesis de un estado de ánimo ultramoderno,
como lo es el impresionismo en pintura.
Quise sondear más en el alma del poeta y abrí por otra
parte . Otro título sugestivo -AVION.
Una luz rasga la noche
trepando -arriba- nubes.
¡Pareces estrella en marcha,
avión -pupila que subes!
Tu ruido -toques del viento
roto en astillas por la hélicese esparce bebiendo millas
hacia el infinito ...
Miro:
tu estrella que corre loca
y las que apenas rutilan.
Mi pensamiento echa a andar . ..
¿detrás de cuál? ¡Tras ninguna!
¡Más arriba! ¡Más arriba!
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¡No es esta poesía que hace pensar? Y al mismo tiempo,
¡no es una descripción maravillosa de un avión en
marcha? El poeta ha conseguido hermanar la visión
material que contempla al avión trepando nubes, con la
espiritual, que aventaja a la otra, y se eleva "¡Más arriba!
¡Más arriba!"
Un poeta romántico al cantar a las "estrellas" nos
hubiera hablado del manto negro de la noche y de la luz
pálida y titilante de los astros . Rogelio Sinán dice:
¡En el árbol
de la noche
cuelgan todas!
¿Quién las irá a cosechar?
¡Nada!
que por la mañana
viene el jardinero-sol
y
como ya están maduras
las descuelga ...
¡Maravillosa cosecha!
¡LAS ESTRELLAS!
¡Qué jugo claro darán!
Para pintar un amanecer no necesita más que cuatro
rasgos . Pero qué diferencia entre estos pincelazos maestros y los coloridos manidos conque los acuarelistas de
tres al cuarto diluyen la idea madre que no supieron
aprisionar:
¡Enloquecidos de júbilo
-gotas de tinta inestablespájaros innumerables
suenan sus locas trompetas . ..!
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¡Saludo
a la bandera
del Alba!
Como muestra de poesía bucólica aquí va ésta que nos
recuerda los Idilios de Teócrito o las Eglogas de Virgilio.
No se puede pedir más como poesía descriptiva : "VIDA
SANA"
El mar de la trigada
mueve
hacia aquí ...
hacia allá. ..
su dorado cabello.
Las mozas van peinándolo
alegres
mientras cantan
su letanía de amor.
El Sol
-enamorado príncipe azulles tiende
su capa hecha de luz.
¡Tic, tac! ¡Tic, tac! se escuchan
los toques del machete ...
Saloma el boyero . ..
¡Cromática mañana
sana, sonriente y nueva
mecida por el viento!
(La brisa chapalea
desnuda
en la quebrada)
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¡Rojo! ¡Verde! ¡Amarillo!
¡Canciones! ¡Gritos! ¡Campo!
-La cosecha. La trilla¡Hurra! ¡Hurra, muchachas!
¡Cómo ríe
la Vida!
¡Habrá quien no encuentre poesía en estas estrofas?
Tal vez sí . Aquellos que creen que la poesía debe ser
esclava de la rima y del metro, y no la pueden gustar sino
se les presenta ataviada con los clásicos ropajes de
antaño. Los que necesitan del sonsonete para entenderla
y se horrorizan ante las libertades de las escuelas modernas. Lejos de mi ánimo, sin embargo, venir a romper
lanzas contra los amantes del clasicismo y demás escuelas consagradas . En esto de literatura soy ecléctico y
busco la belleza donde se encuentre . Creo que la esencia
de la poesía es una y que ésta puede estar encerrada lo
mismo entre el férreo armazón de un soneto de Argensola
que entre las líneas contorsionadas de una estrofa de
Marinetti . La poesía, como todo arte, no es sino una
manifestación de la belleza y como tal es subjetiva . Tratar
de imponerla a la fuerza, de hacerla entrar a martillazos
es un absurdo . Como dice Carlos Grolleau "se entiende o
no se entiende : es cuestión de sordera o de clara audición
espiritual".
No ha sido mi ánimo hacer una crítica del libro, sino dar
a conocer a un poeta ignorado hasta ahora en nuestro
medio . Tratar de hacer aquí una selección de las mejores
poesías que encierra seria tanto como copiar el libro
entero.
Dejo, pues, a los amantes de la literatura que saboreen,
cuando les venga a mano el tomito, todas las bellezas que
él encierra.
No estoy autorizado para descorrer el velo con que la
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modestia ha querido descubrir el verdadero nombre del
autor . La Fama, indiscreta, se encargará de hacerlo más
tarde . Baste por ahora decir que Rogelio Sinán es panameño; que es de los jóvenes que desde el exterior saben
honrar a la patria y que preparan para ella días de gloria
que ya se vislumbran.
¡Saludo
a la bandera
del Alba!
*Publicado en "La Estrella de Panamá", el 9 de
octubre de 1929, bajo el pseudónimo de Xavier del
Castillo). También en la revista "Maga", N 5-6,
Panamá, enero-junio de 1985.
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EL POETA ROGELIO SINAN
Octavio Méndez Pereira
La poesía llamada de vanguardia, que tomó forma en el
cubismo francés, en el expresionismo alemán y en el
futurismo italiano, es hoy un hervor complejo de inquietudes, de ansiedades, de reformas, que han dado al
traste con la poesía clásica, el lirismo romántico y las
formas tradicionales de la versificación. Pareciera que el
alma nueva, surgida en el mundo después de la Gran
Guerra, encontrara una gran desproporción entre lo que
siente, lo que sufre, lo que la inquieta y las formas
mesuradas de expresarlo . ..
A ella el alma nueva, que vive en medio de las incoherencias, las fiebres y los espasmos de la crisis más grande
de la civilización, le son bien familiares la inestabilidad,
el placer y el dolor agudo e intensos, la duda compleja,
el choque de todas las filosofias y el ímpetu de todas las
audacias y peligros . Y es natural que rechace como
fastidiosos los moldes y las disciplinas del pasado, expresión de un vida en que todo parecía seguro, bien
establecido y dispuesto a perdurar . Y es natural que
ensanchado su aislamiento y su individualismo por las
remociones morales e intelectuales, la poesía que fluye de
sus torturas no sean inteligible a todos los espíritus . El
desuno esencial de toda poesía, según la teoría del
filósofo, un desplazamiento progresivo, un huir de sí
misma, una negación de la de ayer en ondas más o menos
crecientes de amaneramiento . ..
Tarea patética sin duda, pero tarea fundamental de
albañiles y de arquitectos empeñados en el acopio,
desbaste, pulimiento y arreglo de nuevos materiales para
el nuevo edificio del eterno emocional . Un día esta poesía
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nueva tomará forma como un estilo, y una nueva inquietud, llamada otra vez modernismo, comenzará la
construcción de otro nuevo estilo .. . Pero ahí quedará el
anterior, en concreción de arte, firme como jalón de
arquitectura espiritual.
Para esta obra magna de Proteo trae su aporte juvenil
y fresco, desde las canteras de la Ciudad Eterna, Rogelio
Sinán, con un libro suyo intitulado Onda.
"Todo -en el vario cosmo- es una ronda que tejen la
materia y el espíritu con su única energética, la onda ."
Teoría proteica de la onda, aplicable también ¿por qué
no? a la poesía en general.
Rogelio Sinán oyó una voz que le dijo:
"Corazón, tú qué esperas?
Esparce tu dolor
y bebe nuevo amor
que todo renacer
es un amanecer. .."
Y con el lema de Rodó así interpretado, nació la onda de
sus versos . Debo confesar que no hubieran podido escribirse tales versos hace diez años, y menos tal vez en
Panamá . La forma, los ritmos, el sistema de imágenes y
sugerencias habrían parecido perfectamente inusitados
a los oídos y los cerebros acostumbrados a la poesía de
Rubén Darío, de Chocano o de Silva . Lo parecerán hoy
todavía a los que no han seguido la evolución del verso
moderno o que no han penetrado, con Ortega y Gasset
por ejemplo, el verdadero secreto de la poesía que es, a
base de la emoción, el eufemismo : "Eludir el nombre
cotidiano de las cosas, evitar que nuestra mente las
tropiece por su vertiente habitual, gastada por el uso, y
mediante un rodeo inesperado ponernos ante el dorso
nunca visto del objeto de siempre".
El peligro está en sutilizar, hasta hacerlo ininteligible,
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ese eufemismo, en convertir el verso, que es y ha sido
siempre voluntad de amaneramiento (,quién puede hoy
soportar a muchos clásicos?) en laberinto inextricable de
metáforas, en ecuaciones o quintaesencias de sentimientos y estados íntimos . He aquí precisamente el defecto y
la virtud de ese maravilloso genio redivivo en todos los
modernismo de la poesía, que se llamó Góngora . He aquí
por qué modernismo de la poesía y gongorismo llegan a
confundirse con frecuencia y a servir de extremos de
rebote .
"Las nubes -escolares
de escuela elementalhan tomado sus libros de luz y se van ...
El caballo del viento
las conduce
sobre su lomo tierno,"
dice Rogelio Sinán tratando de ser nuevo y es Góngora
quien se infiltra sutil en su expresión. ,No está Góngora
también en esta estrofa, como en otras?:
"¡Enloquecidos de júbilo
- gotas de tinta inestables pájaros innumerables
suenan sus locas trompetas!"
Probablemente el joven poeta no ha recordado al viejo
poeta cordobés . Pero su afán, que él me explica en una
carta ingenua -"rebelarse contra las formas tradicionales
de la poesía"- lo acercó ineludible e inconscientemente al
reformador . Por lo demás el autor de Onda tiene cosas
muy siglo XXI como el Teorema de la Imagen y el de la
Curva en Movimiento, y cosas tradicionales, muy antiguas y muy modernas, como sus hermosos versos a la
Inercia y su Mancha de Sol, poemita descriptivo que
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revela un delicado vate bucólico en plena avanzada de
modernismo . Oídio:
"Campo traviesa, cansada,
con el hijo en el cuadril
la moza va hacia el lejano
cuchitril.
El sol coloca en los árboles
sus moneditas de oro.
Y el niño suelta la fuente
de su lloro...
La rapaza saca el seno
rozagante a se lo dar. ..
El niño bebe. Ella ríe.
Y echa a andar.. ."
En Rogelio Sinán se da el caso, siempre interesante, de
esa sublime inquietud interior de un alma que desea,
ante todo y por todo, ser hija de su propia esencia . Y con
original temperamento y sensibilidad artística va buscando su estilo .. . Amanerado unas veces, oscuro otras,
claro, ingenuo, sencillo muchas, cuando es espontáneo
y sincero, Sinán constituye una interrogación que se
cerrará con una jugosa respuesta en nuestra literatura
nacional.
Así lo presento yo en todo caso ; que él va a presentarse
por sí mismo con su Onda y con esta confidencia que yo
ingenuamente arranco de su carta citada:
"No sé si usted se acuerde de mí, por lo cual me permito
decirle que yo fui alumno del Instituto en los últimos años
que usted estuvo a cargo de la Rectoría de ese plantel.
Después estuve en Chile (estudiando en el Instituto
Pedagógico) y a mi vuelta de ese país fui a visitarlo a Ud .,
para pedirle algunos consejos para mi viaje a Europa. ¿No
se acuerda Ud ., pues, del desaplicadísimo Domínguez?
Del cúmulo de versos escritos en Chile y en Roma he
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entresacado los que me han parecido mejor y allí los llene
usted en un volumen . No quiero hacerme la ilusión de
que a usted le han de gustar mis versos . Yo he querido
rebelarme contra las formas tradicionales de la poesía
existentes aún -desgraciadamente- en Panamá, pero no
sé si lo he conseguido . . . Algunos versos míos parecerán
ingenuos, demasiado sencillos ; otros, algo confusos;
pero así estaban ellos en mi alma y los he expresado
sinceramente . . . Sé, pues, perfectamente, que mi libro,
por esos aires de rebeldía de que va lleno, no ha de gustar
en Panamá, a no ser que una persona debidamente
autorizada lo presente . . ." Y Domínguez, por afecto sin
duda al Profesor, ha creído encontrar esa persona en el
suscrito.
Londres, Junio de 1929.
* Tomado de "La Estrella de Panamá,
6 de diciembre de 1929.
Publicado también en la
revista 'Maga" . Nº 5-6.
Panamá, enero-junio de 1985.
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ROGELIO SINAN,
ABANDERADO Y MAESTRO
Guillermo Andreve
Ofrecemos hoy a nuestros lectores los versos del libro
ONDA que circuló muy poco en el país y es la primicia
lírica de ROGELIO SINAN, abanderado y maestro entre
nosotros de las recientes ideas estéticas que propugna la
escuela vanguardista, cuyos representantes en Panamá
se congregan alrededor de SINAN en el grupo de avanzada que han denominado "Pasaje".
Si cada época trae sus problemas especiales, sus
modalidades, sus anhelos y sus hombres, es natural que
en cada un de ellas los grupos representativos hagan su
labor y encaminen sus esfuerzos por alcanzar la perfección, a su manera . Si el estancamiento es la muerte y si
hay que renovarse para vivir, está bien la inquietud
humana, el ansia de superar a los otros y de superarse a
sí mismo, el impulso combativo y hasta la vanidad de
creerse los mejores . Y aunque no es actitud recomendable sí es humano y excusable el ataque violento a los
viejos métodos, el deseo de destruir los antiguos moldes,
puesto que ello obra como acicate intelectual que aguza
la comprensión y afina la sensibilidad . Así han procedido
todas las escuelas, combatiendo las nuevas a las viejas.
Ya los románticos a los pernasianos ; ya los simbolistas a
los románticos ; los modernistas a los modernistas, y
ahora los vanguardistas a sus hermanos mayores . Esa
labor tiene mucho de depuración y es como un crisol en
que se funden los hombres y las ideas . Los que no
resisten los golpes demoledores perecen, que tal cosa es
caer en olvido. Los que resisten la prueba salen de ella
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más fuertes y viven en el porvenir con brillo de astros.
Y lo que ocurrió ayer ocurre hoy y ocurrirá mañana.
Legiones de poetas cantarán la vida a su manera, en su
propio instrumento ; yen sus versos se remozarán el amor
eterno y el eterno dolor : Y luego que hayan cantando su
canción, cederán el puesto a nuevas legiones ; y sólo
algunos vivirán en el recuerdo de las futuras multitudes
mientras la mayoría se hundirá en las sombras del olvido.
Hombre de una generación que ya se bate en retirada,
mi predilección está por los poetas que cantaron en un
lenguaje suave a mi oído y grato a mi corazón . Pero mi
eclecticismo literario me lleva a ser comprensible y a
explicarme la inquietud de los nuevos porque yo también
tuve mi inquietud en los viejos días de mi primera
juventud, hace cerca de cuarenta años . Y considero que
si a una época determinada convienen representantes y
modos de expresión determinados, es absurdo pretender
que los nuevos, los hombres jóvenes de estos años
preñados de inquietudes morales, de cambios sociales
violentos, de maquinismo y de una civilización a veces
grandiosa y a veces absurda, en que triunfan el nudismo,
el amor libre y el cabaret ; en que se ha apagado la luz de
la fe y se han extinguido los ideales ; en que Einstein come
el pan amargo del destierro, mientras cualquier mozo de
mulas con buenos bíceps vive como un príncipe, y un
pelotero gana más en tres meses que los rectores de
Harvard, Columbia, la Sorbona y Oxford en un año, en
que Hollywood abriga al mismo tiempo el vicio, el arte y
el dinero a millones, es absurdo repito pretender que los
hombres jóvenes, aunque sientan el dolor, el amor, la ira,
la alegría, la envidia y la caridad como todos los hombres,
expresen sus emociones de la misma manera que los
hombres de ayer . Son hijos de su época y proceden de
acuerdo a ella. Pero sufren y gozan, sufren más que
gozan, tienen más caída y tienen sus triunfos . Yo no los
condeno ni siento desagrado por su labor, ni les niego mi
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apoyo y mi aplauso cuando es necesario y conveniente,
aunque hablan un idioma que poco dice ami inteligencia
y a mi corazón . Soy respecto a ellos como un hombre
maduro que ríe con los juegos de los niños, que los incita
a jugar, que los aplaude bondadosamente, pero que no
podría acompañarlos en sus juegos ni recibir de ellos más
que emociones pasajeras . ¿Cuáles de esos juegos recibirán el sello de lo inmortal?
En SINAN hay talento, hay cultura, vigor de primavera
intelectual, disciplina mental y ansia de vivir su vida
espiritual . Sus versos lo muestran pues estas cualidades
no se esconden cualquiera que sea la actitud mental que
se adopte y la factura que se use . SINAN es en Panamá el
abanderado y el maestro de las nuevas ideas que tienen
sus apóstoles en Laurenza y Rodrigo Miró . Su obra es
para los hombres de hoy no para los de ayer : simiente que
ha de germinar en sus cerebros y en sus corazones si es
que cerebros y corazones están preparados para la
germinación de las nuevas ideas estéticas, si ellas no son
estériles y si los sembradores logran fecundarlas, cosas
que constituirán un triunfo resonante para el grupo
"Pasaje" y en especial para su director y sus lugartenientes .
Panamá, 25 de junio de 1933.
• No se localizó la fuente original.
Lo reprodujo la revista "Maga", Nº 5-6,
Panamá, enero-junio de 1985.
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ROGELIO SINAN:
UNA REVISIÓN DE LA
VANGUARDIA EN PANAMA
GLORIA GUARDIA
1. Introducción
Hace algún tiempo, El Instituto Panameño de Arte,
conjuntamente con la Sección de Letras del Instituto
Nacional de Cultura, nos invitaron para que llevásemos
a cabo la presentación crítica del último libro de cuentos
de Rogelio Sinán, que acababa de ver la luz en la Editorial
Universitaria Centroamericana (EDUCA), de Costa Rica.
La oportunidad que se ofrecía era feliz . Sobre todo, había
que considerar el hecho de que era Sinán mismo
-reconocido, en Panamá, como la figura más interesante
de nuestra literatura- quien solicitaba entablar el diálogo
a una distancia de cuarenta "leguas de recuerdo"- y
ofrecemos esas múltiples e iluminativas vivencias personales, que, hoy, integran capítulos decisivos de la
nueva literatura de nuestro país.
Recibir de la fuente misma- del protagonista y gestor de
aquella sensibilidad literaria de efímera vida que se
conoció con la etiqueta de vanguardismo y que, en
Panamá, fue casi yerma de saludable descendenciarepresentó para nosotros, en calidad de críticos, la oportunidad de ubicarnos dentro de una perspectiva pluridimensional, donde el verbo de Sinán supo inyectar al
diálogo la movilidad- el sudor, las molestias y frustraciones- de aquel momento revolucionario, presentándonos un dibujo total de esa época de disloque que venía a
dar al traste con un caduco orden de valores establecidos.
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El libro Cuentos de Rogelio Sinán que nos invitaban
a analizar, se nos presentó, además, como un medio
eficaz para subrayar la correspondencia que se dio entre
la creación poética y la narrativa del escritor panameño.
Los relatos hablan, claramente, de la evolución de Sinán,
desde un vanguardismo hermético y -como hemos visto
más tarde- suicida, hacia un posvanguardismo, o posición de "abertura germinativa", como la ha denominado
Roberto Fernández Retamar.
También, este libro fue vía para alcanzar una visión
telescópica de lo baldío de esta tierra donde brotó,
huérfana, la estructurada creatura literaria de Sinán.
Porque debemos recordar que la literatura panameña
poco ha tenido de homogénea . Ya Carlos Wong Broce lo
apuntó en aquella charla que dictó en la Casa de las
Américas sobre La vanguardia en la literatura
panameña: "Nuestra literatura no es muy rica que
digamos" -dijo en esa ocasión y con acierto- "No es una
literatura que en cierta forma haya llegado a una definición,
a una afirmación" .' Sinán es, pues, la excepción a la regla
y la razón de esto, la analizaremos más adelante.
En cuanto al libro mismo se refiere, hacía rato que lo
aguardábamos . Más que un libro de relatos nuevos, se
trata de una obra de índole antológica que guarda en sus
doscientas páginas, sencillamente encuadernadas, toda
una trayectoria vital ; todo un prolijo mundo literario de
vigilia y sueño, brisas yodadas, noches de luna, sangre,
risas, bailes, playas y hechizos que cohabita con el
duende de nuestro panteísta poeta tabogano.
Los catorce cuentos escritos de 1931 a 1971 en Panamá, París, Calcuta o México nos hablan, además, del
itinerario peregrino del hombre que supo darle la vuelta
al mundo con la toga del discípulo, abrir -como maestrolas ventanas de la literatura panameña a los aires que
soplan en otras latitudes y que, a través de los años, en
solitario y estudioso afán de contemporaneidad, ha sabi22
do mantenerse dentro de una disciplina intelectual de
ciudadano que no comulga con la mediocridad ni con el
provincialismo.
II. Sinán y el vanguardismo
A manera de pórtico aclaratorio, creemos oportuno
debido al hecho harto conocido de que es Rogelio Sinán
quien inaugura la literatura de vanguardia en Panamádecir unas palabras acerca de lo que ese término significó
durante su breve instante de vigencia ideológica.
Aunque en ningún momento queremos desbarrar en la
pedantería del formalismo didáctico, creemos necesario
acotar la órbita de la sensibilidad que dio pie al vanguardismo . Se hace, pues, inevitable que destaquemos con
exactitud aquellos elementos estéticos que hicieron su
aparición alrededor de 1909 y cómo la condición de
irracionalismo y desrealización de estos ingredientes
impidieron que el producto resultante mantuviera vigencia por mucho tiempo . Para la crítica contemporánea, el
vanguardismo como sensibilidad artística ya ha sido
liquidado hacia 1930 y dejar de ser, por lo tanto, ese
término amplio, capaz de encerrar cómodamente todas
las expresiones del arte contemporáneo . Queda claro,
así, que el vanguardismo en su sentido de hazaña
artística tuvo vida efímera y fue una ideología relativa,
intemporal, de liberación, negación y descubrimiento.
Movimiento de choque, de ruptura y apertura, al
mismo tiempo -lo describe Guillermo de Torre en
su célebre Historia de las literaturas de vanguardia- la vanguardia, el vanguardismo o lo vanguardista, del mismo modo que toda actitud o
situación extrema, no aspiraba a ninguna permanencia y menos aún a inmovilidad . En la razón de
su ser llevaba encapsulado el espíritu del cambio
23
y la evolución, previendo, ambicionando sucesiones 2 .
Y más tarde, añade el historiador y apologista de ese
movimiento literario:
La vanguardia -dice- tal como yo la entiendo, en su
sentido más extenso y mejor, no ha significado
nunca una escuela, una tendencia o una manera
determinada . Sí, el común denominador de los
diversos ismos echados a volar durante estos
últimos años'.
Y luego:
Vanguardia : fase que ha sido superada para dar
paso a otra más libre, orgánica y constructora . . . Ha
terminado la época del manifiesto, del prospecto,
de la algarada . Lindamos con la edad más venturosa del alambique, en la cual se produce la obra
destilada'.
Ahora bien, en la poesía, la vanguardia no hizo sino
traducir al verso el espíritu combativo y polémico del
movimiento, se ensayan nuevas formas ; se desemboca en
el verso libre, se acaba con el desarrollo temático y lógico
del poema, así como con los patrones convencionales de
la lengua y de la forma poética ; se rehabilita la imagen y
la metáfora que se toman, en sí, en punto de llegada del
poema ; se recurre al símbolo que se convierte en una de
las armas más fieras de la nueva poesía : tanto el monosémico, como el utilísimo bisémico ; se inventan procedimientos poéticos que expresen el irracionalismo hermético de la época : desplazamientos calificativos, imágenes visionarias, superposiciones (temporales, espaciales, situacionales y significacionales) ; se incorporan al
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poema, como material temático, los inventos y personajes de la vida moderna (el avión, el tren, la fábrica, el
radio, el gramófono, el cinematógrafo y sus respectivos
héroes y heroínas) ; y, ante todo, se manifiesta un marcado antagonismo contra el público y contra la tradición y
se encumbra el desenfrenado poder creador del poeta.
También, no huelga añadir que la vanguardia -en todas
sus manifestaciones artísticas- no fue una creación aposteriori de los historiadores, como se puede creer y
como se dio, en efecto, en el caso del renacimiento, cuyo
parto histórico se debe al célebre Jacob Burckhardt, allá
por 1860 . Los vanguardistas lo fueron desde su génesis
en los cenáculos que se organizaron en Francia, Italia,
Rusia o Alemania (porque nuestros artistas desembocan
en la necesidad de realizar esa hazaña revolucionaria
cuando ya Europa ha silenciado la algarada y anda en
busca de la obra destilada) . Los primeros vanguardistas,
pues, se reúnen con un fin concreto : hacer revolución
contra lo caduco y crear fascinados por la emoción y el
espíritu de aventura . Fundan, así, periódicos de grupo
que son órganos de una corriente creadora específica;
redactan manifiestos que se publican en estas pequeñas
revistas de tiraje limitado y escasa circulación ; anuncian
la fundación de un movimiento o de un nuevo ismo;
hacen la presentación antológica, ante un público amigo
u hostil, de la obra colectiva de una nueva tendencia o de
un nuevo grupo de escritores y artistas . Lo cierto es que,
de una manera u otra, estos artistas actúan siempre en
actitud consciente de sus hechos y estrecha convivencia
mucho plural que, como es natural, no puede sostenerse
tiempo . Para resumir, pues, detrás del telón de fondo, se
palpa en ese momento preciso de vanguardia una estrecha convivencia generacional y estética.
Si volvemos, ahora, los ojos sobre el caso específico de
Rogelio Sinán, nuestro primer poeta de vanguardia, nos
percatamos inmediatamente del hecho de que la van25
guardia llegó a Panamá casi toda en un sobre procedente
de Roma que envía el poeta tabogano a un amigo, ya que
la escasísima poesía de experimento que se da en ese
momento en el Istmo está hecha, según nuestro poeta
Laurenza, "sin rumbo ni seguridad" . Sinán escribe su
libro Onda en Roma y lo envía por correo a Panamá,
donde la literatura nueva, de acuerdo con las descripciones de la época que nos han legado los críticos
panameños de la época, Enrique Ruiz Vernacci, Roque
Javier Laurenza y Octavio Méndez Pereira, o se ignora en
su vasta mayoría, o no logra más eco que el de una
sonrisa ingenua.
Sinán, desde 1924, se ha marchado de Panamá para
dirigirse, primero a Chile y, luego, a sugerencia de
Gabriela Mistral, a la Ciudad Eterna . En Chile, se codea
con los sacerdotes literarios de la época : convive con
Neruda y sus tributarios y sigue, ávidamente, la "azogada" vida literaria de Buenos Aires, a través de las revistas
Proa y Martín Fierro, donde publican los que integran el
grupo de vanguardia de la capital porteña : Borges, Brandan Caraffa, Ricardo Güiraldes . . . Sinán, mismo, nos ha
dejado constancia de lo que significó para él esta primera
salida hacia horizontes más abiertos y enterados de los
afanes de la cultura:
Mi vocación literaria se había manifestado desde la
época en que hacía el bachillerato, pues hasta
había editado y dirigido revistas y obtenido muy
buenos premios -nos dice- ; pero en verdad, Santiago de Chile fue el horno en que esa vocación logró
dorarse a fuego lento . Todo era nuevo para mí en la
gran urbe, todo me impresionaba : sus románticos
parques con estanques, sauces llorones, cisnes y
mujeres hermosas ; sus cafés ; sus tertulias, sus
salas de concierto, sus librerías y bibliotecas, sus
teatros, sus universidades, su cortesía, su am26
biente, su gran cordialidad y, sobre todo, su vida
literaria : todo ello me hizo sentir con verdadero
furor la sed de ser y saber . Me dí a leer a los poetas
chilenos, a Gabriela Mistral, a Neruda, a Huidobro
y a quienes fueron mis buenos profesores como
Carlos Mondaca, Samuel Lillo, Julio Vicuña Cifuentes y no sé cuantos más 5
El hombre ha sido rozado por los aires del cambio y
cuando llega a Roma aquel verano de 1926, y se instala
en la plaza de San Juan de Letrán, la metamorfosis se
logra en lo que ya es terreno bien abonado : lo embiste el
arte ; lo seduce el ambiente tan propicio a despertar la
presencia escondida del duende ; aprende italiano y recorre
los oscuros pasadizos de la Divina Comedia ; frecuenta
los círculos artísticos y la Casa de España, donde hace
buena amistad con Gregorio Prieto ; visita museos, salas
de conciertos y se toma en asiduo cliente de las mejores
librerías de Roma:
En las mejores librerías de Roma -nos relata Sinán me surtía de revistas y libros españoles . "La Gaceta
Literaria" que dirigía en Madrid Ernesto Jiménez
Caballero, llegaba asiduamente y era mi plato
favorito. A través de sus páginas pude ponerme al
día en lo referente al ultraísmo de Guillermo de
Torre cuyo libro Literaturas Europeas de Vanguardia fue mi mejor poética y, por supuesto,
devoraba los libros de Rafael Alberti, Federico
García Lorca, Jorge Guillén, Pedro Salinas, Emilio
Prados . . . y muchos otros más6.
Y es bajo estas condiciones que Bernardo Domínguez
Alba da paso a Rogelio Sinán y el poeta da a luz su primer
libro, Onda.
No es esta la ocasión para analizar la obra poética del
27
ilustre tabogano, ya que hemos sido invitadas para
presentar el libro Cuentos que acaba de nacer a la luz
pública . No obstante, el estudio detallado de Onda,
Saloma sin salomar y Semana Santa en la niebla ya
está en nuestro calendario de trabajo para fecha próxima . Ahora bien, lo que sí es preciso bosquejar para lograr
una mejor interpretación de los cuentos mismos es la
posición de Sinán ante la vanguardia y su presencia e
influencia en los círculos literarios panameños.
Ya hemos expuesto, ligeramente, lo que significó la
vanguardia dentro de la historia literaria de Occidente;
hemos bosquejado también la figura de Rogelio Sinán : lo
hemos visto a través de sus peregrinajes por el mundo y
lo hemos escuchado confesamos, francamente, con esa
sinceridad que lo caracteriza, lo que fue su formación
artística, dónde halló su poética y cuáles fueron sus
fuentes de inspiración ; la obra de Neruda, Huidobro,
Alberti, García Lorca, Salinas, Guillén, etc . Y, de ahí, que
podamos llegar a la siguiente conclusión : Rogelio Sinán,
el autor de Onda, no fue fruto de un vanguardismo
panameño; no se forjó desde las savias poéticas de
nuestro suelo patrio, porque en Panamá no hubo una
generación de vanguardia, ni hubo movimientos de vanguardia . Hubo sí, figuras, aisladas, que se alinearon a la
poética vanguardista y que, a su vez, lograron cierto
renombre en el campo de las letras nacionales.
Veamos lo dicho : allá por 1928, el crítico a quien ya nos
hemos referido : Enrique Ruiz Vernacci (extranjero de
nacimiento, por cierto) escribía un artículo agudo y
mordaz para la revista de consumo local, Gráfico, donde
pintaba el desflecado y proscrito ambiente literario de la
patria con acierto ; ambiente, donde Onda fue lanzado,
sin anunciarse, casi, la preñez literaria de su autor y
donde no habían, tampoco, amagos de connubio entre
nuestra literatura y los ismos de vanguardia de la época:
28
Los veinticinco años de poesía continúan la senda
que les fue trazada por los maestros colombianos
-dice Ruiz Vernacci- la francamente sentimental, o
decididamente elocuente : por supuesto la forma es
respetuosa: se huye de la innovación . . . Darío es el
prototipo de los revolucionarios y, las frialdades
simbolistas y casi perfectas de Guillermo Valencia,
que burila sus estrofas con paciencia de artífice del
Renacimiento italiano, constituyen la última palabra de los modernismos admisible'.
Luego, añade Vernacci:
¿Hablaremos de audacias, de capillitas, de grupitos inquietos de los que tanto abundan en otros
medios? No, no, entre nosotros no existe eso . . .'
Vernacci, no obstante, sí estaba al tanto de la solitaria
batalla de Sinán y de eso deja constancia en ese escrito:
Un poeta panameño -dice- el joven Domínguez
Alba, en la actualidad en Roma, es el único que se
ha decidido a beber en las nuevas fuentes : sus
versos poseen una graciosa y lírica ingenuidad : en
mis manos tengo alguna encantadora prueba de
ellos y comenzado un estudio sobre este valiente
amigo de la poesía . Su "Balada del Seno desnudo"
es deliciosa'
Estas declaraciones de Ruiz Vernacci y la presentación
que de Sinán hace Octavio Méndez Pereira el viernes 6 de
diciembre de 1929, desde Londres y a través de la tribuna
de La Estrella de Panamá, son los documentos más
fieles con que contamos hoy para recrear el panorama
histórico de nuestras letras durante esa apática década
del veinte . Y, de ahí, que si intentamos hacer crítica a
29
cuarenta años de esos días, si intentamos ser sinceros y
no tenemos por meta la invención de una dorada edad
que nunca fue, debamos partir de esas observaciones
que, en su patetismo, nos conmueven ; que, en su vigencia actual, nos hablan de nuestra idiosincrasia como
pueblo:
A la mesa de nuestro banquete espiritual -continúa Ruiz Vernacci-llegan tarde los platos condimentados con salsas extrañas : quizás porque
nuestros libreros no son libreros, no le llenen amor
al libro, ni se interesan por las novedades, atentos
sólo al negocio de la venta de obras de texto o al otro
de los útiles de escritorio ; tal vez porque siendo la
librería ante todo y sobre todo negocio, el traer
libros que muy pocos van a hojear no merece la
pena: lo cierto es que carecemos de horizontes o se
nos recorta el horizonte y claro es que sin enterarnos es imposible que le tomemos amor a los nuevos
rumbos
1conime0t : el amor se basa en el
Llega, así, Onda a Panamá, gracias a la visión de un
solo hombre que lo abriga con la generosa sombra del
padrino . Un hombre que el mismo Sinán describe como
amigo de "conducta intachable, de muy buenas costumbres, de honestidad probada . . ., un educador y buen
amigo de las letras" ." Ese hombre excepcional es don
Manuel Roy . Con la llegada del libro de reducido tiraje
-unos doscientos ejemplares que vuelan por América o se
quedan en la Roma que lo vio nacer- y la llegada, un año
más tarde, de Sinán a Panamá cobra carta de naturaleza
esa sensibilidad a la que Ruiz Vernacci, Manuel Roy,
Roque Javier Laurenza, Diógenes De la Rosa y el joven
Rodrigo Miró venían aludiendo "con inquietud de brújula
trastornada" -según testimonio de Laurenza- y dentro de
un ambiente hermético a las nuevas tendencias . En
30
1931, Sinán es nombrado en el Instituto Nacional por
don Manuel quien, tras el golpe de Estado del 2 de enero
de ese año, ha pasado a la Rectoría del Nido de Aguilas.
Allí el joven poeta explica las nuevas literaturas a sus
alumnos . No obstante, ya para finales de ese mismo año,
Sinán se ha marchado otra vez a Europa : esta vez a París,
donde permanece por un año sumergido en sus faenas
literarias . En Panamá, la nueva poesía queda, pues, sin
su caudillo y en manos de un minúsculo grupo de
entendidos, que en ningún momento pasan de ser eso:
entendidos, no cultivadores de la recién iniciada sensibilidad poética . Estos "amigos de-la vanguardia" son don
José Dolores Moscote y el Doctor Octavio Méndez Pereira,
quienes alejados de todo cargo público, hacen cultura
desde La Antena, un seminario literario que ellos fundan;
don Manuel Roy, que organiza conferencias de carácter
polémico de donde sale el estudio de Laurenza, Los
poetas de la generación republicana ; y Luis Alberto
Sánchez, el célebre peruano, que si bien lo incluimos en
este grupo es porque había venido a dar a Panamá
desterrado de su patria y dictó una serie de charlas que
fueron una embestida saludable para la adormitada
conciencia literaria del Istmo.
Ahora bien, quizás de lo dicho hasta ahora podamos
llegar a las siguientes conclusiones : (a) que el grupo
panameño mencionado no constituyó, en ningún momento, una generación de vanguardia y (b) que, en
Panamá no se sintió, nunca, esa fuerza sísmica que
brotaba de la voluntad de irracionalismo y desrealización
y que arrojaba a sus seguidores hacia la reducción de
manifiestos que daban al traste con más de trescientos
años de lógica cartesiana, así como a la iniciación de un
nuevo y gran acorde que buscaba hacerse escuchar con
estridencia y hasta con aparatosa ingenuidad . No, eso no
se dio en nuestra pequeña república, tal como aconteció
en Argentina, México, Cuba, Puerto Rico y hasta en la
31
patria de Darío, donde un grupo de jóvenes poetas se
alzaron, furibundos, contra el padre Rubén, allá por
1929.
Para resumir, pues, lo dicho hasta ahora, el vanguardismo lo hemos visto como en efecto fue : una ideología de
vida efímera : un movimiento de liberación, negación y
descubrimiento que, a su debido tiempo, fue superada
para dar paso a otro más libre, orgánico y constructor : al
tiempo de las búsquedas siguió el de las decantaciones.
En Panamá, a su vez, hubo un poeta, Rogelio Sinán, que
introdujo la vanguardia a su patria, gracias a sus viajes
y a su contacto con poetas extranjeros de esa ideología.
No hubo, sin embargo, en Panamá vanguardismo propio,
ni hubo tampoco una generación de hombres, como se
dio en otros países (en la Argentina, el ultraísmo ; en
México el estridentismo, etc), que de manera consciente
se aunara con el propósito de crear y manifestarse dentro
de esa ideología de cambio . Porque los poetas que siguieron a Sinán (muy buenos, en su mayoría), Demetrio
Herrera Sevillano, Antonio Isaza, Ricardo J . Bermúdez,
Rosa Elvira Alvarez, Eduardo Ritter Aislán, Stella Sierra,
Esther María Osses, Tobías Díaz Blaitry, Tristán Solarte,
siguieron en el panorama lírico panameño a una buena
distancia del primogénito y cuando en el resto del mundo
ya se había liquidado la sensibilidad de irracionalismo
que germinó a la vanguardia . También, la mayoría de
estos poetas creaba bajo el signo de la posvanguardia,
habiendo superado ya, aquella poética de índole irracional y revolucionaria . Una vez más se cumplían las
palabras emitidas por el doctor Diógenes De la Rosa,
figura célebre dentro de nuestra trastornada vida política, en ocasión de cumplirse cuarenta años de la publicación de Onda:
Esta condición de reflejo, receptáculo y refractor
cultural de que sólo ahora parece desasirse defi32
nitivamente Latinoamérica -dice Don Diógenes- ha
sido siempre más grave en el medio panameño, a
donde arriban tardías las corrientes culturales
para seguir contaminándolo cuando ya en otras
áreas han sido trasmutadas y exudadas . Cabe
anotar al paso que esa subalternidad tiene raíces
económico-políticas y encuentra un infantil mecanismo de compensación en la creencia de que
somos puente del mundo y corazón del universo, lo
cual no es una mera sandez geográfica, sino un
narcótico nacionalista que reactiva las alucinaciones de caracolismo psicológico fomentado por
las estancias patrióticas de Ricardo Miró'
III Los catorce cuentos de Rogelio Sinán
Tal como acontece con todo movimiento de choque o
apertura que intenta abrirse campo dentro de la literatura, en el caso del vanguardismo las primeras manifestaciones del nuevo pensamiento se inauguran por la
vía poética . La novela, el cuento y el teatro por ser géneros
más anchos, proteicos y complejos tardan más tiempo en
echar frutos saludables, una vez germinada la semilla:
Fue en la poesía -dice, una vez más, el recientemente fallecido Guillermo de Torre- donde surgieron inicialmente modos, sentimientos, rasgos de
estilo que luego se hicieron notorios al pasar a
zonas de más alcance, más frecuentadas por los
lectores, al encarnar en seres de ficción, en creaciones dramáticas . A tal punto que los no advertidos del proceso pudieran sospechar un trayecto
inverso, dada la innegable mayor difusión y alcance de los últimos géneros'
El caso de Sinán no fue la excepción . Con Onda
33
inaugura él la nueva sensibilidad, pero no es sino hasta
dos años más tarde cuando lleva los impulsos anímicos
y recursos formales del vanguardismo al campo de la
narración . El Sueño de Serafín del Carmen, cuento que
abre la antología preparada, ahora por EDUCA, fue
escrito en Panamá en 1931 y está hecho con masilla de
experimento . Nuestro mejor historiador de la literatura
panameña, Rodrigo Miró (aquel que de joven saboreó las
primicias de los manjares recién llegados de Roma), fue
el primero que supo captar la excelencia de este breve
relato, donde Sinán conjuga el sueño, el monólogo interior y manifestaciones del subconsciente explicadas por
Freud y acuñadas por la poética vanguardista . Esta fue,
pues, la primera alegre réplica de parte de la narrativa
panameña al furor iconoclasta de la nueva sensibilidad.
Recurre Sinán en este cuento a lo estrenado en su
poética: pronuncia un no rotundo al desarrollo lógico del
tema; un no, a los viejos asuntos ; y un sí, en cambio, a la
rehabilitación de la imagen irracional y múltiple que
queda, así, exaltada a elemento primordial del relato:
Y los besos -nos dice- quedaron en el aire sobre la
estela roja de mi barco . Oh, pero no eran besos,
eran globos. Globos verdes, dorados y azules.
Subían suavemente . Cada globo tenía un hilo de
plata y de todos los hijos se formó una pequeña red
donde iba ella14
.
Tampoco el narrador vanguardista tiene ya reparos en
declarar su desacato hacia aquella tradicional exigencia
de belleza del modernismo, ni ante la función comunicativa del lenguaje, que cobra más bien, nuevas dimensiones al utilizarse dentro de una enumeración de ritmo
encantatorio : recurso estilístico popularizado por Borges.
Sinán, no obstante, a diferencia de la mayoría de sus
34
compañeros vanguardistas, mantiene en este cuento
casi todas las convenciones lógicas de la sintaxis y del
léxico con los que Joyce ha dado al traste en 1922, con la
publicación de su famoso Ulyses. (Una observación tal
vez necesaria es el hecho de que en este relato vemos
cómo, desde el título mismo, el autor nos manifiesta que
Se trata de un sueño : advertencia, en sí, superflua que
nos habla de ciertos vínculos que el autor mantiene, a
veces, con la lógica) . Ahora bien, una vez que Sinán se
sumerge dentro del proceso creador, él va logrando la
correspondencia deseada entre temática, estructura y
forma, a través del hábil empleo de ciertos recursos
estilísticos que, con el tiempo, llegaron a acuñarse como
sinónimos del vanguardismo y que, empleados de diferente manera fueron la contribución más permanente de
esta sensibilidad de cambio a la literatura siguiente : la
ubicación del narrador en un plano real-imaginario con
el fin de crear una realidad mágica imaginaria ; la ruptura
del sistema de una escritura lineal para levantar un
edificio narrativo a base de metáforas, símbolos y sobre
todo imágenes visionarias escalonadas ; y por último, el
uso de la exageración para lograr una muda o trastoque
de la realidad inmediata, convirtiendo, así, al mundo
narrado en un mundo fantástico:
Entonces, sobre el coro afrocubano de nuestras
voces -relata Sinán- pasó un inmenso vuelo de
caballos dorados . De sus alas caían plumas de luz
que iluminaban todo . La muchedumbre atónita se
había arrodillado . ¡Miserere , miserere nobis! dijeron las bocinas del barco . Pero si ya no estamos en
un barco, dijo Anatole France . Y el Caballero del
Cisne se llevó entre sus brazos a Isadora . Un
empleador del teatro vino a decimos que el cisne no
estaba aún arreglado . Bueno, dijeron todos, que se
vayan sobre un caballo alado ; pero la cosa tuvo
después sus idas y venidas porque al fin resultó
que Isadora se había ido a Grecia15a
35
En suma, pues, los citados procedimientos estilísticos
y estructurales, innovadores en ese momento de creación,
lograron transformar la realidad inmediata de El Sueño
de Serafín del Carmen en una realidad fantástica,
mágica, insólita . Se trata, por lo tanto, de la suma
cuantitativa de elementos técnicos propios de la vanguardia cuyo resultado es la muda o salto cuantitativo de
los planos estéticos . La soberanía, en este relato, ha sido
de la forma por sobre el fondo . Pero, hay que recordar que
fue precisamente, en este disloque, donde radicó la
médula de la poética de vanguardia.
A la orilla de las estatuas maduras, escrito en París
en 1932 a petición de su amigo Alejo Carpentier y enviado
a la revista cubana social que dirigía el dibujante Masaguer, ha sido uno de los cuentos más reproducidos de
Rogelio Sinán . Además, es importante que lo analicemos
porque representa el momento mismo cuando el escritor
ha liquidado la etapa traviesa y experimental del vanguardismo para dar paso a una sensibilidad más constructiva . El hombre ha caído de sus "altos empeños de
pureza e intemporalidades hasta los fosos turbios pero
nobilísimos de sus propias circunstancias", tal como
apunta José Olivio Jiménez en ocasión de su célebre
análisis de los poetas españoles de entreguerra . Sobre
Sinán, como sobre la mayoría de los escritores de la
época, ya para ese entonces se ha presentado, aplastante,
el peso trágico de su tiempo histórico, bien abonado,
además, para el desenvolvimiento de la angustia personal . Hay que recordar, también, que A la orilla de las
estatuas maduras está escrito por el hombre que ya ha
pasado por el purgatorio que constituye la primera y,
quizás, definitiva expulsión del Paraíso : Rogelio Sinán ha
regresado a su patria en 1931, poco tiempo después del
Golpe del 2 de enero que dio al traste con lo que constituía
un gobierno de apolillada oligarquía, pero su literatura
36
-a pesar de la sensibilidad revolucionaria del nuevo
orden- no encuentra mucha cabida dentro de una sociedad que anda todavía a la izquierda de todo lo que no sea
las princesas versallescas de Rubén o las trágicas estrofas de Manuel Acuña.
A la orilla de las estatuas maduras, escrito desde un
voluntario exilio parisino representa, pues, el momento
mismo del examen de conciencia: cuando el escritor
arriba a los albores de una nueva poética que ya no anda
tras la orgía del experimento, sino que busca el balance
entre el pasado y lo cambiante y travieso que le legó una
incursión a través de la sensibilidad vanguardista . Sinán,
por ejemplo, emplea en esta narración elementos del
pasado -su infancia tabogana- pero los lleva al campo de
vigencia universal, al conjugar lo poetizable dentro de la
realidad y lo cambiante que se esconde tras eso:
Allí en el río -relata- era donde mejor se estaba . Ni
los sollozos de la tía Josefina que andaba siempre
de un lado para otro quejándose del reuma, ni los
gritos delgados de su madrina José María que no
hacía más que darle con el chicote siempre que
cometía alguna diablura, ni los recados a casa del
compadre, ni el tirapié del Juez, ni el rosario, ni
nada' 5b
El cambio de perspectiva en el fondo y en la forma de
ese relato no es gratuito . Sinán ha arribado a este nuevo
plano de escritura con naturalidad y, casi podríamos
decir, por necesidad . Recordemos cómo, uno a uno, todos
los poetas vanguardistas americanos (y también los
europeos con la única excepción del inapelable
y polemista Vicente Huidobro, fueron pronunciando el "De Profundís" del autodestructivo vanguardismo para lanzarse
hacia la búsqueda de una estética más constructiva . Es
cuando amanecen en Hispanoamérica los llamados gru:37
pos posvanguardistas . (Aunque, una vez más, debemos
subrayar el hecho de que el posvanguardismo es más una
actitud que una etiquetación donde se puede encasillar
a los escritores) . Así, surgen paralelamente, en diversos
puntos de América, cuatro movimientos de postvanguardia : 1) la poesía "pura", hermana de la española de 1927,
que florece en la Isla de Cuba bajo el impulso de Brull,
Florit y Ballegas y que tiene brevísima vida debido a la
presión que ejerce sobre ella el momento histórico : la
quiebra económica de Norteamérica y los ciclones autoritaristas europeos y americanos que llevan al poder a
Mussolini, Hitler, Machado, Trujillo y Vargas ; 2) la poesía
trascendente o metafísica que cultiva respetuosamente
la forma y el orden y donde se destacan el argentino
Borges y los mexicanos de la revista Contemporáneos,
Gorostiza, Villaurrutia y Novo ; 3) la poesía folklórica,
nativista social y política, donde aparecen como figuras
salientes el cubano Guillén, Neruda y el magistral cholo
peruano, César Vallejo ; 4) por último, la poesía neoromántica o superrrealista que canta las vivencias
exteriores e inte-riores del poeta con libertad expresiva y
que representa el otro polo de tensión -conjuntamente
con su antago-nista, la poesía pura- del postvanguardismo.
Si continuamos con el análisis de la forma que utiliza
Sinán en el relato A la orilla de las estatuas maduras,
observamos, ante todo, que predomina, tras la selección
de los procedimientos estilísticos, una actitud de "abertura germinativa", como la ha denominado Fernández
Retamar. De ahí que el lector pueda ya desplazarse
dentro de la narración sin perder el centro de gravedad
del cuento mismo:
Cogidas de la mano, las muchachas andaban
dando vueltas . Y sus cuerpos sudados brillaban
bajo el sol . "Cojo una mano, cojo la otra" . La noche
38
de San Juan había hecho en la plaza del pueblo
una rueda de treinta personas que giraban alrededor de una gran fogata . Y daba miedo ver cómo
brillaban, al resplandor, las caras de los borrachos . Chicas fuertes y arroz a la Juliana en casa de
Rita Pacheco. Goyo Gancho se había llevado en su
caballo a Rosario Pinto . ..
Seguían ellas su juego, cantando "sentadita en su
huerto de limón" . . . 16
La materia narrativa sigue, como vemos, un orden casi
lineal que contrasta fuertemente con el relato que analizamos anteriormente, El sueño de Serafin del Carmen,
narración típicamente vanguardista . En aquella los cambios de tiempo, acción y lugar (las clásicas tres unidades)
se sucedían de manera vertiginosa sin permitir que el
lector lograra ubicarse dentro de ningún ángulo determinado. La lectura, además, sólo se lograba desde una
atalaya que obligaba, en todo momento, a una distancia
considerable de la materia narrativa . Sin embargo, en
este relato ya se ha logrado un viraje de perspectiva : el
símbolo, tan utilizado en el vanguardismo, cobra, aquí,
casi igual importancia, pero adopta nuevas funciones:
expresa o clarifica la visión del mundo del escritor,
gracias a su condición monosémica o bisémica que
permite la lectura sencilla o doble de la narración : o sea,
solamente en el plano sensible, o en el plano sensible yen
el evocado . También las visiones, otro de los recursos
estilísticos de la vanguardia de que es deudora la postvanguardia, en vez de ser, como antes, un elemento aislado
de la concepción artística cobra, ahora, una función
clarificadora:
Una que otra palabra le llegaba al oído desmenuzada. El viento las partía con sus tijeras de éter.
39
Así desgranaba él cada mazorca, por las mañanas,
cuando le daba el grano a los pollitos . . ."
¿Cómo doblar la risa en pedacitos para que no
saliera? Ya ellas lo conocían . Era severo. . . Si las
veía desnudas
.1señ8or
. ¡Virgen Santa! Era un santo
Además de los ya apuntados recursos vanguardistas
que cumplen en este momento de creación una función
clarificadora, debemos indicar que la narración, en este
caso como en el cuento anterior, está estructurada en
forma de monólogos interiores . El tema, a su vez, es
sencillo y el autor lo desarrolla con gran dominio, en tres
niveles : 1) el niño -símbolo de la Edad de la inocencia- que
surge como aparente protagonista de la narración y que
se escapa hacia el río en busca de una aventura; 2) las
tres jóvenes bañistas -símbolo bisémico que representan
en el plano evocado, las Tres Gracias que exaltan las
delicias del Paraíso ; y 3) el curita del pueblo, que surge
como antagonista del relato y cuya falsa moral lo toma,
ante el lector, en un perturbado expósito del Paraíso.
Ahora bien, a pesar de provenir de rumbos opuestos y
representar dos estados del desenvolvimiento anímico y
ético del hombre, el tema del niño y del cura logran
enlazarse muy bien en este relato hasta el punto de llegar
a representar la apertura y cierre, respectivamente, del
ciclo vital del hombre : todo visto, a su vez, tras el efecto
que en cada uno de ellos causa la presencia, inmediata
o sugerida, de las mujeres bañándose en el río . El
ambiente Sinán también lo logra muy bien por medio de
esos efectos visuales empleados a los que ya aludimos
cuando hablábamos de las visiones : el río, el viento, los
árboles, que se trastocan hasta lograr categoría humana
y que, a su vez, se hallan respaldados por efectos auditivos que se logran a través del uso de palabras onomatopéyicas y de la repetición sistemática de varios motivos
fónicos.
40
Para resumir, digamos, pues, que A la orilla de las
estatuas maduras marca el momento mismo cuando el
autor da el viraje de perspectiva desde un vanguardismo
de travesura y experimento hacia una sensibilidad que
ha dejado atrás la edad de la retórica, de la algarada para
ceñirse a un orden interior y estético que toma al hombre
en su drama más íntimo y por ende más universal -su
drama de ser en el tiempo- y lo toma en el norte de una
nueva sensibilidad.
En afán de síntesis, de visión totalizante de los catorce
cuentos escogidos para aparecer en la antología a la cual
venimos aludiendo, Cuentos de Rogelio Sinán, elegiremos para nuestro último análisis La boina roja porque
éste marca del tercer gran momento de creación de
nuestro escritor dentro del dificil género del cuento . La
boina roja es laureado en 1953 en un concurso que
auspicia el diario El Nacional, de México . Este cuento es,
sin lugar a dudas, la obra más lograda, dentro de este
género literario, del escritor tabogano y en ella encontramos las características más salientes de su pluma : esa
magistral voluntad de estilo, esa permeabilidad, ese
dominio de la técnica narrativa, moldeada toda bajo el
signo de la ambigüedad, que han tomado a Sinán en
plato favorito de muchos antólogos americanos.
Desde la página inaugural de La boina roja, el drama
se nos presenta dentro de una temperatura tope, donde
los personajes se hallan atrapados : es esa hora veinticinco de la náusea, producto de la angustia y de la desolación, desde donde el único deslizamiento que cabe es el
remolde de la realidad, o el escape de ella -por medio de
la concepción de un ambiente pseudo científico- hacia la
superrealidad, o superrealismo . El doctor Paul Ecker,
biólogo y médico, sentado ante la presencia del fiscal que
lo interroga por la desaparición misteriosa de Linda
Olsen, nos hace evocar a aquel Mersault de L'Etranger,
de Camus, cuya visión de lo absurdo, conjugado con lo
41
que simbólicamente acarrea aquel clima asfixiante de
Argelia, lo conduce al crimen . Aquí, no obstante, Sinán se
vale de la exuberancia y sensualidad de nuestra naturaleza tropical, no tanto para provocar un ambiente
inductor al homicidio, sino más bien para concebir una
atmósfera de magia que sea la tea encandiladora de la
imaginación de los personajes, sobre todo de Linda Olsen
y del doctor Ecker . Comienzan a surgir, entonces, en este
ambiente brujo de mar y sus múltiples y alados habitantes, los diversos planos antirrealistas de la trama:
valiéndose el autor de la técnica del camera-eye, flashbacks, closeups, travellings (muy cinematográfica ; por
cierto, muy a la manera de aquella memorable cinta
japonesa Rashmon, donde la ambigüedad protagoniza el
drama), Sinán nos presenta a un doctor Ecker que
rememora acerca de cómo nació su amistad con Linda
Olsen en París, de cómo llegaron ambos a aquella ínsula
solitaria con varios farallones en donde había únicamente una cabaña que asearía la negra Yeya y residirían
ellos en compañía de dos ayudantes : Ben Parker y el
negro Joe . Ahí, en ese siempre presente ambiente de
pastoral pagana, de bucólica sinfonía tropical, va desenvolviéndose la trama . Surgen, entonces, las diversas
versiones de cómo y por qué desapareció en el mar, por
obra del doctor Ecker, el hijo de la Olsen : ¿Fue la criatura
un feto deforme? ¿Fue sirena? ¿Fue un niño de raza
negra? O fue, simplemente, el hijo de Ben Parker que el
doctor por celos personales no pudo conservar entre
ellos? La duda se siembra también en lo que incumbe a
la muerte o desaparición de Linda Olsen . Para lograr esto,
Sinán va creando dentro de los cánones superrealistas,
tal como ha subrayado el antólogo Seymour Menton : Ahí
está el sueño ; lo paracientífico ; la alusión indirecta a
Freud ; el antirrealismo o creación y negación inmediata
de un mismo hecho para recrearlo después ; la negación
y aun execración absoluta de lo real como material y base
42
del cuento. Todo queda abonado de ambigüedad y se
toma en un juego de elasticidad de significados, en una
posible distorsión, ruptura o reensamblaje de realidades.
Como en casi todos los cuentos de Rogelio Sinán, aquí
surgen esos siete tipos de ambigüedad fijados por
Wil-liam Empson . Este cuento, pues, más que cuento podría
denominarse anticuento, ya que está estructurado, como
las llamadas antinovelas de Michel Butor, Alain RobbeGrillet y Nathalie Sarraute : son relatos que guardan algo
en común con el género policíaco : que comienzan por el
final; que son como un agujero que se cierra y se abre.
Una historia, en fin, que el lector, construye y destruye
desde el presente hasta el pasado.
Analizados, muy brevemente, los tres momentos más
importantes de creación de nuestro escritor panameño,
Rogelio Sinán, veremos, ahora, valiéndonos de las peligrosas generalizaciones, las características más salientes de la técnica narrativa de éste, así como también
algunos de los temas que predominan dentro de su obra.
Rogelio Sinán, como ya hemos dicho, se inicia en el
vanguardismo y crea dentro de sus cánones . Sin embargo, esta hora de creación es breve y ya para 1932, ha
desembocado hacia la creación más libre, orgánica y
constructora . En los trece cuentos antologados por
EDUCA que prosiguen a El sueño de Serafín del Carmen
encontramos las siguientes características que pudieran
definir la técnica del escritor panameño : (1) diálogos
"interiores" y "exteriores", siempre ágiles ; (2) concepción
de ambientes mágicos o superrealistas a través del
tríptico : mundo psíquico, ambigüedad y naturaleza de
índole vital; (3) adopción de los procedimientos estilísticos de la vanguardia -símbolo, metáfora, visiones, imágenes visionarias, superposiciones temporales, espaciales, situacionales y significacionales, pero a la manera
postvanguardista : o sea, ya no como un fin, sino en su
función clarificadora de la expresión de la visión del
43
mundo del escritor ; (4) respeto por las normas tradicionales de la sintaxis y del léxico ; (5) esfuerzo consciente
por crear dentro de un ambiente de carácter universal:
esto implica el rechazo de un vocabulario poblado de
panameñismos y la concepción de realidades de espacio
y tiempo de índole cosmopolita : (6) capacidad de creación
fuera del círculo inmediato de las experiencias del autor:
o sea, estudio de profesiones y realidades foráneas a las
experiencias vitales del autor mismo, tal como se da en el
caso del médico y biólogo Ecker, el psicoanalista Serge en
Todo un conflicto de sangre, del cirujano plástico en El
cirujano del cielo, del fotógrafo en Hechizo; (7) empleo
de la técnica cinematográfica del plano general, flashback, camera-eyes, travellings, closeups, etc ., donde
se observa siempre el imperio de lo visual sobre lo
descriptivo, de lo presentativo sobre lo narrativo, así
como también se realza la importancia que se da a los
gestos y actitudes de seres y cosas ; (8) aplicación de
palabras onomatopéyicas, aliteraciones y otros recursos
de escritura con el fin de crear efectos fónicos y dinámicos
visuales que subrayan el drama interior vivido por el
personaje.
En suma, Rogelio Sinán es un escritor que nunca
pierde la brújula de los recursos estilísticos y que logra,
a través de una expresión atrayente y precisa, plasmar su
drama de ser en el tiempo . Este drama, no obstante,
aunque brota de las inmediatas vivencias personales se
plasma dentro de una dimensión universal en el arte.
Esta actitud de escritor insobornable ante sus fueros
de hombre libre se refleja también en los temas que Sinán
elige y que predominan dentro de su narrativa . Ahí en
Hechizo, Todo un conflicto de sangre, La boina roja y
Los pájaros del sueño está la magia, la invitación a la
brujería, que le llega a él camino de las ondas subconscientes de la infancia transcurrida entre Taboga y
Farfán, entre misas y velas y campanas y brujas y
44
fantasmas y mar, mucho mar ; ahí, en Sin novedad en
Shangai, Hechizo, Todo un conflicto de sangre, El
cirujano del cielo y Los pájaros del sueño está el sueño
que le permite al escritor saltar por encima de las
estructuras inmóviles de la realidad inmediata y dar paso
a ese mundo dinámico-sensual de sirenas o de temores
acosantes que duermen, agónicos, en el subconsciente y
que determina la esencia del hombre que los padece ; ahí,
en La única víctima de la revolución, Hechizo, Todo
un conflicto de sangre, La boina roja y Los pájaros del
sueño está la lujuria de nuestro mestizaje, que le llega a
Sinán por herencia directa de aquellas cuaresmas taboganas, donde el fervor religioso se mezclaba con "piernas
desnudas, senos y hartazgo de frutas y mariscos". 19
Balance
Dificil tarea ha sido resumir en esta presentación lo que
ha sido la aportación de Rogelio Sinán al cuento panameño. Si bien nos hemos remontado hasta aquellos
días crepusculares de la vanguardia, fue con el fin de
acotar su órbita y de situar a nuestro escritor dentro de
un marco, quizás, más delineado que nos revela un hecho
trascendental para nuestra historia literaria : que aquí no
hubo movimientos de vanguardia, sino poetas que en
una hora y otra se alinearon a la poética vanguardista y
que, en ningún momento, podríamos agrupar, cómodamente dentro de esa hazaña estética . Sinán fue y sigue
siendo para la historia de la literatura panameña el
primogénito y la figura central de esa nueva sensibilidad
de choque y apertura . El, no obstante, supo evolucionar
a tiempo hacia una estética más libre, orgánica y
constructora, guiado siempre por aquella poética que
esbozara a raíz de la presentación que, en 1937, hiciera
de otro gran bardo panameño, Ricardo J . Bermúdez :
45
Yo no creo en las teorías permanentes, a no ser
aquellas que como la de Trotski, significan revolución en el espacio y en el tiempo -confesó en aquella
fecha Rogelio Sinán- . El arte, la poesía siguen y
seguirán siempre el ritmo incesante y variable de
las cosas20
.
La personalidad literaria de Rogelio Sinán ha logrado
vencer las altas fronteras nacionales debido a la poderosa fuerza creadora existente en el hombre y a la excelencia sostenida de su producción literaria . Cabalmente, lo
que hoy hace crecer la figura de Sinán, es la voluntad de
constante autosuperación y autorrenovación que él posee, así como la dedicación que siente por el estudio de los
géneros que cultiva : su gran sentido de responsabilidad
lo torna en asiduo lector de todas las literaturas ; su
sencillez y moralidad poética lo mantienen dentro de una
línea de consciente contemporaneidad . En suma, Sinán
es un hombre indomeñable ante el ritmo variable e
incesante del tiempo y del arte ; un artista que ha logrado
mantener, a pesar de la hojarasca, una visión clara de lo
que él aspira que sea la literatura panameña.
CITAS
1 Carlos Wong Broce, "La vanguardia en la literatura panameña", en Panorama actual de la literatura latinoamericana . (Madrid : Editorial Fundamentos), p . 29.
2
Guillermo de Torre, Historia de las literaturas de vanguardia . (Madrid : Ediciones Guadarrama), p . 21.
3
Ibid ., p . 23.
4
Ibid ., p . 25
5
Rogelio Sinán "Mi poesía, una ojeada retrospectiva",
Letras de Panamá, I (febrero, 1970), Suplemento.
46
6
Ibid.
7.
Enrique Ruiz Vernacci, "Veinticinco años de literatura
Istmeña", Greco, Panamá, noviembre, 1928.
8
Ibid
9
Ibid.
10
Ibid.
11
Sinán, "Mi poesía".
12
Diógenes De la Rosa, "Onda y su hora" , Letras de Panamá,
I (febrero . 1970), p . 1.
13
Guillermo de Torre, Op . cit ., p . 27.
14
Rogelio Sinán, "El sueño de Serafín del Carmen", Cuentos . (San José : Editorial Universitaria Centroamericana),
p . 12.
15a
Ibid ., p . 10.
15b
Sinán, "A la orilla de las estatuas maduras", Cuentos,
p . 13.
16
Ibid ., p . 19.
17
Ibid ., p . 17
18
Ibid ., p . 22.
19
Sinán, "Mi poesía".
20
Rogelio Sinán, "Divagaciones sobre la poesía actual",
Acercamiento (agosto, 1937), p . 28.
Publicado originalmente como monografía : Rogelio Sinán:
Una revisión de la vanguardia en Panamá, 2a edi ., Panamá,
1975 (separata del "Boletín de la Academia Panameña de la
Lengua", N º 2 . Cuarta Epoca, Panamá, junio de 1974) . Posteriormente se incluye en el libro La búsqueda del rostro.
Editorial Signos, Panamá, 1983 .
47
EL MAGO DE LA ISLA
RICARDO J. BERMUDEZ
En la página 651 de La Isla Mágica', Bernardo Domínguez Alba, quien hace un buen número de años se
transformó en Rogelio Sinán, convertido ahora en Serafin
del Carmen, se expresa del modo siguiente : "Es ésa la
razón por la cual el escritor de ficciones ha decidido
pasarse al bando de los brujos . Por eso ha vuelto al
fáustico truco del milagro . Para la magia de su alquimia
le bastan ingredientes que extrae de sus recuerdos o tal
vez de sus glándulas . Lo indispensable es que consiga
mezclarlos en una licuadora de sueños" . Yen la siguiente
página, resumiendo un tanto sus motivos temáticos
principales y casi al finalizar la novela, nos dice : "Según
mi pánica cosmovisión erótica, la tragedia del Gólgota se
ha conservado en la isla no en su prístina pureza mística
sino como una mágica amalgama de Cristianismo y
Paganismo. Para la Iglesia el Amor es sagrado o es
profano, pero aquí se entretejen ambos amores en una
báquica rapsodia más apta a un aquelarre de brujas que
a una evangélica pasión sa-cramental, y, desde luego, la
isla, por ser maravillosa, casi parece irreal . Por eso mismo
necesito recrearla para que pueda parecer verosímil.
Surgirá de improviso y, tras cumplir su objetivo, se
volverá a sumir en la infinita vastedad de las aguas".
Rogelio Sinán, el Mago de la Isla, está omnipresente en
las cien narraciones que subdividen los diez decálogos de
su alucinante historia . En tanto que Serafin del Carmen,
quien en su nombre y representación actúa como reportero y camarógrafo de efectos increíbles, aparece en
pocas ocasiones como una sutil aguja que se mueve para
48
afianzar los hilos de la trama. Desde la primera aparición,
su figura se moverá tras bastidores con el objeto de poner
de relieve los mágicos efectos de la brujería 2 o de lo
inverosímil 3, en un cuaderno de notas 4 bien enterado de
lo que apunta "será una especie de novela satánica" 5.
Serafin mismo nos indica cuáles son sus recónditos
fines : "Deseo escribir un libro sobre la isla . Ningún dato
es superfluo . Quiero adentrarme hasta el meollo de la
ostra" . Pero muy a medias es como labora tan marcadas
intenciones, pues bien conocemos que por la isla se veía
sólo a ratos" . Sus ingénitos atributos de omnisciencia y
ubicuidad así se lo permitían, no obstante, ya que como
señalaban amigos de su niñez, Serafín del Carmen
"siempre narraba sueños con una convicción de iluminado»8 , sueños que más tarde se convertirían, por la magia
del Mago que él representaba, en trozos calientes y vivos
de una realidad indestructible.
Ya antes había recurrido Rogelio Sinán a la connivencia de un sabueso literario para seguirles la pista a los
más evanescentes fantasmas . El Sueño de Serafín del
Carmen le valió, junto con otros de sus más conocidos
relatos: A la orilla de las estatuas maduras y La boina
roja 9 , el que Gloria Guardia 10 descubriera la "atmósfera
de magia"" que envuelve sus escritos, la " invitación a la
brujería que le llega a él camino de las ondas subconscientes de su infancia transcurrida entre Taboga y
Farfán" 12. De tal manera, no es de última hora "la razón
por la cual el escritor de ficciones ha decidido pasarse al
bando de los brujos", como advierte Serafín del Carmen.
Ese es un antiguo designio de Sinán, presente en su
propia naturaleza de hacedor de sueños e inveterado
fabricante de hazañas increíbles.
Resulta reveladora, en este punto, la coincidencia de
que sea el isleño Alejo Carpentier quien nos hable sobre
Haití, isla de brujas y embrujos, al formular su teoría de
lo real-maravilloso americano, que hoy traigo a cuenta a
49
propósito de la magia tabogana . En Haití, nos dice : "a
cada paso hallaba lo real maravilloso . Pero pensaba,
además, que esa presencia y vigencia de lo real-maravilloso no era privilegio único de Haití, sino patrimonio de
la América entera, donde todavía no se ha terminado de
establecer, por ejemplo, un recuento de cosmogonías" . Y
continúa : "por la virginidad del paisaje, por la formación,
por la ontología, por la presencia fáustica del indio y del
negro, por la revelación que constituyó su reciente descubrimiento, por los fecundos mestizajes que propició,
América está hoy lejos de haber agotado su caudal de
mitologías. ¿Pero qué es la historia de América sino una
crónica de lo real-maravilloso ?" 13
El isleño Rogelio Sinán también estará consciente del
influjo de esas insulares fuerzas arrolladoras . Escuchemos, por boca de uno de los protagonistas de su libro, lo
que tiene que decir: "En esta isla todo ocurre con una
lógica de magia . No te extrañes de nada aun por absurdo
que pueda parecerte, pues a veces los hechos, sin dejar
de ser reales, adquieren apariencias maravillosas. A ello
se debe la exuberancia de misterios y de supersticiones.
Creemos en fantasmas, en hechizos, en brujas, en tesoros ocultos, en prodigios marinos, en milagros y hasta en
sueños premonitorios" 14 .
Frente a las infinitas alternativas que proporcionan tan
insólitos mundos, al escritor en trance únicamente le
resta mezclar, en la "licuadora de sueños", los protagonistas y las peripecias . Así lo entendió Serafín del Carmen
cuando dispuso, siguiendo las inexorables instrucciones
del Mago, que la relación de lo que tenía que referimos se
produjera en tres confluentes planos temporales . El
cuerpo de la novela está, por ello, subdividido tripartitamente, sin que el lector sienta extravíos al entrelazarse
las líneas donde sus senderos se bifurcan . Todos conducen, como en un bien logrado poema sinfónico, a la fusión
única, inesperada y hermosa de los temas sobresa50
lientes . La primera novela dentro de la novela, dura tres
horas : el lapso que transcurre desde cuando se ahoga
Juan, el hijo de Cándida, la maestra, hasta el momento
en que se inician los ritos de su velorio . La segunda de las
novelas: los seis días contados desde el instante en que
Felipe Durgel despierta al toque de las campanas que
anuncian el Domingo de Ramos y rememora cuando él
las repicaba en la niñez, hasta la hora de su muerte
acaecida el Viernes Santo de la misma semana . La tercera
de las novelas que componen el libro, tiene una duración
de casi el centenar de años, término en el cual las
celebraciones de Semana Santa constituyen un inmenso
y caleidoscópico telón de fondo de secuencial significado.
Dentro del plan de truculencias por seguir, que el Mago
de la Isla se esforzó en que Serafín del Carmen cumpliera,
no fue el procedimiento que acabo de destacar el único
bien atendido por él . Ese paradisíaco microcosmos,
extraído de los recuerdos y glándulas de Rogelio Sinán,
también tenía prefijados los rumbos de sus órbitas y
circuitos existenciales . En todo el transcurrir de la narración, bien se cuidará Serafín del Carmen de que el
reguero de pólvora que espolvorea, página a página, sólo
sufra inflamaciones de tono menor . De acuerdo con las
mejores normas de la pirotecnia, la dinamita estallará
cuando las tres vertientes generacionales : Cándida, Felipe y Danilo Hipólito, crucen y entrecrucen sus vidas
signadas por trágicos destinos . Son sus fatalidades como
un trío de flechas genealógicas apuntadas hacia un
blanco indefectible . Al fondo de sus siluetas, las comparsas de los coros y personajes de refuerzo, presenciarán
las horrendas llamaradas pasionales que sus propias
actuaciones avivaron . Criollos y mulatos, descendientes
de vencedores y vencidos, cada quien con su carga de
odios detonantes, cuyos efectos no amenguarán siquiera
bajo las auroras, atardeceres y fragantes espumas de La
Isla Mágica .
51
Tal vez el conjuro más dificil de cumplir por Serafín del
Carmen, de los que sufrió por maleficios del Mago, fuera
el de encapsular la historia panameña dentro de la
cosmovisión de su relato . ¿Dónde comienza la realidad y
dónde la magia, cuando pretendemos esclarecer imágenes cuya procedencia y ordenación permanecen sepultadas en las cenizas del pasado? ¿Dónde residen sus
ocultas verdades, cuando sólo nos permiten contemplarlas a través de luces dispuestas con malévolos designios?
Las figuraciones que Serafin del Carmen distribuye espacio-temporalmente, de varias dolorosas circunstancias
del infinito pretérito nacional, no responden a las preguntas que acabamos de hacer . No era esa, en verdad, la
razón de sus bien intencionadas inserciones en la novela.
El Ferrocarril Transistmico, los viajantes hacia California, Fernando de Lesseps, Victoriano Lorenzo, irrumpen
como fantasmas salidos de una olla de brujería, cuyo
único fin es hacer que la acritud de sus humos nos irrite
el lacrimal de los ojos . Pero bueno es machacar sobre la
forma irresponsable y carnestoléndica como enfrentamos los acontecimientos significativos de nuestra historia. "No hay casualidades sino destinos", como dice
Ernesto Sábato. "No se encuentra sino lo que se busca,
y se busca lo que en cierto modo está escondido en lo más
profundo y oscuro de nuestro corazón".
Como ocurre con todo ejercicio literario respetable, La
Isla Mágica ofrece amenas y sorprendentes aportaciones
de valor . Su estructura y contenido satisfacen los más
severos requerimientos definitorios que Alberto Zum
Felde 15 y Alejo Carpentier 18 proponen para el análisis
estimativo de la novela hispanoamericana . En ella encontramos ricas vetas de fenómenos telúricos y sociales,
de la magia y de la realidad extendidas en nuestros
ambientes paisajisticos y sociológicos, de hechos fantásticos y relaciones históricas, de convivencia de personajes de distintas razas y naciones, de resabios animis52
tas, de truculencias politiqueras y de aberraciones culturales. Como ejemplo de ese irrecusable modo de ser
americanista, menciono algunos cuadros de la novela,
por la gracia y la originalidad del lenguaje en que fueron
vertidos . Me permito destacar los episodios de Pipe
arrojado al mar en presencia de su madre por el impetuoso vaporino 17 ; el de Anel, el niño sordo que no podía
escuchar las voces de alarma y perdió sus pies arrancados por los tiburones 18; el que relata la rivalidad que
existía entre Felipe y el macho cabrio 19; aquel que cuenta
cómo Pipe se burla de Titila 20; ése que refiere lo de
Carolín, la trágica comedora de galletas de jengibre 21 ; el
que nos dice de las tretas que valieron para hacer quedar
encinta a la bella Milagro22; el que da pie a la narración
de la corvina dorada y la historia, merecedora de
convertirse en guión cinematográfico, que aclara y explica las situaciones de Danilo, Felipe y Cairote, en la poza
donde acostumbraba bañarse Cándida, la de los dulces
juegos eróticos.
Mas no concedamos a Rogelio Sinán los merecimientos
que corresponden a Serafín del Carmen . La Isla Mágica
es, en definitiva, obra de invención, hecha por seres
inventados para lectores por inventar. Nuestro querido
poeta es hombre de carne y hueso, y si de tanto hablar de
brujas ya cree en ellas, nunca dejó, no obstante, de
temerles. Guiseppe Cochiara ha sugerido que América y
los aborígenes americanos, antes de ser descubiertos,
fueron inventados24 . Es esa la alarmante razón porque
un auténtico hijo de la isla tuvo que valerse de lo mágico,
a fin de inventarla y poder discernir los contornos de su
realidad. Pero así ha sido y lo ha hecho con todas las de
la ley, incluyendo sus más tentadoras transgresiones y
hasta de acuerdo con el decir de Vargas Liosa de que los
novelistas son como buitres que se alimentan de carroña"25. En ese sentido, su Urania fue de tal naturaleza
que nada permitió a Serafín del Carmen dejar sin indagar
53
ni descubrir, aun lo más recóndito y secreto . Para facilitárselo, allí permanecía, atiborrada de filtros, la ineluctable Faustina26; los duendes inasibles27 que fluían por el
relato como arpegios de flautas ; aquel navío fantasma
repleto de luceros28 ; Anangaranga y Kamasutra29 con sus
30cangrejos mil soles dorándoles los labios y el tropel de
que arrastraban cadenas de murmullos desde los siete
mares de la memoria.
La Isla Mágica no es un libro para leer en el tranvía, tal
como en cierta ocasión pensó Gerardo Diego que podrían
leerse algunos de sus versos memorables . Sin duda que
el centenar de episodios que componen la novela, llene
vida propia y cupo en cualquier buen texto antológico de
relatos . Pero su lectura requiere el cumplimiento de la
totalidad de los capítulos, a fin de poder llegar al corazón
de la trama . Quienes consigan agotarlo de corrido, no
sólo reciben premios adicionales de gracia y sabiduría,
sino que al concluir su lectura podrán reiniciarla y
comprender que enfrentan un juguete circular pleno de
ingeniosas posibilidades . Como toda auténtica obra de
ficción, sus páginas constituyen verdaderos campos de
combate donde la realidad y lo mitológico han batallado,
cuerpo a cuerpo, en busca de victorias que únicamente
llegan a confirmar los lectores asiduos . Refiriéndose a
García Márquez por Cien años de soledad, Vargas Llosa
nos ayuda a discernir cuál debería ser nuestra postura
ante el autor del libro que comentamos . Al destacar sus
difíciles trances, advierte que el novelista : "crea vida
ilusoria, crea mundos verbales porque no acepta la vida
y el mundo tal como son"31 . Frente a los cataclismos
cósmicos que ocurren por la destrucción de la realidad y
las sustituciones conque se la suplanta, no es posible
proceder como meros turistas literarios cuando la intención es gozar del libro y adentrarnos en sus profundas
intimidades.
Una vez comprobada la imposibilidad de entenderme
con Serafín del Carmen, y teniendo buenos indicios de
dónde podría encontrarlo, visité a Rogelio Sinán . Ya en el
54
laberinto cretense que es su biblioteca y luego de obtener
los salvoconductos del Minotauro que lo cuida, descubrí
a Serafin entre el bulto de fichas que sirvieron de sustentación a los pobladores de La Isla Mágica . Allí estaban,
ordenadamente encajonados, Philippe Durgel, Faustina,
Goyo, Débora, Felipe, Fífila, Gancho Hermoso, Papa
Chente, Leila, Betín, Milagro, Chinino, Cándida, Alan
Bristol, Linda Jara, Renato, Sant'Elmo, Bibby, Cairote,
Rosina y Danilo Salerno . También encontré las referencias del coro masculino : Píndaro Cárcamo, Agustín Izaguirre, Marco Aurelio Mendiguez, Senón Oviedo, Sócrates
Galarza y Benigno Pascal, que además de disminuir las
tensiones emocionales del lector, actuaba en la isla como
corte suprema de rumores ; y las del coro femenino:
Josefita dei Vasto, Petita Cárcamo, Marucha y Matilde
Vela, Micaela Camargo y Moniquita Ceballos, siempre
dispuesto a fortalecer el brote de los lúgubres quejidos en
los velorios taboganos . No sólo sentí la presencia agobiadora y la desvelada humanidad de todos los habitantes de La Isla Mágica, sino que Rogelio me concedió
el don de conocer las guías históricas, árboles genealógicos y demás catálogos de referencias que debió consultar Serafín del Carmen . Y la feria de sorpresas que es el
aposento de una novelista, me facilitó la oportunidad de
comprender las palabras de Kafka para su amigo Max
Brod, cuando le decía: "la existencia del escritor depende
de su mesa de trabajo ; no puede permitirse el lujo de
alejarse de ella si quiere librarse de la locura" S2 .
Coya, que estaba bien enterado de esos menesteres,
advertía que el sueño de la razón produce monstruos.
Esto lo recordé la mañana cuando el oleaje de papeles en
el escritorio de Sinán y los millares de ojos de sus libros,
parecían haberse reconcentrado sobre mí . No fueron
tales fenómenos, sin embargo, los que me hicieron sentir
cuán cerca están de quienes escriben las uñas del
endriago . Para mantener la entereza frente a los asedios
55
de lo irracional, que, por doquier, husmea las debilidades
del espíritu, el escritor debe nutrirse de las propias
entrañas luminosas. Así me pareció había ocurrido en
ese cuarto, antes, durante y después de la creación de la
novela . De comilonas opíparas califiqué aquellos banquetes intelectuales de conocimiento mítico, que precedieran la escritura de La Isla Mágica . Serafín del Carmen
me hizo saber las decenas de tomos sobre la vida, pasión
y gloria de Don Juan y los pesados volúmenes de paganismo y apologética religiosa, que se vio compulsado a
leer, a fin de tornarse inmune al canto demencial de las
sirenas . La notable aventura resultaba indescriptible,
como los estremecedores encuentros con la verdad y la
belleza . Entonces había penetrado por los túneles de la
mina hasta el fondo donde, tal como lo descubrió Antonín
Artaud, los magos otorgan "a la palabras aproximadamente la importancia que tienen en los sueños"".
Texto de la disertación leída en la sede de la Academia
Panameña de la Lengua, la noche del 27 de mayo de
1980.
NOTAS
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
56
Rogelio Sinán : LA ISLA MAGICA ; Ediciones INAC,
Panamá, 1978.
Ibid . Pág . 21
Ibid . Pág . 22
Ibid . Pág . 72
Ibid . Pág . 93
Ibid . Pág . 97
Ibid . Pág . 201
Ibid . Pág . 507
9.
10.
11.
12.
13.
14.
15.
16.
17.
18.
19.
20.
21.
22.
23.
24.
25.
26.
27.
28.
29.
30.
31.
32.
33.
Cuentos de Rogelio Sinán ; Editorial Universitaria
Centroamericana (EDUCA), San José, Costa Rica, 1971.
Gloria Guardia: CUENTOS DE ROGELIO SINAN . "Una revisión
de la Vanguardia en Panamá" . Separata del Boletín de la
Academia Panameña de la Lengua . Panamá, 1974.
Ibid . Pág . 19
Ibid . Págs . 21 y 22
Alejo Carpentier : TIENTOS Y DIFERENCIAS, Ediciones
Unión (Contemporáneos), La Habana, 1966, Págs . 85-101.
Sinán, Obr . cit., Pág . 27
Alberto Zum Felde : LA NARRATIVA EN HISPANO-AMERICA,
Editorial Aguilar, Madrid, 1964.
Carpentier, obr . cit.
Sinán, obr . cit ., Pág . 35.
Ibid . Pág . 43
Ibid . Pág . 125
Ibid . Pág . 189
Ibid . Pág . 269
Ibid . Pág . 415
Ibid . Pág . 515
Carlos Fuentes : LA NUEVA NOVELA HISPANOAMERICANA,
Cuadernos de Joaquín Mortiz, México, 1972, Pág . 60.
Andrés Amoros : INTRODUCCION A LA NOVELA HISPANOAMERICANA ACTUAL. Ediciones Anaya, Madrid, 1971,
Pág . 165.
Sinán, Obr . cit. Pág. 60
Ibid . Pág. 157
Ibid . Pág . 203
Ibid . Pág . 284
Ibid . Pág . 650
Mario Vargas Liosa : GARCIA MARQUEZ : HISTORIA DE UN
DEICIDIO, Barral Editores, Barcelona, 1971, Pág . 85.
Claude Mauriac : LA LITERATURA CONTEMPORANEA.
Ediciones Guadarrama, Madrid, 1972, Pág . 46.
Ibid . Pág . 68 .
*Tomado de la revista "Maga", Nº 5-6,
Panamá, enero-junio de 1985.
57
ANÁLISIS DE LAS CRÍTICAS
Y COMENTARIOS
DE LA
NOVELA "PLENILUNIO"
Mariapía Pilolli
INTRODUCCION
Este artículo hace parte de un trabajo -todavía no
terminado- que pretende analizar la trayectoria y la problemática de Rogelio Sinán desde su novela Plenilunio
hasta su reciente La isla mágica.
Al enfrentarnos a este estudio -complejo y largo en
realidad- nos pareció interesante como primer paso
hacer una revisión de las criticas que se habían hecho a
Plenilunio.
Esperando que tengan cierto interés, presentarnos
aquí ahora estos primeros resultados.
Plenilunio de Sinán ha sido una obra muy estudiada
-o mejor dicho- solamente muy comentada ; lo cierto es
que podemos encontrar sobre Plenilunio muchas notas,
alabanzas y criticas mordaces, superficiales las unas y
las otras en verdad.
Toda esta riqueza relativa de material (abundante
respecto a otras obras), hace interesante -creo- empezar
este estudio sobre Sinán con una revisión crítica de los
comentarios que tenemos sobre Plenilunio . Aclaramos
que esta revisión, si quisiera ser completa, debería haber
sido mucho más cuidadosa en la búsqueda del material,
pero como éste no es fin principal de este trabajo, decimos
58
claramente que no hemos revisado realmente todo lo que
se ha escrito sobre Plenilunio ; nos hemos limitado a
aquellas criticas que, por una razón u otra, nos han
llamado la atención, nos han irritado o simplemente nos
han motivado la curiosidad.
Una critica breve pero serena, la encontramos en aquel
escrito tan significativo y clarificador de Ramón H.
Jurado, "Itinerario y rumbo de la novela panameña",
aparecido en "El Panamá América" de 1953 . En un párrafo - dentro de un contexto en el cual analiza la novela
panameña después de los años 30 - define Plenilunio
como un libro de envidiable perfección técnica y a Sinán
como un fugitivo del momento histórico.
Estos dos elementos : la evidenciación de la belleza
formal o perfección técnica de la obra y el aislamiento del
autor del medio ambiente, se encuentran en casi todos
los comentarios que hemos leído, pero acompañados en
general de un tono exageradamente áspero y duro, bien
lejos de la mesura y equilibrio de la nota de Ramón H.
Jurado.
Es precisamente esta exageración en la dureza de las
críticas, lo que me ha motivado a analizarlas un poco más
de cerca, porque cuando una obra irrita - y es efectivamente "irritación " lo que aflora de ciertos comentarios lo hace a menudo por razones inconscientes, que no son
precisamente las que el crítico expresa en forma racional
y a menudo son razones que tampoco se aceptan . ..
Y para terminar con el tema, cabe también decir que
por supuesto esta "irritación" puede tener causas diferentísimas y contrapuestas.
Hemos visto por ejemplo, en la revista "Epoca" de 1947,
"La originalidad en la literatura panameña" de José Lasso
de La Vega,
Lasso de La Vega empieza haciendo los sólidos elogios
acerca de la originalidad de la novela, tanto en su
concepción como en la escogencia y desarrollo del tema.
59
Después, establece un paralelo, o mejor una derivación,
con la obra teatral de Luigi Pirandello . Mientras le parece
que en Pirandello los recursos escénicos tienen un carácter
de "creación" porque responden a una concepción de la
vida particular y original, nota que la transposición de
estos recursos en la novela, hacen el desarrollo de la
misma monótono, cansado, penoso . En razón de esta
utilización impropia de unos recursos escénicos, a los
personajes de la novela les viene faltando formación y
consistencia, lo que dice un personaje pudiera decirlo el
otro y al revés.
No quisiera decir por ahora nada de los personajes,
pero sí anotar que Lasso de La Vega define la concepción
de Pirandello como particular y original, pero no tiene
claro que la concepción de Pirandello, además y más allá
de su particularidad y originalidad, es "necesaria" e
históricamente inevitable en cuanto es una expresión del
problema general de la crisis de la sociedad burguesa . Y
tan poco claro llene este concepto Lasso de La Vega que
puede llegar al absurdo de la siguiente afirmación : "Don
Quijote y Sancho en ningún momento de su desarrollo
pueden confundirse, no hay nada que Don Quijote diga
que puede ser atribuido a Sancho . ¡Muy bien! El hecho es
que en un determinado momento de la historia se acabó
la posibilidad de disfrutar de la seguridad del "ser", se
acabó la posibilidad de una determinación y aceptación
segura y positiva de su propia función y posición en el
mundo, fuese esa heroica o mezquina . "Las dos grandes
creaciones del genio cervantino son dos personajes puros ."
¡Pero claro! Una época histórica bien diferente ; si alguien
extraña los personajes puros, hay que avisarle que hace
tiempo se acabaron las posibilidades de crear tales
personajes.
Lasso de La Vega polemiza con la utilización de la
música como reminiscencia romántica ; "la música a
través del radio (música en conserva) que se introduce en
60
escenas en las cuales se debate conceptos puros y por
tanto limpios de toda mortificante realidad (¡sic!) produce
un efecto contrario a lo que percibe el autor en el sentido
que la nota romántica se deforma" (aparentemente sólo
por la cuestión de la conserva) . Da la impresión que el
crítico mismo hace y deshace, afirma que la música
introduce una nota romántica y después que la misma se
deforma . Pero la confusión más grande es aquélla de los
"conceptos puros y por lo tanto limpios de toda mortificante realidad" . La realidad entonces mortifica (¿quién?)
y los conceptos puros tienen que ser limpios . Es muy
evidente que con estos criterios no puede salir más que
una crítica confusa y dudosa . "La fuerza del ambiente
resultó incontenible y faltó en Sinán refinamiento en el
gusto y depuración en la sensibilidad para resistir a esas
fuerzas o para doblegarlas" . Aparece el concepto de
literatura como "lo noble y lo puro" que no puede ensuciarse demasiado las manos con la realidad.
El crítico refuerza este concepto de necesario "alejamiento de la realidad" cuando en particular elucubra
sobre la audiencia pública . A pesar que reconozca que la
audiencia pública es presente e importante en la realidad
panameña porque remueve sentimientos y emociones
primarias y se convierte en un verdadero espectáculo, le
parece que "sin embargo, el hecho en sí mismo carezca en
absoluto de categoría estética" (¡sic!) . ¡Bien! Debe ser que
hay "hechos estéticos" y "otros" que de cualquier lado que
se les mida no tienen - y sin apelación - ninguna categoría
estética . Y después de todo, ¿cuáles serían los hechos
estéticos y cuáles no? El crítico infiere : "Sinán no tiene
suficiente consistencia para inmunizarse y hacerse impermeable a la penetración de un elemento procedente
del ambiente panameño, pero sin ningún valor estético.
De aquí deriva un defecto sustancial en nuestros novelistas y cuentistas" . ¡El defecto sería querer atribuir de
todas maneras valor artístico a aquellos elementos que
61
-no hay nada que hacer- definitivamente no lo tienen . ¡Y
son elementos de la realidad panameña!
Pero tal vez el defecto más grande y más vergonzoso
para nuestro crítico está en otro aspecto : el fondo de la
obra de Sinán es lo más condenable desde el punto de
vista estético . . . "El fondo de la novela es de una crudeza
tan grande que la lleva casi a los límites de la pornografía". Ahora el crítico moralista encuentra los acentos
indignados para criticar al artista que expresa aquello
que todos sabemos . Y es una actitud muy típica y un
ejemplo muy claro de sexualidad removida : hagamos las
cosas más vergonzosas pero no las digamos y sobre todo
no escribamos en obras literarias donde la sexualidad
debe ser sublimada . En este sentido nuestro crítico nos
aconseja que tomemos como ejemplo positivo la literatura española clásica donde "La sexualidad existe pero en
formas elevadas, elaboradas y depuradas por la sensibilidad" . . . Lo cual en nuestros días significaría esconderla
bajo el velo de la hipocresía y la no aceptación de la belleza
y humanidad de los hechos de la esfera sexual . El critico
utiliza el acostumbrado y desgastado parangón con los
animales (¡los cuales - pobrecitos - se han tomado
siempre por boca de ciertos moralistas una culpa que
cómicamente son los últimos en poder tener!) . "Cuando
no es depurado el acto sexual es animalesco".
En suma, Lasso de La Vega considera que la idea que
tiene Sinán de nuestro país no corresponde a ninguna
realidad porque mientras "en Plenilunio nuestro país
aparece siempre pendiente del azar", ¡a Lasso de La Vega
Panamá parece ser un oasis de libertad e independencia . . .! Entonces lo único que hace Sinán es imitar tendencias nuevas, defecto este general de la literatura latinoamericana por lo menos después de los años 40 y Plenilunio expresaría un pesimismo fácil y morboso que marca
su impotencia creativa.
Siempre en la revista "Epoca", también de 1947, núme62
ro 21, podemos disfrutar de otro comentario que se sitúa
más o menos en la misma línea del precedente . Es un
artículo de Baltasar Isaza Calderón, según el cual Sinán
utiliza elementos formales de una estética foránea, empeñándose - con escasos resultados - en extraer ingredientes de sabor local . El resultado seria discutible
porque Sinán reduce el área observada a una "zona
dolorosa de la vida capitalina en la cual andan mezclados
influjos nocivos de procedencia extraña junto con flaquezas nuestras que nos corresponden más como signos de
fatalidad geográfica que como engendros de infamia
aborigen".
Ahora bien, nosotros no creemos ni en la fatalidad
geográfica ni en las posibilidades de infamias aborígenes.
Nosotros creemos que la situación histórica concreta de
un país es la resultante de un proceso complejo donde
causas y efectos no se oponen en rígida antítesis sino más
bien se interrelacionan formando una red compleja y
estructurada a diferentes niveles, de fenómenos sociales,
relaciones jurídicas y formas políticas, cada uno de los
cuales no es comprensible en sí mismo sino precisamente
en su relación con todos los demás fenómenos.
Ni la fatalidad geográfica ni la ausencia o presencia de
infamias aborígenes pueden ser llamadas "causas" de
ciertos "efectos" . En el nivel de las fuerzas productivas, en
las relaciones de producción, en la situación de dependencia hacia el exterior, en las corresponsabilidades en
el interior es donde podemos encontrar el hilo conductor
para explicarnos la totalidad de los fenómenos histórico-sociales.
Y así, donde B .I . Calderón ve el mayor defecto, o sea en
el "limitarse a una zona dolorosa de la vida capitalina"
nosotros precisamente vislumbramos un acierto . Porque
si es cierto que todo lo que tenemos enfrente constituye
"realidad" es cierto también que para explicar esa realidad no sirve cualquier elemento, sino aquellos elementos
63
que permiten explicar toda la realidad de la situación en
su conjunto . El elemento de la realidad estudiado debe
permitir una reconstrucción de toda la realidad bajo el
punto de vista de sus tendencias de desarrollo ; repetimos
e insistimos : no todos los elementos de la realidad son
igualmente importantes, son efectivamente importantes
solamente aquéllos que pueden constituirse como elementos o problemática central (o sea que pueden explicar
el todo) de una situación.
Entonces, si a Baltasar I . Calderón le molesta que
Sinán muestre lo malo y feo de Panamá y le gustaría que
se divulgue lo bueno y lo lindo, le contestaríamos que no
se trata de poner atención a la sensibilidad delicada de
alguna señora fácil a la vergüenza y al llanto . . ., se trata
de establecer si el elemento de la realidad que Sinán
muestra puede constituirse en un elemento central y
significativo en el sentido que de ahí derive una interpretación correcta de toda la realidad.
En suma, Sinán se equivoca porque describe una
turbia realidad (evidentemente también para Baltasar
Isaza Calderón la situación general de Panamá no es
turbia, ¿tal vez será bucólica? . . .) hija del cosmopolitismo;
las ciudades terminales del canal, claro, recogen tristes
residuos de la historia humana, pero esto es natural y no
es bueno difundirlo, además porque unos pasos atrás de
las ciudades terminales . . ., todo se vuelve sereno, feliz,
sano y tranquilo .. . Sinán es un pesimista incorregible y
malsano porque se obstina en ver oscuro el horizonte.
¡Me parece que antes de condenar a un supuesto pesimista, habría que demostrar que el horizonte está claro
en algún lado! . ..
En 1961, Feliciano Fong presenta una tesis sobre el
"Ambiente Moral y Social en Plenilunio y Luna Verde".
En su análisis, en verdad bastante pobre, ve en Plenilunio el predominio de lo subjetivo, una predilección
por el sexo, la hegemonía del subconsciente, sin alejamiento de la realidad.
64
A decir verdad, Feliciano Fong avisa que, siendo escrita
alrededor de la Segunda Guerra Mundial, Plenilunio
graba una época de degradación moral, social y política
y que Sinán no inventa nada sino que sólo escribe lo
vivido en aquel momento y por ende Plenilunio es una
novela realista . Pero el concepto de realismo se utiliza
aquí en su acepción más limitada y mecanicista : seria
realista en el sentido que no inventa y reproduce hechos
que eran elementos reales de aquella situación histórica.
Ahora bien, un concepto un poco más maduro acerca del
realismo no gira alrededor del elemento inventivo, la
ausencia o presencia del cual determinaría el realismo o
no de la obra . El autor más fantasioso logra ser realista
cuando, a través de sus juegos inventivos, comunica y
ayuda a difundir una interpretación correcta de la realidad, produce en el público una conciencia de esta
realidad y una voluntad de acción e intervención en la
misma. ¿Cómo puede ser que el autor más chatamente
realista que describe tantos detallitos y hechos ciertos no
haya comprendido nada de la realidad en cuanto no
ayuda a la clasificación de las líneas directivas del
desarrollo de la misma?
Así que lo que se hubiera debido hacer en un estudio
sobre Plenilunio era ver la posición y las contribuciones
de Sinán bajo esta perspectiva ; pero Feliciano Fong
prefiere insistir en otro aspecto . Según él, los personajes
de Plenilunio están determinados por un clima erótico,
en ellos todo es lujuria y perversidad . La protagonista
Elena sufre desdoblamiento morboso . . . Ella espera al
amante para entregarse a los "lujuriosos deliquios del
placer sexual" . Esta definición, así tout-court, del placer
sexual como "lujurioso" me extraña un poco : ¿no serán
ellos, los críticos que, con sus moralismos pequeño
-burgueses, con sus prejuicios y consecuentemente su
incapacidad de aceptar serenamente el acto sexual, no
han entendido nada del famoso elemento erótico de la
65
novela? No sé, es sólo una sospecha . Feliciano Fong
clarifica : Elena llene una doble personalidad, es una
mujer "normal y orgullosa" y una "ramera lúbrica".
Crispín, impotente para una comunicación "sana" con su
esposa esperaba que ella entrara en sus trances lunáticos, para abusar de ella libidinosamente . Ahora, habría
que ver si la confusión y el prejuicio están en los críticos
o en Sinán . De todos modos sería prioritario analizar y
tratar de llegar al núcleo significante de estos elementos,
así dichos, eróticos y morbosos, verificar el peso que
tienen en la economía de la novela y evidenciar, a través
de las relaciones con los demás elementos cuál es el
significado esencial que contribuyen a construir.
En el número 43 de "Lotería," 1959, hemos encontrado
un escrito que no es una crítica a Plenilunio pero que ya
desde el título ("Destino Geográfico y Perspectiva Histórica del Istmo") nos ha motivado una lectura atenta porque
insiste en una interpretación limitada, y más, mal enfocada, de la realidad nacional . Se trata de un artículo de
Rubén Luis García . Utilizando el "apoyo" y la autoridad
moral de Octavio Méndez Pereira, el tal García fríe y refríe
con diferentes palabras que, debido a la particular posición geográfica de Panamá, los panameños adquirieron
una sicología de tránsito donde se diluye el concepto de
nacionalidad como consecuencia de una recepción demasiado amplia de ideas disímiles extranjerizantes sin
que se hayan formado las necesarias defensas culturales, políticas y sicológicas. Las costumbres y los valores
de los panameños se fueron norteamericanizando y
envenenando hasta formar una personalidad producto
de mentalidad canalera, tanto que puede decirse que "la
privilegiada situación geográfica de Panamá ha venido a
ser desde la conquista, el mayor dolor de cabeza de los
panameños".
¿Yen lo económico qué pasa? Tranquilos, es un simple
"descuido" porque en lo económico se trata solamente de
66
que los gobernantes "se han olvidado" de la explotación
de las riquezas naturales para fundamentar las actividades fiscales en el comercio canalero . Si se tratara sólo
de un olvido, sería suficiente con "recordárselo" . . . El
problema es que en lugar de una "falla de la memoria" se
trata -respecto al fomento exclusivo de las actividades
canaleras - de una defensa consciente de los únicos
intereses que la burguesía interna dependiente podía
conocer y cuidar.
Claro que podemos hablar de norteamericanización y
envenenamiento de la personalidad y de los valores, sólo
que la causa no está en la desgracia de la "demasiada
privilegiada situación geográfica" cuanto en la situación
de dependencia económica que ha venido cambiando,
perfeccionándose y reproduciéndose con diferentes y
cada vez más modernos y científicos patrones a lo largo
de la historia del Istmo.
Enfoques del tipo que defiende García, son enfoques de
tipo exclusivamente sicológicos donde, a pesar de la
evidenciación y de la condena de valores justamente
considerados negativos, el error fundamental es la confusión entre causas y efectos, la presentación de los que
son simples efectos entre los demás, como causas.
En el número 13 de 'Lotería" del año 1956, tenemos
"Rogelio Sinán, alta cifra poética y maestro del relato
panameño" por Matilde E . López . Según ella, Sinán es un
hábil conocedor de los recursos de las novelísticas modernas introvertidas y sicológicas ; en él pudiera notarse,
mezclados como en un coctel parece sugerir la autora . . .,
los símbolos de Kafka y James Joyce, los oscuros temas
del existencialismo, la cínica actitud de Sartre, el desvergonzado descaro de Francois Sagan y toda la angustia
neurótica de la novela francesa de post-guerra . . . Nos
preguntamos si una sola espalda puede soportar peso de
tanta herencia . . ., aparte la mala costumbre de poner
fáciles etiquetas (Sagan sería una descarada, Sartre un
67
cínico, la novela francesa de post-guerra simplemente
neurótica y Kafka y Joyce simplemente simbolizan . . .) nos
preguntamos si al final del listado conocemos algo más de
las características peculiares de Sinán y del núcleo
significante de su obra . Francamente nos parece que no
y lo único que hace el listado es "dignificar" con el
acercamiento a nombres tan ilustres, o sea repetir, con
palabras diferentes, el aprecio expresado por la casi
totalidad de los críticos de las habilidades técnicas y
formales de la prosa de Sinán.
En realidad, donde sí Matilde López demuestra descubrir la particularidad de Sinán, es en la audacia y en "la
corrupción y sexo que se respiran en la novela" . "Todo
esto (o sea todas las influencias y el coctel antes mencionado) será agravado por una tendencia al tema sexual
que lo domina casi totalmente y lo arrastra por tortuosos
caminos donde puede perderse su talento . . ." ¡El talento
puede -"perderse" - igualmente como la rectitud de una
Jovencita. . . - como consecuencia de una exagerada afición
a lo sexual!
Otra vez también con esta lectura, hemos tenido la
sensación de que el moralismo del crítico ciega un poco
el juicio y cierra la posibilidad de descubrimiento del
elemento o significado esencial . Parece que los críticos se
esfuerzan en encontrar en Sinán un buen novelista a
pesar de sus exageraciones y manías sexuales ; la pregunta sería : ¿La manía la tiene Sinán o la tienen sus
críticos?
Matilde López nos dice que mientras en Ecuador
autores que empiezan con temas desnudos y sexuales
después orientan el relato hacia el tema social, Sinán
sigue caminos existencialistas . Y desglosa este análisis a
través de breves comentarios de algunos cuentos:
"Todo un Conflicto de Sangre " (para mí uno de los más
logrados y perfectos cuentos de Sinán, graciosísimo en el
motivo inventivo, mordaz, sarcástico y seguro en la
68
presentación de su significado) es simplemente un relato
inquietante.
En "La Boina Roja" se juegan los valores de la vida, se
derrumban los principios y se desatan las pasiones
insanas, "buceando el subconsciente freudiano".
En Plenilunio, que desarrolla un tema escabroso, hay
la sombra de Baudelaire ; esta inquietante novela estaría
más allá del Bien y del Mal y el lector cree hallarse en un
país de maravilla pero - y aquí la verdad es que nos
confundimos un poco - después de decir eso del país de
maravilla (que como mínimo parece indicar "irreal")
agrega que Plenilunio nos da la cabal visión de Panamá
en los días del gran negocio de la Segunda Guerra
Mundial y entonces ( . . . .) "es una denuncia grotesca y
cruel":
En síntesis, a través del análisis de estos comentarios
y de otros que aquí no relatamos, hemos llegado a la
conclusión que los dos elementos más frecuentemente
presentes en las criticas a Sinán son:
1. Elogios y tributos a la habilidad, capacidad y
recursos de un escritor que - más allá de los
gustos y simpatías de cada cual -se ha situado
indudablemente y desde hace varias décadas,
como el más sólido y consistente de los escritores panameños contemporáneos.
2. Denigración de un elemento artístico y formal
- el erótico - sexual - que según los críticos
estaría presente en demasía en la obra de
nuestro poeta, elemento que por su mismo
exceso, abuso o mal uso, se volvería en contra
o en disminución de aquella perfección formal
y genialidad artística antes elogiadas.
Considero que el crítico que se limita a esta esquematización de elementos no cumple con el cometido de su
trabajo ; si pensamos ahora en la última obra de Sinán, su
premiada, presentada, bautizada, elogiada, glorificada
69
La Isla Mágica, notamos similar ausencia de una crítica
que logre enfrentarse a la globalidad del universo poético
de Sinán. Las palabras que se han podido escuchar son
de elogios, pero genéricas, de admiración, pero cuidadosas, como con el miedo de meterse en la evaluación y
consideración de elementos frente a los cuales la sincera
reacción hubiera sido de desconcierto o condena moral;
el crítico moralista se ha tapado los ojos y elogiado la obra
"haciéndose el que no estaba viendo" todos aquellos
elementos que lo molestaban.
Por ahora, tampoco nosotros tenemos nada que decir
a estos críticos miopes o ciegos . . . Pero sí muchas preguntas abiertas y la certeza de que será preciso analizar,
relacionar y evaluar una multiplicidad de elementos para
poder llegar a construir un hilo analítico desde Plenilunio hasta La Isla Mágica.
*Tornado de Revista Nacional de Cultura, No . 18,
INAC, Panamá, s Se reprodujo en la revista "Maga",
1V 5-6, Panamá, enero-junio de 1985.
f.
70
GRAN NOVELISTA PANAMEÑO
Héctor P. Agosti
BUENOS AIRES -Quiero destacar ante los editores -esa
raza que nuestro gremio suele denostar con opiosos
vituperios, no siempre razonables- el nombre de un gran
escritor de nuestra América . Es panameño, se llama
Rogelio Sinán (así, al menos, prefirió nombrarse en las
letras en vez de su burocrático Bernardo Domínguez
Alba) y acaba de publicar una novela caudalosa y sugerente : La isla mágica. Bastaría ese solo libro para
conquistar a su autor un espacio que han conseguido
algunos con menos méritos.
No resulta abusivo afirmar que Rogelio Sinán es el más
importante de los escritores panameños . En 1929, con su
poemario Onda, lanzado desde Roma, revolucionó las
letras de su patria aportándoles la sustancia del surrealismo . Luego, a través de sus cuentos -con esa maestría
que a Luis Alberto Sánchez le permitió denominarlo
"Sinán el mago" -fue incorporando un mundo de invenciones, de historias superpuestas, de acoplamientos
entre el sueño y la realidad, de ensambladuras entre lo
popular y lo culto, de organizados anacronismos, de
interposiciones entre el narrador y los personajes hasta
confundirse por momentos en una misma cosa . Fue, en
esto, precursor de audacias técnicas que otros favorecidos por la publicidad, ostentaron más tarde con invenciones propias.
La particularidad de Sinán consistió sin duda en
haberse sumido en el mundo folclórico de su tierra sin
desentenderse del mundo sicológico de su tiempo . Quizás
ninguno de sus cuentos lo revele en tal sentido más
completamente que "La boina roja", merecedor en 1953
71
del Premio Interamericano dotado por El Nacional de
México . Quienquiera que se asome, por ejemplo, a la
gruesa antología Cuentos de Rogelio Sinán, publicada
en Costa Rica en 1972, se sentirá súbitamente atrapado
por esa flexible diversidad del escritor, por su capacidad
de recrear el universo de las palabras para asignarles un
sentimiento vivo y veraz, tan henchidas de pueblo sin
recaer jamás en la vulgaridad del populismo . En esa
sostenida labor -alternada con sus oficios de diplomático, profesor y, sobre todo, viajero impenitente- los cuentos fueron confundiéndose con los poemas Los pájaros
del sueño (1957), Cuna común (1963) o A la orilla de las
estatuas maduras (1967), entre los primeros ; Incendio
(1944), Semana Santa en la Niebla (1949) o Saloma sin
salomar (1969), entre los segundos.
Pero es el novelista quien ahora me ocupa y preocupa,
porque se reitera el hecho nada usual de que sus dos
únicas novelas hayan merecido, cada vez, el Premio
Ricardo Miró, el más empinado que otorga su país : en
1947 fue Plenilunio ; ahora es La isla mágica.
Alguna vez dije de Plenilunio -una novela donde el
sicoanálisis transita cómodamente- que sus indagaciones sicológicas son de primerísima calidad y que, en
este caso, tuvo el novelista la virtud de internarse por
zonas de la sensibilidad humana que no siempre el
estudioso puede examinar con igual diligencia y pareja
libertad . Apareciendo de comienzo (y adrede) como un
relato trivial destinado a lectores excusados de grandes
esfuerzos imaginativos, Plenilunio sorprende en seguida
por su crescendo constructivo que, sin hacerle perder
ninguna de sus apariencias de simplicidad, se interna en
envolventes laberintos hasta alcanzar el inesperado final
de un suspenso sabiamente administrado.
Ahora, a lo largo de seiscientas cincuenta páginas, La
isla mágica nos trae cien historias paralelas, entrelazadas o entrecruzadas en diez decálogos, como si la clásica
72
picardía del Decamerón multiplicara aquí sus intenciones y sus alcances . Porque son cien historias donde
toda la sabiduría popular y todo el deslumbramiento de
la magia folclórica se despliegan en tomo al tema del
amor físico, tantas otras indómito en su desenfreno
natural y casi salvaje, inclinado a astucias y arterias,
siempre objeto de burla descarnada y cruel, en lo cual,
finalmente, podría residir su moralidad.
Frescamente lanzado dese la altura de sus setenta y
seis años, el humor del narrador puede ejercitar a través
de tales historias una disección social implacable que
cubre casi medio siglo de vida panameña . Taboga, su isla
natal, "la isla mágica", es el escueto micromundo pintoresco, y a la vez trágico, donde la farsa de los políticos
venales se ejercita casi paralelamente con el dominio de
los gringos sobre la Canal Zone . Ese orbe de desvalimientos, estremecido por los mitos y las supersticiones,
recompuesto por las "mesalliances" lugareñas, castigado
por los prejuicios raciales, resulta sarcásticamente reivindicado en la apoteosis final del donjuán vernáculo, que es
precisamente un negro, y que ostenta además la virtud de
ser un donjuán germinador en vez de la estampa del
burlador clásico.
Lo que aquí importa, pues, es ese sentido de justicia
inmanente que Sinán otorga a los relatos de La isla
mágica. Es como si la América intrínseca se revelara en
su interioridad más absoluta ; se rebelara también, al
mismo tiempo, contra la inferioridad que los invasores
pretendieron achacarle . De esta manera, aun sin habérselo
propuesto deliberadamente (y hasta podría decirse que
no siempre suenan como convincentes las pocas disquisiones políticas que la atraviesan), la novela emerge como
un claro y ecidido testimonio sobre la condición sometida de nuestras llenas y sobre las deformaciones de
orden sicológico que tal circunstancia determina . Pero es
igualmente, acaso por ello mismo, una certidumbre
73
política deslizándose diestramente entre las divertidas
historias y discurriendo con jugosas formas de lenguaje.
Sobraría esta novela para justificar el puesto que Sinán
ocupa en la literatura de su patria . Pero ello, precisamente, es lo que subleva y excita estas líneas . ¿Cómo
puede ocurrir que un creador de sus calidades resulte
poco menos que desconocido fuera de las fronteras de un
pequeño país? No habla esto en favor de nuestra América,
necesitada en lo hondo de mejores entendimientos . Una
vez más se advierte hasta qué punto las incomprensiones
y los desconocimientos fomentados han conseguido separarnos. El problema es vasto y generalizado . Pero no
esperemos el remedio total para reparar, mientras se
pueda, las injusticias parciales . Es el consejo que acerco
a los editores agitando entre ellos, como una provocativa
capa de torero, el nombre del panameño Rogelio Sinán.
* Tomado del periódico "Excelsior", México D .F., 9 de
mayo de 1980.
Se reproduce en el diario "La República",
Panamá, 31 de agosto de 1980; y en la revista "Maga",
1P 5-6 Panamá, enero junio de 1985.
74
SINÁN:
ABANDERADO Y MAESTRO
Mario Augusto Rodríguez
En Sinán hay talento, hay cultura,
vigor de primavera intelectual,
disciplina mental
y ansia de vivir su vida espiritual.
GUILLERMO ANDREVE.
1 .- GALARDONES
En el curso de los últimos decenios, algunos gobiernos
han demostrado respeto y consideración especiales a la
inteligencia, a la capacidad creadora en las artes, en las
ciencias y en las letras . Tal el caso de los gobiernos social
democráticos de Venezuela, que han creado el más
importante reconocimiento para la literatura latinoamericana, para exaltar la personalidad de la patria de
Bolívar, Bello y Gallegos . Luego, el retorno de la democracia a España generó el Premio Cervantes, que anualmente se otorga a la personalidad más destacada de las
letras en lengua castellana . Hay otros eventos importantes en estos campos y ámbitos . Pero estos dos son los
más relevantes y en ellos y por ellos compiten los escritores más fecundos, las inteligencias más elevadas y los
espíritus más dignos y verticales entre los creadores
literarios de todo los países de habla castellana . Pero,
hasta ahora, Panamá no se ha hecho participante de esas
competencias, al menos en forma que haga mencionar o
75
considerar siquiera su aporte al desenvolvimiento de la
cultura literaria y la producción intelectual en el idioma
que nos legara la Madre Patria España y sobre el cual ha
crecido y desarrollado una de las lenguas más importantes del mundo.
2.- PROPOSICION
Sin embargo, también en este Panamá minúsculo de
extensión territorial y pequeñísimo en cantidad poblacional, hemos tenido y tenemos notables cultores de las
ciencias y de las artes, como de las letras . Ricardo Miró,
Octavio Méndez Pereira y Ricardo J . Alfaro son solamente
tres nombres que de inmediato vienen a mi memoria,
pero que no son los únicos . Y entre los vivos, surge con
impulso propio el de Rogelio Sinán, a quien Guillermo
Andreve definiera, hace ya más de cincuenta años, como
Abanderado y Maestro "de las recientes ideas estéticas",
pero que mantiene y destaca una potencialidad creadora
capaz de ubicarlo mucho más allá de las fronteras
patrias, como una de las más completas y trascendentes
personalidades de la literatura española en la época
moderna . Por ello, yo propongo que Panamá inicie un
esfuerzo para llevar la obra de Rogelio Sinán a las
competencias hispanoamericanas en representación de
la cultura panameña, no sólo como merecido homenaje
a la vida creadora de uno de nuestros más grandes
artistas sino también como orientación y estímulo para
las presentes y futuras generaciones de nuestra nación.
3.- UN GRAN CREADOR
Consagrada totalmente a la literatura, la vida de Sinán
es un admirable ejemplo de capacidad creadora . Su
vigorosa intelectualidad ha cultivado la poesía y la novela, el cuento y el teatro, siempre con una altura y una
76
trascendencia magistral . Su teatro infantil logra una
conjunción insuperable entre la aguda penetración de la
emoción en los niños con la tierna dulzura de sus más
generosos sentimientos . La calidad literaria de sus novelas y cuentos, henchidos de riqueza imaginativa generada de una tremenda fuerza realista y de un profundo
sentido social, resulta sorprendente cuando se conocen
sus obras teatrales para niños . Pero al penetrar en la
densidad de su poesía, que alcanza elevados niveles de
emoción estética y de caudales psicológicos y sociofilosóficos, se comprende mejor la unidad de pensamiento y la
corriente de calor humano que hace de la literatura de
Sinán como un extenso universo que va desde la más
temprana infancia hasta la más vigorosa madurez. Me
parece dificil encontrar en la obra literaria hispanoamericana un caso al mismo tiempo tan selecto y tan amplio
en su cobertura humana como el que significa la creación
de Rogelio Sinán . Creo que la calidad intelectual, social
y humana de la obra del Abanderado y Maestro panameño puede parangonearse dignamente con la de los
mejores autores de nuestra lengua en la época contemporánea.
4 .- SUGERENCIA
Por ello, me atrevo a sugerir a mi amigo Manuel Solís
Palma, Ministro de Educación, la designación de una
comisión que se encargue de promover la candidatura de
Rogelio Sinán para el Premio Gallegos y el Premio Cervantes, en sus próximas versiones . Las candidaturas para
esos premios han de ser presentadas oficialmente por las
Academias de la Lengua y por personalidades y organismos prominentes en los campos de la cultura. Pero
dificilmente puede competir un escritor panameño, por
alta que sea su calidad e importante su obra, si ésta no
es adecuadamente conocida no sólo en el mundo his77
panoamericano sino también en otros países de otros
idiomas . Con ediciones tan limitadas como las que en
Panamá se hacen, sin editores y sin empresas especializadas para su promoción en el extranjero, la situación
de nuestro candidato se encontraría en evidente desventaja. De allí la necesidad de promover organizadamente la candidatura de Sinán, a fin de que por lo menos
tenga la oportunidad de que se juzgue su postulación con
conocimiento de causa.
5.- EDICION
Creo que lo primero que requerida la campaña de
promoción de la candidatura de Sinán a los premios
Gallegos y Cervantes, sería la edición digna y autorizada
de sus obras completas . Es cierto que la mayor parte de
la obra del maestro panameño ha sido varias veces
editada. Pero muchas veces, por razones económicas, la
presentación no ha sido la más adecuada . Necesitamos
una edición de superior calidad, que pueda ser distribuída en todo el mundo hispanoamericano : a través de los
periodistas y escritores amigos que muchos tenemos en
el exterior, pero también a través de nuestras representaciones diplomáticas y consulares.
No se trata de regar libros para que se apolillen en las
bibliotecas públicas o particulares, sino de orientar y
estimular su lectura, haciendo uso de los avanzados
recursos que utilizan las grandes editoriales . Incluso
habría que organizar convivios, seminarios y conferencias. De allí la necesidad de que la Comisión aludida
tenga entre sus miembros no sólo a las academias de la
lengua y de la historia sino también al Sindicato de
Periodistas ya otros organismos cívicos, sociales y culturales que tengan vinculaciones con entidades similares
de los países latinoamericanos y España.
78
6.- PERSONALIDADES
Rogelio Sinán tiene ya ochenta y dos años . Más de
sesenta de ellos ha dedicado a la creación literaria para
enriquecer y enaltecer la personalidad cultural de Panamá . No hay duda de que merece un gran homenaje
nacional . Y el mejor sería el de presentarlo ante la
comunidad de naciones hispanoamericanas como lo que
es: nuestro más importante valor literario . No debemos
ilusionamos con la seguridad de que obtendrá alguno de
los galardones mencionados . Pero sí podemos estar
seguros de que su vida y su obra destacará la personalidad de Panamá en el mundo de la cultura y de las letras
castellanas . Y eso es tanto o más importante y trascendente para el país que cualquier obra material que
pudiera construirse con el dinero que sería necesario
para promover su candidatura a los premios Gallegos y
Cervantes . Porque los altos valores del espíritu pueden
ser abstractos, pero tienen una potencialidad fecunda
para la orientación y la estimulación de la nuevas generaciones . Y ese es uno de los aspectos que con mayor
urgencia y profundidad necesita fortalecer la estructura
de la nación Panameña.
* Tomado de "La República", 13 de enero de 1985.
Reproducido en la revista "Maga", N 5-6,
Panamá, enero - junio de 1985.
79
UN REALISMO MÁGICO PARA
UNA ISLA MÁGICA
José Luis Méndez
La novela La isla mágica del escritor panameño Rogelio
Sinán (Bernardo Domínguez Alba) tiene todos los elementos necesarios para convertirse en un acontecimiento literario de gran importancia para América Latina.
Obra de madurez de uno de los escritores más prolíferos
y versátiles de Panamá, la novela recoge la experiencia de
un artista que ha cultivado casi todos los géneros, que ha
iniciado movimientos y ha establecido escuelas y sobre
todo, que ha estado constantemente transformando su
visión del mundo y renovando los recursos y formas
utilizados para transmitir su mensaje literario.
A pesar de reflejar la vida de trotamundo del autor, su
experiencia como cónsul de su país en diferentes puntos
de Asia, Europa y América Latina, el tema fundamental
de la obra es la vida en una isla como su nativa Taboga
donde el tiempo, la historia y la imaginación popular
forman un extraño mosaico de situaciones jocosas, aventuras eróticas y actitudes paganas de un particular
interés literario . Sin embargo, La isla mágica está muy
lejos de ser una novela costumbrista . Se trata por el
contrario de una obra que se inserta plenamente dentro
de ese realismo mágico conceptualizado por Jacques
Stéphen Alexis y Alejo Carpentier y que ha alcanzado su
máxima estatura en la novela Cien años de Soledad de
Gabriel García Márquez.
Como la novela de García Márquez, La Isla Mágica es
una especie de Macondo rodeada de agua donde lo real y
lo fantástico se entremezclan indiscerniblemente, donde
80
las genealogías regionales van formando un espiral histórico único y donde la vida nacional y provincial se convierten en leyenda, en materia novelable, o en una nueva
epopeya que es la antítesis de la épica antigua o más bien,
la síntesis dialéctica de este género y la novela realista.
Esta particularidad que es la clave del éxito de la nueva
novela latinoamericana logra en La Isla Mágica una de
sus más altas expresiones artísticas. En este logro se
vuelca toda una vida de cultivo literario asiduo, de
búsqueda estética y juego formal de honda significación
para las letras panameñas que alcanza sin embargo, su
mayor dimensión latinoamericana en esta novela sobre
una isla tan singular y diferente.
A pesar de ello La Isla Mágica está totalmente insertada en la historia panameña y es imposible concebir ni
explicar si no se enmarca en el drama político y social de
esta república centroamericana, cuya vida nacional ha
estado determinada por la construcción de un canal
interoceánico, la inmigración de grupos humanos provenientes de los más diversos lugares del mundo, la
intensa propensión al mestizaje, y la dominación política
norteamericana, a través de una oligarquía dependiente
o burguesía intermediaria . Todos estos elementos están
presentes en La Isla Mágica pero de una manera distinta
a como podrían aparecer en cualquier otra región unida
por tierra al resto de la república.
El carácter isleño de ese pedazo de territorio panameño
es precisamente lo que permite la creación de ese singular mundo imaginario, que es similar pero a la vez
distinto del resto del país. En él, la república ístmica se
reconoce plenamente pero no por la imagen fiel de su
historia y sus instituciones sino por la acentuación
deformante de sus características más evidentes . De esa
manera cobran relieve los más importantes rasgos definitorios de la vida panameña que se agudizan hasta
convertirse en caricatura jocosa del drama nacional, en
81
burla irreverente de las más sagradas creencias e instituciones, en fin, en fantasía pagana y panteísta donde el
erotismo parece ser el principal valor auténtico.
Este marco de lo histórico y lo cotidiano se hace mágico
y lo trágico o dramático se disuelve en lo burlesco . La Isla
Mágica es, en efecto, una novela picaresca de nuevo
cuño . Aunque el verdadero protagonista de la obra es
toda la comunidad isleña hay un personaje que se
destaca entre todos los demás, Pipe (Juan Felipe Durgel,
Chompipe o Pingamoza) . Este personaje está construido
a partir del modelo de la picaresca española y los seductores literarios o históricos como Don Juan y Casanova.
Pero desde las primeras pinceladas de su caracterización
aparece su imagen de marca latinoamericana, caribeña
y centroamericana o tal vez específicamente panameña.
Se trata en efecto de un fauno del subdesarrollo, de un
sátiro simpático y a pesar de todo humano, cuya virilidad
es el temor de las mujeres castas, el deleite de las
amantes de la carne y la tentación de los perseguidos por
"el Angel de Sodoma".
En esa isla donde todo transcurre sin prisa y atravesadamente la potencia sexual de Pipe es una especie de
antorcha pagana o fuente de energía vital . Su equivalente
en el sexo femenino es su propia tía Ida Durgel, menor
que él y con quien en ocasiones éste también se entregaba
al juego erótico.
El apetito sexual de Ida no podía ser satisfecho ni por
su amante el senador Marino Olaya, ni por su sobrino con
quien sólo se acuesta ocasionalmente, ni por sus clientes
del cabaret cerca de la zona del canal, ni siquiera por la
cantidad considerable de amigos que Pipe le trae para
consolarla cuando está a punto de morir víctima de la
tuberculosis y reclama desesperadamente remedios para
su "fiebre uterina" . Como Débora, la madre de Pipe, Ida
pertenecía a la familia de las Durgel, el "clan endemoniado de la lujuria" . Una estirpe donde "la gente nacen y
82
mueren condenados a la locura del placer" . Fue esta
búsqueda delirante del placer lo que llevó a Débora a
abandonar a su hijo en un mar lleno de tiburones para
escaparse con un vaporino.
Pero la pasión por la carne no es una característica
exclusiva de los Durgel . La isla entera es descrita por
Sinán como un lugar "pagano y panteísta" con una "grey
pecadora y lasciva" . Por esto el argumento de la novela
está montado sobre el tema de la sexualidad . El sexo en
esta obra es en ocasiones una especie de juego o travesura infantil y adulta. Pero también se presenta a veces
como un agente histórico que construye dinastías plebeyas, contradictorias e intrincadas donde la sangre salpicada de misterio, adulterio, o simple goce panteísta sin
inhibiciones ni sentido del pecado va formando una
comunidad única en la cual todos los seres y todas las
familias tienen su historia, su leyenda, su pasado mítico
y jocoso que es el fundamento de la obra.
Hasta los curas enviados a la isla deben mantenerse a
la defensiva y muchos son los que pierden el tino y
terminan abandonándose a la carne. En este ambiente
sexista y pagano abundan los incestos y las relaciones
sexuales entre seres humanos y animales principalmente perros y gallinas.
La novela llene una filosofía Wilhelmreichiana que
parte de la premisa de que la fuerza del instinto no debe
reprimirse . "Toda hembra aprovechable debe ser poseída" es el lema de Pipe Librar el instinto, darle riendas
sueltas al apetito sexual y dejar que los seres humanos
se amen los unos sobre los otros parece ser la consigna
del novelista. Sólo los poseídos por el "Angel de Sodoma"
se ven obligados a la represión y a la hipocresía sexual.
"Vale más serlo y no parecerlo que parecerlo y no serlo"
le dice el afeminado Betín a Danilo cuando este antiguo
seminarista admirado por todas las mujeres, sucumbe a
sus más ocultos apetitos sexuales.
Para guardar el secreto de Danilo, Betín le impone una
83
condición : colocar a Felipe amarrado y desnudo en el
sepulcro para exponerlo a la burla de los que asistan a la
iglesia el sábado de gloria.
Pero un acontecimiento no previsto convierte esta
broma en un asesinato . Los vampiros de la iglesia succionan la sangre de Pipe quien por estar amarrado no puede
defenderse y amanece muerto al día siguiente en el
sagrado recinto . Para purgar su culpa Danilo se ahorca
luego de regar con kerosín su taller y pegarle fuego para
desaparecer, hecho cenizas.
En fin, toda una tragedia griega que Sinán convierte en
una aventura jocosa que sigue el camino trazado por
Cien Años de Soledad . Como la novela de García Márquez, La Isla Mágica está montada sobre el desarrollo de
diversas estructuras familiares que van pintando una
gama de situaciones que nos refieren no a una típica
familia latinoamericana sino a una caricatura de ésta.
Pero no a una caricatura burda e infundada sino a una
versión idealizada de la realidad a la manera de los tipos
ideales de Max Weber . En ello los rasgos trazados son
fácilmente reconocibles y nos recuerdan diferentes ejemplos y situaciones que sirven de apoyo al dibujo racional.
Pero caricatura al fin, los elementos que sirven para ir
construyendo el universo imaginario son acentuados
hasta deformar el sujeto histórico dándonos un cuadro
que sin ser exactamente una fantasía alejada de la
realidad tampoco es una imagen real de ésta.
Se trata ni más ni menos que de un realismo mágico
para una isla mágica . En ese particular universo la
historia se nutre de la fantasía pero no deja de ser real.
La magia viene a ser más bien un estilo de vida situada
a medio camino entre la modernidad y el subdesarrollo,
entre la tradición y la naturaleza.
Este singular Macondo es, sin embargo, inconfundiblemente panameño. Al lado de la epopeya erótica y la
jocosidad cotidiana del paganismo isleño aparece tam84
bién como un contrapunteo la crónica de la república
ístmica y en particular la historia del Canal desde los
primeros intentos de los franceses para construirlo hasta
su terminación y ocupación por los americanos y la
ingerencia poco disimulada de éstos en la vida política
nacional.
La isla es, en efecto, no sólo un espacio geográfico
exuberante regido por una lógica mágica. Es también un
puesto de enlace para el tránsito marítimo interoceánico.
Hasta ella llegan, aunque en pequeñas cantidades, emigrantes de los más variados lugares . El clan Durgel,
por ejemplo, fue fundado por un haitiano . Otras familias
descienden de italianos, ingleses, norteamericanos o
indios que se mezclaron con los isleños . En otras palabras, La Isla Mágica es una versión en pequeño de la
historia panameña, un microcosmo que convierte la vida
social y política de ese país en realismo mágico, en
crónica real maravillosa sobre una comunidad imaginaria . En ella Panamá se desdobla en su afirmación y su
negación, su retrato y su absurdo . En fin, pasa a ser
literatura fantástica sin dejar de ser por ello la fuente
histórico - social de todo lo imaginado.
En este universo imaginario donde la forma de lo
mágico priva también como argumento sobre lo histórico,
isleños y panameños interactúan política y socialmente
en todas las actividades de la vida nacional . La guerra de
Coto, la construcción del Canal, la dominación norteamericana y la corrupción política y económica de la
oligarquía son igualmente componentes fundamentales
de la vida de la isla . Cuando estalla el conflicto bélico
promovido por la United Fruit Company la isla también
es sacudida por la fiebre guerrera . Un gran número de
isleños se van al campo de batalla . Uno de ellos, Goyo
Gancho, el padre de Pipe, es declarado héroe y su hijo va
unos días a la capital a recibir los honores póstumos de
manos del Presidente de la República.
Otros isleños como Ida y Marino Olaya abandonan
85
permanentemente el pedazo de tierra natal y se instalan
en la capital . La primera se dedica al baile y al comercio
carnal en un cabaret dependiente de la zona del canal . El
segundo entra como abogado en los negocios y en la
política. En el más alto vuelo de sus sueños oligárquicos
Marino recibe la noticia de que ha sido nombrado Presidente de la República luego de la muerte del anterior
incumbente . La noticia llega precisamente mientras realizaba una visita a su isla natal.
Esta escena que parece más un sueño que parte del
desenvolvimiento real del argumento imaginado es uno
de los pasajes más divertidos de la novela y una de las
criticas más demoledoras y mordaces de la literatura
latinoamericana contra la corrupción política y la inmoralidad de nuestra clase dirigente. En ella la sátira
alcanza un verdadero paroxismo que nadie mejor que
Sinán puede describirnos : (léase el capítulo intitulado
"La quintaesencia del marinismo").
La caricatura que Sinán nos pinta en este pasaje tiene
un claro corte latinoamericano . En ella se puede reconocer
a una especie humana bastante generalizada en nuestros
países, compuesta por seres humanos corrompidos por
el poder, cuyo incondicionalismo e indignidad contrasta
grotescamente con la falsa dignidad de sus rangos, sus
pretensiones protocolares y el ambiente de opereta que
rodea el desempeño de sus funciones . Pero la materia
prima utilizada por el novelista para su dibujo es obviamente la oligarquía o burguesía intermediaria panameña
y sus acólitos, quienes aparecen en la novela como una
categoría social sin fuerza suficiente para dirigir el proceso
político o vislumbrar un proyecto histórico independiente.
Por eso como en las monarquías constitucionales los
oligarcas de esta obra reinan pero no gobiernan . En otras
palabras, participan en los símbolos aparentes del poder
pero no toman decisiones verdaderamente importantes,
86
no dirigen los asuntos políticos de mayor trascendencia
para el país ni se interesan en salvaguardar el patrimonio
nacional. Por el contrario, forman una categoría social
compuesta por seres sin escrúpulos ni valores auténticos
cuya única ambición es escalar posiciones importantes y
enriquecerse traficando con el patrimonio nacional. El
resultado de la participación de esta clase en la vida
política es salvando las distancias, una especie de "corte
del rei Cristophe" panameña cuyos integrantes se dedican a imitar a sus dominadores convirtiéndose en una
caricatura burda de estos.
Esta caricatura clasista se traslada también al mundo
animal donde chocan perritas oligárquicas como Fifi con
perros plebeyos como Barrabás, quienes como los seres
humanos de la novela se mezclan sexualmente a pesar de
las diferencias de rango arriesgando posiciones sociales
en aras del placer que proporciona el juego erótico . En
ambos planos el sexo hace las veces de vehículo de
intercambio social y racial que sirve para igualar a todos
los seres vivientes amalgamando a grupos que pugnan
por diferenciarse pero se mezclan casi fatalmente atraídos por la carne, marcando así el triunfo del plebeyismo
sobre las pretensiones exclusivas de los oligarcas.
El plebeyismo de la novela es como el manejo jocoso de
la sexualidad un recurso que el autor utiliza para derrumbar falsos valores, desenmascarar la hipocresía tradicional e ir proponiendo por oposición, una alternativa
secular irreverente y liberadora a la falsa virtud, a la
corrupción y a la inautenticidad . En otras palabras,
Sinán seculariza ridiculizando que es la manera de
moralizar con el humor . Sus blancos preferidos son la
moral tradicional, los políticos, los oligarcas y la iglesia
católica . La invocación al Dios que hizo posible "el
milagro de los panes" para que realice también "el milagro
de los penes", el adulterio de la esposa de Celmiro
Talavera con el protegido de su marido, el recurso a las
87
aventuras amorosas de la perrita oligarca, la procesión
de Semana Santa donde Pipe hace de Cristo e Ida de
Mana Magdalena, así como la citada escena en que todo
el gabinete ayuda a orinar al recién electo presidente, son
buenos ejemplos de este juego.
Este rico cuadro de aventuras, crónicas, leyendas y
situaciones jocosas donde se mezclan el costumbrismo
mágico y la historia no sigue un desarrollo lineal . No tiene
un ordenamiento lógico de pasado, presente y futuro . Un
personaje que conocemos como adulto al principio puede
aparecer en su niñez al final y viceversa . De igual manera,
encontramos identidades que parecen personalidades
diferentes pero luego se revelan como facetas de un
mismo personaje.
La novela se presenta en el comienzo como un inmenso
rompecabezas pero a medida que nos acercamos al final
las piezas se van acomodando en su sitio y todo cobra
coherencia y sentido . El resultado de este ordenamiento
es un rico universo literario de un sabor único, que
solamente podía ser escrito por un joven prodigio de
setenta y siete años como Rogelio Sinán, quien ha logrado
combinar de una manera armoniosa la mundología de
yviencas una vida intensa, llena de viajes, experiencias
de honda significación con la frescura y la actualidad de
una personalidad alerta que ha sabido mantener su arte
a la altura de su tiempo e incorporar sin sucumbir ante
ellos los logros estéticos que le han dado actualmente un
lugar tan importante a la novela latinoamericana.
*Fuente original desconocida.
Se reprodujo en la revista "Maga", Nº 5-6,
Panamá, enero-junio de 1985.
88
"LA ISLA MÁGICA"
DE ROGELIO SINÁN
Renato Ozores
El Jurado del Concurso "Ricardo Miró" , del año 1977,
otorgaba por unanimidad el premio único de novela a
Rogelio Sinán por la obra que queda mencionada en el
título de esta nota . Ahora nos llega el libro editado por el
INAC con un esmero encomiable, ya que la presentación
tipográfica -que también tiene importancia- es excelente.
Diré, ante todo, que esta novela de Sinán entra de lleno
en la categoría de lo sensacional y ojalá de lo polémico,
para que dé mucho que hablar, que escribir y discutir.
Porque la importancia es que se lea . De no ser así habría
que llegar a la triste conclusión de que nuestra sensibilidad literaria y capacidad receptiva se halla embotada o
atrofiada por falta de estímulo, lo cual sería desalentador
para la tarea intelectual.
Esta "Isla Mágica" viene a ser la cumbre de la dilatada
obra de Sinán, que se inicia cuando desde Italia sacude
y estremece el apacible ambiente de nuestra poesía, al
disparar "Onda" con tan refrescante renovador efecto.
Desde entonces, hasta ahora, con su indiscutible maestría, Sinán alcanza y conserva por derecho propio el
liderazgo de nuestra producción literaria . Su obra toda,
desde el cuento a la novela y al teatro, es de una calidad
insuperable, destacándose también su poesía, de auténtico fulgor.
Con esta novela de la isla -de su isla- Sinán eleva la
literatura panameña hasta las más altas costas alcanzadas hasta ahora por la narrativa americana, incluso
superando con largueza algunas cumbres que todos
89
hemos aceptado, sin que haga falta mencionar picacho
alguno en la orografia bibliográfica del continente . Y eso
no debe sorprender a nadie que haya seguido con justificado interés las creaciones de este ilustre escritor que
además de dominar el instrumento de expresión, que es
el idioma, combina un talento singular con imaginación
fértil y brillante y una técnica muy personal que es
producto, sin duda, de incesante laboriosidad, o sea del
oficio, que sólo se llega a dominar con el trabajo.
Algunas veces nos hemos lamentado de que, en estos
últimos años, Sinán publicaba poco, o nada . Echábamos
de menos el íntimo deleite que siempre nos proporcionaron sus poemas y sus prosas, implicando la sensación
de tal vacío un cálido homenaje admirativo que se le
tributaba en silencio . No sabíamos entonces que Sinán
luchaba denodadamente y a diario con esa pléyade de
personajes que pululan en su nuevo libro y que tantas
veces, rebelados, habrían de convertirse en antagonistas
del autor, como seguramente ha sucedido . Imaginamos
a Sinán ante su mesa, en esa amarga soledad que exige
el arte, haciendo y retocando los diversos párrafos de una
novela, incapaz de detenerse en la tarea creativa, venciendo el sueño y la fatiga para que esas criaturas ideales
no llegaran a escaparse o diluirse en las nieblas del
cansancio . Y Rogelio Sinán, que sabe bien por experiencia que hacer buena literatura es tarea muy ardua, lo
ha conseguido plenamente . Lo ha conseguido, porque en
las seiscientas cincuenta y tres páginas de esta gran
novela está esa multitud de personajes ; ese formidable
retablo de duendes, donde todos tienen vida propia;
donde cada uno de ellos es protagonista de su propia
peripecia, con un relieve y una luminosidad impresionantes, engarzados entre sí por el común destino que su
creador les tenía reservado desde que fueron concebidos
en la minúscula matriz del pensamiento ; desde que
empezaron a crecer como embriones literarios, en la
90
prolongada gestación de este relato, que tantas veces es
alucinante y siempre seductor.
A pesar de su extensión, considerable, esta obra de
Sinán no es, en modo alguno, una novela paralitica ; una
de esas novelas donde nunca pasa nada, en las que el
autor nos abruma y adormece con interminables descripciones, vagas reflexiones o lucubraciones didácticas insoportables . Todo lo contrario . Desde las primeras lineas;
desde la ceremonia inaugural del monumento -¿a quién? la novela de Sinán tiene un ritmo acelerado que fascina.
La isla entera vibra, trepida y se estremece con espasmos
telúricos, y la acción es permanente, desbordada, con
una serie de episodios de surrealismo mágico.
En cada uno de los diez "Decálogos" en que se divide la
novela -fragmentado cada uno en diez episodios o capitulos- hay una tensión muy alta que agita y electriza a los
protagonistas en una danza fantasmal, con un discreto
aliño de humor y de ironia que incita la sonrisa del lector.
Es posible, y hasta muy probable, que algunos se
escandalicen sinceramente, o que simulen escandalizarse, por el uso que Sinán hace en ocasiones de un
lenguaje que se suele llamar crudo y de algunas palabras
que, con evidente impropiedad, se consideran malsonantes . No hay tal cosa . El escritor tiene que expresarse
por medio de vocablos que, consagrados por el Diccionario, forman parte del idioma, y las que los personajes
utilizan tienen que corresponder a su carácter y a su
educación, pudiéndose decir lo mismo de su comportamiento. Sería absurdo, por ejemplo, que Cairote hablara como un obispo, que Chon Candela empleara un
lenguaje de abadesa o que "Pipe se portara de un modo
distinto, y contrario, por lo tanto, a su naturaleza . Para
que no fuera así, tendrian que ser otros los protagonistas
y otra, muy distinta, la novela.
Tampoco es admisible lo de las palabras malsonantes.
Las palabras que merecen tal calificativo, las que suenan
91
mal en un escrito cualquiera y, sobre todo, en un
discurso, son tan sólo las impropias ; las que han sido mal
usadas; las que no pueden expresar lo que se intenta
según las semántica aceptada . Puede haber y hay palabras feas, palabras que no suenan bien a los oídos, entre
las que Unamuno mencionaba "catedrático" y "pluscuamperfecto" . Pero eso, es otra cosa.
No pretendo decir que esta novela de Sinán sea lectura
apropiada para un parvulario, del mismo modo que
sostengo que algunas novelas de insoportable pesadez,
de lectura obligatoria en ciertos colegios secundarios,
constituyen el método más eficaz para provocar en los
alumnos una aversión por la literatura, irremediable y
permanente . Y obligar a niños de diez a doce años a leer
"La Ilíada" o "La Odisea" es una infamia.
Desde luego que "La Isla Mágica" no es un tratado de
apologética ni una lectura edificante para quienes se
congreguen con el ánimo de realizar ejercicios espirituales . Pero tampoco se puede considerar, con un criterio
simplista y muy superficial, una novela irreverente o
erótica . Las escenas esperpénticas y de caricaturas de la
Semana Santa en la isla constituyen un reflejo, apenas
deformado, de la calidad . Porque la Iglesia, lamentablemente, tolera y, en ocasiones, fomenta, esas manifestaciones populares y carnavalescas, con gentes disfrazadas de una cosa y otra, que tienen mucho de pagano y
nada de religioso . Es natural que esos episodios terminen
en orgias dionisíacas, con repetida consternación del
párroco que nada puede hacer para impedir tales relatos
cuando la bebida empieza a hacer efecto en los llamados
fieles.
Tampoco se puede calificar de erótica esta novela de
Sinán . El erotismo es un juego lento y sutil de sensaciones armónicas, algo refinado en tanto que en la isla no
hay caricias ni palabras, casi, porque la urgencia de los
sentidos no permite preludios excitantes, ni da tiempo
92
para nada . Los encuentros, muy frecuentes, son violentos, rudos, puramente fisiológicos, de una naturalidad
absoluta y primitiva y, por lo tanto, sanos moralmente.
Aparte de todo lo que dejo dicho, "La Isla Mágica" es una
novela auténticamente panameña, aun cuando en la
misma no se encuentren precisiones geográficas que la
identifiquen como tal . Pero allí está presente el mundo
insular que conocemos, con sus pangas y veleros, el
hotel, la playa, el Morro, la Restinga y otras maravillas . A
veces el relato rebasa sus contornos para llevarnos
brevemente hasta la bahía de Nápoles ; al puerto de
Valparaíso y al litoral de Costa Rica -siempre el mar, del
que no cabe separarse- para situar un personaje que
resulta imprescindible, sobre todo en el apocalipsis de los
murciélagos y los cangrejos de las páginas finales que, al
mismo tiempo, marcan el principio de esta insólita novela, por tantos conceptos ejemplar . Nuestro mejor elogio es
afirmar que, en verdad, LA ISLA MAGICA es una obra
esperpéntica digna de una película de Fellini.
No se tiene la fuente original.
'Tomado de la revista "Maga", Nº 5-6,
Panamá, enero-junio de 1985
93
LA ISLA MAGICA, FANTASIA
Y REALIDAD
Antonio Simoes Junior
Con la publicación de La Isla Mágica, Rogelio Sinán dio
un rotundo mentís a quienes afirmaban que en materia
de arte no hay nada nuevo bajo el sol, que en la novelistica
ya todo fue dicho y que ésta se perfila como una vieja,
coqueta, senil, agotada . Sin ser una novela inferior o
superior a las de otros grandes novelistas hispanoamericanos es, no obstante, diferente, única en su género . En
eso, que ya es mucho, radican algunos de sus méritos que
muestran a un escritor remozado y señor, como siempre,
de la expresión artística . En esta nueva obra el autor del
famoso cuento "La boina roja", sin prescindir del hábito
poético que conforma su realismo mágico nos presenta la
ósmosis que en él se da entre el cuentista y el novelista.
Tanto es asi que percibimos en las primeras diez o quince
páginas de La Isla Mágica, ciertos cuerpos de cuentística
que tardan en fundirse con la novela . Sin embargo,
consciente de que ésta, por su extensión y complejidad,
exige largos alientos y transfusiones, lleva a buen término, en una gimnasia estructural y estilistica, su cometido . Desprovista de lo que se suele denominar rigor
cronológico o trama redondeada, La Isla Mágica, como
novela novedosa que tiende a oxigenar y ensanchar los
horizontes de la novelistica en general, viene a demostrar
cuán falibles y sin razón resultan las diatribas de los que
desde hace más de tres décadas vienen negando la
vigencia de la novela . A medida que se adentra en su
universo novelístico y que los primeros capítulos dejan de
parecernos cuentos ensartados y, uniformándose, ganan
94
relieve hasta fundirse en una sólida consmovisión moderna, nos damos cuenta de que algo inusitado está
ocurriendo en el campo de la novelística, cosa que no
intuyeron ni previeron en sus ensayos T.S. Eliot y Ortega
y Gasset. Es una prueba contra lo que éstos se habían
creido, de que el género no ha finiquitado con Flaubert y
Henry James . Si bien es cierto que después del advenimiento del nazifacismo la novelística universal parecía
haber agotado sus temas tradicionales y carecía de
antídotos renovadores, siempre fueron apareciendo aquí
y allí novelas llamadas a perdurar, empero los acólitos del
poeta norteamericano y del filósofo español, hicieron de
las predicciones de estos ídolos de la burguesia en
conflicto con sus propias normas, un sonsonete al que
agregaban en un afán de dudosa originalidad, los nombres de Proust y Joyce como enterradores del género
novelístico . Claro que para ellos no existian más que las
novelas comentadas en los grandes diarios, los mismos
que hoy al igual que ayer ensalzan y promocionan a los
creadores de débil aliento y limitada imaginación.
En Rogelio Sinán los temas no se repiten. Sus personajes de hoy nada tienen que ver con los de antaño, salvo
alguna que otra afinidad genésica . Son seres que no
ocultan sus necesidades psiquicas o biológicas : fuman,
beben, comen, defecan, orinan y fornican, pero jamás
figuraran en un museo de cera o terracota . Por sus
excesos son humanos y muestran sin ambages a quien
quiera mirarlos aquello que nosotros, hombres sofisticados, no nos miramos ni en privado.
Como sin par desfacedora de entuertos, La Isla Mágica
deshace no sólo los conceptos citados sino aún los que
elaboran los teóricos de la antinovela que desde hace
algunos años, y en Francia principalmente, tratan de
hallar una nueva e inexistente piedra filosofal . Digo esto
porque la novela de Sinán evidencia un proceso revolucionario en literatura sólo comparable al Ulises de Joyce
95
en su época . Claro que desde entonces y hasta la fecha ha
corrido, como se dice, mucha agua bajo los puentes.
Quizás por ello, Sinán, como sabemos, no ha sufrido
criticas ofensivas ni ultraje a su persona como hubo de
soportar el autor irlandés . Pero como cambian las épocas
cambian los métodos, y los censores al servicio de
pretensas moralidades están alerta y tratarán, estamos
seguros de ello, de limitar la circulación de La Isla Mágica
en el Continente e impedir que una gran editorial la
incluya en su sello.
De todos modos hay que decir que su autor ha demostrado desde un pequeño pais de América Central
(Panamá) que para un novelista, cuando se lo es de
verdad, no existen temas anquilosados ni estilos que
obedezcan exclusivamente a teorías conceptivas y estéticas.
Hispanoamérica no ha tenido grandes novelistas telúricos ; sin embargo, en las dos últimas décadas, comienza
a tenerlos cósmicos . Los primeros particularizaban al
hombre considerándolo un ser ignoto, arrinconado en
determinado punto geográfico o histórico, supeditado al
tiempo y al espacio . Los segundos, aún sin crear personajes desarraigados, generalizaban al homo sapiens.
Lamentablemente hay quienes acusan a estos últimos de
colonialistas intelectuales en nombre de abstrusos y
trasnochados nacionalismos . Con su novela y quizás sin
proponérselo, Rogelio Sinán (siempre el teórico unido al
artista) echa por tierra esas desmontadas posturas ideológicas . Si, porque el artista (en este caso el escritor)
puede retomar los temas culturales provenientes de
cualquier latitud, sopesarlos, tamizarlos, trasladarlos e
insertados con el sello de su personalidad al territorio
literario o geográfico con el que tenga afinidades . Caso
contrario, seria lo mismo que rechazar los medios de
locomoción, porque la América indigena no conoció la
rueda antes de la llegada de los conquistadores europeos.
96
Como veremos, Sinán retoma lo válido de una vieja
tradición literaria inhumana en unos casos, mutilada y
adulterada en otros por el advenimiento del Cristianismo
y su entronización dogmática . Por su idiosincrasia los
personajes de La Isla Mágica son panameños . La ambientación y el clima insinúan el trópico, sugieren un
istmo y tierras insulares . La acción transcurre en una
isla, pero trátase de una isla llena de voces y con atisbos
de varias latitudes . Sólo asi se justifica que haya alli el
espiritu de un Decamerón blanco y la presencia de un
Decamerón negro (Boccaccio y Frobenius), un Don Juan
en las dos variantes del mito creado por Tirso de Molina
y retocado con añadidos de Zorrilla : el hereje y el seductor
de mujeres . Del mismo modo hallamos huellas de cierta
literatura licenciosa italiana y de la picaresca española
(La Celestina, especialmente), el universo tremebundo
de Dante y de Goya, los avatares del Renacimiento con
sus sensualidades y colores, sus madonas de rosada
carnadura y los momentos estelares de cierta marginada
literatura grecolatina. Un halo de saludable paganismo
recorre las páginas de la novela, animando una tipología
que nos hace recordar El Satiricón de Petronio y nos
remonta axiomáticamente a la infancia de la ficción oral
y escrita: los cuentos, mitos y epopeyas mesopotámicas
y egipcias . Todas estas influencias coadyuvadas por
modernas interpretaciones del psicoanálisis, significan
una especie de expoliación (véase el onirismo de La Boina
Roja) que ahora, ante un género literario más complejo,
exige otros enfoques y otro discurso analógico que configuren una prédica o una toma de conciencia realista.
Idea y forma están en la novela tan estrechamente
enlazadas que dificilmente podríamos delimitarlas . Desde
los tiempos de Platón hasta la fecha, según pretenden
algunos filólogos de la antropología, el concepto de IDEA
ha sufrido varias transformaciones de semasiología, y en
la actualidad bifúrcase en lo que, a falta de términos más
97
elocuentes, llamaremos forma y fondo.
La Isla Mágica se nos figura una grande y policroma
ostra por obra y gracia del realismo mágico y, al mismo
tiempo, una radiografia de un conglomerado social con
eclosiones dramáticas. Sinán, que ha transitado exitosamente los caminos de la cuentística y la poética, aborda
ahora, por segunda vez (conste que desconocemos su
difcl primera novela), con el talento que se le reconoce, la
tarea de la novelística en una novela que rompe totalmente en lo que a estilo respecta, con la narrativa de
entretenimiento, tan nociva como inocua . La Isla Mágica
no posee personajes centrales porque ella misma es la
protagonista de su propio mundo . Sus primeras páginas
no conformarán nunca al lector de la habitual novela
cronológica en donde los personajes están supeditados a
los cánones de cierta metodología tradicional en lo que
respecta a su armazón y emplazamiento . El protagonista,
héroe, personaje o como se le quiera llamar, se ubica, si
tenemos que dar un ejemplo, en el siguiente orden : nace,
crece, estudia, toma un arma, va a la guerra, mata o
hiere, regresa, disfruta o lamenta la victoria (pequeña
variante) se duerme y muere . Todo de acuerdo a una
moraleja de concepción que, felizmente, está cayendo en
desuso, y a la cual Sinán, como aparece, vino a dar el
golpe de gracia . Este comienza su novela evocando la
muerte mitificada de Juan Felipe Durgel, invirtiendo el
orden de lo que muy bien puede ser un poema dramático.
La prótasis no existe y la catástrofe está en el "Contrapunto simbólico en memoria del héroe", antes de la
epitasis, en un engarce de precedencias y sucedientes. Es
un proceso solvente, aunque de poco uso en literatura
romancesca, que viene a demostrar que la vida de un
personaje de ficción puede empezar después de su muerte.
Las escenas iniciales de la novela, aparentemente dispersivas, pero en realidad caóticas, en busca de la unificación, de la luz que iluminará el cuerpo colectivo de la
98
isla, necesitan ahondar las raices y crecer vertical y
horizontalmente para entrelazarse . Cuando ello se da,
sentimos un deslumbramiento sensorio, tocamos conciencia de que nos hallamos frente a un universo in
crescendo, un gran mural de una historia genesiaca con
vagidos, aullidos y estertores que conforman el contexto
de una de las más logradas novelas de América . Sinán
nos hace comprender que si sus cuentos impactan
primordialmente en nuestros sentidos por esa mezcla
mágica compuesta de dramatismo, humor, lirismo y
sintesis, en su novela, como género preciso, más exigente
y ambicioso, el impacto es más moroso pero más perdurable y se dirige, amén de nuestra sensibilidad, a
nuestro razonamiento.
Otros novelistas adscriptos a los que dio en denominarse realismo mágico (Carpentier y García Márquez
entre ellos), emplean la palabra como método impresionista ; Rogelio Sinán, en cambio, sírvese más bien de un
estilo de indole expresionista en el que tienen voz todos
los afluentes . Sus contrapuntos en el cierre de los capitulos constituyen una dualidad de humorismo y melodrama en una reussite que conceptuamos perfecta.
Como comprobación nos basta señalar aquél en que
Barrabás (el perro), acoplado con la perrita Fifí, la arrastra hacia el templo en el preciso instante en que el
sacerdote lee la escena en la cual Pilatos pregunta al
populacho "Queréis que os suelte a Cristo o a Barrabás?",
y, en la plaza, los chicos -refiriéndose al perro- le responden gritando : ¡Barrabás! ¡Barrabás!
Hay en La isla Mágica superposiciones que, tal como
en el pictórico contraste del rojo sobre el verde, sobresalen por su fuerza expresiva y hasta podrían considerarse como cuentos interdependientes, supeditados en
última instancia al leitmotiv que en este caso es la novela.
Y ésta, en contenido y estilo, se nos figura, en proporciones equivalentes, una saga tropical y una narrativa
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realista . A veces hay en su contexto cambios inusitados,
mas siempre relevantes, convincentes . Del diálogo suele
pasarse al monólogo esporádico y viceversa. Sinán habla
del personaje (en tercera persona) y acto continuo pónelo
a hablar de sí mismo y de su circunstancia, cuyo resultado trasparente es el encendido del cuadro, la ampliación
y luminosidad de la imagen . En la prosa de esta novela
nos topamos con términos que dan la pauta de cierta
cultura filológica a la que el autor parece avezado. Con
frecuencia encontramos vocablos mexicanos y centroamericanos de dificil intuición para los españoles y
rioplatenses, neologismos de invención personal y arcaísmos con vigencia en América . También aquí y allí hay
páginas salpimentadas con frases en italiano . Es probable que a muchos hispanoparlamentes les sean raras
palabras como fungir, foetear, tunda, etc ., ni cierta osada
terminología, no condenable, que abunda en la novela.
Empero, esta particularidad de un escritor siempre remozado, será tema para los gramaticones sin estilo o para
algún critico versado en filologia, puesto que en La Isla
Mágica está patente una capa colorada para todos los
redondeles.
Despojados de las placentas nocturnas (epilogo-introito), los recién nacidos comienzan a hacernos oir sus
vagidos aurorales . "¿No escuchan como un rumor de
voces? Es la forma de hablar de las criaturas de la
Naturaleza" dice el autor . Sin embargo, en la invocación
a la luz, en el deslumbramiento lúdico que es toda la
novela, hay una innegable aleación entre habla-acción y
habla-estilo, es decir, la ansiosa (no visibilizada) búsqueda de unidad entre fondo y forma, uno de los significados
de la Gastalt de que habla el estructuralista Rofles . Pero
lo que para el teorizador italiano es mero esquema de una
teoría, es un don (perdónesenos el convencionalismo),
una constancia fundamental, en Sinán, porque, dicho en
otras palabras, el creador fecunda, mientras que el critico
100
se masturba . Pero dejemos las teorías y sigamos deleitándonos con las páginas de una novela en donde los
travestimentos son, al mismo tiempo, una máscara y una
trasposición de la realidad . En "Contrapunto simbólico
en memoria del héroe", primer capítulo de La Isla Mágica
nos topamos con toda una descripción epitalámica para
celebrar simbólicamente la boda de Juan Felipe Durgel y
la muerte . Es simultáneamente la coronación del héroe
y el epilogo de la obra, un epóligo que toma el lugar del
introito y hasta lo substituye con ventaja, creando de esa
manera el contrapunto narrativo a que nos tiene acostumbrados al autor . Siendo una especie de réquiem para
un Decamerón negro (color epidérmico) es también, como
salta a la vista, una pantalla cinematográfica donde
inicialmente se mencionan los nombres y el papel que de
ahí en adelante desempeñarán los personajes . Con un
acopio de rememoraciones dignas de encomio, el creador
de tan vasta cosmogonía, tras de crear y dispersar sus
criaturas, comienza a reubicarlas . La prosa no abunda
en exuberancias ni coloraciones innecesarias . El lenguaje es brillante, sin ser terso ni pretencioso, y la trama, no
obstante su aparente espontaneidad, está debidamente
planeada y, mejor aún, ejecutada . En Sinán creemos
hallar a un tenaz racionalista bajo la máscura de un
mago.
No sabemos si La Isla Mágica es una obra maestra,
como lo fue en su tiempo Madame Bovary de Flaubert.
yverla Para saberlo seria necesario alejarnos en el tiempo
desde otra perspectiva, cosa prácticamente imposible . El
tiempo, de eso estamos seguros, dará un día su fallo
inapelable cuando se putrifiquen los silencios premeditados y conniventes y se destruyan los tabúes . De todos
modos creemos firmemente que es una de las novelas
más hermosas y más desprejuiciadas que se han escrito
últimamente en América . No es, desde luego, a pesar de
las escenas eróticas en que es feraz, una novela para una
101
burguesia acomodaticia y anestesiada por los bestsellers
triviales . Para leerla deben poseerse meritorios dotes de
análisis, estar libre de prejuicios religiosos e inmunizado
contra el virus de las inhibiciones sociales, en sentido
amplio, así como saber resistir la censura de los clérigos
y gendarmes y oponerse a ciertos puritanismo mojigato.
Un día, quizás no tan lejano como pudiera parecernos, la
novela de Sinán, al igual que el Ulises de Joyce en la
actualidad, será editada y difundida en sucesivas ediciones. Mientras tanto habrá que hallar un editor prometeico predispuesto a correr el riesgo que su publicación (su segunda edición) involucraría . De encontrarlo,
teniendo en cuenta las obras prohibidas a diario en los
países de este Continente, ese editor no será un hispanoamericano, ni siquiera un español.
Los comentadores de La Isla Mágica empéñanse en
hacer resaltar particularidades estudiadas del realismo
mágico de Sinán, endilgándose, como arpegios, sinónimos de resonancia poética: Brujo, Mago, Alquimista,
verdaderas máscaras de extracción pirandelliana . El
propósito de los predicantes es digno de incentivación y
sólo es de lamentar que no hagan resaltar, delimitándolo,
el realismo de la novela en su integridad de forma y
contenido, puesto que el gran artista y poeta de hálitos
mágicos, que todo eso es Sinán, también es, simultáneamente, un novelista de tesis que, como tal, se propuso en
primera instancia hacer la radiografía de su isla en
sentido genérico, esto es, no únicamente como una
porción de tierra rodeada de agua o un conglomerado
humano sino asimismo una amalgama de realidad y
sueño . Alguno que otro de los comentadores llega a
hablar más del creador que de la obra olvidando que el
móvil de la crítica es ésta y no aquél . Casi todos ellos
saben decir, pero no tienen qué decir o, lo que es aún
peor, no osan hacerlo . Sin embargo, alguien estudiará un
día La Isla Mágica de pe a pa y escribirá sobre ella el
102
ensayo desmenuzador que se . merece.
Creemos que Sinán no escribió La Isla Mágica, para
nadie en particular, sino para si mismo, que es la mejor
manera de escribir para un público de distintos ámbitos
geográficos . Empero, lo poliédrico de su novela, sus
múltiples enfoques y su nunca desmentida autenticidad
de hombre y escritor, dan temas para críticos de las más
dispares tendencias, inclusive para los marxistas, porque,
evidentemente, hay allí denuncia social : "Esa noche
Chompipe se acostó con su Pita, y en los días subsiguientes sintió vergüenza y rabia al ver cómo los gringos,
con arreos de combate, invadieron, asesinando a muchos
inocentes con la anuencia, complicidad y beneplácito de
las autoridades oligarcas" . No es ninguno de los personajes sino el autor quien asi se expresa . Igualmente
encontramos en las páginas de la novela (en algunas de
las más elocuentes) una pintura exacta de la religión y
sus avatares centroamericanos o condenación metódica
es, sin embargo, un exponente de veracidad, un testimonio irrebatible . Sinán no despotrica contra la religión, ni
siquiera la impugna tan sólo se limita a captar y transmitir como una máquina filmadora sus absurdos y
contradicciones, conteos y plegarias caricaturescos ¿Y
qué faltaría decir de un dogma, de una mística teñida de
fetichismo, de una concepción del mundo anticientifico?
Si algo faltara decir, he aqui una elucidación que, más
que elucidación, es una exposición irreversible:
"Yo era travieso pero sencillo de alma . Pensaba que si
el Papa era infalible debía ser bondadoso . No creas en
pájaros preñados, me dijo un día Faustina . No existe el
Niño Dios ni Santa Claus. ¿Quién diablos te va a dar la
bicicleta? Yo, que era un niño ingenuo, le escribí al Papa.
No contestó ni púdrete . Hace poco consulté con Hipólito
ese asunto. Me dijo que las cartas que le llegan al Papa las
amontonan en el patio del Vaticano y las queman sin
abrir para que Dios las lea directamente y conceda los
103
pedidos, pero aún sigo esperando mi bicicleta, dice un
don Plácido que para los budista Dios siempre está
dormido . Cuando los fieles ingresan en el templo tocan
una pequeña campana que hay en la puerta. De esa
manera Dios despierta y sabe que has entrado a rogarle.
Cuando te vas, la tocas nuevamente y él se vuelve a
dormir" . Sátira, ironía, humor, he aquí la triplicidad
fotográficamente expositiva de Rogelio Sinán.
Quizás los personajes de este novelista panameño no
posean raíz telúrica, puesto que no se presentan explícitamente ubicados o definidos en determinada zona geográfica (aunque intuimos que se trata de una isla panameña) . Para los exégetas de cierta literatura comprometida, y hasta para creadores de la talla de Miguel Angel
Asturias, esa falta de definición territorial atenta contra
la idiosincracia de los personajes y disminuye los valores
de la obra literaria. Creemos que tal interpretación es
meramente problemática . De haber un coeficiente basado en probabilidades, su veracidad redundaría en concepciones ideológicas o posturas estéticas muy discutibles, y, en ese caso, una novela de la intensidad dramática y los altos valores sociales de, por ejemplo, Le Salaire
de la Peur de George Arnaud no tendría razón de existir.
La verdad monda y lirondas es, por lo tocante a nosotros,
la siguiente : la interpretación cósmica, tal cual lo hace
Sinán en su novela, no es de ninguna manera inferior al
telúrico que impregna, verbigracia, las novelas de Ciro
Alegría.
Ese pequeño mundo insular con personajes fabulosos
por las dimensiones de lo humano de un mainland
intuido pero no hallado, presentan en lo simbólico estrechos contactos con la visión dantesca de un mundo en
ebullición . Sólo que en Sinán la dosis de humorismo fino
y atildado que suele imprimir un sello muy personal a
toda su producción literaria, lo inhibe de cultivar, pongamos como caso, la tragedia por la tragedia, no obstante
104
saberse que en la vída como en el arte nadie es hijo de
nada y todos debemos algo a nuestros antecesores . Por lo
tanto, ni las frustraciones ni la angustia de la muerte
vividas por Danilo, son descritas en abstrusos patetismos . Sin embargo, la veta irónica resulta a veces neutralizada por la dolorosa realidad de muchas escenas, como
podemos ver en el cierre de los capítulos . Quiere esto
decir que no todo en La Isla Mágica es malabarismo
estilizado con miras a un esteticismo quintaescenciado,
sino que también vibra en sus páginas una gran dosis de
humanismo : un humanismo sin moraleja, sin mayúscula, propio de la especie viviente que partiendo del australopiteco llegó al homo sapiens . No vemos en esta novela
al hombre excepcional sino a los hombres comunes que
de acuerdo a sus definiciones o complejos tratan de vivir
la vida tal como la conciben o les es impuesta . Hacen lo
que hacen sus congéneres de otras latitudes, sin bifurcaciones ni bipolaridades a fortiori, lo cual les exige su
conformación biológica empero, su creador retomando
una vieja tradición de la literatura grecolatina, inhumada
por el cristianismo de la Edad Media, hace sobresalir una
de sus peculiaridades: el erotismo que, por otra parte, es
un don nato del hombre, reprimido arbitrariamente por
la mística masoquista y sádica de los malos cristianos en
el llamado mundo occidental . Hay en este sentido escenas dolorosas en la novela que, desde luego, nunca son
llevadas a las últimas consecuencias por oportunas (?)
obliteraciones salvo las eróticas . En éstas, sí, hay crudeza, pero no creemos que haya propósitos apologéticos ni
intención deliberada de pintar aporismas pornográficos
a la manera de un Guido de Verona o un Pitigrilli.
La escena del reencuentro de Danilo con su madre en
el prostíbulo, más que escandalizarnos nos consterna.
¿Qué importa que algún critíquillo, pretenso rector de la
sociedad en que vivimos y a la que algunos a sabiendas
llaman nuestro estilo de vida, diga que estamos ante una
105
novela escrita para coprófagos?
Puesto que el protagonista es la misma isla, hablemos
un poco de los personajes : Juan Felipe Durgel igualmente conocido por sus homónimos Chompipe, Pipe,
Pingamoza y algún otro que se nos olvida es un tipo de
garañón que trasciende más allá de los limites tolerados.
Además, es un sátiro, un ente maquiavélico, un Don
Juan tosco, un Casannova sin suerte o con ella, predestinado a morir succionado por los vampiros o murciélagos en la iglesia sin dejar descendientes . Es una de las
fuerzas de la naturaleza del trópico y, al mismo tiempo,
el último vástago de su genealogía . Por otro lado es una
especie de hermano mayor del pequeño granuja conocido
en "A la orilla de las estatuas maduras" . Su razón de ser
está en lo que Sinán denomina bálano, canuto, alfanje,
falo, cirio pascual y otros términos de su morfología
personal . Otro personaje de interés y trascendencia por
su drama íntimo, su desarraigo social, víctima de una
educación alterada -un nuevo Cristo crucificado o un
Edipo que no supo contestar las preguntas de la Esfinge-, es Hipólito Danilo, quien, forjado por la Iglesia para
una vocación que sólo correspondía a una parte de su
personalidad, llega a diácono pero no alcanza a verse
ordenado sacerdote . Es, con intermitencias de sensualidad frustrada y eflorescencias de sodomía, una especie
de Caballero de la Fe obligado a traicionar la religión que
él creía ser la razón de su existencia . En suma : Danilo, el
hombre de la barba nazarena a quien en secreto amaban
las mujeres, espíritu hamleteano del ser o no ser, remanente de lecturas bíblicas, cómplice de Dios, igual que
éste por haber violado a una virgen, guiñapo humano
masoquista, acomplejado, etc ., no concita aversiones ni
siquiera menosprecios sino un sentimiento infinito de
piedad . Es quizás el personaje más logrado del libro y, al
mismo tiempo, aquél que suscitará en un futuro más o
menos cercano, la atención de los siquiatras de la lite106
107
CLAVES DE LA NOVELA
"PLENILUNIO"
EN OCHO RELATOS DE
ROGELIO SINÁN
Jaime García Sauceda
ROGELIO SINAN corresponde a la generación de los
"vanguardistas" cuya participación en la literatura panameña data desde 1931, año en el que aparece un
semanario llamado "Antena": refugio del movimiento
por cierto tiempo.
En el número 2 de "Antena" (25 de abril) aparece un
cuento del entonces desconocido Rogelio Sinán (seudónimo de Bernardo Domínguez de Alba) : "El sueño de
Serafín del Carmen" . Este relato no tenía precedentes en
Panamá . Su autor aprovechó las nuevas tendencias y a
pesar de que nada era invento suyo, todo en él resultaba
novedad . El sueño, el monólogo interior, las manifestaciones del subconsciente explicadas por Freud,
constituían los recursos de la creación estética.
Al siguiente número de "Antena" se reprodujeron
fragmentos de un ensayo de Antonio Marichalar sobre
James Joyce que transcribe un trozo del final de Ulises
escrito sin puntuación, sin secuencia lógica (versión
tomada de Jorge Luis Borges en la revista "Proa", N° 6,
Buenos Aires, febrero de 1925), réplica fiel de esa otra
lógica que no pertenece al mundo de la vigilia y que
Rogelio Sinán, el joven, ya absorbía.
Antes de la publicación de "El sueño de Serafin del
Carmen", ya Rogelio Sinán había escrito un primer
cuento siendo aún estudiante del Instituto Nacional de
108
Panamá, fue en las postrimerías del año 1923 cuando la
Federación de Estudiantes de Panamá . (con sede en el
Instituto Nacional de Panamá), abrió un concurso de
cuentos, para conmemorar la fecha de independencia de
Panamá de Colombia (3 de noviembre de 1903).
La medalla de oro y el Diploma correspondiente, con
fecha 4 de noviembre del citado año, le fueron entregados
al ganador del Primer Premio, estudiante Bernardo
Dominguez de Alba, por su cuento "Viela di San
fGiovan", irmado con el pseudónimo de Domingo Alberti.
Este cuento fue publicado en los números 1 y 2 de la
revista "Juventud" (órgano de la misma Federación de
Estudiantes) correspondientes a los días 6 y 23 de mayo
de 1924 . La revista "Lotería" de Panamá lo reprodujo en
su número 194, de enero de 1972, y la Editorial Signos
fundada primero en México (1982) y después en Panamá
(1983) por el escritor Enrique Jaramillo Levi, lo incluye
en el libro El candelabro de los malos ofidios y otros
cuentos en 1982, último libro de Sinán publicado hasta
la fecha.
"Vida di San Giovanni" es la nota crepuscular en la
narrativa de Rogelio Sinán, quien lo escribe cuando
apenas frisaba los 19 años . Desde su aparición en 1924
hasta "Sin novedad en Shanghai", aparecido en 1939,
se fueron ordenando las claves o planos de fondo y lo
formal-expresivo : antecedentes fundamentales de Plenilunio (Premio Novela, Concurso "Ricardo Miró " , 1943).
Los ocho relatos precedentes a Plenilunio son : "Viela
di San Giovanni" (1924), "El sueño de Serafín del
Carmen" (1931), "A la orilla de las estatuas maduras"
(1932), "Hechizo" (1938), "Lulú ante los tribunales"
(El proceso de la bestia) 1938, "Navidad ... pero sin
pavo" (1939) y "Sin novedad en Shanghai" (1939).
En el plano de fondo tenemos las conveniencias de lo
obsesivo que se distiende a través de la frecuencia de lo
psíquico, lo onírico, así como también las claves socio109
políticas, raciales e históricas por medio de la mordacidad y la crítica ; mientras que por el plano de lo formalexpresivo, tenemos que se vertebran los diversos niveles
espacio-temporales, el diálogo, el monólogo interior, las
fuentes míticoliterarias, las imágenes frecuentes (símil y
metáforas) y el estilo uniforme (frases breves, ágil, casi
periodístico).
En el plano de lo obsesivo tenemos que hay reiteración
de varias constantes que serán refundidas en Plenilunio ; a saber:
1- "Viela di San Giovanni" : planteamientos de complicaciones psíquicas que provocan un desequilibrio moral, casi obsesionante en los caracteres.
2- "El sueño de Serafín del Carmen" : lo obsesivo se
percibe a través de un bregar precipitado entre la
vigilia y el sueño.
3- "A orilla de las estatuas maduras" : hay una
obsesión por zafarse de los prejuicios que atan al
subconsciente con lo sexual.
4- "La única víctima de la revolución" : lo obsesivo
queda planteado en el desfile de razonamientos e
introspecciones que efectúa la protagonista y que
revelan un anhelo desorbitado por mejorar su
condición social a través de un imprevisible caos
moral que la destruye.
5- "Hechizo" : lo obsesivo llega a través de lo lúdico
y lo mítico.
6- "Lulú ante los tribunales": la nota obsesiva
reposa en las formulaciones de corte políticosocial y racial que el narrador desea manifestar a
través de sus caracteres, a manera de protesta.
110
a través de cada personaje que anhela con vehemencia llegar a su destino para lograr ver sus
sueños convertidos plenamente.
8- "Sin novedad en Shanghai" : la nota de lo obsesivo
radica en el ambiente de desasosiego de los pasajeros del trasatlántico, quienes llevan el germen de
una posible catástrofe debido a la guerra que se
cierne sobre ellos.
Los planteamientos de complicaciones psíquicas conllevan en cada relato notas sutilmente diferenciadas.
Veamos:
Lo sexual se advierte en "Viela di San Giovanni" (crisis
interna de un hombre al tener relaciones sexuales con su
hija) ; "A la orilla de las estatuas maduras" (los valores
morales resquebrajados por lo sexual) ; "La única víctima
de la revolución" (entrega sexual que conlleva una frustración moral) ; "Hechizo" (sentido de culpabilidad por
relación sexual con una doncella).
Las circunstancias externas como ejes de un desorden
psíquico se advierte en: "Lulú ante los tribunales" (muerte
que ocasiona una histeria colectiva) ; "Navidad. . . pero sin
pavo" (la naturaleza opuesta a un fin colectivo) ; "Sin
novedad en Shanghai" (circunstancia histórica que incide en las vidas de los pasajeros de un trasatlántico : la
guerra) ; mientras que lo onirico puro lo tenemos distentido en "El sueño de Serafin del Carmen" como marco
estructural del relato ; en "La única víctima de la revolución" y "Hechizo", la pesadilla cumple un cometido de
importancia en el orden interno de los protagonistas.
Por otro lado, lo onírico insinuado queda plasmado en
"Navidad. . . pero sin pavo" en donde cada criatura vive
inmersa en un estado de sueño que se frustra ; en "Sin
novedad en Shanghai", el protagonista alude a los hechos
111
novedad en Shanghai", el protagonista alude a los hechos
vividos como si hubieran sido producto de una pesadilla.
Otra de las relaciones espontáneas que Rogelio Sinán
maneja en los cuentos es el símbolo que representan los
personajes de los mismos ; a saber:
"Vida di San Giovanni":
Juan del Valle y Viela di San Giovanni . Estos son
símbolos del amor incestuoso en la literatura (Edipo
y Electa proyectados).
"El sueño de Serafin del Carmen":
El protagonista que sueña . Símbolo del hombre
contemporáneo que busca en lo onírico la evasión a
la realidad que lo desconcierta ; por ello, sueña con
mundos que se disuelven en la niñez perdida y con
seres fabulosos que hubiera deseado ser.
"A la orilla de las estatuas maduras":
El niño simboliza la conciencia ; es la voz y el mundo
que señala.
El cura simboliza la tragedia de una cultura que no
considera lo que hay de irreductible en el hombre.
Las jóvenes desnudas simbolizan lo sexual en la vida.
"La única víctima de la revolución":
Laura. Símbolo de la sociedad deprimida.
Don Pepe . Símbolo de las líneas ideológicas corrompidas.
"Hechizo":
El fotógrafo americano . Simboliza al corruptor de las
costumbres sagradas de una sociedad ajena a su
temperamento.
112
Los campesinos de Hong Kong. Simbolizan la tradición.
El brujo chino . Símbolo de la interferencia en el plano
de lo mágico, de una cultura sobre otra.
"Lulú ante los tribunales":
El belga Loy . Simboliza al inmigrante explotador, sin
escrúpulos ni moral.
"Navidad .. . pero sin pavo":
La tía Fina . Símbolo de una clase social sojuzgada ; es
el dolor y la frustración simbolizada en esta anciana.
"Sin novedad en Shanghai":
Los pasajeros del trasatlántico rumbo a Hong Kong.
Simbolizan, como un todo, al caso del "snobismo"
representado en los pasajeros de la primera clase,
ante el caos irreversible de la conflagración.
Las claves de carácter sociopolíticas, morales, raciales
e históricas las encontramos en:
"La única víctima de la revolución":
Propuesta crítica del narrador a los políticos como
Don Pepe : ser inescrupuloso que se vale de su
posición influyente para violar la moral del pueblo.
"Lulú ante los tribunales":
Problema de la comunidad negra en Panamá indignada ante los extranjeros manipulados todos por la
prensa "amarilla".
"Navidad... pero sin pavo":
Refiere el resquebrajamiento moral de la Tia Fina,
pobre mujer isleña que se ve sola con sus sueños
113
vueltos añicos al percatarse de la tragedia de su hija
perdida por una casta social que no permitió darle la
oportunidad de ser una persona útil para la sociedad.
"Sin novedad en Shanghai":
La clave histórica aquí es vital para explicar la
situación de angustia y desasosiego que se respira en
todo el relato.
El empleo de los diversos niveles espacio-temporales
que serán la nota fundamental en la estructura de
Plenilunio quedan consignados en:
"Viela di San Giovanni":
Relato que ofrece ocho partes y en cada una de ellas
hay alternancias espaciales y temporales que rompen
la linea del relato ; es una sinfonía de "flashback".
"El sueño de Serafín del Carmen":
En un solo encuadre el narrador rompe con las
fórmulas de espacio y tiempo trasladando al personaje central de un lugar a otro con extraordinaria
habilidad, como sólo suele ocurrir en los sueños.
"A la orilla de las estatuas maduras":
Es la traslación espacio-temporal que efectúa el
héroe del cuento hacia aquel otro mundo de la niñez
con sus humoradas y estrategias adolescentes.
"Navidad. .. pero sin pavo":
El autor provoca dislocamientos espacio-temporales
al dejar que cada ser reflexione sobre hechos pretéritos.
114
El diálogo es un recurso estilístico favorito de Rogelio
Sinán ; no hay relato, a excepción de "El sueño de Serafin
del Carmen" y "A la orillas de las estatuas maduras" que
no contenga diálogos ágiles, cortantes, saturados de ágil
y sorprendente mecánica coloquial . Es un elemento recurrente, sin lugar a dudas.
Las fuentes mítico-literarias revelan inquietud del autor por universalizar su arte y el gusto por las con lentes
de la literatura universal . Estas fuentes aparecen en : "El
sueño de Serafín del Carmen", "La única víctima de la
revolución" y "Viela di San Giovanni".
En Plenilunio se compendian las claves enunciadas;
todas se encabalgan en un solo haz ; a saber:
1- Lo obsesivo:
Ese plano abarca estos aspectos en la
novela:
a.-
b.-
c.-
Lo psíquico en Elena Cunha, Ninski, Mack y
Crispín, que son seres destruidos por problemas internos de hondo conflicto que se explayan hacia los linderos de lo sexual.
Lo onírico : la novela ofrece este elemento como una factura totalizante al igual que "El
sueño de Serafín del Carmen", por el encabalgamiento de las imágenes disimiles en un solo
plano narrativo que nos aproxima a una frecuencia de corte surrealista.
Claves socio-políticas, raciales e históricas y
morales : Rogelio Sinán completa su obra con
estas claves que le adjudican doble validez a
su inspiración ; asocia los esquemas interiores con los exteriores ; los conjuga y se vuelve,
en ocasiones, un denunciante : clave obsesiva
de su producción:
(1) Problemática de orden político-social en el
115
istmo durante la II « Guerra Mundial.
(2) Problemática moral de una sociedad corrupta en todos los aspectos y que abarca
hasta los gobernantes, incapaces de zafarse
de la disipación del momento.
(3) Problemática racial que nos habla de los
negros como en "Lulú ante los tribunales".
Estos son negros que trabajan para el gringo
en la Zona del Canal, sometidos a humillaciones de toda índole y a la vez desposeídos en
barrios indigentes, como le acontece al Mack
Amargo y a su familia.
ch . - Los personajes-símbolos que ya Sinán empieza a elaborar con obsesionante inclinación
desde su primer cuento "Viela di San Giovanni", vuelven a ser nota preferencial en esta
obra donde cada carácter representa un aspecto de la vida desdibujados con trazos de
gran artista.
2- Lo formal.
Como dijimos anteriormente las imágenes favoritas
de Sinán son el símil y la metáfora y en Plenilunio
la proliferación de éstas es extraordinaria, casi lírica. Como advertimos, los ocho relatos estudiados
germinaron plenamente en Plenilunio como una
acumulación de fórmulas y tanteos estilísticos y temáticos.
Extracto de la tesis doctoral del autor, presentada
en la Pontificia Universidad Javeriana, en
Bogotá, Colombia.
*Tomado de la revista "Maga", Nº 5-6,
Panamá, enero-junio de 1985.
116
"NUESTRAS POLILLAS SON
ALTAMENTE INTELECTUALES"
-entrevista- Enrique Jaramillo Levi
El desarrollo de las letras panameñas hubiera sido
completamente diferente sin el aporte creativo de Rogelio
Sinán . Sus poemas, sus cuentos, sus novelas, sus farsas
de teatro infantil y su participación directa, durante los
últimos 56 años, en el desarrollo cultural de Panamá,
han significado un extraordinario enriquecimiento no
sólo del acervo sociocultural del país, sino también de las
actividades y actitudes que poco a poco, sin duda demasiado lentamente, han ido permeando la sensibilidad de
creadores y receptores de cultura.
Ya es un lugar común señalar que el mundo de la
literatura nacional empieza a cambiar tras la lectura y
comprensión de los poemas de Onda (Roma, 1929),
después de la inicial extrañeza de cuentos como "El
sueño de Serafin del Carmen" y "La boina roja", y a raiz
de las novelas Plenilunio (1947) y, más recientemente,
La isla mágica (1979) . Y obviamente se trata de razones
de fondo (aunque la forma en Sinán, como en cualquier
artista original, tiene una importancia fundamental e
inseparable de los contenidos de la obra), que determinan
el cambio cualitativo que su presencia permanente en la
producción cultural en el país implica . Razones éstas que
los críticos y estudiosos de la obra de Sinán presentan,
mediante artículos, reseñas y ensayos aparecidos en
periódicos y revistas de diversos países, desde aquel
mismo año de 1929, sostenidamente, hasta fechas muy
recientes .
117
Sinán ha sido entrevistado en múltiples ocasiones, en
suelo nacional y en otros ámbitos . Conversador ameno,
de habla pausada y profundos conceptos, dueño de una
memoria privilegiada y de un riquísimo bagaje de experiencias y conocimientos, es un hombre que respira una
singular mezcla: sostenida autoestimación y humildad
por todos los poros . En este sentido, entrevistarlo entraña, además de un privilegio, algunos riesgos que
deben conocerse de antemano y, también, una considerable responsabilidad moral.
En primer lugar, con Sinán existe entre los intelectuales panameños una especie de inconsciente "culto a la
personalidad" . Al Maestro no puede tocársele ni con el
pétalo de una rosa . Los juicios sobre su persona o su obra
que no sean elogiosos se consideran de mal gusto en
nuestro medio . Además, recordémoslo, se trata de una
gloria nacional (sin duda lo es) que ahora tiene 83 años
de edad. Y todos sabemos que la veneración está reñida
con el necesario rigor critico que debería ser propio de los
intelectuales . Menciono lo anterior, porque en esta entrevista he procurado seguir los más estrictos criterios de
profesionalidad, y no impera en ningún momento una
actitud de conformismo ni de sumisión . Me refiero al
hecho de que, como es sabido, el texto integrado de una
entrevista, así como la responsabilidad por su autoría,
corresponden al entrevistador . Sinán hubiera querido
que esta entrevista tuviera otra presentación, un formato
en el cual sólo el entrevistado llevara -como un largo e
ininterrumpido monólogo- la voz cantante . Sin embargo,
el estilo de quien formula las preguntas, la continuidad,
ritmo, oportunidad, perseverancia y capacidad de lograr
respuestas adecuadas, poco conocidas tal vez, novedosas o incluso polémicas, son parte del libre juego de
conformación de un texto a dos voces en el que también
quien hace las preguntas expresa una posición frente a
los hechos planteados y espera, a cambio, la formulación
118
de una posición -similar o diferente- completa y honesta.
La extensión de las respuestas suele ser, generalmente, más larga, detallada o pletórica de información y
experiencia que la de las preguntas, las cuales sólo deben
ser puntas de lanza que motiven al entrevistado y lo
vayan llevando por el camino que se ha propuesto el autor
de la entrevista. Por supuesto, si el entrevistado no desea
contestar ciertas preguntas, si evade en alguna de sus
respuestas el meollo del asunto planteado o si procura
inventar respuestas para acomodarlas a interrogantes
que no han sido formuladas, entonces la responsabilidad
del entrevistador se toma más compleja y apremiante, al
grado de tratar de "salvar" de la manera más ética posible
los fines de la entrevista, la relación personal que puede
existir con el entrevistado y la coherencia del producto
final: el texto que habrá de llegar al lector.
La admiración y respeto que siento por mi Maestro,
Rogelio Sinán, están fuera de todo cuestionamiento
posible. Sus libros, junto con dos o tres otros, fueron los
textos de cabecera de mis primeros años de formación
literaria. En 1965 fue mi profesor de Arte Dramático en
la Universidad de Panamá . Posteriormente, durante mi
residencia de 12 años en México (1971-1983), no sólo me
cartee con él sino que lo iba a ver cuando llegaba de visita
a la capital azteca o era invitado a algún congreso de
escritores . El primer libro publicado por la Editorial
Signos en México, en 1982, en la "Colección Portobelo/
Serie Autores Panameños", dos meses después de fundada por mí, se llamó : Homenaje a Rogelio Sinán (poesía
y cuento), y llevaba un prólogo con mi firma . Durante
mi visita de tres meses a Panamá a fines de ese mismo
año, lancé sin éxito porque se declaró desierto, el Premio
de Novela Corta "Rogelio Sinán . Al año siguiente
-1983- Editorial Signos publicaba en Panamá (teniendo
su sede en México) el libro número doce de la antes citada
"Colección Portobelo" : El candelabro de los malos ofi119
dios y otros cuentos, último libro publicado hasta hoy
por Sinán (sin incluir reediciones de libros anteriores y
antologías) . Y ahora, al cumplir 83 años de edad en 1985
nuestro connotado autor, la revista MAGA vuelve a
rendirle merecido tributo al dedicarle un voluminoso
número doble (Núm . 5-6) en el que se han recopilado
textos y fotografías, éditos e inéditos, de y sobre Sinán en
una combinación de materiales de calidad y cantidad
nunca antes reunidos en un solo espacio con respecto a
un escritor panameño dentro o fuera de nuestro país.
Establezco estos precedentes para que se comprenda por
qué esta entrevista se presenta en su forma e intención
original, y con las acotaciones necesarias . Pude, sin
duda, haber hecho concesiones . Pero entonces la entrevista, más que pertenecer a dicho género, se hubiera
convertido en un texto más de Sinán, de los que hay ya
abundantes ejemplos en esta revista.
Aclaro, por último, que algunas de las preguntas
formuladas no fueron contestadas por Sinán, sobre todo
las que se referían a la situación sociopolítica actual en
Panamá . No comparto, por otro lado, algunos de los
juicios del Maestro en torno a política cultural, por
considerarlos demasiado negativos o parciales . Tampoco
quise polemizar en torno a las dos respuestas políticas
que sí expresó Sinán, pues él no gusta de discusiones
públicas que puedan poner en tela de duda sus criterios
contundentes.
Sin duda, el autor de La isla mágica conserva su
lucidez y sentido del humor, además de una prodigiosa
retentiva a los 83 años de edad.
A lo largo de varias sesiones, realizadas en el estudio de
Sinán y durante un paseo por las veredas del Parque
Omar (agradezco a Carlos Guardia su paciente profesionalismo en la toma de fotografías) se fueron concretando
los conceptos que ahora aparecen resumidos y expresados en este texto que, espero, resulte del agrado del
120
lector. Reitero mi afecto por Sinán y rindo tributo a su
excelente obra literaria, ejemplo de cosmopolitismo artístico y de raigambre nacional depurados, de cuya savia
continuarán nutriéndose nuevas generaciones de panameños.
1 . - Es casi obligado, en entrevistas de amplio contenido,
plantearle al escritor de renombre ciertas preguntas
fundamentales, que suelen ser las mismas para
cualquier autor, pero que implican un marco de referencias necesario para conocer la posición del hombre y del artista frente a cuestiones básicas de la vida
y del arte. Maestro Sinán, ¿cuál es para usted la
relación de fondo que existe o debe existir entre vida
y arte antes, durante y después de creada la obra
artística?
La pregunta requeriría una extensa explicación . Son
muchos y distintos los factores, los elementos, las
facetas. Guyau, Bergson, Croce, Goldmann, Lukács
y muchos otros nos lo han tratado de explicar cada
cual a su modo . Cada cual a su modo es casualmente el titulo de una comedia en la que Luigi
Pirandello juega con los conceptos y al fin nos deja
en Babia . El arte es magia; la vida, no . Si lo que
quieres es referirte al hecho creador en sí, puedo
decirte que, según mi criterio, la idea inicial surge en
la mente . Aveces basta sólo un chispazo, un recuerdo, un perfume, una frase, un dibujo . Supongo que
la imaginación es la encargada de elaborar, amasar,
estructurar, dar forma al magma . Todo ello es parte
del proceso creador, durante el cual la masa se
transforma en expresión, en lenguaje . El arte es vida
creada por el artista, ya sea escritor, píntor o escultor. He leido que, antes de pintar La Ultima Cena,
Leonardo se sentaba horas y horas frente al muro
121
observando las diminutas líneas, los rasgos que en
él había dejado la pátina del tiempo ; y a punto de
esculpir el Moisés, Miguel Angel meditaba ante el
bloque de mármol, diciéndose a sí mismo : "Lo que
debo tallar está allí dentro de la piedra . Mi mente ya
imagina su efigie tal como mi cincel la dejará . Sólo
falta desbastar lo superfluo . Mi trabajo consiste en
eliminar la broza." Pero previo al Moisés cuánta
fatiga, cuánto estudio . Con anterioridad a su creación
como arte (pintura o escultura; poesía, cuento o
novela, sin olvidar el teatro y otras modalidades) las
siluetas o espectros de las obras se encuentran
delineados en los silos profundos de nuestro espíritu . "El poeta es un pequeño Dios", dice Huidobro.
"Poeta nascitur", decían los latinos . Y Neruda, "para
nacer he nacido" . Lo cual indica que los artistas
nacen predispuestos a la creación artística . Sin
embargo, no basta haber nacido con predisposiciones especiales . "Ser es hacerse", sostiene Pirandello . Lo cual indica que hace falta estudiar, trabajar
y dominar la materia . Por su afán de estudiar
anatomía, Miguel Angel robaba cadáveres en el
cementerio. Una noche, llevando a cuestas uno, dio
un tropezón, cayó, rompióse el hueso de la nariz y,
desde luego, perdió sus rasgos primigenios . Los
múltiples esbozos y dibujos que ha dejado Leonardo
dan una idea de que no sólo era genial sino también
de que se desvelaba estudiando . Quienes sienten y
tienen afición por el arte, por la literatura, leen con
placer y estudian a los clásicos, a los maestros, a los
que marcan rumbos e itinerarios . Hay escritores que
corrigen lo escrito a medida que avanza la creación;
otros lo hacen después del fatigoso proceso creativo
y hay quienes nunca quedan satisfechos . Manzoni
(Los noveles) y Flaubert (Madame Bovary) pasaron
muchos años corrigiendo cada nueva edición de sus
122
respectivas novelas. En El olor de la guayaba,
García Márquez afirma : "Puedo gastar hasta quinientas hojas para escribir un cuento de doce" . En mi
caso específico, voy corrigiendo a medida que escribo . Finalizada la obra la sigo corrigiendo, pues
nunca quedo satisfecho.
Con respecto a la técnica, siempre he dicho que cada
cuento o novela exige un tratamiento diferente . El
cuento es síntesis ; la novela es análisis. No es fácil
definir lo que actualmente se denomina cuento, pero
volviendo a sus orígenes, podía decirse : Cuento es la
primera persona del verbo contar : yo cuento . Es
decir, cuento era lo que podía narrarse, contarse . Lo
cual lo acerca un poco a la aritmética . Por eso
tenemos Las mil y una noches, Alí Babá y los
cuarenta ladrones, El Decamerón, de Boccaccio
(que son cien cuentos), y así por el estilo . Pero hoy el
cuento no se puede contar . Hoy día es dificil que algo
pueda contarse con la facilidad y sencillez de antes.
El mundo actual es complicado . Hasta los cuentos
para niños traen ecuaciones, fórmulas, galaxias.
2 . Replanteemos el viejo problema de la originalidad en
la obra de arte, y de la adhesión a ciertas tendencias
o modalidades preestablecidas. Esto tiene que ver
con la conveniencia de insertar la fantasía a la obra
como catalizador de nuevas posibilidades de estabilización y por lo tanto de interpretación por parte del
lector. En casi todos sus cuentos, y en sus novelas, se
nota cómo la imaginación, a veces desbocada, juega
un papel fundamental, al grado de que se ha hablado
en ciertos casos de "realismo-mágico" . En general,
¿cómo opera la imaginación de Rogelio Sinán en los
hábitos creativos, en las actitudes frente al hecho
literario?
123
Hoy día los escritores no se preocupan por afiliarse
a escuelas ni a tendencias . Cada cual crea su estilo
y se ingenia por ser original . Aunque le apliquen el
mote de realista o naturalista o mágico-realista, no
ha de salvarse del fracaso si la obra es mala . Por un
ensayo aparecido en Buenos Aires me enteré que
escribia realismo mágico . Por otro, comprendí que la
clave de mi narrativa estaba en la ambigüedad.
Analizando tal aseveración recordé que viví en Roma
cinco años precisamente en la época en que Luigi
Pirandello hacía furor y hasta obtuvo el Premio
Nóbel. En ciertos casos creo que los escritores no se
dan cuenta de que en sus producciones existen o
florecen influencias ajenas o hijas del cine, de la
televisión, de la época . Tal fenómeno ocurre involuntariamente . Las literaturas están encadenadas entre sí . Juan Boscán y Garcilaso imitaban el dolce
stilo nuovo italiano . Cada escritor, hoy día, cuenta
con su propia licuadora de sueños como lo he dicho
en La Isla Mágica ; pero como éstos no han sido
fabricados en serie como ocurre en las sociedades de
consumo, se hace preciso crear la propia y mezclar
en ella elementos oníricos muy personales . Hay
ciertos escritores que para cierto público resultan
complicados. García Márquez, que es un gran narrador, hace literatura de primera y todo el mundo
lo entiende.
Supongo que en todo lo que escribo para los niños,
mi fantasía es la clave, aunque en mis otras obras
creo que ésta se confunde con la imaginación, y ¿por
qué no?, con la magia. Supongo que el oficio de
escritor no requiere conocimientos muy profundos
de estética, sociología, psicología u otras ciencias.
Uno debe acercarse a tales conocimientos según sea
el tema de que escriba . En casi todos mis cuentos y
novelas hay casi siempre un médico o un psicólogo.
124
Mi abuelo era médico rural . Jamás cobró por sus
consultas . Un día salió a hacer una a las tres de la
mañana bajo la lluvia. Pescó una pulmonía . Desde
esa fecha no lo he olvidado nunca, pero al pueblo no
le ha importado un pito . Para crear personajes (o
reales o ficticios) debe uno conocerlos en su pulpa.
La escena relativa a la procreación de los peces en mi
cuento "La boina roja" me exigió la lectura de cuatro
libros sobre la vida erótica en el mar . Cuando siento
el impulso de escribir algo (rumiado ya por cierto
toro interior) pongo en la máquina la hoja en blanco,
y el fenómeno literario se produce, a veces de golpe
y otras después de muchas correcciones . He leído
varios libros de teorias literarias . Me parecen de gran
utilidad sólo para los críticos y, desde luego, para los
profesores de la materia . Aunque parezca paradógico, el escritor debe forjarse como el atleta, a fuerza
de ejercicios, leyendo obras maestras y escribiendo.
3. - Todos los escritores panameños no han tenido, como
usted y como yo, la feliz oportunidad de salir del país
y convivir con otros pueblos, con otros artistas, con
otras actitudes gubernamentales de patrocinio cultural. No han vivido el fenómeno
autor-obra-editor-público, el juicio severo o elogioso de una critica
profesional, de una crítica que realmente lo es y que
funciona como hecho social cotidiano . ¿Qué enseñanzas le ha dejado el hecho de haber vivido en el
exterior, de haber viajado tanto, y que se reflejan en
su obra literaria?
Efectivamente he viajado mucho y es indudable el
hecho de que, en verdad, se aprende mucho viajando, más que nada cuando la estada se prolonga en
cada sitio del itinerario . En los viajes aprenden
quienes desean hacerlo . Humboldt (Alejandro) y
125
Darwin (Carlos) se formaron viajando . Sin embargo,
los marineros de profesión se pasan la gran parte de
su vida viajando y ya sabemos lo que dice al respecto
Neruda: "En cada puerto una mujer espera / los
marineros besan y se van / una noche se acuestan
con la muerte / en el lecho del mar. Los viajes que
más me beneficiaron fueron mis veinte meses en
Santiago de Chile, mis cinco años de Roma, mis casi
veinte meses en Calcuta, mis meses en París y mis
diez años en México . Mi formación casi completa,
desde el punto de vista literario, se la debo a Italia.
Por cada nuevo idioma que aprendes te enriqueces
leyendo nuevos clásicos . No quiero que se me malentienda . Muchas personas conocen varias lenguas
y pueden convertirse en poliglotas, pero no en escritores.
4.- En Panamá la gente lee muy poco. El Estado no apoya
a los escritores publicando a los más valiosos, mediante certámenes (además del Concurso Ricardo
Miró), becas, talleres literarios, premios a las mejores
obras publicadas, etc., como ocurre en otros ámbitos.
El escritor es un marginado, un ser que además tiene
que ganarse la vida en otros menesteres, a veces
afines, otras muy poco relacionados. Sin embargo,
existe una muy decorosa literatura nacional ; aunque
a tropezones, la gente que realmente escribe, lo sigue
haciendo. ¿Cómo podría crearse un ambiente, una
actitud, un acopio de hechos que estimulen más al
escritor en nuestro medio?
En los países de poca población como Panamá, los
problemas editoriales no tienen solución comercial
fuera de la enseñanza . Y la cosa es más grave cuando
se sufre una crisis como la actual . Siempre que es
126
necesario ahorrar, las nueve musas sufren las consecuencias . Gracias a Benjamín Carrión, el Ecuador
cuenta con la Casa de la Cultura y Cuba con la Casa
de las Américas fundada por Haydée Santamaría.
Las capitales y ciudades densamente pobladas de
otras partes de América editan mucho debido al
hecho de que cuentan con un enorme mercado
interno no sólo de lectores normales o habituales
sino también de colegiales y universitarios ; pero
estos libros no se difunden fuera del propio país
aunque lleven el sello de editoriales famosas logrado
a base de convenios . He ahí el por qué los llamados
escritores del boom prefirieron irse a vivir a Europa
o a horizontes de mayor difusión editorial, pues así
el mundo los pudo conocer y se dio cuenta de que
eran admirables . Creo que vivimos en la época de la
literatura iberoamericana. La Casa de las Américas
nos hizo conocer la rica literatura caribeña gracias
a la intuición y el impulso de Haydée Santamaría . En
Cuba nació el boom y asimismo las ediciones millonarias que rebajaron el precio de los libros, pues la
campaña de alfabetización había multiplicado el
número de lectores.
En Panamá existe una magnífica simiente literaria,
gente muy bien formada y hecha para el trabajo
intelectual; pero tenemos que aceptar que somos
como una torre de Babel; demasiados idiomas y muy
pocos lectores de nuestros libros . Tú lo dices bien
claro . La gente lee muy poco . Prefieren ver la tele ; o
alquilar, por muy poco, cualquier cassette de Betamax; los vecinos costean los tragos . De ese modo,
permanecen en casa, lo cual es menos peligroso;
porque ahora, con el problema de la "crisis", nunca
se sabe. De noche es más seguro permanecer en el
dulce hogar.
¿ De qué medios valernos para estimular a los escri127
tores en nuestro medio? Veamos lo que ocurre en los
paises vecinos . Colombia y Venezuela tienen un rico
mercado interno y han hecho convenios con famosas editoriales españolas . En Costa Rica, el Gobierno ha creado, la EDITORIAL COSTA RICA, con renta
propia, que edita gran cantidad de libros de autores
nacionales . La Editorial EDUCA (dignamente dirigida por la escritora Carmen Naranjo) ha editado y
sigue editando libros de todo Centroamérica . Nicaragua hizo una seria campaña de alfabetización y,
ahora, allí, como en Cuba, la gente lee y los libros son
baratos . En Panamá es plausible la labor que realizan diversas instituciones bancarias o autónomas
creando concursos literarios. No solamente lo hacen
con la idea de descubrir nuevos valores sino de crear
más abundancia de lectores . Están las Ferias del
Libro (y entre ellas merecen mencionarse las efectuadas por la Universidad de Panamá, con rebajas
del 50%) . La cantidad de libros vendidos indica que,
en verdad, lo que hace falta es dinero y lectores que
compren . En las casas sin libros y sin hábitos de
lectura, lo que triunfa es la magia de la televisión,
invento ideal para una sociedad de consumo, pero
en el que pueden proyectarse buenos programas
como hace Canal 11.
5. - ¿Cree usted que la cultura nacional, la que ya existe
y la que nuestros artistas son capaces de producir en
el futuro, merece la creación, a mediano plazo, de un
Ministerio de Cultura, aunque con recursos modestos
pero administrado por gente eficaz y de amplio criterio? Y sobre todo, ¿merece nuestro pueblo, receptor
real de la cultura, una iniciativa y un esfuerzo como
ése?
¿Propones la creación de un Ministerio de Cultura?
128
¿Crees que la crisis resistiría otra carga burocrática?
Contentémonos con el actual Instituto Nacional de
Cultura cuyo menguado presupuesto lo tiene en
jaque. Más valdría crear un Ministerio encargado de
administrar las tierras y bienes revertidos, un Ministerio para activar la pesca en ambos mares, un
Ministerio para la supresión del contrabando, un
Ministerio para la cría de los recursos marinos, un
Ministerio para recuperar ciertos balboas que como
Balboa se esconden en un barril para viajar de
polizón, y un Ministerio que resuelva el misterio de
los contenedores invisibles.
6 .- Yo he propuesto varias veces, sin que se me escuche
en absoluto, la creación de una verdadera Editora
Estatal. En el número 4 de "Maga" dí a conocer dicho
proyecto para la creación de un INSTITUTO NACIONAL DE FOMENTO EDITORIAL. ¿Usted qué piensa al
respecto?
¿Más Editoriales sin presupuesto? ¿Para qué, amigo
mío? Hay Ministerios e Instituciones oficiales con
buenas imprentas propias pero el presupuesto no
les basta para los respectivos materiales que requiere
la impresión de los textos . Se crearían editoriales
oficiales ; se editarían los primeros libros (que nadie
leería) a todo lujo . Después el presupuesto queda en
veremos . La Comisión encargada de hacer el escogimiento de los próximos libros desentrañará entre los legajos de la época colonial qué mamotreto
entrará en lista de espera para ser editado en el año
de Ña Upa . Después de la edición de 1903 de Horas
Lejanas, de Darío Herrera, Diógenes De la Rosa
editó, por encargo de la primer célula del INAC, una
segunda edición actualmente agotada . Hace falta
una nueva edición . A los jóvenes también hay que
129
darles oportunidad de editar sus libros . Menos mal
que existen iniciativas modestas importantes. Pedro
Rivera hace prodigios en tal sentido con sus ediciones "Abriendo puertas", sus publicaciones periódicas : Temas, La otra columna y Formato 16.
De mi primer libro ONDA, editado en Roma, 1929, no
se habían hecho más ediciones (fuera de que Guillermo Andreve la incluyó en su Biblioteca Cultura
Popular . Recordemos que también Mario Augusto la
incluyó en un suplemento de la revista Lotería).
Rivera ha hecho la segunda edición, como libro.
Tampoco hay que olvidar que la Academia Panameña de la Lengua y varios clubes e instituciones
privadas han hecho ediciones valiosas, como las de
la obra de María Olimpia De Obaldía, Demetrio
Korsi, León A . Soto, etc . Y, por supuesto, está la
enorme labor editorial de tu Editorial Signos.
7 . - Sin duda hace falta aquí una lucha gremial por los
derechos del escritor panameño, la creación permanente de una Asociación de Escritores Panameños.
Todos lo sabemos y sin embargo, nadie ha querido o
podido unificar un gremio en tomo a objetivos comunes,
haciendo a un lado diferencias ideológicas . En su
opinión, ¿valdría la pena retomar esta posibilidad en
el Panamá de hoy?
Lamento que casi todas mis respuestas sean un
poco escépticas . Desde que era estudiante de Secundaria, ya era Presidente de una "Unión de Escritores" cuyos miembros sólo éramos tres . Después
fui Pre-sidente de una "Unión de Escritores" de la
cual me deshice mediante un autogolpe de estado.
Dejé el paquete en manos de Pedro Rivera quien, a
su vez, haciendo un pase de magia, lo integró al
Frente de los Trabajadores de la Cultura, que
130
hasta ahora es la asociación más efectiva que ha
existido al respecto sin diferencias ideológicas ; tanto
en manos de su fundador Ramiro Ochoa como en las
de Jilma Noriega y en las de Guillermo Castro, esta
agrupación ha realizado una magnífica labor.
Efectúan con frecuencia peñas literarias con éxito y
muy buenos resultados . Promueven pacíficamente
a los artistas populares y también actividades más
altas de nuestra cultura . He tenido oportunidad de
escuchar en su humilde local al Coro "Música viva"
de Ledezma y el de un grupo de chilenos, "Canta
América", aparte de muchas otras iniciativas particulares.
8. - Panamá ha dado magníficos escritores, sobre todo
cuentistas y poetas, a veces en forma sostenida, a
veces esporádicamente, a lo largo de los últimos 82
años . Desde Darío Herrera con sus Horas lejanas
(Buenos Aires, 1903) hasta el joven Claudio De Castro, quien ha venido publicando interesantes cuentos
breves en "La Estrella de Panamá" y en "La Prensa",
existe una continuada tradición de narradores panameños talentosos . ¿Qué podría hacerse a fin de
promover más el conocimiento de nuestra literatura
en los colegios del país y, a la vez, incentivar su
desarrollo en los jóvenes escritores?
Los escritores panameños de los distintos géneros
están en los programas elaborados por el Ministerio
de Educación . Conozco profesoras y profesores vivamente interesados en la materia y hasta invitan a los
autores a dar charlas o lecturas o simplemente a
conversar con los alumnos para que éstos los conozca . , He aquí el motivo por el cual varios libreros
editan libros de cuentos, novelas o textos de
geografía, historia y otras ciencias relacionados con los
131
programas de enseñanza . Aún con las serias dificultades que plantea la crisis económica se siguen
editando los libros premiados en el Concurso "Ricardo Miró" y los de otros premios de más sencilla
categoría . Y ya he mencionado la actividad editorial
de Pedro Rivera, con apoyo presupuestario de la
Universidad de Panamá, y la que tú mismo realizas.
Ustedes se lanzan a veces a verdaderas aventuras de
magia. Los números aparecidos de la revista MAGA
son buenos signos de tal categoría . Todos estos
ejemplos y muchos otros significan que hay gente
culta, de buena voluntad, que no se niega a estimular a los jóvenes . Frente a la grave situación
económica mundial, aún presenciamos proezas como
las mencionadas y muchas otras.
9. - ¿Cuál es la relación que existe entre Plenilunio y La
isla mágica en cuanto a sus orígenes o intenciones?
Mis dos novelas, Plenilunio y La isla mágica, tienen
técnicas distintas . Te voy a referir cómo surgieron.
En el año 1942, el escritor panameño Moisés Castillo
creó, en el Ayuntamiento Provincial de Panamá, el
Concurso Literario Ricardo Miró . En esa ocasión fui
uno de los miembros del Jurado de Novela cuyo
Primer Premio le tocó a El Cabecilla, de José A. Cajar
Escala, obra que sigue sosteniéndose en cartel porque
sencillamente es un buen testimonio . En el 43 se me
ocurrió la peregrina idea de concursar o, mejor
dicho, de competir, a pesar de que la asignación
ofrecida era sólo de B / .250.00 . Debo explicar que en
ese tiempo un dólar valía realmente un dólar . Barajé
en mis archivos diversos temas y preferí el de La Isla
Mágica, que entonces iba a llamarse Semana Santa
Pagana, (título este que se ha prestado a confusiones
debido a mi poemario Semana Santa en la Niebla
132
con el cual ocurrió algo parecido por la falta de
tiempo debido a decisiones de última hora) . Después
de varios meses de trabajo organizativo, finalmente
había escrito 75 páginas de La Isla Mágica. El
conflicto de la obra debia ocurrir en el espacio de una
Semana Santa . Aún no había terminado el Lunes
Santo y sólo me quedaba un mes de plazo . La única
solución era buscar nuevamente en mis archivos y
hallar un tema exento de documentaciones . (La Isla
Mágica quedó treinta años archivada .) Me decidí por
un asunto imaginado en Calcuta . Plenilunio fue
escrita de un sólo envión . En ese tiempo no exigían
varias copias sino únicamente el original . Apenas
pude enviar el borrador . Yo corrijo a medida que
escribo de manera que mis originales son limpios . El
de Plenilunio se extravió en el Ayuntamiento . De allí
la discrepancia entre la fecha del Premio (1943) y la
primera edición (1947) . Quien defendió a capa y
espada esa impresión fue el Secretario del fenecido
Ayuntamiento, Diógenes De la Rosa . Mi poemario
Semana Santa en la Niebla también fue escrito en
menos de un mes . Las bases del Concurso exigían 25
poemas como mínimo . Escogí 25 temas del Evangelio capaces de adaptarse a la Naturaleza del Trópico. Resolví crear poemas de idéntica estructura.
Luego de barajar distintos metros y estrofas, me
pareció más adecuada la de ocho versos alejandrinos asonantados . Faltaban solamente 26 días para
la entrega. Le dediqué un día entero a cada poema.
Desde las ocho de la mañana comenzaba a escribir
y romper hojas . Me vi obligado a veces al despilfarro
de papel . (Siento envidia por Lope, que escribía una
comedia en una noche, sin corregirla) . Finalmente
terminé la obra . Al día siguiente la envié, y obtuve el
Primer Premio . Al componer los versos me atuve a
los dictados de Valle-Inclán: "Pocas palabras y riqueza.
133
de sílabas" . En uno de los poemas logré un alejandrino con sólo cuatro términos : "Realízalo, dorada
pupila matutina" . Dicho sencillamente, en mi caso,
ésa es la relación entre arte y vida ; por lo menos en
uno de sus múltiples aspectos . Sobre éstos podría
escribirse un libro o dos o tres.
10.- En el número 5-6 de Maga, dedicado a usted, tratahemrogáfic mos de reunir parte del mejor material
crítico sobre su obra y publicarlo de tal manera que
sirva de consulta a los estudiosos de su obra. Sé que
usted tiene un archivo personal donde ha ido recogiendo estos trabajos . ¿Podemos contar con este
material?
Mis archivos andan manga por hombro, pero ya
veremos lo que se puede hacer . Los alumnos graduandos dispuestos a hacer tesis o trabajos de clase
sobre mi obra vienen a visitarme, piden prestados
los originales con el compromiso de devolverlos y no
lo hacen . De esa manera se han perdido recortes,
fotografías valiosas, documentos, etc . Aparte de ello,
nuestras polillas son altamente intelectuales, se dan
sus atracones de libros y papeles, cartas y documentos valiosos . Sin embargo, con un poco de buena
voluntad, algo haremos.
11.- Algunas personas en Panamá que admiran su obra.
su calidad profesional, pero que tienen convicciones
ideológicas fuertes contrarias a las suyas, lamentan
que ustedfirme comunicados de protesta o de solidaridad con causas que ellos consideran "totalitarias".
Les molesta, pues, que usted se manifieste a favor de
las revoluciones Cubana y Nicaragüense . ¿Podría
analizar brevemente este tipo de comentarios y opinar sobre sus afinidades políticas?
134
No soy político ni estoy afiliado a ningún partido
político . Fui Presidente del Comité Panameño de
Solidaridad con el Pueblo de Nicaragua e hice todo lo
posible por cooperar y conseguir el triunfo de la
revolución . Sigo siendo Presidente del Instituto de
Amistad con ese país . Lo he visitado varias veces y sé
que los sandinistas están tratando de transformar,
educar y hacer de Nicaragua un país en el que el
pueblo viva sano, feliz y en santa paz . La UNESCO,
la FAO y otras instituciones han manifestado que
Cuba es el país de Latinoamérica que goza de mejor
alimentación, educación y salud . El Estado se ocupa
de la educación de los hijos desde el kinder hasta el
último nivel universitario . Los libros de texto son
gratis . Personalmente he podido enterarme de que el
pueblo se siente satisfecho . No hay motivos de
quejas debido a que no existen analfabetos ; tampoco, gente sin empleo. Los intelectuales saben que
sus originales serán editados y que recibirán derechos de autor . La única preocupación del pueblo es
la paz, la justicia y la ecuanimidad . A los miembros
del Jurado del Premio Casa de Las Américas, su
Directora les advertía: "No se preocupen por premiar
lo que políticamente sea impecable ; preocúpense
simplemente por premiar lo mejor . Y no olviden
nunca que el Premio es literario" . He asistido en La
Habana a congresos hasta de ochocientos escrítores
y artistas de los mejores de Iberoamérica . Todos
están en desacuerdo con la política neocolonialista.
12.- Tomando en cuenta que usted trató personalmente al
General Torrijos, ¿cuál es su opinión imparcial sobre
su personalidad y ejecutoria política?
- Fue un hombre admirado por todo el mundo civili135
zado . Se interesó por el bienestar del pueblo . Dadas
las circunstancias, hizo todo lo posible por dar a
conocer mundialmente el problema canalero y la
injusticia de un Tratado (el de 1903) a perpetuidad
y sin justa recompensa. Aún habiendo logrado un
nuevo Convenio que, sin lugar a dudas nos concede
la mayor ecuanimidad posible, se mostró en desacuerdo a la hora de firmarlo considerando que aún
así continuábamos bajo el paraguas del Pentágono.
Tenemos que reconocer que gracias a la insistencia
del General Torrijos nuestros técnicos, sólo a base
del diálogo, obtuvieron ventajas que en otra época
hombres de buena voluntad y gran saber no habían
hecho posibles . Desde el siglo pasado, Bolívar y
Martí presagiaban que un ave de rapiña se cernía en
vuelo agorero sobre nuestros países.
A ratos, como dentro de ocasionales paréntesis de
charla informal, Sinán ha hablado de otros temas, evocados sin duda por sus puntos de contacto con diversos
tópicos desarrollados más formalmente en la entrevista.
Así, puntualiza detalles sobre viajes ; motivaciones y
propósitos al escribir obras concretas (de esto hay abundantes ejemplos en otras entrevistas publicadas . Una de
las mejores es la que le hizo el critico uruguayo Jorge
Ruffinelli y que apareció en la revista mexicana Texto
Crítico, N° 12, Universidad Veracruzana, Xalapa, Veracruz, enero-marzo de 1979, la cual reproduje en el libro
Homenaje a Rogelio Sinán, selección y prólogo de E.
Jaramillo Levi, Ed. Signos, México, 1982) ; también
menciona el talento de algunos críticos panameños que
se han ocupado de su obra : Octavio Méndez Pereira,
Ricardo J . Bermúdez, Elsie Alvarado de Ricord, Gloria
Guardia, Jaime García Saucedo y Rafael Ruiloba, entre
otros, y en algún momento lamenta que destacadas
personalidades como Rodrigo Miró y Baltasar Isaza Cal136
derón hayan sido tan parciales o poco apologéticos de
novelas como Plenilunio y La isla mágica, respectivamente.
A menudo he sentido que Sinán, quien nunca llene
prisa para hacer las cosas y por lo tanto suele pensarlas
muy bien antes de hacerlas, tiene más energías que yo.
Sabe que el tiempo, como las obras trascendentes, es una
invención del hombre . Y él parece saberse dueño de todo
el tiempo del mundo.
*Tomado de la revista "Maga ", N" 5-6
Panamá, enero-junio de 1985.
137
ANÁLISIS DE LA OBRA
LITERARIA
DE ROGELIO SINÁN
Elsie Alvarado de Ricord
La atmósfera de juventud que se respira en el universo
poético de Rogelio Sinán es el producto de varios factores
convergentes : su talento creador, siempre al acecho de
concepciones y formas grávidas de futuro ; su conciencia
estética, afinada por una gran cultura literaria ; y su
dedicación, que ha sabido imponerse a toda clase de
apremios ambientales, lo mismo que a la gula filicida de
nuestro padre Cronos.
Cultivador de todos los géneros literarios, su ejercicio
es una concatenación que va de la poesía al cuento, del
cuento al ensayo, del ensayo a la crónica, de la crónica a
la novela, de la novela al teatro (autor y director) del teatro
a la entrevista, porque como entrevistado es también
personaje y actor, creándose a sí mismo y proyectándose
entre recuerdos, actividades actuales y programas de
acción, con el calor vital que la palabra del artista irradia.
Es un escritor severo en el rigor técnico con que fragua
sus criaturas, pero no les imprime rigidez, sino una
elasticidad que les permite albergar el aliento dionisíaco
de alta temperatura que él insufla a su temátíca ; resistir
los cambios de gusto literario ; mantener la calidad artística en lo erudito y en lo popular, con un lenguaje que
abarca todos los estratos culturales, capaz de abastecer
a disímiles personajes en variadas situaciones y ambientes . Su producción incursiona desde la literatura
infantil hasta la que puede clasificarse "sólo para adultos".
138
Sobre una base clásica que incluyó el estudio de las
grandes obras de la literatura universal, nuestro poeta,
situado en cuerpo y espíritu en su momento histórico,
leyó a los nuevos, hizo su escrutinio y se dispuso a su
propia aventura, ya que si bien es cierto que una obra
artística sólidamente fundamentada debe tener una segura base de tradición, siquiera en los supuestos, es
decir, en el conocimiento, en cambio lo que de hecho le
confiere carácter es lo que aporta de ruptura, creatividad
e innovación.
Era el periodo de entreguerras, tras la hecatombe de la
primera conflagración mundial, que sacudió la sensibilidad y provocó un giro axil en la cosmovisión de los
artistas, que cobró forma en los diversos - ismos clasificables bajo el nombre genérico de vanguardismo, a saber:
tras el antecedente del futurismo de Marinetti, que
comenzó en 1909, surgieron a partir de 1918 el dadaísmo, el creacionismo, el surrealismo, el ultraísmo, el
estridentismo, etc . En nuestro país, la consecuente receptividad de los artistas era algo previsible, lo mismo
que la actitud abierta de las mentalidades progresistas,
en el reducido número correspondiente a nuestra realidad demográfica . Dificil era la aquiescencia del gran
público destinatario, renuente a ese cambio, un poco por
la comodidad del apego a lo tradicional, aunque quizás
sobre todo por la inexperiencia y falta de orientación en
estos menesteres, y más aún porque se contaba con
buenos poetas consagrados en pleno ejercicio, como
Ricardo Miró y María Olimpia de Obaldía, que también
han dejado una obra perdurable.
El protagonismo de Rogelio Sinán en la creación literaria innovadora (Onda, 1929) y la consiguiente labor
teórica desplegada por algunos intelectuales prestigiosos
(Octavio Méndez Pereira, José Dolores Moscote, Manuel
Roy, Enrique Ruiz Vernacci, Demetrio Fábrega Arosemena, Diógenes De la Rosa, Rodrigo Miró, y en lugar
139
relevante Roque Javier Laurenza por su conferencia de
1933, Los poetas de la generación republicana) actuaron como catalizador en el triunfo de la nueva sensibilidad.
Poetas que en ese momento iniciaban apenas su búsqueda de formas expresivas y otros que llegaron a la poesía
en el instante en que el vanguardismo lograba asiento,
hallaron cauce propicio en la corriente innovadora que
Sinán introdujo y constituyeron una brillante generación
con figuras como Demetrio Herrera Sevillano, Antonio
Isaza, Roque Javier Laurenza, Eduardo Ritter Aislán,
Eda Nela, Lola Collante, Ricardo J . Bermúdez, José Adolfo Campos, Rosa Elvira Alvarez, Ester María Osses, Stella
Sierra y Tobías Díaz Blaitry, todos ellos con una clara
conciencia estética y una capacidad creadora que fructificó en obras muy meritorias, algunas de visible intención vanguardista, otras menos declaradas, pero siempre
con la originalidad y la disciplina que forjan la calidad de
la poesía. El estudio y la inclusión de una antología de
esos poemas en el Indice de la poesía panameña
contemporánea, de Rodrigo Miró, vino a constituir el
debido reconocimiento por parte de la crítica, que de este
modo señaló el sitio ganado por Rogelio Sinán y la
generación vanguardista en la historia de la literatura
panameña.
La revolución temática y formal que ganó espacio en
nuestra lírica con la Onda de Sinán se aclimató, creció y
se desarrolló ampliamente : la vigencia de sus procedimientos no se constriñe a las producciones con que
dichos autores siguen enriqueciendo la bibliografía nacional; es visible también en las generaciones siguientes,
pues pese a los necesarios cambios artísticos que cada
generación aporta y aun a la nueva actitud de compromiso político que caracteriza otras obras más recientes,
es claro que unos y otros partieron de un estadio en que
no se podía retroceder a los esquemas de las anteriores
concepciones generales y del lenguaje que configuró sus
140
modos expresivos.
La revolución vanguardista europea no se había limitado a trastocar el lenguaje poético sino que suplantó de
raíz las concepciones tradicionales por las correspondientes a la nueva sensibilidad.
La participación del subconsciente como una de las
formas de renovar y ampliar la actividad artística fue
cediendo luego el primer plano, aunque sin hacer mutis,
a la conciencia política que había ganado concreción
desde 1917 con la revolución bolchevique . Y se bipolarizaron las corrientes, desde la posición inicial de Marinetti, fascista a ultranza, hasta la convicción comunista de
Tristán Tzara, Paul Eduard, Louis Aragon, entre otros,
así como entre los de lengua española destacan César
Vallejo, Rafael Alberti y Pablo Neruda (antítesis de otro
genial poeta, Jorge Luis Borges) ; y de manera muy
especial, como respuesta a condiciones geográficas e
históricas muy al alcance de nuestro conocimiento, es
decir, las que precipitaron la revolución cubana, Nicolás
Guillén.
Onda está constituída por cuarenta y ocho poemas . Es
poesía originalísima, cultista, cifrada, ceñida y dificil
como correspondía al momento del artepurismo de la
generación española del 27 que Sinán en Roma leyó con
avidez . Para entonces campea el verso libre ; la rima se
bate en retirada desde los tiempos del simbolismo francés;
la medida silábica es sustituida por la acentual desde el
modernismo, y ésta cede el paso al ritmo interior . Métricamente, el verso de arte menor, blanco, y el ritmo
interior constituyen la dominante en Onda, pero no lo
exclusivo . El texto incluye un soneto endecasílabo, un
poema en serventesios alejandrinos que honrosamente
podría atribuirse a Manuel Machado, y una balada de
lineas tradicionales pero de naturaleza y contenido nuevos.
El oído de Sinán es seguro, lo cual propicia el juego
caprichoso con el ritmo, como se advierte en Onda y en
141
algunos poemas de Saloma sin Salomar.Podría decirse
que el Maestro tiene un oído caribe, como nacido al
compás de los tambores, parangonable al de Nicolás
Guillén . El ritmo se entrecorta ; se distribuye en estrofas
de pie quebrado ; se segmenta en pies acentuales desglosados ; se atomiza; se encabalga versalmente ; pero
nunca se pierde . El oído del lector lo capta así de partida,
desde los yambos sinuosamente distribuídos de la dedicatoria.
Contra lo que podría pensarse de una obra escrita en
la Ciudad Eterna, en Onda predomina la naturaleza
sobre la urbe . Hay poemas que son clarísimos antecedentes de algunos de Demetrio Herrera Sevillano, con
motivos que Herrera reforzó con un tremendo contenido
social . Otros marcaron huellas en los poemas iniciales de
otros vanguardistas istmeños, rebasados luego por ellos
mismos en sus poemarios siguientes.
La construcción apretada, rápida, exenta de adjetivos
y de adverbios, también proveniente del vanguardismo, a
través de Huidobro, de Jorge Guillén y de Alberti, impuso
la tónica a las primeras producciones de la generación
vanguardista panameña . También la supresión de la
anécdota, el nuevo lenguaje, la atenuación y a veces
exclusión, del sentimentalismo ; la figuración casi tácita
del yo ; asimismo la novedad de las imágenes, ya sensoriales, ya esenciales.
En Onda está presente nuestra naturaleza, y nuestra
sicología de pueblo tropical . La Balada del seno desnudo
no es parisina ni romana ; tampoco madrileña . El sabor
local que la distingue proviene del tema y su tratamiento,
de su ritmo y su lenguaje y, desde luego, del temperamento muy panameño del sujeto agente que la creó . Es uno
de esos hallazgos que quién sabe por qué no se habían
dado, cuando todos sus ingredientes son tan nacionales
que nadie confundiría su identidad . En su acierto expresivo se destacan el gracioso desparpajo con que cuenta el
142
incidente y el regodeo del estribillo.
Entre los poemas favoritos del pueblo panameño,
Patria,
Al Cerro Ancón, El Canto a la Bandera,
Ñatore
May, Cuartos y Nostalgia, todos ellos de hondo contenido patriótico o social, se encuentran hace tiempo la
Balada, que es el hermano díscolo, pero lleno del mismo
amor al terruño y a sus pobladores, aunque expresado
desde otras perspectivas, en un tono regocijante, nada
convencional.
El dialéctico enfrentamiento de dos poéticas que se
escenificó en nuestro istmo en 1929, produjo, por mutua
influencia o por síntesis, un salto cualitativo que sin el
acostumbrado parricidio, adelantó en varios niveles
históricos la espiral del quehacer literario panameño.
Una segunda etapa en su poesía es la que se inicia con
Incendio, poema en tres tiempos, inspirado en un fuego
que destruyó una casa de inquilinato en la ciudad
capital, sin dar ocasión a que los residentes escaparan.
El sentido de denuncia implícito en este poema está muy
velado porque en él se prescinde de toda referencia al
contexto social clasista, políticamente mediatizado,
responsable de la magnitud del incendio que cobró
muchas vidas trabajadoras . Para captar dicho sentido es
preciso conocer las condiciones infrahumanas en que
viven los ocupantes de las casas de inquilinato, la mayoría de las cuales se mantiene muy en peores condiciones que en 1944 por el deterioro de los sistema de luz
y de agua y principalmente de la madera con que están
hechas, fácil pasto de las llamas, que a veces devoran
manzanas enteras.
Para el poeta, que horrorizado presenció el siniestro,
fue como si la ficción del infierno dantesco hubiera
cobrado cuerpo e invadido violentamente las esferas de la
realidad, tomando por sorpresa a los vigías.
Es admirable cómo el factor tiempo, o sea, el ritmo,
dirigido por la batuta del maestro, es capaz de generar,
143
desde las capas interiores, tanta fuerza expresiva . En
este poema se han activado los más secretos mecanismos
del lenguaje, cuya ductilidad responde a la pasión y la
lucidez con que el poeta ha logrado penetrarlo mediante
la intensa búsqueda de la eficacia verbal, en función del
contenido.
La tercera etapa se abre con Semana Santa en la
niebla. Son veinticinco poemas trazados matemáticamente. Lo que más impresiona es el original contenido, de
gran frescor, sobre un tema permanente, el paisaje, que
Sinán explora con la pericia de quien conoce el oficio, e
interpreta con un entusiasmo a pulmón pleno, bajo una
visión religiosa que constituye el plano superficial de la
alegoría . De salida, esta inaudita inversión de términos
ymúltipe hace un guiño iconoclasta a la secular, extensa
corriente alegórico-dantesca.
Como el plano profundo es el movimiento vital de la
naturaleza, ajeno a las represiones sociales, en estado de
pureza virginal, la perspectiva religiosa introduce en el
caserío que se mece entre mar y cielo, la concepción del
pecado, y, como secuela, el terror y la penitencia . Ante las
espadas y las cruces con que se perpetró la conquista de
América, el caserío se humilla como un mastín, y lame las
arenas ; luego se pierde de vista en cuanto se presenta el
espectáculo marino.
Al nombre saloma, que en el cuarto libro es símbolo de
poesía, se le añade sin salomar, porque no se refiere al
folclor . Publicado en 1969, consta de cuarenta poemas
aislados, de distintos años, por lo que el libro es un tanto
heterogéneo . Mientras que en su línea poética el Maestro
tendía cada vez más a la unidad de cada obra, en éste la
dispersión cronológica se refleja en la temática y el estilo.
Como en toda recopilación de poemas dispersos, la
unidad-libro se sustituye por la unidad-poema.
Pero el espíritu de la época preside todos los cantos, en
los diversos contenidos y en el lenguaje, aunque la forma
exterior se acoja a igual eclecticismo que Onda . La
144
calidad también se mantiene : algunos dentro de la expresión cortada y ágil, otros en versos de arte mayor.
Siempre con un gran sentido del ritmo y con un alarde
creativo que generalmente se manifiesta con bastante
transparencia, y que a veces alcanza niveles metafóricos
poco accesibles.
El público se plantea si el Maestro es mejor narrador
que poeta, y lo cierto es que su fibra y su técnica son
magistrales en todas sus producciones . Quizás la pregunta más adecuada seria en qué género ha obtenido
más éxito, lo cual depende ya no sólo de la virtud
intrínseca de las obras, sino también del otro elemento
que hace posible y donde se completa la comunicación
literaria : la receptividad de los lectores, determinada por
factores culturales y por esa identificación social que
suele denominarse la idiosincrasia de un pueblo.
De allí que en nuestro medio, la Balada del seno
desnudo, con su humor festivo y su tratamiento sensual
tenga más acogida que los poemarios Incendio y Semana Santa en la niebla, de mayor ambición estética . Y que
el cuento A la orilla de las estatuas maduras, por
ejemplo, cuyo título supone una reminiscencia proustiana, haya calado más por su tema localista, lo mismo
que su argumento, personajes y ambiente y por su tono
humorístico, que por las alusiones mitológicas que sugieren el simbolismo del encuentro de dos concepciones
antitéticas del mundo, la medieval y la renacentista,
representadas en la jubilosa desnudez de las tres Gracias, riendo olímpicamente desde su realidad concreta
situada apenas a unos palmos sobre el nivel de las
imágenes proyectada en el agua como una especie de
sombras platónicas, causantes del temor del Ministro de
la Iglesia, que despojado circunstancialmente de sus
hábitos sacerdotales, se siente desprotegido y más aterrorizado que cualquier pecador ante las tentaciones de
la carne .
145
Toda la obra de Sinán es panameña, vale decir, hispanoamericana desde la parcela istmeña, concebida y
realizada en la lengua que nos es común ; o bien, latinoamericana, si, traspasando los linderos idiomáticos, se
alude a la realidad sociopolítica de nuestro subcontinente .
Para hacer más específica la referencia a los cuentos,
puede pensarse en aspectos como la temática, argumentos, ambientes, personajes, técnicas, perspectivas, sentido, lenguaje, finalidad . Es obvio que como autor de más
de cincuenta cuentos, ha localizado algunos de ellos en
otras latitudes (Hechizo, Una serpiente en mi cama,
Sin novedad en Shangai, etc.), ya que sus viajes y
residencia en diversos países expanden su capacidad de
ambientación, lo cual en el momento histórico que vivimos es no sólo normal, sino casi imperativo.
Desde lo que en sus relatos hay de contenido ceñidamente panameño, dentro de lo propio de la realidad
indoamericana, hasta la amplitud universal, se tejen las
tramas que en ondas concéntricas van envolviendo al
lector, que desde su tierra ve cómo desfilan paisajes,
situaciones, caracteres, vestuarios, conflictos de toda
índole, protagonizados por negros, blancos, chinos, indios, indígenas nativos, cholos y todos los mestizajes que
constituyen la heterogénea población istmeña, en la que
nada es exótico, porque su característica esencial parece
ser el cosmopolitismo, sobre todo en las ciudades terminales del Canal, Panamá y Colón.
Pero esta bola mágica en la que todo es representable
gira sobre un eje, el autor o sujeto agente, dueño de
cualidades esenciales y de firmes condiciones para el
ejercicio literario . Sinán llene una cultura amplia y
sólida, aliada a una profunda sensibilidad artística.
Posee suficiente claridad ideológica para situar sus relatos en la consecuente perspectiva, desde la cual la
finalidad artística se impregna de sentido social, o, más
146
ampliamente, de valor humano . Desarrolló tempranamente una conciencia estética que asigna color y tono a
la atmósfera ; que aplica una técnica particular innovadora. Es visible también la agudeza sicológica con que
nuestro autor escrudriña los móviles de la conducta y
recrea caracteres que transfiere al plano literario.
Por su dominio del lenguaje sorprende con el juego de
la polisemia y de la fonética expresiva, en un tono que a
veces marea y desarma al lector, acosado como un
"punching ball" entre lo lúcido y lo patético.
A lo largo de los años su temperamento ha sido sensible
a las incitaciones ambientales y el poder de la imaginación, estimulantes de su capacidad creadora que ha
generado, mediante el instrumento de la palabra, un
universo ilusionista, siempre desafiante, testimonio literario de las dimensiones empíricas y oníricas de la
realidad epocal que nos ha tocado en turno.
El maestro ha demostrado sabiduría artística al plantear
en sus narraciones asuntos de toda naturaleza, siempre
interesantes, con el adecuado tratamiento literario, con
un trucaje novedoso, con un lenguaje recursivo . Infiltrados en los relatos, como detalles menores, se entretejen
toques de apariencia marginal pero en perfecto acoplamiento y con funciones decisivas dentro de la línea
argumental, que matizan y enriquecen la trama, inyectándole de modo imperceptible un sentido de denuncia al menos comprometido de los relatos.
La discriminación racial, la explotación del trabajador,
el menosprecio y el vasallaje de la mujer, el maltrato al
niño, el abuso del poder, la complicidad de las clases
parasitarias, la corrupción administrativa, la desinformación, la desorientación educativa, la hipocresía de los
convencionalismos, en fin, todas las lacras que en mayor
o menor grado quizás se encuentren en todas las sociedades, son las constantes de los relatos de Sinán que
constituyen el telón de fondo e imprimen el sentido de
147
denuncia a estas producciones tan representativas de
nuestro momento en el amplio escenario latinoamericano.
Tributo a la estética imperante son el irracionalismo y
los correspondientes procedimientos como la sinestesia,
la imagen, la visión, la intertextualidad, las transposiciones temporales, la simultaneidad en la relación de
diferentes sucesos, por la renuncia a todo límite en la
organización del mundo . Una atmósfera en completa
libertad para la expansión del subconsciente.
Cronológicamente el primero de los relatos se adscribe,
desde el título, al más puro surrealismo : El sueño de
Serafín del Carmen (1931) . Aun dentro de su irracionalismo y su actitud evasiva, el relato tiene profundas
huellas del momento histórico, así en la técnica como en
ciertos elementos que se clavan como anclas en la
realidad espacio-temporal y revelan el gusto de la época,
los intereses dominantes, la moda musical y la vestimentada, el impacto del cine y también las preferencias
literarias y, en general, la cultura artística . Dentro de
todo, la presencia de los impulsos humanos, el ideal de
belleza, la tendencia al placer sensorial, manifiesta en la
insistente figuración de Anfitrite . El sueño de Serafín del
Carmen es, entre los relatos de nuestro Mago, la más
rendida filiación artística a las teorías freudianas que
constituyen la corriente intravenosa de toda su narrativa, en los subgéneros cuento y novela, con un mayor
desarrollo y abastecimiento de nuevos ingredientes en La
boina roja . Pero apuntando siempre hacia planos superiores en los que la voluntad personal de los desposeídos
se resigna, se deprime ose rebela, y generalmente se frustra en la maraña de una sociedad opresora y desnivelada.
En el universo narrativo de nuestro autor los personajes circulan de un relato a otro, como este Serafín del
Carmen, como Goyo Gancho, que figuran en La isla
mágica ya con la complejidad de los caracteres novelescos.
148
Desde los cuentos iniciales, nuestro autor demostró
una gran destreza en la técnica del suspenso y una
singular facultad de ciencia y magia para potenciar al
máximo la función expresiva del lenguaje.
Con las piezas teatrales, clasificables "para todo público", el mago prueba que a través de los años ha dado
fervoroso mantenimiento al área verde tierno de la infancia, con sus juegos y sus cantos, con su Caperucita, con
los animales de los cuentos preferidos, la Cucarachita
Mandinga, Ratón Pérez, Tío Conejo, y también los temibles enemigos, Tío Tigre y el Lobo Feroz . Sólo que al
proyectarse desde una mentalidad madura, la iluminación reporta un colorido que los niños acogen con su
candor natural, mientras que la conciencia del espectador adulto interpreta social o políticamente.
Es admirable la capacidad lúdica con que Sinán comunica a estas farsas infantiles ese júbilo naciente, cantarín
y movedizo que es característico de la edad primera . En
estas obras como en todas sus producciones, la intencionalidad implícita determinante de argumentos y forma se mantiene como telón de fondo sin usurpar nunca
el primer plano ; vale decir, se trata de un arte comprometido no sólo con las causas mayoritarias, sino también, fundamentalmente, con el arte mismo, que es una
causa universal.
En la novela LA ISLA MÁGICA culmina la obra literaria
de Rogelio Sinán . Como género más abarcador, capaz de
contenerlos a todos, está constituida por cien cuentos (he
aquí la raíz bocacciana), cada uno completo y autónomo,
aunque no inconexo dentro del hilo argumental que
engarza toda la obra.
En suspenso se retiene hasta el final la última pieza
clave, que, al colocarse, completa el cuadro general,
nuevo y sorprendente para el lector, cuya participación
como personaje receptivo en cuanto destinatario del
mensaje, se ve obligada a una drástica rectificacion que
149
afecta lo emocional, lo intelectual y lo volitivo.
La obra, que a una lectura superficial impresiona como
irreverente, plantea una sede de problemas derivados
novelescamente del determinismo histórico, y con su
línea tonal en zigzag de lo cómico a lo trágico y a lo cómico,
enfrenta la mentalidad vigente al problema milenario de
los tabúes; al del conflicto entre naturaleza y sociedad,
que deberían armonizar como complementarias, previa
solución de algunos aspectos no resueltos.
Presentadas por diversos narradores, las variantes de
focalización, internas y externas, confluyen hacia una
corriente novelesca central, y la variedad de perspectivas
añade interés a la descripción de una vida poblana en que
el corte de cada relato señala cambios en el ritmo, por lo
que el tiempo de la extensa novela no es lento y pesadísimo como ocurre en algunas famosas obras, sino que
retoza ágilmente, por momentos se detiene para crear el
suspenso o para estimular la imaginación del lector, para
promover su curiosidad, acuciada por aquellos secretos,
que luego se desatan en la entrega final -un mundo
cómico y un desenlace trágico- para en definitiva reabsorberse en la risa como la negación de todo crédito a las
pretensiones con que se suele atribuir grandeza humana
al martirio y superioridad a la razón discursiva . Uno y
otra, en un contexto deliberadamente inmunizado contra
las prescripciones de la vida urbana, aparecen como
concreciones de lo absurdo y lo ridículo.
Debe tenerse presente que los esquemas morales de
cada crítico, dependientes de su área visual ceñida a los
valores epocales, constituyen un lecho de procrusto en
que las obras literarias resultan mutiladas o desarticuladas para su reajuste a lo que se considera el referente
real . Pero el mundo de la novela no está constreñido a la
experiencia sino que abarca la infinitud de los posibles.
Y no se limita a reflejar lo superficial cotidiano visible a
flor de piel, sino que intuye lo que en estado latente
150
subyace agazapado en las reconditeces síquicas.
El enfoque narrativo múltiple con que esta obra se
adscribe a las tendencias novelísticas de nuestro siglo,
propicia la participación de muchos actantes, algunos
con carácter de verdaderos personajes ; pero se activa
prácticamente toda la población de la isla, en cuya
estructura socioeconómica se absorben los diversos papeles, inclusive la vida del protagonista, que tendía siempre hacia un mismo norte, y al llegar al límite del desenfreno -ya rebasado secretamente por el más inhibido de
los personajes- rebotó con el golpe de la muerte hacia el
otro extremo, con un ímpetu que arrastró al desprevenido
lector y lo obligó al reexamen de sus prejuicios . La
muerte, que es el toque final, hace luz sobre las acciones
de la vida, sobre sus causas y sus alcances . Y cuando se
llega al término de una gran novela, como si se llegara al
umbral de la muerte, es obligatorio recoger los pasos.
Se advierte así que en una trama en que el móvil de la
acción se presenta como un juego irresponsable, con un
personaje lineal en una sola dirección, la forma de la
muerte, también consecuencia del juego, confiere al
repudiado personaje una grandeza inesperada que abisma al lector e intercambia los papeles como si toda la
culpabilidad del desenfreno recayera sobre su conciencia, o más bien, sobre la sociedad establecida, cuyas
normas imperantes son un tejado de vidrio sobre un
terreno movedizo.
Y no bien se abre una ventana hacia la grandeza del
patetismo, las campanas llaman de nuevo a la primera
página, que es un epílogo, el escenario social donde el
protagonista, ya difunto, como un espíritu burlón, ronda,
hace cosquillas, secretea y todavía como figura central
suscita diversidad de criticas, teatralmente concebidas y
estructuradas, en total armonía dentro de los lineamientos del género novelesco . Esta escena inaugural de la
obra, en que la múltiple focalización se sintetiza en breves
151
parlamentos de diversos actantes en posiciones contrarias -un verdadero contrapunto- trastoca la secuencia
temporal de la narración con una finalidad muy clara : en
el rejuego de un prolongado suspenso de cien cuentos de
relativa autonomía en diez decálogos que configuran la
bien calculada composición arquitectónica, esa puesta
en relieve, o ese primer plano con que se privilegió el
epílogo es un aviso en rojo sobre el carácter lúdico, o
tragicómico, que constituye el tono con que el narrador
integral aspira a atenuar un poco la terrible crudeza de
algunos episodios dentro de un argumento aún más
quemante porque no se limita a un personaje excepcional : el protagonista es el concentrado de todo un drama
colectivo, el del medio social que hizo posible esa clase de
vida y esa forma de muerte.
Así se cumple en La isla mágica la función de la novela,
que no consiste en brindar soluciones, sino en presentar
una visión interesante, aquilatada con toda la riqueza de
la historia del género, en un enfoque original que aporte
una dimensión desconocida capaz de suscitar una emoción nueva y de abrir una incógnita que motive la
continua relectura . Todo ello impregnado de la honda
preocupación social que, en alianza con el proceso de la
cultura, y en particular del descubrimiento del subconsciente, determinante de varias conquistas en la
técnica literaria, constituye un considerable aporte en la
cuota de innovación que nuestra centuria ha tributado al
género novelesco.
La personalidad literaria multifacética de nuestro escritor ha merecido de sus admiradores varios epítetos
que lo identifican:
1-
Por su capacidad para crear mundos nuevos con la
palabra, por su inocencia germinal, el poeta;
2-
Por su inventiva para narrar historias, describir
152
ambientes y caracterizar personajes, el Mago;
3-
Por su alquimia entre la realidad y el sueño, el Brujo;
4-
Por su sabiduría humana, por sus conocimientos y
su técnica, por su disciplina artística y su generosidad para estimular talentos jóvenes, el Maestro;
5-
Por todo ello concretado en las obras con que ha
fecundado en nuestro país los cinco géneros de
creación literaria, el padre de la literatura panameña.
De este modo, se habla con naturalidad del Padre de la
literatura panameña ; el Poeta; el Mago, el Brujo ; el
Maestro . Un repertorio que forma parte de nuestra
cultura, en la cual él es hace tiempo figura legendaria.
6-
También se escucha, pero sólo en situaciones muy
formales y casi con exclusividad en aquel otro respetable recinto que él honra como Miembro de Número, "el académico don Rogelio Sinán".
7-
Ahora se suma, con un reconocimiento justísimo de
la Universidad de Panamá, el Doctorado Honoris
Causa.
Es natural que las denominaciones populares hayan
surgido y se hayan impuesto antes que las académicas.
Pues bien, para que este nuevo título pueda anteponerse al nombre sin deslucir, es preciso que haya algún
precursor artístico con suficiente calor vital para avalar
el uso . Como el Poeta deambula familiarmente por el
mundo de la ficción, que no conoce límites, se habrá
encontrado muchas veces con el antecedente de la Doctora de Avila, también dueña del lenguaje popular, pero
153
orientado hacia un misticismo que contrasta bipolarmente con el verbo del Maestro, bullente de contenido
terreno . También está el Dr . Fausto; pero no hay entre
ellos parentesco por consanguinidad ni por afinidad.
Como queda Huidobro, Sinán ha hecho florecer la rosa
en el poema ; y en sus manos, la palabra, como una
Margarita perennemente joven, se ha rendido sin intervención extraña, a su amoroso requerimiento . En fin,
podrá concluirse que quien siempre ha marchado a la
vanguardia no invoca antecedentes.
De manera que para su biografía y para la historia de
nuestra literatura, el título de doctor, después de los seis
anteriores, incluido el de académico, viene destinado a
completar lucidamente la tiara de las siete cabrillas o las
pléyades, sobre su augusta frente. Si bien, de todo el
conjunto, es su cerebro el que emite la luz creadora.
Universidad de Panamá,
23 de septiembre de 1989.
*Leído en el Paraninfo Universitario el 23 de
septiembre de 1989 con motivo de la investidura del
título de Doctor Honoris Causa por la Universidad de
Panamá al Poeta Rogelio Sinán.
154
SI TESIS BIOGRÁFICA
Bernardo Domínguez Alba -Rogelio Sinán- nace en la
isla de Taboga, Panamá, el 25 de abril de 1902 . Obtiene
el Bachillerato en Letras en el Instituto Nacional de
Panamá, en 1923 . Cursa estudios universitarios en Chile
y en la Universidad de Roma, Italia, y los concluye en la
Universidad Nacional Autónoma de México . Fue profesor
de Español en el Instituto Nacional de Panamá, en donde
orientó y estimuló las inquietudes intelectuales y artísticas de varias generaciones de literatos jóvenes, así como
profesor de teatro en la Universidad de Panamá . Durante
casi dos años dirigió la "Biblioteca Selecta", publicación
mensual que prestó valiosos servicios a la literatura
panameña, sobre todo por la divulgación de obras de
autores panameños y latinoamericanos . Fue Director del
Departamento Nacional de Cultura del Ministerio de
Educación de Panamá . Cónsul de Panamá en Calcuta
(India) y Primer Secretario de la Embajada de Panamá en
México . Ha sido delegado de su país en prácticamente
todos los congresos de escritores latinoamericanos . Sus
cuentos figuran en más de diez antologías del género en
Latinoamérica, así como en otras publicadas en inglés,
alemán y búlgaro, y sus poemas en varias compilaciones
nacionales e internacionales de este género . Ha ganado
los siguientes premios literarios : "Premio Interamericano
de cuento" 1953, auspiciado por el periódico mexicano
"El Nacional", con "La boina roja" ; Premio Nacional de
Literatura "Ricardo Miró" 1943, sección novela, con
Plenilunio ; Premio Nacional de Literatura "Ricardo Miró"
1949, sección poesía, con Semana Santa en la niebla;
Premio Nacional de Literatura "Ricardo Miró" 1977,
sección novela, con La isla mágica . Es académico de la
Lengua .
155
BIBLIOGRAFÍA
Onda (poesía), Case Edifrice, Roma, Italia, 1929 ; Biblioteca Cultural, Panamá, 1939 ; Revista "Lotería", Nº 11,
Panamá, septiembre de 1964; Edic . Formato Dieciseis
(Universidad de Panamá), 1983.
La cucarachita Mandinga (farsa para teatro infantil),
Edición de la revista "Caminos" (separata), Panamá,
1937 ; INAC, Panamá, 1992.
Incendio (poema), Panamá, 1944.
A la orilla de las estatuas maduras (cuentos), Panamá,
1946, SEP., México, 1967.
Todo un conflicto de sangre (cuentos) ; Panamá, 1946.
Dos aventuras en el lejano oriente (cuentos), Panamá,
1947 ; 1953.
Plenilunio (novela), Panamá, 1947 ; México, 1953, Panamá, 1961 ; Madrid, España, 1972 ; Panamá, 1979.
Semana Santa en la niebla (poesía), Panamá, 1949;
1969.
La boina roja (cuentos), Panamá, 1954 ; Edics . del Min.
de Educación, Panamá, 1961 ; Madrid, España, 1972.
Los pájaros del sueño (cuento), México, 1957.
Los valores humanos en la lírica de Maples Arce
(ensayo), México, 1959.
156
Chiquilinga (farsa para teatro infantil), Panamá, 1961.
Cuna común (cuento), Edics . de la revista "Tareas", Panamá, 1963.
Saloma sin salomar (poesía), Panamá, 1969.
Cuentos de Rogelio Sinán (cuentos), EDUCA, San José,
Costa Rica, 1971 ; 1972.
La isla mágica (novela), INAC, Panamá, 1979 ; Casa de
las Américas, La Habana, Cuba, 1985.
Homenaje a Rogelio Sinán (poesía y cuento), Ed . Signos,
México, 1982.
El candelabro de los malos ofidios y otros cuentos, Ed.
Signos, Panamá, 1982.
Sin novedad en Shanghai, Editorial Arte y Literatura, La
Habana, Cuba, 1988.
BIBLIOGRAFÍA CRITICA SOBRE ROGELIO SINAN
"Maga" -revista panameña de cultura-, N 2 5-6, Editorial
Signos Panamá, enero-junio de 1985.
El mago de la isla (Reflexiones críticas en torno a la
obra literaria de Rogelio Sinán), INAC, Panamá, 1992.
157
INDICE
Introducción
Un poeta panameño vanguardista 5
7
Demetrio Fábrega
El poeta Rogelio Sinán Octavio Méndez Pereira
Rogelio Sinán, abanderado y maestro
Guillermo Andreve
Rogelio Sinán : Una revisión
de la vanguardia en Panamá Gloria Guardia
El mago de la isla Ricardo J. Bermúdez
Análisis de las criticas y comentarios
de la novela "Plenilunio" Mariapía Pilolli
Gran novelista panameño Héctor P. Agosti
Sinán : abanderado y maestro Mario Augusto Rodríguez
Un realismo mágico para
una isla mágica
José Luis Méndez
"La isla mágica" de Rogelio Sinán Renato Ozores
"La isla mágica", fantasía y realidad
Antonio Simoes Junior
Claves de la novela "Plenilunio"
en ocho relatos de Rogelio Sinán
Jaime García Sauceda
158
13
18
21
48
58
71
75
80
89
94
108
"Nuestras polillas son altamente
intelectuales" (entrevista) 117
Enrique Jaramillo Levi
Análisis de la obra literaria de
Rogelio Sinán 138
Elsie Alvarado de Ricord
Síntesis biográfica
Bibliografía
Indice
155
156
158
159
Fotografia de Carlos Guardia . Panamá, 1985.
160
Rogelio Sinán (Taboga, 25 de abril de 1902) no necesita presentación en
Panamá. Aunque se le conoce internacionalmente, su obra no ha tenido
la difusión que merece en otros ámbitos . Autor de libros que lo consagran
como maestro de la poesía y de la narrativa, tales como Onda (poesía,
1929), A la orilla de las estatuas maduras (cuentos, 1946), Plenilunio (novela, 1947), Semana Santa en la niebla (poesía, 1949), La
boina roja (cuentos, 1954), Saloma sin salomar (poesía, 1969), y
La isla mágica (novela, 1977), entre otros, Sinán es leído en cursos de
literatura panameña en colegios y universidades, pero apenas esporádica y muy parcialmente . Sus obras merecen, sin duda, lecturas más exhaustivas y profundas.
Al cumplir Sinán sus 90 años de edad, el Instituto Nacional de Cultura ha
querido rendirle un modesto homenaje recopilando en este libro algunos
de los artículos y ensayos más interesantes en torno a su producción
literaria. Ponemos esta antología crítica en manos de profesores y estudiantes, así como en las de escritores de nuevas y futuras generaciones,
esperando contribuir a un mayor y mejor acercamiento a sus méritos
artísticos . Así, con El mago de la isla, título tomado del ensayo del
laureado poeta nacional Ricardo J . Bermúdez incluido en este libro,
celebramos un año más de vida del maestro y, además, la permanente
excelencia de su creatividad .
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