2. Estructura del Catecismo de la Iglesia Católica . El papa Benedicto XVI dice: «El Catecismo de la Iglesia Católica presenta el desarrollo de la fe hasta abordar los grandes temas de la vida cotidiana. A través de sus páginas se descubre que todo lo que se presenta no es una teoría, sino el encuentro con una Persona que vive en la Iglesia. A la profesión de fe, de hecho, sigue la explicación de la vida sacramental, en la que Cristo está presente y actúa, y continúa la construcción de su Iglesia. Sin la liturgia y los sacramentos, la profesión de fe no tendría eficacia, pues carecería de la gracia que sostiene el testimonio de los cristianos. Del mismo modo, la enseñanza del Catecismo sobre la vida moral adquiere su pleno sentido cuando se pone en relación con la fe, la liturgia y la oración» (Porta Fidei n. 11). El Papa nos presenta la estructura del Catecismo que podemos resumir de esta manera: 2.1. La profesión de fe. Profesar quiere decir declarar y adherirse con la vida a aquello que se cree. Nuestra fe, contenida en el Credo, es expuesta en esta parte del Catecismo. «Los que por la fe y el Bautismo pertenecen a Cristo deben confesar su fe bautismal delante de los hombres. Para esto, el catecismo expone en primer lugar en qué consiste la Revelación por la que Dios se dirige y se da al hombre, y la fe, por la cual el hombre responde a Dios (primera sección). El Símbolo de la fe resume los dones que Dios hace al hombre como Autor de toda bien, como Redentor, como Santificador y los articula en torno a los «tres capítulos» de nuestro Bautismo –la fe en un solo Dios: el Padre Todopoderoso, el Creador; y Jesucristo, su Hijo, nuestro Señor y Salvador; y el Espíritu Santo, en la Santa Iglesia (segunda sección).» (CEC n. 14). 2.2. La celebración del Misterio cristiano. Un gran misterio, un acontecimiento magnífico y lleno de significado y de fuerza cambió la historia de la humanidad: la muerte y resurrección de Cristo. Los cristianos lo recordamos y celebramos cada día. «La segunda parte del catecismo expone cómo la salvación de Dios, realizada una vez por todas por Cristo Jesús y por el Espíritu Santo, se hace presente en las acciones sagradas de la liturgia de la Iglesia (primera sección), particularmente en los siete sacramentos (segunda sección).» (CEC n, 15). 2.3. La vida en Cristo. La manera de vivir cristiana es vivir como Cristo, amando a Dios Padre y a todos los hombres. «La tercer parte del catecismo presenta el fin último del hombre, creado a imagen de Dios: la bienaventuranza y los caminos para llegar a ella: mediante un obrar recto y libre, con la ayuda de la ley de la gracia de Dios (primera sección); mediante un obrar que realiza el doble mandamiento de la caridad, desarrollado en los diez mandamientos de Dios (segunda sección).» (CEC n. 16). 2.4. La oración cristiana. La oración tiene gran importancia y llena de sentido la vida de los creyentes. La oración cristiana más importante es el Padrenuestro; Jesús mismo nos la enseñó como forma de rezar al Padre. «La última parte del catecismo trata del sentido y la importancia de la oración en la vida de los creyentes (primera sección). Se cierra con un breve comentario de las siete peticiones de la oración del Señor (segunda sección). En ellas, en efecto, encontramos la suma de los bienes que debemos esperar y que nuestro Padre celestial quiere concedernos.» (CEC n. 17). 3. El Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica. Igualmente, el Papa, al promulgar el Compendio afirmaba que éste «es una síntesis fiel y segura del Catecismo de la Iglesia Católica. Contiene, de modo conciso, todos los elementos esenciales y fundamentales de la fe de la Iglesia, de tal manera que constituye, como deseaba mi Predecesor, una especie de vademécum, a través del cual las personas, creyentes o no, pueden abarcar con una sola mirada de conjunto el panorama completo de la fe católica» ü El Compendio tiene la misma estructura que el Catecismo de la Iglesia Católica. 1) La primera parte, titulada «La profesión de fe», contiene una síntesis de la fe profesada por la Iglesia Católica: lex credendi. 2) La segunda parte, titulada «La celebración del Misterio cristiano», presenta el misterio cristiano en la vida sacramental, donde la eficacia salvífica del Misterio pascual es experimentada por los fieles: lex celebrandi. 3) La tercera parte, titulada «La vida en Cristo», recoge el compromiso que tienen los bautizados de manifestar en su vida la fidelidad debida a la fe profesada y celebrada: lex vivendi. 4) La cuarta parte, titulada «La oración cristiana», ofrece una síntesis de la vida de oración; es decir, del diálogo con Dios en la oración expresada privilegiadamente en el Padrenuestro: lex orandi. ü Los artículos de la fe se exponen en fórmulas fácilmente memorizables ofreciéndonos la oportunidad de retener y meditar la fe de la Iglesia en cada uno de los momentos de la vida cotidiana. ü Cada parte del Compendio viene precedida por una imagen o icono, explicada a modo de una catequesis plástica, que, a través de la belleza del arte, nos introduce en los artículos de la fe. «Los artistas de todos los tiempos han ofrecido, para contemplación y asombro de los fieles, los hechos más sobresalientes del misterio de la salvación, presentándolo en el esplendor del color y la perfección de la belleza. Es éste un indicio de cómo hoy más que nunca, en la civilización de la imagen, la imagen sagrada puede expresar mucho más que la misma palabra, dada la gran eficacia de su dinamismo de comunicación y de transmisión del mensaje evangélico» (Ratzinger, J. Introducción al Compendio, n. 5). ü Es un instrumento asequible y útil para la preparación y recepción de los Sacramentos en el período del catecumenado, así como para reunión de pequeños grupos de catequesis permanente. Preguntas: *¿Conozco y he leído algunas de las partes del Catecismo de la Iglesia Católica? ¿Sé manejarlo y buscar la respuesta a algunas de las preguntas que surgen en nuestras tertulias cofrades? *¿Siento la necesidad de formarme en la catequesis teniendo como libros imprescindibles en mi vida cristiana la Sagrada Escritura y el Catecismo? *¿Conozco y utilizo el Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica como un texto que me pide memorizar algunas respuestas básicas de la fe de la Iglesia, por ejemplo, los Símbolos de la Fe? Para recordar y meditar: *»Esta es nuestra Fe, esta es la Fe de la Iglesia que todos juntos nos gloriamos de profesar» (Misal Romano, renovación de las promesas bautismales en la Vigilia Pascual) *Símbolos de la Fe. Compendio; Parte primera, segunda sección. 4. Oramos Los apostóles le dijeron al Señor: «Auméntanos la fe» (Lc 17,5) 5. Sugerencias * Como fruto de las cuatro catequesis impartidas, y detectando el grado de necesidad de una formación catequética sólida entre los hermanos cofrades, se puede proponer a las cofradías de la parroquia el compromiso de crear una pequeña escuela de catequesis cofrade que estudie los temas propuestos por el Catecismo de la Iglesia Católica, siguiendo su estructura pedagógica y usando también el Compendio. EL CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA Cuarta Catequesis. Hermandades y Cofradías EL CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA «Fuerza y belleza de la fe» 1. Introducción. El beato Juan Pablo II, en la Constitución Apostólica «Fidei depositum», con la que aprobaba el Catecismo de la Iglesia Católica, comenzaba sus palabras afirmando que «Conservar el depósito de la fe es la misión que el Señor confió a su Iglesia y que ella realiza en todo tiempo». En efecto, este no es el primero ni el único catecismo que la Iglesia ha promulgado, sino que éste es el Catecismo que surge como fruto maduro del Magisterio de la Iglesia expresado en los documentos del Concilio Vaticano II, cuyo fin es manifestar la fe de la Iglesia en nuestro tiempo. Además, nuestro Catecismo es el fruto de una amplísima colaboración de obispos, teólogos, sacerdotes, catequistas, que, en espíritu de servicio a la Iglesia universal, han reflejado en estos textos la fe de toda la Iglesia. Dice Juan Pablo II que «el concurso de tantas voces expresa verdaderamente lo que se puede llamar «sinfonía de la fe». Aún más, la realización de este Catecismo refleja la naturaleza colegial del Episcopado: atestigua la catolicidad de la Iglesia»; y, solemnemente, dice: «lo declaro como regla segura para la enseñanza de la fe y como instrumento válido y legítimo al servicio de la comunión eclesial». ü Benedicto XVI nos dice en Porta Fidei que el Catecismo ilustra «a todos los fieles la fuerza y belleza de la fe». ü Estudiar, meditar y rezar con sus textos, constituye en la actualidad una necesidad vital y urgente para poder dar «razones de nuestra esperanza» (1 Pe 3,15) que a su vez hace surgir en nosotros «un nuevo criterio de pensamiento y de acción que cambia toda la vida del hombre» (Porta Fidei n. 6).