le ó ndegreiffprosa - Actividad Cultural del Banco de la República

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LEÓN DE GREIFF
PROSA
ALGUNAS
CARTAS
ENVIADAS
VARIA
TRADUCCIONES
TOMO IV
Recopilación de Hjalmar de Greiff
ALGUNAS CARTAS ENVIADAS
Medellín, Diciembre 25 de 1914
Mi buen amigo: Cómo soñamos tánto! Recuerdas?
Nuestra vida se deslizaba sin cansarnos, como una
corriente que se sigue, indiferente a los sitios que
recorre. Como un rio sereno que pasa por cerca de
ruinas vetustas, lo mismo que a la vera de los que
fueron templos del deleite, altares de galanía...
Vivíamos sin pensar en lo que es la vida; si en ella
hubiéramos pensado talvez no hubiéramos vivido.
Tiempos de sencillo encanto!... Amábamos
francamente, con la ingenuidad de nuestros corazones
generosos.
Hubiéramos
sabido
del
amor
y no hubiéramos amado!... Quizá fué mejor así...:
un dulce engaño, encantadora desventura de amar...
Hicimos inocente vida de Bohemia y nos dió
por hacer versos; versos "muy sentidos" (sentidos
en demasía); dejamos crecer las líricas melenas,
usamos ilímites corbatas y aposturas extravagantes,
declamamos grandilocuentes arengas libertarias,
quisimos sufrir martirio por nuestros ideales arbitrarios
y
locos,
y
lo
sufrimos
alguna
vez...
Dichosa edad y siglos dichosos... Muy dichosa
y muy triste, muy verdadera e ilusa...
Hoy vivimos de un modo bien distinto. Conocemos
(o creemos conocer) las causas y los fines,
nos inquietamos, como pequeños filósofos por las
especulaciones trascendentes, y formamos nuestros
sistemas. Amamos el Dolor, porque es verdadero,
porque es bello. Prevemos la Muerte y esperamos
en ella; no tenemos pasión por nada; somos fríos
y experimentales; divagamos razonando, como antes
lo hacíamos soñando. Buscamos la verdad, no para
nuestro consuelo, sino para reirnos de nuestra
insignificancia; nos reimos del buen Dios, que a tantos
inquieta:desdichado Dios adorado por tantos imbéciles
¡Triste ficción!
Decía, buen amigo, --amigo?-- ... pues sí, amigo,
decía que fuimos bien inocentes... Hicimos caso de
tántas pequeñeces. Hoy ya es otra cosa: ya me siento
muy grande, muy yo, estando solo, y queriendo estar
solo.
Rebajémonos a rememorar la inexperiencia
de antaño; nada perdemos con ello. Sin embargo
de
todo
fuimos
felices,
bastante
felices.
Nos engañamos de buena fé. Y qué?
Hasta otra.
Tuyo Legrís
A MARCELIANO POSADA
I
Diciembre 12 1921
Ilustre Marcelo: Ahí van las dos cartas que llegaron
ésta semana. No olvides que te fuiste comprometido
a escribirme mucho y muchas veces. Qué tal por allá?
Fanny, Jorge, Oscar y los de la casa Greiff U?
Qué tal en tu casa?
No te escribo más porque ya se vá el correo:
es decir ya van a ser las 4 pm.
Espero cartas periódicas etc etc. Saludes al Dr
Betancur, al Aventino, a Andresito Bernáldez, a Fray
Vensimo, a Fray Docto, a Don Tomás Cadavid etc etc.
Afectuosamente
León de Greiff
II
Febrero 6 1922 Bogotá
Querido Marcelo: He estado por escribirte varias
veces, pero en verdad te digo que no he sido capaz
de hacerlo. Recibirías mi telegrama? Lo puse
Marpospuer. Esta carta que incluyo, de Don Medardo,
según me dijo uno de los yarumaleños la recibí,
sinceramente, desde mediados de Diciembre;
omití mandártele con otras que te mandé: culpa no mía
sino de mi desorden. Perdóname. Dile a Fanny que
por el próximo correo le mando el retrato de León
de 25 años, que le prometí.
Ojalá me escribieras, según oferta que me hiciste.
Díceme Ceballos que no volverás a Bogotá.
También supe que la herida de Don medardo no es
grave, lo que celebro. Presenta a la familia mi
condolencia muy sincera. Tú debes saber hasta
que punto he hecho mía la terrible pena de Uds todos.
Sin más por hoy, Affmo amigo
León de Greiff
III
Julio 17 de 1922 años. Bogotá
Recordadísimo Marcelo:
¿Será comenzar por el
recuento detallado de todos los diminutos obstáculos
demorantes? Talvez no, porque tu sabes suponerlos,
y excusarme.
Continúo lógicamente aburrido. Sigo siendo el dócil
juguete de minúsculas contrariedades de órden
bajísimo. No necesito contarte muy a las claras las
"cosas" pues, por los tiempos de vida que por aquí
hicimos juntos, estás plenamente documenado sobre
mi, sobre mis neuromanías, sobre el antagonismo
latente entre la vida que hago y la que sueño etc etc.
Un dato aparte: desde mediados de Abril estoy
juiciosísimo. No por eso he dejado mi costumbre
de las tertulias en los cafés, ni los trasnochos.
Ahora los del círculo somos principalmente Rendón,
Tejada y yo. Rendón - Tejada - Mariano Villegas y yo.
Tejada y yo. Con Tejada la voy muy bien,
pues nos sabemos casi del todo y nos estimamos
y queremos mutuamente (sin bombo mutuo, claro!)
Otro que a ratos está con nos es Juan José Llovet,
poeta madrileño. Es muy sabidor de cosas cortesanas,
talentoso, y de charla amenísima. Congeniamos
bastante.
Esta es mi vida exterior.
La interior es bastante triste.
Hace días anduvo por aquí el amigo Eleuterio.
Regresó a Vélez o no sé. Está en graves dificultades
y peleas con los Ingenieros Contratistas. El te contaría,
no? Quedó en escribirme. Pueda ser que lo haga.
El asunto de Arquilóquidas, sigue, pero yo no he
tomado parte. Conoces mi poca aptitud para la prosa,
y más para la crítica visible. (Quiero decir que me
reservo el ser buen crítico por dentro de mi mismo.)
Además no me parece bien enderezada la forma que
adoptaron los jóvenes arquilóquidas. Eso de adjetivar
a tontas y a torcidas, de meter palabrotas técnicas
(de medicina p/mente) no me parece de gusto. Etc.
Esto que te escribo no es la carta que te debo: pienso
contestar punto a punto tus dos cartas. Es un anticipo.
Creo que en esta semana podré hacerlo. Tengo por
ahí dos o tres libracos pa mandarte. Cuéntame muchas
cosas de tus proyectos de vida, y de tu vida presente
que se muy triste y dolorosa.
Franco dizque piensa venirse a Bogotá.
En mi próxima te contaré de mis planes ¡editoriales!
No olvides escribir largo, y créeme que no ha sido
por falta de voluntad ni de deseo, sino por mil
contratiempos de pequeña monta, por lo que
he detenido hasta esta semana las contestas.
Tu afectísimo amigo y hermano
León
Saludes en las casas
IV
Bogotá, 2 Diciembre de 1922
Marcelo:
Otto, que llegó anoche de Medellín, me contó
que Eleuterio había dejado con él (Otto) los Cuentos
y Enredos de Quijano Mantilla y el otro librejo,
y que nadie se había presentado por allí (ilegible)
para enviarlos a Yarumal. Reposan pues en Medellín,
quién sabe hasta cuando. Cuéntote "en reserva"
que probablemente iré a la Villa de la Candelaria
en el próximo Enero: para lo que gustes mandar.
Esta boleta la escribo a la carrera pues ha de llevarla
tu primo. No sé cuanto se demorará. ¿Tú me debes
la contestación a una carta? Creo que si. Parece que
es una con la que iban unos versos viejos.
¿O no la recibiste?
Antes de mi viaje a Medellín te escribiré, para que
me contestes a la Villa. Trataré de conseguir los libros
que solicitas. Dato para una futura biografía:
continúo muy pelado. Otro dato: recibí una carta
amabilísima de Ciro Mendía.
Saludes en tu casa. Y a Fanny y a El Viejo
(como me dicen Jesús, Chepe y Juan Díaz,
que llaman al primo Jorge). Y te saluda
León de Greiff
V
Bogotá, marzo 21 de 1936
REPUBLICA DE COLOMBIA
MINISTERIO DE EDUCACION NACIONAL
Sección de PUBLICACIONES
Sr.D.
MARCELIANO POSADA PUERTA
Yarumal.
Mi querido Marcelo:
resulta que héme hecho cargo
de la DIRECCION DE REVISTAS de éste Ministerio, y quiero
obtener de tu benevolencia colaboración para ellas.
Espero que hayas recibido los dos números ya
aparecidos de RIN-RIN, que te hice despachar.
La otra revista, de índole literaria, sale en Abril.
Hay otra en proyecto, de CIENCIAS NATURALES. Yo creo
que puedes colaborar en todas ellas; en la de niños,
haciendo relatos históricos --a que eres aficionado
y bastante-- en un estilo familiar, de conversación con
ellos; en la literaria, sobre temas de crítica y de historia
también, ya en otro tono, muy en serio; y en
la de Ciencias Naturales, por de contado.
Además,
puedes
ayudarnos
seleccionando
o insinuando: páginas mal conocidas, literarias
o históricas, de auténtico valer. No habrá por allá
mucha obra dispersa de ingenios no muy difundidos?
Y de otros, conocidos, como de Barba Jacob,
por ejemplo? Poemas no recogidos en libro,
de su primera época, en poder de sus camaradas
de juventud?
Por todo lo que puedas y quieras hacer en beneficio
de
estas
publicaciones,
te
anticipo
mis
agradecimientos. Mis saludos a Fanny y chiquillería,
y a mis parientes y amigos de por allá. Afectísimo
amigo
León de Greiff
Apartado 1019 - Bogotá
VI
Bogotá, julio 3 de 1936
REPUBLICA DE COLOMBIA
MINISTERIO DE EDUCACION NACIONAL
Sección PUBLICACIONES
Sr.D.
MARCELIANO POSADA
Yarumal
Mi querido Marcelo:
confío en que habrás recibido
ACCION Y UNION LIBERALES Y RIN-RIN. En cuanto a MOSQUERA
y a PLATA, que los tengo conmigo hace poco...,
los despacharé el lunes más próximo. Perdonarás la
demora: pero sucede que, magüer poeta en retiro,
continúo un poco mucho (más bien) incumplido y
desorganizado, fuera de que mis múltiples (que dicen)
róbanme harto tiempo. También te enviaré PAN,
unos que tengo duplicados, números.
Espero recibir lo que pedí para REVISTA DE LAS INDIAS y
para RIN-RIN, así como lo que me ofreciste del Maestro
Cano, y lo más que se te ocurra. REVISTA DE INDIAS
ha tenido algunos tropiezos tipo-litográficos:
empero ya se tiene como por hecho el que antes del 10
irrumpirá; pero el número siguiente será menos peor.
Espero que estés muy bien y así mismo los tuyos.
Horacio Franco te saluda. Lo mismo Peña, antiguo
condiscípulo en la Escuela de Medicina, también
empleado en Publicaciones. Saludos mios para tu
gente y Jor-greiff y Sra.
affmo amigo
FdeA León Bogislaus von Greiff
A OTTO DE GREIFF
I
Mayo 21 de 1922
Sr. Don Otto:
Recibió el telegrama sobre discos?
No me lo querían aceptar dizque porque estaba
en clave. Le decía que comprara los 14 azules --y si pel
ciel - Isolda y el hoyotojo o cómo sea. Si llegó claro?
y si consiguió el dinero con Moreno. Entonces
avíseme a vuelta de correo para remitirle la Suma el 1º
de junio próximo. Así quedará bien. Muy buenos
los azules. Aquí llegó un catálogo con ellos desde
Marzo pero no mandaron ni uno solo de ellos.
Yo
estaba
deseosísimo
de
que
llegaran.
Conozco apenas dos o tres de ellos. Los que más me
provocan son los de Ravel, Dukas y Richard Strauss.
Los otros también. Todos en fin, no?
Después le escribo más. Espero carta, y después
le digo.
León de Greiff
II
Julio 24 de 1922
Sr. Don Otto de Greiff
Medellín
Muy señor mío:
esta para darle mis agradecimientos
por el envío de los Nos. de Sábado, principalmente.
El asunto de los arquilóquidas ha tenido sus mases
y sus menos. Yo no he escrito nada, aún.
Pero, lógicamente, cargo con la responsabilidad:
le envío ese recorte del Baluarte (?) periódico godo,
que, de puro imbécil, por medio del Sr. Arquelao,
más me alaba que me denigra, apesar de las
insinuaciones sobre mis imitares a Charles Baudelaire
y mi pretensa afección a los éteres (amílico, sulfúrico,
minado etc)
Hay por aquí unas Mayerensky (no las he visto
bailar aún). Hay el Gallo. Hay mucha agua llovida.
El Correo Liberal de Medellín --después de muerto
Farina-- no hace sino gritería de sordo, en cosas de
literatura y crítica de literatura.
Cuente cosas de por allá. Recuerdos a Quico Villa.
Affmo León de Greiff
III
Abril 23 de 1923
Otto de Greiff
Medellín
En caso de que llegue Si pel ciel a $2.40, avíseme --aquí
vale $4.00 que es el precio de catálogo. Averigue por
los números 88.058 - 87.002 - 76.031 principalmente. Otros
interesantes son estos: 35.148 por un lado - 87.510 - 88.495
- 89.041 y 88.091 - 88.092 - 64.215.
Llegarían en buen estado los discos que envié
con Tomás Sanín ( To...to...más).
La Canción India la oí por la Gluck, pero me plugo
mejor en el violín. Lohengrin, no es el preludio del III
(lo oí por Arturo Toscanini).
Oyó In questa tomba oscura?
In questa tomba oscura lascia mi riposar etc etc
(por ahí tengo la letra de esa canción).
No ha llegado, dirigida por Mengelberg, Oberón
de Weber en 2 discos? En un catálogo lo ví.
Aquí no ha llegado aún.
Gracias por el envío de la Pata de la raposa.
Tergiversaciones está en dificultades. En caso
de que fracase, tengo propuesta para hacer la edición
en Alemania o en Francia.
No he pensado en hacer la edición por cuenta mía
(que sería lo mejor) por no tener dinero disponible,
y menos aún para una diversión de esas, tan tonta.
De modo que si me resulta el editor (alguno de los dos:
Uribe aquí, o el que quiere que la hagamos
en el exterior) sale el libro; si no nó o por lo menos
se demora algo más de dos años.
No creo mucho en la efectividad de las ediciones
Navas, Vásquez etc, pero no es que tenga dato alguno.
Bueno estuvo el cambalache de los Maucci
por la Sinfonía Sorpresa de Haydn. No la conozco.
Tampoco hay nada más.
Si le llevaría Pepe las razones al Maestro Carrasca?
Si ve a Cyrano dígale que no me volvieron a enviar
los Nos.
Si ve a Efe salúdelo y recuérdele que me ofreció
Piscologías y que qué hay de Jesusito (cuento).
León de Greiff
Díceme Arciniegas que le pregunte cuáles son
los dos autores españoles que Ud prefiere (excluyendo
a Valle-Inclán y Pérez Zúñiga). Vale
IV
Bogotá 29 Abril 1923
Sr. Otto de Greiff
Medellín
Todavía no he visto el Nº 1 de Lectura Breve pero si
recibí una circular alusiva, por la cual le dice Ud
a Lussich mis agradecimientos. Y que a las órdenes.
Que cuando el caso se llegue el dirá en qué forma
puede ser.
Muy buena idea me parece la de esa publicación.
Y que ojalá no sigan las huellas de la Novela Semanal
de Osorio, que ha salido con semejantes pendejadas.
Efe - Carrasquilla - Pacho Rendón - Farina
- Merizalde - Jaramillo Medina me parece
una promesa exquisita, a lo que se puede adicionar
una buena media docena de calidad, y algo más.
Madre de Samuel Velásquez, algo nuevo y teatral
de Bernardo Vélez que debe de tener escrito.
Versos de Ciro de Restrepo Rivera, de Pepe,
de Lussich, de Otto, Ensayos de Efe Gómez,
Félix Betancur y Horacio Franco, Cuentos de Jesús
Restrepo Olarte y versos de Xavier de Lys *.
Cuentos de Castro y de Lisandro Alvarez
(los de éste me gustan mucho). Versos de Zuloaga
y Gutiérrez y una teoría musical del Dr. Jaramillo
(Emilio) asiduo concurrente a los Conciertos
Lamoureux, Colonne etc etc y el único que conoció
los Bailes Rusos con Nijinsky y Chaliapin y que ha
oído a Ricardo Viñes tocando a Ravel y a Severac,
y a Strauss y a Mahler directores de orquesta.
Bien está el envío de Alpha 1907.
Yo le pregunté hace poco por Oberón.
Pronto le enviaré una lista (cuando Ud me mande
suplementos con lo que haya llegado de discos
a Medellín) y con la lista una cantidad,
lo cual se convertirá en discos sonantes.
Villaespesa está aquí otra vez con la Señora
y el hijo. No lo he visto. No lo visité sino una vez
a principios de Febrero y luego nos vimos en Toros
otra vez, nada más.
Castañeda me escribe de Barranquilla y tiene deseos
de regresar a ésta.
Averiguaré lo del Souvenir de Moscou que a mí
también me gusta.
Yo recuerdo que Rendón, Pepe y Tisaza eran
completamente refractarios a toda música no mala.
Recuerdo cuando íbamos a la escuela de música
de Medellín y de lo que se aburrían esos maestros.
De modo que no extraño lo de Pepe. Pueda ser que
Matilde no haya comprado Orfeo, que lo llevó
Tomás Sanín.
Hágame enviar 3 suscripciones a la Novela Breve
y el precio de ellas (no que me hagan ese regalo
sino el envío a cambio del valor correspondiente).
Por hoy no más. A Medina le enviaré el libro.
León de Greiff
Versos de León de Greiff, también, de Alzate
Noreña, de Aquilino Villegas y de Abel Marín
(entre los antioqueños).
*
V
Mayo 7 de 1923
Sr. Otto de Greiff
Medellín
Será lo primero decirle que la compra de Favorita
y La Africana obedeció a un mero capricho, por una
parte, y a la circunstancia de ser Bonci el cantante,
cuya voz me place. Ese disco era de un tipo Restrepo
del Banco y se lo compré por no dejar y por poca cosa.
Hubiera preferido uno del mismo Bonci: Werther de
Massenet que no parece de Massenet y que en todo
caso no será del Massenet de Thais que apesar de
cierto encanto acariciante, es de música tan trivial, no?
Están buenas esas ganancias de Quico Villa.
Retiro mi proyecto de suscripción a Lectura Breve
porque aquí se consigue fácilmente. Bregue por buscar
el Nº 35 de Sábado que me falta.
Yá conseguí Superhombre y ya lo conocía, y tenía
además en uno de mis famosos libros de pegados.
Adel López Gómez ya se iría de Medellín?
En la ciudad de Kazán es de veras la mejor de las de
Chaliapin. Oí este bajo en el prólogo de Mefistófeles
y no me gustó mucho. Yo no sé qué será. Talvez por
cantarlo muy aprisa. Así será, pero como lo he oído
distinto me sonó mal. Muchas veces he preguntado por
el final de la Sinfonía en Sol de Mozart pero sin éxito.
Les dije que la pidieran. Pueda ser. Evidentemente
destrozaron un poco Zaratustra Maicero. Yo le sugerí
a Tejada que escribiera dos notas que escribió
sobre ese asunto. Creo que allá las reprodujeron.
Nada sabía de lo de Restrepo Rivera en Hamburgo.
José Restrepo Rivera tampoco sabía ni el Mono Greiff.
Por ahí tengo para conseguir la Sinfonía Nº 3
de Brahms que es bellísima, áspera y jarta,
completamente schopenhaueriana por la acritud
y el pesimismo. A usted como que no le gusta
Brahms? Yo hé oído doce o catorce cosas de él muy
nobles, pero me gusta más Dvórak. Lo conoce
bastante? Pascaña será Germán Arciniegas?
León de Greiff
Pregúntele a Pepe Mexía si está dispuesto a hacer unos
muñecos para Los Pingüinos peripatéticos. Por ahí los
tengo en una cartera copiados y dejé los espacios para
los dibujos. Que avise para mandarle el cuaderno.
No es para publicarlo sino para tener el libro
manuscrito en mi Biblioteca.
Greiff
VI
Mayo 14 de 1923
Sr. Otto de Greiff
Medellín
Compré en estos días una Suite de Bach de sello negro
por la Victor de Conciertos. Yo había oído eso en
alguna parte. Sin embargo no creo que sea aquello
mismo de Bach tocado en cello por Casals.
Es algo bellísimo. Compré... no no he comprado sino
que compraré el dúo de la Ober y Althouse de Boris.
Lo ví el sábado en la Victor, por ahí arrinconado.
No lo oí. Lo oiré hoy.
Si consigo un dinero ahora lo incluiré para que
consiga Si pel ciel, la muerte de Isolda y el Hoyojoho
o como sea. Eso valdrá por ahí unos $7.50? Si algo
sobra ya veremos que se hace con semejante capital.
El lunes hicimos un concierto en la casa de
C.A.Torres Pinzón. Fuimos Gustavo Santos y Enrique
Peña (de la casa de salud de Peña). ( ). Cosas buenas
sobretodo una Bandoline - Rondeau de Couperin,
en piano por Paderewski. Tocamos los 2 movimientos
de la 5ª Sinfonía y la 3ª Sinfonía de Brahms
y el Cuarteto de Beethoven y fuera de eso unas
veinticinco cosas buenas.
Nada más ocurre. Elecciones. Como siempre me la
velaron y ayer estuve de jurado desde las 8 hasta las 3
pm. sin almorzar. Allá borrarían a Don Luis,
los Hernandistas y Aquileistas. No? Y si no allá
por los menos en las Provincias. Cuando llegue
la de Moussorgsky resérvela. Por ahí tengo el nombre
de eso en ruso. El jueves estuve charlando de mil cosas
con el profesor de Ruso que es un bolshevik
inteligente e instruído. Cuenta cosas curiosísimas
de su vida accidentada. ( ) toda la Rusia y la Siberia.
De Vladivostock pasó al Japón huyendo
del reaccionario Kolchak.
Es tintorero de profesión aquí. En Rusia ha dirigido
periódicos y revistas e hizo parte de una gran
Comisión que anduvo por Siberia en busca de Trigo
(no Felipe) para abastecer la Rusia hambreada.
La (jovánschina) como que fué una rebelión,
de hace siglos, de carácter social, algo así como
precursora del actual bolshevismo.
Bien está la Lectura Breve. Conozco las tres
primeras. Me gustan las siguientes (inclusive el Yelmo
de 429). El poeta Otto de Greiff poco se deja conocer
del poeta Leo le Gris.
Dígale a Carrasquilla que todavía es tiempo de que
me escriba y que con ello me daría un gran placer y un
honor. El canalla de León se considera asaz pendejo
para escribirle a Carrasquilla: por eso no lo ha hecho,
pues ganas le han sobrado varias veces.
Cariñosos recuerdos a Efe Gómez. Esperando
los tres Jesusitos. Otra vez le recuerda lo de
Piscologías que me interesan. Trate de averiguar por
Crisalidas de Farina, que las botó Lozano y Lozano.
Doña Amalia algo traerá, no?
Hasta este momento no me han traído la suma para
los discos. Entonces será para la próxima. No los deje
vender. No oyó los dos de Gadski (Wagner).
Vá un retrato de Wagner que me recomendó Leticia.
Es igual a uno que tengo yo entronizado hace días.
León de Greiff
VII
Al Sr. Otto de Greiff
de Hermann von Aue.
Minnesinger a la manera
Resulta poco. Semana Santa en la que no tomé parte
activa. Retraído más bien y dedicado a lecturas graves,
voir Rabelais y France, y rientes: Gogol y
Dostoyevsky.
No he podido levantar un portador de los discos.
Dígale al querido Maestro Carrasca que yo si que
deveras sentí no verlo ni conversar con él.
Varias veces proyecté visitarlo en la compañía,
grata para ambos, de Cornelio Rufo Pino (José Félice
de Mexid y Ahrango). Salúdelo en mi nombre,
y que estoy muy contento de que no se haya olvidado
ya, de su muy admirador y muy amigo.
Por allá como que hay una zambra de apetitos
senatoriales entre los liberales? A F. Montoya,
Quino
Hernández,
Rafael
del
Corral?
En estico mandan a Aquileo de senador. Recuerdos
a los amigos (si aún quedan)
León de Greiff
Al poeta y musicógrafo Sr. Otto de Greiff
VIII
Sr. Don Otto de Greiff
Ultimamente he oído bastante música pues con
frecuencia voy a la Victor, ya por cuenta mía,
o a acompañar a algunos amigos. A Gustavo Santos
le hice comprar dos o tres de los de Moussorgsky.
Unos coros (sello azul) del Príncipe Igor (Borodin)
también los tengo por ahí. La Danza eslavónica
de Dvorak es bellísima (la Nº 2). Compré la Danza
húngara Nº 6 de Brahms. De Dvorak es también
el Largo de la sinfonía Nuevo Mundo bastante bella.
Casi todos los cuartetos del Flonzaley los he oído y los
de Elman. La 8ª sinfonía de Beethoven entre otras.
Aquel disco de sello negro que compré allá es de la
cual sinfonía? Esto lo pregunto porque creo que está
errada la etiqueta pues la sinfonía Pastoral es la 6ª.
A $5 venden los de Tamagno. Yo los oí todos ellos
en la Victor. De Smetana oí una cosa muy bella tocada
por Kreisler, etc etc.
No más. Hace como tres semanas que no me veo
con el editor de Tergiversaciones. Es fácil, pues,
que de pronto se dañe ese negocio.
Lo cual tampoco me importaría
Por ahí en 1938 creo oportuna la edición.
mucho.
Además yo pienso retirarme de los versos.
Por allá aparecerá Villaespesa en estos días.
No sé si Castañeda Aragón se animó a acompañarlo.
En todo caso se fué de Bogotá, de pronto.
Hasta otra
León de Greiff
Dígale a Doña Amalia que le diga a ( ) que están muy
bonitos los asuntos esos de letras. Y que gracias.
IX
Octubre 22 de 1923
Sr. Don
Otto de Greiff
Medellín
Nada de particular. Lamento la no encontrada de Vers
et Prose. Qué Revistas (interesantes) le regaló
Restrepo Olarte?
Nada he sabido de Veladas,
y Representaciones. Infórme.
Recitaciones
Bonito Berceuse blanca. Savitski es el apellido del
profesor de Ruso. (La clase está interrumpida ahora).
No conozco Danza húngara Nº 1 (Brahms).
Haré por conocerla. Ultimamente compré Danza
Eslavónica
Nº
2
(Dvorak)
por
Kreisler.
Después compraré la Nº 1 por Heifetz.
Al fin llegó el catálogo. Lo conocía: sólo que no lo
había podido conseguir porque en la Victor no dan de
esos. Talvez por tener los precios marcados. Hay cosas
bastante interesantes. Lo he hojeado en estos días.
Por ejemplo 35678 - Hallelujah chorus. Handel
- Victor oratorio chorus
Gloria from Twelfth Mass. Mozart - Victor oratorio
chorus
35499 - And the glory of the Lord. Handel - Victor
Mixed chorus Pastoral Symphony (Messiah) Handel
35426 - Moonlight Sonata - 1er mov. Beethoven
Funeral March (Sonata op 26)
45065
( ) Wohin? (Schubert)
87509 - Au clair de la Lune (Lully)
45060 - Frühlingslied (Schumann) - Der Schmied
(Brahms) Du bist wie eine Blume (Schumann)
17548 - Gloria Patria (Palestrina) Popule meus
(Palestrina)
68473 - Dich Teure Halle - Tannhauser - Louise Voigt
Leise, ( ) Weise - Freischütz
" " " "
68352 - Lied des Hirtenknaben und chor der Pilger
- Tannhauser
Después le hago, en forma, una lista de discos que
me interesen, para que los oiga e informe.
Mandé Nº extraordinario de La República,
plagado de errores. Mandé a Duque Bernal (Renales)
versos que me pidió para Correo Liberal. Háblese con
él para el efecto de que corrija Ud mismo los versos
(pruebas) a ver si se consigue evitar los errores.
León de Greiff
X
Mayo 26 de 1924
Sr. Don Otto
Medellín
Recibí Correo Liberal con lo de Noel, el mismo día
de su salida. Yo no me ví con Noel en los últimos días,
ni fuí a su última conferencia del lunes pasado.
Me quedé, pues, sin reclamarle el allegretto de la 7ª.
Salúdelo en nombre mío y muéstrele el recorte que le
incluyo. Qué imbéciles son nuestras gentecillas!
Dígale que lo he recomendado para lo del allegretto.
Ojalá me lo deje con Ud, así como España nervio
a nervio que tampoco pude conseguir aquí.
Pueda ser que se mejore el ambiente allá. Noel es por
muchos sentidos un liberalizador. Es dinámico
y combativo, con bastantes ideas; es sugeriente
y sincero y sobretodo sabe amar la música y a Nuestro
Señor Beethoven.
También oí la 5ª Sinfonía de Tschaikowsky
y la Snegoroucha. Lo 2º me gustó mucho.
No se por qué desconfío tanto de Tschaikowsky.
Talvez sugestionado por lecturas véolo vacío
y efectista sobretodo en las sinfonías esas y en 1812.
Gústame en el final de la Patética.
Ahora que hablamos de Patética cuéntole que oí
en Duo Art (conoce?) muy buena música en compañía
de Temístocles. En este orden, el jueves pasado
(22 Mayo), en los almacenes de Camacho Roldán
y Tamayo oímos el siguiente recital:
Beethoven: Sonata Appassionata (opus 57)
I - Allegro assai
II - Andante con moto
III - Allegro ma non troppo
Beethoven: Sonata Patética (opus 13)
I - Grave - Allegro con brio (do menor)
II - Adagio (La bemol)
III - Allegro (La bemol)
Chopin: Balada en Sol menor - opus 23
Boccherini: Minueto en La (el conocido)
Saint-Saëns: Vals-Etude
Ciril Scott: Danse nigre opus 58 Nº 5
Lo de Beethoven y Boccherini tocado
por Harold Bauer. Lo de Chopin por Godowsky.
Lo de Saint-Saëns por Cortot y lo de Scott por Carolyn
Cone-Baldwin.
Todo muy bueno. Sobretodo la Appassionata;
luego la Patética sobre todo el grave del 1er tiempo...
y el resto. El vals-Etude es un prodigio de distinción
y sobriedad. La danza negra de Scott interesantísima
y la Balada es de lo más romántico de lo más
característicamente
chopiniano
que
conozco.
Encantado con la audición. Pronto repetiremos
la sesión.
De opera hay esto: fui a Barbero de Sevilla y quedé
encantado con Ruffo, con Bettoni y en tercer lugar
con la Paravelli. Los demás bien: aquello que hacía La
( ) lo hace Baldo, muy bien. Recuerda manca un
foglio? y es un buen actor, sin llegar a ser como
XI
Noviembre 1º de 1924
Sr. Don Otto:
Muy bien me parece lo del pedido.
Queda aprobado con plenitud. Por ahí dentro de dos
meses podríase hacer otro para que fueran llegando
escalonados (para lo del pago). Se quedaron algunos
muy buenos. De los sencillos no pidió ninguno
y los hay muy buenos. Tampoco de la Kapelle des
Staatstheater (Leo Blech) que tiene muy buenos.
Tanz der Irrlichter de Berlioz será el mismo Menuet
des follets? La Suite de la Arlesiana me parece
muy interesante.
Pero eso lo veremos mejor aquí en Bogotá cuando
Ud venga.
Fuera de la muerte de Enriqueta no ha ocurrido
nada. Doña Amalia --especialmente-- está muy triste
y ha habido mucho visiterío. Naturalmente
en suspenso la música.
El Martes 28 octubre fué la última sesión de piano
donde Teresita. Así:
Beethoven - Für Elisa
Mendelssohn - Lieder etc opus 19 Nº 6 - opus 19 Nº 3
- opus 30 Nº4
Gonzalo Vidal * - Mazurka en si menor
- No la conoce? es bastante bonita y bien hecha.
Schubert - Momento Musical opus 94 Nº 3 - opus 94 Nº 6
Beethoven - Sonata Claro de Luna
Beethoven - Sonata opus 14 Nº 1
I Allegro
II Allegretto
III Rondó - Allegro comodo
Naturalmente muy bella pero no de las máximas.
Schubert - Serenata (transcripción de Liszt)
llena de ecos, floreos y garambainas. No la conoce?
Continúo lamentando el fracaso del album.
Discos Victor no hé vuelto. Como que no ha llegado
nada --los azules-- Wagner que los pidieron.
Pueda ser. Pero talvez sería mejor conseguir esa serie
en los alemanes? Ya veremos. Cuándo es su viaje?
Affmo
León de Greiff
Cómo sigue el maestro Vidal? Pregunte en su
y en mi nombre. Mandé unos Tartini para que
los regale a las Stas Villamizar si les sirven
*
XII
Abril 6 1925
Sr. Don Otto:
parece mentira pero no me ví con
Castillo en esta semana que pasó. Seguramente está
enfermo pues al Tiempo no ha venido según hánme
dicho.
Inclúyole los dos programas de la semana.
El Concierto de Beethoven es algo hermosísimo.
El Adagio que conocemos va unido al Rondó final que
es una maravilla. Dura todo unos 35 minutos así:
I 20 - II 4 1/2 - III 9 1/2 minutos (2 y 3 ligados)
Ud no lo conoce?
Otra cosa bien formidable es el Concierto de Bach
para 2 pianos y cuerdas. Tiene grandes semejanzas con
el a 2 violines de tal modo que hay instantes en que se
confundirían hasta creer que el uno es arreglo del otro.
Es de lo más grande y solemne que he oído y la Sonata
de Mozart es lo más sutil y gracioso (en el verdadero
significado) que se pueda oir. Lo de Arensky
--en medio de esas dos maravillas-- queda como
aplastado a pesar de su belleza. La Romanza sobretodo
me encantó. Y la Suite en Re de Bach --Ud la conoce
y salió muy bien.
Recibí los 3 ejemplares de Juvenilia. Salió el de
Maya que me dijo que se lo envía a Ud.
Muy bien los cantantes de la Tetralogía, muy bien
sobretodo la Austral y Tudor Davies que son los que
lo cantan casi todo.
Cada día gústame más como es lógico.
Entre el Idilio de Sigfrido y Siegfried sobretodo
hay muchas semejanzas o reminiscencias. En el dúo de
amor más que lo demás y en la escena de Sigfrido
con el pájaro. Quedó de prestarme Hinestrosa
lo de Lohengrin.
Cordóba de Albeniz (si es el mismo trozo que le oí
a Palacios) es muy de mi gusto. Palacios ha tocado
Córdoba y Triana de Albeniz.
Muy interesante lo del mexicano.
No conozco lo de Mauclair ni lo he visto anunciado.
Pronto le envío una buena lista de libros sobre música
que he ido formando para que hagamos un pequeño
pedido. El de Marliave sobre los Cuartetos
de Beethoven no ha resultado.
No he visto a Restrepo Rivera ni fuí al Concierto
de ( ) (violín) porque ese día llegó Villa con Vicente
y se hizo tarde. Le escribiré más en la próxima.
affmo León de Greiff
XIII
20 Abril 1925
Sr. Don Otto:
en esta semana fuéra de música apenas
que recibí carta y artículo de Juan Lozano y Lozano
y una tarjeta de Ribón (Cartagena) despidiéndose.
Lamento mucho que no hubiera conocido bastante
a Ribón que es tan simpático. El artículo de Lozano
muy bueno saldrá el próximo jueves en El Espectador
Lunes pasado Concierto muy bien. Coriolano
famosísimo. Suite de Debussy una delicia. Ayer por la
mañana sesión privada (Palacios y yo en el Colón)
de 11 1/4 a 1 1/4. Tocó (estudiando pero de memoria)
dos bellísimos Preludio y fuga de Bach. Cada uno tres
veces --el 2º en Sol menor es algo divino. Luego tocó
Estudios (4) y Preludios (4) de Chopin y después
completo el Concierto de Beethoven (el que había
tocado y que tocó ayer mismo en la matinée).
Sabrosísima sesión, no le parece? Palacios saldrá
el 29 Abril para Medellín.
Dejé para última hora el escribirle porque hubo hoy
mucho trabajo. En la próxima le hablaré de otras
cosas. Vá la carta de Castillo, olvidada.
Escriba bastante. Qué hubo de de la Rosa --saludes-Averigüe en nombre mío por la salud de Horacio
Uribe.
León
XIV
Junio 29 1925
Sr. Don Otto:
su carta no la recibí sino el sábado en la
noche. Por no haber correo hoy dejé de mandarle
el 2º No. de los Nuevos. Le irá en la otra semana.
Muy interesante lo que me copia del Polydor.
Espero los siguientes y ya veremos cuando se pide
algo. Ultimamente no ha habido nada nuevo y de
música solo las dos Sonatas (mi menor y mi mayor)
del Maestro Vidal que Teresita me tocó. Ambas me
gustaron bastante y talvez más la en Mí mayor.
En ambas son los andantes ensoñadores,
profundamente poéticos. El Scherzo de la en mayor es
un encanto y los primeros movimientos de ambas me
parecieron muy bellos. En total son dos bellas obras.
Si vé al Maestro déle mis agradecimientos por
haberme hecho conocer sus Sonatas, y mi entusiasta
aunque desautorizada felicitación por ellas.
Continúo muy apenado con Don Gonzalo,
por no haber sido capaz --por mi inexpresividad
característica-- de contestar su carta muy amable
y bondadosa.
Aún no he ido a conocer a Calvo. Ya iré siquiera
a dos o tres, pero no a La Tizona. Ni a tonterías
por el estilo.
Qué más de Cirismo y Cirolismo? Yo de Ciro
no volví a saber ni una letra, desde que escribió su
Oración etc etc sobre el libro mío... Talvez se sentiría
porque no le escribí agradeciéndole... pero es que
francamente el artículo ese es muy bien intencionado
en general... pero nada más: fuera de ser muy malo.
Carrasquilla y demás entrarán en la camada,
por compañerismo o por qué? A ratos no me explico
ciertas actitudes en tipos de talento y cultura.
Escriba largo a ver.
León de Greiff
XV
Septiembre 24 1925
Don Otto:
De Mauclair tengo La Réligion de
la Musique que ( ) a Les Heros de l'orchestre que
también hice pedir. ( ) que es un enorme libro es
la Juventud de Beethoven de J. G. Prod'homme
(en francés) (1770-1800) Interesante también el de Lenz
y el de Curzon (lieder de Beethoven): ahí es donde
alábase tanto el Busslied que, como le dije,
fué arreglado para tocarse en el entierro de Beethoven.
Por ahí deben llegar otros libros que hice pedir.
Dificilísimo conseguir letras pequeñas. La mejor
información literaria francesa actual Les Nouvelles
Litteraires en forma de periódico, semanal, y cuyos
Nos. sueltos he conseguido por aquí y por allá, no ha
sido dable conseguir la subscripción por valer sólo 35
francos el año. Le daré la dirección para que pida
sendas subscripciones. Ahí han salido las famosas
entrevistas de Lefebre (v.g. la de Claudel reproducida
en El Espectador con unos versos dél que yo di y que
publicaron con lujo de errores (sobretodo de acentos).
Tengo un Nº bellísimo dedicado a Pierre Louys etc.
No me dijo nada de lo del hermano de Farina
y sus $3 que le mandé. Si retira Tergiversaciones
de donde Cano y hay algo vendido cómpreme Casafús
y Entrañas de Niño de Carrasquilla (5ª o 6ª vez que los
compro) y si se ve con ese viejo dígale que me les
ponga su firma (no es petición de dedicatoria).
El Zarco salió en estos días. Volví a leerlo y gusté
mucho dél. No creo que vaya a ser bien entendido
ni bien apreciado por paladares no antioqueños,
apesar de su belleza universal y por culpa o virtud
de los voquibles terruñales. Sigo encantándome
con las obras de Carrasca... pero además ( )
las de Proust y Gide y Soupault y Delteil y Joyce
y Valery ( )
¿Ud no se ha metido en el laberinto de Proust?
Si hace el asunto, avise cuanto salió valiendo.
Hoy llegó su carta y el anuncio de que la mía no
alcanzó a salir. La espero tan larga como la anuncia.
El lunes le escribiré mas.
León de Greiff
Ribón escríbeme de Biarritz. Carta interesante.
Ya le contaré. De pedidos franceses e italianos (victor)
no he hecho nada. Los Fonotipia muy bien.
XVI
Febrero 18 1926 7 a/m
San Joaquín près Bolombolo
Sr. Don Otto:
sin nada qué contar, pues en estos
territorios no hay sino calor en buenas cantidades.
Y el recuerdo de los días medellinitas,
con las inolvidables señoritas Villamizar de quienes
agradecidísimo por invaluables audiciones ante mi
inexpresivo gesto del monsieur qui ne comprend pas.
Eso creerían ellas? No lo creo. Pero es lo que creería
la gente, con mi silencio apachecado. Y con las
sesioncillas Vidalescas (del maestro Gonzalo Vidal)
y Acevedo diañas. De ambos y de tantos amigos,
grandes y gratos recuerdos. Al amigo Mora
(José Manuel) véalo, y dígale que sí le acepto
irrevocablemente su ofrecimiento de préstamo
de montura: pues eso es aquí como la arepa:
de imprescindible necesidad. Ese préstamo será
de un mes o mes y medio pues al fin habré de comprar
un aparato de esos. Con el correo (Misael Vidal)
que se vá el sábado o domingo le mandaré plata
para que abra a su nombre una cuenta en un Banco
(Alemán Antioqueño). Así le iré mandando lo que me
vayan pagando. Ud girará para los gastos que yo
le vaya indicando. Con esta 1ª remesa irá este pedido
que es urgente:
lo que le falte a la montura de Mora
II Tres o cuatro tuallas
III Dos o tres sobrecamas - dos o tres sábanas
Dos o tres fundas de almohada
IV Unos tubos (donde Luis Vásquez, muestras)
V Un tarrito de picadura Capstan (Navy Cut)
VI 3 paquetes cigarrillos "
" "
(de los otros se consiguen aquí)
VII Una navaja como con ocho fierros de cacha como
colorada ($4.00 le costó una a Jorge Gómez)
I
El resto de la plata reposará allá a menos que se
ocurra a Ud algún gasto y en espera de la otra remesa.
A principios de Marzo le indicaré un envío a Bogotá
para cancelación de deudas mías, y desde ahora
puede mandarle $16.20 a la Librería Colombiana
(Camacho Roldán y Tamayo). De todos estos giros va
tomando nota y mandándome la relación para saber yo
cuanto va quedando disponible etc etc y hay perdona
tanto pereque.
No omita mis salutaciones a las señoritas Ana y
Sofía y a la señora madre de ellas. Al maestro Vidal
de modo expresivísimo. Al Dr. Acevedo Díaz
(y que no olvide los versos que me iba a mandar).
A la señorita Cock Quevedo y hermano que
me mandaron saludar. A Camilo y Diopoldo.
Al Dr. Mora Vásquez (no sólo por lo de la montura).
A Adel que está tan triste y a Tartarín Moreyra
(a éste que active su asunto con Neftalí) y en general
a todos los que por mi le pregunten. Cartas
(y cosas interesantes) que me lleguen de Bogotá no
olvide mandarlos a L. de G. San Joaquín-Bolombolo.
Saludes a tía Rosa y tías y primas a granel.
Affmo León de Greiff
XVII
Bolombolo San Joaquín 8 de marzo de 1926
Sr. Don Otto:
con Misael Vidal le envío una plata
-- $85.00. Vea si con lo que le queda puede completar:
1º $141.70 o en su defecto: 2º $128.50 -- para que por
hidro y con la carta que le incluyo los remita al amigo
Lombana (B/central). Yo no sé cuanto le queda a Ud.
y yo no recibo plata sino el 16 de este mes.
Ojalá pudiera completar la 1ª suma, consiguiendo
la diferencia que yo le devolvería el dicho 16
de Marzo. Apenas reciba ésta póngame este telegrama:
Alombana - Bogotá
Vá lo de Torres. León: es importante pues de esa
suma hay parte para Torres que debí enviar antes del 6
Marzo y que no pude hacerlo por estar en El Tesoro y
no haber recibido el dinero de la 2ª quincena sino ayer.
No olvide hacer lo posible por conseguir el
complemento para los $141.70. Este envío lo puede
hacer comprando un cheque en el B/Alemán
Antioqueño contra el idem en Bogotá. Y dígame cómo
queden las cuentas y perdone tánto pereque.
No omita saludar a los buenos amigos, en especial
a las Stas Villamizar, al Mº Vidal, al Dr. Acevedo
Díaz (no he recibido sus versos), al Dr. Mora Vásquez.
No he recibido noticias suyas después del
Febrero. Etc Etc. León de Greiff
28
Con Moisés Vidal, el correísta (el irá a reclamarlas
donde Matilde) puede mandar cualquier cosa.
Cartas para mí no. Ha vuelto a llegar?
Ojalá pueda hacer la cuestión aquella mientras pagan
esta quincena.
XVIII
Marzo 26 1926
Sr. Don Otto:
Probablemente el Sr. Misael le llevará
$60.00 si topa al Cajero que está en Bolombolo.
Los suma al saldo a mi cargo y de lo sobrante hace
un giro por $27 que incluye en mi carta (que ahí vá)
para Jesús Antonio Uribe, a ver si le pagamos
a la Librería Colombiana (Lagos) un saldito pendiente.
No incluyó sábanas ni fundas de almohada
en el detallito de la cuenta. No olvide cargarlos.
No me escribió nada. No llegaron periódicos para
mí? Un Nº de Patria de que me hablan en casa? etc etc.
Recuerdos a los amigos.
Que mucho lamenté no haberlas visto, a las Stas
Villamizar. Ni al maestro Vidal.
Y será que nada más. Affmo
León
Remitir la de Uribe por hidro. Las otras por el
ordinario y anotar todos esos gasticos.
XIX
Cascuemula 7 Mayo 1926
Sr. Don Otto:
hace días no me escribe. No he
concluído (múltiples cuanto enojosas labores
contabilísticas y cascuemulenses) la carta a Acevedo
Díaz ni a José Restrepo Jaramillo ni a Castañeda
Aragón ni a Pellicer.
Le dije de un giro a Lombana por $114, pero omití
escribir a Lombana... Ahora vá la carta: si ya mandó
el giro, bien, y si no inclúyala en ella.
Qué discos han llegado, alemanes o victor?
Mándeme una buena lista, a ver. Y mil cosas más.
Tres paquetes Capstan, tres paquetes Chesterfield.
Una cajita de 50 cigarrillos de mas que venden en la
Bastilla *
Saludes universales. León
* sobres grandes 50 block sin rayas
XX
Junio 10 1926
Don Otto:
Pues nada será. Llegáronme un libro y una
revista que me mandó Zalamea?
Qué hay de nuevo. Por aquí nada. Saludes de
Zalamea. ¿Cartas de Bogotá? Restrepo Jaramillo, y
libros? Pedido libros? Acevedo Díaz? Mora y Vianita
intelectuales conserveros?
Favor mandar Hidro esta carta para Zalamea.
Con el correista puede mandarme paquetes de todo
tamaño cuando se le ocurra. Dejarlos en la Gerencia.
Ná má.
Ayer 1 año muerte doña Lucía de Uribe Holguín.
León de Greiff
Favor comprar y remitir con el cólega Serumbia
2 piyamas comunes y corrientes grandes, más o menos
como unas que venden en el almacén Le Cavalier
(o en c/otro) a $3.50 o a $4.00 o a $5.00
1 bata de baño - de $8 o 10 si alcanza la plata
colores o pintas interesantes.
XXI
Julio 28 1926 Cocojondo
Sr. Don Otto de Greiff
Medellín
Encantado regreso. Famosa excursión. No puedo
contraponerle sino ésta paupérrima.
Cocojondo 3 p/m - Feo. Caluroso. Harto.
Casa administración K.14 500
Piñón 3 1/2 p/m - 3ª sección - Ingo jefe G. Hernandez
- Daniel Montoya - Daniel Salazar K.18 500
Canguerejo 5 p/m - Laso - Rio muy hermoso. Barca.
K.25 000
Guaca 9 p/m - Típico. Forma de embudo. El cerdo
Padre.
Alto las Cruces - de Guaca al Alto faldudísimo.
Alto frigidísimo 12 1/2 a/m
Prado. no supe (1 1/2 a/m)
Itagüí. no supe (2 1/4 a/m). A Medellín en camión 3 a/m
Regreso: Tren - Piedecuesta - Mula
Amagá - bonito
Titiribí - bonito
faldudísima bajada
Paso de los Pobres K 12 000
Comiá - 2ª sección Ingo jefe Gregorio Gómez
- Guillermo Restrepo Uribe - Los bogotanos (ausentes)
Médico Robledo. K.13 200
Cocojondo punto de partida.
Ningún interés salvo el río y la travesía
de Canguerejo a las Cruces accidentadísima sendero
a pico sobre la guaca y la sucia, noche obscurísima.
Y por aquí nada nuevo. Si se vé con Neftalí
pregúntele si no habrá posibilidad de que yo gane algo
más por aquí. Si sabe de algún empleo que yo pueda
desempeñar allá, no deje de avisarme, ni deje de ver el
modo de que de un modo discreto gente que pueda
ayudarme en consecución empleo sepa que me iría
a Medellín. (Libardo López - Emilio Montoya - talvez
Sevillano). Pero de un modo discretísimo.
Lo de Neftalí paréceme interesante. Yo no he
querido decirle nada por ser esas cosas como
chocantes pero paréceme no muy bueno el sueldo con
el mucho trabajo que tengo y por estos rincones.
Me gusta la vida por aquí pero eso de los rincones
y el aislamiento etc es argumento para esas gentes
que no serían capaces de venirse por acá (Santiaguito
Londoño, los empleados del troncal allá etc etc)
Al mismo tiempo me hace el favor de buscar
sobre el escaparate de Cota o de Nelly unas revistas
francesas que dejé por allá. (Talvez ya estén
en el zarzo).
Dígale al próximo Secretario de Gobierno y
cuentista Mora Vásquez que apesar de su proclamada
eficiencia dejó pasar este
vamos, presto los del alma mesta
donde debió decir
Vamos, vamos presto los del alma mesta.
Favor saludar al ínclito vate zapatoquense.
Curioso tipo el Maestro Valencia... Huraño y fosco?
En parte sí, pero más un poquitín desconfiado de la
sinceridad suya de él (Valencia). Qué más le dijo
el Maestro? Se vió con Mario Carvajal? Por qué es
un tipazo Ricardo Nieto? No vió al viejo trovero y
guitarrista (muy bueno) Ramiro Ramírez, el Debussy
de las ñapangas. Excelentísimo sujeto.
Hubiérame placido asaz haberme visto con Benj.
María de regocijada y temistoclesvarguesca facha.
Interesadísimo en Dostoievski. Recientemente leí
Le jouer - Les Nuits blanches y releí L'Idiot - Le Crime
et le Chatiment de modo que me encantaría leer ahora
Karamazov y los otros que me dice llegaron
(en otro grado) también me gustaría leer.
Tengo por aquí a la orden:
Claudel - Morceaux choisis
Feuilles de Saints
Rivière - A la trace de Dieu
Proust - Albertine disparue
Lacretelle - La Bonifás (me la mandaron y ya
la tenía en Bogotá)
Leon Daudet - La Reve eveillé
Por si le interesa.
Favor mandar el libro a Zegrí, reempacándolo
y dejándole la 1ª envoltura para que sepa desde cuándo
lo mandé.
Favor mandarle 3 Tergiversaciones a Zalamea,
que dice necesita. Una de ellas ésta que le mando
para asunto de autógrafo.
Le escribiré más cuando tiempo. Ocupadísimo hoy.
Favor ir donde Moreno Joaquín con unos $60.00
a cancelar una plata que yo debo allá. Dar las gracias
y pedir excusas por demora (olvido mío: de allá no
me han dicho nada y ahora he venido a recordar.
Apenadísimo).
Hasta la otra. Sin cartas de la casa (Bogotá).
Sabe algo?
León de Greiff
(libro para Zalamea va por otro conducto)
XXII
Noviembre 29 1926
Sr. Don Otto:
como fué el asunto de su viaje B/andes?
Ojalá pueda escribirme antes de irse, con Araque.
Si tuvo tiempo de ayudarle a conseguir los discos
y victrola. Talvez nos podamos ver con frecuencia,
bajando Ud a La Mesa y subiendo yo allá. También se
vendrá Ud un sábado a conocer esta línea el domingo
v.g. En la Mesa hay modo fácil de dormir en casa
del Ingo (Rubén Cardona) etc etc.
Quedaremos así (sigue un croquis)
Como vé no es tan cerca y puede que sea mas lejos
si a Ud le toca mas por Andes que por Playalarga,
Magallito o Bocas del San Juan, qué se yo.
Buena asignación? Buenos compañeros? Del Troncal
no le ofrecieron?
Por aquí nada sucede y no será mas por hoy.
Pueda ser que Cerumbia le pueda entregar esta mañana
mismo. De Piedecuesta puede llamar a ésta, hablando
con Horacio Múnera en la Bodega del Troncal.
Hasta la vista será
León de Greiff
XXIII
(Entre Medellín y Piedecuesta) Enero 5 de 1927
Sr. Don Otto:
pues en la Villa --talvez por el poco qué
hacer-- no me fué posible ponerme en trance de
escribir con tranquilidad. Siempre en la calle o en casa
de Matilde. Tres veces estuve en casa de las Stas Doña
Ana y Doña Sofía, con este resultado:
1ª
Liszt - Mazeppa
Venezia e Napoli
2 pianos
piano Ana
canto Ana
E. de Zubeldia: Asturiana
Mussorgsky: Ohne Sonne:
In den vier Wanden
canto Sofía
Du erkanntest mich nicht in der menge
Vorbei die Hast des eitlen Tages
Langweile dich
Ana
Elegie
Auf den Flusse
Schubert: Die Doppelgaenger
Der Atlas
Sofía
2a Schubert: Impromptu opus 142, 3
piano Ana
Mussorgsky: Hopak
Mussorgsky: Niania
canta Sofía
In der Ecke
Der Kaefer
Mit der Puppe
Vor dem Schlafengehen
Ana
Ausflug auf den Steckenpferd
Der Kater namens "Matrose"
3a Beethoven: Sonata opus 111 en Do menor piano Ana
Sonata opus 110 (Arioso dolente ) Sofía
Mussorgsky: Cantos y Danzas de la Muerte:
Trepak
canta Ana
Wiegenlied
" "
Standchen
Sofía
Der Feldherr
" "
Bach: Preludio y fuga en do menor
piano Ana
Concierto en do mayor 2 pianos
Esto ha sido todo y es bastante o bueno por lo pronto.
Conocido todo de Ud. salvo lo de Zubeldía que es una
canción española, moderna, bonita pero... no más.
Parece que Don Luis (de Greiff O.) ha de venir en
estos días. El no ha dicho nada pero Pastora le escribe
a Rosa y le dice que le arregle la pieza a Don Luis
que sale en esta semana. Nosotros fuimos
a encontrarlo el Lunes, con éxito negativo.
He tenido ocasión de charlar con Pastor Correa
quien me ha parecido un gran tipo. Simpatiquísimo.
Dizque le está curando a Ud la afición a los versos
y a esa música mala que le gusta.
Quedó en que bajaría con Ud y Losada a la
Herradura. Mientras el se resuelve, bien podrían Uds
bajar en la primera oportunidad que se les presente.
Cuándo vá a Medellín? y después veremos como
vamos Don Carlos y yo a la carretera.
El joven poeta Ace-
(vedo Díaz) (texto incompleto)
XXIV
Sr. Don Otto: nada sucede. Vino Acevedo Díaz
y volvióse ayer. Trájole obsequio Wagner
por Chamberlain en tedesco y en tudesco el
Trompetero de Siqueringuen. Trájome Debussy por
Vallás en Franco.
Nada de discos sino anuncios: Columbia El Mesías
de Haendel (18 discos en dos albums). Cuarteto
de Schubert no ha llegado más, ni nada. Va el libro
de Baldelario. Va carta de la Habana. Fueron unos
recortes de partidas Alekine y Capablanca que le envió
Acevedo. Mándole otras partidas recortadas
de un periódico parisino y una revista de ajedrez.
En la casa bien. Agradece saludes etc.
Luis Vasquez de Greiff aporreadísimo tranvía oriente
descarrilamiento, fractura brazo, aporreaduras cabeza,
y caja del cuerpo.
Germán Arciniegas por aquí. Vílo una vez con
la Señora. Hablé un rato con ellos. Saludes.
Mucha vergüenza de topar conmigo etc etc. No más.
Asuntos nochebuena etc ocasionaron demora despacho
caja Columbia. Quedó Don Agustín de hacerla llegar
ésta mañana al almacén de la D.G. de Caminos.
Será hasta otra vez. Saludes Doctores Espinosa
y Pardo. Pas plus.
León de Greiff
Enero 3 de 1927 *
* 1928 a pedido del Dr Botero M.
XXV
Marzo 16 1928
......... (Er sinkt zuruck und stirbt. Regungslofe etc:
un largo, muy largo párrafo entre parentesis.)
Perdone lo mal copiado. Van 2 Chausson, el 3 lo
entregaré pronto y dejarémelo. Gracias. Anoche vino
Salvadormesanicholls. Hoy vílo un momento saludos.
Me escribió José Restrepo Jaramillo: Desengaño 12
- 1a Derecha Madrid – España - es su dirección asaz
simbólica. Salúdalo y que pronto le escribirá;
dice de Zalamea que anda con ( ) Lopez Heredia por
Vigo Galicia. Allá disfrutará de Gómez Jaime!! Van
libros ajedrez. Dejo los otros. Van algunos periódicos
y programas alemanes. El del Q Guarneri debió no
venir pues yo no lo recuerdo, y siempre los curioseo.
Le conté que ya le escribí a Sofía? También
a Hinestrosa Daza. Hasta la otra
Affmo León de Greiff
XXVI
Abril 28
Sr. Don Otto:
A oírlo pensaba ir todas las veces que
tocara. El Gotterdaemerung que conseguí es éste:
87098 - Zu neunen thaten (del Prólogo). Observe en la
lista que le incluyo que esa parte completa es de tenor
y soprano.
Otro dia le mando la letra de Divinités tal como está
en el album. Hay alguna otra diferencia.
Famosos los conciertos chez Mlles Villamizar
sobretodo lo de la 9a. No será posible que impriman
discos de la 9a ahora con motivo del Centenario
y de los Conciertos que daran en N.Y.? Oyó el disco
de Páris y Elena?
I
II
III
IV
V
VI
Sinfonías duración
27 minutos
36
50
30
30
42
VII No hay dato
VIII 26 (1° 15 - 2° 13 - 3° 15 - 4° 7)
IX 69 (1° 15 - 2° 13 - 3° 15 - 4° 26)
Parece que nada más por hoy. Leticia está mejor.
No le ha subido la fiebre.
León
XXVII
Mayo 24 1928
Sr. Don Otto:
Siempre le escribo con el Ingo Espinosa
apesar de la carencia de nuevas. La única será
la muerte de José Gaviria Toro Joselyn, trágica,
en la cárcel, ahorcado por suicidio. De Europa
hasta ahora nada ha venido. Lo último lo que llevaron
Ingo Botero e Ingo Alvaro Mejía.
Favor decirle Pardo ariquipe lleva o no harina,
pero nunca arina como él dice. Sin embargo talvez a
orillas del Combeima o del Tocuarco o del Guarinó,
úsese tal desconocido ingrediente. En todo caso,
él como coica tiene con que le den guarapito: que no
se meta en arquitrabes ni en ariquipes.
Tengo: Sinfonía en Do de Schubert
Sinfonía en Re de Schubert
Sinfonía (obertura) de Juan Cristian Bach
y la Patética y la Tocata y la Catedral de
que le hablé. Misa en 12 discos ($36.00) no ha llegado.
Será hasta la vista. Saludes Ingos, inguísimos.
León de Greiff
XXVIII
Medellín Septiembre 14 de 1928
Sr. Don Otto
Por la Europa.
Después de su partida son estos los principales
acontecimientos (no en orden cronológico):
Nacencia de una niña el 1º de Septiembre hija de
Leo y Mat bautizada antiyer 12 Sept con los nombres
de Astrid - Matilde - Amalia - Leticia. Muy bella
la chica y bien ella y Matilde. Ya está presentada a Ud
- y por su conducto a Doña Ana I, a Doña Ana II
y a Doña Sofía, en nombre de Matilde y León.
2º Adquisición de la Misa Solemne en Re
del Señor van Beethoven --Orfeó Catalá-- Bellísima!
Maravillosísima! La impresión trae lunares:
terminan las caras de los discos intempestivamente;
se oyen ruidos extraños: toses de los oyentes
(porque la tomaron en un concierto público),
aplausos al finar el Credo etc. Pero, con todo,
maravillosa!
1º
Octeto de Schubert y Quinteto de Schubert
(Forellen eléctrico que me lo cambió Agustín Arango).
El Amor Brujo de Falla muy hermoso. Unas partes
de la Pasión según San Juan por Bach muy famosas.
Oyó antes de irse La Sonata de Fauré? Creo que no
y es formidable.
Escribió Olaf de N.Y. con un joven Cuartas
que trabajó en la Pluma de oro, aquí. Dice la carta
que piensa venir a Bogotá en Diciembre y dice él
y Cuartas que está bastante ajuiciado.
Vino y está aquí Barba Jacob. Muy amigos estamos.
Le ha ido muy bien. Lleva dos recitales en el Bolívar
con lleno completo (unos $800 netos). Un recital en el
Club Unión ($100) y como que en la semana entrante
otro en el Paraninfo. Proyecta raids a Rionegro
- Santa Rosa y Yarumal. Habla bastante bien de Ud.
Encantado con Rendón.
En cuanto a lo demás - Suroeste contrataron a D.
Pablo Pérez y Jorge Angel - Botero retiróse y trabaja
Ingeniería Caminos Municipales en reemplazo
de Molina - Espinosa y Pardo creo que trabajarán
con los contratistas de S.O. - González jefe Trazado
Bolívar-Río Habíta (nacional) - Tomic dibujante
caminos $4.00 contento y salúdale.
Barrilito cada vez más piponcha.
No hále llegado ninguna carta ni revista después
de su viaje.
En próxima carta le voy a hacer algunas
recomendaciones de libros.
Hoy le pongo de presente estos dos títulos de libros
no encontrables en Paris pero que acaso se topen
ailleurs:
Numquid et tu - de André Gide
Si le grain ne meurt - de André Gide
No sé si alcanzaré a escribir a las Stas Villamizar
por éste mismo correo. Si no será el próximo Lunes.
Y mientras le escribo más largo será mandar por hoy
esto no más. Grandes salutaciones a Doña Ana I
- Doña Ana II y Doña Sofía de Matilde y mías.
Idem para Ud.
Affmo León
XXIX
Medellín Septiembre 21 de 1928
Sr. Don Otto de Greiff - D.S.H.:
días después de
escribirle vine a recibir su carta de La Guaira - escrita
en Agosto 4 llegó en Sept 18: no es exagerada la
rapidez. En cuanto a acaecimientos de esa fecha a
ésta: nada será, diciendo mucho. Casa y oficina y por
las tardes una hora o dos en el Café - No es poca
variedad. Cartas? Casi de nadie. Al fin recibí el libro
de Maya. Mis manuscritos que presté a Mesa Nicholls,
desaparecieron: Mesa tuvo la idea talentosa de dejarlos
al cuidado de Don Max, el cual para evitarse caminar 3
cuadras, comisionó al portero de un hotel para que me
buscáse y me entregase los cuadernos. Y el portero,
como es obvio, ni me buscó ni me entregó nada.
Lo que vuelve a comprobar mi ingenuidad, y aquello
de que nadie estima sino lo propio. Esta pérdida
me mortifica, y a Mesa Nicholls... no habrá vuelto
a pensar en el asunto, si pensó 1 minuto cuando
se le reclamó.
2
A Barba Jacob no le he vuelto a ver.
De música nada he vuelto a conseguir. Sigo oyendo
los viejos. Talvez Ud no oyó una Sonata para piano
de Schubert op 128 (creo) y el Cuarteto en La,
cuyo Andante tiene el tema aquel de uno de los
Impromtus y de la obertura o entreacto de Rosamunda
- Bellísimas las dos obras.
La niña Astrid sigue muy bien. Poco habla es decir
nada, pero si chilla convenientemente. Matilde muy
bien. Escribí a Olaf. He recibido cartas de Clemente
Manuel Zavala y de Adolfó Martá los cuales
se refieren in-extenso a su corta visita.
Si en su paseo a Paris (siempre he creído que allá
irá también) se topa con Carlos Pellicer y Cámara le
agradezco desde ahora si le dice que su último libro no
lo recibí. Que llegó a El Tiempo y que de allí lo tomó
un joven X (Pérez?) y lo perdió o robó. Son mis
amigos allá Roberto de Ribón, Popo Borda, y Salgado
y Juan Lozano y Camacho Carreño con quienes puede
topar. A todellos mis saludos.
Le parece muy cómico ese párrafo? y a mi también.
Pero no crea que yo creo que Europa es un pueblito
y Paris una casa de familia y que a la vuelta de cada
esquina del pueblito se encontrará con c/u y todos esos
que le cito. No olvide saludar también a André Gide,
y en Alemania a los hermanos Mann.
El profesor Tomic actualmente me perfecciona
en la lengua palí. Esto porque proyectamos traducir
y estudiar los libros santos del colega Buda (Budjo).
Aj ásam Budjo - es ahora mi frase favorita.
El profesor Tomic dice que yo nada digo en serio:
"Don León todo dice burlónicamente". "Don León
nunca no dice sino charlas o jodencias".
Yo creo que apesar de la insulcia obligada de mis
cartas, no va a dejar Ud de escribirme con gran
frecuencia. Ud si tendrá mil cosas a diario
para contarme, y yo siempre vivo lleno de infinitas
curiosidades.
Y Zalamea? y José Restrepo Jaramillo? De ellos no
volví a saber nada. Ni del amigo Castañeda Aragón
que en 1926-1927 fueron --los tres-- mis más asiduos
corresponsales.
No ve Ud? El único que no se ha fatigado es Ud y,
un poco apenas, Navas y Medrano.
Otra vez será distinto? - por hoy lo mismo que
la anterior. Y addio. Affmo
León
Va carta para Stas Villamizar.
XXX
(falta el comienzo)
Ravel - La Valse
Debussy - Nocturnes 1 Nuages 2 Fetes
Bach - Preludios y fugas del clavecino temperado
(Nos.1-2-3-4-5-6-7-8-9)
Poulenc - Trío para piano - oboe y fagot
Brahms - Quinteto en Si menor opus 115
- Qt y clarinete.
Debussy - Peleas y Melisanda (6 discos)
Saint Saëns - Septeto (trompeta – violines – viola
- cello - contrabajo y piano)
Mozart - Quinteto La mayor (K.581) Qt y clarinete
Schumann - Sinfonía 4 ª --completa--. Como vé, cosas
muy buenas y provocantes.
Y aquí en Medellín no ocurre nada más. Crísis fiscal
dizque tan brava como otra grandísima de yo no sé
cuándo. Y esos son los ricos. Como será la crisis mía,
personal, de mí mismo?
Creo recibir carta suya en esta semana
e inmediatamente la contestaré. Le había avisado
de la muerte de D. Alfredo Nicholls, hermano de Doña
Solina? Creo que sí. Recuerdos de Matilde y Astrid,
ésta ya en vísperas de dientes. Envíole un retrato
de hace un mes.
León
XXXI
Octubre 22 de 1928 Medellín
Sr. Don Otto de Greiff Berlín o D.S.H.:
Recibida su 1ª
(4 y 10 de Sept.) de Europa. Interesantísimo todo lo que
cuenta. Ojalá pueda seguir contando impresiones de
todo eso para informarle a mi espíritu de lo que no
conocerá directamente. Sobretodo sus impresiones
musicales y literarias. Ahora estoy muy germanizado
por las lecturas de Keyserling (Viaje de un filósofo,
y El Mundo que nace).
Como yo ignoraba lo de Aníbal Villamizar nada dije
en mi anterior. Favor de saludar a Doña Ana, Doña
Ana y Doña Sofía en nombre de Mat y mío e incluír
en el saludo nuestro pésame.
Naturalmente que por aquí no ocurre nada. Barba
Jacob y sus recitales. Le diré una cosa que no sé como
le parecerá: Barba es un redomado negociante
y demuestra exagerada afición al dinero de tal modo
que no resulta simpática su actitud. Mutila, chaflana
toda clase de aristas, habla de Mejico en forma que no
se mortifique el clero, pone telegramas o los hace
poner a Yarumal v.g. haciendo fuerza especial en que
fué invitado a dar una conferencia por el Padre Sierra
en el Paraninfo y que a ella ocurrieron varios
sacerdotes. Dió la conferencia paranínfica --yo no fuí--
pero dizque resultó más carlista que Carlos Vasquez
Latorre, tánto que, por exagerar el papel, ya no engaña
a los que creyó engañar con su ortodoxia,
su moralidad. Verdaderos sermones. Esto no tiene
nada de raro ni yo me escandalizo por tal cosa si no lo
hiciera únicamente por dinero, si no hablara de otra
cosa que de lo que le va a producir tal conferencia,
tal recital, tal actitud, tal frase. En fin, que, admirando
al artista, no me seduce por ese aspecto. Y es que creo
que sin necesidad de bajezas, con sus recitales sinceros
y sus conferencias sinceras también se ganaría la plata.
Y con sus propagandas comerciales, a las cuales no
tenía por que mezclar su poesía. La poesía va por otra
parte, entiendo yo.
No vaya a creer por esto que le tengo animadversión
a Porfirio. Todo lo contrario. Por la misma admiración
y el mismo cariño, me disuenan esas cosas. Y eso que
no le cuento cosas de detalle sobre todo en su proyecto
y realización de la gira a Yarumal (por allá está).
El doce octubre fuí a Rionegro con varios amigos
(4 p/m salí y 4 a/m volví). Agradable excursión, bonita
en el sentido de azarosa la carretera en el ascenso.
Bella la parte plana bordeada de eucaliptos de Salazar
a Rionegro (dá la sensación de la sabana de Bogotá).
El pueblo no lo conocí. Llovía a chuzos, estaban en
fiestas de la inauguración. Iba con Pepe Mexía y con
Ciro y varios más. Mucha manzanilla y whisky.
Me aburrí a la 1 a/m y me vine solo en medio
del diluvio por la carretera más resbalosa que existe,
pero sin accidente.
Viernes 20 sábado 21 y ayer domingo 22 hubo
carnavales. Nada le cuento porque el viernes salí al
trabajo y no vi un solo disfrazado y sábado y domingo
no salí de la casa. Total cero. Como que si hubo
animación al fin. De Bogotá sabrá más que yo.
Toda la gente bien.
Continúa la estadística. Si alguna vez tiene ocasión
de averiguar por costo de ediciones en castellano por
allá le agradecería el dato y la conexión si es el caso
con la casa editora para proponer. Miguel Jiménez
López como que editó por allá en buenas condiciones.
Yo no he desistido de echar otro libro pero lo que es
en Medellín no resulta pues es carísimo. El señor Mesa
Nicholls dizque me iba a dar datos sobre ediciones
en Colonia pero nada ha dicho.
Continúo abismado con la Misa Solemnis, el Agnus
Dei es soberano y toda la Misa.
Muchos de sus amigos me recomiendan saludes:
Jorge Vásquez, Julio idem, Sordo Salazar, Correa
Velilla, Isaza Martínez, de Greiff Bravo, José Botero
M., Hans Barth, Gonzalez Meza, Henning y Tomic.
Espero recibir pronto algo más de su parte,
de las dimensiones mismas de la carta recibida, ojalá.
De los festivales en Viena no olvide etc etc. Qué cosas
buenas no se oirán allá! Pueda ser que la Victor
y la Columbia impriman algo de todo eso.
Saludes de Matilde y de la niña Astrid.
Ambas siguen muy bien. Idem para el trio Villamizar
y de mi parte. Y hasta la otra, affmo
León
XXXII
Medellín 2 de Noviembre de 1928
Sr. Don Otto de Greiff:
Después que le escribí,
llegó otra suya, del 20 Sept., donde me cuenta de lo del
Museo del kaiser Federico; y de Don Juan del Mozart
y la Flauta Mágica; y del dentista; y del Otello
del Verdi y de la 2ª de Tristan del Wagner,
y de la iglesia ortodoxa y de las futuras audiciones
de músicas de cámara, cuya reseña estoy esperando.
En cuanto a lo de por acá, puede creerme que no
varía ni el modo ni el tiempo ni la tonalidad ni los
timbres: una marcha estilo académico, que lo mismo
sirve para el entierro del General Rifirrafe,
que para iniciar un acto público, en el Paraninfo,
v.g. presidido por Carlosé, asesorado por R. Olano
y Gonzalo Mejía v.g. (también)
En la casa bien, así en Bogotá, de donde recibirá
copiosa correspondencia, como aquí, cuyo mayor
escribano soy yo; la niña Astrid continúa muy bien,
magüer chillona. Héle hecho oír de la Quinta
el Andante, de la en Do de Schubert el Andante,
el Scherzo de la Reina Mab del exuberante Berlioz,
y otras cosas más, sin que hasta ahora, mosquéese,
ya aprobando, ora en señal de protesta indignada.
Yá iráse dando cuenta un poco más tarde e iniciará
sus estudios pianísticos muy presto (si 2 maestros
que conozco están en esta urbe por esas kalendas,
que serán...)
Ahora parece que vendrá a Medellín un cellista
uruguayo que anda por Bogotá: el Sr. Oscar Nicastro.
Dicen que es muy bueno (el mejor del mundo como
dicen aquí del que llega). Pero sin ser el mejor como
que si es muy bueno. Grandes deseos de oirlo
y grandes temores de su fracaso pecuniario dadas las
aficiones musicales medellinitas, donde los grandes
críticos todavía van en Donizetti en la realidad aunque
de oídas (en este caso será de leídas) ya sepan de otros
músicos novísimos como Wagner (?) pero lo que es
de Wagner en adelante... ¡Puccini y Leoncavallo!
Ud conoce, mejor que yo, el asunto de que trato.
De amigos nada más volví a saber salvo de Navas
que suele escribirme en ocasiones. Parécenme
raros tres silencios: Restrepo Jaramillo, Zalamea
y Castañeda Aragón. Aunque con Castañeda puede
suceder que el culpable haya sido otro que no él:
talvez yo dejé de contestar una suya, sin premeditarlo
naturalmente, sino que la carta se fué quedando
por contestar y al cabo no se contestó.
Adquisiciones dísquicas no más. Donde Agustín
Arango hay unas 12 canciones del Winterreise
(12 de las 24 que son) cantadas por Richard Tauber.
Quién sabe qué más habrá pues me dijo que fuera
porque habían llegado varias cajas.
En el libro de lieder estarán también las del
Winterreise? Si le es muy fácil hagame el favor
de copiarme éstas: Die Post (2) Die Krähe (3)
Der Wegweiser (4) Muth! (6) Der Leiermann (1)
Der stürmische Morgen (5) y de preferencia --si son
muy largas-- el Nº1 o el 1 y el 2, o el 1 - 2 y 3 u.s.w.
(es así la abreviatura? apenas tengo el borroso
recuerdo de eso desde los tiempos de Don Blas).
Lo del Museo me provoca un horror, naturalmente,
y en especial los ciertos y determinados maestros.
Pero más me provocan Tristan, Fidelio, Boris y más
los Conciertos de música de cámara o los sinfónicos.
Mánde siquier los programas, fuera de las impresiones
que ojalá no suprima. Y de las festividades
schubertianas en Wien? Eso si que irá a ser
muy interesante!
Los jóvenes Luis de Greiff Bravo e Ignacio Isaza M.
vienen con alguna frecuencia. Ambos le saludan.
Luis ya le escribió?
Espero recibir suya en esta semana. Al principio
(fines de agosto y primeros días de septiembre me fué
imposible escribirle, demasiadas ocupaciones y
preocupaciones); después si he sido bastante cumplido
máxime (como dicen) si se tiene en cuenta
que Medellín no dá para henchir cartas; y yo soy
de muy poca inventiva.
Mis cariñosos saludos (y de Matilde) para Doña
Ana, Doña Ana, Doña Sofía y Don Otto. Hasta la otra.
Affmo - León de Greiff
XXXIII
Medellín Noviembre 12 de 1928
Señor
Otto de Greiff - D.S.H.:
Ya sí tendrá recibidas varias
mías (de Sept 17 - Sept 22 - Oct 22 - Noviembre 2)
aunque con ellas no ganará nada, pues en vista de la
carencia de nuevas en la aldea son de por sí bastante
monótonas o mejor átonas. La única nueva es
el advenimiento de la niña Astrid.
Ya he recibido la suya de Octubre 1º ajedrecística
y Godunóvica; y donde se inicia la época de música
de cámara. Todo ello interesantísimo para mis
curiosidades.
Gracias por las felicitaciones Astrídicas, suyas
y de el elemento de y Villamizar.
Adquirí 12 canciones del Winterreise cantadas
por Richard Tauber. Entre ellas las más bellas son
(a mi gusto) Der Leiermann, Der Wegweiser,
Die Krähe, Die post (no garantizo nada eso de der
y die) etc etc. Muy bellas y muy bien cantadas.
Y eso ha sido todo lo musical. El cellista Nicastro
continúa en Bogotá. Ha llegado y no he vístole,
el estudiante y poeta venezolano Carnevali.
Dará recitales. Ahora en estos días volará Mendez
(ojala vuele más que el otro).
Otra vez está en la Dirección de Caminos
el Profesor Tomic. Salúdale. El sábado estuvo por aquí
el Profesor Pardo, de regreso de Ibagué. Salúdale.
Insiste en decir que ocurre Ibagué, y mostró vistas
conducentes a probar su afirmación.
Hoy (7 a/m) vi a Doña Lucía Kockquevedo y
díceme hace 20 no recibe de sus letras. Hace diez días
estuvieron en casa Doña Inés Grayfenstain y Doña
Teresita Santamaría y saludes etc. Y han estado
además de Greiff Bravo y el joven Isaza Martínez
y eso es todo. Continúa a ratos tertulia Cano
(Castro, Pepe, Jaramillo, Ciro, etc). Semana pasada
reunión nueva, casa Castro, motivo fútil; agradable
reunión: los citados entre paréntesis, el que esto firma,
y: Joaquín Cano, Jesús Restrepo Olarte, Quico Villa,
Pacho Cárdenas, Guillermo Jaramillo, Tulio Medina
y Mora Vásquez (secretario de Hacienda - en estos
días ganóse otra rifa: $1.650.00) Y uno nada...
Qué nuevas cosas de Alemania? Sigo leyendo
al admirable Hermann Keyserling. Viva Tonal
continúa en su nuevo puesto (2º) - Misa Solemne
sigue bastante bien.
Desde que se fué no le ha llegado nada sino British
Chess de Octubre - donde topo lo siguiente Krssingen
Master Tournament (se adjunta el cuadro del Torneo
en el cual participaron Bogoljubov – Capablanca
- Euwe - Rubinstein - Nimzovich - Reti - Marshall
- Tartakower - Yates - Spielmann - Tarrasch - Mieses)
Qué le parece el cuadrito? Lo peor es que Ud ya
debe conocer de sobra tal resultado etc etc
Y cuales los detalles about Astrid? Sabe Ud cuán
poco y cuán mal descriptivo soy. Piel blanca,
ojos azules obscuros, pelo rubio, nariz bien,
boca bonita, orejas bellas, frente leogrisiana
(dijo Tomic) y será alta. Es cuanto sé.
Y muy simpática y reidora chilla no muy
frecuentemente, pero chilla muy, cuando chilla.
En cuanto a conciertos, en Medellín en la última
temporada ha habido pocos, yo no he ido a ninguno.
La Orquesta de Mengelberg estrenó un pasillo
de Carlos Vieco, genial, en el Salón España.
El Cuarteto Lener lleva 5 recitales con lleno completo
en el Junín... Tocó el cuarteto melancólico de Murillo
y el trio del Maestro Calvo para violín, viola y cello.
Ensaya actualmente un quinteto (al piano, una pianola)
del Maestro Arroyave (chato) y no más. Museos?
El de Zea, con surtido completamente renovado.
Hasta la otra. Saludes de Matilde y Astrid para Ud
y las señora Doña Ana y señoritas Doña Ana y Doña
Sófy. Y mías para los mismos
León
XXXIV
Diciembre 10 de 1928 Medellín
Sr. Don Otto: Lo ocurrido en los últimos tiempos
ha sido de poca o nula monta, que yo sepa.
Murió la Sra madre de José Botero Mejía.
Le comunico para fines ulteriores.
He dado sus saludos a amigos etc. Hace pocos días
recomendóme Ochoa (El Gerente) que le saludara
con grandes cantidades de cariño etc etc.
Por aquí estuvo Carnevalli, muy amable y en todo
sentido correcto y franco. Me recomendó saludarle
a Ud y recordarle el envío de versos que Ud le ofreció.
Murió en New York José Eustacio Rivera.
Lamentadísimo y lamentabilísimo. Ud ya lo sabrá de
sobra. Vuelo de Méndez --varias etapas cumplidas--;
detenido ahora por daños aparato en Panamá.
Centenario Schubert en Medellín. Nada, o menos
que nada 2 audiciones de discos en Victor y la
Columbia. No fuí. Cosas que yo tenía, unas. Parece
que a petición hubieron de tocar músicas populares.
La debacle. Yo en casa toqué esa noche, con asistencia
de Matilde, María Dolores, Tomich, Luis de Greiff
Bravo Obregón Nicholls y Isaza Martínez: La Sinfonía
9ª en Do - La Sonata en La - El Cuarteto en La
- Canciones del Winterreise
Ahora parece que llegarán a la Columbia,
completos: el otro quinteto! - Los Momentos
Musicales - Los Impromptus - otro Cuarteto
(mas no el en Sol) - Schubert - Cuarteto - Debussy!
Algunas otras canciones del Schubert.
La niña Astrid continúa bien hermosa y simpática.
Si sale una fotografía que se hizo ayer, la enviaré para
que sepa de qué se trata.
De resto todo bien, salvo que Eva Bernal sigue harto
enferma.
De Matilde y Maria Dolores grandes cantidades
de saludos.
De Matilde y mías grandes cantidades de saludos
para el Trio de y Villamizar.
Superabundantemente barbudo en estos días.
Creo que hasta Enero perseveraré en estado. No sé que
hacer de 15 días de vacaciones en este Diciembre.
Escasez de medio circulante obligaránme temperar
biblioteca y discoteca Argentina 131.
De Bogotá lo mismo. Todos bien, relativamente.
Ud sabe mejor que yo, de allá, por ser más epistolar.
Trataré de remitirle cuanto venga de Bogotá
exclusive Espectador; y algo de Medellín
(prensa superinteresantísima!!)
Dice Ante Stanko Tomic en este momento:
"Muchas saludes Don Otto". Están dadas.
Inclúyole de ajedrez, que Ud conocerá de sobra,
vamos!
Llegó número de Noviembre de la revista inglesa
de ajedrez.
Espero relaciones de Festivales Vieneses Schubert.
Héle escrito bajo nombre Ana o Sofía temeroso de que
por posibles ausencias suyas Berlin fuera fácil
extravío. Escríbole hoy a su personal dirección.
Prométole próxima menos inamena.
Próxima será muy próxima pues creo recibir suya
hoy. Affmo León Candelaria-Ville
XXXV
Medellín 17 de Diciembre de 1928
Sr. Don Otto: en estos días lo único notable (para mí)
ha sido la audición (por discos) de lo siguiente:
Schubert - Quinteto en Do opus 163 (2 violines
- 1 viola - 2 cellos) en 6 discos dobles muy muy
maravillosos sobretodamente el Adagio y el Scherzo
cuyo Trio (andante sostenuto) es de un efecto
definitivo.
Kurt Atterberg - Sinfonía Nº 6 en Do mayor opus 31.
Tres movimientos muy bellos, con harta novedad
dentro de un espíritu conservador parece. Ya Ud la
habrá oído sin duda pues fué la premiada en el
Concurso Conmemorativo del Centenario Schubert
($10.000 premio 1º) - Es una obra realmente interesante.
Schubert - Impromptus opus 14...? (Nos.1 - 2 - 3 - 4)
muy bien ejecutados - discos de excelente sonido.
Gigout - Toccata
Boëlman - Toccata para órgano en el órgano
de la Catedral de San X en Lyon. Muy interesante.
Mozart - Bodas de Fígaro
Farfallone amoroso y se vuol ballare
- cantadas magníficamente por Mariano Stabile
Verdi - Otello - Tempesta y Fuoco di goia - por los
coros de la Scala - Excelentes discos - Música muy
nueva (en Verdi). Y esto ha sido todo.
La niña Astrid muy bien y muy simpática - Envíole
1 retrato.
Enero 1º de 1929 - Después de lo anterior ha sido
el envolate completo por asunto de fin de año,
días de fiestas, 24 Diciembre, etc, etc. De tal modo que
yo no he podido hacer nada en esta época:
los primeros días de mucho trabajo, y los días
de vacaciones sin facilidades de correo etc. Su última
es de Praga 16 de Noviembre, que llegó el 29
de Diciembre.
En Medellín nada de nuevo, sólo que desde el 28
está aquí José Umaña Bernal con quien he pasado
ratos agradabilísimos. Le saluda. También está
Alfonso Villegas Restrepo a quien aún ni he visto.
Otra noticia es la de que José Restrepo Jaramillo
se vino de España donde estuvo unos 8 días preso
por artículos comentadores de actitudes de Primo de
Rivera. Parece que actualmente está en Barranquilla.
Hoy debió llegar Méndez (aviador) a Bogotá.
Otra noticia: el 23 Dic (o 24) incendio en un almacén
en Guayaquil de cuyas resultas incendio oficinas
del Troncal con pérdida en valor y tiempo:
se quemaron todos los planos, carteras, etc así como
libros de contabilidad etc.
Parece que Don Luis tiene intención de venir en este
Enero a Medellín.
En estos días de vacaciones poco más he hecho
como no sea cortas salidas; charlas con José Umaña,
y oir bastante música en especial lo siguiente:
Quinteto (de 2 cellos) de Schubert (cada vez mejor)
Sinfonía en Do (9ª) de Schubert (cada vez superior)
Sinfonía en Do (6ª) de Atterberg (cada vez más
me gusta)
Canciones del Winterreise (si fácil no olvide letras
y si mas fácil conseguir el librito ese de lieder
de que alguna vez me habló)
Sinfonía Quinta de Beethoven
Sinfonía Segunda de Beethoven
Los dos cuartetos eléctricos de Beethoven
El Amor Brujo de de Falla
Iberia de Debussy, amén de algunas tandas
de lectura de importancia en cantidad.
Sigo escribiendo a Berlin hasta nueva dirección.
Saludes de Matilde -Astrid y mía (y Tomich)
Affmo León
XXXVI
Enero 20 1929 Medellín
Sr. Don Otto de Greiff - Berlin:
Resulta que cinco días
después de su postal de Praga (de 16 Nov) llegó su
carta de Berlin (de 15 Nov). A la de Praga me referí
sólamente en la del 1º de Enero, por esta circunstancia.
En estos 20 días no me ha sido posible (le parece raro)
escribirle: pero es el caso que de noche apenas hay
tiempo para recibir visitas o para ir a la cama,
de resultas del trabajo del día que se ha vuelto muy
envolatado y fatigoso en estos días anteriores
a Informes a la Asamblea etc etc. Fuera de la vieja
historia: no ocurre nada en Medellín.
Ahora dejaron a Mendez y no hablan sino de fútbol,
Olimpiadas de Cali, Equipo tal y equipo cual
- y el medellinismo enconado.
Ya José Umaña Bernal se fué para Barranquilla
provisionalmente.
Después de su carta de Berlin (15 Nov) llegó:
1 paquete de album canciones Schubert y tarjetas
postales idem, todo superinteresantísimo y de que muy
agradecido. Muy agradable háme sido escuchar las 12
que tengo del Viaje de Invierno --eléctricas-- y las
antiguas de la Bella molinera y del Canto del cisne.
Tengo esperanza de que lleguen unas Seis canciones
más de Schubert cantadas por Kipnis entre ellas
Doppelgänger (Columbia)
Después (y tiene que haber una laguna) llegó su
carta de Viena (10 diciembre) y nuevas tarjetas,
éstas ya beethovenianas y muy bienvenidas.
Falta entonces alguna carta suya del 17 Nov al 4
Diciembre; máxime si Ud mismo lo dice al empezar la
del 10 diciembre: ocurrido desde la última, as follows:
diciembre-martes 4 la cual háceme pero mucha falta
como es natural, y en especial, como vuelve a ser
natural por ser ese lapso lagunoso, el correspondiente
a Fiestas Schubertianas. Ojalá llegue, ojalá ande
por ahí extraviada.
Famoso ha sido todo lo que me cuenta; de sus
audiciones y de sus excursiones: la de Heiligenstadt
(el nombre parece puesto después) si que es de
envidiar. De modo que Slezac ya no es lo que fué?
Las audiciones de la Creación, Lohengrin, Suite de
Bach y Sinfonía de Mahler (apesar de los pocos peros),
Trio opus 100 (es superior al 99?) etc etc me las
supongo deliciosas. En definitiva no le ha tocado oír ni
la Novena ni la Misa ni los cuartetos últimos
de Beethoven? Ni la Sinfonía en Do de Schubert
ni su Quinteto otro?
Entiendo que está en Bogotá Armando Palacios pero
no lo sé con certeza sino que talvez si leí un telegrama
de allá en donde aluden a Palacios mas sin seguridad
porque acaso digan apenas que lo esperan. Qué sé yo.
El cellista Nicastro al fin no vino.
He recibido cartas de Robert de Ribón y de
Gregorio Castañeda Aragón - éste anda ahora de
cónsul (canciller del Consulado) Consulado Post Box 5
(siquiera!) en Curaçao. Le saluda y díceme que yo
debería andar en su compañía de Ud por Alemania
y no anclado en la Villa - Bella intención!
El Sr. Ante Tomic ahora es dibujante en el Troncal
(los daños de que le conté en mi anterior, de planos
y carteras, fueron bastante inferiores a lo que en el
principio se pensó).
Eugenio Villa estuvo muy grave en Cáceres.
Fiebres hemoglobinúricas (así será). Ya está mejor.
La niña (cuyo retrato le envié en la anterior)
continúa muy bien, bastante bonita y simpática;
y con sus bullas es otro inconveniente
para la correspondencia.
Favor retornar saludos míos y de Matilde y Astrid
a Trio Villamizares y a Ud.
Pueda ser que de hoy a mañana tenga alguna cosa
más para contarle.
Affmo León
A la antigua dirección hay cartas
de Noviembre 2 - 12, Diciembre 10, Enero 1º
XXXVII
dirigidas
Enero 31 de 1929 Medellín
Sr.Don Otto:
Felizmente no se perdió la carta aquella
de Noviembre 30, sino que llegó días después de la
del 10 Diciembre: ésta el 15, aquella el 22.
En los días
por aquí.
20
al
31
no ha ocurrido mayor cosa
Los amigos de Suroeste han desperdigádose:
solo quedan allá Espinosa; Barrientos de Estadística;
Gabriel Restrepo de Almacenista. Ahora vuelve al Ba
( ) Hening que estuvo un tiempo en el F. C.Troncal.
Envíale saludes y preguntó asaz por Ud; Gonzalez
Meza en la carretera de Guadalupe. De los demás,
como le conté otra vez.
De música nada nuevo. Anuncios de Tristan
e Isotea completa, 2º Festival Bayreuth tres álbums.
Todavía no sé de cantantes ni maestro Director
ni orquesta. Debe ser algo sorprendente. Anuncian
también Pelleas y la Arlesiana, talvez completas
y Carmen idem - y un poema de Glazunov:
Stenka Razin.
Muy bueno el libro que ofréceme de Landormy:
aún no lo conozco. No le había dicho que ayer llegó
su carta.
Veré de conseguir (dúdolo no sé por qué)
Universidad con Mr. Botero el de Colombia. Ensayaré
conseguir el de José Restrepo Jaramillo con Lázaro
Tobón.
Ud fué amigo de Lázaro Escobar de Rionegro?
Murió hace pocos días en un accidente automoviliario,
entre Marinilla y Rionegro. Lamentadísimo.
Y de mi también aunque solo un día lo traté cuando fuí
a Rionegro.
Carnevalli especialísimo. Mucho me gustó su modo
de ser, su simpatía sincera y su talento.
Barba Jacob salió hace días de Medellín sin decirlo
a nadie y sin despedirse. Parece que anda por
Barranquilla. Aquí como que se asoció con documento
que yo firmé como testigo con Mora V. con un
Sr. Santos Forero, para jiras poético-financistas.
En ello debe de estar por la Costa. Yo no volví
a verme con el en ninguna parte. No sé si le conté que
el no buscaba sino tipos en cierto ambiente dudoso.
Su íntimo era Alfredo Arango según cuentan;
y cuentan mucho de esas amistades. Yo no sé ni
me interesa.
Parece que en Bquilla dijo que yo "tenía talento
pero que apenas me iniciaba". No sé si eso fué lo que
dijo. En todo caso el si considera a todo el mundo con
dejos de superioridad incuestionable. En lo cual no
tiene razón, aunque sea cierta esa superioridad.
Todo esto no quiera decir que yo tenga el más leve
disgusto con él. Nada de eso. Me gusta el poeta casi
tanto como me parece chocante su egoísmo,
su tortuosidad fría y escamosa; la ausencia total
de fervor y de sinceridad para lo benévolo, siempre
presentes para la maledicencia. Pero todo eso lo veo
situado al margen, como cosas que no me atañen ni me
afectan.
Febrero 4. - Por aquí tuve que dejar el 31 de Enero
(escribía en la oficina) y apenas hoy puedo reanudar.
Continúa el mucho trabajo y ayer -que pensaba
escribirle: domingo...: (olvidando que era día
de Elecciones y que yo jamás podré dejar de ser
Jurado!!) Total, que apenas hoy.
Si llegará Tristan --en los 20 discos--. De los 20 se
roban 1 (dos caras) con los Motivos y sus funciones
en la ópera.
La distribución es así:
1er acto 14 caras
2º " " 17 caras
3º " " 7 caras
Y los piscos son los siguientes por si conoce
algunos:
Tristan
Isolda
Brangena
Ein jungen Seemann
Kurvenal
Gunnar Graarud
Nanny Larsen-Todsen
Anny Helm
Gustav Rodin
Rudolf Bockelmann
Melort
Joachim Sattler
König Marke
Ivar Andresen
Ein Hirt
Hans Beer
Bayreuth Festival orch. Karl Elmendorf, conductor
Eso es todo. Siempre habrá supresiones, no crée Ud.
Aunque dicen que completa.
Antes de que se me olvide: si se ve con Quixano
y Mantilla (Xoaquín) grandes saludes al muy
simpático y noble amigo y helenista in artibus
barbarorum (que Quijano puede hacer extensivas
al kolega Hindenburg, mi viejo kamarada de guerras).
Plétora
de
Informes
Ingeniero-Estadístico
-Pastelosos (con algo de tarreos).
Ibagué no ocurre. En cambio Cali y Barranquilla
tienen más habitantes que Medellín (cómo le parece?
y qué dirán Gonzalo Mejía, Tobón Quintero y Ricardo
Olano?). Héme visto con Samuel Moreno y le dí
sus saludes que retorna.
No he vuelto a ver a Doña Lucía Cock
(ni volvió a esta casa). Qué le pasará? Y de la Sra
y Stas de y Villamizar? Volverán a Medellín?
Seguirán a Bogotá? Ud no me ha dicho nada,
pero aquí en la Villa dicen que pronto regresarán.
Armando Palacios si vendrá a Bogotá y a Medellín.
Celébrolo aunque no será comparable a Backhaus (?)
Rachmaninoff etc etc.
Físico Astrid continúa mejorando. Julio Vásquez
en Medellín. Supo que fué a Panamá a que operáranle
y que no lo operaron pero si le sacaron toda la plata
que tenía? Guillermo Valencia tradujo y publicó tomo
Catay de poesías chinas (versión de 2ª mano es decir
del francés). Y Castillo publicó tomo de versos.
Ninguno de los dos he leído pues ni envíanlo
ni los hay en Medellín.
Desagradable cosa la del hipo etc heméticos;
y muy agradables las nevadas (imagínome).
De qué será copia la Sinfonía de Atterberg.
Ya sabrá que la oí diez días después de Ud.
Prodigio de la civilización!!! Gústame más y más
a medida reaudiciones.
Ignoro Luis Ricardo García. Quién? De dónde?
No he visto aún "bobada" Espectador. Imposible
Luis y Gabriel Cano enviar periódico León de Greiff
apesar constante colaboración, que hace días resolví
no continuar: de modo que no veo los Suplementos
todos pues a
o extravíanse.
veces
no
los
manda
Lugreiff
Quien es Krijanoslaya? Ignoro. Y el libro muy
malo? Siempre valdrá la pena conocerlo.
Había visto de + Battistini y su ( ).
Mandaré libro Konsul Praha y trataré de conseguir
de otros autores.
A mi si me gusta bastante Die Post pero más
Die Krähe, Die Leiermann y el Poste Indicador
(de las del Winterreise). Porque el que Ud dice
Der Greise Kopf no ocurre en los que tengo.
A Carnevalli fuéle bien (es decir regular);
por lo menos lo suficiente para gastos y viaje
a la Costa donde creo que ahora reside.
No será más por hoy - hasta la otra - Horacio
y Teresita salen para Europa - pero dudo de que vayan
a Alemania. Saludes de Matilde y Astrid - y de ellas
y yo para Trio Sra y Stas de y Villamizar (c.p.b.)
Affmo León
Le llegó de Morelia (Mexico) una tarjeta de Año
Nuevo de Andrés Chávez y el personal que integra
su compañía de Drama y Comedia.
XXXVIII
Marzo 4 de 1929
Sr. Don Otto:
Como he estado muy envolatado no se
bien si le escribí en la semana anterior. Tengo la idea
de que entre el 18 de Febrero y el 28 le escribí.
Los envolates han sido casi todos de orden oficinalis.
Informes - datos (dactos) y últimamente una pelea
(otra) con el Doctor Quevedo, con Don Carlos
Gutiérrez y Rodríguez Moya y de rechazo conmigo
o por lo menos con mis cuadros etc etc todo muy
divertido... pero muy aburridor para mi que he tenido
que formar mucha papelería y enfilar números
y números. Si fué la madre de José Botero M. la
fallecida. Yo púsele de presente su averiguación para
explicarle demora suya en escribirle imputable sólo
a mala información. Yo si le conté oportunamente
acaso en alguna de las varias mías que no ha recibido.
Ultimas mías según registro: Enero 1º - Enero
- Enero 31. No sé si Febrero 18 a 28. Esta de hoy.
20
Si contéle que tuve la dicha de ser jurado de
votación? Pero no sé si le referí de una muy buena
partida de Foot-ball a que asistí (ayer hizo ocho días).
Famoso equipo peruano. Grandes combinacionistas.
Pusieron 9 a cero. Ayer no fuí. Dizque mejor y más
lucha - Peruanos 5 Colombia 1. En ayer jugaron
antioqueños distintos de los de la 1ª partida e
integrados por un formidable defensa para o uruguayo.
De discos... nada de nuevo: que llegan tales
y cuales. Que murió el violinista Capet cuyo Quatuor
de ejecutantes era de mucha fama en Paris de Francia.
Dejó varios cuartetos en Columbia (Muerte
y Muchacha; Nº 9 de Beethoven; de Ravel; de Debussy
y alguno más)
Formidables anuncios de músicas españolas
dirigidas por Arbós (Albeniz - Falla - Turina
- Granados - Arbós).
Bello albun de canciones que
(todo lo dicho anunciado y no llegado)
detállole
Schubert (Gracias por el de Lardormy!!)
Canta Elsa Alsen: Ave Maria - Litanei - Du bist die
Ruh - Gretchen am Spinnrade
Canta Sophie Braslau: Erlkönig - Der Tod und das
Madchen - Die junge Nonne - Die Forelle
- Haidenroslein
Canta Charles Hackett: ¿Quien es Silvia? (averígüelo
Vargas)
Canta Alexander Kipnis: Am Meer - Aufenhalt
Der
Wanderer
Der
Doppelgänger
- Der Lindenbaum - Der Wegweiser - Total 8 discos.
Repartí sus 3 tarjetas así:
Carlos Gonzalez - Hace varios meses no es Síndico.
Renunció. Establecióse Cantina con Indalecio Vidal
- No sé como les vaya
Enrique Gonzalez - Hace varios meses no es de
Suroeste. Trabajó unos días en Bolívar Río Hábita.
Ahora desde hace tiempo en Porcecito Guadalupe con
el Municipio. Remití carta con Ingo Salas H.
Juan Bautista Espinosa - Remití. Todavía en Andes
(El Arenillo?) Casadísimo. No lo sabía?
Encantadísimos retrato Trio Ana y Sofia y Otto.
Muy bello panorama de nieves. Grupo mostradísimo.
Elías Abad Mesa (diputado!) José Manuel Mora
Vasquez, Jorge Vasquez, Isaza Martínez, de Greiff
Bravo, Tomic, Negro Cano etc etc etc.
José Restrepo y Castañeda escríbenme y envíanle
grandes saludes.
José Restrepo en Barranquilla y con deseos de
venirse a trabajar aquí. Abad y yo casi le tenemos
conseguido un puesto bueno en el Ramo de
Contabilidad Deptal (nombrado por Asamblea) Ojalá!
pues sería un compañero encantador.
Familia Villamizar regresa pronto? O no regresa?
Y si regresa es a Bogotá o a Medellín?
Esto no es por necia curiosidad sino porque todo
mundo dice y afirma y me pregunta seguido seguido
y yo no se decir sino que no sé, --como es--.
Ahora en Bogotá Palacios - no sé si vendrá
a Medellín.
Saludes varias Samuel Moreno. Señora Doña Libia
estuvo bastante enferma. Hace algunas noches hube de
ir a casa campo con Samuel y con Gabriel Velez.
Algunos vinos y charla literaria a ratos divertida
pues el de don Lucrecio dice grandes despropósitos.
Parece que suspendo hasta mañana. Todos aquí
siguen bien. Familia Bernal muy agradecida de sus
tarjetas y saludos.
Astrid muy simpática sigue. De casa (Bogotá)
creo que recibe carta frecuente. Doña Amalia
no porque nada bien y muy nerviosa.
Marzo 7 - Nada más de nuevo hasta la fecha.
Nada volvió a llegar suyo. Ya recibiría todas mis
cartas atrasadas. Saludos del Trio para el Quatuor
Affmo
León
XXXIX
Medellín 2 Abril de 1929
Sr. Don Otto:
en estos días de Semana Santa pensé
escribirle bastante, pero como hacía días que ni leía
con espacio, ni oía música con tiempo, ni ponía
en limpio ciertas verserías, amén de que hube
de descansar, vulgo dormitar, a ratos largos... por una
parte, pongamos que sea la 2ª; ya que la 1ª fué la
inesperada venida de mi papá (jueves 21 sábado 30 de
Marzo) con cuya venida se presentaron salidas a la
Bastilla, conversaciones a cuatro (Don Luis – Matilde
- Astrid y yo) etc etc y recibo de visitas a Don Luis.
En cuanto a otras cosas sucedidas ponga que no
las hubo...
Salvo pequeñas adquisiciones de discos, a saber:
organo - Coral en La (3º) de César Franck - muy
maravilloso
Andante de Sinfonía de Widor - bonito
Fantasía y Fuga s/ B.A.A.H. - Liszt - bastante
bonito
cello y piano - 7 Variaciones s/La dove prende
(Mozart-Beethoven) Casals y Cortot -muy bonito
orquesta - Preludio en Mib menor de Bach
(del órgano) Stokowsky
Ich ruf'zu dir, Herr Jesu Christ de Bach
(de una cantata) Stokowsky - muy maravillosos
Eso ha sido hasta la fecha lo nuevamente oído.
Después de ido Don Luis continuó el jaleo en la
Dirección de Caminos. Ahora hay muchos temores por
la ausencia de la plata, crisis etc. Rebajaron los
jornales a 0.90 y parece que rebajarán sueldos y harán
supresiones etc. Naturalmente en el medio de la
Dirección no se parla de otra cosa. Ayer 3 de Abril
topé con mi amigo Eliseo Arango, el Leopardo de
quien no sabía nada hacía tiempos. Hace muchos
meses que está muy enfermo de reumatismo.
Ahora viene de Panamá, curado.
Total que de los amigos bogotanos ya he tenido
ocasión de ver en Medellín a Zalamea, Camacho
Lorenzana, Umaña Bernal, Villegas Restrepo,
Germán Arciniegas y Eliseo Arango.
Don Luis parece medio deseoso y con la intención
de acomodarse en Medellín y en el comercio en
pequeño. A mi me parece bien y creo que le resultaría
y creo que sería fácil que se consiguiera pequeñas
representaciones alemanas (juguetería, cacharrería,
maquinaria
pequeña
y
de
poco
valor).
Entiendo además que el no sabe cuales son sus
(de Otto) intenciones futuras en cuanto a trabajadero:
si orientado hacia Bogotá, si orientado hacia Medellín,
y entiendo que su orientación (de Don Luis)
hacia Medellín o hacia Bogotá podía modificarse con
las orientaciones otíticas. (Todo esto es imaginación
deducida
o
deducción
complementada
por
imaginaciones lógicas adyacentes; en ningún caso
es cosa que Don Luis me haya dicho).
El joven Olaf continúa mudo. En cambio un X
Duque de N.Y. escribe a mi papá --información gratuita
y cuyo objeto no me explico-- dándole pésimas
noticias de conducta de Olaf. Con qué objeto?
Pero ha atormentado bellacamente ese Sr. Duque
a Doña Amalia a Don Luis y a Leticia. Refiere cosas
realmente vergonzosas de Olaf que, de ser ciertas...
serían una verdadera vaina! No les cuente que yo le he
contado. La carta llegó a Bogotá en ausencia de mi
papá (en Medellín) y la abrió Doña Amalia y luego
la remitió y así la vi yo.
Sobre el pleito de las Sinfonías de Schubert no sé
que decirle. Varios autores hablan de 10
(- 1 envolatada) otros de 9 sinfonías. El amigo Gerold
cuyo libro tengo a la mano, dice, y copio:
Sinfonías
1 en Re mayor
compuesta
2 en Si b mayor
3 en Re mayor
4 en Do menor (Trágica)
5 en Si b mayor
6 en Do mayor
7 en Si menor (Inconcluída)
8 en Do mayor (Gastein)
9 en Do mayor
en
1813
1815
1815
1816
1816
1818
1822
1825
1828
No sé --a menos que como no compuso sino en Re
(dos) en Si (tres) y en Do (cuatro)-- haya por ahí
cualquiera vaina complicativo y envolatante.
En todo caso ese gravísimo pleito fallárolo la Historia,
la memoriosa Clío, rica en fechas y datos.
Sabe que Rafael Vásquez en unos versos ha
re-descubierto que el mar es rico en peces? Lástima es
que el a veces dormitante Homero hubiéralo nombrado
así, hace meses.
El joven vate Ismael Enrique Arciniegas ha
compuesto un hermoso canto a La rima - voy a ver de
remitirlo para su diversión.
Murió Lucien Capet - A. Messager - el Mariscal Foch
- el General Serrail - Tancredo Martel - Constantin
Weyer ganóse premio Goncourt 1928 - Murió el
ministro Arrázola - ha muerto Rubén Darío el de las
piedras preciosas En Bogotá hubo músicas de cámara así:
piano Armando Palacios - violín Guillermo Uribe
Holguín - violín Ismael Palacio (sic) (será Posada?)
- viola Anastasio (?) Bolívar - cello Gregorio Silva
y entre otras Quinteto de Schumann jugaron.
No sé si vendrá Palacio, a Medellín. Ya Nicastro
como que no vino.
Muy famosos los monumentos (vistas de) que me
remitió. Más bellos los de Bruckner y Beethoven
y Brahms - menos los de Haydn y Mozart.
Después de Febrero
suya.
14
no ha vuelto a venir carta
Y si infrecuencia mías es sobredisculpable:
infrecuencia suyas no se puede perdonar. Por motivos
obvios.
Los peros suyos a la de Mahler no eran en serio,
propiamente, sino que tal movimiento era bello pero
largo, v.g. etc.
Buen dato el de que la Chacona hace parte de la
Partita para violín solo.
No será fácil adquirir partición o como se llame,
para voz y piano de la Misa Solemnis (barata) o un
catálogo de tales cosas? No es para mi sino que dos o
tres deseamos averiguar con vistas a un pedido; y nos
interesa esa Misa y otras obrecillas aun meramente
orquestales e instrumentales, en vista del buen éxito
obtenido con la audición de las canciones de Schubert
que Ud me obsequió y con el recuerdo que yo tengo de
las audiciones avec partitura, de la 9ª y de Petrushka.
Creo que lo práctico sería el envío de un catálogo
completo, desde que le quede facil adquirirlo.
No ha intentado adquirir autógrafos del viejo
Strauss y del joven Korngold?
No bien divertido será la temperatura de -24ºC que
no imagino porque la mayor que conozco será de +5ºC
en Facatativá y en Bosa una madrugada.
Pasión según Mateo debe de ser cosa
extramaravillosa!! Tiene que darme sus nuevas
impresiones de las siguientes audiciones pues
sobreinterésame.
Maestros Cantores es otra, aunque no tánto que
provócame, como Tristan e Isolda - que con Boris
Godunov y Fidelio son las tres que anhelo oír
(anhelo en vano, como no sea en discos).
Retorno y reitero saludos ilustre y caro amigo
Quijano Mantilla. Este publicó otro libro?
Espero impresiones de la Misa Solemne.
De casa (Matilde y Astrid) retornan saludos.
De las de Doña Solina, Don Carlos y Don Joaquín
saludos y agradecimientos por año nuevo.
Alberto Bernal salió para Europa con la Señora
en esta semana - Toparéis por allá?
Creo recibir nueva carta de hoy al sábado
e inmediatamente contestaré. A. J. Cano pregúntame
constantemente por Ud y por destino Villamizares
(destino es decir rumbo). Martín Rodríguez escribióle
sobre un profesor instituto y pregúntame si sería que
Ud no recibió.
Pablo Rodríguez H nuevo niño (Otto se llama)
y Horacio Rodríguez H primogénita.
Hasta la próxima y saludes de Abad, Eliseo Arango,
Tomich etc etc etc. Affmo León
XL
Abril 24 de 1929 Medellín
Sr. Don Otto:
ahora lo que va a resultar es
que tendremos una semana de poesía enconada,
con la venida de Martínez Mutis y Guillermo
Valencia. Este llegará esta tarde, aquel vino antiyer.
No le conozco a Martínez Mutis.
Otro que anda por aquí ha días es Bartolomé Soler,
catalán, novelista. Dos obras Marcos Villarí - Germán
Padilla - he leído la 2ª y me gustó bastante. Soler
ha dado recitales. Poca gente. No he ido a ninguno.
Es aquesta la crónica; fuéra de ésto, y de
que todavía está reunida la Asamblea..., tenemos
el Medellín de todos los días.
Comisionados para recibir a Valencia y Mutis
han sido Carlosé - Ricardo Olano y congéneres
- no creo que vaya a ocurrírseles recordar que son
poetas (vil razza dannata) y letrados.
En cambio los poetas y letrados y las damas
albuminosas joderán a los pobres poetas visitantes
en todos los tonos y semi-tonos y cuarto-de-tonos.
No sé cual será mi actitud con Valencia.
Acaso se organice una comida reservada Pepe Mexía
– Ciro - Emilio Jaramillo - Gabriel Toro Villa
- Quico Villa - Restrepo Olarte - Ricardo Uribe
Escobar - Antonio J. Cano - Alfonso Castro
- Tomás Carrasquilla - Efe Gómez - L. de Greiff
que con el vate Valencia daría 13 pero con Martínez
Mutis 14 que es otro número - para aquellos que temen
del 13.
Sobre todos los sucesos Valenci-Martínez
Mutiescos etc vatería antioquensis - informaré
en subsiguientes que engrosarán.
Grandes temores de enormes metidas de patas.
El vate Gonzalez Ernesto (ahora que entré a la
Bastilla) ya estaba jalado y perorante en sumo grado.
Y qué de Juan Clímaco Vélez y siriagogos?
Espero sus nuevas cartas con noticias de su trabajo
en la Casa esa llena de locomotoras y bombas
(que no lo vaya a saber Rengifo!).
Encantado con el autógrafo de Casals y con la
moneda schubertiana. Muy agradecido. Y de los
catálogos. No deja de haber cosas muy interesantes.
Cuando vengan días mejores compraré una letrilla,
en busca de adquirir varias de las cosas anunciadas
en ellas, que me petan. Los tres de la familia de Greiff
Bernal estamos asaz griposos. El Sr. Don Alfredo
Nicholls, hermano de Doña Solina murió ayer. (sic)
Hace pocos días estuvo Lucía Cockquevedo en casa
después de larga interrupción.
Yo creo que sería muy interesante la representación
de los legajadores!! Yo creo más: sería una magnífica
idea la de adquirir más y más representaciones
ya para Ud a su regreso, ya para Don Luis si se viene,
y en último caso para mí, si soy capaz de
desempeñarlas.
Ingeniero Espinosa no encontró Voragine en
Abejorral (esa novela de los Llanos y de tierra caliente
difícil toparla en la patria chica de los
abejorralitanensis). Este Ingeniero salúdale. Así como
el joven Tomic, el joven de Greiff Bravo y el joven
Isaza Martínez.
María Dolores siempre envíale saludes. De Matilde
y Astrid y casa de Matilde también y mías mientras
le escribo más largo. Las dos últimas semanas han sido
de mucha complicación con lo cual que no le he
podido escribir antes.
Affmo León
XLI
Medellín Mayo 24 de 1929
Señor Don Otto:
hace ya mucho que no le escribo
(un mes) y hace bastante que no recibo carta suya.
La última es de Abril 1º. Y eso qué es? Porque
la demora mía es muy explicable.
Valencia vino y ya se fué. Yo casi no me ví con él
(solo 3 o 4 veces y ni una con facilidades de charlar
bastante con él). Parece que hubiera estado muy
contento en la Villa. Muchas atenciones, bailes,
banquetes, recitaciones, discursos, paseos. Yo fuí a un
paseo --Rionegro-- mas bien agradable. Otro hubo
a Bolombolo mas no me invitaron. No fuí a ninguna
de las fiestas oficiales. Nosotros le dimos una cena
en casa de Pepe Mexía - muy agradable. Fueron
Valencia y su secretario Luis E. Muñoz, muy
simpático - alguna vez me dijo que era amigo
o conocido suyo - no sé si en Bogotá o en Popayán.
Los invitantes éramos, por orden de edad:
Gabriel Latorre, Efe Gómez, Alfonso Castro,
Emilio Jaramillo, Antonio J. Cano, Quico Villa,
Jesús Restrepo Olarte, Ricardo Uribe Escobar,
León de Greiff y José Manuel Mora Vásquez.
No pudieron asistir G. Toro Villa, Gustavo Mejía
ni Ciro Mendía por gravedad (los dos últimos)
de su padre, que dos días después, murió.
Otra muerte lamentabilísima, el lunes pasado,
Alberto Villa Villa, el hijo de Jovica y de Queta!
Esto me tiene impresionadísimo! Un crup lo mató
en pocos días y yo no vine a saber sino cuando ya
estaba enterrado!
Lucía Cock ha estado otras veces en casa. Quéjase
de ausencia de cartas suyas. Yo he imaginado que sea
por mucho trabajo en la fábrica. No será?
Saludes cada rato de Tomich, Luis de Greiff Bravo,
Isaza Martínez, Jorge Vásquez, Mora.
Me vi con Stober y me preguntó asaz por Ud.
Ahora parece que es posible que se venga para
la Villa José Restrepo Jaramillo. Le avisaré.
Este pregunta por Ud en todas las que me escribe.
De música no hay nada sino anuncios y anuncios
--algunos muy famosos-- vea:
Columbia - Quatuor Capet
Nº 5 opus 18 La mayor Beethoven
opus 67 en Re mayor: L'Alouette de Haydn
Nº 15 --opus 132-- La menor - Beethoven
Nº 6 --Re menor-- Muerte y Muchacha - Schubert
Nº 10 --Mi b mayor opus 74-- Beethoven
Nº 7 en Fa mayor opus 59 Nº 1 - Beethoven
Qt en Fa mayor - Mauricio Ravel
Qt en Sol menor opus 10 - C.A. Debussy
Columbia - Schumann Estudios Sinfónicos opus 13
"
" Sonata en Sol menor opus 22
(piano - Percy Grainger)
XLII
Al Sr. Don Otto: mientras le escribo largo le escribo
corto hoy. Sábado y Domingo pensé escribir pero
resulta que en la casa hay pocas comodidades para
el caso y viene a ser más fácil en la oficina.
De la situación ya le habrán contado en la casa
en Bogotá. Es cosa violentamente aterradora
en Medellín especialmente en las esferas gubernativas
y en éstas en lo relacionado con los caminos
Ingenieros: Botero Mejía, salido, trabaja Junta
Municipal - Espìnosa - González Metza - Guadalupe
(?) - Pardo Ibagué (?) - Julio Vásquez (?) - Arturo
Tobón - Sixto Mera - Benjamín Restrepo - Justiniano
Raigosa - Eduardo Palacio - M. T. Arbelaez - Gregorio
Gómez - Alberto Valencia - J. A. Zamora etc etc etc
Escribiré carta de Mayo de
será cosa brava, entonces.
1929
a Enero de
1930
Las cartas suyas han llegado todas - hasta Panamá.
Postales llegaron - últimas fueron Duparc y Stravinsky
von Paris.
Discos llegaron más por desdicha felés apesar de lo
cual pude oirlos muchas veces y encantáronme.
Papeles de Paris llegaron 2 remesas (segunda remitida
Stas Villa-Mizar) y llegaron catálogos y Disques
de Wolf (2). En lo que se equivocó fué: en creer que
a Medellín habían llegado los libros de Remarque y de
Ben Jonson (Volpone) que aún nó y como ya hace
1 año que no pido ninguno... ya en este mes llegó
Remarque!! que me gustó mucho.
Libro de Signos - iba a salir en Diciembre - hay
algunos inconvenientes motivo no háse completado
Nº subs. Ejemplo Bogotá envié a Jesús Antonio Uribe
Prada N cupones para subsc. y han llegado 12 - Si se vé
con Uribe pregúntele si recibió lista que dióme
Arciniegas e incluí en carta. Arciniegas debe salir hoy
12m rumbo EE.UU. Arciniegas (*), Restrepo Jaramillo
y yo pusímosle telegramas. Acaba de decirme José
que le devuelven el suyo de Bogotá: suyo del 11
no reclamado. El mio tampoco llegaría?
Astrid maravillosamente bien.
Manolo Melguizo varado - a Tomic casi se le acaba
ya el trabajo (en el Troncal) - Isaza, de Greiff Bravo,
Correa Velilla -bien.
Literatura, cero. Ultimamente (seis meses últimos)
Leo de Greiff muy atacado por Bateo - Sancho Panza
Emilio Jaramillo, J. M. Ospina etc etc. Algo de eso
le ha tocado a José Restrepo Jaramillo y a Zalamea.
Muy divertido. Pero de ello hablaremos in-extenso.
A Jorge Vasquez, a Don Tovo, véoles con
frecuencia - bien. José Manuel Mora Vásquez muy
bien magüer no secretario. Para no demorar carta
suspendo. Hasta la otra. Affmo
León
Arciniegas, una tarjeta - Acaba de venir
a despedirse 9 a/m Enero 14
(*)
XLIII
1930 Febrero
Señor Don Otto:
el asunto es que en las circunstancias
de ahora no he topado tiempo y espacio
--aquel sosegado, éste libre-- para situarme a escribir,
en forma, una luenga epístola-resumen. Amén de mi
escasa propensión al comentario
detallado,
--mi incipiente gent-fablar, mi afición a lo enatío,
las preocupaciones y ocupaciones adherentes
suscitadas por los negocimunios y sus ratas y tasas
y dezmerías--, todo eso hacen de mí el más
inapropiado corresponsal habido: algo así como...
(cualquiera puede Ud poner).
Yo no soy ningún xarro, de fonje vocear,
ducho en la cenología: más próximo del latebrícola,
soy el nefelíbato (en su lato significado) sin ser
un Lindberg ni siquiera un Mendez. De modo
que en lugar de estar henchido dello el celebro,
discurro y vagueo por ello y con ellas.
Ese parrafillo (dijera Vidalillo) no tiene la más
mínima o el más mínimo lepor. No es sino una haza
de gahurras harbadas --no grisadas-- parto de algún
opsimate doblado de gabe: y cual mi carcajada!
(vulgo gelasmo).
Julio Vásquez aterrado al recibir telegrama
de Bogotá: Suyo de ayer Otto grave sin dirección.
Parece que sea que Ud no ha registrado la dirección
con lo cual pone en trabajos a los telegrafistas en esta
época eleccionaria de arduas labores más o menos
ingentes. Reclame el tele.
Salvador Mesa aquí, a más de Amalia y Amalita.
Ví al macho, de paso. Creí llegaban con Doña Ana,
Ana y Sofía e intenté, el Domingo, ir al encuentro a la
Estación. A tiempo supe de no llegada y abstúvome.
Llegan hoy según conjeturas y deducciones.
E iré a Estación no más lejos por carencias dineriles.
Martes en la noche oí la 110 y la 111 del ciudadano
Beethoven, jugadas por José María Bravo Márquez.
A mi gusto bien aunque, como Bravo es más bien
autodidacta, parece que no sea asaz correcto ni
académico. Tengo deseo de oir juicio de Ana y Sofía
sobre éste, que tiene cualidades de buen gusto y de
entusiasmo y de conocimientos además. El es godito
y curerito (estuvo en un convento de franciscanos
once años!, pero tiene otras circunstancias a su favor).
Que hay del Maestro Rendón, fuera de las que me
contó? Jorge de la Cruz me refirió casos y cosas de
Porfirio que confirman mi idea vieja que le comuniqué
a Europa, acerca de doblez o perfidia y de su soberbio
egoismo egolátrico que le obliga a ser despectivo con
todos... pero por turnos: siempre con los ausentes.
Lo cual no le quita sus cualidades de poeta
que le hacen admirable.
Voy a contarle sobre Libro de Signos: sí se va a
hacer el Libro aunque yo he vacilado en vista de lo
inseguro de mi empleo en la Gobernación y no
quisiera crear nuevas deudas: por eso mi afán en
completar un Nº alto de subscripciones. Francamente
yo esperaba mas de Bogotá pero parece que cuando la
cosa hubiera resultado (octubre y noviembre) Uribe no
pudo repartir las circulares. Yo no sé si él recibió mi
carta (por conducto de Doña Amalia) donde le hablo
del asunto. Pero bien, eso ya queda a un lado. De todas
maneras sale el Libro a fines de Febrero, más que otra
cosa por no quedar mal con doce personas en toda la
República, quienes realmente desean recibir el libro.
Y para matar ese Libro y seguir en otra cosa, "tocando
mi violín para las arañas" (Gourmont) (para las arañas
y para mi y sin alto-parlante).
Los discos en suspensión. Las últimas adquisiciones
son buenas: Cuarteto 13 - Lener; Cuarteto 14 - Capet;
Cuarteto 15 - Capet; Trio Archiduque – Sammons
-Squire-Murdoch. Ambos los cuatro muy bellos y para
mí en este orden: Cto 14 - Cto 15 - Cto 13 - Trio;
el 14 por Capet tiene bastantes diferencias, de matiz
sobre todo, con el antiguo. Y me gusta mucho más
en esta forma. El 15 es formidable y un poquitín menos
el 13 aunque quien sabe!
En la Columbia hay mucha cosa que no he podido
adquirir: Tristan e Isolda! 20 discos - Pelleas! 6 discos
Quatuor Debussy! - Ravel - Honegger - Quinteto
Franck! - Cuartetos de Beethoven 1-3-4-5-6-8-9-10-11-12
(el 7 faltó por descuido mio en el pedido) y una
enorme cantidad de otras cosas cuya enumeración
es odiosa (y no ociosa).
Todo ese surtido se pidió bajo mi dirección
¡pobre Don Agustín! (pero yo le advertí de lo
aventurado del caso).
Iré con la posible frecuencia chez Madama
y Señoritas Villamizar siempre y cuando no les sea
tediosa - incómoda mi visita. De los amigos de Bogotá
no volví a saber. Ninguno tornó a escribirme.
Tuve bastante deseo de verme con Turbay,
con Nieto Caballero. Pero no hubo oportunidad.
Enviéles tarjeta a ellos y a Santos y Señora y a Alfonso
López. Talvez ni las recibieron. Nieto debe de estar
picado conmigo porque no me volvió a mandar
sus libros. Pero no creo que tenga motivo especial.
Creo que solo sea mi peculiar antipatía.
El caso Emilio Jaramillo es del más exquisito
cómico. Si le interesa le envío mi reportaje donde digo
de Jaramillo 4 líneas que en su reportaje contesta con 8
columnas. No conocía una enamoración de sí mismo
semejante a la de Emilio. Es intocable. Pero muy
divertido y cómico. Naturalmente el público crée que
acabó conmigo. Y le envío su reportaje si le interesa.
Pero devolutivamente.
Pensé escribir, contestando nó, sino con sangrienta
saña a modo de puntos sobre las íes... pero yo no nací
para discutir con nadie ni para convencer a nadie
ni para interesarme demasiado por la opinión de nadie.
No conozco a Barrera Parra sino por referencias de
Restrepo Jaramillo. Este recuérdalo frecuentemente.
Tomic Greiff Bravo Isaza Correa Velilla Mora Samuel
J y J Vasquez etc etc salúdanlo.
Mientras va la carta larga - recuerdos de Matilde
y Astrid (pronunciación original de la propietaria
del nombre átta) y familia de Matilde. Escriba
y cuente cosas. Recuerdos a los amigos.
León
XLIV
Febrero 27 de 1930 - Jueves
Sr. Don Otto:
los motivos para no escribanías en los
últimos nictémeros son tan numerosos como de inútil
y no ameno referir. Póngole tres déllos: informes,
o sus tentativas, con ocasión de la décima Asamblea;
correcciones, o sus tentativas, a plagados de errores
pliegos de la imprenta, la cual suda a éstas horas por
culpa mía: correcciones - (en estas, ayer, iba, cuando
llegó Ingeniero Rodríguez Moya en són de cháchara
o tertulia que finó cuando las 5 p/m). Continúo hoy
viernes y 28 de Febrero. - y tercero... la crisis total,
que obliga a no tener deseo continuo de cosa alguna y
ocupa toda la atención, a ciencia o sub o inconsciencia.
Omito preocupaciones de otras layas y de magnitudes
diversas.
El segundón hubo de recibir los nombres de Luis
León Boris Carlos Segismundo y, en gracia de la
brevedad, suprimí los de Oscar, Manuel, Axel
y Bogislao que le acompañaban - El cual segundón
sigue bien magüer (o por lo mismo) chillón en demasía
(no endemacia, que vale por "música o aires griegos
que se usaban en las fiestas de Argos".)
Otra vez que ocúrraseme emplear voces no asaz
usuales, como los anteriores xarro, gabe, haza,
opsimate etc, habré de agregar las ecuaciones
correspondientes.
Muy impresionado por la muerte de León Sierra.
Nunca pensé que lo del tumor fuera a dar a ese
desenlace. Imagínome desesperación de Cota y todos
los de la casa.
Quiero que no se le ocurra hablar de Libro de
Signos --si es que es ocurrible--. Es muy desagradable
hablar más de él, y es muy de preferir dejar las cosas
quietas hasta que salga, pues otra cosa sería como
manifestar demasiado afán por su financiación.
Ya el libro está en prensa --ya están tiradas unas 100
páginas--. En este sentido hábleles a Uribe y
a Salvador --este último iba a activar consecución
de subscripciones, pero como le digo eso es ya penoso
y si antes escribía yo al respecto (a Uribe) era
con el fin de tener una base firme con qué contar-que los de la Editorial no solicítanme siquiera
pues hánse mostrado amplios y confiados.
Lo del permiso a Salvamesa about Suite en Do
no necesitaba expresión su nombre, máxime (o será
viceversa) que no creí despertara en Ud deseo de leer
tal esperpento. Ella irá en el de Signos con otras cosas
inéditas del todo y otras inéditas aunque publicadas.
Villamizares --después de mi visita de saludo-sólo una vez vílas en calle, cuando regresaban
de visitar a Stober - ya en mejoría. Próximamente iré
a visitarlas e iniciar veladas de arte.
Doy estos datos libro: 10 ejemplares en pergamino
Piel de cabra (subscritos 6 por mí y 1 por equis)
20 ejemplares en papel Korpilombolo (subscritos 15
por mi) y 500 ejemplares en papel Samarkanda
(susbscritos 105 por mí y 156 por diversos) - el libro
será de 264 páginas.
Los 126 subscritos por mí serán los de obsequio
y son tántos, apesar de que no quisiera buscar lectores
a la fuerza, porque en esa cifra incluyo los que son
retorno a obsequiantes de sus libros dellos, y a otros
ciertos sujetos con quienes he tenido lejanas relaciones
exteriores.
Que es el homenaje a Rendón? Favor informar
sobre particular. Interesadísimo en participar y así
también otros piscos de por aquí y de Jericó.
El de Jericó, Sr. Restrepo Jaramillo, (alias Doñana)
inquiere por Ud frecuently y salúdale a través de mi
(forma incómoda: mas no interprétese sino a las luces
de la más sana moral o sea de la menos ana).
Aquí Olaya! lo cual júbilo. Aquí peroraderas
e inflación dantones a porrillo (Lázaro Restrepo ha
batido el record oratorio y ocupado todas las tribunas,
bancos, quicios y ladrillos de todos los plazones,
plazas, placillas, plazoletas, esquinas etc etc). Yo, feliz
de mí, no he oídole, ni a nadie, porque al discúrso
húyole, preñado de pavores. Ahora tenemos affaire
Uribe Misas - Rodríguez Diago
Sabrosos los platos chez Pablo de la + arch, lo cual
emocióname grado sumo - ojos enchárcanseme cada
vez que rememoro lomo relleno del Rivière, borugo
idem de Luis Torres, spaghetti con pollo chez Moisés,
morcillas a la limón de la Bohemia, salchichas a la
mostaza en el Alster, comilonas sanchopancescas en
los nueve estados y en los azulejos reformados y en los
Laches - piquetes en Patiasao, Rondinella, La Cuna,
La Gata.
Ahora, de cuando en vez vamos, y esta tarde
(si hoy pagan 1 década de 4 que deben) iremos al
Jordán donde gallina, papas, tamales, carne arreglada
(?), ají, anisado, baño (el anisado y el baño son antes de
la gallina) y eso es con Restrepo Jaramillo y con Ciro.
Según mis estadísticas, las muelas más bravías
que conozco están en este orden: Federico Santamaría
- Rafael Vásquez - Roberto Liévano - Otto de Greiff
- José Restrepo Jaramillo - León de Greiff y Ciro
Mendía aunque temo haber omitido algunos de los
mejores (o peores) entre ellos algunas del Troncal
de las que actuaron en el Certámen de La Herradura
donde Don Federico me ganó por puntos, en el viver,
y empatamos en cuanto a los licores. Pero esos eran
los tiempos heróicos cuando gustaba yo la vida en
bruto. Recuerda la poderosa mandíbula del poeta
Vásquez comparable sólo, homericamente, a la
mandíbula cansada pero no saciada del vate Liévano?
De éste, de Roberto, recibí un telegrama – saludo
- felicitación - abrazo relativo advenimiento
L.L.B.C.S.M.O.A.B.- Para retornar saludo y abrazo,
y aplicarle un otro abrazo de adehala. Ah mala presa
que es la de ala, no?
El martes próximo remitiréle anticipo de la portada
del Libro de Signos --que-el libro-- saldrá según
los más aproximados vaticinios el 20... o el 25
de Marzo, a eso de las 17, con algunos minutos.
Yo tampoco he creído muy de veras en picazón
lenquiana pero como no me tornó a remitir sus libros,
con los cuales y las truculentas cuanto cordiales
dedicaciones se placía mi ánima...
Gustóle entrevista celebérrimo Juan Clímaco?
La del Dr. Jaramillo si es sobremodo amena y de un
exquisito sabor pueblerino. Guardadas proporciones es
el Mr qui ne comprend pas de Gourmond.
A mi la cosa me ha parecido molto divertente,
más por otra cosa porque él cree que puso una pica en
cualquier parte (Flandes es la más usada) y que nos
lanzó, a mi en especial, a las tinieblas exteriores
(cuya localización ignoro). Ni José ni (yo)
contestámosle, sino verbalmente, en dos o tres
ocasiones licorinas, con dos o tres (talvez cuatro)
adjetivos a la idea que de su mentalidad, y autoridad
crítica y literaria, atribuímosle.
Tristan completo Columbia - pero no hélo oído.
Hace 4 meses no oigo discos --salvo tres tardes
dominicales-- Quatuors 13 - 14 - 15 - Trio opus 97
- 5ª Sinfonía - Beethoven; Quinteto 2 violoncellos
- Sinfonía en Do - Schubert; los cuadros Boris
Godunov - Mussorgsky.
Mañana Domingo buscaréle enseres y libros que
necesita. Yo no recuerdo sombrero. Tengo uno mío
Stetson que póngole orden así como breeches
que quedarénle holgadillos.
Recomiéndole envieme letra Claudius --la Muerte
y la Muchacha-- que ocurre en última Suite tiene
Salvamesa. Si llega a tiempo irá en epígrafe una parte.
Dígame ademas si se aproxima la traducción
que incluyo entre la vaina esa, hecha la traducción,
creo, sobre una suya. No recuerdo bien ni mal.
Creo curso Marzo podré escribirle la larga carta
--cuando terminen datos asambleas, corrección
pruebas, inquietudes chanfainescas--, etc etc.
No omita escribirme longamente.
de Matilde Astrid y Boris - y de los amigos.
Saludos
Y saludes mías para los amigos de por allá. Libro
de Ben Jonson - Zweig - Romain no ocurrió allá.
A mi no háme llegado nada allá? Affmo
León
Medellín Marzo 1º 1930
Ayer llegó esquelilla.
XLV
Marzo 22 1930
Por ahora le mando el de Allen y un Viaje a Pie
por si les provoca (y no leídolo han) o a Don Luis
o a Ud. Ausencia de cartas. Débeme respuesta.
Próximamente le escribo. Muy atareado. Una noche
chez Villamizar. Gracias obsequios nórdicos.
Gran curiosidad retrato Gide. Lamento no consecución
autógrafo. Supongo mascarilla rota o hurtada a su
arribo. Otros implementos como breeches etc
buscarélos cuando vaya a dó están sumidos, canasto
equis, cuarto zeta, rincón ye. Mándole el mio Stetson
(1) bolombólico por si le sirve. Creo que el suyo no
ocurre. Qué hubo de Volpone. No lo trajo?
Affmo
León
No se presentó la manera de enviarlo por ser asaz
indoblable y, en otra forma, semejante a corneta
de grafófono. No vino el joven por la encomienda.
(1)
XLVI
... Como no me dejaron campo en la carta, agrego unas
líneas en esta hojuela. Malo muy malo lo de la rebaja
del sueldo de Don Luis. Por aquí corren vientos de lo
mismo. Quién sabe con qué sueldo quedaré yo.
(Sueldo nominal porque actualmente nos deben
Febrero y Marzo). El joven Otto háse manejado
singularmente mal conmigo. No contestó siquiera
alguna larguísima que le escribí etc etc. El llevador
de encomiendas me quedó mal en la semana pasada.
Con él iba a enviarle a Otto algo de lo que pide.
De Bogotá ninguno más tornó a escribirme a pesar
de ofrecimientos diversos. El Libro de Signos
se terminará mañana probablemente y saldrá a la luz
el Lunes próximo.
Anticipo saludo años Leticia cinco abril - años doña
Amalia y Don Luis en Enero y Febrero
no telegrafiados por circunstancias adversas, y creo
que conociendo mi manera especial de pensar en esas
cosas es obvia la explicación. Remitieron tarjeta mía
a Hinestrosa?
Con grandes saludos hasta la prox.
a Otto que se hable en las Librerías X y Y y me
averigue qué % cobran de comisión para venta libro
etc. Libro de 264 pag. papel muy fino, alrededor de
5.400 versos más o menos largos - para vender a $2.00
en Bogotá ($1.80 en Medellín y la diferencia a cuenta
de portes etc.) etc etc etc
Affmo
León
P.S.
XLVII
Abril 26 1930 Medellín
Ilustre Don Otto: cosas de Libro de Signos hánme
impedido ninguna otra actividad v.g. ni siquiera
la ultra agradabilísima de tornar chez Anna und Sofia,
v.g. la idem de escribiros longamente, v.g. la idem
de reincidir en la fabricación de Verseares. Hacer
pequeñas correcciones como veréis, afanar por que me
envíen más ejemplares, hacer paquetes, levantar con
qué remitir los paquetes etc etc - y el resultado es que
hasta la fecha no he logrado remitir ni los de
Barranquilla, de Santa Marta, de Cúcuta, de Ocaña, de
Honda, de Pereira ni de Manizales. Hoy, a duras penas
logré completar los para Bogotá que recibiréis junto
con esta - aquellos de mano de Sanchez, como os avisé
de Sabaneta (abur costó doble), esta de la de Gabriel
Cano.
El detalle de lo enviado es como sigue: pendientes
(no enviados) sendos ejemplares, para Luis y Amalia
(1) y Vicente y Leticia (1) que demoraránse hasta
próximo por ser de los finos (11 a 30) que no hánme
entregado - uno de esos finos tenía para Jesús Antonio
pero para no más demoras remitíle de los Samarkanda,
con derecho a reclamo. Favor referir todo esto a padres
y hermanos, a Narices. Van, pués - Obsequios (20)
es a saber: Otto y Rendón - pergamino - Narices
- Maya - José Umaña - Pacho Umaña - Salvador
- Lenc - Silvio - Pardo García - Adelfo - Liévano
- Navas - Sanín Cano - Castillo - Seraville - Londoño
- José Restrepo Rivera - Barba Jacob - Arguedas.
Subscripciones (12) es a saber: Pacho Umaña (2)
(qué va a hacer con 3?) - Elías Abad Mesa
- Eduardo Esguerra Serrano - Carlos Uribe Prada
- Luis Emiro Mejía - Rafael Vásquez - Noel Ramírez
- Francisco Antonio Cano - Elena Laserna Pinzón
- Ramón Barba y Alfonso Márquez Páez.
Para la venta (50) muchos? no lo sé. Ruégole indicarme
qué otros obsequios faltan. Algunos más tengo
anotados por aquí que no remití por carencia
de ejemplares suficientes en la fecha.
Si librerías 30% - precio debe ser
pesos sonsoneños)
$2.00
(docientos
Medellín (Beocia) dió alredor 95 subscriptores
y algo se ha vendido además. Así que no creo
excesivos 50 para Bogotá.
Sánchez díjome no podía volver hoy a decirme
el valor del porte (0.20 el kilo) es decir creo $12.00.
Si se logra recibir rápidamente lo de subsc. ($18.00)
de allí sacaréis la ingente - de no podéis telegrama
Leogreiff - Remita - para proceder idem (es decir
telegiro).
A Eduardo Castillo remitíle libro apesar no envío
del suyo. A Lenc, idem porque talvez si fue cierto que
--por confabulación chistosa-- hicímosle comprar
Tergiversaciones.
De una vez por todas sé que la edición quedó
lunareja --errorcillos y otros más grandes-- más,
en globo - bien.
Si alguien dice cosa del libro - ruégoos (otra vez)
remitir la cosa con datos autor, periódico publicóla etc.
No para hacer reproducir sino para mi manía
coleccionista.
Ruégoos, otra vez, inquirir residencia (con buena
dirección etc) de: Jorge Zalamea - Olaf de Greiff
- Germán Arciniegas - Juan Lozano y Lozano
- Leopoldo de la Rosa – Carlos A. Pérez Amaya
- Luis Tablanca - Mario Santa Cruz - Teresa de la
Parra (?) - Alfonsina Storni (?) - y todas esas señoras
(Lenc podrá decir - yo vacilo entre enviar o no enviar)
así como otras direcciones de gentes a quienes Libelo
pueda interesar.
Próxima semana seguiré escribiéndoos. Saludos
en las casas - que todo bien - que rebaja llegó a $180.00
Affmo
León
Saludes y felicitaciones a Maya
XLVIII
Mayo 16 1930
MATIAS ALDECOA
Sr. Don Otto: Sanchez no trajo nada (sino 8 cajas!!)
nada de algo que Ud íbale a llevar al Café nó sé cual.
Total que... Nada será. Pero sí, muy pronto, escribo
con longitud. Creo que no había necesidad de más
libros para Bogotá (ni para ninguna parte) qué vamos
a hacer! Definitivamente la cosa es muy amena. Ya yo
me había dicho que eso iba a ser así. Lo mejor sera.
Continúan pendientes los libros de don Luis y doña
Amalia, y de Vicente y Leticia y creo que antes de 15
días no los entregarán porque para esos ejemplares van
a tener que repetir el tiro de un pliego mal tirado
(trocado) hay pendientes por ese motivo 8 ejemplares
Korpilombolo (Don Luis y Doña Amalia 1 - Vicente y
Letty 2 - Jesús Antonio Uribe Prada 3 - Jorge Zalamea
4 - Luis Alzate Noreña 5 - Gregorio Castañeda Aragón
6 - 1 suscriptor 8 y León de Greiff 9 - de los Cabra
dañóse 1 - de los corrientes faltan por el mismo pliego
unos 12 o 14 ejemplares. Favor explicar así el asunto
en las dos casas.
Incluyo Mar - Barrera Parra - Vidales – Hinestrosa.
En Mar y Barrera había pensado para enviar. Vidales
talvez no pero no por calentura mía (amianto me
circunda) sino porque creí no interesaríale.
Dr. Hinestrosa creí pues igual obligación ambos
de regalarlo yo como de adquirirlo él.
Camacho Carreño publicó algún libro que
--aunque de finanzas-- pudo haberme enviado.
Y si Gaitán (tampoco recibí su libro de 1924) Turbay,
etc, etc no compran el libro, entonces, quién? No han
de ser los burgueses sólamente. Sin embargo también
puede enviárseles - Gracias será darles siquiera
por deseo manifestado de leer el libraco - Ni yo ni
Cano recibimos de Emiro - Si lo mandó nó declarado
eso piérdese - cosa que Emiro debe saber.
Pero --aunque siempre es bueno decirle que no llegó-lo mejor es dejar eso como está.
Incluyo una cartica de Matilde y apenas llegue
la suya --mañana o el lunes-- escribiré longamente
así como para la casa.
Silencio alredor libro paréceme muy natural en
Medellín, claro, más, pero en Bogotá, un poco menos,
también. ¿Pero habrá algo más delicioso que el
silencio?
Recuerdos en las casas. Saludos a los amigos.
Affmo
León
(carta bastante personal)
XLIX
Medellín, 20 de Junio de 1930
Sr. Don Otto:
tras muy larga dilación vino de nuevo
a escribir Sr. Don Otto, y las razones o sinellas que
adujo para la demora, no asaz aceptables: pues de
persistir en ello, luengos años de esperar tuviera yo.
Quiero decir que si Don Otto hubiera demorado
la carta hasta la aparición de manifestaciones about
libro... Yo no espero, desde hace días: desde antes
de salir el libro, casi que desde que Germán Arciniegas
estuvo por aquí y me contó de lo poco o nada
que cuento, aún entre los que hace cuatro años me
prestaban alguna atención. Eso lo constaté cuando las
subscripciones al libro. Pero todo ello no me da ni frio
ni calor: no por humildad ni por orgullo ni
por indiferencia ni por desdén míos, sino porque ya
lo tenía descontado, sabido y explicado. Y es mejor
que así sea, aunque se resienta mi pequeña vanidad
(que está en la superficie) y que tampoco se resiente.
No le veo explicación a lo de las vitrinas ni al hecho
de que esa librería si anuncie otras obras, como no sea
la clara explicación de que no le ven perspectivas de
ganancia al libro, como sí a las otras, y proceda en
consecuencia. Ruégole que no deje notar su desagrado
y que suspenda --y Uribe Prada y Lagos también-toda gestión tendiente a buscarle atmósfera
a los Signos. Le repito que eso queda mejor así.
Hoy llegó carta de Doña Amalia. Nada dice de lo de
la Auditoría de la Contraloría para don Luis. Otra vez
volvieron a engañar? Esa actitud de los liberales para
con mi papá si me indigna y enardece. Yo creí que
Don Luis trabajaba aún con Peraza.
Sabe Ud. si Sánchez avisó a Arias haber recibido de
mí $15.00? (Esto para que no vaya a resultar un pago
doble). Averigüe con discreción, sin que se entere
Vicente.
Fuí al primer concierto de Ana y Sofía. Al segundo
no me fué posible asistir.
No he visto ni oído a Teresa de la Parra, y creo que
no iré a lo de las conferencias, y menos a las otras
funciones o atenciones que dicen por aquí.
A la recepción --dice Cadavid Uribe-- asistió
lo principal de Medellín, en orden rigurosamente
analfabético.
(Esto
porque,
como
siempre,
las comisiones de recepción la forman los fariseos
de costumbre, y, con alguna excepción, se excluye
a los literatos, hasta a los más fariseos de ellos.)
Vi esta mañana a Acevedo Díaz. Citéme con él,
para conversar una poca, esta tarde, en La Bastilla de
Polito: saludes de Mesita y del célebre Hurtado.
Déle el pésame a Samuel Moreno por suegra y por
papá. De discos nada, nada, nada. No se puede,
y aunque pudiera oirlos, no me gusta antojarme en
vano. No olvide que Sánchez dejó (díjome) un paquete
(1), donde, presumo, vendría el libro de Castillo:
es gratuita suposición. Y con él, el libro de Castillo,
si ocurre, puede enviarme lo de Ben Jonson en francés
o en español o en juntas lenguas, y lo de Arguedas
si lo tiene desocupado, y, si logra ponerse en él,
un libro de Pellicer que dizque me tiene un Sr. Darío
Pérez. Byron de Maurois, en franco, existe
Americana? Hágame una lista de libros recientes
en ese idioma, que allá consíganse, y sus costes,
y que Usted juzgue de mi gusto.
como que es un Sr. Ernesto Arango,
contador de El Colombiano. Libardo yo no sé qué, es
un estudiante de Andes. Un hermano de Libardo Parra,
llamado Tony, escribió una nota sobre el libro,
que está bien (la publicó en Andes). En Barranquilla
han escrito, CHARRY LARA y LORENZO ORTEGA (Dr. Argos)
y está escribiendo GOMEZ DE CASTRO, por lo que me
cuenta Zavala. Aquí como que EFE GOMEZ, ZULUAGA Y
GUTIERREZ, y ALFONSO CASTRO, según hánme dicho el 1º
y el 3º y a José el 2º, pero eso puede que si o que no.
Seguiré mañana, sábado 21.
PERALTA
Pero nó, apenas hoy, martes 24 por inconvenientes
varios. De allá a hoy no ha ocurrido nada fuera
de reproducción en La Defensa del largo artículo
de Charry Lara (pub. en La Nación) - Se lo remitiré
por si, como es lo más seguro, no lo reproducen
en Bogotá. Se fue la Sta de la Parra y no la conocí.
Luis Cabal, viejo amigo mío largos años ausente.
Subscribióse de Buenaventura, pero ya creerá que fué
remitido gratis. No le diga nada pues mucho es que
desée el Libro, siquiera. Acevedo Díaz visto a la lijera
sábado y domingo. Sin tiempo de largos comentos.
Espero escribirle pronto. Avíseme en próxima carta
lo que haya sobre empleo de Don Luis,
principalmente. En periódicos allá no ví nada de esa
elección de auditor, anunciada.
Grandes saludos en la casa y amigos sobrevivientes.
Recuerdos de Roque y 23 personas mas.
Affmo León de Greiff
(1) (En
L
el Café X.)
Medellín, 30 Octubre 1930
Sr. Don Otto: en esta casa no sucede casi nada
de contar (ni plata...)
Anoche audición VII --asistimos--. No pude a
audición VI - Isaza una noche en casa: de discos oímos
batiburrillo, sin programa; cosillas cuasi al azar.
Audición VII --muy bien-- y como 35 oyentes.
Gustóme más Sonata Debussy y Canciones Hugo
Wolf - bellísimas canciones. Lo de Arensky no mucho.
Muy interesante todas las audiciones de que
háblame y otras que --los programas-- me mostró
Isaza. Grandes cantidades de envidia. Aquí fuera
de las a que he podido ir de Villamizares y discos por
un lado u otro - poco oigo. Influye mucho el ánimo
--bastante más abúlico hoy que nunca-- por tántas
complicaciones como viénensele encima y seguirán
viniéndosele al pobre mentado ánimo.
Lo que es la cosa política tiéneme harto, hartísimo,
desilusionado (no por mí sino por mi papá) a ratos
furioso y agresivo. Eso es mejor no meneallo.
También muy interesante lo de los paseos de que
me parla. En Cromos ví grupos de uno de ellos.
De Navas - Silvio y Pérez Amaya recibí sendas
cartas. Si los vé dígales que muchas gracias
y que algún día les escribiré (recibidas de Mayo a hoy
- no es cosa reciente).
Gracias por recuerdos de quienes recordáronme
- según cuéntame - Pero gracias tácitas.
Menos interesante lo de las comedias de que va
a ser apuntador. Qué tal resultó el Bogumil?
Bastantes deseos de conocer a Valencia
(no Guillermo ni lo del mastro Padilla) pero creo que
no ocurrirá aunque talvez no fuérale mal en corta turné
como dicen. Y que tal las músicas para los rondeles
(cual? o cuáles?) de Leo Le Gris - lástima grande
que esas cancioncillas préstense poco, por su platitud,
para algo.
Le envié entre periódicos una Suite de carajadas
cometidas en el año en curso. Maravillosas,
naturalmente. De eso había publicado Claridad (la
recibe?, vio esquelilla Sanín Cano?) una breve
canción: esa y otra breve canción son, la 1ª: versión del
francés, de una versión alemana, del original no se
si noruego o sueco o de esa nación que queda frente
a Suecia, hacia el oriente (golfo de por medio) talvez
Finlandia; y la 2ª versión idem (del francés)
del original árabe o yo qué sé. Ambas las versiones
son muy libres - y, por lo demás, ocasionales
e intrascendentes.
Todas esas carajadas de que le hablo todavía no
están acabadas - es decir: habré de variarlas
sucesivamente, como es mi uso, a menos que desde
ahora resuelva pasarlas al archivo.
Y copié 5 veces (de una vez) porque había quedado
con Germán en enviarle copia de lo que fuera
fabricando y habíale ofrecido a Zalamea remitirle
algunas cosas - De modo que repartí los 5 entre mis
presuntos lectores: León de Greiff - Otto de Greiff
- Germán Arciniegas - Jorge Zalamea - Hernán
Posada.
No sabe la dirección de Olaf? A éste no he
mandádole el libro por carencia de dirección
- Arciniegas omitió darme ese dato.
Saludes a cuatro o cinco o seis personas (si alcanzan
las personas para tantos saludos) o para 40 o 50 o 60
(hay grandes cantidades de ceros disponibles).
Y escriba que yo prometo hacerlo más en forma
en la siguiente vez.
Recuerdos de Matilde, Astrid y Boris - y de Isaza
y Restrepo Jaramillo (no el superintendente del F.C.de
A!!)
Affmo León de Greiff
LI
Febrero 4 de 1931
Sr. Don Otto de Greiff
Cali del Valle
Apenas ahora puedo le escribir y toda la demora por
--aparte quehaceres de estadística para informes a la
Asamblea-- depresión de ánimo, deseo de nada, pereza
de índole total, productos, en su orden, de la
enfermedad de Don Luis y de la mala situación, lo 1º;
de la depresión de ánimo, lo 2º; y del deseo de nada,
lo 3º.
Ya confío en la efectividad de la mejoría de Don
Luis y empiezo a no estar tan definitivamente neura ni
jarto - Pobreza continúa y se agrava - Sueldos
demoradísimos, culebras muy, deudas siempre cada
vez crecientes como idem los gastos y como no idem
las adquisiciones monetarias o billetísticas.
Actividades artísticas? de nula monta Ni siquiera las
semi-pasivas como oír --con descuido-- música.
Todavía no conozco el piano de cola de las Stas
Villamizar. Versos? Ya no se destilan ni se estilan.
Lo último, después del malaventurado Cuaderno 27
que le envié, no es sino una mera composición
- Preludio del Cuaderno 28, cuyo cuaderno llamábase
Cosmorama - y eso es de Octubre 30/30 - Como vé,
hace ya de ello y no son sino cincuenta y dos
renglones; y que le espeto ya que la crónica es nula,
Cuaderno 28 de Erik Fjordson: Cosmorama
Preludio
I
La luz iba danzando ante mis ojos
--finos para horadar brumas de ópalo-estridencias del trópico:
Me resultaba absurdo.
La vida andaba urdiendo ante mis sordos
oídos --y en mi búdico rebozo-algarabías, alboroto:
No de mi gusto.
II
Químico de lo extraño, un filtro lógico
busqué: por el mar hondo
sobre las cimas, bogo:
Estático, errabundo
El océano surco, mar de plomo,
quieto: las velas penden: hórridos
senos bastos y flojos,
blandos, vencidos, mustios!
Por el mar (viejo océano del ronco
Maldoror) singlo, inmoto,
--mudo, y único a bordo,
mudo y único y lúcido--.
Unico a bordo del esquife anómalo
--no a la moda--: velero, paradógico;
y asaz nuevo a mi antojo;
no a la moda: desnudo!
Sobre las cimas singlo, de ese ponto
plumbal, quieto, monótono:
¡un silencio estentóreo
y un callado tumulto!
Sobre las cimas singlo, del angosto
velero so la puente, y en absorto
mirar el linde ignoto
con los ojos azúreos.
No petreles ni albatros, el decoro
rompen, con su chirrido pedregoso.
Silencio óyese en torno,
burlón y cejijunto.
Ni en la ribera --en veces a ella toco-nunca veo chontales ni huitotos,
ni caribes, ni cholos,
ni aborigen alguno.
Ese mar --Viejo océano-- recorro
indiferente: el uno, el otro golfo,
igual dánme acomodo
cada cual a su turno.
III
Cánsame --¡nunca el viaje, que ése es corto
a mi deseo!--, cánsame este prólogo,
heraldo del grimorio
que en el presente urdo:
Grimorio, de un poeta no retórico,
--en el sentido caro al pueblo tonto-donde se canta el cosmos:
--mi diminuto Mundo--.
Octubre 30 1930
Después de tal cosa siguen las elecciones que van
dando un resultado cuasi archifamoso. En la vetusta
Antioquia misma, casi empatan rojos y azules.
Mientras le escribo más, ésto será. Espero pronto
carta de por allá.
Affmo León
Febrero 5/1931: hace
¿y nunca más tornaré?
LII
5
años que dejé a Bogotá...
Febrero 26 1931
Sr. Don Otto:
Después de que le empecé a escribir
--hace ya de ello-- han acaecido varios otros
acaecimientos: nueva carta suya que trajo joven
Lozada Sinistyerra con aventuras ( ) Gracias --del cuyo
autor he leido el hijo de los 3 mosqueteros-- del mismo
idem Gracias; quinta y penúltima reorganización
Dirección General de Caminos, por la cual barrida
general --y nuevo decreto nombrando doce tipos-uno de ellos yo con el mismo empleo pero con el
apodo y sueldo de ayudante de Estadística $90.00
--eso es desde el 17 de Febrero--. Yo me quedaré
por unos días mientras consigo otra cosa pues con eso
que creo no subsistir.
Mucho me plugo El grumete y las sirenas --hémoslo
leído José y yo en compañía-- y sólo yo, otras veces.
Ciro lo leyó pero yo creo que a Ciro poco le gustará
esa clase de poesía. Le pasará lo que le pasa con la
mía.
Horacio Franco díceme que escribió en Relator
artículos sobre Ud y sobre mi - Hálos visto? Yo no.
Germán Arciniegas escríbele y Gregorio Castañeda
Aragón? A mi no. German desde que estaba en N.Y.
- Gregorio hace mil años.
Como yo soy tan demoradizo le envío ésta
desde hoy --con la anterior-- y quedo debiendo
la continuación.
Don Luis fué borrado dos veces (1 en Andes y 1 en
Jericó) con lo cual no salió diputado. --Parece cosa
muy probable su elección como Senador--,
cosa mucho mejor. Pueda ser que a última hora
no le atraviesen el macho.
Estado depresión háme impedido asistir a toda cosa
- Villamizar no he podido volver. Ni anoche
(reanudación audiciones, con este programa
(inclúyolo)
De libros hace mucho que ni recibo revistas
extrañas (por no reabono) ni libros de la Francia etc
etc pero trataré de estudiar algunos catálogos.
Asunto Signos en Bogotá cómo quedó? o a quién
encomendado?
Quién es Braulio Miravia de allá - que escribe
pidiendo datos, foto y versos para Parnaso
Colombiano por Departamentos 15 tomos?
Hasta la otra.
Affmo - León de Greiff
LIII
Bogotá Julio 24 de 1931
Muy ilustre Don Otto:
los motivos para dilación
escrituras mias vienen a ser los de siempre; es a saber:
carencia de imaginación inventiva; poco emocionarme
o --a lo menos-- poco traducir emociones originadas
(es posible) por los sucesos diarios; estado abúlico
--no para pensar sino para hacer-- (salvo lo de
imprescindible urgencia como el trabajo oficinalis que
tiene la ventaja de no ser cuestión de hondas
cogitaciones sino de mecánicos apuntamientos),
horas aprovechables para escribir (o cartas o hasta
versos) y que se desenvuelven en el Café Tal, en el
Café Victoria, en el Rivière o en las esquinas de la 14
y de la 13, con éste y con el otro y con los de acullá;
luego el rápido acostarme apenas la comida engullida
--por el frío y por la lectura--; y los Domingos viaje
en familia a Leticia's chalet donde las músicas de los
discos y la un poco barbárica de Jorge y Alberto
y Moscorrofio no dejan vagar ninguno, amen de la
charla con Teresita (la tumba de Wagner) etc etc
Han sido muchos los amigos viejos y nuevos con
quienes hé topado: de los viejos he extrañado no ver
por ninguna parte a Narices y casi que ni a Navas.
Entre los nuevos hánme placido singularmente
Aurelio Arturo, Roca Lemus (el que me graduó
de ópeta y de ingeniero de Bolombolo y Matoño
Arboleda - a Barrera Parra hélo visto varias veces,
pero casi siempre de mucho afán de modo que no sé
bien - otros hay como un joven Camacho Ramírez,
otro Forero X etc etc que parecen interesantes.
Ya veremos de esos y de otros muchos - Olvidaba
a Zalamea Borda, que es de los que más me seducen.
Con Vargas Sicard y con Isaza héme visto varias
veces. Tenemos el propósito de disquear en el
Conservatorio, que no háse realizado.
Púsele en compañía, a Valencia telegrama firmado
León-Arturo cuando muerte padre - ahora ruégole
testimoniarle nueva condolencia por el reciente trágico
fin su hermano. Aunque no soy su conocido,
creo que no hago mal.
Agosto 1º 1931 Confieso que he quedádole mal
Sr. Don Otto - pero sucede que en estos postreros dias
han sido innúmeras las complicaciones. Trajo Luis
de la + los retratos autografiados y los autógrafos.
Muy interesante está la colección y asaz
he entretenídome en su contemplación. Muy
convenientemente empacados los tengo hasta nueva
orden suya. A Luis Cabal grandes saludos mientras le
escribo. Por qué no envió lo de Relator about conf.
Mario Carvajal?
Recibí lo de sus traducciones Rilke y el inefable
artículo de Vernaza sobre Waterloo. Realmente es
cosa que asusta esa tremenda coincidencia de las W.W.
de Water y de Wellin. Oh inocencia.
Cuando ocurran Relatores interesantes no omita
enviarlos. Lo más interesante de Relator siempre será
Dª Clara Inés. Yo admirábala muy cuando soltera
en Bogotá.
Pronto enviaréle algunas nuevas producciones
poéticas (o pseudo). No hace Ud lo propio... por qué?
Ciro fuése hoy sin haber podido conseguir chanfaina
Senado ni Cámara.
Siempre suelo verme frecuent. con Rendón - Pepe
Medina, Aurelio Arturo. Todellos grandes saludos.
Al profesor Uribe Prada Jesús todavía no hélo visto.
No sé por qué preocúpase monedas Libro Signos.
Desde 1928 (creo? o será 1927) débole yo a Ud suma
esa sí ingente.
Lo de 150.00 pesos parece fué amabilidad del
Dr. y General Uribe y Hoyos. Galantería que Ud
se imaginará cómo le estoy agradeciendo. Talvez con
nuevo ministro y cuando nómbrenme propiedad
lograré reintegrarme en renglón 180.00 pesos,
que me peta mejor.
Algunos empiezan por decir que el hombre es duro,
y el hombre es débil y el hombre es débil.
Yo regalé mi corazón dando de adehala mi vida íntegra
para que con él endurecido se zuecieran los calcetines en la paz
/ hogareña
Toda una colección magnífica de ensueños
que no alcanzó a imaginar Aladino, soplé como vilanos
desde la erguida atalaya de mis sienes esa vez conquistadoras,
y mis labios enloquecidos por sus besos --más imborrables
que la sangre en las manecillas de Lady Macbeth asesina-(no perfumes de Arabia, ni el ajenjo
con que hé de endulzar la búsqueda del Olvido imposible
disiparán la esencia pristina que en mis labios resquebrajados
puso --como la aureola de los Santos-- su boca, eternamente Mía!)
y mis labios enloquecidos por sus besos renunciaron a la golosina
/ de sus besos...
Una vez en el rutilo cobre verdoso del rio Cauca ponentino
disolver quise la Inútil Aventura:
se me salía de la boca éste grasoso potaje de la vida
cotidiana. Clavé mi frente encinta, pletórica de Futuras Cosechas
en el ajenjo de öro de sus únicas aguas lustrales:
como el madero de los naufragios s desdén me depuso en la orilla.
Por los cantiles hoscos de Leoncito la mula no quiso despeñarse con
/ mi cansancio
y yo era solo y yo era libre y discurría mi vida como el viento,
y cantaba mi vida libre como el viento.
Y el rio Cauca me llamaba su amigo.
Algunos empiezan por decir que el hombre es duro,
sórdido, avaro, y yo he dilapidado mi fortuna como si fuera un
/ nuevo rico.
Yo regalé mi corazón dando de adehala mi vida misma,
para que con él endurecido se zurcieran los calcetines en la paz
/ hogareña...
Estos son unos que empecé a construir, versos,
esta mañana.
A título de apoforeta obséquiole esa joya --que-acaso después si tenga qué ver, ya concluído,
con lo que quiero expresar.
Mientras le escribo más en serio.
Grandes salutaciones a los 2 o 3 amigos que acaso
tenga en Calis y escriba raudo. Affmo León
LIV
Octubre 13 martes (lagarto!!) 1931
Sr. Don Otto:
Mientras le escribo y doy la autorización
para publicar los celebres versos del Nº 27, voy
copiando las variantes que han ido ocurriendo, del
texto que Ud posée en las suas manos por orden (y en
futuras epístolas se irá completando la vaina).
Canción de la luna negra
los primeros
10
renglones son estos 14:
Gira
la negra,
gira
la luna,
gira
la negra luna,
gira
sobre sí propia,
gira
la negra
luna
de ebonita,
gira la negra luna de ebonita
--sobre sí propia-- y canta:
después del renglón 12º de la versión en su poder,
sigue un Nº romano: I
después del renglón 15º sigue así:
y de Schúmann, Amores de un Poeta,
y de Duparc, Invitación al Viaje
y La Vida anterior...
y de Chópin, Preludios y Nocturnos:
después del renglón 19 - un Nº Romano: II
después del renglón 25 - un Nº Romano: III
después del renglón 31 - un Nº Romano: IV
después del renglón 36 - un Nº Romano: V y:
y, borracho de lumbres y colores,
óye, de Rímsky, Antar y Sheherazada
y El Gallo de oro, vertigo y lujuria;
mas, si de ritmos ebrio, tú, frenético
danzarín, dánza entonces de Stravinsky etc etc.
después del renglón 41 - un Nº Romano: VI
después del renglón 46 - un Nº Romano: VII y:
Y tú, plasmado en bronce, Los Vastos Himnos óye,
óye las Soberanas Sinfonías
conque la voz del Sordo el orbe nutre!
---------Las acendradas síntesis:
Sonatas y Quátuors, insólito prodigio, filtros puros,
La Misa en Ré, misterio panteista,
denso peán a la Naturaleza!
y el tragico clangor de Coriolano:
¡óye la voz del Indomado Prometeo,
la voz del Sordo, óye la voz del Sordo!
gira la negra luna,
gira
sobre sí propia,
gira la negra luna de ebonita
gira
la negra
luna
de ebonita
--sobre sí propia-- y canta:
etc etc
Nocturnos del Solitario Nº 7 en Fa
1ª estrofa - Enigmatico en 2º y 7º renglón, en lugar de
/ Sortilégico
2ª estrofa - Sortilégico en 1º y 7º renglón, en lugar de
/ enigmático
3ª estrofa - 3er renglón: ¡y en las manos exiguas son los dedos
/ en lugar de los dedos son
Favilas - Nº 1 es ahora Nº 8 igual Nº 2
1ª estrofa, 7º renglón: la cosa vana ambiente, la pánfila
/ hidromiel...
estrofa, 3er renglón: -dolor, hastío y cóleras en lugar de
/ lo que dice hasta ahí
2a estrofa, 5° renglón: placer, euforia y risas, en lugar de lo
/ que dice hasta ahí
Favilas - Nº 3 - ahora es así
Diálogos y soliloquios en la Noche Nº 1
2ª
Oh tú, que estás cantando frente a la Sima Oscura
--la voz asaz es rauca, mas es viril y enérgica-¡cánta, cánta mil años y otros mil y hasta Nunca!
Oh tú, que estás cantando con voz salvaje y única
frente a la Turba Hermética...
Duro es el canto que yo canto, canto
de anfibolita o pórfido,
¿y atruena
tus oídos mi ruda cantilena?
¡Otra ocasión será dolida avena
frágil donde un sollozo se encadena
al lino cristalino de su llanto!
Oh tú, que estás cantando frente al Cantil Absurdo
--la voz asaz es rauca, mas es viril y eufórica-¡no cántes ni mil años y otros mil, ni un segundo!
Oh tú que estás cantando, vital y taciturno,
frente a la Tribu Anónima!
Duro es el canto que yo canto, canto
de anfibolita o pórfido:
¿enajena
tus oídos mi ruda cantilena?
Otra ocasión mi túnica de amianto
rasgaré, y en tu luz, Noche Morena,
y en tu fuego, arderé, loca falena!...
Oh tú, que estás cantando frente a la Tierra Hosca
--tu voz asaz es recia, mas es viril y cálida-¡cánta, cánta a la Noche nupcial y cariciosa!
Oh tú que estás cantando con voz sensual e indómita
frente a la Selva en Ascuas!
Duro es el canto que yo canto, canto
de anfibolita o pórfido:
¿y Sirena
serás y Circe, para mí, agarena...?
¿Yá a tus oídos es rendida avena
mi canto, que a tu cuello se encadena
con el lino hialino de su llanto?
Oh tú, que estás cantando frente a mi Aduar Recóndito
--tu voz es de cristales y es viril y calina-¡cánta, cánta mil noches y una noche el gozoso
canto ardido! ¡y al linde de mi tienda encendida!
¡y entre mis brazos! ¡y sobre mis ojos!
1927 Rio Cauca - 1ª
resto 1931 - Bogotá - Agosto
Favila Nº 4 - igual pero Nº VI
Favila Nº 5 - se llama ahora La Noche, así
Venía, Ella venía,
Ella venía:
la profunda Calypso en cuyo seno
se acendra la harmonía:
---------cuyos ojos flamean rubia luz aromosa,
rubia luz sosegada, donde influjo sereno
nace y se expande, y riela --por manera gozosa-sobre Télus sombría...
Venía, Ella venía,
Ella venía:
la morena Calypso: oh luminosa
síntesis de Belleza, peregrino Diamante,
Abismo irradïante:
¡compensación del Día!
La Favila Nº 6 se llama Arieta: igual salvo que donde
/ decía el dice o la dice dice ahora: decía.
Las Favilas Nº 7 y Nº 8: la 7 es 7 todavía; la 8 es 3
La Favila Nº 9 es 9 e igual
La Favila Nº 10 es 5, así:
Silencio en torno.
Penumbra de plomo.
Las ranas y un tema monótono
Quieto. Mudo. Sordo
--salvo para el arioso
sapesco--. Sordo. Solo.
Qué se hicieron los vagos anhelos innocuos?
Mi fuga, mi evasión, mis periplos jasóneos?
Qué se hicieron los cálidos vinos de la Aventura, y los tesoros
de las noches estremecidas, en mi selvoso asilo bolombólico?
Anclado. Al pairo. En mi sitio, dijo El Otro.
Favila Nº XI - es Nº IV e igual
Favila Nº XII - es la Nº I e igual
Favila Nº XIII - es la Nº X e igual
¡¡¡ y se finaron las dichosas Favilas!!!
La Cantiga con viento fresco está igual (creo) salvo
/cana melena que es calva (como es notorio)
Sonatina alla breve (han puesto allá breve y en
/ Espectador ¡¡allá lejos!!!)
2ª est. en lugar de roce caricioso dice penetrante roce
3ª
est.
4ª
4ª
est.
est.
/ caricioso
en lugar de arrebatan el sentido dice arrebatan y
/ embelesan el sentido
4º renglón, es: con finas palabras, dále (y no lo otro)
6º renglón, es: y de ello ya no se infiere etc (y no lo
/ otro)
Arieta (en la noche flamea) es Favila Nº XI e igual
Breve Canción de marcha (oh Dinarzada) es Diálogos
y Soliloquios en la noche (Nº 2) con las siguientes
/ líneas variadas:
donde dice tu naricilla y mi nariz (2 veces) léase: nuestras
narices ávidas (pues no me petan las naricillas ni en
teoría ni en la práctica: -con excepciones)
Cántiga (vuelve los ojos) igual
Canción de Melusina (Velay!) es Otra canción de
Melusina e igual (después irá la Canción de Melusina)
(1ª)
El Sonecillo (clavo en la noche)
1ª estrofa - después del 3er renglón hay dos nuevos:
y mis labios pregustan los labios que desean mis hielos
--por el aire purísimo vienen sus besos en pausados vuelos--etc
De odio, de ira, de befa (título debussiano?) e igual
Breve canción de marcha (hacia oriente) es Diálogos y
Soliloquios en la Noche Nº 3
Nocturno del Solitario Nº 8 en La mayor, igual
Trova de los navíos etc etc, igual salvo que donde
decía en cuyos brazos se durmiera dice brazos se extinguiera
y donde perfume de la primavera es veneno de la primavera
Facecia
después del renglón 13º y separado por un guión arriba
/ y abajo:
yo me fugué de la prisión ominosa...
renglón 23: tras los absintios opalinos del recuerdo
renglón 24 son: 24: bah! de dos modos, tras lo conocido
25: tras lo sabido...
renglón 25 es 26: yo me fugué, Juglar, Juglar, Juglar descaecido
(otro Juglar pues)
después del renglón 31 (de la versión en su poder) y
separados por un guión arriba y abajo: yo me fugué de mi
/ prisión ominosa...
ni acaso ya me iré: si uncido, anclado,
renglón 33 - es:
renglón 35 y siguientes - son:
del Bredunco, evadido y capturado...
y lo canto en mi verso desalado
--nunca sonoro y nunca asordinado
friamente, sino cambiante y trunco
(como el ritmo del viento y del Bredunco)
paralelo al tenor de lo cantado,
función de lo sentido!-y etc etc igual menos en los renglones 48-49 donde debe leerse:
pico, o el servil y abyecto
--por la abulia o el humor laxo y erecto?
Nocturno del Solitario Nº 9 en Do sost. menor, igual
/ salvo que al final se ponen mayúsculas así:
esa es la Tácita
Sirena Ineluctable, la Quieta Danzarina de la Perenne Danza
De lo no incluído en el Nº 27 le envío el Prólogo
y le copiaré después: del sector de Zuyaxiwevo
(Medellín) (cuyo es el Preludio copiado)
Soneto: ¡abur! Es al regreso cuando yo me despido!
(saludo a Medellín cuando arribé de Bolombolo)
Trova del cazador de efímeros arreboles(69 renglones)
(¿Es ésta entonces la avida vida abierta
a todos los insólitos vientos del azar, (etc)
Relato de Eirik Fjordsson (95 renglones)
(Zuyaxiwevo, oh Zuyaxiwevo, oh
tierra de horror!
¡oh
Tierra de Horror!)
Rondel (tres proyectos pa un rondel o pa ninguno
/ (17 - 17 y 23 renglones)
Doble Canción - (Tengo una sed de vinos capitosos)
/ (20 renglones)
Trova del Nocturno Sortilegio (salió en Mañana;
mándole el Nº y ruégole variar donde pusieron
¿por qué había un día etc
¿por qué había un claro día etc
en lugar de porque, porque las dos veces
Canción de grises días (22 renglones)
(En grises días ya no se oye
sino monótono són asordado.)
(oh bestias)
Nueva Trova del Nocturno Sortilegio (en Perfiles tiene
una variante en la última línea: donde dice moría de amor
/ Iseo, léase vivía de amor Iseo
Relato de Guillaume de Lorges (50 renglones)
(Yo, señor, soy acontista.
Mi profesión es hacer disparos al aire etc)
del sector de Netupiromba (Bogotá, ésta vez)
Diálogos y Soliloquios en la Noche
/ (Nº 1 - 2 y 3 copiados)
Cantiga (13 renglones)
(Gota a gota en mis bárbaros oídos
cae tu pura voz)
Sonatina (28 renglones)
(Dame otra vez a gustar la golosina
de esos tus gordezuelos labios róseos)
Clangor de las efímeras renunciaciones (61 renglones
/ Relato de Eirik Fjordsson)
(Algunos empiezan por decir que el hombre es duro)
Diálogos y Soliloquios etc Nº 4 - (139 renglones)
(Fué entonces cuando se agitó la comba
noche de öro trémulo
y las densas
nubes enceguecieron el prodigio.)
Diálogos y Soliloquios en la Noche Nº 5 - (78 renglones)
(Sonatina para flauta y piano)
(Ese decía
con voz que angustiaba el más hondo,
el más acedo pensar,
¡el Himno Azul de la Alegría!
explayando en el ámbito redondo
soplos de viento libre, tufos de bronco mar...
---------Un murmullo
lejano;
un susurro
lontano...
Voz de la flauta pasional
vibra en la caña de cristal...) etc
La Noche (19 renglones)
(En tu pelo está el perfume de la noche
y en tus ojos su tormentosa luz)
Rondel (16 renglones)
(Ella fué mía, la Noche Soñada:)
Rondel (24 renglones)
(Ella fué mía, la Noche Morena, )
Canción (35 renglones)
(Mañana si veré con ojos jubilosos
la luz del día:)
Fantasia quasi una Sonata (255
renglones)
/ (no conclusa!!! aún!!!)
I Preludio (27 renglones)
(Oh Noche, piano de ébano:
pulsan tus teclas negras --como garfios-- los dedos rígidos de mi
/ pena,
Noche, Noche Morena,
oh Noche, oh piano en que Beethoven sollozára el arioso dolente
/ (opus 110)
si no el adagio sostenuto! (opus 106) etc etc)
II Tema y variaciones (145 renglones)
Tema
(De la Noche sin lindes
vagas por el sendero
oh corazón! y a su beso te rindes
y en tus brazos te entregas, prisionero etc
1ª var.
y ella cantaba,
Loreley endrina,
y ella cantaba con su voz de grácil
timbre, --de cristalino surtidor bajo la luna...-- etc
2ª var.
De este otro viaje traje las manos rojas,
los labios lívidos y los ojos atónitos:
traje mis sueños patinados de herrumbre,
traje mis sueños carcomidos de podre, etc.
3ª var.
¿cuándo será que el Mar, que el Mar --un día!-la sien acerba me granice de sales? etc
4ª var.
Viola de amor, canta tu queja masculina:
morboso y tenso, el corazón
las cuerdas son;
la cámara sonora
--frágil urna de sándalo-- las sienes;
el arco es el Deseo! etc
Final: tema
III Romanza (23 renglones)
En el callado recinto.
Las dos almas, las dos almas gemelas.
Los dos espíritus, los dos espíritus pares.
Toda la tarde la usaron exacerbando su tortura
IV Allegro agitato (60 renglones)
Esta es la Noche, la fraterna Noche,
Noche fogosa, Noche lustral: oh Noche en éxtasis! etc
Figuran además varias cosas añejas (sector Santafé,
antes de 1926) a saber:
Vieja Canción (36 renglones)
Los cuentos hundíamos del báculo
por el aspera tierra enemiga
Sonecillo (19 renglones)
Valga la pena o no la valga
Soneto (14?)
Oh gracia de tu rítmico cuerpo gozado un día!
Facecia (28 renglones)
Venid y ved las gesticulaciones etc
Canción en rojo y gris (19 renglones)
Vago otra vez por los caminos amarillentos
Momento musical (16 renglones)
Claro rumor baja del arido cielo
de verano, en la noche hospitalaria
Relato de Gaspar (73 renglones)
Pero lo malo es que todas estas cosas
vienen a dar en un fracaso irrmediable
Cuando yo descendía por los ríos magníficos
(con Arturo Rimbaud) discurrí largamente,
discurrí longamente
de esos algidos tópicos (con Arturo Rimbaud:
--Rimbaud me era simpático, etc
Relato de Gaspar (Nº 2) (81 renglones)
Después de tantas y de tan pequeñas
cosas, busca el espíritu mejores aires,
mejores aires
Toda esa gentuza verborrágica
--trujamanes de feria, gansos del Capitolio,
abderitanos, engibacaires, macuqueros,
casta inferior desglandulada de potencia,
casta inferior elocuenciada de impotencia...-Toda esa gentuza verborrágica
me causa hastío, me ocasiona bascas... etc
(desp. de Gaspar en Febrero de 1926)
Como vé la cosa es larga.
Por hoy no es más. Sigue la carta en la otra semana
y allí me referiré a crónica etc.
A Valencia apenas lo vi la noche en que me entregó
la carta. Quedé en ir el sábado pasado pero al fin no
pude por enfermedad y lluvia (la enfermedad es gripa
y tos cuasi tis) y me dura ya unos veinte días lo menos.
Vaya ir escribiendo. Mientras tanto mande
Relatores ofrecidos - y no hay inconveniente en
publicar lo del Cuaderno. Affmo León
LV
Bogotá, Diciembre 14 de 1931
Sr. Don Otto:
No te podré escribir hoy con Cesar por
mil motivos de tiempo. Será en esta semana sin falta.
Con Florez Vergara envié Cuadernos 27-28-29-30 y 31
en uno sólo.
Van dos echiquieres llegados uno de ellos hace poco
y otro refundido.
Detalles Rendón César de voz viva - yo hasta eludo
pensar en ellos.
Escríbe - Envía los tan anunciados Relatores etc etc.
Qué hay de la bella Clara Inés? Hánme contado mil
cosas:
"todas ellas las creo
nó por maravillosas sí por ciertas"
Aunque no nada sé. Recuerdos Cabal, Horacio,
Mono Restrepo (¿todos pelapingueros?) y al rubio ( )
Creo que no conozco a nadie más como no sea a mis
subscriptores de Signos (2) Baltazar Uribe Ruiz
y Gilberto Garrido.
Mientras escribo a Mosquera, favor dar gracias
y felicitaciones por el libro.
El lagarto de Valencia (Guillermo) ésme aceite o yo
sóilo agua - no sé bien. Abrazos
Affmo Lejon af Greiff
LVI
Bogotá, Abril 22 de 1932
Ilustre señor Don Otto:
pues considero injustificable
mi actitud epistolar, suprimo la enumeración
de motivos causales, bien que algunos dellos son
potísimos.
Tengo hace días (pero no agrieras) en mi poder libro
suyo de Vasquez al que hube de suscribirlo meses
anteriores pero que Vasquez hubo de hacer empastar
por su cuenta de modo que es cuasi mas bien obsequio
del autor, y el libro de Sanín Cano que me recomendó
Ud conseguir. No enviado helos se, en espera
de escribirle.
Harélo con longura, non sabré ni decir cuando;
procuraré referirme a sus epístolas (no ha debido
suspenderlas por mi silencio: fíjese y verá) y relatarle
sucesos en esta acaecidos, como son a saber: Señor
Friedman - concierto Conservatorio - Señor Valencia.
Ahora anúnciase formidable pianista Pages-Roses,
que, a juzgar por la moda de anuncios que usa,
ha de ser lata sonorosa entre las sonorosas latas.
También hablaréle de envíos goethicos. Por qué hálos
suspendido?
Versos míos salen en la crónica de Maya, éste hubo
de elegir, de cuaderno prestéle, versillos malejos mas
vale (como Matoño diría) seguramente para
acomodarlos por su tamaño de mejor modo.
Los menos malones (según mi inseguro criterio) andan
entre los un poco largos ellos.
Remitiréle algunos de los postrimeros. Cierto es que
hace meses no construyo nada por los mismos motivos
de la no escritura de cartas. Con el Sr. Vergara hube
de mandarle copioso cuaderno cuyas correcciones
le enviaré más tarde. Algunas de ellas interésame
hacerle conocer, pues en la forma en que le llegaron
non me place bien los tenga.
No llegaron los tan anunciados Nos. literarios
de Relatores ni las revistas caleñas. Publicaciones ellas
todas para mi inconocibles si no Ud las envía.
Celebro muy, afirmado en F. C. del Pacífico.
A mí larga mejora sueldo ofrecida espontáneamente
por el administrador Dr. de Mendoza y jefe control
Ignacio Ramírez. Consejo Adm. F. C. estudia solicitud
dellos desde primeros de marzo!!
Del Sr. Cabal recibí carta que he de contestar.
Entrególe Don Uribe Piedrahita (de su primer viaje)
revistas ajedrez y retrato mío? Despues enviele dibujo
Ramón Barba. Recibidos?
Barba, Matoño, Zalamea, Isaza, Limitador
(el arpista Vargas Erard), Valencia (Antonio María),
Pepe Medina etc etc amigos envíanle saludes cada vez
dígoles voy a escribirle a Ud.
Tengo oferta edición libro de versos mios. Que crée
Ud de ello? Y sería no difícil colocar o asegurar
colocación N ejemplares en Cali y Popayán?
Mario de Greiff es quien desea hacer el tomo
en forma comercial, es decir con aspiración a sacar
el costo y aun partir conmigo el remanente. Para ello
habría que suprimir los no esenciales obsequios
que son muchos, dejando apenas a ese título los canjes
a individuos que hánme enviado los suyos y a mis
amigos o cólegas de mayor intimidad y habría
que buscar posibilidad distribuir ejemplares en
diversas ciudades para lo cual es menester que no sea
el autor interventor en tales diligencias, sino el editor
interesado en su negocio. Ya hablaremos de ello.
Y de la selección que tendría que hacer de los versos,
pues háylos no publicables por razones diversas.
Saludes a las gentes. Muy en especial para Horacio
Franco, Cabal y el Mono Restrepo Rivera. Y abur
León de Greiff
LVII
Bogotá, 30 Abril de 1932
Sr. Don Otto:
De la otra a ésta no hay novedad
ninguna digna de mención. Por aquí ha estado el Dr.
José Manuel Mora Vasquez insigne jurista y contador
(de cuentos, sucedidos, anécdotas y dezires). Otro que
hé visto: Adán Arriaga Andrade. Otro que hé visto:
Alfredo Zuloaga y Gutiérrez.
Pages Roses, por mi inoído. Parece que
inferiorísimo a sus pretenciones. Es decir corriente
y moliente pianista. Yo dello non sé nada pues non me
curé del concierto (ni se curó mi cajero, mas Valencia
invitóme a su palco gratuito: que no fuí sino tarde
cuando ya habíanse adentrádose Valencia y resto
de la compañía).
Grandes saludes le envía el pelmazo de Barba.
E otro sí Matoño, Zalamea, Medina, Vargas, Isaza etc.
Artículo Maya ha suscitado comentarios diversos,
así como selección hizo de versos le presté. (1)
Yo dello non sé nada - yo dello non me curo.
Alguna vez le escribiré más. Crisis de depresión
continúa, con pequeños oasis (!?) de momentáneos
regocijos.
Enriquecimiento mío no ocurre.
Affmo León af Greiff
La Noche, si se la dí separadamente.
Le dió mis agradecimientos al Sr. Mosquera,
de los versos?
(1)
LVIII
Bogotá, 1º Agosto 1932
Sr. Don Otto:
Si no le escribo con demasiada
frecuencia será porque resulto bien inhábil crítico.
Por ahí leí de que hay sujetos que se alimentan
de su propia substancia, sin irradiar. Juzgo que soy
poco irradïante.
Y luego que vivo en medio de otras layas de
ocupaciones y preocupaciones que cánsanme la cabeza
de modo no corriente. ¿Surmenage? No lo sé.
¿Abulía? Lo presumo. ¿Juntas vainas? No es
imposible. Tampoco sé si juntas vainas sean una
misma cosa. Yo no soy harto orsado para saberlo.
De Valencia y de Friedman el propio Antonio María
habrále dicho como yo no sería capaz. Aunque corto
en expresiones yo, A.M.V. se habrá dado cuenta de
cómo y cuánto lo (o le) admiro y estimo si como
artista, si como amigo.
De el tercer retoño? Nómbrase Oscar Hjalmar
Ricardo Gúnnar.
De artículo de Maya, de escogencia versos míos
para edición etc díjose en grupo amigos de errores
apreciación Maya respecto verbalismo y mera
sonoridad versos míos, carencia de impresión ante
naturaleza etc. De escogencia lo chocante no fué
escoger versos poco o nada significativos apesar yo
haberle dado expresamente otros sino haber afirmado
a Cárdenas que yo había querido especialmente lo que
publicó, cuando no era cierto - yo qué sé. Y otros
cuentos como que Maya había dicho que el había
querido ponerme en el puesto que me correspondía
porque varios antioqueños pretendían situarme como
su émulo y rival etc cosas posibles de creer en Rafael
que --por lo que parece-- ama considerarse a mucha
distancia por
Yo qué sé.
encima
resto
gentes
verseantes.
De Cabal recibí algunas misivas y sabrosos rones
vallunos tan sabrosos como agradecidos por mi
(y por Matoño y Carlos Uribe Prada, quienes
me ayudaron a consumirlos). Grandes saludos
y gracias y que alguna vez le escribiré cuando no esté
yo tan infertil.
Libros botánicos eclipsados. Talvez en Medellín?
Copias y correcciones y versos nuevos algún día
irán. Ultimos meses no producción versos; a lo sumo
revisión y ligeras variantes detalles.
Berta Singerman simpatiquísima, culta (cultivada),
sabidora de muchas literaturas. Marido también
sabidor. Sólo una tarde fui a visitarla hace ya de ello
(sábado 23 julio 4 pm-6 1/2 pm). Noche anterior
(retreta) yo con Mesa Nicholls, su conocido, entró
saludarla. Preguntóle con quien estaba pues nos vió de
la ventana. Dijo Salvador y entonces ella le dijo al
marido: no te decía que era de Greiff? (barbas etc)
Hízome llamar - yo evadí entrada. Ella sentida etc.
por eso fui al día siguiente.
Recitales he ido a todos (4). Cosas excelentísimas.
Balada arenque ahumado, vaina Arcipreste - La dicha
de Fort - Alegría del mar - Estío de Ibarbourou
- Dime la copia (Enrique de Mesa) - Otras no
de mi gusto por culpa malos o mediocres versos
(algunos pésimos como Escribidme carta señor cura
Campoamor y Hay que cuidarla mucho de Carriego,
de las cuales no se puede sacara nada bello,
aunque
técnicamente
sean
magníficas
interpretaciones).
Anoche
recitó
de
Maya
En las primeras horas bastante bien. Parece que ella
y el (Berta y Stolék) conocen bastante bien mis dos
libros por lo que conversé con ellos (ambos gran
sensibilidad musical: no los dos libros sino ella y el).
También quisieron prestarales versos nuevos
que todavía tienen y de los que ya han copiado varios
para próximas o lontanas ocasiones aquí o fuéra.
Imagínome irrupción poetas y glaxos e lagartos
háya sido fenomenal: otro motivo por el cuyo yo no he
querido tornar apesar haberle dicho que pronto
volvería y apesar Stolék casi comprometióme ir esta
tarde (que no fuí). Mañana 5º recital no iré porque casi
todo es repetición.
Para revista Señor Arboleda puede dar lo que guste
de lo mío que tiene allá mientras yo copio en firme
alguna coa ojalá no preludio inicial (la noche iba
cantando el himno absorto) que contiene grandes
errores.
Olvidaba que El rey de las Elfes muy bien
ejecutado. (traducción Esterlich?) Mostreles suya que
admiraron si bien encontraronle que para efectos
recitación trovaban mas de acuerdo con la forma
original la de Esterlich - forma de la estrofa será?
Yo no sé pues del alemán... casi como Barba a quien
una noche dije dos líneas del Erlkönig, a lo que
replicó: ¡nos tienes jodidos con tu cabrón francés!
cuento que tuvo gran éxito por ocho días. Otro cuento
de Barba en la Misa de Requiem de Uribe Holguín
(que parecióme admirable) es el que sigue (nosotros en
tercera fila) en un palco de 2ª señora de un diplomático
fuertemente tetuda - abajo, debajo, platea Alejandro
Vallejo - y Ramón: qué tía mas tetuda! tié cada teta!
si se le cae una encima al pobre Vallejo sería como si
le cayése un teodolito!!
A Germán Arciniegas hélo poco visto. Idem
a Eliseo Arango.
Yo creo que por hoy he escrito bastante mucho.
Arciniegas, Luis de Greiff Bravo, Isaza, Matoño,
Ramón, Zalamea, Caballero Escobar, Vargas Erard,
etc, etc, etc, grandes salutaciones. Algunos dellos
indignados chiverudo.
Encima de mí, grafofono dice: canto por no llorar.
Delicioso!
Grandes saludos al maestro Antonio María, a Cabal,
a Restrepo Rivera, a Franco (?) y a... quién más?
Ojalá enviáse revistas y anunciados Relatores etc etc
Pronto escribiré más y perdone la mora. Aumento
carameleo desde marzo - parece que en reorganización
reventará estos tres días pónganme en $140
Tal ofrecieron desde 1º julio!!!
Affmo León
LIX
Septiembre 9 1932 Netupiromba
Sr.Don Otto:
about via
(
esta noche le escribiré. Recibí telegramas
), Popayán. Gracias muy. Desde 1º sueldo
$140.
Molesto para si todavía es tiempo entregue a Berta
esta copia manuscripta que habíame solicitado Stolék.
Favor además presentar mis atentos saludos a los
dos muy queridos y admirados amigos Doña Berta
y Don Enrique.
Repito que esta noche le escribiré, magüer nula
crónica. Affmo León
LX
Octubre 11 1932
Ilustrísimo señor Don Otto:
realmente, yo he sido en
los últimos tiempos, un poco incumplido por el lado de
la corrrespondencia, de lo cual ya no sé a quién o a qué
culpar: sería cosa de larga cuanto desimportante
enumeración, que eludo.
Muchos acaecimientos: Berta Singerman, A. M.
Valencia, Claudio Arrau, Palacios, Guerra etc etc.
De Berta, poco más sabré decir yo - sobretodo que Ud
no sepa mejor. Gustóme en 10% de cosas, mucho.
En otras menos. En otras nada. Culpa principal,
probablemente, la calidad de la poesía, en lo que no
me plugo bien. De odio etc (interpretación) me place.
Anoche oíla. Creo que olvida con frecuencia ligeras
porciones. Por eso enviéle copia. Anoche allá
(Olympia) con Acevedo Díaz e Isaza Martínez.
Plétora de chistes pésimos. Aludió Stolek a chistes
suyos motejándolos de pésimos también. Acevedo
partiría hoy carretera Garzón-Orteguaza. Pidióme
diérale grandes cantidades de saludos suyos para Ud.
Así todos los amigos. A. M. Valencia prepárase hace
días para escribirle.
Arrau portentoso para mí. No pude asistir a todos
los conciertos. Le oí tres magníficos. En el 1er
concierto, anduvimos después dél, Valencia, Barba,
Arrau, Palacio y yo hasta amanecer. Pelas.
Conversación. Noche muy agradable. Después dos
o tres veces hablé con él. Muy simpático el chico.
Chez Valencia audición 7 primeras Sonatas de
Beethoven. Resto Sonatas no hase podido por mil
inconvenientes.No sé cuando lograráse continuar serie.
A Palacios no hélo oído esta vez. Proyecta ciclo
Chopin a partir viernes. Iré a oirlo.
De Guerra se lo que Ud sabe y lo del 10% a partir del
1º octubre. Le conté que fuí subido a 140 pesos.
Voy a ver si ahora logro traer la mujer y los chicos
magüer pobreza suma (que me aumentó la rebaja
de $50 de Enero a Septiembre). Matilde y chicos bien.
Héles enviado sus saludes y retórnanlas.
Stolek recomienda saludarlo. A Berta no la he visto
de cerca ni habládole en esta vez. Versos ni más.
Pereza, neurastenia, preocupaciones de índole diversa
hánme evitado su perpetración y hasta la revisión
de los anteriores. En album pasáronme para autógrafo
he topado joyita cópiole:
Los violines tienen alma...
y sus cuatro cuerdas son
como una apolínea palma
que cobija al corazón
Con sus escalas cromáticas
Paganini hace sentir
dulces torturas dramáticas
del arte cruel de vivir
Hay un idioma en el cielo para todo serafín...
Lenguaje de paz y anhelo,
miel, amor, sol y consuelo...
Todo angel sabe violín.
Samuel Arturo Meza y Posada
Más cosas? Ponga ai primero pues ninguna más yo
sé. Yo vivo inmerso en diversas espeluncas más o
menos berroqueñas. Amigos más usuales Valencia,
Barba, Zalamea. Todestos y los otros recuérdanlo
y salúdanlo.
De libros poco más. Por ahí en granadina diceme
Acevedo hay bastantes libros alemanes de 2ª mano.
Voy a ver si le copio lista dellos con precios por si le
interesan. Muchos Nietzsches como que hay.
Fué Cabal quien envió varios Relatores? Gracias.
Continúo no conociendo las revistas del occidente
colombiano. ¿Ese occidente cobija también Antioquia
y Bolívar o es sólo El Cauca Grande?
Los versos a la Bandera del Dr. Nieto son
infumables. Que tal la Balada del foso o la Parábola
del pozo, del señor Valencia? y que tal una cosa
del mismo señor about Don Quijote?
Cuando piensa Ud venir a Bogotá? Alguien díjome
Ud le decía de próximo viaje. Favor saludar Cabal
y amigos. Ojalá Ud escriba pronto. Yo espero ser
en adelante muy cumplido. Lo malo es que casi nunca
yo tengo cosa qué referir.
Affmo León
LXI
Bogotá Enero 13 de 1933
Ilustre Don Otto:
Sin tiempo para escribir pues apenas
esta tarde avisóme García Peña su viaje, van las líneas
que siguen a modo de apoforeta o presentalla
humildísima - que consiste en obsequio de una
promesa de pronta escriptura.
El domingo iré a Liévano a encontrar a Matilde,
chicos y don Luis, provenientes de Zuyaxiwevo
en dirección a Netupiromba. Carta próxima extralonga
(como es de uso).
El inefable maestro Tuco... definitivamente
silencioso about me. Ultimamente ultra-glaxo,
de tal modo que asaz D'Indysimo Tuco. Envío foto
comprobatoria.
Saludos de los dráculas - y a los amigos.
Abur! (+)
León de Greiff
(+)
Deséoos un feliz año.
LXII
Bogotá Abril 19 1933
Sr. Don Otto, en Cali:
múltiples ellas, las que hánme
impedido escribiros, causas, que --por parte-- sabeis,
a lo que infiero (salvo mejor opinión, la vuestra, acaso,
la de Tuco --posible-- el silencioso mago del teclado)
De enojosa enumeración fatigante, la cauda de causas
nominadas.
En el café de la Victoria estas cartas escribo, por
aprovechar ida a esa de Octavio Restrepo (pero nó
Luis Octavio) ofrecídoseme. Cerca, tras de mí, Isaza
Martínez giganteo.
No leídose aún libro de Pourtales, about Richard
Wagner? Asaz bueno según mi no cotizada-able
opinión.
Una de ellas hasta será el fastidio que causaríame
la listación de los discos náufragos en Puerto Liévano.
Básteos no ignorar que son por 180 o 200 --con un 40%
de Beethoven, a saber: Misa Solemne (elec) - Quatuor
14 (2 versiones) (elec) - Quatuor 13 (2 versiones) (elec)
Quatuor 11 (enviado por O. de G) (elec)
Trio Archiduque (antiguo) el eléctrico (en duda)
Sonata a Kreutzer - Primavera - cello - Patética (elec)
Claro luna (elec) Sinfonía I (elec) (en duda) - II - III - V
(elec) - VII - VIII - IX (1 de las dos que tenía) - amén
discos sueltos de van Beethoven de valor histórico
algunos... Bach J.S. Pasión según Juan (2 discos)
Tocata y Fuga Chopin - Nocturnos (8 discos) elec.
Debussy - Iberia - Apres midi - La catedral englutida
- Poisones de oro - La niña de los cabellos de Lino
- Ministriles - Haydn - Sinfonía El Reloj - Schubert
- Quinteto dos cellos (en duda) - Cuarteto Muerte
y Muchacha - Sonata piano (x) - Impromptus (4)
- Octeto (eléctrico) en duda - Musorgsky - Una noche
en el monte calvo – Trepak Smetana – Moldau
- J.C. Bach - Overtura - Faure Sonata piano y violín
(Cortot-Thibaud) - Rimsky Sheherazada - Gallo de
oro - Capricho español - Ravel - Ma mère l’oye
– Septeto Dukas - Aprendiz brujo - R. Strauss
- Till Eulenspiegel etc etc
Seguramente omito y de los mejores (entre
comillas)
Otro: no encontración libro Wagner en casa de
Don Luis y doña Amalia --y yo sin tiempo para
buscar--. Cantidad de trabajo oficina (hasta nocturno,
sabadesco vespertino, y dominical). Pretendo toparlos
el domingo que viene.
Don Luis candidato en 8º lugar por Antioquia.
Tal parece que sale electo pues según estadísticas
puede tomarse como minimum 10 conservadores 8
liberales y es posible 9--9 sin que no deje de creerse
posible mayoría liberal (choco de un medio) (sic)
en lo que yo no creo.
Escribiré más y + . A Jesús Restrepo Rivera busqué
y no topé. Salud Cabal (y a Cabal, Tuco, Garcipeña)
Salud trasmito Isáciga-Barba.
firma: LdeG
LXIII
Bogotá Julio 15 1933
Sr. Don Otto:
resumiendo, parece que no he podido
escribirle hace algunos meses. Creo inútil la
enumeración de los porqués. Larga cosa. Poco más ha
sucedido entretanto salvo Matza a quien no pude oir
sino algunas tonterías en un intermedio de cine y de
Zimbalist a quien oí dos conciertos, uno dellos en el
Conservatorio. Asaz me fascinó. Lástima programas
bien buscando adecuarse público más grueso,
sin mayor aumento taquilla. Grave error de los
sub-agentes quienes creen aún que la calidad buena
del programa aleja a las masas. Para conciertos hay
público fijo limitado que vá a cosas clásicas
(vease programas Arrau) y público eventual
de snobistas que irían por el virtuoso y no por
el programa etc
Algunas buenas audiciones chez Stas Villamizar.
Entre más notables las 33 berrangueringuen diabélicas,
el ciclo A la amada ausente, el ciclo Dichterliebe (?).
Anoche Carnaval Viena (Sofía), Sonata opus 101
(Ana), Sonata opus 31 Nº2 (Sofía) con Isáziga y con
el acueductista profesor Acevedo Díaz.
Olaf parece bien enderezado a la cria de gallinas
y ordeño de Ios, cultivo de hortalizas, plátanos, frutas
y caña.
Aquí estuvo hace poco mi excelente amigo
Gabriel Hernández Salazar. Hoy piquete a José Mar,
alredor cuarenta tipos.
Agobiado labores estadísticas no déjanme tiempo
cartas, versos, lecturas cartas, versos, lecturas
descuidadísimas en últimos días.
Parece vendrá Paderewsky. Como no toque el
célebre minueto, ni las cracovianas... En último caso
aunque las toque. Lo importante es que no falte
la moneda para ir.
En las casas todos bien; relativamente bien.
Don Luis representante por Antioquia. Talvez
periódicos no dijeron nada. Ud sabe que hay
individuos con buena prensa y otros sin relaciones con
los reporteros.
Pronto creo escribirle más. Saludes a Cabal
(siempre agradecidísimo de sus amabilidades),
Restrepo Rivera. También al ingrato Tuco.
Que ojalá me enviara mis versos en francés...
Affmo León
LXIV
Bogotá, 23 Agosto de 1933
Sr. Don Otto:
últimamente --desde el 28 julio-- ando en
estar de Secretario del F.C.C. del N S 2ª (N y S) por muy
obligante empeño del Ingo J. D. Gómez y mientras
licencia 3 meses Dr. Zea Hernández. Recargadísimo
naturalmente de trabajo pues además continúo
actuando de Xefe de Estadística y --desde el sábado 19
agto-- solo en la oficina sin admor, sin xefe de control,
pues andan por La Capilla c'est a dire
(dibujo: Providencia K 197 - La Capilla K 207 - Pte Nal
- Barbosa - Vélez - Moniquirá - Güepsa) el punto final
F.C. en explot., líneas de puntos carreteras
de alimentación y acaso no retornen que esta noche.
Nada de nuevo que yo sepa. Creo que mañana debut
Bobroff al que iré con M. B. de G. Lunes 28 debut
Espinosa a quien presentóme Simeón Latino
(programa inclúyole).
Recibidos 5 suplementos lecturas literarias Correo
Pacífico. Hoy enterado homicidio Zawasky --cuya
esposa asaz ha placídome desde antaño (dato poco
interesante). Vida cafetera idéntica a como siempre.
No he tenido ocasión de poder enviarle nada de
revistas para las lecturas - pues apenas muy de tarde en
tarde cáenme
(texto incompleto)
LXV
Bogotá, Septiembre 17 de 1935
Señor Don Otto:
parece que mis silencios se hacen
cada vez más y más largos, sin motivo aparente.
Después de Aguilares, nada más se ha presentado
por acá de índole artística. Fuí a dos recitales apenas,
por razones fácilmente imaginables. El agrado fué
máximo. Lamenté no haber accedido al deseo
de Zalamea (Jorge), de ser introducido al
conocimiento de ellos. Interpúsose, como siempre,
complejo timidez c.a.d. hosquedad, o viceversa.
Doña Amalia sigue mejor, bastante mejor.
No escribí dándole detalles por mi notoria inhabilidad
para esos mesteres. Todo lo demás, igual. La Tribu
mía, por Medellín (lagarto!) en viaje eucarístico-visita
-familiares-etc. Ha de regresar del 25 al 28 actual.
Llegáronme 43 cajas libros, cuasi resto depósito
chécheres allá (1035 kilogramos). Entre todo ello
bastantes libros, revistas, cartas, su pertenencia.
Qué se le ocurre ordenar al respecto?
La Cadena fracasó para mí, ay!
Política. Grescas pseudo musico-conservatoriales.
Grescas pseudo pictóricas. Diminutas grescas poético
-chismográficas. Etc. Etc. Creo que le interesarán
lo que a mí. Elúdo todo ello, entonces.
De vez en vez concertillos Foyer. Programas
bastante arlequinescos, sobre todo en ejecutantes,
de muy abigarrada variedad innúmera. Cosa que otra
interesante, pescable entre fárrago.
Discos, pocas adquisiciones. El de los Aguilares o
Aguilar (cuándo sabré cómo ha de decirse?) postrero.
Libros, poca cosa. Francos, pesetas inaccesibles.
Libro mío, misma situación, es decir, pendiente
de que yo lo entregue, y de que Arango termine
iluminaciones. Dos abulias muy pares. Ya saldrá.
Publicaciones mías temporales, obedecen a que las
pagan. Y como el dinero siempre es más poco,
día a día (No DIA A DIA)...
Tertulia habitual, Isaza, Zalamea (Jorge, Eduardo),
Gómez Jaramillo (Napo), Barba, etc.etc.
Viaje CALI-BUENAVENTURA (mar no visto) POPAYAN,
es proyecto apenas. Talvez realizable en Diciembre.
Inconvenientes, los de suponer. No me ganaré jamás
alguna lotería?
Recuerdos Villamizares, Cabal, Antonio María
Valencia. (Salazar Santa-Coloma no dejóle allá Rilke
de Jaloux?). No olvide traducir lo alusivo a de Greiff
(k.s.) en libro viaje sueco. Vago proyecto escribir
ensayo sobre bisabuelo. Y remitir datos about idem
que tenga conocidos. Y será hasta la próxima
(próxima) vez. Affmo. León de Greiff
A Cabal le escribiré antes de que Septiembre se fine.
Mil gracias amables ofrecimientos ambos (juntos,
los dos) Isaza Mtz no háme presentado album
Sta Elvira - c.p.b.
LXVI
Noviembre 12 1935
Sr. Don Otto:
mientras le contesto y escríbole a Cabal,
quiero preguntar lo que sigue, por mi cuenta y por la
de Jorge Zalamea: envió Gonzalez Piedrahita terna
para Inspector Valle comisión cultura ($250.00
sin viáticos), integrada por Otto - A.M. Valencia
y Cabal. Se desea saber si ello fué consultado con los
tres o con alguno de los tres? O si alguno de los tres
deseaese empleo? Si no es incompatible con el suyo
en el F. C. o con el de Tuco en el Conservatorio?
etc etc. Es decir se desea una información completa
about tal affaire. Si Ud desea eso creo que es mogollo
conseguirlo para Ud de preferencia, o, si no, para
alguno de los otros dos. Favor informar lo más pronto
posible. Nada de nuevo. Próximamente más largo.
Affmo León
LXVII
Sr. Don Otto de Greiff
Bogotá, Junio 18 1936
D.S.H.:
Héme --inusitadamente-demorado un poquillo en contestar por los motivos
de ordenanza. La Revista de las Indias está al
reventar: lista hace más de 20 días: demoras en la
imprenta. Ya será regular su salida futura el 15 del mes.
Urge primero: alredor de 4 poemas de los largos
para complementar el volúmen suyo y en esa forma:
5 X 1 darle preponderancia a lo original sobre
lo translado: ha de publicarse la doble columna?
Yo creo que sí queda mejor, con el texto anglo
(muy admirado en sesión nocturna por Ortiz Vargas,
de Holte Castello y X Manrique (hijo de Arturo)
fuertes en el idioma de Conrad - Joyce - Lawrence
- Elliot).
Urge primero-bis: envío de lo de Gosselmann
y de lo de los judíos en Hispano-América. Sería una
sorpresa gratísima y substancial, el recibir n (o n-1)
notas, glosas, ensayos suyos about X tema, literario,
de estética, música, crítica o ingeniería suyo
y vendría bien algo bueno de otros orígenes
v.g. Matoño-Carvajal. Ud dirá. De preferencia ensayos
y notas. (Estrada Monsalve?)
De Isaza nada más. Andará por Barranquilla.
De discos Columbia sabe algo? De aquellos otros
discos pedidos por Ud --conducto joven Manizalita-carrera 7ª entre 21-22 sábese?
Llegaron discos Owen - Para Ud 30 - Incluyo
epístola-culebrosa. A mi llegáronme 25, a saber:
2º Preludio y fuga Bach (4); Cuarteto 59-1 - Cuarteto 59
-3 (9); Cuarteto Muerte y la Doncella (?) (4);
Monte Calvo Mussorgsky (2); Estepas Borodin (1);
Trio cembalo-viol. flauta Friedemann Bach (1);
Cuarteto Nº16 (sic) Fuga (2); Sonata Gieseking (31 Nº2?)
(2)
Pues no nada mas ocurre o acaece. Conciertos
Valencia asaz bien singularmente 3º (españoles
y franceses antiguos y modernos)
Vió lo de Emilia sobre que lo que más le gustó
del 2º fué lo de Arman (sic) Godoy? Exultante!
Sobre particularidades envío revistas ilustraréme
con Dulcey pues lego soy en tales tiquis-miquis.
De modo que urgen próximos envíos. Jorge cree
que yo hace días que le escribí...
Indicaciones suyas sobre edición serán seguidas
fidelísimamente.
Salutaciones de todas las gentes de casa y de
forasteros. En casa de visita ahora las hermanas
de Matilde Sara y Ester.
Hasta muy próxima.
Affmo León
LXVIII
Bogotá Julio 31 de 1936
Sr. Don Otto de Greiff
El Senegal
Sr. Don Otto:
un poco tardío --como siempre-- pero
ahora en espera de que haya recibido 5 ej. de Revista
de las Indias: que Ud repartirá. No me decía que para
Jesús Restrepo Rivera, Mario Carvajal... dos más?
Salió un poquiello floja pero hay tendencia
a la mejora. No le dije nada about la Fuga por
incompetencia y sobre el 59 Nº 1 por... idem. Sólo que
éste va con los mejores del Sr. Ludwig. La Fuga es
difícil asaz, pero cautiva desde la 3ª o 4ª audiciones
magüer la pobreza de mi ortofónica tan lejana de los
aparatos eléctricos. Espero que Owen ya háyale
enviado los discos. Lento asaz pero --en parte-- es
disculpable pues andaba en apertura de su librería,
instalación, etc etc y luégo... que tenía qué tener esos
discos ahí como muestra para llenar la sección
hipotética de lo musical.
Yo me permití hacer pedir por Victor (a pagar por
cuotas antes y después de llegados) unos 32 discos:
23 de los 5 Conciertos de piano de Beethoven;
5 de Canciones de Mozart - Schubert - Schumann
- Brahms y Wolf - por Lehmann; 1 de Duparc
(Panzera) (Inv., Chanson Triste); 2 de Mozart - Sonata
en La - Iturbi; 1 de Debussy 2º de El Mar (que faltame)
Urgen tres vainas: el completo de su libro: id est N
poemas de regular tamaño; el papel de nombramiento
de alferez de C. S. de Greiff en sueco y su versión;
algo para el No. 3° de Indias (el 2° sale el 10/15 agosto)
y que debe estar en mi poder el 20 o 24 agosto. No tiene
ya traducidos 2 capítulos siquiera de Gosselmann?
Sanín Cano hablóme asaz bien de ese libro que el leyó
vertido al tudesco. Lo de los judíos cómo vá. Es muy
interesante acopiar material para 3 números siquiera,
sobre los que se vayan publicando. No ha visto por ahí
en Victor americanos los tres Nos correspondientes
a Dichterliebe (?) de Schumann cantados en alemán
por Panzerá y muy alabados? No pude pedirlos
pues sólo tengo la referencia numérica francesa.
La obrilla allí completa.
Todos en las casas bien. Saludos generales.
Una de las hermanas de Matilde fuése (Ester) un poco
mal (asunto psicósico, parece).
Y nada más ocurre. Olaf por allá de Carreño, bien.
Parece que espera nivelarse para venirse. Hay que ver
que se le puede conseguir ni en Bogotá ni tan lejos
como allá.
José Restrepo Jaramillo allá por Cali. Lo vió?
Decirle si ocurre que Jorge y yo pusímosle teleg
a Medellín devuelto por sin dirección registrada;
y fin active la prep. de los Cuentos y que mientras,
nos vaya mandando vainas para la Revista. Usted no
ha escrito notillas bibliográficas (v.g. Rubaiyata Uribe
White) o acerca de música etc etc? Ojalá. O acerca
de la más insospechable vaina.
Saludos a Antucoma, José Restrepo Jaramillo.,
Jesús Restrepo Rivera y demás gentes. Affmo León
Aquí está la guagua. La guagua y Waldina
y el cachorro lo saludan
LXIX
Bogotá Septiembre 17 1936
Sr. Don Otto:
me quedé esperando la anunciada
continuación de su carta escrita a raíz accidente
deslizatorio; por esa espera no apresuréme a escribir,
y luego por la dificultad de decir mi concepto about
niñas de Cali y Coros idem. Traté (es decir hablé pocas
palabras con 4 de las Stas) a las damas Sta Restrepo,
Sta López, Sta Fernandez y Sta Cruz y damas Sras
mamás 1ª y 4ª. Plúgome asaz juego pianístico de Stas
Restrepo y Fernández y un poco menos el de Sta Cruz,
sin pretender motivar diferencias. Lego asaz ich bin.
Sin venir (pero antes, quiero significarle, porque
supongo información hánle llegado tergiversadas)
mi ninguna intervención asuntos discos y el error suyo
en atribuirme (relea) consejo a Owen de no enviarlos
para tenerlos presente en librería para simular
existencias: le dije que suponía fuera ese el motivo
para la demora inicial. Eso y ná má. Mi sólo
metimiento fué devolver Sonata Beethoven
(Gieseking) que había tomado para mí, por haber
2 sendos ejemplares, ese día de llegada. Cuando se
llevaron los suyos devolví los míos para completarle 23
de los 30. Los desaparecidos Bach (Prel y Fug 10-17)
y Sinfonía Salmos los vendió equivocadamente la Sta
empleada de Owen. Sergio devolvió Fuga y Franck
que habíale vendido misma Sta. Pero no ha habido
tales préstamos de discos ni tocatas con agujas usadas
etc. Esas son alharacas supuestas tal vez hiperestesia
contagio isacístico. Sin venir resto poemas para
Grumete y Sirenas; sin venir trad. sueco, trad. alemán,
colaboración original Indias. Sin venir diploma
de cadete Don Carlos Segismundo, ni su traducción
al romance. Qué más sucede?
Espero haya recibido ejemplares Nº 2 que también
envié a Sta Suzana López a quien lamenté no ver
segunda.
Favor saludar Señoritas Restrepo, Fernández,
Cruz y López, si ocasión, y Restrepo Rivera y Mario
Carabajal cuyo Romancero recibí y admiro
y agradezco, y Llanos que vino y desapareció.
Colaboración Mario y suya, cuándo?
Affmo León
LXX
Stocckholm Julio 24 1958
Querido Otto:
por aquí muy contento y muy
entretenido entre Congreso de la Paz (grandes figuras
literarias) y otros amigos como Zalamea, Arbelaez,
Arne y el Embajador (Contraalmirante Ayala) que es
un gran tipo. Mañana sigo para Moscú. Cordial saludo
para Noemí e Ilse He conseguido fotoscopias de las
páginas 111 y 112 de un libro sobre la nobleza sueca
--(lo referente a von Greiff)--. Affmo León
LXXI
Stockholm Septiembre 29 de 1959
Mi querido Otto:
yo he sido siempre un pésimo
epistoleador y empeoro de lustro en lustro. Siempre
voy dejando el escribir cartas para pasado mañana.
En éstas circunstancias especialísimas adquirí --otro
sí-- el compromiso de hacer un par de programas
semanales que --hasta el momento-- mal que bien he
cumplido, pero que --dadas mi pereza y mi
insuficiencia mecanográfica-- me quitan más tiempo
del que ncesitaría alguien mas expedito que yo, mejor
mecanógrafo que escribidor fluído y rápido. He tenido
también mucho recargo de funciones hartas: las
llamadas consulares, de rutina, pero que casi se llevan
las horas hábiles. Otras, no mías, pero a mi adscritas,
del 1º de julio al 22 de septiembre (las de encargado de
negocios ad-interim y por supuesto ad-honorem) muy
alejadas de mis aficiones. La entrevista con el Rey
--muy temida puerilmente por mi-- resultó agradable.
Es llano (parece) y simpático. Y logré hacerme
entender (que, no lograrlo, me preocupaba). Claro que
también me aburría la ceremonia, el viaje en carroza y
el meterme entre esos horribles trajes. Pasadas las
cosas el recuerdo es divertidor y vale la pena haber
pasado por esa experiencia. Se ha escuchado buena
música y la temporada dura hasta mayo. Habrás visto
los programas de la serie de abono que le envié a
Hjalmar. Además he estado en Drottningholm (óperas
de Pergolesi y de Handel) - ópera de Pekin - conciertos
saltones. Excelente recital de Sousay (Viaje de
Invierno) - Bernstein - Elman quizá. En una próxima
detallaré (olvidaba decirte del Concierto para 9 de
Webern con Dumbarton Oaks y Mozart. Hans Richter
-Haaser es un formidable pianista y Schmidt-Isserstedt
algo supremamente serio. Hans Leygraf pianea y
dirige muy bien). Nada más por hoy como dice el de
Albacete. Supe por Boris de la corrección de pruebas.
Algo muy engorroso. Aguirre debería enviarme
pruebas de los libros inéditos. Recibiría él una fé de
erratas, de los impresos que le envié? No hay tales
cítisos (error de Aldecoa) son robles (en unos Mitos de
la Noche). Que Leticia le muestre lo del pariente
Palm. (Luis de Greiff Bravo no tendrá ejemplares
--que me ofreció-- de su libro acerca
(texto incompleto)
LXXII
Mi querido Otto o Leticia:
En realidad, aparte de mi
alergia epistolar de los últimos años, he tenido grandes
inconvenientes para escribir a los amigos. El poco
tiempo disponible se lo ha llevado la escribanía de
cosas majaderas para la Radio y para la H.J.C.K porque
considero que debo cumplirles lo ofrecido. Ahora creo
que estaré menos obligado a muchas cosas forzosas
que me quitaban tiempo y me aburrían. Como sabes,
apenas el 22 presentó sus credenciales Mora y, en
tánto, desde el 1° de julio yo estaba de Encargado de
Negocios ad-interim (y ad-honorem) con obligaciones
tontas y compromisos muy por fuera de mis aficiones.
Luego, grandes dificultades de instalación. La escasez
de alojamientos es grave aquí. De el 13 de junio al 8 de
Septiembre estuvimos Axel y yo en el Hotel Malmén,
en Fruangen (40 minutos de la oficina en bus + tranvía
combinados) en la Pensión X, y finalmente en
Karlavagen 115 - 2° apartamento que debería haber
ocupado desde el 16 de junio, pero que mi antecesor
no desocupaba. Además, consecución de muebles,
cuchillería, porcelana (o loza) cristalería, ropa blanca
de cama, mantas, cubrelechos, almohadas, nevera,
lámparas. No he podido ir a Lund aunque ya debería
haber ido. Talvez vaya en Octubre a hablar con el
pariente Palm que me remitió el Diario de C.S.v.G
--1820-- y otras cartas y que está aprendiendo español
para poder conversar conmigo. Le escribí a mi llegada
(inglés). Me contestó (inglés). Me llamó por teléfono
y me escribió en español cuando me envió el libro.
Ya salí de la ida a saludar al Rey - etc. En Junio, Julio
Agosto y Septiembre (hasta el 15) un calor
endemoniado. Ahora empieza el otoño. Yo salgo
a las 8 a/m a la calle -4 grados.
(texto incompleto)
LXXIII
Stockholm Agosto 15 de 1960
Mi querido Otto:
algo más de tres semanas empleé
en localizar tu carta en el caos de los papelorios que
alguien había puesto en orden. Apareció ayer. Como
estaba muy retrasado en programillas las últimas 4
noches las hube de dedicar a la mecanografía
monodáctila (y el día de ayer) a son de música de
discos, y, ayer, escuchando la transmisión de La
Flauta Mágica --festivales de Glynde etc con
Margareta Hallin sueca --de Reina de la Noche--.
Aparte de que llueve con suma frecuencia este verano
(tan distinto del calurosísimo de los 2 años anteriores)
poco ocurre por acá, de relatarse. La temporada
de conciertos (1960-1961) creo que empezara en
Septiembre. El domingo próximo (VIII-21-1960) iré
a Football: Real Madrid con un equipo sueco
Djurgardens, reforzado. Tuve que ponerte un pereque
por intermedio de Leticia --el del poder "para qué"-y parece que otro, según me cuenta Alvaro Castaño
Castillo, --el de la titulación de los versos de una cinta
que yo omití no sé si por mera inadvertencia o por
inexperiencia o por las dificultades de entenderme con
los operarios que saben tánto antioqueño como yo
sueco. Por Leticia sabrás lo que yo le conté en relación
con los niños terribles y su absurdo desplante
inadmisible. Allá ellos con su espíritu de clan. Pronto
te escribiré más en serio. Cuándo es tu viaje a USA?
Incluyo una tarjeta para Leticia y otra para ti, también
de Lund (porque creo que Fjelie sea una parroquia
de Lund). Cariñoso saludo para Noemí e Ilse.
Hasta pronto, León
LXXIV
Lund, IX-28 1960
Otto:
Cordial saludo para ti Noemi y la Señorita Ilse.
Como no ignoras Linné estudió en Lund. Allí vi
su estatua y la casa en que vivió Tegnér. Affmo Leo
LXXV
Stockholm Diciembre 14 1960
Mi querido Otto:
espero que el viaje haya sido muy
interesante y transcurrido sin tropiezos y que todo esté
bien a tu regreso en tu casa y en la de las gentes
amigas. Recibí la tarjeta colectiva califórnica.
Nada más he sabido después. Por aquí no ocurre nada
especial fuera de algunos buenos conciertos
--Monteux Maazel etc-- y del Nobel para Perse que era
mi candidato desde el año pasado que resultó
cuasimódico. Pero a la ceremonia no fuí --no hice
esfuerzo por ir--. Esa ceremonia, certámen, acto
público es soberanamente aburridora. Desidia epistolar
la mía! y no sólo epistolar. Quince veces he iniciado
una Fé de erratas del malhadado Libraco y me quedo
en la iniciación. Al fin me decidí a corregir a mano los
pocos ejemplares que tengo por acá y he de enviar
a amigos y presuntos traductores como Ehrenburg
y Arendt y relacionados diplomáticos (un mexicano,
un peruano, tres venezolanos etc). Y no son pocas las
erratas (fuera de las que no cazara en mi ojeo u hojeo).
El Genealólogo de la Riddar Huset insiste en pedir
datos y más datos sobre los miembros von o de Greiff
--Leticia le habrá contado. Te incluyo una copia de
una carta última dél. Ojalá se pueda hacer algo. Quizá
colaborasen otros como Luis de G. B. y si se lograse
que el hijo de Jaime que tiene mi diario de don C. S.
F. v. G. lo soltase habría la posibilidad de publicarlo
en sueco y en castellano. Y si se consiguiese la carta
de nobleza que tenía nuestro Capitán von Greiff!
(documento de 1717 creo). La Casa de la Nobleza edita
periódicamente el Libro della - los von Greiff
aparecen hasta la muerte de la última hija de Carlos
Luis Guillermo. Tomaron fotoscopia (como leerás)
del cuadro genealógico y manifestaron sumo interés.
En mi 2ª visita me mostró el genealólogo muchos
papeles interesantísimos de los viejos von Greiff:
los tenía listos en su mesa escritorio. Si hace falta pide
el certificado de Paz y Salvo mio para lo viejo: pues ya
pagué además el impuesto del año 1959 (este lo
necesitaré triplicado acá para febrero próximo).
Algunos buenos discos he adquirido y algunos libros
raros en los Antiquariat. Recomiéndale a Leticia que
escriba más claro o con tinta más obscura (pero ni le
digas que quizá sea que me esté volviendo más
cegatón pues se intranquiliza como ocurrió con alguna
referencia más o menos en broma, acerca de mi
reumatismo, hecha en un programilla). Agregaré algo
mañana. Ahora trataré de adelantar Bajo el Signo de
Leo. El disco ya está aquí en la Aduana. Talvez lo
entreguen mañana (el de los poemas). Pues nada más
por hoy. Esta noche Monteux: Bach - Magnificat;
Brahms - Variaciones Coral San Antonio; Stravinski
- Sinf. de los Salmos.
Saludos cordiales a Doña Noemí y a Doña Ilse
(ya tan crecida) y a los amigos (posibles). Affmo León
LXXVI
Estocolmo 24 de Julio de 1961
Mi querido Otto:
muy apenado por los pereques que
pongo con los tales programas de la Nacional y por mi
demora en escribir. La carta que llevó Hjalmar a Paris
se transpapeló (reapareció en la semana pasada) no así
los cheques que los había metido en el pasaporte.
Luego apareció un paz y salvo hasta el 31 de diciembre
de 1961 (ahora no dirá la Contraloría que hace falta
el de 1960!!). La carta enviada con Ponce la recibí el 21
(junto con dos libros dél y de una botella de Néctar
que me trajo por consejo de Carranza). Leeré los libros
y trasegaré el néctar (ausente desde casi 25 meses).
Grato el paseo vacacional de mayo y junio
(Hamburgo,
Paris,
Madrid,
Toledo,
Paris)
complementado con rápida excursión por Suomi
(Turku y Helsinki y Ainola). Ainola como bien sabes
está cerca a Järvenpää, al norte (claro) de Helsinki,
a 45 minutos (?) en bus.
(sigue un párrafo en finlandés)
Interesante el encuentro con Katarina una de sus
hijas (Eva, Ruth, Kirsti Maria, Katarina, Margareta ).
Ahora en sueco (y otra cosa): Svenska Dagbladet
12 juli 1961: (sigue un texto en sueco). Es copia fiel.
Por lo demás, las cosas de rutina. Recargo oficinal
porque Mora en vacaciones, empleada consulado
idem, secretaria Mora sólo regresó hoy etc. (empleada
y secretaria sólo hácenme falta para ser mis intérpretes
ya directa ya telefónicamente y --claro—para la
mecanografía. En Paris muy interesante encuentro con
Toño Salazar, Octavio Paz, André Schwarz-Bart
(el Ultimo de los Justos, Goncourt 1959),
Marcel
Bataillon,
A.
Zérega
Fombona,
Arnoldo Palacio, Ulises, Laguadoc - Catalejo!!
En Paris --por razones obvias-- no vi a ningún
colombiano, pero parlé con ene eneenes hispanos
(todos +- de acuerdo con mi amigo Manuel Pendás y
Laria en lo referente al Bahamonde. Favor decírselo.
Creo que lo conoces).
Toledo vale (así como el Museo del Prado):
justifican el viaje Toledo monumental + El Greco!
El Prado: Velásquez, Goya, Bosch y otros flamencos
(en particular).
Por lo demás... nada más (hasta la próxima).
Mucho lamento muerte Mora Vasquez.
Grandes saludos a madame No(h)emi
mademoiselle Ilse. Y a quien de mi se cure.
Cordialmente Leo
y
a
Van las gracias por el paz y salvo. Desistí de Bajo
el Signo para evitarte y evitarme pereques y porque
considero que ni a ellos (los de la Radio) ni a nadie
interesa la cosa. El señor Aguirre (el editor)
enmudeció. Regalías que el dice o derechos de autor
ni un balabro. El dirá que como no firmó contrato
(pero Pepe Mexía conoció las bases --como parte-y así Federico Ospina --idem-- 10% sobre precio
al cliente (no al librero) sobre 2000 ejemplares y 100
ejemplares para mí (de los cuales recibí 30 y recibiré 20
que hoy le reclamé). Esto es para que lo sepas, no más.
(Puedes mostrarlo a Boris). Vale
LXXVII
Stockholm Mayo 2 1962
Mi querida Leticia:
como por acá nada ocurre y yo no
soy muy elocuente, pues me he demorado en
contestarte. Al fin nunca he sabido como se llama la
novia de Gusta. Nunca he podido saber si me has
dicho su nombre y su apellido. Todo muy vago.
Muy claro hablas, si, de tus nietecillos, los hijos
de Jorge. Creo que sin llegar a ser tan indescifrable
como la de Hjalmar, tu escritura (para mis pobres ojos
miopes) no es sumamente clara. Sé, sí, por tus cartas,
que estáis bien de salud tú, Vicente y los hijos (e hija)
y nietos y que no te has olvidado de tu viejo hermano.
Para que Alberto el poligloto lo traduzca te envío un
reportaje --en sueco-- que se me hizo. Yo todavía no sé
que me hicieron decir en él. Entre Alberto y Otto
(de quien recibí una postal de Chile y un anuncio
de carta) quizá puedas saber algo de la entrevista.
En Estocolmo, como en Facatativá, no ocurre nada
memorable tal decía mi Maestro Abel Farina: "los días
a los días sucédense y los días sobre los días pasan",
tal ocurre en la tierra de nuestros antepasados (y así en
Pavarandocito). Te escribo estas necedades sólo para
que sepas que todavía estoy vivo y por acá, pensando
en que estoy pensando y viviendo aún. La salud buena,
que somos de buena raza.
Tu afectísimo hermano León
LXXVIII
Berlin, 21 Septiembre 1962
Querido Otto:
Me quedé esperando carta anunciada
desde Chile. Por eso no contesté a tu tarjeta. Por aquí
de turista. Todo muy interesante salvo los coloquios.
16/23 septiembre Berlin
26 Wurzburg. Rothenburg
27/30 Munich
1 octubre Stuttgart . Heidelberg
2"
" Heidelberg
3 "
" Francfort o Frankfurt o como sea y de allí
a Stockholm el 3 o 4
Recuerdos a Noemi e Ilse. Afectísimo Leo
LXXIX
Stockholm Enero 18 1963
Pues parece no menos raro (pero sí un poco más)
que aún viva yo, magüer en vía de congelación,
no sólo por los 16 grados bajo el cero de Celsius sino
por mor del Ministerio de Relaciones Exteriores.
La noticia que me das coincide con lo que yo tenía
presumido. Es muy posible que allá pensaran que
Mora estaba todavía por acá el 10 de noviembre.
Por eso contesté en los términos que si no conoces
los conocerás pues te incluyo copia. El 31 Diciembre
cablegrafié. Terminé misión. A quién entrego?
Urge respuesta. 9 enero recibí este cable: De Greiff
Emcolombia Estocolmo Ruégole permanecer mientras
resuélvese - Montalvo-Exteriores. Esta es toda la
historieta cómica (y vómica). Permanezco en vía de
congelación (como decía) pero no deseo permanecer
mucho rato. Detesto la diplomacia y abomino
del protocolo. Por lo demás lo mismo me daría vegetar
acá, allá, en Nolandia o en Nihilocia pero... eso sí!
lejos del protocolo y de la diplomacia.
Muy bien la inclusión tuya en la antología
(no sólo en la antioqueña) pero si debió consultarte
de Lusich para la selección. Hace poco supe que hubo
un poeta de Lusich creo que en el Uruguay.
Mucho recuerdo y estimé a la señora Paulina. De lo de
Chile sabía por tu tarjeta y por alguna otra información
periodística. Mi viaje por Alemania muy interesante.
Buenos amigos suramericanos y alemanes. Ningún
discurso mío. Lectura (7 minutos) ante cinta
magnetofónica - 200 DM pagados por un descendiente
de una hija de Eugenio de Beauharnais representante
de una Radio. Etc Etc. Wiesbaden - Alpes Bávaros
- Castillo de Luis 2º - Ulm - Heidelberg - El Rhin
desde Maguncia hasta Coblenza - Fanckfurt - Berlin
- Rothenburg - Wurzburg - Ingolstadt - Ya parlaremos.
Gracias de nuevo por tu carta y por la información
dada por Caparroso o Taparrabo. La situación de
Matilde continúa muy delicada lo cual agrega
preocupaciones y nada mas por hoy fuera de mi
cordial saludo a Noemí y a Ilse. Y abrazos etc. Leo
Trataré de escribir a Leticia hoy mismo (pues llegó
visita a la Embajada) o si no mañana.
LXXX
San Salvador, Abril 24 1972
Ingeniero Otto de Greiff - Noemi - Ilse
Caros amigos (cuando sucumba etc) Allá estaré
Domingo 30 abril 6 pm (creo) Por aquí y en San José
muy contento. Recuerdos de Verdi (y de Schiller y del
viejo Hugo). Abrazos, Leo
Saludo cariñoso a los 3, Astrid
A CIRO MENDIA
(Carlos Mejía Angel)
I
9 Diciembre 1922 Bogotá
Señor Mendía:
ahora
somos
muy
amigos.
Bueno pues. Esto me place. Y Ud habrá de creerme:
ya que mi sinceridad es cosa aceptada y reconocida
por todo el mundo. No lo dude. No lo dude.
Propiamente enemigos tampoco lo éramos.
Ni desconocidos el uno del otro, o viceversa.
Muy desconocidos del público, eso si. Lo que no vale
la pena.
Ya me contará cual fué la intervención de Xavier
de Lys en estos trascendentales asuntos. Los
antecedentes, los preliminares de aqueste histórico
acuerdo, provócanme conocer.
¡Bonito puerto de salvación habría encontrado X o Z
en la amistad de nadie! Y más bonito aún habríalo
topado Mendía en la amistad de Legris! Pues que
Mendía sabe hacerse agradable (me lo supongo),
mientras que Legris, como es notorio, busca las
antipatías, sobretodo entre los amigos. Infórmese
con Xavier, que piensa o pensaba muy mal de mis
facultades amistosas. Como puerto de salvación puedo
recomendarle la amistad del compañero Baco,
la del hermano Anís: magnífica amistad, pero hasta
cierto punto, según lo dicen Marañas y Perogrullo.
Todas estas tonterías las escribí desde el 27
Noviembre Lunes pero por razones del oficio, hube
de suspender, con lo cual esta epístola anda en mora.
Copié las líneas anteriores, por haberse maltratado
el original trajinadísimo en mis bolsillos.
Después le escribí una esquela, anunciando una,
que puede ser ésta, carta.
De acuerdo, pues, en que hemos de ser amigos,
muy buenos amigos; eso sí, con una condición:
que yo no le presto libros. Esto es broma. Yo soy tan
pendejo que puede que hasta le preste... Fuera de eso
cuente con su alhaja de amigo.
Agradezco la dedicatoria. El soneto (que, por otra
parte, me gustó) lo dí al amigo Sarmiento, de
El Gráfico, para su publicación. Pueda ser que no lo
demoren mucho. En esa revista hacen todo con gran
lentitud. Lo de las dedicatorias... Yo poco aficionado
fuí a ellas. Sin embargo dediqué algunas de mis
producciones a varios amigos. En un Nº reciente de
El Correo Liberal, vi una dedicatoria mia to Mr. Jova.
Quién le dijo que yo tenga aficiones a arreglar
sonetos ajenos? Modesto está Mendía! Casi tan
modesto como el modestísimo Legris, cuya assisiana
humildad es axiomática.
Poco sabría decirle de mi vida loca. De eso puede
que hablemos, más bien. Hace varios meses que estoy
ajuiciado en el sentido de los licores. He sido buena
copa sin duda, y continúo siendo buen tomador
de café, e insigne noctámbulo. Mi capa española
(muy buena) despareció una noche de luna,
por los años de 1915 o 1916, en ocasión memorable.
La facha mía, de aburguesada plenitud, suelo
extravagantizarla con el uso del pelo largo, y de la
barba idem.
Uso siempre sombrero de anchas alas y negras.
Soy de cabeza bastante grande, también.
Actualmente llevo la faz rasurada, por variar.
El pelo sigue largo. He suspendido --en parte-la elaboración de versos. Pereza, más que todo.
De pronto soltaré la tupia y volveré a las andadas.
Tengo grandes cantidades de poemas por hacer,
ya pensados o sentidos o imaginados.
Mis amigos en Bogotá son pocos. Rendón sigue
siendo mi compañero, singularmente para los malos
pasos o sea las andanzas bohemias, libertinas. Además
conversamos mucho los dos, al amor de la penumbra
de algún cafetín de 1ª 2ª o última clase. Castañeda
Aragón, pueta coteño, puede ufanarse de ser mi amigo
muy. Tejada es otro de los íntimos. Dile su razón y que
saludes y que contestará (no creo) Restrepo Rivera
José, Arciniegas (Germán) retornan las saludes.
Estos son también buenos amigos. Hay --además-el grupo de los Archilóquidas de que soy Jefe
(según decires mal o bien intencionados).
Y no más por hoy, sino pedirle excusas por lo
desmesurada de esta carta, que más parece crónica
pedrera, publicable en El Céfiro de Girardota,
en Anhelos de Amacerí.
Escríbame, con alguna frecuencia. Le garantizo
que otra vez no le contestaré tan tontamente.
Muy amigo suyo León de Greiff
Sr. Carlos Mejía Angel - Medellín
II
Cólega.
Lo de a debe si no fué de mi cosecha.
0.03 me costó el negocio.
Si me debías una carta.. Y consígueme una tuya
conque el Mono Restrepo Rivera se quedó. Salúdame
a ese Mono, además.
Lo del libro ya si se aproxima en serio. Como que
ya corregí el último pliego y envié la Fé de erratas
y el Indice. Falta la carátula de Rendón, que es cosa
rápida.
Como es posible que no sepas todavía que el libro
se llama Tergiversaciones etc? Cada vez que se ocurre
hablas de El libro de Signos que es harina de otro
costal: por lo visto ese de los Signos saldrá por ahí
en 1930. Te irá el libro apenas salga. ¿Será tontería
enviar a Antonio J. Cano unos 50 ejemplares para
vender? Si crées que se venda. Hábla claro.
Eso de títulos es cosa difícil. Ya como que son
varios los que has ido adoptando y desechando. Ojalá
se llegara el día de la mostrada de tus comedias.
Grandes deseos tengo de conocerte esa nueva faz.
Como no vas a salir con Luis Enrique Osoriadas.
Insisto en que me envíes versos nuevos.
Yo no produzco hace días, de modo que ahora estoy
poco peligroso.
Feliz tú con tus relaciones con la Señá Ibarbourou.
Yo si no tengo náa que ver con naides del Exterior.
Tal vez ocúrraseme enviarle el libro a la Ibarbourou
en cuyo caso me darás la dirección. Pero no es que
me gusten tánto como a la gente sus versos de ella.
Cuénta cosas de esa tierra, y de los amigos.
Pepe Mejía paréceme un cuero, sin atenuantes.
De Don Efe y Don Carrascas qué se dice o qué dicen
ellos. Noel y demás? Affmo amigo León de Greiff
Al Sr. Ciro Mendía
Medellín
Junio 2 1924
III
Carísimo Cyro:
Estoy por creer que débote alguna
contestación; mas de ello no estoy bien seguro;
lo cual tampoco quita ni pone. Quedemos en que sí.
Y son varias las razones justificativas de la demora.
Primera: quedéme esperando resto (cortísima la carta
-boleta). Razón segunda: está el poeta (Leo Le Gris)
abúlico, tétrico, lúgubre, lóbrego, jarto asaz.
Tercera razón: no aparece por ninguna parte (bolsillos,
rincones de mi cuarto, etc) tu carta. Y en espera
de toparla por ahí o por áy se ha ido retardando
la contesta: pido excusas diversas.
De resto nada tengo para contarte. Leídos los
Nocturnos: no te interesará mucho mi concepto,
pero si es el caso, lo emitiré más tarde; talvez cuando
lea lo de El Colombiano.
Cuanto a versos míos. Felizmente nada. Yo soy
lógico: es decir que llevo mi pereza a todo, hasta a la
factura de los versos, hasta la lectura de libros
interesantes. Ejemplo: ahora no leo (desde hace
un mes) nada distinto de La Torre de Nesle - Buridán
- Margarita de Borgoña - y aventuras por Salgari.
De manera que Libro de Signos continúa en
vainas. Así como Trece baladas nuevas, que
17
(texto incompleto)
IV
Ilustre Sr. Mendía:
Acúsole
recibo
de
su
agradabilísimo envío. De todo él, incluso el
mirobolante retrato de capa, que adorna, en estos días,
una de las paredes del cuarto del erudito.
Incluso también el parto humoristo-triste muy de mi
gusto decadente. Noto con placer que te va entrando
Laforgue, uno de mis caros.
Conoces bien Laforgue? Yo tengo de él casi todo,
voir: Poésies: Le sanglot de la Terre - Les complaintes
- L'Imitation de Notre Dame la Lune - Le Concile
féerique - Des Fleurs de bonne volonté - Derniers Vers
- I vol. Moralités Légendaires, six contes en prose,
suivis des Deux Pigeons - I vol. Mélanges Posthumes:
Pensées et Descriptions. Pierrot fumiste. Notes sur la
Femme. L'Art impressioniste. L'Art en Allemagne.
Lettres - I vol.
Del griego Moréas tengo el libro de Les Stances
y Le Pelerin passioné y un tomo de Cuentos.
De Villón un tomo con las obras completas y uno
pequeño de la Biblioteca de los Curiosos en que está
el Testamento. No te digo que te los mando pues
me son inseparables, pero sí voy a buscarlos por ahí,
aunque dudo de encontarlos. Pero ya verás que algo
encontraré.
Continúo lamentando los percances del mono
Restrepo Rivera. Creo que la deuda por médico,
árnica, Mercedes Macía etc, debemos transpasarla a
Quico Villa, el Creso de la banda. Díselo así al Mono.
Considera en cuales prietas calzas viérame yo
si tuviera que pagar todas esas cuentas, sobretodo
la de los demás licores...
Cómo he gozado con la buena suerte de Quico
Villa. La verdad es que lo merece. No se lo vas a decir
pues creería que le estoy dando cepillo, lo cual no
entra en mis planes. Os acordaríais de este fraile en
el pantagruélico ágape? Lo dudo, pues sois ingratos
y egoistas los poetas. Hubiera ocurrido Don Leon
d'Artagnan armado de todas armas, sin omitir
el Mamotreto, de reconocida virtud dormitiva,
ni olvidando el Libro de Signos, cuyos signos, que ya
son como 20, no le van en zaga a las Tergiversaciones
del Mamotreto. Le dí a Arciniegas, dos signos para
copiar en máquina, si los entrega hoy te los envío,
aunque no te exijo que los leas. Si no los trae hoy,
los enviaré más tarde.
Podría corresponder a tu retrato con uno mío.
A Jesús Restrepo Olarte le envié una copia. Dile que te
lo deje ver, y si te place, allá irá a dar. No lo envío
ahora por carecer dél. No es muy bueno tampoco.
V
Bogotá Octubre 15 1931
Mi querido Ciro:
No te había escrito porque he
estado con algo de neurastenia, amén de una gripa
fenomenal, como aquellas que me costaban harta
chacota vuestra (tuya, de Pepito y de Tavo el
luiseduardonietocaballerístico polígrafo del Diario y
otras hojas), gripa que no hay qué confundir con la
tísis (lagarto!!!) magüer su parecido. Sueles verte con
Antonio J. Cano el de los madrigales? Házme el favor
de decirle que su esquela recibí y agradezco:
que apenas la empezaré a contestar en estos futuros
dias pues ha de ser en verso. Que mientras tanto haga
por dilatar el negocio del Impuesto sobre la renta
--que si es posible obtener rebaja de los recargos-yo haré por cancelar eso en Noviembre (fines) y que
puede que mientras tanto venga la moratoria... legal.
Estamos por ver de echar regularmente la revista
Mañana - por ahora será cada quince días. Juancho
Roca díjome envíala oportunamente vosotros.
Por ahí en El Tiempo salió una tiradera que hube
de firmar (con salvedades: por joder). Lo malo fué
que en El Tiempo la mutilaron un poquiello.
Saldrá en Mañana, completa y con las otras firmas
que no se alcanzó a recoger. Tiraderillas, por fregar
a los lagartos máximos y mínimos.
Yo no sé. Mucha falta hace la familia... Falta hace el
grupeto de amigos. Pero yo estoy contento en Bogotá
apesar de vainas. Lo grave es la pobreza. Ahora si que
estamos! Pero ya en Noviembre podré empezar
a pagar algunas culebras (Marceliano en primer lugar,
no dejes de decirle a José que le haga saber ese sano
propósito). Algunas hecatómbicas acaecido han
que me descuadraron el presupuesto septiembre
-octubre en grado máximo.
Pero es que he vivido y vivo en un estado tal
de sobreexcitación, con altibajos de contento y de
depresión, que... si por alegre, si por enguayabado...
Dos o tres crisis van, sobretodas, violentas, bravías.
Una de ellas hubo de ser del 10 de octubre
(9 de la noche en adelante), 11 de octubre,
12 de octubre, 13 de octubre (hasta las 6 a/m).
Los compañeros: Rendón y Eduardo Zalamea,
principales, Matoño Arboleda, suplente efectivo
y algunos personajes que no beben (que no bebieron):
Barba - Arturo - Medina.
Varias lagunas. Pero no hubo excursión y caminata
o deambulación excéntrica.
Versos? algunos he cometido. He aquí el catalógo
de lo manufacturado en Bogotá, en esta hecha
(con algunos datos estadísticos):
CUADERNO DE NETUPIROMBA
Diálogos y soliloquios en la noche Nº1 (38 renglones)
"Duro es el canto que yo canto, canto
de anfibolita o pórfido,
¿y atruena
tus oídos mi ruda cantilena?" etc etc
Cantiga (13 renglones)
"Gota a gota en mis bárbaros oídos
cae tu pura voz.
Tomo tus manos de irreal blandura:
nieve para mí son". etc etc
Sonatina (28 renglones)
"Dáme otra vez a gustar la golosina
de esos tus gordezuelos labios róseos..." etc etc
Relato de Eirik Fjordsson (61 renglones)
"Algunos empiezan por decir que el hombre es duro,
que el hombre es rudo, que el hombre es áspero;
mas cómo es débil, mas cuánto es débil...
Yo regalé mi corazón dando de adehala mi vida íntegra,
y para que con él --endurecido-- se zurzan los calcetines en la paz
/ hogareña..." etc
Diálogos y soliloquios en la noche Nº4 (139 en total)
parte I (63 renglones)
"Fué entonces cuando se agitó la comba noche de öro trémulo,
/ y las densas nubes
enceguecieron el prodigio.
Se paseaba el viento
y en su corcel de resonante casco
y entre la sombra pávida
soplando hogaño el viejo corno eólico" etc
parte II (34 renglones)
"Luego cantabas, con voz de sirena para mis oídos, la cántiga
/ honda...
Lejana, lejana, tu voz me traía
el perfume tibio de tu adolescencia". etc etc
Parte III (12 renglones)
"Hé venido del más lontano país lontano
a besar la estrella de cinco puntas de tu mano
A besar tu frente desde donde la fantasía se lanza
y el alto pensamiento, y el ensueño, y el amor, y la desesperanza.
He venido a besar tus ojos entrecerrados,
y tu nuca - para encender la hoguera de los dulces pecados..."
etc etc
Parte IV (30 renglones)
"Tu me dijiste con esa voz que afelpa la delicia y que hace áspera
/ la pena y que
agudiza el soplo trágico que en nuestro amor se inicia...
Tu me dijiste, oh Mía, y tu voz era un trémulo susurro,
del pungente dolor que tu corazón y que mi corazón desgarra...
Tu me dijiste que nuestro amor le daría vuelta a los años: más
/ imperecedero cuanto
más imposible, más real cuánto más restringido a las zonas del
/ ensueño...
Tú me dijiste, oh Mía, palabras muy profundas...
¡pero efímeras cuánto!
¿Qué pueden nuestros frágiles designios ante el amor turbulento?
¿Qué pueden nuestras débiles voces delante al vocerío
ululante de nuestra sangre que me hace tuyo y te hace mía? etc
Sonatina para flauta y piano (78 renglones)
"Ese decía
con voz que angustiaba el más hondo,
el más acedo pensar,
¡el Himno Azul de la Algría!
y explayaba en el ámbito redondo
soplos de viento libre, tufos de bronco mar!...
Un murmullo
lejano,
un susurro
lontano...
Voz de la flauta pasional
vibra en la caña de cristal...
Voz de sirena
no aguda: cálida, plena,
rotunda voz de contralto
morena:
¡pero cuán ágil y fina
la voz lejana, la voz lontana se avecina...
Y ése canta
con voz que escinde repentino sobresalto,
con voz que se le quiebra en la garganta,
¡el Himno Azul de la Alegría!,
que rebota en el sílex y el basalto
de su dolor, como soslayada ironía...
Un murmullo
distante,
un susurro
radiante" etc etc
La Noche (19 renglones)
"En tu pelo está el perfume de la noche y en tus ojos su
/ tormentosa luz.
El sabor de la noche está en tu beso palpitante.
Mi corazón clavado esta en la noche de abenuz.
La noche está en tu frente morena, erguida y frágil
y en tus brazos que un vello sutil aterciopela.
La noche está en recónditos parajes de tu cuerpo:
la noche perfumada de nardo y de vainilla y de canela... "
etc etc
Doble Rondel
1º (16 renglones)
"Ella fué mía, la Noche Soñada:
todo su sér se le rindió a mi ruego!
todo su sér se le entregó a mi Nada!
todo su fuego se fundió en mi fuego!
Ella fué mía, la Noche Soñada! etc
2º (24 renglones)
"Y ella fué mía, la Noche Morena, cuando la tempestad, la lluvia
/ fría...
La Noche se me dió, - suave y bravía!
Me embriagué en el negror de su melena!
En las pupilas de la Noche Ajena
luz de los astros trémula bullía
y en las pupilas de la Noche Mía:
y ella fué mía, la Noche Morena!"
Canción (35 renglones)
"Mañana si veré con ojos jubilosos la luz del día:
en pleno día miraré la Noche fúlgida,
y oiré sus cánticos absortos,
los cánticos de la Noche única!" etc
Fantasía quasi una Sonata (255 renglones en total)
Parte I - Preludio (27 renglones)
"Oh Noche, piano de ébano:
pulsan tus teclas negras --como garfios-- los dedos rígidos de mi
/ pena,
Noche, Noche Moren,
oh Noche, oh piano en que Beethoven sollozára el arioso dolente
si no el adagio sostenuto!" etc
Parte II - Tema y variaciones - (145 renglones)
"De la Noche sin lindes
viajas por el sendero
oh corazón! y a su beso te rindes
y en sus brazos te entregas, prisionero" etc
Parte III - Romanza (23 renglones)
"Es en el callado recinto" etc
Parte IV - Allegro agitato (60 renglones)
"Esta es la Noche, la fraterna Noche,
Noche fogosa, Noche lustral: oh Noche en éxtasis!
Por el aduar sombrío topé encendidas las luces temblorosas de tu
/ tienda...
La otra ocasión, ¡oh Noche, canté tu amor sin esperanza!
Canto otra vez al linde de tu tienda,
Noche, Noche Morena...
Has de acoger mi espíritu y mi cuerpo férvidos, Noche Elegida:
Si a tí me doy, Noche Pur,
si en tus brazos y muslos diamantinos me refugio,
Noche Amorosa,
si bajo tus constelaciones inextinguibles
--oh nébulas de Andrómeda y Orión-mi pobre luz humillo, oh Noche Omnisapiente..."
etc etc
(Esta la copio íntegra y puedes mostrarla a Pepo
porque casi todo lo otro no es del género que le gusta)
Relato de Guillaume de Lorges (50 renglones)
"Yo, señor, soy acontista.
Mi profesión es hacer disparos al aire.
Todavía no he descendido la primera nube.
Mas la delicia está en curvar el arco
y en suponer la flecha donde la puso el ojo
Azores y neblíes, gerifaltes, tagres, sacres y halcones: acudid a la
/ voz del acontista.
Enderecemos nuestras garras y nuestros picos a la conquista
de las nubes, cambiantes como los corazones,
y --cual los corazones-- inmutables.
Yo, señor, soy acontista.
También he sido juglar en los mesones.
Revendedor de bulas.
Tañedor de laúd.
Y tragador de fuego. Y engullidor de sables.
Y bufón en las ferias.
Damas de los castillos a catar diéronme frutos de acendrada
/ virtud:
noches de bendición!
Otras noches fueron bien miserables...
También me he entretenido en cosas serias:
he conocido al asno de Buridán
y al mismo Buridán --que estuvo en la Tour de Nesle--
(alguna vez fuí con él,
pero me devolví de la poterna).
Yo vi ahorcar en Montfaucon
a Enguerrand de Marigny.
Nunca en letras leí,
mas si he bebido buenos vinos, gustado vianda tierna,
y comido del mejor pan.
Yo, señor, soy acontista.
Mi profesión es hacer disparos al aire.
Todavía no he descendido la primera nube.
También soy jugador de dados
y tengo mis ribetes de asesino.
Presumo haber --en lejana ocasión-- hurtádome los vasos sagrados
de ya no sé que iglesia, abadía o convento.
(Creo que han sido mias varias esposas de Jesús,
cuyos votos de castidad y su amor al esposo divino
fueron plumas al viento...)
Azores y neblíes, gerifaltes, tagres, sacres, halcones:
acudid a la voz del acontista.
Enderecemos nuestras garras y nuestros picos a la conquista
de las nubes, cambiantes como los corazones,
y --cual los corazones-- siempre iguales…
Yo, señor, soy acontista.
También resulto un poco lento y un mucho largo en las mis
/ relaciones...
Juzgo que hay caso de fantasía en mi rapsodia...
Pero, ni yo soy Tácito, ni aquestos son Anales.
Tampoco he de cantar la palinodia,
vaya! ni de irrumpir en monótonos trenos...
Yo, señor, soy acontista,
nada más, nada menos!
y tengo sueño y sed, señor: salud! y abur, señor, hasta otra vista!
(Septiembre 20 1931)
Que tal Don Ciro, si me dá por copiar más versos?
No olvides que esos versos apesar de que cantan
sólo el Mito de la Noche, pueden ser mal interpretados,
y aplicados malamente, de modo que no los dejes ver,
y si los vé José, indícale que se trata de una serie de
Fantasías a la Noche por más que la Noche aparezca
de carne y hueso.
Ojalá me escribieras.
Apesar de lo que te digan lo de la Auditoría se dañó
por majadería de los representantes liberales y por la
ambición de Navarro y Agudelo que les hicieron creer
que tenían votos conservadores para ser elegido
(el uno o el otro) contralor.
Apolo no me volvió a enviar la página ni volví
a ver suplemento Colombiano (vi el 1º o el 2º)
Han seguido saliendo, página y suplemento?
Saluda a las gentes amigas. Recuerdos en tu casa.
Affmo León
y la echada de la curanguería en España! Como no los
manden pacá!
Qué bien las elecciones en Medellín!
VI
Bogotá 23 Febrero 1932
Ilustre Don Ciro:
parece que me iba demorando
un poco en contestarte... Yo creo poder echarle
la culpa a la neura, otrosí al trabajo un poco excesivo,
también al hecho de que casi nada me ocurre que haga
amena --si eso es posible-- una mía misiva.
Mucho verso de cuando en cuando. Canciones
- algún nocturno. Dos o tres corridas. Algunas buenas.
Contreras. No estaba (ilegible) Curro de la Palma.
Ultimo domingo pésima corrida. - Allá con Pepo
y una manzanilla - A Pepo poco le he visto.
Horas incompatibles - Yo en los cafés de de 5 1/2 a 7 1/2
Pepo en los cafés de 8 en adelante - Cortos encuentros
hasta ahora - El más largo el del domingo
(3 de la tarde - 8 de la noche)
Mal yo podría estar disgustado (sino al contrario:
muy agradecido) por tu interés y el de muy buenos
amigos mios por conseguir empleo para mí.
Talvez Tulio Medina no me entendió a derechas:
yo manifesté extrañeza por el asunto. Extrañeza
porque realmente yo no supe de tal cosa sino después
de acaecida y por información muy indirecta.
No conocía ni detalles cuando hablé con Tulio.
Eso es todo lo ocurrido. De modo que házme el favor
de hacerlo saber. Asi como de testimoniar mi gratitud
a quienes intervinieron en ello - A Julio González v.g.
de quien me contaron intervino. Pero como te digo,
a estas horas casi no sé qué fué lo que pasó.
Si ves a Antonio Mendoza dile que recuerde
el ofrecimiento que me hizo de los retratos de Don
Carlos Segismundo y de Doña Lovisa Petronella.
Que es muy posible que publique algo sobre
los bisabuelos y que quisiera acompañar la publicación
con sus retratos.
Si ves a Jaime de Greiff (y te parece (ilegible) aludir
al asunto) dile que le ruego el favor de no referirse
a alguna (ilegible) poética mia - José me contó
que Jaime hablaba de algo semejante en presencia
de Castro y de Jaramillo. (Aprovecho la oportunidad
para que me saludes a Castro y a Jaramillo y a Tavo
y a Pepe y a toda la venerable theoría de jóvenes
amigos).
Un dia de estos he de enviarte algunos versos
recientes (relativamente):
Canción de Judas el oscuro - (Después de que
escanciamos el vaso postrimero)
Nocturno Nº 10 - (Todas las que pasaron, noches
fugadas, noches prófugas, evadidas)
Canción de Judas el oscuro - (Oh playas verdeantes
de algas marinas, sobre)
Canción de Judas el oscuro - (En el recodo de todo
camino)
Canción de Judas el oscuro - (Yo soy el viento:
alígero discurro)
Arieta - (Es un nimio joyel tu camarín de seda)
Baladeta - (Como llegamos a la venta
desde donde --a lo hondo-- se vé el río)
pero ha de ser, si existe la reciprocidad: la célebre re.
Volveréme
asaz
cumplido
en
asunto
de
correspondencia desde que escribas pronto.
De una vez incluyo el Nocturno Nº 10 - cuya copia
acabo de toparme en mi bolsillo (Nº 10 también,
el bolsillo).
Si alguna vez pasas por donde Rafael Mesa (calle de
Bolivar?) ¿podrías hacerme el favor de inquirir sobre
la facilidad de adquirir unas copias de algún retrato
mio tomado allá en 1927, y de averiguar el monto por
copia etc etc? Después te cuento para qué es la copia.
Lo malo es que el mismo dia se tomaron dos retratos
y es uno de ellos especialmente el que se necesita:
uno en que estoy más grave, porque en el otro estoy
un poquitín jovial.
Parece que te resistes a enviarme el libro sobre
Beethoven, Miguel Angel y Tolstoy? Mala cosa pues
por ahí como que he tenido deseo de enviarte algunos
librillos...
Y de nuestro querido Don Efe, qué hay? Otro bien
malo para volver los libros. Si lo ves, no le digas nada
indirecto acerca de ellos, pero si me le das un buen
abrazo. Recuerdos en tu casa. Affmo León
VII
Bogotá, Abril 17 de 1933
Sr Don Ciro:
hace poco, no pude escribirte sino
muy contadas líneas, con DE GREIFF BRAVO, y, de allá
para acá no nada ha ocurrido referible, distinto
de agitaciones electoreras. Imagino que TAVO no figuró
en la lista de candidatos por estar en el Directorio.
De todos modos yo lo lamento grandemente.
Gran demente. De Don Luis en el octavo lugar...
no creo sino muy de tarde en tarde en que pueda salir.
Por más que con muy ligero esfuerzo --según mis
estadísticas-- se lograría el triunfo, o por lo menos
el empate, en la cañosa Joquia.
Si
ves
a
Aquileo
Calle,
testimóniale
agradecimientos por afán inclusión Don Luis en lista.
A Tavo idem, pues no dudo que haya tenido parte.
La poesía la tengo un poco dejada de mano, pues los
mesteres oficinescos non me dejan el ledo vagar...
Otrosí la música: el signore Bracale me envió tarjeta
de atención, y sólo he ido tres veces.
El naufragio de mis 200 discos en Puerto Liévano
tiéneme congojoso en sumo grado.
Restrepo Jaramillo silenciado conmigo. Allá él.
Ojalá pudieras reunirme esos librejos que en su
poder dejóme el Dr. Posada, y remitirlos por conducto
de Lasprilla o similar. Y sin Don Efe te entregara
unos otros... Ya así la cosa sería seria.
Siempre saludes de Barba y de Zalamea.
El ramo de los licores está suspendido por claras
razones de peladez. Total, que la neura acrece, pues no
sólo de estadísticas se ha de nutrir el hombre.
Recuerdos en tu casa. Grandes saludos a los amigos.
Abur!
El mono Restrepo Rivera anduvo por
y no logré ver su bella estampa. Vale León
VIII
aquí,
Bogotá Julio 4 de 1935
Señor don CIRO:
evidentemente, como que te debo
varias cartas, y lo malo es que no voy a encontrar
disculpa extraordinaria: pongamos sólo el mal humor
habitual y otro especial motivado por las mil y una
bellaquerías cometidas con mi padre, alredor de
senaturías o senadurías, por varios tipos que tu
conoces mejor que yo. Ojalá me contaras los detalles
que tu sabes para juntarlos con los que han llegado
a mí. Muy agradecido de Gustavo y de Emilio
y de quienes --con menos motivo que otros-se interesaron por no dejar descabezar completamente
a don Luis. Después te contaré de algunas maniobras
y combinaciones al respecto.
El otro día te escandalizaste por unos versos
míos reproducidos en EL TIEMPO, publicados antes,
con los mismos u otros errores en MARGENES
de Achury Valenzuela. Desde que llegó JORGE ZALAMEA
al SUPLEMENTO y después cuando GERMAN ARCINIEGAS
se encargó de él, he tenido mucho pedido de versos.
He dicho que no, por mi antipatía por esa empresa.
Ahora me planteó ARCINIEGAS el asunto en otra forma:
me propuso comprarme versos. Que si no puedo
colaborar allí por mi mala voluntad al periódico,
si puedo negociar con él (ARCINIEGAS). De modo que
verás versos míos allí en adelante, pero a $10.00
la pieza. No sé si ahora te escandalizarás mayormente.
Parece que en SEPTIEMBRE u OCTUBRE saldrá mi libro.
Será un grueso mamotreto, talvez más grueso que los
SIGNOS. Edición muy lujosa, de sólo 600 ejemplares
todos numerados (100 para mí).
Ojalá vinieras a Bogotá con Gustavo. Aunque no
fuera sino para ejercitar tu heroísmo aéreo. En caso
de que no te resuelvas, creo que con Gustavo
me mandarás mi SHAKESPEARE, mi retrato de VERLAINE,
mis 8 o 10 libros más que me tienes, fuera de los que
desees obsequiarme. OTROSI: los que me tiene JOSE
(el minorista) que serán 20 o más... y que ya se están
medio demorando: hay allí libros muy dificilmente
readquiribles. OTROSI: los que me tiene DON EFE
(que desde que se metió a nuevo rico se volvió pior,
pior) Los de DON EFE son pocos (algunos como que los
tiene PEDRO NEL GOMEZ) Hélos: SUARES - POETA
TRAGICO!!!!!!!!!
(locamente me interesa recapturarlo)
- KEYSERLING - Viaje de un filósofo - GOURMONT
- Paseos literarios tomo 4º - La Cultura de las ideas
- VALERY - Varieté - FAY - Panorama literatura
contemporánea - LALOU - Hacia una alquimia lírica.
También tengo la lista de los que me envió
el Dr. Posada, hace ya de ello..., como te dije,
no son menos de 18 o 20 y en ediciones restringidas.
Todo lo demás, igual, más o menos. Poca plata,
eso si, todos los días, por no decir que --en muchos
dellos-- ninguna. Pocos versos, mucha estadística,
ley sequísima, compra de libros nula: me quedaré
sin leer el último libro publicado de Carrasquilla,
pues el viejo definitivamente se calentó conmigo
y --naturalmente-- me volvió a zambiar. Pero sí he
celebrado positivamente la mejoría de sus vistas,
y te agradecería si le hicieras saber, al viejo,
mi complacencia.
Saludos en tu casa. Supongo que todos estén bien.
Recuerdos a Tavo, Pepo, Efe, Pedro Nel Gómez,
Jaramillo de Andrade (dile que el de la vaina del
cementerio campesino es THOMAS GREY (1716-1771),
al Dr. Castro (te incluyo un mono para él), Pepe Mexid
y si hay más, a esos más.
Hasta la próxima, mi Don, y ojalá me escribas
pronto,
FRANCISCO DE ASIS LEON CARLOS SEGISMUNDO BOGISLAUS
LUDVIGSSON VON GREIFF
Agrego 2 retratos mios del que hizo Pedro Nel
1 para tí, otro para el autor, a éste, dile que le enviaré
otros de lo mismo apenas saque mas copias.
En los versos mios publicados hoy (julio 6) pusieron
besos en lugar de bezos (quién sabe quién creyó
corregirme la ortografía). Otra cosa que salió abajo
dice tofan por toman (esos versos no son míos sino
de Antigua (el boga negro) en parte: la parte culta será
de Toño Duque. Vale
IX
Bogotá, marzo 9 de 1936
Mi querido Ciro:
mientras tánto, van estos pereques:
tienes que ayudarme en las vainas de estas revistas
que voy a dirigir. Yo no sé cual te provoque más:
si una que es de pedagogía, otra RIN RIN para chicos,
o una, todavía innominada, que reemplaza a SENDEROS
(lagarto?). Tu verás. Tenemos un proyecto de tratar
de CREAR un romancero popular colombiano,
y digo crear, porque realmente lo que existe es muy
poco abundante; uno de los pocos es el del SOLIDEO.
A esa clase de romancero, nos referimos. De modo que
fájate unos cuantos, y levántate copia de los que
conozcas de épocas antiguas o contemporáneas, desde
que sean de ambiente nacional, no nada Garcia
-lorquiano v.g.
Tu debes de tener fotos de Carrasquilla, de antaño
y de ogaño. Sería fácil que las consiguieras y me las
remitieras con sabor devolutivo?
Mañana te escribiré con alguna longitud, tratándote
de otros tópicos y de estosa mismos. También escribiré
a José Restrepo Jaramillo y a Don Efe. Y como no sé
sus direcciones lo bajo sobre tuyo. Te ruego el favor
de hacer llegar MUY PRONTO las que te incluyo
para CARRASCA y PEPE MEXID.
Ahora si te fregaste porque te voy a poner pereques
diversos, y cada rato.
Matilde agradece el saludo de Mercedes y tuyo.
Retornámoslos cordiales.
Hasta muy pronto. Los versos los tiene Uribe WHITE,
hace días largos. Pero pasa que Pan, anda con varios
meses de retraso, y no sé cuando será el próximo
número. Hasta mañana, don Ciro.
Tuyo affmo, Leo
X
XII - 1937
CIRIN:
Al fin dí con el soneto de marras. Si será
de Marras?
S O N E T O:
(A Ciro Mendía, que le envió --a guisa de apoforeta,
xenia o presentalla la ópera de Góngora)
(Las subrayadas son la razón. El resto, para despistar
o como relleno: si no... dónde el soneto?)
Señor Don Ciro, bardo en CandelariaVille --y no es quodlibética insolencia--:
soneto si no culto (vacua es ciencia,
tonto es arte, y cimera fácil aria)
pero soneto --valvasor o paria
lo mismo dá: o villano o Excelencia-para --cuando mi voz, o se silencia
o escondida rezonga solitaria--
tu don agradecer --por gongorino
muy mucho claro, y, de lo Argote, puro
como adamante de irisadas linfas-labra Leo. Y de Greiff, hoy más obscuro,
Góngora al pecho, sigue su camino:
Sátiro en pos de coruscantes Ninfas.
XI
Septiembre 27 1938
R E C I B O:
De Mejía y Angel Ciro
recibí cuatro y ochenta
la cual suma representa
venta de PROSAS. Tal miro
si veo el ingente giro.
Demoran QUINCE en la imprenta
--do son estorbo y afrenta--.
Ya muy pronto los retiro.
Mañana irá a reclamarlos
Eduardo Rendón, don Carlos
E.C.C.V.
no comprendo.
No entendello, a Greiff no atufa.
Los vendieron en la Búfalo, Medellín? Acto horrendo!
Rara acción! Caso estupendo!
Si Rendón no va, la estufa
al quemar los QUINCE, bufa...
Mas Eduardo irá, sabiendo
que es urgente, a retirarlos:
Eduardo Rendón, don Carlos.
Cuándo soñé que en mis QUINCE
yo anduviera, a estas alturas...!
Suceden cosas obscuras
que no interpreta el más lince
de Opogodó ni de Sincelejo, experto en escripturas
logogrifales...! Qué honduras!
Qué arquitrabes! Ni qué esguince!
Los QUINCE, Eduardo, a sacarlos,
Rendón, pronto, irá, don Carlos.
Su retrato es el de Leo...
(Pobre Lelián! Su Hipocrene
manaba absintio o leteo...)
De Guillermo Shéspier, creo
que Aguilar edición tiene...
Quizá cerca de Penene
--por Carabobo-- se obtiene
la edición del anglo Orfeo...
Los QUINCE a quien endosarlos?
A Eduardo rendón, don Carlos.
Si no WILL, del múyik DOSTO
dos tomos hay. De FRANCISCO
DE QUEVEDO un par (no bizco)
Dostoyevski hará mi Agosto!
Quevedo es tan rico mosto!
Will es mejor que otro pisco!
Cuál de los Tres? Non capisco!
De los Tres... el que piú tosto...
Libros de GASPAR? Enviarlos
con Rendón --el Chato-- Carlos...
En la NEVERA del moreno CANO,
donde MARIN o PEREZ, no hay de SIGNOS?
Hay quién los quiera! Oh gusto chabacano!
(No Emilia y Calibán, que no son dignos)
Hay quién los quiera! (El Péndolo pulula!)
Libros de Signos (Parto de una Mula)
no se conseguirá? Quizá en Ebéjico!
Para mandarlos a Manchukuo o Mexico
Bardos de Medellín no habrá, que --jartos-de mis Signos (Hay quién fume Pierrot...)
los cambie y a la par, por lindos partos
de Equis o Zeta o de Don Balen Groot?
GRIS
Al fín recibí la Escuadrilla que está asaz bien.
EN SERIO: puedes mandar las PROSAS con Rendón,
pues me sirven para repartirlas. Si ves Dr. HERNAN
POSADA dile que qué habría de ciertos libracos incluído
SADE? EN SERIO: de Greiff está cuasi al borde
del suicidio personal de sigo mismo.
(firmado)
XII
Mi querido Ciro: el Dr. Jaramillo Gutierrez y yo
hemos estado moviendo el asunto de Mexico.
Lo del hotel allá... no sé como hacer. No he vuelto
a verme con Owen que será el que nos indique
lo mejor y cómo y con qué intermediario allá.
No me suena escribirle a Zalamea con quien tengo
serio resentimiento personal.
Te avisaré lo que ocurra serio y te escribiré
posiblemente con el Dr. Jaramillo Gutiérrez que me ha
parecido un excelente compañero.
Don Ciro añejo, Don Ciro añoso, Don Vetusto
Ciro Matusalén Mejía Angel Mendía!
yo ya me estoy burlando de tu susto
cuando, por la aerovía
--sobre el tetramotor--, nefelibata,
(claudicante y caduca antigua rata)
tiembles, gimas y llores, viejo Ciro Mendía!
A tu pavor no le valdrá ginebra
ni intravenoso algún! Sudarás frío!
¿Conoces tú, vate arrugado, esa Culebra
llamada Verrugoso? Cual de güio,
como de verrugoso, el vientre túo!
Narigón cacatúo!
Cirano guacamaya!
Recitarás en vano los de Maya
versos! Los de Lollón trovador Auro,
tu maestro, también! Y los de Leo
Le Gris! (Este es un bardo nada feo
digno de loa y lauro!
Efebo seductor si macho joven!
Apolo niño, adolescente Byron, púbero Beethoven!
Beethoven... por la rima, que era horrible
Beethoven, cuanto bello León, e inmarcesible!)
Qué envidia sentirás, Cirín, al ver
al efebo von Greiff, todo candor
juvenil, ruboroso cual de Sor
nalga tersa que tiñe el rosicler!
Como Hamlet, dirás: Ser o no ser!
De tu miedo querrás sacar valor,
mirando de von Greiff el esplendor
corajudo y su risa de Voltaire!
El temple de León! Su sonreir
desdeñoso, su modo de mirar
con sus ojazos de acerado azur!
Qué envidia sentirás, viejo faquir!
"Son cosas que dan ganas de llorar"...
digo, con Agapito Betancur!
El Polo Norte: igual el Polo Sur
dijo de Greiff. El Polo, el Polo Nor
te, el Polo Sur, el Polo Sur... Loor!
Loor al Polo Sur! Y abur! abur!
Qué se fizo el señor don Tairrel Mur?
Qué se fizo Restrepo Nicanor?
¿Tu colega, Nabucodonosor,
con quien jugabas bolas en Assur?
Gaspar, Melchor, Cirito y Baltasar
--los cuatro reyes magos de anteayer-qué se ficieron? --Antes de te ir,
para México, Ciro, has de testar...
Légales tus arrugas a Eliecér
Gaitán y al Sarraceno... Hás de morir!!!
Has de morir Cirito. Del avión
caerás como atómica. Un volcán
(por Momotombo, o por Tenochtitlán)
engullirá tu añejo zancarrón!
Llénate de aguardientes y de ron!
Son tus últimos tragos... Yucatán
guardará tus cenizas, mientras van
por ellas, poetillas del montón!
Pobre, pobre Cirín, pobre Cirín!
Gloria de La Valeria, as de Belén...
Ibas por Nicaragua y... cataplún!
Ya no retornarán a Medellín
--sino tras del requiescat y el amén-tus huesos carcomidos de tuntún..
(La continuación en la próxima)
XIII
Octubre 27 1945
Mi querido Ciro:
claro
que
me
impresionó,
pero muchísimo, la muerte de José. Pepe Mexía y yo
conversamos mucho sobre su muerte en días pasados.
No sé por qué no te dije nada. Seguro por mi
modo de ser introvertido para ciertas cosas
(de las tristes y dolorosas). Yo casi no me exteriorizo
ya, sino por lo burlón y lo sarcástico.
Quizá hoy me vea con Jaramillo Gutiérrez a ver en
qué van las vainas. A mi me conservarán el sueldo
dándome una comisión quizá relacionada con la
campaña de desanalfabetización y con las artes
populares. Al regreso tendré –pues-- que
desanalfabetizarte.
Me acaba de decir Germán (Arciniegas) que ya
dictó el decreto para que nos den pasaporte
diplomático. Abur Cirín recuerdos en tu casa
y a los amigos, Leo
Santafé de Bogotá
Al muy venerable huesos trayente
D. Carlos Mejía Angel
Villa de la Candelaria de Aná del Aburrá
de Zuyaxiwevo (Nutibara-City)
A JOSE RESTREPO JARAMILLO
I
El Tesoro (F.C. del Cauca: del Pedrero hacia el río)
23 de Febrero de 1926 años
Señor Don
José Restrepo Jaramillo
Bogotá
Ilustre y buen amigo Roch:
raro en extremo te
parecerá el recibir carta mía y de este punto,
El Tesoro, que ni siquiera está en mi jurisdicción
Bolombolo-Cañafistuleña. Sucede que ando de Ceca
en Meca desde el 1º de Febrero, día (noche) de
mi salida de allá:
Febrero de Bogotá - Girardot - Beltrán
La Dorada - Pto Berrío - Limón - Santiago a Medellín
1º-2-3-4-
5-6-7-8-9-10-1112-13-14-15
15
En Medellín
de Medellín - El Pedrero - Amagá
Puente Soto a Bolombolo
15-16-17-18-19
de Bolombolo - Puente Soto - Titiribí
- Amagá - Pedrero a El Tesoro
20
El Tesoro
20
de El Tesoro - Pedrero a Medellín
20-21-22
Medellín
22
de Medellín - El Pedrero - El Tesoro
23
El Tesoro
Aquí duraré varios días en asuntos de Contabilidad
de Bolombolo. Aquí está esa Contabilidad mientras
tanto. Aquí la estoy estudiando, en vía de separarla
para llevarla ya por aparte en Bolombolo.
Mucha falta hánme hecho los buenos amigos
de Bogotá. Roque en primer término. De tu persona
he recibido ya 2 suplementos de El Espectador.
De aquel en que salieron unos versos anchos
me quedaría bien recibir uno o dos ejemplares.
Sería excesiva la exigencia? Víste lo que en (ilegible)
escribió Zalamea sobre mi persona y mi obra?
De Zalamea recibí el recorte y carta. De ninguno mas
he sabido nada.
Esta vida por aquí de campamentos y toldas me va
gustando. Imagínate que ha habido días de 12 horas
a caballo sin sacar punta: vivo además de tubos,
traje de dril, sombrero ancho, gris, y las más de las
veces sin saco. Baños en el Cauca (cerca de la orilla,
naturalmente) etc.
Todavía no está bien entablado mi trabajo,
pues todo está en desarrollo u organización. Creo que
en forma iniciaré tareas el próximo Marzo. Esto no
quiere decir que no tenga mucho trabajo. Vi las
tiraderas de La República y notas en El Espectador (2)
y una en El Tiempo sobre mi viaje a Bolombolo:
yo todavía no he escrito ni una sola línea al respecto...
Naturalmente no he escrito nada de literatura,
ni de cartas. Es esta la 1ª y quién sabe cuando podré
empezar mis correspondencias: es cosa difícil
por ahora.
Habrás de saludar con asaz de cariño a los maestros
Rendón, Restrepo Jaramillo, Umaña Bernal
(José y Francisco), Uribe Prada (Jesús Antonio
y Carlos), Mesa Nicholls, Liévano (Roberto),
Castillo (Eduardo), Tapias, Lleras (¿cuándo
me conseguirán mis Prosas y mi Libro de Pegados?
ojalá se los reclamaras en nombre mío, sí?)
Diego Mexia, al joven de Jericó, al centro
de habituales de El Rivière de la calle 14 etc etc
y que me vayan escribiendo mientras les escribo yo.
Averigua en la Librería Americana si han llegado
cosas de alto interés, cosas nuevas de Gide - Proust
- Valery etc etc o un libro sobre literatura inglesa
o el otro libro de James Joyce etc. Si te queda tiempo
pídele al Sr. Michelsen una lista con los precios
(yo tengo un 20% de rebaja) de los libros de llegada
reciente, con vistas a un pedido.
Una necedad: conoces a Luis Emiro Mejía,
alto empleado del Ministerio de Obras Públicas?
Díle que me haga el favor de conseguirme,
él, o de solicitar, en mi nombre, al Dr. Botero Isaza
(a quien ruego salude atentamente de mi parte)
el envío de todo lo pertinente a reglamentación
de contabilidades ferrocarrileras nacionales,rendición
de cuentas a ese Ministerio y a quien séa; en total una
documentación lo más completa que se pueda
conseguir y en relación a los deberes de mi cargo.
Esta recomendación te la hago con carácter de muy
urgente y te ruego hágaslo notar así de Luis Emiro
para que éste se interese en conseguir esos papeles y
hacerlos remitir a L de G c/o Neftalí Sierra Ingeniero
Jefe del F.C. Bolombolo-Cañafístula (FC de Antioquia,
Medellín)
Y que ojalá pudiera hacerme llegar una copia
de como rindió cuentas el ferrocarril equis, en el mes
equis, del año equis (que me sirva de norma
y modelo). Por todo esto y por lo demás mil
agradecimientos.
No olvides escribirme, remitirme cosas tuyas para
leer, etc etc. Tampoco olvides el saludar a los amigos,
ni a este fraile. Tu affmo
León de Greiff
II
La Herradura - Marzo 31 de 1926
Muy querido amigo y maestro:
mucho placer hube de
sentir con tu carta de Marzo 11. Después de mi anterior
pocas cosas distintas van ocurridas. Traslación a este
lugar en agil (?) tolete por las bravas ondas cauqueñas
(5 leguas) y luego tentativa de instalaje en esta vieja
casa de una hacienda sita entre el Paso de los Pobres
y el Paso del Canguerejo (sic), en la fracción de
Cascuemula (sic) del Mpio de Concordia. Son todos
los datos geográficos que puedo darte. Un viajecillo
a Medellín. De resto por aquí.
Encontraste preñadas de cariño y de emoción
agreste mis letras últimas? Y cómo encontraste tantas
cosas en esas paupérrimas letras?
Falta yo! Falta los amigos (pocos pero buenos)
y los Cafés con su aditamento de sifones y de lomos!
y falta los libros y las sabrosas charlas!
No olvides averiguar lo de los libros en la Librería
Concha-Michelsen y hacerme una buena. Algo pero no
mucho he leído por aquí. Siempre tengo en esta casa
una treintena de listica buenos libros. Y que es lo que
dicen todos los amigos míos?
Aún no vistos los suplementos de El Espectador.
Por qué no mandas los futuros y periodiquillos que
te sobren, con esta dirección: León de Greiff c/o
F.C. Troncal de Occidente - Gerencia. Medellín.
Talvez así llegaran mas oportunamente, pues a Otto
suelen olvidársele. Qué te pareció el artículo de Jorge
en Guatemala? El me lo mandó y además me escribió
largamente. Has sabido algo más de este amigo
Zalamea? Yo me quedé esperando cartas tuyas en
los días siguientes...
Muy agradecido que le estoy a Emiro. Favor
de saludarle y de manifestarle esos agradecimientos.
Le escribiré pronto. Y resulta que esas cosas no han
llegado aún!! quién sabe dónde se atrancaron.
Y siempre me hacen falta todas esas normas
y reglamentaciones y algunos modelos de rayados
especiales de que habla alguna circular de
la Contraloría que leí.
Y por qué no me cuentas cosas de tu novela?
Apenas me das la noticia escueta y monda y hasta
en secreto! Aflója esa pluma ole, pues no me parece
bien suave la espera de dos meses. Qué hay de Roch
y del Sr Ribón?
Versos? Versos? Poco más o nada he hecho
por aquí: copia y versión definitiva de los Pingüinos
peripatéticos (que te parece que le encantaron a Quico
Gómez?!!) y principié una versión definitiva de el
quatuor elegíaco. No he terminado o mejor hube de
suspender. Hice una Odecilla que te incluyo. No la
creo bien publicable. Tampoco impublicable del todo.
Verás. Si hago otras cosillas te las mandaré. A quién si
no? De mil amores te constituyo como mi agente
especial en Bogotá y me inflo hasta la linde
de la inflación por tener agente tamaño (Esto es muy
de veras, ole!)
El Rendón no ha escrito. Vergajo asaz. Díle que no
pude ver a Manteco (Augusto Rendón) en mi último
viaje a la Villa. Que lo busqué y no lo topé.
Averíguame la fecha del primer aniversario de
la muerte de Doña Lucía Gutiérrez de Uribe Holguín
y si está muy inmediato avísame apenas lo sepas.
Mucho he gozado con las peloteras de Don Guillermo
con Vernaza, y con el triunfo del 1º. Qué hay
del Maestro Emilio Murillo?!!
Como que Nieto Caballero escribió una parodia de
unos versos de amor y amoríos alusiva a mi ausencia,
en Patria (revista de ideas)? De ello me hablaron los
ingos bogotanos y de que está firmada el nuevecito
escritor, de donde colegí el autor (cuán sagaz!!)
Te recomiendo mi saludo muy especial a los
hermanos Umaña Bernal (a José no le escribo porque
como es de vergajo no me contestará. A Pacho
le escribí... tampoco me escribió el famoso campeón
de la pereza) a Roberto Liévano con gran cariño
y a Eduardo Castillo. Ando en escribirles a ambos.
Algo averiguaste con los Lleras? Ya hasta pena me
dá hablar de eso. Y García Herreros también me botó
mi cuaderno de versos... Me quedaré desposeído
de mis inéditos?
Escríbeme mucho cada vez y muchas veces y no
te olvides de tu amigo de todas veras que bien
te quiere y te admira y te recuerda León
III
Cascuemula (Casco de Mula) Mayo 7 de 1926
Querido Roque,
c'est à dire Roch, voir Joseph Restrepo Xaramillo
En Bogotá
Vé pues: por culpa de quehaceres, ajenos a mi
voluntad (ya lo creo) no he podido contestarte antes.
Aquí nada de nuevo. Y ya hace cincuenta (50) días
que no voy a Medellín. De modo que soy presa de la
ignorancia más completa de todo lo que acaecer
pudiera aquende como allende la cordillera esta que
separa las aguas Cauqueñas de las Aburraénses.
Uno de los campamentos vecinos se llama Comiá...
y a éste le dicen Bebiá ¿por qué será? Pregúntale
a Rendón. Talvez entre los dos podais descifrar
ese enigma.
Llevamos dos (en lo que vá de Febrero a hoy) dos
aguaceros, pero eso sí formidables. Qué ventarrones
tan suculentos --en cuanto a la riqueza polifónica
(y exquisitamente, rudamente musical) de su canto--,
qué tronar y qué relampaguear azarosos... de donde se
desprende que La Tempestad de la Sinfonía Pastoral
de Beethoven conserva su actualidad... Qué dirá
Emilio Murillo? Con la diferencia de que aquella
se fina con un retorno a la calma, verdaderamente
pastoril, y esta lleva trazas de no finir.
De Bogotá sólo tu persona me escribe. Y Salvador
Mesa Nicholls de Venadillo y Zalamea de México,
y Pellicer de Parigi o cara (la traviata) y Acevedo
Díaz de Medellín (y Otto); de resto los amigos
olvidáronme.
Qué les vamos a hacer, no? Póngote en el pereque
de comprar y remitir a León de Greiff La Herradurita
c/o Pablo Rodríguez H. - F.C.T. de Occidente Medellín
esto:
Albertine etc
Le roseau d'or
A la trace de dieu
Los monederos falsos (in french) Gide
2.00 o 2.40
1.00 o 1.20
1.00 o 1.20
1.00 o 1.20
y lo que elijas o lo que elijas, hasta completar $10.00
(dejando margen para portes de correo y
recomendado).
Mucho pereque? Y aunque fuera sé que lo haces con
gusto.. Puede que te vendan a $1.00 si dices que yo te
dije que ese era el precio que en la Americana tenía
yo.
Por algo raro no estoy hoy de mal humor.
Tánto que púseme a escribir, cosa que no podía
estando de mal humor.
Que es esa vaina de ole. No comprendo. Acaso
en Xerikó dicen ansí? Cálida odecilla? y de veras si
te gustó?
Ahora me está pareciendo floja asaz, y antes
me plugo (te lo confieso).
Lo malo es que no he vuelto a hacer nada más.
Talvez unos dos esbozos que ojalá no se hayan perdido
y logre reanudar.
En agil tolete qué te parece? Y ahora ya echo
mis nadaítas en esa nada de río. Además de
mis expediciones en balsa, solo, al sol y al viento
(cierto es que todavía no cruzo el río en ella pero sí la
muevo en ciertas partes a puro remo a brazo pelao.
Pelao: por aquí hay un dicho muy feo: "pelao no se
amaña sino el chimbo" y se canta una canción
que sabía Vicente Villa
Bella mujer que me lo .......... un día:
la mar de pelos en tu .......... ví:
la nalga izquierda levantaste airada
y el ojuel .......... lo fijaste en mí.
Muéstrale a Rendón (vergajo que no me escribió:
allá él).
Carta muy interesante recibí de Zalamea.
Me recomienda la muestre a los amigos (unos cinco)
entre ellos tú, los Umañas y los Lleras. Siento no
poderlo hacer. Bellas cosas de Mexico dice
y de algunos pintores. Otras cosillas más dice del
homosexualismo de casi todos los literatos jóvenes
(de 50 para abajo). Otra vez te haré un extracto para
que leas y muestres. Ahora no porque la carta la envié
a Otto. En mi Menu de una comida de Revista de
Revistas hay unos saludos que nos mandan a los
jóvenes poetas de Colombia firman que recuerde ahora
Montenegro - Jaime Torres Bodet - García Cabral
- R. Heliodoro Valle - Xavier Villaurrutia
- Mario Santacruz
Detalles, como te digo, en mi próxima carta.
Estas tierras no son en si muy interresantes
(Cascuemula - Bolombolo) de modo que hubieras
perdido un tiempo que empleaste y empleas mejor en
escribir muy bellas cosas, lo hubieras perdido si te
metes a escribir cosas sobre estos peladeros.
Cascuemula? Bolombolo? apenas como para que yo
les haga versos en consonancia con la mutua aridez
(de estos sitios y de mí).
Y cuál no será la falta que me haces, y que me hace
el no abundante gremio de mis buenos amigos.
Buenos... y no me escriben. Se olvidaron hasta
del bulto que yo les hacía en las calles estrechas
y en los cafés idem.
Como quisiera que volviéramos a departir frente
a frente y frente a los vasos (o platos) en el Rivière,
o ambulantes por las ruas y recovecos de Santafé.
Qué hay del joven Lagos. Le llegaron los libros?
Llegarían unos que yo había pedido por conducto suyo
(de él)?
Como joden las chapolitas, los mosquitos,
los zancudos, las cucarachas, los cucarrones,
los grillos (saltamontes)! En este momento me tienen
jodido, jodido, jodido! Maldita sea la vaina!
Bello libro es ese de Romain Rolland! Todo lo he
leído pero varias veces lo de Beethoven que me gusta
por modo extra.
Qué es lo que dices en tu latinajo oh seminarista
malogrado?
Non credomisi videro qué? Hondo respeto
inspírame lo eclesiástico, así que no te haré la tiradera
magüer (como decía el poeta Rendón) tu fracaso
curístico.
Qué hay de la música que estudiabas cuando
me vine.
No he leído lo de Zalamea sobre Maya. Se que me
envías los suplementos pero talvez los demora Otto en
Medellín (no le vas a decir nada que ese joven es muy
susceptible). Hablaremos de lo de Zalamea sobre mí,
que me gusta..
Lo de la novela merece capítulo aparte. Yo creo
mucho en ella pése al personaje ese, ojiazul, robusto
y de grande poesía, de que me cuentas. Quién será
ese frayle? Si soy yo te jodiste, porque ¿no seré de mal
agüero?
Esa maravillosa compañía... Será que me tomas
el pelo? Sé que nó... pero, mi modestia se cubre
de carmines virginales. El pagado y el agradecido seré
y soy yo por figurar en una novela tuya - et pas plus
como dice el francisante latinista.
La odecilla...
Lo del retrato de cow-boy si creo que se demore.
Apenas hoy trajeron máquina y solo se sacarán unos
grupos donde yo figuro con este traje: un sombrero
de caña muy grande - un cinturón con un decorativo
puñalete - una bata de baño - unas sandalias - la pipa,
y las manos en los bolsillos.
En estos días sacaré el otro que me dices ya que es
capricho. Olvidaba otras prendas de vestir: mi barba
muy crecida - mi pecho muy velloso.
Manda 2 (dos) de el suple cuando traiga la Odecilla
(o de carga)
No he recibido El perro que no volvió (seré yo ese
perro?) y tengo grandes deseos.
Malos versos los de Lenc. Yo escribí a El Nuevecito
escritor una boleta de tiradera por joder. Qué hay de
Temis? Dónde está? Tengo ganas de escribirle pero no
sé de su paradero.
El tal Albertico Lleras... muy inteligente es pero me
fregó con la botada de mis Prosas y de mi libro de
recortes pegados y eso se llama un supremo egoísmo,
nada más.
Esto va largo. Largo? Larguísimo. Te incluyo tres
boleticas que te ruego hagas llegar a manos de Roberto
Liévano, Rafael Maya y Eduardo Castillo.
A los amigos mil recuerdos y saludos.
Tu adicto compa y amigo muy de veras
León
Mayo 12 Ví anoche la Odecilla; alcancé a notar
un errorcillo: el primer verso (que después se repite)
debe ser así: Oh Bolombolo país exótico y no nada
utópico
Felizmente no es de mucha importancia. Nada más
ocurre por aquí. En espera de tus cartas. Il tuo amico
Leo
Parigi Caro (La Traviata)
IV
Junio 22 de 1926 Cascuemula (antes Cocojondo)
Sr. Dr.
José Restrepo Jaramillo
Bogotá.
Mi querido José:
desde hace ocho días tu carta
incontestada por las múltiples cuanto enojosas tareas,
por el deprimente calor de los días y la tibia pereza de
las noches, propicias no al sueño pero sí a la posición
yacente y por una cierta vacuidad de la testa.
Una evidente vacuidad de la testa que yo no sé por qué
pero que existe. Cosas serán del clima sin duda y de
mi aburrimiento y de mi convicción de que no vale
la pena hacer ni comprender nada, pues es pequeño
cuanto comprendamos o hagamos. Creo yo de mi.
Firmemente. Y tanto que nada he hecho de Febrero
para acá salvo la malhadada Odecilla, que justifica
mi deseo de no hacer nada.
Tu en cambio llevas tres cuentos, de los cuales los
dos que conozco me placen harto y son harto bellos.
El último no ha llegado todavía a mi poder.
Tampoco los libros. Como tu carta vino por hidro,
y éstos y los periódicos que me envías, por el correo...
Será tener paciencia.
Continúo recibiendo cartas de Zalamea. Nada sé de
sus polémicas. Sólo conozco un artículo de Colín
y otro de un señor Cardona. Así, así. Tampoco me
parecen tan malos. Salvo que el señor Cardona está
muy despistado hasta en lo de mi minoría de edad...
(fáltame un mes para 31 años!!!)
Por lo demás... Conoces la dureza de mi cáscara
y el poco valor que le doy a conceptos ligeros,
así sean en pró o en contra de mis zoqueterías.
Esta ( ) de luna, la noche, como para un disparatorio
de versos chirles o siquier dulzarrones cuando no
entristados y lacrimantes. Bella para paseos a la vera
de la mujer amada por pradecillos o cármenes.
O para la solitaria meditación, al solo acompañar
del río que a poco trecho sigue en su tarea tonta
de deslizar sobre las arenas y de dar contra la roca.
Pero canta bien el río, a media voz. Y eso se concierta
a mi aburrimiento --fagot-- y al ambiente de luna
--orquesta de cuerdas--. El río es el río y no violín
ni piano.
Bebiá y Comiá... El Domingo que hubo una
borrachera fenomenal. El Ingeniero Jefe 2ª Sección
- el Ingeniero Jefe 3ª Sección - el Médico 2ª Sección
- yo Contador y dos empleados de aquí. Digo el
Domingo... y empezó el Sábado a las 6 de la tarde!
Emisarios por anís a una legua de aquí,
a caballo en medio al aguacero más horrendo.
Emisarios a Titiribí por cerveza y rones cantidades
(3 leguas) etc. etc. Los 2 Ingenieros, el médico, uno de
mis compañeros y yo inteligentes, buenos amigos,
buena conversación etc.
Todo el Domingo. Toda la noche del Sábado.
Líquidos, líquidos, líquidos, como en una locura.
Algo verdaderamente aterrador. Pena nos dió. No vas
a contar, eh? (En charla pues eso a nadie importa,
no?).
No me eches cañas con tu Rivière! Trajimos
un marico de Envigado NEPO y dos cocineras Nº 1
y comemos bien, muy bien. Suaves asados, jugosos
jigotes, doradas, jetudos, barbudos, iguanas, gallinas,
etc. etc. Ese marico es un gran inventor de platos
rarísimos! Pero a ratos suspiro por el lomo relleno
(insinuaréselo) y por el cilindro de pescado, inédito,
ay!, para mis fauces.
Los libros que me mandas muy buenos. La Bon fas
lo tengo pero lo canjearé con Acevedo Díaz
de Medellín a quien conoces, no?
Proyecto (enviar) para el Suplemento unos versos de
Acevedo. Unos sonetos que me parecen interesantes.
Y unos versos de Porfirio Barba Jacob (Ricardo
Arenales) que ví en una revista que me mandó
Zalamea. Versos estos de grande intensidad y muy
de mi gusto.
Casualmente no conozco a Silbermann.
Espero los libros y gracias. Avísame de lo que veas
para hacerte una buena recomendación. Gracias!
Gracias! Monederos falsos --Gide en francés-no olvides avisarme o retirarlo cuando llegue.
Aunque por lo que me cuenta Borda Roldán
(amigo de Paris bogotano) no es este de los buenos
libros de Gide ni ha sido bien recibido.
Y Rendón hablando de moralidad?
Te mando unos retratos míos para que te rías harto.
Consígueme uno de José Restrepo Jaramillo y del
lunar aquel.
Que me va a escribir Rendón! Ni qué Pacho Umaña
ni tantos amigos a quienes escribí! Gente descomunal,
abellacada y cuera! Me dedicaré al silencio.
Cuál será el artículo de El Gráfico? Sobre la
polémica Colinesco-Zalameosa?
El desconsuelo por tu novela no me cuadra.
Y por qué? Ya verás que no será como crees.
Y si te gustaba debe gustarte. No te choca, ni te
fastidia, ya verás. Mi paso por ahí --momentáneo
siquier-- es un consuelo? Perhómbre! Valiente
consuelo! Activa la aparición de la novela y mándala
a los vuelos.
Qué hubo de Roch y de Ribón? Nada yo de él volví
a saber. Y de Zalamea y de mis papeles?
El perro que no volvió y Los malditos llegaron,
leílos, gusté de ellos, como te digo. Espero El intruso
pronto. No llegaría ya ese correo?
Gracias por los Suplementos. Y ojalá perseveres
en la obra de nutrir mi curiosidad. Esos bellaquillos
amigos míos qué van a escribirme!
Para dónde te volarás?
Escríbeme bastante ¡a mano! en máquina,
como gustes, pero con frecuencia. Tuyo affo. León
V
La Herradura Julio 7 de 1926
Querido José:
mientras te escribo largo, que será
a fines de ésta en Medellín, para donde saldré el jueves
en la noche, van estas cartas. Y estos versos de Juan
de Balbec, que ojalá no se te ocurra decir que sean
míos, ni suponer. Son de un mi amigo y son divertidos.
Si te parece publícalos en El Espectador.
Dile a Roberto Liévano que pronto le escribo.
Lástima que Vidales no hubiera estado para la carta!!
(Es una bobada la carta: rompe la corteza que la cubre
y léela, en broma le escribí esos renglones.
Léela pues.)
Continúa sucediendo poco por el aquí. El último
sábado parrandilla en Comiá para despedir a los dos
ingenieros bogotanos que el Domingo salieron
de paseo a la capital. Buena charla (13 tipos) buena
cerveza, inmejorable anisado concordiano (te confieso
que me parece mejor el titiribiceño y considero como
la tapa de todos el de urrao. Palabra).
A eso de las 3 de la mañana salimos de Comiá los de
La Herradura y El Peñon, semi ebrios entre la noche
negrísima, al galope de nuestras mulas por los caminos
más azarosos y menos caminos que te imagines.
Hasta jinete me tornaré.
Espera pues el resto de Medellín. Famoso el Intruso.
Ya lo recibí y lo volví a leer reproducido en Colombia.
Bravo! Bravisimo! Un abrazo de affmo
León
En Medellín estaré unos cinco días.
A nadie digas de quién recibiste esos versos, ála.
To Mr José Restrepo Jaramillo - Bogotá
From Mr León de Greiff - La Herradura,
en Cascuemula antes Cocojondo.
VI
La Herradura Julio 23 de 1926
Mi querido José:
pues de Medellín no pude escribir
ni una línea por múliples causas entre otras la falta
de concentración pues anduve difuso de aquí para allá.
Salió otra guevonada de Tartarín Moreyra
--si la lées ruégote leerla así-- y si sale en
el Suplemento como las anteriores:
"Y unas ganas de llegar a Guaca.
- Para qué?
- para conocer a ese
- ah, si. Y lo viste?
- No. Pero supe dónde vivía. Casa grande muy
iluminada, como para ese. En la plaza con todo y reloj.
Eran las 9 1/2 p/m Pero lo más curioso etc etc".
Un enredo de Geometría. Parece un embudo.
Tómate otra cerveza.
Arias. Tal y tal cosa. Es de los nuevos?
- No sé si es de los nuevos.
Martínez. El se considera un formidable cronista.
Hasta razón tendrá.
Otro. Rusa muy rusa es la música rusa, con todo
y sus fastuosidades mongólicas, persanas o indúes.
Orientales, en fin. Y es que Rusia es más asiática que
al!!
Te parece raro? Tánta minucia? Pero es que me
tiene jarto la vaina.
Resulta que salí en la semana aquella como te lo
anuncié pero me fui por Guaca. Sabes? Cauca rio
abajo hasta la barca de El Canguerejo. Al otro lado
Lomas. Caminos de medio metro a pico sobre
la quebrada de Guaca. Guaca. Adivinada por su
resplandor en la noche cerrada tres horas antes
de saber dónde queda. Guaca. El verraco. No lo vi.
Ví su casa (la iglesia) A mi me confundieron
con el Verraco (Barbas rojas, briches, tubos, camisa
de cow boy) en Medellín me confuncieron con el Indio
ladino y armonioso (histórico). Salí a las 3 p/m
Canguerejo 5 p/m - Guaca 9 1/2 p/m - Alto de las
Cruces 12 de la noche (lo más frío que hay) - Prado
a la 1 de la mañana - Itagüí a las 2 de la mañana
- Medellín a las 2 3/4 a/m doce horas a lomo
de Tulipán macho rucio (como el de Panza) y más
material y ordinario que otra cosa. Quedé sentándome
a ruego por varios días.
Medellín cinco días. Regreso por Titiribí. Y aquí
en Cocojondo.
Poco tiempo he tenido pues es mucho el trabajo
ahora. Te incluyo $10 para que tengas allá y me
despaches de entre estas cosas o similares:
William Blake cualquier libro dél (Le mariage du Ciel
et de l'Enfer v.g.)
Strindberg - La Sonate des Spectres. Eclairs
Aimée Dostoyevski - Vie de Dostoyévski par sa fille.
J.Benoist-Meclin - La musique et l'inmortalité dans
l'oeuvre de Proust.
Ramuz - La grande peur dans la montagne.
Bernard Shaw - Le disciple du Diable
Guy de Pourtalès - La vie de Franz Liszt
Giraudoux - Simon le Pathétique (nouvelle version)
Georges Gabory - Essai sur Marcel Proust.
André Suarès - Présences
Bernard Shaw - L'homme de destin - Le heros et le
soldat
Gide - Faux Monnayeurs
Le Promethee mal enchainé
Amyntas
Les poesies d'André Walter
Jacques Rivière - Nouvelles études
André Maurois - Meïpe ou la delivrance
Dostoyevski - Mémoirs ecrits dans un souterrain
(editions Bossard)
Edouard Dujardin - L'initiation au péche et a l'amour
Drieu la Rochelle - L'Homme couvert de femmes
Jean Paul Richter - Quintus Fixlein
Gogol - Les ames mortes (editions Bossard)
Jacques Boulenguer - Candidature au Stendhal Club
Sigfried Siwerth - Les pirates du Lac Melar
Georges Bernanos - Sous le soleil de Satan
Asaz perecosa la misiva?
Otro: puedes conseguirme un Nº de dominicales de
El Tiempo donde hay una entrevista con Castillo?
Otro: Qué hubo del Nº con tu retrato? Ya no olvides tu
retrato -avec ou sans le lunar.
Otro: has visto un artículo de Carlos Borges donde
dizque se alude a mi importantísima persona? Grande
y vana curiosidad por conocerlo. Leiste la carta a
Vidales, a Roberto Liévano le escribo en esta semana.
Que impresión sobre la misa del Maestro Uribe
Holguín? Nada me dices.
Tu El Inocente leído anoche. Y como me gustó.
Creces día a día, oh Roch!
Y cuéntame más cosas. La carta de Vidales
contéstala tú... No? Ah, bueno... Entonces no.
Entregado a Dostoyevski. Le Crime et le chatiment
- L'Idiot - Le jouer - L'eternel mari. Hace días que no
leo sino Dostoyevski
Qué hay de tu novela en ediciones Colombia?
Qué hay de Arciniegas y de Alberto Lleras
y de García Herreros (los tres poseedores de mis
manuscritos inéditos?)
No es verdad que es admirable Alberto Lleras,
cuando escribe no para El Tiempo sino por escribir?
Qué hubo del periódico dellos? Qué hubo dellos?
Ya se olvidaron de el viejo nuevo?
Hace días que no me escribes, ala: Nada de versos.
Arreglé definitivamente El Quatuor elegiaco en do
menor y El Poema del Juglar Ebrio y tengo por ahí
una cosa en gestación, un poemilla. No has publicado
los versos que te he mandado? Y eso que no son míos.
Qué tal. Un abrazo de tu affmo León
VII
Bogotá, Septiembre 12 1931
Mi querido José:
como yo soy una persona muy
cumplida, hoy mismo te contesto. Son algo así como
las 10 de la noche, y apesar de ser Sábado, ya estoy en
la casa. No obstante, de 6 p/m a 9 1/2 idem anduve con
Rendón, ingiriendo suaves y ásperas ginebras: algo así
como unas 10 de ellas bastante agradables.
No enviaste lo de la polémica. Aquí publicaron hoy
lo de Carrasquilla (atribuído), lo de Castro, y lo otro de
Carrasquilla - pero no lo tuyo que era el que yo
deseaba leer. Ojalá Don Ciro (con él la paz y el anís!)
si me envíe toda la documentación about. A Pepe
Mejía ha más de 20 días que no lo veo. Seguramente
anda por otro lado. Yo casi no tópome sino con
Rendón, con Medina, con Aurelio Arturo, con
Zalamea Borda (Eduardo). Casi que con nadie más.
Y conmigo mismo a ratos. Y con otros
desdoblamientos de mi yo. Versos? de cuando en vez.
Ando ahora con la vena erótica; cantando el mito
nocturno con figuración de mujer. Pero no son versos,
sino que lo serán en mejor ocasión. Por ser muy
proyecto descubrí el que escribí en alguna carta para tí.
Talvez los copie pero no serán visibles sino para tí y
Ciro (muy en serio) por motivos que acaso le interesen
a Bootes o a cualquiera otro camarada de esos del
vacío matemático. No temo, sino que sé, que no serán
de tu especial agrado. A mi suelen gustarme a ratos
talvez porque estoy actualmente templado en esa
tonalidad. Son varios Diálogos y Soliloquios en la
sombra. Como estoy ligeramente alzado te copiaré
de ellos:
Número uno:
-- Oh tú que estás cantando frente a la Sima Obscura
(la voz asaz es rauca, mas es viril y enérgica)
¡cánta, cánta mil años y otros mil, y hasta Nunca!
Oh tú, que estás cantando con voz salvaje y única
frente a la Turba Hermética...
-- Duro es el canto que yo canto, canto
de anfibolita o pórfido,
¿y atruena
tus oídos mi ruda cantilena?
¡Otra ocasión será dolida avena
frágil donde un sollozo se encadena
al lino cristalino de su llanto...!
-- Oh tú, que estás cantando frente al Cantil Absurdo
(la voz asaz es rauca, mas es viril y eufónica)
¡no cantes ni mil años y otros mil, ni un segundo!
Oh tú que estás cantando, vital y taciturno,
frente a la Tribu Anónima!
-- Duro es el canto que yo canto, canto
de anfibolita o pórfido:
¿enagena
tus oídos mi ruda cantilena?
¡Otra ocasión mi túnica de amianto
rasgaré, y en tu luz, Noche Morena,
y en tu fuego, arderé, loca falena...
-- Oh tú que estás cantando frente a la Tierra Tosca
(tu voz asaz es recia, mas es viril y cálida)
¡cánta, cánta a la Noche nupcial y cariciosa!
Oh tú, que estás cantando con voz sensual e indómita
frente a la Selva en Ascuas!
Duro es el canto que yo canto, canto
de anfibolita o pórfido:
¿y Sirena
serás y Circe para mí, agarena...?
¿Yá a tus oídos es rendida avena
mi canto, que a tu cuello se encadena
con el lino hialino de su llanto?
--Oh tú, que estás cantando frente a mi Aduar Recóndito
(tu voz es de cristales y es viril y calina)
¡cánta, cánta mil noches y Una Noche el gozoso
canto ardido!
¡y al linde de mi tienda encendida!
¡y entre mis brazos!
¡y sobre mis ojos!
NIF
como comprendes, esas repeticiones son voluntarias
e insistentes --talvez por mero capricho--.
El clangor de las renunciaciones que fué el que
empecé a copiar es muy largo te copio el principio
para que veas el tono:
Algunos empiezan por decir que el hombre es duro,
que el hombre es rudo, que el hombre es áspero:
mas cuánto es débil, mas cómo es débil...
Yo regalé mi corazón, dando de adehala mi vida íntegra,
y para que con él --endurecido-- se zurzan los calcetines en la paz
/ hogareña...
Y toda una colección magnífica de ensueños
que no alcanzó a imaginar Aladino, soplé como vilanos
desde la erguida atalaya de mis sienes -- esa vez conquistadoras
etc etc etc
Una vez en el rútilo cobre verdoso del Rio Cauca ponentino
disolver quise la Inútil Aventura:
se me salía de la boca este grasoso potaje de la vida
cotidiana. Clavé mi frente encinta, pletórica de Futuras Cosechas,
en el ajenjo de öro de esas únicas aguas lustrales:
como al madero de los naufragios su desdén me depuso en la
/ orilla.
etc etc etc
Otra ocasión el Rio Cauca ya sí recibirá la ofrenda
de mi tosco madero.
Lo besará con la lengua fogosa
de sus aguas que el crepúsculo ya habrá teñido de amatistas!
Lo contendrá en sus brazos que son –también-- de terciopelo tibio!
Lo arrullarán las ondas que son –también-- acariciantes,
aunque jamás como el perfume que dimana
todo el conjunto de su sér maravilloso,
ni como sus palabras amorosas que me envuelven a manera de
/ efluvios epitalámicos,
ni como sus ojos fúlgidos,
ni como su boca que se me dió definitivamente!
etc etc etc
fragmento 4º del número cuatro (de Diálogos
y soliloquios en la sombra)
Tu me dijiste con esa voz que afelpa la delicia
y que hace áspera la pena y que agudiza el soplo trágico que en
nuestro amor se inicia...
Tu me dijiste, oh Mia, y tu voz era un trémulo susurro,
del pungente dolor que tu corazón y que mi corazón desgarra...
Tu me dijiste que nuestro amor le dará vuelta a los años
más imperecedero cuanto más imposible,
más real cuanto más restringido a las zonas del ensueño...
Tu me dijiste, oh Mía, y tu voz era un trémulo susurro,
de nuestra vida trunca, del equívoco enigma que nuestro amor
/ encierra,
del dolor que nos quema los labios y los ojos nos nubla,
las sienes nos aloca y el corazón nos asesina, inexorable...
Tu me dijiste, oh Mia, palabras muy profundas... ¡pero efímeras
/ cuánto!
¿Qué pueden nuestros frágiles designios ante el amor turbulento?
¿Qué pueden nuestras débiles voces delante al vocerío
ululante de nuestra sangre que me hace tuyo y te hace mía?
etc etc etc
Septiembre 28 1931
Aquí iba cuando --ya no sé por qué-- hube de
suspender. Talvez porque advertí que no debía
copiarte más versos. Después han sucedido mil cosas
de todo género y de todo sabor.
Ha habido noches hórridas y dias deleitables,
noches de sutil fragancia y dias acerbos. Y lagunas,
y lagos, y hasta algún pequeño océano. Hace ocho días
tomé rumbo al norte sólo (con n ginebras) a las 11 de la
noche del domingo, y amanecí en Mosquera (5 a/m);
después hube de averiguar y Mosquera queda
de aquí algo así como Caldas de Medellín. Otras ha
habido excursiones, mas un poco menos lontanas.
Versos también... algún próximo día te copiaré
el Relato del acontista que voy terminando. Proyecto
girar a Marceliano asi (para que te sirvas informarle:
Oct. 10 - $20 - Oct. 20 $20 - Oct. 30 $20 y Nov. 10 $
el resto. No olvides y díle que apenas en esos días
podré porque he estado (de veras) en grandes apuros
monetarios. No te quito tiempo contándote mil detalles
que no sabrá la Historia. - Son cosas absurdas
y trágicas las que me ocurren ahora. Otras que valen
mil vidas.
Dile a Ciro y a Gustavo que la torpeza de la minoría
liberal de la Cámara hizo fracasar lo de la Auditoría
que era un hecho.
Dile también a Ciro que el sábado recibí la carta
y que la contesto en esta semana. Que Gabriel Cano no
ha escrito esperando poder hacerlo con alguna buena
noticia. Pero que aún no ha resultado nada. Y de lo
tuyo? A Mexía no lo veo casi nunca. Mis últimas han
sido al principio con Rendón y luego solo. Al fin no
(párrafo ilegible) comparsas sobre la Polémica - y qué hay
de la Página - Perfiles y Mañana no he enviado más
porque los directores ofreciéronme enviar a Otto
a José y a Ciro y dícenme hánlo hecho. ¿Así es?
Perfiles talvez se fina. Mañana Nº 2 saldrá el sábado.
No te pongo más pereques.
Saludos a Ciro, Gustavo y otros amigos. Qué hubo
del libro del Dr Castro? (no digas porque se creerá que
es reclamo). Affmo amigo León
VIII
Bogotá, marzo 17 de 1936
Mi querido José:
ya sabrás que estamos metidos en la
aventura de hacer una revista de NOSOTROS LOS JOVENES
(de espíritu, en último caso) y que reemplaza la
centenarista, o peor, SENDEROS. Yo soy director del
grupo de revistas del M. de E. N. Y Jorge Zalamea y yo
somos los RESPONSABLES del fracaso (lagarto!) muy
posible si nuestros compañeros eluden ayudarnos.
El primer número irá dedicado a Carrasquilla, como
homenaje, con ocasión del premio de Literatura (1935)
a el otorgado; no crees posible ayudarme para ese
número, también? Lo que escribiste en el Nº 20 de
Claridad está en la misma forma, o le has hecho
adiciones o variantes? Querrías escribir algo más
--con pretexto de HACE TIEMPOS? Podrías conseguir
fácilmente FOTOS de Carrasca en épocas diversas?
Ese clisé de CLARIDAD lo podría prestar PATON LESCAUT?
Podrías ver por conseguir colaboración de quienes
valen, para la Revista? Para las otras entregas
se necesitan tus cuentos, ensayos, y comentarios.
Cuento con buena voluntad tuya, buena voluntad
de ayudarme, de ayudarnos?
EFE GOMEZ - CIRO - TULIO GONZALEZ - PATON LESCAUT
- MEJIA Y MEJIA - MORA NARANJO - CASTRO - JARAMILLO
- CANO - ALZATE AVENDAÑO - CADAVID URIBE - URIBE ESCOBAR
(Yarumal) - PEDRO NEL
- CARLOS POSADA AMADOR - Quiénes más?
- PEPE MEXIA - MARCELIANO POSADA
GOMEZ
A don Efe todavía no he podido escribir, anda por
Buriticá? Alredor de Carrasquilla, he escrito, fuera de
a la propia persona suya de él, a Ciro y a Pepe.
¿No habrán hecho ninguna diligencia por conseguir
lo solicitado?
Próximamente te irán nuevas necedades. También te
llegarán (y a Ciro) los DIEZ primeros volúmenes de la
SELECCION SAMPER ORTEGA (cómo le habrá ardido
a Samper tener que enviar la colección a la lista que
le pasó Zalamea, y que escogimos Zalamea y yo...)
Hasta pronto, Don Josefo. Cuidados te haces muy
de mi-alma. Afectísimo, León
Apartado 1019
A?
Septiembre 1927
Mi querida amiga: de modo que quieres que nos
escribamos así sin "eso acostumbrado como urgente en
las cartas"? Entonces podríamos avanzar un poco más
y perfeccionar tu deseo: díme que nombre de fantasía
quieres adoptar y a ese nombre te escribiré y tu
escribirás v.g. a Matías Aldecoa - Dirección General
de Caminos. Estadística. No te hace la propuesta?
O lo que tu quieras Suaty mía. No me contestaste mi
pregunta: te choca que te diga que te quiero y más aún
te choca que yo te quiera, plenamente y más allá?
Franqueza, franqueza.
Te reirás magnificamente de mi? Eso de mi pirata...
no crées que te burlas un poquitín? Aunque te burles
con tal que me escribas... y no demores más tus
efigies. Si te he sentido a mi lado. Si te he sentido:
lo triste es que tu no me hayas sentido... Si quisieras
hacerte sentir y sentir tu misma? Esa sería una bella
delicia. Para mi constituye una ventura pensar
siquiera, siquiera soñar e imaginar sentirte a mi vera...
No te vayas a reir ahora una vez más de estas
exquisitas sensaciones mías desdichadamente para mí
cerebrales sólamente! Oh, si fuera de otra guisa!
Cómo sería mi locura! Verme en tus ojos! Aspirar tus
perfumes y constatar la suavidad cálida de tus brazos
de terciopelo. Has notado con cuánta frecuencia te
hablo de aspirar tus cabellos? y oirte? Debe de ser
sabroso, sensual y aéreo el timbre de tu voz. Algo
soberanamente caricioso, que producirá embriagueces
insospechadas.
Casi imposible me ha sido escribirte. Imagínate que
mi trabajo de Estadística es de lo más fatigoso
y agotante que puede haber, de tal manera que salgo
de la oficina bien cansado por eso y porque las fiebres
me han dejado bastante abúlico y aperezado.
En los días pasados anduvo por aquí Zalamea.
Cosas ocurrieron divertidas y amenas. Discusiones
literarias bien agresivas con la gente tonta y chata,
pseudo académica y en todo caso no nada comprensiva
de cosas nuevas o distintas de lo usual, manido
y resobado. Además algunas francachelas y ebriedades
de marca. Y sobre todo tu deseo de que demorara mi
carta hasta la época probable de tu regreso a Bogotá.
Me contarás tus sensaciones campesinas y otras?
Me hablarás de muchas cosas que yo deseo oír de tu
boca (interinamente las
(texto incompleto sin enviar)
A TOMAS CARRASQUILLA
Bogotá, 9 de Marzo de 1936
Sr. Don
TOMAS CARRASQUILLA
MEDELLIN
Mi querido Maestro:
ante todo, luego de repetirte
mi complacencia por la total mejoría de las vistas,
mi agradecimiento muy rendido por el obsequio de
DOMINICALES y HACE TIEMPOS, enjoyados con tan gentiles
autógrafos. En la esperanza de poder enviarte mi
TERCER MAMOTRETO, que debía haber salido en
diciembre pasado, demoré escribirte, y luego en los
meses siguientes... pero el libraco parece que no saldrá
antes de abril. En ésa época te irá, para que rias bien
socarronamente de mis esperpentos.
Habrás de saber, ilustre Tomás, que hánme
encargado de la dirección de las Revistas que ha de
publicar el ministerio de Educación Nacional,
cuyo primer número (de la literaria) sale el 1º de abril:
y que (como es lógico) está dedicado al MAESTRO
CARRASQUILLA (Carlos Malaquita).
Y te pedimos (Jorge Zalamea y yo) los favores
siguientes:
un capítulo inédito de HACE TIEMPOS (tomo tercero
o cuarto); todo lo más inédito, que quieras darnos;
la indicación de lo que quisieras que reprodujeramos
de lo publicado;
el suministro (en préstamo) de fotografías tuyas,
de todas las épocas, para hacer una buena página
o varias, ICONOGRAFICAS del MAESTRO. Muchas
jodencias en una, Don Tomás?
Fuera de lo que benévolamente quieras donarnos,
de adehala: qué tal ciertas notas autobiográficas bien
chuscas, con harto adobo y aliño, magüer (o mejor)
con vergajadas; o muy si señor en pose de seriedad
magistral?
De todos modos (ya yo solo) me quedo esperando,
mi querido maestro; no vas a castigar mi osadía ni mi
impertinencia, con silencio olimpicón, ni con dejar esa
vaina para un día de estos.
Con mi respeto, mi admiración y mi cariño de
TIEMPOS, soy tu afectísmo amigo,
León de Greiff
APARTADO 1019 - BOGOTA
HACE
A ELADIO VELEZ
Bogotá, marzo 18 de 1936
Sr.D.
ELADIO VELEZ
MEDELLIN
Mi querido Maestro Eladio:
necesito que me mandes
YA, por AVION una EXCELENTE reproducción de tu retrato
del Maestro Carrasquilla.
Pero es YA, YA.
Se trata de que yo soy
DIRECTOR DE REVISTAS del Ministerio de Educación
Nacional, y el primer número de la literaria será
homenaje al MAESTRO CARRASCA.
Necesito además que
me envíes colaboración para ella, y las otras.
Perdona
la
exigencia
y la ¨necedad¨.
A tus órdenes, en esta.
Afectísimo amigo,
León de Greiff
Apartado 1019
Bogotá
A EFE GOMEZ
Mi querido Don Efe:
No se trata sino de esto:
he sido nombrado Director de Revistas del M. de E. N. ,
y necesito colaboración de... nosotros los jóvenes.
De modo mi querido Maestro Quico, que va a haber
qué dejar la abulia a un lado y jalarle a la pluma.
Por ahora necesito sólamente una media docena de
cosas inéditas de tu cosecha. Después iremos hablando
más a espacio. El programa es bast (manuscrito inconcluso)
A IGNACIO GÓMEZ JARAMILLO
Bogotá 14 de julio de 1936
Señor Don
IGNACIO GÓMEZ JARAMILLO
Muy querido amigo:
en la misma fecha te hemos
despachado 5 ejemplares de Revista de las Indias Nº 1,
cuyas tendencias conoces y que necesita de tu
colaboración muy asidua y entusiasta. No solamente
la personal, escrita y pintada, sino, además,
la de escritores y artistas de ese país, y luego todavía
otra: el envío de recortes y de material gráfico. Todo lo
citado nos ha de ser de enorme utilidad, así como las
sugestiones que se te ocurran en relación con la
revista.
De modo muy cordial enviamos muchas saludes a tu
señora y al chico. Te anticipamos agradecimiento por
cuanto hagas en beneficio de Revista de Indias.
Amigos afectísimos JORGE ZALAMEA Secretario
del Ministerio de Educación Nacional - LEÓN DE GREIFF
Director de Revistas
A MIGUEL SANTAMARÍA CARO
Bogotá 14 de julio de 1936
Señor Doctor
MIGUEL SANTAMARÍA CARO
Legación de Colombia
LIMA
Distinguido señor y amigo:
En la fecha le hemos
despachado 5 ejemplares del Nº 1 de Revista de las
Indias, publicación que desea llegar a ser un órgano de
la cultura nacional. En la inteligencia de que su
cooperación contribuirá muy eficazmente en el buen
éxito de nuestro empeño, nos permitimos solicitar su
colaboración personal, así como el envío de la de los
escritores de ese país, recortes, material gráfico etc etc.
Las sugestiones que se le ocurran en relación con la
mejora de la Revista, nos serán de grande utilidad.
Le anticipamos nuestro reconocimiento por cuanto
le sea dable hacer en beneficio de Revista de las
Indias, y nos suscribimos sus muy attos y s.s.
y amigos.
Secretario del Ministerio de Educación
Nacional - LEÓN DE GREIFF Director de Revistas
JORGE ZALAMEA
Así mismo a ALBERTO GONZÁLEZ FERNÁNDEZ
- SATURNINO
RESTREPO - ENRIQUE CABALLERO ESCOVAR - GONZALO ARIZA
A JORGE ZALAMEA
Bogotá Abril 28 1943
Mi querido JORGE:
muy agradecidos en casa de mis
padres y en la mia por su participación en nuestra
pena.
Sin duda que he perdido el hábito de escribir y no
sólo poesías o sus sucedáneos sino también las no tan
seviñescas léteras: bien que nunca, ni regular ni peor,
fuí corresponsal notado y si un desidioso perpetrador
de posibles cartas que casi jamás llevé al papel pues
se quedaron en proyecto. ¡Pero como iban a ser
de interesantes!
Estoy por creer que un
(manuscrito inconcluso)
A MANUEL MOSQUERA GARCES
DIRECCION DE EXTENSION CULTURAL Y BELLAS ARTES
Bogotá, Febrero 22 de 1950
Señor Doctor
MANUEL MOSQUERA GARCES
Ministro de Educación Nacional
E.
S.
D.
Desde el 6 de diciembre del año pasado, horas después
de salir de prisión aún inexplicable, ofrecí a Usted mi
renuncia del cargo de Director de Extensión Cultural
y Bellas Artes. Estimó Usted oportuno dejar para más
tarde su consideración. Posteriormente, y teniendo en
cuenta presiones de toda índole enderezadas a mi
salida del Ministerio, le ofrecí nuevamente facilitar al
Señor Ministro la solución de los pequeños problemas
relacionados con apetitos en torno al empleo por mí
desempeñado. Como quiera que el Señor Ministro
nunca háme dicho nada concreto ni definido acerca de
este mínimo problema burocrático, mi actitud ha sido
y sigue siendo de fastidiosa espectativa y muy enojosa
la
espera
de
los
aspirantes
impacientes.
Reiteradamente he ofrecido mi renuncia al Señor
Ministro.
Filosóficamente -yo soy estoico, Doctor Mosquerahe pasado por alto o dejado pasar por bajo reales o
aparentes prescindencias de mi alta o baja persona en
el estudio y planeamiento de las actividades atingentes
al cargo que he venido desempeñando. Le he hablado
de ello. He aludido a lo que dice la prensa de
inactividades en la Extensión Cultural, cuando Usted
sabe que nada se ha iniciado porque el Señor Ministro
no manifestó sus propósitos. Me dijo siempre que
estaba embargado en problemas de Rectores y
Profesores de Colegios oficiales y de distribución de
becas. Que lo de la Extensión Cultural vendría más
tarde. Pero ocurre que en realidad se ha tratado y se
trata de lo de la Extensión Cultural, no sé si a espaldas
o dejando al margen al Director del Departamento, lo
que significa --por lo menos-- que no hay fe en él y si
manifiesta desconfianza. Creo no andar errado en esto.
No se si todo sea vanidad y verduras de las veras o
correveidilescas excursiones de las gentes bajunas,
pero este ambiente ominoso de pasillos y secretarías
y subsecretarías e infradependencias del Ministerio,
ante el silencio reticente de quienes deberían hablar
claro, es asfixiante para temperamentos francos,
erguidos y netos como el mío.
Por estas razones inmediatas, Señor Ministro, y por
otras que me reservo por obvias o para mejor ocasión,
pongo en sus manos mi renuncia del cargo de Director
de Extensión Cultural y Bellas Artes del Ministerio
de Educación Nacional.
Del Señor Ministro, atentamente, LEÓN DE GREIFF
Director del Departamento de Extensión Cultural
y Bellas Artes
A ERNESTO ANGULO PALAU
Bogotá, noviembre 10 de 1953
Señor Coronel
ERNESTO ANGULO PALAU
Secretario General de la ACODA
LA CIUDAD
Apreciado Coronel:
en respuesta a su atenta nota en
que se sirve comunicarme que fuí designado Director
Principal del Campeonto Nacional de Ajedrez,
próximo a iniciarse, en su muy digna compañía, tengo
el sentimiento de verme constreñido a no aceptar la
honrosa designación, por motivos para mí poderosos.
Doy mis rendidos agradecimientos a la Asociación
Colombiana de Ajedrez y me suscribo de la ACODA
y de usted, seguro servidor y amigo. LEÓN DE GREIFF
A GUILLERMO ECHAVARRIA MISAS
Bogota, mayo 13 de 1959
Señor Don
GUILLERMO ECHAVARRIA
Ap. Aéreo 574
Medellín
Muy estimado señor:
He recibido la reproducción
del mapa de Antioquia levantado por don Carlos
Segismundo mi bisabuelo. Le agradezco el envío,
mucho mas de lo que usted puede imaginar, ya que
el ejemplar de la edición original, que poseo, esta casi
destruído.
El observatorio Astronómico Nacional y el Instituto
Geográfico Agustín Codazzi, deseosos de conseguir
sendos ejemplares de él, para sus Mapotecas, desean
saber como sería posible adquirirlos. A sus directores
les mostré el que usted amablemente me remitió.
También esta interesado en el mapa mi hermano Otto.
Lo saluda muy cordialmente y quisiera cumplir
sus órdenes en Suecia --a partir del mes entrante-su atento y seguro servidor,
LEON DE GREIFF
A JONAS PALM
Stockholm, 20 juni 1959
Dear Mr. Palm: Deliberately I have not answer your
letter of 20 april, because --few days after I receive it-the Government offered me the charge of first
Secretary of the Embassy of Colombia in Sweden.
Then I thought that it was better to write you from
Stockholm, or go to see you at Lund, the old city
which I desire to visit by reasons that you will find
justifieds. One of my nephews had made for you an
genealogical sketch who shows the progeny of
Carl Sigismund von Greiff and Lovisa Petronella
Faxe. I am the grand son of Oscar, as you thought.
I have the greatest interest to know, and, as you kindly
offered me, to have with me the diary of C.S. von
Greiff and the letters writen by he and his wife to their
relatives and friends in Lund. I hope that I shall see
you in Lund, if I can, whenever I have fulfiled with
officials compromises, and when I have obtained my
installation in Stockholm. My youngest son, Axel,
is with me in Sweden.
I present you and your family my affectionate
regards, and I have the honour to be your sure servant,
friend and pariente. LEÓN DE GREIFF
Östermalmsgatan, 46 Ö
STOCKHOLM
A MARUJA MÉNDEZ MARIÑO
Septiembre 29 1959
Mi querida MARUJA:
recibí tu carta con suma emoción.
No pensé que recordaras al viejo Bogislao
(no tan viejo...) que tánto te estima y algo más,
Maruja, no obstante la renuencia tuya en cumplir con
lo pactado. El pacto sellado fue con lacre ardiente.
Y el soneto anda por ahí a la mitad de medio hacer:
no bastaba el aperitivo, Maruja. El soneto no era antes,
ni en, sino después del pacto cumplido, sincronizado,
unísono, por entrambas partes pactantes. Los sonetos
de Bogislao están construídos --libremente-- en forma
sonata: un breve Adagio, introducción al Allegro
con brío. Un Andante con motto, molto cantabile.
Un Scherzo vivacisimo, jubilante y un Allegro di
molto, ma con fuocco, con su Coda en que aparece el
tema de la introducción, porque Bogislao combina
--libremente-- la forma sonata con la cíclica y el tema
de la introducción se apersona en los cuatro
movimientos, con variaciones rítmicas y tonales.
Hasta ahora, en el primer cuarteto dél, sólo aparece
el tema del aperitivo, primer tema del primer
movimiento, antesala de la introducción. Muy sabroso
el móvil o tema dado en fechas ya remotas: todavía se
saborean mis labios golosos. Pero nunca quisiste pagar
en efectivo mi querida Maruja, y de ése Poema
(porque no iba a ser un mero soneto) solo quedó
el deseo de que tu hubieras querido que se escribiera,
y Bogislao se quedó con sus sedes y con sus hambres.
Rómpe, si te parece, estas majaderías del viejo
Bogislao --no tan viejo-- y escríbeme. Gozaría mucho
con tus cartas y con otro retrato tuyo distinto del que
conmigo tengo. Pónle como sello a tu firma, en rojo
vivo tus labios allí impresos. Te contaré de las músicas
que oiga: La 4a del otro barbuchas ya se escuchó
dirigida por Hans Schmidt Isserstedt. Qué magnífico
director. Harto le habría gustado a él,
esa interpretación. Después oí a Gérard Souzay
(Schubert - VIAJE DE INVIERNO - Pero que bien!).
No me das tu dirección, te escribo a la tal Sala.
Tu afectísimo LEO
LUIS LEÓN FRANCISCO DE ASÍS (sic) BOGISLAO VON GREIFF
Oestermalmsgatan 46 - O
Karlavägen 115 - 2 - STOCKHOLM
A ALBERTO LLERAS CAMARGO
Quiero hacerte llegar la expresión de mi
agradecimiento por el empleo para el que me ha
designado tu gobierno, en la Suecia de mis átavos.
Sólo él habría podido acordarse de este poeta, huraño
y nunca solicitante, para honrarlo y favorecerlo.
Comprendo que el afecto personal, el recuerdo de una
vieja camaradería y la vinculación por afinidades
de ordenes varios es lo que te ha movido --ante todo-a dispensarme ese cargo que --por lo demás-- entraña
para mí un particularísimo significado sentimental,
y en el que confío ser útil al país, a tu gobierno y ojalá
también a tí. Te reitero mi admiración y mi cariño.
Como sé del cúmulo
de ocupaciones,
preocupaciones y responsabilidades que cargan sobre
tus hombros no he querido quitarte tiempo buscando
la manera de darte las gracias a viva voz.
Manda en toda ocasión a tu amigo de siempre.
(manuscrito sin fechar -de 1959?)
A CARLOS FACIO LINCE
Stockholm, 3 de agosto de 1959
Señor Don
CARLOS FACIO LINCE
Director de Presupuesto y Contabilidad
MINISTERIO DE RELACIONES EXTERIORES
Tengo el gusto de acusar recibo del aviso de la
remisión de un cheque a mi favor, correspondiente
al mes de JULIO de 1959, por un valor de U.S. 562.00.
Me permito poner en conocimiento de usted que
considero que sobra deducir ninguna suma por
concepto de afiliación a la CAJA NACIONAL DE PREVISION.
Yo fuí trasladado al Servicio Diplomático de una
Dependencia Oficial, y entiendo que se me hicieron ya
deducciones que pasan de los $200.00 correspondientes
a mi asignación en ésta.
De usted atentamente.
(borrador manuscrito)
A RIDDARHUSET
Stockholm den 11 mars 1960
RIDDARHUSET
GENEALOGISKA AVDELNINGEN
STOCKHOLM
Undertecknad vore mycket tacksata ott konstnads
förslag för renovering och lagning av vapenskölden
Nr.1547 till hörande Riddarshusets vapensköldsamling.
Jag skulle även vilja erhalla uppgift pa kostnaden för
ett helt nytt vapen. Vad ar den vanligaste material som
används för detta ändamal?
Med utmärkt
Förste Sekreterare
högatning
LEÓN
DE
GREIFF
A ALBERTO AGUIRRE
I
Stockholm, 25 de julio de 1960
Señor Doctor
ALBERTO AGUIRRE
MEDELLÍN
Señor Doctor
Todo no ha sido sino un malentendido pues no quise
mortificarlo. Usted esperaba una carta mía y yo
esperaba --con el ejemplar en avión-- una carta suya.
Nada más ha ocurrido. Y mi carta no es amarga ni seca
--particularmente--: seco yo he sido siempre y la
amargura no la veo por ninguna parte. Pero más tarde
podremos hablar amistosamente cuando le haya
pasado la mala impresión.
Yo creo que si usted me envía por correo corriente
(por avión sería ruinoso), por correo corriente y
recomendado unos 30 ejemplares del libro, podré
atender yo --un poco tarde-- a compromisos ya
adquiridos con entidades y amigos. Ahora hay la
posibilidad de una traducción de versos míos
al alemán hecha por quien tradujo el Gran Burundún.
Y Ilya Ehrenburg también necesita el libro para lo
mismo. Los gastos del envío serán por cuenta de las
regalías a que usted alude. Lo de las erratas será para
que hablemos de ellas más tarde: cuando alguien
que está en ello en Bogotá (por propia iniciativa)
me las remita y yo las complete o rectifique).
Yo nunca he tenido tampoco ánimo de lucro ni con
esta edición ni con ninguna anterior, ni para nada.
Se que usted tampoco pensó en ello y se que lo hizo
por simpatía con mi obra. Y de ello le estoy
agradecido, como es natural.
Espero que modifique su actitud y que me tenga por
quien soy: por su amigo magüer seco LEÓN DE GREIFF
II
Estocolmo, 25 de julio de 1961
Señor Doctor
ALBERTO AGUIRRE
Calle Maracaibo Nº 49-123
MEDELLÍN
Sin sus noticias desde hace más de un año. Mientras
llegan, sírvase hacerme remitir 20 ejemplares de mi
libro. No le acusé recibo de los 30 (no 50 como le dijo
usted a alguien) porque usted no dio respuesta a mi
carta de entonces. No sé si remitió los ejemplares
a Bogotá, a dos personas cuya dirección le dí.
El valor del porte de estos 20 ejemplares, también
con cargo a las REGALÍAS como usted dice (en realidad
DERECHOS DE AUTOR).
Atentamente, LEÓN DE GREIFF
Embajada de Colombia
Östermalmsgatan 46
Estocolmo - Suecia
III
Estocolmo, 3 de abril de 1962
Señor Doctor
ALBERTO AGUIRRE
Apartado aéreo 1395
MEDELLÍN
Recibí los otros 24 ejemplares. Gracias. Hace ya más
de dos años que se publicó el libraco OBRAS COMPLETAS
de L. de G. (Aguirre - Editor) y hasta la fecha no he
recibido ninguna noticia acerca de la cuantía de la
edición, la liquidación de los derechos de autor ni de
su pago. Quisiera saber algo de ello, por manera que
espero carta suya sobre el particular, Doctor Aguirre.
Muy atentamente, LEÓN DE GREIFF
LDG/BME
IV
Estocolmo, 19 de abril de 1962
Señor Don
ALBERTO AGUIRRE
Apartado aéreo 1395
MEDELLÍN
Recibí su carta del 13 de abril.
Mis condiciones son las
mismas convenidas
en nuestra conversación última de entonces: 10% sobre
el valor de la edición al precio de venta al público.
De todo ello se trató entre algunos otros, usted y yo,
con base en el contrato anterior (Federico Ospina).
Ospina no pudo hacer la edición, posteriormente
emprendida por usted aunque se proyectara con
participación de otros caballeros.
Espero su respuesta. Atentamente,
LEÓN DE GREIFF
A GERMAN ARCINIEGAS
Stockholm, 8 de Marzo de 1961
Mi querido Germán: Parece que el sólido silencio
fuera irrompible, pero no hay tal: sólo que como yo soy
el solitario arrepentido de haberlo roto tántas veces
para decir y escribir moxinifadas, resulto ahora ser
algo demorado para y vacilo antes de romperlo.
Me agradó mucho recibir letras tuyas así como
la traducción de Folgore y las noticias en torno
a su recitación. El éxito no sería tánto del relato
como de la artista. Mil gracias de todas maneras
mi querido Germán.
No has vuelto a urdir Harmonías Esfumadas?
Le daré tus recuerdos a los pinguinos si voy
a saludarlos.
Cordial saludo para tu familia, y un abrazo del
Hosco, del Arbitrario ex-poeta Leo
(borrador manuscrito)
A GUILLERMO ABADÍA MORALES
Mientras le escribo más de veras, ilustre portalira
y bambuquero aquí van las Soledades.
Afectísimo amigo LEO
STOCKHOLM, XI-25 1961
Al Señor
GUILLERMO ABADÍA
(dedicatoria en el libro SOLEDADES DE SEIS POETAS SUECOS
/ traducción de Matica Goulard)
A JOSE ANTONIO MONTALVO
I
Estocolmo, 12 de noviembre de 1962
Señor Doctor
JOSE ANTONIO MONTALVO
Ministro de Relaciones Exteriores
BOGOTÁ
Estimado Señor Ministro:
Estoy vivamente agradecido,
del Señor Presidente y de Usted, por los términos de su
cablegrama del 10 de los corrientes, recibido hoy.
Mi renuncia, en agosto, hubo de ser tácita, apenas,
porque consideré que era mi deber permanecer al
frente de la Embajada en vista del retiro del titular,
Doctor Mora Londoño, no obstante mi impreparación
y mi ninguna afición a la diplomacia. Ahora
la presento de hecho, y a partir del 1 de enero de 1963,
de acuerdo con los deseos del Señor Presidente
y de Usted.
Le ruego, en consecuencia, dictar las órdenes
pertinentes enderezadas a que me sean enviadas,
oportunamente, las sumas que me corresponden
con motivo de mi retiro y viaje de regreso.
Aprovecho esta oportunidad para suscribirme
como su muy atento servidor y amigo,
LEÓN DE GREIFF
Encargado de Negocios a.i.
II
Estocolmo, 24 de junio de 1963
Señor Doctor
JOSE ANTONIO MONTALVO
Ministro de Relaciones Exteriores
BOGOTÁ
Señor Ministro:
Nuevamente preséntole renuncia del
cargo de Primer Secretario (Encargado de Asuntos
Consulares) de la Embajada de Colombia en Suecia.
Desde enero estoy esperando ser reemplazado,
como usted ha de recordarlo.
Ahora que, con la llegada de la Señora Consejero,
ceso de ser Encargado de Negocios ad interim,
insisto en que se solucione mi pequeño problema
personal. Tengo derecho, otrosí, a las vacaciones
correspondientes al año comprendido entre
el 16 de junio de 1962 y el 15 de junio de 1963.
Me subscribo del Señor Ministro como su atento
servidor y amigo,
LEÓN DE GREIFF
Primer Secretario
Encargado de AsuntosConsulares
A LEONOR URIBE DE VILLEGAS
Estocolmo, 6 de mayo de 1963
Señora Doña
LEONOR URIBE DE VILLEGAS
Avenida 2ª Oeste Nº 6-74
CALI
Distinguida Señora: Muy agradecido por haberme
comunicado el nombramiento que se le ha hecho,
del cual yo ya tenía conocimiento oficial, y que me
complace.
En realidad desde hace muchos años soy amigo
de Rómulo, a quien no volví a ver, Alfonso y Jaime
Duque, si bien no me encuentro con frecuencia sino
con el menor de ellos. Claro que esta amistad se
prolongaría a través de sus sobrinos si yo no estuviera
casi a punto de salir de Suecia. Espero desde el 1º
de enero mi reemplazo, de manera que no sé si a fines
de junio, cuando usted y su familia lleguen, estaré aún
por acá. Le retorno su saludo.
Atentamente, LEÓN DE GREIFF
A MARIO DE LA CUEVA
LEÓN DE GREIFF
Apartado Aéreo 14790 - Bogotá, Colombia
Agosto 13, 1965
Doctor
MARIO DE LA CUEVA
Coordinador de Humanidades
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE MÉXICO
MÉXICO, D.F.
Muy distinguido amigo:
Es muy grato para mí referirme
a su atenta carta del 15 de julio, y a la vez presentarle
mis excusas por la demora en responderla,
pues cuando ésta llegó, me encontraba fuera del país.
De acuerdo con su sugerencia, visité varias casas
impresoras de discos. Parece que la firma
IMPORTACIONES DARO tiene el equipo que se ajusta a las
especificaciones dadas por ustedes y, en consecuencia,
me permito enviarle adjunto a la presente, la propuesta
presentada por esta firma.
En caso de que usted lo considere necesario, puedo
conseguir algunas otras ofertas para que el asunto
quede arreglado en la mejor forma posible.
Tuve el agrado de recibir una visita del señor
Embajador de México, a quien prometí tener al
corriente de las gestiones que se hicieran con relación
a este asunto y le estoy enviando copia de la presente,
así como una propuesta de Importaciones Daro,
igual a la que incluyo para usted.
Nuevamente le quiero expresar mis sinceros
agradecimientos por su cordial atención y una vez más
le deseo muchos éxitos en todas sus gestiones.
Afectísimo amigo,
LEÓN DE GREIFF
A JORGE E BAQUERO RIVERA
CÉSAR OSPINA BURITICA
Diciembre 30 1969
Sres Doctores
JORGE E BAQUERO RIVERA
CÉSAR OSPINA BURITICA
Calle 41 Nº 23-23
CALARCÁ
Amigos míos:
héme demorado en contestar a ustedes
porque espero poder enviarles libros míos. Pero ocurre
que uno impreso en Marzo de este año y que pensé
recibir en esta quincena no lo tendré conmigo antes del
20 de Enero pues el Ministerio de Educación está en
vacaciones. Sólo después del 8 de enero podré firmar
un contrato (cosas del paz y salvo) para recibir
el precio del libraco y unos ejemplares.
Hacia Abril saldrá reimpreso el libraco OBRAS (NO)
COMPLETAS mías, corregido y aumentado. Espero que
ustedes me escriban y me digan a quienes he de remitir
los ejemplares de los dos libracos, tan pronto como
los tenga conmigo. He recibido y aceptado el envío de
ustedes y los otros amigos con la seguridad de reciban
y acepten mis obrejas autografiadas para cada uno
de los generosos amigos calarqueños.
Alguien que estuvo acá ya les daría noticias de mis
propósitos. Agradecido amigo
(borrador manuscrito)
A JENNIFER SKIDMORE
Bogotá May 16th 1970
Miss Jennifer Skidmore
Editorial Department
21 John Street
London WC1
Dear Miss Skidmore:
I acknowledge receipt of your
kind letter dated february 2nd (which I received while
traveling abroad), asking for my permission to include
El relato de Sergio Stepansky in the anthology
of Latin American verse, to be edited by Mr. Enrique
Caracciolo.
It is a real pleasure for me to grant such permission
and I thank you very much for having chosen
this poem to be published.
You are authorized to fix the fee for this
publication.
Yours sincerely,
LEÓN DE GREIFF
A JOSE GONZALEZ T.
Sr. JOSÉ GONZALEZ T.
Industria Licorera de Caldas - Apartado aéreo 98
MANIZALES
Muy agradecido de ustedes
por el generoso
obsequio que recibí oportunamente. La demora
en escribirles débese a que busqué alguna dirección
aquí en Bogotá. Cosa que no logré.
Daré cuenta con mis amigos báquicos del excelente
Ron Viejo de Caldas.
Cordial amigo
(borrador manuscrito)
A JOSE LÓPEZ BERMUDEZ
Bogotá 23 de Noviembre 1970
JOSE LÓPEZ BERMUDEZ
Comunidad Latinoamericana Escritores
MEXICO D.F. - MEXICO
Agradecido acepto. Atento saludo señor Presidente
Electo. Cordialmente
LEÓN DE GREIFF
A IRENE JARA DE SOLORZANO
Bogotá, D.E., 24 de Noviembre de 1970
Señora
IRENE JARA DE SOLORZANO
Vice-Ministra de Educación
E.
S.
D.
Apreciada doña IRENE:
Con el fin de que usted tenga
la amabilidad de ordenar a quien corresponda los
trámites pertinentes para la exención del impuesto de
salida, me permito transcribirle el siguiente marconi:
POR ENCARGO NUESTRO AMIGO LICENCIADO LUIS ECHEVERRIA
PRESIDENTE ELECTO MEXICO PERMITOME INVITARLO ACTO
TOMA POSESION punto SU ATENCION PERSONAL FUE CONFIADA
COMUNIDAD LATINOAMERICANA ESCRITORES punto RUEGOLE
CONFIRMARME ESTA VIA POSIBILIDAD SU ASISTENCIA FIN
ENVIARLE INVITACION Y PASAJE CORDIALMENTE JOSE LÓPEZ
BERMUDEZ.
Agradezco a usted la atención que se digne prestar
a
la
presente,
aprovecho
la
oportunidad
para informarle que pienso viajar el próximo domingo
29 de Noviembre.
Cordialmente.
LEÓN DE GREIFF
A ALBERTO F. CAÑAS
Bogotá, Diciembre 31 de 1971
Sr.
ALBERTO F. CAÑAS
Ministro de Cultura, Juventud y Deportes
SAN JOSÉ - COSTA RICA
Distinguido Señor Ministro:
De acuerdo con el señor
Embajador de Costa Rica y con el señor Vice-Ministro
de Transportes, he demorado mi respuesta a su
generosa invitación a visitar su bella patria cara a mis
sentimientos por razones obvias y ya añejas y no solo
desde que estuve breves horas en San José (1945:
aeropuerto) desde donde hablé por teléfono con
el ilustre Joaquín García Monge --amigo mío
por correspondencia--.
Claro que acepto la invitación y --de acuerdo
con los amigos Salazar Navarrete y Soto Borbón-creo que será para mediados de marzo, ya reiniciadas
las actividades universitarias.
Reciba usted, señor Ministro, el atento y cordial
saludo de su agradecido servidor y amigo
LEÓN DE GREIFF
A LEOPOLDO ZEA
Bogotá, Diciembre 31 de 1971
Sr.Profesor
LEOPOLDO ZEA
Director de Difusión Cultural
Ciudad Universitaria - México D.F.
REPÚBLICA DE MÉJICO
Querido amigo:
Claro que acepto la invitación
que usted me hace para asistir a la 2ª Conferencia
Latinoamericana de Difusión Cultural y Extensión
Universitaria en México entre el 20 y 26 de febrero
próximos.
Y la acepto muy agradecido y agradado; como
que amo profundamente a Méjico, desde antes
de conocerlo en 1945: de conocerlo cara a cara.
Sobra decirle nada más querido amigo don Leopoldo.
Y en espera de verlo pronto me subscribo como
su servidor y amigo
LEÓN DE GREIFF
A RODRIGO URIBE ECHAVARRIA
Medellín, octubre 22 de 1973
Señor Doctor
RODRIGO URIBE ECHAVARRIA
Presidente de COLTEJER
E.
S.
D.
Apreciado doctor URIBE ECHAVARRÍA:
Con relación a su
atenta y generosa carta del 8 de octubre de 1973,
quiero expresarle mi reconocimiento por los términos
tan obligantes para mí, con que usted aprecia
el sentido de mi obra.
Si algo caracteriza mi vida literaria es el hecho
de que nunca he renegado de mis tierras:
la antioqueña, la sueca y la alemana. Antioqueños
y suecos y alemanes fueron mis abuelos. Antioqueño,
por tanto, soy yo, como lo son también mis hijos.
Lo que más agradezco de este homenaje, es el acto
en sí y la profundidad de su significado,
porque implica que la tarea creadora ha sido entendida
y valorada por mis paisanos; los cuales, por otra parte,
están donde quiera en mi poesía, bien con referencia
a personas, a situaciones o a lugares que fueron
y son gratos a mi espíritu.
El aspecto económico es secundario para mí.
Lo importante es, le repito doctor Echavarría,
la valoración de mi tarea creadora, cumplida como
usted lo sabe, lejos de capillas de toda índole, en el
silencio de mi inspiración personal. El hecho de que la
empresa industrial COLTEJER haga reconocimento
a un poeta, es muy significativo. Valga su ejemplo.
Reciba por todo ello los sinceros agradecimientos
de su amigo, LEÓN DE GREIFF
A BELISARIO BETANCUR
Bogotá, julio 16, 1975
Señor Doctor
BELISARIO BETANCUR
Presidente de la Asociación Nacional
de Instituciones Financieras, ANIF
LA CIUDAD
Señor Presidente de ANIF:
Si Usted no me lo aclara,
caigo en el error de imaginarme que el acto que me
ofrece ofrecerme el día 17, tendría como causa
mi fugaz tarea de contador de banco; y no habría
aceptado, porque se me pone que me habría aburrido,
ahora tanto como en 1915.
Pero a ver a mis amigos congregados por Usted,
sí que iré!, aunque yo no haya hecho nada distinto
que levantarme durante no sé cuántas mañanas para
dar motivo a que al cabo de ochenta años de hacerlo
se me festeje por eso. Una fiesta a esa causa se me
antoja emocionante. Les agradezco a ANIF, a sus
afiliados y a Usted, los términos de su mensaje
y las exageraciones que en él me dicen.
Le envía un estrecho abrazo, su amigo
LEÓN DE GREIFF
A?
Yo soy harto zurdo para expresar mi gratitud por su
benévolo cuanto buído artículo en torno de mi libraco
de variaciones. Pero si sabía de (tachado) zahorí su
inteligencia y de sutil su sensibilidad como para estar
convencido de lo orgulloso que me sentiré (sabiéndome
leído por Ud --tachado--) sabiendo que mis truculencias
poemáticas anduvieron en sus manos y se enaltecieron
ante sus ojos.
Dígnese aceptarme --que así lo he sido desde
antaño-- como su desconocido admirador y amigo
respetuoso
LEÓN DE GREIFF
(borrador de una carta probablemente dirigida a Baldomero Sanín
Cano)
En EL CORREO EN COLOMBIA – Tomo II
Publicación de la Revista SEMANA – 2013
Aparece la siguiente carta:
“Bogotá, junio de 1922
Señor secretario de la Academia Colombiana de la
Lengua
Habiendo emprendido este grupo la grata labor de
limpiar el agro intelectual de amorreos, cananeos y
filisteos, sabiendo, por referencias, que ese cuerpo
conserva los más célebres fósiles, agradeceríamos a
usted nos enviara una lista de tan ‘ilustres
desconocidos’. Tiene esta solicitud el objeto de
conocer los nombres de los individuos que componen
ese asilo de inválidos mentales, muchos de los cuales
serán empalados y estrangulados sin misericordia.
Tenemos noticia de que todos estos señores, ancianos
austeros pero miopes, cuya labor literaria ignora el
país, son académicos tan solo por su edad bíblica. Ya
lo había dicho Anatole France, en una célebre isla se
mata a los ancianos, nosotros los hacemos académicos.
De usted respetuosamente,
León de Greiff – Ricardo Rendón
Los Arquilóquidas”
ALGUNAS CARTAS ENVIADAS POR LEÓN DE GREIFF
(según anotación en una libreta)
a CLEMENTE MANUEL ZAVALA - Barranquilla 16 V - 20 X de 1928
a RICARDO HINESTROSA DAZA - Bogotá 12 III 1928
a ADOLFO MARTÁ - Barranquilla 28 II- 23 VIII – XII 1928
a JOSÉ ALEJANDRO NAVAS - Bogotá 26 III 1926 - 1º VIII -14 X- 13
/ XI 1927 - 12 III - 16 IV – 24 V - 9 VIII - 7 IX - 8 X 1928 - 20 I 1929
a JOSÉ RESTREPO JARAMILLO - Madrid 20 III - 20 X 1928
/ 31 I - 24 V- 6 VII 1929
a JESÚS ANTONIO URIBE PRADA - Bogotá 8 X 1928 - X 1929
a ANA VILLAMIZAR 13 XI 1927 - 8 VI 1928
a SOFÍA VILLAMIZAR 28 II - 22 IX de 1928
a GERMÁN ARCINIEGAS - Bogotá 7 IX- XII 1928
a RAFAEL MAYA Bogotá 12 III 1926 - 15 I 1927 - 7 IX 1928 -14 III 1929
a OTTO DE GREIFF - 17 IX - 22 X - 2 XI – 10 XII 1928 - 1 - 20 - 31 I –
/ 1 II - 7 III – 2 - 4 – 24 IV - 14 V 1929
a OLAF DE GREIFF - 17 IX 1928
a ROBERT DE RIBÓN - Paris 2 XI 1928 - 31 I 1929
a GREGORIO CASTAÑEDA ARAGÓN - 3 XI 1928 – 20 I 1929
a LUIS ALZATE NOREÑA 20 X 1929
VARIA
I
El hábito de leer lleva en su sér íntimo --junto al sumo
deleite-- un sedimento de cansancio, y el dolor
que está en todo. Habremos leído todos los libros.
Al menos J'ai lu tous les livres. Todos, porque con lo
que de verdad hayamos leído nos formamos una idea
de los demás, y, porque esos --pocos o muchos-son la síntesis básica del total, así como estos,
como los que aún no se han escrito.
La misión primordial del libro (dado que tenga
alguna) debe de consistir, no propiamente en significar
lo que dice, sino en sugerir, sin trabas ni límites,
al capricho del que lée y a la medida de su cualidad
imaginativa y de su espíritu fantástico o reposado
o lento.
El libro es un estimulante, un aperitivo para soñar,
sentir, para pensar, glosar y discurrir. Es un inyector
de curiosidad; de curiosidad-conocimiento. Y, con lo
que hayamos leído, cuánto no hemos hecho vibrar
en nosotros, cuántas cuerdas dormidas! e, in-mente,
hemos escrito multitud de jugosos volúmenes.
El amigo Xopen (Johan von Xopen) decía en alguna
ocasión que de los libros no se saca sino desconsuelo.
Mi buen amigo pasaba en ese tiempo una lamentable
crujía de pesimismo y tanatismo cuasi definitiva.
Nosotros le decíamos (sabios y perogrullescos) que
el desconsuelo no era derivado del libro sino del
momento, del ánimo del momento, del momento de
ánimo, del medio etc., como es de uso en caso
semejante. Luego hemos pensado y rumiado
lentamente y por épocas, muchas tonterías a ese
respecto...
Una vez dijimos así:
Leyendo la vida maravillosa del de Asís, el espíritu más impío,
más refractario a la ilusa filosofía que el hermano Francisco
practicó, no puede menos de sentir por él un suave cariño,
la simpatía que se riega ledamente por las almas, y puede ser que se
llegue a llamar hermano --no solamente a las cosas y seres pseudoirracionales o pseudo-insensitivas, cosa asaz perdonable-- sino al
hombre. Al hombre el extraño mote de hermano!, palabra sin
sentido, sin significado viable y lógico en ningún idioma o dialecto...
acaso únicamente en el argot convencional... Y del mismo modo que
ese espíritu, escéptico, razonador en frío, se hermana con el Santo
de Asís, así el desconsolado presume de felice, radiante, gozoso,
gayo... cuando lée la gesta optimista de algún temperamento
entusiástico; el conforme se transfigura en un rebelde digno del
anatema, si cata las oraciones de un apóstol de la nueva profecía;
el ventrudo y romo burgués pálpase y siéntese ascético
interesantísimo...; el poeta bohemio que nunca nada poseyó,
de buenas a primeras le dá por creerse capitalista, nuevo rico,
o, cuando menos, por encontrar en sí relevantes y ocultas cualidades
de hacendista admirable... todo por influjo de lecturas hechas
a mala hora...como diría el higienista, o a mala hora al sentir
de un temeroso del Señor.
Es la lectura fuente vigorizante para el pensar
aletargado. Jamás la hemos considerado de otra
manera --en sentido didáctico-- y casi ni de esa
manera, porque la lectura, como todo lo bello, ha de
ser inútil, sin uso, sin función pesada y fastidiosa.
Menos aún vemos ni vimos en ella una causa
permanente capaz de trocar nuestros sueños,
nuestras ilusiones, nuestros ritos o nuestra aceda
negación creadora, base de la entelequia.
II 1915
II
Pocos días ha, tuvo lugar el cabo de año de la muerte
de nuestro hermano Gabriel Uribe Márquez.
Estuvieron siempre sus ideales artísticos de acuerdo
con los nuestros. Luchamos siempre por la misma
manera literaria.
Hoy al dar a la luz el número primero de Panida,
antes que otra cosa queremos recordar la memoria
del hermano, que, de no ser ya de los que habitan
la ciudad del reposo, sería uno de los redactores
de la Revista, de seguro el mejor de todos.
Y no se extrañe que no tengamos para él
las consabidas fórmulas necrológicas, fórmulas que de
ninguna manera pueden estar acordes con el carácter
y el modo de pensar del que tuvo siempre por norma
de vida romper los viejos moldes..
PANIDA Nº 1, Medellín 15 II 1915 (nota sin firmar)
III
Por la calle, un payaso enharinado, montado en unos
zancos descomunales, anunciaba la función:
Esta noche, Señore, Gran Circo Tatalí. No faltar.
El niño de goma, como también la mosca humana.
Coplas que harán reír al público más serio.
No faltar señore.
Fui. Ante mis ojos, alucinados por los reflejos
múltiples de los bombillos, el espectáculo pasó como
una pesadilla. Oh, el niño de goma, que hace pensar
en el cuerpo sin huesos; y la pobre niña frágil,
tierna como un tallo, haciendo contorsionar su talle
flaco y miserable; y el milagro de las ruedas;
y las mil manos ocultas del malabarista prodigioso;
y los payasos, con su gran boca roja, y las posturas
inverosímiles de sus pies; y el funámbulo grueso
y robusto que produce el escalofrío del terror cuando
pasa de un trapecio a otro como un mono que fuera un
hombre; y las ojeras espectrales de la niña del uniciclo;
y la curva pura, matemática, de la hembra que expone
la maravilla de su cuerpo, sin aparatos ni
combinaciones, ante la mirada frívola de las damas
elegantes... Todo: hasta el furioso redoble
de los timbales mexicanos, y el discorde sonar de los
clarinetes que rompe la harmonía clara de la luz
y borra en el semblante el rictus que dejó la sonrisa
producida por el último chiste del payaso de la cara
blanca y de la boca roja como una herida, desfila aún
por mi cerebro, y resuena en mis oídos, y hace plegar
mi boca en una sonrisa más melancólica que alegre...
Mañana, dónde estará la niña frágil como un tallo...?
PANIDA Nº 1, Medellín 15 II 1915 (nota sin firmar)
IV
Francis Jammes. - Poeta francés contemporáneo,
cantor de lo pequeño y de lo humilde. Escribe Jean de
Gourmont hablando de Jammes: Cuando el
simbolismo agotaba todas las fantásticas bellezas
verbales, la poesía de Jammes se apareció como una
muchacha desnuda en el rocío de una mañana
verdadera. Una vez más, un poeta descubría la
naturaleza, la desnudaba, la contemplaba, la poseía,
como a una mujer viva, de cuya sonrisa y de cuyo
perfume se hubiera enamorado.
Ha publicado: Clara d'Ellebeuse, Almaida
d'Etremont y Manzana de Anís, encantadoras novelas;
sus obras poéticas: Pensées des jardins, Clairières
dans le ciel, le Triomphe de la Vie, y otras, todas ellas
de crecido mérito poético y filosófico.
PANIDA Nº 2, Medellín (nota sin firmar)
V
Omar Khayyam nació en Nischapour de Khorassan,
en Persia, cuando mediaba el Siglo XI. Empleó su vida
en logar conocimiento en toda cosa, especialmente en
Astronomía. Fue uno de los ocho sabios encargados
de reformar el calendario y autor de unas tablas
astronómicas. Esto, su Poema Los Rubayata y algunas
poesías sueltas, es lo único que de él se conoce.
Los Rubayata, su obra principal, es el más bello
poema que exalta la bondad de las doctrinas que
enseñara Epicuro y que Lucrecio hizo eternas en su
obra monumental. Es imposible hallar en tan pocas
palabras un tal cúmulo de belleza y de sabiduría.
Esa filosofía encantadora que nos enseña a amar y que
dignifica la vida no pudo tener cantor más excelente.
PANIDA Nº 2, Medellín 28 II 1915 (nota sin firmar)
VI
El jardín de Berenice. - En nuestra América apenas
comienza a conocerse la obra de Maurice Barrés.
El Jardín de Berenice es una elegía que escribió
Barrés en el sumun de su estilo laberíntico.
Es una novela elegíaca llena de misterios, de luces
y de sombras; una novela llorada con lágrimas
filosóficas, cruel a las veces, delicada y sutil.
En ella es la frase cortada y metálica la que nos da
el alma del libro --huelgan las complicaciones--.
Es una corona de rosas negras que Barrés ciñe
a la frente de Cosquillejas.
Barrés quiere a España, adora a Theotocopuli,
y siente un profundo interés por el alma de Zuloaga.
Alberto Insúa cita de El misterio de Toledo,
la siguiente frase que sintetiza el estilo de Barrés:
Por tres veces he escuchado la canción de España.
Y Barrés ha visitado a España por tres veces..
¿Comprendéis?
PANIDA Nº 2, Medellín 28 II 1915 (nota sin firmar)
VII
Antonio J. Cano. - Nos falta espacio para decir todo lo
que quisiéramos sobre el poeta que hoy nos honra con
su colaboración. Conocido es de nuestros lectores
y bien querido de todos los que le conocen;
de sus versos --alma nueva y rima nueva en nuevos
moldes-- se desprende una corriente de sentimiento
y de simpatía que va directamente del papel al cerebro
y al corazón del que lee. Mostrarán la verdad de lo que
decimos sus maravillosas Rimas Moriscas, Sendero de
llanto y Hablaron nuestras manos, poesías cinceladas
en nervio poético verdadero, y Amor de Caridad,
en que dialogan ingenuamente Filomela y el Ruiseñor
celeste de la Umbría. Sus versiones poéticas están
a la altura de las mejores españolas y americanas.
PANIDA Nº 3, Medellín 15 III 1915 (nota sin firmar)
VIII
Oscar Wilde. Poeta inglés --El esteta por excelencia--.
Fue su vida misteriosa. Penado de la cárcel de
Reading, por un delito que el mundo no ignora; allí
escribió el célebre poema De Profundis a un
compañero de prisión, C33; por esta cifra se le conoce
mas que por su nombre. Se dice que murió; no se
asegura.
Triunfó su obra, cuando ya su nombre se había
borrado de la mente del público. El éxito ruidoso
de Salomé todavía resuena en los teatros de Europa
y América. --Salomé es su triunfo más sonoro--.
Max Nordau se rió de su estética, la tachó de postiza,
quiso desgarrarla con su zarpa de oso viejo; le llamó
simulador. Los poemas de Wilde son profundos
y proféticos; su doctrina perdurará en el alma de las
nuevas generaciones literarias.
Escribió: Salomé, El retrato de Dorian Gray,
bellísima novela, La Casa del Juicio y otros poemas
semejantes. La Balada de la Cárcel de Reading, etc.
Desde hace algunos años se dice que Inglaterra
levantará un monumento a su memoria.
PANIDA Nº 3, Medellín 15 III 1915 (nota sin firmar)
IX
Abel Farina. - De los poetas malditos. Espíritu
atormentado, asaz independiente, de una bella
independencia.
Acaso el más profundo, el más original de nuestros
poetas; de seguro el primero, si se atiende tanto
a la intensidad de los sentimientos, al acertado empleo
de las palabras, a la música (delicada, sutil o potente,
según el asunto que trate) que tienen todas sus
poesías...
Pero lo que lo hace más interesante, al menos para
nosotros, es el gesto y la manera de obrar de raro
que tanto nos fascina.
Más que sus preseas de artífice magnífico,
mucho más, valen su rebeldía de incomprendido
y la obscuridad que (para los más) hay en la mayor
y acaso mejor parte de su obra; obscuridad
encantadora que lo libra de ser un poeta popular.
Y por sobre todo, para que más completamente
lo admiremos, tiene ese extraño no sé qué atrayente:
lo mismo que nos mueve a reverenciar a Poe,
a Baudelaire, a Rimbaud: los poetas malditos.
Entre lo que lleva publicado, recordamos ahora:
Páginas Locas, Crisálidas, Modernas, Flautas de Pan,
y muy valiosas versiones, artículos y conferencias,
reveladoras todas ellas de su extraña y personal
bizarría.
PANIDA Nº 3, Medellín 15 III 1915 (nota sin firmar)
X
Miguel Zuláibar dió en la manía de hacer versos
--malhadado vicio que tántas carreras tronchas,
vicio nefando!--. Felizmente en mi no has encontrado
morada propicia a tu desenvolvimiento! Mi alma
ha estado siempre muy lejos de todas esas cosas que se
cuentan en verso..., todas esas deliciosas trivialidades,
todas dulces cántigas de amor.
Si alguna vez he dejado que se produzca mi alma de
poeta (que si la tengo), ha sido en formas antipoéticas,
por decir así; pues no he cantado, propiamente,
sino que, sereno, he disertado, como si estuviese en las
avenidas de Atenas; sobre las causas finales, sobre la
amargura de vivir y también acerca de otros motivos;
como si pasease por las avenidas de Atenas con uno
de esos grandes filósofos antiguos, tan amables por si
mismos, y más que por ellos por ese ambiente
luminoso y generoso de la Grecia en que tuvieron
la suerte de vivir...
Mis poemas, sin la emoción usual, sin
apasionamientos, son las oraciones de mi culto a lo
exótico y antinatural; son serenas fablas de mi modo
de apreciar la vida, extraña manera de ver sin amar
o aborrecer; de decir bellas o toscas frases que no nos
inspira el entusiasmo sino la visión de la Belleza,
de la Belleza inánime, marmórea, con los brazos
truncos y la mirada vacía y los labios sin sangre...
Miguel Zuláibar dió en la manía de hacer versos...
Eran estos animados por las ternuras que yo
abomino; radiantes de sentimiento, de verdad.
Laudatorios, en su mayor parte, de la Dulcinea, de su
Julieta de diez y seis años, de aquella que será,
después, la esposa prolífica del médico, del alcalde
o de cualquiera otra dignidad del municipio...
Decían mucha hermosura sus versos; se hacían
amables por su ingenuidad y por la ingenuidad del
autor, pero nunca pude admirarlos: lo que brota
naturalmente de nosotros no tiene gran mérito;
decir lo que se siente no es un trabajo de poeta...
y sin embargo cuanto fué mi cariño para Zuláibar!
Por lo demás Zuláibar es un buen muchacho.
Amigo del jugo sabio y de la música quejumbrosa
que se toca en nuestros instrumentos; amante
de francachelas y juergas; buen vividor de la vida
tal como es... En esos días, cuando yo era un buen
cristiano llegué a ser íntimo suyo...; bajaba de la altura
impasible donde yo vivía la vida racional, hasta
el tumulto de la vida de todos, de todos aquellos
a quienes no inquieta la causa, el porqué de las cosas.
Noches alegres hubo en que olvidé mi sistema
filosófico; ebrio de vino y del ambiente de esos
tabucos, busqué en la mentira de la mujer el goce
vano, animal, sin gracia ninguna...
Y dió Zuláibar en hacer versos... Era muy joven;
veinte años jugosos como una fruta del trópico,
talvez por eso yo hijo enteco de una raza sin anhelos,
--todo alma, todo razón, todo misticismo filosófico-fuí más amigo de Zuláibar. Gozaba al ver
su constitución robusta nadar en ese mar que no
se hizo para mí...
1915
Hay otro manuscrito --quizás anterior-- y con ligeras variantes:
XI
Toto Perales dió en la manía de hacer versos.
Malhadado vicio que tántas carreras troncha, vicio
nefando: felizmente en mi no has hallado morada
propicia para tu desenvolvimiento. Mi alma ha
estado siempre muy lejos de todas esas cosas que se
dicen en versos; todas esas deliciosas banalidades;
todas esas dulces cántigas amorosas. Si alguna vez
he dejado que se produzca mi alma de poeta,
que sí la tengo, ha sido en poemas anti-poéticos,
por así decir y que no he cantado sino serenamente,
como disertan en las avenidas de Atenas,
sobre el yo, sobre las causas finales, o sobre
la amargura de vivir, algunos de aquellos grandes
filósofos antiguos, tan amables por si mismos,
y más que por ellos por ese ambiente generoso
de la Grecia en que tuvieron la suerte de vivir...
Mis poemas, sin emoción ni apasionamientos,
son las oraciones de mi culto a lo exótico y antinatural; son serenas fablas de mi modo de apreciar
la vida, extraña manera de ver sin amar, de decir
bellas frases que no nos inspira la pasión sino
la visión de la Belleza, de la Belleza inánime,
marmórea, con los brazos truncos y la mirada
vacía, y los labios sin sangre...
Toto Perales dió en la manía de hacer versos...
Eran estos bañados en las ternuras que yo
abomino; radiantes de sentimiento, de verdad;
laudatorios en su mayor parte de la Dulcinea, de su
Julieta de 16 años, de aquella que será después la
esposa prolífica del médico, el alcalde, o cualquiera
otra dignidad del pueblo. Desbordaban belleza sus
versos; se hacían amables por su ingenuidad y por
la ingenuidad del autor, pero nunca pude
admirarlos: lo que brota naturalmente de nosotros
no tiene ningún mérito; decir lo que se siente no es
un trabajo de poeta y sin embargo cuanto fué mi
cariño para Perales. Por lo demás Perales era un
buen muchacho. Amigo del jugo sabio, y de la
música llorosa que se toca en nuestros instrumentos
y amante de francachelas y juergas; buen vividor
de la vida tal como és... En mis días, en que yo era
un buen cristiano llegué a ser íntimo suyo; bajaba
de la altura serena donde ya vivía la vida racional,
hasta el tumulto de la vida de todos, de todos
aquellos a quienes no inquieta la causa, el porqué
de la vida... Noches alegres hubo en que olvidé
mi sistema filosófico; ebrio de vino y del ambiente
de esa atmósfera busqué en la mentira de la mujer
el goce vano, animal, sin gracia ninguna.
Y dió Perales en hacer versos... Era muy joven;
20 años jugosos como una fruta del trópico;
talvez por eso yo, hijo enteco de una raza
sin deseos, todo alma, todo sabiduría, todo razón,
fuí más que amigo de Perales...: gozaba en ver esa
constitución robusta nadar en un mar que no era
hecho para mí...
XII
Mis bondadosos amigos Ferdinandus, Jova, Teo
y Fortunato son los camaradas del apostolado
de la vagancia. Lo son también Moreto, y Cornelio
el eglógico. Hay otros adeptos a nuestra cofradía
--se ve que somos una muy respetable congregación--.
Y bien. Ferdinandus dijo alguna vez sus sabias
Meditaciones acerca de la eximia profesión de la
vagancia; en bodegones, cafetuchos y aún al aire libre
los otros hemos levantado tribuna en pro de esas puras
doctrinas.
Ahora yo, Matías, estoy muy lejos de mis colegas,
en tierra extraña, y tengo de hacer fructificar la buena
nueva.
Antes de todo voy a hacer una introducción de los
fundadores del amable sistema. Fundadores, sí,
porque en verdad que somos los primeros vagos
científicos y conscientes --pues que hemos llegado
al convencimiento de la excelsitud de nuestro credo,
después de luengos análisis, y no antes de verificar
enrevesadas fórmulas matemáticas que conducían
a demostrar la excelencia, la soberana excelencia
del rito.
es sin duda uno de los teóricos.
Ha profundizado mucho. Por lo demás es consecuente
en sus principios --y lo será siempre?--.
Tiene facultades, puede decirse, de excepción.
Hubiera podido ser un médico eminente,
una lumbrera sangredil. Pero ama deambular, lento,
elevado, por las rúas de su puebluco; gusta matar
los días en la montaña, meditando en los destinos
de la digna bestia. Es apacible y cándido (?).
Usa cabellera conveniente. Chambergo. Traje
descuidado. Ojos verdes. Y sonríe con frecuencia.
FERDINANDUS
es el vago con oficio. Trabaja nominalmente.
Es el vago noctámbulo (vagancia muy recomendable).
No ama, ni amó, el estudio reglamentado.
De baja estatura y rechoncho, cuadrado; come bien,
bebe bien. Fuma en la pipa. Es paradójico, epicúreo,
estoico y cínico. Una veste clara. Chambergo. Sonríe
bonachonamente, casi imbecilmente. Está desnivelado.
Hace versos humoristas. Es normalmente enamorado.
Ojos claros. La cabellera conveniente. Gusta
deambular por las rúas de su puebluco. Por temporadas
se complace en analizar a la pobre bestia.
JOVA
llegó al conocimiento de la verdad después
de hacer todos los oficios, sin hacer ninguno.
Eso sí, desde niño huyó de la Universidad como de un
centro de mediocrismo (en éso lo acompaña Aldecoa).
TEO
Fotógrafo ambulante. Turista sin dinero. Pintor sin
materiales. Galanteador tenoriesco y un tanto poeta
humorista, en veces, porque, esencialmente lo es
sentimental. Largo, larguísimo. Delgado. Usa corbata
conveniente. Es algo Crispín y Gil Blas aunque muy
honesto. De cabellera muy lucida. Gusta deambular
por las rúas de su puebluco, y aún ailleurs.
Medita a ratos. Hace excursiones pintorescas a caza
de paisajes. Ríe con frecuencia. Carácter variable.
Traje descuidado. La nariz al azul siempre mirando.
Los ojos de color bien. Chambergo. Sonríen sus
zapatos en ocasiones y fuma pipa.
es el vago involuntario. Duerme
continuamente: cuando habla, de pie, sentado,
caminando. Si está un poco grisé ríe con estrépito
y sin motivo. Es el vago linfático. Además es un
excelente caricaturista y dibujante. Hace versos en que
aconseja andar, andar. Pero el no anda (es muy
conveniente y muy sabio predicar lo que no hemos de
hacer). También hace otras clases de versos. Usa traje
claro. Sombrero blando o cachucha. Fuma pipa.
Es apacible. Hace lo que le digan. Bebe bien,
come bien. Sacrifica lamentablemente sus cabellos.
Ojos obscuros.
FORTUNATO
es regodísimo y curista. Discípulo de los
solipsos. De regocijado carácter. Muy competente
elemento de juerga. Moreno de tez. Ojos negros creo.
Delgado y canijo. Parlanchín. Manías oratorias.
Recita versos ajenos y prosas suyas con el consabido
sonsonete de los colegiantes solipsos. Estudia cosas
abogadiles. Come y bebe, sobretodo lo segundo
con recomendable entusiasmo. Gusta deambular
por las rúas de su puebluco.
MORETO
el eglógico es dueño de múltiples
facultades. Aspira a ingeniero. Hace deliciosas poesías
sencillas,
ora
campestres,
luego
amatorias.
Dibuja, pinta y caricaturiza. Entusiasta andariego
y formidable trasegador de cervezas. Soñador.
Quimérico. Es legendaria su facha larguirucha,
flaquísima.
Chambergo
de
alas
taciturnas.
Corbata muy bien. Sus zancas lo transportan
rápidamente por los campos vecinos y por las rúas
de su puebluco. Es un chico alegre. Ojos claros.
Recita con desconsoladora frecuencia. Fuma pipa.
CORNELIO
En cuanto a MATÍAS ALDECOA: es, salvo opinión
menos parcial, vago por temperamento y por
educación.
Enemigo
profundo
del
estudio
reglamentado. Devorador de libros (Jova también).
Poeta (?) sofista y enmarañado. Enamorado
gravemente. Sentimental a ratos. A ratos dizque
impasible. Usa cabellera rubia, conveniente.
Ojos grises. Viste de negro. Usa chambergo.
En filosofía es epicúreo, estoico, paradojal, rabelesiano
y cínico. Carácter intermitente. Bebe bien. Come bien.
Gasta ebriedades helénicas, ateas, heroicas (en teoría)
y peripatéticas. Nunca patéticas. Fuma pipas,
gusta deambular por las rúas de su puebluco
y por los campos. Es noctámbulo. Estático.
Se produce verbalmente y por escrito con triste
prodigalidad. Es músico mímico. Se embriaga
de música. Pero no toca cornetín.
De los ilustres Xavier y Pino no dije nada porque
todavía no se han decidido a ingresar en nuestras
huestes. Pero tienen en la sangre la infección
y han de ceder...
En otra copia fechada 1915? hay el texto siguiente con algunas
variantes:
XIII
...TEO llegó al conocimiento de la verdad después
de hacer todos los oficios... sin hacer ninguno.
La verdad: se trata aquí de una pequeña cofradía
integrada por cinco, seis buenos amigos que loaban
y creían en la vagancia, la dejación de toda tarea
vulgar: en esa dejación, en esa vagancia cifraron
ellos la sabiduría de la vida.
Eso sí, desde niño huyó de la Universidad como
de un antro de mediocrismo (en eso y en otras
lo acompañó Aldecoa). Fotógrafo ambulante.
Acuarelador al alcance de los turistas, en la costa,
cabe los arruinados bastiones. Turista el mismo,
sin dinero. Pintor horro de materiales para pintar.
Galanteador tenoriesco y poeta humorista
--a ratos-- porque esencialmente lo es sentimental
con tintes trágicos. Largo, larguísimo. Flaco.
Usa corbata conveniente. Es algo Crispín, algo Gil
Blas, aunque de modo honesto. Lacia y de buena
longitud la cabellera. Gusta deambular por
las rúas de su puebluco, y aún ailleurs.
Medita, hondamente, a veces, de una manera
pesimista, fatalista. Hace excursiones pintorescas,
a caza de paisajes. Ríe con frecuencia. Carácter
variable. Burlón y maligno, siendo con frecuencia
víctima, él mismo, de sus burlas y donaires.
Tiene
talento.
Tiene
corazón
generoso.
Es comprensivo. Entusiástico. Traje descuidado
y típico. Ojos enrojecidos. La cabeza puesta de
tal modo que siempre miran sus narices al azul.
La nariz es pequeña y llena de ángulos y jorobas.
Usa chambergo o gorra. Sonríen sus zapatos,
en ocasiones. Fuma pipa. Bebe cerveza y otros...
XIV
Antonio Merizalde. - Yo quisiera iniciar las alabanzas
de este poeta que encierra un alma dúplex: el alma de
Juan Ramón Jiménez, alma de lágrimas y de emoción,
y el alma de Francis Jammes, hecha toda de amor
por la naturaleza, mas no por la Madre Naturaleza
que nadie ha visto ni palpado, mentira que forjárase
la imaginación de los poetas, sino por la naturaleza
tangible, campos, llanos, montes, agua, hierbezuelas
de los campos, y por la naturaleza vista y oída, sol,
murmullo de las claras linfas agrestes entre la grama
verde, trino de las aves y sinfonía del viento que pasa
diciendo su dolor de peregrino a los árboles hermanos.
Alma ingenua, alma doliente, alma corazón, corazón
alma, llena de fragancias y músicas del monte:
tus versos, como los de Jammes, han llevado mi
corazón hasta los campos donde el llanto es propicio,
y donde las lágrimas brotan de los ojos y por las
mejillas corren --agua del corazón-- hasta dar en la
tierra muerta de nuestras agruras; y, como los
de Jiménez, como tienen una fragancia de emoción,
han hecho nacer en mi un sentimiento: estado de
ánima que más se siente que se expresa, porque la
lengua no tiene la palabra angustiosa ni la frase
temblante que digan cómo las lágrimas que por
milagro de tus versos brotaran de los ojos cansados
de llorar, han inundado mi corazón que se ahoga
y que habrá muerte dulce y lenta, en un ambiente
de rosas campesinas lleno de la música íntima de tus
versos que rebosan la paradoja de un optimismo
doloroso...
PANIDA Nº 7, Medellín V X 1915 (nota sin firmar)
XV
Nosotros. - Los que como nosotros han vivido siempre
aparte del lado práctico de la vida, de seguro conocen
y experimentan el sumo placer que ese alejamiento
proporciona.
El fastidio ha presidido nuestros actos. Jamás en el
ocaso de ningún día nos hemos sentido satisfechos;
que siempre bajo la aparente superficialidad que nos
decora, corre un líquido amargo y nos rodea un halo
de desdén. A veces trocamos en lucha de primitivos
ese marasmo, y ya es el delirio el que rige nuestra
voluntad, quien fecundiza el pensamiento y entonces
no es la esterilidad contemplativa de antes,
sino una ubérrima floración de lyses monstruosos;
manifestaciones enfermizas, degeneradas, pero más
bellas; y es su cortejo obligado la grotesca grey de los
zaheridores impotentes; y la grita de los ignaros
es como un lejano acompañamiento de tambores
y trompas para una sinfonía beethoviana.
Consideramos la vida como una eterna espera,
como un aguardar impaciente; y para que no se haga
tan larga entretenemos las horas, que son los años,
forjándonos ilusiones, los unos, o viviendo locuras
los demás, que somos nosotros.
PANIDA Nº 7, Medellín V X 1915 (nota sin firmar)
XVI
Erase por un villorrio de los Andes, con jurisdicción
en las chocoanas regiones. Don Tisaza, ex-futuro
consorte de la duquesa de Vista-Hermosa, y ahora
dedicado a una andante andina; profesor de fotografía
y pintura escenográfica, y asaz agudo manufactor
de poemas canijos y mosenes --o mesones--; de él
se cuentan escandalosas aventuras de cortesanas,
y bacanales caudalosas con lujo de camorras y riñas;
como también truculentas panzadas en compañía
de Jove (por otro nombre Doña Fruta), excelente
oficial ebanista y otras yerbas, de Fortunato Plácido
y Tranquilo, profesor de baile, a quien conoceremos,
--de Crispín Craso, ducho en malas artes y muy dado
a Ducho si no mienten las crónicas--, y del morisco,
moro o Morayma, yo qué sé, abogaducho visigodo
y tunante, en fin, también, en compañía de Cristóbal
Gris y de Mano Filipichines y del señor de los Lyses y
Tules y Gasas, toda la fauna de la más fecunda Zona!
Por el villorrio de los Andes andábase el truhán
de Tisa, enamorando, todo él miradas tango
y corbatines Brummelianos, echando labia sin ton pero
con mucho son, como si quisiera dejar quedar mal
su antiguo renombre de parlanchín desaforado.
Poco preocupábase él de apostólicas disquisiciones,
según barrunto yo por sus cartas que no me dicen
de otra cosa que de esas sus aventuras cortejantes,
sazonadas con aguardienteras marañonescas, y de otras
bien picantes andanzas con mozas más o menos
ortodoxas.
José Cuadrado y Redondo (Jove) ebanista
in-partibus --aunque nada de comadrón, señores
latinistas-- hace ahora una sabia vida lejos de las
gentes, aún de las gentes que otrora le placían.
Motivos de extrasensibilidad y provocación, acaso no
del todo injustificados, porque en verdad que han sido
algunos con él duros de corazón y pequeños
de espíritu, que el espíritu grande todo lo concibe,
todo se lo explica y así todo lo perdona. Don José
Redondo usa --entonces-- la envidiable vida del
solitario --en cuanto a amigos se refiere-- y en medio a
sus paradójicas extravagancias tan originales, tan
bizarras. Lástima que su esterilidad absoluta nos prive
del gozo de leerlo.
Del convento Panida, del adusto convento Panida
--que conventos hay que no son tales y que, sin serlo
gozan de Prior y abrigan adustez y anacoretismo-del convento Panida hablaré y de sus santos hijos.
En primer término, atendiendo a la categoría
y al respeto que por categorías se gasta este rapsoda
de tan prosaica gesta, debería hablar del Padre Prior,
mas héte con la noticia de que allá nunca lo hubo,
y si los hubo lo fueron nominales, por pocos días
y por exigencias del uso, Fray Legris y Fray Mexía.
Dellos diré y de los otros hermanos y de sus señales
y pelos --que no eran pocos-- cuando el tiempo sea
de hacerlo; de todos los hermanos y legos de esa non
-sancta orden de los peripatéticos y glabros (antítesis),
de los oblicuos y curvos y rectos, y aún retóricos
búhos, pingüinos, cornejas y sapos. Nostálgicos,
jocundos, atristados o satisfechos y rollizos
(consecuencias del frailazgo), ya dedicados a viles
ocupaciones bursátiles o del foro, o ingenieriles
y hasta vagabundales --porque de todo se daba en la
huerta del convento--.
VI 1917
XVII
Yo conocí a Matías Aldecoa en un cafetucho de ...,
y de ello hace dos o tres años. Como que fué en 1915
cuando él hacía parte del grupo de PANIDA revista de
Literatura y Arte en la cual revista si en verdad
no escribió ni una línea no dejó de influir
--por reflexión-- sobre algunos de sus camaradas
(sobre Leo Legris y sobre Jean Christophe).
Parlaba, eso sí, en los aquelarres y tenidas que ellos
usaban, en el parque, cuando la Luna, o en el aposento
de C.R. Pino, o en las oficinas, cuando no en el
antedicho cafetucho, o en las Avenidas de la Q.
Arriba... y en otros lugares, creo. Yo no asistía a esas
casas. No más en el cafetucho que era semipúblico,
no público del todo porque los tales Panidas
monopolizaban el único salón (reminiscencias de la
Vida de Bohemia de Murger...) y si algún burgués
metía la nariz --y antes el vientre-- no permanecía allí
ni minutos, a menos que quisiera aguantar todo género
de bromas, sátiras, directas e indirectas, verdes en su
casi totalidad.
VI 1918
XVIII
A Matías le encantaba la música, y consideraba
por sobre todos al disforme Beethoven --más grande
que el Himalaya y más profundo que lo desconocido--.
Yo recuerdo --de eso hace dos, tres años-- la locura
de Matías y de un su tío ya difunto, por una
maravillosa obra del Sordo --como que era el adiós al
piano--. En un café de clase ínfima, y en una mala
pianola (me repito?), cuántas fueron las veces
que la hicieron ejecutar! Hasta creo que noches
enteras, y no tolerando otra cosa, al compás de los
líquidos y envueltos en el humo de sus cigarros
y pipas... Las luchas con los pisaverdes billaristas
que pretendían imponer danzones y tonterías...
Y después en los conciertos del Conservatorio;
en pianos que, del pié de las ventanas oían, horas
y horas; en aparatos de toda marca... el áspero Matías,
el duro Matías, el Matías impávido, como un violín
vibraba, como un violín gemía... y vibra y gime cada
vez que logra escuchar algo del divino
(y muy humano) Maestro! Por eso le séan perdonados
muchos de sus yerros!
20 VI 1918
XIX
No quiere decir el ser Académico que la víctima haya
renunciado a ser buen escritor. Metafísicamente sería
fácil probarlo con argumentos de razón natural,
experimentalmente
con
ejemplos
y
talvez,
esforzándose la parte favorable, sin argumentos,
dejando a la ecuanimidad del juicio contrario
la conclusión de la tesis.
De verdad Morayma, y con conocimiento de causa,
que no te acompaño en el panegírico a del Olmet.
Talvez don Antón no sea rematadamente malo pero no
alcanza a ser buen escritor. Sus ideas un poco
trasnochadas quizá malamente identificándose con las
tuyas puede que sea un bohemio de cartel pero aún no
me convencen sus obras maestras. Del Olmet no
alcanza a ser discutible como tampoco Jimenez que no
tiene personalidad. Decididamente me quedo con
Bourget, académico, y con sus análisis psicológicos
y no con esa teoría luminosa de mediocres
que han logrado torcer el buen gusto de Morayma,
a pesar de la lucidez de su talento.
Ya te irás acostumbrando --si continuamos
escribiéndonos-- a ese tono mío que tú llamas
pastoralesco y pedante y que no es ni siquiera
de magister porque ignoro como el que más --ese tono
adaptado, no sincero--. Parece que en el tiempo en que
nos tratamos no logró tu penetración darse cuenta clara
de mi sencillez que envuelvo a veces en
amaneramiento, ni mi bondad y llaneza que calumnio
formándome una personalidad fantástica claudicante,
agria, agresiva y tosca para no dejar conocer
mi bonhomía, mi debilidad atávica que aún no he
logrado desprender de donde está arraigada.
Même en mis versos habrás visto que me motejo de
vagabundo, aventurero y truhán, bebedor formidable,
nocturno impertérrito y quizá hasta decadente
y refinado en mis vicios, perverso en mi condición,
misántropo en principios... A fé que este es mi deseo
y que como me pinto quisiera ser. Desgraciadamente
mi impasibilidad me impide alimentar odios,
mi trivialidad criticar amargamente, mi pereza
agitarme, mi escepticismo afirmar y sostener
principios aunque estos fueran vacuos e indiferentes
y aunque versaran sobre gustos literarios, materia esta
sobremodo plástica y dócil al divagar y al teorizar.
Me sobran energías para forjarme ensueños
quiméricos y si bien oculto mis producciones
y reniego de ellas porque de lo mío si sé desmenuzar
y aniquilar, por lo que se refiere a las creaciones
de los demás me contento con leer o con cerrar el libro
sin detenerme a vanos comentarios y análisis
tan ajenos a mi manera de ser como al fabricante
de zapatos la polémica sofística o el cálculo
matemático o el contrapunto y la fuga.
Esta sí que es de dómine regañón y preopinante.
Pero qué le vamos a hacer: fumándome mis pipas
o ingiriendo moka he dejado que el capricho afirme
lo que mañana repudiará y que mi firma prohije lo que
otra noche será para ella misma vana palabrería
gárrula y pedantesca de quien sabe que desconocido.
Ojalá den motivo mis opiniones a una réplica y esta
a una otra mía --para ver de ir enredando el hilo y de
ese tejido disparatado surja algo que sea para distraer
tánto fastidio--.
Esto decía Gaspar de la Noche, el jueves 8 de
marzo ya casi al amanecer y entre tazas de moka,
humarada de pipas y versos y más versos que no serán
leídos.
Juan Cristóbal
Jueves 8 de Marzo
XX
Grotesco errar de esta a la otra y de la otra,
a una distinta idea, sin descanso, no adquiriendo nunca
una erudición durable, no apasionándose jamás
por ninguna cosa, ante la seguridad de que un minuto
después ha de enfriarse la emoción o habremos
de cambiarla por otra diametralmente opuesta.
Vaguedades que la hora hacía más brumosas...
Brumas que el ensueño hacía más vagas. En el medio
iba mi espíritu, en derrota, a la deriva como
una chalupa rota...
Dueño de mi, en ninguna hora he sido.
Loco y más que loco, siempre, pero de una locura
silenciosa y nada enfadosa. Locura interna solamente
sin manifestaciones por afuera... Locura amable
y que tolera el espíritu más cuerdo. A nadie ofendo,
con ninguna idea choco, si bien pocas acepto.
Luego de un paseo a F.... donde con pretexto
de encontrar a varios amigos fuimos a mirar como
fenecía un crepúsculo a pleno campo, hubimos
de llevar nuestra osatura al Café, al acostumbrado Café
de todo día donde el espíritu descansa en su desidia
de pensar y en su desidia de obra. Rubia cerveza
aborígen con ínfulas de alemana ponía brío en el
ánima enferma, y ese ambiente cargado de humo
y de palabrería, hacía más pesada (más) la lenta
22 I 1919
XXI
Absolutamente nulo, completamente inútil, sin
voluntad, sin deseos --casi-- es éste muy gentil señor
mío. Yo no ahondo, ni escrutar quiero en su sér
íntimo; yo le tengo miedo a leer en ese vago espíritu
quien sabe qué amargas negruras, cuánto dolor y un tal
cansancio. Pero --a la vista-- creo que es eso que digo
y algo más que me callo, porque apenas lo conjeturo.
Lo conocí hace muchos años y apesar de su juventud
de entonces, ya estaba agostada su voluntad y el
impulso de obrar ya era --como ahora-- casi negativo.
No sé de que manera galvanizaba su inercia,
pero es el caso que a las veces disfrazó su abulia
y se agitó, vibró, sacudióse con arrestos de adolescente
ágil y vivo... mas resultaron de corta duración esas
descargas inducidas que se pasearon por la superficie
suya sin penetrar ni una línea bajo de su costra.
Por esos tiempos hacía versos, prosas, manifiestos
de rebeldía estudiantil, parodias jocosas, para burlarse
de profesores y bedeles. Tenía el entusiasmo --magüer
ficticio-- y vivió la movida vida de sus años y de su
carácter de estudiante bromista y jacarandoso, altivo
y arbitrario. Luego, y por unos pocos meses siguió así
su vivir, por el impulso recibido.
Locamente y por siempre se enamoró de su única.
Creo que todavía la ama del mismo amor, y creo que
en ese amor está la clave de todo lo que se relaciona
con mi amigo y con su psicosis.
Vino después un largo período de vida anodina
y vacua, lejos del burgo en donde había dejado todos
sus ensueños de amor --por una parte-- y con sus
camaradas sus ensueños de aventura y poesía
y de amable bohemia literatizada.
En esta Urbe pasó años, dos o tres años de su vivir
solitario --casi-- pues no tenía relaciones sino con dos
o tres amigos --sin contar, claro-- al que ésto escribe,
y sin olvidar, tampoco, a dos o tres amigos dél,
que todo el mundo desconoce y que él nombra con
sonoro nombrar: Gaspard de la Nuit, Leo Le Gris,
Lopillo de Aguinaga! Con sus poco numerables
amigos creo que estuvo un algo dedicado a un vivir
vagabundo, de ebriedades caudalosas y resonantes.
Uno de sus compañeros y su pariente, tipo inteligente,
desequilibrado y paradójico --ya muerto-- fué casi
su hermano de esos días, y su socio en lamentables
empresas de vinos y daifas y de sabrosas orgías de
músicas sobrehumanas.
El Gran Sordo presidía, y eran sus acólitos
Schumann,
Schubert,
Bach,
y
los
rusos
estupefacientes, sin dejar en olvido a Grieg,
el escandinavo que supo decir tanto a sus almas
nórdicas y abstrusas.
Cual pelícano de una idea epónima y desconocida
según sabio decir de alguien que también lo es
--vegeta fakírico el-- en otro tiempo ilustre y feliz
amigo de los Panidas, y hoy elemento sin par
(no simpar) y de consiguiente estéril, vacuo, inocuo.
Labora cual pelícano de una idea menos abstrusa,
en fábrica sinfónica, uber en dorado metal y selénico,
encinta de monumentales fajos de representativos,
¡ay! no menos inasibles por estar más cercanos!
Mísera soldada atrapa, que no basta para sus
escarceos báquicos y bibliomaniacos, necesidades
--ni para satisfacer sus vicios fumatorios
y gastronómicos, cabe los restaurantes propicios
y magnos, o sobre la alfombra verde si de suave
banquete campestral y eglógico trátase.
Qué más puede ganar el inhábil de nuestro amigo,
que ni versos acierta a manufacturar y que no es ni alto
y profundo periodista, ni no menos profundo y alto
jurisperito, acucioso y argucioso abogado, eminente
ingeniero, ni omnisapiente físico y sangredo?
(Inconcluso-sin fecha)
XXII
I dont understand por Maestro, mi querido My Dear.
Because I am only un Aprendiz --si de Brujo-- y no tan
bolonio (tachado majadero) ni tan mentecato (tachado
babilano). Para Maestro el que inventó la mamadera de
gallo (si es así como se dice: consultar con los
expertos), o la capadura de buey: ¿mamadura
o mamadera? ¿capadura o capadera?
El Doctor Christian me discutía en La Fonda
Antioqueña (discusión iniciada en El Club Campestre)
la exactitud de mi teoría --comprobada-- acerca de la
vivencia, didascalia y deceso (por 2ª vez y definitiva)
del Señor Mariscal Ney. El Doctor Christian
--tan buen abogado, según Ciro-- no me vá a ganar
aqueste pleito como si parece que ganará Patón
Lescaut el de Cogotes. Manes del orate José Alviar
el del dejo perplejo...!
De Bermejal a Sibaté, del Doctor Azuad al Doktor
Von Greiff, de Ceca a la Meca o de la Seca a la Mica
o del Coco al Moka o de Scila a Caribdis o del Polo
al palo o al pelo a la pila o a pula. De dedé a dadá
y a dodó y arroró...
Mordecai! (como decía Manolete). Llegó Marcuchi
mientras tartajea Rojas. Ibáñez dice que si vá
a Chaparral. Napo dice que él si es pariente de Castro
Saavedra (que no yo). Pero Castro Saavedra tampoco
es pariente de Barba Jacob. Mordecai! (como decía
también --y antes-- El Espartero).
XXIII
Ese día estaba rico de un petulante sol. Ese día era
como para ser gozado eurítmicamente, como para
gustarlo, íntegro. Pero no concordó ese día mi
desconsuelo con el esplendor solar y seguí triste
y lánguido según costumbre y me interné en un
cafetucho donde a compás con un vaso de cerveza
rimé mis desventuras y cansancio. Indudablemente
estoy destinado a una gris vida tarda. Es evidente que
no encuentro --lejos de mi sueño-- alivio alguno
al aburrimiento permanente ni las vocinglerías
de los grupos camaradas, ni el remozante vino,
nada es poderoso a mover la mole de mi fastidio...
XXIV
Talvez no acuda… Quizá ya no me alcance la
educación psicofísica; tampoco el tiempo que me lo
embargan cotidianas naderías y hasta de trascendencia.
No iré, no voy definitivamente.
Este que viérais aquí, Falstaff honesto, fue otro día,
qué Hamlet! El III de los Ricardos, de ánima jibosa, si
de rasgado corazón y heróico –por mal camino--.
También fue tañedor de su laud, y en la tañencia,
singular virtuoso, que dio en frío, formal
instrumentista. Retórico no más? Quizá! Quizabes!
“Nunca sabemos nada” recitaba Porfirio -– Barba
Jacob, sobrino de su tío, Ramón, que martiriza la
madera para esculpir figuras vigorosas--.
“Nunca sabemos nada” ni es preciso, para vivir la
vida que se vive.
No que yo preconice la “muy dulce ignorancia” de
ñito de Concordia ni el sólo sé que nada sé, que es
modestia a-rebours.
“Nunca sabemos nada” Retórico no más? Quizá!
Quizabes! Nadie conoce el rumbo de las aves
migratorias –fuera de patos: de las aves ilustres-.
Nadie conoce el vuelo de las aves heráldicas, de las de
cetrería, ni de las aves graves, como el Búho, señor,
como el Cuervo poesco, como el Buitre Otro Yo de
Prometeo.
Se divaga… Mejor? Peor? Quizabes! Norte o Sur?
Es igual. A babor? A estribor? La misma cosa.
Recuerdo que otro día –por los días de antaño- yo fui
Pastor de mi propio Rebaño. Boyero no! Pastor de
Diosas Míticas! Bibiana, Budur, Xatlí, Morgana…
Pastor de mi Rebaño de capretinas locas y de
vírgenes necias, donas mal-maridadas y exvírgenes
foletas de sus cuerpos gentiles.
(Escrito en una invitación a unas conferencias de la Profesora de
Educación Psicofísica Margot Hermer en la Biblioteca Nacional,
Junio de 1947)
XXV
Día de total soledad y de sumo silencio. Solosilente
bardo acerbo y en farniente absoluto. Hacer nada.
Qué más sabio ejercicio? Un poco soso. Sosísimo
sosiego. Hacer nada. Ni pensar? Pensar sí... naderías.
Naderías en torno a nonada y nicosa --actual--
y a nocosa y ninada --de ayer--. Pensar monotemático,
ruta de la locura, senda de la oquedad, atajo para llegar
a esterilizar el pensamiento, otrora fértil y fantasioso.
Helas! Y no es para tánto. Supervalorización de
cotidiana ocurrencia sin importancia y trascendencia.
Cotidiana y desde los tiempos de la sardina y de Upa.
¿De qué color serían los ojazos de Upa y de qué forma
su naricilla cleopatricia? O sus ojuelos y su naso?
De Upa tengo pocas referencias. Ninguna noticia.
Y ni sería hembra. Quizá ni marimacho. Hasta sería
varón de pelo en pecho y no de pechos en pelo...
Hay que investigar acerca de Upa y de su Mito.
Ahora mientras escribo, escucho a un quídam
que habla pestes de mí --o de mi poesía--. Tiene acento
de por los lados del Cumanday. Y no le gustó que no
me sentase a su mesa hace una hora. Punto.
Dejando de lado a Upa y al quídam, paso a otra
cosa. Y sigo. Talvez para lograr el olvido, buscar otro
derivativo (?). Buscar otra, --pretexto para mi canción
y distracción en mi soledad--. Buscar otra, y aunque
se llegue a lo mismo, sin mayor importancia
o sin ninguna otra que la que se le dá. No sé si rubia,
morena, trigueña, platinada o pelifulva. Y si de lacias
o de ensortijadas cabelleras. Si ensortijados o lacios
todos sus cabellos. Buscar otra. Elvira? Mura? Olga?
María Teresa? Silvia? O la aún innominada?
Tú, cuyo nombre ignoro aún, Innominada,
si has de llegar, pues vénte ya, que se hace tarde.
Lumbre hay todavía en mis sienes. Deseo arde
todavía en mi carne y en mi sangre, si cada
día me acerca a la vejez. Si has de llegar,
pues vénte ya, que importa amar...
Oh, tú!, la Innominada! Mientras llegas, te nombro
dueña de lo que réstame, dueña de lo que fáltame,
señora de mi flor de lis en el hombro,
de mis estigmas en las sienes; de cuánto abrúmame y exáltame.
Del corazón audaz aún. De mi sangre y mi nervio
--siempre ella ardida y él erguido-- y de mi espíritu soberbio.
Oh, tú! la Innominada! mientras llegas...
Dí tú, mi corazón, a quien todo lo bajo, todo lo ruin, todo lo infiel
/ y lo vil legas?
Pues, hombre, a quien con ello y ella apechó
y buena pró le haga. Sin más parabasisar, sigue,
prosigue tu empeño. El problema de hoy,
es el programa de mañana. Y el programa de hoy será
el problema de mañana (dentro de poco, con Dolores
y sin ellos, que ya está trillado el camino).
Oh tú, la Innominada, mientras llegas! Y en cuanto
al programilla de mañana, será terminar el tramo
de Insula y echar adelante a Sergio Stepansky
y sus Circasianas?
11 XI 1953 8 años D.L.de G.O. (Don Luis de Greiff Obregón)
(Bajo el Signo de Leo?)
XXVI
Si existe el don poético --pero, ni de origen noble,
como dicen pseudo etimólogos, ni señor, sino dación-claro que habrá categorías. Si tu le tienes, Leo, tiénesle
de asaz baja ley y si abundante, redundante en de más,
y no estás muy seguro de tenelle. Si le tienes obras
bien si le empleas, aún reincidente y por superposición
ya que no alzas hasta darle construcción arquitectónica
ni forma organizada.
Quien carezca del dón --ni mínimo-- suélte los
arreos y dése a función más amena, a más afin mester
y a labor útil y de provecho para si y --de rechazo-para el denominado Parnaso. Don poético no de origen
noble si apolíneo. No señor ni menos dómine, sino
dación dada y para darse.
XXVII
Armando Palacios no es un arquitecto de las
oligarquías sino el excelente pianista chileno bien
conocido y muy admirado aún entre nosotros desde
hace... ¿veintitrés años? En los tiempos del Café
Windsor, cuando el Maestro Emilio Murillo protestaba
contra ese melenudo jovencito sueco dizque poeta que
no dejó que Armando Palacios tocara música
colombiana en sus recitales, conocí al joven pianista
Palacios, y luego en casa del Maestro Uribe Holguín
y de la insigne artista doña Lucía Gutiérrez su esposa.
Armando Palacios llegó ahora de nuevo a Bogotá.
Dará algunos recitales y --si es posible-- con la OSN
tocará en concierto. Creo que trae la Burlesca para
piano y orquesta de Ricardo Strauss (compuesta en
1885) y quizá no oída aún en Bogotá y la Fantasía para
piano y orquesta (de 1936) obra del músico chileno
Alfonso Leng.
XXVIII
Como llegaremos a Beograd por los aires los tres reyes
vagos - no sabíamos ni servio ni croata ni esloveno
ni montenegrino ni dálmata, hubimos de ensayar
--de nuevo-- nuestro francés (que sabemos leerlo y aún
oirlo pero no parlarlo) para ver de lograr la manera
de llegar a Liubliana de paso para Portoroz en el
Adriático. Uno de los de la terna de reyes vagos
(Bogislao) por señas consiguió un bock de cerveza
y una veintena de cigarrillos rubios, otro de ellos
(Beremundo) se paseó al azar, oriente a occidente,
por la amplia rua sin duda la principal de la Urbe
sin perder de vista la situación de Bogislao
en la cervecería; el tercero, plantóse en una esquina,
vigía oteante al acecho y a caza de un yugoslavo que
--en su concepto, en el de Leo-- tuviese traza de saber
francés y de entenderle el suyo (más vecino
del de Villon y Apollinaire que del usual gabacho)
pronunciado a la antioqueña. Media hora, una hora,
en su atalaya Leo. Pasaron unas chicas de ojo ante sus
ojos miopes. Nequáquam!: estas fermosas deas,
si estatuarias, si locuacísimas, si gárrulas, si pimpantes
no son --a
juro-- políglotas. Pasó un grupo
de estudiantes deportistas en más a juzgar por el
atuendo y los implementos: raquetas y mazos..
Muy ruidosos. Pero qué guirigay el suyo de ellos!
Ni bamba --como dicen en Cañasgordas-- que estos
mocetones entiendan mi jeringonza galo-aburraense.
Pero heos que aparece un nuestro coetáneo (de Leo,
de Beremundo y de Bogislao) con un libraco bajo el
brazo (el azul cuaderno bajo el ala) y del libraco era
visible el título, en francés, si señor. Y el libraco era de
poemas y los poemas de Rimbaud. Leo venció su
timidez, trató de suprimir su tartamudez y se lanzó.
Total que averiguó la ubicación de una agencia
de turismo, de la de la estación central ferroviaria y la
de un albergo --a precios no muy por las nubes-- para
la pitanza del mediodía. Se despide de su interlocutor.
Deja a Bogislao trasegando jarras de cerveza y a
Beremundo peripatético papando moscas y guiñándole
sus ojos ex-garzos a las bellas beogradensas.
No había vuelos a Liubliana sino tres días después
y un tren salió al filo del medio día (salió casi a la 1 de
la tarde) para llegar doce horas después a Liubliana
--término inmediato del viaje del trío de ex-poetas
ex-reyes vagos. Leo compró un billete único para los
tres (a sus dos otros-yoes los insaculó --perdón-vueltos entelequias en uno de los maletines de llevar a
mano y que acomodó por ahí. Subió con su matalotaje
(impedimenta) a un carro de segunda, acomodó su
humanidad en su sitio reservado, dió fuego a un
cigarrete, desmontó del naso sus anteojos, extrajo de
su bolsillo un volúmen de cuentos de Lu Sin y a
leerlos mientras el tren se movía y empezaba a
mostrarse el paisaje. (La línea férrea en su mayor parte
va paralela al Sava que en Beograd cae al Danubio) y
que es río muy mentado en el Matías Sandorf de Jules
Verne, así como la península de Istria, término
mediato de esa parte del periplo del trío. En la
península a más de la fortaleza de Picino (que no se
vió) obran Trst, Koper, Piran, Portoroz, Pula y Rieca,
es decir Trieste, Capo d'Istria, Pirano, Portorosso, Pola
y Fiume (en italiano). A poco de moverse el trío,
apareció el río Sava, no de gran caudal pero si harto
bello. El Sava aparecerá también en el magno
poemononón de los ríos gozados en el viaje,
cronológicamente después del Danubio y antes
del Drava, del Danubio otra vez en Viena y en Linz,
del Inn, del Salza, del Isar, del Main (del Rin tapado
por la niebla) y del Sequana. Antes del Danubio
en Beograd, el Danubio en Budapest, el Dniépr,
el Neva, el Moskva, el Volga, el Don, el Yenisei,
el Irtitch, el Yantzé Kiang (nada azul), el Han,
el Huangó (más rojo que amarillo). El Danubio es azul
solo en los valses
(texto inconcluso - Yugoslavia 1958)
XXIX
DOCE DE OCTUBRE
Día de la Raza: ampliando el compás mejor sería decir
Día de las Razas porque son tantas las que se
conjugaron para formar la Iberoamericanidad: término
más exacto que el socorrido y ab-usado de Hispanidad.
En el conglomerado americo latino se fundieron
con las sangres aborígenes las iberas, arábigo
españolas y lusitanas y las francesas desde la época
del descubrimiento para no entrar en las más recientes.
Día de la Raza no es el término in-exacto preferible;
día de la Ibero-americanidad --llamando iberos a los
peninsulares: hispanos, lusos, judeo y arábigo
españoles-- pero aún mejor de la Latino-americanidad
y para que tenga un significado universal la fecha del
descubrimiento, al 12 de octubre lógico es darle cabida
en su celebración a todas las naciones y pueblos que
han llevado allá los aportes de su sangre, de su trabajo,
de su cultura. Desde los nórdicos, los del centro de
Europa, los del cercano oriente y los africanos antaño
conducidos como esclavos e incorporados --luego-en plan de igualdad a nuestros pueblos desde
la independencia. La fecha del día del descubrimiento
--es concepto personal sin alcance político de ningún
género-- no es el de la Raza, el de una raza puesto
que son muchas y de suma diversidad de pigmentos:
las aborígenes, las euroasiáticas, las africanas en
cuanto origen racial y en la cultura --científica,
literaria, artística, filosófica-- existe la misma
universalidad: la peninsular (hispana y lusitana),
la francesa, la anglo-sajona, la germana, la nórdica,
la italiana --para no hablar de las clásicas culturas
orientales y greco-latinas-- básicas.
En Colombia --donde nos consta-- se léen tánto
autores españoles, como franceses, ingleses
y norteamericanos y no pocos germanos, italianos,
portugueses y escandinavos (traducidos) o en el
idioma original en parte los franceses o de habla
inglesa. El naturalista Mutis se carteaba con Ahlström
(sueco) antes de 1824
(fragmento - Estocolmo, 1959)
XXX
En Karlavéguen 115 habita ahora la trinca de otros
yoes y de los otros tues de los otros yoes. Que los míos
a su turno tienen los suyos. Yo no tuteo a los míos
pero los otros míos yoes tutéanse entre si que es una
dicha. Pero yo a fuero de adusto, en mi condición
de seco - aunque de suave corazón y de espíritu
afectuoso, soy nada zalamero, poco expansivo y casi
nunca llego a la familiaridad. Me emociono
por dentro, sí, y cuánto y cómo, harto que me lo sé.
En Karlavéguen 115-2 habita ahora la heteróclita trinca,
de los bobalicones videntes y de los zahoríes romos
en cofradía pan-babélica, disparatando a-capella
(fuera de toda polifonía pero polifónicos
etimológicamente sí) soltando gallos también como
solistas. Imaginaos 4 nonetos de Webern, por ejemplo,
que actuaran simultáneamente, batuteado cada noneto
por un maestro concertador: nuestros cuatro maestros
concertadores somos Bogislao, Beremundo, Sergio
Stepanovich Stepansky y el Lao Leo y cada uno es,
a más de director, solista, en el noneto vecino
--a la izquierda--. Dirige el 1er conjunto, Bogislao,
y toca el trombón en el 2º. Dirige el 2º Beremundo,
y toca la trompeta en el 3º. Dirige el 3º Sergio
Stepanovich Stepansky y toca la trompa en el 4º.
El Lao Leo dirige el 4º y toca el oboe en el 1er
conjunto. El Lao Leo no tañe el azumbaibe
--en las sonatas-dúo-- desde que salió del altiplano,
desde meses antes de salir. Y el azumbaibe,
ni es solista ni aprovecha en conjuntos mayores que el
plural mínimo. Tomemos por ejemplo el Noneto
de Webern que escuchamos ha poco. Se trata
del Concierto para nueve instrumentos opus 24 de 1934.
Y lo llamamos Noneto para abreviar --nada tiene
que ver con el Noneto como forma ya conocida--.
Es un Concierto para piano, violín, viola, flauta, oboe,
clarinete, trompa, trompeta y trombón, si no nos fallan
las mientes. El cuadruple Concierto desconcertado
que la trinca ejecuta de contino es de escucharse
y de no oirse, o de no escucharse y de irse, porque no
es para las gentes de orejas largas y de cortos
cacúmenes y de sordas centrales receptoras.
Es un desconcertado cuádruple concierto de 36 voces
solistas. La melodía es del Lao Leo, la armonización
es de Beremundo, el ritmo, de Sergio Stepanovich
Stepansky y la instrumentación es de Bogislao.
Y el es siempre distinto y es uno sólo siempre:
el tema que preside y define las Variaciones Alredor
de Nada. Este es el tema, múltiple y único.
Plural y singular, solo y vario. Los temas son éstos:
pares o nones. Nones o Pares al infinito. Pares y Nones
en progresión aritmética y geométrica. Este es el
Tema: ninguno. El Tratado absoluto de la Sintemática,
está en el obrador. Se está en la faena de gestarlo
y de darlo luego a luz. Ya se cumplió a cabalidad
la función genitora. Se llevará el tiempo completo:
que no vaya a resultar sietemesino el engendro.
Septiembre 15 1959
XXXI
Beaujolais. Anoche Fischer Dieskau. Antenoche casa
Heriberto. Tablas Boris Smyslov. Sin noticias dellos ni
del ajedrez. Tendrá Boris los 3 1/2 de 12 que tiene Tal?
Qué le pasa a Tal? En Paris hace un frío sabanero.
Esta noche Menuhin y hermana. Pleyel. Pero estoy
en Paris como en mi casa (que no existe sino
metafóricamente). Todas las son y no son, valen o no
cuentan, importan o son indiferentes. Sentencia de
Perogrullo registrada por el paremiólogo N.N.
Yo soy el que ya se está yendo. Yo soy el que nunca
llegó. Viviendo, durando, muriendo, función del mito.
Cifra de la nada. Símbolo del yo. Juglar absurdo
y estupendo como nunca jamás otro se vió.
Mayo 25 1962 Café Trocadero
XXXII
Ante un poco de Remy Martin tomo la péñola, bebo la
bebida y garabateo unos renglones. Ya --antes, hoy-escribí cartas (6), haciendo qué esfuerzos! Pero no es
por mi vieja pereza juvenil sino por la naciente de mi
senectud (madura ya) Pereza que cultivo ahora más
que la coseché --silvestre-- antaño.
Cuando reanude mi comercio con la Poesía,
tendré que hacer ya no un sonetín sino una serie
de Odas Magnas a la Pereza (por fuera de la Nueva
Farsa de los Pingüinos Peripatéticos, de las 3ª, 4ª y 5ª
Admonición a los Impertinentes y de ene mas dos
Relatos de Relatos derelictos e interdictos o invictos
pero derrotados, no convictos, a saber: el Relato
de Relato de Bogislao - el idem de idem
de Pentademón - el idem de idem de Proclo el proclive
- el idem de idem de Abdenagodonozor - los Siete
Relatos (y medio) de beremundo, y los Relatillos del
Lao Leo y de sus daimones y amanuenses
(o estagiarios y aprendices de brujo) Y (no olvidarlos!)
los cinco dísticos del Epitafio del Orate. Amén.
Nada malo este cognac! (Pero servido en dosis
mínimas: que parvedad!) Lo cual --es obvio-se corrige con la iteración, la reiteración y el sírvalo
doble! (como acaba de ocurrir) Salud! Gaspar von der
Nacht!
El buen Gaspar posa y reposa en Estocolmo,
descongelándose todavía: como se sabe, estuvo en
Korpilombolo, convertido en témpano hialino, de 1926
a 1958. Si resiste la próxima invernada quizá torne
con nos al Trópico. De donde jamás debió salir,
así como Nos nunca debimos salir del silencio.
Cierto es que a partir de 1955, reingresamos en él
y en él estamos, magüer fugaces escapatorias.
Y qué será de Flora y de Duhla (otoñales),
--y de Jahel--, y qué de Gnydia, que no osó
--y así Olga de Cali--, y qué de la existencialista
Gabby y de la morena adolescente, mi vecina,
que apareció en vísperas de mi viaje a Suecia.
Conque todo se quedó en el preludio, como ocurrió
con Mura. Para decir es tarde lo que jamás se
dijo.Temprano todavía para nunca decirlo --1 y 14 pm-Herr over! otro doble cognac! No se está
incumpliendo, Leo! como que todo esto que se
borronea pertenece a la reserva del sumario y sólo se
borronea para hacer memoria en Insula de Estocolmo
o en la bicoca de Bogotá, si allá llegamos.
La Poesía es cosa sumamente seria aún tomándola
en broma, como juglar que somos, pero viviendo
en ella y con ella siempre, por privilegio y suerte
o malventura. Se es poeta como se es patizambo
o majadero. Olé! Lectura de Relato de Claudio
Monteflavo y de dos sonetos (ayer) para la Radio NN
200 marcos (52 US$)
Berlín Septiembre 21 1962 12 y 35 pm (texto inconcluso)
XXXIII
Escribir una serie de Variaciones sobre “para decir es
tarde etc” ¿O ya es un poco tarde para no haberlas
escrito o “temprano todavía” para nunca escribirlas?
Que los Númenes lo decidan! Oh Númenes!
Cardúmenes y volúmenes de Númenes horros de
cacúmenes y perfúmenes!!! (y de lúmenes! –otrosí--).
Queden por fuera los resúmenes: que no se es lacónico
por estos andurriales leonescos –y los Cerúmenes –por
estética--.
Stockholm Abril 21 1963
XXXIV
Mañana dejo a Suecia por 3ª (y última) vez.
Sin amargura, sin placer. Quise volver a dar una vuelta
por acá. No solo por A sino también por B. Es ésta una
entelequia? Un otro mito? Una imposible realidad,
si real en sí, una posible quimera inasible, si mía en sí.
No por el almanaque (40 años entre los dos) sino muy
ponderables imponderables. Pero sí es mía, B, porque
lo acepta: pero no lo será, de veras, porque nó
(sin razones, fuera de las pascalianas). Yo, señor,
soy acontista. También en este caso: la flecha dió en el
blanco, quand mème. Otra cosa es que no haya
descendido aquesta nube aunque quiso caer en los
brazos del arquero vetusto (que no senil). Saludos a
Victor Hugo adolescente a los 80 años!! Bueno, pues,
Bogislao. Es mía B en el espacio y en el tiempo, ya que
no en la yacija. Y qué habrá de Macuna? Acabo de
adquirir 3 ejemplares suecos. Bossuet anda en la danza
si no como águila de Meaux (?) pero si como obispo o
arzobispo de donde sabemos para ver si Macuna o Sor
Luna o la gabina dan lugar a su empleo. Buenas
noches, Beremundo! otro cognac, entanto. Entanto
opera como catabacaulesista (sin Variaciones
Goldberg, ni Variaciones alredor de nada).
Stockholm Julio 14 1965 9.15 pm
XXXV
Ha ingresado en la nómina de mis lectores, Fedro*
el Veloz. Tampoco ha logrado desentrañar el sentido
recóndito de la mi sosa y desordenada prosa.
Le queda tiempo para ello, que es jóven. Lástima que
no sea heroico: no pudo leer sino la página primera
de Prosas de Gaspar... Solo el perseverante Bogislao
el Doliente leyó todas las Prosas. Fedro el Velocísimo
dió por leido el librejo con la docena de renglones que
transcribe. Hasta aquí no hay ninguna voz anticuada.
Tómase nota de que L de G es hombre paradojal
y paradójico, es decir, paradojo por partida doble
y en dos lenguas (paradojal no lo acepta el académico
Diccionario señor idem). L de G si dice paradojal
o paradojo o paradójico --por su libre capricho-pero no redundando.
(* Fedro Guillén)
TRADUCCIONES
ES MEDIA NOCHE, DOCTOR SCHWEITZER
GILBERT CESBRON
LA HIJA DEL SULTAN Y EL BUEN JARDINERO
HENRI GHEON
VALERIA
EDY GHILAIN
SAUL
ANDRE GIDE
Textos de AUTOR DESCONOCIDO – RENE THEVENIN
JEAN CASSOU – H. SULBLE y LUCIEN WILTER
GILBERT CESBRON
ES MEDIANOCHE, DOCTOR SCHWEITZER
PIEZA EN DOS ACTOS Estrenada en Paris en el Théàtre de l'AthénéeLouis Jouvet el 2 de abril de 1951
PERSONAJES
El Doctor Albert Schweitzer - El Padre Carlos de Ferrier
- El Administrador Leblanc - El Comandante Lieuvin
- La señorita María
La pieza pasa toda en la oficina del hospital del Doctor Schweitzer,
cerca de Lambaréné (Gabon) en agosto de 1914, de noche.
ACTO PRIMERO
SCHWEITZER, MARIA
El despacho del doctor Schweitzer. Una pieza de construcción y de
decoración rudimentarias, alumbrada por tres lámparas puestas
sobre los muebles. En el fondo, una puerta doble con vidrios que da
a una veranda que a su vez da a las tinieblas. A la derecha,
otra puerta que se entiende que se abre a la sala de exámenes
del doctor Schweitzer. Entre la puerta de la derecha y la del fondo,
la mesa del doctor, cubierta de libros y objetos, y un pequeño
botiquín.
A la derecha una biblioteca. Es visible que ha sido confeccionada
a base de cajas. Entre esta y la puerta del fondo, el piano del doctor
Schweitzer. Sillas, uno o dos grabados, un calendario mural;
a la izquierda un mapa de Africa. Un plano de las treinta barracas
que constituyen el hospital fijado al muro, sobre la mesa.
Cuando se levanta el telón, el doctor Schweitzer está solo en escena,
ante su piano y toca un coral de Bach. En el curso del acto se oirá
el chillido de los grillos, gritos de bestias, llamados misteriosos.
Los personajes deberán, sin afectación, hacer sentir al público
el calor, que es agobiador, a pesar de la noche.
ESCENA PRIMERA
Durante un momento Schweitzer toca dando la espalda al público.
Está en camisa y pantalón de tela blanca. María, uniformada
de enfermera, entra por la puerta de la derecha, con un paquete
de cartas en la mano. Es bella, pero con la belleza patética
de las rosas que el sol empieza a fatigar. Se aproxima al piano,
escucha algún tiempo y habla finalmente.
MARIA
Es medianoche, doctor Schweitzer!
SCHWEITZER
(se estremece, se vuelve hacia ella, la saluda con un gesto
de la cabeza, toca aún algunas notas, luego dice, sin volverse:)
En mi casa son las seis, señorita María. El Angelus
suena en este mismo momento en el campanario
de Gunsbach, y mi pequeña hija se vuelve, durmiendo:
un ángel pasa...
MARIA (con firmeza)
Aquí es medianoche y hay qué acostarse!
SCHWEITZER (levantándose)
Bien. Pero como se acuesta el sol: el sigue velando,
el vela en otra parte!
(vuelve a sentarse y pregunta súbitamente con una especie
de angustia:)
Escuchad! Es siempre eso?
(toca un pasaje de Bach. María escucha atentamente y hace signos
de que si.)
Seguro?
MARIA
Si.
SCHWEITZER
(se detiene y, girando sobre el taburete, da la cara al público.
Mira sus manos y dice a media voz:)
Manos de leñador... de carpintero...
MARIA
De cirujano!
SCHWEITZER (como si no hubiera oído)
Ya no manos de organista!
MARIA (bruscamente)
Y yo? Tengo todavía siquiera una cara?
SCHWEITZER (estupefacto)
Pero...
MARIA
(a media voz y reclinando la cabeza)
Una cara de mujer...
SCHWEITZER
(levantándose bruscamente)
Os pesa!
MARIA (vivamente)
Pues no!
SCHWEITZER
(caminando nerviosamente)
Os pesa vuestra decisión, vuestra partida.
Hay que regresar a Europa, señorita María! Sí! Sí!
Yo no le robaré jamás un minuto a nadie...
MARIA
Doctor, yo os aseguro...
SCHWEITZER
(continuando como para sí solo)
El precio de un solo minuto! No es el mismo para
ningún ser. Un mendigo que muera mañana...
¡su tiempo es mil veces más precioso que el mío!
MARIA
Pero el no sabe nada.
SCHWEITZER
Yo tampoco! Por esto es que el tiempo de los otros,
de todos los otros, es sagrado! Prometédme, señorita
María, que, si realmente...
MARIA (sonriendo)
Vuestro tiempo también es sagrado... y es más
de media noche!
SCHWEITZER
(vacila un instante, luego, sonriente)
Vamos! Dádme aún diez y seis compases de Bach:
es una manera de detener el tiempo!
(Toca de nuevo. Al cabo de un momento, se oye un tam-tam
a lo lejos. María, que lo ha advertido antes que el doctor,
va a entreabrir la puerta doble. Cesa el tam-tam.
Schweitzer césa de tocar, se levanta, escucha y traduce)
Niño... niño enfermo...
(cesa el tam-tam.)
Un niño enfermo, pero no oí el comienzo del mensaje.
Véd, es preciso velar: nos va a llegar gente.
(la mira un momento, en silencio, y dice dulcemente:)
feliz esta noche...
(Silencio. Bruscamente:)
No sois
Trabajemos!
(María vuelve a tomar y compulsa el paquete de cartas que había
colocado sobre el escritorio. Schweitzer se dirige a una mesa
a la izquierda y toma una garrafa y un vaso.)
Jugo de fruta?
MARIA
No, gracias.
(Schweitzer se sienta, coloca la garrafa y el vaso en el escritorio.
María ha abierto las cartas y enuncia el contenido.)
La Universidad de Strasburgo os pregunta la fecha
de vuestro retorno...
(Schweitzer hace un gran gesto)
y confirma que conserva vuestra cátedra vacante...
SCHWEITZER (con esfuerzo)
Escribamos al rector que no es necesario... que jamás
regresaré, nunca jamás!
(hablando como a sí solo.)
Hacer carrera, yo? Vamos! Ha terminado todo eso,
ha terminado! Qué más, señorita María?
MARIA
Vuestro editor ha recibido nueve solicitudes
de traducción de vuestros libros sobre San Pablo;
os ruega...
SCHWEITZER (interrumpiéndola vivamente)
Todo lo que él quiera! Tengo confianza en él!
Y qué más?
MARIA
Siete propuestas de recitales de órgano para darlos
en...
(toma las cartas una a una.)
Edimburgo... Estocolmo... Amsterdam...
SCHWEITZER (deteniéndola)
Para el próximo invierno?
necesitamos el dinero...
Aceptadlo
todo:
(se levanta y va hacia el plano fijado al muro.)
barracas más antes del estío de 1915:
Quiero tres
maternidad, pequeña cirugía, locos...
MARIA (hojeando el resto de cartas)
He aquí, precisamente, donaciones, donaciones...
SCHWEITZER
Ah! qué sería de nosotros sin los amigos de Europa!
MARIA (irritada)
Decid mejor: que sería de los Negros sin nosotros!
SCHWEITZER
Si así lo queréis! Lo importante es que cada uno
encuentra su socorro.
MARIA (duramente)
Para mí, hay aquellos que pagan con su dinero
y los que pagan con su persona!
SCHWEITZER (dulcemente)
Para mí, hay aquellos que tienen mala conciencia
y luego los que sonríen...
MARIA
Es un poco la misma cosa!
SCHWEITZER (vivamente)
No! puesto que vos no sonreís... Vamos, qué pasa?
MARIA
(se levanta y va a la puerta-ventana del fondo)
Yo soy como la selva, como el Africa entera hacia
la noche: yo espero el tornado... me asfixio...
SCHWEITZER (se acerca a ella)
El tornado pasó: las hojas se enderezan, la tierra bebió
profundamente y los árboles tienen frescura hasta en
el corazón...
MARIA (a media voz)
Dichosos los árboles!
SCHWEITZER
Mañana desde temprano el sol recomenzará
a torturarlos en silencio, el Africa sedienta sufrirá.
Pero vos, vos habréis reencontrado la acción
y olvidaréis la noche detestable...
(María se sienta de nuevo. Schweitzer la observa y luego dice,
sirviéndose un vaso de jugo de fruta:)
Un poco demasiado nerviosa para este clima!
MARIA (semi-sonriente, semi-agresiva)
Pero... vos también, doctor! Acabáis de derramar
el jugo de fruta...
SCHWEITZER (sonriendo)
Lo he hecho adrede.
MARIA
Y (entonces) por qué?
(levantándose repentinamente.)
Escuchád!
(ella se vuelve, confusa, tras un momento.)
Había creído...
SCHWEITZER
Esa es Africa: se crée siempre... Y lo que no se oye,
es lo verdaderamente peligroso! Id a dormir,
señorita María.
MARIA
No! Esta noche no! Yo no podría...
SCHWEITZER (sonriendo)
A los chiquillos, demasiado enervados para dormirse,
se les dice cuentos! Entonces, qué historia os referiré
yo? Mi primera intervención, eso!, la noche de nuestra
llegada. El enfermo extendido sobre dos cajas en
el gallinero, transformado en sala de operaciones...
La
lámpara
de
petróleo
que
humeaba...
Mi mujer que me secundaba un poco temblorosa...
MARIA
Temblando?
SCHWEITZER
Si, porque también había ocho pares de ojos blancos
que nos cercaban en las tinieblas y seguían cada uno
de mis gestos: ocho guerreros M'fan armados
y emplumados como gallos de pelea!
MARIA
Y la operación salió bien?
SCHWEITZER (sonriendo)
De otro modo no estaríamos aquí! Esa noche derroté
a todos los hechiceros de la gran selva! En la noche,
los tam-tams regaban la noticia; al alba llegaban
en piraguas, familias enteras; desde el desembarcadero
se gritaba ya mi nuevo sobrenombre: N'tchinda...
MARIA
N'tchinda?
SCHWEITZER
El que corta bien!
MARIA (tras un silencio)
Y qué apodo me darías, vos, a mí?
SCHWEITZER (sonriente pero grave)
Balúa-lá…
(María hace un gesto de interrogación)
La que no ha elegido (escogido) todavía...
MARIA (con voz un poco alterada)
Conocéis también remedios para el alma, doctor
Schweitzer?
SCHWEITZER (lentamente)
He aquí uno que me ha preservado hasta este día...
este día de mis cuarenta años! Jamás me he sometido
a la necesidad de ser un hombre razonable.
MARIA
Qué?
SCHWEITZER
Lo había jurado en mi juventud. Yo oía hablar
a las personas mayores de su ideal y de su entusiasmo
como de niños que hubiesen muerto. Me sobrecogió
el terror de asermejármeles un día. Y entonces resolví
atravesar la vida con un alma... intacta!
MARIA (un poco irónica)
Y eso os ha dado la felicidad?
SCHWEITZER (tras un instante)
Estamos en plena noche, en plena selva y solos;
y, sin embargo, vacilo en confiaros esta verdad
que no he aceptado sino después de tántos años:
la felicidad no existe.
MARIA (gritando casi)
Yo no os creo!
SCHWEITZER
Verdad que se aprende pero que no se enseña!
MARIA
Y yo, yo estoy segura de que la felicidad existe!
SCHWEITZER (imperiosamente)
Sí, sí. Pero, si sois digna de ella, comprenderéis
entonces que no tenéis derecho, que os es preciso
asumir una parte del fardo del dolor del mundo...
(silencio.)
Entonces, abandonáis la felicidad y elegís la alegría...
MARIA (estallando)
Es, entonces, la alegría, dejar a su mujer y a su único
hijo en Alsacia? Y dejar también su parroquia,
su cátedra en la Universidad y la certeza de llegar a ser
el primer organista de Europa: es eso, la alegría?
SCHWEITZER (después de un silencio)
Os responderé: sí, eso es la alegría...
(esforzándose en sonreír.)
Pero agregaré que el papel de una enfermera no es
el de reabrir las llagas!
MARIA (inclinando la cabeza)
Os pido perdón!... Pero no esperéis de mi ninguna
consideración! Los grandes heridos, entre sí...
SCHWEITZER (interrumpiéndola)
Herida?
MARIA (con una jovialidad agresiva)
Sí! Figuráos que acabo de encontrar una evidencia...
Nada más hiriente que una evidencia!
(ante un gesto interrogante de Schweitzer)
NO SE VIVE SINO UNA VEZ...
SCHWEITZER (a media voz)
También yo lo creía así, hasta que esa hijita me nació.
MARIA (violentamente, sin oír)
No se vive sino una vez! Yo lo sabía ya, seguramente!
El día en que muere su madre también se sabe que
se es huérfano; sin embargo no se lo comprende sino
al siguiente día. No se vive sino una vez. Ahora,
es un hecho: el cáncer del tiempo se ha fijado en mí.
Este reloj en mi muñeca, es mi verdadero pulso
que late...
SCHWEITZER (dulcemente)
No se vive sino una vez, y vos os preguntáis
si precisamente vos no perdéis aquí vuestra vida...
MARIA
Yo no la pierdo, sencillamente.
SCHWEITZER
Entonces, tranquilizáos: se reconoce a quienes no
perderán la vida, en que se hacen esta pregunta...
MARIA
No! A quienes serán capaces de no perderla!
(con voz sorda.)
Ah! jamás me perdonare...
SCHWEITZER (interrumpiéndola)
Pero Dios si os perdonará!
(cambiando de tono.)
Y, bien, venid a ver por qué he derramado el jugo
de frutas, hace poco...
MARIA
(después de haberse aproximado, con un gesto de repulsión)
Qué horror! Esta fila de hormigas rojas...
SCHWEITZER (sonriendo)
Son mis vacas en el abrevadero! Desde la selva,
sintieron el azúcar y vienen en buen orden...
MARIA
Es aterrador!
SCHWEITZER
O magnífico, o grotesco: como un ejército,
como una procesión. Cuestión de gustos!
Pero, horrible, no, en todo caso: nada viviente
es horrible. Sólo la muerte; la muerte de los demás...
(silencio.)
Ved! Absorbieron las tres gotas; mis hormigas
regresan... Prefiero esto a verlas tomar en orden
el camino del gallinero, ahogar mis pollas tapándoles
las narices y el pico, y devorarlas en pocos instantes!
Tres noches por año, más o menos, nos dan esta alerta.
MARIA (a media voz)
Este país es demasiado inhumano...
SCHWEITZER
Es el reino de Damocles: la muerte suspendida,
en todo lugar, a todo instante... Y ello obra como
un veneno o como un remedio, según los organismos.
(inmovilizándose súbitamente.)
No oís? Alguien se acerca, alguien está en marcha
hacia nosotros...
(María hace un gesto nervioso.)
No os asustéis! Ya os lo he dicho: aquí lo que es
peligroso es lo que no se oye!
MARIA (a media voz)
Pero yo no he oído nada!
SCHWEITZER (sonriendo)
Y luego, ante todo, hay qué amar lo inesperado,
Balúa lá... Un día, un rostro se enmarcará en una
puerta, un libro caerá en vuestras manos,
oiréis la palabra de un desconocido... y vuestra vida
hallará de una vez su sentido.
MARIA
Vámos! Una vida valiosa no debe nada a la casualidad.
SCHWEITZER
Toda vida grande nace del encuentro de una
casualidad.
(Cuando termina esta frase, la puerta del fondo se abre
totalmente, empujada por el Padre Carlos, que trae un
negrito en sus brazos. El Padre tiene el rostro enflaquecido,
devorado por una barba griseante; una especie de rictus
le hace sonreír casi constantemente como a aquellos
a quienes deslumbra el sol. Lleva el hábito blanco con un
corazón escarlata coronado por una Cruz: es el hábito
que hizo ilustre el Padre de Foucauld.)
ESCENA SEGUNDA
SCHWEITZER, MARIA, EL PADRE CARLOS
MARIA
Padre Carlos!
EL PADRE CARLOS
Bien sabía que no dormíais!
SCHWEITZER (acercándosele)
Es el niño enfermo?
EL PADRE CARLOS
(sentándose, con el chiquillo, en una silla)
Cuando oí el mensaje: Demonio... niño... enfermo...
corrí. Ellos alistábanse a degollarlo, Schweitzer!
Lo creían loco...
MARIA
Epiléptico?
EL PADRE CARLOS
Sin duda.
SCHWEITZER
(que examinó al niño un momento)
Nada de eso! Es una crisis nerviosa provocada por
un abceso en el brazo, que voy a operar...
MARIA
Ahora mismo?
SCHWEITZER
Así lo pienso! Acostádlo, señorita María.
(mostrándole la puerta de la derecha.)
En esta sala. Un calmante y los lienzos para el brazo.
Prevenid a José y a Bonzo, que me ayudarán. Gracias
MARIA
Yo bien podría... yo misma...
SCHWEITZER
Oh, no! Habrá que tener al niño sin ninguna ternura:
no puedo contar con vos, gracias a Dios!
(sonriendo)
ni aún esta noche... Pero vos lo consolaréis después
mejor que nadie.
(María carga al pequeñuelo en sus brazos y sale por la puerta de
la derecha. Apenas ha salido, habla Schweitzer con vehemencia.)
ESCENA TERCERA
SCHWEITZER, EL PADRE CARLOS
SCHWEITZER
Qué fracaso, Padre Carlos! Dos años hace que
nos instalamos aquí, vos y yo, y aún ahora sacrifican
a los niños enfermos... Qué fracaso!
EL PADRE CARLOS (muy turbado)
Dos años, seguro! Pero cuántos siglos antes
de nosotros y cuántos otros por delante de nosotros!
SCHWEITZER
No, Padre Carlos, no! No me basta que el reino de
Dios esté en marcha: yo quiero que llegue más aprisa,
más aprisa! Para qué sirvo yo?
EL PADRE CARLOS (a media voz)
No es que vos obréis muy poco, Schweitzer; es que yo
oro mal...
SCHWEITZER
(pasando del plano del hospital al mapa de Africa)
He montado treinta barracas, trescientos lechos,
cien catres, por todo! Para una región tan grande
como diez veces Alsacia! Antes, no había nada;
algún día habrá hospitales modelos, dispensarios
por todas partes. Bien! Pero hoy, padre Carlos!
es el presente el que únicamente me interesa!
(silencio.)
Uno de esos horribles protestantes, sí? Es lo que
pensáis de mí!
EL PADRE CARLOS (luego de un silencio
No. Me preguntaba yo cómo me juzgáis, vos,
Schweitzer, vos, que abatís, construís, curáis noche
y día! a mí que paso las horas inclinado al pié
del Santo sacramento...
SCHWEITZER (sincero)
Se necesita harto valor, cuando los cuerpos son
tan miserables, para pensar primero en las almas,
que lo son aún más. Yo, yo no lo podría...
EL PADRE CARLOS (a media voz)
Sois muy generoso...
SCHWEITZER (sonriendo)
En mi aldea de Gunsbach, no hay sino una sola iglesia,
Padre Carlos: ella sirve a los católicos como a
los protestantes. Entonces, la querella de la Fé y de
las Obras, vos sabéis...! (termina su pensamiento con
un gesto.)
EL PADRE CARLOS
Cada uno de nosotros ha ido hasta el extremo
de su camino. A la partida, nos volvíamos la espalda...
SCHWEITZER
Y nos encontramos cara a cara del otro lado
de la tierra, a mitad del camino de nuestra vida:
cara a cara, impotentes y afligidos.
(violentamente.)
Ah! Entonces sólo los tiranos y los multimillonarios
llegan hasta el término de sus designios?
EL PADRE CARLOS (luego de un silencio)
Creía haber encontrado aquí al único hombre a quien
la desesperación no llegaba nunca...
SCHWEITZER
Es que es medianoche, Padre! El exámen
de medianoche... Yo lo sostengo solo, habitualmente.
(va hacia el mapa de Africa.)
Yo me sitúo delante de este mapa de Africa
que conservo aquí por humildad y en el que nosotros
no representamos
(planta un alfiler en Lambaréné)
sino este alfiler clavado...
EL PADRE CARLOS
Esta espina clavada en el gran cuerpo salvaje
y que acabará por tener razón!
SCHWEITZER
Pero cuándo, Padre Carlos? Cuándo? Nuestros
tataranietos lo verán?
EL PADRE CARLOS
(poniéndole una mano sobre el hombro)
Ellos verán los cuerpos; pero nosotros, Schweitzer,
nosotros, desde los balcones de la Casa del Padre,
nosotros veremos también las almas!
SCHWEITZER
(sin alegría, después de un silencio)
El señor Administrador General Leblanc reiría mucho
si nos oyera! Y el Comandante Lieuvin, también...
EL PADRE CARLOS
No con la misma risa!
SCHWEITZER (sorprendido)
Conocéis al Comandante?
EL PADRE CARLOS
Yo no me he encontrado todavía con él, aquí,
pero estuvimos juntos en Saint-Cyr. Por qué sonreís,
Schweitzer?
SCHWEITZER
El Padre Carlos en Saint-Cyr!...
EL PADRE CARLOS (vivamente)
Ah! No habléis de esos tiempos!
SCHWEITZER
Pero él, ya era el fastuoso, el imperioso? Lieuvin
el constructor?
EL PADRE CARLOS
Ya necesitaba él, desde entonces, una enorme ración
de hechos, de decisiones, de materia humana
para moler. Decía: Yo soy un animal de acción.
Y se arrojaba él en el momento presente con todas
sus fuerzas: jugaba todo a una sola carta... Lieuvin...
SCHWEITZER
Y ya poseía él esta sola debilidad: la necesidad
de ser amado, de ser aprobado?
EL PADRE CARLOS (sonriendo)
Sí. Era una de sus dos maravillosas debilidades.
SCHWEITZER
Y la segunda?
EL PADRE CARLOS
El secreto de su éxito: una prodigiosa aptitud para
el hastío.
SCHWEITZER
El hastío? Lieuvin?
EL PADRE CARLOS
Un hastío mortal que lo mataría de una vez si cesara
de obrar!
SCHWEITZER (después de un silencio)
Obrar... A mí, fue solamente a los treinta años
cuando el asco de la palabra me embargó.
EL PADRE CARLOS
Para vos, la acción, es, entonces, lo contrario de
la palabra?
SCHWEITZER
Sí, lo único.
EL PADRE CARLOS
No, Schweitzer: lo contrario de la palabra es, también,
el silencio.
SCHWEITZER
(sorprendido, lo observa un largo rato, después, con otro tono)
Enflaquecéis, padre Carlos.
EL PADRE CARLOS (contrariado)
Vámos! los árboles no enflaquecen...
SCHWEITZER (dulce, pero imperioso)
Enflaquecéis. Me entristece hablaros
pero temo que os imponéis privaciones...
de
ello,
EL PADRE CARLOS (mismo juego)
Pues no!
SCHWEITZER (continuando
... y mortificaciones excesivas. El cuerpo es un buen
compañero, Padre: cuídalo!
EL PADRE CARLOS (sonriendo)
Es un criado goloso, perezoso...
SCHWEITZER (interrumpiéndolo)
Pero fiel hasta la muerte! Por lo demás la máxima
mortificación sería precisamente sacrificar vuestras
mortificaciones...
EL PADRE CARLOS
No me pidáis eso!
SCHWEITZER
Yo creo que sí. Pasemos ahí, voy a examinaros...
EL PADRE CARLOS
Seguramente no antes que a mi enfermito!
SCHWEITZER
(yendo hacia la puerta de la derecha)
Todo debe estar listo ya..
No os vayáis, Padre Carlos!
(volviéndose.)
(sale)(Al quedar solo, el Padre Carlos va hasta la puerta doble del
fondo y abre sus dos alas. Se inmoviliza así, los dos brazos
separados, crucificado, blanco sobre ese fondo de noche de donde
llegan rumores. María entra por la derecha y lo observa un largo
rato antes de decidirse a hablar.)
ESCENA CUARTA
EL PADRE CARLOS, MARIA
EL PADRE CARLOS (a media voz, para sí solo)
Las Tinieblas Exteriores...
MARIA (dulcemente, tras un silencio)
Es preciso cerrar esa puerta, mi Padre.
EL PADRE CARLOS
(se vuelve y dice, cerrando, cerrando las alas de la puerta)
Los mosquitos?
MARIA (con voz un poco sorda)
Todos los enemigos de fuera, todas las potencias
de la noche! No tenemos bastante con nuestra noche,
la nuestra, con los enemigos de dentro?
(el Padre Carlos la observa sin responder.)
Padre Carlos, sonreís siempre, por qué?
EL PADRE CARLOS
Es mi única arma. Dejádmela!
MARIA (sin simpatía)
Un arma de dos filos!
EL PADRE CARLOS (tranquilamente)
Yo sé que eso puede irritar, pero la irritación puede ser
saludable. Cuando con el aceite no obra en una
cerradura se emplea el ácido...
(silencio.)
Me habéis preguntado por qué sonreía; puedo yo
preguntaros por qué no sonreís?
MARIA (bruscamente, con angustia)
Mi Padre, es que también pensáis que no se tiene
derecho a la felicidad?
EL PADRE CARLOS (lentamente)
La felicidad pasa como un soberano en un desfile.
Lo esperáis largo tiempo... Súbitamente bate más
rápido vuestro corazón... Ah! demasiado tarde! Ya ha
pasado... La felicidad no se deja ver sino de espaldas!
MARIA
Entonces son falsos todos los cuentos que terminan
bien?
EL PADRE CARLOS
Siempre terminan en el umbral de la felicidad: una
página más y todo se derrumbaría! o peor: se usaría...
MARIA (violentamente)
No! No! Duraría, la felicidad, si vosotros no
la echáseis!
EL PADRE CARLOS
Nosotros?
MARIA
Gentes como el doctor y vos, sí! Seguros de antemano
que no se puede retener la felicidad o que no se tiene
el derecho de hacerlo! Un mal contagioso:
la vergüenza de la felicidad... Y sin embargo el tiempo
pasa, pasa!... He aquí una pregunta bien tonta:
os miráis a veces al espejo, Padre?
EL PADRE CARLOS (después de un instante)
Hace mucho me encontré cara a cara con un
desconocido. Ante su mirada inquieta me dije:
Que puedo hacer yo por ese anciano? Le tendí
la mano: estaba ante un espejo...
MARIA (tomando un espejo de la mesa)
Y bien, yo me miro, yo, mañana y tarde, en este espejo
que véis, y...
(terminando con voz sorda.)
y yo quiero ser feliz, pronto!
EL PADRE CARLOS (dulcemente)
Pero... no sois feliz aquí?
MARIA (con mucha calma)
No, Padre: os aseguro que se puede estar en paz
consigo mismo y con los demás y con el cielo y no ser
feliz...
EL PADRE CARLOS (desconcertado)
Entonces es que nosotros no tenemos las mismas
definiciones sobre ese punto...
MARIA (violentamente)
Sobre ninguno! Yo, vivo sobre la tierra! Yo sé lo que
yo llamo amor, lo que yo llamo amar: un ser, elegir
un solo sér y dárselo todo!
EL PADRE CARLOS (a media voz)
Es el principio...
MARIA (aún más violenta)
Y si es mi fin, el mío?
EL PADRE CARLOS (duramente)
Entonces que hacéis vos aquí?
MARIA
En este infierno?
EL PADRE CARLOS
Bajo este cielo tórrido que tomáis por un infierno?
(ella va a contestar; él la detiene impetuosamente.)
Pero no! Yo os lo voy a decir: entre vos y vos misma
habéis puesto la mitad de la tierra! Vos os vengáis aquí
de alguien, pero sobre vos misma, solamente,
como hacen todas las almas nobles! Y este amor,
este amor exclusivo que hoy os falta...
MARIA (queriendo interrumpirlo)
Padre mío...
EL PADRE CARLOS (sin piedad)
...No habéis vos, vos misma, comenzado por faltarle
en Europa?
MARIA (con la voz rota)
Cómo sabéis?
EL PADRE CARLOS
(súbitamente enternecido, continúa dulcemente)
Yo no sé nada de vuestro pasado... pero vos no sabéis
nada de vuestro futuro! Sin embargo, no reservéis
vuestro corazón, esperando: dividídlo aquí entre todas
estas gentes que tienen tánta necesidad de vos!
MARIA (amargamente)
Yo no he venido por ellos...
EL PADRE CARLOS
Habéis venido por una idea. Pero el heroísmo consiste
en creer aún en la idea después que se ha visto
a los séres miserables que la encarnan.
MARIA (como a sí misma)
He venido yo siquiera por una idea?
EL PADRE CARLOS (duramente, tras un silencio)
Vos no habéis venido por alguna cosa sino contra
alguien1 Solamente, sabédlo: nada grande se hace,
nunca, nada grande se hace contra!
MARIA (de nuevo violenta)
Vamos! toda vuestra religión es contra! Contra
el amor, contra la libertad, contra la mujer,
contra la vida!
EL PADRE CARLOS (consternado)
Qué abismo! Un niño de seis años piensa también
que la vida no es sino una serie de interdicciones!
Tenéis seis años, cuando habláis así...
MARIA (menos segura)
Qué es la perfección, sino la privación de todo?
EL PADRE CARLOS
Qué es la perfección en frente de la santidad?
Y qué la santidad sino la sed de todo? Ah! el orgullo
es pretender ser perfecto, no querer ser un santo...
MARIA (a quema ropa)
El doctor Schweitzer es un santo?
EL PADRE CARLOS
Lo sabe Dios, no yo! Pero ello no me sorprendería:
ese hombre rebosa amor.
MARIA (amarga)
De veras? Sabéis que ha dejado a la Señora Schweitzer
y a su hijita en Alsacia?
EL PADRE CARLOS (a media voz)
Yo no sabía que amaba hasta ese punto...
MARIA (violentamente)
Dios me preserve de ser amada de esa manera!
EL PADRE CARLOS (más violentamente)
Dios? Pero qué tenéis vos para ofrecerle de más valía,
hasta este día?
MARIA (dulcemente, tras un silencio)
Por qué me herís?
EL PADRE CARLOS (confundido)
Dos ciegos que se baten, se infligen heridas terribles.
MARIA
Además, no! vos no me habéis herido: sólo habéis
abierto la llaga.
EL PADRE CARLOS
(tomándola del brazo, lentamente)
Escuchad... quién sabe si no lo encontraréis aquí,
al que esperáis?... Y quién sabe si él no os espera ya?...
MARIA (estremeciéndose)
Pero...
EL PADRE CARLOS
Las almas solas y las almas desoladas se dan cita
en el fin del mundo...
(En este momento, el doctor Schweitzer entra por la puerta de
la derecha. Parece fatigado y se enjuga la frente con su pañuelo.)
ESCENA QUINTA
EL PADRE CARLOS, MARIA, SCHWEITZER
EL PADRE CARLOS (en un grito)
El niño?
SCHWEITZER
Ya era tiempo!
MARIA
Duerme?
SCHWEITZER
Profundamente! y con una sonrisa que es nuestro
salario de esta jornada.
MARIA (yendo hacia la derecha)
Voy a velarlo.
SCHWEITZER
Es inútil: Bonzo ha transportado su colchón cerca
del lecho y no lo dejará solo.
MARIA (dulcemente)
No perdió Bonzo, hace algún tiempo, un niño de esa
edad?
SCHWEITZER
Si.
(silencio.)
A los hombres amputados de un brazo les ocurre,
con los cambios del tiempo, sentir dolor en
su miembro ausente...
EL PADRE CARLOS (a media voz)
Mi enfermedad hace mi fuerza...
SCHWEITZER
(alegremente, tomándolo por el hombro)
Padre, si creéis domesticarme con citas de la Biblia,
perdéis vuestra pena! He dicho que os examinaré,
y voy a hacerlo. Vamos!
(lo empuja hacia la puerta de la derecha)
EL PADRE CARLOS (reticente)
Escuchád...
SCHWEITZER (mismo juego)
Yo no quiero escuchar nada!
(a Maria.)
Enflaquece!
(franqueando la puerta de la derecha.)
Venid!
(salen ambos)
ESCENA SEXTA
MARIA, sola, después el COMANDANTE LIEUVIN
(Al quedar sola, María se aproxima lentamente a la mesa,
toma el espejo, se mira un largo instante y fúndese en llanto.
Pero súbitamente se endereza y se enjuga precipitadamente los
ojos: ha oído algo. En efecto, he aquí un rumor muy próximo;
resplandores muy vivos se agitan ante la puerta doble del fondo.
Esta se abre impetuosamente y el Comandante Lieuvin aparece
sobre el umbral. El es bello y lleva la máscara de su carácter.
Sobre los hombros, una especie de capa ligera como la que se ve
en todos los retratos del mariscal Lyautey.)
LIEUVIN
(deteniéndose sobre el umbral y hablando fuerte hacia el exterior)
Esperádme, hijos míos! Apagad vuestras antorchas!...
(cierra la puerta y advierte entonces solamente a María. Su rostro
se ilumina.)
Ah! yo no
Cómo estáis?
esperaba
encontraros
despierta...
MARIA (los ojos bajos)
El doctor Schweitzer está bien.
LIEUVIN
(insistiendo y mirándola de hito en hito)
Cómo estáis... vos?
MARIA (alzando su mirada)
Pues... muy bien!
LIEUVIN (bruscamente)
Esos ojos enrojecidos... Acabáis de llorar!
MARIA
Sí.
LIEUVIN
Se puede...? (saber)
MARIA (vivamente)
No!
LIEUVIN
(la mira un momento, luego en voz baja)
Los corazones un poco altivos son como las gentes
pobres: instintivamente no se defienden sino contra
aquellos que les quieren bien...
MARIA (secamente)
Es posible!
LIEUVIN (secamente)
Es posible, sólo que, yo, yo no lo admito! Yo no he
admitido jamás de golpe nada, salvo lo irreparable...
MARIA (dulcemente, tras un silencio)
Queréis ver al doctor, Comandante?
LIEUVIN (casi tímidamente)
Es a él a quien vengo a ver, pero soy feliz de haberme
encontrado con vos...
MARIA
Voy a
(como si ella no hubiera entendido)
prevenirlo.
(se dirige a la derecha)
LIEUVIN (lentamente, como a sí mismo)
Detesto el que me evitéis... No obstante,
me decepcionaría si no lo hiciéseis: es vuestra línea...
MARIA
(que se ha detenido, vuélvese hacia él y le dice con voz alterada)
Por qué me habláis así, Comandante?
LIEUVIN (muy dulcemente)
Preguntádme más bien por qué es hoy solamente
cuando así os hablo...
(Quedan silenciosos uno frente a otro. Súbitamente Lieuvin
continúa, pero imperiosamente.)
Escuchad: entre gentes de nuestro temple esas fintas
son deprimentes. Conocéis mi pasado, mi carácter:
sabéis lo que yo ofrezco, adivináis lo que yo exijo.
(María hace un gesto)
No! No me contestéis esta noche! Dejad que mis
palabras encuentren un sitio en vos, sin que de ello
os deis cuenta, como semillas en la tierra. Si no me
habláis de ello mañana, yo no os hablaré jamás de ello.
(María se dirige a la derecha.)
Es inútil! No tengo nada que decirle a Schweitzer!
Había venido, no había venido sino... por esto.
(Silencio un poco largo. Lieuvin dice finalmente con voz sorda.)
Ahora, María, decídme algo, si os place...
MARIA
(toma una de las lámparas y dice esforzándose:)
Es la hora en que debo hacer mi última visita
al pabellón de los operados...
(Sale por el fondo. Lieuvin la sigue con la mirada, sin moverse.
Al cabo de un instante el doctor Schweitzer entra rápidamente
por la derecha: viene en busca de su estetoscopio en la mesa.)
ESCENA SEPTIMA
LIEUVIN, SCHWEITZER
SCHWEITZER (sonriente)
Comandante Lieuvin, esas luces, esos rumores,
érais vos...?
LIEUVIN (también sonriendo)
Lo dudábais?
SCHWEITZER
Lo dudaba... Es al señor Administrador general
Leblanc a quien esperaba, pero vos no tenéis el mismo
cortejo!
LIEUVIN (altivamente)
De hecho, qué tenemos él y yo en común fuera
de encontrarnos ambos aquí?
SCHWEITZER (tras una pausa)
Valdría mejor, para el indígena, que los dos perfiles
de la cara de Francia se asemejasen un poco.
(Lieuvin hace un gesto de impotencia.)
La señorita María os ha dejado solo?
LIEUVIN
Ha ido a hacer su visita al pabellón de cirugía.
SCHWEITZER (sorprendido)
A esta hora?
(se dirige a la derecha, estetoscopio en mano.)
Excusadme, me disponía a examinar al Padre Carlos.
LIEUVIN
Ferrier aquí? Al fin voy a volver a verlo!
SCHWEITZER (regresando)
Teníais autoridad sobre él, en otro tiempo?
LIEUVIN
Autoridad, no, pero quizás si cierto ascendiente...
SCHWEITZER
Entonces... os necesito!
(sale por la derecha.)
ESCENA OCTAVA
LIEUVIN, LEBLANC, luego SCHWEITZER
(El Comandante Lieuvin queda solo y viene a situarse frente
al mapa de Africa, a la izquierda, y se sumerge en su estudio
tan profundamente que no oye entrar al administrador Leblanc
por el fondo. Leblanc es tan alto y tan agradable como Lieuvin.
Tiene como él sus exasperaciones, sus reacciones bruscas.
No obstante, existe entre ellos una diferencia esencial:
en medio de esos héroes Leblanc es un hombre, es el hombre.
Leblanc se acerca a Lieuvin y queda un instante sin hablar, luego:)
LEBLANC
Vámos, Lieuvin, cuántas nuevas aldeas? Cuántos
kilómetros de rutas y de vías férreas nos construís?
LIEUVIN
Perdón! No os había oído llegar! Buenas noches,
Leblanc!
LEBLANC
Yo, en cambio si os oí en la encrucijada de aguas
de Douara, os oí a vos, a vuestros portadores
de antorchas y a vuestros cantores! Os habéis
adelantado a mi bote silencioso.
LIEUVIN
Yo sé que mi fasto os desplace... El calificativo
es vuestro!
LEBLANC
(lentamente, mirándolo a la cara)
Es decir que habría que elegir, me parece:
el fasto o la familiaridad, la altivez o la demagogia;
y, también, despreciar a los hombres políticos o, bien,
ensayar de agradarlos, pero no ambas cosas!
LIEUVIN
Cuando habláis de mí, Leblanc --si os importa hablar-no empleéis nunca o..., decid siempre y!
LEBLANC
Me gusta que se tenga una doctrina y que a ella
se atenga!
LIEUVIN
Es más cómodo, pero sólo para los demás!...
No, una doctrina no: un espíritu.
LEBLANC
De casta!
LIEUVIN
Vamos! vos también habrías de elegir: elegir vuestros
reproches! Espíritu de casta? Pero sabéis muy bien
que la opinión de un sargento cuenta tanto para mí
que la de un capitán!
LEBLANC
Precisamente! Es necesario estar bien seguro de
su ancestro para osar comprometerse.
LIEUVIN
Mi abuelo y sus tres hijos eran generales: eso ya no es
una casta, es una vocación!
LEBLANC
Lo sé! Sé que vuestro padre sirvió a cuatro regímenes
diferentes, con, apenas... matices de predilección.
LIEUVIN
Lo que prueba que, en mi familia, el gusto del servicio
puede más que la facción.
LEBLANC
(designando a Lieuvin con el dedo)
De todos modos, es singular que este realista conquiste
un imperio para la República!
LIEUVIN
Me hacéis mucho honor! Pero no, Leblanc,
soy demasiado realista para no ser republicano bajo
la República.
LEBLANC
Matrimonio por despecho!
LIEUVIN (risueño)
Esos son los más sólidos!
LEBLANC
Si creéis que se sirve a la República maldiciendo
sus hombres de Estado e ignorando a sus funcionarios,
os equivocáis, Lieuvin
LIEUVIN (a media voz, pero violentamente)
Detesto los políticos que, desde allá, os revocan
y destruyen con chismes de antesala cinco años
de trabajo y de influencia! Detesto los militares
de gabinete, que son civiles disfrazados, cabos
con estrellas! Detesto a todos esos que matan de lejos:
yo, yo estoy con la bestia, contra el cazador!
LEBLANC (dulcemente)
Si estuviéseis en su lugar, allá abajo, sin duda
os inquietaría el comandante Lieuvin y detestaríais
sus maneras!
LIEUVIN
Por ejemplo?
LEBLANC
Por
ejemplo
sus
violencias
espectaculares
pero calculadas, su espontaneidad... requerida,
ese tuteo y esas confidencias reservadas a los que están
cerca y este desprecio hacia los demás!
LIEUVIN (sonriendo)
Entonces es este modo que tengo de juntarme con
mi gente el que os desplace, Leblanc?
LEBLANC
El día de vuestra llegada un capitán os presentó
el informe de los castigos, el presupuesto de la cantina,
una orden de desplazamiento para un carruaje
forrajero, etc. Cuántos papeles de este género tenéis
cada día? le preguntasteis. Sesenta, mi comandante!
Yo suprimo cincuenta! El capitán os consideró
como un dios... Es demasiado fácil!
LIEUVIN
Más fácil es acumular papeles, dejar perecer de asfixia
a las gentes y responder: Yo no quiero saberlo!
LEBLANC
A mi vez, yo no quiero saberlo! Esos son detalles
de método militar. No os reprocho el hacer vuestro
oficio, Lieuvin, sin precisamente el salirse de él!
Esa manera que tenéis de olfatear el país, de diseñar
por anticipado aldeas, vías férreas, puertos... A cada
uno su tarea, comandante! Guardad nuestros confines,
penetrad en territorios no sometidos, desfilad --en fin-bajo un arco de triunfo, pero dejadnos a nosotros
plantar, edificar, gobernar!
LIEUVIN
Ello es inseparable! Al tomar una guarida, el jefe
militar piensa en el mercado que establecerá
en seguida y no lo toma de la misma manera!
Soy yo quien tiene la porra, Leblanc: soy yo sólo quien
puede obtenerlo todo no sirviéndome de ello! Vuestro
prestigio cuesta dinero, el mío economiza vidas
humanas. Los fuertes son dulces, ellos solamente.
LEBLANC
Yo sé lo que habéis hecho en Tonkin, en Marruecos,
eso es... es histórico! Pero aquí el problema es otro,
Lieuvin, y yo lo conozco mejor que vos...
LIEUVIN
Lo conocéis desde el fondo de vuestro palacio
y de vuestros reglamentos! Vos sois el señor altivo
y yo soy el peatón! Creédme, es bueno descender
hasta las cabañas y conocer la opinión del cargador
y la del mendigo...
LEBLANC (con calma)
Es posible! Pero yo soy el que manda aquí,
hasta nueva orden. Como véis, yo lo digo sin ningún
orgullo, porque yo no soy el amo que tiene la
antigüedad; el amo, pero con la condición de obedecer.
Soy yo quien hace trazar las rutas y edificar las aldeas,
y no vos!
LIEUVIN (vehemente)
Entonces, hacédlo! Nada avanza aquí, sino el tiempo!
Las pocas rutas que comenzáis serán demasiado
angostas dentro de cinco años! Vuestro nuevo puerto
es la maqueta del que se necesitará! Y esos cortes
desordenados en la selva! Y esos edificios de estilo
cuartel! Véis todo eso, Leblanc! Ordenáis todo eso?
LEBLANC
Yo ejecuto.
LIEUVIN
Pero las gentes de las oficinas no pueden saber!
Para ellos, este país no ha existido nunca sino
en los mapas! Pare ellos, el sol, es una adjudicación
de cascos; las serpientes, una caja de suero
o un lote de ataúdes; la selva, son fletes: volúmenes de
maderas preciosas; y los negros, conscriptos, futuros
contribuyentes. Pero no es así para vos, Leblanc,
en todo caso?
LEBLANC (tras un silencio)
Para mí el Africa no es ni una vocación ni una
aventura: es un oficio. La serie de circunstancias
que me colocaron aquí es perfectamente mediocre.
LIEUVIN (sincero)
Debe lamentarse?
LEBLANC
No, puesto que yo no me quejo! Yo no quisiera
tampoco, Lieuvin, que mi carrera fuera rota, desde
lejos, por una suerte de dados de la política; pero yo
tampoco quiero comprometer mi vida, mis noches,
mi alma, en la construcción de una aldea!
LIEUVIN
Ni en la fundación de un imperio?
LEBLANC
Ni en la fundación de un imperio! Yo no aspiro
a figurar en el diccionario...
LIEUVIN (después de un silencio)
Me creéis ambicioso?
LEBLANC
Vos mismo lo habéis creído! Os desestimáis. No, no:
es muy otra cosa: sois un grande hombre, Lieuvin!
Me asustáis.
LIEUVIN (alzándose de hombros)
Vamos! Yo os hablo en un lenguaje humano!
Ver crecer cada árbol, cada avenida, cada aldea,
con un sentimiento paternal. Leer el éxito en los ojos
de sus gentes y no en el Diario Oficial. Ah! Leblanc,
su abnegación, su temblor de obediencia! Saber
que siempre se contará con voluntarios!...
LEBLANC (se aparta de él)
Eso es lo que es aterrador! El grande hombre quema
a todos aquellos a quienes toca.
LIEUVIN
El los inflama!
LEBLANC
El los consume. Ese padre es un asesino.
LIEUVIN
Y si ellos prefieren eso? Una vida apasionante:
una llama alta, y no el fuego tranquilo? El agua
que canta y no el baño de maría?
LEBLANC (secamente)
Yo no.
(Silencio. Luego, calmadamente.)
Vos no me enrolaréis, comandante! Yo ignoro aún por
qué se os mantiene en estas regiones después de que
habéis terminado su pacificación. Si se quiere dároslas,
yo me iré, con un muy vivo disgusto, pero yo me iré
antes que trabajar con vos: tengo el horror del grande
hombre. Entre el Padre de Ferrier, Schweitzer y vos,
no tengo ninguna probabilidad!
LIEVIN (risueño)
Véis héroes por todas partes! Tenéis la cabeza épica.
LEBLANC
No: tengo el instinto de conservación! El aire es
irrespirable en torno de vosotros. Ferrier es la locura
de la Cruz! Vos, la locura de la grandeza! Schweitzer...
LIEUVIN (interrumpiéndole)
Perdonad por lo menos al doctor, y desead
para nosotros su equilibrio y su eficacia!
LEBLANC (prosiguiendo)
Schweitzer es el héroe nacional protestante.
LIEUVIN (irónico)
Porque el protestantismo es una patria?
LEBLANC
Muy exigente y muy celosa! Con su Ejército de la
Salud, sus héroes de cuello duro, sus especialidades
nacionales:
la
homeopatía,
el
feminismo,
la abstinencia. Yo olfateo los protestantes como otros
el Judío: los reconozco por su ingenuidad astuta,
por su snobismo del Evangelio y sobre todo por esto,
Lieuvin: porque no contentos con tener razón quieren
aún probároslo.
LIEUVIN (secamente)
Sois venenoso!
LEBLANC
El terrible veneno de la clarividencia... Son simples
los venenos de los hechiceros de esta selva!
Son no obstante los más fulminantes del mundo.
LIEUVIN (cambiando de tono)
Honradamente: qué hacéis vos por Schweitzer?
LEBLANC
Yo lo tolero.
(gesto de Lieuvin.)
No olvidéis que el doctor es Alsaciano, es decir
súbdito alemán...
LIEUVIN (indignado)
Leblanc!
LEBLANC (continuando)
... Y que nosotros podemos estar mañana en guerra
con Alemania!
LIEUVIN
Precisamente para liberar la Alsacia!
LEBLANC
Seguramente.
(silencio.)
A propósito: cómo se dice revancha en alemán?
LIEUVIN (fogosamente)
El doctor Schweitzer es tan poco súbdito alemán
que se ha instalado aquí, en Gabón, y no en Togo
o en Camerún.
LEBLANC
Ha escogido la peor región. Esta raza de palomas
no hace su nido sino en las higueras malditas.
Cuando él muera, le pedirá a Dios, como recompensa,
el permiso de instalar sus barracas en el infierno!
LIEUVIN
Y qué es lo que se piensa de él arriba?
LEBLANC
En el cielo?
LIEUVIN (obligado a sonreír)
No; en Paris...
LEBLANC
No se sabe qué pensar. La simpatía no es una
condición política.
(silencio.)
Lo ayudo en la medida de mis medios, pero esto
es sin órdenes.
LIEUVIN
(luego de mirar hacia la puerta de la derecha)
El doctor os esperaba esta noche?
LEBLANC
Sí, para un inventario. Los transportes están
embotellados por las amenazas de guerra: Schweitzer
está a punto de carecer de medicamentos,
casi sin recursos. (Silencio. Cambiando de tono y lentamente.)
Pero no es por él por quien vengo.
LIEUVIN
(que comprendió casi inmediatamente)
Ah?
LEBLANC (el mismo juego)
Os lo he dicho, Lieuvin: Yo, yo soy un hombre...
Yo no soy sino un hombre.
LIEUVIN
(tras un silencio, mirándole fijamente)
En este campo, todos nosotros somos hombres!
LEBLANC
(lo mira un momento en silencio, luego con violencia)
Maria?... Yo lo sospechaba! Pero eso es hacer trampas,
Lieuvin! Hay que escoger: Ferrier no escribe ni
a la familia; Schweitzer dejó a su mujer y a su hija
única en Europa. Los héroes viven solos. Jugáis vos
en las dos mesas!
LIEUVIN
Pero con una sola carta.
(en ese momento el Doctor Schweitzer entra por la puerta
de la derecha)
SCHWEITZER (yendo hacia Leblanc)
Ah! señor administrador!: ya no os esperaba.
(se estrechan la mano.)
Lieuvin, acabo de examinar a fondo al Padre Carlos.
Le suplico que se cuide: sonríe! Tratad vosotros de
convencerlo, si conserváis aún alguna influencia en él.
(a Leblanc)
Conocéis vos una raza más terrible que la de las gentes
que siempre sonríen?
LEBLANC
(después de una mirada hacia Lieuvin)
La de los que nunca sonríen!
SCHWEITZER
Necesitamos a la señorita María para este inventario.
Vos venís?
LEBLANC
Dejemos juntos a los de Saint-Cyr:
de nosotros es de esa promoción!
ninguno
(Salen por el fondo. Lieuvin vá vivamente hasta la puerta
de la derecha y la abre.)
ESCENA NOVENA
LIEUVIN, EL PADRE CARLOS
LIEUVIN
(retrocediendo súbito, tan sorprendido está)
Ferrier!
EL PADRE CARLOS
Lieuvin!
(apareciendo sobre el umbral)
(sus manos se estrechan largo rato. Silencio.)
LIEUVIN (lentamente)
Inconocible! Si... sin embargo, los ojos: tu tienes
siempre los mismos ojos! Pero... dónde está nuestro
gordo Ferrier?
EL PADRE CARLOS
Todos vosotros
el Padre Ferrier.
me
llamábais
desde
entonces
LIEUVIN
La más bella fortuna de la promoción... Y... yo estoy
seguro de que tu no poseéis más que este traje!
EL PADRE CARLOS
Y algunos libros.
LIEUVIN
Tus poetas latinos, tan bellamente empastados?
EL PADRE CARLOS (sonriendo)
Ya no son los mismos!
LIEUVIN (continuando)
Y, detrás de la fila, un paté de hígado de ganso
y una botella de chambertin... siempre.
EL PADRE CARLOS (a media voz)
Cállate!
LIEUVIN (a media voz)
A la puerta, un cupé bien bajo a fin --como lo decías-de no fatigarse en alzar el pié!
EL PADRE CARLOS (gritando)
Cállate!
Perdonadme...
(confuso, a media voz.)
LIEUVIN (cambiando de tono)
Soy yo quien se excusa, Ferrier!
(silencio.)
Pero yo quisiera saber: para llegar ahí qué ruta
has seguido?
EL PADRE CARLOS
He caminado sobre las olas...
LIEUVIN
Cómo?
EL PADRE CARLOS
Recuerdas el Evangelio? Cuando se ha oído
claramente el Vén! salido de la boca de Dios,
basta con marchar, sin sombra de inquietud,
aún si ello parece una locura.
LIEUVIN
Bien sabía que irías hasta la meta! Pero de qué
camino? Eso, yo lo ignoraba.
EL PADRE CARLOS (tras un instante)
Te decepciono, Lieuvin?
LIEUVIN
(lentamente, mirándolo a la cara)
No. Me irritas, sí, un poco. Ese paso de un exceso
a otro, tan a la vista...
EL PADRE CARLOS
Yo soy vidente, yo?
LIEUVIN
Sí. En este siglo, un eremita es un vidente: un hombre
que se oculta, que huye el rebaño... a ese se le señala
con el dedo.
(breve silencio.)
Tu eras snob, Ferrier, puede decirse! Estás seguro
de que...?
(se interrumpe)
EL PADRE CARLOS (sonriendo)
Quieres que te ayude? Tu te preguntas si, en mi caso,
no entra un... snobismo de humildad? Quizás. Dios no
hace los detalles: él nos compromete todo entero,
bueno y malo, en su combate. Si se pone al fuego un
leño... con él se queman los gusanos que lo devoraban!
LIEUVIN
No has encontrado entonces orden lo bastante...
mortificante, regla suficientemente dura para ti?
(el Padre Carlos dice que no con la cabeza.)
En fin! no habría reyes si sus partidarios no fueran más
realistas que él!... Pero tu vives al márgen de la Iglesia,
con tu leyenda individual. Tú, el oficial, no eres
sino un franco-tirador...
EL PADRE CARLOS (a media voz)
El franco-tirador de Dios...
(cambiando de tono.)
Reúne franco-tiradores, dótalos de uniformes y de un
reglamento: eso dá un regimiento de selección.
(con voz sorda.)
Pero mis superiores me rehusan la alegría... no!
el orgullo de ser el fundador de una orden.
LIEUVIN
El suplicio de la obediencia? Yo también lo conozco...
pero el sólo desquite es la acción arrebatada!
Y en eso si me desengañas, Ferrier! Yo te imaginaba
evangelizando regiones enteras, plantando la cruz
por todas partes...
EL PADRE CARLOS (sonriendo)
... Y organizando el terreno conquistado,
mi comandante! No, yo no estoy en ello...
LIEUVIN
Cifras en mano, Leblanc me asegura que, de todos,
eres el misionero que cuenta con menos conversiones
en su activo!
(el Padre Carlos hace signos de que es cierto.)
Entonces?
EL PADRE CARLOS
Yo los domestico... Fraternizo con ellos... Yo no
les enseño, yo les pruebo que todos nosotros somos
hermanos en Dios...
LIEUVIN
Nada obtendrás si tu no te haces... Leblanc diría:
temer; y yo digo: respetar!
EL PADRE CARLOS
Y yo... yo digo: amar... Déjalo! Yo preparo la tierra;
otros podrán sembrar; y otros, aún, cosecharán.
Se hace el bien en la medida de lo que se es, Lieuvin;
es necesario que yo trabaje todavía en mi conversión
personal, antes de pretender...
LIEUVIN (interrumpiéndole con dulzura)
Mi viejo Ferrier, míranos! y mírate!
EL PADRE CARLOS (cerrando los ojos, a media voz)
Yo me veo...
LIEUVIN
La muerte ya ha elegido su sitio entre nosotros:
ella hace su nido, Ferrier! Cada noche trae ella
su pajilla! Ha comenzado el fin para nosotros...
No pierdas más tu tiempo!
EL PADRE CARLOS (sin responder)
Ella se desarrolla largo tiempo, la primera llama!
Es tardía en prender... pero el incendio se extenderá
de una sola vez!
LIEUVIN
Conoces aún el precio del tiempo?
EL PADRE CARLOS (dulcemente)
Se le conoce mejor orando seis horas de seguido
que matándose en la acción...
LIEUVIN
Házlo aprisa, no obstante, Ferrier! Los Negros
te adoran: una sola palabra tuya los uniría al momento
a Francia...
EL PADRE CARLOS (firmemente)
No es esa mi misión! Para mí, se trata de unirlos
a Cristo.
LIEUVIN
Es la misma cosa.
EL PADRE CARLOS (obstinado)
En la medida en que Francia prosiga su misión, sí!
Pero si ella busca solamente reclutar soldados, no!
LIEUVIN (sonriente)
Qué? la hija mayor de la Iglesia?
EL PADRE CARLOS
Ni así! Simplemente, la madre de estos pueblos
infantiles: una madre que quiere que sus hijos
la igualen y que se resuelve hasta a que la sobrepasen
un día, si lo merecen!
LIEUVIN (amargamente)
Explica eso entonces al señor Leblanc!
EL PADRE CARLOS (inclinando la cabeza)
El señor Leblanc es muy inteligente...
LIEUVIN
Mucho! pero él no hará jamás nada, porque a él le falta
esa partícula de amor sin la cual ninguna obra
humana...
EL PADRE CARLOS
(lo interrumpe y le toma las manos)
Lieuvin! Esa palabra...! Al fin te vuelvo a encontrar!
LIEUVIN (con una sombra de tristeza)
Tú sabes lo que he hecho yo. Creías tú, entonces,
que era por ambición?
EL PADRE CARLOS (vacilante)
No, pero yo no te reconocía completamente...
LIEUVIN (tras un momento, con voz sorda)
Es que yo no creo, Ferrier! Yo no creo ya!
EL PADRE CARLOS (fuertemente)
Ingrato! Quién te ha mostrado el camino y te ha dado
la partida? Quién te ha dado hambre y sed de justicia?
Cristo!
LIEUVIN
Es Cristo! Pero yo no creo ya, Ferrier: hay demasiados
misterios, demasiadas exigencias...
EL PADRE CARLOS
Como si tú valieras algo, tú, sin tus exigencias?...
Pródigo! Has tomado tu parte de herencia y has partido
a la conquista del mundo!... Ve! el Padre te esperará
hasta el último instante...
LIEUVIN (emocionado)
Carlos, Carlos...!
EL PADRE CARLOS
Tú no eres desdichado, Lieuvin; los placeres son los
signos de las potencias. Pero la alegría, si tú supieses,
la alegría...
(Su voz se ahoga. Desfallece y debe sentarse; le hace mal respirar)
LIEUVIN (inquieto, se inclina sobre él)
Qué te pasa, mi viejo? Vámos!
EL PADRE CARLOS (dificultosamente)
He hablado, esta noche, más que en meses y meses...
Me he como agotado... Es estúpido...
LIEUVIN
Lo que es estúpido, es no cuidarte! Schweitzer está
intranquilo...
EL PADRE CARLOS
(mostrando sus piernas y sus brazos)
Mírame, Lieuvin! Qué tronco! Qué raíces!
Los árboles mueren de pié! Si me echo a la cama,
es que me derribaron...
LIEUVIN (tratando de bromear)
Nada de abandono del puesto, teniente de Ferrier!
Eres el embajador de Dios en este país más vasto
que Francia!
EL PADRE CARLOS
Dos hombres para este papel: Schweitzer y yo,
inseparables e inconciliables, como el alma
y el cuerpo... Cada hombre representa sólo la mitad
de Cristo; cada hombre no colma nunca sino la mitad
de su destino...
LIEUVIN (después de un instante)
La mitad de su destino, en todos los dominios?
EL PADRE CARLOS (firmemente)
En todos los dominios.
LIEUVIN (con vacilación)
Así, Ferrier --lo que te pregunto es grave!-- un hombre
como yo puede casarse?
EL PADRE CARLOS
Hace veinticinco años que eres casado, Lieuvin!
Has desposado tu ambición; tu ves crecer vuestros
bellos hijos: aldeas, ciudades, países enteros!
LIEUVIN (violento)
No! No! Una verdadera familia! y ver crecer
verdaderos hijos!
EL PADRE CARLOS (muy dulcemente)
Temo que no, Lieuvin. Es preciso elegir...
LIEUVIN (mismo juego)
Elegir, es sacrificar! Y si yo no lo quiero?
EL PADRE CARLOS
Entonces son los acontecimientos los que escogerán
en tu lugar... Qué humillación!
(en este momento el Doctor Schweitzer entra solo por el fondo)
ESCENA DECIMA
LIEUVIN, EL PADRE CARLOS, SCHWEITZER
LIEUVIN
(a Schweitzer, un poco demasiado vivamente)
Dónde están los otros?
SCHWEITZER (muy sombrío)
Terminan el inventario de las medicinas. Pero el de
las finanzas es más desastroso aún!
EL PADRE CARLOS
Entonces?
SCHWEITZER
Entonces... el medio habitual: una gira de conferencias
y de recitales de órgano en todas las capitales de
Europa, y volver con doscientas cajas de farmacia...
pero el señor Leblanc pretende que, esta vez, no tendré
ni tiempo de regresar!
EL PADRE CARLOS
La guerra?
SCHWEITZER
La guerra!
LIEUVIN (con irritación)
Como cada verano desde hace cuatro años! Es el ciclo:
las primaveras, el lirio de los valles, las cerezas,
la guerra...
SCHWEITZER
Aún aquí, donde las estaciones están trastornadas,
sólo ella es fiel!
(silencio.)
Comandante, es que vos creéis...
(vacila en seguir)
que los Alemanes movilizarán a los Alsacianos?
LIEUVIN
Contra Francia? Tienen el derecho.
EL PADRE CARLOS (para romper el silencio)
Esta guerra, Lieuvin, la esperábamos impacientes,
en los tiempos de la escuela! (Lieuvin se alza de hombros)
SCHWEITZER
(mirándolo y obligándose a sonreír)
Si los militares no aman ya la guerra...
EL PADRE CARLOS (dulcemente)
Y vos, doctor, vos amáis la enfermedad?
SCHWEITZER
Yo no la amo; pero... en fin, ella, por lo menos,
no es una invención de los hombres!
LIEUVIN (lentamente)
Ensayemos ser justos. La guerra cuenta más héroes
en su activo que la paz...
SCHWEITZER
Si. También hay gentes que nunca fueron tan bellas
como en su lecho de muerte!
EL PADRE CARLOS
Es la gran trampa: los hombres en guerra están en paz
con Dios...
SCHWEITZER
Lo sé.
(con fuego.)
Pero, si amar un ser es amar hasta sus defectos,
detestar es odiar hasta las mismas cualidades.
(lentamente.)
Yo detesto la guerra.
EL PADRE CARLOS
Vos como médico, yo como sacerdote, y tú, Lieuvin,
si no como militar, al menos como constructor...
SCHWEITZER (con voz alterada)
Si yo abandonase mi hospital, las termitas destruirían
sus treinta edificaciones en menos tiempo que el que
empleé en edificar cada una de ellas!
EL PADRE CARLOS
Si abandonamos este país, inmediatamente los ídolos,
los sacrificios humanos...
LIEUVIN (interrumpiendo)
En cuanto a mí, yo no perdería sino mis planes,
mis esperanzas.
(a media voz.)
Pero no es esto más cruel, justamente?
EL PADRE CARLOS
La ruina o la miseria?
SCHWEITZER
Perder un hijo o saber que no se le tendrá nunca:
sí, qué es lo más cruel?
LIEUVIN
(pausa, cambiando de tono)
Vamos! No es la guerra aún puesto que nosotros
hablamos de nuestros pensamientos en el presente
y de nuestros actos en el futuro! En tiempos de guerra
se obra en el presente y se habla en el pasado...
Aprovechemos bien estas horas de inquietud
y de incertidumbre: es quizá, lo que se llamará
la felicidad dentro de poco!
SCHWEITZER (tras un silencio)
Comandante, estoy reducido aquí a no vivir sino de
rumores. Es que puedo contar con vos si alguna vez...?
(no termina.)
LIEUVIN
Mañana os envío un corredor que os traerá las noticias
verdaderas. Y si ellas son graves, yo estaré aquí
mañana en la noche, en persona.
EL PADRE CARLOS
Y yo me quedo, Schweitzer, con vuestro permiso.
Hace tiempos que tengo prometida mi visita a algunos
de vuestros enfermos.
SCHWEITZER
Perfecto! Podré poneros a régimen. Harto os cuidáis
de reclamarme las medicinas que os he prescrito... No?
EL PADRE CARLOS
Pero si carecéis de ellas...!
SCHWEITZER
Vamos! Vamos! Venid por aquí.
(Lo lleva hacia su escritorio y el pequeño armario para drogas
en el que busca frascos y ampollas. Poco después entran por el
fondo María, con un fajo de papeles en la mano, y luego Leblanc.
Ella se dirige hacia el doctor Schweitzer; Leblanc va hacia Lieuvin,
solo en el extremo izquierdo.)
ESCENA UNDECIMA
LOS MISMOS, MARIA, LEBLANC
MARIA
(dándole los papeles a Schweitzer)
He aquí el inventario, doctor.
(examinan juntos las hojas mientras que el Padre Carlos estudia
con desconfianza los remedios que Schweitzer acaba de darle.)
LEBLANC (a Lieuvin, a media voz)
Felicitaciones, Lieuvin! Habéis ganado. Pero debe
felicitarse al tramposo cuando gana?
LIEUVIN (altanero, a media voz)
Cómo?
(En este momento sube de afuera un canto indígena
extremadamente triste. Todos se vuelven hacia la puerta del fondo.)
MARIA
(se estremece y pregunta con voz angustiada)
Qué es lo que pasa?
SCHWEITZER (imperiosamente)
Silencio!
(Escucha un momento. El coro es más claro.)
No, señorita María, no es lo que teméis!
(explicando a los otros.)
Cuando uno de nuestros enfermos muere, su familia,
que lo rodea, canta una melopea siniestra. Pero no es
eso ahora...
LEBLANC (a Lieuvin, a media voz)
Vengo de hablar a solas con la señorita María.
Me habéis tomado la delantera!
LIEUVIN (lo mismo)
Os lo he ocultado?
EL PADRE CARLOS
(entreabriendo la puerta del fondo)
Ese canto viene del río.
LEBLANC
Piraguas, a ésta hora?
SCHWEITZER
Si buscan el hospital, hay un
desembarcadero, como de costumbre.
farol
en
el
MARIA
(que ha ido a mirar por la puerta del fondo)
No. Bonzo debió olvidarlo esta noche. Salgo a
encenderlo... (toma una de las lámparas de la pieza y va a salir)
EL PADRE CARLOS (deteniéndola)
Dejad! Los que pasan la noche en el hospital os deben
un trabajo: dejad para mi ese pequeño trabajo!
(Le toma la lámpara de las manos y sale entre la noche. El canto,
que constantemente se va acercando, cesará poco después.)
SCHWEITZER (a Leblanc)
También pasaréis la noche aquí, señor administrador?
LEBLANC
Gracias. Ciertamente que nó, esta noche!
SCHWEITZER
Pero llegaréis con el día...
LEBLANC
Como los acontecimientos!
LIEUVIN
Creéis en verdad, Leblanc, que esta vez...?
LEBLANC
Esta vez, sí.
SCHWEITZER
Los indígenas también! La selva entera está nerviosa...
LIEUVIN
Porque nosotros lo estamos un poco demasiado!
(a Leblanc.)
Vámonos juntos, Leblanc: el amanecer no nos
encontrará idénticamente los mismos... Venid!
LEBLANC
No, Lieuvin: no tenemos del todo el mismo aspecto...
(a Schweitzer.)
Mañana os remitiré quinina y alcohol. O, mejor,
os los traeré yo mismo.
SCHWEITZER
Vos mismo? Seguramente no! Ello no tiene tanta
importancia!
LEBLANC (mirando a María)
Una muy grande importancia para mí.
(con un gesto circular.)
(sale.)
Buenas Noches!
SCHWEITZER
Yo os acompaño.
(Sale también. Lieuvin y María quedan solos. María vá rápidamente
a la puerta de la derecha, pero Lieuvin la detiene.)
LIEUVIN
María!
MARIA (a media voz)
Mañana...
LIEUVIN
Yo no quiero saber vuestra decisión por Leblanc!
Yo no amo ese juego de espejos!
MARIA
(escondiendo la cara con sus manos)
Y yo quiero la paz! Yo quiero estar sola, estar sola!
LIEUVIN
(dulcemente, tras un silencio)
Es la acción, es el día el que dá consejo, no la noche.
Hasta mañana en la noche, María.
SCHWEITZER
(aparece en el umbral, la cabeza vuelta hacia la noche)
aquí que vuelve el Padre Carlos. (a Lieuvin que sale.)
He
Yo cuento con vos si algún día...
LIEUVIN
Seguro!
(Sale. Oyese gritar: 'Buenas noches, Ferrier!', después:
'De pié, hijos míos, partimos!'. El Padre Carlos aparece
en el umbral un poco fatigado.)
EL PADRE CARLOS
Venid, Schweitzer! Son siete en una piragua.
Hombres que deben venir de muy lejos:
comprendo mal su lenguaje.
(breve silencio.)
Son monstruos, Schweitzer!
MARIA
Qué?
EL PADRE CARLOS
Cubiertos de tumores enormes. No tienen ya humana
forma. Esta barca, en la noche, llena de animales
con miradas de hombres, es algo horrible!
SCHWEITZER (calmadamente)
Es frecuente. He operado, aquí, tumores de veinte
kilos. Africa es Europa vista a través de una lupa;
el infierno es la vida vista a través de una lupa...
MARIA (a media voz)
El cielo también, pienso yo.
SCHWEITZER
Mañana, yo los operaré a todos.
EL PADRE CARLOS
Todos los siete?! Mañana?!
SCHWEITZER
No hay razón para que alguno de ellos sufra un día
más que los otros. No me digáis que Dios lo quiere,
Padre Carlos! Voy a recibirlos. Buenas noches. (sale.)
MARIA (violentamente)
Dios! Dios! Pero estos sufrimientos, estos horrores,
pero la guerra, atestiguan contra Dios! Qué responde
él? Qué respondéis vosotros?
EL PADRE CARLOS
Tendréis hijos un día. Ellos sufrirán de enfermedades
ante vuestros ojos y estaréis desarmada. Entonces,
ellos os mirarán como vos me miráis en este momento.
Qué responderéis?
MARIA
Que dar la vida, es justamente ser tan loco como Dios!
EL PADRE CARLOS
Justamente ser tan loco como Dios... Que esta sea
nuestra oración de la noche! Buenas noches, señorita
María.
MARIA
Donde váis a dormir?
EL PADRE CARLOS
Allá, sobre el suelo, ante la bahía. Y la cara vuelta
hacia las estrellas, como los pastores, como los magos!
(María ha tomado la lámpara que estaba en la mesa del doctor.
No queda sino una que ilumina singularmente al Padre.
María se dirige hacia la derecha.)
MARIA
Navidad?
(arranca maquinalmente una hoja del calendario mural y lée en voz
alta:) 2 de agosto de 1914... la Navidad está lejana!
EL PADRE CARLOS (fuertemente)
No! Esa es la maravilla de Cristo!: puede uno salvarse,
María, puede uno renacer en todo momento.
Para los hombres cada día es Navidad!
(En este momento estalla a lo lejos un tam-tam apremiante.
El Padre Carlos y María se inmovilizan para escuchar, luego se
miran en silencio. María hace un gesto de impotencia y se dirige
hacia la derecha. El Padre Carlos hace un gran signo de la Cruz
y se arrodilla dando la espalda al público, mientras que el telón
baja lentamente)
ACTO SEGUNDO
El mismo decorado. La noche siguiente, hacia las once.
Antes de que se alce el telón se oye un tam-tam lejano.
ESCENA PRIMERA
LEBLANC, MARIA
MARIA (volviéndose hacia Leblanc)
Queréis realmente que os responda?
LEBLANC
No: solamente saber por qué no me respondéis.
MARIA
Yo no quiero jugar a la isla desierta.
LEBLANC
Lo que quiere decir...?
MARIA
Que yo soy aquí la única mujer blanca. Sobre qué otra
pondríais los ojos?
LEBLANC
Vos deseáis batiros!
MARIA
Ser elegida.
Supongamos que yo sea orgullosa.
(Leblanc sonríe.)
LEBLANC (dulcemente)
Pues si lo sois...
MARIA (con vehemencia)
Como lo sabríais vosotros? Qué sabéis de mí vosotros,
todos?
LEBLANC
Todos? Me habláis a mí solo, María: a mí que acabo
de hacer cinco horas de selva, aún hoy mismo,
para veros sola.
(Silencio. Dulcemente.)
No existe el mundo entero, de un lado, y la señorita
María, del otro...
MARIA (sonriendo)
Supongamos que yo sea egoísta!
LEBLANC (grave)
Lo sois.
MARIA (grave)
Orgullosa? Egoísta? Entonces yo encuentro que sois
un hombre extraño para hacer cinco horas de selva
para...
LEBLANC (lentamente)
Porque es a vos a quien yo amo: tal como sois,
tal como soy...
MARIA (con dureza)
Tal como queréis parecer y tal como vos me creéis!
LEBLANC (a media voz)
Séd entonces sencilla! Nuestro tiempo quizá esté
contado.
MARIA (continuando)
La enfermera de gran corazón, la mujer que ha
renunciado a todo para venir a cuidar a los Negros,
eso es bello, no es así?
LEBLANC
Es singular.
MARIA
Sospechoso?
LEBLANC (tras un breve silencio)
Sí, porque no parecéis dichosa. Los que cometen una
gran locura permanecen alegres o apacibles. Si no...
MARIA (a media voz)
Si no?
LEBLANC (mirándola a la cara)
Quizá no era sino un gran cálculo.
MARIA (con una sonrisa insegura)
Así, yo, por ejemplo?
LEBLANC
Imaginemos que vos habéis sufrido una gran
decepción en Europa: yo os creo demasiado sincera
para hacer buena figura, pero demasiado orgullosa
para no querer esquivar la cara!
MARIA
Yéndome al fin del mundo?
LEBLANC
Camuflando de vocación esa fuga.
MARIA
(con violencia, tras una pausa)
Y aunque fuera así?
LEBLANC (muy rápido)
Yo no os amaría sino más!
MARIA (irónica)
Ya sé: en todo hombre hay un consolador que dormita!
LEBLANC
Consolaros? No! No sois de la raza que olvida, sino de
la que borra.
MARIA
Siempre el orgullo!
LEBLANC (amargo)
Y es por eso que vale tanto a vuestros ojos
el comandante Lieuvin: se puede regresar del brazo
de tal hombre!
MARIA (intentando interrumpirlo)
Vos no...
LEBLANC (continuando)
Schweitzer ya era una coartada... Pero Lieuvin!
MARIA (secamente)
Vos no olvidáis sino esto: yo amo al comandante
Lieuvin!
LEBLANC (herido)
Vamos! Vos lo admiráis! El os atrae! El hierro no ama
el imán!
(silencio.)
Yo... yo os amo, María. Yo, yo dejo de escribir,
miro la hora, y pienso: En este momento se dirige ella
hacia el río... O bien: Su mano, su larga mano toca
la frente de un enfermo
(bajando la voz).
Jamás, desde hace un año, he dejado pasar la hora
de vuestro sueño sin cerrar los ojos, sin deciros buena
noche.
MARIA (conmovida)
Pero... si no os amo yo!
LEBLANC (muy aprisa)
Yo no os pido que me améis!
(lentamente)
pero únicamente que despertéis. Vivís como una
sonámbula entre grandes estatuas: Schweitzer, Ferrier,
Lieuvin, y cuerpos gimientes. No sabéis ya lo que es
un ser humano. Abrid los ojos!
MARIA (ensayando bromear)
Es este, sin embargo, el lugar más humano de Africa:
todo el mundo lo sabe!
LEBLANC
Un lugar en el que no llamáis vos a nadie por
su nombre, salvo a los sirvientes! Un sitio sin niños!
MARIA (sonriendo y mostrando la puerta de la derecha)
Sí, un pequeño enfermo, allá...
LEBLANC
Vos los amáis, María, los amáis! Entonces, tened
cuidado: los grandes hombres no tienen hijos. Ellos
aman, ellos también, lo que les hace mal y les
sobrevive: pero son libros, leyes, construcciones.
La señora Schweitzer y su hija cuéntan algo ante el
hospital?
MARIA
Sois injusto!
LEBLANC
Si. Desde hace un minuto; y vos desde hace un año...
MARIA (sonriente)
Porque no os amo?
LEBLANC
Porque lo decís sonriendo!
MARIA
Pero...
LEBLANC (continuando)
Porque creéis que juego a la isla desierta viniendo aquí
fielmente!
(dulcemente)
Pero, María, yo podría haber regresado a Francia hace
meses. Francia no es una isla desierta!
MARIA
Escuchad...
LEBLANC (imperioso)
No, esta noche sois vos quien me escucháis!
(más dulcemente.)
Y yo os suplico que toméis vuestra decisión esta
noche, antes de que los acontecimientos vengan
a falsearlo todo con sus luces de teatro; antes de que
todos nos convirtamos en actores cuyas palabras
--cada una-- cuentan y cuyos gestos --cada uno-hacen una sombra.
MARIA
Vamos! qué importancia tiene nuestro problema frente
a la guerra?
LEBLANC
Si. Qué es un árbol ante el incendio?
(silencio.)
Traigo conmigo un sobre lacrado para no abrirlo sino
en caso de declaración de guerra. El hará de mí
un árbol viviente o madera para quemar.
MARIA
Es que el comandante Lieuvin...?
LEBLANC
... ha recibido también órdenes secretas? Sin duda,
pero qué tienen ellas que hacer con vuestra decisión?
(Silencio de María. Lentamente.)
Pensáis: Por fin una verdad era rival: la guerra!
Es eso?
MARIA (vivamente)
En absoluto!
LEBLANC (tomándole la muñeca)
Ah! no, María! Vos no! No en esa trampa! en esa
trampa infantil.
MARIA (inclinando la cabeza)
Infantil, la guerra?
LEBLANC
Si. Una lámina de Epinal: colores demasiado violentos
y que caen siempre al lado de los dibujos!
La guerra desestabiliza todo. Nada sino héroes
y traidores: qué melodrama!
MARIA (irónica)
Porque yo debo también desconfiar de los héroes?
LEBLANC
Sí, y aún de los que los admiran: ellos llaman héroes
a quienes aceptan morir en lugar suyo.
(Silencio. Con otro tono.)
Os pongo en guardia contra todo lo que no está
a la escala humana, María! contra todo lo que niega
o huye la felicidad!
MARIA (mirándolo bien a la cara)
Creéis entonces en la felicidad?
LEBLANC (tras un silencio, a media voz)
Yo no lo sé. Yo he sido educado muy bien: han hecho
todo para inspirarme repugnancia! Pero deseo ensayar,
por lo menos una vez, y eso será con vos.
(tendiéndole la mano.)
Dádme vuestra mano!
MARIA
(tendiéndole la mano y sonriendo)
Yo os la doy, pero no puedo prometérosla!
(silencio.)
Cuando el doctor Schweitzer y el Padre Carlos
os pregunten por qué habéis vuelto esta noche, es eso
lo que responderéis? Para persuadir a esta joven,
en medio de una selva invivible y el día mismo en
que quizá se declara la guerra, para persuadir a
esta joven mujer que existe la felicidad?
LEBLANC (cambiando de tono)
No, María. Yo vengo a ofrecer una protección armada.
MARIA
Seréis bien recibido!
LEBLANC
Yo lo dudo! Es el peligro de tener muchos amigos:
se cree que no hay enemigos. Schweitzer y el Padre
olvidan que los grandes hechiceros reinaban en esta
selva hasta su llegada.
MARIA
Qué! Esos ridículos animales con plumas!
LEBLANC
Pájaros de presa, sí! Y que olfatean la sangre aún no
vertida. Habéis oído esos tam-tams y esos gritos todo
el día? La guerra desencadena sus locuras antes
de comenzar; es eso mismo lo que la hace al fin
inevitable.
MARIA
A menos que no sea la protección armada
(silencio.)
Pero no lo penséis: toda la selva adora al Gran Doctor
Blanco. Y el indígena enviado para abatir al Padre
Carlos caería a sus rodillas suplicándole que
le bendiga!
LEBLANC
Escuchad! En mi infancia, una vez, ví un perro
rabioso. Un viejo compañero: la víspera aún yo
lo acariciaba... me lamía la cara. Al día siguiente...
(Se interrumpe. Silencio.)
No lo he olvidado jamás!
MARIA
Le contaréis eso al doctor; pero yo dudo que el
se deje... vacunar!
(Schweitzer y el Padre Carlos entran por la derecha)
ESCENA SEGUNDA
MARIA, LEBLANC, SCHWEITZER, EL PADRE CARLOS
SCHWEITZER (yendo hacia Leblanc)
Señor Administrador! Vuestra presencia aquí es
tranquilizadora!
MARIA (a media voz)
No lo creáis!
(Ella se sienta cerca del escritorio y clasifica papeles. Hablará poco
y cada una de sus intervenciones sorprenderá.)
SCHWEITZER (continuando)
Es muy desagradable operar siete horas de seguido
al són incesante de un tam-tam cuyo sentido no
se comprende!
LEBLANC
Sin embargo es claro: Los blancos vinieron aquí
para impedir que nos batamos. Y, ahora, van ellos
a batirse entre sí!...
SCHWEITZER
A millares de kilómetros!
EL PADRE CARLOS
Poco importa! No os sorprendáis de que los niños
--cuyos padres se hacen escenas como bien se dice!-disputen entre sí!
MARIA
El señor Leblanc nos propone hacer proteger
el hospital por soldados.
SCHWEITZER
(estalla en risa, así como el Padre Carlos. Luego se domina
y dice muy confundido:)
Excusadme, pero la idea de soldados, arma al brazo,
ante cada una de mis barracas...
(silencio.)
No había reído desde esta mañana!
LEBLANC (muy seco)
Muy feliz de haber atravesado la selva para traeros
ese momento de reposo!
SCHWEITZER (muy serio)
Os he ofendido... Perdonádme, queréis?
LEBLANC
En serio, doctor Schweitzer, ofrecer la mejilla
izquierda después de la derecha no es una máxima
compatible con la ocupación colonial.
SCHWEITZER
(posando su mano sobre el brazo de Leblanc)
Más en serio aún, señor Leblanc: centinelas guardando
mi persona contra los indígenas... he ahí lo que es
incompatible con toda mi vida!
LEBLANC
Lo comprendo muy bien. Pero si un puñado
de fanáticos atacasen vuestro hospital
(dirigiéndose hacia el Padre Carlos)
o vuestra Ermita...
SCHWEITZER (sonriente)
Yo me defendería con mis propias armas!
LEBLANC (alzándose de hombros)
Vosotros sois pastores que no creéis en el lobo.
Yo, yo soy el perro que ladra y vosotros lo hacéis
callar. Tánto peor para vuestras ovejas!
SCHWEITZER (sonriente)
Entre perro y lobo, entre perro y lobo está el hombre!
Tengo confianza en el hombre.
EL PADRE CARLOS
Mi ermita está abierta noche y día, desde hace dos
años: abierta a las serpientes, a las bestias, a los
hombres. Cuando se tiene la suerte de poseer a Dios,
no se le mete bajo llave, señor Leblanc.
(silencio.)
Por otra parte...
(no continúa.)
MARIA (dulcemente)
Por otra parte?
EL PADRE CARLOS (confuso)
Nada...
LEBLANC (violento)
Queréis que yo termine? Por otra parte, si los
fanáticos atacasen el Santo Sacramento que yo
guardo, yo me haría matar con alegría! Es esto?
EL PADRE CARLOS (violento)
Sí!
LEBLANC (violento)
Sólo que eso no resuelve nada! eso no sirve para nada,
salvo para asegurar --pensáis vos-- vuestra salvación
personal y vuestra gloria eterna! Nosotros... nosotros
quedamos en la tierra con nuestros problemas y todo
género de reproches, eternos también ellos!
El desgraciado Judas, el desgraciado Pilatos,
el Desgraciado Cauchon, dedicados por toda
la eternidad a su tarea espantosa! A su papel de hacer
valer! No hay mártires sin verdugos: pero la muerte,
el remordimiento, la soledad de los verdugos,
es un martirio también de otra manera temible!
Pensáis en ello alguna vez? Son precisas bóvedas
podridas y tenebrosas para servir de cimientos
a vuestras catedrales que tocan el cielo!
EL PADRE CARLOS (francamente)
No, señor Leblanc: si el mártir no salva a su verdugo
consigo, no está en el cielo, creédlo bien!
(Silencio. Cambiando de tono.)
Y, en cuanto a nuestra muerte, es la sola cosa
importante que nos pertenece en propiedad..,
dejádnosla!
LEBLANC
Ciertamente que no!
SCHWEITZER (sonriente)
Nuestra muerte pertenece al Estado, Padre Carlos,
vámos! En el campo, cuando alguien se suicida,
se llama a los gendarmes: como para un desertor!
LEBLANC
Y, en la ciudad, a los bomberos: como para un
siniestro! Mal ejemplo! Prohibido acercarse!
El Estado ama las muertes útiles, pero desconfía
de las muertes ejemplares...
MARIA
Y vos?
LEBLANC (volviéndose hacia ella)
Yo? Oh! es siempre muy sencillo! Yo... yo detesto
la muerte, a secas.. Util, utilizada, calculada,
yo la encuentro humillante. Inútil, gratuita, voluntaria,
la acepto mejor. Es quizá orgullo...
EL PADRE CARLOS (simplemente)
No lo dudéis!
LEBLANC
Y sin embargo no se debe hacer antes un negocio de
su muerte? Ofrecerla, como hacen los cristianos,
en cambio de tal o tal?
EL PADRE CARLOS
Señor Leblanc, realizáis vos muy exactamente esta
palabra de los Evangelios: A aquel que nada tiene se le
quitará hasta lo que tiene... (trae sus manos a su pecho.)
Este soplo, esta vida, es realmente todo lo que yo
poseo. Dejádme, si no suprimirla, al menos cambiarla!
LEBLANC
Contra la del doctor, por ejemplo?
EL PADRE CARLOS (con sencillez)
Ciertamente.
SCHWEITZER (vivamente)
Ciertamente no, Padre! No recomencemos esta
discusión! Sois tan útil como yo.
EL PADRE CARLOS
De tal manera más fácil reemplazarme! De locos de mi
especie rebosa la Iglesia; de locos de la vuestra,
Schweitzer, la sociedad no abunda...
LEBLANC
Sois muy corteses, ambos! Pero, si finalmente,
conserváis la vida el uno y el otro, sería aún más
sencillo! Habéis reído vosotros de mi propuesta,
ha poco; yo podría reír, también, de vuestros pequeños
regateos con el cielo!
SCHWEITZER
Sois cristiano, señor Leblanc?
LEBLANC
En Francia se es cristiano como se tienen los cabellos;
católico como se es moreno, es la mayoría;
protestante, como se es rubio, y eso va por regiones.
En Francia, quienes se convierten se hacen notar
como las gentes que usan peluca o se tiñen los
cabellos!
SCHWEITZER (sonriente)
Esa no es la respuesta que yo esperaba al preguntaros.
LEBLANC
Si yo soy cristiano?
(hacia el Padre Carlos.)
Lo suficiente para comprenderos, Padre; y bastante
poco para no asustarme de esta suma de promesas,
de prendas, de reclamaciones que representan
las relaciones de cada uno de entre vosotros con
Dios... Ese mercado a las buenas en que vosotros
hacéis las dos voces! Ese número de ventrílocuo!
(designando el cielo.)
A él lo vestía de cólera o de indulgencia, según
el tiempo... No, realmente, yo tendría vergüenza
de jugar así, a las muñecas, con mi Dios!
SCHWEITZER
Hay algo de cierto en lo que decís. Sin embargo yo me
encargo de expresarlo en términos... benévolos, y todo
eso os parecerá natural y os conmoverá sin duda.
LEBLANC
Yo estoy por una religión de grandes muchachos:
Cada uno para sí y Dios para todos!
SCHWEITZER
Pero si es justamente lo contrario! Cada uno para todos
y Dios para sí.
EL PADRE CARLOS (dulcemente)
No, Schweitzer: cada uno para todos, y Dios para
todos!
LEBLANC
(bruscamente, tras un silencio)
Bien! Y si yo os trajese, ahora, la prueba de que Dios
no existe! que la Biblia es una invención de poeta!
y que Jesucristo no era sino un prestidigitador!
La prueba irrefutable! Qué es lo que eso cambiaría
en vuestras maneras de vivir?
EL PADRE CARLOS (inmediatamente)
Nada!
SCHWEITZER (después de un momento)
Nada.
LEBLANC
Entonces vosotros no sois honrados!
EL PADRE CARLOS
Es exactamente como si exigiéseis que yo caminase
con la cabeza hacia abajo porque me traéis la prueba
de que la tierra es redonda! Persuadid entonces a un
recién nacido de que la leche no es lo que necesita!
(silencio.)
Sabéis vos por qué caminos he pasado yo,
señor Leblanc... Yo sé ahora lo que es bueno para mí!
LEBLANC
Pero que os asegura que los otros?...
SCHWEITZER
Por lo demás, que Dios exista o no, la cara de un
hombre que sufre es la misma y me oprime el corazón.
El traje negro de un niño huérfano; los ojos hinchados
de fatiga de un obrero que sale de la fábrica y echa su
cuerpo agotado sobre la banca del tren, como un saco
de herramientas; el anciano endomingado que,
instintivamente, elige la silla más dura, se sienta en el
borde y espera ser recibido... Oh! Leblanc, los seres
sin defensa! me encuentran siempre indefenso...
LEBLANC
Es que veis a Cristo en ellos!
EL PADRE CARLOS
Aún si él no hubiera sido sino el mixtificador de que
hablábais, basta con que le hayan golpeado,
condenado, crucificado: yo lo tomo en mis brazos,
a mi gran hermano desdichado...
LEBLANC
Vos no lo adoráis ya!
EL PADRE CARLOS
Yo no lo amo menos.
SCHWEITZER (tras un silencio)
En la época de mi niñez había un Judío que atravesaba
Gunsbach en su carreta. Tenía siempre la cabeza
gacha, como su asno. Y los gamines --entre ellos yo-lo perseguían gritando su nombre, que aún recuerdo:
Moisés! Moisés! burlándose de él Una vez me le
acerqué para tirar de su vestido o gritarle una tontería
y ví su rostro, señor Leblanc. Es una herida aún viva...
EL PADRE CARLOS
Por eso estáis aquí, Schweitzer; por eso que cada uno
de nosotros, bueno o malo, se encuentra donde está,
cielo o infierno: porque un niñito con los ojos aún
estupefactos lo empuja en la espalda! Es al Judío
Moisés a quien curáis aquí...
SCHWEITZER
El Judío Moisés, y el negro de bronce al pie
del monumento del almirante Bruat, y el caballo cojo
que llevaban al matadero de Colmar...
LEBLANC (casi gritando)
No sanarán jamás!
SCHWEITZER (más fuerte aún)
Yo tampoco!
EL PADRE CARLOS (a Leblanc)
Creéis vos que cesará alguna vez en este país
la esclavitud que abolimos nosotros? Vos la descubrís
cada día y renace en otra forma! Y es que vos
os desalentáis?
LEBLANC (desconcertado)
Yo cumplo únicamente mi deber de hombre.
SCHWEITZER
Pero esa parte de vuestro deber de hombre que
consiste en hacer un poco más que vuestro deber
de hombre, cómo la llamáis? de dónde viene ella?
LEBLANC (sin responder)
Renunciar a proseguir sería desanimar por anticipado
a que los otros lo emprendan!
MARIA (levantándose súbito)
Y por qué no desanimarlos puesto que el judío,
el negro y el caballo no sanarán jamás?
SCHWEITZER (dulcemente)
Señor Leblanc: vos lucháis contra la esclavitud
y el desorden y la epidemia, cuando todo está siempre
por recomenzar, porque sabéis que un día todo será
justo y definitivo. Vos, también, esperáis el Reino...
(silencio.)
Es la prueba de la existencia de Dios que vos
nos traéis, ahora, la prueba irrefutable!
LEBLANC
Yo os anuncio, al contrario, la inminencia de lo que
más puede hacer dudar de Dios: la guerra!
Un corredor está quizá en camino hacia nosotros
en este mismo momento. Todavía una vez más, doctor:
vuestro hospital puede encontrarse amenazado desde
esta noche.
SCHWEITZER (sonriente, pero firme)
Sabéis muy bien que no hay nadie más obstinado
en el mundo que un Alsaciano, si no es un protestante!
LEBLANC
(hace un gesto de impotencia y se vuelve hacia el Padre Carlos)
En todo caso, Padre, vos no podéis quedar aislado:
es preciso permanecer aquí algunos días.
EL PADRE CARLOS
No me ordenéis eso!
LEBLANC
Yo os lo recomiendo, solamente.
EL PADRE CARLOS
No. Yo he seguido siendo lo bastante militar para
saber lo que merece un abandono del puesto...
Retornaré a la ermita desde esta noche.
LEBLANC
Entonces, partamos juntos. Yo debo precisamente
hacer el desvío de Bdou-Sala.
EL PADRE CARLOS (con vacilación)
Tenéis una escolta?
LEBLANC
Bien seguro!
EL PADRE CARLOS (tras un momento)
No, señor Leblanc. Sabéis cómo me han apodado
los indígenas?
MARIA (dulcemente)
El hombre de las manos abiertas
EL PADRE CARLOS
No me verán ellos aquí entre hombres de armas.
LEBLANC
Como lo queráis, Padre! Atrincherad de todos modos
vuestra puerta esta noche. Buena noche, doctor...
Buena noche, señorita María...
MARIA
Yo os acompaño.
(salen ambos por el fondo)
ESCENA TERCERA
SCHWEITZER, EL PADRE CARLOS
(ellos se quedan un instante, se miran sin una palabra, luego:)
SCHWEITZER (con voz alterada)
Padre, Padre! esta vez hénos al borde del abismo!
EL PADRE CARLOS (calmadamente)
Más bajo aún, Schweitzer: es ya el cuerpo a cuerpo,
estoy seguro!
SCHWEITZER (sorprendido)
Pero Leblanc no...
EL PADRE CARLOS (interrumpiéndolo)
Yo he recibido el presentimiento mientras que él
nos hablaba. A la vez una herida y un alivio:
como el hombre a quien se abre un absceso.
No lo dudéis, Schweitzer: es un hecho...
SCHWEITZER (con fuerza)
Padre: véis en el tiempo! Mañana, quizá... Sí, mañana!
Pero no me digáis que los hombres con quienes yo he
crecido y aquellos con quienes vos habéis crecido
se matan uno a otro en este momento en que hablamos
de Dios!
EL PADRE CARLOS
(siempre calmadamente)
Sí, y quizás en su nombre.
SCHWEITZER
(después de un silencio)
Oh! que Francia salga victoriosa!
EL PADRE CARLOS
Y, sobretodo, mejor!
Me voy...
(silencio.)
SCHWEITZER
(deteniéndolo, lentamente)
Padre: habéis pensado que talvez se os llame de allá
para... para comandar hombres?
EL PADRE CARLOS
Para mandar hombres
Cómo no pensar?
a
que
maten
otros?
SCHWEITZER
Y cómo rehusar?
EL PADRE CARLOS
(calmadamente)
Estoy tranquilo: Dios hallará la solución. Y sin duda
ya está encontrada...
SCHWEITZER
Atención, Padre! Le damos la razón al señor Leblanc
con esta manera de... girar cheques sobre el cielo!
EL PADRE CARLOS
El señor Leblanc no olvida sino una cosa:
es que nuestros cheques jamás carecen de fondos.
Todo se paga. De nuestro lado, por lo menos!
Solo Dios puede dar... Y aún...
(silencio.)
SCHWEITZER
El no presta sino a los ricos, pero dá a los pobres!
EL PADRE CARLOS (sonriente)
Entonces él me dará la manera de escapar, sin huir...
(silencio.)
Buena noche, Schweitzer.
(va hacia la puerta del fondo y regresa.)
Cómo me duele dejaros! Me parece que va a cesar
algo importante...
SCHWEITZER (con voz alterada)
Quizá el último lugar, el último instante en
que un Alsaciano y un Francés pueden hablarse
fraternalmente...
(silencio.)
Partís, Padre. Yo me quedo con todas mis gentes,
trescientos enfermos y sus familias y sin embargo
me parece que me dejáis solo, que me abandonáis!
EL PADRE CARLOS (a media voz)
Dios está con toda su creación, millones de muertos
y de vivos: sin embargo es El el más solo si no regreso
inmediatamente a la ermita.
(se escucha de repente un tumulto muy
que se va a prolongar en las réplicas siguientes)
SCHWEITZER
Oís ese ruido?
próximo
y
EL PADRE CARLOS
(abriendo la puerta del fondo)
Si, y muchos otros desde esta mañana!
SCHWEITZER
Pero este es más próximo.
(escuchan un momento más)
EL PADRE CARLOS (mirando afuera)
No veo a la señorita María...
SCHWEITZER
Ha debido subir donde los operados: uno de ellos está
perdido...
EL PADRE CARLOS
Cassa?
SCHWEITZER
Si, Cassa: no puedo hacer nada más por él.
EL PADRE CARLOS
(después de breve silencio.)
La señorita María es maravillosamente atenta...
SCHWEITZER (rectificando a media voz)
Maravillosamente puntual.
EL PADRE CARLOS (gravemente)
Decidle, Schweitzer, que yo ruego...no! que yo pienso
en ella, en su alma...
(con cierta angustia.)
Se lo diréis, no es así? Esta noche?
(Schweitzer inclina la cabeza. El Padre Carlos hace un signo
de adiós y sale)
SCHWEITZER
(marcha a grandes pasos hacia la puerta del fondo gritando)
Ferrier! Ferrier!
EL PADRE CARLOS (reapareciendo en el umbral)
Es la primera vez que me llamáis por mi nombre
de hombre.
SCHWEITZER (muy emocionado)
Abrazádme!
(se abrazan largamente)
EL PADRE CARLOS (en voz baja)
Adiós!
(Sale. Schweitzer queda inmóvil. La puerta de la derecha se abre
bruscamente y María aparece sofocada. Las primeras respuestas
se suceden muy rápidamente.)
ESCENA CUARTA
SCHWEITZER, MARIA
MARIA (gritando)
Doctor!
SCHWEITZER (volviéndose)
Sí? Ese ruido era en nuestra casa, no?
MARIA
Las familias de la barraca No.14 forzaron el almacén
de provisiones y robaron el aceite de palma y la harina
de mandioca!
(Schweitzer se vuelve, casi corriendo, hacia la puerta de la derecha.
María lo detiene con un gesto.)
Inútil! José, Bonzo y los otros han restablecido
el orden.
SCHWEITZER
Y que es lo que les ha dado?
MARIA
El enervamiento: esos tam-tams incesantes desde
la noche pasada, rumores traídos por los últimos
llegados. Están persuadidos de que los Blancos
van a cerrar el hospital y abandonarlos allí mismo!
SCHWEITZER
Están locos! Voy... No! No voy a hablarles ahora...:
estoy demasiado colérico.
MARIA
Son unos niños!
SCHWEITZER (con amargura)
Y yo, luego! Un viejo niño incorregible!
He renunciado a la música, a la enseñanza, a todo lo
que amaba; le he vuelto la espalda a la vida para llegar
a esto: se roban ellos las provisiones del hospital.
(silencio.)
Oh! Gunsbach, la sombra de los tilos, el són de las
campanas... Oh! mis amigos en las tardes...
(bajando la voz.)
Helena... Oh! mi hijita...
MARIA (con una especie de dureza)
Ellos pueden vivir allá sin vos: ellos saben esperar.
(muestra la puerta de la derecha.)
Pero para estos, sin vos, es la desesperación!
SCHWEITZER
Robar el hospital!
MARIA
Precisamente! Enloquecieron con el pensamiento
de quedar solos.
SCHWEITZER
Quién de nosotros es el más solo, ya que yo alojo
sus familias en el mismo hospital?
(recorre la pieza hablando como para sí.)
Abandonarlos? Pero es que he dejado a la casualidad
un solo pilar de una sola edificación? Desesperado,
recorriendo en piragua toda la región en la búsqueda
de hojas de rafia para cubrir las salas! Y las fibras para
fijar el techo, las hube de cortar a siete leguas de aquí,
porque esas me parecían más sólidas --imbécil!
Y cuando todo estuvo terminado... bien!
He recomenzado todo más en grande, en otro sitio,
para que el aire del río les llegue mejor...
(bajando la voz)
a esos ladrones!
MARIA (a media voz)
Doctor!
SCHWEITZER
Y ya sueño en agrandar el hospital más, aún,
en este país ingrato en el que todo estará siempre
por recomenzar!
MARIA (a media voz)
Es la tierra toda, ese país ingrato en el que todo estará
siempre por recomenzar!
SCHWEITZER (sin oirla)
Mis plantaciones de mandioca y de maíz, sembradas
en plena selva para que crezcan mejor: cuando se las
ve después de quince días, la maleza ya ha recuperado
buena parte! País ladrón! País asesino en el
que un rayo de sol equivale a una hoja de espada!
en el que el peligro cae de los árboles, sale de la tierra
(hace el gesto de espantar un mosquito)
vuela en el aire, invisible! Este país en el que una
bestia no se vuelve vuestra familiar sin hacerse
la enemiga de toda la selva! Este país inhumano...
MARIA
No lo es puesto que lo habitan
habéis venido por ellos, no por el país...
hombres:
SCHWEITZER (deteniéndose)
Si. Y hoy recibí la recompensa!
MARIA
Vuestra recompensa? Pero si la habéis recibido cien
veces! Al despertar de cada operado, su grito:
Ya no estoy enfermo! Su mano que busca la vuestra
y que no la quiere soltar...
SCHWEITZER
Es cierto.
(Silencio.)
Pero... ante mi alegría de verlos curados, me reclaman
un regalo! Y, para retenerlos en el hospital, entre las
inyecciones es preciso que invente un medicamento
rojo, que no es sino agua teñida! O también exigen
la misma dosis que los más enfermos! Se frotan
el cuerpo con la poción que les he prescrito y chupan
todas las píldoras de la caja!
MARIA (sonriente)
La señora Schweitzer debe decir otro tánto de vuestra
hijita, en Gunsbach.
SCHWEITZER (desarmado)
Mi hijita, por lo menos, acepta trabajar.
MARIA (sonriendo)
Sí, pero, cuando pasa un pajarillo o una ardilla, estoy
segura de que se le pierde la mirada y que el lápiz cae
de sus deditos! Y luego vos le enseñásteis a trabajar...
(Con un gesto hacia la puerta de la derecha.)
Pero a ellos quién les enseñaría cuando eran niños?
SCHWEITZER (rencoroso)
Quién les enseñó a robar?
(Sacando un llavero con sus llaves de su bolsillo.)
Sabéis bien que las lavadoras y las mujeres que hacen
cocer el aceite de palma, debemos encerrarlas detrás
de los enrejados para que el aceite y el jabón
no desaparezcan! No, no! Yo...
MARIA (interrumpiéndolo dulcemente)
Doctor, quisiera tocar Bach, por favor?... Para mí!
SCHWEITZER (titubea, luego se sienta al piano)
Para Usted... y sobretodo para mí! Y también para
luchar contra esta horrible música de los tam-tams:
contra este corazón que late, desordenado!
MARIA
Que late de inquietud.
SCHWEITZER (duramente)
O de impaciencia!
(Ataca con vigor. Al cabo de algunos instantes, atenúa
su interpretación y, prosiguiendo, habla.)
Señorita María, por qué los defendéis contra mí
que los amo, vos que no los amáis?
MARIA (estremeciéndose)
Pero os aseguro...
SCHWEITZER (que sigue tocando)
Vos no los amáis, y es tanto más meritorio.
Pero por qué los defendéis?
MARIA
(violentamente, tras un silencio)
Y por qué yo estoy aquí? Tanto más meritorio?
Vamos! es solamente tanto más lastimoso!
SCHWEITZER
(deja de tocar y, volviéndose hacia María, dice imperiosamente:)
Los defendéis porque yo los ataco y que nada
ni nadie, nunca, es enteramente justo o injusto;
es la condición humana. Que lo hayáis deseado o no,
nosotros formamos un equipo, señorita María:
cuando yo dejo de amar, es usted quien lo hace en mi
lugar.
(se vuelve a tocar dulcemente)
MARIA (a media voz)
Es que yo amo? Y qué es amar? Cada uno de nosotros,
aquí, tiene su definición! Cuál aceptar?
SCHWEITZER (lentamente)
La de los seres que hacen doblegar su vida ante su
amor.
MARIA (más bajo aún)
Y debe tan solo aceptarse el amor de quien hace
doblegar su vida ante su amor?
(Schweitzer no responde y quizá no ha escuchado. Se pone a tocar
más fuerte. La música reina sola por largo tiempo. De repente se ve
aparecer a Lieuvin en el marco de la puerta del fondo. María hace
un gesto; Lieuvin le impone silencio poniendo un dedo sobre sus
labios. Schweitzer, que no lo ha visto, continúa tocando;
pero de repente lo divisa, para y se levanta.)
ESCENA QUINTA
SCHWEITZER, MARIA, LIEUVIN
SCHWEITZER (con angustia)
Entonces?
LIEUVIN
Es un hecho, Schweitzer.
SCHWEITZER
(se desploma, abrumado, sobre la silla ante su piano)
Y me dejábais tocar!
LIEUVIN
Si, os daba este minuto de prórroga y os miraba:
es bello un hombre que no sabe aún que está en guerra
y que el debe detestar una parte del mundo!
SCHWEITZER (levantándose bruscamente)
Jamás, comandante! jamás se me forzará a considerar
que un hombre es mi enemigo!
LIEUVIN
Aún si, bajo sus órdenes, destruye el hospital?
MARIA (más dulcemente)
Aún si, bajo sus órdenes, destruye Gunsbach y sus
habitantes?
(Schweitzer baja la cabeza si responder y cierra el piano.)
LIEUVIN
No respondéis!
(Silencio.)
Como la guerra sabe mostrar bien a cada uno el rostro
que la justifica a sus ojos: para los unos ella es
la Libertad o la Igualdad ante la muerte. Para los otros,
sólo la Fraternidad. Desde cuando ella es declarada,
se escribe Guerra con mayúscula. Vos no escaparáis,
doctor!
SCHWEITZER
Ella es sobre todo la revancha. No solamente la de
un país sobre otro: la de cada hombre. El se venga
de su mediocridad, de su mala suerte, de la suerte
de los otros.
LIEUVIN (amargo)
Ni siquiera! De su patrón, de su mujer,
del aburrimiento de ir a la misa del domingo y de las
visitas de cada año! Para los peores, la guerra es una
venganza; pero para los mejores, es una recreación:
Encontrarse entre hombres, como en los buenos
tiempos del servicio militar! Esto es lo que cada cual
piensa. Y cuando él se encuentra cara a cara
con la verdad, que es la muerte, no le queda más
que portarse como un héroe o como un cobarde,
según su temperamento: hacerse matar por los otros
o fusilar por los suyos.
SCHWEITZER (a media voz)
Sois injusto, comandante!
MARIA
Y vos, doctor, indulgente.
LIEUVIN
Peor: cómplice! Ella ha encontrado vuestro punto
débil, la guerra: esta piedad, esta maravillosa piedad.
Pero la guerra, es la injusticia, doctor, es la violencia:
contra ella, hay que ser injusto y violento!
SCHWEITZER (firmemente)
No, jamás! Contra nadie!
(silencio.)
Por lo demás, habéis hecho la guerra, comandante:
en Tonkin, en Marruecos, aquí mismo. Hubo un
tiempo en que el mundo entero estaba en paz salvo
en donde os encontrábais y en donde dependía de vos
que se depusieran las armas.
LIEUVIN
Si, yo he hecho la guerra, pero con la mano tendida,
no el puño tendido: un mes de guerra para asegurar
veinte años de paz. A quienes murieron bajo mis
órdenes, yo no les hé edificado monumentos sino
reinos; por cada cruz de madera, una población entera!
Ruinas, placas de mármol y discursos, es todo lo que
queda, de una y otra parte.
SCHWEITZER
Olvidáis, de un lado --pero de cuál?-- esta humillación
insoportable: la vergüenza de los mayores,
el desprecio de los jóvenes y ese gran deseo
de revancha que hace que toda guerra esté perdida
de antemano por quien la gane.
LIEUVIN (violentamente)
Ellos están locos! Es la más enorme bestialidad que
el mundo haya hecho jamás! Todos los pueblos
comprometidos perderán allí tarde o temprano sus
colonias. La guerra entre Europeos, es la guerra civil!
MARIA
Los indígenas conocen la noticia?
LIEUVIN
Ellos la han sabido al mismo tiempo que yo y antes
que Leblanc, que una estafeta busca aún en alguna
parte de la selva! El correo llega cada tres semanas,
con noticias de hace un mes? Pero las noticias de esta
clase, es el viento, las semillas que vuelan,
los relámpagos, los que las traen! La selva entera sabe
ya que los Blancos de Europa han comenzado
un gran debate
(bajando la voz)
y que la tribu del comandante se bate contra la del gran
doctor!
SCHWEITZER (tras un silencio)
No se escucha más ningún tam-tam, ahora.
MARIA (citando a media voz)
En Africa lo que no se escucha es lo verdaderamente
peligroso.
LIEUVIN (bruscamente inquieto)
Dónde está Ferrier?
SCHWEITZER
Regresó a su ermita.
LIEUVIN
Esta noche?
SCHWEITZER
Hace un momento.
LIEUVIN
Solo?
Qué locura!
(Schweitzer hace una señal afirmativa)
MARIA
El no ha querido unirse a la escolta del señor Leblanc.
LIEUVIN (alzándose de hombros)
He aquí los gestos que comienzan! Es ya la guerra.
MARIA (a media voz)
Habláis como el señor Leblanc!
SCHWEITZER
El me ofreció también hacer proteger el hospital por la
tropa; yo me rehusé: llamad a eso un gesto? Pero es
todo lo contrario: el Padre o yo protegidos contra el
indígena por los soldados, he ahí lo inesperado,
la locura: el gesto!
LIEUVIN (imperiosamente)
Si yo hubiera, por un instante, juzgado en peligro
al hospital, actuaría sin su asentimiento, doctor.
MARIA
El Padre Carlos está por consiguiente en peligro?
LIEUVIN
Si, porque él está solo! La guerra desencadena primero
a los cobardes; los héroes aparecen después.
SCHWEITZER
Por otra parte, el Padre no se defendería.
LIEUVIN
Sin embargo, yo lo he conocido combativo! En Saint
-Cyr, un día en que me ví envuelto en un duelo
ridículo, él quería a todo trance batirse en mi lugar!
SCHWEITZER
Era por fraternidad, no por violencia.
LIEUVIN (muy sorprendido)
Lo creéis? (Schweitzer hace una señal de que le parece evidente)
Si... es muy probable. Yo lo había juzgado así, una vez
por todas, con mis ojos de veinte años... Ferrier!
(Con tanta cólera como angustia, de repente.)
Ah! yo no puedo soportar el saberlo solo allá,
esta noche! Le voy a enviar mis guardias. No!
Sería humillado. Pasaré yo mismo!
(Al acabar estas palabras estalla en la inmediata vecindad
una melopea fúnebre. Schweitzer y María se miran.)
SCHWEITZER
Cassa!
MARIA
Cassa acaba de morir.
SCHWEITZER (se vuelve hacia Lieuvin)
Uno de mis operados de esta mañana. Estaba perdido.
Iré en un momento: el dolor sin esperanza de los
paganos me trastorna como el de los pequeñuelos!
LIEUVIN
Vuestros trescientos enfermos escuchan este canto
fúnebre y el demonio piensa en ellos: Vamos, es él
quien muere y no yo! Un día más ganado! Trescientos
millones de seres humanos van a pensar eso cada día,
en lo sucesivo. Es la guerra!
MARIA (a media voz)
Pobre Cassa!
LIEUVIN
Si, pobre Cassa que muere un día mas tarde! Todo está
cambiado: su muerte ya no tiene el mismo peso.
SCHWEITZER (vivamente)
Oh! el mismo, comandante, exactamente el mismo!
LIEUVIN
Por Dios, sin duda! Pero para...
SCHWEITZER
Para todos aquellos dignos del nombre de hombre
puesto que ellos tienen respeto la vida!
LIEUVIN (con dulzura)
Pero, doctor, en este mismo momento, los mejores
ciudadanos de muchas grandes naciones reciben,
bruñen y sopesan sonrientes todo lo que les puede
servir para matar. Es la guerra... la guerra!
SCHWEITZER
Justamente! No tenemos mas en cuenta que las gentes
o los principios suficientemente sólidos como para que
la guerra no los altere en nada. Estáis obsesionado por
la destrucción que se prepara; yo, por la reconstrucción
que seguirá. Ella se hará sobre la base del respeto a la
vida. Conservar, favorecer la vida, situarla en su más
alto valor: he aquí el bien; destruir la vida,
perjudicarla, someterla al sufrimiento: he aquí el mal.
La responsabilidad de cada uno de nosotros hacia todo
lo que vive es total, comandante! Se nos pedirá cuenta
de un insecto aplastado por nuestro capricho así como
de un regimiento aniquilado por nuestra imprudencia!
LIEUVIN
Sois un manso, doctor! Yo deseo creer que los mansos
poseerán el reino de la tierra, pero no hoy!
SCHWEITZER
Yo no soy un manso! El mundo es un caballo caído
que se debate en sus arneses. Hay que desatarlo,
ayudarlo, pero también azotarlo, lo sé muy bien!
(la melopea se acabó hace unos instantes)
MARIA
(presta atención y, luego de un breve silencio, dice dulcemente)
Cassa ha cesado de forcejear, él!
SCHWEITZER
Yo quiero decirle adiós.
(sale por la derecha)
ESCENA SEXTA
MARIA, LIEUVIN
(ellos se miran un largo momento en silencio.)
LIEUVIN
Yo espero de vos, esta noche, una decisión.
MARIA
Y eres vos quien nos ha traído una noticia... decisiva!
LIEUVIN (vivamente)
Pero que no cambia nada!
MARIA
Eso depende, sin duda.
LIEUVIN
Y de qué?
MARIA
De un sobre: de esas órdenes secretas, y que no lo son
más después de un momento.
LIEUVIN
Lo que sean esas órdenes, os dejan enteramente libre,
Maria!
MARIA
Libre de dejaros libre, sí.
(silencio.)
Por tanto yo me pregunto si el doctor tiene razón...
LIEUVIN
Razón?
MARIA
Sí: si es fortaleza o debilidad hablar hoy como
se hablaba ayer
(bajando la voz),
decidir hoy lo que se ha debido decidir ayer.
LIEUVIN (luego de un silencio)
Si me amárais, María, si yo os desposase; si mañana
partiera para la guerra y si, al día siguiente,
me mataran, lamentaríais vuestra decisión?
MARIA (arisca)
Nunca lamentar nada de lo que fue voluntario!
pero maldecir el cielo para siempre!
LIEUVIN (a media voz, muy emocionado)
Me amáis, María!
MARIA (lo mismo)
Yo no soy cristiana! Yo no me resigno! Es tiempo
de que lo sepáis.
LIEUVIN (siempre muy emocionado)
Yo sé ahora que me amáis y es bastante...
MARIA
Yo he esperado mucho... Cuando mi turno llegue,
yo no lo cederé!
LIEUVIN (dulcemente)
Nosotros lo cederemos tal vez.
MARIA
(desconcertada, lo mira y dice con esfuerzo:)
Puede ser.
Ahora, decidme esas órdenes.
(silencio.)
LIEUVIN
Me diréis en seguida vuestra decisión?
MARIA
Sin duda.
LIEUVIN
(sacando papeles de su bolsillo)
Lo que se me ordena es singular y sabio:
que permanezca, si la situación así lo exige;
que regrese a Francia a recibir órdenes, si yo considero
esta región pacificada.
MARIA
Así, sois libre de escoger?
LIEUVIN
No, no de escoger: de juzgar!
MARIA
Y... vuestra decisión?
LIEUVIN (sin sonreir)
La vuestra, ante todo!
MARIA
Ciertamente no. Que vuestro juicio sea puro!
LIEUVIN (luego de un silencio)
Y bien, dejemos eso! Yo creo conocer vuestros
sentimientos... Y, en cuanto a mi juicio, está detenido:
me quedo.
MARIA (calurosamente)
Os quedáis!
LIEUVIN (casi violentamente)
Si! Allá, es la aventura, la carrera, las estrellas...
y me quedo! Esta guerra a la que nos preparan desde
hace veinte años... pero me quedo!
MARIA (dulcemente)
La muerte en el alma?
(Lieuvin la mira, vacila, luego asiente lentamente con la cabeza.)
Entonces, por qué quedarse?
LIEUVIN
(con una especie de cólera)
Porque ellos encontrarán diez mil jefes de batallón
para conducir sus tropas al asalto de su quinto galón!
Pero hombres capaces de sostener un imperio sin
créditos y sin soldados, cuántos se presentarán?
MARIA
Sin soldados? Yo creía que las tropas estacionadas
aquí...
LIEUVIN (interrumpiéndola)
... Son numerosas, sí! pero yo las regresaré casi todas.
Practicaré la política de la sonrisa: un edificio en
construcción vale un batallón; una enfermería indígena
vale un regimiento! Sin embargo, mis hombres se
batirán allá, sin mi! Y yo los abasteceré con buques
llenos de mercancías...
MARIA
Se os ordena?
LIEUVIN (cambiando de tono)
No.
(casi tiernamente.)
Un niño no espera órdenes para socorrer a su madre...
MARIA
Sois más realista que el rey!
LIEUVIN
Puede ser. Sin esta clase de gentes, la república no
duraría mucho!
MARIA
(con esfuerzo, luego de un silencio)
Pero habéis reflexionado bien...?
LIEUVIN (muy vivamente)
En todo!
(con un tono suavizado.)
Os pido creer que yo he reflexionado en todo antes
de tomar la decisión de no batirme.
MARIA
O mas bien, no de esta manera!
LIEUVIN (con amargura)
La única, en lo sucesivo, que cuenta a los ojos
de todos!
MARIA (dulcemente)
Pero es que los juicios cuentan todavía sobre los
vuestros?
LIEUVIN
(después de un instante, simplemente)
No, casi no. Es sin duda la definición del tirano…
MARIA (sonriente)
O la del gran hombre! El Señor Leblanc nos haría
un bello discurso ahí!
LIEUVIN
Ciertamente hago caso omiso del juicio del Señor
Leblanc!
MARIA (gravemente)
Desgraciadamente, es el único que habrá que tener
en cuenta!
(Lieuvin hace un gesto.)
Escuchad! todo lo que os pueda contrariar a partir
de aquí me horroriza.
LIEUVIN (turbado)
María!
MARIA
(prosiguiendo imperiosamente)
Pero yo detesto aún más el equívoco, el pesar,
el cambio brusco... Habéis pensado que no realizaríais
nada de vuestros planes si el Señor Leblanc se opone?
LIEUVIN (calmadamente)
Todos mis planes! A mi modo! Porque
(saca otro papel de su bolsillo)
he aquí mis órdenes acerca del gobernador civil...
MARIA
El tiene conocimiento?
LIEUVIN
Ni él ni nadie mas que vos.
(silencio.)
Hablar mucho del Señor Leblanc! Hablar mucho de lo
que no sois vos o yo!
(gravemente.)
Es a lo que me comprometo en esta guerra, o más bien
a lo que renuncio, para hacerle frente yo cuento con
vos, María...
(silencio.)
Es mi manera de decir que os amo!... Y ya nos
separamos...
MARIA (vivamente)
Por qué?
LIEUVIN
Ferrier, solo...
MARIA
Es cierto.
LIEUVIN
Dadme pues una palabra que no me abandone!
MARIA
Pero...
LIEUVIN
Que me hechice y me encadene, como el anillo
de oro...
MARIA
(tendiéndole la mano, dulcemente)
El silencio es desde hace tanto tiempo nuestro reino...
No salgamos de él todavía! Que es como nuestros
esponsales, Hervé...
LIEUVIN
(en el colmo de la emoción)
Vuestra voz para decir este nombre que no emplea
nadie... Vuestra voz, esta noche... Y yo me doy cuenta,
a la vez, que mi corazón estaba vacío y que ahora está
pleno...
MARIA (con angustia)
Un instante, un solo instante de felicidad... Es acaso
mucho? Es muy tarde?
LIEUVIN
Muy tarde?
MARIA
La máquina está en marcha, la mecha está encendida...
Esta es la primera de las noches inhumanas. Cuántos
hombres han muerto indebidamente hoy? Nuestro
primer instante de felicidad está ya manchado de
sangre. La felicidad será pues no pensar en los demás?
LIEUVIN (tratando de bromear)
Chitón! Que diría Schweitzer de esta palabra?
MARIA
Ya lo sé: me diría que uno no tiene derecho
a la felicidad...
LIEUVIN
Y a qué tiene uno derecho sobre la tierra?
Todo se roba!
MARIA
Todo se paga!
LIEUVIN
(alza los hombros con indiferencia o hastío. Luego, después de un
silencio.)
Tomad esta sortija! Es la primera vez que ella
me abandona en veinte años...
(el se la pone en el dedo.)
Pero vuestra mano tiembla, María... Qué tenéis?
MARIA (con voz alterada)
Miedo! Por primera vez desde hace mucho tiempo,
miedo por dos...
(El está emocionado y va a tomarla entre sus brazos.
En ese momento se abre bruscamente la puerta del fondo,
y Leblanc aparece; está muy pálido.)
ESCENA SEPTIMA
MARIA, LIEUVIN, LEBLANC
LEBLANC (gritando)
Lieuvin! El Padre de Ferrier!...
LIEUVIN (brevemente)
Y bien?
LEBLANC
Asesinado!
MARIA
(cubriéndose el rostro con las manos)
Dios mío...
LIEUVIN (mismo ademán)
Cuando? Por quién? Pronto!
LEBLANC
El no quiso unirse a mi escolta. Pasando cerca de su
ermita, oí un tumulto, voces. Grité una orden.
Una ráfaga. Llegué... Oh! Lieuvin. El Padre de
rodillas, atado, que se derribaba, la cara contra la
tierra, lentamente, como somnoliento...
LIEUVIN
Muerto?
LEBLANC
Una bala disparada detrás de la oreja y salida por el
ojo izquierdo...
MARIA (con vacilación)
Desfigurado?
LEBLANC
No. Risueño...
LIEUVIN (en un grito)
Ferrier!
Los asesinos?
(retomando su tono breve.)
LEBLANC
Huyeron al acercarnos. Tres de mis hombres los
persiguen en la noche, sin esperanza!
LIEUVIN
Huyeron hacia el sur?
LEBLANC
Sí.
LIEUVIN
Naturalmente!
(con más desesperación que rabia.)
Ah! Leblanc, como habéis podido dejarlo partir solo,
esta noche!
MARIA
El no quería a ningún precio...
LIEUVIN
(interrumpiéndola violentamente)
El no era el amo de su persona ni el amo de su muerte!
El, vos y yo representamos a Francia aquí. Sus
asesinos vinieron del sur: de las colonias alemanas.
Ellos lo han escogido, mas bien que a vos, mas bien
que a mí, porque el no estaba protegido, y por nuestra
culpa!
LEBLANC (dulcemente)
Es un hecho diferente, Lieuvin, un doloroso hecho
diferente; no hagáis un crimen político!
LIEUVIN
Ni lo uno ni lo otro: es un acto de guerra. Ferrier
es quizás el primer muerto de ella
(bajando la voz)
y el era mi camarada...
MARIA (violentamente)
No, no! Diez contra uno y que no estaba armado:
es un asesinato! No agreguéis su muerte a uno de
vuestros grandes juegos: guerra o política! Un simple
asesinato...
(Silencio. Con voz alterada.)
Ah! yo tengo vergüenza de vivir en un mundo
en donde se asesine al Padre de Ferrier...
LIEUVIN (después de un silencio)
Pero por qué más bien no lo tomaron como rehén?
Ellos habrían podido obtener todo de nosotros!
LEBLANC (bajando la cabeza)
Mi llegada ha debido precipitarlo todo: ellos se
enloquecieron... uno de ellos disparó..
LIEUVIN
(posando su mano sobre su brazo)
Olvidad eso, Leblanc! Es un pensamiento con el cual
no se puede vivir bien!
(silencio.)
El no está solo?
MARIA (a media voz)
El está muerto: el está solo!
LEBLANC
Yo he dejado dos soldados; y todos sus animales
domesticados que gimen; y Negros más y más
numerosos que se cuelan en silencio hasta la ermita
y quedan consternados... Persuadidos sin embargo
de que el gran doctor blanco va a despertarlo como
el resucita a sus operados!
(Silencio. A media voz.)
Pero su sangre corre dulcemente sobre esta tierra
saturada...
(Lieuvin se vuelve bruscamente para esconder su rostro.)
MARIA (después de un silencio)
Yo voy a prevenir al doctor Schweitzer.
LEBLANC (dulcemente)
El va a tener tanta pena...
MARIA (violentamente)
Pena?... Vergüenza!
sobrevivientes...
la
verguenza
de
los
(Lieuvin se vuelve y la mira largamente. María sale por la derecha.)
ESCENA OCTAVA
LIEUVIN, LEBLANC
LEBLANC
(sacando de su bolsillo un carnet que él tiende a Lieuvin)
El tenía su carnet en la mano..
LIEUVIN
(abriendo el carnet, pasa algunas páginas y lee:)
Vivir como si tu debieras morir mártir hoy...
(Silencio. Luego de repente Lieuvin se dirige hacia la puerta
del fondo.)
LEBLANC
Que vais a hacer?
LIEUVIN
Saludar a mi camarada. Rendir a Ferrier los honores
militares.
LEBLANC
Dadme primero cinco minutos! Los vivos pasan antes
que los muertos.
(Lieuvin vacila.)
No importa qué vivo ante no importa qué muerto...
LIEUVIN (acercándosele)
Es cierto.
LEBLANC
Habéis tenido conocimiento de las órdenes?
LIEUVIN
De las mías, sí.
LEBLANC
He recibido copia de una parte de ellas. Entonces
vuestra elección está frenada?
LIEUVIN (desviando la cabeza)
Desde hace poco, si: yo parto...
LEBLANC (estupefacto)
Vos?
LIEUVIN
Y bien, qué tiene de asombroso? Es la guerra, yo soy
militar: parto!
LEBLANC (violentamente)
No es el soldado, es el niño que habla por vos!
El muchacho turbulento que jugaba a la guerra!
Y sois millones en toda Europa!
LIEUVIN (dulcemente, casi risueño)
Os equivocáis, Leblanc: yo no jugaba al soldado,
yo jugaba al País... Trazaba rutas y ríos, construía
puentes.
LEBLANC
Ya! Es entonces un juego de la infancia, un juego
de tiempos de paz, el País!
LIEUVIN (vivamente)
No!
LEBLANC (mismo tono)
Entonces por qué partís?
LIEUVIN
(lentamente, después de haberlo mirado en silencio)
Y vos, por qué me retenéis?
LEBLANC (embarazado)
Pero...
LIEUVIN
Vos al fin solo amo de este reino y me retenéis! Qué es
lo que ha cambiado después de la última noche?
LEBLANC (después de haber vacilado)
Simplemente esta frase: Yo no quiero jugar a la isla
desierta!...
LIEUVIN
Esto qué significa?
LEBLANC (con voz sorda)
Yo no quiero encontrarme cara a cara con María...
LIEUVIN (amargamente)
Al fin solos!
LEBLANC (con violencia)
Sabéis bien que no! Sabéis bien que con las almas
de esta clase los ausentes tienen siempre razón!
LIEUVIN (después de un instante)
He aquí todos los problemas que la guerra os plantea!
LEBLANC
Los otros, se encarga de resolverlos en mi lugar;
y sin darme a escoger, como vos me los dáis!
(silencio.)
Por otra parte, debería echar a perder mi vida porque
algunos hombres de Estado han decidido divertirse,
una vez más, con el Juego de los Imperios?
LIEUVIN (violentamente)
Que os importa el imperio, en efecto, con tal que
pudiérais continuar jugando vuestro pequeño juego
personal!
LEBLANC (secamente)
No más lecciones! Si el imperio os importara,
permaneceríais, Lieuvin!
LIEUVIN
Es en Lorena en donde se juega la suerte de Africa!
LEBLANC
Creéis que faltan, allá, jefes de batallón?
(Silencio. Mas lentamente)
Y después deberéis obedecer, obedecer a jefes menos
válidos que vos, y esto os remorderá...
LIEUVIN
Lo que me remuerde, es la inacción!
LEBLANC
Pero la acción libre, inmediata, productiva, está aquí,
a pesar de su guerra, lo sabéis bien!
LIEUVIN (conciliante, casi suplicante)
La conduciréis vos, esta acción!
LEBLANC (lentamente, con ironía)
Tenéis confianza en mí? Qué es lo que ha cambiado
desde la última noche?
LIEUVIN (después de un silencio)
Nada. De otra parte, yo estaba resuelto a permanecer
(bajando la voz)
hasta ahora mismo...
LEBLANC
Hasta esta noticia que yo os he traído?
(Lieuvin hace un gesto afirmativo.)
Pero la muerte de Ferrier os obliga a permanecer!
LIEUVIN
(deteniéndolo con un gesto)
Basta de elocuencia, Leblanc! Yo sé que es allá en
donde reemplazo a Ferrier, no aquí...
LEBLANC
Deseáis vengarlo? Es por esto que las guerras son tan
largas y nunca son decisivas!
LIEUVIN (dulcemente)
No, no la venganza, pero --María acaba de decirlo-la vergüenza de sobrevivir...
(Silencio.)
Vais a reír, Leblanc! Hace veinte años, Ferrier quiso
batirse en mi lugar: yo le debo, hoy, batirme en el
suyo!
LEBLANC
Y bien, es aquí su sitio! No dejéis esta región
completamente huérfana...
LIEUVIN
Vamos, ella protege Schweitzer!
LEBLANC (después de un instante)
No.
LIEUVIN (estupefacto)
El doctor abandonará Africa?
LEBLANC (con esfuezo)
El doctor es Alsaciano, es decir súbdito alemán.
El será detenido hoy antes de medianoche.
LIEUVIN (gritando)
Estáis loco, Leblanc!
LEBLANC
(sacando un papel de su bolsillo)
Aquí está la orden.
LIEUVIN
No la vais a ejecutar, no es cierto?
LEBLANC (bajando la cabeza)
Sí, ciertamente.
LIEUVIN (yendo hacia él)
Yo os lo prohibo!
LEBLANC (lentamente)
Con qué derecho?
LIEUVIN
Del derecho...
(Lleva la mano al bolsillo donde se le ha visto colocar su carta
de mandato, luego se arrepiente. Silencio. El prosigue muy
calmadamente.)
Seréis desaprobado. El mundo entero...
LEBLANC (interrumpiéndolo, mismo tono)
El mundo entero está en guerra y se burla del doctor
Schweitzer.
LIEUVIN (imperioso, pero suplicante)
Leblanc, destruid esta orden! Yo os cubriré...
LEBLANC (mismo tono)
Mañana, habréis partido. Hoy sois virrey; mañana un
oscuro jefe de batallón...
LIEUVIN (con voz sorda)
Y si me quedara...
LEBLANC (mirándolo a la cara)
Os daría esta orden
vos responderíais...
para
ejecutar,
LIEUVIN (vivamente)
Pero sabéis bien que yo no la ejecutaría!
LEBLANC (a media voz)
Tanto mejor!
Lieuvin:
LIEUVIN (con violencia)
Entonces no seáis hipócrita!
Pensad en Schweitzer!
Pensad en María.
(Leblanc niega con la cabeza..)
(silencio. Con otro tono.)
LEBLANC (amargamente)
Sois vos quien me lo aconsejáis, ahora?
LIEUVIN
Ella os despreciará!
LEBLANC
Ella despreciará a quienes me han dado esta orden...
LIEUVIN
Si los respetáis, desobedecedles!
LEBLANC (calmadamente)
No, Lieuvin! Yo soy de la raza que no respeta,
pero obedece. A mitad de camino entre la devoción
y la rebelión: yo soy un hombre como los otros.
Uno de aquellos gracias a los cuales podéis, vos y los
vuestros, ser la excepción y, si vuestro golpe resulta,
entrar en la Historia...
(con amargura.)
Yo soy un pedestal! De qué os quejáis?
LIEUVIN (a media voz)
María os despreciará...
LEBLANC (sacudiendo la cabeza)
Si ella es de vuestra raza, pero lo dudo. Yo la conozco
mejor que vos, puesto que ella no me ama... (silencio.)
Pero, yo, la amo lo suficiente para afrontar su
desprecio... Ella no se equivocará siempre.
LIEUVIN
Y yo tengo suficiente confianza en ella para partir!
(silencio.)
Cuando regrese...
LEBLANC (con violencia)
Por qué vosotros estáis seguros de regresar, todos?
La muerte, es buena para los demás, no es cierto?
Y, cuando regreséis, pasaréis bajo el Arco del Triunfo,
la vida será un perpetuo banquete, y --milagro!-ni vosotros ni vuestros amores habrán envejecido?
Es la Bella Durmiente del Bosque, la guerra, quizás?...
No, Lieuvin! Si regresáis, no encontraréis nada,
ni nadie, intacto!... A su regreso, lo que espera a los
héroes es una pila de esquelas y una carta del fisco
reclamándole impuestos atrasados... Y, ese mismo año,
pensaréis que eran buenos tiempos cuando vuestra
única preocupación era la de matar hombres!
Y los otros, en el mismo año, pensarán que los héroes
no son aceptables sino a condición de morir en la
guerra!
LIEUVIN (dulcemente)
Sin duda tenéis razón... Entonces es por caridad
que deseáis retenerme?
LEBLANC (con voz sorda)
No. Ya os lo he dicho: os temo más ausente
que presente!
LIEUVIN
Vamos, mi decisión está tomada, y Ferrier me espera!
(va hacia el fondo, pero se regresa y, casi suplicando.)
Cuidaréis esta región, Leblanc?
LEBLANC (molesto)
Aún no es la hora del testamento! Regresaréis esta
misma noche. María conoce ya vuestra nueva
decisión?
LIEUVIN
Si ella no duda ahora, seré yo quien dude de ella!
Volveré mañana. Soportar la mirada del doctor
Schweitzer ahora, no! supera mis fuerzas... Animo!
(el sale)
ESCENA NOVENA
LEBLANC, MARIA
(Al quedar solo, Leblanc permanece inmóvil y como abrumado,
de espaldas al público. Luego voltea la cabeza, y con un gesto
decidido, se dirige hacia la puerta de la derecha. Advierte entonces
a María, que ha entrado por esa puerta precisamente cuando decía:
"María conoce ya vuestra nueva decisión?" y ha permanecido
inmóvil en la sombra.)
LEBLANC (deteniéndose)
María! Estábais allí!...
MARIA (con voz alterada)
El comandante Lieuvin va a partir, no es cierto?
LEBLANC
Si.
(María permanece impasible.)
Y no decís nada! Y tampoco lucharéis!
(María sacude la cabeza.)
Ya habéis pasado al campo adverso: con quienes
sacrifican la felicidad, el presente, la Tierra contra
grandes palabras y actitudes! Al campo de los
monederos falsos, ya!
(bajando la voz.)
Es tan difícil permanecer humano?
MARIA (dulcemente)
El comandante Lieuvin y yo hemos cambiado de
rostro en el mismo instante: al conocer la noticia que
trajisteis! No hay nada más humano...
LEBLANC (con una violencia contenida)
Yo no admito que la muerte de un hombre pese sobre
el destino de los vivos!
MARIA (mismo tono)
Que la decisión del comandante Lieuvin me sea
extraña, odiosa, y que yo me oponga, es lo que pesará
sobre nuestro destino!, esto solamente...
LEBLANC (amargamente)
Que confianza!
MARIA
Confianza, si... Tanta confianza en vos también que no
pregunto por qué, contra toda lógica, tratáis de retener
aquí al comandante...
LEBLANC (vivamente)
Simplemente porque...
MARIA (interrumpiéndolo)
Yo sé! Veo claro en vos.
LEBLANC
Es que nosotros somos de la misma raza, pero él no!
MARIA (lentamente)
Creéis que, si el pudiera permanecer en este país
cazándoos, el lo haría?
LEBLANC
Seguramente.
MARIA (con calma)
Os equivocáis! Porque él tiene los medios y es él quien
se va.
LEBLANC
Cuáles medios?
MARIA (mismo tono)
Una carta de mandato absoluto.
(Leblanc hace un gesto de duda.)
Yo la he visto.
LEBLANC (después de un silencio)
Esta generosidad me insulta! Entonces es que él no me
teme en absoluto?
MARIA
Es que el tiene confianza, confianza absoluta en mi...
LEBLANC
Y esta confianza os encadena! Caeréis pues en todos
los lazos?
MARIA (dulcemente, mirando su anillo)
Poco importa el lazo, con tal que el me retiene...
(Silencio. Ella tiende hacia Leblanc la mano que lleva el anillo
y dice sonriendo:)
He aquí el primero, el más común...
LEBLANC
Su anillo! Y habéis tan sólo descifrado el sello?
Es célebre...
MARIA (mirando el anillo y leyendo:)
La alegría de vivir consiste en la acción.
LEBLANC
La única alegría de vivir, es la acción. Os devorará,
María!...
(Ella hace un gesto de indiferencia. El continúa con voz alterada:)
Vos y yo conocemos el precio del tiempo...
Era nuestra última experiencia, María... Ah!
No pronunciéis mas jamás la palabra Felicidad!...
MARIA (gravemente)
Yo pondré entonces mi alegría en otra parte, como él,
como el doctor Schweitzer, y nadie me la arrebatará...
LEBLANC
(con un esfuerzo para hablar secamente)
La alegría del doctor Schweitzer le va a ser arrebatada.
Tengo la orden de hacerlo arrestar antes de
medianoche como súbdito alemán.
MARIA
Qué?
LEBLANC
Despreciadme, pues! Que mi desesperación sea
absoluta, esta noche!
MARIA (tendiéndole la mano)
Os compadezco solamente.
(el posa su mirada sobre esa mano. Largo silencio.)
LEBLANC (sincero)
Si se cierra el Hospital y no pudiérais regresar
a Europa tan pronto, qué sería de vos?
MARIA (muy dulcemente)
Dejad!... Dejádme prolongar este instante en que yo no
pienso ante todo en mi.
LEBLANC (violentamente)
Pensáis en Lieuvin, que nada os impedirá más
encontrar!
MARIA (retirando su mano)
No: en el doctor Schweitzer...
LEBLANC (confundido)
Pensad también en mí, que debo prevenirlo!
(sale por el fondo)
ESCENA DECIMA
MARIA, EL PEQUEÑO NIÑO NEGRO
(Al quedar sola, María se dirige a la puerta del fondo, que abre.
Ella queda allá, inmóvil, de espaldas al público. Pero he aquí que se
abre la puerta de la derecha y aparece tímidamente el pequeño niño
negro del primer acto. El está en larga camisa de dormir,
pies descalzos, y lleva un vendaje en su brazo enfermo.
El avanza silenciosamente hasta el centro del escenario.
En ese momento, María nombra en la noche, con una voz contenida
pero desesperada.)
MARIA
Hervé!... Oh! Hervé...
EL PEQUEÑO
Mamá!
(María se vuelve y corre hacia el pequeño que toma en sus brazos.
Ella va a sentarse en una silla, de cara al público, y lo acerca a ella
tiernamente.)
MARIA
Mi pequeño... Por qué has salido de tu cama?
Por qué no duermes?
EL PEQUEÑO
Tengo miedo...
MARIA
Miedo? Pero de qué?... De ese tam-tam todo el día?
(el niño niega con la cabeza.)
(el niño asiente.)
De este silencio, ahora?
Pero no te debe asustar ni lo uno ni lo otro,
mi querido!
(Ella se pone a arrullarlo. El pequeño se va durmiendo poco
a poco.)
Hay el gran día y después la noche; el tumulto
y después el silencio... Ayer, estabas mal, no es cierto?
(el asiente.)
(no.)
Y hoy ya no tienes dolor?
Y es siempre así, y eso será siempre así, hombrecito!
La espera y, mañana, el pesar; la alegría y después,
quizá, la desesperación. Es tu condición, nuestra
condición de todos. Tú no comprendes lo que yo te
digo! pero tú te calmas, tu vas a dormir... Y yo, para
arrullarte, tengo el gesto de Dios: te llevo de un
extremo al otro... Te dejarás caer en la trampa,
tú también? Del orgullo a la desesperación y de la
desesperación al orgullo, sin cesar? O bien tu sabrás
escoger y andar derecho tu camino de hombre hacia la
luz? Entonces recuerda siempre al Gran Doctor que te
ha curado, y al Padre, todo blanco, que te abrazaba
esta mañana... Los dos sonreían, hombrecito,
sonreían hasta el último minuto... Quien ha encontrado
su camino, con toda seguridad, él sonríe!...
Tan sólo esto cuenta, mi almita: sonreír... sonreír...
(Ella mira que el duerme; sonríe un largo rato, luego su sonrisa
se hiela y ella debe esconder su rostro con la mano. En ese momento
entran por el fondo el doctor Schweitzer, al que precede Leblanc.
El doctor tiene la mirada fija, la boca entreabierta, el caminar
de autómata del hombre que acaba de recibir brutalmente una
muy mala noticia. Se agacha hacia María que hace buena cara
y se inclina hacia el pequeño.)
ESCENA UNDECIMA
MARIA, SCHWEITZER, LEBLANC
SCHWEITZER (mostrando al niño)
Estaba mal?
MARIA
El tenía miedo.
SCHWEITZER
Eso es también un mal.
(silencio.)
Matarán a los niños en este país y nosotros
no podremos hacer nada, ni el Padre ni yo...
(empujando dulcemente a María hacia la derecha.)
Ve! Que el duerma apaciblemente su última noche
aquí!
MARIA (con voz alterada)
Doctor!
(El doctor coloca un dedo sobre sus labios, acaricia el rostro
del niño y después muestra la puerta de la derecha. María sale
con su carga.)
SCHWEITZER (volviéndose hacia Leblanc)
Antes de medianoche, habéis dicho?
(Leblanc afirma con la cabeza. El doctor mira su reloj.
Suspiro. Silencio. De repente, muy lentamente, el dice:)
Señor Leblanc, qué vais a hacer por ellos?
LEBLANC (sordamente)
Es la pregunta que también me han hecho
el comandante Lieuvin y, de su boca inmóvil
entreabierta, el Padre de Ferrier... Qué queréis que yo
responda, doctor?
SCHWEITZER (mismo tono)
Responded: Todo lo que yo pueda!
LEBLANC
Pero qué puedo yo?
SCHWEITZER
Es una mala respuesta...
(silencio.)
Ah! mi ausencia va a complicar vuestra tarea, señor
Leblanc. No es a mí a quien arrestáis: es la lepra,
el sueño, la malaria lo que liberáis!
LEBLANC
Yo sé que la muerte va a recuperar terreno...
SCHWEITZER
El dolor, sobretodo! Y es un déspota más terrible
que la muerte!
LEBLANC
Los Negros lo resienten menos intensamente que
nosotros.
SCHWEITZER (con vehemencia)
Pero esto es falso, os lo juro! Y la ignorancia de lo que
les va a pasar duplica su angustia...
(calmándose, hasta obligándose a sonreír.)
Creédme, señor Leblanc, ellos no tienen mas deseo
de morir que vos! (María entra sin hacer ruido por la derecha)
LEBLANC (sin convicción)
Ellos se han pasado sin médicos durante siglos!
MARIA (dulcemente, a Leblanc)
Qué habría sucedido en vuestra familia si hubieran
debido pasarse sin médico tan sólo diez años?
SCHWEITZER (después de un silencio)
Para qué discutir? Dónde están los adversarios?
Estamos nosotros tres, de una parte; y, de otra, esta
decisión sin rostro... De un lado: la irresponsabilidad;
del otro: hombres que van a morir... Sí, esto es la
guerra! (El consulta su reloj. Después, volviéndose hacia María.)
No era la noche anterior cuando nosotros hablábamos
del tiempo que pasa? He aquí tal vez la unidad de
medida: los minutos que os quedan para vivir libres...
La libertad también tiene sus agonías...
(El
va hacia la puerta del fondo, que abre hacia las tinieblas.
El queda allá, volviendo la espalda al público. Se escucha
que murmura)
Africa... Africa, mi patria!
(súbitamente él se vuelve y, cerrando los ojos, habla.)
Pero no! Es como ciego que me hace aprender
a amarla...
(Silencio. Continúa con una voz singular,los ojos siempre cerrados.)
Yo veo, sobre la vertiente, las flores blancas de los
cafetos, las flores rojas de los tulipanes, vivas como
miradas... Yo escucho el rechinar de los puerco
espines y el grito de los grillos, los grillos
innumerables... He aquí que la adversidad cesa de
repente y la selva respira, profundamente, hasta las
entrañas... Ribera de árboles, y el río tibio corre a sus
pies. Yo veo una pequeña garza toda blanca, de pie,
inmóvil bajo la luna... Al borde de la ciénaga,
hay también un águila-pescador que duerme y toda
una familia de golondrinas. Ellas me hablaban
de Europa; allá, en lo sucesivo, me hablarán de Africa.
El grito penetrante de los vencejos me herirá...
(el lleva las manos ante sus ojos.)
MARIA (emocionada)
Doctor!
SCHWEITZER (muy dulcemente)
Hay un macizo de madera preciosa y otro aún mayor
de okoumé. Entre los dos, la colina del cementerio...
(silencio.)
El cementerio: es todo lo que permanecerá reconocible
cuando las termes hayan devorado mi hospital,
cuando la selva haya borrado todo!...
(el abre los ojos.)
Escuchad!...
(silencio.)
Nada. Los parientes de Cassa han sucumbido
al sueño... Todo duerme. Es el silencio feliz de los
cuerpos saludables... Yo estoy en paz con todos
aquellos que me han sido confiados y que están aquí,
perfectamente en paz... Pero yo no puedo aceptar
ninguno más!
(a Leblanc.)
Señor Leblanc, hay un farol en el desembarcadero:
el guía hacia el hospital a los que vienen de lejos.
Quisiérais ir a retirarlo? Os corresponde a vos apagar
esta llama!
LEBLANC (a media voz)
Es cierto...
(el sale por el fondo)
SCHWEITZER
Dios mío, yo pongo todo esto en vuestras manos:
tres cientos enfermos curados, y también uno muerto,
porque yo no soy más que un hombre... Yo debería
aceptar y recurrir a vos confiado y me sofoca la
amargura, me sofoca la inquietud, porque yo no soy
más que un hombre…
(se agacha hacia María.)
Señorita María, entre tantas preocupaciones,
no os tuve en cuenta: yo sé que el comandante Lieuvin
parte para Europa, y yo creo que el comandante y vos..
(el no concluye.)
MARIA
Es cierto.
SCHWEITZER (risueño)
Os reuniréis con el pronto!
MARIA (dulcemente)
No.
SCHWEITZER (sorprendido)
Pero...
MARIA (lo mismo)
Yo me quedo en el hospital.
SCHWEITZER (emocionado)
Sin médico! Cómo podréis...?
MARIA
Yo mantendré... Yo trataré de mantener...
Ah! no me desaniméis, doctor!
(en un grito.)
SCHWEITZER (tomándole la mano)
Mi pequeña!...
MARIA (retirando su mano)
No me agradezcáis tampoco!
SCHWEITZER
Sí! En mi ruina, vos me dejáis alguien en quien pensar.
Es lo esencial!
MARIA
(llevando su sortija a sus labios, dice a media voz:)
Sí, lo esencial!...
SCHWEITZER
(después de un silencio, bruscamente)
Creéis también que el pensamiento es más fuerte
que la ausencia?
MARIA (con voz sorda)
Más fuerte que la misma presencia! A la fidelidad
más exigente que el amor!
SCHWEITZER
Entonces escuchad las últimas palabras que yo recibí
del Padre Carlos: Dile que yo pienso en su alma...
Sobretodo, dile esta noche!...
MARIA (con voz alterada)
De quién hablaba él?
SCHWEITZER (lentamente, mirándola)
Vuestro corazón ya ha respondido.
(María lleva la mano a su corazón y queda turbada. Schweitzer,
sin agregar palabra, va al piano, se sienta y comienza a interpretar
una pieza de Franck, desgarrador. Súbitamente aparece Leblanc en
el marco de la puerta del fondo, con el farol encendido en la mano.
Mira un largo rato a María, después baja la cabeza;
y repentinamente se endereza, sopla vivamente la llama del farol
y dice con voz fuerte:
LEBLANC
Es medianoche, doctor Schweitzer!
(Schweitzer se detiene inmediatamente y se levanta, de espalda
al público, mientras cae el telón.)
Esta traducción fué realizada para el Grupo Escénico de la
Radiodifusora Nacional que dirigía Bernardo Romero Lozano en
1954 y la editó la Universidad Pontificia Bolivariana de Medellín,
como Nº 19 de la Nueva Colección Rojo y Negro, en el mes
de marzo de 1999.
HENRI GHEON
LA HIJA DEL SULTAN Y EL BUEN JARDINERO
CUENTO, EN TRES CUADROS, BASADO EN UNA CANCION
FLAMENCA
CUADRO PRIMERO
(una terraza que domina el jardín)
ESCENA PRIMERA
(El Sultán, recostado en un diván alto. Perla de Ambar, que entra,
con una flor en la mano)
EL SULTAN
Estáis satisfecha, hija mía?
PERLA DE AMBAR (sentándose)
No, estoy fatigada.
EL SULTAN
Con menos lo estaríais. No os paráis desde esta
mañana.
PERLA DE AMBAR (sentándose)
Tengo la intención de no detenerme jamás.
EL SULTAN
Eso es una locura.
PERLA DE AMBAR
Mientras yo no lo sepa todo, no me detendré.
EL SULTAN
No es posible saberlo todo; y la verdadera sabiduría
consiste en tomar las cosas como son, para sacar
de ellas todo el placer que nos brindan. Deseáis oír
algún aire? Nada mejor que la música para engañar
la curiosidad del espíritu.
PERLA DE AMBAR
Si lo queréis...
(hace una seña el Sultán, y, entre bastidores, una guitarra modula
un aire lánguido,que vuelve sobre sí mismo y no termina)
EL SULTAN
Ah! respiro mejor... Esa serpiente melódica ata,
uno a uno, todos mis miembros, y, simultáneamente,
fascina mis pensamientos con sus dulces ojos de jade
y de terciopelo...
PERLA DE AMBAR
Basta! Ese aire me adormece. Tocad otro...
EL SULTAN
Sea! Sea! Otro aire, músico!
PERLA DE AMBAR
Vivo
EL SULTAN
Un aire vivo!
PERLA DE AMBAR
Y que me lleve consigo a alguna parte, en lugar
de dejarme arrastrándome en este hueco de sombra.
EL SULTAN
La sombra es la mansión del hombre feliz...
PERLA DE AMBAR
No gusto de esa felicidad a ciegas...
EL SULTAN
Sea! sea!
(esta vez óyese un aire vivo)
PERLA DE AMBAR (casi inmediatamente)
Basta! Y traédme el instrumento.
(Un esclava le entrega el instrumento. Perla de Ambar arráncale
las cuerdas y abre a la fuerza la caja sonora)
EL SULTAN
Qué hacéis?
PERLA DE AMBAR
Miro lo que haya déntro...
EL SULTAN
No hay nada dentro, hija mía...
PERLA DE AMBAR
No hay nada en nada nunca! Pero ahora ya sé como
está hecha una guitarra: un vientre redondeado,
de palo de rosa, llaves de ébano, cuerdas de metal.
EL SULTAN
Si, pero está muerta vuestra guitarra.
PERLA DE AMBAR
El obrero construirá otra. Cortará dos planchas de
madera y las ajustará; tomará la medida de las cuerda,
y, con las llaves, las pondrá tensas. Eso es todo.
EL SULTAN
Con ello adelantaréis mucho, Perla de Ambar.
Cuando hayáis encontrado serrín en el cuerpo
de vuestra muñeca; un resorte y ruedas dentadas en
vuestro reloj; vidrios de aumento en vuestra linterna
mágica... Cuando hayáis visitado, en detalle,
como esta mañana, una zapatería, una papelería,
una sombrerería, una farmacia, una cuchillería,
una hiladora de metales, la industria del alambre,
de los cuchillos, de los medicamentos, de los
sombreros, del papel y todo el resto, no será más
floreciente que antes; porque no tendréis, me imagino,
la intención de abrir un almacén o de fundar
una fábrica o un taller...
PERLA DE AMBAR
Lo que yo quiero es ver claro. Busco el porqué de las
cosas. Admiro la manera como son hechas las cosas.
Admiro a las gentes que las hacen. No soy una
chiquilla tan juiciosa, tan tonta, tan obtusa, como para
que se me arrulle con cuentos. Sabéis, tanto como yo,
lo que los cuentos valen, padre mío. Os agradezco,
por lo demás, el haberme evitado, en la medida de lo
posible, los cursos de vuestros fakires, de vuestros
santones y de vuestros rabinos. Mi profesor de religión
me hacía la corte, en lugar de instruirme...
EL SULTAN
Oh! Vamos...!
PERLA DE AMBAR
Oh! no era peligroso. Pero cómo lo cambiaba, al buen
hombre... Siempre con sus silfos, sus genios,
sus demonios, sus magos. Con qué volverse imbécil,
si no lo fuera desde antes, el buen hombre...
EL SULTAN
Vamos... Vamos... respetad un poco, Perla de Ambar,
las viejas tradiciones de vuestro viejo país.Ya que ellas
les son suficientes a mis súbditos, no corresponde
a vos, ni a mí, disminuírlas... ni reír de ellas.
PERLA DE AMBAR
Harto me guardaré, mi querido padre, de clavarle
el diente a ese indigesto pastel de insanias. Lo poco
que de él conozco, me basta...
EL SULTAN
Convenid, sin embargo, en que no carecen de poesía.
Cuando Azor, el dragón alado, planta su garra de oro
en la extremidad de la trompa del sacro elefante
Bulbul, y hace que de allí salga una princesa que lleva
en sus manos un bouquet de pimientos y de flores
de menta; cuando el Genio del Fuego limpia
los aposentos de su madre pasando su lengua por
las paredes, para borrar el secreto que grabaron allí
los Sabios Apócrifos; cuando el Fecundo, después
del baño, sacude su cabellera sobre la tierra, y de su
cabellera se escapan diez mil peces que se transforman
en corceles; o, simplemente, cuando la bella Airel
-Gabal toca en su flauta de un solo agujero para
hechizar al pastor de los rebaños solares, hay en todo
ello materia para bellísimos sueños y, en cuanto a mí,
estaría privado de ellos si no existiese la Mitología.
PERLA DE AMBAR
No amáis la verdad.
EL SULTAN
Claro que sí! Sin embargo, hija mía, os confieso que
me aburre. El mundo, decís, y yo lo creo, es un anillo
perfecto que gira con regularidad sobre sí mismo,
y que nos presenta, en cada estación, las mismas
pedrerías engastadas, en lugar inmutable; todo en él
se encadena y se necesita; todo en él tiene su razón
suficiente. Es un hecho, vamos! Pero, francamente,
hija mía, qué placidez, qué monotonía! Pronto,
un dragón absurdo que me lleve cabeza abajo! Ser,
a vuestra edad, corazón mío, tan desesperadamente
razonable!
PERLA DE AMBAR
La cabeza está hecha para llevarla en alto.
EL SULTAN
De acuerdo y yo soy un viejo loco. Pero os suplico,
ya que tanto os ocupáis de a ciencia, ya que mi bondad
paternal no os rehusa medio alguno de satisfacer
vuestro gusto, mientras no hayáis agotado la lista
de los por-qués que vuestra curiosidad multiplica,
tratad de poner buena cara a vuestro padre y a vuestros
servidores. O se dirá que la ciencia entristece, y,
lo que sería blasfemo, que sus respuestas, debidamente
motivadas, no os dan una completa satisfacción.
(la princesa protesta. Pausa.)
O, mejor... casáos! y aprenderéis la razón de esa
avidez científica que os hace olvidar el principal deber
de vuestro sexo, su por-qué evidente... quiero decir
el amor.
PERLA DE AMBAR
Si alguna vez debo casarme, será con un artesano,
padre mío, un fabricante, un mecánico, un inventor.
Una idea! instituíd un concurso y amaré a aquel que
presente ante el jurado el objeto más raro y más
ingeniosamente facturado... Eso es!
EL SULTAN
Volveremos a hablar de ello...
PERLA DE AMBAR
Dejádme vivir a mi antojo!
(Calla, y luego, maquinalmente, vuelve a tomar la flor, que al
entrar había dejado sobre una mesa. La observa. Aspira su perfume.
Luego, como hablándose a sí misma, lentamente:)
El tejedor hace la tela para los trajes, el sastre,
los trajes mismos. El curtidor prepara el cuero,
y el zapatero hace los zapatos...
(Mostrando la flor)
Y esto?
EL SULTAN
Esto? Qué?
PERLA DE AMBAR
Esta flor... y todas las otras? Quién hace la flor?
EL SULTAN
Pues... pues... el jardinero.
PERLA DE AMBAR
El jardinero? Esta mañana, en efecto, al pasar por esta
terraza, vi un hombre con un delantal azul, un enorme
sombrero de paja y zuecos... Si es él, es el más hábil
de los hombres. Yo no me explico por qué no le dáis el
más alto cargo en la corte. Por qué no lo hacéis vuestro
primer ministro? Me parece menos difícil gobernar
un pueblo que fabricar una flor. Y si me casase con él?
EL SULTAN
Perla de Ambar! Perla de Ambar!
PERLA DE AMBAR
Tengo prisa de ver a tal artista!
Jardinero! Jardinero!
(se levanta y llama:)
(el jardinero, a quien veíase ir y venir por el fondo, levanta
la cabeza.)
Venid pronto aquí!
(viene lentamente, se quita el sombrero, y avanza)
ESCENA SEGUNDA
(los mismos. El jardinero)
EL JARDINERO (saludando, aparte)
Nuestra princesa!
PERLA DE AMBAR
Entrad!
EL JARDINERO
Me quito los zuecos... pero estoy sin calcetines...
excusad.
PERLA DE AMBAR
Aquí tenéis babuchas de fino cuero.
EL SULTAN
Mis babuchas!
PERLA DE AMBAR
Os las doy. Debo calzaros yo misma?
EL JARDINERO
Oh, princesa! princesa! Esas cosas no se hacen...
es demasiado bello para mí.
PERLA DE AMBAR
Son bellas, en efecto. Pero esto es aún más bello.
(muestra la flor)
EL JARDINERO
Si queréis...
PERLA DE AMBAR
Conocéis esto?
EL JARDINERO (riendo)
Ja! ja! ja! ja! Claro que lo conozco, princesa,
Rosa simplex, la rosa simple común de Chiraz.
El arbusto es pequeño y nunca trepa. No es de mucho
efecto en las platabandas, pero los químicos extraen
su perfume. Es muy común.
PERLA DE AMBAR
Jardinero, sois muy modesto. Hacéis maravillas
y no os dáis cuenta de ello. Sentáos. Ponéos cómodo.
Escuchadme y respondedme francamente.
EL JARDINERO (se sienta)
Sea! Sea!
PERLA DE AMBAR
Cómo obtenéis este carmín tan vivo? este tejido suave
y untuoso que deja pasar la luz y que respira?
estas imperceptibles estrellas de oro posadas en el
extremo de este hisopillo de hilos que son tanto de
plata como de marfil? Cómo cortáis en esa seda,
sin maltratarla, estos pétalos color de vino en la copa?
Por medio de qué invisible engaste los fijáis en esta
cápsula de esmeralda que hace un todo con el tallo que
la sustenta y en el que --de adehala-- habéis plantado
esas púas buídas como uñas de gato joven?
En qué alambique habéis destilado su perfume volátil
y tierno? Y cómo su perfume se insinúa entre las
nervaturas de la flor y se convierte en vapor en torno
de ella? Responded, jardinero; quiero saberlo todo.
Conducidme al taller en donde habéis elaborado
la obra maestra!
EL JARDINERO
Oh princesa nuestra... tan bien habláis que no
comprendo todo lo que me decís. Veis en la flor
tal cantidad de cosas pequeñas que yo nunca había
advertido --sin duda-- en cuarenta años de jardinería.
Una flor... es una flor... Para hacerla no se necesita
de tánto. Con un poco de agua, y sol, y tierra,
haré cuantas queráis. Mi taller es mi jardín.
PERLA DE AMBAR
Explicadme! explicadme!
EL JARDINERO
Oh! si es tan sencillo. Hay, primero, una semilla;
se hace un agujero y allí se la introduce;
se riega encima con el fin de que no muera de sed;
y cuando ha bebido bastante, la semilla se abre.
Produce un diminuto cabello, por debajo,
y un diminuto dardo por encima, que rompe la corteza
del suelo y crece con el tiempo. De él salen hojas
pequeñuelas, pequeñas puntas, una yema de flor.
La yema se convierte en botón y el botón, si se nutre,
prospera. Cuando la flor se siente estrecha en su
cárcel, desgarra el botón verde y despliega su veste
a pleno sol. Sale del botón, como el tallo de la semilla,
con todo lo que habéis dicho: los pétalos róseos,
el copetillo y las estrellas de oro. El olor es el último
en salir. Entonces, ya no falta nada: está hecha la flor.
Bastó para ello el que yo hubiese tenido el cuidado
de arrancar las hierbas nocivas en su redor y de regar
la tierra --por las tardes--. Mi azada y mi regadera
son todas mis herramientas, princesa.
PERLA DE AMBAR
Buen jardinero, no lo habéis dicho todo, aún.
Quién planeó y quién construyó esa semilla
de que habláis, tan bien proyectada como para que
de ella surja, íntegra, toda la maravilla?
responded pronto. La semilla hace la flor pero quién
había hecho antes la semilla?
EL JARDINERO
Pues... la flor.
PERLA DE AMBAR
Cómo, la flor?
EL JARDINERO
La madre flor, princesa. Otra flor que existía antes
que ésta, semejante a ésta, y a la que nadie cogió.
Su traje se marchitó: no se puede ser siempre bella,
no es así? Un fruto pequeño se endureció en el
extremo del bastoncillo, y en el corazón de ese fruto
maduró la semilla y ya no faltaba sino sembrarla.
PERLA DE AMBAR
Pero de dónde había salido la madre flor?
EL JARDINERO
De otra semilla.
PERLA DE AMBAR
Y esa otra semilla?
EL JARDINERO
De otra flor.
PERLA DE AMBAR
Y esa flor?
EL JARDINERO
De otra semilla, también. La flor sale siempre de la
semilla, la semilla sale siempre de la flor. Eso es así.
EL SULTAN (riendo)
Ja! ja! ja! ja!
PERLA DE AMBAR
Permitidme, jardinero, habría de todos modos una
primera semilla.
EL SULTAN (divertido)
O una primera flor.
PERLA DE AMBAR
Da lo mismo!
EL JARDINERO
Yo nada sé.
PERLA DE AMBAR
Quién hizo la primera semilla? quién hizo la primera
flor? no fuisteis vos, jardinero?
EL JARDINERO
De ninguna manera, de ninguna manera, princesa.
Quizá mi predecesor... aunque me sorprendería.
PERLA DE AMBAR
Quién, entonces? Quién, quién?
EL JARDINERO
Me pedís demasiado.
PERLA DE AMBAR (exasperándose)
Entonces cuidáis todos los días vuestras plantas
sin inquietaros por saber quién las hace nacer?
Y para qué os sirve la cabeza? Es inimaginable.
Es incalificable. Enteramente asombroso como
estupidez.
EL JARDINERO
Os agradezco.
EL SULTAN
No os exacerbéis, os lo ruego. La semilla... o bien
la flor se haría a sí misma sola... eso es todo.
PERLA DE AMBAR
Eso no es posible, padre mío... Es como si dijérais
que vuestras babuchas se hicieron ellas solas...
o vuestro reloj... o mi canario, el músico... o la guitarra
que acabo de romper.
EL SULTAN
Entonces fue un genio... o el elefante Bulbul...
o el dragón Azor... quien la trajo a la tierra.
Después de todo, por qué no?
PERLA DE AMBAR
No mezcléis vuestros cuentos a un problema científico
que exige el más serio de los análisis. Cuando
reflexiono, no creo ni una palabra de lo que este
rústico ha referido. Una flor que hace la semilla!
una semilla que hace la flor!
(Al jardinero:)
Está bien, idos a regar vuestras lechugas.
No volveré a tener tranquilidad hasta saber la solución
de todo esto. Andad, jardinero.
EL JARDINERO
Yo digo lo que sé, princesa.
PERLA DE AMBAR
Me oís?
EL JARDINERO
Me voy... me voy. Os saludo.
(Sale. La princesa se deja caer sobre su asiento, sollozando)
ESCENA TERCERA
EL SULTAN
En qué estado os ponéis, hija mía! Por una flor!
PERLA DE AMBAR
No podéis comprenderme; dejádme.
EL SULTAN (levantándose)
Perla de Ambar, no se os verá en el comedor?
PERLA DE AMBAR
No tengo apetito.
EL SULTAN
Un aire en la guitarra para calmaros?
PERLA DE AMBAR
Deseo silencio.
EL SULTAN
Bien... bien... Lo mejor es que os vayáis a la cama.
PERLA DE AMBAR
No tengo sueño.
EL SULTAN
Yo que no tengo tántas preocupaciones en la cabeza,
voy, ahora mismo, a comer, y luego a dormir.
No iréis a pasar toda la noche en esta terraza?
PERLA DE AMBAR
No lo sé.
EL SULTAN
Abrigáos, por lo menos.
PERLA DE AMBAR
Quiero morir.
EL SULTAN
Por una flor?
PERLA DE AMBAR
Por una flor.
EL SULTAN
Si eso puede traeros la paz, os prometo, hija mía,
que desde mañana temprano haré buscar, hasta en las
provincias más apartadas del sultanato que gobierno,
al habilísimo hombre que buscáis si es que no ha
muerto.
PERLA DE AMBAR
Ninguno otro será mi marido, lo prometo.
EL SULTAN
Oh! no exageréis.
PERLA DE AMBAR
Y si murió...
EL SULTAN
Os consolará su secreto.
PERLA DE AMBAR
Si no se lo llevó a la tumba.
Y entonces me reuniré a él
(desesperada:)
EL SULTAN
Es la mejor manera de no saber nada. Y renunciaríais a
descubrir tántos otros misterios que --de todas partes-invitan a nuestra razón?
PERLA DE AMBAR
Fuera de la flor... nada más me interesa.
EL SULTAN
Os dejo entonces con la flor, está bien.
(retirándose:)
Maldita la Ciencia! y viva la Mitología, que de todo
nos da cuenta sin fatigar jamás el espíritu y en la que
las flores no son objetos desmontables! Bendita la flor
del árbol de las Hadas, que no permite que nadie se le
acerque y que desde lejos vierte el sueño y el olvido.
(sale)
CUADRO SEGUNDO
(Una era en el jardín. Ha caído la tarde, la luna se eleva. Perla de
Ambar deja la terraza, donde reposaba, y desciende al jardín;
recorre una senda entre flores. Suspira)
ESCENA PRIMERA
(Perla de Ambar, sola)
PERLA DE AMBAR (en voz baja)
Y no solamente existe la rosa. También existe
el tulipán. También el jacinto. Y la peonía. Existe
el lirio real. Y el pensamiento que os mira cara a cara.
Y el jazmín que no tiene sino su ojo blanco.
Y el narciso --además-- como un pulido espejo.
Y la campánula que suena. Amo, sobre todo, la rosa
simple de Chiraz, porque es como una hermosa
doncella con sangre en las mejillas y ríe siempre.
También, ay!, soy hermosa, pero ya no sé reir...
Oh jardinero misterioso, jardinero de verdad,
que hacéis las flores con vuestras manos...
qué delicadas manos las vuestras! Este otro tiene
los dedos gruesos y las palmas encallecidas. No sabe
sino de su azada y de su regadera. No sabe nada.
Y cree penetrar en el secreto de las rosas. Es feo,
es estúpido. Y yo que le tomé por inventor, que le
tomé por un artífice de maravillas. A vos, verdadero
jardinero, os veo tan blanco como vuestras manos; con
vuestros finos cabellos en bucles y los ojos sapientes,
y con el amor a vuestro oficio en el corazón,
que palpita dulcemente como un tambor asordado.
Y vuestra voz es melodiosa... Si la rosa es bella,
más bello sois vos mismo. Porque el que crea
la maravilla es superior a la maravilla; nadie da nunca
mas de lo que tiene.
(pausa)
Dónde nacerá la próxima flor? Sin duda en este
cuadradito de tierra rodeado de boj y que ha sido
desherbado, escarbado, regado. Aquí estaré para verla
nacer. El jardinero de mi padre se levanta temprano,
me levantaré antes que él. O no me acostaré.
Atisbaré toda la noche al que ha de venir y sin el cual
no ocurrirá la maravilla. Si no viene, no habrá
maravilla.
(pausa)
Por qué se esconde? Por qué nadie lo ha visto aquí?
Quizá no le aman? Quizá están celosos de su ciencia?
Quizá le odian? Pero por qué hace florecer el jardín
de sus enemigos? Por qué se obstina en embelesar
sus ojos, sus narices, su corazón ingrato?
No es --entonces-- un hombre como los otros? (pausa)
Quién le paga su trabajo? Trabajará gratuitamente?
De qué vive, entonces? Será rico? Pero, si es rico,
por qué trabaja? Pobre princesa, cuántas preguntas
por una flor! Absolverás jamás todas las que la flor
te propone? Como es de pobre tu ciencia...
y quién te responderá?
(pausa)
Oh, bello jardinero de las flores, si por ventura no sois
amado, os amo yo. No he amado nunca a nadie
y nunca he soñado en el amor. he aquí que en mi
corazón lo hacéis nacer. Oh, jardinero de las flores,
sois también jardinero del amor? Siento mi corazón
presto a abrirse. Os bastará soplar en él, como lo
hacéis sobre la rosa. Por vuestra balsámica obra
maestra, renuevo mi juramento. No tendré otro esposo
que vos. Querráis tomarme por esposa? Estaba tan
orgullosa de mí misma. He aquí que --ante vos-me siento como que no soy nada. Oh! comunicadme
vuestro secreto, os lo ruego! Os prometo no revelarlo
jamás! Si es preciso vendré todas las noches a miraros
hacer, sin decir ni una palabra, sin dejarme ver
siquiera, como la cervatilla --a través del follaje-contempla al ciervo de enorme cornamenta que pasa
sin dignarse verla. Observaré detrás de estas zarzas;
no llegaré hasta vos si no me llamáis. Os ayudaré
en vuestro trabajo y seré vuestra sierva para siempre.
(Mientras hablaba, fue a esconderse tras unas zarzas de la derecha
de la pequeña era. Está ahora de rodillas y acecha. En este instante
la más suave de las músicas pasa como una brisa sobre el jardín
y aparece a lo lejos una sombra blanca. El buen jardinero marcha
lentamente. Es semejante al otro, pero muy joven; su blusa
es plateada, su delantal azúreo y su sombrero de paja dorada;
su cabellera llega hasta sus hombros; al pasar se inclina sobre cada
flor. Se detiene en frente de la pequeña era; posa un pie en ella
y luego --curvándose completamente-- una mano.)
EL BUEN JARDINERO
Por el poder de mi padre y por el mío y por el amor
que está en nosotros, pequeña semilla formada
por nuestras manos, en el origen de los tiempos,
entreabierta en flor, encerrada luego en el fruto y otra
vez aprisionada en la semilla, siempre semejante
a ti misma y a nuestra voluntad, reábrete y florece
y que el eterno rocío que cae de los cielos te fecunde.
(Toma la regadera de plata, y una lluvia invisible cae sobre el suelo.
Deja la regadera a un lado, y en cuclillas, cerca de la pequeña
planta que sale lentamente del suelo, parece modelarla con sus
manos.)
Hé aquí el leño, hé aquí las espinas, hé aquí el cáliz,
hé aquí el vino --color de triunfo y de sangre vertida-y hé aquí el buen perfume de los merecimientos.
Porque la gloria del Padre, la pasión del Hijo y la
ternura del Espíritu están inscritas en todas las cosas.
Y quien quiera leer, leerá.. Y quien leyere será
escogido.
(Cuando el Buen Jardinero se levanta, ya está allí la flor, en todo su
esplendor, bañada por la luna: la música cesa. Perla de Ambar
avanza y cae a los pies del Buen Jardinero.)
PERLA DE AMBAR
Oh queridísimo y bellísimo mancebo, sois --entonces-quien hace las flores?
EL BUEN JARDINERO
Ese soy.
PERLA DE AMBAR
Oh! Cuánta dicha!
EL BUEN JARDINERO
Parece que os placen mis flores.
PERLA DE AMBAR
Las adoro.
EL BUEN JARDINERO
No se permite adorar a las flores.
PERLA DE AMBAR
Y por qué no?
EL BUEN JARDINERO
Porque son pasajeras y se marchitan
PERLA DE AMBAR
Y qué no es pasajero?
EL BUEN JARDINERO
Quien hace las flores.
PERLA DE AMBAR
Es verdad, querido príncipe?
EL BUEN JARDINERO
Yo no soy un príncipe, soy un rey.
PERLA DE AMBAR
Un rey mucho más poderoso que mi padre y que todos
los reyes que conozco, seguramente. Ellos no saben
hacer flores. Pero si sois rey, por qué salís de vuestro
reino y vais a los jardines, por la noche, a hacerlos
florecer?
EL BUEN JARDINERO
Si yo no salgo. Yo soy el jardinero del mundo.
Dondequiera que haya flores, estoy en mi casa.
PERLA DE AMBAR
No lo comprendo completamente.
sin embargo, comprenderlo todo.
Y
ensayo,
EL BUEN JARDINERO
No lo lograréis.
PERLA DE AMBAR
Y eso por qué?
EL BUEN JARDINERO
Si lo comprendieseis todo no necesitaríais creer.
PERLA DE AMBAR
Pero yo creo lo que comprendo.
EL BUEN JARDINERO
Es más meritorio creer lo que no se comprende.
PERLA DE AMBAR
Realmente?
EL BUEN JARDINERO
Mucho más meritorio.
PERLA DE AMBAR
Pero cómo queréis que crea en los genios, en el
sagrado elefante Bulbul, en el dragón Azor?
EL BUEN JARDINERO
Esas son fábulas forjadas por la imaginación de los
hombres y por el espíritu del mal, para engañar a los
creyentes e infatuar la razón de los incrédulos. Los que
creen en ellas se equivocan; también los que en nada
creen.
PERLA DE AMBAR
Pero la razón fue creada para comprender.
EL BUEN JARDINERO
Es que existe algo mejor que la razón.
PERLA DE AMBAR
Si lo decís...
EL BUEN JARDINERO
Y me creéis?
PERLA DE AMBAR
No pido nada mejor que creeros.
EL BUEN JARDINERO
Por qué, joven sapiente?
PERLA DE AMBAR
Pues sin duda porque sois vos.
EL BUEN JARDINERO
Entonces tenéis fé. Quería hacéroslo
Tenéis la parte mejor, Perla de Ambar.
decir.
PERLA DE AMBAR
Sabéis mi nombre?
EL BUEN JARDINERO
Todo lo sé. Todo lo comprendo.
PERLA DE AMBAR
Entonces no tenéis fé?
EL BUEN JARDINERO
No.
PERLA DE AMBAR
Qué desdicha!
EL BUEN JARDINERO
Hay algo, en mi reino, mejor todavía que la fé.
PERLA DE AMBAR
Qué, entonces?
EL BUEN JARDINERO
Lo sabréis cuando estéis conmigo.
PERLA DE AMBAR
Me llevarás con vos?
EL BUEN JARDINERO
Si aceptáis seguirme.
PERLA DE AMBAR
En este mismo instante, príncipe mío. Me enseñaréis
el secreto de las flores.
EL BUEN JARDINERO
Amáis más a las flores que a quien las hace,
lo lamento.
PERLA DE AMBAR
Oh! No... no! Oh, rey mío, vendadme los ojos.
Ya no quiero ver nada... ya no quiero saber nada
por mi misma. Me diréis: Hay esto o aquello...
y creeré que existe esto o aquello. Soltaréis mi mano
y me diréis: Estoy aquí y creeré que estáis allí.
No necesito comprender nada... porque...
EL BUEN JARDINERO
Porque...
PERLA DE AMBAR
Porque... me parece que os amo.
EL BUEN JARDINERO
La fé es mejor que la razón, pero el amor es mejor
que la fé.
PERLA DE AMBAR
Y qué hay después aún?
EL BUEN JARDINERO
Ver.
PERLA DE AMBAR
Y no os estoy viendo?
EL BUEN JARDINERO
Me estáis viendo menos bello de lo que soy en
realidad, con el manto blanco y purpúreo de mi gloria,
que vestiré, el día de nuestras bodas, allá arriba.
Oh, mi prometida, mi esposa, por vos he venido,
esta noche, a este jardín. No hay necesidad de mis
manos para que despierten las flores: mi aliento cubre
la tierra. Pero queríais ver, y yo amaba vuestra alma
mucho tiempo antes de que me amárais. Bajád vuestra
frente. Dádme la mano.
(obedece)
No habléis. Y dejaos conducir.
(Se ponen en camino. Vuelve a sonar la música. En el momento
de salir, El dice:)
Es preciso arrojar esa flor.
(ella vacila un instante, luego la deja caer. Salen.)
CUADRO TERCERO
(Un muro escueto. Una puerta de postigo enrejado. Un banco de
madera. El amanecer. Perla de Ambar, conducida por el Buen
Jardinero, aparece; éste deja su mano, posa un dedo en sus labio, y
entra al convento, cuya puerta ábrese y ciérrase automáticamente.)
ESCENA PRIMERA
(Perla de Ambar, sola)
PERLA DE AMBAR
He soñado? Sería indigno de mí. Lo que veo, lo veo,
sin embargo... Tengo vergüenza. Yo, que nunca creí en
los sueños; yo, que nunca confié sino en mis ojos, he
dejado mis libros y mis labores, he dejado mis jardines
y he dejado a mi padre, para ir tras un príncipe
de leyenda y seguirlo hasta el fondo de la noche.
Llega el día y cesa el encanto. Estoy en un lugar
desértico, sin un árbol, sin una planta, sin una flor...
(pausa.)
Y cómo arrojé mi flor? No había salido, yo, al claro
de la luna, a sorprender en otra flor, precisamente,
su mecanismo y su secreto desarrollarse? Esperaba que
una mano sapiente desmontase todos sus rodajes y me
descubriera el resorte que, desde el corazón de la
semilla, por el fino tubo del tallo, tira de los hilos
invisibles que hacen que el cáliz se abra y hacen
que los pétalos se muevan sobre su pivote.
Alguien,
sin
embargo,
vino...
alguien...?
No sé nada más acerca de la flor.
(pausa.)
Por qué le seguí? Quién es ese rey? ... Lo que me ha
referido es tan vago. Su reino está en todas partes,
dice, pero, sin embargo, aquí no está. Su madre es una
virgen, y, sin embargo, lo trajo al mundo... y El existía
antes de que ella misma existiera. Con el rey su padre
y con su común espíritu, se reparte la omnipotencia,
es suya, no obstante, toda íntegra. Vivirá eternamente,
pero murió, y nosotros lo matamos todos los días
y no deja de vivir ni un segundo... Estoy disparatando,
en verdad... Y de dónde viene el que todavía lo ame?
(pausa.)
Novia! Me he prometido a él! Pronto seré su esposa!
Y me deja sola en frente a un hórrido muro,
que es el muro de su palacio. (pausa. Escucha a la puerta)
Ningún ruido: la casa está vacía. Me ha engañado;
no volverá. O ya no existe. La pintura se resquebraja.
El bloque imaginario cae en cenizas. (larga pausa. Llora.)
Oh, padre mío querido, perdonadme por no haber
seguido vuestros consejos. Sois un poco loco;
pero vuestra hija no os va en zaga, seguramente.
A fuerza de ejercitarla, vuestra hija perdió la razón.
(levantándose:)
Alertad a la policía, a la guardia negra, a los beduinos!
Montad presto, a caballo! Salid por la puerta
septentrional del jardín! Sobre el borde empradizado,
en la intersección de los caminos, veréis una rosa
marchita. Volad, en la dirección de la rosa, más y más
lejos siempre! Cuando encontréis un desierto, sabréis,
padre mío, que es allí donde vuestra hija os espera,
llorando. Oh, mi palacio! Oh, tesoros míos!
Oh, mis juguetes rotos!...
(más alto:)
Apresuráos, apresuráos, os digo! Os prometo no volver
a preguntar por qué es esto... por qué es aquello...
Os prometo creer en el elefante Bulbul, en el dragón
Azor, en los genios... Con éstos no hay peligro de
que se me lleve lejos de casa... He creído esta noche...
(se interrumpe; luego grita:)
Oh, padre mío... creo aún.
(cae de rodillas y solloza, apoyada la cabeza en el banco.
Luego se levanta despavorida.)
Vamos, no perdamos tiempo. Mi novio se ha escapado
tras ese muro. Me llevaréis en ancas y lo
perseguiremos. Lo atraparemos. Tendrá que cumplir
su promesa. Gritaré su nombre ante la puerta...
acabará por abrirme! (golpea la puerta con el puño y grita:)
Hermoso jardinero... hermoso jardinero... (una pausa.)
Oh! ya no recuerdo su nombre!
(torna a caer, abrumada, e inmediatamente el postigo se abre,
la hermana tornera asoma la cara, luego abre la puerta, y aparece.)
ESCENA SEGUNDA
(La Hermana Tornera. Perla de Ambar)
LA HERMANA TORNERA
Sois vos la que golpea tan fuertemente?
PERLA DE AMBAR
Yo soy.
LA HERMANA TORNERA
No os equivocáis, Señora?
PERLA DE AMBAR (rectificándola)
Princesa.
LA HERMANA TORNERA
Sea. Princesa. Sois en efecto muy bella. Y cómo una
persona de vuestra calidad, con tan brillante atuendo,
viene a golpear a nuestra puerta?
PERLA DE AMBAR
Alguien me trajo aquí... excusadme. No conozco
la región. No conozco la casa.
LA HERMANA TORNERA
Entonces que venís a hacer aquí?
PERLA DE AMBAR
A encontrar el rey.
LA HERMANA TORNERA
Cual rey?
PERLA DE AMBAR
El jardinero.
LA HERMANA TORNERA
Cuál jardinero? No tenemos sino un jardincillo
y lo cultivamos nosotras. Por otra parte, jamás entra
un hombre en nuestra casa; si buscáis un hombre
aquí...
PERLA DE AMBAR
Oh! quizá es más que un hombre. No sé como decirlo.
En fin, ha entrado y me ha pedido que lo espere:
es lo que hago... Como se demoraba, pensé poder
permitirme...
(desfallece)
LA HERMANA TORNERA
No estáis bien, ya lo veo. Seguíais, sin duda, una
partida de caza y os habéis extraviado. Os habéis
puesto en camino a muy temprana hora, bella princesa,
sin haber tenido la precaución de alimentaros, y la
cabeza os da vueltas. Voy a buscar con qué reponeros,
un poco de pan mojado en leche y algunas frutas.
Sentaos.
PERLA DE AMBAR
No necesito nada, señora. Espero a aquel que entró
aquí. No podéis decirle que su princesa lo reclama?
LA HERMANA TORNERA
Veamos... veamos... volved un poco a vuestro juicio.
PERLA DE AMBAR
Estoy loca, entonces?
LA HERMANA TORNERA
Yo no lo digo... se puede soñar, sin ser loca.
Digo que habéis soñado en ese rey o en ese jardinero
o en no sé qué personaje, y en que penetrara en nuestra
casa. Yo vigilo la puerta. Y estoy segura, yo que nunca
sueño, de no haberla abierto a nadie desde esta
mañana.
PERLA DE AMBAR
Pero, señora... o señorita...
LA HERMANA TORNERA
(rectificándola, sonriente)
Hermana mía...
PERLA DE AMBAR
Mi hermana?... Es una bella manera de decir...
la palabra me place... Y bien, hermana mía,
la persona de quien os hablo no ha tenido que acudir
a vuestra amabilidad: la puerta se abrió ante El
y tras El se cerró inmediatamente.
LA HERMANA TORNERA
Qué? ese hombre no llamó? no golpeó? y no le abrí
yo?
PERLA DE AMBAR
Conocía el secreto de vuestra cerradura... como sabía
el secreto de las flores.
LA HERMANA TORNERA
Vamos... vamos... también voy a perder la cabeza.
Hay un hombre en nuestra casa?
(enloquecida)
Voy a hacer tocar alarma. Es imposible que la madre
y las hermanas se encuentren con él en el prado!
PERLA DE AMBAR
Y por qué no? El es amable y bello.
LA HERMANA TORNERA
Con mayor razón si es amable!
PERLA DE AMBAR
No es bueno amar lo bello?
LA HERMANA TORNERA
Oh! Hermana mía, cómo sois de ingenua! No sabéis
que la regla...
PERLA DE AMBAR
Cual regla?
LA HERMANA TORNERA
De nuestro convento...
PERLA DE AMBAR
Cual convento?
LA HERMANA TORNERA
No sabéis nada, entonces?
PERLA DE AMBAR
Al contrario... sé demasiadas cosas... pero no éstas
precisamente. A qué llamáis convento, hermana mía?
LA HERMANA TORNERA
No tengo la definición en la punta de la lengua...
Dejádme reflexionar.
(busca las palabras.)
Es un sitio... un sitio cerrado... donde se reza a Dios.
PERLA DE AMBAR
Se reza a Dios? Oh! qué divertido. Y qué es rezar?
y cuál Dios? Quizá uno de los dioses de mi padre?
el elefante Bulbul? el dragón Azor?...
LA HERMANA TORNERA
Hoa! hola! pero sois la hija del Diablo!
PERLA DE AMBAR
Qué es el Diablo?
LA HERMANA TORNERA
Un Angel malo...
PERLA DE AMBAR
Y qué es un Angel?...
LA HERMANA TORNERA (concluyendo)
Quien puede convertirse en elefante o en dragón...
como los dioses del Señor vuestro padre... Esto es!
Idos a buscarlos.
PERLA DE AMBAR
Pero si yo no creo en sus dioses.
LA HERMANA TORNERA
En cuáles creéis?
PERLA DE AMBAR
En ninguno.
LA HERMANA TORNERA
No creéis en nada, pobre hija mía?
PERLA DE AMBAR
Pues sí! pues sí! creo en mi jardinero, en mi rey,
en aquel que ha penetrado, sin llamar, por esta puerta.
El me dijo quién era su padre y lo he creído. Y el amor
que hay entre el y su padre... y el nombre de su madre
que es tan dulce y lo he creído. Yo había bajado
al jardín a buscar el secreto de las flores, y El hizo una
en mi presencia. Oh! a decir verdad, yo no la vi hacer.
El posó su mano, dijo algunas palabras, y la flor brotó.
Estuve tentada de objetarle que la flor había brotado
sola o que otra persona --que no él-- había reunido
y remontado el mecanismo; pero él me dijo:
Yo soy aquél que hace las flores y yo le he creído:
es la primera cosa que he creído y la más difícil
de creer. Entonces me dijo que me amaba, y como yo
lo amaba también, no hemos esperado más para
convenir nuestros esponsales. Me tomó de la mano
y caminamos largo rato. Y cuando llegamos ante esta
puerta, me dijo: He aquí mi palacio; yo debo entrar
primero con el fin de hacer preparar el festín de las
bodas y yo le he creído. Y, hermana mía, lo creo aún...
sois vos la que soñáis, permitidme decíroslo, cuando
me habláis de un convento. Esta casa no es ni grande
ni bella, pero no es vuestro convento, es su palacio
y es aquí donde debemos casarnos.
LA HERMANA TORNERA
En verdad, hé aquí una fé como yo la desearía para
muchos, hija mía. Es lástima que la otorguéis al primer
venido. A cualquiera otro que os hubiera hablado,
le hubiérais creído igualmente, supongo.
PERLA DE AMBAR
De ninguna manera, hermana mía. Jamás se me ha
ocurrido creer a ningún hombre por su palabra; ni a mi
padre, ni a mi madre, ni a ninguno de mis maestros,
ni siquiera a mi profesor de religión: siempre quería
ver.
LA HERMANA TORNERA
Pero a éste por qué le habéis creído?
PERLA DE AMBAR
Oh! todavía me lo pregunto... Porque... porque...
no puedo hacer otra cosa... Porque toda su persona
respondía de la verdad de sus dichos... Porque tenía...
cómo expresároslo... manos... ojos... frente...
boca de veracidad. Todo era verdad en él...
El era la verdad misma... Y se le amaba...
como a la verdad.
LA HERMANA TORNERA
Era bello, me decíais?
PERLA DE AMBAR
El más bello de los hijos de los hombres.
LA HERMANA TORNERA
Y dulce, quizá?
PERLA DE AMBAR
Dulce como la miel y como la seda, como el corderillo
y como la confitura de rosas; dulce como ningún
hombre puede serlo, excepto él.
LA HERMANA TORNERA
Y no sabéis su nombre?
PERLA DE AMBAR
Su nombre?
(avergonzada:)
Me lo susurro al oído, como el más precioso de sus
secretos, como el más precioso de sus tesoros...
He dudado un instante... mi memoria dejó perderlo.
Ayudadme a recordarlo.
LA HERMANA TORNERA
Me será muy difícil... a menos...
PERLA DE AMBAR
A menos que?
LA HERMANA TORNERA
No habéis olvidado el nombre de su madre?
PERLA DE AMBAR
No. Era una virgen muy pura... que, no obstante,
le dio a luz... María.
LA HERMANA TORNERA
María! Y el se llamaba entonces... Jesús...
PERLA DE AMBAR (en un grito)
Jesús, Jesús de Nazareth! Gracias!
(cae en los brazos de la Hermana)
LA HERMANA TORNERA
Querida hija mía!
(la abraza y seca su llanto.)
Consolaos. Estáis perdonada. Es aquí donde él vive,
en efecto. Es aquí donde se le desposa. Es aquí donde
se le reza. Os enseñaremos a orar. Porque él es Dios,
pero un Dios de bondad. Es él quien hace las flores.
Es él quien hace las almas. Es él quien os hizo.
Es él quien os rescató con su sangre.
PERLA DE AMBAR
A mí? Y por ello lo amo?
LA HERMANA TORNERA
Y por ello jamás debéis cesar de amarlo.
PERLA DE AMBAR
Que venga, entonces!
LA HERMANA TORNERA
Nosotros os llevaremos hacia él. Para vos abriré
la puerta. Entraremos de rodillas a su palacio...
Y de rodillas seguiremos su huella. Y mientras más
rudo sea el camino, más pronto nos le reuniremos.
PERLA DE AMBAR
Abrid pronto, hermana mía.
LA HERMANA TORNERA
Antes, es necesario despojaros, bella princesa.
Despojaros de ese turbante, de esos collares,
de ese manto. Y de esas finas babuchas, también.
PERLA DE AMBAR (despojándose)
Obedezco. Sea! Pero qué
Sí me reconocerá mi novio?
fea
voy
a
estar!
LA HERMANA TORNERA
Interiormente.
PERLA DE AMBAR
Se quejará de que no le haga mucho honor.
LA HERMANA TORNERA
Hé aquí la librea que lo honra... Poneos mi sayal
de estameña... También habrá que segar esa hermosa
cabellera. Pero él mismo se encargará de ello así como
se encargará de las tres flores que hay en vuestra alma.
PERLA DE AMBAR
Sé que él las puso allí: el Lirio, la Rosa, el Jazmín?
LA HERMANA TORNERA
La fé, la Esperanza, la Caridad.
PERLA DE AMBAR (en el umbral)
Oh! mi bello Jardinero, Rey Todopoderoso,
Omnipotente Dios, abridme las puertas de vuestro
Imperio! Abandono ante vuestros umbrales todas mis
vanidades, todas mis curiosidades, todas mis
frivolidades, todas mis culpas. Yo no quiero saber
sino de Vos, yo no quiero esperar sino de Vos,
y no quiero amar sino a Vos.
LA HERMANA TORNERA
Eso es amarlo todo, esperarlo todo, saberlo todo.
(La puerta se abre íntegramente y descubre al Buen Jardinero,
de pies, los bazos en cruz, con rosas purpurinas en las manos
y en el lugar del corazón. Perla de Ambar entra, seguida
de la Hermana, y ambas se prosternan.)
Traducción realizada para el Grupo Escénico de la Radiodifusora
Nacional que dirigía Bernardo Romero Lozano y publicada
en EL TIEMPO de Bogotá, el 21 I 1945.
EDDY GHILAIN
VALERIA
PIEZA EN TRES ACTOS
Esterenada en el Teatro de Paris el 22 de Noviembre de 1946
PERSONAJES
VALERIE SAINT-CLAIR
37 años, si con la juventud y la belleza de una muy joven chica.
Carácter extraño. Atráe como la esperanza y se esquiva como
un recuerdo. Todo lo teme, hasta el amor, sobretodo el amor.
CATHERINE HARCOURT
18 años, linda sin brillo.
El alma de una Franciscana.
Impónese la regla de esta orden: pobreza absoluta, vivir de limosnas
y predicar a los pobres el Evangelio.
JEAN LECUYER
cuarentón. Especie de romántico retrasado (retardado).
Mezcla aparente de fuerza y de encanto (atracción). Sinceridad
y probidad insospechables. Y --no obstante-- carencia de carácter.
EL TIO
75 años. Alegría, buen humor, malicia; abundancia de buen sentido
(sentido común).
RAGUET
El notario campesino, 60 años
EL MEDICO
50 años. Doctor tan honrado que en los casos delicados acude
a un colega
PRIMER ACTO
Se alza el telón sobre una especie de alcoba-sala muy particular.
Un lecho con baldaquín, grandes armarios cerrados con llave
y una caja fuerte. Sillas, una mesa de juego, y, en un rincón,
un reclinatorio ante un gran crucifijo con ramas de boj
y camándulas suspendidas. Un teléfono.
En el centro, levantada la alfombre y abierta una puerta sobre
el piso (que dá a la bodega). Un fonógrafo puesto sobre la mesa
de juego toca un disco de la Garde Republicaine (de una banda
militar).
La claridad entra por una ventana que dá directamente sobre
el Loira. Una sola puerta de madera maciza con un equipo visible
de cadenas de seguridad. Un sombrero puesto sobre el botón
de la puerta, obstruye el hueco de la cerradura. La escena vacía.
Por un tiempo largo gira el disco sobre el fonógrafo.
Golpean a la puerta - Ninguna respuesta - Golpean más
imperativamente - Emerge de la puerta que dá a la bodega
la cabeza de Valeria. Escucha con inquietud.
ESCENA PRIMERA
UNA VOZ DESDE EL EXTERIOR
Valeria, soy yo, tu tío.
(Valeria sale prestamente de la especie de subsuelo en que estaba
y, sin ruido, cierra la puerta, coloca la alfombra cuidadosamente
y sitúa la mesa de juego en el sitio que ocupaba la excavación
disimulada por la puerta).
LA VOZ DEL EXTERIOR
Está decidido, entonces, Valeria, que no quieres abrir?
VALERIA (deteniendo el disco)
Quién está ahí?
LA VOZ
Tu tío.
VALERIA
A ver, tío, a ver...
(Quita el sombrero que ocultaba la cerradura (tapaba)
la cerradura, lo coloca sobre un taburete al lado de la puerta,
la descerroja y abre al fin. Entra el tío; está sentado en una silla
mecánica cuyas ruedas hace funcionar con la mano)
EL TIO
No me oías?
VALERIA
Con el tiempo húmedo soy un poco sorda...
EL TIO
Hace un tiempo magnífico. Y además, sorda...?
Me lo pregunto... Ciertos días adviértes el paso de un
gato, y, otras veces hay que gritar para que oigas.
Hace diez minutos que golpeo en la puerta.
Cierto que con esa condenada música...
VALERIA
Amo las llamadas de caballería.
EL TIO
Hay gustos raros...
(Valeria dá vuelta al disco y lo pone en marcha)
Oh! No! Espera a que me vaya para que te regales
con tu trompetería! Vine a conversar contigo.
VALERIA
Conversar? y de qué?
EL TIO
Podías darme los buenos días...
VALERIA (beso rápido)
Ya está... Y ahora?
EL TIO
Definitivamente no has cambiado. Sigues siendo
la chiquilla que decía a la mamá: abrázame pronto
que me voy a jugar...
VALERIA
Vienes a verme tan temprano para hacerme reproches?
EL TIO
Reproches? Nó! Bien sé que de nada servirían.
Solamente que como hacías sonar el fonógrafo deduje
que no habías muerto. Ya pasó tu crisis?
(Valeria se alza de hombros, baraja las cartas y comienza a echar
suertes)
Me apresuro, lo ves, a aprovecharme de tus excelentes
disposiciones.
(Valeria ni pestañea)
Me pareces de humor encantador esta mañana,
acogedora endiabladamente. Además, he notado
--desde hace tiempo-- que tus reclusiones voluntarias
eran siempre seguidas de una caracterizada euforia.
(Valeria le lanza una mirada acerada) (riendo:)
Perdóname si te hago bromas. Pero desde hace ocho
días que te encerraste en tu alta torre, esa distracción
me fue rehusada, y ahora me desquito.
VALERIA
No seréis nunca serio?
EL TIO
Jamás.
Romperé
mi zancarrón
bromeando.
Pero no estoy para esas aún, pierde cuidado...
Me siento tallado como para centenario.
VALERIA
Empiezo a creerlo.
EL TIO (socarrón)
Quizás
VALERIA
Entonces?
EL TIO
Esperarás mi herencia un poco, todavía.
(Valeria se alza de hombros)
Bah! Ya has recogido lo de tu padre, y mi difunto
hermano no estaba precisamente en la miseria aunque
nadie supo exactamente el número de sus millones.
VALERIA
El rumor público agrega fácilmente ceros a supuestas
cifras.
EL TIO (irónico)
Pobre indigente! voy a compadecerte...
VALERIA
Es todo lo que tienes que decirme?
EL TIO
No. Tengo dos pequeñas noticias que anunciarte.
La primera, es la llegada de Catalina Harcourt.
VALERIA
La hija del quebrado?
EL TIO
Y la hermana del difunto Pedro Harcourt, sí.
También es ella tu prima hermana.
VALERIA
Y qué quiere?
EL TIO
Ensayar a vivir. Hay séres que atraen la desdicha,
como el pararrayos la chispa. Tu prima es de esos.
En tres años, dos suicidios en su familia, es mucho.
VALERIA (hostil)
Mi prima, mi prima, se dice pronto mi prima.
Si fuera preciso recoger, albergar y alimentar a todos
los vagos parientes muy bestias o muy perezosos
para conservar su dinero, a dónde iríamos?
EL TIO
Quién te pide albergarla y alimentarla?
VALERIA (sorprendida)
Pero...
EL TIO
Todavía estoy aquí para ello. Y, por lo menos mientras
yo viva, a esta chica no le faltará nada.
VALERIA (ya serena)
En ese caso... Qué edad tiene?
EL TIO
Diez y ocho años... No se si te gustará ella,
pero a mi me gusta, hasta me gusta mucho.
Será una mujer soberbia.
(Valeria mira furtivamente a su tío, este lo advierte, y sigue)
Su juventud es aún tensa como un botón listo a
reventar, una carita resuelta, un cerebro joven hirviente
de ideas, de cosas no aún cumplidas (realizadas)
y maravillosas.
VALERIA
Veo que ya os conocéis...
EL TIO
Tu pasión por la reclusión y las trompetas de la
Guardia nos han dejado la oportunidad. A su llegada,
Catalina tenía la apariencia del pájaro caído del nido,
pero ya empieza a aclimatarse. Le he hecho, como
mejor he podido, los honores de nuestra buena villa de
San Lorenzo. A ella le gustará.
VALERIA
Va a quedarse, entonces?
EL TIO
Naturalmente.
VALERIA
Donde habitará?
EL TIO
Aquí.
VALERIA
Conmigo?
EL TIO (rectificando)
Conmigo.
VALERIA
Es la misma cosa.
EL TIO
No exactamente. Si, en realidad, habitamos bajo el
mismo techo, nuestra existencia es de hecho
compartimentada, como lo has decidido. Entonces,
si la promiscuidad de esta chica te fastidia (estorba),
en algo que sea, tendrás siempre el recurso
de refugiarte en tu torre.
VALERIA
(que observa a su tío con acuidad)
Si.
EL TIO
Tu me abandonas, Valeria, y a mi edad se necesita
sentir que aún despierta uno interés...
VALERIA (idem)
Si, si.
EL TIO
Había fundado muchas esperanzas en ti, tu las has
hecho derrumbarse, entonces, comprenderás...
VALERIA
Muy bien, admirablemente.
EL TIO
Eres muy inteligente, Valeria.
VALERIA
Mucho, mucho más de lo que se crée.
EL TIO
Entonces me apruebas?
VALERIA
Completamente, tío, completamente.
EL TIO (con suspiro de satisfacción)
Vamos, tanto mejor. Por una parte, me hubiera
mortificado contrariarte, y por otra...
VALERIA
Os hubiera disgustado ser mortificado.
EL TIO
Exactamente. Además, estoy convencido de que harás
buenas migas con tu prima. Ahora la verás. Es,
en cierto sentido, un ángel que se ensayara en las
picardías femeninas, pero que tuviera sin embargo
algo como inalterado, como absolutamente puro.
VALERIA
Siento ganas de detestarla.
EL TIO
Por qué?
VALERIA
No creo en los ángeles.
EL TIO
No crees en nada, sencillamente.
VALERIA
Que no! Creo. No creo en todo, pero creo en ciertas
virtudes... en ciertas fuerzas.
EL TIO
Haces bien en decírmelo; yo no lo hubiera sospechado.
En fin, tanto mejor.
(Se establece un silencio. Valeria a la defensiva, su tío la observa
con una sonrisa indefinible)
Ah! A propósito, la pequeña Marchal se desposa
con el chico Marenil, ya sabes: el que pidió tu mano
el año pasado...
VALERIA
Y qué?
EL TIO
Contrae un matrimonio, que tu desdeñaste, te informo.
VALERIA
Pobre muchacha!
EL TIO
Por qué?
VALERIA
Ese cretino alcohólico no tomó mujer sino para
brindar.
EL TIO (sonriente)
Si, Valeria, si... yo sé que huirías hasta el fin
del mundo para esquivar uniones semejantes a las que
se hacen en torno tuyo, y sin embargo...
VALERIA
Sin embargo?
EL TIO
Estoy perfectamente convencido de que experimentas
ciertos celos al ver otras muchachas, muy por debajo
de ti en cuanto a riqueza, casadas y felices.
Acuérdate de la fábula
(Valeria alza los hombros, desdeñosa)
del Herón (Garzón) Valeria
VALERIA (alzamiento de hombros)
Estúpido!
EL TIO (después de una pausa)
Mi querida Valeria, he decidido, hoy, tratar de frente
este espinoso asunto.
(pausa)
Por qué te obstinas en rechazar sistemáticamente todas
las peticiones de mano?
VALERIA
El matrimonio es una empresa muy arriesgada.
No se sabría mostrarse demasiado prudente en la
elección de su suegra.
EL TIO
Valeria, césa de bromear.
VALERIA
Creía que habíamos concertado una tregua en relación
con mis pretendientes...
EL TIO
La rompo! Cómo! Le hago avances a toda la gente
viril del departamento. Me comprometo a fuerza
de movilizarte todo un ejército de aspirantes y tu los
pones en derrota al primer contacto! Ya has sido el
tema (causa) de hartos resentimientos de parte de ciertas
familias cuya alianza has rechazado. Y espero hacerte
comprender, al fin, lo delicado de tu posición.
(un silencio)
Tienes treinta y siete años, sobrina mía, y ya hace
quince años que deberías estar casada.
VALERIA
No me escucharé sino a mí en un negocio
solo a mi me atañe.
(asunto)
que
EL TIO
Qué piensas de Luciano Grouet?
VALERIA
Está tocado de Narcisismo y no tiene sino un tema
de conversación: El. Por lo demás es rubio y tengo
en horror a los rubios.
EL TIO
El señor Dargence? Es moreno y buen mozo.
VALERIA
Si... pero afligido de un mal gusto sabiamente
premeditado.
EL TIO
Y el vizconde de Bourgueil?
VALERIA
Un falso devoto que le mezclaría (deslizaría) hiel al agua
bendita.
EL TIO
El señor Herbin?
VALERIA
Desafía a la caricatura...
EL TIO
Pero es rico.
VALERIA
Menos que yo.
EL TIO
Entonces, nadie te place?
VALERIA
Nadie.
EL TIO (pausa)
Queda el nuevo propietario de Sausay.
VALERIA (temblorosa)
Vendieron el castillo de Sausay?
EL TIO
Ayer.
VALERIA
Quién lo compró?
EL TIO
El nuevo propietario se llama Jean Lécuyer.
Debe andar por la treintena. Monta a caballo,
y se encuentra --sin buscarlo-- en todas partes.
VALERIA
Es todo?
EL TIO
Todo lo que yo sé. Ah!... olvidaba: es moreno.
Si deseas conocerlo, yo me encargo...
VALERIA
No.
EL TIO
Entonces, qué decides?
VALERIA
No le daré mi mano sino a quien posea ciertas
cualidades.
EL TIO
Entonces, descríbemelo; para anunciarlo en los
periódicos. Cómo debe ser?
VALERIA
Debe gustarme..
EL TIO
Gustarte!... Si contestas: pasión, cuando te digo:
matrimonio, a dónde iremos a parar? Ten cuidado
de caer un día sobre algún astuto que esconda --bajo
las perfecciones que exiges-- defectos inconfesables...
VALERIA
Antes lo estudiaré.
EL TIO
Ts, ts, ts!
(pausa)
No has advertido las atenciones del señor Podensac?
VALERIA
Está lleno de deudas.
EL TIO
Tienes dinero para dos...
VALERIA
Eso es lo que piensa él.
EL TIO
Qué sabes tú?
VALERIA
Cayó en una de mis trampas.
EL TIO (indignado)
No has renunciado aún a la táctica de las trampas?
VALERIA
Es mi sistema para estudiar pretendientes.
EL TIO
Tú no los estudias: los espías. La menor broma
es discriminada, verificada, analizada, disecada.
Mides los silencios, atisbas las miradas, comentas
las entonaciones, para --finalmente-- desechar
los postulantes, por indignos. No olvides que tienes
treinta y siete años. No triunfarás siempre de tu acta
de nacimiento.
VALERIA
Yo sé que atacan mi riqueza. Defendiéndola,
me preservo.
EL TIO
En fin, tendrás que decidirte algún día. Comienzas a
pasar por una original... Y en provincia, no se permite
ser extravagante.
VALERIA
Tengo por norma contar por nada a los imbéciles..
EL TIO
Es necesario...
VALERIA
No puedo casarme con cualquiera.
EL TIO
Quién habla de que te cases con cualquiera?
(pausa)
Un ejemplo entre ciento: desesperaste a ese pobre
André Vernet.
VALERIA
Me es difícil casarme con él... si murió...
EL TIO
Murió porque le negaste tu mano. Te amaba.
Lo probó ya que no sobrevivió a tu rechazo.
VALERIA
Un pequeño chantaje al sentimiento, que falló.
Nada más.
EL TIO
En suma, esa hipótesis te deja completamente fría?
Decididamente, el corazón te palpita en la cabeza...
VALERIA
Ciertos tahures se levantan la tapa de los sesos
por una mala jugada.
EL TIO (con piedad)
Pobre criatura extraviada!
VALERIA
No te inquietes por mi porvenir: está asegurado.
EL TIO (renuncia)
Bien... muy bien.
VALERIA
Basta que yo me ocupe de él. Y me ocupo.
Tranquilízate.
EL TIO
Perfectamente.
Entonces, nada más tenemos qué decirnos?
(pausa)
VALERIA
Sobre este asunto? Nada.
EL TIO (pausa)
Comerás con nosotros?
VALERIA
Con nosotros? Quiénes?
EL TIO
Catalina y yo.
VALERIA (agresiva)
La había olvidado.
EL TIO
Tranquilízate; no te la impondré. No tengo ningún
interés en que tú malées ese fruto nuevo con el
ejemplo de tu chifladura.
VALERIA (irónica)
Cuida a tu ángel, tío.
EL TIO
Sí, un ángel.
VALERIA (profética)
El gusano busca penetrar en la pera.
EL TIO (sorprendido)
En la pera?
VALERIA
Y la pera eres tú.
EL TIO
La juzgas sin conocerla.
VALERIA
Habla? Respira? Vive? Es bastante para juzgarla.
TIO
No comprendo.
VALERIA
Ella te abraza?
EL TIO
Sí.
VALERIA
Te acaricia?
TIO
Naturalmente.
VALERIA
Lo encuentras natural?
EL TIO (sorprendido)
Pero...?
VALERIA
Es que no te has mirado?
EL TIO
Cómo...?
VALERIA (dándole un espejo)
Mírate sin indulgencia. Aparte de tu dinero, tienes
algún atractivo? Los setenta y cinco años que arrastras
en ese sillón son atrayentes? No conservas el recuerdo
de un abuelo idéntico a ti, hoy, al que tus padres
te animaban a mimar a pesar de la repugnancia que te
inspiraba, y --todo ello--, para lograr una herencia?
EL TIO
Lo que dices es innoble.
VALERIA
Innoble porque es verdad.
EL TIO
Eres un ser... un ser...
VALERIA
A quien no se engatuza.. Y es esa muchacha,
recogida en la plaza y recibida por caridad, quien...
Desde cuándo está aquí?
EL TIO
Desde hace cinco días.
VALERIA (con admiración)
Cáspita! Y qué rápida va! Ya es tiempo de que me
ocupe de ello. Ahora me explico tu insinuación
matutina. Tienes deseos de verme casada, a fin de
poderte consagrar a la educación de la muchacha.
Educación de buen papá que apoya sus consejos
con tocamientos equívocos o con arrullos seniles.
EL TIO (escandalizado)
Ooooh!
VALERIA (irónica)
Ooooh!
EL TIO (indignado)
Valeria!
VALERIA
No comprendes que es tu dinero lo que quiere?
TIO
Por qué no habría de ser sincera?
VALERIA
Porque eres rico y ella es pobre. Los jóvenes no aman
a los viejos, y los pobres no aman a los ricos... como
no haya una razón para ello. Lo que digo, es por ti.
No me hace hablar el interés. Tu dinero no será para
mí sino un poco más de agua en el río. Reconócelo.
EL TIO
Sí...
VALERIA
Pero lo que me acongoja es que te pongas en ridículo...
y que los mismos a quienes hagas bien se burlen de ti.
EL TIO
Yo respondo por Catalina. Es un ser de selección.
VALERIA
Oh! Qué fuego!
EL TIO
Confío en ella. Es culpa suya si debe afrontar hoy
un destino en el que ella no interviene para nada?
Por qué no darle una oportunidad?
VALERIA
Si es tu gusto. Déjate roer...
EL TIO (nervioso)
Lo que más me irrita en ti, Valeria, es esa eterna
desconfianza.
VALERIA
(repentinamente conciliadora)
Pero, si yo no quiero desconfiar! Si esa pequeña
es realmente lo que crees, estoy dispuesta a amarla.
EL TIO
Sinceramente?
VALERIA
Muy sinceramente. No desespero de encontrar, un día,
el ser merecedor de mi confianza.
EL TIO
Entonces, no la vayas a desconcertar, demasiado.
VALERIA
Envíamela. Jugaré con ella.
EL TIO
Quieres verla a solas?
VALERIA (riendo)
Y qué temes?
EL TIO (tímidamente)
Que le inocules tu opinión acerca de mi viejo
esqueleto.
VALERIA (riendo)
Qué coquetería! (cariñosa) Le diré que eres una vieja
momia muy simpática.
(lo abraza)
EL TIO
Me abrazas?... Vas a jugarme una mala partida...
VALERIA
Y, ahora, si quieres estar completamente irresistible,
ve a rasurarte. Y, mientras tanto, envíame el ángel.
EL TIO (desconfiado)
Estás muy impaciente por conocerla.
VALERIA
Me has hecho de ella tal retrato...
EL TIO
Comienzo a lamentarlo.
VALERIA
Tienes miedo de dejarme sola con ella?
EL TIO (tras una vacilación)
No. Tú vas a engatuzármela en un dos por tres...
Pero tengo curiosidad de verlo...
(el Tío hace girar su sillón rodante y desaparece) (queda inmóvil
Valeria, un segundo. Parece reflexionar; luego va a su arcón;
lo abre; inspecciona rápidamente su interior,y lo deja entreabierto.
Hecho esto, pone oídos hacia la puerta; luego va a esconderse
en los pliegues de las cortinas del baldaquín. Breve pausa.
Empujan la puerta de entrada. Catalina aparece en el umbral.
Mira; busca, y no viendo a nadie, se resuelve y entra a la
habitación. Breve silencio. Catalina, confusa, tose para anunciarse.
Nada se mueve. Creyéndose sola, cobra valor. Las manos tras
la espalda, gira en su sitio, observando la alcoba con curiosidad.
Su mirada se detiene en el arcón de hierro entreabierto. Va hacia el,
y siempre con las manos tras la espalda, desliza una mirada en
su interior. Valeria,, que la observaba, sale de su escondite
y a espaldas de Catalina...)
VALERIA
Busca alguna cosa?
CATALINA
Aaaah!
VALERIA
La asusté...?
CATALINA
Yo no esperaba que... Miraba...
VALERIA (distraidamente)
Es
un
arcón...
Es usted Catalina?
Había
CATALINA
Sí.
olvidado
cerrarlo.
VALERIA
Yo soy Valeria. Están hechas las presentaciones.
(analizándola)
Sí, sí... eso es.
CATALINA
Qué, señorita?
VALERIA
Como lo había supuesto. Quiero decir... es igual al tipo
que me había creado con su nombre. Nunca le ha
ocurrido poner... cómo decir? fisonomías a los
nombres?
CATALINA
No; nunca.
VALERIA
A mí, sí. Y no me equivoco jamás, es usted tal y como
la había imaginado, después de la conversación
que tuve con mi tío.
CATALINA
Le habló de mí?
VALERIA
No habló sino de usted. Y sé muchas cosas...
estará usted muy contenta en San Lorenzo.
CATALINA
Así lo creo.
VALERIA
Y yo estoy segura. Además, la
No tiene más que diez y ocho años?
ayudaremos.
CATALINA
Y ocho meses. Aparento más?
VALERIA
Un poco. Probablemente porque está usted
muy
desarreglada.
Una
verdadera
mujer...
simpática a primera vista, muy simpática.
CATALINA (confusa)
Señorita...
VALERIA
Llámeme Valeria... Espero que muy pronto nos
tutearemos. No es así?
CATALINA
Por mí... Es usted muy buena.
VALERIA
No. Yo no soy buena. Por lo menos, no lo soy
con todo el mundo. Ya se lo informarían...
CATALINA
No.
VALERIA (incrédula)
No? Está bien, muchas veces querría ser hasta
injustamente buena. Pero... desconfío de mis
simpatías... Acérquese.
(dándole palmaditas en la mejilla)
Es usted muy linda.
(pausa)
Quiere ver mi alcoba, no es cierto? Es bastante... rara...
extraña.. Es mi lugar predilecto, mi refugio... Aquí lo
hago todo: duermo, leo, pienso, recibo... Mi padre
había arreglado esta alcoba, y a su muerte, hice traer
aquí mi vieja cama...
(dulce)
Un bello lecho, no le parece?
CATALINA
Tendría miedo de dormir en él.
VALERIA
Es medrosa?
CATALINA
No. Sólo que...
VALERIA
No la atraen los lechos? Todavía no... Este es el rincón
de las devociones.
(riendo)
No es usted cristiana...?
CATALINA
Sí.
VALERIA
Practicante?
CATALINA
Un poco.
VALERIA
Como la mayoría. Justamente lo preciso para mantener
algunas relaciones para el futuro con Dios... Nunca
se sabe! Y un poco de religión es una póliza de seguro
contra el infierno.
(Catalina no deja de mirar el arcón con mucha curiosidad)
Un buen mueble, verdad? Al verlo en mi alcoba,
podrían creerse muchas cosas... Que soy rica,
por ejemplo. Es eso lo que ha pensado?
CATALINA
Como todo el mundo.
VALERIA (con evidente satisfacción)
Como todo el mundo. Importa menos poseer riqueza
que hacer saber que se la posee, y esto aunque sea
falso... Acérquese, mire.
(levanta la tapa del arcón)
Un paquete de acciones. No son muchas y,
no obstante, representan cien mil francos. Es mi dote.
Es muy poco, verdad? Por eso me dedico a hacer
circular rumores de que soy rica. Es mi manera
de llegar a serlo realmente, algún día.
(bruscamente, llena de sospechas)
Quizás hago mal en contarlo... Decididamente,
mis simpatías súbitas me traicionarán...
CATALINA
Oh! señorita! Piensa usted que yo...?
VALERIA
Llámeme Valeria. No se atreve?
CATALINA (tímida)
Todavía no.
VALERIA
(poniéndole las acciones entre las manos)
Tómelas, acarícielas y verá cómo a su contacto
parecen que viven... Sí... Sí... los titulos bancarios
viven, van y vienen, obran como personas. Qué digo?
Mandan...! y hay qué obedecerles. Ya lo verá cuando
herede.
CATALINA (sorprendida)
Heredar? A quién?
VALERIA (con naturalidad)
Cómo a quién?
CATALINA
Yo no tengo de quién...
VALERIA
Qué no?
Pues... y su padrino?
(espontánea)
CATALINA (sorprendida)
Mi padrino?
VALERIA
Mi tío, claro!
CATALINA
No tiene ningún motivo para dejarme nada...
VALERIA
Puede hacerlo.
CATALINA
Oh!...
VALERIA
No es de la familia?
CATALINA
Muy lejana...
VALERIA
No la quiere?
CATALINA
Apenas me conoce...
VALERIA
Hace cinco días.
CATALINA
Es poco.
VALERIA
El tiempo es lo de menos. Usted le gusta.
CATALINA (dichosa)
Sí?
VALERIA
E-nor-me-men-te. No lo había advertido?
CATALINA (maligna)
Un poco...
VALERIA (insinuante)
Sólo un poco?
CATALINA
Cómo me agrada!
VALERIA
La herencia?
CATALINA
No... El afecto. En fin, que le guste a mi padrino...
VALERIA
E-nor-me-men-te.
CATALINA
Se lo ha dicho?
VALERIA
En todos los tonos...
CATALINA
De verdad?
VALERIA
Es natural. Debe gustar a todo el mundo, puesto que
me gusta a mí...
CATALINA
De veras?
VALERIA
De veras.
CATALINA
Gracias... La vida no ha sido buena conmigo.
VALERIA (compasiva)
Pobre chica!
CATALINA
Cuando se es muy joven y muy desdichada... parece
siempre como una injusticia. Ese gesto de mi padrino
al querer encargarse de mí... Esta hospitalidad
que recibo y que no esperaba... Mi llegada aquí...
Mi padrino que, sin conocerme, desde el primer
momento, fue tan cariñoso... usted misma,
que se interesa por mí... Así... tan espontáneamente...
No, yo no puedo explicarlo bien... Es muy tonto
lo que le cuento?
VALERIA
Pero no va usted a llorar...
CATALINA (llorando)
Soy tan feliz.
VALERIA (dulce)
Sí, seguramente produce un choque saber súbitamente
que está una cerca de la fortuna... y cuando se realiza..
CATALINA
Oh! No es precisamente eso...
VALERIA
No precisamente...?
CATALINA
No. El dinero, sabe usted...
VALERIA
Lo sé.
CATALINA
Hace mucho mal.
VALERIA
Cuando son los otros los que lo tienen.
CATALINA
Es raro eso que me dice...
VALERIA
Por qué?
CATALINA
... Yo no sé... pero parece que usted quisiera que yo
amara el dinero...
VALERIA
El dinero es necesario como la respiración....
CATALINA (convencida)
Yo no lo creo.
VALERIA
Es evidente.
CATALINA (soñadora)
Depende de lo que se desee...
VALERIA
Se sabe alguna vez lo que se quiere?
CATALINA
Yo... yo si sé.
VALERIA
Ah!
CATALINA
En fin... Creo saber... Por lo menos lo que yo quisiera.
VALERIA
Y qué es...?
CATALINA
No, no me atrevo. No encontraría las palabras
necesarias... para explicarme... después...
VALERIA
No tenga miedo... Espero comprenderla...
CATALINA
Es que... Nunca se lo he dicho a nadie.
VALERIA
Razón de más...
CATALINA
Yo soy una muchacha rara. Creo, por instantes, tener
en mí el demonio del bien... Es como un vicio que
ocultara... El no esperar en nada, los pobres, me atraen.
Siento frente a ellos, una especie de humillación
al saber que son más pobres que yo... En ocasiones
aspiro a llegar a ser la más pobre... La única pobre.
Merecer toda la compasión del mundo.
VALERIA
Efectivamente, es un vicio.
CATALINA
Todas las acciones buenas me conmueven.
Por eso le estoy tan agradecida por acogerme,
por olvidar lo pobre que soy...
VALERIA (afable)
Me gusta e-nor-me-men-te.
muy buenas amigas.
Si lo quiere, seremos
CATALINA (impulsiva)
Que si lo quiero!
VALERIA
No, mi pequeña, no hay que ser tan efusiva.
Sobre todo aquí.
CATALINA
Aquí?
VALERIA
En esta casa. Yo también era como usted, tenía esa
ingenuidad animal. Desgraciadamente, existía mi tío...
CATALINA
Mi padrino?
VALERIA
Oh! Es un hombre adorable y si no tuviese sus crisis...
CATALINA (sorprendida)
Sus crisis?
VALERIA
No lo sabía? Verdad es que, en cinco días...
(confidencial)
Es un poco maniático, eh?... a su edad...
(tras una vacilación)
En fin, sin conocerlo, por lo menos habrá oído hablar
de él a sus padres?
CATALINA
Sí.
VALERIA
Entonces debe saber que está atacado por la
enfermedad de la duda.
CATALINA
De la duda?... Duda de qué?
VALERIA
De todo.
CATALINA (sorprerndida)
Parece tan espontáneo, tan franco... Su buen corazón
parece estallar...
VALERIA
Su buen corazón es una trampa.
CATALINA (aturdidea)
Una trampa?
VALERIA
Fácil de comprender, con malicia. Para probar los
sentimientos de los presuntos herederos, les inspira
confianza a base de caricias y mimos, ellos se confían
y son más solícitos y cariñosos cuando saben por él
que forman parte de su testamento. Una vez que lo ha
comprobado sobreviene la crisis y todo ese amor
demostrado se torna en hostilidad, rompe el testamento
en que lo había incluído, así he contado veintitrés
desheredados y es el enemigo fijo de sus propias
obras, espía los menores movimientos, sufre ante
la idea que él mismo creó y cuando desaparece
el heredero, torna a la normalidad y prepara para
el siguiente, un nuevo testamento.
CATALINA (aturdida)
Es posible?
VALERIA
Mis reclusiones periódicas son la prueba. Piensa que
me encierro sin motivo? No... Sólo que, cuando siento
venir la crisis, me refugio...
CATALINA
Y bien?
VALERIA
Desde hace algunos años, desbarato sus trampas...
Necesita un nuevo conejo de laboratorio...
Por eso la hizo venir...
CATALINA (incrédula)
Ooooh!
VALERIA
Estuvo expansivo? Le hizo confidencias?
CATALINA
Sí...
VALERIA
Tiene la impresión de haberlo conquistado?
CATALINA
Al parecer...
VALERIA
Le habló de vuestro porvenir?
CATALINA
Sí.
VALERIA
Le dijo que estaba segura, que él velaría por usted?
Dentro de poco le dirá que es usted su heredera
universal, por lógico agradecimiento redoblará usted
sus atenciones, so pena de parecer ingrata.
Al comprobarlo, la crisis que antes le dije...
Pero qué cara es ésa... No tema nada. Antes de esto,
habrá una verdadera persecución, pero no tenga miedo,
se refugia usted en mi torre y quedará burlado.
CATALINA
Pero, y si se enfada?
VALERIA
Nunca hasta agotar su último recurso.
CATALINA
Y cómo sabré?...
VALERIA
Conceda usted poco a poco, con reservas, que él no
advierta interés...
CATALINA
Pero si no lo tengo.
VALERIA
Hará como si lo creyera... Siendo atenta, tierna pero
poco demostrativa. El por el momento se indignará,
le pedirá explicaciones, con mimo rehúyalas.
El juego debe ser hábil. Me lo promete?
CATALINA
Prometido.
(se oye tocar una campana)
VALERIA
Decididamente, creo que nos entenderemos.
(nueva campanada más imperativa)
Quién puede llamar así?
CATALINA
Es la campana de la puerta.
VALERIA
No es ninguno de aquí. Las gentes de San Lorenzo
entran por la puerta pequeña.
(miran por la ventana)
Quién es?
CATALINA
Un señor que ya se ha presentado dos veces desde que
llegué.
VALERIA
Qué deseaba?
CATALINA
Dejó su tarjeta.
(la puerta se abre y el tío aparece silenciosamente y viendo
a Catalina cerca de Valeria habla)
EL TIO
Enhorabuena!
VALERIA
(hace como si se sobresaltara)
Ah! Estabas allí?
EL TIO
Llego ahora.
VALERIA
Surges
(rectificando) (a Catalina)
sobre ruedas silenciosas... En realidad es encantadora
esta pequeña. Por una vez has tenido una idea feliz.
EL TIO (a Catalina)
No te has roto nada? El diablo de mi sobrina no te ha
sacudido demasiado?
CATALINA
Valeria ha sido muy bondadosa.
EL TIO (silbido de admiración)
Y la llamas ya Valeria?
VALERIA (amable)
Se lo pedí.
EL TIO
Encantado!
Sorprendido,
pero
encantado.
Felicitaciones, Catalina! El resultado es inesperado.
CATALINA
Qué resultado?
VALERIA
Su padrino la felicita por encontrarla con vida después
de haber estado en la jaula de la fiera.
(al Tío)
No es así?
EL TIO
Yo sabía que mi ángel tenía alas para escapar de tus
garras.
VALERIA
Está seguro: tu terreno ha sido respetado.
No perseguimos la misma caza.
(al Tío)
(Catalina oye este torneo con sorpresa)
Catalina es tu descubrimiento y te pertenece.
EL TIO
Gracias por dejármela.
VALERIA
Derecho de prioridad.
EL TIO (riendo)
Condenada picarona!
(a Catalina)
No le hagas caso. Peleamos en broma.
(a Valeria)
Verdad que es preciosa?...
VALERIA
También a mí me lo parece.
EL TIO (a Catalina)
Ven a besarme, hijita.
(Catalina va de mala gana y al pasar frente a Valeria, cambia un
guiño con esta. Luego abraza al Tío rápidamente, bajo la mirada
satisfecha de Valeria)
Oh! Oh! No es muy ardiente ese beso...
VALERIA
Y por qué todos esos besos intempestivos?
Por qué no esperar, simplemente, a que ella desee caer
en tus brazos? Perderás quizá en cantidad, pero
ganarías en calidad.
EL TIO
(escruta con sorpresa la actitud de Catalina confusa y distante)
Y eso qué quiere decir?
VALERIA
Que mis previsiones son siempre mejores que las
tuyas.
EL TIO
Qué?
VALERIA
Tengo buen olfato.
EL TIO
Explica...
VALERIA
Que Catalina no desea esa constante demostración de
afecto traducido en afectuosas y empalagosas caricias.
EL TIO
Ah! Esa, es obra tuya.
VALERIA (satisfecha)
Y no te parece buena?
EL TIO (a Valeria)
Bravo! Buen trabajo. Bien lo había previsto... Pero no
imaginaba un resultado tan perfecto y tan rápido...
(a Catalina)
Qué te dijo?
CATALINA (incómoda)
Nada.
EL TIO
Mientes ya?
CATALINA
Nooo...
EL TIO
Sí; mientes con tu silencio.
(Valeria tiene a Catalina bajo sus miradas)
CATALINA (en suplicio)
No tengo nada que decir, le aseguro...
EL TIO
Ahora ya no me tutéas?
VALERIA
No la atormentes, es pronto aún. Dime quién llamó
hace un momento.
EL TIO
Qué? Ah, sí... olvidaba. Te buscaban.
VALERIA
A mí? Quién?...
EL TIO
Alguien que desea verte. Lo recibes?
VALERIA
No.
EL TIO
Bien.
(a Catalina)
Tú y yo tenemos que aclarar este cambio de
temperatura.
(sale)
CATALINA
Está enfadado.
VALERIA
Eso se arreglará.
CATALINA
Y si insiste, qué le debo decir?
VALERIA
Invoque usted nervios... vergüenza delante de mí...
en fin, algo de ese género. También le queda
otro recurso...
CATALINA
Cuál?
VALERIA
El volver a la primera actitud.
CATALINA
Después de lo que ya sé? Me da miedo.
VALERIA (adorable)
Niña! Me ocuparé de usted.
Adelante...
(golpean a la puerta)
JUAN (saludando)
Señorita... señoritas... Ustedes perdonen...
VALERIA
Quién es usted, señor? Y quién le ha autorizado?
JUAN
Mi nombre es Juan Lécuyer, y el señor Saint-Clair,
su tío, me dijo que usted me esperaba.
VALERIA
Cómo? Quiere repetir...
JUAN
Mi nombre es Juan Lécuyer y fue el tío de usted quien
VALERIA
Quien qué?
JUAN
Quien me dijo que... En fin, quien me autorizó a...
VALERIA
A llegar hasta aquí?
JUAN
Sí... Y ante mi indecisión, él insistió.
VALERIA
Por qué?
JUAN (desarmado)
Pues por...
VALERIA
Yo no tengo la costumbre de hablar con desconocidos.
JUAN
Yo no soy, por lo menos yo no creía ser, para usted
un desconocido.
VALERIA
Por qué?
JUAN
Porque somos vecinos.
VALERIA
Y eso es todo
JUAN
El título es insuficiente, ya lo sé, pero además,
creía que mi nombre no le sería tan extraño, porque el
otro día el farmacéutico me nombró delante de usted.
Al día siguiente de esto, le dejé mi tarjeta
como corresponde y autoriza la vecindad.
Días después, volví y fui gentilmente recibido
por su tío y esta señorita, pero sin lograr verla a usted.
Y esta mañana por casualidad, pasaba a caballo y ...
VALERIA
Y por qué esa insistencia en conocerme?
JUAN
Nuestras propiedades son limítrofes, y ...
VALERIA (examinándolo)
... mi buen tío le dijo que yo lo recibiría?
JUAN
Así fue.
VALERIA
Oh! Es un viejo bromista y mentiroso.
JUAN
Ya lo he visto, ya, acepte usted mis excusas
y permítame retirarme.
VALERIA
Y ya para qué, entremos en conocimiento. Tiene usted
una de sus tarjetas?
JUAN (sorprendido)
Sí
VALERIA
Démela.
Gracias. Mis anteojos, Catalina...
(Juan obedece)
CATALINA (sorprendida)
Sus anteojos?...
VALERIA
Sí, sobre la mesa.
CATALINA
Aquí están.
VALERIA
Gracia (se coloca los anteojos y examina la tarjeta muy de cerca)
De modo que es usted el nuevo propietario
de Sausay?
JUAN
Sí señorita.
VALERIA
Bello castillo. Si hubiera tenido manera de adquirirlo
lo hubiera hecho.
JUAN
No es una simple galantería, señorita, pero hágame
el honor de considerarlo como suyo. Y me sentiría
honradísimo con que visitaran mi casa.
VALERIA
Es usted muy amable...
JUAN
No, precisamente, egoísmo más bien, ya que esta
invitación encierra un interesado deseo de...
VALERIA
De buena vecindad, ya lo ha dicho.
(un silencio embarazoso)
Catalina, quiere tener la amabilidad de llevar un vaso
de... no importa de qué, allí a la galería.
JUAN
Yo también se lo suplico señorita.
VALERIA
Hablemos claro. Mi tío está en complicidad con usted.
JUAN
Le ruego que me perdone.
VALERIA
(la mano en la oreja haciendo campana)
Cómo dice?
JUAN (en voz alta)
Que me disculpe...
VALERIA
Ah! Sí! Perdón, pero a veces oigo mal... Le quiero
probar a mi tío, que con respecto a bromas, yo las sé
dar mejor. Catalina, le ruego que nos deje. (Catalina sale)
No es esto lo que quería? Quedarse a solas conmigo.
Lo comprendí. Quiere usted decirme algo?
JUAN
Sí, señorita.
VALERIA (indicándole un asiento)
Tome asiento.
JUAN
(avanzando hasta el centro de la alcoba y señalando la ventana)
Tiene la casa una vista magnífica.
VALERIA
Sí?
JUAN
(sus respuestas son automáticas, se encuentra en situación
muy incómoda)
La ventana da al Loira...
VALERIA (examinando a Juan)
Sí...
JUAN
Tiene usted un tío encantador, muy alegre...
VALERIA
Desde luego, pero menos agradable de ver que
Catalina... pero es simpático.
(pausa)
Porque Catalina le gusta, no es verdad?
JUAN
Quién?
VALERIA
Catalina. Es excepcional... rara en estos tiempos.
JUAN (cortés)
Es posible... Discúlpeme, estoy cohibido, idiota.
VALERIA
Es muy natural.
JUAN
Le parece?
VALERIA
Claro.
JUAN
Pero no siempre soy así.
VALERIA
Lo creo.
JUAN
Yo quisiera que comprendiera usted el motivo de mi
insistencia por conocerla.
VALERIA
Lo comprendo... Desde su entrada, tuve la evidencia.
JUAN (encantado)
De veras?
VALERIA
Sí. Por eso hice que Catalina se retirara. Porque, si no
me equivoco, ella ignora también el objeto de su visita.
JUAN
Sí.
VALERIA (enternecida)
Es muy linda!
JUAN
La señorita Catalina? Sí... y sobre todo muy joven.
VALERIA (utilizando las palabras de su tío)
No es mujer sino en promesa... pero qué promesa.
Es un ser en flor.
JUAN
La quiere usted mucho?
VALERIA
Más que a mí misma. Siempre me atrajeron la belleza,
la salud, y ella está tan admirablemente dotada...
Un cuerpo lleno de una juventud palpitante,
tensa como un botón que ya va a reventar...
Será una soberbia mujer. No es así?
JUAN
Lo creo.
VALERIA (riendo)
Por lo demás... No veo por qué le digo esto...
Usted lo sabe mejor que yo.
JUAN
Por qué?
VALERIA
Porque a un hombre como usted no pueden
escapársele esos detalles.
JUAN
(mirando a Valeria, como si no la escuchara)
Es posible...
VALERIA
Y rica, además. Unica heredera de su padrino.
JUAN (que no le ha puesto atención)
Cómo?
VALERIA
Digo que rica además.
JUAN
Ah sí!
VALERIA
Soy yo la sorda o es usted quien no oye?
JUAN (sorprendido)
Sorda?
VALERIA
Cuando hace calor del oído izquierdo. Venga a mi
derecha. Siéntese. La querida pequeña! Estoy muy
contenta con ella!
JUAN
(cortesmente, sin comprender)
Ah!
VALERIA
Lo comprendí inmediatamente.
JUAN
Comprendió, qué?
VALERIA
Que está usted enamorado. Nadie mejor que una
solterona para adivinar los secretos de los jóvenes.
JUAN
Solterona, usted?
VALERIA
Así es.
JUAN (vehemente)
Yo no puedo permitir...
VALERIA
Protesta usted por cortesía, pero eso no impide que sea
una solterona...
JUAN
En absoluto.
VALERIA
Dejemos eso. Le ruego no me interrumpa porque mis
ideas se embarullan muy fácilmente.
JUAN
Perdóneme.
VALERIA
(se pone los anteojos y... tomando la tarjeta)
El señor de Sausay, desea casarse.
JUAN
Cómo lo ha adivinado usted?
VALERIA
Intuición. Ella apareció, sintió usted el flechazo como
se dice en las novelas. Gritó: es ella! Y el corazón
tumultuoso, al galope de un impetuoso corcel viene
a depositar corazón y riqueza a los pies de la elegida.
No es eso?
JUAN (fogoso)
Precisamente, eso.
VALERIA
Chist! No me interrumpa. Hay un pequeño
inconveniente. Mi tío asegura que en los matrimonios
debe haber igualdad en los bienes y la dote que ella
recibirá...
JUAN
La dote?
VALERIA
La que mi tío me tenía señalada, pero qué puedo hacer
con una dote, a mi edad?
JUAN
A su edad?
VALERIA
Tengo treinta y siete años, casi treinta y ocho,
tengo dolencias, manías y aunque digan otra cosa las
gentes de aquí, sólo tengo una pequeña renta vitalicia.
(riendo) Pero a usted que puede importarle todo esto...
JUAN
Señorita, estamos en pleno malentendido...
VALERIA
Es posible?
JUAN
La señorita Catalina es encantadora, hasta posee
ciertamente las cualidades que usted le atribuye y que,
por mi parte, no había notado... es decir, no había
notado todavía; pero...
VALERIA (la mano en la oreja)
Quiere hablar un poco más alto y más... claramente...
perdón... pero mi oído...
JUAN (lentamente)
Decía que no amo a la señorita Catalina.
VALERIA (la mano en la oreja)
Cómo?
JUAN (en voz alta)
No amo a la señorita Catalina.
VALERIA
Oí bien, pero creí haber entendido mal. Por qué no la
ama?
JUAN
Porque no puedo.
VALERIA
Entonces, por qué ha dejado usted que yo entendiese...
JUAN
No me ha dado tiempo de hablar.
VALERIA
No comprendo nada, absolutamente nada. No obstante,
cuando hablé del flechazo, del deseo de contraer
matrimonio...?
JUAN
Lo aprobé.
VALERIA (estupefacta)
Quiere casarse?
JUAN
Lo deseo con toda mi alma.
VALERIA
Pero con quién?
JUAN (levantándose)
Señorita, tengo el honor de pedir su mano.
VALERIA
Mi mano!
JUAN
Sí señorita: Quiere usted casarse conmigo?
VALERIA
Para qué?
JUAN
Cómo que para qué?
VALERIA (estallando de risa)
Esto sí que es cómico.
JUAN
El que quiera que se case conmigo?
VALERIA
Naturalmente. No tengo nada que seduzca a un
hombre: ni riqueza... y ya, ni juventud.
JUAN
Señorita...
VALERIA
Esta es una nueva jugada de mi tío, quien seguramente
está detrás de la puerta muerto de risa. Usted verá...
(abre la puerta)
(volviendo a Juan)
No, nada, nadie!
Entonces?...
JUAN
No entiendo su modo de proceder, señorita.
No es culpa mía el sentimiento que desde el primer día
experimenté.
VALERIA
Un sentimiento?
JUAN
Irresistible.
VALERIA
Sólo con verme? Y por qué?
JUAN
Porque, viéndola, ví el amor.
VALERIA
Qué lástima saber que miente.
JUAN
No!
VALERIA (que lo espía)
Entonces, le gusto?
JUAN
Sí.
VALERIA
Pero desde cuándo, dónde?
JUAN
Qué importa el tiempo ni el lugar. Mi único deseo es
tenerla en mis brazos y poder decirle cerca, muy cerca,
todas mis esperanzas e ilusiones.
VALERIA (divertida)
Dígalas.
JUAN
No estáis tan cerca como yo quisiera, y aún estándolo,
no sabría decirlas... Todo lo olvidé. Ya no sé que era
ayer, ignoro lo que será mañana. Estoy aquí junto
a usted y empieza a hacerse realidad mi sueño.
VALERIA (burlona)
Estoy por creerlo.
JUAN
Debe usted creerlo. La amo.
VALERIA
Amarme? Cómo? Por qué?
JUAN
Desde que la ví no pienso sino en usted. Compré
el castillo de Sausay sólo por estar cerca de usted.
VALERIA (ríe)
Delicioso.
JUAN (dolido)
Me he conducido como un imbécil. Nunca supe hablar
a las mujeres.
VALERIA (irónica)
No opino lo mismo.
JUAN
Seguramente ha resultado absurda y ridícula mi
petición.
VALERIA
No. Es original. Las peticiones originales valen mucho
más. Son más sinceras.
JUAN
Aún burlándose es usted atrayente, bella, muy bella.
VALERIA
No lo crea. Míreme mejor.
A los cuarenta y dos años.
(poniéndose los anteojos)
JUAN
Treinta y siete dijo usted.
VALERIA
Por coquetería. Pero cuarenta y dos... Qué me queda
ahora, si dejé huir mi juventud.
JUAN
Reténgala.
VALERIA
Y cómo retener la juventud?
JUAN
La juventud no es asunto de edad. En ocasiones la vida
no se mueve durante días, meses, y luego bruscamente
puede vivirse años en una hora o dos.
VALERIA
Sí... es posible.
JUAN
En toda edad puede vivirse la juventud.
VALERIA (soñadora)
Tal vez.
JUAN (apremiante)
Sólo que, cuando pasa uno de esos minutos hay que
cogerlo... No ha experimentado alguna vez la
sensación de que la vida es muy corta, que quizás no
nos queda más que una hora o dos por vivir y que uno
no lo sabe... No ha sentido usted nunca esa angustia?
Como si sintiera que falta el tiempo para abrazar
toda la exaltación, la aventura y el amor que contiene
la existencia...
VALERIA (conquistada)
Sí... sí...
JUAN (apremiante)
Entonces?
VALERIA
Sí... Quizás... Cuando se presenta una ocasión así,
sería locura no dejarla siquiera que se presente.
JUAN (enajenado)
Ah! Señorita!... Eso quiere decir...
VALERIA
No sé por qué hago lo que hago.
JUAN
No trate de averiguarlo. Llegue usted al momento
sin pensarlo.
VALERIA
Para qué...
(muy desamparada)
Unicamente quisiera adivinar qué sentimiento lo guía!
JUAN
No lo piense... El acaso, la fatalidad, el destino,
son mucho más fuertes que nosotros! Yo los ayudo...
hago de ellos mis aliados. Por eso yo no los temo.
Hay que hacer como yo, señorita, y tenga confianza
en ellos.
VALERIA
Que vehemencia. Pero... esperemos
indispensable para conocernos...
el
tiempo
JUAN
Pero, señorita...
VALERIA
Es indispensable. Hay que obrar según la razón.
Y, sobre todo, que nadie sepa, lo entiende.
Nadie, ni mi tío. Me lo promete?
JUAN
Prometido.
VALERIA
Para yo tener la seguridad de mis pensamientos,
haga usted una cosa...
JUAN
Qué cosa?
VALERIA
La corte a Catalina.
JUAN (estupefacto)
Cómo?
VALERIA (natural)
Para despistar la atención. Y luego que ella es tan
linda! La comparación no puede sino ayudarlo a ver
claro, a que vuestros sentimientos elijan bien...
JUAN (enajenado)
Mis sentimientos ya han elegido.
VALERIA
De todos modos hay que ponerlos a prueba.
(llaman a la puerta)
JUAN
Como usted quiera.
VALERIA
Así, así... Adelante.
CATALINA
Mi padrino espera. Ha hecho preparar un coctel en la
galería.
VALERIA
Vaya usted. Me reuniré con ustedes al momento.
JUAN (inclinándose)
Como usted quiera, señorita.
CATALINA
Mi padrino está encantado con lo que sucede.
(sale)
VALERIA
Y hay motivo. Sabe usted a lo que ha venido este
señor?
CATALINA
No.
VALERIA
A pedir su mano.
CATALINA (atontada)
Mi mano?
VALERIA
La adora y es rico, muy rico. El príncipe encantado,
o algo así. La suerte ha llegado. Corra y no la deje
escapar, la felicidad está allí.
(Catalina sale estupefacta. Valeria cierra la puerta. Escucha un
momento. Luego vuelve, a pedir un número al teléfono)
VALERIA
Bueno... bueno... El señor Notario Raguet?...
Valeria Saint-Clair. Muy bien, señor Notario y usted?
Es para una investigación... Sí, rápida y confidencial...
Anote. Necesito datos de un sujeto llamado Juan
Lécuyer... Del Castillo de Sausay, sí... De dónde
viene?... Quién es él?... Familia... Antecedentes...
Como de costumbre... eso... Cuento con usted? ...
Gracias, Raguet... Hasta pronto...
(Cuelga el teléfono. Va a la mesa, donde quedó su bolso. Lo toma,
lo abre, echa en él la tarjeta de visita de Juan, saca su polvera,
se examina atentamente y después de una mueca satisfecha, guarda
la polvera en su bolso que coloca bajo su brazo. Después de una
última mirada a su arcón, se dirige hacia la puerta y sale mientras
que cae el telón.)
SEGUNDO ACTO
En la misma casa. Saloncito contiguo a la alcoba de Valeria.
A la izquierda primera, puerta que conduce a la antecámara y resto
de la casa. Segunda izquierda chimenea de campana. Frente a esta
una mesa de teléfono y recado de escribir, un alto sillón con
taburete. A la derecha de la chimenea otro sillón de diferente estilo
y un chaiselongue. Al fondo una gran ventana que da al Loira.
Es un conjunto austero, pero extraño. El fuego arde en la chimenea.
Muebles diseminados. Primera derecha arco por el cual se ve la
alcoba de Valeria. Primeras horas de la tarde. En escena Valeria
y Catalina.
VALERIA
No la creo.
CATALINA
Está usted equivocada.
VALERIA
Es extraño...
CATALINA
Por qué?
VALERIA
Porque había supuesto que usted amaba a mi marido,
o por lo menos que Juan le interesaba. En fin,
admitamos que me equivoqué. De todos modos...
CATALINA
Qué?
VALERIA
Bien podía confesármelo. En el corazón no se manda,
pero al mismo tiempo puedo asegurar que aún,
no hay nada entre ustedes.
CATALINA
Seguramente.
VALERIA
No lo afirme tan categóricamente. Puede que no sea
amor, pero sí una inclinación, una simpatía...
(pausa)
Por qué calla?
CATALINA
Porque sería inútil cuanto dijera para convencerla.
VALERIA
Convencerme cuando he visto
y complaciente que es con usted...
lo
solícito
CATALINA
Eso, es posible.
VALERIA
Mi marido está enamorado de usted, sin darse cuenta
de ello tal vez, pero es de usted de quien está
enamorado.
CATALINA
Y eso le complacería?
VALERIA
Me advertiría.
CATALINA
Yo la informaré. Juan...
VALERIA (con persuasión malsana)
Juan...?
(duda)
CATALINA
Su marido parece interesarse por mí, y no se me acerca
sino elegantemente vestido, sonríe como si anunciara
una marca de dentífrico, me ofrece bombones,
hace frases espirituales.
VALERIA
(con sádico placer)
Lo reconoce.
CATALINA
Con alegría. Sólo que desde el momento en que
estamos solos la sonrisa cesa, la espiritualidad
desaparece y guarda en su bolsillo los bombones
que me iba a ofrecer. Si eso es estar enamorado...
VALERIA
No le habla de amor?
CATALINA
Cuando usted interviene en la conversación.
VALERIA
En resumen...
CATALINA
Usted deduzca.
VALERIA (irónica)
No es difícil. Para usted sus atenciones. Para mí,
el amor.
CATALINA
(con tono de incredulidad ingenua)
Indudablemente.
VALERIA
Procedimiento curioso.
CATALINA
Yo soy la chispa que él utiliza para encender su fuego,
Valeria...
VALERIA
Yo no tengo fuego.
CATALINA
Eso es verdad. Usted se consume, si no por alguien,
por algo.
VALERIA
Qué quiere decir con eso?
CATALINA
Que de todos los que la conocen, yo soy la única
que la ha comprendido.
VALERIA
Luego... No ama usted a Juan?
CATALINA (suavemente)
Lo detesto.
VALERIA
Entonces debe usted poner fin a ese... juego,
llamémosle así, que a nada bueno puede llevar.
CATALINA
No es a mí, sino a su marido a quien se lo debe usted
decir.
(suena una campanilla)
VALERIA
Ahora mismo. Es él.
CATALINA
(que se ha asomado a la ventana)
No, es el Notario Raguet.
(Pausa en la que ambas se miran.. Valeria intrigada y perversa,
Catalina ingenuamente diabólica. Entra la criada precediendo
al Notario Raguet)
RAGUET
Buenas tardes, señora Lécuyer.
VALERIA (con enfado)
Nunca se me ha llamado tanto señora Lécuyer.
Le tengo aversión a ese apellido.
RAGUET
Pero...
VALERIA
Mi nombre es Valeria, llámeme así. Qué le trae
por acá.
RAGUET
Acabo de concluir un negocio con la buena señora
Fleury, su vecina y he aprovechado para...
VALERIA
La señora Fleury? Esa vieja idiota?
RAGUET
Le ha hecho algo?
VALERIA
Mucho. Había unos pajarillos que venían a mi jardín,
que cantaban para mí, pues ella se los ha llevado
al suyo por el estiércol de su caballo.
RAGUET
Pues si usted hubiera reemplazado ese estiércol
con migas de pan, seguramente los pajarillos hubieran
seguido prefiriendo su jardín.
VALERIA
Pan?... Una cosa que cuesta dinero para animales
que no son de una?...
(una mirada de inteligencia entre el Notario y Valeria. Esta cambia
de tono)
Catalina, tiene la amabilidad de ir a la bodega y traer
una botella de vino.
CATALINA
Deme usted la llave.
VALERIA
(de su bolsa extrae un puñado de llaves, busca una y se la entrega)
Tome. Y también traiga un plato con dos o tres
galletitas, ya sabe usted de cuáles.
CATALINA
Sí. Deme usted la llave de la alacena.
(nueva búsqueda de Valeria quien al fin entrega otra llave.
Con gran sorna)
No se equivoque de llave.
VALERIA
(una pequeña reacción que le permite observar las que tiene
en la mano)
Por qué?
CATALINA
Por nada.
(sale por la izquierda)
RAGUET
Por mi no se moleste...
VALERIA
Es para alejarla un momento...
RAGUET
Ah!...
VALERIA
(con el rostro iluminado por la curiosidad)
Y ahora dígame: Qué ha encontrado con respecto
a la herencia de mi difunto tío?
RAGUET
Nada.
VALERIA
(sin poder dominar su interés)
Cómo? Murió ocho días después de mi matrimonio,
de esto hace seis meses. Tiempo ha tenido usted
para indagar donde fue a parar la herencia.
RAGUET
Por más que he buscado, nada.
VALERIA
Seguramente ha buscado mal.
RAGUET
Le aseguro...
VALERIA (categórica)
No. Estoy absolutamente convencida de que mi tío
poseía dinero en efectivo.
RAGUET
No obstante, el día del acta de inventario se buscó
por todas partes, todo se registró, se levantó, se tocó,
se examinó... Recuerdo, ni el ebanista que vino
de Paris especialista en muebles con escondrijos,
encontró nada.
VALERIA
Razón de más para pensar que lo había y quizás
en el sitio menos sospechoso.
RAGUET
En todo caso, si había dinero en efectivo, no estaba
en la casa. Además, recuerde que a petición suya todo
quedó debidamente sellado.
VALERIA
Sin duda demasiado tarde. Ya estaba dado el golpe.
(Silencio)
Y el resultado de vuestras averiguaciones en los
bancos?
RAGUET
Nulas.
VALERIA
En fin, de todos modos, las operaciones de bolsa dejan
huellas...
RAGUET
Generalmente. Pero hay una operación, una sóla,
que no deja huellas.
VALERIA
Cuál?
RAGUET
Los valores al portador. Esos no dejan ninguna huella.
VALERIA
Y...?
RAGUET
Si así ha sido... corra usted tras ellos.
VALERIA
Entonces nada se puede hacer?
RAGUET
Nada.
VALERIA
Otro fracaso, Raguet. El primero, la falta de informes
periódicos de mi marido y por ello cometí la locura
de casarme.
RAGUET
Permítame usted, en lo que concierne a su marido,
reconozco no haber podido descubrir a qué rama de los
Lécuyer pertenece. Pero en parte es culpa suya señora,
por no haber tenido paciencia. Yo soy un notario,
no un detective profesional...
VALERIA
Sé, Raguet, que tengo mi parte de culpa como la tuvo
mi difunto tío, quien me afirmó...
(bruscamente se pone a escuchar)
RAGUET
Yo estoy...
VALERIA
Chist.
(sin ruido va a abrir la puerta del primer plano y se dirige
a alguien, invisible).
Qué hacen allí... No me gusta que nadie se quede solo
cuando no estoy allí para vigilar. Fuera...
(cierra la puerta y retorna)
RAGUET
Quién era?
VALERIA
Mi criada de confianza. Pero, volvamos a la sucesión.
RAGUET
A este propósito, permítame una pregunta. Por qué
se obstina en creer en la existencia de suma o valores
fuera del testamento?
VALERIA
Porque el testamento era demasiado a mi favor
para ser cierto. La verdad no es nunca tan sencilla.
A más, si mis cálculos son exactos --y lo son--,
mi tío debía poseer el doble de lo que me dejó.
Entonces... qué se hicieron esos tres millones...?
Porque se trata de tres millones.
RAGUET
Qué cree usted entonces...?
VALERIA
Creo en secretas disposiciones tomadas por mi difunto
tío.
RAGUET
A favor de quién?
VALERIA
De Catalina.
RAGUET (incrédulo)
De ella...?
VALERIA
La virtud calcula mejor que el vicio. Y desde hace un
año que está ella aquí, mi impresión se ha confirmado.
Pero Chist… la oigo que sube de la bodega, que cierra
la puerta...
RAGUET (admirado)
Qué oído tan fino tiene usted...
VALERIA
Cuando es necesario.
RAGUET
Yo creía que, al contrario...
VALERIA
Mi miopía y mi sordera me son muy útiles... Chist!...
Aquí está.
(Catalina entra con una gran fuente)
En qué va el asunto Grampére?
RAGUET
Piden plazo...
VALERIA
No. Necesito recobrar mi dinero.
RAGUET
Proponen entregar una nueva letra.
VALERIA
Yo no colecciono autógrafos.
RAGUET
Dentro de algunas semanas podrán vender la cosecha
y pagar para detener las diligencias de cobro judicial...
VALERIA
Demasiado tarde...
RAGUET
Es que... los pobres...
VALERIA
Yo hago negocios... Nada de sentimentalismo.
(en voz baja)
A propósito, tiene
para una donación?
papel
sellado
en
blanco,
RAGUET (en voz baja)
Sí, ya lo creo. Va usted a hacer un donación?
VALERIA (en voz baja)
Eso no le importa, por el momento...
(en voz alta)
Pero debo darle también el legajo Perthuis. Venga un
momento a mi habitación. Volveremos, Catalina.
Pase, Raguet.
Mis llaves, por favor.
(saliendo)
(a Catalina)
(con indefinible sonrisa, Catalina se las entrega. Valeria advierte
la sonrisa de Catalina).
Le parece gracioso?
CATALINA
Mucho.
(Valeria sale bruscamente. Sola Catalina, arregla las tazas en
la gran fuente. Pausa larga. Bruscamente se abre la puerta que da
al exterior. Aparece Juan, con botas todavía, pero ya su apariencia
se acerca más a la del gentleman-hacendado que a la del dandy
del primer acto)
JUAN
Buenos días, Catalina. Está usted sola?
CATALINA
Ya lo ve.
Lo lamento.
(silencio)
JUAN
Qué?
CATALINA
Estar sola.
JUAN
Me gusta siempre charlar con usted.
CATALINA
Pues bien, charlemos.
(silencio)
JUAN
No está aquí Valeria?
CATALINA
Ya lo ve. A menos que esté debajo de la mesa.
Creo que está en su alcoba.
JUAN
Está sola?
CATALINA
Casi. Está con el Notario.
(pausa)
JUAN
Raguet.
CATALINA
Sí.
A propósito, hablaba de usted con su esposa.
(silencio)
JUAN (encendiendo su pipa)
De qué?
CATALINA
De un tema molesto. Valeria quiso hacerme confesar
que nosotros estábamos enamorados.
JUAN (sobresaltado)
Cómo?
CATALINA
Tranquilícese. Ni me ama, ni le amo. Por lo demás,
le dije la verdad a Valeria.
JUAN
Qué verdad?
CATALINA
Que esas inclinaciones que usted demostraba por mí,
eran solamente provocaciones a sus celos, y con ellas
atraerla hacia usted.
JUAN
Le ha dicho usted eso?
CATALINA
Ni más ni menos y ella opina que esta farsa debe
terminar. Y yo soy la encargada de decírselo.
JUAN
No entiendo su actitud, Catalina, y quiero una
explicación.
CATALINA
Por mi parte sólo una advertencia.
JUAN
La espero.
CATALINA
No juegue usted con fuego.
JUAN
Qué quiere usted decir?
CATALINA
Que las cosas que aquí pasan contienen tal carga
explosiva que es peligroso jugar con ellas.
JUAN
Al contrario, sigamos, no tengo miedo.
CATALINA (irónica)
Es usted un héroe, lo sé. El haberse casado con Valeria
es una prueba de heroísmo!
JUAN
Hable claramente.
CATALINA
No quiero retrasar por más tiempo, una noticia
que le hará feliz. Valeria está celosa.
JUAN
Qué?
CATALINA
Estará usted loco de alegría, verdad?
JUAN
Pero, no comprendo bien, Catalina. Es usted quien
me habla así?
CATALINA
Se cambia en un año, verdad...? Al principio, creí
soñar... luego quise comprender y no equivocarme...
Y he esperado... y, poco a poco he ido
comprendiendo... Luego he querido saber más...
He querido saberlo todo... y ahora ya sé!
(pausa)
He visto cosas increíbles... Usted se mostró gentil,
muy gentil... En cuanto a ella... ella ha sido extraña...
única. A tal punto que me inquietaba... por usted...
Por un momento temí que fuera usted devorado
por ella.
JUAN
Devorado?
CATALINA
Y, eso, no lo quería yo.
JUAN
Y por qué?
CATALINA
(con inquietante dulzura)
Porque será necesario que encuentre ella algún día
al hombre capaz de luchar con ella. He creído
que usted podía serlo.
JUAN
A dónde quiere usted llegar?
CATALINA
A la batalla final. Sólo que yo me declaro neutral.
JUAN (directo)
Y si yo le dijera a Valeria...
CATALINA
No lo creo. Es más, lo desafío. (al ver la indecisión de Juan)
Lo está viendo, no se atrevería por no causarle
un disgusto. La pobre...
JUAN (mirándola a los ojos)
Tánto odia a Valeria?
CATALINA
No; la admiro enormemente. Hasta el mal puede ser
admirado.. Sólo que, hasta ahora, lo esencial de sus
medios ha quedado sin empleo... No ha luchado mas
que con adversarios de segunda categoría...
Mientras que ahora, con usted... tengo la impresión
de que el choque será digno de los contendientes.
JUAN
Pero usted es...
CATALINA
Termine el pensamiento. Un monstruo. Es posible, o
quizás... un ángel. Puedo ser una mezcla contradictoria
entre el bien y el mal... Es necesario adelantarse a las
apariencias para alcanzar las intenciones.
JUAN (atónito)
Pero, en fin, qué se propone?
CATALINA
Equilibrar las fuerzas.
JUAN (exaltado)
No encuentro palabras para decir lo que siento...
Lo que pienso de usted.
CATALINA
Ni hace falta. Guarde para Valeria su fuerza
de choque.
JUAN (anonadado)
Equivocarse hasta este punto sobre una persona es
desconcertante...
CATALINA
En guardia!
JUAN
Qué?
CATALINA
Ahí viene...
VOZ VALERIA
Y bien, qué puedo hacer.
RAGUET
Me ha dado usted su palabra de esperar.
VALERIA (entrando)
Me ha obligado...
(al ver a Juan su cara se ilumina por un segundo)
Ah! Juan! Regresaste hace mucho?
JUAN
Hace un rato.
Cómo está usted, señor Notario?
(saludando a Raguet)
RAGUET
Muy bien, y usted?
JUAN
Muy mal, gracias.
RAGUET (distraído)
Tanto mejor. Me eclipso. Hasta pronto.
VALERIA (empujándolo hacia la salida)
Pero se va usted sin tomar un vaso de este excelente
espumoso?
RAGUET
Gracias, muchas gracias. Yo bien quisiera, pero...
VALERIA (abriendo la puerta)
Una galletita entonces?
RAGUET
Gracias... no, no, no me acompañe. Sé el camino.
CATALINA (interviniendo)
Sí... Sí...
Pase usted...
El campo está libre.
(se hace a un lado)
(a Juan)
(sale con el Notario)
VALERIA (asombrada)
El campo está libre...? Qué significa esa salida?
JUAN
El fin de su escena, porque, imagínate que acaba
de hacerme una escena.
VALERIA
Con qué motivo?
JUAN
Me ha dicho cosas... cosas... y con un airecillo
calmadamente nervioso, decidido... Ella me detesta,
te lo juro!
VALERIA
Yo no creo en juramentos, sobre todo en ése.
JUAN
Y no hablemos mas de ella, quieres? Deseo hablar
de ti.
VALERIA
De mí? Y eso?
JUAN
Abrázame!
VALERIA
No.
JUAN
Yo lo quiero.
VALERIA
No. A qué vienen esos abrazos intempestivos a toda
hora del día? A mi edad resultan...
JUAN
Lo mismo, siempre.
VALERIA
Qué?
JUAN
Cuando dices mi edad, anuncias la apertura de las
hostilidades. Pues, adelante! Saca tu pequeño
descubrimiento cotidiano. Veamos, veamos lo que has
imaginado para hoy.
VALERIA
Por fin descubrí la verdad. Tú no me amas?
JUAN
Bravo! Eso, por lo menos, es original.
VALERIA
En todo caso, verdad!
JUAN
Naturalmente que es verdad.
(se dirige hacia ella y a pesar de su resistencia la toma
de los hombros)
No, amor mío, yo no te amo. No tengo en tí ninguna
ilusión, hasta te odio en ciertos momentos, así lo ves,
y esto proclamado, queda una bella aventura para que
la vivamos, te lo juro. Y así hemos de estar siempre
juntos, estrechamente juntos.
VALERIA (soltándose furiosamente)
Eso es precisamente lo que yo no quiero!Lo entiendes,
no quiero.
JUAN
Que ya no quieres?
VALERIA
Te prohibo...
JUAN (insistente)
Me prohibes?
VALERIA
Te juro que me voy a enfadar. No es seguro.
Yo vencí siempre. Y cuando yo no quiero...
JUAN
Pero esta vez tu cuerpo está contra ti...
(avanza para atraparla)
VALERIA
Pues bien, sí, eso... Me siento arrastrada hacia yo no sé
qué... y eso es lo que me irrita contra mí.
No lo había previsto... Sobre todo yo no lo quería...
a ningún precio.
JUAN (sorprendido)
Por qué?
VALERIA (angustiada)
Tengo miedo... Miedo de mí... de mi transformación.
Tengo la impresión de descubrirme, de no ser la que
yo creía... y es terrible... Para mí, es terriblemente
inquietante sentir otra edad de mi vida... esa edad
irreflexiva contra la cual no tengo armas... Esta
horrible sensación de impotencia de prever lo que me
espera.
JUAN
Entonces, rehusas vivir?
VALERIA
Yo no quiero sufrir.
JUAN
Es cobardía! Eres como esos pusilánimes que se dejan
matar por miedo a tener que defenderse.
VALERIA
Defenderme?... Yo no quisiera tener que hacerlo...
Me conozco bastante.
JUAN
Y a mí, no me conoces?
VALERIA (mirándolo a los ojos)
Por qué estás aquí?
JUAN
Ya te lo he dicho: porque te necesito, ya ves que es
grave. Lo deseo, a pesar de mí, a pesar de ti,
a pesar de todo.
VALERIA
Cuidado! vas a hacerme ruborizar...
JUAN
No me crees?
VALERIA (sonriendo ambiguamente)
Quiero no creerte. Porque al mirarme al espejo, me
pregunto: Qué puede amar en mí?... Y no comprendo...
JUAN
Hasta ese punto, dudas de mí?
VALERIA (casi a si misma)
No puedo evitarlo. Siempre dudé. En mí, siempre
sigue la duda a la certeza. Tengo necesidad
de comprobarlo todo, de analizarlo todo.
(con pesar)
No tengo la suerte de atreverme a creer lo que anhelo,
ni aún a saber lo que más temo... Las alegrías,
como las penas, se me escapan siempre!
JUAN
De una cosa no debes dudar de mí. Que te amo.
VALERIA
Todos los que quisieron amarme no pudieron
lograrlo... Luego, para que tú hayas vencido en lo que
fracasaron otros, es preciso que...
(bruscamente se detiene y le mira de soslayo)
JUAN (riendo)
Qué?
VALERIA
Nada.
JUAN
Escucha querida: juguemos francamente y en dinero
contante, quieres?
VALERIA
Tienes expresiones muy justas.
JUAN
Te ofenden quizás?
VALERIA
No; las entiendo.
JUAN
Decididamente hay en tí alguien a quien jamás
conoceré. Eres una mujer inquietante, Valeria.
VALERIA
De ello me felicito.
JUAN
Te has propuesto enfadarme?
VALERIA
Así, puede que digas las verdades que deseo...
JUAN
Pero... Mira, cambiemos de conversación, quieres?
VALERIA
No. Hoy yo quiero saber.
JUAN
Qué?
VALERIA
La razón inexplicable de tu pasión por mí.
JUAN
Eres decididamente, muy modesta.
VALERIA
Soy al contrario, muy vanidosa, amor mío.
JUAN
Cuidado! Te pones tierna!
VALERIA
Y si eso me divierte?
JUAN
La ducha helada, después. Bien. Diviértete en ser
tierna. No me perdonaría si te privara de esa
distracción.
(la atrae cerca de si)
Anda!, amorocita, ven acá!
(Valeria obedece. Bruscamente cambia)
VALERIA
Sé franco, Juan. Desde que nos casamos no han
cambiado tus sentimientos hacia mí?
JUAN
Han aumentado, más bien.
VALERIA
Entonces... me amas... tienes necesidad de mí.
Repite.
(silencio)
JUAN
Para que te burles más? No.
(pausa)
En primer lugar, ya no quieres que me acerque a ti...
VALERIA
Por qué dije eso?... Voy a pensar en voz alta.
Quieres que juguemos a eso?
JUAN
Puede que sea divertido, probemos.
VALERIA (silencio)
Comenzaré mis reflexiones por un cálculo. Hace seis
meses que nos casamos.
JUAN
Para ser precisos: seis meses y diez días.
VALERIA
Bien: Mi aniversario pasó, el día de mi santo también,
y espero siempre una prueba de tu amor
(gesto de Juan que Valeria reprime)
pensando.
(pausa)
Chist! Déjame seguir
Entre mis defectos, tengo uno insoportable, el de soñar
en voz alta.
JUAN (riendo)
Exacto.
VALERIA
Igualmente sé que puesto que nos casamos bajo
el régimen de separación de bienes...
JUAN
Ese sí no es un sueño.
VALERIA
Si exigí ese régimen, fue por delicadeza hacia ti.
JUAN
De acuerdo.
VALERIA
He querido permanecer pobre al lado de un marido
propietario de un castillo. Debiste comprender esa
prueba de desinterés. Pero... Volvamos a uno de mis
defectos.
JUAN
El de soñar en voz alta?
VALERIA
Sí. Si. Y bien sé que he soñado con ese castillo.
He soñado, soñado, hasta perder el sueño.
Seguramente debí hablar de ello.
JUAN
Muy a menudo.
VALERIA
Ah! Ya lo ves...
JUAN
Pero cómo puedes saber lo que decías dormida?
VALERIA
Yo recuerdo siempre lo que sueño.
(suspira)
Los sueños son toda la fortuna de los desgraciados.
JUAN
Y bien?
VALERIA
No comprendes? Hoy me parece, observa que digo
me parece.
JUAN
Te parece qué?
VALERIA
Que cuando se ama a su mujer, como tú lo pretendes,
no se debe tener secretos para ella... Se debe hacerla
partícipe de sus preocupaciones, y responsabilidades...
de sus alegrías... penas... En fin, de todo lo que
se posee.
JUAN
Pero...
VALERIA
Qué? No me crees capaz? Crees tú, entonces,
que Raguet vendría a pedirme consejos, si no?
JUAN
Ah! Es a pedirte consejos a lo que viene?
VALERIA
Naturalmente, querido. Y... esa confianza que me tiene
un extraño... En ti no la encuentro... Y confieso que...
JUAN
Cómo? Querrías ocuparte de mis negocios?
VALERIA
No es ése el papel de una esposa?... Además, todo
el mundo está sorprendido de que... Hasta Raguet
me hablaba de ello hace poco...
JUAN
Sorprendido de qué?
VALERIA
De que dejes a tu esposa en una situación de...
inferioridad.
JUAN
Hablando claro... Significa que yo hubiera debido
compartir mi propiedad contigo, no?
VALERIA
Y crees que habría aceptado? Definitivamente,
tu me conoces muy mal... No, las gentes y yo misma,
solamente estamos sorprendidos de que no hayas
tenido un gesto únicamente simbólico... Un gesto que,
probando tu confianza, me hubiera probado
tus sentimientos... Y te hago el reproche yo,
de no haberme dado la ocasión de no aceptar...
JUAN
Escucha, Valeria, eso es injusto...
VALERIA
No he querido molestarte. En el fondo, te supongo
sincero, así... ya ves! No creo que hayas querido
humillarme...
JUAN
Oh! Valeria...
(silencio) (ella ríe forzadamente)
VALERIA
En el fondo, la culpa es mía. No debí casarme tan tarde
(silencio) (bruscamente con alegría forzada)
Vamos! Todo está dicho. Olvidemos eso...
JUAN
Podrás olvidarlo?
VALERIA
(con sonrisa triste)
Ensayaré ser razonable.
(silencio)
JUAN
Si te ayudara?
VALERIA
Cómo podrías?
JUAN
Donándote la propiedad.
VALERIA
Eso, nunca! Yo no quiero despojarte.
JUAN
Oh! No te daré gran cosa, puedes estar segura...
VALERIA (casi con angustia)
Me regalarías Sausay?...
JUAN
No quiero que se interponga entre los dos... y no creas
que es una oferta simbólica.
VALERIA
Realmente, yo no he deseado tu castillo, pero...
JUAN
Termina la frase.
VALERIA
Pero ahora, que ya estás prevenido de que no aceptaré.
JUAN
Pues bien, vas a pedirme perdón por tus dudas,
inmediatamente.
VALERIA
Cuidado, Juan! No juegues con eso... Sería capaz
de aceptar tu oferta, aunque no fuera sino por ver
tu reacción...
JUAN
Vas a verla. Voy a telefonear a Raguet para que venga
a sentar el acta de donación.
VALERIA
Juan!... Lo harías?
JUAN
Vas a verlo!
(marca el número en el teléfono, Valeria se acerca a su marido
y abrazándolo, se aprieta a él)
VALERIA (sordamente)
No juegues con ello, Juan, no juegues...
JUAN
Bueno... Sí... El despacho del Notario Raguet?
Con él mismo? Aquí, Juan Lécuyer... Es esto, señor
Notario: quiere preparar urgentemente la donación
de Sausay, a mi mujer... Sí, sí, eso es... La totalidad...
Sí...
(Valeria se estrecha más fuertemente a su marido y lo abraza.
Su cara tiene una expresión indefinible)
Exactamente... Sí... no, no, yo sé perfectamente a qué
me comprometo... Es su deber prevenirme?
(sin ser vista por Juan, Valeria se apoya sobre el gancho y corta
la comunicación)
Bueno... Bueno... Cortaron...
VALERIA
Volverá a llamar. Lo esencial es que haya un testigo...
En fin que esté prevenido. (fingiendo bruscamente la duda)
No sería que tú cortaste la comunicación?
JUAN
Yo? Por qué supones...?
VALERIA
Pues bien, pruébamelo.
JUAN
Voy a llamarlo nuevamente...
VALERIA
No. Simplemente firma este papel sellado en blanco,
féchalo... Yo se lo haré llegar...
JUAN
Papel sellado? Y cómo es que está aquí...?
VALERIA
Lo dejaría Raguet, hace poco. Eso fue lo que me
sugirió la idea de ponerte a prueba... Ah!, no quieres
hacerlo! Lo ves... estaba seguro.
JUAN
(la mira, vacila un momento, la mira por segunda vez y rápidamente
firma)
No te comprendo bien... pero, ya está...
VALERIA
(atrapando la hoja al vuelo y haciéndola desaparecer entre
su blusa)
Ah! querido!
(bruscamente se echa sobre su marido y lo estrecha hasta ahogarlo)
Ah! Qué bueno es abrazar a su marido después de un
disgusto! Marido mío! Lo ves, querido? Ya no somos
sino una sola persona los dos! Devuelves la confianza
a tu esposa: pero le devuelves la que te había dado yo:
estamos en paz. Abrázame. Te adoro!
(Juan no tiene tiempo de hacerlo)
JUAN
Estás contenta? Yo también... En el fondo, puedo
confesártelo, estoy hasta encantado de esta solución.
Yo no sabía cómo salir del paso con todas esas
hipotecas.
VALERIA (súbitamente en guardia)
Cuáles hipotecas?
JUAN (riendo)
Ah! Es cierto. Tú no sabes... Pues bien, puesto que eso
va a ser tuyo, es preciso que te diga...
VALERIA (ocultando sus reacciones)
Dí, querido, dí...
JUAN
Comencemos por el principio. Mi padre...
VALERIA
Eso es! Háblame de ese gran negociante.
JUAN (riendo)
En eso... debo confesarte que hermoseé la verdad...
Mi padre no era sino un especiero en pequeño
en Angers...
VALERIA (recibiendo el choque)
Un especiero en pequeño?
JUAN
Sí... dueño de una bella especiería con dos empleadas.
VALERIA
Es magnífico.
JUAN
No del todo mal... Pues yo perdí a mi madre a la edad
de siete años.
VALERIA
Crece, te ruego que crezcas.
JUAN
Es fácil. De los siete hasta ahora, pocas cosas...
VALERIA
Y ahora?
JUAN
Te me apareciste, extraña, inaccesible, misteriosa...
VALERIA (positiva)
Sí... pero hablabas de tu padre...
JUAN
(sin advertir el cambio de expresión de su mujer)
Mi padre murió algunas semanas antes de mi llegada
a esta ciudad, dejándome... oh! una muy pequeña
fortuna.
VALERIA (pensando en la fortuna)
Una pequeñísima fortuna!... Es una desgracia muy
grande!
JUAN
Sí, porque yo adoraba a mi padre. Mi suerte fue que,
fuera de la especiería, me dejó una deuda por cobrar...
Una primera hipoteca tomada sobre Sausay.
Siguiendo el consejo de mi notario, vine a San
Lorenzo a hacer la liquidación... Pero al llegar te ví!
Mi plan de conducta quedó trazado: renunciar
al negocio, realizar todo lo que pudiera convertirme
en tu vecino y arriesgar mi suerte y mi capital en la
empresa de la conquista de la felicidad... Tu conquista!
(Silencio. Durante esta relación ha caído un manto de hielo sobre
Valeria)
No dices nada?
VALERIA (enigmática)
Escucho... y luego?
JUAN
Sabes el resto. Esa pequeña herencia me procuró
la manera de hacerme amar de ti.
(silencio
VALERIA
Y de Sausay, qué queda?
JUAN (riendo)
Pues... no gran cosa... Tiene tres hipotecas. Un millón
en total. Pero si ya es tuyo, tú te entenderás con los
acreedores... Eso está por encima de mis capacidades.
VALERIA
Es un obsequio original.
Entonces, eres pobre?
(pausa)
JUAN
Sí... pero qué importancia tiene? Siempre he trabajado.
Y, precisamente, tengo un proyecto... Se me ha
ofrecido utilizar mis conocimientos de experto en
caballos. No sabes? La remonta de caballería de
Saumur... y bien... No me escuchas?
VALERIA
Sí.
JUAN
Pues bien... es muy interesante desde todo punto
de vista. Ello me permitirá asumir la carga íntegra de
la casa. Hasta estoy seguro que llegarás a hacer
economías con mi sueldo.
(detenido por una mirada de Valeria)
Pero qué te pasa?
VALERIA
A mí?
JUAN
Sí. Me miras en una forma...
VALERIA
Me propongo admirarte! Tú no eres un imbécil, no.
Hay que ser justos... Hasta tienes cierta osadía en la
concepción de tus pequeñas combinaciones equívocas.
Sólo que estás poco seguro de ti mismo.
(cruel)
Resultado: el pavo se despluma. Y un pavo
desplumado!...
(estallando en risa)
No! Es demasiado cómico!... y yo que caí hasta el
fondo!... Con pasos aterciopelados el señor se fue
acercando a mis... ahorrillos. Pensabas no tener sino
que estirar la mano y... listo! Yo me dejaba atrapar...
y adiós Valeria! Se había engañado a esta querida
idiota... y a jugar con sus millones! Porque soy rica,
muy rica, como no te lo imaginas.
(sarcástica)
Palidece. Es hermoso ser fuerte... pero siempre
impresiona equivocarse en una cifra.
JUAN
Y qué es lo que dices? Qué es lo que supones?
VALERIA (riendo nerviosamente)
Esa, entre las cosas sorprendentes que he visto intentar
contra mi arcón, es la más notable. Y que estuvo más
cerca del éxito.
(con una exclamación)
Todo lo comprendo. Mi buen tío estaba en el complot!
JUAN
Qué complot?
VALERIA
El se había constituído en tu fiador. Me afirmó que tu
riqueza era neta, líquida.
(sarcástica)
Ah! Ah! Ahora veo por qué miraba riendo el día de la
boda... Viejo canalla! Sabía la partida que me jugaba.
JUAN
Qué? Qué es lo que supones? Qué es lo que piensas?
VALERIA
Tú no has escuchado lo que me has dicho?
JUAN
No comprendo... Qué me reprochas?
VALERIA
La especiería! Cuidadosamente se la ocultaste?
JUAN
Ah! Eso?
VALERIA
Entre otras
JUAN
Pero cómo! Porque mi padre era tendero y porque
heredé su negocio...
VALERIA
Heredé! No conoces el significado de las palabras...
JUAN
No comprendo... Hay algo que se me escapa.
VALERIA
Mi dinero!
JUAN
El dinero! El dinero! Diríase, lo juro, que no sabes
sino esa palabra.
VALERIA
No es sólo una palabra.
JUAN
Es culpa mía que seas rica? Yo ni lo sabía. No me casé
contigo por eso.
VALERIA
Seguramente, es una casualidad... una afortunada
casualidad.
JUAN
No te amé sino por...
VALERIA
Por ampliar el negocio, fundar sucursales...
JUAN
Pero, por quién me tomas?
VALERIA
Arriesgaste tus capitales. La expresión es tuya.
Ya no es amor... es una patraña.
JUAN
Te prohibo que dudes de mis sentimientos.
VALERIA
Yo los explico. La verdad surge! Has querido
engañarme y resultaste engañado... Te tengo cogido
con el contrato matrimonial. Saldrás de aquí desnudo
como un gusano. Y también hasta lo que queda
de Sausay, lo tendré.
JUAN
Lo crees?
VALERIA
Estoy segura, mi pequeño. Tengo el papel en blanco,
firmado por ti. Parece que lo olvidas...
JUAN (con sorpresa)
Pero eres innoble!
VALERIA
El matrimonio no es un dueto sino un duelo!
JUAN
Eres entonces el ser más cruel que existe
VALERIA
Nada de elogios, eso no impresiona.
JUAN (señalándola)
Y es ésta la mujer que tenía dentro de mí!
VALERIA (sarcástica)
De eso estoy tranquila... Hubiera dejado huella en
tu vida.
JUAN (mirándola, horrorizado)
Te compadezco!
VALERIA
Calma, que vas a llorar...
JUAN
No tengo lágrimas para ti. Pero teme las tuyas.
Ya vendrán. Demasiado tarde, pero vendrán.
VALERIA
Gracias por tu profecía. Debías explotar ese talento
al salir de aquí. Porque espero que recuerdes que,
según nuestro contrato matrimonial, estás en mi casa.
(Juan la mira sin contestar)
Y bien... has oído?
JUAN
Sabía que no tenías corazón, Valeria. Ahora me
pruebas que tampoco tienes alma.
VALERIA
Para lo que sirven, más vale. Te dejo. Y te dejo
un cuarto de hora para abandonar la casa. (de la puerta)
Ah! Inútil ensayar forzar los muebles.
(sale) (Juan queda clavado en su sitio. Se entreabre la puerta
del fondo y aparece Catalina)
CATALINA (a su espalda)
Y bien... fracasó.
JUAN
De dónde sale usted?
CATALINA (mostrando la puerta)
Es perfecta, esta puerta, no muy gruesa.
Y esas cerraduras viejas son tan poco prácticas...
JUAN
No sabía que escuchara detrás de las puertas.
CATALINA
Solamente cuando es indispensable...
JUAN
Debe estar contenta.
CATALINA
No tengo por qué estarlo. Sólo he visto lo
ingenuamente que cayó usted en la trampa del castillo
de sus sueños, al confesar su verdadera situación.
Pero yo puedo interponerme y arrancarlo de sus garras
y de esa manera salvarlo.
JUAN
No necesito de esa salvación, y menos de usted.
CATALINA
No debe abandonar la partida con tan buen juego
en la mano.
JUAN
Qué juego?
CATALINA
Ya lo sabrá oportunamente. Por ahora veamos
el asunto principal. Acaba usted de ceder a su esposa
una propiedad de la que no le corresponde más
que la cuarta parte. Pero aún se debe por concepto
de hipotecas novecientos mil francos, cuyas letras ya
están vencidas y que usted tomó como préstamo sobre
Sausay, para impresionar a Valeria y casarse con ella.
JUAN
Cómo sabe usted esas cosas?
CATALINA
Poco importa cómo, lo esencial es que lo sé. Las ideas
de Valeria son bien claras. Le dije que el matrimonio
es un duelo y ella empleará su dinero como arma.
Y usted, con qué luchará?
JUAN
No la comprendo.
CATALINA
Es muy sencillo. Si quiere reconquistar a su mujer,
siga mis consejos. El creerse engañada en lo que más
ama en la vida la enfureció, pero una vez pasado ese
momento, puede que acepte el que usted sea pobre
y perdone, y logrado esto puede seguir enamorado
de ella y ahora con más razón.
JUAN
Enamorado?... La odio.
CATALINA
Es natural que siendo
pero ella perdonará.
JUAN
No oyó usted lo que me dijo?
su
marido
la
odie,
CATALINA
Que lo adoraba. Su decepción es a la vez
una declaración. (transición) Juan, sería usted capaz
de contestar una pregunta?
JUAN
Diga.
CATALINA
Fue amor, deseo o ambición de riqueza lo que le llevó
a Valeria?
JUAN
La creía más pobre que yo.
CATALINA
Entonces... amor?
JUAN
Definir es difícil. Amor?... Atracción... o un desafío
a la razón. No lo sé. Pero me inclino a creer que es...
CATALINA
Amor?
(pausa) (ella mira friamente a Juan y este rehuye la mirada)
Entonces
debe
usted
saber
la
verdad.
Valeria es una mujer para un solo amor, y cuando
usted llegó, el sitio estaba ocupado.
JUAN
Por quién?
CATALINA
Por el dinero. Adora el dinero como se adora a Dios.
Llegó usted muy tarde. Usted no imagina de lo que
ella es capaz por el dinero. Basta sentir una de sus
miradas para estar convencido. Pero es natural
que para usted no haya tenido una de esas miradas.
JUAN
Siempre advertí en usted una alma extraña a pesar de
su claridad hiriente como la luz. Se advierte en usted
algo que siendo terrenal parece divino y sin embargo...
CATALINA
La mujer en ocasiones tiene algo de común con los
ángeles al escoger los seres que sufren. Por eso yo
tengo mis pobres y usted será uno de ellos.
Los tengo pobres de dinero, de ilusiones y afectos,
usted está entre éstos. Pero puede recuperar a Valeria.
Las mujeres no amamos al hombre, sino a la idea
que de él nos forjamos. Vuelva usted a ser el hombre
que ella pensó y Valeria será suya.
JUAN
Imposible. Ella me creía rico. Ahora...
CATALINA
Séalo usted.
JUAN
Pero cómo?
CATALINA
(entregándole unos documentos)
Así. Aquí tiene todos los documentos pagados y los
que lo acreditan como propietario del castillo.
JUAN
Pero cómo los tiene usted?
CATALINA
Pagando.
JUAN
Usted...? pero...
CATALINA
Mi buen padrino antes de morir pensó en mí,
eso es todo. Valeria lo ignora y es necesario que siga
ignorándolo.
JUAN
Cada vez me explico menos su actitud. A todas luces
se advertía su hostilidad por mí.
CATALINA
Quizás pretendía saber más de usted, de sus
sentimientos, de su alma.
JUAN
(mostrando los documentos)
Y ahora esta generosidad...
CATALINA
Analice usted. Una mujer se mezcla en su vida
y no es por curiosidad, tampoco es por bondad.
Queda una razón: Amor.
JUAN
Por mí?
CATALINA
Empieza a comprender. Pero entiéndame. No es una
declaración, es una explicación. Hay en su vida
dos mujeres. Valeria a la fuerza me deslizó en ella
y usted al sentirme entre ustedes casi me odió.
JUAN
Quizás...
CATALINA
Pero ese odio y a pesar suyo traía consigo el amor.
JUAN
Por usted?
CATALINA
Continúa acertado. Sólo que de distinta manera que
a Valeria. Ella por su parte lo único que desea de usted
es el cuerpo y yo no quiero que se pierda su corazón
y su alma. Eso que ella desdeña en usted, es lo que yo
quiero.
JUAN
Calle usted, Catalina. No debía haber llegado a ese
extremo. Deseo separarme de Valeria y sus actos son
para unirme a ella aún a pesar de sus sentimientos.
CATALINA
No lo crea usted. Al parecer que los uno, pienso en
separarlos.
JUAN
Piensa que soy un títere cuyas cuerdas pasan de mano
en mano.
CATALINA
Pienso que usted siempre será el reflejo de una mujer.
No tiene usted luz propia. No es usted de los que
escogen, sino de los que son escogidos.
JUAN
Pero...
CATALINA
A usted le falta carácter. Valeria al darse cuenta lo
escogió y al comprobarlo por mi parte, pensé lo mismo
que Valeria. A mujeres como nosotras, son precisos
hombres como usted.
JUAN
Pero yo no la amo, Catalina. Aún rebelándome
conmigo mismo es a ella a quien quiero.
CATALINA
Por el momento eso no importa. Yo estaré cerca
de usted.
JUAN
Quizás haya en usted un ángel, Catalina, pero es un
ángel inquietante.
CATALINA
Hay ángeles exterminadores.
VALERIA (entrando)
Llego a tiempo de las despedidas...? Bravo...
(ambos callan y la miran acercarse)
juntos.
(sarcástica)
Espero que se irán
Sabía que así habría de acabar. Linda pareja. Sobre
todo Catalina que está más bella que el año pasado.
CATALINA
Usted no, Valeria.
VALERIA
Con belleza no se compra harina!
(mirándolos)
Están hechos el uno para el otro. Veo muy bien
a Catalina vendiendo en la tienda las últimas
habichuelas de la herencia paterna. Será ella,
estoy segura, una especiera genial.
CATALINA
Pierde usted la forma, Valeria. Está usted nerviosa,
enferma.
VALERIA (irónica)
Me alarma!
CATALINA (irónica)
Lea usted este papel y se alarmará más!
VALERIA
(toma el papel y lo mira maquinalmente)
Y eso qué es?
CATALINA
La prueba de que ha matado la gallina de los huevos
de oro.
(Juan retrocede a un rincón. Mira fijamente a Valeria)
VALERIA (leyendo el papel)
Pero... pero...
CATALINA
No quiere sus anteojos? En este caso, ve y bien claro
por cierto.
VALERIA
(después de leer, mira alternativamente a Catalina y Juan.
Una expresión inquieta reemplaza su insolencia)
Quisiera que se me explicase...
CATALINA
No ha comprendido que su adorado marido es sin duda
su mejor discípulo? También él le ha representado
la comedia de la pobreza, para desenmascarar vuestros
sentimientos.
VALERIA (inquieta)
Cómo?
CATALINA
Llegó hasta el punto de hipotecar su propiedad
por
intermedio
de
una
tercera
persona.
Usted ha querido escamotearle la propiedad, pero es él
quien la tiene en sus manos, al conservar bajo
un nombre prestado, las cuatro quintas partes de lo que
le dio... Curioso, verdad?
VALERIA (impenetrable)
Eso es todo?
CATALINA
No, querida, como la propiedad para los intereses del
negocio hubo de ser sobre-estimada, su parte no vale
nada, porque valen más los intereses que debe usted
pagar a su marido sobre la cantidad que se prestó a sí
mismo. Admire, querida Valeria, la sutileza de la
combinación --si acepta usted la donación-- hace de su
esposo un acreedor que la esquilará buena cantidad de
lana... Porque le ha probado que en estas batallas por
el dinero, no hay ni relaciones, ni parentesco ni amor.
Confiese que no está mal, para una tendera,
haber descubierto este precioso papel?
(pausa)
Y ahora que los he puesto frente a frente, la enamorada
especiera se retira a su tienda.
VALERIA
No tan pronto. Le falta decirnos cómo es que sabía
tántas cosas.
CATALINA
Escucho tras las puertas.
(sale bruscamente)
VALERIA
(sigue con la mirada la salida de Catalina. Luego se vuelve a Juan,
quien inmóvil continúa mirándola fijamente)
Mis felicitaciones...
JUAN
Las acepto.
VALERIA
Bien interpretada la comedia. Estuve a punto
de creerte; sin Catalina hubiera caído...
JUAN
Es ahora cuando estás cayendo...
VALERIA
De veras?
JUAN
Es falso todo lo que acaba de decir Catalina.
VALERIA
Y por qué mintió entonces?
JUAN
Sin duda para divertirse.
VALERIA
No intentes negarlo; no te creo! Yo tenía razón...
Estaban de acuerdo contra mí!
JUAN
Si alguien está contra ti, eres tú misma!
(pausa)
Esa era la verdad, y ahora brilla! Decir que me había
imaginado que tu dureza disimulaba un corazón
sensible... Error! La que dejaba ver era tu verdadera
naturaleza. Sólo la avaricia y el egoísmo anidan en tu
corazón... No fué un matrimonio, fué un negocio lo
que hiciste! No te has casado con un hombre sino con
su propiedad!... No me has abierto los brazos, no, no...
has abierto tu arca. Tu rapacidad no tiene límites!
VALERIA (agresiva)
Bien... Y tú?
JUAN
Yo?
VALERIA
Cómo llamas tú al marido que trata de despojar
a su esposa? Yo he sido dura, mala... Sea.
Pero piensa en mi amor desengañado... herido...
JUAN
Tu amor! No hay sino tú en tu amor...
VALERIA
Trata de comprender...
JUAN
No. No arriesgaré otra vez mi corazón.
VALERIA
Ayúdame.
JUAN
Nadie puede ayudar a los otros.
VALERIA
Juan, estoy muy triste...
JUAN
Con cuánto esperas hacerme pagar tu tristeza?
VALERIA
Qué?
JUAN
Tu tristeza! La mides por varas o la pesas por
quintales? Ah! Ah!... Comprendido... Buscas cambiar
tus tristezas por ese lindo papel que Catalina cometió
la imprudencia de dejar en tus manos. (se dirige hacia ella)
Dámelo, que no es tuyo... ni mío tampoco.
VALERIA (se lo entrega de mala gana)
Juan, qué vas a pensar...
JUAN (irónico)
Me equivoco?
VALERIA
Te juro...
JUAN (sarcástico)
Harto sé que tus juramentos...
VALERIA
Insúltame... lo merezco. Ni siquiera me defenderé...
JUAN
Pues bien, vamos a reír! Voy a decirte la verdad...
Todo lo que te he dicho es cierto. La propiedad está
hipotecada hasta la última teja... No tengo ni un
centavo, lo oyes?... Ni uno! Estoy arruinado...
arruinado...
VALERIA
Mientes!
JUAN
Miento?... Mira:
(febrilmente saca papeles de su bolsillo)
He aquí copia del sumario, del embargo de los
muebles... He aquí los mandatos... las notificaciones...
los protestos... Ten, mira, mira más... Este es el estado
de mi fortuna!...
VALERIA
No es verdad!
JUAN
No me crees?
VALERIA (cambiando de tono)
Pues bien, sí... sí te creo. Te creo hasta el punto
de devolverte esos papeles sin examinarlos.
JUAN
No. Al contrario. Examina. Examina... Ocupará
tu tiempo durante las formalidades del divorcio...
VALERIA
No quiero divorciarme, Juan, no quiero!
JUAN
Es posible, pero, ahora soy yo el que lo quiere...
Adiós, Valeria!
(se quita el anillo y lo pone sobre la mesa. Va hacia la puerta y la
abre. Valeria no se mueve. Su rostro se crispa. Juan va a salir,
entonces Valeria tiene un gesto instintivo, y le grita:)
VALERIA
Juan!... No te vas!
(Juan se inmoviliza en el umbral, pero sin volverse)
No me dejes en poder de mí misma... Tengo la
absoluta consciencia de mi pérdida si te vas!... Sí!
Todo lo que has dicho es cierto. La avaricia está en el
fondo de mi corazón... Se apoderó de mí y ahora
domina todos mis pensamientos y todos mis actos...
Soy un monstruo... pero sufro!... Veo cerrarse la vida
ante mí... Tengo miedo de dormir... mis sueños
me espantarían...
(Llora. Juan se vuelve hacia ella)
Tú eres mi última esperanza. Es preciso que sepas...
sí!, hasta hoy no he adorado sino el dinero,
pero porque creía que era la única cosa en el mundo
cuyo valor fuera cierto... Había perdido contacto con la
vida... Me siento presa en una prisión sin salida...
Yo no vivo, lo comprendes? Yo no vivo! Las cifras,
los pleitos, los procesos... es que eso puede llamarse
la vida? Y quisiera vivir al fin, vivir!... Conocer
lo que he negado, rechazado durante veinte años...
En el momento en que ibas a pasar por esa puerta,
he sentido poder nacer súbitamente a la vida normal,
si tú quisieras ayudarme... Creo que bruscamente se
me puede salvar! Juan, no me rehuses la salvación!
Defiéndeme de mí misma!... Ayúdame a libertarme
de ese luto que llevo conmigo... Debe ser tan bueno
vivir como todo el mundo!...
JUAN (desarmado)
Pobre!...
VALERIA
Sí! Sí! Pobre... Enriqueciéndome, me despojé de tántas
cosas!... De tántas cosas que sólo tú puedes
devolverme!
Ayúdame
Juan!...
Ayúdame!...
Sálvame de mí misma! tengo tánto miedo de mí!...
(se agarra de Juan)
Defiéndeme, Juan, tengo miedo, tengo miedo...
tengo miedo...
TERCER ACTO
De nuevo la alcoba de Valeria. Corridas las cortinas del lecho.
El médico está sentado y escribe un telegrama. Juan y Catalina
a su lado.Todos hablan bajo como en la alcoba de un moribundo.
EL MEDICO
Envíe este telegrama. Lo entiende?
JUAN (leyendo)
Profesor Ameránt,
Me permite, Doctor?
7,
plaza
Laborde,
Paris.
EL MEDICO
No hay nada confidencial.
JUAN (siguiendo la lectura)
Caso particularmente curioso. Creo alienación mental.
Le llamo en consulta. Firmado: Doctor Rémy. (pausa)
Así que está loca?
EL MEDICO
Alienación mental no es sinónimo de locura.
Todo desarreglo de las facultades intelectuales puede
llamarse alienación mental.
CATALINA
Será necesario asilarla.
EL MEDICO
Probablemente si se desea que se cure.
JUAN
De dónde puede provenirle? Herencia?
EL MEDICO (gesto vago)
Nn... no. Lesión de las facultades intelectuales.
En todo caso, los síntomas son categóricos:
delirio parcial, melancolía, manía con agitación.
(a Juan)
En el primer año de su matrimonio no advirtió
nada extraño en sus actos?
JUAN
Casi todos eran... extraños.
EL MEDICO
Desde cuándo están casados?
JUAN
Hace tres años.
EL MEDICO
Y la anomalía de sus reacciones se remonta a...
JUAN
A antes del matrimonio. Es decir, no, al principio hubo
un período casi normal, aunque muy corto.
Hasta puedo afirmar que ella hizo lo imposible
por escapar de sí misma. No pudo, y he vivido en una
compañía peor que la soledad.
EL MEDICO (reflexionando)
Sí, sí... Qué clase de mujer era antes?
JUAN
Ni yo mismo lo sé.
EL MEDICO
No...
JUAN
Sí. Teme tanto por su dinero que, para guardarlo
mejor, usa de hechicerías aprendidas no sé dónde.
EL MEDICO
Sí... Sí... Eso confirma... Obsesiones... Ideas fijas...
(pausa)
JUAN
De tiempo en tiempo se pone a beber, no para
alegrarse, sino como si buscase disipar un sufrimiento
secreto e inolvidable.
(silencio)
EL MEDICO
Sí; eso es..
JUAN
Es curable?
EL MEDICO
Ciertamente... Pero el corazón se gasta pronto en esos
desarreglos mentales. Será largo, muy largo...
JUAN
Ah!
EL MEDICO
Es necesario pedir la incapacitación.
JUAN
La incapacitación...?
EL MEDICO
Las personas privadas del uso de su razón no deben
conservar el ejercicio de sus derechos, ni la libertad
de sus actos. Así la ley los declara en estado
de incapacidad, no pueden ni administrar sus bienes,
ni disponer de ellos por testamento. Cuando el
alienado recobra la razón, es relevado de su estado de
incapacidad y entra nuevamente en el goce y pleno
ejercicio de sus derechos.
CATALINA
Y si no se cura?
EL MEDICO
Generalmente se conserva siempre una esperanza.
JUAN
Naturalmente.
CATALINA
Sí.
(pausa)
Y ese profesor que usted llama en consulta es un
especialista.
EL MEDICO
Una eminencia.
JUAN
Podrá el doctor Ameránt venir inmediatamente?
EL MEDICO
Estará aquí mañana.
CATALINA
Y entonces, estaremos definitivamente seguros.
EL MEDICO
Sin duda alguna.
JUAN
Voy a telegrafiar.
EL MEDICO
Sí.
(a Catalina)
En cuanto a la enferma, déjenla reposar...
Nada de contrariedades... ninguna conversación larga..
CATALINA (haciéndose a un lado)
Pase usted, doctor...
EL MEDICO (desde la puerta)
Y no lo olvide: soledad y silencio.
CATALINA
Sí... sí...
EL MEDICO
Ah!... En caso de crisis, no vacilen en llamarme.
(salen los tres)
(Algunos segundos y la cortina del lecho se entreabre.
La cara de Valeria aparece: un rostro inesperado, terriblemente
envejecido; no subsiste en el ningún resto de femineidad.
Ella se levanta como una sonámbula, se dirige hacia la puerta.
Después de una vacilación, se inclina y mira por el hueco de la
cerradura. Luego, con mano distraída, acaricia el fonógrafo
que sonaba en el primer acto. Con el aire extraviado, sigue su paseo
y se encuentra con el mueble donde está colocado el teléfono)
VALERIA
(descolgando el receptor murmura:)
Raguet... El notario Raguet... Nadie... Se fue...
Todo el mundo se fue...
(coloca el receptor; su mirada se fija en el arcón. Se precipita a él
y lo estrecha entre sus brazos)
Arcón mío! Estás allí! A Dios gracias, tú no me
abandonas... Me aislan... No quieren que yo sepa,
pero yo sabré!... Siento que terminaré por saber...
El diablo está conmigo!
(su mirada se encuentra con el crucifijo. Ella se precipita
de rodillas)
Dios mío! Perdóname por haberlo llamado también en
mi ayuda para defenderme.(implorante, sobre el reclinatorio)
Tú no me abandonarás. Sálvame. Iré a misa
el domingo y en la colecta daré un billete de veinte
francos. Ya ves cuánto te amo.
(La
puerta se abre y entra Catalina. Desde este instante puede
percibirse en Catalina la serenidad franciscana. Valeria vuelve
lentamente su rostro hacia ella)
VALERIA
Quién está ahí?
CATALINA
Catalina.
VALERIA
Catalina?
CATALINA
Sí.
VALERIA (con esfuerzo)
Catalina, qué?
CATALINA
Catalina de Aragón.
VALERIA
Ah.
CATALINA
La primera esposa de Enrique VIII. No lo sabía?
VALERIA (atontada)
Ah... Sí... sí... Sois vos. Buenos días, Alteza!
CATALINA
Vamos, dádme la mano! Levantáos, es muy tarde para
rezarle al buen Dios. (la conduce. Valeria sigue dócilmente)
Venid a sentaros cerca de mí. Allí... Allí... Eso es.
(Valeria se levanta rígida poseída de una idea fija. Parece buscar
algo)
El no está allí.
VALERIA
No está... quién no está?
CATALINA
Fué a telégrafos.
VALERIA
A telégrafos?... Ah!... Eh...
CATALINA
Estamos solas, completamente solas.
(pausa)
Déjeme verla... impotente, abatida, vencida por
primera vez.
(Valeria con aire total de incomprensión, juega con sus dedos)
Pensar que, bajo la piel de este monstruo, otra criatura,
una muchacha joven y seductora y bella vivió otra
vez!... En qué se ha convertido la orgullosa que quería
robarlo todo? Pero el amor es la única cosa que no se
puede poseer ni cuando se le compra ni cuando se le
roba. Acumuló riquezas que ahora se vengan
quitándole el reposo... Porque no se atrevía a dormir
de miedo a que durante el sueño le robaran la llave
del arcón o la de ese sótano donde apila sus rapiñas.
A pesar de tantos males causados inspira cierta lástima
por loca.
VALERIA
(se incorpora rígida)
No!... No!... Eso no es cierto... Yo no estoy loca...
CATALINA
Si lo está... Y la van a asilar.
VALERIA
Juan!... Juan!... Socorro!
CATALINA
Tampoco la perdonará su marido. No obstante,
la amó profundamente, y si ya no la ama, es por su
culpa. Está aquí sólo por deber, porque hoy ama a otra.
Otra que sí lo merece. Y, cuando ya no esté aquí,
serán felices juntos.
VALERIA
Juan!
CATALINA (brutalmente)
Quién le inculcó la idea de que el dinero es el único
bien digno de ser codiciado en la vida?...
Quién le hizo creer que podía robar amor, felicidad,
estimación y respeto?
VALERIA
Déjeme. Quiero que me deje!
CATALINA
Conteste.
VALERIA
Yo no sé... no sé.
CATALINA
Todo ha terminado para usted, Valeria. El mundo se
deshizo ante usted, la aplastó ese montón de dinero
que acumuló con tanta codicia.
VALERIA (gritando)
Juan!... Juan!...
CATALINA
No vendrá.
VALERIA
Socorro...!
CATALINA
Nadie la defenderá. Está sola, Valeria, completamente
sola.(presa del miedo,Valeria retrocede hacia la ventana y la abre)
VALERIA (desde la ventana)
Juan! Juan! Basta! Basta! No quiero oirla
CATALINA
Qué es lo que piensa hacer? Le faltaría el valor.
Y es muy fácil... No es muy alto y allí abajo está
el río... atrayente como una conclusión. Siempre será
mejor que el manicomio.
(Valeria se agarra con las dos manos a la barandilla, cuando se
abre violentamente la puerta y aparece Juan con un ramo de rosas
en la mano)
JUAN
Qué pasa?
CATALINA
Nada.
JUAN
Cómo que nada?
(Valeria se echa a llorar sobre el pecho de su marido)
Eso es! Llora, mi pobre vieja, llora!
CATALINA
Le toca el turno. Si se la debiera medir por el peso
de las lágrimas que ha hecho derramar.
JUAN (severo)
Basta, Catalina!
CATALINA
Ahora se puede decir todo... Ella no comprende.
JUAN (dándole las rosas a Valeria)
Ten, son para ti... para ti sola... Tómalas...
(Valeria obedece. Abrazando a Juan)
VALERIA (contemplando las rosas)
Son bellas estas flores...
JUAN
Muy bellas.
VALERIA (aspirándolas)
Es curioso... huelen a...
JUAN
A qué huelen?
VALERIA
A jazmín... Yo no sabía que las margaritas oliesen
a jazmín.
CATALINA
Pusiste el telegrama?
JUAN
Sí. Tengo miedo..
CATALINA
Miedo? Miedo de qué?
JUAN
De que no haya ninguna esperanza. El doctor Rémy
cree que su estado pueda agravarse...
CATALINA
Ah!
JUAN
Una crisis cardíaca sería fatal.
Pero puede curarse.
(silencio)
CATALINA
No hay que creer en milagros...
JUAN
Sin embargo, es un hecho.
CATALINA
Que tú deseas?
JUAN
Es tan atroz verla en ese estado.
CATALINA
Ah!
JUAN
(va hacia Catalina y le toma las manos)
No seas insensible, Cati.
(Valeria lo mira fijamente. El siente la mirada, alza los ojos y va
hacia ella)
Qué quieres? Vaya un modo de mirarme!...
Sé juiciosa... ríe... ríe... Eso es! Ni la muerte puede
nada contra quien sabe reír.
VALERIA
(mostrando un pétalo de rosa)
Apasionadamente...
JUAN
Qué?
VALERIA
Me amas apasionadamente.
JUAN
Sí, sí...
VALERIA
La margarita lo ha dicho...
JUAN
Tanto mejor, mi pequeña, tanto mejor!
CATALINA (tranquilamente)
Los puedo dejar sólos?
(Juan se alza de hombros)
Puedo saber qué es lo que te pasa?
JUAN
Pienso en la que amé.
CATALINA
La disculpas.
JUAN
No. La perdono.
CATALINA
Yo no. Ella pagará...
JUAN
Corresponde a Dios castigar.
(Valeria rompe a reír nerviosamente)
Qué es lo que sucede?
CATALINA
No sé. No la miremos.
(Valeria toma un frasco de la mesa, lo destapa, lo huele y hace el
ademán de beberse el contenido. Juan se precipita y se lo arrebata)
JUAN
Deja eso... Dámelo... Inmediatamente.
(Valeria suelta el frasco)
CATALINA
Y eso qué es?
JUAN
Digitalina. No lo sabes?
CATALINA
Yo no lo he puesto a su alcance.
JUAN
No?
CATALINA
Qué sientes por ella en este momento?
JUAN
Compasión.
CATALINA
Tranquilízate. No le llegará nunca todo el mal que yo
le deseo.
JUAN
A veces me pregunto si eres humana, Catalina...
CATALINA
Desde que ella está loca, todo me pareció claro.
Comprendí que era justo todo lo que hacía.
JUAN
Estás segura de tener razón? No será una venganza
únicamente?
CATALINA
Por qué lo crees así?
JUAN
Me es difícil comprenderte, Catalina. No será
el interés...
CATALINA
No tocaremos los millones de Valeria sino para
distribuirlos.
JUAN
Te importa mucho hablar de eso delante de ella?
CATALINA
Tienes miedo?
JUAN
Puede tener ella un momento de lucidez, y entonces...
CATALINA
Sabrá que te amo y que me amas.
JUAN
Oh! Catalina! Por qué rehusaste que huyéramos
de esta casa?
CATALINA
Tú debías quedarte.
JUAN
Tu pasión por el sacrificio tiene algo que espanta.
CATALINA
Si tú no crees en mi verdad, por qué crees en mí?
JUAN
Porque reconocí en ti mi destino. Tú eres mi consuelo
y mi fuerza.
CATALINA
No lamentas nada?
JUAN
No creo.
CATALINA
Podría suceder?
JUAN
Que yo no encontrara en ti, todo lo que en ti puse?
CATALINA
Comprendo. Tienes miedo de la mísera.Yo la necesito.
Lo espero todo de ella, hasta la felicidad. Vivir para
los demás, no poseer ningún bien que se nos pueda
robar, ningún orgullo que pueda ser herido,
ninguna ambición que pueda fracasar, ése es el
secreto. Tú verás.
VALERIA
Imbéciles!
JUAN Y CATALINA
Qué? Cómo?
VALERIA (riendo)
Imbéciles... Los imbéciles!
(se yergue lentamente y viene hacia ellos)
Al fin les he arrancado su sucio secreto.
(con alegría sádica)
Ah! Ya los tengo!... Ya los tengo!... Me han creído
loca... Afortunadamente yo estaba decidida a ver
todo... a oirlo todo... a soportarlo todo... No,
mi querido maridito, tu adorada mujer no está loca.
(irónica)
Son ustedes quienes lo están... locos de rabia porque
todo les falló.
(ríe histéricamente)
Si pudieran verse las caras... Caras de terror...
de espanto... Tenía razón de temerlo todo...
hasta el sueño. Pero todo está cerrado con llave.
La mujer de confianza es una ladrona... el marido...
pero esa es otra cosa que arreglaremos a solas...
(a Catalina)
Fuera de aquí!..
(ni uno ni otro se mueven, la miran indecisos. Valeria va hasta la
puerta que abre de par en par y con gesto imperativo ordena
a Catalina)
Fuera!... Antes de que llame a la policía...
JUAN
(se aproxima lentamente hacia Valeria y le ordena con tono
imperativo)
Vas a callar?
VALERIA
Callar?... Muchos meses llevo de callar para poderlos
escuchar... para poder tenerlos... y ahora que los tengo,
quieres que calle?...
(irónica)
No, amor mío, no... Es a mí a quien toca hablar...
y hablaré bien claro... Destruiré en pocas palabras
el ídolo que te has forjado o que te han forjado...
Esa mujer...
JUAN (amenazante)
Te vas a callar?...
CATALINA
(deteniendo a Juan suavemente)
Déjala que hable. Qué importa?
VALERIA (a Catalina)
A pesar de esa tranquilidad que demuestras, tienes
miedo.
CATALINA (sin cambiar de tono)
De veras?
VALERIA
Miedo de que yo revele tu plan a tu cómplice...
miedo de que él sepa que estás a punto de engañarlo...
CATALINA
Eso es interesante.
VALERIA
Y tú, pobre ingenua que te sentías capaz de entonar
el himno de la pobreza... de la feliz miseria...
Un lindo dúo que hubieras terminado sola...
CATALINA (a Juan)
Escucha lo que te va a decir...
VALERIA (a Juan)
No has comprendido que ella estaba contigo
para apoderarse de mis millones? Que eran ellos a los
que ella quería a través de ti? Ella hubiera aparentado
dártelos para quitártelos después. Su caridad no era
sino una estafa.
JUAN (colérico)
Cállate!...
VALERIA
Puesto que pago, puedo permitírmelo todo, hasta
mandarlos a presidio.
JUAN
Pues bien. Ve. En vez de creerte te arrestarán.
VALERIA (irónica)
Cuando has visto un millonario preso? Eres
ingenuamente imbécil. Cómo debe ella reirse de ti.
La hermanita de los pobres... El ángel bueno...
La providencia desinteresada... No es todo esto muy
risible?...Yo no tuve tu corazón, y qué?... Me río de
él... Yo no quería un corazón, sino un marido...
es decir, un hombre... Y si mañana yo te echo a la
calle, se presentarán cientos... listos a ofrecerme su
amor... y se empeñarán tanto en hacérmelo creer,
ya que estaré más fea y más vieja... pero seré más
rica...
JUAN
Calla!... Calla!...
VALERIA (a Catalina)
Te puedo asegurar, Catalina, que es un marido ideal,
a lo que de hombre se refiere. Te lo cedo, hastiada
y asqueada. Imbéciles... Imbéciles...
(un agudo dolor le obliga a llevarse las manos al pecho. Trata de
respirar. Hay una pausa y lentamente como si nada hubiera pasado,
Catalina se acerca a ella y dulcemente le toma la mano)
CATALINA
Ya pasó... ya pasó...
VALERIA
(con palabra entrecortada por el jadeo que le produce el dolor
fisico. Trata de soltarse)
Déjame... déjame...
CATALINA (dulce y comprensiva)
Sí... sí... la dejo... pero no esté de pié... siéntese...
cálmese...
VALERIA
No quiero tus consejos...
CATALINA (tranquila)
Hay que evitar esta clase de crisis...
VALERIA
Yo no estoy enferma.
CATALINA
Cree no estarlo... Pero si el profesor Ameránt que debe
venir mañana en consulta, hubiera presenciado
esta escena...
VALERIA
Qué?...
CATALINA (dulcemente)
Demencia... hubiera diagnosticado...
(imponiéndose al dolor, Valeria ríe estrepitosamente)
No ría así...
VALERIA
Por qué?...
CATALINA
Es una risa que hace mal... una risa de loca...
VALERIA
Yo no estoy loca...
CATALINA
Y qué sabe usted?... Los locos nunca creen
que lo están...
VALERIA
Quieren convencerme...
CATALINA (con dulzura terrible)
Que es hoy el vencimiento, sí, y recibirá usted
la notificación de la desgracia...
VALERIA
Qué?...
CATALINA
Una desgracia que pacientemente, ha construído usted.
Y mientras me pueda escuchar y comprender,
voy a decirle la verdad. Es usted sorda y ciega
como la fortuna, injusta y sin piedad como ella...
y por eso la aborrezco. Al insultar mi pobreza,
ha insultado a todos los pobres... y si he querido
volverla pobre, es para que sufra las angustias
de la miseria...
VALERIA (triunfante)
Pero falló!... Todavía tengo una renta de diez mil
francos por hora, hasta cuando duermo.
CATALINA
No se puede tener piedad de usted. Y también tendré
que decirle una verdad que la desengañará...
VALERIA
Y qué verdad es ésa?
CATALINA
Yo no soy la amante de su marido.
(Valeria lanza una carcajada imponente)
No, nuestro amor no es de cuerpos... es de otra
índole... Y estando usted en su vida, jamás seré suya...
VALERIA (irónica)
Ya lo sé. Ustedes son almas...
Siento que la risa puede matarme.
(ríe)
JUAN
No, Valeria, termina de reír. Porque tu boca reúna
palabras y porque gesticules, no creas ser un sér vivo.
Tú ya estás muerta, Valeria... para estar en el infierno
en que estás, tuviste antes que morir...
VALERIA
De veras?...
JUAN
El maldito amor al oro hizo su obra y te vació
por dentro. No eres sino una envoltura deshabitada...
viviste para nada. Sí, para nada... Porque todo lo
perderás...
VALERIA (brutalmente)
Déjenme en paz... en paz…
(corre a la ventana y grita)
Ladrones...
bandidos...
asesinos...
Socorro!...
Gritaré hasta que vengan... y los llevarán presos...
Y vendrán... vendrán...
JUAN
(se precipita a ella y trata de retirarla de la ventana)
Para encerrarte, si continúas gritando como una loca...
VALERIA
Sabes que no lo estoy.
CATALINA
No puede usted probarlo.
VALERIA
Eso es lo que ustedes creen.
CATALINA
Si no está realmente loca?... ha fingido la locura
de modo tan magistral, que nadie querrá creer
lo contrario.
VALERIA
Ya lo explicaré... y verán que no estoy loca...
CATALINA
Los locos tienen momentos de lucidez, lo que no les
impide estar locos... Y la idea de simular una locura,
no se le puede ocurrir sino a un a loca...
VALERIA (gritando)
Fuera, bandidos!... Fuera...
JUAN
Estás sola, Valeria... Completamente sola como una
maldita...
VALERIA
La soledad no es una maldición, es una fuerza...
JUAN
Prueba tu fuerza. Ven, Catalina...
CATALINA
La pobre, cree que no está loca...
VALERIA (fuera de sí)
Fuera... fuera!...
(Juan y Catalina la miran un momento y salen) (apenas han
desaparecido, Valeria se precipita a la puerta, la cierra con llave,
corre el cerrojo y pone la cadena de seguridad. Febrilmente empuja
los muebles hasta formar una muralla. Después queda extenuada,
respira trabajosamente. A fuerza de voluntad, trata de dominar
el dolor agudo que le oprime el pecho que sujeta con ambas manos)
VALERIA
Los miserables... los miserables quieren matarme...
Me siento morir... pero ellos no lo sabrán nunca...
nunca... No estoy loca... no lo estoy...
(ha quedado frente a un espejo y se contempla, lanza un grito
y horrorizada se cubre la cara con las manos. Lentamente va
abriéndolas y a través de los dedos mira sus manos y cara)
Qué vieja estoy... qué vieja... Lo he perdido todo...
el reposo... el sueño... todo me lo han quitado...
(solloza entrecortadamente. Reacciona rápida y su cara se ilumina)
Todo, no. (va hacia el arcón y se abraza a él con amor inmenso)
Todo, no... Mi dinero es mío... mío. El me defiende...
soy su dueña... siempre estará a mi lado... cuando
muera...
(al decir esto cambia súbitamente y con terror repite)
cuando muera... ya no estará conmigo... él también me
dejará... me iré sóla... sóla
(lanza un grito de desesperación y se oprime más aún al arcón)
Ah!... No. Ellos lo cogerán... vivirán felices con él...
Saldrá de entre sus manos como chorros de agua que
llegará hasta mi tumba y quemarán mis huesos...
ni muerta me dejarán reposo... Ah! No!
Ellos no lo tendrán... no arrullarán sus amores
con el tintineo de mi oro... Ay!...
(el agudo dolor la oprime el pecho, se lo sujeta fuertemente, jadea,
se tambalea. Con el dolor físico se incorpora desesperadamente.
Hablándole al corazón)
Aún, no, espera... no me ahogues...
sólo has servido para matarme...
espera...
(abre el arcón y febrilmente saca unas bolsas y fajos de billetes,
los acaricia, hunde su cara entre ellos y esta se transforma)
Qué hermoso es sentirlos, acariciarlos y saberlos
míos... míos... Mienten al decir que no lo quiero...
sólo quién nunca lo tuvo, puede despreciarlo.
(se aprieta más a las bolsas y a los fajos de billetes)
Son míos... sólo míos...
(otro agudo dolor nubla su vista y desfallece)
Ay!... Corazón... sólo sirves para hacerme mal...
sólo esperan que tú dejes de latir para despojarme...
Ay! (se oyen pasos y voces interiores. Esto hace reaccionar
a Valeria quien imponiéndose al dolor físico, presta atención.
Golpean la puerta. Se oye la voz del médico),
EL MEDICO
Abra usted, señora... abra usted...
VALERIA
(precipitándose a la puerta)
No... no...
EL MEDICO
No tema nada, soy yo, el doctor Rémy...
VALERIA
(con todo su cuerpo se pega a la barricada de frente al público)
No... no quiero ver a nadie... son unos ladrones...
y usted su cómplice...
EL MEDICO
No tema nada. Estoy con la policía.
VALERIA
(con la cara radiante de alegría)
La policía!...
EL MEDICO
Sus gritos fueron oídos... Abra...
VALERIA
(hay un momento de vacilación en ella)
No... no lo creo, no es la policía...
son los del manicomio...
(enloquecida)
Yo no estoy loca!... (un dolor más agudo que los anteriores)
Ay! Dios mío!... Me encerrarán... me matarán...
(en una suprema reacción)
Pero ellos no tendrán lo que es mío...
(como una fiera perseguida se mueve por toda la habitación.
Ve la ventana abierta y toma una suprema resolución. Mientras
fuera se siguen oyendo los golpes y se va viendo que la puerta cede)
Al río... antes que a ellos... al río...
(en un supremo esfuerzo aún toma del arcón bolsas y paquetes de
billetes y los arroja por la ventana. Todo febrilmente. Pero al
lanzar el último paquete, un grito espantoso brota de su garganta
que denota la desesperación por lo que ha hecho)
Qué he hecho, Dios
He arrojado mi dinero!...
mío!...
Mi
dinero...
(la emoción es tan violenta, que Valeria lleva sus manos al corazón,
su rostro se crispa de espanto y dolor, sus fuerzas desfallecen.
Va hasta el arcón y aún puede sacar más bolsas y fajos de billetes.
En un supremo esfuerzo los acaricia mientras el último dolor le
ahoga y cae de bruces entre los billetes desparramados y entre ellos
muere. La puerta cede y entran el doctor, Catalina y Juan.
El médico se precipita hacia Valeria, la ausculta y volviendo la cara
hacia Catalina y Juan, les dice)
EL MEDICO
Esto se acabó.
JUAN (sinceramente)
La pobre...
CATALINA (ingenuamente)
La pobre...
Esta traducción fue realizada para el Grupo Escénico de la
Radiodifusora Nacional que dirigía Bernardo Romero Lozano.
Es oportuno reproducir la siguiente carta dirigida a León de Greiff:
México, 27 de julio de 1948.
Muy Señor Mío: Mi hermana la señora María Tereza Montoya,
me encomendó basada en la traducción que usted hizo de VALERIA
una versión teatral respetando en toda su esencia dicha traducción,
por haber necesidad en nuestro país de que todas las versiones
extranjeras deben ser firmadas por autores nacionales
y perteneciendo como pertenezco a la Sociedad General de Autores,
fuí yo el encargado para su registro y fines consiguientes, pero para
que todo quede en debida forma, es necesario que usted como se lo
había ofrecido a mi hermana, me envíe una carta cediendo sus
derechos y autorizando la versión que hice yo de su traducción.
Dicha carta, debe encerrar para los trámites antes dichos venir
dirigida a mí, por ser autor reconocido, con el consentimiento
expreso de usted. En toda la publicidad se dará a usted el principal
crédito por ser el traductor, pasando yo a ser un colaborador en la
versión teatral. Mi hermana manifestó ante la Sociedad General de
Autores, la cesión que usted había hecho de los derechos que
pudieran corresponderle en las representaciones de dicha obra,
cosa que debe usted hacer constar también en su carta, pero
nuevamente insisto en que tiene que ser a mi nombre, por lo antes
expuesto. Envío esta carta por intermedio del Representante de
Autores en ésa, Señor ISMAEL ARENSBURG por desconocer su
dirección, la cual le suplico me envíe, para mandarle los recortes de
la prensa con motivo del estreno de VALERIA. Réstame sólo,
ponerme a sus órdenes y suplicarle en la forma más atenta, se sirva
dar rápida contestación para que quede todo legalizado. Me repito
a sus órdenes, como su Ato. y S. S. FELIPE MONTOYA (Pestalozzi
Nº 926 - Mexico D.F. Col. Valle).
Fué registrada el día 29 VI 1948 en la Unión Nacional de Autores
- México y remitida por la señora Carmen Hollmann en 1991.
ANDRE GIDE
SAUL
Drama en cinco actos 1896
Primera traducción castellana de
GASPARD DE LA NUIT
PERSONAS DRAMATICAS:
Saul - La Reina - Jonatan - El Sumo Sacerdote - Jonas el Barbero
La sombra de Samuel - La Sibila de Endor - Primer Servidor
Segundo Servidor -Demonio del desierto - Demonio de la Tienda
Demonio de la Taberna - Demonios -Gentes del pueblo
Mensajeros - Guardias
ACTO PRIMERO
El palacio del rey
Una vasta sala, poco decorada; a la derecha, puertas que dan al
interior del palacio; a la izquierda, aperturas cerradas con
cortinajes. En frente un amplio espacio abierto; columnas sólidas
reemplazan el muro, a derecha e izquierda; en el medio, el espacio
entre las columnas lo cierra un enorme trono. La vista se prolonga,
entre las columnas, sobre una terraza y luego sobre jardines;
vense las cimas de los árboles. Es de noche. Al fondo de la terraza
vese, iluminado por la luna, el rey Saúl, en oración. Cerca de él,
su copero, dormido.
ESCENA PRIMERA
(Levantando los cortinajes, entran los demonios. Llegan otros
por partes distintas)
DEMONIOS
El palacio del rey, si os place?
PRIMER DEMONIO
Aquí es.
DEMONIOS
Ah! Ah! Qué buena broma! Hemos venido juntos,
y sois vosotros quienes nos recibís, ahora...
Por dónde entrásteis?
PRIMER DEMONIO
Chit! Chit! Hablad más paso. El rey está allá
(señala)
TERCER DEMONIO
Dónde?
Ah! Y cerca de él?
(lo ve)
PRIMER DEMONIO
Su copero.
SEGUNDO DEMONIO
Qué hace el rey?
TERCER DEMONIO
Duerme?
PRIMER DEMONIO
No. Está orando. Hábla más paso.
TERCER DEMONIO
Hablo muy paso; si lo distraigo, es que no reza en voz
muy alta.
CUARTO DEMONIO
El hace lo que puede.
PRIMER DEMONIO
Dónde están los otros?
SEGUNDO DEMONIO
Ya llegan.
PRIMER DEMONIO
Vamos! Entrad! Entrad! Ya están todos?
(entran otros)
SEGUNDO DEMONIO
Jamás se puede saber... Algunos hay retardados aún
en el desierto.
PRIMER DEMONIO
Y ahora decid: es verdad que hizo matar a todos
nuestros amos?
VARIOS DEMONIOS
Sí! A todos! A todos!
QUINTO DEMONIO
A todos no...Dejó a la Sibila de Endor.
SEGUNDO DEMONIO
Oh! Con ella no había demonios serios; tan sólo
pequeñas ranas mudas.
PRIMER DEMONIO
Pero los hechiceros?
QUINTO DEMONIO
Todos muertos, todos!
PRIMER DEMONIO
Entonces, tanto peor para él! Ya que es él quien nos
desaloja, habitaremos nosotros en el rey Saúl.
CUARTO DEMONIO
Pero por qué hizo matar a los hechiceros?
SEGUNDO DEMONIO
Majadero! Para ser el único en conocer el futuro!
CUARTO DEMONIO
Para ser el único en buscarlo, querrás decir.
TERCER DEMONIO
Tanto se le busca, que llega...
SEXTO DEMONIO
Cuál es el más oculto de los futuros?
QUINTO DEMONIO
Aquel que jamás debe ser.
(todos ríen)
PRIMER DEMONIO
Hatajo de graciosos! Tratad de ser serios. Ocupémonos
primero del alojamiento; después podréis reir.
Repartamos equitativamente la tarea, según los medios
de cada uno. Que cada uno diga lo que le convenga
(alboroto)
y únicamente cuando yo lo interrogue. Tú, el de allá,
dí: qué eliges? Respónde!
SEXTO DEMONIO
Su copa. Yo me llamo cólera o demencia:
me encontrará cuando busque la embriaguez.
PRIMER DEMONIO
Está bien. Y tú
QUINTO DEMONIO
Yo, su lecho - y yo me llamo lujuria; y seré yo quien
esté allí cuando busque el sueño.
PRIMER DEMONIO (a otro)
Cómo te llamas tú?
CUARTO DEMONIO
El miedo - y yo me sentaré en su trono y desde allí
haré temblar sus esperanzas como la llama de un cirio,
con mi soplo; y me llamo también la duda,
cuando le sople lo que él ha de tomar por consejos.
PRIMER DEMONIO
Y tú?
TERCER DEMONIO
Yo tomo su cetro. Pesado será para sus manos,
y pesado sobre los hombros de los otros,
cuando lo utilice para golpear; pero será frágil
y trémulo como una caña cuando haya de servirse
de él para apoyar su debilidad. Yo me llamaré
dominación.
OTRO DEMONIO (a una señal del primero)
Y yo, su púrpura, y me llamo vanidad; porque estará
íntegramente desnudo debajo de su púrpura; y cuando
haga calor, me llamaré indecencia.
PRIMER DEMONIO
Yo... yo tomo su corona - y me llamo Legión. Y ahora,
ah! caros amigos! podemos reir. Vamos, que me pasen
mi corona! Que alcen mi púrpura que arrastra! Que me
sostengan mi jabalina y que traigan ante mí la copa,
para ver cómo un rey corre tras ella con toda su gloria!
(se pone las vestiduras del rey, abandonadas en el trono;
todos forman un cortejo grotesco)
El rey se mueve! Atención! Llega el día! Presto!
A nuestros puestos! Desaparezcámonos!!!
(colocan las vestiduras del rey en el trono, y desaparecen como si
penetrasen en el interior del trono. El rey Saúl avanza lentamente)
ESCENA SEGUNDA
SAUL
Soy, sin embargo, el rey Saúl. Pero hay un punto,
y de allí en adelante ya no consigo saber nada.
Hubo un tiempo en que Dios me contestaba; pero es
cierto que entonces yo lo interrogaba muy poco.
Cada mañana el sacerdote me decía lo que yo debía
hacer; eso era todo el futuro; y yo lo conocía.
El futuro, era yo quien lo hacía. Los filisteos vinieron;
me inquieté; quise interrogar yo mismo; y desde
entonces Dios enmudeció. Cómo querría El que yo
obrase? Para obrar bien, es necesario conocer el
futuro. Principié por descubrirlo en los astros; durante
veinte años he mirado pacientemente. Nada he visto
relacionado con los filisteos... pero poco me importa!
He descubierto algo, que me envejece: Jonatán,
mi hijo Jonatán, no será quien me suceda en el trono...
y conmigo acabará mi raza. Pero quién sea el que se
apodere de mi trono no he logrado saberlo, y desde
hace veinte noches interrogo; esta noche he acudido
otra vez a las oraciones. En el estío son muy cortas las
noches; hace tanto calor que nadie puede dormir en mi
redor, salvo mi fatigado copero; necesito del sueño de
los otros; constantemente se me incomoda. El ruido
más leve, el más sutil perfume me reclama;
mis sentidos están abiertos a lo externo y nada que sea
grato pasa inadvertido para mí. Esta noche mis
servidores, por orden mía, fueron a matar a los
hechiceros... Ah! A todos los hechiceros de Israel!
Es necesario que nadie sino yo conozca este secreto.
Y cuando yo sea el único en conocer el futuro,
creo que entonces podré modificarlo. Ya están
muertos; lo sé; he sentido, hacia la media noche,
hincharse súbitamente mi secreto, conocido
únicamente por mí ahora, y ocupar en mi corazón
un espacio mayor... y oprimirme... Yo lo poseo!
Vamos! Hé aquí el día. Que todo se despierte
en el palacio! Yo... yo voy a dormir un instante.
He compuesto esta noche algunos cánticos que quiero
llevarle al Sumo Sacerdote. Que los cante y los haga
cantar por todo el Reino.
(vístese con la púrpura; colócase la corona en la cabeza;
toma el cetro, y sale diciendo):
Vamos! Todavía soy Saúl... y tengo numerosos
servidores.
ESCENA TERCERA
(Dos servidores - Llegan con escobas al hombro)
PRIMER SERVIDOR
Y bien! Lo has visto?
SEGUNDO SERVIDOR (Joel)
A quien?
PRIMER SERVIDOR
Al rey.
SEGUNDO SERVIDOR (Joel)
Al rey?
PRIMER SERVIDOR
Eh, sí! Hace tres noches que nos lo encontramos,
y que se escapa cuando llegamos a la terraza.
Yo no sé lo que haga, pero tan flaco como se halla,
no será orar, seguramente.
(barren la sala. Levanta luego una vasta cortina de la izquierda.
Entra la externa claridad)
SEGUNDO SERVIDOR (Joel)
(advierte al copero dormido)
Ah, es Saki! Eh, copero! No es éste el sitio para
dormir. Vamos! Hola! Qué es lo que haces ahí,
muchacho?
SAKI (despertando)
El rey...
PRIMER SERVIDOR (hace como que barre)
El rey! Soy yo: el rey de los barrenderos! (Saki levántase).
Sí! Hablemos del rey. Una brava fiesta la que viene
a celebrar en la terraza! No?
SEGUNDO SERVIDOR (Joel)
Cállate, imbécil! Díme, pequeño, el rey pasó la noche
aquí?
SAKI
Sí.
JOEL
Toda la noche?
SAKI
Sí.
JOEL
Toda la noche - y todas las noches?
SAKI
Desde hace más de diez días.
JOEL
Y tú? Qué es lo que haces tú?
SAKI
Le escancio de beber.
PRIMER SERVIDOR
Y él, qué es lo que hace?
SAKI
Bebe
PRIMER SERVIDOR
Es repugnante, en un rey, el embriagarse...
SAKI
Saúl no se embriaga.
PRIMER SERVIDOR (irónico)
Es que no le sirves como se debe?
JOEL
Cállate, imbécil! Entonces, qué? pequeño; habla.
Qué es lo que hace el rey, aquí, toda la noche?
SAKI
El dice que quisiera embriagarse, pero que no puede,
y que el vino no es suficientemente fuerte. Entonces,
mira al cielo y habla como si estuviera solo.
JOEL
Y qué es lo que dice?
SAKI
Yo no sé: se ve únicamente muy torturado. Algunas
veces se postra de rodillas como para orar, pero
entonces no dice nada, absolutamente nada. Ayer me
preguntó si yo sabía orar; yo le dije que sí; entonces
me dijo que orase por los profetas; yo creí que
bromeaba y le dije que eran los profetas los que debían
orar por nosotros; entonces dijo él que era preciso
orara antes de ser profeta, porque después ya no se
podría hacerlo, y luego otras cosas que no he
comprendido bien, pero que lo hacían reir y llorar.
JOEL
Y después?
SAKI
Me dijo que yo debía estar fatigado y que era preciso
que yo durmiese.
JOEL
Y dormiste?
SAKI
Y dormí.
(pausa)
JOEL
Amas al rey, pequeño?
SAKI
Sí. Amo al rey. Mucho.
JOEL
Tanto peor.
SAKI
Por qué tanto peor?
JOEL
Tanto peor, tanto peor!
SAKI
Sí! Amo al rey. Es muy bondadoso conmigo. Quiere
que beba un poco en su copa y sonríe dulcemente
cuando encuentro que el vino es muy fuerte. Me habla;
me dice que no se siente feliz sino en la noche,
pero que hasta en la noche lo atormentan las
preocupaciones del día. Dice que era feliz cuando
joven y dice que no siempre fue rey.
PRIMER SERVIDOR
Pardiez!
SAKI
Es verdad que no siempre fue rey?
PRIMER SERVIDOR
Ha pastoreado cabras, como nosotros.
SAKI
Entonces es verdad lo que me refiere. Que una vez
corrió hasta muy lejos en el desierto, veinte días
y veinte noches, en busca de las asnillas que se habían
extraviado; yo creía que bromeaba, porque decía
que nunca había sido tan feliz como cuando buscaba
sus asnillas en el desierto, pero que a esas asnillas
jamás las encontró. Dice también que, cuando era
joven, era muy bello, el más bello de los hijos
de Israel, como el me dice... Todavía es muy bello
el rey Saúl, no es así?
PRIMER SERVIDOR
Un poco ajado, el rey Saúl - si continúa así,
embriagándose todas las noches bajo las estrellas...
JOEL
Cállate, imbécil! Ve a acostarte, pequeño. Después
de noches semejantes, la mañana no es buena sino
para dormir.
(aparte)
Nada qué hacer con este chico.
(Saki va a alejarse. El primer servidor le arrebata el cántaro
de las manos)
PRIMER SERVIDOR
Eh! Déja eso! Tu no irás a dormir con el cántaro!
(Saki espera)
Vámos! Adios! Adios!
ESCENA CUARTA
(los dos servidores)
PRIMER SERVIDOR (bebe)
Está loco.
JOEL
Quién?
PRIMER SERVIDOR
El rey. Está loco!
(bebe)
Está loco! Ve: me parece muy bien quedarse toda la
noche bebiendo de este vino; o bien, orando, si algo
que no pasa se tiene en el corazón...; o bien estarse
mirando al cielo para saber qué tiempo hará mañana...
pero todo eso a la vez !!!
(bebe)
Está loco!
(bebe)
JOEL (absorto)
Cállate, imbécil!
(aparte)
Es muy joven y muy ingenuo - con él nada se podrá
saber.
PRIMER SERVIDOR
Hola! El Sumo Sacerdote! Cuando el rey va a
acostarse es cuando él se levanta.
ESCENA QUINTA
(los dos Servidores, el Sumo sacerdote, luego la Reina)
EL SUMO SACERDOTE (al primer servidor)
Ve a barrer más lejos.
(el primer servidor sale)
Y bien, Joel! Has visto al rey? Ha hablado de sí?
Qué sabes? Cuenta. Vine desde el alba porque era
necesario, antes de que él volviese a ver a los
mensajeros, saber a qué atenerse y poder hacer frente
a nuevas resoluciones. Los mensajeros ya están
de regreso: está cumplida su obra abominable;
y los clamores del pueblo han despertado al rey,
si era que dormía aún.
JOEL
No todavía, sino ya. Todas estas noches, desde hace
largo tiempo, vela el rey en la terraza
EL SUMO SACERDOTE
Bajo de las estrellas? Vámos! Vámos! Y solo?
JOEL
Si... No...: con el copero.
EL SUMO SACERDOTE
El pequeño... Y habla él? Vámos, dí: qué sabes?
JOEL
Preguntáis muy aprisa; y, luego, yo nada sé.
EL SUMO SACERDOTE
Qué dice el pequeño?
JOEL
Nada que valga.
EL SUMO SACERDOTE
Es muy joven. Se embriaga el rey?
JOEL
Dice que no logra embriagarse.
EL SUMO SACERDOTE
Buscaremos entonces otra cosa.
JOEL
La Reina!
(la reina entra)
EL SUMO SACERDOTE (hacia ella)
Nada todavía, Señora, siempre nada.
(silencio; luego:)
LA REINA (al servidor)
Le habla él al copero?
JOEL
No; se habla a sí mismo.
LA REINA
Y... lo que él dice?
JOEL
El pequeño no sabe repetirlo.
EL SUMO SACERDOTE
Es lo que yo temía, Señora; es demasiado joven.
LA REINA
Habrá que encontrar otro...
(el servidor hace ademanes de salir. El Sumo Sacerdote lo llama)
EL SUMO SACERDOTE
Joel!... todavía... Qué dice Saki del rey?
JOEL
Dice que lo ama.
EL SUMO SACERDOTE (Hacia la Reina)
Además, ved: ha conseguido su adhesión.
(sale Joel)
ESCENA SEXTA
(el Sumo Sacerdote y la Reina)
EL SUMO SACERDOTE
Sin duda alguna, Señora: el rey tiene un secreto.
Trata de leer en los astros. Y si hace matar a los
hechiceros, es, pienso yo, porque habiendo leído,
quiere ser el único en saber... La reina sabe sin duda
que Saúl pasa ahora las noches en la terraza?
LA REINA
Eh! Nabal!, cómo iba a saberlo?
(el Sumo Sacerdote sonríe).
Oh! hace ya tanto que Saúl se ha retirado. Nabal! Hoy
mi inquietud se acrece, y te hablaré más largamente.
Nabal! Saúl no me ha amado nunca. Aparenté, cuando
húbome desposado, inclinar hacia mí, parcialmente, su
llama: pero so no fue sino un compromiso muy poco
duradero... y tu no tienes idea, Nabal, de la frialdad
de sus abrazos! Cesaron desde que estuve encinta.
Temí, un instante, estar celosa; pero temía sin motivo:
no era nada. Yo sé, yo sé que tuvo concubinas; pero en
la actualidad a todas las ha repudiado y, luego, Nabal,
te lo diré? Jonatán, Jonatán, únicamente, es suyo. Cayó
de mi seno antes de tiempo y como un fruto verde aún
y que se agostará sin madurar. La vergüenza de haber
dado la vida a un tan canijo heredero no se adormeció
en mí sino muy lentamente. Tan pronto como pasó
la lactancia, quise confiar su debilidad únicamente
a cuidados masculinos, pensando mucho tiempo que,
viviendo en medio de guerreros, se exaltaría un poco
su valor... A duras penas me conoce, Jonatán. Yo soy
la reina y no su madre. Me teme, pero no me ama.
He necesitado de tiempo, te lo confieso, para ahogar
los impulsos de mi corazón, antes de ocuparme, hoy,
totalmente, en los difíciles problemas del reino.
Saúl está feliz no ayudándome en nada; su negligencia
es increíble; sin embargo, siempre está preocupado.
Nabal! Nabal! cómo sufrí en un principio al ver
en la frente de su débil hijo su misma preocupación.
Yo le seguía, errante a veces por los jardines, por los
sombríos corredores del palacio; jamás le ví sonreir;
y mi cólera se revolvía contra Saúl por haber
engendrado en mí una tan lamentable posteridad,
a su horrorosa semejanza.
EL SUMO SACERDOTE
Sin embargo, Saúl era muy bello.
LA REINA
Jonatán es muy bello también. Yo sé. Yo sé, su
debilidad no carece de gracia; pero odio su debilidad,
Nabal; lo odio; lo odio! lo odio!
Pero, es para hablarte de él para lo que te he distraído
de tu culto? Oye: no es que la inquietud del rey me
atormente: me place saberlo ocupado. Las torturas del
amor son más duras, gastan más, que las del reino:
estas me despreocupan de aquellas. Amo también
sentir mi poderío; por otra parte el rey nada reclamaba.
Todo iba bien: el Dios de Israel libertado prosperaba
también a mis órdenes. Y ahora, Nabal...
EL SUMO SACERDOTE
Y ahora?
LA REINA
Lo teníamos tan bien, Nabal...
EL SUMO SACERDOTE
Sí, pero desde hace un mes se nos escapó
completamente.
LA REINA
Me parece que nada puedo mientras ignore lo que
piensa. Los filisteos están allí y esperan. Unicamente
Saúl puede dar una orden; pero yo mandaba en su
voluntad. Yo lo podía todo a través de él. Por lo
menos, él escuchaba lo que yo le decía por tu boca...
Pero ahora, como tu dices, se escapó; y mientras
que a nuestras puertas, sin avanzar ni retroceder,
se divierten los filisteos con la inercia de nuestros
hombres, él los ve desde lo alto de las terrazas
y parece ocuparse en otra cosa.
EL SUMO SACERDOTE
Los filisteos se divierten, es cierto: y aún, para reír
más de nosotros, han inventado algo. Un hombre
horrible, llamado Goliat, que aventaja de la cabeza
a los más grandes. Desde hace cuatro días, óyese por
la mañana una fanfarria de trompeta; es un pequeño
soldado que precede al grande y que se pasea
a lo largo de las filas de nuestro ejército. Goliat reta en
desafío a quienquiera pelear con él, y propone decidir
la batalla por medio de ese combate singular. Nuestro
ejército lo mira, calla, y ninguno se ofrece, de modo
que cada mañana es mayor la arrogancia del Gigante,
su desafío más burlón y más ultrajante el consiguiente
insulto. Pronto se tendrá como ya victorioso:
una victoria sin combate, una amigable victoria!
Nuestros mismos soldados no se toman en serio:
esta guerra no es sino un juego; todos ríen; entre los
dos pueblos se ha establecido un comercio, y tan
pronto como pasa el desafío matinal, rompen los
límites de los campamentos, se visitan y se fusionan,
intercambian
instrumentos,
dioses,
amores,
mercaderías. Saúl continúa en su silencio y el duro
Israel se deja penetrar poco a poco.
LA REINA
Ese gigante... cómo dices que se llama?
EL SUMO SACERDOTE
Goliat!
LA REINA
No conoces a nadie capaz de ir contra él?
EL SUMO SACERDOTE
A nadie, aún.
LA REINA
Y para reemplazar al copero?
EL SUMO SACERDOTE
De ello se ocupa el barbero. Pero por qué
reemplazarlo? Algo sospecharía el rey... Se ha
encariñado con el chico...Es necesario crear un nuevo
empleo: un cantor, un tañedor de guitarra, que sé yo?
LA REINA
Pero quien se encarga de que él lo acepte?
Saúl desconfía de nosotros y no admitirá otro extraño
en su presencia... Es preciso que Jonás el barbero
lo convenza; él sabe cómo tratar a Saúl;
lo prepara y el rey le permite ser oído.
EL SUMO SACERDOTE
Y vendrá?
LA REINA
Muy pronto, con Saúl.
EL SUMO SACERDOTE
Helos ahí.
ESCENA SEPTIMA
(los precedentes. Saúl y el barbero
Después Jonatán. Más tarde, los mensajeros)
Jonás.
Guardias.
LA REINA (acuciosa)
Señor Saúl, cómo habéis pasado la noche? Muy pálido
estáis; como si el brillo de la luna estuviese aún en
vuestra frente. Creédme, mal hacéis en permanecer
toda la noche en la terraza.
(Saúl hace un gesto)
Se dice que la luna llena del estío es perniciosa para
nuestros pensamientos. Desde que así veláis, parece
que las preocupaciones habitasen en vuestra frente.
SAUL
Oh! Dejádme, Señora! Velo así desde que las
preocupaciones habitan en mi frente.
(han entrado guardias) (a los guardias)
Y bien, esos mensajeros?
PRIMER GUARDIA
Esperan a que el rey los llame.
SAUL
Dónde están?
PRIMER GUARDIA
En el patio.
SAUL
Con el pueblo!
Debí haberlo hecho secretamente.
(aparte)
LA REINA (se acerca)
Señor Saúl: es cierto lo que se dice en el palacio?
Habréis ordenado dar muerte a los profetas?
SAUL
No a los profetas, Señora; a los hechiceros. Bien sabéis
que Dios no los tolera.
LA REINA
Entonces... quién nos dirá ahora el porvenir?
SAUL (gritando)
El rey!!
Vámos! que los llamen!
(al guardia)
(sale el guardia por la izquierda. Jonatán llega por la derecha)
SAUL (advirtiendo su presencia)
Eso! Príncipe Jonatán. Buenos días. Me siento dichoso
al veros cerca de nosotros en este momento.
Veréis cómo se debe gobernar. Es ya tiempo de que
lo aprendáis. Veníd acá.
(Jonatán a la izquierda del rey. La reina a su derecha)
LA REINA (inclinándose)
De nuevo tres canas, mi Señor! - Barbero: cuidáis mal
al rey. Volveréis a peinarlo después de la sesión.
Sus facciones se ven fatigadas y su barba imperfecta...
(diciendo esto se acerca al barbero. El guardia entra)
GUARDIA
Señor, allí están los mensajeros.
SAUL
Que entren.
(mientras entran los mensajeros,
cerca al barbero:)
la reina, en voz baja,
LA REINA
Y bien?
BARBERO
Y bien! Señora, he encontrado... Es...
LA REINA
Hábla pronto!
(sus voces no se oyen)
SAUL
Elifas: es a ti a quien he confiado la lista.
ELIFAS (uno de los mensajeros)
Héla aquí.
(se la entrega, y mientras el rey la examina:)
LA REINA
David, dices?
BARBERO
David, bethlemita...
SAUL (leyendo)
Dos en Rama; en Keila, el evocador; tres en el monte
de Betel y cuatro en el de Gilboé; en la cisterna
de Secú, un intérprete de sueños; en Micmash...
(continúa leyendo en voz baja. La reina se aproxima al Sumo
Sacerdote y cuando baja la voz del rey, óyese la de la reina)
LA REINA
(al Sumo Sacerdote, como si continuase:)
David.
EL SUMO SACERDOTE
David?
LA REINA
Hijo de Isaías, si, de Bethlem. Ve aprisa y házlo buscar
en el campamento.
(sale el Sumo Sacerdote)
SAUL
Ahora, decíd: es cierto; los habéis herido por la
espalda, o, si de frente, porque estaban dormidos?
No han podido veros, entonces. Nada han dicho?
(Jonatán vacila)
Pero Jonatán... Y qué? Vaciláis?
JONATAN
Oh! no!, padre mío. Gobernamos.
SAUL
Apoyáos en mí; vaya! Sé fuerte... Y yo no puedo
pedirlo a todos: (estoy muy fatigado esta mañana)
no han dicho nada? Ah! os había dicho que a cada uno
le arrancárais la lengua...
ELIFAS
Las tenemos con nosotros.
SAUL (a Jonatán)
Los hay que hablan después de muertos...
(Jonatán se desmaya)
(gesto de rabia)
Vámos! Véd cómo desfallece! Ah!
Señora, lleváoslo! Bah! es como una mujer. Y el es el
motivo para que yo los interrogue tan mal... Entonces,
comprendido, no es así? (Decididamente estoy muy
cansado) Todos muertos. Todos... Y no habló ninguno.
Si alguno de vosotros, casualmente, que se guarde...
Pero, en verdad, cada uno de vosotros, mis fieles
servidores, tendrá su recompensa.
(mientras habla el rey pasa repetidas veces las manos por su frente,
de la que retira la corona. Se levanta y se dirige hacia la puerta.
Los servidores y mensajeros salen. El primer guardia y el barbero
han quedado solos un instante)
EL GUARDIA
Pero, qué tiene el rey? Está enfermo?
BARBERO
Déja, déja; voy a cuidarlo.
EL GUARDIA
Pero...
(entra el rey. Viendo que han salido los mensajeros hace una seña
al guardia, y, misteriosamente:)
SAUL
Harás matar a esos mensajeros...
(el guardia se aleja)
ESCENA OCTAVA
(el barbero. Saúl. Luego, la reina)
BARBERO (al rey que se aparta)
Que vuestra Majestad me permita... Un simple
refresco... Una fricción... Oh! Oh!, desde lejos ya
advertía esa arruga... Dos caricias con este ungüento
y desaparecerá...
(diciendo esto, saca sus instrumentos de su bolsa e instala al rey
en una silla a la derecha.)
Y aquí están las canas que la reina mostraba hace
poco. Ah! es cierto que son de una bella blancura;
pero los otros cabellos son de un bello negror;
y vuestra Majestad no tiene edad... Su Majestad es una
maravilla de conservación!
(gesto de Saúl)
A pesar de todas las preocupaciones del reino
(nuevo gesto; el barbero le aplica col bajo los ojos)
atención! Conservar su belleza... No importa!
Se ha fatigado un poco en los últimos tiempos.
SAUL
Yo no me...
BARBERO
No! no! no mováis los labios... he cometido un
pequeño error en la barba... Ah! yo quería prevenir a
vuestra Alteza; he logrado preparar --es un invento-una nueva clase de sorbetes... con anís... si, con anís!
que es muy particularmente refrescante, y que
embriaga! Ah!... Cuando la sed de vuestra Majestad
me hará el favor de ordenar... Y yo iba a olvidar!...
Qué distracción!
(la reina entra silenciosamente por atrás)
El cantorcillo que habías anunciado...
SAUL
Nada habías anunciado.
BARBERO
No había anunciado nada?... Dónde tenía entonces la
cabeza? Un maravilloso cantor, Señor... que canta
acompañándose él mismo con el arpa...
SAUL
Y bien?
BARBERO
Y bien, lo he encontrado!!
Allí está.
(insinuante)
SAUL
Pero quién te ha pedido...?
BARBERO
Pues vuestra Alteza. Vuestra Alteza... el otro día,
al salir del baño, gritó: Ah! si solamente un poco
de música...! Pero ahora está vuestra Alteza muy
fatigado... - Ya no recuerda...
SAUL
Eh! Déjame tranquilo con tu tañedor de arpa!
--No quiero a nadie, entiendes, a nadie, cerca de mí--.
Tráe únicamente tus sorbetes, porque tengo sed.
LA REINA (que se ha acercado)
Por qué no lo escucháis, caro esposo? Un gentil
tañedor de guitarra! Caro esposo de mi corazón;
un tañedor de lira para alegrar un poco vuestro
fastidio.
SAUL
Ah! La Señora Reina! Desde el momento en que es
ella quien me lo propone, es que ello ha de serme
maléfico...
LA REINA
Ya he notado que la música, y hasta las fanfarrias
guerreras, producen el mejor efecto en vuestras
debilitadas facultades...
SAUL (aparte)
Esta mujer me detesta...
LA REINA
A veces el espíritu, distraído de su inquietud,
después de oír un trozo de arpa, se abandona
fácilmente al sueño...
SAUL (aparte)
Yo la odio
(se levanta)
LA REINA
O, liberándose de lo impuro que hay en él, revela
con palabras distraídas lo que...
SAUL
Calláos! Calláos, Señora! Os he oído suficientemente.
(sale)
ESCENA NOVENA
(la reina. El barbero)
LA REINA
Y bien, barbero?
BARBERO
Qué queréis, Señora, es necesario renunciar.
LA REINA
Qué? Te acobardas? Bah! Ensayemos otra y otra vez;
el rey no sabe nunca qué es lo que quiere...
Esperemos a que lo haya visto.
BARBERO
Hélo aquí.
(llegan conversando David y el Sumo Sacerdote)
ESCENA DECIMA
(los precedentes. Luego el Sumo Sacerdote y David)
LA REINA
Es muy hermoso!
EL SUMO SACERDOTE (a los de fuera)
Combatir con Goliat! Qué broma!
Creeríais, Señora, que este niño quería...
LA REINA
Le oigo... Pero es demasiado joven.
BARBERO
Es él.
(entran)
LA REINA
Cállate.
(sale el barbero)
Sois vos, David? David de Bethlem? Daúd, como hay
quienes digan?
DAVID (intencionadamente)
David - si, Señora.
LA REINA
Yo os buscaba, David.
DAVID
Yo os buscaba, Señora.
LA REINA (colérica)
David! - Y por qué, David, me buscábais?
DAVID
Para pediros que me dejéis combatir.
LA REINA
Con el gigante? Es en serio, entonces?
DAVID
Qué, Señora? El desafío del gigante?
LA REINA
El vuestro, David.
DAVID
Lo dudáis?
LA REINA (lo mira detenidamente)
No. Pero sois un niño, David. Un verdadero niño!
De qué edad?
DAVID
Tengo diez y siete años.
LA REINA
Diez y siete años! Y conoces el oficio de las armas?
DAVID
No. He vivido hasta ahora en las montañas.Soy pastor.
Pero si no con los hombres, he combatido con los osos
cuando atacaban mi rebaño; con los osos y algunas
veces con los leones.
LA REINA (al Sumo Sacerdote)
En realidad tiene aspecto de ser fuerte. Sin embargo
es en el campamento donde se os ha encontrado, si?
Como es que has dejado a Bethlem?
DAVID
Oh! desde hace pocos días y por poco tiempo. Venía
tan sólo por ver a mis hermanos y para traerles
--de parte de mi padre-- pasteles de miel que él
preparó para ellos. Soy más joven que ellos.
Ellos están en vuestro ejército; pero, en vuestro
ejército no hay nadie que quiera combatir.
Todos tienen miedo. Y todos reían de mí cuando
hablé de ir contra Goliat. No han querido permitírmelo
(colérico)
y hasta mis hermanos me insultaron. Es por esto por lo
que he querido encontraros.
LA REINA
Yo no río de ti, noble David.
DAVID
Y me permitiréis?
LA REINA
Espera aún.
EL SUMO SACERDOTE
Cómo! queréis, Señora...?
LA REINA
Ensayemos. El me place, Nabal. Tendríamos una
armadura?
EL SUMO SACERDOTE (sonriendo)
La del rey, Señora. Ahora no sirve de nada...
LA REINA
El príncipe Jonatán no logra ponérsela.
EL SUMO SACERDOTE
Realmente; pero David es más fornido.
LA REINA
Hazla buscar. (siguiendo con la mirada al servidor que sale:)
Quién es ese que acaba de pasar por la terraza?
No es el príncipe Jonatán? Llamádle.
ESCENA UNDECIMA
(los precedentes. Jonatán)
LA REINA (a David)
Es Jonatán, el hijo mío, a quien vas a amar como a un
hermano. No es así, Jonatán?
Vámos, niños, abrazáos.
(al Sumo Sacerdote)
Véd cómo son de encantadores así. Qué, príncipe
Jonatán, sonreís? No os había visto nunca sonreír...
JONATAN
Es a David a quien sonrío, Señora.
LA REINA
Bien lo sé. Va a combatir...
JONATAN
Con Goliat! Es verdad, David?
(traen la armadura)
LA REINA
Y aquí está la armadura del rey.
DAVID
(toma el casco y lo coloca por un instante en su cabeza. Sopesa la
armadura)
No! Combatiré como estoy!
LA REINA
Pero es una locura, David.
DAVID
Excusádme, Señora: todo ese peso, antes que
protegerme, sería un embarazo para mi valor. Yo nada
temo, si sé que el Dios de Israel me protege. Iré tal
como estoy: con mi honda, de la que me sé servir
hábilmente.
(el servidor, que había traído las armas, y que esperaba, se las
lleva. La reina y el Sumo Sacerdote se miran)
EL SUMO SACERDOTE
Señora, dejémosle. Parece muy valeroso.
(se alejan lentamente sin salir todavía. David y Jonatán están en la
delantera de la escena)
JONATAN
David, tomád mi honda, queréis?
DAVID
(la toma, la examina y la devuelve)
Estoy acostumbrado a la mía. Es mejor.
JONATAN
Entonces, tomád estos guijarros.
DAVID (el mismo juego)
No son bastante agudos.
LA REINA (en el fondo de la escena)
Vámos, Sumo Sacerdote, veníd! Que se entiendan
ellos. Dejémosles. Son unos niños.
(salen)
JONATAN
David: entonces qué os daré? Porque yo quisiera...
DAVID
Príncipe!
JONATAN
Ah! No me digáis así: Príncipe! Llamádme
simplemente Jonatán. Nadie me llama así... Aquí todos
me dicen siempre: Príncipe Jonatán! Y hasta mi padre
y mi madre. Estoy cansado...
DAVID
Mi padre y mi madre, en Bethlem, me llaman Daúd...
y, al contrario, no hay sino ellos que así me llamen...
JONATAN
Entonces, cómo os nombraré yo?
DAVID
Como ellos: Daúd, también. Lo deseáis así, Jonatán?
JONATAN
Id a vencer, Daúd! Desde lo alto de la terraza
os miraré.
ACTO SEGUNDO
ESCENA PRIMERA
La misma decoración del primer acto, pero a plena luz.
Todos los cortinajes de la izquierda han sido levantados.
Circula gente formando grupos animados. Joel entra con el
barbero, por la derecha.
(los mismos - Grupos de hombres)
HOMBRE PRIMERO
Te digo que por ver a sus hermanos.
HOMBRE SEGUNDO
No. Es para combatir con los filisteos.
HOMBRE TERCERO
Vámos! Eah! Cómo iba a saberlo, en Bethlem?
Es la reina quien lo envía a combatir.
HOMBRE CUARTO
Sí. Cuando ella lo vió; pero eso no explica cómo entró
al palacio.
HOMBRE SEGUNDO
Entró al palacio?
HOMBRE CUARTO
Ni cómo habló con la reina.
HOMBRE PRIMERO
Habló con la reina!
(llega otro)
HOMBRE QUINTO
Cesád! No hubiera venido cerca al rey, si la reina no
hubiera buscado un tañedor de arpa...
(llega otro)
HOMBRE SEXTO
No hubiera venido al lado de la reina si el rey no
hubiera tenido su secreto.
HOMBRE SEGUNDO
Ah! El secreto del rey! Tu quieres saber el secreto
del rey? (se inclina hacia el hombre primero y le habla al oído)
HOMBRE PRIMERO
(a carcajadas, - al hombre tercero)
Tu quieres saber el secreto del rey?
(le habla al oído, y el tercero ríe a carcajadas)
Quién quiere saber el secreto del rey?
HOMBRE TERCERO
Diez dracmas por el secreto del rey!
(otro se ha ido aproximando durante las últimas palabras)
HOMBRE SEPTIMO
Y bien, yo, yo tengo un secreto, como el rey!
(se agrupan en su redor)
Es que, antes de morir, el gran Samuel estuvo en
Bethlem; hizo ir al pequeño David a su vera, y en un
pequeño patio donde no lo vió casi nadie, tomó aceite
y lo ungió como lo había hecho con Saúl... Vale treinta
dracmas.
(Joel y el barbero se han acercado)
JOEL
Un secreto que podía valer más, viejo indiscreto.
HOMBRE SEPTIMO
Cómo? Cuánto?
JOEL
Tu cabeza, especie de zopenco! Ten cuidado de que
nadie...
(unos y otros se apartan y desaparecen)
HOMBRE SEPTIMO
Ah! qué mal se recompensa la buena fé!
ESCENA SEGUNDA
(Joel y el barbero)
JOEL
El rey lo sabe?
BARBERO
Ciertamente que no. Y la reina?
JOEL (amenazante)
Barbero! estés atento...
BARBERO (igualmente)
Joel! ten cuidado...
JOEL
(cambiando de opinión y como presa de súbita simpatía)
Este querido barbero!
BARBERO (igualmente)
Este excelente Joel!
(se toman del brazo para salir. Gritos fuera)
Pero, esos gritos...
JOEL
Es la escolta de David que pasa.
(otros, con ellos se precipitan. Oyese crecer la grita bajo la terraza)
BARBERO
Descendamos aprisa.
(Jonatán y Saki se dirigen hacia la terraza)
ESCENA TERCERA
(Jonatán y Saki)
SAKI
No, príncipe - por aquí - veréis mejor.
JONATAN
Entonces, Saki, cuénta de nuevo... completamente
solo? apenas con su honda? Y tú lo viste bien? ah!
qué aire tan glorioso tenía! Es mi amigo, lo sabes...?
Pero ven, ahí viene mi padre...
(aparece Saúl)
(la escena queda vacía)
ESCENA CUARTA
SAUL
(la escena, a la entrada de Saúl, está vacía)
Obtengo la soledad! pero porque se huye de mí!
Vamos! Ese conquistador... que me lo traigan.
Estoy irritado con él! Estoy muy irritado con todos!
Ese pueblo chillón me importuna. Tales aclamaciones
--que me las roban-- por un triunfo accidental! No me
las hacían después de mis difíciles victorias... Ah!
Mi Señora la Reina: escogéis a vuestras gentes!
Un niño, se me ha dicho... qué? para tranquilizarme?
Y quién le confirió el derecho de vencer?!
Vos, quizás! Yo, no...
(habla mientras camina y sigue paseando durante el comienzo de la
escena siguiente. Aparecen guardias por la puerta de la izquierda)
ESCENA QUINTA
(Saúl. David. Guardias)
SAUL
Vamos! que me lo traigan. Eh! pero si es un pastor
ese conquistador! Es cierto que es muy joven.
Ah! es que es terriblemente bello!
(estas tres frases son dichas con voz cada vez más baja.
Saúl, que recorre la escena, no ve al principio, sino de espaldas,
a David. Se acerca. Con voz alta y colérica:)
Y está completamente manchado de sangre! Pero que
lo purifiquen antes!... Vosotros, guardias, no podíais
haberle advertido? Nada sangriento debe entrar aquí!
(David hace el ademán de salir)
No! que él se quede! Pequeño matador del gigante,
yo estoy muy irritado con vos.
(camina a grandes pasos. Después de un corto silencio)
DAVID
Por qué estáis disgustado conmigo, rey Saúl?
He logrado vencer, es verdad - pero no fue contra vos.
SAUL
Pero quién os lo permitía?
DAVID
La reina me...
SAUL
La reina - si. Sabéd que no hay reina en Israel. No hay
sino la mujer del rey
DAVID (tras un silencio)
Por qué irritaros, Señor? Es de vos de quien soy
devoto...
SAUL (aparte)
Ah! Su voz cae sobre mí como el agua del cielo sobre
la polvareda solevantada!...
(con voz alta)
Que se me deje solo...
(David va a salir)
con él.
(salen los guardias)
ESCENA SEXTA
(David y el rey Saúl)
SAUL (que continúa paseándose)
Tengo aspecto de muy irritado, no es así? (David calla)
Vámos, hábla! Tu nombre? Cómo te llamas!
DAVID
David.
SAUL
David... David... Los moabitas, ellos, dicen: Daúd.
Quieres que yo te llame Daúd?
DAVID
No.
SAUL
No! Por qué? Déjame llamarte... yo quiero llamarte
Daúd.
DAVID
Alguien ya me nombra así; prometí que únicamente...
SAUL
Alguien? Quién?
(David calla)
SAUL
Pastorcillo, quiero saber. Yo soy tu rey.
DAVID
Vuestro derecho no va más allá que vuestro poder.
SAUL
Que mi poder! Qué es lo que haces tú cuando una
cabra de tu rebaño rehusa obedecer?
DAVID
Yo la golpeo.
SAUL
Continúas rehusando?
DAVID
Golpeádme.
SAUL
(alza su jabalina; luego, conteniéndose)
Amas a Dios?
DAVID
Mi amor a él constituye mi fuerza.
SAUL
Eres tan fuerte, David?
DAVID
El es muy fuerte.
SAUL (tras un silencio)
Y ahora, qué vas a hacer?
DAVID
Regreso a Bethlem, mi patria.
SAUL
No, David. Oye: yo quiero tenerte a mi lado...
La reina había hablado de un tañedor de arpa, para mí;
yo no quiero el suyo, sino...
DAVID
Era yo.
SAUL
(inquieto. Luego reaccionando)
Ah! Entonces sabéis tocar... Pero ahí viene la reina.
Os buscaba, sin duda. Os dejo. Pienso que tendréis
algo qué hablar.
(hace ademán de salir, pero se esconde tras una columna)
ESCENA SEPTIMA
(la reina. David. Saul, oculto)
(la reina llega por la derecha, conversando con el Sumo Sacerdote.
Al ver a David:)
LA REINA
(al Sumo Sacerdote)
Dejádnos.
(sale el Sumo Sacerdote)
Hélo aquí.
Ah! David! Os encuentro, al fin, y vive Dios! cubierto
de gloria. Al principio, y ya delicioso, no veía en vos
sino un pastor, pero, más bello aún por vuestro triunfo,
ya no os quiero ver sino como vencedor. De dónde
proviene vuestra inquietud, David?... porque tenéis
aspecto preocupado. Sé que el rey os hablaba
duramente hace poco. Es por eso?
DAVID
No, Señora; el rey, poco a poco calmó la aspereza
de sus primeras palabras y bien pronto me habló
muy dulcemente.
LA REINA
Y muy largamente, también? Vosotros os quedáisteis
solos, no es así?
DAVID
Sí, algún tiempo.
SAUL (oculto)
Están muy lejos. No oigo nada.
LA REINA
En realidad os equivocaríais, David, preocupándoos
por esas cosas. El mal humor del rey no debe
ofenderos; no tiene mayor importancia; es intratable
y a veces hostil sin motivo; varía incesantemente.
DAVID
Pero si no estoy preocupado, Señora. El rey se ha
mostrado bueno conmigo.
LA REINA
Encantada, David. Verdad es que vuestra belleza
no puede menos de agradar, pero la bondad del rey,
de que habláis, ayudará mucho a nuestros asuntos.
Porque yo deseo vuestro bien, David; vuestro valor de
hace poco merece otra recompensa y no las ovaciones
de un pueblo estúpido, exaltado... Ya veo que sabréis
hablar al rey, puesto que, hablando con vos,
su humor mohino ha cambiado y... pero, antes, David,
entendédlo: no olvidéis que es a mí a quien debéis
este honor!...
DAVID
Y qué honor, Señora?
LA REINA
El de ser cantor cerca del rey.
DAVID
Excusádme, Señora, si yo sabía ya...
LA REINA
Ah! El Sumo Sacerdote os lo había dicho?
DAVID
No.
LA REINA
El barbero?
DAVID
... Además, el rey mismo me ha pedido...
LA REINA
Ah!
DAVID
Parecéis enojada...
LA REINA
Y enojada por qué? David, no es, al contrario,
para mejor, que en vos coincidan nuestros deseos?
Y vos, qué habéis contestado?
(se aproximan al rey)
DAVID
Fue entonces cuando entrásteis, y el rey se fue antes
de que yo hubiera podido responderle (se aproximan más)
LA REINA
Entonces... ahora... respondéd.
DAVID
Pero si el rey ya no está aquí, Señora.
SAUL (oculto)
Bravo! valeroso David!
LA REINA
David, vuestra juventud necesita que se la instruya.
El rey Saúl no tiene la autoridad que creéis...
SAUL (oculto)
Ah! Ah!
LA REINA
Antes, lo sé, era un rey pleno de sabiduría y de valor;
pero hoy su voluntad está fatigada; necesita ser
dirigida, y yo soy quien a menudo elige sus decisiones.
Así, la idea de tener un cantor cerca de sí, es mía;
él la aceptó: y tánto mejor puesto que el cantor
lo seréis vos. Pero comprendéd también, David,
que el rey, fatigado por perversos pensamientos,
necesita que yo lo vigile sin cesar.
SAUL (oculto)
Desconfiád, Señora...
LA REINA
Pero él me habla poco; y casi nunca estoy cerca de él...
Sus más insignificantes palabras, sus gestos más
triviales, todo lo que venga de él y que dé luces sobre
su estado enfermizo, puede hacer que mis cuidados
sean más hábiles. De todo, entonces, debo estar
informada.
DAVID
Señora!
LA REINA
David, no podéis tomar a mal mis palabras. Sin mis
cuidados, qué valdría vuestro rey? Me ayudaréis.
Y entre los dos podremos a veces ensayar agotar sus
tristezas. Vos las sabréis antes que yo, y me las
diréis...- y los dos... Pero no decís nada...
Respondédme... Ah! para ser un conquistador,
parecéis harto temeroso! y bajáis los ojos cuando soy
yo quien los alzo hacia vos - David - más delicioso
así...
(le toca la mejilla con su mano)
DAVID
Ah! Señora! el rey...
(Saúl salta desde su escondite. David huye)
ESCENA OCTAVA
(Saúl. La reina)
SAUL
Daúd!! Basta! Señora, basta! Bien véis que éste niño...
Pero no huyáis, David! Yo no te persigo, David,
y míra: no es a ti a quien golpéo.
(ha cogido a la reina de los vestidos y de los cabellos y la arrastra
por tierra)
LA REINA
Celoso, talvez? Vos!
SAUL
Ah! no bromeéis, Señora... Terriblemente celoso!
(la hiere repetidas veces con su jabalina)
LA REINA
Detestable Saúl! Yo, imprudente, no te aborrecí lo
bastante! Que todo el peso de tu corona recaiga ahora
sobre ti solo! Escónde, ocúlta tu preocupación!
Protégela! Peligroso rey Saúl, sé --en adelante-peligroso para ti mismo! Tu secreto, ya veré si serás
capaz de ocultarlo a los muertos... Yo no lo creía tan
temible.
(muere)
SAUL (inclinado sobre la reina)
Os engañáis, Señora. El secreto que buscáis es otro...
ESCENA NOVENA
La escena representa la alcoba de Saúl. Mal alumbrada por una
sola lámpara humeante. Sin muebles. A la derecha un lecho.
A la izquierda una ventana. Casi en el centro una especie de trono,
prolongado, a derecha e izquierda, por bancos, o lo que se desée,
que permita sentarse a los lados del trono. El rey Saúl,
revestido como precedentemente con su manto de púrpura.
Lleva puesta la corona.
SAUL
(va hasta la puerta y la cierra cuidadosamente)
Ah! yo esperaba la noche...
(tira una cortina por frente a la puerta, se vuelve y mira en redor
suyo)
Y ahora que estoy solo...
(va a sentarse)
EL CORO DE LOS DEMONIOS
(apareciendo e instantáneamente sentándose en el suelo, en círculo
delante de Saúl. Su voz se mezcla a la del rey, para decir:)
Deliberemos!
SAUL (sin verles, aún)
Se está aquí más tranquilo que en la terraza. Y Saki me
ha pedido quedarse esta tarde con Jonatán...
UN DEMONIO (terminando la frase)
... y con David.
SAUL
Si. Por otra parte yo prefería estar solo... Los perfumes
me estorbaban, allá; y ya nada tengo que ver en los
astros; nada veo.
PRIMER DEMONIO
Si empieza a hablar solo, ya sabéis que esto no va a ser
divertido!
(bosteza. Otros se desperezan)
SAUL (continúa)
Los hechiceros...
SEGUNDO DEMONIO
Sigue, como si no estuviéramos aquí...
SAUL
Ellos quizá si veían algo.
TERCER DEMONIO
Pronto va a ser necesario que intervengamos.
SAUL
Qué sabían? Debería haberme reservado algunos...
CUARTO DEMONIO
No nos deja decir ni una palabra.
PRIMER DEMONIO
Paciencia!
SAUL
(mira fijamente a los demonios, sin verlos)
Porque mi pensamiento aquí se detiene y se fija,
sin que yo sepa en qué punto...
QUINTO DEMONIO
Se podrían intentar algunas proposiciones de ensayo...
SAUL
Parece que pongo mucha atención, pero no sé a qué
sea...
SEXTO DEMONIO
Entonces es a David.
SAUL
Ellos desean conocer mi secreto; pero..., es que yo
mismo lo conozco? Tengo varios...
PRIMER DEMONIO
Con nosotros, tu lo sabes, no vale la pena de que te
preocupes.
SAUL
Comprendo ahora por qué amaba tan poco a la reina.
Con mucha facilidad practiqué la castidad
en mi juventud. He practicado muchas virtudes...
Ah! yo quisiera felicitarme por haberme
desembarazado de la reina, estudiar las ventajas...
SEPTIMO DEMONIO
También se podría...
SAUL
Lo que yo me decía... suprimir igualmente al Sumo
Sacerdote... Hay más interrogantes en Israel que
posibilidades de respuestas suyas.Cuando yo interrogo,
ya no es a él. Hay más respuestas en el cielo
que preguntas en los labios de los hombres.
SEPTIMO DEMONIO
Pero...
SAUL
... respuestas hay que se hacen esperar.
TERCER DEMONIO
(simultáneamente con el cuarto)
O que no se ven.
CUARTO DEMONIO
Se hacen...
(los dos demonios se arrojan el uno sobre el otro y se baten
-un instante tan sólo- y nada se altera en el curso de la escena)
PRIMER DEMONIO
Ah! Veámos, rey Saúl! conversa con nosotros!
SAUL
El pretende amar a Dios y que su fuerza no viene sino
de Dios. Yo quiero amar a Dios; yo lo amaba
--pero él se ha apartado de mí--, por qué?
PRIMER DEMONIO
Para que nosotros pudiéramos acercarnos.
(ríen)
SAUL
Se cierran mis ojos, de cansancio y de miseria.
QUINTO DEMONIO
Necesitas beber un poco.
SAUL
Lo creéis? No. --todavía no-- y Saki no está aquí.
SEGUNDO DEMONIO
Pero, nosotros, nosotros estamos aquí.
SAUL
Ah! Fieles.
SEGUNDO DEMONIO
Ah! bien! veámos! viejo Saúl! eso es lo de menos.
TERCER DEMONIO
Rey Saúl, tenemos sed.
SAUL
Si, cierto es - voy a buscar la copa.
QUINTO DEMONIO
Eh! no! mi buen rey! - espéra a que te la traigan.
PRIMER DEMONIO
Pero déjalo... Eso lo entretiene...
(se baten. El rey Saúl se ha levantado. El actor debe
representar como si continuase un monólogo. Saúl parece
vacilante de indecisión)
SAUL
(porque aumenta el ruido de la lucha)
No tánto estruendo, pequeños! Ya no me oigo.
SEGUNDO DEMONIO
Pero si no dices nada...
(se retuercen de risa. Saúl no puede contenerse y ríe a pesar suyo)
SAUL
(ha tomado la copa, asido la cántara de vino; bebe un trago
pequeño)
... Y la cántara. Ah! ésta corona me estorba...
(desde lejos la arroja sobre el lecho y torna a sentarse: su púrpura
cae un poco de sus hombros. En el momento de sentarse bebe otro
trago; luego, viendo:) ...
Pero, mis amiguitos, debéis estar incómodos en el
suelo! Sentáos aquí, cerca de mí.
(se levantan y van a sentarse junto a Saúl, mientras este se sienta)
PRIMER DEMONIO
Oh! tú sabes, --no es por nosotros--, es por ti.
(Saúl sonríe)
SEGUNDO DEMONIO
(como si tomase la sonrisa de Saúl por una invitación)
Más cerca?
SAUL (un poco sofocado)
Me asfixiáis un poco, así.
CUARTO DEMONIO
Pues no! pues no! es que necesitas beber.
QUINTO DEMONIO
Te escancio? Apresúrate; la noche acabará pronto.
(Saúl acerca la copa: el demonio la llena. Saúl la vacía)
Más?
(Saúl vuelve a acercar la copa. El demonio la llena. Cuando Saúl
la aproxima a sus labios:)
VARIOS DEMONIOS
Y bien! y nosotros?
(Saúl baja la copa un poco. Los demonios se amontonan contra Saúl
y cada cual quiere coger la copa, que se vierte)
SAUL
(se levanta bruscamente y echa a rodar por tierra a los demonios
- donde permanecen; deja caer la copa, y en voz muy alta:)
Ah! mi traje está completamente manchado!
(ahora camina, ya se detiene, inmóvil; la lámpara va apagándose
y el claror del alba empieza a blanquear la ventana de la izquierda.
Pero la escena está aún en sombras. Largo silencio)
SEGUNDO DEMONIO
(con un tono de voz muy diferente)
Saúl! Saúl! Hé aquí la hora en que los pastores
de cabras hacen salir los rebaños de los establos.
TERCER DEMONIO
Saúl! Podríamos subir a la torre ahora, a ver
aproximarse el alba.
CUARTO DEMONIO
O, en la colina embalsamada, en la pureza del aire
matutino, cantar, cantar, un himno.
QUINTO DEMONIO
Hay allí hierbas bañadas de rocío...
SEXTO DEMONIO
En el palacio hay baños ya preparados.
PRIMER DEMONIO
Oh! a mí lo que mayor placer me haría, tras una noche
sin sueño, es un sorbete de anís y de licor...
SEPTIMO DEMONIO
A mí, oír cantar a David.
(todos ríen)
SAUL (se coge la cabeza con las manos)
Estar solo! Estar solo!
(abre la ventana por donde llega un poco del alba y cae de rodillas,
extendiendo sus manos hacia el aire. Poco a poco han ido
eclipsándose los demonios)
Dios de David! Socorrédme!
ACTO TERCERO
ESCENA PRIMERA
La escena es la misma del acto primero, con la diferencia de que los
cortinajes de la izquierda, que separan la sala de la terraza,
han sido bajados. Joel entra por la izquierda y se prepara
a atravezar la escena. El Barbero, levantando la cortina:
BARBERO
Psit! Joel!
JOEL
Ah! eres tú, barbero...
BARBERO
Has visto a David?
JOEL
Es a tí a quien corresponde hablar. Yo no lo conozco.
BARBERO (recusándose)
Yo lo conozco tan poco...!
JOEL
No importa; a ti toca. Hay que examinar, barbero;
examína.
BARBERO
Examinemos, Joel! Examinemos!
(silencio. El barbero empieza a llorar)
La reina también examinaba....!
JOEL
Ella examinó muy a fondo...
BARBERO (llorando)
La pobre señora! Todo iba tan bien con ella
(silencio)
JOEL
Asombroso, el pequeño David; le ha bastado aparecer.
BARBERO
Para limpiar el campo.
JOEL
Para hacerlo limpiar, querrás decir.
BARBERO
Prefiero ayudar a limpiar, antes que...
JOEL
Si... pero entiénde que es Saúl quien hace la limpieza.
BARBERO
Los intereses son compuestos... compuestos. A quién
servir! Gran Dios! A quién? Yo no pido sino saber
a quién servir devotamente! Hay qué examinar!
JOEL
Examinémos, barbero, examinémos! Pero de dónde
diablos has sacado que el rey carecía de voluntad?
BARBERO
Ah! Perdón! Yo no he dicho eso: yo he dicho que su
voluntad está enferma; que obra a saltos.
JOEL
Ten cuidado de que no salte sobre nosotros! No?
Más temible que nunca es así. Sus decisiones parecen
inmotivadas. Examína al rey, barbero.
BARBERO
Si tu crees que es tan fácil. El Sumo Sacerdote...
JOEL
Y qué?
BARBERO
Pues... Ahora, cuando habla al rey, castañetea
de miedo...
JOEL
Cómo? Castañetea de miedo?
BARBERO
Quiero decir: castañetea con los dientes, de miedo
al rey.
(Joel se alza de hombros)
Además, Saúl no permite que se le acerquen sino
dificilmente. Por otra parte, todo el mundo se vá,
cuando él se aproxima. Es él quien espía, ahora;
y se esconde --no se le siente acercarse-- y, luego,
se le sorprende, detrás de un cortinaje, en acecho,
o, al contrario uno es el sorprendido; y cada cual huye
sin ruido, de sala en sala, en el palacio, en el que
circula el rey, en silencio...
JOEL
Diablos!
(durante la última frase fue hasta el cortinaje abajado de la
izquierda y con un movimiento brusco lo levantó)
BARBERO (a quien sobresaltó el ruido)
Ah! Cómo me has asustado! Y yo, sin espada...
JOEL
No importa, barbero; tu le hablarás al rey; y lo que tu
sepas...
BARBERO (mirando la espada de Joel)
Es maravilloso, Joel, cómo se hace de más en más
profunda nuestra amistad!
JOEL
Todo ayuda a...
(termina con el ademán de unir algo)
BARBERO
(continuando el ademán de Joel)
...hacerla más estrecha. Ah! Ahí viene David!
Véte aprisa! Déjanos (David cruza por la terraza. Sale Joel)
ESCENA SEGUNDA
(David y el barbero)
BARBERO (misteriosamente)
Príncipe David! Príncipe David!
DAVID
Qué quieres, barbero?
BARBERO (como acezando)
Hace cuatro días que corro tras de vos sin conseguir
encontraros solo un instante, príncipe David!
DAVID
Yo no soy príncipe, barbero.
BARBERO
Sí, Señor, pero...
DAVID (más y más severo)
Ni Señor.
BARBERO
Es que yo no sé cómo llamar al vencedor glorioso
que...
DAVID
No he vencido sino con la ayuda de Dios, barbero!
yo no soy ni siquiera jefe de ejército.
BARBERO
Pero vuestro valor...
DAVID
No es más grande que mi fé.
BARBERO
Precisamente: la fé... Pero vuestra esperanza...
DAVID
No espero sino que, tras de haberme llamado para
matar a Goliat, el Dios de Israel, satisfecho, me deje
volver a Bethlem, al lado de mi padre, a guardar
cabras, como antes.
BARBERO
Oh! Cabras! Hombres, hombres es a quienes el Señor
David debería aspirar a guardar... y hé aquí
precisamente lo que yo quería decirle, y pronto porque
ahora mismo pueden llegar...: y es que el rey Saúl está
fatigado, que Jonatán es débil como una avecilla rara;
que ni el uno ni el otro gozan del favor popular, y que,
si mi príncipe lo quisiera, yo, barbero del rey y su
médico, que estoy cerca de él todos los días, yo podría.
DAVID
Entonces, puesto que me has contado todo tu secreto,
barbero, escúcha lo que yo voy a decirte. Es que yo
amo a Saúl como a mi rey y a Jonatán más que a mí
mismo; que yo temo a Dios, barbero, y que tú deberías
cuidarte, en tus palabras, de lo que en ellas hay
ofensivo hacia Su elegido. Tu me llamabas príncipe,
hace poco; lo que significa, entonces, que deseas
que yo te mande, barbero: retírate.
(sale el barbero)
Jonatán! Jonatán! pueda el Eterno afirmar, sobre tu
frente tan frágil, una tan vacilante realeza!
(entran Saúl y Jonatán)
ESCENA TERCERA
(Saúl. Jonatán. David)
Saúl sencillamente vestido; Jonatán revestido con todas las
insignias de la realeza. David ha retrocedido hasta el ángulo de la
izquierda; sin verle, Saúl y Jonatán avanzan hacia el trono. Saúl cae
en la cuenta de que el cortinaje ha sido levantado, y,
muy especialmente, lo hace caer de nuevo.
SAUL
Es así como yo quiero veros, Jonatán! Eah! tomád
esta tarde mi puesto en este trono. Es ya tiempo
--aunque sea en una sala desierta-- de que os ejercitéis
en el reinar. La sensación de la realeza se fortifica
mucho con el hábito de sus insignias. Aprendéd
a soportarlas. El otro día, cuando vinieron los
mensajeros, a pesar del sobrepeso de la corona, yo no
creo que os hubiérais desvanecido, en el trono real,
sostenido por el cetro y con la conciencia de la
púrpura, de la que hoy estáis revestido.
JONATAN
Oh! padre, dejádme; estoy tan fatigado! Si supiérais
cómo es de pesada esta corona!
SAUL
Ah! Creéis entonces que yo no lo sé?... Pero esa es una
razón para que os vayáis acostumbrando. Soy ya viejo;
y a medida que la corona se sostiene menos
sólidamente en mi cabeza, conviene afirmarla más
y más sobre la vuestra.
JONATAN
Padre! Basta! me duele la cabeza... Recobrád vuestra
realeza!
SAUL
No! No! os la dejo hasta ésta noche... Naturalmente,
la recobraré para dormir... Pero, ahora, permanecéd
así, en la dignidad real, y mientras no llegue nadie,
figuráos que domináis sobre muchos.
(David se mueve)
SAUL
(volviéndose hacia Jonatán)
Ah! decididamente reináis!
(a David)
Yo no os esperaba sino un poco más tarde, David...
Pero no importa; quedáos. Si, es que ensayo al joven
rey. Yo pensaba que ésta tarde no reinaría sobre nadie,
pero héos aquí. Adiós, entonces; os dejo con su
realeza.
(se esquiva por la derecha. - Aparte:)
Me siento feliz de que me haya visto sin corona,
ella lo cohibía en demasía.
(David y Jonatán, inmóviles, esperan a que salga Saúl)
ESCENA CUARTA
(Jonatán, David, luego Saúl, escondido)
JONATAN
Daúd!!
DAVID
Oh! mi joven rey triunfante! Cómo os véis de bello
bajo la gloria! Que vos no seáis Saúl y que no sea
por vos llamado, que entonces cantaría para vos más
y más admirables cánticos!... o, cerca de vos,
me quedaría contemplándoos sin decir nada! o me
prosternaría, como véis que lo hago, a vuestros pies...
(luego se levanta, ríe, se lanza hacia Jonatán, y lo abraza)
SAUL
(levantando los cortinajes de la izquierda)
Dulcemente! Moderadamente!
JONATAN
Por qué ríes tú, David, cuando estoy yo horriblemente
pálido, y cuando ves que voy a llorar? Poco falta para
que, de fatiga, no sea yo quien caiga pronto a tus pies.
DAVID (ha retrocedido)
Jonatán!
JONATAN (se levanta y avanza)
Pésa esta corona. Cuánto pesa, dí?
SAUL (escondido)
El sitio es bueno... Oh!
JONATAN (le pasa la corona a David)
Ha maltratado mi frente. - David!, estoy enfermo...
No es cierto que es pesada...? Oh! póntela, te digo...
(la coloca en la cabeza de David)
SAUL
Oh! Yo no habría debido ver esto...
JONATAN
Qué bien te vá! Pero, díme: no es cierto que es pesada?
SAUL
Oh! David! Cómo? tu serías...
DAVID
Mi pobre Jonatán! yo quisiera encontrarla más pesada;
pero..., qué débil tienes que ser...!
JONATAN
Es verdad que parece que no pesara, sobre tu frente...
Daúd!
SAUL
Y tendrías que ser tú! Jonatán!
(cae de rodillas y solloza, envuelto a medias en el cortinaje)
DAVID
Pero tú sufres, díme, Jonatán? Estás pálido y sudoroso.
JONATAN
Esta púrpura me ahoga... Este cinturón... esta espada
me pesa; conservo el recuerdo del peso de la corona
sobre mi frente. Ah! Daúd! Quisiera dejar caer al suelo
estas insignias de la realeza. Quisiera tenderme sobre
la tierra y dormir... Ah! por qué no seré yo, como tú,
pastor de cabras, desnudo bajo una piel de ovejuela,
al aire libre. Qué bello eres, David! Quisiera pasearme
contigo por las montañas. De mi sendero apartarías
cada piedra; a mediodía, bañaríamos nuestros pies
cansados en agua fresca y luego nos acostaríamos en
los viñedos. Tú cantarías... Yo te extremaría mi amor.
SAUL
(que ha seguido todo lo anterior como si lo dijera él mismo)
Si
JONATAN
Llegaría la tarde; tú, que eres fuerte... tén: tóma
la espada; tu me defenderías de las bestias.
Yo quisiera reposar, cerca de tu fuerza! Ah! me ahogo!
Tén: tóma la púrpura. Desabrocha este manto...
(ayuda a David a que le despoje)
SAUL
Ah! yo no debiera ver.
JONATAN
Tu hombro parece más blanco... Y mi cinturón...
SAUL
Ah! Yo no... Yo me torturo...
JONATAN
No sé si es, o de alegría, o de frío, o de angustia febril,
o de amor, que -védlo- tiemblo ahora bajo mi única
túnica de lino...
SAUL
Cómo es de bello con la púrpura! Daúd!
(como si le llamase en voz baja)
DAVID
Jonatán! Héte más bello en tu blanca túnica que con
tus ornamentos reales. Yo no conocía tu elegancia,
ni la gracia que a tu cuerpo le da tu debilidad.
SAUL
Ah!
DAVID
Jonatán!, es por ti por quien descendí de las montañas,
donde tu frágil flor --bajo el sol muy ardiente-se marchitaría. Llóras? También yo voy a llorar
de ternura? Tiémblas? Vacílas? Consuéla tu debilidad
entre mis brazos...
SAUL
Ah! Eso si no, eso no...
JONATAN (desfalleciente)
Daúd!
SAUL
(arrastrándose como loco. En voz alta)
Y Saúl, entonces? Y Saúl?
JONATAN (aterrorizado)
Escápate, David, escápate.
(David, desde que Saúl se dejó ver, abandonando dolorosamente
a Jonatán, huyó, no muy rápidamente, arrojando con horror tras
de sí los ornamentos reales. Jonatán cae, desmayado)
DAVID
Desdichado! Desdichado! Desdichado!
SAUL
Y Saúl?
(mirándolo huír estupefacto, sin decir nada, se acerca a Jonatán, se
arrodilla cerca de él, le toma del brazo)
Está muy delgado! ... Vámos, Jonatán!... háblame.
Soy yo, eah! Te he asustado, lo sé, pero yo no te
detesto...
(con asco, soltando el brazo que sostenía)
Ah! Es más débil que una mujer! (inclinándose hacia él)
Es el amor a David lo que te empalidece?
(corre hacia la derecha, y llama:)
David! Sigue huyendo. Como si fuera él quien debiera
tener miedo!
(corre a la izquierda, y levanta la cortina)
Hola! Alguien!
(llamando) (telón)
ESCENA QUINTA
(la alcoba de Saúl)
SAUL
(entra, hablando con el Sumo Sacerdote)
Entonces, ni uno sólo; ni el más insignificante
hechicero?
EL SUMO SACERDOTE
Su Majestad sabe muy bien que los han suprimido
--a todos-- según sus órdenes.
SAUL
Yo no te pregunto eso! Yo te pregunto si, talvez,
hayan olvidado a alguno pequeño...
EL SUMO SACERDOTE
Ni a uno solo.
SAUL
No es para castigar, compréndeme... Al contrario...
Yo quisiera que hubieran olvidado... Yo busco uno...
Yo.
Tánto peor. Véte.
(el Sumo Sacerdote calla)
(el Sumo Sacerdote se retira)
Qué hacer? Nada! Nada! El más pequeño adivino
sabría más...
(corre súbitamente hacia la puerta)
Ah! Sumo Sacerdote! Sumo Sacerdote! (este reaparece)
Y tu Dios? Tu Dios calla siempre?
EL SUMO SACERDOTE
Siempre.
SAUL
Sin embargo, es demasiado! Qué le he hecho yo?
Vámos, hábla, sacerdote! Por qué calla Dios ahora?
Sería preciso que nos explicáramos, al fin...
Ah! yo quisiera justificarme ante El. Yo soy el reo;
tú, mi Juez: interróga!
EL SUMO SACERDOTE
(durante la escena, completamente estupefacto de terror)
Qué?
SAUL
(Cómo es de estúpido!) ... Es que yo puedo saber? Yo?
Pregúntame si he vivido con mujeres extranjeras...
EL SUMO SACERDOTE
Si.
SAUL
Qué: sí? Yo te digo que me preguntes si he tomado
para mi mujeres extranjeras.
(súbitamente calmado)
Preguntarás? Infeliz, yo te...
(blande su jabalina)
EL SUMO SACERDOTE (tembloroso)
Te pregunto yo si has vivido con mujeres extranjeras?
SAUL (furioso)
No: yo no he vivido con mujeres extranjeras! Lo oyes?
Tu muy bien sabes que no he vivido con mujeres
extranjeras.
(calmado súbitamente)
Vámos! Aprisa! Pregúnta aún!
EL SUMO SACERDOTE
Aún, qué?
SAUL
Pregúntame... En fin, tu debes saberlo! Hay pequeños
mandamientos...
EL SUMO SACERDOTE
Existen los Mandamientos.
SAUL
Y bien! dílos, tus Mandamientos. Qué esperas?
Vámos.
EL SUMO SACERDOTE (recitando)
Yo soy el Eterno, tu Dios, que te he hecho salir
del país de Egipto, de la casa de servidumbre...
SAUL
Y despáchate aprisa, porque espero al barbero.
EL SUMO SACERDOTE
No tendrás otro Dios delante de mi faz...
SAUL
No. Así no. Interróga.
EL SUMO SACERDOTE
Te has hecho imágenes talladas o representaciones de
las cosas que están arriba en los cielos, que están aquí,
abajo, sobre la tierra, o en las aguas más bajas
que la tierra?
(Saúl alza los hombros, impaciente)
No te has prosternado ante ellas, y no las has adorado?
Porque yo soy el Eterno, tu Dios, un Dios fuerte
y celoso
(Saúl bosteza)
que castiga la iniquidad de los padres en los hijos hasta
la tercera y la cuarta generación de los que me odian,
y que...
SAUL (aliviado)
Ah! Hé aquí al barbero. Continuarás con ello en otra
ocasión.
(sale el Sumo Sacerdote)
ESCENA SEXTA
(Saúl. El barbero)
SAUL
Héte aquí, barbero de mi corazón! Enciénde las
antorchas. No se ve.
(el barbero arregla las antorchas y sus instrumentos)
SAUL (aparte)
Quisiera saber --y tánto!-- que no es a David a quien
debo temer! Yo no puedo... Yo no puedo detestarlo!
Yo deseo agradarle.
(el barbero indica que está listo)
Te he hecho llamar para que me cortes la barba.
BARBERO (en el colmo del estupor)
Cortar la barba!
SAUL
Sí, la barba. Decididamente me envejece. Ya es tiempo
de que tome un aire un poco más juvenil... Porque eso
me rejuvenecerá, no es así?
BARBERO
Incontestablemente! Pero pareceréis menos respetable.
SAUL
No aspiro a parecer muy respetable. Vámos! Estás
listo? Te estoy esperando!
BARBERO
No! Pero realmente es en serio lo que dice el rey?
SAUL
Ah! Te parece, entonces, que tengo cara de bromear?
(ríe)
Si, pero ya verás cómo bromearé mejor sin mi barba...
Vámos! en serio, córtala.
BARBERO (comienza la operación)
Una barba tan bella, no obstante! Es lástima!
SAUL
Bah! Ella me ocultaba. Hay que saber tomar las
decisiones bruscamente. Cómo me encuentras, dí,
barbero?
BARBERO
Fatigado.
SAUL
Ah!
BARBERO
Se ve que su Majestad trabaja mucho.
SAUL
Si; he tenido que trabajar toda la noche, aún.
BARBERO
Ahora que la reina ya no existe, su Majestad debe
ocuparse mucho más de los negocios importantes
del reino.
SAUL
Hay asuntos más importantes que los del reino y que
no atañen sino a mi.
BARBERO
Oh! Sí!
SAUL
Qué?
BARBERO
Yo digo: oh! sí! Yo quisiera decir: oh! si..., es decir:
seguramente que ellos no atañen sino al rey, y que es
por eso mismo que está tan fatigado: por estar forzado
siempre a guardarlo todo para sí; quizá también su
Majestad se preocupa demasiado por ciertas cosas...
Cierto es que si los filisteos...
SAUL (interrogante)
Los filisteos?
BARBERO (terminando)
... regresan.
SAUL
Ah! Regresan!
BARBERO
Bien sabe el rey que se dice que vuelven.
SAUL
Lo sabe. Lo sabe: pero...
BARBERO
Pero... si yo osara hablar... El rey busca un hechicero?
SAUL
Ah! Tu sabes...
BARBERO
Siiii...
SAUL
Y cómo?
BARBERO
Qué importa?
SAUL
Tu conoces...
BARBERO
Chit! Oh!, mis tijeras
(las deja caer)
Chit! un momento! Ved! Ved! In - co - no - ci - ble!
Rejuvenezco al rey en diez años!
SAUL (ansioso)
Hábla! Pero hábla! Tu conoces...
BARBERO
Siiii...
SAUL
Algún hechicero?
BARBERO
No: una bruja.
SAUL
Dónde?
BARBERO
En Endor.
SAUL
Ah! la pitonisa! Cómo la había olvidado yo?
BARBERO
Qué? Vos también la conocéis?
SAUL
La que habla con los muertos, si; yo la vi,
hace tiempos. Lo había olvidado. Pero ella me conoce.
No dices tu que estoy inconocible?
BARBERO
Que el rey tome un espejo: he terminado.
SAUL
Si - no quedo mal así!... Oh! ésta arruga!
BARBERO
La barba la ocultaba un poco... Debo ensayar?...
SAUL
No. Déja. Déjame.
(sale el barbero)
Inconocible! mi pasión sirve a mi interés en esta
ocasión. Iré
(va a la ventana. La abre)
El cielo está nublado. Una tempestad terrible
se prepara. Toda la arena del desierto está suspensa.
No importa.
(se retira de la ventana. Se quita la púrpura y se cubre con un
manto viejo)
Inconocible, realmente!
(como repasando una lección)
Debo desconfiar de alguien.
(de rodillas)
Dios mío, haz que no sea de David! Yo no puedo...
No puedo...
(se levanta)
Bah! hace ya mucho que no rezo. Y cuando rezaba, era
lo mismo. Lucharemos. Y no soy yo quien va a volver.
El fue el primero en apartarse. Quisiera saber -y tánto!
que no sea de él.
Ah! el
(el viento, desde la ventana sopla contra las antorchas)
viento! Vámos! Vámos!
(Sale Saúl)
ESCENA SEPTIMA
(la Sibila, luego el rey Saúl)
La escena representa el interior de una gruta no muy vasta;
en el fondo, a la izquierda, la entrada; hacia la derecha, un hogar,
que ilumina débilmente la gruta.
LA SIBILA DE ENDOR
Todavía estos cuatro panes, estas raíces, y después,
maga de Endor, última previsora de Israel, como una
llama enferma, agotada, extínguete!Aquellos a quienes
les mendigo se dicen buenos conmigo porque no me
denuncian al rey. Callan, pero no me dan de comer.
Rey Saúl: por qué habernos suprimido, a todos? Un
día, no obstante, lo recuérdas? Hijo de Kis, aún sin
corona, viniste a mí, pastor de los rebaños de tu padre;
buscabas en vano en el desierto unas asnillas
extraviadas; fue entonces cuando yo, la primera, te
predijo la realeza. Y desde ese día, rey Saúl, se
pretende que tú profetizas! Qué refieren tus profecías?
Es que tus labios también tiemblan y no pueden
cerrarse bajo la horrible presión del futuro? Qué futuro
transpira a través de ti, que así quieres ser el único en
conocerlo? puesto que haces matar a los hechiceros.
Vámos! que cállen en el sepulcro! Pero tú, rey Saúl,
te cállas tú? En cuanto a mí..., yo me voy, ya exhausta;
como sobre el reborde de una cisterna, sedientos de
lo ignoto, los hombres se agachaban sobre mis labios,
de donde se extravasaba la profecía. Y los hombres no
me amaban, porque hubiesen querido que predijese
siempre sucesos afortunados, y porque yo predecía
más allá de la ventura. Y ahora pienso que no está bien
que el hombre conozca el futuro, porque ninguna
alegría del hombre es más duradera que el tiempo que
se emplea en decir: yo soy feliz, y que hay que
apresurarse a decirlo, porque para decir: yo era feliz,
se dispone de todo el tiempo restante, y que
la felicidad del hombre es ciega.. Tengo frío.
Qué horrible tiempo! Todos los sapos de los
alrededores vinieron a refugiarse en mi gruta; la lluvia
se desborda y el viento sopla tan helado, que --afuera-pensé que me extinguía aún antes de morir de hambre.
Jamás me había sentido tan desfalleciente. En un
tiempo como éste, quién, entonces, tan atormentado
por el futuro, habrá podido ponerse en camino?
Tres veces ha vacilado, pero por cuatro veces la llama
ha repetido su señal: alguien viene. Yo me creía,
sin embargo, harto ignorada. Preparémosnos
a recibirle! Vámos! postrera antorcha de Israel!
lancémos, para el extranjero que se aproxima, una
última lumbrada expirante, y, después, que caiga el
telón, alzado por una última vez; que se tornen a cerrar
sobre su secreto las bocas entreabiertas de los muertos,
para siempre... para siempre! Ah! Ah! se acerca...
(en este momento la hechicera, de rodillas, se inclina sobre el
caldero de donde parecen salir vapores; agita su cabeza y su torso,
y habla de una manera cada vez más anhelosa y exaltada.
Parece que viera en el agua del caldero como en un espejo,
todo lo que su monólogo relata)
Se acerca, el extranjero --que conoce la ruta--,
ni siquiera una tea trae en la mano... Siento caer sobre
mí, ah!, la fatiga de su marcha por la montaña!
Ah! de su marcha; resbala en el sendero lleno de agua,
de la montaña: el viento que sopla --sopla en su
manto--; la fatiga, Ah! creo que ya voy a morir!
mísera, una pobre mujer, vieja como las angustias del
mundo, quisiera morir sin ser incomodada... Se acerca!
se acerca el extranjero! Ah! cómo lo desgarran las
zarzas! Desnuda su cabeza; tiene el aspecto tan
mortalmente fatigado como yo, --mísero, ah! mísero
como yo--. Cae de rodillas. Ah! está orando! No;
se levanta; corre, corre por el sendero de la gruta;
tiene una jabalina en la mano, piedad de mí!
estoy sin fuerza alguna; oigo ya sus pasos; aquí! aquí!
(más y más feroz, la maga levanta la cabeza. En el momento en que
dice: aquí!, mira en torno suyo, de manera de hacer comprender
que los dos focos de la visión --real e imaginaria-- se han reunido)
Voy a morir?
Piedad
Saúl!!!
(con voz cada vez más alta y terminando con un grito)
para mí! piedad! piedad!
(Saúl aparece)
SAUL
(en el umbral de la gruta, vestido con un grosero manto de
estameña, desgarrado;el aire espantable; los cabellos, húmedos
por la lluvia, sobre la frente.) (desolado:)
Ah! me reconoces? No tengo --sin embargo-el aspecto de un rey!
LA SIBILA (la cara contra la tierra)
Piedad, Saúl! compasión para mí, tan mísera!
SAUL
Soy yo menos mísero que tú?
LA SIBILA
Piedad, Saúl! para mí, que voy a morir...
SAUL
No tengas miedo de mí, pitonisa! Yo no he venido
a amedrentarte. He venido a implorarte y no a que me
implores tu...
(se coge la cabeza entre las manos)
Es intolerable mi infortunio!
LA SIBILA
Y es el rey Saúl quien así habla?
SAUL
Si. Saúl es. No, no es el rey. Ah! por qué, por qué,
pitonisa, haberme predicho un día la realeza?
Si recuerdas cuán bello era yo sin corona? El más
insignificante pastor de la montaña (y ese era yo!)
tiene más majestad en su apariencia que la que me
haya dado toda mi púrpura coronada! A uno conozco
que, desde que avanza, domina... En cuanto a mí...
(cae sobre una piedra)
estoy fatigado.
LA SIBILA (alzándose)
Saúl
(como por condolencia y sin saber qué decir)
con éste tiempo, duro estaba el camino.
SAUL
Este tiempo? Ah! es que llovía?
(toca su manto calado)
Sí! tengo frío! Acércate; tengo necesidad de ser
consolado.
LA SIBILA
(toca con gran ternura la frente de Saúl)
Saúl!
SAUL
Qué?
LA SIBILA
Nada. Tengo piedad de ti, rey Saúl.
SAUL
Ah! compasión?... Es cierto que soy compadecible...
pitonisa! Hace tántas noches que...
(parece que va a caerse de la silla)
Ah! Desfallezco! Noches y noches buscando y en las
que desgasto mi alma buscando...
LA SIBILA
Buscando qué? El porvenir, Saúl?
SAUL (profético)
Incomparables tormentos de mi alma!... (conteniéndose)
No estoy siempre tan débil como ahora; ciertos días
parezco razonable, todavía; pero la ruta para venir
hasta aquí me ha matado. Nada había querido comer
esta tarde.
LA SIBILA
Tengo unos panes... quiéres?
SAUL
No. Aún no; mi alma tiene más hambre que mi carne.
Pero, habla, pitonisa; puedes hacer venir un muerto?
LA SIBILA (afligida)
Un muerto... quiéres? Pero quién?
SAUL
Quién? Samuel?
LA SIBILA (espantada)
Ese es muy grande!
SAUL
Soy yo Saúl?
LA SIBILA
Obedezco. Todavía dominas.
(se acerca al hogar y hace los gestos y muecas apropiados
para lograr que un muerto venga)
Ve! Ya la llama se agita! Apártate!
SAUL
(de pies; su mano delante de su rostro, pero de modo que sólo la
apariciónle quede oculta; no de manera que los espectadores no lo
puedan ver).
Samuel! Samuel! Samuel! Héme aquí. Llamo y temo
tu terrible aparición. Háblame! Que una palabra tuya
me aplaste, me aplaste o me tranquilice; estoy en el
límite de mi incertidumbre y mi inquietud es más dura
que no importa qué palabra tuya. Pitonisa! Pitonisa!
Qué ves tú?
LA SIBILA
Todavía nada.
SAUL
Yo no oso mirar... Mi alma, en mi, parece saltarina
y liviana como si yo fuera a cantar. Desfallezco.
Pitonisa! Pitonisa! Qué ves tú?
LA SIBILA
Nada... Ah! ah! ah! Veo un Dios que sube de la tierra.
SAUL
Qué figura tiene?
LA SIBILA
Es un anciano que sube; está envuelto en un manto.
SAUL (se prosterna)
Samuel!
LA SOMBRA DE SAMUEL
Por qué me has turbado en mi sueño?
SAUL
Estoy en una grande angustia. Los filisteos me hacen
la guerra, y Dios se ha retirado de mí.
LA SOMBRA DE SAMUEL
Y tú por qué me consultas, si el Eterno se ha retirado
de ti, y si se ha convertido en tu enemigo?
SAUL
A quién entonces, si no a ti, consultaría? El no me ha
respondido, ni por intermedio de los sacerdotes ni con
los sueños. Quién me dirá qué es lo que debo hacer
ahora?
LA SOMBRA DE SAMUEL
Saúl! Saúl! por qué mientes siempre delante de Dios?
Sabes muy bien que del fondo de tu corazón se levanta
otro pensamiento; no son los filisteos quienes te
inquietan, y no es eso lo que venías a preguntarme.
SAUL
Habla entonces, Samuel; tú, que conoces mi secreto
mejor que yo mismo. Por todas partes el terror asaltó
mi alma; ya no oso ni mirar mi pensamiento. Cuál es
mi pensamiento?
LA SOMBRA DE SAMUEL
Saúl! Saúl! Hay otros enemigos, fuera de los filisteos,
por someter...; pero lo que te dilacera es acogido por ti.
SAUL
Someteré...
LA SOMBRA DE SAMUEL
Ya es muy tarde, Saúl; ahora es a tu enemigo a quien
protege Dios. Antes de que fuese concebido en el seno
de su madre, Dios ya lo había escogido. Si tu lo acoges
es para prepararte.
SAUL
Y cuál era mi falta, entonces?
LA SOMBRA DE SAMUEL
Acogerlo.
SAUL
Pero puesto que Dios lo había escogido...
LA SOMBRA DE SAMUEL
Crées tu que Dios, para castigarte, no haya conocido
desde lejos las últimas vacilaciones de tu alma?
El ha situado a tus enemigos ante tu puerta; ellos
tienen tu castigo en sus manos; detrás de tu puerta mal
cerrada, esperan; pero fueron invitados desde hace
tiempo. Sientes muy bien, en tu corazón, la
impaciencia de ésta espera: lo que tu llamas temor, tu
muy bien sabes que es deseo. Hé aquí: ahora los
filisteos de que hablabas, ya se preparan.
Dios abandonará a todo Israel en sus manos.
(Saúl, cual largo es, cae por tierra)
La realeza será para ti como una púrpura que se
desgarra, como agua que huye entre los dedos mal
cerrados de tu mano...
SAUL (suspirando)
Y Jonatán?
LA SOMBRA DE SAMUEL
Jonatán no tendrá ni una gota para beber, ni un trozo
de púrpura para cubrirse... Ah! desdichado Saúl!
qué hará de ti el futuro, si su sólo anuncio te anonada?
SAUL
Eterno Dios de los Ejércitos! Mi porvenir está en
vuestras manos poderosas...
(cae sin conocimiento)
LA SOMBRA DE SAMUEL
Si, desdichado Saúl! que matas a los videntes y
suprimes a aquellos que explican los sueños, piénsas
tú matar el porvenir? Ve: tu futuro ya se puso en
marcha; tiene una espada en la mano. Tu puedes matar
a quienes lo miran, pero tu no le impedirás avanzar.
Y él avanza, Saúl; avanza; es ya tan grande que tu no
puedes impedir a nadie el verlo. Por qué, si tu no
puedes oírme, haberme pedido aparecer? Mis palabras,
provocadas ahora, continuarán: en adelante no cesarán
de oirse; si tu suprimieras ahora a los profetas, las
cosas mismas tomarían una voz; y si tu rehusaras oírla,
tú mismo profetizarías. Dentro de tres días los filisteos
te librarán batalla y lo más escogido de Israel
sucumbirá. Ve: ya no está en tu cabeza la corona.
Dios la ha colocado en la de David.Ve: Jonatán mismo
ya se la coloca... Adiós, Saúl! tu hijo, y tú --ambos-muy pronto vendréis a reuniros a mí...
(la sombra desaparece)
LA SIBILA (débilmente)
Y yo más pronto aún, Samuel.
(silencio)
SAUL (como despertando)
Tengo hambre...
LA SIBILA
(se ha arrodillado cerca de Saúl yacente)
Saúl!
SAUL (levantándose)
Soy yo. Tengo hambre. Vámos, mujer; tu ves que hay
que tener compasión del rey. Está enfermo.
Dále alguna cosa qué comer...
LA SIBILA
Pobre Saúl. Había guardado éstos panes. Tómalos.
SAUL (inconsciente)
Díme: quién hablaba aquí hace poco?
(se emociona)
Con quién hablabas, vieja? Veámos! qué vine a hacer
aquí, yo? Respóndeme aprisa; no eres tú la Sibila
de Endor?...
LA SIBILA
Pobre Saúl!
SAUL
La sibila! No! No! Todos los hechiceros murieron!
Saúl hizo matar a todos los hechiceros! La Sibila
de Endor está muerta...
(enderezándose)
o vá a morir.
LA SIBILA (siempre de rodillas)
Ah! Sin que tu la hieras, Saúl; ella morirá pronto.
Déjala...
SAUL
(completamente despierto y con una creciente agitación)
Con quién hablabas? No era con... Quién te permitió
llamar a Samuel?...
LA SIBILA
Desdichado!
SAUL
Ah! Yo suprimiré lo que él dijo... Lo que él dijo yo lo
quiero suprimir en tus oídos. Yo mismo ya no
recuerdo casi nada.
LA SIBILA
Desdichado!
SAUL
Pero... yo no lo oí todo...
(se vuelve furiosamente contra la Sibila)
Ah! desdichada! vas a hablar!... Ahora lo recuerdo
todo! Hé caído. Qué dijo él? Qué dijo él? Qué dijo él?
LA SIBILA
Desdichado!
SAUL
Ah! ah! tu hablarás, bruja! Ha nombrado? Dí... hábla...
ha nombrado a alguno?
LA SIBILA
Piedad!
SAUL
A otro...
LA SIBILA
Piedad! Saúl!
SAUL
... que no yo...
LA SIBILA
Piedad de mí!
SAUL
O Jonatán, para...
LA SIBILA
No!
SAUL
Vámos! ya lo sabes todo! ... para sucederme en el
trono?
LA SIBILA
No!
SAUL
Mientes!... tu mientes!... Alguno --te lo ha dicho-a quien yo amo?...
LA SIBILA
Saúl!
SAUL
Sí? Lo sabes todo... David?
LA SIBILA
Por qué lo has nombrado?
SAUL
No! No! No lo digas! No! No!
(hiere a la Sibila con la punta de su jabalina)
LA SIBILA
Me has herido.
SAUL
No! No! que no! Veamos, no fue sino un golpecito
con la jabalina; --hábla, termina-- díme que no era él.
LA SIBILA
(apoyada en un brazo. Saúl agachado)
Saúl! me has herido mortalmente. Saúl! ya iba a morir!
por qué no me has dejado? Míra: mi sangre pálida
corre sobre tu manto...
SAUL
No! No! Yo no te he hecho mal alguno. Veamos!
Hábla! Puedes esperar un instante para morir...
(suplicante)
Ah! respóndeme!
LA SIBILA
Déja que mi alma, ah! se aduerma –tranquila--,
ya está calmada.
SAUL
No - todavía no.
LA SIBILA
Rey Saúl...
SAUL
Qué?
LA SIBILA
Rey deplorablemente dispuesto a la acogida - ciérra
tus puertas!
SAUL
Ah! Respóndeme: él te ha nombrado...?
LA SIBILA
Déja que mi alma, dulcemente se hunda...
SAUL (cogiéndose la cabeza entre las manos)
Ah!
LA SIBILA
Rey Saúl!
SAUL (con una última luz de esperanza)
Qué?
LA SIBILA (agonizante)
Ciérra tu puerta! Ciérra tus ojos! Tápa tus oídos!
y que el perfume del amor...
SAUL (sobresaltado)
Qué?
LA SIBILA (con esfuerzo)
... no encuentre más el acceso a tu corazón. Todo lo
que te es encantador te es hostil... Libérate! Saúl! Saúl!
(muere)
SAUL
(se ha ido inclinando más y más a medida que su voz se extingue,
como si esperase siempre una nueva revelación)
Qué?... Está muerta.
(mira alrededor suyo. El hogar se ha extinguido. La gruta háse
tornado más sombría)
Entonces, en adelante, yo voy a agitarme solo en las
tinieblas.
(quiere salir y titubea)
ESCENA OCTAVA
La gran sala del primer acto. Los cortinajes de ambos lados
completamente bajados. Saúl, de rey, sentado en el trono (púrpura,
corona y jabalina). David, no lejos, sobre un escabel, toca el arpa
ante el rey.
DAVID
... En torno tuyo los hombres píos aplauden
Los enemigos del rey fueron puestos en fuga.
El Eterno protege al rey.
Y he aquí el nuevo cántico que compuse para Saúl:
... Palabras llenas de encanto, corred, desbordad
de mi corazón.
Yo canto. Mi canto es para el rey.
Que sea como el de un hábil escritor.
(pausa)
Despiértate, mi laúd!
Despertáos, mi laúd y mi arpa!
Que mi canto despierte a la aurora...
(pausa)
Rey Saúl, mónta en tu carro,
defiénde la verdad, la dulzura, la justicia!
Mónta en tu carro, rey Saúl!
(pausa)
Todos los guerreros están en la espera...
En la espera, los filisteos se regocijan:
Saúl duerme; no aparece Saúl! ...
(pausa)
Mónta en tu carro, rey valiente,
de miedo de que no triunfen los enemigos de Dios,
de miedo de que no se regocijen.
(pausa)
Saúl! Saúl! despiértate!
Mi laúd resonante te acompaña.
Por tus nuevas hazañas se distinga tu diestra.
(pausa)
Valeroso guerrero! Cíñe tu espada,
tu atavío y tu gloria.
Sí - tu gloria!
SAUL
(un poco embarazado al principio, luego bostezando, hace una seña,
para que David cese:)
Tú no sabes alguna cosa más alegre?
DAVID
Más alegre?
SAUL
Si. Te asombras... es que malconoces quién soy yo...
Vámos! Déja tu arpa, David! Conversemos. Díme!
de qué tengo el aire yo, David?
DAVID
De un rey.
SAUL
No; tu no comprendes mi pregunta. Quiero decir: qué
es lo que encuentras particularmente notable en mí?
DAVID
La majestad.
SAUL
(molesto; luego, reaccionando)
Ah!... hasta sin barbas?
DAVID
Sin barbas, un poco menos.
SAUL
Porque se me ve mejor, parezco menos rey... Si.
Por eso hice que me cortaran las barbas; yo me sentía
menos rey de lo que aparentaba... Mientras que
ahora... Díme que me prefieres así.
DAVID
Yo prefiero al rey.
SAUL
No, David: ahora que te parezco más joven
--y lo soy!--, nada que podía gustarme esa barba real,
envejeciéndome a tus ojos... Por causa tuya, David,
yo la hice cortar...
(David, molesto, se pone de nuevo a tocar el arpa. Saúl, furioso,
listo a herirlo)
David!!
(gesto de David)
No te vas! Bromeaba. Yo quiero... Conversemos más,
David! Díme: tú le rezas a Dios, en ocasiones?
DAVID
Sí, rey Saúl; a menudo.
SAUL
Por qué? Jamás acoge favorablemente las oraciones.
DAVID
Y qué puede pedir el rey, para no ser nunca acogido?
Qué puede pedir un rey?
SAUL
(vacilando acerca de lo que va a contestar; luego, bruscamente:)
Y tú? Qué es lo que le pides tú?
DAVID (confusamente)
No llegar a ser nunca rey.
SAUL
(furioso al principio, salta sobre David, que no se inmuta; luego,
inclinado hacia él, con voz más baja:)
David! David! Quiéres tu que nos unamos contra
Dios? David, si fuera yo quien te diera la corona...
(mira fijamente a David, luego, turbado por su triste asombro,
por su terror, toma el partido de estallar en risotadas)
Ah! Ah! Ah! Ves cómo puede bromear un rey sin
barba!
(torna a subir al trono y se sienta; furiosamente:)
Basta! yo no quiero ser el único que bromea! Por el
Eterno! me has tomado en serio, realmente lo creo...
La corona! David! Querías la corona? Ah! Ah! fiii...
Y Jonatán? Tú no piensas entonces en el débil
Jonatán?
(David, fatigado, quiere irse)
Vámos! Hélo que ahora quiere irse... Pájaro salvaje!
Nada, entonces, te puede domesticar? Cánta, entonces!
Vamos, David! Algo que sea alegre!
(gesto de David)
No! Nada de alegre: tú no sabes nada alegre! Ah! Eso!
Tú no bromeas jamás, David! con tu Jonatán? nunca!!
Entonces toca, solamente: tu canto, por otra parte,
distrae mi pensamiento. No se puede estar siempre
divertido...
(David comienza a tocar el arpa y toca hasta el fin de la escena.)
Ah! Ah! Ese canto de arpa fluye sobre mi
pensamiento. Yo también he sabido alabar a Dios,
David. Para él he entonado cánticos; para él, en otro
tiempo, mi boca estaba siempre abierta y mi lengua
agitada inmoderadamente; pero, de miedo a hablar,
mis labios se han cerrado sobre mi secreto, y mi
secreto, viviente en mí, grita en mí con todas sus
fuerzas.
(Saúl se exalta y comienza a hablar como en delirio)
Yo me desgasto permaneciendo silencioso. Desde que
calle, mi alma se consume; como un fuego vigilante,
su secreto la agota día y noche.
(pausa con una breve detención de la música)
Horror! Horror! Ellos quieren saber mi secreto, y yo
mismo no lo sé! Se forma lentamente en mi corazón...
Pero la música lo subleva... Como un pájaro topa con
los barrotes de su jaula, se ha subido hasta mis dientes;
hacia mis labios salta, salta y quiere lanzarse afuera...!
David, mi alma está incomparablemente torturada!
Labios míos! a quién nombráis? Apretáos, labios
de Saúl! ciérra tu manto real, Saúl! todo te asedia,
en torno tuyo. Tapóna tus oídos a su voz! Todo lo que
viene a mí, me es hostil!! Cerráos vosotras, puertas de
mis ojos! Todo lo que me es delicioso, me es hostil.
Delicioso! delicioso! por qué no estoy yo con él, cerca
de los arroyuelos, guardián de cabras? Lo vería todo el
día. Por qué no me extravié en el ardor del desierto,
como antaño, ay!, buscador de asnillas? En el calor
del aire, yo ardería! Sentiría entonces menos quemante
mi alma --que el canto activa--, y que se lanza
--desde mis labios-- hacia ti, delicioso, Daúd.
(David arroja el arpa, que se rompe, al suelo. Saúl parece
despertar)
Dónde estoy? David! David! Pero quédate...
DAVID
Adiós, Saúl! Ya no para ti solo es intolerable
--desde ahora-- tu secreto.
(sale)
ACTO CUARTO
De noche, pero no muy obscura. La escena, muy estrecha,
representa un jardín en el que termina bruscamente una colina;
corre una fuente a la izquierda, rodeada de cipreses plantados
con regularidad
ESCENA PRIMERA
(Jonatán. Saki. Luego, David)
JONATAN
Estás bien seguro de que es aquí? Sí. Hé aquí la fuente
y los cipreses. Saki! Qué bella aparece la noche!
Ah!, si yo hubiera conocido este jardín, ya habría
venido a menudo... Y para subir a esa planicie?
SAKI
Habrá que hacer un largo rodeo.
JONATAN
Oh! Oh! Así es realmente... Así es!
SAKI
Qué, príncipe? Qué buscáis?
JONATAN
Un pajarillo, pequeño; por eso traje mi arco;
hánme dicho que todas las noches vuela sobre esta
fuente y se posa allá... Lo ves? Lo ves?
SAKI
No.
JONATAN
Míra! míra como vuela! Gira, dá vueltas como
si ya fuera a posarse.
SAKI
Pero yo no veo nada absolutamente.
JONATAN
Atención! Ya está en tierra... Chit! Cómo? No ves
nada? Allá, cerca de esa piedra blanca. Sígue hasta
donde va a volar mi flecha. Tocado! Corre aprisa!
aprisa! y tráeme o mi flecha o el pajarillo.
(tan pronto como Saki se aleja, sale David de un boscaje)
DAVID
Jonatán!
JONATAN
Ah! David! Pensé morir de inquietud. Hábla aprisa!
No disponemos sino de un instante. Saki va a regresar.
Y por qué en este jardín? Para vernos, no estábamos
mejor en el palacio?
DAVID
No, Jonatán. Aquí yo no debo ser visto por nadie.
Parto. Esta noche es un adiós lo que te digo.
JONATAN
Ah! Daúd... un adiós! Y qué? partirás?
(se sienta sin fuerzas al borde de la fuente)
DAVID
Ah! Jonatán! Mi fuerza no me basta para dejarte; se
necesita también de la tuya. No te acobardes. Irguete!
JONATAN
Lejos de ti, todo placer me abandona. Te irás?
DAVID
Debo partir... Saúl...
(vacilante)
JONATAN
Hábla. Mi padre...
DAVID
Ya no tolera mi presencia. Me ha...
JONATAN
Te ha herido!
DAVID
Si... herido!... herido... Conoces su genio irritable.
Ah! Jonatán! Levántate. Te volveré a ver, Jonatán.
JONATAN
A dónde vas? Lejos de ti, carezco de fuerza...
DAVID (indeciso al principio)
A dónde voy... ahora? Donde los filisteos.
JONATAN
Los filisteos!
DAVID
Compréndeme rápidamente. Saki vuelve ya; no quiero
que me sorprenda... Si tu padre lo supiera!... pero falta
por decir lo importante. Escúcha: los filisteos se
preparan de nuevo. Tu padre está inquieto; no sé qué
lo conturba, pero su espíritu no está preparado para la
guerra, y si los filisteos atacan, la derrota de Saúl es
segura. Los filisteos atacarán, sin duda, y por eso yo
quiero ponerme a su cabeza; parecerá que avanzo
contra ti..., pero, si le arrebato la corona a Saúl, es para
devolvértela.
JONATAN
(como si nada hubiera oído)
Los filisteos! Daúd! Tú con los filisteos!
DAVID
Ah! Compréndeme!... Nunca! si yo pensara en que tu
padre pudiera vencer; pero tu sabes que una obsesión
lo ocupa; nada de ella lo distrae, y la confusión de su
alma repercute en su ejército. Sus soldados no le
obedecen; él es incapaz de ponerse a su cabeza.
JONATAN
Y yo?
DAVID
Tú, Jonatán... Sucumbiríais ambos. Ah! Déjame que
venza y por vosotros. Pero escucha, y sigue
cuidadosamente lo que voy a decirte. Si tu ves, en la
tarde del segundo día, al otro ejército acampado en lo
alto de la colina --la que está en frente de la ciudad--,
la colina de Gilboá, no temas nada. Hé aquí lo que
debes hacer.
JONATAN
Hábla: lo que tu digas, eso haré.
DAVID
En el fondo de este jardín, oculta por naranjos
y zarzas, está la entrada de una gruta muy vasta;
esperaré allí toda la noche; nada temas; ve allí,
sin antorchas que te delaten; el cielo es puro y esa
noche alumbrará la luna llena. No es una gruta,
precisamente, sino una especie de caverna
entreabierta, desde la que se vuelve a ver el cielo
apenas franqueado el mal paso. Te esperaré; guiaré tus
pasos en la obscuridad... Hablaremos. Diremos cómo
deberemos...
(óyese cantar a Saki)
JONATAN
Ah! Qué? Hábla!
DAVID
Saki ya vuelve, Jonatán! Hermano mío! Mi alma ha
sollozado de amor... Adiós! No olvides...
(se aleja. Y volviéndose:)...
Más que mi alma, ah! Jonatán! más que mi alma..
JONATAN
Básta, David, básta! o te vas a llevar mi vida.
SAKI
Príncipe! El pajarillo voló; no pude encontrar sino la
flecha.
JONATAN
Ven.
(salen)
ESCENA SEGUNDA
(Saúl, un demonio negro)
Un desierto. Una árida llanura de arena, vagamente ondulada.
Sol ardiente. A la izquierda, echado sobre una duna, el demonio
vestido con un enorme manto obscuro que arrastra y se extiende
por la arena.
SAUL
(entra por la derecha. La cabeza descubierta, un nudoso bastón en
la mano; sin el manto real)
Atención! Es bajo un sol semejante como se evapora la
sabiduría de los reyes! Qué es lo que yo venía a buscar
aquí? Ah! unas asnillas... todo rastro se pierde como
el agua en la arena...
(se inclina sobre la tierra, y, luego, saltando:)
Brr! Una serpiente!
EL DEMONIO (inmóvil)
No te hará ningún mal...
SAUL (no muy sorprendido)
Qué?
EL DEMONIO
Digo que no te hará mal, a ti... Oh! Vámos! no irás
a tener miedo de las serpientes ahora, viejo monarca!
SAUL
Este pequeño inválido me falta al respeto...
(se le acerca para golpearlo)
EL DEMONIO
Hay qué confesar, rey Saúl, que, sin barba, no eres
tan respetable.
(el rey lo golpea y lo excita con el bastón)...
Ah! No! No! No me hagas cosquillas, me harías reír
demasiado!
(se contorsiona de risa. El rey también)
Rey Saúl, dónde dejaste la corona? Se la dejaste a
David?
SAUL
(se lleva la mano a la cabeza)
He saltado un poco por el desierto. Se habrá caído.
EL DEMONIO
Ténle miedo al sol del desierto; no tienes tánto pelo,
para permanecer así, sin corona. Tóma mi sombrero.
(le pasa su toca, que el rey se pone)
Dónde has dejado tu manto, rey Saúl? Tu bello manto
de púrpura, rey Saúl? Lo dejaste a David?
SAUL
Tenía mucho calor... Hace mucho calor en el desierto.
EL DEMONIO
Si. Pero, por la noche, hace mucho frío en el desierto.
Tóma mi capa.
SAUL
Y tú?
EL DEMONIO
Estoy acostumbrado al desierto.
SAUL (lo despoja)
Hola! No me habías dicho que eras tan bello.
EL DEMONIO (completamente desnudo)
Oh! Un poco negro quizá...
SAUL
Pues no, pues no.
EL DEMONIO
Eso depende de los gustos.
(Saúl se ha cubierto con el enorme manto que arrastra tras de sí)
Y dónde has dejado tu cetro, díme?
SAUL (maquinalmente)
Se lo dejé a David. Era muy pesado. Este bastón sirve
más en el desierto.
EL DEMONIO (alarga la mano)
Muéstra! muéstra! Pero, rey Saúl! si es una serpiente!
SAUL
Charlatancillo!
(ríe)
una serpiente! una serpiente! Ah! noo que no!
Nada de bromas! (el bastón, convertido en serpiente, se escapa)
Córre tras él!
(el rey se pone en cuatro patas)
EL DEMONIO
(erguido sobre el montículo)
Hay que confesar que no tienes mucho aspecto de rey,
así...
(ríe. Saúl regresa)
Sabes por qué te reconocí, rey Saúl? Por tu belleza.
SAUL
(admirable con su manto de loco; ansiosamente)
Ah! de veras lo dices? Parezco aún...
EL DEMONIO
Cuánto tiempo que no te veía! Joven Saúl, viniste aquí,
otra vez, lo recuerdas? Y fue buscando unas asnillas.
SAUL (suspirando)
Ah! mis asnillas!
EL DEMONIO
Rey Saúl! dónde dejaste las asnillas?
SAUL
Tú sabes dónde, dí? - tu sabes dónde, tú?
EL DEMONIO
(tirándole de una punta del manto)
Vén, quiéres? Las buscaremos juntos.
(se alejan tras de la duna. Oyese:)
Oh! dí, rey Saúl! Estoy cansado; llévame.
SAUL (acariciante)
Chiquillo! chiquillo!
ESCENA TERCERA
(la muchedumbre. Luego, Saúl y Jonatán)
El salón del palacio, como en el primer acto. El pueblo se aglomera
para mirar, pero deja un pasaje libre, desde la entrada de la
derecha hasta el trono, por donde el rey ha de venir. A un lado
(derecho) el barbero y Joel observan la multitud y conversan en voz
baja. La mayor parte del tiempo vuelven la espalda al público.
HOMBRE PRIMERO
Y luégo?
HOMBRE SEGUNDO
Pues lo han traído al palacio.
HOMBRE PRIMERO
Seguía cantando?
HOMBRE SEGUNDO
Ya lo creo que cantaba! y que danzaba, también!
no podían contenerlo.
HOMBRE TERCERO
El príncipe hubiera querido que le pusieran sus
vestiduras y su corona, pero él saltaba de tal guisa
que no se le sostenía en la cabeza.
(ríen)
HOMBRE CUARTO
No deja de ser contrariante! por una vez que uno
mismo elige su rey...
HOMBRE QUINTO
David --él-- se eligió a sí mismo.
HOMBRE TERCERO
Pero no se dice que no quiere ser rey?
HOMBRE QUINTO
Qué vá! quién es el que no quisiera ser rey?
HOMBRE SEGUNDO
Quisiéras serlo tú?
HOMBRE PRIMERO
Qué es lo que harías tú, si fueras rey?
HOMBRE QUINTO
Empezaría por poner a David en la puerta.
HOMBRE SEXTO (que se acerca, hostil)
Quién es el que habla mal de David?
TERCERO, CUARTO Y QUINTO HOMBRES
Nadie dice nada malo de David.
(ríen)
HOMBRE SEXTO
Esperad tan sólo a que regrese, y veréis si es a él
a quien pongan en la calle... o a Saúl.
VARIOS
Oh! Saúl!... - Saúl!...
(con aire de decir que no vale gran cosa; pero sin afirmarlo)
UN JUDIO VIEJO
(que se ha acercado, al Hombre segundo)
Y qué es lo que decía Saúl?
HOMBRE SEGUNDO
Es que alguien lo sabe? Gritaba sin saber qué.
HOMBRE TERCERO
El no sabe ni lo que dice.
EL JUDIO VIEJO
Hay qué escuchar siempre a los profetas.
CUARTO Y QUINTO HOMBRES
Pero Saúl no es un profeta.
(el grupo crece y crece)
HOMBRE SEPTIMO
Si! Si! Saúl es un profeta; yo estaba allí cuando danzó
ante Samuel.
HOMBRE OCTAVO
Es cierto que Samuel, antes de morir, bendijo a David?
UN NIÑO
Es verdad que el rey Saúl se hizo cortar la barba?
(todos ríen. El grupo se disuelve o, mejor, se espacia.
Cambia de sitio la conversación)
NOVENO, SEGUNDO Y TERCER HOMBRES
Pues si, es verdad.
HOMBRE PRIMERO Y OTROS
Qué bufonada! Quién lo ha visto? Cómo! toda la
barba?
HOMBRE DECIMO
A mi no me parece nada bien, un rey sin barba.
HOMBRE CUARTO
Pero David no tiene barba.
HOMBRE DECIMO
Todavía no tiene barba...
HOMBRE QUINTO
Y, además, David es bello.
HOMBRE CUARTO (al décimo)
Y Jonatán?
VARIOS
Oh! Jonatán! El! Cuándo la tendrá...
OTROS (de la derecha. Rumor)
Chit! Chit! Viene el rey.
UNO (con voz muy alta)
Por qué chit?!
RUMORES
Es cierto! es cierto que ya no tiene barba!
HOMBRE PRIMERO (a un grupo)
No gritéis así!
UNO DEL GRUPO
(se vuelve hacia el primero)
Oh! desde el otro día, no oye nada de lo que se le
dice.
HOMBRE QUINTO U OTRO
Verdad que tiene aspecto enfermizo!
HOMBRE SEXTO
Y Jonatán también!
HOMBRE QUINTO Y OTROS
Oh! El! El!
UNO DE LA PRIMERA FILA
(por consiguiente lejos del público)
No empujéis! No empujéis!
UN NIÑO
Jacob! Jacob! Alzame! Yo quiero ver al rey sin barba!
(todos ríen; un retroceso anuncia la llegada de Saúl; la multitud se
separa estrechándose, a ambos lados del trono, de modo que los
espectadores puedan ver avanzar al rey. Durante toda esta parte
de la escena, se comprende que el rey se acerca y que los actores
pueden verle, pero está aún oculto a los espectadores)
HOMBRE PRIMERO
Por qué entra solo, así? Yo creía que traía guardias
consigo...
HOMBRE TERCERO
Oh! Ahora! ya nadie le hace caso: cuando llama,
todos se van.
(Saúl avanza, vacilante, como un ebrio, o mejor como alguien a
quien rodea una turba burlona y hostil. Tiene la mirada de un loco,
a veces rabiosa, a veces inquieta; se apoyaen Jonatán, que
desfallece, y cuya mirada avergonzada y triste implora al pueblo.
Ante las últimas palabras, Saúl blande ridiculamente su jabalina;
movimiento de retroceso en la turba)
HOMBRE TERCERO
Pero no tengáis miedo: es una jabalina sin hierro en la
punta.
HOMBRE PRIMERO
Es cierto que ya no le permiten portar armas?
HOMBRE SEGUNDO
Tienen potísima razón.
HOMBRE QUINTO
Parece que quiso matar a David...
(se advierte que Jonatán sufre horriblemente con todas estas
palabras; a las últimas, uno de la turba arroja una fruta pasada
que se aplasta contra el dorso de Saúl)
ALGUNO (con odio agresivo)
Atrápala!
(otros se vuelven, indignados. Empujones. Tumulto. El rey asciende
al trono; cerca de él, Jonatán, de pies, las manos en la cabeza.
Saúl gesticula como alguien que quisiera hablar)
GRITOS
Silencio! Silencio!
SAUL (de pies)
Caros hebreos!
(contorsiónanse de risa)
OTROS
Qué es lo que dice? - Qué es lo que dice?
SAUL
Caro pueblo hebreo!
(aumentan las contorsiones. Inquietud visible del rey. Habla con
lentitud y dificultad, buscando las palabras)
La víspera de librar una importante batalla...
(cubre su voz un rumor que va agrandándose y que viene de la
izquierda. Apretujones. Vése que las gentes se interrogan.
La atención se dirige hacia los recién llegados. En el creciente
tumulto, en el que acaba por perderse la voz del rey,
distínguense estas palabras:)
Sí! en la colina de Gilboá...
OTROS
Qué? Qué?
LOS PRIMEROS
El ejército de David... Los filisteos, si... Se les puede
ver desde aquí...
OTROS
Dónde? Dónde?
(una voz fuerte domina en este instante a las demás y grita
solemnemente:)
Rey Saúl! El ejército de David ha acampado en el
monte de Gilboá!
TODOS
Vámos a ver! Vámos a ver!
(tumulto. Desbandada)
UNAS CHIQUILLAS
Aprisa! Aprisa!
JONATAN
(levanta la cabeza que hasta el momento tenía oculta entre las
manos; parece salir de un sueño; mira en torno suyo: mira a Saúl
- se le oye decir:)
La tarde del segundo día - Ah! David! David!
(parte como en un rapto de alegría o de inquietud, en dirección
opuesta a la que tomó el pueblo. Y durante esta escena:)
SAUL
(que se encoleriza y grita como un maestro de escuela a sus
discípulos)
Pero querréis quedaros? Quedáos... cuando yo hablo...
pero querréis...!
(hace el ademán de correr tras ellos; luego arroja inhábilmente la
jabalina; en seguida va lastimosamente a recogerla. La escena
ahora, vacía. En las gradas del trono, un niño solloza; es Saki.
El rey torna)
ESCENA CUARTA
(el rey. Saki)
SAUL
Tú!, Saki.
(se le aproxima, y muy tiernamente:)
Lloras por causa mía?... Pobre Saki...
(Saki sigue llorando. El rey se detiene, confuso, a cada frase:)
No hay que tener lástima de mí... Tú me amas, luego?
SAKI (sollozando)
Todos os han abandonado... - Todos...
SAUL
Y es por eso por lo que lloras! pequeño Saki. Pero eso
no es en serio, tú lo comprendes... (Oh! Yo quisiera
poder consolar a este niño!) Tú me amas, entonces, un
poco, Saki?
SAKI
Oh! Mucho! mucho!
SAUL
Váya! Y por qué?
SAKI
Sóis bueno conmigo.
SAUL
Yo! - bueno?
SAKI
Sí; en la terraza me hacíais beber...
SAUL
(con asco de si mismo)
Ah!... Si... Vino...
SAKI
Y, además... además...
SAUL
Qué?
SAKI
Estáis solo.
SAUL
(con una emoción nueva, poco a poco)
Pero tú ves bien que no, mi saki: héte conmigo.
Ah! yo no sabía que entristecía a alguien.Cómo hacer?
(entran varios oficiales, precedidos del Sumo Sacerdote, aturdido)
EL SUMO SACERDOTE
(como si tuviese que decir algo muy importante)
Rey Saúl...
SAUL (interrumpiéndolo)
Dejádme! Bien véis que no estoy en disposición
de conversar…
(los otros salen con gesto de renunciación)
SAUL (por juego)
Te divertiría ser rey, Saki?
SAKI
Oh! No!
SAUL
Cómo! Tú no quisieras ser el rey?
SAKI
Yo no lo sé.
SAUL
Yo no lo sé... Quieres probarte mi corona?
(Saúl la ha cogido, la acerca a la cabeza de Saki)
SAKI (rechazándola)
No...
SAUL
(renunciando por un momento)
Díme, Saki: por qué no has seguido a David?
SAKI
Yo no lo sé...
SAUL
(más y más fastidiado)
Yo no lo sé... No amas entonces a David?
SAKI
Oh! si... Pero...
SAUL
Pero...?
SAKI
Prefiero quedarme con vos.
SAUL
Pues yo creía, Saki, que tú me dejabas por Jonatán...
Estas últimas noches, en la terraza, me dejabas...
SAKI
Por Jonatán, si...
SAUL
Y bien! David y Jonatán... - están juntos, no es así?
SAKI
A menudo, sí.
SAUL
Y son ellos más divertidos que un rey viejo.
SAKI
Oh! vos no sois viejo, rey Saúl!
SAUL
(que no ha vuelto a ponerse la corona, pero que la tiene sobre
sus rodillas, intenta, de tiempo en tiempo, colocarlasobre la cabeza
de Saki, pero se contiene, tan pronto como éste, que está sentado
a sus pies, alza la cabeza)
Te parece? Y crees que yo sé bromear aún?
SAKI
David y Jonatán no bromean jamás.
SAUL
Ah! y qué es lo que hacen ellos?
SAKI
Nada.
SAUL
Ah! y qué es lo que ellos dicen?
SAKI
Nada.
SAUL
Hablan?
SAKI
Si.
SAUL
Y qué es lo que dicen?
SAKI
Yo no lo sé.
(baja la cabeza más y más, como confuso, de modo que Saúl,
bruscamente, le encasqueta la corona, que le cae sobre los ojos)
SAUL (por broma forzada)
Ah! tu no lo sabes!... Cuic! La corona!
SAKI (atemorizado)
Oh! esto qué es?
SAUL
Es la corona.
SAKI
Cae sobre mis ojos... no veo nada!
SAUL (a carcajadas)
No veo nada!! Ah! Ah! Ah! Ah!
SAKI
Me hace mucho daño... Oh! quitádmela, rey Saúl!
SAUL
(la mantiene y la hunde con ambas manos)
Qué es lo que dice David?
SAKI (sollozando)
Pues nada... os lo aseguro! Oh! quitádmela!
SAUL
(golpea las manos de Saki que se agita vivamente)
Déja! déja!... Es para reír. Y Jonatán qué es lo que
dice?
SAKI
Nada, rey Saúl! Os lo juro.
SAUL
Nada, nada - Y qué?
SAKI
El le llama Daúd.
SAUL
Ya lo sabía - pero qué?
SAKI (desesperado)
Pues nada! pues nada! pues nada! rey Saúl!
(Saúl, trágico, alza la corona)
SAKI (la mano en la frente)
Védlo, sangro.
SAUL (casi triunfante)
Ah! ya veis cómo no soy bueno?
(y luego, bruscamente, se inclina con gran ternura:)
Te he hecho mal, Saki?
(Saki, cuyo espanto perdura, se liberta de Saúl, se levanta y va
a salir lentamente, retrocediendo, mientras Saúl:)
Qué fue lo que dijeron cuando me atraparon?
Que estaba loco? Díme...
(intimamente)
Díme. Sabías que me había escapado? Dí? Pero ahora
ya no me dejan salir sin corona... Es Jonatán quien
la quiere...
(parece advertir, apenas ahora, que Saki quiere escapar, y en el
momento en que éste se vuelve la última vez, antes de huír:)
Oh Saki, te vas?
(tristemente).
Decías que me amabas, Saki?...
(Saki, conmovido, vuelve junto al rey, quien se inclina,
confidencialmente:)
Escúcha: mis asnillas! tú bien lo sabes, mis asnillas...
Pues... yo sé dónde están!! Quieres?Vamos a buscarlas
juntos!... Nos escaparemos! Nos escaparemos! (salen)
ESCENA QUINTA
Una gruta, o mejor, una caverna, cuya cúpula -a la izquierdadesfondada, deja entrar la claridad de la luna llena por entre
matojos y lianas. Bloques roqueños a la izquierda; a la derecha,
la parte prolongada por la cúpula, queda en la obscuridad;
un sendero pendiente lleva al fondo; por allí desciende Saúl,
tanteando con el pié.
SAUL
Hóla! un manantial... Resbalo. Casi caigo. La tierra
está húmeda. - A dónde me traes?
EL DEMONIO (calla)
SAUL
Es aquí? Pero, vámos, responde? Siempre la misma
cosa! No hay que creer que me traes a donde quieras,
para no encontrar nada de lo que busco.
(avanza hacia la izquierda)
Es muy curioso por aquí! No. No está mal para
conversar... En el fondo, tú lo sabes, no me intereso
tánto, tánto, por mis asnillas... Sólo que, a mi edad,
me haces caminar demasiado! Puedo estar fatigado ya,
tú lo comprendes!
(ha buscado dónde sentarse y regresa a la derecha; se sienta en una
especie de banco natural, en la parte obscura de la gruta.)
Siéntate allá!
(indica vagamente en frente suyo. El demonio hace que se sienta.)
No! No te sientes en el suelo: está empapado.
(le pasa la corona.)
(el demonio se sienta en la corona.)
Póntela debajo.
Primero, me vas a contar...
(estornuda, como quien se acatarra:)
Solamente si no ha sido por las asnillas, para qué me
has hecho venir aquí?
(estornuda.)
EL DEMONIO
Os bendiga!
SAUL
Qué dices?
EL DEMONIO
Ji! ji! ji!
SAUL
Ah! no me gusta que rían cuando no estoy de broma.
EL DEMONIO
Ji! rey Saúl! es tan cómico! Sabes a quién vas a ver
aquí?
SAUL
Ah! Saki! estoy tan poco dispuesto a reír ahora!
Hábla: a quién vamos a ver?
(se levanta y va hacia el demonio)
EL DEMONIO
Chit! Chit! Escúcha, tan sólo.
(ruido de pasos y de voces que se acercan por la izquierda.)
SAUL
Ah! Jonatán!
EL DEMONIO
Y...?
SAUL (murmurando)
David!
EL DEMONIO
Dí: gracias!
DAVID
(aparece con Jonatán, iluminados por la luna)
... Tres veces! Por tres veces haré sonar la trompa.
Desde la primera, apréstate! Será poco antes del alba.
Convénce a Saúl. A la tercera, ya no podré responder
de nada. Es preciso que los dos os hayáis refugiado
aquí, antes de que llegue el día.
SAUL
(hace el ademán de avanzar hacia ellos; el demonio le tira del
manto)
Oh! Oh!, pero si lo que le aconseja es la traición!
EL DEMONIO
Si te dejas ver, huirán.
JONATAN
Adiós, David!
DAVID
(posa su frente en el hombro de Jonatán)
Ah! Jonatán!
EL DEMONIO (hace retroceder a Saúl)
Vén! Vén! Acostémonos! Déjalos que se acerquen.
Aparenta dormir. Verás de más cerca.
(Saúl acuéstase donde antes estaba sentado. El demonio
desaparece)
DAVID (alzando el rostro)
Adiós. Véte ahora. Déjame solo un momento.
Necesito rezar aún.
JONATAN
Y qué es lo que pides a Dios?
DAVID
No lo sabes, Jonatán? Ah! que aparte de mí esta
corona.
SAUL (aparte, burlándose)
Qué sencillo!
EL DEMONIO
Chit!
JONATAN
Adiós!
(David se arrodilla entre las rocas, volviendo casi la espalda
al público. Jonatán se retira a la derecha. Ve a Saúl
y regresa precipitadamente hacia David.)
David! David! mi padre está allí!
(David, absorto en su oración, no se mueve. Jonatán, desesperado)
Mi padre está allí, David!
DAVID (siempre en oración)
Es que aún no he terminado de rezar. Déja!
JONATAN
(se aparta nuevamente y mira hacia Saúl) (a David.)
Duerme...
(la claridad de la luna que, durante la escena se desplaza
lentamente hacia la derecha, da ahora en la corona de Saúl,
que quedó en tierra.)
Ah! su corona ha rodado por tierra...
DAVID
Es que aún no he rezado lo bastante. Déja!
(silencio. Inmovilidad)
SAUL
Es que él no se va a acercar.
(David se levanta)
JONATAN
Qué harás tú?
DAVID
Ve. (recoge la corona y la deposita al lado de la frente de Saúl)
Tú se lo dirás, Jonatán. Es preciso persuadirlo
SAUL (aparte)
Cómo tiemblo! El va a comprender...
JONATAN
El no me creerá.
DAVID (volviendo, con una idea súbita)
Ah!
(saca su espada y corta en el manto real un gran trozo de púrpura,
que se lleva.)
Que sepa que soy yo; y que al tomarle este trozo
del manto, podía haberle tomado la vida. Atención!
se despierta! Ven, huyamos!
(salen por la izquierda)
SAUL
(se endereza, avanza hacia la claridad de la luna, se mira,
mal vestido, como indecente, con el manto despedazado;
luego, sarcástico)
Cómo son de buenos conmigo...!
ACTO QUINTO
De noche. La escena representa un lugar vago, montañoso,
muy indistinto. Hacia la derecha, la tienda de Saúl.
ESCENA PRIMERA
(Joel. El barbero)
(ante la tienda)
EL BARBERO
Siempre sin órdenes?
JOEL
Ordenes! ordenes! oh! sí, muchas órdenes, pero
ninguna dirección
EL BARBERO
Es cierto que los hebreos están divididos?
JOEL
Divididos? Nada de eso; todos están por David
EL BARBERO
Diablos! promete ser curiosa esta batalla!
(un poco sarcástico)
Y Saúl? Es que también está por David?
JOEL (cada vez más grave)
Cállate, barbero; Saúl está vacilante como un anciano.
Y ese combate no es sino como un simulacro
de batalla: la derrota ya está consumada en su corazón.
EL BARBERO
Entonces, qué harás tú, Joel?
JOEL
Qué harás tú, barbero? Es un consejo lo que de mí
deseas? Desde cuando me ocupo de guiar tus
pensamientos? Apártate: hé aquí a Saúl.
(entran Saúl y Jonatán. Antorchas iluminan el interior de la tienda)
ESCENA SEGUNDA
(Saúl. Jonatán. Otros aún, entre ellos, Saki)
SAUL (a Jonatán)
Tú ves mis manos... cómo tiemblan!
JONATAN
Pobre padre!
SAUL
Qué será lo que mayor bien me haga? Crées que será
beber vino? o no beberlo?... Yo... yo creo que será
beberlo... Ve, Saki.
(sale Saki)
Hoy, para matar, así fuese a un enemigo,no encontraría
fuerza en mí. Es ya tiempo de que me acerque a Dios...
(con voz más alta)
Ahora, dejádme. Pronto acabará la noche y necesito
estar solo, para reflexionar.. Tú, Jonatán: quisiera
hablarte todavía.
(los otros salen. Saúl marcha a grandes pasos un rato, sin hablar)
JONATAN
Padre: no dispongo sino de pocos instantes.
SAUL (estornuda)
Baja esa cortina.
(estornuda)
Héme acatarrado, el otro día, en una gruta...
En realidad, tú quizá la conoces; no está lejos
de aquí... David el merodeador debe conocerla.
JONATAN
(más y más molesto por la insistencia de Saúl)
Por favor, padre mío, apresurémosnos. Sólo esta noche
nos separa de la lucha; es preciso prepararnos...
o dormir.
SAUL (sentencioso)
Prepararnos, hijo mío. Esta noche toda mi alma
se prepara.
JONATAN
Padre: prepararnos a actuar. De qué me queréis hablar?
SAUL
Ah! precisamente de eso, Jonatán. Cuando yo actuaba,
no comprendía eso. Hay un tiempo de obrar,
y un tiempo de arrepentirse de haber obrado.
Hijo mío, comprénde que hay cosas más importantes
para el alma que las victorias de un ejército...
JONATAN
Y cuándo habéis actuado tánto, padre mío?
SAUL
Yo sé; yo sé; sobre todo he deseado. Pero de eso
también, hijo mío, el tiempo viene en que quisiera
arrepentirme.
(Jonatán cada vez más desolado se apresta a partir)
Qué! Te vas?
JONATAN
Sí! El tiempo huye! Tengo que verlo todo...
Padre, dentro de un instante regresaré.
SAUL
Jonatán! Jonatán! cuando mi corazón tiembla,
me abandonas! No puedes quedarte a conversar
un instante conmigo?... Hijo mío, yo soy más tierno
que antes, te lo aseguro.
JONATAN
Helas! He aquí a Saki... Padre mío, dejádme.
SAUL (a Jonatán y a Saki a la vez)
Ah! dejádme vosotros! Estoy loco al buscar un apoyo
en vosotros!... Saki, llévate ese vino. Haré mejor no
bebiendo. Véte. Véte.
(Saki se queda, inadvertido, en un rincón de la tienda. Jonatán sale)
JONATAN (saliendo)
Padre! cuando regrese, me seguiréis?
SAUL
Quizá.
(llamándolo)
Un instante, Jonatán! Jonatán, no te entristezcas.
Dentro de un corto instante, regrésa: te seguiré...
Pero déjame rezar un poco.
ESCENA TERCERA
(Saúl. Saki, inadvertido al principio. El Demonio, desde afuera)
SAUL (que se cree solo)
Ah! ah! reconcentrémonos. Qué soy yo?
EL DEMONIO (desde afuera, oculto)
Saúl!
SAUL (yendo a la puerta)
Jonatán!
No. Estoy solo.
Dios mío! qué soy yo ante vos...
(mira)
(se arrodilla)
EL DEMONIO (oculto)
Saúl!
SAUL
... para que vos me abrumarais de deseos?
Cuando busco dónde apoyarme, eso cede... No tengo
nada de sólido en mí...
(distraído)
Lo que amo en él, ante todo, es su fuerza.
La elasticidad de sus músculos es admirable!
Le ví cuando descendía de la montaña; parece siempre
listo a saltar...
(como exaltado)
Básta, labios míos!
(se levanta)
EL DEMONIO (quejumbrosamente)
Saúl!
SAUL
Estoy distraído.
EL DEMONIO
Saúl!
SAUL
Hola! me llaman.
(va hacia la puerta de la tienda)
SAKI
(queriendo impedirle abrir)
No abráis, rey Saúl!
SAUL
Qué! Eres tú, Saki! Qué haces allí?
SAKI
Temo por vos.
SAUL
Me llamabas?
SAKI
No.
SAUL
Ah! es desde afuera.
SAKI
No! No abráis!... Todo está afuera... La noche está
llena.
EL DEMONIO
Saúl!
SAKI
No acojáis...
SAUL
Oh! corazoncito cerrado! tu no oyes que me llaman?
(Saúl sale con una antorcha)
EL DEMONIO (cada vez más quejumbroso)
Saúl!
SAUL (se acerca - se inclina)
Pequeño! Ah! cómo tiembla! Es de frío?
(le toca)
Pues si está completamente helado el pobre chico!
Vén! tendremos más calor en mi tienda. Vámos! vén;
yo te calentaré.
(el demonio no se mueve)
Oh! pero, sin embargo, no puedo llevarte, pequeño!
(lo alza)
(lo lleva) (Saki se va)
Es que es terriblemente pesado!
Saki se va. Menos estorbos...! Dejó el vino. Beberás.
Uf! Vámos, acurrúcate en mi manto.
(deja su carga)
(se sienta)
EL DEMONIO
(enrollándose a medias en el manto)
Está desgarrado.
SAUL (sonriendo)
Sí - de este lado ya David tomó un pedazo.
EL DEMONIO (burlando)
Ah! ah! ah!
SAUL
Qué?
EL DEMONIO
Nada.
SAUL
Muy cómico?
EL DEMONIO
Sí. Tengo sed.
SAUL (tendiéndole la cántara)
Bébe. Estás mejor? Aquí, contra mí. Ahora tranquilo:
tengo mucho en qué pensar.
JONATAN (desde afuera)
Padre mío!
SAUL (avergonzado)
Vámos! Ah! Jonatán!... No entres...
Escóndete!
(al demonio)
JONATAN
Seguídme, padre mío. Veníd ya; es ya tiempo.
SAUL (embarazado)
Ya me levanto... Un instante tan sólo... Ve, ya te sigo
(el demonio se deja ver; mira, sarcástico,a Jonatán)
JONATAN
Ah! qué es eso?
SAUL
Es un chiquillo que temblaba de frío, a quien he
acogido bajo mi tienda.
JONATAN (profundamente triste)
Ah?
SAUL (vergonzosamente)
Si.
JONATAN (más y más desesperado)
Padre mío! Ahora... que se vaya! Veníd!
SAUL (inmóvil y como imbécil)
Si.
JONATAN
Oh padre mío! padre mío! es que no me amáis un poco
más que a ese chico?
SAUL (casi sollozando)
Cállate, Jonatán!... Jonatán! Te suplico! Tú no sabes
qué difícil es!
JONATAN
Difícil, qué? Pobre padre... qué torturado estáis!
SAUL
Jonatán... eres muy joven para comprender: siento que
me torno muy sorprendente! Mi valor, mi importancia,
reside en mi complicación. Escucha, te quiero contar
secretos: crées que dormía la otra noche... en la gruta?
JONATAN (fingiendo no comprender)
La gruta?
SAUL
Si - tu sabes - Cuando David...
JONATAN
David?
SAUL (irritándose)
Si, David... organizaba contigo mi derrota... y cortaba
el trozo de mi manto para enseñarte a traicionarme.
Ah! ah! vuestra alianza es perfecta... Cuántos cuidados
para mí! Le darás las gracias en mi nombre!
Le agradecerás --díme-- Jonatán?
(el demonio ríe)
Le agradecerás de mi parte. El me crée harto caído!
(oyese un toque de trompetas)
JONATAN
Ah!
SAUL
Ah! la señal!
JONATAN
Venid, padre mío! Ah! por piedad por vos!
SAUL
Lloras! Jonatán! Jonatán, hijo mío! Dime:
comprendes, por lo menos, que yo sufro - que yo por
hacerte llorar? Escúcha --aún-- éste proverbio
--es mío--:(acompañándolo a la salida de la tienda, sentencioso:)
Con qué se consolará el hombre de una caída... si no es
con lo que lo ha hecho caer?
(despidiéndolo)
Ve! Párte! Huye aprisa!... A la gruta! Córre! yo me
reuniré a ti en el instante.
(oyense y vénse pasar grupos de soldados. Jonatán se aleja)
ESCENA CUARTA
(Saúl. El Demonio)
SAUL (olvidado del demonio)
Ah! Qué espero ahora para levantarme y obrar?
Mi voluntad! mi voluntad! la llamo ahora como
un marino abandonado le grita a la barca que huye
a lo lejos y que ve desaparecer!... desaparecer...
A todo lo envalentono contra mí.
(se dá cuenta de la presencia del demonio, que bebe)
Vámos! Déjame ahora! Adiós... Véte. Necesito
descansar.
(el demonio no se ha movido)
EL DEMONIO
Tu ya no reposarás, rey Saúl.
SAUL
Yo no reposaré! Oh! por qué me dices eso, pequeño?
EL DEMONIO
Porque yo no te abandonaré ya, rey Saúl.
SAUL
Nunca!
EL DEMONIO
Nunca jamás!
SAUL
Cómo? No me abandonarás? Y por qué?
EL DEMONIO
Porque tú me has cuidado.
SAUL
Cuidado...? Qué te he hecho yo, miserable?
Sólo te tendí la punta de mi manto - tiritábas!
EL DEMONIO
Si. Pero me he recalentado enormemente. Tóca un
poco. Siénte cómo está mi piel quemante!
SAUL
No! Déja. No quiero. Véte. Te lo ruego, tén piedad
de mí, que la tuve de ti!
EL DEMONIO
Piedad! Oh! veámos, Saúl: no hay que decirme que,
si me hiciste venir, ello no te placía a ti mismo... dí?
tenerme en el pliegue de tu manto? Qué? Saúl Saúl!
vamos! veámos! házme reir un poco, Saúl! estamos
tristes. Te he hecho algún mal, dí? Por qué me odias?
SAUL
(que quiere asegurarse)
Quiero rezar.
EL DEMONIO (sin oir)
Y luego... tu sabes... si quisieras tener piedad... yo no
estoy solo; hay muchos otros, afuera.
SAUL
(a pesar suyo - engolosinado)
Ah! Hay otros? Y dónde?
EL DEMONIO
Pues allá - tras de la puerta.
(Saúl va hasta la puerta de la tienda y la levanta. Los demonios
entran atropellándose)
ESCENA QUINTA
(Saúl y los Demonios)
SAUL
Oh qué numerosos son! Vámos! entrád! Temería
--si a uno solo rehuse morada-- que ese fuera el más
encantador o quizá el más mísero.
(ciérrase la puerta. Un bordoneo confuso, incesante, reina ahora
en la tienda. Los demonios se agitan)
DEMONIO PRIMERO
(a los otros)
El rey dijo hace poco algo tan cómico!...
(confusión. Habla al oído de los otros. Rien... Oyese un segundo
toque de trompetas)
SAUL
Ah! ah! la noche se acaba... Apresurémosnos!
(llega Jonatán)
JONATAN (desde afuera)
Padre mío!
SAUL
(salta hasta la entrada de la tienda y extiende su manto para velar
la escena interior)
No entres!
JONATAN (desolado)
Ah! venid!
SAUL (urgiéndolo)
Por el amor del Dios de David, húye, Jonatán!
Córre aprisa! Ya te sigo!
(Jonatán sale. Guerreros que suben más y más tumultuosamente
a la escena. - Ruidos afuera - tumulto de los demonios en la tienda.
- Va naciendo el día poco a poco. - Pero el interior de la tienda
continúa en sombras, iluminado tan sólo por antorchas)
SAUL
(avanza por la rampa hacia los espectadores. Su voz domina todo
el ruido)
Yo quisiera, antes de partir, resumirme en pocas
palabras.
(aumenta el tumulto de los demonios.)
Pero calláos, escandalosos! Bien véis que le hablo
al público!
(a los espectadores)
Con qué se consolará el hombre...
LOS DEMONIOS
Pero si eso ya lo has dicho... Ya lo has dicho...
Ah! ah! ah!
(tumulto. El murmullo creciente de los demonios se obtiene con una
música bien elegida).
SAUL
(vuelto hacia y contra los demonios)
Y bien, qué? Veámos! Si queréis tomar mi puesto...
tocádnos alguna música por lo menos, demostrád
lo que sabéis hacer vosotros.
(los demonios se paran en la cabeza. Tumulto organizado. Saúl
mira, tolerante, gravemente)
SAUL (con asco)
Eso no es bello...
LOS DEMONIOS
Pero, Saúl, tu no nos enseñaste nada.
SAUL
Básta! Básta!
(empujado, Saúl cae de rodillas; se aprovecha para decir:)
Quiero rezar.
(ruidos afuera)
SAUL
(retrocediendo un poco hacia la puerta, de rodillas, los empujones
de los demonios lo arrinconan poco a poco) (En oración)
Encontraré yo --fuera de en su satisfacción-- algún
remedio a mi deseo?
(retrocede aún más)
Yo me resumo! Yo me resumo!
(como loco)
Ah! Pequeños! no me dejáis espacio suficiente...
(más bajo)
Estoy completamente suprimido.
(nace el día. Se oye un tercer toque de trompeta. Saúl,
semienderezado, arranca el cortinaje de la tienda. Los demonios
desaparecen ante la oleada del día. La música cesó)
ESCENA SEXTA
(varios)
SAUL (con voz muy alta, en el silencio)
Es demasiado tarde! He aquí el día.
(avanza, fuera de la tienda, hacia la izquierda, se arrodilla o se
sienta a medias por tierra, las manos en la hierba)
Ah! cómo me refresca ésta frescura!... Hé aquí la hora
en que los pastores de cabras hacen salir sus rebaños
de los establos. Hierbas hay bañadas de rocío...
(ha entrado Joel con otros guerreros del ejército de David)
JOEL (viendo a Saúl)
Cómo! - Rezando...
SAUL (absorto - sin verlos)
Estoy tentado.
UN GUERRERO (a los demás)
Gentes de David, corréd! Advertid al rey que Saúl está
aquí desarmado. Corréd!David no quiere que lo maten.
(vánse. Quédase Joel)
SAUL (siempre absorto)
... bañadas de rocío...
JOEL
(se acerca al rey, luego bruscamente se endereza tras él, con la
mano levantada)
SAUL
Oh! Oh! Oh! esta es una tentación muy cobarde;
viene a saltarme por detrás.
(Joel lo hiere. Saúl cae. Joel le arranca la corona y va a llevársela a
David, que llega escoltado por muchos otros. A una orden de David,
se apoderan de Joel. - Conmoción. Completamente de día)
DAVID
Desdichado! Desdichado! Vámos! lleváos a ese
hombre! Matádle y dádle a las bestias del campo
su cadáver. Vergüenza para él, que alzó la mano contra
el elegido de mi Señor! Hizo caer, con todo su peso,
esta corona sobre mi cabeza.
(se inclina hacia Saúl y toma la corona --que antes había hecho
colocar cerca de Saúl-- y la posa sobre su cabeza) (Muy inclinado,
y en voz muy baja)
Yo no te detestaba, rey Saúl.
(erguido)
Y Jonatán también, decías? Desdichado! Desdichado!
Que lo traigan acá. Que lo tiendan cerca de Saúl
y que la muerte los reúna. Qué son esos gritos?
esas lamentaciones, afuera? El dolor habita mi alma.
(un cortejo trae el cuerpo de Jonatán)
Montes de Gilboá!: que no hay ya sobre vosotros miel
ni rocío!
(se inclina hacia Jonatán)
Hice lo que pude, Jonatán! Hice lo que pude, Jonatán,
hermano mío!...
(erguido)
Ahora, vámosnos! que lleven al palacio los cuerpos de
Saúl y del príncipe. Que los posen sobre una litera
real. Que todo el pueblo forme cortejo. Que el pueblo
acompañe mi dolor con sus sollozos y sus lamentos.
Vosotros, músicos! que una música fúnebre resuéne.
(salen en numeroso cortejo a los sónes de una marcha fúnebre)
(Esta traducción fue publicada en EL TIEMPO, Bogotá, 22 IV 1945)
AUTOR DESCONOCIDO
CIERTO GENERAL BONAPARTE
ESCENA I
(el Criado - luego El Aprendiz)
Al levantarse el telón, el Criado pone en orden los papeles
esparcidos sobre la mesa-escritorio. Oyese fuera el grito
de un reempajador de sillas. Suenan las 10 en una iglesia.
EL CRIADO (solo)
Nó! ese desorden en su escritorio! Si no estuviese yo
por alinear todo eso, colocar los objetos por orden
de tamaño... El Monitor... El Diario de los Debates...
Sí, este es el de hoy. Con el de ayer hice fuego...
Las cartas, en pila muy recta, en medio del vade.
(llaman a la puerta)
Alguien! Otra vez! Qué desfile! A ver! A ver! Ya voy!
(sale y va a abrir la puerta del descansillo)
VOZ DEL APRENDIZ
Un encargo... de parte del óptico de la esquina de la
calle Vieja-del-Temple.
CRIADO
Entrad.
Qué es lo que tráeis?
(entran)
APRENDIZ
Unas gafas con la fórmula y la cuenta. 3 francos
céntimos. No es caro. Están montadas en carey.
75
CRIADO
Os equivocáis, sin duda.
APRENDIZ
Yo? Por qué?
CRIADO
El señor no usa gafas...
APRENDIZ
Bien. Todo tiene su principio. No es éste el
plaza Real?
Nº 6,
CRIADO
Si.
APRENDIZ
La casa del señor Victor Hugo?
CRIADO
Si. Aquí es. El señor ha salido, al frente, donde
el peluquero. Ordinariamente se afeita él mismo.
Pero, tenía muy largos los cabellos, esta mañana...
No me dejó dinero.
APRENDIZ
No es necesario. Mi patrón lo conoce. El señor Hugo
pasará a pagar. Ya había venido yo el mes pasado
a traerle unos anteojos de teatro.
CRIADO
Soy nuevo en la casa. No estoy aún al corriente...
Conocéis al señor?
APRENDIZ (orgulloso)
Un poco!
CRIADO
Me podéis informar, quizá...
APRENDIZ
Con gusto. Y acerca de quién?
CRIADO
Del señor...
APRENDIZ
Bromista! (Picarón!)
CRIADO
Bien. Si. Qué hace él, precisamente?
APRENDIZ (estupefacto)
Qué es lo que hace? Quién? Victor Hugo?
CRIADO
Si. Su profesión.
APRENDIZ
Vámos! Es que os burláis de mí?
CRIADO
Yo no soy de aquí. Yo soy de Besançon. No hace sino
ocho días que estoy en Paris...
APRENDIZ
No es una broma? No conoces el nombre de Victor
Hugo?
CRIADO
Es imposible conocer a todo el mundo...
APRENDIZ
No te interesas por las letras?
CRIADO
Las letras? Las cartas? Si... Las pongo sobre su
escritorio... y cuántas recibe! Es peor que un portero!
Y lo que leo por encima me intriga mucho...
APRENDIZ
Cómo? Te atreves a leerlas?
CRIADO
Es preciso! El nombre... la dirección...
APRENDIZ
Ah!... si...
CRIADO
Y es de no comprender nada... Se le trata con todos
los nombres.
APRENDIZ
Con todos los nombres?
CRIADO
Si. Ved.
(toma varias cartas, al azar)
Señor V. Hugo, hombre de letras... Señor Victor Hugo,
autor dramático... Señor Hugo, de la Cámara de los
Pares... Señor Victor Hugo, de la Academia
Francesa...: Tratad de entender todo eso! ¿Qué es eso
de la Academia Francesa?
APRENDIZ
¡No es chico el melón!
CRIADO
Por qué me decís eso? El seór no vive como un burgés.
Garrapatea parte de la noche. No recita el Bendito...
Recibe autores sin barba... Frecuenta astrólogos...
APRENDIZ
Qué?
CRIADO
Perfectamente... un tal llamado señor
El aguador me dijo que es un astrólogo.
Aragó.
APRENDIZ
Un astrónomo! Eh! Flor de nabo! Aragó, que diablos!
es alguien! Un sabio! Uno de los grandes mandones
del Gobierno Provisional.
CRIADO (desdeñoso)
Bah! provisional un reemplazo! A mí, es el señor
quien me interesa. ¿Cuál es su profesión, exacta?
APRENDIZ
Tu, zopenco, me tapas un hueco! Cómo se vé que
apenas llegas de tu pueblo!
CRIADO
Besançon no es un pueblo.
APRENDIZ
Con todo, no debías ignorar en casa de quien tienes
el honor de servir. Pero si el señor Hugo es un autor
célebre!
CRIADO
De veras?
APRENDIZ
Un poeta casi nacional!
CRIADO
Un poeta?
APRENDIZ
Si. Tu no sabes qué es eso?
CRIADO
Si... ¿no es el que compone canciones?
(faltan varias páginas)
VICTOR HUGO
... dos van muy bien el uno con el otro. Se yuxtaponen
y se completan. Mi obra lírica es social,
puesta íntegramente al servicio de la causa de la
humanidad, y enderezada a la felicidad del pueblo.
Vos... sois vos la Poesía Pura.
LAMARTINE
Razón de más para venir hombro a hombro conmigo,
conmigo que soy demócrata como vos. Desde que
hago parte de la Asamblea, desde hace 16 años, mi
programa jamás ha cambiado. En el curso de la última
entrevista que tuve con Thiers, hace 4 años, yo le
decía: A vos os sigue una parte del Parlamento; a mí,
toda la Nación. Y he comprobado el 26 de febrero
de este año, lo que anticipaba entonces...
VICTOR HUGO
Si. Habéis salvado el pabellón tricolor.
LAMARTINE
Sabéis qué reformas se imponen. Vuestro papel es
ayudarnos, colaborar con nosotros. Nosotros somos
misioneros, Hugo. Creédme. Yo tengo el instinto
de las masas...
VICTOR HUGO
Desconfiad de la miltitud, Lamartine. La multitud es la
eterna marea, con su flujo y su reflujo. Es ella
ondeante, versátil y son temibles sus caprichos.
No tiene corazón la multitud. Tiene apenas sentidos...
LAMARTINE
No me pesará mi esfuerzo, si sucumbo con la
consciencia de haber cumplido con mi deber.
Y voy a convenceros con vuestras propias armas.
Hay en Los Rayos y las Sombras versos que quiero
recordaros:
Dios lo quiere: en los tiempos adversos
cada uno medite y sirva cada uno.
Baldón para quien diga a sus hermanos:
yo torno a mi desierto.
Baldón a aquel que tome sus sandalias
cuando las cóleras y los escándalos
atormenten al pueblo conturbado!
Verguenza al pensador que se mutila
y que --inútil cantor-- se desliza
por las puertas de la ciudad.
Renegáis de esos bellos versos? La carroza con la
insignia tricolor está a vuestra puerta. Vamos, Hugo!
Un buen impulso...
VICTOR HUGO
Concededme media hora.
LAMARTINE
Por qué?
VICTOR HUGO
Creéis en los aparecidos?
LAMARTINE
En política se debe creer siempre en ellos, para
prevenirse de sorpresas...
VICTOR HUGO
Yo espero la visita de un fantasma. Leéd esta tarjeta.
LAMARTINE
Bonaparte? Qué quiere decir esto? La broma es de
pésimo gusto...
VICTOR HUGO
De acuerdo, pero yo no soy el autor de la broma.
Sentáos. Cuando se tiene imaginación --y me atrevo a
decir que a los dos no nos falta!-- se puede hermosear
la Historia. Es así como se crea la Leyenda.
Y bien, antes de que el Northumberland pusiera
la proa rumbo a Santa Elena ya se le había buscado
un sustituto, un doble al gran cautivo de Inglaterra.
LAMARTINE
Es el equivalente al caso Naudorf, al caso de Luis XVII
salvado de la prisión del Temple.
VICTOR HUGO
Exactamente. El día del Retorno de las Cenizas,
el cortejo triunfal desfilaba por los Campos Elíseos.
Un anciano de barbilla blanca apoyado contra un
castaño contempla, llorando, el espectáculo. Un viejo
veterano de la Guardia, conmovido también, claro
está, creyendo ver un compañero de armas, se acerca a
él y lo interpela: Qué? camarada? cuando se conoció,
como nosotros, al calvito que hacía temblar a toda
Europa, eso dá una emoción del demonio! A mi sobre
todo, replicó el viejo: Yo asisto a mi apoteósis!
El Emperador Napoleón soy yo!
LAMARTINE
Muy bonito! Puro romanticismo.
VICTOR HUGO
Yo no tomo en consideración esa fantasía.
Napoleón está muerto, bien muerto. Entonces...
desenmascaremos al impostor. Divirtámosnos
en confundirlo entrambos.
(llaman)
Eh! Vamos! Debe ser él.
LAMARTINE
Recibidle primero vos, solo. Desearía revisar algunos
papeles de mi cartera... Puedo pasar a la otra alcoba?
VICTOR HUGO
Claro que sí.
LAMARTINE
Llamádme cuando lo juzguéis oportuno.
(abre la puerta)
ESCENA VI
(Victor Hugo - Lamartine - el Criado)
EL CRIADO (misterioso)
Señor... Es...
VICTOR HUGO
¿Es él?
EL CRIADO
Si...
LAMARTINE
Bien. Os dejo
VICTOR HUGO
Si.
Hazlo seguir, Remigio.
(sale Lamartine)
EL CRIADO
El señor general Bonaparte!
(desaparece y cierra la puerta)
ESCENA VII
(Victor Hugo - El General)
El visitante tal como ha sido descrito. Se inclina ante el poeta, que
se levanta, cortés, pero que, a la defensiva, no le extiende la mano.
Un corto silencio
GENERAL
Señor Hugo...
VICTOR HUGO
(señalándole un asiento ante el escritorio)
Sentáos, por favor.
(se sientan - silencio embarazoso)
Os escucho
(silencio)
No entendí claramente la tarjeta...
(la muestra)
GENERAL
Vuestra sorpresa se concibe, caro maestro. Yo no soy
un bromista de mal gusto. Y sería aún menos
disculpable ya que os admiro sin reservas, que sois Par
de Francia y Miembro de la Academia, y que vengo
como solicitante.
VICTOR HUGO
Señor. Comprendo cada vez menos...
GENERAL
Yo soy Jerónimo Bonaparte, ex-rey de Westfalia
y general de división.
VICTOR HUGO (levantándose)
El rey Jerónimo!
GENERAL
Hermano del Emperador! Desterrado desde el regreso
de los Borbones, he vivido aparte de todo mientras
perduraron los Reyes: retorno a Francia con la libertad.
Yo no soy ya rey de Westfalia, pero sigo siendo
general y me llamo por siempre Bonaparte.
VICTOR HUGO (conmovido)
Perdonadme... Pero no había pensado que fuérais vos...
y no sé por el momento que título daros: señor?
monseñor? majestad? o príncipe? o alteza? o general?
GENERAL
No aspiro sino a vuestra simpatía e imploro vuestra
protección.
VICTOR HUGO
Y en qué puede ella seros útil?
(se sientan)
GENERAL
La Providencia tiene sus ocultos designios y la Fortuna
da extrañas vueltas. No fué Schopenhauer quien dijo
"El destino baraja las cartas y nosotros somos los que
jugamos"? Debemos ayudarle a la suerte...
VICTOR HUGO (bajando la cabeza)
Oh! Oh! Designios ocultos... Vueltas de la fortuna...
El Destino. Nosotros somos los que jugamos...
He ahí frases de doble sentido... Esta vez, temo
comprender demasiado.
GENERAL
No! No! señor Victor Hugo. Yo no vengo como
pretendiente. No soy ni digno ni capaz. Y, por lo
demás, me siento muy viejo. Francia ha tenido dos
reyes seniles: Luis XVIII y después Carlos X. Y son dos
de más, no es así? Alimento una ambición más simple
y que parte de un sentimiento piadoso.
(Hugo lo mira)
Si: mi ternura hacia mi hermano y mi culto por su
memoria. Tengo el honor de solicitar de los poderes
de la República un puesto para el cual tengo todos
los títulos.
VICTOR HUGO
Y cuál es?
GENERAL
El de --no riáis!-- el de gobernador de los Inválidos.
Velar sobre la tumba del Emperador, tal es el anhelo
del menor de sus hermanos.
VICTOR HUGO
Yo os contestaré con una frase del Emperador.
No hay que colocar al hombre en el puesto que a el le
convenga sino buscar el hombre que le convenga
al puesto. Y es indiscutible que vos le convenís.
Pero el nombramiento no depende de mí. Yo no hago
parte del gobierno.
GENERAL
Con una palabra de Victor Hugo...
VICTOR HUGO
Si... Si... Quizás
(pausa)
Mucho me conmueve, general, que hayáis venido
espontáneamente a mí, aunque mis opiniones juveniles
hubiesen sido legitimistas. Influencia materna, primera
educación... Después viví y reflexioné. El pensamiento
es el derecho de la vida. Mi razón mató --en duelo-- mi
realismo. Muy temprana fué mi evolución. Desde 1827,
en la Oda a la Columna... Siempre admiré al
Emperador, con una admiración deslumbrada. Su
genio militar, su espíritu de jefe y de organizador
continúa siendo sin pares en la Historia.
GENERAL
"El hombre de Estado debe tener su corazón en la
cabeza"
VICTOR HUGO
Si. Otro pensamiento suyo. Por lo demás, he escrito,
en su gloria, un cierto número de poemas que algún
día publicaré. He aquí lo que podemos hacer:
no os oculto que en el Gobierno Provisional se me
atiende... Lamartine es uno de mis amigos.
También nuestro gran Aragó. Supongo que los
Inválidos dependen del departamento de la guerra
y no del del interior. Será entonces del resorte
de Aragó. Pero Lamartine obtendrá lo que desée.
Dirijámosnos a Lamartine. Si tuviéramos aquí una
Hada con su varita mágica! No tendría ella sino decir:
Lamartine! y Lamartine aparecería
(y como Hugo ha levantado la voz, surge Lamartine)
ESCENA VIII
(Victor Hugo - Lamartine - El general Bonaparte)
VICTOR HUGO
General, tenéis ante vos al señor Alfonso de
Lamartine, el poeta más grande de este siglo.
LAMARTINE (rïendo)
He aquí a Hugo que exagera! Nuestro poeta más
grande sois vos, Hugo!
VICTOR HUGO (riendo también)
No exageréis vos tampoco! Pongamos, si lo queréis,
que lo seamos ambos.
LAMARTINE
Y si no hay sino uno...
VICTOR HUGO
Pues lo seremos los dos! Ninguna competencia
posible. Ni de Vigny ni de Musset tomarán parte
en la votación!
LAMARTINE
Victor Hugo bromea siempre!
VICTOR HUGO
Lamartine nunca bromea!
(texto incompleto)
RENÉ THÉVENIN
EL REINO DE OFIR
(de LOS PAÍSES LEGENDARIOS ANTE LA CIENCIA)
La primera mención de El Reino de Ofir encuéntrase
en El Libro de los Reyes (I, 9, 26/8), donde se dice:
El Rey Salomón construyó navíos en Etsjon-Géber,
cerca de Eloth, en las costas del Mar Rojo, del país de
Edom. E Hiram envió en esos navíos a sus propios
servidores, marineros que conocían el mar, a reunirse
con los servidores de Salomón. Fueron ellos a Ofir
donde tomaron oro --cuatrocientos veinte talentos-que le trajeron a Salomón.
La personalidad de Salomón no necesita ser
comentada. En ese momento, después del año 1000,
es decir hacia el año 960, está el rey en la cúspide de su
poderío: extiende su dominio desde el Eufrates hasta
Egipto, ya terminó la reconstrucción del templo
de Jerusalén y todavía no ha sido visitado por la reina
de Saba.
También se sabe quien es Hiram, rey de Tiro.
No hay que confundirlo con su homónimo,
contemporáneo y compatriota, hijo de una viuda de la
tribu de Neftalí y de un varón de Tiro que trabajaba
el bronce.
Los marineros conocedores del mar son los tan
mencionados Fenicios que si llegados tardíamente
al teatro marítimo bien pronto van a asumir brillante
superioridad. Mientras que sus competidores los
Egipcios y Griegos y Judíos insisten en no aventurarse
sino hasta corta distancia de las costas los Fenicios
más osados atrévense por fuera de los límites
del mundo conocido, hasta océanos fabulosos
cuya existencia ni se aceptaba por todos.
El renombre de Salomón ya llegó hasta los oídos
de la reina de Saba; la hermosa morena no descansará,
no tendrá paz ni reposo, si no ve a Salomón,
a ese personaje de prodigio, si no le dice todo lo tiene
en su corazón. Pónese en camino hacia Jerusalén,
con un séquito muy numeroso, y con camellos
portadores de perfumes, oro en muy grande cantidad
y piedras preciosas.
No debe causar asombro el que todo el mundo no
esté absolutamente de acuerdo acerca de la situación
exacta del reino de Saba; algunos llegan hasta situarlo
en Etiopía; es generalmente aceptado que las ruinas
de su capital se encuentran hoy en el extremo
sud-occidental de la Arabia (en Mareb) al este
del Yemen y al norte de Hadramaut, cuya costa era
accesible a las caravanas; de allí era fácil atravesar
el Mar Rojo en su parte más angosta y llegar a Africa.
Lo que no era necesario para obtener los perfumes,
mirra, incienso, bálsamo, cinamomo, ofrecidos como
presentes a Salomón, ya que la región produce
las plantas que los suministran. La reputación
de los perfumes de Arabia no es de ayer.
Quizá el almizcle de mofeta procedía no obstante
de la Abisinia, siempre la mejor productora,
aunque el animalejo que secreta esa substancia existe
en Asia también.
No era extraído el oro del suelo de la región.
Pero, a más de su importación por medio de navíos,
los Sabeos lo recibían en gran parte de mercaderes
extranjeros amantes de suaves perfumes, y todos
los autores de la antigüedad presentan a los Sabeos
como el pueblo más rico de todo el Oriente.
Y las piedras preciosas? El término es vago.
De qué pedrería preciosa se trata? Cuando el texto
bíblico añade (Reyes, I, X, 11/2): los navíos de Hiram
que trajeron oro aportaron también piedras preciosas,
no informa mucho acerca de la situación geográfica
de la región si no agregase a su cargamento madera
de sándalo.
La palabra es de origen árabe, pero designa diversas
esencias vegetales que, fuera de la Oceanía, pertenecen
también a la región índica, lo que nos aleja
súbitamente de las riberas que habíamos costeado
hasta el momento. Jamás, continúa el versículo, vino
tánta madera de sándalo, ni se ha visto tánta después.
Sería Ofir, entonces, un puerto o una región
de la península indostana?No tiene nada de inverosímil
la hipótesis, si se ha demostrado que los Fenicios
osaron un día perder de vista las costas y cruzar el mar
de Omán. Sitúase generalmente la antigua ciudad de
Abira en la desembocadura del Indo. Y la Oceanía o
por lo menos la Insulindia no estaban fuera de su ruta,
porque hánse encontrado testimonios de su paso,
en forma de inscripciones, viejas ya de cuatro mil
años.
Por qué buscar más lejos? Abira, Ofir..., no son
nombres que se confunden?
Si no fuera porque en los navíos de Hiram, a más de
oro y piedras preciosas y perfumes y de marfil,
trajeron también plata, simios y pavos. No proceden de
Arabia ni marfil, ni simios ni pavos. Lo que confirma
la certidumbre de vamos en buen camino hacia las
Indias. Los simios son allí comunes. Los elefantes...
ya se sabe. Y los pavos son, incontestablemente,
huéspedes del Indostán.
Pero, si la palabra hebrea Zukijim (los pavos)
ha sido leída y transcrita erradamente en lugar
de Sukijim, que significa esclavos... Habría que volver
al Africa...
Para calmar nuestra desilusión, aprovechemos el
ocio de la travesía para divertirnos un poco y escuchar
a los fantasistas: el maestro del género es un linguista
--o pseudo-- que resuelve el problema con la más
elegante facilidad: El Ofir, dice, es la costa americana,
en la vertiente del Pacífico, ni más ni menos!
Porque no es sino invertir el orden de las sílabas que
componen el nombre Ophir: y se tiene Phiro.
Y Firo o Phiro no es exactamente lo mismo que Perú?
Ofir es el Perú. El Perú, es Ofir. Para qué ir a buscar
más lejos la verdad?.
RENÉ THÉVENIN
EL PARAÍSO TERRESTRE Y LAS ISLAS AFORTUNADAS
(de LOS PAÍSES LEGENDARIOS)
Destino de la Edad Media fué olvidar la antigüedad
y su herencia científica. Largas centurias de miseria
bajo la opresión bárbara, necesidad de encontrar en sí
mismo el refugio que la vida material no podía
suministrarles, habían desviado los espíritus de la ruta
natural que seguían antes de la prueba. Privados del
recurso de la rebúsqueda positiva, se extraviaban en la
especulación metafísica, único medio, por otra parte,
que les permitía escapar, sublimándose, del abismo
en que el exceso de desdichas habíalos sumergido.
Separados de la realidad, no les quedaba, para
ejercitar una actividad tánto más impaciente por ser
contenida, que correr tras las quimeras. Por una
singular fortuna, esta engañosa persecución debía
conducirlos no obstante --sólo que con un pequeño
retraso-- a las metas que hubieran logrado por otro
camino. Hermetistas que descubrían la química,
nigromantes que descubrían la cirugía, magos que
descubrían la astronomía, llegaron a restablecer las
leyes del universo, al tratar de libertarse de ellas.Y a
fuerza de buscar mundos imaginarios bajo cielos
inexistentes, los soñadores que se iban, tropezando,
a la aventura, terminaban por caer --un bello día-sin haberlo hecho adrede, en un mundo real.
En esta búsqueda a ciegas, los vagos recuerdos de
las edades del paganismo se confundían, fácilmente,
con las enseñanzas de la religión. Esta, en todas las
circunstancias, recordaba las delicias del Paraíso
terrenal, certificaba su existencia, sin insistir más
de lo conveniente en precisar su posición geográfica.
Sin duda, el edénico jardín estaba guardado por un
arcángel armado con una espada flamígera y no se
podía penetrar en él. ¿Pero era realmente imposible
acercarse a distancia visual aunque no fuera sino para
avivar, en el penitente sincero, el arrepentimiento
eterno por la falta de Adán? No se carecía de nociones
acerca de su posible ubicación. Muchos viajeros
habían vagado por sus parajes, no sólo antaño,
en los tiempos heróicos de los santos o de los
caballeros andantes, sino en los días actuales.
Y los mas escrupulosos historiadores hablaban
familiarmente de él, como de una verdad evidente
por si misma. Es así como, al iniciarse el siglo XIV,
escribía el honesto señor de Joinville: Nos conviene en
primer término hablar del río que viene por Egipto
y del Paraíso terrenal... Antes de que el río entre
a Egipto, las gentes a ello acostumbradas lanzan sus
redes extendidas en el río, por la noche, y cuando
tornan a la madrugada encuentran en sus redes ese
haber de peso que se trae a esa tierra, es a saber:
jengibre, ruibarbo, madera de alóe y canela.
Y se dice que esas cosas vienen del Paraíso terrenal,
que el viento abate los árboles del Paraíso...
Y, revelando uno de esos hechos de experiencia
exacta oculta bajo la ilusión ingenua a que hacíamos
referencia poco ha el dulce coronista precisa este
encantador detalle milagroso, debido --como se sabe-al empleo muy popular de las alcarrazas:
El agua del río es de tal naturaleza que cuando la
suspendemos de las cuerdas de nuestras todas
--en esas blancas vacijas de barro hechas en la
región-- se pone (en el calor del mediodía) tan fría
como agua de manantial.
Un testimonio tan impresionante no puede menos
que invitar a llevar más lejos la investigación.
Se sabe que no es cosa fácil. El mismo Sultán de
Babilonia no pudo llevarla a término. En un momento
dado el río es obstruído por un gigantesco muro
vertical al que nadie tiene poder de subir.
Y lo que se entrevé más allá no es muy tranquilizador.
Porque los Mensajes del Sultán decían que habían
encontrado maravilla de diversas bestias salvajes
y de diversas clases: leones, serpientes, olifantes,
que venían a mirarlos desde las orillas --de lo alto-cuando iban aguas arriba.
De todos modos si el acceso al Paraíso es
dificultoso, se sabe aproximadamente donde está, lo
que ya es algo. El reino de Egipto, al que sirve de
prolongación, no es un país imaginario. Se tienen de él
numerosas descripciones. Han estado en él viajeros
contemporáneos que vieron allí unicornios y otros
animalejos así de sorprendentes. Se pusieron en
relación con los árabes, casi los únicos herederos de la
ciencia antigua, a la que agregaron su propia ciencia,
lo que vino a dar resultados maravillosos.
En lo referente al Paraíso no hay que fiarse mucho en
esos descreídos. Pero ellos leyeron a los historiadores
y geógrafos clásicos. Saben que hay por allá regiones
en las que hombres sin cabeza no tienen sino un ojo en
mitad del pecho, otros tienen largas colas y otros,
enanos, guerrean con el pueblo de las Gruyas,
y en las que hay hormigas del tamaño de una zorra.
A la suma de conocimientos que ya poseía Aristóteles
y que todavía hoy nos maravillan (no menciona él
Taprobana, que es Ceylán, y Febol, que es
Madagascar?) agregan ellos lo que aprendieron de los
países de las Mil y Una Noches, de los cuales no todo
lo que se dice es fabuloso. Porque, cuando ellos
evocan el formidable Pájaro Roc --por ejemplo-- capaz
de llevarse un elefante en sus garras, no inventan
por gusto el monstruo. Sino que estiman su talla por la
de sus huevos, esos huevos, --en realidad de Epiornis
fósiles-- que vieran en las islas Mascareignes y que,
por su volúmen, son al huevo del avestruz lo que
el huevo del avestruz al del gorrión.
Sin embargo el Paraíso de que se trata, para todo el
mundo no está situado más allá del Africa
desconocida. La opinión general hasta lo situaba
donde situará la ciencia oficial en nuestros días la cuna
de la humanidad: en Asia, entre los valles del Tigris
y del Eufrates. En el mismo tiempo otros autores
igualmente documentados, aportan las mejores
pruebas de que se le encuentra en el extremo oeste.
Como conciliar tales contradicciones?
Es menos difícil de lo que se supone. Aún en los
tiempos del realismo clásico, la orientación geográfica
deja mucho qué desear. Como la tierra es una
superficie plana se ubican como se puede esos países
cuyo sólo nombre se ha oído y se les clasifica donde
están como objetos en un archivador sin mayor
preocupación por sus respectivas situaciones.
Las islas, sobre todo, derivan con notable facilidad por
el océano circular y se encuentran con un mismo
nombre en todas las latitudes indiferentemente.
Uno de los mapas (cartas geográficas) mejores y más
expresivos de esas épocas, el del geógrafo árabe
Al-Edirsi, sitúa a Marruecos en la latitud de Mongolia,
alarga el sur de Africa para colocarlo en frente
de las Indias, alinea a Borneo con los montes orales
y en dificultades --sin duda-- por todas las
determinaciones discordantes de las islas atlánticas,
las enfila anónimamente, en rosario irregular,
del Norte al Oeste del océano.
Se habla mucho de esas islas. Además como se sabe
que no se matan como se quiere las viejas
supersticiones y que, a pesar de las voces oídas,
el gran Pan no ha muerto, se anexa el Dogma en
provecho suyo a antiguas tradiciones, edifica capillas
sobre las ruinas de los templos, da a sus santos poderes
de que despoja a las hadas o a las ninfas, substituye
los milagros a los prodigios, ofrece al Dios único
el cetro de los dioses derribados. Cuando, finalmente,
la antigua creencia es muy notoria y cuando
el renombre de sus divulgadores permanece vivo,
hace de estos profetas iluminados por el don de la
verdad y la clarividencia, en medio de las tinieblas
y los errores del mundo pagano.
Ahora, varios de esos profetas oyeron hablar del
Paraíso, recogieron los ecos y percibieron los rumores.
Determinaron su posición --más o menos--; ensayaron
--más o menos-- describirlos, con los falsos nombres
que se les atribuyera: Campos Elíseos, Jardines
encantados, Tierras de dichosa fortuna, Islas
afortunadas, Hesperias y tantos otros. Rigurosamente,
si no han probado que tales países sean el Edén
bíblico, por lo menos se trata seguramente de
bienaventuradas y ortodoxas residencias tierras santas
de repromisión accesibles a los justos en
circunstancias excepcionales, como lo comprobaron
diversos hechos históricos y, entre otros, la milagrosa
aventura de San Brandan.
Cuando una pregunta es difícil de contestar,
es cómodo simplificarla suprimiéndola. Con el
pretexto de que no ha existido santo alguno llamado
San Brandan --lo que parece exacto-- se ha negado la
realidad de los viajes efectuados en el siglo VI por un
monje irlandés llamado Brennan o Brennain y se ha
afirmado que la tierra en que desembarcó no era sino
el reflejo de una isla por nubes especulares.
No obstante, la relación de su primer viaje dá --por lo
menos-- al lado de detalles maravillosos, precisiones
geográficas en manera alguna nebulosas. El hecho de
que no se tenga de esa relación sino una transcripción
latina --de tres siglos después-- no destruye ni infirma
en mucho su valor documental. En el caso peor
se trataría de un relato del siglo IX, relato que
corresponde a un acontecimiento marítimo importante,
cuya autenticidad no podría ser puesta en duda,
hoy, sin ánimo predispuesto.
Brennain Mac Finnlonga, fundador de la Abadía
de Cluainfert, inspirado por el cielo, se embarcó
un día, con algunos de sus monjes, los más atrevidos,
y se hizo a la vela rumbo al Norte.
Al cabo de cierto tiempo de navegación a través de
brumas cada día más frías, la tripulación topó con
aguas casi congeladas, en que no penetraban los remos
sino muy trabajosamente. Y poco tiempo después
--en una corta noche de luna-- se produjo el milagro.
Apareció una iglesia flotante: parecía hecha de cristal,
con arcadas translúcidas en las que jugueteaban luares
de arco-iris. Sus cimientos desaparecían en las glaucas
profundidades marinas. El santo –dejémosle su
aureola-- midió uno de sus costados y contó mil
ochocientos codos. Mientras los monjes la
contemplaban, la prodigiosa Catedral --o, si se
prefiere, el Ice-berg-- continuó a la deriva y terminó
por esfumarse en el horizonte. Nada, hasta aquí,
como para ofuscar nuestra confianza. Reconozcamos,
eso sí, que el episodio siguiente, es un poco menos
digerible.
Los tripulantes llegaron frente a un islote. Pusieron
la planta en él y prendieron fuego. Pero, sin duda
por causa de la hoguera, he aquí que el islote tiembla,
se agita, húndese y emprende viaje... Admitamos que
el monje transcriptor descendía de un abuelo nacido
en la región emplazamiento de la futura Tarascón,
y no insistamos. El resto del documento vuelve a ser
serio.
Durante semanas, los navegantes sólo encontraron
escollos que, desde lejos, parecían cubiertos de nieve.
Pero, cuando se acercaban, la nieve tomaba vida
y volaba en forma de millones de aves, de gritos
discordantes. Además, vieron vagar en torno suyo
enormes peces más grandes que su navío y cuyo
resoplar les metía espanto. Sin embargo, prosiguieron,
sostenidos por su fé.
Será su fé premiada? Llegarán, al fin, al Paraíso?
Nada parecía prometerles tal recompensa a sus penas,
porque el mar se tornaba cada vez más fosco y el sol
cada vez más raro. Finalmente, un día la tierra está
a la vista. Pero, lejos de ser el Paraíso se diría ser el
Infierno.
Tierra en que el suelo no está cubierto de hielo sino
calcinado, formado por lava en fusión. De la cima
de una doble cordillera nevada surgen llamas rugientes
y densas humaredas. Y el Diablo en persona debe
de estar emboscado en sus parajes, porque a la vista
del estandarte porta cruz que enarbolan los monjes
aterrados, hace llover sobre ellos un diluvio
de escorias ardientes. Terminan presurosos su vuelta
a la isla, que yergue por doquier un muro vertical
inaccesible, color de carbón.
No es dudoso que los detalles que así resumimos,
comprendido entre ellos --como parte de la tartarinada
el encuentro con algún gigantesco cetáceo polar--,
concuerden en probar que San Brandan avanzó mucho
por los Mares del Norte, muy más allá del círculo
ártico, hasta el 72º o 73º y que casi seguramente
descubrió la isla de Jan Mayen en el momento preciso
de una erupción. La descripción que dejó corresponde
a la realidad. Nuestras fotografías del Beerenberg
y del muro, confirma Jean Charcot, tomadas antes
de conocer el documento, parecen hechas para
ilustrar el relato del monje.
Pero llegar al pórtico del Infierno cuando se busca
el Paraíso, es poco edificante de parte de un hombre
santo. Le hacía falta el desquite. Viajó en realidad
o se le atribuyó un segundo viaje, esta vez imaginario,
en dirección de esa Insula Deliciosa, de la que ya
había hablado el monje Berinte y que habitaba una pía
cofradía? Difícil decidirse. Que el vagabundo abad
emprendiera un nuevo crucero, parece muy probable,
a juzgar por los detalles dados de su embarcación,
que parece muy bien inspirada en el kayak o mejor
en el gran uniak esquimal, difícilmente inventados
por un profano. Pero, a bordo de esa nao y con diez
y siete compañeros, si llegaría hasta esa gran isla
pavimentada de piedras preciosas, de árboles cargados
de frutos de oro e iluminada por un sol que las nubes
no logran obscurecer? Los comentaristas, los menos
desconfiados, piensan que Brandan llegó a alguna isla
de las Canarias o de Madera. Nada permite negar
o confirmar tales suposiciones.
Poco a poco, sin embargo, las Islas Afortunadas
tomaron cuerpo y, de año en año, de siglo en siglo,
los navegantes que osaban aventurarse fuera de la vista
de las costas o aquellos a quienes un temporal
arrastrara,
tornaban
portadores
de
historias
maravillosas que concordaban, más o menos
estrechamente con los antiguos textos, y que entonces
se hacía por conocerlos mejor cada vez.
Nos quedan muchos nombres de esas islas lontanas:
Antilia, Brasil (que figura en todos los mapas y con
todas las grafías: Brazylle, Brazir, o Brasile). Nombres
transmitidos a tierras reales, descubiertas más tarde,
y no relacionadas con aquellas que se creía identificar.
Otros nombres naufragaron en la nada, se evaporaron
como puros espejismos que eran:Satanaxio, Cholumbi,
la Salvaje... Otras quizá existieron, luego encontradas
pero no reconocidas: Stocafixa por ejemplo, que
corresponde a Stocfish, que designa el bacalao,
perseguido desde épocas inmemoriales y hasta los
extremos lindes occidentales por los Bascos, que
parece que descubrieron, desde el siglo VII, a Terra
-Nova y
(texto incompleto)
JEAN CASSOU
LA LITERATURA HISPANO AMERICANA
EN EUROPA
- MITOLOGÍA AMERICANA
Hé aquí dos libros que hubiese amado D.H. Lawrence:
Leyendas de Guatemala (1) y Cantos Negros de Cuba
(2), ambos traducidos por Francis de Miomandre,
cuya curiosidad por todo lo extranjero es conocida,
por todo lo extranjero y a la vez alado y profundo.
El primero de estos dos libros de poemas, poemas
míticos, venidos del fondo de las tierras y de las
edades, y transcritos, si no tornados a crear por dos
poetas auténticos, es del guatemalteco Miguel Angel
Asturias, cuya singular figura física denuncia
principescos orígenes mayas. El segundo, de una
muchacha, Lydia Cabrera, --y se sabe, por las novelas
de Larbaud, o por la lectura de las deliciosas
Memorias de Teresa de la Parra, de qué modo las
muchachas hispano-americanas pueden ser exquisitas,
y de qué paraísos preciosos, odorantes, inocentes
y azucarados, suelen ser nunciatrices. Lydia Cabrera
ha sido educada en los secretos que guardan entre sí
los pobres negros de Cuba. Le ha sido dado oír las
maravillas de su folk-lore y de ser partícipe de su gusto
frenético por la música y la danza. Y, a través de los
informes que nos suministra, se adivina toda la miseria
y toda la resignación de la existencia de esas gentes.
Una amargura se desliza por entre esas historias
ingenuas y que parece que no quisieran decir nada:
amargura que aparece en el cuento del tiránico Toro,
que canta: Yo, yo, yo... O en aquel de la tortuga
Hicotea en quien despierta la ambición de la tierra.
Y, en suma, en la profunda inmoralidad de esas
historias, en su ausencia total de intención didáctica,
en su ignorancia de la distinción del bien y del mal.
Una extraordinaria facultad de olvido, una pueril
indiferencia, hacen que el lector, en el curso de su ruta,
deje caer su reivindicación y descuide su venganza.
El más sagaz es quien gana, al azar de la historia.
La razón y la justicia se desbaratan en la noche.
El tema del buen salvaje, nacido en esas regiones
y que, desde Montaigne y el Padre Las Casas, hasta
Bernardin de Saint-Pierre y Rousseau, ha ayudado
al nacimiento del espíritu moderno, toma un distinto
aspecto, pierde su enternecido didactismo. Ya no
creemos en que el hombre sea naturalmente bueno
y en que nos sea preciso retornar al estado
de la naturaleza. Pero necesitamos, para mejor
comprendernos a nosotros mismos y tomar
consciencia de todos nuestros recursos profundos,
sentirnos perpetuamente acompañados por la presencia
de las razas desdichadas, mal comprendidas,
mal amadas. Nos importa buscar el significado de sus
ritmos, de sus creencias, de los medios obscuros con
los cuales se aseguran un primer contacto con el
mundo, una primera conquista de los elementos,
del destino, de la salud.
Conocemos mal la América, su literatura y su alma.
Las traducciones escogidas sin discernimiento, han
desviado de ella la atención pública; también es
preciso agregar que, muy rápidamente y fácilmente
europeizada, cierta literatura americana no nos deja
tomar en serio la cultura intelectual de esas regiones de
tan rico porvenir. Pero la verdadera cultura americana,
la poesía, el lirismo original y profundo de la América
se manifiestan, en la actualidad, en esos libros en que
la lengua española se colora con languideces negras o
con violencias indias. Que después de los Cuentos de
Cuba, no se deje de leer las Leyendas guatemaltecas
de Asturias: se será deslumbrado con esa reversión
prodigiosa de imágenes, de metáforas, de extrañezas
que no se asemejan a nada, y que nos llevan totalmente
a lo desacostumbrado. Es una verdadera embriaguez,
de la que se declara encantado Valéry en su carta
-prefacio. El hombre aparece mezclado a los
elementos; estamos aún en el reino de lo indistinto, el
pájaro es todavía un poco árbol y el árbol un poco
tigre, y las metamorfosis se experimentan realmente.
Hay que estar agradecido de Miomandre, que fué,
un día, el poeta de la samsara universal, por habernos
revelado esos poemas míticos, repletos de universo,
esa fábulas emocionantes, esos bellos tejidos,
magníficos y sombríos.
2 V 1936
(1) Ed. des Cahiers du Sud
(2) Ed. Gallimard
H. SULBLÉ
De LA HISTORIA SUCINTA DEL CHARLATANISMO
HASTA EL SIGLO XVII
Un curioso escrito del siglo XVII, El Charlatán
desenmascarado, impreso en Toulouse en 1687,
pretende situar en el Paraíso terrenal al primer
charlatán en figura de... la serpiente que tentó a Adán
y Eva, y encuentra en este ilustre antecesor todos los
rasgos de semejanza reproducidos en su descendencia:
el disfraz que oculta su verdadera personalidad,
su ubicación en el Arbol de la Ciencia, imitada por los
charlatanes que se suben a un tinglado a espetar sus
arengas y, finalmente y sobretodo, sus discursos que
prometen toda clase de bienes terrenos y de adehala la
eternidad con la única condición de comer de la
manzana: una como esas manzanas de olor con que
los charlatanes entretienen a las mujeres y a los
cándidos.
Sin llegar hasta tan lejos, y con mayor
verosimilitud, se puede afirmar que el charlatán dejó
sus huellas en toda la historia médica de los pueblos.
En la Antigüedad no se ocupaban de la
farmacéutica únicamente los médicos... Los patriarcas,
los profetas, los príncipes y los reyes eran muy
versados en esa ciencia. En las épocas de Abraham y
de Jacob circulaban mercaderes israelitas, verdaderos
boticarios ambulantes que interrogaban a los
enfermos acerca de lo que sentían y les vendían
perfumes, gomas, ámbar, bálsamos y mirra.
Hipócrates ya se quejaba de esa plaga de la
medicina y nos habla de esas gentes que practican la
medicina sin razón, sin experiencia y sin probidad.
El geógrafo Estrabón parla de los charlatanes de las
Galias: eran hombres que vivían en comunidad, como
los gitanos; los acompañaba siempre un asno llamado
La Fortuna y hacían mil trucos de juglaría.
Se les denominaba Agyrtes porque reunían al pueblo
en torno suyo, pedían limosna y paseaban un ídolo
de Cibeles al són de tamboriles.
Un poeta del siglo XIII, Rutebeuf, se divierte
poniendo en verso una arenga charlatanesca, lo que
prueba que la plaga infestaba la Edad Media.
Lejos de hallar en príncipes y señores un obstáculo
a su comercio, los charlatanes fueron siempre sus
protegidos, y los mismos reyes --poco preocupados
por apoyar las facultades que habían creado-sostenían, pagaban, recompensaban generosamente
a los más audaces mixtificadores, a los poseedores de
las recetas y fórmulas más extraordinarias, a los
vendedores de orvietán que siempre encontraron en la
Corte y cerca de los grandes, el crédito y la confianza
que el pueblo no les concedía siempre tan aprisa.
En el año 1292 había en Paris treinta y ocho personas
--hombres y mujeres-- que ejercían ilegalmente la
medicina sin haber hecho estudios. En 1332 la Facultad
conocía veinticinco de esos individuos e inició contra
ellos y sus semejantes una guerra encarnizada,
en el curso de la que no siempre llevó la Facultad
la mejor parte.
Henri de Mondonville, cirujano de Felipe el Bello,
protestó con suma energía contra los charlatanes,
brujos, adivinos, alquimistas, cortesanos, viejas,
Judíos conversos, Sarracenos, etc, que, habiendo
malbaratado todos sus bienes, cubren con el manto de
la medicina su miseria y su perfidia engañosa.
Guy de Chauliac, médico famoso de Montpellier en
1363, se queja de la debilidad de los gobiernos que
dejan el ejercicio del arte de la medicina en manos de
gendarmes o caballeros teutones u otros guerreros,
los que, por medio de sortilegios y bebedizos, aceites,
lana y hojas de col curan todas las llagas, basándose
en que Dios concedió tal virtud curatoria a las
palabras, las hierbas y las piedras.
No obstante, de tarde en tarde, los reyes
y emperadores ensayaron contener el progreso del
charlatanismo por medio de decretos y de leyes que
prohibían el ejercicio de la medicina a quien no tuviera
la aprobación de los médicos y de las Facultades.
El ejercicio de la medicina y de la cirugía
no suministraban a los charlatanes recursos suficientes,
de manera que estos le agregaban siempre la venta de
medicamentos. El Puente Nuevo, en Paris, fué durante
toda la Edad Media y hasta el siglo XVIII, el teatro de
ese negocio ilícito. Era allí donde se instalaba una
mesa cubierta con un tapiz abigarrado, en torno de la
que se amontonaba la muchedumbre, atraída
por las arengas, los trucos sabios, las peroraciones,
a favor de las cuales el charlatán vendía por pocos
centavos verdaderos medicamentos con los nombres
de bálsamos, ungüentos, emplastos y aceites.
Tabarin, que ejerció este productivo oficio en el
siglo XVI, ha quedado como el tipo por excelencia
de esta especie de charlatanes; su aturdidora
verbosidad y sus bufonadas lo hicieron célebre (mucho
más que sus bálsamos soberanos contra la jaqueca
y los vértigos o su electuario contra el dolor de muelas.
Más peligrosos que Tabarín y sus pares --para los
médicos y los enfermos-- son los llamados por Sonnet
de Courval alquimistas, espagíricos, iatromagos,
destiladores de oro potable, maestros del elixir de la
gran obra y paracelsistas.
Este último epíteto, que tan frecuentemente se
encuentra en todas las sátiras escritas contra los
charlatanes, se explica por la ostentación que ellos
hacían de las teorías del famoso médico del siglo XVI,
Paracelso. Este había sido el jefe de una escuela que
introdujo en terapéutica los remedios minerales,
cuando aún no se conocían en farmacia sino
substancias de origen vegetal. Este fue el punto de
partida de la medicina química y espagírica.
Paracelso fue tratado de charlatán por sus
contemporáneos a causa de su creencia en las virtudes
de la magia y de la alquimia.
En efecto, Paracelso no excluía de la ciencia médica
lo sobrenatural, y les pedía recetas a los barberos,
comadronas, magos, astrólogos, como a los médicos
más sabios. Las doctrinas de Paracelso tuvieron
numerosos adeptos; sus discípulos extremaron su
admiración hasta el fanatismo y le atribuyeron el
conocimiento del secreto de prolongar la vida humana.
De su curiosa mezcla de ciencia verdadera y de
superstición, los charlatanes no retuvieron sino este
hecho: Paracelso quemó, en 1527, los libros de
medicina de su tiempo, y declaró que únicamente eran
útiles las fórmulas de los hechiceros. Qué mejor apoyo
para los charlatanes que el ejemplo del médico más
célebre del Renacimiento? Apoderáronse de sus
teorías --que constituyeron su único bagaje-- y las
explotaron con una audacia que no tuvo par sino en la
candidez y en la credulidad entonces dominante,
porque si los sentimientos religiosos alcanzaron del
siglo XVI al XVII su mayor brillo, la brujería y las
prácticas diabólicas, la magia, negra o blanca, eran
aceptadas no sólo por el pueblo, sino también por los
más poderosos cerebros, ya que el mismo Bossuet
creía firmemente en los maleficios de los brujos
y sobretodo en los de las brujas.
Las brujas, por lo demás, unían todas a sus
sortilegios la práctica de la medicina y la farmacia.
Al lado de los brujos y de los magos, los alquimistas
buscaban la piedra filosofal cuyo contacto debía
convertir los otros metales en oro, o buscaban el medio
de hacer líquido el oro, en frío, para obtener una
panacea universal cuyo empleo restituiría la salud
y la fuerza, daría robustez a los ancianos, quitaría
la palidez a las doncellas y curaría la peste y todas
las enfermedades.
Cómo no se iba a desarrollar la charlatanería en un
medio tan bien preparado para aceptar las
supersticiones más descabelladas?
LUCIEN WILTER
PARIS IMPREVISTO
A menudo me he preguntado en qué consiste el
encanto de Paris, ese encanto que atrae y aprehende
tan profundamente, y que, en la memoria de todos
aquellos que pasaran, aunque no fuera sino algunos
días, entre Neully y Vincennes, Clichy y Montmartre,
deja un recuerdo semejante al de un gran amor:
algo hecho para no borrarse jamás. Para no hablar
sino de las capitales, se sabe de más vastas,
de más sublimemente antiguas, también de más
modernas, de más cuidadosas de su presentación como
de más sucias, de más lujosas, hasta en el triunfante
mal gusto, de más disciplinadas como de más
caprichosas, de más hipertensas y de más dulcemente
adormecidas, casi muertas. Pero, mirándolas bien
a todas, se advierte pronto que en ellas se impone
siempre un rasgo dominante que le da un carácter
excesivo que no se acomoda a todos los
temperamentos. La aclimatación es, por esto, difícil
y larga cuando no imposible.
Por el contrario, Paris aparece como un elemento
urbano completo. Conviene a todas las naturalezas
y cada visitante desde su arribo se encuentra cómodo
y como en su casa. En efecto, todo lo que una ciudad
puede ofrecer de esencial ha sido, por así decirlo,
cultivado allí, en el transcurso de las edades, y en
medidas iguales.. Sin detención, y esto es de extrema
importancia sin un instante de ausencia de vida,
la Historia ha mezclado y remezclado armoniosamente
esta ciudad que tuvo la fortuna de no sufrir jamás
un máximo desastre y ha sabido crecer regularmente
y sin sacudidas, destruirse ella misma según
sus necesidades y recrearse perpetuamente, anexarse
sus satélites y llenar sus vacíos, todo ello con tanta
sana independencia como instinto conservador.
Allí está el milagro. Paris es una ciudad de substancia
ricamente nutrida que se ha renovado constantemente,
que no sintió nunca la necesidad de conservar todos
los testimonios de sus especuladores sucesivos ni de
especializarse intensamente para afirmar su presencia
en el mundo.
Qué de sorprendente, entonces, que la bibliografía
de Paris sea sin duda la más numerosa de cuantas
una ciudad haya podido engendrar, para su propia
consideración
y
para
su
propia
gloria?
Cada acontecimiento de Paris encontró su historiador,
cada episodio sus memorialistas, cada suceso efímero
sus cronistas, cada anécdota, aún la mínima,
sus narradores, cada documento sus archiveros,
cada evolución sus exégetas, cada cambio sus críticos,
cada aspecto sus pintores, cada celebridad,
hasta la ínfima, sus biógrafos, cada época sus cantores,
cada momento, hasta el más breve, sus poetas, y el
conjunto de las obras así reunidas sus compiladores
incesantes. Sin embargo, yo sé y lo sabemos todos,
que se está lejos de haberse dicho todo acerca
de este enciclopédico y fabuloso tema que, cada día,
continúa fabricando Historia.
Me alabo entonces que esta reseña sea, a su manera,
una especie de novedad. Es, por lo demás, la obra de
un hijo de Paris y de un parisiense. Ciertamente que el
"parisiense que no es de Paris" ama mi ciudad natal
hasta el punto de no poder jamás pasarse sin ella.
Pero es, por ésto, más próximo pariente del hijo de
Paris? Muy joven sintió, al llegar de su provincia,
el deslumbramiento de la Capital. Porque es bella
la ciudad en traje de noche y porque espiritual
de nacimiento, ha sentado siempre cátedra de ingenio,
en la forma más natural. El provinciano hace
todo por hacerse notar de ella y por conquistarla.
Enamorado brillante, lo encanta ella con lo que posee
de más escintilante y artificial. Lo seduce con su
mundo, sus modas y sus caprichos. Para ser exacto,
también le place en "negligé" y hasta desabrochada,
según su sensibilidad artística o sus sentimientos
políticos, con más frecuencia según el gusto
del momento. Se aprovechará de ella en sus
comienzos; en su edad madura, le hará homenaje
a todos los frutos de su talento; en su ocaso, será para
ella el viejo amigo fiel, amable rumiador
de sus recuerdos. Esta clase de amistad amorosa no le
disgusta a Paris, que ha concedido siempre fácilmente
sus sonrisas y su mano izquierda. Quién podría
reprochárselo?
No sucede lo mismo con el hijo de Paris. El, es de la
tierra, se considera de la familia. No descubre la
metrópoli un bello día, súbitamente. Nació en ella y en
ella morirá probablemente.. Le basta, para ser feliz,
vivir en su regazo y pensar unísono con ella.
Lo que conoce del mundo y de la naturaleza, lo conoce
a través de ella. Su horizonte y su calendario son los
suyos. Espontáneamente desposa sus apasionamientos
exagerados y sus cóleras. Para decirlo todo, es él quien
hace aquí el papel de provinciano.
El cuidadoso hijo de Paris reconoce siempre sus
reliquias. Sabe detenerse y situarse en el punto preciso
para contemplar sus más característicos aspectos.
Le ofrecen ellas, entonces, el más refinado, el más
delicado de los placeres. Casas rurales olvidadas,
ruinas, palacios trasplantados, fuentes errantes,
jardines abandonados, pasajes desiertos, edificios
administrativos, estaciones de ferrocarril, dormidos
campanarios, callejuelas entre dos muros, techos,
balcones... qué se yo? He aquí los elementos con que
se compuso esta reseña fotográfica.
Paris es un vasto y rico repertorio de arquitecturas
magistrales y una ciudad de trabajo honesto.
También es una ciudad de placer, no por sus
establecimientos de la especie internacional y por sus
"sitios de perdición" --que los hay en todas las
ciudades-- sino por el refinamiento que caracteriza las
distracciones propuestas a sus habitantes y a sus
huéspedes. Es, en conclusión, una ciudad moderna,
viva, animada, en la que el lujo y el gusto
se manifiestan por todas partes y de mil maneras.
Mi ambición profunda sería la de que estas
imágenes tuviesen un poder revelador efectivo.
Quisiera que enseñasen el arte de ver. Que acicateasen
la atención y educasen la mirada. En efecto, saber
refrescar su visión, saber descubrir, es quizá el más
grande secreto para saber comprender, y sin cansarse
jamás, saber amar, sobre todo cuando se trata
de una ciudad como Paris.
Publicado en la Revista El Libertador Nº 4
(Junio-Julio 1952 - Bogotá)
INDICE GENERAL
Tomo I
PROSAS DE GASPAR (Cuarto Mamotreto) ................................. 3
PROSAS DE GASPAR (Segunda época) ...................................... 125
EXTRAVAGANCIA Y CAPRICHO ............................................... 163
COLUMNA DE LEO ..................................................................... 300
LA COLUMNA DE LEO ............................................................... 632
COLUMNILLA DE LEO ............................................................... 661
BARBARA CHARANGA - BAJO EL SIGNO DE LEO
(Sexto Mamotreto) .........................................................................720
Tomo II
BAJO EL SIGNO DE LEO .......................................................3-2089
Tomo III
ESCRITOS SOBRE MUSICA ....................................................... 3
CORREO DE ESTOCOLMO ....................................................... 765
Tomo IV
ALGUNAS CARTAS ENVIADAS ................................................
3
VARIA ......................................................................................... 319
TRADUCCIONES:
GILBERT CESBRON: Es media noche, Doctor Schweitzer ........ 375
HENRI GHEON: La hija del Sultán y el buen jardinero ............. 521
EDDY GHILAIN: Valeria ............................................................ 562
ANDRE GIDE: Saul .................................................................... 708
AUTOR DESCONOCIDO: Cierto General Bonaparte ................ 849
RENE THEVENIN: El reino de Ofir ............................................ 864
RENE THEVENIN: El paraíso terrestre y las islas afortunadas.. 869
JEAN CASSOU: La literatura hispano americana en Europa
/ Mitología americana 880
H. SULBLE: La historia sucinta del charlatanismo hasta el siglo
/ XVII .. 883
LUCIEN WILTER: Paris imprevisto .......................................... 890
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