CAPÍTULO V PROBLEMAS FILOSÓFICOS DEL EVOLUCIONISMO La polémica filosófica: la causa eficiente Ya en vida de Darwin, el biólogo John Mivart argumentó contra el darwinismo desde el punto de vista filosófico, cosa que a Darwin le molestó mucho. El tema de fondo de las objeciones procede de la filosofía realista, y se basa en el concepto (en perfecta continuidad con el sentido común) de causa eficiente y en sus características. La causa comunica su perfección al efecto, y como nadie da lo que no tiene, la causa debe poseer la perfección que comunica. Los padres pueden dar la vida al hijo porque ellos mismos la tienen. El profesor de inglés hace que su alumno aprenda porque él mismo conoce el inglés. Todo esto es natural y lógico. Si un niño naciera de una piedra, habría que ver en ello la intervención de un poder oculto, un hecho milagroso, lo que es comprensible. Pero si no se admitiera ese hecho milagroso, el mundo dejaría de ser racional o razonable, y la ciencia no sería posible. 46 PROBLEMAS FILOSÓFICOS DEL EVOLUCIONISMO En otras palabras, de un sombrero vacío podría salir un conejo, y hasta un elefante, como por arte de prestidigitación, en cualquier momento y sin intervención de nadie. "La evolución, como proceso de aparición espontánea y accidental de los poderes vitales, la conciencia y la autoconciencia a partir de la materia inanimada, es total y completamente incomprensible. Si fuera posible la aparición accidental de lo superior a partir de lo inferior, entonces cualquier cosa sería posible, y no existiría base para el pensamiento humano. Dos más dos no tendría que ser cuatro, sino que podría ser cinco o cualquier otra cosa." (1) Figura 9. Si de una piedra puede salir un pez, o un niño, sin intervención extraña al mundo, éste se convierte en extraño y hostil a la inteligencia humana. (1) Schumacher, "Guía...”, pág. 34 RAFAEL ESTARTÚS TOBELLA 47 Un mundo hostil a la inteligencia El cristianismo, al enseñar que Dios es personal (tres Personas en una Naturaleza); y al decir que ha creado el hombre "a su imagen y semejanza"; viene a decir que el mundo no será hostil a la inteligencia, que es razonable o racional. Esta convicción, según muchos autores de confianza (Duhem, Jaki, Whitehead...), fue vital para el surgimiento de la ciencia moderna (Kepler, por ejemplo, la necesitó para perseverar en su trabajo, cuando se encontraba como dentro de un túnel sin vislumbrar otra salida). Ello explicaría por qué la ciencia moderna ha nacido en la Europa cristiana, y no en el India, la China o el Japón. Conscientemente o no, Darwin renuncia a la comprensibilidad del mundo, regresa a la concepción inmanentista y panteísta. En la concepción inmanentista, los conejos pueden salir del sombrero vacío, porque ni ellos ni el sombrero son más que imágenes, películas de dibujos animados. Todos los seres naturales serían lo mismo: nada; excepto, claro está, el sujeto pensante que sería único, solitario y autónomo: "Dios soy yo", podría afirmar sin ruborizarse, porque nadie le oiría. O creación, o eterna repetición La creación del mundo por Dios, a partir de la nada, exige por parte del Creador un poder infinito. La conocemos por revelación divina, según consta en el primer libro de la Biblia, el Génesis, que narra cómo Dios creó el mundo en 6 días. Pero la expresión "crear de la nada", aparece por primera vez en otro libro de la Biblia, que fue compuesto 300 años después que el Génesis: el libro Macabeos II, redactado hacia el año 125 a.C. En el capítulo 7, cuenta la historia de una madre de siete hijos que vio cómo el rey Antíoco los mataba uno a uno, porque no querían abjurar de su religión judía comiendo carne de chancho. La madre los animaba a sufrir el martirio, hablándoles en su propia lengua: 48 ROBLEMAS FILOSÓFICOS DEL EVOLUCIONISMO "Yo no sé cómo habéis aparecido en mi seno; no os he dado yo el aliento de vida, ni compuse vuestros miembros. El Creador del universo, autor del nacimiento del hombre y hacedor de todas las cosas, ese misericordiosamente os devolverá la vida si ahora por amor a sus santas leyes la despreciáis". Y al hijo último le dijo: "Ruégote, hijo, que mires al cielo y a la tierra y veas cuanto hay en ellos y entiendas que de la nada lo hizo todo Dios, y todo el humano linaje ha venido de igual modo". Sólo el cristianismo (y de modo muy especial la Iglesia Católica), han hecho cuestión de estado de dicha noción, la creación a partir de la nada, exigiendo a sus fieles tomarla al pie de la letra. Judíos y musulmanes, que teóricamente comparten lo mismo, han tendido a pasarlo por alto, y han admitido que sus fieles más cultos lo interpretaran como una alegoría, un recurso pedagógico para explicar la sumisión del mundo a Dios, sin pretensiones de objetividad. Esta idea -la creación del universo a partir de la nada- es de crucial importancia para entender el nacimiento de la ciencia física moderna. Un mundo creado por Dios es creatura, no tiene esferas divinas, ni astros también divinos, como admitían Aristóteles y los panteísmos de la antigüedad. Por eso es comprensible, manejable, y cumple unas leyes que le ha dado el Creador. Si ha empezado, terminará, como dice la revelación y como sucede ya, para cada hombre, a la hora de la muerte. Un mundo así admite progreso indefinido, o estancamiento, o retroceso. La hipótesis alternativa, es un mundo sin principio ni fin en el tiempo, que siempre ha existido y siempre existirá. Pero como hay unas leyes físicas, las posibilidades de configuraciones nuevas de los elementos del mundo no podrán ser infinitas: de ahí que se deduzca que el tiempo tiene que ser cíclico, es decir los sucesos se van a repetir infinitas veces, como se han repetido infinitas veces antes. RAFAEL ESTARTÚS TOBELLA 49 Es el eterno retorno, común a casi todas las cosmovisiones antiguas: Egipto, Babilonia, India, China, y Grecia (con la excepción de Israel). El eterno retorno fue inferido también por los filósofos: Platón habla del traqueteo de la máquina del universo, cada vez que empieza un nuevo ciclo temporal (doctrina del Gran Año (2)). Aristóteles cree lo mismo: En su "Política" afirma que las artes y ciencias que han dado lugar a tanto confort, han sido conseguidas infinitas veces en ciclos anteriores (3). Cuando Esteban Tempier, obispo de París, en 1277, prohibió la doctrina del Gran Año, en la Sorbona se hablaba hasta de la duración del ciclo cósmico: 36,000 años (4). Esta doctrina estaba arraigando en la intelectualidad cristiana, tanto como en la judía y árabe. "Para condenar el sistema del Gran Año como una monstruosa superstición y extirparlo, fue indispensable la Cristiandad", dice Pierre Duhem (5), que considera el edicto de Tempier como el acta de nacimiento de la ciencia moderna. En la concepción inmanentista, se regresa a la cosmología del antiguo panteísmo. Ya Hume vuelve a hablar de eternos períodos que se repiten sin cesar (6). Para Kant, el tiempo infinito, forma "a priori", necesita el Gran Año (7). Nietzsche fue claro en admitir el eterno retorno, y lo aceptó como "una forma europea de budismo" (8). En un mundo sujeto a una repetición implacable, se producirá de nuevo lo mismo, sin que nadie pueda evitarlo. Un mundo así no admite el progreso: todo progreso será (2) (3) (4) (5) (6) (7) (8) Jaki, Jaki, Jaki, Jaki, Jaki, Jaki, Jaki, "The "The "The "The "The "The "The Origin...”, p. 93. Origin...”, p. 93. Origin...”, p. 71. Origin...”, p.139. Road...”, p. 373. Road...”, p. 113. Road...”, p.143. 50 PROBLEMAS FILOSÓFICOS DEL EVOLUCIONISMO tarde o temprano seguido por un retroceso. Esta idea es fatal para la ciencia, que pierde todo su atractivo. Azar fuerte y Azar débil Cualquier calculadora científica de bolsillo tiene una tecla llamada RANDOM (azar), que al ser pulsada da un número al azar (generalmente, correspondiente a una distribución estadística constante entre cero y uno; aunque puede conseguirse que corresponda a la distribución normal o Campana de Gauss, o a cualquier otra distribución). El usuario no puede predecir qué número dará la próxima vez que pulse la tecla. Pero, para quien la ha programado, las cosas son diferentes: ha usado una fórmula, o un algoritmo, con un parámetro que se aumenta una unidad en cada operación. Conociéndola como la conoce, podría predecir exactamente el número que saldrá (ver "Random Numbers Generation", Knuth, tomos I y II). Un vehículo llega a una bifurcación: puede tomar una carretera A u otra B. Un observador no sabe qué carretera escogerá. Pero el chofer del vehículo sí sabe qué va a hacer. Los dos tipos de azar que hemos ejemplificado son subjetivos, obedecen a una limitación de conocimiento del espectador; le llamaremos azar débil (o azar cognoscitivo). El fenómeno que el observador tiene que atribuir al azar, es, en realidad, una necesidad en el caso de la tecla, y la consecuencia de una libertad en el caso del vehículo en bifurcación. En cambio el azar fuerte (u ontológico) daría lugar a sucesos no previsibles por nadie, no dependería ni de una necesidad ni de una libertad. El azar fuerte no representa nada real. Un observador de la naturaleza lo más que podrá constatar es un azar, pero como científico no podrá pronunciarse sobre si es "fuerte" o "débil": ello excede su capacidad de observación. RAFAEL ESTARTÚS TOBELLA 51 Si el darwinismo se limitara a postular, como hipótesis, un azar (débil o fuerte, sobre ello no debiera opinar) en las transformaciones de especies, esta hipótesis podría ser comprobable (o falsable; o también quedar pendiente). Pero en la medida en que postula un "azar fuerte", se compromete con el materialismo inmanentista, o con el panteísmo, y comete un error imperdonable que lo hace una mezcla de hipótesis científicas e ideologías materialistas, camufladas bajo una máscara científica. Un partidario del evolucionismo opina así: "El hecho de que (en los animales y plantas) se hayan producido cambios en el pasado está ampliamente atestiguado por los fósiles encontrados en la corteza terrestre que, con la ayuda del sistema radioactivo de fijación de fechas, se han ordenado históricamente con alto grado de certeza científica." "Sin embargo, la doctrina evolucionista es un asunto bastante distinto." "Darwin, se nos dice, hizo dos cosas: demostró que la evolución era un hecho que contradecía las leyendas de la Escritura sobre la creación y, además, que su causa -la selección natural- es algo automático que no deja lugar a la dirección o el propósito divinos (ver Evolution, (9)). "Resulta obvio para cualquiera capaz de razonar filosóficamente que la observación científica como tal nunca podrá hacer esas 'dos cosas'. La Creación, la dirección o el propósito divinos están completamente fuera de la observación científica, como también lo estaría su ausencia." "La doctrina evolucionista se presenta generalmente de una manera que traiciona y ofende todos los principios de la honradez científica." (10) (9) En “The New Encyclopaedia Brittannica”, 1975, vol. 7, págs. 23 y 17. (10) Schumacher, “Guía...”, págs. 161-162. 52 PROBLEMAS FILOSÓFICOS DEL EVOLUCIONISMO La inteligente cochinilla Una base filosófica no realista, produce problemas insolubles cuando se trata de comprender en profundidad los casos particulares. Como ya hemos dicho, la inteligencia tiene entonces que enfrentarse a un medio altamente hostil a ella. Véase por ejemplo lo que cuenta Colin Wilson: "...cuando escribía la obra 'El Extraño', solicité la ayuda del eminente darwinista Julian Huxley para el artículo sobre biología. Me intrigaba en especial el comportamiento del insecto llamado cochinilla social ('flattid bug'), que Robert Ardrey describe en 'Génesis Africana'. Ha desarrollado un interesante procedimiento de defensa: se disfraza tomando el aspecto de una flor de color de coral, algo similar al jacinto." La falsa flor, que permite al insecto engañar a sus predatores, está en realidad formada por una multitud de animalitos de diferentes colores, colocados imitando los pétalos y demás órganos florales comunes, con vistosos colores. Si se los espanta con un bastón, la 'flor' se disuelve en una nube de insectos semejantes a polillas. Al rato, vuelven a posarse sobre una rama, se acomodan unos sobre las espaldas de los otros, y forman de nuevo otra 'flor' perfecta. "¿Cómo aprendería 'accidentalmente' una colonia de insectos a imitar a una flor? Según Darwin, el ser que se parece 'accidentalmente' a otra cosa disminuye el riesgo de ser comido; por ello, se reproduce en esa dirección, y el disfraz se incorpora a la especie en el transcurso del tiempo. Eso se comprende sin dificultad para un individuo. Pero ¿cómo se produce en toda una comunidad? ¿Nacieron por accidente unos individuos verdes, otros verdirrojos y los restantes colorados? ¿Se posaron por casualidad en una ramita muerta con la figura de una flor, mientras que la colonia vecina no fue tan precavida y pereció? Incluso esto no justificaría por qué continuaron haciéndolo, a saber, en qué instante el accidente se transformó en 'propósito definido'. Formulé esa pregunta, y varias más, a Huxley, y su respuesta me llenó de perplejidad." RAFAEL ESTARTÚS TOBELLA 53 "Respondió que no era propósito, sino un mecanismo llamado 'feedback cibernético'. Con el fin de entender esto, hube de leer algunos libros de genética. Consulté 'Estrategia de los Genes', de Waddington, pero era demasiado abstruso para mí. Además, no parecía tener nada aplicable a una colonia. Busqué 'feedback cibernético', y tampoco me sirvió de gran cosa. Cibernética es la ciencia de los sistemas autorreguladores, como el programa de una lavadora eléctrica, y 'feedback cibernético' significa que tiene la posibilidad de corregir las propias disfunciones accidentales. Se aplica asimismo sólo a los individuos: no hay manera de que una colonia de lavadoras aprenda a disfrazarse de locomotora." "La noción de 'disfraz cooperativo' implica propósito; sin embargo, no podía ser intención consciente o inteligente, porque las cochinillas no han desarrollado tal consciencia o inteligencia." "...si bien un sistema de este género -sea el de un computador o el de un roble- puede autocorregirse, una inteligencia mayor que la del sistema debe imponer el programa original. La lavadora o el computador no son intelectualmente superiores a la persona que los programa. Por consiguiente, si se considera al gen como una forma más completa de la pieza de material plástico que programa la lavadora, seguimos enfrentados con la pregunta: ¿Quién discurrió el programa?” (11) Resumiendo: un sistema complejo organizado, necesita un organizador. Un programa necesita programador. Formas de expresión que desinforman Es muy frecuente que, al explicar la fisiología o conducta de seres vivos, se haga referencia a la evolución como a su causa. Esto suele ser absolutamente irrelevante para el tema de que se trata, pues suele consistir en una (11) "Buscadores de Estrellas”, Planeta, Barcelona, 1983, pág. 195 y ss. 54 PROBLEMAS FILOSÓFICOS DEL EVOLUCIONISMO explicación fácil pero meramente verbal, un convencionalismo casi mnemotécnico; pero ambiguo, y desorienta al lector. Induce a pensar que el 'azar fuerte' lo ha hecho todo. Lo quieran o no sus autores, tienen una connotación materialista, acientífica, y que hace daño. A niveles altos de divulgación, tomemos como ejemplo la revista "Scientific American", número de febrero de 1990. Aparecen en ella tres artículos: "Cold Storage", que informa sobre las substancias anticongelantes producidas por las plantas, para que no se congelen sus líquidos vitales en invierno; "Snakes in the Grass", que habla del inteligentísimo camuflaje mimético de las serpientes; "How Plants make Oxigen", que describe complicadísimos circuitos bio-electrónicos que permiten la función clorofílica, base del ciclo del oxígeno en la naturaleza. En los tres casos no falta una reverente alusión a la evolución, a los largos tanteos inconscientes, casuales, recompensando los tanteos exitosos a través de la selección natural, hasta conseguir unos anticongelantes maravillosos, un camuflaje que engaña a cualquiera y unos circuitos digitales que merecen un millar de premios Nóbel. A un nivel más popular, se nos dice que "la evolución produce alta ingeniería", a propósito de un diplodoco que tenía los huesos vacíos (para disminuir peso) y además usaba los conductos óseos como circuito de refrigeración por aire. (12) Al ver los sabios instintos gregarios del lobo, se nos 'informa': ¡Cuánto tiempo habrá necesitado el lobo para desarrollar unos instintos de manada tan eficaces para su supervivencia! La respuesta que se sugiere al lector es la de mucho, muchísimo tiempo. Pero la verdad es que eso no se sabe. Puede haber sido instantáneo, o haberse conseguido en una época corta, o haber necesitado un sinnúmero de años. La exclamación da por supuestos el azar y el gradualismo darwinianos. (12) Tomás Unger, en "El Comercio”, Lima, 7-XI-1989 RAFAEL ESTARTÚS TOBELLA 55 Muchas personas han aceptado la evolución porque han visto la famosa "secuencia del caballo", reproducida en libros de texto de todo el mundo. Consiste en una lámina, existente en el Museo de Historia Natural de los Estados Unidos, que muestra los presuntos antepasados del actual caballo en varios momentos de la historia, desde que tenían el tamaño de una liebre hasta el caballo actual. Pues bien, esta lámina es fruto de la imaginación y no de la ciencia. Los funcionarios del Museo citado se sienten incómodos cuando tienen que mostrarla y responder a las preguntas del público. Niles Eldredge, connotado evolucionista, dijo: "La exposición sobre la evolución del caballo, preparada 50 años atrás, se ha presentado como la verdad literal siempre. Ahora considero que es lamentable, particularmente cuando los que proponen esta clase de historias, pueden ser conscientes de la naturaleza especulativa de parte de ese material" (13). Julian Huxley, nieto de Thomas Henry Huxley (apasionado darwinista, contemporáneo de Darwin) y heredero de la combatividad de su abuelo, dice que "la selección natural trabaja, con la ayuda del tiempo, en la producción de mejoras en la maquinaria de la vida, y al hacerlo engendra resultados de una improbabilidad más que astronómica, que no podrían ser obtenidos de ninguna otra manera." (14). La improbabilidad más que astronómica muestra que lo que se afirma es imposible, o al menos desafía a nuestra inteligencia, le es hostil. ¿No será que, detrás de esa no-inteligencia tan eficaz, se oculta una inteligencia superior, una Inteligencia con mayúscula?. Si no se la admite, entonces suceden demasiadas cosas de una improbabilidad más que astronómica. (13) Bethell, "Creación...”; aquí "especulativa" podría traducirse tal vez mejor por "fantasiosa". (14) Gilson, "De Aristóteles...” pág. 290 56 PROBLEMAS FILOSÓFICOS DEL EVOLUCIONISMO En un mundo en que lo más improbable suceda continuamente, la Teoría de Probabilidades no tendría nada que decir (y toda la ciencia se derrumbaría). Lucien Cuénot, de la Academia de Ciencias de Francia, dice cosas diferentes y menos extrañas que las de Huxley: "Cuanto más se penetra en los determinismos, más se complican las relaciones; y como esa complejidad lleva a un resultado unívoco que la menor desviación puede turbar, nace, inevitablemente, la idea de una dirección finalista; concedo que tal idea sea incomprensible, e indemostrable, porque intenta explicar lo obscuro por lo más obscuro; pero es necesaria; es tanto más necesaria cuando se conocen mejor los determinismos, pues no se puede prescindir de un hilo conductor en la trama de los acontecimientos. No es temerario creer que el ojo ha sido hecho para ver." (15) Cuénot está hablando de una intuición intelectual razonable, como base de las convicciones finalistas. Volveremos a hablar de ese tipo de intuición, que, contrariamente a lo que dice Cuénot, no es incomprensible; ni da resultados indemostrables, ya que trae su propia demostración. "...el azar es pura ausencia de explicación...Añadir al azar la astronómica longitud de billones de años durante los que ha actuado, sigue siendo no decir nada, pues que dure un año o un billón, no será siempre sino una ausencia de causa que, como tal, nada puede producir ni explicar." (16) Todos los problemas filosóficos del evolucionismo se esfuman si, simplemente, no se cierra la puerta a Dios. De lo contrario, son insolubles. (15) Gilson, "De Aristóteles...” pág. 21. (16) Gilson, "De Aristóteles...” pág. 289 RAFAEL ESTARTÚS TOBELLA 57 Figura 10. La evolución sólo es comprensible si no se cierra la puerta a una intervención divina, que no es necesariamente un milagro.