Clases de Residentes 2012 Conducta del ginecólogo ante el cambio de sexo Servicio de Obstetricia y Ginecología Hospital Universitario Virgen de las Nieves Granada CONDUCTA DEL GINECÓLOGO ANTE EL CAMBIO DE SEXO Virginia Gómez Vázquez 10 de Octubre de 2012 INTRODUCCIÓN Definición e Introducción La transexualidad, transexualismo o trastorno de la identidad de género son sinónimos y vienen definidos tanto en las clasificaciones CIE-10 como en el DSM-IV. No está catalogada a priori como enfermedad, pero sí como trastorno; de hecho, en la transexualidad el desarrollo cerebral y capacidad mental de quien lo padece habitualmente no está alterado. La CIE-10 lo refiere como el deseo de vivir y ser aceptado como un miembro del sexo opuesto, que suele acompañarse por sentimientos de malestar o desacuerdo con el sexo anatómico propio, y de deseo de someterse a tratamiento quirúrgico u hormonal para hacer que el propio cuerpo concuerde lo más posible con el sexo preferido. También dice que la identidad sexual debe haber estado presente constantemente por lo menos durante dos años, y no ser un síntoma de otro trastorno mental, como esquizofrenia, o acompañar a cualquier anomalía intersexual, genética o de los cromosomas sexuales. El DSM-IV lo define como una identificación acusada y persistente con el otro sexo, malestar persistente con el propio sexo o sentimiento de inadecuación con su rol. La alteración no coexiste con una enfermedad intersexual, provoca malestar clínicamente significativo o deterioro social, laboral o de otras áreas de la actividad del individuo. Existen por tanto dos tipos, el transexual de hombre a mujer (male-to-female o MTF) y el transexual de mujer a hombre (female-to-male o FTM). La proporción de MTF/FTM oscila entre 3:1 a 4:1. La prevalencia en España de este trastorno Virginia Gómez Vázquez / Alberto Salamanca 1 Clases de Residentes 2012 Conducta del ginecólogo ante el cambio de sexo varía de 1:9.685-1:21.031 en MTF mientras que en FTM es de 1:15.4561:48.096. En la transexualidad, la orientación sexual puede ser, al igual que en población no transexual, heterosexual, homosexual, bisexual o asexual. Por tanto, el transexualismo debe ser diferenciado de la homosexualidad ya que las personas homosexuales están eróticamente atraídas por personas con igual morfología genital mientras que las personas transexuales únicamente sienten sus órganos sexuales como extraños. El tratamiento de los trastornos de la identidad de género tiene excelentes resultados con una tasa de éxito mayor del 90 % que viene definida como la satisfacción personal tras el proceso; mientras que la tasa de arrepentimiento es del 0.5-3%. ETIOLOGÍA Este tipo de trastorno se gesta a lo largo de la infancia y la adolescencia. No se conoce cuál es el momento en el que la identidad del género se afianza o qué factores son los responsables del desarrollo de una alteración de la identidad del género. Existen estudios genéticos que sugieren un componente hereditario; sin embargo, no hay información clara de la etiopatogenia de este trastorno. PROTOCOLO CLÍNICO Para evaluar a las personas con trastorno de la identidad de género, es recomendable el seguimiento de los estándares internacionales de la Asociación internacional Harry Benjamin (actualmente la World Professional Asociation for Transgender Health ó WPATH) y de la Sociedad de Endocrinología. El acercamiento a estas personas debe ser a través de un equipo multidisciplinar: psiquiatras y/o psicólogos, endocrinólogos, cirujanos plásticos y generales, ginecólogos, urólogos, anestesistas, radiólogos, otorrinolaringólogos, personal de laboratorio, enfermeros y administrativos. En nuestro sistema de salud en Andalucía el protocolo de derivación es desde cualquier médico de atención primaria o cualquier especialista, mediante Virginia Gómez Vázquez / Alberto Salamanca 2 Clases de Residentes 2012 Conducta del ginecólogo ante el cambio de sexo la Gestoría del Usuario a la unidad de referencia de Andalucía (Unidad de Transexualidad e Identidad de Género o UTIG). DIAGNÓSTICO Un correcto diagnóstico es esencial en estos casos. Se lleva a cabo utilizando distintos procedimientos de evaluación. Al no existir pruebas específicas que permitan discriminar de manera fiable este diagnóstico, en la Unidad de Trastornos de la Identidad de Género del Hospital Carlos Haya de Málaga, se recurre a entrevistas de elaboración propia y test estandarizados. a. Recogida de datos generales e historia clínica: datos de filiación e identificación del paciente, características demográficas, actividad laboral, espiritualidad y religión. Historia familiar y personal de salud mental, eventos psicológicos de importancia, ideación suicida, intentos de suicidio, autolesiones, agresiones y maltrato, consumo de alcohol y otras drogas. Escala de situaciones estresantes en relación con el trastorno de identidad de género. Contactos con el sistema sanitario de medicina general, endocrinología, salud mental. Orientación sexual, escala de satisfacción sexual. Tratamiento: expectativas y apoyos recibidos. b. Historia sexual: actitud hacia el sexo en la familia de origen. Historia sexual personal. Escala de apetencia sexual, escala de excitación sexual. c. Examen internacional de trastornos de personalidad (DESM-IV IPDE) d. Ansiedad (ISRA) e. Inventario de depresión de Beck (BDI) f. Test de fobia social (SAD-Watson y FNE-Watson) g. Entrevista semiestructurada: para evaluar ajuste familiar. Se utilizan estas entrevistas para contactar con personas de la red social significativa del paciente con el objeto de confirmar la naturaleza persistente y generalizada del trastorno. h. Entrevista semiestructurada a la pareja del paciente Virginia Gómez Vázquez / Alberto Salamanca 3 Clases de Residentes 2012 Conducta del ginecólogo ante el cambio de sexo i. Análisis de las redes sociales j. Protocolo de riesgo autolítico en casos necesarios k. Entrevistas semiestructuradas para el diagnóstico de los trastornos de identidad de género en base a la nomenclatura DSM-IV Además, es necesario que se cumplan los criterios incluídos que las clasificaciones internacionales CIE-10 y DSM-IV ya comentadas previamente. Deben ser psiquiatras y psicólogos los encargados de esta parcela. Debe haber una evaluación inicial con apoyo terapéutico y psicoterapia. No todas las personas que solicitan cambio de sexo son transexuales. El proceso diagnóstico es complejo y largo que debe estar controlado estrictamente y debe durar cuanto sea necesario. Estos mismos profesionales son los que posteriormente realizarán el seguimiento del paciente durante el cambio de sexo, evaluándolos de forma regular con psicoterapia y terapia familiar si fuese preciso, estando coordinados con el resto de los componentes del equipo multidisciplinar. Este punto requiere normalmente entre 4-6 meses, y es imprescindible un buen diagnóstico diferencial. DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL Existe la posibilidad de que estos pacientes tengan un transexualismo secundario a patologías orgánicas como la hiperplasia adrenal congénita, un tumor virilizante, resistencia andrógena, alteración cromosómica, agenesia testicular, hipogonadismo o cualquier otra patología aunque éstas son raras. También se debe establecer el diagnóstico diferencial con el transvestismo no fetichista, transvestismo fetichista, orientación sexual egodistónica, trastorno de la maduración sexual y trastornos de la identidad sexual no especificados. Éstas deben descartarse por ser patologías en las que no está indicado el tratamiento hormonal o quirúrgico. Para establecer estos diagnósticos asociados, se utilizan los test ya especificados, recogiendo sobretodo los síntomas psicopatológicos más relevantes descritos por la bibliografía: trastornos depresivos, trastornos de ansiedad, fobia social, trastorno de estrés postraumático, trastornos de adaptación, trastorno de aversión al sexo, rechazo sexual y ausencia de placer sexual, disfunciones sexuales y consumo de sustancias psicoactivas. Virginia Gómez Vázquez / Alberto Salamanca 4 Clases de Residentes 2012 Conducta del ginecólogo ante el cambio de sexo TRATAMIENTO Una vez establecido el diagnóstico, el tratamiento consiste en tres fases o tríada terapéutica: experiencia en la vida real, tratamiento hormonal y quirúrgico. Antes de llegar a realizar ningún tratamiento hormonal ni quirúrgico, el profesional debe aconsejar al paciente acerca de: Expectaciones reales de tratamiento: el tratamiento de cambio de sexo solamente sirve para aliviar la disforia del género, pero no para ningún problema fuera de esta área. En ocasiones, el contacto con otros transexuales que ya se encuentran dentro del proceso de cambio o que ya lo han completado puede ser de ayuda. Opciones terapéuticas, hormonal y quirúrgica. Es también momento para experimentar en la vida real (EVR). I. EXPERIENCIA EN LA VIDA REAL (EVR) Y PROCEDIMIENTOS PSICOTERAPÉUTICOS La experiencia en la vida real o EVR significa que el paciente viva, trabaje y se relacione en todas las actividades de su vida diaria acorde al sexo que para él es correcto durante el mayor tiempo posible. Se trata de un proceso de importancia fundamental, cuya puesta en marcha debe ser evaluada conjuntamente con el paciente, teniendo en cuenta no sólo el grado de evolución personal del mismo, sino también las consecuencias inmediatas y mediatas que su puesta en marcha pueda acarrearle. Para ello es importante el conocimiento del entorno familiar, social, escolar o académico y laboral del sujeto y las relaciones que el paciente mantiene con este entorno. Se aplican técnicas conductuales, cognitivas y familiares. Esta actividad debe comenzar, si el paciente no ha empezado previamente, tras el diagnóstico certero de trastorno de la identidad de género. Posteriormente y antes de realizar cualquier tratamiento quirúrgico de reasignación de sexo, un profesional de la salud mental debe reevaluarlo para confirmar si la EVR ha tenido éxito; debe haber pasado al menos un año antes de realizar ningún tratamiento. Virginia Gómez Vázquez / Alberto Salamanca 5 Clases de Residentes 2012 Conducta del ginecólogo ante el cambio de sexo Las siguientes son algunas de las cuestiones que el paciente debe ir resolviendo en esta fase: • Establecer con realismo las consecuencias que este paso tiene a nivel personal, familiar, laboral, social y legal. • En la evaluación de la calidad de la experiencia de vida real, se deberán revisar las siguientes capacidades: conservar su empleo si lo tiene, poder ejercer como estudiante si se encuentra en esa etapa vital, poder ejercer el rol social en la comunidad, adquirir un nuevo nombre legalmente y aportar documentación por la que se demuestre que otras personas, distintas del terapeuta, conocen que el paciente se comporta conforme a los roles de reasignación. El psicólogo actúa como un importante apoyo para el paciente y su familia a lo largo de todo el proceso, incluido el periodo postquirúrgico, ya que el seguimiento postoperatorio a largo plazo es muy recomendable por estar asociado con la obtención de buenos resultados psicosociales. Es importante el aspecto de la información acerca de una serie de opciones, invitando al paciente a reflexionar sobre ellas, ayudándole a establecer metas realistas en la vida cotidiana y en las relaciones familiares, laborales y sociales. También se les informa de que en muchos casos, la disforia permanece a pesar de los procedimientos terapéuticos, hormonales, psicológicos y quirúrgicos y que a veces no se pueden erradicar de forma permanente todos los vestigios del sexo biológico. La psicoterapia no es necesaria en todos los casos. Muchos adultos por ejemplo, encuentran formas efectivas y cómodas de adaptación a su identidad, sin pasar por procedimientos psicoterapéuticos. El programa psicoterapéutico debe llevarse a cabo teniendo en cuenta los aspectos individuales, proporcionando un tratamiento personalizado que permita determinar previamente los objetivos de la misma, su frecuencia y duración. El objetivo fundamental será ayudar al paciente a vivir lo más cómodamente posible con unos roles y un cuerpo de un determinado sexo. Virginia Gómez Vázquez / Alberto Salamanca 6 Clases de Residentes 2012 Conducta del ginecólogo ante el cambio de sexo Para este tratamiento se utilizan distintas técnicas: psicoterapia cognitiva, modificación de conducta, habilidades sociales, psicoterapia familiar, psicoterapia de pareja, psicoterapia grupal, grupos de apoyo y autoayuda, técnicas de orientación sexual, terapia sexual, intervención psicoeducativa, tratamiento psicofarmacológico (en la actualidad los pacientes son derivados, simultáneamente a su atención en la UTIG, a su equipo de salud mental si se recomienda tratamiento con psicofármacos previa o simultáneamente al tratamiento hormonal y/o quirúrgico). II. TRATAMIENTO HORMONAL En el año 2009 la Sociedad de Endocrinología publicó una guía de práctica clínica para el diagnóstico y tratamiento del transexualismo en adolescentes y en adultos. En ella se recomiendan estos tres principios: • Supresión de hormonas endógenas del sexo biológico • Mantenimiento de niveles hormonales en el rango normal del sexo requerido • Seguimiento de un psiquiatra/psicólogo en todas las fases en la evaluación del paciente, diagnóstico, tratamiento endocrino y cirugía de reasignación de sexo Es importante que tanto el médico con el paciente sepan desde el principio que estos objetivos son difíciles de conseguir con plena satisfacción. En MTF no hay forma de revertir el desarrollo del esqueleto si ya se ha completado la maduración puberal, tampoco hay respuesta completa en la eliminación del vello facial, en los cambios en la voz ni siempre se alcanza el grado de desarrollo mamario deseado por el sujeto. En FTM es más sencillo el conseguir los caracteres masculinos con el tratamiento hormonal, por el contrario la genitoplastia masculinizante obtiene resultados menos satisfactorios. El tratamiento médico de una persona con transexualidad debe ser prescrito por especialistas en endocrinología con amplio conocimiento en el manejo de las hormonas sexuales y ser evaluado periódicamente (cada 3 meses) como mínimo durante un año previo a ningún tipo de intervención Virginia Gómez Vázquez / Alberto Salamanca 7 Clases de Residentes 2012 Conducta del ginecólogo ante el cambio de sexo quirúrgica para ajustar el tratamiento y conseguir un nivel adecuado y, con posterioridad al menos cada 6-12 meses durante toda la vida del paciente. Este tratamiento se inicia una vez que el equipo de la UTIG ha realizado una evaluación diagnóstica y emite un informe favorable para su prescripción. El paciente y el endocrinólogo responsable firmarán en esta fase el consentimiento informado. Existen una serie de criterios indispensables para el inicio del tratamiento hormonal: i. Elegibilidad: son los criterios específicos mínimos que deben documentarse antes de dar el siguiente paso en la tríada terapéutica. a. Tener 18 años b. Conocimiento demostrable por parte del paciente de lo que las hormonas administradas con fines médicos pueden conseguir y sus ventajas y riesgos a nivel personal y social c. Test de vida real documentado al menos 3 meses previo a la administración del tratamiento hormonal a. ó d. Estar sometido a psicoterapia durante un periodo especificado por los psicólogos del equipo después de la evaluación inicial (normalmente un mínimo de 3 meses) Bajo ninguna circunstancia se precribirán hormonas a una persona no haya cumplido los criterios 3 ó 4. ii. Criterios de disposición: son aquellos específicos que se fundamentan en la evaluación del clínico antes de dar el siguiente paso en la secuencia terapéutica triple. a. El paciente ha aumentado la consolidación de su identidad de género durante la experiencia de vida real o la psicoterapia Virginia Gómez Vázquez / Alberto Salamanca 8 Clases de Residentes 2012 Conducta del ginecólogo ante el cambio de sexo b. El paciente ha realizado progresos en el dominio de otros problemas de identidad que conduzcan a la mejora o continuidad de su estabilidad mental c. Las hormonas son tomadas de forma responsable iii. El tratamiento hormonal puede ser suministrado, en algunos casos, a pacientes que inicialmente no deseen una intervención quirúrgica o no puedan iniciar una experiencia de vida real. No obstante, deben ser, diagnosticados de forma adecuada y cumplir los criterios anteriormente expuestos para la administración de tratamiento hormonal. Los pasos a seguir son: • Evaluación inicial que incluya una historia clínica completa: hábitos y estilo de vida, antecedentes familiares de neoplasias, trastornos cardiovasculares y eventos trombóticos, intervenciones quirúrgicas, etc. • Exploración física: general, constantes vitales, caracteres sexuales secundarios (estadíos de Tanner), exploración mamaria y genital, medidas antropométricas, auscultación cardiorespiratoria, exploración abdominal; búsqueda de signos de insificiencia circulatoria e índice cintura-cadera; hábito externo, ropa (exterior e interior), maquillaje, depilación, presencia de vello. • Pruebas complementarias: hemograma y bioquímica general con función hepática y perfil lipídico; antígeno prostático; cariotipo; perfil hormonal basal (FSH, LH, estradiol, testosterona, prolactina, esteroides adrenales, ACTH, cortisol, hormonas tiroideas). La elevada prevalencia del VIH en pacientes MTF, obliga a la realización de la serología previa al tratamiento. Igualmente se recomienda determinar los anticuerpos contra VHB, VHC y lúes. No es obligado un estudio de coagulación, pero sí recomendable. Virginia Gómez Vázquez / Alberto Salamanca 9 Clases de Residentes 2012 Conducta del ginecólogo ante el cambio de sexo • Exploraciones radiológicas basales: ecografía abdómino-pélvica y genital; mamografía y densitometría ósea. • Otras exploraciones básicas: electrocardiograma. Existen una serie de contraindicaciones para el establecimiento de tratamiento hormonal. En MTF se contraindica el tratamiento con estrógenos si tiene antecedentes de fenómenos tromboembólicos, cardiopatía isquémica, ictus, hepatopatía activa, insuficiencia renal, hipertrigliceridemia severa, obesidad mórbida, diabetes mellitus con mal control, migraña refractaria, antecedentes familiares de cáncer de mama o prolactinoma. En FTM, los andrógenos están contraindicados en el caso de hepatopatía activa, insuficiencia renal, cardiopatía isquémica, hipertrigliceridemia severa, obesidad mórbida o diabetes mellitus con mal control. A. Tratamiento del transexualismo hombre-a-mujer (MTF) En las fases iniciales las modificaciones fisonómicas y funcionales son reversibles total o parcialmente, no así cuando el tratamiento ha sido utilizado largo tiempo, esta irreversibilidad afecta sobretodo a la esfera reproductiva. Durante esta fase de tratamiento médico la persona MTF objetiva cambios corporales que favorecen su adaptación al test de la vida real como miembro del sexo opuesto. También en este periodo se evalúa el grado de satisfacción por los cambios físicos experimentados. Para estos pacientes la eliminación del crecimiento del vello de distribución masculina, la inducción del crecimiento de las mamas y una distribución femenina de la grasa son características esenciales en el tratamiento. Para conseguir este objetivo, es necesaria la eliminación o bloqueo de los efectos biológicos de los andrógenos; posteriormente la administración de estrógenos y ocasionalmente progestágenos, para desarrollar caracteres sexuales secundarios femeninos. Es posible la administración exclusivamente de estrógenos ya que son capaces de inhibir las gonadotrofinas y por tanto la producción de andrógenos, pero la terapia con estrógenos e inhibidores de los andrógenos es más efectiva. o Antiandrogenización: se logra actuando directa o indirectamente sobre la producción de la testosterona (T). La T se produce en el testículo por Virginia Gómez Vázquez / Alberto Salamanca 10 Clases de Residentes 2012 Conducta del ginecólogo ante el cambio de sexo estimulación de la hormona LH que a su vez es liberada en la hipófisis por el estímulo de la hormona hipotalámica LHRH. La T actuará después interaccionando con los receptores tisulares androgénicos. Análogos de la LHRH: no está aprobada su indicación en nuestro ámbito sanitario para el tratamiento de la transexualidad. Acetato de ciproterona (50 mg/12 h ó 100 mg/24 h): esteroide sintético que inhibe la secreción de gonadotrofinas pero que sobretodo interfiere la unión de la T a sus receptores. Éste es el antiandrógeno más utilizado. La dosis y la duración es variable en cada caso. Disminuyen la mayoría de los efectos androgénicos salvo el vello facial que es más resistente a desaparecer y sobre todo si se ha iniciado el tratamiento en la edad adulta. Puede favorecer en cierta medida el desarrollo mamario. Como efecto secundario es habitual cierto incremento ponderal y retención hídrica, efecto que se potencia por la asociación de estrógenos. Se ha descrito también la hepatotoxicidad y dificultad de visión nocturna. Acetato de medroxiprogesterona (5-10 mg/24 h): es también un supresor de las gonadotrofinas y por tanto de la secreción de T; es una alternativa al anterior aunque menos efectiva. Flutamida (750 mcg/24 h): es un inhibidor de la captación de la T por los receptores y por tanto interfiere en andrógenos el feed-back provocando negativo el de estímulo los de gonadotrofinas y el consiguiente incremento de la producción androgénica. Se emplea poco en monoterapia en la transexualidad. Virginia Gómez Vázquez / Alberto Salamanca 11 Clases de Residentes 2012 Conducta del ginecólogo ante el cambio de sexo Espironolactona (100-200 mcg/24 h): es un diurético que además de bloquear los receptores androgénicos, interfiere en la síntesis de la T y la conversión de T en dehidrotestosterona. Conviene insistir que, salvo el acetato de ciproterona, el resto rara vez son utilizados en monoterapia. o Estrógenos: los efectos que se persiguen son la feminización corporal del paciente. Sus resultados son graduales y dependientes de la sensibilidad individual. Existe una gran variedad de productos y vías de administración. No se ha demostrado preferencia de unos preparados frente a otros salvo la recomendación de utilizar parches de estradiol transdérmico en pacientes por encima de 40 años debido al riesgo trombótico. Aunque muy utilizados, los preparados depot intramusculares, no son recomendables dado el elevado número de efectos secundarios y la dificultad de ajustar la dosis de forma individual. Tampoco hay unanimidad sobre la dosis estrogénica necesaria que no siempre es dependiente de la duración del tratamiento. El desarrollo de la glándula mamaria puede tardar más de dos años en alcanzarse. El tratamiento estrogénico además de inhibir la función gonadotropa puede producir incremento de los niveles de prolactina; también incrementan la síntesis de proteína transportadora de esteroides sexuales (SHBG), eleva también el cociente 17OH progesterona/testosterona. Reduce los niveles de DHEA-S y ha sido descrita la disminución de la conversión de tiroxina a triyodotironina así como modificaciones en los niveles de la proteína transportadora del cortisol. Algunos de los estrógenos son: Etinilestradiol oral (50-100 mcg/24 h): es el estrógeno más potente. No se recomienda en pacientes por encima de los 40 años por inducir problemas trombóticos. En España no está comercializado de forma aislada, sino formando parte de anticonceptivos junto a gestágenos y a Virginia Gómez Vázquez / Alberto Salamanca 12 Clases de Residentes 2012 Conducta del ginecólogo ante el cambio de sexo dosis menores de las recomendadas en pacientes transexuales. 17 Beta Estradiol (100 mcg/72 h): es el más potente de las formas de estrógeno natural humano; en su presentación transdérmica se obvia el metabolismo hepático beneficiándose algunos pacientes de ello. También existe en presentación para la vía oral. Tabla 1. Estrogenoterapia empleada en la UTIG Nombre comercial Dosis media Equín 0,6 Estrógenos Conjugados Premarín 0,6 y 1,25 1,25 – 2,5 mg /d Progynova 1 mg ( oral) 17 Beta Estradiol 2-4 mg / d Meriestra 2 mg (oral) Estraderm, Absorlent, Evopad, Alcis semanal, 75-100 mcg / d etc (parches) En el seguimiento a medio-largo plazo se han descrito como complicaciones más habituales: elevación de las transaminasas, modificación en el patrón lipídico, alteraciones en la coagulación y los accidentes tromboembólicos ya comentados. o Progestágenos: no existe acuerdo entre los autores en la necesidad de emplear derivados de la progesterona en este tratamiento; es conocida su contribución al desarrollo acinar de la mama pero éste puede conseguirse sólo con estrogenoterapia. Contribuyen también a inhibir a las gonadotrofinas pero pueden aumentar los fenómenos tromboembólicos, las alteraciones hepáticas, la hipertensión arterial, los cambios en el humor y el resto de efectos negativos descritos en el tratamiento estrogénico. Podrían ser utilizados en caso de requerir una disminución en la dosis de estrógenos o presentar intolerancia a éstos. Las opciones son el progestágeno aislado o bien asociado a etinilestradiol vía oral o parches transdérmicos combinados con estradiol y gestágeno. Algunos de los gestágenos son: Virginia Gómez Vázquez / Alberto Salamanca 13 Clases de Residentes 2012 Conducta del ginecólogo ante el cambio de sexo Medroxiprogesterona (2,5-10 mg/24 h); por ejemplo Progevera comps. 5 ó 10 mgs Noretisterona (2,5-10 mgs/24 h); por ejemplo Primolut-Nor 5-10 mgs Algunas de las consecuencias tras el tratamiento hormonal ya descrito son: Vello: el crecimiento de la barba masculina adulta es muy resistente a la inhibición; por tanto en pacientes caucásicos son necesarias medidas adicionales para su eliminación. El vello de otras zonas del cuerpo es más agradecido. Desarrollo mamario: comienza prácticamente inmediatamente después del inicio del tratamiento hormonal. Después de dos años de tratamiento no debe esperarse mayor desarrollo del conseguido. El tamaño obtenido es normalmente desproporcionado a la dimensión del tórax y a la altura del paciente por lo que en muchos casos es necesaria la mamoplastia de aumento. Piel: el tratamiento antiandrogénico puede derivar en una piel seca. Composición corporal: se produce un aumento de la grasa del tejido celular cubcutáneo y una disminución de la masa magra. Testículos: se atrofian e incluso pueden migrar al canal inguinal produciendo molestias. Próstata: también se atrofia pudiedo producir alteraciones en la micción. Voz: los antiandrógenos y los estrógenos no tienen ningún efecto sobre las propiedades de la voz, por lo que estos pacientes deberán acudir a foniatras para realizar terapia. Tras un periodo de al menos 1-2 años de tratamiento hormonal y con adherencia constatada al protocolo Virginia Gómez Vázquez / Alberto Salamanca de seguimiento psicológico y 14 Clases de Residentes 2012 Conducta del ginecólogo ante el cambio de sexo endocrinológico, el paciente es subsidiario de tratamiento genitoplástico. Es recomendable suspender el tratamiento estrogénico durante 15 días previos a la intervención para disminuir el riesgo de enfermedad trombótica en el postoperatorio. Tras la cirugía se intenta reducir al máximo las dosis de estrógenos para evitar efectos indeseables pero sin que se produzca sintomatología de déficit estrogénico o elevación de la LH, y para prevenir la osteoporosis. El nivel de LH en sangre es el mejor indicador del tratamiento hormonal. B. Tratamiento del transexualismo mujer-a-hombre (FTM) En este caso el objetivo del tratamiento es anular los caracteres sexuales femeninos y obtener atributos masculinos junto al cese de las menstruaciones. El principal compuesto hormonal es la testosterona (T). Existen numerosas preparaciones de T y vías de administración incluyendo vía intramuscular, geles y tabletas vía oral. Lo más frecuente es el uso de los ésteres de testosterona. Rara vez es utilizada la mesterolona, andrógeno por vía oral. Enantato y Propionato de testosterona (50-100 mcg/15 días): se administra de forma intramuscular, incrementando progresivamente la dosis hasta 250 mcg/15 días. También están las formas transdérmicas a dosis de 5 mgs/24 h. El efecto virilizador de los andrógenos y su capacidad de inhibición de las gonadotrofinas permite el no tener que utilizar de forma obligada fármacos antigonadotróficos para el cese de las menstruaciones. Salvo en casos aislados se logra la amenorrea tras 3-4 meses de tratamiento androgénico; en el caso de que persista el periodo menstrual, se pueden utilizar análogos de la LHRH o progestágenos. Los efectos que se consiguen con el tratamiento con andrógenos son: Vello: sigue el mismo patrón observado en adolescentes. Voz: se produce un cambio en la gravedad después de 6-10 semanas tras el tratamiento. Virginia Gómez Vázquez / Alberto Salamanca 15 Clases de Residentes 2012 Conducta del ginecólogo ante el cambio de sexo Composición corporal: se reduce la grasa del tejido celular subcutáneo pero aumenta el perímetro abdominal. Acné: ocurre en aproximadamente el 40% de las pacientes. Aumento del clítoris: ocurre en todas las pacientes, aunque en diferente grado. En el 5-8% el tamaño adquirido es suficiente. Libido: la mayoría percibe un aumento en la libido. Otros: disminución en sangre de LH, prolactina, SHBG; aumento de la hemoglobina y el hematocrito; disminución de HDL y aumento de los triglicéridos; aumento de la tensión arterial; disminución del grosor de la línea endometrial. Se recomienda la mastectomía en etapas no avanzadas del tratamiento hormonal cruzado; la genitoplastia sin embargo, debe demorarse al menos un año para objetivar la máxima hipertrofia del órgano eréctil alcanzada sobre la que pueda aplicarse con posterioridad la técnica genitoplástica elegida. La histerectomía y la ooforectomía pueden ser realizadas previo o de forma simultánea a la genitoplastia. El tratamiento androgénico ha de mantenerse tras la cirugía genital a dosis adecuadas para evitar sofocos, clínica o analítica de hipogonadismo y pérdida de masa ósea. III. TRATAMIENTO QUIRÚRGICO El equipo quirúrgico está integrado básicamente por cirujanos de la especialidad de cirugía plástica y reparadora, con el apoyo de cirugía general y digestiva, urología y ginecología. Al igual que para recomendar tratamiento hormonal, son también requeridos unos criterios mínimos imprescindibles para la cirugía reconstructiva genital y no genital en pacientes transexuales: a. Criterios de elegibilidad: i. Mayoría legal en nuestro país: 18 años ii. Doce meses de tratamiento hormonal continuo para quienes no presenten contraindicación médica. Virginia Gómez Vázquez / Alberto Salamanca 16 Clases de Residentes 2012 iii. Conducta del ginecólogo ante el cambio de sexo Doce meses de test de vida real continuo y satisfactorio a tiempo completo. iv. Conocimiento por parte del paciente de los diferentes tipos de intervención, períodos requeridos de hospitalización, complicaciones potenciales y requerimientos de seguimiento y control postoperatorios. v. Consentimiento informado. vi. Conocimiento de las competencias profesionales de los miembros del equipo quirúrgico encargados de realizar la operación. a. Criterios de disposición: i. Progreso demostrable en la consolidación de la identidad del género. ii. Progreso familiares demostrable e en las interpersonales, relaciones sin que se laborables, detecten problemas como sociopatía, abuso de sustancias tóxicas, psicosis e ideas suicidas. La cirugía de reasignación de sexo únicamente puede ser llevada a término una vez que los servicios de endocrinología y psicología-psiquiatría testifican mediante un informe que el paciente cumple los requerimientos mínimos de elegibilidad y disposición. Una vez que esto ocurre, el paciente es evaluado desde el punto de vista quirúrgico. A. Cirugía de reasignación del sexo hombre-a-mujer El principal objetivo de la genitoplastia feminizante en transexuales MTF es crear un complejo perineogenital tan femenino como resulte posible, tanto desde el punto de vista de la apariencia física como desde el punto de vista funcional: el complejo perineogenital debe quedar libre de cicatrices dolorosas y neuromas; la uretra debe ser acortada haciendo posible que la dirección del chorro de orina sea hacia abajo en posición sentada; la sensibilidad debe ser suficiente para proporcionar estímulo erógeno satisfactorio durante las relaciones físicas, y finalmente la vagina reconstruida debe tener unas Virginia Gómez Vázquez / Alberto Salamanca 17 Clases de Residentes 2012 Conducta del ginecólogo ante el cambio de sexo dimensiones mínimas de 10 cms de largo por 3 cms de diámetro y tener unas paredes con características deseables (distensibilidad, elasticidad, humedad, sensibilidad, sin vello, etc.). Existen dos técnicas en función de las características del paciente. En los casos en los que existe una longitud de piel estirada del pene superior o igual a 12 cm, la indicación de vaginoplastia se realiza de acuerdo al estándar oro de elección de la piel invertida del pene (Técnica de Pandya-Stuteville). Por el contrario, si la piel estirada tiene un tamaño menor o en casos de penes circuncidados, se realiza la vaginoplastia mediante una técnica personal empleando colgajos fasciocutáneos escroto-perineales laterales. Otras cirugías que se realizan en estos pacientes son la reducción plástica del cartílago tiroides y vulvo-comisuroplastias ventral y/o dorsal. Actualmente en estos pacientes no está financiada la mamoplastia de aumento por el Servicio Andaluz de Salud. B. Cirugía de reasignación del sexo mujer-a-hombre Tras los seis primeros meses de tratamiento hormonal y psicológico continuo y satisfactorio, se puede realizar una mastectomía subcutánea bilateral mediante abordajes cutáneos transareolar o periareolar. Ésta es la primera etapa del tratamiento quirúrgico. La segunda y tercera etapa forman parte de la genitoplastia masculinizante o reconstrucción plástica del escroto y de la neo-uretra y el falo. Los principales objetivos de la faloplastia son que el neopene permita al paciente orinar de pie; que tenga una apariencia cosmética satisfactoria; reconstrucción de una uretra que permita orinar por la punta del neopene; sensibilidad táctil y erógena y rigidez suficiente para permitir la penetración sexual. La genitoplastia masculinizante requiere una o dos etapas quirúrgicas como mínimo; la primera consiste en la extirpación de los genitales internos (útero, trompas, ovarios y vagina), alargamiento de la uretra desde su posición original hasta la sínfisis del pubis y reconstrucción escrotal con implante testicular bilateral. La segunda etapa consiste en la faloplastia y su correspondiente segmento uretral mediante tejidos pediculados o trasnferencia Virginia Gómez Vázquez / Alberto Salamanca 18 Clases de Residentes 2012 libre mediante técnica Conducta del ginecólogo ante el cambio de sexo microquirúrgicas (ejemplo. colgajo libre microvascularizado antebraquial radial). Existe también la posibilidad de realizar una técnica en una etapa llamada metaidoioplastia o metoidioplastia. En esta técnica se realizan todos los pasos comunes a la primera etapa genitoplástica en cualquier paciente, reconstruyendo simultáneamente un microfalo aprovechando la hipertrofia hormonal-inducida del clítoris. El resultado en un microfalo de 3-6 cm de longitud con los requisitos fundamentales aunque con una importante limitación o imposibilidad absoluta para la penetración sexual. BIBLIOGRAFÍA 1. Moreno-Pérez Ó, Esteva De Antonio I. Guías de práctica clínica para la valoración y tratamiento de la transexualidad. Grupo de identidad y Diferenciación Sexual de la SEEN (GIDSEEN). Endocrinol Nutr. 2012; 59:36782. 2. Esteva De Antonio I, Bergero de Miguel T, Giraldo Ansio F, Cano Oncala G, Ruiz de Adana S, Crespillo C, et. al. Protocolo de actuación interno de la Unidad de Trastornos de Identidad de Género de Andalucía (UTIG). 20002001. 3. Gooren Louis JG, Snyder P, Matsumoto A, Martin K. Treatment of transsexualism. Up to date. 2012 August. Disponible en: www.uptodate.com 4. Transexualism: biological considerations, definition and diagnosis. Up to date. 2012 August. Disponible en: www.uptodate.com 5. Bergero de Miguel T, Esteva de Antonio I, Giraldo Ansio F, Casado Pérez C, Farré Martí J, González Gómez F, et. al. Informe elaborado por el panel de expertos sobre Trastornos de la Identidad de Género (con atención especial a la cirugía de reasignación de sexo). 2002 Marzo. Agencia de evaluación de tecnologías sanitarias, Ministerio de Sanidad y Consumo. 6. Gómez Gil E, Esteva De Antonio I, Bergero de Miguel T. La transexualidad, transexualismo o trastorno dela identidad de género en el adulto: Concepto y características básicas. C Med. Psicosom. 2006; 78: 7-12 Virginia Gómez Vázquez / Alberto Salamanca 19 Clases de Residentes 2012 Conducta del ginecólogo ante el cambio de sexo 7. Esteva De Antonio I, Gómez Gil E, Cruz Almaraz M, Matínez Tudela J, Bergero T, Olveira G, et. al. Organización de la asistencia a la transexualidad en el sistema sanitario público español. Gac Sanit. 2012; 26(3): 203-210. Virginia Gómez Vázquez / Alberto Salamanca 20