1 resumen de las exposiciones efectuadas por diversas autoridades

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RESUMEN DE LAS EXPOSICIONES EFECTUADAS POR DIVERSAS AUTORIDADES
DE GOBIERNO, DE PERSONAS QUE REPRESENTABAN A ORGANIZACIONES, DE
MÉDICOS, DE ABOGADOS Y DE ALGUNOS PARTICULARES DURANTE LA
TRAMITACIÓN DEL PROYECTO DE LEY, INICIADO EN MENSAJE, QUE
DESPENALIZA LA INTERRUPCIÓN VOLUNTARIA DEL EMBARAZO EN TRES
CAUSALES. BOLETÍN N° 9895-11
Autoridades y funcionarios del Poder Ejecutivo.
1.- Ministra de la Secretaria General de la Presidencia, señora Ximena Rincón
González (al inicio del estudio del proyecto por la Comisión).
Sesión 39 (17-03-2015).
La Ministra inició su exposición explicando que la presentación por parte
del Ejecutivo de este proyecto de ley, cumple con el compromiso adquirido en el
Programa de Gobierno respecto a la des penalización de la interrupción voluntaria del
embarazo en tres causales específicas, y que corresponden a situaciones de excepción:
peligro para la vida de la madre, inviabilidad del feto y violación.
En esos tres casos se busca permitir que la mujer decida libremente si
continuar o no con su embarazo; en cualquier otra hipótesis el aborto continuará siendo
ilegal.
La voluntad de la mujer está en el centro de la regulación y en el diseño
de esta iniciativa legal. Es un elemento tan esencial como la concurrencia de una de
las causales, pues así como no basta su sola voluntad para interrumpir el embarazo si
no se encuentra comprendida en alguna de las causales, tampoco la ocurrencia de una
de ellas permite interrumpir el embarazo si no hay voluntad de la mujer.
Por otra parte, señaló que el proyecto reconoce que la violencia sexual
afecta diferenciadamente a las mujeres menores de edad. Por ello, se ampara
especialmente en el respeto de la autonomía progresiva y el interés superior de las
niñas y adolescentes, estableciendo reglas especiales respecto de ellas.
La modificación legal principal se hace en el Código Sanitario, pues es
importante, por una parte, dotar de certeza a los(as) médicos(as) y, por otra, establecer
un procedimiento que garantice el respeto a las mujeres y su dignidad, evitando que la
falta de regulación ceda espacio para la incertidumbre, arbitrariedad o abuso.
Se establece también el procedimiento a seguir para realizar la
interrupción del embarazo en cada una de las tres causales, puesto que la falta de
regulación en este sentido abriría la puerta a eventuales arbitrariedades.
2.- Ministra del Servicio Nacional de la Mujer, señora Claudia Pascual.
Sesión 39 y 41 (17-03-2015, y 31-03-2015, respectivamente).
Se refirió a las causales contenidas en el proyecto que permiten interrumpir
voluntariamente el embarazo.
La primera corresponde al caso en que la mujer se encuentra en riesgo
vital presente o futuro. Al establecer que la causal opera ante un riesgo vital “presente o
futuro” se asegura que no es necesario esperar a que la mujer se esté muriendo para
interrumpir el embarazo, sino que se permite la interrupción para poner fin a una situación
actual que en el futuro va a implicar la muerte de la mujer. Durante el periodo 2000-2012,
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la mortalidad materna ha presentado un estancamiento, permaneciendo estable en torno
a las 18 muertes maternas por 100.000 NV. Legislar sobre la interrupción voluntaria del
embarazo bajo la causal de riesgo vital de la mujer, presente o futuro, permitirá continuar
con el descenso comprometido en el ODM 5. El proyecto, explicó, permite incorporar las
excepciones que admite la praxis médica, regularizando y reconociendo lo que se hace en
términos clínicos en la mayoría de los servicios, limitando a aquellas prácticas que pongan
en juego la vida de las mujeres, de manera normada con protocolos actualizados de
atención, incorporando formalmente la interrupción en estas condiciones, tomando en
consideración en forma expresa y por escrita la voluntad de la mujer.
La segunda se refiere a la situación en que el embrión o feto padezca
alteraciones estructurales o genéticas incompatibles con la vida extrauterina. La causal
opera exclusivamente en aquéllos casos en que el diagnóstico médico determine que el
embrión o feto, tras el nacimiento, no podrá sobrevivir ni aún con el apoyo de las técnicas
más avanzadas disponibles en la medicina actual. Esto, recalcó, distingue los casos de
inviabilidad fetal de los casos de discapacidad severa, que no se encuentran
comprendidos dentro de esta causal. La aplicación de esta causal supone una
oportunidad para fortalecer los sistemas de salud, pues requerirá generar mejoras en el
diagnóstico precoz y oportuno de alteraciones estructurales genéticas o congénitas
incompatibles con la vida extrauterina, que beneficiarán a todas las mujeres.
Finalmente, la tercera se refiere a aquella circunstancia en que el embarazo
es producto de una violación. En esos casos, siempre primará la protección del bienestar
de la mujer. Por regla general, el embarazo se podrá interrumpir por esta causal hasta las
12 semanas de gestación. En el caso de las menores de 14 años, la interrupción del
embarazo podrá realizarse hasta las 18 semanas de gestación.
El plazo diferenciado se justifica debido a que las menores de 14 años
muchas veces desconocen o no entienden el funcionamiento de su ciclo menstrual, por lo
que podrían demorar más tiempo en darse cuenta que están embarazadas. Igualmente,
tratándose de abusos crónicos al interior del hogar, es posible que las niñas ni siquiera
hayan tenido su primer ciclo menstrual antes del embarazo. Si las menores de edad se
sujetan al plazo de 12 semanas es probable que rara vez puedan invocar la causal de
violación, ya que siempre van a estar fuera del plazo cuando se den cuenta del embarazo.
En cuanto a la acreditación de la causal de violación, un equipo de salud,
especialmente conformado para estos efectos, evaluará e informará la concurrencia de
los hechos que la constituyen. Con esta regulación se busca que el Estado no cometa una
nueva vulneración de los derechos fundamentales de la mujer que ha sido víctima de una
violación, como ocurre al obligarla a asumir las consecuencias de ese delito.
Explicó que en el proyecto de ley no se exige que la mujer denuncie la
violación para el fin de acceder a la interrupción del embarazo. Ello es acorde con la
legislación en materia de delitos sexuales, que reconoce a las víctimas mayores de edad
la capacidad de decidir si quieren o no poner los hechos en conocimiento del sistema
judicial. Por otra parte, en el caso de víctimas menores de 18 años, todo delito de carácter
sexual cometido en su contra tiene acción penal pública.
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3.- Ministro de Justicia, señor José Antonio Gómez (al inicio del estudio del
proyecto).
Sesión 39 (17-03-2015).
El Ministro de Justica –de la época- se refirió al procedimiento aplicable en
cualquier de las tres causales ya referidas, circunstancias en las que la mujer deberá
manifestar su voluntad de interrumpir el embarazo en forma expresa, previa y por escrito.
Cuando ello no sea posible, se aplicarán las reglas generales establecidas
en la Ley de Derechos y Deberes de los Pacientes, cuyo artículo 15 letra c) establece que
no se requerirá la manifestación de voluntad en las siguientes situaciones: “Cuando la
persona se encuentra en incapacidad de manifestar su voluntad y no es posible obtenerla
de su representante legal, por no existir o por no ser habido. En estos casos se adoptarán
las medidas apropiadas en orden a garantizar la protección de la vida.” En la práctica, lo
que sucede es que el equipo médico consulta a los familiares cercanos del paciente.
El prestador o prestadora de salud deberá entregar a la mujer información
veraz sobre las características de la prestación médica, así como entregarle información
por escrito sobre las alternativas a la interrupción del embarazo, incluyendo la de
programas de apoyo social y económico disponibles. Esta información no podrá estar
destinada a influir en la voluntad de la mujer.
Para realizar la intervención, en las causales que consisten en que la mujer
se encuentra en riesgo vital presente o futuro, y que el embrión o feto padezca
alteraciones estructurales o genéticas incompatibles con la vida extrauterina, se deberá
contar con el diagnóstico escrito y previo de un(a) médico(a) cirujano(a) y la ratificación de
ese diagnóstico por otro(a) médico(a) cirujano(a). Los(as) médicos(as) realizarán el
diagnóstico evaluando cada caso clínico en particular; no se contemplan listados de
patologías para cada causal.
En ambas causales se podrá prescindir de la ratificación del diagnóstico en
dos situaciones: cuando exista el diagnóstico de un embarazo ectópico, y cuando se
requiera de una intervención médica inmediata e impostergable.
Señaló las reglas especiales que contiene el proyecto respecto de la
manifestación de voluntad de las menores de edad:
- Tratándose de mayores de 14 y menores de 18 años, la adolescente podrá manifestar la
voluntad por sí misma, y su representante legal deberá ser informado de esta decisión.
- Tratándose de menores de 14 años, la interrupción del embarazo requiere la
autorización de su representante legal. A su vez, se contemplan dos posibilidades de
intervención judicial respecto de las menores de 14 años: Cuando sus representantes
legales han manifestado su voluntad contraria, y cuando a juicio del médico(a)
cirujano(a) existan antecedentes para afirmar que la solicitud de la autorización al
representante legal pondrá en riesgo a la menor, como en una posible situación de
abandono, violencia intrafamiliar, etc. Esta intervención se justifica para proteger a la
menor y evitar exponerla a riesgos que la puedan afectar, permitiendo prescindir de la
autorización de los representantes legales.
4.- Ministra de Salud, señora Carmen Castillo Taucher.
Sesión 39 y 41 (17-03-2015 y 31-03-2015 respectivamente).
Inició su exposición reseñando dos aspectos esenciales del proyecto de
ley: confidencialidad y objeción de conciencia.
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Explicó que, en cuanto a la confidencialidad, el proyecto busca prevenir que
la mujer se inhiba de entregar información fidedigna acerca de su condición de salud al
personal médico, o de solicitar asistencia médica por temor a una posible sanción penal,
especialmente en casos de abortos clandestinos. Con este fin, se establece que el deber
de confidencialidad médica primará por sobre el deber de denuncia ante casos de
interrupción del embarazo realizados fuera de las tres causales legales. Esta regulación
refleja el deber ético de entregar atención médica sin condiciones y reafirma el rol del
equipo médico. Aclaró que no se persigue la impunidad del aborto en los casos no
comprendidos en las tres causales, sino que tiene por objeto resguardar la salud de las
mujeres en los casos de abortos clandestinos.
En relación a la objeción de conciencia, el proyecto establece que el(la)
médico(a) podrá abstenerse de interrumpir un embarazo cuando haya manifestado en
forma escrita y previa su objeción de conciencia al Director(a) del establecimiento de
salud. Sólo puede objetar en conciencia el(la) médico(a) cirujano(a) que sea requerido
para interrumpir el embarazo. No podrán objetar en conciencia otros profesionales de la
salud. El(la) médico(a) no podrá excusarse de realizar la interrupción cuando la mujer
requiera atención inmediata e impostergable y no exista otra persona que pueda
realizarla. La objeción de conciencia, enfatizó, es un acto estricta y esencialmente
individual del profesional que debe intervenir directamente en la interrupción del
embarazo. Su fundamento radica en el derecho que le asiste a toda persona natural para
conducirse en su vida de acuerdo con sus convicciones y principios morales, sean éstos
de carácter religioso o no.
Por tanto, dado que la objeción de conciencia deriva del derecho
fundamental a la libertad de conciencia, no es posible que los establecimientos de salud
sean objetores, pues los únicos titulares de derechos fundamentales son las personas
naturales, y en ningún caso las personas jurídicas. Asimismo, reconocer a una persona
jurídica el derecho de ser objetora de conciencia legitimaría que una institución marque
una pauta valórica y la imponga a sus trabajadores.
A continuación, se refirió a las cifras del Ministerio de Salud, desarrolladas
a través de su Departamento de Estadística e Información, que deben tenerse a la vista a
propósito del proyecto de ley.
En primer lugar, de los egresos hospitalarios los embarazos terminados en
aborto, entre los años 2001-2012, se produce una curva en la que se observa que
embarazos que terminan en aborto se presentan anualmente aproximadamente 30.000.
Dicha cifra incluye abortos espontáneos y abortos provocados con complicaciones, cuyo
desglose no existe por cuanto no existe legislación al respecto.
En relación a la primera causal que contiene el proyecto, esto es, riesgo
vital presente o futuro de la mujer embarazada, la evolución de la mortalidad materna
tiene dos componentes: uno antes de los 42 días, que es la mortalidad materna precoz y,
después de ese período, mortalidad materna tardía.
La mortalidad materna precoz tiene una razón de 17,2 fallecidas por
100.000 nacidos vivos, mientras que la muerte materna con más de 42 días de embarazo
es de 22,1 por 100.000 nacidos vivos. Al apreciar la curva en el grafico no se observa una
tendencia al alza por la interpretación técnica. Aclaró que datos del año 2013 no se
encuentran disponibles porque es una recopilación nacional que requiere de tratamiento
riguroso para obtener la información objetiva.
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En cuanto a las causales de mortalidad, las estadísticas dan cuenta de los
siguientes porcentajes según causas:
Mortalidad Materna hasta los 42 días del parto, según causas CIE-10,
Chile acumulado 2000-2012
Total Porcentaje
Aborto
73
14,01
Edema, proteinuria y trastornos hipertensivos en el embarazo, parto y el
puerperio
126
24,18
Hemorragia en el embarazo, parto y el puerperio
25
4,80
Complicaciones predominantes relacionadas con el embarazo y el parto
76
14,59
Sepsis puerperal y otras infecciones
23
4,41
Complicaciones relacionadas con el puerperio
36
6,91
Muertes obstétricas de causa no especificada
6
1,15
Muertes obstétricas indirectas
156
29,94
Total
521
Respecto del 14% que corresponde a aborto según datos de cuadro
estadístico, explicó que se sabe que el 48% de esas muertes maternas son por embarazo
ectópico y se puede interpretar que podrían haber sido prevenibles si se hubiera actuado
en forma oportuna.
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En cuanto al 29,9% que se indican como muertes obstétricas indirectas, se
refiere a enfermedades que padece la mujer por las cuales se descompensa, por ejemplo
una cardiopatía.
Bajo el concepto de edema, proteinuria y trastornos hipertensivos en el
embarazo, parto y el puerperio, que corresponde al 24,18% de las muertes, señaló que se
refiere a la posible dilación de la decisión de la interrupción del embarazo
Las complicaciones predominantes relacionadas con el embarazo y el parto
con un 14,59% de mortalidad se refieren a causas como embolia pulmonar, que son
inevitables, y frente a las cuales es imposible sobrevivir.
Destacó en estos datos que la muerte materna debido a cualquier causa
obstétrica que ocurre después de los 42 días pero antes de un año del parto que
corresponden a 1,88% informó que pueden ser causas similares a una situación de riesgo
post parto.
A continuación se refirió específicamente a embarazos ectópicos de
acuerdo a resultados de estudios realizadas en un período de ocho años según se puede
observar a continuación:
En cuanto a antecedentes estadísticos relacionadas con la segunda causal
que contiene el proyecto de ley, estos es, que el embrión o feto padezca alteraciones
estructurales o genéticas incompatibles con la vida extrauterina.
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Manifestó que la metodología de trabajo fue seleccionar los códigos de
aquellas patologías incompatibles con la vida y el total que se observa anualmente es de
aproximadamente 550 casos anuales.
Finalmente se refirió a la tercera causal contemplada en la iniciativa en
estudio, es decir, embarazo producto de una violación. Señaló que los datos que se
manejan son insuficientes porque no se cruzan ni se integran los datos de que pudiera
disponer la Policía de Investigaciones, Ministerio Público, Servicio Médico Legal, Servicios
de Salud de urgencia o Carabineros de Chile.
El registro que a continuación expuso, es un estudio realizado entre los
años 2005 y 2013 por Carabineros de Chile, que concluye que aproximadamente se
presentan 2000 denuncias al año por violación.
En general y por datos de meta análisis internacionales, se sabe que un
alto porcentaje de las denunciantes, alrededor de un 60%, desisten y retiran la denuncia
después de haberla efectuado, por amenazas y/o porque los denunciados son parientes
cercanos.
Respecto a la interrogante de cuantas de las mujeres víctimas del delito de
violación pueden resultar embarazadas al momento del ilícito, se habla de distintos
porcentajes pero las cifras que comparte el Ministerio de Salud es que un 10% de las
víctimas pueden quedar embarazadas.
Expuso enseguida los datos que existen en registros del Servicio Nacional
de Menores en cuanto a niñas víctimas de violación, según los cuales el año 2013 hubo
3.292 niñas y adolescentes embarazadas en sus dependencias y de esa cantidad
reconocieron haber sido víctimas de abuso sexual, estupro y violación 198 menores. Las
edades de las niñas embarazadas productos de delitos de violación eran entre 14 y 15
años (36 niñas), y 12 y 13 años (17 niñas).
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Observaciones posteriores de diputados/as e invitados/as.
A continuación (tras la exposición de la Ministra de Salud), la diputada
Nogueira criticó que la perspectiva del proyecto fuera solo desde el punto de vista de los
derechos humanos de la mujer y no se considere también al que está por nacer. En ese
sentido consultó si se consideraban a ese ser como humano o no. Consultó además por
el número de mujeres que se encuentran cumpliendo condenas por aborto por alguna de
las tres causales que contempla el proyecto de ley; la relación de causalidad entre
cantidad de mujeres que mueren por causas directas o indirectas al embarazo y la
eventual despenalización del aborto y finalmente, por qué el proyecto no contenía normas
relativas al acompañamiento para las mujeres que se encuentren en algunas situaciones
que permitirán interrumpir el embarazo.
El diputado Silber hizo presente que independientemente de las
convicciones personales, el Código Civil define a la persona después de que ha nacido
vivo. Criticó que la objeción de conciencia pueda ser invocada por parte de instituciones,
por cuanto le parece que es una circunstancia de carácter personal e individual. Planteó,
por otra parte, que el plazo de 18 semanas podría ser insuficiente como tope para la
interrupción del embarazo producto de una violación en caso de menores de edad porque
generalmente las menores no se atreven a denunciar a los culpables hasta muy avanzado
el embarazo y además, por desconocimiento, pueden no darse cuenta de su estado hasta
después del plazo establecido.
La Ministra Rincón, destacó que el 70% de las personas consultadas
respaldan esta iniciativa y ratificó lo señalado por el diputado Silber en cuanto a la
definición legal que rige para el término persona en nuestro país.
La Ministra Pascual manifestó que el enfoque del proyecto de ley apunta a
la necesidad de permitir que las mujeres tengan la libertad de decidir con autonomía de
voluntad en las tres causales que se contemplan para interrumpir el embarazo. Respecto
de la objeción de conciencia, destacó que esta es una circunstancia de carácter individual
y no institucional, pero aun en el caso de ser invocada, el proyecto protege la prestación
de salud en el caso que no exista otro facultativo que pueda interrumpir el embarazo.
Destacó que de aprobarse este proyecto no existiría colisión entre la
confidencialidad y la obligación de denunciar, porque en las tres causales que se
despenalizan ya no existiría delito. En el mismo sentido, el delito de aborto sigue
existiendo con su respectiva pena y por lo tanto no es necesario establecer penas
específicas para el actuar fuera de las tres causales.
Explicó en seguida que en cuanto al caso de violación de menores de
edad, ante la sospecha que su representante legal sea su agresor o ejerza algún tipo de
coerción sobre la víctima, el proyecto permite que sea el tribunal de familia quien en
definitiva del consentimiento, si la menor así lo decide, para interrumpir su embarazo.
La Ministra de Salud, en respuesta a la diputada Nogueira, señaló que
según las cifras que posee la cartera a su cargo, se producen 32.000 abortos al año,
cantidad en la que se incluyen todas las causales (malformaciones, espontáneos, etc.) e
informó que todas la muertes maternas son auditadas que se evalúan caso a caso y en
cuanto a si eran o no prevenibles, pero en ningún caso se judicializan porque el objetivo
es mejorar el sistema. Respecto a la muerte materna por embarazo, aclaró que el
ectópico solamente alcanza al 14% anual del total.
Respecto del apoyo y
acompañamiento a las mujeres que quieran interrumpir su embarazo en virtud de las
causales que contempla esta iniciativa legal existen el Programa de Regulación de la
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Infertilidad, el Programa de Anticoncepción de Emergencia y el Programa Chile Crece
Contigo.
El diputado Hasbún manifestó que no se han señalado los efectos
negativos del aborto y consultó por cuáles eran. Destacó la necesidad de políticas
públicas de acompañamiento en casos de embarazos difíciles y planteó por qué no
mejorar la utilización de la denominada “pastilla del día después” en los casos de violación
en vez de permitir la interrupción del embarazo.
La diputada Girardi destacó la necesidad de permitir y garantizar la
capacidad de decisión de la mujer para interrumpir su embarazo en alguno de los tres
casos ya mencionados y solicitó conocer las cifras no oficiales que dan cuenta de la
realidad de los abortos en Chile.
El diputado Macaya se refirió a la causal de violación y planteó que al
tratarse de un delito que debe ser verificado por los tribunales de justicia, el plazo del
respectivo proceso sería bastante largo por lo que podría exceder de los tiempos que
establece el proyecto.
El diputado Robles aclaró que el proyecto de ley contiene tres causales, de
las cuales sólo el caso de violación corresponde a aborto inducido, ya que las otras dos
causales son abortos terapéuticos. Manifestó ser contrario a que los profesionales de la
salud puedan invocar la objeción de conciencia para no interrumpir un embarazo, porque
en las localidades más alejadas del país las mujeres no tendrán la opción de varios
especialistas que realicen la respectiva intervención, lo que en definitiva significará que no
se les prestará la atención respectiva, lo que llevaría a un problema bioético grave.
La Ministra de Salud recalcó que la causal inviabilidad del feto no
contempla ninguna patología en que el feto pueda vivir extra útero, como el saco de
espina bífida. En relación a la “pastilla del día después”, ésta tiene efectividad dentro de
los cinco días siguientes a la concepción y lamentablemente en el caso de menores de
edad las violaciones se producen generalmente por parientes y ellas no realizan
debidamente la denuncia lo que hace imposible utilizar este medio de anticoncepción de
emergencia.
La Ministra Pascual declaró que los derechos sexuales y reproductivos no
significan aborto, sino que el derecho a decidir el momento y circunstancias de tener
relaciones sexuales y de tener hijos. Por ello, enfatizó las mujeres deben manifestar su
voluntad en estas tres causales, porque se debe proteger su decisión, ya sea para
interrumpir o mantener el aborto.
La diputada Rubilar consultó respecto al nuevo artículo 119 que se propone
para el Código Sanitario y que contiene las causales de interrupción del embarazo,
específicamente en cuanto al riesgo vital de la madre y la inviabilidad del feto, en cuanto
dejar claramente establecido el plazo para realizar la interrupción. Hizo presente que el
acompañamiento y consejería a la mujer que va a interrumpir su embarazo debería
producirse antes de la decisión y con un estándar por lo menos equivalente al que se
contiene en el proyecto de ley sobre adopción y no basta con la mera información que
debe hacer el facultativo, lo que garantizará la libertad de la mujer para decidir.
El diputado Torres destacó la diferencia entre legalización, que permite el
aborto a todo evento y despenalización en causales específicas como lo señala el
proyecto. En cuanto a la inviabilidad del feto, aclaró que la causal no apunta a aborto
eugenésico (cualquier malformación sea o no incompatible con la vida) sino que aborto
embriopático que se restringe a embarazos inviables extrauterinamente.
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La Ministra de Salud informó que no se cuenta con datos estadísticos sobre
abortos clandestinos. Con respecto a la interrupción del embarazo por inviabilidad fetal,
reconoció que es muy difícil determinarlo antes de las 12 semanas porque se requiere
una ecografía de alta precisión que no entrega certeza respecto de la malformación. Por
ello, aclaró, el proyecto no contiene plazo respecto de esa causal, dado que el 90% de
este tipo de embarazos son abortados en forma espontánea.
Por su parte, aclaró en cuanto al deber de confidencialidad que se
establece en el proyecto de ley que primará por sobre el deber de denuncia en casos de
interrupción de embarazo realizado fuera de las tres causales legales que la misma
iniciativa legal establece. Explicó que para el sector salud se ha considerado que es más
importante que la denuncia, asegurar la confidencialidad para asegurar que la persona
asista a un centro asistencial cuando haya cualquier problema de salud.
Señaló que existe un conflicto entre la obligación de denunciar un delito y el
secreto profesional que debe existir entre un médico y el paciente. El criterio antes
señalado ha sido indicado para los servicios de salud y sus profesionales a través de un
oficio del Ministerio de Salud el año 2009, reiterado el 2014.
Ante la consulta de cuántas son las violaciones que ocurren en el país,
para determinar la necesidad de establecer este delito como causal de interrupción del
embarazo, señaló que no existen bases de datos que crucen la información que poseen
Carabineros de Chile, Policía de Investigaciones, el Servicio Médico Legal y los servicios
de salud de urgencia, sino que existen datos por separado y los datos considerados para
la presentación del proyecto fueron los de Carabineros, que arrojan 2000 casos anuales,
sólo de las personas que efectivamente denuncian. Destacó que además, existe un 63%
de víctimas que se retractan después de hacer la denuncia, es decir, debe sumarse al
total.
El Jefe de la División Jurídica del Ministerio de Salud, señor Eduardo
Álvarez, aclaró frente a una consulta en ese sentido, que el cambio que sufrió la
Constitución Política en cuanto se sustituyó la denominación hombre por persona fue
precisamente para incorporar explícitamente a la mujer. En cuanto al concepto legal de
“persona” deben tenerse a la vista los artículo 55 y 75 del Código civil. El artículo 55 se
refiere a un individuo de la especie humana y el 75, por su parte, trata el inicio de la
existencia legal de las personas aludiendo a la separación de la madre al momento del
nacimiento. Por lo tanto en el ordenamiento legal chileno subyace que en el concepto de
persona no se comprende el feto.
La asesora de la Subsecretaría de Salud Pública, doctora Paz Robledo
Hoecker, ante la consulta de si el uso adecuado de la píldora de anticoncepción sería una
forma de evitar el uso de la interrupción del embarazo frente a una violación, explicó que
desde la promulgación de la ley N° 20.418 ha ido en progresión, pero aun es claramente
insuficiente. Se sabe que al menos el 6% de las comunas no ponen este medio de
anticoncepción de emergencia a disposición de la población. Y, suponiendo que el 100%
de las mujeres que han sufrido violación utilizaran este medio dentro de las primeras 120
horas, la OMS informa que el levonogestrel, anticoncepción de emergencia utilizado en
Chile, tiene una eficacia que depende directamente del momento en el cual se utiliza: 94%
si es dentro de las primeras horas, lo cual disminuye hasta el 52% cuando se llega a las
120 horas. Por tanto, indicó, tiene una eficacia promedio de 73%.
En cuanto a la violación en caso de adolescentes señaló que es necesario
considerar que en el caso que haya sido objeto de un abuso sexual crónico o puntual, los
conocimientos para darse cuenta que está embarazada no son los mismos que en el caso
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de una mujer adulta, por su nivel de desarrollo psiconeurológico. Explicó que este es el
motivo por el cual el proyecto estableció plazos diferenciados para violación para el caso
de violación de menores.
A continuación respondiendo a la pregunta de las consecuencias negativas
que traía aparejado el aborto para las mujeres que se lo realizaban, explicó que de
acuerdo a un estudio realizado en casos de embarazos voluntarios éstas eran menores,
que no se produciría un stress post traumático, y que en los casos que se verificaban se
trataba de mujeres que presentaban trastornos mentales previos. Agregó que la
posibilidad que la mujer pueda elegir en una situación crítica aminora las consecuencias
negativas.
Respecto de los procedimientos para interrumpir un embarazo es una
materia técnica que debe ser regulada en detalle para evitar consecuencias negativas.
La Jefa de la División Jurídica del Ministerio de Justicia, señora Paulina
Vodanovic, se refirió a los eventuales problemas de constitucionalidad que podría tener
este proyecto. Explicó que la interpretación que se ha hecho para su elaboración es que
el artículo 19 de la Constitución Política asegura a todas las personas los derechos que
consagra esa norma, señalando el número 1) el derecho a la vida, a la integridad física y
psíquica de todas las personas; luego señala que se protege la vida del que está por
nacer. Enfatizó que el proyecto en nada innova respecto de la Constitución y solo busca
regular la situación de la interrupción voluntaria del embarazo en tres causales, por lo
tanto no habría dicotomía de normas. Por su parte el Código Civil entrega una definición
legal de lo que debe entenderse por “persona”, respecto de lo cual el proyecto no innova.
5.- Abogado del Ministerio de Justicia, señor Gonzalo Rodríguez.
Sesión 50 (12.05.2015)
Expuso acerca del informe emitido por la Corte Suprema en relación al
proyecto de ley. Recalcó que si bien la Corte hace varios reparos al proyecto, no hace
ninguna objeción a la constitucionalidad del proyecto.
A continuación comentó algunas de las principales críticas hechas al
proyecto en los siguientes términos.
Sobre la autorización que debe otorgar el Tribunal de Familia cuando falta
la autorización (o si se trata de una menor de 18 años pero mayor de 14, o no se ha
informado) del representante legal de la niña o adolescente que desea interrumpir su
embarazo. Lo correcto sería hablar del “juez con competencia en materia de familia”, y no
de “Tribunal de Familia”, pues “existen juzgados de competencia común que, entre las
materias de que conocen, está la referente a familia” (sic). En esta materia expresó que
el Ministerio de Justicia puede acoger esta observación e incorporarla en el proyecto; sin
embargo complementó lo anterior al señalar que la expresión “falta” referida a la
antedicha autorización puede inducir a equívocos, pues puede que ésta no concurriera
porque el representante se ha negado, o bien porque no ha sido posible hallarlo. El
proyecto de ley no pareciera abarcar ambas, pero sería más conveniente que se hiciera la
debida distinción.
Otro tema abordado por la Corte Suprema es que resulta problemático que
baste la autorización de uno de los representantes legales de la niña menor de 14 años
para interrumpir el embarazo cuando tiene más de un representante (o bien, si es mayor,
que solo se le deba informar a uno de ellos), pues podría llegar a contradecir el principio
de corresponsabilidad y el acuerdo de cuidado personal compartido, incorporados en el
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Código Civil por la Ley N° 20.680. El Informe sugiere “contemplar una fórmula que
permita a los padres el ejercicio legítimo del derecho de corresponsabilidad parental”.
El abogado Rodríguez manifestó que la Corte está resguardando el
derecho del otro progenitor corresponsable a oponerse. La Corte confunde la
corresponsabilidad con el autoritarismo. El principio de corresponsabilidad debe ser
compatible con uno que tiene una cuantía mucho mayor: el interés superior de la niña que
está solicitando se interrumpa el embarazo; el proyecto resguarda a la menor y reconoce
la autonomía progresiva que cada niña y adolescente tiene, conforme con la Convención
de Derechos del Niño. Agregó que la corresponsabilidad se respeta ya que el proyecto de
ley reconoce que cualquiera de los padres puede otorgar la autorización, es decir, ambos
están autorizados. La corresponsabilidad no exige que siempre sean ambos los que
participen en toda decisión sobre el menor.
En cuanto a que la autorización deba ser dada dentro de 48 horas, “sin
forma de juicio y verbalmente”, la Corte sugiere “establecer con claridad que el tribunal
competente será aquel donde se encuentre la persona que manifieste su voluntad de
interrumpir el embarazo”. La falta de claridad en este punto podría provocar que tribunales
se declaren incompetentes, y que, así, no se alcance a practicar la interrupción en el
plazo máximo establecido en la tercera causal. El Ministerio de Justicia considera acoger
esta observación.
Por otra parte se critica el uso de la expresión “autorizará”, pues no es
concordante con la labor jurisdiccional, que siempre implica enjuiciar y decidir. Por ello, se
sugiere utilizar la expresión “resolverá”.
En este punto señaló que la Corte Suprema
quiere tener la capacidad de decidir si corresponde interrumpir un embarazo o no, incluso
en caso de que concurra una de las tres causales del proyecto y que tanto el equipo
médico como la niña deseen interrumpir el embarazo. Indica que se le está pidiendo que
decida como un órgano administrativo y no judicial. No obstante, existen varios ejemplos
en los que los Tribunales autorizan actos no contenciosos de tipo administrativo, como
autorizar el matrimonio de un o una menor de edad o la venta de bienes de la mujer
casada en sociedad conyugal.
Se señala que debiera contemplarse un procedimiento que, sin dejar de ser
rápido y eficaz, no ate al juez a los “exiguos plazos previstos por la iniciativa”. Podría
replicarse un procedimiento de naturaleza cautelar, se señala. Al
respecto
el
representante del Ministerio manifestó que se puede consultar a la Corte qué plazo le
parece más adecuado, considerando, por supuesto, que debe ser uno muy breve pues
en caso contrario se obstaculizaría la interrupción del embarazo El proyecto no
comprende posibilidad alguna de impugnar la decisión del juez, lo cual significa que, por
aplicación de las reglas generales, procederían todos los recursos propios de la
jurisdicción de familia. Atendida la celeridad con que deben resolverse estos casos, ello
puede ser problemático.
Además comparten la preocupación de la Corte Suprema ya que se podría
aclarar que la autorización del juez es inimpugnable. Mediante una indicación
En otro acápite del informe se establece que el proyecto señala que es
mejorable el lenguaje que se usa en el tratamiento de niños, niñas y adolescentes. Critica
el uso de la expresión “menores”, erradicada en nuestro país a partir de la adopción de la
Convención de Derechos del Niño. Y sugiere, justamente, hablar de “niños, niñas y
adolescentes”.
El abogado Rodríguez explicó que atendido el uso que hace la
oposición de la expresión niños, se prefirió utilizar la expresión mujeres menores de edad.
No obstante, esta objeción puede recogerse en una indicación.
13
Por otra parte, se señala que el uso del concepto “violación” en el proyecto
puede causar problemas, pues no se especifica si corresponde exactamente al delito de
violación contenido en el Código Penal o a un hecho diverso. Alerta que, desde el punto
de vista médico, puede ser comprobable la agresión sexual, pero que al mismo tiempo
puede no haber una violación en los términos en que es consagrada en el Código Penal.
El Ministerio de Justicia, señaló, utilizó la expresión ‘violación’ pues es la que se acordó
en el programa de Gobierno y el sentido de dicha expresión es el regulado en el Código
Penal Si usamos agresión sexual es probable que se perciba como una ampliación de la
causal. Podemos continuar utilizando violación, pero insistiendo en que lo relevante es el
bienestar de la mujer y su tratamiento de salud.
En relación al deber de confidencialidad que contiene el proyecto, el
Informe en comento señala que podría ‘constituirse en un espacio de impunidad para el
agresor, en desmedro de las víctimas de delitos sexuales’. Esto podría darse
especialmente en niñas, adolescentes o mujeres que sufren violación en reiteradas
ocasiones. Al practicarse la debida interrupción del embarazo, podría silenciarse la
agresión y así permitirse su reiteración.
La Corte Suprema confundiría las cosas. El
proyecto de ley no modifica la obligación de denunciar los delitos sexuales cometidos
contra mujeres menores de 18 años; eso está regulado en el artículo 53 del Código
Procesal Penal y el proyecto no lo modifica.
Más aún, cuando una niña llega
embarazada a un hospital o clínica, se activan todas las alertas del sistema de protección.
Éstas no se activarían si la niña no fuera al centro médico y pidiera interrumpir el
embarazo, pues no habría conocimiento del hecho por parte de las autoridades de salud.
En la misma causal de violación, sobre la conformación del equipo de
salud, se estima que la conformación del equipo médico queda excesivamente
indeterminada en el proyecto de ley y que parece llamativo que la decisión del equipo no
admita “algún tipo de reclamación sobre su contenido”.
Además, acerca de la manifestación de voluntad de la niña, adolescente o
mujer que tiene discapacidad, para practicar la interrupción. Señala que el proyecto no
contempla, al menos expresamente, el ejercicio de la representación legal de niñas,
adolescentes y mujeres que tengan discapacidad psíquica o intelectual y que, a causa de
dicha condición, no puedan expresar su voluntad. Si bien el proyecto de ley remite, para
estos casos, al artículo 15 de la ley N° 20.584, la hipótesis de este artículo que podría ser
aplicable señala que “en estos casos se adoptarán las medidas apropiadas en orden a
garantizar la protección de la vida”. En síntesis, señala el Informe, “no es claro que el
proyecto incluya a las personas que no pueden manifestar su voluntad en razón de una
discapacidad mental o intelectual”.
Ambas observaciones fueron acogidas por el
Ejecutivo y anunció indicaciones al proyecto para concretarlas en modificaciones legales.
Finalmente la Corte se refirió al deber de información que tiene el equipo
médico. Señala que “parece conveniente la incorporación de un mecanismo o un
profesional que cumpla el rol de colaborar con el paciente con el propósito de facilitar el
ejercicio integral de sus derechos, velando por el efectivo cumplimiento de su derecho de
información y a un consentimiento libre e informado.”. El representante del Ejecutivo
indica que ello está contemplado en el proyecto de ley, cuando se señala que “[e]l
prestador de salud deberá entregarle información veraz sobre las características de la
prestación médica […] En cualquier caso, el prestador de salud deberá entregar a la mujer
información por escrito sobre las alternativas a la interrupción del embarazo, incluyendo la
de programas de apoyo social y económico disponible”. (Artículo 119, inciso final).
14
El abogado Rodríguez explicó que, acerca de la excepción a la obligación
de denunciar, el proyecto de ley extiende esta excepción al “delito establecido en el
artículo 344 del Código Penal”, lo que es incorrecto, porque dicho artículo, en sus dos
primeros incisos, contiene hechos que seguirán siendo delitos. La redacción correcta
sería que la excepción se aplicará al “inciso tercero del artículo 344 del Código Penal”. Se
confunde el objetivo de la modificación propuesta. Los dos primeros incisos del artículo
344 del Código Penal son los que sancionan a la mujer que se realiza un aborto o que
consiente en que alguien se lo realice. Eso sigue siendo delito. En ese caso, es relevante
que prime el deber de confidencialidad entre el médico y la paciente, pues el espacio de la
salud es uno de acogida, no de enjuiciamiento.
El inciso tercero al que hace referencia la Corte es el que nos remite a los
casos que se propone regular por el proyecto en el Código Sanitario. Esos casos dejan
de ser delito, por lo que los médicos no tendrían nada que denunciar y no tendría sentido
que primara el deber de confidencialidad.
6.- Directora Nacional del Servicio Nacional de Menores (Sename), señora Marcela
Labraña.
Sesión 50 (12.05.2015)
Expuso sobre el Programa de Acompañamiento para Adolescentes
Víctimas de Violación. En primer término analizó lo que debe entenderse por “abuso
sexual” e informó que una de las definiciones que generan mayor consenso entre los
especialistas es el siguiente: La implicación de un niño o un adolescente en actividades
sexuales ejercidas por los adultos y que buscan principalmente la satisfacción de éstos,
siendo los menores de edad inmaduros y dependientes y por tanto, incapaces de
comprender el sentido radical de estas actividades y, por tanto, de dar su consentimiento
real. Estas actividades son inapropiadas a su edad y a su nivel de desarrollo psicosexual, y son impuestas bajo presión -por la violencia o la seducción- y transgreden
tabúes sociales en lo que concierne a los roles familiares”.
En cuanto al perfil del abusador, el abuso sexual puede ser de tipo extra e
intrafamiliar, distinción que es relevante, pues estos dos fenómenos conducen a trabajos
clínicos distintos, con programas de intervención diferenciados y que define del modo
siguiente:
a) Abuso sexual familiar: es cometido por un adulto de la familia (padre,
madre, padrastro, tío, abuelo, etc.) contra un niño; aquí el niño sufre el abuso de alguien
del cual depende vitalmente, y cuyo vínculo dificulta -más que en otros tipos de maltratodistinguirlo, lo que funciona como obstáculo para la denuncia o relato del hecho, fuera del
ámbito familiar.
b) Abuso sexual extrafamiliar: el abusador suele manipular el vínculo
familiar, utilizando su poder y su rol para abusar sexualmente de la víctima; ocurre
cuando el agresor no pertenece al círculo familiar del niño; el abusador desconocido,
habitualmente goza agrediendo a la víctima, sometiéndola por la fuerza y el terror. Suelen
ocupar un rol social que lo vincula a los niños y a los padres (como profesores,
sacerdotes, animadores, catequistas) en una posición de poder y se ganan la confianza
de dicho grupo, para luego manipularla a favor de su abuso. Estos son mayoritariamente
hombres y pedófilos.
Por su parte, las víctimas de abuso sexual no presentan un perfil o
característica especial y se da en todas las edades, estratos sociales, religiones, niveles
socioculturales. La identificación de factores de riesgo favorece la prevención de abuso
sexual infantil. Estos factores de riesgo, pueden ser los siguientes: timidez o retraimiento;
falta de educación sexual; baja autoestima; carencia afectiva; déficit en el desarrollo
15
cognitivo/ físico; baja capacidad para tomar decisiones.
Destacó que existe un
involucramiento de la víctima con el abusador y se relativiza el “consentimiento” del acto
sexual porque la víctima no se visualiza a sí misma como víctima, sino como cómplice.
Se refirió posteriormente a datos de niños atendidos por Sename en base a
la información de 2014. Del total de 131.822 niños, niñas y adolescentes ingresados, el
84% correspondió a medidas de protección (111.440).
El sistema de protección incluye trece dimensiones, las que a su vez,
componen un total de ciento cuarenta causales puntuales de ingreso. Las 13 dimensiones
implican: consumo y problema de drogas; deserción escolar o sin acceso; falta y delitos
no penalizables; inhabilidad de uno o ambos padres; medida de protección; niño de la
calle o trabajo infantil y niño en gestación (madre en Sename).
De los niños ingresados, 9.623 lo hicieron por abuso sexual en sus diez
causales, es decir, víctimas de abuso sexual, de violación, de estupro, de sodomía, de
explotación sexual comercial, por utilización de niños en espectáculos sexuales, para
turismo sexual, para actividades sexuales remuneradas, para producción, promoción,
divulgación de pornografía y víctima de trata con fines de explotación sexual comercial.
De ese total, 693 niñas se encontraban embarazada y 43 con intento de aborto.
Respecto de las semanas de gestación al momento del ingreso de las
niñas abusadas sexualmente, 6 niñas entre 11 y 13 años tenían embarazo hasta 18
semanas de gestación y, 15 niñas entre 14 y 18 años tenían embarazo hasta 12 semanas
de gestación.
Destacó que sobre estas materias no existen cifras categóricas. Según
estudios de Carabineros de Chile, el 74% de los delitos sexuales en Chile afectan a
menores de 18 años, de los cuales el 83,7% son niñas. Sin embargo, por cada caso que
se denuncia, hay 6 que no se hacen.
En el mismo sentido, para el Programa de la Naciones Unidas para el
Desarrollo Humano (PNUD) en este continente, el tema de la violencia sexual contra
niñas, niños y adolescentes es una preocupación relevante desde hace solo un par de
décadas. Hoy día los organismos internacionales piensan que este problema social es
grave. El mismo estudio da cuenta que entre el 5 y el 47% sostiene relaciones sexuales
de manera forzada alguna vez en su vida; entre un 5 y un 33% de mujeres y niñas han
sido víctimas de violencia sexual infligida por personas distintas a la pareja; entre un 5 y
un 40% de niñas y adolescentes han sufrido abuso sexual y entre un 5 y un 24% de niñas
han recibido su iniciación sexual de manera forzada.
Finalmente, enunció los programas con que, actualmente, cuenta Sename:
12 Programas Residenciales.
- CREAD Centro de Reparación Especializado de Administración Directa.
- RDD Residencia para niños con discapacidad mental discreta o moderada.
- RDD Residencia para niños con discapacidad mental grave o profunda.
- RLP Residencia de Protección para Lactantes o Preescolares.
- REN Residencia Especializada para niños Inimputables.
- RPA Residencia de Protección para Madres Adolescentes.
- RPL Residencia de Protección para Lactantes.
- RPM Residencia de Protección para Mayores.
- RPP Residencia de Protección para Lactantes o Preescolares.
- RPR Residencias para Lactantes hijos de Madres Internas en recintos Penitenciarios.
- REM Residencia Especializada para mayores.
16
- RSP Residencia Especializada de protección.
Programas de Reparación:
- PIE Programa de Intervención Especializada.
- PRJ Programa de Protección en General, modalidad programa de representación
jurídica.
- PRM Programa Especializado de Reparación en maltrato grave y abuso sexual.
- PAD Programa de Protección Ambulatoria para niños y adolescentes con discapacidad
grave o profunda.
- PAS Programa de Intervención Especializada en niños y adolescentes que presentan
conductas abusivas de Carácter Sexual.
- PDC Programas para niños, niñas y adolescentes con consumo problemático de
alcohol y/u otras drogas.
- PDE Programa de Reinserción Educativa.
- FAE Familias de Acogida Especializada.
- PER Programa de Protección Especializado de Intervención.
- PEE Proyecto especializado Explotación Sexual Comercial Infantil.
- PIB Proyecto Intervención Breve.
- DAM Diagnostico Ambulatorio.
- CLA Centro de Diagnóstico para Lactantes.
- CPE Centro de Diagnóstico para Lactantes o Preescolares.
En forma especial se refirió al Programa “Madres en Conflicto con su
Maternidad”, cuyo objetivo es otorgar orientación y acompañamiento psicosocial y jurídico
durante el proceso de discernimiento de la familia de origen en conflicto con su
parentalidad. Este trabajo se enfoca principalmente a la progenitora, brindando espacios
de reflexión, que favorezcan a una toma de decisión responsable, libre e informada
respecto al futuro de su hijo o hija.
Busca una intervención con los padres y/o madres en conflicto con su
parentalidad que manifiesten la intención de ceder al hijo en adopción; una coordinación
intersectorial con las entidades de gobierno relacionadas, especialmente con el área de la
salud, y entrega de información respecto a los procesos judiciales (susceptibilidad de
adopción).
Como consecuencia de la implementación del proyecto, entregó los
siguientes datos: de 308 casos en 2014, 12 ingresaron por violación con resultado de
embarazo. El 19,7% corresponde a mujeres menores de 19 años, y el 2,1% a personas
hasta 14 años. La mayoría (52,2%) se encuentra entre los 20 y 29 años. El 64% de las
mujeres que participan de este programa tienen como motivación ceder en adopción al
niño/a”.
Organizaciones.7.- Socióloga y Directora Ejecutiva Corporación Miles-Chile, señora Claudia Dides.
Sesión 45 (14.04.2015)
Explicó que, como investigadora de Flacso, le correspondió desarrollar
durante dos años uno de los trabajos más importantes en Chile sobre la realidad del
aborto. Por tanto, su opinión se basa en dicho estudio y en sondeos de opinión de 2009 y
2010 utilizados para la creación de la Corporación a su cargo.
17
Destacó que la última encuesta Cadem muestra que más del 65% de los
chilenos quiere una ley de aborto terapéutico, cifra que se condice con otras encuestas
como la de Flacso-Chile, del Instituto Nacional de la Juventud, del Centro de Estudios
Públicos y de la Corporación Humanas, entre otros.
En Chile, recordó, las mujeres tuvieron la garantía del aborto terapéutico
antes que el derecho a votar, justamente porque se entendía que era un asunto de salud
que en 1989 se politizó y el Gobierno Militar eliminó.
La mujer, dijo, tiene derecho a decidir sobre su cuerpo, el aborto libre tiene
que ver con el pleno ejercicio de derechos sexuales y reproductivos y no hay una
necesidad de terapia de por medio, ni física ni psicológica; las mujeres reciben la noticia
de un embarazo que no desean, y deciden que no van a continuar, sin consultar ni
esperar tiempo, y comienzan en privado a buscar métodos para abortar. Hoy, con el
misoprostol, incluso lo hacen en sus casas, sin necesidad de un médico o personal de
salud.
En cambio, el aborto terapéutico es una interrupción de corte sanitario, que
busca evitar daños en la salud física y mental de la mujer. El aborto terapéutico ya es un
drama en sí mismo porque trata sobre un embarazo voluntario en la mayoría de los casos
que concluirá siempre trágicamente.
Aclaró que si parece imposible inventar una inviabilidad fetal y todo el
sufrimiento para la familia que esto puede significar, resulta incomprensible que alguien
crea que una mujer o una niña, puedan simular una violación que, además de las
secuelas físicas y psicológicas, produce una fecundación forzada como si su útero fuera
una probeta de uso público y dispuesto al placer aberrante de hombres.
En todos los casos anteriores, la mujer es víctima de una situación
dramática, pero además se le impone un solo criterio para enfrentar el drama que vive y
se le impide tomar su propia decisión según sus creencias, sus herramientas emocionales
y su historia personal.
Esta realidad necesita una respuesta sanitaria y de derechos humanos, que
hoy el Estado de Chile está negando. Hoy, estamos criminalizando a las mujeres que
debieran ser pacientes, como si fueran delincuentes.
En el caso de la violación –en el que se produce un embarazo- y que sea
forzada a su continuación, obligando a la víctima a que realice cualquier cosa, hace a la
sociedad cómplices de esa violación, lo que constituye una forma de tortura. Bajo el
pretexto de acompañar, alguien entonces, explicó, podrá convencer a esa víctima a
aceptar la violación del padre como un hecho religioso afortunado o bien, a tolerar un
embarazo forzado como principio moral de otra religión.
Cuestiona si alguien puede preguntarse, mas allá de los dogmas, qué
necesita esa víctima sin que se le siga dañando. En ese sentido, aclaró, el síndrome
postaborto no existe como diagnóstico en ninguno de los manuales de psiquiatría o
psicología que se usan hoy. La relación que una mujer tendría con un aborto terapéutico
tiene que ver con si será tratada como paciente o como delincuente. El contexto del país,
sus creencias, sus necesidades y su historia personal, son determinantes. Por ello, el
Estado que es laico tiene el deber de garantizar la libertad de elección y ejercicio.
A continuación, se refirió al denominado “doble efecto”, que se ha usado
erróneamente como si fuera un concepto laico. Señaló que sectores conservadores
cercanos a la Iglesia Católica dicen que una mujer jamás morirá en nuestro país si un
embarazo se complica hasta este punto vital porque el doble efecto la salvará, argumento
18
que está siendo ocupado para decir que no es necesario legislar el aborto terapéutico. El
“doble efecto” proviene de la doctrina desarrollada por Santo Tomás de Aquino y se
enmarca en la teología católica clásica. Tiene varios principios que operan para liberar de
la culpa y la responsabilidad al feligrés que se enfrente a un dilema del dogma. En este
caso, el médico confesional católico que se enfrenta a la encrucijada de una paciente que
puede morir por un embarazo de riesgo y una acción como el aborto, condenada por el
dogma de su fe, puede recurrir al doble efecto para solucionar el conflicto. Para ello
requiere que la acción condenada por su fe se justifique proporcionalmente beneficiando a
la mujer. Eso implicaría que el médico confesional debe llevar al límite del riesgo vital a
esa mujer para entonces poder justificar su acción frente al dogma.
Agregó que el doble efecto o aborto indirecto no opera ni tiene sentido para
un médico no católico, especialmente cuando la evidencia científica existente demuestra
la causa y el efecto del aborto terapéutico sin un juicio de valor. ¿Por qué imponer este
criterio entonces a todos los médicos?
Concluyó destacando que en Miles a las mujeres que desgraciadamente no
son atendidas hasta que su vida corre peligro o hasta que el embarazo termina por
causas naturales no obstante el feto sufra de malformaciones gravísimas, se les ofrece
información de las alternativas que existen, acceso a la tecnología y a la ciencia,
prestación de servicios adecuados, consejería, apoyo y acompañamiento no doctrinal sino
generoso, que sea capaz de acompañarlas, respetándolas.
A continuación señaló que el aborto terapéutico tratado en el proyecto de
ley es un derecho reproductivo de la mujer y en ese contexto debe darse a las mujeres
acceso a las nuevas tecnologías.
En respuesta a una consulta respecto de los riesgos que se corre frente la
interrupción de un embarazo de más o menos dieciocho semanas, respondió que si el
procedimiento se hace de manera correcta, no deberían existir diferencias en los
resultados.
8.- Verónica Hoffmann, Directora Ejecutiva de la Fundación Chile Unido.
Sesión 45 (14.04.2015)
Informó que esta fundación nació el año 1999, y que su principal objetivo,
ha sido acompañar a mujeres con embarazos vulnerables, sea porque ha sido
consecuencia de una situación de violación o porque el niño que está en su vientre
padece una alteración estructural congénita, entre otras.
Los registros del programa de acompañamiento ntegral, han sido
requeridos para análisis científicos, cuyos resultados ya han sido expuestos antes
Naciones Unidas, con el propósito de mostrar experiencias exitosas en la prevención del
aborto.
Expuso su opinión respecto de la autonomía de la mujer frente al aborto.
Recordó que otros expositores han señalado que al no darle autonomía a la mujer para
que pueda abortar en las tres causales que contiene el proyecto de ley, significaría una
tortura para ellas, obligarlas a continuar con sus embarazos y una vulneración de su
derecho a elegir. Sin embargo, explicó, dicha libertad no existe en la realidad particular de
cada una de ellas, porque la mujer no es autónoma en su decisión cuando está pensando
en el aborto pues se ve presionada por el entorno y las circunstancias de adversidad que
en esos momentos enfrenta y que la hacen vulnerable.
19
En ese sentido, los motivos más determinantes que llevan a una mujer a
pensar en abortar son los siguientes: el 44% sufre coerción (es decir, está presionada
para abortar por parte de los padres, uno o ambos, o por parte de la pareja); mas del
22%, por factores asociados a expectativas de futuro de la mujer embarazada, incluyendo
la continuación de los estudios, su proyecto de vida, su situación socioeconómica y el
temor a ser madre; el 20%, por temor o miedo a la reacción de la pareja o de los padres
frente al embarazo; y otras causales, como el abuso sexual y el abandono de la pareja.
Concluyó que, por lo tanto, que la intención de abortar, en el 92% de las
mujeres con embarazos vulnerables se debe a factores sociales, culturales y de presión
familiar, con lo que se confirma que el problema no es el hijo que está en gestación.
Posteriormente, explicó por qué el acompañamiento es una verdadera
solución al problema del embarazo vulnerable. Coincidió en el diagnóstico que presenta
el proyecto, en cuanto existen ciertas situaciones que hacen que un embarazo sea
vulnerable. Pero frente a tal diagnóstico común, se ha presentado el aborto como una
solución; sin embargo, el aborto no soluciona problemas, sino que los empeora y puede
crear otros, como provocar graves secuelas en la salud física y psicológica de la mujer
que se practica un aborto. Esa realidad es conocida por los diversos testimonios de
personas que se acercan a la fundación con el propósito de contar su experiencia para
que otras mujeres no pasen por lo que ellas han vivido.
Tomando en cuenta que el aborto no soluciona problemas, sino que puede
crear otros, lo que realmente soluciona los problemas de un embarazo vulnerable es el
acompañamiento integral que tiene la fortaleza de conocer el problema y entregar
soluciones reales y concretas.
Respecto del trabajo de la fundación, indicó que acoge a mujeres, de
distintos estratos socioeconómicos, a lo largo de todo el país, a través de un
acompañamiento que no tiene costo para ellas, el cual es sistemático y continúo hasta
que sus hijos cumplen el año de vida.
La Fundación cuenta con una red de apoyo, conformada por médicos,
psicólogos, ecógrafos, hogares de acogida, instituciones de adopción y programas de
cuidados paliativos y de acompañamiento post aborto.
Informó que la experiencia de su trabajo concluye que el 85% de las
mujeres que recibieron el acompañamiento psicosocial integral de Fundación Chile Unido,
han decidido continuar con su embarazo. En el caso de embarazos por violación, de 119
personas atendidas, el 95,8% ha continuado con su embarazo y sólo el 18,45% del total lo
ha dado en adopción.
9.- Camila Maturana, abogada de la Corporación Humanas.
Sesión 46 (21.04.2015)
En relación a la realidad del aborto en Chile, señaló que en ningún país del
mundo se ha logrado evitar o reducir la práctica del aborto provocado mediante leyes
punitivas. Muy por el contrario, el efecto de leyes criminalizadoras -como la chilena- ha
sido transformar toda interrupción del embarazo en ilegal, clandestina e insegura,
incrementando los riesgos para la salud y la vida de las mujeres.
Destacó que si bien la clandestinidad del aborto afecta a todas las mujeres,
los riesgos para la salud y la vida de las mujeres recaen desproporcionadamente en las
20
mujeres pobres y en las niñas y adolescentes que carecen de los recursos económicos
para costear un aborto en condiciones mínimas de seguridad.
Por múltiples, complejas y variadas razones, miles de mujeres se ven
enfrentadas a la necesidad de interrumpir un embarazo que no pueden llevar a término.
No se trata de una decisión trivial. Sin embargo, la única alternativa que el Estado ofrece
a las mujeres chilenas es la continuidad forzada de su embarazo; bajo amenaza de
castigo penal se impone a las mujeres la continuidad de todo embarazo, aun en contra de
su voluntad, es decir, en condiciones de coerción.
La criminalización del aborto, explicó, es un problema de derechos
humanos. Los organismos internacionales que fiscalizan el cumplimiento de los tratados
de derechos humanos por parte de los Estados, mediante diversas observaciones o
recomendaciones generales han advertido sobre la violación de los derechos humanos y
la discriminación en contra de las mujeres que impone la penalización del aborto. A
continuación sintetizó las observaciones efectuadas.
- El Comité de Derechos Humanos, que vigila el cumplimiento del Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos, en la Observación General N° 28 sobre
Igualdad de Derechos entre Hombres y Mujeres (2000), ha alertado sobre la importancia
de prevenir los embarazos no deseados y las graves consecuencias que derivan de la
clandestinidad en que se realizan los abortos ilegales, en particular por el peligro que
importa para el derecho a la vida de las mujeres (PIDCP, Art. 6°).
- El Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer en la
Recomendación General N° 21 sobre Igualdad en el Matrimonio y en las Relaciones
Familiares (1994) advierte sobre la violación a los derechos humanos que representa el
embarazo forzado, atentatorio al derecho a decidir libre y responsablemente el número de
hijos e intervalo entre sus nacimientos (CEDAW, Artículo 16.1 letra e).
- El Comité de los Derechos del Niño en la Observación General N° 4 sobre
Salud y Desarrollo de los Adolescentes (2003) resalta la preocupación por el embarazo
precoz, así como por las prácticas abortivas peligrosas a que puedan someterse las
adolescentes; la importancia del acceso a servicios de salud sexual y reproductiva,
incluyendo anticonceptivos; y la necesidad que los Estados, cuando el aborto es legal,
garanticen servicios de salud.
A continuación indicó que, específicamente al Estado de Chile desde hace
más de quince años diversos organismos internacionales de derechos humanos le vienen
reprochando la vigencia de una legislación que no contempla excepciones a la
criminalización absoluta del aborto ni garantías a la confidencialidad de la atención e
información médica y han recomendado sistemáticamente su revisión y reforma a fin de
garantizar los derechos de las mujeres y las niñas.
En marzo de 1999 el Comité de Derechos Humanos expresó su
preocupación por la penalización de todo aborto sin excepción y el riesgo para la vida de
las mujeres que se someten a abortos ilegales, así como por la falta de resguardo a la
confidencialidad de la información médica que puede inhibir a las mujeres a buscar
atención médica en caso de complicaciones, por lo que recomendó “que se revise la ley
para establecer excepciones de la prohibición general de todo aborto y proteger el
carácter confidencial de la información médica”.
Ese mismo año, en junio, el Comité para la Eliminación de la Discriminación
contra la Mujer manifestó su preocupación por la penalización de toda forma de aborto,
por su impacto en la salud de las mujeres, el aumento de la mortalidad y el sufrimiento de
21
las mujeres si son encarceladas; recomendado su revisión “en particular con objeto de
proporcionar abortos en condiciones de seguridad y permitir la interrupción del embarazo
por razones terapéuticas o relacionadas con la salud de la mujer, incluida la salud
mental”.
En mayo de 2004, el Comité contra la Tortura reparó en la atención recibida
por las mujeres en establecimientos de salud, puesto que el condicionar la misma a la
entrega de información sobre la práctica del aborto para luego utilizar tales confesiones en
procesos judiciales en su contra, contraviene lo dispuesto por la Convención contra la
Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes. Por ello, recomendó
eliminar “la práctica de extraer confesiones a efectos de enjuiciamiento de las mujeres
que buscan atención médica de emergencia como resultado de abortos clandestinos”, sin
condiciones, de las personas que buscan atención médica de emergencia”.
En noviembre de 2004, el Comité de Derechos Económicos, Sociales y
Culturales, al analizar el cumplimiento de dichos derechos en el país, expresó su
preocupación por las “consecuencias para la salud de la mujer de la prohibición legal del
aborto, sin excepciones” y “la amplitud del problema”, recomendando despenalizar los
“abortos terapéuticos y cuando el embarazo sea consecuencia de violación o incesto”.
En 2006, al corresponderle al Comité CEDAW una nueva revisión del
cumplimiento de la Convención sobre Eliminación de Todas las Formas de Discriminación
contra la Mujer en Chile reiteró su preocupación por la criminalización del aborto en
cualquier circunstancia, que “puede llevar a las mujeres a la búsqueda de abortos
inseguros e ilegales, con los consiguientes riesgos para su vida y su salud”.
Junto con recomendar mejoras en los servicios de salud sexual y
reproductiva, fortalecer la prevención de embarazos no deseados y ampliar el acceso a
métodos anticonceptivos, el Comité recomendó “la revisión de las leyes relativas al aborto
con miras a suprimir las disposiciones punitivas aplicables a las mujeres que se someten
a abortos y les dé acceso a servicios de calidad para tratar las complicaciones derivadas
de abortos inseguros”.
Un tema que destacó como central para el análisis de este proyecto es la
persona humana como titular de derechos humanos.
Explicó que de acuerdo a la Constitución Política de la República de Chile y
al Derecho Internacional de los Derechos Humanos, son sujetos de derechos y titulares
de derechos humanos y garantías constitucionales, las personas, es decir, individuos de
la especie humana nacidos.
En ello, señaló, la Carta Fundamental comienza consagrando que “Las
personas nacen libres e iguales en dignidad y derechos”; esta disposición que confiere al
nacimiento el inicio de la protección constitucional es plenamente coherente con la
definición del Código Civil acerca del principio de la existencia de las personas: “La
existencia legal de toda persona principia al nacer, esto es, al separase completamente
de su madre” (Código Civil, Artículo 74 inciso 1).
Además, en materia de garantías constitucionales es clarísimo que éstas
corresponden a las personas al preceptuarse que “La Constitución asegura a todas las
personas [...]” los derechos que el Artículo 19 desarrolla.
Dado que la protección constitucional a los derechos humanos corresponde
a las personas es que la Constitución reconoce “El derecho a la vida y a la integridad
física y psíquica de la persona” (Constitución Política de la República, Artículo 19 N° 1
inciso 1) en una norma, y en otra norma distinta se exprese la protección de carácter legal
22
que el ordenamiento jurídico confiere al “que está por nacer” (Constitución Política de la
República, Artículo 19 N° 1 inciso 2).
Posteriormente realizó un análisis del proyecto de ley en cada una de las
causales que contiene:
1. Causal terapéutica: El primer problema que se advierte es la extrema
limitación que se plantea respecto de la primera causal, restringiéndola indebidamente a
riesgo vital. Recalcó que por décadas se permitió en Chile la interrupción del embarazo
“con fines terapéuticos”, si era indicado por dos médicos y realizado en un establecimiento
de salud. Así se reguló en el Código Sanitario desde su dictación en 1931 hasta 1989 por
lo que no se comprende que el mensaje presidencial se aparte de esa idea. La
consagración de la causal terapéutica es una realidad de alcance mundial que abarca a
países con diverso grado de desarrollo, pues corresponde a una respuesta racional,
prudente y justa permitir la interrupción de un embarazo que pone en riesgo la salud y/o la
vida de la mujer.
Actualmente, además de Chile, solo otros cuatro países en la región
mantienen una legislación restrictiva que no contempla siquiera la hipótesis terapéutica
para permitir el aborto: Honduras, Nicaragua, El Salvador y República Dominicana.
Recordó que los países que contemplan la hipótesis terapéutica
principalmente comprenden tanto el riesgo o daño a la salud de la mujer como el riesgo
vital. De los países de la región, Argentina, Bolivia, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Perú
y Uruguay consagran en su normativa la causal salud sin formular distinciones, lo que
comprende la protección integral de la salud, es decir, tanto la salud física como la salud
psíquica, acorde a la definición de la Organización Mundial de la Salud que sostiene que
“La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la
ausencia de afecciones o enfermedades”.
Ciertamente los casos en que un embarazo deviene en riesgoso para la
mujer han disminuido progresivamente en paralelo a los avances científicos y el desarrollo
de la medicina. Sin embargo, aun cuando en la actualidad sean menos estos casos en
comparación a épocas anteriores, no puede afirmarse que estos riesgos hayan
desaparecido del todo.
Se ha sostenido por quienes se oponen a reformar la criminalización total
del aborto, que no resultaría necesario legislar en la materia por cuanto en la práctica
médica se interrumpirían aquellos embarazos que ponen en riesgo a la mujer ý que ello
no constituiría aborto pues no se trata de una acción dirigida o intencionada a causar la
destrucción o muerte del embrión o feto sino a salvar a la mujer (teoría del doble efecto).
2. Malformaciones graves. La necesidad de permitir la interrupción del
embarazo en casos de graves malformaciones del embrión o feto deriva de reconocer a
las mujeres como sujetos de derechos, seres humanos titulares de derechos y libertades.
Resultaría inhumano y contrario a la dignidad inherente a toda persona
obligar a una mujer a cursar un embarazo forzado cuando el producto de este no
sobrevivirá o nacerá con malformaciones de tal gravedad que difícilmente permitan
considerar que se trata de una vida digna, desprovista de sufrimientos innecesarios.
Al respecto el Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas ha
establecido que impedir a una mujer acceder a la interrupción del embarazo en caso de
malformaciones fetales graves constituye una violación a la prohibición de torturas, tratos
crueles, inhumanos y degradantes, así como una vulneración a su derecho a la vida
privada.
23
Respecto de las causales referidas el proyecto exige el “diagnóstico escrito
de un(a) médico(a) cirujano(a) y con la ratificación de ese diagnóstico, dada por otro(a)
médico(a) cirujano(a), también en forma escrita y previa”.
No obstante, prevé que pueda prescindirse de la ratificación en caso de
requerirse una intervención médica inmediata e impostergable. Y se explicita que en caso
de embarazo ectópico baste el diagnóstico sin que se requiera la ratificación.
3. Violencia sexual. La violencia sexual es una de las más graves
manifestaciones del continuo de la violencia contra las mujeres que las afecta tanto en el
espacio público como privado. La necesidad de regular el aborto en caso de violencia
sexual deriva del reconocimiento de las mujeres y las niñas como sujetos de derechos,
particularmente la obligación que corresponde al Estado de Chile de respetar, garantizar,
proteger y promover el derecho a la vida, el derecho a la salud física y psíquica, el
derecho a la integridad personal y a no sufrir torturas, tratos crueles, inhumanos y
degradantes y el derecho de toda mujer a una vida libre de violencia, entre otros.
Criticó a continuación la limitación temporal de la interrupción del embarazo
resultado de violación a las primeras 12 semanas de gestación y, en caso de niñas
menores de 14 años, a 18 semanas.
En la legislación comparada el plazo de 12
semanas, e incluso otros más extensos, corresponde a la regulación legal de la
interrupción del embarazo a decisión de la mujer sin expresión de causa, es decir, a un
modelo de plazos, pero no de indicaciones como el que contempla el proyecto. Por tanto,
tratándose de un embarazo resultado de la violencia sexual no resulta acertada la
imposición de un límite temporal de 12 semanas de embarazo para la consecución de su
interrupción legal. Además de ampliar el referido plazo a fin de garantizar la protección
de las niñas y adolescentes frente a la violencia sexual, este debe hacerse extensivo
también a las niñas mayores de 14 y menores de 18 años.
En cuanto a la evaluación de la causal de violación por un equipo de salud,
resulta prioritario contar con una adecuada regulación de la causal de aborto por violencia
sexual que permita acceder a la interrupción del embarazo en forma oportuna y de modo
acorde a la dignidad de las personas. La opción de excluir cualquier exigencia vinculada
a la denuncia o participación en un proceso judicial es acertada por cuanto se orienta a
garantizar la primacía de los deberes médicos y la atención de la mujer, sin interferencias
en su vida privada ni exigencias adicionales que en nada se relacionan a la prestación de
salud que el proyecto regula. No obstante, tal como está formulada en el proyecto, la
intervención del referido equipo de salud resulta extremadamente discrecional sin que se
resguarde de modo adecuado y suficiente que la decisión de las mujeres y adolescentes
de interrumpir un embarazo resultado de la violencia sexual sea respetada.
Si bien corresponde –tal como el proyecto plantea– radicar en el equipo de
salud la atención de la mujer que decide abortar tras ser violada, sin requerir
intervenciones externas, deben contemplarse asimismo resguardos a que su voluntad sea
efectiva y oportunamente respetada y que en definitiva pueda acceder a la referida
intervención médica. Corresponde incorporar a la propuesta algún mecanismo que proteja
la decisión de la mujer ante la eventual negativa del equipo de salud o alguno de sus
integrantes, como mantener la posibilidad de denuncia policial y que ello faculte acceder a
la requerida atención médica ante la eventual negativa del equipo de salud. Además, cabe
resaltar que tratándose de niñas menores de 14 años, conforme a la edad legalmente
definida para el consentimiento sexual, toda relación sexual podría ser considerada
involuntaria por lo que no resulta necesario ni procedente exigir que se invoque alguna
clase de agresión sexual en particular para requerir la interrupción legal del embarazo.
24
A continuación se refirió a los profesionales habilitados/as a realizar la
interrupción del embarazo y explicó que de la regulación propuesta en el proyecto
gubernamental se desprende que únicamente profesionales médicos/as cirujanos/as se
encuentran habilitados para realizar la interrupción del embarazo en las tres causales que
se plantean. No obstante, en atención a la realidad sanitaria del país y la masiva atención
obstétrica brindada por otras/os profesionales como matronas/es y enfermeras/os en
numerosos establecimientos de salud, cabe considerar la necesidad de reformar el
Código Sanitario para habilitar a otros/as profesionales de la salud a la realización de
abortos, al menos dentro de las primeras semanas de gestación mediante fármacos u
otras técnicas que no implican intervención quirúrgica.
10.- Victoria Latorre, Presidenta de la Fundación Chile es Vida.
Sesión 46 (21.04.2015).
Se refirió en primer término a los fundamentos del proyecto, en éste se
explicita que los derechos de las mujeres están en el centro de la propuesta, su derecho a
la vida y a la integridad física y psíquica. Posteriormente y de manera textual, se afirma
“que la presentación del proyecto de ley tiene como fundamento el respeto por la vida…
por lo que resulta indispensable la protección de la vida de la mujer, así como la del que
está por nacer.”
Sin embargo, no se menciona más al que está por nacer o no nacido en
todo el proyecto de ley y se vuelve a aclarar que el proyecto pretende proteger a la mujer,
centrándose sólo en sus derechos. ¿Es posible que un proyecto de ley que tiene por
principio el respeto de la vida de la madre y del que está por nacer, sólo se focalice en la
mujer y en sus derechos? Si sólo se centra en los derechos de la mujer ¿No
correspondería más bien a los fundamentos de un proyecto de ley de aborto libre?
Cuando se considera a los dos, madre e hijo, la ecuación se complejiza, y la pregunta
también, ya que se hace cargo de los intereses de ambos y las circunstancias en que
éstos pueden entrar en conflicto, como son los casos de embarazo producto de una
violación, enfermedad grave del feto, riesgo de la vida de la madre, entre otros. Este
proyecto no se hace cargo del conflicto de intereses, sólo se centra en de la mujer,
simplificando la ecuación, pero paradojalmente se restringe y sólo lo hace para tres
circunstancias específicas, que como veremos más adelante podrían no justificarse desde
el contexto que lo sustenta.
En otras palabras, a la redacción del proyecto subyace una noción de
dignidad y derecho del que no todos los seres humanos participaríamos. No otorgaría, en
algunas circunstancias, por lo tanto en todas, al que está por nacer un estatuto igual al de
la mujer. De esta forma el derecho a la vida del que está por nacer se supedita al derecho
a elegir y a la autonomía de la mujer embarazada. No habría conflicto de intereses, ya
que habría un sólo sujeto de derecho; la madre. Y digo que se extiende a todas las
circunstancias, ya que no se sostiene que bajo algunas condiciones el valor de la vida del
ser humano sea uno y en otras otro.
La protección que se pretende otorgar a la mujer, abogando por su derecho
a la autonomía y la libertad de la forma en que se hace en el proyecto, finalmente podría
dejar a la mujer en una situación de mayor vulnerabilidad. En ella recae toda la
responsabilidad sobre la decisión que se tome. De acuerdo a la sugerencia de redacción
del código sanitario es ella y sólo ella quien decide si continuar o no con su embarazo. No
se considera la posibilidad de integrar a otro, un familiar, pareja, alguien, que comparta
con ella la decisión. Sin ser la intención, se le deja sola una vez más.
25
Por otra parte, la perspectiva de derecho y género focalizada sólo en la
mujer deriva en reduccionismos que explican que se pueda contraponer la realidad de la
mujer y del feto de la manera en la que se hace, dejando entrever atisbos de negación de
la realidad compleja, corpórea y emocional propia del fenómeno de la maternidad, el que
no se incorpora de ninguna forma en la propuesta. Finalmente es este fenómeno el que
integra las dos realidades en una, y hace muy difícil la contraposición tan radical que sólo
se puede realizar desde una postura analítica con tendencia a la ideologización. Desde
ese lugar se explica también que se puedan atribuir en el proyecto la facultad de hablar
por “la mujer” con mayúscula, siendo que no necesariamente la representan. Pueden
estar representando y hablando por un grupo de mujeres, mayoritario o no, pero sólo por
un grupo.
En este sentido, me uno a la línea de pensamiento y al sentir de miles de
mujeres en Chile y de millones en el mundo, que no comparte y no quiere que en virtud de
la defensa de sus derechos y de su protección se vulnere el derecho a la vida del que
está por nacer. Esta no es una lucha más por la igualdad, no es una lucha más por la
inclusión laboral y política o por el logro del respeto de nuestra autonomía y libertad que
nos permita despojarnos de los roles atribuidos históricamente. Esto nos trasciende, hay
un otro comprometido que también merece protección y cuidado. La perspectiva de
género puede y debe estar representada dentro de las visiones que participen de un
proyecto de ley de esta naturaleza, pero no ser necesariamente la protagonista.
Por último, llama la atención que en el capítulo de los fundamentos se
ponga énfasis en las recomendaciones de las Naciones Unidas en relación a la
despenalización o legalización del aborto, siendo que éstas no son vinculantes. Quizás
podrían considerarse en el capítulo de antecedentes. Ahora bien, ¿Por qué se consideran
estas recomendaciones y no otras que se postulan también con el fin de garantizar una
atención de salud digna a la mujer embarazada? Entre ellas, destaca la importancia de
que el Estado ofrezca las facilidades para acceder a centros de salud que otorguen una
atención de calidad y oportuna. Sin duda, esta es una condición que hay que revisar en
nuestro país. Hay muchos lugares como Juan Fernández en los que no se puede atender
un parto y las mujeres se ven obligadas a viajar, poniéndolas a ellas y a sus hijos en
riesgo innecesario. Mejorar esta situación, podría efectivamente disminuir aún más las
cifras de mortalidad materna en nuestro país, pero sobre todo respetar la dignidad de la
mujer embarazada y su hijo/a.
En relación a la pertinencia o atingencia del proyecto, al leerlo, podríamos
pensar que hay una problemática de salud pública, puesto que se estarían muriendo
madres por falta de atención oportuna derivada de cierta coerción que ejerce sobre los
médicos la penalización del aborto, que habrían muchas mujeres en la cárcel por haber
incurrido en un aborto provocado, que un importante porcentaje de mujeres que abortan
en nuestro país lo hacen por un diagnóstico de inviabilidad fetal o para terminar con un
embarazo que ha sido producto de una violación.
Sin embargo, y esto queda claro en el mismo proyecto tenemos la
mortalidad materna más baja de América después de Canadá, es decir, tenemos una
mortalidad inferior a la de países que han legalizado el aborto, lo que indica que no
necesariamente la despenalización del aborto o legalización de ésta disminuya las
muertes maternas por complicaciones derivadas del embarazo, parto y puerperio
(hemorragias, eclampsia entre otros) Por otra parte, hay médicos que han explicado que
su praxis no se ve coaccionada por la penalización del aborto, que en caso de riesgo de la
vida inminente de la madre intervienen y que si producto de esa intervención muere el feto
se entiende como efecto evidentemente indeseado y propio de la naturaleza más débil de
26
éste. En este sentido, al parecer, no podría justificarse la causal de riesgo de la vida de la
madre., como tampoco se podía justificar en 1989 una ley de aborto terapéutico, dado que
ya en esos años los médicos estaban solucionando desde la ética y praxis propia de la
medicina estos casos. Tan claro es que incluso después de la derogación de la ley siguen
disminuyendo las muertes maternas. No se trata de ideologías políticas, se trata de
evidencia empírica.
Respecto de los casos de embarazos en los que se diagnostica inviabilidad
fetal o que son producto de una violación, no queda claro en el proyecto, pero se deduce
que desde el punto de vista estadístico no son significativos, representando incluso
menos del 0,5% de los nacidos vivos por año, considerando las cifras de diagnóstico de
inviabilidad fetal y de posibles embarazos productos de violación, de acuerdo a las
denuncias realizadas anualmente. Esto indicaría que tampoco estamos frente a una
problemática de tal magnitud que justifique la propuesta en cuestión, desde la perspectiva
de estas dos causales.
Ahora bien, destacó que se debe entender que no sólo es un problema de
números o estadísticas, pero por lo menos, si se justificara una problemática de salud
pública o social en torno a las tres causales en las que se despenalizaría el aborto, se
podría comprender, al menos, desde el punto de vista de la pertinencia, la presentación
del presente proyecto de ley.
De esta forma, la pertinencia no queda clara. Estaríamos despenalizando el
aborto en casos excepcionales, sin otorgar necesariamente la opción de una solución
para la mujer, ya que no sabemos si el aborto se perfila como una solución real para ella
sin consecuencias negativas. En esta materia ha habido resistencia a investigar, a pesar
de la experiencia que miles de mujeres en el mundo han querido compartir, referidas a las
secuelas que ha tenido el aborto para ellas y en las que se destacan elementos comunes.
Sin esta información el proceso de discernimiento de la mujer en conflicto con su
embarazo no se da en las condiciones óptimas para tomar una decisión.
Explicó que quienes han trabajado con mujeres en conflicto con su
embarazo, saben que el dolor de ésta no se puede tipificar, seleccionando las dos o tres
situaciones que merecen consideración especial. Hay situaciones distintas de la violación
o la inviabilidad fetal que permiten la confluencia de múltiples factores que dejan a la
mujer embarazada en una condición de vulneración que afecta su dignidad. El presente
proyecto no contempla todas estas otras situaciones más recurrentes y que muchas
veces se asocian a condiciones de pobreza. Si esta mujer aborta ¿tendrá una
consideración distinta? Necesitamos leyes que busquen solucionar las causas de la
problemática del aborto y no legislaciones que dejen la sensación de que por lo menos
algo se está haciendo por la mujer, como por ejemplo despenalizar el aborto en algunas
causales. La verdad es que no hay ninguna mujer, ni médico en la cárcel actualmente.
Parece ser que la aplicación de la ley en nuestro país en esta materia está siendo
prudente, considerando las atenuantes propias de situaciones de tremendo dolor y sin
perder de vista que en el aborto no sólo participa la mujer. Siendo mujer, me afecta y me
siento interpelada por la penalización que recae, en una mayoría, sobre nosotras, pero
entiendo que con la despenalización que propone este proyecto se dejan de considerar
como delitos las muertes de seres humanos inocentes, disponiendo de sus vidas sin
ninguna consecuencia.
Antes de terminar quisiera manifestar algunas aprensiones sobre
elementos del proyecto que se ha sometido a discusión:
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1.- Como ya mencioné anteriormente, la protección que se pretende otorgar
a la mujer, abogando por su derecho a la autonomía y la libertad de la forma en que se
hace en el proyecto, finalmente podría dejar a la mujer en una situación de mayor
vulnerabilidad.
2.- El tratamiento de los conceptos de riesgo de la vida y riesgo de la salud,
se realiza como si entre ellos no existiera una diferencia abismante. Lo mismo ocurre con
los conceptos de riesgo presente y futuro.
3.- No se especifica ningún criterio de inclusión o exclusión para identificar
a las mujeres embarazadas producto de una violación, como por ejemplo la denuncia en
un tiempo definido, lo que podría favorecer la práctica del aborto libre
4.- Si no se exige la denuncia podría ocurrir que se practiquen abortos que
teniendo como causal el embarazo por violación no haya imputado. ¿Qué ocurre ahí con
la confidencialidad médica? Por otra parte si se exige la denuncia, se podría cometer una
injusticia con mujeres que por temor o por su misma situación vulnerable no haya podido
hacerlo. ¿Cómo se solucionaría esto?
5.- No se pone plazo para el aborto en caso de inviabilidad fetal y sabemos
que los diagnósticos son más bien tardíos. ¿No se estaría despenalizando sin plazos,
como se hace en muchos países en que las restricciones son mínimas?
En conclusión, nos oponemos al presente proyecto de ley, por las dudas
que suscita a partir de sus fundamentos, que no se condicen con una propuesta de aborto
restrictiva, sino más bien con una de aborto sin restricciones, apelando sólo al respeto de
la libertad de la mujer, como ya se ha hecho en una gran cantidad de países.
11.- Presidenta de Articulación Feminista por la Libertad de Decidir, señora Maria
Isabel Matamala Vivaldi.
Sesión 47 (4.05.2015)
Señaló que los derechos sexuales y reproductivos son resultado de la
actualización permanente de los derechos humanos y están reconocidos en múltiples
instrumentos de derechos humanos.
De acuerdo al Programa de Acción Cairo de 1994, los derechos
reproductivos se basan en los siguientes principios: integridad corporal, igualdad entre
mujeres y hombres sin discriminación sexual y reproductiva, y autonomía
o
autodeterminación.
Explicó que en sentencia de la Corte Interamericana de Derechos
Humanos sobre la demanda de Artavia Murillo y otros contra Costa Rica (noviembre de
2012), se reconoce jurídicamente por primera vez en América Latina que los derechos
reproductivos son derechos humanos y señala que la protección al que está por nacer no
es absoluta sino gradual, incremental (sujeto pleno de derechos al nacer)
A continuación manifestó la postura de la organización que representa en
relación al proyecto de ley, reconociendo que en el ámbito sanitario se recupera aspectos
de ética médica: tratamiento adecuado en forma oportuna, restablecer posibilidad de
comunicación humana, acogedora entre médicas y mujeres y preeminencia de la
confidencialidad médico-paciente.
28
Las tres causales representan situaciones límite de salud cuya resolución
jurídica sin objeción debiera tener lugar en el terreno sanitario amparadas en el derecho a
la salud y en el principio de beneficencia.
Sin embargo el proyecto no asegura la realización efectiva de la voluntad
de las mujeres porque interpone la decisión médica y/ jurídica (poder) para dar estatus de
validez al deseo de éstas. En consecuencia, no garantiza el ejercicio pleno de los
derechos sexuales y reproductivos (universales, interdependientes e indivisibles)
En base a datos obtenidos por los profesores Mauro Parra y Pamela
Eguiguren, ambos de la Universidad de Chile se puede concluir que la mayoría (97%) de
las 70.000 a 150.000 mujeres que por múltiples motivos se practican un aborto quedan al
margen de la ley, sin protección y sin ejercer sus derechos.
Manifestó que se apoya el proyecto de ley, pero se postula legalizar el
aborto en toda circunstancia bajo la forma de sistema de plazos. Debe existir un marco
jurídico que incluya/garantice: los derechos sexuales y reproductivos, voluntad política
garantizar igualdad de derechos entre hombres y mujeres, acceso a información,
conocimientos y servicios, decisiones sexuales y reproductivas informadas y libres
Chile debe contar además con políticas públicas con enfoque de género, en
corriente principal, servicios estatales que aseguren y aborto seguro y gratuito.
12 Elizabeth Bunster, asistente social, cofundadora y directora de Proyecto
Esperanza.
Sesión 47 (4.05.2015)
Indicó que ésta tiene por objetivo realizar acompañamientos a mujeres y
varones que han sufrido la difícil experiencia de un aborto, especialmente provocado
como intervención para superar el duelo por la muerte de un hijo antes de nacer.
El Proyecto Esperanza con un equipo de profesionales, tiene una
experiencia de más de 15 años, nace en la comuna de la Florida, en Santiago y se ha
extendido a otras ciudades de Chile y desde hace 10 años se ha extendido a 12 otros
países de América Latina.
Explicó que su presentación busca representar especialmente a las
segundas víctimas del aborto, una realidad que se oculta, el sufrimiento de las secuelas
post aborto, que han escuchado de las mujeres que han atendido y hablan de su profundo
dolor, que viven en absoluta soledad y nos dicen: primera vez que hablo con alguien de
este dolor y reclaman “por qué nadie me dijo antes lo que me pasaría, que sentiría este
gran vacío y dolor” o después de una exposición de presentación de estos efectos o
secuelas post aborto, señalando la pérdida del sentido de la vida, pesadillas, daño en la
autoestima, remordimiento, culpa, ideas suicidas, una mujer se acerca y me dice
asomándose las lágrimas a sus ojos: no imaginé que alguien supiera lo que a mí me
pasaba, porque todo eso lo sufro constantemente y yo pensé que me estaba volviendo
loca, y lo vivo hace más de 25 años.
Esa es la preocupación de la Corporación que incluye a mujeres que sufren
incluso en situaciones a las que hace referencia el proyecto de ley de despenalización del
aborto en los tres casos analizados; de riesgo de vida de la mujer, embarazo por violación
e inviabilidad fetal, porque al ofrecer el aborto como solución, nuestra experiencia nos
dice que implica enfrentarlas a un hecho traumático que afecta a un importante porcentaje
de mujeres, que acogemos y las encontramos devastadas y profundamente afectadas,
29
queriendo deshacer el tiempo y no haber abortado, con mucho enojo y resentimiento con
todos aquellos que la llevaron a abortar o guardaron silencio frente a esta aparente
decisión que en su interior no querían. Este daño ha sido corroborado por especialistas,
psicólogos y psiquiatras a nivel internacional.
Una mujer con un embarazo en dificultades, tanto en casos que contempla
el proyecto de ley y también con otras problemáticas, enfrenta una situación de crisis, con
angustia, será proclive a querer abortar, según estudios del reconocido médico
canadiense Philip Ney, en un gran porcentaje cuando la misma mujer ha sufrido abusos,
violencia o negligencia en su infancia y no ha recibido tratamiento para su reparación,
con ello estará más propensa a deshumanizar a su hijo abortándolo. Este doctor
descubrió que existe una conexión entre abuso, negligencia y aborto. El Estado tiene una
doble responsabilidad frente a una mujer herida y angustiada por la situación actual y por
los efectos que también ello traerá como repercusión para sus otros hijos. La mujer tendrá
dificultades para vincularse con sus hijos y estará más limitada en detectar sus
necesidades exponiéndolos en algunos casos a situaciones de maltrato como efecto del
aborto.
Es necesario comprender que entre la mujer y su hijo hay un vínculo, una
conexión muy profunda, un lazo emocional muy íntimo. Este vínculo está formado por dos
partes inseparables: el vínculo biológico y el vínculo emocional. Los cambios biológicos y
hormonales van transformando el cuerpo de la madre, cambiándolo radicalmente para
anidar, alimentar, oxigenar a través de la placenta y el cordón umbilical y finalmente hacer
nacer al niño.
El vínculo emocional llega a ser más profundo que su faceta biológica. Una
vez corroborado el embarazo, toda la psiquis y las emociones de la mujer se ponen en
movimiento: las alegrías, incertidumbres, proyecciones, sueños, miedos. Y en los casos
de un embarazo inesperado, aparecen en forma incrementada sentimientos negativos,
tales como angustias, rechazo, culpa, soledad, impotencia. Igual aquí existe un vínculo,
una relación, la mujer proyecta cosas en ese niño, se imagina el futuro inmediato y no
tanto; no puede permanecer indiferente, porque toda su vida cambia con esta nueva
realidad. Está distinta, como sucede cuando alguien se vincula con otro alguien. Entonces
le atribuye un lugar y pasa a ser un referente aunque a la vez lo rechace, su mente, sus
emociones y sus afectos se mueven por el embarazo. Independientemente de los deseos
de la madre para con el embarazo, este vínculo físico y emocional existen. Lo interesante
es la existencia del vínculo emocional, que permanece aun cuando ese niño es rechazado
y aun cuando racionalmente la mujer no se da cuenta o no acepte la existencia de ese
vínculo.
Concluyó al señalar que el aborto es un acto de violencia que rompe todos
los derechos esenciales de la mujer, es destruida interiormente, herida como mujer y
madre, es abandonada, dejada vulnerable y triste. Una ley que despenaliza en cualquier
caso el aborto no es una ayuda, nunca la muerte es solución, al contrario, el silencio
frente a la angustia de la mujer con un embarazo difícil. Es mantener un silencio cómplice
que provoca una discriminación, que atenta contra el derecho a la vida y la dignidad de la
mujer, pues este dolor provoca síntomas de un estrés post traumático que afecta el
sentido de su vida y altera los vínculos con quienes la rodean.
30
13.- Director Ejecutivo ONG Comunidad y Justicia, Ruggero Cozzi.
Sesión 47 (4.05.2015)
Explicó que se referiría a cuatro aspectos de la discusión: a) En primer
lugar, a la realidad social y penal del aborto en Chile;
b) En segundo lugar, al análisis
de las tres causales que el proyecto propone despenalizar;
c) En tercer lugar, a lo
que dispone el Derecho Internacional y Regional de los Derechos Humanos en esta
materia; y
d) Por último, la impunidad que generará el proyecto en análisis.
Realidad del aborto en Chile. - Realidad social del aborto: coerción a
abortar y violencia contra la mujer ¿por qué abortan las chilenas?
Una reciente investigación del Instituto MELISA analizó el caso de 3.134
mujeres con embarazos no planificados. Ellas fueron divididas en dos grupos con
diferentes patrones de riesgo y vulnerabilidad, según si: (i) manifestaban explícitamente
su decisión de terminar con el embarazo (n = 486 en grupo de alto riesgo); o (ii) no
manifestaban verbalmente su intención (n = 2.648 en grupo de riesgo leve a moderado).
El estudio distinguió diferentes factores de vulnerabilidad del embarazo en ambos grupos
de riesgo, los que podrían incidir en la decisión de abortar. De las conclusiones a las que
llegó este estudio, las situaciones de vulnerabilidad raíz o causal del aborto en Chile
pueden clasificarse en: (i) factores psicosociales, como abandono de la pareja, la
coerción, violencia, expectativas de vida, expulsión del hogar, entre otros; y (ii) factores de
vulnerabilidad propios del embarazo, como el riesgo vital de la madre o malformaciones
congénitas letales del feto, entre otros.
Revisados los factores causantes del aborto en Chile, sorprende
negativamente que más de un 65% de las mujeres con alto riesgo de aborto sufre
coerción para abortar: ya sea directamente, si proviene de la pareja o padres (44,4%); o
indirectamente, si la coerción es fruto del temor a la reacción de su pareja o padres
(20,4%), o del abandono de la pareja y familia (1,9%). El proyecto de ley en comento no
colabora en superar esta cruda realidad.
- Mal uso de Misoprostol para fines abortivos ¿cómo abortan las chilenas?
El Misoprostol es un medicamento utilizado para la prevención y
tratamiento de las úlceras gástricas. En Chile, ese es el único uso sanitario autorizado del
medicamento. Pero en combinación con otros fármacos, o por sí solo, el Misoprostol está
actualmente siendo utilizado clandestinamente en Chile para causar abortos. Frente a
dicha realidad, el Instituto de Salud Pública de Chile (ISP), el año 2000, emitió una
resolución sanitaria que declara que “existen antecedentes de mal uso y un riesgo
considerable de muerte fetal y maternal al usar el Misoprostol en indicaciones no
autorizadas”; considerando lo anterior, el ISP sólo permite la venta al público de
Misoprostol bajo receta médica retenida, y además, dispone que en los envases o
rotulados del medicamento deberá utilizarse siempre la siguiente advertencia: “Se han
reportado efectos adversos serios, que incluyen perforación del útero, hiperestimulación
uterina, hemorragia vaginal severa, muerte maternal y/o fetal al usar este producto como
inductor del parto o abortivo (Med Watch, FDA, Agosto 2000)” .
El uso ilegal y clandestino de Misoprostol con fines abortivos en Chile es
causante de serios problemas para la salud pública femenina. De los casos de aborto
consentido que llegaron a sentencia definitiva (2003 – 2014), en la Región Metropolitana
se registraron 11 casos, del total de 18 sentencias, donde las madres abortaron con el
medicamento Misoprostol. En 6 ocasiones (55%) se constató que las mujeres sufrieron
graves complicaciones a su salud, debiendo ser llevadas de urgencia a un hospital. En el
resto del país se encontraron 23 sentencias de aborto consentido realizados con
31
Misoprostol. De éstos, 17 casos (74%) culminaron con serias complicaciones médicas por
el mal uso del medicamento . En suma, casi el 50% de los casos de aborto judicializados,
fueron por mal uso de Misoprostol. Del total de casos de aborto consentido con uso de
Misoprostol que han llegado a la justicia, el 68% terminó con graves secuelas para la
salud individual de la embarazada.
- Realidad penal. Cifras de penalización del aborto (2003 – 2014) ¿cuántas
mujeres van a la cárcel y por qué?
El Estado de Chile se encuentra obligado constitucional e
internacionalmente a proteger la vida del que está por nacer. Como consecuencia de
dicha protección, el Código Penal chileno sanciona a la mujer que causare su aborto o
consintiere que otra persona se lo cause (art. 344), y sanciona también al tercero (art. 342
N° 3) o al facultativo (art. 345) que maliciosamente causen un aborto. Para conocer la
realidad criminal del aborto en Chile se solicitó por vía de transparencia al Poder Judicial
el registro de las sentencias absolutorias y condenatorias distadas en la Región
Metropolitana y en Regiones desde la implementación de la Reforma Procesal Penal
hasta la fecha (2003-2014). De un total de 150 sentencias revisadas, hay un total de 70
condenatorias y 2 absolutorias. Esto demuestra que las mujeres que se practican un
aborto inducido casi nunca son formalizadas y cuando existe formalización y posterior
acusación, las mujeres que abortan no son condenadas a penas efectivas (96,4%)
Causales de despenalización que regula el proyecto.
- Aborto por peligro para la vida de la mujer embarazada: una discusión
artificial.
En Chile no están prohibidos ni penalizados los tratamientos terapéuticos
para salvar la vida de la madre. La legislación chilena permite a los médicos intervenir
cuando existe riesgo para la vida de la madre embarazada aunque ello tenga como
consecuencia indirecta la muerte del feto. Chile forma parte del grupo de 66 países en el
mundo que prohíben, en general, el aborto, pero que permiten la intervención médica para
salvar la vida de la madre.
El Presidente de la instancia asesora en materias éticas del Colegio Médico
de Chile, el doctor Julio Montt, confirma que "en Chile desde hace muchos años los
médicos realizan abortos terapéuticos cuando está en peligro la vida de la madre, lo que
nunca ha sido sancionado ni tampoco ha generado demandas. Esto está dentro de la
tarea del facultativo".
Las cifras del Poder Judicial sobre sentencias de abortos cometidos por
facultativos (2003–2014), confirman lo anterior. En la Región Metropolitana, se han
dictado solamente 4 sentencias definitivas en relación al delito de aborto cometido por
facultativo, todas ellas condenatorias; sin embargo, en ningún caso las mujeres sometidas
a los procedimientos abortivos estaban en peligro de muerte. Los facultativos imputados
fueron condenados por cometer maliciosamente el delito de aborto, abusando de su oficio
médico.
- Aborto cuando el embrión o feto padezca una alteración estructural
congénita o genética incompatible con la vida extrauterina: una discriminación contra los
discapacitados.
No existe un diagnóstico médico certero acerca de la supuesta inviabilidad.
No hay equipo médico que sea capaz de diagnosticar que la alteración estructural
congénita o genética que sufre el que está por nacer, efectiva e insoslayablemente, sea
incompatible con la vida extrauterina.
32
Si el diagnóstico médico siempre es incierto, o al menos se asume como
incierto, uno de los posibles motivos es la discapacidad. La sola probabilidad de que el
niño nazca con una discapacidad lleva a muchas mujeres a plantearse el aborto. La
Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con
Discapacidad, promulgada y publicada en Chile por el Decreto Supremo N° 201 de 2008,
dispone que: “Las personas con discapacidad incluyen a aquellas que tengan deficiencias
físicas, mentales, intelectuales o sensoriales a largo plazo que, al interactuar con diversas
barreras, puedan impedir su participación plena y efectiva en la sociedad, en igualdad de
condiciones con las demás”. Considerando lo dispuesto por la Convención sobre los
Derechos de las Personas con Discapacidad, el embrión o feto que padece una alteración
estructural congénita o genética incompatible con la vida extrauterina, es una persona con
discapacidad. Restringir o impedir el ejercicio del derecho a la vida del niño discapacitado
que está por nacer, no sólo vulnera la protección constitucional del derecho a la vida sino
que constituye al mismo tiempo una discriminación arbitraria motivada en la sola
condición de discapacidad.
- Aborto en caso de embarazo producto de una violación: una figura
amplísima que establece una discriminación contra el hijo motivada en una circunstancia
que afecta a sus progenitores.
La violación se puede interpretar de dos maneras. La primera, en un
sentido restringido, sería entender por violación solamente los casos donde exista una
sentencia penal condenatoria por el delito del artículo 361 del Código Penal. La segunda
interpretación es considerar violación cualquier relación sexual no consentida, como lo
hace en general el derecho penal. La falta de consentimiento puede ocurrir de varias
formas: por el uso de fuerza o intimidación, por la privación de sentido de la mujer, o
aprovechando la enajenación o trastorno mental de la víctima (art. 361 del Código Penal).
El proyecto de ley en análisis permite abortar cuando el embarazo sea fruto
de una violación sin distinciones. La norma propuesta, según lo expuesto, es amplísima.
De acuerdo al proyecto en análisis “un equipo de salud, especialmente conformado para
estos efectos, evaluará e informará la concurrencia de los hechos que la constituyen”.
Cualquier profesional de la salud –no necesariamente un médico- podrá evaluar e
informar que, por ejemplo, la mujer se encontraba en estado de ebriedad al momento de
tener relaciones sexuales sin usar anticonceptivos: en casos como ese, si existe
embarazo, se permitiría abortar. Por lo demás, como recientemente informó la Corte
Suprema en relación a este proyecto de ley, las violaciones generalmente ocurren en
contextos intrafamiliares (ej. pareja de la víctima, pareja de la madre de la niña violada,
tíos, vecinos, etc), por lo que la causal de aborto propuesta fácilmente puede prestarse
para abusos, sin perjuicio de la impunidad que provocará eliminar la obligación legal de
denuncia.
Los casos de embarazo producto de una sola relación sexual son, de todos
modos, estadísticamente inexistentes, como el mismo proyecto de ley en comento señala.
Lo cual demuestra que el proyecto de ley no tendrá la relevancia que se pretende.
No hay duda de que la violación es el delito más grave que puede sufrir una
mujer, luego del homicidio. Pero si la violación es un acto injusto contra una mujer
inocente, el aborto también es un acto injusto, pero contra un niño inocente. El efecto que
tendría la aprobación del proyecto en cuestión, sería dejar indefenso al que nada tuvo que
ver con la relación sexual no consentida que origina el embarazo. Esto es inadmisible en
los términos de la Convención de los Derechos del Niño, la que en su artículo 2.2 ordena
33
a los Estados garantizar que no exista discriminación contra los niños por causa de la
condición de sus padres.
Derecho Internacional sobre Derechos Humanos y el supuesto derecho al
aborto.
El proyecto de ley en análisis intenta justificar su postura citando
recomendaciones de los comités de los tratados internacionales y de organismos de las
Naciones Unidas. Sobre esto, es necesario hacer varios comentarios. En primera lugar,
que estas recomendaciones no constituyen, en ningún caso, fuentes de derecho, ni
generan obligación alguna para nuestro Estado conforme al artículo 5 de la Constitución.
En segundo lugar, según el principio de igualdad soberana de la Carta de las Naciones
Unidas, ningún organismo internacional puede presionar a un Estados a reformar su
derecho interno según una pretendida “reinterpretación” de los Tratados de Derechos
Humanos vigentes. En tercer lugar, y en cualquier evento, existen instancias
internacionales, como las Conferencias de El Cairo (1994) y Beijing (1995) que en el
sentido opuesto han recomendado la protección de la vida y la maternidad y condenado el
aborto.
En cambio, los tratados internacionales de derechos humanos actualmente
vigentes reconocen y protegen, en forma sistemática y coherente, el derecho a la vida del
que está por nacer. La Declaración Universal de Derechos Humanos dispone que “todo
individuo tiene derecho a la vida” (art. 3) y agrega que “todo ser humano tiene derecho, en
todas partes, al reconocimiento de su personalidad” (art. 6). El Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos con la finalidad específica de proteger la vida del que está por
nacer, prohíbe aplicar la pena de muerte a mujeres en “estado de gravitez” (art. 6.5). Por
su lado, la Convención Internacional de los Derechos del Niño, en el Preámbulo, dispone
que “el niño (…) necesita protección y cuidados especiales, incluso la debida protección
legal, tanto antes como después del nacimiento”; luego dispone que “niño es todo ser
humano menor de dieciocho años de edad” (art. 1) y que “todo niño tiene derecho
intrínseco a la vida” (art. 6.1). Por su parte, la Convención sobre la Eliminación de todas
las Formas de Discriminación Contra la Mujer protege la maternidad antes y durante el
embarazo (Preámbulo, artículo 11° N° 2 letra a y artículo 12° N° 2). Finalmente, la
Convención Americana de Derechos Humanos dispone que “para los efectos de esta
Convención, persona es todo ser humano” (art. 1.2) y reconoce que “toda persona tiene
derecho a que se respete su vida”; este derecho “estará protegido por la ley, y en general,
a partir del momento de la concepción” (art. 4.1).
Impunidad: los verdaderos beneficiados por este proyecto.
El proyecto de ley en comento propone la modificación del artículo 175 del
Código Procesal Penal, que exige la denuncia obligatoria del médico Como informó
recientemente la Corte Suprema, la reforma de este artículo generará un espacio de
impunidad para el violador, pudiendo darse el caso que “el propio violador, en su calidad
de padre de la niña, entregue su autorización para la interrupción del embarazo, sin que
se genere la investigación penal del caso . Sin embargo, la impunidad que el informe de la
Corte Suprema advierte, puede no sólo beneficiar al violador, sino a todos los terceros,
llegando incluso a favorecer el “mercado clandestino del aborto”, sobre todo a los
comerciantes ilegales de Misoprostol.
Por otra parte, como se ha advertido en esta comisión, eliminar la
obligación de denunciar, tendrá como consecuencia la legalización o despenalización del
aborto sin restricción, pues la propuesta no limita la derogación del deber de
confidencialidad a las tres causales que justificarían la despenalización de la interrupción
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del embarazo; al contrario, no propone límite alguno. En efecto, si una mujer se realiza un
aborto por algún motivo que no sea ninguno de los expresado en las tres causales que
regula el proyecto, el médico que la atendió igualmente no podrá denunciarla, lo que en la
práctica se traduciría en la despenalización del aborto libre, pues si no hay denuncia,
tampoco hay investigación, y menos condena.
Eliminar la obligación legal de denuncia significaría que prácticamente en la
totalidad de los casos de aborto, los terceros involucrados (ej. violador, vendedor ilegal de
Misoprostol, médico que abusando de su profesión tiene una clínica abortiva, etc) queden
en la impunidad sin que lleguen a ser investigados.
14.- Agrupación Movimiento Historias de Vida, señora Soledad Lizama.
Sesión 59 (13.07.2015)
En representación de esta agrupación entrega su testimonio la señora
Soledad Lizama, quien relata que su caso puede comprenderse en aquellos a que hace
alusión el proyecto, ya que fue víctima de violación desde los 8 años de edad, quedando
embarazada a los 13 años. En ese contexto fue enviada a un hogar que recibía jóvenes
embarazadas, y ella continuó con su embarazo gracias al apoyo que dicho hogar y todo
su personal le brindaron.
Continua su relato señalando que para ella fue un golpe duro convertirse en
madre, pero jamás pensó en abortar, ya que a su juicio su bebe era tan víctima como ella,
y él era su razón para luchar y convertirse en una mejor persona. Haber abortado habría
sido convertirse en lo mismo que su agresor.
En estas circunstancias la gente estigmatiza, y por eso es tan importante el
apoyo que uno pueda recibir para entender que es algo con lo que se puede seguir
adelante, ya que no somos nadie para quitarle la vida a otra persona.
Finaliza su testimonio señalando que, a su juicio, el aborto no puede ser
una solución, lo que debe hacerse es darle a esa madre todo el apoyo y cariño que
necesita.
15.- Asociación Chilena de Protección de la Familia, APROFA, señora Débora Solis.
Sesión 59 (13.07.2015)
La invitada expone que la asociación que representa, que es una
corporación de derecho privado sin fines de lucro fundada en 1965, tiene una larga
trayectoria de 50 años de trabajo, y que sus principales líneas de acción son en materia
de salud y educación, especializándose en derechos sexuales y reproductivos, facilitando
a la gente acceso a servicios de alta calidad.
A propósito del trabajo cotidiano de la organización que representa, resalta
que ellos han colocado el énfasis en dos aspectos. El primero de ellos, en el ámbito de la
educación, y específicamente la educación sexual en los establecimientos educativos,
inaugurándose durante todo el presente año módulos de conversación sobre este
proyecto de ley con docentes, familias y estudiantes, para saber qué opina la ciudadanía
respecto de esta iniciativa, y es en este ejercicio donde se han podido percatar que la
ciudadanía entiende bastante bien que este proyecto de ley viene a garantizar la
posibilidad de que las personas decidan, y no vienen a imponer nada. Agrega que los
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docentes apoyan la ley y ellos están en conocimiento de distintas realidades en distintos
niveles educativos y de distintos niveles socio - económicos.
Por otra parte, en el ámbito de la salud, la expositora comenta que
APROFA trabaja con cuatro centros que generan espacios de atención con altos
estándares de calidad para adolescentes menores de 17 años, con el fin de acompañarlos
en la toma de decisiones en relación a sus derechos sexuales o reproductivos, proveer de
recursos e insumos anticonceptivos cuando lo requieran y general proveerlos de
consejería psicológica cuando lo necesitan. Sus centros de atención están repletos, no
solo por ser gratuitos, sino porque garantiza espacios amigables para trabajo con
adolescentes.
Finaliza señalando que como Estado no hemos sido capaces de garantizar
educación sexual a todos y todas, para que elijan con responsabilidad la forma de
desarrollar su vida sexual, y manifiesta su respaldo a la aprobación del proyecto de ley
respecto del cual se debate.
Respecto de estas exposiciones, la diputada señora Karol Cariola
felicita la valentía de Soledad Lizama por la opción que tomó, pero señala que así como
ella hay mujeres que toman otra opción, que tienen otras visiones y creencias y que
enfrentan de manera distinta algunas situaciones tan traumáticas como una violación, y
debemos respetarlas. Estamos en un país laico, pluralista, y en ese contexto lo que hace
este proyecto de ley es entregar a la mujer una opción y no imponerle una visión. Hoy el
Estado obliga a la mujer a continuar con un embarazo que ella no desea, y eso también
es una tortura psicológica.
Por otra parte, consulta a don Ricardo Rodríguez, representante de
JUCUM, su opinión respecto de los resultados de la encuesta CADEM dada a conocer el
día de hoy en relación con el tema de la objeción de conciencia, ya que algunas
instituciones religiosas han manifestado que en ningún caso aplicarán una ley como ésta,
configurándose de esa manera una especie de objeción de conciencia institucional, y no
individual.
La diputada señora Marcela Hernando hace referencia a que en el
documento que don Ricardo Rodríguez, representante de JUCUM, dejó a disposición de
la comisión, éste menciona que el proyecto de ley en comento abriría una puerta a la
eugenesia, pero aquello no es así, ya que los miembros de la comisión han sido tajantes
en afirmar que ninguno de ellos está a favor de la eugenesia, y por tanto legislarán
conforme a dicha convicción.
A su turno, la diputada señora Claudia Nogueira también agradece el
testimonio de la señora Soledad Lizama, pidiéndole que se explaye en la ayuda que
recibió de parte de la entidad que la acogió, ya que este tema tan relevante del
acompañamiento no está presente en este proyecto de ley. Consulta además a la
representante de APROFA si ellos están a favor del aborto libre, y si para ellos el aborto
sería parte de la prevención como método de planificación familiar.
El diputado señor Nicolás Monckeberg insiste en esta última pregunta
para APROFA, ya que según información disponible en la página web de la asociación, sí
serían partidarios del aborto libre.
Respondiendo las consultas y comentarios de los distintos señores
diputados, la señora Soledad Lizama reitera que tuvo el apoyo, amor y contención de un
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hogar que la acogió. Y manifiesta que quizá sería bueno que se modificaran las leyes de
adopción, de tal manera de acelerar dicho proceso.
A su turno, la representante de APROFA señala que la suya es una
institución que contempla entre sus principales líneas de trabajo la prevención del
embarazo adolescente. Agrega que trabajan con métodos anticonceptivos de la más alta
valoración técnica, y ello es así porque no creen en el aborto como método
anticonceptivo, todo lo contrario, creen en las decisiones con información respecto de
cuáles son los métodos existentes y en otorgar el acceso a ellos. Señala que como
asociación capacitan en un modelo integral de educación, difiriendo de una educación
desde la genitalidad, ya que nuestras relaciones humanas y sexuales son afectivas, y
sobre eso capacitan, entregando herramientas a los jóvenes sobre como decidir acerca
de su propia sexualidad.
Contestando específicamente la pregunta del diputado señor Nicolás
Monckeberg, la representante de APROFA finaliza señalando que la postura de su
institución respecto al aborto en general está a favor de que las personas puedan decidir,
pero eso es distinto del tema para el cual fue convocada a exponer. Aclara que en el caso
de este proyecto de ley, están a favor de legislar por estas tres causales.
Don Ricardo Rodríguez, representante de JUCUM, contesta a la
diputada señora Cariola que el Estado siempre obliga, y debe hacerlo sobre todo cuando
está en juego la vida de otro ser humano. Con respecto a las estadísticas de la encuesta
CADEM, éstas se explican porque en general la población no discierne a que conduce
este proyecto. Si un 69% lo aprueba, es porque se ha puesto el foco en la mujer, no en el
niño como ser humano. Y respecto a la objeción de conciencia, cree que ésta debe estar
presente, pero no se siente en condiciones de responderle si esta debiese o no ser
institucional, ya que los evangélicos no manejan centros de salud como los católicos.
Respondiendo a la diputada señora Hernando, el representante de JUCUM
insiste en que a su juicio este proyecto sí abre la puerta a la eugenesia, y ese es uno de
sus principales problemas.
16.- Centro de Liderazgo Público Cristiano Oikonomos, representante en Chile,
señora Jarai Jaramillo.
Sesión 59 (13.07.2015)
La invitada señala que este centro representa ideas que se gestan a partir
de la Iglesia Evangélica en Chile. En su intervención se centrará específicamente en la
causal de violación, analizándola desde la perspectiva de la infancia.
Continúa señalando que el hablar de abortos por violación es algo que a
nadie le gustaría plantear. Pero es importante centrar el debate no solo en la mujer adulta,
sino hablar desde la mirada de los niños, basándose principalmente en la Convención de
los Derechos del Niño.
El tema del abuso sexual en Chile no se ha solucionado. Entonces al
plantear una ley de aborto nos parece contradictorio que se hable de derechos
reproductivos y la autonomía de la menor a hacer la constatación de lesiones, sin tener
presente que actualmente en Chile no tenemos una ley de garantía a los derechos de la
infancia. Este proyecto de ley, específicamente en el caso de la violación, hace una
37
lectura de los derechos de la infancia que no sabemos si es la lectura que el Estado de
Chile tomará en esta materia para los próximos años.
Surgen preguntas que queremos plantear, por ejemplo, la rigurosidad que
va a tener el adulto que acompañe a la niña en este proceso, el respaldo de los jueces
para las niñas de calle, etc. Nos preguntamos por qué SERNAM promueve el aborto a
menores si no es una institución experta en materias de niñez, ya que si bien trabaja con
niños, lo hace desde el paradigma de la situación irregular, lo que demuestra la gran
deuda que tenemos con los niños o con la infancia. Otra interrogante que podemos
plantear es cómo es posible que se legisle sobre esta materia si a 25 años de la
Convención de los Derechos del Niños aún no tenemos una ley integral de niñez. La
visión del SENAME es bastante acotada en este proyecto de ley.
Por último, llama la atención que no exista un informe financiero o
presupuestario de este proyecto. ¿Qué recursos públicos se invertirán en este proyecto?
¿Cuál es el financiamiento que se pensó para este proyecto, por ejemplo en materia de
personal, infraestructura, etc.?
Finalmente, opina que si la prioridad del gobierno en esta materia es no
exponer al trauma de un embarazo no deseado, para eso es importante prevenir, y que el
hecho que no se haya avanzado en esta materia no es responsabilidad de un gobierno,
sino que de políticas públicas que no han sido capaces de implementar como Estado.
17.- Movimiento Evangélico Juventud con una Misión, JUCUM, señor Ricardo
Rodríguez.
Sesión 59 (13.07.15).
El invitado expone que esta organización sin fines de lucro recibe
aproximadamente a 3.000 jóvenes por año, orientándolos en el valor que tienen como
personas desde su concepción. Añade que los niños, desde muy pequeños, cuando están
en el vientre de su madre ya pueden percibir el rechazo. Trabajando con psicólogos y
consejeros, reconstituyen la historia del paciente desde la concepción y muchos traumas
vienen desde ese momento, por tanto se transmiten de madre a hijo. Cualquier tipo de
atentado significa una tortura contra ellos.
Sostiene que en este proyecto de ley se habla de un equilibrio entre la
mujer y la vida del que está por nacer, pero la verdad es que el proyecto no dedica una
sola palabra al niño que está por nacer, quien también es un ser humano. Si bien es
correcto defender los derechos de la madre, lo justo es comparar bienes jurídicos
equiparables, es decir, vida con vida, porque si no tenemos la vida no se tiene ningún otro
derecho.
Añade que se oponen a este proyecto de ley porque a su juicio va a
conducir al aborto libre. Argumenta que en otros países tales como Suecia, España,
Canadá, se comenzó con un sistema muy restrictivo, pero a poco andar se fue ampliando
dando lugar a un sistema menos estricto, y no hay como prevenir que eso pase también
en Chile.
Agrega que la segunda razón para oponerse a este proyecto de ley es de
carácter filosófico. Según sus palabras, de acuerdo a la cosmovisión podemos reemplazar
un concepto de vida por otro concepto de vida, un concepto de ser humano, por otro
concepto de ser humano. Una cosmovisión es una manera de interpretar la realidad, y
tiene como consecuencia las creencias, los valores y los comportamientos, y esto está
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presente incluso en los partidos políticos. Para el cristianismo está presente el concepto
de dignidad, y esta dignidad es la que contravino el concepto de aborto y también el de
esclavitud por ejemplo.
Concluye el invitado señalando que, en definitiva, se oponen a este
proyecto de ley porque las leyes mandan mensajes a la sociedad respecto de lo que está
bien y lo que está mal, y no pueden apoyar la idea de legislar de esta iniciativa porque la
consideran ambigua, vaga, y abre la puerta al aborto libre. Se fomenta una cultura de la
muerte. Y si bien hay situaciones de sufrimiento de la mujer que es necesario contemplar,
esto debe hacerse de una forma más restrictiva.
18.- Fundación Chile Siempre, señor Julio Isamit.
Sesión 59 (13.07.2015)
El expositor, que representa a un proyecto de la Fundación Chile Siempre,
denominado “Siempre por la Vida”, del cual participan miles de jóvenes, señala que este
es un importante tema para la discusión pública nacional.
Relata que el trabajo que la fundación desarrolla con los jóvenes se
sustenta en la convicción de que todos los seres humanos somos personas libres e
iguales en dignidad y derechos. Somos muy conscientes de que la valoración de la
persona humana ha tenido un camino ascendente. La dignidad del hombre es anterior a
cualquier construcción social. La protección de la vida tiene asidero desde los inicios de
nuestra república, reconociendo en el niño en el vientre materno un ser distinto a su
madre.
Respecto del aborto en caso de riesgo de vida de la madre, argumenta que
la legislación vigente y la práctica médica permiten cualquier tratamiento a la madre,
incluso cuando como consecuencia de ello el niño muera, sin ninguna necesidad de
modificación legal. Seguir insistiendo en esta causal es no conocer lo que sucede en
nuestro país. Hoy un médico que actúa de manera no maliciosa, no es sancionado.
En el caso de graves enfermedades que puede tener un niño no nacido, es
más sensato una ley que lo trate como un paciente, con medidas paliativas.
Y frente al caso de violación, manifiesta que están de acuerdo en que es
uno de los traumas más violentos que puede sufrir una mujer, pero en este caso lo que
ella requiere es el apoyo solidario que le puede brindar la comunidad. El aborto no es la
única salida, insiste, creemos que la sociedad no puede abandonar a sus miembros, no
puede condenar a la muerte a ese ser inocente. De ser así, el único que queda impune es
el violador.
Es innecesario e injusto una ley de aborto, lo imperiosos es acompañar a la
mujer. La gran mayoría sostienen que el aborto no les gusta y que es un mal necesario, si
de verdad creemos eso, lo que debemos hacer es prevenir el aborto y no promoverlo. El
aborto no es la única salida. La mayoría de las mujeres declara hacerlo por miedo o
coerción social, o falta de expectativas.
Por todo ello nos oponemos a este proyecto de ley, y de hecho entregamos
firmas de más de 300.000 ciudadanos chilenos en contra de esta ley de aborto. Nos
oponemos al aborto porque creemos en la vida humana, esto escapa al tema de la
religión, también escapa a las visiones políticas, es un tema de humanidad. Hay que
conocer la realidad, lo que pasa en los hospitales, lo que viven las chilenas, lo que dicen
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los estudios científicos. Ninguno de los problemas que viven las mujeres es solucionado
por una ley de aborto, no es una solución mágica, debemos acoger a los niños que nacen
y ofrecerles una vida digna. No solo nos interesa que las guaguas nazcan, eso es una
caricatura, también nos interesa que tengan una vida digna, una educación de calidad.
Como sociedad, a través de nuestras leyes, debemos decir a los niños y
mujeres que no los dejaremos solos. Rechazamos este proyecto de aborto, y nos
comprometemos con las mujeres que pasan por embarazos difíciles, y a proteger la vida
de los niños que están por nacer.
Respecto de estas dos exposiciones, la diputada señora Claudia
Nogueira junto con felicitar ambas intervenciones, plantea a la representante de
Oikonomos que está igual de impactada que ella por no tener una ley integral de la
infancia, aun cuando el gobierno se comprometió a ello. Y consulta a la expositora si lo
que ella sostiene es que la falta de ley en materia de infancia sumada a esta ley de aborto
es lo que conduciría a una vulneración y mayores espacios de inequidad para las
menores de edad.
La diputada señora Karol Cariola consulta a ambos expositores que
opinan respecto de las otras dos causales del proyecto, ya que solo se refirieron al caso
de violación.
A su turno, el diputado señor Nicolás Monckeberg, destaca lo señalado
por el Centro Oikonomos en el sentido que este proyecto de ley no cuenta con informe
financiero. Agrega que ha quedado en evidencia durante toda la discusión de este
proyecto de ley, incluso por los partidarios del aborto, las enormes deficiencias que tiene
nuestro sistema hospitalario para enfrentar este proyecto. Añade que le parece
impresentable que el gobierno no haya respondido los oficios que se le han enviado para
que informe a este respecto.
Respondiendo a las consultas de los señores diputados, la representante
de Oikonomos señala que efectivamente a su juicio existe contradicción de derechos
entre la coparentalidad y el interés superior del niño. La falta de una ley de garantías a los
niños nos hace tener más de una lectura, hoy caemos en la ambigüedad. No tener un
marco normativo general nos retrasa, no solo en este proyecto de ley sino en todo lo
relacionado con la infancia y la vulneración de derechos. ¿Qué pasa con la interpretación
que le dará SENAME a esta ley, o SERNAM? En temas de infancia debería haber una
política de Estado. Si la existiera, quizá hoy día no estaríamos hablando de esta causal de
violación en estos términos.
Por su parte, el representante de Fundación Chile Siempre contesta a la
diputada señora Cariola que ellos están en contra de todos los casos de aborto, y en
efecto creen que las causales, además de ser innecesarias e injustas, de la forma en que
están planteadas conducirán al aborto libre. Además, señala que hay deficiencias
jurídicas graves. En el caso de inviabilidad por ejemplo, es difícil el diagnóstico, este
puede variar, no existe certeza de lo que vaya a pasar en el futuro, por tanto, hay riesgos
a la hora de hacer un diagnóstico tan radical y tan duro.
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19.- Instituto Res Pública, señor Jorge Acosta.
Sesión 63 (03.08.2015)
Señaló que Res Pública es un centro para formación de jóvenes en temas
públicos. En términos generales se manifestó en contra de la idea de legislar sobre el
aborto en tres causales sosteniendo que tal ley, en Chile, no se justifica.
Indicó que la normativa vigente sobre la interrupción del embarazo, que la prohíbe sin
excepciones, no responde al trato digno que el Estado de Chile debe otorgar a sus
ciudadanas en estas situaciones y sitúa a Chile como uno de los cuatro en el mundo que
lo criminaliza en todas sus modalidades, además de El Vaticano, Chile, Nicaragua, El
Salvador y Malta. No obstante, señaló que Chile no forma parte de un grupo pequeño de
países contra el aborto, sino que existen otros 66 países, además de Chile, que tienen
una legislación similar en materia de aborto, siendo ésta la que salva la vida de la madre
cuando está en peligro. Afirmó que esta es la razón por la que Chile es uno de los países
con mayor tasa de natalidad, precisamente porque tiene una legislación restrictiva en
materia de aborto a diferencia de otros países con aborto libre, donde la natalidad es más
baja, y donde el aborto se aplica incluso a niños con síndrome de down.
Los hechos han demostrado que la prohibición absoluta y la criminalización
de toda forma de interrupción del embarazo no han impedido ni impiden su práctica en
condiciones de riesgo para la vida y salud de las mujeres y, por el contrario, se traducen
en una vulneración de sus derechos.
Sostuvo que otro argumento en favor del aborto es aquel que dice que la
prohibición absoluta y la criminalización de toda forma de interrupción del embarazo no
han impedido ni impiden su práctica en condiciones de riesgo para la vida y salud de las
mujeres. Sin embargo, indicó que si se observan los últimos 100 años de mortalidad
materna, ésta ha disminuido constantemente, incluso después de 1989 fecha en la que
se prohibió definitivamente el aborto. Por tanto, afirmó que sostener que las mujeres se
están muriendo por abortos clandestinos no se condice con las estadísticas que dicen lo
contrario.
También se ha dicho que la voluntad libre de la mujer se ve coartada
cuando se le obliga a continuar con el embarazo. Señaló que éste es un argumento
tramposo porque el único estudio publicado con datos chilenos, con más de 15 años de
experiencia, son los datos de la Fundación Chile Unidos, y éste muestra que las mujeres
chilenas que están pensando abortar lo hacen un su gran mayoría por coerción del padre,
de la madre o de la pareja, esto es, no lo hacen libre y espontáneamente, sino que más
bien y en muchos casos en contra de su voluntad.
Agregó que programas de acompañamiento como los que ha
implementado Chile Unido ha logrado reducir en un 85% los abortos y con resultados
exitosos. Lamentablemente, indicó que dicho programa solo existe en Santiago quedando
el resto de las regiones sin él. Afirmó que el problema del aborto de la mujer se soluciona
con acompañamiento y no con leyes que lo fomenten.
Recordó que el primer derecho humano es la vida y que los médicos
deben proteger la vida del que está por nacer
Respecto de la primera causal (riesgo de vida de la mujer embarazada)
indicó que su finalidad es permitir que la mujer tenga acceso a los tratamiento médicos
necesarios para preservar su vida, aun cuando la realización de los mismos implique la
interrupción del embarazo. Explicó que tal situación está contemplada en el Código
Sanitario, en su artículo 119, que dice que no podrá ejecutar ninguna acción cuyo fin sea
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provocar un aborto. Por tanto, concluye, para regular esta situación no se requiere de
ninguna ley.
Respecto de la segunda causal (inviabilidad fetal), señaló que no es inocuo
realizarse un aborto, pues muchos estudios indican que provoca un daño a la salud
mental y física de la mujer y no un alivio a su dolor.
Respecto de la tercera causal (embarazo producto de una violación)
señaló que el 84% de los casos se produce intrafamiliarmente y si éste proyecto no
contempla la obligación de denunciar, solo se está perpetuando el círculo de violencia
porque no se extrae a la víctima del origen de los abusos sexuales.
Finaliza señalando que Chile no necesita una ley de aborto, ni tampoco se
justifica.
20.- Organización de Matrones(as) por la Vida, señora María Magdalena del Rio
Vega.
Sesión 63 (03.08.2015)
Se manifestó en contra la idea de legislar sobre este proyecto de ley.
Señaló que Matronas por la Vida es una agrupación de matronas(es) de distintas zonas
de Chile, comprometidos con el cuidado y protección de la vida de la madre y de su hijo
sin restricciones y seguros de que el derecho a la vida es el primordial derecho humano.
Indicó que no intervendrán en ningún procedimiento que signifique, directa
o indirectamente, atentar contra la vida del que está por nacer, pues considera que ello
es un crimen. Agregó que a lo largo de la historia han contribuido para mejorar la salud
de Chile y su profesión se sustenta sobre todo en la vida y bienestar de la mujer.
Mencionó que este proyecto daña más que soluciona, pues aumenta los
riesgos bio-sico-sociales de la madre y del hijo, aumenta la brecha de desigualdad e
inequidad de la población y, finalmente, porque no es una ley representativa para la
sociedad.
Preciso que es distinto hablar de interrupción voluntaria del embarazo que
del aborto. La primera puede ser a cualquier edad gestacional, en cambio el aborto puede
ser hasta las 22 semanas de gestación o cuando el feto tiene menos de 500 gramos. Lo
anterior por cuanto en las dos primeras causales no existe límite de edad gestacional.
También llama la atención, dijo, que el proyecto no considerara a otros
profesionales no médicos (matronas, paramédicos, arsenaleras, estudiantes) en el tema
de la objeción de consciencia.
Jacqueline Segovia, de la misma organización, expuso sobre las tres
causales de la iniciativa.
Primera causal, riesgo de vida materno. Toda mujer que vive el proceso de
embarazo, esta en cierta medida en riesgo. Chile es unos de los países con menor tasa
de mortalidad materna, superado sólo por Canadá en todo el continente americano. La
despenalización del aborto no es necesaria en Chile, menos aún una legalización. Desde
el año 2011 está vigente en Chile la “Normativa Técnica de Salud para la Atención
Integral de Mujeres que presenten un Aborto y otras Perdidas Reproductivas”, por lo
tanto, concluyó, la normativa vigente y la misma ética con las que toman decisiones los
42
equipos de salud demuestran que éstos se inclinan a salvar la vida de la madre, siendo
ésta la esencia de la Obstetricia, precisó.
Segunda causal, incompatibilidad con la vida extrauterina. Expresó que
cuando el diagnóstico es incompatible con la vida extrauterina se está ante un niño Vivo
inútero, y este niño se diferencia de uno sano por su patología que lo hace ser un niño
“terminal”, pero no por eso menos Vivo que otro. Dijo que se necesitan programas de
acompañamiento. Es un acto de completa discriminación que se contradice
completamente a los objetivos del “Chile Crece Contigo” creado por la misma Presidenta
Michelle Bachellet. Incapacidad de cubrir la demanda de Ecografías Morfológicas (18-24
semanas) y/o diagnósticos que deben ser confirmados con estudios más específicos y
costosos. El sistema GES garantiza atención para partos prematuros (entre 22 y 37
semanas) por lo que aquellos fetos en que se quiera tomar la decisión de interrumpir
estarían perdiendo los beneficios a prestaciones en salud pese a estar garantizada su
atención.
Tercera causal, embarazo producto de una violación. Aquí, dijo, existen
dos víctimas: la madre violada y su feto viable y sano. Una injusticia no se soluciona con
otra injusticia mayor. Se necesita atacar la raíz del problema, el aborto solo deja un
trauma mayor. El proyecto no exige denunciar la violación. El aborto no es la real y
efectiva ayuda en este problema, acotó.
Como conclusión expresó que las matronas son un pilar fundamental en la
salud de la mujer y su hijo. Su vocación, las impulsa a defender con fuerza la vida de
ambos. Este proyecto les está obligando a discriminar a un ser humano al cual en su
formación aprendieron a cuidar sin excepción. Esto, dijo, debe ser reemplazado por un
verdadero “Programa de Acompañamiento.”
21.- Presidenta del Movimiento de Mujeres Reivindica, señora Rosario Vidal.
Sesión 63 (03.08.2015)
Junto con agradecer la invitación se mostró en contra de la idea de legislar
sobre el aborto y sus tres causales. Indicó que el Movimiento de Mujeres Reivindica es
una agrupación conformada por mujeres diversas en cuanto a ideas, actividades y
profesiones (estudiantes, trabajadoras, artistas, jefas de hogar, abogadas, actrices,
investigadoras, profesoras, médicos, etc) que buscan incidir o aportar a la sociedad para
promover la inclusión y participación de la mujer en todas la áreas de la sociedad, sin que
su maternidad sea considerada un obstáculo. Destacó que son una agrupación
independiente, feminista, pluralista, defensora de los derechos humanos y por
consecuencia contraria al aborto.
Aclaró algunos conceptos: primero, el proyecto de ley no se trata de
"interrupción del embarazo" sino que de aborto, no se trata de despenalización, sino que
de legalización, y no se trata de un proyecto restrictivo, sino que considera subterfugios
para el aborto libre.
Se utiliza el concepto de interrupción del embarazo como sinónimo de
aborto, y efectivamente según contexto estos conceptos pueden ser equivalentes. Sin
embargo, no son lo mismo: la afirmación de que en Chile existe total prohibición del
aborto -argumento de quienes impulsan el proyecto- además de ser inexacta, induce a
confusión a la opinión pública. En Chile no existe total prohibición de la interrupción del
embarazo (en caso de riesgo vital de la madre), pero sí, existe total prohibición del aborto
malicioso o voluntario. Prueba de esto, es el informe de la Corte Suprema N° 48-2015.
43
Su diferencia, explicó, es que un aborto puede ser espontáneo, producto
de patologías maternas o del ser humano en gestación, pero también el aborto puede ser
provocado como resultado de una terminación del embarazo antes que el feto pueda
sobrevivir fuera del útero, lo que lleva a su muerte. También se considera aborto
provocado a la terminación deliberada del embarazo con el propósito de provocar la
muerte del ser humano en gestación aún cuando le sea posible sobrevivir fuera del útero,
por sí mismo o con ayuda médica. En estos casos, el aborto provocado también recibe el
nombre de feticidio. Señaló también que en esta etapa de viabilidad, se puede llegar a
“infanticidio", cuando a los seres humanos que sobreviven al aborto provocado no se les
presta atención médica, práctica (aunque ilegal) existente en varios países
supuestamente "desarrollados".
Concluye que en el aborto provocado el ser humano en gestación deja de
existir como paciente y siempre se le mata, ya que esa es la finalidad última del
procedimiento. En cambio, la interrupción del embarazo -aunque siempre deliberadadifiere fundamentalmente del aborto provocado por cuanto considera a la mujer y a su
hijo en gestación como pacientes en todo evento, aunque como resultado del
procedimiento el ser humano en gestación muera.
Segundo, es legalización del aborto porque el Estado está
comprometiendo recursos en garantizar esta "prestación de salud" como derecho. Si
fuera despenalización, sólo se propondría dejar de perseguir penalmente a quien aborta y
a quien lo realiza.
Tercero: es aborto libre porque el proyecto cuenta con resquicios, que a su
juicio, permitirán subterfugios para que se realicen abortos sin necesidad de que
efectivamente exista riesgo de vida, o una violación. Ejemplo de esto: incluir concepto de
riesgo presente "o futuro" de salud en sentido amplio. La falta de denuncia ante las
autoridades competentes en la causal de violación, sumada a que no existe limite
gestacional para dos de las causales ni ninguna consideración con el feto en edad
gestacional que ya goza de viabilidad.
Luego mencionó que, como movimiento, han comprobado que los
problemas para las mujeres que viven un embarazo "inviable" no tiene que ver con
desear un aborto y no poder hacerlo, sino con el déficit de establecimientos de salud
preparados, la necesidad de viajar para realizarse exámenes imposibles de ser
practicados en sus ciudades de origen (por lo que deben estar solas en este proceso) o el
ser parte en listas de espera en los centros de salud públicos para consultas con médicos
especialistas, etc.
El hecho de sufrir un shock emocional que no está considerado en las
prestaciones de salud (acompañamiento), situaciones que se ven agravadas por la falta
de apoyo, empatía, humanidad en el personal médico que muchas veces no está
capacitado para manejar estos casos. Sin importar nivel socioeconómico, deben lidiar con
la discriminación y violencia obstétrica hacia ellas y sus hijos "declarados inviables" como
la negación del contacto madre e hijo/a post parto, el sometimiento a exámenes
innecesarios en el sector privado, o abandono por parte médica del bebé como paciente,
incluso el recibo de instrucciones de dejar al recién nacido sin alimentos, o la negación de
vacunas o medicamentos.
Añadió que muchos de estos niños diagnosticados con inviabilidad durante
un embarazo que viven más allá de lo pronosticado, siguen recibiendo un trato indigno en
los servicios de salud. El proyecto no se hace cargo ni da ninguna respuesta a esta
desafiante realidad que pretende abordar.
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De hecho, a su parecer, solo conseguirá que -de aplicarse- los derechos
de las mujeres y sus hijos como pacientes sean aún más vulnerados de lo que son hoy
en día. Porque el proyecto considera esta "opción", sin dar prueba -primero- de ser una
opción legítima y por ende no da garantía de que la promoción del aborto eugenésico y
criminológico no profundice la vulnerabilidad en que se encuentran las mujeres que viven
un embarazo en estas condiciones.
Por otra parte, señaló que resulta tremendamente preocupante que sobre
la realidad de las mujeres y niñas víctimas de violación embarazadas en su mayoría
como resultado de violaciones reiteradas en las que el agresor pertenece a su núcleo
cercano, resultando hoy una conducta frecuente que víctimas sean obligadas a abortar
por su agresor y encubridores para ocultar el delito. Donde incluso gracias a la
penalización del aborto y la denuncia del delito, se puede sancionar al agresor y proteger
a la víctima. Ante la delicada realidad que deben enfrentar niñas víctimas de violación,
donde han fallado todos los mecanismos de protección, y donde el mismo SENAME
reconoce el bajísimo porcentaje de causas que consiguen condenas efectivas resulta
violentísimo que este proyecto no considere hacer ningún énfasis en la protección
efectiva a la víctima, sino que privilegie la confidencialidad por sobre la denuncia y
reduzca la autorización a un mero acto administrativo. Lo que termina empoderando aún
más al agresor por sobre la víctima otorgándole una nueva herramienta: el aborto.
De todo lo dicho, concluye que se hace evidente que el aborto no es una
"opción" impulsada por un grupo importante de mujeres que han vivido estas dramáticas
circunstancias, ni es resultado de la acumulación de experiencia recopilada acerca de
quienes han sufrido un embarazo de estas condiciones. Se hace latente que el proyecto
es un pie forzado de una agenda promovida por grupos de interés, no producto de una
reflexión profunda y consciente en miras del bienestar de "Las Mujeres"
Luego se hizo cargo de la afirmación de que existe total criminalización
hacia mujeres por aborto a todo evento, lo que no es efectivo, ya que actualmenteademás- de que no existe ninguna mujer cumpliendo pena de cárcel por haber abortado,
se entiende que las mujeres que recurren a él también pueden ser víctimas, y tanto la
fiscalía como los tribunales les dan ese tratamiento en base a causales de eximentes
(como pasa y debiera con víctimas de violación), atenuantes de responsabilidad penal y
el concepto de justicia restaurativa impuesto en Chile. Sin embargo, en este punto se
podría avanzar en institucionalizar, mediante instructivos de procedimiento penal o
incorporar a la legislación vigente, la posibilidad de que la mujer sea considerada también
víctima del aborto por coerción y violencia. Todo esto sin extinguir el delito, que de
desaparecer, no permitiría que la justicia pueda proteger a las víctimas del aborto: la
mujer y el ser humano en gestación. Agregó que si se naturaliza la violencia del aborto contra el niño/a gestado- también se naturaliza la violencia a las mujeres en razón del
embarazo y, finalmente, contra toda mujer potencialmente madre, donde el aborto y el
femicidio es sólo la punta del iceberg. Es por esto que le parece que este proyecto de ley,
cuya redacción fundamenta el acceso al aborto como "derecho" de la mujer, más que una
simple despenalización por causales, provee justificación al acto de abortar en base a
teorías que no se condicen con la realidad, pues dicha realidad es:
- Que el aborto es un acto violento contra un ser humano (gestado) que
tiene como principal origen algún tipo de violencia contra la mujer.
- Violencia que puede ser directa o estructural hacia la mujer/madre, ya
que la maternidad es muchas veces castigada socialmente y es causal de discriminación
en variadas formas, principalmente en el acceso a la educación o al mundo laboral.
45
- Promover el "aborto como derecho" es un retroceso como sociedad:
resulta en la deshumanización de madres e hijos, mediante la cosificación del niño/a para
su eliminación y la cosificación de la mujer, al invisibilizar sus reales necesidades en una
sociedad construida por y para hombres. No resulta en una respuesta digna a la realidad
de las problemáticas a combatir, enmarcándose finalmente como una solución-opción
patriarcal. Por el contrario, dijo, no llegar a "necesitar" un aborto es verdadero avance,
libertad y empoderamiento de las mujeres.
Finalmente expresó que se oponen a una ley de aborto porque se ha
perdido de vista que el aborto como pretensión de ser un derecho tiene los mismos
fundamentos "empáticos" que los que fundamentaban el infanticidio en otros tiempos.
Pensar realmente en la libertad y bienestar de la mujer implica abolir el aborto tal como
se abolió el infanticidio. Se oponen al aborto no porque pretendan imponer una moral
subjetiva o religiosa, sino porque se oponen a la violencia y a la imposición machista del
aborto como mejora para la mujer.
22.- Coordinadora de la Red por la Vida Bio Bio, señora Paulina Benavente, en
representación de Ana Cecilia.
Sesión 63 (03.08.2015)
Señaló que esta red está integrada por diversos sectores de la VIII Región,
con diversas sensibilidades sociales, políticas y religiosas; las anima la defensa de la
vida. La defensa de una mujer que se encuentra en una situación difícil y la defensa de
un niño que está en proceso de formación, independiente de su forma de origen,
condición social o genética, reconocen en él una persona humana, pues lo que no es
humano en su origen no podrá llegar a serlo a posterior.
Lamentan que los énfasis y desafíos propuestos en este proyecto de ley
estén lejos de abordar el dolor de tantas mujeres que viven embarazos difíciles y
situaciones sociales adversas, que no cuentan con programas sociales que las acojan y
atiendan con dignidad. De hecho, si en Santiago quienes con mayor énfasis asisten a
estas mujeres son organizaciones civiles que no reciben aportes del Estado, en regiones
esto es aún más difícil, pues el desamparo es total. No existe una protección integral a la
maternidad de parte del Estado. A través de este proyecto lo que se ofrece a una mujer
vulnerable con un embarazo tipificado por algunos como inviable o en el caso de ser
agredida de una manera tan brutal como lo es en una situación de violación, la opción
presentada es el aborto. Se le niega el derecho a continuar con su maternidad, pues
cuando se vive en la pobreza y no se te entrega acompañamiento, ayuda social y
económica, en el fondo se te está cerrando toda posibilidad de elegir. Mucho se habla de
los derechos de las mujeres, pero son muchas las que ante un embarazo en situaciones
complejas se sienten solas, confundidas y excluidas por un sistema que pareciera que ve
a su hijo como un objeto del cual resulta más fácil deshacerse. Pareciera que el trabajar
por generar espacios, programas de acompañamiento, unidades de atención para
embarazos de alto riesgo con real acceso en provincia implica costos que no quieren
asumirse y que seguramente son más elevados que la propuesta de un aborto.
Afirmó que poco se conoce a la mujer, a esa trabajadora vulnerable, que
desea continuar con su embarazo, pero que si es de alto riesgo no puede seguir
trabajando y no tiene la ayuda de quien tiene el deber de protegerla y ayudarle en el
acceso a una salud digna y eficiente. La atención deshumanizada que reciben, actúa
también en muchos casos, como fuerza coercitiva que las anula como persona y por
ende anula su libertad. Dónde están las propuestas de acompañamiento para las mujeres
con embarazos difíciles. Cómo y cuándo se implementarán cuidados médicos paliativos
46
para estos niños que vienen con alguna dificultad. Dónde pueden acudir las mujeres de
sectores rurales para ser acompañadas en sus embarazos difíciles, si no tienen recursos
económicos para seguir subsistiendo. La realidad es dramática, pero en definitiva esta ley
no se hace cargo de ella.
La experiencia que le ha tocado enfrentar con mujeres en condiciones de
vulnerabilidad social, siempre aparece ante el embarazo el temor, no por ser madre
directamente, sino porque el discurso aprendido y la realidad les señala que la vida será
aún más difícil para ellas al tener un hijo. Aún así estas mujeres son capaces de salir
adelante, pues la vulnerabilidad no está asociada al deseo de deshacerse de sus hijos,
muy por el contrario, les entregan lecciones de cómo enfrentar las situaciones difíciles,
con escasos recursos pero con un respeto inconmensurable por la vida humana. Suelen
vivir en contextos de violencia, donde el machismo y las carencias afectivas están ligadas
a sentimientos de tristeza, vacío y pérdida. Tal como lo señalan algunos autores como
Marquina y Bracho (2007) estas mujeres cuando, se ven presionadas para abortar,
además del dolor asociado al duelo que viven por la pérdida del hijo ahora sumarán el
sentimiento de culpabilidad que las acompañará, en muchos casos por el resto de sus
vidas.
Antes estas situaciones, dijo, claramente se necesita movilizar recursos
económicos y sociales, el Estado tiene el deber de entregar ayudas para fortalecer la
familia, pero observan que esta propuesta de despenalización del aborto en tres causales
no resuelve la real situación y condición que viven las mujeres cuando se enfrentan a la
disyuntiva de abortar.
23.- Movimiento por la Vida Bio Bio, doctor Eduardo Sepúlveda,
Se refirió a la primera causal (mujer en riesgo vital presente o futuro)
señalando que la finalidad de esta disposición es permitir que la mujer tenga acceso a los
tratamientos médicos necesarios para preservar su vida aun cuando la realización de los
mismos implique la interrupción del embarazo. Afirmó que esto es, precisamente, lo que
se ha estado haciendo en Chile en los últimos 50 años.
Indicó que la mortalidad materna en nuestro país sería más alta por tener
una legislación muy poco permisiva con respecto al aborto. Sin embargo, en el contexto
mundial Chile está en condiciones muy ventajosas (baja mortalidad) respecto del resto de
los países. Por lo demás, señaló, las estadísticas muestran que después de imponer en
Chile la prohibición del aborto, éste no tuvo ninguna incidencia en la mortalidad materna,
pues ésta no aumentó. Complementó señalando que en el contexto mundial Chile va
mejorando su tasa de mortalidad materna a una velocidad más rápida que el resto de los
países, concluyendo que despenalizar el aborto tampoco ayudará a reducir más la tasa
de mortalidad materna.
Luego se refirió a las principales causas de muerte materna, señalando
que muchas de ellas se dan en el momento mismo del embarazo y, por tanto, es muy
difícil detectarlas en una edad temprana del embarazo.
Precisó que la Región Metropolitana tiene una tasa de mortalidad materna
comparable con los países desarrollados, sin embargo, el problema es la inequidad de
acceso a la salud y a equipos tecnológicos en regiones y en ciudades más rurales del
país y ello se expresa en mortalidad materna.
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Señaló también que la interrupción del embarazo en caso de riesgo para la
madre, hoy está zanjado, tanto desde el punto de vista médico como jurídico y ni siquiera
debería mencionarse en un artículo de este proyecto de ley.
Qué se debe entender por ¿riesgo futuro para la madre? Señaló que por
definición toda mujer tiene riesgo vital a futuro desde el momento en que se constata su
gestación, por lo tanto, es un concepto muy amplio. Ese riesgo es sumamente bajo en
Chile, precisó.
Respecto de la segunda causal, embrión o feto que padezca una alteración
estructural congénita o genética incompatible con la vida extrauterina, mencionó que es
muy complejo determinar una alteración estructural congénita incompatible con la vida.
Finamente respecto de la tercera causal, embarazo producto de una
violación, se refirió a lo señalado por la Corte Suprema en su informe en el sentido de
que los deberes de confidencialidad postulados por el proyecto en el Código Procesal
Penal, podrían constituirse en un espacio de impunidad en desmedro de las víctimas de
delitos sexuales menores de 18 años. De hecho podría darse el caso que el propio
violador, en su calidad de padre de la niña, entregue su autorización para la interrupción
del embarazo, sin que se genere la investigación penal del caso.
Agregó, por último, que la evacuación uterina en niñas adolescentes
menores de 14 años es un procedimiento lento, doloroso, no exento de riesgos, que
involucran 40 a 45 horas de trabajo de aborto y no siempre se puede lograr el resultado
deseado. De hecho la tasa de mortalidad materna en Estados Unidos por aborto legal no
es baja y van aumentando sobre todo después de la semana 11 de embarazo.
Organizaciones de tipo religioso o espiritual (la Comisión tuvo claridad que no son
todas de tipo religioso, pero se les invitó en la misma sesión, por representar
visiones de la vida en un contexto espiritual. No obstante ello, se agrega –tambiénen este acápite algunas instituciones relacionadas en su quehacer, que vinieron en
otras sesiones)
24.- Conferencia Episcopal de Chile, Obispo Alejandro Goic, y Monseñor Fernando
Chomali.
Sesión 62 (21.07.2015)
El Obispo Goic señaló que a la luz de la doctrina de la Iglesia, se
manifestó en contra de la idea de legislar sobre el aborto en las tres causales propuestas.
Fundó esta postura desde la antropología y la ética cristiana de la Iglesia Católica, la que
promueve el valor de la vida y la dignidad de la persona humana como un aspecto
esencial en la sociedad. Reconoció que no siempre han sido consecuente con el
concepto de la dignidad de la persona humana y del sufrimiento causado por alguno de
sus ministros, sin embargo, están trabajando por un decidido “nunca más” y por la
prevención al abuso de personas.
Afirmó que promueve el valor de la vida humana desde la concepción
hasta la muerte natural, pero cree que ello no puede reducirse a simplemente nacer y
morir en paz. Sino que también cubre el derecho a una vida digna, familia, educación,
oportunidades, trabajo, vivienda, y medio ambiente. En razón de lo anterior rechazan el
aborto y cualquier tipo de exclusión social, la pena de muerte y la usura, la eutanasia y la
discriminación. Son probidad y no solo pro parto.
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Mencionó que dos personas son la base de su preocupación: una es de la
mujer que vive la situación límite de enfrentarse a un aborto y la persona del hijo que está
por nacer. Reconoció que a veces la iglesia ha tomado parte más bien por el cuidado del
hijo que por la salud de la madre, momentos en que se le presenta a la mujer el aborto
como una rápida solución para su dolor. Madre e hijo son plenamente humanos. Afirmó,
que no quieren para Chile leyes que garanticen atentar contra la vida de ninguno de ellos.
Moneñor Fernando Chomalí. Manifestó su oposición a la idea de legislar
fundado en que la constitución protege la vida del que está por nacer y, por lo tanto,
cualquier ley que atente contra ello debe ser pensada como inconstitucional.
Señaló que esta iniciativa lo que pretende es hacer ver el aborto como una
prestación médica y lo terapéutico es sanar y no hacer el mal. El aborto directo no es una
terapia ni la terapia puede ser un aborto. Añadió que esta iniciativa introduce el concepto
de salud reproductiva y ello incluye el aborto directo. También menciona una serie de
obligaciones internacionales hacia Chile, pero recordó que también existe una serie de
pactos internacionales que protegen la vida del que está por nacer, otorgándole derechos
a los niños desde su concepción hasta el nacimiento.
Este proyecto pretende el pleno goce de los derechos a la vida y a la
integridad física y psíquica de la mujer, sin embargo, reconoce que estos derechos
colisionan con otros derechos constitucionales como son el respeto y protección a la vida
del que está por nacer. ¿Qué derecho se a preferir? Afirmó que son bienes
inconmensurables en conflicto.
Reconoce que es delicada la situación de la madre que arriesga su vida en
un embarazo. Lo mismo respecto de aquella que tiene en su vientre un niño con
malformaciones o que sea víctima de una violación. Sin embargo sostiene que procurar
un aborto es eliminar una vida, es decidir por otro, en términos que esa vida no merece
ser vivida por otro. ¿Quién tiene derecho a decir aquello?
Por otra parte, señaló que hoy hay grandes avances en medicina, como
también existen médicos especialistas en la vida intrauterina, por tanto aquí existe dos
pacientes, la madre y el niño que lleva en su vientre y ambos tienen el mismo derecho de
ser tratados. Lo único que solicita es que se le permita vivir el tiempo que determine la
naturaleza, pero que no haya actos obsesivos que terminen con la vida de ese inocente.
Respecto de la primera causal, expresó que no constituye aborto la acción
-de suyo terapéutica- para salvar la vida de una madre en peligro cuando no busque
eliminar directamente la vida de la persona concebida aunque su muerte sea una
posibilidad prevista aunque no querida o buscada. Explicó que acción terapéutica no está
penalizada en Chile, de modo que, ¿cómo se va a despenalizar lo que no está
penalizado? En ese sentido, señaló, el proyecto es ineficaz.
Respecto de la segunda causal, estamos frente a un ser humano vivo,
pero gravemente enfermo. Indicó que lo allí corresponde es acompañar y consolar al
desvalido, sin embargo, el aborto no soluciona esto. Por el contrario, agrava el dolor
primero con la muerte. Afirmó que la muerte debe producirse por una enfermedad y no
por un acto obsesivo. Morir es distinto que eliminar, sentenció.
Sostuvo que el proyecto es ambiguo, porque en una parte habla de
malformación congénita, como una enfermedad inviable. Una malformación congénita es,
por ejemplo, un niño con síndrome de down. ¿Acaso no queremos niños con síndrome de
down en Chile?
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Respecto de la tercera causal, esto es, la mujer violentada. ¿Quién podría
afirmar que la vida de ese niño no merece ser vivida? El dolor de un abuso sexual no se
soluciona con la violencia, sino que con acompañamiento, cuidado, casas de acogida,
médicos, psicólogos, amor y solidaridad.
Señaló que no respetar aquello significa que el Estado de Derecho será
una poesía, un mero relato, pero no el lugar donde se garantiza el primero de los
derechos más fundamentales que es el derecho a la vida.
25.- Presidente de la Mesa Ampliada de Entidades Evangélicas y Protestantes,
obispo Emiliano Soto Valenzuela, y Obispo Francisco Rivera.
Sesión 62 (21.07.2015)
El señor Soto Inició su exposición señalando que es contrario al aborto
puro y simple, que es distintito al aborto terapéutico. Éste último constituye un desafió
para la fe ya que están conscientes que en Chile existe un evidente cambio cultural de la
sexualidad y serios problemas sociales, como la práctica clandestina e insalubre del
aborto, y en ese sentido el Estado tiene la obligación en normar y resolver aquellas
situaciones que afectan la vida, salud, derechos y dignidad de las personas.
El señor Rivera señaló que abordaba el tema del aborto terapéutico desde
una perspectiva pastoral.
Respecto de la primera causal del proyecto de ley (riesgo vital para la
mujer) expresó que estos casos, están contemplados actualmente en el protocolo
sanitario, y cuando ocurren operan con eficiencia, de acuerdo a lo establecido, por lo
tanto creen que despenalizar esta causal no se contrapone con la perspectiva del
resguardo al derecho de la salud, física y psíquica, sin negar un servicio médico. Ahora
bien, se pregunta si es necesario realmente legislar sobre este punto, pues de alguna
forma ya existe y funciona.
Si manifestó preocupación por la redacción del articulado, en aquella parte
que habla de riesgo “presente o futuro” para la mujer, donde se entra en un terreno de
incertezas y relativismo jurídico, con el término “futuro”
Respecto de la segunda causal (inviabilidad fetal) dice que hay incertezas
y relativismo con el término utilizado en el proyecto al referirse al “embrión o feto que
padezca una alteración estructural…con la vida extrauterina”. Afirme que este tipo de
decisión es subjetiva y queda sujeta a la pertinencia e interpretación de los equipos
tecnológicos en que se apoye la decisión del facultativo.
Respecto de la tercera causal (embarazo producto de delitos sexuales)
señala que el proyecto dispone que se podrá interrumpir el embarazo antes de las 12
semanas o antes de las 18 semanas en el caso de la menor de 14 años. Agrega que
tratándose de una menor de 14 años, además de su voluntad, la interrupción del
embarazo deberá contar con la autorización de su representante legal o de uno de ellos,
a elección de la menor, si tuviere más de uno. Piensa que este punto atenta contra el
ejercicio legítimo del derecho de corresponsabilidad parental, (art. 224 del Código Civil)
que garantiza a ambos padres la crianza y educación de sus hijos. Además, existe una
colisión de derechos sobre el deber de confidencialidad versus deber de denuncia en
caso de violaciones a menores. En este último punto recordó lo informado por la Corte
Suprema, en este mismo proyecto: “los deberes de confidencialidad postulados por el
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proyecto de ley en el Código Procesal Penal, podrían constituirse en un espacio de
impunidad en desmedro de las víctimas de delitos sexuales menores de 18 años”
Indicó que la mayor de 14 y menor de 18 años podrá manifestar por sí su
voluntad para la interrupción de su embarazo, con información a su representante legal u
otro adulto a su elección. Mencionó que aquí se puede dar el caso que dos enamorados
se coludan para argumentar violación con tal de impedir el embarazo y el propio
“supuesto violador” mayor de 18 años podría ser designado por la menor de la menor de
18 para que sea el adulto informado. En el mismo sentido la Corte Suprema informó que
“el propio violador, en su calidad de padre de la niña, entregue su autorización para la
interrupción del embarazo, sin que se genere la investigación penal del caso.” Añadió que
“…podrían darse hipótesis en que, de producirse una persecución penal paralela del
delito, se arribare a conclusiones disímiles entre lo que se concluya sobre la base de
informes periciales médico legales en la sede persecutoria penal y lo que determine el
equipo de salud que informará para la procedencia de la interrupción del embarazo;”
Manifestó su preocupación por estas imprecisiones del proyecto de ley las
que no aseguran que el aborto se despenalice, efectivamente solo por las tres causales.
Finalmente y a modo de conclusión señaló: 1) Que de acuerdo a la Constitución es
deber del Estado respetar y proteger la vida, incluso de las personas que no han nacido
(Art. 19 N° 1 Constitución Política del Estado, y Pacto de San José de Costa Rica). 2)
Que el derecho de la madre es antes de la concepción, el derecho a la vida es universal.
3) Es indispensable respetar la dignidad humana, diseñando a la par, una política pública
integral, de educación preventiva, y acompañamiento espiritual de acuerdo a la fe de la
paciente, para todas las causales propuestas. 4) Este proyecto de ley debiera garantizar
la objeción de conciencia en todas las causales, pues cuando corre peligro inminente la
vida de la madre el protocolo sanitario vigente funciona, y no hay problema ético,
considerando la salud integral de la madre, por esta causal no debe haber penalización.
La objeción de conciencia además debiera ampliarse a todo el personal de salud que
participa en la interrupción del embarazo, no solo médicos cirujanos, sino anestesistas,
matronas, y arsenaleros. 5) El derecho a la integridad física y síquica de la persona y el
derecho a la protección de la salud deben ser resguardados completamente (ambos
garantizados por la Constitución Política del Estado. 6) Creen que en este proyecto de
ley, su redacción, no precisa que el aborto terapéutico sea despenalizado solo por las
tres causales propuestas, y podría permitir abrirse a la despenalización del aborto a otras
causales.
26.- Comunidad Judía en Chile, rabino Daniel Zang,
Sesión 62 (21.07.2015)
Inició su intervención explicando que para la concepción judía una familia
comienza cuando un hombre y una mujer tienen relaciones sexuales. Las relaciones
prematrimoniales no existen, pues cuando un hombre y una mujer tienen relaciones
sexuales, eso constituye un matrimonio.
Señaló que el Pentateuco es un texto bíblico preceptual, el que se va
transmitiendo de generación en generación por tradición oral. Dicho texto señala que si
dos personas están peleando y golpean a una mujer embarazada y esta tiene un aborto,
éste tiene que ser compensado económicamente. En cambio sí la que fallece es la
madre, entonces la pena para el agresor es la muerte. Explicó que aquí hay una
diferencia legal entre la vida que existe y la posibilidad de vida.
51
Dentro de la sexualidad y el matrimonio judío, las relaciones sexuales son
importantes, sin embargo son interrumpidas por una semana cuando la mujer entre en su
periodo menstrual y ello es así, indicó, porque el periodo menstrual es un aviso para la
mujer que el embarazo no se produjo, razón por la cual necesita un periodo de duelo para
recomponer su vida sexual.
Aseveró que según la tradición judía, la perspectiva está por la vida, por la
formación de una familia e inclusive tener hijos.
Ahora puede ocurrir, dijo, que un hijo deseado ponga en peligro la vida de
la madre y en ese caso la tradición judía establece que nadie puede priorizar la vida de
otro por sobre la propia. En este sentido la madre debe priorizar y defender su vida. Ésta
prima por sobre la posible vida de los hijos.
Respecto de la causa de despenalización que conlleva el supuesto de la
violación, dijo que la píldora del día después no es considerada abortiva y podría usarse
después de una violación.
Si puede o no causarse un aborto después de una violación, aclaró que allí
el tema es más complicado habiendo diferentes posturas en el mundo judaico. Hasta los
40 días desde la concepción se puede causar un aborto siempre que éste cause riesgo
para la vida de la madre. Preciso que el concepto riesgo para la vida de la madre es
amplio y en él pueden caber elementos de carácter psicológico y no sólo físicos.
Respecto de la causal de inviabilidad fetal, el aborto estaría permitido en el
judaísmo si éste pusiera en riesgo la vida de la madre.
27.- Gran Logia Masónica, Maestro Luis Riveros.
Sesión 62 (21.07.2015)
Señaló que, , quien en términos generales se mostraba a favor de la idea
de legislar y sobre el particular, precisó que en esta iniciativa no se trata de legislar sobre
el aborto, sino que sobre el “aborto terapéutico” que son conceptos diferentes, pues esté
último está referido al tratamiento de una enfermedad. Precisó que el aborto terapéutico
estuvo reconocido por más de 50 años por el Código Sanitario, hasta que fue eliminado
en el año 1989, de una manera arbitraria.
Indicó que este tema no es nuevo y no existe evidencia de que cuando el
aborto terapéutico existía haya habido desbandes o liberalidades absolutas en esta
materia, como tampoco que se haya sindicado a los médicos de quebrantar o torcer la ley
eligiendo pacientes que no calificaban para un aborto de esta naturaleza.
Por otra parte, mencionó que la legislación internacional reconoce
ampliamente el aborto terapéutico, salvo cinco países, entre ellos Chile.
¿Con qué derecho se puede poner en riesgo la vida de la madre, respecto
de un hijo inviable? Aseveró que coartar el derecho de la madre a decidir es
contraproducente ante una sociedad organizada y civilizada.
Le parece lógico que el Estado provea la opción del aborto terapéutico en
el caso de riesgo para la vida de la madre y en el caso de inviabilidad fetal. Reconoció
que esto puede ser objeto de abusos, pero confía en la honorabilidad de los médicos.
Reiteró que en este proyecto no se obliga a la mujer a hacer nada, sino
que simplemente se le otorga un derecho de opción y eso es legítimo, sentenció.
52
Mencionó que en este debate hay un tema latente que es la educación,
sobre todo respecto de las familias más vulnerables. Esta iniciativa debe ir acompañada
de más educación, sobre todo en los casos límites y aquí, es donde el Estado tiene una
función muy importante.
Concluye sosteniendo que está de acuerdo con el aborto terapéutico, que
es adecuado y pertinente. Sin embargo, distinto es el caso del embarazo producto del
delito sexual, pues tal embarazo no es deseado, a diferencia de los otros dos casos.
¿Cómo se aborda desde el punto de vista de las políticas públicas? Señaló
que está de acuerdo al aborto en caso de embarazo no deseado siempre y cuando se
regule como corresponda. Esta de acuerdo en la opción que el Estado da a la mujer que
queda embarazada en tales circunstancias, pues cuando existe violación también existe
un atentado contra la dignidad de la madre.
Agregó que las estadísticas en este país no son buenas, pues existen
muchas muertes de madres porque hoy no existe esta opción del aborto terapéutico, sin
embargo cree que el Estado está en una etapa de madurez para abordar este tema.
28.- Representante de Iglesias Evangélicas Pentecostales, Pastor Domingo de la
Sotta, que asiste en representación del Pastor David Anabalón.
Sesión 63 (03.08.2015)
En términos generales se manifestó en contra de la idea de legislar el
aborto en tres causales.
Afirmó que la vida desde la concepción misma no está debidamente
representada en los cambios propuestos al actual artículo 119 del Código Sanitario.
Expresó su objeción a esta iniciativa que es dañina para nuestra nación.
Señaló que el uso malicioso de las estadísticas finalmente ha terminado
confundiendo a la ciudadanía. Como ejemplo señaló la elástica cifra sobre abortos
clandestinos en Chile, que finalmente se ha caído por si sola.
Otros han tildado, dijo, los argumentos de la iglesia como de fanatismo
religioso, que no es reales. Le molesta que en Chile se declare que es casi un delito
declararse seguidor de las enseñanzas de Jesús y proclamarse así cristianos. Afirmó que
esto es una falacia y una batalla ideológica lo que este proyecto ha generado.
Preguntó si los diputados presentes en la comisión conocen la opinión del
electorado cristiano que representan. Indicó que, al menos, los pastores evangélicos han
tenido nulo contacto con los diputados de esta comisión.
Señaló que esta ley definitivamente es una ley de aborto con la cual se les
haría difícil convivir. Afirmó que ningún elector cristiano estaría por la ley de aborto.
¿Qué ocurrirá cuando los que se oponen al aborto se enteren que sus
tributos servirán para asesinar a un sinnúmero de nonatos? Añadió que una
despenalización o legalización encubierta es un retroceso en el tiempo. Hay puede ser un
aborto en tres causales, mañana un aborto libre demanda. Será este un tema que deba
dirimir la comunidad científica? o los abogados? Muchos han sostenido la
inconstitucionalidad de esta iniciativa.
Hizo un llamado a sincerar el dialogo y a que se escuche cada posición.
53
Indicó que ellos sostienen que nadie tiene el derecho de tomar la vida de
otro ser humano en lo concerniente al aborto terapéutico.
Afirmó que es una aberración tanto la violación como el sugerir a una
menos de 14 años que la solución es la interrupción de su embarazo, teniendo ella la
facultad de elegir.
Reiteró que para ellos desde el momento mismo de la concepción, se
marca el comienzo de un nuevo ser humano. Reconoció que existen diferentes visiones
sobre este aspecto, pero por qué la visión de ellos tiene que ser la equivocada.
Finalmente expresó que rechaza el asesinato y todo tipo de iniciativa que
permita el aborto por cualquier causa. Por último hizo un llamado a no sacar a Dios de las
leyes.
Médicos.29.- Dr. Enrique Paris, Presidente del Colegio Médico.
Sesión 52 (19.05.2015).
El doctor Enrique Paris, Presidente del Colegio Médico recordó que la
despenalización de la interrupción voluntaria del embarazo, fue planteado por la
Presidenta de la República en su Mensaje del 21 de mayo de 2014, al referirse a los
aspectos relacionados con el Servicio Nacional de la Mujer. Por lo tanto, el tema se
inserta en los derechos reproductivos y sexuales de la mujer.
A continuación aclaró que proyecto de ley plantea la despenalización y no
la legalización del aborto. En el caso de la despenalización la conducta deja de estar
penalmente sancionada en determinados casos específicos, pero sigue siendo contraria
al ordenamiento jurídico. En este caso se despenalizan tres causales: cuando se
encuentra en peligro la vida de la madre, cuando el feto es inviable, cuando la gestación
es producto de una violación.
El Departamento de Ética del Colegio Médico ha reflexionado sobre este
tema, a través de reuniones abiertas a la comunidad médica con participación de
especialistas, abogados y bioeticistas. El análisis se ha establecido en forma amplia y con
respeto a todas las visiones y, por ello el Colegio Médico apoya y respeta la objeción de
conciencia Individual.
El médico y el acto médico están por salvar la vida. Por preservar la salud,
por prevenir, y por tratar dignamente a los pacientes. Por lo tanto en el caso en que esté
en peligro la vida de la madre, el médico debe actuar y tratar de preservar ambas vidas.
En el Intento, uno de los seres puede fallecer a pesar de los esfuerzos.
Citó en esta materia al doctor Mauricio Besio Rollero, quien señaló en El
Mercurio (28 de mayo de 2014): “Muy distinto es cuando un médico interrumpe un
embarazo después de hacer todos los intentos curativos a una mujer embarazada con
una enfermedad grave, -como parece haber sido el caso de la señora Espejo- y tras llegar
al convencimiento que si continúa la gestación, ella morirá. El médico en ese caso no
realiza un aborto terapéutico ya que no está buscando la muerte de ese feto. Lo que
realiza es una acción médica adecuada, también para él, pues le está otorgando la única
posibilidad de sobrevivir, ya que si la madre fallece él también lo hará”.
En el caso del feto inviable se debe respetar la voluntad de la mujer. Un
feto inviable puede causar o acentuar una patología en la mujer, y el médico por lo tanto
54
puede intervenir para interrumpir el embarazo ya que el producto de la concepción es un
ser que no es viable. Sin embargo también se debe respetar la voluntad de la mujer para
continuar el embarazo y darle todo el apoyo necesario.
Destacó que una definición más apropiada de anomalía fetal incompatible
con la vida extrauterina es aquella que indica que es todo defecto estructural o funcional
que compromete seriamente uno o más órganos vitales imprescindibles para la vida
extrauterina, que no son reemplazables o recuperables con las herramientas médicas o
quirúrgicas actualmente disponibles y que determina invariablemente la muerte durante el
período fetal o tras el nacimiento y/o que previsiblemente se asocia con un tiempo de
supervivencia corto, aunque en condiciones muy excepcionales la supervivencia pudiese
ser mayor, pero inevitablemente con una muy mala calidad de vida.
Finamente se refirió a la propuesta legal de despenalizar en el caso de la
violación. Señaló al respecto que si hay peligro para la vida de la madre o se trata de un
feto inviable el médico puede interrumpir el embarazo. Si no concurren las causales
anteriores el departamento de ética del Colegio Médico no se ha pronunciado y es
necesario seguir reflexionando y escuchando opiniones. No obstante lo que está claro es
que el acompañamiento es fundamental y también la educación y la prevención. Se debe
educar en la prevención del embarazo no deseado, a nivel de las escuelas y colegios, en
consultorios públicos y privados y en las escuelas formadoras de profesores y de
profesionales de la salud.
30.- Doctor Ignacio Sánchez Díaz, Rector Pontifica Universidad Católica de Chile.
Sesión 43 (07.04.2015)
Señaló que, en su opinión, el valor de la vida es el tema central del
proyecto de ley, y en ese sentido de destacó que todos los seres humanos son iguales
frente a la ley y a la sociedad.
Señaló que el proyecto ataca situaciones muy importantes: el caso de una
madre que tiene un embarazo vulnerable y que por ende está frente a un sufrimiento,
debido a una enfermedad o porque el niño en gestación sufre de una inviabilidad y el caso
que la madre haya sido víctima de una violación.
Si bien es cierto que esa madre debe ser apoyada se debe tener presente
que también hay otro ser, diferente a ella, que merece respeto y apoyo, que es el niño que
está en gestación.
Explicó que en la Pontifica Universidad Católica se ha desarrollado un
dialogo interdisciplinario y los planteamientos que presentará son fruto de ese trabajo.
A continuación indicó que el inicio de la vida es un tema crucial a definir y,
que, aseveró, se produce al momento de la fecundación donde se produce un verdadero
big ban biológico; por lo tanto no se trata de un tema de análisis desde el punto de vista
religioso.
Otro tema que es importante aclarar, desde el punto de vista biológico, es
que el material genético del ser en gestación es distinto al de su madre, que lo convertirá
en un ser único, irrepetible y distinguible.
En cuanto a la protección jurídica del que está por nacer, indicó que
respecto a los niños que no tendrían capacidad neurológica, por ejemplo, para sobrevivir
en forma autónoma, la autonomía de los seres humano es bastante relativa en cuanto se
55
vive al interior de una sociedad. Por ello ola interdependencia de la vida también es un
tema central para evaluar este proyecto de ley.
Los fines de la medicina son cuidar, ayudar y curar y la pregunta que surge
es, como médico, de qué manera se cuidará la vida de este ser en gestación y como las
políticas públicas responden a esa necesidad. Desde ese punto de vista indicó que el
proyecto podría asumir un compromiso mayor en relación a la protección de la vida
mediante un acompañamiento al ser vulnerable.
Respecto de las tres causales de despenalización del aborto, que en su
opinión constituyen causales de legalización del mismo, recalcó que aquella que trata el
riesgo vital de la madre, si se realiza bien la medicina, no tiene sentido de discutirse. Esto
porque distintas situaciones biológicas que puede sufrir la madre tienen que ser
abordadas con el efecto inicial de proteger su vida, diferente dela aborto que tiene como
efecto principal eliminar una vida. Graficó lo anterior con el caso de una madre que sufre
de un cáncer avanzado y está embarazada, se le debe dar el tratamiento necesario y si
por efecto secundario ese niño en gestación muere eso no constituye un aborto sino que
un efecto secundario no deseado. Concluyó que la causal es innecesaria de ejercerse
correctamente la medicina.
La segunda causal, esto es malformaciones congénitas letales, estableció
que así como hay vida intrauterina existirá vida el poco tiempo que ese niño pueda
sobrevivir producto de su enfermedad. Se ha calculado que se producen 350 casos al año
y la respuesta más integral es el acompañamiento, en el marco del que se ha
implementado “Acompañares” de la PUC. De acuerdo a su experiencia profesional el
duelo familiar es mucho más superado de manera integral con el nacimiento y si no
pueden acceder todas las madres a este apoyo por falta de recursos económicos,
estaríamos frente a una circunstancia de discriminación.
Finalmente respecto de la causal de violación, si bien es una circunstancia
de las más terribles a la que puede verse enfrentada una mujer, el proponer la
interrupción del embarazo es más negativo que en los casos anteriores. Se sabe que en
muchos casos de menores de edad el embarazo es producto de una situación constante
de abuso sexual hacia la menor por parte de parientes relacionados y esta causal no va
atacar la raíz del problema como si se lograría con prevención. En esa línea destacó que
son muchos más los casos de abusos recurrentes que no producen embarazo y eso
demuestra la relevancia de la prevención.
En cuanto a la objeción de conciencia expresó que es una circunstancia de
carácter personal que debe incluir a todo el equipo de salud y no solo al médico, que debe
realizarse mediante una declaración muy seria. Además las instituciones pueden tener su
ideario y en circunstancias exentas de urgencia, en la cual la única prioridad sería salvar
la vida de quien está en riesgo vital, deben existir posibilidades de elección y obligar a
todos los centros de salud a seguir la postura del proyecto es contraria a la tolerancia que
debe existir en una sociedad democrática.
Explicó que, en su opinión, el proyecto no despenaliza sino que legaliza el
aborto en las tres causales que contiene porque de lo contrario no sería necesario tratar
temas como la objeción de conciencia ni tampoco se tendría un derecho a ejercer sino
que solo dejaría de ser delito.
56
31.- Doctor Ramiro Molina, Director de Desarrollo Comunitario de la Vicerrectoría de
Asuntos Estudiantiles y Comunitarios de la Universidad de Chile.
Sesión 43 (07.04.2015)
Expresó que uno de los temas más conflictivos para el análisis de este
proyecto es determinar cuánto va a significar en términos de demanda de servicio por
parte de la población tanto del sector público como privado, la aprobación de esta ley.
En cuanto al contenido del proyecto, recordó que el artículo 119 del Código
Sanitario establece que “No podrá ejecutarse ninguna acción cuyo fin sea provocar un
aborto” y destacó que la frase “cuyo fin” es una verbalización bastante clara de nuestro
castellano, sin embargo cuesta mucho interpretarlo por lo que es necesario regular esta
materia.
Para estos efectos, se puede considerar el concepto de aborto que da la
Organización de la Salud (OMS).
Los egresos hospitalarios entre el 2011 y 2012, expresado con un promedio
anual, cuando se consideran los embarazos ectópicos, la mola embrionaria y a las
complicaciones de estas dos circunstancias, asciende a casi un 12% de los egresos. Si se
agregan otras patologías complejas, se puede llegar a un 40% de los egresos
hospitalarios.
La mortalidad chilena en los últimos 10 años está prácticamente
estabilizada, es decir no se ha avanzado y nos encontramos muy por debajo de las metas
propuestas como país. Dentro de los casos se puede encontrar 17 casos de mujeres que
murieron y que si hubieran interrumpido su embarazo podrían haber sobrevivido, las que
seguramente presentaban patologías crónicas.
Estos aspectos, indicó, hacen necesaria determinar cuál es la aplicación
real de la rase “cuyo fin”. Respecto del embarazo ectópico nadie podría entender que en
un país desarrollado mueran madres por esta causa, sin embargo en Chile el 40% de las
muertes maternas se da por esa causa.
Planteó que quizás había que cuestionarse respecto a si se estaba
enseñando mal a los médicos en qué momento de un embarazo ectópico éste debía
interrumpirse. Destacó que en un establecimiento tecnificado se puede seguir control de
hasta qué momento el feto tiene latidos, pero las muertes derivadas de esta causa se han
producido precisamente en lugares en que el médico tratante no tiene esta tecnología y
no se sabe con certeza si el feto vive o no. Concluyó que lo que denominó “la legislación
del “cuyo fin”” está logrando que se incluya como aborto datos de daños indirectos en
salud y por ello el criterio debe ser que, verificado el embarazo tubario, se proceda
inmediatamente a su interrupción.
A continuación se refirió a los porcentajes de abortos por peligro de muerte
de la mujer embarazada y explicó que, para obtener esos datos, se consideraron las 6
causales de patologías maternas que podrían llevar a su muerte: insuficiencia renal, el
purpura (PPT), falla monorena, herpes gestacional, cáncer de cuello uterino grado 2 y
sepsis materna severa. Del total de casos anuales (referencia 2012), sólo se produciría un
aborto en 1219 casos y si se consideran embarazos de menos de 22 semanas solo 62
casos.
A continuación se refirió a la segunda causal, es decir, que el embrión o
feto padezca una alteración estructural congénita o genética incompatible con la vida
extrauterina. Al respecto indicó que basados en la experiencia nacional e internacional se
57
consideró para análisis los autores que muestran respectivamente la tasa más alta y más
baja que indican como causas las siguientes: anencefalia, acrania, encefalocele, la
holoprosencefalia, agenesia del cuerpo calloso, agenesia del cerebelo, gemelos
acárdicos, displacia tanaforica, tallo corporal, riñón poliquístico, trisomia 18, trisomia 13 y
pentalogía cantrell. Cuando se aplican estas patologías, el total de embarazos por la
segunda causal en base a los nacidos vivos entre un autor y otro son entre 1304 y 1335
interrupciones.
A continuación, en relación a la causal de violación, el número esperado de
interrupciones de embarazos por esta causa, es difícil determinarlo. Por ello aclaró que,
utilizando cinco bibliografías nacionales, se puede decir que existen entre 2000 y 4000
violaciones que se denuncian al año. La proyección anual esperada de abortos no es más
allá de un 10%, varía entre un 10% y 18%, tasa similar a una mujer embarazada que no
ha sido violada.
La confirmación del estado de embarazo se confirma en un 34% a los
inicios del embarazo, en el segundo trimestre (18 semanas). Agregó que el 50% de las
mujeres, en promedio, interrumpen su embarazo en las los países en que está
establecida esta causal. El 40% de las solicitudes aborto por violación son de menores de
14 años y se produce cuando el violador es parte o conocido de la familia. Estos datos se
obtienen de la experiencia de Colombia y de Brasil. Los promedios finales, calculados
para nuestro país en base a los datos analizados, variarían entre 592 y 1035 casos
anuales.
De aprobarse este proyecto de ley, concluyó, si se considera en forma
global la aplicación de las tres causales se estima que se produciría, derivados de ellas,
entre 975 y 2449 abortos, lo que correspondería respectivamente a entre un 2,8% y 6,8%.
Esto significa que el número de egresos hospitalarios por aborto aumentaría entre un
2,97% y un 7,36%.
Por lo tanto el impacto en la prevención del aborto no se vería altamente
afectado porque seguirá siendo ilegal en muchas otras causas que no se han analizado y
que quedan fuera del proyecto.
En respuesta a la consulta que se le efectuó en orden a por qué la
Universidad de Chile permitía que se realizaran encuentros para enseñar el uso del
mizotrol medicamento abortivo, explicó que desde una perspectiva médica, este fármaco
era muy útil, e incluso se indica su uso obligatorio en el periodo del post parto en algunas
patologías.
32.- Doctor Mauricio Besio Rollero, ginecólogo-obstetra, de la División de
Obstetricia y Ginecología, Pontificia Universidad Católica de Chile.
Sesión 43 (07.04.2015)
Existen varios antecedentes que indican que la justificación del cambio
legislativo estaría fundamentado más bien en ciertas circunstancias del embarazo sin
afectar principios universalmente aceptados.
En efecto, explicó, en la presentación del proyecto, se reconoce que la
constitución de la República "se ocupa de consagrar el derecho a la vida y el derecho a la
integridad física y psíquica de las personas, e impone a la ley el deber de proteger la vida
del que está por nacer". A continuación se señala que "El Estado debe equilibrar esos
58
mandatos con aquellas situaciones que pueden afectar la vida, la salud, los derechos y en
definitiva la dignidad de las mujeres en ciertas situaciones."
En otro acápite, se señala que "el proyecto que someto a vuestra
consideración se hace cargo de ciertas experiencias de vida críticas". Más aun, se insiste
que en esas situaciones críticas solo se está despenalizando una conducta, pero no
haciéndola legítima. Es fácil deducir que la razón de ello sería mantener incólume el
principio que impide su legitimidad.
Sin embargo, preocupan ciertos hechos presentes en el proyecto que
indicarían que la pretensión de respetar el principio constitucional de respetar la vida del
que está por nacer, no es posible cumplirla.
En la primera causal, existe consenso que la interrupción del embarazo
cuando existe el riesgo de muerte de la mujer embarazada, es una acción no solamente
lícita sino que obligatoria para el médico. Declaró que nunca un médico ha sido sometido
a proceso y menos condenado por realizar esa acción. Más aún, si no lo hace sería
seguramente procesado por negligencia médica. Complica en el proyecto la incorporación
del concepto de "riesgo a futuro", ya que bajo él, puede perfectamente establecerse la
licitud de cualquier aborto. Recordemos a modo de ejemplo la consideración de la salud
mental como causal de aborto, por eventual riesgo de suicidio o la de cualquier patología
materna por tratable que sea. Argumentar que lo que se busca es no inhibir la debida
decisión médica, provocando una postergación riesgosa de un tratamiento es
simplemente intentar palear una mala medicina.
En la segunda causal, claramente se trata de adelantar la muerte de un
paciente. Aquí los médicos se enfrentan a una mujer muy comprometida por la situación,
pero indemne y un feto enfermo. Reconoció que muchas veces los médicos no
implementan una terapia o la suspenden por considerarlas desproporcionada, pero
adelantar la muerte de un paciente va en contra del deber médico de cautelar la vida de
sus pacientes y del principio universalmente aceptado de no atentar contra la vida de un
ser humano inocente. Entregar la decisión de respetar la vida de ese ser humano
gravemente enfermo a la mujer que lo gesta, es otorgar la decisión de quien vive o no a
otro, lo que una sociedad democrática no debiera permitir.
Finalmente, dijo que en la grave situación de aquellos embarazos
productos de una violación, aparece como compasivo evitar que una mujer agredida
brutalmente soporte además la carga de gestar ese hijo. Sin embargo, permitir el aborto
en esas situaciones sólo se puede concebir quitando o disminuyendo el estatuto de ser
humano a ese ser en gestación. Para los profesionales de la salud ese ser humano en
gestación está bajo su protección, aunque nadie quiera velar por su vida.
Señaló que si bien este proyecto busca la solución de problemas reales y
angustiosos fuera de la voluntad de mujeres en algunos embarazos, por suerte poco
frecuentes, tiene sin embargo, la dificultad que de ser aprobado en los términos en que
fue presentado, atentaría contra la vida de los seres humanos más vulnerables, algunos
sanos y otros enfermos, que debieran ser protegidos por toda la sociedad.
Tal como está redactado, deja demasiadas posibilidades para que en
definitiva sea utilizado para permitir el aborto a petición de la mujer. La apelación al
riesgo materno "a futuro", con la posibilidad de considerar en ella incluso la salud mental,
la dificultad de establecer con la seguridad que amerita, la "incompatibilidad para la vida
extrauterina" por médicos generales y la imposibilidad de establecer criterios aceptables
de la ocurrencia de una violación, dejarán en la práctica a la mujer embarazada la
decisión de continuar o no cualquier gestación.
59
33.- Doctor Sebastián Illanes, profesor e investigador de la Facultad de Medicina de
la Universidad de Los Andes.
Sesiones 48 y 49 (05-05-2015 y 11.05.2015, respectivamente)
El doctor Illanes indicó que este proyecto de ley se sustenta en una
interpretación de la evidencia inadecuada, y por lo tanto llega a soluciones incorrectas.
Consecuentemente es un mal proyecto.
La primera causal de interrupción del embarazo propuesta es la de riesgo
vital presente o futuro de la madre. El proyecto funda esta causal planteando que la
mortalidad materna sería más alta en Chile por tener una legislación restrictiva con
respecto al aborto. El objetivo que tendría el proyecto sería disminuirla permitiendo la
interrupción del embarazo en aquellas mujeres con riesgo presente o futuro, y para ese fin
plantea que médicos generales se hagan cargo del tema. Estos argumentos son
discutibles por las siguientes razones:
1) La mortalidad materna ha disminuido en
más de un 90% desde el año 1989 a pesar de tener legislación restrictiva con respecto al
aborto;
2) Ninguna de las muertes maternas ocurridas el año pasado se hubiera
prevenido de estar aprobado este proyecto, ya que esas muertes no ocurrieron por falta
de intervención médica, sino por complejidad de las patologías; 3)
Considerar
que
médicos generales se puedan hacer cargo de pacientes de alta complejidad, es un error
grave. Si los médicos generales fueran la solución, se acabaría la necesidad de formar
especialistas en el país.
Explicó que en esta causal se generan las siguientes dudas: ante las cifras
de mortalidad materna que entrega el propio proyecto ¿Se hubieran prevenido las
muertes si este proyecto fuera ley?; ¿existe algún médico condenado por no haber
actuado como exige la /ex artis? ¿Qué dicen las guías de manejo clínico de estas
pacientes?
- ¿Qué es un riesgo a futuro, se puede predecir? ¿Cuánto riesgo es
necesario asumir? ¿Quién dará esa consejería? ¿Cómo garantizar que la información
que reciba la paciente sea fidedigna?
- ¿Si pacientes de alto riesgo son manejadas por médicos recién recibidos
como es el caso de la mayoría de los médicos generales, qué es lo que sucederá
con la mortalidad y morbilidad materna?
La segunda causal, señaló, considera el aborto cuando el embrión o feto
padece una malformación incompatible con la vida. El objetivo del proyecto es mitigar el
sufrimiento de esas madres permitiéndoles la posibilidad de abortar una vez hecho el
diagnóstico. En este caso también se plantea que esto sea decidido por médicos
generales. El proyecto busca hacerse cargo de un drama real, el sufrimiento de una
madre y su familia frente a un hijo con una malformación. Es una simplificación pensar
que en su forma actual este proyecto de ley pueda resolver de manera integral este
drama.
Aunque el diagnóstico de algunas de estas patologías puede hacerse
precozmente en el embarazo, la gran mayoría de las veces se hace después de las 20
semanas: a esta edad gestacional toda madre ha establecido un vínculo con su hijo.
El manejo por médicos generales, recalcó, es absolutamente insuficiente,
tanto en el diagnóstico, evaluación y manejo de estas pacientes. Cabe señalar que sobre
el 98% de los GO en encuesta SOCHOG, se opone a que médicos generales manejen a
estas pacientes
60
Ante esta causal también surgen muchas dudas: ¿Qué significa
específicamente el concepto "incompatible con la vida."? ¿Cuáles son los diagnósticos
que se van a incluir en esta categoría? ¿Qué lugares están en condiciones para
confirmar estos diagnósticos, que en muchos casos serán simples sospechas?
Destacó que en el caso más extremo de la anencefalia, ésta no es
sinónimo de muerte cerebral, de hecho la ley no los considera fallecidos para efectos de
la donación de órganos. Además planteó cómo se va a manejar médicamente el aborto
del anencefálico y qué se hará en caso de sobrevida. ¿Se utilizará una inyección
intracardiaca KCL?
Con respecto a la tercera causal contenida en el proyecto, se pretende que
mujeres que han sido violadas no carguen con el drama de tener al hijo del violador. No
obstante nadie puede ser indiferente al drama de la violación, los aspectos legales que
plantea el proyecto en esta materia son complejos: el proyecto establece la no necesidad
de denunciar el delito, y no hay referencia alguna a medios de prueba para confirmar la
violación cuando han pasado ya 12 o 18 semanas.
El doctor Illanes hizo hincapié, en esta causal, en tres aspectos:
1)
Solo se pone el foco en la paciente y como resolver su drama, y no en las razones de su
drama. Dado que un porcentaje altísimo de los embarazos por violación son provocados
por alguien al interior del hogar, con el actual proyecto se elimina al hijo del
violador, pero no se impide que la mujer siga conviviendo con el violador.
2)
Se
asumen edades gestacionales de manera absolutamente arbitrarias.
3) Nuevamente
en esta causal, son médicos generales los que se hacen cargo del tema. Evidentemente,
no se tuvo en cuenta lo compleja que puede llegar a ser una interrupción del embarazo a
las edades gestacionales planteadas.
La pregunta que se debe hacer es ¿cuál es la mejor respuesta que
podemos dar como sociedad ante este flagelo? Para tomar esta decisión necesitamos
información clara: ¿cuál es la tasa de embarazo post violación? ¿Quiénes se embarazan
por violación? ¿Cuáles son las consecuencias de abortar para una mujer embarazada por
violación?
Concluyó que este proyecto de ley es un mal proyecto. Está mal
sustentado, las soluciones que plantea no lograrán los objetivos deseados, y los
instrumentos que pretende utilizar son claramente inadecuados.
Respuesta a consultas. El doctor Sebastián Illanes explicó que existen dos
tipos de enfermedad que ponen en peligro la salud de la madre: aquellas que afectan a
propósito del embarazo a una mujer previamente sana y aquellas que la mujer padece y
empeoran con el embarazo.
Las pacientes que tienen un riesgo previo, este es conocido antes del
embarazo, la mayoría de las patologías que se descompensan son consecuencia de la
existencia de un feto viable y por lo tanto desde ese punto de vista se hará todo lo posible
para que el tratamiento terapéutico proteja la vida de la madre e hijo.
El doctor Illanes riesgo vital presente no se requiere legislar porque hoy los
médicos actúan. Respecto al riesgo futuro planteó que toda mujer embarazada tiene un
riesgo, por lo tanto la interpretación legal y judicial puede ser equivocada.
Diagnóstico prenatal para determinar malformaciones letales es muy difícil.
Por lo tanto hablar de diagnósticos precoces es muy difícil y establecer ese motivo como
causal de interrupción es muy complejo porque podrían existir enfermedades que se
detecten en el segundo semestre del embarazo.
61
Aclaró que cuando se habla de detección de malformaciones en el feto, en
realidad lo que se detecta en las ecografías son determinadas características que hace
más probable que ese niño presente malformaciones futuras, pero no existe certeza. Por
ello existe una falencia e el proyecto de ley en cuanto no se determina quién va a realizar
los procedimientos invasivos que sí permiten certificar la presencia de una malformación.
En cuanto a la diferencia en la forma de efectuar un aborto en embarazos
con menos o más 12 de semanas, es que en el primer caso se coloca una droga que va a
producir modificaciones en el cuello uterino que destruye su estructura de colágeno y
produce contracciones. En caso que esto no funcione debe realizarse una micro cesárea,
intervención que es muchísimo más complejo en más de 12 semanas.
34.- Doctor Ricardo Espinoza, director médico de la Clínica Universidad de Los
Andes.
Sesiones 48 y 49 (05-05-2015 y 11.05.2015, respectivamente)
Señaló que este proyecto de ley se presenta con el loable fin de proteger
la vida de la mujer embarazada en condiciones tremendamente adversas, haciendo
expresa mención a que busca resolver un conflicto entre
bienes
que son
inconmensurables. Entendemos que estos bienes son la vida y salud de la madre, y la
vida del hijo que espera.
En esta misma línea, informó, la Clínica de la Universidad de los
Andes, tiene entre sus valores fundacionales la protección de la vida humana desde su
concepción hasta su muerte natural. Existen argumentos poderosos para demostrar que
el proyecto- tal como se presenta hoy- se convertiría en una ley que perjudicaría
gravemente la vida y salud de la mujer, permitiendo que se practique el aborto en
cualquier circunstancia, por tanto sin el debido resguardo al bien inconmensurable que
significa la vida del no nacido.
El proyecto de ley con su actual redacción y
consecuencias no puede ser aprobado.
La primera causal de interrupción del embarazo que se propone es la de
riesgo vital presente o futuro de la madre en caso de continuar con el embarazo.
Considerando la práctica actual de los equipos de salud que intervienen en casos de
embarazo de riesgo para la vida de la madre, y con el propósito de disipar toda
incertidumbre de los mismos, consideramos que esta causal requiere una nueva
redacción por la cual se estipule que a la mujer embarazada cuya vida corre un riesgo
real e inminente, se le ha de aplicar el tratamiento médico que procure salvar su vida,
aunque aplicar dicho tratamiento produzca el efecto no buscado de la muerte del no
nacido. Con ello, la modificación al artículo 119 del Código Sanitario, no debe incluir el
término "riesgo futuro" de la vida de la madre, ya que todo embarazo puede implicar un
riesgo futuro. Si se mantiene esa expresión se permite una interpretación que
puede significar el aborto abierto a cualquier circunstancia.
La segunda causal que apunta a la existencia de una malformación
incompatible con la vida extrauterina, constituye un aborto eugenésico, que implica una
evidente discriminación ante el niño enfermo, intolerable para una sociedad democrática
y pluralista. (Ley Antidiscriminación conocida como Ley Zamudio).
En esta causal existe además, una evidente dificultad para asegurar
fehacientemente el diagnóstico. ¿Cuántos casos conocemos de diagnósticos mal dados
aun cuando se cuenta con tecnología de punta? Conocemos tantos casos en los que el
diagnóstico inicial consideraba una sobrevida de minutos que luego se extendió a años,
62
e incluso casos de diagnóstico completamente errados, en que han nacido niños y niñas
sanos. Estos errores de diagnóstico son altamente probables, en especial en el caso de
este proyecto de ley que considera que el médico llamado a intervenir es un médico
cirujano, sin hacer mención a la especialización requerida. Por ello se puede estar
poniendo en mayor riesgo la vida de la madre, al encargar a un no especialista la
realización de procedimiento para el cual no está debidamente preparado. Así podemos
prever un aumento de la mortalidad y morbilidad maternas, en especial en el caso de las
mujeres más pobres en nuestro país, que no cuentan con la posibilidad cierta de
consultar con un especialista gineco-obstetra.
A continuación, se refirió a la tercera causal de aborto que se basa en la
violación, e indicó que es igualmente discriminatoria, como en el caso anterior. Donde la
segunda causal discrimina por enfermedad, ésta discrimina por origen.
En una sociedad que busca la igualdad de oportunidades para sus
miembros, el primer derecho que se debe resguardar, es el derecho a nacer, sin
importar el origen o condición. El trato que recibe el no nacido es indigno en este caso, y
sin duda causaría conmoción social unánime si se tratara así a un recién nacido cuya
génesis fue también una violación.
Si el proyecto reconoce que frente a la vida del niño que está por nacer,
se está ante un bien inconmensurable, como comprender esta disposición a eliminarlo
por el solo hecho de tener un origen lamentable y doloroso.
El proyecto adolece de graves faltas en los presupuestos de su aplicación
para este caso. El profesional de la salud se vería en la posición de juzgar la veracidad
de las declaraciones de la mujer en cuanto a haber sido violada. Por lo demás, si bien el
proyecto exige al profesional llegar a la justicia para solicitar la autorización judicial para
practicar el aborto en la menor de 14 años, en ningún caso impone el deber de
protección de la menor respecto de su agresor, o de denuncia del delito.
Con lo
anterior, se eliminarían las consecuencias del hecho delictivo, devolviendo a la menor
al mismo entorno donde seguirá siendo víctima de su agresor, como lamentablemente ha
sido comprobado con demasiada frecuencia.
Por último el proyecto tiene a bien establecer la objeción de conciencia del
médico cirujano para no participar en un aborto. Hay una falta evidente al no indicar que
este derecho a la objeción de conciencia se aplica igualmente para todo el personal que
pueda ser requerido para participar, aun indirectamente, en la ejecución del aborto. Esta
falta se debe subsanar ya que a toda persona le asiste el derecho de manifestar su
objeción de conciencia, sin diferencias arbitrarias.
Pensemos en quienes intervendrían en un procedimiento de aborto: el
médico no trabaja solo, junto a él o ella, trabaja una matrona, una enfermera, un médico
anestesista y técnicos en enfermería. No es razonable que ellos estén privados de la
posibilidad de ejercer la objeción de conciencia para sustraerse de la participación en un
acto que contradice sus convicciones más profundas.
Por otra parte, al establecer la excepción a la objeción de conciencia, el
proyecto de ley es ambiguo, exigiendo que en los casos en que la madre requiera
atención inmediata se le debe practicar el aborto a pesar de la objeción de conciencia
manifestada. Esto solo se podría justificar en el caso de la interrupción del embarazo por
riesgo real e inminente de la vida de la madre, lo cual se debe especificar claramente para
evitar cualquier error de interpretación.
63
El doctor Ricardo Espinoza refutó lo señalado en cuanto ningún médico va
a esperar que la paciente esté en peligro de muerte para intervenir.
35.- Doctor Fernando Zegers, Director del Programa de Ética y Políticas Públicas en
Reproducción Humana, de la Universidad Diego Portales.
Sesiones 48 y 49 (05-05-2015 y 11.05.2015, respectivamente)
El doctor Zegers reseñó a modo introductorio a ciertos conceptos básicos
antes de analizar el proyecto de ley.
En primer término se refirió a los distintos tipos de leyes de aborto: aborto
prohibido (donde se ubica Chile); aborto despenalizado y aborto como derecho sexual y
reproductivo pero al cual concurren las personas como un derecho privado. Explicó que
su propuesta es que el proyecto de ley debe ser más que despenalización, debe
estructurarse en el entendido que se trata de un derecho humano al cual concurra el país
para asesorar a las personas en todas sus dimensiones (atención hospitalaria y
psicológica, entre otros).
Por otra parte, debe tenerse presente la terminología de la Organización
Mundial de la Salud que define “Aborto inducido” como la interrupción deliberada de un
embarazo clínico que tiene lugar antes de completadas las 20 semanas de edad
gestacional (18 semanas después de la fecundación) o, si la edad gestacional es
desconocida, de un embrión o feto de menos de 400 grs.
La misma organización define “embrión” como producto de la división del
cigoto hasta el fin del estadio embrionario (8 semanas después de la fecundación). Esta
definición no incluye partenotes -generados a través de partenogénesis- ni productos de
la transferencia de núcleos de células somáticas.
Destacó la importancia de unificar criterios para definir los conceptos
señalados, para que se utilicen técnicamente.
Otro aspecto general que aclaró es que toda interrupción de un embarazo
tiene dos objetivos. El primer objetivo es mejorar la calidad de vida o salvarle la vida a una
mujer y el segundo objetivo es operacional, eliminar el tejido embrionario.
Explicó que el único caso en que se produce el denominado doble efecto,
en que el feto muere como consecuencia indirecta de un tratamiento, es en el caso del
cáncer de la madre. En el resto de las enfermedades de la madre, se actúa directamente
para eliminar el embrión.
En cuanto al contenido del proyecto de ley, la primera causal que permite
la interrupción del embarazo si representa un riesgo para “la salud” o la vida de la mujer,
planteó si era lícito negarse a interrumpir un embarazo sometiendo a la mujer a un riesgo
que afecte su vida o su calidad de vida, cuánto se debe esperar para intervenir y quién
tiene la autoridad para decidir.
Frente a supuestas competencias de derecho entre la mujer y el
embrión/feto, la mujer es siempre la titular de derecho, lo que está claramente establecido
en el artículo 41 de la Convención de Derechos Humanos. Por lo tanto es obligación
irrenunciable del sistema sanitario proveer a la mujer de los elementos que le aseguren la
mejor calidad de vida posible.
Como principio general, indicó, no pueden sobreponerse los supuestos
derechos de los embriones por sobre el derecho de las personas a fundar una familia, a
64
su intimidad y a no discriminación. Entonces, en una contienda de derechos prevalece el
derecho de la mujer
En relación a la segunda causal, interrupción del embarazo, en presencia
de un embrión/feto no viable recordó que todo embarazo representa un riesgo para la
mujer, pero en general, el beneficio de ser madre sobrepasa vastamente el riesgo
Mantener un embarazo con feto no viable hasta el parto, somete a la mujer
a un riesgo sin el beneficio de la maternidad. Dado que el feto no es viable, nunca será
una “persona”. Así, la única persona merecedora de cuidado debiera ser la mujer.
Cuestionó qué derecho humano justifica obligar a una mujer a someterse al
riesgo de un embarazo y parto privándola del goce de la maternidad? Toda mujer
debidamente educada e informada debe tener la autonomía para vivir su vida “libre de
injerencias arbitrarias o abusivas en su vida privada” (Artículo 11, de la Convención
Interamericana de Derechos Humanos). Esto significa, tener la posibilidad de interrumpir
el embarazo o dejarlo seguir hasta el parto.
La tercera causal, interrupción del embarazo por violación, aseveró, tiene
que ver con que obligar a una mujer agredida sexualmente a llevar adelante un embarazo
y parir un bebé, no va en directo beneficio de ella misma. El único beneficiado es el
violador, que vera sus genes proyectados en la generación siguiente.
¿Debe una mujer ser castigada y forzada por la sociedad a mantener el
embarazo luego de haber sido violada? La respuesta es positiva sólo si la mujer no es
sujeto de derecho y el supuesto derecho a la vida del embrión tiene un valor superior al
derecho de la mujer a “ejercer su autonomía para decidir según sus propios valores”
En conclusión, en Chile no basta con despenalizar el aborto, debe
educarse a la población y proveedores de salud para cambiar el paradigma del aborto
como un acto ilegal e inmoral, al aborto como expresión de un derecho de las personas;
deben generarse los mecanismos institucionales y profesionales que provean a las
mujeres de un servicio seguro y eficiente y debe proveerse consejería y servicios de
apoyo psicológico y social que acojan y acompañen a las personas que se ven
expuestas al drama y al dolor que siempre genera terminar con una gestación.
Respuesta a consultas. El doctor Fernando Zegers señaló que el acto
médico no es solamente salvar vidas y por ello se debe preguntar si la calidad de vida
está incluida en la discusión de este proyecto de ley o no. Esto porque existen mujeres
que presentan una enfermedad que se sabe con certeza que empeorará con un
embarazo, y por lo tanto debe reconocérsele el derecho a decidir a interrumpir ese
embarazo sin esperar que esté al borde de la muerte.
En cuanto a si es partidario del aborto de libre demanda, el doctor Zegers
aclaró que no, porque a nivel mundial se ha demostrado que es una mala política pública
y en los países en que existe una adecuada prevención de embarazos no deseados los
abortos son muy pocos.
En cuanto a la colisión de derechos, en materia de derechos humanos,
indicó que un derecho no se superpone a otro y por lo tanto deben armonizarse los
derechos de la madre y del embrión, feto o niño, según el nivel de desarrollo que éste
tenga.
65
36.- Dr. Jorge Neira, Director del Programa Acompañar-es (PUC).
Sesión 51 (18.05.2015).
Presentó el Programa de Cuidados Paliativos Perinatales y explicó que es
un programa implementado por la División de Ginecología y Obstetricia en la Red de
Salud UC-Christus de la Facultad de Medicina de la Pontificia Universidad Católica, que
acompaña a las familias que conciben un hijo con alguna Malformación Congénita Letal
(MCL), durante el proceso de embarazo, parto y post parto, brindándoles una atención
médica integral e interdisciplinaria, para enfrentar el diagnóstico terminal de la forma más
humanizada posible.
A continuación, y en relación con la causal establecida el proyecto de ley
en estudio, que despenaliza el aborto en caso de inviabilidad del feto, indicó que el
diagnóstico de una Malformación Congénita Letal constituye un concepto complejo y de
gran intensidad emocional, tanto para los padres como para el equipo sanitario que lo
atiende.
Se trata, aseveró de una condición que hay que abordar en dos niveles
fundamentalmente: uno físico y otro antropológico.
En el primer nivel, el diagnostico de una MCL tiene criterios definidos:
alteración estructural y funcional de los órganos que asumen la función respiratoria
placentaria, o de los que realizan integración del organismo; generado en la etapa
embrionaria; lleva a la muerte en el período de tiempo relacionado al nacimiento (período
fetal-infantil, o más específicamente perinatal), y no tiene tratamiento curativo.
En lo antropológico se asiste a una de las condiciones más dramáticas de
la medicina, debido a que coexiste en el concebido la esperanza de la vida y el miedo a la
muerte simultáneamente. Esta situación supera a la medicina, dejando espacio para
una dimensión centrada en la persona humana, que permite ofrecer ayuda psicológica y
espiritual.
La cultura médica ha definido como enfermedad terminal aquella conocida,
que no tiene tratamiento y que irrevocablemente lleva a la muerte en un período de
tiempo de meses, y se enfrenta con el concepto de Medicina Paliativa o Cuidados
Paliativos (CP). Por su parte la Organización Mundial de la Salud define a los cuidados
paliativos para mejorar tanto la calidad de vida del afectado como la de su familia, y así
establece las coordenadas para los Programas de Cuidados Paliativos del adulto:
1. Proporcionar alivio del dolor físico
2. Respetar el instante de la muerte, no acelerar ni posponer ese momento
3. Incorporar los aspectos psicológicos y espirituales de los pacientes
4. Mantener el mayor nivel de actividad posible
5. Ofrecer ayuda a la familia en el proceso de la enfermedad y del duelo
6. Trabajo interdisciplinario para resolver los problemas que surjan.
Para contextualizar la realidad de las malformaciones congénitas letales,
explicó que se ha hecho un análisis del año 2008 con información del Instituto Nacional de
Estadística (INE), donde las malformaciones congénitas se registran según la
Clasificación Internacional de Enfermedades en su versión 10 (CIE 10), incluidos en el
código QOO-Q99 que corresponde a malformaciones congénitas, deformidades y
anomalías cromosómicas (MC/AC).
De los 896 casos totales registrados en el período fetal-infantil como
MC/AC, 527 ocurren en el período perinatal constituyendo el 58,8% de las muertes
registradas por esta causa, y nos muestra que del universo de malformaciones que
66
concluyen con resultado de muerte, éstas son las que tienen la condición de letalidad
más acentuada ya que se manifiestan cuando cesa la función placentaria.
Otra información significativa que se puede extraer de los registros del
INE es la distribución por grandes sistemas de las MCL, los datos de muerte infantil
son aportados por el trabajo de Donoso Carvajal.
Nervioso
Cardiovascular
Respiratorio
Digestivo
Urinario
Osteomuscular
Cromosómicas
TOTAL
Fetal
16
13
1
2
7
7
so
96
Infantil
107
170
12
22
64
88
130
593
Total
123
183
13
24
71
95
180
689
%
18%
27%
2%
3%
10%
14%
26%
100%
De acuerdo a los estudios internacionales en relación a los diagnósticos
etiológicos de las MC/AC, la revisión del profesor Wilkinson arroja el siguiente listado de
etiologías:
1. Potter's syndromefrenal agenesis, (Q60).
2. Anencephlyfacrania (QOO).
3. Thanatophoric dwarfism (Q76).
4. Trisomy 13 or 18 (Q91).
5. Holoprosencephaly (Q04).
6. Triploidy (Q99).
7. Hydranencephaly (Q03).
8. Hypoplastic left heart syndrome & pentalogy Cantrell (Q20)?
9. Severe osteogenesis imperfecta ¿(Q78)?
10. Multicystic dysplastic kidneys (Q61).
11. Severe congenital diaphragmatic hernia with hypoplastic lungs (Q33)?
12. Sirenomelia ¿(Q72)?
13. Complex or severe meningomyelocele (Q06).
14. Large encephalocele (Q01).
15. Acardia ¿(Q28)?
16. Giant omphalocele ¿(Q4S)?
17. Inoperable conjoined twins.
18. Cranioradischisis (Q07).
19. Exencephaly (Q07).
20. Iniencephaly (Q07).
21. Harlequin fetus (Q80).
22. Meckel-Gruber syndrome.
23. Non immune hydrops with mayor cardic defects.
Destacó el hecho que el mismo estudio que todas las causas tienen
sobrevida variable, excepto la Agenesia Renal en la cual no hay sobrevida registrada
mayor a 24 horas.
Indicó que la evidencia científica permite a los médicos realizar un
diagnóstico antenatal de una malformación congénita letal con elevada certeza
diagnóstica, sin embargo, no se puede predecir cuánto tiempo sobrevivirá el paciente
enfermo terminal, puede vivir horas, días, incluso meses después del parto.
67
Así nace el Programa de Cuidados Paliativos Perinatales UC-Christus,
como una forma de guiar clínicamente la atención del grupo madre-hijo-familia,
articulando así los fines de la medicina en la vida frágil que nos corresponde tratar.
Cuenta con un equipo multidisciplinario conformado por enfermeras,
psicólogos,
gineco-obstetras, ecografístas, neonatólogos, genetista, kinesiólogo,
religiosos, abogado y alumnos de medicina y enfermería, de tal manera de abordar
todos los complejos frentes de esta condición, a la manera que indica el estado del arte
del cuidado paliativo definido por la OMS.
El trabajo desarrollado por la organiza actúa en tres niveles:
1.- Asistencial:
a. Acogida a las parejas que tengan una MCL, tanto presencial como a distancia
mediante la página web bilingüe: http://acompañar-es.cl /
b. Certeza diagnóstica mediante el equipo interdisciplinario de Distocia Ecográfica
c. Seguimiento activo del embarazo
d. Atención durante el parto
e. Seguimiento en la etapa neonatal e infantil cuando la condición médica lo
determina.
f. Acompañamiento durante la muerte y las etapas post mortem de acuerdo a los
problemas detectados por el equipo
2.- Formativo:
a. Pre-grado: Curso de Bioética: "Dilemas al Inicio de la Vida" con el auspicio de la PUC.
b. Público general: múltiples ponencias en medios de comunicación, universidades,
congresos, donde se muestra la Misión y Visión de aCompañar- es.
c. Jornada anual el 12 de diciembre de cada año para informar de los resultados clínicos
y continuar reflexionando con las diferentes aproximación de las disciplinas humanistas
que dan luces de libertad, verdad, paz y esperanza a las parejas involucradas.
3.- Investigación En el ámbito materno infantil, dada la condición legal del
aborto, Chile puede entregar al mundo científico conocimientos originales respecto a
todos los datos duros que determinan las MCL. En 24 meses de trabajo, señaló, se han
atenido a 21 pacientes con resolución en el Hospital Clínico y 4 atenciones de pacientes
que posteriormente se resolvieron en otros. De las etiologías el 47% (10/21) son por
anormalidades en el número de cromosomas, y de estas la trisomía 18 es la gran
mayoría.
Finalmente, el doctor Neira hizo hincapié en los siguientes aspectos, en
relación con el proyecto de ley en estudio y con la labor que desempeña Acompañar- es:
1) Corresponde declarar y garantizar con firmeza el valor de la vida
humana y de su carácter inviolable.
2) Asumir el proceso de la muerte como parte intrínseca de la vida,
conscientes de la trascendencia de este paso a la vida eterna.
3) La justicia resulta particularmente importante en el contexto actual. El
valor de la persona, de su dignidad y de sus derechos, a pesar de las proclamaciones
de Derechos Humanos está seriamente amenazado por la difundida tendencia a recurrir
exclusivamente a los criterios de autonomía y utilidad. El engendrado no nacido
gravemente enfermo es la más indefensa de las criaturas actualmente.
4) Los cuidados paliativos son en Chile un Derecho para las personas
adultas cuya salud es terminal según reconoce y garantiza el inciso 4º del art. 16 de la
ley Nº 20.586 que regula Derechos y Deberes que tienen las personas en relación
68
con acciones vinculadas a su salud en los siguientes términos: "Las personas que se
encuentren en este estado tendrán derecho a vivir con dignidad hasta el momento
de la muerte. En consecuencia, tienen derecho a los cuidados paliativos que les
permitan hacer más soportable los efectos de la enfermedad, a la compañía de sus
familiares y personas a cuyo cuidado estén y a recibir, cuando lo requieran, asistencia
espiritual".
5) Que el no nacido enfermo terminal también es persona y por tanto
titular a esos derechos, que deben ser incluidos en el GES. Estos cuidados deben
comprender apoyo, alivio, compañía para los padres del más inocente y débil de
nuestros hermanos, porque su hijo es un enfermo terminal, y deben realizarse los
exámenes de certeza diagnóstica de las MCL, seguimiento activo por un equipo de
profesionales motivados y preparados, hasta las etapas post morten.
6) La implementación de un programa de CPP, sólo requiere de
profesionales motivados y preparados, sin necesidad de tecnologías sofisticadas, todos
los Hospitales Regionales poseen los profesionales calificados que pueden replicar el
modelo presentado.
7) El costo de una canasta básica según nuestros cálculos es de $770.230
arancel FONASA, lo cual se tendría que aplicar a los 500 a 600 casos al año de nuestro
país.
37.- Dr. Enrique Oyarzun, Jefe de Ginecología del Hospital de la Pontificia
Universidad Católica de Chile.
Sesión 52 (19.05.2015).
El doctor Araya explicó que la medicina materno fetal se ocupa de
embarazos de alto riego, muchos de ellos asociados a patologías fetales intrauterinas que
se tratan de prevenir, diagnosticar y tratar.
Señaló que dos de las causales del proyecto de ley se relacionan su
subespecialidad, y la tercera le afecta directamente como ginecólogo-obstetra.
En Chile, la mortalidad materna ha estado estabilizada en los casi últimos
15 años, alrededor de 20 por cien mil nacidos vivos (lo que significa que en nuestro país
fallecen cerca de 50 mujeres al año por embarazo y parto). Para disminuir estas cifras los
esfuerzos debieran centrarse en evitar el embarazo tardío y los embarazos múltiples, el
sobrepeso y la obesidad, y en disminuir la frecuencia de operaciones cesáreas. Por lo
tanto, las políticas que deben desarrollarse para reducir estos problemas son muy
diferentes al proyecto de ley en discusión.
Por lo tanto, de aprobarse este proyecto no hay entonces razones para
pensar que disminuyan las muertes maternas en nuestro país, o que se reduzca la
mortalidad perinatal, o que mejore la calidad del diagnóstico prenatal.
De hecho, enfatizó, este proyecto de ley no ha surgido de una necesidad
de la medicina ni de los médicos. Ha surgido, como dice el preámbulo del proyecto desde
una perspectiva de los derechos de la mujer, es decir desde una mirada políticoideológica. Además, su eventual aprobación complicaría gravemente el quehacer, porque
sus planteamientos son difícilmente practicables, e irían en contra del objetivo central:
intentar salvar madres embarazadas y niños in útero.
69
En este proyecto se pretende transformar la eliminación de un niño sano o
enfermo en una "legítima prestación de salud". Con ello se estaría pretendiendo
determinar desde el Estado, en función de una ideología política, una acción cuya
naturaleza es médica y que compete a la profesión médica determinar y ejecutar.
Con respecto a la primera causal que propone el proyecto indicó que la
interrupción médica del embarazo, por razones maternas y/o fetales, tiene lugar en el
ejercicio de la medicina, y, al igual que otras acciones médicas, presenta sus propios
desafíos técnicos y éticos.
Esta acción médica (que puede asociarse a la muerte no buscada del feto)
cumple la lex artis y es conforme a la ética médica, de modo que la primera causal
establecida en el proyecto de ley designa una acción médica que no presenta problemas
éticos o médicos o jurídicos. Lo que se ha llamado aborto terapéutico, en cambio, supone
la eliminación deliberada y directa de un ser humano en las fases iniciales de su
existencia.
Esta causal permite realizar un aborto ante los "riesgos vitales presentes o
futuros de la mujer". Debe reconocerse que la medicina sólo trata con eventos presentes y
futuros precisables, y no aborda riesgos futuros indeterminados, que son de hecho
infinitos. En la práctica real, patologías como embarazo ectópico, infección ovular antes
de la viabilidad fetal, hipertensión arterial materna severa, ciertos cánceres diagnosticados
en las etapas iniciales de una gestación y mola parcial, son entidades que se tratan en las
maternidades de nuestro país de acuerdo a lo que corresponde a la lex artis y a la ética
de nuestra profesión, a pesar de que en esas circunstancias pueda ocurrir la muerte del
niño.
Informó que madres con insuficiencia cardiaca, insuficiencia hepática,
insuficiencia renal, madres trasplantadas o madres con patología psiquiátrica son tratadas
adecuadamente en nuestro país sin que se necesite una ley que ampare o interfiera el
quehacer médico.
Dado que las situaciones médicas que comprometen la vida de la madre se
producen o agravan normalmente en el tercer trimestre de la gestación, la conducta
médica no se verá alterada por la existencia o no de una ley como la propuesta.
La segunda causal que establece el proyecto de ley en estudio, señaló,
supone legitimar el aborto cuando existen malformaciones "incompatibles" con la vida,
muertes éstas que ocurren generalmente en el último tercio de vida intrauterina y la
primera semana posterior al nacimiento. Ciertamente es mejor usar el término "letales" y
no "incompatibles con la vida" que es un concepto confuso (acrania, anencefalia,
holoprosencefalia alobar, iniencefalia, otocefalia, Body Stalk, agenesia renal bilateral,
displasias esqueléticas con hipoplasia del tórax, anomalías cromosómicas).
Estadísticamente las anomalías graves que comprometen la sobrevida
intrauterina o perinatal oscilan en torno al 3% de las llamadas anomalías congénitas
mayores que se presentan en el 2 a 3% de los nacimientos. En la práctica el diagnóstico
de estas anomalías es todavía muy impreciso en todas partes del mundo con errores que
van desde el 50 al 80%.
Se ha esgrimido como fundamento para su propuesta el potencial daño
sicológico para la mujer que continúa con un embarazo a sabiendas de que su hijo es
portador de una patología que podría provocar su muerte una vez nacido. La evidencia
científica no apoya este supuesto. Y por esta razón es que el Royal College of
Psychiatrists en Gran Bretaña ha emitido una declaración en la que recomiendan una
70
revisión completa de sus políticas con respecto a este tema, dado que los riesgos de
trastornos mentales en las mujeres que se realizan un aborto debieran ser comunicados a
la mujer antes de que tome una decisión con respecto a la interrupción de su embarazo.
En cuanto a la tercera causal del proyecto, violación de la madre, indicó
que sin duda constituye una tremenda agresión pero realizarle a la víctima un aborto
constituye una segunda agresión.
38.- Dra. Adela Montero, especialista en ginecología pediátrica y adolescente del
Centro de Medicina Reproductiva y Desarrollo Integral del Adolescente (CEMERA)
de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile.
Sesión 55 (15.06.2015).
Expuso sus análisis sobre las principales características de la violencia
sexual, sus consecuencias en la salud de las víctimas y las características del embarazo
producto de ella, desde el punto de vista de su experiencia como miembro del Centro de
Medicina Reproductiva y Desarrollo Integral del Adolescente (CEMERA) de la Facultad de
Medicina de la Universidad de Chile.
Al respecto, señaló que la violencia sexual representa uno de los
traumatismos más grandes que puede sufrir una persona, lo que se traduce en lesiones
físicas, psicológicas y sociales. Para el caso nacional, la magnitud real es desconocida,
pues se estima que dos tercios de los casos no son denunciados. Sobre el particular, la
Encuesta Nacional de Comportamiento Sexual arrojó como resultados que el 7 % de las
mujeres entrevistadas fueron víctimas de violación; constituyendo casi en el 50% de los
casos su inicio sexual; el 30% de los casos de maltrato infantil corresponde a violencia
sexual; el 80% de los casos se verificaba en menores de 18 años, siendo mayor la
vulnerabilidad en el sexo femenino, con un 79% de los casos; el 91% se trataba de
violencia intrafamiliar; el 65% correspondía a agresión reiterada y el 80% eran víctimas de
agresores conocidos de la víctima, siendo 44% de los casos familiares. Así, en el
SENAME, en el período 2012 y 2013 asistieron a 58 víctimas de entre 11 y 18 años con
embarazo producto de agresión sexual.
En cuanto a prevalencia y principales características de antecedentes de
violencia sexual en adolescentes consultantes en CEMERA en el período enero 2003 a
diciembre 2010, en una muestra de 3.497 adolescentes consultantes por salud sexual y
reproductiva, el 21,6% reportó antecedente de violencia sexual; en el 86,5% de los casos
la violencia reportada fue abuso sexual, siendo el 13,5% violación.
En cuanto a la edad de la víctima al momento de la primera agresión, el 4%
lo fue entre los 2 y 4 años, el 41% entre los 5 y 9 años, el 41% entre los 10 y 14 años y el
13% entre los 15 y 19 años.
Asimismo, el 48,5% de los agresores eran familiares, el 34,9% conocidos y
el 16,5% desconocidos; en el 60% de los casos la agresión se trató de un caso único y en
el 39%, reiterado; el 43% de los casos ocurrió en el hogar de la víctima, el 70% de los
casos reveló la agresión, siendo tardía en el 45%, madre en 59%, familiar en 19% y
denuncia legal sólo en el 19% de los casos.
Al referirse a consecuencias de la violencia sexual, señaló que había un
mayor riesgo de desarrollar trastornos en salud mental: depresión, estrés post traumático,
intentos de suicidio, trastornos en la conducta alimentaria, alteraciones en el desarrollo
personalidad, dependencia de drogas y alcohol. Esto se asociaría al deterioro en salud
71
física, presentándose mucho tiempo después del trauma a través de cefaleas,
fibromialgias, alteraciones gastrointestinales o dolor abdominal recurrente. En cuanto a
consecuencias en la salud sexual y ginecológica, refirió la ocurrencia de embarazos,
ITS/VIH, dolor pelviano crónico, dispareunia, ansiedad e insatisfacción en las relaciones
sexuales futuras, alteraciones en la líbido y en la respuesta sexual.
Sin perjuicio de lo anterior, como otras consecuencias, señaló que en el
caso de una menor edad en el inicio coital, presenta menor uso de métodos
anticonceptivos, un mayor riesgo de embarazo a menor edad, mayor riesgo de que se
repita la agresión, mayor riesgo de sexo casual, mayor número de parejas sexuales,
mayor consumo de alcohol y/o drogas, mayor riesgo de explotación sexual, mayor tasa de
morbimortalidad en hijos menores de 5 años, y mayor frecuencia de deserción escolar,
abandono del hogar y delincuencia juvenil.
A continuación refirió la experiencia de CEMERA en materia de embarazo y
violencia sexual y señaló que sus estadísticas informan 48 adolescentes con embarazo
producto de violencia sexual en 192 controles. La mayoría de los casos fue violencia
sexual intrafamiliar, con mayor frecuencia en menores de 15 años, estudiantes de menor
nivel socioeconómico, con una actitud inicial negativa frente al embarazo, con escasa
modificación al término con persistencia de sentimientos negativos, de frustración y
culpabilidad, con malas relaciones parentales y actitud negativa de los padres hacia el
embarazo. Asimismo, indicó la existencia de una mayor morbilidad durante el embarazo,
parto y puerperio y un tercio optó por la adopción.
Asimismo, un estudio cualitativo a 31 mujeres de 20 a 30 años con
antecedentes de embarazo por violación en niñez o adolescencia dio cuenta que, en
materia de sexualidad, se manifestaban culpas sexuales, ansiedad e insatisfacción en
relaciones sexuales futuras con disminución de la líbido, menor frecuencia de orgasmos o
conductas sexuales de riesgo. En materia de relación de pareja, un grupo importante
presentaba dificultades en establecer acercamiento y relación de pareja, rechazan esta
idea e incluso perciben un rechazo hacia el sexo masculino.
De las mujeres que han establecido alguna relación de pareja, la mayoría lo
ha hecho para satisfacer necesidades de mantención, compañía, cuidado, protección de
ella y de su hijo, pero en algunos casos fue su necesidad de maternidad.
En cuanto al comportamiento sexual posterior de una mujer agredida
sexualmente, explicó que el momento de las relaciones sexuales es un momento de gran
angustia y temor para estas mujeres ya que el recuerdo traumático de la violación se hace
presente. Frente al deseo y placer sexual la mayoría de las mujeres indicó tener algún
grado de dificultad como dolor o recuerdos perturbadores de la violación.
El embarazo por violación, cuya incidencia es difícil de cuantificar,
constituye un período crítico, que se traduce en una crisis múltiple inevitable de soslayar,
en una explosión de padecimientos desestabilizadores, que sitúa a la mujer a la toma de
decisiones difíciles, en momentos de gran fragilidad emocional: continuar el embarazo y
crianza; adopción o interrupción. Según los datos recogidos, un 72 % opta por la
interrupción del embarazo, un 21% continúa la gestación y crianza y un 7 % da en
adopción a su hijo.
Recalcó que el embarazo por violación es una realidad social, que
multiplican las crisis para las sobrevivientes. De acuerdo a lo informado por las víctimas la
crianza del hijo es la constatación imborrable del hecho violento (independiente de los
afectos que puedan surgir), debiendo asumirlo sin desearlo ni estar preparadas. La
interrupción del embarazo, por su parte les genera conflictos por los riesgos si se hace en
72
condiciones inseguras, por su penalización, por las sanciones religiosas y los imaginarios
socioculturales condenatorios. Finalmente, la adopción fragiliza por la impronta y estigma
que deja en la vida de la madre y quizás también en el niño.
En este estudio, concluyó, se evidencia que las víctimas que interrumpen el
embarazo por violación, no cuentan con la capacidad ni las condiciones para ser madres,
la intensidad de su rechazo era tan fuerte, que estaban dispuestas a correr los riesgos
que fueran necesarios para la interrupción:
De aquellas que continuaron con la gestación, pocas lo hicieron con agrado
o alegría. En casi todos los casos fue por falta de conocimiento sobre su estado, por falta
de acceso para interrumpir, por falla de métodos empleados o por presiones externas. En
general, surge el estereotipo alentado por la cultura sobre la resignación, el cumplimiento
de deberes, las creencias de que una voluntad superior lo ha querido así, resultando muy
difícil oponerse o rebelarse
Como reflexiones finales planteó que resulta inadecuado interpretar, valorar
y juzgar a las víctimas, con referentes ajenos al contexto de la violación, que hace de ese
embarazo un evento doblemente difícil y crítico, por ser no esperado, no deseado, no
planeado y además consecuencia de violencia y agresión. Además, decidir continuar con
el embarazo y crianza, interrumpir o considerar la adopción, debieran ser opciones que
correspondan a decisiones informadas, que las personas sobrevivientes realicen en base
a sus propias convicciones, creencias y valores
Frente a situaciones complejas, es necesario identificar y considerar el
curso de acción que mejor se acomode a las necesidades de la víctima y no respecto a
las necesidades del profesional o de terceros involucrados, acompañándola en el proceso
de toma de decisiones, sin imponer nuestras propias creencias y valores.
39.- Doctor Jorge Becker Valdivieso, especialista en obstetricia y ginecología.
Sesión 56 (16.06.2015).
La primera causal que contempla el proyecto de ley en estudio, establece
que “Mediando la voluntad de la mujer, un(a) médico(a) cirujano(a) se encuentra
autorizado(a) para “interrumpir un embarazo” cuando:….. La mujer se encuentre en riesgo
vital, presente o futuro, de modo que la interrupción del embarazo evite un peligro para su
vida”.
El doctor Becker señaló que, por definición toda mujer tiene riesgo vital a
futuro desde el momento en que se constata su gestación, pero ese riesgo, en Chile, es
extraordinariamente bajo, dado la cifra de mortalidad materna que se presenta hace más
de una década.
Contrariamente a lo mencionado en el proyecto, la gran mayoría de las
patologías mencionadas como causa de muerte materna no son predecibles en su
evolución desde el inicio del embarazo y otras se presentan de manera sorpresiva en
mujeres sanas y sin factores de riesgo. Por lo tanto cabe preguntarse ¿Qué se considera
como riesgo futuro? ¿Quién califica ese riesgo? ¿Qué ocurrirá judicialmente cuando haya
una muerte materna en una mujer sana y la familia demande al centro hospitalario o al
médico porque no se le informó a esa mujer sana que la ley le permitía interrumpir
tempranamente su embarazo por riesgo vital futuro? ¿Puede una mujer sana o enferma
pedir la interrupción del embarazo por riesgo futuro a pesar de que médicamente no
corresponda?
73
Con respecto al riesgo vital presente planteó que no hay necesidad de
legislar ya que con la normativa actual, cuando hay una paciente con embarazo ectópico
o cualquiera de las tres siguientes circunstancias antes de la viabilidad fetal:
corioamnionitis clínica, preeclampsia severa, metrorragia masiva con riesgo vital, los
embarazos se interrumpen en todos los centros hospitalarios donde son referidas.
Respecto de la segunda causal que contiene la iniciativa legal, esto es la
interrupción del embarazo cuando el embrión o feto padezca una alteración estructural
congénita o genética incompatible con la vida extrauterina, si bien parece ser una causal
muy bien delimitada, presenta el problema que hay enfermedades congénitas o genéticas
que no tienen tratamiento y se consideran incompatibles con la vida, pero la realidad es
que tienen una sobrevida variable, que habitualmente es corta (horas o días) pero
también puede ser de años.
Además, si bien es poco frecuente, sigue existiendo el error ecográfico y
claramente el diagnóstico de certeza se hace después del parto, por lo tanto aquí va a
ocurrir en algunas ocasiones que se interrumpa un embarazo en base a un error médico
respecto de la letalidad de la enfermedad.
A continuación analizó un listado de enfermedades que cabrían en esta
causal, realizado por el doctor Waldo Sepúlveda:
1) Holoproscencefalia: Hay 3 tipos de ellas y una sola está considerada letal, pero no se
distingue.
2) Pentalogía de Cantrell: Malformación de mal pronóstico, pero donde hay reportes de
pacientes operados y sobrevivientes
3) Displasia renal bilateral: También de mal pronóstico pero existen casos donde los niños
nacen con daño renal severo pero sobreviven y luego necesitan diálisis o trasplante renal
4) Hidrocefalia severa: Tiene asociado daño neurológico, pero es tratable luego de nacer
y no necesariamente será letal
5) Raquisquisis: Este término corresponde a la espina bífida cuya operación ha sido
realizada en forma pionera por el doctor Sepúlveda.
6) Hernia diafragmática con hipoplasia pulmonar: Está enfermedad por definición va
asociada a hipoplasia pulmonar e hipertensión pulmonar. Asi es la patología. En Chile, se
trata quirúrgicamente desde hace años, pero desde el 2004 se opera con sobrevida
cercana al 70% en el Hospital Clínico de la Universidad Católica de Chile.
7) Hipoplasia de ventrículo izquierdo: Se opera desde el año 2001 en el Hospital Clínico
de la Universidad Católica de Chile, con sobrevida de 50%.
8) Teratomas epignatus y teratoma cervical, también se pueden resolver en Chile
haciendo una cesárea con técnica EXIT para luego de manera diferida operar el tumor.
9) Uropatía obstructiva con hipoplasia pulmonar: si bien es controversial, en algunos
casos es tratable in útero y en Chile hay sobrevivientes de esta poco frecuente
enfermedad.
Cabe preguntarse entonces ¿Quién hará el diagnóstico prenatal? ¿Qué
enfermedades se considerarán letales? ¿Por qué el feto se considera como paciente
cuando está sano o con enfermedad tratable, pero pierde esa calidad de paciente cuando
tiene una malformación no tratable y la ley permitirá matarlo? Ese concepto no está
avalado para ninguna enfermedad en Medicina
A continuación recordó que, además de la Constitución, la ley N° 20.120
“Sobre la Investigación científica en el ser humano, su genoma, y prohíbe la clonación
humana” protege la vida desde la concepción al establecer en su artículo 1º que “esta ley
tiene por finalidad proteger la vida de los seres humanos desde el momento de la
74
concepción”; en su artículo 3º “prohíbese toda práctica eugenésica, salvo la consejería
genética” y en su artículo 4º “prohíbese toda forma de discriminación arbitraria basada en
el patrimonio genético de las personas”.
Por último, respecto de la segunda causal cabe mencionar un problema
práctico que está dado por la forma de control prenatal en Chile y la posibilidad de
ecografías por especialistas competentes. Sin embargo, las paciente del sistema público
de salud tienen una ecografía muy temprana del embarazo, que no permite ningún
diagnóstico prenatal y luego una segunda ecografía, que ocasionalmente también puede
ser la primera, alrededor de las 22-24 semanas o más tarde, y es ahí donde se
diagnostican la mayoría de los malformados. A esa edad gestacional, las técnicas de
“interrupción del embarazo” son claramente más mórbidas que en estados precoces del
embarazo, lo que significará complicaciones potencialmente graves para las pacientes en
las que se aplique esta ley, que incluyen la infertilidad a futuro y por supuesto la muerte
materna.
En relación a la tercera causal, el hecho de ser violada es una forma de
violencia extrema contra la mujer, pero desde el punto de vista estrictamente biológico,
una mujer que se embaraza por violación es habitualmente una paciente con el riesgo
basal de cualquier gestante con un hijo que suele estar sano, por lo tanto no hay
justificación médica para interrumpir ese embarazo, lo que no quita que esa mujer debe
recibir una especial atención en la parte emocional porque es evidente que tiene una
posibilidad cierta de presentar estrés post traumático.
En esta causal, el proyecto de ley tiene el grave problema que deja
claramente abierta la posibilidad de que el violador quede impune, al no exigir la denuncia
de este delito y poner por sobre ello a la confidencialidad del acto médico.
Por otro lado, esta misma causal también permite que se inventen
violaciones para interrumpir un embarazo no deseado, lo que obsta a que por supuesto
existen las violaciones reales y que son un drama humano tremendo. Para eso hay
múltiples instituciones en Chile que tienen políticas de acompañamiento para mujeres con
embarazos vulnerables
Un aspecto que trató a continuación fue la confidencialidad del acto
médico, principio que puede ser vulnerado ante riesgo vital de un paciente, cuando una
enfermedad pone en riesgo a otros o cuando hay un delito involucrado en el motivo de
atención de un paciente.
El proyecto de ley permite el aborto a libre demanda bajo el subterfugio de
la confidencialidad cuando dice “se busca privilegiar el deber de confidencialidad por
sobre el deber de denuncia ante una interrupción del embarazo realizada por la mujer o
por un tercero con su consentimiento”.
Esta declaración no cabe dentro de ninguna de las tres causales. La
interpretación de esta frase da por entendido que cuando una mujer consulte por
maniobras abortivas hechas por ella u otra persona, fuera de las tres causales no puede
ser denunciada, por lo tanto el aborto provocado de cualquier tipo deja de ser un delito
punible en Chile.
Por su parte el proyecto de ley contempla la objeción de conciencia, pero
solo para los médicos y no para el resto del equipo de salud, lo que genera problemas en
su aplicación práctica porque en definitiva ¿Qué es objeción de conciencia? ¿Es no hacer
el aborto o es no participar en alguna parte del proceso que termina en un aborto?
75
Un último aspecto que destacó fue los límites de edad gestacional, que no
se establecen ni para la primera ni para la segunda causal que propone el proyecto. Esto
abre claramente la puerta al feticidio.
Otro punto crítico es que para las menores de 14 años, en el caso de
violación, se pone como límite para el aborto hasta las 18 semanas, edad gestacional en
que existe evidencia científica que el feto humano siente dolor (publicaciones del Dr.
Nicholas Fisk) Métodos de interrupción del embarazo.
Concluyó al plantear que, en atención a la situación financiera actual del
sistema de salud pública en Chile es francamente deficitaria, ¿cómo hará el sistema
público para asumir esta carga extra cuando ya está absolutamente colapsado con el
GES y las urgencias?
Ocurrirá entonces lo mismo que en otros países, el Estado deberá comprar
servicios a clínicas abortivas que se establecerán en el sector privado, es decir aumentará
el gasto en salud para algo que no soluciona nada desde el punto de vista sanitario y más
encima genera patología física y mental.
En resumen, la despenalización del aborto llevará a lucrar por parte de
instituciones privadas que se dedicarán exclusivamente al aborto legal para abarcar todo
lo que obviamente no podrá hacer el sistema público.
40.- Doctor Waldo Sepúlveda, gineco-obstetra.
Sesión 56 (16.06.2015)
Señaló que en base a su experiencia profesional, la tecnología actual
permite saber incluso antes de las doce semanas de gestación el diagnóstico que
presenta un feto. Recalcó que es factible que en este proceso se produzcan errores, pero
de ahí la importancia de la calidad del trabajo médico que se entrega.
En relación al proyecto de ley en análisis manifestó que expondría respecto
a las dos causales que tienen una acción médica directa. En esta materia no se está
creando nada nuevo y recordó que la discusión que se lleva adelante tiene una larga data
y ya se ha analizado en todo el planeta, en Inglaterra hace 40 años y en Estados Unidos
hace 50 años. En ese sentido debe tenerse claro que existe una opinión médica que se
requiere por el examen que se realiza a la madre y al feto y otra que envuelve a la
sociedad entera.
En la causal primera en que se establece que la madre tienen derecho a un
aborto terapéutico, indicó que en Chile, como no está permitido el aborto terapéutico, los
médicos que actúan para salvar a la madre y para ello realizan una interrupción del
embarazo, están actuando fuera de la ley aun cuando le salven la vida a la paciente. Lo
que ocurre es que no hay acusaciones legales contra ese médico porque es absurdo.
Por lo tanto Chile cuenta actualmente con una legislación que es
absolutamente contra la vida de la mujer porque si la mujer se encuentra en un riesgo
inminente de muerte la legislación no distingue entre un aborto intrauterino o extrauterino.
La ley no dice que el aborto de un embarazo tubario es legal, por lo tanto cuando un
médico saca una trompa con un feto viso en su interior en Chile constituye un aborto y
como tal ilícito. Por ello existen médicos que esperan a que el feto muera en la trompa
antes de proceder lo que lleva al riesgo de hemorragias y la muerte. Por esto muchas
veces los ecógrafos no informan que el feto está vivo para que el médico proceda
adecuadamente.
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Existen casos en que indiscutiblemente el feto puede causar la muerte de
la madre como la triploidia, caso en que el feto no va a vivir nunca y en la medida que
crece las hormonas que produce afectan gravemente la salud de la madre.
Con respecto a la incompatibilidad del feto con la vida como causal de
interrupción del embarazo, indicó que se trata de un diagnóstico bastante difícil. Existen
casos en que los fetos han sobrevivido al nacimiento por hasta tres meses pero en
condiciones absolutamente deplorables. Reconoció que en muchos casos si se puede
ayudar a la sobrevida del feto una vez nacido e incluso antes a través de cirugías
intrauterinas.
Explicó que la denominación de patologías “incompatibles con la vida”
presenta problemas interpretativos porque puede sobrevivir por cinco minutos. Por ello
propone que cambie a “malformaciones de carácter letal” del feto, porque eso dejaría
claro que no existe tratamiento que evite su muerte.
41.- Doctora Rubi Maldonado, representando al Instituto Chileno de Medicina
Reproductiva.
Sesión 59 (13.07.2015)
Manifiesta que tiene una experiencia clínica de casi cuarenta años, y desde
esa práctica médica cotidiana ha tenido cercanía con el tema que se debate hoy. A
inicios de los años setenta muchas mujeres morían, experiencia que la llevó a
acompañarlas en este proceso. Después de trabajar en maternidad del Hospital Barros
Luco, trabajó casi 10 años en el Instituto Chileno de Medicina Reproductiva, constatando
muchos cambios en estos 40 años.
Indica que según su experiencia, no todo el mundo tiene acceso a la
educación sexual, por tanto el problema del aborto sigue presente y es transversal, pero
su solución es distinta dependiendo del nivel socio económico de quienes afecta.
Respecto de las causales que el proyecto de ley contempla, señala que no
es cierto que ya no hay enfermedades en Chile que no se puedan solucionar. La medicina
ha avanzado pero ese avance lamentablemente no es para todas, es para las menos,
siguen muriendo embarazadas por hipertensión, por ejemplo. Todos los días en nuestro
país hay médicos enfrentados a embarazos de difícil manejo, eso no es una excepción.
Teóricamente es fácil decir que dado el desarrollo en la medicina no hay patologías que
no se puedan manejar para evitar un aborto, pero en la práctica cotidiana algunas mujeres
son candidatas a tener complicaciones en el embarazo y morir. Algunas enfermedades
llevan a la muerte, aunque estén en el mejor hospital o clínica privada, y algunas de esas
muertes se pueden evitar con una interrupción del embarazo.
En el caso de violación por ejemplo, es traumático para el niño nacer de
una madre que no lo quiere o lo rechaza. Los servicios médicos acogen en gran parte a
las mujeres y también las han ayudado dentro de los límites que les permite la
legislación, pero en la mayoría de los casos se posterga la intervención o interrupción del
embarazo.
En el caso de un feto inviable, el diagnóstico se puede hacer muy
tempranamente, y no se justifica la agonía que significa dilatar la toma de la decisión.
¿Por qué no evitar ese sufrimiento haciendo antes una interrupción? Si hubiese una ley
los médicos se sentirían protegidos y la mayoría resolvería estos casos en favor de sus
pacientes.
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La expositora recuerda que respecto de la causal violación, la doctora
Montero hizo una presentación, constatando que la violación fue una de las mayores
torturas en la época de la dictadura, convirtiéndose en un recuerdo permanente de esa
violencia, y ahí lo más importante que el médico puede aportar es la consejería. El
acompañamiento posterior a la decisión de seguir con un embarazo es también
importante y debería estar garantizado por el Estado.
La invitada finaliza su exposición señalando que lo más odioso de todo esto
es la desigualdad que existe en torno a esta temática, no es lo mismo ser rica o pobre. En
Chile con dinero no hay dificultades para realizarse un aborto seguro. En el servicio
público se atienden mujeres que han rogado por meses para la interrupción de su
embarazo, y la mayoría de las veces no son ni siquiera escuchadas.
Algunos diputados solicitaron a la invitada que si podía entregar
antecedentes concretos respecto de las aseveraciones efectuadas en su presentación, ya
que es un tema delicado hablar de “abortos pagados”, y de las estadísticas que maneja
en el sentido de que los embarazos inviables o de madres con riesgo importante ocurrían
de manera transversal en todas las clases sociales pero sin embargo se dan más partos
en los sectores más vulnerables.
Al respecto, la doctora Maldonado explicó que lamentablemente no está en
condiciones de entregar cifras oficiales, pero es una realidad que existe, y de ello se
percatan diariamente en su práctica profesional. Es muy difícil hablar de números
oficiales porque el aborto se realiza de manera clandestina en el país, tiene lugar en las
casas, utilizando medicamentos como Misotrol, por ejemplo. Añadió que son casi
inexistentes los partos de malformación severa en las clínicas, y que ello se observa en
los estratos bajos.
Se consultó, asimismo, por qué el Instituto Chileno de Medicina
Reproductiva avala este proyecto de ley, si las estadísticas muestran que Chile es uno de
los países con índices más seguros en salud materno – infantil; si muchas mujeres se
provocan igual abortos con medicamentos como el Misotrol, que es muy fácil obtenerlo y
aplicarlo, aun cuando no esté legalmente permitido; y si también los médicos practican
abortos, aun cuando no lo hacen como una acción directa. Concluye reafirmándose la
pregunta sobre por qué justificar una ley de aborto en estas condiciones, donde en la
práctica el aborto terapéutico existe y las mujeres se lo practican.
Respondiendo a las distintas consultas de los señores parlamentarios, la
doctora Maldonado aclaró que la clandestinidad en materia de aborto es siempre un
riesgo, y por ello está de acuerdo con el hecho que la Universidad de Chile haya hecho
clases para explicar el correcto uso del Misotrol, porque lamentablemente las mujeres lo
usan, y no saben usarlo bien. En este escenario, por supuesto que este proyecto de ley
es necesario, ya que protegerá a la paciente y a los niños.
42.- Señor Fernando Abarzúa, médico gineco obstetra.
Sesión 65 (04.08.2015)
Se manifestó en contra de la idea de legislar sobre el proyecto de ley en
estudio. Expreso que el debate se debe concentrar en tres conceptos: el primero
despenalización versus legalización, interrupción voluntaria del embarazo versus aborto y
las tres causales que la iniciativa dice incluir.
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Señala que en esta materia (aborto) existe mucha experiencia sobre el
particular, que es bastante parecida a la existente en países en que se ha legalizado, por
tanto se sabe exactamente en qué consisten estos proyectos de ley restrictivos, qué se
requiere para aplicarlas y qué efectos traen en los embarazos de una población
determinada.
Indicó que el título de la iniciativa “despenalización” no es correcto, ya que
esto es una legalización de una prestación de salud, así el texto dice: “La interrupción del
embarazo debe garantizarse como una legítima prestación de salud”…“Ello significará
una oportunidad y un desafío de fortalecimiento para el sistema de salud, en especial para
la atención primaria” y además establece la “obligación del prestador de reasignar a otro
médico cirujano que no haya objetado de conciencia”
Respecto de la primera causal, dijo que ésta engloba dos conceptos: el
riesgo presente o futuro para la mujer embarazada. Explicó que los médicos en Chile se
conducen por la guía perinatal, que es de antigua data y de altos stándares para la toma
de decisiones en las patologías de la salud. Esta guía contiene las condiciones que
justifican la interrupción inmediata del embarazo independiente de la edad gestacional, en
riesgo actual de la madre. Por tanto, no es efectivo que los médicos obstetra estén
limitados para actuar frente al riesgo materno, precisó. Agregó que gracias a esta guía es
que la muerte materna ha ido disminuyendo constantemente, desde hace muchas
décadas, en forma independiente de las modificaciones legales. Por eso, Chile tiene una
de las tasas más bajas de mortalidad materna en el continente americano y comparable
con países desarrollados que tienen legalizado el aborto.
Luego se refirió a la expresión “riesgo futuro” contenida en la iniciativa
expresando que el embarazo es por sí una causal que aumenta el riesgo futuro de la
madre. Riesgo futuro lo tienen todas las personas, incluso los que tienen patologías
crónicas. Indicó que esta expresión permite –y así ha ocurrido en aquellos países con
aborto restrictivo- que a los pocos años de su entrada en vigencia aumentan en forma
exponencial los abortos, llegando finalmente a convertirse en aborto libre.
Respecto de la segunda causal “Inviabilidad fetal” indicó que el texto legal
dice que para realizar la intervención se debe contar con el diagnóstico escrito de un
médico cirujano (esto es médico general), y la ratificación de otro médico cirujano (que
también es un médico general). Piensa que hay una contradicción fundamental entre este
proyecto y la ley “Sobre la Investigación científica en el ser humano, su genoma, y prohíbe
la clonación humana” (Ley 20.120), que destaca que tiene por finalidad proteger la vida de
los seres humanos desde el momento de la concepción, y que prohíbe la práctica
eugenésica. Recalcó que “en Chile se prohíbe toda forma de discriminación arbitraria
basada en el patrimonio genético de las personas”. Pues bien, con este proyecto se
estaría permitiendo discriminar al señalar que un niño gravemente enfermo se le puede
poner fin artificialmente a su vida. También existe contradicción entre esta causal y lo
señalado en el artículo 8° del Código de Ética del Colegio Médico, que se refiere a los
“Deberes generales del médico”, y que señala lo siguiente: “El respeto de la vida humana
desde su inicio y hasta su término constituye el fundamento básico del ejercicio
profesional médico. Toda intervención médica realizada durante los nueve meses de
gestación deberá velar siempre por el mejor interés de la madre y del hijo”.
Luego se refiere a la manera como se efectúa el diagnóstico prenatal y su
seguimiento, señalando que al CERPO atendió un total de 7.032 embarazadas referidas
por sospecha o diagnóstico de alguna malformación congénita fetal. En 1175 pacientes se
confirmó o diagnosticó una malformación congénita de las cuales 568 correspondían a
79
cardiopatías congénitas. Seguido a ello se refirió a listas de malformaciones letales
entregadas por el doctor Fernando Zegers y redactada por especialistas en medicina
materno fetal afirmando que la práctica clínica es harto más amplia que las patologías allí
indicadas. También aludió a algunos casos clínicos, indicando que en uno de ellos (que
padecía de espina bífida) la Corte de Apelaciones señaló que “se debe considerar al ser
humano concebido como un paciente susceptible de tratamientos e incluso cirugías…”
Mencionó que la gran mayoría de las malformaciones graves en el sistema
público de salud de nuestro país se diagnostican a las 24 semanas o después de esa
edad gestacional, constituyendo un feticidio, que consiste en inyectarle cloruro de potasio
en el corazón del feto para que nazca muerto. Señaló que él mismo vivenció la práctica de
esta técnica, que en la mañana colocaban la inyección, y por la tarde tenían el parto de la
madre donde retiraban al feto muerto.
Reiteró que los proyectos de ley de interrupciones “restrictivas” del
embarazo (como es ésta caso) no son restrictivas. Más bien permiten el aborto casi en
toda circunstancia. Agregó que los cambios de estatus legales no están enfocados en la
prevención del aborto provocado, sino solamente en facilitar su acceso. Tampoco
resuelven el problema de vulnerabilidad específico que motiva un aborto provocado.
Respecto del embarazo como resultado de una violación, mencionó que
toda embarazada de más de 14 años manifiesta por sí su voluntad de abortar, y basta que
le informe a otro adulto para ello. No requiere ni siquiera iniciarse un proceso penal para
abortar. Debe primar su bienestar. Destacó que la prestación médica no depende de un
proceso penal. Puede darse, incluso, la paradoja de que el mismo violador la lleve a
abortar…y que siga impune, cometiendo el mismo crimen con ella o con otra persona
cercana… Añadió mantener la confidencialidad en casos de abusos de menores puede
aumentar aún más su desprotección. Sobre esta materia, la Corte Suprema, al informar el
proyecto de ley en estudio, señaló que “los deberes de confidencialidad postulados por el
proyecto de ley en el Código Procesal Penal, podrían constituirse en un espacio de
impunidad en desmedro de las víctimas de delitos sexuales menores de 18 años.
Finalmente se refirió a la objeción de conciencia que sólo incluye a los
médicos y no a matrones(as), enfermeros(as), TENS, y estudiantes de carreras de salud.
Además se establece la obligación del prestador de salud de reasignar a otro médico
cirujano que no haya objetado de conciencia.
43.- Señora Andrea Huneeus, médico gineco obstetra.
Sesión 65 (04.08.2015)
Se manifestó en favor del proyecto de ley en estudio. Indicó que se han
discutido múltiples perspectivas y la salud pública es la que representa el bien común. La
salud pública evalúa la demografía y la seguridad de la interrupción voluntaria del
embarazo. Demografía es el estudio de quienes se hacen abortos. Seguridad es el
estudio de la mortalidad, morbilidad y las consecuencias del aborto inseguro. Desde esa
perspectiva, dijo que este es un proyecto sólido, cuidadosamente redactado y que fuera
de unas mejoras que se requieren, debe ser aprobado.
Indicó que la causal uno y dos no tiene límite de edad gestacional. Esto
porque el riesgo vital o el diagnóstico de una patología fetal incompatible con la vida
pueden ocurrir en cualquier momento del embrazo. En la tercera causal, violación, se
pone límite de edad gestacional de 12 semanas, y para menores de 14 años, 18
semanas. Señaló que para entender mejor esta tercera causal se debe profundizar en
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legislación comparada, caracterización de las víctimas, riesgos biomédicos del embarazo
por violación, edad gestacional en que se producen las interrupciones de los embarazos
por violación, epidemiología del aborto inseguro y la situación de estas víctimas en Chile.
Dijo que se puede mejorar el proyecto conociendo el perfil de las víctimas y por qué
deben tener derecho a un aborto seguro, independiente de la edad gestacional en que se
encuentren.
¿Qué límites de edad gestacional tiene el aborto por violación en el resto
del mundo? Sostuvo que en nuestra región, en Bolivia, Argentina, Perú, Colombia, y
Brasil, no tiene límite. En Uruguay está limitado a las 14 semanas pero hay jurisprudencia
de permitirlo para proteger la salud materna si se presenta en una edad gestacional
mayor. En Venezuela no es permitido. En Ecuador es permitido en caso de violación a
mujer con discapacidad mental. En Centro y Norte América, el aborto en mujeres violadas
no tiene límite de edad gestacional en Panamá, México, Estados Unidos y Canadá. En
Costa Rica, El Salvador, Nicaragua, Honduras, Guatemala y Belice no está permitido. En
Europa es permitido sin límite de edad gestacional excepto en Irlanda que está prohibido.
En India y Asia y Australia no tiene límite. En África y el Medio Oriente no encontraron
legislación específica para el aborto por violación, en general sólo es permitido para salvar
la vida materna.
¿Cómo es la demografía de las embarazadas producto de violación?
Señaló que las embarazadas por violación son principalmente niñas y mujeres
extremadamente vulnerables. Entre un 5 y un 14% de las mujeres violadas, queda
embaraza. Respecto a la edad de estas víctimas: 66% de las embarazadas por violación
son adolescentes de 18 o menos años, 12% son menores de 14 años y 7% menores de
12 años. Las violaciones que llevan a estos embarazos son perpetradas por familiares y
conocidos en un 92% de los casos y son producto de violaciones repetidas en el 44% de
los casos. 9% de estas embarazadas es portadora de discapacidad cognitiva. En el 90%
de los casos el embarazo por violación es el primer embarazo.
¿Qué riesgos tiene el embarazo por violación? Mencionó que las niñas y
mujeres víctimas de un embarazo por violación presentan más complicaciones durante el
embarazo y parto que un embarazo normal. Estas complicaciones son partos prematuros,
deserción del control prenatal, desnutrición y estrés traumático agudo, estrés post
traumático y depresión y suicidio. Los hijos producto de un embarazo por violación tienen
más riesgo de desnutrición, maltrato infantil, abandono, institucionalización e infanticidios.
¿Por qué las embarazadas por violación consultan tardíamente en los
servicios de salud? De todas las mujeres violadas, sólo 11% recibe atención médica
dentro de las primeras 48 horas post asalto.
Un tercio de las embarazadas por violación reconoce que está embarazada
pasadas las 12 semanas. 52% tiene su primer contacto con el sistema de salud con
embarazos mayores de 12 semanas. El estigma de la violación y del aborto favorece que
la mujer violada no se atreva a solicitar un aborto temprano por vergüenza, baja auto
estima, aislamiento, miedo a solicitar ayuda a familiares, conocidos y servicios de salud.
El estigma mayor en mujeres con menos educación, jóvenes, y de bajo nivel socio
económico. Mantener el silencio y no solicitar ayuda refleja el estado de compromiso
emocional y vulnerabilidad de las víctimas. Se está frente a una mujer herida que por lo
tanto actúa de manera disfuncional.
¿Qué características tienen las embarazadas por violación que se practican
un aborto? Globalmente, dijo, 50% de las embarazadas por violación se hace un aborto.
Al comparar el grupo de las que abortan con las que no, las que abortan son mayores,
81
tienen mayor escolaridad y están trabajando en un mayor porcentaje a las que no abortan.
Pero lejos el factor determinante más importante en si aborta o no es la edad gestacional
al diagnóstico. Las que logran abortar se presentan con una edad gestacional menor que
las que no pudieron hacerlo. Las más vulnerables, más jóvenes y con menos educación
llegan tarde.
¿Qué' hacen las mujeres que quieren abortar a quienes la legislación se los
prohíbe? Las legislaciones restrictivas no impiden que las mujeres se practiquen un
aborto. Las tasas de aborto por 1000 mujeres en edad reproductiva son similares en todas
las regiones del mundo y no cambian si el aborto es seguro o inseguro. El 48% de los
abortos provocados en el mundo son inseguros. El 97% de los abortos inseguros se
produce en regiones como África y Latino América donde el aborto es ilegal. Sin embargo,
la tasa de aborto por 1000 mujeres es constante en todas las regiones, 20 de cada 100
embarazos termina en un aborto provocado en el mundo y esa tasa no se afecta por el
hecho que en Chile los abortos sean inseguros. En el caso de las embarazadas por
violación, si se les niega el derecho al aborto seguro, buscarán la manera de hacérselo de
manera insegura.
¿Qué peligro corre la embarazada violada que busca hacerse un aborto
inseguro? El 13% de las muertes maternas que se producen son por aborto inseguro. La
mortalidad por aborto inseguro es 34 por 100.000 abortos. La mortalidad por aborto
provocado seguro es cero bajo las 12 semanas y entre 1 a 4 por 100.000 abortos de las
12 a las 20 semanas.
El aborto provocado inseguro después de las 12 semanas es
un procedimiento riesgoso. 6,6% de los abortos globalmente se hacen después del primer
trimestre y éstos son responsables del 74% de las muertes maternas por aborto. Las
complicaciones del aborto clandestino en Latino América son más que el doble en
mujeres pobres que en mujeres de nivel socio económico medio o alto.
¿Qué es más peligroso para la mujer un aborto o un parto? El aborto
provocado en un ambiente seguro es un procedimiento menos riesgoso que un embarazo
de término. Un aborto seguro tiene una mortalidad de 0,7 por 100.000 mujeres. Un
embarazo de término tiene una mortalidad de 11,8 por 100.000 mujeres.
¿Cuántas embarazadas por violación hay en Chile? No existen buenos
datos Chilenos indicó. El SENAME asistió a 58 víctimas de embarazo entre 11 y 18 años
entre 2012 y 2013. Se puede hacer una estimación usando los datos de la cuenta pública
del año 2013 del Fiscal Nacional, Sabas Chaguán en que hubo 24,000 denuncias por
delitos sexuales, 81% de las víctimas fueron mujeres y 32% fue por violación. Si de éstas
un 5 a 10% se embaraza tendríamos entre 310 a 620 embarazadas por violación
denunciada en Chile. La estimación de la relación entre violación y violación denunciada
es variable. Se habla de que entre una de diez a una de cada tres, se denuncia. Por lo
tanto, estimaciones conservadores indican que se tienen al menos 1000 embarazos por
violación por año en Chile.
¿Cómo se puede mejorar la tercera causal? 1. No poniéndole límite de
edad gestacional. Señaló que la Organización Mundial de la Salud define aborto como la
interrupción del embarazo cuando el feto no es viable fuera del vientre materno. La
viabilidad fetal actualmente está en las 22 semanas. Al usar la palabra aborto y no
terminación voluntaria del embarazo para nombrar restringimos la edad gestacional a las
22 semanas que es lo que corresponde. 2. Eliminando el requerimiento de autorización
de un representante legal o tribunal para el aborto terapéutico en niñas víctimas menores
de 14 años. Según la ley chilena las menores de 14 carecen de capacidad de
consentimiento para la actividad sexual, por lo que debe considerarse que siempre que se
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trate de una menor de 14 embarazada, se encuentra dentro de la causal de violación que
es permitida para el aborto. Si la víctima solicita el aborto, tiene el derecho a acceder a
esta prestación por defecto, sin más trámite, aseveró.
Concluyó señalando que en la legislación comparada del aborto para
embarazadas violadas se puede apreciar que en la mayoría de los países no existe límite
en edad gestacional. Las víctimas de violación que se embarazan como mujeres muy
vulnerables, mayoritariamente niñas. Los riesgos biomédicos del embarazo por violación
que son graves para madre e hijo. Debido a las múltiples vulnerabilidades de las víctimas,
la mayoría, se presentan sobre las 12 semanas a los servicios de salud a solicitar un
aborto en los países donde esta práctica es legal. En parte el proyecto se hace cargo de
las más vulnerables, las embarazadas por violación menores de 14 años, permitiéndoles
el aborto hasta las 18 semanas, pero ese período también puede resultar insuficiente. El
análisis de la epidemiología del aborto y del aborto inseguro nos evidencia que si se niega
la posibilidad de abortar a estas víctimas, se someterán a un aborto inseguro que tiene 34
veces mayor mortalidad. Una hipótesis informada del número de abortos por violación al
año en Chile es al menos mil por año. Se proponen dos mejoras para la tercera causal del
proyecto de terminación voluntaria del embarazo; no poner límite de edad gestacional a
ninguna edad ni restricción alguna para el aborto en embarazadas menores de 14.
Finalmente señaló que la mejor manera de prevenir al aborto provocado es
mejorando el acceso a la salud reproductiva en anticoncepción y prevención de
infecciones de transmisión sexual a los hombre y mujeres. Esta prevención
lamentablemente no corre para las tres causales de aborto terapéutico que se discuten
hoy.
44.- Señora Andrea Schilling, médico gineco-obstetra.
Señaló estar a favor del proyecto de ley en estudio, basado
fundamentalmente en lo que dicen las cifras estadísticas. Por lo mismo hizo un llamado a
no visualizar esta temática desde una mirada polarizada, puesto que son un tanto
artificiales porque las mujeres que sufren esta temática no están en ninguno de los polos
(a favor o en contra de la iniciativa) sino que en algún punto entremedio de estos dos
extremos y a todas les duele. Indicó que la sociedad chilena también está entre estos dos
polos según refleja una encuesta sobre este proyecto de ley, donde sitúa en un 65% a las
mujeres que quieren que se despenalice en alguna causal. Cerca del 75% está de
acuerdo que se despenalice en las tres causales contenidas en la iniciativa.
Señaló que esta polarización está dada por cierto desbalance entre las
personas u organizaciones que han sido invitadas, pues se colocan en un plano de
igualdad relativa a una organización de jóvenes que representan a 130 adherentes
versus, por ejemplo, el Colegio Médico que tiene más de 10.000 afiliados. Destacó,
además, que este último hizo una encuesta donde el 58% de sus afiliados (6.300 médicos
aproximadamente) estaban favor de legislar sobre el aborto en sus tres causales; un 80%
en legislar en sólo alguna de las tres causales y solo un 20% está en contra. El otro
desbalance se produce con las organizaciones religiosas invitadas, pues el 67.37%,
según el último Censo, es de religión Católica el que en el transcurso de los años ha ido
disminuyendo y, entre un 20 a 30% se declara sin religión y éstos últimos también tienen
derecho a que se legisle por ellos.
Ahora bien, dijo, dentro de las estadísticas de los Católicos (67%) un 65%
estaba de acuerdo en legislar sobre el aborto con sus tres causales. Ahora bien la Iglesia
Cristiana Ordotoxa está contra el aborto en principio, pero pide a sus sacerdotes tolerarlo
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en algunas circunstancias. La Iglesia Protestante también lo permite, al igual que el
Judaísmo que lo acepta bajo ciertas circunstancias. El Hiduismo no lo prohíbe, el Islam lo
permite en caso de malformaciones en el embrión, peligro para la madre y violación, el
Judaismo Ortodoxo lo permite para salvar la vida de la madre y, finalmente, el Budismo lo
permite en la mayoría de sus países.
Qué ocurre con una mirada muy polarizada en contra del aborto. Implica
que se va a seguir teniendo exactamente lo mismo que se tiene hoy día, pero extirpando
la opción a la mujer de poder decidir y a las familias de contar con una ley que necesitan.
Propuso una mirada inclusiva. Porque dicha mirada entiende que estos dos
polos tan disimiles son artificiales y que una ley puede de forma inclusiva amparar ambos
extremos porque les permite a cada uno mantener sus ideas y sus principios. Así
despenalizar la interrupción del embarazo por tres causales con una mirada inclusiva no
obliga a nadie a interrumpir su embarazo.
Respecto de malformaciones fetales incompatibles con la vida extrauterina,
indicó que en Chile el año 2000 la mortalidad de niños menores a un año era de 2.300 y
de ellos una tercera parte era por malformaciones fetales (620 niños). Agregó que un
década después, esto el año 2012, murieron 580 niños, menores de un año, por
malformaciones fetales.
45.- Señora Francisca Decebal-Cuza, médico psiquiatra de la Universidad de Chile,
Sesión 64 (04.08.2015)
Se mostró contraria a la idea de legislar sobre el aborto en tres causales.
Mencionó que el eje central del proyecto es la salud mental de la mujer. En dos de las tres
causales en las que se pretende despenalizar el aborto, que son malformación fetal y
embarazo producto de violación, se alude exclusivamente a razones de salud mental de la
mujer, es decir el objetivo último explícito del proyecto en dos de las tres causales es el
alivio psíquico.
Señaló que en el caso de las llamadas "alteraciones estructurales
incompatibles con la vida extrauterina" el proyecto de ley explicita que forzar a la mujer a
llevar a término este embarazo supone mantenerla en un permanente estado de duelo.
En el caso del embarazo producto de una violación, se señala que obligar a
la mujer a mantener un embarazo en contra de su voluntad constituye una agravación al
trauma de la violencia sexual.
Siendo las temáticas “duelo” y “trauma” el campo de acción propio de los
psiquiatras se refirió exclusivamente a los aspectos de salud mental asociados a la
despenalización de aborto en estas dos causales, que son justamente las que les
competen.
Señaló que existe consenso en que el aborto es un escenario indeseable.
Nadie desea voluntariamente hacerse un aborto si es que no es estrictamente necesario.
¿Es efectivamente necesario abortar para mejorar la salud mental de la mujer
embarazada en estas dos causales?
¿Qué es el duelo? Duelo se define como "la reacción frente a la pérdida de
la persona amada". El proceso de duelo se maneja a través de múltiples intervenciones
que han demostrado ser efectivas y que la psiquiatría bien conoce. Dentro de las tareas
del duelo, se busca que el paciente en primer lugar acepte la realidad de esta pérdida. La
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segunda tarea es validar todas las emociones, negativas y positivas, asociadas a este
proceso y finalmente, se debe lograr que el paciente logre reposicionar emocionalmente a
la figura perdida y pueda seguir con su vida, en un mundo en el que esta otra persona ya
no está.
Añadió que la madre que está cursando un embarazo con un feto con una
alteración estructural incompatible con la vida extrauterina, se enfrenta a la terrible
situación de tener que lidiar con la muerte de un hijo. El problema es que cuando la
muerte es además producto de la acción directa de la madre, este proceso de duelo se
complejiza gravemente; el aborto impide el devenir natural del duro proceso que significa
asumir la realidad de una vida truncada. Poner a la madre en una posición donde debe
ser parte de la interrupción del curso natural del desarrollo posiciona a la mujer en el rol
de actor agente del proceso. Ello, por lo tanto, dificultará el proceso de aceptación,
modulación y resolución de este lamentable suceso. Argumentar que interrumpir este
embarazo antes del curso natural de esta vida no ha sido probado como una intervención
terapéutica eficaz para el manejo de esta situación.
Ahora, respecto del trauma, lo definió como el dolor psíquico secundario a
violencia ejercida sobre el individuo. Así, los diferentes estresores se configuran como
vivencias traumáticas en la medida que son experimentadas como un daño de tal
magnitud que es capaz de generar un quiebre en la vida psíquica. Ejemplos de esto sería
ser sometido a tortura, intentos de homicidio o violencia sexual. El trauma psicológico se
genera toda vez que el evento violento, neurobiológicamente hablando, se imprime en la
memoria emocional del sistema límbico, y de ahí en adelante, toda clave ambiental que
recuerde el episodio despertará reacciones intensas de miedo. A diferencia de lo que se
pudiera creer, la solución del trauma no está en eliminar las claves que recuerdan al
trauma, como sería, por ejemplo, destruir la calle donde ocurrió el accidente
automovilístico. La clave está en reprocesar la manera en la que este recuerdo traumático
se almacena en el cerebro, proceso conocido en nuestra disciplina como llevar desde una
memoria traumática a una memoria narrativa.
El aborto, lamentablemente no favorece a una mujer, no elimina el hecho
de ser abusada sexualmente. Lo único que hace es dar la ilusión mental de que por
eliminar una de las consecuencias visibles, el acto de violencia en sí desaparecerá de la
historia. La gente suele argumentar que la existencia de un embrión y posteriormente de
un hijo nacido, va a producir una re experimentación permanente del trauma en el cual el
hijo fue concebido. Sin embargo, lo traumático del embarazo producto de una violación,
no es el embarazo, sino que la violación. No existe absolutamente ningún libro o tratado
de psiquiatría que señale que el tratamiento para el estrés postraumático a partir de una
violación sea el aborto. Afirmó que hoy día cuentan con técnicas psicoterapéuticas y
farmacológicas más que efectivas para tratar estos cuadros.
Por otro lado, sabe que producto de numerosas investigaciones en el área,
las mujeres que en condiciones adversas optan por abortar, tienen una mayor
vulnerabilidad psiquiátrica que aquellas que deciden continuar con el embarazo. Y saben
además, que el aborto se configura para muchas mujeres como un evento traumático en
sí mismo. Es decir, a que a estas mujeres venerables, que no han tenido opciones se les
ofrece un proyecto de ley que nuevamente no le permite tener más opciones y la re
victimiza.
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46.- Señor Rodolfo Philippi, médico psiquiatra de la Universidad de Chile.
Sesión 64 (04.08.2015)
Se mostró contrario a la idea de legislar sobre el aborto y sus tres causales,
pues afirmó, en términos generales, que el aborto no es un tratamiento. No existe
evidencia que afirme que el aborto favorezca la salud física y psíquica de la mujer. De
hecho, no quita ni el trauma ni el dolor. No erradica el problema base (violación), solo el
producto de la misma.
Indicó que esta iniciativa solo da más libertades a la mujer, pero no la
ayuda. Es ilusorio pretender que el aborto no dañe psicológicamente a la mujer. Hay
testimonio de ello, precisó.
El aborto segrega y re expone el abuso. Impide el normal desarrollo del
duelo. Expone a la mujer a un procedimiento (aborto) que no es simple, sino que
complejo, lento y doloroso.
Sostuvo que esta iniciativa solo asesina al hijo no nacido. Esto no es un
tratamiento de ninguna especie. ¿Qué tratamiento puede tener por objeto matar a otro
ser?
Indicó que pensar que lo que se mata no es una vida humana implica
decidir, entonces, cuándo lo es y ello, a su vez, implica incorporar un punto de
segregación.
47.- Señora Susana Cubillos, médico psiquiatra.
Sesión 64 (04.08.2015)
En términos generales se manifestó a favor de la idea de legislar sobre esta
materia fundado en cinco casos que expuso ante la comisión que la llevan a afirmar, entre
otras cosas, que la violencia sexual contra la mujer que resulta en embarazo, se agrava al
asociarse a la violencia social observada en la tendencia de las instituciones (familia,
iglesia, ley) al silencio protector del victimario y la negación de las necesidades
emocionales de la mujer agredida. Indicó que para modificar esta situación social
anómala, es menester enfocar la violencia sexual como un problema de salud y, en ese
escenario, la posibilidad de interrupción protegida de un embarazo producto de estas
circunstancias, demuestra ser una herramienta terapéutica efectiva en prevenir
enfermedad psíquica en la mujer violentada.
Por otro lado, dijo que nacer como producto no deseado de una situación
violenta, es una imposición desconsiderada que conlleva riesgo de rechazo, ambivalencia
y conductas incongruentes de amor-odio por la familia, generadoras de alteraciones del
desarrollo psíquico y enfermedad a corto o largo plazo en los niños y niñas que nacen en
estas condiciones.
Sostuvo que la decisión deliberada que realiza una mujer, de interrumpir un
embarazo producto de una situación abusiva y violenta, que sobrepasa su capacidad
emocional para asumir dicha maternidad, al ser realizada por un equipo profesional, en
condiciones de seguridad, confidencialidad, oportunidad, con un acompañamiento
psicológico, y dentro de la Ley, convierte a la intervención médica en una posibilidad de
reparación del daño psíquico post traumático, con impacto favorable en el proceso de
desarrollo, como se observa en los años de estudios de las mujeres que optaron por tal
alternativa.
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Indicó que para los casos de genopatías o malformaciones incompatibles
con la vida, la alternativa de interrumpir terapéuticamente la gestación anómala, ofrece a
la mujer afectada, la oportunidad de problematizar realistamente la circunstancia vital a la
que se enfrenta, permitiéndole el ejercicio de la responsabilidad sobre si misma que le
concede la posibilidad de elegir, libre de sesgos morales y sanciones legales.
Expresó que las mujeres víctimas de violencia sexual, sin intervenciones de
salud y justicia reparatoria, quedan vulnerables a ser atrapadas en otras relaciones
riesgosas. Agregó que mantener una legislación que resulta en la protección institucional
de victimarios y condena por razones supuestamente “morales” a las víctimas, permite
mantener las condiciones que favorecen la violencia sexual contra las mujeres, su
desamparo ante la vida y la Ley.
Finalmente, reflexionó señalando que cuando una ley es burlada
insistentemente y cada vez en forma más intensa por toda la comunidad y que cuando los
pocos que las respetan lo hacen por motivos que no son legales, sino más bien religiosos
o culturales, la ley ha dejado de ser válida precisamente por inoperante.
48.- Médico Psiquiatra de la Universidad de Chile, señora Mónica Kimelman.
Sesión 64 (04.08.2015)
En términos generales se mostró a favor de la idea de legislar sobre al
aborto en sus tres causales.
Respecto de la causal de patología inviable del bebé expresó que cuando a
una mujer de le da el pronóstico de muerte de su guagua, se le derrumba su bebé
imaginario sano e ideal, luego devienen una serie de sentimientos de pena, dolor, rabia, y
culpa. También viene la incertidumbre de ¿cuándo va a morir?, y ello viene acompañado
de insomnio y tensión con repercusión familiar. Frente a dicha sintomatología emocional,
las mujeres reaccionan de distinta forma. Algunas proyectan su dolor e impotencia al feto
y solicitan activamente interrumpir la gestación. Otro grupo de mujeres optan por dar
autonomía al embrión en la decisión de muerte…”que sea lo que el bebé quiera”..dicen. y
un tercer grupo de mujeres simplemente rechazan esta gestación activamente con
comportamientos suicidas.
Indicó que los casos expuestos anteriormente, corresponden a un aborto
eugenésico coherente con los principios de la bioética, por cuanto respeta el principio de
autonomía de la mujer.
Respecto del embarazo por violación, coincidió que éste es
mayoritariamente intrafamiliar e incestuoso. Constituyen una situación clínica de máxima
adversidad que impacta la salud, pues hay casos de sífilis y VIH que se dan en este
segmento.
Indicó que el embarazo producto de delitos sexuales, también tiene
repercusiones emocionales fuertes con manifestaciones de trastorno por estrés
postraumático, producto de la violación, no del embarazo, precisó. Este estrés prenatal en
la gestante constituye un factor de riesgo para hipertensión, retardo de crecimiento
intrauterino y prematurez.
Luego da una serie de explicaciones técnicas sobre las consecuencias de
un trastorno por estrés postraumático, mencionando casos clínicos reales, para concluir
que desde la deontología médica las instituciones debieran garantizar el derecho a que
las mujeres opten por no continuar la gestación interrumpiendo así la transmisión
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transgeneracional de la violencia y la desorganización. Que la ley obligue a continuar con
esa gestación es normalizar la violencia y perpetuarla, finalizó.
49.- Médico Psiquiatra, señor Álvaro Jeria.
Sesión 65 (04.08.2015)
Se manifestó en contra de la idea de legislar, porque hoy día no hay
enfermedades psiquiátricas que requieran de la interrupción del embarazo para su
tratamiento.
Se refirió, luego, a las causales segunda (inviabilidad fetal) y tercera
(embarazo por violación) que sí dicen relación con la salud mental de la mujer.
El aborto no borra el trauma. Eliminar el feto no soluciona el dolor de la
mujer. No se puede pensar ni afirmar, dijo, que el aborto sea bueno. Indicó que sólo el
13% de las mujeres que no pueden abortar buscan dicho objetivo por otros medios.
El hecho de que Chile no tenga una ley de aborto, no significa que no haya
mujeres que lo busquen o deseen para resolver su problema, pero es aquí donde cobran
importancia los programas de acompañamiento, que en Chile están desfinanciados
aseveró.
Destacó también la importancia de que la mujer pueda acceder a la salud
mental de calidad y cerda de su domicilio. En este sentido indicó que la red de salud
mental en Chile tiene un gran problema, que no está desarrollada en forma armónica en
todas las localidades, que también va asociado a un segundo problema que es la
discriminación estructural hacia la salud mental, que se refleja que en Chile la psiquiatría
recibe solo un 2.14% del presupuesto de salud y además no existe una ley de salud
mental.
Finalmente, concluyó que existe tratamiento para las causales 2 y 3 ya
referidas. No es cierto que la única solución sea el aborto, sentenció.
Matrones y matronas.
50.- Señora Anita Román, Presidenta del Colegio de Matronas.
Sesión 51 (18.05.2015)
Informó que en Chile existen 7800 matronas y matrones, distribuidos en
Atención Primaria de Salud, atención cerrada y empresas privadas de salud como
clínicas, centros médicos, laboratorios de ISAPRES y centros de investigación
Explicó que la opinión técnica y política del colegio de matronas y matrones
de Chile que expondrá, representa al 76% del total de profesionales del país. De hecho, el
Consejo Nacional de 28 abril de 2015 ratifica la postura de apoyo al proyecto de ley en
estudio por mayoría absoluta.
Señaló que el aborto Chile es un hecho de la causa, que al estar
penalizado en todas sus formas, deja abierta la maniobra abortiva clandestina, lo que
representa un riesgo sanitario de proporciones y una inequidad injustificable, ya que la
seguridad sanitaria de la misma dependerá del nivel de ingreso de la mujer.
Establecido lo anterior, indicó, su organización apoya que el Ejecutivo haya
enviado este proyecto de ley que representa a no más del 10% del total de embarazos,
pero que se hace cargo de algo que hoy existe.
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En la causal primera, en que la mujer se encuentra en riesgo vital presente
o futuro, explicó que al establecer que la causal opera ante un riesgo vital “presente o
futuro” se asegura que no es necesario esperar a que la mujer se esté muriendo para
interrumpir el embarazo, sino que se permite la interrupción para poner fin a una situación
actual que en el futuro va a implicar la muerte de la mujer.
Destacó que el Código Sanitario constituye una normativa legal de rango
mayor a las orientaciones técnicas ministeriales y por lo tanto, en estricto rigor no puede
realizarse ningún tipo de aborto. Graficó lo señalado con un caso clínico ocurrido en la
maternidad Hospital Salvador en la década de los 90, una paciente ingresa con Dg de
embarazo ectópico no complicado, BEG, embrion LCF+,24 hrs. hospitalizada, se produce
rotura de la trompa, laparotomia de urgencia evidenciando importante hemoperitoneo que
obliga a solicitar transfusión de GR, paciente muere por hemolisis por incompatibilidad
sub grupo. La única sanción que se aplicó fue destitución de Tecnóloga Medica de Banco
de Sangre, no obstante la cuas ande muerte fue no haber practicado en tiempo el aborto
que se requería. Recalcó que la paciente se podría haber salvado si hubiese sido operada
al ingreso, por lo tanto la cuasal que el proyecto establece de riesgo para vital para la
madre permitirá que los equipos médicos actúen sin dudas de la legalidad de su forma de
obrar.
En el caso de las otras dos causales, embrión o feto que padezca
alteraciones estructurales o genéticas incompatibles con la vida extrauterina y caso en
que el embarazo es producto de una violación, indicó que ambas representan el respeto a
los derechos fundamentales de la mujer a decidir libre, informada, protegida, apoyada y
contenida la interrupción de su embarazo cuando está enfrentada a las situaciones
descritas.
Aclaró que el proyecto no establece a la obligatoriedad de abortar, pero
permite una opción diferente en ambas causales, a las hoy existente.
Concluyó su exposición al señalar que “Como matronería de Chile que
enfrentamos a diario estos casos clínicos, creemos necesario por lo expuesto, una
discusión amplia, madura, sin prejuicios y propositiva de la realidad que representa el
aborto, en toda su dimensión. Solicitamos a los parlamentarios, la rápida aprobación de
este proyecto que no habla de aborto libre pero en definitiva hace justicia por lo menos
para este grupo de mujeres”
Como propuestas complementarias al proyecto de ley planteó la necesidad
de la revisión Código del Trabajo para mejorar la protección a la maternidad en el caso de
mujeres que no cuentan con contrato formal, una mejor educación sexual desde el nivel
pre escolar, medidas contra el mercado negro de los abortos y la des-satanizacion de la
maternidad
51.-Profesora Mariana Arancibia de Escuela de Obstetricia y Puericultura de la
Universidad de Valparaíso.
Sesión 63 (03.08.2015).
En términos generales se manifestó a favor de la idea de legislar sobre el
aborto y sus tres causales contenidas en la iniciativa en estudio.
Indicó que en Chile se habla de aborto, en circunstancias que en otras
partes del mundo se habla de interrupción voluntaria o legal del embarazo. Esto pone de
relieve los dos puntos en discordia: el feto por un lado y la mujer que gesta por otro. El
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dilema está en el derecho absoluta del embrión a la vida y el derecho absoluto de la
mujer a decidir.
Aclaró que el concepto “aborto” significa “sin nacimiento” y tal es el
concepto que se usa en Chile. Señaló que existen países con restricción absoluta en
materia de aborto como es el caso de Chile versus países con restricción media a libertad
absoluta que constituyen el 80%. También señaló que las cifras de aborto provocado en
Chile son de 30.000 a 40.000 al año, pero lo cierto que dicha cifra es aún incierta.
Se ha discutido si el cigoto tiene o no vida humana, la realidad –dijo- es
que el cigoto sí está vivo, es un homosapiens con 46 cromosomas y con código genético,
por tanto es humano. Este embrión entra en un proceso unificado que lo lleva de ser
unicelular a pluricelular. Sin embargo, se ignora si dicho embrión tiene o no personalidad
moral.
En cuanto la ilicitud de la interrupción del embarazo, señaló que hay
excepciones como es el embarazo ectópico, donde corre riesgo de muerte la mujer.
También es distinto, desde el punto de vista social, si la muerte es de un cigoto, de un
embrión, de un feto o de un recién nacido. Así también los ritos y la valoración social que
se le asigna a dicho acto. En contraposición, dijo, está el derecho de la mujer a su
cuerpo, a su autonomía y a que las políticas públicas lo reconozcan como tal y no solo un
territorio geopolítico.
Luego se refirió al embrión, donde reiteró que es un humano con
individualidad absoluta (singularidad genómica). Explicó la estructura del cigoto, de la
mórula y del Blastocisto. Que después de los 14 primeros días de gestación no se puede
hablar de individuo, porque existen múltiples individuos que posteriormente llegan a la
unicidad de ellos. Agregó que todo esto es un proceso gradual, continuo y progresivo
hasta llegar a la cerebralización.
Evidentemente el embrión y la mujer que lo lleva en su vientre son dos
individualidades, pero que durante su gestación existe una relación de unidad donde
existe dialogo molecular y emocional entre madre y feto siendo absolutamente
dependientes el uno del otro.
Señaló que la “vida” tiene varias acepciones y concepciones, quedando de
manifestó la vida entre los humanos se da mediante una mediadora que es siempre la
mujer y ésta tiene autonomía biológica, afectiva, emocional, sexual, social y jurídica.
Finalmente indicó que las razones para despenalizar el aborto se fundan
en que la ley actual es inútil pues hay impunidad ante los abortos. También por los niños
no deseados, por la salud de la mujer y por la discriminación social, ya que la pena actual
afecta a las mujeres más desposeídas socialmente.
Como conclusión expresó que el aborto nunca es un acto aproblemático
moralmente, sin embargo es moralmente inapropiado penalizar el aborto. Pro abortista no
significa ser cultura de la muerte. Reducir el número de abortos pasa por políticas
públicas, como pueden ser, centros de consejería pos-aborto, información sobre
anticoncepción y ayudas sociales “reales” para mujeres solas.
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Abogados.
52.- Señora Ángela Vivanco, profesora de derecho constitucional de la Pontifica
Universidad Católica de Chile.
Sesión 57 (30.06.2015)
Expresó que para analizar este proyecto de ley previamente se debe
analizar el estatuto jurídico constitucional que tiene el nasciturus en la legislación chilena.
En ese sentido la Constitución garantiza el derecho a la vida, sin ningún tipo de
diferenciación ni discriminación, que tiene el antecedente biológico de estar vivo, y en
consecuencia se protege aquello que ya se posee. Cada vez que la Constitución se
refiere a persona lo hace respecto del individuo de la especie humana sin ningún distingo
como se hace en otras disciplinas, como por ejemplo en el derecho civil, en que se hace
una distinción a propósito del nacimiento o a ciertas condiciones asociadas a las
sucesiones y cumplimiento de condiciones.
Desde ese punto de vista, la referencia que se hace al “ que está por nacer” que
se utiliza en el mismo numeral del artículo 19 de la Constitución que regula el derecho a la
vida, reproduce parte del propio Código Civil al decir que “la ley protege la vida del que
está por nacer”. Al respecto es necesario efectuar ciertas precisiones respecto a la
discusión que se ha dado en la doctrina nacional, en cuanto si la referencia fue tomada
del Código Civil significa que ese ser tiene un estatuto distinto a las personas nacidas, o,
que ello significa constitucionalmente una habilitación implícita para que se pongan límites
a la protección de la vida del que está por nacer.
Tanto desde el punto de vista del estudio jurídico que se hizo de la
Constitución de 1980 original, en la década de los 70, como los posteriores estudios
realizados a propósito del cambo de la palabra “hombres” por “personas” en la
Constitución, siempre se hizo hincapié en que el derecho a la vida protegía a todos los
individuos de la especie humanan desde el momento de la concepción. Por lo tanto,
nunca se ha establecido que el que está por nacer no sea persona ni que deban
establecerse categorías diferenciadas. Esto, sin embargo, no significa que el derecho a la
vida sea un derecho absoluto.
A lo anterior se suma el hecho que desde el punto de vista de la igualdad y
la no discriminación, no pueden establecerse categorías que protejan en forma
diferenciada a personas entre sí.
En esta materia han existido fallos como el del Tribunal Constitucional que
se dictó a propósito del debate sobre la denominada “píldora del día después”, que estimó
que el embrión humano es único e irrepetible que se hace acreedor, desde el momento de
la concepción, de la protección del derecho.
En el falo de la Corte Suprema, sobre esta misma materia, se especifica
que el que está por nacer tiene derecho a vivir y a convertirse en persona, y que se le
debe proteger sin ninguna discriminación.
Además, existe normativa como la ley N° 20.120 que se refiere a la
investigación en seres humanos y a la prohibición de clonación en la que se establece
que la ley tiene por objeto proteger la vida de los seres humanos desde el momento de la
concepción y además, se específica que en ningún caso podrán destruirse embriones
humanos para obtenerse las células troncales que dan origen a tejidos y órganos.
Por su parte el Código de Ética del Colegio Médico de Chile específica
como uno de sus principios el respeto a la vida humana desde el principio y hasta su
91
término y que el médico, durante los nueve meses de gestación, deberá velar siempre por
el mejor interés de la madre y del hijo. Esto indica que el embarazo es un proceso en que
hay dos pacientes.
El aborto terapéutico se contemplaba en el Código Sanitario hasta el año
1989 y se estableció en cambio que no podrá ejercerse ninguna acción cuyo fin sea un
aborto, palabra con la que se alude al ilícito penal, es ecir una conducta dolosa y no
cualquier aborto. Por ello es muy importante que si el legislador quiere tratar causales de
despenalización del aborto debe hacerse cargo del marco constitucional vigente.
Una pregunta que surge es si procede tratar este tema desde el punto de
vista del estatuto de conflicto de derechos. Cuando se habla de la teoría del conflicto de
derechos se está reconociendo la existencia de titulares de derechos y por lo tanto, para
reconocer la preferencia de un sujeto sobre otro debe efectuarse ese reconocimiento
previo. Si se considera que el nasciturus no es persona y no tiene, por tanto, titularidad de
derechos, es improcedente hablar de conflicto de derechos. Llama la atención que en este
proyecto de ley se dice que el objetivo central son los derechos y la dignidad de la madre,
aspecto que nadie niega. Lo fundamental es determinar si el hijo tienen o no derechos en
cuanto es o no persona y en consecuencia si se le aplican o no las garantías
constitucionales.
El término interrupción del embarazo, se ha utilizado hasta el momento
para situaciones distintas del embarazo doloso, de emergencia en que el médico actúa
para salvar la vida del que se puede salvar. Por lo tanto no se entiende porque se
despenaliza la interrupción del embarazo si es una conducta no punible y por el contrario
forma parte de la lex artis y de los deberes del médico tratante.
Cuando se habla de despenalización de una conducta se alude a permitir
acciones que constituyen delito, basado en distintos criterios según el caso. En este
proyecto no se está despenalizando sino que creando prestaciones que serán exigibles
tanto al sistema público y privado de salud como a todo el aparato estatal. En realidad se
están legalizando las tres causales y creando las respectivas prestaciones asociadas a
cada una de ellas.
La primera causal que trata el riesgo de la madre amerita prevenir respecto
del riesgo vital de la madre actual o futuro, porque este último es totalmente imposible de
dimensionar. Por lo tanto, en el entendido que se quiere explicitar algo que hoy se hace y
que no es delito, debería acotarse a riesgo presente, aunque no necesariamente
inminente.
En cuanto a la segunda causal que trata la inviabilidad del embrión o feto,
su situación va a depender del diagnóstico y el momento de éste que se haga, lo que
significará mayor o menor certeza. En este punto no se especifican las patologías, no se
exige especialidad médica del diagnosticante, todo lo que puede llevar a un diagnóstico
erróneo y en ese caso qué protección tendría el nasciturus. Planteó además, cómo se
realizará la interrupción del embarazo.
Finamente, en cuanto a la violación, se estigmatiza al feto por haber sido
producto de tal delito y, de acuerdo al proyecto, al establecerse el deber de
confidencialidad no será necesario efectuar la denuncia a las policías para proceder, sino
que basta que el equipo médico constate indicios lo que en consecuencia no logrará
castigar al agresor.
Recalcó que la autonomía de decidir en esta causal es muy compleja por
cuanto hasta qué punto corresponde que el representante legal o en subsidio el tribunal
92
familia decida que a una menor de 14 se le practique un aborto de un niño sano, hipótesis
totalmente distinta a las dos causales anteriores.
En cuanto a la objeción de conciencia recordó que hoy constituye una
extensión de la libertad de conciencia y en consecuencia, debe ser reconocida a todas las
personas, en este caso, a todos los integrantes del equipo médico.
53.- Constanza Salgado Muñoz, Profesora de Derecho Constitucional de la
Universidad Adolfo Ibáñez.
Sesión 57 (30.06.2015)
Recordó que Chile es uno de los cuatro países del mundo (junto a
Nicaragua, El Salvador y Malta) que prohíben de manera absoluta, sin excepción alguna,
la interrupción del embarazo, circunstancia preocupante porque hace que el Estado se
encuentre ante un incumplimiento grave de sus obligaciones internacionales en materia
de derechos humanos.
En este sentido, la consagración de estas tres causales de despenalización
del aborto constituye un deber del Estado chileno, no solo en el ámbito del derecho
internacional de los derechos humanos sino que también a la luz de nuestra Constitución,
que incorpora los derechos humanos consagrados en los tratados internacionales como
parte del derecho interno y con jerarquía constitucional, y que además, reconoce a la
mujer un derecho a la vida y a la integridad psíquica y física (art. 19 Nº 1), a la salud (art.
19 Nº 9), a la autonomía (arts. 19 Nº 4 y 7) y a ser tratada con igual consideración y
respeto de su dignidad (arts. 1 y 19 Nº 2 y 3).
Explicó que por eso la discusión se plantea en términos equívocos cuando
se discute solo desde la perspectiva del derecho a la vida del nasciturus o de la obligación
de protección de su vida por parte del Estado. La discusión que derive de este proyecto
debe plantearse en términos de los derechos humanos o fundamentales de las mujeres
como personas sujetos de derechos. La continuación del embarazo es inexigible para la
mujer cuando concurre alguna de las indicaciones establecidas en el proyecto de ley que
se discute. La mujer tiene un derecho a la vida e integridad personal, a la salud, a no ser
tratada de manera cruel, inhumana y degradante por parte del Estado (de manera directa
o indirecta) a no ser discriminada y a ser considerada como una persona autónoma y el
Estado no garantiza dichos derechos a las mujeres cuando penaliza de manera absoluta
la interrupción del embarazo.
Informó que hace menos de un mes Chile rindió examen ante el Comité de
Derechos Económicos, Sociales y Culturales de las Naciones Unidas. El informe final de
dicho comité (E/C.12/CHL/4), de fecha 19 de junio de 2015, recomienda en materia de
salud sexual y reproductiva al Estado de Chile que "a) Agilice la adopción del proyecto de
ley sobre la interrupción voluntaria del embarazo y garantice su compatibilidad con
derechos fundamentales como el de la salud y la vida de la mujer, considerando la
ampliación de las circunstancias permitidas; b) Redoble sus esfuerzos para asegurar la
accesibilidad, disponibilidad y asequibilidad de los servicios de salud sexual y
reproductiva, incluyendo la entrega de contraceptivos de emergencia". Esta
recomendación reitera una vez más las recomendaciones de la CEDAW, del Comité de
Derechos Humanos de las Naciones Unidas (en el contexto del examen rendido por Chile
sobre el cumplimiento del Pactos Internacional de Derechos Civiles y Políticos) y del
Comité de los Derechos del Niño.
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A continuación, analizó las causales que consagra el proyecto como
excepciones a la prohibición absoluta de interrumpir el embarazo, con el objetivo de
demostrar que son causales respetuosas del derecho constitucional.
1) Interrupción del embarazo cuya continuación pone en riesgo la vida de la
mujer embarazada.
De acuerdo al artículo 19 Nº 1 de la Constitución, el Estado tiene el deber
de garantizar el derecho a la vida de la mujer embarazada. Como se sabe, bajo ciertas
circunstancias, la continuidad del embarazo puede llegar a constituirse un riesgo para la
vida de la madre (y del feto). En estos casos la obligación de continuar el embarazo se
vuelve inexigible jurídicamente para la mujer.
Así se ha establecido internacionalmente, donde destaca el fallo del
Tribunal Constitucional Federal Alemán, que en su sentencia de 1975 declaró que el
nasciturus goza de dignidad humana, afirmando en seguida que la mujer tiene una
obligación de llevar su embarazo a término, ya que la protección del nasciturus debe tener
precedencia. Sin embargo, ese reconocimiento no llevó al Tribunal Constitucional Federal
a prohibir de manera absoluta la interrupción del embarazo ya que reconoció que hay
casos excepcionales que constituyen un límite a la protección del nasciturus por parte del
Estado a través del derecho penal. Según el Tribunal Constitucional Federal alemán, el
derecho no puede imponer a través del derecho penal obligaciones de solidaridad a la
mujer tan intensas como la de sacrificar su vida o incluso su salud.
En la misma línea de argumentación, el Tribunal Constitucional de España,
en su sentencia de 1985, enfatizó que el acto de mantener un embarazo en ciertas
situaciones como cuando está en peligro la vida y la salud de la madre, bajo la amenaza
de la sanción penal, importa exigir un sacrificio que en ningún caso el derecho
constitucional exige a la mujer: el sacrificio de renunciar a la defensa de su derecho a la
vida.
En base a argumentos similares en 2006 la Corte Constitucional de
Colombia consideró que era inconstitucional obligar a la mujer a renunciar a su derecho a
la vida, a su integridad personal y a su salud psíquica y física.
Por su parte, la Constitución chilena también establece límites al legislador
en relación a las obligaciones que puede imponer a la mujer embarazada bajo la amenaza
de sanción penal. El derecho chileno nunca pone a una persona en situación de tener que
soportar pasivamente que otro ser humano le genere un peligro de muerte, incluso
cuando quien genera el peligro es una persona inocente. Negar a la mujer la posibilidad
de defender su vida tomando la decisión de interrumpir el embarazo aún a costa de la
vida de una persona inocente, implica una discriminación arbitraria ante las cargas que el
derecho impone al resto de las personas.
2) El embrión o feto padezca una alteración estructural congénita o
genética incompatible con la vida extrauterina.
La segunda causal que el proyecto
consagra es el de la inviabilidad fetal. Tal como está redactada la causal, deja fuera de
toda duda de que se trata de casos de niños y niñas que si logran nacer no pueden
sobrevivir fuera del útero materno ni aún con el apoyo de las técnicas más avanzadas de
la medicina actual. Se trata de un criterio claro y preciso que permite distinguir los casos
de inviabilidad fetal de otros casos de malformaciones graves que son compatibles con la
vida.
Desde la perspectiva del derecho constitucional, el objetivo de las normas
que penalizan la interrupción del embarazo debe ser proteger la vida del nasciturus con el
94
fin de hacer posible su posterior vida independiente. Por eso, la penalización de la
interrupción del embarazo en casos de inviabilidad no encuentra sustento bajo el artículo
19 Nº1 de la Constitución: el mandato de protección constitucional del nasciturus tiene
sentido en la medida que esa vida pueda desarrollarse como vida independiente
(Undurraga, 2013).
El argumento que han utilizado los tribunales constitucionales de Alemania,
España y Colombia en orden a considerar constitucional la interrupción del embarazo en
estas circunstancias sigue la misma lógica que en el caso de la indicación terapéutica.
Hoy en día el derecho penal obliga a la mujer a mantener un embarazo
inviable, bajo amenaza de sanción penal. El proyecto lo que hace es permitir a la mujer
decidir de manera libre, en ejercicio de su libertad de conciencia, si continuar con el
embarazo hasta sus últimas consecuencias o bien terminarlo anticipadamente. En estas
circunstancias imponer a la mujer la obligación de continuar el embarazo frente al
sufrimiento extremo que ello puede significar para ella no sólo carece de objeto legítimo
sino que también es una exigencia que afecta el núcleo esencial de su derecho a la
integridad personal (19 Nº 1).
3) Interrupción del embarazo que ha sido resultado de una violación.
La
tercera casual es una instancia de causales más amplias que consideran casos de
embarazos no consentidos. Se trata de una casual que únicamente considera los casos
de embarazos que han sido producto de violación, que, sin embargo, son los casos de
embarazos no consentidos de mayor concurrencia.
La pregunta por la constitucionalidad de la des-incriminación de la
interrupción del embarazo en estos casos tiene una respuesta positiva. El fundamento de
esta respuesta radica en que la imposición a la mujer del deber de soportar un embarazo
que es el resultado de violencia sexual ejercida contra ella, bajo amenaza de sanción
penal, no es una exigencia que derive de nuestra Constitución. En estos casos la
Constitución no obliga al legislador a penalizar la interrupción del embarazo. Por el
contrario, lo obliga a proteger los derechos de la mujer que se ven afectados por el acto
de violación.
Cuando una mujer ha sido violada la mujer ve afectada no sólo su
integridad personal sino que también su autonomía sexual en su núcleo más esencial. La
mujer, en estos casos, es completamente instrumentalizada: su autonomía para decidir
acerca de sus interacciones sexuales se ve completamente anulada por el acto de un
tercero que con violencia, desconoce su voluntad contraria a la interacción sexual. Frente
a tamaña afectación de la integridad personal y de su autonomía, imponer a la mujer bajo
amenaza de pena la obligación de continuar con el embarazo que es el resultado de la
violación de la que fue víctima agudiza, una vez más, la afectación de su autonomía e
integridad personal. Esta vez, sin embargo, es el Estado el responsable de la afectación
de sus derechos constitucionales a la integridad física y síquica (art. 19 Nº 1), y a su
autonomía (arts. 19 Nº4 y 19 Nº7).
Al igual que en los casos anteriores, el argumento de la inexigibilidad -que
es el que está detrás del reconocimiento de esta causal de excepción- adquiere
relevancia en la jurisprudencia comparada. El Tribunal Constitucional de España, en su
sentencia del año 1985, señaló que cuando el embarazo es el resultado de una violación
"la gestación ha tenido su origen en la comisión de un acto no sólo contrario a la voluntad
de la mujer, sino realizado venciendo su resistencia por la violencia, lesionando en grado
máximo su dignidad personal y el libre desarrollo de su personalidad, y vulnerando
gravemente el derecho de la mujer a su integridad física y moral, al honor, a la propia
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imagen y a la intimidad personal. Obligarla a soportar las consecuencias de un acto de tal
naturaleza es manifiestamente inexigible; la dignidad de la mujer excluye que pueda
considerársele como mero instrumento, y el consentimiento necesario para asumir
cualquier compromiso u obligación cobra especial relieve en este caso ante un hecho de
tanta trascendencia como el de dar vida a un nuevo ser, vida que afectará profundamente
a la suya en todos los sentidos".
La Corte Constitucional de Colombia, afirmó en un sentido más fuerte aún
que prohibir a la mujer interrumpir un embarazo no consentido era inconstitucional toda
vez que "en este caso la prevalencia absoluta de la protección de la vida del nasciturus
supone un total desconocimiento de la dignidad humana y del libre desarrollo de la
personalidad de la mujer gestante, cuyo embarazo no es producto de una decisión libre y
consentida sino el resultado de conductas arbitrarias que desconocen su carácter de
sujeto autónomo de derechos y que por esa misma razón están sancionadas penalmente
en varios artículos del Código Penal". Así, la Corte señaló que cuando la mujer ha sido
violentada sexualmente y "como consecuencia de una vulneración de tal magnitud a sus
derechos fundamentales queda embarazada no puede jurídicamente ser obligada a
adoptar comportamientos heroicos, como sería asumir sobre sus hombros la enorme
carga vital que continuar el embarazo implica, ni indiferencia por su valor como sujeto de
derechos, como sería soportar impasiblemente que su cuerpo, contra su conciencia, sea
subordinado a ser un instrumento útil de procreación. Lo normal y ordinario es que no sea
heroína e indiferente (…) la mujer tiene el derecho a decidir continuar su embarazo, si
tiene el coraje para hacerlo y su conciencia, después de reflexionar, así se lo indica. Pero
no puede ser obligada a procrear ni objeto de sanción penal por hacer valer sus derechos
fundamentales y tratar de reducir las consecuencias de su violación o subyugación".
A continuación profundizó de manera general a las causales contempladas
en el proyecto, la inexigibilidad y los derechos de la mujer, al señalar que Sea que uno
interprete el artículo 19 Nº 1 de la Constitución en el sentido de que garantiza al
nasciturus un derecho a la vida (como titular) o que obliga directamente al Estado a
proteger su derecho a la vida, de esto no se sigue la penalización absoluta de la
interrupción del embarazo.
Sin embargo, cuando concurren las causales presentadas en este
proyecto, el legislador no tiene la obligación de sancionar la interrupción del embarazo y
también de garantizare de garantizar los derechos fundamentales de la mujer
embarazada, que pueden verse afectados en circunstancias como las que el proyecto de
ley especifica.
En cuanto a la acreditación de causales que el proyecto reconoce, desde el
punto de vista constitucional, el proyecto es consistente con las obligaciones
internacionales del Estado. La legislación que establezca la despenalización de la
interrupción del embarazo en ciertas circunstancias específicas y acotadas debe también
permitir que la mujer que decida abortar cuando concurren estas circunstancias pueda
efectivamente hacerlo, sin obstáculos substanciales que hagan, en los hechos, imposible
llevar a cabo su decisión.
El derecho comparado y la jurisprudencia de derechos humanos han
desarrollado una vasta argumentación relativa a cuál debe ser la forma de acreditar la
concurrencia de las causales. En términos generales, el argumento es que el legislador
tiene el deber asegurar que la forma de acreditación, por ejemplo, de la violación o del
peligro para la vida de la mujer, no constituya un obstáculo substancial para el ejercicio de
la decisión de la mujer de interrumpir su embarazo. Así por ejemplo, recientemente (F.A.L.
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medida autosatisfactiva, 2012) la Corte Suprema argentina estableció que los médicos en
ningún caso deben requerir autorización judicial para realizar los abortos, debiendo
practicarlos requiriendo exclusivamente la declaración jurada de la víctima, o de su
representante legal, en la que manifieste que el embarazo es la consecuencia de una
violación. El derecho argentino reconoce dos tipos de causales que permiten a la mujer
interrumpir el embarazo: la terapéutica y cuando éste es el resultado de una violación
(criminológica).
Finalmente, destacó como un aspecto positivo del proyecto de ley que se
discute el hecho que garantiza a la mujer el ejercicio efectivo de su decisión de interrumpir
el embarazo, cuando concurren las causales mencionadas. Desde la perspectiva
constitucional esto significa que el proyecto entiende que reconocer a la mujer una
libertad para que pueda decidir si continuar o no con el embarazo, pero desentendiéndose
del hecho de que la mujer pueda efectivamente ejercer esa decisión, es reconocer una
libertad meramente formal, que en muchos casos puede que no logre ser ejercida, ya sea
por falta de recursos materiales, ya sea porque encuentre en los médicos una negativa a
practicarle un aborto.
Por eso, el proyecto de ley garantiza las condiciones jurídicas y materiales
para que la mujer pueda, cuando concurren las circunstancias antes vistas, ejercer su
derecho a decidir, obteniendo así la prestación sanitaria que corresponde. El proyecto
toma en serio la responsabilidad que tiene el Estado de, una vez que autoriza la
interrupción del embarazo, poner a disposición de la mujer que solicita la interrupción del
embarazo cuando concurren ciertas causales, las condiciones médicas necesarias para
llevarlo a cabo de manera rápida y segura.
54.- Asociación de Abogadas de Chile, señora María de los Ángeles Coddou.
Sesión 59 (13.07.2015)
La abogada expresa que desde la perspectiva de la visión jurídica de este
proyecto de ley, es fundamental tener presente la finalidad de la pena y de la actividad
punitiva del Estado. Ésta tiene que lograr cierto objetivo, se trata de una conducta que a
ojos de la sociedad merezca el máximo de los castigos. La ley no es uniforme ni deja de
hacer excepciones. El atentar contra la vida la sociedad ha determinado establecerlo
como un bien fundamental, pero existen excepciones, por ejemplo los intentos fallidos de
suicidio. El estado emocional de esa persona es tan complejo que el Estado entiende que
establecer una pena a esa persona es contraproducente. Lo mismo pasa con el aborto,
las mujeres no se practican los abortos tomando esa decisión de manera fácil. Sin
embargo, en los casos de este proyecto de ley son casos extremos: vida de la mujer en
riesgo, feto inviable y mujer violada. Estamos hablando de bienes jurídicos en pugna que
hay que jerarquizar.
El estado protege la vida del que está por nacer, pero también la integridad
física y psíquica de las personas, y muchas veces ponemos en riesgo la vida de una
persona que ya existe y que está inserta en la sociedad, como lo es la mujer, versus el
que aún no nace.
En el caso de la inviabilidad del feto, la abogada indica que la medicina ha
avanzado lo suficiente como para tener claro cuando la inviabilidad es un hecho. En esos
casos se pone en juego la salud física y psíquica de la mujer y de todo el entorno que la
rodea. Es sinónimo de tortura psicológica hacer que esa mujer lleve su embarazo a
término.
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Asimismo, la violación es un acto forzado, no consentido. Esa mujer jamás
tuvo un acto de voluntad para siquiera asumir el riesgo de un embarazo. Obligar a esa
mujer a llevar a término un embarazo o a abandonar a su hijo, también a nuestro juicio es
un acto de tortura psicológica.
No se trata que la vida del que está por nacer no tenga derecho a ser
protegida, pero cuando hay dos bienes en juego hay que jerarquizar. Y los casos
establecidos en el proyecto de ley son los mínimos a considerar.
La abogada comenta que las cifras por condena por delito de aborto en
periodo 2010-2013 son 80 condenas, y de ellas la mitad más o menos corresponde a
hombres, es decir, los facultativos que participaron en ellos. Y de las mujeres, podemos
decir que el 100% son de estrato social bajo. ¿Solo las mujeres de estrato social bajo se
practican abortos? Aquí también hay discriminación. Si existen solo condenas respecto de
personas de estrato social bajo, los otros casos no se conocen, o no son denunciados, o
las mujeres viajan a otros países donde el aborto está permitido.
También es relevante tener presente que en casos de menores de 14 años
cuando hay relaciones sexuales estamos hablando de violación por definición. Entonces
someter a esa menor a tener un hijo nos parece que también atenta contra la salud física
y psíquica de esa menor y de su familia. Tenemos los derechos del que está por nacer,
pero ¿qué pasa con nuestras menores, a las que hemos sido incapaces de proteger, y
más encima a esa edad las obligamos a ser madres? ¿Qué pasa con esa madre de esa
menor que desesperada la ayuda a cometer un aborto? Además sería castigada
penalmente. Se trata de embarazos generalmente de alto riesgo por la edad de la menor.
Al no tener un procedimiento establecido, se producen una serie de consecuencias
físicas.
En definitiva, la abogada concluye que es muy relevante tener en
consideración que existen bienes jurídicos en juego que hay que sopesarlos y
jerarquizarlos. Y en el caso del proyecto de ley, estamos hablando del derecho de la
mujer a tener una vida digna.
Se efectuaron algunas preguntas a la invitada, en el sentido que si la vida
es el principal bien jurídico que se protege en nuestro ordenamiento, circunstancia por la
cual no queda claro a algunos diputados que en algunas ocasiones ésta se supedite a la
integridad física o psíquica o sexual de la mujer. Por su parte, se le consutó su opinión
respecto del informe remitido por la Corte Suprema en relación con este proyecto de ley,
específicamente en relación con la despenalización del deber de denuncia que tienen los
facultativos, no solo respecto de las tres causales sino que en términos generales, tal
como está planteado en el proyecto. Cuál sería su opinión si existiese obligación de
denuncia para acceder a la prestación del aborto en caso de violación. Y, finalmente, se
consulta a la abogada Coddou si tiene conocimiento de cuantas mujeres actualmente
están formalizadas por practicarse un aborto por alguna de las tres causales que
contempla este proyecto, ya que ella entiende que los procesos que existen no son por
estas tres causales, y en vista de ello, pregunta a la invitada si eso significa que ella está
a favor del aborto libre, en cualquier caso.
La abogada señora Coddou señaló que es importante tener presente que la
acreditación de un delito es un tema procesal penal y por tanto, es de resorte de la fiscalía
obtener las pruebas suficientes para ello, luego de lo cual el tribunal después se formará
la convicción respecto de si el delito se cometió o no. Pero si esperamos la condena del
delito, la norma se hace ineficaz.
98
Además, recalcó que la presunción de inocencia y la buena fe deben primar
por sobre todo, y que es violento que se parta de la base de que una mujer invente una
violación. Las condenas por violación no son fáciles, porque la prueba es difícil, y en ese
contexto cree que las estadísticas de condenas por violación tampoco son muy útiles, en
el sentido que hay muchas violaciones que no se logran acreditar. Tampoco le parece que
se cuestione la idoneidad del médico para determinar si hay o no indicios de violación,
cuando la ley les otorga atribuciones en otros ámbitos tan delicados como por ejemplo,
establecer cuando una persona es susceptible de donar sus órganos.
Por otra parte, señala que a su juicio, la obligación del facultativo de
denunciar atenta contra la confidencialidad médico tratante – paciente.
Por último, comentó que le parece irresponsable sostener que para qué se
regula este tema si ya todo el mundo se practica abortos, y actualmente existen fármacos
que permiten a las mujeres interrumpir de forma libre el embarazo.
55.- Abogado penalista, señora Magdalena Ossandón
Sesión 60 (14.07.2015).
Señaló que se opone a la idea de legislar, fundado en que este proyecto de
ley es injusto e inútil, al menos en cuanto a las pretensiones que declara su título.
Señaló que es injusto por cuanto el proyecto de ley comienza haciendo
referencia a la vida y a los derechos del que está por nacer, para luego concluir que el no
nacido no tiene derechos a la vida y no es persona. Luego se observa, que en el resto del
proyecto de ley, en ninguna parte se hace referencia a la protección del no nacido, lo que
iría en contra de la constitución y las leyes quienes si protegen los derechos del no
nacido.
Afirmó que en el proyecto se plantea la interrupción del embarazo como
una legítima prestación de salud, siendo éste último su objetivo central. Sin embargo, este
objetivo no puede obviar que su aplicación implica matar al feto, al “naciturus” y ello atenta
contra principios básicos del estado derecho como es el respeto a la vida, esto es, no
matar a un ser humano inocente y el feto es un ser humano, es un organismo individual
de la especie humana en desarrollo y si es humano, entonces merece protección legal
como persona.
Reconoce que hay doctrinas que señalan que el feto no es persona, que la
personalidad es atribuida. Sin embargo, sí se pretende disponer a qué seres se les
concede personalidad y a qué seres no, se estaría socavando las bases de la doctrina de
los derechos humanos, que establecen precisamente, que el atributo “personalidad” no es
disponible, además de ser absolutamente discriminatorio y arbitrario.
Por otra parte, indicó que el proyecto es inútil porque en su título indica que
“solo despenaliza”, pero ello no es así porque el proyecto de ley no sólo se limita
despenalizar, sino que otorga el derecho a realizarse un aborto, y ello ocurre al establecer
la interrupción del embarazo como una legítima prestación de salud. Agregó que
“despenalizar” no significa “legalizar”, mientras haya otras normas que mantengan dicha
conducta como algo injusto y antijurídico, aunque sea solo civilmente.
Otra cosa, dijo, es el trato que se le podría dar a una mujer que realiza una
conducta abortiva en circunstancias de presión. Para ello existe en el Código Penal
normas generales que se pueden aplicar como eximentes, de modo que si en el proyecto
de ley solo se quiere despenalizar en tres casos extremos, tal iniciativa es inútil, pues ya
99
existen las herramientas en nuestra legislación penal para resolver ese problema, que es
la aplicación de una eximente de responsabilidad penal.
Por otra parte, señaló, que el proyecto al tratar cada uno de los tres casos
extremos, es ambiguo y abierto (no restrictivo). Así ocurre en el supuesto caso de aborto
terapéutico al hablar la iniciativa de “riesgo vital, presente o futuro” para la mujer. Agrego
que hoy día lo médicos realizan acciones que saben van a terminar con la muerte del feto
y ello, dijo, no solo está permitido sino que en ciertos casos puede ser una obligación en
el correcto ejercicio de la medicina. Por tanto, si el proyecto busca, en este caso, certeza
jurídica, no la va a conseguir por esta vía, precisó.
En los casos de inviabilidad fetal, dijo, no se le puede dar a la mujer como
solución, el aborto, por difícil que sea la situación que ésta se encuentre. Tal situación es
injusta y no es un derecho de la mujer. Ahora bien, si la que se hace el aborto es la mujer,
indicó que existen herramientas en el ámbito penal para eximir a dicha conducta de la
pena y así no ser condenada, tal como se hace y ocurre hoy día.
56.- Abogado penalista María Elena Santibáñez, con especialidad en delitos
sexuales.
Sesión 60 (14.07.2015).
Dio inicio a su exposición señalando que por su especialidad solo se va a
referir a la causal de aborto como resultado de una violación. En ese contexto, señaló que
se opone a este proyecto de ley por cuanto resulta inútil engañoso.
Acto seguido explicó que este tipo de delitos (violación) se producen en su
mayoría en ámbitos intrafamiliares y en el 75% de los casos, son personas conocidas de
la víctima. De estas violaciones, menos del 5% resultan en embarazos, que provienen de
violaciones crónicas intrafamiliares, la mayoría de las veces, por el padre o padrastro.
Otro porcentaje de violaciones, pero menor que el anterior, son los
ocurridos sobre víctimas privadas de sentido, la mayoría en el sector ABC1, producto del
consumo de alcohol y drogas sobre niñas menores y adolescentes que están en fiestas.
Respecto de la violación de menores de 14 años, que es presumida por la
ley penal, indicó que el embarazo en tal situación, es para la víctima algo terrible, desde el
punto de vista psicológico. Afirmó que, evidentemente, la víctima de un embarazo como
resultado de una violación, puede dar su hijo en adopción o bien quedárselo. Pero si opta
por provocarse un aborto, existen en nuestro sistema penal herramientas para poder
eximirse de responsabilidad, en específico, la causal establecida en el artículo 10 N° 11
del Código Penal, esto es, el estado de necesidad exculpante. Precisó que dicha
eximente no solo exime de responsabilidad a la víctima del delito sexual, sino que también
cubre al médico, ya que está establecida para evitar un mal propio como respecto de
terceros.
Agregó que el problema del proyecto es, en primer lugar, que no hay
obligación de denuncia. Esto acarrea problemas con los menores de edad, donde están
concentrados la mayoría de los delitos sexuales (más de 3.000 violaciones a menores de
18 años y de 2.300 a menores de 14 años). En estos casos, al no haber obligación de
denuncia, se está atentando en contra de lo dispuesto en el Código Procesal Penal que
señala que este delito es de acción penal pública que exige denuncia de parte de las
personas que toman conocimiento de él. Pues bien, afirmó que si tal obligación no existe,
entonces esto trae como consecuencia que los delitos sexuales se perpetuán en el
100
tiempo, sobre todo los intrafamiliares. Más aún, explicó, que el proyecto dice que el
consentimiento para denunciar debe emanar del menor y de su representante legal, que
es, precisamente y en la mayoría de los casos, el agresor sexual. Esto podría dar pie, dijo,
para que la menor abusada sexualmente le eche la culpa de la agresión a su pololo con la
finalidad de ocultar al real agresor que podría ser su padre. Para resolver este dilema
sería necesario hacer un examen de ADN el qué solo se puede hacer una vez que la
guagua ha nacido, pues no existe este tipo de examen en forma intrauterina.
Por otra parte, el hecho que no existir la obligación de hacer denuncia,
puede provocar la situación de que se hagan denuncias falsas, esto es, que una persona
porque quiere hacerse un aborto señale que fue violada. Destacó que este punto es,
precisamente, el que ha permitido, en el resto del mundo, que se termine legalizando
abiertamente el aborto.
Llamó a sincerar el dialogo, y a que se señale que este proyecto tiene por
finalidad legalizar el aborto por la vía de indicaciones y, en este caso, de plazos y no por
causales reales. Tampoco el proyecto contempla sanciones por denuncias falsas.
Por otra parte, explicó, que obligar a una menor de edad a hacer una
denuncia, podría generar dos problemas: uno mayor victimización y dos, que la menor
adulto que quiere realizarse legalmente un aborto, involucre a personas que no sean los
auténticos agresores sexuales. Dio como ejemplo las relaciones de menores de catorce
años con sujetos con diferencia de edad superior a dos años, que según nuestro
ordenamiento jurídico tal conducta es ilícita, porque no está cubierta por el artículo 4° de
la ley N° 20.084 (responsabilidad penal de los adolescentes).
57.- Abogado constitucionalista, señor Ignacio Covarrubias.
Sesión 60 (14.07.2015).
En términos generales, se opone a esta iniciativa legal, fundado en que
este proyecto de ley está inspirado únicamente en base a los derechos individuales
dejando de lado la visión de la comunidad destacando que las decisiones privadas
terminan afectando lo social.
Como ejemplo, indicó que parte del sector político está capturado por
categorías económicas individualistas y otra parte por categorías morales. Así en el caso
“La Polar” existió un conflicto público privado entre la empresa y los consumidores, pero
detrás de ello también se vio afectado la confianza pública a las instituciones.
Por otra parte, indicó que las libertades individuales se ven morigeradas por
los derechos de los demás y también por aspectos del bien común, así ocurre en casi
todas las constituciones políticas partiendo por la Convención Americana de los Derechos
Humanos, vigente en Chile. Otro tanto ocurre, con el artículo 1° de la Constitución
Política, en adelante CPE, que habla del bien común como fin último del Estado y de la
sociedad, en relación con el artículo 19 N° 26 del mismo cuerpo legal, donde se
desprenden los límites impuestos al legislador cuando trata de regular los derechos
fundamentales, en el sentido de respetar el equilibrio entre el ejercicio de un derecho
fundamental, los derechos de terceros y del bien común.
Tal equilibrio entre la libertad o la autonomía no está reflejada en el
proyecto, lo cual a juicio de él plantea algunas dudas de constitucionalidad. Así el
proyecto observa que la decisión de la mujer es independiente de “la vida del que está por
nacer”. También brinda a la mujer –a la niña- una autonomía tan absoluta que la
101
desvincula de su contexto familiar y social, desconociendo con ello derechos y garantías
de terceros. Si es mayor de 18 años, el aborto es una decisión que puede tomar sola, sin
siquiera el conocimiento de los padres o representantes o del progenitor. Si menor de 14
años (niña) se otorga la facultad de decidir cuál de los dos padres dará la autorización
para que pueda abortar.
Lo anterior, dijo, priva el derecho-deber del padre o madre no elegido de
participar en la crianza y educación de sus hijos (art. 19 Nº 10, inc. 3 de la CPE). Infringe
el deber del Estado de “otorgar especial protección al ejercicio de este derecho” y pugna
con el derecho de “velar por el interés superior del hijo” (art. 222, 224 del Código Civil).
Luego el proyecto agrega que la voluntad de uno de los representantes
legales puede ser suplida por el Juez de Familia, quien podría autorizar en un
procedimiento “verbal y sin forma de juicio”, en un plazo de 48 horas. A su juicio esto
último reduce el poder jurisdiccional del juez a una declaración de carácter administrativo”
(dicho en informe de la Corte Suprema); desconoce el mandato que la CPE da al Poder
Judicial en el sentido de “resolver” las causas civiles o penales (artículo 76 CPE). Con
esto, dijo, el juez deja de ser un tercero que adjudica derechos imparcialmente, sino un
simple coadyuvante y de paso desconoce el derecho al juez natural que ha reconocido
tanto la jurisprudencia del Tribunal Constitucional chileno (artículo 19 N° 3 de la CPE)
como la de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
Añadió que esta suerte de declaración administrativa del juez que autoriza
un aborto, pugna con la idea misma de debido proceso: la motivación y fundamentación
de las resoluciones en base a procedimientos racionales (si no hay motivación se
entiende arbitrario). Las resoluciones necesitan de procedimientos acordes con lo que se
decide, precisó.
Por otro lado manifestó que la confidencialidad en favor de las víctimas de
delitos sexuales menores de 18 años es tan amplio que pone en riesgo el interés público
de perseguir delitos sexuales contra menores de edad. Abre un espacio de impunidad en
perjuicio de las víctimas de delitos sexuales. No refleja un equilibrio entre el deber de
persecución penal de ciertos delitos gravísimos –violación- y el derecho a
confidencialidad. El espacio de impunidad es tan amplio que podría comprometer las
funciones persecutorias y juzgadoras del Ministerio Público.
Afirmó que se podría legar al absurdo: “que el propio violador, en su calidad
de padre de la niña, entregue su autorización para la interrupción del embarazo, sin que
se genere la investigación penal del caso”.
Finalmente hizo dos comentarios:
- Así como la prohibición del aborto no basta para proteger la vida de la criatura que no ha
nacido o de la mujer que se encuentra en una situación vulnerable, la aprobación del
aborto, como un derecho exclusivo y excluyente de la progenitora, la deja igualmente en
una situación muy desamparada.
- El embarazo y su terminación no es una materia que concierne única y exclusivamente a
la madre.
102
58.- Abogado, señora Alejandra Zúñiga
Sesión 60 (14.07.2015).
Se manifestó a favor del proyecto de ley. Para ello fundó su exposición en
base a diversas historias: una de ellas de JJ Thompson en la que se plantea una
disyuntiva moral que se produce entre un paciente sano conectado a otro enfermo grave,
para que éste último sobreviva. Expresa que el paciente sano no está moralmente
obligado a permanecer conectado a fin de salvar la vida del otro paciente enfermo. Para el
paciente en riesgo de muerte este acto es de suma generosidad. Afirma que este acto es
heroico para el paciente sano, pero no por ello esto significa que sea una obligación o
deber, ni menos que dicho deber u obligación se proteja penalmente. Agregó que este
caso se asemeja al embarazo no deseado de una niña o mujer, producto de una violación.
Indicó que de este caso se desprende la regla de oro de Kant que
señala…”nunca uses a otros como medios o herramientas, sino como fines en sí
mismos”.
Luego mencionó otro caso, el de la bomba programada, donde un terrorista
señala haber puesto una bomba la que matará a cientos de miles de personas. En tal
escenario, ¿se debiera torturar a dicho terrorista para que nos diga dónde ha colocado la
bomba? Según los filósofos moralistas, y por aplicación del principio de Kant, no se puede
sacrificar la integridad del terrorista para salvar a otros, eso sería inmoral, acotó. ¿Por qué
no se razona igual respecto de la niña o mujer embarazada como producto de una
violación? No se debiera sacrificar la integridad física de la niña para salvar al embrión.
No se debiera tratar a la niña como un objeto para lograr un fin, por legítimo que parezca.
Se cuestionó: ¿Por qué razón el derecho a la libertad e inviolabilidad del
propio cuerpo, que es reconocido por todas las legislaciones del mundo, se cuestiona
cuando se trata de una niña o mujer embarazada? ¿Por qué ella debe prestar su cuerpo
sino quiere terminar en prisión?
Luego planteó otro caso, como es la de un niño que sufre un accidente y
solo una persona, la misma que provoca dicho accidente, puede hacerle transfusión de
sangre. Finalmente tal persona se asusta y se retira a buscar ayuda legal, a consecuencia
de lo cual en niño fallece. Se pregunta: ¿esta persona ha violado la ley por no donar su
sangre?, se responde que no, por cuanto toda donación es voluntaria. Es más, agregó,
toda donación de órganos como de sangre se considera como un deber siempre libre aun
cuando de ella pueda depender la vida de otra persona. Afirmó que esto fluye de la
inviolabilidad física y psíquica de la persona, en este caso del donante, y por tanto no hay
delito ni tampoco reproche moral.
Señaló que la penalización del aborto despoja a la mujer de su derecho
constitucional a la vida y a la integridad física y psíquica, en especial, cuando producto de
una violación se le reduce a cosa. Añadió que el Comité Contra la Tortura señaló que y la
penalización del aborto en Chile supone, precisamente, un acto de tortura, especialmente
en el caso de la violación. Señaló que ésta es la mayor desigualdad sanitaria en el
mundo, sobre todo si se toma en consideración que el aborto es la principal muerte de la
mujer en edad fértil. Así el aborto clandestino constituye el 30% de la mortalidad materna
en circunstancia que es uno de los factores más fáciles de prevenir.
¿Será justo condenar a muerte o a infertilidad a una niña o mujer, porque
ha sido violada?
Agregó que la condena penal en Chile es una condena de muerte, porque
los abortos inseguros son la tercera causa de la muerte materna y son un peligro para las
103
niñas y mujeres que no pueden financiar en el sistema privado una intervención en el
embarazo sin riesgo o de manera clandestina.
Todas las organizaciones de derechos humanos en el mundo demandan
una y otra vez la despenalización del aborto terapéutico y en particular el aborto por
violación.
Además la última sentencia de la Corte Interamericana de Derechos
Humanos, que interpreta la Convención Americana de Derechos Humanos, que es
vinculante para Chile ha dicho: que el objetivo directo de la convención americana es
proteger los derechos de la mujer embarazada; que no hace procedente otorgar el
estatuto de persona al embrión; que no es posible considerar el derecho a la vida como
un derecho absoluto que nieguen la existencia de otros derechos.
Concluye, señalando que lo señalado en estas convenciones debe producir
un cambio en la legislación chilena, de lo contrario Chile podría ser objeto de sanciones
por la Corte Interamericana y ello podría ser inminente.
59.- Abogado y profesor de Derecho Penal de la Universidad de Chile, señor Juan
Pablo Mañalich.
Sesión 60 (14.07.2015).
Manifestó su total apoyo a esta iniciativa legal, la que constituye un gran
paso para sacar a Chile de una situación vergonzosa del punto de vista del derecho
comparado.
Señaló que la situación de la mujer embarazada, desde el punto de vista de
las garantías constitucionales que protegen la vida del que está por nacer y que prohíben
la interrupción del embarazo, implica, en ésta última, una carga solidaria absolutamente
extraordinaria comparada con las que le corresponde al ciudadano medio, en pos de la
salvaguarda de los derechos de un tercero.
Indicó, que este proyecto de ley en cuanto a la regulación misma del
aborto, es conservador e insuficiente porque no resuelve la cifra negra de abortos
clandestinos. Es más, dijo, las causales contempladas en el proyecto son las que,
ampliamente, han sido reconocidas en la legislación internacional como de licitud del
aborto. Afirmó que esto en ningún caso nos puede llevar a la conclusión de que con esta
iniciativa vamos a llegar a un sistema de aborto libre.
Luego fustigó la afirmación que dice que el derecho vigente en Chile es
suficiente para abordar las materias que este proyecto pretende legislar. El tema no se
zanja con la regla del estado de necesidad exculpante del artículo 10 N° 11 del Código
Penal. Tal regla exige que se actué para evitar un mal grave para su persona o derecho
en circunstancia que el embarazo ya ha tenido lugar cuando se plantea la posibilidad de
aplicar esta regla. ¿Cuál es el grave mal que se pretende evitar invocando una eximente
que deja intacta la ilicitud plena de hecho? Por otro lado, resaltó que esta eximente solo
excluye la culpabilidad, pero no la ilicitud del hecho.
Desde otro punto de vista, dijo, que se suele invocar el artículo 119 del
Código Sanitario, que establece el principio de “doble efecto o del involuntario indirecto”,
que a su juicio no basta para resolver los casos, muy acotados, que este proyecto
pretende abordar. Este principio exige que una acción sea ejecutada en términos tales
que, persiguiendo su ejecución un fin lícito, se causa otro no deseado, pero que queda
legitimado por el fin originario. Aclaró que esto solo cubre casos en que la interrupción del
104
embarazo y la eventual muerte del feto, sea el resultado no conectado causalmente con el
objetivo originario. Afirmó que esta situación no nos puede llevar a sostener que la
práctica médica se encuentra amparada bajo este principio.
De lo anterior, concluye que la causal de este proyecto, denominada
comúnmente como aborto terapéutico, es insuficiente y restrictiva solo cuando es un
peligro para la vida de la mujer embarazada, no es por su salud corporal ni por su salud
reproductiva.
Por otra parte, indicó que la violación de un menor es un delito de acción
pública, previa instancia particular, que requiere denuncia. Sin embargo, el proyecto no
pretende abordar el problema de la responsabilidad del presunto violador, sino que más
bien parte de la base de la existencia de un embarazo como resultado de un delito sexual.
Dijo que son cuestiones distintas que no deben confundirse ni mezclarse.
Respecto del estatuto constitucional del que está por nacer, señaló que el
Tribunal Constitucional Federal Alemán, frente a normas muy parecidas a las nuestras
llegó a la conclusión de que un régimen de prohibición irrestricta del aborto era
contraindicado para la satisfacción legislativa del mandato que protege la vida del que
está por nacer. Agregó que la situación del no nacido no se ve mejorada con la
prohibición del aborto, por el contrario, se ve desmejorada. Ello, dijo, llevó al Tribunal
Constitucional Federal Alemán en la segunda de sus dos sentencias más significativas, a
autorizar al legislativo para que estableciera, con ciertas restricciones, un régimen de
plazo que impida la práctica de aborto clandestino y no un régimen de tres indicaciones
muy restrictivas y acotadas como está contemplado en este proyecto de ley.
Otros profesionales de las Ciencias Sociales.
60.- Nicolás León Ross, Director Ejecutivo de Idea País.
Sesión 55 (16.08.2015)
Señaló que decidir debatir en torno a la flexibilización legal del aborto,
muchas veces es el resultado de una sociedad que no supo acoger a la madre en su
estado de vulnerabilidad. Lo anterior, pues como expresó la presidenta Bachelet en su
discurso del 21 de mayo de 2014: "cada aborto en el país, es una señal que como
sociedad estamos llegando tarde, porque la prevención no tuvo los resultados esperados".
Estimó que el proyecto de ley en discusión, cuyo objetivo es despenalizar la
interrupción voluntaria del embarazo en tres causales, riesgo de vida de la madre,
inviabilidad fetal, y violación no ha logrado conciliar una mayoría respecto a la forma en
que el Ejecutivo decidió plantearlo, a la vez que presenta serias falencias tanto
conceptuales como jurídicas y está lleno de eufemismos e imprecisiones.
Explicó que se habla de una "interrupción" del embarazo, como si existiera
la posibilidad de que éste se pueda "reanudar". El proyecto tiene por intención la
despenalización cuando el estado actual del proyecto dejaría una ley que deja la puerta
abierta para la legalización total del aborto. Además, el proyecto menciona el "riesgo de
vida de la madre presente o futuro", lo que estimó un extraño calificativo, al parecer
copiado de la legislación española, para referirse a una situación que cualquier tipo de
paciente, sea madre o no, embarazado o no, tendrá.
Asimismo, hizo presente que el proyecto presenta en su fundamentación
ciertos supuestos que no necesariamente se condicen con la realidad, quitando por tanto,
el sustento que haría urgente debatir sobre la idea de despenalizar estas tres causales, y
105
escondiendo además, segundas intenciones que tienen relación con una lógica orientada
a asegurar derechos reproductivos y sexuales de la mujer a costa de utilizar,
comunicacionalmente, la difícil realidad que está detrás de esas tres causales en el
sufrimiento de mujeres que hoy no se les presenta otra opción.
En tal sentido, el primer supuesto que había que juzgar era sobre la
posibilidad de que una mujer, actualmente, termine privada de libertad como requisito
para justificar una despenalización de este tipo, cuestión que requería, al menos, que se
demostraran dos premisas: primero, que existen mujeres que van a la cárcel por haber
abortado y segundo, que los aborto que se cometen, y que son la causa de que existan
mujeres en la cárcel, son abortos productos de violación, inviabilidad del feto o peligro de
vida de la madre.
Sobre la primera tesis, señaló que actualmente sólo hay seis personas
condenadas por delito de aborto que cumplen su condena en la cárcel, todos hombres;
ninguna mujer, no hay mujeres en la cárcel por delito de aborto. Sobre la segunda tesis,
estimó que era falsa, pues no hay ningún caso de condena por delito de aborto en que la
causa que motivó el aborto haya sido la inviabilidad del feto, el peligro de vida de la madre
o una violación.
Otro supuesto de la fundamentación del proyecto que estimó necesario
aclarar, es la relación que existiría entre clandestinidad de los abortos y el riesgo de que
este termine en una situación que complique la salud de la mujer involucrada. Si bien era
cierto que en Chile existen abortos clandestinos, realidad innegable, las cifras
presentadas por el proyecto de ley son mayores a las estimaciones que manejan las
últimas publicaciones científicas, 18.000, versus los 32.900 que señala el Gobierno, y no
se puede caer en la tentación de vincular causalmente esa realidad con las tres causales
actualmente en discusión. Al respecto, se preguntó si acaso todos los abortos
clandestinos se daban producto de esas tres causales.
Consideró que detrás de cada una de esas tres causales, se escondía un
drama de dolor y fragilidad humana. Frente a eso, el Ejecutivo presenta un proyecto
mediocremente trabajado y con muchos cabos abiertos, que más que aunar fuerzas en
torno a la urgencia de esta solución genera división y cuestionamientos de todos los
sectores. Asimismo, se pretende presentar el aborto como la única solución posible a ese
drama, cuando se sabe, a través de la experiencia de mujeres que se han realizado un
aborto, que es una dificilísima decisión. La evidencia científica muestra que un aborto
inducido no es inocuo para la salud de la madre. A la fecha, no existe ninguna publicación
científica que haya sido capaz de concluir que un aborto tiene efectos positivos en la
salud de la mujer, por lo que surgen las siguientes preguntas: ¿Hay que quedarse
tranquilos sólo con discutir un proyecto que no genera los consensos necesarios como
para dar una respuesta eficaz, a la altura de las exigencias que esta difícil realidad
presenta? ¿Hay que contentarse con debatir un proyecto que muestra como única opción
patrocinada por el Ejecutivo el acto de un aborto inducido, cuando era sabido que ese
acto trae serias complicaciones médicas a las mujeres? ¿Acaso es la noción de libertad
que se quiere promover; una que bajo fundamentos de autonomía individual se cierra a
darle opciones a la mujer y sólo propone, desde el Estado, una visión que va contra su
integridad física y mental?
Por todo lo anterior, estimó que el proyecto necesita ser revisado
profundamente, pues no logra congeniar voluntades, lo que es un hecho patente, que se
ve transversalmente en la sociedad civil, la opinión pública y en los partidos políticos.
106
Al referirse en particular a cada una de las causales propuestas en el
proyecto, señaló que la causal respecto al riesgo de vida de la madre no genera ningún
problema que merezca ser solucionado por el legislador, ya que hoy en la práctica, en
hospitales públicos y privados se realizan los debidos tratamientos a mujeres
embarazadas que tienen riesgo de vida y si con esa acción médica se produce una acción
no buscada directamente, entonces, los mismos protocolos médicos amparados en los
códigos de ética (artículo 8 y 9 del Código de Ética del Colegio Médico), concluyen que
ese acto no es un ilícito y por ello hoy no existe ningún médico que esté privado de
libertad por salvarle la vida a una madre. Esto, aunque aborto, no es un aborto inducido,
ilícito penalizable por la ley, ya que no corresponde a una acción que tenga como fin y
como medio eliminar directamente la vida que reside en el vientre.
Sobre la misma causal, se hizo cargo del supuesto anacronismo en el que
estaría sumido Chile producto de no avanzar hacia una legislación más permisiva con el
aborto. Indicó que era bueno era bueno analizar un poco qué era lo que ocurría en el
derecho comparado. Así, si se observan los datos que entrega el Centro de Derechos
Reproductivos, son 67 países los que incluyen una legislación similar a la chilena,
restrictiva al aborto. La diferencia está en que ellos incluyen, dentro de su legislación una
explicitación a la realidad que en Chile se realiza día a día a través de comités médicos en
todos los centros hospitalarios del país sin problema.
En relación a la causal que se propone respecto a la inviabilidad fetal,
estimó que existen serias problemáticas. La principal crítica apunta al concepto que se
maneja de "alteraciones estructurales congénitas o genéticas incompatibles con la vida
extrauterina" y la capacidad de diagnóstico que actualmente tiene la medicina para
realizar ese juicio, en el cual se expone la dignidad y derechos de un sujeto inocente, de
manera cien por ciento certera. Eso, sumado al hecho que el proyecto de ley no incluye
un diagnóstico de médicos especialistas, sino que sólo de un equipo de facultativos
generales.
En cuanto a la causal relativa a violación, que, indicó, es la situación que
más concita rechazo, surge una lógica que pretendería generar ciudadanos de primera y
segunda categoría, según las circunstancias que están asociadas a la concepción de un
tercero, que además es inocente en relación al acto. Se busca hacer justicia, entonces,
mediante una injusticia a un inocente. Además, los mecanismos que se proponen en el
proyecto no son capaces de garantizar la comprobación jurídica del acto de violación, ni
tampoco es capaz de generar los mecanismos, sobre todo en el caso de menores, el
resguardo del bien superior de las niñas, no queda claro cómo se garantizará que se
resguarde ese bien, por medio de los debidos procesos judiciales que hay que garantizar
y el acompañamiento. Lo lógico es avanzar en garantizar el derecho a protección que
tiene la víctima asegurando que sea el victimario quién pague, y no un tercero quien sufra
las consecuencias injustamente, dejando impune, y con probabilidad de reincidencia al
violador. Eso, a todas luces es una clara discriminación de este proyecto de ley contra la
mujer y contra el niño que está por nacer.
Informó a continuación que Idea País ha trabajado con el objetivo de
proponer y posicionar un nuevo enfoque para enfrentar la difícil situación que deben
sobrellevar, solas, un sinnúmero de mujeres que hoy optan por la maternidad y están en
situación de “embarazo vulnerable”, esto es, con circunstancias que inciden en que el
embarazo no se pueda vivir con normalidad, en muchos casos provenientes del contexto
social en que se desarrolla o bien de su propia individualidad, los que hacen que la mujer
requiera un acompañamiento especial. Dos son los factores que podrían distinguirse: i)
factores psicosociales y ii) factores propios del embarazo, explicando con eso un 87,6%
107
de los factores que determinan una intención de aborto, los cuales están asociados a
violencia, abandono, soledad y proyectos de vida desechos.
A diferencia del proyecto de ley en estudio, el esquema de política pública
que ha trabajado la organización a la que representa en conjunto con otras
organizaciones de la sociedad civil, entrega respuestas más eficaces y que logran
conciliar posturas que en el escenario actual parecían ser irreconciliables.
Ante la incapacidad y la negligencia que presenta la respuesta por parte del
Estado, existen asociaciones de la sociedad civil, que en un llamado de responsabilidad y
solidaridad, han decidido dar una respuesta eficaz a esta problemática, desde un prisma
del embarazo vulnerable. Estas iniciativas fueron compiladas en el Informe "Embarazo
Vulnerable: Realidad y Propuestas”, que lanzaron en noviembre pasado, con el objetivo
de presentar un enfoque integral de apoyo al embarazo vulnerable que considere el
acompañamiento y la prevención, avalado en estudios de impacto de política social.
Un programa integral de acompañamiento y prevención tiene un costo
M$42.000 para implementar políticas de Estado que den respuestas y además, presenten
alternativas humanas y con el foco en la mujer al actual proyecto de aborto que ahora se
estaba discutiendo.
En cuanto a la inviabilidad fetal, refirió que el proyecto “Acompañar-es",
mediante un programa de cuidados paliativos perinatales, logra presentar una respuesta
que permite acompañar a la madre y su familia durante el proceso que se desencadena
desde que se le informa el diagnóstico de la inviabilidad.
Otra solución que emerge desde la sociedad civil se da en relación a la
causal de violación, es el trabajo de acompañamiento psicosocial que realiza la Fundación
Chile Unido, quienes desde 1999 han otorgado una respuesta efectiva a más de 119
casos, con una proporción cercana al 2% del total de casos que reciben, lo que permite
hacer un estimado de la proporción nacional de violaciones que pueden terminar en
aborto, con tasas de éxito superiores al 85%.
Respecto a la causal de riesgo de vida de la madre, señaló que no se podía
presentar una solución desde la sociedad civil, porque usualmente esa causal está
relacionada con situaciones de urgencia médica, que tiene sus propios mecanismos
éticos y lícitos para salvar la vida de la madre.
A modo de conclusión, señaló que la opinión de IdeaPaís es reacia al
proyecto de ley, ya que resulta deficiente y presenta serias problemáticas jurídicas, que
más que acotar el aborto a tres causales específicas, se convierte en una puerta para
legalizar el aborto puro y simple.
A continuación solicitó a la Comisión poner en tabla el proyecto de ley que
"Establece un régimen de protección integral de la mujer con embarazo vulnerable y del
hijo que está por nacer, y modifica la Ley que Establece Medidas Contra la
Discriminación", boletín 9873-11, que tiene por objetivo dar protección integral a las
mujeres con embarazos vulnerables, estableciendo el acompañamiento como una forma
de protección integral, mediante disposiciones generales sobre la obligación de los
órganos del Estado de elaborar e implementar políticas en favor de la mujer embarazada
y del niño que está por nacer, con el objetivo de garantizar en especial la obligación de
asistencia integral, a aquellas madres que estén sobrellevando un embarazo vulnerable.
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61.- Presidenta del Comité de ética de la investigación de la facultad de Ciencias
Sociales de la Universidad de Chile, socióloga señora Marcela Ferrer,
Sesión 55 (16.08.2015).
Señaló al iniciar su exposición que el proyecto de ley en análisis se justifica
desde la perspectiva bioética. El Proyecto representa el camino que han tomado los
estados laicos en sociedades moralmente pluralistas, es decir sociedades en que
coexisten distintas posturas valóricas y distintas creencias sobre cómo debemos vivir, y
que se han constituido sobre la base de un profundo respeto por esa diversidad valórica y
que por ello han entendido que es ilegítimo imponer la visión de un sector sobre el
conjunto de la sociedad.
El camino legítimo es entonces, indicó, reconocer la autonomía de la
persona humana que en el caso del proyecto que nos convoca es respetar la autonomía
de la mujer como sujeta de derechos.
Hay que decir que el respeto por la autonomía fue la base de la
constitución de los Estados modernos que surgieron en el siglo XVIII, al establecer la
primacía de la libertad del individuo por sobre el Estado y si bien en principio esa libertad
se asignó a los hombres que tenían las condiciones para ser ciudadanos, desde entonces
fue progresivamente reconocido a las mujeres, es decir, las mujeres fueron
constituyéndose progresivamente en sujetas de derecho
Esa progresividad de reconocimiento de derechos se manifiesta también en
Chile. Las chilenas tuvieron derecho al aborto terapeútico en 1931, incluso antes de tener
derecho a voto, que sería recién en 1952. Este derecho se mantuvo incluso cuando se
redactó un nuevo código sanitario durante el gobierno del Presidente Frei Montalva, un
demócrata cristiano. Fue eliminado a fines de la dictadura mediante la conocida como Ley
Merino. Es importante enfatizar que este cambio se produjo en dictadura, en ausencia de
una discusión democrática sobre un asunto tan fundamental para la vida como es la
reproducción y la maternidad.
El resultado de esta medida que se dio en dictadura es que hoy nos
encontramos entre los 6 países del mundo que prohíben el aborto en toda circunstancia:
El Salvador, Honduras, Nicaragua, Malta, República Dominicana y Sudán del Sur – El
Vaticano, países con los cuales claramente no nos gusta compararnos.
El debate sobre la despenalización del aborto es parte un debate mayor,
que se refiere a la relación que se establece entre el Estado-Individuo, y que se plasma
en el concepto de derechos. Por ello, nociones como derecho a la salud o derecho a la
educación son ahora parte del debate público. También la noción de derechos
reproductivos, que es fundamental para abordar la temática del aborto, y que forma parte
del conjunto de derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales.
La discusión sobre el aborto se centra entonces en esta discusión más
amplia, que es la discusión sobre los derechos y también, sobre la equidad de género. No
se puede reflexionar y legislar sobre el aborto sin considerar las condiciones de vida de
las mujeres, la inequidad de género y la tremenda desigual que existe en el país, que
también se expresa en el aborto.
Los derechos en el ámbito de la sexualidad y reproducción son reconocidos
desde la década de 1960. Existe un conjunto de instrumentos internacionales que
reconocen derechos en sexualidad y reproducción a los seres humanos, es decir, a
quienes han nacido. El artículo primero de la Declaración Universal de los derechos
humanos establece que “todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y
109
derechos, y dotados como están de razón de conciencia, deben comportarse
fraternalmente los unos con los otros”.
En materia de derechos en sexualidad y reproducción estos han sido
reconocidos en los el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (1966); Pacto
Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (1966); Convención sobre la
Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Contra la Mujer (1979); Convención
sobre los Derechos del Niño (1989) y en la Conferencia Internacional sobre Derechos
Humanos de Teherán (1968), Conferencia Mundial de Población de Bucarest (1974),
Conferencia Mundial del Año Internacional de la Mujer (México, 1975), Conferencia
Internacional de Población de México (1984), Conferencia de Derechos Humanos de
Viena (1993), Conferencia Mundial sobre la Mujer de Beijing (1995), y más recientemente
en la conferencia denominada el Consenso de Montevideo (2013).
Los derechos en sexualidad y reproducción comprenden un conjunto de
derechos civiles y políticos económicos, sociales y culturales. Los más importantes son:
derecho a decidir el número y espaciamiento de los hijos, derecho a la salud, derecho a la
vida, derecho a la integridad corporal y a estar libre de un trato inhumano o degradante,
derecho a beneficiarse del progreso científico y sus aplicaciones, derecho a recibir
información, derecho a la libertad de pensamiento, conciencia y religión y derecho a la
privacidad e intimidad.
Los países han adoptado distintos sistemas de despenalización, de plazo,
como ocurrió recientemente en México DF y Uruguay, de indicaciones, como lo que se
está proponiendo en Chile, o una combinación de plazos o indicaciones. Si se analizan los
países de la OECD de los cuales formamos parte, señaló, vemos que estamos
absolutamente distantes, junto con Irlanda, que tiene reconocida la causal de peligro de
vida de la mujer.
Respecto de las indicaciones del proyecto, la causal de salvar la vida de la
mujer se acepta en 33 de 34 países, la de violación en 31 de 34 y un número igual
respecto a malformaciones incompatibles con la vida.
En relación a la causal de violación, hay que considerar que el Reino Unido
no acepta la causal de violación pero si la de razones sociales o económicas, con lo cual
seguirían siendo Chile e Irlanda los dos países que no la aceptan.
Finalmente declaró que la posición que tiene la mujer cuando existe
prohibición absoluta del aborto es que se cosifica, se transforma en un objeto, pierde la
capacidad para decidir sobre un asunto tan vital para su vida presente y futura, como su
propia reproducción y el ejercicio de la maternidad.
Este argumento, concluyó, que está en la línea de quienes piensan que las
mujeres pueden prestar el cuerpo, nos transporta a los griegos del siglo IV y V antes
Cristo, donde la mujer se consideraba un ser inferior, de propiedad del marido,
defectuosas por naturaleza diría Aristóteles, y cuya principal función es la reproducción de
la especie.
62.- El investigador del Instituto de Estudios de la Sociedad, señor Claudio
Alvarado.
Sesión 55 (16.08.2015).
Señaló que su exposición se abocaría a tres tipos de reflexiones:
metodológicas, jurídicas y de orden político.
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En cuanto a aspectos metodológicos, recordó el discurso presidencial del
21 de mayo de 2014, oportunidad en que la Presidenta señaló, en el contexto de una dura
crítica a distintas formas de violencia contra las mujeres, que: "Periódicamente
conocemos por las noticias casos de mujeres que se practican abortos clandestinos que
ponen en riesgo sus vidas, y sin duda las marcan con una experiencia de dolor y angustia.
Y hace poco hemos sabido de una mujer en gravísimo estado. Y cada aborto en el país
es una señal de que como sociedad estamos llegando tarde, porque la prevención no tuvo
los resultados esperados".
Al respecto, estimó que de tal declaración se podía concluir que nadie
buscaría promover el aborto libre, sino sólo "despenalizar" determinados supuestos de
aborto, dada la gravedad de las circunstancias aludidas por la presidenta. Así, desde
luego el asunto era más oscuro de lo que parece a primera vista, y por algo esta comisión
ha celebrado múltiples audiencias al respecto. Con todo, se debía advertir que esas
palabras ofrecían una certeza inicial importante, un cierto punto de partida del cual se
siguen no pocas consecuencias.
Ello, pues una cosa era promover (i) un pretendido derecho-libertad de la
mujer en virtud del cual, independiente de las circunstancias, ella estaría legitimada para
terminar con la vida del niño que está por nacer; y otra muy distinta (ii) afirmar que, no
obstante reconocer en el aborto un mal y un drama social, en determinadas ocasiones
éste se haría necesario, dado que sería la única manera de sanar una enfermedad de la
madre o de evitarle una situación extremadamente grave, ya sea que se califique como un
mal para el niño, para la madre o para ambos.
Así, si la perspectiva de la Presidenta hubiera sido la primera, es decir, si
ella hubiera señalado que su propósito era consagrar el aborto libre como un derecho, la
discusión debiese versar principalmente sobre el valor y dignidad del niño que está por
nacer. Sin embargo, hasta donde se sabía, el debate actual no tiene nada que ver con
eso, por lo que no cabían argumentos del tipo "la mujer es dueña de su cuerpo", "ella es
libre de decidir si continúa adelante o no con su embarazo" y otros similares, porque esa
es otra cancha, una en la cual, según se ha dicho, nadie quiere jugar. Aquí se ha dicho
que todos partimos de la base que nadie quiere abortar, y que todos reconocemos el igual
valor y dignidad de la vida del niño no nacido.
Señaló que si no fuera así, ¿Qué explicaría que la mujer no goce del
derecho a terminar con su embarazo cuándo y cómo estime pertinente? si se trata de un
asunto difícil, es principalmente porque están juego dos vidas humanas, no sólo una. En
caso contrario, no tiene sentido restringir el debate sólo a algunas pocas causales. Poe
eso su planteamiento se inicia con el punto de partida que fijó la presidenta Bachelet,
precisamente al reconocer el drama que subyace al aborto. Y esto es muy importante: si
se parte de la base que el aborto no es algo bueno, ni tampoco un derecho exigible por la
mujer en cualquier caso, lo fundamental debe ser el análisis de los argumentos que nos
llevarían a hacer excepciones en la protección de la vida del niño no nacido. Si esos
argumentos son puestos en entredicho, lo mismo sucede con el proyecto de ley
propuesto.
Por esa razón, aclaró, no puede ser indiferente que los protocolos médicos
vigentes en Chile permitan a cualquier mujer embarazada recibir los tratamientos que
sean necesarios para curarse de una enfermedad mortal, incluso si con ello se pone en
riesgo la vida del niño que está por nacer. No puede dar lo mismo que los médicos
realicen esos tratamientos a diario y que nunca hayan sido perseguidos por ello.
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Tampoco, agregó, pueden dar lo mismo los bajísimos índices de mortandad
materna que exhibe Chile - en América sólo Canadá muestra mejores resultados-, ni
tampoco la evidencia que acredita cuán falibles y poco certeros son los diagnósticos de
"inviabilidad fetal"; ni tampoco puede dar lo mismo, la evidencia que desacredita las cifras
de abortos clandestinos invocadas sin ninguna prueba por ciertos activistas, evidencia
que, entre otros, ha sido reconocida por la doctora Sofía Salas, de la UDP, y también por
el actual Subsecretario de Salud, Jaime Burrows.
Lo mismo podría decirse ante la falta de evidencia de beneficios del aborto
para la mujer, del hecho que actualmente no hay mujeres que estén cumpliendo condena
por delito de aborto, y también del parecido del proyecto de ley en comento con las
legislaciones de otros países, donde, como es sabido, mociones del estilo han sido
utilizadas para avanzar hacia supuestos mucho más permisivos de aborto.
Si realmente se advierte que el aborto es un mal, si de verdad se percibe
en el aborto una señal de que llegamos tarde, como dijo la Presidenta Bachelet, si aquí no
se trata de avanzar hacia el aborto libre, ¿cómo hacer oídos sordos ante los serios
reparos que ameritan las causales invocadas para justificar el proyecto de ley sometido al
análisis de esta Comisión? ¿Cómo quedar indiferentes ante el hecho de que este
proyecto recoge, se quiera o no, hipótesis más cuestionables que las que se supone lo
motivan? Esas y otras preguntas son imprescindibles considerando el tipo de debate
propuesto por la Presidenta Bachelet pues, como ella misma dijo en otra ocasión, aquí se
debía pensar en la realidad de todos los involucrados. Cualquier otro criterio implicaría o
bien una discriminación injusta, o bien cambiar el marco de la discusión y asumir una
postura en favor del aborto libre.
En cuanto a los aspectos jurídicos del debate, estimó que existe un
equívoco bastante extendido que consiste en que quienes compartiendo la ilicitud de la
conducta abortiva, cuestionan si es razonable que el aparato estatal persiga y sancione a
una madre enfrentada a situaciones límite, o que ha abortado después de haber sido
brutalmente violentadas. Sobre el particular, estimó que la pregunta sobre esta percepción
podía plantearse de la siguiente forma: ¿Es razonable que el Estado sancione a estas
mujeres a todo evento? ¿No habría consideraciones humanitarias mínimas que obliguen a
repensar el asunto?
Consideró que el punto desde luego parece pertinente, pero exige matices
y precisiones, pues por una parte, como es sabido, en Chile las leyes permiten realizar
aquellos tratamientos e intervenciones que requieren las mujeres embarazadas, incluso si
ellos ponen en peligro la vida del niño que está por nacer. Tales actos no son
sancionados, y no existen ni existirán mujeres ni médicos condenados por terapias de
este tipo.
Señaló que quizás más importante que eso se debe aclarar qué implica y
qué no, la prohibición general del aborto establecida en la legislación. Al respecto, explicó
que la legislación vigente no implica que toda conducta abortiva será, necesariamente y
en cualquier circunstancia, conducente a pena de cárcel para la mujer. Ello, pues para
que una mujer sea sancionada penalmente en un determinado caso concreto no solo se
requiere que la conducta en que ella incurre esté tipificada como delito, ni tampoco basta
que dicha conducta pase a llevar la ley dañando algún bien jurídico socialmente relevante,
esto es, sea antijurídico.
Lo anterior, pues al igual que cualquier otro hecho que pueda llegar a
constituir un delito, también se requiere acreditar la culpabilidad del agente. En este caso,
de la mujer enfrentada a situaciones dramáticas, el aborto no es la excepción y, por tanto,
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pese a su prohibición general, incluso si una mujer llega a practicarse un acto abortivo ella
podría, dependiendo de las circunstancias, ser exculpada en razón de alguna causal
eximente de responsabilidad penal, por ejemplo la fuerza irresistible o miedo insuperable
del artículo 10 N°9 del Código Penal. Pero determinar eso resulta imposible en abstracto:
la culpabilidad se verá caso a caso, a la luz de todos los antecedentes de hecho que
configuren la situación concreta y específica.
Por lo tanto, en cualquier caso es falso que la legislación vigente persiga a
las mujeres enfrentadas a situaciones límite, por lo que no se requiere despenalización de
ninguna especie. De hecho, si la inquietud consiste en el drama de esas mujeres, y no en
legitimar el aborto, no hay otra forma de afrontar el asunto sin sacrificar la protección del
niño no nacido.
Ahora bien, indicó, nada de lo anterior debe hacer olvidar que la prohibición
general del aborto es muy importante porque busca proteger un bien fundamental.
Cuando se trata de bienes humanos básicos, como la vida o la integridad física, no todo
está permitido, por algo se prohíbe la esclavitud, la tortura, o la trata de personas. En
particular, ningún ser humano inocente, cualquiera sea su etapa de desarrollo, sexo o
condición, puede ser en justicia privado de su vida. En Chile hoy en día existe plena
conciencia de ello, existe una protección integral a la vida y la salud de las personas
desde el instante mismo de su concepción, cuestión que resulta muy valiosa a la luz de
nuestra historia reciente de atropellos a los derechos humanos.
Sobre el particular, y desde una perspectiva cronológica y considerando las
leyes vigentes, señaló que esa protección encuentra su primera manifestación en el
Código Civil, que en su artículo 55 define como personas “a todos los individuos de la
especie humana”, sin importar su edad, sexo ni condición; y que en su artículo 75 dispone
que “la ley protege la vida del que está por nacer, el juez, en consecuencia, tomará, a
petición de cualquiera persona o de oficio, todas las providencias que le parezcan
convenientes para proteger la existencia del no nacido, siempre que crea que de algún
modo peligra". De la lectura de ambos artículos es evidente que la regla es inequívoca: se
manda proteger la existencia del niño no nacido sin distinguir plazos ni etapas de ningún
tipo en su desarrollo biológico, e independiente de cuál sea la amenaza al respecto. En
ese contexto debe ser leído el artículo 74 del mismo Código, que dispone que la
existencia legal, entendida como sinónimo de patrimonial, "principia al nacer", lo que se
confirma al leer el artículo 76 del mismo cuerpo legal, que fija una regla para colegir la
concepción a partir "de la época del nacimiento", y también al leer el artículo 77, que
permite deferir ciertos derechos patrimoniales a la criatura que está en el vientre materno.
Consideró que algo análogo sucede en materia constitucional. Por una
parte, el texto mismo de la Carta vigente "asegura a todas las personas" su derecho a la
vida en el art. 19 N°1, artículo que además reitera en su inciso segundo que "la ley
protege la vida del que está por nacer". Este mandato es congruente con las
disposiciones anteriores del Código Civil, con los artículos 342 y siguientes del Código
Penal, con el artículo 119 del Código Sanitario y con las normas de "protección de la
maternidad" del Código del Trabajo; entre otras.
Pero además del texto mismo de la Constitución, también se debe recordar
los múltiples tratados internacionales de derechos humanos vigentes e incorporados a
nuestro ordenamiento, que reconocen y protegen en forma sistemática la vida del que
está por nacer, siendo particularmente clara la Convención Internacional de los Derechos
del Niño, cuyo preámbulo señala que "el niño [... ] necesita protección y cuidados
especiales, incluso la debida protección legal, tanto antes como después del nacimiento",
113
y cuyo artículo 10 agrega que "niño es todo ser humano menor de dieciocho años de
edad" (artículo 1°), para luego añadir en su artículo 6.1 que "todo niño tiene derecho
intrínseco a la vida" (art. 6.1). Disposiciones similares se encuentran en el Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos, en su art. 6.5; en la Convención sobre la
Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer, en su preámbulo, en
su artículo 11 N°2 a), y en su artículo 12 N° 2; y en la Convención Americana sobre
Derechos Humanos, en sus artículos 1.2 y 4.1.
Estimó que esos antecedentes explican los sucesivos pronunciamientos de
nuestras instituciones, orientados a resguardar la vida del niño no nacido. Por ejemplo, la
Corte Suprema, en sentencia del 30 de agosto de 2001, rol N° 2.186-2001, declaró que "el
que está por nacer -cualquiera sea la etapa de su desarrollo prenatal, pues la norma no
distingue- tiene derecho a la vida, es decir, tiene derecho a nacer y a constituirse en
persona con todos los atributos que el ordenamiento jurídico le reconoce, sin que a su
respecto opere ninguna discriminación".
En el mismo sentido, el Tribunal Constitucional expresamente ha señalado
en sentencia rol 740-2007 "que el derecho a la vida asegurado en el artículo 19 N°1 de la
Constitución [... ], asegura a toda persona -incluyendo al nasciturus el derecho a mantener
la vida y conservarla frente a los demás hombres".
En igual sentido se manifestó la Contraloría General de la República, en el
dictamen N° 25.403, de 21 de agosto de 1995, en relación con el artículo 17 de la ley n°
19.123, citando la historia de esa que ley donde consta que a propósito de la reforma al
inciso primero de la Constitución que modificó la expresión hombres por personas,
acordó dejar constancia de que "el nasciturus, desde la concepción, es persona en el
sentido constitucional del término, y por ende es titular del derecho a la vida".
Por todo lo anterior, concluyó, es muy importante, de cara a esta discusión,
advertir la coherencia que exhibe en nuestro ordenamiento jurídico a la hora de
resguardar la vida de los niños no nacidos. De hecho, si se agrega a lo ya dicho la
prohibición constitucional de establecer diferencias arbitrarias (artículo 19 N° 2 de la
Constitución) y de afectar los derechos en su esencia (artículo 19 N° 26 de la
Constitución), todo indica que un proyecto como el propuesto, que establece tres
excepciones a la protección de la vida del niño no nacido, exige, en el mejor de los casos,
una ley interpretativa de la Constitución, con todos los requisitos formales que ello exige.
Lo sustantivo es que, como tal como señaló Ronald Dworkin, la discusión sobre aborto
llega a su fin cuando el niño que está en el vientre materno es considerado persona para
una Constitución que, como tal, exige proteger por igual a todos los seres humanos.
Si el aborto es una realidad indeseable, se debe buscar cómo evitarlo, no
otra cosa. Y evitar el aborto exige luchar contra todas aquellas condiciones que llevan a
una mujer a pensar, llegado el momento, que no tiene otra alternativa que abortar. Eso
constituye un desafío político de primer orden, y consideró que es de eso de lo que se
debería estar hablando, pues de lo contrario, consagrar legalmente el aborto, aunque sea
sólo en algunos supuestos, implica avalar la indiferencia de la sociedad ante la
maternidad, y negarle todo auxilio a la madre necesitada. Si algún derecho subyace a la
consagración legal del aborto, por desgracia, era el supuesto derecho de la sociedad, de
todos nosotros, a abandonar a su propia suerte a las mujeres necesitadas de ayuda,
apoyo y alivio.
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