El retorno de los inmigrantes Acuerdo en Líbano Renfe reincide

Anuncio
O P INIÓ N
16 LA VANGUARDIA
MARTES, 27 MAYO 2008
Quim Monzó
Presidente-Editor:
Director:
Vicedirector:
Directores adjuntos:
Subdirectores:
JAVIER GODÓ,
CONDE DE GODÓ
José Antich
Alfredo Abián
Jordi Juan, Enric Juliana,
Alex Rodríguez
María Dolores García Manel Pérez
Miquel Molina
José Alberola (Arte)
Redactores jefes: Enric Sierra (Web), Eugeni Madueño (Nuevos Contenidos),
Joaquín Luna (Internacional), Jordi Barbeta (Política), Josep Corbella (Tendencias),
Albert Gimeno (Vivir), Llàtzer Moix (Cultura), Dagoberto Escorcia (Deportes), Ramon
Aymerich (Economía), Carles Esteban (Continuidad), Celeste López (Redacción Madrid), Mariángel Alcázar (Casa Real), Jaime Serra (Infografía), David Airob (Fotografía),
Núria García (Diseño), Josep Carles Rius (Magazine) y Fèlix Badia (Estilos de Vida).
Secciones: Elisenda Vallejo (Internacional), Xavier Batalla (Corresponsal Diplomático),
Susana Quadrado (Política), Pau Baquero (Opinión), Rosa M. Bosch (Tendencias),
Ketty Calatayud (Vivir), Ignacio Orovio (Cultura), Juan B. Martínez (Deportes),
Dolors Álvarez (Economía), Mariano Guindal (Madrid), Albert Aymamí (Fotografía),
Francesc Puig (Diseño), Magí Camps (Edición), Albert Molins (Producción) y Carles
Salmurri (Documentación). Consejeros de Dirección: Carlos Sentís y Jaime Arias.
El retorno de los inmigrantes
U
NO de los objetivos del Gobierno de José
Luis Rodríguez Zapatero, con respecto al
fenómeno de la inmigración, es facilitar el
retorno de aquellas personas que quieran
volver a sus países de origen. Un derecho que tienen,
como también tienen el de permanecer aquí. Por supuesto, estamos hablando de la inmigración legal, de
aquellas personas que tienen carta de residencia en España y que, por tanto, gozan de los mismos derechos
que un ciudadano español si se exceptúa el de voto,
por el momento. El colectivo de extranjeros en España
en estas condiciones es de 4,19 millones.
Sin embargo, según un reciente estudio de la Fundació Jaume Bofill, son muy pocos los inmigrantes que
tiene la intención de volver a su país, una intención
que además disminuye lógicamente cuanto más tiempo llevan aquí. Así, según el mencionado estudio, tan
sólo un 10% de ellos estarían dispuestos a volver a su
país entre el colectivo que lleva un máximo de 5 años
en España. Este porcentaje disminuye a la mitad entre
el colectivo que lleva de 5 a 9 años, para descender
hasta un 2% cuando llevan más de diez años.
Es decir, a mayor integración, menos voluntad de retorno a su país. En general, los inmigrantes tienen un
alto grado de satisfacción de su estancia en España y,
aunque aceptan que cuando decidieron emigrar lo hicieron con la firme voluntad de volver, esta disminuye
a medida que pasa el tiempo. Una integración que está
relacionada, por supuesto, con los derechos de que go-
zan y sobre todo con la mejor perspectiva de progreso
para ellos y para sus hijos. En estas circunstancias, el
colectivo más partidario del retorno a sus países de origen es el de las mujeres, especialmente las procedentes de Centroamérica y Sudamérica, que dejaron allí a
sus hijos. Entre los menos dispuestos a volver, están
los africanos.
La desaceleración económica que sufre España, especialmente en el sector de la construcción, que ha empleado a una parte mayoritaria de la inmigración, afectará sin duda –lo está haciendo ya– a estos colectivos.
Como trabajadores que son, tienen los mismos derechos que los trabajadores españoles a las ventajas sociales para las que han estado cotizando con su trabajo. Es precisamente basándose en estos derechos (a la
seguridad social, al desempleo, etcétera) que el Gobierno pretende facilitar el retorno con el objetivo de disminuir la presión social sobre determinados colectivos
y prevenir los problemas que se pueden originar.
Sin embargo, hay que señalar como muy positivo el
alto grado de satisfacción del colectivo inmigrante y la
capacidad en ambas partes de integración social. Es un
factor que hay que tener en cuenta a la hora de establecer las políticas de inmigración, incluido el de facilitar
el derecho de retorno. Se trata, por lo general, de personas jóvenes y emprendedoras que, si bien suponen una
sangría para su país, por la misma razón es un bien
para el país que las ha acogido. Está en su derecho volver a su país, pero también lo es quedarse en España.
Acuerdo en Líbano
Renfe reincide
C
AMPO de batalla de las luchas de Oriente Medio, Líbano ha empezado a enderezar el rumbo con el acuerdo de Doha (Qatar) que ha supuesto la elección este domingo de presidente de la
República en la persona del general Michel Suleiman, un hombre que goza del apoyo y el reconocimiento de una gran mayoría de compatriotas. Con
ello se pone fin a dieciocho meses de crisis.
De hecho, en Doha no se hizo otra cosa que recurrir a una tradición política libanesa consistente en el
acuerdo entre las tres principales comunidades que
conviven en el país, que son la suní, la chií y la de los
cristianos maronitas, para repartirse el poder. Una
tradición política que, aunque positiva, proporciona
sólo un equilibrio inestable, ya que los pactos se han
roto en diversas ocasiones, la mayoría como consecuencia de la intervención de intereses foráneos, con
la consecuencia de cruentas guerras civiles.
Pero ahora, tras el pacto para la elección de presidente, empieza lo más difícil: la formación de un gobierno de unidad nacional. La facción gubernamental, apoyada por Estados Unidos y Arabia Saudí, deberá llegar a un acuerdo con la oposición, formada por
chiíes y suníes, apoyada a su vez por Siria e Irán. A
favor del pacto juega la actitud de Damasco, que busca ser admitido en el concierto internacional del que
fue apartado por Washington cuando le incluyó en el
eje del mal. En contra está el poder de las milicias de
Hizbulah, que son como un Estado dentro del Estado.
E
L AVE es todo un éxito y va bien, pero el servicio de cercanías de Renfe, después de unos
meses de cierta mejora, ha vuelto a reincidir
en las averías y en el maltrato a los usuarios. Ayer, en
el intervalo de unas pocas horas, se sucedieron cuatro fallos que alteraron el servicio y ocasionaron
grandes retrasos. El más grave dejó parados cuatro
trenes durante más de cuarenta minutos en el túnel
entre Catalunya y Arc de Triomf, donde quedaron
atrapados mil quinientos pasajeros que no recibieron
ninguna información sobre lo que sucedía. Las averías son criticables, pero mantener a los usuarios sin
información en una situación tan angustiosa como la
citada es inadmisible y hay que exigir responsabilidades por ello.
Sería también inadmisible que la Generalitat y el
Gobierno hubieran bajado la guardia, como parece,
en sus negociaciones para concretar las inversiones
necesarias para ampliar y modernizar el servicio ferroviario de cercanías, dentro del compromiso de
traspasar su gestión a la administración autonómica.
La futura financiación de la Generalitat, que debe estar pactada antes de agosto, es importante. Pero ello
no debe hacerse a costa de relegar lo que ya está pactado. La mejora de lo que constituye en la práctica el
metro del área metropolitana, que transporta centenares de miles de personas diariamente, es una auténtica prioridad política y ciudadana. Conviene recordarlo en voz alta para que nadie lo olvide.
Qué bueno es
el Ayuntamiento
A
bro un diario y leo el titular:
“Balmes perderá un carril
en favor de los peatones”.
Sigo con el primer destacado: “Entre Diagonal y Gran Via se doblará la anchura de las aceras y se
plantarán árboles”. Luego el segundo:
“El proyecto estará redactado tras el
verano y se acabará en el próximo
mandato”. Acto seguido me zambullo
en el texto.
Para no alargarme mucho: según explican, en la calle Balmes el Ayuntamiento barcelonés quiere “ganar espacio para los peatones en detrimento
de los coches”. Con ese objetivo han
decidido suprimir uno de los carriles
para vehículos, de modo que, si el proyecto tira adelante (que tirará), de cinco pasaríamos a cuatro (tres para los
vehículos privados y uno para los públicos). Ello permitiría ensanchar las
aceras, que pasarían de tener los dos
metros o dos metros y medio que tienen ahora a tener cuatro o cinco: “para que el peatón gane comodidad”. Casi dan ganas de ponerse a llorar de
emoción. Qué bondadoso es el Ayuntamiento y cómo se desvive por el bienestar de los peatones.
Balmes pasaría de cinco
carriles a cuatro (tres para
los vehículos privados
y uno para los públicos)
Y un cuerno. Dice el titular que la
calle “Balmes perderá un carril en favor de los peatones” y es mentira.
Mentira y manipulación. Como sabe
toda persona que haya vivido en Barcelona el tiempo suficiente, la calle
Balmes –o cualquier otra, por lo que a
eso respecta– no perderá un carril “en
favor de los peatones”. Lo perderá en
favor de las motos y las bicis, que tendrán así aún más espacio para circular
y, llegados a su punto de destino, aparcar. No debían tener suficiente, pobres. Sólo alguien que vive instalado
en un despacho, sin pisar realmente
esta ciudad cada día (por necesidad:
no para dar un paseo a ver cómo están
las cosas) puede decir que corta un carril de circulación “en favor de los peatones”. Rectifico: sólo quien vive en
un despacho o quien piensa que los
barceloneses son idiotas.
“Para que el peatón gane comodidad” lo primero que debería hacer el
Ayuntamiento es dejarle las aceras para él, pues suyas son (en teoría). El
Ayuntamiento debería expulsar de
ellas a todas las motos y a todas las bicis, que son precisamente las que le
quitan la comodidad, las que le obligan a caminar sorteándolas y sin saber por dónde le va a caer encima la
siguiente. Sólo con quitar de en medio
esa plaga, el peatón ganaría la comodidad que los bondadosos mandamases
dicen querer para él. Lo de ampliar
las aceras vendría después, y sólo en
caso de que fuese necesario. Porque,
si bicicletas y motos circulasen por
donde deben (por la calzada) y aparcasen donde deben (en la calzada), quizá entonces sería incluso contraproducente suprimir ese quinto carril. Porque igual, por arte de magia, se vería
que es un carril necesario si –oh, maravilla de las maravillas– los vehículos
de dos ruedas dejasen de circular por
la acera. Eso sí que sería comodidad
para el peatón.c
Descargar