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LAS COSTUMBRES FUNERARIAS PREHISPANICA
EN EL CURSO ALTO DEL RIO CALIMA
Héctor Salgado Lóptz
Ca rlos Armando Rodriguez
Fo to l. Pan o rámica del valle del Calima , en primer plano la región de Samaria y al fondo el embalse del Ca lima.
cámara lateral; el pozo era rectangu lar, excepto e l
de la tumba 5 qu e se prese ntó cuadrado. Los
pozos tenían o rientación noroeste-s ureste y norestesuroeste. La cá mara se abrió hac ia uno d e los
lad os ma yo res del po zo y prese ntó una o ri e nt ació n similar a la de és te.
De ac ue rdo a la profundidad d e l piso d e l
pozo co n re lación a l piso de la cá mara pudieron
es tabl ece rse dos va riantes: e n la prime ra de e ll as,
el piso de l po zo se prese nt ó a una misma profundidad que el pi so de la cáma ra. E n la seg unda
El objeti vo principal del pro yec to '' Las costumbres funeraria s prehispá nicas e n la regi ó n Calima"
es el de obtener nueva informació n so bre las prácticas funerarias , en particular las for mas d e las
tumba s. el tip o de entierro y e l ajuar fu ne rario de
las sociedad es agroa lfareras, llam a, Yotoco y
Sonso. En la Hacie nd a Samaria se excava ron un
total de 58 tumbas.
Diez de las cincuenta y ocho tumbas en
Samaria pe rt enecie ro n a los represe ntantes de la
cu ltura llam a. Todas fu ero n del tipo de pozo co n
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va riante el piso del pozo se encon traba a menor
profun didad que el piso de la cámara, formando
una espec ie de esca linata.
La alta acidez de los suelos no permitió la
co nservac ión de restos óseos humanos en las
cámaras. cuyas dimensio nes permiten perfectamente el entierro primario de niños y ad ult os.
En lo que respec ta al ajua r fu nera rio, siete
de las diez tumbas excavadas lo prese ntaron.
Estaba constit uido primordialmente de objetos
cerá micos. Po r regla ge neral, el ajuar cons tó de
un a o dos vas ij as, tales co mo alca rrazas, cuencos.
o llit as, copas y vasos ci línd ricos, tiestos, piedras y
desechos de ta ll a.
A nivel comparativo, las cinco tumbas de la
variante dos de Sama ria presentan analogías, con
las c uatro tumbas repo rt adas por Bray et al.
( 1988: 1O, Fig. 9), para la finca El Topacio. Otra de
las tumbas co noc id as es la de Agualinda, en el
sector de Res tre po, con una fec ha de 80 ± 90 A.C.,
( Beta 5 100).
De la cultura Yotoco fueron excavadas cuatro tumbas. Su tip o único fue de pozo con cáma ra
lateral. El pozo in variab lemente rectang ul a r prese nt ó orie nt ación no roeste-s ureste y en un solo
caso, noreste-suroeste.
En tod as las tumbas el piso del pozo se
enco ntró a menos profu ndidad que el piso de la
cáma ra. Es ta últi ma apareció hacia un o de los
lados mayores del pozo y ten ía forma rectang ul ar
en planta, su orientación fue similar a la del pozo.
Evidencias de posible calcinación fueron encontrad as en dos tumbas.
En d os de las cuatr o tumbas excavadas había
ajua r funerario . En la cáma ra de la tumba 2,ju nt o
co n un a alca rr aza co n pintura negativa en dise ños
triangulares y circu la res, se encon tr ó un pequeño
arito de oro: por otra parte , en la tumba 6 a pareció
un cá ntaro de uso doméstico fragmentad o.
Por su tipología, las tumbas Yotoco excavadas en Sa maria difieren en parte de las únicas tres
tumbas, de este periodo , rep o rtad as a rqu eo lógicame nte para el curso a lt o del río Calima, aun
cuand o, todas son de pozo co n cámara lateral.
Una va riante diferente, en cuant o a q ue el
piso del pozo es ta ba a la misma profundidad que
el pi so de la cá ma ra , ausente en Sa maria, se presentó en un tumba excavad a en la plataforma
central del cerro Ca bo de la Vela, en Ji guales; su
pozo era prácticamente circul ar y su cámara irre-
gu iar (Salgado, 1988: 7 1, Fig. 85: 4).
El 55% de las tumbas excavadas en Samaria
perteneciero n a la cultura So nso. Sus características morfológicas, permitieron esta blece r, provisionalmente. los siguientes tip os y varia ntes:
Tipo l . Tumbas de pozo con cámara hacia
uno de los ext remos del pozo ; és te último era
recta ng ul ar y tenía orient ació n noroeste-s ures te y
no res te-sureste.
Po r la o ri ent ac ió n de la cá mara, se defin ie ro n
dos variantes:
Variante l. Cámara co n la misma o ri entación
del pozo (total 17 tumbas). En pl ant a la cáma ra
puede ser rectangular, semi rrecta ngular u ovoidal. (Foto 2).
Sub -variant e l . Cua ndo el piso del pozo se
presentó al mismo ni ve l que el piso de la cáma ra.
Sub-va riant e 2. C uand o el piso del pozo era
inclinad o o en "resbalón".
Variante 2. Cá mara con o rientacióo opuesta
a la del pozo (bóveda ''atravesada"); en todas las
tumbas de es ta va ri ante el piso del pozo es taba al
mismo nivel que el piso de la cáma ra y la bóveda
era sem i-elíptica o semi-rectangular.
Tipo 2. Tumbas de pozo co n cámara hacia
uno de sus lados ma yo res; el úni co ejemplar de
es te tip o fue la tumba 32, cuyo pozo casi cuadrado. esta ba orientad o noreste-sures te. La cáma ra, e n planta era rectangular, con la misma
orien tació n del pozo. Po r sus características morfológicas y dimensio nes, es ta tumb a es sim il ar a
las tumb as Yotoco.
Tipo 3. Tumbas de pozo si mple si n cáma ra.
Se excavaro n en total d iez y su forma era la de un
pozo recta ngul ar con o rie ntación si milar a las de
los tipos ya mencionados.
Va ri ante l. Con paredes que bajan a plomo,
casi rectas o un poco inclinadas. El piso puede ser
plano o leve mente incl inad o.
Variante 2. Con paredes qu e hace n un escaló n en el pozo, formando un caj ó n rectangular en
el centro del piso.
Las cámaras de Jos tipos 1 y 2 generalmente se
encon trab an rellenas de tierra o "taquiadas" y en
algun os casos, a la entrada de estas se halló una
es pec ie de cuneta dond e fue colocada seguramente alguna es tru ctura de madera que tapaba la
entrada; en otras cámaras eran aún visibles las
huellas ci rculares de los pos tes que tapaban la
entrada; en unas pocas tumbas la entrada a la
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Foto 2. Cámara de la tumba
21 con entierro primano en
sarcófago de madera .
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cámara la cubrían pied ras grand es, inclu ye ndo
metates, y la cá mara en sí estaba sin tie rra.
El tipo clásico de entierro d etect ado fue el
primario , es pecialmente individual , en posició n
pro bable me nt e ex tendida , so bre el piso. o acompañado d e d os a c uatro piedras al lado de la
cabeza y los pies.
En do s tumbas del tipo 1, variant e 1, e l
entie rr o d e un niño y un adulto respectivamen te
fue hecho en sa rcófago s de mad era (Foto 2). El
ajuar funerario lo prese ntaron doce tumbas y
co nstó d e más de treinta vas ijas de ce rámica, dos
bu tacos de m ad era y va rio s objetos líticos. Fue un
poco más abundante, con un promedio de c uatr o
vasijas, e n ambas va riantes de las tumbas del
tipo l .
Dos d e los tipos establecidos para Samaria
tie ne n si militudes co n fo rma s de tumb as So nso
tanto del secto r de Darién co mo de Res trep o.
El tip o 2 de Samaria no ha sido reportado
hasta el prese nt e para el períod o Sonso de la
regi ó n Ca lima. Es imp ortant e ac larar qu e. al sur de
Calima . e n la región d e la C umbre-Pa vas fueron
inves tigadas d os tumbas del tipo 3, var iante 2, y
una d e ell as fue fechada en e l sigl o VI D .C. (530 ±
70 D .C.; B-4679) ; (Ga hwiler, 1988: 55-56; Fig> ..
68-69).
De las ci ncue nta y ocho tumbas estudiadas,
d oce resu ltaro n hu ecos o "amagos"; e n su interior
se e nco ntró só lo ca rb ó n y ti estos. Su pert enencia
c ultura l aú n no es clara. Estos pozos prese ntar o n
forma recta ngular, se mi rectan gular, ci rcular, se mi c irc ular y c uadrada . S u o ri entació n fue la misma
que la de las tumbas llama y Yot oco. Su princ ipal
caracte rí sti ca fue el esca lonamiento, en la medida
e n qu e se iban profundizando: la ca ntidad d e escalas que fo rmaban va ri ó d e un a a c uatr o.
Co mo res ultad o d e los trabajos de ca mp o e n
S amari a, fue posible a mpli ar la escasa información exis tent e so bre las cos tumbres fun e rari as de
las sociedad es agro-a lfareras ll ama ( 1 mil e nio
A .C. ). Yotoco (1 mil e ni o D .C.) y So nso (siglos
X-XVI O.C).
La similitud e n fo rm a y dimensiones entre las
tumbas ll ama y Yotoco nos pe rmit e n suger ir. te ntativame nte, la ex iste ncia de una co ntinuidad
étni ca entre los represe ntantes de es tas d os c ultu ras; esta propues ta se reafi rm a po r la prese ncia de
ce rámica con caracte rí sti cas ll ama- Yotoco rev ue lta en los hu ecos o "amagos"
La ex istencia e n la regió n d e La C umbrePavas de tumb as d e po zo si mple, sin cá mara y co n
un cajón rectang ular e n el ce ntro d el pozo (tipo 3,
va riant e 2 de Samaria) y un a fecha d e l siglo VI
D.C. para la tumba d e Purilia (Gahwi ler, 1988:
55). nos permiten suge rir datos c ro no ló gicos simi lares para es te tipo de tumb as So nso de Sama ria .
La prese ncia temprana d e ele ment os c ultural e~ So nso, hacia los siglos VI- VII D .C., ha sid o
planteada, recientemente, pa ra sitios de viv ienda
ta nt o e n e l c urso bajo d e l río Ca lima, e n la llanura
al uvia l del Pacifico (Rodriguez, 1988: 87): como
en Ji gual es, en el alto Ca lim a (Salgad o, 1988 : 67).
Lo a nt e ri o r indi caría la ex iste nc ia de c ie rt a co nvive nc ia. durante var ios siglos, e ntre los rep rese ntantes de las sociedades Yotoco y Sonso.
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