Un aspecto fundamental de un estilo de vida que produce crecimiento espiritual es pasar tiempo en la Palabra de Dios. Además de la oración diaria, el plan de 7 días incluye este plan de lectura devocional y diaria de la Biblia. Este devocional le animará y fortalecerá siempre y cuando separe un tiempo para buscar a Dios. Al igual que la oración y el ayuno, la lectura de la Biblia consiste en conectarse a Dios de una manera más poderosa. No se trata de una obligación; se trata de una relación. Cuando nos acercamos a Dios a través de la lectura de Su Palabra, experimentamos Su misma presencia. ¡La Palabra de Dios es viva y eficaz! Al leer nuestra Biblia, nos acercamos más a Dios y nos posicionamos para escuchar mas Él. ¡Nuestra oración para ti en los próximos 7 días es que tu pasión por Dios y Su Palabra se encienda y que desarrolles un hambre por Su presencia mas que nunca antes! Al leer estos devocionales, ten en cuenta lo siguiente: leer diariamente, leer en oración y leer con expectativas. Te animamos a leer los pasajes y a preparar tu propio método de lectura bíblica. ¡Dios está dispuesto a revelarse hacia ti, así que prepárate a avanzar hacia tu mejor vida! Una forma sencilla de registrar tus devociones es utilizando el siguiente método. Escritura Lee el pasaje del día y luego identifica una escritura del pasaje que te atraiga. Observación Enfócate en esa escritura, pídele al Espíritu Santo que te muestre lo que Dios está diciendo. Aplicación ¿En este momento, cómo aplica esto a tu vida? Oración Dale gracias a Dios por revelar Sus verdades a ti. Recuerda, la oración es una conversación de dos vías, a si qué escucha lo que Dios quiere decirte. *from “The Divine Mentor” by Wayne Cordeiro PLANES DEL FUTURO Santiago 4:13-16 (NLT) Presten atención, ustedes que dicen: “Hoy o mañana iremos a tal o cual ciudad y nos quedaremos un año. Haremos negocios allí y ganaremos dinero.” ¿Cómo saben qué será de su vida el día de mañana? La vida de ustedes es como la neblina del amanecer: aparece un rato y luego se esfuma. Lo que deberían decir es: “Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello.” De lo contrario, están haciendo alarde de sus propios planes pretenciosos, y semejante jactancia es maligna. Muchas personas gastan una gran cantidad de tiempo y energía planeando el futuro. W.A. Criswell, uno de los grandes predicadores del siglo 20 de los Estados Unidos, dijo una vez, “Todos estamos fascinados con el futuro porque es donde vamos a vivir por el resto de nuestras vidas.” Contemplar el futuro puede ser saludable y bueno. Pero, si no se hace de la manera correcta, también puede producir algunos efectos espirituales negativos. El pasaje de hoy trata el tema de la planificación. Aquí el escritor no condena los negocios o la planificación, simplemente nos da una advertencia acerca de como hacer estas cosas. El nos recuerda que el peligro espiritual radica en cómo planeamos nuestro futuro—así lo planeemos con o sin Dios en mente. Los creyentes en este pasaje cometieron el error de ser presumidos y presuntuosos acerca de sus planes futuros. El Apóstol Santiago les emitió una corrección pastoral. La planificación es una parte importante de una vida responsable y productiva. La escritura resalta su valor. Sin embargo, la presunción y jactancia nunca deben ser parte de nuestra manera de la planificar. Cuando creamos el futuro sin considerar la soberanía de Dios, la temporal naturaleza del tiempo y la brevedad de nuestra existencia, siempre entramos en problemas. Un ingrediente espiritual necesario para la planificación adecuada y sabia es la dependencia en Dios. Nuestros planes deben proceder con oración de un corazón que confía y se rinde a Él. Debemos estar totalmente comprometidos con los planes de Dios por encima de los nuestros. Esto significa que tenemos que aprender algo acerca de la perspectiva de Dios y Sus prioridades para la vida. Antes de establecer una dirección para nuestro futuro, tenemos que saber cómo Dios piensa—lo que es realmente importante para Él. También tenemos que ser lo suficientemente flexibles para ajustar nuestros planes a medida que ganamos un mayor conocimiento de Sus planes. Nunca debemos estar tan involucrados en lo que nosotros queremos tanto así que no estamos dispuestos a dar paso a lo que Dios quiere. Los planes correctos sólo son nuestro mayor esfuerzo para prepararnos para el mañana. Tenemos que hacer esto siempre en oración, con sensibilidad y con la voluntad de intercambiar nuestra agenda por la de Él. ¡Este tipo de planificación es positiva! ¡Comienza a crecer! La Biblia nos advierte sobre dos tipos de planificadores—el que no planifica y el planificador presuntuoso. ¿Qué tipo eres? ¿Qué puedes hacer para empezar a hacer planes sabios pero flexibles para tu futuro? A D M I N I S T R A N DO E L T I E M P O Salmos 90:12 (NTV) Enséñanos a entender la brevedad de la vida, para que crezcamos en sabiduría. Efesios 5:15-17 (NLT) Así que tengan cuidado de cómo viven. No vivan como necios sino como sabios. Saquen el mayor provecho de cada oportunidad en estos días malos. No actúen sin pensar, más bien procuren entender lo que el Señor quiere que hagan. En nuestra sociedad que nunca para sabemos lo que se siente luchar contra el tiempo. El tiempo es una parte importante de nuestro mundo. Nuestro vocabulario está lleno de referencias al tiempo. Actividades pueden ser descritas como consumidoras o pérdidas de tiempo. Utilizamos diagramas del tiempo, horarios, líneas de tiempo, relojes y hojas de asistencia. La industria de la administración del tiempo está continuamente produciendo tecnologías y recursos para ayudarnos a balancear nuestras agendas personales y de trabajo. Una cosa es cierta, el tiempo avanza implacablemente. Por esa razón, de vez en cuando hay que parar y evaluar cómo estamos manejando este precioso recurso. En las Escrituras, los términos del tiempo incluyen dos conceptos mayores. Un concepto trata de los momentos de la vida medidos por un reloj o un calendario. El otro trata de las oportunidades que estos momentos pasajeros ofrecen. En el Salmo 90:12 encontramos una oración que Moisés ofreció a Dios. Él le pidió a Dios que le ayudara a utilizar su tiempo sabiamente. ¡Qué maravillosa oración! El Apóstol Pablo habló sobre este tema en Efesios 5:15-16. Él nos animó a devotamente y cuidadosamente considerar como nosotros usamos nuestro tiempo. Él nos enseñó a tomar decisiones sabias con las oportunidades que Dios nos da cada día. Hay una historia acerca de la primera Reina Isabel de Inglaterra, una de las mujeres más ricas y poderosas de su época. Fue escrito que ella declaró en su lecho de muerte, “Todas mis posesiones daría por un momento mas de tiempo.” Al final de su vida, la reina Isabel se dio cuenta de que todas las posesiones del mundo no significan nada si has agotado tu tiempo. El tiempo se gasta o se invierte. Cuando se gasta, ya no hay mas. Cuando se invierte adecuadamente, nos da grandes porciones. ¡Comienza a crecer! ¿Cuándo fue la última vez que tomaste un inventario de tu tiempo? ¿Está gastando tiempo o invirtiendo? ¿Qué cambios necesitas hacer en la forma que manejas tu tiempo? D I R I G E T E A L A M E TA 2 Timoteo 2:15 (NTV) Esfuérzate para poder presentarte delante de Dios y recibir su aprobación. Sé un buen obrero, alguien que no tiene de qué avergonzarse y que explica correctamente la palabra de verdad. Las metas son geniales. Dan dirección, desafían nuestro progreso y nos motivan a llegar a donde necesitamos estar. Para tener una vida verdaderamente significante, necesitamos objetivos bíblicos claramente definidos. Tienen que ser prácticos y exigentes, pero alcanzables. También deben ser medibles. Debemos establecer marcadores espirituales a lo largo de nuestro viaje de la vida y regularmente evaluar nuestro progreso hacia ellos. Nuestros objetivos no deben ser complicados o confusos, pero simples y directos. Empecemos con el establecimiento de unas metas espirituales básicas: 1. Estudio bíblico personal—¿Tienes una hora fija cada día, cuando lees tu Biblia? 2. Oración personal—¿Has comenzado una aventura personal de oración? ¿Te has fijado nuevas metas para tu vida de oración recientemente? 3. Aumentar la expresión del carácter de Cristo—¿Estás tomando medidas prácticas para ser más como Jesús en sus actitudes y acciones? 4. Desarrollo de relaciones—¿Qué habilidades de relaciónes necesitas para mejorar y cómo planeas en mejorar las? 5. Administrando el tiempo—¿Eres tan productivo y fructuoso como Dios quiere que seas con el tiempo Él te da? 6. Contribución a tu iglesia local—¿Qué nuevas medidas necesitas tomar para estar más conectado, más útil y fructífero en la congregación donde Dios te ha plantado? ¿Qué tipo de metas tienes en tu vida? ¿Qué objetivos y prioridades son realmente importantes para ti? ¡Comienza a crecer! Toma unos minutos y anota tus respuestas a las preguntas anteriores. Has un plan para comenzar activamente el logro de estas metas. Comparte tus planes con alguien que te alentará y desafiará amorosamente para seguir adelante hacia ellos. OBRA MAESTRA Efesios 2:10 (NTV) Pues somos la obra maestra de Dios. Él nos creó de nuevo en Cristo Jesús, a fin de que hagamos las cosas buenas que preparó para nosotros tiempo atrás. El diccionario define una obra maestra como “una obra de excepcional talento artístico, habilidad o mano de obra.” Cuando pensamos en obras maestras, creemos de grandes creadores. Pensamos en algunos de los más talentosos artistas y músicos que nuestro mundo haya conocido—Picasso, Van Gogh, Beethoven, Mozart y otros similares. ¡Cuando Dios piensa en obras maestras, la Biblia dice que Él piensa en ti! El apóstol Pablo nos recuerda que cuando Dios nos creó—y especialmente cuando nos creó de nuevo por nuestra fe en Jesucristo—El nos hizo Su obra maestra. ¿Qué significa ser la obra maestra de Dios? Para ser la obra maestra de Dios implica varias cosas para nosotros. 1. Dios puso lo mejor de El en nosotros. Una obra maestra es un reflejo del mejor trabajo de un artista. Una obra maestra es el resultado de un creador de poner su mejor esfuerzo en su creación. Dios hizo esto con cada uno de nosotros. 2. Dios planeó nuestro propósito—Él tiene una razón para nuestro ser. Una obra maestra es el resultado de una acción planeada y con propósito. Es el resultado de la visión del creador. Él o ella ve algo en el lienzo vacío o en el pedazo de roca áspera que otros no ven. Ellos escuchan algo que viene de un instrumento que otros no oyen. Traen esta visión a la realidad. Esto es lo que Dios ha hecho con cada uno de nosotros. 3. Dios quiere expresar Su naturaleza creativa a través de nosotros. El trabajo de un artista es una expresión de su naturaleza creativa. Su trabajo es una extensión de lo que está en su interior. Las obras maestras son expresiones externas de los pensamientos y emociones del corazón y el alma de un artista. Una obra maestra inspira y libera la creatividad en otros. Esto es lo que Dios hace en y través de nosotros. Él expresa Su naturaleza creativa a través de nosotros y nos usa para inspirar a otros. 4. Dios quiere comunicar parte de Él al mundo a través de nosotros. Una obra maestra es un mensaje. Cuenta una historia. Dice algo sobre el creador. Comunica su mensaje al mundo. Nos habla de la naturaleza de un artista. Dios creó a cada uno de nosotros para comunicar parte de Él en una manera única a un mundo que desesperadamente necesita conocerlo. A través de cada uno de nosotros, Dios quiere declarar Su mensaje de amor y vida. El apóstol Pablo declaró la razón principal que Dios nos hizo Sus obras maestras: “... Él nos ha creado de nuevo en Cristo Jesús, para que podamos hacer las cosas buenas que ha planeado para nosotros hace mucho tiempo atrás.” Dios nos creó para que pudiéramos cumplir con eficacia el trabajo que Él ordenó para cada uno de nosotros. Él nos ha dado todos los recursos que necesitamos para hacer el trabajo que Él planeó para nosotros. ¡Él simplemente nos espera para entender Su visión y ponernos a trabajar para cumplirla! ¡Comienza a crecer! ¿Qué significa ser la obra maestra de Dios? Has una lista de razones por las que Dios te creo. ¿Qué vas a hacer para acordarte todos los días de tu propósito diseñado por Dios? A D E L A N TO S Santiago 4:7-8 (NTV) Así que humíllense delante de Dios. Resistan al diablo, y él huirá de ustedes. 8 Acérquense a Dios, y Dios se acercará a ustedes. ¿Tienes algunos malos hábitos que te gustaría romper? La lucha para superar malos hábitos puede ser difícil y muy frustrante. Formas pecaminosos son a menudo muy persistentes y difíciles de cambiar. Dios quiere liberarnos de hábitos negativos y destructivos. La Biblia proporciona instrucciones que nos ponen en el camino a la libertad. El pasaje de hoy establece algunos pasos prácticos que son útiles en el comienzo de este proceso. La libertad comienza con la humildad. La humildad es el acto de poner la autoridad de uno mismo bajo la autoridad de otro, demostrando sumisión y obediencia. Lo contrario de la humildad es el orgullo. Liberarse de formas destructivos comienza con someterse a Dios. Para ponernos bajo su autoridad, debemos dejar a un lado las prioridades de nuestra vida. Debemos tratar de seguir en cambio de dirigir. Para encontrar la libertad, tenemos que ser guiados a la libertad, y eso envuelve la humildad. Sólo Jesús puede conducirnos a la libertad. También debemos resistir al diablo. El acto de resistencia espiritual debe ser contundente y determinado. En la oración, debemos ir contra las influencias oscuras que nos mantienen en la esclavitud de malos hábitos. Debemos activamente y agresivamente renunciar y resistir cada semilla contaminada que el diablo intenta sembrar en nuestras vidas, en el nombre de Jesucristo. Debemos oponernos en oración contra las fuerzas del mal que nos han atrapado en varias formas de vida destructivas. ¡A medida que nos involucramos en esta batalla espiritual, la Biblia nos promete la victoria! Pero esta resistencia no es suficiente. Debe ser combinada con el compromiso de acercarnos a Dios. A medida que nos alejamos de influencias negativas a través de la oración, debemos aceptar la presencia y el poder de Dios para vivir de la manera correcta. Poner en práctica estos pasos nos permite reconocer y negar el anzuelo de la tentación. También nos apodera a deshacernos de malos hábitos y a comenzar a construir buenos hábitos. Inténtalo. ¡Realmente funciona! ¡Comienza a crecer! ¿Qué malos hábitos necesitas romper? ¿Qué principios del estudio de hoy necesitas poner en práctica con el fin de superarlos? AU TO CO N T R O L Gálatas 5:22-23 (NTV) En cambio, la clase de fruto que el Espíritu Santo produce en nuestra vida es: amor, alegría, paz, paciencia, gentileza, bondad, fidelidad, humildad y control propio. ¡No existen leyes contra esas cosas! El auto control es una parte importante de la madurez espiritual y emocional. Las personas que tienen auto control van mucho mas lejos en la vida que las que carecen de el. Les va mejor en relaciones y en última instancia, son más felices. Toman decisiones santas y saludables sobre lo que van y no van a hacer. Una de las razones auto control es tan impopular y raro es porque involucra lo negativo—dando una restricción en una necesidad, deseo, preferencia, inclinación, o hábito personal y urgente. Nos obliga a exigir de nuestra parte ciertas acciones que usualmente son lo contrario de lo que realmente queremos decir, pensar o hacer. Tanto se trate de no “decir lo que pensamos” a alguien acerca de algo, negarse a reaccionar con ira a algún daño o inconveniencia que experimentamos, elegir a decir no a alguna tentación, elegir a ver lo que comemos, elegir a comprometernos a un programa de ejercicios válido o elegir a levantarnos más temprano regularmente para orar y estudiar la Palabra de Dios, todas estas decisiones requieren cumplir con nuestros límites y regulaciones sobre nosotros mismos. Todas implican el auto control. Aunque todos entendemos la importancia de obedecer las leyes externas y las consecuencias que pueden acompañar a la desobediencia de ellas, cuando se trata de nosotros mismos—nuestras opciones personales— preferimos nada leyes, nada de límites, nada de restricciones impuestas sobre nosotros por nosotros. Queremos ser “libres” en hablar, pensar y actuar exactamente como queremos en cualquier momento que queramos. Lo que no reconocemos es que una vida sin restricciones y sin disciplina—una vida vacía de auto control adecuado—conducen exactamente a lo contrario de la libertad. Resulta esclavitud. La falta de auto control engañosamente tiene una promesa de libertad, pero al final nos decepciona. Sin auto control cedemos el control de nuestras vidas a fuerzas muy destructivas. La Biblia nos enseña que esta calidad importante llamada auto control requiere un poder sobrenatural para desarrollar y mantener. Para que sea una parte consistente de nuestras vidas tenemos que aprender a vivir en el poder y el control del Espíritu Santo diariamente. Cuando el Espíritu Santo está a cargo de nosotros, Él nos capacita para hacer cumplir la disciplina santa y sana en nosotros. Él nos ayuda a aceptar y dar la bienvenida a los límites que son beneficiosos para nosotros—espiritualmente, mentalmente, relacionalmente, emocionalmente, físicamente y financieramente. No hay duda que la aplicación del auto control es un reto. Mientras que elegimos a seguir el ejemplo del Espíritu Santo en vez del nuestro, seguro vamos a experimentar resistencia por parte de nuestra naturaleza pecaminosa. La Escritura nos recuerda claramente que nuestra carne está constantemente en guerra con el Espíritu de Dios dentro de nosotros. La victoria sobre nuestra naturaleza pecaminosa requiere una búsqueda persistente. Debemos poseer un nivel de fe que persevera hasta que se gane la batalla. ¡Es una batalla que vale la pena ganar! ¡Comienza a crecer! ¿Cuáles son tus luchas más significantes con el auto control? ¿Qué has aprendido del estudio de hoy que te ayudará a ganar esta batalla? L O Q U E R E A L M E N T E N E C E S I TA M O S Mateo 4:1-4 (NTV) Luego el Espíritu llevó a Jesús al desierto para que allí lo tentara el diablo. Durante cuarenta días y cuarenta noches ayunó y después tuvo mucha hambre. En ese tiempo, el diablo[a] se le acercó y le dijo, “Si eres el Hijo de Dios, di a estas piedras que se conviertan en pan.” Jesús le dijo, “¡No! Las Escrituras dicen, ‘La gente no vive solo de pan, sino de cada palabra que sale de la boca de Dios.’” Mateo 4:11 (NTV) Entonces el diablo se fue, y llegaron ángeles a cuidar a Jesús. ¿Qué necesidades tienes en tu vida? Todos nosotros tenemos ciertas necesidades legítimas. Una necesidad es algo que se requiere, es necesario y es esencial para la vida y la salud. Sin esas necesidades no podemos ser exitosos en la vida. En el pasaje de hoy encontramos a Jesús en un momento de necesidad durante su ministerio terrenal. Después de un ayuno de cuarenta días en el desierto caliente de Judea, Jesús experimentó lo que cualquier persona experimentaría— hambre intensa. Aunque Él era el Hijo de Dios—Dios en la carne—Su cuerpo físico tenía que tener comida para sobrevivir. Su humanidad fue gravada a sus límites. Sus necesidades físicas estaban gritando por atención. En este momento de crisis, el diablo se apareció con una sugerencia. Él le ofreció a Jesús una solución para sus necesidades. Él le mostró a Jesús una forma de satisfacer su hambre. Lo uno que Jesús tenía que hacer era usar Su poder paramilagrosamente cambiar las piedras del desierto en pan. Todo lo que Jesús tenía que hacer para cumplir su deseo y dolor físico era seguir el consejo del diablo. La respuesta de Jesús fue un rotundo “¡DE NINGUNA MANERA!” Aunque no había un pecado en particular en que Jesús convirtiera las piedras en pan, había pecado en escuchar y seguir la sugerencia del diablo. Jesús no permitió que Satanás dictara cómo se cumplen Sus necesidades. Jesús se negó a cumplir Sus necesidades legítimas de una manera ilegítima. Jesús estaba decidido a vivir Su vida de acuerdo a la Palabra de Dios, no del consejo del diablo. Jesus se rehuso a renunciar a Su futuro propósito y destino para satisfacer una necesidad urgente a la manera de Satanas. Hay muchas lecciones en este pasaje para nosotros. Todos tenemos necesidades legítimas—cosas que nos dan hambre en la vida que son importantes y necesarias. Podemos estar seguros de que el diablo siempre va tener sugerencias, consejos y opciones para nosotros para cumplir estas necesidades. En los tiempos largos que esperamos para que nuestras necesidades sean legítimamente cumplidas, Satanás viene y nos da la opción de hacer las cosas a su manera y no de la manera de Dios. Nos tienta a dejar que sus palabras nos guíen en vez de la Palabra de Dios. ¿Cuántas personas en los siglos han perdido su destino futuro y han perdió el cumplimiento de una parte del propósito de Dios porque ellos escucharon el consejo del diablo en vez de vivir por la Palabra de Dios? Cuando el tentador vino a ofrecer un plan para satisfacer sus necesidades, sus respuestas fueron entretener las ideas del diablo en vez de despedirlos. Los resultados fueron desastrosos. Hay una advertencia en esta historia para cada uno de nosotros. Debemos recordar que el diablo nos sigue, buscando una oportunidad para seducirnos a seguir sus sugerencias en vez de buscar, confiar y obedecer la Palabra de Dios. Satanás se presenta en nuestros momentos más vulnerables y nos seduce con una salida—una opción para satisfacer nuestro hambre espiritual y emocional. Si no somos cuidadosos y exigentes vamos a caer en su táctica. El resultado final de vivir la vida a la manera del diablo es siempre más dolor. Siempre resulta en la perdida de una dimensión de nuestro destino ordenado por Dios. ¿Qué es lo que realmente necesitamos? Realmente tenemos que confiar en Dios para satisfacer nuestras necesidades. La historia de las tentaciones de Jesús termina con ángeles cuidando de Él. Dios no le falló. ¡Dios no te fallará! ¡Comienza a crecer! ¿Cuáles son las necesidades más urgentes en tu vida ahora mismo? ¿Qué sugerencias el diablo te esta ofreciendo para satisfacer estas necesidades? ¿Cuál será tu respuesta?