Cultura, política y religión El resurgimiento islámico: un desafío al sistema internacional Paola Andrea Barrero Hernández* Resumen El artículo expone el fenómeno religioso como un factor decisivo en la lectura del sistema internacional contemporáneo. La secularización del mundo no logra consolidarse del todo y las promesas incumplidas de la modernidad permiten que surja el proceso de desecularización. El resurgimiento islámico aparece como una manifestación trascendental dentro de este proceso, donde advienen nuevos actores, nuevos valores y formas de acción social que reestructuran el sistema internacional. En este contexto, el poscolonialismo ofrece una perspectiva de análisis alterna al realismo clásico, al resaltar la importancia del fenómeno religioso y desplazar al Estado-nación como centro de análisis en las relaciones internacionales. Palabras clave: secularización, desecularización, sistema internacional, Islam, resurgimiento islámico, realismo, poscolonialismo, Estado-nación Abstract This article describes the religious phenomenon as a decisive factor in the reading of the contemporary international system. The secularization of the world can’t completely and the unreliable promises of the modernity allow rise the desecularization process. The Islamic revival appears like a transcendental manifestation inside the process of the desecularization, where appear new actors, new values and ways of social action 123 * Licenciada en Educación Básica con Énfasis en Ciencias Sociales de la Universidad Distrital “Francisco José de Caldas”. Integrante del semillero interuniversitario Sepep -Semillero de Estudios Políticos en la Posguerra Fríaadscrito a la Universidad del Rosario. De igual forma, se desempeña como investigadora auxiliar del Semillero del Islam, perteneciente al Centro de Estudios Teológicos y de las Religiones -Cetre- también de la Universidad del Rosario. Actualmente desarrolla una investigación acerca del concepto de república en el contexto islámico. Correo electrónico: [email protected] CONJETURAS.indd 123 22/11/10 12:50 that restructure the international system. In that context the poscolonialism offers a new perspective of analysis instead of classic realism, standing out the importance of the religious phenomenon. This paradigm displaces the Nation-State as a core of analysis in international relations. Key words: secularization, desecularization, international system, Islam, Islamic revival, realism, poscolonialism, Nation-State Introducción 124 La religión ha actuado siempre como un referente básico de la acción humana, desde las sociedades primitivas hasta el hombre moderno. Algunas épocas estuvieron signadas por un espíritu confesional que se extendió sobre todas las facetas de la vida, desde el hogar y las relaciones familiares hasta la política y la economía. Otras, por el contrario, aparecen imbuidas de una lógica seglar donde la religión aparece circunscrita al ámbito privado, mientras la ciencia se erige como el paradigma explicativo primordial. El tránsito de la Edad Media a la Modernidad, de hecho, ha sido perfilado a través de la oposición entre un mundo confesional y un mundo secular. Sin embargo, asumir esta idea de forma taxativa supone aceptar que la religión ha perdido su fuerza para explicar el mundo y guiar a los hombres, lo cual es una clara simplificación de la realidad contemporánea. Toda civilización ha sido el producto de un proyecto visiblemente religioso. Si bien Occidente ha sido heredero del cristianismo, los pueblos del Cercano y Conjeturas CONJETURAS.indd 124 Lejano Oriente han sido definidos por proyectos religiosos de diversa índole, desde el Islam como el más representativo, pasando por el judaísmo, el budismo, entre otros. Desde los modelos de organización social, económica y política, hasta los patrones de orden cultural han sido definidos por las visiones engendradas por cada credo. Naturalmente, el contacto interreligioso ha cobrado diferentes formas, desde las relaciones de carácter comercial, el encuentro cultural, hasta las rivalidades en el ámbito político y bélico. Desde el siglo vii, el contacto entre Occidente y el mundo islámico se ha debatido entre la violencia más virulenta y la coexistencia pacífica. El desarrollo de estas civilizaciones ha sido influido profundamente por sus relaciones y rivalidades mutuas. Hoy en día confluyen diversas circunstancias que no sólo alteran las relaciones Occidente-Islam, sino que repercuten incluso en el ámbito internacional, redireccionando el análisis político internacional hacia el propio entendimiento de lo religioso. Este artículo afirma que el proceso de desecularización por el cual atraviesa el mundo, delimita y define la realidad No.8 Julio-Diciembre 2009 • Facultad de Ciencias y Educación 22/11/10 12:50 Paola Andrea Barrero Hernández internacional en el marco de la posguerra fría. Así pues el Islam adquiere mayor protagonismo y sugiere una reestructuración en virtud de la instauración de códigos y valores que reconfiguran el orden mundial. El Estado ya no opera como centro de las relaciones internacionales. El realismo se ha visto desbordado y advienen nuevas alternativas teóricas. La religión, en este panorama, se posiciona como un elemento renovado en el análisis del sistema internacional contemporáneo, y una interesante visión de su papel ha sido elaborada desde el poscolonialismo. caso de España, el mundo musulmán y el cristianismo ortodoxo en Europa del Este representan ejemplos importantes. 1. Secularización y desecularización “La paz de Westfalia organizó a Europa sobre el principio del particularismo, lo cual representó un nuevo arreglo diplomático, es decir, uno recreado por Estados y para Estados representados y gobernados por monarcas como jefes de Estado y de gobierno, reemplazando los vestigios legales de la jerarquía feudal, y el pináculo del poder de dicha jerarquía que estaba encabezado por el Papa y el Emperador” (Patiño, 2005: 40). El término desecularización implica la existencia de un periodo secular precedente, de suerte que para definir los alcances de tal concepto son necesarias dos cosas: delimitar su significado y establecer una postura frente a la secularización. El proceso por el cual el mundo moderno obliga a la separación del poder del Estado de la injerencia religiosa de la Iglesia se denomina secularización. En el siglo xvi se consolida con la Paz de Westfalia, después de la Guerra de los Treinta Años, donde se instaura un modelo de sistema internacional regido por la soberanía de los Estados. Sin embargo, el proceso de secularización de ninguna manera llego a ser universal, toda vez que amplios sectores se mantuvieron al margen de dicho fenómeno: el Daniel Philpott considera que fueron tres los acuerdos más importantes de la Paz de Westfalia: con el primero se establecieron los Estados soberanos como la forma de autoridad política dominante; con el segundo se acordó que los Estados no intervendrían en las religiones profesadas fuera de sus territorios; con el tercero, los Estados se comprometían a no patrocinar el trabajo de una religión en particular, por encima de las demás. Con la escisión entre religión y Estado se estableció una de las bases del proyecto moderno occidental. El resto del mundo debía amoldarse al nuevo tipo de orden. El problema más grave, por supuesto, se presentó al momento de concebir la modernidad como un designio ecuménico. Industrialización, economía de mercado, democracia y secularización serían los derroteros para alcanzar el “desarrollo”. Así pues vemos que el fracaso de la modernidad, concre- 125 El resurgimiento islámico: un dasafío al sistema internacional CONJETURAS.indd 125 22/11/10 12:50 tamente en cuanto a expandir el proceso de secularización, fue rotundo ya que no encontró asidero en las mentes no occidentalizadas. En regiones como Europa del Este, España, el Nuevo Mundo y Oriente Próximo fue imposible que sus sociedades concibieran la existencia sin un credo que marcara sus vidas; además, no estaban preparadas para llenar el vacío del poder religioso en la esfera política. El proceso de secularización no puede ser implementado desde arriba; debe constituir un proyecto de alcance cultural, social y a veces hasta moral en el seno de las sociedades. 126 En este contexto, la desecularización se presenta gracias a lo que algunos denominarían las promesas incumplidas de la modernidad, que no lograron –especialmente en el mundo no occidental– satisfacer los requerimientos políticos, económicos, sociales y menos aún espirituales. Personas imbuidas en un modo de vida confesional no se han sentido adecuadamente representadas por las estructuras políticas modernas que rechazan todos los aspectos de la acción social religiosa. Académicos como Enrique Serrano han adoptado la categoría “fundamentalismo laico” para explicar de qué manera la modernidad, en su afán por mostrar lo religioso como una anomalía, ha adquirido posturas, si se quiere, radicales, e incluso agresivas. Para este autor, se ha creado un nuevo mito fundacional en la modernidad donde la religión constituye un patrón de retroceso que atenta contra los objetivos liberales. Conjeturas CONJETURAS.indd 126 Ahora bien, ¿qué debería entenderse exactamente por desecularización? La desecularización es aquel fenómeno que visibiliza y posiciona la religión en el ámbito de lo público, y la sitúa como un referente que influye de manera profunda en el pensamiento político. No se quiere afirmar que la desecularización origine un cambio trascendente y abrupto en los valores modernos; el materialismo, el individualismo y el racionalismo no dejaran de ser las ideas rectoras de la modernidad. Es necesario subrayar, no obstante, que los procesos de desecularización han sido concomitantes a los orígenes de la misma secularización, toda vez que no hay sociedad por primitiva o moderna que sea sin dimensión de lo religioso. Peter Berger, quien inaugura una serie de análisis acerca del tema, nos brinda elementos cruciales para el entendimiento del fenómeno y nos ofrece varios interrogantes que serán de ilustrativa importancia para el tema aquí presentado. En medio de las tensiones entre el mundo secular y el mundo confesional, según Berger, existen dos vías para rechazar las ideas y valores modernos: “La primera es la revolución religiosa: uno trata de entender la sociedad como un todo y hacer que la contra moderna religión propia sea obligatoria para todos”. La segunda vía “pasa por crear una subcultura religiosa, diseñada para mantener por fuera las influencias de la sociedad circundante”. No.8 Julio-Diciembre 2009 • Facultad de Ciencias y Educación 22/11/10 12:50 Paola Andrea Barrero Hernández Ambas vías son representativas en el panorama político moderno del mundo musulmán. La revolución religiosa ha sido positivamente acogida en algunas regiones de Oriente Medio; por ejemplo, cabe citar la revolución de Jomeini, modelo inspirador para una nueva generación de militantes religiosos islámicos. La segunda vía ha coexistido inveteradamente como una forma alternativa al modelo secular, pero no ha sido tan efectiva, en cuanto los valores modernos la han permeado. La primera vía guarda ventaja, toda vez que ha sido para ella más fácil su acceso y mantenimiento en el poder, precisamente porque sus métodos han sido directos y eficaces; la segunda vía, por el contrario, tiene mayores dificultades para hacerse al poder, ya que no lo cuestiona ni lo amenaza en sus bases, pero tiene la ventaja de que la subcultura religiosa puede expandirse con mayor facilidad y ganar adeptos en distintos contextos donde se torna difícil promover una revolución. Concerniente a lo anterior, Patiño afirma: Las estrategias de adaptación han dado una base de partida a la acción política: las religiones son conscientes de los límites que impone la secularización, pero desde la década de 1970, y esto es evidente en el ámbito internacional, los efectos de la religión van más allá de las pequeñas comunidades, y éstas, las religiones y sus instituciones participan activamente en los acontecimientos contemporáneos modificando, alterando y trasformando las sociedades, las instituciones y los presupuestos internacionales. (2006: 65) A la vez, Berger nos presenta tres interrogantes claves para entender la desecularización del mundo: en primer lugar, se interroga acerca del origen del resurgimiento mundial de la religión. A lo que responde sugiriendo que este fenómeno se debe a una serie de insatisfacciones y vacíos que ha procurado la modernidad, y que han desencadenado “problemas de oferta de sentido”, suficientes para llevar al sujeto a emprender la búsqueda del sentido religioso del devenir. Berger considera como una de las causas del despertar religioso, las oportunidades de integración política y social que ofrecen los movimientos religiosos a la sociedad marginada. Y en última instancia, afirma que el fenómeno religioso ha estado siempre presente como respuesta a los vacíos que ha dejado la modernidad en varios aspectos de la vida. El segundo interrogante planteado por este académico guarda relación con el futuro del resurgimiento religioso. Al respecto sugiere que no existen motivos para afirmar que el mundo del siglo xxi sea menos religioso que el del siglo xv, y que las aspiraciones modernas de secularizar las sociedades están lejos de cumplir sus objetivos, y por el contrario las instituciones religiosas abonan terreno en el escenario político. En sus palabras: “Mi punto es que la asunción de que nosotros vivimos en un mundo secularizado es falsa. El mundo de hoy 127 El resurgimiento islámico: un dasafío al sistema internacional CONJETURAS.indd 127 22/11/10 12:50 con algunas excepciones, (...) es uno tan furiosamente religioso como siempre lo ha sido, y en algunos lugares mucho más aún” (Berger, 1999: 2).1 La tercera pregunta es formulada de la siguiente forma: ¿Difieren los militantes religiosos en su crítica al orden secular? (Berger, citado por Patiño, 2008: 79). Cada manifestación religiosa ha hecho una crítica a la secularización desde distintos y muy variados aspectos; sin embargo, todas ellas se reconcilian en atacar el sentido de la vida que ha brindado un modelo de Estados e instituciones a la sociedad. 128 De allí que Berger sea el principal académico que haya alimentado el debate acerca de la desecularización del mundo, brindando importantes categorías e ideas al intento por analizar y entender el fenómeno. Otro estudioso de las religiones, Rodney Stark, a partir de investigaciones empíricas plantea una fuerte crítica a la teoría de la secularización. Para Stark no existen pruebas de un verdadero declive de la participación religiosa. En América nunca ha existido evidencia contundente de un declive religioso; en el siglo pasado los miembros de las iglesias aumentaron en más de tres veces. Bajo el régimen soviético en Rusia y Europa del Este, la asistencia a las iglesias aumentó durante las décadas de 1980 y 1990. En Taiwán, Hong Kong, Japón, China y Malasia las religiones tradicionales han crecido 1 Traducción de la autora. Conjeturas CONJETURAS.indd 128 fuertemente en la actualidad (Philpott, 2002: 82). 2. Desecularización y resurgimiento islámico La disertación sobre el resurgimiento islámico estriba en un hecho característico de la época contemporánea como lo es la ascensión de la religión al panorama político, social y cultural en el ámbito internacional, transformando la esfera tanto privada como pública en un mundo moderno que se concebía secular. El cambio político más importante producto de la culminación de la Guerra Fría fue el vacío de poder que dejó, sobre todo el bloque soviético, en áreas de influencia en Europa del Este y territorios asiáticos de Oriente Próximo. Esto llevó a una reactivación del fenómeno religioso con el fin de suplir los vacíos morales, pero ante todo políticos, que habían dejado los poderes hegemónicos en sus áreas de influencia. El hecho por destacar en su grado de importancia dentro del revival religioso, es el de la revolución iraní que enarbola los poderes religiosos en Irán y reactiva los intentos de la esfera religiosa por involucrarse en política en todo el mundo musulmán. Otro de los paradigmas contemporáneos que convierte el caso del revival islámico en un desafío al sistema internacional, es el concerniente a los ataques del 11 de septiembre a los Estados Unidos. Los hechos anteriores visibilizan las dos formas extremas en que el resurgir No.8 Julio-Diciembre 2009 • Facultad de Ciencias y Educación 22/11/10 12:50 Paola Andrea Barrero Hernández islámico se ha presentado. Por un lado, la revolución iraní ha instrumentalizado el discurso teológico-político generando un cambio institucional, cultural y social; de otro lado, los ataques del 11-S han demostrado el poder belicista de una facción de militantes islamitas. De allí que sea de importancia discriminar las formas como el fenómeno islámico se presenta ante el concierto internacional. El resurgimiento islámico no combate Occidente en tanto civilización, en su acepción política como radical ataca el modelo westfaliano que concede soberanía exclusiva al actor estatal secular, como único negociador en el concierto internacional. Este modelo de organización es atacado por el Islam cuando asegura que la única forma de construir un sistema internacional es a partir de la idea de la Umma como modelo organizativo. Desde hace algún tiempo, pensadores e ideólogos islamistas han intentado darle un nuevo viraje al Islam y convertirlo en una ideología política que busca trasformar las estructuras políticas actuales. Estos pensadores han intentado desde sus obras cuestionar el poder y convencer a los musulmanes que sus sociedades sólo pueden ser verdaderamente islámicas a través de la definición de la naturaleza del poder político. Los académicos contemporáneos más importantes como Al-Banna, Maududi y Qutb han puesto en el centro del debate la concepción del poder dentro del Islam, a la vez que han logrado revitalizar los movimientos islamistas de los últimos 50 años. Esta nueva generación de ideólogos ha intentado impugnar la tradición islámica que tiende a mostrarse conservadora respecto a los preceptos del Islam, y han realizado una lectura del Islam hoy relacionada con el problema del poder. Además, advierten que el Islam seduce a las poblaciones musulmanas en procesos de integración y ofrecen un marco político al concepto de Umma. Aunque su planteamiento se sumerge en una clara ambigüedad: “introducen una nueva modernidad con un planteamiento de vuelta a la verdadera tradición (Roy, 1996: 16), a partir de conceptos como la sharía, la umma y la yihad. El cuerpo de la doctrina islámica contemporánea reconoce que para calificar un sistema político como islámico, es necesario definir un modo islámico de acceso al poder y su ejercicio. De allí la importancia de trasformar las estructuras políticas domésticas dentro del mundo musulmán para después consolidar un poder islamista trasnacional. Así, el resurgimiento islámico contempla cinco fases en las cuales el Islam se posiciona como actor central en la política doméstica del mundo musulmán, para luego lograr una proyección en el ámbito de lo internacional. 129 En primer lugar, hablamos de un proceso de reactivación de la esfera religiosa en el mundo musulmán, toda vez que el juego político se trasforma con el fin de El resurgimiento islámico: un dasafío al sistema internacional CONJETURAS.indd 129 22/11/10 12:50 la Guerra Fría y desemboca en un reacomodamiento de la figura religiosa en el seno de la sociedad y del mismo poder político. Vemos la creciente demanda por parte de las sociedades musulmanas de líderes religiosos que reconstruyan el tejido social y brinden una estabilidad política a una región devastada. El ulema, el imam, o el clero, como quiera que se denomine a las autoridades religiosas de múltiples índoles, regresaron en la última época, luego de ser despojadas de su legitimidad en el campo de lo político. Sin embargo, la doctrina y los preceptos islámicos siguieron siendo los pilares fundamentales para la vida privada y pública en el mundo musulmán, facilitando la reinserción de la esfera religiosa en el control político. El hecho más representativo de la reactivación del fenómeno religioso lo constituye la revolución islámica de Ruhollah Jomeini en Irán, claro ejemplo del revival del poder religioso –sobre todo chií– representado en el clero que se hace al poder. Esta revolución fue la inspiración de ulteriores movimientos islamistas que vieron en Irán una esperanza para el despertar religioso de sus sociedades. 130 La reactivación de la esfera religiosa en el mundo musulmán no sugiere que el mundo islámico haya sido secular. De hecho, no hay un desprendimiento explícito por parte del poder político de lo religioso. Los ulemas y los imames han sido siempre consejeros de algunos de los Conjeturas CONJETURAS.indd 130 gobiernos de turno en la región, a la vez que la religión ha marcado el modo de vida del mundo musulmán, sus formas de organización política y sus manifestaciones culturales. La reactivación del poder religioso en el mundo islámico constituye, por un lado, la injerencia directa de las estructuras religiosas en el poder político, las que se hacen al gobierno presidencial, y por otro, la mirada de la sociedad a los preceptos y modos islámicos y su apoyo al poder religioso. La segunda fase dentro del proceso de resurgimiento islámico es la consecuente reactivación del espíritu religioso en el grueso de la sociedad. Dado que a lo largo del siglo xx el mundo islámico entró en contacto directo con Europa y regiones occidentalizadas, la sociedad adoptó patrones culturales foráneos y modos de vida en contraposición al modelo islámico, influyeron la búsqueda de oportunidades educativas y laborales en Europa y América, y la preocupación por parte de orientalistas de definir el mundo musulmán. Todo ello hizo que las sociedades musulmanas sufrieran un desprendimiento espiritual y cultural de lo islámico, hasta tal punto que algunas sociedades hoy adoptan el modo de vida europeo sin mayor preocupación por lo religioso, como el caso turco. Con las críticas al proceso de modernización y de occidentalización, sumadas a los resultados de las últimas guerras, el tercer mundo cada vez era más consciente, primero, de su pobreza, No.8 Julio-Diciembre 2009 • Facultad de Ciencias y Educación 22/11/10 12:50 Paola Andrea Barrero Hernández y segundo, de su incompatibilidad con el proyecto occidental. Lo que desembocó, por un lado, en la radicalización de los sectores más pobres, que por primera vez accedían a la educación superior, y por otro lado, el crecimiento de una clase intelectual formada en Europa y América, cuyos miembros se desenvolverían como ideólogos de los movimientos islamistas contemporáneos. El sector más pobre ha estado históricamente en su gran mayoría adscrito a la corriente chií. Esta clase marginada del poder político ha protagonizado levantamientos continuos contra los regímenes opresores y ha cuestionado el poder desde la misma época de la muerte del Profeta. Por otro lado, de ambas corrientes, sunní y chií, ha nacido un grupo de pensadores islámicos formados en las universidades más prestigiosas de Occidente, que han protagonizado los cambios profundos en Oriente Medio; Qutb con los Hermanos Musulmanes, Shariati y Jomeini con la revolución islámica, entre otros. A la par de un proceso de reactivación del espíritu religioso en la sociedad, se desenvuelve un acelerado proceso de resignificación de la cultura política, que corresponde a la tercera fase del resurgimiento islámico. Nuevos partidos políticos alimentados por discursos islamistas dotan de dinamismo el acontecer político en la región. De esta forma, la religión vuelve a ser el factor que unifica a las sociedades islámicas, a la vez que la doctrina religiosa y la concepción teo- lógico- política alimentan los programas políticos de los nacientes partidos. De hecho, esta invención del discurso religioso como base de la figura política colectiva por excelencia, el partido político, ha tenido éxito en innumerables contextos: Líbano, Irán, Egipto, Palestina, entre otros. Estos partidos se han adueñado de conceptos tales como: la sharía, como base del ordenamiento jurídico; la umma, como organización política transnacional; y el Corán, como Constitución. De allí que el sistema internacional sea ajeno a este lenguaje y busque afincarse en mecanismos y preceptos funcionales a un concierto internacional moderno. La cuarta fase del proceso de resurgimiento islámico es el posicionamiento directo de la esfera religiosa en el poder político, como actor decisorio y negociador a la cabeza del Estado. Este posicionamiento ha sido posible gracias al desarrollo de las tres primeras fases, como quiera que la esfera religiosa ha podido hacerse al poder cuando éstas han sido exitosas. La llegada al poder de la esfera religiosa ha respondido a las dinámicas políticas tanto moderadas como radicales de algunas regiones de Medio Oriente, de suerte que la mayoría de los casos en los cuales las autoridades religiosas han llegado al poder, han sido a través de medios coercitivos que desembocan en revoluciones violentas. En la mayoría de los casos, las revoluciones han sido forjadas desde la composición y organización de un clero que alienta al 131 El resurgimiento islámico: un dasafío al sistema internacional CONJETURAS.indd 131 22/11/10 12:50 grueso de la sociedad a apropiarse del discurso islamista. De nuevo, el ejemplo más significativo de la llegada de la esfera religiosa al poder es el de la revolución islámica liderada por Jomeini, un líder político, pero ante todo religioso. A la postre, para implantar un Estado y una sociedad islámicos era indispensable una revolución islámica. No obstante, esta revolución islámica había de ser primera y principalmente una revolución social, antes que una violenta revolución política. El establecimiento de un Estado islámico requería primero la islamización de la sociedad mediante un gradual proceso de cambio social. (Esposito, 2006: 171) Cabe apuntar que no todos los intentos de llegada de la esfera religiosa al poder han sido exitosos. Hasta el día de hoy algunas aspiraciones religiosas de hacerse al poder se han trasformado en organizaciones terroristas radicales que amenazan la estabilidad política, social y económica de la región. No obstante, es imposible desconocer que el factor religioso ha sido determinante en las dinámicas políticas de Medio Oriente. 132 La última fase de resurgimiento islámico está relacionada con su proyección mundial. El resurgimiento islámico se presenta como un desafío al sistema internacional, cuando su modelo de organización, de negociación y de gobierno choca con las modernas formas de direccionamiento político, con las pautas normativas y los actores tradicionales en el ámbito internacional. Conjeturas CONJETURAS.indd 132 Son varias las formas en las que el fenómeno se proyecta hacia el exterior. Por un lado, están aquellas formas en las que la religión se adapta sin mayor dificultad al modelo organizacional del Estado, pero trasforman el carácter de éste, ejemplo la República Islámica de Irán, dificultando las relaciones en el campo internacional. Por otro, están las manifestaciones radicales trasnacionales donde no es clara la figura negociadora y su accionar desborda las fronteras del Estado; de este modo, los radicales desafían por medios violentos las estructuras internacionales. Otros casos en los que las manifestaciones religiosas representan un desafío al sistema internacional tienen que ver con grupos sociales que sufren la carencia de un Estado capaz de dotarlos de soberanía política y territorial; éstos actúan ante el concierto internacional únicamente como sociedades o comunidades en conflicto; se alude aquí, por ejemplo, a la disputa palestino-israelí, además del conflicto kurdo en Turquía. 3. Trasformaciones del sistema internacional en la posguerra fría (de una lectura realista a un análisis poscolonial) De acuerdo con las premisas válidas desde la teoría política clásica, hablamos del sistema internacional como aquel conjunto de Estados que disponen sus mecanismos de poder, reconocimiento político y parámetros de acción institucional para gobernarse (Patiño, 2005: 9). No.8 Julio-Diciembre 2009 • Facultad de Ciencias y Educación 22/11/10 12:50 Paola Andrea Barrero Hernández Siguiendo el paradigma realista, podríamos afirmar que la única entidad capaz de trasformar, redireccionar y moldear el orden internacional es el Estado-nación, y de allí que no exista para el realismo otro poder por fuera del Estado con atribuciones dentro del sistema. En palabras de Patiño, “El orden internacional es modificado en la medida en que cambian las condiciones y las formas que adoptan los Estados para mantenerse en pie, y con ellas se modifican a su vez las estructuras y las maneras de las relaciones entre los Estados” (2005: 11). Lo fundamental para el paradigma poscolonial es su capacidad teórica de dar cuenta de la realidad internacional principalmente en el periodo posterior a la colonización del siglo xx. En esta escuela se incorporan nuevos elementos susceptibles de análisis en el marco – fundamentalmente– de las relaciones internacionales, de suerte que el paradigma poscolonial dota de veracidad el fenómeno de la desecularización, y por consiguiente de la incorporación del fenómeno religioso como desafío actual del sistema internacional. Para el poscolonialismo, el sistema internacional se transforma toda vez que nuevos actores influyen en el panorama mundial. El primer elemento que renueva la teoría clásica realista, es aquel que establece que el sistema internacional ya no es un juego exclusivamente interestatal; otros actores reconfiguran las relaciones internacionales. Así, no sólo es el Estado el actor exclusivo del orden internacional contemporáneo; factores económicos, culturales, religiosos, ambientales, etc., moldean las relaciones desde múltiples concepciones. En segundo lugar, en el sistema internacional contemporáneo no sólo los Estados ejecutan y hacen la guerra y la diplomacia; presenciamos que ejércitos de carácter trasnacional y grupos terroristas que no responden a proyectos estatales entran en la dinámica bélica y diplomática a nivel internacional. Tercero, los intereses nacionales de los Estados se encuentran cada día más desdibujados por fuerzas de carácter interno como externo, nacionalismos religiosos y étnicos, grupos separatistas e independentistas, guerrillas, que entre otras fuerzas han deteriorado la figura del interés nacional. Esto ha generado que el Estado no tenga control total de sus territorios hacia el interior ni un manejo eficaz en la defensa de sus fronteras. En cuarto lugar, los términos y los discursos dentro de las negociaciones internacionales se han trasformado y adquieren hoy un lenguaje renovado. Con lo anterior no se intenta afirmar que presenciamos la caída o fin del Estado-nación. Por el contrario, éste tiende a reafirmar su poder y utiliza mecanismos para defender sus intereses, pero a la vez debe hoy aceptar que comparte un sistema con actores internacionales de otra índole. Patiño comenta que el sistema se trasforma y protagoniza desafíos de distinto calado: 133 El resurgimiento islámico: un dasafío al sistema internacional CONJETURAS.indd 133 22/11/10 12:50 La posguerra fría, no es el producto exclusivo del fin de una guerra, sino la disolución del orden heredado; y en esta disolución las instituciones y los conceptos anteriores no alcanzan a explicar ni a gobernar la emergencia de nuevos rasgos internacionales tales como la trasformación del Estado-Nación, el surgimiento de nuevos nacionalismos radicales, el papel de las teocracias y los nacionalismos religiosos como modelos alternativos reales representados por Estados específicos, la proliferación de armas de destrucción masiva y el surgimiento del terrorismo internacional como una situación bélica nueva y desconocida. (Patiño, 2005: 12) Así, a la par del desdibujamiento del interés nacional, las fronteras nacionales y el lenguaje de negociación internacional, las relaciones mundiales sufren profundas trasformaciones. El interrogante se presenta de la siguiente manera: ¿En qué términos negociar en el plano internacional como quiera que ya no es el actor estatal el único protagonista?, o ¿cuál es el lenguaje adecuado que se debe utilizar en las relaciones internacionales, teniendo en cuenta que las concepciones políticas, económicas, religiosas y sociales son de diverso tenor? 134 Conjeturas CONJETURAS.indd 134 A modo de conclusión Sin duda, el Estado-nación seguirá siendo el modelo de organización política por excelencia. Sin embargo, los patrones de construcción y edificación de éste no serán los mismos consolidados otrora por el proyecto moderno occidental. La religión cada día goza de una mayor acogida en regiones como el Oriente musulmán. No obstante, este fenómeno no se viene presentando exclusivamente en las sociedades o territorios musulmanes; los procesos migratorios han traído la influencia de los movimientos religiosos a lugares como Europa y la misma América, esto sin olvidar los proyectos estatales que se han logrado consolidar con base en las doctrinas teológicas y que hoy se perfilan como poderes distintos, pero con una gran influencia regional y mundial. El resurgimiento islámico en la actualidad se presenta como un fenómeno de gran acogida e influencia, al punto que las trasformaciones que están por venir ponen en jaque las estructuras internacionales y las obliga a aceptar el factor religioso como inherente a la realidad. La República Islámica de Irán y el conflicto palestino son tan sólo ejemplos de los retos que enfrenta el sistema internacional de posguerra fría. El sistema se convierte hoy en una amalgama de actores y elementos que reconfiguran el espectro internacional. No.8 Julio-Diciembre 2009 • Facultad de Ciencias y Educación 22/11/10 12:50 Paola Andrea Barrero Hernández BIBLIOGRAFÍA BERGER, Peter. The desecularization of the world. Resurgent Religion and World Politics. Washington: Ethics and Public Policy Center, 1999. ESPOSITO, Jhon. El desafió islámico. Madrid: Acento, 2006. PATIÑO, Carlos Alberto. Guerra de religiones, transformaciones sociales en el siglo xxi. Bogotá: Siglo del Hombre Editores, Universidad Nacional de Colombia, 2006. PATIÑO, Carlos Alberto. Origen del poder de Occidente. Bogotá: Siglo del Hombre Editores, 2005. PATIÑO VILLA, Carlos Alberto; SERRANO, Enrique. La fe armada. Bogotá: Editores Intermedio, 2007. ROY, Oliver. Genealogía del islamismo. Barcelona: Belaterra, 1996. SAID, Edward. Orientalismo. Barcelona: De Bolsillo, 2004. Artículos de prensa y revistas especializadas ESPOSITO, John. Unholy War: Terror in the name of Islam. En: The Muslim World: A Journal Devoted to the Study of Islam and Christian-Muslim Relations. 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