Reseñas BAFFIONI Carmela, Sioria dellafilosofia islamica. Introduzione di Sergio Noja, ed. Oscar Mondadori, Milano 1991, 448 págs. Esta nueva historia de la filosofía islámica es una valiente contribución del orientalismo italiano al tema, siempre delicado, de la difícil comprensión transeultural de buena parte del pensamiento islámico. Esta dificultad queda patente ya en las tres páginas de introducción de Sergio Noja, el cual incurre en errores metodológicosque, no por habituales, resultan justificables: nadajustifica la aplicación de categorías como calvinismo, ortodoxia o heterodoxia, que no explican satisfactoriamente los fenómenos estudiados; como tampoco puede aceptarse una selección de fuentes que silencia los datos que desmienten las tesis sostenidas (como “la distanza abissale fra Dio e uomo”) ni las sinplificaciones deformadoras del objeto de estudio (como el ‘antropomorfismo volontaristico” del Islam). Pero es el prefacio de la autora el que nos anuncía el alcance que quiere tener la obra. Se presenta como el tratado italiano que faltaba sobre el tema, que sirviera como introducción para estudiantes de la historia del pensamiento islámico hasta hoy, aunque con especial atención al Medievo árabe ‘abbásí por su papel de referencia clásica en dicho pensamiento. Su enfoque tiene en cuenta la historia y la religión, pero las deja en meras ilustraciones amenas sin aprovechar su potencial explicativo. Es en el origen declaradode este libro donde se encuentra su mayor originalidad; crecido sobre un primer intento de antologizar el pensamiento islámico, hace un uso continuo de los textos, traduciéndolos, cuyo uso es tanto más infrecuente cuanto que la formación lingúistica de los principiantes no suele ser la suficiente para abordar los documentos y fuentes apropiados. El plan de la obra sigue muy de cerca el manual de M. Fakbry (A Hisíory of Islamic Philosophy. London-New York, 1983), que además se extiende al tratar de la difusión de la cultura filosófica en el siglo X y del desarrollo del sufismo. Una introducción y once capítulos van tocando el Islam y la cultura griega, el apane árabe a la filosofía (el Islam), la helenización y el enciclopedismo, la filosofía profética, Avicena y la ‘filosofía oriental’, Algazel, el i~ráq, la escuela andalusí, Averroes, Ibn Jaldún, y el mundo contemporáneo. Prácticamente nada nuevo que no encontremos en la obra, mucho más amplia de M. Cruz Hernández (Historia del pensamiento en el mundo islámico, Madrid, 1981); y un tratamiento más pobre y menos riguroso que el de R. Ramón Guerrero (El pensamiento filosófico árabe, Madrid, 1985), que lamentablemente se limita a los filósofos, con exclusión de los teólogos. La envergadura recuerda a la de la Histoire de la philosoplzie islamique, de 1-1. Corbin (Paris, 1986), la cual, centrada en la metafísica, olvida la existencia del pensamiento social y político; además, su toma injustificada de postura en polémicas intraislámicas oscurece el sentido de sus afirmaciones y aminora el posible valor de éstas. Más lejos se halla Baffioni de ‘A. Badawi (Histoire de Anaquel de Estudios Árabes, V (1994) 172 Anaquel la philosophie en Islam, 2 vol., Paris, 1972), que expone sistemáticamente las doctrinas de filósofos y teólogos medievales, sin preocuparse en exceso dc sus conexiones con otros ámbitos culturales. No me detendré en un análisis pormenorizado de aciertos, errores y omisiones, a los que toda obra de síntesis está sujeta. Sólo resaltaré, como queda dicho, que el principal aporte de Baffioni es la antología de textos que le sirve como base y a cuyo hilo va desgranando anécdotas y comentarios, con una profundidad comparable a la de una ligera introducción a tema tan amplio. Quiero pensar que es esa misma amplitud la causante de errores tan escandalosos como el de la página 11: ‘‘Ah, genero del Profeta e quarto iin¿m’ (sic). Lo que no encuentro justificable es la, al parecer, deficiente formación lingdistica de una autora que hace gala de aproximar los textos al lector y que, sin embargo, ignora unos ténninos y confunde otros de un modo estrepitoso (sahib al-zaman no es precisamente “il compagno del tempo”; y al-adilla no son los “procedimenti fallaci’), por no hablar de las contradicciones manifiestas en su ‘sistema” de transcripción. Incluso la disposición de los textos no es siempre evidente, y se llega a pasar del comentario a la metafísica al Tahaful al-tahdfta (p. 3.50) sin previo aviso. En conjunto, parece que la obra es prematura. La autora debería ped?ccionar su formación lingúística y asimilar la materia que prelende abarcar antes de intentar ofrecer nuevas síntesis o enfoques novedosos que justifiquen una empresa ya realizada por otros, y con mayor acierto. Quizá debió liinitarse a la antología de textos por la que empezó, puliendo su calidad, en lugar de dispersarse en una exposición de temas a la que no estaba llamada. Es probable que así el fin pedagógico de la autora habría estado mejor servido. RícARDo-EBUpE AI.BERT RILYNÁ EAKER Raymond William, Sadat andAfter Strugglesfor higypt s Political SoW. Cambridge, Massachusetts: Harvard University Press, 1990. Este es un libro, en su primera parte descriptivo, y por lo tanto y sobre todo, sugerente. De lectura imprescindible para todos los que quieran entender por qué hierve Egipto hoy, cuáles son las esperanzas de sus gentes y sus posibilidades de futuro. Y en su segunda parte, analítico, en cualíto, a través de su análisis, pone en tela de juicio las teorías y métodos de acercamiento a la política del Tercer Mundo practicadas hasta ahora, con suficientes argumentos y conoeimicnlo& El autor, Raymond W. Baker, parte de la opinión de que si bien desde la revolución de los oficiales libres de 1952, los sucesivos gobiernos egipcios restringieron la práctica política independiente, no consiguieron anular el espacio público, en el que continuaron actuando grupos alternativos. Desde esa premisa, y considerando que el panorama político de un país o sociedad, no está conformado sólo por las fuerzas gobernantes o aquellas con