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Noche de invierno ante el Teatro Municipal,
Zúrich, 1932-1935. Copia moderna
Fotostiftung Schweiz, Winterthur
G
“Parlez-moi d´amour”, París, 1932. Vintage
Fotostiftung Schweiz, Winterthur
otthard Schuh (Berlín, 1897-Zúrich, 1969) fue
uno de los fotógrafos suizos más importantes
del siglo XX. En 1930 interrumpió una prometedora
carrera de pintor para dedicarse a la fotografía.
En el fotoperiodismo descubrió la oportunidad
para poner en práctica sus ideas plásticas; y dentro
de Suiza, la revista Zürcher Illustrierte fue la que marcó la pauta en ese ámbito. Su redactor jefe, Arnold
Kübler, contrató a los fotógrafos de más talento del
país para redefinir el reportaje gráfico como forma
narrativa. Gotthard Schuh fue uno de sus colaboradores fijos desde 1932 y desarrolló su trabajo
siempre buscando posibilidades para escapar de la
cotidianeidad del reportero.
Participó de manera entusiasta en la revolución
estética que tuvo lugar en el mundo de la fotografía a finales de los años veinte y que postulaba una
«nueva visión» que buscaba confirmar la fotografía
como medio autónomo con leyes propias de composición y en relación con la imagen como expresión artística. A principios de los años treinta pasó
varias temporadas en París, donde superó el rígido
programa de la «nueva visión» para desarrollar un
estilo más personal que podría describirse como
«realismo poético». La expresividad emocional, la
densidad de ambientes y la sensibilidad psicológica
Ante el hotel de los chinos, Singapur, 1938. Vintage
Fotostiftung Schweiz, Winterthur
V. La fotografía como expresión:
la asociación de fotógrafos Kollegium Schweizerischer Photographen
En 1950 Gotthard Schuh fundó, junto a Werner Bischof, Paul Senn,
Jakob Tuggener y Walter Läubli, la asociación Kollegium Schweizerischer
Photographen, que englobó a eminentes fotógrafos y contaba con una organización poco rígida que promovía una fotografía de autor con expectativas artísticas. Sus miembros se reunían regularmente en sesiones que
culminaban en cenas colectivas para realizar intercambios de ideas.
En dos exposiciones celebradas en la Helmhaus de Zúrich (en 1951 y
1955), los miembros de Kollegium presentaron sus ideas sobre la calidad
en fotografía: atribuyeron un gran valor a la expresión individual y subjetiva y a las fotografías que desplegaban un intenso efecto aun no estando
vinculadas a una finalidad determinada; tal como escribe Gotthard Schuh:
«Casi todas las instantáneas han surgido vinculadas a una finalidad, tenían
misiones que cumplir, debían comunicar esto o aquello como parte de un
reportaje o como fotografías individuales, casi todas ellas servían para ha-
fotografías, liberadas ya de su finalidad original? Una fotografía de
intensa expresión, percibida correctamente tanto formal como sensorialmente, tensada sobre sí misma, tiene vida propia».
Para la segunda exposición, titulada «La fotografía como expresión», el Kollegium incorporó al grupo una selección de jóvenes fotógrafos entre los que se encontraban Robert Frank y René Groebli.
Las fotografías expuestas llamaron la atención por su marcada sensualidad, y por sus tonalidades oscuras, incluso melancólicas. Posteriormente Robert Frank se adentraría aún más en la representación
de aquella tristeza existencial que está presente en la mayoría de su
creación tardía.
A pesar del éxito que obtuvo entre el público, el Kollegium se disolvió en 1956 debido a divergencias de opinión entre sus miembros.
Tras más de tres décadas centradas en la fotografía, Gotthard Schuh
retoma la pintura a comienzos de 1960. Fallece en Zúrich en 1969.
cer visualmente patente un texto. ¿Por qué no reunir en una muestra esas
Curaduría: Peter Pfrunder
Cancán en el Tabarin, París, 1936. Vintage
Fotostiftung Schweiz, Winterthur
Minero, Winterslag, Bélgica, 1937. Copia moderna
Fotostiftung Schweiz, Winterthur
II. El realismo poético de los años treinta
Cuando en 1930 Gotthard Schuh comienza a tomar
fotografías se deja arrebatar por el espíritu innovador
que rodeaba a la «nueva visión»: en sus primeras publicaciones, los efectos ópticos y el diseño marcado, le
sirvieron de herramienta para capturar las sensaciones
de la vida cotidiana, aquellas escenas aparentemente
poco espectaculares pero que él consideraba estaban
cargadas de misterio y de tensión.
Durante sus estancias en París se inspirara en el
placer de vivir de la ciudad, centrándose en las personas (mujeres, parejas) y en las escenas callejeras. Schuh
se deja llevar por el erotismo, su mirada se concentra
en los ambientes cambiantes del día a día de la ciudad
parisina, pero será durante estos años cuando también
explora la ciudad de Zúrich, donde vive y trabaja la mayor parte del tiempo. En 1935 le dedica a esta ciudad su
primer libro de fotografías.
Su obra de los años treinta está también fuertemente marcada por su trabajo de fotoperiodista. Por
encargo de Zürcher Illustrierte (ZI) realiza reportajes gráficos desde toda Europa; cubre temas sociales, culturales, deportivos o políticos, como por ejemplo la subida
al poder de los nazis en Berlín en 1936. En 1941 Schuh
abandona la excitante vida de reportero independiente y se convierte en el primer redactor gráfico de Neue
Zürcher Zeitung.
III. Inseln der Götter: hechos y fantasías
En marzo de 1938 Gotthard Schuh parte hacia Singapur,
Java, Sumatra y Bali para realizar un viaje de once meses. A
su regreso publica el libro Inseln der Götter [Islas de los dioses] (1941). Lo que a primera vista pareció un gran reportaje
documental reveló ser, un relato de viaje subjetivo, una lograda mezcla de informe y observación íntima, de hechos y
fantasías. Honra a la naturaleza y al paisaje, a la población y
la cultura local, el trabajo y la vida cotidiana, las fiestas y los
rituales religiosos.
Mientras a partir de los treinta la creación cultural suiza giraba cada vez más en torno a la propia patria, en este
trabajo Schuh se ocupó de un paraíso aparentemente intacto situado en el otro confín del mundo. Sus fotografías,
han cosechado una enorme significación, más que por su
contexto histórico, geográfico o etnológico, por tornarse
en símbolos de la búsqueda de la belleza y del ansia de armonía interior.
El texto del libro, detallado y muy personal, plantea
como el fotógrafo mediante sus fotografías claras y sensuales, creó un mundo opuesto a una crisis existencial y a sus
propios abismos oscuros. Inseln der Götter es uno de los libros más conocidos y de mayor éxito de la historia de la fotografía suiza, lo que resulta tanto más llamativo por cuanto
fue publicado en un entorno difícil, en medio de la II Guerra
Mundial.
IV. Begegnungen [Encuentros]:
en busca de una verdad interior
Como redactor gráfico de Neue Zürcher Zeitung,
Gotthard Schuh se cuenta entre los cofundadores de un
suplemento en formato de revista que él convirtió en los
años cincuenta en un foro de fotografía que gozó de gran
consideración. En Das Wochenende publica reportajes de
jóvenes colegas y de fotógrafos internacionalmente famosos. Sus propios trabajos fotográficos los publicó en libros sobre Italia (1953), el Tesino (1961) o Venecia (1964).
Sin embargo, la publicación más importante de esa época
GUÍA DE ESTUDIO
120
Prigi, Bali, 1939. Vintage
Fotostiftung Schweiz, Winterthur
es el libro Begegnungen [Encuentros] (1956), donde Schuh
combina fotografías antiguas y recientes, realizando asociaciones libres y novedosas, siempre centradas en el tema del
encuentro: el encuentro de hombre y mujer que se buscan,
o los encuentros del propio fotógrafo con diversos motivos
o personas.
Con la mirada subjetiva con la que narra sus encuentros,
Schuh se convierte en un importante paradigma para los jóvenes fotógrafos suizos. También Robert Frank le reconoce
como mentor, y se declara impresionado por su forma de
expresión emocional y comprometida con la verdad interior.
A partir de 1952 se desarrolla entre ambos fotógrafos una
amistad basada en un profundo respeto mutuo. Cuando en
1958 Frank publica su libro Les Américains, señero de una
época, Schuh comprende de inmediato que Frank ha creado
algo absolutamente novedoso: la sinceridad sin maquillaje
de la fotografía. Las obras de Gotthard Schuh y Robert Frank
están relacionadas entre sí por sus respectivas facetas melancólicas.
Verano, 1955. Copia moderna
Fotostiftung Schweiz, Winterthur
Pintora en el taller, París, 1932. Copia moderna
Fotostiftung Schweiz, Winterthur
El salto al agua, Zúrich, 1955-56. Vintage
Fotostiftung Schweiz, Winterthur
Procesión al mar tras el día de Nyepi, Bali, 1938-1939. Vintage
Fotostiftung Schweiz, Winterthur
Exposición organizada por la Fundación Mapfre y el Banco de la República
I. Años Tempranos
Iniciando con una formación pictórica, en la Escuela de
Artes y Oficios de Basilea, realiza hacia 1927 sus primeras instantáneas que darán paso a su carrera como fotógrafo. En sus
viajes a París conoce a pintores como Picasso, Braque y Léger
sin embargo en 1932 se compra la nueva cámara Contax con
la que durante ese mismo año realiza las célebres fotografías
del París nocturno. Sus fotografías de 1930 aún se caracterizan
por la estética de la Nueva Objetividad y el trabajo de estudio;
pero en París comienza a entrar en el campo visual de la
calle, momento a partir del cual su fotografía se impregna de poesía y de sentimiento. Schuh capta por ejemplo
a una pareja escuchando un gramófono en público, recorta el positivo en un formato apaisado, y coloca como
pie de foto el título de una canción de éxito de la época:
«Parlez-moi d’amour».
En estos años Schuh capta el refinamiento de París,
curiosea la actividad nocturna de la ciudad y la elegancia de sus habitantes.
MUSEO DE ARTE BANCO DE LA REPÚBLICA / ABRIL18 A JULIO 16 DE 2012
se convirtieron en elementos centrales de su fotografía; las
escenas nocturnas y la inmersión en el mundo femenino se
volvieron temáticas centrales en su obra.
En 1941 Gotthard Schuh se retiró del fotoperiodismo exhausto y consumido. A los cuarenta y cuatro años fue nombrado redactor gráfico del periódico Neue Zürcher Zeitung. En el
suplemento que contribuyó a fundar, Das Wochenende, tuvo
la oportunidad de presentar reportajes propios y trabajos de
jóvenes talentos y de fotógrafos reconocidos internacionalmente como Robert Frank o Brassaï.
A partir de entonces publicó una parte considerable de
su propia creación fotográfica en forma de libros, el más conocido de los cuales Inseln der Götter [Islas de los dioses] (1941)
fue el resultado de un viaje que realizó a Singapur, Java, Sumatra y Bali. En lugar de presentar un reportaje objetivo, Schuh
mostró en el libro un viaje hacia sí mismo atribuyendo un gran
valor a la fuerza poética de sus fotografías.
Así, se convirtió también en una figura destacada de la
asociación de fotógrafos Kollegium Schweizerischer Photographen. Esta agrupación difusa, fundada en 1950 junto a Werner
Bischof, Paul Senn, Jakob Tuggener y Walter Läubli, planteó
como objetivo revalorizar la fotografía como medio subjetivo
de expresión artística. En el Kollegium se agruparon los mejores fotógrafos suizos de la época, como Robert Frank y René
Groebli. Juntos contribuyeron a la renovación de la fotografía
durante la posguerra.
En 1960, tras treinta años de dedicación exclusiva a la fotografía, Gotthard Schuh retornaría a la pintura.
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