Yakka. Año X. Número 8 (1997-1998)

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E X C M O . AYUNTAMIENTO DE YECLA
Servicio Municipal de Publicaciones
Coordinación edición: Liborio Ruiz Molina
Fotografía portada: Ramiro Soriano
Composición e impresión: Victoria, Artes Gráficas - Yecla
Encuademación: Castell - Murcia
Edita: Excmo. Ayuntamiento de Yecla. Servicio Municipal de Publicaciones
Depósito Legal: MU-952-1989
ISSN.: 1130-3581
ÍNDICE
I. ARTÍCULOS.
Prehistoria y Arqueología.
"La Prehistoria reciente en el altiplano del norte de Murcia: Estado actual de la investigación sobre el III
y II milenio a.C. en Yecla"
Por José Martínez Pcñarroya.
"Notas
sobre
el
yacimiento
Encolíticode
La
Balsa.
(Yecla.
Murcia)"
Por Diego Vicente Carpena.
"Precisiones sobre la cronología de Coimbra del Barranco Ancho (Jumilla). La cerámica Campaniense A
de la necrópolis del poblado"
Por José Miguel García Cano.
7
19
23
Historia.
"Bandos
y
bandolerismo
en
la
Por Sebastian Molina Puche.
"Los ayuntamientos yeclanos durante el periodo 1823-1831"
Por Miguel Ortuño Palao.
"Historia
de
la
iluminación
Por Ricardo Montes Bernárdez.
Yecla
del
siglo
XVII."
31
39
en
Jumilla-Yecla"
49
Arte.
"Ermitas rurales en Yecla"
55
Por Francisco Javier Delicado Martínez.
Geografía.
"El casco antiguo de Yecla, un espacio urbano estancado. Propuestas para su recuperación integral"
79
Por Francisco José Morales Yago.
Etnografía.
"Los Auroros de Yecla"
101
Por Salvador Martínez García
"Bailes tradicionales en la Comarca del Altiplano (Jumilla-Yecla)"
Por Emiliano Hernández Camón.
"El
molinode
vapor
de
Yecla:
Historiay
arqueología
Por Gerardo Palao Poveda.
"Carpintería y ebanistería en Yecla (Murcia): apuntes para una historia"
Por José Puche Forte.
II. DOCUMENTOS.
113
industrial"
117
125
"Documentos para la Historia de Yecla y el Señorío de Villena del Archivo Histórico Nacional. Sección
Nobleza.(I)"
Por Aniceto López Serrano.
"La aduana del puerto de Yecla como fuente de rentas"
Por Jorge Ortuño Molina.
"Un discurso del Padre Lasalde"
Por C a r m e n Ortín Marco.
141
187
195
III. HISTORIOGRAFÍA YECLANA.
"Historia
de
Yecla.
De
la
Prehistoria
Por Carlos Lasalde. (Obra publicada en Semanario Murciano. 1881).
a
la
Edad
Media"
201
ARTÍCULOS
LA PREHISTORIA RECIENTE EN EL ALTIPLANO DEL NORTE
DE MURCIA: ESTADO ACTUAL DE LA INVESTIGACIÓN
SOBRE EL III Y II MILENIO A.C. EN YECLA.
José Martínez Peñarroya.
Introducción
Paisaje
El presente estudio pretende retomar una línea de
investigación, que si bien ha tenido ocasión de manifestarse
anteriormente, consideramos que no lo ha hecho con la
sistemática que hubiera sido de desear. La prehistoria reciente
del Altiplano de Jumilla y Yecla es conocida mediante episodios
esporádicos, sin ahondar hasta el momento en una necesaria
labor programada y que nos conduzca a una puesta en valor de
las distintas manifestaciones materiales de esas épocas, así
como permitirnos partir de unas bases más sol idas para establecer
el panorama de la ocupación del territorio del altiplano en
aquellos momentos.
El origen de las líneas que hoy traemos a esta tribuna
es algo remoto. En el año 1985 leímos nuestra memoria de
licenciatura, presidiendo el tribunal calificador. siendo presidente
del tribunal el Prof. Dr. D. Gratiniano Nieto Gallo1. En ella
estudiábamos mediante el método estadístico un conjunto de
cerámicas procedentes de uno de los estratos arqueológicos del
Cerro de El Cuco(VilIanuevade la Jara. Cuenca) y elaborábamos
la carta arqueológica de la Edad del Bronce del sector oriental
de la Submescta Sur (Martínez Peñarroya 1985). En ella y junto
con la mencionada provincia de Cuenca y la de Albacete.
incluíamos el altiplano de Jumilla y Yecla, por considerar que
participaba de caracteres geográficos con los anteriores, además
de otra serie de elementos materiales que podían hacerlas
afines. Posteriormente aportamos como comunicación a las
Segundas Jornadas de Historia de Yecla una parte de estas
líneas, como era el estudio socioeconómico de los materiales
arqueológicos de la Edad del Bronce del altiplano y que
actualmente hemos puesto al día, para ofrecer el estado de la
cuestión a mas de una década de aquellos primeros trabajos2.
La comarca geográfica de Jumilla -Yecla se
configura con una personalidad propia frente a las restantes de
la región de Murcia, a la que pertenece administrativamente.
aunque constituye una cuña que geográfica y topográficamente
penetra hacia la región manchega, poniendo en contacto ésta
con el Sudeste peninsular. Pertenece a una unidad de relieve
distinta que el resto de la región murciana, es decir, que al estar
integrada en las estribaciones sudestes de la Submcseta Sur.
hace que los elementos que forman la unidad geográfica son
lo suficientemente relevantes como para diferenciar el área de
otras colindantes. Así el relieve, el clima y la vegetación
presentan matices mucho más continentales que en el resto de
las áreas donde la proximidad a la costa (Campo de Cartagena).
o la situación cercana a sistemas de transición, pero no
pertenecientes a la Submcseta (Campo de Mula) hacen de
estas áreas distintas geográficamente hablando de la que nos
ocupa.
El altiplano deJumilla-Yecla se halla separado del
mar por las alineaciones montañosas de la Sierra del Buey, la
Sierra del Carche, de Norte a Sur. Su clima es de carácter
continental, siendo sus precipitaciones anuales en torno al
valor de 300 mm (Puche 1989. Morales Gil 1972). Otra de sus
características es la ausencia de cursos permanentes de agua.
sustituyéndose estos por ramblas, como la del Judío en Jumilla.
de orientación Norte - Sur y de una importancia en el
poblamienlo que veremos mas adelante. La continuación de la
meseta que hemos mencionado tiene unas alturas oscilantes
entre los 400 y 700 metros de media, si bien en las zonas altas
estas alturas superan los 800 metros. Así vemos la existencia
de zonas predominantemente llanas donde abunda la vegetación
de romero, tomillo y lentisco y las zonas de sierras, con la
presencia de cerros mas o menos aislados donde aparecen
encinares y pinares con mayor incidencia. Los extensos
términos de Jumilla y Yecla se resuelven en una serie de valles
que descienden hasta el mar desde el término de Villena4. Esta
configuración geográfica condicionará en buena medida los
patrones de asentamiento y aprovechamiento del entorno, y
así el ochenta por ciento de los yacimientos conocidos de la
prehistoria reciente son cerros, cuatro son abrigos, mientras
que uno tan sólo es una cueva.
En estos años no ha cambiado mucho el panorama de
lo que ya conocíamos en aquel momento para el término de
Yecla. aunque si ha variado el conocimiento de la prehistoria
reciente, tanto en Levante, como en el Sudeste peninsular y en
la región manchega. áreas entre las que se encuentra enclavada
estratégicamente el territorio del que nos ocupamos5. Nos
centramos en la prehistoria reciente de dicha comarca, y
especialmente en la del término de Yecla, sin desvincular su
tratamiento de otras colindantes, que tienen su propia
personalidad, pero que en la dinámica planteada por la
investigación en los últimos años, presentan un registro que
supera la intención de nuestro estudio.
En la zona existe una gran concentración de
yacimientos arqueológicos pertenecientes al periodo
7
climáticas de las regiones del Sudeste peninsular, es la de
Hellín - Tobarra. Aquí, inmediata a la murciana Cieza (Ayala
y otros 1989) también se ha puesto en marcha un programa de
investigaciones que ya ha tenido sus primeros resultados.
sobre todo para asentamientos pertenecientes al segundo
milenio a.C. (Ayala y otros 1988. Jordán Montes 1983, García
López e Idáñez Sánchez 1984 y López Precioso y Noval
Clemente 1990). Además disponemos ya de datos sobre el
final de la Edad del Bronce, lo que nos puede iluminar sobre
este periodo aún no bien conocido (López Precioso 1993.
1994).
Aunque el origen de la investigación prehistórica en
Jumilla se remonta a los primeros pioneros de la disciplina
(Vilanova 1891), no será hasta la labor de Jerónimo Molina
García, fundador del museo jumillano que lleva su nombre.
cuando se intensifiquen los estudios de su término municipal.
aunque más centrados en el primer milenio a.C. como fueron
los trabajos desarrollados en Coimbra del Barranco Ancho
(Molina García y otros 1974). Pero donde quedaron mejor
plasmados los estudios territoriales y diacrónicos realizados
fueron en las mencionadas cartas arqueológicas publicadas del
término de Jumilla (Molina y Molina 1973. Molina y
Molina 1991) y su contribución a la síntesis del poblamiento del
segundo milenio a.C. (Molina 1986a). No obstante son también
suyas las aportaciones al conocimiento de las manifestaciones
del arte rupestre (Molina 1986b. 1989-90). o la tecnología
cerámica del tercer milenio (Molina y Molina 1977). Destacamos
asimismo uno de los conjuntos que está siendo mejor conocidos
por las excavaciones llevada a cabo ya desde hace unos años,
cual es el poblado de El Prado (Walker 1985. 1990 y Walker y
Lillo 1983, 1984), asentamiento del tercer milenio, en llanura
y sin elementos arquitectónicos complejos.
Abordamos ya el paisaje yeclano. donde destacamos
la figura de D. Cayetano de Mergelina. Sus trabajos tuvieron
continuación en su discípulo D. Gratiniano Nieto Gallo, que
realizó la primera síntesis sobre la prehistoria reciente de la
comarca (Nieto 1986). Las primeras manifestaciones sobre el
poblamiento del término son de cronología paleolítica, en el
lugar denominado la Fuente de la Villa, con restos fechables en
el Paleolítico Inferior, así como de momentos más cercanos, en
la transición hacia el Paleolítico Superior (Montes y Molina
1992-9). Pero si Yecla destaca por ahora con luz propia en el
registro material de las culturas prehistóricas del Sudeste
peninsular es en la serie de manifestaciones artísticas que
atesora en su suelo.
Las últimas aportaciones al estudio del arle
prehistórico en Yecla lo constituyen los trabajos de Mauro
Hernández (1986b) y los de Mateo Saura (1992-93. 1995) y
García del Toro (1996). basados en el conjunto arqueológico
del Monte Arabí. compuesto de tres abrigos con pinturas,
cuales son los Abrigos del Mediodía, Cantos de la Visera 1 \
Cantos de la Visera II, además de varios campos de petroglifos.
posiblemente fechables en la Edad del Bronce (Blázquez \
Forte 1983). Hemos de mencionar la importancia de otros
trabajos anteriores que destacan por poner de manifiesto en
momentos muy tempranos de la investigación, la importancia
de los conjuntos artísticos yeclanos (Cabré 1915, Breuil y
Burkitt 1915. 1963, Mergelina 1922). Aportaciones como las
de García del Toro (1984). nos recuerdan esas primeras
investigaciones.
cronológico mencionado, ya que la extensión relativa de los
dos términos es elevada frente a otros inmediatos. Esta
concentración también es debida a las labores de prospección
llevadas a cabo, sobre todo en Jumilla (Molina y Molina 1973,
Molina y Molina 1991).
Historia de la investigación prehistórica.
La historia de la investigación prehistórica en esta
comarca está marcada por la presencia de una serie de
investigadores que han desarrollado su labor en estas sierras.
Asilos nombres de Cayetano de Mergelina, Gratiniano Nieto,
Jose María Soler y Jerónimo Molina quedan indefectiblemente
unidos a una continuada labor y de referencia obligada a
cuantos continúan los estudios prehistóricos en el Altiplano de
Jumilla - Yecla.
Ya hemos indicado que el término municipal de
Yecla se articula en torno a una serie de valles transversales,
de los que también participan los términos vecinos de Villena
y Jumilla. Estos dos últimos, especialmente el de Villena tiene
numerosos antecedentes en la investigación de la Prehistoria
reciente, como para detenernos en nuestra exposición. Ambos
términos quedan unidos, en lo que a las investigaciones
arqueológicas se refiere, y desde mediados del presente siglo,
a dos recientemente desaparecidas personalidades señeras
locales, que desarrollaron labores de investigación en sus
respectivos municipios. Jose María Soler es la figura vinculada
a las primeras etapas del estudio de la Prehistoria en Villena y
responsable de investigaciones sobre las edades del Cobre
(Soler 1981) o del Bronce de Villena (Soler 1976, 1986), así
como las resultantes de sus trabajos centrales como fueron las
excavaciones del Cabezo Redondo (Soler 1987) o también las
desarrolladas en Terlinques (Soler y Fernández Moscoso
1970). Recientemente se ha realizado una acertada síntesis
que supone una primera puesta en valor y desde una óptica de
arqueología del territorio de los asentamientos del segundo
milenio en el término (Jover y otros 1995), además de la
continuación de los trabajos en el Cabezo Redondo (Hernández
y otros 1996). También en Alicante, en las comarcas del
Vinalopó, se sitúa el colindante término de Pinoso, situado al
sur del de Villena y al sudeste del de Yecla, en el que se han
realizado recientemente algunos estudios, que parecen apuntar
a un modelo de emplazamiento territorial en la prehistoria
reciente sobre emplazamientos más diversos de lo que parecía
pensarse hasta hace unos años5.
Al norte de Yecla, en tierras al baceleñas destacamos
los trabajos realizados en el corredor de Almansa (Simón
García 1984. 1987 y Hernández y Simón García 1993, 1994),
el primer avance sobre la carta arqueológica de los yacimientos
del segundo milenio a.C. que se realiza en Caudete (Pérez
Amorós 1996) o las primeras aportaciones recientes al estado
de la cuestión en el inmediato término de Montealegre del
Castillo (Simón García 1986). Este programa de investigación
del segundo milenio en el sudeste de la provincia de Albacete
tiene por el momento como magnífico colofón la primera
entrega de los resultados de la excavación arqueológica del
Cerro del Cuchillo de Almansa (Hernández y otros 1994).
Otra comarca perteneciente a esta provincia
manchega, pero que se halla anexa al término de Jumilla y que
participa plenamente de las características geográficas y
8
Del poblamiento asociado a estas manifestaciones
de arte rupestre, aún no tenemos constancia, aunque disponemos
de indicios sobre la existencia de registro arqueológico
techablcs en el IV milenio a.C.6. En asentamientos o lugares
con registro del tercer milenio podemos citar los trabajos
realizados en la cueva de las Atalayas, donde además de
niveles musterienses. también se han recuperado materiales
calcolíticos7. Excavaciones arqueológicas sistemáticas sobre
algún asentamiento fechado en el segundo milenio a.C.
solamente se han realizado en el denominado Cerro de la
Campana*, aunque en las intervenciones de urgencia realizados
en el Pulpillo, también se han detectado materiales de esta
época de uno de los sectores del yacimiento (Iniesta 1992-93).
primera de ellas recoge aspectos concretos del urbanismo de
aquel cuadrante peninsular, aunque la falta de investigación
aludida en el altiplano deja el área en una incógnita.
No conocemos las características del poblamiento
del tercer milenio, pues no disponemos en Yecla de la
localización de asentamientos en llanura, o vinculados a
tierras bajas y que tengan como restos de estructuras, los
denominados fondos de cabaña, o huellas de chozas de
tendencia circular y cubiertas vegetales, sustentadas por postes
de madera, evidenciados en sus huecos para la sustentación.
En otros lugares de la región de Murcia podemos observar el
desarrollo de poblados de estas características, como el del
Barranco Hondo de Totana y que se hallan asociados a
necrópolis, bien de cuevas artificiales, bien de sepulcros
megalíticos, como es el caso de los existentes en los términos
de Lorca y Puerto Lumbreras, aunque no presentes en Yecla.
No obstante las manifestaciones artísticas existentes en nuestro
término nos remiten a la existencia de poblamiento en este
tercer milenio, aunque sus patrones de asentamiento y los
recursos económicos de los que disponían aún no sean bien
conocidos.
Hemos de remontarnos en este apartado a la
existencia de algunas manifestaciones en las áreas circundantes.
Conocemos en el término de Villena la existencia, además de
una serie de asentamientos, como la Casa de Lara y El Arenal
de La Virgen, neolíticos, e incluso testimonio de poblamiento
paleo y mesolílico, de un yacimiento calcolítico bien definido.
como La Macolla. Existen también, como en el caso del
mencionado Prado de Jumilla, unos yacimientos que por sus
materiales y morfología pudieran hacernos pensar en fases
anteriores al segundo milenio, como el enterramiento colectivo
de la Cueva de las Delicias y el yacimiento de La Lagunilla.
También el denominado enterramiento neolítico de la Cueva
de las Lechuzas debería analizarse puntualmente, ya que,
como en algunos lugares del Sudeste de la península, pudieran
incluirse elementos que pertenecieran a un calcolítico inicial
o pleno.
Se han señalado en el término de Jumilla la presencia
de varios yacimientos calcolíticos. No solo la referencia de
Juan Vilanova (1891) a un cabezo situado al oeste de la
población con materiales como una cuenta de serpentina, un
hacha pulimentada de diorita, un cuchillo de pedernal y
fragmentos de cerámicas decoradas con incisiones en los
galbos exteriores, sino también las publicaciones sobre el
yacimiento de El Prado (Walker 1985. 1990 y Walker y Lillo
1983, 1984). en curso de estudio en la actualidad. Asimismo
se menciona (Molina y Molina 1976:26) la Cueva de los
Tiestos y los enterramientos del Cabezo de las Salinas. Con
ellos completamos la rápida mención de los asentamientos y
lugares de enterramiento colectivo calcolíticos jumillanos,
dejando para otra ocasión análisis pormenorizados de los
mismos.
Conocemos una serie de referencias (Nielo 1986:24)
a asentamientos calcolíticos en el término de Yecla. como el
de «La Borracha», La Cueva de las Rubiazas. La Cueva del
Pino, Las Ramblas y los Abrigos del Rincón del Buen Aire.
enterramientos colectivos con materiales como puntas de
flecha de piedra tallada con pedúnculo y aletas y de tipo de
«hoja de laurel». Asimismo se menciona la existencia de
talleres al aire libre como el Castillico del Cerro González, el
Disponemos así mismo de trabajos de carácter
general, dentro de la abundante producción bibliográfica
generada en la villa, sobre todo para la Historia Moderna y
Contemporánea y que contrasta vivamente con la falta de
investigación en otros términos, que tienen capítulos dedicados
a la Prehistoria, aunque ya los años transcurridos hacen
necesaria puestas al día que proponemos en estas líneas
(Soriano Torregrosa 1972). Otros trabajos recogen la literatura
de divulgación sobre la investigación arqueológica en Yecla
(Azorín Cantó 1989)".
Una visión de conjunto sobre el estado de las
investigaciones prehistóricas en Yccla podemos consultar en
Ruiz Molina y otros (1989), con treinta y cinco yacimientos
catalogados y con información de los excavados desde 1984.
Además disponemos de la publicación de las primeras Jornadas
de Historia de Yecla (V V.AA. 1986) 10. y de los artículos de la
presente revista Yakka, con lo que constatamos que la actividad
no cesa en torno a las materias que nos ocupan.
Hacia un modelo de asentamiento
Hemos pasado revista a la historia de la investigación
de la prehistoria reciente del Altiplano Jumilla - Yecla, así
como de otras áreas anexas que son indicativas de una realidad
aún no bien conocida. Abordamos ahora dos aspectos que nos
pueden aportar alguna luz sobre la prehistoria reciente y que
pueden ser tratados con la información de la que disponemos.
Los modelos de asentamiento y la paleoeconomía son
fragmentos de una realidad más compleja, que junto al estudio
territorial y a manifestaciones como las funerarias pueden
completar la visión de esta prehistoria reciente. El estudio
completo de los asentamientos del tercer y segundo milenios
a.C, y más con el volumen de los conocidos en el área, es tarca
prácticamente imposible sino se proyecta desde unas bases de
trabajo e investigación conjunta, máxime cuando el
conocimiento que poseemos no es ni mucho menos
desdeñable". Partimos para ello de síntesis generales de la
prehistoria murciana y no de trabajos específicos, como los
reseñados en el apartado anterior, que comentaremos más
adelante. En estos trabajos de carácter general existe un cierto
y comprensible vacío de la presencia de la prehistoria reciente
del altiplano (Ayala 1995), mientras en otros se mencionan
tímidamente aspectos de las características de los asentamientos
(García Cano e Idáñez Sánchez 1983) o un primer y escueto
intento de carta arqueológica provincial (García López y
Buendía Noguera 1989). Dos son las síntesis recientes sobre
la prehistoria de la región murciana (Eiroa 1989, 1995c). La
9
primera aproximación de conjunto al II milenio a.C. en el
término y que nos ofrece una visión sobre la organización
territorial del poblamiento y la presencia de asentamientos
diferenciados, posiblemente según sus funciones específicas.
(Jover Maestre y otros 1995). En el término de Caudete Pérez
Amorós (1996) nos describe un panorama para el segundo
milenio bastante sugestivo, con la presencia de asentamientos
agrupados en dos grandes conjuntos, donde hay constancia de
lugares centrales, así como la existencia de cuatro tipos de
ubicaciones.
Los yacimientos yeclanos que citamos a
continuación, inscritos en el segundo milenio lo son por los
materiales procedentes de lugares únicamente prospectados.
aunque no se halla publicada la nómina de cada uno. Estos son
el Cerro de los Moros o Arabilejo. Tobarrilla la Baja. Cerro de
la Chimenea, El Portichuelo, El Serral, El Castillo, El Castellar,
Cueva de los Moros, El Cerro de los Rincones, El Pulpillo,
Cerro de la Magdalena, las Moratillas, El Cerro de los Conejos,
El Cerro de los Rulos, El Arabí, El Cortijo y Las Zorreras. Se
menciona que en el Cerro del Castillo, sobre el que hoy está el
santuario de la Virgen existía un poblado argárico fortificado.
que posteriormente fue destruido por las sucesivas ocupaciones
(Molina 1986:409)". Existe una constante en el modelo de
asentamiento en lodos ellos, la elección de cerros mas o menos
altos, que propician el control del entorno y de los sislemas de
comunicación natural, que se hacen especialmente
significativos en la zona que tratamos. Respecto a la mencionada
existencia de paramentos fortificados cálamos lugares como
El Arabilejo14. El Cerro de los Conejos y El Cerro de los Rulos
(situado en Monlealegre del Castillo. pero que participaría del
mismo ecosistema). El Cortijo. Las Zorreras y El Cerro de la
Finca de la Casa.
Tampoco hay constancia por el momento de la
existencia de recintos fortificados de tendencia circular. aunque
si parecen estar presentes elementos defensivos añadidos a los
paramentos murarios. como son torreones, como se menciona
en el caso de Jumilla (Molina 1986). En cuanto a los primeros
es obligado volver a citar los trabajos realizados en el corredor
de Almansa y concretamente las excavaciones realizadas en el
Cerro de El Cuchillo (Hernández y otros 1995) y que nos
permiten apreciar un asentamiento de medianas dimensiones.
que presenta la estructura de recinto fortificado de tendencia
circular, con elementos que hacen muy interesante su análisis.
como son el sistema de accesos y la plataforma de piedra
situada al oeste y que bien pudiera tratarse de una base para la
elevación de un sistema de atalaya. En las zonas mas llanas del
término, coincidente con los fondos de los valles, zonas
presumiblemente inundadas en otra época de mayor gradiente
hídrico podrían haberse situado un tipo de asentamiento
similar a los recintos de planta de tendencia circular. con o sin
torre central, del tipo de las motillas y las morras manchegas.
En lugares mas alejados, pero dentro del Vinalopó Medio
existen algunos asentamientos en zonas llanas, que podían
coincidir con un lipo de asentamiento que se está revelando
como también característico del segundo milenio, aunque no
presenten recintos fortificados, pero si que se instalen en el
llano, como es el caso del Rincón de Almendricos de Lorca.
con lo que el presunto y casi completo encastillamiento de las
poblaciones del segundo milenio a.C. hoy ya es bastante
discutido, incluso por sus propios defensores en el pasado lo
Cerrico de los Conejos y La Morra del Moro, que si bien no
conocemos los materiales, si podemos inferir su pertenencia a
momentos anteriores a la plena Edad del Bronce. También
debemos mencionar la existencia de una sepultura individual
calcolítica en la Sierra del Cuchillo (Nieto y Martín 1983:301
y Nieto 1986:24. Eiroa 1995c:200), con elementos de ajuar en
los que destacan los restos de bastantes vasos de yeso, un
azuela de piedra pulimentada, dos punzones de hueso y
algunas cuentas de collar bicórneas. Tenemos indicios de la
existencia de otro enterramiento colectivo concretamente en
el lugar denominado «Las Atalayas» (Nieto 1986:24. Eiroa
1995c: 198) con restos de cuatro individuos y de ajuar
compuesto por fragmentos de cerámica bruñida, punzones de
hueso y útiles líticos en forma de dientes de hoz. No podemos
especificar más el fenómeno funerario ya que no contamos
con otras manifestaciones en la demarcación de Yecla. como
son las megalíticas.
Tampoco podemos aportar mucha información
sobre el urbanismo, siempre por causa de la falta de datos
disponibles, aunque no es desdeñable la existencia de
asentamientos con la presencia de un urbanismo primigenio
del tipo del ya conocido en otras áreas del Sudeste peninsular.
Respecto a ello y abundando en el lema del origen de la
arquitectura en materiales sólidos no disponemos de dalos
para afirmar la existencia de restos de recintos fortificados de
tendencia circular, los denominados "encintados" en otras
latitudes. No obstante y por las noticias que podemos cotejar
en los términos colindantes es muy posible que este tipo de
asentamiento se encuentre presente en cualquiera de los
yacimientos en los que se tienen indicios de la existencia de
paramentos fortificados.
Se ha hecho mucho hincapié desde hace unas
décadas en la generalización de los asentamientos con presencia
de murallas y otros sistemas complejos de defensas en la
prehistoria reciente del Sudeste y áreas inmediatas12. No
obstante en la actualidad, como veremos más adelante, esta
tendencia está en entredicho, hasta que no se realicen estudios
más completos, y muy especialmente para el segundo milenio.
En algunos de los yacimientos fechados en los
inicios del segundo milenio a.C. de la comarca de Villena
existe la referencia (Puntal de Carniceros y Peñón de la Zorra)
de la presencia de fragmentos de cerámica campaniforme.
hecho nada extraño, ya que por su situación cercana a Levante
es posible la confluencia en Villena de portadores o productores
de dicho elemento, hecho más relevante que la posibilidad de
procedencia de estos materiales de las zonas situadas más al
norte (provincias de Albacete y Cuenca) donde la presencia de
objetos campaniformes es esporádica aunque no desconocida.
En el altiplano la ausencia parecer ser completa de ejemplos de
cerámica campaniforme (Ayala e Idáñez 1987), quedando
éstos relegados por ahora a las zonas situadas al sur del río
Segura (Eiroa 1995).
Es de destacar que estos yacimientos si presentan
unas características como asentamientos fortificados que nos
hace plantear abiertamente la necesidad de una mayor definición
de estos sistemas defensivos para Yecla, ya que la simple
mención hoy día de la presencia de murallas, no es suficiente
dada la variedad en tipología y uso de los ejemplos conocidos
en otras áreas. En relación a ello citamos los trabajos realizados
recientemente en la vecina Villena, con la redacción de la
10
ganaderos, no descartándose la existencia de un posible paso
de ganado de las sierras Subbéticás a las altiplanicies. También
señala que los materiales depositados en el Museo de Jumilla
y que son considerados como argáricos están alejados de los
tipos morfométricos de esta cultura. Las causas para esta
diferencia las cifra en una deriva cultural local o en una
cronología diferente a la argárica. Mauro Hernández
(1986a:348) menciona que los argáricos no debieron de llegar
a los corredores de la altiplanicie de Yecla - Jumilla, al menos
en la primera mitad del II milenio, por lo que el Cerro de la
Campana tiene mayores influencias del Bronce valenciano.
El estudio de conjunto de Jerónimo Molina (1986)
es atrayente y nos parece una buena proposición de intenciones
al indicar la potencialidad del medio centenar de asentamientos.
así como la presentación cartográfica de las vías de
comunicación, aunque quizás no coincida exactamente la
dirección de los flujos de desplazamiento. Es muy posible que
la difusión del poblamiento se realice desde áreas interiores de
la Meseta, ya que como actualmente parece que conocemos
(Hernández 1986) las poblaciones argáricas no llegan a
culminar su expansión en el altiplano. Pero quizás ésta si pudo
producirse por la ruta de comunicación del Vinalopó, por
constituir un área más sencilla de tránsito y con más recursos
naturales que las áreas interiores del altiplano, que tendríamos
que poner en relación en lo que a recursos económicos se
refiere a las inmediatas áreas de Hellín - Tobaría.
que nos parece un rasgo de indudable honradez científica y
dice bastante en aras del progreso de nuestros estudios en
determinadas áreas de nuestra geografía.
En esta misma línea aportamos una cita, que aunque
procedente de un texto de historia local, no específicamente
arqueológica, pero que por las características apuntadas bien
pudiera tratarse de asentamientos en ésta línea, habida cuenta
de la constatación de otros ejemplos de túmulos en áreas
inmediatas como Montealegre del Castillo u otras situadas en
el sudeste albacetense, y que pertenecen plenamente al segundo
milenio a.C.15. La constatación de asentamientos en llano en
Caudete nos refuer/a en nuestra idea de la posible presencia de
Yecla de modelos de asentamientos similares a los detectados
en el campo de Loica.
Otro de los Fenómenos, que por las similitudes con
áreas circundantes, nos parece de crucial importancia es la
estrategia de asentamiento durante este segundo milenio.
Como ya hemos visto tenemos mas referencias sobre el mismo
que sobre el desarrollado en el milenio anterior, bien poique
se produce una cierta expansión demográfica, bien porque se
ocupan nuevos territorios. Lo que sí parece claro, a tenor de los
paralelos conocidos, es que no existen vacíos de asentamientos
en los valles interiores y altiplanos de la región de Murcia y
sudoeste de la provincia de Alicante. Tampoco estamos en
condiciones de afirmar si el poblamiento se produce
simultáneamente y en todos los lugares en los que hasta ahora
se tiene constancia del mismo en el segundo milenio, o si por
el contrario los asentamientos no son muy duraderos,
produciéndose una serie de ocupaciones y abandonos a lo
largo de todo el milenio. No obstante la voluntad de perduración
sobre un mismo territorio es ahora más patente que antes,
evidenciándose en un mayor tamaño de los lugares elegidos
para vivir, así como un aparente mayor cuidado en la elección
de los mismos por sus posibilidades estratégicas y defensivas.
La situación en un área de transicción geográfica y
por ende cultural puede configurar una personalidad propia a
las manifestaciones de la Prehistoria reciente del altiplano de
Jumilla - Yecla. Atrás han quedado las tesis sostenidas a
mediados de este siglo donde las culturas prehistóricas, tanto
del tercer y segundo milenio, se extendían prácticamente por
toda la Península Ibérica. Hoy día ya se han establecido, o se
está en proceso de discusión, los límites y la diacronía de cada
una de las culturas que conforman el panorama del cuadrante
sudeste de la Península, aunque las fronteras no son del todo
nítidas, en especial para comarcas concretas donde confluyen
las manifestaciones de dos o más culturas sincrónicas.
Así desde lugares específicos por reunir un alto
grado de estas características, como son los fortines destinados
a la vigilancia de un determinado paso o valle, hasta los lugares
fortificados, que son especialmente patentes en la vecina
Villena, en el momento de cambio del milenio, y que presentan
unas estructuras defensivas muy desarrolladas (Puntal de los
Carniceros y Peñón de la Zorra). Otros asentamientos, y éste
parece ser el caso del Cerro de la Campana y el propio Cabezo
Redondo villenense, carecerían de estos sistemas defensivos
murarios in situ, quizás por poseer otro tipo de defensa más
territorial, como puede ser el mencionado control ejercido por
establecimientos específicos, fortines, ya detectados en Villena.
Lorca, o incluso en Elche. - caso del lugar denominado como
Caramoro. situado en una de las márgenes del bajo Vinalopó
y que controlaría el acceso a las partes mas altas del valle desde
las llanuras costeras -. Vemos pues un modelo de control del
territorio más complicado en este segundo milenio que en el
primero, por lo que no sería de extrañar que estos modelos se
repitieran también en Yecla.
En esta línea de influencias es la presencia de
elementos culturales de la Edad del Bronce manchego que se
han manifestado recientemente en la excavación de uno de los
asentamientos del norte murciano, como es el Cerro de las
Víboras de Bagíl. Por otra parte la frontera del ya denominado
estado argárico oscila del Segura al Vinalopó. aunque nunca
hasta alcanzar las tierras altas alicantinas, como Alcoy. donde
la plenitud del bronce valenciano queda bien evidenciada. Por
ello, Yecla. en tierras geográficamente manchegas. colindante
con lugares tan densamente poblados y en los que ya se está
conociendo cada día mejor las estrategias de ocupación
territorial, como es el Corredor de Al mansa, se nos presenta
como un área clave.
Estas tres realidades culturales del segundo milenio
a.C. que hace menos de medio siglo, eran una misma, hasta las
síntesis y delimitaciones espacio - cronológicas de autores
como Miguel Tarradell, aparecen muy cercanas en el territorio
yeclano. No creemos que podamos, ni ahora ni en un futuro
mas o menos cercano, decantar las manifestaciones del
poblamiento del segundo milenio a.C. en una u otra órbita.
Pensamos que los lugares fronterizos, como ha quedado
del imitado el presente, acusan suficientes elementos que puedan
Otra cuestión a tratar es la posible pertenencia de
estos asentamientos del segundo milenio al mundo argárico.
Jerónimo Molina así parece definirlo, mientras que Vicente
Lull se muestra más reacio a su plena adscripción argumentando
que de los yacimientos no se tiene un nivel de conocimiento
suficiente. Según el mismo autor (Lull 1983:417) los recursos
necesarios para la supervivencia debían ser agrícolas y
11
momento conozcamos más datos sobre su morfología o
funcionalidad.
En las siguientes líneas realizamos un análisis
socioeconómico a partir de los materiales arqueológicos de los
yacimientos que cuentan con campañas de excavación. Una
primera aproximación a estos análisis fue un anterior estudio
nuestro (Martínez Peñarroya y Sánchez Meseguer 1988).
donde ofrecíamos una visión conjunta de estos aspectos
económicos. Como señalamos anteriormente el registro
material se multiplica en representatividad si analizamos
aisladamente los yacimientos excavados. En total contamos
con la presencia de cuarenta y tres artefactos distintos, frente
a los treinta y cuatro para el resto de los yacimientos no
sometidos a programas de investigación. Si a ello unimos que
el Cerro de la Campana presenta veinte y seis. Terlinques
veinte y uno y El Cabezo Redondo mas de la veintena, se nos
amplia el repertorio de los tres o cuatro útiles representados
por termino medio en los yacimientos prospectados.
Artefactos de piedra tallada, sobre todo denticulados,
están presentes en los tres yacimientos, mientras que las lascas
y los núcleos están constatadas en la Campana. Percutores.
raspadores y raederas únicamente aparecen en Terlinques.
Puntas de flecha sólo aparecen en los yacimientos villenenses.
Respecto a útiles de piedra pulimentada la mayor variedad
aparece en La Campana con molederas, machacadores.
alisadores, afiladores, morteros, hachas, colgantes y un
brazalete. En Terlinques aparecen hachas, brazales de arquero
y un mazo, mientras que en el Cabezo Redondo también se
hallan brazales de arquero, además de afiladores y alisadores.
Como elemento de marfil hemos de destacar un
botón de perforación en "V" de La Campana, además de
punzones, colgantes, cuentas de collar, puntas de flecha.
espátulas y una raedera en hueso. En Terlinques también
aparece un botón de perforación en "V". punzones y cuentas
de collar, repitiéndose los punzones en el Cabezo Redondo.
yacimiento en el que se recuperó además un mango de asta.
Los recipientes cerámicos y las cerámicas destinadas a
almacenamiento aparecen en los tres asentamientos
(utilizándose las últimas como sarcófago en el Cabezo
Redondo), así como las cerámicas decoradas. Toberas.
fusayolas. fichas y pesas de telar aparecen en el Cabezo
Redondo, y los dos últimos elementos en el Cerro de la
Campana. Los objetos de concha están presentes en forma de
colgantes en los tres yacimientos. En útiles de metal el
yacimiento que menor variedad presenta es el Cerro de la
Campana, con puntas de flecha y punzones, mientras que en el
Cabezo Redondo aparecen hachas, punzones y cuchillos de
cobre y pendientes de oro. En Terlinques la variedad es mayor
con cuchillos, pendientes de oro. espirales de plata y oro y
fragmentos indeterminados de cobre.
El estudio de las fuentes de materias primas tampoco
se ha iniciado para el término de Yecla. aunque si tenemos
dalos de las investigaciones que esta línea se están desarrollando
en la vecina zona de Hellín y Tobarra, donde contamos con las
primeras aportaciones para el estudio de estas fuentes de
aprovisionamiento, como son los trabajos de Jordán Montes
(1983) y el Interesante y sucinto artículo de Rivera Nuñez
(1988) en el que se habla de ciertas plantas, similares a las
habas, aunque sin mencionar ninguna adscripción cronológica.
Las actividades agrícolas están bien constatadas.
ser adscribibles a los tres, a no ser que claramente tengamos
una serie de características meridianas para decantarnos por
un tipo de influencias. Por el momento y en lo poco que
conocemos de este momento podemos afirmar que las
características por las que podemos identificar la cultura
argárica no son aún evidentes.
Primera propuesta paleoeeonómiea
Hemos mencionadocon anterioridad que el presente
artículo pretende ser una puesta al día de algunas variables del
registro arqueológico. Vistos los modelos de asentamiento.
abordamos las que definimos con el nombre de artefactos.
soporte en muchas ocasiones de magníficos estudios de
conjunto. En las líneas de investigación en las que se mueve
hoy día el estudio de la Prehistoria de la Península Ibérica, no
debemos olvidar que la recuperación de la información del
contexto material arqueológico constituye solamente uno de
los pasos necesarios para la interpretación total de un conjunto
de actos realizados por los habitantes de un determinado
entorno y en un momento cronológico concreto. El estudio del
medio ambiente, las actividades socioeconómicas y. por
ejemplo, sin que agolemos líneas de trabajo, la reconstrucción
del contexto arquitectónico, son etapas fundamentales de la
metodología de investigación prehistórica de nuestros días"'.
Únicamente analizamos los materiales adscritos
cultural mente a la Edad del Bronce, habiendo mencionando en
el apartado anterior los asentamientos del tercer milenio, de
los que casi no disponemos de información ergológica. No
debemos olvidar tampoco que algunos yacimientos como la
Cueva del Peliciego de Jumilla presentan materiales que muy
bien podrían pertenecer a un momento anterior, pero que al no
haber tenido ocasión de realizar estudios puntuales sobre los
mismos no podemos aventurar unas conclusiones sobre su
precisa cronología. La desigualdad de la información, que
aludíamos con anterioridad, nos obliga a separare] tratamiento
de los yacimientos excavados de los que solamente se han
realizado calicatas.
De los primeros y si unimos la información
ergológica de todos ellos se nos revelan como de bastante
variedad de útiles e instrumentos. Los tres yacimientos (Cerro
de la Campana en Yccla y los villenenses del Cabezo Redondo
y Terlinques) sometidos a un programa de excavaciones
arqueológicas sistemáticas, aunque bastante espaciadas, se
revelan abundantes en registro material. De bastantes de los
yacimientos de la Edad del Bronce de Jumilla conocemos la
existencia de materiales. En la mayoría predomina la presencia
de objetos de piedra tallada como núcleos, lascas y denticulados,
siendo más esporádica la de puntas de flecha (Cueva del
Peliciego) o perforadores (Cerrico de los Conejos y abrigo del
Vínculo). Así mismo aparecen algunos raspadores, pero en
número mas reducido que los elementos anteriores. En cuanto
a materiales de piedra pulimentada vemos la casi omnipresencia
de molederas, tanto activas como pasivas y la esporádica de
hachas (únicamente en cinco de los yacimientos tratados). Los
útiles en hueso se hayan solamente representados por espátulas
(Cerrico de los Conejos y Cueva del Peliciego) mientras que
aparecen colgantes de concha en la Cueva de la Peña del
Castellar. Se hace referencia a placas de pizarra en la Morra del
Moro y en los Gorgociles del Escabezado, sin que por el
12
reciente de los actuales límites administrativos del municipio
de Yecla. debe articular en primer término una prospección
arqueológica, para comprobar la existencia de aquel en los
lugares más favorables para ello. Partiendo de un proyecto de
arqueología del paisaje se propone una prospección extensiva
de cada uno de los posibles asentamientos que reúna un mayor
número de factores para haber permitido el establecimiento de
poblamicnto humano en el tercer y segundo milenio a.C. Así
desde lugares vinculados a la extracción de materias primas.
a los lugares estratégicos, con una relación de visibilidad y
defensa acentuada, pasando por establecimientos cercanos a
otros recursos naturales, como son el agua o las tierras más
aptas para las labores agrícolasl8.
Superada esta primera fase y delimitadas las áreas
de mayor potencial, se acometería una segunda fase de
prospección arqueológica intensiva, con recorridos de campo.
de todos y cada uno de los yacimientos arqueológicos en los
que se halla detectado la presencia o que reúnan un número
suficiente de indicios para el establecimiento humano. Esta
fase nos permitiría delimitar con mayor aproximación la
distribución del poblamicnto. así con la puesta en valor de los
distintos yacimientos. En una tercera lase se acometería la
realización de sondeos arqueológicos en algunos de los
yacimientos comprobados, para comprobar la potencia
cstraligráfica de algunos de ellos y que nos permitan establecer
una estrategia de futuras intervenciones que nos permitan
generar un conocimiento más aproximado de la prehistoria
reciente del término de Yecla. con forme a una serie de hipótesis
conlrastables con nuestro posterior trabajo de campo. No
podemos olvidar que el conocimiento que tenemos de la
prehistoria reciente en Yecla es parcial, por lo que los detalles
de asentamiento, así como la distribución territorial de los
mismos, se nos escapan por el momento. No debemos pues
aventurar conclusiones sobre esta distribución territorial hasta
que no conozcamos con más profundidad la diacronía de la
prehistoria reciente yeclana.
Proyectos como el que proponemos y del que
queremos que estas líneas sean un punto de partida pueden
contribuir a conocimiento del paisaje y el poblamiento humano
en unode los rincones más sugestivos, en una verdadera puerta
del Sudeste, y que debe jugar un papel de primer orden en la
investigación de la Prehisloria Reciente de la Península Ibérica.
en especial las de transformación, que quedan ampliamente
patentes en los centenares de restos de molinos de piedra que
se han recuperado en el Cerro de La Campana. El
aprovechamiento integral de distintos ecosistemas, monte.
piedemonte y áreas inundadas, está representado en el registro
material de los asentamientos excavados. Una zona de paso
tradicional, un corredor natural hacia el Levante, poco a poco
se nos esta configurando como un área con matices
diferenciadores (beneficio intensivo de la agricultura.
actividades metalúrgicas, como la presencia de un horno de
fundición de metal en el Cerro de la Campana17) dentro de un
marco social con personalidad propia.
Conclusiones preliminares
Del panorama expuesto del más del centenar de
asentamientos conocidos en las altiplanicies del cierre sudeste
de la Submesela Sur (comarcas albacetenses, murcianas y
alicantinas) podemos deducir una intensa explotación del
territorio por un numero elevado de individuos dispersos en
una serie amplia de asentamientos. El papel que han debido de
jugar los sistemas de comunicación natural en la zona creemos
que aun no ha sido estudiado con detalle, máxime si contamos
con elementos como el marfil en el segundo milenio y
posiblemente la concurrencia el transporte y comercio de
materias primas y útiles entre las zonas costeras y el interior de
la Meseta. Naturalmente en ello debió de tener bastante
importancia la existencia de dos zonas (Bronce Valenciano y
Argar) de acusados rasgos y que propiciarían estas actividades
económicas
El estudio de la socioeconómica, hoy ampliada por
los dalos que día a día ven la luz de la Submeseta Sur y toda
la compleja problemática que la investigación del
aprovechamiento del entorno en una zona, que como hemos
mencionado no podemos calificar de plenamente levantina.
sino que se ve matizada por unos rasgos de continentalidad en
su situación de cierre y puerta suroriental de la Mancha, puede
darnos las paulas para dolar al altiplano de Jumilla - Yecla de
unos rasgos que le pueden ser inherentes en las zonas de
contacto de tres de las facies en las que se ha definido la Edad
del Bronce Pleno de la Península Ibérica.
De momentos posteriores, de la primera mitad del
primer milenio a.C, no disponemos de datos que puedan si
quiera ofrecernos un primer panorama del poblamiento en los
momentos finales de la Edad del Bronce para el termino de
Yecla. Como ocurre en otros lugares del altiplano, c incluso
mas alejadas del Levante, la sistematización de la Edad del
Bronce Tardío está pendiente aún de realizar aquí, y aunque
contamos con importantes aportaciones, como es la que se
lleva a cabo en el Cabezo Redondo de Villena (Soler 1987) o
la reciente y primera síntesis de Joaquín Lomba Maurandi
(1995). No desearíamos que esta época se halle presente en el
término, pero por el momento no tenemos indicios de que ello
sea así.
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creemos cumplida, de modo que una visión más amplia sólo
puede derivarse de la realización de un proyecto de estudio
concreto, y que estamos dispuestos a abordar. Un adecuado
programa de investigación específico, que partiera del
conocimiento exhaustivo del poblamiento de la prehistoria
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humanos en el complejo epilítico del Arabilejo. Yecla
(Murcia)". Anales de Prehistoria y Arqueología. 5-6. Murcia.
59-67
MOLINA GARCIA. Jerónimo y MOLINA GRANDE. M. de
la C. y NORDSTROM. S.(1974) "Coimbra del Barranco
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Valencia. 97
MOLINA GRANDE. María Asunción y MOLINA GARCIA,
Jerónimo (1973) Carta arqueológica de Jumilla. Murcia. 208
p.
MOLINA GRANDE, María Asunción y MOLINA GARCIA,
Jerónimo (1977) "La «Jumillita» como desgrasante de la
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MOLINA GRANDE, María Asunción y MOLINA GARCIA,
Jerónimo (1991) Carta Arqueológica de Jumilla. Addenda
1973-1990. Murcia
MONTES BERNARDEZ. Ricardo y MOLINA GARCÍA,
Jerónimo (1992-9) "La industria de sílex de El Cerco, en la
Fuente Principal de la villa, Jumilla (Murcia)". Yakka, 4.
Yecla. 15-20
MORALES GIL. Alfredo (1972) El Altiplano de Jumilla Yecla. Murcia. 467
NIETO GALLO, Gratiniano (1986) " P a n o r a m a Arqueológico del Altiplano Jumilla - Yecla". Primeras Jornadas de
Historia de Yecla. Yecla. 19-42
NIETO GALLO, Gratiniano y MARTIN DE LA CRUZ, José
Clemente (1977) "EI Cerro de la Campana y su cronología
según el C-14 (Yecla - Murcia)". Congreso Nacional de
Arqueología, 14. Zaragoza. 295-307
NIETO GALLO, Graliniano y SANCHEZ MESEGUER.
José (1987) "Cerro de la Campana". Arqueología 84-85.
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PEREZ AMOROS. María Luz (1996)"Contribución al estudio
de la Edad del Bronce al noroeste del Alto Vinalopó:
Poblamiento en el término municipal de Caudete (Albacete)".
Congreso Nacional de Arqueología, XXIII (I). Elche. 123-134
PUCHE MUÑOZ. Andrés (1989) "Síntesis geológica del
término de Yecla". Yakka, I. Yecla. 91-1 12
RIVERA NUÑEZ, Diego (1988) "Estudio de los materiales
vegetales de las cerámicas de los poblados Tomillo I. Finca
Félix y Agra-7". Primer Congreso de Historia de Castilla - La
Mancha. I (III). Toledo. 75-78
NOTAS
1
RUIZ MOLINA. Liborio (1988) Yecla en su Historia, Toledo.
Ed. Arkano.
RUIZ MOLINA. Liborio (1995) "Yakka. Un asentamiento
andalusí en la Cora de Murcia. (Siglo XI al XIV)". Yakka. 6.
. Deseamos en primer lugar estas líneas
la figura de uno de los investigadores
Arqueología peninsulares que estuvieron
bajo cuya dirección y de la del Dr.
15
sirvan para recordar
de la Prehistoria y
vinculados a Yecla,
Sánchez Meseguer
participamos en las campañas de 1983 y 1985 de
excavaciones arqueológicas sistemáticas en el Cerro
Campana y profesor que nos inició, desde la Cátedra
Prehistoria y Arqueología de la Universidad Autónoma
Madrid, en el oficio de conocer y contar las culturas de
épocas pretéritas.
las
de
de
de
las
7
Javier García del Toro, comunicación a las segundas Jornadas
de Historia de Yecla, 1987.
8
Estas se llevaron a cabo por parte de un equipo de la
Universidad Autónoma de Madrid bajo la dirección de los
Doctores Nieto Gallo y Sánchez Meseguer. Hasta el momento
se han realizado cinco campañas en el yacimiento, la primera
de las cuales en 1956 bajo la dirección de D. Cayetano de
Mergelina y las siguientes en los años de 1975. 1983. 1984 y
1985 (Nieto y Martín de la Cruz 1983. Nieto y Sánchez
Meseguer 1987). También hemos tenido ocasión de asistir a la
lectura de la tesis doctoral de Dña. Ana María Garcés (1993).
2
Queremos también expresar nuestra gratitud a D. Liborio
Ruiz Molina, director del Museo Arqueológico Municipal
Cayetano de Mergelina. por permitirnos actualizar nuestros
estudios anteriores, así como por las orientaciones recibidas
sobre el estado de la investigación de la Prehistoria reciente en
el territorio yeclano.
9
Trabajos como el presente constituye un punto de partida y
una guía para la investigación posterior y son útiles para
ofrecer un puntode vista social de la arqueología en un término
municipal concreto.
3. En el área de estudio (Martínez Peñarroya 1985), hemos
diferenciado en total ocho áreas geográficas: Alcarria, Serranía.
Mancha. Estribaciones del Campo de Montiel, Sierra de
Alcaraz. Hollín -Tobarra. Montealegre del Castillo - Almansa
y Altiplano de Jumilla -Yecla. Pertenecen las dos primeras a
la provincia de Cuenca, la tercera a las dos entidades
provinciales y las restantes a la de Albacete, excepto la ultima
perteneciente a Murcia. De estas áreas geográficas mencionadas
la que presenta un mayor índice de asentamientos de la Edad
del Bronce es la de Jumilla -Yecla, con 25 frente a 125 en total
en el momento de redacción del trabajo, sin incluir el área de
Villena, que también participa de las características geográficas
del altiplano, ni los yacimientos publicados con posterioridad,
como El Pulpillo (Iniesta 1992-93) incluidos en el presente
estudio.
10
La investigación arqueológica en Yecla no cesa en los
periodos prehistóricos, sino que también se están desarrollando
estudios sobre el poblamiento del término durante el periodo
hispanorromano, plasmado en establecimientos como la villa
de los Torrejones, o el lugar denominado los Cipreses (Molina
García 1969) e incluso de momentos posteriores dentro de la
primera mitad del primer mileniod.C.(González Blanco 1986).
De épocas ya plenamente medievales contamos con los
recientes trabajos de Ruiz Molina (1995) para la Yakka
islámica.
11
Por ello nuestra pretcnsión en un futuro es continuar desde
los presupuestos establecidos, el tratamiento de la información
de las distintas variables prehistóricas que concurren en el
altiplano.
4
Las relaciones de similitud geográfica con los términos
colindantes son altas. No debemos olvidar que esta zona es
asimilable geológicamente hablando a la albaceteña
Montealegre del Castillo, pero el carácter mas acusado de
altiplano introduce un matiz diferenciado. La vegetación y la
existencia de lagunas saladas son puntos de contacto entre
ambas áreas
12
« ...para defenderse de posibles ataques, la mayor parte de
los «habitats» del Bronce de la zona, solían estar emplazados
en altos cabezos dominantes sobre las amplias extensiones de
las que emergen, están protegidos por fuertes recintos
amurallados, torreados en muchas ocasiones, como se ha
indicado, lo que da a estos poblados un evidente carácter
mediterráneo.
Dentro de estos recintos se disponían las chozas sin un afán
urbanístico premeditado, generalmente se trataba de pequeñas
estancias de planta cuadrangular o redondeada, dentro de las
cuales se desarrollaba la vida familiar.» (Nielo 1986:26).
5
En las prospecciones realizadas hasta el momento destacan
asentamientos como El Calafuch: «La estructura del cerro es
amesetada. en una franja bastante estrecha, cerrándose por la
cara norte en un pequeño acantilado que da al lugar una cierta
consistencia defensiva. Hacia el sur aparecen restos de
construcciones que podrían ser murallas o abancalamientos de
regularización del terreno: estas construcciones se disponen
de forma paralela y están hechas con piedras de gran tamaño.»
(Seva Román 1991:42). También existe otro tipo de
asentamientos, como el denominado Lel (Seva Román
1991:54), situado en llano y rodeado de otros relieves de
mayor altura. Podemos entrever patrones de asentamiento
muy distintos, en altura fortificados y en llano sin defensas
apreciables. modelo del que ya se tiene conocimiento para
otras comarcas, como es la lorquina.
13
Aspectos como estos no cabe duda que deben ser revisados.
ya que quizás están basados sólo en evidencias cerámicas
procedentes de prospecciones de superficie realizadas hace
mas de dos décadas.
14
«El del Arabilejo está defendido por una fuerte muralla
escalonada en su parte inferior, acerca del cual ya había
algunas referencias [Mergelina 1922:88]». (Nieto Gallo
1986:25)
6
Se hallaron dos vasijas en una cueva del Monte de Los Secos,
a 700 m. s.n.m. y situada a unos trece km. en dirección sudeste
del casco urbano de Yecla. Se hallaban asociadas a un fragmento
de cerámica cardial, cinco cuchillos líticos, dos cuentas de
colar y un fragmento de hueso decorado. (Ruiz Molina 1988)
l5
«Igualmente neolíticos o eneolíticos, deben ser los túmulos
de «La Perdiz», «Cegarrón», «El Fator» y otros lugares, hoy
en su mayoría destruidos o desaparecidos totalmente al ser
utilizadas las piedras en otros menesteres por los propietarios
16
de los terrenos donde se hallaban. Tales túmulos debieron ser
cámaras sepulcrales, según se deduce por los restos óseos en
ellos encontrados.» . Soriano Torregrosa 1972:50
16
En esta línea de investigación nuestras primeras
aproximaciones socioeconómicas se vieron plasmadas sobre
la motilla de Santa María del Retamar (Argamasilla de Alba
Ciudad Real) (Colmenarejo y otros 1987, 1988). Una de estas
aproximaciones es la de Garcés Tarragona (1993) sobre el
material cerámico del Cerro de la Campana. También hemos
desarrollado estudios socioeconómicos monográficos sobre
vasos coladores cerámicos (Martínez Peñarroya 1996), en
especial referencia a la Submeseta Sur.
17
La falta de publicaciones específicas sobre los trabajos
desarrollados en los asentamientos de la Edad del Bronce de
Yecla, como es el Cerro de la Campana, que aunque tenemos
constancia que se hallan iniciados, nos impide por el momento
la caracterización de este asentamiento, con relación a los
inmediatos conocidos, o incluso a otros más alejados, pero que
puedan participar de elementos de la misma cultura, como es
el caso de los asentamientos manchegos y levantinos.
18
En esta primera loma de contacto se utilizarían todos los
documentos cartográficos y las series de fotografías aéreas
completas para el término, partiendo de los más antiguos a los
más modernos, para establecer estas áreas de posible mayor
incidencia. Así mismo se recopilaría toda la información
bibliográfica y material disponible, analizando lodos los restos
arqueológicos adscribibles a esa cronología y que se hallan
depositados en el Museo Arqueológico Municipal Cayetano
de Mergelina.
NOTAS SOBRE EL YACIMIENTO ENEOLÍTICO DE LA
BALSA (YECLA. MURCIA).
Diego Vicente Carpena
comprobar si habían algunas mas, (1) y así fue como
encontramos, en la superficie de la viña los siguientes
(2)
materiales arqueológicos
:
El trabajo que presento, en cierto aspecto es
producto de la casualidad, por las circunstancias en
que conocí el paraje arqueológico.
Lo he dividido en seis breves capítulos, que
vienen ilustrados con planos y dibujos confeccionados
por mí. Igualmente acompaño al final una relación
bibliográfica.
En el primer capítulo comento las circunstancias
del descubrimiento y el motivo de la prospección.
En el segundo, hago una descripción de su
situación geográfica.
Seguidamente, en el tercer capítulo me adentro
en el comentario del yacimiento.
En el capítulo cuarto realizo una detallada
descripción de los materiales arqueológicos recogidos
en superficie.
El capítulo quinto trata de las conclusiones que
deduzco de todo lo anteriormente expuesto.
Por último, relato los yacimientos de la misma
cultura existentes en el término municipal de Yecla,
localizados sobre un mapa.
Hachas de piedra
Fragmentos de hachas
Sílex
2
20
126
Cerámica
28
Huesos
Molusco
marino
(conus)
Molinos barquiformes
9
1
13
Atentamente le saluda
Diego Vicente Carpena
SITUACIÓN GEOGRÁFICA.El paraje de la balsa, está situado en el Hondo del
Campo, a una distancia de Yecla de 6,5 Km. y se accede a él
por la carretera de Pinoso (comarcal 3223).
Ocupa el fondo de una amplia llanura con suave
pendiente hacia el Se., formada entre las Sierras del Príncipe
al Norte, y la Sierra del Serral y de la Teja al sur. la sierra de
Enmedio al Este y los Montes del Boalaje y Algezares al
Oeste.
En esta zona concurren las aguas procedentes de las
avenidas torrenciales que durante siglos han ido depositando
materiales de arrastre y embalsando el lugar en las épocas de
grandes lluvias. Debido a estas condiciones de abundancia de
agua y fertilidad de las tierras, los hombres del Eneolítico
instalarían aquí un campamento que les permitiera desarrollar
su economía agrícola-ganadera y cuyos restos aparecen ahora
diseminados por una superficie superior a los diez mil metros
cuadrados; estando localizado el núcleo principal en el punto
695714 de la Hoja N° 845 del Mapa Militar de España a Escala
1: 50.000, correspondiente a las coordenadas geográficas
siguientes: 38° 34' 30" de latitud Norte y 1° 03' 17" de longitud
Oeste, siendo su altitud media de 548 mts.
EL DESCUBRIMIENTO.Para explicarlo, me limitare a transcribir la carta que
envié el día 20 de Febrero de 1987 a la "Casa Municipal de
Cultura". Museo Arqueológico:
Pongo en su conocimiento, que el pasado día 13 de
febrero, comprobando la noticia de un posible yacimiento
prehistórico, nos acercamos al paraje de "La Balsa ", donde el
padre del alumno Miguel Ángel Quiles Molina, había
encontrado unas hachas de piedra, cuando podaba una viña,
y comprobamos, una vez en el lugar, que aparecían por la
superficie de la viña en cuestión, gran cantidad de fragmentos
de cerámica, sílex, molinos enteros y rotos, huesos, hachas de
piedra pulimentada de color negro, y fragmentos de otras de
distintos tamaños.
El motivo de esta prospección fue que explicando en
clase de 6" Nivel de E.G.B. del Colegio P. "San José de
Calasanz", el tema de la Prehistoria, el alumno antes
mencionado, dijo que su padre había encontrado "martillos
de piedra" negros y muy pulidos..., por lo que le preguntamos
al padre del niño que nos indicara el lugar para ir nosotros a
DECRIPCIÓN DEL LUGAR.No se ven restos de muros de hogares ni de fortificación,
pues la zona está totalmente cultivada y no ha cesado de recibir
aluviones y materiales de arrastre que se han ido sedimentando
y formando una capa sobre el primitivo suelo del Campamento.
19
cada vez mayor, por lo que la prospección que nosotros
efectuamos al tener noticias del primer hallazgo, consistió en
ir al lugar y recoger sobre la superficie lo que aparecía a simple
vista, y que sin duda habían dejado al descubierto las labores
agrícolas.
En una visita posterior, concretamente el 30-8-89
descubro que han desfondado y arrancado la viña de la
izquierda de la casa, ahora se ve clarísimo la extensión del
yacimiento pues han quedado al descubierto grandes manchas
de cenizas con abundante cerámica fragmentada y restos de
huesos grandes posiblemente de equidos; por lo menos hay
una veintena de hogares diferentes en unos 3.000m. cuadrados.
De los poblados eneolíticos se conoce muy poco,
estarían formados por cabañas más o menos circulares
construidas por un tapial o zócalo de piedra suelta y un techo
de palos y ramajes que como es natural han desaparecido (3).
58 piezas, de ellas 33 pertenecen a molares de équidos
y cápridos.
5 punzones.
2 espátulas.
Concha:
12 piezas de moluscos marinos; de ellas 1 conus y 9
valvas de almeja, tres perforadas.
Piedra:
a).- Sílex: (Láminas I-II-III).
20 cuchillos de sección trapezoidal, de diversa
coloración, blanco, gris, beig; las medidas de algunos
de ellos son: 8x2,7x0,7; 5,4x2,3x0,7; 6,7x 1.3x0,4;
3,6x1,4x0,3 cm.
6 cuchillos de sección triangular, de coloraciones
gris, beig; las medidas de tres de ellos son: 6x 1, 4x0,4;
5,9x1,4x0,6; 5x1,7x0,9 cm.
139 cuchillos de diferentes formas, tamaños y
colores.
7 puntas de flecha, de el las 4 romboidales, 1 foliacea
y2depedúnculoconaletasincipientes,lacoloración
del silex es blanca, gris melado y beig, y las medidas
de algunas de ellas son: 3,5x 1,2; 3x 1,2; 2,6x 1,9cm.
17 puntas de flecha de diferentes formas, tamaños
y colores.
1 buril de pico de loro en color gris de 4x1,2x0,7 cm.
1 buril más.
4 cuchillos planos, 2 de 6x 1,60x0,7 y 4,7x 1,7x0,7 cm.
2 puntas triangulares de 5,8x5,3x0,8 cm. y 2,7x2,6x0,7
cm.
1 elemento de hoz.
MATERIALES ARQUEOLÓGICOS.-,(4)
Cerámica:
416 fragmentos de pasta basta, moldeada a mano, con
desgrasantes micaceos, calcareos y algunos con jumillita; de
ellos 56 pertenecen a bordes de vasijas; 20 presentan mamelones
o asas de pezón, desde pequeñas protuberancias, hasta planas
o puntiagudas; 2 con asa plana perforada en el centro; 8
contienen jumillita como desgrasante (cristales de flogopita);
1 decorado con dos bandas incompletas impresas cuando el
barro estaba aún blando; y 1 con decoración de impronta de
valva de almeja. 2 de ellos presentan fondos de vasijas planas.
Hueso:
LÁMINA I
LAMINA II
20
1 colgante de colmillo de jabalí de 4,3 cm. con dos
ranuras en su extremo más fino por donde iría atado.
d).- Molinos:
13 enteros o muy pocos fragmentados.
Más de 50 fragmentos de molinos diseminados por el
suelo del yacimiento, algunos enteros o casi enteros,
barquiformes o aplanados.
CONCLUSIÓN.Por la gran cantidad de lascas de silex. abundantes núcleos
y nódulos, cuchillosy raspadores y puntas de Hecha también de
silex; cerámica tosca hecha a mano, con desgrasantes bastos.
micáceos o con jumillita. algunas con decoración de mamelones,
bandas impresas o impronta de almeja, y por los fondos planos.
Por los molinos barquiformes y aplanados: hachas y azuelas
generalmente planas, pulidas, de diversos tamaños y color negro...,
se debe tratar de uno de esos "Talleres al aire libre" (5), no
fortificado, pues estamos en el Periodo Eneolítico y en el llano, y
que se instaló en un lugar rico en recursos de caza y con buenas y
favorables condiciones para desarrollar una incipiente agricultura.
También llegamos a la misma conclusión si comparamos
los materiales de este yacimiento con los de sus vecinos de Jumilla
y Villena pertenecientes a esta misma Cultura, pues aparecen
idénticos cuchillos de sílex, los mismos tipos de puntas de flecha,
las mismas formas de hachas y azuelas, fondos planos en las
cerámicas, y el caso particular de los yacimientos eneolíticos de
esta zona que es la presencia de cerámica con jumillita como
desgrasante, lo cual hace suponer que hubo un contacto, un
comercio y una comunicación entre ellos. Citaremos El Prado (6)
de Jumilla como el más representativo, y La Macolla y Cueva del
Lagrimal (7) de Villena, donde han aparecido cerámicas
"centelleantes", sugerente nombre con que las bautizó D. José Ma
Soler.
LAMINA III
16 núcleos preparados o núcleos de lascas con las
huellas de los últimos cuchillos que de ellos salieron,
las medidas de algunos de ellos son: 5,6x5x4;
5x5x4; 4x4,5x3 cm.
2 extremos inferiores de núcleos preparados.
788 piezas de sílex correspondientes a fragmentos
de cuchillos, raspadores, nodulos, lascas retocadas,
restos de taller, etc.
b).- Hachas pulidas:
24 de diversos tamaños y variedades de piedra
(sobre todo pórfido y en menor cantidad pizarra),
de color negro o gris oscuro, las medidas de algunas
son: 18,5x5,4x3.5 cm; 15.2x7x4.5; 14x5.7x3,5;
14x7x3,5; 11,7x6x4; 1 1x5,6x3,6 cm.
10 medias hachas.
97 fragmentos de diferentes tamaños.
1 piedra porfídica con forma de hacha pero sin desbastar.
3 pulidoras de piedra granítica blanca.
1 piedra circular perforada con una de sus caras pulida.
1 piedra pómez.
1 pesa de telar con dos agujeros.
1 proyectil de honda redondo de pórfido.
2 bolitas de cuarcita.
c).- Objetos de adorno:
1 colgante de piedra pulida de color gris en forma de L
abierta, perforado con un agujero en su extremo más
largo.
YACIMIENTOS DE LA MISMA CULTURA.- (Lámina IV)
En el término municipal de Yecla. tenemos otros
yacimientos que también pertenecen al periodo Eneolítico,
Calcolítico o Bronce I Mediterráneo, como son la sepultura individual
que Juan Muñoz Gil descubrió en la Sierra del Cuchillo: otra
sepultura correspondiente a un segundo enterramiento en una
cueva de Las Atalayas y que excavó García del Toro en 1982; otro
localizado en La Ceja, del que se han extraído dos pequeños
cuencos de cerámica clara hecha a mano y dado a conocer por M.
Conejero; en el Monte de los Secos y a muy pocos metros del
término municipal de Villena, una pequeña cueva excavada por
José Ma Soler dio también restos de esta cultura. Y por último
también se han encontrado en los Torrejones lascas y nódulos de
sílex, puntas de Hecha de sílex, cerámica basta hecha a mano y
hachas de piedra pulimentadas y de color negro.
NOTAS:
1.- Ángel Luis Quiles Quiles.
2.- Estos materiales arqueológicos fueron depositados en
la Casa Municipal de Cultura de Yecla el 21 de febrero de 1987.
3.- García del Toro J.R. La Prehistoria desde el Paleolítico
al Neolítico. Historia de La región Murciana. Tomo 2. pag. 53.
4.- Agradezco la colaboración de Nicandro Albert Juan y
Martín Azorín Cantó que me acompañaron al Yacimiento y
21
encontraron buena parte de estos materiales.
5.- Jiménez Lorente, S. 1983.- Introducción a la
problemática de los talleres de sílex al aire libre en la provincia de
Murcia. XVI C.N.A. Murcia-Cartagena.
6.- Molina Grande Ma A. y Molina García J. "La Jumillita
como desgrasante de la cerámica Eneolítica local" Jumilla (Murcia).
Murgetana n° 47. 1977. Murcia.
7.- José María Soler "La Macolla, poblado Eneolítico de
llanura en Villena (Alicante)". Primer Congreso de Historia del
País Valenciano. Volumen II - 1981.
LÁMINA IV
22
PRECISIONES SOBRE LA CRONOLOGÍA FINAL DE
COIMERA DEL BARRANCO ANCHO (JUMILLA).
LA CERÁMICA CAMPANIENSE A DE
LA NECRÓPOLIS DEL POBLADO
José Miguel García Cano
Recientemente y en esta misma revista ha sido publicado un artículo sobre la cronología final de Coimbra del
Barranco Ancho por Federico Rubio Gomis (1995). razón por
la cual analizaremos en este trabajo la cerámica campanicnse
A de la necrópolis del Poblado, única estación del conjunto de
Coimbra que posee suficientes ítems, campanienses dentro de
contextos cerrados con estratigrafía vertical y horizontal.
Se ha considerado cerámica campaniense A a los productos procedentes del golfo de Nápoles fabricados con arcillas de la cercana isla de Ischia, con un repertorio formal un
tanto arcaizante que preside al conjunto de la producción, tal
y como definió en su momento el profesor Lamboglia (1952:
163-206) y posteriormente los doctores Morel y Sanmartí
(MOREL. 1978: 156-161; ÍDEM, 1980: 101-102; SANMARTÍ. 1978: 21-22).
Los talleres inician su actividad en el siglo IV a.C.
imitando repertorios áticos, pero su producción industrial destinada al comercio exterior empieza tras el dominio romano de
la zona y sobre todo con la entrada en funcionamiento del puerto
de Pouzzoli y la fundación de una colonia allí el 194 a.C. Esta
colonia favoreció la exportación masiva del producto a todo el
Mediterráneo occidental (MOREL, 1978: 157: ÍDEM, 1981).
Técnicamente la campaniense A se caracteriza por estar
hecha con arcillas de color rojo o rojo amarronado, es dura,
granulosa, micácea, compacta y de fractura recta su barniz es
negro brillante a veces con irisaciones y reflejos metálicos, el
barniz deja ver las líneas del torno. En el fondo externo suele
llevar huellas digitales debido al proceso de barnizado por
inmersión. En el fondo interno presenta a menudo un disco
amarronado consecuencia del apilamiento de los vasos en la
cocción.
En cuanto a su decoración, en época primitiva y arcaica
presenta decoraciones variadas y complejas, combinando
pintura, incisión, impresión y relieve. Estas decoraciones
llegarán a estandarizarse, reduciéndose en la primera mitad
del siglo II a.C. a dos: roseta central o cuatro sellos-palmetas
u hojas-. Hacia el 150-140 a.C. aparece una nueva decoración
a base de círculos concéntricos, quizás por influencia de la
campanicnse B. Las decoraciones irán degenerándose, llegando a desaparecer a fines de este siglo.
Morel distinguió varios estadios (MOREL, 1980:102).
PRIMITIVA.- Atestiguada en Ischia en el siglo IV a.C. se
trata de imitaciones de la cerámica ática y capuana.
ARCAICA.- Documentada en Ischia entre el 280-200 a.C.
Exportada esporádicamente. Comporta en su repertorio la
forma 21/25AL. con tres palmetas radiales.
ANTIGUA.- Cronológicamente cubre entre el 220-190 a.C.
Exportada a partir del 200 a.C. comporta las formas 23L.,
33aL. y F815l aM..
MEDIA.- Cubre el siglo II a.C. (190-100). Masivamente
exportada. Repertorio formal más extenso: 5L, 6L, 8bL, 27bL.
27aL, 27/55L. 28L. 31L. 34L. 36L, 55L. 65L. 68L y F3222M.
Para matizar cronológicamente este amplio periodo,.I.P. Morel
apunta tomar referencia de la campaniense del pécio del Gran
Congloué para el primer cuarto del siglo II a.C. La campaniense A de Cartago para el II cuarto de siglo, la campaniensc de
Entremont para el tercero y finalmente yacimientos como
Pollentia fundado hacia el 123 a.C. para el último cuarto del
siglo II a.C.
TARDÍA.- Primera mitad del siglo a.C, todavía exportada,
pero de manera distinta según las regiones y con un repertorio
muy pobre 1L., 5/7L. y 113 de Morel.
En Coimbra el conjunto documentado es muy homogéneo estando formado casi en exclusiva por boles de la forma
27a-bL/F2784M y un fragmento de copa de la forma 68b o c
de Morel. El lote corresponde a un momento final de la
campanicnse A Antigua en tránsito hacia la Media, esto es,
entre el 220-180 a.C.
1. BOLS F27a-bL./F2784M.- Se han recobrado dos copas
completas de las tumbas 16/20. n° 913. figura 1-2 y 55, n°
5541, figura 1-1, así como fragmentos que permiten reconstruir el perfil a falta de la base de otras dos copas de las tumbas
19. n° 1843. figura 1-4 y 43. n° 3499. figura n° 1-3. también
poseemos dos bases de los ajuares de los enterramientos n° 27.
n° 2463, figura 2-23 y 35. n° 2762. figura 2-21. Finalmente
mencionar que procedentes de fuera de conjuntos cerrados se
han recuperado otros 19 fragmentos de boles que en su
totalidad pueden adscribirse a la F27L. en sus variantes a y b
(figura 2-1 a 19 y 22).
Dentro de esta forma los números 1849 y 3499 cuyos
bordes son algo mas reentrantes están próximos a la variante
< a> y tienen sus paralelos mas cercanos en boles del esterco-
913. y el n° ALB-1549 presenta un borde más recto. Ambas
copas llevan como decoración una roseta central en relieve de
siete pélalos y bolón central como las de Coimbra (RUBIO
GOMIS, 1986: 242. figura 10 (ALB-1533): 262. figura 1 13
(ALB-1599). Estas piezas han sido consideradas por J. Pérez
Ballester como del taller de las Pequeñas Estampillas. Véase
PÉREZ BALLESTER. 1987: 71. Nosotros no las hemos
podido estudiar directamente).
lero .J1 del Oppidum de Castells en Nages estudiado por
Michael Py (1978: 43-70). Para la forma nuestras piezas se
asemejan al n° 267 de la capa 9a fechable entre el 200-175 a.C.
(PY, 1978: 58. figura I 1-267) y a los números 325 y 328 del
estrato 9c datables entre el 225-200 a.C. (PY. 1978: 59. figura
13-325 y 328), pese a todo el ejemplar n° 913 sigue siendo un
poco más reentrante.
La decoración de estas copas es la misma en todas las
unidades conservadas: Una roseta central impresa en relieve
en el fondo interno de la copa, formada por seis pétalos
alrededor de un pequeño punto o bolón central n° 1843. figura
1 -4. n° 2017. figura 2-22 y n° 2762, figura 2-21 de las tumbas
16/20. 18 y 35 respectivamente. Un paralelo exacto volvemos
a encontrarlo en Nages n° 249 de la capa 8 del estercolero Jl
fechable hacia 175 a.C. (PY. 1978: 58, figura 16-249). existe
otro paralelo en la pieza n° 1670 de la Cindadela de Rosas con
una cronología anterior al 200 a. C. (SANMARTÍ, 1978: 549550, números 16-70, láminas 92 y 116).
Por último analizar dentro de ese conjunto de copas la
n° 5541, figura 1 -1 hallada en la tumba n° 55, que morfológicamente es casi idéntica a las precedentes pero tiene el borde
algo menos reentrante, estando más próxima a los números
321. 323 y 325 de la capa 9c del basurero de Nages fechables
entre el 225-200 a.C. (PY, 1978:59. figura 13-321.323 y 325).
En cuanto a la roseta central impresa posee un pélalo mas que
las anteriores y lleva además pistilos entre los pétalos.
En conjunto el lote se podría datar entre el último cuarto
del siglo III a.C. y los primeros años del siglo II a.C; pensamos
que una fecha inmediatamente posterior a la finalización de la
segunda guerra púnica aunque todavía en el siglo III a.C. sería
la más adecuada para el grupo que estaría en relación directa
con otra serie muy parecida de campaniense A hallada en el
cercano poblado de El Amarejo, también con boles de la forma
27bL., n° 296 a 298, decorados con una roseta central con esta
misma cronología (BRONCANO Y BLÁNQUEZ. 1985:263266, figuras 95 y 145).
La distribución de estas copas en Murcia es relativamente escasa documentándose boles en Cigarralejo (CUADRADO, 1978:28, número 1.140-929. figura 3-4. Decorado
con una roseta central de seis pétalos y botón central). Caberico del Tesoro (GARCÍA CANO, GARCÍA CANO Y RUIZ
VALDERAS, 1989: números 80-83 y 85-87. figuras 14 y 15)
y en la ciudad de Cartagena (Materiales inéditos procedentes
de las excavaciones de urgencia realizadas en el casco urbano,
conservados en el Museo Arqueológico Municipal de esta
ciudad. Agradecemos la información a Elena Ruiz). En el
resto de la península además de los ingentes lotes de Rosas y
Ampurias (SANMARTÍ. 1978) contamos con ejemplares comparables a los aquí estudiados en Tossal de Tenalles en
Sidamunt (BARBERA. 1964-1965: 158-159. n° 64-65. figura
9-13 y I4) y Líria(MEZQUIRIZ, 1954: 173-174. n° 18) o en
la supuesta necrópolis ibérica de Orán cuyos materiales se
encuentran en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid, en
donde el n° 65 de catálogo -un bol 27bL.- posee como
decoración una roseta de siete pétalos y botón central, fechada
por Santos Velasco en el último cuarto del siglo III a.C.
(SANTOS VELASCO, 1983: 326, n° 65, figura 10-3). Entre
los materiales sin contexto de la necrópolis de la Albufereta
(Alicante) existen dos boles de la forma 27a ó b L. El n° ALB1533 tiene un borde muy reentrante como nuestro ejemplar n°
2. COPA F68b o c M/E3131M.- Es una copa de paredes
convexas con asas verticales, bífidas unidas por un lazo
vertical, pie alto y cónico con moldura. Junto al borde externo
suele presentar una acanaladura. En cuanto a la decoración
lleva frecuentemente pintura blanca superpuesta, bandas junto al borde interno, y en el fondo interno dos círculos concéntricos.
En nuestra necrópolis solo se ha recuperado una base
con el inicio del pie de fuera de contexto n° 2578, figura 2-20.
En el fondo interno el barniz ha tomado una coloración marión
con el cerco característico del apilamiento de vasos en el
horno.
Estas copas están presentes en el pecio del Gran Congloué con una fecha de inicio del siglo II a.C. (BENOIT. 1961:
79-80), mientras que Morel le asigna una cronología del 170
más o menos para la variante b o c (MORLL. 1965: 98. figura
1-5), datación muy próxima a la que otorga Py a piezas
procedentes del estercolero de Nages en torno al 175 a.C. (PY.
1978:58, n°211). Enrique Sanmartí considera que esta forma
pudo iniciarse a finales del siglo III a.C, pero con su momento
álgido en la primera mitad del siglo siguiente (SANMARTÍ.
1978: 167-168. Véase también el n° 95 de catálogo).
Por tanto pensamos que nuestra copa se inserta perfectamente dentro de la cronología general de la forma en los
primeros años del siglo II a.C. tampoco se puede precisar más
debido a lo fragmentario de la pieza. En nuestra Región se han
documentado copas de la forma 68 de Morel en la necrópolis
del Cabecico del Tesoro (GARCÍA CANO, GARCÍA CANO
Y RUIZ VALDERAS, 1989: 149-150. números 191-198) y
Los Nietos (CRUZ PÉREZ, 1987: 191. figura 21).
3. CONSIDERACIONES FINALES.Visto el material campaniensc adscribible en su totalidad al tipo A clásico definido por Lamboglia. nos resultan
increíbles, por no considerarlas absurdas, las consideraciones
que sobre estas cerámicas en concreto mantiene Federico
Rubio para situar la destrucción de Coimbra del Barranco
Ancho a mediados del siglo III a.C. " ' .
Estratigráficamente son las tumbas de la última fase las
que contienen en sus ajuares cerámica campaniensc A, representada de una manera casi monolítica por boles de la forma
27L.- existe una base de copa 68b o c de Morel-, dos copas
completas y restos de al menos otras cuatro en ajuares funerarios y casi una veintena de fragmentos de los estratos superficial y primero. Como ha quedado visto son precisamente estos
materiales los que ayudan a concretar la cronología final de
uso de este nivel de enterramientos y por ende de la necrópolis
del Poblado en los inicios del siglo II antes de Nuestra Era.
Por otro lado ponen de manifiesto la llegada a estas
24
ANCIENNE 36. 1976. Besançon. pp. 85-122.
MOREL. J.P.: 1981.- "La produzione della ceramica campana: Aspelti economica e sociali". SOCIETA ROMANA E
PRODUZIONE SCHIAVISTICA. I MERE MERCATI F
SCAMBI NEL MEDITERRANEO, pp. 81-97.
PÉREZ BALLESTER. J.: 1987.- "El taller de las Pequeñas
Estampillas. Revisión y precisiones a la luz de las cerámicas
de barniz negro de Gabii (Lalium). Los últimos hallazgos en
el levante y sureste español". ARCHIVO ESPAÑOL DF
ARQUEOLOGÍA
60. Madrid, pp. 43-72.
PY. M.: 1978.- "Aparition et dcveloppemcnt des importations
de ceramique campanienne A sur l' oppidum des Castel
(Nages. Gard). D' apres les fouilles du deptoir J 1". ARCHEOLOGIE EN LANGUEDOC I. pp. 43-70.
RUBIO GOMIS, F. : 1986.- La necrópolis de la Albufereta de
Alicante (Valencia. España). ACADEMIA DE CULTURA
VALENCIANA. SERIE ARQUEOLÓGICA I 1. Valencia.
RUBIO GOMIS. F.: 1995.- "Algunas consideraciones con
respecto a la cerámica de Coimbra del Barranco Ancho
(Jumilla. Murcia)". YAKKA 6. Yecla. pp. 13-17.
SANMARTÍ GREGO. E.: 1978.- La cerámica campaniense
de Emporion y Rhode. Barcelona.
SANTOS VELASCO, J.A.: 1983.-"La denominada necrópolis ibérica de Orán en el Museo Arqueológico Nacional".
TRABAJOS DE PREHISTORIA 40. Madrid, pp. 309-352.
tierras del altiplano Jumilla-Yecla de la cerámica romanarepublicana más característica destinada básicamente a la
exportación mediante un comercio seguramente directo desde
Campania hasta la capital romana del sureste de la Península,
es decir. Cartagonova (GARCÍA CANO, GARCÍA CANO Y
RUIZ VALDERAS. 1989: 157). desde aquí pasarían a las
poblaciones indígenas del interior mediante nuevas vías de
comunicación establecidas durante el periodo de conquista o
utilizando las rutas tradicionales de comercio en vigor de
forma más o menos intensiva desde al menos la primera mitad
del siglo IV a.C. Entre estos navicularios probablemente
habrían algunos comerciantes griegos con experiencia sobre
los tipos de transacciones, principales mercados y gustos de la
sociedad ibérica en esta materia (GARCÍA CANO. 1997:
118).
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS.BARBERA FARRAS, J.: 1964-65.- "La cerámica barnizada
de negro del poblado ilergeta del Tossal de les Tenalles de
Sidamunt (Lérida)". AMPURIAS XXVI-XXVII. Barcelona.
pp. 135-163.
BENOIT. F.: 1961.- "Fouilles sous marines. L'epavedu Grand
Congloué á Marseillc". XIV SUPLEMENT DE GALLIA.
París.
BRONCANO. S. Y J.J. BLANQUEZ PÉREZ: 1985.- El
Amarejo (Bonete. Albacete). EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS EN ESPAÑA 139. Madrid.
CRUZ PÉREZ, M.L.: 1987.- "Necrópolis ibérica de Los
Nietos (Cartagena). Campañas de excavaciones 1984-1985".
EXCAVACIONES Y PROSPECCIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA REGIÓN DE MURCIA 1. Murcia, pp. 183-255.
CUADRADO DÍAZ, E.: 1978.- "Cerámica campaniense del
taller de las Pequeñas Estampillas en Cigarralejo (Mula.
Murcia)". BOLETÍN DE LA ASOCIACIÓN ESPAÑOLA
DE AMIGOS DE LA ARQUEOLOGÍA 9. Madrid, pp. 31 -32.
GARCÍA CANO, C, J.M. GARCÍA CANO Y E. RUIZ
VALDERAS: 1989.- "La cerámica campaniense del Cabecico del Tesoro (Verdolay. Murcia)". VERDOLAY 1. Murcia,
pp. 117-187.
NOTAS
(1)
".. Con respecto a la cronología, de nuevo el resultado de
estos análisis son una argumentación más para subir la fecha final de
la ciudad al siglo III. e incluso a mediados de este, puesto que solo nos
encontramos con un 4.62% de cerámicas campanienses A típicas y
las pastas rojas, propias del siglo III, aparecen en proporción baja, el
15,38% en comparación con otras más viejas".
GARCÍA CANO. .1.: 1997.- Las necrópolis ibéricas de Coimbra del Barranco Ancho (Jumilla. Murcia): 1.- Las excavaciones y estudio analítico de los materiales. Universidad de
Murcia.
LAMBOGLIA, N.: 1952.- "Per una classificazione preliminare della ceramica campana". ATTI DEL I CONGRESSO
INTERNAZIONALE DI STUDI LIGURI. Bordighera 1950,
pp. 139-206.
MEZQUIRIZ.M.A.: 1954.-"Las cerámicas de importación en
San Miguel de Liria". ARCHIVO DE PREHISTORIA LEVANTINA V. Valencia, pp. 159-176.
MOREL, J.P.: 1965.- "Ceramique á vernis noir de Pompei".
REI CRETARIAE ROMANAE FANTORUM. ACTA VII
Roma. pp. 81-89.
MOREL. J.P.: l978.-"A propos de ceramiques campaniennes
de France et d' Espagne". ARCHEOLOGIE EN LANGUEDOC l, pp. 149-168.
MOREL, J.P.: 1980.- "La ceramique campanienne: Acquis et
problemès". CERAMIQUES HELLENISTIQUES ET ROMAINES. CENTRE DE RECHERCHES DE HISTOIRE
25
Necrópolis del Poblado. Coimbra del Barranco Ancho
(Boles de cerámica Campaniense A, F27L/F2764)
-Figura 1 -
26
Necrópolis del Poblado. Coimbra del Barranco Ancho
(Cerámica Campaniense A: Boles F27L/F2764M; Copa -n°20- F68b o cM/F3131M)
- Figura 2 -
27
HISTORIA
BANDOS Y BANDOLERISMO EN
LA YECLA DEL SIGLO XVII
Sebastián Molina Puche
Estos bandos medievales son sin duda los más famosos
y estudiados, incluso en el marco del antiguo Reino de Murcia 3 , pero lógicamente, no son los únicos, ya que se trata de un
fenómeno que, al menos en su dimensión local, llega hasta el
siglo XIX.
En cuanto al bandolerismo, ocurre algo parecido, pues
el que se desarrolla en tierras murcianas en la centuria del
seiscientos, ha pasado tradicionalmcnte desapercibido, bajo la
ingente cantidad de estudios dedicados al bandolerismo de
otras épocas y otras regiones, como pueda ser el desarrollado
en tierras catalanas y valencianas a lo largo de los siglos XVII
y XVIII 4 . o el andaluz del siglo XIX. este último con toda su
carga romántica y novelesca.
INTRODUCCIÓN.Antes de dar comienzo a este somero análisis de un
tema tan complejo (y tan poco estudiado en el contexto
regional murciano), sería conveniente dar una explicación del
por qué del estudio de dos fenómenos diferentes en un solo
trabajo.
A lo largo de la exposición, intentaremos demostrar
como, al menos en el caso yeclano, ambas muestras de
conflictividad y violencia están totalmente relacionadas, pero
es preciso aclarar que dicha relación no es ningún descubrimiento novedoso, pues sólo hace falta echar un vistazo a
cualquier documento de la época, para observar que los
propios contemporáneos tenían muy claro las implicaciones
entre ambos fenómenos.
Así, aunque sean las banderías medievales y el bandolerismo del siglo XIX (producto en muchos casos de la Guerra
de Independencia y de las Guerras Carlistas) los primeros que
nos vienen a la mente cuando se tratan estos temas, éste trabajo
pretende demostrar, que ambos fenómenos se desarrollaron de
una manera virulenta en el Reino de Murcia (en este caso
lomando a Yecla como ejemplo), y que su importancia e
implicaciones demuestran que no se trata de unos casos
aislados y anecdóticos.
Sin ir más lejos, vamos a tomar la definición que Sebastián de
Covarrubias nos ofrece de las palabras bando y bandolero:
"Bando. Nombre toscano; el pregón que se da, llamando
algún delincuente que se ha ausentado, y de aquí se dijeron
bandidos y bandoleros, comúnmente bandolear, por estar
echando bando y pregón contra ellos en la república.
Bandolero. El que ha salido a la montaña llevando en
su compañía algunos de sn bando. Éstos suelen desamparar
sus casas y lugares, por vengarse de sus enemigos, los cuales,
siendo nobles, no matan a nadie de los que se topan, aunque
para sustentarse les quitan parte de lo que llevan. Otros
bandoleros hay que son derechamente salteadores de caminos, y éstos no se contentan todas veces con quitar a los
pasajeros lo que llevan, si no maltratarlos y matarlos. Contra
unos y otros hay en los reinos de Castilla y Aragón gran
solicitud para prenderlos y castigarlos" '.
LA CONFLICTIVIDAD EN LA EDAD MODERNA.Como ya hemos anotado, bandos y bandolerismo no
son sino una demostración de conflictividad y violencia en el
Antiguo Régimen.
Si se buscan las raíces más profundas de ambos fenómenos, nuestros pasos deben dirigirse al estudio del sistema de
gobierno de la monarquía española de los Austrias, un sistema
en el que la cohesión social no puede explicarse sin un alto ni-
Una vez aclarado el por qué de tratar el bandolerismo
y los bandos oligárquicos de manera conjunta, es preciso
explicar el marco cronológico del estudio.
El fenómeno de los bandos suele verse enmarcado en
los siglos XIV y XV. conflictos de clientelas desencadenados
esencialmente para el control del poder: facciones aristocráticas alrededor del trono, facciones oligárquicas a escala regional o local 2 .
1
Véase Petrel Marín, Aurelio. "Los bandos del marquesado en el
siglo XV". Actas del congreso de historia del Señorío de Villena. Instituto de
Estudios Albacetenses. 1987.
Martínez. Carrillo, M.L. "Manueles y Fajardos". Academia Alfonso X el Sabio. 1986. Murcia.
4
Para el caso valenciano véase García Martínez, Sebastián. "Valencia bajo Carlos II. Bandolerismo, reivindicaciones agrarias y servicios a
la monarquía". Villena. 1991.
Casey, James."El Reino de Valencia en el siglo XVII". Edit. Siglo
XXI. 1983. Madrid.
V.V.A.A. "Homenaje al Doctor Sebastián García Martínez". 1988.
Valencia.
1
Covarrubias Orozco, Sebastián de. "El Tesoro de la Lengua
Castellana o Española. Madrid 1611. Editorial Castalia. 1994. Madrid.
:
Lemennier, Cuy. "Economía, sociedad y política en Murcia y
Albacete (s. XVI-XVIIt). Edit. Academia Alfonso X el Sabio. 1990. Murcia.
31
La conflictiviciad, pues, viene dada porque la parcela
de poder que ha delegado la Corona, es muy sugerente, puesto
que los señores, y sobretodo las oligarquías locales, obtienen
un poder casi ilimitado en sus municipios, con un mínimo
control por parte del poder central.
De esta manera ocurre que suele aparecer en los distintos municipios un pequeño número de familias que van a
intentar monopolizar el gobierno del Concejo. Los conflictos
comienzan, como ya hemos dicho, cuando estas familias no
llegan a un acuerdo en la división del poder10, cuando la
oligarquía de un lugar debe enfrentarse con un poder extraño
a ella (caso del marqués de los Vélez en Mula), o cuando la
impunidad de éstas llega a un cierto límite, y se roza el mal
gobierno o se rompe el orden social, como en la ciudad de
Murcia durante las Comunidades", o como ya veremos más
tarde, en el caso yeclano.
La situación más común es la del enfrentamicnto entre
varios bandos, siendo raro que sea una sola familia la que
detente el poder durante mucho tiempo, ya que más tarde o
más temprano suelen surgir voces discordantes 12 .
La conlliclividad se hace más patente cuando entra en
juego el factor bandolerismo, venga o no de la mano de los
conflictos por el poder.
El Reino de Murcia era un lugar que por muchos
motivos favorecía la aparición del bandolerismo: sus peculiaridades geográficas, con lugares de difícil acceso como pueden ser montañas y zonas anfibias, con grandes zonas deshabitadas, y lo que es más importante, su carácter de reino frontera, lo que permitía que hubiese un gran sector de la
población con armas, y facilitaba que los bandoleros pudiesen
huir de la justicia en un momento dado, sobre lodo a tierras
valencianas, convirtiéndose por el mismo motivo en el refugio
de bandoleros del Reino de Aragón 13 .
En resumen, la turbulencia de la Murcia del Antiguo
Régimen no puede asimilarse a luchas entre estamentos o a
enfrentamienlos entre clientes, ya que resulta ser una miscelánea de ambas, es decir, una mezcla de conflictos verticales y
horizontales 14 , de lo cual va a ser uno de los mejores ejemplos
el caso yeclano, como a continuación vamos a ver.
vel de consenso, pues las fuerzas del orden son, a todos los
efectos, casi inexistentes5.
De esta manera, las élites "provinciales" y locales
sellaban con la monarquía el compromiso de preservar un
orden social que les era muy favorable, a cambio de contribuir
a la imposición de los principios supremos de fidelidad y
obediencia al trono6.
Aquí entra en juego el consenso: la Corona es consciente de que no tiene capacidad de dirigir, de gobernar por si
sola lodos los territorios e instituciones de la monarquía (no
hay que olvidar el escasísimo número de funcionarios reales),
y además no se puede enfrentar directamente con esas élites
locales, de manera que lo mejor que puede hacer para que su
autoridad no se vea cuestionada, es utilizar a esas élites,
cediéndoles una parcela de poder que por costumbre le pertenece, a condición de que sigan sus dictámenes y les sean fieles.
En aquellos lugares donde tradicionalmente había tenido importancia la institución del señorío, va a ser la aristocracia la que va a firmar el pacto, ya que ésta va a depender en
exceso de la protección que la monarquía le brinda frente a sus
acreedores, del amparo que le concede a la indivisibilidad de
sus mayorazgos, del flujo de mercedes y rentas que recibe de
aquella, para a cambio contribuir a la defensa de la integridad
de los territorios de la monarquía y al fortalecimiento de su
autoridad. Éste es el caso valenciano7, mientras que en el
murciano, carente casi por completo de una aristocracia fuerte,
a excepción del marqués de los Vélez, el pacto lo van a sellar
las oligarquías municipales, que desde la Edad Media estaban
investidas de amplias atribuciones, debiendo asegurar el orden y la justicia en sus amplios términos municipales8.
Si hasta ahora hemos hablado de lo consensual, producto del pacto entre una monarquía en proceso de formación
de un sistema absolutista, y una élite con necesidad de legitimar su posición, ahora debemos centrarnos en lo conflictivo
de la sociedad, aquello que directamente es el causante de la
violencia social en las dos facetas que analizamos: bandos y
bandolerismo.
La lucha entre dos o más facciones suele deberse,
básicamente a una causa muy simple, la lucha por el poder,
aunque puede tener múltiples facetas:
EL CASO YECLANO.-
- Luchas entre varios bandos oligárquicos por la conquista y ejercicio del poder municipal, propio de toda la
geografía hispana entre los siglos XVI y XIX.
- Luchas por la puesta en entredicho del régimen
señorial allá donde está establecido, particularmente violenta
en tiempos de crecimiento económico, sorda cuando se hunde
la renta feudal".
Hasta ahora hemos tratado el tema del bandolerismo y
los enfrentamientos entre facciones, de una manera más o
menos genérica y teórica. En esta parte del trabajo, nos vamos
a detener en el caso de Yecla como ejemplo de lo anteriormente dicho.
El seiscientos yeclano ha sido definido como "el siglo
de la violencia"15 por la gran cantidad de enfrentamientos
sangrientos que se registran a lo largo de la centuria.
5
Lemeunier, (".. y González Castaño, J. "Señores y Oligarcas. Las
luchas políticas en Mula durante los siglos XVI y XVII". Áreas nº 10, Univ.
Murcia.
6
Cátala Sanz, J.A. "Violencia nobiliaria y orden público en Valencia durante el reinado de Felipe III. Una reflexión sobre el poder de la nobleza y la autoridad de la monarquía". Estudis n° 12. Universidad de Valencia.
1904. pp. 105-121.
7
Cátala Sanz, J.A. "Violencia nobiliaria y orden público..." op. cit.
p. 106.
8
Lemeunier, G. "Economía, sociedad y política en Murcia..." op.
cit. p. 275.
'' Lemeunier, G y Gónzalez Castaño, J. "Señores y oligarcas..."
op. cit. p. 120.
"' Contreras, Jaime. "Solos contra Riquelmes". Edit. Anaya. 1989,
Madrid.
11
Owens, J.B. "Rebelión, monarquía y oligarquía murciana en la
época de Carlos V". Universidad de Milicia. 1980.
12
Lemeunier, G. y González Castaño, .1. "Señores y oligarcas..."
op. cit. pp. 277-278.
13
Lemeunier, G. "Economía, sociedad y política..." op. cit. pp. 273-275.
14
Lemeunier, G. y González Castaño, J. "Señores y oligarcas..."
op. cil. p. 119.
15
Blázquez Miguel, J. "Yecla en su historia". Editorial Arcano.
Toledo. 1988. p. 164.
32
para llegar a principios del siglo XVII con los dos alcaldes
ordinarios y dieciséis regidores 21 .
Bianualmente eran elegidos dos alcaldes ordinarios.
uno por el estado noble, y otro por el estado llano. La función
de estos era practicamente la misma que la de los tenientes del
Corregidor o los Alcaldes Mayores, con la diferencia de que
éstos eran designados por el Corregidor, y aquellos por el
Concejo. La elección de estos alcaldes era uno de los privilegios de la villa de Yccla.
Los regidores eran elegidos anualmente el día de San
Juan por los regidores salientes, y éstos designaban a su vez, a
los cargos de carácter técnico-.
Sus funciones consistían, en sentido amplio, el gobierno de la villa, es decir, ordenanzas de policía, reparto de los
impuestos, gestión patrimonial municipal, reglamentación de
la vida económica, y regulaban las actividades agrarias. Sólo
el derecho privado quedaba fuera de su gestión23. Como puede
observarse, el poder de los regidores como grupo colegiado
era amplísimo.
Ésta era. pues, la estructura interna del Consejo yeclano, y las funciones de los que lo componían.
Ahora vamos a estudiar los conflictos que se produjeron por el acceso a éstos cargos, los intentos de monopolizar
el gobierno municipal, y las reacciones a estos intentos. En
pocas palabras, los bandos yeclanos.
La definición es totalmente adecuada para una villa en
la que, a lo largo del siglo, se dan lodos los tipos de violencia
individual y colectiva habidos y por haber: desde asesinatos
pasionales, a invasiones de bandoleros, pasando por asesinatos políticos y motines por hambre"'.
Nos vamos a centrar en la violencia debida a causas
políticas y al bandolerismo, dejando de lado el resto de casos.
y vamos a intentar dar explicación a los mismos.
Como ya hemos indicado anteriormente, en el caso
yeclano, bandos y bandolerismo están fuertcmentc relacionados. pero como los factores causantes de ambos fenómenos no
son los mismos, y a fin de hacer más sencilla la comprensión
de los mismos, vamos a tratarlos por separado, aunque sin
perder la perspectiva de dicha interrelación.
E L C O N C E J O YECLANO.Como hemos visto, la causa principal que lleva a las
facciones que existen en la vida local a atacarse, es el acceso
al Concejo, y el intento de controlar la institución, en otras
palabras, la causa principal era la consecución del poder
municipal, una parcela de poder muy apetecible, pues ésta
permite la extensión de los bienes territoriales, una imposición en los conflictos legales, el enriquecimiento por manipulación de los fondos públicos, el tráfico de influencias y el
crecimiento del prestigio 17 .
LOS BANDOS YECLANOS: C O M P O N E N T E S Y FINES.
Lo primero que hay que hacer antes de dedicarnos al
análisis del fenómeno banderizo, es describir la estructura del
Concejo.
Yecla es una de las villas pertenecientes al Marquesado
de Villena, hasta que los Reyes Católicos la convierten en tierra
de realengo, incluida en el Corregimiento de Chinchilla18.
La máxima autoridad, lógicamente, es el Corregidor,
un cargo emanado directamente de la Corte, que nunca se puso
a la venta, y cuyo prestigio emanaba y corría paralelo con el de
la monarquía 19 .
El Corregidor era elegido para ejercer su función
durante un año. unas funciones que hacían de él gobernador
civil y militar del Corregimiento, y justicia mayor del mismo.
En ciertas Corregidurías, como por ejemplo en Murcia,
el Corregidor disponía de una serie de subalternos, que ejercían como representantes suyos, que eran elegidos por él, y
que realizaban su función en aquellas villas o ciudades que por
su importancia o lejanía lo necesitaban. Éstos subalternos eran
los Tenientes y Alcaldes Mayores.
Como ya se comentó al principio de este trabajo, el
origen del problema radica en la propia estructura del sistema
político de la Monarquía Hispánica, es decir, el proyecto de
monopolización regia de la violencia legítima nacía coartado
por la dimensión insuperable de sus contradicciones internas24: no existían medios materiales para impedir los actos
violentos de la población, y no habían medios para impedir
que los que accedían a un puesto político no se aprovecharan
de ello.
Por si este problema de índole nacional fuera poco, en
Yecla se observan una serie de factores que permiten una
mayor virulencia de las banderías.
Por un lado, el privilegio de elegir alcaldes ordinarios,
junto a la necesidad de que uno de ellos sea del estamento
noble, provoca desde un principio problemas: al ser electivo.
este cargo suele recaer en personas de la población (a excepción del alcalde por el estado noble, como ahora veremos), lo
que supone que. en la mayoría de las ocasiones, éste, no va a
ser imparcial, de tal manera que el cargo más importante de la
villa es causa de enfrentamiento entre bandos.
Por su parte, el Concejo de Yecla, estaba formado, en
el último tercio del siglo XVI por "...dos alcaldes hordinarios
v dos alcaldes de la hermandad y seis regidores y un alguazil
mayor y un teniente suyo y quatro escribanos y dos procuradores del número... "20. composición que varió con el tiempo,
Por otro lado, Yecla es una villa sin hidalgos: "dixeron
que la mayor parte de los vecinos de la dicha villa son
personas que andan en el offiçio de la carretería y tragineros
y otros son labradores y ganaderos y mucha parte de jornaleros y que solamente conoscen vn hidalgo de la dicha villa
que se dize Diego de Laso Vera Ochoa el (¡nal tiene executoria
rreal en forma por la Udiençia de la çidad de Granada el qual
16
Blazquez Miguel] .1. "Yccla cu su historia". Edil. Arcano. Toledo.
1988. p. 164
17
Lemounirr, G. y González Castaño, J. "Señores y oligarcas".
op. cit. p. 132
l8
Soriano Torregrosa, F. "Historia de Yccla" Excmo. Ayuntamiento de Yecla, 1972, pp. 109-125.
19
21
Blazquez Miguel, .J. "Yecla en el siglo XVII". op. cit. p. 343.
Relaciones topográficas de los pueblos del Reino de Murcia
(1575-1579)". Estudio y transcripción de Cebrián Abollán, A. y Cano Valoro,
J. Universidad de Murcia. 1992.
Blazquez Miguel, J. "Yecla en el siglo XVII". op. cit. p. 359.
Lemounier, G. "Economía, sociedad y política..." op. cit. p, 27
23
Blazquez Miguel, J. "Yecla en el siglo XVII". op. cit. p. 352.
24
Cátala Sanz, J.A. "Violencia nobiliaria..." op. cit. p. 107.
20
22
33
y lógicamente colabore con ellos 29 .
Con el enlace matrimonial entre Francisco de Yarza y
Catalina de Amaya. además de reforzarse los lazos políticos.
se ven satisfechas las expectativas de las dos partes. Yarza va
a poder hacer uso del poder económico y social de la familia
de su esposa, y los Amaya. familia con obsesiones nobiliarias.
afianza su poder en el Concejo y asciende en el escalafón
social por medio de un auténtico hidalgo 30. Se trata de un
ejemplo típico de enlace matrimonial entre un hidalgo empobrecido y una rica heredera del pueblo llano.
goza de los priuilegios y eçençiones de hijosdalgo",25 hidalgo
que no era oriundo de Yecla.
En una villa sin nobles, y con la obligación de tener al
menos uno. lo que se tuvo que hacer fue permitir, e incluso
promover la "importación" de hidalgos, lo que en su momento
fue otro foco de conflictos.
En cuanto a la elección de regidores en el día de San
Juan, ese fue otro factor causante de violencia, hasta que se
produjo la venalidad de los mismos a partir de 1623, año en el
que se reduce las regidurías de 16 a 8. las cuales son vendidas
por la Corona como oficios perpetuos 26 .
Así las regidurías se hacen hereditarias, de manera que
sólo los puestos "técnicos" de tipo judicial (alcaldes ordinarios) son objeto de elección a partir de ese año. y hasta 1680 en
que van a ser sustituidos por Tenientes de Corregidor 27 .
Ya hemos visto cuáles eran los posibles motivos de
enfrentamiento. vamos a pasar ahora a describir quiénes eran
los enfrentados.
Al principio de este epígrafe advertíamos que tal vez no
sería muy correcto hablar de bandos en la villa de Yecla. con
esto nos referíamos a que. siguiendo la descripción que de
éstos hace Guy Lemeunier 2 8 , en el caso que nos ocupa, sólo
podemos hablar de un bando como tal. que a lo largo del siglo
va a intentar monopolizar el poder concejil, y que se encuentra
enfrentado a buena parte de la población.
Así. si seguimos el modelo creado por el autor anterior,
sólo hay un grupo en el que se pueden ver las características
propias de un bando, a saber: un grupo de familias vinculadas
por la sangre, cuyos vínculos se refuerzan evcntualmentc por
un matrimonio: con un círculo formado por los más viejos de
los que emana el mando, frente al grupo de los más jóvenes.
que suelen ser los autores de los golpes de mano: y alrededor
del núcleo central, formado por la familia (o familias) dominante. los dependientes de ésta, desde el llamado "grupo
doméstico" de los que habitan la casa, hasta los que se ocupan
de la explotación del patrimonio, que forman todo un ejército
clientelar que se rige por una relación de patronato reforzada
por distintos tipos de "parentescos ficticios".
Para ver lo productivo que fue económicamente el
enlace para el hidalgo, en el apendice documental (documento
n° 2) se recoge la relación de tierras que tenía el matrimonio.
así como las compras y ventas, apartado éste muy representativo porque se demuestra cómo la adquisición y enajenación
de tierras suele realizarse entre personas pertenecientes al
mismo grupo oligárquico (de los Ríos. Sánchez de Amaya.
Eugenio de Molina...).
Sería muy interesante estudiar la dote (si ésta se conserva) que llevó Catalina de Amaya al matrimonio, así como el
testamento de ambos.
En 1616 aparece otro hidalgo. Tomás de Lordieta,
también colaborador aunque menos activo del bando Amaya.
que se turnará en el oficio de alcalde por el estado noble con
Francisco de Yarza, durante más de diez años.
Continuando con los componentes del bando, debemos destacara los escribanos Miguel Pérez Bravo. Eugenio de
Molina y Ginés de los Ríos, así como a las familias Vicente.
de los Ríos. Olivares. Serrano de Espejo. Ortuño y Puche, que
suelen ocupar los puestos de regidores, refuerzan su posición
haciéndose familiares del Santo Oficio, se unen entre ellos
matrimonialmente. así como en política y negocios, y se
caracterizan por lener aspiraciones nobiliarias, cosa que van a
conseguir por medio de ejecutorias entre finales del siglo XVII
(el primero va a ser Pedro Puche y Serrano de Espejo, caballero de la Orden de Montesa en 1692) y todo el siglo XVIII 31.
Junto a estas familias, toda una serie de clientes y
paniaguados, que van a ser los que en muchas ocasiones
cometan los delitos de sangre.
Así que puede definirse al bando Yarza-Amaya como
un grupo oligárquico, como una verdadera élite de poder, que
pretende justificar su posición en el Concejo mediante el
ennoblecimiento, distinguiéndose del resto de la población a
los que gobiernan.
En cuanto al otro grupo con el que el bando YarzaAmaya se enfrenta, si seguimos las mismas pautas para
definirlos que con el anterior, no puede decirse que se líate de
un bando, ya que más bien se trata de un sector mucho más
heterogéneo, formado por un grupo de personas a quienes sólo
los une la oposición al bando anterior, y sobre todo, el intento
de que no logren monopolizar el gobierno municipal.
Los nombres y apellidos que aparecen enfrentados al
bloque Yarza-Amaya son muy cambiantes a lo largo del
tiempo, por lo que no parece que se trate de un grupo de las
características antes nombradas. Por decirlo de alguna malicia. no parece que estuviesen "organizados".
Así. puede hablarse de toda una compleja trama de
relaciones horizontales y verticales, que hacen de un grupo
heterogéneo con un fin común, un bando.
En Yecla. el único bando existente es el formado por la
familia Yarza-Amaya. y su extensa red de aliados y clientes,
que son los que a lo largo del siglo XVII van a dominar la
escena municipal.
La familia Yarza-Amaya nacede una alianza matrimonial entre el hidalgo Francisco de Yarza y Olacarán y Catalina
de Amaya, hija de uno de los potentados locales.
Francisco de Yarza aparece por vez primera en Yecla
en 1615, a la muerte del hidalgo Diego de la Sobera Ochoa. del
que ya hemos hablado. Procede de Oñate (Guipúzcoa), de una
familia de evidente nobleza de linaje. Su venida a Yecla se
debe a que es llamado por los Amaya para que ocupe el ahora
vacante puesto de alcalde ordinario por el estamento hidalgo,
25
"Relaciones topográficas..." op. cit. p. 369.
Blazquez Miguel, J. "Yecla en el siglo XVII" op. eit. pp. 359-361
Blazquez Miguel, J. "Yeela en el siglo XVII". op. cit. p. 347.
28
Lemeunier, G.. "Economía, sociedad y política..." op. eit. pp. 279-
26
27
29
Blazquez Miguel, J. "Yecla en el siglo XVII" op. cit. pp. 64-67
Blazquez Miguel, J. "Yecla en el siglo XVII". op. cit. p. 65.
31
Ortuño Palao, M. "Yecla en el siglo XVIII". Murcia. 1980.
30
284.
34
penalidades, entre ellas el empobrecimiento y el estado de
tensión en el que viven.
Los motines suelen ser más vandálicos que sangrientos
(quema de las pruebas de nobleza del grupo oligárquico en
1650: destrozos en las casas de los regidores en 1668). y suelen
durar sólo unas horas, aunque las represalias van a ser muy
duras. En varias ocasiones van a ser apoyados por grupos de
bandoleros, como vamos a ver a continuación.
No se trata de un ataque a la autoridad regia, (no son
movimientos revolucionarios), sino motines que van atener
como objetivo el ataque contra el mal gobierno, como es el
caso de las Comunidades de Murcia 39 .
Así que tenemos, un grupo en proceso de ennoblecimiento, que actúa como una oligarquía en toda regla, y que a
falla de una legitimación social determinante, utiliza la violencia para que sus aspiraciones no sean frenadas.
No puede hablarse del enfrentamienlo entre dos bandos. ya que el grupo realmente establecido se muestra muy
cohesionado, mientras que el que Blázquez Miguel llama
"bando popular" no parece ser tal si no que se trata del conjunto
de la población, que se ve discriminado, y que no puede hacer
nada contra ellos, porque su posición y sus redes de influencia
lo impiden.
De tal manera que sería más propio hablar de violencia
oligárquica o vertical consecuencia de un proceso de oligarquización. que de bandos.
Blázquez Miguel ha titulado a este grupo como "bando popular"32, debido a que defienden, en teoría, los intereses
del pueblo frente a los abusos del "bando oligárquico", cuando
realmente parece que. la serie de personajes que este autor
agrupa en torno a ese hipotético bando, no son más que un
grupo de personas, que tuvieron la desgracia de enfrentarse a
los Yarza-Amaya. e intentaron que no llegasen a copar todas
las cotas de poder. De ahí la heterogeneidad del "bando
popular": el alcalde Juan de Escajedo, los regidores Pedro
Muñoz Andrés. Antón Ortega. José Pérez, y Francisco Marti--- de la Torre, labradores como Martín Muñoz Salcedo.
jornaleros como Juan Pinar...
Los enfrentamientos eran muy frecuentes, y por término general la peor parle se la llevaban los del "bando popular":
en 1638 es asesinado el regidor Pedro Muñoz Andrés, siendo
a todas luces el inductor Francisco de Yarza 33. En 1639 son
asesinados Juan Sanz. Pascual García López y Sebastián
Soriano. por asesinos pagados por los Yarza-Amaya 34 . Ese
mismo año es asesinado el regidor Antón de Ortega por Pedro
Vicente, del bando oligárquico, que tras el asesinato se va a
convertir en bandolero 35 .
Los enfrentamientos son continuos a lo largo del siglo,
siendo más de una treintena de actos violentos cometidos pollos Yarza-Amaya. y cualquiera que se atreviese a ponerse en
su contra, ya fuera en el terreno político como en el personal36.
La impunidad con la que los componentes del bando de
los Yarza y los Amaya se dedican a exterminar a todo aquel
que se pone en su camino (impunidad porque haciendo uso de
su posición política, la mayor parte de las veces quedan sin
castigo), da al conflicto un carácter que podríamos definir
como "mafioso". al igual que hace James Casey para referirse
al bandolerismo valenciano 37 .
EL BANDOLERISMO.Ya hemos observado el clima de tensión y violencia
que vive la villa de Yecla a lo largo del siglo XVII. Pero a lo
anterior hay que añadirle otro factor: el bandolerismo.
En este siglo el bandolerismo, llegó a constituir una
auténtica plaga que a todos, ricos y pobres, nobles y plebeyos.
burgueses y campesinos, afectaba por igual. Yccla fue una de
las zonas más castigadas del reino de Murcia, llegando a
convertirse en foco endémico de estos delincuentes 40 .
Es esta una plaga propia de épocas en crisis, y va a ser
esta misma una de las principales razones por las que puede
explicarse el enorme aumento de este fenómeno en la zona de
Yecla.
No pretendemos analizar el bandolerismo a nivel nacional. ni mucho menos intentar analizar las causas y consecuencias del mismo, pues no es ése el objetivo de este trabajo.
lo único que vamos a intentar es describir los posibles nexos
de unión que tiene el bandolerismo con el fenómeno de
oligarquización anteriormente estudiado.
Hemos intentado demostrar que no se trata del enfrentamiento de dos bandos, si no más bien de un conflicto en e!
que un grupo de privilegiados impone su ley sobre el resto de
la población. Cuando alguien hace públicos los abusos de
poder de esos pocos, es eliminado, como le sucedió al regidor
Antón de Ortega, que al parecer no quiso entrar en el juego.
Esa perspectiva nos hace ver el conflictode una manera
distinta, pues aunque ocurran algunos casos de violencia
horizontal (es decir, entre componentes del Concejo), lo que
prima es el enfrenlamiento vertical, esto es. entre un grupo en
vías de ennoblecimiento y oligarquización. y el resto del
pueblo.
En este sentido pueden analizarse los distintos motines
populares que se van a registrar a lo largo del siglo. Estos
motines populares que se van a registrar a lo largo del siglo.
Estos motines son los de 1650. 1661. 1664 y 166838 en los que
la población armada, va a tomar como objetivo de su furia al
Ayuntamiento y a los componentes del mismo.
Las razones son simples, la población está cansada de
los abusos de los ediles, a los que culpan de todas sus
Lo primero que hay que tener en cuenta, es el marco en
el que se desarrolla este fenómeno, es decir, un clima de
tensión agravado por una coyuntura económica de crisis.
El bandolero yeclano suele verse abocado a la delincuencia por dos motivos esenciales: la miseria generalizada, o
por enfrentamientos políticos.
El primer caso suele ser el del bandolero que podríamos llamar "de base", mientras que el segundo suele ser el que
dirige el grupo, sobre todo si pertenece al bando caciquil (caso
32
Yecla en el siglo XVII" op. cit. p. 357 y otras.
Ibidem. pp. 413-414
34
Ibidem,pp. 414-415
35
Ibidem. pp. 415-418
36
Ibidem. pp. 409-428
37
Casey, J. "El reino de Valencia...", op. cit., pp. 212-229.
38
Blázquez Miguel "Yecla en el siglo XVII". pp. 423-424.
33
39
Owens, J.B. "Rebelión, monarquía...", op. cit.
Blázquez Miguel, J. "El capitán Martín Soriano Zaplana". Yecla.
1983. pp. 65-6S.
40
35
Pero la clave está en saber hasta que punto el fenómeno
bandolero es un movimiento de rebeldía contra la corona o el
gobierno que la representa en el Corregimiento.
Está muy claro que los bandoleros huyen en primer
término del gobierno municipal, que es el encargado de formar
las levas entre 1629 y finales de siglo. Pero si la negativa a ir
a la guerra pone en jaque al Concejo 47 , a quien le está
demostrando infidelidad es al Rey. de manera que se convierten en traidores, fuera de la ley.
Al Concejo no se le demuestra el más mínimo respeto.
como puede observarse en las invasiones que. por parte de las
distintas cuadrillas de bandoleros, se producen en 1658, 1659
y 1669, en las cuales los bandoleros tienen como objetivo el
propio Cabildo Municipal, y la liberación de presos, lo que
significa un ataque frontal a la oligarquía yeclana.
En cuanto al Corregidor, que es ya directamente el
representante del Rey en estas tierras, y por lo tanto con una
gran autoritas, para los grupos de bandoleros no va a ser más
que otro objetivo a acosar, viéndose en muchas ocasiones
desbordado por los acontecimientos, e incluso vencido por
ellos.
Casey dice que estas demostraciones de rebeldía no
son más que incidentes aislados, y que por término general no
atacaban a la Corona 48 . En el caso yeclano, las demostraciones
de rebeldía no son tan aisladas, pero sería muy difícil hablar de
bandolerismo como movimiento contra la Corona, siendo más
fácil verlo como una faceta más de las luchas por el poder
municipal, o contra el caciquismo de unos pocos.
de Pedro Vicente, autor material del asesinato del regidor
Antón de Ortega), o es un personaje relevante de la oposición
política al mismo (caso del regidor Francisco Martínez de la
Torre), aunque también hay casos en los que un desheredado
de la fortuna comanda un grupo de bandoleros (caso del
labrador arruinado Alonso Ibáñez).
El bandolero suele ser utilizado en las luchas políticas
por el poder en el concejo, y no pocas veces aparece como
autor material de asesinatos de personajes relevantes del
mismo, como ocurrió con Bartolomé y Ginés Rovira. Martín
Andrés. José y Pedro Castaño. Juan Gil y Pedro Bañón.
vecinos de Yecla contratados por los caciques de Villena Luis
de Mergelina y Cristóbal de Selva, para que asesinaran a Pedro
Fernández, lo cual hicieron 41 .
Pero no sólo fueron utilizados por los bandos de los
distintos municipios, sino que también intervinieron en las
luchas políticas. Así. cuando Alonso Cerezo Ortuño. regidor
perpetuo de Yccla, familiar del Santo Oficio, alcalde Mayor y
gobernador de Montealegre. y enfrentado a la facción del otro
regidor-bandolero Martínez de la Torre, invade Yccla con 200
hombres a caballo. (agosto de 1658, ver apéndice documental.
documento n° 1). es para vengarse de sus enemigos políticos,
y para que coloquen en el ayuntamiento a personajes de su
agrado 42.
Hay que tener en cuenta una serie de factores que
facilitan la acción de estos grupos armados. Por un lado, la
situación geográfica de Yecla. muy cercana al Reino de
Valencia, donde pueden huir de la justicia castellana en un
momento dado.
Por otro lado, la poca capacidad que tiene el Corregidor
de Chinchilla para frenar a estas cuadrillas, primero porque se
encuentra muy lejos de donde se producen los hechos, y
segundo porque su capacidad para reclutar hombres rápidamente es muy poca. Luego no hay un poder fuerte que impida
la acción de estas partidas, pese a las patrullas de hombres
armados que las villas afectadas por esta plaga habían formado 43 , aunque esa insuficiencia de fuerzas a disposición de las
autoridades es algo común a todos los territorios de la monarquía. pues en el caso de Valencia ocurre algo igual".
Hay que unir a estos dos factores el hecho de que eran
muchos los personajes que prestaban ayuda a los bandoleros,
tanto gentes del pueblo, como los propios representantes del
Concejo que los utilizaban en sus luchas, como ha estudiado
en el caso valenciano J a m e s Casey 45 . Ante la imposibilidad
de enfrentarse directamente a los criminales, las autoridades
tratan de hostigar a éstos que los cobijan, con muy poco éxito,
todo hay que decirlo.
Para resolver el problema, y visto que las autoridades
no pueden frenar a cuadrillas que, en muchas ocasiones
superan los cien o doscientos hombres armados, la Corona
solía ofrecer periódicamente amnistías, con la condición de
que sirvieran al Rey en los ejércitos de Milán o Nápoles, o en
plazas fuertes como Orán 46 .
41
Blázquez Miguel, J. "Yecla en el siglo XVII". Op. cit. p. 433.
42
Ibidem, pp 439-440.
Blázquez Miguel, J. "El capitán..." op. cit. p. 65-68.
44
Casey, J. "Valencia en el siglo XVII" op. cit p. 225.
43
45
Casey, J. "Valencia en el siglo XVII" op. cit p.p. 210-219.
Blázquez Miguel, J. "Aportación yeclana a la defensa de las costas en el siglo XVII: milicianos y bandoleros". Yakka. 1992-93. pp. 41-49.
46
47
48
36
Blázquez Miguel, J. "El capitán Martín...", op. cit. pp. 6-65.
Casey, J. "Valencia en el...", op. cit p. 212.
cumplan pena de quatro ducados en que desde luego se les da
por condenados lo contrario haziendo y aplican para la camara
de su magd quarta parte para montados atento es necessario a
su rreal servicio: con lo qual se acabo este decreto y lo firmaron
los señores alcaldes y dos señores rregidores por todos.- Juº de
los Rrios Moreno andres Açorin Muñoz Jusepe Puche de
los Rios Antonio de Ortega ante mi Pedro de Ortega.
APÉNDICE DOCUMENTAL.Documento nº 1.
16 Agosto 1658. Yecla.
En la villa de Yecla en diez y seis dias del mes de agosto
de mil y seisçientos y çinquenta y ocho años se juntaron los
señores don Juan de los Rrios Moreno y Andres Açorin
rregidores y tenientes de alcaldes ordinarios por impedimento
de don Josepe de Yarza y Amaya y Ju° Yague alcaldes
ordinarios desta villa y Antonio de Ortega Francisco Puche
Yague Jusepe Puche de los Rrios Jusepe de Ortega rregidores y Anton Palao alguacil mayor como justicia y regimiento
desta dha villa//Y dixeron que por quanto sus merçedes tienen
despachado propio a el ss° corregidor deste partido dandole
noticia de lo ynquieto que esta el lugar con tanta gente de
armas que ay en ella y pedido se benga para que procure mirar
por la paz y quietud desta rrepublica y castigar los que tubieran
caussas para ello y por que su benida de el dho peon parece se
tarda por donde se presume biene su md y para que se le tenga
prebenida cassa con lo necesario.
Documento nº 2.
Propiedades de Francisco de Yarza y Olacarán, esposo de
Catalina de Amaya.
- 13 fanegas en el Pulpillo (dadas a trueque a Juan Bautista
de Amaya. 1623).
- Tierra en la Hoya del Carche:
- 12'5 fanegas recibidas por trueque del anterior, vendidas a Juan de los Ríos, 1645.
- 10 fanegas recibidas por trueque de Bartolomé Ruiz
Puche y Elvira de Amaya, 1623.
- 2 fanegas compradas a Bartolomé Sanchez de Amaya, 1623.
- 2 fanegas compradas a Luis de Villanueva y María
Noguera, 1636.
- Vende 24 fanegas a Juan de los Rios Moreno, 1638.
- Vende 9 fanegas a Juan de los Rios Moreno, 1646.
- 4 fanegas compradas a Francisco Muñoz Fuenteeillas, 1623.
- 3.000 cepas en la Hoya de los Baños (dadas por trueque a
Eugenio de Molina y Ana Ortuño, 1631).
- 16 fanegas en la Huerta y un bancal en el Rasillo, recibidos
por trueque de los anteriores.
- 3 fanegas en la Balsa Nueva, compradas a Antón Azorin en
1631 y vendidas a Ginés Azorin en 1633.
- 2 fanegas en la Hoya del Pozo, vendidas a Francisco Muñoz
Fuentecillas en 1623.
- 8 celemines en la Huerta, vendidos a Bartolomé de Amaya
en 1633.
- 800 cepas en el Rasillo, compradas a Damián Santa, 1633.
Acordaron de nombrar y nombraron por señores comissarios a los señores Francisco Puche Yague y Jusepe de
Ortega rregidores a los quales se les da poder y comission en
bastante forma para que puedan sacar y librar de propios lo
necesario de donde se hallare mas pronto a los quales se les
notifique lo acepten e yo el es° lo notifique y dixeron lo
aceptan.
Asimismo acordaron que atento quando se rrescibio a
dho ssor corregidor para el que viniese para lo rreferido se le
avisso podia benir con toda siguridad rrespecto de que el lugar
estaba quieto y aora por berse a la vista desta villa en la partida
de la cassa blanca que estan mucho numero de personas y
caballos de que no se puede presumir nada bueno dixeron que
para que su md de dho ssor corregidor benga con toda la
siguridad posible se buelba a despachar otro propio dandole
avisso de lo rreferido para si neçesario fuere sadra todo el
cavildo y la gente desta villa el qual se despache con toda
brebedad segun el casso rrequiere.
Otrosi acordaron rrespecto de la noticia que a sus
merçedes se les a dado de la mucha gente que esta en el campo
y a la vista desta villa procurando escussar los daños que
pueden sobrebenir de si se rresuelben a querer entrar en esta
villa a el sacar los pressos que estan en la carçel publica de ella
y que en dha gente ay personas y cabezas que les tienen a su
orden se los escriba pidiendoles les escusen el arrimarse a esta
villa y el quitarse de la vista della por el escandalo que caussan
a sus becinos con el peligro de perderse para que de no hacerlo
se dara quema a los señores de el rreal cosexo y señor virrey
del rreyno de balencia por tener noticia que en dha gente ay
comprehendidos de el dho reyno para que se procure de el
rremedio neçesario.
Dixeron que por quanto la villa esta como ha rreferido
y muchos señores rregidores estan en sus haçiendas y eredades
y por estar como se esta aguardando el ssor corregidor acordaron se les despache personas a don Franco Ortuño y Olivares
y a don Fernando Ybañes don Bartolome Sanchez de
Amaya y a Juan Loçano de Amaya rregidores para que luego
se les de el aviso sin dilaçion alguna bengan a esta villa y lo
37
LOS AYUNTAMIENTOS DURANTE EL PERIODO 1823-31
Miguel Ortuño Palao
Regidores:
En 1823 cae denotada por segunda vez la Constitución
de Cádiz. Por un lado la reacción, el absolutismo y la opresión,
y. por otro, la demagogia, el sectarismo y la anarquía, anulan
las posibilidades de entendimiento entre los españoles. Únase
a ello la independencia de los pueblos americanos de habla
hispana y la incapacidad de Fernando VII. "mezquino c
hipócrita....auténtico símbolo de la perfidia y de la bajeza".
como lo ha calificado Carlos Seco Serrano.
José Palao Palao
Francisco Antonio
Diputados:
Síndico:
Secretario:
Por lo que respecta a Yecla hay que hacer dos puntalizaciones. La primera es que, si en España la represión del 23
es más fuerte que la absolutista del 14 y que la liberal del 20,
aquí no presenta caracteres tan dramáticos y es minoritaria.
gracias sobre lodo a un gran alcalde, a Belmonte. La segunda.
que si al período 1823-33 se le conoce en la historia patria
como la "década ominosa" en Yecla no dura dos lustros, ya
que a fines de 1831 empieza una época dc transición que, junto
con la regencia de María Cristina, será el lema del próximo
capítulo.
Ortuño y
Ortuño
Fulgencio López Santa
Pedro Puche Juan
Pedro Azorín Sanano
Pedro Ximénez Palao
Francisco Román
Pedro Antonio García Palao
El 3 de julio se reúnen nueve concejales de la anterior
Corporación liberal presididos por Pascual Navarro, para dar
cumplimiento al oficio recibido el día anterior, firmado por el
corregidor villenero Joaquín de Mergclina (de este oficio ya
dimos cumplida cuenta en el capítulo anterior). Los concejales
aceptan su cese y citan a los regidores del primer período
absolutista.
Una hora después se presenta Quílez en su ealidad de
regidor perpetuo y pasa a ejercer provisionalmente la jurisdicción ordinaria como regente. Toman posesión los que arriba se
indican y acuerdan poner en libertad a los detenidos políticos
y decirles que reseñen los padecimientos sufridos durante el
"pretendido sistema constitucional". A las diez de la noche
levantan la sesión.
En el anterior trabajo, señalábamos cómo el trienio
liberal acababa con la invasión de los llamados "cien mil hijos
de San Luis". Pero nosotros hemos ahora de centrarnos en la
historia local y vemos que el 11 de mayo, doce días antes de
que los franceses conquistaran Madrid, gran parte del vecindario se levantó al grito de "viva el Rey absoluto" y derribó en
la Plaza del Ayuntamiento la lápida que la rotulaba como de
la Constitución. Yecla fue el primer pueblo de la comarca en
alzarse contra los liberales, un alzamiento precipitado, porque
al poco fuerzas liberales de Murcia, de Alicante y de Chinchilla se lanzaron sobre Yecla. Hubo varios muertos en un
combate en las inmediaciones de la población. Los constitucionales fusilan a José Aroca, apresan a los realistas más
significados, que sufren vejaciones y fuertes multas, y reponen la lápida destruida. El jefe de esta columna liberal era el
comandante Eguaguirre. que estaba a las órdenes del general
Ballesteros.
Quílez (1775-1855) era hijo de Joaquín Quílez Yarza
y Francisca Ortega Ortega; casó en 1809 con Lorenza Jordán
Cebrián (1780-1853); luchó contra los franceses en la Guerra
de la Independencia y éstos le saquearon su lujosa casa de la
calle de San Antonio; dueño de la Hoya Hermosa y segundo
propietario de la población, fue investido como caballero de la
Real Maestranza de Ronda. Años después, en el 36. fue
expedientado por no admitir en su vivienda al coronel que le
asignaron.
El secretario García Palao (1759-1831) era un abogado
partidario del absolutismo; ejerció en el Ayuntamiento del año
11 al 20. y fue cabo de Ronda de la Real Hacienda; a pesar de
estos cargos salió huyendo cuantío la invasión francesa de
1812.
A principios de junio cambia el panorama. Los realistas de Valencia conquistan Yecla, y la villa pasa a la obediencia de la Junta Provincial de Gobierno, constituida el día 3 y
presidida por José Bermúdez de Cañas. Así empieza la narración específicamente municipal.
Del 6 al 13 de julio de 1823
Regente:
Regidores:
Del 3 al 6 de julio de 1823.
Joaquín Quílez. Ortega
Felipe Santiago Muñoz Azorín
Juan Ignacio Ortuño y Ortuño
Regente:
Joaquín Quilez Ortega
Pedro González Amoraga
39
Diputados:
Síndico:
hacía un par de años estaba habitualmente enfermo. Miguel
Lorente era coadjutor de la Asunción, y su hermano Alfonso.
también presbítero, coadjutor del Niño Jesús: ambos eran
dueños de la Cañada del Pulpillo y en 1839 construirían allí
una ermita dedicada a Santa Catalina. Miguel vivía en la calle
Aguado.n° 3. y murió en 1848; Alfonso tenía su casa en San
José, entre la de Menchirón y la de Mergelina. falleció en 1855
a los 70 años de edad.
En la última sesión de este breve Ayuntamiento hace
acto de presencia el teniente coronel Andrés de Morales para
recoger todas las armas que tenga el vecindario, bajo sanción
de cincuenta ducados, y formar la Milicia Voluntaria, destinada a "la seguridad interior y exterior".
Juan Martínez. García
Francisco Azorín Cerezo
Roque Ortuño Puche
Pedro José Lorenzo Cerezo
La nueva y provisional Corporación queda constituida
por capitulares de los años 18, 19 y 20, tras haber renunciado
por enfermedad Miguel Rubio Ibáñez Ccrvera y Carlos Marco
López. Se presenta entonces el presbítero Pedro Ruiz Ortuño.
que era un furibundo absolutista, para exigir "en representación de muchos vecinos" que se excluyan a Fulgencio López,
a Pedro Puche y a Pedro Azorín, por ser adictos al sistema
constitucional y el día 9 es Juan Antonio García Soriano el que
lleva un escrito, en nombre del pueblo, para que no sean
regidores ni los tres anteriores ni Miguel Díaz Gil, Juan
Martínez García, Pascual Lorenzo Cobos y Matías SánchezAmaya Lorenzo.
Del 18 de julio al 26 de septiembre de 1823
Alcalde Mayor:
Simón Martínez. López.-Atalaya
Síndico:
Pedro Lorenzo Mellinas Gil
Todos los demás cargos continúan.
Algunos de los excluidos aceptan y se callan. Otros
responden con cierto tono de ironía. Así Sánchez-Amaya, que
da las gracias por el gran favor que le hacen al no poder ser
regidor, o Miguel Díaz que también agradece a las personas
que tanto se interesan por el bien público y se tiene por
despedido. Pascual Lorenzo arguye "que no era ni dejaba de
ser constitucional". El único que protesta y no se conforma es
Juan Martínez que afirma su fidelidad al Rey absoluto.
El 18 de julio llega el comisionado regio Aquilino
Pérez Ansaldo para nombrar alcalde mayor interino a Simón
Martínez y para el puesto de síndico, que este desempeñaba a
Pedro Lorenzo-Mellinas. En los dos días que está en Yecla.
Ansaldo adopta una serie de medidas: derribar la lápida de la
Constitución, tres noches de festejos, que la carne sólo se
venda en la carnicería y no en casas particulares, y destituir
como maestro y como organista a Nadal Careliano Company
por ser desafecto a S.M. (Sobre Carchano ya hablé en "La vida
de Yecla en el siglo XVIII"; fue un personaje curiosísimo:
desempeñó los oficios de tejedor, relojero, músico, procurador y enseñante).
El principal problema, como casi siempre, es el económico. Cuesta mucho poder atender "los extraordinarios pedidos que desde la Fuente la Higuera y ciudad de Villena exige
el ejército francés".
Del 13 al 17 de julio de 1823
Regente:
Regidores nobles:
Joaquín Quílez Ortega
Juan Ignacio Ortuño y Ortuño
Felipe Santiago Muñoz Azorín
Pascual Ximénez de Notal Spuche
Miguel María Puche-Torres y Abellán
Regidores Generales: Pedro González Amoraga
José Remigio de Jiguera
Antonio Palao Juan
Martín Ibáñez Val
Diputados:
Francisco Azorín Cerezo
Roque Ortuño Puche
José Pablo Azorín
Antonio de la Santa Ortega
Síndico:
Simón Martínez López.-Atalaya
Lo que resulta extraño es que fuera nombrado alcalde
Simón Martínez (1780-1842). ya que este abogado se había
inscrito en la Milicia Nacional; había sido alcalde en otro
momento crítico, en 1814; estaba casado con Antonia Azorín
Castaño.
El nuevo síndico Lorenzo-Mellinas (1777-1864). hijo
de Francisco Lorenzo-Mellinas y de Bernarda Gil de Alarcos
y casado con Ana Dolores Lorenzo Pérez de los Cobos, era
capitán del Ejército en situación de retirado. Pertenecía a una
familia de gran influencia social. Sus hermanos eran Francisco
(1777-1834. liberal, del que se hablará en el próximo número),
Felipe (1769-1834, regidor años después, soltero). Bernardo
(1770-1820, escribano, asesor municipal durante la ocupación
francesa de 1812) y Pascual (1783-1846. primero fue comandante jefe de la Milicia Real y después abrazó la ideología
liberal y luchó contra los carlistas, hasta que se retiró como
teniente coronel).
En este azaroso mes interviene nuevamente el corregidor Mergelina con el fin de designar un Ayuntamiento de total
fidelidad y en el que los regidores estén clasificados en los dos
estados tradicionales. Para conseguir esto delega toda su
autoridad en el regente Quílez y en el sacerdote Miguel
Lorente Azorín. Ambos nombran a los anteriormente relacionados, al tiempo que declaran definitivamente cesados a
Sánchez-Amaya. Fulgencio López. Pedro Puche. Juan Martínez, Miguel Díaz y Pedro Azorín, y determinan que todos los
acuerdos municipales se notifiquen al público por si alguien
quiere "exponer alguna queja o agravio".
Hizo también Ansaldo otros nombramientos: Pascual
Martínez Corbalán. escribano del Pósito: Antonio Polo y
Vicente Tomás, procuradores de número: Roque Ortuño.
representante de los herreros, etc. Ratificó el nombramiento
de las cinco maestras de niñas de la localidad.
La Regencia, por Decreto del 24 de julio, priva de
empleo y sueldo a lodos los desafectos o que hubiesen pertenecido a la Milicia Constitucional. Para dar cumplimiento, el
19 de agosto se acuerda cesar a los escribanos Bautista de
Toda. Azorín Cerezo, Muñoz Ortuño e Ibáñez Castillo, y al
preceptor de Latinidad Agustín Gómez. Con brevedad dire-
¿Quién era el presbítero Lorente? Actuaba en nombre
del párroco Miguel Ramón de Moncada y Cuenca, quien desde
40
Alfonso" (se refiere al Barbudo).
También se reconoce que solamente se han recogido
nueve fusiles, mas hay que tener en cuenta que las partidas
absolutistas de los comandantes José Rodríguez de Vera. Juan
Jover, Jaime Sarria y Andrés Morales requisaron mucho armamento sin dejar recibos que lo acreditaran.
Y a las diez de la noche el pueblo se amotina. Exige una
más dura represión y obligan al alcalde a aceptar una serie de
medidas extraordinarias: cerrar las puertas de la villa, expulsar
a los forasteros, arrestar a dos liberales, deponer a los guardas
de monte por su conexión con los facinerosos, revisar pasaportes, relacionara los que fueron voluntarios en la Milicia Nacional y obligara una contribución económica a los nobles. En esta
sesión se nombran jefes de puestos a los cuatro absolutistas más
notorios: Pascual Ximénez de Notal Spuche (1765-1830. comandante de la partida de Honrados Escopeteros). Pascual
Spuchc Lorenzo (1772-1838. diputado provincial en la guerra
de la Independencia, exalcalde y fiscal de Montes de la Marina:
casado con Ana María Spuche Muñoz). Fulgencio Martínez
Román (1780-1840, abogado y escribano del Juzgado; casado
con Teresa Torregrosa Simó) y José Ibáñez Lara.
Días después la superioridad pide al Ayuntamiento
70.000 reales para ayuda al ejército de Bcssiercs. acantonado
en Chinchilla, al que desde el 1 de septiembre habrá que
mandar diariamente 150 raciones de pan, 80 de cebada y 400
de vino. Las peticiones son continuas y agobiantes: a las tropas
francesas que pasan por Villena se les envían 100 arrobas de
vino y otros alimentos; a las acampadas en Novelda, 385
fanegas de trigo, 700 de cebada. 2.800 arrobas de paja. 1.053
cántaros de vino y 700 cabezas de ganado. El pueblo se ha
quedado empobrecido y sin reservas.
La lápida con el nombre de Plaza Real se coloca el 18
de septiembre. Y el 26 el obispo nombra vicario de la Villa al
presbítero yeclano Marcos López del Castillo y Núñcz Cortés
(1769-1834, hidalgo, párroco del Niño y. al poco, ecónomo de
la Iglesia Vieja: en 1832 se le condecora con el Escudo de la
Fidelidad, pero al año siguiente tiene que salir huyendo por
absolutista). Este sacerdote sustituía a Pedro Palao Palao.
mos unas notas de estas personas acusadas de liberales.
Francisco Bautista de Toda y Molina (1790-1857), hijo
de Francisco y Marcelina, casado con María Nicomedes
Ortega Puche, abogado y notario, capitán de la Milicia. Es
encarcelado y conducido a la prisión de Valencia, acusado de
pertenecer a los carbonarios, sociedad secreta semejante a la
masonería. En la época isabelina será secretario del Ayuntamiento y. en 1840, lo declararán Benemérito de la Patria.
Juan Azorín Cerezo (1762-1838), hijo de Martín Azorín-Vicente Muñoz y María Cerezo Ibáñez, casado con Joaquina Puche Martínez; procurador de los Tribunales. En la
siguiente etapa política, escribano y secretario del Ayuntamiento.
Bartolomé Bañón Ortuño (1770-1829). abogado y
procurador, escribano de almotacenía o fiel de carnicería. A
fines de la guerra de la Independencia había sido secretario de
la Corporación municipal.
Pascual Ibáñez Castillo (1780-1834), casado con Benita Mendoza de Haro, licenciado en Derecho, escribano desde
1807. Fue el que en 1820 leyó la Constitución de Cádiz en un
solemne acto. Casi siempre se ponía la contracción "del" entre
sus dos apellidos para distinguirse de su homónimo hijo,
también escribano.
Agustín Gómez (1786-1861) fue un franciscano del
convento de Villanueva de la Jara (Cuenca) y, al exclaustrarse,
regresó a su pueblo natal, como asignado a la parroquia de la
Asunción. Era profesor de Literatura y preceptor de Latinidad.
El mencionado comisionado regio nombró a Antonio
Contreras alcalde de las Reales Cárceles y alguacil vigilante
de campo y huerta, "por los servicios hechos a la causa del Rey
y para precaver los desórdenes, excesos y robos que ordinariamente se cometen en los frutos del término".
El 30 de julio se publica un bando nombrando alcaldes
de barrio entre personas leales "para conservar la paz y
tranquilidad, averiguación de sospechosos y castigo de aquellos que pueden turbar al vecindario". El pueblo se divide en
ocho cuarteles y aparece una de las primeras relaciones de
calles. Son las cuarenta siguientes: Aguado. Alfarería, Blas
Ibáñez. Boticas, Calaveras, Camino Real, Carlos, Carnicería
Vieja, Castillo, Concepción, Corredera, Cruz de Piedra, Forte,
Hospital, Iglesia. Jabonerías. Juana Valera, Morera, Niño
Jesús, Nueva, Oliverica, Once Vigas, Parras, Peso, Plaza,
Puerta de la Villa, Rosa, Salsipuedcs, San Antonio, San
Cristóbal, San Felipe, San Francisco, San José, San Juan, San
Pascual, San Ramón. San Roque, Santa Bárbara, Santo Cristo
y Serratillas.
Del 26 de septiembre de 1823 al 11 de octubre de 1824
Alcalde Mayor:
Mateo Abellán Lozano
Los demás cargos continúan.
El 26 de septiembre, el comisario regio Carlos Ullman
nombra Alcalde Mayor interino al licenciado Mateo Abellán
Lozano, teniendo en cuenta "la buena conducta moral y
política" de este jumillano y sus conocimientos literarios y
políticos. Ya veremos que en realidad fue un hombre apocado
que tuvo que afrontar dispulas y disensiones.
En la última decena de noviembre se celebran tres días
de fiesta por la liberación de Fernando VII (1 de octubre) y su
entrada en Madrid (13 de noviembre). Consistieron en iluminación, música de orquesta, desfile de cien jinetes de las tropas
del general Rafael Sempere aquí acantonadas, bajada de la
Virgen del Castillo y una arenga por paite del presbítero
Rafael López del Castillo y Andrés (1764-1840. párroco del
Niño Jesús y hombre de marcado talante absolutista: en 1800
adquirió el excelente paso de Cristo ante la Cruz, obra de José
Esteve Bonet).
Un día cargado de acontecimientos fue el 29 de agosto.
cuando se constituye la Milicia Realista para luchar contra
"cuadrillas de malhechores y bandidos que ocupan este término y ponen contribuciones y exigen otros sacrificios a los
propietarios, en oprobio y mengua de la nación". Se felicita a
Fernando VII y se le asegura que este pueblo "ha sido el
primero en estas provincias que ha derribado la lápida de la
Constitución; ...y que sólo quiere Religión Católica Romana
y Rey absoltuto". Y al general Jorge Bessieres se le agradece
"el inestimable favor que este pueblo ha recibido libertándolo
de los insultos y amenazas con que aterraba la columna volante
al mando de Eguaguirre y partida de Chaleco", y se le expone
"el peligro en que está el pueblo y los cortijos de este término
por la partida de ladrones, todos o la mayor parte de la de Jaime
41
hijos del demonio. El alcalde, al escuchar esto. se dirige al
obispo para que le prohiba predicar, porque estas expresiones
alarmantes y seductoras apagan el heroico entusiasmo de estos
vecinos... y es de temerse una sedición y alboroto".
El Consejo de S.M. exonera de su cargo, a petición
propia, al regidor noble Felipe Santiago Muñoz, al tener 69
años; el 6 de junio le sustituye el abogado Joaquín Gregorio
Tárraga. Y en la festividad de San Juan, como era secular
costumbre se nombra a los dos alcaldes de la Santa Hermandad, cargos que recaen en Pedro Antonio Puche-Torres Abellán (1792-1834) y en Pascual A/orín Rentero.
En la primera sesión en que interviene Puche-Torres
(que es sobrino carnal del alcalde), la del 13 de julio, se
enfrenta a lodos los regidores por atacar a la primera autoridad
con "repetidos lenguajes y desaires, con insultos, desobediencias y dicterios nada decorosos, hechos y dichos en público.
con escándalo de los concurrentes. ...y de día en día van
tomando más alas y orgullo, dando por ello margen a fatales
consecuencias y a ser la nota, risa y platillo de los lugares
comarcanos". Ortuño le replica que es Abellán el que tiene la
culpa de que no se le respete al no castigar a los constitucionales y comuneros que se están organizando y envalentonando. (Recordemos que en este mes de julio empieza en España
un año de dura represión, dirigida por Calomarde).
Los alborotos de diciembre son tan grandes que se teme
una revuelta general de la población empobrecida. Scmpcrc
exige que antes de las seis de la tarde del día 29 se le entreguen
50.000 reales; el Ayuntamiento responsabiliza a los regidores
del período constitucional, y el 30 son detenidos los once
capitulares y el secretario del trienio liberal que se encontraban en la Villa. Se lardaría un mes para que el militar consiguiera el dinero.
Los problemas también se agravan dentro de las propias filas absolutistas. Se eligen los regidores para 1824, pero
llega el 1 de enero y estos no acuden, excusándose en la
violenta situación que existe con el ejército. El día de Reyes los
electos se niegan a jurar el cargo, y el alcalde decide que
continúe el actual Ayuntamiento y que sean detenidos los que
no han querido tomar posesión. Ingresan en prisión Joaquín
Gregorio Tarraga. Juan Jesús Ortuño, Antonio Soriano, José
Soriano-Carrasco, Fulgencio Martínez. José Rodríguez, Donato Díaz y Francisco Carpena.
Al confuso y oscilante 1823 le sigue un año angustioso
y lleno de tribulaciones. Durante nueve días de enero el
comandante Pascual Lorenzo-Mellinas, con cuatro oficiales y
cincuenta y tres soldados, da una batida por la zona de Pinoso
y Jumilla. En el mes siguiente aumenta la agitación. Los
llamados "enemigos del Altar y del Trono" dan por las noches
vivas a Riego; se realizan registros por las casas; Hilario Juan
de Gómez, uno de los cabecillas huye del pueblo; incluso el
regidor Antonio Palao es detenido. El más decidido realista, el
más audaz en las persecuciones, sigue siendo Pascual Spuche.
La única nota favorable es que el monfortino Antonio Limiñana establece una fábrica de licores.
Empiezan los enfrentamientos del regidor decano Juan
Ignacio Ortuño. al que le siguen los restantes capitulares,
contra el alcalde Abellán. Le exigen a éste que presente la
fianza establecida por la ley. El replica que es interino y ya ha
renunciado al cargo. Hasta le desobedecen cuando pide veinte
hombres para que. mandados por el comandante José Español.
ataquen a Jaime el Barbudo que merodea por el Carche.
Los alcaldes de barrio se suprimen en abril. En este mes
se ausenta el cirujano Pedro Antonio Serrano y es sustituido
por Isidoro Zaplana. con sueldo anual de 300 ducados.
Yecla, a pesar de lodo, no olvida sus tradiciones y
celebra la fiesta de San Marcos, no en la Magdalena como era
tradicional, sino en la ermita de San Juan, a causa de las
circunstancias. Recuerdan los regidores que en esta fecha, iras
la procesión y misa en la Magdalena, "se repartía la caridad a
todos los fieles y necesitados. ...dando gracias al Todopoderoso por la victoria de las armas españolas y francesas en la
batalla de Almansa, en la que se afianzó la Corona en la Casa
de Borbón". Si nombran aquí a los franceses es para asociarlos
a los que ahora están defendiendo a Fernando VIL
Un gran escándalo se produce el 16 de mayo, al
predicar en la Iglesia Vieja el fraile exclaustrado Juan Palao
Santa (m. 1859; fue pasante en el Seminario murciano de San
Fulgencio; en 1812 pronunció el sermón en defensa de las
Cortes de Cádiz y se distinguió siempre por sus ideas liberales). Desde el pulpito se atreve a decir que las autoridades
locales proceden por venganza y por particulares resentimientos. que en esta época se han producido más desórdenes que
nunca y asegura que es pecado mortal el decir "mueran los
negros" (o liberales) y que los "blancos" (o absolutistas) son
La lucha municipal, que acabará con el alcalde, continúa. Llega a tal punto que el 14 de agosto los regidores no se
reúnen en la Casa Consistorial, sino en la particular de Ortuño
y con asistencia de Pascual Spuche. el hombre fucile de la
situación, "cabeza de todos los realistas de esta Villa". La
debilidad del alcalde permite que sean los regidores quienes
tomen la iniciativa en circunstancias muy críticas, pues hay
rumores de un pronto alzamiento de los constitucionales, de
que desde Gibraltar hasta Valencia toda la costa está amenazada y de que muchos "insurrectos" se están agrupando en la
Sierra de Crevillente. Todo esto se comunica a Pedro Fermín
de Iriberry. jefe político de Alicante y realista valiente y
decidido. Y Spuche recorre los pueblos de Caudete. Elda.
Petrel, Novelda. Monóvar. Monforte y Elche para animara los
realistas.
En la madrugada del 17 se dice que gente armada viene
a liberar a los presos y aunque a la sesión asisten dos oficiales
del Ejército, Ortuño reconoce que el pueblo está "amilanado".
A primeros de septiembre el principal defensor del
alcalde. Puche-Torres, se incorpora al ejército y es sustituido
por Gaspar Tárraga López del Castillo (1802-1834). hijo de
Pedro José Joaquín Tárraga Auñón y Pascuala María López
del Castillo y Núñez-Cortés. Este, dos años después, sería
alférez de los Voluntarios Realistas y moriría soltero. Sus dos
hermanos fueron Joaquín Gregorio (1790-1840). abogado.
capitán realista, escribano de número y notario apostólico del
Obispado, en cuyos cargos sería depuesto al incorporarse en
1833 al carlismo. Del otro. Juan Manuel (1801-1838) hablaremos en el capítulo siguiente al ser figura destacada entre los
seguidores de Don Carlos; su muerte, a garrote vil, causó
honda consternación.
Forestas lechas tiene lugar un disparate histórico. Para
dar cumplimiento a la R.O. de 23 de julio, se entregan a la
Intendencia de Policía de Murcia, el 19 de agosto, cuatro libros
capitulares correspondientes al trienio constitucional. Para su
constancia indico que fueron los siguientes: el de 1820 con 174
42
sueldo anual de 6.600 reales y para un sexenio. Por su delicada
salud realiza su juramento ante el obispo de Cartagena y aplaza
su toma de posesión al 29 de octubre. Siguen los anteriores
capitulares, pero la situación ha cambiado radicalmente. Belmonte es persona bondadosa, enemigo de extremismos y
dispuesto a atender a todos.
Tres problemas intenta resolver el nuevo alcalde. Uno
es el sanitario, puesto que el único médico que quedaba,
Antonio Palao de Espejo y Santa (1740-1835). abandona su
profesión por su avanzada edad y "por el poquísimo aprecio
que se hace a los facultativos", ya que son muchos los que no
le pagan la iguala. Estaba titulado por la Universidad de
Valencia y era además bachiller en Filosofía por la de Orihuela; poco antes de morir, ya casi centenario, pudo asistir en el
Pósito a la representación de una comedia suya, titulada "Un
rasgo de la piedad de Doña María Cristina de Borbón". Para
sustituirlo se acuerda que sean tres los médicos y que a cada
uno el Ayuntamiento le abone 600 ducados anuales; el primero nombrado fue el jumillano José Bascuñana.
La segunda cuestión era la económica. Cinco meses
antes estaba la arroba de harina a 18 reales y la libra de pan a
cinco cuartos y medio; ahora están a 24 reales y a 7 cuartos.
respectivamente. En las actas capitulares leemos que "los
infelices jornaleros y menestrales están absolutamente fallos
de lodo trabajo", y que hay "extraordinaria hambre, agudas
enfermedades y mendicidad, hasta el extremo de haber fallecido algunos miserables por falta de medios". Belmonte crea
una Junta de Caridad, manda construir cauces para dar trabajo
y exige que la Empresa de San Isidro, que utiliza agua propia
del Heredamiento, pague en justicia lo que debe, ya que
durante siete u ocho años no ha abonado ninguna cantidad.
Y la tercera cosa que el alcalde aspira a resolver es la
pacificación de los espíritus y la reposición de los injustamente cesados. El primero en ser readmitido es el ilustre José
Soriano García. En otra ocasión comenté el largo y razonado
escrito que el interesado envía al Ayuntamiento: es un ejemplo
de buena prosa, de lógica irrebatible y de altura de miras, y
bien merece un artículo explicativo. La Corporación, atendiendo "al grito de la humanidad", lo repone y le entrega las
llaves de la escribanía porque sabe que usará de su oficio "con
la legalidad y pureza que exige la confianza pública". Soriano
lo agradece y acepta y. generosamente, renuncia a la que tenía
agregada del escribano José Yagüe Ibáñez. para descargarse
de tanto trabajo y para atemperarse "a la cortedad de vista que
padece". Los papeles de Yagüe pasan al yeclano José López
Campos (1785-1865). escribano que ejercía en Montealegre y
que era "benemérito de la Patria en grado heroico y eminente.
condecorado con la Cruz de los Defensores de Zaragoza";
años después sería notario en Albacete. También es readmitido. con toda satisfacción Ibáñez del Castillo.
folios, el de 21 con 181, el de 22 con 70 y el de 23 con 47.
Ninguno de ellos ha sido recuperado por el Consistorio yeclano.
Del 11 al 29 de octubre de 1S24
Alcalde
interino:
Regidores nobles:
Juan Ignacio Ortuño y Ortuño
Joaquín Quílez Ortega
Joaquín Gregorio López del Castillo
Pascual Ximénez de Notal y Spuche
Francisco Muñoz González
Regidores generales: Antonio Beltrán Puche
José Juan Gil
Juan Martínez Laosa
Pablo Aguirre Rodríguez.
Diputados:
Francisco Az.orín Cerezo
Roque Ortuño Puche
José Pablo Azorín
Simón Az.orín
Síndico:
Pedro Lorenzo-Mellinas Gil
Tan imposible era la convivencia cntre el alcalde y los
concejales que éstos llegan a prohibirle que abriera el correo
oficial, si no era en presencia de la mayoría de los capitulares.
Esta insostenible situación acaba el 11 de octubre con la
llegada, en calidad de comisionado regio con plenos poderes,
del licenciado Pascual Ramírez Cerezo, abogado y alcalde
mayor de Montealegre del Castillo. Éste ordena separar de sus
cargos a los desafectos al Rey y. en consecuencia, destituye al
alcalde Abellán y a los regidores Puche-Torres. GonzálezAmoraga. Antonio Palao. Martín Ibáñez, Jiguera y Antonio de
la Santa, y nombra nuevo Ayuntamiento, interinamente presidido por Ortuño. En la toma de posesión han de jurar "no
pertenecer ni haber pertenecido a ninguna logia ni asociación
secreta,...ni reconocer el absurdo principio de que el pueblo es
arbitro en variar la forma de los Gobiernos establecidos".
Sólo fueron 18 días los que duró este alcalde, suficientes para demostrar un talante cruel y resentido. Su defensor era
Pascual Spuche. jefe ahora de la comandancia realista de
Yecla y Caudete. sustituido en sus ausencias por Pedro López
del Castillo.
Ortuño. con espíritu sectario, cesa en sus cargos a tres
grandes yeclanos: al escribano Ibáñez del Castillo, por haber
sido miliciano: al letrado Pedro José Lorenzo Cerezo (17701848. casado con Pascuala Puche-Torres Andrés), acusado de
haber sido, durante el trienio, juez de 1a instancia en Murcia,
Novelda y Chinchilla y de "recibir sospechosos", y al escribano José Soriano García (1775-1857). que merece apartado
especial. A éste, bisabuelo del escritor José Martínez Ruiz. se
le achaca "haber sido escribano o secretario de la Jefatura de
la ciudad de Murcia y ser su casa punto de reunión de decididos
constitucionales, y según la opinión pública es el que sostiene
e ilumina al partido liberal con sus consejos".
De 10 de abril de 1825 a 6 de mayo de 1826
De 29 de octubre de 1824 a 10 de abril de 1825
Alcalde Mayor:
Regidores nobles:
Juan Belmente
Francisco Muñoz González
José Sáez
Juan Jesús Ortuño y Ortuño
Pedro Alcántara Ibáñez y Ortega
Regidores Generales: Antonio Beltrán Puche
José Juan Ortuño
Alcalde Mayor:
Juan Belmonte
Los restantes cargos continúan.
Por fin Yecla va a tener un alcalde en propiedad. El 28
de septiembre el Rey designa al licenciado Juan Belmonte, con
43
En España empiezan las conspiraciones e intentonas
liberales. Bessieres, el antaño perseguidor, se cambia de
bando y conquista tierras por Segovia y Cuenca: es detenido
y fusilado el 26 de abril. En esta situación Belmonte. con
talante imparcial, reconoce que en Yecla existe "una rivalidad
funesta en los dos partidos opuestos, ...siguiéndose de aquí el
no mirarse todos los vecinos como hijos de una gran familia".
Califica a los liberales de "insensatos y revolucionarios" y a
los realistas de "envidiosos y codiciosos": ambos "quieren
tener siempre encendida la lea de la discordia" y él. como
alcalde está en la obligación de desterrar "toda voz y nomenclatura odiosa e irritante que divida ánimos y signifique otra
diferencia o diversidad que la de españoles buenos y malos".
Para asesorarse acuerda citar a "sacerdotes y personas sensatas" a una reunión extraordinaria.
Juan Martínez Liosa
Pablo Aguirre Rodríguez
Diputados del Común: Francisco Donato Díaz Az.orín
Dionisio Guardiola
Francisco Carpena Ruiz
Francisco Palao Ruiz
Síndico personero:
Pedro Regalado López del Castillo y Ortega
Procurador general:
Pascual Spuche Lorenzo
Alcaldes S" Hermandad: Joaquín Gregorio Tarraga López del Castillo
Fulgencio Martínez Román
El nuevo Ayuntamiento, designado por la Chancillería
de Granada en nombre del rey, toma posesión el 10 de abril. Es
uno de los más jóvenes de este siglo, ya que la media de edad
no llega a los cuarenta años. Esto indica el afán de renovación
que impulsa Belmonte.
Empiezan en un buen momento; han sido muchas las
lluvias, tan beneficiosas para unas tierras casi siempre amenazadas de sequía. En acción de gracias, procesión con las
imágenes de Jesús Nazareno y la Virgen de los Dolores. Y va
a ser el agua el principal conflicto que se presenta al Consistorio. La Empresa de San Isidro, con el fin de descubrir nuevos
caudales hídricos en el Cerro de la Fuente, profundiza en
varios lugares "con pérdida o extravío del manatial principal,
que es el que, además de abastecer de aguas al común, causa
la riqueza principal de la Villa". Se llegó a un arreglo tras una
serie de reuniones en las que intervinieron los principales
propietarios del Heredamiento. Estos eran José Ortega Pina,
Juan Cayetano Ibáñez Ortega. Cristóbal de Mergelina y Selva,
Joaquín Quílez Ortega, Pascual Lorenzo-Mellinas Gil, José
Serrano de Espejo Ortuño, María de Yarza Soriano, Lucio
María Ortuño Ortuño y Juan Ignacio Ortuño Ortuño.
Se celebra ésta el 6 de julio. La opinión de Spuche es
catastrofista al igual que la del párroco del Niño Jesús. Juan
Antonio López Noajas, quien refleja su sectarismo absolutista
al elogiar el "horror implacable a la nominada Constitución y
sus máximas" que la población tiene. En cambio los más
conspicuos presentan una situación de mucha más tranquilidad. Así el sacerdote Joaquín Marco Gómez (natural de Liétor;
fue ecónomo en Cieza y en el Niño y ahora es de la Asunción;
murió en Yecla en 1850), quien indica que "este pueblo
religioso cumple con las leyes divinas y humanas, dando
ejemplo a los circunvecinos, particularmente desde la época
feliz en que se posesionó el Sr. D. Juan Belmonte". Manuel
Serrano, coadjutor de la Asunción, se alegra "del buen orden
y paz que reina en esta Villa". Y el teniente coronel Andrés de
Morales manifiesta que ha recorrido muchos lugares por toda
España y "apenas se hallará un pueblo que se asemeje al
presente, pueblo devoto y religioso;...no hay ni es de esperar
se fomente disgusto alguno".
También se estudia el retroceso económico que ha
sufrido la población en los últimos años, debido no sólo a las
guerras y a las luchas intestinas, sino "principalmente por
haberse perdido una numerosa porción de miles de olivos de
su término, efecto de las nieves y hielos que ocurrieron a fines
de 1821, decayendo la agricultura de un modo inconcebible".
En cuanto a la enseñanza que pudiéramos llamar secundaria, existen dos aulas. Una regida por Agustín Gómez,
presbítero de ideología constitucional y que repetidamente se
intenta clausurar. Otra, la del caudetano Tomás Díaz y Guzmán (1745-1830), realista a carta cabal, quien ejerce desde
1772 y que por su edad avanzada presenta la dimisión. Resulla
triste leer la exposición de este preceptor de Gramática y
Latinidad, al que se le deben bastantes honorarios: "las pagas
son tan escasas que muchos días el exponente está expuesto a
una vergonzosa mendicidad" y, con amargura, suplica "que
este pobre viejo pueda acabar su triste vejez sin estafar a
ninguno".
Se reconoce que hubo excesos, quizá por lo mucho que
se padeció con los constitucionales, pero en el momento actual
sólo hay en el juzgado seis expedientes por asuntos políticos.
Son éstos:
1.- De Spuche contra Juan Muñoz Ortega, que fue
quien lo apresó.
2.- De Spuche contra Francisco Párez y Antonio Marco, que lo apalearon.
3.- De Simón Martínez contra Francisco García Yago.
4.- De Pascual Martíncz-Corbalán contra Muñoz Ortega.
5.- De Marcos López del Castillo, vicario eclesiástico,
contra Joaquín Madrona Chinchilla (pronto quedó anulado
por defunción del denunciado).
6.- Del anterior Ayuntamiento contra los escribanos
Muñoz Ortuño, Azorín Cerezo y Bautista de Toda.
El mayor susto se produce el 20 de febrero de 1826
cuando un correo comunica que los liberales han desembarcado en Guardamar y se han hecho fuertes en la Muela del Cid.
Hacia Petrel salen las fuerzas de guarnición existentes en
Yecla. con el teniente coronel Morales, el capitán Francisco
Golf y el teniente Francisco Tomás.
Los médicos eran Juan Baeza y Antonio Palao Martínez: a ellos se une el yeclano Simón Polo Martínez (18001880). del que hablaremos en otro capítulo por su importancia
política y social. En un informe sobre sanidad se dice que Yecla
tiene cerca de 3.000 vecinos, es decir, unos 13.000 habitantes.
Se producen por diversos motivos, dos dimisiones de regidores
nobles; Juan Jesús Ortuño y Pedro Alcántara Ibáñez. sustituidos por Matías Carpena Aliaga y Juan Rubio Díaz. Y se solicita
al obispo la fundación de un convento de religiosas, algo que
tardaría más de medio siglo en ser realidad.
Belmonte reorganiza a los Voluntarios Realistas y para
mantener la disciplina expulsa a ocho de ellos: cuatro por
insubordinados, dos por inmorales y otros dos por ladrones. El
batallón constaba de cuatro compañías, una de ellas de granaderos. La oficialidad estaba constituida por el comandante
Pascual Spuche; los capitanes Pedro Regalado López del
44
Juan Jesús Ortuño y Ortuño
Regidores generales: José Rodríguez Aguirre
Castillo, Francisco Muñoz Gonzalez, Joaquín Gregorio Tarraga y Juan Ignacio Ortuño: los tenientes Pedro LorenzoMellinas. Pedro Antonio Azorín Ortega. Francisco Donato
Díaz y Fulgencio Martínez; los subtenientes Pedro Ruiz
Alonso. José Juan Gil. Ángel Lorente y Antonio de la Santa;
el alférez Gaspar Tarraga y los ayudantes Antonio Soriano
Munera y José Ibáñez. Para el armamento de estas fuerzas se
consigue un préstamo de 10.000 reales entre las familias más
pudientes.
Diputados:
Síndico:
Yecla va a vivir durante más de cuatro años una gran
inestabilidad municipal. Se prevé el final del fernandismo
absolutista y son pocos los que apetecen desempeñar cargos.
Unos ponen excusas, otros dimiten, no faltan quienes se
ausentan del pueblo. Hay un continuo trasiego de capitulares.
Indicaré sólo los que son sustituidos, con algunas de sus
alegaciones, y quienes le suceden:
1.- Sánchez-Amaya (tiene 77 años y está paralítico y
casi ciego), por Pedro Regalado López, del Castillo.
2.- Juan Jesús Ortuño (enfermo), por José Palao Palao.
3.- Rodríguez Aguirre. por Juan Juan Rubio.
4.- Roque Ortuño (adolece de la ingle, de asma y de
reúma), por Salvador Román.
5.- Matías Ortega (al estar más de un año en el cargo).
por Cristóbal María Muñoz. Azorín.
Destacan tres celebraciones de carácter diverso. El 21
de julio, rogativas y preces para aplacar a Dios por el robo
sacrilego de un copón lleno de Sagradas Formas cometido en
Aljucer en la noche del 14 dejunio. El 9 de octubre, fiestas en
homenaje al Rey. Y el 16 de diciembre, misa con Te Deum,
concierto musical e iluminación por la feliz, terminación de la
sublevación de Cataluña; se refieren a los llamados "agraviados", radicales absolutistas que establecieron en Manresa una
Junta Superior del Principado y se rindieron el 28 de septiembre.
El coronel Diego de Lerma. jefe de una columna
volante para perseguir bandoleros que están ejecutando asesinatos y robos, pide donativos entre los noventa y siete yeclanos más pudientes. Se recaudan 2.774 reales. Los siete mayores contribuyentes fueron: Virtudes Ortega y del Portillo.
Joaquín Quílez. Juan Cayetano Ibáñez. Cristóbal Ensebio de
Mergelina, Eligenia Serrano Ortuño, Pascual Lorenzo Gaytán
y Francisco Muñoz. Herrero.
¿En que calles vivían este casi centenar de hacendados? Como curiosidad, para conocer la distribución económica de la Villa, las indico seguidamente: 23 en Nueva (actuales
de España y Juan Ortuño). 22 en San Antonio (comprendía
también la actual de Colón). 10 en San José (incluía la de
Pascual Amat). 6 en Santa Bárbara. 5 en Hospital. 4 en San
Pascual, 3 en San Ramón. Aguado (Corbalán) y San Francisco, 2 en Camino Real. Niño. Plaza. Corredera y Cruz de
Piedra, y 1 en San Roque. Serratillas. Rosa. Carnicería. Blas
Ibáñcz. Castillo. San Cristóbal y Salsipuedes.
De 6 de mayo de 1826 a 5 de abril de 1827
Alcalde Mayor:
Regidores nobles:
Regidores generales:
Diputados:
Juan Belmonte
Simón Martínez López-Atalaya
Valentín López Díaz
Antonio de la Santa Ortega
José Rubio Ortega
Marcos Hernández
Gregorio Martínez Soriano
Dionisio Martínez García
Manuel Ortega
Simón García Puche
Pedro Ruiz Alonso
Síndico personero:
Francisco Donato Díaz Azorín
Roque Ortuño Puche
Agustín Torregrosa Simó
Jerónimo Rubio
Martín García García
Martín Ortega Palao
Matías Ortega Palao
El hecho de no lomar posesión el día 1 de enero, como
estaba ordenado, se debía a la morosidad de la Real Chancillería en expedir los nombramientos, que tenían validez para un
año. El primer asunto que este Ayuntamiento aborda es el de
la enseñanza; se reconoce que hay "escasez y casi abandono de
la educación de los niños", porque faltan mucho a la escuela y
ésta no está bien atendida. Ea profesión de maestro no es
apetecible, al tener como únicos ingresos las aportaciones de
los escolares. Para estimular estas vocaciones se acuerda que
dos Centros sean totalmente sufragados por la Corporación y
sus plazas se cubran mediante concurso.
En cumplimiento de la orden de 23 de junio se envía
una relación de los asalariados de Propios que son adictos al
Rey. Son los siguientes: el alcalde Belmonte, el preceptor
Tomás Ruiz. el mayordomo José Rodríguez, el cirujano Isidro
Zaplana, la partera Rita Tolsa. las maestras Concepción Amat,
Rosa Pérez, Joaquina Puche y Lucía Santa, el secretario
García Palao. el alcaide Antonio Conlrcras. los alguaciles
Francisco Santulario y Miguel Ximénez y el pregonero Antonio Jorge. Está pendiente de "purificación", pero sin inspirar
ninguna confianza, el maestro jubilado Nadal Careliano.
En agosto, una resolución de la Real Junta de Examen
y Liquidación de Créditos contra Francia declara que no hay
lugar a restituir el millón y pico de reales que la Villa entregó
a los franceses durante la Guerra de la Independencia. Si
alguien quiere reclamar, tendrá que entablar un recurso de
apelación. Esto produce una profunda decepción en la Corporación y en los particulares perjudicados.
De 3 de febrero de 1828 a 14 de enero de 1829
De 5 de abril de 1827 a 3 de febrero de 1828
Alcalde Mayor:
Regidores nobles:
Alcalde Mayor:
Regidores nobles:
Juan Bel monte
Francisco Soriano-Carrasco Milla
Matías Sánchez-Amaya y Lorenzo
Antonio Soriano y Munera
Juan Belmonte
Joaquín Quílez Ortega
José Palao Palao
Miguel Hidalgo de Quintana y Pérez Herrero
Felipe Lorenz.o-Mellinas Gil
45
de Yecla. que seguidamente resumimos. Esta Villa, con renombre de rica, ha pasado a ser pobre. Los olivos han disminuido en su valor y en su producción: la mitad de ellos están
en terrenos endebles, sin el arraigo debido y con decrepitud, ya
que. después de cincuenta o sesenta años, apenas producen, a
causa también de las inclemencias de las heladas que hubo
din-ante tres años consecutivos. Las viñas están atacadas por la
enfermedad del gusano, lo que ha obligado a rebajar el precio
y la exportación, arrastrando también a los aguardientes y
otros licores que antes se fabricaban en abundancia y se
expedían a precios subidos. La ganadería también ha decaído.
Y la arriería, antaño tan lucrativa, ha casi desaparecido; ya no
hay recuas que vayan a Cataluña, a las Vascongadas, a las tíos
Castillas, a Extremadura y aun a Portugal y Francia; los
carreteros que llevaban vino a Murcia se han reducido a la
mitad. Y acaba con esta triste frase: "No se presenta esperanza".
Regidores generales: Francisco Juan Ortega
José Castaño Soriano
Martín Díaz Vergara
Juan Puche Díaz
Diputados:
Antonio Castaño (alias Cera)
Pedro Ortín Palao (alias Lalo)
Síndico:
José Gosálvez.
Continúan las protestas de los que han sido elegidos
concejales: les asusta el cargo, no sólo por "la borrascosa
época de vicisitudes políticas", sino también por las ruinas de
las Finanzas municipales desde que fueron saqueadas por las
tropas galas hace dos decenios. Pero sólo se admite la dimisión
de tres regidores, y esto en agosto: Quílez, Francisco Juan y
José Castaño, sustituidos respectivamente por Miguel Juan
Ibáñez. Lorenzo Carpena Vicente y Juan García Rivas.
Hay que reconocer que una constante de las Corporaciones yeclanas ha sido la preocupación por la enseñanza. En
un lenguaje muy de la época, se expresa la queja de que "la
tierna juventud se halla privada de los beneficios que en otro
tiempo conseguían bajo la dirección de dos maestros conocidos y facultados, los cuales no sólo enseñaban la Gramática.
sino que inspiraban a sus discípulos los sentimientos y hábitos
de respeto, subordinación, cortesanía y religiosidad". Y en una
lamentación -cantinela de siempre-se califica de "estragados"
a estos años "en que ya apenas se reconoce la juventud por su
inocencia".
A mayor abundancia, presentan también un certificado
de lo entregado a tropas y milicias desde 1808 hasta 1824. que
supone la cantidad de 699.039 reales y 17 maravedís, estimando la fanega de trigo a 28 reales. Pero el alcalde no quiere sólo
lamentarse y aporta también soluciones. Y no hay otras que
enajenar algunos tic los siguientes terrenos:
I.- El coto de Salinas, sujeto al Departamento de
Marina de Cartagena: son tres cuartos de legua de distancia.
poblado de pinos y maderas útiles; su valor 200.000 reales.
2.- Las herradas del Ardal. desde Cerro Redondo hasta
el mojón de Jumilla: 500 fanegas de terreno, valoradas en
40.000 reales.
3.- Los olivos de la Decarada, agregados a la Subdelegación de Montes, de los que se cobra la décima parte del fruto;
calculados en 20.000 reales.
4.- El coto de los Gavilanes, también sujeto a la Marina.
con un cuarto de legua, sólo de leña; 60.000 reales.
5.- Un cordel de la vereda de la Balsa a los Cerneos del
Campo, de unas 25 fanegas, estimado en 20.000 reales.
Se va a Murcia en varias ocasiones para conseguir la
rebaja o aceptar los remedios. Nada se consigue. Mientras, en
la Corte suceden hechos importantes: el 17 de mayo muere la
reina Amalia, tercera esposa de Fernando VII y éste vuelve a
casarse el 22 de septiembre con una princesa que pronto traerá
nuevos aires políticos a la nación española; nos referimos a
María Cristina de Napóles.
Es año de sequía. No sólo las rogativas se hacen con las
imágenes del Nazareno y la Dolorosa, sino también bajando al
Cristo del Sepulcro; por cierto que en esta bajada se prohibía
bajo multa que fueran mujeres y que hubiera diversiones
públicas mientras el Señor estaba en el pueblo. Al mencionar
el Castillo, el acta municipal dice que "allí se veneran las
prendas más queridas de nuestra piedad". Los encargados del
Castillo eran sacerdotes o personas religiosas, con los cargos
de director y de tesorero, más varios hermanos ermitaños que
tenían que ser admitidos por el Ayuntamiento. Algunos de
éstos arrastraban vidas azarosas: por ejemplo, en 1830 ingresa
el paisano Nicolás Román, cuya novelesca existencia resumimos así: fraile lego: de 1808 a 1811 soldado en la Guerra de la
Independencia: en 1811 marcha a América para luchar contra
los independentistas; se casa en Montevideo y tiene dos hijos:
el "Gobierno insurgente" lo expulsa y regresa solo y pobre a
España. Medita seriamente y. "convencido de los infortunios
del mundo", se retira a este santuario para venerar a Cristo y
a la Virgen.
De 14 de enero a 31 de diciembre de 1829
Continuad problema de los bandoleros. Lerma pide 25
voluntarios para dar una batida: los 1.000 reales de gasto son
adelantados por Quílez y Spuche.
Por R. Cédula de 8 de junio se confirma al Ayuntamiento en el privilegio de nombrar los cargos de corredor y
almotacén y los oficios de escribanos públicos, previo pago
respectivo de 2.660 y 22.000 reales. Realmente era reconocer
lo ya concedido por Felipe III el 2 de mayo de 1619. Se designa
escribano a Ramón Quílez. Muñoz, a pesar de las protestas de
Joaquín Tárraga, quien alegaba increíblemente no sólo sus
méritos políticos, sino también su prosapia.
Quiere la corporación conseguir la rebaja de un tercio
de las contribuciones ordinarias y del cupo de la sal. Para ello,
con fecha 29 de agosto en vía un detallado relato de la situación
Alcalde Mayor:
Regidores nobles:
Juan Bel monte
Francisco Ibáñez Ortega
José Serrano de Espejo Ortuño y Lorenzo
Francisco Muñoz y Herrero
Juan Martínez García
Regidores generales: José Bautista Alarcón
Pedro Forte
Martín Az.orín Soriano
Juan Palao Cerezo
Diputados:
Francisco Campos
Pedro García Mateo
Síndico:
Pascual Spuche Lorenzo
Continúan las protestas porque nadie quiere ser capitu-
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1812 se entregaron del Pósito 123.567 reales y 31 maravedíes
para las tropas españolas, y en 1812 se sacaron 89.312 reales
y 20 maravedíes para las francesas.
La energía y sensatez que caracterizaban al alcalde
Beimonte se comprueba en este hecho significativo. El 1 de
octubre formula las propuestas para regidores del próximo
año. El 15 de noviembre la R. Chancillería multa a la Corporación con 555 reales más 222 de costas, porque en la propuesta recibida había personas con lacha legal. Y el 18 de ese mes
devuelve la misma relación de nombres porque eslima en
conciencia que no hay otra mejor y no está dispuesto a admitir
la menor modificación. Defiende una a una todas las propuestas; así. por ejemplo, de Luis Antonio de Mergelina (que es el
"caballero Mergelina". que aparece en "La Voluntad" azoriniana)diee: "Oficial retirado del Ejército.... fiel y leal vasallo:
es su riqueza de las mayores del pueblo, si no es la superior:
goza de un concepto público nunca desmerecido y no puede
imputársele ninguna tacha". El 24 de diciembre la Chancillería
anula las mullas y las costas, y acepta la propuesta en su
totalidad.
lar, pero sólo son (res las que se aceptan: Francisco Ibáñez,
Serrano de Espejo y Francisco Muñoz reemplazados por
Francisco Antonio Ortuño y Ortuño, Juan Puche-Torres Ortuño y Pedro Carpena Rico. El maestrante de Ronda Juan
Cayetano Ibáñez solicita del Rey que su hijo Pedro Alcántara
Ibáñez Ortega (que es tío del Cura-Obispo) no desempeñe
nunca cargos municipales, porque se ha eximido del servicio
militar a causa de "la imbecilidad de su salud"; efectivamente,
tenía disminuidas sus facultades intelectuales y marchó a
Archena. donde murió septuagenario.
El extremoso clima de Yecla hace que en abril se
tengan rogativas para pedir la lluvia, y en mayo y junio vengan
avenidas tan tremendas que talan los panizos, los frutos y parte
del arbolado.
Se vuelve al tema de las contribuciones que el Ayuntamiento ha de pagar a Murcia. Es un cupo superior a la
verdadera riqueza del término. La instancia del pasado año no
ha dado resultado alguno. Esta es la razón fundamental de no
querer ser regidor, dicen, poique se empobrecen. Si esta nueva
petición no diera resultado, no existe otra solución que poner
la Villa en manos del Rey y que las rentas sean administradas
por los empleados de la Real Hacienda.
El mayor elogio que se pudo hacer a este alcalde fue el
remitido por el propio Ayuntamiento a la Real Cámara de
Castilla, con fecha 19 de octubre. Lo sintetizo así: Beimonte
no ha perdonado fatigas; inspeccionó calles, callejones y
entradas del pueblo: compuso el piso de la Plaza Real y de
otras calles que lo tenían incómodo y peligroso: ensanchó,
allanó y cubrió de piedras los caminos de Almansa. Caudete
y Villena: construyó el camino del Rasillo con un puente de
piedra de sillería sobre la acequia madre; hizo limpieza, poda
y replantación de las alamedas y paseos públicos: rehabilitó el
Lavadero, que durante muchos años había estado inservible,
con argamasa y losas de Monóvar. para que pudieran lavar al
mismo tiempo hasta doscientas mujeres: reconstruyó el abrevadero de la Balsa, a una legua de la población. "Ha unido lo
útil con lo hermoso....él y su familia han dado ejemplo de
religiosidad y moralidad". Fomentó la instrucción pública con
continuas visitas a las escuelas. Ha impartido justicia con
equidad y delicadeza, y todas sus providencias han sido
confirmadas por la Cnancillería sin queja alguna.
1830
Alcalde Mayor:
Regidores nobles:
Regidores generales:
Juan Belmonte
Pascual Ortuño Amaya
Antonio Palao y Palao de Moreno
Francisco Azorín Soriano
Pascual Azorín Azorín
Martín Marco Bailón
Juan Rubio Vicente
Rafael Madrona
Diputados:
Síndico:
Pascual Juan Ibáñez
José Palao Ortuño
Dionisio Martínez. García
José Soriano Ruiz
Resulta innecesario reseñar las protestas para no ser
concejal porque la superioridad ya no hace caso. En esta
Corporación sólo se admite la renuncia de Pascual Ortuño, por
enfermedad, sustituido por Pedro Díaz Ortega. Se desechan
todas las demás, aunque aleguen tener 69 años o siete hijos o
ser pobre o deber a la Hacienda.
Se rehabilitan en este año a las dos personas que
resultaban más peligrosas para los absolutistas. Una era el
escribano Bautista de Toda, que desde el sumario del año 23
pasó por otros procesamientos y por una nueva condena en el
27. La otra, el preceptor Agustín Gómez, que a mediados de
noviembre logra la "purificación" y se le repone en la enseñanza. con el sueldo anual de 300 ducados. Los estudios de
Latinidad, previos al ingreso en la Universidad, contaban con
más de setenta estudiantes.
El fiel secretario de Ayuntamiento y buen colaborador
de Beimonte. Pedro Antonio García Palao. fallece el 26 de
diciembre a los 71 años de edad. Hasta el 13 de ese mes había
asistido a todas las sesiones. Llevaba 30 años de escribano en
Yecla y antes lo había sido de Alicante y Murcia.
De 1 de enero a 22 de noviembre de 1831
Alcalde Mayor:
Regidores nobles:
Como cada abril, no fallan las rogativas para que
llueva. Fl Ayuntamiento es ahora más riguroso en la prohibición de juegos y diversiones durante la semana de penitencia;
a los contraventores se les impondrá ocho días de arresto y
multa de ocho ducados.
Con el fin de aclarar y justificar cuentas, el contador de
Rentas de la Provincia certifica que. en los años 1808. 1811 y
47
Juan Beimonte
Juan Cayetano Ibáñez Onega
Luis Antonio de Mergelina y Serrano de Espejo
Regidores generales:
Francisco Puche-Torres Sánchez
Matías García Rivas
Pedro Azorín Ferri
Diputados:
Juan Martínez. Díaz.
Miguel Ibáñez Soriano
Juan García González
Rafael Antonio Rentero
Síndico:
Martín Díaz. Vergara
Pascual Spuche Lorenzo
y unos cuantos cipreses: además los ganados y caballerías lo
están destruyendo todo. Su última providencia, fechada el 18
de noviembre, el mismo día de su marcha, es prohibir que
entren los ganados, reconstruir las hormas de piedra y repoblar
el cerro con olivos, pinos, higueras y olmos.
Con la loma de posesión del nuevo alcalde, cuatro días
después, empieza para Yecla una nueva etapa que corresponde
al capítulo siguiente.
En estos meses actúa de Secretario del Ayuntamiento
el escribano Ramón Quílez Muñoz (1797-1872); era hijo de
José Quílez Yarza y de Joaquina Muñoz Castaño; este abogado actuaría de notario hasta 1870.
La etapa que historiamos, en el plano local acaba
realmente a finales de 1831. dos años antes de lo que ocurre en
la nación, como al principio señalamos. Con el cese de
Belmonte, empieza una época de transición que la incluiremos
en el próximo artículo como preámbulo de la regencia de
María Cristina.
Si en los años anteriores costaba constituir los Ayuntamientos y eran muchas las dimisiones, ninguno como 1831 .ya
que los ocho regidores fueron sustituidos en algún caso hasta
cinco veces, por lo que resultaba imposible realizar ninguna
actividad municipal seria. Tan complicado son los cambios
que me limitaré a consignar los nombres de cesantes y sustitutos:
Ibáñez Ortega, sustituido por Cristóbal María Muñoz
A/orín, y éste por Antonio de la Santa Ibáñez.
Mergelina. sucesivamente por Pascual Lorenzo-Mellinas. Fulgencio Puche Lorente. Martín Lorenzo Martínez, Luis
Yagüe Palao y Juan Azorín Palao.
Puche-Torres, por Francisco Martínez-Corbalán Herrero y José García Soriano.
Matías García, por Antonio Castaño.
Pedro Azorín (por defunción), por Juan Palao Quílez.
Fernando Pérez Hernández y Simón García.
Juan Martínez, por Pedro Puche Campos. Alonso Yago
Ruiz. Cristóbal Muñoz y Pedro Ibáñez Soriano.
Juan García, por Ginés Rodriguez Bautista y José
Navarro Martínez.
Ante esta situación, el alcalde comunica a Murcia que
en este pueblo de más de 2.700 vecinos, los asuntos públicos
"se hallan en un todo paralizados" por el continuo cambio de
regidores, lo cual ocasiona "indiferencia en unos y disgustos
en otros". Nos resulta extraño saber que se permitía pagar.
menos en las contribuciones, con moneda francesa, que era la
que más corría en el comercio y no sólo en Yecla.
En agosto se llevan preso a Murcia al escribano del
Real Pósito Pascual Martínez-Corbalán. La realidad era que
en España, como suele suceder en etapas más o menos opresoras. se producen levantamientos, generalmente ineficaces.
reprimidos con especial dureza. Hay intentonas e incursiones
como las de Valdés. hermanos Bazán. Vera. Mina o Mílans del
Bosch. La más importante de este año es la de José María de
Torrijos (su secretario era nuestro paisano Antonio Lorenzo
Gaylán), que penetra por Gibraltar, lanza una proclama para
que se levanten los españoles, resiste más de tres meses y
acaba siendo fusilado con cincuenta y dos de los suyos el 1 de
diciembre, en Fuengirola; Espronceda le dedicó un soneto y
Antonio Gisbert pintó esta terrible escena. Unos meses antes.
el 24 de mayo y en Granada era ejecutada Mariana Pineda por
haber bordado para los liberales una bandera con el lema de
"Ley. Libertad. Igualdad": tenía 27 años de edad.
El 16 de octubre se comunica que ha sido nombrado
alcalde mayor el licenciado Segundo Herrero y Sanz, que
desempeñaba igual cargo en Saldaña. Antes de despedirse, el
bueno de Belmonte quiere arreglar las laderas del monte del
Castillo en el mayor abandono desde la invasión francesa de
1812; se talaron entonces los árboles y sólo quedan tres olmos
48
HISTORIA DE LA ILUMINACION EN
JUMILLA Y YECLA
Ricardo Montes Bernárdez
INTRODUCCIÓN.JUMILLA.La iluminación de las calles en la Región se remonta
al siglo XVIII correspondiendo la iniciativa a particulares.
económicamente «bien situados», de Murcia y Cartagena. El
origen fue instalar frente a sus casas una serie de faroles de
aceite que ellos mismos costeaban. Siguiendo su ejemplo los
ayuntamientos de las poblaciones mencionadas decidieron
instalar farolas en el resto de sus municipios. Cartagena fue la
primera en inaugurar el servicio de alumbrado público (1797)
y dos años más tarde lo hacía Murcia (1799). Posteriormente,
es decir, ya en la primera mitad del siglo XIX, pero más
despacio, se irían sumando a este importante adelanto otros
municipios como Lorca (1830) y Caravaca (1843).
Hay que aguardar, por tanto, a rebasar el ecuador del
siglo para observar dos momentos de aceleración en el proceso
regional del alumbrado. Por fin, en 1856 inauguran: Aguilas,
Cieza, Fortuna, Molina, Moratalla, Totana y Yecla. Sin embargo. aún son muchas las localidades a oscuras y la mayoría
de ellas no consiguen afrontar su costo hasta el momento en
que se produce el primer cambio de combustible, (de aceite a
petróleo), es decir, a partir de 1862-65. Se iluminan entonces:
Abarán, Bullas. Cehegín y Mazarrón. Otras tendrán que esperar incluso diez y veinte años para poder permitirse semejante
gasto (Alguazas, Ceutí, Librilla, San Javier. San Pedro del
Pinatar, Torre Pacheco. La Unión).
En 1863 surtía el combustible para el alumbrado
público Pedro Martínez y lo hacía por 588 reales mensuales.
Arreglaba los faroles Pedro García. Los serenos, que percibían
un salario mensual de 60 reales, eran José López e Ignacio
Yuste Puche. Pero al año siguiente el primero dejó su puesto
y fue sustituido por Pascual Abellán Martínez. También los
vendedores de combustible cambiaron, siendo ahora Juan
José Guardiola y José Navarro Lencina. Se encargó de las
reparaciones a Pedro Lozano Gutiérrez. A finales de ese
mismo 1864 se produjo de nuevo un relevo en el proveedor de
combustible, esta vez a favor de Luis Bernal y Jiménez, por
2.500 reales trimestrales, precio que en 1865 y 1866 subiría
hasta 185 escudos, siendo el subastero José Guardiola Sánchez. Este año su población alcanzaba los 2.485 habitantes.
En 1869 la inestabilidad política que se padecía
generaba una desconfianza que se reflejaba incluso en las
actas capitulares cuando aludían a que, con vistas a la subasta
pública a celebrar, se exigiera al rematante el total del remate
como fianza. Sólo tres años más tarde, en septiembre de 1872.
se acordaba extender el alumbrado a las zonas nuevas de la
población al tiempo que se aprobaba la creación de una cuarta
plaza de sereno. Para 1889 ya existían seis serenos y un cabo.
Los presupuestos sufrieron diversos altibajos hasta
el fin de siglo. Así, en 1880 la partida por el concepto que nos
ocupa ascendía a 3.500 pesetas que se incrementaron en 2.000
pesetas para 1886 llegando hasta 5.000 entre 1889 y 1891. sin
embargo, se restringieron hasta 3.500 pesetas en 1894.
Los arrendatarios del petróleo también fueron variando: Fulgencio García Ferrer lo fue durante 1886 y 1887:
Antonio Bañón Lentisco obtuvo contrata desde 1889 hasta
1891. En cuanto a los faroles, pasaron de 137 a 160 en 1886.
El 19 de noviembre de 1894 el ayuntamiento, presidido por Francisco Palazón Ramírez aprobaba la instalación
de una central de luz eléctrica. El presupuesto inicial se
elevaba a 125.000 pesetas, cantidad de la que se acordó
ingresar una primera mitad en el Banco de España para su
entrega en el momento en que llegasen «máquinas, calderas,
dinamos v cables». Se daban así los primeros pasos para dotar
a la ciudad de alumbrado eléctrico, pero mientras ésto pasaba
de proyecto a realidad, el petróleo continuó siendo la base de
la iluminación vial. En 1898 el subastero era Angel Aticnza
La tercera fase de esta pequeña historia de la iluminación pública viene marcada por la aparición de un Huido
revolucionario: la electricidad y es el momento en que terminan de incorporarse los municipios rezagados en este tipo de
progreso: Aledo, Campos del Río. Albudeite, Ojós, Pliego,
Ricote y Ulea. En esta nueva carrera que se produce por la
electrificación se situó a la cabeza entre las primeras localidades Cartagena (1893). seguida de Abarán (1896), Blanca
(1892). Cieza y Mazarrón (1896); Caravaca de la Cruz y Mula
(1897): y Yecla (1898).
Merece mención aparte el alumbrado a base de gas,
sistema que intentaron diversas poblaciones como Yecla o
Aguilas pero que sólo utilizaron Cartagena (1861). Murcia
(1867) y La Unión (1892).
Una vez contemplado someramente el panorama
regional pasamos a detenernos sobre la historia concreta de
este proceso, tal como lo vivieron los pueblos y sus gentes del
Noreste murciano.
49
Molinos del Segura dejó a la ciudad sin luz desde las 9 de la
noche, por fallos internos de funcionamiento.
Jiménez, año que resultó considerablemente graboso para el
ayuntamiento ya que tuvo que reponer farolas y sillares que
habían sido destrozados por el agua en el muro de contención
de la rambla de la Alquería. Al año siguiente consiguió el
contrato José Segura que. por cierto era también quien abastecía de aguas a Jumilla.
El Centro Industrial y de Consultas Electrotécnicas
Isaac Peral, de Madrid, se comprometió, a través de su representante Alejandro Pérez. Vil. a realizar las obras de instalación necesarias para electrificar Jumilla en seis meses con una
prórroga de dos. Las condiciones del contrato estipulaban: una
concesión del servicio, en exclusiva, por 30 años, los precios
de cada lámpara y el horario. Por su parte, la empresa se
comprometía a devolver el anticipo recibido de 62.500 pesetas
en diez. años. Comenzaron las compras de materiales e incluso
la instalación de postes y cableado, pero graves problemas se
fueron acumulando: retraso en las entregas, incumplimiento
de plazos, prórrogas, el fallecimiento del propio Peral, en
Berlín el 23 de mayo de 1895, contribuyeron a revocar el
contrato definitivamente en octubre de ese mismo año. A
continuación se intentó subastar, en dos ocasiones, el material
eléctrico que acabó siendo vendido a precio de saldo, desmontando incluso el cableado. Así concluyó el primer intento de
electrificación del alumbrado.
YECLA.En enero de 1856 se inauguró el alumbrado público
por aceite, sus principales protagonistas fueron: como constructor de faroles. Bernardino Lozano (por su trabajo cobraría
a plazos 6.000 reales): el hierro para los mismos fue aportado
por Fernando Clemente y costó 870 reales: Francisco Amat
instaló una gran columna para la farola de la plaza pública (458
reales): el instalador de los faroles. Cristóbal Sánchez, percibió 956 reales. En la partida presupuestaria correspondiente al
tema se especificaban otros trabajos menores que se remuneraron a: José Rodríguez. Alejandro Izquierdo y José Muñoz.
El proveedor de aceite en estos comienzos era José Agueda y
cobraba 470 reales al mes. Al año siguiente fue sustituido por
Pascual Varela quien se vería beneficiado por el considerable
aumento del alumbrado cuyo costo ascendió a 765.50 reales
mensuales. En 1860 y 1861 se mantenía el consumo y gasto
anteriores, pero el proveedor era entonces Antonio Gil. recuperando la contrata al año siguiente Pascual Varela. Fue
precisamente Varela quien poco después se haría con el
encargo de las iluminaciones especiales, como por ejemplo la
correspondiente a la visita de la reina a Murcia durante la
festividad de la Purísima Concepción.
El segundo intento lo afrontaron los hermanos Antonio y José Segura Sánchez mediante una propuesta que presentaron en octubre de 1899, pero en enero del siguiente año
tuvieron que solicitar la rescisión del contrato por no poder
cumplir lo estipulado en el mismo.
El tercero y definitivo tuvo lugar en 1900 y como
protagonista a la empresa Molinos del Segura, radicada en
Archena, que se ofrecía a construir una línea de 40 km de
longitud para suministro de fluido al alumbrado público. Aceptada la propuesta por el ayuntamiento, Jerónimo Ruiz Hidalgo.
su presidente, comenzó a solicitar la correspondiente servidumbre de paso a Abarán (noviembre de 1900) y a Cieza (diciembre
de 1900). acabando por inaugurar el 22 de agosto de 1901.
A partir de 1864 se daba en Yecla una situación
laboral un tanto especial. De los dos serenos contratados por
el ayuntamiento, uno era Miguel García que ejercía oficio de
tal y como tal cobraba por ello, pero el otro. Antonio Gil.
antiguo arrendador, hacía ahora las veces de sereno-farolerosubalterno y cobraba 90 reales mensuales por su trabajo y 580
por el combustible.
El cambio de moneda, del real al escudo, producido
a mediados del siglo XIX ofrece nuevos e interesantes datos.
Así. en 1867. para una población de 2.507 vecinos, había
contratados dos serenos, Miguel García y Antonio Martínez,
que cobraban 9.3 escudos mensuales cada uno por su trabajo.
Los faroles se aumentaron en julio de ese mismo año. instalándose 16 nuevos por un monto de 160 escudos. Fueron fabricados por el conocido maestro hojalatero Bernardino Lozano
mientras que el hierro para su manufactura lo sirvió José Mora
Parra a quien se le abonaron 32 escudos. En cuanto al gasto de
combustible mensual, éste se elevaba por aquél entonces a
74.7 escudos. En agosto se instaló por fin el último farol
alcanzando con él la cantidad de 77 unidades.
En 1903 se cambiaba la iluminación de gas por
electricidad en el teatro al precio de 1.250 pesetas. Al año
siguiente, en enero-febrero, la comisión de policía urbana
realizaba un estudio con el fin de establecer un alumbrado
supletorio para cuando se produjeran las interrupciones del
fluido eléctrico.
Al mismo tiempo sabemos que el petróleo, surtido
por Angel Atienza. era todavía el sistema de alumbrado para
la Alquería y Fuente del Pino. Hubo de esperar al mes de abril
de 1906 para que la empresa Molinos del Segura iniciara una
expansión cuyo primer movimiento fue llevar una línea de
corriente a la almazara de José Guardiola Porras.
Dando un salto en el tiempo, nos situamos en abril de
1915 y vemos como Eugenio María Espinosa de los Monteros
y Abellán, barón del Solar de Espinosa, solicitaba una concesión para suministro de energía. La línea iría desde Omblancas. a 3 km del casco urbano, hasta unos molinos (harinero y
aceitero) y a su propia casa. Para ello solicita servidumbre de
paso a 28 propietarios. En un segundo momento amplía el
proyecto para dar luz a un sector de Jumilla con un presupuesto
de 32.716.44 pesetas.
Los gastos mensuales fueron ascendiendo ligeramente durante los años siguientes. Suministraban el aceite
Pascual Candela. Juan Andrés y Pablo Carpena Rubio. Para
1872 ya estaban contratados tres serenos que recibían 26.25
pesetas mensuales cada uno. Pero el paso del tiempo fue
deteriorando los faroles, por lo que once años después, en 1883
hubo de encargarse al hojalatero Luis Ripoll un repaso general
de los mismos.
El 24 de octubre de 1887 el Concejo tomaba la
determinación de cambiar el alumbrado de petróleo por el de
gas, pero nunga llegó a ejecutarse el proyecto. Prueba de ello
es que desde 1890 hasta 1895 el presupuesto anual para
alumbrado (por petróleo) era de 5.000 pesetas que subieron a
6.500 para los cinco años restantes del siglo.
El verano de 1922. en vísperas de la festividad de San
Pedro, estaba el pueblo en plenas fiestas cuando la empresa
50
Molino de Falcó y Monte de Quebradas (Hellín). solicitaba
establecer una línea de electricidad para Yecla en tanto que la
Sociedad Juan A. Collado Ibañez y Compañía hacía otro tanto
en 1915 para transportar energía desde Yecla a Caudete, con un
tendido de poco más de 15 km. En abril de 1917 el gobernador
enviaba una circular a los ayuntamientos a fin de ahorrar
carbón, pues escaseaba a consecuencia de la Guerra Mundial.
y pedía informasen sobre cómo producían la energía eléctrica
y el número de compañías existente en cada municipio.
Yccla contesta diciendo que sólo hay dos empresas
en ese momento: José Blanch, que se alimenta con piñuelo. y
Electra Chinchilla, con sede en Hollín, que produce la energía
mediante salto de agua. El gerente de esta empresa era Luis
Herrero Carpena quien, por cierto, pocos meses después
traspasó el crédito que tenía por el alumbrado a Industria
Eléctrica. Y en 1919 ya había en la ciudad instaladores profesionales de luz eléctrica como Emilio Muñoz Palao.
En 1920 Eléctrica Yeclana se constituyó en cooperativa con Heliodoro Redondo como primer presidente. A éste
le sucedió en el cargo en 1925: José María Carpena. alcalde
entonces y. posteriormente, jesuíta; Francisco Gran Paya, en
1927: y Sixto Palao Serrano, en 1930.
En la primavera de 1925 la problemática no era tanto
la extensión de la red de alumbrado o la pertenencia de postes
o acometidas, sino la escasez y pobreza de la luz. especialmente en la Glorieta y el Parque.
En 1935 entró en liza un nuevo empresario, José
Llaudet Soler, que nada menos que desde Almansa solicitaba
autorización para transportar energía eléctrica mediante un
tendido de 13 km de longitud. Una vez instalado en Yecla
deseaba continuar hasta Villena.
BIBLIOGRAFIA
GEA ROVIRA. E. 1994-95: «Jumilla. Isaac Peral y el centenario de un proyecto inacabado». Revista El picarcho. n° 81.
82 y 84. Jumilla, pp.: 32-34: 26-29: y 30-34.
MONTES BERNARDEZ. R. (e.p.): «Historia de la iluminación en la Región de Murcia».
ORTUÑO PALAO. M. 1991: «Yecla día a día». Edit. Duo.
Yecla. 403 págs.
PALAO POVEDA. G. 1991: «Las industrias extractoras de
aceites y jaboneras en Yecla». Revista Yakka n° 3. Yecla. pp.:
65-96.
Con el inicio de la siguiente centuria, es decir, en
1901 y 1902. curiosamente bajóel presupuesto municipal para
este servicio a 5.200 pesetas anuales. Era entonces el subastero
José Soriano Yagüe quien ese mismo año lo traspasaría a
Ricardo Maestre Martínez. Otro tanto pasaría en 1903 cuando
Manuel Pavía cedía sus derechos de arrendatario a Francisco
Martínez, mientras el presupuesto continúa a la baja hasta
situarse en las 5.050 pesetas. Y aún disminuiría algo más para
1905. quedándose en 4.896,40 pesetas.
Mientras, se van produciendo tímidos intentos para
cambiar el petróleo por la electricidad, el alhameño Manuel
Daza y Gomez, inventor del «Toxpiro», había instalado en
1897 en Yccla un molino harinero de vapor y un año después.
concretamente en octubre de 1898. Manuel Crusat Durey
montaba, aprovechando el molino de vapor, una central eléctrica que enseguida fue capaz de suministrar fluido en Yccla.
Sin embargo, debieron surgir problemas de difícil solución
porque para 1900 el ayuntamiento dejó sin efecto sus compromisos con Crusat y encargó a Juan Alsina Roses la instalación
del nuevo alumbrado público. No obstante, pocos debieron
ser los adelantos en el proyecto municipal cuando sólo dos
años más tarde se le hacía el mismo encargo a José Cañete.
encargo que hubo de resultar igualmente infructuoso cuando
al año siguiente, en mayo de 1903. Rogelio Manresa Illán
presentaba al Concejo su propuesta de instalación de alumbrado público por electricidad. Se le concedió y en mayo de 1904
solicitaba la necesaria concesión para llevar el fluido desde
Yccla a Caudete (algunos años después solicitaba otra concesión en Los Almadenes, dentro del t.m. de Cieza. para producir
energía eléctrica).
Yecla vió su primera empresa de instalaciones y
venta de aparatos eléctricos en 1904. se llamaba Eléctrica
Yeclana y estaba ubicada en el camino de la estación con punto
de venta en la calle España. Sería esta empresa precisamente
quien en 1906 se hiciera cargo del alumbrado público.
Para el mes de enero de 1907 se daba de alta en Yccla
la fábrica de electricidad Enrique Castellet y en febrero de ese
mismo año se instaló iluminación eléctrica en el teatro Concha
Segura. También fue entonces cuando entró en escena José
Blanch. rico propietario de fábricas de aceite y harina que
acabaría introduciéndose en el ramo de la electricidad.
En junio de 1908 Eléctrica Yeclana amplió el alumbrado de la Glorieta en 400 bujías, por 60 pesetas más al mes. Es
el momento en el que los empresarios del sector comienzan a
proliferar. haciéndose feroz competencia, cruzando tendidos y
complicando el mercado hasta convertir el panorama de las
contratas y concesiones en un complicado revoltijo de difícil
comprensión. Por ejemplo, en 1910 la Sociedad Navarro y
Compañía, propietaria de las centrales eléctricas denominadas
AGRADECIMIENTOS
Quiero agradecer expresamente el apoyo y la colaboración prestada, en las difíciles y largas horas de búsqueda
y recopilación de datos, por amigos y compañeros como
Emiliano Hernández Carrión, Liborio Ruiz, Gerardo Palao y
Miguel Orluño.
51
ARTE
ERMITAS RURALES DE YECLA (I)
Francisco Javier Delicado Martínez
Si meditáramos sobre el tema (en este país hace
mucha falta la meditación y la concienciación). observaríamos
que la despoblación del campo y el envejecimiento del edificio
son las causas principales de su ruina: la primera por abandono
y falta de protección ante el posible vandalismo y la segunda
por la necesidad de continuos retejos en las ermitas. No
olvidemos -y ahora particularizamos-, pese al clima benigno
de Yccla y de Jumilla, que el retraso de estas operaciones por
falla de recursos o de celo, inicia daños irreversibles. En poco
tiempo una gotera hace combar la techumbre. Las maderas,
por lo general en mal estado por el largo tiempo transcurrido,
entran en fase ruinosa con gran celeridad. Es una de las
excusas que muchas veces se busca para declarar un edificio
en ruina.
Torres y espadañas ya no se reconstruyen, cuando el
uso de la campana ha desaparecido o esta no existe. Mientras
que sobre el techo de la vieja ermita anidan palomas
adueñándose de su interior, las tejas vuelan cuando el viento
azota y el edificio envejece.
Es este un patrimonio de particulares en áreas rurales
que ha sido con frecuencia objeto de un uso poco noble
(almacén para aperos de labranza, establos o depósitos de
grano, e incluso garaje) aunque difícil de cambiar, pues esta
función ayuda aunque poco vistosamente a su conservación.
Como recuerda Martín González acerca de cualquier
edificio de carácter histórico, la descripción, la planimetría y
la fotografía del monumento constituyen un testigo de cargo
y una prueba de control que pueden resultar decisivos a la hora
de impedir un derribo. Es evidente que no se podrá proteger
todo, pero por lo menos se evitarán derribos clandestinos2.
Pedro Olivares, que fue Director General de Cultura
de la Región de Murcia, en unas declaraciones manifestadas
unos años atrás al Diario La Opinión. (Murcia. 7 de julio de
1993). exponía la necesidad de un catálogo patrimonial que
evite el expolio y que documente con claridad lo que poseemos,
su ubicación y estado actual".
En lo que concierne a la comarca del Altiplano,
tomamos el testigo y asumimos el reto. De ahí. las páginas que
Las viejas ermitas del campo yeclano son fuentes de
la memoria y constituyen vestigios de la arquitectura popular
del pasado que, pese a su pobreza, interesa conservar.
Las páginas que el lector tiene ante sí pretenden dar
a conocer a propios y extraños un legado del pasado que,
aunque sencillo, ha de constituir parte de esa herencia a
transmitir a las generaciones venideras.
Confiemos, pues, que las líneas que siguen y el buen
criterio de los humanos ayuden a tan noble propósito.
1. PORTICO
El patrimonio artístico de las ciudades paulatinamente
vasiendo dado a conocer (modélicos los Catálogos de Monumentos
dedicados a la Comunidad Foral de Navarra, dirigidos por la Dra.
Ma Concepción García Gaínza) y el gran público va tomando
conciencia de lo que se ha dado en llamar «Bien de Interés
Cultural», un legado del pasado a conservar y proteger. Pero, ¿qué
ocurre con el patrimonio rural de los municipios, ése que por su
escasa prestancia, obra menor o diseminación es relegado a un
segundo lugar, y al que rara vez se le presta la atención debida?.
Tan solo cuando la depredación causa estragos y ya no hay
solución al caso, surge, se alza alguna que otra tímida voz de
denuncia pidiendo protección, que con frecuencia podemos leer
en notas marginales de las páginas de la prensa diaria. De ahí la
acuciante y necesaria catalogación de las obras de arte publicando
sistemáticamente el resultado de las investigaciones.
El patrimonio rural, en cualquier área o zona de
nuestro país, siempre ha sido el gran perjudicado. Sobre esle
asunto traemos a colación aquella magnífica conferencia que
pronunciara el gran historiador del arle Dr. Juan José Martín
González, titulada «Problemas que suscita la conservación del
legado arquitectónico y algunas soluciones», impartida en
Trujillo en 1977. en donde manifestaba su desasosiego por
aquellos edificios devocionales -las ermitas-, enclavados en
zonas rurales a las que se le ha prestado escasa atención.
cuando vino a decir: «En este ámbito queda un tipo de
arquitectura que nos llena de preocupación: las ermitas. La
pérdida de uso se acrecienta: emociona ver estos santuarios
rurales, rodeados de olmos, hov en el más triste abandono»1.
2
MARTÍN GONZÁLEZ, J. J.: op.cit.
PARRA, A.: "Cultura. Patrimonio histórico-artístico regional, un
edificio que se cae (I)". Diario La opinión. Murcia, domingo 7 de julio de
1993. p. 35.
1
3
MARTÍN GONZÁLEZ. Juan José: "Problemas que suscita la
conservación del legado arquitectónico y algunas soluciones". Actas del I
Congreso Español de Historia del Arte . Trujillo, junio de 1977.
55
Por otra parle, las ermitas requerían para su cuidado
y mantenimiento un aval por parle del propietario de la
heredad donde éstas se asentaban, que consistía en unas
tierras, cuyo producto anual (ya fuese grano, aceite o viña),
lasado en maravedíes garantizaba los objetivos señalados (que
conllevaba la adquisición de ornamentos; la atención del
edificio; los pagos al capellán por la celebración de los cultos
y oficios; y otros). A caballo entre los siglos XIX y XX, serán
diversos capellanes (el clero secular siempre fue muy crecido
en Yecla, sobre todo en el siglo XVIII-). los que funden y doten
algunas ermitas: es el caso de Antonio Palao, llamado «el cura
Higo», que dota la Ermita de El Calderón en 1902; Antonio
Polo Soriano, más conocido por «el cura Mohano». que a sus
expensas edifica (?) la Ermita de las Casas de Vellot; y
Macedonio Vidal Herrero, que hacia 1915 mejora y reconstruye
la del Pulpillo (FIG. 1).
Las advocaciones en su mayoría solían coincidir con
la onomástica del propietario de la ermita. En el agro yeclano
con frecuencia encontramos varias dedicadas a santos de la
orden franciscana, como a San Antonio de Padua, al que se le
erigen tres ermitas, y a San Pascual Baylón. que deambuló por
estos parajes; así como otras de devoción mariana puestas bajo
la advocación de Nuestra Señora de la Concepción. Nuestra
Señora del Carmen, Nuestra Señora de los Dolores y Nuestra
Señora del Rosario.
Y para la edificación de cualquier ermita era
preceptivo la solicitud previa y el permiso correspondiente
que autorizaba el prelado de la diócesis tras la oportuna visita
siguen en ese nuestro constante afán por dar a conocer y
divulgar un patrimonio histórico disperso, el de las ermitas
rurales de Yecla, al que la atención prestada siempre ha sido
nula.
2. LAS ERMITAS: MEDIO RURAL
Y COYUNTURA ECONOMICA.
La aparición de las ermitas en el agro yeclano tiene
su origen en el siglo XVII (El Carrascalejo, Los Hilos, Los
Charquillos. etc.), acrecentándose el número de las edificadas
en la última década del XVIII (El Carche, Marisparza, El
Pozuelo, La Hoya del Río), último tercio del XIX (Casa Potra)
y nueva proliferación en las primeras décadas del siglo XX,
donde potentados y terratenientes invirtieron en grandes
haciendas: tierras situadas en áreas donde ya existían
manantiales de agua o acuíferos (Tobarrillas, El Pulpillo, La
Fuente del Pinar. Casa Cañizares,...).
Especialmente el siglo XVIII supuso el poblamiento
de los campos, convirtiéndose los cortijos en aldeas con lo que
aparece un poblamiento disperso, favoreciendo el
reagrupamiento de la población alrededor de las ermitas.
A la vez que disminuye la ganadería se acrecienta la
roturación de campos, con un incremento espectacular de la
producción de cereales y de aceite, teniendo un gran desarrollo
los viñedos en tierras de secano, siendo la cerealicultura la
base de la economía y los campos se abren a la colonización
por los señores.
FIG. 1. Ermitas rurales del término municipal de Yecla. Croquis de situación por J. Delicado.
56
Yecla (Yecla. 1865) indicará que
pastora] al lugar, emitiéndose tras su visura y ante el notario
público la escritura de propiedad o título de la ermita, redactadas
casi todas en los mismos términos y normativas (que tenían
que ser exentas, sin ventanas al exterior: que no se podía
pernoctar en las mismas ni sus dueños ni huéspedes; las
dimensiones aproximadas; la dotación con el número de
tierras a las que se comprometía para su mantenimiento; la
decencia en la misma; etc.).
«Hay varios oratorios en casas
particulares y muchas ermitas pequeñas en
las casas de campo» 7 .
Ya en el siglo XX son varios los autores que. con
mayor o menor fortuna, se han aproximado al lema. Fausto
Soriano Torregrosa en su Historia de Yecla (Valencia. 1950).
hace sólo mención de las ermitas de la ciudad, y entre las del
campo cita la de la Magdalena por haber residido algún tiempo
en ella los frailes alcantarinos 8 . Más explícito es Miguel
Ortuño Palao que las reseña en la relación que ofrece de
parajes, corlados y sierras en el libro El habla de Yecla
(Murcia. 1987), mientras que el mismo autor en Yecla. día a
día (Yecla. 1991)9 transcribe aquellas ermitas de las que da
referencia Juan Blázqucz en las obras que se dirán y reseña
otras existentes en la contornada.
Significación especial para la historia de Yecla
adquieren dos obras capitales del historiador y especialista de
la Edad Moderna Juan Blázquez Miguel: Yecla en el siglo
XVII (Yecla. 1988) v Yecla en su historia (Toledo. 1988). En
la primera, que corresponde a su tesis doctoral, documenta las
ermitas que pertenecieron al siglo XVII. mientras que en la
segunda -un verdadero compendio de la historia de la villa
hasta la guerra del francés- hace lo propio con las referentes al
siglo XVIII10: centuria en cuya última década asistimos a una
fiebre constructiva por este tipo de edificaciones en el campo.
3. LA HISTORIOGRAFÍA Y EL TRATAMIENTO DE
LAS E R M I T A S DE YECLA EN LAS F U E N T E S
IMPRESAS.
Escasa es la atención que le ha sido prestada a las
ermitas del agro yeclano por la historiografía de todo tiempo,
careciéndose hasta el presente trabajo de una monografía al
uso.
Uno de los primeros autores en proporcionar noticia
escueta sobre estos sencillos vestigios de leño y mampuesto es
Bernardo Espinal! y García, quien en el último tercio del siglo
XVIII y a través de su obra el Atlante Español o Descripción
General de todo el Reyno de España (Madrid. 1778). manifiesta
en el Tomo I. que dedica al «Reyno de Murcia», acerca de
Yecla. que
«fuera de la villa está la Hermila de la
Magdalena, v en los Cortijos del campo hay
un sin número de otras hermitas. en donde
se dice Misa los días festivos»4.
Un suelto (una breve página muy apretada de
contenido) del periodista Martín Azorín Cánovas y el maestro
Tomás Ruiz Cánovas, titulado «Las ermitas rurales pueden
desaparecer. Una treintena se esparcen por nuestro término
municipal», publicado en el Boletín Informativo Municipal
CIUDAD DE YECLA (Yecla. Ayuntamiento, octubre de
1997, n°7. p. 13), proporciona una somera relación indicativa
de las existentes y llama la atención sobre su precario estado.
subrayando que si bien son de escaso interés artístico, tienen
un encanto romántico (y damos fe de ello, particularizando en
un caso: en el del paisaje y entorno poéticos de la Casa del
Cura, edificios bellos por su ruina donde la romántica impronta
de su fachada, con el tan característico remate y cornisa
barroca que la coronaban han sido hechos desaparecer
recientemente sin ninguna sensibilidad de las gentes hacia el
pasado). Sucinto también (página y mediadedicadas) el capítulo
que los mismos autores dedican a las ermitas yeclanas en un
artículo nominado «Arquitectura rural en el término municipal
de Yecla». que dan a conocer en la Revista de Estudios
Yeelanos YAKKA (Yecla. Ayuntamiento. 1992-1993. pp.
92-93). en el que enumeran algunas de las ermitas del campo.
y comentan su tipo de arquitectura y estado de conservación.
También por mismas fechas o un poco antes, el
capitán de infantería c historiador Cosme Gil Pérez de Ortega
en su manuscrito Fragmentos históricos de la villa de Yecla
(Yecla, 1769). destaca en el capítulo 2o de su obra el Eremitorio
o Santuario de la Magdalena, tratando sobre su fundación y
describiendo las obras de pintura que acogía 5 .
A promedios de la centuria siguiente Pascual Madoz
e Ibáñez, autor celebrado por su ingente Diccionario
Gcográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones
de Ultramar. (Madrid. 1849. Tomo XVI). dice en torno de la
Iglesia parroquial de la Asunción y ermitas del campo:
«En la feligresía que esta parroquia
tiene dentro de la población hay seis ermitas
-anotamos que eran las de San Roque, Santo
Hospital. Nuestra Señora de las Nieves.
Santa Bárbara y San Cayetano- v en el
campo hay hasta 30» 6 .
Pocos años después el caótico y visionario Pascual
Giménez Rubio en su Memoria de apuntes para la historia de
7
GIMÉNEZ RUBIO, Pascual: Memoria de apuntes para la historia
de Yecla . Yecla. Imprenta de Juan Azorín, 1865. p. 293.
8
SORIANO TORREGROSA, Fausto : Historia de Yecla. Valencia.
Impresos Cosmos. 1950, p. 101.
9
ORTUÑO PALAO. Miguel; El habla de Yecla. Murcia. Academia
Alfonso X el Sabio. 1987. pp. 121 y ss.: ORTUÑO PALAO. Miguel: Yecla
día a día. Yecla. Ediciones Dúo. 1991. p. 356.
10
BLÁZQUEZ MIGUEL. Juan: Yecla en el siglo XVII. Yecla.
Tipografía Narsio. 1988. pp. 314-318: BLÁZQUEZ MIGUEL. Juan: Yecla
en su historia. Toledo, Editorial Arcano, 1988. Vol. I. pp. 234-235.
4
ES PINALT Y GARCÍA. Bernardo: Atlante Español o Descripción
General de todo el Reyno de España . Madrid. Imprenta de Pantaleón Aznar.
1778, Tomo I (dedicado al "Reyno de Murcia"), p. 161.
s
GIL PÉREZ DE ORTEGA. Cosme : Fragmentos históricos de la
villa de Yecla. Yecla. 1769. ms. (Publicado impreso en la Revista de Estudios
Yeclanos YAKKA. Yecla. Ayuntamiento. 1992-1993. núm. 4).
" MADOZ E IBÁÑEZ. Pascual: Diccionario Geográfico-estadísticohistórico de España y sus posesiones de Ultramar. Madrid. 1849. Vol. XVI,
p. 430.
57
Juan Alvarez de Mendizabal. Como evocación franciscana,
además de la Iglesia de San Francisco de Asís, enclavada en la
parte baja de la población, que aunque maltrecha subsiste.
queda en el recuerdo el que fue primer cenobio o asentamiento
de los frailes, la Ermita de la Magdalena, originaria de fines del
siglo XV. que. pasamos a documentar (la primitiva ermita del
Pozuelo también era del XVI pero al no quedar resquicio de la
misma no se incluye en el presente estudio que -reiteramos de
nuevo-, se centra exclusivamente en aquellos edificios que
permanecen en pie o de los que se conserva algún resto
material):
Por último se destaca -esbozo de publicaciones
anteriores- el estudio de documentación llevado a cabo por el
citado Juan Blázquez Miguel, en colaboración con el periodista
Martín Azorín Cantó, titulado «Ermitas rurales yeclanas»,
publicado en la Revista de Estudios Yeclanos YAKKA. (Yecla.
1991. n° 3. pp. 59-63). Ambos autores realizan un barrido
secuencial documentando y proporcionando noticia de
licencias, dotaciones y fechas de erección, de las ermitas
edificadas en el agro yeclano durante el siglo XVIII. partiendo
de la apoyatura documental conservadaen el Archivo Histórico
de Protocolos Notariales de Yecla.
A nosotros nos resta ahora conjugar el documento
con lo que dice el monumento (es mucho lo desaparecido), así
como efectuar la datación de aquellas otras ermitas que se
levantaron en el transcurso de los siglos XIX y XX. de las
cuales algunas hemos venido publicando periódicamente, a
través de trabajos sueltos, en alguna que otra revista no
especializada de difusión local (Actualidad. Yecla. 19911992) y en diversos boletines y programas de fiestas patronales,
desde 1992 a 1997.
* El Eremitorio de la Magdalena es la ermita rural
más antigua de Yecla. ya que en muchos testamentos aparecen
donativos para la misma, constando como antigua ya en 1530
(A.H.P.N.Y.. Leg. 1/1). Los franciscanos, llegados a Yecla en
1565. la acondicionaron y ampliaron. Por cédula de 26 de
mayo del mismo año el rey Felipe II autorizó que el Concejo
de Yecla aportara la cantidad de 50.000 maravedíes anuales de
sus propios y rentas para el sostén de la ermita y construcción
de un convento, morando en la Magdalena hasta 1582,
trasladándose por lo inhóspito y alejado del lugar a la Ermita
de San Sebastián, extramuros de la entonces villa, mientras se
edificaba el convento nuevo en la parte baja de la población.
que se concluiría en 1612 y del que tomaron posesión
(consúltese al respecto DELICADO MARTÍNEZ. Francisco
Javier: «Una aproximación de los escultores y pintores
valencianos a la obra de imaginería de la Iglesia de San
Francisco, de Yecla». Archivo de Arte Valenciano. Valencia.
1984, pp. 44-55). Lo viejo del convento de la Magdalena fue
derribado hacia 1994.
4. GENESIS Y EVOLUCION DE LAS ERMITAS EN LA
DOCUMENTACIÓN HISTÓRICA
Diversas son las ermitas que se extienden por las
campiñas y dehesas de Yecla. que se cimentaron en el discurrir
de cinco centurias, comprendidas desde el siglo XVI hasta
fines del siglo XX. Se procede, pues, en las páginas del
presente capítulo, a documentar las propias de cada siglo.
citando sólo aquéllas que permanecen en pie o. aunque
derruidas, conservan algún elemento arquitectónico que puede
ser de interés y permite su datación. Las ermitas de los siglos
XVII y XVIII no citadas en este contexto se entienden
desaparecidas, por lo que remitimos al interesado, a los
estudios del historiador Juan Blázquez, que documenta
puntualmente las correspondientes a dichos períodos históricos.
4.2. Las ermitas del siglo XVII
Tres son las ermitas, en mal estado de conservación.
que perviven en el campo yeclano pertenecientes al siglo XVII
y que seguidamente relacionamos:
Hay que indicar que de suma importancia para el
desarrollo de una parte de este apartado ha sido la tesis doctoral
del historiador Juan Blázquez Miguel, Yecla en el siglo XVII.
(Yecla. Tipografía Narsio. 1988), que recoge en la misma
aquellas ermitas que se erigieron o existían en el mencionado
siglo.
Otro trabajo muy válido del mismo autor, realizado
en colaboración con el periodista Martín Azorín Cantó, y que
venimos reiterando, ha sido el titulado «Ermitas rurales
yeclanas» (Revista de Estudios Yeclanos YAKKA. Yecla,
Ayuntamiento, 1991. n° 3) que documenta varias de las
ermitas que se edificaron en el transcurso del siglo XVIII.
En ambas publicaciones los autores hacen constar la
fuente principal de información consultada: el Archivo
Histórico de Protocolos Notariales de Yecla (A.H.P.N.Y.).
cuyas siglas e indicación de signatura citaremos, acompañando
al extracto o resumen del documento de referencia.
* La Ermita del Carrascalejo sita en el paraje del
mismo nombre y cuya advocación se desconoce. Data del año
1605 (y no de 1602). según consta en la inscripción acuñada
sobre la piedra del escudo de armas que surmonta el dintel de
la puerta. Se halla arruinada, conservando una buena parle de
su portada labrada en piedra de sillería.
*
La Ermita de los Hitos, dedicada a San José y
enclavada en el paraje del mismo nombre, junto a la Venta
Nueva y de la que hay noticia en 1622. se conserva en precario
estado siendo interesantes las pinturas murales de San Antonio
Abad y de San Miguel Arcángel, del siglo XVIII que acoge su
interior. Según la documentación aportada por Juan Blázquez
la Ermita de los Hitos en el año referido es dejada en herencia
por Juana Lorenzo a una hija suya del mismo nombre
(A.H.MP.N.Y.. Leg. 4/1).
4.1. El siglo XVI v los franciscanos
* La Ermita de Casas de Selva en la Hoya del
Mollidar. que creemos se trata de un edificio que se conserva
en dicho paraje, acaso modificado, y que Juan Blázquez
documenta en 1688 puesta bajo la advocación de San Pedro
apóstol, que fue dotado con las aportaciones hechas por Pedro
Sabido es que los franciscanos dominaron la vida
religiosa de la ciudad de Yecla durante casi tres siglos, desde
1565 en que se establecieron en el Eremitorio de la Magdalena,
hasta su expulsión en 1835 según el decreto dcsamortizador de
58
«Expediente de título de la Ermita del Arabí». Yecla. 1 de
octubre de 1748). Fue puesta bajo la advocación de Nuestra
Señora de la Asunción y posteriormente de San Antonio de
Padua. Se conserva en buen estado su estructura arquitectónica.
de una gran sencillez. La ermita fue remozada en la posguerra.
Puche Carrasco y Catalina Ortuño (A.H.P.N.Y.. Leg. 15/12).
Posteriormente, y de acuerdo a los nuevos tiempos, Pedro
Serrano Spuche se obliga con lodos sus bienes a cuidar de
dicha ermita (A.H.P.N.Y., Leg. 52. 2. fol. 93).
4.3. Auge del siglo XVIII
* La Ermita de la Balsa, de la que subsiste la caja del
edificio en la partida de dicho nombre, data de 1778. puesto
que con fecha de 28 de abril del año citado Luis Antonio de
Mergelinadotadicha ermita con 6'5 fanegas de tierra, valoradas
en 3.900 reales, que proporcionaba una alta renta anual
(A.H.P.N.Y., Leg. 9. 2, fol. 71).
De las numerosas ermitas que se edificaron o
mejoraron a lo largo del siglo XVIII hay que dejar constancia
de la relación que sigue, según secuenciación cronológica,
habiendo nueve sobrevivido, mal que bien, a la incuria de los
siglos. En alguna de ellas su datación en la documentación
escrita coincide con la fecha que se inscribe sobre el pórtico
que les precede, como es el caso de la del Pozuelo.
* La Ermita de la Casa del Cerro Viejo es una
humilde construcción adscribible a promedios del XVIII. o
algo más tarde, con restos de pinturas murales en su interior
(epítetos doctrinales) y maltrecha en la actualidad. Juan
Blázquez da cuenta de que en el paraje de los Cerros del
Campo José Díaz Muñoz con lecha de mayo de 1754 dota una
ermita con 12 fanegas de tierra en dicha partida valoradas en
2.000 reales (A.H.P.N.Y., Leg. 63.5. fol. 82). Desconocemos
si tendrá que ver o no con el paraje de referencia.
* La Ermita del Espinar, con pinturas murales en su
interior aunque de arquitectura extremadamente sencilla, es
obra que asignamos a la primera mitad del siglo XVIII. Juan
Blázquez da noticia de que una ermita bajo la advocación del
Dulce Nombre de Jesús fue dotada en 2 de abril de 1734 con
41 fanegas de tierra en el Cerro valoradas en 2,640 reales, junto
al Carche. Presenta la techumbre hundida y se halla en mal
estado. Formaba parte de una heredad que fue sucesivamente
de los Ortega. Portillo y Tomás.
* La Ermita de Casa Ygarza (o Yarza). puesta bajo
la advocación de San Antonio de Padua. de la Cañada del
Pulpillo. Debe corresponderse con la mencionada en el mismo
paraje por Blázquez Miguel y Azorín Cantó, quienes la
documentan en el siglo anterior, dando cuenta de que que José
de Yarza Olazarán en 1688 edifica una ermita en su
heredamiento del Pulpillo. dotándola con diez fanegas en el
Hondo de la Cañada y otras diez lindantes con las anteriores
(A.H.P.N.Y., Leg. 1 12/7). En el siglo XVIII. con fecha 8 de
octubre de 1793 Miguel Gil Marco confirma la dotación
efectuada por su antepasado Yarza Olazarán. a la Ermita de la
cañada del Pulpillo. consistente en 20 fanegas de tierra en esa
partida (A.H.P.N.Y., Leg. 1 12/7. folio 174). Hoy derruida en
los últimos tiempos fue propiedad de la familia GonzálezMoro.
* La Ermita del Arabí (llamada en lo antiguo «de la
Veredilla») o de Casas de Ibáñcz, edificada en el paraje del
Pozuelo, data de promedios del XVIII. Fue dotada en 1 de
octubre de 1748 con ocho ducados de renta cada año, siendo
edificada en 1752. perteneciendo al heredamiento de Pedro
Palao de Espejo (FIG. 2). (Archivo de José Prats Ibáñcz.
* La Ermita de Marisparza desapareció a fines del
siglo XIX. Estaba situada en el paraje del mismo nombre, en
hacienda o Casa del Pintado Díaz. La documentación exhumada
por Juan Blázquez refiere que en 22 de junio de 1785 Felisa
Pascual Díaz de Alarcos dota una ermita en Marisparza con
dos fanegas en la misma partida, tasadas en 3.600 reales.
mientras que en 15 de septiembre de 1793 termina su
construcción ofreciendo diez fanegas (A.H.P.N. Y.). Leg. 125.
1 folio 122;y Leg. 112,7 lolio 158).Se puso bajo la invocación
de Nuestra Señora de la Concepción. Poseía un buen lienzo de
la titular que fue vendido hacia 1945 a un coleccionista de
antigüedades (Debo y agradezco la noticia al fotógrafo
Estanislao Ripoll Díaz, de Yecla).
* La Ermita del Pozuelo o de la Casa Marta en el
paraje de igual nombre fue erigida en el año 1794. según reza
la inscripción que se halla sobre su pórtico, y puesta bajo la
advocación de Nuestra Señora del Rosario. Conservaba un
retablo de madera de estilo neoclásico con un buen y gran
lienzo de la Aparición de Nuestra Señora del Rosario a Santo
Domingo d e Guzmán. del círcu1o de1 pintor de Vicente López,
FIG. 2 - "Acta notarial extendida por el notario público Bartolomé Azorín dando
te y razón de la bendición, en el año 1752. de la Ermita de la Veredilla (o del Arabí).
puesta bajo la advocación de San Antonio de Padua en heredamiento de Pedro
Palao de Espexo". Documento dado en la Villa de Yecla. a 7 de junio de 1752.
59
hoy una casa de labranza. Ortuño Palao aporta noticia de que
debió erigirse en 1815. perteneciendo en aquella época a
Cristóbal M a Muñoz.
que fue sustraído en 1989. siendo una de las ermitas de Yeela
mas interesantes en cuanto a su patrimonio artístico mueble y
mejor conservado hasta el momento de su expolio. Por otra
parte la documentación aportada por Juan Blázquez refiere
que en 24 de febrero de 1794 el presbítero Matías Fontes Pérez
dota la ermita de Nuestra Señora del Rosario, en El Pozuelo,
con una renta de 15 ducados anuales, con cargo al heredamiento
de su propiedad, unas 40 fanegas de tierra en dicha partida
(A.H.P.N.Y., Leg. 52. 3, folio 37). Por noticia aportada por
Pilar Polo Carreres, propietaria que fue en parle de la ermita,
sabemos que ésta perteneció en el pasado a Matías Díaz- Marta
Cerezo que la edificó, heredando Agueda Díaz-Marta Palao de
Espejo.
* La Ermita de la Casa de las Cebollas, situada en
el paraje homónimo, que estuvo dedicada a la ¿Sagrada
Familia? Hoy sin culto, su interior ha sido renovado para
vivienda y usos agrícolas. Perteneció durante el siglo XIX a
José Azorín Ortega heredando su hijo Juan Azorín Bautista y
vendiéndola, por minoría en edad, su tutor y lío Miguel Azorín
Ortega.
* La Ermita de las Casas del Cura, asentada nada
más atravesar el Portichuelo en dirección a Pinoso, de
promedios del siglo XIX (o quizás algo antes), era de estilo
tardobarroco por la cornisilla de perfil mixtilíneo. junto a la
espadaña, de ladrillo, que coronaba su fachada, hoy
impunemente desprovista de tan característicos adornos.
* La Ermita del Carche de la Casa de la Ermita, en
la Boquera del Carche. De gran prestancia y planta de cruz
griega centralizada por cúpula, data de fines del siglo XVIII y
posee elementos barrocos, obra del arquitecto Pedro Guilabert
de hacia 1795. El pórtico, de un solo arco, se ubica sobre la
fachada principal y se pone en relación con el existente en la
Ermita del Pozuelo (Casa Marta). Sobre el retablo mayor
presidía un cuadro de Cristo Crucificado. Consta documentada
por Juan Blázquez. quien aporta noticia de que en 25 de
febrero de 1795 José Quílez Yarza, clérigo de menores,
construye una ermita en El Carche, dotándola expléndidamente
con un cuarto de jornal de huerto en el Plano, valorado en
5.800 reales y otro tanto en la Redomilla, con un cuarto de agua
para el riego tasado en 6.000 reales (A.H.P.N. Y.. Leg. 132, 3,
fol. 27). Uno de sus últimos propietarios fue Antonio Prats
Cañizares que la legó a Remedios Verdú Prats. Es la ermita
rural de mayor categoría arquitectónica en parajes yeclanos
que debiera restaurarse a conciencia, relejando sendas cúpulas
del crucero y torrecilla-campanario.
* La Ermita de la Casa de la Andaluza en el paraje
de El Cerro, es una ermita que dejó de cumplir su función años
atrás, sirviendo para acoger útiles del campo, aunque su
estructura arquitectónica se halla en buen estado. Permanece
adosada a unas casas de labor en el paraje del mencionado.
situado más allá de la Umbría del Factor. El edificio, con
cubierta exterior a una sola vertiente, debe datar de la primera
mitad del XIX, habiendo perdido lodo su contenido mueble.
* La Ermita de la Casa de los Cuatro Ojos, próxima
al paraje de El Madroño y de mediados del XIX. está fechada
en este siglo en el interior sobre la puerta de entrada. Fue puesta
bajo la denominación de Nuestra Señora de los Dolores y
presidía su altar una imagen de dicha advocación, vestidera y
de mal fario que hoy se halla, sobre retablo actual, en la giróla
de la Iglesia parroquial de la Purísima Concepción, de Yecla.
La ermita perteneció a la familia Navarro Torres y su estructura
exteriores semejante a la de la Ermita de las Casas de Selva, de
la Hoya del Mollidar, aquélla mucho más antigua.
* La Ermita de la Casa de la Hoya del Río, en la
Umbría de Peña Blanca, puesta bajo la invocación de la Virgen
de Lourdes (a ppios del XX), que anteriormente debió poseer
distinta advocación ya que data de fines del siglo XVIII. Juan
Blázquez refiere que en 13 de julio de 1797 Catalina Sánchez
de Amaya, viuda de José de la Torre Martínez, dota la ermita
situada en la Umbría de Peña Blanca con dos fanegas junto a
ella, las cuales producen una renta de quince ducados anuales
(A.H.P.N.Y., Leg. 132.5, fol. 62). Muy sencilla, con tipología
de barraca, permanece en pie y carece de interés artístico.
* La Ermita de la Casa Potra fue edificada por el
maestro de obras José Mora Parra hacia 1875. siendo una
sencilla construcción exenta que se dedicó a San Francisco de
Asís, propiedad en el pasado, junio con la casa de labor, de
Miguel Azorín Ortega, quien la dejó a sus descendientes. Hoy
se halla en el mayor abandono finca y tierras. En ella nada a
destacar.
4.4 El Siglo XIX
Doce son las ermitas que adscribimos al siglo XIX.
* La Ermita de la Casa de los Pinos (FIG. 3) en la
Carrasquilla, está dedicada a San Pascual Baylón. según la
inscripción acuñada sobre un azulejo albo de la fachada, que
la data en 1879. fecha de su erección. Fue propiedad de
Germán Giménez Maestre, heredando su viuda Josefa Verdú
(vive), y presenta el interés de su impronta neobarraca en el
gracioso juego del remate de la cornisa, con el empleo decurva
y contracurva en su perfil y los dos pebeteros que la flanquean.
* La Ermita de Nuestra Señora del Carmen, de la
casa labor de los Portillos (no el oratorio del interior de la
mansión, del XX, que se mencionará), en el paraje de Tobarril las
la Baja, es una sencilla y vulgar construcción exenta, de muy
de principios del XIX o de fines del XVIII, que perdió su
contenido mueble en la última guerra y hoy se halla en precario
estado. Sin ningún interés.
* La Ermita de la Rabosera (I). de Casa Spuche, en
el paraje de la Rabosera. Muy cuidado su interior, debe datar
de 1881. lecha de la construcción de la aneja casa de labor y
residencia de los propietarios, la familia Spuche. según recuerda
* La Ermita de los Hitos, cuya advocación se
desconoce (no es la que subsiste dedicada a San José), enclavada
en el paraje del mismo nombre, que fue edificada y constituye
60
del mueble en la década de los sesenta quedarán muchas casas
de labor abandonadas a su suerte (La Maneta, El Fator, Casas
de Selva, El Portichuelo, Caparrota, etc.).
* La Ermita de los Charquillos, desaparecida y de
la que desconocemos los propietarios. Fue construida en 1901
por el maestro albañil Francisco Albiñana Sánchez, formando
parte c integrada en una casa de labor que subsiste, sobre cuyo
tejado todavía permanece una espadaña, a falla de campana.
en el paraje de los Charquillos. En dicho paraje existió otra
ermita edificada en el siglo XVII -año 1641 - bajo la invocación
de «La Expectación de Nuestra Señora». (A.H.P.N.Y.. Leg.
52/2).
* La Ermita del Calderón, dedicada a la Purísima
Concepción, localizada en el paraje de El Calderón. Antigua
y acaso del XVII. fue remodelada o mejorada en el año 1902,
según reseña la inscripción que reza sobre su fachada: «Año
1902». En la misma, retablito de azulejos que representa «La
Coronación de la Virgen María por la Santísima Trinidad», del
XIX. y procedente de anterior ermita u hornacina de la ciudad.
Perteneció al sacerdote Antonio Juan Palao quien la vendió a
sus actuales propietarios, los hermanos José y Antonio Martínez
Sánchez.
FIG. 3 - Ermita de la Casa de los Pinos, en el paraje de la Carrasquilla. Yecla.
Año 1879. (Foto Javier Delicado, 1992).
unos azulejos encastrados en uno de sus muros. La ermita
debió ser represtinada tras de la guerra hacia 1940, habiendo
perdido la campana de la espadaña que campea sobre la
vertiente del tejado.
* La Ermita de Casas de Vellot, ofrendada a San
Antonio de Padua en la Herrada del Manco, es una construcción
rural que puede datar del último tercio del siglo XIX, que fue
propiedad del capellán Antonio Polo Soriano (el cura Mohano),
adquiriéndola después el sacerdote (por 1900) José Azorín
Yagüe. Consta documentada en 1899 la colocación del
Viacrucis cuya licencia fue concedida por el Obispo de la
diócesis el día 8 de noviembre. El interior albergaba un buen
lienzo de Un Cristo en majestad, traído de tierras de América,
en paradero ignorado. La ermita, muy descuidada, debería ser
restaurada.
* La Ermita de la Casa Castañona, del paraje de los
Torrejones, fue edificada en estilo neogótico en la primera
década del siglo y puesta bajo la denominación de Nuestra
Señora del Pilar, siendo su propietario Manuel OrtuñoValcárcel
y llevándose sus descendientes las obras (?) que albergaba a
Madrid. Posteriormente sirvió de garaje y almacén de útiles de
labranza, hallándose hoy la finca abandonada.
* El Oratorio de Nuestra Señora de la Saleta, que
forma parte y se integra dentro de la mansión y casa de labor de
los Portillo, una casona de porte suburbano enclavada en
Tobarrillas la Baja. Fue propiedad de José del Portillo y del
Portillo y de María de la Saleta Spuche y Lacy. que hoy poseen
sus descendientes. Preside dicho oratorio una interesante imagen
de Nuestra Señora de la Saleta, talla escultórica que representa
a la Virgen María acompañada de dos pastorecillos, obra de José
Antonio López Palao de la primera década del XX.
* La Ermita de San Agustín del Minado de la
Fuente Álamo, de fines del siglo XIX, fue construida por la
familia Soriano Candela, conocidos popularmente por
«Caporuchos», quienes vendieron la casa de labranza a Blas
«Ríñones». La imagen titular de San Agustín que acogía,
atribuida al escultor Venancio Marco Roig, hoy se encuentra
en la antesacristía de la Iglesia parroquial del Niño Jesús. La
ermita, sin ningun interés artístico ni detalle ornamental de
interés, permanece al presente en abandono y semihundida.
* La Ermita de la Fuente del Pinar en el paraje del
mismo nombre, edificada muy a inicios del siglo XX si no lo
es de últimos del XIX, perteneció, junto con la finca rústica a
la que permane adosada, a Francisco Aynat Albarracín (18661916) y Virtudes Portillo, quienes testaron -ermita y haciendaen favor de la Iglesia, creándose una fundación para administrar
estos bienes. Ignoramos la titularidad que ostentó dicha ermita.
* La Ermita de la Casa del Hoyo, que se puso bajo
la advocación de Nuestra Señora del Carmen, es obra de fines
del siglo XIX que perteneció a Francisco Grau Paya. Hoy
propiedad de «Los Saturnos» y semihundida, poseía una
arquitectura algo noble, de estilo neoclásico, todavía observable
en los elementos de la lachada.
4.5. El siglo XX v el éxodo del campo a la ciudad.
* La Ermita del Pulpillo, puesta modernamente
bajo el título de San Francisco de Paula, fue reedificada hacia
el año 1915 por el sacerdote Macedono Vidal, quizás sobre
otra ermita anterior de fines del siglo XVIII. Conservada con
gran dignidad, hoy es propiedad, junio con la heredad, del
industrial Joaquín Contreras Martínez.
Nueve ermitas y un oratorio son los edificios de
arquitectura religiosa rural, de carácter privado, pertenecientes
a la vigésima centuria, que documentamos según cronología
secuenciada, la mayor parte de ellas levantadas durante la
primera mitad del siglo. Tras de la guerra y a partir de los años
cuarenta, habrá un abondono del campo, con el consiguiente
éxodo de las gentes a la ciudad, y con el auge de la industria
* La Ermita de Casa Cañizares (o de Buenavista).
dedicada al Corazón de Jesús, fue construida, también por
61
(Casas de Ibáñez).- 5.2. El Ardal. Ermita, s. XIX. (Casa del
Fracho).- 5.3. La Balsa. Ermita de Nuestra Señora de la
Aurora, s. XIX. (Caserío de la Balsa).- 5.4. La Bronquina..
Ermita de San Cayetano, 1955.- 5.5. El Calderón. Ermita de la
Purísima Concepción, reformada en 1902.- 5.6. Cañada del
Pulpillo. Ermita de San Antonio de Padua. siglo XVIII. (Casa
Ygarza o Yarza).- 5.7. El Carche (Sierra del Carche). Ermita
del Carche. 1795. (Casa de la Ermita).- 5.8. El Carrascalejo.
Ermita del Carrascalcjo. 1605.-5.9. La Carrasquilla. Ermita de
San Pascual Baylón. 1879. (Casa de los Pinos).- 5.10. Casa
Cañizares. Ermita del Sagrado Corazón de Jesús. Principios
del XX. (Buenavista).-5.11. Casa del Cerro Viejo. Ermita.
Promedios del siglo XVIII. (Casa del Cerro).-5.12. Casa de las
Cebollas. Ermita, siglo XIX.- 5.13. Caserío del Cerro. Ermita
Primera mitad del XIX. (Casa de la Andaluza).- 5.14. Casas
del Cura. Ermita, siglo XIX.- 5.15. Casa Cuatro Ojos. Ermita
de Ntra. Sra. de los Dolores, siglo XIX. (Casa de los Luna, de
la familia Navarro).- 5.16. Casas Potra (¿La Revertiente?).
Ermita de San Francisco de Asís. Fines siglo XIX.- 5.17. Los
Charqui líos. Ermita de San A n t o n i o Abad. 1901.
<Desaparccida>.- 5.18. El Espinar. Ermita, siglo XVIII.5.19. Fuente La Negra. Oratorio de Ntra. Sra. de la Asunción.
Fines del XIX. ( B a l n e a r i o de Fuente la Negra)
<Dcsaparccido>.- 5.20. Fuente del Pinar. Ermita de San
Francisco de Asís (?). siglo XIX.- 5.21 .La Herrada del Manco.
Ermita de San Antonio de Padua. s. XIX. (Casas de Vellot).5.22. Los Hitos. Ermita de San José. 1622. Oratorio, siglo
XVIII. Ermita. 1815.- 5.23. La Hoya del Mollidar. Ermita.
(Casas de Selva).- 5.24. El Hoyo. Ermita de Ntra. Sra. del
Carmen, siglo XIX. (Casa del Hoyo).-5.25. El Llano. Ermita.
s. XIX. (Casas de Quinlanilla). <Dcsaparecida>.- 3.26. La
Magdalena (sierra de). Ermita de Sta. María Magdalena, h.
1530. <Derruida>.- 5.27. Marisparza. Ermita de Nuestra Señora
de la Concepción. 1784-1793. (Casa de Pintado Díaz). <No
e x i s t o . - 5.28. Minado de la Fuente Alamo. Ermita de San
Agustín, siglo XIX. (Villa de San Agustín).-5.29. El Pozuelo.
Ermita de la Virgen del Rosario. 1794. (Casa Marta).-5.30. El
Pulpillo. Ermita de San Francisco de Paula (antes de San Juan
Bautista), siglo XX.- 5.31. La Rabosera. Ermita de San Pascual
Baylón. c. 1942. (Casa Spuche).-5.32. La Rabosera. Ermita de
San José. 1976. (Casa de Pedro Herrero).- 5.33. Sierra de
Salinas. Ermita del Sagrado Corazón de Jesús, hacia 1920.5.34. Tobarrillas La Baja. Oratorio de Ntra. Sra. de la Saleta.
s. XIX. (Mansión de los Portillo). Ermita de la Virgen del
Carmen, s. XIX.- 5.35. Los Torrejones. Ermita ele la Virgen
del Pilar, fines del XIX. (Casa Castañona).- 5.36. Umbría del
Factor. Ermita de San Pascual Baylón. siglo XIX.
<Arruinada>.- 5.37. Umbría de Peñas Blancas. Ermita de la
Virgen de Lourdes, siglo XIX. (Casa de la Hoya del Río.
Campules).- 5.38. Venta de las Quebradas. Ermita del Sagrado
Corazón de Jesús, siglo XX.
1915, a instancias del alcalde conservador Luis Ibáñez Pisana
(1866-1937) y su mujer Enriqueta Musso. sus propietarios.
Posteriormente fue adquirida la hacienda por José Ruiz Marco,
marmolista de Novelda. que la rige. Sobre la fachada de la
ermita campea un retablito de azulejos del Sagrado Corazón
de Jesús y una espadaña con campana, que debe llevar la
inscripción de la data sobre el bronce, lo que nos daría la clave
de la fecha exacta de la erección de la ermita.
* La Ermita de la Venta de las Quebradas, con la
advocación del Sagrado Corazón de Jesús, es del primer tercio
del siglo, de estilo neogótico. que ha sido modernamente
(hacia 1980) restaurada, hallándose en aceptable estado de
conservación. Desconocemos a sus actuales propietarios, antes
de Pedro del Portillo y del Portillo e hija María.
* La Ermita de la Bronquina, ofrendada a San
Cayetano. Edificada a instancias del periodista Siro López.
Sanjuán en 1956 (fecha que ostenta la campana), es una
construcción exenta de estilo neogótico y forma parte de un
chalet contiguo, hallándose en buen estado de conservación.
* La Ermita de la Rabosera (II). con la designación
de San José, forma parte de la hacienda de Pedro Herrero
Spuche. un chalet de reciente construcción, cuya ermita data
de 1976, fecha en que fue concedida la licencia, por parte del
obispado de la Diócesis de Cartagena, para celebrar misa en la
misma.
5. INVENTARIO Y CATALOGACION DE
LAS ERMITAS RURALES DE YECLA
Como hemos anotado en algún lugar, trazar el
inventario y acometer el estudio detallado de las ermitas que
jalonan los campos de Yecla era una tarea urgente y necesaria,
nada fácil de realizar, teniendo en cuenta los imprevistos y las
dificultades que ha habido que superar (negativa de sus dueños
a ser visitadas, riesgo de la integridad física, etc.). aunque sólo
por el cúmulo de anécdotas ha merecido la pena.
Treinta y ocho (de ellas, algunas desaparecidas y
otras totalmente arruinadas) son las ermitas y oratorios
estimados en la presente investigación que mediante su
descripción y documentación fotográfica se contribuye al
mejor conocimiento de un patrimonio arquitectónico, de
carácter popular, hoy tan disminuido, que por diferentes
circunstancias había sido olvidado y al que la historia hasta
1988 (será con Juan Blázquez y Azorín Cantó) no le había
prestado la debida atención. Las páginas que siguen, pues.
pretenden cubrir ese vacío, y ayudar a su difusión y eficaz
protección; el de un patrimonio rural e histórico que ha venido
sufriendo estragos y depredaciones en los últimos años, y que.
caso por caso, iremos comprobando.
El orden onomástico de caseríos, lugares, partidas y
parajes que a continuación se ofrece, permite una más rápida
localización de la ermita, así como el conocimiento de la
advocación que tuvo o tiene y la época o momento de su
edificación. Posteriormente, se procede al estudio sistemático
y particularizado de cada una de ellas, según un índice
alfabético:
5.1. El Arabí. Ermita de San Antonio de Padua. 1752.
5.1. EL ARABI
Ermita de San Antonio de Padua, 1752.
(Casas de Ibáñez)
Por la carretera que conduce de Yecla a Montealegre
del Castillo y tras ser alcanzada la cota del km. 15 (a la derecha
queda el paraje de Los Hitos, con antigua venta -hoy convertida
en casa de labranza- y ermita en desuso), nos desviaremos a la
62
izquierda para tomar el camino del Arabí que lleva al cortijo
del Olivar. Alcanzado éste y tras recorrer breve trecho viraremos
a nuestra izquierda para introducirnos en un camino de herradura
por el que se accede a las «Casas de Ibáñez», caserío distante
17 kilómetros de la ciudad y emplazado cerca del monte Arabí.
en un paisaje en el que predominan los campos de viñedos, de
cereales y de olivares, así como pastizales para la ganadería
ovina. El caserío está compuesto por un grupo de casas de
laboreo, dedos plantas, con balconcillos protegidos por herrajes
de los denominados de «buche de paloma» (denominados así
por la forma curva que describen), similares a otros vistos en
El Carrascalejo y en los Charquillos; corrales y establos para
ganado; pozo y ermita con palomar.
fieles: y asimismo ha de tener los vasos
sagrados y ornamentos necesarios para la
celebración del Sanio Sacrificio: Y para su
subsistencia y reparos, le mandamos dote a
dicha hermita en ocho ducados en cada un
año, sobre hypotecas seguras, y libres de
todo gravamen, otorgando las escrituras
correspondientes por ante escrivano que dé
fée, de la que se pondrá una copia, o
testimonio en el archivo de esta parroquial.
v se ha de de lomar razón en el libro
correspondiente de fábrica...»"
Según recoge la Enciclopedia Universal Ilustrada
Europeo-Americana (Madrid. Espasa-Calpe. S.A.. 1977. Tomo
LXX. p. 676). el Caserío del Arabí (pues así se conoce el lugar)
contaba en el censo del año 1910 con 24 edificios, muchos ya
arruinados, y 65 habitantes.
Notable es el pozo, profundo y de gran capacidad.
allí existente, provisto de noria para enganchar caballerías
(tracción animal), protegido por un lechado de vigas de
madera y cañizo. Un sistema de cuerdas asidas a la noria y una
garrucha permiten la extracción de agua mediante pozales. En
el exterior, pileta de piedra labrada, de una sola pieza que sirve
de abrevadero, fechadaenel borde superior mediante incisión.
en el año «1761». Sobre la puerta de trenzado metálico, que
protege el acceso al pozo, un cartel recuerda al extenuado
errabundo: «Caminante: Te ofrezco el agua que calmará tu
sed. Solo te pido que me cuides y me trates bien» (Y en este
punto es el historiador quien se permite la licencia, en ese su
peregrinar por tierras de España, de sentirse saciado por haber
bebido de aquella agua, pura y cristalina, que sació su sed en
más de una ocasión, durante las cálidas tardes de eslío, bajo un
sol implacable, en ésa su búsqueda de ermitas, para su estudio
en dcfensa del patrimonio histórico-artístico. por las campiñas
yeclanas).
En el año de 1752 la ermita, que se pondría bajo la
invocación de San Antonio de Padua, ya estaba edificada.
siendo bendecida por el doctor Roque Palao de Espexo,
Theniente Vicario eclesiástico de la villa y hermano del
propietario de la hacienda Pedro Palao de Espexo. según se
desprende de la lectura del acta notarial de fecha 7 tic junio de
1752, dada en dicho heredamiento, término y jurisdicción de
la expresada villa de Yecla. ante el notario público Bartolomé
Soriano Azorín. de cuyo contexto transcribimos a la letra lo
que sigue:
«oi dia de la fecha, acompañado dicho
Sr. Thenienle de Vicario, de los señores Dn
Joseph Serrano Expejo. Cura ecónomo de
la Yglesia Parroquial de esla dicha villa: de
Dn Antonio Marco Santa. Presbítero: Benito
López Vicente, sacristán de ella: y otras
personas religiosas y eclesiásticas, y de mí
d i c h o N o t a r i o , se e o n s t i t u i ó en el
herademiento de dicho Dn Pedro Palao de
Espexo. en el que se halla erigida y favricada
dicha hermila: Y siendo como entre siete y
ocho de la mañana de este día reconoció, y
visitó su Merzed la referida hermita. y
habiéndola hallado decente, y arreglada, y
ornamentada, y con los vasos sagrados, y
vestidura sacerdotal, y demás requisitos
prevenidos en dicho tiempo v licencia, se
dispuso, v formándose procesión decente
con dicho acompañamiento de sacerdotes
eclesiásticos y religiosos, bendixo la referida
hermilatcon las ceremonias. y circunstancias
prevenidas en el Ritual Romano: lodo lo
qual el referido Dn Pedro Palao Espexo. en
el que se halla eligida y favricada dicha
hermila: Y siendo como entre siete y ocho
de la mañana de este día reconoció, y visitó
su Merzed la referida hermila. y habiéndola
hallado decente, y arreglada, y ornamentada.
v con los vasos sagrados, y vestidura
sacerdotal, y demás requisitos prevenidos
Por escritura de propiedad o «Título de la Hermita
del Araví» (sic), sabemos que a mediados del siglo XVIII el
pailón Pedro Palaode Espexo era poseedor de un heredamiento
de tierra en el partido, que llamaban en lo antiguo «de la
Veredilla». en el paraje del Arabí. campo y enclave situado a
dos leguas de la entonces villa. Según manifiesta dicho título,
quien administraba aquel heredamiento -especialmente en
tiempo de cosechas- solía quedarse sin misa lanío en días
festivos como de precepto, al igual que su familia, además de
los jornaleros que atendían aquellas tierras, los labradores y
gentes de los heredamientos contiguos, por lo que solicitó
permiso en 1748 del Obispado de Cartagena para edificar una
ermita, siéndole concedida por Juan Matheo López. Obispo de
dicha diócesis, la oportuna licencia en dicho año
«para que pueda fabricar en dicho
partido una hermila de treinta pies de largo
y veinte de ancho, separada de la casa, y sin
comunicación alguna a ella, ni a otra, de
forma, que no ha de poderse oyr misa, ni por
ventana, tribuna, o resquicio alguno, pues
nada de estas comunicaciones ha de tener a
las casas sino solamente puerta al campo, y
sobre ella una campana para convocar a los
11
A.J.P.I. (Archivo de Jose Prats Ibáñez. Yecla). Expediente del
Título de la Ermita del Arabí. "Licencia de edificación de una ermita en
heredamiento de Pedro Palao de Espexo. en el partido de la Veredilla. término
y jurisdicción de la villa de Yecla. otorgada por Juan Matheo. Obispo de la
diócesis de Cartagena". Yecla. 1 de octubre de 1748. I h. en f..ms.
63
seguida certificazión de haverlo así
executado. las que después pasará al patrono
para su custodia...» 13
en dicho tiempo y licencia, se dispuso, y
formándose procesión decente con dicho
acompañamiento de sacerdotes eclesiásticos
v religiosos, bendixo la referida hermita
con las ceremonias y circunstancias
prevenidas en el Ritual Romano: todo lo
qual el referido Dn Pedro Palao Espexo lo
pidió por testimonio, el que doi como dicho
es..." 1 2
(Conviene recordar para los no iniciados, que en aquel entonces
-promedios del siglo XVIII- en Yecla la Iglesia parroquial era
la de Nuestra Señora de la Asunción, más conocida en lo
contemporáneo por «Iglesia Vieja»).
Por el acta o certificación emitida por el notario
Angel Santín con motivo de la descrita visita pastoral.
conocemos que era propietario de la Ermita de Nuestra Señora
de la Asunción el hacendado Bonifacio Palao. habiéndose
dado notificación de la providencia de la visita que antecede
en misma data al párroco de la Asunción, Francisco Ramón de
Moneada y Botia, quien en diligencia firmada en Yecla. en 30
de junio de 1794. certifica que
«haviendo pasado a reconocer la
referida hermita en el día veinte de Junio de
mil setecientos noventa y quatro. la hallé
conforme a lo mandado, forrado el ara, y
colocada según rúbrica, los hornamentos
reformados, quitado el palomar y lodo uso
doméstico de la pieza que lo cubre. quedando
en todo decente, y bien dispuesta para
zelebrar el Santo Sacrificio de la Misa. Y a
su consecuencia fijé sobre la pila del agua
bendita, v previne se leiese en la primera
misa el cedulón, en que se inserta la
excomunión maior «late sentencia ipso laclo
incurrenda» impuesta contra los que
duerman en la hermita inclusoel zelebrante.
v también el mandado de la Santa Visita, en
que se proibe se tenga combersacioncs en
ella v se haga gestión alguna contraria al
decoro debido al lugar sagrado...»1'1
Transcurría 1793, un 12 de septiembre, cuando tuvo
lugar la visita pastoral a la ermita (que tenía por titular a
Nuestra Señora de la Asunción, en lugar de San Antonio de
Padua. tal y como se hace constar en la escritura fundacional)
de Ventura Sanchez Amorós, beneficiado Cura propio de la
parroquial de Montealegre y Visitador General de la diócesis
de Cartagena (en representación del obispo Victoriano López
Gonzalo) quien, tras hacer oración en ella, manifestó algunos
reparos y en vista de ello
«mandó su merced que se forre la Ara
de lienzo crudo, fixándose ésta quatro dedos
distantes al labio exterior del frontal; y
medio dedo reverso de alto sobre su mesa:
que no se ve de la mesa encarnada.
haciéndose otra en su lugar, forrándose en
lienzo fino; poniéndose en dicho Altar los
lienzo prevenidos por rúbrica: que se haga
un juego de corporales; y media dozena de
purificadores y una casulla de damasco
encarnada, contado lo correspondiente: Y
por los abusos que ha tocado, v de que a
mayor abundamiento está informado se
hacen en las hermitas: mandó igualmente
que baxo la pena de excomunión mayor
«lata sententia ipso facto incurrenda abique
ulteriore juridica declaratione». ninguna
persona, o personas, duerman en dicha
hermita. ni en la sacristía, incluyendo en
esta prohivición al mismo celebrante, ni
hagan gestión que no sea dirigida al culto
divino: y quitándose el palomar que hay
sobre dicha hermita. y el uso doméstico de
la pieza que a esta le cubre, baxo la misma
pena: notificando al Cura esta Providencia
para que instruya de ella al patrono, a los
Ecónomos, y al Guardián del Combento de
este Pueblo, afín de que lo haga presente a
los religiosos que están baxo su obediencia.
puraque le conste: a cuyo efecto se entreguen
a dicho Párroco las dilixencias poniendo en
Otras visitas pastorales acaecerían sin incidencia
alguna en el transcurso del siglo XIX: una primera tendría
lugar el día 1 4 d e febrero de 1825, realizada por Luis Santiago
Vado, Presbítero beneficiado de la Iglesia Arcedianal de
Villena y Visitador en Comisión o representación de Antonio
Posadas Rubín de Celis, Obispo de la diócesis de Cartagena.
acompañado del notario Roque de Múas. época en que era
propietario de la ermita Antonio Palao Moreno: y otra segunda
acontecería el día 31 de agosto de 1849, perpetrada por
Mariano Barrio Fernández. Obispo de la diócesis, acompañado
del Secretario de visita José Ruiz Sánchez, a quienes los
dueños del heredamiento (y en representación de los mismos,
Pascual Ibáñez Castillo) solicitaron las indulgencias pertinentes
ante la devoción que se le dispensa a la imagen que sirve de
patrono de laErmita, San Antonio de Padua, siendo concedidos
«cuarenta días de Indulgencia a todas
las personas de a m b o s sexos que
devotamente rezaran un Padre Nuestro y
"A.J.IM. Expediente del Título de la Ermita del Arabí. "Certificación
de la visita pastoral realizada a la ermita de Ntra. Sra. de la Asunción en el
partido de la Veredilla o Arabí campo, por Ventura Sanchez y otorgada por
el notario Angel Santín. Yecla. 12 de septiembre de 1793. 2 h. en f.. ms.
'"A.J.P.I. Expediente del Título de la Ermita del Arabí. "Certificación
del reconocimiento efectuado en la ermita del Arabí por Francisco Ramón de
Moneada y Botía. Cura de la Iglesia parroquial de la villa de Yecla". Yecla.
30 de junio de 1794.
12
A.J.P.I. Expediente del Título de la Ermita del Arabí. "Acta de
bendición de una ermita edificada en el heredamiento de la Veredilla y puesta
bajo la invocación de San Antonio de Padua. otorgada ante el notario
Bartolomé Soriano Azorín". Yecla. 1 de junio de 1752. I h. en f. ms.
64
de la misma aloja -o albergó- en su interior un palomar. El
solado de la ermita, primitivamente de losetas de barro, ha sido
recubierto de una fina capa de cemento. Un ventano situado en
el muro de la izquierda según se entra, o lado del Evangelio,
proporciona luz a la estancia.
Formando parte del cuerpo del edificio se integra la
sacristía, adosada a la cabecera, con puerta de acceso de
madera practicada desde el presbiterio, del lado de la Epístola.
que denota, como particularidad, servir de confesonario al
integrar una rejilla. Solado de losetas cuadradas de barro y
ventanuco protegido por reja. Existió puerta lateral al exterior.
hoy tapiada.
Ave María ante la imagen de San Antonio
de Padua. que aquí se menciona: y si a este
santo se le hace Novena concedemos oíros
cuarenta días de Indulgencia por cada día de
Novena: rogando en uno v otro caso a Dios.
Nuestro Señor, por las necesidades de la
Iglesia y del Estado...» 15
La ermita fue devastada en 1936 perdiéndose su
contenido mueble y siendo convertida en pajar. Tras la guerra
civil fue reparada, siendo bendecida el 25 de agosto de 1941
por el presbíterílo Angel Muñoz Castillo, coadjutor de la
Parroquia de la Purísima C o n c e p c i ó n y encargado
accidentalmente de la Iglesia parroquial del Niño Jesús, a cuya
jurisdicción corresponde el paraje del Arabí campo. Eran
poseedores de la misma en ese tiempo Rodrigo Muñoz Ibáñez
y Fausto Ibáñez Maestre, descendientes todos en quinto grado
del fundador de la ermita por la rama de Francisca Palao
Moreno, consorte de Pascual Ibáñez Castillo.
Hoy. cuando este estudio histórico y artístico
abordamos. la ermita del Arabí es propiedad compartida de
José Prats Ibáñez. a quien públicamente agradecemos la
consulta de la documentación que nos ha proporcionado
referente a la escritura fundacional o título de la ermita, y que
nos ha ayudado a perfilar su datación y trazar, con precisión y
cronología secuenciada. su historia y vicisitudes.
La fachada principal, situada a los pies, muy sencilla
y sin adornos, presenta puerta de madera de doble hoja.
adintelada, rematándose por una cornisa almenada añadida en
1940 sobre la vertiente del tejado y una cruz de misma época
en el centro, solución nada afortunada. (En nuestra opinión
mejor suerte hubiese corrido la colocación de una espadaña
como remate, provista de su correspondiente campana).
Antecede a la ermita un jardincillo con fuente en el
centro, protegido por una empalizada o cerca de obra y hierro.
Sobre los dos puntales de ladrillo o pilonos que flanquean la
verja de acceso figura la fecha en que fue construida por el
cantero del Arabí, cuyo nombre desconocemos: «Año 1929».
Como ya se ha recordado líneas arriba, la ermita fue
arrasada en 1936, constatándose entre las obras desaparecidas
un cuadro del titular de la ermita San Antonio de Padua. óleo
sobre lienzo de grandes dimensiones (de aprox. 200 x 120
cms.). copia de Murillo"'. anónimo, que existía sobre el único
altar; y un cuadro de San Jerónimo, óleo sobre lienzo, de
aprox. 100x80cms.. de autor desconocido, dícese de discípulo
de El Greco (?). que se hallaba sobre la panda izquierda o lado
del Evangelio.
Las piezas de escultura y de pintura, sin interés
artístico, que actualmente acoge la ermita, son las siguientes:
Sobre la mesa del altar y en repisa, imagen del titular San
Antonio de Padua. escultura en olot de 105 cms. de altura.
procedente de las talleres Bachaca, del año 1940. El santo viste
el hábito de la orden franciscana, ceñido con cordón en la
cintura y lleva al Niño Jesús sobre el brazo izquierdo. Junto a
la anterior, y en repisillas. pequeñas imágenes (de entre 25 y
35 cms. de altura) de Santa Rita de Casia, del lado de la
izquierda, y de San Ignacio de Lovola. del lado de la derecha.
En la mesa del altar un Crucifijo. Otras imágenes advertidas.
bien de escayola o pasta de madera y de pequeño formato, son
una Purísima Concepción, una Milagrosa, y alguna otra sin
identificar.
FIO. 5. Ermita de Casas de Ibáñez o del Arabí. Yecla. Año 1752. (Foto J.
Delicado. 1993)
La Ermita de Casas de Ibáñez (FIG. 5). también
conocida por Ermita del Arabí. en origen puesta bajo la
advocación de Nuestra Señora de la Asunción y más
modernamenmtc de San Antonio de Padua. es un muy sencillo
edificio de caja rectangular, con unas dimensiones de 1 1
metros de longitud y cinco de anchura, datando su construcción
del año 1752.
De una sola nave alargada con techo o forjado de
viguetas de madera y revoltones, presenta cabecera recta y
cubierta exterior a doble vertiente de teja árabe. El entramado
En las pandas laterales, pinturas murales al fresco del
siglo XVIII, representando la del lado del Evangelio a San
Pedro; y la del lado de la Epístola a Santa Clara, ambas de tosca
factura y arte popular, subrayando que el rostro de la sania
Clara todavía evidencia el impacto del hachazo que recibió por
mentes turbulentas en los tristes sucesos de 1936. Con unas
medidas de 94.5 cms. de alto por 71 cms. de anchura, ambas
pinturas, deberían de ser restauradas por profesionales de la
15
A.J.P.I. Expediente del Título de la Ermita del Arabí. "Instancia de
Pascual Ibáñez Castillo, vecino de Yecla. dirigida al obispo de la diócesis de
Cartagena, solicitando indulgencias para la imagen de San Antonio de Padua.
y concesión de las mismas por pane del prelado Mariano Barrio". Yecla. 31
de agosto de 1849. I h. en f.. ms.
16
A.J.P.I. Expediente del Título de la Ermita del Arabí. "Acta de
bendición de la Ermita restaurada de la labor del "El Arabí". término de
Yecla". Yecla. 25 de agosto de 1941. I h. en f.. ms. (Existe copia de la misma
en el Archivo de la Iglesia parroquial del Niño Jesús, de Yecla).
65
últimos tiempos de cobijo para maquinaria agrícola. Se tienen
noticias de que fue expoliada en la guerra civil.
Se trataba de una construcción de caja rectangular, de
la que solo permanecen en pie los muros de los costados.
obrados de tapial, con huecos o nichos que albergaron
esculturas, así como el dintel de la puerta situado a los pies.
compuesto por un travesaño de madera de pino a punto de
ceder (si no lo ha hecho ya cuando esto escribimos). La
cabecera tic la ermita se haya desfigurada al abrirse un gran
hueco que permitía el acceso de vehículos.
Observando atentamente lo que de la fábrica resta.
sobre los muros del interior se advierten ménsulas de arranque
recurvadas, lo que nos hace pensar que la nave cubrió con
bóveda de cañón, mientras que al exterior, sobre armadura de
leño la cubierta era a doble vertiente y de teja árabe.
Se carece de cualquier documentación acerca de la
ermita y obras que en su interior pudo albergar.
restauración. Así mismo localizamos una litografía enmarcada
de San Ramón Nonato, acaso del XIX. y varias oleografías sin
mérito de Cristo en la Cruz y de la Inmaculada Concepción. En
la sacristía un crucifijo pequeño y una mesa de revestir.
Un viacrucis de madera con estampas exorna las
paredes del recinto, obradas de mampuesto y pintadas imitando
sillar.
De entre las ermitas dispersas del habitat rural en el
término municipal de Yccla la Ermita de Casas de Ibáñez o
del Arabí. junto con la del Pulpillo. como antiguas, son las que
se hallan mejor conservadas y cuidadas (y de entre las modernas.
las de la Rabosera y la de la Bronquina, todas edificadas
durante el siglo XX).
Las Casas de Ibáñez (en el Arabí campo), casas de
labranza algunas de las cuales contaron con almazara y bodega.
fueron protagonistas en uno de los pasajes de la novela Carta
de Yecla (Murcia. Imprenta Provincial, 1968), escrita por
Pilar Polo Carreres (tristemente fallecida en 1997). cuando
dice:
5.3. LA BALSA
Ermita de ¿Nuestra Señora de la A u r o r a ? , siglo XIX
(Casas de la Balsa)
«Era un edificio grandote, con dos
casas unidas y anchos corrales, la fachada
estaba enlucida de blanco hasta la altura de
las puertas, y la parte de arriba, que tenía
unos balconcillos, de la vivienda de los
dueños, pintados de rojo. Un palomar
cuadrado sobresalía en el tejado y a la
izquierda una recoleta capilla, con su
diminuto atrio, lleno de verdolaga, invitaba
a la oración, con una cruz en la puerta» 17
Por la carretera 3223 que discurre de Yecla a Pinoso.
a la altura del kilómetro 6'5 y del lado izquierdo de la misma.
se ubica un caserío de principios del XIX. con raíces más
antiguas, que se conoce con el nombre de Casas de la Balsa. En
el mismo y formando parte de una de las casas de labor, en uno
de sus flancos esquineros, se ubica un edificio que fue ermita
hasta poco tiempo atrás, dedicada a Nuestra Señora de la
Aurora (?). por ser el lema representado sobre la pintura que
existía en el único altar.
Como hecho anecdótico de un pasado no lejano cabe
reseñar que fueron famosos los bailes que se hacían en el
caserío, sobre lodo durante la recolección de la oliva y en
época de vendimia 18 , en las espaciosas cocinas de esta casa
labor. «Casa-Malva», como denomina la antecitada escritora
en su novela 19 , y en cuya ermita es noticia se celebró en 1990
la boda de un colono a petición del mismo.
La hacienda, en el transcurso de la centuria pasada.
fue propiedad de Pascual López. Domínguez (1850-1946)
quien testó en sus descendientes, hallándose algunas de las
casas hoy deshabitadas y en desamparo, mientras que olías
permanecen ocupadas por labradores al cuidado de lo que
producen aquellas tierras de abundantes cereales y viñedos.
El edificio que sirvió de ermita (posteriormente
destinado a uso agrícola) permanece en pie y su estructura
corresponde a una elevada caja de planta rectangular, que
cubre a dos aguas y cuya cumbrera fue habilitada para palomar.
Tuvo puerta de ingreso por uno de los costados, mientras que
en el testero de los pies una discreta ventana abierta sobre el
muro proporcionaba luz a la nave de la ermita.
5.2. EL ARDAL
Ermita, s. XIX.
(Casa del Fracho)
Por el camino del Ardal hoy asfaltado (antiguo
trazado que fue de la línea de ferrocarriles de la VAY), que
parte desde la carretera de Pinoso a la salida de Yccla. se llega
al apeadero del Rosario, en el paraje del Espinar, distante diez
kilómetros de la población. Desde este punto, un camino
carretero a nuestra derecha nos conducirá, tras atravesar las
Casas de Palao. a la casa del Fracho. distante cuatro kilómetros
del apeadero reseñado, en el límite ya de la mojonera con
Jumilla, en el Hondo del Pozo y paraje del Ardal. donde se
halla en despoblado una ermita arruinada, de desconocida
advocación, con la techumbre hundida, que debió servir en los
No hay referencia de otras obras de culto que pudiera
acoger su interior.
En 1778 hay noticia de que Luis Antonio de Mergelina
dotó una ermita en la partida de La Balsa, con 6'5 fanegas en
dicha partida, valoradas en 3.900 reales20.
5.4. LA BRONQUINA
Ermita, de San Cayetano. 1955.
(Chalet de Siro López Sanjuán)
Por la carretera comarcal 3223 que transita de Yecla
a Pinoso y tras acceder a la cota del kilómetro 9.5 un camino
17
POLO CARRERES. Pilar: Carlas de Yecla. Murcia. Imprenta
Provincial. 1968, p. 122.
18
ANÓNIMO: "Folklores y festejos: Bailes en la Casa de los
Ibáñez". Relatos del ayer. Yecla. Universidad Popular. 1988. p. 16.
19
POLO CARRERES. Pilar: op. cit., p. 122.
20
BLÁZQUEZ MIGUEL. Juan y AZORÍN CANTÓ. Martín:
"Ermitas rurales yeclanas". YAKKA (Revista de Estudios Yeclanos). Yecla.
Ayuntamiento. 1991. nº 3. p. 62.
66
La campana sobre la copa de bronce acuña las
siguientes inscripciones: «A Mari Carmen y Maribel López
Bailón. Madrid. Carabanchel Bajo». Y «A San Cayetanopatrón de la Bronquina. Año 1956».
Zócalo exterior pintado de gris y resto de muros hasta
la cornisa enjalbelgados. Recercado de huecos y salientes en
tono rosáceo.
A cada lado de la ermita se abren ventanas de arco
apuntado que proporcionan luz a la estancia.
Ya en el interior, el presbiterio, al que se llega salvando
dos escalones que protege una barandilla de forja, aparece
centralizado por una mesa de altar con la imagen del titular San
Cayetano ¿ de escayola? y traza reciente. A ambos lados, imágenes
de serie en escultura de San Siro y de San Rafael Arcángel. En
el rincón izquierdo un confesonario de madera de una sola hoja.
En el cuerpo de la nave y sobre repisas adosadas a los
muros, dos imágenes pequeñas esculturadas de la Virgen del
Carmen y de Santa Isabel.
Del resto de la estructura arquitectónica, muy sencilla,
nada a destacar.
El lugares cada 7 de agosto cita y punto de encuentro
de lugareños y vecinos venidos de parajes próximos (el
Carrascalejo, Casas de la Alterca y la Revertiente), que
celebran las fiestas de la Bronquina coincidiendo con la
onomástica del santo titular San Cayetano desde el discurrir de
1950. Fiestas que son las únicas que subsisten en zonas rurales
del término municipal de Yecla (a excepción de las de la
pedanía de Raspay) sobre las que se ha interesado el
costumbrista local José Puche Forte22, en las que tienen -o
tenían- lugar las tradicionales hogueras (pese a ser verano) y
los bailes populares.
situado a la izquierda nos conducirá tras atravesar las Casas de
la Alterca y el Carrascalejo, al caserío de la Bronquina,
distante doce kilómetros de la ciudad, en tierras de viñedos.
La aldea se compone de añosas casas de labranza, de
tejavana en su mayoría, algunas abandonadas; chalets o casas
de recreo y de campo de nueva planta; y una ermita moderna,
de propiedad particular; todo entre campos de tierra bronca sin
roturar.
El paraje en 1910 contaba con 48 habitantes y refiere
Ortuño Palao que estas tierras al cultivarse producen vino de
excelente calidad21.
Ya en el lugar y en terrenos de un chalet cercado por
un murete y trenzado de espino, junto a la casa, se localiza la
Ermita de San Cayetano (FIG. 9), más conocida por «Ermita
de la Bronquina» debiendo en nombre al paraje sobre el que
5.5. EL CALDERÓN
Ermita de la Purísima Concepción. 1902.
(Heredad de los Martínez Sánchez)
Por la carretera comarcal 3314. Yecla-Jumilla, y tras
alcanzar el kilómetro 14, dentro ya del término de Jumilla donde
se localiza la Casa Venta, giraremos a nuestra derecha para
introducirnos por un camino de herradura que parte, junto a un
copudo pino, en dirección hacia el paraje de El Calderón,
recorriendo tres kilómetros para dar con el caserío, distante
diecisiete kilómetros de la ciudad en rumbo suroeste y cercano a
las estribaciones de los Picarios, a una altitud media de 800 metros
sobre el nivel del mar. El paraje contaba en 1920 con 21 habitantes23.
El paraje aparece presidido por unas casas de labor,
propiedad que fue del sacerdote Antonio Juan Palao. más
conocido por el «cura Higo», fallecido en 1930, quien vendió
las tierras a sus actuales propietarios Juana, Tomás, José y
Antonio Martínez Sánchez. A unos 200 metros de éstas y sobre
un altozano que envuelve una densa pinada se halla una ermita.
Dicha Ermita está dedicada a la Purísima
Concepción. Es una construcción de principios del siglo XX,
edificada en el año 1902, según la inscripción que reza en el
ángulo superior de la fachada, que fue levantada a expensas
del sacerdote mencionado, Antonio Palao.
FIG. 9 Ermita de San Cayetano. Paraje de la Bronquina. Yecla. Año 1955.
(Foto Javier Delieado. 1992).
asienta, propiedad de la viuda de Siró López Sanjuán (19001970), periodista que fue en Yecla.
La ermita, dedicada a San Cayetano, es una
construcción reciente, exenta, de estilo neogoticista, edificada
de ladrillo y bien conservada, que data de hacia 1955.
De planta rectangular, cabecera recta y techo de perfil
trapecial o de artesa invertida, ocupa una superficie de 8,85
metros de longitud y 5 metros de anchura aproximadamente. El
pavimento del interior es de baldosas en ajedrazado blanco y
negro , con cubierta exterior a dos aguas, de teja moruna.
La fachada principal y única se sitúa a los pies. En su
alzado presenta puerta de ingreso sencilla de doble hoja bajo
arco gotizante apuntado por el que se accede mediante dos
gradas. Surmonta ventana circular con decoración calada y el
hastial se remata con cornisa de perfil mixtilíneo con empleo de
curva y contracurva, situando bolinches en los extremos. En el
centro, espadaña de un solo hueco con campana fechada en
1956. Frontón triangular de remate con pináculos y cruz de obra.
22
PUCHE FORTE. José: "Las Fiestas de la Bronquina". ACTUALIDAD ( La revista de Yecla). Yecla. septiembre de 1991. n° 6. pp. 22-23
23
ORTUÑO PALAO. Miguel: op. cit., p. 140.
21
ORTUÑO PALAO, Miguel: El habla de Yecla. Murcia. Academia
Alfonso X el Sabio. 1987. p. 140.
67
del altar subsiste una hornacina tapiada que albergó una
escultura del titular. En el muro derecho, ventano protegido
con reja de cruz.
Adosada a la cabecera de la ermita se halla una
edificación, obrada en mampuesto, de traza postrera, que
albergó un horno, ya sin use).
No hay ningún vestigio artístico que nos permita
identificar la época a la que se adscribe la ermita, que no
creemos anterior al siglo XVIII. Sí nos han informado que en
los últimos tiempos fue propiedad de la familia González
Moro.
El historiador Juan Blázquez Miguel aporta noticia
documentada acerca de dos ermitas que se erigieron en éste o
en parajes próximos: Sobre la primera refiere que el día 8 de
octubre de 1793 Miguel Gil Marco confirma la dotación
efectuada por su antepasado Francisco de Yarza y Olazarán a
la ermita de la Cañada del Pulpillo. consistente en 20 fanegas
de tierra en esa partida; y sobre la segunda, que en 14 de
diciembre de 1797 Felipe Santiago Muñoz y Azorín dota a la
ermita de las Moralillas con el importe de arrendamiento anual
de su casa en la plaza, que era la contigua al mesón situado bajo
la lonja, que era también suyo, cuyo importe asciende a 300
reales25. ¿Corresponde alguna de las dos noticias referidas a la
Ermita de la Casa Ygarza. o se trata más bien de sendas ermitas
desaparecidas?. El apellido Yarza nos induce a pensar se trate
de la ermita aquí estudiada.
Exenta, de planta rectangular y con solado de losetas
de barro, posee unas dimensiones de 10,40 metros de longitud
y 3.95 metros de anchura. Armadura interior de parhilera con
limas (en forma de artesa) y cubierta exterior a dos aguas con
teja árabe. Del lado del Evangelio se acusan al exterior dos
contrafuertes por el desnivel del terreno. Sorprende que tanto
los muros laterales como los de la cabecera estén obrados de
tapial.
Sencilla fachada a los pies encalada con puerta de
ingreso adintelada que protege una puerta metálica de una sola
hoja. Surmonta un retablo de azulejos de 60 x 60 cms. (9
azulejos de 20 x 20 cms. dispuestos en cuadrado) que debe
proceder de alguna hornacina que en tiempos presidió alguna
que otra calle de Yecla (o anterior ermita) y que representa La
Coronación de la Virgen por la Santísima Trinidad, de principios
del siglo XIX, procedente de taller u obrador valenciano, copia
de algún cuadro o tabla del pintor Juan de Juanes. Dos de los
azulejos se hallan muy deteriorados siendo ilegible la leyenda
que campea sobre los mismos, alusiva a su advocación. Carece
de espadaña.
En el interior, retablo de madera neogótico de
principios de siglo, con imagencitas modernas de la Purísima
Concepción, titular de la ermita, copia de la patrona de Yecla.
sobre un hueco acristalado. En los laterales del retablo, del
lado de la derecha Santa Teresa de Jesús, y del lado de la
izquierda San Isidro Labrador, ambas esculturas de serie y
recientes.
Al reverso de la puerta de acceso una litografía o
cuadro sin mérito de ¿San Cristóbal?
En la sacristía, reliquia (una tibia) de San Bonifacio (?)
Adosada a la Ermita subsiste una vieja edificación
que nos hace pensar pueda tratarse de los restos de otra anterior
ermita.
En el Calderón era costumbre celebrar durante el
verano fiestas y verbenas populares en tiempos de cosechas.
5.7. EL CARCHE (Sierra del Carche)
Ermita, fines del XVIII
(Casa de la Ermita)
Por la comarcal 3223. que trancurre de Yecla a
Pinoso, se accede a la carretera del Ardal que nos conducirá.
tras atravaesar el Espinar, a la Boquera del Carche (en otros
tiempos paraje conocido como La Graya), situado a 27
kilómetros de la ciudad en dirección sur. Allí, delimitada pollas sierras de las Pansas y la loma de las Gamellejas, se localiza
la dehesa del Carche formadas por tierras de viñedos y
labrantío, donde concurre la Heredad de la casa de la Ermita:
casa de labor compuesta por una serie de edificaciones rurales
que incluye (o incluían) vivienda con sus correspondientes
dependencias, granero, aljibe y ermita, dando esta última
nombre a la casa de labor, que contó con importantes bodegas.
con una extensión de 160 a 180 hectáreas de viñedos.
5.6. CAÑADA DEL PULPILLO.
Ermita de San Antonio de Padua. ¿siglo XVIII?
(Casa Ygarza o Yarza)
En la carretera que enlaza Yccla con Montealegre del
Castillo y a ocho kilómetros de la capital municipal, se
localiza, junto a la misma y de lado de la derecha, la Casa
Ygarza (denominada en otros tiempos Yarza). en un terreno
yermo cercado de viñedos, al pie de las Moralillas y muy
próximo al Pulpillo.
El caserío se compone de unas casas de labranza que
habilitan planta baja y piso, varios pozos ya sin uso y una
ermita arruinada. En un pasado no remoto debió ser lugar
agrícola de cierta entidad, ya que en 1910 contaba con 23
habitantes24.
La Ermita de Casa Ygarza, que estuvo bajo la
advocación de San Antonio de Padua. hoy en evidente y
palmaria ruina, es una construcción exenta de disposición
rectangular obrada de manipostería, con unas dimensiones de
6 metros de longitud y 5 metros de anchura. Cubierta exterior
hundida. A los pies, sencilla puerta adintelada y sobre la mesa
24
En lo antiguo, estas tierras, como ha estudiado Liborio
Ruiz Molina, corresponden a un establecimiento agrícola
romano, habiéndose localizado sillares pertenececientes a
algún edificio notable de la época, además de hallarse abundante
cerámica romana (terra sigilata)26.
25
BLÁZQUEZ MIGUEL. Juan y AZORÍN CANTÓ. Martín.
"Ermitas rurales yeclanas". YAKKA (Revista de Estudios Yeclanos). Yecla.
Ayuntamiento, abril de 1991. núm. 3, pp. 62-62.
26
RUIZ MOLINA. Liborio y MUÑOZ LÓPEZ. Francisco: GuíaMuseo Arqueológico Municipal Cayetano de Merjelina. Yecla-Murcia.
Yecla. Ayuntamiento. 1989. p. 22.
Ibidem. p. 142.
68
de protección. Arrancado parte del escudo heráldico de la
Boquera del Carche». (También el mismo autor da cuenta en
otro trabajo periodístico, con el título de «Yecla: Ermitas y
viejas casonas sufren ruina y expolio». Diario La Verdad.
Murcia, miércoles 26 de junio de 1991. p. 14. del estado de
desidia abandono en que se encuentra el patrimonio de la
arquitectura rural).
Del ladode la Epístola y junto al presbiterio, torrecillacampanario (?), cegada, de disposición octogonal con cubierta
a ocho aguas y desprovista, como la cúpula reseñada, de tejas
que interesaría retejar. Adosado al presbiterio o cabecera
permanece una edificación aneja, que debió hacer las veces de
sacristía, con cubierta exterior a una sola vertiente y puerta de
acceso del exterior, sin entidad alguna, habilitada para almacén,
útiles de labranza o maquinaria agrícola en tiempo pasado y
cercano. Este lado de la ermita evidencia, por el marco de obra
que lo encuadraba visible todavía sobre el muro, haber acogido
un retablo de azulejos, hoy también en paradero desconocido.
El interior de la ermita, encalado, muy deteriorado
por desprendimiento de la pintura ornamental y humedades
(patente y visible recercando vanos y central izando claves de
arcos y lunetos), ha perdido el patrimonio mueble que lo
exhornó, tres pinturas sobre lienzo, ubicadas una en la cabecera
y dos en el crucero, cuyos marcos de madera dorados, vacíos.
todavían permanecen presidiendo los altares, cual testigos
mudos del ayer. Así el presbiterio se resiente de haber sitio
despojado de un lienzo de Cristo Crucificado. óleo de grandes
dimensiones, barroco y de autor desconocido. Lo mismo
ocurre con las dos pinturas desaparecidas de los lados del
crucero, de menor tamaño que el primero y situado en los
brazos del crucero sobre altarcillos barrocos, único resto de lo
antiguo que subsiste «in situ».
FIG. 13 - Ermita de la Boguera del Carche. Casa de la Ermita. Yecla. Fines del
XVIII (Foto Pascual Pérez, 1992).
La ermita (FIG. 13) dala de fines del siglo XVIII y
debió ser construida por el arquitecto Pedro Guilabert, discípulo
de Lorenzo Alonso, hacia 179527. Es de estilo barroco, llamando
la atención por su esbeltez y donaire, siendo arquitectónicamente la más importante de cuantas existen en los
parajes rurales de Yecla. de aquí que desde estas lineas
pidamos un plan de protección y conservación urgente para la
misma, cuyas competencias debieran asumir los organismos
culturales competentes del municipio o de la región.
De planta de cruz griega, centraliza volteo de cúpula
sobre tambor romo que apea sobre pechinas y perforado por
vanos cuadriformes al exterior y orbiculares al interior,
habiendo sido cegados algunos de los mismos. La cúpula al
exterior, presenta en la actualidad su superfice revocada de
cemento, habiendo perdido las tejas en gradaciones azules y
blancas que la recubrían, tan características en su color de la
zona levantina y que han sido reutilizadas (sin ninguna
impunidad y desmantelando un edificio de interés artístico) en
algunas cubiertas del granero y habitáculos de la casa de labor
aneja. En el interior de la ermita destacan las pilastras de orden
corintio y el sencillo entablamento denticulado que recerca
lodo el conjunto.
La ermita ha sido documentada por Juan Blázquez
Miguel y Martín Azorín Cantó, quienes han constatado en la
documentación localizada como con fecha de 25 de febrero de
1795, el clérigo de menores «José Quílez Yarza dota y construye
una ermita en el Carche, dolándose espléndidamente con un
cuarto de jornal de huerta en el Plano, valorado en 5.800 reales.
y otro tanto en la Redomilla. con un cuarto de agua para el
riego, tasado en 6.000 realcs»28. Fecha y momento que deben
corresponder al de la erección de la ermita, cuya obra debió
estar concluida en un espacio no superior a dos años.
También Juan Blázquez aporta noticia de otra ermita
que pudo existir en El Carche, o en sus inmediaciones, de fines
del siglo XVII. quizás más modesta que la aquí estudiada.
cuandodiccque«con fecha de 2 de marzo de 1705, José Quilez
de los Ríos dota la ermita que había sido edificada por Elvira
Quilez de Amaya. la cual no estaba consagrada a pesar del
tiempo transcurrido, con cuatro fanegas de tierra junto a ella
en el Carche»29.
Propietarios de la ermita fueron en décadas pasadas
Antonio Prats Cañizares, quien tras fallecer la legó junto con
las tierras, a Remedios Prats Verdú, y ésta a Carmen Guardiola
Verdú y al ingeniero industrial Alberto Albert.
Sólida construcción, refuerza las esquinas del edificio,
dintel y marco de la puerta de ingreso, labrados en piedra de
sillería, mientras que muros y paramentos exteriores
permanecen obrados en manipostería y ladrillo, ocultos por
diversas capas de enlucido.
A la puerta (de recio maderamen) de ingreso.
adintelada, de la ermita, y situada a los pies, antecede un
pórtico de un solo arco de medio punto, elaborado en ladrillo
y que descansa sobre pilares de sección cuadrada, cubriéndose
con un tejaroz a tres aguas, provisto de tejas azules y blancas;
pórtico semejante al visto en la Ermita de la Casa Marta en El
Pozuelo. Por encima del pórtico y encastrado sobre el muro de
los pies se hallaba un escudo heráldico de piedra, del siglo
XVIII, desaparecido (o hecho desaparecer) en el transcurso
del año 1991. De su expolio se hizo eco el periodista Martín
Azorín Cantó a través de las páginas del Diario La Verdad
(Murcia. 10 de junio de 1990. p. 21). en un artículo titulado
«Yecla: Diversas ermitas rurales han sido expoliadas por falta
28
BLÁZQUEZ MIGUEL. Juan y AZORÍN CANTÓ. Martín: "Ermitas rurales yeclanas" YAKKA (Revista de Estudios Yeclanos). Yecla. Ayuntamiento, 1991. nº 3. p. 61.
29
Ibidem, p. 61.
:
' LOZANO SANTA. Juan: Historia antigua y moderna de Jumilla.
Murcia. Manuel Muñoz, impresor. 1800. p.9.
69
El interior presentaba la techumbre plana (hasta hace
poco tiempo eran visibles los travesanos de madera de pino).
los muros obrados de tapial encalados y un hueco o ventana
abierto sobre el muro del lado del Evangelio, hoy tapiado, que
proporcionaba luz al recinto. Del presbiterio resta la hornacina
abierta en cuarto de esfera, con unas medidas de 133 cms. de
altura y 77 cms. de anchura, de lo que se deduce que la imagen
titular fue una escultura de talla de madera.
La ermita manifiesta su impronta renacentista a través
de los restos que subsisten de la portada, labrada en piedra de
sillería y compuesta por una puerta de ingreso adintelada,
encima de la cual ostenta en relieve un escudo de armas algo
deteriorado, con un pino y una campana, coronado por cimerado
yelmo, con una inscripción y el año de la erección: «SIVA
ORA PRO. 1605» (y no 1602 como equívocamente anotaron
Blázquez Miguel y Azorín Cantó).
Adosadas a la fábrica de la ermita (que poseyó
cubierta exterior a dos aguas) persisten dos construcciones
modernas, con cubierta a una vertiente, destinadas para guardar
aperos y otros útiles de labranza.
La casona solariega reseñada como la ermita debieron
de pertenecer a algún caballero hidalgo, según atestigua el
escudo de armas sobre la segunda localizado, quizás
pertenecientes a familias de los Azorines. Históricamente, y
en torno del paraje, solo hallamos noticia documentada en las
«Relaciones Topográficas de 1575», que mandara hacer el rey
Felipe II. y que han sido dadas a conocer por Juan Blázquez,
señalando, dando respuesta al capítulo 25 de las mismas, que
el cortijo del Carrascalejo pertenecía -hablamos de la segunda
mitad del siglo XVI- a los herederos de Francisco Olivares.
La Ermita del Carrascalejo (que aunque muy sencilla
tiene de interés la portada), constituye un vestigio histórico del
pasado a conservar, al menos lo que subsiste. Por ello sería de
desear la preservación limpia de su entorno, evitando se
convierta éste en un vertedero de desechos y basuras, tal como
advertimos en la parle trasera de la ermita, cuando la visitamos
en el umbral de 1995 con el fin de realizar el estudio que aquí
hemos expuesto.
Entre las ermitas de Yecla conservadas en el habitat
rural, esta de la Casa de la Ermita es la de mayor prestancia y
entidad, que debiera ser protegida con Nivel 1. dentro de la
catalogación de edificios protegidos que viene llevando a cabo
el Ayuntamiento de la ciudad.
Próximo al lugar y confrontando con la ermita se
halla un interesante aljibe de cimbra con dos pilas de
decantación, de gran capacidad, que ha sido catalogado y dado
a conocer por el arqueólogo e historiador Liborio Ruiz Molina30.
5.8. EL CARRASCALE.IO
Ermita. 1605
Por la carretera comarcal 323 de Yecla a Pinoso y tras
alcanzar el kilómetro 9'5, y antes de llegar al Portichuelo, un
desvío situado a nuestra izquierda (el de la derecha se dirige a
Casas de Potra) nos conducirá, tras vadear las casas de la
Alberca. al paraje del Carrascalejo. distante en torno a los doce
kilómetros de distancia de la ciudad.
El caserío con denso arbolado, está presidido por una
notable casona solariega torreada, acaso de fines del siglo
XVIII. distribuida en tres plantas (baja, noble y andana), muy
reformada en la actualidad. Presenta en la planta noble balcones
con antepecho de forja que apoyan en tornapuntas rectiformes.
Las esquinas de la edificación se refuerzan con sillares de
piedra caliza. dispuestos en forma de sillares encadenados. En
el ángulo de esquina, sencillo reloj de sol. con caracteres
numéricos de horas en romano (de los escasos que restan en
Yecla. contabilizados, en piedra, los de la Casa del Cura
Obispo, de 1804. en El Pulpillo; el de un caserón de la Hoya
Hermosa, de 1805: y pintados, en una de las casas de labor
deshabitadas de la Casa de las Cebollas, y en la fachada de la
Iglesia de San Francisco, de hacia 1748, de Yecla) 31 . En los
aledaños se observan otras construcciones menores formando
poblado: casas de labranza de dos plantas con sus
proporcionadas bodegas en el subsuelo: un aljibe de sección
cuadrada con cuerpo de obra, labrado en piedra de sillería y
encalado y rematado por un bolinche; y una ermita antigua que
confronta con el caserón torreado descrito.
5.9. LA CARRASQUILLA
Ermita de San Pascual Bavlón. 1879
(Casa de los Pinos)
La Ermita del Carrascalejo. cuya advocación se
ignora (y aún desconocen los más viejos del lugar) y a la que
da nombre el paraje, permanece hoy y desde muchos años
atrás en evidente estado de ruina, quedando semioculta a los
ojos del visitante por el denso y tupido manto de hiedra que la
cubre (y así se dice, como recordaban los románticos del XIX.
que «la ruina se hace bella»). Dala de principios del XVII y es
de las más vetustas (por antigua) entre las conservadas del
habitat rural de Yecla.
Por la carretera de Yecla a Fuenteálamo y a una
distancia de nueve kilómetros de la población, un camino ele
herradura situado a nuestra derecha nos conducirá a la Casa de
los Pinos, lugar de dehesas y pastizales apartado diez kilómetros
de la ciudad en dirección noroeste y próximo a los cortijos de
los Olmos y de la Carrasquilla, en el paraje de éste último
nombre. No lejos, se divisan los cerros de las Atalayas.
Atendiendo a la historia, el paraje aparece reseñado a fines del
siglo XVI en las «Relaciones Topográficas de la villa de
Yecla». mandadas hacer por el monarca Felipe II. donde, en la
respuesta al capítulo 19. que trata de las sierras existentes en
el término de la villa, se menciona acerca de la sierra del Puerto
de la Carrasquilla «que está a legua y media desta dicha villa
a la mano izquierda del poniente en poca distancia» 32 .
De una sola nave, posee planta rectangular con unas
dimensiones aproximadas a los diez metros de longitud y seis
metros de anchura. Junto al presbiterio, de cabecera recta, se
adosa la sacristía, con la que comunica mediante sendas
puertas situadas a uno y otro lado de la desaparecida mesa de
altar.
30
RUIZ MOLINA, Liborio: "Aljibes cimbrados en el área de Yecla".
I Coloquio de Historia y Medio Físico. Almería. Instituto de Estudios
Almerienses. 1989, p. 615.
31
DELICADO MARTÍNEZ. Francisco Javier: "Relojes solares en
parajes yeclanos". El Yeclano Ausente . Yecla. Imp. La Levantina, eneromarzo 1993. núm. 23. pp. 26-27.
32
BLÁZQUEZ MIGUEL. Juan: Yecla en tiempos de Felipe II
(1556-I598). Yecla. Imp. La Levantina. 1981, p. 29.
70
Aquí cada 17 de mayo (onomástica de San Pascual
Baylón) hasta 1975 se vino celebrabando fiesta en honor de]
santo con la tradicional misa, además de la gazpachada y
bailes con verbena.
Remontándonos al siglo XVIII hay que hacer mención
que en el paraje de la Carrasquilla se había edificado olía
ermita en el año 1740, cuyo paradero ignoramos (acaso tenga
que ver con unas ruinas anejas a la cabecera de la ermita aquí
estudiada) y acerca de la cual se habían perdido sus escrituras.
Ello nos es conocido por la aportación documental de Juan
Blá/quez Miguel, cuando apunta que en 19 de septiembre de
1793 doló Miguel Gil Marco dicha ermita con cinco fanegas
de tierra34.
El caserío está compuesto por alguna que otra casa de
labranza del siglo XVIII. con fachada encalada y puerta de
acceso bajo arco de medio punto desfigurado, cobertizos para
ganado y una ermita del último tercio del siglo XIX. Pinada y
al j i be cercanos. Sobre uno de los portones del aprisco o establo
campea un discreto azulejo del patrón de los animales San
Antonio Abad, orlado con cenefa de tono azul, de factura
reciente.
5.10. CASA CAÑIZARES
Ermita del Sagrado Corazón de Jesús,
de principios del XX.
(Buena vista)
Por la carretera comarcal 3223 de Yeela a Pinoso
(magníficamente asfaltada en el tramo que corresponde al
término municipal de la primera), y tras alcanzar la cota del
kilómetro 14*5, del lado de la derecha hallaremos la. en otro
tiempo, denominada Casa Cañizares, hoy Buenavista. lugar
cercado por su actual propietario (lo es José Ruiz Marco.
marmolista de Novelda) que dispone de casa de labranza.
chalet o residencia de los propietarios, depósitos de agua y una
ermita moderna de principios del siglo XX. que protege, a
ambos lados, una densa arboleda. Cercano al lugar, y por un
camino forestal, con el que también comunica la Casa
Buenavista. se localizan las Casas de Selva, caserío en parle
abandonado, y ambos (Buenavista y Casas de Sel va) enclavados
en el paraje conocido por la Hoya del Mol I ¡dar (por deformación
en el habla popular, del Moñigal). en terrenos de desniveles
que delimitan la Herrada de la Sierra.
FIG. 20 Ermita de San Pascual Baylón, de la Casa de los Pinos en el paraje de
la Carrasquilla. Yecla. Año 1879. (Archivo Fot. Javier Delicado. 1992).
La Ermita de la Casa de los Pinos (FIG. 20).
dedicada a San Pascual Baylón (según recuerda un azulejo con
la fecha de construcción colocada sobre la lachada) y pobre.
aunque bella en su discreta significación arquitectónica, es
una sencilla estructura de planta rectangular que permanece
adosada a otras construcciones rurales de tejavana en la
cabecera y costado derecho. Ocupa en planta unas dimensiones
de 6,25 metros de longitud por 4.42 metros de ampiaría y data
del año 1879.
De una sola nave posee cabecera recta y cubierta a
dos aguas. Muros de mampostería enjalbelgados en el exterior.
El interior no pudo ser visitado al no localizarse a los
guardacaseros ni disponer de la llave correspondiente.
La fachada, de impronta neobarroca. queda
centralizada por la puerta de acceso en madera de doble hoja.
bajo arco adintelado. Encima, óculo protegido por reja de
cruz con ventano interno cuadriforme y cornisa superior de
quebrado perfil con empleo de curva y contracurva. El hastial
alojó una espadaña ya perdida. En el remate diminuto azulejo
blanco, roto en el ángulo inferior izquierdo, con la inscripción
en azul: «HERMITA / DE / S(A)N PAS(CU)AL BAYLON
/EDIFICADA/AÑO 1879». Sobre los pilares o contrafuertes
de las esquinas sendos pebeteros de remate maltrechos.
Entre las imágenes que alberga o acogió la ermita se
noticia un San Pascual Baylón, talla escultórica en madera de
aproximadamente 120 cms. de altura, titular de la misma; y un
lienzo antiguo de advocación desconocida ¿acaso un «Buen
Pastor»?, dícese trasladado por sus dueños a Yecia.
La Ermita de la Casa de los Pinos (que era atendida
por el capellán Juan Ibáñez Azorín) fue propiedad del medico
Germán Giménez Maestre (Yecla. 1908-1981). que fue
muchos años presidente de la Asamblea Local de la Cruz Roja
y a cuya memoria fue dedicada una calle en Yeela, en el barrio
del Sol33, heredando su viuda Josefa Verdú Díaz.
Casas y ermita fueron propiedad en otro tiempo de
Luis Ibáñez Pisana (1866-1937), alcalde conservador que fue
de Yeela en la década de los años diez, y de su mujer Enriqueta
Musso, pasando después la propiedad a ser adquirida por
Eduardo Cañizares Clavijo.
La Ermita (FIG. 22). dedicada al Sagrado Corazón
de Jesús, es un edificio que data de hacia 1915. de planta
rectangular, bien proporcionado y de una sola nave de cabecera
recta que cubre a dos aguas, con unas dimensiones tic 9"8()
metros de longitud y 5 metros de anchura, con los muros
exteriores encalados. Sobre la fachada, situada a los pies, con
ingreso bajo arco de medio punto, con resalles de ladrillo visto
y puerta de forja acristalada. preside un retablo moderno de
azulejos dedicado al Sagrado Corazón de Jesús, y sobre lo alto
una espadaña provista de campana. Detrás, junto a la cabecera.
se dispone la sacristía, con cubierta exterior a una vertiente.
El interior de la misma, que no pudimos visitar
(domingo 5 de abril de 1991) por las escasas facilidades dadas
de quien atiende la propiedad (y que aún así agradecemos el
33
ORTUÑO PALAO. Miguel: Yecla. día a día. Yecla, Ediciones
Dúo, 1991. p. 18.
34
BLÁZQUEZMIGUEL.Juan y AZORÍN CANTÓ.Martín:"Ermitas rurales yeclanas". YAKKA (Revista de Estudios Yeclanos). Yecla.
Ayuntamiento, 1991, n° 3. p. 62.
71
igual modo fue alterada la fisonomía de la espadaña del remate
(que debió albergar una campana), sirviendo de palomar y de
tiro de chimenea, que permanece rematada por una cruz con
veleta de forja, circunstancia ésta que nos indujo pensar se
trataba -como lo es- de una ermita, acaso de fines del siglo
XVIII. por las pinturas murales que conserva.
En las paredes del interior y del lado de la Epístola o
derecho según se entra, restos de disertaciones teológicas o
epítetos doctrinales escritas en castellano, muy sencillos.
difíciles de interpretar, al haber permanecido ocultos por
sucesivos repintes, y que podrían recuperarse. En dos de ellas
todavía pudimos leer: «Por maldecir / de tal grado (?) / serás
condenado». Y: «De pie... /.. dislocado».
Y acaso esta ermita se corresponda con la reseñada
por Blázqucz Miguel y Azorín Cantó, cuando refieren que en
el Cerro del Campo el 20 de mayo de 1754. José Díaz Muñoz
ofrece doce fanegas en dicha partida valoradas en 2.000 reales
para la dote. (AHPNY.. Leg. 63, 5, fol. 82).
Debemos la loralización de la ermita reseñada, y
correspondiente visita, al amigoCosme Muñoz Ortega, perfecto
conocedor del agro yeclano y honesto ciudadano muy
interesado por el arte y la cultura de su tierra, a quien dedicamos
estas líneas y agradecemos de buen grado el tiempo que nos
dedicó y su atención.
F'IG. 22 - Ermita del Sagrado Corazón de Jesús. Casa Cañizares, hoy
Buenavista. Yecla. De hacia 1915 (Foto Javier Delicado, abril de 1991).
haberla podido fotografiar externamente), se halla algo
descuidado, ignorando las obras de escultura o de pintura que
pueda aeoger.
Es éste uno de los parajes más bellos y fértiles del
agro yeclano y la ermita de Cañizares reunía a muchos colonos
de la contornada en días festivos, que acudían a cumplir con el
precepto dominical de oir misa.
5.12. CASA DE LAS CEBOLLAS.
Ermita ¿de la Sagrada Familia?, siglo XVIII
5.11. CASA DEL CERRO VIEJO
Ermita. Promedios del siglo XVIII
(Casa de la ¿Capellanía?)
Por la carretera comarcal 3223 que transcurre entre
Yecla y Almansa. y tras alcanzar la cola del kilómetro 12.
tomaremos a nuestra derecha la traviesa (en época romana, el
trazado de la Vía Augusta) que, procedente de Moniealegre
del Castillo, se dirige hacia Caudete, protegida por firme
asfáltico, para, tras recorrer cuatro kilómetros (del lado de la
izquierda avistaremos la Fuente del Pinar), acceder a la Casa
de las Cebollas, añejo enclave asentado en terreno bronco y
yermo, y situado en el lado derecho de la traviesa mencionada,
a escasos cuatrocientos metros de distancia, limítrofe con el
término municipal de Caudete. en la divisoria provincial (o de
Comunidades) de Murcia y Albacete, alejado diecisiete
kilómetros de la ciudad de Yecla en dirección norte, a una
altitud de 750 metros sobre el nivel del mar y cruzada por la
rambla que desciende desde la Fuente del Pinar.
Tomando la carretera que conduce de Yecla a la
Fuente Álamo y tras recorrer cuatro kilómetros, un desvío a
nuestra izquierda nos conducirá a la Umbría del Factor (o
Fator) que atravesaremos, prosiguiendo el itinerario por camino
terrero unos diez kilómetros con un paisaje pedregoso.
bordeando las estribaciones del Cerro de los Picarlos y de la
sierra de la Magdalena, que nos llevará por una rambla, tras
pasar la Cañada del Puerto, al paraje de la Casa del Cerro
Viejo, donde unos copudos árboles saldrán a nuestro encuentro,
un caserío fantasmal, sin vida, en el que se agrupan varias
casas de labor, un aljibe moderno de grandes dimensiones que
todavía sigue recogiendo agua de lluvia de los tejados próximos
(a tenor del entremado de cañerías que allí haya instalado) y
una ermita, que pasa desapercibida para el viajero.
La ermita, cuya advocación quizás se pusiera bajo el
Dulce Nombre de Jesús y que permanece adosada a una nave
industrial, ha venido utilizándose en los últimos años como
vivienda, con paredes medianeras levantadas en su interior
para este fin. hallándose en la actualidad abandonada y no
conservando ningún elemento de interés ni arquitectónico ni
artístico.
La fábrica, muy sencilla, obrada de manipostería, es
de planta rectangular, con unas dimensiones aproximadas de
8 metros de longitud y 4 metros y medio de anchura, de una
sola nave, con techo plano de viguetas de madera con revoltones
y cubierta exterior a doble vertiente de teja árabe. La primitiva
puerta de acceso se halla desfigurada al haber sido tapiada (el
hueco interno fue utilizado como alacena) y haberse modificado
el ingreso de la misma, viéndose desplazado algo hacia la
derecha, donde se ha abierto un nuevo hueco que queda
descontextualizado respecto del eje central de la fachada. De
El caserío, lo viejo del lugar, queda conformado por
unas desvencijadas casonas ele labranza de fines del siglo
XVIII. con un reloj de sol con su gnomo sobre una de las
esquinas, anejos corrales y pozos secos. Enfrente, una ermita
de época coetánea dcsacralizada y utilizada hoy para vivienda
o trasterío.
La Ermita de la Casa de las Cebollas, de desconocida
titularidad (aunque siempre presidió su altar un cuadro de «La
Sagrada Familia», compuesto por la Virgen con San José, el
Niño Jesús y San Juanito) se halla orientada hacia el sur.
siendo un sencillo edificio de caja rectangular, que posee unas
dimensiones de 9'20 metros de longitud y 5'23 metros de
anchura, obrado de mampostería, que cubre a doble vertiente
con teja moruna.
Datable en la segunda mitad del siglo XVIII. la
cabecera (cuya techumbre permanecía hundida en nuestra
última visita acaecida en 1994) es plana y presenta al exterior
72
muro de la cabecera restos de un altar de obra, entre pilastrillas
de yeso que disocian sobre el muro, y en relieve, arcos de
medio punto que albergaron o enmarcaron pinturas sobre
lienzo, cuya advocación desconocemos.
La fábrica del edificio, con el techo plano, que ha sido
rebajado, se halla en buen estado de conservación y carece de
interés artístico.
contrafuerte alamborado, donde se abre un hueco o ventano
para la iluminación de lo que pudo ser la sacristía. Exento el
edificio en origen, del lado de la izquierda se le adosó un
cobertizo para carros, mientras que en el lado de la derecha se
ha edificado un techado que alberga útiles y aperos de labranza.
Sencilla fachada a los pies con puerta de ingreso
central izada bajo arco adintelado, modificada. Sobre el remate
restos de una espadaña desprendida, de un solo hueco.
Sobre el único altar existía un lienzo de La Sagrada
Familia, representando a la Virgen María, San José, el Niño
Jesús y San Juanito, pintado al óleo, de 144 x 103 cms., obra
del siglo XVIII y copia de algún grabado de la época, hoy
conservado en colección particular de Yecla.
Según nuestras notas históricas obtenidas por
transmisión oral, el caserío perteneció en la pasada centuria a
José Azorín Ortega, quien tras fallecer y por ley de mayorazgo
heredó su hijo mayor Juan Azorín Bautista, menor en edad.
siendo tutor su lío Miguel Azorín Ortega, que vendió la finca35.
La ermita carece de interés artístico y ningún vestigio
mueble (pinturas, tallas) «in situ» conserva del pasado, habiendo
sido transformado su interior, que hacia 1950 fue convertido
en almacén de grano.
De las viejas casas de labranza anejas, de dos plantas.
nada a destacar, hallándose hoy arruinadas.
En el entorno de la Casa de las Cebollas, hoy una
heredad agrícola, se ha hallado cerámica de época romana.
existiendo un minado de agua próximo.
Colindante con Caudete (Albacete) se encuentra la
Ermita de Casa Tallada, de traza moderna y perteneciente a
aquél término.
5.14. CASA CUATRO OJOS
Ermita de Nuestra Señora de los Dolores, s. XIX.
(antes Casa de los Luna)
Por la carretera de Yecla a Fuenteálamo y tras
sobrepasar diez kilómetros de recorrido tomaremos un desvío
a nuestra izquierda, por camino de herradura que conduce
hacia la aldea de El Madroño. En dicho trayecto, y antes de
llegar a la anterior, localizaremos la Casa de los Cuatro Ojos
(así denominada por utilizar gafas uno de sus propietarios en
tiempo pasado), distante doce kilómetros de la ciudad y
cercano al caserío del Pozuelo.
El lugar y sus aledaños fue propiedad en la primera
mitad del siglo XX de María y Serafina Navarro Torres
(algunos de los miembros de esta familia residieron en
Valencia), que dejaron en herencia, una parte de la finca en
usufructo a los PP. Jesuítas y luego a los Misioneros de
Bombay. y otra parte a su sobrino Pablo Ubach Navarro, quien
vendió posteriomente a Juan Albujer Navarro, labrador que
durante años había cuidado de las tierras, vendiéndolas también
posteriomentc.
El caserío dispone de un grupo de casas de tejavana.
una ermita adosada, aljibe y vivienda que cuando nosotros
visitamos la casa en el verano de 1992 se hallaba en
remodelación. El entorno lo conforman viñedos, árboles frutales
(perales) y pastizales.
La Ermita de la Casa de los Cuatro Ojos, puesta
bajo la advocación de Nuestra Señora de los Dolores, es un
edificio obrado de manipostería y enjalbelgado. de planta
rectangular, con unas dimensiones de 10.70 metros de longitud
y 4.52 metros de anchura, datando su construcción de la
primera mitad del siglo XIX. y de estructura exterior pareja a
la Ermita de las Casas de Selva, en la Hoya del Mollidar.
De una sola nave (no pudimos contemplar el interior
por no disponer su entonces propietario de la llave
correspondiente), con lecho de viguetas de madera ocultas por
cielo raso, presenta cabecera recta y cubierta exterior a doble
vertiente de teja árabe, hoy hundida y en reparación la parle
posterior. El entramado del viguerío alberga un palomar. Dos
ventanucos exteriores situados de lado de la izquierda y
protegidas por reja proporcionan luz al recinto.
5.13. CASERIO DEL CERRO
Ermita. Primera mitad del XIX.
(Casa de la Andaluza)
Por la carretera que discurre de Yecla a Fuenteálamo
y tras caminar cuatro kilómetros, un desvío a nuestra izquierda
nos llevará a la Umbría del Factor (o Fator), paraje que
atravesaremos, continuando por camino de herradura un largo
trecho (unos ocho kilómetros) que nos conducirá al Caserío
del Cerro (Casa de la Andaluza), una hacienda de labor
antigua, cuya ermita allí enclavada no creemos anterior al
siglo XIX.
La ermita ocupa uno de los flancos esquineros del
grupo de casas de labranza. Obrada de tapial y de notables
proporciones, presenta planta rectangular y cubierta exterior a
una vertiente, con las superficies exteriores revocadas de cal.
El acceso se sitúa a los pies en el centro con puerta de
ingreso adintelada. Encima, sobre la lisa superficie de la
fachada, se abre un óculo que sirve de cámara de ventilación
de las cubiertas, mientras que en la panda del lado de la
izquierda se abren dos ventanas que describen arquitos de
medio punto, y cuya función es la de proporcionar luz al
recinto interior. En la cúspide del pilar de esquina o contrafuerte
de la fachada se inscribe una discreta cruz de forja con veleta.
El interior de la ermita, hoy utilizado como granero
y albergue de utillaje vario del campo, conserva adosado al
La lachada principal se sitúa a los pies y presenta
puerta de acceso centralizada de madera, de una sola hoja, bajo
arco adintelado. Sobre el alero del tejado una espadaña
desprovista de campana (que se rompió) y rematada por una
veleta de forja.
Entre las imágenes que albergó la ermita se citan
(sobre la mesa del altar barroca, de las denominadas «de
barriga» por la forma que adoptan), una Virgen de los Dolores.
titular de la misma, tosca hechura de bastidor de mediados del
XIX, revestida con manto negro, de la que se hizo donación
hacia 1940 a la Iglesia parroquial de la Purísima Concepción
35
Agradezco estas noticias a Francisco Azorín Albiñana, abogado y
bibliotecario, de Yecla.
73
Lo viejo del edificio de las Casas del Cura (FIG. 31 ).
toponímico que desconócese a qué obedece (quizás algún
clérigo con posesiones que junto a ellas edificó una ermitita).
está formado por tres o cuatro casas de labranza adosadas que
habilitan planta baja y andana, tejados a una vertiente y
o Iglesia Nueva de Yecla. donde hoy preside uno de los aliares
de la girola; y una pintura antigua, en paradero desconocido,
de la Inmaculada Concepción, óleo sobre lien/o. del que
desconocemos época y autoría. Sencillo via crucis en cuadritos
de estampa e inscripción mural, con caracteres en negro contra
el muro testero de los pies, en el que se podrá leer: «Siendo
mayordomos de la Virgen... 18(90)» (?)36.
Formando parte del cuerpo del edificio se integraba
la sacristía en el lado de la derecha, que comunicaba con la casa
de labranza aneja.
5.15. CASAS DEL CURA
Ermita, s. XIX.
Por la carretera comarcal C-3223 que transcurre de
Yecla a Pinoso hoy completamente remozada, y tras atravesar
el Portichuelo, accederemos a la cota del kilómetro 12. lugar
donde se ubica las Casas del Cura, bello paraje por las casas
arruinadas que allí subsisten, distante doce kilómetros de la
ciudad (dos leguas para los antiguos) que permanece del imitado
por la Hoya del Mollidar (del Moñigal, según el decir popular)
y la Herrada de la Sierra. Para allegarse al lugar en cuestión.
que se identifica desde la carretera a nuestra derecha, dejaremos
a nuestra izquierda la carretera comarcal, y recorreremos
escasos cincuenta metros de camino de herradura, entre viñedos
y olivares, para dar con el caserío que preside un añoso y
esbelto ciprés.
FIG. 31-Ruinas de Casas del Cura y Ermita. Yecla, (Foto Archivo Javier
Delicado, abril de 1992).
fachadas que en otro tiempo permanecieron encaladas o
pintadas en tonalidades azul, rosa o malva según era el gusto
de pintar las fachadas a fines del XIX; algún que otro establo
semihundido: una ermita y un aljibe con su pílela de piedra,
junto a un ciprés centenario: lodo en propiedades que fueron
ele Pedro o Julián Palao. Cual perpetuo vigía permanece un
palomar quebrado que asoma por encima de los tejados.
Campos de viñas y surcos de labrantío componen el resto. Y
junto a su apelativo y un número de teléfono, en graffili. un
texto recuerda o recordaba: «Se compra teja de cañón vieja».
Si el paraje es digno de ser llevado al lienzo por esas casas
rurales ruinosas conservadas (y así procedía una joven pintora
que coincidió en una de nuestras visitas investigadoras -a la
que luego seguirían otras- en el acontecer de abril de 1992). no
le anda a la zaga la añosa ermita, bella por su sencillez (ahora
desfigurada, como se dirá) y la romántica ensoñación del
entorno desvencijado.
Bosquejando noticias, apuntando rebuscas acerca
del paraje, traemos a colación la sorpresa que éste causó en
Ismael Galiana, periodista del Diario «La Opinión de Murcia»,
quien en el fascículo núm. 4 titulado «Campos de Yecla» de la
obra La Región de Milicia, pueblo a pueblo (Murcia. La
Opinión. 1990. Tomo I. p. 102). describe el lugar, paisaje y
paisanaje, según sigue, que con funde con el ele «Casas de
Selva», incluida la fotografía que reproduce:
«Giramos en el cruce con el camino
que lleva a Villena. Verdes praderas que se
pierden casi en el horizonte ele la Sierra del
Serral. Extensiones ele pastos y bosquecillos
ele árboles forman el panorama que nunca
hubiéramos soñado como divisable en esta
Yecla manchega y levantina pero no inglesa.
Un paisaje de campo de golf.
La Ermita de Casas del Cura, de ignorada advocación ¿acaso de San Pedro apóstol?, hoy sin culto alguno y de
estilo tardobarroco, obra de promedios o de fines del siglo
XIX. es un edificio de planta rectangular, anexionado a unas
casas de labranza, que posee unas dimensiones de 6,91 metros
de longitud y 3,73 metros de anchura. La cubierta exterior, de
teja árabe, es a una vertiente.
El interior, que nos fue negado ver por quien aquellas
tierras regentaba (pese a saberse de nuestro noble fin para su
estudio y catalogación), presenta techumbre plana y cabecera
recta, según es lo usual en la tipología de ermitas rurales que
permanecen anexionadas o formando conjunto con casas de
labor, rara vez aisladas. Ignoramos lo que puede o pudo
albergaren cuanto a imágenes, altares o retablos (acaso alguno
obrado en yeso), aunque no erraríamos al apuntar que desde
tiempo pasado dicho recinto (acaso desde la guerra civil) ha
venido utilizándose para cobijar aperos de labranza o destino
de cochera, tan común también en otras ermitas dispersas por
el agro yeclano. y habida cuenta de la puerta de entrada.
demasiado grande para puerta de ermita, que sería agrandada
posteriormente.
Y a cincuenta metros de la cinta
asfáltica. Casas de Selva (Casas del Cura,
debe decir). Hemos dado con ella.
Ni un alma, total abandono. La torre
torcida de un palomar que fuera antaño. Un
aljibe que sigue recogiendo para nadie agua
de lluvia. Cuatro casas que se caen a pedazos.
Aquí nacerían, aquí crecerían, aquí se
multiplicarían los de Selva, pero aquí murió
también todo rastro de vida».
36
Debemos muchos de los datos aquí relacionados sobre la Ermita
de la Casa de los Cuatro Ojos a la lúcida memoria de Argimiro Azorín Pérez.
de Yecla.
74
de 7,17 metros de longitud y 5,50 metros de anchura. Con
estructura bien conservada, desde la posguerra se ha venido
destinando para albergar útiles y pertrechos de laboreo
(remolques de tractores).
El interior, de cabecera recta, presenta la techumbre
plana con el entramado de madera (travesaños) a la vista.
estando desprovista hoy de cualquier elemento u ornato
religioso (mesa de altar, lienzos, etc.) al haber sido destinado
el recinto a usos agrícolas.
Sencilla fachada a los pies con puerta de ingreso
adintelada y agrandada, de doble hoja, surmontada por ventana
rectangular y óculo encima (como cámara de ventilación para
la techumbre), desprovistos de cualquier elemento decorativo.
Cubierta exterior a doble vertiente y de teja árabe.
Sobre su único altar con frontal de madera presidió
una pintura antigua de San Francisco de Asís, óleo sobre
lienzo perdido en la guerra civil, como todas otras piezas de la
ermita. Como pieza de orfebrería interesante albergó un cáliz
del siglo XIX. hoy en paradero desconocido. También poseyó
una armariada para ornamentos religiosos39.
La ermita y heredad de la Casa Potra fueron propiedad
de Miguel Azorín Ortega, quien testó en herencia a favor de
José Azorín Fornet y éste en sus hijos, entre ellos en el
farmacéutico Juan de Dios Azorín Molina.
Dejamos constancia de que para poder edificar una
ermita en el campo, predio o heredades, se precisaba poseer el
correspondiente permiso o licencia del obispado de Cartagena,
que se obtenía en las visitas pastorales que realizaban los
prelados o visitadores representantes. Las ermitas u oratorios
rurales solían ser dotadas con alguna cantidad estipulada de
dinero o su valor en tierras, con cuyo beneficio o producto se
aseguraba su conservación y función (mantenimiento del
culto religioso, adquisición de ornamentos nuevos, pago al
celebrante, etc.). y ello se hacía constar o se especificaba en el
correspondiente Título o Escritura de propiedad de la ermita.
La fachada, situada a los pies de la ermita, obrada de
mampuesto y ladrillo como toda la caja del edificio y enfoscada
de azul, ostenta puerta de ingreso de madera de doble hoja
claveteada, bajo arco adintelado de leño. Surmonta -mejor
dicho surmontaba, por que ya es pasado y no existe- un
gracioso remate de obra con empleo de curva y contracurva en
la cornisa y una espadaña de un solo hueco, de ladrillo, que
perdió la campana en época incierta y que reproducimos en
una instantánea de 1992, documento gráfico que ya es historia.
puesto que la referida cornisilla, habida cuenta de la actitud de
sus actuales propietarios, intolerantes con el mundo de la
cultura, fue desmantelada en el transcurso de 1997, privándola
del sello barroco, sencillo pero identificadorde una época, que
la exornaba.
En la parle posterior de la ermita, casas de labranza
de nueva planta encaladas, confrontando con algún que otro
añoso aljibe.
Juan Blázquel Miguel y Martín Azorín Cantó aportan
noticia de que el 6 de julio del año 1798 Francisco Muñoz
Vicente Ibáñez dota una ermita situada en el Portichuelo con
una viña sita junto a ella, valorada en más de 7.000 y cuya renta
anual es superior a los quince ducados37. De otra parte, son
varias las entidades de población con ermita que surgieron en
el ayer y quedaron registradas a lo largo y ancho de la cercana
Hoya del Mollidar: es el caso de las Casas de Selva, la Casa
de Cañizares (hoy Buenavista, con ermita de hacia 1915), la
Venta de las Quebradas, etc.
5.16. CASAS POTRA
Ermita de San Francisco de Asís (de fines del XIX)
Por la carretera comarcal C-3223, Yecla-Pinoso, se
accede al Portichuelo (km. 9'5) y desde allí un desvío situado
a nuestra derecha nos conducirá. tras recorrer escasos doscientos
metros, al paraje de Casas Potra, distante en torno a los diez
kilómetros de la ciudad.
El caserío, asentado en el llano, lo conforma un grupo
de casas de labranza abandonadas, algún que otro aljibe y una
ermita ya sin culto. Acompaña al entorno una zona de arbolado,
amplios campos de viñedos y delimitando el horizonte, los
Cerricos del Campo y la Sierra del Serral.
Escasísimas por raras son las referencias documentales que pueden hallarse en torno al paraje de Casas Potra.
Bajo este toponímico, de entre la abundante bibliografía
consultada sobre Yecla, tan solo encontramos escueto registro
a través de Miguel Ortuño Palao cuando menciona en su obra
El habla de Yecla (Murcia, Academia Alfonso X el Sabio,
1987). entre los toponímicos de otros parajes el de «Casa
Potra. Con ermita»38. Cabe pensar que el paraje que estudiamos
pudiera tener en época pretérita otra denominación o fuese de
nueva colonización en época más reciente.
La Ermita de Casas Potra, puesta bajo la advocación
de San Francisco de Asís, es una construcción exenta que se
debe al maestro de obras José Mora Parra (1837-1897),
también tallista, y que sería edificada hacia 1875. De planta
reclangular y muros obrados de tapial, posee unas dimensiones
37
BLÁZQUEZ MIGUEL. J. y AZORÍN CANTÓ. M: op. cit, p. 63.
ORTUÑO PALAO. Miguel: El habla de Yecla. Murcia. Academia
Alfonso X el Sabio. 1987. p. 143.
39
Debo estas noticias artísticas a la historiadora de arte María José
López Azorín. de Yecla. descendiente en línea directa de la familia Azorín
Fornet, propietarios de la Casa Potra.
38
75
GEOGRAFÍA
"EL CASCO ANTIGUO DE YECLA, UN ESPACIO URBANO ESTANCADO.
PROPUESTAS PARA SU RECUPERACIÓN INTEGRAL"
Francisco José Morales Yago
A sor Trinidad
anchura, con la casi total ausencia de amplios espacios de ocio.
El crecimiento de la ciudad se ha visto afectado por
varios factores:
INTRODUCCIÓN.El presente trabajo ha nacido como fruto de uno de los
cursos de Doctorado realizado en la Universidad Nacional a
Distancia (U.N.E.D.), Facultad de Geografía e Historia,
dentro del programa del departamento de Geografía titulado:
"Asentamientos humanos y actividades económicas ", el nombre del curso es "Actuaciones en áreas internas. La problemática de los Cascos históricos" dirigido por el profesor Dr. D.
Antonio Zárate Martín
- La existencia de Agua. La fuente principal que abastece la
ciudad queda situada al Norte de la misma, este hecho ha
influido notablemente en la ubicación de la ciudad a la
Umbría del Cerro, con los consiguientes inconvenientes desde
el punto de vista climatológico: Vientos fríos, falta de soleamiento y humedad, etc.
- La barrera topográfica del Cerro del Castillo. La falta de
accesibilidad dificulta la expansión del núcleo con dirección
sur.
- Presencia de Tierras de Cultivo. La llamada Vega constituye una amplio colector o zona de drenaje desde la edad
media se trata de una zona de regadíos, con tierras de primera
calidad, al estar situadas al norte de la ciudad han efectuado un
prolongado "tirón" de los habitantes, en la actualidad este
espacio por excelencia de gran rentabilidad agraria esta pasando a formar parte de un gran cambio en los usos del suelo.
orientados a la instalación de viviendas unifamiliares aisladas
de carácter residencial o veraneo.
El objetivo básico del trabajo es el estudio del área
central de una ciudad, atendiendo especialmente a la problemática de estos cascos antiguos. Concretando más el trabajo
que presentamos está dedicado al casco antiguo de la Ciudad
de Yecla. un espacio que en su día fue por su funcionalidad el
área central y que en la actualidad ha sido relegada su
importancia tanto comercial, como cultural a parámetros de
marginalidad en mucho de estos aspectos.
Junto a una degradación progresiva de las edificaciones, figura por su propia morfología viaria un espacio de
difícil accesibilidad, de callejuelas poco atractivas al comercio. El contraste es curioso, mientras determinados espacios
de Huerta se están urbanizando, lo que ha sido el origen
urbano de la cuidad está poco menos que perdiéndose.
La pérdida de población del Barrio mientras la ciudad
crece lenta pero progresivamente también será uno de los
elementos más importantes a la hora de analizar este espacio.
A la Iuz de la ciencia geográfica, una vez conocidas las
limitaciones y potencialidades del espacio propondremos una
serie de ideas que ayuden a la revitalización del mismo,
tambien habrá que tener en cuenta el marco de medidas
adoptadas a través de los programas municipales o privadas
que desgraciadamente son todavía insuficientes...
Esperamos que el trabajo resulte ameno y puedan dar
idea de la situación de gravedad que este espacio padece.
- Vías de acceso. Las carreteras o vias de comunicación tienen
una forma tentacular, penetrando por el límite norte en la
ciudad, la orientación sur ha quedado relegada.
- Barrera Física del Tren. Hasta el año 1969 se mantiene la
línea de tren que cierra todo el crecimiento noreste de la
ciudad, por causas psicológicas nadie se instala "al otro lado
de la vía".
- Barrera física del nuevo cementerio. En 1833 se traslada
el cementerio desde el centro de la ciudad hasta la zona
conocida por "Las Pozas", este hecho determinará el cierre de
la ciudad por su extremo Sur.
El resultado de todo ello es la configuración de un
casco urbano de forma alargada, la ciudad ha crecido más
hacia los extremos, sobre todo en la parte Este en donde existe
más suelo, destacando varias áreas urbanas:
I. El Casco antiguo en el Conjunto urbano actual.En la actualidad, el rasgo más destacado en el conjunto
urbano de Yecla es el contraste entre los barrios ubicados en
ladera y piedemonte del llamado "Cerro del Castillo" y los
asentados en las zonas bajas o de Vega, por otro lado la
compacidad del caserío es enorme, el aprovechamiento máximo del suelo ha hecho que la ciudad crezca más en altura que
- El Casco Antiguo: (Objeto de nuestro trabajo).
- El Ensanche, proyectado a partir del S. XVIII. es el área de
mayor superficie de la ciudad, estamos ante un desarrollo
racional y ordenado, representado por el plan ortogonal o en
79
varias pinceladas definidoras:
cuadrícula, calles anchas y rectas que se cortan de forma
paralela.
Conecta los barrios altos (topográficamente de la ciudad) con la Vega, dentro de la gran extensión del Ensanche
destacamos el centro del mismo: Calle Rambla-S. FranciscoCallejón Ancho esta área urbana recoge la mayor parte de la
vida cultural y administrativa de la ciudad, así como la mayor
densificación de equipamientos. También ha recibido los
mayores efectos de la especulación en décadas anteriores.
- Progresivo vaciamiento: Existe una importante perdida de
población, la abundancia de personas mayores con un profundo apego contrasta con las preferencias de los jóvenes que
prefieren vivir en otros barrios de la ciudad que disfrutan de
mayores equipamientos.
- Envejecimiento: Como anteriormente señalábamos la presencia de jubilados y personas mayores es dcstacable, (en
próximo apartado ofreceremos datos).
- Ocupación por las personas de menores posibilidades
económicas: Se detectan habitantes forasteros, trabajadores
de sectores poco cual i ficados y eventuales, desde luego que las
personas con un nivel económico medio-alto no viven en la
zona, excepto claro está algunas excepciones.
-Deterioro en las construcciones: Muchas viviendas están
próximas a la centena de años, la rehabilitación y renovación
aunque existe crece a un ritmo muy lento, este hecho hace que
encontremos muchas viviendas abandonadas, en ocasiones
utilizadas como lugares de almacenamiento de enseres de las
personas que han marchado a vivir a otros barrios de la ciudad.
- Los Barrios Periféricos, se trata de parle de la ciudad
construida en los últimos treinta años, el gran florecimiento
industrial que experimenta la ciudad a partir de los años 60 es
el motor de arranque. Destacamos la presencia de una serie de
barrios bien conectados a la malla urbana, prolongando en
algunos casos el ensanche desarrollado durante los S.XVIII y
XIX hasta llegar el extrarradio de la ciudad. Falta de equipamientos y aspecto de ciudad dormitorio, en donde las relaciones vecinales están olvidadas, son los rasgos más destacables.
En este anillo exterior de barrios destacamos; García Lorca.
Estación. Serratillas y Barrio del Sol. este último muy bien
conectado y con grandes perspectivas en la mejora de calidad
de vida. Abundan en lodos ellos las viviendas de protección
pública.
- Podemos diferenciar dadas las características demográficas.
usos del suelo y morfológicas tres zonas:
1o Barrio de Casas Altas-Peñón. Abarcaría paite de los
distritos censales 1 y sobre todo 2. sería la zona más deprimida
y degradada, las actuaciones no deberían demorarse mucho.
2° Iglesia Vieja y calles adyacentes. Es la parle más monumental del espacio a estudiar, aunque desde varios años se está
llevando a cabo un plan de remodelación y rehabilitación de
este conjunto las actuaciones deben extenderse a otros edificios, así como la correcta aplicación de las normas urbanísticas del P.G.O.U. vigente. Abarcaría parte de los distritos
censales 3 y 4.
II. Personalidad del Casco Antiguo de Yecla.El espacio que estamos estudiando a través de este
curso de Doctorado no tiene la consideración legal de "Casco
histórico Artístico", aunque alberga un monumento nacional
y varios de interés turistico-regional. La delimitación espacial
del mismo resulta bastante sencilla, tanto desde el punto de
vista físico como perceptivo, en el primer aspecto destaquemos la ubicación en las zonas de mayor elevación topográfica
de la ciudad, en plena ladera del Cerro del Castillo, entre las
hipsohipsas 620-660. el resto del casco urbano queda por
debajo de este nivel de altitud llegando en las zonas más bajas
de Vega a Ios 580m. ( l )
3° Zona de Transición. Se trata de la franja que delimita el
casco antiguo del ensanche, es una zona de gran dinamismo
comercial y administrativo, las construcciones incontroladas
y excesiva permisibilidad de tiempos pasados han traido como
consecuencia la destrucción de una buena parte del legado
pasado, recuperar lo perdido es imposible, mantener lo existente es viable, aunque convendría una reordenación en aspecto tan puntuales como el tráfico, calles peatonales, aparcamientos, aplicación de ayudas a la rehabilitación y protección.
El rasgo fundamental es un conjunto de calles laberínticas. angostas y retorcidas. El trazado del plano es irregular
con adaptación en la calles de orientación S-N a las torrenteras
que descienden del Cerro a la Vega buscando su nivel de base.
Por tanto, esta zona no registra peligro de drenaje.
El ambiente de estas calles tiene un tono privado,
hermético (2) . Las casas sufren desniveles en sus plantas, se
cimientan sobre roca. El nivel de construcción en cuanto
alturas casi nunca supera la planta baja y alta, existiendo la
denominada casa "tejavana" de una sola planta baja.
Abundan por supuesto las viviendas unifamiliares entremedianeras frente a bloque de pisos, la falta de accesibilidad debido a la estrechez del viario dificulta el paso de tráfico
rodado, que tiene muy poca relevancia en relación al resto de
la ciudad.
La verdad es que podemos hablar de un gran contraste
entre la serenidad de este espacio en donde parece que la vida
transcurre más despacio y el nervioso ritmo del resto de la
ciudad.
Otros aspectos a destacar serían aquellos relacionados
con la población, aunque tendremos oportunidad de estudiar
el tema a fondo en el siguiente apartado, tan solo destacar
III. Los componentes demográficos.Para hacernos de entrada una idea de la población que
actualmente reside en el Casco Antiguo de Yecla. creo que
podríamos destacar tres ideas base, que dejarían claramente la
situación actual, la primera sería la diferente dinámica del
Barrio antiguo con respecto a la ciudad que viene experimentando un lento pero estable y positivo crecimiento, mientras
que el mismo está sufriendo pérdidas en efectivos desde la
década de los 70.
En segundo lugar destaca tanto la presencia de un
índice de envejecimiento importante como la ausencia ele
personas de clase media o alta que vivan en el barrio, este
último aspecto no ha variado mucho en relación a olios
periodos, el primero es más dcstacable.
80
ya que se encuentran ubicados a "caballo" entre el Barrio
Antiguo y las zonas de más reciente creación de la ciudad, por
ejemplo el distrito Uno abarca las callejuelas más intrincadas
y el Barrio de nueva creación de las Herratillas en donde las
características morfológicas o demográficas nada tienen de
relación, igual ocurre con el distrito quinto, este error en la
forma de concebir el padrón nos perjudica enormemente a los
estudiosos de la zona, ya que intentar sacar conclusiones a
partir de estos dalos serían un gran defecto de base, por ello
optamos por estudiar solo aquellos distritos censales que
realmente se circunscriben al Barrio Antiguo, serían los números 2,3 y 4.
Los dalos que arrojan son lo bastanle significativos
para entender este retroceso poblacional:
En último lugar mencionar que existen importantes
diferencias en las características demográficas de los distintos
barrios que componen el espacio que estudiamos, mientras
que la zona de transición presenta las mismas características
que el resto de la ciudad, los Barrios de Casas Altas e Iglesia
Vieja, sobre lodo el primero presentan los desequilibrios mas
destacados.
III.1. Densidad baja de población. Abandono desequilibrado de barrios.
Los últimos censos y padrones reflejan esta clara
tendencia de retroceso demográfico, el espacio que estudiamos quedaría plasmado en cinco distritos censales, aunque
debido a su configuración dos de ellos solo entrarían en parte,
Padrón 1.986
Padrón 1.991
Padrón 1.996
diferencia 1986-96 en %
Distrito 2
1.688
1.671
1.585
-6'10
Distrito 3
1.244
1.178
1.017
-18'24
Distrito 4
2.077
1.893
1.814
- 8'85
21.414
22.620
23.729
+9'75
Resto Ciudad
que tenemos sobre la explotación de este tipo de datos es del
Padrón de 1986, al cual lógicamente acudimos, la verdad es
que una decisión administrativa puede acarrear posteriormente importantes problemas a la hora de estudiar determinados
aspectos de la población, igual ocurrirá con el hecho de no
preguntar la actividad profesional o el grado de estudios solo
de forma voluntaria, es por ello que gran parte de nuestro
estudio tendrá que basarse en la encuesta personal a los
habitantes del barrio.
Los últimos datos como anteriormente indicábamos
vienen del año 1986 y son los siguientes, según el índice de
Sauvy (3):
Conclusiones: Los datos reflejan claramente la realidad de
este Barrio, en tan sólo diez años el distrito n° 3 (barrio de
Casas Altas ha perdido más de un 18% de sus electivos, los
otros dos barrios entre un 6 a 8 %, y sobre lodo teniendo en
cuenta que el resto de los distritos de la ciudad han pasado en
esto diez años de un total de efectivos de 21.414 a 23.729 lo
que equivaldría a + 9'75 % de aumento.
III.2. Proporción de jóvenes y ancianos. Envejecimiento
progresivo.
Desgraciadamente los padrones realizados en los últimos años no reflejan este tipo de dalos, la pirámide de edades
por distritos censales no ha sido realizada, la última referencia
Grupos de edad
Distrito 2
Distrito 3
0-19
470(28'll)
356 (28'80) 607 (30'47)
8.354(3178)
20-59
830 (49'64) 579 (46'84) 977 (49'04)
13.118 (49'91)
+ de
60
372(22'24)
301 (24'35)
Distrito 4
Población global de Yecla
408 (20'48)
Los datos son significativos en cuanto a los mayores de 60
años se observa que en los tres distritos está por encima del
20% con una media del 2235 % , mientras que en el resto de
la ciudad la media se sitúa cuatro puntos más baja 18 '29%, por
tanto como conclusión destacamos ese mayor número de
presencia de personas mayores en el Barrio Antiguo que en el
resto de la ciudad.
4.809 (18'29)
ya que no se encuentran elaborados, en nuestro trabajo de
campo, así como perceptivamente podemos destacar dos
rasgos sobresalientes el primero sería el de las personas
mayores que viven en la zona, la mayoría (95%) han nacido en
la ciudad, por el contrario entre los jóvenes existen familias
enteras procedente de otros puntos de la geografía nacional
como Andalucía y Albacete, así como varias familias magrebíes, aunque estos últimos se encuentran en cualquier parte de
la ciudad.
III.3 Composición por lugar de nacimiento de los habitantes.
No hemos podido extraer dalos absolutos del Padrón.
81
III.2. los únicos dalos que hemos podido extraer del a Padrón
municipal se refieren al año 1.986 y presentan diferencias que
destacan al barrio del resto de la ciudad.
III.4 Estructura de actividades económicas, social, grado
de instrucción., etc.
Como anteriormente comentábamos en el apartado
- Rama de actividadDistritos
Trabajadores
2
29'45.
3
4
Media
Resto ciudad
29'07
27'92
28'81
31'68
Buscan 1 a vez
4'44
2'70
1'71
2'95
2'42
Parados
5'69
5'15
7'22
6'02
4'26
A destacar de estos dalos como el número de trabajadores es menor en el área de estudio, lógicamente porque
existen más pensionistas, por otro lado también la incidencia
del Paro es mayor, destacaríamos la presencia en el Barrio de
muchos trabajadores temporales tanto en el campo como en la
industria.
- Grado de InstrucciónDistritos
2
3
4
Analfabetos
10'13
8'36
7'67
8'72
4'86
46'38
33'23
42'35
42'19
Primaria Incompleta 47'45
Media
El resto de niveles es muy similar, aunque en Bachillerato y estudios Universitarios el nivel de la zona es muy bajo
en relación al resto de la ciudad. De los dalos destacamos sobre
todo el índice de personas que no saben leer ni escribir, es el
doble en relación al resto de la ciudad.
Resto ciudad
Destaquemos seguidamente algunos topónimos, nombres de calles que reflejan fielmente su fisonomía:
- Rasgos geográficos: Casas Altas, El Peñón, Salsipuedes.
Ramblizo. Arrabal (desaparecido el nombre).
- Gremiales: Jabonería y Carnicería.
-Ciudades o hechos históricos destacables: Granada. Filipinas.
Isabel la Católica, Tetuán. Algeciras. Cuevas del Poniente.
Desde luego un rasgo importante a destacar de este
barrio sería el silencio, frente al ajetreo y bullicio de las calles
comerciales del Ensanche.
TV. El paisaje urbano. Morfología del Casco Antiguo
IV.1. Emplazamiento topográfico de los Barrios
que componen el casco antiguo
El barrio antiguo se encuentra ubicado en la ladera
Norte del llamado "Cerro del Castillo", ocupando actualmente
el caserío las curvas de nivel desde 580-660 metros. Se
observa una perfecta adaptación de las viviendas a los desniveles topográficos así como al descenso de aguas a través de
torrentes, hoy dia enmascarados por el asfalto.
La sensación de ascenso y descenso hacia el barrio es
un factor determinante en su personalidad intrincada.
I V.3. La Construcción urbana. Entramado cerrado
El entramado consiste en la forma de ordenarse y
agruparse los edificios en el interior de la ciudad. Esta ordenación. ni es la misma en todas las partes de la ciudad, ni se ha
efectuado siempre de igual modo, sino que ha ido evolucionando con el paso del tiempo, según las distintas tendencias
urbanísticas. En el caso del conjunto que estudiamos encontramos un claro entramado cerrado: los edificios se sitúan unos
junto a los otros de manera continua, se forman manzanas
compactas aunque casi nunca de forma regular, dejando
pequeños palios individuales interiores (7) .
IV.2. El plano urbano. Entramado irregular
Este recinto representa el llamado plano irregular o desordenado (4), cronológicamente es el más antiguo de la ciudad y
por supuesto el primero en utilizarse. Recoge desde la fundación de la ciudad (5 ) hasta el S.XVI. El primer rasgo a destacar
es la forma del viario, calles laberínticas, retorcidas que en
ocasiones acaban en forma de fondo de saco, el nivel de
lachada sufre fluctuaciones, " e s decir " las casas no se alinean
el igual saliente, la alineación indefinida de una perspectiva
continua queda rota. El ambiente de estas calles tiene un tono
privado, hermético, existen calles en recodo que se vuelven
sobre sí mismas, callejones sin salida que forman plazuelas con
breves (6) ensanches como la plaza del Rincón. Bailén, etc.
IV.3.1. Características de las viviendas y edificios
Para realizar este apartado partimos básicamente de
tres fuentes de información, aunque en la practica, sólo la
última nos ayudará a obtener datos reales sobre el espacio
estudiado, comparando el Casco antiguo con el resto de la
ciudad:
1- El censo de viviendas y Catastro de Urbana ( Sólo refleja
datos globales de la ciudad).
2- El Plan General de Ordenación Urbana.
82
sin distinguir los distinto barrios, aunque esta fuente no sirve
para conocer características propias de la zona de estudio, los
dalos globales nos ayudarán a comparar con el trabajo realizado a través de una encuesta, de esta forma obtendremos los
siguientes resultados en cuanto a los distintos factores que
distinguen a las viviendas (los datos serán presentados en %):
3- El trabajo de campo (Elaboración de una encuesta y
comparación con el resto de la ciudad).
El I.N.E. (8) en los distintos censos de vivienda realizados a
través de varios años posee una de las mejores fuentes para
conocer, tanto el volumen como las características de la
vivienda, pero encontramos un gran problema: los datos que
aparecen siempre son de forma global para todo el municipio,
- Ocupación de las viviendas (viviendas habitadas)
Yecla
Barrio Antiguo
Diferencia
84.33
71.20
13.13
Conclusiones: El barrio antiguo está menos habitado que el resto de la ciudad.
- Superficie de las viviendas en m/2
Yecla
Barrio Antiguo
Diferencia
Hasta 30
0.29
0.41
0.12
31-61
4.74
9.05
4.31
61-90
33.93
45.80
11.86
91-120
40.73
31.76
8.97
más de 120
20.31
13.04
7.27
Conclusiones: Las viviendas por lo general son de menores superficies en el barrio antiguo.
- Antigüedad de viviendas
Más de 50 años
Entre 50-25 años
Menos de 25 años
Conclusiones: Es evidente que las
Yecla
Barrio Antiguo
17.43
51.78
22.03
37.5
60.54
10.72
viviendas tienen una construcción más
Diferencia
34.35
15.48
49.82
antigua en el barrio antiguo.
- Estado de conservación
Yecla
Barrio Antiguo
Diferencia
Ruinoso-malo
4.07
15.54
11.46
Con alguna deficiencia
9.09
37.60
28.51
Bueno
86.84
46.86
39.98
Conclusiones: Se presentan estados de deterioro más importantes en el barrio antiguo, la rehabilitación y renovación deben ser
urgentes, ya que el estado de abandono está creciendo.
- N° de habitaciones
Yecla
Barrio Antiguo
Diferencia
Hasta tres habitaciones
1.39
4.76
3.37
De 4-5 habitaciones
49.84
63.31
13.47
Más de 6 habitaciones
48.77
31.93
16.84
Conclusiones: Se aprecian diferencias significativas en las habitaciones del Barrio antiguo ya que existen menos y son más
pequeñas.
- Instalaciones:
Agua
luz
gas canalizado
teléfono baño
calefacción
Refrigeración
(por cualquier medio)
Yecla
99.97 99.66
3.74
69.66
97.75
97.57
5.54
Barrio Antiguo
98.43 97.12
0.15
18.25
85.70 71.13
0.3
Diferencia
1.54
2.54
3.59
51.41
12.05
26.44
5.24
Conclusiones: Los datos no son muy distantes en cuanto a necesidades básicas (Luz y agua), el grado de confort de las viviendas
es muy diferente, por ejemplo calefacción a gas o agua (radiadores) es muy difícil encontrar en el barrio antiguo, sólo aparatos
eléctricos así como el nivel de teléfonos es muy bajo.
- Régimen de tenencia
Yecla
Propia y/o con pagos
86.41
Alquilada u otra forma
13.59
Conclusiones: Datos muy similares.
Barrio Antiguo
89.33
10.67
83
Diferencia
2.92
2.92
- Grado de satisfacción de los vecinos
Yecla
Barrio Antiguo
Diferencia
(en relación a lugar de emplazamiento)
Satisfechos
85.40
74.90
10.5
No satisfechos
14.60
25.10
10.5
Conclusiones: Las personas mayores del Barrio antiguo sienten mucho apego por el mismo y se encuentran contentos porque han
vivido allí siempre, aunque todos, jóvenes y mayores se quejan de la falta de equipamientos de uso colectivo (sohre lodo sanitario:
Farmacia, centro de Salud, etc.). En general están más descontentos que el resto de los ciudadanos.
III.3.2. Volumen de construcción (En base al P.G.O.U. y trabajo de campo)
incluso fijar precios por debajo de las 25.000 en C/ Bailen o
Serratillas, el atractivo en esta zona es nulo, a destacar como
excepción la C/Jumilla en donde los precios se elevan debido
a la gran accesibilidad de esta calle con el ensanche a través de
la C/ Santa Bárbara.
El segundo corte realizado refleja una clara realidad: el
crecimiento del suelo progresivo en la dirección S-N.amedida
que abandonamos el barrio los precios se incrementan, partiendo de la C/ Isabel La Católica en donde nos situamos en las
20.000 ptas.. pasamos progresivamente por C/ Carnicería
45.000. C/ Concejal Sebastián Pérez. 75.000. C/ Corredera
85.000 y finalmente la C/ Hospital, integrada en el Ensanche
en donde se sobrepasan las 100.000 m/2.
Queda patente que en el conjunto urbano, la zona que
estudiamos no tiene el atractivo suficiente para la adquisición
de solares y realización de construcciones.
- Densidad de edificación
La densidad de edificación en comparación con el resto
de la ciudad es baja, concretamente de 47 edificios por ha.,
aunque claro está habría que matizar dentro del casco antiguo
en determinadas zonas, en donde esta media es distinta, por
ejemplo en la Iglesia Vieja y alrededores, la media disminuye
debido precisamente a este edificio singular y al espacio
abierto en donde se instala el mercadillo semanal, por el
contrario la zona de Transición (C/ Epifanio Ibáñez u Horma
del Niño elevan el n° de edificios hasta casi 60 en base al
intenso aprovechamiento del suelo en esta área).
- Altura de los edificios
Se trata de un aspecto destacado y palpable, el 97% de
las viviendas en el barrio antiguo nunca supera la planta baja
y una altura, la norma del PB+1 o sólo PB, incluso el Plan
General vigente contempla esta realidad, salvaguardando el
nivel de cornisa en PB+1. (Zona 3 del P.G.O.U.)
Por el contrario el resto de la ciudad la edificación en
altura es muy destacable, edificios de cuatro-cinco plantas son
los más comunes, aunque también en épocas pasadas se hayan
construido edificios de más de siete, con las consiguientes
aberraciones urbanísticas que este hecho ha desencadenado en
el paisaje urbano de la ciudad.
V. Los Usos del suelo. El Equipamiento Comercial y
Servicios en general.
V. 1. Uso residencial
Es el más destacado de la zona, el 95% aproximadamente del suelo utilizado en la zona está dedicado a este uso.
a destacar sería la presencia de núcleos familiares muy pequeños normalmente de un miembro (viudo-a) o matrimonio.
anecdóticamente destaca la presencia de varias familias gitanas que son las únicas familias numerosas de la zona.
- Densidad de viv/ha edificada
Como resultado de la escasa altura de las construcciones y del emplazamiento de las mismas la densidad de viviendas por ha. es baja, teniendo una media de unas 67 viv/ha.
prácticamente cada edificio es una vivienda unifamiliar, lógicamente de cara al futuro no se preveen cambios relevantes.
V.2. Uso industrial
Es prácticamente inexistente, a destacar un pequeño
taller de talla en madera que a penas ocupa 30 m/2. nunca ha
sido esta zona lugar de atracción para instalar establecimientos industriales, la intrincada topografía dificulta el acceso.
III.3.3. Precio del suelo (Trabajo de campo)
Presentamos dos cortes longitudinales uno en la orientación E-W y el otro S-N, en primer lugar a destacar como
factor común para todo el barrio es que por regla general los
precios son más bajos que en el resto de la ciudad, aunque
determinadas calles de forma puntual se encuentran prácticamente casi al mismo nivel que los solares más elevados de la
ciudad.
En el corte dirección E-W observamos como la calle
Concejal Sebastián Pérez, es lugar de elevados precios, anchura de calle, proximidad al ayuntamiento y mercado central
inciden directamente en elevar los precios del suelo por
encima de las 70.000 ptas m/2 seguidamente el conjunto de
callejuelas como La Rosa. Quevedo, Blas Ibáñez. Castillo, etc
no logran nunca superar las 40.000 ptas m/2, sin lugar a dudas
los precios más bajos de la ciudad, puntualmente podemos
V.3. El equipamiento comercial. Deficiencias más
graves.
La contradicción es el aspecto más destacable. en los
barrios de Iglesia Vieja y Casas Altas la presencia de establecimientos comerciales brilla por su ausencia; a destacar una
panadería en C/ Filipinas y una tienda de comestibles en C/
Algeciras, por el contrario en la zona de transición desde este
barrio antiguo al ensanche encontramos las calles más densificadas de la ciudad en cuanto a equipamientos comerciales, son por excelencia las calles más tradicionales de la
ciudad; por ejemplo: C/ Niño Jesús. Hospital o Corredera, en
donde la mayoría de edificios poseen en su planta baja algún
establecimicto comercial, a destacar que la mayoría son de
pequeñas dimensiones, superando muy pocas veces los 150
m/2.
84
cabinas telefónicas no existen, comercios de alimentación, se
observa una clara dependencia de esta parte de la ciudad con
respecto al ensanche que aglutina la mayoría de las funciones
urbanas, los habitantes del Barrio se encuentran en una total
desventaja en cosas tan básicas como comprar un medicamento, ir al banco o cortarse el pelo.
También en el aspecto social las diferencias son palpables, la presencia de personas mayores frente a nuevos matrimonios. o de familias de bajas rentas diferencian esta parte de
la ciudad respecto al resto.
Se desprende como en los últimos años esta centralidad
comercial de estas calles aunque continúa siendo la más
importante de la ciudad no ha impedido el nacimiento en otras
partes de la ciudad de comercios de todo tipo, a descatar el eje
del Mercado de San Cayetano y C/ Esteban Díaz en pleno
ensanche nacido a partir del S. XIX y sobre todo el S. XX, en
donde debido a las buenas condiciones del viario y regularidad
de manzana se están instalando a un gran ritmo establecimientos comerciales de dimensiones superiores.
No obstante en el barrio que estudiamos se sitúa el
mercado central de Abastos que junto al mercadillo de los
Miércoles supone un gran tirón comercial para la zona ejerciendo gran centralidad respecto al casco urbano, existe cierta
tendencia a la especialización localizacional de las funciones
tendiendo a agruparse espacialmente, ya que dependen de
unos mismos factores locacionales: ropa y calzados en C/
Niño-Hospital; bares alrededor de la Plaza Mayor, etc.
VI. Propuestas de Actuación. Conclusiones.
Una vez hemos conocido a través de los apartados
anteriores, cual es la realidad de este barrio, aportaremos ideas
para iniciar una recuperación sostenida y viable, será necesario abordar la problemática del abandono poblacional, la
rehabilitación y renovación urbana, la falta de equipamientos
colectivos, etc.
La realidad del barrio está clara: existe un lento, pero
progresivo abandono del barrio con el consiguiente deterioro
urbanístico del mismo, por tanto en primer lugar se debe
intentar que los que todavía viven no se vayan, y por otro lado
el gran parque de viviendas no habitadas vuelva de nuevo a
revitalizarse.
No se trata de renovar urbanísticamente al barrio
dotándolo de mayor accesibilidad, cosa prácticamente imposible por lo intrincado de la topografía, el camino de la
rehabilitación debe ser el aplicado, hasta ahora sólo un porcentaje de viviendas muy bajas ha sido renovado, las ayudas e
incentivos fiscales podría ser una buena solución, por ejemplo
el entorno monumental de la Iglesia Vieja podría ser restaurado dando lugar a que ejerciera el lirón urbanístico que hoy
día no posee, es curioso indicar como se están creando zonas
de expansión urbana en lugares hasta hace poco tiempo de
huerta y lo que siempre ha sido ciudad se está despoblando.
existe pues un crecimiento despilfarrador del suelo.
V.4. Servicios comunitarios en general: (Análisis)
En cuanto a esta serie de establecimientos que tendrían
un carácter: sociocultural, sanitario, administrativo, deportivo, escolar, etc. destacamos la misma tendencia que en el
apartado anterior, en los barrios de Casas Altas e Iglesia Vieja
a excepción del anfiteatro de la Iglesia Vieja que se suele
utilizar como máximo un par de veces en verano para alguna
representación teatral o concierto no existe ningún tipo de
infraestructura, museos, salas de exposiciones, biblioteca,
Universidad Popular, etc se ubican en el Ensanche . En cuanto
a los aspectos sanitarios no existe ni tan siquiera un dispensario médico, los habitantes deben recorrer algunos más de 3 km
para ir al Centro de Salud u Hospital ubicados ambos en el
nuevo barrio del Sol, en la periferia de la ciudad., existe la
promesa desde hace varios años de instalar un ambulatorio,
pero según las perpectivas tampoco irá ubicado precisamente
en esta zona.
El espacio administrativo se ubica a modo de zoning
alrededor de la Plaza Mayor en cuanto a las dependencias
municipales, el resto como serían: Juzgado, Notaría, Registro
de la Propiedad, despacho de profesiones liberales, asesorías
o consultas médicas queda muy alejado de los barrios anteriormente señalados.
En cuanto a instalaciones deportivas, la inauguración
del Pabellón Herratillas cubre en buena parte el Barrio de
Casas Altas, en la zona que estudiamos no existe ni un solo
gimnasio privado.
Respecto a centros de enseñanza a destacar la puesta en
marcha a principio de los años 90 del Colegio "La Pedrera"
que cubre perfectamente la enseñanza primaria para la zona,
los centros de secundaria están alejados, a través de los
distintos censos de alumnado observamos como este Colegio
sufre un gran estancamiento en cuanto a la llegada de nuevos
alumnos.
A modo de resumen en cuanto a los Usos del Casco
antiguo de Yecla, queremos destacar el aislamiento que padece la zona, más de carácter funcional y social que físico,
aunque este último también es destacable por lo intrincado de
la topografía y falta de accesibilidad a un entramado callejero
de morfología irregular y grandes pendientes.
El aislamiento funcional lo referimos a la falta de
equipamientos existentes, por ejemplo algo tan sencillo como
Tampoco fuera del aspecto residencial existe un uso
del Barrio, como puede ocurrir en otras ciudades, por ejemplo
en Alicante(9) el barrio antiguo asume una función de zona de
ocio con la instalación de muchos pubs. en la zona de estudio
apenas podemos destacar un par de ellos y se encuentran
próximos a la transición con el Ensanche.
El entorno del barrio antiguo a las faldas del Cerro del
Castillo es uno de los lugares paisajísticamente hablando más
bellos de la ciudad, sin caer en el romanticismo, creo que este
aspecto no ha sabido contemplarse en el Plan General de
Ordenación urbana actual, así como tampoco han existido
iniciativas públicas de gran envergadura para revitalizar la
zona, por ejemplo la creación del gran Parque del Castillo sólo
ha quedado en la instalación del pequeño jardín de la Pedrera.
no se ha realizado un cinturón de accesibilidad por la parle del
Cerro que facilitara la entrada de tráfico rodado al Barrio, así
como la posibilidad de realizar un gran paseo.
Estéticamente el barrio esta completamente descuidado. algunos vecinos que han restaurado las lachadas han
pasado de los materiales tradicionales como era el mortero de
cal a utilizar el ladrillo visto o gres, el impacto ambiental ante
la arquitectura tradicional existente es "horroroso",
Las actuaciones que precisa el Casco Antiguo deben
tener un carácter de urgencia para varios aspectos que desta-
85
to. esperemos que se pueda afianzar alguna iniciativa que
tenga como resultado la potenciación del Casco Antiguo de la
ciudad.
En definitiva el aislamiento funcional y social que
padece este barrio, así como la pérdida de sus electivos
demográficos y el crecimiento del envejecimiento junto a la
paralización en la rehabilitación del entramado urbano son los
rasgos más destacados de este barrio que requiere una rápida
actuación, aunque la recuperación del espacio no es un hecho
irreversible puede de seguir así convertirse en algunos aspectos en poco reversible. Determinadas partes de la ciudad se
encuentran sino muertas, prácticamente agonizantes, deseamos que con una mayor voluntad política y mental ización de
los vecinos este barrio tan entrañable para la idiosincrasia de
los yeclanos pueda volver de nuevo a recuperarse
curemos seguidamente, aunque también debe cubrir otras
actuaciones con un carácter más a largo plazo.
1o Remodelación de infraestructuras urbanas: asfaltado o empedrado según su caso.
2o Dotación de mayores espacios de ocio y de servicios
mínimos como: jardines, Hogar del pensionista, consultorio
médico, guarderías, biblioteca, etc.
3o Revisión de la normativa urbanística para la zona,
promoviendo la rehabilitación o renovación urbana según el
caso mediante incentivos fiscales ( Licencias de obras, asesoramiento técnico, etc.).
4o Plantear la posibilidad de tener exenciones fiscales
para los comerciantes que se pudieran ubicar dentro de la zona.
5o Se podría crear un Plan de revitalización del Casco
Antiguo en el cual bajo la dirección del Ayuntamiento se
recogieran propuestas de los distintos colectivos de la ciudad.
así como una Asociación de Amigos del Casco Antiguo, en
otras ciudades próximas funcionan bastante bien. También
seria muy importante implicar a las entidades de crédito (Cajas
de Ahorros o empresas privadas) para que pudieran subvencionar algunos proyectos, por ejemplo de cara a la rehabilitación de algunos edificios que amenazan ruina, ej. Ermita de
Santa Bárbara.
6o Esta claro que la forma irregular de las parcelas y su
pequeño tamaño obstaculizan el empleo de técnicas industrializadas de construcción y reducen la rentabilidad de la edificación (10), este problema debería ser subsanado con fórmulas que
necesariamente deben venir de la administración pública, ya
que la iniciativa privada no está dispuesta a ganar menos,
cuando lo puede hacer más en otras áreas de la ciudad " ", por
tanto la compra de edificios para dotarlos de otros servicios
también podría ser una buena iniciativa pública sobre todo
comparando los bajos precios de la zona en relación a otras
partes de la ciudad.
La iniciativa pública por parte del gobierno autonómico en la construcción de viviendas brilla por su ausencia, en los
últimos años se han construido más de 100 viviendas de
protección pública, ninguna de ellas se ubica en el Barrio que
estudiamos.
7o Vivir en el Barrio Antiguo en la actualidad no queda
"muy bien socialmenle" existe cierto aspecto connotativo. de
comparar a los habitantes de la zona como los más incultos y
de peores rentas, no queda precisamente muy prestigioso decir
"Vivo en el Barrio de Casas Altas", aparece un sentimiento de
marginalidad por parte de un amplio sector de la población.
Esta realidad actual tiene a mi juicio un gran obstáculo que
salvar, mentalizar a los ciudadanos de que este espacio de la
ciudad les ofrece la tranquilidad que buscan y que puede ser
dolado de las deficiencias que actualmente soporta es un
proyecto a largo plazo.
Observando el actual proyecto Leader II para la zona se
ha elaborado un programa de actuación basado en nueve
puntos, de los cuales tímidamente dos de ellos pueden hacer
referencia al tema que tratamos:
Punto 3. Ayudas a la Inversión empresarial en el sector
turístico.
Punto 4. Ayudas a la Inversión en Establecimientos
comerciales
Todavía este programa se encuentra en fase de proyec-
VIL NOTAS
(1)
Elias García. M.P. " El municipio de Yecla. Estudio físico
y demográfico. Tesis de Licenciatura inédita: Departamento
de Geografía de la Universidad de Murcia. 1960.
(2)
Chueca Goitia. F. Breve historia del urbanismo. Alianza
Editorial. Madrid 1982.
(3)
Bel Adell, C. Datos Básicos para el estudio de la población
en la Región de Murcia. Departamento de Geografía de la
Universidad de Murcia, 1985.
(4)
Cárter; H. El estudio de geografía urbana IEAL. Madrid.
1971.
(5)
Ortuño Palao.M. Las calles de Yecla. Excmo. Ayuntamiento. Yecla 1982.
(6)
Chueca Goitia, F.La destrucción del Legado urbanístico en
España. Ed.Espasa-Calpe. Madrid 1977.
(7)
Zárate Martin. A. El espacio interior de la ciudad. Ed.
Síntesis. Madrid 1991.
(8)
Instituto Nacional de Estadística. Resumen de datos sobre
diversos censos de Vivienda.
(9)
Atlas Sociodemográfico de la Ciudad de Alicante. Dpto. de
Geografía de la Universidad de Alicante en colaboración con
el Ayuntamiento y Diputación. 1987.
(10)
Zárate Martín. A. y Vázquez González. A. El Casco histórico de Toledo. ¿Un espacio urbano vivo? Ed. Zocodover
Toledo 1983.
(11)
Zárate Martin. A. "Teoría y practica de la rehabilitación en
España". Boletín de la Real Sociedad Geográfica, tomo
CXXVIII. 1992. pp. 321-359.
VIII. BIBLIOGRAFIA
VIII. 1.Bibliografía general.
Andrés Sarasa. J.L. "Estructura urbana de Murcia" Academia
Alfonso X "El sabio" n° 97. Murcia 1988.
Bailly. A.S. "La percepción del espacio urbano" IEAL. Madrid. 1979.
Carter: H. "El estudio de geografía urbana" IEAL. Madrid.
1971.
Chueca Goitia. F. "Breve historia del urbanismo" Alianza
Editorial. Madrid 1982.
Chueca Goitia. F. La destrucción del Legado urbanístico en
España. Ed.Espasa-Calpe. Madrid 1977.
86
Antiguo.
4. Distrito Censales que configuran el conjunto.
5. Habitantes en cada distrito censal por sexos.
6. Curvas de nivel o topografía del barrio.
7. Edificación de alturas.
8. El Valor del Suelo. Cortes transversales.
9. El Valor del Suelo. Corles transversales de Este-Oeste.
10. El Valor del Suelo. Cortes transversales de Norte-Sur.
1 1. Mapa de usos del suelo predominantes.
12. Mapa de localización según profesiones liberales.
13. Mapa de localización según actividad comercial.
George. P. Geografía urbana Ed. Ariel; Barcelona 1969.
Jackson. J.N. "La información y la planificación territorial y
urbana" Ed. Labor, Barcelona, 1978.
Paherai, Ph y otros "Elementos de análisis urbano" IEAL,
Madrid 1983.
Zárate Martín. A. El mosaico urbano. Ed. Cincel n° 13.
Madrid. 1986.
Zárate Martín. A. El espacio interior de la ciudad. Ed. Síntesis.
Madrid 1991.
Zárate Martín, A. Lectura e interpretación de la ciudad.
UNED. Madrid 1993.
Zarate Martín. A. Teoría y práctica de la rehabilitación en
España". Boletín de la Real Sociedad Geográfica, tomo CXXVIII. 1992, pp. 321-359.
Zárate Martín, A. y Vázquez González. A. El Casco histórico
de Toledo. ¿Un espacio urbano vivo? Ed . Zocodover Toledo
1983.
Comentario de Fotografías.
VIII. 2. Bibliografía Local
Cortina. J y Gris. J. La industria del mueble en Yecla. Ed.
Regional de Murcia. 1982.
Elias García. M.P. "El municipio de Yecla. Estudio físico y
demográfico. Tesis de Licenciatura inédita: Departamento de
Geografía de la Universidad de Murcia, 1960.
López Serrano. A. Yecla: Una Villa del Señorío de Villena.
S.XIII-XVI. Tesis Doctoral publicada por el Ayuntamiento
de Yecla y Academia Alfonso X "El Sabio". 1997.
Morales Gil. A. El altiplano de Jumilla-Yecla. Dpto. de
Geografía de la Universidad de Murcia. 1972.
Ortuño Palao. M. Las calles de Yecla. Excmo. Ayuntamiento.
Yecla 1982.
Palao Poveda. C. " Análisis de Yecla como núcleo industrial"
Anales de Filosofía y Letras de la Universidad de Murcia n°
XIX. Curso 1960-61.
Soriano Torregrosa. F. Historia de Yecla. Ed. Domenech, 2a
edición. Yecla 1972.
Foto n" I Vista general de "léela desde el "Cerro del Castillo", en primer
término el Barrio Antiguo, la altura en la edificación y morfología del viario
lo diferencia del resto del conjunto urbano. Fl casco antiguo queda ubicado
alrededor de las laderas del Cerro adaptándose perfectamente a la topografía
existente.
VIII. 3. CARTOGRAFÍA
P.G.O.U. del año 1972.
P.G.O.U del año 1984.
I.G.M.E.. Hoja 845(27-33) Escala I: 50.000. Año 1981.
Consejería de Política Territorial y Obras Públicas. Mapas a I:
10.000 y 1:25.000. Año 1992. Y vuelo a 1:5000 en año 1986
VIII. 4.
OTRAS FUENTES
Archivo Histórico Municipal de Yecla. Sección Obras y
Urbanismo. Legajos 508-571.
Excmo. Ayuntamiento de Yecla (Desde aquí mi sincero agradecimiento a los Servicios Técnicos del Ayuntamiento, especialmente a D. Antonio Puche Martínez).
Guía callejero Oficial de Yecla.
INDICE DE FIGURAS
Foto nº 2 Vista general de la ciudad desde el "Paso de la Bandera, la gran
compacidad del caserío, agolpándose los edificios dejan pocos espacios de
ocio. Al fondo la Vega delimita perfectamente el espacio urbano del agrícola.
aunque cada vez este espacio se está rururbanizando más. convirtiéndose en
lugar de residencia de veraneo sin ningun atractivo agrario.
1. Evolución urbana de Yecla. desde el S.XIII-XX.
2. Localización del Barrio Antiguo en el entramado urbano.
3. Imagen perceptiva de la división por Barrios del Casco
87
Foto nº 6. Vista General de la C/ Puerto Rico, debido a la estrechez del viario
se prohibe el aparcamiento de vehículos en toda la calle.
Foto n° 3. Confluencia de varias calles entorno a la Plaza de la Asunción (C/
Carnicería. Granada e Isabel la Católica), nos dan idea de lo intrincado del
Callejero, estamos ante un plano irregular en donde no se guarda la misma
alineación sobre el vial.
Foto nº4. Los entrantes y salientes de las casas (en este caso C/ Filipinas), la
estrechez de estas calles presentan un aspecto laberíntico dificultando enormemente el acceso de vehículos, se forma un ambiente hermético, apacible.
en donde parece que la vida se detiene o por lo menos fluye a lento ritmo.
Foto n"7. Ejemplo del estado de algunas casas, el tipo de material empleado
(mampostería irregular de piedra, revocado con yeso -arena y enlucida con cal
hidráulica) son originarios de la zona, se observa su estado de ruina inminente.
Foto n°5. C/ San Bartolomé y San Felipe: el callejero se adapta perfectamente
a la topografía desnivelada del Barrio, destaca el alineamiento de cornisas.
Foto n°8. Casa en fase de rehabilitación, ejemplos como éste son raras
excepciones en la zona.
88
Foto nº 9. Vista de la archiconocida C/ Iglesia, en donde se yergue el arco de
los Reyes Católicos levantado en 1488 con motivo de la visita de tales
monarcas a la villa de Yecla. se trata de un lugar de paso y acceso al Casco
Antiguo.
Foto n° 11. La "Iglesia Vieja" edificada a finales del S.XV constituyó durante
muchos siglos el punto central y neurálgico de la ciudad, en la actualidad no
pasa de ser un Monumento Nacional, mal restaurado por su excesivo hormigonamiento e infrautilizado.
La rehabilitación del entorno monumental de la zona podría
ayudar a recuperar parte de su peso específico perdido en el conjunto urbano.
es un hito en la recuperación del Casco.
Foto nº 10. Casas Consistoriales en plena zona de transición entre el Barrio
Antiguo y el Ensanche del S. XVIII-XIX. se trata de un espacio muy concurrido, sería necesario recuperar parte de la monumentalidad perdida por
construcciones realizadas en los décadas de los 60-70 que rompen la armonía
de conjunto.
89
Fig. 1. Evolución urbana de Yecla desde la Edad Media a nuestros dias.
90
Fig. 2. Localización del Barrio Antiguo en el Casco urbano de Yecla.
91
Fig. 3. Imagen perceptiva de la división por áreas del Barrio
Antiguo.
fig. 4. Distritos censales que configuran el Barrio Antiguo.
92
Fig. 5. Número de habitantes por distritos censales y por sexo en el Barrio
Antiguo.
Fig. 6. Estudio de Topografía. Curvas de Nivel en el Barrio Antiguo.
93
Fig. 7. Detalle de la edificación en alturas en un sector del Barrio Antiguo
94
Fig. 8. Cortes transversales Valoración del suelo urbano,
Fig. 9. Corte transversal E-W de valores del suelo en barrio
antiguo (en ptas./m2)
95
Fig. 10. Corte transversal S-N de valores del suelo en
barrio antiguo (en ptas./m2)
Fig. 11. Usos del suelo predominantes en el Barrio Antiguo
96
Fig. 12. Usos del suelo según profesiones liberales en el Barrio Antiguo.
Fig. 13. Usos del suelo según actividad comercial en el Barrio Antiguo.
97
ETNOGRAFÍA
LOS AUROROS DE YECLA
Salvador Martínez García
Debemos reflexionar profundamente sobre estas y
otras cosas relacionadas con la música popular y las costumbres,
para tomar conciencia de nuestra identidad y la realidad que la
amenaza.
A MODO DE INTRODUCCIÓN.Con un pasado glorioso, la aurora vive momentos
difíciles en la actualidad, la no incorporación de elementos
jóvenes que porten el ritual, no asegura la supervivencia de las
hermandades con el peligro que esto conlleva para el patrimonio
cultural del que son custodios.
Los tiempos que corren hacen difícil, casi imposible, la
integración de savia nueva en los grupos de auroras, la
ausencia de religiosidad en la sociedad actual, más laica, y con
otras necesidades, aleja de forma implacable a ambos mundos.
Un axioma, define con exactitud la situación actual de
la aurora en todos aquel los sitios donde se practica, siendo este
una de las premisas fundamentales de la Etnomusicología:
"En la música se refleja la sociedad que la creó" y la sociedad
actual, desgraciadamente, está de espaldas a esta manifestación
popular. ¿Debemos y podemos conformarnos? En conciencia,
no. tenemos que hacer un esfuerzo para que este legado
mantenido con celo de forma encomiable, por unas personas
excepcionales, no desaparezca. Es probable que para esto
haya que adaptar algunas cosas, siendo necesario que se
mantenga algún punto de contacto, porque, con seguridad, y al
igual que ha pasado con otras hermandades, más tarde o más
temprano, morirá, perdiéndose de nuevo, como con otros
muchos ámbitos de la cultura popular, un poco más de nosotros.
ESBOZO HISTÓRICO.Estas son algunas de las cosas, que en una larga
entrevista realizada durante el mes de septiembre de 1997. me
contaron los auroras de Yecla, dirigidos por D. Argimiro
Azorín, Hermano Mayor de la Hermandad.
Los auroros de Yecla, al igual que otras muchas
hermandades y cofradías de advocación Mariana, al servicio
de la Virgen de la Aurora, comienzan su andadura entre los
siglos XVII y XVIII; y si bien, en muchos casos no quedan
testimonios del inicio de la actividad de estas, en Yccla. el
nacimiento de la hermandad queda bien documentado por un
memorable acontecimiento ocurrido en el año 1752 con la
entrada de la Virgen de la Aurora, en la ciudad el 28 de enero
de ese año a las cinco de la tarde, con grandes fiestas y
agasajos. Ya en este siglo, en el año 1956, un fuego destruyó
la imagen dejando intacta solamente la cara de la misma,
siendo reconstruida posteriormente en la que es hoy.
A principios de este siglo eran más de un centenar los
auroros que componían la hermandad, pasando actualmente.
con la inclusión de algunas mujeres (cosa que ha sucedido en
otras campanas y que les ha permitido sobrevivir hasta hoy
día) a casi la veintena, quedando en total en estos tiempos.
once hombres, cuatro de ellos entonadores y siete mujeres.
La actual hermandad es heredera, en todo, de la cofradía
original fundada en el siglo XVIII. no conociéndose ni quedando
reflejado en las actas que se conservan de este siglo, hasta el
año 1952, que hubiera otras Hermandades o se hubiera
producido alguna escisión por algún u otro motivo.
La actividad habitual de los auroros, aunque más
restringida hoy, consistía en las tradicionales "despiertas", que
efectuaban todas las madrugadas de fiestas y domingos del
año. Estas despiertas ocurrían por igual en todas las
hermandades de auroros. Primeramente, se reunían a la puerta
de la iglesia, alrededor de las cinco de la mañana y tras el "Ave
María" se entonaba la primera Salve para después, acompañados
por un farol y loque de campana, marchar por las calles
elegidas para el recorrido, deteniéndose frente a cada domicilio.
sobre todo de cofrades, para entonar alguna salve. Terminado
Este preámbulo refleja una realidad para el estudioso,
el entendido o el aficionado, la aurora necesita de apoyo
institucional sin condiciones, el nuevo auroro debe de sentir
que su actividad obtiene una respuesta, debe mostrar lo que
sabe y debe enseñarlo, transmitirlo a pesar de que las costumbres
han cambiado, dejándolo fuera de juego, y gran parte de las
cosas que formaban el corpus de su actividad, no se realizan
hoy día. ni de la misma forma, ni en los mismos lugares o
simplemente no se realizan.
A todas luces se hace necesario que las personas
encargadas de los ámbitos culturales se sensibilicen para
ofrecer al auroro la posibilidad de actuar y cantar en los sitios
más diversos, desde campañas de educación para escolares a
conciertos en toda la extensión de la palabra; la posibilidad de
que. sin trabas, puedan ofrecer en su entorno y contexto el tipo
de actividad tradicional de la aurora, Despiertas. Misas de
Gozo... o de que puedan integrarse en la actividad habitual de
las Casas de Cultura, de sus zonas, para ensayar o enseñar la
aurora.
101
distintas épocas que nos ayudarían, de forma precisa, a obtener
una clara visión del fenómeno sonoro de los auroras.
Diversas teorías, apuntan a que los auroras tienen un
pasado más antiguo que las fechas que tenemos como del
inicio de su actividad. No podemos olvidar, que siendo un rilo
al servicio de la religiosidad (el auroro reza cantando), haya
puntos de conexión, muy fuertes, con la historia y la evolución
del canto culto de la iglesia cristiana, así, si bien no conocemos
el origen ni el autor de los cantos de la aurora, si podemos
afirmar, que de cualquier forma, sea porque fueron aprendidos
del culto o porque las inventó alguien, al pasar a la devoción
popular, durante siglos, han adoptado las formas y maneras de
la música popular, teniendo una evolución distinta a la que
hubieran tenido por otro camino, convirtiéndose de este modo
en "una música peculiar, de ámbito popular, con las
características propias del folklore de su zona, con la
particularidad de servir a la fe y a la religiosidad y por lo tanto
con elementos heredados de la musica culta religiosa de la que
asimila todos sus avances y descubrimientos en materia
musical". Con esta definición, es posible englobar la mayor
parle del fenómeno auroro en nuestro país.
el recorrido se llegaba a la iglesia para celebrar la "Misa de
Alba". Actualmente en Yecla. dado ya el poco número de
hermanos cantores y de "tarja", hace más de 25 años que ya no
se realizan de forma regular estas despiertas.
Otra costumbre, que se conserva y muy sacrificada.
como mencionan los propios Auroras, es la del "Cuadro de la
Virgen", el cual recorre las casas del pueblo durante todo el
año, permaneciendo una semana en cada una de ellas, durante
la cual, y en esta casa se reúnen los auroras, por las noches, a
cantary re/arel Rosario, para posteriormente, el domingo, tras
un pequeño convite, consistente en "pastas" típicas, cambiar
de domicilio. Por desgracia esta actividad dejó de realizarse en
el año 1980.
Eran dos los cuadros que se utilizaban para este
menester, el más joven de ellos con fecha de 1907 fue el último
que desfiló; el otro, que se encuentra en la iglesia de Santa
Bárbara para el culto, dala de 1856. por lo que con seguridad,
la costumbre del "cuadro" no puede ser anterior a esta lecha.
Otra actividad de la hermandad era la de celebrar
"Rosarios de la Aurora", en fiestas Marianas señaladas.
recomiendo las calles con la imagen de la Virgen. Las fechas
tradicionales de estos Rosarios eran, el 28 de enero o el
domingo siguiente, que es la fiesta de aniversario, el 25 de
marzo (la Anunciación). el viernes de Dolores, el 15 de agosto
(la Asunción de la Virgen), el 8 de septiembre (la Nati viciad de
la Virgen) y el primer domingo de Octubre (la Virgen del
Rosario). Estos tres últimos y el aniversario son los únicos
Rosarios que se siguen celebrando en la actualidad.
Después de un detallado y concienzudo análisis de la
música de los auroras de Yecla. se puede afirmar, que no
revisten grandes diferencias estilísticas con otras hermandades
de la región de Murcia, salvo las particularidades propias de
esta zona.
El rasgo esencial de la música aurora es el canto
antifonario, en Yecla. el tipo de Antífona utilizada, es la
responsorial, donde un solista alterna con el coro. Es este, un
rasgo diferenciador y significativo con respecto a los auroras
de la huerta de Murcia, es difícil dar una explicación en un solo
sentido de esta peculiaridad, posiblemente la ubicación
geográfica de Yecla, como tierra de encrucijada, lindante con
varias provincias, pueda ser la causa, pero también, ésta pueda
estar, en la reducción del número de cantores que a lo largo de
la historia ha obligado a adaptarse a la aurora en cada momento
a una nueva situación.
Por último, para terminar esta breve biografía, es de
resaltar el ímprobo esfuerzo que hacen estos hombres y
mujeres para mantener una tradición a duras penas, solamente
con una pequeña ayuda por parte del ayuntamiento, que a mi
entender y después de haber visto desaparecer algunas
Hermandades en años de estudio de la aurora en nuestro país,
me parece excesivamente corla, más cercana a la limosna que
a la noble causa que sirve. Además de la colaboración, según
me cuentan, de algunas entidades privadas del pueblo, iniciativa
que es digna merecedora de todo elogio.
El elemento formal de todas las salves es su carácter
estrófico, rasgo propio de la música popular europea, donde
las frases musicales, supeditadas al texto, se repiten de forma
continuada con cada nueva estrofa.
El ritmo, es isométrico. responde a una métrica en la
que es perceptible una regularidad. El entonador din-ante la
ejecución de sus pasajes a sólo, utiliza una especie de ritmo
libre, marcado por las respiraciones, que en la transcripción de
las partituras aparece con un calderón sobre las notas.
Para el acompañamiento utilizan la campana, al igual
que todos los grupos auroras, aunque en Yecla se usan unas
campanillas pequeñas, siendo de resaltar en su utilización y
forma de tocar su coincidencia rítmica con las unidades
métricas de la canción. Su papel es el de avisar y servir tic
referencia para comenzar, terminar, respirar o alargar una nota
o grupo de ellas. Es utilizada, en los pasajes rítmicos con una
figura característica en toda la aurora regional (corchea con
puntillo y semicorchea), en los calderones realiza repiquetees
que marcan la longitud de éstos, y en las notas largas acentuados,
apoya con un golpe sobre ellas. Es de destacar que las
campanillas, que no se utilizan en todos los cantos, son de
difícil ejecución por lo que son portadas por el guía o entonador.
... DE LA MÚSICA.Para un oyente acostumbrado a la música occidental, la
sonoridad particular de la música de los auroros. puede resultar
extraña, incluso, para investigadores expertos, desentrañar y
dar una explicación a este fenómeno suele suponer, la mayoría
de las veces, un reto de gran dificultad.
Como meros oyentes, tendríamos que preguntarnos
cuestiones como ¿Qué hace tan particular esta música? ¿Dónde
la han aprendido y quien la ha enseñado? ¿Tiene autor conocido?
¿Por qué se canta? Y un largo etcétera de preguntas que con
seguridad ayudarían a entender el proceso por el cual esto es
así y no de otra manera. Sin embargo, un oído atento, podría
formular otras cuestiones más al fondo de la cuestión, que
atañen a la música y al hecho sonoro en si. que darían
respuestas correctas a preguntas como ¿Cuántas voces
participan? ¿Cómo se distribuyen estas voces? ¿Hay algún
tipo de simultaneidad armónica? ¿Cómo se produce la melodía
y que rasgos tiene? ¿El tipo de ritmo y acompañamiento? ¿La
dependencia del texto? ¿La articulación y el estilo del canto?
Y un largo etcétera en el que podríamos encontrar vestigios de
La melodía de la aurora de Yecla se desenvuelve con
102
Fluidez en el ámbito diatónico de los modos eclesiásticos de la
misma manera que las Formas folklóricas europeas. En la
ejecución, sin embargo, se hacen muy evidentes, ligeras
desviaciones de tono, producidas por los cantores de forma
natural, que dan movilidad a los pasajes corales y un aspecto
general de relajación continuo con repetidos glisandos por
grados conjuntos. Predominan los intervalos de segunda.
seguidos por la tercera menor, siendo este un rasgo característico
también de otras auroras. Melódicamente hay baslante contraste
entre las partes del solista, rítmicamente más variadas y con
figuras más breves y las partes del coro, muy característico en
esta aurora, con poco movimiento melódico y largas notas
acentuadas. El ámbito de los intervalos usados en estas salves
es pequeño, las melodías se desenvuelven cómodamente por
movimientos conjuntos para abordar los límites superior e
inferior, no alcanzando casi nunca distancias superiores al
intervalo de sexta.
con gran esfuerzo, sobre este fenómeno musical en nuestra
región, donde puede ampliar la información que no se encuentra
en este trabajo relativa a generalidades sobre, la historia o la
música de los Auroros. de lo que es con todo derecho partícipe,
Yecla.
Agradecer a Juana Martínez Yago, su enorme ayuda
prestada, impulsando, alentando y organizando el encuentro
con los auroros para poder realizar este ensayo. Su trabajo,
disponibilidad, colaboración y eficacia son merecedoras de mi
más sincera gratitud.
Extender también este agradecimiento a los auroros de
Yecla. quien de forma desinteresada han hecho fácil y amena
la comunicación, resaltando su gran profesionalidad y
felicitarles por la enorme y altruista labor que realizan
custodiando y mimando un legado único: su aurora, la aurora
de Yecla.
Aunque con ausencia de polifonía, en las salves de
Yecla. es posible deducir, a partir de la melodía, armonía y
cadencias tonales, rasgo característico de un último sustrato.
añadido a estas músicas durante el siglo XVIII y presente en
otros estilos folklóricos de nuestro país. Antiguamente, eran
dos los entonadores que hacían la linea solista, uno por alto y
otro por bajo, pero al perderse esta costumbre acabó también
así el único resquicio de simultaneidad sonora.
El estilo de canto no es forzado, desgranándose este de
forma Huida y suave, resaltando, la acentuación de las notas
fuertes del compás y una enorme profusión de glisandos,
portamentos y notas de adorno, ejecutadas con precisión de
manera sistemática, con figurando el color tonal que le confiere
su peculiaridad.
El número de salves, en cuanto a músicas diferentes,
que se conservan es de 9, divididas en: gozos, salves y coplas,
además de villancicos en tiempo de Navidad, éstos interpretados
con acompañamiento de instrumentos. Actualmente se tiene
conciencia de una música más que se ha perdido al haberla
olvidado los entonadores.
Los ciclos en los que se dividen para cantar son los
propios de la aurora: Ordinario, donde se le canta a los Santos
más populares, Pasión, Navidad y Difuntos, en este último
existe una copla llamada "El reloj de los difuntos" donde se va
cantando a las diversas horas que van pasando. Otro estilo que
se puede cantar en cada momento del año, es el utilizado para
los enfermos, entonándose para este menester solamente dos
coplas cortas.
Los gozos, y salves, suelen ser largos con estribillo,
teniendo versos octosílabos y las coplas, sin embargo, tienen
textos de siete versos y uno que se repite con número desigual
de sílabas.
La temática, es la propia de la aurora: Veneración
Mariana, Santos, Pasión del Señor. Difuntos. Ánimas y
Enfermos.
En conclusión, la aurora de Yecla entronca sin dificultad
con la tradición musical del Mediterráneo y que rasgos
particulares la hacen única dentro de la diversa unidad de todas
las auroras.
A continuación se acompaña una transcripción de
todas las músicas de la Aurora de Yecla, donde es posible
observar lo explicado con anterioridad. Para profundizar en
este tema, remitimos al lector a algunos buenos libros, editados
BIBLIOGRAFÍA BÁSICA SOBRE
LA AURORA EN MURCIA."Grupos para el ritual festivo". Varios Autores. 1987. Editora
Regional Murciana.
"Los Auroros en la Región de Murcia". Varios Autores. 1993.
Editora regional Murciana.
"Los Auroros de la huerta de Murcia". Salvador Martínez
García. 1994. Publicaciones Trenti. Murcia.
103
Gozos históricos de la Virgen de la Aurora
Auroros de Yecla
104
Salve de Difuntos
Auroros de Yecla
105
Coplas a la Virgen del Carmen
Auroros de Yecla
106
Canto de Pasión
Auroros de Yecla
107
La Pureza
Auroros de Yecla
108
Salve a la Purísima Concepción
Auroros de Yecla
109
Bendita sea tu Pureza
Auroros de Yecla
110
Villancico
Auroros de Yecla
111
Coplas a la Virgen de la Aurora
Auroros de Yecla
112
BAILES TRADICIONALES EN LA COMARCA
DEL ALTIPLANO (JUMILLA-YECLA)
Emiliano Hernández Carrión
Pero dentro de las pocas danzas que nos han quedado,
hemos podido recuperar algunas, que consideramos de una
larga tradición, a pesar de no conocer su evolución ni las
posibles transformaciones que han sufrido. Comenzamos con
una de las más antiguas
INTRODUCCIÓN
Es indudable que desde tiempo inmemorial han existido danzas de tipo ritual en toda la Comarca del Altiplano,
aunque solamente fuesen por asimilación de otras bailadas en
las proximidades, y que han quedado reflejadas en las pinturas
rupestres de los alrededores (Los Grajos; Cieza y Cueva de la
Vieja; Alpera)
Los escritores clásicos cuando hablan de los pueblos de
la Península Ibérica, mencionan la gran afición de estos a la
danza, por lo general de tipo ritual y con un marcado carácter
religioso. La arqueología de época ibérica (y son varios los
autores que coinciden en esta interpretación) demuestra que
existían tipos de danzas en honor a las divinidades del panteón
ibérico. Prueba de ello son: el vaso de los danzantes de la
Alcudia de Elche, o el vaso de Liria llamado de "la sardana",
o el pínax hallado en la Serreta de Alcoy, donde además se
representa una mujer locando la doble flauta, en torno a una
dama entronizada, con dos niños en sus brazos, y como no
mencionar el friso de piedra caliza, hallado en Jaén, y que se
conoce como el de la "Danza Bastetana". En todos los casos
se han interpretado como danzas.
Estas por lo general se desarrollaban en el interior de los
templos, o en las procesiones que se celebraban en honor a sus
divinidades; costumbre que perduró en España, hasta las
prohibiciones de Carlos III.
Pero el tema de las prohibiciones de las danzas y bailes,
no es nuevo ni exclusivo del Rey Ilustrado, pues en el III
Concilio de Toledo (589) el canon 23 prohibe ya las danzas
dentro de iglesias y cementerios, y el Papa Zacarías en el 744
vuelve a prohibir los bailes en el interior de las iglesias,
prácticas muy extendidas en la época.
Por todo esto no nos debe extrañar que en nuestra
Comarca queden tan pocas danzas anteriores al siglo XVIII.
pues como veremos los gobernantes locales eran fieles cumplidores de las prohibiciones.
Por otro lado, si como afirma Aurelio Capmany (1944.
p. 180) las procesiones de Semana Santa tienen su origen en las
danzas ambulatorias, en las que el pueblo y el clero hacían un
cortejo solemne, en el que se mezclaba lo religioso y lo
profano. En una Comarca como esta, en la que la Semana
Santa cuenta con una larga tradición y un arraigo popular que
no tienen otras fiestas, podemos asegurar que en el Altiplano
hubo danzas rituales desde tiempo prehistóricos.
LAS ENREDAS
Es un baile de los denominados de ritual, típico de
Jumilla y considerado como el más antiguo de todos los que se
ejecutan en la Comarca. Lo bailan dos parejas en un compás
de tres por cuatro, con un ritmo lento y sostenido. Se puede
encuadrar dentro de la familia de las seguidillas.
En la obra '"Jumilla en sus tradiciones". Guardiola
Tomás (1971, p. 78) dice que Las Enredás era el "insustituible
complemento de bodas o bautizos, de cumpleaños y de festividades solemnes". Lo que demuestra que era un baile muy
arraigado y conocido en la zona.
Olivares Bernal (1960, pp. 5 - 16) le atribuye un origen
ibérico, y lo interpreta como una danza de reconciliación entre
dos clanes que estuvieron a punto de enfrentarse y saldaron la
disputa con la creación de esta danza. Todo esto lo dice
basándose en la simpleza de los movimientos, en la posición
de partida de las parejas, en el hecho de iniciar el baile los
hombres, dándose la mano y cambiando de posición para
mezclarse con la pareja contraria, lo que enlaza, aunque el
autor no lo especifique, con lo escrito por Estrabón sobre las
danzas Bastetanas (CARO BAROJA 1992. p. 246). Olivares
hace todo un alarde de ingenio entre los pasos y posiciones del
baile, así como de la simbología del origen del mismo,
alegando que su creación fue exclusiva para celebrar dicha
reconciliación de los clanes.
También argumenta el mismo autor otros detalles,
como el que no se sustituyan las parejas hasta que termine el
baile, o la continua disposición de los danzantes entre el
cuadrado y el triángulo, en clara alusión al compás de tres por
cuatro de la música.
Aunque la letra en los momentos actuales no es significativa, a pesar de ser de tema jumillano, si demuestra el amor
del hombre por su tierra. Cuando se recuperó a finales de los
años cuarenta, por la Sección Femenina de Jumilla, se incluyó
en su música el repiqueteo de las castañuelas, que no lo tenía
el baile antes, lo que se conoce por testimonios escritos de
finales del siglo pasado; en los momentos actuales se vuelve
113
Se baila en corro o en dos filas paralelas situadas frente
a frente, con una persona en el centro, que es la que mantiene
la atención del baile y la encargada de invitar a bailar al resto
de los danzantes, mientras estos hacen palmas y cantan la
canción.
Luna Samperio (1997) lo recogió en 1974. como tradición oral en Molinicos (Albacete), a una mujer de 78 años. Es
curioso, en este sentido, que siendo en la actualidad, como ya
hemos apuntado, un baile infantil, cuando el poeta andaluz
Muñoz San Román le escribe al folklorista Martínez Torner y
le describe este baile, le dice que se canta por Navidad
solamente, y en las fiestas de personas mayores.
a bailar sin castañuelas.
García Soriano (1980) dice que es un "baile popular en
el que bailan dos parejas entrecruzándose en las mudanzas".
continúa diciendo que se denomina así por el intento que hace
la mujer de enredar al hombre durante el baile.
Respecto al paso del baile, Morote Magán (1993. p.
136) opina que es el de una jota murciana, con un estribillo de
los denominados "Paso de matalaraña".
Consideramos que este baile, si no tiene una antigüedad
tan lejana como se le atribuye, si es uno de los más antiguos de
los que se conservan en la Comarca, pues además de tener una
letra que se aparta del general de los temas cantados por la
zona, tiene una mezcla que no se define claramente, dentro de
ninguna de las grandes familias de los bailes, aunque nos
inclinamos por la seguidilla.
FANDANGO DEL VINO
Este baile fue recuperado por D a . Juana Martínez Yago.
dentro de la Escuela Municipal de Artes y Costumbres Populares "Arabí" de Yecla (hoy desaparecida). Esta danza se
bailaba en las bodas, y en ella los danzantes eran los novios.
que entre baile y aplausos, la novia depositaba un vaso de vino
sobre su cabeza y el novio bebía de él.
González Castaño (1992. pp. 301 - 302) lo encuadra
dentro de las danzas rituales, aunque reconoce que se llega a
bailar fuera del contexto de la boda. La recuperadora 1 dice que
es un fandango, que con el tiempo se ha relentizado.
Por los movimientos y la forma de ejecutarlo, se puede
fechar en el siglo XVIII.
LA CARRASQUILLA O CARRASQUILLAS
Baile de tipo lúdico, típico de la Comarca, que fue
recuperado en la pedanía de la Raspay (Yecla), algunos
autores consideran que es una degeneración de la jota, pero de
paso más corto, aunque los movimientos son igual de rápidos
y alegres. El canto son cinco estrofas con letra de contenido
picaro, lo que ha llevado a pensar que era para provocar al
hombre, puesto que las mujeres al ejecutar el baile, se les sube
el refajo en exceso. Por nuestra parte consideramos que no
tiene nada que ver una cosa con otra.
En cuanto al origen del baile, Ortuño Palao (1993, p. 78)
considera que se bailaba en el campo, al final de la jornada,
para celebrar la recogida de las cosechas. Mientras que otros
autores la consideran como un baile que se inició en los cantos
y bailes infantiles y que con posterioridad se incorporó a la
tradición popular (HERNÁNDEZ CARRIÓN 1993, p. 79)
Queremos llamar la atención, que el mismo baile en la
zona de Yecla se le denomina en singular, "Carrasquilla" y en
la zona de Jumilla se le llama en plural. "Carrasquillas". Tanto
una denominación como la otra, son topónimos muy extendidos por la geografía nacional, y Larrea Palacios (1968, p. 650)
en un estudio sobra la danza española, lo denomina Corrosquilla.
DANZA DEL C O R P U S CHRISTI
Aunque no conocemos ni los bailes ni la música.
consideramos muy interesante la documentación aportada por
José M a . Lozano Pérez (1995. pp. 42 - 48) al recoger, entre la
información referida a la organización, actividades y demás
pormenores de la Cofradía del Santísimo Sacramento de
Jumilla, la celebración de danzas, los días del Corpus y Jueves
Santo, al menos durante más de ciento cincuenta años.
Estudiando el libro de cuentas de la Cofradía, v según
lo explícito que fuese el mayordomo encargado de anotar las
cuentas aquel año, pues cada año se cambiaba de mayordomo.
así podemos sacar datos interesantes y concluyentes.
Por este libro de cuentas sabemos que se ejecutaba una
danza al estilo de los seises actuales sevillanos; los danzantes
eran ocho y un maestro de ceremonias, acompañados de un
dulzainero (el tío de la pila) traído de fuera de la localidad.
fundamentalmente de Valencia o Murcia. Se bailaba en el
interior de la iglesia, frente al altar mayor con el Altísimo
presente, y Jueves Santo, frente al monumento realizado ai
efecto. Nosotros suponemos que la misma danza o una versión
de la misma era la que se bailaba en la procesión, por ser una
costumbre muy usual y extendida en este tipo de ceremonias,
como hemos apuntado en la introducción.
BAILE DE LA J E R I G O N Z A DEL F R A I L E
(ZIRINGONZA)
Este baile que hoy en día pasa desapercibido, por ser un
baile infantil, al que no se ha prestado la suficiente atención en
la Comarca, pero que se encuentra recogido ya. en los tratados
de partituras de los vihuelistas del siglo XVI. y está recopilado
en los cancioneros de Salamanca, Burgos y en el propio de
Murcia realizado por Verdú, además de las versiones que se
han documentado en Asturias, Zamora, Madrid y Sevilla
(MARTÍNEZ TORNER. E. pp. 122 - 128).
Nos referimos a esa cancioncilla. que lleva por estribillo:
Al principio, los danzantes, eran niños de la propia
localidad, pero al correr del tiempo, se encargaba a un grupo
"profesional" de fuera del municipio, que incluso introducían
elementos nuevos. Por ejemplo: Cuentas del 25 de junio de
1640 hay un asiento que dice: "12 reales que costó el aderezar
quatro máscaras y de pintar una cruz para un camino que iuan
en la dança". Por lo que deducimos también que la danza
cambiaba cada cierto tiempo, o según el criterio del mayordo-
Que la quiero ver bailar
saltar y brincar,
dar vueltas al aire,
con su jerigonza,
por lo bien que lo bailas hermosa
busca
compaña.
Que salga usted (fulanito).
114
jumillana)" Murgetana, n° 14. Murcia. Academia Alfonso X
El Sabio (pp. 91 - 102).
ORTUÑO PALAO, Miguel. 1993. "Baile de la Carrasquilla"
en Gran Enciclopedia de la Región de Murcia Vol. 3. Murcia.
Ayalga. (p. 78).
mo responsable de organizar las fiestas aquel año.
Cuando los danzantes eran de Jumilla, se les compraba
un par de zapatillas todos los años. También se alquilaban los
trajes o libreas de raso y los sombreros, que eran negros y de
pieos, todo esto se adquiría generalmente en Murcia, y como
curiosidad, se alquilaban ya usados por ser más baratos.
En la segunda mitad del s. XVIII. la Cofradía contaba,
entre sus propiedades, con dos juegos de ocho libreas, así
como sus correspondientes sombreros, lo que le permitía
alquilar un juego de libreas, generalmente el viejo, a otras
cofradías, entre ellas a la de Yecla: "12 reales que han devido
cobrar por el alquiler de las libreas viejas que se prestaron a
Yecla"; esta anotación se reeoge en las cuentas de los años:
1761 al 65, siempre en lechas próximas a la festividad del
Corpus Christi. Lo que nos induce a pensar en un tipo de
representación o ceremonial parecido en Yeela.
NOTAS
1
Información personal de la autora, a la que agradecemos su
colaboración.
La danza dejó de representarse tras la prohibición de
Carlos III en 1780. por la que "en ninguna iglesia... sea
Catedral, Parroquia o Regular, haya en adelante danzas y
gigantones; y cese del todo estas prácticas en las procesiones
y demás funciones eclesiásticas, como poco conformes a la
gravedad y decoro que en ellas se requiere."
El Propio José Mª Lozano clasifica esta danza del
Corpus y Jueves Santo como Religioso-Cortesana, muy propia del barroco. Es lamentable que no se hayan conservado
partituras, ni descripción de este tipo de danza, que documentalmente sabemos de su existencia.
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y costumbres de España, vol II. Barcelona, De. Alberto
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Círculo de Lectores.
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murciano" Torrejón de Ardoz (1 a ed. Madrid 1932).
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Región de Murcia" en Tradición y danza en España. Madrid.
Museo español de arte contemporáneo, abril - mayo (pp. 298
- 308).
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tradiciones". Murcia. El Autor.
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Carrasquillas" en Gran Enciclopedia de la Región de Murcia.
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MOROTE MAGÁN. Pascuala. 1993. "Cultura tradicional de
Jumilla II: El Cancionero popular". Jumilla, Excmo. Ayuntamiento.
OLIVARES BERNAL. Juan. 1960. "Las Enredás (danza
115
EL MOLINO DE VAPOR DE YECLA:
Historia y arqueología industrial
Gerardo Palao Poveda
industria de transformación agraria 1. y junto a la carretera, lo
que facilitaría el movimiento de mercancías y productos.
En el escrito citado se pide al Ayuntamiento y a los
propietarios c interesados en el Heredamiento del agua principal, que se le concedan gratuitamente de ocho a diez cubas
del país diarias (entre 5 y 6 mil litros) de agua para alimentar
la maquinaria. Se basan en que los vecinos de Yecla tienen que
llevar a moler el trigo a Villena, Sax o Cieza y que el molino
de vapor podrá moler diariamente 220 fanegas de granos, que
es a lo que asciende el consumo de la población; ésta se verá
beneficiada por una bajada de los precios y una mejor calidad
de las harinas.
Junto a la petición se presenta un proyecto de molino
de vapor con cuatro pares de muelas, con el nombre de «La
Ceres», firmado por Manuel Daza y Gómez2 como director del
mismo. En él se insiste que le permitan establecer una bomba
que extraiga el agua que necesita, pues de no ser así se verían
obligados a comprar el agua a los aguadores públicos, lo que
encarecería los productos.
El Ayuntamiento, en sesión extraordinaria del 4 de
enero de 1879, a la que asisten los representantes de los
propietarios del Heredamiento del agua principal y D.Manuel
Daza y Gómez como representante y cosocio de D. Pedro
Fernández del Rincón, acuerda conceder la toma de agua por
medio de una bomba para alimentarla maquinaria del molino.
no pudiendo usarla para otros fines y debiendo pagar 500
pesetas anuales por el aprovechamiento que se le concede.
tampoco puede aumentar el número de muelas sin permiso.
El molino harinero instalado por Manuel Daza sería
conocido desde el primer momento como «el molino de
vapor», su enorme popularidad se debió a que utilizaba una
máquina de vapor, la primera que se instalaba en Yecla, y que
era como la llegada a la ciudad de la revolución industrial
iniciada por James Watt en 1765. El edificio constaba primitivamente de dos naves situadas perpendicularmente. una
para la maquina de vapor, semifija. de caldera multitubular y
con una potencia de 16 cabal los, y otra para los cuatro pares de
muelas, con sus mecanismos de rotación, medios de transmisión, maquina limpiadora del trigo y cedazo.
En resumen, el molino harinero diseñado por Manuel
Daza suponía acabar con el problema que tenía Yecla para
transformar sus trigos en harinas, la llegada a la ciudad de la
máquina de vapor (símbolo de la revolución industrial) y una
industria que aprovechaba la materia prima local, el piñuelo de
1 ANTECEDENTES HISTÓRICOS
Las industrias de transformación agraria tienen
gran tradición en Yecla, ya en el año 1735 se tienen noticias
de la existencia de unos 66.000 olivos, cuya producción,
llevada a las almazaras, proporcionaba más de 100.000
litros de aceites de buena calidad. Con los aceites de mayor
acidez se obtenían jabones, habiendo fábricas a finales del
siglo XVIII.
Los datos de finales del siglo citado nos hablan
también de la existencia de vides que proporcionaban uva para
producir, en las bodegas, cerca de 1 millón de litros de vino;
los de peor calidad y los orujos de uva proporcionaban la
materia prima para la elaboración de aguardientes, leche de
anís y mistelas, quemándose miles de arrobas en estas fábricas. igualmente se obtenían vinagres de los desperdicios de
toneles y vasijas.
En esta época se obtienen en Yecla 1'5 millones de
kilos de trigo e igual cantidad de cebada, medio millón de
kilos de centeno y avena, mitad de cada uno. y más de
50.000 kilos de maiz. Para moler todos estos cereales se
contaba con un molino de viento (la molineta del cerro del
Castillo) y numerosos molinos de agua, que eran insuficientes, llevándose a moler parle de los cereales a las poblaciones cercanas.
Este panorama industrial continuaría hasta finales
del siglo XIX en que se instalan industrias rectificadoras para
la obtención de alcoholes y extractores de aceites de orujo,
destacando entre ellas la alcoholera de Pascual García Candela
(1874), y el molino de vapor para harinas (1879), que es el
motivo de este trabajo.
2. HISTORIA DEL MOLINO DE VAPOR.
En el paraje conocido como del Puente o del Rebalso,
situado frente a la Plaza de Toros y al lado de la carretera de
Fuenteálamo. existía un molino harinero de agua de Prieto y
Cremades. En las Actas del Ayuntamiento de Yecla aparece
un escrito el 21 de mayo de 1878, presentado por el abogado
madrileño Pedro Serapio Fernández del Rincón, solicitando la
concesión de permiso para construir un moderno molino
harinero en este paraje, pues la situación del mismo, donde se
piensa instalar la fábrica, está próximo al cauce de las aguas
del Heredamiento o Fuente Principal, necesarias en cualquier
1 17
problemas, por ejemplo, en el acta del pleno municipal del 1
de abril de 1918 se refleja que una comisión de concejales
nombrada para emitir un informe del agua que aprovechaba el
Sr.Blanch en el molino de vapor, informa «que en el cauce
que hay en el actual cargadero de carros-cuba y bajo el nivel
del agua existen cuatro tubos de toma de agua, habiendo
también otra boca o agujero por donde se tomaba agua, y que
en el citado establecimiento hay varias balsas y un pozo, que
el propietario decía que era de agua viva, pero que al haber
bocas que aparecen sobre dicho pozo, se da a creer que
contenga también agua procedente del cauce de la Principal;
piensan que dada la importancia de las industrias que se
explotan, la cantidad de agua consumida debe ser superior a
la concedida, pero no se puede apreciar con exactitud por ir
debajo de tierra; por otra parte, por el lado norte del edificio
se vierten aguas, que no vuelven al cauce de la Principal, se
estancan y despiden mal olor, constituyendo un foco de
infección»; por todo lo anterior opinan que debe hacerse un
depósito para suministrar a las industrias y que se pueda
aforar el agua que se consume, pagando por ella, y se deberán
evitar igualmente los vertidos al exterior.
las almazaras, para abastecer sus necesidades de energía.
A pesar de los avances tecnológicos que supuso en su
día la instalación de este «molino de vapor», pasados quince
años debieron de aparecer problemas económicos en su explotación. pues en 1894 el Ayuntamiento de Yecla desestima una
instancia de Manuel Da/.a para que se le perdone el agua que
debe por el aprovechamiento del molino, las deudas eran de
3.291 pesetas. Como diez años antes debía de pagar 500
pesetas anuales, quiere decir que estaba varios años sin pagar
el agua.
En 1898 el ingeniero barcelonés Manuel Crusat i
Durey montó en el molino de vapor una central eléctrica «con
los últimos adelantos» de la época, según consta en el acta del
Ayuntamiento del 14 de diciembre, movida por la máquina de
vapor del mismo, ésta movía un pistón que hacía girar los
alternadores, (fabricados en Alemania), que suministraban el
fluido a Yecla 3, lo que nos confirma que sus instalaciones,
reconvertidas, seguían siendo útiles .
Posteriormente José Blanch Duran (empresario catalán que empezó como bodeguero exportando a Francia. Italia
y Egipto), creó la Sociedad «José Blanch Sociedad en Comandita» y en 1915 restableció la fábrica de harinas del molino de
vapor y continuó con el funcionamiento de la central eléctrica,
la «Industrial Eléctrica», denominando al complejo industrial
«La Industrial Yeclana». que era una de las más importantes
industrias de la zona; en esta época la primitiva fábrica de
harina constaba de varias zonas diferenciadas, junto a la
entrada destacaba el molino harinero, modificado posteriormente, que tenía dos plantas, a su derecha seguía estando junto
a el la nave donde estaban instaladas la máquina de vapor y
las calderas; junto a ella se instaló una almazara con almacén
para la aceituna en la primera planta, detrás se encontraba la
central eléctrica, y. finalmente, en otra zona se encontraba la
extractora de aceites; además se elaboraban jabones y otros
productos químicos (entre ellos el acetato de cal), habiendo
un químico alemán " al frente de la industria química.
En esa época, marzo de 1918. el Ayuntamiento se
hacía eco del malestar o alarma producida en el vecindario
por la considerable alza que había experimentado el precio
del fluido eléctrico, tanto para consumo particular como
público. D. José Blanch demuestra numéricamente que la
subida no es caprichosa, pues ha habido un aumento en el
costede las diferentes materias que emplea en su negocio, por
lo que venía liquidando con grandes pérdidas, en vista de lo
cual se decide posponer las posibles medidas. La empresa de
José Blanch Durán ofrecía mejor servicio que la de Chinchilla y Cia.. por lo que acabó absorbiéndola el mes de julio de
1918.
El excesivo costo de la energía y los problemas
financieros hicieron desaparecer la empresa de José Blanch.
que fué vendida al joven empresario catalán del sector oleícola
Martín Martí Font ; la Eléctrica Yeclana se constituyó en
Cooperativa en 1920. con Heliodoro Redondo Balboa como
presidente, quedándose con la instalación de los cables y
suministrando la energía desde los saltos del Júcar.
En esta etapa de José Blanch modificaron el primitivo molino harinero, situándolo en un edificio de dos plantas.
de forma que los molinos se situaban en un segundo piso, allí
se molía el trigo, en el primer piso se cernía y se separaba el
salvado y en la planta baja se envasaba la harina. Este sistema
de trabajo «en cascada» aprovecha la gravedad y supone un
ahorro de mano de obra frente al sistema antiguo, «en horizontal», en una sola planta, llevando los operarios los productos
de un lado a otro.
En la época de Martín Martí Font el molino de vapor
se dedicó exclusivamente al sector del aceite funcionando la
magnífica almazara y la extractora de aceites de orujo, lo que
conllevó la desaparición del molino harinero, de la industria
química y de la central eléctrica; los turbulentos tiempos de la
guerra supusieron el desmantelamiento de la central, el volante del generador (que era una pieza única y de gran interés) fué
desmontado y vendido en 1936. Durante este periodo apenas
hubo actividad en el molino de vapor. lo que supuso grandes
pérdidas económicas. Al acabar la contienda se unieron cuatro
empresas, ésta, una de Hollín, otra de La Palma (Cartagena) y
otra de Villena, creando la Aceitera de Levante S.A.. la casa
central estaba en Villena, dirigida por José Rochcr (que fue
alcalde de esa localidad).
Otra novedad es que era casi autosuficiente en materia energética, en efecto, el orujo de aceituna procedente de su
almazara, juntocon los de otras al mazaras de la zona y de fuera
(llegaban grandes cantidades en el tren, procedentes de Andalucía). era llevado a la fábrica en carros, lo que proporcionaba
un movimiento enorme de los mismos por toda Yecla, se
llevaban a la extractora para extraerles el aceite, y el residuo
que quedaba, llamado piñuelo o chispe, era el combustible de
la máquina de vapor. Ésta era el corazón de la fábrica, la que
movía los generadores de electricidad, los molinos harineros.
las piedras cónica y cilindrica de la almazara y los elevadores
del trigo y las aceitunas. También proporcionaba energía para
diversa maquinaria auxiliar de la fábrica.
El molino de vapor fue vendido por Martín Martí
Font, a finales de los años 40. al empresario almanseño José
Rodríguez García, que en esos momentos regentaba el Teatro
Regio, éste lo vendió rápidamente al empresario catalán Juan
Turu Vila. que desde 1920 tenía una extractora de aceites de
orujo y de pepita de uva en la carretera de Caudete, con lo que
El molino de vapor seguía dependiendo del suministro de agua de la Fuente Principal y este hecho acarreaba
1 18
3. ARQUEOLOGÍA INDUSTRIAL: Restos de la maquinaria utilizada
pasaba a controlar mayoritariamente el sector oleícola yeclano. Este empresario6 compró la alcoholera de Bartolomé
Bañón (ARCLESA) en 1952 y creó el mayor complejo industrial de Yecla. Para distinguir las dos zonas del mismo se
denominaba al molino de vapor «Aceitera Turu» y «Fábrica de
Granillo» a la fábrica de la carretera de Caudete.
Juan Turu Vila obtenía flemas alcohólicas y aceites
en las dos fábricas del complejo; en la Aceitera Turu se
instalaron unos molinos Daverio para moler el grano de pepita
de uva en el lugar que ocuparon los molinos harineros;
posteriormente se eliminó la alcoholera y siguieron trabajando
en la almazara y la extractora, finalmente mediados los años
60 se produjo el cierre definitivo del molino de vapor o
Aceitera Turu, trasladándose parle de las instalaciones a la
fábrica de la carretera de Caudete, pues al concentrar la mano
de obra se eliminaban costes.
En el palio de la fábrica se encontraba una de las
piezas más modernas instaladas, una prensa para escurrir el
agua de la brisa que provenía de los calderines de obtención de
alcohol, que por haberse tratado con vapor, contenía mucha
agua y se le quitaba parte de la humedad antes de meterla al
secadero, ver Foto 6.
Junto a la prensa se encontraba el secadero de brisas
de uva o de orujos de oliva, al que se llevaban después de pasar
por la prensa, estando junto a él el tornillo sin fin que lo
alimentaba. Este modelo de secadero provenía de Jaén, tenía
dentro una turbina y al lado un horno que metía el aire
caliente por la parte de arriba del secadero y. lo movía a
contracorriente de la materia a secar; ésta era lanzada hacia
arriba mediante unos rotores o hélices, secándose al contacto
con el aire caliente mientras se movía hacia arriba y abajo, de
manera continua. Este sistema de secadero tenía el inconveniente de que se incendiaba con relativa frecuencia, por lo que
quedó obsoleto y fué sustituido por el sistema trommel, que
mueve la mercancía a secar a lo largode un cilindro, acorriente
con el aire caliente que la seca.
2. MEMORIA GRÁFICA DEL MOLINO DE VAPOR
Las instalaciones del molino de vapor, cerradas,
fueron objeto de diversas agresiones y robos, por suerte antes
de su demolición se hicieron una serie de fotografías a los
edificios del mismo, que nos permitirán recordar esta emblemática industria yeclana, en la Foto 1 podemos ver una vista
lateral en la que se aprecia el cauce de las aguas de la Fuente
Principal, de las que se suministraba al mismo.
La Foto 2 nos muestra una vista de la fábrica de
frente, en la zona marcada con 1 se situaba la extractora de
aceite de orujo; en la zona 2 se ve el molino harinero; en la zona
3 se situaban la máquina de vapor con sus calderas y de ella
parle la chimenea; detrás de esta y con el número 4 se sitúa la
zona de la almazara, que fué una de las más importantes de su
tiempo; finalmente en la zona posterior, marcada con el 5, se
situaba la central eléctrica. En la Foto 3 se aprecian mejor, con
el 5 y el 6, la antigua central eléctrica, habiendo en las mismas
una fábrica de muebles en el momento de hacer el reportaje
gráfico.
Entrando a la fábrica se encontraban a mano izquierda las oficinas, que a pesar del deterioro seguían presentando
un aspecto elegante, los mostradores de atención al público
eran de madera tallada, como vemos en la Foto 4. Este gusto
por la decoración de un edificio industrial era propio de su
época, los artesonados de la fábrica y el lugar de almacenamiento de aceituna eran de madera de mobila, sostenidos por
enormes vigas (todo ello de un valor enorme fué desmontado
y vendido antes de demoler el edificio), los dinteles de las
puertas que daban acceso a los distintos locales de la fábrica
estaban realizados en ladrillos formando dibujos, los restos de
barandillas (que no se llevaron los ladrones de metales) eran
de hierro forjado y las pilastras metálicas que sostienen los
decantadores de aceite tenían forma de columnas.
En la zona de extracción de aceite de orujo sólo
quedaba el decantador, asentado sobre pilastras simulando
columnas, realizado con remaches o roblonado, es decir.
realizado en una época en que no existía la soldadura, lo que
siempre es un indicio de antigüedad en la maquinaria de
hierro.
La zona más antigua c interesante de la fábrica es la
de la máquina de vapor que dió nombre a la fábrica, que fué
descrita por Manuel Daza como «semifija, de caldera multilubular y con una potencia de 16 caballos», que en la actualidad
se puede contemplar frente al IES Castillo Puche; aquí la
vemos en las Fotos 7 y 8, en las que destacan el volante y el
sistema de regulación del paso de vapor por válvula de
mariposa7. Junto al volante vemos, Foto 9, la bomba de
alimentación de la caldera, a la que posteriormente se le
adaptaría un motor eléctrico.
Al otro lado de la pared donde se encontraba el
volante se situaba la rueda que transmitía el giro de éste y,
mediante correas y poleas, a través de embarrados, se iba
transmitiendo la energía de la máquina de vapor a toda la
fábrica; como curiosidad añadir que las correas de transmisión
estaban fabricadas de piel de camello. El volante y la rueda de
la máquina de vapor eran, pues, como el corazón de esta
industria.
Junto a la máquina de vapor se encontraban dos
calderas que suministraban la energía en forma del vapor; la
de la Foto 10 es una del tipo Lancaster, fabricadas en esta
localidad inglesa, remachada, con dos hornos y parecida a las
de los antiguos ferrocariles. El que hubiesen dos hornos
permitía al fogonero el limpiar la parrilla de uno de ellos
mientras seguía funcionando el otro y se mantenía continuamente la presión del vapor (el que las calderas no se apagasen
suponía trabajar los tres turnos de ocho horas, a lo largo del
día). Conviene recordar que el trabajo del fogonero era muy
duro, exigía destreza y era de una gran responsabilidad, pues
el riesgo de explosión era continuo.
La segunda caldera era más moderna, la vemos en la
La vista de la Foto 5 corresponde al patio interior de
la fábrica, con el número 1 se señala al molino harinero, con
el 2 se muestra la puerta de entrada a la extractora de aceites
de orujo, podemos admirar su bello dintel y la magnífica
puerta de madera; la puerta señalada con el 3 nos llevaría a la
sala de la máquina de vapor y con el número 4 apreciamos la
parle más moderna de la fábrica.
119
recuerda que en la región catalana fueron pioneros de la
industria aceitera, produciéndose la maquinaria, la tecnología
e, incluso, los empresarios (José Blanch Durán. Juan Turu era
hijo de un empresario de Granollers que montó la primera
extractora de aceites de pepita de uva en España y Martín Martí
era hijo de otro empresario del sector oleícola de Reus) y
muchos de los gerentes o encargados de las fábricas (como
José Ginebreda Pí o Francisco Martí).
Detrás de la almazara se encontraría lo que fueron la
central eléctrica y la fábrica de alcohol, que en la época que se
realizó el reportaje fotográfico no quedaban restos de las
mismas y había instalada una fábrica de muebles, el único
interés de la zona es que por allí se encontraban los restos de
la bomba hidráulica y el cauce del que se sacaban las aguas
que suministraban la fábrica, que vemos en la foto 20.
Foto 11, fue traída por Juan Turu desde Molina de Segura en
los años 50, era de construcción alemana y tenía un horno
único alrededor del cual podía leerse «HEINA STAHLER
WEIBENAU—dBIEG»; en la-foto vemos junto a la puerta del
horno un ventilador de caracol que servía para insuflarle aire.
En la foto 12 podemos ver la parte superior de la
caldera, la campana, desde la que se repartía el vapor a toda
la fábrica.
Junto a la sala de la máquina de vapor se encontraba
el molino harinero, que en la época de José Blanch se había
transformado para trabajar en cascada; fué desmantelado en la
época de Martín Martí Font, y posteriormente Juan Turu situó
en la zona unos molinos eléctricos Daverio, suizos, que se
adaptaron a la molienda de granillo o pepita de uva, los vemos
en la foto 13, situados unos sobre otros para trabajar en
cascada, como se hacía con el cereal, había otros junto a los de
la imagen.
En la habitación contigua a la de los molinos se
situaba un depósito de agua mantenido sobre vigas de acero,
para suministrar a las calderas, el agua de Yecla tiene excesiva
dureza y era sometida a un proceso de descalcificación en el
descalcificador de resinas cambiadoras de la foto 14, modelo
que sería obsoleto en la actualidad.
Entre la sala de la máquina de vapor y la almazara
había un taller de reparaciones, en el que se conservaban dos
piezas interesantes, una taladradora muy grande que se
movía por una polca unida a la máquina de vapor, a la que
posteriormente se le adaptó una manivela, para trabajar manualmente y que vemos en la foto 15. La otra pieza era una
piedra de afilar o afiladora, que vemos en la foto 16, ésta se
mantuvo siempre accionada por poleas, mostrando la imagen
el hueco de la pared a través del que salía la correa que la unía
a las ruedas y embarrados del otro lado de la pared. Otras
estancias que se encontraban en el trayecto eran los vestuarios
de los trabajadores, el almacén de herramientas y las subidas
a los pisos superiores.
Llegados a la almazara se podía contemplar, como en
la foto 17, el lecho o artesonado de madera sobre el que se
almacenaba la aceituna, tras haberla subido mediante una
tolva; una vez allí irían alimentando los molinos, un trabajador
echaba las aceitunas a moler mediante una pala y un embudo
que regulaba la cantidad, a través de una trampilla del techo.
En la almazara se encontraban dos tipos de molinos
de aceituna, el de piedras cónicas y el de piedras cilindricas; en
la foto 18 se aprecia la situación en alto del molino de piedras
cónicas, junto al que se encontraba un depósito de agua
caliente, para dar humedad y facilitar la molienda de las
aceitunas, que solían estar un poco secas; en éstos se produce
la primera molienda de la aceituna, que la destroza, pasándose
en este estado al molino de piedras cilindricas*, situado en un
plano inferior, como vemos en la foto 21. En este molino se
producía la segunda molienda, se «fregaba» o desliceraba la
aceituna molida, rompiéndose las células de la misma, de
forma que se extraía mayor cantidad de aceite.
Una vez realizada la segunda molienda se pasaba la
pasta molida a las prensas hidráulicas, de las que habían seis
en la almazara; en estas prensas sube la cabeza y aprieta la
pasta, haciendo que suelte el aceite. En los restos de una de
ellas, se leía la inscripción «TALLER DE CONSTRUCCIÓN
DE JOSÉ Mª MALLORQUÍ REUS» . un detalle que nos
4. EPÍLOGO
Como hemos visto en las fotografías, a pesar de los
destrozos y robos sufridos por el molino de vapor, éste
conservaba en buen estado algunos edificios (sus puertas.
etc.), así como la máquina de vapor y toda la almazara. La
concejala Angela Tarrero, trás haber hablado con su último
propietario, Heriberto Turu (que estaba dispuesto a venderlo
por una cantidad muy módica), pidió en 1988 al pleno del
Ayuntamiento de Yecla que se comprase y se dedicase a
Museo Etnográfico, la propuesta no tuvo éxito y a principios
de los 90 fue demolido, lográndose únicamente que la máquina de vapor se salvara y está colocada frente al I.E.S. Castillo
Puche.
Por desgracia su chimenea (hoy semiderruida), es lo
único que se mantiene de lo que fué el símbolo de la industrialización yeclana, un trozo de la pequeña historia de Yecla, que
daba el primer paso para transformarse de una sociedad
eminentemente agrícola y estancada en otra industrial y dinámica, como es la actual.
BIBLIOGRAFÍA
1. LÓPEZ SERRANO, A. (1989). Yecla: Un ejemplo de
socialismo agrario (1914-1918). Murcia. Academia Alfonso
X el Sabio.
2. ORTUÑO PALAO M. (1972).Yecla y su Caja de Ahorros. Alicante. Caja de Ahorros del Sureste de España.
3. PALAO POVEDA C. (1960). El municipio de Yecla.
Estudio económico. Tesis de Licenciatura. Universidad de
Murcia.
4. PALAO POVEDA G. (1987). «Arqueología industrial: El
molino de vapor de Yecla». II Jornadas de Historia de
Yecla. (En prensa).
5. PALAO POVEDA G. (1989). «La industria del alcohol en
Yecla». Yakka. N° 1. Yecla. Servicio Municipal de Publicaciones. 49-60.
6. PALAO POVEDA G. (1991). «Las industrias exlractoras
de aceite y jaboneras en Yecla». Yakka. N 13. Yecla. Servicio
Municipal de Publicaciones. 65-79.
7. SORIANO TORREGROSA, F. (1972). Historia de Yecla.
Valencia. Ed. Doméncch.
120
OTROS
máquina de vapor, si pensamos, es un detalle moderno para una
maquinaria cuyos orígenes se remontan a los romanos.
Actas de Sesiones del Excmo. Ayuntamiento de Yecla.
Archivo Histórico Municipal de Yecla. Obras y Urbanismo.
Leg. 543.
INFORMACIÓN ORAL
Heriberto Turu Casao (empresario, hijo de Juan Turu Vila)
Martín Martí Ortega (hijo de Martín Martí Font)
Sebastián Lidó Azorín (su abuelo, padre y tios trabajaron en el
Molino de vapor)
Francisco Huesca Azorín (empleado en la fabrica de Turu).
NOTAS:
1
Todas las industrias yeclanas estaban situadas junto a las
acequias de la Fuente Principal o de la Hidráulica San Pascual, el agua
es de importancia vital para las mismas.
2
Manuel Daza y Gómez era un ex-oficial carlista que fue
exiliado en Yecla, miembro honorario de la Academia de Inventores
de París, ideó numerosos inventos, destacando el tóxpiro, un cohete
que emitía gases tóxicos al explotar y con el que se esperaba vencer
a la escuadra norteamericana en la guerra de Cuba.
3
En 1903 se crea la Eléctrica Yeclana y se inaugura el
alumbrado eléctrico en la población, que supuso un hito en la
modernización de la ciudad, no figurando Manuel Daza ni Pedro S.
Fernández del Rincón entre las personas que forman la Junta Directiva.
4
Al químico alemán le llamaban don Pablo, era de aspecto
fuerte, colorado y rollizo, de buen humor, cuentan que se bañaba en
la balsa en pleno invierno; se fue a Alemania al acabar la 1a Guerra
Mundial, siendo sustituido por un ingeniero madrileño.
Como curiosidad comentar que el citado Don Pablo decía al abuelo
de Sebastián Lidó, que trabajaba en la fábrica, que si quería le
proporcionaba fórmulas para fabricar perfumes, con las que se haría
rico en España, pero que para hacer lo mismo en Alemania necesitaría
mayores conocimientos.
5
Martín Martí Font llegó a Yecla con sólo 17 años, su padre
le compró la fábrica y en ella siguió trabajando después de haberla
vendido, como encargado. Casó con una yeclana y fue un popular
poeta, colaborador en las revistas de las Fiestas de la Virgen, en las
que escribía con singular gracejo y utilizando unas expresiones del
lenguaje popular yeclano, que conocía perfectamente.
6
A Juan Turu no le afectó tan negativamente la guerra como
a Martín Martí, porque durante la misma estuvo fabricando jabones
en una pequeña industria, junto a su casa que se vendían muy bien. Al
acabar la contienda compró la alcoholera de Pascual García con
Bartolomé Bailón, creando una empresa llamada ARCLESA
(Alcoholeras Reunidas de Centro Levante); le vendió su parte a
Bartolomé Bañón, que sufrió la quiebra de la misma, siendo adquirida
de nuevo, en 1952. por Juan Turu, intermediando en la operación su
hijo Heriberto Turu.
7
La válvula de mariposa fue en su día el primer sistema de
autocontrol o automoción de la máquina de vapor, un "cerebro" que
mantenía prácticamente constante la cantidad de vapor que entraba
en la caldera. Si entraba exceso de vapor en la cámara se aceleraba la
rotación y subían las pesas, con lo que se cerraba la válvula; al bajar
la presión las pesas giraban más despacio, caían y abrían la válvula.
permitiendo más entrada de vapor. La importancia de este mecanismo
de automatización es tan grande, que la válvula de mariposa es el
símbolo de los Ingenieros Industriales.
8
Este molino de piedras cilindricas ocupaba el lugar de otro
más antiguo, que fue desmantelado en la época de Martín Martí en
que se potenció la industria aceitera. Sobre el molino se ven los
embarrados y ruedas que transmitían el movimiento creado en la
Foto 1
Foto 2
Foto 3
121
Foto 4
Foto 7
Foto 8
Foto 5
Foto 6
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Foto 13
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Foto 18
Foto 15
Foto 19
Foto 16
Foto 17
Foto 20
124
LA CARPINTERÍA Y EBANISTERÍA EN YECLA
"APUNTES PARA UNA HISTORIA"
José Puche Forte
DEDICATORIA.
muebles. En la mayoría de los hogares de nuestro pueblo se
guardaba la ropa en un hueco hecho en la pared que disponía
de unas cuantas lejas de madera, éste no se cubría siquiera con
una puerta sino con una simple cortina de tela. Fueron escasas
las familias que disponían de arcas para guardar sus ajuares.
Todo el mobiliario que podía haber en una vivienda se componía
de una mesa y unas cuantas banquetas de madera para poderse
sentar, ya que las sillas tampoco abundaban. El catre y la
"almarga" o jergón era el elemento esencial para el reposo. Los
más pobres, dormían sobre una simple saca llena de paja o un
jergón de "falfollas" (envolturas) de "panochas" (mazorcas).
sobre el cual ponían un colchón de lana. La "artesa" para el
amasado del pan. apenas se conocía, pues la mayoría de las
mujeres realizaban esta laboren un lebrillode barro, para ellas
era suficiente.
A los artesanos de la madera que a lo largo de
la historia, han enseñado y perfeccionado la técnica
del mueble. Y a todos aquellos que con su esfuerzo y
dedicación han contribuido a impulsar la industria de
la madera de Yecla, hasta llegar al progreso de hoy.
INTRODUCCIÓN.En estudios anteriores, presente los oficios de los
toneleros y los "aperaores". En esta ocasión me creo en el
deber de mostrar los orígenes de la carpintería y ebanistería en
Yecla, nuestro pueblo, hasta que estos oficios se convirtieron
en la industria seria y progresiva de nuestros días.
No pretendo hacer una historia de estos dos oficios, que
más quisiera yo. Pero sí que quisiera resaltar aspectos de la
artesanía de la madera en distintas épocas de nuestra historia.
En estos apuntes he recogido, en parte, los sistemas de los
talleres artesanos antiguos, algunos nombres de los maestros
carpinteros, trabajos realizados por ellos, técnicas artesanas
desaparecidas, el nacimiento de la industria de la madera y
otras curiosidades que pueden servir de referencia para que
algún día no muy lejano se pueda hacer una historia seria sobre
la carpintería y ebanistería de nuestro pueblo; pues creo que ya
va haciendo falla. No menciono aquí las profesiones de los
tallistas y torneros, ya que deseo hacer un estudio aparte sobre
estos artísticos oficios. También los orígenes del diseño, la
tapicería y otras profesiones afines, merecen otros apartados
que las identifiquen de una forma particular.
Para poder hacer este modesto trabajo, he tenido que
consultar a muchas personas e indagar en la historia y en la
prensa antigua de nuestro pueblo. A pesar de ello son sólo unos
sencillos apuntes que nos ayudarán a comprender mejor esa
lucha por el progreso de unos hábiles artesanos a lo largo de
nuestra historia.
Desde los años 1552 a 1638. hay en Yecla cinco
carpinteros, destacando entre ellos Juan García1. También
sabemos que en el año 1660. sólo había en Yecla dos carpinteros.
parece ser, que este no era un oficio de mucho porvenir, ya que
estos trabajaban de una forma simultanea. A los aprendices de
esta época se les contrataba por siete años sin sueldo alguno.
y al final de este periodo, se les daba un vestido y las
herramientas necesarias para poder ejercer el oficio. En
ocasiones, era necesario ir a Villena para completar el
aprendizaje, debido a que allí había mejores profesionales, y
además en esa ciudad se efectuaban los exámenes necesarios
para poder conseguir el título de maestro carpintero2. Parece
ser. que a partir de 1690 no fue necesario desplazarse de Yecla
para conseguir este título, ya que los aspirantes eran examinados
por Pedro Soriano. carpintero con título reconocido3. Los
carpinteros de este periodo simultaneaban la carpintería con
algún que otro mueble de tipo rústico.
EL SIGLO XVIIINo cabe duda, de que el siglo XVIII supuso para Yecla
un gran adelanto; y al igual que crecía la ciudad con calles
amplias y rectas, también crecía el bienestar y las pretensiones
de sus habitantes. Los muebles se fueron imponiendo. Las
arcas empezaron a ser un objeto común (ilus. 1), la silla se va
implantando porsu comodidad. Aparecen las primeras tarimas.
"abuelas" de los cómodos y modernos sol as. También hicieron
su tímida aparición los primeros armarios de madera con
puertas. Las cocinas se llenan de plateras, cuchareros,
LOS SIGLOS XVI Y XVIIAlejémonos por unos momentos de nuestros días, y
pensemos en aquella pequeña villa de Yecla de los siglos XVI
y XVII, cuando solamente los más hacendados, muy escasos
por cierto, podían tener el privilegio de poseer algunos escasos
125
(Ilus. I) Arca siglo XIX (mediados)
puchereros y otros elementos útiles que la decoran. Las
"artesas" de madera fueron sustituyendo a los lebrillos, llenando
las "amasadores" yeclanas (hueco bajo las escaleras en donde
se amasaba el pan). Los catres empezaron a dar paso a las
primeras camas, muy altas por cierto y cargadas de colchones.
En fin, fue esta una época en la que la comodidad empezó a
manifestarse en el mobiliario, dando origen a los primeros
artesanos del mueble, o lo que es lo mismo, al principio de la
ebanistería.
La palabra ebanista, no aparece en las relaciones de los
oficios de la Yecla del siglo XVIII. Parece ser, que este es un
nombre aplicado a mediados o finales del siglo XIX, por lo
menos en nuestro pueblo.
Tenemos documentos que afirman que en el año 1775
hay en Yecla 14 carpinteros, y que el sueldo medio de cada uno
de ellos al año era de 1.260 reales de vellón (un real de vellón
tiene 34 maravedíes o 25 céntimos de peseta), y en 1760
cobraban 1.080 reales de vellón. Es curioso que el sueldo de
los aperadores era el mismo que el de los carpinteros en este
periodo. A los oficiales artesanos se les calculaba un jornal
diario ya que trabajaban unos 180 días al año 4 .
(Ilus. 2) Puerta de cuarterones, S. XVIII.
usaba el típico "palo". Es durante el siglo XVIII cuando se
ponen de moda los típicos postigos en las casas de los grandes
agricultores. Casi todos ellos están hechos de madera de pino
con grandes clavos de forja que las refuerzan. Son de dos
batientes y por lo general llevan uno o dos postiguillos, todas
ellas disponen de un rústico y gran llamador en hierro forjado.
También en las casas empiezan a aparecer las puertas de dos
hojas muchas ellas con llamadores en forja que posteriormente
serían sustituidos por los de latón o bronce. Hay que resallar
las puertas de las casas palacio o solariegas, ya que algunas de
éstas estaban trabajadas en madera de roble con grandes
peinazos, siendo por lo general de dos batientes con uno o dos
portillos o postiguillos. Estaban reforzadas con escuadras de
hierro interiores y provistas de artísticas cerraduras con fallevas
en hierro forjado al igual que sus llamadores. Algunas de ellas,
como la de la Casa de los Ortega (hoy Casa Municipal de
Cultura) llevan cuatro, los dos de la parte superior no son como
mero adorno, sino que se usaban para poder llamar sin necesidad
de tener que bajar del caballo. Las puertas interiores de estas
grandes casas acostumbraban a ser de nogal o mobila. también
de recios batientes.
LA CARPINTERÍA ANTIGUA Y EL MUEBLE.De estos carpinteros del siglo XVIII, son típicas aquel las
puertas de cuarterones (ilus. 2) hechas en mobila o nogal,
emboquilladas a mano y cogidas al cerco por medio de goznes.
Algunas, aunque pocas, aún pueden apreciarse en las salas de
las antiguas casas yeclanas. De éstas, es digna de mención la
puerta de la Iglesia Vieja que da hacia la plaza. A pesar de su
altura y sus proporciones, aún se conserva en buen estado,
pudiéndose apreciar su parle interior ya que la exterior se
encuentra chapada de zinc.
En cuanto a las puertas de las casas, hay que resaltar
que las de los siglos XVI y XVII eran por lo general de un solo
batiente, estaban hechas de madera de pino, gruesas barras
formaban el armazón que se cubría en la cara exterior por
tabletas de la misma madera sujetas al armazón con gruesos
clavos de forja de cabeza redonda o con cabeza triangular
saliente, que son los más antiguos. El barrón interior lleva dos
colas, la superior va alojada en un agujero que lleva el dintel
y la inferior termina en un grueso espárrago de hierro que se
sujeta al suelo por el sistema de "tejuelo" (chapa cuadrada de
hierro que lleva un taladro). Para trabarlas desde dentro se
En cuanto al mobiliario típico del siglo XVIII. nos
queda la silla "frailera" (ilus. 3) de alto respaldo, las arcas con
cerrojo de pletina y ancha puntilla de madera recortada en su
base, algunas llevaban departamento secreto. También tenemos
las típicas almargas de tijera con cordeles y las de banquillo
con tablas. La mesa tocinera es otro de estos muebles, algunas
fabricadas en madera de castaño. Son más raros los muebles
"canteranos" (ilus. 4) (especie de buró) con departamentos y
secretos para poder guardar las joyas. Estos muebles son
126
cuando acababan su aprendizaje se examinaban para alcanzar
el grado de maestro, ya que si querían conseguirlo debían de
hacerlo en otras localidades más industrializadas5.
En el año 1803, ya tenemos en Yecla 21 carpinteros.
Hay que resaltar que en la mayoría de los casos las familias
quedaban ligadas de padres a hijos a un mismo oficio, y los
carpinteros no rompían estas normas. Así, por ejemplo, Juan
Bautista de Todo trabajó durante medio siglo y su hijo Miguel:
Pedro Soriano Díaz. Juan Sánchez, Francisco López de Andrés,
Benito López-Atalaya Puche y Pedro Ortín, apodado "Mañas"
por su habilidad, fueron algunos carpinteros de esta época 6.
Como ya quedó anotado anteriormente, el carpintero es el que
hacía también los muebles ya que la ebanistería aún no existía
como especialidad.
En 1811 se reconoce como maestro carpintero aprobado
en Murcia a Pedro González, hijo de Pedro "El Mañas"7. En
una relación tomada en Yecla en el año 1847, aparecen 28
carpinteros establecidos en Yccla. Todos el los se comprometen
a trabajar durante dos meses "marzo y abril" para las obras de
la Iglesia Nueva, sin recibir ninguna retribución. Para su
conocimiento cito aquí sus nombres:
- José Bañón Puche
- Francisco Bautista Castaño
- Julián Cerezo Díaz
- Pedro González Al moraga
- Marcos Hernández
- Francisco Herrero Azorín
- Pedro Herrero Azorín
- Alejandro Izquierdo Puche
- José Antonio Iniesta
- José Antonio Ihañez
- Francisco Marco Gómez
- Juan Martínez
- Martín Molina
- José Ortín García
- Pedro Ortín García
- José Ortuñü Andrés
- Miguel Ortuño Puche
- Juan Puche Serrano
- Pedro Puche Palao
- José Rodríguez
- Juan Román Sánchez
- Pablo Román Vicente
- Pedro Román Vicente
- Salvador Román Vicente
- Francisco Román Vicente - Rafael Sánchez
- Simón Sánchez
- Manuel Sortario Pérez8.
Como dato curioso de esta profesión, vemos que en
1864 el Ayuntamiento pone al maestro carpintero Julián
Cerezo Díaz como encargado de sellar las medias fanegas.
celemines, medios celemines y cuartillos en toda clase de
tiendas 9.
Al correr de los años, al finalizar el siglo XIX. en 1892.
tenemos otra relación con los siete carpinteros más distinguidos
en Yecla durante este periodo, estos son: José Mora Parra.
Antonio Marco Roch, Cristóbal Tortosa Laguardia. Bernardo
Villanueva González, Felipe Alonso Marco. Joaquín Izquierdo
Roses y Pedro Ortín Forte 10.
(Ilus. 3) Silla frailera, S. XVIII. (Dibujo del autor).
característicos de finales de este siglo aunque se estilan
también hasta mediados del siglo XIX. Se podrían mencionar
otros muebles, pero sería extendernos demasiado.
(Ilus. 4) Mueblo Canterano. S. XIX. Propiedad de Jesús Martínez "La Teatina"
EL SIGLO XIX.La centuria del XIX, sobre todo en su última mitad,
sería la gran impulsora en el arte del mueble y también la que
pondría las bases con la formación de aquellas tímidas industrias
que empezarían a florecer a principios de nuestro siglo. Esta
contaría en su gran renovación con grandes artífices. No cabe
la menor duda de que entre todos ellos José Mora Parra, más
conocido popularmente como "El Maestro Mora", fue el más
destacado y celebre de todos aquellos artesanos, al cual le
dedicaremos un apartado por su importancia.
A principios del siglo XIX aparecen registrados en
Yecla 17 carpinteros y dos tallistas, incluyendo aprendices.
Parece ser que no existían gremios profesionales, y al igual
que ocurriera en el siglo XVII, eran pocos los aprendices que
EL MAESTRO MORA.Creo que éste es un apartado propicio para dedicarlo al
gran maestro artesano José Mora Parra o "Maestro Mora"
(ilus. 5) que es como se le conocía. Nace en Yccla el año 1837.
De su matrimonio con Vicenta Albert Roses tiene a José Mª,
Vicente, Francisco, Rafael, Carmelo, Luis, Ramón. Pedro y
Manuela. Sus hijos fueron todos excelentes carpinteros, de
entre ellos Carmelo fue muy popular debido a sus camas
torneadas (ilus. 6). algunas de ellas son verdaderas obras de
arte. Manuela también se casa con el carpintero Pedro Ortín
Martínez". Este es un hecho elocuente de la cantera de
carpinteros yeclanos salidos de una sola familia.
127
carpintero famoso del que después hablaremos.
Caben muchas posibilidades de que José Mora trabajara
parle de la carpintería del Colegio de Escolapios (1859), ya
que algunas de sus puertas se le atribuyen a él. Lo que sí se sabe
con certeza, es que fue el carpintero de la Iglesia Nueva. Hizo
plantillas y andamios y al parecer trabajó en los tres arcos con
tirada que hay en el presbiterio, ya que los arquitectos, ante la
dificultad recurrieron a él. Obra suya fueron las cancelas en
madera de mobila de dicho templo, las cuales desaparecieron
en el 36. Estas llevaban columnas redondas y cornisas a juego
con la arquitectura del templo. También construyó la gran
plataforma del coro sobre la que estaba el famoso órgano de
gran peso, lodo esto se sostenía sobre la cancela que iba
flanqueada por cuatro columnas. Al coro se ascendía por una
escalera de caracol, también hecha de madera. Realizó todos
los confesionarios que había en dicha iglesia y gran parle de los
retablos hoy desaparecidos. Podemos decir que era el carpintero
oficial de la Purísima, ya que por sus manos pasaban todos los
trabajos que allí se hacían. En 1885. hizo una carroza para la
Virgen del Castillo.
También hay posibilidades de que participara en la
carpintería del convento de las Concepcionistas y en el Asilo
de Ancianos. Algunos le atribuyen el piso de madera del salón
Primitivo (antigua C.N.S.). pero esto queda en el terreno de la
suposición y no se puede probar.
José Mora Parra era un hombre dedicado a la carpintería
artística, y en especial a la religiosa, entre sus encargos hizo
algunos para fuera de Yecla. Pero este artesano hizo también
muebles, algunos de ellos aún pueden contemplarse. A Don
Maeedonio Vidal le hizo un buró con cuerpo alto en marquetería
(ilus.7); mueble que reformaría su hijo Carmelo en 1901 para
(Ilus. 5) José Mora Parra o "Maestro Mora" 1837-1897.
(Ilas. 6) Cama de Carmelo Mora. De 1910 a 1915.
El taller lo tendría en la calle que hoy lleva su nombre,
en lo que después sería parte de la fábrica de Muebles Azorín.
Junto al taller estaba su casa; al parecer de los que la conocieron,
estaba hecha con verdadero gusto. Tenía una galería abaleonada
en madera realizada por él. Ésta daba la vuelta a un gran patio
cuadrado. Posiblemente el proyecto saliera de sus manos, ya
que junto a carpintería y muebles, llegó a proyectar algún que
otro plano de obras. Hay que tener en cuenta que este hombre
era conocido y apreciado en el pueblo por su gran habilidad c
inteligencia. Hace algunos años aún se conservaba el voladizo
del tejado de la que fuera su casa, hecho en madera y sostenido
por escuadras talladas.
En su taller trabajaron con él algunos de sus hijos, entre
ellos Carmelo, que llegó a ser un gran tornero en aquellos años
en los que el torno se manejaba a fuerza de pedal. Su yerno
Pedro Luis fue otro de los oficiales; éste era hermano del
sacerdote Carmelo Ortín y padre de Pedro Ortín "Mañas", otro
(Ilus. 7) Mueble Oratorio. Obra del Maestro Mora para el Sacerdote
Macedonio Vidal. Finales S. XIX. Reformado en 1901 por su hijo Carmelo.
128
empleadas para estos trabajos han desaparecido y otras son
practicamente ignoradas por los oficiales de hoy día.
Dentro de las herramientas que hoy día nos son extrañas
por su escaso o nulo manejo tenemos: la "galera", de mayor
tamaño que la garlopa más conocida en nuestro pueblo por
"garlopón". La garlopa, ésta es una herramienta que en
ocasiones aún llega a emplearse para algunos trabajos. El
"garlopín", cepillo algo más pequeño que la garlopa. Los
cepillos acanaladores, media punta, bocil o cepillo de moldurar.
machihembra; cepillo de tipo corriente, el cual es muy empleado
en los trabajos de hoy día. Cepillo de vuelta, muy empleado
por los aperadores y toneleros, y también dentro de la carpintería
de otro tiempo. La terraja: el guillame, que en ocasiones aún
se emplea para hacer rebajos. Gubias, escoplos y formones
están en plena vigencia. Desaparecieron las barrenas de puño.
sólo se emplean la de pequeño calibre. También lo hizo el
berbiquí, que ha sido suplantado por la pistola taladradora. Las
azuelas ha tiempo que desaparecieron, al igual que lodo tipo
de sierras manuales; sólo ha quedado el serrucho, que por su
eficacia es insustituible. El gramil es otra de las herramientas
empleadas que se resiste a desaparecer. Hay otras herramientas
o accesorios; los congrieles, empleados para el encolado de
tableros, es un sistema desaparecido, aunque en ocasiones aún
se echa mano de esta técnica. También es curioso el recordar
el sistema de encolado con cola caliente, el cual llegó a
emplearse hasta casi finales de los años cincuenta. Era muy
tradicional aquello de calentar varios cazos al baño maría
dentro de un recipiente. Aquella cola negra sólo valía mientras
estaba caliente, cuando se enfriaba empezaba a hacer hebras y
había que poner el recipiente a calentar de nuevo, mientras se
cogía otro; y así con este sistema era necesario tener encendido
el fuego, faena que recaía sobre los aprendices, mientras se
encolaba; la verdad es que no se conocía otro. Después llegó
a usarse una cola blanca, conocida como "casco" dentro del
gremio, a la cual había que añadir unos polvos para que
catalizase e hiciera su electo. Esta cola era bastante resistente
y dio paso a los producios usados hoy día que son menos
complicados y más prácticos.
convertirlo en oratorio. En la casa de la Asociación de
Mayordomos, hay una mesa de despacho que se le atribuye a
él. Aún quedan puertas, plafones, torneados y pilares de
escaleras en madera también torneada, en algunas casas
yeclanas, que salieron de sus manos, aparte de los muebles que
pudiera realizar, parece ser que su trabajo más famoso fue una
esfera cosmográfica ideada por el Padre Lasalde. Ésta se
presentó en la Exposición Universal de París en 1878; por lo
cual recibe grandes elogios del profesorado francés. Otra
similar. la lleva a la Exposición Pedagógica de Madrid de 1882
y obtiene Medalla de Plata. La "revista Calasancia" de índole
nacional, le llama en varias ocasiones "inteligente artesano" l2 .
Este celebre maestro carpintero fallece en Yecla en 1897, a la
edad de 60 años.
De los otros carpinteros destacados en esta época
apenas si nos han llegado noticias, salvo de Cristóbal Tortosa
Laguardia, cuyos descendientes han seguido el oficio de
carpintero hasta hoy día. En cuanto a Bernardo Villanueva
González sabemos que fue padre de los famosos carpinteros
Pepe y Teófilo Villanucva, a los cuales tenemos un lugar
reservado, ya que eran verdaderos artistas trabajando la madera.
TÉCNICAS Y CURIOSIDADES DEL OFICIO.Antes de pasar a nuestro siglo, sería interesante el
resaltar algunas de las técnicas y herramientas ya desaparecidas
sin olvidarnos, por supuesto, de algunos materiales que ya
quedaron en el olvido. En cuanto a la técnica del oficio lo
primordial era el conocimiento de la madera, la forma de
corlarla, teniendo en cuenta sus anillos y velas para que ésta no
se torcicra o garceara, y no se trabajaba hasta que estuviera
bien seca. Bien es verdad que al consumirse menos cantidad
de madera que hoy día. ésta estaba a veces en mejores
condiciones. El sacar barras de un tronco cuando no había
sierra mecánicas para hacerlo era un trabajo laborioso, pues
había que aplanar una cara con la azuela y después alisarla con
la garlopa. Para sacar tabletas de un tronco se usaba el
tronceador (sierra ancha de más de 1'50 mts. de larga, manejada
por dos personas). También se empleaba la sierra bracera
(bastidor con cuatro puños que llevaba la sierra en el centro),
para cuyo manejo también eran necesarias dos personas. Para
sacar las cuatro caras de una barra a escuadra se requería
mucha habilidad, comprobando una y otra vez con escuadra o
cartabón y usando galorpa o cepillo hasta tenerla a punto. Los
ensamblajes también requerían una cierta maestría, ya que
emboquillados y espigas se hacían de forma manual a base de
formón, escoplo, martillo y sierra. Ensamblajes a media madera.
ingletes con espigas invisibles, ensamblajes a cola de milano.
etc. Había infinidad de maneras, muchas de ellas poco usuales
o desechadas en la ebanistería actual. El enlazado a cola de
milano de aquellos anchos cajones, tenían tal perfección, que
en muebles por los que han pasado muchos años aún se
encuentran tan fuertes como cuando se hicieron. El
emboquillado y filigranas de aquellas viejas puertas de
cuarterones que aún quedan en algunas salas de casas yeclanas,
son verdaderas obras de arle. Teniendo en cuenta que esas
molduras se hacían a mano con el bocil (cepillo de moldurar)
y ajustadas unas a otras a inglete con verdadera perfección.
Todas estas técnicas llevaban consigo muchas horas de banco
en un trabajo muy laborioso. Muchas de las herramientas
No es cuestión de perdernos en técnicas o formas de
trabajo ya que se podrían exponer muchas más. creo que con
las apuntadas es más que suficiente.
EL SIGLO XX.El siglo que nos ha locado vivir, ha sido el gran
impulsor de la ebanistería en Yecla hasta formar esa potente
industria que hoy posee. A principios de siglo, ya se aprecia en
el pequeño taller un atisbo de convertirse en pequeña industria.
En una relación de los oficios de 1915. aparecen censados en
Yecla 77. entre carpinteros y ebanistas 15 .
Antes de entrar de lleno en el nacimiento de la industria
yeclana, creo que es conveniente el resallar a los grandes
artesanos que durante este siglo, han sido, con su buen hacer.
los promotores del mueble y la carpintería yeclana. Se que en
esta labor han colaborado muchos, pero de ellos solamente
destacaré a tres debido al contenido de sus obras.
ARTESANOS FAMOSOS.José Villanucva Sanchiz, nace en Yecla allá por el año
129
1882. Fue un gran carpintero y un excelente tallista. También
trabajó la ebanistería, aunque por encargo. Losmuebles salidos
de sus manos, son verdaderas piezas de museo. Se dedicó
principalmente a la carpintería artística y religiosa. Su taller
estuvo en la calle de Colón (hoy pastelería). Entre sus oficiales
podemos contar a Miguel Ibáñez Bañón, Francisco Azorín
Teva "el Lino", Rafael Azorín, Antonio Carpena, Pascual
Puche Alacid, y algunos más que después destacarían con
industrias propias.
No cabe duda que su gran obra fue la urna del Cristo del
Sepulcro (ilus. 8), hecha en 1941, ayudado por Miguel Ibáñez.
Algunos la han atribuido a su hermano Teófilo, el cual la
restauró en 1958, para quitarle peso a los cristales. Es digna de
mención la puerta de la Caja de Ahorros (C.A.M.) (ilus.9) y
toda la carpintería exterior y gran parte de las puertas del
interior, hecha por sus manos allá por 1915. También la
carpintería de la casa n° 31 de la calle de San Ramón, de corte
modernista. Realizó el pulpito del Niño, desaparecido en el 36.
El retablo de la capilla de San Francisco, también de dicha
iglesia. El retablo de la ermita del Pulpillo (que aún existe). La
capintería del Juzgado de 1a Instancia (hoy cafetería). El piso
o entarimado de un salón de la casa de los Ortega (hoy sala de
exposiciones de la Casa Municipal de Cultura), etc,. Otra de
sus obras famosas fue el kiosco del Parque, realizado sobre
(Ilus. 8) "Urna del Stmo. Cristo del Sepulcro". Obra de José Villanueva
Sanchiz. Año 1941.
(Ilus. 10) Proyecto del Kiosco del Jardín. José Villanueva Sanchiz. Sobre 1922.
1922 (ilus. 10). En su casa se conservan muebles de excelente
factura, y al igual ocurre en otras casas de la ciudad. Este gran
artesano muere en Yecla en 1955, a los 73 años.
Teófilo Villanueva Sanchiz, hermano del anterior.
Nace en Yecla en el año 1886. Al igual que ocurriera con el
"Maestro Mora". Teófilo es el carpintero oficial de la Purísima.
Lo mismo hace allí instalaciones eléctricas, que adorna con
flores las carrozas para las procesiones, o monta un monumental
Belén para Navidad. Pero su especialidad es la carpintería
religiosa; aunque a más de un maestro albañil le enseñara a
proyectar unas escaleras de forma circular. Su taller cambia
con facilidad de emplazamiento. Lo instala en su casa de la
calle Forte y por último lo trasladaría al edificio ruinoso del
"Hospitalico" antes de que fuese Centro Maternal. Los oficiales
que tiene no le duran mucho, debido a la inestabilidad de su
trabajo. Uno de sus oficiales más apreciado y fiel fue Pedro
Disla.
Acabada la Guerra Civil, hizo casi todos los retablos de
las capillas de la Purísima y también algunos confesionarios.
(Ilus. 9) Puertas Caja de Ahorros del Mediterráneo. Obra de José
Villanueva. Sobre 1915.
130
Son obra suyael retablo del altar mayor de las Concepcionistas
y el de San José del Niño. Hizo los pulpitos que había en las
monjas Concepcionistas y en la iglesia del Asilo de Ancianos.
Como mobiliario tiene la cajonería de la sacristía de laPurísima
y también son suyas algunas carrozas de la Semana Santa;
aunque hoy se han reformado. Dentro de sus obras más
curiosas figuran el cordón con nudo tallado de la lámpara de
la sacristía de la Purísima y el "Palomar" del Jardín con su
rústica balsa que data de los años treinta. Al parecer también
son obra suya las puertas del Ayuntamiento, según informes
de la familia. Era Teófilo hombre de ideas rápidas para la
invención. Entre sus trabajos también se encuentran algunas
tallas. A principio de los años 30 fue profesor de dibujo en la
escuela de la Juventud Católica Española. Este polifacético
artesano fallece en Yecla en 1969, a los 84 años.
un aperador yeclano (se desconoce el nombre) comience a
desarrollar una actividad industrial de tipo artesano en la
madera. Se incrementa notablemente la producción con
serrerías mecánicas y empieza una incipiente industria de
fabricación de mesas y sillas producidas en grandes series y se
comercializan en las provincias limítrofes, hasta que hay
materia prima. Cuando ésta empieza a escasear, a dos oficiales
del citado taller se le ocurre la idea de iniciar la fabricación de
muebles de ebanistería que por su mejor calidad y acabado
pueden hacer más rentable su trabajo. Así es como al principio
del presente siglo se inicia la fabricación de muebles en Yecla,
bajo la dirección de estos dos oficiales, Pedro Chinchilla
Candela y Rafael Azorín Fernández 14 . Esto debió de ocurrir
allá por los años 1915-18. Esta empresa funciona con
naturalidad hasta principio de los años 20 en que se disuelve.
Como consecuencia de esto, algo después nacen dos empresas
distintas, cada una de ellas bajo un titular. Es interesante
apuntar que las primeras máquinas para trabajar la madera que
se traen a Yecla, es precisamente cuando estos dos empresarios
estaban unidos en sociedad.
Parece ser que por los años 20, sólo están en Yecla las
industrias de Pedro Chinchilla y Rafael Azorín. Después con
el auge experimentado tras la Primera Guerra Mundial van
apareciendo otras pequeñas fábricas. A mediados de los 20
hay en Yecla 7 industrias dedicadas a la madera como
ebanistería, aunque parecen ser de poca importancia. Estos
empresarios se lanzan con más entusiasmo que conocimientos
técnicos a participar en la Exposición de Valencia de 1927-28,
con un modelo de comedor que al precio de 550 pesetas, fue
premiado y producido en grandes series inundando el mercado
con gran éxito 15 .
El resto son pequeños talleres que trabajan casi en
régimen familiar, algunos ocupan la parle anterior de la
vivienda o simplemente una habitación. También son muchos
los oficiales que en su casa tienen un banco en donde realizan
sus pequeños trabajos de encargos, como puertas de mediano
tamaño para ventanas, armarios, conejeras, cogedores, cunas,
queseras, tapaderas para tinajas, etc.
Pedro Ortín Mora, más conocido como "Periquín
Mañas", nieto del "Maestro Mora" por parte materna, es el
último de estos tres artesanos. Hombre muy remirado en su
trabajo, debido a ello nunca hizo dinero. Se dedicó también a
la carpintería artística y religiosa, pero también realizó la
doméstica o de obras. Trabajó en el taller con su padre y allí
continuó después de haber muerto éste. El taller estaba en la
calle de España junto a la casa de Don Cayetano de Mergelina.
Después se instala en taller propio, también en la calle de
España, dando salida a la calle de San Antonio. Generalmente
trabajaron su padre y él acompañado de algún aprendiz.
Trabajo con ellos como oficial Francisco López. A este taller
acudía el escultor José Antonio López Palao "El Rauca" para
hacer allí sus trabajos más delicados.
Como obras suyas podemos catalogar un templete para
la iglesia del Niño, desaparecido en el 36. El tornavoz del
púlpito de la Purísima y cuatro confesionarios. Los
desaparecidos durante la Guerra los hizo su abuelo. El retablo
del Castillo, lo hizo junto a su tío Carmelo Mora, allá por los
años 1942-43 (hoy se encuentra en la iglesia del Hospital ico).
También son obra suya los palcos del Salón de Actos de la
antigua C.N.S. (hoy CC.OO.). Este artesano muere en Yecla
a principio de los años 70, cuando contaba 75 años de edad.
Estaban los artesanos carpinteros que aunque no fueron
tan famosos como los mencionados anteriormente, siempre
estarán en el recuerdo popular. Estos se dedicaban generalmente
a la carpintería de obras, como José Pascual Ortuño; José
Soriano, más conocido por "Pepe Clara"; o Perico
"culocmpinao"; el maestro Parra, cuñado de Villanueva;
Manuel Marco; Miguel Carpena "El Caudetano"; Cristóbal
Tortosa; Antonio Puche "El Zanca"; Rafael "El Gangas";
Manuel Moragón; etc. Algunos de ellos también se dedicaron
a la ebanistería. Después se recuerda el taller de los "Flautas",
"Los Antolinos" y algunos más. Todos ellos y alguno más que
puede haber quedado en el olvido fueron los promotores de la
carpintería y en parte de la ebanistería actual.
EL NACIMIENTO DE LA INDUSTRIA.-
(Ilus. 11) Propaganda de Muebles Azorín. aparecida en la Revista ¡Adelante!.
n° 152. 29 de junio de 1929.
A mediados del siglo XIX, debido al fenómeno de la
desamortización (1836), son muchas las extensiones de terreno
que pasan a manos particulares creándose numerosos
latifundios. Como un medio de obtener ingreso de los mismos
se producen talas masivas de pinos. Esta existencia de materia
prima maderera en cantidad abundante, fue el motivo de que
La empresa "Muebles Azorín" (ilus. 11) empieza a
funcionar en la calle de San Pascual a principio de los años 20.
Sobre 1924 se traslada a la calle de Maestro Mora, en el local
que ocupara un molino desde 1912. Comprando años más
131
éste tenía la obligación de enseñarle el oficio hasta que pudiese
valerse por sí mismo y trabajar en el banco. La madera para
hacer los muebles la daban sin preparar, el oficial la tenía que
trazar con arreglo a un dibujo o plano de taller y llevarla a la
máquina correspondiente. El aprendiz cuando empezaba sus
primeros muebles también debía de seguir este sistema. A
finales de los años 20, un aprendiz solía ganar unos 50
céntimos diarios. Debido a este bajo salario, la empresa podía
permitirse el tener varios aprendices, de ellos saldría la cantera
que más tarde daría prestigio y fuerza a la industria. Por otro
lado los aprendices tenían gran ánimo de superación ya que
mientras no aprendieran el oficio el salario sería mínimo. Por
lo general los oficiales trabajaban casi siempre a destajo
ganando un sueldo de 6 a 8 pesetas diarias. En eslaépocacl jefe
de fábrica era Paco Chinchilla, hijo del dueño. Éste era un gran
dibujante y preparaba los diseños y las plantillas para los
modelos en producción.
Uno de los trabajos que realizó esta fábrica en compañía
de Juan Puche (padre de Beltrán) fue parte de la carpintería
interior de la Caja de Ahorros (CAM).
Para tener una idea de lo que era esta industria cito
algunos detalles de un artículo aparecido en el periódico
yeclano "¡Adelante!", n° 21 del 23 de octubre de 1926. Su
título es: "Una visita a los nuevos talleres Chinchilla". Entre
otras cosas se dice que es uno de los fabricantes de muebles de
más gusto y láctica, destacando su laboriosidad y honradez...
Los talleres Chinchilla son modelo de pericia, gusto artístico
en su fabricación original y de seriedad comercial... En el piso
principal se encuentra la sección de barnizado o pulimento de
muebles en donde trabajan varias jóvenes. Después de hacer
un recorrido por las distintas secciones, termina diciendo: el
edificio inaugurado recientemente en la calle de San Antonio
149, es amplio y magnífico.
tarde la casa del "Maestro Mora" que estaba contigua. En la
planta baja se instala una exposición de muebles y el piso
superior se emplea como vivienda.
Como oficiales antiguos de dicha empresa se recuerdan
a Marco Ros, José Pascual Ortuño "El Fraile", José Antonio
Cano, Francisco Azorín Pérez "El Camarero"; y después a
Pedro Muñoz, José Gil Ortega, Perico "El Flauta", Domingo,
"El Limonero", etc. Como mujeres a Josefa Gil, Ginesa
Castillo Puche, Paca "La Chorrona", Concha Contreras,
Carmen, Pilar, etc. Hombres y mujeres que ya se jubilaron.
En esta industria se fabrica bastante el mueble de
marquetería, y el de armazón contrachapado. En la rústica
máquina caladora con ballestas de madera, un hombre o una
mujer serraba con verdadera precisión las piezas que debían de
ajustar en los huecos. Mientras sus manos movían la pieza la
sierra subía y bajaba por mediación del pie que movía
continuamente el pedal.
Aún quedan como recuerdos comerciales de mediados
de los años 20 o principio de los 30, aquellos percheros que
llevaban el nombre de la empresa trabajado en marquetería.
(Ilus. 12). Mueble de los Talleres Chinchilla. Década de los años 20.
La fábrica de Muebles Chinchilla se inicia en lo que
fuera un almacen de esparto en la calle de San Antonio (hoy
Esteban Díaz), esquina con Francisco Castaño. También
empieza a funcionar a principio de los años 20. Pasados
algunos años se ampliaría la industria, habilitando como
accesorio un local contiguo al Salón Brandy, en donde antes
hubo una fábrica de muñecas, allí se trasladaría parte del
pulimento y algunos oficiales de banco, entre ellos Antonio
Puche. En este local, se fabricaban comedores en gran cantidad
(ilus 12), ya que parece ser que estos tuvieron una gran
aceptación.
Como oficiales de esta industria se recuerdan a Francisco
Azorín Chinchilla, Martín Teva, Francisco Azorín Teva (El
Lino), Pedro Coloma, José Ruiz, José Serrano Marco, Francisco
Pérez Serrano, más conocido por el Pérez "el de los arradios",
que hacía todo el trabajo de talla; Francisco García, Pepe
"Santisma", Rafael "el Gangas", que después se establecería
de carpintero, etc. Y como aprendices: José Jover, Cristóbal
Villascusa, Abdón Bañón, Ignacio Palao, Arsenio Martínez,
Ramón Ortín, etc.
Estas industrias eran las academias en donde se enseñaba
la profesión, ya que los aprendices cuando entraban en ellas,
eran puestos cada uno a disposición de un oficial diferente,
(Ilus. 13). Factura de principios de siglo.
132
la geografía española. A pesar de todo ello la industria tiene
más auge, nuevos ebanistas se aventuran en montar su propia
empresa, tales como Rovira y Muñoz, Muebles Ortega, la
Cooperativa de Muebles Esteban Díaz, Los Antolinos, Muebles
Puche, Agustín Díaz, Zafrilla y Saurín, Muebles Bañón, Ruiz
Hermanos Tableros, etc.
Antes de seguir adelante, expondré los dos motivos que
impulsaron a la industria yeclana. Uno fue la Cooperativa,
sobre lodo al caer en crisis, razón ésta que dio motivo a que
muchos cooperadores se establecieran por su cuenta. El otro y
principal fue la creación de la Feria del Mueble, que debido a
su pujanza, impulsó a muchos trabajadores a probar suerte en
una nueva aventura, la de montar su propia empresa.
También deseo tener un pequeño delalle para aquellos
transportistas de los años 50, que cargaban los muebles en sus
carros para llevarlos a la estación o a "Transportes Palao". que
hacía la ruta de Alicante. Aquellos carros que en cada viaje
sólo lograban transportar un comedor o un dormitorio, razón
ésta por la que a veces tenían que hacer varios viajes al día.
Vaya por Juan Muñoz "El Limonero" y Manuel Gil o "Manolo
el de la Estación", que es como se le conocía, el más sincero
homenaje.
Esta empresa pasa de padres a hijos hasta desaparecer
recientemente. Tuvo una gran crisis a finales de los años 40,
ésta dio motivos a que dentro de la misma se formara la
Cooperativa de Muebles Esteban Díaz, de la que después
hablaremos.
Como curiosidad aparte presento aquí una factura de
principios de siglo (ilus.13). En ella puede apreciarse la
relación que había entre la carpintería y la tonelería, y también
puede verse el coste de la vida de esta época.
A finales de los años 20 o principio de los 30. nace la
empresa de Beltrán Puche. Juan, su padre, tuvo taller de
carpintería en la calle de España. Beltrán fue un idustrial de la
ebanistería que realizó muy buenos muebles. Su primer taller
estuvo también en la calle de España, cercano al de su padre,
en dirección a la estación. Después lo trasladaría a la calle de
San José, hasta que desapareció.
De esta industria salieron muy buenos muebles. Fue la
tercera fábrica de Yecla a principio de los años 40. De entre sus
oficiales destacó Juan Díaz Puche "El Jardinero", buen artesano
de la madera y gran conocedor del dibujo y la tornería. Se
estableció a finales de los años 40, hasta principio de los 60.
Fue profesor de ebanistería en la Escuela de Formación
Profesional durante 14 años.
Dentro de esta época de los años 20 y 30 ocurrieron dos
siniestros en talleres de muebles de nuestra ciudad. En el año
1927, el 30 de abril, a las 6 de la tarde, hay un incendio en la
fábrica de José Román Carpena. destruyéndose todas las
existencias. Las pérdidas ocasionadas se valoraron en unas
20.000 pesetas "'. También se declara otro incendio el día 7 de
noviembre de 1931. Este destruye el taller de carpintería de
Tomás Pou, en la calle de San Antonio l7.
LAS COOPERATIVAS.Duranle los años 30. la industria del mueble se acopla
a las circunstancias de un desfase económico surgido a finales
de los años 20. A pesar de las dificultades subsistían las
mismas empresas. Se crea una cooperativa de la madera
durante la Guerra Civil, que desaparece en el 39 (siento el no
haber conseguido una relación de los trabajadores que la
formaron).
Acabada la Guerra, la industria se encuentra en la más
grande penuria económica y aunque siguen las mismas
empresas que en los años 20. ha de renovarse su actividad con
más entusiasmo, buscando mercados anteriores para poder
seguir adelante, haciendo el mueble de calidad que los
almacenistas ya reconocían en el mueble yeclano.
A principio de los años 40. hay oficiales destacados de
algunas industrias que se independizan creando pequeños
talleres familiares o con la ayuda de otros trabajadores. Algunos.
como la empresa de Beltrán Puche, llegan a tener éxito, pues
en el año 1942 sólo hay tres industrias en Yecla: Chinchilla.
Azorín y la mencionada de Beltrán.
Al final de los años 40. hay una gran crisis en el sector.
Ésto da motivo a que la empresa de Chinchilla se vea en la
necesidad de despedir a los trabajadores, ya que es imposible el
seguir adelante. Es entonces cuando ocurre algo insólito. El
Párroco Arcipreste de la Purísima. José Esteban Díaz ocupaba
el cargo de Delegado Comarcal de Sindicatos, razón ésta que le
hace sentir más de cerca el problema social de unas 80 familias
que se pueden quedar sin empleo. Negocia con la empresa y ve
que la salida más airosa para ambas partes, es formar una
cooperativa. Ésta se crea en 1949 con 95 cooperativistas. Se
inician los trámites y la sociedad empieza a funcionar dentro de
la misma empresa hasta que se pueda levantar un local propio
en donde poder trabajar todos los cooperadores. Vencidas
muchas dificultades, este párroco por medio de su influencia y
su tesón logra que el 15 de junio de 1950 se coloque la primera
piedra de la ansiada Coopcrativa. Marcelino Olaechea. arzobispo
Acabada la Guerra Civil, hay una gran crisis, aunque
subsisten las mismas empresas. No faltan ocasiones en que el
trabajo realizado se cobra en especie. Los propietarios de
pequeños talleres luchan por mantener sus mercados, e incluso
salen algunas empresas nuevas como la de Muebles Lino,
Ramón Ortín, Muebles Cano, Carpena, etc.
En cuanto a las industrias afines al mueble, Paco Rico
puso a final de los años 20 o principio de los 30 una fábrica de
somieres. A principio de los años 40, Ramón Orlín monta una
fábrica de somieres con las antiguas máquinas de Paco Rico
que ya había cerrado su industria. Aparte de somieres, hace
mesas de camilla, cunas, etc. Éstos serían los inicios de esta
gran fábrica de muebles. Después el hijo de Paco Carpena
pondría otra industria también de somieres. Parece ser que
había trabajo para las dos industrias.
Esta época de los 40 fue muy difícil, ya que el empresario
aparte de atender la empresa y luchar con los bancos para
mantener el crédito, debía de hacer de representante de sus
propios productos. Me contaba Ramón Orlín. que con una
moto que se compró, hacía el recorrido por las provincias de
Valencia, Alicante, Albacete, Murcia, Almería y Jaén, visitando
a los clientes. En verdad que la vida de empresa fue dura en
aquellos años.
La década de los años 50, a pesar de la gran dificultad
de crear empresas, que en muchos casos hace que se desista.
por motivos de que las vías de comunicación del pueblo no
están en consonancia con la época en que se vive. Las carreteras
son polvorientas y están en pésimo estado y la vía del ferrocarril
es estrecha y dificulta la comunicación con muchos puntos de
133
de Valencia, bendice el acto, y empiezan las obras dirigidas por
el arquitecto Pablo Cantó Infesta.
En 1952 el valor de la empresa sobrepasa los dos
millones de pesetas y los trabajadores pasan ya de 130. La
Cooperativa Obrera de Muebles "Esteban Díaz", que así se
llamó, en su época de más esplendor llegó a albergar de 140 a
150 trabajadores, de ellos 50 son mujeres que trabajan en la
sección de pulimento. Llegó a haber dentro de la empresa una
gran armonía, celebrándose algunas fiestas sociales entre los
cooperadores, entre ellas el día de Reyes. Éstos daban juguetes
a todos los hijos de los cooperadores, menores de 14 años.
(Ilus. 13-C). Ambiente laboral del taller y pulimento. Cooperativa Obrera de
Muebles Esteban Díaz. Foto archivo Tani. Años 50.
empieza con muebles modulares hechos en aglomerado
contrachapado (ilus. 13-C).
Trabajos que quedan como recuerdo son la cancela y
los bancos de la Parroquia de la Purísima.
Se hicieron varios pedidos para los ministerios, en
especial para el de Educación Nacional. Éste rechazó un
pedido consistente en pupitres, mesas para profesores, sillas.
armarios de dos puertas, por no haberse servido en el tiempo
contratado. Éste fue el motivo principal junto con otros, de que
en la sociedad se abriera una gran crisis, que fue degenerando
hasta llegar a su cierre definitivo, a mediados de los años 70.
El Presidente que más tiempo estuvo al cargo de la
sociedad fue Ovidio Martínez. Cuando la entidad entró en
crisis, la Delegación Provincial de Sindicatos o la Obra de
Cooperación puso a Luis Lucas Pastor, que mantuvo la sociedad
hasta su cierre definitivo.
Como oficiales aún se recuerdan, entre otros, a Miguel
Lorente, Francisco Vallet, Silvio Villascusa. Manuel Férriz.
Ignacio Palao, José Serrano, Carmelo Gras. En el lapizado
estuvo Abdón y en la sección de tableros Francisco Bañón.
Como tornero José Azorín Navarro, "El Nano", antiguo
profesional de la empresa Chinchilla. La lista era larga y han
quedado muchos nombres.
Fueron faltando los salarios, los problemas se
agrandaban y los trabajadores, poco a poco, fueron
abandonando la Cooperativa para buscar trabajo en otras
industrias o montar talleres propios. Se fue disgregando la
sociedad hasta quedar en ella los de más edad, en espera de su
jubilación. Este fue el triste final de una gran obra, cuya lenta
muerte dio origen a la apertura de nuevas empresas que al
pasar los años marcarían una expansión industrial.
Causa pena el ver los recios muros que se resisten a
caer. En el frontón de la calle de Pablo Picasso pueden verse
(Ilus. 13-A) Puerta diseñada por Manuel Marco "Maoño". Años 30.
Esta industria tuvo sus diseñadores propios. Primero
sería Manuel Marco "Maoño" (ilus. 13-A) y después Andrés
Puche Férriz (ilus. 13-B). Ambos proyectaron con gran
aceptación y gusto los más variados modelos. En su primera
época los muebles eran armazonados y allá por 1960 se
(Ilus. 13-B). Comedor diseñado por Andrés Puche Férriz. Cooperativa Obrera de
Muebles Esteban Díaz. Años cincuenta.
134
las siglas C.O.M.E.D., que nos recuerdan a aquel párroco con
una honda inquietud social, que todo lo hizo por los trabajadores
y por el bien de Yecla. Entre sus ruinas aún se pueden ver
apilados aquellos muebles que no se pudieron servir a tiempo.
A mediados de los años 60, un grupo de amigos, todos
ellos trabajadores de la madera, se asocian y alquilan el antiguo
taller de Beltrán Puche que permanecía cerrado algunos años.
Su inquietud es formar una cooperativa dedicada a la fabricación
de muebles. Después de muchos avatares logran su propósito el
día 27 de julio de 1966 en que se levanta acta de la reunión
inicial para constituir una Cooperativa Industrial. Ésta se aprueba
en el B.O.E. (Boletín Oficial del Estado) el día 9 de diciembre
de dicho año con el nombre de Cooperativa Obrera Yeclana del
Mueble (C.O.Y.M.). domiciliándose la entidad en la calle de
San José n° 50, local en el que hace más de un año iniciaran su
trabajo. Se elige como Presidente a Francisco Romero García.
en el momento de su constitución cuenta con 15 socios. En
marzo del año 1967 ya hay 23, entre cooperadores y aspirantes
a serlo. En marzo del 68 son 30 los componentes. Tienen
necesidad de ampliar los locales alquilando a un vecino la
planta alta de su casa. Pero esto no es suficiente, la maquinaria
es vieja y el taller no requiere las condiciones necesarias para la
fabricación que exige la competencia. Es por ello que a base de
muchos sacrificios y de hipotecarse muchas familias, se consigue
que en julio del 68 la Cooperativa tenga una nave nueva al final
de la calle Cruz de Piedra. Esta obra ha sido planificada por los
propios socios con vista a una mayor producción. Si al principio
estos trabajadores empezaron trabajando para otras fábricas,
ahora ya tienen diseños propios dibujados por ellos mismos. Se
empieza construyendo mueble castellano que por estas lechas
goza de éxito. Pero al pasar el tiempo se acuerda fabricar
mueble de tipo nórdico, de 1 incas rectas, pul i mentados a poliester,
ya que este estilo se presta a ser fabricado en grandes series.
Entusiasmo y trabajo no falta. Se tiene camión propio para
realizar los transportes a domicilio, pero hay un gran problema
y es que el préstamo de algo más de dos millones de pesetas
prometido por la Obra de Cooperación no llega. La crisis
aumenta, hay que terminar de pagar las obras y al mismo tiempo
comprar materias primas para poder seguir adelante. A esto se
añade que unos quieren destacar cobrando sueldos más elevados
que otros. Todas estas razones hacen que la crisis aumente en
gran manera, los trabajadores llevan cuatro meses sin cobrar, el
desaliento y la desconfianza cunden entre los socios. Cuando el
préstamo llega, es demasiado tarde, pues los socios ya han
decidido disolver la sociedad, cuestión que se lleva a cabo ante
el Delegado Comarcal de Sindicatos el día 18 de abril de 1969,
cerrando definitivamente el 22 del mismo mes.
Esta es la pequeña historia de otra cooperativa abocada
al fracaso debido a la desatención económica. Por desgracia
parece ser que no ha cuajado este tipo de sociedad, sobre todo
en lo referente al mueble. No obstante, después se han creado
algunas Asociativas Laborales. Este es el sistema que buscan
para independizarse aquellos trabajadores más desfavorecidos
económicamente, pero no por ello faltos de entusiasmo por
engrandecer la economía de su pueblo.
LA FERIA DEL MUEBLE.La idea inicial de hacer en Yecla una Exposición Local
del Mueble, que daría origen a nuestra Feria, nace del industrial
135
Ramón Ortín. Como Presidente que era del Sindicato Local de
la Madera. lo expone ante la Junta Sindical, ésta acepta la idea.
Esto ocurre en 1958. Este promotor de la idea, pide al alcalde
el Colegio de los Escolapios para celebrar allí el primer
certamen, pero la primera autoridad se lo deniega. Esto daría
motivos a que pasaran dos años. En 1960 está de alcalde José
Martínez Sánchez (1960-71), Ramón insiste con su idea (ya no
era presidente del Sindicato en esta fecha) al nuevo alcalde.
que no sólo lo autoriza sino que preside la reunión que se
celebra en el mismo Colegio con los 14 o 15 empresarios de la
madera que por entonces había. Se ve que la fecha más idónea
para celebrar esta Exposición Local es el mes de septiembre.
ya que aparte de estar los alumnos de dicho colegio de
vacaciones, también coincide con la Feria del Juguete. Se elige
por unanimidad como Presidente a Ramón Ortín Alonso para
llevar a cabo la Feria. Este nombra una comisión para coordinar
los trabajos. Esta "Exposición Local del Mueble" se celebra
del 24 de septiembre al 5 de octubre de 1961. Se celebra con
el consentimiento del alcalde sin pedir la autorización del
Ministerio de Comercio, por miedo a que lo deniegue. La
inauguración corrió a cargo del Delegado Provincial de
Sindicatos de Murcia, Carlos Iglesias Selgas. 18 expositores
con 32 stands fue el producto de este primer Certamen. Las
empresas participantes de esta primera Feria (no oficial)
fueron:
- Muebles Azorín
- Muebles Lino
- Cooperativa de Muebles
Esteban Díaz
- Muebles José Antonio Cano
- Muebles Francisco Azorín
- Muebles Muñoz y Soriano
- Ruiz Hnos. Chapas y Tableros
- Galerías Polo (tapicerías)
- Ramón Orlín "Somieres Ortín"
- Muebles Figues
- Muebles Agustín Díaz
- Muebles Chinchilla
- Muebles José Muñoz
- Muebles Bañón
- Muebles Ortega
- Muebles Revira y Muñoz
- Muebles Carpena
- Casa Nazario (tapicerías)
En esta primera Feria (ilus. 14) se alcanzó un éxito
rotundo en ventas sobrepasando las pretensiones. Tuvo tal
éxito en la provincia y pueblos limítrofes que tuvo que
ampliarse el certamen 15 días. Al acto de clausura se invitó al
Gobernador Civil de Murcia Antonio Luis Soler Bans, el cual
quedó sorprendido del triunfo obtenido. La verdad sea dicha,
es que esta primera Feria del Mueble de Yecla fue la primera
feria monográfica del mueble de España.
En 1962 se hace la Ia Feria del Mueble e Industrias
Afines con carácter y autorización oficial. Ésta se celebra del
15 al 30 de septiembre. El recinto sigue siendo el colegio. A
esta Feria se invita a industriales de Valencia. Hecho que dio
lugar a que en 1963 se adelantaran a los yeclanos a pedir una
feria con carácter nacional.
La Feria del Mueble sigue celebrándose en el Colegio
los años siguientes hasta que en el verano de 1968 se construye
un edificio exclusivo para este fin, éste se realiza en un periodo
de 93 días, inaugurándose este mismo año el 24 de septiembre
con la VII Feria Provincial del Mueble e Industrias Afines.
Para que se tenga una idea más concreta del éxilo de
esta Feria así como del avance de la industria del mueble en
nuestra ciudad, expongo el siguiente estadillo:
mucha valentía y arrojo por parte de muchos trabajadores que
se aventuraron, a veces sin una base económica estable, pero
con un gran conocimiento del oficio y muchas ganas de
triunfar. Unos lo han conseguido, otros han perecido en el
intento.
Se puede afirmar que la agricultura yeclana ha sido el
trampolín que ha financiado en gran parte al sector industrial
del mueble. El proceso de ampliación de la industria del
mueble en Yecla se produjo de la siguiente forma: los
agricultores yeclanos avalaban con sus bienes al hijo, al yerno.
o a otros familiares que trabajando en las fábricas, habían
decidido establecerse montando su propia industria, ya lucia
abriendo un pequeño taller o alquilando una pequeña nave del
entonces naciente polígono industrial situado en la carretera
de Jumilla. Otros acudían al sector privado solicitando
préstamos para poder establecerse. Muchas de estas incipientes
industrias fueron creciendo a base de vender sus productos y
abriéndose a nuevos mercados, pudiendo comprar las naves
alquiladas e incluso ampliarlas, hasta convertirlas en lo que
son hoy día. Algunos invirtieron parte de sus ganancias en la
agricultura, de ahí que una parte del agro yeclano sea propiedad
de los industriales del mueble.
También ha jugado un papel importante para la industria
yeclana. el arreglo de sus carreteras ya que a partir de los años
60 se han ido acondicionando para el transporte, ocupando las
funciones del desaparecido ferrocarril.
Han pasado los años, en la actualidad la industria del
mueble es la más importante de Yecla, ya que son unas 180
empresas entre carpinterías, ebanisterías y tapicerías las que
tienen el sector, con unos 2.600 trabajadores empleados en las
distintas industrias.
Si ha habido una gran expansión del mueble en Yecla.
se debe al riesgo y a la valentía de todos aquel los que montaron
sus industrias, algunos con gran esfuerzo y sacrificio. Pero
también se debe al trabajo de muchos obreros que día a día se
han esforzado en perfeccionar las técnicas del oficio, a veces
trabajando en pésimas condiciones de seguridad e higiene.
porque así lo requerían aquellos momentos de crisis en que lo
más importante era la competencia.
(Ilus. 14). Carte! de la 1a Feria Oficial del Mueble.
FERIA
Ia Of.
IIa
IIIa
IVa
Va
VIa
VII a
VIII a
IXa
AÑO STANDS
1962
43
1963
49
1964
60
1965
69
1966
96
1967
111
1968
126
1969
129
1970
149
SUPERFICIE EXPOSITORES
700 m/2
24 (Colegio)
1.025 m/2
25 (Colegio)
1.325 m/2
29 (Colegio)
1.525 m/2
40 (Colegio)
2.800 m/2
48 (Colegio)
3.160 m/2
58 (Colegio)
3.612 m/2
66 (Feria)
3.612 m/2
71 (Feria)
4.112 m/2
81 (Feria)
Después se ampliaría el edificio para poder dar cabida
a nuevos expositores hasta llegar a lo que es hoy día.
A pesar de que la Feria ha sido el elemento principal
que ha impulsado la industria del mueble de Yecla, hay
algunos empresarios que pasan de ella olímpicamente. Quizás
por orgullo al gozar de una buena situación económica en su
empresa, demostrando con ello una falta de civismo, sin tener
en cuenta que gracias al apoyo y al mucho trabajo que ha
costado mantenerla año tras año, se ha ampliado el mercado
del mueble a escala nacional e internacional, dando trabajo a
gran parle de obreros yeclanos y hasta forasteros y abriendo un
indiscutible prestigio del mueble de Yecla.
El florecimiento de la industria ha llevado consigo
luchas entre empresarios y trabajadores. Unos por defender
sus bienes o mejorar su industria, los otros por mejorar sus
bajos salarios. Pero a pesar de las circunstancias, el Convenio
del sector no está a la altura que debiera. Pero eso podría ser
tema para otro estudio. Aquí solamente he querido reflejar el
tesón de unos y otros, en mejorar el bienestar de un pueblo
modernizando su industria, a veces a costa de grandes sacrificios
por ambas partes.
CONCLUSIÓN.-
LA EXPANSIÓN.-
Para terminar, quiero recordar algunos carpinteros y
ebanistas que no han sido mencionados anteriormente, pero
que popularmente eran muy conocidos, tales como: Paco
Ortuño, Francisco Saurín, Pepe "el Casiano". Antonio
Villanueva, gran tallista, sobrino de Pepe y Teófilo Villanueva.
Pompeyo Beltrán, Rafael González García. Miguel Marco
"Maoño" y su padre, Román "el Calero". Carlos, los célebres
"Santonuevos", Hermenegildo, Pedro Puche Bañón, José
Antonio "el Señoré", Juan Soriano Palao "el Tori". Pedro
O b s e r v a n d o el gráfico de la Feria e x p u e s t o
anteriormente, nos daremos cuenta de que a partir de mediados
de los años 60, la industria de la madera de Yecla se dispara en
un auge expansivo en el que día a día se abren nuevas fábricas,
dando un fortalecimiento económico a nuestro pueblo y
proporcionando trabajo a sus habitantes.
El proceso no ha sido sencillo, ha sido producto de
136
Este trabajo fue escrito en
aprecian algunas variaciones
actual. Ejemplo: En lo que
Muebles "Esteban Díaz" hoy
Medina Morales, José Ballester "el Trisque", Salcedo, Jesús
Pou, Francisco García, oficial de Pepe Villanueva y gran
colaborador en la urna del Cristo del Sepulcro, y muchos más,
que harían esta lista interminable, ya que han sido muchos los
artesanos de la madera que ha habido en Yecla. Algunos
pueden quedaren el olvido aunque no ha sido esa mi intención;
este trabajo y mi recuerdo va con lodos ellos sin omitir a
ninguno.
También debo de pedir disculpas por los apodos o
"motes" aparecidos a lo largo de este trabajo. Pero creo, que no
hay otra forma de que todos ellos sean conocidos popularmente.
pues al fin y al cabo, ésta era. y aún sigue siendo, una
costumbre muy usada en Yecla para poder reconocer a todos
sus vecinos.
AGRADECIMIENTO.Para poder realizar este trabajo, ha sido necesario el
consultar a diversas personas. Todas ellas han colaborado
amable y desinteresadamente, aportando todos aquellos datos
que ellos conocían. Es por ello que las cito aquí en prueba de
gratitud. Estas son: José Jover, Andrés Puche Férriz, Josefina
Villanueva, Loli Ortega Villanueva, Francisco Ortín Marco,
Luis y Rafael Azorín (padre e hijo), Manuel Gil Polo, José
Azorín Muñoz, Antonio Quintanilla, Argimiro Azorín Pérez,
Juan Soriano Palao, Francisco Azorín García (sacerdote),
María de los Llanos Díaz Molina, y Ramón Ortín Alonso
(fallecido). Desde aquí doy a todos ellos mis más sinceras
gracias por haber contribuido a que se conozca algo más la
historia de nuestro pueblo, sobre todo en lo referente a la
carpintería y ebanistería que es el objetivo de este estudio.
NOTAS.(1).- "Extracto de un libro de la Iglesia Vieja". Miguel Ortuño
Palao. Revista Municipal "Se hace saber". n° 11, pag. 9.
(2) (5).-"Yecla en su Historia". Juan Blázquez Miguel. Toledo
1988. (2) = pags. 138 y 139. (5) = pag. 251.
(3).- "Yecla en el siglo XVII". Juan Blázquez Miguel.
Tipografía Narsio. Yecla 1988. pag 124.
(4) (6).- "La vida en Yecla en el siglo XVIII". Miguel Ortuño
Palao. Academia Alfonso X "el Sabio". Murcia 1979. (4)
= pags. 151 -154. (6) = pag. 151.
(7) (8) (9) (10) (17).- "Yecla día a día". Miguel Ortuño Palao.
Ediciones Dúo. Yecla 1991.(7) = pag. 63. (8) = pag. 103.
(9) = pag. 166 (10) = pag. 351. (17) = pag. 342.
(11) (12).- "Las calles de Yecla". Miguel Ortuño Palao.
Imprenta La Levantina, Yecla. 1982. (11) = pag. 121.
(12) = pag. 121.
(13).- "Yecla: un ejemplo de socialismo agrario". Aniceto
López Serrano. Academia Alfonso X "el Sabio", Murcia,
1989. Pag. 212.
(14) (15).- "La industria del mueble en Yecla". Jorge Cortina/
Joaquín Gris. Impreso en Industrias Gráficas Jiménez
Godoy, Murcia 1982. (14) = pag. 32. (15) = pag. 33.
(16).- Periódico "¡Adelante!" 30 de abril de 1927.
(18).-"Historia de Yecla". Fausto Soriano Torregrosa. Impreso
en la Editorial J. Doménech, Valencia 1972.pag. 33.
137
1993; es por ello que se
con arreglo a la realidad
fuera la Cooperativa de
se han edificado pisos.
DOCUMENTOS
DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA DE YECLA
Y DEL SEÑORÍO DE VILLENA DEL ARCHIVO HISTÓRICO
NACIONAL SECCIÓN NOBLEZA (I)
Aniceto López Serrano
A la muerte de Enrique IV. si bien, debido a su posicionamicnto
a favor del rey de Portugal y de Juana la Bcltraneja en la guerra
de sucesión al trono de Castilla, perdió la mayor parle de las
localidades pertenecientes al antiguo Marquesado de Villena,
logró conservar casi en su integridad el inmenso poder, riquezas
y honores que había acumulado durante el reinado de su
protector. Sus herederos no se conformaron con la inestimable
pérdida de estas posesiones tratando de recuperarlas por todos
los medios a su alcance, aunque su esfuerzo nunca se vio
coronado por el éxito, no teniendo otro remedio que resignarse.
Sirvieron a los reyes en diversas empresas y uno de ellos fue
fundador de la Real Academia Española de la Lengua, a
principios del siglo XVIII. En 1780 Diego Pacheco y Fernández
de Velasco al ganar el pleito sobre la herencia de los Velasco,
y con ella el título del ducado de Frías, hubo de cambiar su
primer apellido Pacheco por el de Fernández de Velasco
pasando a ser el XIII duque de Frías. Al morir sin herederos en
1798 Felipe López Pacheco. XII marqués de Villena y duque
de Escalona, la titularidad pasó también Diego Fernández de
Velasco que acaparó, además, los títulos de duque de Uceda y
conde de Montalván. por lo que en lo sucesivo serán los
duques de Frías los herederos de la casa de los Pacheco.
Durante toda la Edad Media los documentos escritos tuvieron
un poder mágico ante los villanos analfabetos. Los nobles, por
su parte, fueron especialmente celosos en la custodia de sus
títulos, derechos y cuantos documentos pudieran tener alguna
relación con sus privilegios, poder, exenciones, etc. Así lo
reconoce el propio José Fernández de Velasco. XVIII duque
de Frías, en la introducción que él mismo hizo para el Inventario
de Pilar León Tello, sobre los documentos acumulados por la
casa de Frías a lo largo de los tiempos. El documento era "la
piedra angular de todo un sistema complejo de relaciones
humanas y su valor probatorio se necesitaba tanto para la
defensa y conservación de intereses económicos como para la
obtención de honores y prebendas" 2. Sin duda, por todo ello.
la conservación de los archivos nobiliarios ha sido una
preocupación común en España de todas las familias y los
documentos han ido pasando de generación en generación
hasta llegar hasta nosotros. Hoy toda esta masa documental
INTRODUCCIÓN.Los documentos cuya transcripción se ofrece a continuación
pertenecen lodos a los fondos del Archivo de los duques de
Frías, herederos de la Casa de los Pacheco. Todos absolutamente
hacen referencia a Yecla y, por extensión, a la mayor parte de
las poblaciones que pertenecieron al Señorío de Villena. Este
arranca, como tal, en el mismo momento en que se culmina la
reconquista del reino de Murcia, aunque su extensión no fue
la misma a lo largo del tiempo. De las localidades inicialmente
incluidas en la concesión a don Manuel por su hermano el
infante don Alfonso, sólo permanecieron en él las poblaciones
de Villena, Sax, Yecla, Almansa, Tobarra, Hellín, Chinchilla,
Albacete, Jorquera, Alcalá y Ves. Este extenso territorio vino
a configurarse como un estado tapón entre los reinos de
Castilla y Aragón y su posesión ambicionada por los monarcas
y señores de una y otra parte de la frontera. Sufrió diversos
avalares a lo largo de los siglos XIV y XV, revirtiendo a la
corona en varias ocasiones. Don Enrique de Trastámara que lo
poseyó por su matrimonio con Juana Manuel, la última heredera
de los Manuel, lo cedió, por primera vez con el título de
marqués, a don Alfonso de Aragón, caballero de la familia real
aragonesa, en recompensa por su inestimable ayuda para
arrebatarle el trono de Castilla a su hermanastro Pedro I.
Durante la primera mitad del siglo XV perteneció
sucesivamente a tres de los hijos de don Fernando de Antequera.
designado rey de Aragón por el Compromiso de Caspe. Tuvo
que soportar las turbulencias propias del período hasta que
Juan II lo entregó a don Juan Pacheco, también con el título de
marques, a solicitud de su hijo el príncipe don Enrique que lo
había recibido como dote por su matrimonio con doña Blanca
de Navarra, hija de don Juan de Navarra, uno de los tres
infantes, futuro Juan II de Aragón. Juan Pacheco era un
caballero de ascendencia portuguesa, perteneciente al segundo
escalón de la nobleza, que supo hacerse con la voluntad del
joven y veleidoso heredero de la corona castellana, que desde
un principio lo colmó de honores y riqueza. Don Juan Pacheco
fundó tres mayorazgos, al primero de los cuales fue vinculado
el título de marqués de Villena y heredado por su hijo mayor
Diego López Pacheco, que llegó a ser uno de los caballeros
más importante de Castilla por su poder, posesiones y riqueza.
-Pilar LEÓN TELLO Inventario del Archivo de los duques
de Frías. Dirección General de Archivos y Bibliotecas y Casa de los
duques de Frías. Madrid. 1955. Vol I. pág. XI.
1
Esta sección del Archivo Histórico Nacional está ubicada
en Toledo.
141
los Pacheco, excepción hecha de algunos ya publicados en dos
trabajos anteriores: Yecla, una villa del Señorío de Villena
(s. XII-XVI), editada por la Academia Alfonso X el Sabio y
En torno a los problemas y confusión jurídica en la posesión
del Señorío de Villena (s. XV y XVI), de próxima publicación
en Miscelánea Medieval Murciana.
Dada la extensión de los documentos, se han dividido en dos
grupos. En el primero se incluyen todos aquellos producidos
en la época de Juan Pacheco y que fundamentalmente viene
referidos a las concesiones llevadas a cabo por Juan II de
Castilla y el todavía príncipe don Enrique, las actuaciones del
marqués para subsanar los defectos de forma en que incurrió
el monarca y los posteriores acuerdos entre Enrique IV. el
infante don Juan de Aragón y Juan Pacheco. En el próximo
número de Yakka se incluirá el segundo grupo de documentos
correspondientes al periodo de su hijo Diego López Pacheco,
empezando por la aceptación del testamento de su padre, la
capitulación de 1476 con los Reyes Católicos y los esfuerzos
posteriores para recuperar los territorios perdidos por las
citadas capitulaciones y los posteriores de 1480.
constituye una fuente inestimable para la reconstrucción de la
historia, aunque no se debe olvidar que estos documentos
constituyen uno de los posibles puntos de vista de los hechos
ocurridos, por lo que una historia construida exclusivamente
con la visión que ellos nos aportan estaría tremendamente
sesgada al responderá la perspectiva de las clases privilegiadas
que constituían una ínfima minoría de los habitantes de este
país. No obstante lo dicho, hay que reconocer que resultan de
una enorme útilidad por facilitar infinidad de datos y testimonios
que. debidamente contrastados con otras fuentes, facilitan la
reconstrucción de los hechos desde una perspectiva global.
El primer inventario documental de los fondos de los duques
de Frías fue llevada a cabo por María Teresa de la Peña y Pilar
León Tello. Luego, esta última, preparó una edición en dos
tomos que vio la luz en 1955. Por ella se daban a conocer los
fondos del archivo. El segundo volumen es el que se refiere a
la Casa de los Pacheco y Téllez Girón. El propio duque de
Frías, dueño de los archivos y autor de la introducción de la
publicación reconoce la pérdida de muchos legajos debido,
entre otras causas a los "insectos y roedores ", pero también al
"abandono y la incuria; muchos se destruyeron en los asaltos
y robos... Guerras y turbulencias también han menguado el
número de los legajos y a estas calamidades tenemos que
añadir las cuestiones de criterio en cuanto al interés de los
documentos... Por último otro motivo grave de pérdidas
cuantiosas es el político, por el cual todo aquel inmenso
arcano de documentos <comprometedores>, en ocasiones,
terminan en el fuego" 3 No cabe duda, que algunos de estos
documentos desaparecidos debían de referirse a Yecla y a
otras localidades del Señorío de Villena, como resulta fácil de
constatar.
Corpus Documental:
I
1444-IX-13. Toledo. El príncipe don Enrique da poder a
Alfonso Téllez Girón para que en su nombre tome posesión de
las villas de Medina del Campo, Arando de Duero, Olmedo,
Roa y la ciudad de Chinchilla y otras villas y lugares del
Marquesado de Villena que le había dado su padre el rey Juan
II. Se incluye la carta -Roa 16 de abril de 1444- por la que
éste le había donado todos estos territorios al casarse con la
infanta doña Blanca de Navarra. A . H . N . Sección Nobleza.
Duques de Frías. 129/35.
Ya las recensiones de los documentos realizadas por León
Tello, recogidas en estos Inventarios, resultaban una
información preciosa para muchos historiadores. Con
posterioridad, se procedió a microfilmar una parte de los
documentos, con lo que era posible contar con el contenido
preciso de los mismos. La política llevada a cabo por el
Ministerio de Cultura de recuperar para el Patrimonio Nacional
todos estos fondos de los archivos nobiliarios han culminado
con la cesión de los mismos al Archivo Histórico Nacional.
Con este rico patrimonio documental de las diferentes casas
nobiliarias se ha organizado una Sección monográfica en el
antiguo Hospital de Tavera, en Toledo, debidamente
rehabilitado. Se han mantenido las colecciones pero ha sido
nuevamente reclasificada toda la documentación. Esta sección
del Archivo Histórico Nacional, aunque aun no ha sido abierta
al público, funciona con un servicio de fotocopia, por lo que
se puede disponer de la reproducción de casi todos los
documentos, al menos de los referidos a la casa de los Pacheco.
El Señorío de Villena había pasado a lo largo de la primera
mitad del siglo XV por un período de absoluta inestabilidad
política, sumido en continuas guerras debido a la ambición de
los infantes de Aragón, hijos de don Fernando de Antequera
que sucesivamente aspiraron a la posesión del Señorío.
Primero, don Alfonso -futuro Alfonso Vde Aragón que había
casado con doña María, hija de Enrique III y hermana de Juan
II-. Después don Enrique casado con doña Catalina, también
hermana de Juan II y, finalmente, Juan cuya hija, Blanca, se
había prometido en matrimonio con el príncipe heredero de
Castilla. Don Juan, rey de Navarra, al concertarse el
matrimonio de su hija doña Blanca con el infante don Enrique
había recibido de Juan II de Castilla la administración de
todas las localidades del Señorío, concedidas como dote a
ambos príncipes por su matrimonio, hasta tanto no se celebrara
la boda, pero terminó posesionándose de manera plena. En
abril de 1444, una vez celebrado el matrimonio entre Blanca
y Enrique, éste obtuvo autorización de su padre para proceder
a la ocupación de Chinchilla y del resto de las villas del
Señorío de Villena que legítimamente le correspondían y cuya
posesión era detentada por su suegro. El príncipe, a su vez, dio
poder a don Alfonso Téllez Girón, padre de don Juan Pacheco
para que tomara la posesión por él y, en su nombre, diera a sus
habitantes garantía de perdón de cuantos delitos hubiesen
podido cometer como consecuencia de las revueltas y
turbulencias que se habían producido en los últimos tiempos.
Poco después, el príncipe iniciaría personalmente la ofensiva
Una parte importante de la historia de Yecla y del resto de las
localidades del Señorío de Villena ha permanecido encerrada
en estos archivos. Abrirla al conocimiento directo de los
ciudadanos c investigadores parecía una tarea importante. A
continuación se ofrece la transcripción de la casi totalidad de
los documentos, referidos a Yecla y por extensión a la mayor
parte de las localidades que constituyeron el Marquesado de
3
Pilar LEÓN TELLO Inventario del Archivo ...Vol. II, pág.
VI.
142
dote, fazedero, segund dicho es. por los dichos procuradores
del dicho señor rey de Navarra, se ayan de ratificare ratifiquen
por el dicho señor rey de Navarra personalmente, dentro de
quarenta dias contaderos del dia de la firma de los presentes
capítulos e que los dichos señores reyes de Castilla e de
Navarra ayan de ratificar c corroborar e avn de nuevo fazer e
firmar, ratifiquen c firmen los dichos contrabtos de donaçion
e constituçion de la dicha dote e lo contenido en ellos, dentro
de çinquenta dias despues que sera venida la dicha
despensaçion. Las quales dichas villas c Marquesado c la
posesion de aquellas que ayan de ser entregadas realmente e se
entreguen al dicho señor rey de Nauarra o a sus procuradores
o procurador, dentro de çinquenta dias contaderos del dia que
los dichos desposorios seran fechos por los dichos prinçipe c
infanta personalmente, segund de yuso se contiene, con todas
sus tierras e terminos e pertenençias, derechos e rentas
ordinarias, asi de martiniegas e yantares, escriuanias, portadgos
e infurciones.4 como otros qualesquier pertenesçientes al
señorío de aquellas c con la jurediçion çevil e criminal, alta e
baxa, mero mizto inperio para cxerçiçio de las quales
jurediçiones e inperio, el dicho señor rey de Navarra aya a
diputar e dipute personas aceptas al dicho señor rey de Castilla.
con poder suficiente para resçebir e cobrar las dichas rentas c
derechos, las quales rentas ordinarias e derechos, enteramente
seran para el dicho señor rey de Navarra ... (roto) de las villas
del Marquesado e jurediçion susodicha, en nonbre del señor
rey de Navarra e fazer todas las otras cosas çerca de aquesto
que podría el dicho rey de Navarra fazer. seyendo ... (roto) de
apellaçion e petiçion o suplicaçion recurso o qualquier otra
manera, las cabsas o personas subjetas a la dicha juredicion
non puedan ser sacadas de los regnos e distritos del señor rey
de Castilla e con ... (roto) se entendía fasta tanto que sea
solennizado el dicho matrimonio en la forma susodicha.
quedando todavía las fortalezas e castillos que son en las
dichas villas e Marquesado acostunbrados de tener, a vso e
costunbre de España, en poder e por el dicho señor rey de
Castilla e los alcaides de aquellos fagan e ayan de fazer el
pleito e homenaje al dicho rey de Castilla e esten e se pongan
en aquellas de su motu e voluntad, tanto quanto las dichas
villas e Marquesado seran en poder del dicho señor rey de
Nauarra, en la forma susodicha e despues de solennizar el
dicho matrimonio, segund que dicho es, todas las dichas villas
e Marquesado, rentas e derechos e jurediçion e inperio de
aquellas sean para sustentaçion de dicho matrimonio e por
consiguiente (?) las dichas fortalezas estén por el dicho señor
prinçipe e ponga alcaides en aquellas para que las ayan por el
e le fagan el pleito homenaje por... (roto) despues de dicho
matrimonio consumado, sin fijo o fija, fijos o fijas procreados
del dicho matrimonio, lo que Dios non quiera, que todas las
dichas villas e Marquesado con lodo lo sobredicho tornen al
dicho señor rey de Castilla.
para desalojar del marquesado a los partidarios de su suegro.
En octubre entraba sin dificultad en Chinchilla, Albacete y
Hellín y en noviembre las tropas del príncipe ya habían
ocupado Villena, Yecla y Sa.x.
Don Enrique, por la graçia de Dios, prinçipe de Asturias, fijo
promogenito, heredero del muy alto e muy poderoso prinçipe
y esclareçido, my señor e padre, el rey don Juan de Castilla e
de Leon, por quanto el dicho rey my señor me fizo merçed por
su carta, firmada de su nonbre e sellada con su sello, de las
villas de Medina del Canpo e Aranda de Duero. Roa e Olmedo
c todas las villas e lugares del Marquesado de Villena con la
çebdat de Chinchilla e con todas las villas c lugares que su
señoría tenia e poseía en el dicho Marquesado al tienpo que se
fezieron c firmaron los tratos de la paz entre su alteza e el rey
don Juan de Nauarra e sus regnos c el suyo, segund mas
conplidamente se contiene en la dicha carta del dicho rey my
señor que su señoría me mando dar c dio en la dicha razon, la
qual es fecha en esta guisa:
Don Juan por la graçia de Dios rey de Castilla, de Leon, de
Toledo, de Gallizia, de Seuilla, de Cordoua, de Murçia, de
Jahen, del Algarbe, de Algeziras c señor de Vizcaya e de
Molina, a los duques, condes, ricos omnes, maestres de las
Ordenes, priores c los del my Consejo e oidores de la my
Abdiençia e alcaldes e notarios e alguaziles e otros justiçias de
la my casa c corte e chançelleria c a los conçejos, alcaldes e los
regidores, caualleros, escuderos e omnes buenos de las villas
de Medina del Canpo e Aranda de Duero e Roa e Olmedo e de
todas las villas e lugares del Marquesado de Villena, con la
çebdat de Chinchilla e con todas las villas c lugares que yo, en
el dicho Marquesado tenia e poseía al tienpo que se fezieron
e firmaron los tratos de la paz entre my e el rey don Juan de
Nauarra e mys regnos e el suyo c fueron concordados los
desposorios e matrymonio del prinçipe don Enrique, my muy
caro e muy amado fijo con la prinçesa doña Blanca, su muger,
my muy cara c muy amada sobrina e a los alcaides c otras
qualesquier personas que tienen los castillos e fortalezas c
casas fuertes de las dichas villas del dicho Marquesado con la
dicha çebdat de Chinchilla c a todos otros qualesquier mis
subditos e naturales de qualquier estado o condiçion,
preheminençia o dignidad que sean e a qualquier o qualesquier
de vos a quien esta my carta fuere mostrada o el traslado della
signado de escriuano publico, salud e graçia. Sepades que
entre las otras cosas contenidas en los dichos tractos econtrabtos
de la dicha paz e desposorios e matrimonio, fechos c firmados
e jurados por my e por el dicho rey de Navarra, se contienen
çiertos capítulos que dizen en esta guisa:
Item, es apuntado, convenido e concordado entre e por las
dichas partes, que por el dicho señor rey de Castilla sean c ayan
de ser dadas, dentro los dichos tres dias, por contrabtos sufiçientes al dicho señor rey de Navarra por dotar e dar en dote
e con la dicha señora infanta, las villas de Medina del Canpo
e Aranda de Duero, Roa c Olmedo e lodo el Marquesado de
Villena con la çebdat de Chinchilla e con todas las villas c
lugares que el dicho señor rey de Castilla en el tiene e posee;
e que el dicho señor rey de Navarra, en aquel mesmo dia e ora,
por sus procuradores aya de dar e de por contrabtos sufiçientes
las dichas villas e Marquesado e rentas e jurediçion de aquellas,
todo enteramente en c por dote, con la dicha señora infanta, al
dicho señor prinçipe e que la dicha donaçion o constituçion de
E agora, quanto por la graçia de Dios fue solepnizado el
matrimonio entre el dicho prinçipe, my fijo e la dicha prinçesa
su muger. por lo que segund a tenor e forma de los dichos
capítulos de la dicha paz e concordia avidas, las dichas villas
e tierras e derechos e jurediçion e inperio de aquello devicron
4
Tributo que se pagaba al señor por razón del solar de las
casas.
143
e fagades e conplades todas las otras cosas e cada vna dellas.
Castillos solariegos son temidos a su señor, guardando todavía
el tenor e forma de los dichos capítulos suso encorporados e
segund que en ellos se contiene e quedando sienpre subjetas la
dicha çebdat e villas e lugares c cada vna dellas a la restituçion
e para que se tornen e restituian a mi en el caso contenido en los
dichos capitulos, segund que en ellos se contiene. E asi mesmo,
que agora e en todo por sienpre quede e yo retomo e retengo
para mi en las dichas çebdat e villas e lugares, alcavalas e
terçias e pedidos e monedas quando los otros de mis regnos me
los ovieren a pagar, e mineras de oro e plata e otros metales, e
la mayoría de la justiçia, e las otras cosas que pertenesçen al
soberano señorío real e se non pueden apartar del. E por esta mi
carta o por su traslado signado de escrivano publico, mando e
do poder e actoridat e facultad a vos. el prinçipe, mio fijo, para
que podades entrar e lomar la dicha çebdat e villas e lugares e
cada una dellas e sus castillos e fortalezas e tierras e terminos
e lugares e vos apoderar de lodo ello, vos o quien vuestro poder
oviere. Yo, por la presente, vos do e entrego e traspaso el
señorío e propiedat e la tenençia e posesion real, corporal, cevil
e natural de todo ello e de cada cosa e parte dello e poder e
abtoridat para que la entrar e tener e retener e contener e
defender, en caso que falledes, ende, qualquier resistençia
actual o verbal, con quanto o con nada, ayuntada o
apartadamente. E mando a todos los sobredichos e a cada vno
dcllos e a todos los dichos mis subditos e moradores de
qualquier estado o condiçion, prehemineçia o dignitat que sea,
que a cada quien que vos mandaredes o enbiaredes mandar de
mi parte e de la vuestra poderosamente con sus personas e
gentes e armas se encuentren con vos o a quien vos les
enbiaredes mandar o venir a los lugares donde los mandedes
o enbiaredes, que den (?) e fagan e cunplan todas las cosas e
cada vna dellas que en esta razon e para la cxecuçion de todo
lo suso dicho e de cada cosa e parte dello, vos, de mi parte o de
la vuestra...(roto) sobredicho. Dizire mandar de manera que se
faga e cunpla con efecto lo en esta mi carta contenido e cada
cosa e parte dello e que non pongan nin conprometan poner en
ello nin en parle dello en la... (roto) dicho e cada cosa o parte
dello quiero e es mi merçed e voluntad que se entienda e aya
lugar, que se cunpla en la dicha çebdat e en todas las otras villas
e lugares... (roto) ... (roto) non fagades ende al por alguna
manera, so pena de la mi merçed... (roto) e mando al oírme que
esta mi carta mostrare o su traslado signado como dicho es, que
los enplaze que parezcan ante mi en la mi corte, do quier que
yo sea, los conçejos por sus procuradores e los oficiales e las
otras personas singulares, personalmente, del dia que los
enplazare fasta quinze dias primeros seguientes, so la dicha
pena a cada uno. E mando so pena de la mi merçed e de
privaçion del ofiçio, a qualquier cscrivano publico que para
ello fuere llamado que de ende al que la mostrare, testimonio
signado con su signo, porque yo sepa en como se cunple mi
mandado. Dada en la villa de Roa, a diez e seis dias de abril, año
del nasçimiento de nuestro señor Jhesu Christo de mill
quatroçientos e quarenta e quatro años. Yo el Rey. Yo el dotor
Fernando Diaz de Toledo. En voz e referendario del rey e su
secretario, la fiz escriuir por su mandado. Registrada.
e deven ser para sustentaçion del dicho matrimonio c por
siguiente, desde entonçes las dichas fortalezas devieron e
deven estar por el dicho prinçipe, my fijo e el devio e debe
poner alcaides en aquellas para que las tengan por el e le fagan
pleito e homenaje por ellas, segund la constunbre de mys
regnos, por ende quiero e me plaze e es my merçed e voluntad
que lo sobredicho aya efecto e execuçion. E porque entiendo
que cunple asi a my serviçio e al bien de la cosa publica, paz e
sosiego de mys regnos e señorios, mande dar esta my carta por
la qual mando a las dichas villas e lugares e asi mesmo a la dicha
çebdat de Chinchilla e las villas e lugares del dicho Marquesado
e a cada (?) uno dellos e a los conçejos e vezinos e moradores
dellos, de qualquier estado o condiçion preheminençia o dignidat
que sean e a los alcaides de los castillos e fortalezas de la dicha
çebdat e villas e lugares e a cada una deltas e a cada uno de vos.
ayades c resçibades por vuestro señor por razon del dicho dote
e de la constituçion del e de los contrabtos en esta razon sobre
ello firmados e jurados al dicho prinçipe don Enrique, my muy
caro e my muy amado fijo e que obedezcades e cunplades sus
cartas e mandamientos como de vuestro señor e dedes c
entreguedes a el o a quien su poder oviere, los castillos c
fortalezas de la dicha çebdat e villas e lugares e lo apoderedes,
en lo alto e baxo dcllos. por manera que le sea entregado lodo
ello a toda su voluntad e que lo asi fagades e conplades e fagan
e cunplan, non enbargante qualquier juramento c pleito e
omenaje que por los dichos castillos c fortalezas tengan fecho
a my o al dicho rey don Juan de Navarra o a otro por my o por
el. en qualquier manera o por qualquier razon o cabsa o color
que sea o ser pueda; e faziendoío e conpliendolo asi, de my
propio motu e çierta çiençia e poderío real absoluto de que
quiero vsar e vso en esta parte como rey e soberano señor, non
reconosçiente superior en lo tenporal. que lo alzo e quito e
suelto, una. dos e tres vezes e los do por libres e quitos dello.
a ellos e su linaje, para sienpre jamas. E les mando que lo asi
fagan e cunplan, non enbargante qualesquier cosas, asi de
sustançia como de solenidat e en otra qualquier manera que se
requiera en la entrega de los castillos e fortalezas, asi de
derechos e leyes de mis regnos como de estado e costunbre e
fazañas de España. E yo lo alzo e quito e dispenso con ello en
quanto a esto atañe, porque cunple asi a my serviçio e a bien
de la cosa publica de mis regnos e al paçifico estado e tranquilidat
dellos. E los vnos nin los otros non fagan ende al, por alguna
manera, so pena de la mia merçed e de caer por ello en mal caso
e de las otras penas establesçidas contra aquellos que tienen
castillos e fortalezas por su rey e señor natural e que los non dan
nin entregan cada que gelos demandan nin los quieren acojer
nin resçebir en ellos. E otrosi. mando a vos los alcaides
sobredichos e cada vno de vos que resçibades al dicho prinçipe.
mi fijo o al que su poder ouiere en la dicha çebdat e villas e
lugares e en cada una dellas, como a señor dellas, por razon e
vigor del dicho dote e de la dicha costituçion del, asi de noche
como de dia, irado o por paz, con pocos o con munchos e le
fagades pleito e omenaje e juramento como a vuestro señor,
como suso dicho es. E consintades al dicho prinçipe mi fijo o
a quien su poder oviere, tener e exerçer la justicia e jurediçion
alta e baxa, çeuil e creminal e mero mizto inperio, en la dicha
çebdat e villas e lugares e en cada vna dellas e la conplir e
exercer. E le recudades e fagades recudir con todas las rentas
e pechos e derechos e penas e calonias pertenesçientes al
señorío de la dicha çebdat e villas e lugares e de cada vna dellas
Por ende, por esta carta do e otorgo todo mi poder
conplido, libre. llenero 5 bastante, segund que lo yo he. a vos
5
Completo, sin limitación.
144
casos que aquí non van nonbradas nin espeçificadas e que
segund derecho requieren e deven aver en si espeçial mandado.
E quando conplido e bastante poder yo he para todo lo que
dicho es e para cada una cosa e parle dello, e el dicho rey mi
señor me da por la dicha su carta suso encorporada. otro tal e
tan conplido poder, do e otorgo a vos, el dicho Alfonso Tellez.
con todas sus jurediçiones. dependençias e mergençias e
convexidades. En testimonio de lo qual vos mande dar esta mi
carta, en que firme mi nonbre e mande a mi segretario de yuso
escripto, que la signase con su signo e mande la sellar con mi
sello. Dada en la mui noble çebdat de Toledo, a quinze dias de
seienbrc, año del nasçimicnto de nuestro señor Jhesu Christo
de mill e quatroçientos e quarenta e quatro años. Testigos que
fueron presentes, llamados e rogados para lo que dicho es e que
vieron aqui firmar su nonbre al dicho señor prinçipe. Yo el
Prinçipe. Yo Giron, ofiçial del conçello del dicho señor
prinçipe. E Diego Arias de Auila, segretario del dicho señor
prinçipe. E Juan de Trozillo repostero de camas de su alteza.
E yo Juan Perez de Alvar, escrivano de nuestro señor el rey e
su notario publico en la su corte e en todos los sus regnos e
señorío del dicho señor prinçipe. Porque fui presente a esto
que dicho es con los dichos testigos, escrevi esta carta, e de
mandamiento del dicho señor prinçipe e de su otorgamiento
aqui en mi presençia e de los dichos testigos firmo, su nonbre.
Por ende, fize aqui este mio signo a tal-Rubrica-en testimonio.
Alfonso Tellez Giron, del Consejo del dicho rey mi señor e
señor de la villa de Belmente, espeçialmente, para que por mi
e en mi nonbre e para mi, vos o quien vuestro poder para ello
oviere, podades tomar e tomedes, en mi nonbre e para mi, el
señorío, jurediçion çeuil e criminal, mero e mizto inperio e la
posesion o posesiones del dicho Marquesado de Villena, con
la çebdat de Chinchilla e sus tierras e terminos e jurediçiones
e con todas las villas e lugares e castillos e fortalezas de dicho
Marquesado e para que por mi e en mi nonbre podades poner
e pongades en las dichas villas e lugares e castillos e fortalezas,
alcaldes e alguaziles e alcaides para que tengan por mi e en mi
nombre los oficios de alcaldías e alguaziladgos e alcaides de
los castillos e fortalezas de la dicha çebdat e de las dichas villas
e castillos. E para que en mi nonbre e para mi, fagades cobrar
e dar a quien los cobre e recabde todos los maravedis e renta
e pechos e derechos e otras qualesquier cosas a mi devidas e
pertenesçientes, en las dichas villas e lugares del dicho
Marquesado con la dicha çebdat de Chinchilla e al señorío
dellas anexas; e los maravedís de alcavalas e terçias e otras
cosas devidas al dicho rey mi señor, en la dicha çebdat de
Chinchilla e villas e lugares del dicho Marquesado, para
quenta de lo que he de aver de su merçed. E para que podades
jurar e juredes en mi anima, que le seran guardados e mantenidos
e les fare guardar e conplir todos sus previllejos e buenos usos
e costunbres que han usado e les han seido guardados fasta
aquí. E que los non dare nin entregare nin enajenare con
ninguna nin algunas personas en tienpo que sea, salvo que
sienpre seran mios e para mi; despues de mis días para la
corona real de los regnos e señoríos del dicho rey mi señor. E
mando a los conçejos, alcaldes, alguaziles, regidores,
cavalleros, escuderos, ofiçiales e omnes buenos de la dicha
çebdat de Chinchilla e de las dichas villas e lugares del dicho
Marquesado, que luego, sin ningund otro detenimiento,
entreguen e fagan entregar a vos, el dicho Alfonso Tellcz o a
quien vuestro poder oviere, la dicha çebdat e villas e lugares
e todo lo que dicho es. E otrosí, mando a los alcaides de las
fortalezas del dicho Marquesado que luego, sin otro
detenimiento, entreguen e fagan entregar los dichos castillos
e fortalezas al dicho Alfonso Tellez o a quien su poder oviere,
so pena de caer en aquel mal caso e en las penas en que caen
los alcaides que deniegan fortalezas a su señor, que
entregandonos las dichas fortalezas e por esta mi carta, los alzo
e quito los pleitos e omenajes que por los dichos castillos e
fortalezas tienen fechos, lo qual, les alzo e quito una, dos e tres
vezes e mas si mas es nesçesario. E otrosí, mando a los dichos
conçejos, caualleros, escuderos e otras qualesquier personas
del dicho Marquesado que cunplan los mandamientos de vos
el dicho Alfonso Tellez, bien e como si en propia persona yo
fiziese los dichos mandamientos e por los aztos e penas que de
mi parte vos les dixieredes c mandaredes, las quales, yo pongo
e he por puestas. E para que sobre todo lo que dicho es e sobre
cada una cosa o parte dello por mi e en mi nonbre podades fazer
e fagades todas las promesas e seguros a qualesquier personas
del dicho Marquesado, por qualesquier cosas que ayan fecho
e vieredes e entendieredes que cunple a mi serviçio que sean
perdonados e asegurados. E asi mesmo, para que en mi nonbre
podades fazer e mandar fazer todas las promesas e
aseguramientos que yo mesmo por vertud de la dicha carta del
dicho rey mi señor suso encorporada faria e fazer podría por
presente seyendo. aunque sean de alguna de aquellas cosas e
II
1445-IX-27. Chinchilla. Carta de poder de Juan Pacheco a
Gonzalo de Soto, alcaide de Hellín para que en su nombre
tomara posesión y recibiese el juramento y pleito homenaje de
las villas de Villena, Yecla y Sax y de los lugares de la tierra
de Alarcón. Sacada de una copia notarial hecha en Belmonte
en 1751. A.H.N. Sección Nobleza. Duques de Frías. 3/14.
Una vez desalojados del Señorío los partidarios del infante
don Juan de Aragón, después de la batalla de Olmedo, el
príncipe don Enrique conseguiría de su padre autorización
para entregarlo a Juan Pacheco a quien previamente le había
otorgado el título de marqués de Villena. Gonzalo de Soto,
alcaide de Hellín fue apoderado de don Juan Pacheco para
tomar posesión de las villas de Villena, Sa.x y Yecla, recontar
sus vecinos y recibir el pleito homenaje de sus vasallos.
Sepan quantos esta carta de poder vieren como yo, don Juan
Pacheco, marques de Villena, mayordomo mayor del prinçipe,
mi señor, señor de la villa de Moguer, por raçon que el rey
nuestro señor c el dicho principe mi señor me hiçieron merçed
de juro de heredad para siempre jamas de las villas de Villena
e Yecla e Sax e a cumplimiento de mill vasallos en comun e
tierra de Alarcon que su merçed apartaron e mandaron apartar
del dicho Marquesado con sus tierras e terminos e distritos,
justiçias e jurediçiones altas e baxas, çeviles e criminales e
mero e misto emperio e pechos e derechos e vasallos y penas
e caloñas pertenesçientes al señorío de las dichas villas e segun
que se contiene en çiertas sus cartas que sobre ello mandaron
dar, por ende otorgo e conozco que do e otorgo todo mi poder
conplido, segund que lo yo he e segund que mejor e mas
cumplidamente lo puedo e debo dar, de derecho, con libre e
general administraçion, a vos Gonçalo de Soto, alcaide de la
villa de Hellin, para que por mi y en mi nombre podades
145
la legalidad, pero su posterior cesión a don Juan Pacheco iba
en contra de las normas establecidas en las citadas Cortes,
añadiendo un elemento más de confusión a la situación, ya de
por sí complicada, en que había quedado la posesión del
Señorío, pues don Juan de Aragón no había sido oficialmente
desposeído ni tampoco había renunciado. Consciente don
Juan Pacheco del carácter antijurídico de su posesión, ocupó
con rapidez el territorio, lo flanqueó con la tenencia legal de
varias localidades, como Jumilla y Utiel, en las que se habían
guardado las debidas formalidades. Pacheco recabó en
repetidas ocasiones de Juan II la subsanación de los defectos
de forma que revestían las donaciones recibidas. Ya en
febrero de 1446 consiguió del monarca castellano una
confirmación de la concesión de las villas de Villena, Yecla y
Sax, nuevamente ratificada el 16 de abril, mediante un
privilegio rodado. Este documento revestía una mayor
solemnidad al estar refrendado por los grandes y obispos de
Castilla, en un intento de sustituir la expresa autorización de
las Cortes exigida por la normativa promulgada en 1442.
presentar e presentedes las dichas cartas e cada una dellas e
pedir dellas cumplimiento e podades tomar e resçibir e tomades
e reçibades por mi e en mi nombre la tenençia e posesion e casi
posesion de las dichas villas de Villena e Yecla e Sax e de otros
qualesquier lugares en la dicha tierra e comun de Alarcon a
complimiento de los dichos mill vasallos, de todo e de cada
cosa dello. E usar de la justicia çevil e criminal, alta e baxa e
mero e misto imperio de las dichas villas e lugares suso dichas
e la exercer e poner alcaldes e alguacil e otras justicias e
oficiales e recibir e recaudar rentas, pechos e derechos e
caloñas e omezillos, pertenecientes al señorío de las dichas
villas c lugares de cada una dellas e hazer e exercer lodos los
otros autos e cosas e cada una dellas, pertenescientes a lo suso
dicho e a cada cosa e parte dello e para que podades recibir c
recibades el juramento e pleito omenaje e otro qualquier auto
que sobre ello se requiere e hazer por mi y en mi nombre e en
mi anima qualquicr juramento o juramentos, cerca de sus
previlegios e buenos usos e costumbres que siempre ovieron
e de que usaron e les fueron guardados e todas las otras cosas
e cada una dellas que sobre ello se requieran e que yo mesmo
faria e hazer prodria presente sellendo e quam cumplido c
bastante poder como yo he e puedo haver para lo que dicho es
e para cada cosa dello e para lo dello dependiente e mergente.
combiniente tal e tam bueno e tan cumplido lo do e otorgo a
vos. el dicho Gonçalo de Soto e otorgo de lo haver por firme
e baledero, so obligaçion de todos mis bienes que para ello
obligo e otorgo de lo haver por firme e baledero. en testimonio
de lo qual vos di esta carta de poder en que escrevi mi nombre
e por mayor firmeza rogue al notario publico de suso escrito
que la sinase de su sino. Fecha en la ciudad de Chinchilla.
veinte e siete dias del mes de septiembre, año del nascimiento
de nuestro señor Jesu Christo de mill e quatroçientos e quarenta
e çinco años.
En el nombre de Dios. Padre c Fijo e Espiritu Santo que son
tres personas e un solo Dios verdadero que bive e regna por
sienpre jamas e de la bienaventurada Virgen Gloriosa. Santa
Maria, su madre, que yo tengo por abogada de todos los mis
regnos en todos los mis gechos a honra e serviçio suyo e de la
corte çelestial e del bienaventurado apostol, señor Santiago.
luz e espejo de las Españas. patron e guardador de los reyes de
Castilla. Porque convenible y razonable cosa es a los reyes e
a los prinçipes fazer graçias e merçedes a los sus subditos e
naturales e acreçentarlos en sus onras e estados, espeçialmente
a aquellos que bien e lealmcntc e con pura voluntad lo sirven
c aman su serviçio; e el rey e el prinçipe que la tal graçia e
merçed fazen ha de catar en ello tres cosas: la primera, que
merçed es aquella que le demanda: la segunda, quien es el que
la demanda o como gela meresçe o puede meresçer: la tercera.
que es provecho o el dañoque le por ello puede venir. Por ende,
acatando e considerando lodo esto, quiero que sepan por este
mi prcvillejo rodado o por su traslado abtorizado en manera
que faga fe, todos los que agora son e seran de aqui adelante,
como yo don Johan por la graçia de Dios rey de Castilla e de
Leon, de Toledo, de Gallizia e de Sevilla, de Cordova. de
Murçia, de Jahen, del Algarve, de Algeçira e señor de Vizcaya
e de Molina, reinante en uno con el prinçipe don Enrique, mi
muy caro e muy amado fijo primogenito, heredero en los
reinos de Castilla e de Leon, vi una mi carta escrita en papel,
firmada de mi nombre e sellada de mi sello de la poridad de
çera que es fecha en esta guisa:
Testigos que fueron presentes al otorgamiento del dicho
poder. Alfonso Tellez, el Mozo e Lope de la Torre e Juan
González de la Plazuela. El Marques. E yo, Gil Gomez Pinar,
escrivano de nuestro señor el rey e su notario publico en la su
corte e en todos los sus regnos c señorios que al otorgamiento
deste dicho poder por el dicho señor marques que en mi
presencia firmo su nombre, en uno con los dichos testigo.
presente fui e lo escrivi e saque en esta publica forma e por
ende fize aqui este mio signo en testimonio. Gil Gomez,
notario.
III
1446-IV-16. Toro. Privilegio rodado de Juan U confirmando
la donación de las villas de Villena, Sax y Yecla realizada por
el príncipe don Enrique a don Juan de Pacheco. A.H.N.
Sección Nobleza. Duques de Frías. 9/3 y 4/4.
Don Johan. por la graçia de Dios rey de Castilla, de Leon, de
Toledo, de Gallizia, de Sevilla, de Cordova. de Murçia, de
Jahen, del Algarbe, de Algezira, señor de Bizcaya e de Molina,
a vos el mi chançeller e notarios e los otros mis ofiçiales que
estades a la labia de los mis sellos, salud e graçia. Sepades que
yo vi una mi carta firmada de mi nonbre e sellada con mi sello.
el tenor de la qual es este que se sigue:
Las cortes de Vallado!id de 1442, en un intento de poner coto
al proceso imparable de señorialización en que se estaba
sumiendo el reino castellano, prohibieron la enajenación de
cualquier ciudad, villa o lugar perteneciente al patrimonio
real, salvo casos muy excepcionales y cumpliendo una serie de
requisitos muy estrictos. Sólo quedaron exceptuadas las
donaciones realizadas a miembros de la familia real, con la
prohibición expresa de enajenarlas y la obligatoria reversión
a la corona. Así, pues, la inicial donación de las villas del
Señorío de Villena al príncipe don Enrique estaba dentro de
Don Johan por la graçia de Dios rey de Castilla, de Leon, de
Toledo, de Gallizia. de Sevilla, de Cordova. de Murçia, de
Jahen, del Algarbe, de Aljezira e señor de Bizcaya e de Molina.
Por quanto yo ove dado liçençia e abtoridad a vos, el prinçepe
don Enrique, mi muy caro e muy amado fijo primogenito.
heredero para que podiesedes dar a don Johan Pacheco, mi
146
mi merçed e voluntad que de aqui en adelante, para siempre
jamas los dichos lugares e vasallos que asi le dicredes con sus
terminos e terretorios discretos e pertenençias sean por si e
sobre si apartados e escretados. libres e quitos de la dicha villa
de Alarcon e de su termino e jurediçion e señorio e sugeçion
e non subgetos nin obligados a ello en cosa alguna, bien asi e
tan conplidamente como si nunca oviesen seido aldeas nin
lugares de la dicha villa nin subgetos nin obligados a ella en
cosa alguna: e yo por la presente, do mi consenso e plenaria e
perpetua abtoridad para todo lo suso dicho e para cada cosa e
parte dello e interpongo a ello e a cada cosa e parte dello mi real
decreto e quiero que vala e sea firme e estable e valedero para
sienpre jamas, non enbargante quelesquier leyes e fueros e
derechos e ordenamientos e stilos. costunbres e cartas e
previllejos e rescriptos e toda otra cosa, asi de fecho como de
derecho, de qualquier natura, vigor, cielo, calidad e misterio
que en contrario sea o ser pueda e alço e quito toda objeçion
e subgeçion e todo otro ostaculo e inpedimento que lo pudiese
o pueda enbargar o perjudicar, en qualquier manera e suplo
qualesquier defetos e otras qualesquier cosas, asi de sustançia
como de solepnidad e en otra qualquier menera neçesarias o
conplideras e provechosas de se suplir para validaçion o
corroboraçion de todo lo suso dicho e de cada cosa e parte
dello, non enbargante las leyes que dizen que las cartas dadas
contra ley o fuero o derecho o ordenamiento deuen ser
obedesçidas e non conplidas, aunque contengan qualesquier
clausulas derogatorias e otras firmezas que las leyes e fueros
e derechos non pueden ser derogados saluo por cortes, ca yo
del dicho mi propio motu e çierta çiençia e poderío real
absoluto dispenso contra todo ello e contra cada cosa e parte
dcllo, lo abrogo e derogo en quanto a esto atañe e atañer puede;
e mando a vos el dicho principe, mi fijo e a los duques, condes.
perlados, marqueses, ricos ornes, maestres de las ordenes,
priores, comendadores e subcomendadores. alcaides de los
castillos e casas fuertes e llanas e a los del mi Consejo e oidores
de la mi Audiençia, alcaldes, alguaçiles, otras justicias de la mi
casa e corte e chançillería e a todos los conçejos, alcaldes e
alguaziles. regidores, cavalleros, escuderos e ornes buenos de
todas las çebdades e villas e logares de los mis reinos e
señorios e qualquier o qualesquier dellos e a otros qualesquier
mis vasallos e subditos e naturales de qualquier estado o
condiçion, preheminencia o dignidad que sean o a qualquier o
qualesquier dellos que lo guarden e cunplan e fagan guardar e
conplir en todo e por todo, segund que en esta mi carta se
contiene e que non vayan nin pasen nin consientan ir nin pasar
contra ello nin contra cosa alguna nin parte dello, agora nin en
algund tienpo nin por alguna manera. E los vnos nin los otros
non fagan ende al por alguna manera, so pena de la mi merçed
e privaçion de los oficios e de confixcaçion de los bienes de los
que lo contrario fiçieren para la mi camara. E seguro por mi fe
real, como rey e soberano e señor de lo ansi guardar e conplir
e mandar guardar e conplir, todo e cada cosa e parte dello e de
non ir nin venir nin pasar nin consentir nin permitir ir nin venir
nin pasar contra ello nin contra cosa alguna nin parte dello.
agora nin en algund tienpo nin por alguna manera nin cabsa nin
raçon que sea o ser pueda; e sobre esto mando al mi chançiller
e notarios e a los otros que estan a la tabla de los mis sellos que
vos den e libren e pasen e sellen esta mi carta e den e libren e
pasen a los mis sellos mi carta de previllejo lo mas firme e
bastante que menester ovieredes en esta razon e con qualesquier
vasallo, marques de Villena e del mi Consejo e vuestro
mayordomo mayor, la vuestra villa de Agreda e su tierra con
sus castillos e fortalezas e con todas las otras sus pertenençias
en emienda e remuneraçion de los muchos e buenos e leales
serviçios quel dicho marques a mi e, otrosi, a vos a fecho e façe
de cada dia e que yo vos daría por ella su equivalençia. E agora,
por quanto por algunas razones conplideras a mi serviçio, a mi
plaçe que la dicha villa de Agreda quede en vos e que vos dedes
al dicho marques en otra parte mill basallos, los quales han de
ser en esta guisa: la dicha villa de Villena e su tierra e las villas
de Saje e Yecla, con sus fortalezas e con la justiçia e jurediçion
alta e baxa, çevil e creminal e mero e misto imperio e rentas e
pechos e derechos e penas e caloñas pertenesçientes al señorío
de las dichas villas e de cada una dellas e si en ellas non oviere
conplimento para los dichos mill basallos. quel restante le
dedes en aldeas de tierra de la vuestra villa de Alarcon. Por
ende, yo por la presente, vos do liçençia e conplida abtoridad
para que podades dar e enajenar e dedes e enajenedes por juro
de heredad al dicho marques don Johan Pacheco, los dichos
mili vasallos en las dichas villas de Villena e Saje e Yecla, con
sus tierras e fortalezas e con todo lo otro suso dicho e cada cosa
e parte dello con sus pertenencias como suso dicho es; e si en
ellas no oviere aconplimento de los dichos mill basallos que le
podades dar e dedes el restante que fallesçiere para conplimento
dello. en qualesquier aldeas, logares de tierra de la dicha
vuestra villa de Alarcon, como dicho es, para que lo aya lodo
por juro de heredad para sienpre jamas e lo pueda vender e
canbiar e enajenar e façer dello e en ello como de cosa suya
propia, ca yo por la presente fago merced e gracia e donaçion
de todo ello e de cada cosa e parte dello al dicho señor marques
e que lo do por juro de heredad para siempre jamas, segund e
por la forma e manera que vos el dicho principe, mi fijo, ge la
dieredes e otorgaredes e interpongo mi decreto e abtoridad real
a todo ello e a cada cosa e parte dello para que bala e sea firme
e estable e valedero para siempre jamas, non enbargante
qualquier proibiçion o proibiçiones, vedamiento o vedamientos,
defendimiento o defendimientos que yo aya fecho e por vos
ayan seido otorgadas de non enajenar lo suso dicho o qualquier
cosa o parte de ello con qualesquier clausulas e penas e
submisiones e comisiones o en otra qualquier manera e de
qualquier natura e efecto, vigor, calidad e misterio que en
contrario sea nin otra qualquicr cosa que sea o ser pueda, ca yo
de mi propio motu e cierta çiençoa e poderío real absoluto de
que quiero usar e uso en esta parte, auiendolo aqui todo por
expresado e declarado, bien asi como si de palabra a palabra
aquí fuese especificado, lo alço e lo quito e de nuevo revoco
e anulo e do por ninguno e de ningund valor; e quiero e mando
e es mi merçed e voluntad que sin enbargo dello. podades dar
e enajenar al dicho marques, en el e en sus herederos e
subcesores los dichos mill basallos, como dicho es; e dar e
librar sobre ello e para la execuçion dello qualesquier cartas o
provisiones e fazer e otorgar qualesquier contrabtos, con todas
e qualcsquier firmezas e renunciaciones e obligaciones e le dar
e traspasar la tenençia e posesion e propiedad e señorío dello
e de cada cosa e parte dello. con sus pertenencias. E es mi
merçed de apartar e eximir e por la presente aparto e eximo de
la dicha villa de Alarcon e su jurediçion e señorio e sugeçion
e distrito e termino e territorio, los lugares e vasallos que vos
el dicho principe, mi fijo, dieredes al dicho marques para
conplimiento de los dichos mill vasallos e quiero e mando e es
147
que fuese o sea en contrario o en diminuçion della. que quiero
e es mi merçed que vala e sea firme e valedera para agora e para
sienpre jamas segund dicho es. E por esta dicha mi carta o por
su treslado signado de escrivano publico, mando a los conçejos
e a los alcaldes, alguaziles e regidores, cavalleros. escuderos
e oficiales comes buenos de las dichas villas de Villena, Yecla
e Saje e de cada una e qualquier dellas que resçiban por su
señor a vos, el dicho Johan Pacheco marques de Villena e para
agora e para sienpre jamas vos presten toda reverençia,
obediençia, cunplan vuestras cartas e mandamientos e de
aquel o aquellos que vuestro poder ovieren e vos guarden toda
lealtad e fidelidad como a su señor e vos fagan e prometan
todos los juramentos, pleitos e omenajes e fidelidades que
buenos e leales vasallos deven fazer e guardar a su señor e
despues de vos a vuestros subçesores e aquel o aquellos que de
vos ovieren cabsa en el dicho señorio e que vos recudan e fagan
recodir a vos e a los vuestros subçesores e a los que de vos
ovieren cabsa con todos los derechos, rentas e maravedís e
marteniegas e escrivanias e portadgos e serviçios, pechos e
derechos, montes, dehesas, tributos, çensos, al señorío de las
dichas villas e de cada una dellas pertenesçientes en qualquier
manera o por qualquier razon o cabsa. E mando a los alcaides
de los castillos e fortalezas de las dichas villas e de cada una
dellas e a qualesquier otras personas que tienen los dichos
castillos e fortalezas o en ellos estan que luego que por vos el
dicho Johan Pacheco marques o por aquel o aquellos que
vuestro poder ovieren para ello, fueren requeridos o enviados
requerir o en qualquier manera sopieren de esta dicha merçed
que vos yo he fecho e fago, que entreguen e fagan entregar e
apoderar a vos el dicho marques e aquel o aquellos que vuestro
poder para ello ovieren, los dichos castillos e fortalezas e vos
apoderen dellos, asi de lo alto como de lo baxo con todos sus
pertrechos, armas e bastimentos e entregando e apoderando de
los dichos castillos e fortalezas a vos el dicho Johan Pacheco
marques o al que vuestro poder para ello oviere a toda vuestra
volontad. E yo por la presente alço e quito una e dos e tres vezes
e mas, si mas es neçesario, qualquier juramento, pleito homenaje
que los dichos alcaides e personas, por los dichos castillos e
fortalezas tienen fechos a mi o a otra qualquier persona e los
do por libre e quitos dellos a ellos e a sus linajes. E por quanto
en las dichas mis villas de Villena e Yecla e Saje non ay
conplimienlo de los dichos mill vasallos e segund lo que dicho
es, yo le devo façer merçed al dicho marques para conplimíento
del dicho numero de mill vasallos en qualesquier aldeas de la
mi tierra de Alarcon. Por ende, por esta dicha mi carta, fago
merçed e donaçion por juro de heredad para sienpre jamas a
vos, el dicho Johan Pacheco marques de todas e qualesquier
aldeas e terminos e jurediçion de la dicha mi villa de Alarcon,
do los vos quesieredes e nonbraredes fasta conplimienlo de los
dichos mill vasallos sobre aquellos que ay en las dichas villas
de Villena e Yecla e Saje. E quiero e es mi merced que vos
ayades los dichos lugares, aldeas de la dicha villa e tierra de
Alarcon fasta conplimiento de los dichos mill vasallos, segund
dicho es, por juro de heredad para sienpre jamas e para
vuestros herederos e subçesores con el señorío e jurediçion
çevil e creminal e mero e mixto inperio e con todos los
terminos e montes e aguas corrientes e manantes e estantes.
segund e en la manera que vos yo he fecho e fago merçed de
las dichas villas de Villena e Yccla e Saje con los terminos e
montes e distritos c jurediçiones e segund e en la manera que
clausulas de rogatorias e otras firmezas. Dada en la villa de San
Martin de Valdeiglesias, treçe dias de setienbre. año del
nasçimiento de nuestro Señor Jhesu Christo de mill e
quatroçientos e quarenta e çinco años. Yo el Rey. E yo el dolor
Ferrando Díaz de Toledo, oidor e refrendario del rey e su
secretario la fiz escrevir por su mandado. Registrada.
E por vigor de la dicha mi carta de liçençia suso encorporada.
el dicho prinçipe, mi muy caro e muy amado fijo, dio una su
carta firmada de su nonbre e sellada con su sello al dicho don
Johan Pacheco, marques de Villena, mi vasallo e del mi
consejo, su tenor de la qual es este que se sigue:
Don Enrique por la graçia de Dios prinçipe de Asturias, fijo
primogenito heredero del muy alto e muy esclareçido principe
e muy poderoso señor, mi señor e padre, el rey don Johan de
Castilla e de Leon, por quanto acatando los muchos e buenos
e muy leales serviçios que vos don Johan Pacheco marques de
Villena, mi mayordomo mayor avedes fecho al dicho rey mi
señor e a mi, yo vos prometí e ove a dar mill vasallos e despues
de liçençia e mandamiento del dicho rey, mi señor, vos obe de
prometer e prometí de dar por juro de heredad la mi villa de
Agreda con toda su tierra e con las fortalezas della e de su tierra
e en enmienda de los dichos mill vasallos e de la dicha villa de
Agreda que en lugar dellos yo asi vos prometí e obe de dar, de
liçençia e mandado de dicho rey. mi señor, fue acordado e me
fue mandado que yo vos oviese de dar e diese e fiçiese merçed
e donaçion por juro de heredad para sienpre jamas, de mill
vasallos en la manera siguiente: que vos diese la mi villa de
Villena e las villas de Saje e Yecla con sus fortalezas e que vos
conpliese en vasallos e tierra en qualesquier aldeas de tierra de
la mi villa de Alarcon fasta conplimienlo de los dichos mill
vasallos, segund mas largo se contiene en la carta de liçençia
que en esta raçon el dicho rey mi señor me dio. E por fazer
merçed a vos el dicho Johan Pacheco, en parte de remuneraçión
de los dichos servicios e con abtoridad e liçençia del dicho rey
mi señor, fago vos merçed e pura donaçion por juro de heredad
para sienpre jamas, para vos e para vuestros herederos e
subçesores de la dicha villa de Villena e de las villas de Yccla
e Saje con el señorío e jurediçion cevil e creminal, mero e
mixto imperio, en alto e baxo con todos los pechos, serviçios.
derechos, escrevanias, martiniegas, portadgos e otras cosas al
señorío de las dichas villas pertenençientcs e con todos sus
terminos, montes, prados e aguas corrientes e manantes e
estantes e con todo lo a mi pertenesçiente en el señorío de las
dichas villas e de cada una de ellas, con sus castillos e
fortalezas, para que ayades e tengades las dichas villas e lo que
dicho es por juro de heredad para siempre jamas, para vos e
para vuestros herederos e subçesores e para vender, enpeñar e
enajenar e fazer de las dichas villas, castillos e fortalezas e de
cada una dellas e de todo lo que dicho es, como de cosa vuestra
propia, traspasando vos, segund por la presente carta e tradiçion
della vos traspaso e do el señorío libre e direto, propiedad e
posesion e casi posesion çevil e natural e corporal de las dichas
mis villas, castillos e fortalezas e cada una dellas e de todo lo
que dicho es e vos fago verdadero señor e poseedor de todo
ello. E quiero e es mi merçed que esta dicha donaçion e merçed
que vos he fecho e fago, vos vala e sea firme e valedera para
agora e para sienpre jamas, segund e por la forma e manera que
dicho es. non enbargante qualquier cabsa ni razon, asi de fecho
como de derecho, que dezir nin allegar nin pensar se puede.
148
los dichos maravedís, serviçios, martiniegas. escrivanias.
portadgos, pechos e derechos al señorío de los dichos lugares
pertenesçicntes e vos presten e fagan toda reverençia e subjeçion
como a su señor e guarden e cunplan todas las otras e
qualesquier cosas que buenos e leales vasallos fazen e guardar
deben a su señor. E los unos nin los otros non fagan ende al por
alguna manera, so pena de la merçed del dicho rey mi señor e
mia e de las penas contenidas en la dicha liçençia quel dicho
rey mi señor dio sobre esta raçon e so pena de caher e aver
caido por el mesmo fecho en mal caso e de privaçion de los
ofiçios e confiscaçion de los bienes, los quales por el mesmo
fecho lo contrario faziendo o non faziendo e conpliendo bien
e fielmente lo susodicho, confisco e aplico e he por confiscados
e aplicados para la mi camara, so la qual dicha pena, mando a
qualquier escrivano publico que para esto fuere llamado que
de, ende, testimonio de como los unos e los otros cunplen e
obedesçen esta dicha mi carta, porque yo sepa en como se
cunple mi mandado. E yo por la presente, do liçençia e facultad
e abtoridad e mando al dicho don Johan Pacheco marques o
aquel o aquellos que su poder ovieren para que por su propia
abtoridad pueda e puedan entrar e tomar e ocupar las dichas
villas e lugares, castillos e fortalezas e sus terminos, agora falle
resistençia abtual o berbal o otra qualquier. ora non;e sobre
ello façer e faga e mande façer contra los rebeldes o resistentes
qualesquier premias, fuerças, rigores e contra sus bienes que
entendieren. Dada en la villa de Almagro, veinte e quatro dias
de setienbre, año del nasçimiento del nuestro Señor Jeshu
Christo, de mill e quatroçientos e quarenta c çinco años. Va
escripto sobre raido o diz. con.Yo el Prinçipe. Yo Diego
Sanchez de Madrid, secretario del prinçipe nuestro señor, la
fiç escrevir por su mandado. Registrada.
fuere limitado e amojonado e declarado por el bachiller
Mateos Fernandez de Medina del Canpo, mi vasallo, al qual yo
di e do poder por la presente para ello e para que en mi nonbre
e logar pueda ir e vaya a contar e cuente los vezinos e vasallos
de las dichas villas de Villena e Saje e Yecla e sobre los vezinos
e vasallos que fallar e en las dichas villas, pueda ir e vaya a los
dichos lugares de tierra de Alarcon, donde vos el dicho Johan
Pacheco declaredes que quesieredes que vos sea fecho
conplimiento de los dichos mill vasallos, que los cuente e asi
contados en mi nonbre e lugar vos los asigne por vuestros
vasallos fasta conplimiento del dicho numero de mill vasallos
sobre los que asi fallare en las dichas villas. E a los dichos
lugares de tierra de Alarcon asigne termino e limite mojones
a los quales dichos lugares que ansi el dicho bachiller asignare
e declarare de lo de la dicha tierra de la dicha mi villa de
Alarcon para conplimiento de los dichos mill vasallos, con los
terminos quel limitare e asignare a los dichos lugares, por la
presente los eximo e quito e aparto de la dicha mi villa de
Alarcon e de su jurediçion e terminos e subjeçion. E quiero e
es mi merçed e mando que los dichos lugares nin algunos
dellos en los dichos terminos que, ansi, el dicho bachiller
limitare nin los vezinos e moradores dellos nin sus bienes sean
subjetos nin obligados en cosa alguna a la dicha villa de
Alarcon nin a la jurediçion de sus alcaldes e justiçia nin
guardas de cavalleros de la sierra nin en repartimientos nin
tributos algunos nin en otra cosa alguna, antes quiero e es mi
merçed que sea jurediçion e señorío sobre si de vos, el dicho
Johan Pacheco marques e de vuestros herederos e subçesores
e de aquel o aquellos que de vos ovieren cabsa o subjetos o de
jurediçion de la villa o lugar que vos el dicho marques
queseredes. E mando al conçejo, alcaldes, juez, alguazil,
cavalleros, escuderos, ofiçiales e omes buenos de la dicha mi
villa de Alarcon que no se entrometan agora ni en ningund
tienpo e contraríen ni perturben esta dicha merçed nin alguna
cosa nin parte de ella en algund tienpo ni por alguna manera.
antes la guarden e cunplan e la fagan guardar e conplir en todo
e por lodo, segund e por la forma e manera que en dicha merçed
se contiene, pues es mi merçed e mando que como quier que
el dicho apartamiento se faga de la dicha villa de Alarcon e de
sus terminos, los dichos logares e terminos que los vezinos e
moradores dellos que agora son e seran de aqui adelante que
goçen de todos los previllejos, franquezas, esençiones e
inmunidades que gozavan e gozan los vezinos de la dicha villa
e tierra de Alarcon e ellos gozaban antes que fuesen apartados
de la dicha villa e de sus terminos e que puedan paçer las yervas
con sus ganados, bever las aguas, cortar montes, caçar la caça,
usar e gozar de todos los trrminos de la dicha mi villa de
Alarcon e su tierra franca e libremente, segund e por la manera
que usavan e gozavan antes e a los vezinos que eran de la dicha
villa de Alarcon en antes del dicho apartamiento e por esta
misma manera usen e goçen los de la dicha villa de Alarcon e
su tierra en los terminos de los dichos lugares que asi fueren
apartados de la dicha villa de Alarcon e limitados para vos, el
dicho marques. E otrosi, mando a los conçejos e alcaldes e
alguaziles e los regidores e omes buenos de los dichos lugares
de tierra de Alarcon que, asi, el dicho bachiller contare e
asignare para conplimiento de los dichos mill vasallos,
obedezcan por su señora vos, el dicho Johan Pacheco marques
de Villena e vos presenten toda reverençia e obedençia e
guarden toda fidelidad e vos recudan e fagan recodir con todos
E el dicho don Johan Pacheco marques de Villena, pediome
por merçed que aprovase e confirmase las dichas cartas e todo
lo en ellas e en cada una de ellas contenido e que le mandase
dar mis cartas de previllejo sobre la dicha razon. E yo tovelo
por bien e por esta mi carta, de mi çierta çiençia confirmo e
aprovo la dicha mi carta e asi mesmo, la sobredicha carta del
dicho prinçepe mi fijo, suso encorporadas e todo lo en ellas e
en cada una de ellas contenido e que le mandase dar mis cartas
de previllejo sobre la dicha razon. E yo tovelo por bien e por
esta mi carta, de mi çierta çiençia confirmo e aprovo la dicha
mi carta e asi mesmo, la sobredicha carta del dicho prinçepe mi
fijo suso encorporadas e todo lo en ellas e en cada una dellas
contenido e vos mando que veades las dichas cartas e dedes e
libredes e pasedes a los dichos mis sellos, mis cartas e
previllejos de las cosas suso dichas e de cada una dellas las mas
firmes e bastantes que menester oviere en la dicha razon e non
fagades ende al so pena de la mi merced. Dada en la villa de
Madrid a veinte dias del mes de febrero, año del nasçimiento
del nuestro señor Jhesu Christo de mill e quatroçientos e
quarenta e seis años. Va escripto entre renglones o diz, leales
e o diz terrilorios. Yo el rey. Yo el dotor Ferrando Diaz de
Toledo, oidor e refrendario del rey e su secretario, la fiz
escrevir por su mandado. Registrada.
E agora, por quanto vos el dicho don Johan Pacheco marques
de Villena e mi vasallo e del mi Consejo e mayordomo mayor
del dicho prinçipe don Enrique, mi muy caro e muy amado fijo,
me pedistes por merçed que porque mejor e mas conplidamente
vos valiesen e fuesen guardadas las dichas mis cartas e otrosi,
la dicha carta del dicho prinçipe mi fijo, en la sobredicha mi
149
a dar e pagar e la mayoría de la justiçia e milicias de oro e de
plata e otros metales e todas las otras cosas e cada una dellas
que pertenesçen al señorío real e se non pueden apartar del. E
por este mi previllejo o por su traslado abtorizado en manera
que faga fe, mando e defiendo firmemente que ninguno nin
algunos non sean osados de ir nin pasar nin contradezir a vos
el dicho don Johan Pacheco marques de Villena nin a los
dichos vuestros herederos e subçesores nin aquel o aquellos
que de vos o dellos ovieren cabsa e dependençia nin alguno
dellos, contra la dicha carta del dicho prinçipe mi fijo nin
contra la merçed e cosas en ella contenidas nin contra las
dichas mis cartas e liçençia e abtoridad e confirmaçion e
merçed e aprovaçion por mi, por ellas fechas, nin contra lo
otro que dicho es. en ellas contenido nin contra este mi
previllejo nin contra cosa o parte dello por lo quebrantar o
menguar en algun tienpo nin por alguna manera nin razon nin
color que sea o ser pueda; e a qualquier o qualesquier que lo
fezieren no les valdria e yo desde agora mando que les non vala
e a vuestra la mi ira e a sus cuerpos e a lo que oviese me tornaría
e pecharme y a. E yo desde agora mando que me pechen las
penas en las dichas mis cartas e del dicho prinçipe mi fijo,
contenidas e mas dos mill doblas de oro castellanas e a vos el
dicho don Johan Pacheco, marques de Villena e a los dichos
vuestros herederos c subçesores e a quien vuestra voz o suya
toviese, todas las costas e daños e menoscabos que por ende,
reçebiesedes o feziesedes, doblados, sobre lo qual todo que de
suso dicho es e sobre toda cosa e parte dello por este mi
previllejo o por su traslado signado, como dicho es. mando al
dicho prinçipe don Enrique mi muy caro e muy amado fijo e
a los duques, marqueses, condes, maestres de las ordenes,
perlados, ricos ornes e a los de mi Consejo a al mi justiçia
mayor e oidores de la mi abdiençia e alcaldes e otros juezes.
alguaziles e otras justizias qualesquicr de la mi casa e corte e
cnançilleria e a los mis adelantados e merinos, comendadores
e subcomendadores e alcaides de los castillos e casas fuertes
e llanas e otros aportellados qualesquiere a todos e qualesquier
mis vasallos e otras qualesquier personas mis subditos e
naturales de qualquier estado o condiçion, preheminençia.
dignidad que sean e cada uno dellos, que guarden e cunplan e
fagan e manden guardar e conplir todo lo en la sobredicha carta
del dicho prinçipe mi fijo e en las sobredichas mis cartas e cada
una dellas contenido. E otrosi, lo contenido en este dicho mi
previlejo e cada parte dello e non bayan nin pasen nin consientan
ir nin pasar contra ello nin contra parte dello en algund tienpo
nin por alguna manera, razon nin color que sea, so las dichas
penas; e si alguno o algunos contra ello o contra alguna cosa
o parte dello fueren o pasaren o quisieren ir o pasar que ge lo
non consientan, mas que defiendan e anparen en todo ello con
las dichas mis cartas e con la dicha carta del dicho prinçipe mi
fijo, suso encorporadas e con este dicho mi previllejo a vos e
a vuestros herederos e subçesores e aquel o aquellos que de vos
o dellos ovieren cabsa, dependençia e a cada uno dellos en la
dicha merçed e en todo lo otro en las dichas mis cartas e del
dicho prinçipe mi fijo, contenido e en todo lo otro que dicho
es e sobre ello e sobre cada cosa dello, e que prendan en bienes
de aquel o aquellos que contra ello o contra parte dello fueren
o pasaren, por las dichas penas e los guarden para fazer dellos
lo que la mi merced fuere e que emienden e fagan emendar a
vos, el dicho marques don Johan Pacheco e a los otros que
dicho es e a cada uno de vos e dellos e a quien vuestra voz o
carta encorporadas e asi mesmo vos e aquel e aquellos que de
vos o dellos oviesen cabsa e dependençia pudiesedes e pueda
usar e gozar para sienpre jamas de las merçedes por el dicho
prinçipe don Enrique mi muy caro e muy amado fijo, fechas
por la sobredicha su carta a vos el dicho don Johan Pacheco,
marques de Villena e por juro de heredad para sienpre jamas,
de la dicha villa de Villena e de las dichas villas de Yecla e Saje
e sus castillos e fortalezas e con el señorío e jurediçion cevil e
creminal e mero e mixto inperio e pechos e seruiçios e
derechos e escrivanias e martiniegas e portadgos e de las otras
cosas en la sobredicha su carta contenidas. E otrosí, de la dicha
liçençia e abtoridad e facultad que yo por las sobredichas mis
cartas suso encorporadas di al dicho prinçipe mi fijo, para que
vos diese e feziese la dicha merçed de las dichas villas de
Villena e Yecla e Saje e de lo otro que en las dichas mis cartas
c en la sobre dicha su carta contenido es, otrosí, de la dicha mi
aprovaçion e confirmaçion que yo dello feziese por las dichas
mis cartas al dicho prinçipe mi fijo e a vos el dicho marques
don Johan Pacheco e de todas las otras merçedes e graçias e
cosas en las dichas mis cartas e del dicho prinçipe, mi muy caro
e muy amado fijo e en cada una dellas incluso e contenido e de
cada cosa dello, a vos fuese guardado e mantenido en todo
tienpo, que vos confirmase e aprovase la sobredicha carta del
dicho prinçipe, mi muy caro e muy amado fijo e, otrosi, las
dichas mis cartas e las merçedes en ellas contenidas e sobre
ello vos mandase dar mi carta de previllejo rodado, escripto en
pergamino de cuero e sellado con el mi sello de plomo
pendiente en filos de seda. E yo el sobredicho rey don Johan,
acatando los buenos e leales servicios que vos el dicho
marques don Johan Pacheco avedes fecho, asi a mi como al
dicho prinçipe, mi fijo e entiendo que faredes de aqui adelante,
e por vos fazer bien e merçed tovelo por bien e por este mi
previllejo de mi çierta çiençia, vos confirmo e aproevo la dicha
carta del dicho prinçipe don Enrique, mi mui caro e muy
amado fijo, en la sobredicha mi carta encorporada e las dichas
merçedes e graçias e cosas por el dicho prinçipe mi fijo a vos,
el dicho don Johan Pacheco marques de Villena, por la
sobredicha su carta fechas de las dichas villas de Villena e
Yecla e Saje con sus castillos c fortalezas e de lo otro suso
dicho a ellas pertenesçientes, contenidas en la dicha carta e
cada cosa e parte dello. E otrosí, aproevo la sobredicha mi carta
en ella inclusa e la dicha liçençia e abtoridad por ellas e por
cada una dellas por mi dada al dicho prinçipe mi fijo, para lo
que de suso dicho es e en ellas e en cada una dellas se contiene.
E otrosi, vos aproevo e confirmo la dicha confirmaçion e
aprovaçion por mi fecha por las sobredichas mis cartas e por
cada una e qualquier dellas, de las sobredichas merçedes e de
todo otro en ellas e en la dicha carta del dicho prínçipe mi fijo,
contenido e cada cosa e parte dello, e mando que vala e sea todo
guardado a vos el dicho marques don Johan Pacheco, mi
vasallo e del mi Consejo e a los dichos vuestros herederos e
subçesores e aquel o aquellos que de vos o dellos ovieren cabsa
o dependençia por sienpre jamas, segund e como e en la
manera e forma que en las sobredichas mis cartas e del dicho
prinçipe mi fijo, se contiene e con aquellas mismas clausulas
e vinculos en ellas contenido. Pues es mi marçed que sienpre
quede en las dichas villas e lugares e en sus tierras e terminos,
para los reyes que despues de mi fueren en los dichos mis
reinos e para la corona real de mis reinos, alcavalas e terçias e
pedidos e monedas, quando los otros mis reinos me las ovieren
150
Sarmiento, conde de Santa Marta e adelantado mayor de
Gallizia. vasallo del rey. confirma. Don Pero Afan de Ribera.
adelantado e notario mayor de la Andaluzia, confirma. Don
Pero Fajardo, adelantado mayor del reino de Murçia, confirma.
Don Johan de Selva, alferez mayor del rey e notario mayor de
Toledo, confirma. Pero Sarmiento, repostero mayor del rey,
confirma. Juan Ramírez de Arellano, señor de los Cameros.
vasallo del rey, confirma. Don Pedro de Gueuara, señor de
Oventas, vasallo del rey, confirma. Don Pedro de Ayala,
merino mayor de Guipúzcoa, confirma. Pero Lopez de Ayala.
de aposentador mayor del rey e su alcalde mayor de Toledo.
confirma. La iglesia de Toledo, baca, confirma. Don Pedro de
Estuñiga, conde de Plasençia, justiçia mayor de la (
) del
rey, confirma. Don Pedro Ferriz de Blasco, conde de Baro.
señor de la casa de Salas, camarero mayor del rey, confirma.
Don Garçia Enriquez. arçobispo de Sevilla, confirma. Don (
) Manrique, obispo de Oviedo, confirma. Don Pero Baca.
obispo de Leon, confirma. Don Ruberto de Moya, obispo de
Osma, confirma. Don Johan de Meya, obispo de Çamora,
confirma. La iglesia de Salamanca, baca, confirma. Don (
)
obispo de Coria, confirma. Don (
) obispo de Badajoz.
confirma. Don Alvar Perez Osorio, obispo de Astorga.
confirma. Don Alfonso, obispo de çebdad Rodrigo, confirma.
Don Garçia, obispo de Lugo, confirma. Don (
) obispo
de Mondoñedo, confirma. Don Luis Pimentel, obispo de Tuy,
confirma. Don Johan, conde de Armenaque e de Cangas e
Tinco, vasallo del rey, confirma. Don Juan Manrique, conde
de Castañeda, chançeller mayor del rey, confirma. Don Pero
Ponçe de Leon, conde de Arcos, vasallo del rey. confirma. Don
Ferrando Alvarez de Toledo, conde de Alva. vasallo del rey,
confirma. Don Pero Alvarez de Osario, conde de Trastamara,
señor de Villalobos, vasallo del rey, confirma. Don Rodrigo de
Villandrano, conde de Ribadeo, vasallo del rey. confirma.
Don Pero Niño, conde de Guelva, señor de Çagales, confirma.
Don Pero de Acuña, conde de Valençia, confirma. Don Gonzalo
de Guzman, conde de Yelves. vasallo del rey. confirma. Don
Alfonso de Guzman, señor de Orgaz, alguazil mayor de
Sevilla, confirma. Don Pedro, señor de Aguilar, vasallo del
rey, confirma. Diego Ferriz, señor de Baena, mariscal de
Castilla, confirma. Pero Garçia de Herrera, mariscal de Castilla,
confirma. Pedro de Mendoça, señor de Almaçan. vasallo del
rey, confirma. El dolor Ferrando Diaz de Toledo, relator del
rey e su refrendario e notario mayor de los previllejos rodados.
confirma. Yo Johan Sanchez de Valladolid, escrivano del
dicho señor rey, lo fiz escrevir por su mandado. Alfonso
bachiller. Johan Legar, dotor. Registrada.
suya toviere, de todas las cosías e daños e monoscabos que por
ende, se vos. e les recresçeren doblados, bien e cunplidamente
en guisa que a vos nin a ellos non mengüe ende, cosa alguna.
E demas, por qualquicr o qualesquier por quien fincare de lo
asi fazer e conplir, mando al ome que les este mi previllejo
mostrare o el dicho traslado signado como dicho es, que los
enplaze que parezcan en la dicha mi corte del dia que los
enplazare fasta quinze dias primeros seguientes, so las dichas
penas a cada vno, so las quales mando a qualquicr escrevano
publico que para esto fuere llamado que de ende testimonio
signado con su signo para que yo sepa en como se cunple mi
mandado. E desto vos mando dar este mi previllejo, escripto
en pergamino de cuero e rodado c sellado con mi sello de
plomo pendiente en filos de seda a colores. Dado en la çebdad
de Toro, dieziseis dias del mes de abril, año del nasçimiento de
nuestro Salvador Jhesu Christo de mill e quatroçientos e
quarenta e seis años. Va escripto entre renglones o diz mayor
e o diz dello e o diz o e o diz tan e o diz don e o diz merçed e
o diz que e o diz villas e o diz que e o diz los e o diz regidores
e en tres lugares o diz e, e o diz del rey; e sobre raido o diz en
e en dos lugares o diz mando e o diz en e o diz Saje e o diz en
e o diz alcaldes e o diz fiel; e emendado en dos lugares o diz
faga e o diz Yecla e o diz promisiones e o diz presente e o diz
apoderado e o diz amojonado e o diz mineras e o diz mayoría
e o diz fueren e raido en tres lugares e en cada raedura va puesta
una raya de tinta. E yo el sobredicho rey don Johan reinante en
uno con el prinçipe don Enrique mi fijo, en Castilla, en Leon,
en Toledo, en Gallizia, en Sevilla, en Cordova, en Murçia, en
Jahen. en el Algarbe, en Algezira. en Baeça, en Badajoz, en
Vizcaya, en Molina, otorgo este previllejo e confirmolo. Don
Alvaro de Luna, maestre de la orden de la cavalleria de
Santiago c condestable de Castilla e conde de Alburquerque.
confirma. Don Fadrique, primo del rey, almirante mayor de la
mar. confirma. Don Johan de Guzman, primo del rey, duque
de Medina sidonia e conde de Niebla. vasallo del rey, confirma.
Don Yñigo Lopez de Medoza, marques de Santillana, conde
del Real de Mançenales e señor de las casas de Mendoça e de
la Vega, vasallo del rey, confirma. Don fray Pedro Giron,
maestre de la orden de cavalleria de Calatrava, confirma. Don
fray Gutierre de Solo de Mayor, maestre de la orden de
Alcantara, confirma. Don Fray Gonzalo de Quiroga, prior de
San Juan, confirma. Don Alfonso Pimentcl, conde de
Bcnavente. vasallo del rey, confirma. Don Lois de la Çerda,
conde de Medinaçeli, vasallo del rey, confirma. Don Pedro,
señor de Montealegre, vasallo del rey, confirma. Don Alvaro
de Ysorna, arçobispo de Santiago, capellan mayor del rey,
confirma. Don Tobia de Çervantes, cardenal de San Pedro,
administrador perpetuo de la iglesia de Segovia, confirma.
Don Alfonso de Santa Maria, obispo de Burgos, confirma.
Don Pedro, obispo de Palencia, confirma. Don Lope de
Barrienlos, obispo de Cuenca, confirma. Don Alfoso de
Fucnteseca, obispo de Avila, confirma. Don Alfonso Carrillo,
obispo de (Çigüença, confirma. Don fray Diego, obispo de
Cartagena, confirma. Don Sancho, obispo de Cordova,
confirma. Don fray Juan, cardenal de Sant Sisto, administrador
perpetuo de la iglesia de Orense, confirma. Don Gonçalo,
obispo de Jahen, confirma. Don Pedro, obispo de Calahorra,
confirma. Don Gonçalo, obispo de Plasençia. confirma. Don
(
) obispo de Cadiz, confirma. Don Diego Manrique.
IV
1449-VII-10. Zaragoza. Juan 1 de Navarra aprueba la
posesión por Juan Pacheco de las villas de Alarcón, Chinchilla,
Yecla, Castillo de Garci Muñoz y Sax que le habían sido
concedidas por Juan II a petición de su hijo el príncipe don
Enrique. A.H.N. Sección Nobleza. Duques de Frías. I 18/5.
Ya hemos hecho referencia a la confusión jurídica que a lo
largo de todo el siglo XV se generó en la posesión del Señorío
de Villena. Uno de los elementos que más contribuyó a la
misma fue el hecho de su ocupación por el infante don Juan,
rey de Navarra y futuro rey de Aragón. Posteriormente.
otorgada la titularidad a don Juan Pacheco, aquel siguió
adelantado mayor del reino de Leon, confirma. Don Diego
151
merçedes e donaçiones que vos fueron fechas e son fechas e
vos tenedes de la dicha çebdad de Chinchilla e villas de
Alarcon e del Castillo de Garçimuñoz e Yecla e Sax con sus
fortalezas, tierras e terminos e jurediçiones e mero e mixto
inperio, pechos e derechos e con todo lo en ellas c en cada vna
de ellas al señorío suyo dellas pertenesçientes. E prometemos
e otorgamos por firme estipulaçion, por nos e por nuestros
herederos e subçesores, asi vniversales como singulares que
agora ni en ningund tienpo nos nin ellos por ningund titulo.
color ni causa nin razon que sea o ser pueda nin otro por nos
nin por ellos nin por alguno de ellos non iremos nin iran nin
consentiremos nin consintiran ir nin venir contra la dicha
merced e donaçion que vos fue fecha, de la dicha çebdad e
villas e tierras e señoríos nin contra vuestros herederos e
subçesores, asi vniversales como singulares, antes agora e en
quanto vivieremos e vivieran los dichos nuestros herederos e
subçesores loamos e aprobamos e ellos loaran a aprobaran las
dichas merçedes e donaçiones e traspasaçiones que por el
dicho señor prinçipe vos son fechas, de las dichas çebdad e
villas e de todo e cada cosa de lo que dicho es e otrosi, de
qualesquier otros que dellas e de lo que dicho es, por el dicho
señor rey vos son e seran fechas so qualquier o qualesquier
forma que sean. E porque vos el dicho don Johan Pacheco
marques de Villena, mas libre e seguramente podais haber e
tener lo susodicho por juro de heredad para sienpre jamas, de
la dicha nuestra propia e libre voluntad, sin otra premia nin
engaño nin induçimiento alguno e sin otra contradiçion e
puramente, por esta presente carta çedemos, renunçiamos e
traspasamos en vos el dicho don Johan Pacheco marques de
Villena, por juro de heredad para sienpre jamas qualquier
derecho, titulo, propiedad, açion, señorio, posesion e quasi
posesion e otra qualquier cosa que nos temernos e tenemos e
nos pertenesçia e pertenesçio e puede pertenesçer a la dicha
çebdad de Chinchilla e a las dichas villas de Alarcon e Castillo
de Garçimuñoz. Yecla e Sax, con sus castillos e fortalezas,
tierras, terminos, jurediçiones, mero e misto inperio, señorio,
pechos e derechos e con todo lo que en ellas e en cada una de
ellas a nos pertenesçio en qualquier manera e por qualquier
razon, façiendo vos, segund por la presente vos façemos, señor
e verdadero poseedor de lodo ello para que vos ayades la dicha
çebdad e villas e todo lo que dicho es, por juro de heredad para
siempre jamas, para vos e vuestros herederos e subçesores e
para las vender e enpeñar, dar, trocar, canbiar, enagenar e facer
de ellas e en ellas como de cosa vuestra propia e queremos e
nos plaçe que esta dicha renunçiaçion, çesion e traspasamiento
que nos avemos fecho e façemos en vos. el dicho marques de
Villena, non solo sea havida por fecha e otorgada por nos el dia
de la fecha desta cscriptura, mas ante del tienpo e razon que nos
estabamos en los regnos de Castilla e paçificamente teniamos
e poseiamos la dicha çebdad, villas e logares, castillos e
fortalezas e todo lo que dicho es e cada cosa dello, por quanto
en el dicho tienpo nos lo ovimos otorgado, asi e por la presente.
de agora para entonces e de entonces para agora, vos lo
otorgamos; e porque con mas titulos podais aver e poseer lo
suso dicho por juro de heredad, nos por la presente de nuestra
pura, grata voluntad, sin premia nin dolo nin induçimiento
alguno, vos façemos donaçion pura, sin condiçion alguna que
es dicha entre vivos, non revocable, de la dicha çebdad de
Chinchilla e villas de Alarcon e Castillo de Garçimuñoz, Yecla
e Sax, con sus castillos e fortalezas e con todo lo que dicho es
reivindicándolo como propio. No obstante, la arbitraria
actuación del valido de Juan II, don Alvaro de Luna al
encarcelar a nobles castellanos tan importantes como el
almirante de Castilla, don Fadrique Henríquez, padre de
Juana, segunda mujer de don Juan de Navarra, facilitó la
alianza de éste con don Juan Pacheco. Esto propició un
principio de entendimiento entre el marqués de Villena y el
infante aragonés. Este, en un gesto de buena voluntad, aunque
sin renunciar totalmente a sus derechos sobre diversas
localidades del Señorío de Villena, ahora en posesión de don
Juan Pacheco, aprobaba en julio de 1449 la posesión que éste
ejercía sobre las mismas y mandaba a sus partidarios en el
marquesado que aceptaran la autoridad del marqués.
Don Juan, por la graçia de Dios, rey de Navarra, gobernador
general de Aragon e de Siçilia, duque de Nemos, de Monblanch,
de Peñafiel. conde de Ribagorza, señor de la çebdad de
Balaguer e lugarteniente del muy esclareçido señor rey de
Aragon, nuestro señor hermano. Por la presente escriptura de
nuestra propia, pura, espontanea voluntad, sin ningun dolo,
fuerça ni induçimiento, otorgamos que por quanto el señor don
Juan, rey de Castilla e de Leon, fizo donaçion, graçia e merçed,
por juro de heredad, por sienpre jamas, al muy ilustre señor
don Henrique, prinçipe de Asturias, su fijo promogenito,
heredero, nuestro muy caro e muy amado sobrino, de la çebdad
de Chinchilla e de las villas de Alarcon e de Garçimuñoz e
Yecla e Sax, con sus fortalezas e jurediçiones, pechos e
derechos e con todas las otras cosas al señorío de la dicha
çebdad e villas e sus tierras e terminos pertenesçientes, segund
mas largo en las cartas de merçed que dellas le fizo se contiene.
Despues, el dicho señor prinçipe canbio c troco la dicha
çebdad e villas e castillos con vos clon Johan Pacheco, marques
de Villena, su mayordomo mayor. E asi mesmo, vos novo
fecho donaçion e marçed e traspasaçion de las villas de
Alarcon, de Yecla e Sax e sus fortalezas, tierras e terminos e
jurediçiones, por çiertas causas que a el le plugo, por manera
que vos, el dicho marques, sois señor e liçito poseedor de la
dicha çebdad de Chinchilla e villas de Alarcon e Castillo de
Garcimuñoz e Yecla e Sax e de sus castillos e fortalezas, tierras
e terminos segund mas largamente se contiene en las cartas de
merçed que de las dichas çebdad e villas que vos fueron dadas.
E porque nos pretendíamos e pretendemos haber derecho en
algund tienpo e de ello ovimos fecho e feçimos renunçiaçion,
donaçion e traspasamiento al dicho señor prinçipe, segund
mas largo se contiene en una escriptura que nos sobre raçon
dimos, firmada de nuestro nombre e sellada con nuestro sello
e signada de escribanos e aquella aviendo por rata, firme e non
la contradiçiendo e por mas convalidaçion e firmeza de los
titulos e derechos e razon que aveis a tener e poseer por juro
de heredad para sienpre jamas la dicha çebdad de Chinchilla
e las otras villas de Alarcon e del Castillo de Garçimuñoz e de
Yecla e Sax con sus castillos e fortalezas e tierras e terminos
e jurediçiones e mero e misto inperio e pechos e derechos e
todas las otras cosas al señorío de ellas pertenesçientes, por
quanto nos, vos somos en cargo e obligado a façer c otorgar lo
que de juso se contenia, segund muchas causas e razones que
a nos son notorias e conosçidas e salva nuestra conçiençia, non
podríamos nin deberíamos façer otra cosa por causas finales e
inpulsoras que ya ovieron su final e conplido efeto, por esta
dicha carta consentimos e aprobamos e nos plaçe de las dichas
152
cargo e obligado a vos. el dicho marques, nos façimos e
façemos lo suso dicho e puesto que caso de ingratitud pudiese
aver o otro qualquier caso por do la dicha donaçion se pudiese
revocar, partimos nos de todo ello. Otrosi, renunçiamos e
partimos de nos e de nuestros subcesores el derecho que diçe
que las donaciones deben ser insinuadas quando esçeden
Cierta suma, que nos de aqui insinuamos e avemos por insinuada
esta dicha donaçion. E por quanto nos en estos regnos non
avernos juez nin al presente superior ante quien pudiese ser
fecha la dicha insinuaçion, por absençia del muy esclarecido
señor rey de Aragon, nuestro señor hermano e nos somos
gobernador e su lugarteniente general en sus reinos, nos
avemos por fecha e aprobada la dicha insinuaçion. Otrosi,
renunciamos e partimos de nos e de los dichos nuestros
subçesores el derecho que diçe que quando algunas personas
estan despojadas de algunas tierras o benefiçios, espeçialmente
de toda su sustançia o de la mayor parte, que se presume fuerza
en las tales renunçiaçiones o traspasaçiones, que en este caso
nos otorgamos que la non ovo nin hay nin de lo tal nos
entendemos nin queremos ayudar, quanto mas que otorgamos
e confesamos que ante que partiesemos de los regnos de
Castilla e estando e poseyendo lo suso dicho pacificamente,
vos prometimos e aseguramos e aun feçimos la dicha
renunçiaçion, çesion, donaçion e traspasamiento e, salva nuestra
conçiençia, non pudiesemos çesar de lo façer, segund lo
feçimos e façemos, porque vos eramos tenido e obligado a
ello. Otrosi, renunçiamos e partimos de nos el derecho que
diçe que esçepçion de dolo e engaño non se puede renunciar.
mayormente que otorgamos que lo non ovo nin ay e
renunçiamos todo remedio de restituçion integrun e todo
remedio e auxilio del señor rey de Castilla e de otro qualquier
general e particular que de su ofiçio, çierta çiençia, poderio
absoluto o en otra qualquier manera, nos pudiese aprovechar
contra lo que dicho es. Otrosi, renunçiamos los derechos que
diçen que general renunçiaçion non vala e que non puede
ninguno renunciar mas de aquello que sabe, que nos como rey
somos certificado e informado e sabedor de todos los derechos
que nos podian e pueden pertenesçer, de los quales
expresamente nos partimos e quitamos. Otrosi. renunçiamos
el derecho que dice que el engaño non solo se prueva e cavsa
quando expresamente es cometido o fecho, mas aun quando de
la cosa misma e de la gran lesion que alguno de los contrayentes
padesçen en ella sobre que se façe el contrato, que aqui non ovo
nin ay lesion alguna nin otro engaño, segund lo que dicho es
e que alguno oviese de nuestra sabiduria, nos partimos della e
pedimos de graçia al dicho señor rey de Castilla e rogamos e
damos poder a qualesquier justicias de los regnos de Castilla
e de Leon, a cuya jurediçion sometemos nuestras tierras,
rentas e bienes, que si nos o los dichos nuestros subcesores non
guardaren o cunplieren lo contenido en esta escriptura e cada
cosa e parte dello o fueremos o vinieremos o ellos fueren o
vinieren contra ello o contra parte dello, que executen e fagan
executar en las dichas nuestras tierras, rentas e bienes suyos e
vendan e rematen a buen precio o malo, con orden o sin orden
de almoneda e sin ser çitado, oido nin vençido sobre ello,
aviendonos por esta carta, segund nos avenios por çitado e
llamado para todo ello e fagan pago a vos, el dicho marques de
Villena e a vuestros subçesores, de la dicha pena de las dichas
doscientas mill doblas e que non enbargante que la dicha pena
sea pagada o non, que todavia seamos tenido de guardar e
e cada cosa dello. E pedimos por merçed al dicho señor rey de
Castilla que allende de los títulos e cartas de merçedes que
teneis de ello, vos de e otorgue qualesquier otras aptuaçiones,
ratificaçiones e títulos desta dicha renunçiaçion, cesion,
donaçion e traspasamiento que avemos fecho e façemos en
vos, el dicho marques de Villena, de lo que dicho es, asi de la
data de agora como de la dala e tienpo que teníamos e
poseíamos paçificamente la dicha çebdad e villas e logares que
dicho es o de la data por venir, como vos mas quisieredes, con
qualesquier fuerzas, clausulas, suplencia de defectos, de su
poderío real absoluto e çierta çiençia e propio motu, en otra
qualquier manera que mas vos aproveche, quitando e
removiendo de nos e de nuestros subçesores qualquier o
qualesquier remedios, derechos, auxilios ordinarios e
extraordinarios, asi de fecho como de derecho, que nos hayamos
o podamos aver e nos pertenescan o puedan pertenesçer en
qualquier manera, que de agora por entonçes e de entonçes
para agora e aun del tienpo que nos abiamos e poseíamos
paçificamente lo suso dicho, nos lo havemos consentido e
consentimos e abemos aprobado e aprobamos y prometemos
por firme estipulaçion, obligando a nos e a nuestros herederos
e a nuestras villas e lugares e vasallos e bienes e rentas, asi
patrimoniales como fiscales, que nos avemos e abremos e nos
pertenesçen e podran pertenesçer en los regnos de Castilla e
de Leon e de Navarra e de Aragon e Sicilia, que nos tememos
e gardaremos e conpliremos e ellos ternan e gardaran e
conpliran lo contenido en esta escriptura e cada una cosa dello,
e nos nin ellos nin algunos non iremos nin consentiremos ir nin
venir, nin ellos nin alguno de ellos iran nin vernan nin
consentiran ir nin venir contra ello nin contra cosa nin parte
dello en algun tienpo nin por alguna manera nin so ningund
color nin causa que sea, so pena que por el mismo fecho
perdamos e ayamos perdido qualesquier vasallos, tierras,
rentas, oficios, dignidades, castillos, fortalezas que nos avemos
e abremos e los dichos nuestros herederos e subçesores han e
abran en los dichos regnos de Castilla e de Leon. E demas, que
vos pechemos e paguemos en pena, doscientas mill doblas de
oro de la lid, castellanas e las dichas penas pagadas e executadas
o non pagadas nin executadas, que todavia nos e los dichos
nuestros herederos e subçesores seamos tenidos a tener e
guardar e conplir lo contenido en esta dicha escriptura, para lo
qual mejor asi façer, renunçiamos e partimos de nos e de los
dichos nuestros herederos e subçesores, qualquier remedio,
recurso, ausilio que avenios e podamos aver o los dichos
nuestros herederos e subçesores han o pueden aver, asi de
fecho como de derecho, para poder ir e venir contra lo que
dicho es o contra alguna cosa o parte dello. renunçiando,
segund por la presente renunçiamos qualesquier derechos.
fueros, leyes de partidas e de ordenamientos e derechos
municipales, previllejos, costunbres e otras qualesquier cosas
que nos pudiesen conpeter, asi por derechos, usos e costunbres,
leyes e fueros e previllejos de los dichos regnos de Castilla e
de Leon como de Aragon e Navarra o por derecho comun, para
no aver de ser tenido para lo suso dicho, aviendo sido, segund
somos cierto e sabidos de los tales derechos e remedios. E
demas, renunçiamos e partimos de nos e de los dichos nuestros
herederos e subçesores las leyes e derechos que diçen que las
donaçiones se pueden revocar por casos de ingratitud, la qual
ingratitud otorgamos que la non ovo nin pueda aver, pues que
por causas finales e conplidas a que nos seamos e somos en
153
una cum sigilli appensione prefati domini regis signavi. Anno
terçio pontificatus domini mei, Nicholai pontifiçe, indiçione
XII. infidem e testimonium omnium et sinagtoris preemiserum
rogalus et requeritus et constal derasis et emendatis ut supra.
E yo, Lope Rodríguez de Quiros, escribano del muy
esclareçido e poderoso señor el rey de Castilla e su notario
publico en la su corte que en lodo lo suso dicho fui presente en
uno con los dichos testigos e en presencia de mi e de los dichos
testigos, en uno con el notario de suso, el dicho señor rey de
Navarra, de su grata e libre voluntad fizo e otorgo e juro e
prometio todo lo contenido en esta escriptura e la firmo e a su
ruego e otorgamiento la fiz escrevir e por ende fiz aqui este mio
signo en testimonio de verdat. Lope Rodriguez.
cunplir e nos fagan guardar e conplir lo contenido en esta
escritura. E rogamos e pedimos a qualesquier cavalleros,
amigos e confederados nuestros que agora avernos o ovieremos
de aqui adelante, que puesto que son o sean juntos con nos en
qualquiera amistanza e confederaçion e con qualesquier
vínculos, juramentos e firmezas que si nos o otro por nos o que
de nos aya avido o oviere cabsa o titulo, fueremos o vinieremos
contra lo que dicho es o contra qualquier parte dello e lo non
guardaremos e conplieremos, que non enbargante las dichas
confederaçiones e amistanzas se junten con vos el dicho
marques de Villena, non solo para defension de lo contenido
en esta escriptura, mas aun para en todos casos contra nos. E
por mas firmeza e validaçion de lo contenido en esta escriptura
e de cada cosa dello, sin premia, engaño ni otro induçimiento,
juramos a Dios e a Santa Maria e a las palabras de los Santos
Evangelios e a esta señal de Cruz en que ponemos nuestra
mano e prometemos por nuestra fe, como rey e façemos pleito
e omenage una, dos e tres vezes, segund fuero e costunbre de
España, en manos de don Fadrique, nuestro primo, almirante
mayor de Castilla, que agora e en quanto vivieremos e en todo
tienpo, bien e fiel e verdaderamente tememos e guardaremos
e cunpliremos e por nos sera tenido, guardado e cunplido todo
lo que dicho es e cada una cosa e parte dello sin otra cautela e
engaño; non iremos nin vernemos nin consentiremos ir nin
venir contra ello nin contra parte dello en algund tienpo nin por
alguna manera por ninguno de los titulos nin causas que dichas
son nin por otro remedio nin recurso alguno. Nin pediremos
nin enviaremos pedir nin inpetrar absoluçion, dispensaçion,
relajaçion nin comutaçion deste juramento de lo que aqui
prometemos nin de cosa dello. E puesto que nos sea dada e
otorgada por el Santo Padre, de su propio motu, çierta çiençia
e poderio absoluto e en otra qualquier manera o a nuestro
pedimiento o postulaçion o de otro alguno, non usaremos nin
nos aprovecharemos della e en todo tienpo ternemos e
guardaremos lo aqui contenido. E en firmeza de lo qual
firmamos esta escriptura de nuestro nonbre e mandamosla
sellar con nuestro sello e rogamos a los escribanos de yuso
escriptos, uno del reino de Castilla e otro del reino de Aragon,
que la signasen de sus signos e los presentes que fuesen dello
testigos, los quales fueron, el dicho almirante mayor de
Castilla e don Rodrigo Manrique, maestre de Santiago e fray
Fernando de Çernadilla e mosen Juan de la Panda, comendador
de las Casas de Cuenca e Henrique de Figueiredo e Alfonso de
Torres, secretario del dicho maestre; que fue fecha e otorgada
esta escriptura por el dicho señor rey de Navarra en la çebdad
de Çaragoça que es en el regno de Aragon, a diez dias del mes
de julio, año del nasçimiento de nuestro Salvador Jhesu
Christo de mill e quatroçientos e quarenta e nueve años. Va
escripto entre raido do diçe escribanos e tenemos e graçia. Yo
el rey Juan.
V
144?-sm-sd. Seguro conjuramento que hizo el rey Juan 11 de
Castilla, prometiendo a Juan Pacheco que no se le restituirían
al rey de Navarra ni a su hija la princesa doña Blanca ni
Chinchilla ni cualquier otra villa del Marquesado ni por él ni
por su hijo, el príncipe don Enrique. A . H . N . Sección Nobleza.
Duques de Frías. 118/3.
Don Juan Pacheco deseaba salvaguardar a toda costa sus
posesiones del Señorío de Villena por lo que no escatimó
medios ni actuaciones para ello. Por una parte, negoció con
don Juan de Navarra el reconocimiento de sus derechos sobre
las localidades del Señorío y por otra intentó, con todos los
medios a su alcance, obtener garantías del rey de Castilla de
que no consentiría bajo ningún concepto la restitución de sus
posesiones a don Juan de Navarra ni a su hija doña Blanca y
que igualmente impediría que lo llevara a cabo su hijo don
Enrique. Y si no pudiese evitarlo le compensaría con rentas y
vasallos equivalentes a lo que perdiera por la ocupación que
llevara a cabo el rey de Navarra.
Don Johan por la graçia de Dios rey de Castilla, de Leon, de
Toledo, de Gallizia, de Sevilla, de Cordova, de Murçia, de
Jahen, del Algarve, de Algezira e señor de Vizcaya e de
Molina, por quanto vos don Johan Pacheco marques de Vi llena,
mayordomo mayor del prinçipe don Enrique, mi muy caro e
muy amado fijo primogenito, heredero de mis regnos e del mi
Consejo, tenedes e poseedes la çebdad de Chinchilla e las
villas e logares del Marquesado de Villena que fueron del rey
don Juan de Nauarra, quel en el dicho Marquesado tenia e
poseia e gelas yo mande quitar por justas e legítimas causas e
fize dellas merçed al dicho prinçipe mi fijo e, despues, por mi
liçençia e mandamiento las ovistes vos, el dicho marques del
dicho prinçipe mi fijo, por çierto troque que por algunas dellas
vos le distes, e de algunas otras de las dichas villas e logares
vos fize yo merçed. E agora vos, el dicho marques, vos
reçelades quel dicho rey de Navarra entre en mis regnos por mi
mandado e consentimiento o permision o que lo yo mandare
o consintiere o permitiere restituir en la dicha çebdad e villas
e logares del dicho Marquesado, quel asi tenia e poseía o en
alguna parte dello, de lo qual a vos vernia daño. E como quier
que yo no tengo en voluntad nin plazera a Dios que lo yo
mande nin consienta nin permita entrar nin restituir, antes asi
yo como el dicho principe mi fijo, tenemos jurado lo contrario
e aun vos, el dicho marques en algunos recabdos que me
tenedes fechos me tenedes jurado de non ser en ello, mas antes
Et ego Françiscus Ferraçi, clericus Çesaraugustani. dioçesis
antiqua, apostolica, publiçus notarius, omnibus supradictis
presens fui, una cum testibus supraescriptis e vidi qualiter
predictus dominus rex Navarra sua propia, pura e mera
libertate conçesit, laudavit el aprobavit juramento et promisit
ora supradicta et prefertur tenere e complere ac eçian sua
propia manu signavit, seque ora cum notario infraescripto in
notam simple ex qua hoc presens publicum instrumentum per
alium me aliis ocupato negoçis fideliter seribere feçi et in
hanc publicam formam redigi meo nomine et signo consuetis,
154
del dicho rey de Navarra o de otras personas algunas, quisiere
entrare tomar e ocupar centrare e lomare e ocupare las dichas
çebdades e villas c logares del dicho Marquesado o otro o otros
por ella o en otra qualquier manera, que en tal caso el dicho
prinçipe mi fijo, sea tenudo e obligado de me ayudar a lo
restituir con su casa e gente a vos, el dicho marques. Asi
mesmo, e si acaesçiere quel dicho prinçepe mi fijo, lo contrario
de lo suso dicho fizierc, metiendo al dicho rey de Navarra en
los dichos mis regnos o permitiendolo o consintiendolo o
siendo en derecho o en fecho o en consejo dello, lo que yo non
puedo querer, o el por fuerça vos quisiese tomar la dicha
çebdad e villas e logares e desapoderar dello o diere favor e
ayuda a la dicha prinçesa o a sus herederos e subçesores para
ello, segund dicho es, que en el tal caso, vos el dicho marques.
juntando vos conmigo por vuestra persona e con vuestras
gentes, yo sea temido e obligado c me obligo de gelo resistir
e defender vos los, en la manera suso dicha e dar todo favor e
ayuda a vos, el dicho marques, para que vos non sea tomada a
vos nin a vuestros herederos nin subçesores cosa alguna nin
parte dello. De lo qual vos mande dar la presente, firmada de
mi nonbre e sellada con mi sello. Dada (
) dias de
(
) año del nasçimiento de nuestro señor Jhesu Christo de
mill e quatroçientos e quarenta e (
) años. Yo el rey. Yo
Pero Ferriz de Loica la fiz escrevir por mandado de nuestro
señor el rey.
ser contraello, si lo tal tentare o quisiere fazer, segund que mas
cunplidamente en ios dichos recabdos de juramentos se
contiene. Pues por mas seguridad vuestra e a mayor
abundamiento yo, por la presente, vos seguro e prometo por mi
fe real, e juro a Dios e a Santa María e a esta señal de Cruz e
a las palabras de los Santos Evangelios, corporalmente con
mis manos tenida, e fago pleito e omenaje una e dos e tres vezes
en manos de vos, don Alvaro de Luna, maestre de Santiago, mi
condestable de Castilla, que estades presente e lo de mi
resçebides, que si acaesçiere, lo que Dios non quiera, quel
dicho rey de Navarra entre en estos mis regnos, que lo non
mandare nin consentire nin permitire, en tal caso nin en otro
alguno, dar nin entregar nin restituir en la dicha çebdad e villas
e logares del dicho Marquesado que vos tenedes e poseedes
nin en sus castillos e fortalezas nin en algunas dellas nin en
cosa alguna a ellas nin al señorío dellas nin de algunas dellas
pertenesçiente, nin consentire nin permitire que vos sean
quitadas las dichas çebdad e villas e logares nin los castillos
nin fortalezas dellas nin cosa alguna de lo aellas pertenesçiente
nin a la tenençia e posesion vel casi dello nin de cosa alguna
nin parte dello, a vos nin a vuestros herederos nin subçesores,
por el dicho rey de Navarra nin por la prinçesa su fija nin por
sus herederos nin subçesores dellos nin de qualquier dellos,
antes vos defendere e amparare en todo ello e en la tenençia e
posesion vel casi dello a vos e a ellos. E si en qualquier manera
yo las mandare restituir e tornar al dicho rey de Navarra o a la
prinçesa su fija e a sus herederos e subçesores o a qualquer
dellos o consentiere o permitiere que las entren e tomen ellos
o qualquier dellos que, en el tal caso, vos fare e dare e
entregare, e a los dichos vuestros herederos e subçesores e a
cada uno dellos, primeramente, por emienda dellos, otros
vasallos e rentas sobre vasallos, conpensando la demasía que
oviere de vasallos, en la renta e de la renta, en los vasallos, de
lo uno a lo otro; e todo esto susodicho e cada cosa dello se
entienda asi en el caso quel dicho señor rey de Navarra entre
en estos regnos como en el caso que non entrare e lo yo
mandare e consintiere e permitiere restituir en lo suso dicho o
en alguna cosa dello. Pues es mi merçed que si el dicho
principe mi fijo, lo que no es de querer, fuese, teniendo vos con
el e en su casa la manera que tenedes o en qualquier otra
manera le seguiesedes, o vos el dicho marques de Villena
fuesedes de derecho o de fecho o de consejo o consentiesedes
o permitiesedes quel dicho rey de Navarra entrase en los
dichos mis regnos e se apoderase de las dichas villas e logares
del dicho Marquesado o dieredes favor o ayuda a ello e non
aiudaredes a mi el dicho señor rey, para quel non entre en ellos
nin se apodere de la dicha çebdad e villas e logares del dicho
Marquesado, quel asi en el tenia e poseía, que en el tal caso yo
non sea temido nin obligado nin constreñido a fazer la dicha
emienda nin cosa alguna nin parte de lo suso dicho, porque si
el dicho prinçipe mi fijo, en qualquier tienpo e en qualquier via
e forma e manera o por qualquier causa, razon o color que sea
o ser pueda directa o indirectamente diere liçençia o abtoridad
o consentimiento o permitiere que la dicha prinçesa su mujer
demande o entre o tome o ocupe o otro o otros en su nonbre.
las dichas villas e logares, castillos e fortalezas sobredichas del
dicho Marquesado, o si el dicho prinçipe mi fijo por si e por su
causa mesma. qualquier quella sea o ser pueda, lo fiziere, que
en los tales casos o en qualquier dellos yo non sea tenudo a la
dicha emienda. O si acaesçiere que la dicha prinçesa con favor
VI
1455-11-19. Zaragoza. El rey don Juan de Navarra propone
a Enrique IV que para terminar con las contiendas que había
entre las dos coronas cedería él las fortalezas y villas que tenía
en Castilla a cambio de un juro de tres cuentos y medio de
maravedí excepto Chinchilla, Albacete, Yecla. Sax y otras
poblaciones que serían para don Juan Pacheco. A . H . N .
Sección Nobleza. Duques de Frías. 8/1 y 8/2.
El problema sobre la posesión de las localidades del Señorío
de Villena persistiría, casi durante todo el reinado de Juan II
y Enrique IV. Don Juan de Navarra, a pesar de haber
reconocido la legitimidad de la posesión de las mismas por
don Juan Pacheco trataría de conseguir ventajas económicas
de su sobrino Enrique por la renuncia definitiva a la titularidad
del Señorío. Así, le plantearía cederle todos sus derechos
sobre las posesiones que tenía en Castilla a cambio de una
renta anual de 3.500.000 maravedís.
Al muy alto e muy ilustre prinçipe don Enrique, por la
graçia de Dios rey de Castilla e de Leon, nuestro muy caro e
muy amado sobrino. Don Johan por esta misma graçia, rey de
Navarra, infante, gobernador general de Aragon e de Seçilia,
duque de Nemos e de Montblanq, conde de Ribagorza e señor
de la çebdad de Balaguer. Salud con acreçentamiento de toda
prosperidad e bien aventurança. Muy alto e nuestro muy caro
e muy amado sobrino, ya sabedes e a todos son notorios.
espeçialmente en los reinos de España, los debates e contiendas.
diferencias que procurandolo el enemigo del umanal linaje,
fueron movidas, acaesçieron e se siguieron por algunos tienpos
entre el muy alto e muy esclaresçido prinçipe, el rey don Johan
de gloriosa memoria vuestro padre, nuestro muy caro e muy
amado primo e sus regnos e tierras e señoríos e subditos e
vasallos e naturales dellos, de la una parte: e nos e nuestro
155
çebdad e villas e logares e tierras e castillos e fortalezas e
heredamientos e a todas las otras cosas e cada una de ellas, que
nos abiamos e teniamos e poseíamos en qualquier manera. E
asi mesmo, en las que, oy dia, nos abemos e tenemos e
poseemos en los dichos 'vuestros regnos e señoríos, e nos
pertenesçian e pertenesçer podían en qualquier manera, fasta
el presente dia. E que nos, el dicho rey de Navarra ayamos de
fazere fagamos, por razon de la dicha trasaegion e abenençia
e equiualençia e conpusiçion e pacto e contracto e promision,
renunciaçion e traspasamiento e çesion e dexamiento de todo
ello e de cada cosa e parte dello, en vos el dicho rey de Castilla,
nuestro muy caro e muy amado sobrino, e asi mesmo. en los
dichos don Johan Pacheco, marques de Villena e maestre don
Pedro Giron e a cada uno dellos, como e de lo que suso es dicho
e declarado e espegificado. Rey. muy caro e muy amado
sobrino, acatando e considerando prinçipalmente lo que cunple
a serviçio de Dios e al bien comun e reposo e tranquilidad e
paçificaçion de los regnos e señorios de amas las partes e de
todas las Yspañas e por quitar e desviar los sobredichos
inconvenientes que por causa de los dichos escandalos e males
e daños e debates, disensiones e questiones e diferençias que
se podrían, muy mas adelante, seguir entre nosotros e nuestros
regnos e regnicolas e vasallos e subditos e naturales dellos e
porque non sea permitido que aquellos de aqui adelante, ayan
lugar nin sean continuados nin mucho menos acreçentados.
acatando que desto se sigue e puede seguir singular serviçio a
nuestro señor Dios e grand benefiçio e bien comun e quietaçion
e paçifico estamiento e sosiego, non solo de toda España, mas
aun de la mayor parte del pueblo español. E asi mesmo, abido
respeto e consideraçion a los tan grandes e muy çerca nos
debdos, asi de consanguinidad como de afinidad que por la
graçia de Dios son entre vos e nos, e como todos ayamos orto
e nasçimiento de una e esa mesma e illustrisima prosapia de la
vuestra casa de Castilla, acordamos de vos pedir e rogar e por
la presente vos pedimos e rogamos que por respecto e
consideragion de las cosas susodichas e otras que justa e
razonablemente vos deven mover, espeçialmente por evitaçion.
çesaçion de los dichos escandalos e inconvenientes e males e
dañose por quetar e amover todas dubdas e pleitos e questiones
e contençiones que sobre lo suso dicho son e se esperavan ser.
vos plega, de vuestro real e absoluto poderío e çierta çiençia,
declarar todas las dichas çebdad e villas e logares e jurediçiones
e cada una dellas e, asi mesmo, todas las otras villas e logares
e castillos e fortalezas e tierras que nos, al presente, tenemos
e poseemos en vuestros regnos e señorios e la propiedad e
señorío e posesion e quasi posesion e detentaçion e derecho
e uso dellas, con todas sus rentas e derechos e pertinençias,
aver seido e poder ser alienables, non enbargante qualquier
mayoradgo o mayoradgos vinculo o vinculos, subjeccion o
subjecçiones e restituçion e submision e submisiones,
trasmision e trasmisiones, obligaçion o obligaçiones e modos
e condiçiones, instituçion e instituçiones. sustituçion o
sustituçiones e prohibiçion e prohibiçiones e subrrogaçion o
subrrogaçiones, ipoteca e ipotecas e otras qualesquier cosas
con qualesquier penas e en qualquier menera, vigor e efecto e
qualidad e misterio a que las dichas çebdad e villas e lugares
e tierras e jurediçiones e señorios e heredamientos e sus
pertinençias e todo lo otro, que nos abiamos e poseíamos en
vuestros regnos e señorios e pertenesçia e pertenesçer podían
a nos e nuestros herederos e subçesores, anullando e desatando
regno de Nauarra e tierras e vasallos e subditos e naturales, de
la otra; por causa de las cuales fueron mandadas tomar e
ocupar por el dicho rey vuestro padre todas las çebdad e villas
e logares e tierras e señoríos e jurediçiones que nos abiamos e
teniamos e poseiamos en los vuestros regnos e señorios,
algunas de las cuales, el dicho rey vuestro padre e otros por su
mandado, tovieron e poseyeron en su vida e, despues aca, vos
abedes tenido e poseido e tenedes e poseedes algunas dellas
por subçesion e herençia del dicho rey vuestro padre. Asi
mesmo, los nobles e magnificos don Johan Pacheco marques
de Villena, vuestro mayordomo mayor e don Pedro Giron
maestre de Calatrava, vuestro camarero mayor, amos de
vuestro Consejo e cada uno dellos e otros vuestros vasallos e
subditos e naturales han tenido e tienen algunas dellas. E
otrosí, nos abemos tenido e al presente tenemos algunas de las
dichas villas e logares e castillos e fortalezas. E sobre las cosas
susodichas se han interpuesto algunas personas entre nosotros,
por final çesaçion e evitaçion de guerras e disensiones e
discordias e debates e contiendas e diferençias e otros muchos
males e daños e escandalos e intolerables e non reparables
inconvientes, que por causa de lo susodicho se podría seguir
en grand deserviçio de Dios e en daño comun de amas las
partes. E que por desviar e escusar lodo esto, se toviese e
fiziese entre nosotros conpusiçion e trasacçion e abenençia e
provision e pacto e contracto, por el cual las dichas çebdad e
villas e lugares e tierras que nos teníamos e poseíamos en los
dichos vuestros regnos e tierras e señorios e en qualquier
partidas dellos, e vos el dicho rey de Castilla tenedes e
poseedes e tienen e poseen qualesquier vuestros vasallos e
subditos e naturales en qualquier manera, e asi mesmo, las que
nos al presente tenemos, aya de quedar e quede todo e cada
cosa e parte dcllo en vos, el dicho rey de Castilla, nuestro muy
caro e muy amado sobrino, como vuestras propias, para vos e
para vuestros herederos e subçesores por juro de heredad para
sienpre jamas, e fueras de la çebdad de Chinchilla e de las
villas de Alarcon e Albaçete e Hellin e Tovarra c Yecla e Sax
el Castillo de Garçi Muñoz e el Villarejo de Fuentes e Sant
Clemente con sus tierras e fortalezas e jurediçiones e señoríos
e con todas la otras sus pertenençias que han de quedar e
quedan en el dicho marques don Johan Pacheco. E afueras de
la villa de Peñafiel con su tierra e fortaleza e jurediçion e
señorío e con todas las otras pertinençias que ha de quedar e
queda con el dicho maestre don Pedro Giron, para que cada
uno de ellos aya lo que susodicho es, para si e para sus
herederos e subçesores por juro de heredad. E afueras de la
villa de Atiença e su tierra con su castillo e fortaleza e con todas
sus pertinençias que nos abemos vender dentro de çierto
termino. E que vos el dicho rey de Castilla, nuestro muy caro
e muy amado sobrino, por razon de la dicha trasacçion e
abenençia e equivalencia e conpusiçion e promision e pacto e
contracto e de todo lo susodicho, ayades de dar e dedes e
asignar e asignedes por juro de heredad, en cada un año, para
sienpre jamas, situados e puestos por salvados en çiertas rentas
de los dichos vuestros regnos, tres cuentos e medio de maravedis
a nos, el dicho rey de Navarra, en hemienda e por hemienda e
pago e satisfaçion de todo lo susodicho e de cada cosa e parte
dello e por qualquier derecho e titulo e causa e razon e color
e acçion e demanda e petiçion, en caso que nos, alguno
oviesemos e conpetiesemos e conpeter pudiese a nos e a
nuestros herederos e desçendientes e subçesores, a la dicha
156
cosa e parte dello sean o ser puedan e dispensando con todo
ello e con cada cosa o parte dello. E para presentar esta nuestra
petiçion a vos el dicho rey de Castilla, nuestro muy caro e muy
amado sobrino, por quanto nos. al presente, somos ocupados
de muchos e muy arduos negocios conplideros al servicio del
muy alto e muy Ilustre don Alfonso, rey de Aragon e de las dos
Seçilias. nuestro muy caro e muy amado hermano. Señor e asi
mesmo, porque en absençia del dicho rey, nuestro muy caro e
muy amado hermano, señor, de nesçesario abemos de entender
acerca de las cosas nesçesarias e conplideras e provechosas al
regimiento e governaçion e bien publico de los sus regnos e
tierras e señorios e a la execuçion de la justicia dellos,
constituimos e diputamos en nuestro logar en quanto tañe a
todo lo suso dicho e a cada cosa e parte dello, a Enrique de
Figueredo. vuestro guarda e vasallo, al qual por la presente
fazemos e constituimos e ordenamos e establecemos por
nuestro cierto, suficiente, abundante procurador e nuncio
especial e le damos e otorgamos libre. llenero, conplido.
bastante poderío con libre e llenera e general administraçion
para todo lo suso dicho e para cada cosa e parte dello e para
todas las otras cosas e actos, asi judiçiales como extrajudiçiales
e otros qualesquier que para ello se requieran, aunque sean
mayores o mas mayores de lo suso dicho e tales e de tal natura
e condiçion que demanden e requieran aber nuestro espeçial e
espreso mandado e nos los abemos aquí por espresados e
declarados e espeçificados, asi como si aqui fuesen puestos e
nonbrados. E prometemos e otorgamos de lo aber e lo abremos
por firme e estable e valedero para agora e para sienpre jamas
e non ir nin venir nin pasar nin consentir nin permitir ir nin
venir nin pasar contra ello nin contra cosa alguna nin parte
dello agora nin en algund tienpo nin por alguna manera nin
causa nin razon nin color que sea o ser pueda, relevando e
relevamos al dicho nuestro procurador de toda carga de
satisdaçion c fiaduria e de judiçio sisti e de judicato solvendo,
con todas sus clausulas necesarias e oportunas, para lo qual
obligamos todos nuestros bienes, asi muebles como raizes.
fiscales e patrimoniales e otros qualesquier, abidos e por aber.
ca nos, por la presente, de nuestra libre e agradable e espontanea
voluntad, sin premia nin coacçion alguna, juramos en nuestra
verdadera palabra e fe real e al nonbre muy santo, terrible e
glorioso de nuestro señor Dios e a la Virgen gloriosa nuestra
señora, Santa María, reina de los cielos e a esta señal de Cruz
e a las palabras de los Santos Evangelios, corporalmente con
nuestras manos tenidos e fazemos vox a la casa santa de
Iherusalem e, asi mesmo, pleito e omenaje, una e dos e tres
vezes, segund fuero de España, en manos e poder del dicho
Enrique de Figueredo. guarda del dicho rey de Castilla,
cavallero fijodalgo que esta presente e lo de nos reçibe, que
esta petiçion fazemos de nuestra libre e agradable voluntad e
movido por las causas suso dichas e porque entendemos que
cunple asi a servicio de Dios e bien de todas las partes e que la
non revocaremos nin entendemos revocar nin ir nin venir nin
pasar nin iremos nin vernemos nin pasaremos, por nos nin por
otro, contra ella nin contra cosa alguna de lo suso dicho, directe
nin indirecte, callada nin espresamente, en juiçio nin fuera de
juiçio nin pediremos nin recibiremos absoluçion nin
dispensaçion nin relaxaçion deste dicho juremento nin
conmutaçion del dicho voto nin usaremos della en caso que
nos sea otorgada por nuestro Santo Padre o por qualquier
prelado o persona que poder aya de la otorgar; quier que nos
e revocando e casando e que anuledes e desatedes e revoquedes
e casedes tales mayoradgos e titulos e derechos e cada vno
dellos e otros qualesquier, en caso que algunos oviesen. con
todas sus clausulas e vinculos e modos e condiçiones e penas
e obligaçiones e submisiones e trasmisiones e subjecçiones e
restituçion e en otra qualquier manera e con qualesquier
prohibiçiones e vedamientos de qualquier natura, vigor, efecto,
qualidad e misterio que sean o ser puedan, quier sean dados e
fetchos e confirmados o aprovados por los reyes de glosiosa
memoria, nuestros progenitores o por infantes e duques e
condes e ricos omes o por otros qualesquier de qualquier
estado, condiçion, preheminençia o dignidad que sean, por
otros previllejos e sobrecartas e alvalaes e confirmaçiones o
por testamentos cobdeçiellos e gracias e donaciones e
instituçiones e sostituçiones e legatos o prelegatos e contractos
o en otra qualquier manera e forma e por qualquier via e titulo
e con qualesquier firmezas e vínculos e clausulas e abrogaçiones
e derogaçiones e dispensaçiones e non obstantes otras firmezas
de qualquier natura, vigor, efecto, qualidad e misterio que sean
o ser puedan porque nos libre e esentamente podamos disponer
e dispongamos de todo ello e de cada cosa e parte dello, como
de bienes e cosas alienables e que libremente se ayan podido
e puedan enagenar e traspasar en vos. el dicho rey de Castilla.
E asi mesmo. en los dichos marques, don Johan Pacheco e
maestre, don Pedro Giron, en cada uno de vos como e lo que
suso es dicho e declarado e espeçificado, todo esto e cada cosa
dello, sin enbargo nin contradiçion alguna que sea o ser pueda,
revocando e anullando e casando e que de todo revoquedes e
anuledes e casedes los tales previllejos e cartas e sobrecartas
e alvalaes e testamentos e codiçellos e graçias e donaçiones e
contractos e vinculos e prohibiçiones e subjeçiones e
instituciones e sustituciones e trasmisiones e obligaciones e
traslaçiones e todo lo otro e cada cosa e parte dello, de
qualquier natura, vigor, efecto e qualidad e facultad e inventario
que pueda ser o pueda enbargar, inpedir, contrariar o prejudicar
a qualquier trasacçion o trasacçiones, conpusiçion o
conpusiçiones, eguala o egualas, renunciaçion o
renunçiaçiones, alienaçion o alienaçiones, que nos el dicho
rey de Navarra fizieramos de todo lo suso dicho e de cada cosa
e parte dello, en vos el dicho rey de Castilla, nuestro muy caro
e muy amado sobrino. E asi mesmo, en los dichos marques,
don Johan de Pacheco e maestre, don Pedro Giron, en cada uno
dellos como de lo que suso es dicho e declarado, que a cada uno
dellos tañen e pertenesçen como suso es dicho, e de qualquier
derecho e titulo e demanda e acçion e petiçion real e personal
e de otra qualesquier cosa de qualquicr natura, vigor, efecto.
qualidad e misterio que a ello o a qualquier cosa o parte dello
e a la propiedad e posesion dello e de cada cosa o parte dello
abemos e nos pertenesçe en qualquier manera a nos e a
nuestros herederos e subçesores e desçendientes e a cada uno
de nos, non enbargante los tales mayoradgo o mayoradgos, nin
otros qualesquier vinculos e obligaçiones e subjeçiones e
submisiones e prohibiçiones e penas e obligaçiones e otras
qualesquier cosas de qualquier natura, vigor, electo, qualidad
e misterio que en contrario sean o ser puedan, nin qualesquier
obstaculos que lo enbargar pudiesen, abrogando e derogando
de vuestro propio motu e çerta çiençia e plenario poderio real
absoluto, todas e qualesquier leyes, fueros, derechos,
ordenamientos, estilos e costunbres e fazañas e otras qualesquier
cosas que en contrario de todo lo suso dicho e de qualquier
157
Enrique IV al ascender al trono castellano, presionado por
don Juan Pacheco, trata de enmendarlos defectos jurídicos en
los que se había incurrido al concedérsele la ciudad y villas del
Señorío de Villena ya que. como apuntamos en su momento, las
Cortes de Valladolid de 1442 habían prohibido la enajenación
de cualquier localidad de Castilla, si no era en circunstancias
excepcionales y cumpliendo una serie de requisitos que en el
caso de don Juan Pacheco no se habían tenido en cuenta. Ahora
Enrique IV trata de subsanar dichas formalidades en las cortes
de Córdoba de 1455 consiguiendo su autorización y validando
solemnemente las donaciones realizadas diez años antes.
sea dada e otorgada, propio motu o a nuestra postulaçion o de
otro, aunque todo concurra ayuntada o apartadamente e que lo
asi Taremos e gardaremos e observaremos e conpliremos
inbiolablemenle para sienpre jamas. E porque esto sea firme e
non venga en dubda firmamos la presente de nuestro nonbre e
la mandamos sellar con nuestro sello, la qual otorgamos ante
los notarios publicos e testigos yuso escriptos que para ello
fueron llamados e rogados por testigos, que fue fecha e
otorgada en la çebdad de Çaragoga, diez e nueve dias de
febrero, año del nasçimiento de nuestro señor Jhesu Christo de
mill e quatroçientos e çinquenta e çinco años. Yo el rey Juan.
Testigos que a esto fueron presentes llamados e rogados.
presentes la ilustrisima señora reina de Aragon e de las dos
Seçilias e el manifico don Fadrique, almirante mayor de
Castilla, es a saber: el magnifico e honorable mosen Ferrer de
la nuestra Justiçia de Aragon e Johan Carrillo de Cordova e
mosen Pero Vaea del Consejo del señor rey de Navarra e
Galçeran Oliver. thesorero de la dicha señora reina de Aragon.
Va enmendado en la sesta plana o diz aqui, vala e non le
enpezca. Yo, Alfonso Gonçalez de la Hoz, secretario del muy
alto e muy esclarecido e poderoso prinçipe, el rey my señor de
Castilla e de León e contador mayor de su casa e de su Consejo
e por autoridad del ilustrisimo señor rey de Aragon, notario
publico por todos sus regnos e señoríos, fui presente al
otorgamiento de todo lo suso dicho, en uno con el prudente e
discreto Anton Nogueras, secretario del dicho señor rey de
Aragon e protonotario del dicho señor rey de Navarra e del su
Consejo e por autoridades dellos e del dicho rey, mi señor de
Castilla, notario publico en todos sus regnos e señoríos. E
otrosi, presentes los testigos de suso nonbrados e por ruego e
otorgamiento del dicho señor rey Navarra que en esta escriptura
firmo su nonbre. este publico instrumento en uno con el dicho
Anton Nogueras escrevir fize: el qual va escripto en tres fojas
de papel e mas esta en que va mi signo e en fin de cada plana
va señalado de nuestros nonbres. E por ende fiz aqui este mio
signo acostunbrado en testimonio. Alfonso Gonzalez, notario.
E yo Anton Nogueras, secretario del serenisimo señor rey de
Aragon e de las dos Seçilias e protonotario del dicho señor rey
de Navarra e del su Consejo e por abtoridades dellos e del dicho
señor rey de Castilla, notario publico por todos los sus regnos
e señoríos, fui presente al otorgamiento de todo lo suso dicho
en uno con el prudente e discreto Alfonso Gonçalez de la Hoz,
secretario del dicho señor rey de Castilla e contador mayor de
su casa e de su Consejo. E otrosi, presentes los otros testigos de
suso nonbrados. E por ruego e otorgamiento del dicho señor rey
de Navarra que en esta escritura firmo su nonbre, este publico
instrumento en uno con el dicho Alfonso Gonçalez de la Hoz,
escriuir fize; el qual va escrito en quatro fojas de papel con esta
en que va mi signo e en fin de cada plana va señalado de
nuestros nonbres e por ende, fiz aqui este mio signo acostunbrado
en testimonio de verdad. Va enmendado en esta mia signatura
o diz Castilla. Anton Nogueras.
Don Enrique por la graçia de Dios, rey de Castilla, de Leon,
de Toledo, de Galliçia. de Cordova. de Murcia, de Jahen. del
Algarve, de Algezirae señor de Vizcaya e de Molina. acatando
e considerando la grand lealtad e fidelidad de vos, don Johan
Pacheco marques de Villena, mi mayordomo mayor e del mi
Consejo e los muchos e buenos e leales e señalados e agradables
serviçios que vos me abeis fecho e fazedes de cada dia e en
alguna enmienda e remuneracion dellos, los quales son notorios
e publicos e magnifiestos e por la presente por tales los yo he
e declaro e afirmo e porque el dicho rey, mi señor e padre, ovo
fecho merçed e graçia e donaçion, pura e perfecta e non
revocable que es dicha entre bivos, a vos el dicho don Johan
Pacheco marques de Villena, en parte de alguna enmienda e
remuneraçion de los dichos serviçios que vos abiades fecho asi
a el como a mi, de las villas de Belmonte e Alarcon e el Castillo
de Garçia Muñoz e Villarejo e Sant Clemente e Villena e
Almansa e Yecla e Sax e de la çebdad de Chinchilla e villas de
Alvaçete e Hellin e Tovarra e Jumilla e de las villas de Alcala.
Vees, Xorquera e de las villas de Villanueva de la Fuente e el
Bonillo e Munuera e Lezuzae de la villa de Utiel e, asi mesmo,
de las villas de Villanueva de Barca Rota e Salvatierra e
Salvaleon e de la villa de Çea e otrosi, de la villa de Moguer
con sus tierras e castillos e fortalezas e justiçia e jurediçiones
altas e baxas e mero misto imperio. E otrosi, yo seyendo
prinçipe de Asturias, vos ove fecho e fize merçed e graçia e
donaçion con liçençia del dicho rey mi señor, de algunas de las
dichas villas e tierras e castillos e fortalezas e jurediçiones. E
otrosi, el dicho rey, mi señor e padre, aprovo e confirmo las
merçedes e graçias e donaçiones que vos yo ove fecho de las
dichas villas e tierras e castillos e fortalezas e jurediçiones. E
asi mesmo, el dicho rey mi señor e padre, fizo merced e graçia
e donaçion a doña Maria Puertocarrero marquesa de Villena,
mujer de vos, marquesa de la villa de Villanueua del Fresno,
con su castillo e fortaleza, con su tierra e termino e jurediçion.
de lo qual todo, el dicho rey mi señor e padre, mando dar e dio
sus cartas de merçedes e previllegios sellados con su sello de
plomo pendiente en filos de seda. E asi mesmo, vos yo mande
dar mis cartas de merçedes, firmadas de mi nonbre e selladas
con mi sello, segund que esto e otras cosas mas largamente en
las dichas cartas e previllegios se contiene, su thenor de los
quales, yo he aqui por insertos e encorporados. bien asi como
si de palabra a palabra aqui fuesen puestos e dellos e de cada
uno dellos, por çierto e sabido. Eotrosí, por quanto vos el dicho
marques, conpraste por vuestros propios dineros la villa de la
Villa Robledo del conde don Rodrigo Manrique e, asi mesmo.
los logares de Alvalejo e Piqueras e Altarejos con sus tierras
e terminos e jurediçiones, de Gomez Manrique, su hermano.
Por ende, por la presente, de mi propio motu e çierta çiençia e
poderío real absoluto de que quiero usar e uso en esta presente,
VII
1455-VI-6. Córdoba. Enrique IV, a instancias de los
procuradores del reino, reunidos en las Cortes de Córdoba,
confirma a don Juan Pacheco las donaciones que le había
hecho de Belmonte, Almansa, Villena, Sax, Yecla y otras villas.
A.H.N. Sección Nobleza. Duques de Frías. 2/3 y 3/8.
158
serviçio e a bien de la cosa publica de vuestros regnos e porque
otros tomen del lo buen exenplo para vos servil en toda lealtad
e animosidad, segund que el dicho marques don Juan Pacheco.
lo ha servido e sirve de cada dia. Muy humillemente suplicamos
a vuestra señoría que por ley fecha, ordenada e establecida en
estas corles e ayuntamientos le plega aprovar e loar e confirmar
las dichas merçedes e graçias e donoçiones e todo lo en ellas
e en cada una dellas contenido. E aun si para validaçion dellas
nesçesario e conplidero e provechoso es al dicho don Johan
Pacheco marques de Villena e a sus herederos e subçesores.
del dicho nuestro asenso e consenso, gelas faga e otorgue de
nuevo, todo esto e cada cosa dello, non enbargante la ley que
el dicho rey nuestro señor, vuestro padre, fizo e ordeno e
estableçio con çierto juramento en las cortes e ayuntamiento
de Valladolid, en el año que paso de mill e quatrocientos e
quarenta e dos años, a a petiçion de los procuradores de
vuestros regnos e con consejo de los tres estados dellos, en que
se contiene que se non pueda fazer nin faga merced nin graçia
nin donaçion de çebdad nin villa nin logar nin tierra de vuestra
corona real e reinos, si non por çiertos serviçios señalados e
con expreso consentimiento de çiertos procuradores de vuestros
regnos, asi allende de los puertos como de aquende los puertos
e con acuerdo, e de acuerdo e consejo de los del vuestro
consejo o de la mayor parte dellos en numero de personas, con
çierta solepnidad e en çierta forma contenida en la dicha ley,
segund que esto e otras cosas mas largamente en ella se
contiene, abiendolas por expresadas e declaradas, nin otrosi
enbargantes otras qualesquier leyes e fueros e derechos e
estilos e costunbres e fazañas e obreçiones e subreçiones e
obstaculos e inpedimentos e proebiçiones e vedamientos e
defendimientos e ínterditos e abrogaçiones c derogaçiones e
non obstançias e otras qualesquier cosas, asi de fecho como de
derecho, de qualquier natura, bigor, efecto e calidad e misterio
que en contrario sean o ser puedan, por tal manera que las
dichas donaçiones e graçias e merçedes e remuneraçiones e
cada una dellas, asi por el dicho rey nuestro señor vuestro
padre, como por vuestra alteza, fechas al dicho don Juan
Pacheco marques de Villena, de todo lo suso dicho e de cada
cosa e parte dello, perpetua e non revocablemente, para
sienpre jamas, sean e queden firmes e estables e valederas.
inmunes, eseptas, bien, asi, e tan cunplidamente como si
preçedieran a la dicha ley e a todo lo otro suso dicho e a cada
cosa dello, lo qual vuestros regnos e señoríos entienden ser asi
conplidero a vuestro seruiçio e lo ternan a vuestra alteza en
singular merçed e asi lo afirmamos e juramos a vuestra alta
señoria, segun que la dicha ley lo requiere. Muy alto e muy
exçelente e muy poderoso e virtuoso rey e señor. Dios aya
todos tienpos en su espeçial guarda, vuestra leal persona, con
acreçentamiento de mucha vida e salud e Vitoria e
ensalçamiento, amen. De lo qual enviamos a vuestra alteza
esta petiçion, firmada de nuestros nonbres e signada de Pedro
Sanchez del Castillo, vuestro escrivano de camara e escrevano
de los vuestros fechos, que fue fecha e otorgada en la muy
noble çebdad de Cordova, a çinco dias de junio, año del
naçimiento del nuestro señor Jhesu Christo. de mill e
quatroçientos e çinquenta e çinco años. Payo Pedro, Pero Diaz,
siervo de vuestra señoría. Pero Fernandez, muy humille siervo
de vuestra señoría. Diego Arias, el adelantado, vuestro humille
servidor. Rodrigo Çapata, vuestro humille servidor. Alfonso
Fernandez, Juan de Torres, Diego, vuestro humill servidor que
asi por respecto e consideraçion de las cosas suso dichas como
de otras conplideras a mi serviçio e al bien de la cosa publica
de mis regnos e porque asi me fue suplicado por los procuradores
de mis regnos que a la sazon estavan en mi corte, asi de las
çebdades e villas de aquende de los puertos como de allende
de los puertos, estando ayuntados en cortes por mi mandado,
presentes e llamados para ello, segund se contiene por una su
petiçion, firmada de sus nonbres e signada de escrivanos
publicos, su thenor de la qual es este que se sigue:
Muy alto e muy poderoso e muy exçelente e virtuoso rey e
señor. Los procuradores de vuestros regnos que por mandado
de vuestra alteza somos llamados e aqui somos ayuntados en
esta vuestra çebdad de Cordova, sobre las cosas conplideras a
vuestro seruiçio e a bien comun e paçifico estado e tranquilidad
de vuestros regnos, con muy humille e devida reverençia
besamos vuestros pies e vuestras manos e muy humillemente
nos encomendamos en merçed de vuestra real magestad, la
qual sabe que el glorioso rey don Johan, nuestro señor vuestro
padre, cuya anima Dios aya e, asi mesmo. vuestra alta señoria
acatando los altos e muchos e buenos e leales e señalados
serviçios que el noble e magnifico don Juan Pacheco, marques
de Villena, vuestro mayordomo mayor e del vuestro Consejo.
fizo al dicho señor vuestro padre e ha fecho e faze a vuestra
alteza, de cada dia. los quales han redundado e redundan en
onor de la corona real de vuestros regnos e pacifico estado e
tranquilidad e pro comun dellos. E por evitar e escusar dellos
muchos escandalos e intolerables e non reparables
inconvenientes que en ellos e contra el bien publico e paz e
sosiego dcllos se pudieran seguir, segund que a todos es
conosçido e notorio, publico e magnifiesto, asi en vuestros
regnos e señoríos como fuera dellos e en alguna enmienda e
remuneraçion de los dichos serviçios, le fizo e fezistes merçed
e graçia e donaçion, por juro de heredad para sienpre jamas,
para el e para sus herederos e subçesores e para aquel o
aquellos que del o dellos obieren cabsa, de la çebdad de
Chinchilla e de las villas de Villena e Alarcon e Albaçete c
Hellin e Tovarra e Yecla e Sax e Almansa e el Castillo de
Garçia Muñoz e Sant Clemente e el Villarejo de Fuentes e
Villanueva de Barcarrota e Salvatierra e Salvaleon e Utiel e
Jumilla e Villanueva de la Fuente e el Bonillo e Munuera e
Lozuza, con sus castillos e fortalezas e justiçia e jurediçion alta
e baxa, çevil e criminal e mero mixto inperio e rentas e pechos
e derechos pertenesçientes al señorio dellas e con todas las
otras sus pertenençias, segund que mas largamente se contiene
en las cartas e previllegios que el dicho señor rey, vuestro
padre e, asi mesmo. vuestra alta señoría sobre ello le mandastes
dar e le fueron dadas. Muy alto e muy poderoso e muy
esçelente e virtuoso rey e señor, vuestros regnos, considerada
la persona e linages e grandes meritos del dicho don Juan
Pacheco, marques de Villena e los singulares serviçios que ha
fecho e de cada dia faze a vuestra señoría loan e apruevan e por
la presente loamos e aprovamos las dichas merçedes e graçias
e donaçiones, asi por el dicho rey vuestro padre como por
vuestra señoria, fechas al dicho marques don Juan Pacheco, de
todo lo suso dicho e de cada cosa e parte dello, en todo e por
todo, segund que en ellas e en cada una dellas se contiene. E
damos e prestamos a todo ello e a cada cosa e parte dello
nuestro expreso asenso e consenso, bien asi como si del
comienço fuera dado e todos vuestros regnos las han por bien
enpleados en el e porque entendemos que cunple, asi, a vuestro
159
guardado e mantenido en todo e por todo, bien e conplidamente
sin diminuiçion alguna, todo esto e cada cosa e parte dello,
segund e por la forma e manera e con esas mismas calidades
e firmezas e clausulas e abrogaçiones e derogaçiones e non
obstançias e otras qualesquier cosas de qualquier natura,
bigor, efecto e calidad e misterio, contenidas en los dichos
previllegios e cartas e alvalaes e sobrecartas que dello tenedes
e delo non revocar nin desfazer nin menguar nin contradezir
nin anular, general nin espeçialmente nin ir nin venir nin pasar
nin consentir nin permitir que persona nin personas algunas de
qualquier estado o condiçion, preheminençia o dignidad que
sean, vayan nin vengan nin pasen ante ello nin cotra cosa
alguna nin parte dello, mas que vos defendere e anparare e
mandare defender e anparar en todo ello e en cada cosa e parte
dello, por manera que lo ayades e tengades e poscades libre e
segura e paçifica e quietamente, segund e por la forma e
manera que en los dichos prcvillegios e cartas e alvalaes e
sobrecartas se contiene. E mando a los mis contadores mayores
e al mi mayordomo e contador de la despensa e raçiones de la
mi casa que pongan e asienten en los mis libros, el treslado
abtorizado desta mi carta e dexen en vos el oreginal e que vos
libren de aqui adelante, todo lo que teniades puesto e asentado
en los dichos libros del dicho rey mi señor e padre e mios. E
que lo asi fagan e cunplan, non enbargante quelquier revocaçion
general o espeçial, con qualesquier clausulas e firmezas e de
qualquier natura que sea o ser pueda, con qualesquier
abrogaçiones e derogaçiones que yo aya fecho o faga de aqui
adelante, en qualquier manera e por qualesquier cabsas e
razones e motivos que a ello me ayan movido e muevan,
porque mi merçed e voluntad es que, lo tal, se non aya
entendido nin entienda nin estendido nin estienda, quanto esto
suso dicho nin a cosa alguna nin parle dello, mas que aya seido
e sea e todavía se entienda aber seido e ser salvo e exçepto e
intacto. Otrosí, mando a los duques, condes, marqueses, ricos
omes, maestres de las ordenes, priores e a los del mi Consejo
e oidores de la mí Abdiençia e al mi justiçia mayor e alcaldes
e alguaziles de la mi casa e corte e chançilleria e a los
comendadores e subcomendadores e alcaides de los castillos
e casas fuertes e llanas e a los mis adelantados e merinos e a
todos los conçejos, alcaldes e alguaziles. regidores, cavalleros,
escuderos e omes buenos de todas las çebdades e villas e
logares de los mis regnos e señoríos e a otros qualesquier mis
vasallos e subditos e naturales de qualquier estado o condiçion,
preheminençia o dignidad que sean e a cada uno dellos que lo
guarden e cunplan e fagan guardar e conplir en todo e por todo,
segund que en esta mi carta se contiene e que non vayan nin
pasen nin consientan ir nin pasar contra ello nin contra cosa
alguna nin parte dello, agora nin en algund tienpo nin por
alguna manera nin cabsa nin razon nin color que sea o ser
pueda, mas que den todo favor e ayuda por que se guarde e faga
e cunpla, con efecto, todo lo suso dicho e cada cosa e parte
dello e que sobre esto non me requieran nin consulten nin
esperen otra mi carta nin mandamiento nin segunda jusion1, ca
mi merçed e voluntad final e deliberada, es que se faga e
guarde e cunpla todo asi para agora e para sienpre jamas, non
enbargante qualesquier cosas, asi de fecho como de derecho,
de qualquier natura, bigor, efecto, calidad, misterio que en
contrario sean o ser puedan, nin ley o contrato e prematica
vuestras leales manos besa. Enrique que besa las manos a
vuestra señoría. Rodrigo de Cascales, humille servidor de
vuestra alteza, que vuestras manos besa. Juan de Alcala, el
vuestro humille servidor de vuestra alteza. Lope Lopez, humille
siervo de vuestra alteza. Françisco Ramírez, el que besa las
manos de vuestra señoría. Juan de Torres, muy humille servidor
de vuestra señoría. Luis Gonçalez, Diego Garçia, Pedro de
Sant Estevan, Françisco de Miranda, Rodrigo de Vera. Gotius
Mene, doctor. Lope de la Torre, vuestro muy humille servidor.
Fernand Gonçalez, Diego Pedro de Mayorga. Françisco de
Valdes que vuestras virtuosas manos humillemente besa. Juan
de Mena e yo el dicho Pedro Sanchez del Castillo, escrevano
suso dicho que por ruego e pedimienlo de los dichos
procuradores que aqui en esta petiçion e suplicaçion firmaron
sus nonbres, la fiz escrevir e fiz aqui este mio signo en
testimonio de verdad. Pedro Sanchez.
Por ende, yo el sobredicho rey don Enrique, de mi cierta
çiençia e propio motu e poderio real absoluto de que quiero
usar e uso en esta presente, vos ratifico, confirmo e apruevo
todas las dichas graçias e merçedes e donaçiones e conçesiones
e liçençias e confirmaçiones e conpras.E asi mesmo, qualquier
facultades que tenedes del dicho señor rey, mi señor e nuestras,
e otras qualesquier merçedes e graçias e donaçiones e cosas de
qualquier natura, bigor, efecto, calidad o misterio que sea o ser
pueda que el dicho rey don Johan, mi señor e mi padre de
esclareçida memoria, cuya anima Dios aya; e asi mesmo, yo en
el tienpo que era prinçipe de Asturias, e cada uno de nos, vos
ovimos e abemos fecho e dado e otorgado e vos yo fize e di e
el dicho rey, mi señor vos dio, e aprovo e confirmo e todo lo
que en ellas es contenido, segund e por la forma e manera que
en ellas e en cada una dellas se contiene, asi de la dicha çebdad,
como de las dichas villas e logares e tierras e señoríos e
castillos e fortalezas e ofiçios e jurediçiones e rentas e pechos
e derechos e heredamientos e qualesquier dignidad e facultades.
E asi mesmo, qualesquier maravedis de juro de heredad e de
merçed de por vida e de cada un año e de mantenimiento e de
tierras e raçiones e quitaçiones e otras qualesquier cosas de
qualquier natura e condiçion que sean, asi los que tenedes
puestos e asentados en los libros e nominas del dicho rey. mi
señor e padre e en los mios, en el tienpo que yo era prinçepe
de Asturias, como en otra qualquier manera e con qualesquier
clausulas e facultades e prerrogativas e qualquier privellegios
e cartas e alvalaes e sobrecartas que abedes e tenedes, asi del
dicho rey, mi señor e padre como de mi e de todo lo en ellos
e en cada uno dellos contenido, lo qual todo e cada cosa e parte
dello, yo he aqui por declarado e inxerto e encorporado, bien
asi como si de palabra a palabra aqui fuese puesto. Asi, quiero
que aya esta mesma fuerça e bigor como si de todo ello e de
cada cosa e parte dello aqui fuese fecha expresa e espeçial
mençion. Eaun mayor abondamiento, si nersçesario e conplidero
e provechoso vos es, yo por la presente, vos lo otorgo e do e
conçedo de nuevo e vos fago graçia e merçed e donaçion e
conçesion de todo ello e de cada cosa e parte dello como de
cosa mia propia e libre e quita e desenbargada, con esas
mesmas firmeças e calidades e conçesiones e facultades e
segund e por la forma e manera que en los dichos previllegios
e cartas e alvalaes e sobrecartas que del dicho rey mi señor e
mias que, de todo ello tenedes, se contiene; aseguro e prometo
por mi verdadera fe e palabra real como rey e señor de vos, lo
guardar e conservar e mantener e fazer e mandar que vos sea
1
160
mandato
detrimentos que vniversal e particularmente en esta vuestra
casa real e regno e en los naturales dellos por las inmensas
donaciones por vuestra alteza fechas, en espeçial en la potençia
e actoridad de vuestra corona real, los quales por experiencia
son notorios. Por ende, muy humillemenle suplicamos a
vuestra magestad que por las cabsas susodichas e que se
podrian dezir e especialmente porque segund lo dado, lo que
adelante se diese redundaria en diminuçion e, propiamente,
division o alienaçion de vuestros regnos e señorios e de vuestra
corona real, los quales sois obligados conservar e aumentar e
non disminuir nin enajenar nin dividir nin de la corona separar;
e segund derecho e leyes de vuestros regnos, mande e estatuia
e por ley por sienpre valedera, ordene vuestra señoría que non
podades dar de fecho nin de derecho nin terminos nin
jurediçiones nin fortalezas de juro de heredad nin cosa alguna
dello, salvo a los dichos señores reina e prinçipe o a qualquier
dellos, con clausula que las non puedan enagenar nin trocar nin
desapartar. E si lo dieredes o dieren que sea ninguna la tal
dadiva o merçed e que por ella non pase propiedad nin
posesion e que la tal merçed o dadiva non sea cunplida, antes
sin pena alguna, se pueda fazer resistencia actual o verbal de
qualquier calidad que sea o ser pueda, aunque sea con tumulto
de gentes de armas. E quier se cunpla e non cunpla la tal
merçed o donoçion e quier aya la tal tenençia e posesion quier
non que aquel a quien se fiziese non, gane derecho alguno a la
propiedad nin a la posesion nin al usofruto della, ante en todo
tienpo sea obligado a lo restituir a vuestra real magestad e
merçed e a vuestra corona real e a los señores reyes o rey que
despues de vuestra merçed subçedieren con todas sus rentas e
frutos que rendiesen o pudiesen rendir como violento poseedor.
E que los vezinos de las tales çebdades e villas e logares e
castillos se puedan tornar e tornen a la vuestra corona real de
vuestros regnos por su propia autoridad en qualquier tienpo e
resistir por fuerça de armas o en otra manera al tal a quien fuere
fecha la dicha merçed, sin pena alguna, non enbargante
qualesquier pleito omenaje e juramento e fidelidad o pleitos
omenajes o juramentos o fidelidades que ayan fechos. Eotrosi,
non enbargantes qualesquier renunçiaçion e renunçiaçiones
que tengan o ayan fecho de la dicha ley e pacto e contracto e
por las qualcs merçedes o merçed non se gane derecho nin
causa de perescrevir por perescripçion alguna de año e dia nin
de diez nin de veinte nin de trainta nin de quarenta nin de çient
años nin de otro tienpo mayor o menor, ante que, sin enbargo
de las tales merçedes o merçed, sienpre sea abido lo que asi
fuere dado o donado o enajenado por de vuestra corona real,
non enbargante qualesquier clausulas derogatorias generales
o espeçiales que en las dichas merçedes se contengan, aunque
la dicha ley sea encorporada en ellas o revocada o anulada o
casada, aunque sea segunda o tercera o quarta jusiones e
quantas quier que sean e que vuestra señoria lo otorgue por ley
real e por parçion o contracto. Que con nos e con todos
vuestros regnos ponga, pues, los dichos vuestros regnos e
nosotros, en su nonbre, vos servimos con grandes quantias
para vuestras necesidades e de vuestros regnos, por razon dello
e por que la dicha ley real e parçion e contracto sea de mas
abtoridad e por todos guardada como pertenesçe a tan alto
prinçipe e señor e que vuestra alteza, por vuestro serviçio e
abmento de vuestra corona real, diga e otorgue por la dicha ley
e parçion e contracto que, en quanto vuestra señoria fiziese las
dichas merçed o merçedes o donaçion o alienaçion o perviniere
sançion que el dicho rey don Johan, mi señor e padre, que Dios
de santo paraíso, fizo e ordeno en el ayuntamiento de Valladolid,
a petiçion de los procuradores de sus regnos, el año que paso
de mill e quatroçientos e quarenta e dos años, su thenor de la
qual es este que se sigue:
Muy alto e esclareçido prinçipe e muy poderoso rey e señor,
vuestros humilldes servidores, los procuradores de las çebdades
e villas de los vuestros regnos, besamos vuestras manos e nos
encomendamos en la vuestra merçed, la qual bien sabe en
como vuestra señoría ha dado ciertas aldeas e villas e logares
de algunas çebdades e villas e las ha dividido e apartado dellas
para las dar, desde diez años a esta parte, en lo qual las dichas
çebdades e villas han reçebido grand agravio e daño. Por ende,
señor, muy humillmente suplicamos a vuestra alteza que le
plega revocar las tales merçedes e donaçiones que dellas ha
fecho e las torne a unir e encorporar a las dichas çebdades e
villas de quien fueron apartadas, segund que primeramente
estavan e que de aqui adelante non se puedan apartar nin dar.
A esto vos respondo que quanto a lo por venir yo he mandado
proveer sobre ello, por la manera que entiendo que cunple a mi
serviçio e guarda e conservaçion de mi patrimonio e de la
corona real de mis regnos e del bien publico dellos, segund se
contiene en una mi carta, firmada de mi nonbre e sellada con
mi sello que en esta razon mande dar, su thenor de la qual es
este que se sigue:
Don Juan, por la graçia de Dios, rey de Castilla, de Leon, de
Toledo, de Gallizia, de Sevilla, de Cordova, de Murçia, de
Jahen, del Algarve, de Algezira e señor de Vizcaya e de Molina
a los infantes duques, condes, ricos omes, maestres de las
ordenes, priores, comendadores e a los del mi Consejo e
oidores de la mi Abdiençia e alcaldes e alguaziles e otras
justiçias e ofiçiales de la mi casa c corte e chançelleria e al
conçejo, alcaldes, merinos, regidores, cavallcros, escuderos e
omes buenos de la muy noble çebdad de Burgos, cabeça de
Castilla, e mi camara, e a todos los conçejos, alcaldes, alguaziles,
regidores, cavalleros, escuderos e omes buenos de todas las
çebdades e villas e logares de los mis regnos e señoríos e a
qualquier o qualesquier de vos a quien esta mi carta fuere
mostrada, salud e graçia. Sepades que yo, estando en la noble
villa de Valladolid e estando y conmigo la reina doña María,
mi muy cara e muy amada mugere el rey don Juan de Navarra,
mi muy caro e muy amado primo e el prinçipe don Enrique, mi
muy caro e muy amado fijo e el infante don Enrique, maestre
de Santiago, mi muy caro e muy amado primo e el almirante
don Fadrique, mi primo e çiertos condes e prelados e ricos
omes e cavalleros e dolores del mi Consejo e los procuradores
de las çebdades e villas de mis regnos que conmigo estan, me
fueron dadas por los dichos procuradores çiertas petiçiones,
entre las quales se contiene una petiçion que dize en esta guisa:
Muy alto e muy esclareçido prinçipe e muy poderoso señor,
vuestros omilldes servidores, procuradores de las vuestras
çebdades e villas de los vuestros regnos, con muy humille e
devida reverençia besamos vuestras manos e nos
encomendamos a vuestra merçed, la qual, bien sabe como
sobre la suplicaçion por nos fecha a vuestra real majestad para
que non diese çebdades nin villas nin se diesen por los muy
esclareçidos señores reina e prinçipe, nin vuestra merçed en
ello consintiese, por vuestra señoría nos es mandado que
declaremos e pongamos en forma lo que suplicamos e pedimos.
Muy poderoso señor, vuestra alta señoría ve los trabajos e
161
petiçion e abido respecto e consideraçion a los muchos e
buenos e señalados seruicios que los dichos mis regnos me han
fecho e fazen de cada dia, espeçialmente en las nesçesidades
que han ocurrido e ocurren en mis regnos e a los pedidos e
monedas con que me han servido para conplir las dichas
nesçesidades e especialmente a este pedido e monedas que
agora me otorgan para las nesçesidades que al presente me
ocurren, es mi merçed de mandar e ordenar e mando e ordeno
por la presente, la qual quiero que aya fuerza e bigor de ley e
parçion e contracto firme e estable, fecho e firmado e unido
entre partes, que todas las çebdades, villas e logares nuestros
e sus fortalezas e villas e logares e aldeas e terminos e
jurediçiones e fortalezas dellas e de cada una dellas, ayan seido
e sean de su natura inalienables e inperescriptibles para
sienpre jamas e ayan quedado e queden sienpre en la corona
real de mis regnos e para ella e que yo nin mis subçesores nin
alguno dellos non las ayamos podido nin podamos enagenar
en todo nin en parte nin en cosa alguna dellas, porque si por
nescesidad, asi por razon de seruiçios señalados como en otra
qualquier manera yo, nesçesariamente deva e aya de fazer
merçed de vasallos, que esto non se pueda fazer por mi nin por
los reyes que en mi logar subçedieren en mis regnos, salvo
seyendo primeramente vista e conosçida la tal nesçesidad por
mi o por los reyes que despues de mi fueren como dicho es, con
consejo e de consejo e de acuerdo de los del mi Consejo que
a la sazon en mi corte estoviesen e de la mayor parte dellos en
numero de personas, e asi mesmo, con consejo e de consejo e
acuerdo de seis procuradores, de seis abades, quales yo nonbrase
aquende los puertos, si de alli se obiese de fazer la tal merced
de vasallos o de allende los puertos, si de alla se obiere de fazer
la tal merced, tanto que los dichos procuradores, asi los unos
como los otros, sean de las çebdades que estan agora aqui
presentes sus procuradores o de la mayor parte destos
procuradores en numero de personas, seyendo todos, seis,
llamados e presentes espeçialmente para esto, con juramento.
que asi los del consejo como los dichos procuradores, sobre
ello fagan en forma devida de derecho, de dar el dicho consejo.
bien e leal e verdaderamente, pospuesta toda afeçion e amor e
toda otra cosa que en contrario sea o ser pueda, e que si por otra
forma se diese o fiziese, que la donaçion o otra qualquier
alienaçion aya seido e sea ninguna e si contra el thenor e forma
de lo suso dicho fuere proçedido a qualquier alienaçion que
por el mesmo fecho e por ese mismo derecho, aquella aya
seido e sea ninguna e de ningund valore la non aya podido nin
pueda aber nin ganar aquel en quien fuere fecha nin sus
herederos nin subçesores nin aya podido nin pueda pasar nin
pase de la propiedad e señorio nin posesion nin detentaçion
dello nin cosa alguna dello, en aquel en quien fuese enagenada
nin en sus herederos e subçesores nin aya podido ni pueda
ganar nin prescrevir en ningund tienpo nin por alguna manera,
mas que sienpre aya quedado e quede en la corona real de mis
regnos e para ella e aquella se aya podido e pueda defender e
alçar en todo tienpo e se tornar para mi e para la corona real de
mis regnos e la yo pueda tomar e tome sin otro conosçimiento
de causa e que la tal çebdad o villa o logar o termino o castillo
o fortaleza que asi fuese enegenado contra el thenor e forma de
lo suso dicho, que pueda resistir e resista, sin caher en caso nin
pena alguna de fecho nin de derecho a la tal alienaçion, non
enbargante qualesquier cartas e mandamientos e previllegios
que yo aya dado e diere en contrario de lo suso dicho, con
algun acto dello. que por el mesmo fecho se constituya vuestra
merçed por non señor nin administrador de lo que asi se diere
o quisiere dar e que lo tal todavia quede inmediatamente para
la corona real de vuestros regnos e que lo non podades
enagenar en otros algunos parientes o estraños nin en prelados
nin en religiosos, por via de donaçion nin encomienda nin en
otra manera alguna e non podades dar el uso nin fruto dello,
aunque consientan las çebdades e villas e logares que asi
dieredes o los vezinos dellos. e quel tal consentimiento non de
dereeho alguno nin vala contra el thenor e forma desta dicha
ley e contrabto. Por lo que vuestra merçed ha dado a la señora
prinçesa para su mantenimiento en su vida, que aya logar por
ser cosa justa e razonable, pero que lo tal non lo pueda la dicha
prinçesa enagenar con vuestro consentimiento e actoridad nin
sin el; e que non podades revocar esta dicha ley en cortes nin
fuera de cortes, expresa nin calladamente, con causa nin sin
ella. E que desto faga vuestra alteza e la dicha señora reina e
el dicho señor principe, juramento solepne de lo asi tener e
guardar e conplir; e de vuestra señoría e dellos non pedir
dispensaçion nin relaxaçion nin absoluçion nin conmutaçion
del dicho juramento nin usar de cosa alguna dello, aunque sea
otorgado por el Santo Padre de su propio motu, e que vuestra
merçed otorgue lo suso dicho por merçed e ley e contracto e
parçion perpetua e non revocable, sin enbargo de qualquier
derecho general o espeçial que sea o ser pueda contra la dicha
ley o parçion o contracto e espeçialmente del derecho que dize
que cada uno sea libre o poderoso de dar o disponer de lo suyo
a su libre voluntad e del derecho que dize que parçion que se
faga para que el señor de sus bienes non los pueda enajenar que
non vala. E de los derechos que dizen que propio e libre es a
los reyes e prinçipes de dar e fazer merçed, que esto non
enbargante las leyes e las partidas e fueros e ordenamientos e
usos e costunbres e estilos de vuestros regnos e que lo suso
dicho aya logar, asi en lo que la vuestra merçed agora tiene e
posee de la corona real de vuestros regnos, como en las villas
e logares que de aqui adelante pertenesçieren a la dicha vuestra
corona real por virtud de la clausula del testamento del muy
virtuoso rey don Enrique, bisabuelo o por otra qualquier via o
titulo, para que se non pueda enajenar nin dar; e asi mesmo.
que los dichos señores reina e prinçipe otorguen e juren de non
dar nin donar nin enajenar cosa alguna de lo que de vuestra
merçed han habido o por vuestra señoría les es dado, aunque
aya fecho merçedes del tal del qual, non sea abida la posesion
actual o fizieren de aqui adelante, pero que por seruiçios
señalados fechos en la guerra de los moros o en otros regnos
en tienpo de guerra o con otro rey o regno, e non en otra
manera, vuestra merçed pueda fazer merçed o donaçion de
vasallos de villas e logares que non sean notables nin prinçipales
nin sean tierras e aldeas e terminos dellas a las personas que lo
obieren de aber, con consejo e consentimiento de todos los que
a la sazon estovieren en vuestro consejo, que non obieren
debdo de sangre con aquel o aquellos a quien obiere vuestra
señoría de fazer las tales merçedes o donaçiones e de la mayor
parte de numero de personas de los del dicho vuestro Consejo,
faziendo primeramente vuestra señoría juramento e los tales
del dicho vuestro Consejo, que las tales personas deven aber
las tales merçedes e que por vuestra señoría les deven ser
fechas. E yo veiendo que es conplidero a mi serviçio e a guarda
de la corona real de mis regnos e a pro e bien comun dellos, de
proveer e mandar proveer çerca de lo contenido en la dicha
162
cabsa nin cabsas algunas que sean o ser puedan. E en caso que
lo enajenen, que non vala la tal alienaçion e aya seido e sea
ninguna e de ningund valor por el mesmo fecho e aunque la yo
confirmare general o espeçialmente. Lo qual todo suso dicho
e cada cosa e parte dello, mando e ordeno e quiero e es mi
merçed que se faga e guarde asi, sin enbargo nin contrario
alguno e so las mesmas non obstançias e firmezas e
abrogaçiones e derogaçiones e segund e por la forma e manera
e con las mesmas calidades, prohibiçiones e non obstancias
que de suso, por mi esta ordenado en las otras donaçiones e
alienaçiones sobredichas. E desa mesma mi çierta çiençia e
propio motu e poderio real absoluto, non enbargantes
qualesquier cosas que en contrario sean, segund e por la forma
e manera que de suso por mi es ordenado. Pero por esta ley e
parçion, non es mi merçed e voluntad de derogar nin revocar
qualesquier previllegios e merçedes que las dichas mis çebdades
e villas e logares o alguna dellas tengan de mi o de los reyes
onde yo vengo, antes quiero que esten en su virtud e valor.
porque vos mando a todos e a cada uno de vos, los gardedes e
cunplades e fagades guardar e conplir en todo e por todo,
segund que en esta mi carta se contiene e que non vayades nin
pasades nin consintades ir nin pasar contra ello nin contra cosa
alguna nin parte dello, agora nin en algund tienpo nin alguna
manera. E los unos nin los otros non fagades ende al por alguna
manera, so la pena de la mi merced e de privaçion de los oficios
e de confiscaçion de los bienes de los que lo contrario fiziesedes,
para mi camara e de lo qual mande dar esta mi carta, firmada
de mi nonbre e sellada con mi sello. Dada en la villa de
Valladolid, çinco dias de mayo, año del nasçimiento de
nuestro señor Jhesu Christo de mill e quatroçientos e quarenta
e dos años. Yo el rey. Yo el doctor Fernando Diaz de Toledo,
oidor e refrendario del rey e su secretario, la fiz escrevir por su
mandado.
qualesquier casos e penas e abrogaçiones e derogaçiones e
otras firmezas, los quales es mi merçed que ayan seido e sean
ningunos e de ningund valor, aunque sean de primera e de
segunda jusion e dende en adelante con qualesquier penas e
clausulas derogatorias generales o espeçiales, ca mi merçed e
voluntad es que por las non conplir, non incurran en caso nin
penas algunas e que non enbarguen nin puedan enbargar a esta
mi carta nin esto suso dicho nin a cosa alguna o parte dello, las
leyes que dizen que las cartas dadas contra ley o fuero o
derecho deven ser obedeçidas e non conplidas, aunque
contengan qualesquier clausulas derogatorias e otras firmezas
e que las leyes e fueros e derechos valederos non puedan ser
derogados, salvo por cortes nin otras qualesquier leyes, fueros
e derechos e ordenamientos e cartas e previllegios, aunque
sean valados con juramento e pleito omenaje e voto e aunque
contengan qualesquier clausulas derogatorias generales o
espeçiales e leyes, fueros, derechos, ordenamientos e fazañas
e costunbres e otras qualesquier firmezas e abrogaçiones e
derogaçiones e aunque se digan proçeder e ser dados de mi
propio motu e çierta çiençia e poderío real absoluto e por
primera e segunda jusion e dende en adelante; nin enbargante
otras qualesquier cosas de qualquier natura, efecto, bigor,
realidad e misterio que en contrario sean o ser puedan, ca yo
de mi propio motu e çierta çiençia e poderío real absoluto, las
abrogo e derogo e caso e anulo en quanto son o podrian ser
contra esta mi ley o contra qualquier cosa o parte de lo en ella
contenido. E mando e ordeno que non valan nin ayan fuerça
alguna. E juro e prometo por mi fe real e al nonbre de Dios e
a esta señal de Cruz e a las palabras de los Santos Evangelios,
corporalmente tenidos con mis manos, presentes los
sobredichos e otros del mi Consejo e asi mesmo, los dichos
procuradores de las çebdades e villas de mis regnos que
conmigo estan, por ante el mi secretario yuso escripto, de lo asi
guardar e conplir realmente e con efecto e de non ir nin pasar
nin consentir nin permitir ir nin pasar contra ello nin contra
cosa alguna nin parte dello, en algund tienpo nin por alguna
menera, lo qual todo lo suso dicho e cada cosa e parte dello,
quiero e es mi merçed e voluntad que aya logar e se entienda,
salvo quanlo tañe a las mis villas de Jumilla e Utiel de las
quales e de cada una dellas yo pueda libremente disponer, non
enbargantc lo suso dicho. E otrosi, salvo en lo que yo he dado
o diere a la reina, mi cara e amada muger e al prinçipe don
Enrique mi muy caro e muy amado fijo primogenito heredero
e a la prinçesa, su mujer, mi muy cara e muy amada fija e a
qualquier e qualesquier dellos, los quales quiero e es mi
merçed que lo ayan e puedan aber para en todas sus vidas e
llevar e lleven las rentas e derechos ordinarios e penas e
caloñas pertenesçientes al señorío dello e non mas nin allende
e que non pueda pasar nin pase a otros algunos, mas que
despues dellos se torne e quede en la corona real de mis regnos
e para ella e aya seido inalienabile e inprescriptibile para
sienpre jamas, como suso dicho es, e se non pueda enagenar
nin prescrevir nin aya podido pasar nin pase la tenençia e
posesion, propiedad e señorío dello nin cosa alguna dello a
otra persona nin personas algunas de qualquier estado o
condiçion, preheminençia o dignidad que sean. E a un mayor
ahondamiento, que al tienpo que ge lo diere, ellos e cada vno
dellos, juren de lo asi guardar e tener e conplir e de lo nunca
enajenar en persona nin en personas algunas de qualquier
estado o condiçion, preheminençia o dignidad que sean nin por
La qual dicha mi carta e lo en ella contenido es mi merçed
de mandar guardar e que se guarde en todo e por todo, segund
que en ella se contiene e quanto a lo pasado, yo entiendo
mandar ver en ello e proveer por la menera que cunple a mi
servicio e a bien de los mis regnos, la qual dicha ley suso
encorporada, non inpide nin enbarga nin puede inpedir nin
enbargar la merced que yo fago al dicho don Johan Pacheco,
marques de Villena e lo contenido en esta mi carta nin cosa
alguna nin parte dello, por quanto asi en las merçedes fechas
por el dicho rey, mi señor e mi padre, como por mi al dicho
marques don Johan Pacheco e en esta dicha mi carta
intervinieron real e verdaderamente todas las causas
sustanciales e necesarias que para validaçion e firmeza de todo
ello e de cada cosa e parte dello se requiere, segund el thenor
e forma de la dicha ley. E a mayor ahondamiento, si necesario
e conplidero es por mayor firmeza e corroboraçion de lo
contenido en esta mi carta e de cada cosa e parte e articulo
dello, con la dicha ley suso encorporada e con todas las
clausulas e penas e abrogaciones e derogaciones e non
obstançias e con todas las otras cosas e cada una dellas en ella
contenidas, yo el dicho rey don Enrique, conformandome con
los dichos procuradores que esto me suplicaron e con su
acuerdo e consejo de la mayor parte en numero de personas de
los del mi Consejo, entendiendo ser asi conplidero a mi
serviçio e al bien publico de mis regnos e por justas e
razonables causas que a ello me mueven, yo del dicho mi
propio motu e çierta çiençia e poderío real absoluto de que
163
de Medina Sidonia, conde de Niebla, vasallo del rey, confirma.
Don Alfonso de Pimentel, conde de Benavente. vasallo del
rey, confirma. Don Yñigo Lopez de Mendoza, marques de
Santillana, conde del real de Manzanares e señor de las Casas
de Mendoza e de la Vega, confirma. El maestradgo de Santiago,
vaca. Don Pero Giron, maestre de la horden de cavalleria de
Calatrava, confirma. El maestradgo de Alcantara, vaca. Don
Luis de la Cerda, conde de Medinaçeli, vasallo del rey,
confirma. Don Fray Johan de Valençuela, prior de Sant Johan,
confirma. Diego Manrique, conde de Trebiño, confirma. Don
Pero Manuel, señor de Montealegrc, confirma. Don Rodrigo
de Lunas, arçobispo de Santiago, confirma. Don Johan, conde
de Armenaque e de Cangas e Tineo, vasallo del rey, confirma.
Don Johan Manrique, conde de Castañeda, chaçeller mayor
del rey, confirma. Don Johan Ponçe de Leon, conde de Arcos,
vasallo del rey, confirma. Don Fernando Alvarez de Toledo.
conde de Alva, vasallo del rey, confirma. Don Pedro Alvarez
Osorio, conde de Trastornara, señor de Villalobos, vasallo del
rey, confirma. Don Diego Sarmiento, conde de Santa Marta e
adelantado mayor de Gallizia, vasallo del rey, confirma. Don
Johan de Acuña, conde de Valencia, confirma. Don Grabiel
Manrique, conde de Osorno, confirma. Don Johan de Silua.
conde de Çifuentes, confirma. Don Pedro de Villandrado,
conde de Ribadeo, confirma. El conde don Gonzalo de Guzman,
vasallo del rey, confirma. Don Diego Fernandez de Baena,
conde de Cabra, confirma. Don Pedro Alvarez Osorio, conde
de Lemos, señor de las tierras de Ribera e Cabrera, vasallo del
rey, confirma. Don Alfonso Carrillo, arçobispo de Toledo,
primado de las Españas, chançeller mayor de Castilla, confirma.
Don Alfonso de Fonseca, arçobispo de Sevilla, confirma. La
iglesia de Burgos, vaca. Don Pedro, obispo de Palençia,
confirma. Don Luis de Acuña, obispo de Segovia, confirma.
Don Fray Lopez de Barrientes, obispo de Cuenca, confirma.
Don Fernando de Lujan, obispo de Sigüenza, confirma. Don
Martin Fernandez de Vilches, obispo de Avila, confirma. Don
Diego, obispo de Cartajena, confirma. Don Fray Gonzalo,
obispo de Cordova, confirma. Don Gonzalo, obispo de Jaen,
confirma. Don Johan de Carbajal, cardenal de Sant Angelo,
administrador perpetuo de la iglesia de Plasençia, confirma.
Don Pedro Vaca, obispo de Leon, confirma. Don Yñigo
Manrique, obispo de Oviedo, confirma. Don Pedro, obispo de
Osma, confirma. Don Johan de Mella, obispo de Çamora,
confirma. Don Gonzalo, obispo de Salamanca, confirma. Don
Fernando, obispo de Coria, confirma. Don Lorenço Suarez de
Figueroa, obispo de Badajoz, confirma. Don Fray Pedro de
Silva, obispo de Orense, confirma. Don Alvaro Osorio, obispo
de Astorga, confirma. Don Alfonso, obispo de Çibdad Rodrigo,
confirma. Don García, obispo de Lugo, confirma. Don Alfonso.
obispo de Mondoñedo, confirma. Don Luis Pimentel, obispo
de Tuy, confirma. Pero Afan de Rivera, adelantado e notario
de Andalucía, confirma. Pero Faxardo, adelantado mayor del
reino de Murcia, confirma. Don Rodrigo Puerto Carrero,
conde de Medellin, repostero mayor del rey, confirma. Johan
Ramírez de Arellano, señor de los Cameros, vasallo del rey,
confirma. Don Yñigo de Guevara, señor de Oñate. vasallo del
rey, confirma. Pedro de Ayala, merino mayor de Guipozcoa,
confirma. Pedro Lopez de Ayala, aposentador mayor del rey
e su alcalde mayor de Toledo, confirma. Diego Arias de Avila.
contador mayor del rey e su secretario, confirma. Don Aluaro
quiero usar e uso en esta parte, dispenso e indugo contra ello
e contra cada cosa e parte dello mi plenaria e perfecta
dispensaçion e lo abrogo e derogo e revoco e caso e anulo en
quanto a esto atañe o atañer puede. E otrosí, non enbargante
otras qualesquier leyes, fueros, derechos, ordenamientos e
prematicas, sançiones e cartas e rescriptos e escriptos e
costunbres e fazañas e otras qualesquier cosas que en contrario
sean o ser puedan ni otrosi enbargante la ley que dize que las
cartas dadas contra ley o fuero o derecho deven ser obedeçidas
e non conplidas, aunque contengan qualesquier clausulas
derogatorias e abrogarorias e otras firmezas e que las leyes e
fueros e derechos balederos non puedan ser revocados solvo
por cortes, lo qual todo e cada cosa e parte dello, non enbargante,
quiero e mando e es mi merçed e voluntad que se faga, guarde
e cunpla, todo lo que yo mando por esta mi carta, la qual quiero
que aya fuerza de ley e sea guardada e observada como ley
fecha e estableçida e promulgada en cortes e alço e quilo toda
objecçion e subrecçion e todo otro obstaculo e inpedimento,
asi de fecho como de derecho que vos pudiese o pueda
enbargar o perjudicar en qualquier manera. E suplo qualesquier
defectos e obmisiones e otras qualesquier cosas, asi de esençia
e de sustançia como de solepnidad e en otra qualquier manera
nesçesarias e conplideras de se suplir para perpetua validaçion
e corroboraçion de las dichas graçias e merçedes e donaçiones
e remuneraciones, e desta mi carta de confirmaçion e nueva
graçia e merçed e remuneraçion e donaçion e de todo lo en ella
contenido e de cada cosa e parte dello, abiendo aqui por
espresadas e declaradas. E quiero e mando e me plaze e es mi
merced e voluntad que todo ello sea abido, asi como si del
comienço aqui fuera puesto e en ello e en cada cosa e parte
dello obiera intervenido; e los unos nin los otros non fagan
ende al por alguna manera, so pena de la mi merçed e de
privaçion de los ofiçios e de confiscaçion de los bienes de los
que lo contrario fizieren para la mi camara. E sobre esto,
mando al mi chançeller e notarios e a los otros mis ofiçiales
que estan a la tabla de los mis sellos que vos den e libren e pasen
e sellen mi carta e previllegio en la dicha razon, la mas firme
e bastante que conplidero e nesçesario fuere, con qualesquier
clausulas derogatorias c abrogaçiones e derogaçiones. E los
unos nin los otros non fagan ende al, so las dichas penas, de lo
qual mende dar la presente, firmada de mi nonbre e sellada con
mi sello. Dada en la muy noble çebdad de Cordova a seis dias
de junio, año del nasçimiento de nuestro señor Jhesu Christo,
de mill e quatroçientos e çinquenta e cinco años. Yo el rey. Yo
el doctor Fernando Diaz de Toledo, oidor e refrendario del rey
e de su Consejo e su secretario e notario mayor de los
previllegios rodados, la fize escrevir por su mandado. Yo
Diego Arias de Avila, contador mayor de nuestro señor el rey
e su secretario e escrivano mayor de los sus previlegios e
confirmaciones, la fize escreuir por su mandado. Registrada.
Diego Arias. Alfonsus, liçençiatus.
Yo, el sobredicho rey don Enrique, en uno con la reina doña
Juana, mi muy cara e amada muger e con los infantes don
Alfonso e doña Ysabel, mis muy caros e muy amados hermanos,
en Castilla, en Leon, en Toledo, en Gallizia, en Sevilla, en
Cordova, en Murçia, en Jahen. en Badajoz, en el Algarves, en
Algezira, en Vizcaya, en Molina, otorgo este previllegio e
confirmolo. Don Caide, rey de Granada, vasallo del rey,
confirma. Don Fadrique. primo del rey, almirante mayor de la
mar, confirma. Don Johan de Guzman, primo del rey. duque
164
contenidas en la dicha petiçion e suplicaçion suso encorporada
e por otras nesçesarias c justas e muy conplideras a serviçio de
Dios e al bien de la cosa publica e, asi mesmo. a bien de todas
las partes e por evitaçion e çesaçion e fin e acabamiento de los
debates e pleitos e quistiones e contiendas e disensiones e
diferençias que eran e esperavan ser, por las razones e causas
de que se façe mençion en la dicha petiçion e suplicaçion suso
encorporada e por otras legitimas e suficientes cabsas que a
ello nos mueven, conçernientes al serviçio de Dios e queriendo
inponer e inponiendo fin nesçesario e convenible e oportuno
a todo ello e por bien publico e paçifico estado e tranquilidat
e sosiego de todas las partes e de todos los otros a quien tañe
o atañer puede e de la los reinos e tierras e señorios e vasallos
e subditos e naturales nuestros e asi mesmo, de los sobredichos
muy illustres reyes, nuestros muy caros e muy amados tios e
de sus regnos e tierras e señoríos e vasallos e subditos e
naturales de cada uno dellos e porque el actor e fazedor de la
paz non puede ser bien servido de sus fieles, salvo en tienpo de
paz e de concordia, çesantes las discordias e debates e pleitos
e contiedas e obstaculos e inpedimentos que les enbargar o
contrariar pudiesen, pero todavia con entençion de non
perjudicar nin perjudicando en cosa alguna a nuestro derecho
nin de los dichos marques don Juan Pacheco e maestre don
Pedro Giron, nin de alguno dellos nin a nuestros herederos e
subçesores e de los sobredichos e de cada uno dellos, asi en la
posesion como en la propiedad e señorio o casi posesion e
detentaçion nin en otra cosa alguna que sea o ser pueda, mas
que todo aquello aya quedado e quede perpetuamente e
inviolablemente por sienpre jamas intacto e en su fuerça e
vigor e firmeza, sin alguna lesion, perjuizio nin contradiçion
alguna que sea o ser pueda, por la presente declaramos, de
nuestra çierta çiençia e propio motu e plenario poderio real
absoluto de que queremos usar e vsamos, en esta parte, aver
seido e ser alienables e se aver podido e poder enajenar, sin
enbargo nin contrario nin obstaculo alguno que sea o ser pueda
e aber podido pasar libremente, sin carga nin anbargo nin
inpedimiento alguno que sea o ser pueda, a nos e a nuestros
herederos e subçesores todas las dichas çibdad e villas e
lugares e castillos e fortalezass e tierras e jurediçiones e
señoríos e rentas e pechos e derechos e todas las otras cosas e
cada una dellas de que se façe minçion en la dicha petiçion
suso encorporada e segund e por forma suso encorporada e
segond e por la forma e manera que en ella se contiene e por
el dicho rey de Navarra, nuestro muy caro e muy amado tio,
por ella nos es pedido e demandado, e asi mesmo, a los dichos
marques don Johan Pacheco e maestre don Pedro Giron e a
cada uno dellos e a sus herederos e subçesores, las dichas
çibdad e villas e lugares e castillos e fortalezas c tierras e
juridiçiones e señoríos e todas las otras cosas e cada una dellas
a ello anexas e pertenesçientes; es a saber: en cada uno dellos,
como e de lo que suso es dicho e declarado, que ha e tiene e
posee e le pertenesçe como suso dicho es, lo qual todo
susodicho e cada cosa e parte dello estableçemos e ordenamos
e mandamos e queremos e nos plaze e es nuestra merçed final
e deliberada que se faga e cunpla e guarde e observe asi, e aya
e consiga plenario efecto e cunplida execuçion, non enbargante
qualquier mayoradgo o mayoradgos, testamento o testamentos,
instituçion o instituçiones, codeçillo o codeçillos, legato o
legatos, prelegato o prelegatos, manda o mandas o otro qualquier
contracto e contractos, asi por causa de muerte como entre
Perez de Guzman, alguazil mayor de Sevilla, confirma. Don
Alfonso, señor de Aguilar, confirma. Diego Fernandez de
Buena, mariscal de Castilla, confirma. Don Pedro de Ayala,
mariscal de Castilla, confirma. Don Pedro de Mendoza, señor
de Almazan e guarda mayor del rey, confirma. Johan de Tovar,
vasallo del rey, confirma. El doctor Fernando Diaz de Toledo.
relator del rey e su notario mayor de los previllegios rodados,
confirma. Don Alvaro de Estuñiga, conde de Plasençia justiçia
mayor de la casa del rey, confirma. Don Pero Fernandez de
Velasco, conde de Aro, señor de la Casa de Salas, camarero
mayor del rey, confirma. Pedro de Acuña, señor de Dueñas,
guarda mayor del rey, confirma. Juan de Tovar, guarda mayor
del rey e señor de Çerrico, confirma.
VIII
1455-VIII-9. Sevilla. Enrique IV acepta la propuesta de su
tío el rey de Navarra por la que éste le cede todos los derechos
que pudieran corresponderle sobre sus posesiones en el reino
de Castilla a cambio de tres cuentos y medio de maravedí,
considerando enajenables todas las villas que el monarca
navarro había tenido en Castilla. Chinchilla, Alarcón, Yecla
y otras villas permanecerían en poder de don Juan Pacheco,
marqués de Villena. A.H.N. Sección Nobleza. Duques de
Frías. 118/7.
Este documento forma parte del contencioso mantenido
entre el infante don Juan de Aragón y Enrique ¡V por sus
posesiones en el reino de Castilla. En el mismo, Enrique IV,
una vez resuelto en las Cortes de Córdoba de este mismo año
el problema legal que existía en la donación realizada a don
Juan Pacheco por Juan 11 de Castilla y don Enrique, cuando
todavía era príncipe, contestó afirmativamente a la propuesta
del rey de Navarra para resolver el contencioso. Este
renunciaba a todos sus derechos sobre las diversas localidades
que había poseído en Castilla a cambio de 3.500.000
maravedís, comprometiéndose a respetar la propiedad de las
mismas a sus actuales poseedores, Juan Pacheco y su hermano
Pedro Girón.
Don Enrique por la graçia de Dios rey de Castilla, de Leon,
de Toledo, de Gallizia, de Sevilla, de Cordova, de Murçia, de
Jahen, del Algarbe, de Algezira e señor de Vizcaya e de
Molina. Vimos una petición a nos enbiada por el muy illustre
rey don Johan de Nauarra, nuestro muy caro e muy amado tio,
la qual nos fue presentada por el liçiençiado Ruy Garçia de
Villalpando, nuestro oidor e del nuestro Consejo, su procurador,
firmada de su nonbre e sellada con su sello e signada de
escrivanos e notarios publicos, su thenor de la qual es este que
se sigue:
Sigue el contenido de la petición del rey de Navarra
contenida en el Documento V, variando únicamente el lugar,
la fecha y los testigos de la misma. En el presente documento
figura Barcelona y fecha de 30 de junio de 1455, signada pollos escribanos Antón Nogueras y Juan Díaz, de Toledo, pero
el contenido es exactamente el mismo.
Por ende, nos el sobredicho rey don Enrique, avida sobre
todo lo susodicho nuestra legitima e sufiçiente e perfecta e
solepne informaçion e diligente exanimaçion por las cabsas
165
parte dello al dicho rey de Navarra, nuestro muy caro e muy
amado tio e a sus herederos e subçesores e descendientes del.
para que lo non puedan demandar nin ir nin venir nin pasar
contra ello nin contra cosa alguna nin parte dello, en juiçio nin
fuera de juizio, agora nin en algunt tienpo nin ellos nin alguno
dellos ayan nin puedan pedir nin demandar nin ayan nin
puedan aber demanda nin derecho nin açion nin petiçion nin
otro qualquier recurso por via ordinaria nin exordinaria nin por
oficio de juez nin en otra qualquier manera a lo suso dicho nin
acosa alguna nin parte dello, por razon de los dichos mayorazgos
e vinculos nin por cosa alguna de lo susodicho nin en otra
qualquier manera, lo qual todo e cada cosa e parte dello nos,
por la presente, lo quitamos e amovemos del dicho nuestro
propio motu e plenario poderio real absuluto e de nuestra çierta
çiençia, alzando e alçamos e quitamos, por la presente, toda
obreçion e subreçion e todo otro obstaculo e inpedimiento, asi
de fecho como de derecho, de qualquier natura, bigor, efecto,
calidad o misterio que enbargar o perjudicar pudiese a todo lo
susodicho e a qualquier cosa o parte dello, en esta nuestra carta
contenido, aunque sea tal e de tal natura e bigor e efecto e
calidad e misterio de lo qual aqui deviese ser fecha espresa e
espeçial mençion, ca nos lo avenios aqui por espresado e
espeçificado e lo abrogamos e derogamos como susodicho es;
e por la presente damos e otorgamos licencia e abtoridad e
plena e libre facultad a vos el dicho rey de Navarra, nuestro
muy caro e muy amado tio. para que por causa e razon de la
dicha transaçion e abenençia e conbenençia e conposiçion e
promision e pacto e contracto o en otra qualquier manera e por
qualquier via e forma que para valer e ser firme se requiere,
podades renunciar, çeder e dexar e transpasar en nos e en
nuestros herederos e subçesores e ansi mesmo en los dichos
marques, don Johan Pacheco e maestre, don Pedro Giron e en
sus herederos e subçesores e en cada uno dellos lo que a el tañe
e pertenesçe, como susodicho es, las sobredichas çibdad e
villas e lugares e heredamientos e tierras e castillos e fortalezas
e señorios, jurediçiones e rentas e pechos e derechos e todas las
otras cosas susodichas e cada una dellas e la tenençia e
posesion e propiedad e señorío e la casi posesion e propiedad
e juro e uso de todo ello e de cada cosa e parte dello e todos e
qualesquier derechos e titulos e demandas e acciones e
peticiones e recursos, asi reales como personales e en otra
qualquier menera que a vos, el dicho rey de Navarra, nuestro
muy caro e muy amado tio e a vuestros herederos e subçesores
e desçendientes de vos, pertenesçian o pertenesçer podian, en
todo ello e en cada cosa e parte dello e por causa e razon dello,
en caso que alguno vos pertenesçiese o pertenesçer pudiese e
nos podades fazer e otorgar e fagades c otorguedes, por las
razones e cabsas e preçio que de suso es dicho, todas e
qualesquier çesion o çesiones, renunçiaçion e renunçiaçiones,
remision e remisiones, dexamiento o dexamientos,
traspasamiento o traspasamientos e transaçion c transaçiones,
liberaçion e liberaçiones, quitamiento o quitamientos e todo
otro qualquier pacto e contracto e obligaçion de qualquier
natura, especie e bigor e fuerça e calidad e misterio e efecto que
sea o ser pueda con qualesquier renunçiaciones e penas e
obligaçiones e firmezas e a todo ello e a cada cosa e parte dello,
de nuestro propio motu e çierta çiencia e plenario poderio real
absoluto de que queremos usar e usamos, en esta parte, como
rey e soberano señor de nuestros regnos, non reconosçiente
superior en lo tenporal drllos, salvo a solo Dios por el qual los
bivos, e subgesion o subçesiones, suyeçion o subyeçiones,
arrestituçion e obligaçion e obligaçiones, subrogaçion o
subrogaçiones, submision o submisiones, transmision o
transmisiones e vinculos e prohibiçion o prohibiçiones,
substituçion e substituçiones e modos e condiçiones e
disposiçiones e ordenanzas e estableçimientos con qualesquier
penas e prohibiçiones e vedamientos e en otra qualquier
manera e otras qualesquier cosas de qualquier natura, bigor,
efecto, calidad e misterio que sea o ser pueda que de las dichas
çibdat e villas e lugares e tierras e señorios e jurediçiones o de
qualquier cosa o parte dello ayan seido o fuesen fechas e
otorgadas e establecidas e ordenadas e dipuestas asi, por el
illustre infante e conde don Sancho nuestro bisabuelo, como
por los muy illustre don Fernando rey de Aragon e de Seçilia
e la reina doña Leonor, su legitima mujer, nuestros abuelos de
gloriosa memoria, cuyas animas Dios aya e por cada uno
dellos e por los otros reyes, nuestros progenitores e por cada
uno dellos o por otros qualesquier, asi infantes e duques como
condes e ricos omes e varones e otras qualesquier personas de
qualquier estado o condiçion o dignidad o preheminençia que
sean o ser puedan en qualquier menera e por qualesquier
titulos e cosas, aunque sean urgentes e nesçesarias e oportunas
e otras qualesquier o sinplemente e sin ellas, nin enbargantes
qualesquier previllejos e rescriptos e cartas e sobrecartas e
alvalaes e otras quelesquier escripturas e todas e qualesquier
conçesiones e confirmaçiones e aprovaçiones de qualquier
natura e fuerça e bigor e thenor e calidad e efecto que sean o
ser puedan, aunque sean de segunda yusion e, dende en
adelante, e contengan qualesquier clausulas de qualquier
inportançia e firmeza que sea o ser pueda, lo qual todo e cada
cosa e parte dello aviendolo como lo avenios aqui por expresado
e declarado, bien asi e tan conplidamente como si de palabra
a palabra aqui fuese especificado e dello de todo su thenor e
forma e fecha espresa e espeçial mençion, lo desatamos e
disolvemos, revocamos, casamos e anulamos e lo avemos por
ninguno e de ningunt balor e aun por non fecho nin pasado nin
otorgado, bien asi como si nunca oviese seido fecho nin
çelebrado nin establecido nin dispuesto, aunque contengan
qualesquier abrogaçiones e derogaçiones, renunçiaçiones e
dispensaçiones e otras firmezas e non obstançias qualesquier
e aunque se digan o muestren ser fechas de propio motu e çierta
çiençia e poderío real absoluto de los dichos reyes e reinas o
por otras qualesquier personas de qualesquier estado o
condiçion, preminencia o dignidad que sean o ser puedan,
como suso dicho es e damos por ninguno e de ningunt valor e
rotos e casos e conçelados e queremos e mandamos e
establecemos que non valan nin fagan fee en juizio nin fuera
de juizio, los tales mayorazgos e testamentos e codeçillos e
previllejos e cartas e sobrecartas e alvalaes e dispensaçiones e
contractos e qualesquier confirmaçiones e aprovaçiones e
otras qualesquier escripturas e sentençias e rescriptos sobre
ello e sobre cada cosa o parte dello e para firmeza e balidaçion
dello, fechas e dadas e otorgadas e pasadas en qualquier
manera, las quales e cada una dellas, con todas sus clausulas
e firmezas e vinculos e con otras qualesquier cosas de qualquier
inportançia e efecto e de qualquier natura e misterio e bigor e
calidad que sean o ser puedan, avemos aqui por espresadas e
declaradas, asi como si de palabra a palabra aqui fuesen
puestas, inxertas e encorporadas e las abrogamos e derogamos
e inponemos perpetuo silençio sobre ello e sobre cada cosa e
166
notarios e alcaldes e alguaziles e otras justiçias de la nuestra
casa e corte e chançilleria e a nuestros adelantados e merinos
e a los comendadores e subcomendadores, alcaides de los
castillos e casas fuertes e llanas e a los concejos, alcaldes,
alguaziles, regidores, cavalleros, escuderos e omes buenos de
todas las çibdades e villas e lugares de los nuestros regnos e
señorios e a otros qualesquier nuestros vasallos e subditos e
naturales de qualquier estado o condiçion, preheminençia o
dignidad que sean e a qualquier o qualesquier dellos, que lo
guarden e cunplan e observen e fagan guardar e conplir,
realmente e con efecto, en todo e por todo, segunt que en esta
nuestra carta se contiene e que non hayan nin pasen nin
consientan ir nin pasar contra ello nin contra alguna cosa nin
parte dello en algunt tienpo, por alguna manera nin cabsa nin
razon nin color que sea o ser pueda, mas que por sus personas
e con sus gentes e armas den e fagan dar todo el favor e ayuda
que les fuere pedido para que se faga e cunpla e guarde e
execute todo lo susodicho e cada cosa e parte dello, que non
pongan nin consientan poner en ello nin en cosa alguna nin
parte dello enbargo nin contrario alguno por cabsa alguna nin
razon nin color que sea o ser pueda e los unos nin los otros non
fagades nin fagan, ende al, por alguna manera, so pena de la
nuestra merçed e de privaçion de los ofiçios e de confiscaçion
de los bienes de los que lo contrario fiçieren para la nuestra
camara; e sobresto mandamos al nuestro chaçeller c notarios
que estan a la tabla de los nuestros sellos que den e fagan dar
e libren e pasen e sellen a los dichos marques don Johan
Pacheco e maestre don Pedro Giron e a cada uno dellos e de sus
herederos e subçesores dellos e de cada uno dellos, cada e
quando les fuere pedido, todas e qualesquier nuestras cartas e
sobrecartas e previllejos, las mas firmes e bastantes que ser
puedan, para balidaçion e corroboraçion e confirmaçion e
aprovaçion e conplida e perfecta execuçion de todo lo susodicho
e de cada cosa e parte dello, con qualesquier clausulas
derogatorias e abrogatorias e otras firmezas e non obstançias,
de lo qual mandamos la presente dar firmada de nuestro
nonbre e sellada con nuestro sello. Dada en la muy noble e muy
leal çibdad de Sevilla a nueve dias de agosto año del nasçimiento
del nuestro señor Jhesu Christo de mill e quatroçientos e
Cinquenta e cinco años. Yo el rey. Yo el doctor Fernando Diaz
de Toledo oidor e refrendario del rey e del su Consejo e su
secretario e notario mayor de los previlejos rodados, la fize
escrevir por su mandado. Registrada. Alfonsus liçençiatus.
reyes regnan. Nos por la presente interponemos e damos e
otorgamos nuestro espreso consentimiento e liçençia e
abtoridad e real e libre e perfecta facultad e solepne e perpetuo
e firme decreto para que vala e sea firme, estable e valedero
para sienpre jamas, non enbargantes otras qualesquier leyes e
fueros c derechos e ordenamientos e cartas e rescriptos e
previllejos nin qualesquier protestaçiones e reclamaçiones e
otros qualesquier actos nin otra qualquier cosa nin qualesquier
obstaculos e inpedimientos de qualquier natura, bigor, efecto
e calidad e misterio que en contrario sea o ser pueda, de todas
las cosas sobredichas e de cada una dellas, suso en esta nuestra
carta contenidas, asi en lo que tañe a la derogaçion e disoluçion
e desatamiento e desfaçimiento de los tales mayoradgos e
binculos e obligaçiones e prohibiçiones, en caso que algunos
oviese, e a la declaraçion que por esta nuestra carta façemos,
aber seido e ser alienables las sobredichas çibdad e villas e
lugares e tierras e castillos e fortalezas e todo lo otro susodicho
e cada cosa e parte dello e a todo lo otro que a esto tañe o atañer
puede en qualquier manera, como en lo que tañe a esta dicha
liçençia e actoridad e decreto e a todo lo otro que susodicho es,
lo qual todo e cada cosa e parte dello, de la dicha nuestra çierta
çiençia e propio motu e plenario poderio real absoluto, nos, por
la presente, abrogamos c derogamos, alzamos e quitamos e
amovemos en quanto es o ser pudiese contra lo en esta carta
nuestra contenido e contra qualquier cosa o parte dello. E ansi
mesmo, las leyes e derechos que dicen que las cartas dadas
contra ley o fuero o derecho e ordenamiento deven ser
obedesçidas e non conplidas, aunque contengan qualesquier
firmezas e renunçiaçiones e abrogaçiones e derogaçiones e
clausulas e non obstançias e que las leyes e fueros e derechos
valederos non pueden ser derogados salvo por otros, fechos en
cortes, ca sin enbargo, de todo lo suso dicho e de cada cosa
dello e de qualquier obreçion c subreçion e de otra qualquier
cosa de qualquier inportançia e efecto e bigor e calidad e
misterio que lo enbargar o perjudicar pudiese, queremos e
mandamos e nos plaçe que vala e sea firme e estable e sea
guardado perpetuamente para sienpre jamas, todo lo susodicho
e cada cosa dello e todos e qualesquier contractos que sobre
ello fueren tenidos, celebrados, fechos e otorgados e qualesquier
juramentos e pleitos e omenajes que sobre ello se fiziesen,
conformes a lo susodicho e por la presente suplimos de nuestro
plenario real, absoluto poderío e propio motu e çierta çiençia,
todos e qualesquier defectos de qualquier natura que sea, en
caso que aya intervenido e intervengan e todas las cosas, suso
en esta nuestra carta contenidas e en cada una dellas e en los
contractos que por vos, el dicho rey de Navarra, nuestro muy
caro e muy amado tio, sobre ello fueren fechos e otorgados, el
thenor e forma de los quales con todas sus fuerzas e calidades,
de qualquier natura, bigor. efecto que sean o ser puedan, nos
los avernos aqui por enxertos e encorporados, bien asi como si
de palabra a palabra aqui fuesen puestos e los aprovamos e
confirmamos, letificamos c corroboramos en todo e por todo,
segunt que en ellos fuere contenido e asi mesmo, todas otras
qualesquier cosas, ansi de substancia como de solepnidad,
como en otra qualquier manera que para validaçion e
corroboraçion perpetua de todo ello e de cada cosa e parte dello
se requiere; e por la presente o por su traslado signado de
escrivano publico, mandamos a los infantes, duques, condes,
marqueses, ricos omes, maestres de las ordenes, priores e a los
del nuestro Consejo e oidores de la nuestra Abdiençia e
IX
1456-VII-12. Córdoba. Enrique IV confirma los acuerdos
entre él y el rey don Juan de Navarra, por los que éste le cede
todas las fortalezas y villas que tenía en Castilla a cambio de
un juro de tres cuentos y medio de maravedí, excepto
Chinchilla, Albacete, Yecla, Sa.x y otras villas y lugares que
pertenecían a don Juan Pacheco y Peñafiel a don Pedro Giron,
a los que les fueron confirmadas. A.H.N. Sección Nobleza.
Osuna. Leg. 96, fol 6. Copia de 1837.
El presente documento pertenece a la casa de Osuna,
herederos de Pedro Girón, hermano de Juan Pacheco y está
igualmente relacionado con el contencioso entre el infante
don Juan de Aragón y la corona de Castilla, estando por medio
ambos nobles a quienes los reyes castellanos les habían
concedido ciertas localidades que habían pertenecido al rey
167
incorporados, sobre la qual dicha renunciacion e trasacion e
paccion e remision e quitamiento e cesion e dejamiento e
traspasamiento e avenencia e promision, el dicho rey de
Navarra, mi tio, fizo e otorgo ciertos instrumentos publicos
de uno e ese mesmo tenor, que son firmados de su nombre e
sellados con su sello e signados de notario publico que dicen
en esta guisa: In nomine Dei, amen: sepan quantos este publico
instrumento o su traslado signado de escriuano publico vieren,
como nos, don Juan, por la graçia de Dios, rey de Navarra,
infante gobernador general de Aragon e de Seçilia, duque de
Nemos e de Momblanq, conde de Ribagorza e señor de la
çibdad de Balaguer, por razon que entre nos e vos e el muy
alto e muy ilustre don Enrique, rey de Castilla e de Leon,
nuestro muy caro e muy amado sobrino e nos, mediante la
muy ilustre doña Maria, reina de Aragon e de Secilia, nuestra
muy cara e muy amada hermana, fueron concordados,
concluidos e fechos, ciertos capítulos entre los qual es se
contienen ciertos capíiulos, el thenor de los quales es este que
se sigue: primeramente, que el señor rey de Navarra por si e
por sus herederos e subçesores e desçendientes e por cada
uno dellos, renuncie e traspase en el dicho señor rey de Castilla
e en sus herederos e subcesores o en quien el quisiere, por via
de transaccion e avenençia e igualanza e conpusiçoon e pacto
e promision o por otro qualquier contracto que para ello cunpla.
por razon de los tres quentos e medio de maravedis de juro de
heredad que el dicho señor rey de Castilla da e asigna al dicho
señor rey de Navarra, las villas de Medina del Campo e
Olmedo e Cuellar e Roa e Aranda e Briones e todas las otras
villas e logares e castillos e fortalezas e tierras e señoríos e
jurediciones e heredamientos con todas sus rentas e pechos e
derechos e tercias e justicias e juredicion cevil e criminal alta
e baja e títulos e todas las otras cosas e cada una dellas de
qualquier natura que sean, que el tiene e avia e tenia e le
pertenescen e pertenescer podian en qualquier manera e por
qualesquier derechos e títulos en los regnos e señoríos del
dicho señor rey de Castilla e de Leon e toda e qualquier
restitucion, asi por espoliacion como por otro qualquier
interdicto e causa e razon e derecho e accion e por qualquier
previllegio que a todo lo susodicho o a qualquier cosa o parte
dello les compete o competer puede por qualquier via e auxilio
e recurso e beneficio e fasta este presente dia de la firma destos
capitulos en los sobredichos reinos e tierras e señorios del
dicho señor rey de Castilla e la tenencia e posesion e casi
posesion e detentacion e propiedad e señorio de todo ello e de
cada cosa e parte dello e todas e qualesquier demandas e
acciones e derechos e peticiones reales e personales, ordinarias
e extraordinarias, útiles e directas e varias e mistas e otras
qualesquier del rey de Navarra e sus herederos e desçendientes
e a cada uno dellos como quier e en qualquier menera le
competen e pertenescen e compete e pertenescer pueden, en
qualesquier cibdades e villas e logares e tierras e jurediciones
en los dichos regnos e señoríos del dicho señor rey de Castilla
e por causa e razon dellas e contra qualquier o qualesquier
personas singulares e concejos c universidades e otros
qualesquier en qualquicr manera e por quier causa e razon
quier sea o ser pueda, todo esto e cada cosa dello fasta este
presente dia de la firma destos capítulos e esto afuera de la
cibdad de Chinchilla c de las villas c logares e tierras c otras
cosas yuso mencionadas que tienen e poseen, don Juan
Pacheco marques de Villena e don Pedro Giron maestre de
de Navarra. Contiene la confirmación de los acuerdos
llevados a cabo por ambos monarcas y por ellos se
garantizaba la posesión de las poblaciones objeto de la
controversia a sus actuales poseedores, Juan Pacheco y Pedro
Girón. Aunque como ya hemos dicho antes la renuncia del
rey de Navarra no era gratuita. Este largo contencioso no
terminaría aquí, antes bien se prolongaría durante varios años
más y no se resolvería definitivamente hasta la entronización
de don Juan como rey de Aragón, con el nombre de Juan II.
Don Enrique por la gracia de Dios rey de Castilla, de Leon,
de Toledo, de Galicia, de Sevilla, de Cordova, de Murcia, de
Jaen, del Algarbe, de Algecira e señor de Vizcaya e de Molina.
por razon que el muy ilustre rey don Juan de Navarra, mi tio,
con cierta licencia e autoridad por mi a el dada e otorgada e
por razon de tres cuentos de maravedís de juro de heredad
para siempre jamas que le yo mande situar de su voluntad e
otorgamiento e consentimiento en ciertas rentas de mis reinos,
e por otras causas e razones fizo remision e quitamiento e
cesion e dejamiento e traspasamiento e promision e avenencia
e trasaccion e paccion e renunciación en mi de todo e qualquier
derecho que en qualquier menera pertenecia o pertenecer
podia, en las villas de Medina del Campo e Olmedo e Cuellar
e Roa e Aranda e Briones e en todas otras qualesquier villas e
logares e tierras e castillos e fortalezas e señorios e jurediciones
e otras qualesquier cosas de qualquier natura que sean o ser
puedan quel havia e tenia e poseía en mis regnos e pertenescian
e pertenescer podian a el o a sus herederos e subcesores e
descencientes por qualquier derecho o titulo o accion o
obligacion o peticion para que lo yo hoviese e haya para mi e
para mis herederos e subcesores e pueda facer e faga dello
como de cosa mia propia libre e quitamente, todo esto, exepta
la villa de Atienza e su tierra e castillo e fortaleza con todas
sus pertenencias, por quanto el dicho rey de Navarra, mi tio,
havia de vender para pagar la dote e arras de la reina doña
Juana, su muger. E otrosí, excepta la cibdad de Chinchilla e
las villas de Alarcon c Albacete e Hellin e Tovarra e Yecla e
Sax el Castillo de Garci Muñoz e Sant Clemente e el Villarejo
de Fuentes, con sus tierras e fortalezas e con todas las otras
sus pertenencias que, asi mesmo, renuncio e traspaso en don
Juan Pacheco marques de Villena, mi mayordomo mayor e
del mi Consejo e excepta la villa de Peñafiel con su titulo e
tierra c castillo c fortaleza e con todas las otras sus pertenencias
que, asi mesmo, renuncio e traspaso en don Pedro Giron
maestre de Calatrava, mi camarero mayor e del mi Consejo,
el qual dicho marques don Juan Pacheco, havia e tenia e poseia
e ha e tiene c posee justa e Iigitimamente la dicha cibdad de
Chinchilla e las villas de Alarcon e Albacete e Hellin e Tovarra
e Yecla e Sax e el Castillo de Garci Muñoz e Sant Clemente e
el Villarejo de Fuentes con sus tierras e fortalezas c con todas
las otras sus pertenencias e, asi mesmo, el dicho maestre don
Pedro Giron, la dicha villa de Peñafiel con su tierra e castillo
e fortaleza como cosa suya propia, libre e quita con buena fe
e justos e derechos títulos e por justas causas e por tales las
apruebo e declaro de mi cierta ciencia e sabiduría, los quales
he yo aquí por inxertos c encorporados c lodo lo en ellos e en
cada uno de ellos contenido, bien asi como si de palabra a
palabra aqui fuese puesto e dello e de cada cosa e parte dello
fecha expresa e especial mencion e quiero que haya esa mesma
fuerza e vigor, bien asi como si de palabra aqui fuesen
168
susodicho o a qualquicr cosa o parte dello le competa o
competer pueda por qualquier via e auxilio e recurso e
beneficio, para que lo haya libre e quita e desembargadamente
por juro de heredad para siempre jamas. E, otrosi. que el dicho
señor rey de Navarra renuncie e ceda e traspase en los dichos
marques don Juan Pacheco e maestre don Pedro Giron e en
cada uno dellos, por lo que a cada uno dellos atañe e
pertenesce, como dicho es, todos e qualesquier derechos e
demandas e acciones e peticiones reales e personales,
ordinarias e estraordinarias e varias e mistas e otras qualesquier
que le competen e pertcnescen e competer e pertenescer
pueden a las dichas cibdad de Chinchilla e villas e logares e
tierras suso nombradas, que en cada uno dcllos ha de renunciar,
como susodicho es e por causa e razon dellas e contra los
concejos e universidades e personas singulares, vecinos e
moradores dellas e de cada una dellas e contra sus bienes e
subcesores e herederos para que el dicho rey de Castilla e, asi
mesmo, los dichos marques don Juan Pacheco e maestre don
Pedro Giron e cada uno dellos, lo que en el se ha de renunciar,
como dicho es, e sus herederos e subcesores dcllos c de cada
uno ellos e los que dellos e de cada o qualquier dellos ovieren
causa, lo puedan aver e hayan libre e quita e esenta e
desembargadamente para siempre jamas, por juro de heredad
e lo puedan aver e tener e poseer e puedan facer e fagan de
todo ello e de cada cosa e parte dello cada uno lo que en el ha
de ser renunciado, como dicho es, como de cosa suya propia.
libre e quita e esenta e desembargada. E que de aqui adelante
el dicho señor rey de Navarra nin otro por el nin por causa nin
razon dello non se pueda intitular nin intitule nin llamar nin
llame duque de la dicha Peñafiel nin por otro titulo alguno
nin señor de la dicha cibdad nin villas nin logares nin de alguna
dellas e que el dicho señor rey de Navarra confiera e otorgue
que el dicho señor rey de Castilla e, asi mesmo. los dichos
marques don Juan Pacheco e maestre don Pedro Giron e cada
uno dellos, como susodicho es, tienen e poseen las susodichas
cibdades e villas e logares e todo lo otro susodicho e cada
cosa e parte dello, que asi en ellos e en cada uno dellos renuncia
e traspasa como susodicho es e les pertenesce a qualquier o
qualesquier dellos e de cada uno dellos, asi por virtud desta
dicha renunciacion e cesion e traspasamiento e contracto,
como por qualesquier otros justos e derechos títulos que a
ello e a cada cosa e parte dello tienen e les pertenesce e
pertenescer pueden e que asi, sobre esto e sobre cada cosa e
parte dello e para la eviccion e saneamiento de todo ello e de
cada cosa e parte dello, de todas e qualesquier personas de
qualquicr estado o condicion preeminencia o dignidad que
sean que lo vengan demandando, contrariando o embargando,
todo o qualquier cosa o parte dello. asi por via o titulo de
mayoradgo como por otro qualquier vinculo o vinculos e
demandas e derechos e titulos e acciones e obligaciones e
hipotecas o otra qualquier manera e por qualesquier causas e
razones que sean o ser puedan, el dicho señor rey de Navarra,
por si e por sus bienes e por sus herederos e subcesores. les
faga e de e otorgue contractos firmes e bastantes, con todas e
qualesquier firmezas e renunciaciones e obligaciones e
clausulas que les cumplan para el dicho saneamiento, evicion
e validacion e firmeza de todo ello, pero que el dicho señor
rey de Navarra nin sus herederos nin subcesores nin alguno
dellos, no sean tenudos nin obligados a la dicha evicion e
seneamiento de todo lo susodicho nin de cosa alguna nin parte
Calatrava, las quales ha de renunciar e traspasar en ellos.
segund que en adelante se contiene e, asi mesmo. que el dicho
señor rey de Navarra renuncie e traspase en el dicho señor
rey de Castilla todo juro de heredad e tierras e mercedes e
tierra para lanzas e mantenimientos e maravedises e doblas e
florines, asi de los que tenia asentados en los libros del dicho
señor rey don Juan de Castilla e de Leon, que Dios haya, como
en otra qualquier causa e razon e todos e qualesquier
heredamientos e bienes muebles e raices e lodo e qualquier
señorío e qualesquier demandas e derechos e acciones, asi
reales como personales e varias e mistas e otras qualesquier
que había e le competia e podia haver e le competer, fasta
este presente día de la firma destos capitulos, contra el dicho
señor rey de Castilla e contra sus bienes e regnos e tierras e
vasallos e subditos e naturales, en quelquier manera que le
non quede demanda nin recurso alguno por ello nin por cosa
alguna nin parte dello, mas que lodo ello e cada cosa e parte
dello sea e quede en el dicho señor rey de Castilla e para el e
para sus herederos e subcesores para siempre jamas, escepta
e sacada la villa de Atienza e su tierra con su fortaleza e
juredicion. la qual ha de vender el dicho señor rey de Navarra
fasta en sesenta dias primeros siguientes del dia del
otorgamiento destos capítulos para pagar a la señora reina de
Navarrra, su mujer, la dote e arras, porque la dicha villa e su
fortaleza esta a ella hipotecada. E, otrosi, quel dicho señor
rey de Navarra por si e por sus herederos e subcesores e
descendientes e por cada uno dellos, por razon de la dicha
trasacion e igualanza e avenencia e compusicion e promision
e pacto e por otro qualquier contracto que para ello cumpla e
por razon de los dichos tres cuentos e medio de maravedis,
renuncie e dexe e traspase en el dicho don Juan Pacheco
marques de Villena e en sus herederos e subcesores, la dicha
cibdad de Chinchilla e las villas de Alarcon e Albacete e Hcllin
e Tovarra e Yecla e Sax e Castillo de Garcia Muñoz e Sant
Clemente e el Villarejo de Fuentes con sus tierras e fortalezas
e justicia e juredicion cevil e criminal alta a baja e mero e
mixto imperio e rentas c tercias e pechos e derechos e con
todas las otras sus pertenencias e a la tenencia e posesion e
casi posesion e detentacion e propiedad e señorío e derechoec
uso de todo ello e de cada cosa e parte dello e toda e qualquier
restitucion, asi por espoliacion como por otro qualquicr
interdicto e causa o razon o de derecho o accion o por qualquier
prcvillegio. que a todo lo susodicho o a qualquier cosa o parte
dello le compete o competer pueda, por qualquier viae auxilio
e recurso e beneficio. E, asi mesmo, renuncie e dexe e traspase
en el dicho don Pedro Giron, maestre de Calatrava e en sus
herederos e subcesores por razon de la dicha trasacion e
igualanza e avenencia e compusicion e promision e pacto e
por otro qualquier contracto que para ello cumpla e por razon
de los dichos tres quentos e medio de maravedis, la villa de
Peñafiel con sus titulos e tierra e fortaleza e justicia e juredicion
cevil e criminal, alta e baja e mero misto imperio e rentas e
tercias e pechos e derechos e con todas las otras sus
pertenencias e todas e qualesquier demandas e derechos e
acciones que a ello o a qualquier cosa o parte dello e por
causa e razon dello le competen e pertenescen e pertenescer e
competer pueden, en qualquicr manera e por qualquier causa
o titulo e razon e toda e qualquier restitucion, asi por
espoliacion como por otro qualquicr interdicto e causa e razon
e derecho e accion e por qualquicr previllegio, que a todo lo
169
ovieren causa, la dicha villa de Peñafiel e su tierra e castillo e
fortaleza e con todas las otras sus pertenencias, que asi el
dicho señor rey de Navarra en el ha de renunciar, como e por
lo que susodicho es, e los herederos e subcesores dellos e de
cada uno dellos e lo puedan vender e empeñar, donar, trocar,
cambiar e prometer e enajenar e facer dello e en ello como de
cosa suya propia, libre e quita e desembargada; que todo lo
susodicho nin cosa alguna nin parte dello que asi el dicho
señor rey de Navarra ha de renunciar en el dicho señor rey de
Castilla nin, otrosi, la dicha cibdad de Chinchilla e villas e
logares e tierras nin cosa alguna de las sobredichas que asi. el
dicho señor rey de Navarra ha de renunciar en los sobredichos
marques don Juan Pacheco e maestre don Pedro Giron, en
cada uno dellos como e lo que susodicho es nin cosa alguna
nin parte dcllo, non haya seido nin pueda ser nin sea nin quede
obligado nin hipotecado nin sometido en cosa alguna a los
dichos tres cuentos e medio de maravedís del dicho juro de
heredad nin aparte nin cosa alguna dellos nin por ello nin a la
paga e solucion dellos nin de parte dellos nin a cosa alguna
nin parte dello nin a alguna demanda nin accion nin peticion
nin recurso nin regreso que sea o ser pueda, principal nin
accesoria nin subsidiariamente nin en otra manera nin por
otra via alguna, por ellos nin por causa o razon dellos; e que
agora nin en algund tiempo del mundo, por alguna causa nin
razon nin color nin derecho nin titulo que sea o ser pueda, el
dicho señor rey de Navarra nin sus herederos e subcesores e
descendientes nin alguno dellos nin otro por el nin por ellos
nin qualquier justicia e juez, non pueda entrar nin tomar nin
ocupar nin embargar nin perturbar nin retener nin entren nin
lomen nin ocupen nin retengan en tiempo de paz nin de guerra.
aunque la dicha guerra sea de los regnos de Aragon e de
Navarra, a los regnos de Castilla o entre algunos dellos. las
dichas cibdad e villas e logares e tierras nin cosa alguna de lo
sobredicho, de que asi se han de facer las dichas renunciaciones
como dicho es, nin se apoderar dcllo nin de cosa alguna nin
parte dcllo nin lo lomar nin ocupar nin embargar nin sequestrar
nin retener por oficio de juez nin por su mandado e actoridad
nin por propia actoridad nin en otra qualquier manera por
pinoracion nin obligacion o contracto esecutorio que traya
aparejada execucion nin por via de entrega de sentencia
interloculoria o definitiva, pasada en cosa juzgada, o paga o
solucion e asentamiento o amparo nin execucion nin por via
de marca o represaría nin por la eviccion e saneamiento de
los dichos tres quentos e medio de maravedís nin de cosa
alguna nin parte dellos nin al interes e daños dellos nin de
cosa alguna nin parte dellos nin por penas nin costas nin en
otra manera nin por otra via nin causa nin razon alguna que
sea o ser pueda, asi pasada, presente como venidera de
qualquier natura, efecto, qualidad e misterio que sea o ser
pueda c que agora nin en algun tiempo del mundo, por alguna
causa nin razon nin color nin derecho nin titulo nin accion
nin obligacion o hipoteca nin en otra manera alguna que sea o
ser pueda, non haya quedado nin quede, de aqui adelante, al
dicho señor rey de Navarra nin a sus herederos e subcesores e
descendientes nin a otros por el nin por ellos, demanda nin
derecho nin accion nin peticion nin remdio nin recurso nin
regreso nin otra cosa alguna que sea o ser pueda, por causa e
razon de los presentes capítulos nin de lo en ellos contenido
nin en otra manera nin por otra causa nin derecho nin accion
alguna que sea o ser pueda, a las sobredichas cibdad e villas e
dello, asi del dicho señor rey de Castilla como a los dichos
marques e maestre nin a sus herederos e subcesores nin alguno
dellos, agora nin en algun tiempo nin por alguna manera e
forma, en quanto toca e atañe al señor rey de Aragon en el
caso quel dicho señor rey de Aragon viniese demandando o
contrariando o embargando todo lo suso dicho o qualquier
cosa parte dello por qualquier via o titulo o razon o derecho o
accion que le competiese o competer pudiese, a todo ello o a
qualquier cosa o parte dello, salvo por causa que a ello oviese
dado o diese el dicho señor rey de Navarra por cesion o
traspasamiento e renunciacion o por otra qualquier manera
de alienacion que el dicho señor rey de Navarra oviese fecho
al dicho señor rey de Aragon, que en este caso el dicho señor
rey de Navarra sea tenudo a la dicha eviccion de saneamiento
del dicho señor rey de Aragon e que asi mesmo, el dicho señor
rey de Navarra non sea tenudo nin obligado a la dicha eviccion
e seneamiento al dicho marques, don Juan Pacheco nin a sus
herederos nin subcesores nin alguno dellos por lo que toca e
atañe e puede tocar e atañer, a la dicho villa e Castillo de
Garci Muñoz e al señorío e juredicion della e de lo anexo e
pertenesciente al señorío della e a la propiedad e posesion,
vel casi, della de que en este capitulo de suso se face mencion.
E otrosi, que el dicho señor rey de Navarra aya de embiar e
embie pidiendole e rogandole que declare aver seido e poder
ser alienables las dichas cibdad e villas e logares e todo lo
susodicho e cada cosa e parte dello, non embargantes
qualesquier mayoradgos e vínculos nin otros qualesquier
obstaculos e impedimentos que en contrario sean o ser puedan,
segund que largamente se contiene en la dicha peticion, la
qual va señalada de Alfonso Gonzalez de la Hoz, secretario
del dicho señor rey de Castilla e de Anton Nogueras,
protonotario del dicho señor rey de Navarra. Item, es apuntado
e concordado, avenido e igualado entre las dichas partes que
el dicho señor rey de Castilla e, otrosi, los dichos marques
don Juan Pacheco e maestre don Pedro Giron e cada uno dellos
e sus herederos e subcesores universales e singulares e aquel
o aquellos que dellos o de qualquier dcllos oviesen titulo, razon
e causa e ayan e puedan aver e tener e poseer e ayan e tengan,
para en todo tiempo, pacifica e quietamente, como cosa suya
propia, libre e quita e desembargada, asi en vida del dicho
señor rey de Navarra como de sus herederos e subcesores e
de cada uno e qualquier dellos, por juro de heredad para
siempre jamas, es a saber: el dicho señor rey de Castilla las
dichas villas e logares que asi el dicho señor rey de Navarra
ha de renunciar e traspasar en el dicho señor rey de Castilla,
como e por lo que suso dicho es e todas las otras cibdades e
villas e logares e otras qualesquicr cosas que el dicho señor
rey de Navarra havia e tenia e poseia e al presente tiene e
posee en los regnos e señorios del dicho señor rey de Castilla,
exceptas e sacadas las dichas cibdad de Chinchilla e las villas
e logares suso nombradas e que, asi mesmo, el dicho marques
don Juan Pacheco c sus herederos e subcesores e aquel o
aquellos que del o dellos ovieren causa, ayan e tengan libre e
quita e desembargadamente para siempre jamas, como
susodicho es, la dicha cibdad de Chinchilla e las otras villas e
logares e castillos e fortalezas e tierras e todas las otras cosas
susodichas e cada una deltas que el dicho señor rey de Navarra,
asi en el dicho marques ha de renunciar, como e por lo que
susodicho es e en el dicho maestre don Pedro Giron e sus
herederos e subcesores e aquel o aquellos que del o dellos
170
monasterio nin con persona de orden nin de religion nin con
persona que sea de fuera de los regnos e señorios del dicho
señor rey de Castilla, sin su licencia e especial mandado,
excepto sus herederos o descendientes del dicho señor rey de
Navarra, universales o singulares, los quales los puedan haver
e los dichos tres quentos e medio se hayan de situar al dicho
señor rey de Navarra en tal forma e manera que le sean ciertos
e salvos c seguros y para ello les seran dados por el dicho
señor rey de Castilla los previllejos e albalaes e cartas e
sobrecartas e fuertes e firmes e bastantes que cunplan, firmadas
de su nombre e selladas con su sello e señaladas de sus
contadores para que el dicho señor rey de Navarra e sus
herederos e subcesores e aquel o aquellos que del o dellos
ovieren causa, ayan los dichos tres quentos e medio de
maravedis por virtud de los dichos previllejos e cartas que
por el dicho señor rey de Castilla le seran mandadas dar, como
dicho es, por juro de heredad para siempre jamas, asi en vida
del dicho señor rey de Castilla como de sus subcesores, sin
haver de sacar nuevo previllejo e confirmacion dellos nin de
parte dellos e que esto sea asi espresado c puesto en el privillejo
que en esta razon le ha de ser dado, de los dichos tres quentos
e medio, como dicho es e que el dicho señor rey de Navarra e
sus herederos e subcesores e los que por el o por ellos los
ovieren de haver, puedan sacar e saquen en cada un año de
los regnos de Castilla a los regnos de Aragon o de Navarra,
libremente e sin pena alguna, los dichos tres quentos e medio
de maravedís, que asi el dicho señor rey de Navarra ha de
aver, como dicho es, en moneda de blancas o moneda de oro
o moneda de plata, sin pagar derecho alguno por las dichas
monedas e asi mesmo, los puedan sacar en otras qualesquier
cosas c averíos, pagando por ellos los derechos acostunbrados,
tanto que las tales cosas nin alguna dellas non sean de las
vedadas por las leyes de los regnos del dicho señor rey de
Castilla e que acaesciendo mandamiento de la moneda de
blancas que al presente corren en los regnos e señoríos del
dicho señor rey de Castilla, de la qual se han de pagar los
dichos tres quentos e medio de maravedis de que de suso se
hacer mencion; el dicho señor rey de Navarra los aya en la
moneda que a la sazon correre en los dichos regnos e señorios
del dicho señor rey de Castilla, al respecto de lo que dicha
moneda agora vale, en esta moneda de blancas, cresca o
mengüe o sea desfecha, asi mesmo, para que estos tres quentos
e medio sean ciertos e seguros al dicho señor rey de Navarra
e a sus herederos c subcesores, asi en vida del dicho señor rey
de Castilla como de sus herederos e subcesores que reinaren
despues del e por quitar todas colusiones e fraudes, que se
tenga esta manera: que sea presente al arrendar de las tales
rentas en que se situan los dichos tres quentos e medio, en
uno con los contadores del dicho señor rey, cada c quando
aquellas se ficieren e arrendaren, la persona que el dicho señor
rey de Navarra e sus herederos e subcesores para esto
deputaren, porque vea lo que se hace e asi mesmo, que la tal
persona sea presente en uno con los dichos contadores al dar
e tomar de las fianzas, segund la ordenanza del quaderno del
dicho señor rey de Castilla e esto en quanto atañe a lo que
fuere situado al dicho señor rey de Navarra en la tal renta e
seyendo la tal persona contenta de la tal fianza en nombre del
dicho señor rey de Navarra, el dicho señor rey de Castilla nin
sus bienes non sea temido nin obligado a lo tal, en caso que la
fianza non sea bastante en la quantia de que fuere tomada. E
logares e castillos e fortalezas e tierras e sus pertenencias nin
a las otras cosas susodichas de que el dicho señor rey de
Navarra ha de facer e faza las dichas renunciaciones en el
dicho señor rey de Castilla e, otrosí, en los dichos marques
don Juan Pacheco e maestre don Pedro Giron, en cada uno
dellos como e de lo que susodicho es e declarado nin a la
propiedad e posesion dello nin de cosa alguna nin parte dello
nin por causa e razón dello, mas que todo ello e cada cosa e
parte dello sea e quede en ellos e en cada uno dellos, libre e
quila e descmbargadamcnte,.como susodicho es e lo hayan e
tengan c puedan haver e tener e poseer ellos e sus herederos e
subcesores e aquel o aquellos que de cada uno dellos ovieren
causa e les haya quedado e quede intacto e illeso e
desembargado, libre e esento e quito e inmune para siempre
jamas, sin alguna carga nin condicion nin contradiccion nin
vejacion nin molestacion nin ("aligacion nin inquietacion nin
otro contrario nin recurso nin regreso nin remedio alguno,
principal e accesorio e subsidiariamente o en otra qualquier
manera o por qualquier via, directe o indirecte que sea o ser
pueda. Item, es convenido, apuntado e concordado entre las
dichas partes quel dicho señor rey de Castilla por razon de la
dicha transacion e avenencia e compusicion e renunciacion e
cesion e contracto e pacto e dejamiento e traspasamiento de
que en los capitulos proximos, ante deste, face mencion, aya
de dar e asignar e de e asigne al dicho señor rey de Navarra e
a sus herederos e subcesores, por juro de heredad, en cada un
año para siempre jamas, los dichos tres quentos e medio de
maravedís, los quales dichos tres quentos e medio de
maravedís el dicho señor rey de Castilla, por si e por sus
herederos e subcesores aya de asignar e asigne al dicho señor
rey de Navarra e a sus herederos e subcesores en cada un año,
como dicho es, para que los ayan en las cibdades e villas e
logares e rentas de los regnos de Castilla de que adelante se
face mencion, es a saber: en las rentas de los diezmos de la
mar de Castilla, un quento de maravedí; en el servicio e
montadgo de los ganados de los regnos e señorios del dicho
señor rey de Castilla, un quento de maravedi e docientos mill
maravedis; en el servicio e medio servicio de las aljamas de
los judíos e moros de los dichos regnos e señorios del dicho
señor rey de Castilla, trecientos mill maravedis; en las rentas
de los diezmos e aduanas de los obispados de Osma e Sigüenza
e de Calahorra, docientos mill maravedis; en las rentas e
alcavalas de la merindad de Allende Hebro, quatrocientos mill
maravedis; en las alcabalas de la cibdad de Salamanca e su
tierra e obispado, docientos mill maravedis; en las alcabalas
de la cibdad de Zamara e su tierra e obispado, docientos mil
maravedís. Asi son cumplidos los dichos tres quentos e medio
de maravedis en la manera que dicha es e, si esto non bastase
para los dichos tres quentos e medio, quel dicho señor rey de
Castilla aya de dar e de, situados e puestos por salvados, los
maravedis que restaren para cumplimiento de los dichos tres
quentos e medio, en otros logares ciertos e bien parados donde
el dicho señor rey de Navarra e sus herederos e subcesores o
aquel o aquellos que del o dellos ovieren causa, puedan aver
los dichos tres cuentos e medio e los ayan e cobren en cada un
año perpetuamente para siempre jamas e los puedan vender e
empeñar e dar e donar e trocar e cambiar e renunciar e traspasar
e enajenar e facer dellos e en ellos e en cada cosa e parte
dellos como de su cosa propia libre e quita e desembargada,
tanto que lo non puedan facer nin fagan con eglesia nin con
171
Castilla, nos situastes e mandastes poner por salvados, en
ciertas rentas, los tres quentos e medio de maravedís de juro
de heredad, de que se face mencion en los dichos capítulos
suso encorporados, segund que mas largamente se contiene
en las cartas e previllejos e sobrecartas que en esta razon nos
mandastes dar e distes, firmados de vuestro nombre e sellados
con vuestro sello, de los quales. por la presente, otorgamos
por contento e lo rescibimos e pasaron a nuestra parte e poder,
en razon de lo qual renunciamos las leyes que dicen que la
entrega e paga de la cosa debe ser fecha ante el escribano e
testigos de la carta e que. fasta en dos años, es temido de
probar la paga aquel que la ovo de facer e todas las otras leyes
e derechos que Pablan en razon de la pecunia e del haver non
visto nin contando e porque sobre esto nos emviamos cierta
nuestra peticion al dicho rey de Castilla, nuestro muy caro e
muy amado sobrino, el qual nos dio e concedio para ello cierta
licencia e consenso e premision, con interposicion de su
decreto e abtoridad real, segund se contiene por una su carta
escripia en pergamino de cuero, firmada de su nombre e sellada
con su sello de plomo pendiente en filos de seda, en la que va
encorporada la dicha nuestra peticion, su thenor de lo quel
todo es esto que se sigue:
asi mesmo, si por non pagar el primero tercio o el segundo, se
oviere de poner embargo en la renta o se oviere de coger en
fieldad e se ovieren de poner receptores o fieles cogedores en
ella que, en tal caso, pueda ser e sea presente la persona que
el dicho señor rey de Navarra para ello diputare, porque vea e
sepa lo que renta la tal renta e lo escriba, si quisiere, porque
non pueda ser fecha en ello fraude nin encubierta alguna, los
quales dichos tres quentos e medio de juro de heredad, se
causaran e fundaran en c por causa de la sobredicha transacion
e avenencia e igualanza e compusicion e pacto e contracto
que entre las dichas partes se ha de facer e celebrar e de las
renunciaciones e dejamientos e traspasamientos de que de suso
se face mencion, facenderas por el dicho señor rey de Navarra
al dicho señor rey de Castilla e a los dichos marques don Juan
Pacheco e maestre don Pedro Giron e a cada uno dellos. E los
tres quentos e medio de maravedis sean puestos por salvados
e la paga dellos se haga en cada un año, de tercio en tercio e
comienza el primero tercio del dia de la firma destos presentes
capítulos en adelante e que el dicho señor rey de Castilla sea
temido de mandar e librar al dicho señor rey de Navarra, cada
que por su parte le fuere pedido, todas las provisiones que
cumplan para que sea recudido con los dichos tres quentos e
medio de maravedis al dicho señor rey de Navarra o a quien
su poder oviere e a sus herederos e subcesores, en cada un
año, por los arrendadores e recabdadores e fieles e cogedores
e receptores de las dichas rentas en que han de ser o fueren
situados e puestos por salvados, sin haver de sacar nin mostrar
otra carta nin libramiento de los sus contadores mayores nin
de qualesquier thesoreros e recabdadores. E si por ventura el
dicho señor rey de Castilla o otro por el e sus heredores e
subcesores embargaren la dicha paga o fueren o pasaren contra
la dicha asignacion, que por el mismo fecho, cada que lo tal
acaesciere. sean temidos e obligados de pagar e paguen al
dicho señor rey de Navarra e a sus herederos e subcesores
todo lo que por el dicho señor rey de Castilla o por su parte o
por sus herederos e subcesores fuere embargado o retenido,
con todas las costas e daños e menoscabos que, por ende, se
le siguieren e que los contratos e recabdos que en razon de la
dicha transacion e avenencia e igualanza c conpusicion e pacto
e de las dichas renunciaciones e situacion e otros qualesquier
que se han de facer e otorgar, por amas las dichas partes, sobre
lo contenido en este capitulo e en los otros sobredichos ante
deste, se fagan firmes e bastantes, validos juramentos e pleitos
e omenajes e votos e con todas las firmezas c renunciaciones
e obligaciones de bienes, para la evicion e saneamiento de los
dichos tres quentos e medio, por manera que aquellos valan e
sean firmes e traigan consigo aparejado execucion e por que
la entencion e voluntad final e deliberada de nos el dicho rey
de Navarra fue e es que los dichos capítulos c todo lo en ellos
e en cada uno dellos contenido, se faga e guarde e compla e
aya real e efectual e perfecta e cumplida execucion e asi
entendemos que cumple a servicio de Dios e al bien comun
de la cosa publica c al pacifico estado e tranquilidad c paz c
concordia e sosiego c quitacion de todas las partes a quien
atañe e de los regnos e señoríos e tierras e vasallos e subditos
e naturales dellos e de cada uno dellos e a evitacion de todas
discordias e debates e disensiones e diferencias e escandalos
e peligros e intolerables e non reparables inconvenientes, que
de lo contrario se podrían seguir c recrecer e queriendo dar e
dando fin a aquellas e, otrosi, por quanto vos, el dicho rey de
Sigue la propuesta del rey de Navarra sobre la devolución
de las propiedades y posesiones en el reino de Castilla,
contenido en el Documento V y la inicial aceptación de don
Enrique IV, contenida en el Documento VIII. Después, sigue
un prolijo y reiterativo documento en el que se repiten las
condiciones de entrega de los posesiones al rey de Castilla, a
don Juan Pacheco y a don Pedro Girón, expedido por don
Juan de Navarra con fecha 10 de noviembre de 1455 en
parecidos términos a lo recogido en el documento XI.
Finalmente, sigue la confirmación de todos los acuerdos por
Enrique IV.
Y porque mi entencion final e deliberada fue e es que todas
las cosas suso dichas e cada una dellas. valan e sean firmes e
inviolables e perpetuamente sean guardadas e observadas para
siempre j a m a s , sin c o n t r a d i c c i o n nin o b s t a c u l o nin
impedimento nin otra cosa alguna de qualquier natura, vigor.
electo, qualidad e misterio que en contrario sea o ser pueda c
asi cumple a servicio de Dios e mio e a bien comun ce paz e
sosiego de mis regnos e para quitar e desviar dellos escandalos
e inconvenientes que segund la experiencia muestra eficaz,
de todas las cosas fasta aqui se han seguido e podrían seguir
mas adelante e aun, porque asi me fue suplicado por los
procuradores de mis regnos en estas corles e ayuntamientos
que yo fice en la muy noble cibdad de Cordoba este año de la
data desta mi carta e por ende, yo de mi propio motu e cierta
ciencia e poderío real absoluto de que quiero usar en esta parte.
como rey e soberano señor de mis regnos. non reconscientc
superior en lo temporal dellos. dentro de los quales son situadas
las dichas cibdad e villas e lugares e tierras e castillos e
fortalezas e todas las otras suso dichas e cada una dellas e
porque, segund derecho e leyes de mis regnos. el derecho del
poderio del rey es tal que todas las leyes e derechos tiene so si
e porque el su poderío non lo ha de los omes, mas solamente
de Dios, cuyo logar tiene en todas las cosas temporales de sus
regnos e avido, primeramente, sobre todo esto mi solepne
tratado e acuerdo e deliberacion con los perlados e otros
172
uno dellos lo que tañe, como suso dicho e declarado es. e al
dicho rey don Juan de Navarra, mi tio nin a sus herederos e
subcesores e descendientes nin a otro por ellos nin otra persona
alguna de qualquier estado o condicion, preeminencia o
dignidad que sean, non quede nin queda en ello nin en cosa
alguna nin parte dello nin a la tenencia e posesion e quasi
posesion e detentacion e propiedad e señorío e uso e exercicio
dello e de cada cosa e parte dello, demanda nin derecho nin
accion nin peticion nin recurso nin otra cosa alguna, porque
sea o ser pueda, antes, si nescesario o complidero o provechoso
es a los sobredichos marques don Juan Pacheco e maestre
don Pedro Giron e a sus herederos e subcesores e a cada uno
dellos. yo por la presente, non perjudicando en cosa alguna a
los derechos e titulos que ellos han e tienen a las dichas cibdad
e villas e logares e tierras e castillos e fortalezas e a todo lo
suso dicho e cada cosa dello e a la propiedad e señorío e
tenencia e posesion e casi posesion e detentacion e exercicio
e uso de todo ello e de cada cosa e parte dello, mas
corroborando aquello e que todo aquello e cada cosa e parte
dello les sea e quede, todos tiempos, ileso e intacto e libre e
quito, como suso dicho es, les fago a cada uno dellos, de lo
que suso declarado es, pura, propia gracia, donacion e non
revocable, que es dicha entre vivos, de todo lo suso dicho e
de cada cosa e parte dello como de cosa mia propia e por mi
poseida e de todo e qualquier derecho e demanda e accion e
peticion que a ello o a qualquier cosa o parte dello me competa
o competer pueda, en qualquier manera e por qualquier titulo
e causa e razon que ser pueda e les do e traspaso la tenencia e
posesion e propiedad e señorio e la quasi posesion e
detentacion e uso e exercicio de todo ello e de cada cosa e
parte dello e poder e facultad e actoridad para lo retener e
continuar e defender e resistir e repeler, con armas o sin armas.
a qualquier o qualesquicr que por qualquier titulo e actoridad.
con armas o sin armas, lo quieran e tienten de invadir o entrar
o tomar e ocupar e pertubar o les inquietar o molestar sobre
ello, a ellos o a qualquier dellos o a sus herederos e subcesores
o aquel o aquellos que dellos o de qualquier dellos ovieren
causa e que puedan facer e fagan la dicha resistencia e
repulsion, sin pena e sin caluña alguna, en caso que tallen o
les sea fecha qualquier resistencia actual o verbal e aunque
todo concurra ayuntada o apartadementc. la qual dicha gracia
e donacion e cesion e todo lo otro suso dicho e cada cosa
dello, como mas e mejor e a su pro e saneamiento se requiere.
fago a los dichos marques don Juan Pacheco e maestre don
Pedro Giron, a cada uno dellos, como de lo que suso dicho es.
a mayor ahondamiento e guarda e saneamiento dellos e de
cada uno dellos e de sus herederos e subcesores. en parte de
alguna emienda e remuneracion de los altos e nobles servicios
que cada uno dellos me han fecho e facen de cada dia, los
quales son notorios e por tales los he e apruebo e afirmo, por
esta mi carta, contra la qual confirmacion quiero e mando
que non pueda ser rescebida nin admitida probanza alguna.
directe nin indirecte e alzo e quito toda obrepcion e
suybrepcion e todo otro obstaculo e impedimento, asi de fecho
como de derecho, de qualquier natura, vigor, efecto, qualidad
e misterio que pudiese o pueda embargar o perjudicar a lo
suso encorporado e a lo que en esta mi carta es o sera contenido
o a qualquier cosa o parte dello e suplo qualesquier defectos.
en caso que algunos oviese e otras qualcsquier cosas, asi de
esencia e sustancia, como de solepnidad. nescesarias e
grandes de mis rcgnos e caballeros e doctores del mi Consejo
e con los dichos procuradores de mis regnos e con su acuerdo
e consejo, confirmo e apruebo la dicha renunciacion e remision
e quitamiento e cesion e promision e avenencia e trasaccion e
paccion e dexamiento e traspasamiento e alienacion e todas
las otras cosas e cada una dellas. contenidas en el dicho
instrumento suso encorporado; e interpongo a todo ello e a
cada cosa e parte dello mi solepnc decreto e actoridad real
para que vala e sea firme, estable e valedero en todo e por
lodo, perpetuamente para siempre jamas. E quiero e mando e
declaro e dispongo que yo e mis herederos e subcesores
podamos aver e ayamos libre e quita e desembargadamente,
para siempre jamas, las dichas villas de Medina del Campo c
Olmedo e Cuellar e Roa e Aranda e Briones e todas las otras
villas e logares e tierras e castillos e fortalezas e señoríos e
juridiciones e todas las otras cosas e cada una dellas que el
rey de Navarra, mi tio, avia e tenia e poseia en mis regnos e
señorios e le pertenescian e pertenescer podian, por causa e
titulo e derecho e voz e razon e accion e peticion e obligacion
e hipoteca o en otra qualquier manera, a el o a sus herederos e
subcesores e descendientes e a cada uno dcllos e a la propiedad
e señorío e posesion e casi posesion e detentacion e uso e
execucion de todo ello e de cada cosa e parte dello, lo qual
todo e cada cosa e parte dello, el dicho rey de Navarra, mi tio,
en mi e en mis herederos e subcesores renuncio e traspaso,
segund dicho es, todavia excepta la dicha villa de Atienza,
segund que de suso se face mencion e, asi mesmo, exceptas
la dicha cibdad de Chinchilla c las dichas villas de Alarcon e
Albacete e Hellin e Tovarra e Yecla e Sax e el Castillo de
Garci Muñoz e Sant Clemente e el Villarejo de Fuentes con
sus tierras e fortalezas e con todas las otras sus pertinencias
que dicho señor rey de Navarra, mi tio, asi mesmo, renuncio
e traspaso en el dicho marques don Juan Pacheco e, otrosi,
excepto la dicha villa de Peñafiel e su tierra con su castillo e
fortaleza e con todas las otras pertinencias que, asi mesmo,
renuncio e traspaso en el dicho don Pedro Giron maestre de
Calatrava, el qual dicho marques don Juan Pacheco, tiene e
posee justa e legitamente por justos e derechos titulos e puede
e deve tener e poseer por si e para sus herederos e subcesores
e para aquel o aquellos que del ovieren causa e titulo, la dicha
cibdad de Chinchilla e las dichas villas de Alarcon e Albacete
e Hellin e Tovarra e Yecla e Sax e el Castillo de Garci Muñoz
e Sant Clemente e el Villarejo de Fuentes, con sus tierras e
fortalezas e con todas las otras sus pertinencias e pueda facer
de todo e cada cosa e parte dello como de cosa suya propia e
libre e quita e desembargada. E, asi mesmo, el dicho maestre
don Pedro Giron, tiene e posee justa e legitimamente por justos
e derechos titulos e puede e debe tener e poseer para si e para
sus herederos e subcesores, libre e quitamente, la dicha villa
de Peñafiel e su tierra con su castillo e fortaleza e con todas
las otras sus pertinencias e puede facer de todo ello e de cada
cosa e parte dello como de cosa suya propia, libre e quita, por
quanto asi la propiedad e señorío como la tenencia e posesion
e casi posesion e detentacion e uso e exercicio e todo qualquier
derecho e accion e obligacion e hipoteca e voz e razon e titulo
que al dicho rey de Navarra, mi tio o a sus herederos o
subcesores e descendientes, pertenescia o pertenescer podia,
por qualesquier manera e por qualquier causa e razon e todo
lo suso dicho e en cada cosa e parte dello, fue e es del dicho
marques don Juan Pacheco e mestre don Pedro Giron, de cada
173
encorporado e dello fecha espresa c especial mencion e
pronuncio e declaro e mando por mi juicio e sentencia real
que los dichos mayoradgos e vinculos e obligaciones e
firmezas e facultades e subrogaciones e instituciones e
substituciones e trasmisiones e suyecciones e restitucion e
submision e fideicomisos e pactos e condiciones e penas e
modo e hipotecas e los dichos previllejos e cartas e testamentos
e cobdeçillos e contractos e otras dispusiciones e cscripturas
e leyes e todo lo otro suso dicho e cada cosa dello, non pudo
ser fecho nin valer, en caso que pudiera ser fecho, que deve
ser desalado e yo asi lo desato e caso c anullo como aquello
que tendio e tiende en daño comun e enoxa de la cosa publica
de mis regnos e dio causa para delinquir, por lo qual. segund
derecho e leyes de mis regnos. non valio nin vale nin devio
nin deve sortir efecto nin eficacia nin subsistencia alguna e
que, sin embargo de todo ello, la dicha cibdad e villas e lugares
e todas las otras cosas suso dichas e cada una dellas, siempre
fueron e pudieron ser alienables e el dicho rey de Navarra, mi
tio, las pudo renunciar e traspasar en mi e. asi mesmo, en los
dichos marques don Juan Pacheco e maestre don Pedro Giron.
segund e lo que en cada uno dellos renuncio e traspaso, como
dicho es, todo esto e cada cosa dello, sin embargo nin contrario
nin obstaculo nin impedimento alguno que sea o ser pueda e
que pudo pasar e paso el señorío de lodo ello e la traslacion
del en mi e. asi mesmo, en los dichos marques don Juan
Pacheco e maestre don Pedro Giron e en cada uno de nos.
segund lo que suso dicho es declarado e especificado e se
pudo bien facer en nos e en cada uno de nos, la dicha alienacion
e todo lo otro suso dicho e cada cosa dello e que non quedo
nin queda en ello nin en cosa alguna nin parte dello nin a ello
nin a cosa alguna dello nin causa nin razon dello, demanda
nin derecho nin accion nin peticion real nin personal nin otro
recurso nin remedio que sea o ser pueda, ordinario nin
extraordinario, vario nin mixto nin por oficio de juez, noble
nin mercenario nin en otra qualquier manera e via que sea o
ser pueda, principal nin acesoria nin incidentemente nin por
beneficio de restitucion, in intregum nin en otra qualquier
manera nin por qualquier via nin auxilio nin rucurso que sea
o ser pueda nin a sus herederos e subcesores e descendientes
nin a otro por el nin por ellos nin a otra persona nin personas
algunas de qualquier estado o condicion, preeminencia o
dignidad que sean, directe nin indirecte nin principal nin
accesoria nin incidentemente nin en otra manera alguna, lo
qual todo suso dicho e cada cosa e parle dello yo, por la
presente, estingo e lo quito e privo e amuevo de mi cierta
ciencia e propio motu e poderío real absoluto, como suso dicho
es, asi quanto al señorío e propiedad como a la tenencia e
posesion real e corporal, cevil e natural e a la detentacion e
restitucion de espoliacion e en otra qualquier manera e
obligacion e accion e previllejada e no previllejada que sea o
ser pueda e les competa o compeler pueda, en juicio o fuera
de juicio, todo esto suso dicho c cada cosa dello. non
e m b a r g a n t e s q u a l e s q u i e r leyes, fueros e d e r e c h o s .
ordenamientos, estilos e costumbres e fazañas e carias e
rescriptos e previllejos e otra qualquier cosa, asi de fecho como
de derecho, de qualquier efecto, qualidad e vigor e misterio
que en contrario sea o ser pueda, aviendo e lo he aqui por
expresado c declarado, bien asi como si de palabra a palabra
aqui fuese puesto e fecho dello, espresa e especial mencion.
Otrosi, non embargante las leyes que dicen que las cosas de
c o m p l i d e r a s o p r o v e c h o s a s de se suplir, principal o
acesoriamente, para perpetua validacion e corroboracion de
todo lo suso dicho e de cada cosa e parte dello, non
embargantes qualesquier mayoradgo o mayoradgos e vinculos
e firmezas e facultades e subrogacion o subrogaciones.
institucion o instituciones, susyecion o subyeciones. submision
o submisiones, obligacion e obligaciones e fideicomisos e
pactos e condiciones e penas e modo e hipoteca e hipotecas e
otras qualesquier cosas, de qualquier natura, vigor, efecto.
qualidad e misterio que sea o ser puedan, fechas e ordenadas
por los reyes de gloriosa memoria, mis progenitores o por
qualquier dellos e, especialmente, por el infante don Sancho,
mi bisabuelo e por el rey don Fernando de Aragon, mi abuelo
e por la reina doña Leonor, su muger. mi abuela, cuyas animas
Dios aya o por otros qualesquier reyes o personas de qualquier
estado o condicion, preeminencia o dignidad que sean, en
qualquier menera e por qualesquier causas, aunque sean pias
e urgentes e nescesarias o en otra qualquier manera, con
qualesquier fuerzas e vinculos e firmezas e clausulas e
importancias de qualquier natura, vigor, efecto, qualidad o
misterio que sean o ser puedan, por las quales o por qualquier
o qualesquier dellos se conteniese o aya seido mandado, dicho
e ordenado, establecido e dispuesto que la dicha cibdad e villas
e lugares non pudiesen ser trasmisibles nin enejenadas nin
pudiesen pasar nin pasasen, salvo en ciertas personas nin se
pudiesen perder por delito nin maleficio nin escesos nin crimen
alguno, mayor nin menor, aunque fuesen crimen de lesa
mayestatis e que en los tales casos o en otros qualesquier.
cada que acaesciere lo tal, por el mesmo fecho o en otra
qualquier manera pasase e se trasmitiese o a otros qualesquier
e lo qucllos oviesen e pudiesen aver e sus herederos e, asi
mesmo, en caso que, ende, fuese dicho e dispuesto e mandado
o ordenado que la dicha cibdad e villas e lugares e castillos e
fortalezas e bienes e heredamentos e cosas, hayan seido o
fuesen de su natura o en otra qualquier manera inalienabiles e
imprexcriptibiles e que se non pudiesen pasar nin enagenar
por caso nin causa alguna, aunque aquella fuese urgente o
nescesaria e otra qualquier e que non pudiese pasar el señorío
nin la traslacion del nin la posesion e quasi posesion e
detentacion de lo susodicho o de qualquier cosa o parte dello,
a persona nin personas algunas de qualquier estado o
condicion, preeminencia o dinidad e por cartas e testamentos
e cobdecillos e contractos e otras dispusiciones e cscripturas
que sobre ello ayan seido fechas o a sus herederos e subcesores
o en otra qualquier manera e aunque contengan otras
qualesquier prohibiciones e defendimientos e clausulas e
aunque ayan fuerza e vigor de ley o en otra qualquier manera
e de qualquier vigor, efecto, qualidad e misterio e yo, movido
por las causas suso dichas e por otras justas e ligitimas e
notorias que la experiencia ha mostrado e muestra de cada
dia, por las quales cumple asi a servicio de Dios e mio e a
cxccucion de la mi juisticia e al bien publico e paz e sosiego
de mis regnos e para quitar e desviar dellos muy grandes
escandalos e non reparables inconvenientes que fasta aqui se
han seguido en mis regnos e se podrían seguir mas adelante
por causa d lo suso dicho, lo caso e irrito e revoco e anullo e
desato e lo do todo por ninguno e de ningund valor e lo he por
non fecho nin pasado, bien asi como si nunca oviera seido nin
fuera, rerum natura aviendo e lo he aqui por expresado e
declarado, bien asi como si de palabra a palabra aqui fuese
174
contra qualquier o qualesquier dellos o contra otros qualesquier
que dellos o de qualquier dcllos ovieren causa, en qualquier
manera. E si contra el tenor e forma desta mi carta e aposicion
de decreto real, el qual yo, por ello pongo, alguna cosa ficieren
o conoscieren e pronunciaren o sentenciaren o judgaren o
procedieren o ejecutaren o asentaren de facer e conoscer e
pronunciar e judgar e sentenciar e proceder o egecutar, a
sabiendas o morantemente, que, por el mesmo fecho e por
ese mismo derecho, asi por defecto de juredicion como en
otra qualquier manera de nullidad, aya seido e sea ninguno e
de ningund efecto e valor todo lo que asi ficicren e judgaren e
sentenciaren e pronunciaren e procedieren e executaren e todo
ello e cada cosa e parte dello sea avido por non fecho e non
pueda aver nin aya nin conseguir nin consigera efecto nin
subsistencia alguna. E yo. por la presente, lo anullo e do por
ninguno e de ningund valor e por tal lo he e declaro, asi como
aquello que seria fecho e procedido contra mi expreso
defendimiento e mandamiento. E otrosi. mando a los
sobredichos e a cada uno dellos que cada que sobre ello fueren
requeridos por los sobredichos marques don Juan Pacheco e
maestre don Pedro Giron o por sus herederos e descendientes
e subcesores e por aquel o aquellos que dellos o de qualquier
dellos ovieren causa, que sin me requerir nin consultar sobre
ello nin esperar otra mi carta nin segunda yusion, les den e
fagan dar por sus personas e con sus gentes e armas todo favor
e ayuda que les pidieren para continuar e retener e tener e
poseer al dicho marques don Juan Pacheco, la dicha cibdad
de Chinchilla e las villas de Alarcon e Albacete de Hellin e
Tovarra e Yecla e Sax e el Castillo de Garci Muñoz e Sant
Chínente e el Villarejo de Fuentes, con sus tierras e fortalezas
e con todas otras sus perticncias e al dicho maestre don Pedro
Giron, la dicha villa de Peñafiel e su tierra, con su castillo e
fortaleza e con todas las otras sus pertenencias e para resistir
e resistan, con armas o sin armas, a todas e qualesquier
personas de qualesquier estado o condicion, preheminencia o
dignidad que sean, que lo quieran embargar o contrariar o
entrar o tomar, en qualquier manera o por qualquier titulo o
causa o razon e color que sea o ser pueda e que lo asi fagan e
c u m p l a n , non e m b a r g a n t e s q u a l e s q u i e r mis cartas e
provisiones, aunque contengan qualesquier penas de mal caso
e otras qualesquier de qualquier importancia e con qualesquier
clausulas abrogatorias e derogatorias e otras qualesquier que
sean o ser puedan e asi mesmo. non embargante, que fallen o
les sea fecha qualquier resistencia actual o verbal, con armas
o sin armas o en otra qualquier manera e aunque todo concurra
ayuntada o apartadamente. E los unos nin los otros non fagan.
ende al. por alguna manera, so pena de la mi merced e de caer
por ello en mal caso e de privacion de los oficios e de
confiscacion de los bienes de los que lo contrario ficieren para
mi camara e de perdere que ayan perdido por el mismo fecho,
las tierras e mercedes e raciones e quitaciones e otros
qualesquier maravedises que de mi han, tienen en qualquier
manera e, demas, por qualquier o qualesquier dellos por quien
fincas e de lo asi facer, mando al ome que les esta mi carta
mostrare o su traslado signado de escriuano publico, que los
emplace que parescan ante mi en la mi corte, do quier que yo
sea, del dia que los emplazara a quince dias primeros siguientes
e mando, so pena de la mi merced e de privacion del oficio e
di diez mill maravedis para la mi camara, a qualquier escrivano
publico que para esto fuere llamado, que de ende al que la
uno non ge las puede el rey o principe tirar nin quitar sin
causa legitima nin las dar a otro e quel rescripto e carta que
contra esto fuese dado seria contra derecho natural e que deven
ser llamados e oidos aquellos a quien tañe, en caso que se
elixiese ellos aver fecho e cometido algunas cosas, porque las
deviesen perder e que las cartas e rescriptos dadas contra ley
o fuero o derecho deven ser obedecidas e non complidas,
aunque contengan qualesquier abrogaciones e las leyes e
fueros e derechos e otra firmezas e clausulas e aunque las
tales cartas e rescriptos sean de primera e segunda yusion o
dende en adelante e que las tales deban ser avidas por obreticias
e subreticias e que non deben valer nin ser obedecidas nin
complidas e que las leyes e fueros e derechos valederos non
pueden ser revocados, salvo por otros lechos en cortes, ca yo
por la presente, la qual quiero e mando que aya fuerza e vigor
de la ley, asi c o m o fecha e ordenada e establecida e
pronunciada en cortes e asi como si a ella oviesen precedido
e en ella interviniesen e se subsiguiesen, todas aquellas cosas
e cada una dellas que para lo tal se requiere, todo esto e cada
cosa dello, yo queriendo usar e usando del dicho mi poderio
real absoluto e porque soy cierto que lo suso dicho e en esta
mi carta contenido, cumple asi a servicio de Dios e mio e a
bien e pacifico estado e tranquilidad de la cosa publica de mis
regnos e por evitacion de los dichos e s c a n d a l o s e
inconvenientes, dispenso contra lodo lo suso dicho e contra
cada cosa e parte dello e contra otra qualquier cosa que en
contrario sea o ser pueda, de lo en esta mi carta contenido e
indugo contra todo ello e contra cada cosa e parte dello mi
plenisima e perfecta dispensacion real e quiero e me plaze e
mando e es mi merced e voluntad que se faga e observe e
guarde inviolablemente, para agora e para siempre jamas, todo
lo suso dicho e cada cosa e parte dello, sin contradiccion nin
obstaculo alguno que sea o ser pueda, segund que lo yo quiero
e mando por esta mi carta. E mando a los infantes, duques,
condes, marqueses, ricos omes, maestres de las ordenes,
priores e a los del mi Consejo e oydores de la mi Audiencia e
al mi justicia mayor e alcaldes e alguaciles e otras justicias de
la mi casa e corte e chancilleria e a los comendadores e
subcomendadores, alcaides de los castillos e casas fuertes e
llanas e a los mis adelantados e merinos e otros qualesquier
mis j u e c e s ordinarios e estraordinarios, delegados e
subdelegados, comisarios e otros qualesquier e a lodos los
concejos, alcaldes e alguaciles, regidores, caballeros.
escuderos e omes buenos de todas las cibdades e villas e
lugares de los mis regnos e señoríos e a otros qualesquier mis
vasallos e subditos e naturales de qualquier estado o condicon,
preeminencia o dignidad que sean e a qualquier o qualesquier
dellos que guarden e complan e fagan guardar e complir en
todo e por todo, segund que en esta mi carta se contiene, para
agora e para siempre jamas e que non vayan nin pasen nin
consientan nin permitan ir nin venir nin pasar contra ello nin
contra cosa alguna nin parte dello por alguna nin razon nin
color que sea o ser pueda nin se entrometan de conoscer nin
conozcan de demanda nin pleito nin quistion nin controversia
nin lid nin otra cosa alguna que contra ello o contra qualquier
cosa o parte dello sea o ser pueda, en qualquier manera, quier
sea movida contra mi o contra el mi procurador fiscal e
promotor de la mi justicia c contra los dichos marques don
Juan Pacheco e maestre don Pedro Giron e contra cada uno
dellos e contra sus herederos e subcesores e descendientes o
175
Fresno e Salvatierra e Salvaleon e sus tierras e terminos que
son en el obispado de Badajoz. E de los logares de Padilla e
Manzanilla e Morpeses de Yuso e Morpeses de Suso e Oreja
e Fuente Pedrosa e Canalejas e la Torre e sus tierras e terminos
que son en el obispado de Segovia; çebdad e villas e logares
que don Johan Pacheco, marques de Villena, mi mayordomo
mayor, ha e tiene en estos nuestro reinos e señorios, segund
suelen andar en renta de alcavalas e terçias en los años pasados.
e a cada uno de vos a quien esta mi carta fuere mostrada o el
traslado della signado de escrivano publico, salud e graçia.
Sepades que en el arrendamiento que yo mande fazer e se
fizo por masa de las alcavalas e terçias de los dichos mis reinos
e señoríos de los quatro años por quales yo mande arrendar.
que comenzaron en el año pasado de mill e quatroçientos e
çinquenta e çinco años, quedaron por arrendar las alcavalas e
terçias de las çebdades e villas e logares que los duques, condes
e marqueses e algunos perelados e cavalleros de los dichos
mis reinos, tienen en ellos entre las quales fincaron por
arrendar las rentas de las alcavalas e terçias desas dicha çebdad
e de las otras dichas villas e logares que el dicho marques
tiene, como dicho es, e las quales dichas rentas de las dichas
alcavalas e terçias de los dichos quatro años con el
recabdamiento dellas; e los mis contadores mayores, por mi
mandado, pusieron en almoneda publica aqui en la mi corte
en el estrado7 de las mis rentas, e non paresçio quien las puxase
en preçios razonables. E porque cunple a mi serviçio que las
dichas rentas se afielden e non esten en fieldad 8 segund que
estan, mi merçed e volontad es que Diego de Ordas, mi basallo,
bezino de Segovia, faga e atienda por mi e en mi nombre, por
granado o por menudo, todas las dichas rentas de las dichas
alcavalas e terçias desta dicha çebdad de Chinchilla e de las
otras dichas villas e logares de suso contenidas. E cada una
dellas, de los dichos quatro años e de cada uno dellos; es a
saber, las rentas de cada parte de cada una dellas sobre si
juntamente o cada una dellas por si, como mas entendiere
que cunple a mi serviçio en qualesquier partes o logares quel
quisiere e que las remate de todo remate en las personas que
por ellas mayores preçios dieren e con las condiçiones e
salvado de los años pasados e que les de e pueda dar sus cartas
de arrendamiento e arrendamientos de las dichas rentas e sus
cartas de contrato de como le contrataron en ellas de fianzas e
su pagamiento segund la mi ordenanza, e los quales dichos
arrendadores, que de las dichas rentas fueren, es mi merçed
que las cojan e recabden por las leyes e condiçiones de los
quadernos con que el rey don Juan, mi señor e padre, de
gloriosa memoria cuya anima Dios aya, mando cojer e
recabdar las dichas alcavalas e terçias en los años pasados de
mill e quatroçientos e çinquenta e vno e çinquenta e dos años.
E que el dicho Diego de Hordas, mi vasallo, reçeba e recabde
por mi e en mi nonbre, todos los maravedis que valieren e
porque se arrendaren las dichas rentas e cada una dellas, para
lo que mando dar esta mi carta en la dicha razon; porque vos
mando, vista esta mi carta o el dicho traslado signado, como
dicho es, a todos c a cada uno de vos en vuestros logares e
jurediçiones que dexedes e consintades al dicho Diego de
Ordas fazer e arrendar las dichas alcavalas e terçias de esa
dicha çebdad de Chinchilla e Albaçete e Hellin e Tovarra e
Villena e Almansa e Yecla e Sax e Jumilla e Alcala del Rio e
Xorquera e Ves e Utiel e Atarejos e Piqueras e Albaladejo e
Belmonte e San Clemente e el Castillo de Garçi Muñoz e
mostrare testimonio signado con su signo, sin dineros, porque
yo sepa en como se cumple mi mandado. E desto, mande dar
esta mi carta de previllegio, firmada de mi nombre e rodado e
sellado con mi sello. Dada en la muy noble cibdad de Cordoba,
a doce dias de jullio, año del nascimiento del nuestro señor
Jhesu Christo de milile quatrocientos e cinquenta e seis años.
Primera escripto sobre rayado o diz sus e do diz corroboracion
e o diz vos en el dicho e o diz desdendientes e o diz callada e
o diz por nos e o diz detentacion e o diz otras. Va escripto
entre renglones o diz dicho e o diz dellos e o diz dellos e o diz
e perfecta e o diz e subcomendadores e o diz de escrivano.
Vala e non le empezca. Yo el rey. E yo el dotor Fernando Diaz
de Toledo, oydor e refrendario del rey e del su Consejo e su
secretario e notario mayor de los privilegios rodados, la fice
escrevir por su mandado. Registrada.
X
1458-111-28 Madrid. Enrique IV encarga a Diego de
Hordas la recaudación de las tercias y alcabalas de
Chinchilla, Albacete, Hellín, Yecla y otras villas dependientes
del marqués de Villena, durante cuatro años. A.H.N. Sección
Nobleza. Duques de Frías. 3/2.
Los reyes cuando otorgaban a los nobles la propiedad y/o
jurisdicción de ciudades o villas siempre guardaban para sí
algunos impuestos que eran especificados en las cartas de
concesión. Entre los tributos que se reservaba la corona
estaban, especialmente, las tercias reales y las alcabalas. Este
era un impuesto general que data de la época de Alfonso XI.
Con Enrique III adquirió definitivamente carácter de renta
fija y ordinaria grabando todas las compraventas en el diez
por ciento del valor del producto. Inicialmente, una parte la
satisfacía el vendedor y la otra el comprador, pero en el siglo
XV era pagada exclusivamente por el vendedor. Las tercias
reales consistían en la recaudación por los monarcas de las
dos novenas partes del diezmo eclesiástico. Ambos impuestos
y algunos otros, se los reservaban los monarcas, aunque a lo
largo del siglo XV muchos nobles terminaron apropiándose
de ellos con lo que incrementaron sobremanera sus ingresos
a cambio de esquilmar el patrimonio real.
Don Enrique por la graçia de Dios rey de Castilla, de Leon,
de Toledo, de Sevilla, de Cordova, de Murçia, de Jaen, del
Algarve, de Algeziras e señor de Vizcaya e de Molina a los
conçejos, corregidores, alcaldes, alguaziles, cavalleros,
escuderos, ofiçiales e omes buenos de la çebdad de Chinchilla
e de las villas de Almansa, Hellin e Tobarra e Villena eAlbazele
e Yecla e Sax e Jumilla e Alcala del Rio e e Xorquera e Ves e
sus terminos e sus tierras e terminos e jurediçiones que son
en el obispado de Cartajena e de la villa de Utiel e de los
lugares de Altarejos e Piqueras e Alvaladejo e sus tierras e
terminos que son en el obispado de Cuenca e de las villas de
Belmonlc e San Clemente c el Castillo de Garçi Muñoz e
Alarcon e Yniesta e la Robda e los logares de sus tierras e
cañadas e tenençias que son en el partido del Marquesado de
Villena. E de las villas de Villanueua de la Fuente e el Bonillo
e Muñera e Luzuza e Villarrobledo e sus tierras e terminos
que son en el Arçedianazgo de Alcaraz. E de la villa de Moguer
e su tierra e termino que es en el partido del condado de Niebla
e de las villas de Villanueva de Barcarrota e Villanueva del
176
dichos maravedís e otras cosas de las dichas alcavalas e terçias
de esas dichas çebdad e villas e logares e de cada una dellas
de los dichos quatro años e de cada uno dellos, segund dicho
es, por esta dicha mi carta e por el dicho su traslado signado
como dicho es, le mando que vos prenda los cuerpos e vos
tenga presos e bien recabdados e vos non de sueltos ni fiados.
e vos tome e prenda vuestros bienes de cada uno de vos e de
vuestros fiadores que daredes e ovieredes dado en las dichas
rentas, asi muebles como raizes e los venda e remate en publica
almoneda como por maravedis del mi aver. E de los maravedis
que valieren se entregue de todos los dichos maravedis e otras
cosas que devedes e devieredes e ovieredes a dar de las dichas
mis rentas, en la manera que dicho es. E es mi merçed e mando
que por defecto de las fianças que el dicho Diego de Ordas
asi tomare e reçibiere de los arrendadores e otras personas
que del, arrendare las dichas rentas e cada una dellas de los
dichos quatro años e de cada uno dellos, no le pueda ser
inputada ni cargada ni se inpute ni cargue culpa ni cargo
alguno ni el dicho Diego de Ordas sea tenido ni obligado a lo
remediar nin sanar; ca desde agora como de entonçes e de
entonçes como de agora, aprueuo e loo e he por bueno el dicho
arrendamiento que el dicho Diego de Ordas asi fiziere e las
fiangas que en la dicha razon reçebiere. E por esta mi carta
mando a los dichos mis contadores mayores que asienten en
los mis libros de las rentas el dicho arrendamiento o
arrendamientos que el dicho Diego de Ordas asi fiziere de las
dichas rentas de los dichos años e de cada uno dellos, porque
lo puedan poner o pongan en las reçebtas 10 que dieren a los
mis contadores mayores de las mis cuentas. E, otrosi, mando
que por ningunos ni algunos de los dichos mis contadores
mayores e contadores de rentas ni por otra persona alguna no
les sean demandadas otras diligençias ni otra razon alguna
salvo aquellas que el dicho Diego de Ordas fiziere o diere
firmadas de su nonbre e signadas de escrivano publico,
conteniendo por ellas como fueron apregonadas las dichas
rentas e cada una dellas en la villa e logar dende las asi fizieron.
de como se remataron en la persona o personas que del, las
arendaren e por los pregios e contias de maravedis que por
ellas hallo. Lo qual, es mi merçed que se faga e cunpla, asi
segund que por esta mi carta lo yo mando, non enbargante
que qualesquicr leyes e ordenanzas e usos e costunbres que
en contrario desto sean o ser puedan, con las quales e con
cada una dellas dispongo en quanto a esto. E los vnos ni los
otros non fagades ni fagan, ende al, por alguna manera, so
pena de la mi merged e de diez mill maravedís para la mi
camara e a cada uno por quien fincare de lo asi fazer e cunplir.
E demas, mando al ome que vos esta mi carta mostrare o el
dicho su traslado signado como dicho es, que vos cnplaze
que parezcades ante mi en la mi corte, doquier que yo sea, los
conçejos por vuestros procuradores e uno o dos de los ofiçiales
de cada logar, personalmente, con poder de los otros, del dia
que vos enplazare a quinze dias primeros siguientes, so la
dicha pena a cada uno, a dezir por qual razon non conplides
mi mandado. So la qual mando a qualquier escrivano publico
que para esto fuere llamado que de ende, al que vos la mostrare,
testimonio signado con su signo, para que yo sepa como se
cunple mi mandado. Dada en la villa de Madrid a vente e
ocho dias de margo, año del nazimiento del nuestro señor Jhesu
Christo de mill e quatroçientos e çinquenta e ocho años. E
mando a los dichos mis contadores mayores que tomen en si.
Alarcon e Yniesta e la Robda e Villanueua de la Fuente e El
Bonillo e Munera e Lozuza e Villarrobledo e Moguer e
Villanueua de Barcarrota e Villanueua del Fresno e Salvatirra
e Salvaleon e Padilla e Manganilla e Morpeses de Yuso e
Morpeses de Suso e Oreja e Fuente Pedrosa e Canalejas e la
Torre e sus tierras e terminos e juredicçiones e cada una dellas.
de los dichos quatro años que comenzaron primero dia de
enero del dicho año pasado de mill e quatroçientos e çinquenta
e çinco años e se cunpliran en fin de mes de dizicnbre deste
año de la data de esta mi carta e de cada uno dellos, por granado
o por menudo, de esa dicha çebdad e cada una villa e logar
sobre si, con las condiçiones e salvado de los años pasados,
segund dicho es e rematarlas en la persona o personas que
mayores preçios dieren por ellas e por cada una dellas, tanto
que de las rentas de cada un partido se faga su renta e preçio
sobre si, segun dicho es; e que las pueda fazer e faga en la
dicha çebdad e villas e logares suso dichas o en otras
qualesquier çebdades o villas o logares que el quisiere e
entendiere que cunple a mi serviçio e que recudades e fagades
recudir a las personas que, asi, del arrendare las dichas rentas
con los maravedis e otras cosas que han valido o rendido e
valieren e rendieren en los dichos quatro años e en cada uno
dellos, mostrandovos sus cartas de rendimientos de como
arrendaron del, las dichas rentas e sus cartas de contrato de
como lo contrataron en ellas, de fianças a su pagamiento,
segund la mi hordenança, los quales dichos arrendadores e
cada uno dellos, es mi mandado que cojan e recabden e
demanden las dichas rentas e cada una dellas, por las dichas
leyes e condiçiones de los dichos quadernos del dicho rey mi
señor, de los dichos años pasados de çinquenta e vno e
çinquenta e dos e de qualquier dellos. E, otrosi, por esta mi
carta o por el dicho su traslado signado, como dicho es, mando
a vos, los dichos conçejos e corregidores e alcaldes e regidores
e otros ofiçiales suso dichos, desta dicha çebdad de Chinchilla
e villas e logares susodichos e de cada una dellas e a los
arrendadores e fieles e cojedores e terçeros e deganos 9 e
mayordomos e otras personas qualesquier que han cojido e
recabdado e cojen c recabdan e ovieren de cojer e de recabdar
en renta o en en fieldad o en terçera o en otra manera
qualquiera, las dichas rentas de las dichas alcavalas e terçias
desta dicha çebdad e villas e logares de suso dichas e de cada
una dellas, de los dichos quatro años e de cada uno dellos; e
rendades e fagades rendir al dicho Diego de Ordas, con todos
los maravedis de pan e vino e ganados e otras cosas qualesquier
que las dichas alcavalas e terçias desta dicha çebdad e villas e
logares, de suso dichas, han valido e rendido e valieren e
rindieren e porque se arrendaren en los dichos quatro años e
en cada uno dellos, con todo, bien e conplidamente en guisa
que le non niegue, ende, cosa alguna, por quanto mi merçed e
voluntad es que los regiba e recabde para fazer dellos lo que
le yo mandare e cunpliere a mi serviçio. E dadgelos e
pagadgelos a los plazos e en la manera que a mi los abedes a
dar e pagar e de lo que le dicredes e pagaredes tomad sus
cartas de pago que se vos han reçebido en quenta. E a otro
alguno nin algunos non recudades nin fagades recudir de cosa
alguna de lo que dicho es, si non ser çiertos que quanto de
otra guisa dieredes e pagaredes o fiziesedes dar o pagar que
lo perderedes e vos non sera reçebido en quenta e aberlo hedes
a pagar otra vez a mi o al dicho Diego de Ordas. en mi nonbre.
E si non dieredes o pagaredes al dicho Diego de Ordas los
177
e lides e contiendas, las quales el dicho rey de Castilla e nos
conprometimos e posimos en poder del muy reverendo in
Chisto, padre don Alfonso Carrillo, arzobispo de Toledo.
primado de las Españas, chançeller mayor de Castilla e en los
ilustres c magnificos don Juan Pacheco, marques de Villena e
don Enrique, conde de Alva de Liste e en el magnifico
comendador Juan Fernandez Galindo, todos del Consejo del
dicho señor rey de Castilla, nuestro muy caro e amado sobrino.
para que ellos viesen, librasen, decidiesen, determinasen e
atajasen las dichas diferençias e lides e contiendas, como ellos
quisiesen e por bien tomasen. Los quales. por vertud del dicho
compromiso que entre el dicho rey de Castilla, nuestro muy
caro e muy amado sobrino e nos, dieron cierta sentençia, la
qual por nos los dichos reyes, espresamente fue consentida,
loada, aprovada, amologada, segund que en el dicho
conpromiso e segund la aprovaçion e consentimiento, mas
largamente se contiene. E entre las otras cosas contenidas en
la dicha sentençia se contiene un capitulo que dize asi:
el traslado desta mi carta e lo pongan e asienten en los nuestros
libros e sobre escrivan el orginal, non enbargante qualesquier
mercedes e leyes e pramaticas sançiones que en contrario sean,
con las quales de mi çierta çiençia e propio motu, yo dispenso.
Va hemendado o diz dichas al e o diz Almansa. Yo, el Rey.
Yo, Alvar Gomez, de Çebdad Real, secretario de nuestro señor
el rey, la fíz escrevir por su mandado. Conçejos e corregidores,
alcaldes, alguaziles, cavalleros. escuderos e ofiçiales e omes
buenos de la çebdad de Chinchilla e de todas las otras villas e
logares contenidas en esta carta.
XI
S/f-S/L-. Don Juan II de Aragón y Navarra, en
cumplimiento de los acuerdos llevados a cabo con Enrique
IV, renuncia en favor de Juan de Pacheco, marqués de Villena
v maestre de Santiago, traspasándole cualquier derecho que
le pudiese haber quedado referido a la posesión de la ciudad
de Chinchilla y villas de Yecla, Sax, Hellín, Albacete, Alarcón,
Tobarra, el Castillo de Garci Muñoz, San Clemente y Villarejo
de Fuentes. A.H.N. Sección Nobleza. Duques de Frías. 100/1.
Item, que los capitulos e renunçiaçiones e çesiones e
traspasaçiones e donaçiones e otros qualesquier contratos e
escripturas de qualquier utilidad oficio e misterio que fueren
fechos e otorgados en nonbre de los dichos señores reyes en
las villas de Agreda e Almançan e, despues, por ellos
confirmados e jurados e reteficados e por virtud de los dichos
capitulos lechos, dados e otorgados e los prometidos de los
maravedis de juro de heredad, que el dicho rey, nuestro señor,
dio al dicho rey de Aragon, nuestro señor, reforme, ratifique e
aprueve e de nuevo se otorge e faga, segund e por la forma e
manera que en ellos se contiene, por el dicho rey, nuestro
señor e por el dicho señor rey de Aragon e por las otras
personas a quien los dichos capitulos e contractos e escripturas
atañe, quand fuertes, conplidos e bastantes, para firmeza e
validacion dellos se requieran e fazerse puedan, las quales
dichas reconfirmaciones de la dicha paz e de las dichas
renunciaciones e contractos e cosas suso dichas, se ayan de
fazer e otorgar e otorguen e fagan dentro de dos meses
primeros siguientes, contados desde el dia de la data desta
sentencia, las qualcs se trayan a nos, los dichos juezes, dentro
deste termino para que las demos a las partes a quien atañe.
Por ende, nos el dicho don Juan, rey de Aragon e de Navarra.
de nuestra çierta çiençia e libre e agradable e espontanea
volontad. aviendo los dichos compromiso e sentencias e el
tenor dellos aqui por espresos, laudamos, aprovamos,
reteficamos e amologamos la dicha sentençia arbitraria, dada
por los dichos arzobispo de Toledo e marques de Villena e
conde de Alva de Liste e comendador Juan Fernandez Galindo.
E nos plaze e queremos e prometemos de la tener e guardar e
observar e mantener inviolablemente, agora e para siempre
jamas e aquella e el capitulo suso incorporado contenido,
sequiendo e abiendo consideracion de los buenos e señalados
seruiçios que vos, el dicho marques, nos abeis fecho, que son
a nos e a todos nosotros e por tales los abemos e aprovamos e
queremos que en ningund tienpo seades temidos a los provar
e porque, sienpre, vos trabajastes e procurastes con todas
vuestras tuercas e a todo vuestro bueno e leal poder, porque
la buena paz e concordia e amor del dicho rey de Castilla,
nuestro muy caro e muy amado sobrino e nos e sus reinos e
señorios e tierras e nuestros reinos e señorios e tierras, fuese
guardado e oservado e fuesen quitadas, entre nos, todas
discordias e diferencias e estraniezas e incovinientes e
Este documento parece un borrador realizado por el infante
don Juan de Aragón sobre su renuncia a la ciudad de
Chinchilla y demás villas del Señorío de Villena, entregado a
don Juan Pacheco para que éste diera su conformidad. Un
documento de parecido contenido fue recogido en la
confirmación llevada a cabo por Enrique IV en 1456,
conservado en el archivo de los duques de Osuna. (Véase
Documento IX). Del mismo se deduce que a la hora de llevar
a efecto los acuerdos alcanzados en la década de los
cincuenta, volvieron a surgir disidencias entre Enrique IV y
don Juan de Navarra por lo que ambos reyes, de mutuo
acuerdo, nombraron como mediadores al arzobispo de Toledo,
don Alonso Carrillo, primado de las Españas, al propio Juan
Pacheco, al conde de Alba y al comendador Juan Fernández.
Galindo para resolver las diferencias. El presente documento
sería un borrador de la aceptación de las propuestas de los
mediadores, cuando don Juan ya ocupaba el trono de Aragón,
entrando, así, este interminable conflicto en la recta final para
su solución definitiva. No consta en el documento fecha
alguna, pero debió de producirse con posterioridad a 1458,
año en que el infante don Juan, a la muerte de su hermano
Alfonso V. fue proclamado rey de Aragón.
In Dei nomine. Amen. Conosçida cosa sea a todos los que
este publico instrumento vieren como nos, don Juan, por la
graçia de Dios rey de Aragon e de Nauarra, etc.. por quanto
nos, seyendo rey de Navarra e infante, de razon fezimos e
otorgamos al ilustre e magnifico Juan Pacheco, marques de
Villena, mayordomo mayor del muy alto e muy ilustre don
Enrique, rey de Castilla e de Leon, nuestro muy caro e muy
amado sobrino, vn contrato con juramento e voto e pleito
omenaje, firmado de nuestro nonbre e sellado con nuestro
sello e signado de escrivanos e notarios publicos, el tenor del
qual es este que se sigue:
Aqui ha de entrar todo el contrato.
E porque despues que por nos, fue fecho e otorgado el dicho
contrato e juramento e voto e pleito omenaje, entre el dicho
rey de Castilla, nuestro muy caro e muy amado sobrino e nos,
e entre sus reinos e nuestros ovo algunas diferençias e debates
I78
e razones suso dichas, vos fazemos merçed e gracia e donaçion.
çesion, traspasaçion pura, perfecta e non revocable, que es
dicha entre bivos, para vos, el dicho marques don Juan Pacheco
e para vuestros herederos e subçesores e fijos e desçendientes
e para aquel o aquellos que de vos o dellos o de qualquier
dellos ovieren cabsa, por juro de heredad, por sienpre jamas.
E para lo vender e dar e trocar, canbiar e enpeñar e enagenar
e para fazer dello e en ello todo lo que quisieredes e por bien
tuvieredes, asi como de cosa vuestra propia. E de todo ello e
de cada una cosa e parte dello, nos desapoderamos e
desenenbestimos e a los dichos nuestros fijos e herederos e
subcesores, e lo damos e donamos e çedemos e traspasamos
a vos, el dicho marques don Juan Pacheco e a los dichos
vuestros fijos e herederos e subçesores universales e
singualares e aquel o aquellos que de vos o dellos ovieren
cabsa e titulo, en tal manera que a nos nin en nos nin a los
dichos nuestros fijos, herederos e subçesores e desçendientes,
despues de nos nin a otra persona alguna, no ha quedado nin
queda ningun titulo nin derecho nin penas nin ipoteca nin
abçion nin obligaçion nin petiçion nin otro remedio nin recurso
alguno a la dicha çebdad e villas e logares e castillos e
fortalezas nin a cosa alguna nin parte de lo suso dicho nin lo
retenemos nin queremos retener a nos nin para nos nin para
los dichos nuestros fijos e desçendientes e herederos e
subçesores, despues de nos, nin para otro alguno mas que vos,
el dicho marques don Juan Pacheco, lo ayades e cogades todo
e sea vuestro, libre e quito e desenbargado e de los dichos
vuestros fijos e herederos e subçesores. despues de vos, e de
aquel o aquellos que de vos o dellos ovieren titulo o cabsa.
sin ninguna contienda nin debate e sin perturbacion nin
molestia e sin ningund ostaculo e inpedimento. E confesamos
e otorgamos que en el dicho contrato e pacto e voto, suso
encorporado en este dicho contrato que vos, de nuevo, fazemos
e otorgamos nin en cosa alguna dellos, no ha interbenido nin
interbino nin interbiene fiçion nin simulaçion nin arte nin
cautela nin fraude nin engaño nin dolo, requisa nin de vos, el
dicho marques don Juan Pacheco nin de otra persona alguna
que oviese dado nin diese cabsa para que lo feziesemos e
otorgasemos, antes que abemos seido e somos cierto e
çertificado e bien informado de todo lo que en el dicho contrato
e pacto e juramento e voto e de lo contenido en este dicho
contrato e esta dicha merçed e graçia e donaçion e çesion e
traspasaçion que vos fazemos. E de todo ello nos plaze e
consentimos en ello e en cada cosa dcllo, en qualquicr manera
e valor que sea o ser pueda, aunque fuese e se podiese dar que
fuese enorme, enormisima e intolerable, en ningun daño e
detrimento nuestro e de nuestro patrimonio e de todos nuestros
bienes e tierras e vasallos e señoríos e de la mayor parte dellos.
Otrosí, prometemos e nos obligamos, por nos e por los dichos
nuestros fijos e herederos e subçesores e desçendientes,
despues de nos, a vos, el dicho marques don Juan Pacheco e a
vuestros fijos e herederos e desçendientes, despues de vos, e
a aquel o aquellos que de vos o dellos ovieren cabsa, e a vuestro
procurador sofiçiente, que esta presente, reçibiente por vos e
en vuestro nonbre e con vuestro poder bastante, esta dicha
obligaçion e todo lo contenido en este dicho instrumento e
cada cosa e parte dello e a los escrivanos e notarios publicos.
yuso escriptos, como ante1 publicas por firme estipulaçion e
quedasemos en buena e verdadera e perpetua paz. Asi mismo.
abiendo c o n s i d e r a c i o n al grand debdo de sangre e
consanguinidad que la marquesa, doña Maria Puertocarrero,
vuestra mujer e vuestros fijos han con la reina doña Juana,
nuestra muy cara e muy amada mujer e con nuestros fijos e
en nuestra casa e por otras muchas razones que nos a ello
mueven, de nuestra libre e agradable e espontanea voluntad,
sin premia e sin fuerça e sin dolo nin engaño e sin otra arte
nin cautela alguna, aprovamos. reteficamos, loamos e
confirmamos la dicha sentençia arbitraria e el dicho contrato
suso encorporado e cada cosa dello e todas las confisiones 11
e renunçiaciones e traspasamiento e revision e dexamiento e
çesion e pago e transançion e todas las otras cosas e cada una
dellas, contenidas en el dicho contracto de suso encorporado
e jura e voto e pleito omenaje e todo lo en el contenido e cada
una cosa dello, segund e por la forma e manera que en el
dicho contracto se contiene e de nuevo lo otorgamos, todo e
cada cosa de lo contenido en el. E porque nuestra intençion
siempre fue e es que todo aquello para siempre sea guardado.
agora, seyendo rey de Aragon e Navarra e de Çeçilia e seyendo
mas poderoso e teniendo mas reinos e señorios, otorgamos e
conosçemos que si algund titulo o derecho o abçion o petiçion
o ipoteca o penas e obligaçion e otro qualquier remedio o
recurso nos ha quedado e queda e conpetc o pertenesce c puede
conpeter o pertencsçer a nos e los dichos nuestros fijos e
descendientes e herederos e subçesores. despues de nos, e a
otros qualesquier que de nos e dellos o de qualquicr dellos
han abido e ovieren o han titulo o cabsa a la dicha çebdad de
Chinchilla e a las dichas villas de Alarcon e Albaçete e Hellin
e Tovarra e Yecla e Sax e al Castillo de Garçia Muñoz e a
Sant Clemente e al Villarejo de Fuentes e sus aldeas e tierras
e fortalezas e a la justicia e jurediçion çevil e criminal, alta e
baxa e mero misto imperio, rentas e pechos e derechos e terçias
e a las otras sus pertenençias e a la tenençia e posesion e casi
posesion e propiedad e señorio de todo ello e a qualquicr cosa
e parte dello e a todas las otras cosas e a cada una dellas que
en vos e a vos, el dicho marques, renunçiamos, çedemos e
traspasamos, por el dicho pacto e contrato e juramento e voto
de suso encorporado, de nuevo agora, lo renunçiamos,
çedemos e traspasamos a vos, el dicho don Juan Pacheco
marques de Villena e vos façemos renunçiaçion, çesion e
traspasaçion de todo e qualquier derecho, boz, abçion, recurso,
que nos e los dichos nuestros fijos, herederos e suçesores o
otras qualesquier personas por nos o por ellos han o podemos
aber e nos pertenesçe o pertenesçer pueda, en qualquicr
manera, al señorio e propiedad e a la posesion, vel casi, e a la
tenençia e detentaçion de todo lo suso dicho. E todo lo
apartamos e quitamos de nos e de los dichos nuestros fijos,
herederos e subçesores e de cada uno de nos. E lo traspasamos
e dexamos en vos e para vos, el dicho marques de Villena e
para los dichos vuestros herederos e subçesores e para aquel
o aquellos que de vos o dellos ovieren cabsa. E confesamos
que todo es vuestro e vos pertenesçe e que a nos nin a los
dichos nuestros herederos e subçesores non queda ni
pertenesçe cosa alguna en ello ni en parte dello. E por mas
seguridad, si algun derecho o abçion o voz o remedio de
derecho çevil o de las gentes, nos o los dichos nuestros
herederos o subcesores abemos e nos queda c nos pertenesce
de la dicha çebdad e villas e logares e castillos e fortalezas e
a las otras cosas suso dichas o a cada una dellas, por las cabsas
1
179
(palabra ilegible)
cada cosa e parte de ello e de non ir nin vernir nin iremos nin
vernemos contra ello nin contra cosa alguna ni parte de ello
en algun tienpo nin por alguna manera nin razon que sea e ser
pueda, so pena de (
) mill florines de buen oro e de
justo peso de la ley e cuño de Aragon, la qual dicha pena, si
en ella cayeremos o los dichos nuestros fijos e herederos e
subçesores e desçendientes, despues de nos o qualquier dellos,
que sean para vos, el dicho marques don Juan Pacheco e para
los dichos vuestros fijos e herederos e subçesores e
desçendientes, despues de vos, e para aquel o aquellos que de
vos o dellos obieren cabsa. A la qual dicha pena nos obligamos,
por pena e en nonbre de pena e por interes conbençional e por
firme estipulaçion e pacto que con vos ponemos e con el dicho
vuestro procurador, por vos e en vuestro nonbre, resçebiente
la dicha estipulaçion e pacto. E la dicha pena, pagada o non
pagada, que todavia seamos temidos e obligados a tener e
guardar e conplir todo lo contenido en el dicho contrato e
juramento e voto de suso encorporado. E otrosi, lo contenido
en este instrumento, salvo en lo que toca a la villa del Castillo
de Garçi Muñoz e al señorío e propiedad e posesion e casi
posesion della, que non queremos hobligados a la eviçion 12 e
saneamiento della; para lo qual todo suso dicho e para cada
cosa e parte de ello, asi tener e guardar e conplir e que lo
guardaremos e tememos e conpliremos, realmente e con
efecto, obligamos a nos e a todas nuestras villas e logares.
tierras e vasallos e bienes muebles e raizes, patrimoniales e
fiscales, abidos e por aber. E otrosí, obligamos e ipotecamos
a ello, espresamente, el un quento l3 e medio de maravedis de
juro de heredad en cada un año, de los tres quentos e medio
de maravedis de juro de herededad quel dicho rey de Castilla,
nuestro muy caro e muy amado sobrino, nos tiene asegurados
en çiertas rentas de çiertas çebdades e villas e logares de sus
reinos, por cabsa de la çesion, renunçiaçion e traspasamiento
e pacto e contrato que fezimos al dicho rey de Castilla, nuestro
caro e muy amado sobrino e con el e a vos e con vos, el dicho
marques don Juan Pacheco e al dicho maestre don Pedro Giron.
segund que en el contrato, que de suso va encorporado, se
contiene. E queremos e consintimos e nos plaze que el dicho
un quento e medio de maravedis de juro de heredad, en cada
año, ayan quedado e queden e puedan ser e sean espresamente
ipotecados e obligados a la dicha eviçion e saneamiento de lo
contenido en el contrato suso encorporado, en quanto toca a
vos, el dicho marques. Otrosí, a lo contenido en este contrato
en que vos fazemos la entrega e donaçion e a los dichos
vuestros fijos e herederos e subçesores e desçendientes e aquel
o aquellos que de vos o dellos, ovieren cabsa e para guarda e
observacion e conplimiento de todo lo contenido en el contrato
e juramento de suso encorporado e de todo lo contenido en
este instrumento e cada cosa e parte dello, el qual dicho un
quento e medio de maravedis, que asi vos obligamos e
ipotecamos, son los que adelante se faze minçion e conbiene
a saber: los doszientos mill maravedis que tenemos asegurados
en las rentas e alcavalas de la çebdad de Salamanca e en su
tierra e obispado e ciento e ochenta mill maravedis, en la renta
de las alcavalas de la çebdad de Çamora e su obispado de los
dozientos mill maravedís que alli tenemos asegurados. E
otrosi, trescientos mill maravedis que tenemos asegurados en
el servicio e medio serviçio de los judios e moros de Castilla
e los otros ochoçientos e veinte mill maravedis, fincables en
la renta del serviçio e montadgo, donde nos lo tenemos
pacto que faremos e guardaremos e cunpliremos todo lo
contenido en el contrato e juramento e voto suso encorporado
e todo lo contenido en este contrato e que no iremos nin
vernemos contra ello nin contra cosa alguna dello. E otrosí,
que vos faremos sanas e çiertas e paçificas las dichas çebdad
e villas e lugares e tierras e castillos e fortalezas e los otros
derechos, heredamientos e bienes e todo lo otro suso dicho e
cada una cosa e parte de ello, de que vos obimos fecho e
fezimos la dicha renunçiaçion e çesion e traspasamiento e
pacto e contrato e juramento e voto de suso encorporado. E
asi mismo lo contenido en este contrato e de que, agora, vos
fazemos la dicha merçed e donaçion e de vos lo fazer todo
çierto e de paz e sano e libre e quito e desenbargado, asi de
los fijos e herederos e subçesores e desçendientes del señor
rey de Aragon de loable recordaçion, nuestro muy caro e muy
amado hermano e señor, que santo paraiso aya, como de otras
personas que son a nos conjuntos e propincuos e desçendientes
o trasversales e de nuestra consaguinidad e parentela que sean
o ser pueda, e conçeios e uneversidades e iglesias e
monasterios e de otros qualesquier que vos lo vengan
demandado o enbargado o contrariado en juizio o fuera de
juizio, asi en la propiedad e señorio como en la tenençia e
posesion e casi posesion e detentaçion de todo lo suso dicho e
de qualquier cosa o parte dello o en otra qualquier manera, de
qualquier natura o calidad e condiçion que sea o ser pueda,
asi por via e titulo de mayoradgo como por otros qualesquier
vinculos, instituçiones e sustituçiones e restituçiones e
sumisiones e ipotecas e penas e obligaçiones o por otra
qualquier abçion o petiçion o obligaçion o remedio o recurso,
que sea o ser pueda; e que vos non moveremos, nin ellos nin
alguno dellos non vos moveran nin vos traheremos nin traheran
sobre ello nin sobre cosa alguna nin parte dello, a pleito nin a
rebuelta nin contienda alguna en juizio nin fuera de juizio. E
nos obligamos e prometemos por nos e por los dichos nuestros
fijos, herederos e subçesores e desçendientes, despues de nos,
de vos sacar a paz e salvo e indepne e a los dichos vuestros
fijos, herederos e subçesores e aquel o aquellos que de vos o
de ellos obieren cabsa de todo lo suso dicho e de cada una
cosa e parte de ello e de tomar e que tomaremos, por vos, la
box e abtoria e defension del tal pleito o pleitos, cabsa o cabsas
e lides e contiendas que por los fijos, herederos e subçesores
e desçendientes del dicho rey de Aragon, nuestro hermano e
por nos e por los dichos nuestros fijos e herederos e subçesores
o por las otras dichas personas o por cada uno o qualquier de
nos o de otro, fueren movidos e traidos a vos, el dicho marques
don Juan Pacheco e a los dichos vuestros fijos e herederos e
subçesores e desçendientes, despues de vos e aquel o aquellos
que de vos o dellos obieren cabsa. E de los prosegir e fenesçer
a nuestras propias dispensas e costas, en qualquier manera
que lo sepamos e veniere a nuestra notiçia e de los dichos
nuestros fijos e herederos e subçesores e desçendientes,
despues de nos, quier seamos sobrello requeridos o non
requeridos e a mas del pleito contestado o despues, aunque
sea dada sentençia definitiva contra vos e contra los dichos
vuestros fijos e herederos e subçesores, despues de vos, e
contra aquel o aquellos que de vos o dellos obieren cabsa, en
vuestra presençia o de vuestro procurador o suyo o en vuestra
absençia e rebeldia o suya, e quier sea por via de juizio o por
abitraçion o conpromiso o en otra qualquier manera. E nos
obligamos de tener e guardar e conplir todo lo suso dicho e
180
dichos nuestros fijos herederos e subçesores e desçendientes.
despues de nos, de non nos ayudar nin aprovechar, agora nin
en algund tienpo ni por alguna manera, del dicho pacto e
contrato de suso encorporado nin de los dichos capitulos nin
de algunos dellos nin de otros qualesquier contratos e
instrumentos que sobre ello e por cabsa e razon dello nos aya
fecho e otorgado el dicho rey de Castilla, nuestro muy caro e
muy amado sobrino e faziere e otorgare de aqui adelante, nin
de otras qualesquier cartas e provisiones que sobre ello ayan
dado e dieren, con todas e qualesquier fuerças e firmezas e
premias e votos e juramentos e clausulas e de non usar nin
usaremos dellos nin de cosa alguna dello, en juizio nin fuera
de juizio, de fecho nin por derecho e de todo ello nos partimos
e desvestimos e de nuestra ayuda e favor e de los dichos
nuestros fijos e herederos, subçesores, despues de nos e lo
renunciamos por lo que atañe a lo suso dicho, quedando en su
fuerça e vigor los dichos contratos e instrumentos e los dichos
capitulos e todas las otras cosas en ellos contenidas, en tal
menera que todavia quede a salvo a nos, el dicho rey de Aragon
e de Navarra e a los dichos nuestros fijos e herederos e
subçesores e deçendientes e aquel o aquellos que de nos o de
ellos ovieren cabsa, los otros dos quentos de maravedis,
fincables, de que en el dicho pacto e contrato suso encorporado
se faze minçion, libres e quitos; e (
) que non sean
asegurado. Asi, que son por todos el dicho un quemo e medio
de maravedis, los quales vos ipotecamos e obligamos, como
dicho es. E queremos e nos plaze que sean e queden a vos
ipotecados e obligados para agora e para sienpre jamas, en
nuestro tienpo e de nuestros fijos e herederos e subçesores e
de otras qualesquier personas e en otra qualquier manera. E
que sean e puedan ser, el dicho un quento e medio de maravedis
de juro de heredad, demandados e executados e vendidos e
rematados e se faga e pueda fazer en ellos e en cada uno de
ellos, todas las otras cosas que se farian e podrían fazer en
otros nuestros bienes propios que non sean inmunes nin libres
ni esentos nin tengan esençion nin inmunidad nin vinculo
alguno e que sienpre ayan de pasar e pasen a qualquier o
qualesquier personas que los ovieren, con el cargo de la dicha
obligaçion e sumision e ipoteca e de todo lo otro suso dicho;
non enbargante que en el contrato de suso encorporado e en
los capitulos que son pasados entre el dicho rey de Castilla e
entre nos se contienen que los dichos tres quentos e medio de
maravedis non puedan ser ipotecados nin obligados a la dicha
çebdad de Chinchilla e a las otras villas e logares e a las otras
cosas que pedimos e renunçiamos e traspasamos en el dicho
rey de Castilla e en vos, el dicho marques don Juan Pacheco e
maestre don Pedro Giron nin a la eviçion e saneamyento dello.
E non enbargante que en el dicho contrato e capitulos se
contiene, que nos nin nuestros fijos e herederos, subçesores
non seamos tenidos nin obligados al dicho rey de Castilla,
nuestro muy caro e muy amado sobrino nin a vos, los dichos
marques e maestre nin a vuestros fijos e herederos, a la eviçion
e saneamiento del dicho rey de Aragon e de sus herederos e
subçesores. Ca sin enbargo, de lo suso dicho e de cada cosa
dello, otorgamos e queremos e consentimos e nos plaze que
el dicho un quento e medio de maravedis de juro de heredad
ayan quedado e queden e esten ipotecados e obligados a vos,
el dicho marques don Juan Pacheco e a los dichos vuestros
herederos e subçesores e desçendientes, despues de vos, e
aquel o aquellos que de vos o de ellos ovieren cabsa, asi por
la dicha eviçion 14 e saneamiento, como por la guarda e
oservançia de la dicha çesion e renunçiaçion e traspasamiento
e pacto e contrato de suso encorporado e de todo lo suso dicho
e de cada cosa dello e desta dicha merçed e graçia e donaçion
que vos, agora, fazemos e de todo lo contenido en este dicho
instrumento e de cosa dello; e que sean e puedan ser
demandados, executados e vendidos, el dicho un quento e
medio de maravedis e que se fagan e puedan fazer dellos e en
ellos, todas las otras cosas que se farian e podrian fazer de
otros bienes que non fuesen inmunes nin libres nin esentos
nin ayan tenido nin tengan la dicha inmunidad e esencion e
vinculo e libertad. Asi mismo, otorgamos e nos plaze e
consentimos de ser e estamos obligados, nos e los dichos
nuestros fijos e herederos e subçesores. a vos. el dicho marques
don Juan Pacheco e a los dichos vuestros fijos e herederos e
subçesores e desçendientes, despues de vos, a la dicha ebiçion
e saneamiento del dicho rey de Aragon, nuestro muy caro e
muy amado hermano, señor, e de los dichos sus fijos e
herederos e subçesores e desçendientes e de aquel o aquellos
que del o dellos ovieren cabsa. puramente, sin ninguna
exençion ni limitacion, segund e por la forma e manera que
nos obligamos e estamos obligados por este presente contrato
a la dicha eviçion e saneamiento de otras qualesquier personas.
Acerca desto. otorgamos e prometernos, por nos e por los
nin queden nin puedan ser nin sean obligados nin ipotecados
a la dicha ebiçion e saneamiento de que en este dicho
instrumento se faze minçion, nin otra cosa alguna de lo suso
dicho e en este dicho instrumento contenido nin a otra cosa
alguna, segund mas largamente se contiene en los dichos
capitulos e contratos de suso encorporados. E por la presente.
damos e otorgamos libre e bastante poder al dicho rey de
Castilla, nuestro muy caro e muy amado sobrino e a los oidores
de su Abdiençia e los alcaldes e juezes e justiçias de sus reinos
e tierras e señorios e de otros qualesquier regnos e señorios, a
la jurediçion de los quales, en esta parte, nos sometemos,
renunciando segund que renunciamos nuestro propio fuero e
juredicion e previllejo a que nos constringan e apremien por
todos los remedios del derecho e a los dichos nuestros fijos e
herederos e subçesores e desçendientes, a que tengamos e
guardemos e cunplamos las cosas suso dichas e cada una
dellas. E, si lo asi non guardaremos e cunplieremos que faga
e pueda fazer entrega e execuçion en nos e en nuestros bienes
e en los dichos nuestros fijos e herederos e subçesores e
desçendientes, despues de nos e en sus bienes e en el dicho
un quento e medio de maravedis, asi por lodo lo principal.
como por la dicha pena, si en ella cayeremos. E que vendan e
rematen los tales bienes c los dichos un quento e medio de
maravedis, de juro de heredad en cada año, en manera que
sea fecho pago a vos, el dicho marques don Juan Pacheco e a
los dichos vuestros fijos e herederos e subçesores e
desçendientes, depues de vos, bien, asi e a tan cumplidamente,
como si fuese dada sentencia definitiva sobre ello, entre partes,
por juez conpetente e fuese fecho proceso juridico e la dicha
sentencia fuese pasada en cosa juzgada e fuese consentida
por las dichas partes c que todo esto vala e sea firme, non
enbargante que la dicha subastaron e execuçion e almoneda
e venta e remate, non sea guardada la solenidad e orden e
forma del derecho nin las otras cosas que se requieren, asi de
sustancia como de solepnidad o en otra qualquier manera e
Cerca de todo lo suso dicho e de cada cosa e parte dello,
181
e de Corcega, conde de Barcelona, duque de Athenas e de
Neopatria e encara, conde de Rossellon e de Cerdanya
otorgamos, conoscemos que, por quanto nos, en días pasados,
ante de ser venida en nos la sucesion destos resgnos de Aragon.
seyendo rey de Navarra e infante e gobernador general de
Aragon e de Secilia, por nos e por nuestros herederos e
s u b c e s o r e s e d e s c e n d i e n t e s e por cada huno dellos
renunciamos e traspasamos en el muy illustre, nuestro muy
caro e muy amado sobrino, el rey de Castilla e Leon e en sus
herederos e subcesores e en quien el quisiese e, asi mesmo.
en el marques don Joan Pacheco e en el maestre don Pedro
Giron e en sus herederos e subcesores e en quien ellos
quisiesen, por via de trasaccion e aviniença e igualança.
composicion e pacto e remision e por otro qualquicr contracto
que para ello cumpliese, çierta cibdad e villas e logares e
fortalezas e castillos e s e n y o r i o s e j u r e d i c i o n e s e
heredamientos e bienes muebles e raizes c rentas e derechos e
otras qualesquier cosas, de qualquier manera que fuesen, que
nos teníamos e poseiamos en los regnos del dicho rey de
Castilla e de Leon e que a nos e a nuestros herederos e
descendientes pertenecian e podrian pertenescer, por qualquier
manera, en las dichas cibdad e villas e logares e fortalezas e
castillos e senyorios e jurediciones e heredamientos e bienes
muebles e raizes e rentas e derechos e otras qualesquier cosas,
de qualquier natura que fuesen, que nos teníamos e poseíamos
en los dichos regnos de Castilla e de Leon e contra qualesquier
universidades e conçeios e personas singulares de los dichos
regnos e senyorios, por razon de la qual transaccion e
abenencia e composicion e renunciacion e contracto e pacto e
traspasacion de todas las dichas cosas e de cada huna dellas e
de otras, contenidas en los dichos contractos, el dicho senyor
rey de Castilla nos hovo de dar e asignar e dio e asigno para
nos e para nuestros herederos e subcesores. por juro de eredat.
por cada un anyo, para siempre jamas, tres cuentos e medio
de maravedis de renta de cada hun anyo, los quales nos dio e
asigno en esta manera: en las rentas de los diezmos de la mar
de Castilla, un cuento de maravedis e en el servicio e montadgo
de los ganados de los regnos del dicho rey de Castilla, un
cuento e dozientos mil maravedis e en el servicio e medio
servicio de las aljamas de los judíos e moros de los regnos del
dicho rey de Castilla, dozientos mil maravedis e en las rentas
de los diezmos e aduanas de los obispados de Osma, de
Çigüenza e Calahorra, dozientos mil maravedis e en las rentas
de las alcabalas de la merindad dallende Ebro, quatrozientos
mil maravedis e en las alcabalas de la çibdad de Salamanca e
de su tierra e obispado, dozientos mill maravedis e en las
alcabalas de la çibdad de Çamora e su tierra e obispado.
dozientos mil maravedis; asi que fueron complidos los dichos
tres cuentos e medio de maravedis en la manera que dicha es.
E si lo sobredicho no bastase para los dichos tres cuentos e
medio de maravedis, el dicho rey de Castilla se obligo de dar.
situados e puestos por salvados, los dichos maravedis que
restasen de los dichos tres cuentos e medio de maravedis en
lugares ciertos e bien parados, donde nos e nuestros herederos
e subçesores e aquel o aquellos que de nosotros hoviesen
cabsa, los quisiesemos haver, para lo qual e para que nos fuesen
ciertos e salvos e seguros, nos fueron dados por el dicho rey
de Castilla grandes previllegios e albalaes e cartas e
sobrecartas, firmes e bastantes, firmadas de su nombre e
selladas con su sello e señaladas de los sus contadores, los
renunçiamos e partimos de nos e de nuestro favor e ayuda.
todas las leyes, fueros e derechos e todas las otras cosas e
cada una de ellas, de que nos partimos e renunçiamos e, nos,
hemos partido e renunçiado en el dicho contrato e pacto de
suso encorporado. abiendolo aqui todo por espreso e
declarado, bien e como si aqui fuese todo de palabra a palabra
fuese aqui inxerto e puesto; e de todo ello nos partimos e lo
renunciamos, e por mas firmeza e corroboracion de lo suso
dicho, prometemos e juramos por nuestra fe e palabra real, a
Dios e a Santa María e a esta señal de la Cruz, en que
corporal mente posimos nuestra mano derecha e a las palabras
de los Santos Evangelios, e fazemos pleito omenaje en manos
de cavallero, ome fijodalgo que esta presente, una e dos e tres
vezes e quantas mas se requieren, segund uso e costunbre de
España, e voto solepne e a la casa santa de Jherusalem de
tener e guardar e conplir e que tememos e guardaremos e
cunpliremos todas las cosas suso dichas e cada una de ellas,
çesante rodo fraude e engaño, arte e cautela e fiçion e
simulaçion e toda otra qualquier cosa que enbargase o podiese
enbargar a lo suso dicho e de non ir nin venir nin iremos nin
vernemos contra ello nin contra cosa alguna nin parte de ello,
direte nin indirete, espresa nin calladamente, en juizio nin
fuera de juizio, de fecho nin por derecho, en publico nin en
e s c o n d i d o nin en otra manera a l g u n a . E que non
demandaremos asoluçion nin relaxaçion nin dispensaçion nin
comutaçion del dicho juramento e pleito omenaje e voto e
non usaremos nin nos aprovecharemos della, aunque nos sea
otorgada a nuestra postulaçion o de otra qualquicr persona o
por propio motu o en otra qualquicr manera e aunque todo
ello concurra ayuntada e apartadamente e que lo asi tememos
e guardaremos e cunpliremos e observaremos inbiolablemente,
en todo tienpo e para sienpre jamas. E por que esto sea cierto
e firme...
XII
1464-111-23. Zaragoza. El rey don Juan de Navarra y de
Aragón, por la mediación del rey de Franela, renuncia a los
tres cuentos y medio de maravedí acordados con el rey Enrique
IV por la cesión que había hecho de diferentes localidades,
entre ellas la ciudad de Chinchilla y las villas de Hellín, Yecla,
Sax, etc., a favor del propio rey de Castilla, de don Juan
Pacheco y de don Pedro Girón. A.H.N. Sección Nobleza.
Duques de Frías. 118/6.
El presente documento pone punto y final al largo
contencioso sobre la posesión de varias localidades del
Señorío de Villena que, con anterioridad a don Juan Pacheco,
habían pertenecido al infante don Juan de Aragón. Este, que
había mantenido el litigio por más de dos décadas, se mostró
dispuesto a resolver definitivamente el problema cuando fue
ascendido al trono aragonés al morir su hermano Alfonso V,
renunciando a todos los derechos que tenía en Castilla y
desistiendo, incluso, de la compensación económica acordada
con Enrique IV con la mediación del rey de Francia. Con
este documento quedaba resuelto definitivamente la disputa
entre ambos reyes hispánicos.
Conocida cosa sea a quantos la presente vieren e oyeren
como nos. don Juan por la gracia de Dios rey de Aragon, de
Navarra, de Secilia, de Valencia, de Mallorquas. de Cerdenya
182
o fiziere de aqui adelante e a mayor ahondamiento e a mayor
firmeza, como meior podemos, otorgamos e consentimos, en
quanto es provecho al dicho rey de Castilla e a los dichos
marques de Villena don Joan Pacheco e maestre don Pedro
Giron e a cada huno dellos. que por nos e por nuestros
herederos e subcesores e dependientes e por cada huno dellos.
que facemos e otorgamos, de nuevo, las dichas renunciaciones
e traspasaciones e contractos e votos e juramentos e pleito e
homenajes que, asi fazemos. en el dicho rey de Castilla e en
los dichos marques don Joan Pacheco e maestre don Pedro
Giron e en sus herederos e subcesores e descendientes e en
quien ellos quisieren, por lo que atanye a cada huno, por pacto
e promision e por otros qualesquier contractos, que para ellos
mas les cumpla; e confesamos de nuestra libre e espontanea
voluntat que todo lo sobredicho que asi renunciamos e
traspasamos en el dicho rey de Castilla e en los dichos marques
don Joan Pacheco c maestre don Pedro Giron e en cada huno
dellos, es suyo e les pertenesce, por justos e derechos titulos e
non a nos nin a nuestros herederos e subcesores e
descendientes nin a otros por nos; e como meior podemos
nos desapoderamos a nos e a nuestros herederos e
descendientes e subcesores e partimos de qualquicr senyorio
c derecho e posesion e detencion e accion e quereia e defension
e oficio de juez o denunciacion evangelica o judicial o
canonica o de otro qualquicr auxilio e privilegio e beneficio e
restitucion, ahunque sea por una despoliacion o por otro
qualquicr interdicto o por otra qualquicr manera e qualquicr
remedio ordinario que nos pertenezca o pueda pertenescer.
por linage o por natura o por merced o donacion o compra o
contracto o por herencia, asi de los señores reyes, nuestros
padres e madres e avuelos. como por sucesion o herencia del
señor rey don Alfonso de Aragon, nuestro hermano, que Dios
haya o de qualquicr hijo o pariente nuestro o por otro qualquier
titulo o derecho o por otra qualquier manera e lo cedemos e
traspasamos e renunciamos todo en vos, el dicho rey de
Castilla e en vuestros herederos e subcesores e en vos, los
dichos marques don Joan Pacheco e maestre don Pedro Giron
e en vuestros herederos e subcesores e descendientes e en
cada huno de vos. por la parte que le atanye, segund dicho es;
e queremos e nos plaze que lo hayades todo libre e
desembargadamente. sin cargo nin condicion nin imposicion
nin submision nin excepcion alguna e que podades lodo lo
sobredicho e cada cosa e parte dello, vos los dichos, rey de
Castilla e marques don Joan Pacheco e maestre don Pedro
Giron e qualquier que de vos hoviere cabsa. por lo que le
atanye facer e fagades como de cosa vuestra propia, la meior
e mas quita e meior parada que oy dia havedes e hovieredes
de aqui adelante e venderlo e troquarlo e empnyarlo e donarlo
e enajenarlo e facer dello e en ello como quisieredes e por
bien tovieredes, a toda vuestra libre volontat, para que por
vuestra propia actoridat podades continuar e continuedes
qualquier posesion de todo lo sobredicho e de cada cosa e
parte dello e, si cumplidero vos fuere, tomarla e aprehenderla
de nuevo e, otrosi, como meior podemos, por nos e por
nuestros herederos e descendientes e por cada huno dellos,
cedemos e renunciamos e traspasamos en vos. el dicho rey de
Castilla e en vuestros herederos e subcesores e en qualquier
que de vos hoviere cabsa, los dichos tres cuentos e medio de
juro de heredat que asi nos senyalastes e escrevistes e posistes
por salvado en vuestros libros, por razon de la dicha
quales dichos tres cuentos e medio de maravedis se fundaron
e cabsaron por la dicha traspasacion e pactos e contractos
que asi fecimos al dicho rey de Castilla e los dichos marques,
don Joan Pacheco e maestre, don Pedro Giron, sobre lo qual
todo e sobre otras cosas, otorgamos ciertos contractos e
juramentos e pleito e homenages, firmes e bastantes con
muchas firmezas e obligaciones e remuneraciones e clausulas
e penas, segund mas largo en los dichos contractos e
juramentos e recabdos que en la dicha razon pasaron, se
contiene; e por quanto, despues de asi fechos e otorgados los
dichos contractos e juramentos e botos e pleito e omanages
entre el dicho rey de Castilla, nuestro muy caro e muy amado
sobrino e nos e entre los sus regnos e los nuestros, hovo algunas
diferencias, las quales, asi el dicho rey de Castilla como nos,
comprometimos e pusimos en manos del serenisimo rey de
Francia, nuestro muy caro e muy amado hermano e
confederado, el qual, entre nosotros e nuestros regnos fizo
cierta provision e declaracion e, entre otras cosas, ordeno e
declaro e determino quel dicho rey de Castilla, nuestro muy
caro e muy amado sobrino, por compensacion e pagamiento
c solucion de algunas de las cosas convenidas en el dicho
compromiso, asi. por nosotros fecho, haya para si todos e
qualesquier maravedís de juro de heredat e de por vida e de
cada anyo que nos haviamos e teníamos del dicho rey de
Castilla, situados e asentados en qualesquier rentas de sus
regnos e asentados en sus libros, en qualquier manera que sea
e que nos dexasemos, al dicho rey de Castilla, los dichos
maravedis para que lodos sean personalmente del dicho rey
de Castilla e quel pueda facer de los dichos maravedis a su
buen plazer e que,. desto. nos c nuestros herederos le diesemos
las letras e contractos que para ello fuesen nescesarios. E asi
mesmo, le dariamos e rendiriamos las cscripturas que teniamos
de los dichos maravedis e que por la dicha declaracion que
asi fue fecha, que nos renunciasemos a los dichos maravedis,
los quales hovimos en recompensacion de las suso dichas
tierras e maravedis que asi teniamos en Castilla, non fuese
entendido que nos nin nuestros herederos e subcesores
podamos facer ni haver alguna accion, preservacion nin
demanda contra el dicho rey de Castilla nin contra sus
herederos nin subcesores nin contra otras qualesquier personas
de las dichas tierras e senyorios e cosas, las quales nos
renunciamos por los dichos maravedis en el tiempo presente
e venidero; antes, fue pronunciado e declarado que los dichos
contractos de las dichas renunciaciones quedasen en su fuerza
e vigor, segunt se contiene en la dicha declaracion, fecha por
el dicho rey de Francia, la qual. por nos. fue aprobada e
consentida e. por ende, queriendola cumplir e guardar como
meior podemos, de nuestra libre e deliberada voluntat,
aprobamos e consentimos e loamos e omologamos la dicha
sentencia e declaracion, dada por el dicho rey de Francia e
todo lo en ella contenido e el dicho capitulo, suso declarado e
los capítulos e renunciaciones e cesiones e donaciones e
traspasaciones e contractos e juramentos e pleytos e
homenages e otras qualesquier cscripluras c recabdos que por
nos fueron otorgados, cerqua de lo suso dicho e cada cosa c
parte dello e nos p l a z e e lo queremos e prometemos de lo
observar e tener e complir. agora e para siempre jamas. E, asi
mismo, aprovamos, loamos e confirmamos qualquicr merced
o gracia o traspasacion o otro contracto que el dicho rey de
Castilla, fasta aquí, de lo sobredicho e parte dello, haya fecho
183
juez nin demandacion nin remedio principal nin subsidiario
nin ordinario nin extraordinario nin por otra qualquier manera
o forma, pensada o por pensar e que. agora nin en algund
tiempo del mundo, por alguna cabsa nin razon nin color nin
derecho nin titulo que sea o ser pueda, nos nin nuestros fijos
nin herederos nin descendientes nin otras personas nin por
ellos nin por qualquier justicia o juez nin otra persona, que de
nos o dellos haya cabsa o color, non podamos nin puedan
entrar nin lomar nin ocupar nin embargar nin perturbar nin
molestar nin retener nin en tiempo de paz nin de guerra,
ahunque sea en los regnos de Aragon e Navarra, a los regnos
de Castilla e entre algunos dellos. justa o injustamente nin
por otro qualquicr color, pensado nin por pensar, cosa alguna
de lo que asi renunciamos e traspasamos, nin nos poderaremos
dello nin de parte dello, por sentencia nin por oficio o actoridat
de juez, ahunque fuese pasada en cosa juzgada nin por otra
actoridat nin por razon de ipoteca o pinoracion o obligacion
o contracto executorio o sentencia interlocutoria o definitiva.
ahunque traía aparejada execucion nin por espoliacion nin
rescripto nin compensacion, ahunque sea mas liquida o
reconvencion, nin por retencion en qualquier caso, ahunque
sea previsto de derecho, nin por marca nin receptoría nin por
saneamiento de otras cosas a que fueredes obligado nin por
penas nin costas nin danyos o intereses nin por juredicto nin
privilegio nin otra via nin cabsa nin razon nin color alguno.
que sea o ser pueda, asi pasado, presente como venidero, de
qualquier natura o qualidad o misterio que sea o ser pueda c
que, sin embargo de todo ello, queden en vos e en vuestros
herederos e subcesores c en quien de vos llovieren cabsa,
segund dicho es. libre e quito para siempre jamas, sin cargo
nin retencion nin condicion nin contradicion, nin excepcion
alguna, de fecho nin de derecho. E prometemos e otorgamos
e nos obligamos, por nos c por nuestros regnos e senyorios e
por nuestras cibdades e villas e logares e castillos e fortalezas
c vasallos e subditos e naturales e por nuestros herederos e
subcesores e por cada huno dellos e por nuestros bienes
muebles c raizes e semovientes e acciones c otros qualesquier.
havidos c por haver. que guardaremos e guardaran e compliran
todo lo suso dicho e todo lo en en esta carta contenido e las
dichas renunciaciones e traspasaciones e qualquier parte dello.
en todo tiempo del mundo, sin oponer contra ello nin contra
parle dello suspension nin excepcion nin limitacion nin
condicion nin otra razon e que non iremos nin vernemos nin
iran nin venían nin atentaremos nin atentaran, de fecho nin
de derecho, en juizio nin fuera del. justa nin injustamente, ir
nin venir contra ello nin parte dello, so pena del doblo de
todo lo sobredicho c de cada cosa e parte dello; e la pena
pagada o non. que todavía e para siempre lodo lo sobredicho
quede firme e que la dicha pena se someta quantas vezes en
ella caeremos e mas de vos pagar todas las costas e damos e
intereses que por la dicha razon vos recebieredes o vos o olios
por vos o vuestros herederos e subcesores o qualquier dellos.
sobre lo qual todo e cada parte dello, queremos que seades
creído por vuestra simple paraula. sin liquidacion nin
prevencion nin juizio nin sentencia nin juramento alguno. E
que por ello, asin de lo prencipal. si vos non fuere sano, como
de la dicha pena, si en ella cayeremos e de las dichas cosas e
danyos e intereses, vos podades embargar, por vuestra propia
actoridat, de nos c de nuestros regnos e senyorios e vasallos e
subditos e de qualquicr nuestros bienes e suyos, asi mobles
traspasacion e cesion e renunciacion, segund dicho es que
nos teniamos e haviamos de haver en las dichas rentas e
logares, suso dichos e qualesquier otros maravedis, asi de juro
de heredat como de por vida e otras qualesquier rentas e cosas
que nos pertenescen en los dichos regnos, con todos los
previlegios e umentos e fuerzas e penas e facultades que nos
lo teniamos e nos pertcncscian e los podiamos haver, de fecho
e de derecho e por otra qualquier manera, e qualquier acciones
e derechos reales e personales e mixtos e qualesquier
escripturas, ahunque sea por via de espoliacion, e qualquier
interdicto e qualquier beneficio, previlegio o recurso o remedio
ordinario o extraordinario o oficio de juez, o querella o
denunciacion evangelica o judicial o canonica o qualquier
excepcion e defension o condicion, con cabsa o sin cabsa o
color, pensada o non pensada, que a lo sobredicho o qualquier
cosa o parte dello nos pertenesciese, asi para haver e cobrar
los dichos tres cuentos e medio de maravedis en las dichas
rentas e lugares que nos fueron senyalados. como contra vos
el dicho señor rey de Castilla e contra vuestros herederos e
subcesores e contra qualesquier conceios e universidades e
recabdadores e arrendadores e otras qualesquier personas
singualares. de qualquier estado e condicion que sean, de lo
qual todo, cada cosa e parle dello, nos desapoderamos e
partimos e lo renunciamos e cedemos e lo traspasamos en
vos, el dicho rey de Castilla o en quien vos quisieredes e por
bien tovieredes e queremos e nos plazc que, demas e allende
de la dicha renunciacion e traspasacion por nos fecha de las
dichas cibdad e villas e logares e de todo lo sobredicho, los
dichos tres cuentos e medio, con todo lo dependiente dellos.
asi de los anyos pasados como de los anyos por venir e de
aqui adelante, para siempre jamas, sean vuestros, libres e
quitos e de vuestros herederos e subcesores e de quien vos
quisieredes e por bien tovieredes, ca nos vos absolvemos e
damos por libre e quito de lodo ello e de qualquier cosa del lo
e parte dello, por manera que, a nos nin a nuestros herederos
e subcesores, despues de nos, non quede derecho nin posesion
nin remedio nin recurso alguno a ello nin a parte dello e que
vos, el dicho rey de Castilla, lo podades vender e empenyar e
dar e tornar e troquar e cambiar e facer dello e en ello como
de cosa vuestra propia, la mas libre, quita e meior para cada
que oy dia havedes e hovieredes de aqui adelante. E, si
cumplidero vos es, por la presente, nos constituymos por
vuestro poseedor, en vuestro nombre, de lodo ello e de cada
cosa e parte dello e vos facemos e constituymos actor e
procurador, como en cosa vuestra propia, a vos e a quien de
vos hoviere cabsa e queremos e declaramos que, asi las dichas
cibdad e villas e logares e fortalezas ejurediciones e senyorios
e bienes e heredamientos e rentas e otras qualesquier cosas
suso dichas que nos teníamos e poseyamos e nos pertenescian
e podían pertenescer en los dichos regnos de Castilla e de
Leon, como en los dichos tres cuentos e medio que tenemos
de juro de heredat, en los libros del dicho rey de Castilla e en
las dichas rentas e logares, como en otros qualesquier
maravedis e rentas e derechos e cosas que nos pertenescian e
pudiesen partenescer, en los dichos regnos que nos teniamos
e poseiamos, como dicho es, e contra qualesquier conceios e
universidades e arrendadores e personas singulares, dellos nin
en parte dellos, non nos queden nin pertenezcan, de fecho nin
de derecho, agora nin en algund tiempo, demanda alguna nin
accion nin peticion nin excepcion nin defension nin oficio de
184
impedimiento, que es o pueda ser, contra lo sobredicho o parte
dcllo, cerqua de lo qual renunciamos e partimos de nos e de
nuestros fijos e herederos c subcesores e de nuestros vasallos
c subditos, qualesquier error e ignorancia o qualquicr dolo o
fraude o lesion, ahunque sea muy enorme e enormísimo e de
todo nuestro patrimonio o de la mayor parte. E las leyes que
fablan del enganyo e decepcion en todo e en mas de la meitat
de lo justo. E la ley omni aliter de verbo obli. E las leyes de
derechos que fablan de las renunciaciones e donaciones e
contractos que se facen sin cabsa legitima e con cabsa e la
cabsa non se sigue nin interviene. E la ley e derecho que dize
que non vale la renunciacion del que esta desposeído de la
cosa que renuncia e de lodos sus bienes o de la mayor parte. E
la ley e derecho que dize que ninguno puede renunciar a lo
que non sabe pertenescerle. E las leyes e derechos que desatan
los contractos fechos con dolo exproposito o re ipsa o quando
el dolo o lesion da cabsa al contracto. E la ley e el derecho
que dize que los derechos naturales o prohibitivos o que vienen
de linage o natura non pueden ser renunciados. Otrosi,
renunciamos qualquicr beneficio o previlegio de restitucion
in yure gencium o por clausula general o por espoliacion o
por miedo o inducimiento o coaccion o por otro qualquicr
interdicto. E las leyes e derechos que dizen que los bienes de
mayoradgos e subyectos a restitucion o condicionados o
vinculados non pueden ser renunciados nin traspasados. E la
ley e derecho que en los tales contractos c donaciones
requieren insignuacion, ca dello e de cada parte dello facemos
tantas c tan diversas e apiadas renunciaciones c traspasaciones,
una de otra e, por tal manera, que non sea menester
insignuacion alguna. E la ley e derecho que dizc que ninguno
non puede someter en alvedrio o poder de la parte a quien se
obliga, en especial interviniendo resistencia o escandalo nin
se puede poner a interdicto de juez estranyo e. puesto que se
someta, que se puede arrepentir. E la ley e derecho que dize
que las penas non pueden ser executadas sin primero ser
demandadas e provadas c sentenciadas. E la ley e derecho
que dize que para qualquicr gran agravio o lesion se puede
pedir restitucion del contracto que omne face. E las leyes e
derechos que dan grandes privilegios a los reyes o cavalleros
o privilegiados en lo que facen c otorgan. E las leyes c derechos
que dizen que los bienes que pertenescen por testamento o
por algunas disposiciones non se pueden renunciar sin ver e
leer e examinar el dicho testamento e disposicion. E la ley e
derecho que dize que por el derecho e escriptura. nuevamente
fallada, se puede pedir restitucion o remedio contra el contracto
que alguno faze, ca declaramos que esta es nuestra deliberada
voluntat; otrosi, renunciamos qualesquier faccion e simulacion
e qualquicr derecho escripto o non escripto e costumbre e
ordenança e fuero e pacto e juramento e acto e oficio de juez
e exenpcion e denunciacion e defension e otro qualquier
remedio que nos pudiese aprovechar e a vos e a qualquicr de
vos empece e qualesquier ferias de pan e vino cojer, presentes
o por venir, e a demanda en escripto e qualquicr renuncia e
orden de derecho que se requiera en las entregas e esenpciones
e contractos e el traslado desta carta e qualquicr privilegio o
derecho ganado o por ganar o haver. E la ley en que dize que
la general renunciacion non viene en las cosas en que es
nescesaria especial o especifica renunciacion o mencion e que
non se comprenden las cosas que non es verosimile que alguno
en especial renuncie. E la ley en que dize que general
como raizes e patrimoniales e otros qualesquier que nos
hayamos e nos pertenezcan en qualquier manera e que, nos
nin nuestros herederos nin subcesores nin otros por nos, non
apellaremos nin suplicaremos nin querellaremos nin
reclamaremos de cosa alguna que en la dicha razon sea fecha
en juizio nin fuera del, nin allegaremos nulidat nin oficio de
juez, excepcion ni defension nin denunciacion nin otro
remedio ordinario e extraordinario alguno, para lo qual meior
tener, cumplir e guardar e non ir nin venir contra ello nin
parte dello nin atentar de ir nin venir, por nos e por nuestros
herederos e subcesores e por nuestros bienes e regnos e
senyorios e vasallos e subditos e por qualquier dellos, damos
poder al dicho rey de Castilla e a los dichos marques don
Joan Pacheco e maestre don Pedro Giron, por lo que les atanye
e atanyer puede e a quien su poder hoviere o dellos hoviere
cabsa e a sus herederos e subcesores, para que nos lo fagan
asi tener e guardar e complir, por su propia actoridat e sin
juez e sin guardar orden nin solepnidat de derecho o si
quisieren, a qualquicr oidor o juez de los regnos de Castilla, a
la juredicion de los quales nos sometemos, renunciando
nuestro propio fuero e privilegio, ahunque non sean nuestros
juezes por domizilio nin por contracto o debito nin por otra
manera, ahunque. ende, non seamos fallados, nos nin las cosas
sobredichas que asi fuere la dicha contienda, para que nos lo
fagan, asi, complir e guardar, asi en lo principal como en las
dichas penas e costas c danyos e intereses, si en ello cayeremos,
como si lodo e cada parte dello fuese asi juzgado por sentencia
de juez competente, a nuestro consentimiento c fuese pasado
en cosa juzgada e executado a nuestro consentimiento e todo
paresciese por contracto executorio e desaforado, segund dicho
es. E queremos e nos plaze e vos pedimos, como meior
podemos e elevemos, que asi las dichas cibdad e villas e logares
como los dichos tres cuentos e medio de juro de heredat, como
de todas las dichas cosas que nos pertenescian e podían
pertenescer en los dichos regnos de Castilla e contra qualquicr
persona dellos, sea quitado e cesado e rematado de los libros
e registros e protocolos e contadores e oficiales e notarios e
escrivanos e otros qualesquier logares e do quier que sean, e
non fagan fe alguna de aqui adelante, en juizio nin fuera del
e. si lo sobredicho o qualquier parte dello es o era o podia ser
subjecto a algun mayoradgo, con licencia e facultat de los
regnos de Castilla e de otros, por testamento o por estrema
voluntat o contracto o voto o juramento, o era inalienable o
suyecto a restitucion o tenia qualesquier vínculos o penas o
submisiones o reparaciones o fuerças o decisiones de nos, o
en algun tiempo o por qualquicr manera havia o podia venir o
pertenescer a otro o tenia otro embargo o impedimiento, nos,
como rey e senyor, de nuestro propio motu e cierta sciencia e
poderio real, como meior podemos e devenios, lo quitamos e
removemos e suplimos por firmeza de lo suso dicho e de
qualquier parte dello, qualquier defecto, asi de sustancia como
de solemnidat. que en ello intervenga e pedimos al dicho rey
de Castilla, en cuya juredicion es lo sobredicho, que anule e
revoque e quite los dichos mayoradgos. si algunos hay e
qualquicr prohibicion e alienacion e vinculo e subyeccion e
restitucion e susmision e firmeza e juramento e fuerça e otra
qualquier cosa que lo sobredicho pueda contrariar o embargar.
por qualquicr manera, de fecho o de derecho e que supla
qualesquier defectos de sustancia o de solemnidat c qualquicr
orrepcion o subrecion e otro qualquicr obstaculo e
185
e cerre contra de raidos e emendados, en la primera plana de
la primera pieza, en la linea primera, donde se lee e en el m e
en la segunda plana de la dicha primera pieza, en la linea
xxxii donde se lee nuestro e en la primera plana de la v e
ultima pieza, en la ii linea donde dize tengan.
renunciacion non vala. la queremos de nuestra cierta sciencia
que vala, tanto como si todas las leyes e derechos e ordenanzas
c lucros e costumbres e sentencias e otras qualesquicr cosas
que consistan en fecho o derecho, que a nos e a nuestros
herederos e subcesores o a qualquier dellos pudiese aprovechar
e a vos e a qualquier de vos e a vuestros herederos e subcesores
empecer fuese, aqui incorporadas de parabla a parabla e fuesen
por nos terminadas en forma devida, en lo qual todo e en cada
parte dello. por la presente vos otorgamos qualquier contracto
o renunciacion e traspasacion e libre e quito e particion o
qualquier otra cosa de qualquier vinculos o fuerças o posturas
o renunciaciones que mas vos cumplan, para validacion de lo
sobredicho e de cada parte dello. E por mayor corrobaracion
e firmeza de lo sobredicho juramos a Dios e por nuestra fe e
paraula real e a Santa Maria e a esta senyal de Cruz e a las
palabras de los Santos Evangelios, doquier que son e, asi
mesmo, faciendo voto a la casa santa de Jerusalem e pleito e
homenage en manos de mosen Ferrer de la nuestra justicia de
Aragon, homc fijodalgo. una e dos e tres vezes, segund
consumible de Espanya. en presencia de vos, Pedro de Baeça,
guarda del dicho rey de Castilla e en nombre de los dichos
rey de Castilla c marques de Villena e maestre don Pedro
Giron, que aceptades las dichas renunciaciones e
traspasaciones e todo lo en esta carta contenido c todo lo
sobredicho e es e paso por verdad e que en ello non hay
simulacion nin faccion nin induzimienlo e de lo guardar e
cumplir e mantener e non ir nin venir, directe en publico nin
escondido, de fecho nin de derecho, en juizio nin fuera del,
contra todo lo sobredicho nin contra parte dello. e que fasta
aqui non havemos lecho nin fezimos otro contracto nin
juramento nin prestacion nin reclamacion nin otra cosa que
sea en contrario de lo sobredicho nin lo Paremos nin
atentaremos facer de aqui adelante, en ningun tiempo nin por
alguna manera, e que si lo fezieremos que nos non vala e,
dende agora, nos imponemos perpetuo silencio sobre lodo ello
e que cayamos e incurramos en las penas en que caen los que
quebrantan el juramento c voto e pleito e homenage. que fazer
de lo qual todo, non pediremos nin demandaremos absolucion
nin relaxacion nin conmutacion nin interpretacion nin
modificacion, nin usaremos della ahunque nos sea otorgada
de propio motu e cierta sciencia del Santo Padre o de otro
qualquier prelado o persona, nin nos ayudaremos de querella
nin demandador) nin defension nin oficio de juez nin de otro
remedio ordinario nin extraordinario, cerqua de lo sobredicho
nin parte dello. En testimonio de lo qual firmamos en esta
escriplura nuestro nombre e sellárnosla con nuestro sello e
otorgarnosla ante el presente notario c testigos yuso cscriplos.
Que fue fecha en nuestra çibdat de Çaragoça a veinte tres
dias del mes de marzo en el año del nascimiento de nuestro
Salvador Jhesu Christo de mil quatrocientos sesenta quatro.
Yo el rey.
Presentes testimonios fueron a las cosas susodichas los
magníficos miçer Joan Pages, vicecanciller, miçer Nicolau
Pinades, (ilegible) de Santa Maria del Mar de Barcelona e
mosen Galceran Olmer. conseyero del dicho señor rey.
Signo de mi. Pedro Doliet. del dicho serenisimo senyor
rey de Aragon, secretario e por su actorial notario publico por
todos sus regnos e senyorios que a las sobredichas cosas, en
uno con los testigos suso nombrados, presente fue, c aquellas.
de mandamiento del dicho senyor rey de Aragon, escrivir fiz
186
LA ADUANA DEL PUERTO DE YECLA
COMO FUENTE DE RENTAS(1)
Jorge Ortuño Molina
El estudio y conocimiento de la fiscalidad de un Estado es
imprescindible para conocerlo en su esencia. El saber los
resortes de los que se vale para poder recaudar los fondos
económicos con los que luego se sustenta, es obligatorio.
Cada sociedad tiene un modo de hacerlo y éste es uno de los
rasgos que la caracteriza c individualiza.
El presentar aquí este texto viene motivado por el hecho de
mostrar un pequeño ejemplo de cómo se nutría la Hacienda
castellana medieval y cómo el Estado tenía la posibilidad de
abastecerse de las rentas de los subditos en un momento de la
historia de nuestra sociedad en el que la maquinaria
administrativa moderna se encontraba en el génesis de su
existencia, amen de ver cómo va a experimentar cambios la
naturaleza de las rentas de las que se abastece y adueña la clase
dominante.
los dichos puertos esten e residan con sus libros e registros en
las dichas casas para resçebir las dichas mercadurias e
manifestaçiones deltas segund e en la manera e so aquellas
penas que e hazen e deben hazer en las nuestras casas e
aduanas... En tales edificios era donde se registraban el paso
de todas las personas con sus pertenencias y se satisfacían las
tarifas.
La ya mencionada incapacidad de la administración regia,
por su estado de evolución y progresivo perfeccionamiento.,
hacía imposible que la Corona, o en su caso el titular del
señorío, pudiese hacer frente personalmente al control del
cobro de todas las rentas. Por ello la Corona, fundamentalmente,
arrendaba a particulares el cobro de tal o cual impuesto. El
arrendamiento no se hacía nunca a personal eclesiástico,
miembros del Consejo Real, oidores, alcaldes, alguaciles,
escribanos, personas poderosas en general, miembros de
Ordenes militares en razón de que nadie tuviese demasiada
fuerza y pudiera utilizarla de una manera abusiva 3 , aunque no
siempre fue así.
Desde la formación de las primeras grandes unidades
políticas se vio la necesidad de recaudar los recursos necesarios
que permitiesen la existencia misma de dicha unidad. Una de
las primeras fuentes de las que se valió fueron, precisamente,
los ingresos obtenidos por las aduanas. Es uno de los medios
más sencillos puesto que, en este caso concreto, es el individuo
el que se acerca a las autoridades recaudadoras y no éstas las
que deben buscar a los contribuyentes. Con el sólo hecho de
obligar a las personas circular por lugares determinados y
colocarse en puntos estratégicos, se tiene asegurada la
recaudación.
El arrendamiento del cobro de rentas podía hacerse mediante
subasta pública (almoneda) al mejor postor. Solía arrendarse
el cobro de rentas en grandes circunscripciones (obispados y
reinos) con lo que se creaba la figura del recaudador mayor.
Este a su vez podía nombrar otra serie de oficiales (fieles.
cogedores...) que se encargaban de recibir las rentas específicas
en lugares concretos.
Conseguir el nombramiento de Recaudador Mayor solía
reportar cuantiosos beneficios puesto que. aunque la Contaduría
Mayor de Hacienda (luego se verá) realizaba unas
aproximaciones previas sobre el monto que podría suponer la
recaudación del impuesto, cifra con la que luego salía la
subasta, siempre existía una notable diferencia entre lo que se
pagaba en la almoneda con lo que luego se recaudaba
verdaderamente. Ya se esmeraban en demasía los oficiales de
la renta, que ponían excesivo celo en el cobro de tales impuestos,
aumentando las guardias, haciendo comisos indebidos y
utilizando métodos brutales y coercitivos 4 .
Las aduanas se localizaban en los principales nodos de
comunicación, enclaves que unían las vías principales de
conexión entre entidades regionales.
El régimen aduanero, pues, seguía las directrices del gran
comercio; con ello se beneficiaba del rico tráfico de mercancías.
al mismo tiempo que servía para encauzarlo (obligaban a su
paso por él) y lo fomentaban o lo disminuían dependiendo de
la presión arancelaria 2 .
La donación que hacen los Reyes Católicos a Guillén
Marque fue de las casas de aduanas de Yecla y Almansa, y esto
es porque en cada frontera fiscal era obligada la existencia de
unas casas donde el escriuano o escrutemos de las aduanas de
Cada recaudador debía presentar una fianza y sus fiadores
que asegurasen a la Hacienda Real, concejil o señorial el cobro
de la cantidad fijada. Además el recaudador necesitaba toda
1
Quiero expresar mi agradecimiento al doctor Miguel
Rodríguez LLopis y a Liborio Ruiz Molina por la colaboración
prestada, sin la cual este artículo no podría haber sido realizada.
2
Ladero Quesada. M. A. "La Hacienda Real de Castilla en el
siglo XV". Universidad de La Laguna. 1973. Pág. 95.
3
Ibidem pág. 27
Menjot. D. Fiscalidad y Sociedad. Los murcianos y el
impuesto en la Edad Media. Murcia, 1986. pág. 326
4
187
La pena impuesta a los mercaderes que no cumplían las
obligaciones aduaneras solía ser la pérdida de la mercancía por
descaminada, es decir por circular o entrar de forma ilegal, a
favor de los arrendadores de la recaudación del impuesto, lo
cual solía provocar en ocasiones abusos de poder y requisas
ilegales por los beneficios que conllevaba 6. Se necesitaba un
documento acreditativo de pago o de legitimidad (albala de
guia).
Además de los controles en las aduanas, que exigían los
albalaes, existían numerosas guardas por los caminos
encargados de controlar las cargas y su debida tramitación 7 .
El motivo de la existencia de aduanas en esta zona de Yecla.
Almansa, Chinchilla... vienen determinado por la zona de
encrucijada natural de caminos que supone esta comarca. Es
zona obligada de paso entre Levante y Andalucía, entre la
Mancha castellana y el Levante, Castilla y el reino de Murcia.
Ya desde los romanos fue importante zona de tránsito, como
lo demuestran los restos de calzadas romanas que quedan por
la comarca.
La reorganización hacendística castellana de Enrique III en
1403 señala como puertos secos, en la diócesis de Cartagena.
a Almansa, Yecla y Albacete. Sin embargo, parece probable
que fuese con Pedro I y su reglamentación de Valladolid de
1351 cuando aparece la aduana de Yecla 8 (con Alfonso X no
existía), ya que con la regulación de 1380 que lleva a cabo el
primer Marqués de Villena, don Alfonso de Aragón, queda
recogida Yecla. junto a Almansa lugar de cobro del
almojarifazgo y portazgo.
Las rentas provenientes del tráfico de mercancías venían
favorecidas, en dirección a Murcia, debido a las especiales
características del clima de la región murciana y por su
situación de frontera, lo que provocaba que gran parte del
territorio estuviese despoblada y sólo fuese cultivada la vega
del Segura. Ello daba lugar a que la producción de cereales.
ganado, vino y pescado era suficiente para abastecer a todo el
reino en años buenos, pero en los malos (guerra, desastres
climatológicos...) las cosechas no eran suficientes (algo bastante
corriente) y era entonces necesario recurrir a los terrenos de la
Corona en La Mancha o a los campos del Marquesado de
Villena 9, donde era gravada la mercancía al pasar, ya que el
Señorío de Villena llegó a convertirse en un territorio casi
a u t ó n o m o , donde las ó r d e n e s del monarca eran
sistemáticamente desoídas, y cuyos subditos de los reinos de
Murcia y Toledo recibían el mimo trato de extraños que los
una caterva de notarios, guardas, oficiales que le permitiesen
llevar a cabo la recaudación con la mayor seguridad posible.
Todo arrendamiento debía sujetarse y comprometerse a
respetar las normas legales que regían cada una de las rentas
y a su percepción, aunque dejaban suficiente margen para la
consecución de beneficios, normas recogidas en una ley
básica (cuaderno).
La existencia de este sistema de funcionamiento viene
marcada, como ya se dijo, por la imposibilidad de la
administración de hacer frente a todo el territorio, pero además.
también por el hecho de que así, la Corona se aseguraba la
percepción de una cantidad y antes de que se produjese el
cobro de la misma. Dinero que le venía seguro y le servía para
hacer frente a sus cuantiosos gastos.
Todo el sistema tributario se hallaba sumamente fraccionado,
yaque vemos como incluso hay una disociación entre el lugar
físico donde se recogen los impuestos y la institución que los
recauda. Los recaudadores debían pagar un alquiler por el uso
de la aduana que pertenecía a los concejos o a la Corona, y que
ésta a su vez podía donar (haciendo mercedes como el ejemplo
que mostramos en el apéndice).
Por encima de los recaudadores existía la Contaduría Mayor
de Hacienda (Contadores Mayores) que tenía el control sobre
los ingresos y gastos del dinero de la Corona, promovía y
organizaba el cobro de rentas y derechos, ordenaba los pagos
a realizar, se encargaban de controlar los arrendamientos...
Los contadores mayores también tenían atribuciones judiciales
en todos los litigios tocantes a la Hacienda. Debían registrar en
sus libros (libros de lo salvado) todas las mercedes, privilegios
y exenciones que los monarcas otorgaban libremente. Si dicho
privilegio no quedaba debidamente registrado en sus informes,
éste no tenía validez. De ahí la cédula del rey don Fernando,
en el texto propuesto, instando a sus contadores mayores que
registren el privilegio dado a Guillén Marque.
Junto a la Contaduría Mayor de Hacienda, se encontraba la
Contaduría Mayor de Cuentas, que era el órgano que vigilaba
la rectitud de todas las gestiones con dinero de la Hacienda
Real. Era la encargada de liquidar todas las deudas acumuladas.
La cantidad de tributos y rentas que se cobraban era cuantiosa,
cuyo análisis queda bastante alejado del espacio disponible y
propósito fijado. Tal vez hacer mención al almojarifazgo. Éste
era un impuesto de origen islámico, incorporado a la hacienda
castellana en el siglo XIII. El término almojarifazgo servía
para designar a los derechos que se cobraban por la entrada y
salida de mercancías y ganado, así como los distritos o
circunscripciones en que se organizaba el territorio para el
cobro de tales impuestos. En cada circunscripción se
especificaba claramente lo que debía gravarse y en que cuantía.
En el Marquesado de Villena, en los siglos XIV y XV, el
almojarife era un oficial señorial que en nombre del Marqués
cobraba los impuestos y vigilaba la tarea de los otros oficiales 5 .
Para el pleno control de las mercancías se obligaba a los
comerciantes y ganaderos a circular, entrar y salir de los reinos
por los mismos lugares y, salvo algún pretexto de peso, no se
podía cruzar los puertos por la noche.
6
Sírvanos de ejemplo el caso ocurrido en la ciudad de
Murcia, donde Fernando de Toledo, vecino de la ciudad, protesta ante
la requisa hecha por Fernando García de Alcaraz. hermano del
recaudador mayor del reino, de un cargamento de pastel que iba en
dirección a Toledo al tomarla el recaudador por descaminada diciendo
que venía de Aragón cuando Fernando de toledo afirma que la
mercancía ha salido del mercado de la ciudad de Murcia. (A. Mun.
Murcia. Acta Capitular 1433-1434. (22-VI-1434). Fol. 64r).
7
Menjot. D. 0p. Cit. pág. 315.
s
López Serrano. A. Yecla: una villa del Señorío de Villena.
Siglos XIII al XVI. Academia Alfonso X. 1997. pág. 255.
9
Martínez Carrillo. Ma de los Ll. "El comercio en el sureste
peninsular en la Baja Edad Media. Sectores principales y política de
actuación" en Miscelánea Medieval Murciana. Vol. XIX-XX. Años
1995-1996. Págs. 137-188.
5
Val Valdivieso, Ma I del. "La nobleza frente a la crisis del
s. XIV: Don Alfonso de Aragón y sus ordenanzas sobre recaudación
de rentas en el Marquesado de Villena", en Congreso de Historia del
Señorío de Villena. Albacete. 1987. págs. 145-156.
188
señalar otra de las funciones que tenían las aduanas: la
regulación de la economía.
La prohibición de la circulación de ciertos productos o el
cierre total de las aduanas servía para realizar una política
proteccionista, favoreciendo a los artesanos y comerciantes
del reino o señorío. Existían además una serie de productos
que no estaban permitidos que fuesen exportados (cosas
vedadas) como son el oro, plata o vellón (bien en bruto o en
moneda) pan. trigo, cebada, centeno. legumbres, maderas,
caballos, yeguas, armas. Con ello se pretendía atesorar riquezas
(política premercantilista), alimentar al propio pueblo y no
dejar que el contrario se pudiese reforzar con elementos
provenientes del propio reino o señorío 15 . Este control de
cosas vedadas estaba a cargo de los guardas o alcaldes de
sacas. Pero, no obstante, habitualmente se permitía que los
viajeros llevasen más dinero que el permitido para uso y gasto
personal, se exportaban caballos y animales de tiro, y el
comercio de alimentos era constante.
aragoneses del reino de Valencia en las aduanas de Yecla y
Almansa 10 .
Sin embargo, no sería el comercio con Murcia la principal
dirección de intercambios, sino que las aduanas se beneficiaban
fundamentalmente del comercio de las mercancías que iban en
dirección de los puertos levantinos de Alicante y Valencia:
queremos que en las dichas villas de Almansa e Yecla, en cada
una de ellas, aya una casa de aduana donde se cogan e
resçiban los dichos nuestros derechos de los dichos puertos,
e se registren e descarguen e pongan en ellas todas las
mercadurías que entraren o salieren por los dichos puertos de
Almansa e Yecla, destos dichos nuestros regnos a los dichos
regaos de Aragon e Valençia.
Esta zona de Almansa y Yecla era eminentemente ganadera,
además de ser junto a Chinchilla, Jorquera y Zarra, uno de los
lugares más importantes para los ganados de la Mesta, lo que
aportaba cuantiosos ingresos económicos por los impuestos
de asadura, montazgo, portazgo..." Además de los ganados
meseteños, estaban los vecinos que poseían ganados, en
razonable cantidad 12 . Junto a ello, y con firmando el carácter de
lugar de paso de mercancías, según Ortuño Palao, en Yecla
destacaba el oficio de carretero. Por ello es significativo que
la ciudad tuviese que contribuir a la guerra de Granada, en
1488, con tres carretas con sus acémilas y sus hombres
correspondientes 13 .
Desde los puertos y aduanas se debía combatir, por medio
de los recaudadores y alcaldes de sacas, el contrabando de
mercancías, que eran cruzadas de un territorio a otro, sin el
previo paso por la aduana, lo cual provocaba, como indica el
texto que por no aver las dichas casas e adunas en los dichos
puertos se encubren algunos de los dichos derechos e las
dichas nuestras rentas de los dichos puertos ha resçibido e
resçiben diminuçion e daño.
El comercio con Valencia hacía que pasara por la aduana
arroz, especias, productos tintóreos (como la grana que
abundaba por esta zona del sureste), pescado fresco o en
salazón, pasas, ganado para carne y lana sobre todo,
manufacturas como paños, ganado para tiro y labranza...
Pero principalmente fluía la lana que iba de estas tierras en
dirección a los puertos de Alicante y Valencia donde había una
importante colonia de mercaderes genoveses que pagaban a
mayor precio. En general los precios aragoneses eran mucho
más tentadores que los de la propia comarca. Esto provocó que
la pequeña industrias manufactureras locales se viesen
desabastecidas, por lo que el corregidor del Marquesado
Diego de Heredia en 1466 prohibió la venta de lana a italianos
y aragoneses, no dejando que circulasen por la aduana de
Yecla y Almansa dichos productos 14 . Esto nos da pie para
Pero la habilidad de los contrabandistas era muy grande, y
lo atractivo de las ganancias que se obtenían de tal comercio
ilegal, junto al hecho de que los dirigentes locales no sólo no
ponían todo su empeño en acabar con el contrabando, sino que
además participaban en el mismo, pues prácticamente eran los
únicos que disponían de un excedente de los productos de la
tierra y de la ganadería 16 . De todo lo dicho se deduce que el
control nunca sería suficiente.
A ello se une el que los vecinos de Yecla. y en general de
toda la comarca, tenían el privilegio de estar exentos del pago
de impuestos de aduanas. Eximidos desde la concesión del
fuero de Lorca a Yecla en tiempos del infante don Manuel, del
pago del diezmo, portazgo, almojarifazgo, montazgo y herbaje
siempre que fuese para el uso de los vecinos 17 . De este modo
había quienes se traían productos de otros, especialmente
valencianos, como propios, cobrando luego un tanto por
ciento a sus propietarios 18 . Además se conocían todas las
sendas y caminos por los que pasar escapando al control de las
aduanas.
10
Prctcl Marín. A. Breve bosquejo histórico del Señorío de
Villena y sus Instituciones. Albacete. 1980. pág. 6.
11
López Serrano, A. Op. Cit. Pág. 247.
12
Como ejemplo a lo expresado, mostramos la relación
efectuada en tiempos del reí nado de Carlos I (no ha podido fijarse con
exactitud la fecha del informe, aunque parece inscribirse en la década
de 1530) de gran parte de los pueblos de España, y en lo referente a
Yecla Dice: "Yecla que es en el Marquesado de Villena tiene
quatroçientos y çinco vezinos pecheros, en los quales ay çinquenta
vezinos, dos mas o menos que son ricos y tienen ganados y lauores
en razonable cantidad, y en los demas ay la mitad que tienen
razonable pasada y los otros [to]dos son jornaleros e gente neçesitada.
tiene buenos términos de pastos y lauores. acudeles el agua
razonablemente. Pagaron de seruiçio el año de quinientos y veynte e
ocho treynta e nueve mil y çinquenta maravedis. Paresçenos que
deuen pagar quarenta y dos mill y çinquenta maravedis". (A.G.S.
Contaduría General. Legajo 768. Fol. 320-320v.).
La incorporación de Yecla a la jurisdicción de la Corona fue
precedida por la petición insistente de los vecinos de la ciudad
de seguir manteniendo sus privilegios. Algo que los Reyes
Católicos hicieron al reconocer tal privilegio aviendo
acatamiento a los muchos e buenos e leales servicios que la
dicha villa de Yecla e los vezinos della nos ha fecho e fizieron,
asi a los reyes pasados de gloriosa memoria nuestros
antecesores, como a nos, especialmente quando se reduzieron
a nuestro servicio al tiempo que el rey de Portugal entro en los
dichos nuestros regnos de Castilla, e por les fazer bien e
15
Ladero Quesada, M.A. La Hacienda... pág. 96 y ss.
Menjot. D. Fiscalidad y sociedad... pág. 333.
17
López Serrano. A. Op. Cit. pág. 260.
l8
BIázquez Miguel. J. Yecla en el siglo XVII. Yecla. 1988. pág. 247.
16
13
Ortuño Palao. M. Yecla día a día. Yecla. 1991. Pág. 124.
14
Pretel Marín, A. Almansa medieval: una villa del Señorío
de Villena en los siglos XIII, XIV Y XV. Albacete. 1980.
189
Gracias a estas mercedes y privilegios va a surgir además
una nueva nobleza, nobleza de servicio, frente a la antigua
aristocracia. Proceso que se ve acelerado con la instauración
de la dinastía trastámara.
Los nobles que van obteniendo cargos en la maquinaria
política y administrativa, se valdrán de dicho poder para
arrogarse la cesión de derechos regalinos de tránsito. El
Señorío de Villena es un buen ejemplo de ello.
Creado a partir de las tierras dadas por Alfonso X a su
hermano el infante don Manuel en la zona de La Mancha de
Montearagón. llegaría a convertirse en un auténtico "Estado
Tapón" entre Castilla y Aragón, gracias a la política inteligente
e intrigante de sus titulares que mostrando siempre
ambigüedades y posturas inciertas llegaron a tener un trato de
igual con los monarcas castellanos y aragoneses 21 .
La estratégica situación del señorío lo hacía un lugar obligado
de paso, por lo que pronto los señores vieron una posibilidad
de importantes ingresos con el cobro de derechos en los
puertos secos.
Para poder sacar adelante el máximo partido a las rentas
hubo de perfeccionarse el modo de recaudación. Con el
ordenamiento de 1380. Alfonso de Aragón consigue el
establecimiento claro, preciso y totalmente regulado de los
derechos económicos sobre el tránsito por sus dominios, y una
mayor garantía de que éstos serían percibidos por su autoridad
y beneficio. Con ello, además de afianzar sus rentas, favorece
el afianzamiento de su poder sobre el señorío 25 .
En tal ordenamiento se regulaba la recaudación de los
gravámenes en las aduanas por el comercio y paso de
mercancías. El cobro estaba organizado en circunscripciones
o almojarifazgos, detallando cuidadosamente lo que se debía
cobrar en ellos. La zona del señorío perteneciente al obispado
de Cartagena se dividió en siete distritos, a saber: Villena,
Chinchilla-Albacete, Almansa, Yecla, Jorquera-Alcalá-Ves,
Hellín, Tobaría 26 .
Tanto Alfonso de Aragón, primer Marqués de Villena.
como posteriormente los Pacheco no supieron o no lograron
ganarse las simpatías de sus súbditos. El poder que intentaron
instaurar resultaba despótico y sumamente opresivo sobre las
villas y ciudadanos. A éstos aún les restaba en la memoria los
vagos recuerdos de los años de gobierno de los Manuel.
La presión fiscal y el control sobre todos los aspectos de la
vida en las vil las cada vez era mayor. Hasta 1469 los cargos de
los fieles de la renta y almojarifazgo en la villa de Almansa
eran designados por el concejo. Poco después eran los
arrendadores y las autoridades del Marqués quienes los
nombraban. Estos norespetaban la exención del almojarifazgo
de los residentes ya que aumentaron su intensidad en el cobro
de rentas vulnerando así los privilegios ante la necesidad
señorial de aumentar su tesoro; dinero necesario para poder
seguir manteniendo su poder y peso en la Corte. Las oligarquías
locales no iban a despreciar una actividad especulativa como
era el ser fieles de las rentas y recaudación de la alcabala.
almojarifazgo y otros impuestos, que con poco riesgo de
merced e voluntad es que agora e de aquí adelante para
sienpre jamas la dicha villa de Yecla e los vezinos e moradores
della, los que verdaderamente son afueren vezinos de la dicha
villa e en ella tovieren sus casas de morada e vivienda
principal, sean francos que no ajan de paga ni paguen diezmo
ni portadgo ni almoxarifadgo ni otro derecho alguno en los
puertos de Murcia e Loira ni en otras partes de los nuestros
regnos de Castilla19.
La aduana parece ser que estaba situada en la entrada
principal del pueblo, en la Casa de la Torre, y el topónimo de
calle de la aduana parece que pervivió hasta hace bien poco.
Actualmente correspondería con la calle Miguel Golf20.
Desde los orígenes de la aduana (siglo XIV), hasta el primer
cuarto del siglo XVIII en el que desapareció, su historia fue
muy larga, resultando los siglos XV y XVI los de mayor
importancia y rendimiento dentro de la corona de Castilla21.
A finales del siglo XV, Yecla vive unos años de bonanza y
esto se refleja en el volumen de mercancías que pasan por la
aduana. Esta prosperidad viene proporcionada por la conversión
de Yecla en villa de realengo, el fin de la guerra civil, la política
de los monarcas de concesión de mercados y ferias francas, la
unión de las dos Coronas, lo cual supone unos años de
importancia para la aduana por el gran trabajo al que se ve
sometida 22 , siendo muy apetitoso su arrendamiento.
Hasta aquí nuestra intención ha sido la de remarcar la
importancia y características de la aduana, así como su valor
como fuente de riquezas. Pero el presente texto nos muestra o
nos deja ver otro aspecto más del arrendamiento de tal
institución. Y este no es otro que la nueva vía de la que va a
disponer la nobleza y la Corona de perpetuar y consolidar sus
rentas mediante la consecución de puestos en la administración
cercanos al dinero que les reportan, a ellos personalmente,
pingües beneficios.
Entrados ya en los siglos XIV y XV, la renta tradicional que
obtenían los poderosos de sus posesiones rústicas ha caído
peligrosamente. La organización del trabajo y la propiedad, en
la que el dueño era el propietario pero no el poseedor, aseguraba
a los titulares la percepción de un canon de por vida, a cambio
de perder lodo dominio útil sobre el suelo. El paso de los años
provocó que la renta pagada por el campesino se devaluase
produciéndose una mengua en las arcas dominicales y crisis en
el sector nobiliar al ver peligrar sus recursos, pilón sobre el que
se asentaba su poder.
La respuesta de los nobles va a ser la de apoyar a la
monarquía, que si bien hay personajes concretos que se
opongan, como grupo sí que prestará esa ayuda. Con ello van
a conseguir mercedes y favores reales que permitirán que
sigan manteniendo su posición de preeminencia porque ya no
sólo la tierra y la ganadería permiten su reproducción 2 '.
19
Albalá de los Reyes Católicos a sus contadores mayores
ratificando los privilegios de exención a Yecla (1484-agosto-28.
Toledo). Reflejado en TORRES FONTES Yecla en el reinado de los
Reyes Católicos (notas y documentos para su historia). Murcia 1954.
Apéndice documental n.° 7. Recogido en Yakka. N.º 5. 1994. págs.
109-126.
20
López Serrano. A. Yecla... pág. 256.
21
Blázqucz Miguel, J. Op. Cit, pág. 251.
22
Torres Fontes, J. Op. Cit. pág 115.
23
Val Valdivieso. Ma I. del "La nobleza frente a la crisis..."
pág. 145 y ss.
24
Pretel Marín. A. Bosquejo histórico... pág. 3.
Val Valdivieso. Op. cit.
26
Pretel Marín. A. "Almojarifazgo y derechos señoriales del
siglo XIV: un ordenamiento de don Alfonso de Aragón en las Juntas
de Almansa de 1380" en Studia Historica in honorem Vicente
Martínez Morellla. alicante. 1985. págs. 329-371.
25
190
inversión proporcionaban buenas ganancias. Los Pacheco
utilizarían este arma para ganarse adeptos dentro de los grupos
de poder locales y crear banderías dentro de ellos27.
Con el estallido de la guerra en el Marquesado (1475),
Yccla pasó a ser una villa de realengo tras la loma de la ciudad
en nombre de los reyes por el Adelantado del reino de Murcia
Pedro Fajardo en 1476 28. Con los Reyes Católicos, como ya se
mencionó en su momento, la aduana de Yecla vivió sus años
más prósperos, equiparándose o quedando inserta en el distrito
de Requena 29 , tal vez la aduana más importante del reino.
Al igual que antes los señores, los monarcas verán en el
arrendamiento o cesión de las aduanas, o de sus casas, un modo
de ganarse adeptos y consolidarse en el trono con la creación
de un corpus favorable a su causa de pequeños nobles y
burgueses, al tiempo que se les pagaba o recompensaba por sus
servicios prestados. En este contexto se inscribe el documento
presentado. Si siglos antes los poderosos daban a sus vasallos
en beneficio o feudo un pedazo de tierra, ahora conceden
mercedes de cargos y rentas, más acorde con los nuevos
tiempos.
reinos de Castilla para los de Valencia y para enbarcar en el
puerto que llaman de Alicante y para la ciudad de Valencia y
es camino paro las partes dichas y pora lo ciudad y puerto de
Carthagena...32
Guillén Marque, vecino de Valencia, reside en la Corte de
los reyes, y es vasallo de los monarcas (criado), prestando
servicio en el séquito del príncipe don Miguel. Debido a la
labor desempeñada los Reyes Católicos decidieron concederle
en merced, por juro de heredad (suyo en propiedad) la titularidad
de las casas de aduanas, por las que recibiría una cantidad de
los arrendadores de la renta, ajenos totalmente a él. tras llegar
a un acuerdo (igualación) con los mismos.
En el nombre de la Santa Trenidad e de la eterna/ vnidad.
padre e fijo e espiritu sancto. que son tres perso/ nas e vn solo
Dios verdadero que biue e reyna por/ syenpre sin fin e de la
bien aventurada virgen/5 gloriosa nuestra señora Sancta Maria
madre de nuestro señor/ Ihesu Christo, verdadero Dios, e
verdadero honbre, a quien Yo/ tengo por señora e por abogada
en todos los/ mis fechos e a honrra e serviçio suyo, e del
bienaventurado/ apostol señor Santiago, luz e espejo de las
Españas,/ 10 patron e guiador de los reyes de Castilla e de Leon/
e de todos los otros sanctos e sanctas de la corte/ celestial,
quiero que sepan por esta mi caria de preuillejo/ o por su
treslado, sygnado de escriuano publico, todos los/ que agora
son o seran de aqui adelante, como/ 15 Yo, doña Juana, por la
gracia de Dios reyna de Castilla/ de Leon etc. vy vna çedula del
rey e de la reyna/ nuestros señores padres, escrita en papel e
firmada de / sus nonbres e sobre escripia e librada de los mis
contadores/ mayores. Fecha en esta guisa./20
El Rey e la Reyna/
APÉNDICE DOCUMENTAL
l510-mayo-17.
Madrid.- Carta de privilegio
otorgada por lo reina Juana I, reina de Castilla, o
favor de Guillén Marque, confirmándole la
donación de las casas de la aduana de Almansa y
Yecla. Inserta merced de los Reyes Católicos a
Guillén Marque, de las aduanas citados, dada en
Madrid el 22-mayo-1499; y cédula de Fernando el
católico a los contadores para que asienten la
merced en los libros de lo salvado, dada el 6noviembre-1507.
(A.G.S. Escribanía Mayor de Rentas. Mercedes
y Privilegios. Legajo 256. 1).
La posesión de tales casas debió de ser importante, ya que
años después, en 1521. un oligarca importante de la villa de
Almansa, Alonso de Pina, compró la titularidad de las casas a
Guillen Marque 30 , y su hijo y heredero puso mucho empeño en
que Felipe II le reconociese los derechos que de antiguo
disfrutó Guillen Marque 31 . Familia la de los Pina de mucha
importancia en la comarca, ya que fueron grandes terratenientes
y ocuparon importantes cargos en la vida municipal de Almansa
y Chinchilla, y que no quisieron desaprovechar la fuente de
ingresos que suponían las aduanas para mantener y acrecentar
su poder social y económico.
Por quanto somos ynformados e çerteficados que en los
puertos de Almansa e/ Yecla no ay hechas nuestras casas de
aduanas donde los nuestros recabdadores de los/ diezmos y
aduanas e almoxarifadgo cojan e reçiban los nuestros derechos
e se escriuan/e registren e descarguen e pongan las mercadurias
e otras qualesquier/ 23 cosas que entran e salen destos nuestros
reynos de Castilla a los nuestros reynos/de Aragon e Valençia.
segund que se haze en los otros puertos donde se/ cogen los
diezmos y aduanas, e que por non aver las dichas casas e a/
duanas ni los dichos puertos se encubren algunos de los dichos
derechos e las dichas/ nuestras rentas de los dichos puertos ha
resçibido e resçiben dimi/ 30 tuiçion e daño, queremos que en
las dichas villas de [Al] mansa e Yecla en cada/ vna dellas, aya
vna casa de aduana donde se cogan e resçiban los dichos
nuestros derechos/ de los dichos puertos, o se registren e
descarguen e pongan en ellas todas/las mercadurias que entraren
e salieren por los dichos puertos de Almansa/ e Yecla. destos
dichos nuestros reynos a los dichos reynos de Aragon e/35
Valençia. Que no se puedan coger los dichos derechos ni
registrar ni descargar ni/ poner las dichas mercadurias en otra
cosa ni parte alguna en las dichas/ villas salvo en las dichas
casas de aduanas.
La importancia de la aduana se mantendría aún a lo largo de
toda la centuria del XVI. quedando el testimonio recogido en
la Relación Topográfica de los pueblos que mandó realizar el
monarca Felipe II en los años centrales de la década de 1570,
y que en respuesta a la pregunta 55 sobre si era un pueblo de
tránsito, el informe afirma que como esleí dicha villa sea
puerto y casa de aduana como tienen declarado es pueblo
pasadero en que por el pasan mercaderías y pasaderos de los
27
Pretel Marín. A. Almansa medieval...
28
Torres Fontes. Op. Cit. pág. 110.
29
López Serrano. A. Yecla... pág. 255.
30
La compra se efectuó en Villena (10-XI-1521) por un valor de
18.750 maravedís (A.G.S. secc. Mercedes y Privilegios Leg. 256,1)
31
Carta de cesión hecha por Alonso de Pina, vecino de
Almansa. a su hijo y heredero Luis de Pina, regidor de Chinchilla, y
fechada el 5-11-1563 en Almansa. (A. G.S.:secc. Mercedes y Privilegios.
Leg. 256.1)
32
Cebrián Abellán. A. y Cano Valero. J. Relaciones
Topográficas de los pueblos del reino de Murcia. Universidad de
Murcia. 1992. pág. 371.
191
dicho presçio. E olrosi vos manda/ mos que tengays las dichas
casas hechas e reparadas en todos tienpos para syenpre jamas
e/que sean buenas a vista de los governadores (e corregidores)
que fueren del dicho marquesado de cada vno en su tiempo, e
sy/80 las dichas casas no tuvieredes reparadas c buenas segund/
dicho es que los dichos governadores c corregidores pue/ dan
hazer las reparar de los dichos alquiles que asy ovieren/ de
pagar los dichos recabdadores c sean obligados el dicho
Guillen/ Marque e sus herederos e subçesores de resçebir en
cuenta/*5 a los dichos recabdadores los maravedís que asy
gastaren en el reparo/ de las dichas casas por mandado de los
dichos corregidores c governadores o de sus/ lugarthenientes,
segund dicho es en que pueda coger los dichos derechos de
descargar/ e tener las dichas mercadurías.
Por ende/ por hazer bien e merçed a vos Guilleon Marque,
nuestro cria/ do, acatando los muchos e buenos e leales
servicios/40 que nos avedes lecho e hazedes en cada dia, e en
alguna/enmienda e remuneraçion dellas, vos fazemos merçed/
que podades hazer e hagades e tengades por juro de/ heredad
para syenpre jamas, para vos e para vuestros herederos e/
subçesores e para aquel o aquellos que de vos o dellos o vieren
cabsa, de tener las dichas/45 casas de aduanas en las dichas
villas de Almansa e Yecla en las quales e en cada/ vna dellas
es nuestra merçed e mandamos que los nuestros recabdadores
que agora son e/seran de aqui delante de los diezmos e aduanas
e almoxarifadgo de los dichos puertos,/ e a qualesquier de sus
hazedores e al qualesquiera recabdadores e fieles e cogedores
e otros/ qualesquier personas que tienen o tovieren cargo de
resçebir e cobrar los dichos/50 diezmos e aduanas e
almoxarifadgo de los dichos puertos de Almansa e Yecla e de/
cada vno dellos que en la dicha casa de aduana de cada vna de
las dichas villas/ cogan e restriban e recabden los dichos
derechos de las dichas nuestras rentas./ E que todas e qualesquier
personas que fueren o vinieren por los dichos puer/ tos con
todas e qualesquier mercadurias las vayan alli a registrar/55 e
manifestar e descargar e poner e no en otra parte alguna, se/
gund e so las penas contenidas en las leyes e contenidos de
nuestro quaderno de los/ dichos diezmos e aduanas que hasta
agora estan fechas e mandamos hazer de aquí adelante./
E mandamos que los maravedís de los dichos alquiles/ vos
den e paguen los dichos arrendadores c recabdadores mayores,
ofiçiales e cogcdorcs/90 que son o fueren de aqui adelante o que
tovieren cargo de [coger] de las dichas/ rentas de los dichos
puertos c de cada vno dellos que bien sean por encabeçamiento
o por/ arrendamiento o resçebtoria o en fieldad o en otra
qualquier manera que vos/den e paguen los dichos maravedís
en cada vn año por las dichas casas de adua/ nas en la manera
que dichas es a vos c a vuestros herederos e subçesores e aquel
o/95 aquellos que de vos o dellos ovieren cabsa por juro de
heredad para syenpre/ jamas de mas e allende del presçio
prinçipal que a nos ovieren a dar e/ pagar por los dichos
puertos.
E que nuestro escriuano o escriuanos de las aduanas de los
dichos puertos esten e resydan con sus libros/e registros en las
dichas casas para resçebir las dichas mercadurias e
manifestaçiones dellas,/60 segund e en la manera e so aquellas
penas que se hazen e deben hazer en las nuestras casas e
aduanas/ de la villa de Requena e de la çibdad de Murçia que
se contiene en las dichas leyes e cuestiones.
E es nuestra merçed e mandamos/ que ayades o llevedes por
el alquiler de las dichas casas e por cada vna dellas el presçio
convenible que/ vos ygualaredcs con los dichos nuestros
arrendadores e recabdadores mayores, e con las otras personas/
que tienen o tovieren cargo de resçebir e recabdar las dichas
rentas e derechos de diezmo e aduanas con cada/65 una en su
tienpo. E sy no vos coçertaredes e ygualaredes con los dichos
mis arrendadores e recabdadores mayores/ e otras presonas
que tovieren a su cargo los predichos puertos con alguna de
ellos, es nuestra merçed e man/damos que el nuestro governador
que agora fuere del dicho marquesado o su lugartheniente
tasen e moderen el presçio/ convenible que ovieredes de aver
del dicho alquiler e los asy tasaren e moderaren por cada vn de
los años de su/ arrendamiento vos sea dado e pagado por cada
vno en su tienpo lo que para el dicho tienpo fuese tasado./70 E
sy por el dicho tienpo fuere tasado e sy por el dicho presçio o
presçios convenible que asy fuere tasado e mo/ derado por los
dichos governador del marquesado o su lugartheniente non
quisieredes dar las dichas/ casas o alguna dellas nin que se
descarguen e pongan las dichas mercadurías e se cojan e
recabden las/ dichas nuestras rentas de diezmos e aduanas e
almoxarifadgo segund e como dicho es en tal caso los/ nuestros
arrendadores c recabdadores mayores e fieles e cogedores e
otras qualesquicr presonas que tienen e/75 tuviesen cargo de
coger los dichos puertos puedan syn pena alguna alquilar e/
tomar otras casas en cada vna de las dichas villas en que asy
se descarguen las dichas mercadurías/ e se cobren los dichos
nuestros derechos por el tienpo que no os conçertaredes en el
E mandamos a los nuestros contadores mayores/ que cada
e quando arrendaren las dichas rentas de los diezmos e adua/
nas e almoxarifadgo de los dichos puertos los encabeçen e
arryenden con con/100 diçion que se paguen los dichos alquiles
del mas del presçio que nos ovieremos de aver por las/ dichas
rentas de los dichos puertos c asyenten esta merced que vos
hazemos en los nuestros libros de lo sainado/ e vora [sic] sobre
escriuan e bueluan sobre escripta e vos den e libren sy la
pidieredes nuestra carta de preuillejo/ c las otras cartas e
sobrecartas que menester ovieredes para que se guarde e
cunpla esta dicha merced/ que vos hazemos. E mandamos al
nuestro chançiller e notarios e otros ofiçiales que estan a la
tabla/103 de los nuestros sellos que vos den e libren e pasen e
sellen la dicha nuestra carta de preuillcjo buestro susodicho la/
mas fuerte c firme e bastante que les pidieredes e menester
ovieredes.
E los vnos ni los/otros non fagades ni fagan de al por alguna
manera so penade la nuestra merçed, e de diez/ mill maravedís
para la nuestra camara a cada vno por quien fincare de lo asy
hazer e cunplir.
Dada/ en la villa de Madrid a veynte e dos dias del mes de
mayo año del nasçimiento de nuestro salvador Ihesu Chrislo
de/110 mill e quatroçientos e noventa e nueve años.
Yo el rey, Yo la reyna. Yo Gaspar de Grizia/ secretario del
rey e de la reyna nuestros señores, la fize escreuir por su
mandado./ Asentose esta cedula del rey don Hernando e de la
reyna doña Ysabel, que santa gloria aya./
Antes desto, escripta en los libros de lo saluado de la reyna,
nuestra señora, que tienen los/ sus contadores mayores por
vertud de vna cedula del dicho señor rey don Hernando, su
padre, que para ello/115 dio fecha en esta guisa:
El Rey y contadores mayores:
Sabed que Guillen Marque me hizo relaçion diziendo que
192
treslado sygnado como dicho es, mando/ a los dichos
contadores, alcaldes, alguaziles. regi/ dores, cavalleros.
escuderos, e oficiales, e/l65 omes buenos de las dichas villas de
Al/ mansa e Yecla. e a los arrendadores, e recabdadores/
mayores, e resçebtores que son o fueren de los dichos diezmos
(e aduanas)/ de los dichos puertos que vos recabdan e hagan
recabdar/con los dichos alquiles de las dichas casas, tasadas
segund/170 e por la forma e manera que en la dicha çedula suso
encor/porada se contiene, e que tomen vuestras cartas de pago
e despues de/ vos de los dichos vuestros herederos e subçesores
e de aquel/ o aquellos que de vos e dellos ovieren cabsa e del
que lo oviere/ de recabdar por vos e por ellos porque les sean
resçebidos/175 en cuenta e les no sean pedidos ni demandados
otra vez. Pero/ sea entendido e entiendase que por vertud de
esta dicha/ mi carta ni de sus treslados sygnados e cartas de
pago ni en otra/ manera no an de ser reseçeuidas en cuenta a los
dichas arrendadores e recabdadores mayores/ de los dichos
diezmos e aduanas maravedis ni otra cosa alguna/180 por razon
de los dichos alquiles de las dichas casa sin de/ alguna dellas
por quanto los arrendamientos que de las / dichas rentas se
hizieren se haran con condiçion que esta dicha/ merçed sea
guardada e cunplida en todos e por todos/ como en las dichas
çedulas se contiene, syn que por ella sea puesto des/185 mento
alguno.
E los vnos ni los otros non fagades ni/ fagan ende al por
alguna manera so pena de la mi merçed e de/ X U [diez mil
maravedís] para la mi camara e etc. E de esto vos mando dar
e dy/esta mi carta de preuillejo escripta en pargamino de cuero
e sellada/ con mi sello de plomo e pendiente en filos de seda
a colores/190 e librada de los contadores mayores e de otros
ofiçiales/de mi casa.
Dada en la villa de Madrid a diez e siete dias/ del mes de
mayo, año del nasçimiento de nuestro salvador Ihesu Christo
de/ mill e quinientos e diez años.
yo/ e la serenisima reyna, mi muy clara e muy amada muger
que aya santa gloria, le hizimos merçed/ de las casas del
aduana de Yecla e Almansa por vna nuestra carta firmada de
nuestros nonbres, y dize que vosotros no/ la quereys asentaren
los nuestros libros a cabsa de ser pasado el año en que se avia
de asentar. Por ende yo vos mando/ que asenteys la dicha carta
de merçed en los nuestros libros que vosotros thenedes no
enbargante que sea pasado/l20el tienpo que se avya de [a]sentar,
e sobre escripia e librada de vosotros que la tor/ neys al dicho
Guillen Marque para que la tenga por titulo de la dicha merçed,
ca yo/, por la presente, vos reliedo de qualquier cargo o culpa
que por ello vos pueda ser/ ynputado.
Fecha en Burgos a seys dias del mes de novienbre de/ mill
e quinientos e syete años. Yo el rey. Por mandado de su alteza,
Lope Cun/125 Chillos.
Por ende, los conyejos, governadores e las otras presonas en
esta çedula/ antes de esto escripta, contadores vedla e cunplidla
en todo e por todo como en ella se contiene e sus altezas por
ella/ vos lo enbian mandar. Pero sea entendido e entiendase
que por vertud desta dicha çedula ni de sus treslados/sygnados
e cartas de pago ni en otra manera no han de ser rebebidos en
cuenta maravedis ni otra cosa alguna a los dichos/ arrendadores
e recabdadores mayores e almoxarifes e otras presonas en esta
dicha çedula de sus altezas contenidas desde que sal/130 gan los
arrendamientos que de aqui adelante dellas deshizieren,
deshagan con condicion que esta dicha/ merçed sea guardada
e cunplida en todo e por todo como en ella se contiene syn que
por ella sea puesto/ desmerito alguno. Mayordomo Rodrigo de
la Rua, Ortuño Velasco, Pedro Yañez, Christoval Davila./
E agora por quanto por parte de vos el dicho Guillen
Marque, camarero del prinçipe don Miguel (mi muy caro e
muy amado sobrino),/ me fue suplicado e pedido por merçed
que porque la dicha merçed/135 de las dichas casas de aduanas
mejor e mas cunplidamente vos fuese/ guardada e cunplida,
vos mandase dar mi carta de preuillejo dellas/ para que las
ayades e tengades de por merçed en cada un año por/juro de
heredad para syenpre jamas para vos, e para vuestros herederos/
140
e subçesores, e para aquel e aquellos que de vos e dellos
ovyeren/ cabsa, como en la dicha çedula suso encorporada se
contiene. E por quanto/ se falla por los mis libros e nominas de
lo salvado en/ como esta en ellos asentada la dicha çedula suso
encorporada (la qual quedo e queda cargada)/ en poder de los
mis ofiçiales de los dichos libros.
Por ende, yo/145, la sobredicha reyna doña Juana e por hazer
bien/ e merçed a vos el dicho Guillen Marque, e despues de
vos/ a los dichos vuestros herederos e subçesores e aquel/ o
aquellos que de vos o dellos ovieren cabsa, tovelo/ por bien e
confirmovos e apruevovos la dicha/150 çedula de los dichos
reyes mis señores padres/suso encorporada e la merçed en ella
contenida, e/ mando que vos vala e sea guardada en todo/e por
todo como en ella se contiene. E tengo por bien ees mi/merçed
que ayades e tengades de mi, por merçed, en cada/155 vn año
para syenpre jamas para vos, e para los dichos vuestros/
ferederos e subçesores e para aquel o aquellos que de/ vos e
dellos ovieren cabas, las dichas casas de aduanas de las/dichas
villas de Almansa e Yecla, con las fianzas e condiçiones/ e
segund e por la forma e manera que en la dicha çedula/ 160 de los
dichos reyes mis señores padres suso encorporada/ se contiene
e declara.
E por esta dicha mi carta de preuillejo e por el/ dicho
193
UN DISCURSO DEL PADRE LASALDE
Carmen Ortín Marco
tiempo...Es tolerante, dúctil; habla con dulzura...A los niños
el P. Lasalde los trata con delicadeza, con una delicadeza tan
enérgica en el fondo que les pone respeto y hace inútiles los
castigos violentos...Y no grita, no amenaza, no aterra:...los
observa y estudia sus juegos cuando retozan por el patio...Es
un hombre bueno y un hombre sabio".
La segunda es en el capítulo III de la segunda parte de
la misma obra: "El P. Lasalde aparece en el recibimiento. Está
más delgado que antaño; su cara es más pálida y más buida;
tiene más pronunciadas las arrugas que entrecoman su boca.
Y la nerviosidad de sus manos se ha acentuado. ...sus silencios habituales son más largos ahora que antes; a veces se
queda largo rato absorto". En esta conversación con el viejo
escolapio, éste le dice que no sabe lo que tiene, que cree que
es cansancio, que ha trabajado mucho, y le da este consejo:
"Todo es vanidad. ...vive bien; sé bueno, humilde".
Posteriormente, Lasalde ocupará importantes cargos,
dado su prestigio. En 1902. consultor provincial; en 1903.
visitador general; en 1904, provincial honorario de las Escuelas Pías. Poco después cae en un lastimoso estado, y aún
así, asiste al Capítulo provincial de mayo de 1906. Al mes
siguiente lo envían a Portillo de Toledo, su pueblo natal, para
que sus familiares lo cuiden; fallece el 4 de septiembre. No
supo la terrible noticia del incendio de su Colegio yeclano.
ocurrido el 17 de agosto; de haberlo conocido hubieran sido
muy amargos sus últimos días.
Detengamos ahora brevemente nuestra atención en la
"Oratio ad Capitulum Provinciale". impresa en Madrid, en la
imprenta de la viuda e hija de Gómez Fuentenebro, calle de
Bordadores, n° 10. año 1899; seis páginas.
Lo firma "Carolus a V. de Pace". Carlos de la Virgen
de la Paz. El ponerse detrás del nombre una advocación religiosa es una norma calasancia que continúa en la actualidad y
que se efectúa en la toma de hábitos. A modo de ejemplo
citaremos a unos cuantos contemporáneos de Lasalde. poniendo entre paréntesis la advocación elegida: Andrés Espinosa
Malilla (Virgen de los Dolores), Tomás Sáez del Caño (Madre de Dios), Manuel Gómez Peña (Asunción), Juan José Peña
Peña (Virgen del Carmen) y Ángel Vinagre Alonso (Corazón
de María). De nuestra época y relacionados con Yecla podemos señalar: José Navarro Escrivá (Santísimo Sacramento),
José Ramón Pérez López (Jesús y María), José María Iborra
(Niño Jesús), Vicente Gaspar Fontestad (Santa Teresa del Niño
Jesús) y Juan Bautista Ramón (Inmaculada Concepción).
La figura del P. Carlos Lasalde Nombela ha sido estudiada de modo exhaustivo por el Dr. Fernando López Azorín.
Este ilustre ycelano. en su obra "Yecla y el Padre Lasalde"
(Murcia. Novograf, 1994). ha dado a conocer lo mucho que
este escolapio hizo por Yecla, no sólo como enseñante sino
también como investigador. Ha sido el quien me ha proporcionado el discurso que. en ocasión solemne, pronunció
Lasalde y que brevemente comentare; al final pondré el texto
original en latín y después la traducción que me he permitido
hacer, empleando en lo posible un lenguaje actualizado.
Antes de referirnos a esta "Oratio" lasaldiana, conviene que centremos la figura de este padre calasancio. Viene a
Yecla en 1868 y se marcha en el 82; son catorce años fundamentales en la biografía de nuestro protagonista, ya que llega
con 27 años de edad y se marcha con 41. Aquí realiza una
profunda transformación y mejora del Colegio durante su
rectorado, publica obras de materias diversas, influye de modo
decisivo en la sociedad yeclana y es el primero que estudia
los importantes descubrimientos en el templo ibérico del Cerro de los Santos. Todo ello, reitero, puede estudiarse en el
citado libro de López Azorín.
El 23 de septiembre de 1882 marcha a Getafe como
maestro de novicios. En el 87 es nombrado Cronista General
de las Escuelas Pías de España. En el 94 pasa a Madrid como
rector del célebre Colegio de San Fernando y en el 98 vuelve
a Getafe para dedicarse a la terminación de varias de sus obras.
tanto de Historia como de Pedagogía, a más de un Diccionario Latino. En esta época es cuando pronuncia la "Oratio" de
la que después se hablará.
Estando en Getafe recibe la visita de José Martínez
Ruiz. a quien había conocido en Yecla, no como alumno, sino
como escolar del Centro religioso que Lasalde dirigía. Es interesante ver las descripciones correspondientes a diversas
épocas, que el futuro Azorín hace de Lasalde. Cuando lo conoce en los años 81 -82, Lasalde está en la plenitud y máximo
vigor de sus facultades. Diecisiete años después, cuando lo
ve en Getafe. empieza su decadencia física aunque tiene mucho que aportar inlelectualmente.
Veamos estos dos momentos en la prosa del maestro
de la Generación del 98. La primera descripción está en el
capítulo XVI de la primera parte de "La Voluntad": "El P.
Lasalde es un hombre delgado, de ojos brillantes, de nariz
pronunciada; su cara tiene una rara expresión de inteligencia,
de viveza, de candor y malicia -malicia buena- a un mismo
195
Esta parte central de su discurso podría subdividirse
en tres aspectos:
a) Los electores. Son todos los presentes y han de emitir
su voto sin ser motivados por amistad, odio o ambición. Necesitan, en cambio de la reflexión y de la oración, y como modelo arguye la elección del sucesor
de Judas en el apostolado, tal como nos narran los
Hechos de los Apóstoles.
b) Los elegidos. Han de ser hombres que sepan y quieran gobernar la Congregación con el espíritu de Cristo; aduce para ello, las enseñanzas de Pablo a Tito y a
Timoteo.
c) Las reglas que pueden añadir o reformar. Nunca
serán caprichosas, sino ajustadas a las Sagradas Escrituras y a las Constituciones de San José de Calasanz.
En esta "Oratio" sigue Lasalde, en gran parte, el esquema clásico del discurso. Los tres primeros párrafos corresponden al "exordium", y presenta a quienes habla
(escolapios por razón de cargos o electos), para qué están éstos convocados (elección de superiores y aprobación de normas) y a qué bien se ha de aspirar (honra de la Congregación
y de la Iglesia).
La "narrado" está entremezclada con la "argumentado".
Tras una exposición, presenta siempre un alegato, lógicamente
basado en la doctrina neotestamentaria, de modo casi exclusivo en las epístolas paulinas. No faltan las interrogaciones
retóricas, ésas de respuestas innecesarias de tan obvias o claras. Su estilo es sobrio, directo y limpio. No es un orador
"crisóstomo" o "boca de oro", con arrebatos grandilocuentes
y pomposos; tampoco es monótono y cerebral, porque su oratoria, siempre coherente, está animada por lo que en el lenguaje eclesiástico se llama "unción", toque sagrado de caridad cristiana y de experiencia sobrenatural intensamente vivida. Tan claro y espiritual es, dentro de su sencillez, que consigue la "captatio benevolentiae", captar la atención de sus
oyentes.
El epílogo, que ocupa el último párrafo, es una invocación a Dios para que ilumine mentes y corazones y se consiga lodo lo anteriormente expuesto.
Pero más que exégesis de este discurso conviene su
lectura textual, que es lo que a continuación presentamos.
DISCURSO AL CAPÍTULO PROVINCIAL.-
ORATIO AD CAPITULUM PROVINCIALE.-
"Atiende al ministerio que has recibido del
Señor, para que lo cumplas"
(Colas.. IV, 15).
Vide ministerium quod
accepistiin Domino, ut illud impleas.
(Cotos., IV, 15.)
Está cerca, queridísimos Padres, el solemne día en el que.
guiados por el Espíritu Santo, tenemos que tratar acerca de las
sagradas e importantes cuestiones de nuestra Congregación. Todos
los que estamos reunidos aquí, bien por razón del cargo o bien pollos votos de los religiosos, convenimos en que hemos sido enviados
para que deliberemos sobre el supremo bienestar de la Provincia y
elijamos a aquellos Superiores que sepan gobernarla acertadamente.
También para que nuestras determinaciones no miren nuestro propio
agrado o quizá el de algunos religiosos, sino para que, con la
inspiración del Espíritu Santo, convengan al mayor incremento de la
piedad. Y también estamos persuadidos de que la salud moral de la
Provincia redundará en la de toda la Congregación y aun en honra
de la Iglesia Católica, puesto que las familias religiosas son dignidad
de la Iglesia. Así pues, ahora, toda la Provincia, toda la Congregación
y toda la Iglesia Universal de Cristo, me parece que lanzan a nuestros
oídos aquel las palabras del apóstol Pablo: "A tiende al ministerio...".
Adest, carissimi Paires, solemnis ille dies, in quo,
Spiritu Sancto duce, de sanctissimis gravissimisque nostrae
Congregationis rebus agendum est nobis. Quotquot enim hic
vel munere officii vel religiosorum suffragiis congregad sumus,
ideo convenisse debemus, ideo missi sumus ut de suprema
totius Provinciae salute consultantes, hos superiores eligamus,
qui eam optime regere sciant; hoc etiam non quod nobis ipsis
placeat, non quod quibusdam forsitan religiosis gratum sit
statuamus, sed quod, Spiritu Sancto afflante, ad maius pietatis
incrementum pertinere videbitur. Et hoc nobis persuasum sit,
Provinciae salutem in totius Congregationis salutem
redundaturam, atque etiam in Catholicae Ecclesiae decus;
decus enim Ecclesiae sunt familiae religiosae. Itaque nunc
mihi tota Provincia, nunc cuncta Scholarum Piarum
Congregatio, nunc universa Christi Ecclesia auribus nostris illa
Pauli Apostoli verba adspirare videtur: Vide ministerium...
Ciertamente somos nosotros los que, no sólo debemos elegir
a los ministros más idóneos para la Provincia, y para sus
Comunidades, sino que también hemos de discutir unas leyes con las
que nuestra Provincia se gobierne excelentemente.
Nuestros antepasados, amadísimos Padres, con todo derecho.
quisieron un Estatuto, en cuyos Capítulos se designara los ministros
antes de establecerlas leyes. Así, por tanto, si los que están al frente
son idóneos, casi que no sería obstáculo el que faltasen las leyes.
Pero, en caso contrario, aunque tuviésemos leyes santísimas, si los
dirigentes no son aptos, se derrumbaría todo el Estado aunque
estuviera firme y sólidamente constituido.
Mas antes de tratar sobre los que han de ser elegidos
Superiores, me parece oportuno pronunciar algunas palabras sobre
los que hemos de ser electores.
Como nuestra elección, para que pueda considerarse
excelente, tiende a conseguir él provecho de la Religión, es necesario
que estemos libres de toda pasión, de la amistad, del odio o de la
fuerza de cualquier otro deseo. Aquel que para desempeñar este
Et certe ministri Provinciae sumus, qui et illi et omnibus
illitis domibus idoneos ministros eligere, et leges, quibus
optime regatur, rogare debemus.
Jure optimo, carissimi Paires, maiores nostri statutum
voluerunt ut prius in Capitulis de ministris eligendis quam de
legibus ferendis ageretur. Si enim qui praesunt idonei sint,
parum vel minime obest quod leges desint. Contra vero,
quamvis sanctissimae sint leges, si qui praesunt non sint
idonei, omnis respublica, quamvis firma et optime constituta,
magna dilabatur ruina. Sed ante quam de iis, qui in superiores
eligendi sunt, faciam, aliqua de nobis, qui electuri sumus,
opportunum mihi verba facere videtur.
Quum electio nostra, ut optima dici possit, commodum
Religionis efficere debeat, necesse est ut ab omni libidine.
\9é
santísimo y gravísimo deber se haya acercado movido por el afecto.
la inquina, la ambición, el deseo o el placer, ése sentirá que se
precipita por un abismo. ¿ Quién ignora que las cosas que se ejecutan
por frivolidad o por egoísmo conducen a la desgracia ? Sería horrible
querer anteponer nuestra conveniencia y nuestra voluntad a la
conveniencia de la Religión y a la voluntad de Dios. Obrando
nosotros de esta manera sería impío y necio esperar que Dios
estuviera presente y que nosotros consiguiéramos el buen acierto en
los asuntos de la Congregación.
¿Han de emitirse nuestros votos de un modo necio o
temerario? Lejos de mí pensar así, pero debemos tener a la vista
siempre la conveniencia de la Religión y sopesar diligentemente de
qué manera podemos conseguirlo y cómo debemos tratar, con
valentía, lo que nos parezca más apropiado para lograrlo. Y, para
que esto se consiga según la promesa, está patente un recto camino,
no sólo fácil, sino recomendado con un admirable ejemplo. Los
apóstoles, reunidos en Jerusalén, habían de elegir al hombre que
sucediera a Judas en el apostolado. Y estando allí los hermanos del
Señor, y algunos discípulos excelentes por su doctrina y por sus
costumbres, y otros probados en dar testimonio del Señor, a pesar de
esto, ninguno de el los fue elegido hasta que los apóstoles, retirándose
a orar, hubieran dicho: "Tú, Señor, que penetras el corazón de todos,
muéstranos a cuál eliges..." (Act., I, 24). Y si aquellos apóstoles de
Jesús, que tenían varones ejemplares para elegir, no los juzgaron por
el sentimiento, ni según la carne o la sangre, sino que recurrieron a
la oración, ¿acaso no convendría que nosotros también tomáramos
ese mismo camino, si queremos esperar un resultado favorable, es
decir, según la voluntad de Dios?.
amicitia, odio aut alicuius cupiditalis vi liberi simus. Qui enim
ad hoc gravissimum sanctissimumquc munus obeundum vel
amore, vel odio, vel studio, vel desiderio, vel libidine exagitatus
accesserit, se praeceps ire sentiat. Quis enim nesciat quae ex
levitate aut cupiditate fiani, cea in calamitatem devenire?
Horrendum igitur erit commodum el voluntatem nostram
Religionis commodo et voluntati Dei velle anteferre. Impium
autem stultumque nobis ita agentibus Deum adesse et secunda
nos uti fortuna in rebus Congregationis sperare.
Quid igitur ¿inconsulte vel etiam temere suffragia a
nobis emittenda sunt? Longe a me ut ita sentiam, sed prae
oculis Religionis commodum habere debemus, idque, quo
modo consequi possimus, mature perpendere. quaeque ad illud
consequendum aptiora videantur, ea strenue agere debemus.
Atque ut id ex voto succedat ampia via patet et expedita et
optimo exemplo commendata. Apostoli Ierosolimis congregati
electuri erant virum qui Iudae in apostolatum succederet.
Quumque ibi essent fratres Domini, etiam discipuli doctrina et
moribus excellentes, nonnulli etiam testimonio Domini
comprobati, nullus tamen eorum fuit electus quin prius Apostoli
ad orationem confugientes dixerint: Tu, Domine, qui corda
nosti omnium ostende quem elegeris... (Act., 1,24.) Si ergo illi,
Apostoli Iesu, viros habentes optimos quos eligerent, non suo
sensu, neque secundum carnem et sanguinem iudicarunt, sed
ad orationem confugerunt, nonne opportebit nos quoque eadem
via incedere, si successum exspectare, si voluntatem Dei facere
velimus? Itaque, Car. Pat., ni, antequam ad suffragia emittenda
accedamus, elementissimi Dei auxilium enixe petierimus, neque
voluntatem Dei nos fecisse, neque electionem prosperam
Congregationi eventuram credere debemus. Precemur igitur
Deum Patrem a quo omnis procedit exitus, precemur Dominum
Iesum, qui est vera sapientia aeterna, precemur B. Mariam,
Congregationis nostrae matrem atque custodem fidelissimam,
quo mentes nostrae illuminabuntur, ut prudenter et ex Dei
voluntate in omnibus procedamus.
Por tanto, queridísimos Padres, si antes de que nos
acerquemos a emitir nuestros votos no hemos pedido con empeño el
auxilio del Dios clementísimo, no debemos creer que hemos cumplido
con la voluntad divina, ni que vamos a conseguir una elección
conveniente para la Congregación. Pidamos a Dios Padre, del que
procede todo bien; ruguemos a Nuestro Señor Jesús, que es la
verdadera sabiduría eterna; supliquemos a la Bienaventurada María,
Madre y guardiana fidelísima de nuestra Congregación, para que
sean iluminadas nuestras mentes y para que procedamos en todas las
cosas con prudencia y según la voluntad de Dios.
Hasta aquí es lo que se ha de considerar sobre nosotros.
Ahora hay que tratar, como así está ordenado, sobre los que han de
ser elegidos.
Todo lo que, en este asunto, pueda yo decir está expresado,
abierta y llanamente, en nuestras Constituciones, y ya conocéis cómo
opino yo. ¿ Qué puedo recordaros que no esté en la memoria de todos
vosotros y, sobre todo, cuando también está promulgado, con claridad,
en los Libros Sagrados? Frecuentemente Dios habló sobre quiénes
deben ser ¡os que dirijan a los pueblos, igualmente Pablo, queriendo
abarcar todas las ideas sobre este divino asunto, en sus cartas a
Timoteo y a Tito describió las costumbres y condiciones de los que
han de regir las iglesias. Como sé que vosotros tenéis esto muy
reciente, porque lo habéis leído con muchísima frecuencia, no lo
menciono ahora. Sólo os ruego que tengáis en cuenta esto: si por
vuestros votos llega a ser elegido Superior uno que no conviene, ¿qué
consecuencias tendría para nuestra Congregación v para nosotros
mismos? Es muy corriente esta insensatez entre los hombres, de tal
manera que no les importa nada, con tal de que las cosas se hagan
según su gusto. Y no es obstáculo, como la experiencia nos demuestra,
que esos hombres cuantas veces se han dejado llevar por el capricho,
sin consultar a Dios, han trabajado inútilmente o, incluso, han
trabajado en contra de ellos mismos. Porque siempre es absurdo
tratar los asuntos con precipitación, pero, cuando se trata del mayor
bien de la Congregación, no sólo diré que es absurdo, sino loco y
pecaminoso; ya que, en primer lugar, vamos a debilitar a la
Congregación, si colocamos al frente de la misma a unos hombres
que no saben o que no quieren gobernarla, y, después. Dios nos
exigiría los daños que se siguieran a la Congregación por los errores
de esos Superiores y de sus discípulos.
Hactenus de nobis, nunc vero de iis, qui eligendi sunt
dicendum est: ita enim est praescriptum.
Sed quod in hac ego re dicere possim, in nostris
Constitutionibus plane et aperte expressum est, idque, ut opinor,
calletis. Quanti igitur esse potest, quae in omnium oculis sunt,
memorare? Praecipue quum in Sacris quoquc Libris plane
sancitum sil? Saepe enim eloquutus est Deus quales esse
debeant qui praesunt populis; et quasi omnia hac de re divina
eloquia Paulus complectere voluisset, ad Timotheum et ad
Titum seribens, velut in tabula, corum, qui ecclesiis praeficiendi
essent, mores depinxit. Quod prefecto, quum certo sciam vos
in promptu habere, saepissime enim legistis, hic non referam.
Hoc tantum, quaeso, percipite: Si is, quem non decet, nostris
suffragiis superior devenerit, quid Congregationi nostrae, quid
nobis ipsis eveniet? Ea est saepe hominum insania, ut nihil
pensi habeant dummodo res ex sua libidine agantur. Nec obest
quod illis experientia compertum sit, se frustra, vel etiam in se
ipsos laborasse, quoties, Deo inconsulto, aliqua cupiditate
ducuntur. Absurdum quidem est ita in rebus parvi momenti
agere; at quum de summa Congregationis salute agatur, id non
dicam absurdum verum insanum et vere criminosum. Primum
enim labefactatum eamus Congregationem, quum viros qui
eam regere nesciant vel nolint, praefecerimus. Deinde
Congregationis incommoda, superiorum errores, ipsorum
religiosorum ac etiam discipulorum certo subsequutura aeterna
damnatio per Deum de manibus nostris est requirenda. Quare
197
Han de golpear profundamente en nuestras mentes aquellas
palabras de Pablo: "Terrible cosa es caer en las manos del Dios vivo "
(Hebr., X, 21). No solamente en el futuro, sino también en este tiempo,
modifiquemos el modo de nuestra administración para ajustamos a
las palabras del Salvador. En el libro de los Jueces, cap. IX. habéis
leído la historia de Abimelec. Movido por la ambición, se atrae a
hombres malvados, conmueve al pueblo y, finalmente, es elegido rey
de los suyos. Pero su crimen no permaneció mucho tiempo impune.
Un fuego salió de él y devoró a los suyos, y de los suyos a él. Por lo
cual, si alguna vez las palabras del Apóstol pudieran aplicarse con
toda justicia sería ahora: "No seas precipitado en imponer las manos
a nadie, no vengas a participar en los pecados ajenos". (1ª Tim., V,
22).
penitus in mentibus nostris illa Pauli verba obstrepant:
Horrendum est nos incidere in manus Dei viventis Haebr.. X.
31). Neque in futuro tantum, sed in hocetiam saeculo reddemus
rationem villieationis nostrae. ut Salvatoris verbis utar. In
Libro Iudicum cap. IX legislis historian] Abimelec. Ambitione
ductus homines perditos sollicitat. commovel populum, rex
denique a suis eligitur. Sed non diu eius crimen remansit
inultum. Ignis ab eo exivit, quisuos, a suis qui ipsum devoraverit.
Quare, si unquam alias, certe hic optimo iure adhiberi poterunt
Apostoli verba: Manus cito nemini imposueris, neque
commiscearis peccatis alienis. (I Timoth.. V, 22).
Dixi iam, carissimi Patres, de nobis, dixi etiam de his
qui in Superiores eligendi sunt, pauca certe, sed ea quum ex
Sacris Littens desumpta sint, longis sermonibus aptiora iudicavi.
Reliquum est ut de his, quae ad leges pertinent, quid, quo
animo, quaque mente a nobis agendum sit aliquid dicatur. Et
hic quoque monemur illis verbis: Vide ministerium, quod
accepisti a Domino ut illud impleas.
Quum ca sit hominum conditio, ut sensim in malum
prolabantur, neque illa sese, quum conveniunt, exuere possint
conditione; ideo familia e religiosa e sanctissimi segent institutis,
et, ut Sanctus Pater noster Josephus ail, praeviis constitutioni bus
circumvallari debent; quod nisi fíat in interitum certissime
ruant. Sic igitur factum est ut, quamvis a Sanctis Fundatioribus
et a Summis Pontificibus regulari observantiae provisum sit,
omnibus tamen congregationibus religiosis novarum legum
condendarum relicta sit facultas.
Quid autem convenit novas leges ferre quum antiquae
non custodiantur? Nonne curare ut antiquae observentur
praestat? Hoc certe commendabat Apostolus ad Timotheum
scribens: Bonun depositum custodi. Quae audisti a me per
multos testes haec continencia fidelibus hominibus. (II, II, 2.)
Idque etiam Titum monebat praecipiens: Loquere quae decent
sanam doctrinam (II, 1); id est, quae didicisti, quae a me doctus
es. Quid nunc igitur nostri erit? Antiquas leges abrogare ut
novas feramus? an antiquas novis cumulare? an quidquid
libuerit statuere? Minime vero, sed si quid forte non provisum,
si quid ad morum reformationem, si quid ad riostras leges plene
observandas pertinerc videbitur hoc potissimun a nobis
consulendum est.
Queridísimos Padres, ya he hablado de nosotros, y también
de los que han de ser elegidos Superiores. He tratado unas cuantas
cosas más apropiadas para largas disertaciones, excepto las que han
sido lomadas de las Sagradas Escrituras. Talla decir algo sobre lo
que pertenece a las leyes, y con qué ánimo y con (pié espíritu ha de
ser tratado por nosotros. Y también aquí amonestaremos con estas
palabras: "Atiende al ministerio que has recibido de Dios, para que
lo cumplas".
Y, como la naturaleza humana poco a poco se desliza hacia
el mal y los hombres no se pueden despojar de esa condición cuando
conviene, las familias religiosas se ajustan a sus sagradas
Constituciones y, como dijo nuestro Santo Padre, losé, deben rodearse
de previos Reglamentos, porque, de no ser así, con toda certeza.
caerían en un precipicio. Y se hizo de tal manera que, aunque por los
Santos Fundadores y por los Sumos Pontífices se cuidó de la
observancia de las reglas, sin embargo se dejó a todos las
Congregaciones religiosas la facultad de crear nuevas leyes.
Pero, ¿por qué conviene crear nuevas leyes cuando las
antiguas no se guardan ? ¿No sería mejor procurar que se observaran
las antiguas? Ciertamente esto es lo (pie recomendaba el Apóstol
cuando escribía a Timoteo: "... y lo que me oíste a mí ante muchos
testigos, encomiéndalo a hombres fieles" (2ª, II, 2). Ya Tito también
le aconsejaba: "Habla de modo conveniente y ajustado a la sana
doctrina" (II, 1), es decir, lo que has aprendido, lo que has conocido
por mí.
Por tanto, ahora, ¿qué será lo más conveniente? ¿Derogar
las antiguas leyes para hacer otras nuevas ?, ¿ o unir las antiguas con
las nuevas?, ¿o hacer lo (pie se quiera? ¿De ninguna manera! Pero
si algo no hubiese sido previsto, o si algo no pareciese apropiado a
la reforma de las costumbres o algo sirviera para guardar mejor
nuestras leyes, esto sí ha de ser meditado de modo especial por
nosotros.
Y debemos procurarlo con tal ánimo, uo como yo lo haya
dicho, sino como deseo que vosotros lo escuchéis del propio Apóstol:
"Esfuérzate por presentarle ante Dios, probado como un obrero
ejemplar, que distribuye sabiamente la palabra sin desviarse de la
verdad" (2ª Tim.. II, 15). Y sea de tal manera vuestro espíritu, (pie
merezca la aprobación de Dios, y que lodos los asuntos que se traten
sean rectos y emanen de un corazón sincero.
Con todo, esto solo no es suficiente, sino que es necesario que
al obrar no nos inclinemos ni a derecha ni a izquierda, yendo siempre
por el camino de la caridad y acordándonos de aquel precepto: "Esto
has de enseñar, protestando ante Dios no ocuparse en disputas
vanas, que para nada sirven, si uo es para perdición de los oyentes "
(2ª Tim., II, 14).
Así pues, queridísimos Padres, roguemos a Dios y a Nuestro
Señor Jesucristo para que el Espíritu Santo, al que antes hemos
invocado, ilumine nuestras mentes y mueva nuestros corazones v. de
esta forma, la prosperidad de la Provincia, de la Religión y de la
Iglesia comience por los Superiores que se han de elegir y por los
asuntos que se han de consultar y así permanezcan largo tiempo. Así
sea.
Quo vero animo id curare debeamus, non ego dixerim,
sed ab Apostolo vos audire cupio: Sollicite cura te ipsum
probabilem exhibere Deo operarium inconfusibilem, recle
tractantem verbum veritatis (II Tim., II, 15). Is itaque sit
animus nostcr ut a Deo probetur, et, quae res tractentur, rectae
sint et ex animo recto manantes.
Neque id solum sufficiat, sed necesse est ut in agendo
neque ad dexteram neque ad sinistram declinemus, incedentes
semper via charitatis, memores illius praecepti: Noli contendere
verbis, ad nihil enim utile est nisi ad subversionem audientium
(II Tim., II. 14.)
Itaque. Patres carissimi, oremus Deum et Dominum
nostrum Iesum Christum ut Spiritus Sanctus, quem paulo ante
invocavimus, nostras illuminet mentes, moveatque corda, sicque
prosperitas Provincia, Religionis, Ecclesiae á superioribus
eligendis et a rebus consultandis ordiatur el longum permaneat.
Amen.
Carolus a V. de Pace
Carlos de la Virgen de la Paz
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HISTORIOGRAFÍA
YECLANA
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215
SERVICIO MUNICIPAL DE PUBLICACIONES
Concejalía de Cultura
Excmo. Ayuntamiento de Yecla
PUBLICACIONES DEL SERVICIO MUNICIPAL.
P.V.P.
CARPENA CHINCHILLA, Francisco José. Manual básico de Interpretación
ambiental
"Coto
de
Salinas",
Yecla.
Yecla,
MATAIX VERDÚ, José. La alimentación en Yecla.
Yecla,
1994;
2a
edición
1995
(1998)
ORTUÑO PALAO, Miguel. Historia de Yecla para escolares.
Yecla, 1985 (1aed.), 1990 (2aed.)
POLO CARRERES, Pilar. Cuentos Yeclanos.
(Ilustraciones a plumilla de José Puche Forte). Yecla, 1986
PUCHE FORTE, José. Gentes, Oficios, Costumbres.
Yecla, 1988
1.500
1.500
Agotado
600
Agotado
RUIZ MOLINA, Liborio; AMANTE SÁNCHEZ, Manuel; MUÑOZ LÓPEZ, Francisco.
Guía Museo Arqueológico Municipal "Cayetano de Mergelina" (Yecla-Murcia). Yecla, 1988. 800
RUIZ MOLINA, Liborio; RIGUALT BONASTRE, Magdalena.
Catálogo Exposición "Azorín y América". Yecla, 1992
500
RUIZ MOLINA, Liborio. Catálogo Bibliográfico. Biblioteca Pública Municipal de Yecla.
Fondo Antiguo (I), Siglo XIX. Yecla, 1993
1.200
RUIZ MOLINA, Liborio y Otros. Inventario del Archivo Histórico Municipal de Yecla (Murcia)
(1387-1975). Yecla, 1995
1.000
RUIZ MOLINA, Liborio. Catálogo Archivo Histórico de Protocolos Notariales de Yecla.
(Sección Yecla) Volumen I. Reinados de Carlos V y Felipe II (1534-1598). Yecla, 1997.
1.500
RUIZ MOLINA, Liborio. Catálogo impresos de los siglos XVI y XVII de la Biblioteca Pública
Municipal de Yecla (Murcia). Yecla, 1998
1.200
VV. AA. Actas I Jornadas de Historia de Yecla. "Homenaje a D. Cayetano de Mergelina".
Yecla, 1986
Agotado
VV. AA.... Y seguimos parados en una piedra (Poesía).
Yecla, 1988 (1a ed. agotado), 1989 (2a ed.)
500
VV. AA. Yakka. Revista de Estudios Yeclanos. N.° 1
Yecla, 1989
Agotado
VV. AA. Yakka. Revista de Estudios Yeclanos. N.° 2
Yecla, 1990
Agotado
VV. AA. Yakka. Revista de Estudios Yeclanos. N.° 3
Yecla, 1991
Agotado
217
VV. AA. Yakka. Revista de Estudios Yeclanos. N.° 4
Yecla, 1993
1.200
VV. AA. Yakka. Revista de Estudios Yeclanos. N.° 5
Yecla, 1994
1.200
VV. AA. Yakka. Revista de Estudios Yeclanos. N.° 6
Yecla, 1995
1.200
VV. AA. Yakka. Revista de Estudios Yeclanos. N.° 7
Yecla, 1996
1.200
VV. AA. Yakka. Revista de Estudios Yeclanos. N.° 8
Yecla, 1997/8
1.200
PUBLICACIONES DE DISTRIBUCION GRATUITA
Guía de Lectura N.° 1. Homenaje a Miguel Hernández.
Biblioteca Pública Municipal. Yecla, 1992
Agotado
Guía de Lectura N.° 2. Homenaje a José Martínez Ruiz "Azorín".
Biblioteca Pública Municipal. Yecla, 1992
Agotado
Guía de Lectura N.° 3. Homenaje a Rafael Alberti.
Biblioteca Pública Municipal. Yecla, 1993.
Guía de Lectura N.° 4. Homenaje a Federico García Lorca.
Biblioteca Pública Municipal. Yecla, 1998.
Boletín Bibliográfico
Biblioteca Pública Municipal. (Semestral). Yecla, 1986 - 1998, N.° 1 - 24.
Catálogo Exposición "Azorín y los libros".
Yecla, 1993
Agotado
Catálogo Exposición "El Padre Lasalde y el Colegio de Escuelas Pías de Yecla". (1857 -1890).
Yecla, 1994.
PUBLICACIONES EN COLABORACION CON OTRAS ENTIDADES
AZORÍN ZAFRILLA, Pura. El Viaje. Colección Hécula. Premio Novela Corta "J.L.
Castillo-Puche". 1995. Yecla, Ayuntamiento/I.E.S. "J.L. Castillo-Puche". 1997
BLÁZQUEZ MIGUEL, Juan. Yecla en su historia.
Toledo. Ediciones Arcano, 1988
P.V.P.
500
Agotado
CASTILLO-PUCHE, José Luis. El pequeño mundo de Pascualico.
Yecla. Ateneo Literario, 1989
500
CASTILLO-PUCHE, José Luis. Con la muerte al hombro.
Edición, introducción y notas de Cecilia Belchí Arévalo y María Martínez del Portal. Yecla.
Ayuntamiento / Ateneo Literario de Yecla, 1995
1.200
218
GARCÍA PÉREZ, Eduardo. Gato por liebre. Colección Hécula. Premio Novela corla "J.L.
Castillo-Puche". 1996. Yecla, Ayuntamiento / I.E.S. "J.L. Castillo-Puche". 1997
500
HIBER CONTERIS. El breve verano de Nefertiti. Colección Hécula. Premio Novela corta "J.L.
Castillo-Puche". 1996. Yecla, Ayuntamiento/I.E.S. "J.L. Castillo-Puche". 1997
500
LÓPEZ AZORÍN, Fernando. Yecla y el Padre Carlos Lasalde.
Murcia. Universidad de Murcia - Ayuntamiento de Yecla. 1994
LÓPEZ SERRANO, Aniceto. Yecla: un ejemplo de socialismo agrario. (1914 - 1918).
Yecla. Academia Alfonso X El Sabio, 1989
2.000
Agotado
MARTÍNEZ ABELLÁN, Roque y otros. Atlas de las aves del norte de Murcia.
(Jumilla-Murcia) 1989-1993. Yecla, 1996
5.000
MARTÍNEZ CORBALÁN, Francisco. Violetas del Huerto.
(Ed. facsimilar). Yecla. Ateneo Literario, 1993
1.000
MARTÍNEZ RUIZ, José. "AZORÍN". Fabia Linde y otros cuentos.
Ed. María Martínez del Portal. Yecla. Ateneo Literario, 1992
Agotado
ORTUÑO PALAO, Miguel. Yecla, día a día.
Yecla. Ediciones Dúo, 1991.
Ed. rústica
Ed. lujo
2.500
3.500
ORTUÑO PALAO, Miguel; MUÑOZ MUÑOZ, Ester. Bibliografía sobre Yecla.
Yecla, Ayuntamiento / Academia Alfonso X El Sabio, 1997
1.500
RUIZ MOLINA, Liborio. Testamento, muerte y religiosidad en la Yecla del siglo XVI.
Yecla. Ayuntamiento/ Academia Alfonso X El Sabio, 1995
1.000
VV. AA. Revista Literaria " Monte Arabí".
Yecla. Ateneo Literario, 1986- 1998. N.° 1 - 26 (Agotados n.° 1,2,3,5,7)
500
Para formalizar pedidos:
CASA MUNICIPAL DE CULTURA.
C/ España, 37 - Tel. 968 79 18 99
30510 YECLA (Murcia)
219
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