PUEBLO HONDO EN LA HISTORIA 1558- 2008 Omar

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Enero - Diciembre 2010, N° 13 / Artículos
PUEBLO HONDO EN LA HISTORIA
1558- 2008
Omar Contreras Molina*
Resumen.
Los vecinos nativos del rincón del oso
hemos visto la trascendencia histórica de
Pueblo Hondo, que duerme acariciado por
la neblina, mientras el viento arrulla y mece
su sueño de grandeza. Fueron pioneros en
el encuentro la cultura americana y el viejo
continente europeo. Tratare de hacer un
recorrido a través de la memoria que habita
como duende en cada recodo del camino.
I. Pueblo Hondo lugar de memoria que se
encuentra en las voces de los ancestros Yegüines, Manaquenas, Morotutos, los Nanjar,
Caquetrias y los Buruquias que están aún en
la memoria colectiva de los habitantes del
valle, Angostura guarda en sus entrañas la
historia grandiosa de nuestros antepasados
hombres y mujeres entregados al trabajo a
su amor por la tierra poseedora de riqueza,
allí se han encontrado hachas, martillos,
manos y piedras de moler y muchos otros
utensilios de material lítico que demuestran
el grado de cultura y desarrollo de nuestros
ancestros primeros moradores de este valle
De allí se desprende que en la época
prehispánica nuestro valle estuvo habitado
por una población numerosa que desarrolló
diversas actividades, sembró la tierra con
semillas de maíz y otros granos, que fueron
excelentes comerciantes compartieron sus
saberes con tribus cercanas.
Por los viejos caminos tenían contacto
con los Venegaras, los Caricuenas y
Humogrias de La Grita, por el camino de San
Simón y el Playón con los Murmuquenas,
a travesando el Páramo de la Negra con
los habitantes del valle de Mocoties, hubo
caminos que los comunicaban con los
Queniqueos y hasta con los Uribantes, por
las Palmas y el Cucuy con los Umuquenas,
los Onias, los Guaruries los Bijaos, los
Abarí, Los Tiraje, los Oropes y los Cariras
y tal vez con otras tribus ubicadas en el
centro del Táchira, tuvieron contacto con
los Motilones y tribus cercanas al Lago de
Maracaibo o de Coquivacoa con quienes
comercializaban la sal y el pescado..
Su historia indígenas aún está en la
huellas dejadas en la roca, en el rumor del
Introducción.
Pueblo Hondo no es mas que un mundo
de recuerdos escondidos entre la naturaleza
verde y tranquila, como mi niñez que
ayer pobre y descalza jugó cerca de los
yagrumos y en el arroyo de espumas del
Yegüines con carritos de piedra y caballos
de palo y muñecas de trapo entre la soledad
de la parcela.
Agradecido estoy de corazón por
haberme dado esta oportunidad, como
orador de orden, que no es casualidad
haber elegido este lugar para reunirnos
hoy, es aquí, en este valle, en este sitio
sagrado es donde comenzó a gestarse la
vida del valle que todos queremos, al que
todos conocemos, el que nos sigue viendo
representado por distintas generaciones,
que fueron con el transcurrir del tiempo,
formando la historia de Pueblo Hondo.
En este día glorioso es importante
destacar que sólo conociendo nuestra tierra
y su historia podemos amarla, participando
en sus proyectos, en sus dudas, en sus
frustraciones y expectativas, solo así
podremos sentirnos parte de ella.
* ULA Táchira.
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viento y en las altas cumbres, morada de los
dioses que engendra truenos, relámpagos,
rayos. En los caminos de Llanetez a Llano
Largo, Sabana Grande.LLanetez a Yegüines,
pasando por los Buroquias, Yegüines a la
ranchería de aborígenes en la meseta de
Hernández, a Morotuto, Guaruries y Onia.
Pueblo Hondo, Manaquena, Pueblo Hondo
Nanjar.
Antes de la llegada del invasor
europeo a nuestro valle nuestros indígenas
Vivian felices con sus mitos, leyendas,
costumbres, y ritos, conversaban con el
espíritu del viento, de las aguas, con los
genios del bosque y de la montaña, se
identificaban con sus querencias, sus casas,
los nombres de sus árboles, flores, fauna,
era sentir su libertad en cada movimiento,
compartir la soledad en los sonidos y olores
propios de valle.
Pero un día de Pamplona sale el capitán
Rodríguez Suárez con una expedición
consistente en setenta y cuatro soldados
y algunos aborígenes de servicio que
cargaban con las provisiones, habrían
trochas, cocinaban y servían de interpretes,
le acompañan Juan Esteban su segundo, la
caballería a cargo del capitán Pedro García
de de Gaviria, la infantería los capitanes
Pedro Bravo de Molina y Pedro Gámez de
Orozco y el famoso soldado Francisco de
Triana y el primer español que pisa suelo de
Pueblo Hondo, capitán Andrés de Pernia.
Entran por tierras de cacique Cúcuta
hasta lo que hoy es San Antonio la tierra
de los Capuchos y Juan Andrés de Varela
divisó la población de Capacho y se
encamino hacia ella sin hacer ruido y
cae sorpresivamente sobre la población
que atónita por los caballos y los perros
se enfrenta en desigual condición, los
aborígenes con sus pavaces o gritos como
armas defensivas y con ataque de arcos,
flechas, hondas y macanas se enfrentan a
la destreza y a las poderosas armas de los
bárbaros invasores, el capitán Rodríguez
Suárez convertido en energúmeno con una
furia infernal arremete con su caballo contra
los indios prisioneros atravesándolos con la
espada, al grito de Santiago, Santiago, de
allí prosigue la marcha con dirección al
valle de Zorca, en el cual entra, el mismo día
del Apóstol Santiago, protector de España,
allí permanece un mes, los indígenas dejan
sus casas y huyen hacia los montes con la
esperanza de refugiarse pero hacia ellos va
en feroz persecución el jinete apocalíptico
del caballo bayo, dejando por donde pasa
la desolación y la muerte.
Desde Zorca Juan Rodríguez Suárez
envía de avanzada a Juan Estevan para
que escale el páramo que le queda en el
naciente, (páramo del zumbador). En el
reconocimiento encontró poblaciones
indígenas que se le enfrentaron e hirieron
a Juan Estevan y matan a un soldado de la
expedición, pero las armas de acero y el
caballo vencen a los naturales y llegan al
valle de Venegara en el cobre poblado de
viviendas que los indios aterrados habían
desalojado, en estos bohíos se instala el
campamento.
Juan Estevan envía a Rodrigo del Río
con varios soldados a trasmontar una colina
desde cuyo flanco nor-este divisan el lacido
valle de los Karikuena, y sobre la apacible y
laboriosa ciudad india, caen como langostas
apocalípticas los soldados, rompen la paz
y la tranquilidad de los pobladores. En
un instante, toda la población, levanta
una gritería, por lo cual los descubridores
denominan a la comunidad de La Grita, y
Karicuena o Humogria quedará solo en el
recuerdo de los aborígenes, de una aldea o
documento que el encomendero reclamara
con dicho toponímico.
Rodríguez Suárez estará allí unos días
y la suerte estaba echada, la más robusta
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y rozagante indiada de Karicuena será
sometida, esclavizada y vejada, el ejército
de Rodríguez Suárez será reforzado con
vivares y mantas robadas a los Karicuenas.
Desde el valle de La Grita envía al
capitán Andrés de Pernia con baquianos
indígenas para que pasando por la cúspide
del valle del alarde ( hoy valle de Venegara)
divisará a los indios Venegara y saliendo
por el sitio del Palmar, llegando a Llanetes,
primera ranchería indígena, luego bajará
hasta el valle de Pueblo Hondo y con
los interpretes traídos de los Llanetes y
Karicuena logran llegar sin batalla alguna
hasta el cacique de los Buruquías y Yegüines
y que sin poner resistencia aceptaran a los
recién llegados, solo algunos aborígenes
que entendían que su libertad estaba en
juego salieron por los caminos a combatir
a los osados invasores y ferozmente son
abatidos a estocadas o atropellados con los
caballos.
Aquel día la ranchería de Llanetes y
de Pueblo Hondo recibe con hospitalidad
a los intrépidos aventureros a la cabeza
viene el capitán de la capa roja Juan
Rodríguez Suárez; un frío aterrador corría
por los cuerpos de aquellos aborígenes que
miraban con asombro a aquella figura mitad
humana, mitad animal como si caballo
y hombre fueran una sola cosa, aquella
barba que sobre salía es los rostros de sus
acompañantes Juan Andrés de Varela, Juan
estevan el diestro el feroz cazador de indios,
Juan Morales, Andrés de Pernia, Alonso
de Rueda,Pedro Esteban, Diego de Luna,
Andrés de Saycedo, Juan Román, Carlos
de San Remo, Juan Martínez de Cadenas
Cáceres, Martín de Sulvaran, Juan Alonso,
Pedro García de Gaviria, Pedro Sánchez.
Desde Pueblo Hondo se planifica
la salida hacia las Sierra Nevada, los
interpretes le sirven al aventurero capitán
español, le indican por donde están los
caminos, mientras una gran tristeza hay
en el corazón del cacique de Pueblo
Hondo, entiende que aquellos forasteros
se llevarán algunos de sus hombres y
mujeres, algunos presintiendo el peligro
huyeron despavoridos y se internaron en las
montañas vecinas de Betijoque. Manaquena
y el Cucuy, los otros sin tener mayor
suerte fueron amarrados, atados a estacas,
mientras los españoles, se entregaban a la
bajas pasiones con nuestras mujeres por la
fuerza, pernotaron esa noche, tomaron la
chicha fueron bien alimentados con arepa
de maíz y carne de lapa, locha, marranos
de monte que conservaban en la aldea, al
amanecer y tomando provisiones, mantas
y otros enseres necesarios el capitán
Juan Rodríguez Suárez arenga su tropa
y va escalar por el antiguo camino de los
aborígenes las cumbres del páramo de La
Negra en busca de la bella capital de los
Mocoties Bailadores. Nombre dado por los
ibéricos por la manera peculiar que tenían
los indígenas de disparar las flechas, en
forma de danza.
Con la marcha de Rodríguez Suárez de
Pueblo Hondo salieron nuestros primeros
embajadores que llevados por la fuerza
fueron testigos de la fundación de la
Serrana de los andes la ciudad de Mérida el
nueve de 0ctubre de 1558.
Unos regresaron con Pedro Manches a
tomar posesión de las tierras de La Grita
otros se quedaron en Mérida y algunos
prosiguieron con Rodríguez Suárez hasta
Trujillo.
Desde la ciudad de La Grita, fundada
por Francisco de Cáceres en el año de 1576
se giran las instrucciones para dominar
a los naturales que viven en el valle de
Pueblo Hondo, Yegüines, Buruquias,
Nanjar, Morotutos,
El español tiene la astucia, el aborigen
la resistencia, el español, el caballo, el
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perro,la espada, la pólvora, el aborigen
sus tácticas guerreras, sus gritos que no
espantaron al invasor europeo, nuestro
pueblo fue sometido por la espada y por
la cruz, en la memoria escrita de cronistas,
oidores y visitadores se recoge la angustia
y la penuria de los antiguos moradores de
Pueblo Hondo, los cuales se les cambió de la
noche a la mañana sus costumbres, su vida
pasó a manos de los encomenderos y curas
de doctrina, se les enseñó a rezar. más no a
orar, la libertad se les cambio por esclavitud
revestida de servicio, fueron sacados de
Pueblo Hondo para formar pueblos de
indios en Venegara y Bailadores, otros
fueron llevados a las haciendas de cacao en
las tierras calidas, les quemaron sus casas,
les obligaron construir nuevas viviendas
y hacer iglesias, fueron convertidos en
arrieros de caminos, en agricultores,
zapateros, cuidadores de rebaños, estaban
al servicio personal de los encomenderos,
en las labores de cocina, lavado de ropa y
otros menesteres que chocaban con la moral
y las buenas costumbres por el español
desde el púlpito predicadas; con la llegada
de los encomenderos y el repartimiento
de Pueblo Hondo cambia de sonidos, por
los viejos caminos polvorientos en verano
e intransitables en invierno se oye el
relinchar de caballos, yeguas, rebuznar de
burros, bramidos de vacas, mugido de toros
y bueyes, ladrido de perros, maullido de
gatos, cacarear de gallinas, graznidos de
gansos y patos, balar de ovejas, alborozo
de cerdos y chivos, son nuevos sonidos
que enriquecen al valle de pueblo hondo
ajenos al oído del indígena pero que pronto
aprende a reconocer, hasta el olor del
valle de Pueblo Hondo va tomando otras
características con la llegada del cilantro,
el perejil, eneldo, hinojo, nuevos árboles
frutales le dan vida al valle, naranjas,
mandarinas, limones, granadas, lechosas,
nuevas flores le dan vida a Pueblo Hondo
que junto a las autóctonas enriquecen la
miel de las abejas, el maíz empieza a ser
desplazado por el trigo y la cebada, la arepa
de maíz empieza se cambia por la de trigo,
manadas de ganado van llegando a Pueblo
Hondo traídas del Tocuyo, de las selvas de
San Camilo por el camino del nuevo Reino
de Granda, Colombia y la caña de azúcar en
los terrenos cercanos a San Simón donde
se construyeron los primeros ingenios o
trapiches, para producir la panela, para
hacer nuestra deliciosa agua miel y mas
adelante el aguardiente.
Nuevas costumbres aparecen en
el horizonte
encomenderos y curas
de doctrina borran la identificación de
aborigen de Pueblo Hondo con su tierra,
cambian los toponímicos, los nombres
indígenas originales de los habitantes
de Pueblo Hondo fueron cambiados con
nombres sacados del santoral romano,
ajenos a toda vivencia y querencia del
indígena, suelo, tierra, dioses, naturaleza,
árboles, se inicio en Pueblo Hondo la
deculturación o destrucción de los diversos
grupos de indígenas que fueron sacados y
trasladados por la fuerza de Pueblo Hondo
a otro sitio, (en 1601 se da el traslado de
los indios de Pueblo Hondo de Alonso de
Sánchez y de Nicolás Nieto al valle de
Venegara) también los aborígenes de Pueblo
Hondo morían en las arboladas de cacao en
la tierra caliente producto de las fiebres,
mordida de serpientes, falta de alimento,
otros quedaron en los arreos no soportaron
los caminos escarpados que conducían a
Mérida, San Cristóbal, Pamplona, o para la
tierra caliente.
II. En año de 1577 Francisco de Cáceres
le arrebata a los legítimos dueños de esta
tierra los Yegüines, Nanjas, Buruquias,
Morotutos y se las entrega al capitán
Pedro Velasco Sosa, un año mas tarde y
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como reconocimiento a sus acciones el
capitán Francisco Cáceres le adjudicó
parte de las tierras de Pueblo Hondo a sus
descendientes y herederos y en el año de
1657 se compusieron o contrataron las
tierras a favor del cabildo de la ciudad del
espirita Santo de La Grita y este vendió a
sus vecinos con títulos parte de Pueblo
Hondo entre ellos a Juan Bautista Osorio
8 estancias, sus hermanos Catalina Osorio
Riojano 4 estancias y Martín Osorio
riojano 4 estancias.
Para 1657, el capitán Alonso de
Contreras, alcalde de La Grita, poseía
los indios de Pueblo Hondo que estaban
apegados a Bailadores, la encomienda
constaba con 6 indios tributarios,
El 8 de mayo de 1657 esta en Venegara
el oidor Diego de Baños y Soto Mayor y va
hasta Venegara desde de Pueblo Hondo el
cacique Gaspar a conversar con Diego de
Baños y le habla bien de su encomendero
cuan Bautista Osorio Riujano alcalde de
La Grita e hijo de Alonso Sánchez Osorio
y de Juana Riujano la encomienda le venia
por herencia de su padre, a quien se la
dio el gobernador Velasco en 1593 y se la
confirió luego a Barrentes Maldonado, sus
indios tienen tierras y siembras de maíz,
yuca, apios, batatas y plátanos, en las que
hay hatos de ganado y están cercados y no
estropean sus siembras, visitas de oídas,
a los indios de Pueblo Hondo de Alonso
de Contreras, las de Diego de Nevada,
Francisco Escalante, Diego Escalante y
Gaspar Contreras..
Ya para el año de 1700 eran pocos
los indígenas que quedaban en Pueblo
Hondo muchos habían sido sacados, otros
habían muerto, otros huyeron a las altas
montañas con los cimarrones, huyendo del
tormento de ser esclavos y Pueblo Hondo
se comenzó a poblar de gente venida de
España y sus descendientes, de Bailadores,
San Simón, Guaraque Pregonero, La Grita,
Mérida, Murmuquena (hoy Zea) Sabana
Grande, Llano Largo, Venegara. Seboruco,
el Cobre y hermanos Colombianos que en
busca de nuevos horizontes vinieron con
sus familias, a trabajar por esta tierra.
En 1861 se divide políticamente La
Grita en parroquias y aldeas donde Pueblo
Hondo es nombrado aldea, y en 1866
durante la el curato del padre Sánchez tuvo
lugar la construcción de la capilla Nuestra
Señora del Carmen la cual fue bendecida
posteriormente en el año de 1874; la capilla
y la iglesia de Pueblo Hondo es producto
del esfuerzo de los habitantes del valle que
con ahínco cortaban madera y arrastraban
con yunta de bueyes la madera de pino,
de laureles, cinares, guayabos para las
columnas y maderas del templo, batían barro
para construir las paredes de tierra pisada,
hasta se atrevieron a construir un horno,
par quemar el barro y hacer sus tejas, pero
el 18 de abril de 1894 un fuerte terremoto
estremece y destruye a Zea y Santa Cruz de
Mora, en Pueblo Hondo se sintió con gran
fuerza, destruyéndose la iglesia y una gran
cantidad de casas, pero sin victimas , el
sismo se produjo a eso de las 10 de la noche
cuando todos sus habitantes dormían. Solo
se oían las plegarias de la gente asustada.
“Misericordia, Señor, aplaca, Señor, tu
ira, tu justicia y tu rigor. Dulce Jesús de
mi vida. Misericordia, Señor San Emigio
bendito, rogad por los pecadores y no nos
dejes morir al rigor de los temblores.”
En 1932 otro terremoto vuelve acabar
con el templo y la gente emprende con
ahínco y tesón la reconstrucción de La
Iglesia, hombres y mujeres comprometidos
con su fe y en 1958 ponen todo su esfuerzo
y dedicación, recordar la acción tesonera de
Don Antonio Arellano, Feliciano Arellano,
Francisco García, Doroteo Aldana y
muchos otros que junto a Monseñor Raúl
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Méndez Moncada estuvieron presentes
en la construcción del nuevo templo en
honor a nuestra Patrona Nuestra Señora del
Carmen.
III. Si pudiéramos hablar de una
verdadera fundacion de Pueblo Hondo
diríamos que fue un 17 de diciembre de
1882 que por solicitud de los vecinos de
la aldea piden a la corporación Municipal
que se demarquen o se delinee las calles,
carreteras, plazas y demás sitios o casas de
gobierno y es para el año de 1883 el 3 de
mayo en ordenanza del Concejo Municipal
de La Grita se le dieron los limites a Pueblo
Hondo.
El 27 de marzo de 1972, por decreto
de la Asamblea Legislativa y proclamado
oficialmente el 5 de agosto de 1972
se nombra el Municipio “Dr. Emilio
Constantino Guerrero” capital Pueblo
Hondo. En honor al insigne abogado,
escritor y presidente encargado de
Venezuela en el gobierno de Juan Vicente
Gómez.
En el año de 1989 Pueblo Hondo es
incluido dentro del parque nacional Juan
Pablo Peñalosa
El 1 de abril
de 1990 fue elevado
a la categoría de parroquia Dr. Emilio
Constantino Guerrero, según el artículo 7
de la división político territorial del estado
Táchira, publicado en la gaceta oficial no
extraordinaria 150 de fecha 9 de febrero de
1990.
El 17 octubre de 2006 es elevado a
Parroquia Eclesiástica “ la Ascensión del
Señor “ bajo la bendición y consagración de
monseñor Mario del Valle Moronta obispo
de la diócesis del Táchira, teniendo como
primer párroco al presbítero Melquíades
Pérez.
Hoy enaltecemos la obra de nuestros
antepasados, de los que sembraron el
trigo que trasformaban a Pueblo Hondo
en un inmenso mar de espigas doradas,
aquellos que preparaban el barbecho entre
septiembre y octubre, roturando la tierra
con arado de bueyes, el laboreo de la tierra
que incluía alzar y binar, en ocasiones
terciar y cuartear, seguía la siembra de
marzo a mayo, de acuerdo con el tiempo
ya adivinado en los primeros días de
enero, con la pintas y repintas, las también
llamadas cabañuelas.
Cuando el trigo dormía sus espigas de
oro, comenzaba la siega, debía estar en
el punto exacto de madurez para que no
saliese zorollo. Después los apretados y
secos mazos de gavillas, iban a la cerradas
eras. Allí los animales, casi siempre yeguas
trillaban las mieses sobre la apasionada
tierra, y tener cuidado que las bestias que
no orinaran o echaran los cagajones en el
trigo. Luego venia el aventar y ahechar
el trigo, que consistía en limpiarlo con
una criba, labor que generalmente hacían
nuestras mujeres,
El trigo recogido en sacos, se guardaba
o iba a los molinos donde Benito Guerrero
a los de la Hoyada, o a los molinos de
Bailadores o donde don Vicente Herrera en
Sabana Grande, que hermoso era ver esos
inmensos mares con olas de flor de trigo y
cebada jugando con el viento, mientras el
oro de la espiga alumbra el camino del
arriero que lleva su canto y su cosecha
por los caminos del páramo de la Negra
buscando las sierras nevadas de Mérida, o
la salida a Puerto Escalante, Catatumbo y
Maracaibo por el valle de Pueblo Hondo y
San Simón o la salida a La Grita por el valle
de Venegara. En Pueblo Hondo en cada casa
se hacia el pan de harina de trigo a veces
desplazando a la arepa de maíz, muchos
tenían hornos para la cocción del pan aún
en la casa grande de don Santana Méndez
Aldana y doña Isabel Mora Avendaño en
Montelbarro; se dice que aún conservan el
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viejo horno.
La construcción de la carretera
trasandina trajo y abrió nuevos espacios y
horizontes para los pobladores del valle,
mucha gente empezó a trabajar en la
carretera, familias se dedicaban hacer la
comida para los trabajadores de la misma
bajo la mirada del catire “Vivas” capataz
de la obra, en una de estas curvas nació
el paisajista y arquitecto Fruto Vivas. La
carretera trasandina hizo que viajeros de
otras partes y latitudes visitaran a Pueblo
Hondo y la casa de don Ángel Maria
Arellano en la cañada se convierte en el sitio
clave para los viajeros, hoy con inmenso
dolor contemplo sus ruinas y revivo
las visitas del abuelo Francisco Molina
tocando su acordeón acompañado de don
Ángel Maria con su requinto y cuatro,
mientras dormían la tarde con un vals o un
bambuco mientras Doña Elena Moreno y
Doña Ramos Cáceres Mora preparaban la
comida en el calor de la estufa.
La carretera trajo sus primeros
transportes como ARC Táchira, Flota
Trasandina de Don Luis Vivas, Primavera,
Copetran que buscaban entre la neblina
a travesar el páramo de la Negra y los
hombres de Pueblo Hondo compraron
sus camiones y carros como don Moisés
Ramírez, don vals Antonio Medina, don
Daniel Arellano, Espíritu Salas, don
Feliciano Arellano, Gonzalo Arellano,
Andrés Mora Herrera y mas adelante
los
Contreras
Arellano,conocidos
como los churicos, Heriberto Arellano,
Teodulfo,,Diego,,Rigo Rojas, el mismo
don Moisés Ramírez, Diego Arellano,
Protacio Arellano, actualmente los Sánchez
Contreras conocidos como los monos del
Rincón del, oso que prestaron y siguen
prestando un gran servicio a la comunidad.
Al principio los muchachos se escondían
cuando escuchaban el sonido de aquellas
máquinas de lata y al pasar el tiempo era
el gran espectáculo subir de pueblo abajo
hasta el cedrito o el Palmar para ver pasar a
los viajeros que venia en la línea de Mérida
o de la capital.
Para 1950 se abre la carretera para
Pueblo Hondo Abajo, siguiendo las
coordenadas del viejo camino real y el
primero en comprar un automóvil fue
Mercedes Mora, hermano de don Baudilio
Mora, que para salir del pueblo al Cedrito
duraba mas de veinte minutos, la gente
sabia que era el carro de Mora por la
cantidad de humo que iba dejando a la vera
el camino.
Enaltecer la obra de los hacedores de
sueños de los que confiaron en formar a los
hijos en el camino de la educación recordar
al maestro Belisario López, Pompilio
Moreno, la señorita Adelina Contreras,
don Ángel Maria Arellano, Cecilio
Arellano Idelfoso Méndez Omaña, para
aquel entonces a finales del siglo XIX y
principios del siglo XX no habían escuelas,
muchos de los muchachos caminaban hasta
Llano Largo a la casa de mi bisabuelo
Zacarías Méndez Zambrano para aprender
las primeras letras y don Daniel Arellano
enseñaba el arte de las matemáticas
mientras le ayudaban a tender la tienda el
Gato Negro. Otras personas dedicadas a
la enseñanza como don Anastasio Mora.
don Leonardo Sánchez, don Isidro Picón,
el Bachiller Vicente Rivera, don Daniel
Arellano, Doña Josefa Montoya de Mora
y la señorita Reyes Mora; al iniciarse el
Siglo XX fue creada la escuela de varones
Nº 82 siendo nombrado preceptor el
Señor Pompilio de Jesús Moreno, dejando
el cargo por enfermedad a don Ángel
María Arellano, el 1 de marzo de 1923 es
reemplazado por el Dr. Manuel Antonio
Roa y el 16 de junio de 1924 lo relevó la
señorita Melida Contreras.
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La fundación de la escuela graduada
“ Alberto Adriani” en la comunidad de
Pueblo Hondo, creada en el año de 1942
donde se abrió una esperanza para tantos
niños y niñas de Pueblo Hondo, San
Simón Hernández, Sabana Grande,Llano
Largo, Pueblo Hondo Encima, Nanjar;
Pueblo Hondo se convierte en un punto
de encuentro, allí se comienza a formar
el semillero que saldrá para los liceos y
universidades del país, se recuerda con
mucho cariño a la profesora Lucia Méndez
Herrera, al profesor Idelfonso Méndez
Omaña, Erasmo Contreras Pérez, muchas
de nuestras muchachas que sacaban el
sexto fueron tomadas por el Ministerio de
Educación y luego profesionalizadas para
que ejercieran el magisterio en aldeas, y
pueblos del Táchira.como Matilde Pérez
de García que se inicia en Pueblo Hondo y
concluye su vida magisterial en Pregonero,
Pueblo Hondo ha dado docentes de la
talla del profesor Saturno Medina Ovalles
persona muy preocupada por su comunidad
y su gente, siempre estaba al pendiente del
arreglo de carreteras, caminos, fundación
de escuelas, dispensarios, nombramiento
de maestros y maestras, para becas de
estudio, para conseguir trabajos, siempre
tuvo una mano amiga y un corazón abierto
al servicio, la escuela de Pueblo Hondo
Encima lleva su nombre, docentes de la
talla de Horacio Moreno, la maestra Brígida
Mora, Pedro Damián Contreras, Medardo
Medina, Arminda Sánchez Guerrero,
Vicente Arellano Moreno, Juan Bautista
García Roa, Arturo Rojas, Pompilio
Medina, Isabelino, Celina Moreno, Rosa
Medina de Rojas, María Nidia Moreno,
Marisela Moreno Mora Guerrero, Ramona
Medina, Candida Pérez, José de la Cruz
Arellano, José Pantaleón Sánchez, Carmen
Sánchez, Ana Moreno, Flor Moreno,Pablo
Arellano García, Dora Moreno, Lucila
Moreno, Vicente Arellano Moreno,
Vitolosia Aldana, Olfa Contreras. Antonio
Arellano Moreno escritor, periodista e
historiador, Alfredo Arellano Moreno, Jesús
Manuel Pérez Contreras, Teresa Sánchez
Guerrero, Paulina Mora Moreno, Felipe
Mora Moreno, Angelina Mora Moreno,
Teresa Mora Moreno, América Mora
Prato, Humberto Mora Prato, Candida
Pérez, Justiniano García Pérez, Elbano
Zambrano Pérez, Elsa Zambrano Pérez,
Cristina Ramírez Pérez y muchos otros
que alumbran con su propio sol, siempre
llevando en su corazón este pedacito de
tierra encantadora.
El recuerdo de la escuela de artes
“Presbítero Luís Gilberto Santander, y su
primer profesor el pintor Miguel Moreno
Melani.( Morelani). La labor por años de
la siempre ecónoma Cantalicia Contreras.
Si pudiera recoger los ecos que están
guardados en la montaña, escucharía las
voces de nuestros bisabuelos, abuelos y
padres, cuando tomaban el camino viejo
llamado Buena Vista, desde Pueblo Hondo
para viajar a los fundos de Morotuto,
Manaquena, Hoyo Caliente, las Palmas,
el Cucuy y la Meza de Empalizadas,
ya sea por LLanetes o por el camino a
Betijoque. En pueblo Hondo Abajo los que
partían iban gritando hasta que llegaban
n al quiebre de la montaña, era como
un despedida de sus seres queridos ; la
tierra prometida, estaba también llena de
encantos, caminos escarpados, animales
salvajes, culebras y la fiebre que atacaba
duro a los hombres de la montaña allí
iban estos hombres y mujeres en busca de
bastimento, frutas, arroz y todos cuanto
producía la zona llana, Morotuto es obra
de los brazos de la gente de Pueblo Hondo,
los Pérez, Arellanos, Méndez, Aldanas,
Contreras, Sánchez, Zambrano, Medinas,
Molinas, Moras,Morenos; lo importante
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era el regreso, cuando llegaban al quiebre
de la montaña para continuar el descenso
sonaban los gritos, alegría para las mujeres
y los niños que conocían de inmediato
que su gente regresaba sana y salva a la
casa. Sería muy importante recoger esta
historia aun quedan algunos testigos de
este peregrinar y hacedores de pueblos, aun
vive doña Hermelinda Arellano, esposa de
Eustoquio Méndez Arellano que pudiera
reconstruir la historia de los hijos de Pueblo
Hondo en la tierra llana.
Otra obra grande para Pueblo Hondo
fue la creación de la Granja en el año
de 1942 por el presidente Isaías Medina
Angarita; fue una iniciativa de algunos
hijos de Pueblo Hondo, especialmente don
Cecilio Arellano, los habitantes que tenían
derecho en esta tierras de Piedra Grande, las
vendieron al gobierno y otros las donaron.
La idea primaria era criar ovejas para
procesar su lana en pequeñas industrias allí
mismo en la comunidad, la gente entusiasta
comenzó a trabajar, hasta los niños iban a
entre sacar hierba y ayudar a sacar piedra
bajo la supervisión del caporal Eustoquio
Méndez Arellano, hasta que un día le
dijeron a Eustoquio que estaba prohibido
que los niños trabajaran y no permitió
desde ese día el trabajo voluntario de los
niños Isabelino Arellano, Medardo Medina,
entre otros. Las mujeres y los hombres se
encargaban de esquilar las ovejas, cordaban
e hilaban la lana y tejían las cobijas; en
muchas casas había pequeños telares.
Pueblo Hondo ha sido una tierra
levítica desde muy antiguo las vocaciones
sacerdotales y religiosas han brotado como
manantial de la montaña la tradición
recoge los nombres de los sacerdotes
Demetrio Mora Guerrero, Ramón de la
Rosa Mora Guerrero, Tomas Mora Prato,
Cesar Arellano García Roberto Arellano
Avendaño, José Borelli Arellano Avendaño,
Eliseo Benítez Rojas, Ramiro Benítez rojas,
Javier Arellano Ovallos, José Antonio
Arellano Ovallos, Pablo Dávila. El padre
Yoony Contreras hijo de Edecio Contreras
Arellano de Pueblo Hondo Encima, es de
hacer notar que cada familia ha dado a dos
de sus hijos para el sacerdocio y una gran
cantidad de jóvenes que se han formado
en el Seminario que constituyen el valor
esencial de las familias venezolanas.
Pueblo Hondo cuenta con hijos que
de diferentes profesiones son el orgullo
de sus coterráneos. El Dr. Carlos Alfonso
Contreras primer medico graduado en
1967. Dr., Rafael Arellano Moreno, Dr.
Jesús Arellano Moreno, y de descendientes
de Pueblo hondo Dr. Leonardo Contreras
Zambrano excelente urólogo hijo del
abogado Eufrasio Contreras afamado
abogado nativo de esta comunidad, Dr.
Freddy Gerardo Moreno Aldana excelente
cardiólogo, hijo de Vitolosia Aldana,
educadora de trayectoria e hija predilecta
de Pueblo Hondo. Odontóloga
Aura
Sánchez Guerrero, abogados Hugo Sánchez
Guerrero, Orlando Sánchez Guerrero,
Elbano Sánchez Guerrero, Chano Sánchez
Guerrero, Dr. Teodosio Guerrero quien
fuera Procurador del Estado, Contadora
Zunilde Medina, Lic, Elide Medina Castillo,
Ingeniero Forestal Rigoberto Ramírez Pérez
Silverio Ramírez Mora que con su empresa
siempre mantuvo contacto con su pueblo y
todos los diciembres y fechas importantes
para Pueblo Hondo estaba presente con su
alegría y su sonido Silver, hoy el estadio
de esta comunidad lo ha perpetuado con
su nombre, su hermano Grimaldo Ramírez
continua su obra, adelante Grimaldo no
desmayes, siempre estaremos contigo.
Militares como Vinicio Guerrero,
Miguel Gandica Ramírez y una gran
cantidad de compatriotas que fueron
llevados por la recluta a diversos lugares
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Artículos / Enero - Diciembre 2010, N° 13
de Venezuela uno regresaron y otros
extendieron las fronteras de Pueblo Hondo.
El preocupado cronista sentimental
de Pueblo Hondo con sus inquietudes
periodísticas, caricaturista
Henry José
Pérez y su Diario el semanal de Pueblo
Hondo, donde durante nueve meses dio a
conocer el día a día de la comunidad.
Es preciso reconocer la labor de doña
María Araque quien por años fue la partera,
la enfermera de la comunidad, aunque
nació en el Norte de Santander Colombia y
en su juventud vistió hábitos religiosos con
el nombre de sor Maria de Jesús, contrajo
matrimonio en 1943 con Cristóbal Gonzalo
Ramírez en 1943 y sembró sus raíces en
este valle y atendió con verdadera vocación
de servicio a hombres y mueres de Pueblo
Hondo. A Pradina Mora , a doña Maria
Arellano partera conocedora de la historia
oral y tradicional de Pueblo Hondo, cuantas
cosa se llevó a la tumba que no fueron
escritas para el acervo cultural de esta
región, enaltecer la obra de los curanderos,
rezanderos, curiosos, que siempre hicieron
el bien cundo no habían médicos, a finales
del siglo XIX y principios del XX Don
Zacarías Méndez Zambrano, maestro
y médico, la gente de Pueblo Hondo se
trasladaba hasta él sector Duque de Llano
Largo para recibir los tratamientos y rezos
y los más cercanos a nosotros que siempre
estaban dispuestos a mejorar nuestra salud,
tales como: don Víctor Sosa, Anacleto
Ramírez, Amadeo Arellano y Juan Flores.
. El arte culinario de doña Petra Guerrero
de Pérez con su hablar dicharachero, me
imagino a su esposo Jesús María Pérez
con su violín entonándole las mas bellas
melodías en la época de noviazgo y en
la parrandas con Maclovio Contreras,
Francisco Contreras, Melquíades Arellano,
Francisco Duque Mora y tantos otros
músicos de nuestros caseríos y aldeas.,de
doña Cereales Arellano, el siempre servidor
don Antonio Arellano Guerrero con su
bodega “la montañita póngale fe y cariño”,el
recuerdo permanente de su hijo que desde el
cielo vigila la obra realizada por sus manos
antes de partir a la eternidad,la tienda de
Rosalino y Mercedes Guache donde los
muchachos cambiaban huevos y quesos por
golosinas, guarapo y otras menudencias
apetecidas por los traviesos e inquietos
muchachos de Pueblo Hondo, que sabían
donde cacareaba la gallina para ir tras los
huevos .El rostro del sacristán del Pueblo
Gregorio Guerrero, los carteros del Pueblo
Hondo Francisco Duque Mora, Josefa de
Contreras José Isabelino Contreras Aldana
y Faustino Mora que llevaban siempre
las buenas o malas noticias a nuestras
casas, el 24 de julio de 1918 se instaló la
línea telefónica del caserío lo que permitió
la comunicación con La Grita, San Simón
y otras comunidades, es preciso recordar
Doña María Arellano deValero y su oficina
de teléfonos de correos en el Cedrito, doña
Ernesta Pérez en Pueblo Hondo Encima. La
labor de Ignacio Mora Moreno y Magali
Guerrero Aldana en San Critóbal en la
Farmacia don Bosco, los Moreno y los
Arellano en la red de farmacias de Falcón
y Carabobo.
Es recordar la corneta de Marino
Rojas con su carro imaginario recorriendo
las calles polvorientas de la aldea, es
encontrarse con el siempre joven Abrahán
Zambrano, Manuel Medina, jugando a
las metras, al trompo con los muchachos,
sus bolsillos estaban llenos, de cordeles,
metras, y tantas cosas para divertir a los
muchachos. es mirar a los pequeños seres
Jeremías Contreras y Eliodigna Contreras
caminando de la mano los domingos
camino de la iglesia, es saborear la chicha
y los pasteles de las Cocas en la esquina de
la plaza, es recordar el viejo uvo sembrado
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Enero - Diciembre 2010, N° 13 / Artículos
por don Ezequiel Ramírez en la plaza que
hoy solo vive en la memoria de los sueños.
Me cuenta Medardo Medina “que como
tradición debe recordarse la celebración de
la navidad con el canto de las aguinaldas.
Los moradores de Pueblo Hondo se unían
para cantarlas de casa en casa hasta el 31
de diciembre. Ese día vestían un año viejo,
una persona semejando una persona muy
vieja que acompañado de vecinos visitaban
las casa, despidiéndose de sus amigos con
una décima de esas que solo sabían hacer
Eloy Rosales, Meliton Rojas y Graciliano
Guerrero que iban leyendo o diciendo en
voz alta; lloraba y abrazaba a su gente. La
décima era el testamento que dejaba a sus
hijos, uno a uno, las décimas teñían que
coincidir con lo que la persona tenía o lo
que hacia para vivir y esto era muy jocoso,
muy gracioso..
A la media noche y en una casa
determinada, donde llegaban aparecía el
nuevo año, una persona muy bien vestida.
Muy elegante y muy alegre, saludando y
abrazando a todo el mundo. Comenzaba
el baile con la vuelta del pastor donde
solamente bailaban los hombres, hombres
con hombres y luego se permitía que las
mujeres entraran al baile” hasta que el
cuerpo aguantara.
Es evocar los bailes y parrandas en
Caripito en la casa de Josefa Méndez de
Pérez. Es Recordar a Matías Contreras
entretejiendo sueños con sus tijeras,
mientras nos cuenta sus quimeras y
andanzas por el Cucuy, Betijoque y la tierra
caliente. Las décimas de pablo Vicente
Ramírez Araque, hijo de doña Maria
Araque
Es un pueblo muy humilde
Pero de mucha belleza
De gente trabajadora
Y de mucha fortaleza
Se trata de pueblo hondo
Del que les voy a contar
Que comienza en el cedrito
Y termina en el gramal.
Se acabaron los tejares
Los molinos y los trapiches
Pero lo que no se acaba
Es la fábrica de miche
Les aseguro señores
Con modestia y humildad
El que viene aquí,les queda
Las ganas de regresar.
Son tantas cosas que quedan por contar
de este pueblo que hace suyo su sentido
de pueblo, de familia, de trabajo, como
una dignificación personal y social, somos
herederos de una sabiduría que nos fuera
legada por nuestros ancestros, de un estilo
de vida, de una riqueza cultural única, de
una manera de hablar única, esta gesta
fundacional o de encuentro de nuestro
pueblo nos permitirá una maduración de
ser nosotros; maduración que implica que
tomemos conciencia que tenemos 450
años de historia, estamos ávidos de este
rencuentro con nuestra patria chica, que
nos debe servir para la contribución del
desarrollo local y así poder proyectarnos
hacia otros niveles que nos exige el
presente y el porvenir, Pueblo Hondo debe
convertirse en la puerta de la zona sur del
lago, es necesario abrirnos al ecoturismo,
se requiere urgentemente de una
infraestructura posadas, hoteles, centros
de recreación, estamos felices con lo que
tenemos centros de acopio, productores de
En un rinconcito del Táchira
En un valle acogedor
Se encuentra un pueblito bello
Que es un regalo del creador
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Artículos / Enero - Diciembre 2010, N° 13
hortalizas y fresas,pero tenemos que volver
la mira a nuestros ancestros aborígenes
y ser el punto de comercialización con la
zona sur del lago,
Debemos ser muchos Jorge Aldana que
con su dinamismo santidad y espiritualidad
hizo mover a mucha gente a conocer
Pueblo Hondo,
Y para terminar permítame concluir con
un bello poema del poeta Manuel Felipe
Rugeles.
Creo en los manantiales y en l fuego sin limite
Del frailejón de oro, guardando su secreto
Masaya de la noche que su aliento percibe.
Creo escuchar la abeja que despierta a la Rosa
La ronda de los niños, segadores del tiempo.
La rueda de los juegos girando en mi memoria.
Todo esta aquí: La brisa, la flor, la mariposa
Y Dios está en la yerba. (Benigno Contreras).
Camina sobre el viento
¡Ah! ¡Creo oír el canto matinal de las horas.
RETORNO A LA HEREDAD.
BIBLIOGRAFÍA
•
Anhelaba esta hora de vida en la montaña
Esperaba este sol para buscar senderos
Perdidos en la memoria de la remota infancia.
•
Me detuve en la orilla luminosa del río
Y jugué con el agua, limpia como un espejo,
Y en ella vi. mi rostro como cuando era niño.
•
Piso mi valle. Siento la verde luz del campo,
La gravedad del pino que se curva ya viejo
Sobre la tierra y siento las grietas del arado.
•
Estoy aquí sembrado como si fuera un roble
Que respira en sus aires y se yergue hacia el cielo
Con una algarabía de pájaros cantores.
•
Creo en el sol de junio y en el pan de la espiga;
Creo en las amapolas que iluminan los huertos
Y en las simples violetas que oculta la neblina.
•
•
•
•
Creo en el hombre triste, sin palabras y sin llanto,
Que anda por las veredas con su vara y su perro,
Apacentando sueños detrás de los rebaños.
Creo en la niña pálida que casi va desnuda
Y detiene a su paso las palomas en vuelo
O dobla ante una malva la flor de su cintura.
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