Quintana de Fuseros el Bierzo

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RESEÑA HISTÓRICA DE
QUINTANA DE FUSEROS
ASENTAMIENTO
La historia de Quintana y su entorno se remonta, con mucha probabilidad, a
tiempos de los celtas. Los distintos castros que hay en sus alrededores son huellas
que dan prueba de ello: a saber Los Castros de la Ferrería, Mata La Torre, Castro de la
Pinilla..., el propio pueblo está asentado en la ladera oriental del castro de Las Estorcas
(Castro Rubio). Sin embargo, no se han hecho estudios arqueológicos que avalen con
mayor objetividad esta afirmación de origen celta, aunque Javier Rivera Blanco en su
“Guía de El Bierzo” (Ed. Nebrija) nos menciona que ya en 1906 el gran arqueólogo
Gómez-Moreno localizó en la región más de treinta castros con claros indicios de
aquella cultura y uno de ellos en Quintana de Fuseros, pero no podemos afirmar a cuál
de ellos se referiría.
Los Castros
Mata La Torre
Las Estorcas
(Ubicación de algunos de los castros existentes en la localidad)
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(Restos de utensilios hallados en el castro de Mata La Torre: Crisol, moldes, molinos)
No menos cierto es también que la romanización dejara patente aquí su huella.
Su propio nombre, como veremos más adelante, así lo corrobora. Además, podemos
observar, cómo el núcleo del trazado urbano lo constituye una calzada principal que lo
recorre de norte a sur y, siguiendo ese mismo trayecto discurre un reguero, que capta
el agua del río a unos cientos de metros al norte de pueblo. Perpendiculares a la
calzada principal salen otras calles dirección este y en pendiente como arterias que se
abastecen de la primera. Posteriormente también haremos referencia a este dato de
vía central
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(Trazado del reguero paralelo a la calle principal)
o más importante. Sin embargo, al igual que con la reminiscencia celta, tampoco hay
vestigios más relevantes para determinar con suma claridad esta teoría. Tan solo
queda patente el miliario que hay al pie de la escalera exterior que sube al campanario
de la actual iglesia. Pero por desgaste negligente o a propósito no se determina
inscripción alguna en el mismo que nos pudiera aportar datos al respecto.
Algunos incluso llegan a afirmar que, la hasta ahora nunca localizada
Interamnium Flavium, estuvo ubicada en sus alrededores. No es sencillo mantener
dicha teoría pero hay algunos indicios que la pueden avalar. Claramente se desprende
del Intinerarium Provinciarum Antonini Augusti (s. III) y de la Tabula Peutingeriana
(s.IV) atribuida a Ptolomeo, que Asturica Augusta (Astorga) fue eje principal de
comunicaciones en la provincia de León y por ende de Hispania.
Los datos documentados del Itinerai y de la Tabula, aunque no están exentos de
errores, son de indudable valor cuando se trata de buscar caminos romanos, pues los
recorridos que recoge se efectúan sobre ellos salvo cuando se especifica lo contrario.
De esas distintas vías que parten desde Astorga, nos centraremos en la de
ASTORGA-BRAGA que en Bérgidum (Castro Ventosa en la actual Cacabelos) se
bifurca por Chaves o por Valdeorras.
Lo que queda patente, tanto en el Intinerarium de Antonini como en la Tabula, es
que la ciudad de Interamnium Flavium se encontraba entre Astúrica y Bérgidum. Si de
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esta última ya no hay dudas que estaba en Castro Ventosa, sólo hay que determinar
dónde podría hallarse la desconocida Interamnium Flavium.
(Trazado de las vías romanas del Intinerarium de Antonini. Fuente: El Miliario Extravagante.
GonzaloArias.net)
Cuando Carlos Lemour (1720-1785), ingeniero constructor de la carretera de
Astorga a La Coruña, que trazó la actual N VI desde Astorga a Cacabelos pasando por
Bembibre, se encontró con vestigios claros de la calzada romana bajando desde el
puerto de Manzanal por Torre del Bierzo. Aunque Lemour no dejó nada escrito, sus
sucesores en la obra así lo pusieron de manifiesto y dichas pruebas se pueden ratificar
en la actualidad.
La dispersión de los miliarios que sirvieron a esta calzada por zonas aledañas
(San Juan de Montealegre, San Justo de Cabanillas, Quintana...), aunque para muchos
despista, cabe la certeza de que hubo otros caminos, entre Astúrica y Bergidum,
diferentes al que siguió Carlos Lemour.
Sobre el trazado entre Astorga y Cacabelos se han escrito muchas teorías, pero
ninguna demostrada con vestigios materiales de la vía romana encontrados sobre el
terreno y que pueden llevar a incertidumbres. Una de esas teorías es la que sostiene
que hubo otro camino (VIA NOVA) que, saliendo de Astorga hacia Bergidum, pasaba
más al norte salvando el puerto del Manzanal.
Existe un camino poco mencionado, VIA AL NORTE, y con signos claros de ser
romano conocido como camino Antiguo de Astorga. Sale desde ésta en dirección
norte por el valle del río Tuerto y alcanza la localidad de Sueros de Cepeda. No se
conoce su continuidad pero desde ahí bien pudiera seguir hasta llegar a
Brañuelas. Desde aquí pasaría hacia Almagarinos y seguiría por Rodrigatos,
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Igüeña, Boeza, Quintana, San Justo de Cabanillas, Noceda, Losada, Rodanillo y
Cacabelos. En este trayecto estaría situada Interramnium Flavium que, con
bastante exactitud, se determinaría siguiendo las medidas que especifica el Itinerario
de Antonino. Mientras, cualquiera de las poblaciones intermedias, podría autoapropiarse el privilegio de ser la cuna de la ciudad perdida de los romanos. De igual
modo, como defendería D. Manuel Olano, del Museo de Bembibre y buen conocedor
de la comarca, Torre del Bierzo, Las Ventas, Bembibre, San Román..., que están
situadas en el otro trazado.
(Posible discurrir de la Vía Nova)
Hoy sabemos cómo construían los romanos las vías con sus zanjas, capas,
bordillos, espesor, anchura... Así como la pendiente que en ningún caso superaba el
6% ya que, aunque inicialmente se utilizaban para facilitar el avance o desplazamiento
de las legiones romanas, rápidamente se aprovechaban para fines administrativos y
comerciales. En este caso concreto para transportar el oro que se extraía de Las
Médulas. Con este análisis encontraríamos pruebas a favor: las pendientes de
Manzanal son difíciles de mantener con ese 6% y no sería tarea fácil el acarreo del
material por lo que habría de buscarse otra ruta para este menester; pero también en
contra: los romanos, a la hora de cruzar cauces, buscaban vados que no superaran esa
pendiente, o construían puentes que no desaparecían de manera sencilla Cualquier
afirmación ha de ser objetiva y por lo tanto contrastada. “Los miliarios se mueven, las
vías no”, sostiene el experto Isaac Moreno. Los vestigios materiales de la propia vía
son los que fijan su trazado y no las elucubraciones a las que podamos
acostumbrarnos.
EL NOMBRE
El pueblo ofrece muchos topónimos que bien podrían indicar el origen del
mismo. Los estudiosos de la materia, cuando buscan el origen de la Plaza de la
Quintana (una de las más famosas con este nombre) en Santiago de Compostela, se
refieren a que es una puerta o plaza delante del camposanto en donde se vendían
víveres.
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En los campamentos romanos era una calle transversal ("via principalis") o
quizá la "quinta via" o "quintana" donde también se emplazaba el mercado. Algunos
autores deducen que, la abundancia de este topónimo al norte del Duero, tiene su
causa en que esta región tardó más en ser romanizada y en las zonas que tienen ese
nombre, parece ser que los campamentos romanos permanecieron más tiempo.
En época medieval el término quintana hacía referencia a una plaza cerrada al
lado de una iglesia o casa de labor, por tanto sería PATIO o EXPLANADA CERRADA.
Otras interpretaciones del origen de la palabra la hacen proceder del latín Quinta,
estando relacionada con la agricultura. Su significado más corriente es el de FINCA de
utilidad o VILLA DE CULTIVO o recreo, cuyos colonos pagaban la quinta parte de
sus frutos como renta. Hay zonas de España en que aparece una gran profusión de
topónimos de quinta y quintana denominando poblaciones además de caminos, fuentes
y arroyos con este nombre.
El sobrenombre de Fuseros que lleva Quintana es porque al norte existió otro
pueblo denominado así, que posteriormente desapareció quedando anexionado al
actual. Por tanto, su significado sería como "LA FINCA DE FUSEROS”.
Fuseiros se denominaba a los artesanos de la madera, que habitaban este
paraje y, que se especializaron en la fabricación de fusos (husos para hilar la lana),
madreñas, cucharas y otros útiles de madera. Se puede ver en www.serrasblo.org.
Que, en localidades del Altoaragón, se les llamaba fuseros como apodo a los que
acudían a las romerías llevando fusos de filar. Era frecuente en muchas zonas, que los
poblados se especializaran en algún tipo de artesanía para intercambiar con los
poblados vecinos. Así, en Librán había muchos telares donde se llevaba la lana ya
hilada para ser tejida en paños.
Pero hay algo más en Quintana y es que río abajo, en la Ferriría, surgieron
algunas fraguas (ferrirías) para fabricar útiles de hierro. Este poblado también se unió al
núcleo de Quintana, por lo que su nombre completo sería Quintana de Fuseros y de
las Ferrirías.
No es tarea fácil dar constancia escrita de la existencia de este pueblo. Es bien
sabido para este menester del valor que tienen los documentos de los archivos
eclesiásticos. Extractamos de la Colección Documental de la Catedral de Astorga –
CDCA-(Colección Fuentes y Estudios de Historia Leonesa del Centro de Estudios e
Investigación “San Isidoro”): En 1929 don Claudio Sánchez-Albornoz publicaba un
artículo en el Anuario de Historia del Derecho bajo el título “Un viaje a los Archivos
Catedrales del Norte”, en el que dedicaba al de Astorga algo menos de dos líneas:
Nada contiene de esta época –siglos XI al XII- el archivo catedral de Astorga, quemado
por los ingleses en la Guerra de la Independencia. El archivo catedralicio asturiciense
fue quemado por los ingleses en la Guerra de la Independencia, en 1814, como bien
decía don Claudio. Si de por sí la tarea que nos ocupa es difícil, los ingleses nos la
complicaron aún más.
Don Julián González Prieto en sus dos obras Vexu Kamin y Pai Frolanus
(Ediciones Monte Casino 2004 y 2006 respectivamente) hace mención a un documento
de archivo privado denominado KARTA DE GUNDISALVO A FROILANO, fechado en
el año 1002 que habla de un viejo camino a Santiago que viniendo por la Omañas y
descendiendo un poco llegaría a Cacabelos. Dice así: “Por Fasgar fuimos al paso alto
entre dos montañas, donde rezamos a Santiago en su ermita, que allí hicieron para
agradecerle haber vencido a los moros. Bajamos por las Colinas del Moro y sus lomas
rojas, hasta la cruz alta donde todos los peregrinos dejaron un canto como recuerdo.
Fuimos a Tauron (el autor lo traduce como Quintana de Fuseros)) y, en su monasterio,
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descansamos de jornada tan cansada y muchos durmieron al raso junto a hogueras,
para calentarse. Por su calzada, que nos dijeron venía desde Astorga fuimos hasta
Losada donde estaba nuestro hermano Genadio, el de Montes, tan querido por Vos,
por nuestro señor don Alfonso y por los peregrinos...”. Así pues, si tuviéramos la
certeza de que Quintana fue Taurón o ésta estuvo ubicada en sus alrededores, éste
sería el primer documento escrito del que se tendría constancia de esta población. Y no
le falta sentido por ser un pueblo situado entre Colinas y Losada y también porque la
cruz alta es referencia de la llamada Cruz Cercena, situada entre Igüeña y el propio
Quintana. Quizás Tauron pudo ser Ineramnium Flavium a la que hemos mencionado
antes.
Sin embargo, se ha de reseñar que de este documento privado del que habla
Julián González no se tiene un conocimiento más generalizado y lleva a tener dudas
sobre su autenticidad. Además de traducir Quintana por Taurón se habla de la ermita
de la Peña que debió construirse posteriormente, de los majuelos de uvas que por
aquella época no parece se habían plantado aún en aquellas tierras y también del
botillo cuya elaboración fue posterior y para la misma se usaron la especias traídas por
los conquistadores de América. Este conjunto de particularidades no hace muy fiable el
documento pero aquí queda constancia del mismo para un más exhaustivo análisis por
los expertos.
Según se especifica en la citada obra CDCA (Ref. B. BN, ms. 4357, Tumbo
Negro, f. 41r, núm. 430 y CIT. : QUINTANA PRIETO, Temas Bercianos, II, 224) se
tiene constancia escrita de que la población de Fuseros existía a través de un
documento, fechado el 12 de julio de 1045: “ Los hermanos Domingo,
Susana,Jeremías, Velita y Nonido donan al monasterio de Santa Leocadia de
Castañeda una heredad en Fuseros y otra en Cabanillas, con todas sus tierras, viñas y
más bienes raíces que allí tuviesen <<hasta la última y mínima piedra>>”.
Paraje de Fuseiros
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En la misma colección CDCA (Ref. B. BN, ms 4357, Tumbo Negro, f. 41r, núm.
425; C. AHN, ms. 1197b, f. 320. Noticia y CIT. : QUINTANA PRIETO, Temas
Bercianos, II, 229.- ÍD., Obispado de Astorga s. XI, 378) otro documento de 25 de
diciembre de 1072: “Meninto y su mujer, Gontina, donan al monasterio de Santa
Leocadia de Castañeda y su abad Juan toda la heredad que tenían en Fuseros <<así
de casas con todo su menaje como de tierras, viñas, solares, ortales, árboles
fructuosos e infructuosos y más pertenencias>>”.
También en la CDCA (Ref. B. BN, ms. 4357, Tumbo Negro, f. 41r, núm. 434 y
CIT. : QUINTANA PRIETO, Temas Bercianos, II, 236) documento de 15 de enero de
1088: “Citi Mineliz dona al monasterio de Santa Leocadia de Castañeda una tierra en
Fuseros, ubicada en Tababollos, colindante con Citi Fernández y el propio
monasterio. En Perales, otra tierra colindante con Menendo Domínguez. Otra tierra en
Prado, colindante con Citi Fruendiz. Finalmente la parte que le correspondía de la
heredad y casa de su madre, en Inorgado”.
Este documento crea controversia ya que, el conocido monasterio de Santa
Leocadia de Castañeda, se sitúa en la propia localidad que lleva su nombre, cerca de
Toreno a 30 Km de Quintana y, sin embargo, aquí se habla de una propiedad en
Fuseros que colinda con el propio monasterio. Es probable que se tratase de otro
monasterio con igual denominación a la Santa referida. La vida monástica de aquella
época, a la muerte del impulsor o creador de la abadía o cenobio (San Genadio en este
caso), favorecía que los sucesores se dispersaran y crearan su propio monacato.
Recordaremos, que en la referida KARTA DE GUNDISALVO, igualmente se habla del
monasterio junto a Tauron y sin embargo, de la misma manera que con Interamnium
Flavium, no hay más evidencias acreditadas al efecto.
Del mismo modo según se especifica en la citada CDCA (Ref. B. BN, ms. 4357,
Índice, Testamentos, f. 252, núm. 27 y C. ACAstorga, ms. 4/16, f. 17v, núm. 14 y f.
53v, sin núm.) se constata un documento, fechado en Astorga el 21 de octubre 1310:
“Testamento del clérigo Juan Bartolomé. Entrega al cabildo de Astorga cuanto había
heredado de us padres en Verdenosa, para fundar un aniversario, detallando estas
propiedades. Dona además, a la iglesia de Quintana de Fuseros cuantos bienes tenía
en las parroquias de San Pedro de Fuseros y Santa María de Quintana de Fuseros. El
cabildo recibió concretamente: La mitad...”. Aquí pues, se describe la coexistencia de la
dos poblaciones a las que antes se hizo referencia.
A lo largo del siglo XV, Quintana de Fuseros no podrá librarse del dominio
berciano que sobre esas tierras ejercen los Osorio, a la sazón Condes de Lemos,
cuyas andanzas y luchas plasmó Enrique Gil y Carrasco en su novela histórica “El
Señor de Bembibre”. Posiblemente en las descripciones de los territorios que hace se
estuviera refiriendo a alguno de los parajes de Quintana. En ese marco histórico cabe
destacar el Señorío de Bembibre donde, tal como relata Gregoria Cavero Domínguez
en su estudio INTRODUCCIÓN A LA NOBLEZA Y SEÑORIOS DEL BIERZO BAJOMEDIEVAL, primero (siglo XIII) permanece bajo el dominio de la familia de la Cerda de
la Casa de Medinacelli, pasando posteriormente (mediados siglo V) a la Casa de Alba
de Liste, que está en manos de los Enríquez.
La autora escribe que “Don Enrique Enríquez compró a su pariente Luis de la
Cerda, Conde de Medinaceli, el Señorío de la Cuenca del Boeza”, cuyo eje era el río
que lleva dicho nombre. Nos sigue relatando que dicho señorío “se extendía desde
Colinas de Martín Moro hasta la villa de Bembibre y comprendía los siguientes lugares:
Bembibre, Calmosos, Almagarinos, Almázcara, Arlanza, El Valle, Tedejo, Boeza,
Cabanillas, Castrillo del Monte, Colinas del Campo de Martín Moro, Folgoso de la
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Ribera, Herrería de Marcial, Igüeña, Lbaniego, Matachana, Los Montes, Paradasolana,
Pobladura de las Regueras, Quintana de Fuseros, La Ribera, Robledo de la
Traviesas, Rodanillo, Rodrigados, Rozuelo, San Pedro Castañero, San Román,
Santibáñez, San Esteban de Toral, Tremor de Arriba, Cerezal, Tremor de Abajo,
Turienzo Castañero, Villaverde de los Cestos, Villar de las Traviesas, Villaviciosa de
Perros, Viloria, Viñales y Urdiales”.
Otro autor, Alfonso Franco Silva, en su libro LA FORTUNA Y EL PODER nos
ilustra sobre la tendencia fundamental de los linajes a dominar por completo toda la
vida de sus territorios no solo acaparando beneficios económicos sino incluso otros
tales como la de elegir el personal eclesiástico de las villas de su señorío.
Estos beneficios se pueden observar de manera muy singular en el marquesado
de Villafranca, título nobiliario que los Reyes Católicos concedieron en mancomún al
matrimonio formado por Juana Osorio y Bazán y Luis Pimentel y Pacheco, el 15 de
septiembre de 1486 para solventar el pleito mantenido con Rodrigo Enriquez de Castro
(Conde Lemos). Sin embargo, señala el autor que tales beneficios eclesiásticos se
remontan al 7 de abril de 1456 “cuando Juana González, señora de Cubillos, cede a
Don Pedro Álvarez Osorio lospatronatos y benficios de las villas de Valtuille de Yuso,
Canes, Arganda, Villabuena, Quirós, Santa María de Narayola, La Balgona, Baraya,
Rodanillo, Matachana, Almázcara, Robledo, Santalla de Piélago, Folgoso, Igüeña,
Colinas, Quintana de Fuseros, San Salvador de Robledo, Santibáñez de Villar de
Robledo, Santiago de Villar, La Baña, Requejo, Villagatón, Villanueva y otras igllesias
del Bierzo, Bembibre, Cepeda y otras partes del obispado de Astorga. El 28 de abril de
1456, don Álvaro Osorio, obispo de Astorga y primo del conde de Lemos, aprueba y
confirma esta donación. A partir de este año, por tanto, el conde de Lemos y sus
sucesores los marqueses de Villafranca tendrán la facultad de nombrar los clérigos de
todos esos lugares que siempre serán personas adictas y fieles a sus señores”.
En el Bierzo en los siglo XV y XVI dos sectores son los más importantes en el
campo de la Industria: el textil que afecta a una gran parte de la población campesina
(lino), destacando sobre todo la zona del Boeza y el siderúrgico que es el más
importante, y que tiene como base la construcción de un número importante de
ferrerías. Ya al final del s. XV, se construyen las ferrerías de Herrerías de Valcarce,
Arnado y Ponte Petre (Selmo) y Marciel. Mediante privilegio real se otorga a un grupo
de personas el Fuero de Ferrerías para la explotación del hierro creándose así el
pueblo de LAS FERRERIAS DE MARCIEL, anejo a Quintana. Dicho privilegio fue
aceptado por Quintana en público concejo firmando el acuerdo denominado de LA
CONCORDIA. El derecho español de esta época (siglo XII, prorrogado hasta el XIX) en
materia de recursos minerales partía del principio regalista con claro origen en el
Derecho Romano- estableciendo el dominio eminente del príncipe sobre el subsuelo y
sus riquezas, al objeto de crear una fuente importante de ingresos para el monarca,
que evitase el establecimiento de impuestos que gravasen al pueblo. En el Fuero Viejo
de Castilla, aprobado en las Cortes de Nájara en 1138 reinando Alfonso VIII, se
consignaba que las minas de oro, plata y plomo, eran del Señorío del Rey y nadie
podía explotarlas sin su autorización. De ello queda constancia, también, en la Partida
3ª de Alfonso X el Sabio y, en especial, en las Ordenanzas de Felipe II, de 22 de
agosto de 1584.
En referencia a las Herrerías de Marciel, José A. Balboa de Paz en la Mitología
Berciana escribe, que la vecina de Quintana, Florinda Álvarez cuenta que su abuela le
decía que cuando ya nadie vivía en el pueblo de Herrerías de Marciel había una
culebra de tal tamaño que parecía una serpiente, con cabeza como la de un gato, y que
se metía en los homos de las casas abandonadas, asustando a la gente que no se
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atrevía a pasar por allí. Aún hoy día hay gente que mantiene ciertas mitologías de este
tipo sobre el citado emplazamiento.
En la misma Colección antes citada, pero en este caso en el Catálogo del
Archivo Histórico Diocesano de León de 1528 a 1604, se cita “Legajo de escrituras
públicas conteniendo los siguientes documentos: ... 1547: Venta de una huerta un
vecino de Quintana de Fuseros a favor del cura de Tedejo.....”
Javier Rivera Blanco dice en su Guía del Bierzo (Ed. Nebrija 1978) que la
“Iglesia fue construida en el tercer cuarto del siglo XVI” por Alonso de Calero y
Juan de la Tejeira; “sin embargo la actual, muy sencilla y de una sola nave, es obra
remozada posteriormente”. Pero tiene más consistencia José Mª Voces Jolías en su
libro Arte religioso del Bierzo en el siglo XVI (Ed. Archivo diocesano de Astorga) cuando
especifica en la pag. 113 que “por unas causas u otras, varios de los monumentos
religiosos que se levantaron en El Bierzo durante el siglo XVI ya no han llegado a
nuestros días…”. “…con fecha 6 de mayo de 1559 Alonso de Calero y Juan de la
Tijera, maestros de cantería, presentan su postura con el plano correspondiente
para la obra de nueva planta de la iglesia parroquial de Quintana de Fuseros.
Asimismo el 2 de mayo de 1561 se les encarga la obra de dicha iglesia. El
contrato lleva el plano (A.D.A. leg. 1559-3º.fol. 6-V y leg.1561-1º fol.2-V). Pero en la
actualidad no se conserva dicha iglesia. No consta si se perdió o nunca llegó a
edificarse. Pero nos importa el plano en sí mismo, porque es de las pocas plantas en
cruz latina que nos ofrece el renacimiento berciano. El resto de las obras que
conocemos de estos mismos maestros de cantería no tiene nada que ver con la cruz
latina”. No parece muy acertada la idea de que las ruinas que hay de una torre, y de las
que, como diremos, doscientos años después se trasladan
s
us enseres a la ermita de San Claudio, hubieran sido de esta iglesia. Por las
características de la obra, que se desprenden del plano no parece razonable afirmar
que esas ruinas son las de la citada iglesia. Además, tal como eran las construcciones
de aquella época, no seria muy acertado que sólo resistiera en pie ese período.
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Según Rivera Blanco en la obra citada, Quintana poseía una cruz de plata del
siglo XVII que pesaba 22 marcos (11,900 Kg.) y fue realizada por el platero
ponferradino Juan de Villalobos pero actualmente desaparecida. Los retablos de la
actual iglesia, refiere Rivera, que tienen escaso mérito: en el mayor es destacable una
copia libre de San Marcelo de León de Gregorio Fernández, sin interés. De cierta
calidad es una imagen de Santo Obispo, del último cuarto del Siglo XVI y de escuela de
Becerra. También reseña como otros datos que el día 10 de septiembre del año de
1666 el pintor ponferradino José de Salzes contrató la pintura, dorado y estofado
del tabernáculo de esta iglesia. Suponemos que se trataba de la iglesia encargada a
Alonso de Calero y Juan de la Tijera.
En el Archivo de la Real Cancillería de Valladolid se reseña documento
fechado en 1591: Pleito de Juan y Andrés Alvarez, vecinos de Quintana de Fuseros
(León). Real Audiencia y Chancillería de Valladolid > Sala de hijosdalgo > Pleitos de
hijosdalgo.
En el Censo de Castilla de 1591 se referencia al lugar de Quintana de Fuseros
y Herrería perteneciente a Tierra de Bembibre, demarcación de Ponferrada con: “Total
de vecinos 55 (Pecheros 44, hidalgos 13, clérigos 2). En el mismo Censo podemos
observar los datos de otras poblaciones cercanas. A saber: Igüeña 55 (33-16-1), Boeza
30 (26-3-1), Folgoso 99 (65-2-2), La Ribera 102 (78-22-2), Cabanillas 40 (20-19-1), San
Justo 40 (38-1-1), El Valle 42 (26-14-2) y Villaviciosa de Perros 20 (17-2-1).
En el Archivo de la Real Cancillería de Valladolid se reseña documento
fechado el 19-10-1596 sobre ejecutoria del pleito litigado por Jerónimo de la Vega e
Inés Garcái, su mujer, vecinos de Tordehumos (Valladolid), con el fiscal del rey,
Concejo y estado de los pecheros de dicha villa sobre reconocimiento de la hidalguía
del primero a través de su matrimonio con dicha Inés, hija de Antonio García, vecino de
Quintana de Fuseros (León), difunto, en virtud de un privilegio real. Escribano del pleito:
Gaspar de Cerecedo. Real Audiencia y Chancillería de Valladolid > Registro de
ejecutorias.
También en el mismo Archivo y Registro de ejecutorias se indican otras tres
más: EL 30-06-1067, ejecutoria del pleito litigado por Francisco García, Gabriel García
y consortes, vecinos de Las Herrerías de Marciel (León), Bembibre (León) y Cabanillas
(León), con los de Quintanilla de Fuseros (León), Tedejo (León), Albares (León), San
Justo de Cabanillas (León) y consortes, el 07-03-1609 ejecutoria del pleito litigado por
Juan García, vecino de Herrerías de Marciel (León), y consortes con los concejos de
Quintana de Fuseros (León), Albares (León), Cabanillas (León), y Bembibre (León) y
consortes –figura como escribano de ambos pleitos Santiago de Latre-, y el 07-1673
ejecutoria del pleito litigado por Miguel Álvarez, vecino de Quintana de Fuseros (León).
En el Archivo Histórico Nacional, Consejo de Órdenes se reseña documento
fechado en 1705 que describe:
Título: Rodríguez y Álvarez, Francisco.
Signatura: OM-CABALLEROS. SANTIAGO. EXP.7103.
Índices de descripción: -Caballeros de la Orden de Santiago -León (Provincia) -Orden
de Santiago -Quintana de Fuseros (León) -Rodríguez Álvarez, Francisco.
En el Archivo General de Indias, Casa de la Contratación se reseña documento
que describe:
Título: ANTONIO DE ROSAS.
Signatura: CONTRATACIÓN, 5462, N.82
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Fecha: 1706-02-05
Alcance y Contenido:
Expediente de información y licencia de pasajero a Indias de Antonio de Rosas,
corregidor de la provincia de Otavalo, en Quito, a Perú, con las siguientes personas:
-Juana Rosa de Aguinaga, mujer.
-Juan Bautista Gallego, criado, natural de Madrid, hijo de Diego Gallego y de María
Carrión.
- Pablo Calverón, criado, natural de Quintana de Fuseros (Astorga), hijo de Juan
Vicente Calvero y de Dominga Lorenza.
El 8 de enero de 1714, según consta en el Archivo Diocesano de Astorga,
muere doña Águeda Puente, siendo la primera persona que se entierra en el
cementerio que aún se utiliza en la actualidad, situado junto a la Ermita del Santo Cristo
de la Cabaña, así que desde esta fecha se abandona el antiguo cementerio situado en
el paraje de “El Fontanal” y del que se conserva las ruinas de una torre.
El 05-1744 en el registro de ejecutorias mencionado se referencia otra del pleito
litigado por María de Vega y su hijo Juan González, vecinos de Quintana de Fuseros
(León).
En el Archivo de la Real Cancillería de Valladolid se reseña documento con
fecha de 1745: Pleito de Gregorio López, vecino de Quintana de Fuseros (León). Real
Audiencia y Chancillería de Valladolid > Sala de hijosdalgo > Pleitos de hijosdalgo.
El Real Decreto de Fernando VI de 10 de octubre de 1749 pone en marcha el
llamado Catastro del Marqués de la Ensenada, como paso previo a una reforma fiscal,
que sustituyera las complicadas e injustas rentas provinciales por un solo impuesto.
Impuesto, llamado La Única Contribución, que no se llegó a implantar, pero que ha
dejado un importante volumen de archivos ya que, entre 1750 y 1754, todas las
poblaciones de “las Castillas” fueron sometidas a un interrogatorio, compuesto por 40
preguntas y, denominado Respuestas Generales del Catastro del Marqués de la
Ensenada. Las Respuestas Generales se conservan en diversos Archivos Estatales y
constituyen la más antigua y exhaustiva encuesta disponible sobre los pueblos de la
Corona de Castilla a mediados del siglo XVIII.
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(Ruinas de la antigua iglesia y cementerio)
En el año 1752: Ocupando el lugar actual de la Iglesia existía una ermita, “La
capilla llamada de San Claudio” que según unas cuentas del señor obispo, se
ordenaba recoger todo lo de la Iglesia en ruinas y trasladarlo a la capilla de San
Claudio, que por supuesto no tenía torre. Basándonos en documentos de la propia
Iglesia se sitúa en este año el momento en que alargaron la Iglesia e hicieron la torre:
“Por unas tablas de chopo, a Don Pedro Arias Valcarcel vecino de Ell Valle, para hacer
el altar mayor... tantos reales”, y en otra parte: “Para hacer el mismo altar, a Miguel
García, de Quintana, y un tal Juan Arias, de Noceda... tantos reales”.
El 3 de marzo de 1753 se redacta el interrogatorio del lugar de las Herrerías de
Marciel, anejo al de Quintana y, el 29 de mayo del mismo año, se redacta el del
propio lugar de Quintana. Según estos documentos Quintana tenía una población de 66
vecinos con 157 casas y en Las Herrerías de Marciel había 9 vecinos, 9 casas y sólo
quedaba una fragua. En Quintana, además había seis molinos, 97 pajares y una
taberna que pagaba una renta al común. Pertenecía al condado de Ariste, ducado de
Frías.
http://pares.mcu.es/Catastro/servlets/ServletController?ini=0&accion=0&mapas=0&tipo=0
Cabe destacar expresamente, aunque este dato no se observa en los
documentos citados sino en los resúmenes provinciales, los fondos que poseía la
Cofradía de Ánimas de Quintana no sólo aquí sino también en otros pueblos como
Cabanillas de San Justo o Villaviciosa de Perros, así como los que poseía la Fábrica de
San Claudio también de Quintana o la imagen de Santa Lucía de la ermita de las
Herrerías de Marciel. (EL CATASTRO DEL MARQUÉS DE LA ENSENADA EN LEÓN.
Inventario de los fondos del archivo histórico provincial. Colección Fuentes y Estudios
13
de Historia Leonesa del Centro de Estudios e Investigación “San Isidoro” de Taurino
Burón Castro).
Según la obra Profesionales y rentas del trabajo en los pueblos de la
Corona de Castilla a mediados del siglo XVIII del I.N.E. se resumen los datos de
Quintana de Fuseros para los 66 vecinos de la siguiente manera:
Labrador…………..46080 (reales)
Lencero………….. 902
“
Tabernero……….. 100
“
Colonos………….. 1788
“
Bueyes……………
36
“
TOTAL……….49906
“
Y los de Las Herrerías de Marcial para sus 9 vecinos:
Cerrajero………….. 540 (reales)
Labrador………….. 4860
“
TOTAL………. 5400
“
(Ermita Santo Cristo, lugar de celebración religiosa de la Cofradía de Ánimas)
También en el Archivo de la Real Cancillería de Valladolid se reseña con fecha
de 1767: Pleito de Manuel García, vecino de Quintana de Fuseros (León), jurisdicción
de Bembibre (León). Real Audiencia y Chancillería de Valladolid > Sala de hijosdalgo >
Pleitos de hijosdalgo.
El Censo de Floridablanca de 1787 indica los siguientes datos de vecindad
para Quintana de Fuseros con Herrerías:
< 7 años
7 a 16 años
16 a 25 años
25 a 40 años
TOTAL SOLTEROS CASADOS VIUDOS
12
12
13
13
14
14
10
10
-
14
40 a 50 años
> 50 años
TOTAL
20
8
77
3
42
16
3
29
4
2
6
Según el Diccionario Geográfico de España y Portugal de Sabatian de
Miñano, hacia 1797, la población de Quintana era de 260 habitantes
Ya en siglo XIX la historia de estos lugares está redactada en el Diccionario
Geográfico-estadístico-histórico de D. Pascual Madoz editado en 1843, que
citamos textualmente:
QUINTANA DE FUSEROS: L. en la prov. de León (14 Leg), part. jud. de Ponferrada (4
½), dióc. Astorga (13), aud. terr. y c.g. cia territorial y c. g. de Valladolid (32), ayunt. de
Igüeña. SIT. á la falda de un monte en sitio sombrío y triste; su CLIMA es frío; sus
enfermedades más comunes, pulmonías, tercianas y catarros. Tiene 58 CASAS;
escuelas de primeras letras dotada con 160 rs., á que asisten 20 niños; igl. parr. (San
Claudio), servida por un cura de ingreso y presentación de ocho voces legas; una
ermita (al Sto. Cristo), y buenas aguas potables. Confina con Igüeña, Cabanillas y
Boeza. El TERRENO es de ínfima calidad, y le fertilizan en parte, las aguas de un
arroyo llamado San Claudio, que es uno de los principales ramales del Boeza. Los
CAMINOS dirigen á los pueblos limítrofes y á Bembibre, de cuyo punto recibe la
CORRESPONDENCIA. PROD.: centeno, lino, patatas, castañas y algunas manzanas;
cría ganados; caza mayor y menor, y pesca de truchas. IND.: telares de lienzos del
país y algún molino harinero. POBL.: 40 vec., 200 alm. CONTR.: con el ayunt.
HERRERIAS DE MARCIEL: con este nombre se conoce una herrería que hubo en la
prov. de Leon, part. jud. de Ponferrada: hace muchos años se halla despoblada. Los
restos del artefacto y habitaciones de los dependientes que constituian la pobl., se
hallan á la orilla der. del r. Boeza á una leg. N. del pueblo de este nombre. El abandono
de la fáb. y la consiguiente despoblación, se atribuyen á la escasez y mala calidad del
mineral y á la construcción de otros artefactos de la misma clase en puntos mas
accesibles y de caminos mejores para facilitar la extracción.
Queda patente que, en poco menos de cien años, la disminución de la población
fue muy considerable. En el Catastro de 1753 se contaban 73 vecinos entre los dos
pueblos y en el Censo de Floridablanca 77 vecinos. En el Diccionario de Madoz de
1843 se contabilizaban sólo 40 vecinos en Quintana, pues el otro, se constata en la
misma obra, que hace ya años se halla despoblado. Es decir, un 25% menos de este
último sobre los dos anteriores.
Es muy probable que la contienda, iniciada en 1808 contra la invasión francesa,
tuviera mucho que ver en esta disminución de los habitantes. A los alistamientos de los
bercianos para defender su tierra integrándose en el “Regimiento de Voluntarios de
León” (5 de junio de 1808) habría que añadir la alta mortandad, sobre todo entre la
población infantil, que el conflicto y los saqueos acarrearon. Sir John Moore comandó
las fuerzas británicas en la Península Ibérica. Cuando Napoleón llegó a España con
200.000 hombres, Moore atrajo a los franceses hacia el norte mientras se retiraba para
reembarcar tropas en los puertos de La Coruña y Vigo.
“El último día de 1808, las tropas inglesas llegaron a Bembibre para pernoctar después
de la dura retirada desde Astorga, tras haber atravesado el frío puerto de Manzanal, en pleno
invierno. Marchaban en retirada para abandonar la península, rendidos ante los franceses
comandados por el general Soult… La ciudad de Bembibre vivió uno de los momentos más
tristes de la historia, y en el subsuelo los historiadores consideran que debe haber varios
15
centenares, e incluso miles de cadáveres de soldados que perecieron por la entrada de las
tropas, otros muertos por el tifus u otras enfermedades, e incluso por el frío”. (Fragmento de
talweg.blogspot.com). No cabe duda alguna de que las poblaciones cercanas sufrieron
saqueos por parte de unas u otras tropas (franceses o ingleses). Y también, que los
soldados junto con los animales que les acompañaban, caballos y burros
principalmente, buscaban refugio en esos lugares, provocando graves epidemias
difíciles de atajar en aquella época.
LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL
En el Diccionario Geográfico-Estadístico de Pablo Riera y Sans (1881-1887)
figura Quintana con 280 habitantes y 142 edificios, de los que 71 están inhabilitados.
1882: El 4 de febrero de este año pasa el primer tren a vapor por Bembibre.
Gran obra de ingeniería con decenas de túneles para salvar el Puerto de Manzanal y
en especial el nº 16 -“El Lazo”-, denominado así por su similitud a esta figura ya que la
vía da un giro completo sobre sí misma cruzándose a mayor altura (dos veces pasa el
ferrocarril por la localidad de La Granja de San Vicente). Una de las innovaciones más
importantes de la llamada Revolución Industrial llegaba a tan sólo 20 km. de Quintana.
En 1900 nació la tía Ana que vivió hasta 1990. Esta mujer no aprendió a leer ni a
escribir, “Un deprendi a liyere ni a’scribire”, pero tenía en su memoria las tradiciones
más populares así como muchas historias personales de aquellos que vivieron en
Quintana en el siglo XIX. Era una persona muy sagaz de amplia y vasta cultura popular
que nos dejó un amplio legado como este pareado:
Lus amores de l’outrañu
Ya se vuelven a querere
Son cumu lus verdes praus
Que vuelven a reverdecere
1912: La primera mina de carbón de la zona, del río Boeza, fue “La Rufina”,
que fue solicitada su explotación el 18 de Noviembre de 1912. En este mismo año se
construye la carretera de Las ventas a Folgoso. Los medios de comunicación se van
acercando. Entre el año 1912 y 1920 se abren las primeras minas en los límites del
pueblo en el paraje de “los Mozones”. En esos inicios vinieron gentes de Asturias a
trabajar, cuando las abrieron, porque en la zona nadie sabía cómo postear, ni como
picar o poner la madera etc., El primer fallecido en la mina parece ser que fue
Francisco Alvarez Alvarez (padre de Amadeo y Benigno, casado con Ramona
Vega) el 8 de julio de 1916 en la denominada mina de “Pin”, situada frente a los
lavaderos de MINEX. En el libro registro de defunciones del ayuntamiento figura “por
hemorragia interna” como causa de muerte, así que probablemente hubo un
desprendimiento y resultó aplastado. Según nos cuenta su nieta Teresa falleció el
primer día que fue a trabajar y que su cuerpo fue trasladado hasta el pueblo a lomos de
un burro (ambulancia de la época). Triste destino el de este señor ya que, habiendo ido
con otros vecinos a segar a Almázcara, regresó al pueblo porque no le gustaba el sitio
y se puso a trabajar en la mina. Al regresar sus vecinos se encontraron con el fatal
desenlace de que Francisco había fallecido en el tajo. En aquellos tiempos los de
Quintana y otros pueblos se marchaban, en las épocas de cosecha, a ganarse el
sustento a otras zonas, principalmente en la recolección de cereales. “Ir a las siegas”
se convirtió en algo cotidiano durante muchos años llegando incluso hasta bien entrada
16
la segunda mitad del siglo XX, pues aún viven bastantes que dan prueba de sus
caminatas (porque iban andando) hasta la Vega Baja del Bierzo y la Omaña. Hay que
destacar, que las cuadrillas se formaban no solo con hombres, sino con un gran
número de mujeres a las que se les debe enorme respeto por su entrega reservada
en ésta y otras muchas labores.
Volviendo con las minas, cuentan que, al principio, sólo hacían galerías llanas
porque no había luz ni motores. En la “Chana Boeza” sacaron mucho carbón y muy
bueno y en los agujeros de “Valdecouso” también. Lo transportaban en vagones
arrastrados por bueyes, mulos o caballos. En “Las Arriguerinas” abrieron algunas minas
pequeñas. La más importante era la del “Gallego”, de nombre Claudio Tabeada. Este
hombre vivía en Bembibre igual que un tal Don Patricio que abrió también sobre 1930
en las “Llamas de Valdaceite”. De nuevo hay que encumbrar el esfuerzo de la mujeres,
ya que en todas las minas trabajaban muchas mozas de acribadoras y para cargar
camiones a "nacional". En los años 30 ya se daban planos inclinados como la mina de
Don Patricio, lo que indica que ya había luz eléctrica para motores, seguramente
gasolina, aunque a los pueblos no llegara hasta años más tarde.
(Monumento al minero, ubicado en La Pinilla)
Nos dice Pepe de Agustín, que su padre empezó a trabajar en 1933 en la mina
del Gallego y, su primer sueldo fue de 75 pts, (0,45 céntimos de €) ,lo que era una
fortuna para una familia que vivía en plena Edad Media. El minero tenía que poner la
ropa, el carburo y antes cree que también las herramientas. Trabajaban 6 días a la
semana y libraban los domingos, si todo andaba bien, pero el amo podía decirles que
fueran el domingo a achicar agua o a limpiar tajos que se hundían. Esto no cambió
hasta los años 40. Esta mina de Don Patricio, que era favorable a la República, luego
se convirtió, tras la Guerra Civil, en la mina de Rodrigañez. Supuestamente tuvo que
venderla para pagar deudas.
También, dice Pepe, haber oído que hubo gente del pueblo, que se trasladaba
hasta Villablino con parejas de bueyes y carros para transportar carbón a
17
Bembibre antes de abrir la vía del tren. Era famosa la cuesta de ”La Florida” entre
Santa Marina y Rodanillo. Allí se rompían yugos, subeos y cornales. Es una cuesta
muy dura. Uno de los que, al parecer, hizo estos portes fue el “Tío Lorenzán”. Y
además nos cuenta Pepe una coplilla que recuerda oír tararear a su madre Manuela
sobre la famosa cuestecita:
"Ese buey de la derecha
lleva la cornal rompida
rota de tanto tirar
pu la cuesta la florida"
La gente de este pueblo hizo transporte más largos pues, incluso llevaron con
sus carros manzanas y otros frutos hasta Astorga. La “Tía Baltasara” (abuela de
Marcelo, Luis y Sara) les contaba las peripecias de estos viajes, siendo ella bastante
niña, sobre todo para subir el carro por “El Manzanal”. También fue frecuente el llevar
carros de carbón vegetal, que hacían con los “tuerganos” quemados y enterrados en
pozos del monte –aún hoy se aprecian señales-, a Bembibre por el Camino del Valle.
Luisa Barredo nos cuenta que hubo tres personas del pueblo que se fueron a
trabajar en la construcción del Canal de Panamá (el canal se inauguró el 15 de agosto
de 1914), aunque no recuerda fechas. Dichos hombres eran Manuel López, conocido
como el “tío Manolón” (abuelo de Luisa), Francisco Molinero “tío Vizcayo” y Pedro
Álvarez “tío Perlado”. Ganaban una peseta al día y aunque su estancia no debió ser
buena, les permitió traer unos ahorros con los que comprar algunas tierras y demás. El
tal “tío Manolón” con su pareja de bueyes, muy famosa según dice su nieta, llamados
“Gallardo” y “Moreno”, parece ser que llegó a vender castañas y fruta hasta Valderas y
Sahagún de Campos. Destreza, osadía y sobre todo un gran tesón y esfuerzo es lo que
nos demostró esta gente.
1919. Fue un año que tuvo gran importancia para el desarrollo de la vida en
Quintana. Por una parte y con la apertura de las primeras minas se aprendió a arrancar
la piedra y a trabajar con ella, lo cual dio como resultado que se abriera la cantera entre
“Valdecouso” y “Los Mozones”. Esto supuso un cambio radical en la construcción de
las casas ya que la piedra es de “grano molar” que se trabaja con cierta facilidad pero
resistente. Se puede apreciar esta piedra en las paredes de las casas hechas desde
entonces.
Anteriormente, según cuenta Agustín, tenían que buscar piedra por donde
podían como el río, las “lleras” y también la arrancaban en el “Castro de la Pinilla”. Pero
esta piedra no era de buena calidad para hacer paredes altas por su mala disposición
para construir el “lienzo” de las mismas. Con el trabajo en la cantera surgieron canteros
que aprendieron a picar y labrar la piedra algunos de los cuales se hicieron famosos
por sus trabajos como Tono de Rosaura, “Tío Lico”, “El Maique”, etc. Podemos apreciar
su trabajo en las fuentes que nos dejaron del año 1942 y en el puente de “La Pinilla”
entre 1957 y 1958. Actualmente esta cantera ha sufrido una agresión feroz por los
especuladores del carbón que la han dejado sin posibilidades de ser explotada.
El otro gran aporte de este año fue la construcción de “El lagar”. Se
constituyó como una sociedad cooperativa fundada por 45 partícipes. Tenía su libro de
constitución con una serie de normas a cumplir, que formaban los estatutos de la
sociedad. Este libro fundacional está actualmente desaparecido. La llegada del coche
de línea de Pelines en el año 1979 tuvo un efecto muy negativo para este monumento,
hallándose actualmente en una situación jurídica un tanto extraña. También el lavadero
del canalón recientemente restaurado fue víctima de estos problemas.
18
Según José Mourille López, hacia 1920, Quintana tenía 317 habitantes, que le
suponía ser la población del Ayuntamiento de Igüeña con mayor número de habitantes.
Estos son lo datos que aparecen en “Los pueblos de León. Años 20” editado en 1995
por La Crónica 16 de León.
POBLACIONES DEL
AYUNTAMIENTO DE IGÜEÑA
IGÜEÑA
ALMATARINOS
COLINAS DEL CAMPO DE
MARTIN MORO
ESPINA DE TREMOR
MONTES DE LA ERMITA (LOS)
POBLADURA DE LAS
REGUERAS
QUINTANA DE FUSEROS
RODRIGATOS DE LAS
REGUERAS
TREMOR DE ARRIBA
URDIALES DE COLINAS
TOTAL
HABITANTES DE
HECHO
310
188
HABITANTES DE
DERECHO
343
197
231
289
171
274
295
180
187
317
193
337
177
273
142
2.285
195
297
151
2.462
(El Lagar en la actualidad)
1925: Se construyeron lo que ahora llamamos las escuelas viejas, donde
actualmente se han instalado el consultorio médico y el despacho de la junta vecinal
(planta baja) además de la asociación juvenil que ocupa la planta alta.
Para hacer esas escuelas se vendieron las Baragañas. Desde Eras de Fradas
hasta Perales, entonces eran terrenos comunales aprovechados para el pastoreo. Se
adjudicaron a los vecinos que las compraban mediante sorteo público. Las parcelas
19
son cuadradas y aparentemente similares en tamaño. Los maestros están mal pagados
y sobreviven a duras penas con la ayuda de los vecinos y dando clases nocturnas para
los adultos que trabajan y que les pagan por las clases.
La escuela anterior estaba situada en una casa, ya caída pero aún visible,
“encima del rigueiru a la cimada de la calle del medio”. A principios de siglo hay un
porcentaje muy alto de analfabetismo, principalmente entre las mujeres. Sólo una
pequeña parte de la población es capaz de leer y escribir. Los niños no acuden a la
escuela, excepto en invierno cuando los trabajos en el campo se paralizan.
En el año 1926 aparece publicado un artículo escrito por Modesto Medina Bravo
(Nacido en Madrid en 1900 desarrolló su actividad docente en la provincia de León
entre 1923 y 1931. Desde 1925 fue Inspector de Primera Enseñanza) editado en
Buenos Aires por Revista del centro región leonesa donde se menciona “Los Canilleiros
(de Quintana de Fuseros)”. A finales de 1927 publica la primera edición de “Tierra
Leonesa” en la imprenta y librería Jesús López, ensayo geográfico sobre la provincia
de León. Para su elaboración, con su mochila a la espalda, la cámara fotográfica, el
mapa, la brújula y el cuaderno de notas, iba de un pueblo a otro, algunas veces a
caballo pero casi siempre a pié, estudiando “in situ”, la “geografía viva”, a la que no
puede llegarse con sólo el estudio en textos y mapas. De ahí la importancia de su
testimonio. En referencia a la Comarca de Bierzo escribe:
"Es de mucho empleo todavía el carro de madera, cuyo eje gira con las ruedas,
produciendo un estridente chirrido, a lo que llaman cantar el carro…
La ruedas de estos carros, carecieron primitivamente de llanta y eran muy gruesas.
Ahora llevan cubiertas de hierro, en ocasiones, hasta clavos de gruesa cabeza,
sujetándolas. El traje era el mismo de toda la región montañosa, de pardo y, las
mujeres,, vestidas al modo de Galicia, con corpiño, En Quintana de Fuseros,
ayuntamiento de Igüeña, gastan aún las mujeres una prenda de paño, el “canilleiro”,
con la que se cubren las pantorrillas, liándose después, en espiral, una cinta de la
misma tela”. Incluso, refuerza el comentario con un dibujo:
Dando testimonio de buen conocedor de la comarca sigue: “Con excepción de la
llanura, los pueblos bercianos se instalan en el curso de los ríos, llegando algunos a
zonas muy altas por razón de los aprovechamientos para el ganado. Hay grandes
extensiones de monte donde no se ve un poblado y, son sólo recorridas por rebaños o
20
por los naturales, que, queman incomplamente al aire los tuérzanos, raíces de brezo,
para hacer carbón destinado a laventa.
1928: Entre este año y 1931 se avanza un poco más y se construye el tramo de
carretera de Folgoso a Boeza. Anteriormente estos pueblos estaban unidos por un
camino que discurría por el lado izquierdo del río. Para su construcción se emplearon
gentes de ambas localidades y de los pueblos cercanos como Quintana. Alguno de los
que allí trabajó nos cuenta que los salarios estaban entre las 4 y 5 pesetas por día. Lo
más importante es que, además de crear empleo, Quintana se acerca otro poquito a
Bembibre, núcleo de mayor pujanza más próximo, pues ya está a tan solo 4 km. de una
vía asfaltada. Pero aún habrían de pasar muchos años para que los vecinos pudieran
ver y pisar el alquitrán cerca de sus casas.
1929: Empieza la gran emigración a América pues era el sueño dorado de
muchas personas. Se intentaba salir de la miseria y la pobreza que asolaba, no sólo a
este pueblo sino al país entero, y algunos casos como Aurora (hermana de Manuela)
cuando el marido no se encontraba en condiciones de salud o físicas para enfrentarse
a la emigración, era la mujer la que se veía obligada a dejar el hogar. Aurora se
desplazó a la Argentina para desempeñar la casa. Su marido Dutino, al que llamaban
“Pallarés”, apenas podía moverse y se quedó aquí con dos niñas de corta edad, pero el
destino no fue tan floreciente, pues él falleció de una pulmonía en 1932 y sus hijas
años más tarde, así que Aurora nunca regresó. Y esa mala suerte de no volver les
ocurrió a muchos, ya que, cuando tuvieron la ocasión, pues económicamente les iba
bien, no regresaron.
La mayor parte de los emigrantes se dirigían a Cuba que hasta finales del siglo
XIX era parte de España. Algunos de los que fueron enviados a allí como soldados se
quedaron en aquel país como nuevos habitantes del mismo. A principios del siglo XX
fueron muchos los que emigraron a Cuba, algunos de ellos se quedaron con el mote de
“cubano” como fue el caso de Pepito, también Vicente “El Habanero”, también José
“Peseto”, el padre de Agustín fue muchas veces. Algunos emigrantes establecieron
negocios y prosperaron como fue el caso de un hombre que se estableció de boticario
en base a los conocimientos de las hierbas medicinales en el pueblo. El marido de la tia
Maximina que viajó a EEUU fue otro de los que se movieron por el norte. El padre de la
tia Carmen de “Riego” al que llamaban tío “Vizcayo” estuvo en las islas Filipinas.
Tras la independencia de Cuba ya las cosas comenzaron a cambiar y poco a
poco Argentina se fue convirtiendo en el centro donde la mayoría de los que se iban,
tenían como destino de sus viajes. Algunos regresaban en cuanto juntaban algún
dinero, otros se quedaban a hacer fortuna y lo lograban, olvidándose de su pueblo que
era una tierra pobre. Unos regresaban sin dinero por haberse fiado de gente que les
estafaron sus ahorros o ganancias y otros con peor suerte enfermaban y tenían que
regresar a intentar curarse en su pueblo. La gran mayoría iban pensando en volver y
pagar deudas pero el destino tenía reservados diferentes caminos para cada cual.
Después aquellos países entraron en recesión y ya no les compensaba la vuelta a la
madre patria.
1933: Se construye el Camino de las Candales y el puente sobre el río
mediante un convenio con Don Florencio García, posteriormente alcalde de
Ponferrada, para dar paso a los primeros camiones que se vieron por estos lugares,
cuya función era transportar el carbón con la apertura de la mina “Consolación”, la
primera de esta zona.
21
1934: No se conoce con exactitud pero entre este año y el anterior un grupo de
vecinos, parece que dirigidos por Marcelino “El Tío Tano”, que había estado haciendo
“Las Américas” ponen en marcha la construcción de una pequeña central hidroeléctrica
para abastecer de luz al pueblo. Así Quintana tuvo el privilegio de, ya entonces,
disponer de electricidad.
1936: Si no fuera por lo que sobrevino a partir del 18 de julio, éste año siempre
sería recordado por haberse iniciado en el mismo la posibilidad de arar los llamados
“Arrotos”. Terrenos comunales de monte bajo pero selváticos que se concedían para
fueran limpiados de toda esa maleza y así tuvieran la capacidad de ser sembrados. La
cosecha que daban de centeno era altísima ya que el terreno al ser virgen concedía
ese privilegio, pero el “romper” todas las dificultades del mismo con arados de madera
debía ser de gran envergadura, tanto para el humano como para los pobres animales
que tiraban del arado. En aquella época se talarían bastantes fresnos para reemplazar
los muchos arados que se rompían.
LA GUERRA CIVIL
1936-1939: Quintana no podía ser menos y, al igual que la gran mayoría de
poblaciones de España, también tiene su trozo de historia en esta época de tan
amargos y tristes recuerdos. El común de los habitantes supo guardar las rencillas y no
hacerlas aflorar. Un tal Aparicio (familiarmente conocido por Panicio) supo mantener a
raya a los cabecillas matones de Noceda, que hacían estragos por la zona, y apenas
pudieron entrar en el pueblo. Sin embargo no todo fue tan sencillo.
En Quintana y los pueblos de alrededor se habían instalado gentes venidas de
otras partes buscando trabajo en las minas. Había una población obrera numerosa. La
CNT y principalmente los asturianos que acudieron a esta minas crearon las bases
de los primeros sindicatos. La sede del sindicato estaba situada en la casa donde
después vivían el “Tío Cascareiro” y Agustina. Uno de los mejores trabajadores y
fundador de la CNT en El Bierzo, así es conceptuado en la organización, fue Mederico
Serna, asesinado en el limite de León con Asturias, perteneciente a la partida liderada
por el maestro de Folgoso. Aunque se le consideraba asturiano, algunos nos aclaran
que era natural de Medina del Campo. Llegó a estas tierras y estaba casado con
Esperanza, a la que Antolín “Piquetas” consideraba como hermana adoptiva y que
como tal relación han mantenido los descendientes de ambos. Tuvo cinco hijos y uno
de ellos, Vicente, muy joven falleció en la “jodida mina”. Los demás abandonaron el
pueblo en la década de los 50 en busca de mejor trabajo y sustento.
Estos primeros sindicalistas consiguieron arrancar a los patronos mejoras
salariales, sociales, sanitarias, económicas y sobre todo, concienciar a la gente de
clases, estatus, explotadores y explotados, capital y mano de obra. Pero
fundamentalmente han sido los ejemplos y los precursores de los que posteriormente
consiguieron EL CONVENIO ESPECIAL DE LA MINERIA DEL CARBÓN. Gracias al
cual las pensiones, las viudas, las reconversiones, y las prejubilaciones … tanto dinero
y bienestar social han aportado al pueblo. Se ha de reconocer y destacar el gran
esfuerzo de aquellos trabajadores y no creer que todo cayó del cielo. Y los herederos y
sucesores ahora no se acuerdan ni quieren reconocer, que gracias a aquel duro
pasado de lucha y trabajo hoy se disfruta de un estatus que no es general, ni genérico
en el resto de la piel de toro. Solamente compárese la pensión media de viudedad en el
resto del país o la pensión media de cualquier otra actividad. La consecuencia es que
la mayoría de estas generaciones se mueren pegados a la bombona del oxígeno y que
22
las medias de supervivencia no son las mismas, pero las diferencias económicas son
abismales.
Miguel del Romero uno de los mejores entibadores de la zona, pertenecía a este
sindicato (fue tesorero) y junto con el anteriormente aludido Mederico, se comieron las
listas y archivos literalmente, para que no fueran a manos del enemigo y los usaran
para represalias. Para no soportar la persecución permanente y convencido por su
familia, se entregó y fue inmediatamente (sin ningún tipo de instrucción) enviado a
primera línea de fuego en mitad de la contienda, a pesar de lo cual sobrevivió. Estuvo
en el frente de Asturias donde coincidió con Alfonso (el de Emilia). Otro personaje de
los pocos que estuvo en los dos bandos y contaba que hizo trincheras en el Naranco
(al lado de Oviedo) en los dos bandos y por ambas laderas. Cuando vio la cosa difícil
desertó de las milicias y se entregó al bando nacional donde de inmediato lo reclutaron
y, sin despiojarlo siquiera, lo pusieron a disparar en primera línea, en lo más peligroso.
También merece especial comentario el tío Tano que huyó (¿disfrazado de cura?) a la
Argentina y volvió totalmente reconvertido hasta el punto que era suscriptor del Alcazar
y de los más devotos feligreses de la parroquia.
El sindicato estaba dirigido por un comité cuya cabeza más importante era un tal
“Maroto” que estaba casado y tenía una hija pequeña. El administrador y tesorero del
sindicato era Marcelino, el “Tío Tano”, que se marchó a la Argentina por miedo a las
represalias.
El día 18 de Julio de 1936 el sindicato reunió a todos los mineros que pudo en
“La plazuela” y decidieron dar apoyo al gobierno de la república. Para ello, ese mismo
día, ya marcharon todos los que se juntaron por Cabanillas, San Justo y por la
“Quiruela” hasta Noceda. Anduvieron por Noceda y parece que entraron en algunas
casas, quizás de gente bien, pero sin causar mayores daños. Desde allí junto con los
que se les habían unido de esos pueblos bajaron a “tomar” Bembibre. En Bembibre se
reunieron con los mineros de las zonas de Torre, Tremor etc. En Bembibre se decidió
bajar a Ponferrada y muchos bajaron mientras que otros ya dieron la vuelta.
En Ponferrada ya la Guardia Civil dominó las calles con disparos que mataron a
varios, entre ellos el padre de Baldomero Pol. Desde ese momento las cosas
empezaron a cambiar. Lo peor de todo fue que la locura colectiva ya se había
adueñado del país y de una forma u otra todos se vieron involucrados en aquella
vorágine. Muchos perdieron la vida y a muchos otros la vida le quedó arcada para el
resto de sus días al igual que a sus familias. Pasarán generaciones hasta que aquellos
rescoldos se puedan considerar apagados del todo. Los falangistas de Noceda
comenzaron a organizar batidas igual que los de Iqueña y Folgoso que también
vinieron al pueblo a la “caza”. El más peligroso era sin duda “El embustero” de Noceda
y su banda. Este individuo había estado viviendo en Quintana, trabajando en la mina, y
conocía a todo el mundo. Sabía quienes eran de una idea y de otra y por eso les tenía
tantas ganas a los que buscaba y sabía donde buscarlos. Era un tipo sin escrúpulos y
lo único que tenía era envidia, capaz además de matar a cualquiera sin importarle
nada. En cierta ocasión llegó con su banda de matones, escopeta al hombro, y
encontró al “Tío Juanico”, padre de Agustín de Manuela, soltando las vacas del carro
en la casa de Rosario, que era donde tenía la cuadra (todo el mundo volaba por donde
podía cuando se sabía que llegaban los falangistas) y vio una magüeta en el llamazón.
“El Embustero” la conoció y supo que era del tío Aurelio de Narcisa (otro al que le tenía
ganas). Y cuenta Pepe que le dijo a su abuelo el “Tío Juanico”:Juan vete a por aquella
jata y tráela. Su abuelo le dijo que no podía dejar las vacas solas. – “O vas ahora
mismo o te pego dos tiros” le replico nuevamente “El Embustero”. Dice Pepe que su
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abuelo dejó el carro sin soltar y a por la vaca al “Llamazón”. Cuando llegó al medio de
“Las Pozas” se paró y dio la vuelta pensando que ya se le habría pasado el cabreo.
Cuando bajaba ya cerca de las huertas llegó el “Tío Cascallana” (abuelo de los
Caspín), que a voces y con la manos en la cabeza le gritaba – “Juan vamos a por ella
que si volvemos sin nada nos mata a los dos”. Subieron los dos juntos a por la vaca, la
bajaron y para Noceda se la llevaron. Allí se la zamparon a cuenta del tío Aurelio y la
tía Narcisa.
En 1936 asesinaron a Eulogio, hijo del “Tío Goxieiro”, hermano de Pepe
(General del Ejército), Natalia, Amable (maestra nacional del pueblo durante bastantes
años), Miguel y Rufino. Fue monje cisterciense en el Monasterio de Viaceli, situado en
Cóbreces, Cantabria. Ha estado a punto de ser beatificado por la Iglesia Católica, pero
no ha sido posible ya que, según sus familiares, la Iglesia dice que no cumple ciertas
condiciones como: saber del cadáver o tener testigos de su ubicación. Parece que
prendieron a varios monjes, les cosieron la boca, les ataron una piedra al cuello y los
arrojaron al mar en la Bahía de Santander. De todas formas los monjes tienen una gran
placa en su claustro con los nombres de los hermanos mártires (sin reconocimiento
oficial) y para Gloria de Quintana ahí está el hermano Eulogio.
El día 3 de diciembre, de madrugada, hacia las dos, se llevaron a los Padres y
Hermanos Cistercienses de la checa. Unos llevaban amarradas sus muñecas con
cuerdas, otros amarrados de dos en dos".
No se supo más de ellos ni se encontraron sus cadáveres, lo que hace suponer
que o fueron despeñados por el acantilado del Faro de Cabo Mayor, o sumergidos a la
entrada de la bahía de Santander, o fusilados en las tapias del Cementerio de Ciriego.
Aunque ha habido indicios de las tres posibilidades, hasta ahora solamente se sabe
con certeza que fueron a la muerte por ser religiosos. Que los mataron por odio a la fe,
y que fueron fieles a Cristo en todo momento.
Preparados con tanto fervor remota y próximamente, anhelando con tantas
ganas morir por Cristo, y enardecidos por el ejemplo del P. Pío que con tanto ardor los
preparó hasta el último instante, es justo suponer que la paz, serenidad y fortaleza,
estimulados mutuamente, las vivieron hasta el fin. El hecho de que no hayan aparecido
corrobora que murieron, y su muerte expresa su fidelidad hasta dar la vida por Cristo.
Si hubiesen apostatado, no los hubiesen matado. (Fragmento del libro: COMO
INCIENSO EN TU PRESENCIA. P.Pío Heredia y compañeros “Mártires de Vía Celi”).
http://www.aviaceli.com/martires.htm
Sólo una persona fue víctima en los límites o alrededores de la localidad. Se
trataba de Domingo, hermano de Angel, hijos de Esteban (“Tío Estebanurro”). Este
Domingo, aquel año de 1936, había quedado de guardia de viñas solo para la parte del
“Rebollo”. Había dos guardas. Una de esas veces que vinieron los falangistas uno de
ellos bajó hasta el puente de “La Pinilla” a mirar para “Reguera la Viña” y Domingo, que
estaba guardado en el castro de La Pinilla, al verlo, bajó junto a él para decirles que le
dieran una escopeta. Al cabo de un rato subieron para “La Plazuela” y Domingo fue a
pedirle al “Embustero” que le dieran una escopeta porque él era el guarda de las viñas.
En “La Plazuela”, uno de los que venía lo reconoció de cuando fueron a Noceda el día
18. Se lo dijo a los otros y esa fue su sentencia. Allí mismo le ataron las manos, se lo
llevaron y lo mataron.
Fueron muchos los movilizados por la guerra desde gente que ya estaba cerca
de los 30 años como Vicente “El Habanero” hasta gente más joven que no había
cumplido los 20. No todos los movilizados fueron al frente. Según cuenta Agustín de
Manuela, además de Vicente y el mismo, estuvieron Miguel de Romero, Benigno (“Tío
Cabra”), Pedro “El Chusco”, Eduardo “El Sastre” y Olegario (seguro que se olvida
24
alguno). Todos pudieron regresar a la tierra que les vió nacer excepto Olegario (21
años), hijo de la “Tía María” (“La Morica”, vecina de “La Italiana”), que tuvo la
desgracia de dejarse la piel en aquella locura. Según Agustín, murió en el frente de
Teruel sobre Diciembre de 1937. Estaba destinado en Infantería en la zona llamada del
Cerro Gordo cercana a las minas de Utrillas. Agustín estaba en las sierras de
Albarracín cercanas al lugar.
Puntualizar que uno de los que más tiempo estuvo, ya que lo reclutaron al
principio y estuvo hasta 6 meses después del fin de la guerra, fue Baldomero Molinero
(el cartero) y además estuvo en Zapadores, un cuerpo de élite. Por ser un experto
artificiero en voladuras de puentes polvorines y fuertes, estuvo en todos los frentes y
los movilizaban cada poco a donde se les necesitaba. Dice Santiago el hijo de
“Buergas” que le gustaba narrar que al finalizar la guerra recibieron un pequeño
homenaje los seis supervivientes de su escuadra en Coruña donde se licenció (le
regalaron seis latas de sardinas y un salvo conducto para viajar en tren sin límite de
kilómetros, “hasta onde quisiera”).
Manuel Olano Pastor en una artículo periodístico (Argutorio nº 12/11 de 1º
Semestre de 2004) escribe: “Finalizado el conflicto, la resistencia mantuvo en vilo al
ejército franquista, lo que se infiere de una circular emitida en Bembibre el 8 de
noviembre de 1939... Desgraciadamente es cierto el peligro de los rojos; brotan por
generación espontánea. Batidos en la Cabrera se corren hacia esta parte y aparecen
en Molina, y, acorralados en Asturias, asoman por las cercanías del Bierzo. Hace ocho
días bajaron seis, armados con fusiles, a Quintana de Fuseros, donde robaron lo que
tuvieron a mano...” Pero mejor veamos como nos cuenta este episodio Pepe de
Agustín: “Esta partida de maquis bajaron directamente a robar lo que pudieran en casa
de “Panicio” (actual casa “El Vasco”), que se constituyó como el cabeza de la Falange
en Quintana y que además tenía una cantina donde pensaban encontrar comida y
quizás también bebida. Bajaron por el ñabal de “Pepito” donde “Felipín” metía las
vacas. En el momento que saltaron a la calle desde el “ñabal”, estaba Agustín sacando
la “mañiza” de hierba del pajar, al que saludaron con un “arriba España”. Iban vestidos
de Guardia Civil. Entraron dos, y los otros quedaron por la parte de arriba de la calle
donde entran Julián y “Vasco” para los corrales. Paraban a la gente que pasaba por la
calle y les mandaban ponerse junto a la pared de la bodega de Otero, sin dejar de
apuntarles con las armas. Al rato ya había un grupo de gente allí parada. Y si alguno
decía que marchaba le apuntaban y amenazaban. En esto que va Amadeo y toca al
ganado. En cuanto sonaron las campanas salieron de casa “Panicio” y se fueron
corriendo por las “Estorcas”. Venían buscando comida y provisiones”.
Cuando Manolo “Buergas” les cuenta a sus hijos este episodio, que a su vez se
lo oyó a su padre Andrés “el Andarillo”, que lo vivió en primera persona por ser vecino
del lugar de los hechos, le añade algún detalle más: Ocurrió que estos maquis bajaron
por donde dice Pepe, entraron dos y se quedaron otros dos como escoltas fuera, a la
gente que se acercaba de casualidad les mandaban parar sin más (entre ellos “el
Andarillo”). No venían a robar lo que pudieran y al azar, traían la consigna de hablar
directamente con “Panicio” (como jefe de Falange en Quintana). Se da la circunstancia
que la citada casa tiene una puerta por la parte de abajo que da al reguero, por la que
“Panicio” avisó para que tocaran a fuego y dijeran que el fuego era en su casa. La
gente acudió, creyendo que había efectivamente fuego (en un momento y
prácticamente todo el pueblo, como era habitual) lo que le salvó la bolsa y la vida. O
eso, o una masacre, lógicamente aunque los huidos era gente sensata que, no
mataban por matar, como otros, ni robaban porque si, como alguno. Se han hecho
largos y detallados estudios sobre este tema de la Guerra Civil y es cierto que hubo
abusos por ambos bandos. Pero la posguerra fue larguísima y terrible para los
25
vencidos. Indudablemente en Quintana, aunque parece que fue menos cruenta no
todo fue de color rosa gracias a Panicio. En este pueblo, como en tantos otros,
hubo gente perseguida y acosada durante mucho tiempo después de la guerra..
Otro Domingo, el marido de la tía Antonia, padre de Teresa (Porfirio) y Tino (Aidita),
aunque no murió directamente en la contienda, le propinaron tal paliza que no se
recuperó y a los dos meses de agonía murió en su domicilio dejando viuda y huérfanos
totalmente desamparados. No mataron al Angelón, Federico, Manuel España “Tascas”
(aunque natural de Cabanillas por sus mujer y sus hijos se le considera de Quintana),
etc. porque no pudieron, porque no los pillaron, pero no porque no lo intentaran, o
porque Panicio lo impidiera.
Como episodios a destacar entre muchos podríamos citar dos. “Tascas” se libró
en Cabanillas del “Melucho” (uno de los de Noceda) cuando le apuntaba, gracias a la
osadía que cualquier humano es capaz de esgrimir cuando la muerte la tienes tan
cerca. Estuvo escondido durante mucho tiempo en el monte y esa partida de Noceda
cuando localizaron su “chozo” le prendieron fuego mientras lo rodeaban, escopeta en
mano, creyendo que estaba dentro pero no fue así. Luego se entregó y paso largo
tiempo en la cárcel ubicada donde hoy está el Hostal de San Marcos de categoría
especial en hoteles. Allí comió ratas para no morir de hambre. El otro episodio sería el
de Marcelino (“Patarita”), huérfano que fue criado durante algún tiempo en Quintana y
que al regresar de joven a pasar días en el pueblo se casó con Baltasara. Era el
conserje de la Diputación de León (“Palacio de los Guzmanes”) donde nacieron dos de
sus hijos. Al finalizar la guerra fue denunciado y acusado de ayudar a los vencidos. No
sirvió de nada que tuviera una desmedida invalidez teniendo que abandonar la ciudad
de León en el máximo período de tiempo de veinticuatro horas. Se fue a Quintana y
aún así tuvo la suerte de ir de Bembibre al pueblo por un camino distinto al que algunos
habían creído y donde le esperaban para matarle junto a su mujer y esos dos hijos de
cuatro y dos años. Posteriormente fue reconocida la injusticia y reintegrado en su
puesto, pero tuvieron que pasar quince años de destierro y penurias pues él no tenía
capacidad para labrar el campo.
Evidentemente merecen mucho más homenaje, esta gente vencida, que
los vencedores. No olvidemos que fueron represaliados por defender el orden, la
Constitución y la República legalmente establecidos, en definitiva ellos no fueron los
que se REBELARON. En fin no merece más dedicación este tema, aunque merecería
la pena. Como anécdota contaremos que Pedro “el Chusco” fue voluntario a la guerra
con diecisiete años, además requeté y camisa azul. Cuando volvió sus mejores amigos
y compadres fueron “Tascas” y Federico destacados maquis y contrarios en la
contienda. Por lo que hemos de concluir: no los movían las ideologías, eran sobre
todo PAISANOS (en el más amplio sentido de la palabra) que estuvieron en uno u
otro sitio por circunstancias. Es decir, en Quintana se dio una peculiaridad muy
trascendental para los señalados como "republicanos" porque, a diferencia de otros
pueblos y lugares del país, estos hombres pudieron seguir viviendo y conviviendo con
sus vecinos como siempre debió ser.
LA POSGUERRA
1940: Gentes de Quintana emigran a los países de Nuevo Continente. A partir
de 1492 los españoles concibieron la idea de que las tierras de América o las Indias
Occidentales eran abundantes y fértiles y en ellas se podía alcanzar la fortuna. Los que
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embarcaron con Colón y en los viajes sucesivos eran gente desafortunada, presidiarios
que huían de la justicia y personas con
(Torre
de la
Iglesia
y el
reloj)
2
0
0
9
ansias de riqueza. La travesía era tan incierta y peligrosa que sólo los que no tenían
nada que perder se embarcaban en la aventura (parece que estamos hablando de
las actuales pateras). La idea recurrente era regresar a España enriquecido, aunque
no siempre se alcanzaba tal meta. “Hacer las Américas”, hoy, mantiene ese carácter
lucrativo de ir a la búsqueda figurada del oro.
27
(Fuente
de la
Plazuela)
2
0
0
9
La gente de Quintana también emprendió su particular viaje y cruzaron el “charco”, el
Atlántico, en busca de prosperidad. Algunos regresaron y otros se quedaron allí para
siempre, pero sus descendientes siempre estarán en el recuerdo de esta humilde tierra.
1942: En este año se realiza la traída de aguas a tres fuentes ubicadas en el
casco urbano desde unos manantiales llamados “El Brañuelo” , así como la compra y
posterior colocación de un reloj en la torre de la Iglesia. Ya no se tenía que
acarrear el agua desde la fuente “El Cura” o similares, pues ahora estaba relativamente
cerca de casa incluso algunos con más suerte a la puerta. Además, una campana nos
proporcionaba la hora del día para situarnos mejor en el tiempo. No había necesidad de
ir a la casa del “Tío Tomajillo” a observar el reloj de sol en su fachada, o buscar otro
tipo de orientación, pues el día estaba muy cerrado de nubes y no se reflejaba la
sombra del palito. Sin embargo hemos de resaltar que cuando se intentó colocar el
28
reloj, el mecanismo de pesas para tocar era más largo que la torre existente y no podía
tocar. Así pues se contrató a una cuadrilla de canteros gallegos, llamados “Los
Cerdeiras”, que con sus hábiles manos para picar la piedra alargaron la torre. Todavía
algunos recuerdan los andamios construidos al efecto con dos largos chopos como el
que los mozos preparaban para hacer “El Pendón”.
Posteriormente, aprovechando la misma traída se construyó en el norte del
pueblo, en el paraje denominado de “El Canalón”, “El Lavadero” para que las mujeres
sintieran menos los rigores del invierno y el sol del verano a sus espaldas mientras
lavaban las ropas. Después de estar abandonado durante bastantes años, actualmente
ha sido rehabilitado gracias a unos fondos y al trabajo desinteresado de unos pocos.
(El Lavadero ya
restaurado)
2
1943: El “Tío Vizcayo” consigue la “Licencia de Tabacos” para ejercer la venta
0
de ese producto en el bar de su propiedad. Posteriormente vendió esta posesión,
0
quizás porque su única familia era su hermano el “Tío Pimiento”, a “Tato”, que también
9
traspasó llegado a su jubilación. Puede parecer anecdótico este hecho pero tiene su
importancia ya que la apertura y comercialización de un establecimiento de estas
característica, aún hoy en día, está regulado por el Comisionado para el Mercado de
Tabacos, que es un Organismo autónomo de la Administración General del Estado
adscrito al Ministerio de Economía y Hacienda.
1944: De la mano de Lorenzo “La Caramela” llega al pueblo la primera bicicleta
de la que tengamos testimonio. Cabe recordar que la invención de la misma con el
diseño más parecido al que conocemos data de 1890, así que tuvieron que transcurrir
más 50 años hasta que la viésemos rodar por este lugar.
El 3 de enero de 1944 se produce un grave accidente de ferrocarril en el túnel nº
20 en la localidad de Torre del Bierzo. El tren accidentado era el Correo-Expreso 421
que desde Madrid llegaba diariamente a Coruña y Vigo. Los muertos del accidente
oscilan entre los 78 de un acta oficial, hasta los 500 del Libro Guinness, pasando por
los probables 250.
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De este mismo año es el acta que reproducimos a continuación y que nos ilustra
sobradamente con su lectura:
-El 20-10.-1944 es presidente Don Manuel González Álvarez y Vocales Don
Francisco Arias Peña Y Don Rogelio Álvarez López. Levantan acta, junto con la
comisión encargada de la traída del agua para la reparación y conservación
sucesiva de las fuentes.
- “Desde el día de la fecha perderán el derecho a figurar como vecinos de este
pueblo, aún cuando residan en él, todos aquellos que no hallan satisfecho las
cuotas que se les impusieron para la traída de aguas. Por tanto, no tendrán
derecho al aprovechamiento de aguas para el riego ni otros varios, como son
leñas, tuérganos, fuyacos, carbón, pastos comunales etc...si alguno de ellos se
sobrepasara, será retenido su carro o feije con cualquier clase de
aprovechamiento que traiga y, subastado en público concejo, además de exigirle
daños y perjuicios ante la autoridad competente.
- No se les repartirá el racionamiento, aunque tengan la correspondiente cartilla,
pues si ellos se consideran sin deberes, el pueblo los excluye de todo derecho.
- Los vecinos que vengan de fuera y fijen aquí su residencia, pagarán 150
pesetas. Si alguien de fuera se casa con persona de aquí y fijen en este pueblo
su residencia, pagará 75 pesetas. Pasaran a engrosar estos fondos a los de los
dañadores de las fuentes. Serán exigidos por una comisión y todo el vecindario
queda obligado a colaborar y descubrir a los dañadores que obran de mala fe,
pues de lo contrario se arruinará la traída de aguas que tantos sacrificios costó”.
1945: Un vecino emprendedor, el “El Tío Miguel” inicia la elaboración de
gaseosas en un pequeño local de la parte norte del pueblo. El agua de los manantiales
del “Brañuelo” ya no se queda en el casco urbano sino que, a través de esta naciente
industria, se empieza a distribuir por la comarca. Aquella principiante fábrica tuvo su
continuación familiar en la actual “Espumosos López S.L.”
De este año reproducimos también este acta:
-El 21-1-1945 se acordó solicitar a la compañía eléctrica “la Siderúrgica de
Ponferrada”, tenga a bien conceder alumbrado al pueblo en general,
especificando
el número de luces por vecino, y firmando los vecinos al
lado de las luces
solicitadas.
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(Ruinas de los lavaderos de CIRSA. Se
han demolido y ya no se pueden ver)
1950-1951: Se conecta la luz de la ELSA desde la mina de MINEX a la
población, colocando el transformador a la entrada del pueblo por “Las Linares”. Se
permiten los “Arrotos” de los parajes de “Ramines” y “Los Mozones”. Aunque el terreno
era duro de roer, en esa época se empieza a usar el arado de hierro. Este resistía
mejor las piedras y las raíces, así que se rompía menos.
1954: Un grupo de amigos o compañeros (Heriberto, Antonio, Avelino y Aniceto,
más tarde Domingo) crearon la orquesta “Flor” y extendieron su música por distintos
lugares de la provincia. Alguno de los componentes, si insistimos mucho, aún nos
deleita con sus melodías. En este mismo año hubo un intento de prestar el servicio de
viajeros por Boeza que emprendió Venancio Rojo “El Pollo”. Compró un pequeño
autobús, al que cuenta llamaba “La Rubia”, y como no tenia licencia para conducir
contrató a un conductor de Almazcara, pero el empeño duró poco; suponemos que el
precio del billete y número de viajeros no era rentable (las subvenciones estatales a
este tipo de servicios y otro muchos aún tardarían muchos años en llegar).
1957-1958: Se construye el “Puente de La Pinilla” donde demuestran sus
conocimientos los canteros del pueblo como Tío Tono, “Lico”, Logio, “Furriel”…. Desde
Boeza y llegando al pueblo daban la bienvenida al viajero los lavaderos de una mina,
pero además el camino se bifurcaba en dos puentes muy cercanos ambos. Parecía una
revolución de accesos en toda regla. Por estos mismos años inicia la empresa “Balín”
un servicio de viajeros por el camino de “Las Canadales” pero no tenía una frecuencia
diaria. Era fácil adivinar su llegada en los meses de verano, pues el polvo que
levantaba por “El Toral”, “La Grisuela” y “El Rollo” se vislumbraba casi desde cualquier
lugar en que te encontraras. También, posteriormente “El Embustero” recogió el testigo
de “Balín” pero, de igual modo que años ante “El Pollo”, abandonó y a las pobres
gentes de Quintana no le quedaron mas que el burro y sus piernas.
1958: Se construye la carretera de Bembibre a El Valle. Es de destacar este
evento porque la previsión de la Diputación de León, promotora de la obra, era
31
continuar la misma hasta Quintana. El trayecto más corto desde el pueblo a Bembibre
es sin duda utilizando esta vía. Los vecinos siempre la usaron para acercarse a allí, no
sólo para los ya referidos transportes con carro, sino para otros menesteres a caballo,
en burro o a pie, pues la distancia entre los dos núcleos se acorta unos seis km. La
idea de D. José Eguiagaray Pallarés, presidente de la Diputación, era unir El Valle con
Quintana y a la altura de “Rabinas” (por donde siempre fue el camino) hacer un ramal
para Cabanillas y San Justo, pero estos se opusieron porque querían un enlace directo
para ellos desde El Valle. A tal pretensión la famosa frase del Presidente: “Me es más
barato traer a vivir a la calle de Ordoño II a los habitantes de Cabanillas y San Justo
que construir la carretera en esas condiciones. La vida da estos disgustos y Quintana
se quedó sin la ansiada carretera.
Aproximadamente sobre el año 1959 empieza a realizar el servicio de viajeros
de Bembibre a Boeza la empresa Fernández, lo que supone que a la distancia de
poco más de cuatro kilómetros de caminata ya puede uno enlazar, dentro de lo posible,
con un medio de transporte eficaz.
En la década de 1950 hay que destacar las múltiples fraguas de las que dispuso
el pueblo, Todos los hermanos “Los Pinto” (Aurelio, Victorino, Angelón, Lico, Tono)
tenían la suya propia. Y varios vecinos más también, entre otros “Pellejón”, el “Tío
Sierra”, Federico…. Llegan además las primeras cocinas de hierro con depósito donde
se podía tener agua caliente al efecto. Decían que las mejores eran las del número 9 y
se traían de Vizcaya. Las dos primeras también pertenecieron a “Los Pinto”, Aurelio y
Baltasara.
Cabe destacar en el mismo período el gran número de Telares (Flora, Saturna,
Manuela, etc. ) donde se hacían verdaderas obras de arte (los mantones) con los
trozos de telas que ya no se usaban. Eso si era reciclaje en regla. Merecen especial
mención los molinos arineros de agua que llegaron a ser más de una decena: dos en
Minex, uno en “La Pinilla”, uno en Las Escuelas, “Rengas”, “Pontón”, “La Patoya”,
cuatro más por los parajes de “Carrallabrada” y “La Canalina”, y uno “El Nuevo” en la
fábrica antigüa de la luz. Como se sembraba mucho y se molía también mucho no
podían faltar hornos para cocer pan. Se podían contabilizar entre veinte y treinta
hornos.
32
Molino de La Canalina en restauración
PRIMEROS PASOS HACIA EUROPA
En el año 1960 se construyen de hormigón los puentes que unen las dos orillas
del arroyo. Eran de madera y todos los años había que repararlos y renovarlos. El “Tío
Pepón” fue el adjudicatario de las obras. La llegada del cemento permite otro tipo de
construcción más resistente. El dinero necesario se consigue con la venta de la madera
de “La Devesa” que cortaban los mozos del pueblo y se vendía a comerciantes de ese
sector.
1961: Hacia cinco años (1956) que habían comenzado las primeras emisiones
regulares de televisión en España pero por estos lugares aún se seguían las noticias
por medio de las radios fijas y se dejaban ver los transistores y porta-casetes que,
principalmente, traían los emigrantes. Sin embargo en este año aparecen los primeros
receptores de televisión en el pueblo. El bar de Benito y Nely, situado junto a la
Iglesia, coloca uno de estos. Las antenas se sitúan en el denominado “Castro Rubio”
(“Las Estorcas”) para poder captar la onda y los cables se extienden ladera abajo hasta
alcanzar los aparatos. Su ubicación era en terrenos particulares y el tendido también
cruza fincas con dueño, pero una vez más la caballerosidad y la amistad hacen la
ardua tarea de aunar esfuerzos. Ver Eurovisión, los Barcelona-Madrid o el “Tiempo” en
el Telediario para saber si al día siguiente se puede ir a segar “El Llarguín” o no, bien
merece la pena dejar que pase el cable junto a las zarzas o el castaño, pues no les
hace daño.
1964: Llega el servicio telefónico al pueblo. Aunque de forma un tanto
arcaica, pensarán muchos, pues sólo se instala un aparato en casa de Pepe y
Florinda. Por fin la gente de Quintana podía comunicarse con sus familiares a través de
ese medio. Ya no sólo eran las cartas que “Mero el Cartero” llevaba y traía con su
caballo desde Noceda. El llamar desde allí a otro lugar era bastante sencillo (algunas
veces teníamos lo que ahora llaman los peritos “overbooking”), pero la verdadera traca
33
se producía cuando desde la distancia se intentaba comunicar con alguien del pueblo.
Había que dar avisos, muchas veces previos, y esto muchas veces era una odisea.
Aún con todos esos inconvenientes el hecho supuso un gran avance, pues te
enterabas de un acontecimiento en tu familia con relativa prontitud. Sin ese artilugio
podíamos tardar muchos días para saber de la noticia, aunque ahora no sólo la
conocías tú sino todos los que estaban tomando el vermouth o comprando el pan.
“La tienda de Cabezo” era como el comienzo de las grandes superficies de hoy
que conocemos como “Centros Comerciales y de Ocio” donde encontramos de todo.
Allí, además del teléfono y chatos de vino, había panadería casera, conservas,
ferretería, menaje, prendas de vestir, calzado… y salón de baile o cine según terciara el
día o la celebración. Una solemnidad para el recuerdo era, cuando en las vísperas a las
“Fiestas Patronales”, las mujeres se reunían en torno a cubos y calderos para batir los
huevos y hacer los roscones, que metía en el horno donde Pepe igualmente cocía el
pan.
1965: Antonio de Ceferina y Benito de Nely compran, el día 7 de septiembre
según nos declara el propio Antonio, un Land Rover y comienzan a realizar un
concierto de traslado de viajeros por el Camino de las Candales. Este fue el primer
servicio de transporte público propiamente dicho con el contó el pueblo y único
durante mucho tiempo. Posteriormente se separarían organizándose individualmente
con lo que el beneficio para los vecinos fue mayor al poder contar con dos vehículos.
Las décadas de los 60 y 70 es cuando Quintana supera los 600 habitantes,
pero es también cuando comienza la diáspora en busca de otros trabajos mejor
remunerados y de perspectivas más halagüeñas. La emigración a los países europeos
como Alemania, Francia y Suiza se hace patente, igual que en el resto de España, en
esta localidad. Casi todos regresaron, alguno incluso falleció y allí quedaron sus restos
para siempre, pero a la vuelta ya no se asentaron en Quintana sino en núcleos de
mayor pujanza económica. Su pretensión no sólo era la de ganar ellos en calidad de
vida sino además la de proporcionar a sus hijos un futuro mejor.
Durante La Navidad de 1970 (21 de Diciembre 1970 al 3 de Enero 1971) se
produce en la península Ibérica una de las mayores olas de frío de las que se
conservan datos. Aunque no hay constancia de las temperaturas que se
34
(En estas fotografías se puede observar el contraste del aspecto que tenía las calles en
la segunda de la década de 1960 y actualmente. Son frente al bar “La Calzada” y
desde ese mismo lugar la calle en dirección norte, donde el reguero fue canalizado bajo
el asfalto cuando se instaló el agua corriente en las casas).
35
RED ABASTECIMIENTO DE AGUAS A LAS VIVIENDAS. 2009B
36
ASÍ ESTÁN NUESTRAS CALLES EN MARZO 2009B
alcanzaron en el pueblo, baste decir que debieron ser bajísimas. La ciudad de León
registró -11º y -13º los días 27 y 29 de diciembre respectivamente. Además los chorros
de las fuentes ornamentales se helaron por completo creando un gran espectáculo
visual. Los que mejor sufrieron ese temporal fueron los que habían salido a estudiar
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fuera, pues las calefacciones de la gran mayoría de los colegios habían reventado y el
comienzo del segundo trimestre se retrasó hasta finales de enero.
1972: Habían pasado 30 años desde la llegada del agua a las fuentes pero aún no
estaba en la casas. Además, aunque se hacían esfuerzos por ubicar pozos de
desechos, estos no servían de mucho y por las calles corrían los desagües de casas y
cuadras. Pero este año, por fin y mediante fondos de la Diputación, se realiza el
alcantarillado general y la acometida de agua potable en las casas, aprovechando
los mismos manantiales de “El Brañuelo” (traída del agua a tres fuentes en el año
1942) y la construcción de un depósito. A partir de ahora “El Lavadero” pasaría a la
historia pues ya se podía instalar en la casas, para descanso de tantas mujeres, la
lavadora.
El año 1973 está marcado a nivel nacional por la llegada al Ministerio de Educación de
D. Julio Rodríguez Martínez que estableció el año escolar “Juliano” (así llamado en
referencia a su nombre), consistente en hacerlo coincidir con el año natural. Así pues,
los estudiantes de Quintana no comenzaron el curso 1973-1974 hasta enero de 1974
(las vacaciones de verano duraron hasta navidad) con vistas a finalizarlo en diciembre
del mismo año. Sin embargo, una vez iniciadas las clases en enero, cesan a Julio como
ministro y en su lugar nombran a D. Cruz Martínez Esteruelas. No fue nada extraño que
nada mas tomar posesión vuelva a decretar que el curso, al igual que en el resto de
países europeos, comience en otoño y finalice con la llegada del verano. Para ajustarlo
de nuevo, se recortaron un poquito las materias y se alargó hasta julio la finalización de
las clases.
Todo esto no sería tan curioso si no fuera porque el tal Cruz Martínez era hijo de
un señor criado en Quintana. Una de las maneras de prestar atención a los niños
hospicianos era entregarlos a las familias que los solicitaran a cambio de una
prestación económica, se suponía que para cuidarlos y educarlos. La cruda realidad es
que los utilizaban para las tareas mas agotadoras con mala alimentación (para casi
todos los miembros de la casa era mala pero para estos peor) y con apenas tiempo de
aprender a leer o escribir. Es fácil distinguirlos por el apellido “Blanco” que todos
llevaban por no ser reconocidos por alguno, incluso los dos, de sus progenitores. En
cuanto alcanzaban los catorce o dieciséis años trataban de independizarse y algunos
permanecieron el pueblo por el cariño o amistad que les vinculó a las personas con las
que habían compartido esos años. Sin embargo, otros se fueron buscando un provenir
mejor y quizás a sus ascendientes.
En fin, volviendo al aludido Cruz, algunos vecinos con la sana intención de
solicitar su ayuda para el pueblo donde había correteado su padre, acudieron a él y,
aunque parezca mentira, les recibió y mantuvieron una entrevista cordial. Pero todo se
quedó solo en eso: saludos, complacidos, conforme…
38
(Panorama de un rincón del pueblo a finales de los años 70 y en la actualidad)
1975: De nuevo el espíritu de “Fuenteovejuna” –todos a una-, por el que siempre
se caracterizó este pueblo, se pone de manifiesto al dotar de cemento las principales
calles de la localidad. Fue un arduo trabajo de todos los vecinos que además
pusieron utensilios y herramientas que nunca recuperaron. Pero la obra ahí quedó para
disfrute de propios y demostración del resto de poblaciones. Un muchacho joven y
alegre se atrevió a remitir a un periódico provincial un pequeño artículo que
39
repr
oduc
imos
a
conti
nuac
ión.
Se
trata
ba
de
José
Luis
Vidal
,
bom
bero
que
falle
ció,
años
mas
tard
e, en
acto
de
servi
cio
en la
ciudad de Valladolid. Mientras la política sufría la convulsión de la muerte de Franco, el
pueblo aunaba esfuerzos para dejar libres de barrizal son dos principales arterias
urbanas.
1976: Llega la democracia al país y también en el pueblo de vislumbra la luz de
los nuevos aires de libertad. La claridad llega a las calles y se instala un alumbrado
público con determinados elementos que ya no depende sólo de la buena voluntad del
pedáneo para colocar una bombilla en determinada esquina. A partir de ese momento
no se podían hacer trastadas amparándonos en la oscuridad, pero había mejor forma
de acercarse a jugar la partida en el bar o avisar al vecino para que fuera a regar el
“prao de Chanos”. Incluso en las noches bochornosas de verano, algunos empezaban
a permitirse el buen hábito de realizar paseos nocturnos.
1979-1980: Se construye la carretera de Noceda hasta Quintana. Es de
resaltar la forma en que, la inmensa mayoría de los vecinos ceden, sin contraprestación
alguna, parte de sus tierras. Igualmente realizan, en muchos casos, de manera
particular y coste propio los trabajos de contención de los terrenos y el acceso a los
mismos. Primero se realiza la explanación y asentamiento del firme para
posteriormente (dos años) asfaltarla. Pero ya con la primera de estas tareas –
explanación y firme compacto- se consigue el servicio regular de viajeros, que
actualmente persiste, desde Bembibre a través de la empresa Autos Pelines.
1981: Mediante la compra de unos terrenos por parte de los vecinos en el
Humiral, junto a las escuelas llamada “Nuevas”, se inicia la instalación de zonas
40
deportivas y de recreo. En este lugar se construye posteriormente la denominada
Casa de Cultura.
En el transcurso del año se amplía el cementado de más calles con el esfuerzo
de la gran mayoría de vecinos.
(Grupo de vecinos cementando la calle de Los Rabanales)
1982-1985: Se prolonga la carretera que venía desde Noceda hasta Boeza
continuando a Igüeña y se realiza el asfaltado de la misma.
1989: Mediante RD 2248/1984, de 28 de noviembre, sobre extensión del servicio
telefónico en el medio rural, se determina la implantación de esta utilidad en todos los
pueblos del territorio español. A Quintana llega con un poco de retraso –5 años-, pero
llega y todos los vecinos, de forma individual, tienen la posibilidad de conectarse
a la red telefónica.
Durante las fiestas del 15 de Agosto de este año se da un hecho curioso en el
pueblo: Debido al número de solteros que habitan en el mismo, se prepara una
caravana de mujeres que tiene eco en los principales medios de difusión como puede
apreciarse en la referencia del teletexto que se detalla. No se puede hacer crítica
alguna ni a favor ni en contra, simplemente decir que, fruto de aquel encuentro y otro
posterior, no se produjo pareja alguna.
41
1990: Se hace público en el Boletín Oficial de Castilla y León, de 13 de
Noviembre el DECRETO 212/1990, de 8 de noviembre, por el que se declara de
utilidad pública y ejecución urgente la Concentración Parcelaria de la zona de NocedaQuintana de Fuseros (León). La urgencia brilla por su ausencia, pero en los
Presupuestos de la Junta de CyL para 2009, según los distintos medios de
comunicación, se tiene en cuenta esta iniciativa tan esperada durante muchos años.
El Pleno de las Cortes de Castilla y León aprobó hoy con los votos a favor del
PP y la abstención del PSCL y UPL, los Presupuestos Generales de la Comunidad
para 2009, que ascienden a 10.584 millones de euros, un 1,93 más que este año, y la
inclusión de seis enmiendas de la oposición y tres transaccionadas por valor de 1,3
millones de euros… Por otra parte, las Cortes de Castilla y León aprobaron la
introducción de tres enmiendas en la Consejería de Agricultura por valor de 400.000
euros, dos más en Familia con un coste de 700.000 euros y una transaccionada en
Cultura
por
200.000
euros…
Así, en la Consejería de Agricultura y Ganadería, que cuenta con un
presupuesto total de 676,59 millones de euros, se incorporaron tres enmiendas del
Grupo Parlamentario Socialista (las números 30, 32 y 33) que hacen referencia al inicio
de las obras de concentración parcelaria en Noceda-Quintana de Fuseros, a la
ampliación de la partida presupuestaria para la concentración parcelaria en La Tuda y
la realización de caminos rurales en la Reserva de Villafáfila.
1997: Se publica en la Revista de Folklore patrocinada por Caja España y la
Fundación Joaquín Díaz el artículo “Lengua y tradicción del Bierzo Alto (I) de Aníbal
Arias Barredo, donde se da a conocer el lenguaje de esta comarca. Y nada mejor para
42
ello en palabras del autor: ”… ofrecer las representaciones de mi pueblo natal Quintana
de Fuseros, sencillamente porque es lo que mejor conozco, un material de primera
mano, objeto de vivencias personales en la casa y en la calle”. Todos los que deseen
conocer algo de esta localidad sólo tienen que recrearse con la lectura de los
contenidos de estos articulos.
2003: En este año se organiza la 1ª Ruta MTB Quintana de Fuseros con gran
éxito de público y participantes. Desde ese año se ha venido convocando sin
interrupción y fruto de la superación de este acontecimiento es que en el año 2009, el
pueblo acogerá la “Final de la VI copa Hispabike de BTT” que se celebró el sábado
13 de junio por la tarde para la categoría de escuelas y el domingo 14 de junio por la
mañana la Gran final de dicha prueba donde pudimos no sólo ver sino también disfrutar
enormemente con las
Avd. San Mamés ,
69 * TLF. 987 227 254*
León
categorías: Cadete, Junior, Sub-23,Eltite y Master. El Ayuntamiento de Igüeña, la
Asociación Juvenil de Quintana de Fuseros, el Polideportivo Bembibre BTT,y el CD
Publimar, hicieron todo lo posible para que fuera un gran éxito esta fiesta de BTT. Ese
mismo año de 2003 se hace pública la web www.fuseros.org de Ovidio Molinero Segura
donde se da a conocer Quintana de Fuseros desde distintos aspectos como historia,
etimología, vestigios, etc.
2007: Ildefe –Instituto Leonés de Desarrollo Económico, Formación y Empleo- es
la sociedad municipal del Ayuntamiento de León que se encarga de la promoción
económica y el fomento del empleo. Desde su fundación en el año 2000, Ildefe
desarrolla diversas actuaciones especialmente orientadas a emprendedores. En este
contexto de apoyo permanente al espíritu emprendedor, Ildefe ejecuta el proyecto
Imagina de la iniciativa comunitaria Equal, desde marzo de 2005 a diciembre de 2007.
Los inventores -personas imaginativas, creadoras, emprendedoras- son los
protagonistas de la revista “Nuestros Inventores”. La publicación de 2007 refleja, a
través de entrevistas, la experiencia de 23 innovadores –particulares y pequeñas
empresas, principalmente- que demuestran cómo la innovación puede estar presente
en los más diversos sectores y aspectos de la vida.
43
Una de las seleccionadas fue: Sistema modular de corte longitudinal.
Descripción: Sierra que permite hacer cortes en diversas posiciones y longitudes. Está
planteado para cortar madera, pero puede utilizarse para otros materiales.
Aplicaciones: Cualquier superficie plana. Estado: Patente a nivel nacional. Ventajas:
Por su reducido tamaño permite cortar tablas en árboles de grandes dimensiones que
se encuentran en lugares de muy difícil acceso. Nombre del inventor: Olegario
Segura Parrilla. Profesión: Mecánico Edad: 55 años. Lugar de nacimiento: Quintana
de Fuseros (León) .Lugar de residencia: Rodanillo (León). Olegario Segura, apostilla el
autor del artículo, ha inventado una sierra que permite un corte de gran longitud sobre
cualquier material. Su reducido tamaño permite que se pueda transportar a cualquier
lugar, en especial a aquellos de difícil acceso.
DEMOGRAFÍA
Población de Quintana en años anteriores a 1950:
1591: 55 vecinos.
1753: 75
“
(Quintana 66 y Herrerías 9)
1787: 77
“
(Quintana más Herrerías)
1797: 260 habitantes.
1843: 200 “
1881: 280 “
1900: 290 “
1910: 250 “
1920: 317 “
1930: 360 “
1940: 534 “
Población de Quintana en los últimos 58 años, por año y número de habitantes
censados.
1950: 496
1975: 622
2001: 328
1956: 571
1981: 538
2006: 288
1960: 618
1986: 504
2008: 267
1965: 667
1991: 398
1970: 648
1996: 360
OTROS DATOS
PRESIDENTES DE LA JUNTA VECINAL:
1934: Felipe García
1936: Manuel Álvarez Arias
1939: Ángel Álvarez García
1942: Manuel Álvarez Arias
1944: Manuel González Álvarez
1947: Isidro Segura Segura
1949: Isidro Segura Segura
1952: Isidro Segura Segura
1954: Valentín Molinero Álvarez
44
1959: Rogelio García Arias
1961: Valentín Molinero Álvarez (Escuelas)
1963: José Antonio Álvarez Castro
1965: José Antonio Álvarez Castro
1968: Isidro Álvarez Vega
1969: Manuel Álvarez Arias
1971: Eloy Castro Arias
1979: Adolfo Segura García
1983: Francisco Espinosa Marqués
1987: Eloy Castro Arias
1991: José Crespo García
1995: Antonia Rojo García
1999: Juan Santiago Segura
2003: Isidro Álvarez Barredo
2007: Isidro Álvarez Barredo
2011: Isidro Álvarez Barredo
COMPARATIVO CATASTRO MARQUÉS DE LA ENSENADA (1750-1754)
Nombre de
1 la población
Mineria y
17 manufactura
QUINTANA
DE
FUSEROS
HERRERIAS
DE MARCIEL
FOLGOSO
DE LA
RIBERA
1 casa
8 molinos
6 molinos fragua + 3
4 lagares
arruinadas
LA RIBERA DE
FOLGOSO
BOEZA
IGÜEÑA
8 molinos
3 lagares
1
batán/pisón
5 molinos
10 molinos
18 Esquilmos
201
49
135
73
186
200
66
9
63
30
90
157
casas
97
pajares
9 casas
4 pajares
1 corral
108
211
casas
98
pajares
34
bodegas
67 ccc
139 casas
54 pajares
12 bodegas
41 ccc
82 casas
74 pajares
19 solares
217 casas
98 pajares
14 casas arr.
Nombre de
1 la población
COLINAS
LOS
MONTES
URDIALES
NOCEDA
CABANILLAS
SAN JUSTO DE
CABANILLAS
Mineria y
17 manufactura
5 molinos
4 molinos
3 molinos
2 pisones
41 molinos
5 molinos
7 molinos
256
160
33
143
14
103
48
29
24
24 casas
12
pajares
13
terrados
180
44
63
289 casas
112 pajares
84 casas
49 pajares
115 casas
55 pajares
19 Colmenas
20 Ganadería
21 Vecindario
22 Casas
18 Esquilmos
19 Colmenas
20 Ganadería
21 Vecindario
22 Casas
Nombre de
1 la población
47 casas
28 casas
19
7 pajares
pajares
7 terrados
9 terrados
QUINTANA
DE
FUSEROS
ROZUELO
EL VALLETEDEJO
VILLAVICIOSA
DE PERROS
BEMBIBRE
PONFERRADA
6 molinos
1 molino
3 lagares
2 molinos
4 lagares
3 molinos
2 lagares
10 molinos
6 hornos
12 lagares
10 molinos
1 cortijo de
fábrica-suela
201
21
105
5
63
48
Mineria y
17 manufactura
18 Esquilmos
19 Colmenas
20 Ganadería
45
21 Vecindario
22 Casas
66
31
157
casas
97
pajares
39 casas
20 pajares
61
bodegas
78
112
casas
51
pajares
47
solares
81
bodegas
21
138 + 2 ext
510
45 casas
16 pajares
10 bodegas
164 casas
69 pajares
18 bodegas
20 solares
570 casas
46
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