OJEADA HISTORICA Al SIGLO XVIII.

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NÚMERO 30.
30 DE SETIEMBRE DE 1 S Í 3 .
Este periódico, al cual se suscribe en Salamanca á 4 rs. al mes en las librerías de D . Juan José Moran y
D. Domingo Blanco, y 3 rs. fuera franco de porte en las principales del reino, se publicará una vez cada semana.
ADVERTENCIA.
so rey como al onemigo común : en efecto en
1687 se forníó la liga de Ausbourg, cuyo p r i Por olvido dejó de ponerse al final del drama mer suceso fue colocar al príncipe de Órange
inserto en los números anteriores el nombre de Guillermo en el trono de Inglaterra , siendo el
fit autor D . Sanliago Dio»o Madrazo.
segundo una guerra casi general que empezó
en mar y tierra gloriosamente para la Francia,
mes que vencieron sus ejércitos á lo largo de
a orilla del l l i n , y derrotaron sus escuadras
OJEADA HISTORICA A l SIGLO XVIII.
á las ilotas holandesa 6 inglesa, y acabó como
hemos dicho por la paz de Ryswit, después de
tremendos desastres: el principal de ellos fue
Miraban todavía los consejeros de las nacio- el combate naval de la llogue, desde el cual
nes á la casa austríaca como la dominante de no ha vuelto la Francia á pretender la dominaEuropa , á pesar de la visible debilidad de la ción de los mares.
rama española v á pesar de las empresas cada
Llegados á este punto, es decir, puestos en
Vez mas animosas de los franceses; el ver la el principio del siglo X Y I l l , nuestra narración
traslación de la prepotencia á la casa de Bor— correrá por la guerra española de sucesión,
bon l'ue muy lento porque muchos millones de por las empresas de Pedro el Grande y Cárlos
hombres no dejan sino muy poco á poco y con XII de Suecia, por el glorioso reinado de Feharta pena hábitos antiguos: fueron menester derico I I y por la guerra de sucesión austríala invasión poco duradera hecha por Turena en ca , luego por el alzamiento glorioso de las co16(55 á la vista del rey en los Paises-Bajos, so- lonias americanas de Inglaterra, para acabar
bre los cuales tenia este mas miras que dere- por la espantosa revolución Francesa.
chos por la muerte de Felipe I V , para empezar
Cárlos 11, que perdió á su padre de cuatro
á desconfiar de la ambición francesa: la con- años, que estuvo alejado siempre de los n e quista del Franco-Condado en 1()68, que se le gocios, tan débil de cuerpo como de espíritu,
desgració aunque no del todo , porque cobró y que nosotros llamamos el hechizado, presenterritorios en otra parte, para difundir la alar- tó uno de los reinados mas fatales que hemos
ma : la segunda invasión de los Paises-Bajos conocido en nuestro pais. Sin sucesión de sus
»or Condé y Turena en 1672, que resistieron dos mugeres hizo presentir ya los juegos f ú os holandeses por la inundación de su país, nebres que se le preparaban, su corle mienpero que le valió al rey por contragolpe la i n - tras vivió fue un teatro de intrigas miserables
corporación definitiva del Franco-Condado, ya en favor de la dinastía auslriaca , ya de la
para conocer del todo sus planes dominadores, de Borbon, y lo fue también de fanatismo: t u pues que amenazaba con 400,000 soldados y vo el desconsuelo de saber que las potencias
100 navios, al dar la paz á Europa en 1078, de Europa se repartían sus dominios, y dejó
es decir, aquella paz fementida durante la cual al fin en su testamento nombrado heredero del
se apoderó de Esírasburgo y otras plazas: todo reino al duque de Anjou, que tomó el nombre
estp que decimos fue menesler para que se de Felipe Y .
perdióse la memoria de las glorias de la casa
Este nieto de Luis X I V entró en Madrid en
auslriaca , y se mirase decididamenlc al íasíuo- 1701 , fue reconocido al pronto por Inglater-
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ra, Portugal, Sntm'yH y TTolimda ; poro luc^o de Carlos que se había declarado mavor á los
se encontró casi toda la Europa oscuadronaila 15 años, y que tendria entonces 18: pues bien,
en dos bandos , jino de ios cuales oslaba f o r - venció ai primero al pío de las murallas de Comado por Franeia y España , y el otro, que t e - penhague, y le dictó una paz desinteresada en el
nia á su cabeza al emperador Leopoldo , que tratado de Travendall: seis semanas duró esta
prete.ndi» la sucesión para su hijo Carlos de ca- guerra. Voló luego á Nerva sitiada por cien
si todas las «demás naciones europeas: g u e r r e ó - mil ¡usos y forzándole» en sus líneas con un
se en Italia , en la Peninsala, perdimos á M e - ejeTci til Ido e 0 r0()í) ho mWe» h\ zo mor i r 30,000,
norca y Mallorca, á tiibrídtar, laiiibien perdi- i'indió 20,000 y cogió prisionero ó dispersó el
mos Iraidoramevile á Nápolc* v á Cerdeña, vió- resto ; mandólos á sus hogares mitad armados,
se España cruzada de ejércitos extranjeros en mitad desarmados , y solo conservó los genera•varias direcciones, y el rey turo que salir de les : no tuvo el rey en esta campaña memoraMadrid. Las batallas de Aboansa y de V d l a v i - ble mas que 2,000 soldados fuera de combate:
ciosa , ganada la primera por el duque de Ber- marcha después sobre Varsovia , y aprovechán•wit,, y la segunda, por él de Vendóme , y los dose de buena política y destruyendo cuanto
triunfo» en F h u i d » del mariscal de Villars tra- encontraba al paso con el valor de sus suecos,
jeron la paz de ÍJtreeh en 1713: también la hace elegir en 1705 rey de Polonia á EstanisCataluña nos dió mucho que hacer en esta con- lao Leszinki. Vuelve luego en mala hora s o tienda , siendo castigada á la rendición de Bar- bre el Czar con intento de destronarle, pasea
celona con la perdida de sus fueros.
triunfante la Rusia basta las cercanías de MosCon mas prudeiicia Alberoni, hecho primer kow alborotándola los cosacos, y es derrotado
ministro en 1717, hubiera sido un segundo l i i - en 1709 en Pultawa por los rusos; retírase á
chelieu: con suma reserva dispuso «na flota de Bcnder entre los turcos, entre los cuales fue un
5í) bajeles, 10 galeras y 35,,(100 hombres de de- huésped muy iuqmeto, porque no pudo armarsembarco r conquisíáronse Cerdena y la Sici- los contra, la Rusia: escapa y llega á Straelfund,
lia ; pero una liga encabezada por el empera- donde fue sitiado, pudiéndose fugar todavía,
dor y hecha por la Francia, Inglaterra y H o - y mucre al íin en el sitio de FVederischal en
landa estorbó todos estos planos, Felipe V, cu- 1718 haciendo la guerra á la Noruega. Tal fue
iros primeros pasos fueron escelentes, no obtu- Carlos X I I : escusado es decir que este héroe
ro ia paz sino con la condieioo de despedir al no trajo sobre su patria mas que desastres, y
cardenal; esto acaecia en 1720. La hipocon- que (odas sus conquistas se desvanecieron c o dría que padecía el rey le hlzó renunciar fa co- mo el humo.
rona en su híjb Luis que m a r i ó á los pocos meA l lado de este bizarro y aquijotado guerreses ,. el padre'volvió á e m p u ñ a r el cetro dando ro campea con mucha ventaja el carácter o r i muestras, de buen administrador „ de reparador ginal y á veces verdaderamente grande del r u de la riqueza pública y de cscelente monarca so Pedro I , que empezó su reinado en unión
si hubiera sabido eontcnor las intrigas de los con su hermano mayor el enfermizo Iwan V ,
nacionales y de los ostranjeros que cuajaban el muerto en 1G96: al lado de Le Fort, aventurepalacio. Ya se discurre que fuimos franceses ro genovés , aprendió el arle militar, empezanen este reinado. De su primer matrimonio con do desde tambor á la vista de toda su corte,
Luisa Sabop,. muger superior y que le sostu- lomó la plaza de Azof, baluarte contra los t u r vo en traaces muy difíciles , tuvo á Fernando cos, y el año de 1697 empezó á correr de i n V I , que le sucedió en 1746: de su segunda es- cógnito la Europa, sediento de saber, con la geposa Isabel Fa'rñégío á Carlos, que reinó en Par- nerosa intención de hacer una revolución civima, luego en Nápídesy Sicilia,- que él supo con- lizadora en su pueblo; 'en Saardam, pueblo de
quistar avudado del célebre caudillo el duque Holanda, estuvo dedicado á la carpintería, v i de Montemar, cuando en 1733 la casa españo- sitó á Lóndres y á Viena; pero una revolución
la de Borbon se unió á la francesa contra el em- movida por la intrigante Sofía le hizo volver
perador , con motivo de la elección de Estanis- de priesa á su país: en 1711 se vió perdido con
lao para el trono de Polonia , y mas tarde en su ejército á las orillas del Pruth en guerra
España misma. Femando, tercer hijo de Car- contra turcos, y debió la salvación á su esposa
los l i í , reinó en las dos sicilias.
Catalina. Mas adelante emprendió nuevos vía—
Ilabíafise conjurado para repartirse la Sae- jes como monarca , v isitó á París en 1717 ; y
cia Felipe IV de dinamarca, Augusto de Polo- á la vuelta este héroe semibárbaro hizo morir
nia j Pedro el Graude contra ía tieraa edad • á su hijo ; fundó á Petcrsbourgo , creó un» ma-
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riña de 40 navios y 400 galeras, y dotó á su la guerra. Pudiéramos comparar, asi en el coreino con buenos eslablecimienlos" cienlíficos, razón animoso como en las virtudes, esta ptí—
atrayendo con su munificencia ios sabios es- regrína mugor con nuestra Isabel la Católica.
tranjeros; hablaba muchas lenguas, era e n Federico I I , vigoroso de cuerpo, de alma
tendido en muchas- ciencias, practicaba hasta enérgica , sabio poco común , de carácter jusla cirujía , y su única ambición ora crear: m u - ticiero , y escelente administrador de su» estarió en 1721 <|e un ataque de orina. Este s á r - dos , desplegó sus grandes talentos militares cu,
mala era crue] , vinoso , lascivo , despótico de la guerra de siete años que así se llama la de
Carácter; pero echó los cimientos á la grande- sucesión austríaca. Los trances dilicilísimos de
za de lUisia, y dió á su gobierno esa política ella pusieron á prueba mas de una vez su v a perseverante delante de la cual se ¿miañan t o - lor : venció en Molewííz. en Czaslau, en P r a dos los obstáculos.
ga y en Friedberg. Volvióse á guerrear en 1755,
Tiempo es ya de hablar de la Prusia : bajo y dos años después tuvo contra sí á la llusía,
el electorado de Federico I , hijo de Federico el imperio , la casa de Austria , la Sajonia , ¡a
Guillermo llamado el Grande, fue erigido el Suecia y la Francia , y no fue menos grande en
Erandembourgo en reino con el nombre de las desgracias que en las victorias : ocupáronle
Prusia por el tratado de Utrech ; y en 1713 em- sus estados , tomáronle la capital , fue batido
pezó su reinado Federico Guillermo 11, arran- por los rusos, batió á los austriacos , y volvió
cando en su carrera de donde parten todos los á ser batido en Bohemia: finalmente los t r i u n buenos monarcas, eslo es, por eí arreglo de fos esplendorosos de liosbach, y de Breslaw,
la hacienda , por el fomento de la riqueza , ú n i - le procuraron la ventajosa paz de 17í)3 , danco medio de mejorar aquella , por la buena do al celebrarla palabra de votar al archiduque
administración de justicia y por la severa d i s - J o s é , primogénito del emperador, por rey de
ciplina de las tropas. Era ademas económico romanos. No volvió á alterarse al menos en l i d
este r«y : únicamente los reyes económicos grande la paz entre el Austria y la Prusia, y el
han hecho cosas buenas duraderas. Se batió rey dedicó todo su tiempo á procurar la dicha
con ventaja y muy provocado contra Carlos X I I , desús pueblos y á sus tareas filosóficas, mantey murió en 1740, Sucedióle á este Carlos F e - niendo relaciones con los principales sabios de
derico 11, llamado el gran Federico , que acá* Europa, y escribiendo la historia contemporá1)0 de dar á la Prusia la importancia que hoy nea y sobre otros muchos asuntos. Murió en
tiene en Europa. Estamos en las guerras de su- 1786 , y es muy triste tener que decir que un
cesión austríaca.
hombre, un soberano de sus prendas haya de. Había muerto Carlos VT en el mismo año y jado la sospecha de mirar todas las religiones
no había dejado mas hijo que á María Teresa con el mismo desprecio.
reina de H u n g r í a , casada con Francisco E s F]n nuestra España á Felipe V , muerto en
teban de Lorena , gran duque de Toscana , en 1746, sucedió Fernando el V I , hombre sesudo,
favor de la cual había hecho todo lo que a l - poco dependiente de la Francia y que se r e canza un tierno padre para asegurar la suce- trajo muy breve , vista la mala fe de su g a b i sión. Conjurarónsc contra ella muchag poten- nete, de'los auxilios que para la guerra de sucias , Federico se apoderó de la Silesia que no cesión austríaca le prestaba. E l único fruto,
volvió á soltar , los franceses llegaron casi á las bien escaso en verdad , que la casa de Borbon
puertas de Viena ; sostúvola únicamente su á n i - sacó do esta guerra , fue el establecimiento del
mo verdaderamente real al principio, la noble- infante D. Felipe en Parma , y todavía con reza húngara sempiterna enemiga de su familia servas mezquinas que Cárlos rey de Ñapóles
luego, sabida es la esclamacion unánime de su no quiso consentir. Por lo demás el monarca
Dieta al verla con su niño en los brazos en su español siempre estuvo enamorado de la paz y
respetable abandono moriamur pro rege nos- de sus beneficios, y no favorecieron poco estro Marta Theresia, y mas tarde por la Ingla- ta bella inclinación los ministros Carvajal y marterra, por la Rusia y por la Holanda. Se ba- qués de la Ensenada , dado á conocer por Patitalló en Alemania, en Italia y en Fjandes con ño, ministro de Felipe V , Ensenada comprenencarnizamiento pero al ün tuvo el sin igual diendo los verdaderos intereses de la patria se
placer de hacer elegir emperador á su espo- dedicó al fomento de la marina, primera n e so , tan desgraciado en los combates como va- cesidad de una nación de 500 leguas de costas,
leroso y entendido , y de triunfar del duque y con inmensas posesiones en Ultramar; Espade Baviera, elegido emperador al principio do ña fue acatada y solicitada á la vez por Fraacia
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En Rusia á Pedro el grande Catalina 1 su esé Inglaterra porque supo sor independíente de
una y otra. Tal fue el empeño que mostraron posa : á esta Pedro 11: á este Ana : á esta hvan
los ingleses contra Ensenada, que á su caula en V I , á este Isabel : á esta Pedro-111, á este Cala1754 escribió Kcone el famoso dicho «ya no se lina 11 en 17(52. La primera Catalina, que había
harán en España mas navios.» En 1755 acon- nacido en una condición común, fue digna de suteció el terremoto que se estendió desde nues- ceder á Pedro : la segunda , que era bija de un
tras costas hasta las de África v América , y ar- principillo y estranjera , llevó adelante la emruinó á Lishoa , los negocios de cuya corle d i - presa de los dos. Reunió muchas posesiones al
rigía el célebre Pomhal. Fernando'el V I m u - imperio, pensó en coronarse emperatriz de
rió en 1759; en su reinado se celebró el famo- Oriente, hizo con fortuna la guerra á los t u r cos, dió á sus pueblos nuevas leyes, mantuvo
so concordato con la santa sede.
Luis X I V al cual sucedió Luis X V , menor la paz entre el rey de Prusia y el Austria , honde edad, murió en 1715, entrando en la r e - r ó los sabios , dió aumentos al ejército y á la
gencia el duque de Orleans: la corte del regente marina , y fue uno de los soberanos que se refue una corlo de malas costumbres ; y aunque partieron la Polonia. Grande hubiera sido esta
pensó en remediar el desorden de las rentas muger si no hubiera dejado fundadas sospepúblicas , primero estrujando, á imitación de chas sobre la muerte de su marido , y no pocos
Sully , á los que se hablan enriquecido con las recuerdos de sus liviandades.
calamidades del reinado anterior , y luego con
A Francisco I , esposo de María Teresa , sulos planes del famoso Law, el paradero fue cedió el humano y poco diestro José I I , y á esuna bancarrota, último término del crédito que te Leopoldo I I en 1702.
no se funda en el buen estado de la agricultuCarlos I I I vino á España agriado contra los
ra, del comercio y de las artes. Declarado el rey ingleses, que en ocasión importante le a r r a n mayor en 1723, y casado en 1725 con María caron en Nápoles una concesión ; sin embargo,
Leezinska , hija del dos veces nombrado rey de este rey era sobrado justiciero, prudente y
Polonia Estanislao , que trajo aunque por me- muy amante de la paz y de la prosperidad de
dios no esperados la Lorena y el Bar á la Francia, sus pueblos para dejarse arrebatar inconsideraentró al fin en el ministerio el cardenal Fleuri. damente de la ira , que para todos , y señaladaLa Francia sostuvo en una guerra gloriosa mente para los monarcas , suele ser consejera
dirigida por el mariscal de Villars la causa del muy peligrosa: infinitas mejoras materiales t u rey polaco por los años de 1733 contra el em- vo España durante su reinado , que c o m p a r á n perador Carlos I V . Tres guerras grandes se dole con los mas de los de la dinastía a u s t r í a hicieron bajo este reinado , esta fue una: la se- ca puede llamarse glorioso: artes , ciencias , cagunda la de sucesión austríaca, en la cual inter- minos , canales, poblaciones nuevas, puertos,
vino el rey fallando á sus empeños ; pero de un marina , legislación , costumbres, todo fue obmodo avenajado , ganando en persona la bata- jeto de su paternal solicitud: en su tiempo se
lla de Fontenoy sobre los ingleses: y la terce- formaron los últimos sabios españoles que llera la que se movió contra ¡os ingleses en 1755 varon el sello patrio : de entonces acá han vescon motiTO de algunos territorios incultos en tido librea estranjera; sin embargo, en 1761
el Canadá: pero las Ilotas francesas quedaron se celebró el pacto de familia , y se empezó
destruidas y las rentas en un estado deplorable: una guerra desgraciada contra Inglaterra y Poren 17G1 se celebró el pacto de la familia b o r - tugal , perdimos la Habana y Manila que no r e bona, y Luis X V , hombre de bien, sensible y cobramos sino por la cesión de la Florida y
buen rey murió en 1774; asi en este reinado otros territorios á aquella , y á este la colonia
como en el anterior continuaron gobernando del Sacramento ; mas tales quebrantos eran llevaderos porque caían sobre una nación pacífilos favoritos y las damas.
En Inglaterra á Guillermo I I I de Nassau su- ca dentro, rica y bien administrada. En 1766
cedió en 1702 Ana, hija de Jacobo I I , bajo cu- cayó F^squilache á impulsos de un motin, ea
yo reinado se cubrieron de gloria los ejércitos 1767 se espelieron los jesuítas , que hablan s i ingleses mandados por Malborough : á esta so- do arrojados ya de Portugal y de Francia ; R o berana sucedió Jorge I , de la casa de Bruns- da, Campomanes, el Padre Osma y el conde de
wick, en 1714, á este Jorge I I en 1727 , y á es- Aranda , que anudaba nuestra situación c l á s i te Jorge I I I en 17G0 en cin o tiempo cstendieron ca, política y literaria con las ideas revolucioprodigiosamente los ingleses sus conquistas por narias de Francia, fueron los autores de esta
espuision. D. Fernando, duque de Parma, alumAsia. Africa y América.
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no de Condillac, los ospelió también, no sin dis
neral contra la tiranía , quejándose á compás de
fuslos con Glemente Xíl!. En 1771, año en que la suerte desdichada de los hombres : acrreffá—
empezó su roinadoLnis XVÍ, cmpo/.ó la gnor- oase a esto tina asi en sus obras como en las
r;i do la ¡nílepíMidencia de las colonias auicridá- altas clases de la sociedad francesa reinaba una
nas iiijílcsas, que aeábó en 1782.
incredulidad completa , y que iba cundiendo
Mucho tiempo habia (¡ue estaban en desa- por el pueblo un desasosiego que aunque v a cuerdo las colonias con Lí metrópoli ; pero en go al principio, tomó rumbo nías cierto con la
aquel tiempo para amenguar su deuda la Ingla- llegada de América de Lafayelé v de sus comterra decretó nuevos impuestos á las colonias. paneros. En estas circunsíancias , cón ánimo de
Después de mot ines mas ó menos .estendidos en pedir subsidios y de arreglar la hacienda que
las provincias los representaulos di» eiias se habia venido á tristísimo paradero, se convo—
reunieron el 4 de julio de 1770 y declararon carón los estados generales el 5. de mayo de
la independencia. Socorrió á los insurgentes la 1789. Cuestiones primero sobre el modo de
Francia, ayudóles la España , y después de una constituirse, luego abierta resistencia á las p r e guerra en la que allomaron las victorias con tensiones de la corto, el desvío de la nobleza,
los desastres , fue reconocido su gobierno por del clero , la fuga del rey , la coalición de P i l la misma Inglaterra en 1783. Wasington y Fran- nitz , la guerra estranjera , el oro inglés, las
klin sostuvieron y condujeron la revolución, imprudencias de la reina, el carácter débil del
aquel con sus hechos de armas y con sus v i r - rey , la reducción á práctica de las ideas p r e tudes , este con sus talentos y constancia. La dicadas medio siglo hacia por los filósofos, la
Grecia en sus siglos gloriosos presenta pocos incredulidad de que se hacia gala desde la r e hombres mas grandes que los dos: el primero gencia del duque de Orleans, la furia de los
descendió alegremente del puesto supremo con demagogos y el encono atesorado por las c h la inefable satisfacción de haber formado una ses medias contra las ricas y privilegiadas
potencia libre: el segundo desenvolvió en me- hicieron de esta revolución un campo de b a dio de una sencillez envidiable, talentos cien- talla donde naufragaron las instituciones a n t i tíficos superiores y un tesón incontrastable con- guas , el solio y la religión. La razón humatra el despotismo: éripnit cáelo fulmén, seep— na , el delirio humano diriamos mas bien, en
trungue tyrannis, se ha dicho de él con moti— su borrachera de soberanía osó llamar á j u i YO de sus dotes republicanas y de su invención cio á todos los siglos, á todas las creencias y
del para-rayos. Las dos naciones que ayudaron pedir cuenta de sus miras á la Providencia mis—y
á los americanos sufrieron no escasos quebran- ma : ¡ hasta se quiso hacer depender la existentos con motivo de esta guerra: la Francia i m - cia del Ser Supremo y la de la otra vida de un
portó ideas prácticas do libertad desmedida , y decreto de la convención hecho sobre un i n España dió un ejemplo fatal á sus vastas c o - forme de Robcspierre!... Sin embargo, la r e lonias que por desgracia no fue perdido en ade- volución francesa con su espantosa unidad habia conculcado á los seis años con su planta el
lante.
cuello de los monarcas mas poderosos de E u Hemos llegado al aciago tiempo de la r e v o - ropa , y estaba do hecho encabezada por un pulución francesa. Reinaban á la sazón Carlos I V jante varón con el cual no es posible comparar
en España , Alaría en Portugal, Gustavo 111 en á ninguno de la antigüedad : este fue uno do
Suecia , Cristian V i l en Dinamarca , Federico aquellos hombres á quienes la Providencia deGuillermo I I en Prusia , en Rusia Catalina I I , signa un papel terminante , para quienes no hay
Jorge I V en Inglaterra , Leopoldo I I en A l e - obstáculos mientras le desempeñan , y que se
mania, recien empezada la revolución. Pió V I hunden marav illosamente cuando han concluien los estados pontiticios, y Luis X V I en do su especie de misión.
Francia.
Hé aquí un estrado de la cronología de la
Habíase protestado en el siglo X V I contra
el órden religioso, y desde entonces habíale en- revolución francesa.
1788.
Convocación de los estados gene*»
trado al espíritu humano una actividad como
rales.
febril, porque en el X V I I se protestó en Ingla1789. Su apertura. E l tercer estado se
terra contra el órden político asi como se hizo
constituye en asamblea nacional. Juen Francia á fines del X V I I I de una manera
ramento en el juego de pelota. T o pavorosa. Los filósofos, que en el siglo de Luis
ma de la Bastilla.
XIV habían atinado con tan grandes cosas , empezaron de alii en adelante con una filípica ge1790. Juramento de la Constitución por
1701.
1792,
1793 •
— 238el rey. Abolición de los votos m o násticos , de los derechos leúdalos,
do los títulos do nobleza , y accpla1701.
cion por ol rey de la Constitución
1795.
civil doí cloro.
Adopción de la guillotinad Fuga del
rey y su familia. Tratado de p-ilnifó.
1700.
Asamblea logjsiaíiva.
(íuorra con Francisco JJ emperador.
1707.
Tumulto del 10 de agosto , y sus1708.
ponfion Y encierro del rey. Fuga de
Laravote. Matanzas de setiembre.
1799.
Convención nacional, Repúbliea* Victoria de (JenaínJapes por Dumouriez.
Procoso del rey»
Condcniídion y ejecución del rey.
:
JI ri n
Guerra con España. Tribunal revolucionario. Condenación dé la reina.
Caida do Kobospiorre.
Paz cOn Toscana y con la Prusia.
Supresión del tribunal revolucionario. Guerra de la Vendée. Paz con
España. Directorio.
Victorias de Bonaparle.
Victorias de Bonap irto. Preliminares
do Lfíoben. PÍJZ de Campo Formio.
Espiídjcion de Egipto.
Prisión de Pió V i . Desembarco de
Ponaparto en Frejns, 18 brumario*
(G do nov'eníbroj' Consulado,
Manuel líenneneyiídu Dáxila.
T e n , {jrpa soberana , que en la celeste eurobpe
Acuerdan amorosas las hijas do Sion ,
Ven que ya la mañana con su amarilla lumbre
Le vuelve al triste bardo la paz del corazón.
Yon que el jaiid profano se envejeció en su cuna;
Sus cuerdas dosirozad;is pronuncian solo «Ayer »
El mañana á sus ojos no encierra dicha alguna ;
Desnudo está de ensueños, vacío de pheor.
Sus tendencias de muerte el ánima envenenan,
Marí'hilan la exisíencia , desíruven ja üusior.,
Y el cuerpo enífe placeres lascivos, oneadenan
Los vértigos horrible*; de lúbrica pasión,
J^o el canto positivo de los profanos quiero.
Yo busco entre los buenos al genio pensador;
Líi lira de los |}Í0iej hundióse con Homero ,
La lira del crevealo nació para el fimor,
¡La lipa del creyenío; De sus valientes notas
HaPen brotar los cielos torrentes de salud ,
Que vengan a escucharla filósofos ó idiotas,
Que en ella está la ciencia y en ella la virtud.
Que vengan á escucharla purísimos amores
Que ruedan sobre el seno de tímida vestal,
Mas suayos que el perfume de las primeras flores
Que se abren soñolientas al rayo matinal.
Que vengan á escucharla carísimas protestas
Del templo y los altares al misterioso pie,
Y los que en torno busquen las juveniles tiestas ;
Las fiestas del creyente descansan en la fe.
Su historia es un combate, su nombre os una historia
Que abarca lo pasado y encierra el porvenir,
Que el canto del cristiano comhale por la gloria
Que lleva nuestras almas en pos de otro existir.
La lanza y el caballo apresta ol caballero
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A l rosonar el cnnfo dol hijo de Israel;
Y sobre del rebelde idólatra allanero
Van rodando el pinele la lanza y el corcel.
Y otra vez suena el arpa , y la fatal cuchilla
A l z a Iri uníante e l pueblo on medio del Gedeon,
Y al resonar de nuevo la idólatra gavilh
En medio del mar íiojo se hundió con Faraón.
Y otra vez indipiados cantaron lós profetas
«Ciudad que le envileces, tu existencia acabó,»
Y apenas retumbara la ?oz de los poetas
Tos muros se Jesploman soberbia Jericó.
Los vasos del santuario con sus inmundas manos
Ai •roja en sus fesíúies Nabücodonosor ;
Pero el creyente grita : «perezcan los tiranos ,
Descienda envuelta en rayos la ira del Señor.»
Y la celesíe mano sobré eí manchado muro
Tres píííabras de fuego en su furor trazó ,
Y el déspota insolente de pie, pero inseguro
Sobre el renglón sangriento sus órbitas lijó.
¿Qué dice ese letrero , profetas del abismo?
¿ Q u é dice ese letrero de fuego en la pared?
Hablad, que ya no tiene mí cólera guarismo,
0 al punto vuestras lenguas caerán bajo mi pie.
Y otra vez sonó el arpa «tu imperio y tus vasallos
Caerán bajo las hachas dcf persa vencedor,
Mañana bajo el casco de indómitos caballos
Yerán tu impura frente^ tu bárbaro furor.»
Asi también cayeron por tierra las ciudades
Que en tiempos mas reuiotos brillaron á la par.
j Ay , triste Babilonia , vendrán otras edades
Que en medio de tus ruinas mediten al pasar!
Que si el canto cristiano indignado ó sombrío
Recuerda en los sepulcros tu azoróse existir,
También sobre las tumba» mas suave que el rocío
Encierra entre sus notas la voz del porvenir.
Mas grato que el murmullo que exhalan los palmares
Se empapa en el ambiente que el Záfiro a g i t ó ;
Mas si revuelve altivo sus tonos á. millares ,
{Ay! triste del que impío del ciclo blasfemó.
Resbala entre la risa como el vital aliento
Que rueda entre unos labios bañados de carmin.
Suspéndese cu las flores, derrámase en el viento,
Y vuela; entre las -rdas de hermoso.serafín.
Y rueda entre ios cedros que el. Líbano sustenta
Y alégrase el desierto cuando resuena en é l ,
Y en medio del torrente pacifico se ostenta
Como la voz querida del santo de Israel.
En vano el vulgo necio le escarnece adormido
Sobre el desnudo pecho de infame meretriz,
Que al despertar mañana tal vez arrepentido
Inclinará entre el polvo su indómita cerviz.
¿Qué fue de aquella Grecia de templos rodeada
Que eu báquicas esciena^ su juventud perdió ?
¿Qué fue da aquella reiua de pueblos respetada
— 240 —
Que en brazos del esclavo su vida envileció?
En su indolencia impura se adelantó á deshora
A l negro fatalismo que borra su existir,
Y hora sé alza de nuevo inagnHica y señora
Henchida de las glorias de un helio porvenir.
Sí, que nunca las fuentes del cielo se agotaron,
Los que en el polvo duermen despertarán también,
Que el hosanna que un tiempo los buenos entonaron
Repitan en los cielos las hijas de Salen.
Venid , místicos tonos de la cristiana lira
Que aun llora entre cadenas la raza de J u d á ,
Venid para consuelo del triste que suspira ,
Que el arpa del creyente sus penas calmará.
F . Orgaz.
de
los
nriBosSot* «•oattimtiflos en
el
ÜtalBuaittino.
Rreve idea de la marcha progresiva que
signe la humanidad , especialmente en
la organización política
178
Poligamia. Causa principal de la diversa
situación de los pueblos orientales y
occidentales
38
FILOSOFÍA.
PACr,
Investigaciones históricas sobre el origen
de los conocimientos humanos. . . 91 y 97
Ojeada sobre la marcha y revoluciones de
la lilosofía en liorna. . . . 158, 107 y 173
POLÍTICA.
De la religión y la política
Revoluciones
Inmoralidad de los gobiernos
15G
109
185
ECONOMÍA SOCIAL.
LEGISLACION.
La economía social
Sobre el desafio
m
89
Sobre la esclavitud y la servidumbre. , . 121 Consecuencias de la industria en su actual organización
75
De la sociabilidad del hombre
156
Legislación
187
ECONOMÍA P O L Í T Í C A ,
Discurso sobre el estudio de las legislaciones comparadas. 188, 197 , 200 , 209 y 217
Libertad de comercio.—Tratados de idem.
—Puertos francos
114 y 125
P R O L E G Ó M E N O S DEL DERECHO.
División de la propiedad territorial. . . . 131
Introducción
4
ESTADÍSTICA DE ESPAÑA.
CAP. I . De las leyes. . .
11
CAP. I I . De los derechos.
20
A R T . I.0 Consideraciones generales.-TerI . De los derechos reales
21
ritorio
8 y 13
H . De. los derechos personales
44
(.Se concluirá.)
CAP. TU. De las obligaciones
03
CAP. I V . De los delitos. . . . . . 113 y 123
CAP. V . De las penas
1 ¿ 0 y 148
RECTIFICACION.
CAP. V I . Derecho privado. . . . . . T 101
CIVILIZACION.
Influencia de las mugeres en la civilización.
Amigas de Alfonso el Sabio
.Educación de las n.ugeres de ledasemedia.
20
34
41
En el n ú m . 2 2 , pág. 1 7 2 , col. 2.a, l i n . 46,
donde dice de dos partes del mundo , debe d e cir de f'os partes del ¡jlobo.
S A L A M A N C A : !.\ipr.;-NSA DE MOBAK.
Coucluyc el iiadicc «le los articsilos
COBitcnitlos en el Salmautiuo.
171
201
LITERATURA.
ESTADÍSTICA DE ESPAÑA.
PÁCr.
A B T . 2.° Población
.""31
A R T . 3.° Población
47
A R T . 4.° Producciones naturales. . . . 61
A R T . 5.° Producciones industriales. . . 83
A R T . 6.° Comercio
107
A R T . 7.° Hacienda pública.—Fuerzas m i litares. .
139
A R T . 8.° I n s t r u c c i ó n . - M o r a l i d a d . - C o n clusión
165
FILOSOFÍA DE L A HISTORIA.
Causas y paradero de las revoluciones. .
Constantino el Grande
D . Fray Iñigo Rrizuela
52
HISTORIA.
Historia inglesa, art. I.0, carácter de los
grandes hombres de la revolución i n glesa de 1640
22 y 26
33
Ojeada al siglo X V
Historia inglesa , art. 2.°, la restauración
36
de 1660
Historia inglesa, art. 3.°, algunos rasgos
de la vida del coronel llutchinson. . . 43
Yerdadcra constitución del imperio O t o 59
mano
Ojeada política sobre la historia de España.
Inllucucia del descubrimiento de América
116
sobre España é Inglaterra
Historia del siglo X Y i
. . . 137
Ojeada histórica al siglo XYÍ. . . . 145 j 204
Espíritu de la historia de las cruzadas. . 163
Estincion de la orden de los templarios. 189
194
Ojeada histórica al siglo X V H
233
Ojeada histórica al siglo X V I H
Carácter de ta literatura
Necesidad del estudio de la lengua latina. 105
Obras de D José Somoza. . ., . . 109 y 117
Verdad de los pensamientos.
153
Orden de ios pensamientos
177
Elocuencia forense
193
POESÍA.
La ofrenda
16
Á la muger
24
E l ciego
28
Interior de un templo gótico
40
Á la memoria de D. Manuel José Doyagüe. 66
Traducción inédita de las Lamentaciones
de J e r e m í a s , cap. I I
95
Lamentaciones , cap. I V
103
Romance
112
Á m i patria
151
Poesía
160
La vida
175
La virtud
192
E l arpa del creyente
238
EL DIPUTADO.
Drama en tres actos
219
CUENTOS.
Cuento moral
Lo que puede la ciencia. Tradición. . .
Un desafío en alta mar
Honestus. Cuento fantástico. 118, 126
La ílor y las olas
56
. 79
101
y 133
199
BELLAS ARTES.
BIOGRAFÍA.
E l marqués de Pombal.
16
Ana Rolena , muger de Enrique V I I I . . . 29
Saint-Simon
56
Discurso sobre Doyagüe
67
Comunicado
80
Rreve noticia de algunos hombres c é l e bres que ha producido la universidad
de Salamanca hasta el siglo X V I . . . . 93
Noticia de los hombres célebres que estan enterrados en esta provincia. . . . 142
Catón
l o i
Consideraciones filosóficas acerca de la belleza en las artes y principalmente en la
pintura
Paseo artístico por Salamanca
Armonía entre la poesía y las bellas artes,
art. 1.°
Noticias de algunas obras de D. Manuel
José Doyagüe
.
Armonía entre la poesía y las bellas artes,
art. 2.°
luííuencia del cristianismo en la pintura y
en la escultura
50
53
57
71
73
77
•
Armonía entre la poesía y ias bellas artes,
arl. 3.°
'
Informe de la escuela de S. Eloy sobre los
edificios vacantes de esta ciudad. . . .
según el Génesis
81
Signos indicadores y pronósticos de los
meteoros
180 y 190
182
HISTORIA N A T U R A L .
Consideraciones sobre el hombre y el género humano
Los cuadrumanos
Carniceros mamíferos.. . .
Roedores
GEOLOGIA.
De la creación del mundo y de los seres
METEOROLOGIA.
99
GRAMÁTICA.
Régimen de las preposiciones
136
QUIMICA.
203
Cadáveres embalsamados. .
VARIEDADES.
1
9
17
49
Pensamientos de M . T. Lamcnnais. . . .
Epitafio de Doyagüe
Triunfo del genio.
Remitido
-
48
65
id.
87
.......
104
169
Estragos de la embriaguez.
Á la gloria de España. . . . . . . . . .
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