la literatura del siglo xviii

LA LITERATURA DEL SIGLO XVIII
El siglo XVIII marca el límite histórico entre el Antiguo Régimen y el mundo contemporáneo. En
él se desarrolla un movimiento intelectual y reformista fundamentado en la razón, la crítica y
la experimentación, es la Ilustración. Nace en Francia, con Voltaire, Montesquieu y Rousseau.
Reformas ilustradas
Instauración del despotismo ilustrado en política
Desarrollo social: crecimiento demográfico, teoría del bienestar…
Establecimiento de la filosofía y la ciencia como saberes fundamentales
Predominio absoluto de la razón sobre la fe.
En España, Felipe V, Fernando VI y sobre todo Carlos III traen las ideas ilustradas y las reformas
sociales y económicas para el desarrollo del país. Se crean organismos culturales: Real
Academia de la Lengua, Biblioteca Nacional, Real Academia de las Artes de San Fernando.
Menos creativa que en otra épocas, es una literatura racional, con un fuerte contenido
ideológico. Se cultiva, sobre todo, la prosa (ensayo y crítica) y teatro (comedia). Se aprecian
tres etapas:
Posbarroquismo, donde se imita la tradición barroca
Neoclasicismo puramente ilustrado, que vuelve a la Antigüedad clásica y a la
normativa
Prerromanticismo, que anuncia el Romanticismo posterior
La Poesía
Tradición barroca: Torres Villarroel
Neoclásica:
Cadalso: Ocios de mi juventud
Jovellanos
Menéndez Valdés
Samaniego, La cigarra y la hormiga
La Prosa
Posbarroca: Torres Villarroel.
Neoclásica:
Ensayo didáctico: el padre Feijoo, Teatro crítico universal
Ensayo humanístico: Jovellanos
Sátira social: Cadalso, Cartas Marruecas
Prerromántica: Cadalso, Noches lúgubres
El Teatro
Género de mayor importancia social con una idea reformista de la escena anterior.
Características: separación de géneros, regla de las tres unidades, verosimilitud y finalidad
didáctica.
Posbarroco: comedias de magia, figurón
Neoclásico: tragedia, García de la Huerta Raquel
Comedia: Leandro Fernández de Moratín, El sí de las niñas
Sainetes: Ramón de la Cruz, Manolo
Prerromántico: comedia lacrimosa: Jovellanos, El delincuente honrado