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Rev Esp Patol. 2015;48(3):190---194
R E V I S TA
E S PA Ñ O L A
D E
Patología
www.elsevier.es/patologia
ARTÍCULO BREVE
Hiperostosis frontal interna y meningiomas múltiples
como hallazgos autópsicos incidentales. Aportación de
un caso y revisión de la literatura
Sandra Liliana Quijano Moreno ∗ y Francisco Javier Velasco Albendea
U.G.C Biotecnología, UF Anatomía Patológica, Complejo Hospitalario Torrecárdenas, Almería, España
Recibido el 5 de septiembre de 2014; aceptado el 24 de octubre de 2014
Disponible en Internet el 9 de diciembre de 2014
PALABRAS CLAVE
Hiperostosis frontal
interna;
Enfermedades raras;
Meningiomas
KEYWORDS
Hyperostosis frontalis
interna;
Rare diseases;
Meningiomas
∗
Resumen La hiperostosis frontal interna es una entidad caracterizada por un engrosamiento
óseo desmesurado de la tabla interna del hueso frontal, de carácter benigno. A pesar de que fue
ampliamente discutida en el pasado, esta entidad rara vez se menciona en la literatura patológica actual. Afecta predominantemente a mujeres posmenopáusicas y suele ser un hallazgo
casual durante la realización de pruebas de imagen o de autopsias. Aunque fue descrita hace
más 300 años, su prevalencia se ha visto incrementada desde finales del siglo xx, indicando un
cambio profundo en la fertilidad humana con la introducción de tratamientos hormonales y
nuevos hábitos alimentarios. Presentamos un caso de hiperostosis frontal interna y meningiomas múltiples en una mujer posmenopáusica pluripatológica, que se consideraron hallazgos
autópsicos incidentales no relacionados con la causa de su muerte.
© 2014 SEAP y SEC. Publicado por Elsevier España, S.L.U. Todos los derechos reservados.
Hyperostosis frontalis interna and multiple meningiomas as incidental autopsy
findings. A case report and review of the literature
Abstract Hyperostosis frontalis interna is a benign condition characterized by excessive bone
thickening of the inner table of the frontal bone. Although it was widely discussed in the past,
this entity is now rarely mentioned in the literature. It predominantly affects postmenopausal
women and is usually an incidental finding during testing imaging or autopsy. It was described
three centuries ago but since the late 20th century it has been more frequent, reflecting a profound change in life style, especially with regards to fertility and the introduction of hormonal
Autor para correspondencia.
Correo electrónico: [email protected] (S.L. Quijano Moreno).
http://dx.doi.org/10.1016/j.patol.2014.10.004
1699-8855/© 2014 SEAP y SEC. Publicado por Elsevier España, S.L.U. Todos los derechos reservados.
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Hiperostosis frontal interna y meningiomas múltiples
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treatments, as well as new eating habits. We present a case of hyperostosis frontalis interna and
multiple meningiomas, incidental autopsy findings in a postmenopausal woman with multiple
disease, and unrelated to the cause of death.
© 2014 SEAP y SEC. Published by Elsevier España, S.L.U. All rights reserved.
Introducción
La hiperostosis frontal interna (HFI), una entidad de
etiología desconocida, se caracteriza por un engrosamiento bilateral y simétrico de la tabla interna del hueso
frontal1,2 que ocasionalmente puede extenderse a los huesos temporal, parietal y occipital3 . Dicho engrosamiento se
circunscribe a la parte endocraneal del hueso frontal y no
suele afectar al díploe o a la porción externa del mismo, y
rara vez se extiende más allá de los límites marcados por la
sutura coronal o el recorrido de la arteria meníngea media1 .
Ocasionalmente se ha visto asociada a meningiomas4,5 , neoplasias originadas a partir de las células meningoteliales
y/o aracnoideas, las cuales pueden tener un crecimiento
en placa y extenderse a lo largo de la superficie de la duramadre, penetrando insidiosamente el cráneo y provocando
una expansión osteoplástica y remodelación ósea conocida
como hiperostosis.
Caso clínico-patológico
Mujer octogenaria de raza caucásica, pluripatológica (HTA,
DM2, cardiopatía isquémica, poliartrosis, demencia vascular y obesidad tipo i), que es ingresada por un cuadro clínico
de diarrea de pocos días de evolución, disnea y disminución del nivel de conciencia, que fallece horas después de
su ingreso. Los hallazgos encontrados en el estudio macro
y microscópico configuran el sustrato morfológico de un
cuadro clínico de fracaso multiorgánico en una paciente
de edad avanzada, polimedicada y con lesión crónica cardiopulmonar con bajo gasto de patología de base. Como
hallazgo casual durante el procedimiento de la autopsia
se encontró una HFI y meningiomas múltiples de pequeño
tamaño.
principalmente en la línea media (gránulos de Pacchioni),
algunos con crepitación al corte, así como una tumoración
meníngea bien delimitada y elástica de 1,5 cm. (fig. 1D)
ubicada en la parte izquierda de la tienda del cerebelo y
pequeñas lesiones intraóseas/ectópicas también de características meningiomatosas distribuidas irregularmente en
la fosa craneal media (fig. 1E). Cerebro ligeramente
edematoso con signos atrofia ligera y estructura del Polígono de Willis sin dilataciones aneurismáticas con tramos
vasculares de variable calibre, detectando placas ateromatosas, algunas calcificadas, que en segmentos de arterias
cerebrales medias y vertebrales estenosaban la luz en
un 40%.
Estudio microscópico
Cráneo: a la observación microscópica del díploe y de las
áreas excrecentes óseas, estas se encontraban integradas
por hueso compacto laminar exuberante (fig. 2A y B) que
albergaba, en áreas, tejido hematopoyético normal en zona
medular (fig. 2C).
Cerebro y meninges: plexos coroideos con marcada
concentración de cuerpos psamomatosos y meninges con
granulaciones aracnoideas de Pacchioni prominentes a
expensas de refuerzo fibrótico y colágeno, junto a focos de
osificación/metaplasia ósea, más concentradas en relación
a leptomeninges parasagitales y asociadas a proliferaciones
focales meningoteliales típicas.
La lesión tumoral meníngea de mayor tamaño estaba
constituida por una proliferación meningotelial típica fasciculada, arremolinada y con variable grado de densidad
celular, sin mitosis, con núcleos de aspecto poco agresivo
sin nucléolo prominente ni áreas de necrosis o pleomorfismo
(fig. 2D);el resto de tumores meníngeos, correspondían a
pequeños meningiomas intraóseos/ectópicos.
Evaluación macroscópica
Discusión
Cavidad craneal: tras la apertura de la bóveda craneal
y retirada del encéfalo, se observan varias formaciones óseas excrecentes simétricas (fig. 1A) en la cara
interna de la calota, en relación con la tabla interna
del hueso frontal, que le otorgaban una imagen mamelonada de color blanco-nacarado (fig. 1B) a ambos lados
de la línea media a la que no llegaba a afectar, conformando la apariencia de «alas de mariposa». Alcanzaba
un espesor máximo de 2 cm (fig. 1C), con unas medidas
de 6,5 × 4,8 cm en el lado izquierdo y 6,5 × 5,2 cm en el
lado derecho. Las meninges estaban deslustradas, con presencia de pequeños gránulos blanquecinos concentrados
Las enfermedades raras o huérfanas son aquellas que tienen
una baja incidencia en la población2 . Para ser considerada
como rara, la enfermedad específica solo puede afectar
a un número limitado de personas (menos de 5 de cada
10.000 habitantes)2 . Según la Organización Mundial de la
Salud (OMS), existen cerca de 7.000 enfermedades raras
que afectan al 7% de la población mundial2 . La HFI, entidad
catalogada como enfermedad rara o huérfana, es una patología caracterizada por engrosamiento del hueso frontal a
ambos lados de la línea media, a la cual no llega a afectar1 .
Dicha afectación, por lo general, se circunscribe a la parte
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S.L. Quijano Moreno, F.J. Velasco Albendea
Figura 1 A) La cara interna del hueso frontal muestra un crecimiento óseo multinodular y simétrico que interesa el 50% de la
superficie endocraneal frontal (HFI tipo C). B) Zona de sobrecrecimiento óseo (véase la coloración blanquecino-nacarada del hueso de
nueva formación). C) Detalle del engrosamiento irregular de la zona interna de la calota, sin compromiso del díploe. D) Tumoración
meníngea ubicada en la parte izquierda de la tienda del cerebelo. E) Meningiomas intraóseos.
endocraneal del hueso frontal, no suele afectar a la díploe o
la porción externa de este, y rara vez se extiende más allá de
los límites marcados por la sutura coronal o el recorrido de la
arteria meníngea media1 . Posee múltiples epónimos: endostosis craneal, hiperostosis calvaria interna/mielorreostosis,
síndrome de Morgagni-Stewart-Morel (este último fue descrito por primera vez en una mujer obesa, con hirsutismo
y crecimiento óseo desmesurado del hueso frontal6,7 ; algunos signos y síntomas que se asocian a esta entidad pueden
incluir convulsiones, cefalea, diabetes insípida y trastornos
Figura 2 A) Sección histológica del ectocráneo con hueso denso y compacto (H&E ×100). B) Detalle del sistema haversiano con
laminación concéntrica ósea alrededor del conducto (H&E ×200). C) Corte decalcificado de hueso frontal con cavidades irregulares
de médula ósea y hueso trabecular con extensa remodelación (H&E ×50). D) Neoplasia meningotelial de patrón fibroblástico, arremolinado y fascicular, integrado por células de núcleos redondos u ovales, cromatina delicada, y nucléolos pequeños poco llamativos
con aisladas invaginaciones nucleares-citoplasmáticas (H&E ×200).
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Hiperostosis frontal interna y meningiomas múltiples
de las glándulas sexuales)6 . Estudios más actuales tienden a
considerarla como una entidad independiente1,8 , que en la
mayoría de casos no induce ningún tipo de síntomas8 .
Aunque su etiología es desconocida, se postula una base
genética2,3 . Se han descrito casos de herencia dominante (se
desconoce si autosómica o ligada al cromosoma X)2 . Otros la
atribuyen a alteraciones endocrinas, envejecimiento, dieta
y diversos tratamientos hormonales3,9 . Se la ha relacionado
con la existencia de un desequilibrio hormonal, en relación con una estimulación estrogénica prolongada (mujeres
posmenopáusicas1,7,8 o varones con atrofia testicular)1,3,7,8 ,
lo que conllevaría a reactivar los centros de osificación
ubicados en el hueso frontal8 . El impacto de los esteroides sexuales sobre el crecimiento óseo osteoblástico es
ampliamente reconocido7 . La predilección por la zona frontal puede estar en relación con una alteración del aporte
sanguíneo o una elongación vascular1 . Hipótesis médicas
recientes implican a la leptina en la patogénesis de la
enfermedad7,8 . La leptina es un péptido de 167 aminoácidos
codificada por el gen ob y expresado principalmente en los
adipocitos que actúa sobre el hipotálamo produciendo sensación de saciedad. Sus niveles en suero se correlacionan con
el índice de masa corporal y tiene efectos en diversos niveles
hormonales, aunque su influencia sobre el crecimiento y el
metabolismo óseo aún se debaten. El aumento del metabolismo implicaría un incremento de los niveles de leptina, lo
que favorecería un aumento del crecimiento óseo. Los valores de este péptido se encuentran incrementados en la HFI
y en el sexo femenino7 .
La prevalencia de la HFI oscila entre el 1 y el 12%1,3,8,9
de la población general, prevalencia que se ha incrementado durante el último siglo, especialmente entre individuos
jóvenes, indicando la posibilidad de un profundo cambio en los patrones de fertilidad humana, probablemente
atribuibles a la introducción de diferentes tratamientos hormonales, prolongando de esta manera el estímulo
estrogénico10,11 . La HFI es un hallazgo más común en poblaciones modernas3,8 ; raramente ha sido documentada en
registros arqueológicos1,3 . Afecta predominantemente al
sexo femenino1,2,8 (mujeres mayores de 35 años o de edad
media avanzada)9 en una proporción de 9:11 . En la población masculina (varones ancianos) se ha asociado a casos
de atrofia testicular (hipogonadismo)1,10 . En esta línea, uno
de los pocos casos descrito fue en un varón con diagnóstico
de síndrome de Klinefelter3 . El estudio del esqueleto del
famoso cantante Farinelli (1705-1782), cuyos restos fueron
exhumados en 2006 para ser estudiados y quien fue castrado antes de la pubertad, mostraba una prominente HFI
que afectó al hueso frontal, y la deficiencia de andrógenos fue acusada como la causante de esta anormalidad10 .
Aunque la HFI es una entidad rara en individuos jóvenes,
estudios arqueológicos recientes describen hallazgos de HFI
en un varón egipcio de 25-26 años de edad de la segunda
dinastía de Tarkan (2890-2650 aC) en el sur de Dahshur,
Egipto3 .
Histológicamente es característico un ensanchamiento
irregular del hueso laminar, y en dicha zona puede haber
remodelación de la placa endocraneal1 .
Hershkowitz propuso una clasificación en cuatro niveles
(A, B, C y D)3,8,11 según la extensión de la lesión a lo largo
del hueso frontal. Publicaciones posteriores sobre el tema
confirman dicha clasificación9 .
193
Tipo A: protuberancia ósea aislada, única o múltiple, uni
o bilateral, no superior a 1 cm de diámetro en el lado endocraneal del hueso frontal.
Tipo B: elevaciones óseas sin márgenes claros que por lo
general interesan menos del 25% de la superficie del hueso
frontal.
Tipo C: crecimiento óseo nodular más extenso, asociado
a engrosamiento regular de hasta el 50% de la superficie
endocraneana frontal, tal y como encontramos en el caso
que describimos.
Tipo D: crecimiento óseo elevado excesivo, con participación de más del 50% de la superficie frontal endocraneal.
El meningioma es una neoplasia originada a partir de las
células meningoteliales y/o aracnoideas. Puede aparecer en
la infancia o en la adolescencia12 , pero usualmente ocurre
en la etapa adulta media o tardía de la vida13 . Aunque en
la mayoría de los casos su etiología es desconocida, ocasionalmente surge después de radiación craneal12 , y algunos se
han asociado con tumores estrógeno-dependientes (incluidos cáncer de mama y endometrio)13 . La mayoría surgen
dentro de la cavidad craneal (meningiomas intracraneales),
pero también se reconocen variantes localizadas fuera de los
límites craneales: meningiomas intraespinales, intraóseos o
meningiomas ectópicos13 . Algunos meningiomas pueden crecer en placa, extendiéndose a lo largo de la superficie de la
duramadre, y al penetrar insidiosamente el hueso craneal
de vecindad pueden provocar una forma muy característica
de la expansión osteoplástica y remodelación ósea conocida
como hiperostosis12 .
Se han planteado varias hipótesis que podrían explicar la
ocurrencia de ambos procesos como una alteración vascular
del hueso como consecuencia del propio meningioma o una
formación osteoblástica del tejido óseo regulado por factores secretores (PDGF, IGF-1, IGF-2,TGF beta 1 y 2), como
sucede en la enfermedad de Camurati-Engelmann. Ciertos
autores han sugerido que la hiperostosis podría ser consecuencia de la actividad enzimática de la fosfatasa alcalina
que tendría propiedades de osificación en los meningiomas
con hiperostosis4,5 .
En el caso que aportamos, la HFI fue un hallazgo autópsico incidental en una mujer octogenaria, posmenopáusica
y obesa; la lesión se encontraba en la topografía habitual
con una distribución en alas de mariposa característica, y
en una extensión que la catalogaba en un tipo C.
Responsabilidades éticas
Protección de personas y animales. Los autores declaran
que para esta investigación no se han realizado experimentos en seres humanos ni en animales.
Confidencialidad de los datos. Los autores declaran que en
este artículo no aparecen datos de pacientes.
Derecho a la privacidad y consentimiento informado. Los
autores declaran que en este artículo no aparecen datos de
pacientes.
Conflicto de intereses
Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.
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