CARA Y CRUZ - Foro Fundación Serrano Suñer

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CARA Y CRUZ
La historia política de la España del siglo XX se inicia con el reinado
efectivo de Alfonso XIII (1902-1931) Y finaliza con el de su nieto Juan Carlos I
(1975-2000). Entre ambos, la Segunda Republica (1931-1936), la Guerra Civil
(1936-1939) y el régimen del general Francisco Franco (1939-1975).
Cada uno de estos cinco períodos genera unos protagonistas decisivos,
entre otros de menor significación. Con Alfonso XIII (1886-1941), Figura central
del primer tercio del siglo, comparten la escena política Pablo Iglesias (18591925), líder de las fuerzas sociales emergentes, encarnadas por el Partido
Socialista Obrero Español y la Unión General de Trabajadores; Antonio Maura
(1853-1925), jefe del Partido Conservador, que preconiza la revolución desde
arriba y es el centro de la crisis generada en 1909 por la Semana Trágica de
Barcelona; el general Miguel Primo de Rivera (1870-1930), artífice de la
Dictadura militar que quiebra el orden constitucional y cuya caída precede a la
de la Institución; y Francesc Cambó (1876-1947), dirigente de la Lliga
Regionalista catalana, que ve desplazadas las reivindicaciones regionalistas por
el nacionalismo radical.
En la Segunda República (1931-1936) se enfrentan fuerzas contrapuestas:
por un lado, la izquierda democrática de Manuel Azaña (1880-1940), que para
unos y otros se convierte en la Figura emblemática del régimen del 14 de abril,
y sus afines, y la izquierda no democrática, que a partir de 1934 se hace con el
PSOE y la UGT a través de Francisco Largo Caballero (1869-1946), al que los
comunistas denominan el Lenin español, y que arrastra consigo al nacionalismo
catalán de Lluís Companys (1883-1940), presidente de la Generalitat, a sumarse
a la revolución de Asturias el 6 de octubre de 1934; por otro lado, el
centro/derecha de Alejandro Lerroux (1864-1949), el antiguo Emperador del
Paraleto y su Partido Radical, la derecha democrática del demócrata-cristiano
José Maria Gil Robles (1898-1980) y la Confederación Española de Derechas
Autónomas, y la derecha no democrática de José Antonio Primo de Rivera
(1903-1936), fundador de Falange Española, y los grupos fascistizantes y
monárquicos –alfonsinos y carlistas- parlamentariamente irrelevantes. La
consecuencia última de los enfrentamientos que protagonizaron, simplificando
mucho las cosas, es la Guerra Civil, anticipada por Francisco de Goya y Lucientes
-Don Paco, el de los toros- en sus horrores y en sus desastres.
Durante la Guerra Civil (1936-1939), tras el fracaso del Gobierno Largo
Caballero, en la España republicana el nombre emblemático es el del socialista
Juan Negrín (1892-1956), que como jefe del Ejecutivo encarna la decidida
voluntad de resistencia a todo trance, flanqueado en el fervor popular por
Dolores Ibárruri, Pasionaria (1895-1989), líder del Partido Comunista, que
populariza el eslogan ¡No pasaran!, y por Federica Montseny (1905-1994), la
figura más destacada del anarcosindicalismo, y primera mujer española que
accede al Consejo de Ministros; ambas fuerzas, comunistas y anarquistas, se
enfrentarán en una guerra civil dentro de la Guerra Civil en los hechos de mayo
de Barcelona (1937); en la otra zona el nombre indiscutible es el de Francisco
Franco (1892-1975), que regirá los destinos de España durante casi cuatro
décadas, y con quien su concuñado Ramón Serrano Suñer (1901), amigo
personal de José Antonio Primo de Rivera y diputado de la CEDA, ejerce desde
1937 a 1942 una privanza al principio omnipotente, consolidando al general en
su jefatura política.
En el largo periodo de régimen personal del general Franco (1939-1975)
destaca la figura de don Juan de Borbón y Battenberg (1913-1993), hijo y
heredero de don Alfonso XIII, que se postuló como alternativa válida; la vuelta
de la Monarquía, sin embargo, no se producirá encarnada en su persona, sino
en la de Juan Carlos I (1938), designado sucesor suyo a título de Rey por el
general Franco; de 1976 a 1978 Adolfo Suárez (1932), antiguo secretario general
del Movimiento y líder de la Unión de Centro Democrático, conseguirá como
jefe del Gobierno el desmantelamiento del régimen anterior y la promulgación
de una Constitución de corte democrático; su sucesor en el cargo, tras el breve
interregno de Leopoldo Calvo-Sotelo, será Felipe González (1942), secretario
general del PSOE renovado, que gobernará durante catorce años (1982-1996),
inaugurando el turno pacífico de los dos partidos mayoritarios, ya desaparecida
Unión del Centro Democrático y reciclada Alianza Popular en Partido Popular.
Todas estas figuras -Alfonso XIII, Pablo Iglesias, Antonio Maura, Miguel
Primo de Rivera y Orbaneja, Francesc Cambó, Manuel Azaña, Francisco Largo
Caballero, Lluís Companys, Alejandro Lerroux, José Maria Gil Robles, José
Antonio Primo de Rivera, Juan Negrín, Dolores Ibárruri, Pasionaria, Federica
Montseny, Francisco Franco, Ramón Serrano Suñer, don Juan de Borbón y
Battenberg, Juan Carlos I, Adolfo Suárez, Felipe González- han condicionado en
gran manera la historia política de la España del siglo XX, pero, como es lógico,
son personajes más que controvertidos. Por ello EDICIONES B ha creído que
sería de utilidad para el lector ofrecer una imagen contrastada -CARA Y CRUZque permita su mejor conocimiento, con sus luces y con sus sombras.
Rafael Borrás Betriu
Director
Octubre de 2002
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