KU ROSA WA 101 AKIRA KUROSAWA (Tokio, 1910-1998) Cineasta y guionista japonés de talla mundial. Desde muy joven su inclinación por las artes lo llevó primero a la pintura. Comenzó su carrera cinematográfica al final de los 30 como asistente de dirección de Kajiro Yamamoto en los poderosos estudios Toho, en los cuales realizaría la mayor parte de sus obras. Dirigió en plena segunda guerra mundial al menos cuatro películas alcanzando en 1945 su primer éxito comercial en el mercado local con Los hombres que caminan sobre la cola del tigre, basada en una muy popular obra de teatro Kabuki. Los años de la inmediata posguerra, la derrota y la reconstrucción estuvieron marcados por un estilo mitad realista, mitad melodramático, según las imposiciones de su casa matriz, pero con El ángel ebrio (1948) y El perro rabioso (1949) logra afirmar un estilo propio y la naciente obra de un gran autor. Es la época en que se establece una muy fructífera relación artística con sus tres primeros actores fetiches, Masayuki Mori, Takashi Shimura y el incomparable Toshiro Mifune, con los que realizaría al menos diecinueve de sus treinta y un películas. El reconocimiento internacional vendría con Rashōmon (1950), producida por la Daiei, basada en el relato de Ryonosuke Akutagawa, protagonizada por Mori, Mifune, Shimura y la actriz Machiko Kyo, ganadora del León de Oro en el Festival de Venecia, lo que atraería el interés de la crítica internacional y abriría los mercados mundiales para el cine japonés. La década de los cincuenta, segunda época de oro del cine nipón, será para el autor mayoritariamente la de las adaptaciones históricas o Jidai-geki, con obras de una gran potencia visual como las inmortales Los siete Samuráis (1954), y Trono de sangre (1957), adaptación al renacimiento japonés de Macbeth de Shakespeare, e inclusive La fortaleza escondida (1958). Yoyimbo (1961), realizada en plena irrupción de la nueva ola del cine japonés, marca el paso de la presencia a la influencia internacional, KUROSAWA 101 Sergio Becerra Editor UNIVERSITÉ LUMIÈRE LYON 2 U N I V E R S I T É D E LY O N CUARENTA AÑOS DESCUBRIENDO MIRADAS Gustavo Petro Urrego ALCALDE MAYOR DE BOGOTÁ D. C. Clarisa Ruiz Correal SECRETARIA DE CULTURA, RECRERACIÓN Y DEPORTE KUROSAWA 101 COORDINACIÓN EDITORIAL Sergio Becerra CORRECCIÓN DE ESTILO Viviana Gamboa INSTITUTO DISTRITAL DE LAS ARTES - IDARTES DISEÑO Y MAQUETACIÓN Santiago Trujillo Escobar ARTICULISTAS DIRECTOR GENERAL Bertha Quintero Medina SUBDIRECTORA DE LAS ARTES María Adela Donadio Copello David Reyes Jaime Barrera Mauricio Martínez Juan Diego Caicedo Juan Guillermo Ramírez Sergio Becerra SUBDIRECTORA DE EQUIPAMIENTOS CULTURALES FILMOGRAFÍA Orlando Barbosa Silva BIBLIOGRAFÍA SUBDIRECTOR ADMINISTRATIVO Y FINANCIERO Sergio Becerra Vanegas GERENTE DE ARTES AUDIOVISUALES Juan Guillermo Ramírez Sergio Becerra FOTOGRAFÍA CARÁTULA Toshiro Mifune en Trono de sangre (1957), de Akira Kurosawa FOTOGRAFÍA CONTRACARÁTULA Akira Kurosawa en el set de Barbarroja (1965). ICONOGRAFÍA INTERNA La leyenda del gran judo, 1943; La más bella, 1944; La leyenda del gran judo II, 1945; Los hombres que caminan sobre la cola del tigre, 1945; Los que construyen el porvenir, 1946; No añoro mi juventud, 1946; Un domingo maravilloso, 1947; El ángel ebrio, 1948; El duelo silencioso, 1949; El perro rabioso, 1949; Escándalo, 1950; Rashōmon, 1950; El idiota, 1951; Vivir, 1952; Los siete samurais, 1954; Crónica de un ser vivo/Vivir en el miedo/Si los pájaros supieran), 1955; Trono de sangre/El castillo de la araña, 1957; Los bajos fondos, 1957; La fortaleza escondida, 1958; Los canallas duermen en paz, 1960; Yojimbo el mercenario, 1961; Sanjuro, 1962; Cielo e infierno/ el infierno del odio, 1963; Barbaroja, 1965; Dodeskaden, 1970; Derzu uzala/El cazador, 1975; Kagemusha, la sombra del guerrero, 1980; Ran/ Caos, 1985; Sueños, 1990; Rapsodia en agosto, 1991; Madadayo, 1993. IMPRESIÓN Javegraf ISBN: 978-958-57240-8-2 AGRADECIMIENTOS ESPECIALES Embajada de Japón en Colombia, Fundación Grupo Liebre Lunar (María Sol Caycedo, Javier Gil), José Luis Saavedra, Claudia Barreto, Victoria Bartoli. Nuestro agradecimiento muy especial a S&P Group Investments por su generoso patrocinio de esta publicación. Gerencia de Artes Audiovisuales, CINEMATECA DISTRITAL - IDARTES Carrera 7 No. 22-79, Bogotá, Colombia Conmutador: (571) 379 5750, ext. 250, 251 y 252. Fax: (571) 3343451 Contáctanos en: infocinemateca@idartes. gov. co www. cinematecadistrital. gov. co Síguenos en facebook: http://www. facebook. com/pages/Cinemateca-Distrital Instituto Distrital de las Artes - IDARTES Calle 8 No. 8 – 52 Conmutador: (571) 379 5750 www. idartes. gov. co PUBLICACIÓN GRATUITA. PROHIBIDA SU VENTA Tabla de contenido Presentación 9 Santiago Trujillo Escobar El sol y el espejo: reflexiones múltiples sobre cine japonés con Akira Kurosawa al centro 13 Sergio Becerra Akira: el guerrero de oriente 21 Juan Guillermo Ramírez Yoshitsune, el teatro tradicional y Kurosawa 31 Mauricio Martínez Rashōmon: el final del comienzo 53 Jaime Barrera Akira Kurosawa. La historia de un suicidio frustrado por el sol 81 Juan Diego Caicedo Filmografía 145 Juan Guillermo Ramírez Bibliografía 163 Sergio Becerra Sobre los autores 175 KUROSAWA 101 8 ■ Akira Kurosawa en el set de Barbarroja (1965). Presentación El Instituto Distrital de las Artes- lombiano como tribuna permanente de genera- IDARTES, entidad adscrita a la Secretaría de ción de crítica debate, puestos a disposición de Cultura, Recreación y Deporte de la Alcaldía nuestros autores invitados en cada número, la Mayor de Bogotá D. C. cumple exitosamente su Gerencia de Artes Audiovisuales del IDARTES primer año de vida. Su misión es hacer posible y la Cinemateca Distrital han emprendido una el desarrollo, fortalecimiento y apropiación de línea de publicaciones monográficas, cuyas pre- las prácticas artísticas para el ejercicio de los ocupaciones se han ido extendiendo paulatina- derechos artísticos y culturales de los habitan- mente en términos geográficos y de contenido. tes del Distrito Capital. Hemos enfrentado este En efecto, los primeros volúmenes de reto fascinante que implica el vértigo de la hoja esta colección fueron dedicados a miradas re- en blanco, mirando al futuro desde la certeza trospectivas sobre autores colombianos del de una ciudad que ha decidido fortalecer su ins- documental y la ficción, en reconocimiento titucionalidad cultural, y ha entendido en este a su larga trayectoria, pasando enseguida al primer gesto que el arte es un eje transformador estudio del cine como expresión de lo nacional de los ciudadanos y de los artistas, como sujetos en otros países latinoamericanos, al análisis del creadores de sentidos sociales, éticos y estéticos, panorama de la creación en otras regiones del capaces de tejer diálogos con el mundo. tercer mundo, y a recopilaciones ensayísticas En este empeño, y con tal de fortalecer y profundizar la actividad investigativa como dimensión fundamental del fomento, además del Concurso Anual de Ensayo sobre Teoría, Historia y Estética de la Imagen en Movimiento en Colombia, y de los Cuadernos de Cine Co- sobre cineastas-teóricos de gran actualidad.1 1 Nos referimos a Jorge Silva-Martha Rodríguez: 45 años de cine social en Colombia (2008), Víctor Gaviria: 30 años de vida fílmica (2009), ICAIC: 50 años de cine cubano en la revolución (2009) y Primera Muestra de Cine de Medio Oriente Contemporáneo (2010) [edición bilingüe inglésespañol], y Materia y cosmos, las películas de Artavazd Pelechian [edición bilingüe francés-español]. Santiago Trujillo Escobar | Presentación Santiago Trujillo Escobar 9 KUROSAWA 101 10 No podíamos excluir de esta visión integral e un nuevo milenio. Pretendemos con ello abrir incluyente sobre lo cinematográfico, a creado- también un renovado ciclo de estudio y apro- res indispensables para entender la historia del piación, dirigido a la más reciente generación cine. Muy especialmente aquellos cuya obra de nuestros públicos, reforzando así nuestra ha alcanzado los más altos grados de recono- permanente labor formativa en términos críti- cimiento y universalidad. cos, históricos y estéticos. Es claramente el caso de Akira Ku- Para ello Kurosawa 101 ha querido ge- rosawa, el más representativo de los cineastas nerar una convergencia de miradas entre los japoneses a nivel internacional, y al mismo estudios socioculturales, que le permitirán a tiempo uno de los grandes maestros del séptimo nuestros lectores, y muy particularmente a los arte de todos los tiempos. Portador y conoce- más jóvenes de entre ellos, valorar en toda su dor de la herencia y tradición cultural de su dimensión el origen y la identidad que impul- nación, su obra es un permanente terreno de san al artista, y el análisis cinematográfico, que encuentro entre lo mejor de oriente y occiden- estudia e interroga estéticamente las películas te, combinando la influencia de expresiones surgidas de estas particulares coordenadas. Así, propias, como el teatro Noh y Kabuki, con una dos especialistas de cada uno de estos campos interpretación muy bien lograda de Shakes- del saber nos entregan su aporte a una com- peare, Dostoievski y Gorki. Su visión trágica y prensión total de Akira Kurosawa y su obra. grandilocuente del pasado, inmortalizada en Están antecedidos por una necesaria intro- varias de sus películas sobre el universo samu- ducción sobre el cine japonés, así como de una rái, no le impidió al mismo tiempo desarrollar completísima filmografía y bibliografía que una aproximación realista y contemporánea abarcarán cualquier interrogación o duda po- sobre su país, con una fidelidad sin par hacia sible que emane de la lectura de estas páginas. sus personajes, concebidos con una gran cercanía emocional, y de los cuales se desprende una profunda humanidad. El IDARTES ha contado en este esfuerzo con la generosa contribución de S&P Group, lo cual deja muy en claro el interés de Kurosawa 101 quiere conmemorar el los empresarios colombianos por apoyar el arte inicio del segundo centenario del natalicio de y la cultura. Celebramos esta acción decidida, este artista sin igual, reivindicando la vigencia que marca el camino del mecenazgo de lo pri- y actualidad de estas imágenes inmortales en vado para el mayor beneficio de la política pú- blica y de todos los ciudadanos. Agradecemos entusiastas y amantes del cine en general este igualmente el acompañamiento en todo este Kurosawa 101, pieza analítica e investigativa, proceso por parte de la Embajada de Japón. que hace importantes aportes al mutuo entendimiento entre las culturas del mundo, y a la Es con gran alegría entonces que po- generación de pensamiento sobre una de las nemos a disposición de nuestros lectores, ciné- obras más relevantes del cine mundial de todos filos, estudiantes, investigadores, académicos, los tiempos. Santiago Trujillo Escobar Santiago Trujillo Escobar | Presentación Director General Instituto Distrital de las Artes-IDARTES. 11 KUROSAWA 101 12 ■ Kumonosu-jo (Trono de sangre/el castillo de la araña), 1957 El sol y el espejo: reflexiones múltiples sobre cine japonés con Akira Kurosawa al centro En este mundo, encima del infierno viendo las flores Issa Japón, o Nihon en japonés, 日[Ni],本 En esta nación, Amaterasu, Diosa del [Hon], refiere etimológicamente a la raíz, al sol, uno de los kamis1 fundadores, una de las origen, al zócalo del sol, o desde una lectura fuerzas esenciales de la creación según el culto más poética, al sol naciente. Es tal vez el único shinto,2 espiritualidad originaria y ancestral del pueblo-nación del planeta que surge de una archipiélago, se vio obligada a refugiarse en lo metáfora tan potentemente visual, planteando profundo de una gruta, llevándose con ella al su existencia en términos lumínicos. ¿Y qué es astro mayor, ante la acción de otros kamis, de el cine sino la irrupción y el triunfo de la luz en plena oscuridad? Tal vez entonces, desde su concepción misma, Japón era llamado a convertirse en una de las grandes naciones del cine, siendo este un asunto de luz. 1 Sokyo Ono, Sintoismo, el camino de los kamis. Madrid: Satori Ediciones, 2008, p. 20-21. 2 Lafcadio Hearn anota en Japón, un intento de interpretación. Madrid: Ediciones Satori, 2009, p. 25: “estas formas de culto japonesas se agrupan bajo el término Shinto, que significa “el camino de los dioses”. No se trata de un término antiguo, sino que fue adoptado para distinguir la religión nativa, o “camino” de la nueva religión del Budismo llamada Butsudo o “camino del Buda”. Sergio Becerra | El sol y el espejo: reflexiones múltiples sobre cine japonés con Akira Kurosawa al centro. Sergio Becerra 13 los que disentía. Muchas fueron las argucias de Y al igual que Amaterasu, lo hizo al sus pares para hacerla emerger de nuevo. Ama- inicio pensando que la imagen en movimiento terasu cede finalmente ante el paso alegre y ca- era en esencia un asunto de proyección. ¿Qué dencioso de una danza que hizo brotar en ella más pudo haber hecho el sol en una caverna si- la más incontenible curiosidad. Su sorpresa fue no proyectar sombras, nada más? El kinetoscopio mayúscula al hallar depositado como ofrenda, de Thomas Alba Edison resolvía en efecto este en la puerta de la gruta, entre otros preciados problema. Invento estadounidense cual más, objetos, un espejo. Al reflejarse en él, el poder individualizaba la experiencia perceptiva del de la luz con que la diosa ungió todas las cosas usuario que debía inclinarse ante esta suerte de este mundo fue tal, que la tentación de la de periscopio terrestre invertido, para obtener oscuridad quedó definitivamente atrás. satisfacción por breves instantes, renovables por 3 la cantidad de nickels que tuviera en su bolsillo. El surgimiento mitológico de la luz Sin embargo algo faltaba. Pero, también como en una nación cuyo nombre mismo la evoca, la diosa del sol, la humanidad desertó el aisla- suscita en nosotros una triple lectura cinema- miento individual y fue en busca del mundo. El tográfica. Esta explicación del mundo y sus cinematógrafo de Pierre y Auguste Lumière, no fenómenos, casi contemporánea al mito pla- sólo creó la distancia de proyección, necesaria tónico de la caverna, nos recuerda no solo que al surgimiento de las emociones, en plena os- las imágenes surgen en lo profundo de la oscu- curidad, sino que involucró a los presentes en ridad, sino que además estas son, ante todo, un ellas. No era sólo un asunto de técnica, lo era proceso de creación mental y de pensamiento, sí de creación de un dispositivo y de un público antes que un problema de reproducción de las nuevos, de un colectivo, y por ende de un nuevo mismas. La humanidad tardaría más de dos pacto de representación. KUROSAWA 101 mil trescientos años en resolver técnicamente un paradigma ya planteado desde lo filosófico Desde su nacimiento, los japoneses en occidente y lo teológico en oriente de ma- concibieron esta relación, esta convergencia nera casi simultánea, aunque con resultados entre reflejo y representación, como elemento diferentes. fundamental para aprehender e interpretar al mundo, surgido del pacto entre dioses y 14 hombres, y de la interacción entre la luz y el espejo. Más de dos milenios antes que su resoNelly Dellay, Japón, la tradición de la belleza. Barcelona: Ediciones B, 2000, pp. 14-15. 3 lución técnica por medio del objeto, –occiden- tal este– lograra concretarse, el problema ya basada en kanjis.5 En el reino del medio, China, estaba planteado desde una perspectiva con- el cine, o 電[Dian] 影[Ying], significa “sombra ceptual. eléctrica”. Todo el énfasis de su descripción e interpretación está puesto en su mecanismo, en Es por eso que el cinematógrafo irrum- total concordancia con esta civilización, que se pió en Japón a finales del siglo XIX, como en ha distinguido por resolver grandes problemas el resto del mundo, sin generar mayores resis- técnicos a lo largo de la historia. El cine es en tencias o crear grandes traumatismos. Desde esencia, según esta perspectiva, un invento. Como la gran mayoría de elementos o inventos Al contrario, en Japón, el cine, o 映 no japoneses, fue adaptado muy rápidamente [Ei] 画[Ga], cuyo significado etimológico es como herramienta para, a pesar de llevar en su el reflejo de la pintura, del trazo, de la imagen, seno códigos de representación explícitamente nos plantea una problemática completamente occidentales, como la profundidad de campo, diferente. Aquí no es el cómo sino el qué lo que poder obtener de éste composiciones que res- despierta el interés. También en concordancia pondieran a sentires, necesidades y estéticas histórica con esta civilización, el origen mitoló- propias.4 gico de la luz ya expuesto es retomado en este nuevo concepto, idea reforzada por el hecho Es revelador en este sentido comparar que el kanji 映[Ei], o reflejo, significa el centro los nombres que el cine adquirió tanto en Japón del sol [日(sol) + 央 (centro) = 映 (reflejo)]. como en China desde aquel entonces, nombres Esta relación entre luz, reflejo y pintura nos o conceptos surgidos de la escritura ideográfica, hace pensar también que desde sus inicios el cine en Japón fue concebido como un arte de la representación, prolongando y conteniendo Ya para entonces la perspectiva, como código de representación, había sido integrada exitosamente unas décadas atrás en las artes gráficas japonesas, en las obras de artistas como Hokusai o Hiroshige, por la influencia que impresionistas y post impresionistas tuvieron sobre ellos. Ver Isaburo Oka y Stanleigh H. Jones, Hiroshige: Japan´s Great Landscape Artist. New York: Kodansha International, 1998, p. 96, Melanie Trede y Lorenz Bichler (Editores), Hiroshige. One Houndred Famous Views of Edo. Köln: Taschen, 2007, 294 p. Ver también Jocelyn Bouquillard, Hokusai, treinta y seis vistas del Monte Fuji. Buenos Aires: Electa, 2007, p. 119. 4 en él no sólo la pintura sino todas las expresiones artísticas. 5 Kanji 漢[Kan] 字[Ji], o escritura del pueblo Han, por extensión escritura de los hombres, sistema chino de escritura ideográfica basado en kanjis, ideogramas o pictogramas, adaptado también por Japón en el siglo X. Al respecto Ver Albert Torres y Graell, Kanji, la escritura japonesa. Madrid: Hiperión, 1998, p. 252. Sergio Becerra | El sol y el espejo: reflexiones múltiples sobre cine japonés con Akira Kurosawa al centro. un punto de vista intuitivo estaba allí sin estar. 15 KUROSAWA 101 16 ■ Rashōmon, 1950 También, 画[Ga], pintura, imagen o duda tal en el espectador, pero también entre trazo, se declina igualmente en verbo. Así, 画 los narradores y personajes de la película, que く[Kaku], o trazar, nos permite pensar que todo se vuelve relativo. Nada es absoluto. Es lo detrás de cine en Japón, se encuentra la idea que con razón Keiko Mc Donald denomina de proyectar el trazo. Dicho de otra manera, “dialéctica de la luz y la oscuridad”, refiriéndo- por su concepto mismo, el kanji de cine, según se a la película.6 Aunque capturados en pleno los japoneses, no solo es un lenguaje, en vez de sol, Kurosawa logra extraer toda la oscuridad un invento, sino también y como consecuencia de los motivos de cada uno de los protagonistas, última, la escritura de la luz. trascendiendo lo geográfico del bosque como Todo lo anterior nos conduce a Kuro- eficaz tamiz ético y moral. La verdad relativa sawa Akira [黒澤 明]. El análisis de su nom- y no unívoca fue recibida por la crítica como bre no lo predestina, pero sí explica gran parte un evidente trazo de modernidad. Al final, sin de su estilo, y el talante de su universo ético y saber la identidad del autor del crimen, obvia estético, pues conlleva, tal como lo veremos, a conclusión de una película occidental, el es- una extensión de lo ya planteado. pectador posee en cambio total claridad sobre lo turbio y siniestro de los personajes, desde el Comencemos por Akira [明], doble- ladrón de caminos, hasta el noble caballero, sin mente lumínico y estelar, cuyo nombre evoca olvidar, claro está, la frágil doncella. Esta dua- la claridad, el brillo y la luminosidad. Akira o lidad lumínica, creadora de claridad, hace de el claro, el brillante, el luminoso, es la conver- nuestro autor un cineasta harto más complejo, gencia de sus dos fuentes, diurna y nocturna, sol si se le compara con dos otros grandes maestros y luna [日(sol) +月(luna) =明 (claridad, brillo, del cine japonés y su luminancia: Ozu, cineasta luminosidad)]. Este principio de complementa- del sol y lo patriarcal, y Mizoguchi, cineasta de riedad de las dos categorías de luz, la que exhibe la luna y lo femenino. y la que revela, la de las certezas y la de los misterios, la de lo real y la de lo poético, fue puesta Prosigamos con el nombre de su fami- en práctica de manera magistral por nuestro lia: Kurosawa [黒澤]. Aquí la dialéctica de la autor en Rashōmon (1950), su doceava película, en la cual las dos luces implican también dos o múltiples verdades, generando, a través de los claroscuros de un denso bosque, un manto de Sergio Becerra | El sol y el espejo: reflexiones múltiples sobre cine japonés con Akira Kurosawa al centro. elemento, y convirtiéndolo en un filtro, un 17 6 Keiko I. Mc Donald, “The Dialectics of Light and Shadows in Kurosawa’s Rashōmon”, en Cinema East, A Critical Study of Major Japanese Films. Londres: Associated University Presses, 1983, pp. 23-36. luz y la oscuridad se torna aun más inquietante. cionados, bañados en la hiel de su amargura. 黒[Kuro] es el color negro, y 澤[Sawa] hace No sin razón Kurosawa concibió visualmente referencia al pantano, a las aguas turbias y es- estas estancadas y turbias aguas basado en el tancadas. Kurosawa [黒澤], o pantano negro, más agudo conocedor y despiadado crítico del evoca entonces antagónica e increíblemente poder y sus excesos: William Shakespeare.7 La todo aquello que no es claro, brillante o lumi- muerte de Washizu, acribillado por su ejército, noso, vehiculado en Akira, y que sin embargo, y la locura de Ichimonji, destronado por sus hi- es. ¿Contradicción? No. Una vez más dualidad jos, como metáforas del destino de los hombres y complementariedad de los elementos, entre lo son, con todo y su infinita crueldad, momentos bajo y lo terrenal (los personajes) y lo espiritual sublimes de la historia del cine. Dualidad nue- y celeste (la composición y la puesta en escena). vamente. Kurosawa, cineasta de castillos,8 los Al igual que del sol y el reflejo surge Japón, de filma en todo su esplendor y refinamiento, para la dualidad planteada, insalvable a todas luces, luego destruirlos mejor. emerge la más profunda humanidad de las películas de Akira Kurosawa, condición duramente Trágica y grandilocuente, como las cuestionada por el autor, manteniendo los uni- pasiones humanas, tal es la obra sin igual del versos estéticos y dramatúrgicos construidos luminoso y brillante Akira Kurosawa, cuyo siempre en máxima tensión, al igual que el nombre, cine y país, los unos contenidos en los título de una de sus películas, justamente entre otros, están imbuidos y atravesados por el sol; Cielo e infierno (1963). o por lo menos, retomando a Lafcadio Hearn, eso pretende este sintético intento de interpretación. Este juicio se torna aun más inflexible cuando media en él la tenencia absoluta KUROSAWA 101 del poder. Tal es el caso del señor Washizu en 18 Trono de sangre (1957) y de Idetora Ichimonji en Ran (1985). Serán implacables con sus pares y déspotas con sus súbditos, no se detendrán ante nada ni nadie, ni la predicción de un fantasma, ni la lucidez de un juglar, con tal de obtener y poseer lo deseado. Sin embargo, en la cúspide de su gloria lo perderán todo, y bajarán al más cruel de los infiernos, derrotados, trai- 7 Trono de sangre (1957) está basada en Macbeth, así como Ran (1985) en el Rey Lear. 8 La obra fílmica de Akira Kurosawa está tan ligada a la filmación de los castillos como lugar de predilección de su universo estético, como el cine de Yasujiro Ozu lo está al hogar, o el de Kenji Mizoguchi a los templos. Sergio Becerra | El sol y el espejo: reflexiones múltiples sobre cine japonés con Akira Kurosawa al centro. ■ Kumonosu-jo (Trono de sangre/el castillo de la araña), 1957 19 ■ Ran (Ran/caos), 1985 ■ Ran (Ran/caos), 1985 w ■ Kagemush (Kagemusha, la sombra del guerrero), 1980 Akira: El Guerrero de Oriente Juan Guillermo Ramírez ¿Por qué los hombres no pueden vivir más Esta relación maestro aprendiz será el centro felices? Akira Kurosawa. de muchas de sus películas. El padre, que des- Los grandes artistas les suelen hacer artes marciales y es receptivo con la cultura homenajes, una especie de revisión total de su occidental. De hecho, llevará a sus hijos al cine obra, un balance que demuestre su tempera- a menudo. Akira descubre su inclinación por mento, su talento creador y muchas veces, las la pintura gracias al profesor Tachikawa. Ani- diversas etapas, a veces contradictorias, por mado por un pedagogo avanzado a su época la que ha atravesado su genio. Fue lo que la el joven alumno consigue confiar en sí mismo Academia de Artes y Ciencias Cinematográ- y convertirse en un buen dibujante. Su herma- ficas hizo con uno de los grandes creadores no mayor era un buen lector de clásicos rusos cinematográficos de todos los tiempos: Akira y todo un cinéfilo que trabajaba como ‘benshi’ Kurosawa. Cumplidos los 101 años, su obra es -comentarista de películas mudas- en una sala completa así le haya faltado tiempo y vida para de Tokio. Fue el quién le descubrió a Dostoie- adaptar El otoño del patriarca de Gabriel García vski, Tolstoi, Shakespeare, y sobre todo los Márquez y La Guerra y la paz de León Tolstoi. grandes cineastas del cine mudo: Griffith, Von Stroheim, Sternberg, Ford, Lubitsch; los ex- Nació en Tokio en 1910 y fue el menor presionistas alemanes: Lang, Murnau, Wiene; de seis hermanos, su adolescencia estuvo mar- los rusos: Eisenstein, Pudovkin, los franceses: cada por un entorno masculino a diferencia de Feyder, Clair, Renoir. Estoy sorprendido de la canti- la de su hermano fílmico mayor, Kenji Mizo- dad de películas importantes de la historia del cine que vi guchi, primer hijo de otro matrimonio paterno durante mi adolescencia y esto se lo debo a mi hermano.1 que se crió en un universo femenino. Su padre, su hermano Heigo y el profesor Tachikawa ejercieron en él una influencia fundamental. 1 Akira Kurosawa, Comme une autobiographie, Cahiers du cinéma, 1997. Juan Guillermo Ramírez | Akira: El Guerrero de Oriente ciende de una larga saga de samuráis, le enseña 21 En su juventud aspiraba a convertirse productora Tôhô– buscaba asistentes de rea- en pintor y se inscribe en 1928 en la Academia lizadores. La prueba consistía en redactar un de Bellas Artes de Dushuka porque su primera texto sobre ‘Las debilidades del cine japonés’. vocación fue la pintura. Allí se siente atraído Es recibido por el director Kagiro Yamamoto y por los pintores clásicos como Urozu, Tessai se impresiona por sus conocimientos en pintura, y Taiga, como por los modernos como Van literatura, música, teatro. Todo lo que había Gogh, Cézanne o Chagall. Una de sus obras, estudiado convergía hacia el arte cinemato- una naturaleza muerta, es seleccionada para la gráfico. Hombre de extraordinaria energía, exposición nacional de Nitten.2 La pintura se guionista, montador reputado y realizador de convertirá en su profesión hasta que en 1933, películas de acción, Yamamoto era un maestro debido a problemas familiares, el suicidio de su del cine japonés y animado por él lo involucra hermano y la muerte de su segundo hermano, en la dirección de Caballos (1941). Akira escribe lo convierten en el hombre de la familia y debe varios guiones que después serán dirigidos por trabajar para ganarse la vida. Fue un cambio peli- otros. Destaca La Nieve, una historia de investi- groso, pensaba que no me importaría qué trabajo hacer.3 Para mantener a su familia se convierte en ilustrador de novelas de amor y libros de cocina. El poco tiempo que le quedaba para dedicar a su pintura le influye en el cambio de medio. Perdí toda la confianza en mis capacidades, el propio acto de pintar se convirtió en un incordio.4 En 1935 se entera que un estudio de KUROSAWA 101 cine –el Photo Chemical Laboratory, futura 22 gadores científicos obsesionados con su misión. Un alemán en el templo Daruma. Una historia sobre la aventura del famoso arquitecto Bruno Taut, uno de los fundadores de la Bauhaus, que, fascinado por la belleza de las formas en la arquitectura japonesa decide retirarse a un templo perdido en medio del campo. Bruno Taut había hecho el mismo camino hacia oriente que Kurosawa hacia occidente. Podemos imaginar cómo el descubrimiento de la antigua civilización nipona por parte de un occidental puede conver- 2 Se trata de la exposición anual de arte más importante de Tokio. 3 Entrevista entre el realizador y Bert Cardullo, en el tirse en tema transcendental en manos de un oriental apasionado por la cultura occidental. libro Akira Kurosawa interviews. 4 La adhesión de Akira a la “Liga de Artistas Proletarios” de inspiración marxista será solo un breve paréntesis. “Más que un movimiento esencialmente artístico era una fórmula para representar sobre la tela los ideales políticos frustrados. Con ellos acabé por perder el placer por pintar”, recuerda Kurosawa. Podemos ver una pincelada de esta experiencia en No añoro mi juventud, donde aparecen dos figuras míticas de la resistencia contra los militaristas. Kurosawa, educado en un ambiente cultural cosmopolita, se consideró un ciudadano del mundo. Profundamente japonés pero con un espíritu universal su obra es una síntesis ejemplar y única de las culturas oriental como un especialista del cine de acción: los duelos que enfrentan a Sugata con sus numerosos adversarios estan filmados de manera original y no descuida ni la psicología ni lo introspectivo del personaje, ni la evolución interior de su discípulo. Kurosawa siente atracción por ‘los ■ Sugata sanshiro (La leyenda del gran judo), 1943 personajes en proceso de formación’. La leyenda del gran Judo es la primera de una larga serie de películas sobre discípulos: los jóvenes obreros de La más bella (1944); el policía novato de Perro rabioso (1948), los aprendices de samuráis de Los siete samuráis (1954). Madadayo (1993), será un himno conmovedor a la relación maestrodiscípulo. Kurosawa no trabajó dentro de una temática o género concreto. Su obra reflejó una un tema a otro, con gran habilidad, de un film de aventuras a un fresco histórico de contenido político: Los hombres que caminan sobre la cola del tigre (1945) es su primera película de samuraís, basada en una adaptación de una obra kabu- ■ Sugata sanshiro (La leyenda del gran judo), 1943 ki; No añoro mi juventud (1946) es una atrevida y occidental; el occidente que lo alimentó se denuncia de los oscuros años del régimen mi- retroalimentara de su obras. Pero éste no es un litarista, una especie de Noche y niebla (1955) tiempo propicio a los cambios culturales. Akira de Alain Resnais traspuesta al Japón5 con la se ve obligado a escoger un tema que no dis- que Kurosawa se revelaba como un maestro guste a los militares en el poder, en su primera del montaje dinámico. Se atreve con el melo- película, La leyenda del gran Judo (1943), el joven drama lírico y social de Un domingo maravilloso cineasta cuenta la iniciación mística y física en las artes marciales de un campeón de judo de comienzos del siglo XX. Kurosawa se revela 5 De hecho, existe Noche y niebla en Japón, película dirigida por Nagisa Oshima en 1960. Juan Guillermo Ramírez | Akira: El Guerrero de Oriente voluntad de renovación. Pasó de un género y de 23 (1947), una fábula amarga sobre la pesadilla de Los encontraremos en Perro rabioso una generación sacrificada; Escándalo (1950), (1949), su segunda película de cine negro, la una denuncia contra los abusos de la prensa historia de dos policías –al mejor estilo del es- del corazón; sin olvidar el thriller moral de El critor belga Georges Simenon–, que investigan ángel ebrio (1948), una crítica cruda del mundo un robo de armas en los bajos fondos de Tokio. inhumano de los yakuza -la maffia japonesa-. Esta es una verdadera ‘sinfonía visual’. El año 1948 es importante en su ca- En 1950 Akira Kurosawa rueda su un- rrera. Kurosawa crea junto con Yamamoto, décima película cuyo título se volverá mítico. Naruse y Taniguchi la Asociación Artística Presentada en la Mostra de Venecia de 1951 Cinematográfica –con la que fundará en 1959 sin su consentimiento, Rashōmon (1950) ganará la Kurosawa Production, su propia casa pro- el León de Oro y jugará un papel capital en la ductora–. En este año encuentra su camino con historia de un cine japonés hasta entonces des- la realización de El ángel ebrio (1948), una obra conocido en Europa. Inspirada en dos cuentos maestra. A partir de este film Toshiro Mifune pirandelianos de Ryunosuke Akutagawa, un es- –la violencia– y Takashi Shimura -la sabiduría-, critor maldito japonés que se suicidó en los años se convertirán en sus actores fetiche. 20. Rashōmon (1950) es un ensayo conmovedor sobre el egoísmo humano y la relación de ambigüedad entre la verdad y la mentira. “Fue un verdadero choque”, escribirá el gran cineasta indio Satyajit Ray. Cada plano de esta obra sublime lleva la marca del genio,6 confiesa Antonioni. Gracias a esta película Kurosawa se convierte en un ‘caso’ internacional aunque el cineasta ya KUROSAWA 101 poseía un fecundo pasado. Con películas como No añoro mi juventud (1946), El ángel ebrio (1948) o Perro rabioso (1949), Kurosawa ya había demostrado que sabía tratar desgarradoramente los temas contemporáneos. El éxito mundial 24 de Rashōmon (1950) y más tarde el de Los siete samuráis (1954), permiten creer que Kurosawa ■ Shichinin no samurai (Los siete samurais), 1954 6 Declaración recogida por el autor. rodaje de una fabulosa adaptación de El idiota pero esta película maldita será lamentablemente dañada por los productores que destruyeron los negativos de las escenas cortadas. Ningún cineasta ha sabido tratar en profundidad el mundo de Dostoievski mejor que Kurosawa en El idiota,7 confesaba el realizador soviético Andrei Tarkovski. Vivir es una película de extraordinaria ■ Nora inu (El perro rabioso), 1949 riqueza: Quizás la más bella, más inteligente y más conmovedora de las películas japonesas, la inteligencia de era sobre todo un cineasta de historias costum- las estructuras del relato me ha dejado asombrado.8 La bristas (jidai-geki). aventura interior de un viejo solitario frente a El pintor-cineasta dispuso de muchas desgarradora sobre la vida, el retrato mordaz cuerdas en su arco y alternó los temas contem- de la burocracia como categoría social, Vivir pa- poráneos con los históricos. Kurosawa era un rece tres películas: Umberto D (1952), de Vittorio apasionado de la ética humanista de la escuela de Sica o la tragedia de un hombre solitario, de Dostoievski y Shakespeare y eso se reflejó Ciudadano Kane (1941), de Orson Welles o la en sus obras de madurez, donde afinó su sen- búsqueda de la identidad de Watanabe, y Ocho tido de la introspección para crear personajes y medio (1963), de Federico Fellini o el balance complejos, dotados de una humanidad pro- existencial. Los siete samuráis (1954) es un mo- funda y cálida, desde los seis protagonistas de numento del cine épico moderno, este himno Rashōmon, los cuatro héroes de El Idiota (1951), a la solidaridad entre diferentes clases sociales el empleado Watanabe en Vivir (1952), al sép- -samuráis y campesinos- es a la vez La Ilíada y La timo samurái Kikuchiyo. El idiota, Vivir, Los siete Guerra y la paz campesina. Seduce por la riqueza samuráis, Trono de sangre (1957), Los bajos fondos de los episodios y la humanidad de los persona- (1957), todos ellos abordan los grandes temas jes. Se descubre un tono que va de la épica a la de la condición humana: la búsqueda del sen- picaresca y de la energía rabiosa del mejor John tido de la vida, la enfermedad y la muerte, la Ford al esplendor formal de S. M. Eisenstein. solidaridad, la lucha por la justicia, el conflicto entre el bien y el mal. Antes del estreno mundial de Rashōmon, Kurosawa acababa de finalizar el 7 Idem. 8 André Bazin, Cahiers du cinéma, nº 69, 1957. Juan Guillermo Ramírez | Akira: El Guerrero de Oriente la muerte y su constante fracaso, la meditación 25 Por ejemplo, el origen del ‘spaghetti’ western, Por un puñado de dólares (1964) de Sergio Leone, es una versión de Yojimbo (1961); Cuatro confesiones (1964), de Martin Ritt es una continuación de Rashōmon; Los personajes de La guerra de las galaxias deben mucho a los de La fortaleza escondida (1958). La serie de obras maestras de los años 50 se acaba con la notable adaptación de dos clásicos de la literatura occidental: Trono de sangre según Macbeth de Shakespeare (1957), y Los bajos fondos (1957) según Máximo Gorki. ■ Nora inu (El perro rabioso), 1949 Acusado de imitar a los clásicos occidentales, muchos directores contemporáneos de occidente se han inspirado en esta obra maestra: John Sturges con Los siete mercenarios (1960), Sam Peckinpah con La pandilla salvaje (1969), George Lucas y La guerra de las galaxias (1977) y Francis Ford Coppola con las secuencias de guerra de Apocalypse Now (1979). Como escribió Tony Richardson Kurosawa es un brillante exponente en la técnica del suspense, en el efecto de sorpresa y de la emoción. En esto no tiene nada que envidar a sus maestros KUROSAWA 101 occidentales, por el contrario, Los siete samuráis produce una impresión visual increíble.9 Y Tony Richardson tenía razón, si Kurosawa se alimentó de la cultura universal son los occidentales quienes deben mucho al emperador del cine japonés. 26 9 Kurosawa es un exponente virtuoso de la técnica del suspenso, la sorpresa y la excitación que nos provoca no le deben nada a los maestros occidentales. Los siete samuráis causan una impresión visual tremenda”, Sight and Sound, nº 4, 1955. El cineasta japonés captó la esencia del drama shakespeariano: el crimen y la autodestrucción del líder, cambiando la poesía del verbo por la acción en imágenes de rigor geométrico. El Kurosawa épico compite con Mizoguchi en austeridad y rigor. ¡Akira el Grande es el único cineasta del mundo con derecho a tocar Shakespeare!”10 declaró un día Orson Welles con una sonrisa de admiración. Con este mismo modelo de “reinvención” –captar la esencia pero cambiando el estilo– el cineasta hace una “adaptación” rigurosa de Los bajos fondos de Gorki. Gracias a la virtuosidad de un excelente grupo de actores consigue esbozar una decena de retratos conmovedores por su precisión y veracidad. Esta versión humanista con teatralidad simbólica asumida,11 hace palidecer la versión de 10 Declaraciones recogidas por el autor. 11 Max Tessier, La Revue du Cinéma, nº 358, 1981. Bas-Fonds influenciada por el espíritu del Frente donde un Raskolnikoff moderno secuestra el Popular, creada por Jean Renoir en 1936. hijo de un importante industrial para ‘castigarlo’. El rapto es un pretexto para una nueva reflexión sobre el mal y la complementariedad de los destinos humanos, víctima y verdugo finalmente descubren ser dos caras de la misma moneda. El infierno del odio es un bello título que puede aplicarse a toda su obra. Pocos realizadores como Kurosawa han sabido describir las pasiones más extremas, los barrios elegantes y los bajos fondos, los samuráis y los campesinos, los policías y los criminales, el paraíso y el infierno. Dodes’ Ka Den (1970) es su primera película en color y nos sumerge en la vida cotidiana de un barrio de chavolas, habitado por alcohólicos, esquizofrénicos, locos peligrosos, vagabundos soñadores, niños violados o enfersu equilibrio existencial. El milagro económico ■ Tengoto to jugoku (Cielo e infierno/el infierno del odio), 1963 de Japón no durará si olvidamos los grandes valores éticos,12 confesaba Kurosawa en ese momento. El cineasta vuelve a su pasión dostoie- Esta obra experimental de coraje, rodada con vskiana por la ética con Los canallas duermen en decorados estilizados de colores violentamente paz (1960), un reclamo contra la corrupción expresionistas, hubiera sido el canto del cisne de las altas finanzas inspirado en Hamlet. Esta del autor. Kurosawa, muy deprimido por el fra- oscura y corrosiva película retrata el cinismo caso de la película, intentó suicidarse a finales de la nueva clase dirigente y es de una rabiosa de 1971. Invitado por los soviéticos rueda Dersu actualidad incluso más allá de Japón. El infierno Uzala (1975) en Siberia, una crónica de la vida del odio (1963), inspirada en Ed McBain, es la aventurera de un cazador mongol, con la cual última película de género negro kurowasiano obtiene el Oscar a la mejor película en lengua -rodada en 1963 después de dos películas de extranjera. La Palma de Oro que se le otorgó samuráis: Yojimbo (1961) y Sanjuro (1962). En ella reconstruye la historia de un rapto, una historia 12 Declaraciones recogidas por el autor. Juan Guillermo Ramírez | Akira: El Guerrero de Oriente mos y viejos sabios que han sabido preservar 27 en 1980 por Kagemusha (1980) le da una segun- de moda. La iniciación a la vida, la atención da juventud. Es una parábola sobre un ladrón del discípulo en formación, la búsqueda del de poca monta que es invitado a residir en la sentido de la existencia, el mal, el crimen, la corte de los príncipes —el clan Takeda— para locura de la guerra, la ambición, la solidaridad, hacer de doble del señor en una apasionante la lucha contra la miseria, la enfermedad y la reflexión sobre la ambivalencia del poder. Pa- muerte, la ecología, todos estos temas fueron ra Ran (1985) Kurosawa recupera de nuevo la abordados. La diversidad es una de las cualida- obra de Shakespeare. Inspirada en el Rey Lear, des más destacables de su cine. Kurosawa crea Ran habla del infierno del poder y la locura de un abanico de tipos humanos representativos, la guerra. El realizador llega a superarse en dotados de vida. esta película de gran riqueza visual y fuerza visionaria sin igual en el cine moderno. Ran tiene la profundidad de Kagemusha, La sombra del guerrero pero sin sus defectos. A los ochenta años, Kurosawa sorprende una vez más con Sueños (1990), una película onírica. El miedo a la catástrofe nuclear -el séptimo sueño- también se encuentra en el centro de Rapsodia en agosto (1991), conmovedor relato intimista sobre la vejez. Madadayo (1993) fue su último proyecto terminado y es una biografía cariñosa y divertida de un ilustre profesor muy popular en los años 50, un himno a la convivencia digno de KUROSAWA 101 Ozu. Observando estas imágenes desnudas 28 que reflexionan sobre la vejez comprendemos que era su última película. Tras cinco años de silencio Kurosawa morirá a principios de septiembre de 1998. ¿Cuáles son las causas de la vitalidad de su cine? Impresiona la riqueza y variedad de su inspiración, la universalidad de los temas recurrentes que le gusta tratar. El hombre será el centro de interés de este humanista que nunca se dejó tentar por las ideologías ■ Donzoko (Los bajos fondos), 1957 ■ Hachigatsu na kyoshikoku (Rapsodia en agosto), 1991 Juan Guillermo Ramírez | Akira: El Guerrero de Oriente ■ Yume (Sueños), 1990 29 ■ Madadayo, 1993 ■ Tora no fumo wo otokotachi (Los hombres que caminan sobre la cola del tigre), 1945 Yoshitsune, el Teatro Tradicional y Kurosawa Mauricio Martínez En este artículo quiero referirme a los orígenes de la historia empleada por Ku- Kenichi Enomoto como el cargador rosawa en su producción de 1945 Los Hombres Hanshiro Iwai como Yoshitsune que Caminan Sobre la Cola del Tigre (Tora no o wo Shoji Kiyokawa como el mensaje 1 fumu otokotachi). de Togashi. Música: Tadashi Hattori 1 En este artículo utilizo esta traducción del título ya que es la que se ha adoptado en la producción de dvd-s, pero la forma más correcta sería Los Hombres que se Paran Sobre la Cola del Tigre. Duración: 59 minutos Introducción Fue durante mis primeros viajes de estudio e investigación a Asia (India, 1987; China, 1991; Japón, 1996) cuando encontré que la información disponible sobre esas culturas tenía entre otros vicios, un énfasis (a veces exagerado) en algunos de sus elementos y una indiferencia total hacia otros. La exploración de la literatura, el cine y las artes escénicas me llevaron a descubrir que muchos elementos relevantes y muy dinámicos de estas culturas, no hacían parte de la imagen que de ellas se proyectaba a través de las publicaciones en idiomas occidentales. Pero sería, a partir de 2005 al dar inicio a la elaboración de la En- Mauricio Martínez | Yoshitsune, el Teatro Tradicional y Kurosawa Los Hombres que Caminan Sobre la Cola del Tigre (Tora no o wo fumu otokotachi) Director: Akira Kurosawa Año: 1945 Estreno: 1952 Productor: Motohiko Ito Escrita por: Akira Kurosawa, sobre el texto de la obra Kanjinchō de teatro Kabuki. Protagonistas principales: Denjirō Okōchi como Benkei Susumu Fujita como Togashi 31 ciclopedia Web de Artes Escénicas de Japón,2 en Latinoamérica la cosa no es muy diferente. cuando esta percepción se haría más evidente. Debido a la falta de proyecciones en salas de A manera de ejemplos, puedo mencionar al cine4 y a la dificultad de conseguir DVD-s en teatro Bunraku, Patrimonio de la Humanidad,3 tiendas en Latinoamérica, aparte de unas muy visto en Occidente como el único género de pocas cintas de Kurosawa son muy poco cono- títeres tradicionales del Japón, que en realidad cidas las extraordinarias producciones de direc- hace parte de un grupo de alrededor de 180 tores clásicos como Yasujirō Ozu -que dirigió géneros tradicionales de acuerdo al listado en 54 películas- y Kenji Mizoguchi -con cerca de elaboración que se encuentra en la Enciclo- 30 producciones. pedia mencionada; el Kagura (literalmente. “entretenimiento para los dioses”), una forma Ahora, si nos concentramos única- de danza-teatro interpretada en los santuarios mente en la filmografía de Akira Kurosawa, la Shintoistas, es prácticamente desconocida para situación es similar en cuanto al énfasis hecho nosotros a pesar de contar a lo largo y ancho en algunas de sus cintas en detrimento de otras de Japón con más de 250 estilos; y las danzas nunca mencionadas. Entre las que considero Nihon Buyō, que aunque son una parte im- obras maestras desconocidas de Kurosawa prescindible del teatro Kabuki y del que exis- están Bajos Fondos (Donzoko, 1957), basada en ten más de 50 ryūha (estilos de interpretación), una novela del mismo nombre del escritor ruso prácticamente no cuentan con publicaciones Máximo Gorky; Dodesukaden (1970), -cuyo título disponibles a la venta en idiomas occidentales. es la onomatopeya que representa a una locomotora de vapor en marcha- la primera cinta a En cuanto al cine en particular, los color de Kurosawa y Los hombres que caminan sobre distribuidores occidentales son los que deter- la cola del tigre (Tora no o wo fumu otokotachi, 1945). KUROSAWA 101 minan qué películas y qué directores deben ser promocionados y distribuidos en esta parte del Como ya mencioné, en este artículo planeta, por lo que la situación es semejante. quiero referirme a Los Hombres que Caminan Sobre Aunque en el mundo de habla inglesa se cuenta la Cola del Tigre. Esta producción fue termina- con más opciones, en España y principalmente da en 1945, justo antes del fin de la Segunda Guerra Mundial, aunque su estreno se dio tan 32 2 www. japonartesescenicas. org 3 Proclamado en 2003 e inscrito en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO. 4 A veces la única oportunidad de ver producciones de algunos directores japoneses son los ciclos itinerantes organizados por la Fundación Japón. solo hasta 1952 ya que fue censurada por las comandante militar. Aunque nombrado por el tropas estadounidenses de ocupación. Esta pe- emperador era realidad la persona a cargo del lícula reproduce en forma bastante fiel la obra gobierno. Su medio-hermano, el general Yos- Kanjinchō de teatro Kabuki escrita por Namiki hitsune, había sido exitoso en todas sus batallas, Gohei III, que a su vez está basada en la obra pero por una serie de intrigas fue perseguido y de teatro Noh, Ataka. tuvo que huir. Lo acompañó entre otros, su fiel subalterno, el monje guerrero Benkei. Saito no Musashibo Benkei (1155– 1189) es una figura muy importante en Japón, recurrente en los matsuri -festivales folclóricos-, en el manga y el anime, en los grabados Ukiyoe, en juegos de cartas y de computador, en el teatro de actores y de títeres, y en literatura. Existen muchos mitos alrededor de este personaje pero al parecer vivió entre 1155 y 1189. Desde muy joven se unió a la vida monástica y recorrió los principales monasterios de Japón. Como sohei (monje-guerrero) recibió entrena- Los Minamoto (también conocidos co- miento militar en razón de la inestabilidad po- mo Genji) lograron a través de varias batallas el lítica de la época. Después de una batalla en la predominio en los asuntos políticos. Yoritomo, que se enfrentó y fue derrotado por el general del clan Minamoto, fue el primero en la histo- Yoshitsune decidió convertirse en su servidor y ria del Japón en recibir el título de Shogun o en su mano derecha. Mauricio Martínez | Yoshitsune, el Teatro Tradicional y Kurosawa Marco histórico y personajes El período Heian (794-1185) fue una época de florecimiento de la corte imperial, en especial para las artes. Hacia finales de este período se escribió el Genji Monogatari, la novela clásica más importante del Japón, cuya autoría es de una mujer, la dama Murasaki Shikibu. La corte estaba dominada por el clan Fujiwara, que junto con los Taira, Minamoto y Tachibana conformaban las 4 familias más poderosas del Japón de la época. 33 ■ Tora no fumo wo otokotachi (Los hombres que caminan sobre la cola del tigre), 1945 Yoshitsune (Minamoto no Yoshitsune, 1159-1189) fue un general del clan Minamoto fingiendo ir en peregrinaje y que allí matara a Yoshitsune. y el noveno hijo de Minamoto no Yoshitomo. Su padre murió junto con dos de sus hermanos mayores durante la Rebelión de Heiji (1160). Luego de esto, Yoshitsune fue puesto al cuidado del Templo Kurama en las montañas cerca a Kyoto. Después pasó al cuidado de Hidehira, jefe de un clan Fujiwara al norte del Japón. Kiyomori, del clan Taira (clan Heike) logró posicionar a su hijo, siendo todavía un ni- ■ Tora no fumo wo otokotachi (Los hombres que caminan sobre la cola del tigre), 1945 ño, como emperador (el Emperador Antoku) en 1180. Este hecho dio pie al inicio de una gue- Yoshitsune se enteró de la llegada del rra conocida como Genpei que duró de 1180 monje y ordenó que lo trajeran a su presencia. a 1185. En esta guerra se enfrentaron el clan Lo cuestionó sobre las razones de su llegada pe- Minamoto (clan Genji), que estaba a favor del ro el monje negó cualquier razón diferente a la Emperador Go-Shirakawa y su hijo el príncipe peregrinación. Sin embargo, regresó a su lugar Michihito -a quienes se les había usurpado el de posada y allí convocó a los guerreros fieles trono-, y el clan Taira (clan Heike). a Yoritomo para planear el ataque. Shizuka, KUROSAWA 101 una bailarina, la amante de Yoshitsune, vio con 34 Minamoto no Yoshitsune, uno de los preocupación la circulación de guerreros por personajes emblemáticos de las obras de teatro las calles de la capital y le advirtió a Yoshitsune. y cine aquí referidas, decidió unirse a su medio Luego de esto se produjo un enfrentamiento en- hermano Yoritomo y participó en las cuatro tre el joven general Yoshitsune y sus seguidores, últimas batallas (Batalla de Awazu y Batalla y el monje Tosa-bō y un grupo de guerreros. de Ichi-no-Tani en 1184; Batalla de Yashima Estos últimos fueron derrotados y el monje fue y Batalla de Dan-no-ura en 1185). Luego de capturado y decapitado. terminada la guerra Yoshitsune fue calumniado ante su hermano Yoritomo, quien empezó a Cuando Yoritomo se enteró sobre lo dudar de la fidelidad de Yoshitsune, por lo que sucedido en la capital, organizó un ejército ordenó al monje Tosa-bo que fuera a la capital para que fuera a matar a Yoshitsune. Al ente- rarse, este decide huir hacia la isla de Kyūshū. Lo que sigue en la historia de Yoshit- Salió de la capital con 500 hombres y al poco sune se encuentra en el Gikeiki, que se conside- tiempo de partir, en un paraje conocido como rado como un complemento al Heike Monogatari Kawabaratsu, fue emboscado por un grupo el cual habla con más detalle sobre la vida de de 60 jinetes a los que venció. Después de este este general. En el titulo Gikeiki, gikei se refiere a incidente finalmente se embarcó en Daimotsu, Yoshitsune y ki significa aquí registro o crónica.6 pero una fuerte tormenta lo obligó a volver Esta obra fue escrita hacia el siglo XV. Luego a tierra. Los barcos donde viajaban los otros viene la huida de Yoshitsune hacia el norte, en acompañantes desembarcan en diferentes lu- donde espera ser protegido por el tercer regidor gares y no les fue posible reencontrarse. Tras del clan Fujiwara del Norte, Hidehira. ser atacados por grupos de monjes guerreros se vieron forzados a regresar a la capital, Kyōto, En su ruta hacia el norte y con el fin de donde decidieron cambiar de rumbo hacia el pasar desapercibidos, Yoshitsune, su fiel súbdito norte. Hasta aquí llega el relato de la vida de el monje-guerrero Benkei y los demás seguido- Yoshitsune encontrado en el Heike Monogatari. res se disfrazaron de yamabushi (lit. “monjes de 5 En el Heike Monogatari se menciona mente Yoshitsune, para estar más protegido, se que la tormenta pudo haber sido un acto de pusiera el traje del cargador de equipaje que los venganza de los espíritus de los Heike falleci- acompañaba, y que éste tomara la posición de dos en las batallas ganadas por Yoshitsune. Se monje. Sabían que debían pasar por un puesto podría especular que este comentario le sirvió de control en un sitio conocido como Ataka. de inspiración a Kanza Kojiro Nobumitsu, el autor de Ataka, para escribir la obra de teatro Finalmente, Yoshitsune llegó a la pro- Noh, Funa Benkei. Esta cuenta cómo la tormenta vincia de Mutsu, al norte del Japón, en don- fue causada por Taira (Heike) no Tomomori, el de fue acogido y protegido por Hidehira. Sin espíritu de aquel guerrero, quien arrinconado embargo, Hidehira murió en 1187 tras lo cual por Yoshitsune en la batalla de Dannoura en Yoritomo presionó a Fujiwara no Yasuhiro, 1185, y al ver que no tenía escapatoria, decide hijo y sucesor del fallecido Hidehira para que adentrarse en el mar y dejarse ahogar. arrestara a Yoshitsune. El 15 de Junio de 1189 Recuento épico de las luchas entre los Genji y los Heike hacia el siglo XII. Fue una fuente muy frecuente para escritores de obras de teatro tradicional. 6 Al parecer la única traducción en inglés de alguna forma disponible es Yoshitsune: A 15th Century Japanese Chronicle de Helen McCullough, Stanford University Press, 1966. 5 Mauricio Martínez | Yoshitsune, el Teatro Tradicional y Kurosawa montaña”). Sin embargo, decidieron que final- 35 Yoshitsune, sus subalternos y Benkei, fueron pasar el puesto de control en el paso de Ataka, atacados por 500 soldados y se libró la Batalla en su camino de huida hacia el norte. del Río Komoro en la cual Yoshitsune es derrotado y posteriormente obligado a cometer Pero antes de entrar en detalles sobre seppuku.7 En la misma batalla Benkei murió al la obra, es necesario hacer una pequeña in- parecer parado, sirviendo de obstáculo a los troducción a las características generales del soldados de Yoritomo. teatro Noh. La obra de Noh: Ataka El Noh es una de las tradiciones teatrales vivas más antiguas. Aparecido hacia finales del siglo XIV en manos de Zeami. Esta es una forma con raíces muy profundas en los ritos y con una influencia fuerte del budismo. Se dice que el Noh apareció hace seis siglos cuando el actor y dramaturgo Zeami Motokiyo (1363-1443) patrocinado por el Shōgun Ashikaga Yoshimitsu, combinó y transformó elementos de diversas artes. A este género, declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO KUROSAWA 101 en 2001, se le considera como uno de los puntos 36 Ataka es una obra de teatro Noh. Fue más elevados en términos de refinamiento y de escrita en 1465 y se le acreditada a Kanze simbología entre las artes japonesas. En éste Kojirō Nobumitsu (1435-1516), nieto de Zeami se mezclan magistralmente elementos como -el llamado creador del Noh. Nobumitsu fue es- la música, la danza, el teatro, la literatura, la critor de obras famosas en el repertorio clásico arquitectura y las artes, entre otras. Tanto su del Noh. Entre ellas vale la pena mencionar especial escenario como sus vistosos trajes e im- a Momijigari, Dojoji y Funa Benkei. Además de presionantes máscaras son considerados piezas escritor, Nobumitsu fue también actor secun- de arte válidas de apreciación desde diferentes dario (waki). perspectivas. La obra de Noh narra el episodio en el El Noh tiene una forma muy particular que el general Yoshitsune se disfraza de carga- de clasificación de los participantes, que impli- dor de equipaje de un grupo de seguidores de ca también una forma específica de entrena- este quienes disfrazados de yamabushi -monjes miento. Los actores se clasifican de la siguiente de montaña- y conducidos por Benkei, buscan manera: 7 Suicidio ritual practicado con daga y espada, conocido también en occidente como hara-kiri (N. del E. ) ■ Tora no fumo wo otokotachi (Los hombres que caminan sobre la cola del tigre), 1945 Mauricio Martínez | Yoshitsune, el Teatro Tradicional y Kurosawa ■ Tora no fumo wo otokotachi (Los hombres que caminan sobre la cola del tigre), 1945 37 ■ Tora no fumo wo otokotachi (Los hombres que caminan sobre la cola del tigre), 1945 Shite Ai-kyôgen Es el personaje principal, y casi el úni- Los Ai-kyôgen son actores externos co que utiliza máscaras para representar pape- que participan del Noh. Son primero que todo les femeninos, de ancianos, dioses, demonios, especialistas en teatro Kyôgen, cuyo desarro- entre otros. Aunque interpretado por el mismo llo fue paralelo al Noh desde el siglo XIV. En actor, se le conoce como Mae-jite (lit. Shite de el Noh intervienen en papeles de campesinos, antes) cuando aparece en el primer acto, y sirvientes o barqueros. Llevan los típicos trajes a Nochi-jite (Shite posterior) cuando aparece en el cuadros de los campesinos de Kyôgen y hablan segundo acto. En muchas de las obras en dos casi siempre en un lenguaje más informal que actos el Shite hace de personaje humano en el el de los actores de Noh. primer acto, y de espíritu (dios, demonio, entre otros) en el segundo. Kokata Son actores niños, la mayoría de ellos, hijos de actores y músicos profesionales del Waki Segundo actor. A diferencia de muchos Noh. Estos niños, en sus primeros años como géneros de teatro en los que el segundo actor es actores, usualmente representan personajes de un personaje antagónico, la función del Waki niños, pero cuando ya se hacen adolescentes es la de enfatizar las características del Shite o pueden en ocasiones representar personajes personaje principal, a veces por antagonismo, o adultos. Este es el caso del personaje del gran a veces simplemente por medio de comentarios general Yoshitsune en la obra de Noh, Ataka, que hace sobre el Shite. Usualmente las partes o que estamos considerando en este artículo. líneas del Waki suelen ser mucho más cortas que KUROSAWA 101 las del actor principal. El Waki podría aparecer 38 Koken al comienzo de la obra haciendo una introduc- Ayudantes en escena. Una caracte- ción a ésta, y luego ser un personaje de apoyo, de rística común entre los principales géneros oposición o un apaciguador (monje) que trata de de teatro en Japón es el empleo de ayudantes ayudar a un espíritu en pena a encontrar la paz. sobre el escenario. Éstos tienen como función alcanzar objetos, ayudar a acomodar los trajes y máscaras de los actores si es necesario, además Tsure Tanto el Shite (principal) como el Waki de recordarles sus líneas en casos en los que (secundario) pueden aparecer en escena con se les olvide. En el Noh hay ayudantes para el uno o varios acompañantes conocidos en Noh actor principal, para los actores secundarios, y como Tsure: Shite-tsure y Waki-tsure. para los músicos. El ayudante del Shite o actor principal es usualmente alguien que ya ha sido actor principal y se le considera el gran maestro sobre el escenario, y es la persona responsable de que la obra llegue a su término sin tropiezos. Los ayudantes de los músicos, estos tienen como función principal cambiar los instrumentos cuando están desafinados. Esto ocurre cuando después de un pasaje de ritmos rápidos el cuero de alguno de los tambores se ha destemplado y ya no es posible mantener la afición. En ese ■ Tora no fumo wo otokotachi (Los hombres que caminan sobre la cola del tigre), 1945 momento el ayudante sale por una pequeña del escenario y trae un nuevo tambor. Este ti- Komparu, Hōshō y Kita. Para el Waki-kata exis- ten las escuelas Hōshō (o Waki Hōshō), Takaya- po de ayudantes también se pueden apreciar su y Fukuo. Para Kyôgen-kata8 en la actualidad en Kabuki, Kyôgen, y en el teatro de títeres hay dos escuelas, Izumi y Okura. También Bunraku. existen diferentes escuelas para cada uno de los instrumentos del cuarteto instrumental. Las otras personas que aparecen en escena son los integrantes del cuarteto instru- La obra Ataka, acreditada a Kanze mental o hayashi y el coro o jiutai -estos últimos Kojirô Nobumitsu (1435-1516) pertenece a la son en realidad actores del tipo shite entrenados categoría de obras conocidas como genzai mono, además como ayudantes (kôken). También están en las cuales el personaje principal es alguien los ayudantes en la tras escena, encargados del de la vida real y el tiempo empleado en la obra desplazamiento de la cortina a la entrada y sa- transcurre en forma normal. Esta obra está lida de personajes y de dar apoyo a los actores basada en el séptimo capítulo del Gikei-ki o His- cuando se están preparando para salir a escena. toria de Yoshitsune. El argumento se desarrolla en el lugar conocido como Ataka (Ataka no Seki) Cada uno de los tipos de actores puede en la costa en la actual ciudad de Komatsu, pertenecer a una escuela o estilo específico y es- prefectura de Ishikawa. Yoshitsune, Benkei y to hace la diferencia en la forma de interpretar una obra en particular. Las tres categorías de actores son Shite-kata, Waki-kata y Kyôgen-kata. En Shite-kata existen cinco escuelas: Kanze, Kongō, 8 Kyōgen es en sí un género cómico y sarcástico con sus propias características, el cual se desarrolló en forma paralela al Noh. Los actores de Kyōgen aparecen en Noh en papeles como sirvientes, mensajeros o campesinos. Mauricio Martínez | Yoshitsune, el Teatro Tradicional y Kurosawa puerta llamada kirido ubicada al lado derecho 39 sus subalternos están disfrazados de yamabushi acaba de escuchar que en Ataka se ha estable- y se dirigen hacia el norte en donde buscarán cido un puesto de control y que están inspec- refugio. cionando estrictamente a todos los yamabushi. Yoshitsune pide a todos que den su opinión Los personajes que intervienen en la obra de Noh son: sobre el procedimiento a seguir. Los subalternos dicen que están listos para el combate y que están seguros de poder derrotar a los guardias del Shite: Benkei puesto de control. Yoshitsune autoriza a Benkei Waki: Togashi Saemon Yasuie, res- a que tome las decisiones. ponsable del puesto de control Tsure: seguidores (8, 9 o 10) Kokata: Yoshitsune Ai-kyôgen: cargador de espadas de Togashi Ai-kyogen 2: cargador de Yoshitsune La obra se inicia con Togashi (waki) seguido del cargador de la espada (ai-kyōgen). Él dice saber que Yoshitsune y sus acompañantes están disfrazados como yamabushi y que por tanto debe detener a todos los yamabushi que encuentre para inspección. Luego le ordena a ■ Tora no fumo wo otokotachi (Los hombres que caminan sobre la cola del tigre), 1945 su cargador de espadas que se le informe si ve Benkei, preocupado no por lo que se KUROSAWA 101 a algún sospechoso cerca. 40 aproxima sino por el recorrido, opina que es mejor tratar de pasar como yamabushi y así Enseguida entran al escenario Yoshit- lograr el salvoconducto para seguir hacia el sune, seguido del cargador de equipaje (goriki), norte. Tomada esta determinación la única Benkei y los seguidores de Yoshitsune. Hablan preocupación es que Yoshitsune sea muy no- de los caminos recorridos y de la llegada al torio ante los enemigos, así que se decide que puerto de Ataka. él se vista de cargador, que lleve puesto un gran sombrero y camine detrás de los demás en po- Yoshitsune ve un grupo de viajeros que pasan conversando. Le informa a Benkei que sición encorvada como si ya no pudiera más por el cansancio. Yoshitsune toma parte de la vestimenta y objetos del cargador y este a su vez asume el papel de monje. Luego, por orden de Benkei, el cargador se adelanta para observar la situación. A su regreso informa sobre la existencia de una torre de vigía, barreras y de tres cabezas de yamabushi que están colgadas de un árbol. El grupo decide seguir adelante hacia el puerto de Ataka. En el puesto de control el cargador de espadas del señor de Togashi le informa a su amo que se aproxima un grupo de yamabushi. Togashi los hace detenerse frente al puesto de control. Benkei se presenta diciendo que han ■ Tora no fumo wo otokotachi (Los hombres que caminan sobre la cola del tigre), 1945 zona de Hokuriku para recoger fondos para sus compañeros a reunirse y prepararse para la la reconstrucción del templo Todaiji de Nara. otra vida a través de ritos. Cuando Togashi ve Benkei le pregunta a Togashi si quiere hacer la forma en la que ejecutan los ritos, no puede alguna contribución. Togashi responde que le sino admirarlos. Queda prácticamente conven- encantaría contribuir con tan noble causa, pero cido, pero solo para estar seguro y creyendo que están en un puesto de control construido que la misión de estos yamabushi es en verdad para parar a todos los yamabushi viajeros. recoger fondos, les pide como prueba que lean la lista de donantes (kanjinchō). Benkei toma un Benkei dice que entiende las razones para el control pero que supone que esto se rollo y pretende que esta es la lista y comienza a leer. hace para capturar falsos monjes, a lo que Togashi responde que el día anterior fueron Finalmente se le da paso al grupo. Sin decapitados tres yamabushi. Con el fin de con- embargo, cuando Yoshitsune pasa vestido de vencer a Togashi, Benkei pregunta si entre los cargador, despierta sospechas y se le ordena decapitados está Yoshitsune. Togashi se enoja y detenerse. Los demás del grupo se apresuran le dice que pare de discutir. Su orden es matar a a regresar y Benkei, viendo una posible con- todos los yamabushi. Al oír esto Benkei convoca a frontación los detiene. Luego se aproxima al Mauricio Martínez | Yoshitsune, el Teatro Tradicional y Kurosawa sido enviados a recorrer las provincias en la 41 cargador, quien en realidad es su amo, y le grita para el teatro popular Kabuki con el nombre que por qué no se apresura. Después de varios de Kanjinchō (La lista de subscripción). insultos saca su bastón y empieza a golpearlo y le ordena que pase el puesto de control. Togashi intenta acercarse y como una forma de cambiar la situación Benkei lo cuestiona sobre su obsesión con el equipaje de los monjes y lo acusa de posible ladrón. Los supuestos yamabushi ponen sus manos en sus espadas. Los guardias, temerosos de lo que pueda ocurrir, les piden que sigan su camino. Al cabo de una distancia prudente de- La versión de Kabuki: Kanjinchō El Kabuki aparece hacia finales del siglo XVI y comienzos del XVII como una forma de danza interpretada por mujeres que pertenecían a agrupaciones ambulantes. Entre las bailarinas se destacó Okuni, una chica al parecer proveniente de Izumo quien se hizo tan famosa que es posible encontrarla en grabados y pinturas de la época. A ella se le acredita la creación del Kabuki. ciden parar a descansar. Benkei, sintiendo que fue demasiado lejos al golpear e insultar a su Con la creciente popularidad de estas amo, se disculpa ante Yoshitsune, pero éste le danzas y debido a la asociación de algunas bai- reconoce el enorme valor de pasar por encima larinas con la prostitución, el gobierno feudal de los códigos de un subalterno con el fin de prohibe la presentación de mujeres en espec- salvar su vida. táculos públicos a partir de 1629. Paralelos a KUROSAWA 101 estos conjuntos femeninos también existieron 42 Togashi cree haber sido muy rudo con los conjuntos de jóvenes bailarines (wakashu ka- los yamabushi, por lo que envía al cargador de buki), quienes se vestían como mujeres y hacían espadas a que busque a los monjes para ofre- danzas sensuales. Éstos aprovecharon la prohi- cerles sake. Todos beben y Benkei, en medio del bición a las mujeres y tomaron terreno hasta efecto del licor decide danzar. Sintiendo que cuando el gobierno promulgó otro decreto en todos podrían todavía correr peligro debido a 1651 en el que prohibía las danzas sensuales la cercanía de los soldados, dice a sus hombres de los jóvenes. que deben partir. Hasta aquí la obra Ataka. Para que el Kabuki siguiera existiendo Esta obra, atribuida por algunos a el gobierno impuso un par de condiciones: una, Kanze Kojirō Nobumitsu (1435-1516), nieto que los jóvenes participantes se cortaran el pelo de Zeami, fue tomada hacia mediados del si- para que lucieran como adultos, y la otra, que glo XIX por Namiki Gohei III quien la adaptó se excluyeran las danzas sensuales y las coreo- ■ Tora no fumo wo otokotachi (Los hombres que caminan sobre la cola del tigre), 1945 Mauricio Martínez | Yoshitsune, el Teatro Tradicional y Kurosawa ■ Tora no fumo wo otokotachi (Los hombres que caminan sobre la cola del tigre), 1945 43 ■ Tora no fumo wo otokotachi (Los hombres que caminan sobre la cola del tigre), 1945 grafías sensacionalistas. Se dice que a partir de como una forma de entretenimiento popular, este momento las danzas Kabuki empezaron cuyo énfasis está en la exaltación de personajes a transformarse en un arte más complejo que humanos de la clase común. con el tiempo llegó a alcanzar la sofisticación del teatro Kabuki de hoy. Kanjinchō, adaptada hacia mediados del siglo XIX por Namiki Gohei III, tuvo su Durante el período inicial como danza, primera presentación en 1840 en el teatro y luego en los primeros años como forma tea- Kawarazaki-za en Edo (hoy Tokyo). Esta pie- tral, el Kabuki fue con frecuencia representado za fue incluida en el listado de las juhachiban o sobre escenarios de teatro Noh y tomó muchos “18 piezas” favoritas del clan Ichikawa de ac- elementos de éste. No obstante, posteriormente tores de Kabuki. En su primera temporada fue y con ayuda de las influencias recibidas del tea- interpretada por Ichikawa Ebizo V en el papel tro de títeres Bunraku, también conocido como de Benkei, Ichikawa Kuzo II como Togashi, e Ningyō Jōruri, se separó considerablemente Ichikawa Danjuro VIII como Yoshitsune. del Noh. Evolucionó tanto en el repertorio, la diversidad de actores, los trajes, como en la escenografía, la música y la sofisticadísima tecnología escénica, entre muchas otras cosas. Como ya se mencionó, Kanjinchō fue la obra de Kabuki que sirvió de base a Akira Kurosawa para la realización de Los hombres que caminan sobre la cola del tigre (Tora no o wo fumu KUROSAWA 101 otokotachi). Inspirada en la obra Ataka del teatro 44 Noh, el argumento en la obra de Kabuki no sufre grandes modificaciones, a pesar de que la forma de expresión es completamente diferente en tanto que el teatro Noh surgió hacia el siglo XIV entre la élite samurai y la aristocracia, y ha estado fuertemente ligado a los templos y a contenidos y mensajes budistas. El Kabuki por el contrario emerge entre los comerciantes ■ Tora no fumo wo otokotachi (Los hombres que caminan sobre la cola del tigre), 1945 Además de actor fue escritor de cerca de 50 piezas bajo el seudónimo de Mimasuya Hyôgo, entre las que se encuentran Narumaki (1684) y Shibaraku (1697), que junto con Kanjincho, hacen parte del listado de las juhachiban o “18 piezas” favoritas del clan Ichikawa. Wagoto se considera como el opuesto del aragoto ya que es un estilo gentil. Fue creado por Sakata Tojurō, actor de Kamigata, la Aragoto es un tipo de personaje rudo región que comprende las ciudades de Osaka, cuya voz, movimientos, trajes y maquillaje Kyoto, Kobe y Nara. Los personajes wagoto son tienden a ser exagerados. Se dice que este estilo refinados, usualmente provenientes de familas creado por Ichikawa Danjūro I representa los ricas de comerciantes, aunque muy aficionados gustos de la gente de Edo (Tōkyō) de la época. a visitar los barrios de placer, en donde gastan Los personajes representados en este estilo son gran parte de su fortuna. En contraste con el usualmente guerreros, dioses o demonios. estilo exagerado del aragoto, el wagoto habla en forma más natural y su estilo es característico Danjūro I (1660-1704) es uno de los de la región de Kamigata. más grandes actores en la historia del Kabuki cuya influencia sigue presente en la actualidad. Onnagata son personajes femeninos in- Siendo joven y con el nombre de Ebizō, logró terpretados por actores hombres especializados tal maestría que creó la línea de actores que en estos roles. Se dice que los onnagata aparecie- llevan su nombre (el actual Ebizō es el número ron hacia 1612 entre los grupos de bailarines XI). Además fue el primero en utilizar el ma- conocidos como wakashu kabuki (danzas Kabuki quillaje de líneas rojas y negras característico interpretadas por adolescentes). Tras la prohi- de muchos de los personajes de tipo Aragoto. bición de bailarinas hacia 1629, todos los gru- Lo hizo durante la presentación de la obra pos constaron tan solo de hombres. Hacia 1642 Shitennô Ochigodachi en 1673, cuando contaba los papeles de onnagata fueron prohibidos pero con tan solo 13 años. En 1675 toma el nombre esta prohibición duró tan solo dos años, luego de Danjūro y con éste también crea un linaje de lo cual, en la transformación del Kabuki que sigue existiendo en la actualidad (el actual de danzas en una forma teatral, adquirieron Danjūro es el número XII). gran importancia y sofisticación. El empleo de Mauricio Martínez | Yoshitsune, el Teatro Tradicional y Kurosawa Tipos de personajes en el Kabuki En el Kabuki los principales tipos de personajes son: aragoto, wagoto y onnagata, y a estos se le suman una cantidad de variantes, algunos en papeles protagónicos y otros en papeles secundarios. Además de personajes humanos, aparecen con frecuencia personajes sobrenaturales e incluso, interpretados por actores en los comienzos de su carreras, personajes animales. 45 onnagata (también llamados oyama) llegó incluso un cargador, Togashi, quien controla el paso, hasta el cine, sin embargo desapareció hacia la quien está acompañado tan sólo por su carga- década de 1920. Cabe anotar que en el Kabuki dor de espadas. En el caso de Kabuki, Yoshit- tradicional siguen activos.9 sune y Benkei figuran con cuatro seguidores, mientras que Togashi está con tres subalternos Ataka vs. Kanjinchō El argumento general de la obra es básicamente el mismo con algunas modificaciones en los diálogos y en el número y función de algunos personajes. Por ejemplo, en la obra de Noh luego de que Benkei pretende leer el falso listado (kanjinchō), Togashi, la persona responsable del puesto de control, les permite partir, mientras que en la versión de Kabuki, al igual que en la versión de cine, se inicia una especie de cuestionamiento centrado en los elementos del vestuario de los monjes que parecen sospechosos, como las espadas. A continuación tiene lugar una serie de respuestas con las que se demuestran la destreza oral y los profundos conocimientos de Benkei en asuntos religiosos, y finalmente el grupo puede partir. KUROSAWA 101 Sobre la diferencia en los personajes, 46 en la obra de Noh aparecen además de Benkei y Yoshitsune, ocho, nueve o diez seguidores10 y 9 Dos nombres muy famosos en el mundo reciente de los onnagata son Bando Tamasaburo (n. 1950) y Nakamura Utaemon VI (1917-2001), este último declarado en 1968 como “Personaje Tesoro Nacional”. 10 Este número varía generalmente de acuerdo a la escuela de interpretación del Noh. Como ya se mencionó en la parte correspondiente a tipo de personajes del Noh, existen cinco: Kanze, Kongō, Komparu, Hōshō y Kita. y el cargador de espadas. Hay que recordar que el Noh utiliza un lenguaje clásico bastante difícil de entender y que fue creado para la aristocracia, mientras que el Kabuki era el teatro de entretenimiento del pueblo. Esto hace que cada uno de sus elementos tenga diferencias fundamentales de expresión. Al mismo tiempo es importante anotar que el Kabuki, especialmente desde el momento en que se transforma en una forma teatral, toma una gran cantidad de elementos del teatro Noh, como son los trajes, las historias, el escenario, la música, entre otros. La versión de Kurosawa Desde la primera vez que vi la cinta de Akira Kurosawa Los hombres que caminan sobre la cola del tigre (Tora no o wo fumu otokotachi) me he preguntado acerca del porqué de mi fascinación con la película. Una de las razones constituye el eje central de este artículo, y es el hecho de conocer la historia del gran general Yoshitsune y de su fiel seguidor, el monje-guerrero Benkei. Sus vidas y mitos son conocidos prácticamente por cualquier japonés, debido a las proezas e importancia histórica que ambos tienen, a pesar de sus vidas tan cortas -Yoshit- ■ Tora no fumo wo otokotachi (Los hombres que caminan sobre la cola del tigre), 1945 Mauricio Martínez | Yoshitsune, el Teatro Tradicional y Kurosawa ■ Tora no fumo wo otokotachi (Los hombres que caminan sobre la cola del tigre), 1945 47 ■ Tora no fumo wo otokotachi (Los hombres que caminan sobre la cola del tigre), 1945 sune murió a los cuarenta años y Benkei a los nichi Enomoto, más conocido en Japón como treinta y cuatro. Otra de las razones de mi fas- Enoken. Este cantante comediante nació en cinación está en el tratamiento del argumento, 1904 y falleció en 1970. Fue una de las más que aunque es bastante fiel a la obra Kanjinchō influyentes figuras en la comedia japonesa du- del teatro Kabuki, introduce algunas pequeñas rante la primera mitad del siglo XX. Se inició variaciones interesantes. en los espectáculos en vivo y en 1934 incursionó en el cine. Uno de sus fuertes fue la parodia. Benkei, y Yoshitsune están acompañados de cinco seguidores y un cargador. En A pesar de que las figuras principales el caso de la versión de Kurosawa, se insinúa son el monje guerrero Benkei, el general Yos- que éste fue contratado cuando ellos ya esta- hitsune, y Togashi, el encargado del puesto de ban disfrazados de yamabushi y no sabe quiénes control, la actuación de Enoken y el papel que son en realidad. Su intervención le agrega a juega su personaje durante toda la película, lo la historia un toque de humor, pero al mismo convierten casi que en el centro de atracción. tiempo el cargador hace el papel de narrador Tanto en la obra de Noh como en la de Kabu- en ciertas partes y ayuda a reforzar en otras los ki, Benkei se emborracha solo y ejecuta una momentos dramáticos. danza, mientras que en la película el cargador (Enoken) indiscretamente toma parte del sake Aunque ni Kurosawa en su autobio- y es quien ejecuta la danza. Al final, y luego de grafía ni los artículos sobre esta cinta lo mencio­ haber caído dormido por el exceso de licor, des- nan, este personaje me recuerda al ai-kyōgen o pierta completamente solo porque los viajeros KUROSAWA 101 actor de Kyōgen que interviene en Noh como 48 han partido y lo han dejado atrás. Este final, sirviente, campesino o barquero. En algunas de que lo pueden comprender aquellos que han las obras -no en Ataka- por medio de su inocen- visto la obra de Kabuki, termina con un roppo, cia y curiosidad, y utilizando un lenguaje más una forma estilizada y exagerada de salida del popular, este personaje facilita el entendimiento escenario por parte del personaje principal. de ciertos elementos de la obra para el público. En Kanjinchō del teatro Kabuki, Benkei ha- Así mismo, mientras que el actor principal cam- ce la variante conocida como Tobi-roppo con bia de personaje en las obras en dos actos, el ai- saltos. Esta es también usada por el personaje kyōgen hace una recapitulación de lo ocurrido. interpretado por Enoken al final de la cinta de Kurosawa. No deja de sorprender que el En la cinta de Kurosawa la interpre- personaje que no tiene un papel central en las tación de este personaje cómico la hace Ke- versiones teatrales, termine en el cine haciendo la danza y el roppo en el cine, dos de los elemen- Shizuka, la amante de Yoshitsune, en el primer tos más importantes que le corresponderían acto, y el espíritu de Tomomori, el general del a Benkei. clan Heike derrotado por Yoshitsune en una batalla, en el segundo acto. A pesar del tema central y del hecho de que la obra está inspirada en dos historias, Yoshitsune exilado de Kyoto (Yoshitsune Miyako-ochi no Koto) y Las dos luchas en Sumiyoshi y Daimotsu (Sumiyoshi to Daimotsu Ni-kasho Gassen no Koto) del cuarto capítulo del Gikei-ki (Historia de Yoshitsune), el papel del gran general Yoshitsune le corresponde una vez más a un kokata. Otro elemento interesante usado por ■ Tora no fumo wo otokotachi (Los hombres que caminan sobre la cola del tigre), 1945 Kurosawa es la música vocal. Aunque no tiene Tanto en la producción de Kurosawa coro y de los cantantes en el teatro Noh y el como en las obras de Kabuki y Noh, el tema Kabuki respectivamente, al proporcionarle un central es la “huida de Toshitsune”. Sin em- marco a la historia a través de narraciones en bargo las intervenciones de este personaje son varias parte de la cinta. muy cortas y en todas ellas, principalmente en la versión de Kurosawa, los momentos en los Una pregunta sin respuesta, ni siquiera que se puede ver el rostro del personaje son resuelta en la autobiografía de Kurosawa, es muy breves. En el caso de la obra de Noh, Yos- la razón por la cual eligió esta obra en un mo- hitsune, un personaje de gran talla en la historia mento en el que Japón se estaba rindiendo ante japonesa, es representado por un kokota, es decir las fuerzas de ocupación norteamericanas. Se un actor niño. Este manejo de los personajes se sabe que justo antes de esta producción y en el da desde las obras del supuesto autor de Ataka, mismo año estaba rodando Dokkoi kono yari (lit. Kanze Kojirō Nobumitsu. Ejemplo de ello es Sostén esta lanza), una película de época (jidaigeki) Funa Benkei (Benkei y el Barco). Esta obra se y comedia en la que participó Enoken, La cinta refiere al intento de Yoshitsune y Benkei de huir no pudo ser terminada, en parte porque fue por mar. Aunque el nombre de Benkei aparece imposible conseguir un caballo para la escena en el título, el shite (actor principal) interpreta a final de una batalla. Mauricio Martínez | Yoshitsune, el Teatro Tradicional y Kurosawa elementos tradicionales, cumple con el rol el 49 Comentarios finales Con todo el trasfondo histórico y teatral, y las interesantes adiciones y modificaciones hechas por Kurosawa, uno se pregunta por qué esta cinta no tiene la importancia que se merece. Aunque es su cuarta película, después de Sugata Sanshirō / La leyenda del gran judo (1943), La más hermosa (Ichiban Utsukushiku, 1944) y Zoku Sugata Sanshiro / La leyenda del gran judo II (1945), ya demuestra una gran personalidad cinematográfica y una creatividad muy sutil y sofisticada. los subtítulos se lee “Yee” cuando se refieren a Yoshitsune y “Hing” cuando hablan de Benkei, para dar solamente dos ejemplos. Además hay frecuentes errores, como cuando Togashi, el que controla el paso, le pide a Benkei que lea el kanjinchō, la lista de subscripción de los supuestos donantes. En el subtitulo se lee que Togashi le pide a Benkei que le muestre el dinero. Espero que en un futuro cercano sea posible conseguir una mejor versión. Las cintas famosas de Akira Kurosawa El contenido de este artículo podría ser tienen el lugar que se merecen en Occidente comprendido a mayor profundidad a través de y Latinoamérica, pero es importante darles la experiencia visual. Por suerte tenemos he- oportunidad a las menos conocidas. Por otro rramientas como Youtube, en donde se puede lado y como una forma de comprender me- encontrar la obra Kanjincho completa -dividida jor la impresionante producción de este gran en 8 fragmentos con explicaciones en inglés. En director, es aconsejable ver sus películas en cuanto a la cinta de Akira Kurosawa, es posible orden cronológico. Adicionalmente, como en conseguirla en algunos países de habla hispana el caso de Los hombres que caminan sobre la cola con el nombre de Los Hombres que Caminan Sobre del tigre, también es interesante tomar aquellas la Cola del Tigre, o en inglés como The Men Who obras que se inspiraron en otras -no solamente Tread on the Tiger's Tail. cinematográficas-, aquellas que generaron la KUROSAWA 101 aparición de otras o de las cuales hay versiones 50 Personalmente no conozco los subtí- paralelas. Para dar algunos ejemplos puedo tulos en español, pero cuento con la versión mencionar a Trono de sangre (Kumonosu-jō, 1957) realizada por Mei An de Hong Kong en la que y Macbeth de Shakespeare; Ran (1985) y El Rey al parecer, la traducción para los subtítulos se Lear de Shakespeare; Bajos fondos (Donzoko) y Ba- hizo primero de japonés a chino y luego de jos Fondos (Les Bas-fonds de Jean Renoir, 1936), chino a inglés. Sin embargo, mantuvieron la basadas en la novela del mismo nombre del pronunciación china de los nombres de los per- escritor ruso Máximo Gorky; Los siete samurais sonajes y lugares japoneses. De esta forma, en (Shichinin no Samurai, 1954) y Los siete magníficos (The Magnificient Seven de John Sturges, 1960); Yojimbo y Por un puñado de dólares (Per un pugno di dollari del director italiano Sergio Leone, 1964). Entre la austeridad y simbología de los lenguajes del Noh; y el expresionismo y exageración del teatro popular Kabuki, se podría concluir que la pieza de Akira Kurosawa es un punto intermedio. ■ Tora no fumo wo otokotachi (Los hombres que caminan sobre Mauricio Martínez | Yoshitsune, el Teatro Tradicional y Kurosawa la cola del tigre), 1945 51 ■ Rashōmon, 1950 Rashōmon: El Final del Comienzo Trae Robin G. Collinwood (1891- la justicia, y la policía abrigaba esperanzas de 1943), el historiador y filósofo inglés, en el libro hacerlo, aunque la pista era un poco de pin- que recoge las notas de sus cursos sobre La idea tura fresca verde en el mango del puñal, muy de la historia, una pequeña historia de detecti- semejante a la pintura fresca verde de la verja ves con la que ilustra el trabajo del historiador. situada entre el jardín de John Doe y el párroco. Cuando un domingo por la mañana El detective encargado del caso, el ins- encontraron a John Doe muerto, de bruces pector Jenkins de Scotland Yard, fue capaz de sobre su escritorio, con un puñal en la espalda, descubrir al asesino a pesar de que en los inte- nadie esperaba que la cuestión de quién fue el rrogatorios todos los sospechosos habían men- criminal se resolviera mediante testimonios. tido. Con esta anécdota en mente comienza el No era probable que nadie hubiera presencia- pensador canadiense Bernard J. F. Lonergan su do el asesinato. Mucho menos probable era monumental Estudio sobre la comprensión humana. 2 que alguien de la confianza del asesino fuera “En la novela policíaca ideal”, dice Lonergan, a denunciarla. Y mucho menos probable que …el lector cuenta con todas las pistas pero nada, era que el propio asesino se presentara no logra dar con el criminal. Bien puede en la estación de policía a entregarse. A pesar percatarse de cada pista cuando se presenta. de esto, el público exigía que se le presentara a No necesita más pistas para resolver el mis- 1 Original inglés The Idea of History. Oxford Universi- Original inglés Insight. A Study of Human Understanding. Edited by Frederick E. Crowe and Robert M. Doran. University of Toronto Press, Toronto, 1992. Cita de la traducción española de Francisco Quijano, Insight. Estudio sobre la comprensión humana. Universidad Iberoamericana, México, 1999, p. 11. 1 Jaime Barrera Parra | Rashomon: El Final del Comienzo Jaime Barrera Parra 53 ty Press, London, 1948. Traducción castellana de Edmundo O’Gorman y Jorge Hernández Campos. Fondo de Cultura Económica, México, 1993 (18 reimpresión), p. 257. La historia y su análisis se encuentra en las páginas 257-264 en la sección “La evidencia del conocimiento histórico”. 2 terio. Con todo, puede quedar a oscuras por es el asesino sino cuál es el significado de las la simple razón de que llegar a la solución historias que narra Kurosawa. Y esta pregunta no es la mera aprehensión de alguna pista, no se contesta a partir de las pistas que resul- ni el simple recuerdo de todas ellas, sino una tan de contar u oír contar una historia, sino a actividad muy distinta de la inteligencia or- partir de claves insertas en los modos de decir, ganizadora que ordena el conjunto íntegro de hablar, narrar, de una cultura. El propósito de pistas en una perspectiva explicativa única. este ensayo es referir (que es en sí un modo de contar) dos de estas claves. *** La primera hay que buscarla en la gramática japonesa. Para explicarla puede servir un corto poema de 5 líneas, 13 palabras, 32 sílabas (tanka). El poema es de Ishikawa Takubobu Ishikawa (1886-1912). Más de la mitad del poe- ■ Rashōmon, 1950 ma (3 líneas, 8 palabras 16 sílabas) lo consume KUROSAWA 101 la ubicación de un espacio, que prácticamente 54 Rashōmon de Akira Kurosawa es una no dice nada. La imagen central está ubicada de estas historias. Y preguntarse “por qué” en las dos líneas finales. Se trata de un cangre- puede resultar tan atractivo a un crítico de cine jo. Un símbolo extraño. En los versos, el poeta como fascinante resulta la película al cineasta se describe sentado sobre la arena de una isla desprevenido. ¿Quién mató al caballero? En perdida en el Mar del Este, mientras juega con apariencia todas las pistas están dadas. Los tes- un cangrejo. En japonés dice: tigos llamados a interrogatorio se contradicen. Tōkai no Sin lugar a dudas están mintiendo. La película, Kojima no iso no sin embargo, nunca responde la pregunta. Por Shirasuna ni una razón muy sencilla: en la película sucede Ware nakinurete un asesinato pero, paradójicamente, no trata Kani to tawamuru. de un asesinato. La pregunta no debe ser quién La versión literal, conservando la se- “Sobre la arena blanca de una ensenada de una cuencia original de las frases, traduciría línea isla del Mar del Este” el poeta japonés dice “El por línea: mar del Este (de) una isla (de) una ensenada (de) En el Mar del Este arena blanca”. En donde nosotros construiría- En una ensenada de una isla mos la frase principal, “empapado en lágrimas Sobre la arena blanca juego con un cangrejo”, anteponiéndola a la Empapado en lágrimas ubicación del evento, el poeta deja para el final Juego con un cangrejo. lo que quiere decir, “empapado en lágrimas/ juego con un cangrejo”. por su brevedad sino por la sintaxis. La partí- Un crítico literario coreano y una an- cula conjuntiva no, cuya función en la lengua tropóloga inglesa citan el poema como una japonesa es conectar substantivos, se repite tres imagen de ciertas características culturales veces. Un exceso gramatical poco poético en propias del modo de pensar japonés. El co- 32 sílabas. El lector siente la tentación de decir reano O-Young Lee3 subraya que el lenguaje que “no dicen nada”. El orden de las palabras japonés y el coreano comparten un origen dentro del orden de las líneas, sin embargo, pro- común y estructuras semejantes. El coreano duce otro efecto. Haciendo abstracción, por el le “suena japonés” a los japoneses y viceversa. momento, del “cangrejo” como símbolo de un Un párrafo en coreano puede traducirse con “otro” ausente y como objeto de un “juego”, el mismo orden, cambiando las palabras, al que nos puede parecer “poco poético”, si nos japonés y viceversa. Pero el uso de la conectiva concentramos en el “orden del discurso” que no marca una diferencia notable. Los coreanos tienen las palabras en las frases concatenadas no tienen esta peculiaridad. La secuencias de no por la partícula no, no nos queda difícil advertir en una frase les suena divertida. Así, un chiste cierta significativa diferencia. La imaginación común entre ellos consiste en preguntarse sobre se encamina concéntricamente desde la periferia de un horizonte indefinido, “el Mar del Este”, hasta el interior de un pequeño círculo en donde un “yo” (ware) sentimental juega con un “otro” ausente representado por un cangrejo (kani). Por efecto del no las palabras se mueven en dirección inversa a como lo hacen las nuestras en una frase. En donde nosotros diríamos 3 Lee (nacido en 1934), profesor de literatura francesa, japonesa y coreana en la Universidad de Seúl, se educó y aprendió japonés con los japoneses durante la ocupación. La referencia tiene como fin subrayar el argumento del libro, la calidad de su tecnología surge de una tradición para la que “lo mejor es pequeño”. La referencia se encuentra en el libro The Compact Culture. The Japanese Tradition of ‘smaller is better`. Translated by Robert N. Huey. Kodansha International, Tokyō, 1984 (Chijimi shiko no Nihonjin, 1982). El análisis se encuentra en las pp. 25-31. Jaime Barrera Parra | Rashomon: El Final del Comienzo Los versos son desconcertantes no sólo 55 qué diferencia un reloj coreano y uno japonés. organiza su acercamiento a un objeto desco- Respuesta: “En que el reloj coreano dice ‘tic- nocido: desempaca, desenvuelve, desenrolla, tac, tic-tac’ y el reloj japonés dice ‘tic-tac no descubre, desvela. Es decir, desanda el camino tic-tac’”. Para Lee, “la diferencia es tan eviden- que otro ha recorrido para empacar, envolver, te que hasta los niños coreanos la reconocen enrollar, cubrir, ocultar con un velo, para llegar, cuando alguien remeda a un japonés usando en medio de gestos concéntricos de las manos, una secuencia de posesivos”. En algunos casos, que se van tornando cada vez más estrechos, la estructura resulta intraducible, como se ad- a lo que el otro ha encerrado y quiere que en- vierte en el siguiente poema de 32 sílabas del contremos.4 Para Hendry la característica no se mismo Ishikawa, que contiene cuatro veces la circunscribe al lenguaje. Su libro, resultado de partícula no (dos de ellas colgando al final de múltiples investigaciones de más de veinte años, las líneas 2 y 3). es un cofre lleno de ejemplos e ilustraciones Haru no Yuki tomadas del vestido, los jardines, las relaciones Ginza no ura no sociales, el clima, el baño, la higiene, el tiempo, Sangai no la urbanidad. Rengazukuri ni KUROSAWA 101 Yawaraka ni furu. 56 *** Si se lee el poema literalmente habría La segunda clave hay que buscarla en que escribir algo así como: “primavera (de) la secuencia jo, ha, kyō del teatro Nō. Para Kom- nieve/Ginza (de) callejón (de)/tres filas (de)/ paru Kunio, maestro de una de las tradiciones ladrillos (sobre)/suavemente cae”. Si se tradu- de este teatro, “tal vez se trata del más impor- ce menos pedestremente podría decirse: “La tante concepto estético del Nō”.5 De un manera nieve ligera de primavera recubre/tres filas de general, si se considera la trama de una sola ladrillos/en un callejón de la Ginza”. Lee llama pieza de Nō, puede decirse que jo es la parte in- “principio de inclusión” a esta gramática y la troductoria, ha la parte intermedia y kyō la parte compara con las muñecas rusas. final. Pero la secuencia sirve también para crear La antropóloga inglesa Joy Hendry va más lejos aún, conecta la sintaxis con el modo cómo se desempaca y desenvuelve una compra valiosa, o un regalo especial. La gramática exterioriza el proceso cómo el pensamiento 4 Wrapping Culture. Politeness, Presentation and Power in Japan and Other Societies. Clarendom Press, Oxford, 1997. El poema está citado en la p. 51. 5 Kunio, Komparu, The Noh Theater. Principles and Perspectives. Weatherhill/Tankosha, New York, 1983 (traducción del japonés Noh e no izanai (Invitación al Nō, Tokyō, 1980) por Jane Cordry, p. 24. y conlleva, así, un elemento temporal”.6 De esta que contiene siete piezas que se representan a manera el tablado y los pilares del escenario, la lo largo de un día. En este caso jo será la pieza ubicación de los músicos y de los personajes, los que abre el programa y kyō la pieza que cierra instrumentos musicales y los objetos decorati- el programa. El programa intermedio, Ha, se vos, se ordenan como un texto cuya gramática desdobla en tres obras, que a su vez forman una es la secuencia jo, ha, kyō. Cada melodía y cada secuencia jo, ha, kyō. Los libros que explican el nota musical, cada ritmo y cada silencio, ca- Nō traducen el término jo por “preparación”, da movimiento de un desplazamiento y cada comienzo”, “introducción”, “preludio”; ha, por danza, cada ademán e inclinación del cuerpo, su etimología, “borde” y “ruptura”, pero tam- cada reflejo de la luz en la superficie de una bién, por “desarrollo”, exposición”; y kyō, por máscara, son palabras, pequeñas unidades de “clímax”, “finale”, pero, sobre todo, a partir de significado con su propio jo, ha, kyō, que siguen su etimología, por “rápido”, “urgente”, “pre- secuencias jo, ha, kyō, dentro de unidades escé- cipitación”. Las secuencia y su simbolización nicas jo, ha, kyō, encerradas en las partes de un lingüística tienen origen en el gagaku, una anti- argumento cuyo tempo se desliza de acuerdo con gua música de la corte imperial acompañada de el metrónomo de la secuencia jo, ha, kyō. Los danza que los japoneses trajeron de China. Jo, tratados de formación de actores y de dirección ha, kyō “se usaba para indicar una pieza de tres de programas que escribió el creador del Nō, partes que debían interpretarse con un tempo Zeami Motokiyo,7 están llenos de indicaciones, cada vez más acelerado: jo, entrada ruidosa, referidas a situaciones basadas en experien- sin compás, de una o varias personas danzando cias muy concretas de su carrera artística, que […]; ha, compás suave y envolvente y danza tienen como “explicación” la noción de jo, ha, delicada […]; kyō, ritmo y danza rápida […]”. kyō. Leyendo a Zeami puede decirse sin exa- Según Kunio, la secuencia se convirtió en un geración que cada sílaba, cada fragmento de “principio ordenador” de la poesía, la ceremo- movimiento, cada sonido del teatro Nō, cada nia del té, el arreglo floral, y, eventualmente, del elemento infinitesimal, tiene su propio jo, ha, No. En el teatro, jo “se refiere a la posición y, en kyō. Así cuenta Zeami por qué no gustaba de consecuencia a un elemento espacial […]; ha un actor de gran fama de nombre Ino. Porque quiere decir ruptura o ruina. Sugiere la destruc- 57 ción de un estado existente y se convierte, en consecuencia, en un elemento destructor […]; kyō significa rápido […] se refiere a la velocidad Jaime Barrera Parra | Rashomon: El Final del Comienzo el orden de un programa tradicional completo 6 Kunio, ibíd. 7 On the Art of the Noh Drama. The Major Treatises of Zeami. Translated by J. Thomas Rimer and Yamazaki Masakazu. Princeton University Press, Princeton, N. J. , 1984. se decía de él que cuando recitaba la frase “En Rashōmon de Akira Kurosawa puede la provincia de Tsu” (en japonés Tsu no kuni) to- ser un magnífico ejemplo de este modo de ver, maba aliento en el intervalo que media entre sentir y de pensar. Creo que parte de la fas- la sílaba ni y la sílaba no. De este modo, para cinación que produjo la primera proyección Zeami, “aún una sola sílaba puede ser ocasión de la película, así como el deleite que sigue de dejar sentir estas relaciones”. Y explicaba el ejerciendo entre los que la disfrutan, se puede principio con un ejemplo. Si se toma la vocal o explicar por la gramática invisible del jo, ha, kyō que significa “sí”, “el momento de silencio antes que pertenece a la esencia del lenguaje japonés, de que una persona hable debería constituir un pero que es, tal vez, universal. jo, la palabra o por sí misma, un ha, y el momento en que la voz del actor se detiene, un kyō”.8 La historia de la producción de Rashōmon y de su primera proyección en el Fes- *** tival de Venecia en 1951 es, ella misma, una “historia” que ha sido contada muchas veces Cuando leemos estas explicaciones nos pero que, como la película, debe ser relatada parecen increíbles, tal vez absurdas, innecesa- concéntricamente como una serie de descubri- rias, pedantes. Para llegar a hacerlas propias, un mientos cuya lógica no estaba trazada desde el actor necesita años de entrenamiento. principio, ni siquiera en la cabeza del mismo director. La película fue filmada en 1950, pero se sabe que Kurosawa la llevaba rumiando desde hacía largo tiempo. El primer guión, escrito por Shirobumi Hashimoto en 1948, se basaba en un célebre cuento de Ryonosuke Akutagawa escrito en1921, Yabu no naka. El título traduci- KUROSAWA 101 do al castellano como “En un bosquecillo” no 58 sugiere todo lo que Akutagawa quiso significar con el término yabu. (matorral)9 que evoca, co■ Rashōmon, 1950 8 “An account of Zeami’s Reflections on Art” (Sarugaku dangi), en Zeami, óp. cit. , p. 205. 9 Akutagawa, Ryunosuke, Rashōmon y otros cuentos. Versión al castellano de José Kozer. Ediciones Miraguano, Madrid, 1987. El relato “En un bosquecillo”, abre la colección (pp. 7-18). El término japonés es muy importante para entender no sólo el cuento de Akutagawa sino la película de Kurosawa. Yabu es “un lugar en donde crecen apretadamente multitud de hierbas y de árboles” como un bosque mo explicó Kurosawa, “un mundodonde el había entregado y el marido había muerto de corazón humano pierde su camino”. La tra- una estocada en un duelo por la posesión de la ma del relato consistía en la sucesión de siete mujer. Según la declaración de la mujer, des- historias: cuatro declaraciones de testigos (un pués de haber sido deshonrada por el salteador, leñador, un bonzo ambulante, un gendarme “[s]in comprender exactamente lo que hacía, y una vieja) en una estación de policía, y tres enterré el espadín en su pecho, atravesándole el versiones judiciales del mismo hecho: la muerte quimono lila”.11 Según la versión del caballero de un viajero y la violación de su esposa. Según muerto, obtenida a través de un medio, “me la declaración de un bandido salteador de ca- herí el pecho [con una daga recogida del suelo]. minos ante el Comisario Mayor, la esposa se Un coágulo de sangre me subió a la boca, pero 10 no sentí el más mínimo dolor. Al enfriarse mi pecho todo se cubrió del silencio de los muertos en sus tumbas”.12 El relato de Akutagawa está estructurado por las preguntas de un funcionario de una comisaría de policía que realiza una indagatoria y las respuestas que van suministrando los implicados. El cuento no contiene ámbito encerrado. No se pregunta quién mató al muerto ni plantea ninguna hipótesis. Termina, sin embargo, con una frase que desvía la atención del lector hacia una continuación de otra historia que no fue escrita. Entonces vi que alguien se arrastraba hacia mí. Intenté ver quién era. Pero merodeaba la oscuridad. Alguien… y ese alguien sacó sua■ Rashōmon, 1950 de bambú (take-yabu). Se dice del diagnóstico de los médicos (yabu-isha), de la envidia (yabu-nirami) y de una sopa de fideos (yabu-soba). 10 Kurosawa, Akira, Autobiografía (o algo parecido). Traducción de Raquel Moya de la versión inglesa de Audie Bock, Something like an Autobiography (en japonés Gama no abura, “Aceite de sapo”), Madrid: Editorial Fundamentos, 1998 (2ª edición). vemente con mano invisible el espadín que me había enterrado en el pecho. Al mismo tiempo la sangre se me agolpó en la boca. Y 11Óp. cit. , p. 15. 12Óp. cit. , p. 17. Jaime Barrera Parra | Rashomon: El Final del Comienzo ninguna pregunta ni respuesta más allá de este 59 de una vez por todas me hundí en la oscuri13 dad del espacio. 1948 fue modificado por el de Rashōmon15 y el cambio, como veremos, transformó el primer sentido. Daiei firmó un contrato de produc- Cuando en 1950 la productora ci- ción a regañadientes. La filmación fue corta y nematográfica Daiei pidió a Kurosawa que ajustada a los límites del presupuesto acordado. presentara un proyecto, el director se acordó del guión de Hashimoto. Para Kurosawa “el Aunque Daiei proclamó abiertamente trabajo estaba muy bien escrito, pero no era lo no entender el argumento, tuvo cuidado, sin suficientemente largo para hacer una película. embargo, de publicitar la première con invita- Hashimoto vino a verme a casa, y estuvimos dos, críticos y periodistas a un estreno solemne. hablando cuatro horas”. Tenía un título co- Desde entonces se ha repetido que los japoneses mo para una película de Jean-Claude Lelouch no comprendieron la película, que esta no duró o Jean-Luc Goddard. Se llamaba “Masculino- mucho tiempo en cartelera y que ocasionó pér- femenino”. Kurosawa anota que el guión había didas. Nada de esto es cierto. Pero forma parte quedado en el subconsciente: de las leyendas que se han tejido alrededor de KUROSAWA 101 14 60 yo había estado todo el rato preguntándome Rashōmon, y de esto, precisamente es de lo que si no podía hacer algo con él. En ese momen- trata la película, de “tejer historias”. De hecho to su recuerdo saltó de uno de los pliegues de la audiencia, a diferencia de los productores, mi cerebro y me pidió que le diera una opor- parece no haber tenido mayor problema en tunidad. Al mismo tiempo recordé que “En entenderla. La exhibición, contra lo que estos una arboleda” [sic] está hecho de tres histo- habían planeado, duró más tiempo, y las ga- rias cortas y me di cuenta de que si le añadía nancias obtuvieron el cuarto lugar en los ingre- una cuarta, el conjunto sería la extensión sos que tuvo la empresa en 1950. Después de un exacta para una película. Luego me acordé par de semanas Daiei, sin embargo, enlató los de la historia de Akutagawa de Rashōmon. Kurosawa mostró el libreto a la Daiei, que no entendió de qué se trataba, pero dejó que el director siguiera adelante. El título de 13Óp. cit. , p. 18. 14Kurosawa, p. 278. 15 La palabra japonesa rashōmon está compuesta de tres caracteres chino-japoneses: mon, gran estructura de manera, puerta o portón gigante que sirve de entrada a una ciudad, templo o edificio público; rasho, pieza de seda; se trata probablemente del “raso”, que el Diccionario de la Lengua Española de la Real Academia Española (21a edición) describe como “tela de seda lustrosa, de más cuerpo que el tafetán y menos que el terciopelo”. La gran estructura era la puerta del sur de Heian-kyō, la actual Kyoto; fue levantada durante la época de esplendor de la ciudad (794-1185) para recibir a las caravanas que llegaban desde China y el Asia Central a través de la Ruta de la seda. rollos de celuloide y los mandó a su bodega. Y, como dice Donald Richie, el gran especialista en Kurosawa, acerca de Rashōmon: “allí hubieran probablemente permanecido guardados hasta hoy de no haber mediado una serie de circunstancias fortuitas que llevaron a la película a convertirse en la producción cinematográfica japonesa más conocida de su historia”.16 En aquel año del debut Venecia envió al Japón una invitación a participar con alguna muestra en un festival al que los japoneses no daban por entonces la importancia que tiene hoy día. Richie dice que hubo consternación en el mundo cinematográfico. Inicialmente Rashōmon no fue considerado. Sin embargo, a solicitud de la organización del festival, GuiFilm en Japón, escogió la película porque le había gustado mucho. Daiei se opuso. Al final ■ Rashōmon, 1950 la película fue enviada con desgano, sin grandes expectativas de la productora. En 1951, mientras en Europa el jurado debatía el merecedor Salí por la puerta, abatido y estupefacto, y del premio, Daiei rescindió el contrato de Ku- sin ni siquiera voluntad para coger el tren rosawa. En su Autobiografía Kurosawa recuerda me puse a andar de camino a casa a Komae en retrospectiva con humor ese momento. pensando en mi triste situación. Llegué a la conclusión de que por algún tiempo tendría 16 Me valgo para esta información de un crítico que ha rastreado minuciosamente el cine japonés y, en particular, a Kurosawa, a través de toda una vida en Japón, Donald Richie. Su libro es un manual de consulta obligada. Ver The Films of Akira Kurosawa. Third edition expanded and updated with a new epilogue. University of California Press, Berkeley, 1998 (first published in 1965). La cita es de la página 79, los datos sobre la composición y exhibición de la película los he tomado de las pp. 70-71 y 79-80. que comer arroz frío, y me resigné a ello. Decidí que no servía de nada enfadarme, y me fui a pescar al río Tamagawa. Eché la caña al río. Inmediatamente se quedó prendida en algo y se rompió en dos. Como no tenía otra de repuesto me apresuré a guardarme Jaime Barrera Parra | Rashomon: El Final del Comienzo lliana Stramigioli, la representante de Italia 61 el equipo. Me volví a casa pensando en que inmensa como las puertas de dos pisos de los la mala suerte es como un racimo de uvas. templos Ninnaji y Todaiji en Nara.18 Llegué a casa deprimido, sin fuerza siquie- “Lo que construimos fue gigantesco. Era ra para abrir la puerta. De repente apare- tan inmenso que el techo completo hubiera ció mi mujer dando brincos. ‘¡Felicidades!’ combado los pilares en los que se sostenía. Me sentí inesperadamente indignado. ‘¿Por Usamos la estratagema artística de que esta- qué?’ ‘Rashōmon ha ganado el primer premio’. ba en ruinas para construir sólo la mitad del Rashōmon ganó El León de Oro de Venecia, techo, y logramos salir adelante con nuestras ¡y yo me encontraba desesperado por tener medidas”.19 que comer arroz frío!17 Cuando comienza la película, la cá*** mara deja correr los trazos de los caracteres KUROSAWA 101 blancos de los créditos, superponiéndose sobre 62 Kurosawa cuenta que Rashōmon co- tomas breves en gris y negro que ambientan un menzó a apoderarse de su imaginación mien- torrencial aguacero. El agua barre inclemente tras esperaba una respuesta positiva para co- lozas de piso, columnas, vigas, techos, batien- menzar el rodaje. En el vacío de la espera tes, escalones de piedra. Las partes insinúan la recorría Tokyō y Nara observando las grandes magnitud de la estructura. Kurosawa precisa construcciones de madera de la arquitectura que para ser históricamente exactos hubiese clásica. En el interior de Kurosawa, el que ha- sido necesario hacer ver que detrás de la puerta bría de ser el escenario del principio y el final se encontraba el palacio imperial y la puerta de la película, Shujakumon. Como el presupuesto no lo per- La puerta (mon) de raso (rasho)”, empezó a mitía se contentó con levantar el telón de fondo configurarse por medio de su propia historia. de una montaña. “Mientras más cosas veía más se me abría la puerta de Rashōmon en mi mente. Al princi- La puerta en ruinas produce un impac- pio pensé que mi puerta debía ser del tamaño to destructor en el relato. Y Rashōmon, puerta de la puerta de entrada del templo Toji en y relato, se va transformando en un símbolo Kyoto. Luego se hizo tan grande como la de lo que sucede en la cabeza del espectador. puerta Tengaimon en Nara, y finalmente tan Cuando abandona el teatro no puede evitar 18Kurosawa, Autobiografía, p. 276. 17Kurosawa, Autobiografía, p. 286. 19Id. , p. 277. llevarse consigo los fragmentos de las historias con el fin de lograr impecables maquetas de la presenciadas e intentar reconstruir la lógica del historia acompañadas de lecciones de anatomía asesinato del hombre. La pregunta qué pasó en de un crimen al mejor estilo de Hercule Poirot. el camino que va de Yamashina a Sekiyama se Dos ejemplos son los de Donald Richie y James convierte en la pregunta sobre quién de los testigos Goodwin. está diciendo la verdad. En 1985, quince años después de la primera proyección de la película, Donald Ri- manera diferente y la mayor tentación es la chie propone un “arreglo” que considera “po- de los críticos que se inventan sofisticadas es- dría ser la solución al Gran Enigma del Asesinato tructuras, a la manera de “La puerta de seda”, en Rashōmon”.20 Jaime Barrera Parra | Rashomon: El Final del Comienzo La tentación es re-contar el relato de ■ Rashōmon, 1950 63 20D. Richie, óp. cit. , p. 74. CUADRO 1. SECUENCIA DE LOS RELATOS SEGÚN LA PERSONA QUE LOS NARRA CALIFICADOS POR SU VERACIDAD O FALSEDAD (Donald Richie, 1965) Richie, “se encuentra la temática central de Kurosawa: el mundo es ilusión; quien construye la realidad es uno mismo; esta realidad que fabricas, sin embargo, te destruye cuando se la somete a la limitación de lo que se ha hecho”.21 1. Descubrimiento del cuerpo del esposo. 2. Un hombre y su esposa son vistos en un bosque. 3. Captura de Tajomaru. El leñador dice mentiras. esta realidad; puedes liberarte de ella; puedes vivir más cercano a la naturaleza de lo que estás creando continuamente”.22 El sacerdote y el leñador dicen la verdad. 4. Versión de la historia del salteador. Como contada por Tajomaru. 5. Versión de la mujer. Como fue El monje cuenta contada por la verdad. la esposa. 6. Versión del caballero muerto. Contada por Aceptada como el esposo a verdadera y través de un relatada por el medium. sacerdote. 7. Versión del leñador. James Goodwin, más sofisticado que El leñador dice una mentira. KUROSAWA 101 Richie, remplaza la ontología por la lingüística y la estética por la retórica. Goodwin parte de un planteamiento que Roy Armes formula en su estudio The Ambiguos Image: Narrative Style in Modern Europeran Cinema. La sintaxis de película, como Rashōmon, produce “fragmentación” y “relatividad” en el relato. La clave para en- El leñador dice una mentira. Valiéndose del diagrama, Richie se 64 tardías de Kurosawa plantearán otro corolario, este más estético: “en verdad no estás sujeto a El sacerdore cuenta la verdad. Como la cuenta un agente de policía. Richie, sin embargo, precisa que las películas convierte en investigador, fiscal y juez. Examina cuál puede haber sido la “realidad” de lo sucedido, argumentando con lógica todas las alternativas. Su veredicto, sin embargo, es una mezcla de ontología y estética. Rashōmon contiene una especie de corolario epistemológico: el conocimiento construye realidad. “Más que en ninguna otra película específica, ” escribe tenderla consiste en aprender esta sintaxis que controla (o desencaja) los componentes convencionales de la ficción: escenario, personajes, descripción, trama, diálogo. Rashōmon es una película “modernista” y, … el modernismo en el cine comienza con el reexamen de una estructura que se basa en flash-backs. Esta estructura tiene como finalidad poner al descubierto la ambigüedad 21 D. Richie, óp. cit. , p. 77. 22Ibíd. inherente en construcciones narrativas que se ideas guía Goodwin pasa a proponer una se- fabrican con imágenes derivadas desde puntos cuencia mínima de componentes. de vista diferentes en el tiempo o puntos de vista personales. Es aquí en donde reside la originalidad de películas tales como Citizen Kane y Rashōmon.23 CUADRO 2. SECUENCIA MÍNIMA DE LOS COMPONENTES DE LAS HISTORIAS DE LO ACONTECIDO EN EL BOSQUE (James Goodwin, 1994) A. Un samurái y su esposa viajan por un camino que atraviesa un bosque. La pareja se cruza, primero, con un monje itinerante y, después, con un bandido, salteador de caminos. B. El bandido lleva al samurái hacia lo hondo del bosque con la promesa de mostrarle el hallazgo de un tesoro enterrado de espadas y espejos antiguos. El salteador, una vez llegado al sitio, amarra al samurái con una soga. Las narraciones que resultan de esta sintaxis dislocan y dejan incompletas las secuencias, lógicas y cronológicas. Para analizar a Rashōmon no sólo se vale de estos “supuestos” sino del método del concepto de David Bord- C. El bandido conduce a la esposa hasta el sitio después de contarle que su esposo ha sido mordido por una serpiente. D. El bandido y la esposa del samurái hacen el amor en frente del marido que está inmovilizado por las ataduras. E. Muerte del samurái. well de “situación límite”.24 Para él “una situa- F. La esposa se escapa. ción límite se da cuando unas circunstancias G. El bandido abandona el lugar llevándose el arco, las flechas y la espada del samurái. También se roba el caballo del samurái que había quedado atado a la entrada del bosque. extremas o una crisis psicológica motivan la estructura de una trama (plot) o re-contar los elementos de una historia (story).25 Con estas 23 Indiana University Press, Bloomington, 1976, p. 237. La cita es de Goodwin en la p. 114, nota 2 (referencia al libro en nota 24 de este ensayo). 24Narration in the Fiction Film. University of Wisconsin Press, Madison, 1985 (referencia en Goodwin en la nota siguiente). 25Goodwin, James, Akira Kurosawa and Intertextual Cinema. The John Hopkins University Press, Baltimore and H. Se tejen varias historias sobre la suerte de la daga que llevaba la mujer. I. Encuentran el cuerpo muerto del caballero. Jaime Barrera Parra | Rashomon: El Final del Comienzo ■ Rashōmon, 1950 65 London, 1994. Goodwin analiza Rashōmon en el capítulo 3 “Modernist Narrative and Intertextuality” (pp. 13-140). Discusión de Bordwell en p. 115. KUROSAWA 101 66 Establecida la secuencia, Goodwin que se hace el lector de Akutagawa o el especta- examina con sospecha cada historia: la del dor de Kurosawa. Para el espectador despreve- bandido, la de la mujer, la del médium, la del nido la pregunta es espontánea. Para el crítico leñador, y subraya que todas tienen una trama literario o de cine la pregunta es reflexiva. El (plot) por medio de la cual se elabora un argu- primero se pregunta: ¿Qué pasó? ¿Quién mató mento para interpretar la historia (story). El al samurái? El segundo se interroga: ¿Cómo ejercicio retórico y literario de Goodwin resulta escribió el texto Akuragawa? ¿Cómo editó la fascinante. De hecho, lo que hace es “volver a película Kurosawa? El crítico espera por este contar” por extenso la historia que el especta- medio arrancar al espectador desprevenido dor ha visto en una o dos funciones y, por medio de la pregunta espontánea. Modificar la ten- de este hecho lingüístico, incitar al lector a “vol- dencia de su ingenua mirada. Inducir algo ver a ver” por medio del lenguaje la película, así como una “conversión”, un “cambio de y a “re-conocer” que es este mismo “hecho” orientación” en la mirada cinematográfica. Mi el que “significa” Kurosawa con Rashōmon y el sugerencia, llevar este cambio de mirada “más que ha mantenido su vigencia. Cuando se asiste lejos”, teniendo “presentes” las dos claves que a la proyección de la película, el espectador se expuse al principio. La palabra “presencia” ve confrontado una y otra vez por el escrutinio tiene aquí, sin embargo, un significado preci- de cada relato y de cada argumento. La ex- so. Hay una presencia cuando una silla está al periencia de “oír contar” muchas veces y por frente de un escritorio, o cuando el papel está distintos hablantes, lo transforma. “Al concluir en un sobre. La silla y el papel “están” y este la película la audiencia se halla en sintonía con “estar” se expresa siempre acompañado de un proceso narrativo (narrative process) por medio una de las preposiciones de la lista que recitá- del cual cada elemento de historia (story element) bamos de memoria, “a, ante, bajo, cabe, con, se ha transformado por medio de una trama contra…” Hay, sin embargo, otra presencia, (plot) en un argumento (argument) que reclama la presencia que “tenemos” cuando yo estoy para sí una verdad”. en una sala viendo una película, escuchando 26 una conferencia, mirando una película, oyendo *** una orquesta. En este caso la presencia de la que hablamos es la presencia del “objeto” de Los planteamientos de Richie, como un interés, atención, intención, orientación. La de Goodwin, se mueven fuera de las preguntas segunda presencia es “estar orientado a” lo que dice el conferencista, lo que narra la película, lo 26Goodwin, óp. cit. , p. 140. que interpretan los músicos. La tercera presen- ■ Rashōmon, 1950 ■ Rashōmon, 1950 Jaime Barrera Parra | Rashomon: El Final del Comienzo ■ Rashōmon, 1950 67 cia es “estar orientado a” mí interés, atención, la pantalla y comenzaron a oírse las notas intención, dirección, orientación. Esta tercera suaves de un Boléro que desentonaba con la presencia la “tiene” (más exactamente “es”) un imagen. A medida que proseguía la escena gran director de cine, como Kurosawa. Es esta se alzó la música, pero la imagen y el sonido tercera presencia la que le permite dirigir, con- seguía sin coincidir. ‘¡Maldita sea!’, pensé. ducir, le permite conducir no sólo durante la La multiplicación de la imagen y del sonido filmación, sino antes, durante su preparación, y que yo había calculado en la mente parecía después, durante el montaje y edición. Fue esta que no funcionaba. Me empezó a invadir un tercera presencia la que permitió a Kurosawa sudor frío. reescribir cambiando completamente el guión de Hashimoto y la que le fue haciendo crecer Continuamos. La música de […] Bolero se las dimensiones de “La puerta (mon) de raso alzó otra vez y de repente la imagen y so- (rasho)” a medida que paseaba por los jardines nido se unieron al unísono. La atmósfera de Kyoto y Nara. que se creaba era positivamente extraña. Sentí un helado escalofrío por la espalda e Llamemos al dominio de esta “tercera inesperadamente me volví a Hayasaka. Me presencia” en el artista y a su manifestación en estaba mirando. Estaba pálido y pude ver que la creación de su obra, “canon de búsqueda” temblaba con la misma extraña emoción que y “canon de selección”. Un pasaje de la Auto- yo sentía. Desde ese momento prosiguió la biografía narra cómo funciona dramáticamente imagen y el sonido a una increíble velocidad este canon durante la edición. que incluso sobrepasaba los cálculos que yo había hecho en la cabeza. El efecto era raro Mientras escribía el guión, escuché la me- y abrumador”.27 KUROSAWA 101 lodía de un bolero en mi cabeza en la parte 68 de la mujer de la historia. Le pedí a [Fumio] Hayasaka que escribiese una música tipo Boléro [de Maurice Ravel] para la escena. Cuando tuvimos que hacer el doblaje de esa parte, Hayasaka se sentó junto a mí y dijo: ‘Lo voy a intentar con la música’. Pude ver cierta incomodidad e impaciencia en su cara. Mi propio nerviosismo me produjo una sensación dolorosa en el pecho. Se iluminó 27 El pasaje está en la p. 285. No tengo conmigo la versión inglesa del texto japonés pero me he tomado la licencia de corregir la traducción al castellano. El traductor escribe “bolero” como si se tratara del género musical. Yo reescribo Boléro como si se tratara de la obra de Ravel aunque conservo el primer uso de la palabra en el momento en que se le ocurre la idea. El sentido del texto resulta ininteligible si no se hace esta corrección. Donald Richie incorpora las palabras de Kurosawa en su comentario de esta manera: “El ya fallecido [escribe Richie en 1965] Fumio Hayasaka fue uno de los compositores japoneses más individuales y creativos. Fue el mismo Kurosawa quien le dijo ‘Escribe algo parecido al Boléro de Ravel’ –una obra que un género musical latinoamericano sino la de Boléro de Ravel. La tensión interior del “canon de búsqueda” se corporiza en la percepción de “inconformidad e impaciencia en” la cara del compositor, en el propio “nerviosismo”, en la “sensación dolorosa en el pecho”, en la sensación de “sudor frío”, en “el extraño escalofrío por la espalda”. Pero también es un “canon de selección” que se manifiesta en la percepción de desentono “con la imagen”, de unión al “unísono de sonido e imagen”, de “creación de una atmósfera positivamente extraña”, de identificación en el temblor de Hayasaka de “la misma extraña sensación que yo sentía”. La secuencia jo, ha, kyō descubierta y tematizada por los creadores del teatro No es, en La experiencia de Kurosawa es tanto más extraordinaria cuanto en la película se trata de una secuencia que, durante cuatro minutos, narra en silencio, con un lenguaje de puros planos y con la música de fondo, “la confesión del leñador”.28 Lo que hemos llamado “tercera presencia” es en el montaje un “canon de búsqueda” que, primero, asocia la imagen de “mujer” con la melodía de un “bolero” y, taje de una película, “un canon de parsimonia” y un “canon de relevancia”. Una obra de arte consiste en “la objetivación de un patrón puramente experimental”.29 Existe un patrón en una partitura. Existe un patrón en el rollo de papel de una vieja pianola. Existe un patrón en los surcos de un obsoleto disco de pasta. Existe un patrón en la secuencia digital de una grabación electrónica. Pero todos estos patro- después, descubre que la melodía no es la de 69 29 Sigo en el Japón de ese momento no se había vuelto un cliché como en Occidente” (Richie, óp. cit. , p. 79). 28 Episodio 2 en el CD de The Criterium Collection (0:07 a 0:11). Jaime Barrera Parra | Rashomon: El Final del Comienzo la composición de un texto poético o en el mon- ■ Rashōmon, 1950 el análisis de Susanne Langer en su libro Feeling and Form. A Theory of Art Developed from ‘Philosophy in a New Key’. (Chares Scribner’s Sons, New York, 1953. El libro contiene “una nota sobre cine” (pp. 411-415) que recoge las notas de los estudiantes de Langer en un seminario sobre el tema. nes son abstractos. Un patrón sólo es “obra de comercializan las versiones en CD, dividiendo arte” si se experimenta auditivamente. Y de él el texto digital en capítulos. The Criterium Co- se dice que es “puro” porque los ritmos, tonos llection lo hace en 12 episodios que titula de la y sonidos de la frase musical no tienen ninguna siguiente manera: función práctica ni intelectual fuera de la de ser escuchados. La dirección y el montaje objetivan 1. La puerta de Rashōmon (0:8) la obra de arte antes de que la vea el público. 2. Evidencia de un crimen (0:07) Pero el público objetiva en la experiencia de la 3. Comienzo del juicio criminal (0:11) narración visual de un patrón de movimientos y 4. Declaración de Tajomaru (0:20) tomas de cámara. “El requisito más importante 5. Falsedades (0:36) del montaje es la objetividad”, dice Kurosawa, 6. Relato de la mujer (0:38) “El público nunca sabrá la dificultad que he 7. Confesión (0:48) tenido para obtener una toma determinada. 8. Versión del muerto (0:50) Si no es interesante, simplemente carece de 9. Frustración (1:01) valor: has podido rebosar de entusiasmo en la 10. El relato del leñador (1:03) filmación de una toma determinada, pero si 11. “Cossi fan tutti” (1:18)31 no se ve entusiasmo en la pantalla, debes ser lo 12. Redención (1:27) bastante objetivo para cortarla”.30 KUROSAWA 101 Los capítulos de la trama pueden agruY, como el público de espectadores parse en tres partes que sigan la secuencia jo, espontáneos o cineastas educados, también los ha, kyō, con una parte inicial (jo), introductoria, críticos objetivan su entusiasmo o su desagrado que crea la atmósfera de la película, y una parte con el patrón de percepciones visuales de su final (kyō), que como lo dice la palabra, acelera, propia experiencia. A pesar de la sofisticación precipita, finaliza la ruptura (ha), la parte cen- de sus planteamientos esta no los exime de con- tral. La introducción duraría 20’ y contendría tar el resultado de sus análisis en una línea recta los primeros tres episodios (1-3) que se desa- que finalmente, no es diferente de la que sigue rrollan en Rashōmon. La parte central, con una la trama o la historia, y de la que los editores duración de 43’, abarcaría los seis episodios (4-9) correspondientes a las tres indagatorias 70 30 Kurosawa, óp. cit., p. 299. La definición es de B. Lonergan, Topics in Education. The Cincinnati Lectures of 2959 on the Philosophy of Education. Edited by Robert M. Doran and Frederick E. Crowe. University of Toronto Press, Toronto, 1993, p. 211. de los implicados en el crimen. La parte final 31 Traduzco con esta expresión el título propuesto por The Criterium: “The Way of the World”. ■ Rashōmon, 1950 ■ Rashōmon, 1950 Jaime Barrera Parra | Rashomon: El Final del Comienzo ■ Rashōmon, 1950 71 tendrá la misma duración aproximada del comienzo (24’), abarcaría el mismo número de capítulos (10-12) y volvería a ubicarse, esta vez por completo, en el escenario de Rashōmon. CUADRO 3 ARGUMENTO DE Rashōmon (KUROSAWA 1950) SEGÚN LA SECUENCIA JO, HA, KYO DEL TEATRO NO De acuerdo con los principios del teatro No, cada una de estas partes puede desdoblarse en su propia secuencia jo, ha, kyō, y cada uno de estos pliegues puede desdoblarse otra vez. Así, por ejemplo, los primeros cinco minutos (0:02-0:07) del primer capítulo, “La puerta de Rashōmon” son una introducción de la introducción, y, en el otro extremo el minuto final (1:27-1:28) del capítulo 12, “Redención”, sería la aceleración (kyō) de la parte final (ver Cuadro 3). Este reordenamiento destaca la adición de Kurosawa del cuento de “Rashōmon” al guión inicial. Lo transformó por completo. Dejó de ser el aparente planteamiento de un acontecimiento que se ve desde una visión masculina y Créditos introductrios (0:00) 1. La puerta Rashōmon (0:02) una visión femenina, como anunciaba el título inicial (“Masculino-femenino”) y se convir- 2. Evidencia de un crimen (0:07) tió en algo diferente: otra película. Kurosawa hizo algo más con el relato de Akutagawa: lo KUROSAWA 101 partió en dos, asignando la primera mitad al 72 3. Comienzo del juicio criminal (0:11) 4. La declaración de Tojoomaru (0:20) 5. Falsedades (0:36) 6. El relato de la mujer (0:38) 7. Confesión (0:48) 8. Versión del muerto (0:50) 10. El relato del leñador (1:03) 11. “Cossi fan tutti” (1:18) 12. Redención (1:27) 9. Frustración (1:01) principio y la segunda al final. Si este modo de contar se superpone (ver Cuadro 3) sobre una La pregunta está inserta en el “princi- serie de cinco círculos concéntricos que resul- pio del principio” (jo no jo), el primer capítulo. tan de representar gráficamente “el principio La secuencia fílmica construye la atmósfera de inclusión”, que describimos inicialmente, exterior con poderosas tomas de la puerta y se advierten inmediatamente dos pistas para del torrencial aguacero, mientras objetiva la at- interpretar el significado de la película. La pri- mósfera interior con el diálogo entre el monje, mera parte contiene una “pregunta”; la última el leñador y el plebeyo que se les une. sugiere una “respuesta”. Leñador: No entiendo. No entiendo. No entiendo absolutamente nada. 32 Monje: No. Ni siquiera el famoso monje sabio del templo de Kiyomizu ha escuchado Plebeyo: ¿Qué ha sucedido? ¿Qué es lo que una historia como esta. no entiende? Plebeyo: Entonces usted conoce algo de esta Leñador: Nunca oí historia semejante. extraña historia. Plebeyo: ¿Por qué no me cuenta algo sobre Monje: Este leñador y yo sabemos de ella de ella? Tenemos la ventaja de tener un monje vistas y de oídas. sabio entre nosotros. Plebeyo: ¿En dónde? Monje: En la estación de policía. Plebeyo: ¿En la policía? tulos en inglés del CD distribuido por The Criterium Collection (Janus Films, New York, 2006) que tiene una duración de 88 minutos. (W) Woodcutter; © Commoner; (P) Priest, que prefiero traducir por “monje (itinerante)”. Monje: Asesinaron a una persona. W: I don’t understand. I don’t understand. I just don’t understand. C: What’s wrong. What don’t you understand. W: I’ve never heard such a strange story. C: Why don’t you tell me about it. We happen to have a wise priest in our midst. P: No, not even the renowned, wise priest from Kiyomizu temple has heard a story as this. C: So you know something about this strange story? P: This man and I have just seen it and heard it ourselves. C: Where? P: In the courthouse garden. C: The courthouse? P: A man was murdered. C: Just one? So what? On top of this gate, you’ll find at least five or six unclaimed bodies. P: You’re right. War, earthquake, winds, fire, famine, the plague… year after year, it’s been nothing but disasters and bandits descending upon us every night. I’ve seen so many men getting killed like insects. But I never heard as horrible as this. Yes, so horrible. This time, I may finally lose my faith in the human soul. It’s worse than bandits, the plague, famine, fire, or war. C: Look here, priest, enough with the sermon. It sounded interesting at least while I kept out the rain. But if it’s a sermon, I’d rather listen to the rain. W: Hear me out. Maybe you can tell me what it means. I don’t understand any of those three. C: Which three? W: Calm down and tell me slowly. The rain is not going to stop any time soon. seis cadáveres sin reclamar. Plebeyo: ¿Sólo una? ¿Y eso qué? En la planta alta de esta puerta hay por lo menos cinco o Sacerdote: Tiene razón. Guerras, terremotos, tifones, incendios, hambrunas, plagas… un año después de otro no hemos tenido sino desastres. Y bandidos cayendo sobre nosotros todas las noches. He visto matar a hombres como insectos. Pero nunca he escuchado algo tan horrible como esto. Sí: ¡tan horrible! Esta vez voy a perder finalmente mi fe en el alma humana. Es algo peor que los bandidos, las plagas, las hambrunas, los incendios, o las guerras. Plebeyo: Mire, curita, basta de sermones. Suena interesante mientras se trate de un modo de escampar la lluvia. Pero si es un sermón prefiero oír llover. Leñador: ¡Escúcheme más bien a mí! Tal vez me pueda explicar qué significa. Pero yo, no entiendo nada de estas tres… Jaime Barrera Parra | Rashomon: El Final del Comienzo 32Traducciones mías de la transcripción de los subtí- 73 Plebeyo: ¿De qué “tres” me está hablando? rán. Esas historias finales son una mezcla inten- ¡Tranquilícese! ¡Hábleme despacio! La lluvia sa de acciones (que la cámara reduce a gestos y no va a parar en un buen rato. posturas) y palabras (que el guión condensa en gritos y exclamaciones). Al terminar el relato Aquí termina el comienzo del comien- del muerto (el episodio que precipita, kyō, la zo y la narración pasa a través de un largo ruptura de la lógica de la parte central, ha) los flash-back de cinco minutos (0:07-0:11) durante personajes entran “en acción” y es el leñador el cual no hay palabras sino cámara y música. (como lo había hecho al principio) quien inicia. Pero los símbolos lingüísticos del diálogo son contundentes. Por un lado, las circunstancias: Leñador: ¡No es cierto! No hubo tal daga. guerra, terremotos, tifones…devastación social El hombre fue asesinado por una espada.33 y furia de la naturaleza. Por otro lado, el estado Plebeyo: Esto se está volviendo interesante. de ánimo: no se entiende nada; no hay quien Parece que usted vio todo lo que pasó. Si es pueda dar explicaciones; ha sucedido algo; falta así, ¿por qué no se lo contó a la policía? comprensión de lo sucedido; ha habido un ase- Leñador: Porque no quería estar involucrado. sinato. El personaje del “plebeyo”, un elemento Plebeyo: Pero puede hablar aquí, ¿no es así? nuevo: “objetiva” la curiosidad, el interés. Y ¡Vamos! Cuénteme lo que pasó. Su historia airea la atmósfera interior: le gusta oír, contar parece ser la más interesante. historias; no le agrada asistir a predicaciones y sermones. La película será una larga sesión de escuchar historias “bajo la lluvia” como en el Decamerón de Boccacio. KUROSAWA 101 Goodwin anota muy perspicazmente 74 que en la parte final, Rashōmon, el gigantesco escenario se transforma de tablado en donde se han estado recordando historias que acaecieron en un lugar diferente (el bosque) por otros (el bandido, la mujer, el muerto), en un escenario distinto (la comisaría de policía). En Rashōmon el monje, el leñador y el plebeyo pasan a actuar sus propias historias que espectadores y críticos recordarán más tarde, reordenarán y reconta- 33 W: It´s not true. There was no dagger. He was killed by the sword. C: It’s becoming interesting. It seems you saw the whole thing. So why didn’t you tell the court? W: I didn’t want to get involved. C: You can talk about it here, right. Tell me then. Your story seems to be the most interesting. P: I don’t want to hear it. No more horror stories. C: They are common stories. These days I even heard that the demon living here in Rashōmon fled in fear of the ferocity of man. Come on. How much do you know? W: I found the woman’s hat in the mountain. C: You already said that. W: About ten yards further, I heard a woman crying. From behind a bush I saw a man tied up, a woman crying and Tajomaru. C: So you lied when you said you found the body. W: I didn’t want to get involved. C: All right, then. Go on. What was Tajomaru doing? W: He was down on his knees begging the woman for forgiveness. ■ Rashōmon, 1950 ■ Rashōmon, 1950 Jaime Barrera Parra | Rashomon: El Final del Comienzo ■ Rashōmon, 1950 75 Monje: No quiero oír nada. No más historias Leñador: Yo no digo mentiras. Lo vi con mis de terror. propios ojos. Plebeyo: Son historias comunes. En estos Plebeyo: Lo dudo. días escuché que el demonio que habita aquí Leñador: ¡Es verdad! No estoy mintiendo. en Rashōmon escapó de miedo a la ferocidad Plebeyo: Nadie miente después de decir que de los hombres. ¡Vamos! Dígame ¿qué es lo no va a decir mentiras. que sabe? Monje: ¡Es horrible! Si los hombres no con- Leñador: Encontré el sombrero en la mon- fían unos en otros está tierra se convierte en taña. un infierno. Plebeyo: Eso ya lo había dicho. Plebeyo: ¡Eso es! Esta tierra es un infierno. Leñador: Nueve metros más adelante escu- Monje: No. No. Yo creo en los hombres. No ché a una mujer llorando. Mirando desde quiero convertir este sitio en el infierno. detrás de unos arbustos a un hombre amarrado, a una mujer llorando y a Tajomaru, el bandido. Plebeyo: Entonces, cuando contó que había encontrado un cadáver estaba mintiendo. Leñador: No quise verme implicado. Plebeyo: ¡Bueno! Está bien, entonces. Veamos. ¿Qué estaba haciendo Tajomaru? Leñador: Estaba de rodillas pidiéndole perdón a la mujer. ■ Rashōmon, 1950 KUROSAWA 101 Aquí un flash-back, un minuto largo que trae una nueva versión del leñador, confirma el carácter narrativo de la última parte: el leñador también actuó, estuvo “presente” en la escena del crimen. 76 Plebeyo: Con que esta es la historia verdadera.34 34 C: So that’s the real story. W: I don’t tell lies. I saw it with my own eyes. C: I doubt it. W: It’s true. I don’t lie. C: No one lies after he says he’s not going to do so. P: It’s horrifying. If men don’t trust each other, this earth might as well be hell. C: That’s right. This world is hell. P- No, I believe in men. I don’t want this place to be like hell. C: Shouting doesn’t help. Think about it. Out of this three, whose story is believable? W: No idea. C: In the end, you cannot understand the things men do. Plebeyo: Nada saca con gritar. Piénselo bien. Leñador: Eso es una maldad. ¿Cuál de las tres historias es la más verosímil? Plebeyo: ¿Maldad? Y qué me dice de los pa- Monje: No tengo la menor idea. pás del bebé. Primero se divirtieron y después tiraron al niño lejos. Son malos. Se oye el llanto de un niño. El plebeyo Leñador: ¡No! Está equivocado. Mire el amu- desaparece sorpresivamente. Entra “en ac- leto que tiene el quimono. Lo dejaron para ción”. La suya es encontrar al niño. Corre, y proteger al niño. Piense en lo que debieron antes de que el monje y el leñador reaccionen, sufrir para tener que abandonar el bebé. la cámara ya ha llegado a la escena y lo sor- Plebeyo: No tengo tiempo para preocuparme prende quitándole la ropa al bebé. por lo que sienten los demás. Leñador: ¡Egoísta! Leñador: ¿Qué está usted haciendo?35 Plebeyo: ¿Y qué tiene de malo eso? Los pe- Plebeyo: ¿Qué le parece qué estoy haciendo? rros lo pasan mejor en este mundo. Si no se Leñador: Algo terrible. es egoísta no se puede sobrevivir. Plebeyo: ¿Terrible? Alguien tenía que haber- Leñador: ¡Maldita sea! Todos son unos egoís- se robado el quimono. ¿Por qué no habría tas y deshonestos. Inventando excusas. El de ser yo? bandido, la mujer, el hombre, y usted. 35W: What are you doing? C: What’s it to you? W: That’s terrible. C: Terrible? Someone else would have taken the kimono. Why shouldn’t I? W: It’s evil. C: Evil? What about the kid’s parents. They have their fun and they throw out the kid. They´re evil. W: No, you’re wrong. Look at the amulet in the kimono. It was left to protect the baby. Think what they went through to abandon the baby. C: I don’t have time to mind everyone’s feelings. W: You selfish. C: What’s wrong with that? Dogs are better off in this world. If you’re not selfish you can’t survive. W: Damn it. Everyone is selfish and dishonest. Making excuses. The bandit, the woman, the man and you. C: And you aren’t? That’s funny. You may have fouled the court but not me. So what did you do with the dagger? The valuable one with the pearl inlay that Tajomaru was talking about. What happened to it? Did it disappear in the grass? If you didn’t who stole it? I guess I’m right. A bandit calling another a bandit. Now that’s selfish. Do you have anything to say? If not, I’ll be going. Pudo haber engañado a la policía pero no a mí. ¿Pues qué hizo con la daga de la que hablaba Tajomaru? La que era valiosa y tenía una perla incrustada. ¿Qué le pasó? ¿Desapareció entre la hierba? ¿No sería que usted se la robó? Creo no equivocarme. Un bandido llamando a otro “bandido”. Eso es lo que se llama “egoísmo”. ¿Tiene algo más que decir? Pues, si no, yo me largo. El plebeyo desaparece. Ya ha escrito con acciones su historia. Entre el monje y el leñador transcurre un largo minuto de silencio que el montaje amplifica desdoblando los planos, a la manera de un díptico de dos personas Jaime Barrera Parra | Rashomon: El Final del Comienzo Plebeyo: ¿Y usted no lo es? ¡Qué gracioso! 77 que quieren hablarse sobre lo recientemente En la pantalla el leñador se viene ca- sucedido, pero no saben por dónde empezar. minando desde las gradas de Rashmon hacia Finalmente, el leñador va hacia el monje que el espectador. En el fondo se yergue la silueta acuna al niño en los brazos y le extiende los del monje de pie sobre la plataforma. La lluvia suyos, como pidiéndole que lo deje abrazar. ha amainado. En el centro aparece el carácter El monje reacciona como ante la picadura chino japonés que anuncia el final, shu. de una víbora y comienza a escribir su propia historia. La película ha llegado a su centro. El desenvolvimiento ha dejado al descubierto el significado del director. Monje: ¿Qué es lo que está haciendo? Robándose lo poco que queda. Leñador: Tengo seis niños propios. Uno más no va a hacer la diferencia. Monje: Me avergüenzo de lo que dije. 36 ■ Rashōmon, 1950 Leñador: Resulta inevitable no sospechar de los demás con un tiempo como este. Soy yo quien no entiende lo que le pasa al corazón. Monje: No. Yo le debo las gracias. ¡Gracias! Creo que he recuperado mi fe en los hombres. Leñador: No tiene nada de qué darme las KUROSAWA 101 gracias. 78 36 P: What are you doing? Taking what little it has left. W: I have six kids of my own. Another one wouldn’t make a difference. P: I’m ashamed of what I said. W: It’s inevitable to be suspicious to others on a day like this. I’m the one who should be ashamed. I don’t understand my own soul. P: No, I’m grateful to you. Thanks to you, I think I can keep my faith in man. W: Don’t mention it. ■ Rashōmon, 1950 ■ Rashōmon, 1950 Jaime Barrera Parra | Rashomon: El Final del Comienzo ■ Rashōmon, 1950 79 ■ Rashōmon, 1950 ■ Kagemush (Kagemusha, la sombra del guerrero), 1980 La Historia de un Suicidio Frustrado por El Sol Juan Diego Caicedo González ¿Qué es más levantado para el espíritu: sufrir los tal, la mayor amplitud de mirada y la mayor golpes y dardos de la insultante Fortuna, o tomar las fecundidad espiritual de un pueblo como el armas contra un piélago de calamidades y, hacién- japonés, custodio tan celoso de sus modélicas doles frente, acabar con ellas? ¡Morir…, dormir; no tradiciones artísticas, que las ha inscrito con ca- más! ¡Y pensar que con un sueño damos fin al pesar racteres de oro puro, ese cuyos quilates llegan a del corazón y a los mil naturales conflictos que cons- estar muy por encima de la mera materialidad tituyen la herencia de la carne! ¡He aquí un término fugaz, en el libro abierto de la historia universal. devotamente apetecible! ¡Morir…, dormir! ¡Dormir! ¡Tal vez soñar! Kurosawa es el más japonés de los directores japoneses. Sus películas conllevan to- Hamlet, Shakespeare1 da la fineza y delicadeza de sus coterráneos, toda su férrea laboriosidad y disciplina, social La obra de Akira Kurosawa se erige e individual, así como todas sus violencias, como una de las más grandes y perdurables que manchas u oscuridades. Tienen ese sagrado cineasta alguno, de Oriente u Occidente, haya tinte emblemático que distingue y enaltece a realizado jamás. Clásica, quizá en términos un arte nacional, convirtiéndolo en bandera absolutos, enseña como pocas, por el enorme desplegada en la lucha por hacer reconocer y caudal artístico, ético y espiritual que contiene, respetar las verdades más esenciales de la exis- a afrontar con la mejor disposición interior los tencia, las que no pertenecen a un solo país, difíciles tiempos que corren. Representa quizá, sino a la humanidad entera, aquellas verdades dentro de la raigambre cinematográfica orien- por las cuales este maestro de maestros se jugó la vida, arriesgándolo todo, exponiéndolo todo, 1 Shakesperare, William. Hamlet, en Obras Completas. Madrid, Aguilar, décima edición, 1960, p. 1345. alma y cuerpo. Constituyen la mejor carta de Juan Diego Caicedo González| La Historia de un Suicidio Frustrado por El Sol Profesor Asociado de la Universidad Nacional de Colombia 81 presentación cinematográfica tanto de la histo- como un Orson Welles en Estados Unidos, un ria como de la cultura del Japón, que él conocía Michelangelo Antonioni en Italia o un Ing- y amaba más entrañablemente que nadie a lo mar Bergman en Suecia. Es este, en últimas, largo del siglo XX. el destino de los grandes, el de no ser profetas en su tierra. Orientalismo y occidentalismo significan poco cuando se considera al hombre en sí, al ser de su ente, por lo regular tan cosificado y enajenado. La causa de Kurosawa era justamente esa, la del hombre en toda su integralidad, para no hablar por ahora de la Naturaleza, madre tutelar con la que guardaba una relación de filial familiaridad. Idénticamente, se aplica esa oposición sintetizada de ambivalencias a la KUROSAWA 101 ■ Rashōmon, 1950 82 El autor de Rashōmon es, a la vez, el forma de su arte; si bien es cierto que es muy más occidental de los cineastas orientales, el clásico, que está muy sumido en legendarias que más gustosamente se ha dejado imbuir de tradiciones, incluso en una mitología a la vez la mentalidad grecolatina, si nos ceñimos a los homérica y muy propia del Imperio del Sol, más antiguos orígenes de la misma. Su obra se de esa isla asiática de colosos que siempre ha ve permeada por una elaboración de la imagen, despertado una sana inquietud envidiosa en unas iconografías y construcciones dramáti- Occidente (al igual que éste la despierta en el cas, derivadas en parte del altísimo referente Japón), cuyos valores culturales ha asimilado de las tragedias griega y shakesperiana, cuyos simultáneamente con más firmeza que nin- ancestros no fueron precisamente orientales. gún otro pueblo oriental, su arte es al mismo Nutrido por un amor sin fronteras a Sófocles, tiempo un testimonio vivo, innovador e im- Shakespeare, Dostoievski, Van Gogh, Cézanne, petuosamente influyente en el mundo entero Monet, Haydn, Vivaldi y John Ford, para citar de una época cuyo testigo y severo juez fue el sólo unos pocos de los creadores occidentales director japonés con títulos de gloria inconfun- que veneraba, goza tal vez de mayor número dibles. Sin embargo, su juicio es el del artista, de admiradores fuera de su patria que en ella, tan diferente al de algunos jueces, abogados o donde tiene fama de haber sido demasiado pro- historiadores polarizados, juicio comprensivo blemático, demasiado exigente con el público, de las alegrías y dolores humanos, mucho más nitora, la Naturaleza, fe en lo que es realmente que aquellos. noble y magnánimo. Podríamos continuar con esta dialéc- Contemplar su obra, tan poblada por tica de conciliaciones hablando de otras cosas tinieblas y sangre, una prolongación ardiente que atraen poderosamente la atención hacia la de los fantasmas expresionistas y la náusea sar- vida y obra de Kurosawa. Depresivo, pesimista, triana, es, no obstante, llenarse de esperanzas, suicida por amarga vocación, afortunadamente sonreír, a veces maliciosa e irónicamente, en- frustrada por el sol (ya veremos en qué consis- tregarse al placer de los sentidos embelesados, tió esa frustración), es, con François Truffaut gozar a rienda suelta, aprender estéticamente y Jean Vigo, el máximo poeta de los niños en de amabilidad e inefable paz del espíritu. Es el cine, el exaltador del aprendizaje juvenil; el quedar ebrio sin reservas con el sabor excitante defensor sosegado del derecho de los viejos a la de un arte (Kurosawa es igualmente, con Ya- felicidad; uno de los cultores del valor físico y sujiro Ozu, el poeta del sake, bebida alcohólica moral más enjundiosos que haya dado el cine; nacional del Japón que tanto se muestra y de un poeta inocentemente infantil, como lo son la que tanto se habla en sus películas, mientras tantos japoneses y orientales, poeta maravillado que en su vida experimentó con ella reiterada- por el encanto de los animales, las flores y el mente la embriaguez, ebrio de arte, amistades agua, poeta que, para resumir, profesó una fe y tristezas sin cuento) que consuela, edifica, ciega en la zona más límpida y preclara de una convoca a festejar las dichas de la existencia, Humanidad totalmente integrada a su proge- reclamando a cambio solidaridad con el sufrimiento, el dolor y el llanto (el cineasta fue siempre un niño viejo o viejo niño llorón, así como suena, de pupilas para afuera), como las plañideras de los coros áticos. Reclamando a cambio estentóreos gritos de inconformidad y rebeldía contra los tormentosos y descarnados latigazos que el destino descarga tan fiera e inclementemente sobre las débiles espaldas de las moscas humanas, tan propensas a desaparecer de un momento a otro; objetos indefensos de cualquier golpecillo de la fortuna, la ramera ■ Kagemush (Kagemusha, la sombra del guerrero), 1980 shakesperiana, tan variable como ella sola: Juan Diego Caicedo González| La Historia de un Suicidio Frustrado por El Sol certero y centrado en el blanco de la verdad 83 “¿De las partes secretas de la Fortuna? ¡Oh! 2 Nada más cierto, es una ramera”. da. Lágrimas que se fueron ligando lenta pero seguramente con las gotas de alcohol. Lágrimas que se fueron sublimando en una neurosis Anormalidad de un artista: el niño llorón, borrachín y loco Desde la infancia y hasta el final de sus días, Kurosawa derramó lágrimas a granel. Lo cuenta sin pudor en su Autobiografía.3 Niño débil, enfermizo, a pesar de la confianza que podía tener en su elevada estatura (mayor era la espiritual), lloraba a lágrima viva cada vez que se encontraba con una ocasión desfavorable. Lo vemos sin ambages en sus películas: el llanto del bebé en el final exultante de Rashōmon (1950); el de Kyoko Kagawa, la mujer coja de Toshiro Mifune, el vengador enfrentado a la corrupción, cuando se entera de los extremos de sevicia de la que es capaz su padre en Los canallas duermen en paz (1960); el del niño mendigo intoxicado y agonizante de Dodeska-den (1970); el del profesor de Madadayo (1993) ante la pérdida de su amado gatico. “¡Ay, ay! Lloremos más todavía; lloremos más”.4 compulsiva, en un temperamento dictatorial, apodíctico y desvergonzadamente conflictivo, que le atrajo muchas enemistades y animadversiones de sus semejantes, dentro y fuera del oficio cinematográfico. Agua salada del dolor más secreto que lo indujo a desear abandonar prematuramente la existencia, habiendo tenido que enfrentarse durante la juventud con el autoritarismo de un padre samuráy el cadáver de un muy querido suicida, su hermano mayor. Por lo demás, la propensión al suicidio es muy propia de la cultura japonesa, está arraigada en los códigos de honor de los samuráis. Kurosawa la atribuía a la falta de confianza de sus compatriotas en sí mismos, a un muy marcado complejo de inferioridad y carencia de vida individual, a cierto gregarismo que los hace muy sensibles al qué dirán, a la opinión ajena, a la falta de reconocimiento por parte KUROSAWA 101 de los otros. Más de tres décadas de abundantes lágrimas en los cerca de cincuenta años que Hipersensible, poco hábil físicamente duró su fertilidad creadora y apenas un signo y torpe en el dominio de sus extremidades, el exterior de su constante descontento con la vi- futuro cineasta fue objeto de las burlas de sus compañeros de colegio. Nunca aprendió a con- 84 2 Op. cit., p. 1338. 3 Véase Kurosawa, Akira. Autobiografía. Madrid, Fundamentos, segunda edición, 1998. Esquilo. Los Persas, en Tragedias Completas. Madrid, Biblioteca Edaf, 14ª. edición, 2004, p. 157. 4 ducir un automóvil; marcando un número en el disco del teléfono hacía tantos esfuerzos y monerías que, según su hijo, parecía un chimpancé. En pocas palabras, Akira Kurosawa no era un ser normal; podía pasar por un tonto, o un bles. Cuando su mirada se fijaba en algo, un loco, por un desafortunado payaso o un peligro rostro o un fenómeno de la naturaleza, pro- latente para muchos de quienes lo conocieron. ducía resultados casi milagrosos. Del Monet viejo enfermo de la vista se rumoraba que sólo veía bien por un ojo, pero luego se agregaba: ¡Qué ojo! Kurosawa tenía dos, como los demás mortales, ¡pero qué ojos! ¡Y qué oídos! La red de relaciones que suelen establecer los seres humanos entre los hechos fue perdiendo cada vez más vigencia para él. Su retina y su tímpano vibraban al compás de lo que son hombres y cosas en sí mismas, mónadas diferenciadas que se comportan bajo sus propias leyes. Ser puso sus sentidos al servicio del examen atento de la verdad sin tapujos. Se refugió en una interioridad que fue fortaleciendo con el paso del tiempo mediante el arte y el intelecto (pintor y conocedor avezado de la pintura, lector de primera, melómano consumado, fanático del teatro, cinéfilo y cineasta) pero también con el provecho que sacaba del ejercicio físico y la disciplina. Supo prepararse debidamente ■ Ran (Ran/caos), 1985 En medio de esas carencias físi- para ahuyentar, con su obra, todos los temores cas y emotivas, fue forjando una personalidad e insuficiencias de su limitada habilidad física inclinada a ensimismarse, a la soledad de la e incompetencia en la órbita de las apariencias. meditación y la contemplación de las cosas como son, no como parecen ser. Sus energías, Arthur Schopenhauer explicaba así el incompetentes para la carrera desorbitada por fenómeno de esos hombres exóticos y curiosos, el afán de dominio, del poder y del dinero, las supuestamente anormales, que en la vida diaria fue canalizando, hacia un agudo sentido de sólo sobresalen estigmatizados como quienes observación de los hombres y las cosas, que no saben vivir, no parecen entender para qué alcanzaría niveles completamente imprevisi- han sido llamados a la existencia: Juan Diego Caicedo González| La Historia de un Suicidio Frustrado por El Sol pensante, crítico, de temperamento analítico, 85 De la misma manera que el loco conoce cla- fenómenos anormales, de un comportamiento ramente el hecho actual y aun ciertos hechos y un temple no ordinarios. Son extravagantes pasados, pero pierde de vista sus relaciones o rudos en exceso, extremadamente pasionales y cae en el error y el delirio, el genio olvida o perspicaces, también suspicaces; coléricos en el conocimiento de las relaciones, que está grado sumo y sistemáticamente calculadores; regido por el principio de razón, para no borrachines, criaturas enfermizas, abatidas por ver y buscar en las cosas más que las Ideas, dudas y deformidades interiores o exteriores; expresando de un modo intuitivo su esencia, especímenes neuróticos desprestigiados y ata- en relación con la cual una cosa represente cados con saña por todo el mundo. Solitarios su género entero, y de aquí que como dijo empecinados, se pasean por la tierra con un Goethe, un caso vale por mil. También el ge- aire de falsa seguridad que esconde profundos nio pierde de vista las relaciones de las cosas desasosiegos e inseguridades, tarde o temprano entre sí. Los objetos aislados que contempla descubiertos con total evidencia. Son de una aparecen a sus ojos con tan viva luz, que los terquedad y obstinación impenitentes, rayan demás eslabones de la cadena retroceden en la patología. Y es que efectivamente de eso en la oscuridad y esto da lugar a fenómenos se trata, de pathos, de pasiones incontroladas que tienen mucho parecido con los de la hasta la muerte, de la derrota o el triunfo pí- locura. El genio elabora la Idea y la lleva a rrico, momentáneo. En este cine la épica se perfección, separando en el objeto aislado tambalea un tanto, aun cuando hay héroes, aquello que en él existe en estado imperfecto gentes muy superiores al rasero común, pero y empañado por múltiples modificaciones; el tan anormales que tomarlos como modelos genio ve en todas partes lo extremado, y esa constituye un desafío inaceptable. El defecto es la razón de que su conducta sea también en ellos es tan mayúsculo como la cualidad, extremada; no atina con la justa medida de como sucede con tantos personajes trágicos con KUROSAWA 101 5 86 las cosas, carece de moderación (…). ancestros en los gentiles, muy rectos matricidas Orestes y Electra. Aunque no sean precisamente genios para la concepción romántica, los personajes Así se comporta Toshiro Mifune, en protagónicos en las películas de Kurosawa son Los Siete Samurai (1954), Yojimbo (1961) y Sanjuro de las camelias (1962). Samurái valiente hasta una intrepidez inverosímil (ser verosímil no es espe- Schopenhauer, Arthur. El Mundo Como Voluntad y Representación. Buenos Aires, El Ateneo, 1950. Tomo I, p 414. 5 cialidad de la dramaturgia de los anormales), vulgar, inoportuno, imprudente, demasiado que lo han contratado en el último de los filmes citados. No es codicioso, pero tampoco un filántropo; es bondadoso, pero no pendejo; risueño, afable, aficionado a las monerías, al show histriónico circense, y también astuto, sagaz, ladino, sibarita cuando es necesario. Hombre tremendamente práctico, impasible, simpático y seductor en medio de su fiereza. No se resigna a ser meramente animal, pero tampoco a ser solamente un hombre racional, sensato y puro. Puede amar las camelias y ser puesto en su sitio por una mujer simple y candorosa a la que califica de estúpida en Sanjuro. los dos bandos en conflicto en Yojimbo y causar estragos demoledores en cada uno, manteniendo una calma imperturbable mientras que derrama sangre a diestra y siniestra. Vocifera, grita, arma escándalos por doquier, rompe con la monotonía de las buenas costumbres, para terminar burlándose de todo y de todos, hasta de sí mismo. ■ Shichinin no samurai (Los siete samurais), 1954 Los anormales de Kurosawa no tienen los escrúpulos de los comedidos y diplomáticos. osado para ser admitido en la buena sociedad; Odian la formalidad y el protocolo. Nunca ca- bien de los señores, bien del pueblo al que llan si tienen que decir algo cierto, aunque sus defiende y por el que lucha con escepticismo, palabras sean tomadas por ofensas o injurias. consciente de lo variables y efímeros que son Hacen saltar en mil pedazos las maneras cor- sus aplausos o sus condenas, como sucede con teses de la convención y la hipocresía. Takashi el Coriolano de Shakespeare. Sobre este asunto Shimura, el médico borrachín de El ángel ebrio se explaya mordazmente en el discurso que (1948), vive entre criminales en una barriada profiere sobre la malicia de los campesinos marginal donde presta sus buenos oficios, no Juan Diego Caicedo González| La Historia de un Suicidio Frustrado por El Sol Puede fingir que trabaja al mismo tiempo para 87 tiene reparos en estallar de ira y arrojarle ob- El viejo Shimura, enfermo terminal de jetos a la cara a Mifune, el gangster tuberculoso Vivir (1952), escucha a la comunidad y decide -antigua enfermedad de los dramáticamente construir un parque mientras que la atrofia- pasionales como Chopin, que reaparecerá en da y letárgica maquinaria burocrática se ha la hija del abogado extravagante de El escándalo estancado en su helada indolencia. Anormal (1950)-, con tal de someterlo a un tratamiento también, taciturno, insignificante, impregna e intentar que se cure. En No añoremos nuestra la asfixiante rutina de huellas perdurables que juventud (1946), Susuma Fujita decide abando- nadie más sigue ni imita. El mismo actor en- nar su vida estable de pianista despreocupada carna en El escándalo (1950) a un abogado opor- y consentida para ir al campo a encallecerse tunista y estrafalario, que cuando se presenta las manos trabajando la tierra con quienes ha- ante sus clientes se quita las medias húmedas brían podido ser sus suegros luego de la muerte para que se sequen; y despacha en un cuchitril de su novio, un izquierdista estigmatizado por desapacible, sin teléfono, situado en la terraza un pueblo que es un esbirro irreflexivo de las de un edificio. Así sucede con los persona- fobias del emperador; vilipendiada, pisoteada jes kurosawaianos hasta sus últimas películas. en su dignidad por los campesinos, se adapta Tatsuya Nakadai, el doble del señor feudal a la hosquedad y se hace primitiva a pesar de de Kagemusha (1980), quien ha aprendido la su origen. lección estratégica del difunto en el sentido de que conviene quedarse quieto como las montañas en las circunstancias más apremiantes, acaba por posesionarse tan ávidamente de su papel que llega incluso a ser más noble que los nobles y más fiel que los fieles, no obstante el declive del clan al cual ha servido. Por un lado, KUROSAWA 101 desconoce cualquier norma civilizadora pero a pesar de su bastedad, se gana el afecto de un niño príncipe, su “nieto”; por otro lado, fracasa en el intento de domar un caballo y por ello se desenmascara. Su protagonismo en la historia 88 se deriva de su brutalidad, la cual es exaltada aún por encima de los más cimeros gobernantes del mundo. Por similares condiciones no ■ Ikiru (Vivir), 1952 ordinarias se caracteriza la anciana de Rapsodia en agosto (1991). Es mala cocinera, amante de el espíritu dominante, conocen mejor que nin- la luna, pasada de años y nostalgias. Recuerda guno una profesión o unos hechos; son porta- la bomba atómica que cayó sobre Nagasaki dores de un saber antiquísimo y luminoso, son cuando casi todos la han olvidado; enseña a sus unos genios en lo suyo, ajenos a la confortable nietos y aunque tardíamente también a su hijo, seguridad del día a día; riesgosamente están el valor de la memoria histórica. fuera de serie. Han penetrado en los misterios El eslabón superior, tal vez el más re- de las relaciones habituales, concentrada en presentativo en esta cadena de locos y locuras los objetos aislados de su constancia y aplomo, incomprensibles para quienes son ajenos a la los ha llevado a la verdad sobre sí mismos y el otra cara de la moneda, la que regularmente universo que los rodea. Se han hecho fuertes no deja percibir el engaño gracias al cual vemos en medio de su debilidad, su coraje estriba sin ver, al ocultársenos habitualmente el ser, lo en su saber esencial sobre lo humano jamás encontramos en una sobrecogedora escena de desprendido de un cosmos, del conjunto de la Crónica de un ser vivo (1955). Se trata de un exten- Naturaleza. Se confirman aquí las afirmaciones so plano fijo en el que el psiquiatra, refiriéndose de Martin Heidegger: “(…. ) el arte es un llegar al industrial Mifune recluido por el desequili- a ser y acontecer de la verdad (…. ) La verdad brio que ha provocado en él la amenaza de la nunca puede leerse a partir de lo presente y bomba de hidrógeno, se pregunta ante Takashi habitual”.6 Shimura quién es propiamente el lunático, si él o su paciente. En el trasfondo se vislumbran los enfermos mentales que escuchan impávidos detrás de una reja queriendo comprender el diálogo en el que se diagnostica la demencia depredadora y destructiva prevaleciente en el mundo. Vale la pena resaltar la manera en la que estos personajes -a excepción del samurái buscado y contratado por conveniencia-, individuos insignificantes cuyos pathos no son en absoluto aceptados por la mayoría, siendo ostensiblemente rechazados y dados de baja por Juan Diego Caicedo González| La Historia de un Suicidio Frustrado por El Sol de la existencia. Su conducta extrema apartada 89 ■ Hachigatsu na kyoshikoku (Rapsodia en agosto), 1991 6 Heidegger, Martin. “El Origen de la Obra de Arte”, en Caminos de Bosque. Madrid, Alianza, primera edición, 1998, p. 52. Autoeducación de músculos y cerebro La fascinación que muchos sienten hoy por el Oriente pasa por alto, en una era de drogas alucinógenas, facilismo y hedonismo sin freno, la extremada disciplina que identifica a pueblos como el chino o el japonés. Akira Kurosawa fue un hombre enteramente disciplinado, ordenado, organizado. Para dar cuenta de lo muy prontamente que el cineasta inició esa rigurosa enjundia de sus propósitos autoeducativos y autocontrol, se reconstruirá un día de su infancia de acuerdo con lo que él mismo relata en su autobiografía. Así se podrá entender cómo fue sobreponiéndose a sus torpezas y fragilidades, fabricando paso a paso, con paciencia estoica muy oriental, una coraza para su cuerpo, morada de un espíritu aún más fuerte y enérgico. pedagógicos no convencionales. Este profesor fue quien le dio un espaldarazo con motivo de sus primeras inclinaciones artísticas como pintor aficionado –oficio que cambiaría más tarde por el cine- y festejó más tarde con francos elogios, ya anciano y casi imposibilitado, los logros de una de sus películas. Tal disciplina no es frecuente en un niño, menos en un llorón. El tema de la enseñanza y del la obra del profesor se convertiría en un motivo frecuente de su obra cinematográfica. Los viejos fueron siempre muy importantes para él, especialmente esos profesores. Esto se aprecia mejor en su testamento artístico Madadayo, cuando viejo él también, saldó cuentas con aquellos seres a quienes tanto les debía. Ese prodigioso orden de actividades KUROSAWA 101 tendría su expresión madura en el oficio del 90 Kurosawa se levantaba antes de que cineasta: su aprendizaje como asistente de di- saliera el sol y se dirigía a pie a una academia rección de KajiroYamamoto, a quien apoda- de kendo (tipo de esgrima japonés en el cual lle- ba cariñosamente Yama-san (algo parecido garía a ser muy ducho). Ya acompañado por como diminutivo a Yamamito, Fernandito, el sol, su compañero amable de toda la vida, Juanito…), segundo gran maestro del discípu- pasaba un tiempo orando y meditando en un lo agradecido; su arduo y febril trabajo como templo budista donde el sacerdote firmaba y guionista y montador, anterior a su abordaje de sellaba una certificación de asistencia que de- la realización; su fantástico ritmo de lectura, su bía mostrar a su padre. Terminada la escuela, estudio concienzudo del teatro, las tradiciones donde el epicentro de su formación lo tenía en y la cultura japoneses; su acercamiento a la el dibujo y la pintura, pasaba los atardeceres y música y su profundización en ella, son hechos las noches en compañía de un amigo, oyendo que atestiguan con creces hasta dónde llegó su las enseñanzas de un profesor que había sido severa disciplina de autodidacta, quizá la mayor destituido de su cargo debido a sus métodos de cineasta alguno. El crecimiento del cuerpo-coraza de a sus impotencias lacrimales, será un poeta ci- Kurosawa no es, como pudiera creerse desde nematográfico de la lucha corporal individua- una perspectiva intelectualista, un aspecto ba- lizada. En principio, muchos podemos decir ladí. Al contrario. Con el correr del tiempo, que somos pacifistas, que sentimos repulsión pese a la falta congénita de habilidades que por la violencia. Pero cuando cineastas como continuará padeciendo, por ejemplo, prestando Sam Peckinpah, John Huston, John Ford, An- el servicio militar en maniobras o ejercicios o thony Mann, Don Siegel, Sergio Leone, Clint propios de la política agresiva de un gobierno Eastwood o Kurosawa; poetas como Homero, que terminará siendo socio de Hitler, se hará Esquilo y Shakespeare, pintores como Paolo diestro en defensa personal e infundirá más res- Uccello, Rubens y Goya la presentan a través interesante aún, se volverá un experto gracias a su ojo clínico infalible, en la observación de los combates del karate, el judo, el boxeo, el kendo, la esgrima, y todo tipo de enfrentamientos cuerpo a cuerpo. El director de Los siete samurái no tiene rival en el cine cuando de poner en escena esos enfrentamientos se trata. Los planos de cualquiera de sus muchas películas en las que tienen lugar tales combates, son una disección maravillosa del talento corporal para defenderse y atacar haciendo gala de las más eficaces estrategias (la estrategia de la guerra era también una de sus favoritas) de acuerdo de las formas selectas del arte y la literatura, en personajes épicos o trágicos, las cosas son a otro precio. Posar la vista en dos cuerpos que luchan, especialmente cuando hay estimación mutua y nobleza en relaciones de reciprocidad caballeresca, cuando más que matar y chorrear sangre cuenta la interioridad de los cuerpos como tabernáculos que son de valores espirituales, cuando se tiene, sobre todo, esa planificación solemne, ritual, parsimoniosa, de un maestro como Kurosawa, se vuelve un placer estético inconmensurable presenciar tales arrebatos. Los dos combates centrales de las dos con los patrones de la cultura física oriental, partes de La leyenda del gran judo-el primero am- que en el Japón adquiere un particular relieve bientado por un viento irritado, descomunal, al no poder desprenderse de sus conexiones el segundo escenificado en medio de una nieve espirituales, las de almas fuertes revestidas de ofuscada, retadora-, ponen al descubierto ya, armaduras impenetrables. en obras juveniles de debutante, la poesía que Desde su primera película, La leyenda del Kurosawa es capaz de imprimir a estas faenas. gran judo (1945), y la segunda parte de la misma, Denjiro Okochi, el actor protagónico, como lo hasta su madurez, Kurosawa, haciéndole frente serán después varios personajes veteranos en la Juan Diego Caicedo González| La Historia de un Suicidio Frustrado por El Sol peto a los machitos provocadores. Y, algo más 91 pelea del maestro, lucha por presión exterior, tran los encuadres, tiene lugar dentro de las pues en realidad detesta la agresión física y ca- proporciones y la solemnidad de un templo, es rece de un temperamento violento. La cámara, que el enemigo de Mifune termina siendo su a la manera de un estudio anatómico de Du- gran amigo al concluir la película. Es él quien rero o Leonardo, se adentra lentamente en sus le ayuda a escapar de una implacable persecu- movimientos y los de sus antagonistas, sin por ción que han emprendido los “malos” en pos ello tener que desentenderse, en grandes planos de ellos, de una princesa y un tesoro (la obra de generales, del paisaje circundante, siempre tan Kurosawa puede poseer la gracia y el tono des- querido por el director. enfadado de una fábula infantil como acontece aquí y en Sueños (1990)), aun cuando sus jefes le Continuaciones magistrales de ese han propinado una soberana paliza que le ha elíxir poético (infunde vida, y larga, a los bue- dejado señales de tortura en la cara por haberse nos cinéfilos) de la confrontación física cara dejado derrotar por su contrincante, el excén- a cara las encontraremos por ejemplo en La trico Mifune, durante la confrontación de los fortaleza escondida (1958), donde, en una lar- dos respetuosos rivales. KUROSAWA 101 guísima secuencia hecha a su vez de varios 92 planos secuencias, Mifune se reencuentra con De igual modo, la versión del ladrón un viejo enemigo y afronta su talla, que está Mifune acerca de lo sucedido en Rashōmon se a la par de la suya, en un muy parejo duelo. presta para un suntuoso tour de force entre éste Precioso espectáculo este, como el de los tor- y el pobre hombre que ha presenciado la vio- neos caballerescos medievales o renacentistas lación de su mujer, en la atmósfera del bosque de Occidente que también fueron musicales y en claroscuro tan soberbiamente iluminado, poéticos, como nos lo recuerda Wagner con sus donde se desarrolla buena parte de la película. preferencias dirigidas hacia los Minnesänger de Tales combates en la obra del japonés se pue- Tannhäuser y Los Meistersinger de Nürnberg. Exa- den tornar insólitos, desproporcionados, como minado atentamente por un coro de soldados acontece en la secuencia de Barbarroja (1965) en enemigos, Mifune acorralado se defiende, no la que Mifune, esta vez como médico casca- como fiera enjaulada sino como artista, estu- rrabias, perfeccionista y altruista, hace frente diadamente, ritualmente, tenazmente, en una al ataque de los sicarios que ha enviado contra danza dilatada, lenta, garbosa y meticulosa- él la propietaria del prostíbulo de donde él y su mente diseñada, a la manera de Haydn, uno ayudante han sacado a una joven víctima de de los músicos favoritos de Kurosawa. Lo más innumerables abusos. El drama psicológico, loable de este batimiento que como lo mues- en este filme novelesco y teatralmente cameral, ■ Rashōmon, 1950 Juan Diego Caicedo González| La Historia de un Suicidio Frustrado por El Sol ■ Rashōmon, 1950 93 algo frecuente en el cine de Kurosawa, cambia Films, de la que se enteró casualmente leyendo provisionalmente de género para devenir en un el periódico-, el imperioso y desigual duelo con derroche de acción y violencia salido del tono la inanidad de la existencia cotidiana que com- de la convención dramática, para convertirse porta el hacer un arte trascendente. en un espectáculo de artes marciales. Uno a uno, los rivales del médico, una masa compacta Pero como la fortaleza escondida de de atacantes que se corresponden con el ícono un espíritu se asienta no solamente en las re- característico en la representación fílmica de las ferencias intelectuales, el temple de Kurosawa luchas orientales, caen en virtud de lo muy cer- fue tejiéndose igualmente a la luz de ejemplos teros y precisos golpes del médico, una criatura familiares sintomáticos. Su padre, de formación que vive del espíritu y trabaja generosamente férrea y militar, samurái de origen, lo educó en para éste, sólo para éste, pero se sabe defender la estricta línea del cumplimiento sin falta de también muy bien con sus brazos, sus piernas, obligaciones, cosa que puede causar mucho su torso y, sobre todo, su cabeza. mal pero también hacer bien cuando el depositario de las normas es tratado con considera- Mientras se ejercitaba en las artes ción y afecto, como fue este el caso. Su madre, corporales, Kurosawa, discípulo diligente de torre moral infranqueable, tenía una excepcio- Platón -deudor reconocido de Homero, para nal capacidad de resistencia a la adversidad: KUROSAWA 101 quien era un imperativo educar a los jóvenes 94 en la gimnasia y la música, al margen de sus Quemándose las manos, en cierta oca- prevenciones contra los ultrajes al decoro de sión, trasladó de la cocina al jardín de la casa, los poetas mediocres-, antes, durante y después en un larguísimo recorrido, un sartén que se le de procurarnos el disfrute de la mística oriental había quemado para sumergirlo en el agua de del duelo de parejas masculinas, se consagraba uno de esos encantadores y diminutos estan- a lo que más le interesaba sin duda alguna, lo ques, reemplazados otras veces por pequeños que se adscribe puramente al espíritu y al arte. arroyitos que atraviesan varias edificaciones y Mente sana y cuerpo sano. Japón y Grecia se que vemos en las antiguas casas japonesas. Fue dan la mano en su obra. Por lo demás, dejaría ella siempre el sostén del niño llorón del kendo. en su juventud su indecisa ambición de ser En las relaciones con ella y con una hermana pintor, siendo siempre muy autocrítico, para afectuosa germinó para el cineasta el altísimo acometer desde el cine -gracias al accidente de lugar que destinó siempre a la mujer en su obra; una convocatoria para asistentes de dirección obra, empero, predominantemente masculina en la que sería su futura casa profesional, Toho y en ciertas ocasiones tosca, ásperamente viril, dentro de lo que pueden ser las toscas asperezas legitimables por el arte. Su hermano mayor, el suicida, por su parte, narrador de películas mudas en las salas de cine,7 le enseñó a perder el miedo a la muerte llevándolo por las calles de Tokio a observar los miles de cadáveres apiñados y revueltos como consecuencia del gran terremoto que asoló a la ciudad en su infancia. Esa enseñanza fue muy provechosa para quien años más tarde mostrará los cadáveres insepultos de la guerra con tan ■ Yoidore tenshi (El ángel ebrio), 1948 bellos que los cuerpos vivos, superando además la, Serge Silberman, Luis Buñuel, entre otros la repugnancia innata por la fetidez y fealdad extranjeros que supieron apreciarle, resolver sus de las llagas ajenas, como se deduce de sus problemas de producción o imitarle, a veces de venias artísticas a los médicos u odontólogos, lejos, no tan íntimamente); otras mujeres, em- personajes muy queridos en su obra. pezando por su esposa YokoYakuchi, que dejó la profesión de actriz al no haber soportado Fuera de la familia estarían los maes- ser dirigida bajo el descomedido yugo de las tros, los colegas (Kenji Mizoguchi y Yasujiro órdenes militares del cineasta en Lo más hermoso Ozu, otros dos grandes japoneses que también (1944), su segunda película, una de las menores le inculcarían invaluables influencias), los escri- de su filmografía. Todos ellos harían mucho tores y dramaturgos que amó, los amigos dentro por su calidad humana, a veces más de lo que y fuera del Japón (John Ford, Jean Renoir, Mi- se imaginaban, pues Kurosawa era un hombre chelangelo Antonioni, Andrei Tarkovski, Steven que sabía valorar enormemente las amistades Spielberg, George Lukas, Francis Ford Coppo- como las que tuvo con Ford y Howard Hawks, maestros norteamericanos con quienes tiene El autor hace referencia al Benshi, estilo de narración japonés durante el cine silente, en el que una sola voz debe recrear las intervenciones de todos los personajes de la película “doblada” en directo. Esta técnica, muy inspirada en la riquísima tradición teatral japonesa, gozó de gran arraigo y aceptación en todo Japón y fue libremente adaptada en otros países de Asia. (N. del E.). 7 bastante en común. Asimismo, tenía en alta estima los pequeños gestos, las breves palabras encomiásticas como las que según se cuenta, le dirigió Antonioni acerca de su amor por la lluvia, al lado de la moviola cuando estaba mon- Juan Diego Caicedo González| La Historia de un Suicidio Frustrado por El Sol esmerada poesía visual que los hará casi más 95 KUROSAWA 101 96 tando Ran (1985), una de las resurrecciones más el desastre espiritual, moral, general, como las alabadas de Shakespeare en el cine. cosas por las cuales vale la pena darse por vivo. Una ética y unas amistades a toda prueba El cine de Akira Kurosawa se yergue como una gran ética, sin moralismos perniciosos o farisaicos, versa, neta y cabalmente, sobre valores y es irrestrictamente un caso de principios porque, como puntualizaba el poeta colombiano Jorge Gaitán Durán, -olvidado, como tantos de los intelectuales nuestros, personaje imprescindible en la historia del movimiento literario e intelectual nacional-, una arquitectura estética descansa siempre en un fundamento ético. El tema permanente del director japonés es, a mucho honor, en tiempos de ruidosas egolatrías y megalomanías, la solidaridad. Habla de cómo pueden ser derrotados los oscuros panoramas de la corrupción, la persecución del débil y la opresión malsana, en virtud de la unión de dos o más hombres. Habla de una manera próxima a la de Tarkovski (que puede parecer retro, reaccionaria o conservadora para los portavoces de modernidades y posmodernidades idolatradas), de cómo el sacrificio y la entrega por otros tiene un sentido. Habla, bordeando el abismo tenebroso del mismísimo infierno terrenal, las tinieblas más densas de la condición humana, como lo hacen Dostoievski, Dickens y Conrad, acerca de las pizcas de generosidad, desinterés y bondad, como mucho más que paliativos para soportar ■ Ran (Ran/caos), 1985 El telón social de fondo en sus películas, sobre todo en las de contenido histórico, es siempre de negrura y sordidez. Bajo la égida de los tres trágicos griegos y Shakespeare, decidió adaptar dos de sus más monstruosas conspiraciones, las de Macbeth en Trono de sangre (1957) y El rey Lear en Ran (1985), ambas versiones libres orientales de clásicos occidentales, no obstante muy fieles espiritualmente al isabelino. En esos contextos de turbaciones y malestares sofocantes donde todo parece estar descompuesto y destruido, donde no se puede prever ninguna salida para el desasosiego, hay renuncias y sacrificios que cambian el rumbo de las cosas, atenuando y esclareciendo ese “sálvese quien pueda” resultante de las actitudes tibias. Sea como sea, Kurosawa no es un nihilista. La protagonista de No añoro mi juventud renuncia por amor a un difunto, como veíamos, a su estamento aburguesado para adoptar como suyas las miserias y hosquedades de una clase campesina empobrecida, supersticiosamente manipulada por los poderes centrales. Los médicos (Kurosawa quería sobremanera esa enteramente, dada su ligazón con la cultura ■ Yoidore tenshi (El ángel ebrio), 1948 rusa, la conducta de un Chejov), en Barbarroja suyo). El mismo Mifune en Los canallas duermen y El ángel ebrio, renuncian igualmente a una en paz (1960), habiendo planeado una de las carrera exitosa y rentable para atender a los venganzas justicieras más inteligentes y osadas desclasados, el uno en un hospital especial para de la historia del cine, contra tres corruptos fun- ellos, el otro en una barriada delincuencial. El cionarios de una prestante compañía estatal y hijo rechazado del Lear japonés en Ran, equiva- sus socios privados, quienes han asesinado a su lente a Cordelia, expone su vida para tratar de padre, se enamora de una mujer inválida, hija salvar a su padre de las garras malditas de sus de su mayor enemigo, en uno de los filmes más hermanos. El guerrero-sombra de Kagemusha, políticos que se conozcan. Respaldado por su sosia de un poderoso, no se resigna a la mar- mejor amigo, otro doble entre los personajes ginación de la que ha sido objeto al perder su del director, y, finalmente, por los dos hijos del poder simulado, y termina dando la vida por inescrupuloso capitalista, ella y su hermano, el clan que lo ha humillado, demostrando así perece al haber cometido el “error” fatal de una imprevisible lealtad ya que, para él, no hay amar, recibiéndola en su escondite, sentimiento nada como el bien de esa familia para la cual que entrega en bandeja de plata el arma ideal ha dejado de ser útil. a su enemigo para destruirlo: otra renuncia en Kurosawa a la pasión del odio por un poco En El infierno del odio (1963), Mifune de afecto. Del mismo modo, el viejo silencioso pierde su privilegiada posición social y su in- de Vivir, tomando la decisión de renuncia a su fluencia financiera con tal de propiciar el res- indiferencia burocrática, pasa los últimos días cate del hijo del chofer que ha sido secuestrado de su vida sirviendo con alegría a los intereses por equivocación (lo han confundido con el de un conglomerado barrial. Juan Diego Caicedo González| La Historia de un Suicidio Frustrado por El Sol figura del galeno, tal vez porque comprendía 97 Masayuki Mori, por su parte, el formi- glo XVI, período al que Kurosawa dedicó una dable actor que encarna al personaje dostoie- buena porción de sus tentativas creadoras. El vskiano de El idiota (1951) -otra vez se repite la Mifune de Yojimbo (1961) acaba también con el comunión con Rusia en la obra del japonés-, es pánico y la descomposición social que en una capaz de sacrificar su amor por una femme fatale población apartada causa la guerra a muerte para que Mifune, su amigo, transformado en su entre dos grupos facciosos que aspiran a la más encarnizado enemigo, a quien ha conoci- hegemonía. do en el tren, viva con ella, por lo demás nada felizmente. Y como si fuera poco, en el que quizá es el mayor sacrificio heroico de la obra de Kurosawa, Mifune, en Un duelo silencioso (1949), renuncia al amor indeclinable y perseverante de una mujer, al sexo, a la autenticidad y la incorruptibilidad del sentimiento que los une, al convertirse en víctima indeseada de la sífilis que ha contraído en una cirugía durante la guerra. Los samuráis, por su parte, en las tres películas referidas, a más de esa obra maestra ■ Shichinin no samurai (Los siete samurais), 1954 KUROSAWA 101 (Kurosawa hizo más de una) que es Sanjuro de las 98 Camelias (1962), exposición desmenuzada, paso En tales climas infestados por el he- a paso, con una gradualidad que sigue a la de dor pestífero de cientos de despojos mortales los filósofos más lógicos en las argumentaciones insepultos, cuando cunde por doquier el mie- de su discursos (Cézanne declaraba que la lógi- do, vencen la astucia, la planificación y un ca debe estar atenta en el arte), sobre cómo una conocimiento muy probado, milenario de la gigantesca maquinaria de corrupción puede naturaleza humana. Pero nada habrían conse- ser echada abajo simplemente por obra de la guido estos héroes tan relativamente pagados inteligencia de un solo hombre, le ponen la cara de sí (el jefe de los samurái se queja, al final de a avalanchas de mortandad y desesperación. Los Siete Samurai, de su pírrica victoria; son los Cuando todo parece perdido, Mifune y sus seis campesinos los que han ganado, ellos siempre compañeros en Los Siete Samurai, organizan la pierden), si no hubiera sido por la solidari- resistencia de un pueblo de campesinos contra dad, por una unión elemental que ha hecho la unos desalmados bandidos, en el Japón del si- fuerza, unión de minorías y solitarios contra que indica la justicia, como lo hace Antígona contra el poder cruel e inflexible de Creonte. Esas victorias de la verdad que con el tiempo en el cine de Kurosawa se van tornando cada vez más en inevitables derrotas (la de Mifune Los canallas duermen en paz la de Kagemusha, la de los amigos del Lear nipón en Ran, la de la anciana que ha logrado cambiar la mentalidad de sus nietos, mas no la siniestras secuelas de la bomba atómica en Rapsodia en agosto ), acaecen en medio del miedo, de un temor generalizado a denunciar y oponer resistencia a los abusos, otorga) con los amos del poder. El director de Sanjuro era sin lugar a dudas, como Esquilo en la guerra del Peloponeso (por su participación como soldado en ella quiso ser recordado en el epitafio de su gloriosa tumba, no como drama■ Shichinin no samurai (Los siete samurais), 1954 turgo), un valiente. No supo ser nunca, como atropellos cancerosos de nefastos poderes am- tantos hombres, cómplice de los desmanes, parados por la apatía y cobardía de la mayoría. chanchullos y coartadas retóricas de un sin- Estas películas son de un tenor decididamente número de políticos. No sabía callar cuando, político, pues según Aristóteles y Hegel la po- sintiendo el perentorio llamado de la concien- lítica es la máxima expresión de la ética, como cia, era preciso manifestarse, sentar posiciones, crítica y abiertamente política es la posición yendo al grano. La estatura de su civismo, tan de Kurosawa en su obra (otro tanto podría correspondida por su estatura física, honra al decirse de Shakespeare, Sófocles o Chejov). pueblo japonés como Esquilo al antiguo pueblo Son tribunas ante todo artísticas, por supuesto, ateniense, Chejov al ruso, Ibsen al noruego; Ra- desde las cuales se agita, con cordial, aunque fael Pombo, José Eustasio Rivera, Jorge Isaacs no muy iluso convencimiento, la idea de que y Jorge Gaitán Durán al colombiano (¿Cuán- es posible, a pesar de todo, cambiar algo en el do nos daremos cuenta de eso?). Las derrotas mundo; basta con actuar siguiendo el rumbo de sus personajes protagónicos, si se dan, no Juan Diego Caicedo González| La Historia de un Suicidio Frustrado por El Sol generándose un silencio cómplice (el que calla 99 implican abandonar la lucha o ceder en sus ridad siempre y cuando vaya acompañada por indeclinables principios. Si mueren, mueren medidas enérgicas tendientes al bien común. como valientes, como en la épica de antaño, mezclada en su obra con la tragedia. La simpatía por ese orden se percibe viendo una película propagandística, que ser- Ese miedo del que hablábamos es el vía a los propósitos del régimen militar japonés de la cobardía de una comunidad, aferrada a en Lo más hermoso, y en thrillers del corte de El la disposición de no actuar y no responder a infierno del odio y El perro rabioso (1949), donde el lo que inequívocamente señala la conciencia, punto de vista hacia la Policía o, más exacta- aunque atrofiada, venida a menos, en virtud mente, hacia las pertinaces pesquisas que hace de una indiferencia apática, de un irritante para capturar a dos vándalos peligrosos, es más conformismo, muy extendido en la tierra. Los bien favorable, inclinado en la balanza hacia personajes de Kurosawa son la viva antítesis de los representantes de la justicia. ese conformismo, del opio psíquico y espiritual que adormece la mente, ilusionándola con la falacia de una tranquilidad muy fácilmente desplomada, sometida a la arbitrariedad y la opresión de ribetes totalitarios. Perseguido, efectivamente, por el totalitarismo militarista japonés de la entreguerra y de la II Guerra Mundial que censuró varias de sus películas, el cineasta sintió la finalización de ésta e incluso la ocupación norteamericana de su país8 como KUROSAWA 101 una real liberación, un alivio para su existen- 100 cia artística. Pero como también se sintió poco tentado por el otro totalitarismo, el del modelo comunista, fue a la larga un demócrata honesto, de esos que creen, con Aristóteles y Simón Bolívar a la cabeza, que la libertad es una prio- ■ Shichinin no samurai (Los siete samurais), 1954 Pero no se trata aquí de cómo prevaleOtra paradoja de su obra es que siendo un crítico pertinaz del capitalismo, simpatizó con ciertos matices del talante democrático norteamericano. 8 cen contenidos apologéticos e institucionales. La combatividad de tales personajes se da en condiciones de solidaridad y amistad, en las que muerte (ya no podía hacer películas sin inte- está el nervio del actuar no condescendiente ni rrupción, como antes; el Japón era ahora una entreguista. Akira Kurosawa era, como Publio tuerca más de la maquinaria de la globalización Virgilio Marón, un amante del valor siempre y que evadía la memoria y la responsabilidad so- cuando tuviera que ver con la amistad. La soli- cial; su nombre había cesado de ser un símbolo daridad es en su vida y obra, igual a la amistad, nacional), Kurosawa se rehabilita y despierta cosa que para ningún buen amigo es un secreto; con este himno cinematográfico a la amistad la primera hace posible la segunda. entre un capitán del ejército ruso zarista y su guía asiático en medio de la selva. La amistad no deja de hacer apariciones en sus otras películas. Mifune y Mori en El idiota, se quieren tanto como el primero odia al men en paz; el héroe del judo y su archirrival del karate, reconciliados en La leyenda del gran judo; la unión desinteresada de Los siete samurái quetrabajan por el bien comunitario a cambio de ■ Derusu uzara (Derzu uzala/el cazador), 1975 comida; los dos enemigos también reconciliados de La fortaleza escondida; la amistad, un poco Una de las más calurosas loas a la amis- más que profesional, del policía con su jefe en tad, pocas veces vistas, como la que Virgilio ha- El perro rabioso; la amistad, tan llena de oposicio- ce a la de Niso y Euríalo en la magna épica de la nes y diferencias entre Shimura y Mifune en El Eneida, es la del cineasta japonés en Dersu Uzala ángel ebrio; la excelente relación entre el médico (1975), celebración del afecto que puede existir maduro y el joven de Barbarroja, eco platónico- entre dos hombres de los más diversos orígenes aristotélico de una pedagogía que evoluciona e inclinaciones. En tiempos en que se habla hacia la amistad más pura; la relación entre la tanto de diversidad, diferencia y oposición en- anciana y el gringo Richard Gere, que de in- tre grupos, continentes, países y razas, se dignó oportuno y “enemigo” llega a ser, aunque muy soñar con la unidad schilleriano-beethoveniana fugazmente, un confidente en la sociedad de los entre los hombres, lo mismo que Jean Renoir, amantes de la luna de Rapsodia en agosto, otra con quien tenía mucho en común. Después incursión en la unidad soñada de los pueblos; de la crisis depresiva que por poco lo lleva a la la amistad entre el ladronzuelo, convertido casi Juan Diego Caicedo González| La Historia de un Suicidio Frustrado por El Sol segundo; Mifune y su doble en Los canallas duer- 101 en rey por unos días, y el que habría podido planos de radiante fuerza cuando el aprendiz ser su nieto en Kagemusha; la solidaridad tosca, de samurái, el más joven, descubre el verdadero demencial y llena de riesgos de agresión que sexo del ser disfrazado de muchacho, que su llega a existir entre los miembros de las dos padre ha ocultado para preservarlo del posible comunidades harapientas, micromundos que a desenfreno erótico de los samurái contratados nadie interesan, de Los bajos fondos y Dodes-kaden. en el pueblo. Este travestismo desenmascarado es digno, una vez más, de Shakespeare. El hombre que se enamora de la hija de su enemigo en Los canallas duermen en paz, traslada al espectador, por su parte, a las sendas operáticas de un Verdi en Aída, ópera muy querida en el Japón capitalista, potencia industrializada de los electrodomésticos y bancos poderosos, donde sigue habiendo un espacio para los deleites del paladar espiritual. El tejemaneje de solidaridades fructuosas comprende asimismo, en la obra de Kurosawa, el carácter único del aprendizaje, de la educación que genera resultados espirituales KUROSAWA 101 ■ Akahige (Barbaroja), 1965 102 incuestionables, como el del médico joven con Kurosawa, si de afecto se trata, es por su jefe en Barbarroja, el joven samurái en Los siete lo demás un romántico inspiradísimo a la hora samurái, la enfermera antes amargada de Duelo de contar historias de amor, aunque no era silencioso, los burócratas desconcertados ante el esta, desde luego, la especialidad profesional ejemplo del anciano difunto enVivir, los jóve- de su casa autoral. Esa casa nos hizo unos nes de Madadayo, quienes aprenden cada vez cuantos obsequios gratificantes de impetuosos más cosas de su maestro mientras que se van romances. Colmadas de aciertos formales de haciendo adultos; el ladrón de Ran que aprende considerable calibre son películas como Un do- de comportamiento militar y político a través mingo maravilloso (1947), donde el pálpito de la del jefe muerto del clan. El autor de estos ges- relación amorosa, de sus pulsaciones más ínti- tos de solidaridad educativa se ocupa de ellos, mas y ocultas, se consigue de modo admirable, seriamente, de cómo un relevo generacional así como Los siete samurái, en la cual hay unos puede darse con solución de continuidad, en la transmisión de la llama olímpica ética que, envuelto en ternura y saberes primordiales; los de mano en mano, pasa de unos a otros asegu- niños indiferentes al horror pestilente que los rando la perdurabilidad de los valores. circunda, juguetones y bromistas en las aguas negras del pozo de desagüe de El ángel ebrio. El director de la moderna Aída de Los Sobre todo, el niño sin futuro que alucina con canallas duermen en paz era también muy solida- la idea de que maneja un tranvía y su vecino, el rio con los niños, tanto como un Robert Louis hambriento soñador y agonizante de Dodeska- Stevenson o un Charles Dickens. Los amaba y den, son criaturas minúsculas, pequeños com- sintiendo una predilección especial por los be- ponentes de ese andamiaje mayúsculo que son bés, lo cual demuestra en Rashōmon y en Crónica las películas de Kurosawaan poseídas por la de un ser vivo. El principesco niño retozón de Ka- belleza y la más paternal simpatía. Sin ellas, su gemusha que sin proponérselo, se hace amigo de cine habría perdido mucho. los niños beisbolistas y el harapiento de Un do- Es lástima que la mayor parte de los mingo maravilloso; la algarabía festiva de los que padres y maestros que pretenden exhibir un corren y cantan sólo por unos segundos, pero cine apropiado para sus hijos y alumnos, des- muy oportunos en Los siete samurái y en Yojimbo, conozcan estos diamantes fílmicos tan valiosos. películas en las que no parece haber ningún Claro que se aterrarían si supieran que en el refugio dramatúrgico para ellos; los niños que cine del maestro nipón hay tanta violencia y empiezan a comprender y aceptar los retos de tanto dolor. El hombre por lo general, es reacio la memoria y la historia, aprendiendo de la a los picos dramáticos, quiere escapar, a como abuela a la que menospreciaban en Rapsodia en dé lugar, a los llamados de la poesía de los trá- agosto; el niño que debe marcharse de su casa gicos, tan aleccionadores y educativos, evasión en peregrinación mitológica para pedir perdón que ha agudizado como nunca la tenebrosa al zorro por haber violado sus secretos, después máquina de la actual industria del espectáculo. de haber sido testigo en el bosque de una dan- Pero es un hecho que los niños en Kurosawa za y una marcha animistas, así como ese otro superan con creces a todo Disney, tanto el que puede conversar con los antropomórficos muerto como el vivo, en su exitosa compañía, árboles de los duraznos que terminan siendo y a todo Dreamworld, para no complicarnos destruidos por sus mayores en Sueños; los que más dirigiendo nuestros ojos hacia las basuras juegan en el parque que tanto ha costado en la de “programas infantiles” presentados por la escena final de Vivir; el niño citadino seducido televisión colombiana. por Dersu Uzala, el salvaje guardabosques, tan Juan Diego Caicedo González| La Historia de un Suicidio Frustrado por El Sol un aparente desechable que toma por su abuelo; 103 Los sentimientos solidarios en la obra Podría afirmarse sin vacilaciones que de Kurosawa se prodigan, como en La peste de casi nadie en el cine ha pintado cinematográ- Camus, al ser inculcados por los sufrimientos ficamente los sufrimientos de los quebrantos más atroces. Es la compasión por el dolor ajeno, de salud y la agonía como el cineasta japonés. que a Schopenhauer le atraía como un punto Ejemplos de ello son Barbarroja; los ladronzue- compartido por el cristianismo y el budismo, los, mendigos y miserables privados de toda uno de los más altos dentro del universo mo- esperanza en El ángel ebrio, Los bajos fondos y ral, condición para la renuncia de la voluntad Dodes-kaden; las prostitutas de El perro rabioso, o a la fuerza ciega de sus motores, la que motiva la mujer ebria que se tambalea en Un domingo el decurso de tales amistades. Kurosawa es maravilloso; los drogadictos de El infierno del odio, un poeta muy afortunado en la representa- entre los cuales está el practicante de Medicina ción de sufrimientos lacerantes, la cual hace que secuestra a una persona y la mata con una en cerebrales autopsias sin contemplaciones sobredosis con el fin de probar la pureza de la de ninguna especie a seres vivos (¡aún vivos!), heroína con la que se imagina poder darle el pero sin abusar de los medios expresivos con golpe de gracia a sus cómplices, quienes ya han fines sensacionalistas o inescrupuloso, a los muerto sin que él lo sepa por idéntica razón; cuales dirigió su franca condena explícita en la pareja pobre y vapuleada por la crisis de la El escándalo. No magnifica el dolor ni lo exalta, postguerra en Un domingo maravilloso, especial- pero moderadamente, discretamente, con el mente después de la golpiza que le propinan ánimo connotativo y sugerente de encuadres al muchacho unos revendedores de boletas; cuyos gérmenes son los religiosos de todas las y Mifune acusado de incapacidad mental en grandes pinturas e iconografías de la civiliza- Crónica de un ser vivo. KUROSAWA 101 ción universal que tocan el alma más allá de lo 104 vulgarmente obvio, sin evadir la crudeza de los En resumidas cuentas, Akira Kuro- derrumbes de la lozanía, la salud y el cuerpo; sawa, un hombre curtido por inmensos sufri- sondea en las honduras de las entrañas y ros- mientos (terremoto, guerra, bomba atómica, tros flagelados con el que es, nuevamente, un incomprensión, censura, soledad…), compen- patetismo trágico de gran aliento, aun cuando sados por el reconocimiento internacional del la forma persiste en las mesuras y templanzas que llegó a gozar y sigue gozando después de de un oficio que nunca se sale de casillas, nunca su muerte, nos dejó una impresionante radio- pierde el sentido de la ordenación artística de grafía artística del dolor. Habría que buscar sus materiales. sus parangones en Esquilo, por qué no en estos cantos elegíacos de Los persas: ■ Akahige (Barbaroja), 1965 Juan Diego Caicedo González| La Historia de un Suicidio Frustrado por El Sol ■ Yoidore tenshi (El ángel ebrio), 1948 105 “Amigos, el que ha pasado por males sabe pensamiento cuando hay que dar una respuesta bien que cuando viene sobre el hombre la a la pestilencia existencial. tormenta del infortunio de todo se aterra, al paso que si el viento de la fortuna le es favorable, consiéntese y le parece que por siempre jamás ha de soplar así. Hoy no veo cosa que no se ofrezca a mis ojos preñada de terrores. Todo cuanto pueda venir de los dioses antójaseme contrario. De continuo están resonando en mis oídos clamores que no son los clamores del triunfo. Tanta consternación y pavor pusieron en nuestro ánimo nuestros desastres”.9 También podrían venir aquí al caso expresiones del profeta Jeremías en las Lamentaciones que pone en boca de la afligida y desterrada hija de Sión: Vosotros, todos los que pasáis por el camino, mirad y ved si hay dolor semejante al dolor que se me inflige, con el que Yahvéh me ha herido el día de su ardiente cólera. Ha lan- Ético en todos los planos Parafraseando a Max Scheler, la “mayor potencia filosófica de Alemania” en los primeros años del siglo XX, según palabras de Martin Heidegger en su Ética, los valores son fenómenos que el hombre siente indiscutiblemente como llamados, no racionales ni lógicos pero sí intuitivos, a actuar en unas circunstancias determinadas de una u otra manera. De toda conducta moral se colige una dirección de valor que es casi “instintiva”, automática; antes de percibir con el entendimiento, tener unas experiencias, y razonar, existe el mundo a priori de los valores que no se rige por la razón sino por las “leyes propias del corazón”, una esfera autónoma del espíritu en la que el mundo sensible, sin separación tajante con el espiritual, muy al contrario, en una relación de ideal complementariedad con éste, se encamina hacia el espiritual. KUROSAWA 101 zado fuego de lo alto, lo ha metido en mis 106 huesos. Ante mis pies ha tendido una red, me Porque es nuestra vida espiritual “íntegra” – ha tirado hacia atrás; me ha dejado desolada, no simplemente el conocer y pensar objetivos todo el día desolada. en el sentido de un conocimiento del ser– la Pero amistad y solidaridad en esta obra que tiene “puros” actos y leyes de actos, que le hacen frente al tremendo dolor, superando son independientes en su esencia y contenido las tentaciones suicidas que Albert Camus po- de los hechos de la organización humana. nía como el primer interrogante que sacude al Incluso la parte emocional del espíritu, el sentir, preferir, amar, odiar y querer tienen 9 Esquilo, Op. cit., p. 139. un contenido “primigenio a priori”, que no El ámbito del arte, por ser también ética ha de mostrar independientemente de intuitivo y no enteramente racional, coincide la lógica. Hay un ordre du coeur o logique du coeur, entonces con el de la ética, contrariamente a lo como atinadamente dice Blas Pascal, que son que creían Kant y Hegel, quienes veían en la “a priori” (…) ética un territorio de la razón, de la actividad La construcción de una ética material a priori racional. El artista, como todo ser humano, se hará únicamente posible con la elimi- actúa bajo la órbita de las “leyes del corazón”, nación definitiva del viejo prejuicio de que que conoce, por lo demás, mejor que cualquie- el espíritu humano se agota en el dilema ra, al escrutar permanentemente la naturaleza “razón”-“sensibilidad”, o bien que se ha de y las modificaciones que afectan a ese mismo colocar todo lo que hay en el espíritu bajo corazón. Es su libre decisión si se acoge a esas una u otra de esas categorías. Este dualismo leyes, las rechaza o las ignora, conociéndolas o radicalmente falso que obliga a dar de lado desconociéndolas. También, ante los hechos la “especie peculiar” de esferas enteras de que ponen sobre el tapete la necesidad y per- actos o a interpretarlas equivocadamente, tinencia de un ethos, de un comportamiento debe desaparecer sin contemplación alguna ético, subrayando que tiene o no valor para los del umbral de la filosofía (…) principios de convivencia, puede permanecer El “querer” moral, la “conducta moral”, en indiferente, huyendo mediante actos que dopan general, hállase fundada sobre este conoci- la conciencia, amortiguando sus luces u oscu- miento del valor (o en casos especiales, sobre reciéndolas. Puede llamarse a engaños, deno- el conocimiento del valor moral), que posee minando como éticas conductas proclives sólo su propio contenido “a priori” y su propia a defender intereses personales, conveniencias evidencia; de modo que el querer (o la ten- pasajeras. Puede simular tener una ética exhi- dencia en cuestión) se halla dirigido prima- biendo imposturas verbales para tratar de tran- riamente a la realización de un valor dado en quilizar su conciencia. Kurosawa en cambio, se aquellos actos. Y sólo en cuanto este valor es acogió conscientemente a esas leyes. Conocía dado también tácticamente en la esfera del qué tiene y qué no tiene valores, profesó obe- conocimiento moral, el querer es algo moral- diencia hacia ellas. Supo ver en los hechos de mente claro, a diferencia del querer “ciego”, o mejor, del impulso ciego.10 10 Scheler, Max. “Ética. Nuevo ensayo de fundamen- la vida, la necesidad y la pertinencia del ethos que la sociedad moderna quiere hundir a toda tación de un personalismo ético”. Revista de Occidente, Buenos Aires. Tomo I, pp. 101-107. Juan Diego Caicedo González| La Historia de un Suicidio Frustrado por El Sol les ha sido prestado por el “pensar”, y que la 107 costa y a cualquier precio, en el subjetivismo y el relativismo rampantes. En todos estos pisos de la jerarquía scheleriana, el cineasta japonés se muestra como un fraterno y amigable, delicado y transpa- Existe además para Scheler una je- rente, vigoroso y visceral, curador y propagador rarquía axiomática de los valores, expresada de ética (esta en el arte no es la de cartillas ni en dualismos dialécticos a los que es propenso pomposos discursos lógicos). Su cine resplan- todo ser humano: los de lo placentero o no, lo dece con imágenes y sonidos agradables, aun- agradable y lo desagradable; valores vitales, lo que conviven con el más crudo hiperrealismo, noble e innoble; valores ceñidos a sentimientos ásperamente impregnado de un primitivismo vitales, ascendentes o decadentes; la salud y la bárbaro, salvajemente silvestre que, cuando es enfermedad; el agotamiento y la vigorosidad. auténtico en el arte, en vez de molestar, atrae. Entre los valores vitales puede contar mucho el plano físico: la destreza, la habilidad, el saberse También Céline, Dostoyevski, Camus, defender con medios corporales. Siguen en es- Goya, Beethoven, Wagner, Schönberg, Bartók, cala ascendente los valores espirituales; lo bello Van Gogh, los expresionistas, surrealistas y opuesto a lo feo; lo justo enfrentado a lo injusto; tantos otros, tienen algo de bárbaro, de esen- los valores del puro conocimiento de la verdad, cialmente sublime, como lo entendían Kant y los valores de la cultura y el arte. Finalmente, Schopenhauer, por lo que no es propiamente están los valores de lo santo y lo profano. 11 bello en sus obras, pero si artístico, en tintes que parecen peligrosos, tortuosos, agresivos, KUROSAWA 101 crudamente provocadores. 108 ■ Yojimbo (Yojimbo el mercenario), 1961 11 Op. cit., pp. 152-155. Los valores vitales juegan en su obra claró que no era un creyente aun cuando había un gran papel, como en la de Shakespeare. querido hacer una película “desde el punto Quiere no tanto la simple fuerza física, como la de vista del cielo”, de una mirada desde lo al- habilidad que la domina y moldea felizmente. to. Pero en el sentido no formal, más íntimo, Quiere, como anteriormente se dijo, la nobleza, complicado de definir dentro de las fórmulas la sabiduría de la vejez y el empuje de la ju- de quienes no alcanzan a entender las interio- ventud, la alegría de la niñez, la salud, el vigor. ridades de una religiosidad fáctica en los espí- No sobra decir nuevamente que Kurosawa se ritus profundamente éticos, en este caso, el de extasiaba en la contemplación de cuantas cosas un japonés que hacía mil venias a lo mejor del físicamente bellas hay en el universo, desde los hombre y la Naturaleza que lo cobija, Natura- fenómenos naturales hasta los rostros humanos leza que es más que pura materia, Kurosawa orientales. respetaba sobremanera esos valores supremos Se ha tocado el papel de la justicia en al igual que Friedrich Hölderlin, Rainer Ma- sus películas. Convendría ahora detenerse una ría Rilke, William Blake, Charles Baudelaire, vez más en el valor que tienen en ellas el cono- Stefan George, y T. S. Eliot, poetas tan tocados cimiento de la verdad, la educación, la ciencia, por las grandezas indefinibles del espíritu, que la historia y el arte. En cuanto a lo que se rela- siempre se sintieron próximos a un sacerdocio ciona, según Scheler, con lo santo y lo profano simbólico de la palabra. como pináculo de los valores, hay que ser cauto pero no mezquino ni tendencioso en la aprecia- Diciente es sobre el particular el si- ción de una de las zonas más misteriosas de su guiente episodio que el director narra en su Au- cine, la que esta época racionalista, hedonista y tobiografía, rememorando el rodaje de Rashōmon, condesciende con la bajeza se niega, a ultranza, una parte del cual tuvo lugar al lado de un a reconocer. templo budista rodeado de árboles: Kurosawa no fue un hombre religioso, Cuando terminamos de rodar en Komyoji, pero solamente en el sentido formal del con- fui a darle mis respetos al abad. Me miró cepto. Siendo joven, con su hermano suicida, con grave seriedad y me habló con profundo se hastiaba de las ceremonias budistas, de las sentir: “Para ser sinceros, al principio nos cuales se retiraba con un dejo de cansancio sentimos muy molestos cuando os dedicasteis soporífero, para dar rienda suelta a sus burlas a talar árboles del templo como si pertenecie- irreverentes. Cuando hizo Ran, el director de- sen a vosotros. Pero al final nos ganó vuestro Juan Diego Caicedo González| La Historia de un Suicidio Frustrado por El Sol hacia los cuales sentía una inclinación natural, 109 entusiasmo incondicional. Mostrar al públi- otros, descubriendo así el valor espiritual de su co algo bueno es la meta de vuestra energía. extinto colega. Hasta que tuve la oportunidad de observaros, no tenía la menor idea de que hacer una película es la cristalización de tal esfuerzo. Me quedé profundamente impresionado. Cuando terminó, el abad me entregó un abanico cerrado. Había escrito en conmemoración a nuestra película tres caracteres chinos que formaban un poema: “Bien para la Humanidad”. Me quedé sin habla12 En la primera parte de La leyenda del gran judo, la mujer que se enamora del protagonista-hija de su primer contrincante a quien da muerte en un duelo de escuelas de artes marciales-, absorbida totalmente por la oración, en KUROSAWA 101 un momento dado, hace que su religiosidad se 110 ■ Rashōmon, 1950 vuelva esencial en la marcha irrefrenable de El sacerdote budista de Rashōmon, uno una actitud hacia lo sagrado. Los compañeros de los dos narradores centrales y testigos del de trabajo del fallecido anciano Shimura en juicio que se adelanta por el crimen, se pre- Vivir, el día de la ceremonia fúnebre, teniendo senta como un personaje positivo que busca su retrato al frente, según las prescripciones del afanosamente la verdad sobre el responsable, ritual budista, empiezan a entender, al fin, la el hombre y las cosas. Cuando encuentra al magnanimidad de su gesto de haberse puesto niño abandonado por sus padres y lo sostiene al servicio del bien común -¡al fin, también!-. en sus brazos, se lamenta de ese inmenso dolor Un acto de tipo social y religioso permite ex- esquiliano del mundo y acto seguido, se entera cavar en las bases de una personalidad, en este de que Shimura, su compañero de narración, caso en las de la obra de un parque que ha otro mentiroso más, está dispuesto a adoptar hecho construir alguien para el beneficio de la criatura aun cuando tiene ya bastantes más que alimentar. De nuevo se impone el “bien para la Humanidad”, en pos del cual el sacer- 12 Kurosawa, Op. cit., p. 283. dote ha renunciado a las vanidades exteriores. Kurosawa escruta, estática y concentradamente, los rezos de la anciana y la restante feligresía budista de Rapsodia en agosto durante la liturgia por las almas de las víctimas de la bomba atómica de Nagasaki. Es tan convincente el sentir religioso de estas gentes que Richard Gere, el gringo intruso, hijo de un japonés emigrado, en un templo donde centenares de hormigas laboran sobre una planta en la que renace la vida, une sus manos, también en actitud de oración y hace venias en memoria de aquellos a quienes sus antepasados asesinaron vilmente. Él no sabía que su tío había sido uno de los exterminados, nadie de la familia había querido decírselo. ■ Hachigatsu na kyoshikoku (Rapsodia en agosto), 1991 Mitología, leyenda y sueño en la soldadura que da la ética La mística del director está directamente conectada con la mitología y la leyenda, esos hálitos de tiempos inmemoriales rescatados de las nubes del mito, que son tan fúlgidos en su obra como en las de Mizoguchi, Ozu, Kobayashi, Ichikawa y otros maestros nipones. Basta con traer a cuento circunstancias y personajes suyos que nos devuelven a ese pasado jamás borrado, cuyas resonancias no dejan de perturbar o modificar el presente: la resplandeciente bruja blanca de Trono de sangre ; la pena del soldado y sus compañeros muertos en la guerra que siguen a su comandante en Sueños; las supersticiones ancestrales de Dersu Uzala relativas al poder casi sobrenatural del tigre;13 la pirómana danza ritual del arroz, en la que los protagonistas se ven obligados a arrojar al fuego sus lingotes de oro en La fortaleza escondida; el muerto que habla a través de la médium en Rashōmon contando su versión de los hechos. Es causa de un júbilo muy especial el hecho de que en su cine se conserve viva, embalsamada con un primor faraónico, esa mitología, en tiempos como los que corren, fríos para lo que en la Humanidad es germinal, originario. Juan Diego Caicedo González| La Historia de un Suicidio Frustrado por El Sol Al amparo de un mismo criterio, la cámara de 111 13 La importancia simbólica de los felinos reaparecerá tardíamente en Madadayo, donde la desaparición de un gato es la piedra de toque para el único desfallecimiento en la existencia del maestro. Mito y sueño son gemelos. También hay un lugar privilegiado para este último en de soñar con un mundo y un cine mejores que los consabidos. las películas de nuestro autor. Deudor de un onirismo igualmente ancestral, desborda los límites del realismo que tanto le gustaba, para concederle la palabra, más bien las imágenes de su cine, a unos fantásticos e inopinados viajes por el inconsciente que le habrían gustado a Freud y aún más a Jung, puesto que están impregnados de una simbología mitológica y religiosa a la cual seguramente habría que destinarle más tiempo. El sueño del sosias en Kagemusha, las alucinaciones y visiones acusadoras de la conciencia de Mifune en Trono de sangre, los fantasmas y duendes que causan una explosión demográfica en Sueños, el sueño persistente con una casa que no tienen padre e hijo ■ Kagemush (Kagemusha, la sombra del guerrero), 1980 KUROSAWA 101 hambrientos en Dodes-kaden, la historia de amor 112 del paciente terminal de Barbarroja, que parte Ética, mito, sueño y espiritualidad en súbitamente en dos el montaje y la estructura la obra de Kurosawa conllevan el vigor de sus de la película, tan cercana en tales momentos personajes predilectos. Ese vigor es, ante todo, a un sueño. No se podría omitir aquí el final de el de una fuerza interior. Es el pathos al que se Madadayo, últimas imágenes, testamentarias, sobrepone o trata de sobreponerse con firmeza de Kurosawa en las que los niños juegan a las y decisión un ethos: escondidas del “Todavía no”, réplica de la situación del maestro protagonista, quien sueña Por eso el carácter debe configurar su parti- con ellos, con sus amados infantes. Todas esas cularidad con su subjetividad, debe ser una secuencias oníricas en las que el subconsciente figura determinada y en esta determinación armoniza con lo consciente, podrían ser objeto tener la fuerza y firmeza de un pathos que de estudio para psicoanalistas obcecados, no permanece fiel a sí mismo. Si el hombre no ortodoxos, eso sí; pero son, por encima de cual- es “uno” en sí de esa manera, los diversos quier otra cosa, productos de una imaginación aspectos de la multiplicidad se desmembran muy personal, la de un director que nunca dejó sin sentido y sin orden intelectual. Estar en La Historia y el realismo como mente lo infinito y divino de la individuali- piedras angulares dad. Bajo este aspecto, la firmeza y decisión Hay cineastas, artistas y escritores aporta una determinación importante para cuyas obras se asientan tan firmemente en la representación ideal del carácter.14 la Historia, que sin ella no serían nada. Esta El ethos kurosawiano de tales firmezas afirmación es sobremanera cierta tratándose de carácter, afianzado por esas referencias a un de la creación de quienes, como Kurosawa, pasado mitológico y a un subconsciente que no encarnan el mosaico acabado de un espíritu lo contradice ni lo reprime, antes bien lo mag- nacional, inmersos como están en el amor a nifica, siendo muy nacional, muy japonés, no se su país, cada vez más afianzado, en tanto en opone para nada, en general, al del cristianismo cuanto van experimentando cada vez más que bien entendido y vivido de Miguel Ángel, Beato participan de la Humanidad entera, sin dis- (Fra) Angélico, Murillo, Rubens, Rembran- tinciones de raza, credo o posición política. Si dt, Chagall (judío a quien infundía un hondo Kurosawa es ciento por ciento japonés, ello no respeto la cruz del Calvario), Dante, Pedro obsta sino que se presta de lleno para que sea Calderón de la Barca, Georges ­Bernanos, Carl uno de los cineastas más universales que haya Th. Dreyer, Bach, Joseph Haydn, Franz Liszt, habido jamás, alguien que tiene una multitud Anton Bruckner, Igor Stravinski, o Robert Bres- de devotos en cualquier nación del planeta, co- son, artistas todos creyentes, occidentales.15 mo lo prueban ahora la muy amplia circulación de sus películas en DVD; la multitud de ciclos, 14 Hegel, G.W.F. Estética. Barcelona, Península, primera edición, 1989, Tomo I, pp. 210-11. 15 Desde 1549, San Francisco Javier inició la obra de los jesuitas en el Japón. En 1597 ya eran miles los cristianos en el país, que habían sido objeto de una evangelización totalmente pacífica de una serie de misioneros, arruinada en parte por la persecución y el martirio a los que señores feudales, afectados en sus privilegios, sometieron tanto a aquellos como a su feligresía. El archipiélago asiático ha estado en un intenso contacto con Occidente, al que mucho debe para bien o para mal, partiendo de la democracia, los orígenes mismos de la industrialización y el cine. El Japón de hoy –lo desconocen quienes ignoran la Historia– es, en buena medida, hechura del espíritu democrático capitalista y anglosajón, mientras que el catolicismo, religión de una minoría, ha tenido allí creyentes influyentes, incluso en las esferas imperiales y oficiales, en un país en el que el Estado es puramente laico. En cuanto a la asimilación de las riquezas del arte occidental por parte de los japoneses, habría muchísima tela que cortar empezando, como lo estamos tanto en salas de arte como en televisión, y los estudios críticos que se publican a cada instante, los cuales se le dedican aquí y allá. El hombre comprometido con unas imperturbables convicciones, afectado sin cesar por todo lo que pueda afectar, lesionar o engrandecer a los suyos, compatriotas y ciu- Juan Diego Caicedo González| La Historia de un Suicidio Frustrado por El Sol unidad consigo constituye en el arte precisa- 113 viendo, por el cine de Akira Kurosawa. Creer que la cultura japonesa, oriental o de cualquier índole, no le debe nada a otras que a ratos parecen tan antagónicamente diferentes, no es más que una superstición de gentes que desconocen las inmensidades de su propia cultura. dadanos del mundo, es un pupilo aventajado sión de hechos pasados, visión muy ordinaria de la Historia. Aprende de ella como ninguno y empobrecida, sino como la unidad de éstos a rastrear los pasos dados por su especie, tanto con el presente. La repercusión de lo pretéri- en pérdidas como en ganancias. Eurípides era to en lo actual y viceversa, la posibilidad de un hombre muy versado en la historia de los comprender mejor lo primero a la luz del muy mitos, leyendas e historia política de Grecia, provechoso transcurso del tiempo, le ocuparon como lo fueron Shakespeare en los de Inglate- toda una vida. Una mirada de ese talante es in- rra, Pushkin en los de Rusia, Víctor Hugo en eludiblemente conceptual y filosófica; por eso los de Francia, Verdi en los italianos, Goethe él decía que el cine no sólo toma algo prestado y Wagner en los alemanes, Strindberg en los de todas las artes, sino de la filosofía, siendo al suecos, Rafael Pombo en los colombianos, y así mismo tiempo autónomamente cine, poseyen- sucesivamente. En calidad de patriotas críticos, do una especificidad que le es propia. pero sin complejos de inferioridad, vivían muy empapados a la vez de todo lo que había acontecido y acaecía en el mundo entero. Le preocuparon tanto el siglo XVI y las luchas intestinas entre los clanes de entonces, KUROSAWA 101 como las características del régimen militarista 114 El cine posee también, desde luego, su japonés que antecedió a la II Guerra y la gue- galería de creadores-historiadores: Sergio Ei- rra misma; tanto la historia del teatro Noh, el senstein, Carl Dreyer, John Ford, Jean Renoir, Kabuki, las porcelanas, artesanías, literatura, Luchino Visconti. Los títulos de saber histórico pintura y música de su país, como los géneros y los expide en tales casos, no la academia de tipos de cultura que le fueron contemporáneos, los historiadores oficiales, para la cual pueden empezando desde luego por el cine; tanto la terminar contando más las formalidades y el más antigua génesis de las tradiciones, como adscribirse a un grupo intelectualmente influ- la mentalidad de su tiempo, la cual entendió yente, poderoso, políticamente “correcto”, sino extraordinariamente bien, con la justeza ideal la vocación perseverante del autodidacta, del de una participación testimonial sumergida individuo que actúa en función de lo que lo le muy de cabeza en la problemática de su épo- es absolutamente necesario para vivir, sentir, ca. Lo nacional cautivaba su atenta mirada entender y crear. tanto como lo internacional y lo occidental. Animador de espectáculos históricos euripidia- Kurosawa hace parte indudablemente no- shakesperiano-pushkinianos de gigantescas de esa galería. Asociaba la historia del Japón a proporciones (Los siete samurai, Trono de sangre, la suya. No veía la Historia como la mera suce- Kagemusha, La fortaleza escondida, Ran), ambicio- sos frescos de destrucción y exterminio como Cuando el Neorrealismo16 italiano em- los de Goya, secuelas de la era del genocidio pezaba a navegar hinchando sus velas movidas nazi y soviético en los que la historia alterna por vientos favorables, Kurosawa hizo uno de con la libre interpretación, la imaginación y sus tantos cursos vertiginosos y disciplinados, la leyenda, como siempre en el arte. Fue igual- para amoldarse a las penalidades de la inme- mente maestro de austeridades monacales en diata postguerra emergiendo como el autor de la ambientación realista del presente y sus más un cine frugal, ceñido a las incidencias fácticas diversas circunstancias, realismo dominante en del día a día. Hablaba de los enamorados, los la mayor parte de su obra, la que con mayor “constructores del mañana”, la miseria y la claridad da cuenta en el cine de las vicisitudes mentalidad del hoy, de su tiempo. Esa dinámica del Japón en la segunda mitad del siglo XX. en sus movimientos de director de orquesta la mantuvo incólume hasta el ocaso de sus días. El ayer seguido del hoy, el hoy seguido del ayer, timón de ese barco argonáutico de su obra (en éste se impone la inmensidad de la gesta épica de sus héroes) que jamás naufragó ni se echó atrás en la búsqueda del vellocino de oro espiritual que para él contenía, en cualquier circunstancia, la condición humana, aun cuando los escollos impuestos por el Neptuno atómico17 y demás perversidades plutónicas de sus congéneres fueran muy grandes. Seguirle el paso a la Historia para llegar a ser parte activa de ella. Su filosofía pesimista de la misma no podía evitar que las tinie16 El fenómeno del realismo se dio paralelamente en Italia y el Japón. Sería un tanto estéril hablar, como hacen ciertos críticos, de influencias italianas. ■ Kakushi toride no san-akunin (la fortaleza escondida), 1958 17 Pocos artistas ha habido tan dolidos por la catástrofe atómica que todavía puede repetirse, multiplicada por mil en un abrir y cerrar de ojos, pese a nuestras imperdonables fallas de memoria. Juan Diego Caicedo González| La Historia de un Suicidio Frustrado por El Sol se turnaban y volvían a turnarse en los giros del 115 blas sucumbieran, se disiparan, en los claros del que se escapara de su punto de observación eso bosque emanados de los pequeños gestos bon- que es lo mejor, lo bello. dadosos que se mencionaron anteriormente. Su aproximación a la Historia es objetivamente En cambio, ¡qué matiz alado no puede al- veraz y crítica, pero le hace justicia al hombre, canzar también ese nuevo tipo de historia si es humanísticamente balsámica, permite creer sabe poner de relieve la eterna armonía del que no todo está perdido. No se dejaba llevar espíritu creador, si sabe presentar la forma por los estados anímicos efímeros y variables como una áurea cadena enlaza a través de los del momento sino que proporcionaba alicien- tiempos a un país con otro, a un pueblo con tes a los hombres de las siguientes generacio- otro, cadena a la que toda nueva nación y año nes, rescatando el honor de aquellos que no es vienen a añadir un eslabón nuevo! Si muestra deshonroso imitar, menos saber valorar en el que los tres milenios de nuestra humanidad alcance y el valor de esos pequeños gestos, los consciente no han sido sólo una cruenta lu- que son verdaderamente grandes. cha de gladiadores, que hacía representar KUROSAWA 101 absurdamente un dios ebrio, sino que en este 116 Stefan Zweig, quien compartía con grandioso drama somos nosotros mismos los Kurosawa una visión humanística y poética de héroes, actores, poetas y creadores; si sabe la Historia, manifestaba su descontento ante el presentar la vigencia de un significado en este hecho de que, por mucho tiempo, en la ense- eterno actuar y esforzarse de la humanidad; si ñanza de la misma se ha destacado sobre todo muestra que ésta tiene una tarea, y si en ella la mentalidad bélica, divisoria y exterminadora percibimos que cada uno de nosotros, en su de los seres humanos, dejando en segundo pla- corta existencia, ha aportado una palabra, no lo mejor de la especie. El cineasta japonés un gesto, a dicho drama. Así como el hombre supo expresarse como pocos acerca de la guerra sólo vive rectamente si descubre un sentido y los combates a muerte. Su formación samu- en su vida, así podremos sólo reconocer como rái, el militarismo de su infancia y juventud, provisto de significación todo lo que ha sido las consecuencias del incidente de Manchuria, si somos capaces de atribuirle un sentido, el Pearl Harbor, Hiroshima y Nagasaki, lo mar- del desarrollo hacia un estadio cada vez más caron con un bestial e imborrable tatuaje en alto de la humanidad.18 el alma. Sentía que debía hablar de la guerra, de su esencia, pero enseñaba a verla con ojos comprensivos. En todas sus películas impidió 18 Zweig, Stefan. “La Historiografía del Mañana”, En Tiempo y Mundo. Barcelona, Juventud, primera edición, 1998, p. 237. La Naturaleza como capa geológica aún más angular Antes de adquirir formas concisas, la piedra angular histórica de su cine dependía de un sustrato aún más básico, más telúrico y decisorio, la Naturaleza. Le podríamos conferir a Kurosawael título honorífico –otro más- del con el de bardo preclaro de la luna, el viento, la ■ Ran (Ran/caos), 1985 neblina, la lluvia, la nieve y el hielo. Con una en un atardecer o, simplemente nada, con lo visión majestuosa y un uso óptimo de los me- que se alteraban continuamente los planes dios expresivos, se dio a la tarea de alumbrar de producción y se incrementaban los costos. las presencias sobrehumanas de todos estos La Naturaleza mandaba en sus planes y ho- fenómenos de la madre Naturaleza. De hecho, rarios de rodaje por encima de los hombres, su amor por el sol debió frustrar su suicidio; ordenaba monárquicamente qué hacer, cuán- tal vez cuando iba a inmolarse percibió un do y cómo hacerlo. ¡Qué atardeceres los de hermoso efecto de luz, un reflejo de la luz del Un domingo maravilloso, Ran, Kagemusha, y tan- astro que lo hizo cambiar de parecer. Tal vez el tos otros! ¡Qué lunas llenas las de la primera sol le suministró las luces que necesitaba para de estas películas, las deVivir y de Rapsodia en comprender y aceptar la existencia como es, agosto! ¿Quién ha mostrado el viento en el cine no siempre soleada pero avara en el regalo de como Kurosawa, con tantas variantes dra- cosas apetecibles. Y en cuanto a sacrificarse por máticas y un arranque tan persuasivo como el dios sol, como los aztecas u otras tribus…. el de La leyenda del gran judo, Crónica de un ser mmmmm…. Kurosawa nunca fue tan pagano. vivo, Dersu Uzala, y tantas otras? ¿Quién ha Vivía en el siglo XX y sabía que no todo en este hecho de la nieve con tanta propiedad, el al- era tan negativo. La razón tiene sus ventajas. ma espacial y composicional de una película como él en El idiota? Vale la pena remarcar Legendarias fueron sus esperas de la que la nieve es también clave en obras como puesta del sol ansiada para varias de sus pe- Un duelo silencioso (1949), Dersu Uzala, La leyenda lículas, su cacería artística a los crepúsculos del judo y Sueños. ¿Quién ha hecho del hielo y ideales que deseaba tener en un solo o unos de los paisajes polares, después de Flaherty pocos planos. A veces filmaba una sola toma Juan Diego Caicedo González| La Historia de un Suicidio Frustrado por El Sol mejor amigo del sol que ha tenido el cine, junto 117 en Nanook (1922), un factor tan constitutivo Es Rashōmon el filme donde la obra del de la infinitud dramática y expresiva que hace japonés se desborda en una suerte de apoteosis de las suyas en Dersu Uzala? pluvial. Llueve como en el diluvio universal, del principio al fin del relato del sacerdote y el Pero nada como la lluvia en sus pelícu- leñador. Sólo escampa al final, cuando el bebé las. En El perro rabioso, el policía héroe es herido abandonado es adoptado por este último, con cuando más cerca está de capturar al ladrón lo cual se crea una metonimia inteligentísima de su revólver. Esto sucede en medio del más que indica el nuevo comienzo esperanzador torrencial aguacero que se haya visto en thriller de vida, tal y como sucede en Un domingo ma- alguno (otra particularidad de Kurosawa es ravilloso. KUROSAWA 101 que se adaptaba a todos los géneros posibles 118 de cine, al par de un maestro como Hawks). La lluvia más eficaz artísticamente, en La mujer abnegada, cuyos sentimientos nun- la obra de un cineasta bruneleschiano, acos- ca podrán ser correspondidos por el médico tumbrado a probar cuanta suerte de variantes contagiado de sífilis de El duelo silencioso, des- hay de la perspectiva en los encuadres, es esa, aparece para siempre bajo las gotas de lluvia la que se trasluce detrás de algo, la que se divi- que caen sobre su sombrilla. La trágica caída sa a través de las ventanas o azota el espacio al del pobre diablo doble de Kagemusha adquiere descampado mientras los personajes están en todo su impacto emocional gracias a la lluvia, interiores cubiertos o se desplazan a través de también torrencial, que cae sobre su cuerpo ellos. No solamente la lluvia, el agua en gene- semidesnudo, que termina siendo apedreado ral (la del desagüe pútrido de El ángel ebrio; el cuando es despedido del castillo donde “rei- arroyuelo de Sanjuro por el que se deslizan las naba”. La tristeza inconsolable y silenciosa de cándidas y metafóricas camelias en un filme los novios en Un domingo maravilloso tiene como de terrible rudeza; el agua de los bomberos trasfondo y única orquestación la lluvia que de Crónica de un ser vivo que apaga el incendio azota inclementemente a Tokio. Esto sucede provocado por Mifune en su fundición; el es- en la humild habitación de él, donde hay una tanque del jardín de la casa del maestro en el gotera en el techo por la que se filtra el agua que se sumerge por varias horas el discípulo, al caer sobre un platón colocado por ella en el héroe de La leyenda del judo, pudiendo ahogarse, piso. La animadversión existente entre los dos aferrado sólo a un arbusto, al estar sometido a bandos mafiosos de Yojimbo crece con la lluvia, una prueba de humildad. Definitivamente, el que a su vez agudiza el temor y el encierro for- agua tiene un rol protagónico en sus películas, zoso entre los pobladores. tan destacado como el de los actores o la uti- Juan Diego Caicedo González| La Historia de un Suicidio Frustrado por El Sol ■ Derusu uzara (Derzu uzala/el cazador), 1975 119 ■ Derusu uzara (Derzu uzala/el cazador), 1975 lería. Lo mismo sucede con el sol, la luna y el que es en sí la cinematografía, arte mimético y viento que, a la hora de la verdad, resultan ser a la vez, de mitológicas ensoñaciones. incluso más importantes que la utilería o cualquier decorado. Grandioso paisajista, Kurosawa es un poeta del bosque (Rashōmon, Sueños) y la mon- Aunque las apariencias de las super- taña (La fortaleza escondida, Ran, Kagemusha); del producciones engañan, los componentes del ci- arroyo, símbolo de la suavidad y ternura feme- ne de Kurosawa son sólo unos cuantos: cámara, ninas que necesita el alma ruda del samurái luz, actores, decorados ascéticos y Naturaleza. Mifune (Sanjuro) y la tierra labrada (No añoro mi Esa era su fórmula del éxito. Con lo poco, con juventud); poeta de la jungla (Dersu Uzala) y del sencillez, como todos los clásicos, hacía mucho. valle (Los siete samurai, Ran). Tampoco en sus KUROSAWA 101 películas urbanas, que conforman al fin y al 120 El resultante natural en la dirección artística La Naturaleza es entonces, en el cine de Kurosawa, la fuente espacial de primer orden en el trabajo de dirección artística. Los exteriores, no sólo naturales sino urbanos, hilan la urdimbre realista de sus historias, causando repetidamente la impresión de un quehacer fílmico paradocumental que, como se anotaba más arriba, coexiste con uno de los grados de fantasía, elaboración argumental e imaginación más elevados a los que cineasta alguno haya llegado. Con él sucede lo mismo que con Federico Fellini, AndreiTarkovski o Luis Buñuel: el realismo es el estandarte de un ejército de tropas oníricas que cavan trincheras por los resquicios del subconsciente y la libertad formal, nunca atada a una normatividad simple de mera imitación diegética de la realidad. El japonés creía tanto en ésta como en la imagen. Su cine es un excelente cuadro sinóptico de lo cabo la mayor parte de su cine, pierde de vista el paisaje de los alrededores, la presencia viva del árbol y el agua en la ciudad. Muestras patentes de ello son muchas, entre ellas la vegetación que circunda la casa de la abuela en Rapsodia enagosto; el arbusto que perdura a lo largo y ancho de las cuatro estaciones, ya lleno de hojas, ya despojado de ellas, en el jardín al que da la ventana del consultorio del médico en Duelo silencioso, también metáfora de la tenacidad de los principios de un hombre frente al paso del tiempo; el pequeño descampado de la gran ciudad en el que tiene lugar la entrega del niño rehén y la casa aislada de los secuestradores drogadictos en El infierno del odio; el mar que libera de las casas cerradas de las deliberaciones políticas y estratégicas, también de las catástrofes de Kagemusha, La leyenda del judo, Sueños y Crónica de un ser vivo; el parque que únicamente puede ser contemplado por el subalterno de Shimura por breves instantes al final de Vivir, cuando ya no en el que tiene lugar tan apremiantemente la puede seguir sus pasos. lucha entre la vida y la muerte; el desapacible y sombrío edificio de oficinas estatales de Vivir, En cuanto al paisaje urbano como tal, como todo lo que rodea a la improductiva bu- el autor de Un domingo maravilloso nos obsequia rocracia; todas las pinceladas del antiguo pintor en ésta y en varias de sus obras, fotografía en que recrean el hábitat social y cultural de los movimiento de referentes históricos, puntos personajes citadinos de una manera categórica- cardinales para la memoria de una época: las mente determinada, social y culturalmente, que ruinas de la ciudad de Tokio recientemente es al mismo tiempo decididamente dramática. bombardeada, donde los novios ponen en escena ante los ojos desconcertados de los transeúntes, la atención a los clientes en el café imaginario con el que sueñan para salir de catástrofe atómica de Nagasaki en Rapsodia en agosto; las construcciones, tan dramáticamente, punzantes, diríase que agresivamente insinuantes, que, en el marco de la nieve invernal, se observan en El idiota; la zona roja y marginal de El ángel ebrio, separada por el puente de la ciudad pujante y próspera del “otro” lado; las casuchas y tugurios dispuestos como sucias y desesperanzadoras moradas de despojos humanos que aún respiran en Dodes-kaden y Los bajos ■ Ran (Ran/caos), 1985 fondos; la fundición y la casa adyacente de la familia propietaria que oprimen tan fuertemente Los interiores no pierden nunca sus el ánimo del espectador en Crónica de un ser vivo; puntos de conexión con la Naturaleza, particu- la casa medio campestre de la colina, ubicada larmente con el sol, la luna, la lluvia, el viento en una zona exclusiva donde Mifune, como y la nieve. Son, de una forma muy japonesa u potentado de la fabricación de zapatos venido oriental, escuetos, de una economía rayana en a menos, es sometido al declive y al aislamien- la asepsia. Esa poquedad escenográfica que el to en El infierno del odio; la casa hospitalaria de teatro del absurdo, el teatro pobre, la tragedia Barbarroja, escenario apenas decorado o aireado griega y las tradiciones teatrales japonesas han Juan Diego Caicedo González| La Historia de un Suicidio Frustrado por El Sol su miseria; el monumento a las víctimas de la 121 hecho propia, como sutiles retos a la inteligen- levante en su vínculo con la vida interior de los cia o perspicacia del espectador. Unas pocas personajes. Acerca de tales criterios de direc- líneas de decorado, tal como se vive en las casas ción artística, que conllevaban un hacer mucho tradicionales japonesas, echadas poco a poco más de lo que se practica regularmente en un a perder en las grandes ciudades, producto de estudio de rodaje, se expresaba así el director: KUROSAWA 101 una globalización irreversible. Una geometría 122 ascética de la dirección artística que para algu- A menudo se me acusa de ser demasiado nos puede parecer rígida, perfila esos marcos meticuloso con los escenarios y los accesorios, menores simbólicos, apenas existentes, pero tan de hacer que se hagan las cosas por mera genialmente aprovechados, por los que avan- autenticidad, cosas que nunca aparecerán zan los hilos argumentales de una larga lista de en la cámara. Aunque yo no lo pida, mi películas: Rapsodia en agosto, Trono de sangre, Ran, equipo de todas maneras lo hace. El primer El idiota, Crónica de un ser vivo, Kagemusha. Tanto director japonés que pidió auténticos platós en las películas de reconstrucción histórica (la y accesorios fue Mizoguchi Kenji, y los platós gente del oficio las llama aquí tontamente de de sus películas eran realmente excelentes. época, como si de época no fuera todo lo que se Aprendí mucho sobre las películas con él y la hace en el cine y la televisión), como en las de realización de platós ha sido una de las más ambientación contemporánea, estos espacios importantes. La calidad del decorado ejerce cerrados, claustrofóbicamente limitados y de- influencia en la calidad de las actuaciones de marcados, son, con los exteriores realistas y la los actores. Los actores se pueden mover con Naturaleza, los ejes de la organización espacial más naturalidad en un decorado bien hecho. en la obra de Kurosawa. Muy pocas cosas en un Si le tengo que decir a un actor: “No pienses cine que finalmente gira alrededor de los rostros dónde se encuentra esta habitación en rela- y los cuerpos, fenómenos físicos que dejan salir ción al resto de la casa”, no se puede lograr a flote, en todo su esplendor, la espiritualidad de esa natural desenvoltura. Por esta razón hago un autor nunca materialista, jamás hedonista. los escenarios exactamente como son en la realidad. Restringen el rodaje, pero alientan La materialización del realismo kuro- esa sensación de autenticidad.19 sawiano como un realismo que es sólo fachada de esa espiritualidad, es muy cercana a la de maestros como Dreyer, Bresson, Rohmer y Tarkovski. Demandaba del actor una familiaridad estrecha con el decorado, siendo éste re- 19 Kurosawa, Op. cit., pp. 297-298. fija, ya cinematográfica. Esta constatación la desconocen muchos estudiantes y aspirantes a directores, carentes de una concepción visual que abarque iluminación y encuadre, sin la cual no hay películas que valgan. Akira Kurosawa gozaba de un sentido de la vista muy educado y refinado en lo concerniente a la luz; es uno de los cineastas que ha tenido más presente ese norte de trabajo. La fotografía de sus películas, confiada casi siempre al ilustre maestro Takao Saito (son varios los maestros de la dirección que han re■ Hakushi (El idiota), 1951 un mismo socio fotográfico de creación), pisa el terreno más firme de todos, en tales casos, co- La luz como manantial de las imágenes Federico Fellini, quien trabajó con tres de los maestros mayores de la fotografía fílmica, Otello Martelli, Gianni di Venanzo y Giuseppe Rotunno, recordaba persistentemente que en el cine el manantial del río secuencial de las imágenes es la luz. No hay director de cine importante que no sea mucho más sensible a la luz, a la incidencia de ésta en la vida diaria y a la puesta en práctica de principios y criterios dramatúrgicos -o puesta en escena, viejo concepto, tomado del teatro, que no remite a otra cosa que a tornar dramático, realmente animado, lo que existe, escrito en el papel del guión-, que la mayor parte de sus semejantes, exceptuando, claro, los pintores (no quedan muchos figurativos) y los fotógrafos, ya de fotografía mo lo han indicado, relatando sus experiencias, Sven Nykvist, Néstor Almendros, Pasqualino de Santis y otros: la luz natural. El mejor amigo del sol que ha tenido el cine lo sabía muy bien, entendiendo que el astro rey, siendo el epicentro de la poesía natural produce, a su vez, al lado de sus texturas y diversidades lumínicas, cuyas gradaciones son de una indescriptible infinitud (a Kurosawa le fascinaron todas las que pudo contemplar, se había dedicado a observarlas y estudiarlas, una por una, para reproducirlas en la pantalla), muchos tipos de sombras. Es por ende, un artista muy diestro en contrastes lumínicos, en claroscuros. Los amaneceres y los crepúsculos son las horas más poéticas en la vida, que parece Juan Diego Caicedo González| La Historia de un Suicidio Frustrado por El Sol currido para estos propósitos, asiduamente, a 123 eterna, de Helios (Él sale como el esposo de su bles de la realidad, al parecer de muy evidente alcoba, contento como un héroe, a recorrer su camino. e inminente cristalización. A ella se entregan Asoma por un extremo del cielo, y su órbita llega al los felices novios, quienes no tienen un solo yen otro extremo; nada se libra de su calor, leemos en el en los bolsillos. Un amanecer esplendoroso en Salmo 18), cuyos matices aspiraba a reprodu- la selva exuberante de Dersu Uzala, en el que el cir artísticamente un creador de luz como el sol se vislumbra como un gigante mitológico que nos ocupa. Ya vimos cómo era de exigente de ciclópeo poderío, celebra también la indes- con la producción en ese sentido: amaneceres tructibilidad de los lazos de amistad que ha y crepúsculos de imponente factura fotográ- empezado a aflorar entre el capitán centrado fica, que encontramos en su obra, los cuales en su tarea de mediciones topográficas y su son como fases culminantes de tensión, inicio guía. Atardeceres dilatados se entronizan en de regeneraciones, señales de esperanza o de la sangre enferma del Mifune médico de Duelo hundimientos definitivos. El atardecer elegía- silencioso, acompasando la extrema prolonga- co con el que concluye Ran nos introduce en el ción de su tormento, al cual hace frente con la corazón de su pesimismo. El atardecer de Un valentía de un samurái que mantiene incólume domingo maravilloso, posterior a la larga lluvia su voto de obediencia al juramento hipocrático. que por fin amaina, es por el contrario la ceEn Los canallas duermen en paz, en medio la esperanza con las que incita a recuperar el de las ruinas de la destruida fábrica de municio- ánimo contra todos los pronósticos desfavora- nes, Mifune, su amigo y Wada rememoran al KUROSAWA 101 lebración que hace del cosmos, de la alegría y 124 ■ Derusu uzara (Derzu uzala/el cazador), 1975 atardecer su pasado y el tenor de su actual pro- La hegemonía y derroche del claros- yecto de venganza, justo antes de que se venga curo del gran Akira tiene su aliento más fresco encima el cataclismo, un segundo cataclismo y también más desbordado (el sabía de excesos parecido al de la guerra, que inicialmente los que sin embargo, podía mantener bajo control condujo allí, cuando van a triunfar sobre ellos con la disciplina organizativa del material) los más oscuros resortes del capitalismo. Al en Rashōmon, gigantesca cascada de imágenes atardecer del caluroso verano el policía de El sombreadas, en las que la luz intensa de un sol perro rabioso se interna en los laberintos espa- de verano se filtra por entre las copas y ramas ciales y morales de la ciudad, cuyos secretos de los árboles, sirviendo de metonimia plástica desconocía. para comunicar las duplicidades de la condi- El contraste fotográfico de texturas contraste fotográfico es de una maestría que más afortunadas lo encontramos en secuencias tanto Caravaggio como Rembrandt habrían de gran fineza plástica, tales como las de los envidiado. picos del Himalaya lumínico-dramático a los que contadas veces han ascendido directores de fotografía y directores, en general; la extensa batalla nocturna de Kagemusha en la que las explosiones de pólvora y la luz tenue que ilumina el campamento en la montaña ocupada por el clan protagonista, que pronto pasará a mejor vida, son los únicos brotes de luz en la noche omnipresente. También el vistazo al último y más apartado pabellón de la psiquis perdida y angustiada, que es el ruinoso refugio de los drogadictos en El infierno del odio, y del secuestrador, médico asesino seguido por los tres policías en la misma película. Igualmente, la secuencia de El idiota en la que después de la muerte de la femme fatale, que no se ha mostrado directamente, pero que Mifune ha relatado a Mori, los dos cubren parcialmente sus rostros y cuerpos con una manta a la espera del amanecer. En Kurosawa. el contraste siempre le cede la última palabra a la luna. El cine ha tenido excepcionalmente lunas y reflejos de su luz parecidas a las de Un domingo maravilloso, Vivir y Rapsodia en agosto. En la primera, los novios se columpian como niños, creyendo sin reservas en el futuro que ésta, su amiga reina de la noche, les promete. En la segunda, el anciano Shimura también se columpia (a Kurosawa, como quería mucho los niños, le entusiasmaban mucho los columpios de los parques) cara a cara con la luna, haciéndola partícipe de su victoria póstuma; ya puede morir tranquilo porque hizo algo por los demás; mientras que en Rapsodia en agosto, la devoción de la anciana hacia la luna nos sugiere que, como memoria viva del pasado y sacerdotisa de la Naturaleza, ella confía en la luna como protección tutelar, ancestralmente fiable y segura. Juan Diego Caicedo González| La Historia de un Suicidio Frustrado por El Sol ción humana, temática de la película. Aquí el 125 Encuadres y composiciones paciente y matemáticamente diseñados El encuadre en la obra de Kurosawa atraviesa, en los casi cincuenta años de su carrera activa, por una amplísima gama de balances, recursos y búsquedas composicionales de una formidable rigurosidad cuasi matemática, distinguida por una precisión de la medida que es asombrosamente unificadora por la manera como integra los diversos aspectos de la puesta en escena. Sostiene una línea de continuidad variada pero al mismo tiempo constante, que deja el sabor de un tratado tácito acerca de cómo componer un cuadro cinematográfico. Y toma en consideración la perspectiva y la organización del espacio visual en ilimitadas e interminables posibilidades. En este sentido, el director se hace nuevamente deudor de Cézanne, uno de sus pintores favoritos, quien reclamaba del artista que trabajara “con el ojo y con el cerebro”. ■ Kumonosu-jo (Trono de sangre/el castillo de la araña), 1957 ■ Kagemush (Kagemusha, la sombra del guerrero), 1980 Dentro de esa ciencia del encuadre KUROSAWA 101 refulgen sobremanera los two-shots, las compo- 126 siciones con dos actores dentro del rectángulo de la pantalla que evolucionan en formas cada vez más atrayentes e inesperadas. El maestro japonés evita conscientemente la saturación tradicional del plano-contraplano, tan abundante en el cine menor, para no hablar de la televisión, situando simultáneamente y de mil modos diferentes, a los dos actores dentro del cuadro. Es así como logra que en el formato ■ Hachigatsu na kyoshikoku (Rapsodia en agosto), 1991 sí, cobran idénticas rigurosidades de medida y 9 de la pequeña pantalla de hoy, medie entre proporción. En ellas, así como en las de conte- ellos, parados al pie de los dos márgenes late- nida grandilocuencia histórica, esta medida va rales del mismo cuadro, toda una pared o una a agrupar masas e individuos de acuerdo con vista en profundidad (una escena de Ran y otras los trazos de una regla o escuadra cada vez más muchas). Consigue que entre los dos actores se exacta en sus demarcaciones, lo que impone al interpongan ya un travesaño o una viga, ya for- encuadre una hierática simetría que recuerda mas caprichosas de la nieve acumulada sobre a ciertos pintores del Quattrocento como Piero de diversas superficies, u otro objeto de cualidades la Francesca y el Beato (Fra) Angélico, espíritu que capturan a la percepción con un mágico celestial, patrono de los artistas, muy dados a toque hipnótico (Los bajos fondos, El idiota). Hace asociar el arte con una muy estricta matemática que dos actores se den las espaldas y hablen con de la composición, con una geometría imper- la vista no en dirección al rostro de su interlocu- turbable de figuras, volúmenes y contornos. tor, sino hacia zonas que están fuera del cuadro Este altísimo nivel de simetría debió costarle o el suelo, como se aprecia en muchas de sus mucho a un director hipersensible, tremenda- películas, especialmente en algunas como Duelo mente pasional, depresivo, amigo del alcohol y silencioso y El ángel ebrio. Asimismo logra que un las veleidades suicidas. La simetría alcanza su actor rodee al otro a la manera de un lobo al escala superlativa de muestrarios en Kagemusha acecho, asediándolo por uno u otro lado, por y Ran. lo que ambos actores llegan a ocupar todos los lugares posibles dentro del cuadro mientras La matemática composicional de Ku- que se abordan, se escuchan, se desprecian, se rosawa, hombre de ética insoslayable, como ya aman, se odian o son indiferentes, en una co- lo hemos recalcado, rompe con las fronteras reografía a ratos macabra, a ratos lúdicamente entre la ciencia y el arte, como acontece con jubilosa, inconfundible para el amante atento de la Francesca y demás teóricos creadores de de su cine. la perspectiva20 tanto prerenacentista como renacentista, es de una notabilidad excepcional. No sólo el two-shot es favorecido con Tampoco en la Italia del siglo XIV era nueva tanta creatividad. Por ejemplo, en las tres películas de samuráis -westerns orientales- para no fijarnos sino en unas cuantas, los balances composicionales de grupos actorales en relación con los héroes individuales o de éstos entre Juan Diego Caicedo González| La Historia de un Suicidio Frustrado por El Sol panorámico, anamórfico, equivalente al 16. 127 20 A propósito de teoría, el cineasta recomendaba para el aprendizaje de los neófitos del oficio conocer a fondo las de diversos maestros del cine, siguiendo quizá a Leonardo Da Vinci, quien preconizaba: “Aprende primero la teoría”. esta mirada que efectivamente ya había tenido la pintura o de la fotografía fija. Aunque de Aristóteles: hecho los tiene, aun cuando sea parcialmente, el arte kinético, con su incesante movimiento, Puesto que la Bondad y la Belleza son cosas oscila con muy poca fijeza e invariabilidad (por diversas (aquélla, en efecto, se da siempre en eso, lo de Kagemusha y Ran puede parecerle a la acción, mientras que la Belleza se da tam- más de un purista nada cinematográfico, no es bién en las cosas inmóviles), yerran quienes nuestro caso), entre una forma composicional afirman que las ciencias matemáticas no di- y otra. Esto es algo que Renato May analiza cen nada acerca de la Belleza o de la Bondad. acertadamente en El lenguaje del film y que es de Hablan, en efecto, de ellas y las muestran en gran utilidad pedagógica: grado sumo. Aunque no las nombren, no es que no hablen de ellas, puesto que muestran El cuadro cinematográfico está en sus obras y sus razones. Por su parte, las for- continuo movimiento, y la “estática” sólo se mas supremas de la Belleza son el orden, la consigue en el encuadre como “ausencia de proporción y la delimitación, que las ciencias movimiento”. Una composición determinada matemáticas manifiestan en grado sumo. Y no constituye, pues, más que un “punto de puesto que éstas (me refiero, por ejemplo, al evolución” y tiene importancia, más que el orden y la delimitación) son, a todas luces, tipo de la composición misma, el proceso por causa de muchas cosas, es evidente que ha- el cual, por movimiento de la cámara, de los blan en cierto modo de esta causa, la causa actores, etc., una composición se transforma 21 KUROSAWA 101 como Belleza. 128 La cámara del plano secuencia, el tempo y el ritmo fílmicos como cinceles del tiempo esculpido Cuando se habla de encuadre y se ponen en práctica los fines un tanto didácticos de la crítica, se produce el equívoco de considerar momentánea e ilusoriamente que éste puede tener siempre en el cine los rasgos estáticos de visiblemente en la sucesiva.22 No obstante, una muy buena definición del cine es la de“a un esculpir, en el tiempo” de Tarkovski.23 Si bien imágenes y sonidos son móviles, tienden a un esculpir a una fijación de eso que justamente por ser esencial se condensa y se plasma en momentos únicos e irrepetibles, en imágenes reveladoras de los 22 May, Renato. El Lenguaje del Film. Madrid, Rialp, 1957, p. 60. 21 Aristóteles, Metafísica. Madrid, Gredos, primera edición, 1994-2003, pp. 513-514. 23 Véase Tarkovski, Andrei. Esculpir en el Tiempo. Madrid, Rialp, 1991. diversos estados del espíritu que vencerán la resistencia del tiempo. La escultura que cincelan la cámara, el tempo y el ritmo de la obra de Kurosawa es la de pronunciadas dilataciones temporales, de una densidad que puede ser escalofriante, no por el terror de fórmula taquillera que podrían despertar, sino porque cuando el arte penetra en las cavidades más secretas del corazón, produce escalofríos y convulsiones no solamente materiales, por cuanto tales ■ Kagemush (Kagemusha, la sombra del guerrero), 1980 escalofríos24 son preludios del termómetro de la fiebre y del pathos, objeto focal de la visión del Los efluvios áticos que fluyen de los planos secuencias que proliferan en la obra de Kurosawa son muchos, pero en aras de la brevedad, es preciso detenerse solamente en algunos. El desnudamiento psicológico de Mifune, el médico, ante Miki Sanjo, la enfermera suicida y conversa (recupera el amor a la vida, ■ Shichinin no samurai (Los siete samurais), 1954 sintendo algo por su hijo y por el hombre que la ha salvado) en las confidencias tan patéticas del clímax de Duelo Silencioso. Allí reconoce él que, aun cuando no se echará atrás en su sacrificio, es un hombre como los demás, siente deseos, quisiera amar y ser amado. en un lecho, como tantos mortales; la parte culminante de la escena, cuando las lágrimas afloran a sus ojos y ■ Yoidore tenshi (El ángel ebrio), 1948 24 De escalofríos existenciales hablaba mucho Sören Kierkegaard en sus poético-filosóficas disertaciones sobre la angustia. Juan Diego Caicedo González| La Historia de un Suicidio Frustrado por El Sol director japonés. 129 sus palabras revisten más pena, está contada en se presentan de forma similar en una réplica de plano secuencia. clímax silencioso. Asimismo, en planos secuencias se narran la decisión inicial de montar la farsa del doble, sosia del jefe del clan a punto de morir en Kagemusha (extensísimo plano fijo en el que los tres actores apenas se mueven, distribuidos dentro del cuadro en pitagórica triangularidad). También las alucinaciones del Macbeth nipón en Trono de sangre, cuando el Banquo de ojos rasgados que ha sido asesinado recobra fantasmalmente su apariencia acusadora. Planos secuencias repetidos una y otra vez siguen el ■ Hakushi (El idiota), 1951 KUROSAWA 101 reiterado ir y venir de Sanjuro circundado por 130 sus majaderos compañeros de lucha, pensati- Tal y como se ha expuesto, todos estos vo, mientras que hace cálculos o cábalas para ascensos dramáticos se desarrollan en planos salir del atolladero o mientras que disfruta del secuencias. Su enumeración completa en la sueño o de la comida. Kurosawa sentía especial obra de Kurosawa sería de nunca acabar. Él predilección por la cámara que sigue en paneo amaba los planos largos, lenta y parsimoniosa- o travelling a un personaje, de un lado para otro, mente construidos. Bástenos aquí con proponer de espaldas o de frente, mientras que el segundo que el ritmo cadencioso de estos planos podría actor del two-shot adopta una posición contraria compararse con nítidas notas musicales de o, por lo menos harto diferenciada, sin des- cuatro y dos tiempos de duración, redondas y cartar las distintas alteraciones de los perfiles. blancas de resonancia amplia, campanada de Las desdichas sin fin de la pareja (golpiza, go- alerta, que hacían las delicias de Franz Liszt. tera, miseria, desolación sin cuento) en el clí- Un ritmo de decisiones definitorias y de su pre- max de Un domingo maravilloso, constan de una paración en momentos en los que sale a la luz lo extensa sucesión de dilataciones casi todas si- largamente guardado o proyectado, de estudia- lenciosas, en las que nunca se pierde de vista la da premeditación o de translúcida conciencia, restitución del tiempo real. Por otro lado, las que se alista para actuar, para proceder según alternancias de los dos protagonistas de El idiota un ethos en una u otra dirección ética. Por otro musicalmente (Kurosawa decía que una película es como una sinfonía clásica de Haydn), y encuentra sus claves en movimientos igualmente lentos, pausados, góticamente catedralicios por la propensión a la contemplación extática; adagios, largos o movimientos sehrlangsam, muy lentos, en los que igualmente puede llegarse al sehrfeirlich, muy solemne. Estos tempos musicales no están lejos del universo personal del autor de Sanjuro, próximos a los discursos sinfónicos, no ya de un clásico propiamente dicho, como Haydn, sino de un romántico de talante clásico, lleno de arcaísmos y remembranzas polifónicas, preclásicas incluso (anteriores a la primera escuela de Viena, renacentistas y gregorianas) como Anton Bruckner, venerado por cineastas como Ingmar Bergman, Claude Chabrol y Luchino Visconti. Sí, hay algo de bruckneriano en el cine del japonés. Ritmo y tempo en el cine de Kurosawa parten, como sus escenografías, de la realidad, de los ritmos naturales que, para Tarkovski, reelaborados, destilados, fermentados y formados finalmente por la creación cinematográfica autoral, trazan la dirección de ésta, abren el camino de su magia que a la manera del niño que juega con la plastilina, da vueltas, invierte, profana y estruja el realismo, extrae toda su savia, invisible a primera vista, gracias a la libertad de la invención poética. Un montaje de sastre, relojero y orfebre pensante El montaje en Kurosawa se pliega por lo general a las mismas directrices del plano secuencia. No pretende sorprender fácilmente ni engañar con la producción de sensaciones pav­ lovianas de estímulo-respuesta, con los reflejos condicionados que el cine ha fabricado a granel en virtud de los cortes programados para obtener determinadas reacciones y manías. Porque de hecho, el espectador tiene la manía inconsciente de querer ser adocenado, maniatado en su psicología, dirigido explícitamente hacia lo obvio y digerido, trabajo monótono que se logra básicamente a través de las convenciones del montaje y los efectos especiales, tan comunes en el cine de hoy. Por eso afirmaba Roberto Rossellini, partidario de formas de montaje similares, que como el espectador es de por sí irrespetado día a día, reacciona en contra de las películas que verdaderamente lo respetan. Así éste adopta a la fuerza (la carga y presión del montaje, que puede convencer a muchas almas ingenuas de muchas mentiras), “posiciones”, miradas habitualmente confusas y precarias de la vida tanto individual como social. El montaje de Kurosawa al contrario se deja llevar, mansamente, por las profundas dilataciones de los planos secuencias que ahondan en el tiempo y espacio reales, unitariamente reconstruidos sin fragmentaciones o fisuras altisonantes para no juzgar precipitadamente a ningún personaje o Juan Diego Caicedo González| La Historia de un Suicidio Frustrado por El Sol lado, el tempo fílmico también se estructura aquí 131 situación, para dejar que los hechos resuenen Cuando menos se espera, mas con- fenoménicamente, antes de sacar conclusiones servando la regla de oro de la unidad, de las apresuradas, condenatorias o laudatorias de vértebras bien cohesionadas, selladas con la ciertos comportamientos. redondez del círculo conciso, apolíneo, que KUROSAWA 101 caracteriza ciertas composiciones de Fra An- 132 Pero se debe estar muy atento a los gélico, el cine de Kurosawa nos introduce con súbitos saltos de ese montaje ya que, no por cortes de pericia artesanal oriental,25 muestras fluido y manso deja de flexibilizarse en ciertos de una tradición, en los vericuetos de regiones cortes con hallazgos supremamente imagina- escondidas y desconocidas. Asistimos de pronto tivos y enriquecedores el material fílmico. Si a ráfagas de flash backs o a repentinos anticipos el realismo que se perfila como hilo conductor (flash forwards no tan evidentes), muy a la mane- de la estética del director se ve alterado con el ra de Oliver Stone y de otros directores contem- salto hacia el onirismo y las vías del subcons- poráneos que, en éste como en otros campos, ciente, es sobre todo por obra del montaje nos trasladan al Kurosawa pionero, antecesor –también de toda la puesta en escena, por y constructor del presente cinematográfico, supuesto–, un montaje que sin estar sujeto a inspirador también del western spaghetti de Ser- la programación de las sensaciones (ahora, gio Leone; de la película o material fílmico de cuando todo se programa digitalmente, en celuloide del más alto contraste, de la música software y opciones mecánicamente activadas), percusivabreve, de muy pocos compases, y hace pensar, suscita reacciones inteligentes. rápida para comentar una secuencia o un pla- Es un montaje que transforma la mirada ado- no, del ralentí, el plano secuencia, la cámara cenada en punto de vista crítico, activo y fres- nerviosamente inquieta que no cesa de dirigir camente estimulante, haciéndolo quizá, no en miradas inquisidoras a los actores, así como de virtud de un golpe efectista, aunque sí de una otros ingredientes del cine actual. Desde lue- cachetadita amigable, para despertar y tomar go que en todas estas oberturas de actualidad las cosas por lo que son, en sus aspectos más Kurosawa no fue el único de su generación, significativos. A partir del montaje el cineasta pero sí uno de los que mejor se anticipan a lo adiestrado por el mejor saber del oficio remueve, sacude, bambolea, desata la visión de lo convencional y trillado sin caer en la estridencia rimbombante, gritona o encandilada del abrupto propósito de hacer taquilla a como dé lugar. 25 Porcelanas, miniaturas, piezas pequeñas de sofisticada manifactura; artesanía altamente profesionalizada y especializada que garantizará posteriormente las conquistas técnicas de la industrialización, mucho más perfeccionista en el Japón que en sus émulos orientales, la China, aún comunista, y los nuevos, prometedores, tigres asiáticos de la economía. que se ha constituido en la actualidad como lo de las batallas, el maestro muestra cadáveres mejor del cine. de soldados jóvenes fallecidos prematuramen- Esas ráfagas permiten explorar retros- Whitman en Hojas de hierba, pero nunca muestra pectiva y psicoanalíticamente en el pasado, muertes, es decir, matanzas o combates cuer- como sucede con el relato del agonizante en po a cuerpo, como lo había hecho en obras Barbarroja o con un súbito y brevísimo plano del anteriores. Los ejércitos atacan, sin que se dé agua en Rashōmon, gracias al cual otro relato, un choque, en una sucesión de planos, poste- muy forzado hacia los intereses propios, como riormente, siguiendo a cortes de una preciosa los restantes de la película, puede adquirir economía, aparecen en los planos siguientes los alguna verosimilitud o una mayor fuerza enig- muertos, los cadáveres apiñados. En Kagemusha mática, complejizando así el discurrir de las la agonía de un caballo en ralentí o cámara emociones humanas. En Kagemusha, el delirio lenta, se torna más diciente y simbólica que la paranoico del héroe que presagia su caída final de un hombre. De eso se trata en realidad, de se constituye como una pesadilla antológica, la belleza física y espiritual que la guerra sacri- fruto de otro corte inesperado que da lugar a fica a Marte, su dios aterrador. A estas alturas un prodigio cromático carente de mimetismo de su obra, Kurosawa se interesaba más que realista, nada lejano de un collage psicodélico. por la violencia -nunca le interesó la violencia por la violencia-, por la censura a las pasiones La película en la que Akira se toma desmedidas y egocéntricas de los hombres que mayores libertades en el montaje y la puesta sólo pueden tener como resultado la muerte en escena, es indudablemente Sueños, donde la en gran escala. lógica realista explota en los mil pedazos de una fábula surrealista que acoge con ánimo infantil En Ran, la decapitación despiadada- y desprevenido, las denotaciones y connotacio- mente vengativa de la mujer diablesa tam- nes propias del título. poco se muestra. Al plano del improvisado verdugo sigue en la cadena de montaje el de Por otro lado, las elipsis poseen un la sangre que baña la pared, extendiéndose lugar prominente dentro de las jugadas de por ella como una mancha de color abstracta ajedrez premeditadas del montaje kurosawia- de Kandinsky. A eso llega Kurosawa en sus no. En las inusitadas batallas de Kagemusha y dos películas mediante composiciones ma- Ran, contra todas las expectativas del público, temáticamente simétricas, insertos y elipsis, dejando a un lado la exhibición convencional ecuaciones algebraicas de la sabiduría de los Juan Diego Caicedo González| La Historia de un Suicidio Frustrado por El Sol te, semejando los panoramas bélicos de Walt 133 viejos veteranos. Llega a un plano de abstrac- derable al montaje,26 pudiera gritar “¡Acción!”, ción filosófica en la que la guerra se representa detrás de la cámara. Mucho tiempo antes de como una sinopsis, con la ascesis del hombre que pudiera ostentar en su silla su nombre, sabio: hermosos rostros echados a perder (en que se sigue prestando para tantos malen- Kagemusha los ilumina un sol crepuscular que tendidos, en la medida en que la mayoría de está de acuerdo con los últimos alientos exha- quienes hacen uso de este, uso tantas veces lados); sangre en forma de manchas sobre un exhibicionista, estrafalario y con gesticulación óleo; animales vigorosos que vacilan y se tam- de fantoches, poco sabe más que de unas téc- balean; estandartes ondeantes en el vacío (el nicas rudimentarias, ejercitándose solamente viento, siempre el viento con algo que expresar) en lo convencional y trillado, recorrió un largo pero con más vida que sus antiguos portadores. camino preparatorio, de aprendizaje. Da gusto Nada de órganos que vuelan y planean como ver cómo aprendió de montaje. Su pericia en avioncillos de papel, entrañas humanas que esta materia trae a cuento al viejo orfebre de saltan como ranas, muñecos de cera que se Dodes-kaden, quien, a sus habilidades manuales queman simulando ser personas, ni cuchillos aúna el hecho de ser un prudente consejero de que atraviesan el corazón o balas que destro- sus vecinos, una mezcla de hechicero, psicólo- zan los tejidos de la piel, nada de vocinglería go, modelo de tolerancia (incluso perdona a un ni aparatosas llamas, cabezas rodantes, ríos de ladrón, no testifica contra él ante la Ley a pesar sangre como los que creó Moisés en el Éxodo y de que ese mismo ladrón reconoce su delito), que Hollywood ha multiplicado de modos tan y líder. Es como su creador en la pantalla, de poco bíblicos. Nada de eso. Sólo unos cuan- quien bien puede ser considerado, al lado de tos medios, contados medios para representar Toshiro Mifune, un alter ego. mejor que nadie en el cine, el dolor que pro- KUROSAWA 101 vocan las muertes sin justificación moral, sin 134 amparo en argumento alguno. ¡Qué maestría más grande, qué conocimiento de un oficio y de la existencia! Transcurrieron varios años antes de El rostro como destino último de la mirada del cineasta La lista de merecimientos del director de Yojimbo es muy larga. Ha recibido elogios que se combinan con el agrio sabor de la indiferencia y la oposición obstinada (la censura, que Kurosawa, laborioso a cual más, como buen japonés, en sus tareas de asistente de dirección y guionista, con una dedicación consi- 26 En su autobiografía cuenta cómo la de asistente era en el Japón, en sus tiempos juveniles, toda una escuela para el aprendizaje completo del oficio de los futuros directores. ■ Tsubaki sanjuro (Sanjuro), 1962 Juan Diego Caicedo González| La Historia de un Suicidio Frustrado por El Sol ■ Tsubaki sanjuro (Sanjuro), 1962 135 el fracaso de El idiota, esa obra maestra), sobre japonés. Aparece lánguido, demacrado, enfer- todo en el período tan difícil en el que debió mizo y desalmado en El ángel ebrio; rebosante resignarse a la inactividad depresiva. Un perío- de ethos, principios y generosidad en Barbarroja, do signado por la amenaza de Tánatos, de una Duelo silencioso, El infierno del odio y El perro rabioso; muerte antes de tiempo. Pasaron cinco años bestial, simiesco, recubierto de las varias pieles desde que hiciera Dodes-kaden, filme moderno de la astucia de una serpiente, mordaz y atrevi- y precursor, emparentado en construcción con do, pero justiciero, en las películas de samuráis; las que pasan por ser novedades narrativas y pendenciero troglodita, vengador implacable dramatúrgicas. en sus odios, capaz de cualquier crimen o exceso malévolo en Rashōmon, Los canallas duermen Hay algo a la cabeza de sus aportes his- en paz (aquí sabe disimular muy bien su odio) y tóricos al arte cinematográfico, y es el hecho de Los bajos fondos; neurótico, esquizoide, bipolar, que fue un mayúsculo demiurgo de la dirección cascarrabias, arbitrario, abusador y paranoico actoral, un hombre dotado de un magnetismo en una de los picachos volcánicos de su carrera, y una credibilidad únicas en la relación con en Crónica de un ser vivo. En resumidas cuentas, los actores. una carrera exageradamente ideal para un solo actor, una carrera de realidades imposibles, de Kurosawa descubrió e hizo madurar el talento histriónico de toda una serie de actores, metamorfosis drásticas e incomprensibles para el sentido común y las buenas costumbres. a cuya vanguardia está, por supuesto, la atronadora, jupiteriana impronta de Toshiro Mifune, un gigante de la interpretación dramática que fue su primer alter ego. Mifune, proteico y po- KUROSAWA 101 lifacético, ardiente y tierno, brutal y elegante, 136 informal y recatado, es una de las presencias más impactantes que hayan nacido en la pantalla, tan convincentemente cautivante, que su nombre estará eternamente asociado al de su director. Hicieron juntos dieciséis películas, que suman más de la mitad de la obra del cineasta ■ Yojimbo (Yojimbo el mercenario), 1961 Trayectoria temible pero singularmen- en su exterior a su pensamiento? (. . )¡Y todo te atractiva de un meteoro humano que se cata- por nada! pultó a la fama de la mano de un guía paternal No tanto como por nada, sino ojalá y amigo fiel, que fue capaz de maximizar su por una remuneración decorosa. Pero más potencial para regocijo unánime del público. que eso, por amor a un oficio que retribuye, internacional. por encima del factor económico, con el amor del público. los demás miembros de su equipo como Sta- Los actores del cineasta japonés son nislavski en el teatro. Psicólogo graduado en la luminarias paradigmáticas de este oficio, que práctica del oficio autoral, dejaba –lo afirmó tanto ama quien ama sin reservas el cine. In- claramente- que el actor fuera para donde terpretaciones insuperables, que tienen lugar quería e intuía, pero sacando las consecuen- bajo la égida de maestros del trabajo actoral cias extremas, es decir, yendo hasta el fin de en el cine,27 son en Kurosawa, aparte de las de esas intuiciones, analizándolas e integrando Mifune, la inconcebible inocencia que emana a su personalidad interpretativa sin ambages de Mayasuki Mori, el nuevo príncipe Mishkin o rodeos, todos los rasgos de su personaje, en en El idiota, la discreción impecable y gallarda unas posesiones espirituales que únicamente de otro actor capital en Kurosawa, Takashi conocen bien quienes le permiten al Dionisio Shimura, capaz de entrar en las crisis nerviosas de las tablas y la cámara que los arrastre hasta y etílicas de El ángel ebrio. A este mismo hombre esa total embriaguez, esa posesión cabal de su frágil, de aspecto ordinario y demasiado pronto alma por otra, la que tiene su parto en el guión envejecido, se debe el comedimiento –que pasa o la obra dramática, para dar todo de sí en la casi desapercibido–, honrado, tan sumamente creación abrasadora de un papel. discreto con el que representa los papeles centrales de Vivir y Los siete samurái, siendo el favo- “¿No es tremendo que ese cómico, no más rito de la comparsa de Mifune en la vitrina de que en ficción pura, en sueño de pasión, contrarios, de temperamentos antagónicos pero pueda subyugar así su alma a su propio an- también complementarios, que se vislumbra en tojo, hasta el punto de que por la acción de Duelo silencioso, El perro rabioso, Rashōmon, Crónica ella palidezca su rostro, salten lágrimas de su de un ser vivo y Los canallas duermen en paz. Este ojos, altere la angustia de su semblante, se le actor, un poco flemático y taciturno hacía su corte la voz, y su naturaleza entera se adapte 27 Shakespeare, Op. cit., p. 1343. Juan Diego Caicedo González| La Historia de un Suicidio Frustrado por El Sol Kurosawa se comportaba con él y con 137 trabajo, callada y respetuosamente, respondía, con un profesionalismo ejemplar, a las demandas de un director que sentía un gran afecto por él, por sus ojos melancólicos y su bigote a duras penas poblado. Las actuaciones femeninas en Kurosawa, aunque de menor brillo en un cine viril, muy masculino, no se quedan atrás. La Susuma Fujita de No añoremos nuestra juventud, la Miki Sanjo de Un duelo silencioso, la Setsuko Hara de ■ Ikiru (Vivir), 1952 El idiota, la Isuzu Yamada deTrono de sangre, la Terumi Niki de Barbarroja y la gran anciana de Rapsodia en Agosto, se complacen en gratificar a quienes no ignoran que la mujer es en la cultura japonesa no siempre es el ser sumiso e ingenuo de los clisés, la damisela adornada con todo el maquillaje y el colorido de los kimonos, que se posa grácil alrededor las mesas de las salas, con el candor y el encanto un poco insulsos de una dócil muñequita, sino un castillo moral, un portaestandarte invencible de la añoranza de un ■ Shichinin no samurai (Los siete samurais), 1954 oasis afectivo en el desierto de la sed terrenal, KUROSAWA 101 tal y como el director pintaba en sus recuerdos 138 la figura de su madre. Los actores de Kurosawa se alojan para siempre en la memoria de quienes saben apreciar su excepcional talento, sobre todo por sus rostros, como sucede con los de Bergman. Sin embargo, existe una diferencia entre los dos maestros. El primero no gusta mucho de los grandes primeros planos, prefiriendo tener ■ Ran (Ran/caos), 1985 al actor solo en planos más abiertos, o acom- muy rentable para ellos, acostumbrados a jugar pañado por otro u otros en el encuadre, donde con el prestigio ajeno, en El escándalo. la comunión o el conflicto de las almas guarda Sonidos sordos, secos, apenas percep- siempre una relación con el espacio, dentro de tibles en las copias deficientes de las películas las coordenadas de una óptica de distancia focal que a veces pueden encontrarse en el mercado, mediana con objetivos que están en el interme- hacen que las tramas del director consigan un dio de la escala. alto escalón de veracidad y sugestión. Agua de lluvia o del arroyo que cae para signar una tensión casi perpetua a la que sólo la unión solidaria podrá poner fin. Sonidos del viento que, suben y bajan en la mezcla para acentuar las resonancias telúricas de los conflictos dramáticos. Sonidos mecánicos de esfuerzos manuales y culinarios, manos de comensales y bebedores de sake que mueven con una gradualidad pasmosa las atmósferas hacia ámbitos afectados por temblores y terremotos internos que, tarde o temprano, aflorarán con el imparable ímpetu de las energías primitivas. Los sonidos sincrónicos y efectos sonoros de Kurosawa refuerzan y amplían de un modo compacto, definidamente físico, como geométrica es la imagen, el diseño estructural de sus dramas, vecinos dilectos del espíritu trágico. La musicalización de sus películas es potente, aportante en grado sumo; potencia que resalta aún más a la base tan divinamente organizada y ordenada de las imágenes.28 Bien 28 Es de resaltar las largas y fructíferas colaboraciones que Akira Kurosawa tuvo con los compositores de las bandas sonoras de sus películas, encargados de transponer sonoramente sus conceptos visuales. Entre las colaboracio- Juan Diego Caicedo González| La Historia de un Suicidio Frustrado por El Sol Música y sonido del Japón de oídos despiertos El silencio y los sonidos sordos procedentes de cosas animadas y en movimiento, configuran una buena parte de las bandas sonoras de Akira Kurosawa. Silenciosa es la caída del clan de Kagemusha, cuando las flechas abaten al hombre que mayor lealtad solitaria deja traslucir, sólo para el espectador, hacia esa casta de prerrogativas y mezquindades que se viene a pique. inexorablemente. Silencioso es el desenlace de Ran en el que el muchacho ciego, sin lazarillo ni hermana que se compadezcan de su suerte, tantea con su bastón el vacío del abismo. Silencioso es el trabajo en el encierro de los médicos responsables de Barbarroja y del Ángel ebrio. Silenciosas son las meditaciones cuasi místicas de los samuráis cuando se ven presionados y acorralados para tomar decisiones cruciales. Silencioso es el drama de los novios frustrados en sus aspiraciones y sueños en Un domingo maravilloso. Silenciosas son las miradas que se cruzan los periodistas con su víctima, Mifune, mientras que esperan su reacción al leer la crónica de un romance que nunca tuvo, 139 sea el contrapunto de la música accidental no cumple en su cine con la función pueril de proveniente de la radio, los altoparlantes o los acompañamiento inane y relleno fácilmente tocadiscos: el bolero que se escucha cuando descartable, que se halla en la mayor parte del la mujer violada que ha perdido a su marido cine de menor calibre. da rienda suelta a su narración en Rashōmon; el valse que ambienta contradictoriamente el recorrido del abatido y terminal gangster Mifune en El ángel ebrio; el tango que el joven y solitario novio empieza a escuchar, sin quererlo, por los altavoces que pretenden alegrar las miserias de su barriada en Un domingo maravilloso; el disco de cha-cha-cha que el hijo ilegítimo de Mifune hace sonar en el tocadiscos para soslayar la invitación a un viaje absurdo que ■ Yoidore tenshi (El ángel ebrio), 1948 le ha hecho su padre en Crónica de un ser vivo; el canto despreocupado de los marginados que En las confrontaciones cuerpo a cuer- se opone a la nada dichosa tirantez de sus días po y en las batallas de Kurosawa, unos pocos estériles, rematada por el suicidio del actor en acordes, unas pocas notas generalmente confia- decadencia, el aguafiestas en Los bajos fondos; das a los instrumentos de percusión, importan- bien la participación en la estructura dramática tes en los teatros Noh y Kabuki, como lo son en de una partitura incidental más autónoma o de tantas composiciones cultas contemporáneas, composiciones clásicas empleadas con el mayor europeas y latinoamericanas, puntúan el ritmo tino (Vivaldi, Schubert, entre otros). La música de las imágenes proyectándolo hacia regiones KUROSAWA 101 que son ya más que físicas; misteriosas, ritua- 140 les, solemnes, religiosas, algo que está latente nes más importantes podemos mencionar las de Tadashi Hattori en Los hombres que marchan sobre la cola del tigre, No añoro mi juventud y Un domingo maravilloso; Fumio Hayasaka en El perro rabioso, El escándalo, Rashomon – música libremente inspirada de Boléro de Maurice Ravel– El idiota, Vivir y Los siete samuráis; Masaru Sato en Crónica de un ser vivo, Trono de sangre, Los bajos fondos, La fortaleza escondida, Los canallas duermen en paz, Yojimbo, Sanjuro y Barbarroja; Sinichiro Ikebe en Kagemusha, Sueños, Rapsodia en agosto y Madadayo, y la corta pero no menos importante colaboración con Toru Takemitsu, uno de los músicos contemporáneos más importantes de Japón, en Dodes´Ka-Den y la magistral Ran (N. del E.). en esas mismas imágenes pero que la música hace captar más atentamente. Con el correr del tiempo el maestro japonés lograría con una música de golpes secos, escasos, intermitentes, del tambor, el gong, los platillos, y otros instrumentos de percusión y viento, una sonorización compendiosa y metafísica del alma del arte de la guerra y de los llamados del odio, acompasa- que canta la contralto solista funden en una dos con gemidos latentes de la muerte. fraternidad universal las culturas de Oriente y Occidente, enlazando cristianismo, un cris- Con la repetición del movimiento de tianismo vivido consecuentemente, con lo más uno de los célebres conciertos de L´estroarmonico sagrado del humanismo japonés, encarnada de Antonio Vivaldi, que se escucha una y otra por Akira Kurosawa de manera tan ideal. Esta vez, el maestro japonés hizo que el rango de es la primera estrofa del canto: Madadayo, su testamento, el filme más agradecido que se haya hecho jamás a la memoria de un “Estaba la Madre dolorosa/ junto a la cruz, docente, remontara alas hacia el firmamento llorosa, / en que pendía su Hijo. // Su alma de entereza y nobleza con el cual concluye la gimiente, / contristada y doliente/ atravesó película. Allí tiene lugar el sueño del profesor la espada. / ¡Oh cuán triste y afligida/estuvo todavía vivo (¡Todavía no muero!, el estribillo que aquella bendita/ Madre del Unigénito!”. frente a la inmensidad de los colores de un cielo Las secuencias que mejor permiten y unas nubes, que son la mismísima negación acercarse al pensamiento del director sobre la de la muerte, por su infinitud intocable e inac- música y las dimensiones que ésta puede tener cesible. También empleando con muy buena en una película, se encuentran en Un domingo fortuna un pasaje de Vivaldi, Kurosawa recrea maravilloso. Desprogramados, con un exiguo la memoria de las víctimas de Nagasaki en Rap- presupuesto en sus bolsillos, los novios pla- sodia en agosto (Vivaldi al servicio de la memoria nean asistir a un concierto dominical en el que colectiva nacional japonesa). En las dos escenas será interpretada la Sinfonía inconclusa de Franz en las que se visita el monumento a las víctimas, Schubert. La fila para comprar las boletas es suena el Stabat Mater del cura veneciano; la pri- larguísima, masiva, hormiguea alrededor de mera vez los visitantes son jóvenes solitarios, la la taquilla; la multitud de melómanos, ávida segunda son ellos un grupo de viejos y Gere, el de sensaciones superiores en una postguerra amable gringo intruso (como amables fueron, degradante, atrozmente injusta en la distribu- con Kurosawa, Spielberg y Lucas al propiciar la ción de capitales y oportunidades para rehacer 29 vidas, está sedienta de buena música (orientales producción de Sueños). Las palabras del Stabat como los japoneses siempre han amado mucho 29 Texto de la antigua secuencia (himno) gregoriana que se atribuye al fraile franciscano Jacopone da Todi, musicalizado por otros grandes compositores fuera de Vivaldi: Pergolesi, Haydn, Rossini, Verdi, Szymanowski. más la música clásica occidental que personas como nosotros, los colombianos, entre quienes se cuentan quienes presumen de orientalistas). Juan Diego Caicedo González| La Historia de un Suicidio Frustrado por El Sol se repite), en el que los niños juegan al escondite 141 Los revendedores, coaccionando e intimidando La interpretación imaginaria de la a las taquilleras, monopolizan las boletas de obra schubertiana se inicia para un auditorio precio más asequible. Los novios se quedan sin compuesto por una sola persona cinemato- concierto, cosa inadmisible para él que acaba gráfica, ella, y los previamente convocados de llegar del frente. Se enfrenta a los revende- espectadores de la película. Músicos invisibles dores, que le propinan una humillante golpiza, tocan a las órdenes de su visible director, un jo- como ya se había mencionado antes. ven de zapatos rotos y hambre en el estómago. KUROSAWA 101 Schubert expande triunfante su “gran sueño 142 Transcurren luego las horas lluviosas de amor”30 –la música hace habitable y so- de encierro y desazón en las que los novios son portable el mundo, lo sanea, hace posible el poseídos por lúgubres pensamientos. El futuro ingreso al reposo del sueño y la imaginación, se cierne incierto y pesaroso sobre ellos. La tan preciados para Kurosawa–. Ella se va, se muchacha se va, no resiste la tristeza infinita despiden. Él se queda solo contemplando las (Kurosawa sentía pasión por la infinitud) del luces nocturnas de la ciudad que ya no es la de amante. Escampa. Él se siente reanimado. la desesperanza porque las energías han resur- Ella vuelve. Salen. Vuelven a acariciar los sue- gido de entre las sombras como música sideral, ños dorados de fundar un café para multi- sinfonía pitagórica de los astros y estrellas que plicar sus maltrechas finanzas. Entran a la presagia horas menos escabrosas, más conso- sala del anfiteatro de conciertos vacía y de- ladoras y afables. El destino ha sido vencido, y solada en la noche, que envuelve todo en sus no es la primera vez, por la música, como en espesas sombras. Él, ilusionado, instigado por las creaciones de Beethoven y Schubert. Los ella, sube al podio del director para dar cur- jóvenes novios han comenzado a valorar el so a la conducción imaginaria de la Sinfo- señero rol que puede llegar a jugar la música nía. Se vuelve, baja, no puede con el sueño. dentro de la vida pública en un Estado como La realidad es demasiado hiriente y fatídica. el del Japón de hoy. Ella vuelve a incentivarlo, a animarlo. Como carecen de público, los dos actores se dirigen Es así como en la página fílmica histó- hacia la cámara en busca de una complicidad rica de Un domingo maravilloso el joven director arcaica de comedia del arte, reclamando aplau- Akira Kurosawa exponía sus principios estéti- sos, apoyo y respaldo del público para seguir cos, musicales y cinematográficos, su ejemplar adelante, en un gesto que los espectadores no entienden usualmente. 30 Así se expresaba el compositor en una carta que escribió acerca del propósito de sus obras. ética artística, conmovida y compasiva con las debilidades de sus congéneres, su humanismo. sin claudicaciones ni evasivos compromisos, sin flagrantes imposturas, como las de algunos intelectuales y falsos artistas. De la música brotaba entonces la sanación para el alma agobiada del Japón, ferozmente bombardeado y destruido. Con música va a cerrar el director, asimismo, con broche de oro el conjunto de su gran obra cinematográfica. Las notas de Vivaldi resuenan entre la mirada incontaminada del niño, las nubes coloreadas artificialmente donos una carta de gozosa invitación a creer musicalmente en la vida, a esperar contra toda desesperanza arraigada en los espíritus en la época nihilista y sombría de los totalitarismos, fascista, nazi y marxista, del existencialismo y la globalización asfixiantes, de las pérdidas más lamentables que quizá hayan probado jamás al espíritu, un mañana en el que los hombres puedan volver a ser hermanos, reconciliados en el canto de una imperecedera oda a la alegría. ■ Madadayo, 1993 Juan Diego Caicedo González| La Historia de un Suicidio Frustrado por El Sol y los créditos finales de Madadayo, extendién- 143 KUROSAWA 101 144 ■ Nora inu (El perro rabioso), 1949 Filmografía Juan Guillermo Ramírez| Filmografía Juan Guillermo Ramírez 145 SUGATA SANSHIRO (LA LEYENDA DEL GRAN JUDO) ICHIBA UTSUKUSHIKU (LA MÁS BELLA) Dirección: Akira Kurosawa Dirección: Akira Kurosawa Guion: Akira Kurosawa y Tsuneo Tomita Guion: Akira Kurosawa Año: 1943 Año: 1944 País: Japón País: Japón Duración: 97’ Duración: 85’ Género: Aventuras Género: Aventuras Música: Seiichi Suzuki Producción: Motohiko Ito, Jin Usami Fotografía: Akira Mimura Música: Seiichi Suzuki Reparto: Denjiro Okochi, Susumu Fujita, Yu- Montaje: Joji Ohara kiko Todoroki Reparto: Yoko Yaguchi, Takashi Shimura, Shoji Productor: Toho Film Company, Keiji Mat- Kiyokawa, Ichiro Sugai suzaki Productor: Toho Film Company Sinopsis Sinopsis Sanshiro Sugata, un voluntarioso joven, viaja Se desarrolla en una factoría en la que traba- a la gran ciudad para aprender el arte marcial jan solamente mujeres voluntarias para ayudar Jūjutsu, pero descubre una nueva forma de en la guerra, mujeres dedicadas de lleno a su autodefensa, el Judo. El aprendizaje del judo ‘heroica’ labor. Es una historia de esfuerzo y conllevará un contenido espiritual que el joven superación que no puede escapar de esa vertien- desarrollará para llegar a ser campeón. te propagandística, pero que tiene momentos KUROSAWA 101 que demuestran la gran maestría de Kurosawa. 146 Dirección: Akira Kurosawa TORA NO FUMO WO OTOKOTACHI (LOS HOMBRES QUE CAMINAN SOBRE LA COLA DEL TIGRE) Guión: Akira Kurosawa, basado en la novela Director: Akira Kurosawa de Tsuneo Tomita Guión: Akira Kurosawa Año: 1945 Año: 1945 País: Japón País: Japón Duración: 82’ Duración: 58’ Género: Aventuras Género: Drama. Aventuras | Mediometraje. Fotografía: Takeo Ito Japón feudal. Siglo XII Música: Seechi Suzuki Música: Tadashi Hattori Reparto: Denjiro Okochi, Susumu Fujita, Ryu- Fotografía: Takeo Ito nosuke Tsukigata, Akitake Kôno, Yukiko Todo- Reparto: Denjiro Okochi, Susumo Fujita, roki, Shôji Kiyokawa, Masayuki Mori Takashi Shimura, Kenichi Enomoto, Masa- Productor: Motohiko Ito, Toho Film Company. yuki Mori Sinopsis Productor: Toho Film Company En esta secuela a La leyenda del gran judo, Su- Sinopsis gata sigue demostrando su superioridad ante Durante el Japón medieval, un samurai fugitivo, cualquier rival en la lucha y la del judo sobre que huye de su hermano y sus guardaespaldas otras artes marciales, incluidos los boxeadores tienen que disfrazarse de sacerdotes para po- extranjeros. der atravesar un bosque y de esta forma poder engañar y evitar a los guardias de la frontera. Juan Guillermo Ramírez| Filmografía ZOKU SUGATA SANSHIRO (LA LEYENDA DEL GRAN JUDO II) 147 KUROSAWA 101 148 ASU WO TSUKURU HITOBITO (LOS QUE CONSTRUYEN EL PORVENIR) WAGA SEISHUN NI KUINASHI (NO AÑORO MI JUVENTUD) Dirección: Akira Kurosawa, Kajiro Yamamoto, Guión: Eijirô Hisaita, Akira Kurosawa, Keiji Hideo Sekigawa Matsuzaki Guión: Kajiro Yamamoto, Yusaku Yamagata Año: 1946 Año: 1946 País: Japón País: Japón Duración: 108’ Duración: 112’ Género: Drama Género: Drama Fotografía: Asakazu Nakai Fotografía: Mitsuo Miura, Taiichi Kankura, Reparto: Setsuko Hara, Susumu Fujita, Den- Takeo Ito jirô Ôkôchi, Haruko Sugimura, Eiko Miyoshi, Reparto: Susumu Fujita, Hideko Takamine, Kokuten Kodo, Akitake Kôno Kenji Susukida, Masayuki Mori Música: Tadashi Hattori Productor: Tomoyuki Tanaka, Ryo Takei, So- Productor: Toho Film Company jiro Motoki, Keiji Matsuzaki Sinopsis Sinopsis Yukie, hija de un profesor universitario, se que- Dos hermanas se ven mezcladas en actividades da conmocionada cuando su padre es relegado sindicales cuando se convoca una huelga en de su puesto por sus enseñanzas políticas y más solidaridad con los trabajadores del ferrocarril, aún cuando su novio es arrestado y ejecutado uno de los cuales se hospeda en su casa. bajo la acusación de espionaje. Dirección: Akira Kurosawa SUBARASHIKI NICHIYOBI (UN DOMINGO MARAVILLOSO) YOIDORE TENSHI (EL ÁNGEL EBRIO) Director: Akira Kurosawa Director: Akira Kurosawa Guión: Akira Kurosawa & Keinosuke Uegusa Guión: Akira Kurosawa y Keinosuke Uegusa Año: 1947 Año: 1948 Duración: 108’ Duración: 108’ País: Japón País: Japón Género: Drama Género: Drama Música: Tadashi Hattori Música: Tadashi Hattori Fotografía: Asakazu Nakai Fotografía: Asakazu Nakai Reparto: Isao Numasaki, Atsushi Watanabe, Reparto: Takashi Shimura, Toshirô Mifune, Ichiro Namiki, Ichirô Sugai, Toppa Utsumi, Reisaburô Yamamoto, Michiyo Kogure, Chieko Zeko Nakamura, Chieko Nakakita, Masao Nakakita, Noriko Sengoku Shimizu Productor: Toho Film Company Productor: Toho Film Company Sinopsis Sinopsis La película en la que, según palabras del pro- En tiempos de post-guerra, una joven pareja pio realizador, me descubrí a mí mismo. Primera de enamorados pasa un domingo intentando colaboración del actor Toshiro Mifune con el que sea un día inolvidable. Lleno de sueños e maestro Kurosawa, en un drama que narra la ilusiones, a pesar de tener todo en su contra, relación, tras el final de la II Guerra Mundial, intentan ser felices. Pese a los problemas eco- entre un gángster de la mafia japonesa -yakuza-, nómicos y los contratiempos vividos, pese a las enfermo de tuberculosis y el médico alcohólico preocupaciones propias de la era nuclear tras las que le atiende. ki, su amor les da la posibilidad de ilusionarse acerca de un futuro mejor. Juan Guillermo Ramírez| Filmografía explosiones atómicas en Hiroshima y Nagasa- 149 SHIZUKA NARU KETTO (EL DUELO SILENCIOSO) NORA INU (EL PERRO RABIOSO) Director: Akira Kurosawa Guión: Akira Kurosawa & Ryuzo Kikushima Guión: Akira Kurosawa (Obra: Kazuo Kikuta) Año: 1949 Año: 1949 Duración: 122’ Duración: 95’ País: Japón País: Japón Género: Thriller Género: Drama. Música: Fumio Hayasaka Música: Akira Ifukube Fotografía: Asakazu Nakai Fotografía: Soichi Aisaka Reparto: Toshiro Mifune, Takashi Shimura, Ko Reparto: Toshiro Mifune, Takashi Shimura, Kimura, Reisaburo Yamamoto, Keiko Awaji Miki Sanjo, Noriko Sengoku, Kenjiro Uemura, Productor: Toho Film Company, Film Art As- Chieka Nakakita sociation Productor: Daei Motion Picture Company, Sinopsis Daiei Film Con la estructura del thriller americano y los Sinopsis convencionalismos japoneses, se narra la histo- Un joven cirujano del ejército se infecta de sífilis ria de un joven detective al que le roban su pis- mientras cura a un herido durante la guerra. tola. Agobiado por un sentimiento de deshonor Acabado el conflicto, la enfermedad será moti- más que de pérdida, emprenderá una frenética vo de discusión entre el médico y su prometida, e incansable búsqueda para recuperarlo, des- y el doctor tendrá que enfrentarse a una encru- cendiendo a los bajos fondos de Tokyo. cijada entre aceptar la responsabilidad de una vida familiar a la sombra de su enfermedad o KUROSAWA 101 dedicarse a la medicina. 150 Director: Akira Kurosawa SHUBUN/SKYANDARU (ESCÁNDALO) Rashōmon Director: Akira Kurosawa Guión: Akira Kurosawa y Shinobu Hashimoto Guión: Ryuzo Kikushima y Akira Kurosawa Año: 1950 Año: 1950 Duración: 83’ Duración: 105’ País: Japón País: Japón Género: Drama Género: Drama Música: Fumio Hayasaka Fotografía: Masao Kato Fotografía: Kazuo Miyagawa Música: Fumio Hayasaka Reparto: Toshiro Mifune, Masayuki Mori, Ma- Edición: Akira Kurosawa chiko Kyo, Takashi Shimura, Fumiko Homma, Sonido: Saburo Omura Minoru Chiaki Reparto: Toshiro Mifune, Takashi Shimura Productor: Daei Motion Picture Company Productor: Shojiro Motoki y Takashi, Shochiku Sinopsis Film Company Bajo las puertas del derruído templo de Sinopsis Rashōmon, se guarecen de la torrencial lluvia De vacaciones en la montaña, el pintor Aoye un leñador, un sacerdote budista y un peregrino. se encuentra con la cantante Miyako Saijo, con Los tres discuten sobre el juicio a un bandido, la que también se cruza en la posada donde acusado de haber dado muerte a un señor feu- ambos están de paso. El inocente encuentro es dal y de violar a su esposa. Los incidentes son aprovechado por un diario sensacionalista, que narrados desde el punto de vista del ladrón, la publica una foto de ellos alegando un romance mujer, el asesinado -con la ayuda de un mé- oculto. El pintor contrata a un abogado, pero dium- y del leñador, único testigo de los hechos. Director: Akira Kurosawa una hija enferma que necesita dinero. Juan Guillermo Ramírez| Filmografía el hombre de leyes tiene una secreta debilidad: 151 HAKUSHI (EL IDIOTA) IKIRU (VIVIR) Director: Akira Kurosawa Director: Akira Kurosawa Guión: Akira Kurosawa, Eijiro Hisaita (Novela: Guión: Akira Kurosawa, Shinobu Hashimoto, Fedor Dostoievski) Hideo Oguni Año: 1951 Año: 1952 Duración: 166’ Duración: 137’ País: Japón País: Japón Género: Drama Género: Drama Música: Fumio Hayasaka Música: Fumio Hayasaka Fotografía: Toshio Ubukata Fotografía: Asakazu Nakai Reparto: Toshiro Mifune, Masayuki Mori, Set- Reparto: Takashi Shimura, Nobuo Kaneko, suko Hara, Takashi Shimura, Yoshiko Kuga, Kyôko Seki, Makoto Kobori, Kumeko Ura- Chieko Higashiyama be, Yoshie Minami, Miki Odagiri, Kamatari Productor: Shochiku Film Company Fujiwara Sinopsis Productor: Toho Film Company Kameda, condenado a muerte por crímenes Sinopsis de guerra, en el último momento se salva de Kanji Watanabe es un veterano funcionario de ser fusilado. La conmoción le provoca fuertes la administración que arrastra una vida monó- ataques epilépticos; pero, al mismo tiempo, tona y gris; pero no es consciente del vacío de también se produce en él una profunda trans- su existencia hasta que se entera de que tiene formación, que algunos llaman “idiotez”, pero cáncer. Con la certeza de que el fin de sus días que no es más que sencillez, bondad y una gran se acerca, surge en él la necesidad de buscar un capacidad de amar. En un viaje conoce a dos sentido a la vida. Cuando lo consigue se produ- mujeres, Taeko y Ayako. Cuando el enamorado ce un cambio en su actitud respecto. de Taeko, descubre que ella a quien quiere en realidad es a Kameda, no podrá dominar sus KUROSAWA 101 instintos asesinos. 152 Guión: Akira Kurosawa, Shinobu Hashimoto, IKIMONO NO KIROKU (CRÓNICA DE UN SER VIVO/ VIVIR EN EL MIEDO/SI LOS PÁJAROS SUPIERAN) Hideo Oguni Director: Akira Kurosawa Año: 1954 Guión: Hideo Oguni y Shinobu Hashimoto Duración: 205’ Historia: Akira Kurosawa y Fumio Hayasaka País: Japón Año: 1955 Género: Aventuras Duración: 103’ Música: Fumio Hayasaka País: Japón Fotografía: Asakazu Nakai Género: Drama Reparto: Toshirô Mifune, Takashi Shimura, Fotografía: Asakazu Nakai Yoshiro Inaba, Seiji Miyaguchi, Minoru Chia- Música: Masaru Sato. ki, Daisuke Kato, Ko Kumura, Kamatari Fu- Reparto: Toshirô Mifune, Takashi Shimura, jiwara, Keiko Tsushima Minoru Chiaki, Noriko Sengoku, Hiroshi Ta- Producida por: Toho Film Company chikawa, Kamatari Fujiwara, Atsushi Watanabe Sinopsis Productor: Toho Film Company En el Japón del siglo XVI, los campesinos de un Sinopsis pueblo deciden contratar a siete samuráis para En la posguerra, Kiiji Nakajima es un anciano que los protejan de una banda de ladrones que atemorizado por las consecuencias del bombar- se llevan sus cosechas. deo de Hiroshima y Nagasaki y tiene una gran Director: Akira Kurosawa obsesión por construir un refugio antiatómico. Más tarde, expresa su deseo de emigrar con su familia a Brasil, para evitar la amenaza nuclear, actitud que los que le rodean no entienden. Juan Guillermo Ramírez| Filmografía SHICHININ NO SAMURAI (LOS SIETE SAMURAIS) 153 KUMONOSU-JO (TRONO DE SANGRE/EL CASTILLO DE LA ARAÑA) DONZOKO (LOS BAJOS FONDOS) Director: Akira Kurosawa Guión: Akira Kurosawa (Obra: Máximo Gorky) Guión: Shinobu Hashimoto, Ryuzo Kikushima, Año: 1957 Akira Kurosawa y Hideo Oguni Duración: 137’ Año: 1957 País: Japón Duración: 105’ Género: Drama País: Japón Música: Masaru Satô Género: Drama Fotografía: Kazuo Yamasaki Música: Masaru Sato Reparto: Toshirô Mifune, Isuzu Yamada, Reparto: Toshiro Mifune, Isuzu Yamada y Kyôko Kagawa, Ganjiro Nakamura, Minoru Takashi Shimura Chiaki, Kamatari Fujiwara, Akemi Negishi, Ni- Productor: Toho Film Company/Kurosawa jiko Kiyokawa, Koji Mitsui, Eijirô Tono, Haruo Production Company, Takashi Shimura Tanaka, Eiko Miyoshi, Bokuzen Hidari, Atsushi Sinopsis Watanabe, Kichijiro Ueda Un hombre es fuerte en la lucha, pero débil ante Productor: Toho Film Company su mujer. De forma gradual se muestra la caída Sinopsis a los infiernos de Washizu desde el más alto es- En un barrio insalubre del Tokio feudal se en- tado de dignidad y orgullo, hasta su locura más cuentra un asilo mantenido por Robukei y su patética. Motivado por las ansias de poder de mujer, Osugi. Por poco dinero puede encontrar su esposa le lleva a la traición primero contra su un refugio en este lugar, donde conviven todos señor y luego contra su amigo y el hijo de este los estratos sociales, ahora caídos en el bajo pro- que consigue escapar a sus asesinos. Este asedia letariado: un policía, un artesano, un actor fra- el castillo de las telarañas. Antes del asedio reci- casado, un ladrón y una prostituta. Ellos forman be otra visita de la bruja que le pronostica, que el paisaje cotidiano de este miserable pueblo. KUROSAWA 101 no perderá ninguna batalla hasta que se mueva 154 el bosque cercano a su fortaleza. Director: Akira Kurosawa WARUI YATSU HODO YOKO MEMURU (LOS CANALLAS DUERMEN EN PAZ) Director: Akira Kurosawa Director: Akira Kurosawa Guión: Akira Kurosawa, Ryuzo Kikushima, Guión: Akira Kurosawa, Ryuzo Kikushima, Hi- Hideo Oguni, Shinobu Hashimoto deo Oguni, Shinobu Hashimoto, Eijiro Hisaita Año: 1958 Año: 1960 Duración: 123’ Duración: 150’ País: Japón País: Japón Género: Comedia Género: Thriller Música: Masaru Sato Música: Masaru Sato Fotografía: Ichio Yamazaki Fotografía: Yuzuru Aizawa Reparto: Toshiro Mifune, Misa Uehara, Takas- Reparto: Toshirô Mifune, Takeshi Kato, Ma- hi Shimura, Susumu Fujita, Eiko Miyoshi sayuki Mori, Takashi Shimura, Ko Nishimura, Productor: Toho Film Company Kamatari Fujiwara, Gen Shimizu, Kyoko Ka- Sinopsis gawa, Tatsuya Mihashi Dos soldados huyen del conflicto bélico y bus- Productor: Toho Film Company/Kurosawa can el enriquecimiento. Encuentran oro y se Production Company dan cuenta que son vigilados por un silencioso Sinopsis y misterioso hombre, que resulta ser el general La hija del presidente de una importante em- Makabe. Combina el humor centrado en los presa inmobiliaria se casa con el secretario. dos hombres con la épica. Conviven en el relato Durante la boda, varios rumores y comentarios dos héroes que muestran actitudes valerosas y circulan entre los invitados. Cinco años antes, nobles, con dos antihéroes dominados por fines un hombre murió tras caer por la ventana del oscuros, pero que al final resultan ser humanos último piso del edificio de la compañía y la gente y capaces de acciones dignas. dudó de la versión oficial de que fue un suicidio. Juan Guillermo Ramírez| Filmografía KAKUSHI TORIDE NO SAN-AKUNIN (LA FORTALEZA ESCONDIDA) 155 YOJIMBO (YOJIMBO EL MERCENARIO) TSUBAKI SANJURO (SANJURO) Director: Akira Kurosawa Guión: Ryuzo Kikushima, Hideo Oguni, Akira Guión: Ryuzo Kikushima y Akira Kurosawa Kurosawa. Año: 1961 Año: 1962 Duración: 110’ País: Japón País: Japón Duración: 96’ Género: Aventuras Fotografía: Fukuzo Koizumi, Kozo Saito. Música: Masaru Sato Música: Masaru Sato. Edición: Akira Kurosawa Reparto: Toshiro Mifune, Tatsuya Nakadai, Reparto: Toshiro Mifune, Tatsuya Nakadai, Yunosuke Ito, Takako Irie. Yôko Tsukasa, Isuzu Yamada Productor: Toho Film Company/Kurosawa Productor Toho Film Company/Kurosawa Production Company Production Company, Ryuzo Kikushima Sinopsis Sinopsis Un samurai errante, desgarbado y sucio, se En el siglo XIX, en un Japón todavía feudal, un une a otros ocho guerreros para combatir la samurái llega a un poblado, donde dos bandas corrupción y la traición, y rescatar a un al- rivales de mercenarios, luchan entre sí por el to funcionario secuestrado por el señor de la control del territorio. Muy pronto el recién lle- guerra local. Virtualmente es una secuela del gado da muestras de ser un guerrero invencible, personaje de Yojimbo filmada previamente por y los jefes de las dos bandas intentan contratar el maestro japonés. KUROSAWA 101 sus servicios. 156 Director: Akira Kirosawa. TENGOTO TO JUGOKU (CIELO E INFIERNO/EL INFIERNO DEL ODIO) AKAHIGE (BARBAROJA) Director: Akira Kurosawa Kurosawa, Hideo Oguni Guion: Eijirô Hisaita, Ryuzo Kikushima, Akira Año: 1965 Kurosawa, Hideo Oguni País: Japón Año: 1963 Duración: 185’ País: Japón Género: Drama Duración: 143’ Música: Masaru Satō Género: Suspenso Reparto: Toshirō Mifune, Yūzō Kayama Música: Azakazu Nakai, Takao Saito. Productor por Toho Film Company/Kurosawa Reparto: Toshiro Mifune, Takashi Shimura, Production Company, Ryuzo Kikushima, To- Tsutomu Yamazaki moyuki Tanaka Productor: Toho Film Company/Kurosawa Sinopsis Production Company Ambientada en el siglo XIX en un barrio de Sinopsis Edo, el arrogante doctor Yasumoto aspira a Un asunto policial de rutina pretexta este retor- la condición de médico personal del shogun, no de Kurosawa a una temática contemporá- una posición que se encuentra en manos de un nea. El secuestro del hijo de su chofer enfrenta pariente cercano. Es asignado a una clínica ru- al ejecutivo Mifune a una disyuntiva moral. ral, bajo la dirección de Niide, conocido como Dirección: Akira Kurosawa Guion: Masato Ide, Ryuzo Kikushima, Akira Barba Roja. Tiene una reputación de maestro tirano, pero demuestra ser más un médico compasivo preocupado por sus semejantes. A través sumoto cambiará su idea sobre lo que significa ser un médico, llegando a la conclusión de que la vida de los pacientes es más importante que la riqueza o el estatus social. Juan Guillermo Ramírez| Filmografía de las experiencias que viven en la clínica, Ya- 157 DODES ‘KA-DEN (DODESKADEN) DERUSU UZARA (DERSU UZALA/EL CAZADOR) Director: Akira Kurosawa Director: Akira Kurosawa Guión: Akira Korosawa, Hideo Oguni, Shin- Guión: Akira Kurosawa & Yuri Nagibin obu Hashimoto Año: 1975 Año: 1970 País: Japón País: Japón Duración: 141’ Duración: 140’ Género: Aventuras Género: Drama Música: Isaac Schwartz Música: Toru Takemitsu Fotografía: Asakadzu Nakai, Youri Gantoman, Fotografía: Takao Saito & Yasumichi Fukusawa Fedor Dobronrabov Reparto: Zuchi Yoshitaka, Kin Sugai, Kazou Reparto: Maksim Munzuk, Yuri Solomin, Svet- Kato, Junzaburo Ban, Kiyoko Tange lana Danilchenko, Dima Kortishev, Schemiki Productor: Toho Film Company/Yonki no Kai Chokomorov Productions Productor: Coproducción URSS/Japón; Mos- Sinopsis film / Atelier 41 Retrato de un grupo de habitantes de los barrios Sinopsis bajos de Tokio que, ante el desolador panorama El capitán Arseniev y su destacamento tienen de pobreza y alcoholismo, usan la imaginación que realizar unas prospecciones geológicas en como arma para luchar contra la dura realidad los bosques de la taiga siberiana. El territorio de sobrevivir. y la dureza del clima hacen que el capitán se extravíe. Condenado a vagar por una tierra salvaje, Vladimir conoce a un cazador nómada que conoce el territorio como la palma de su mano y sabe cómo afrontar las inclemencias del tiempo. Dersu enseñará a Vladimir a respetar KUROSAWA 101 la naturaleza y a convivir en plena armonía 158 con ella, una lección que difícilmente olvidará el resto de su vida. KAGEMUSHA (KAGEMUSHA, LA SOMBRA DEL GUERRERO) RAN (RAN/CAOS) Dirección: Akira Kurosawa Guión: Masato Ide, Akira Kurosawa Guion: Masato Ide, Akira Kurosawa Año: 1985 Año: 1980 País: Japón País: Japón Duración: 160’ Duración: 159’ Género: Drama Género: Drama Música: Tōru Takemitsu Música: Shinichirô Ikebe Fotografía: Asakazu Nakai, Takao Saitô, Ma- Fotografía: Takao Saitô y Masaharu Ueda saharu Ueda Reparto: Tatsuya Nakadai, Tsutomu Yamazaki, Reparto: Tatsuya Nakadai, Akira Terao, Jinpa- Kenichi Hagiwara, Jinpachi Nezu, Hideji Otaki chi Nezu, Daisuke Ryu, Mieko Harada, Yoshiko Daisuke Ryu, Masayuki Yui, Kaori Momoi Miyazaki, Masayuki Yui, Kazuo Kato, Hitoshi Productor: Kurosawa Film Company, Toho Ueki, Jun Tazaki, Norio Matsui, Hisashi Igawa, Film Company, Twentieth Century Fox Kenji Kodama, Toshiya Ito Sinopsis Productor: Greenwich Film Productions, He- El poderoso Shingen alcanza la fama como el rald Ace Inc. y Nippon Herald Films lema Rápido como el viento, sereno como el bosque, fie- Sinopsis ro como el fuego, inmóvil como la montaña. Mientras Una historia de soledad, miseria y locura, reco- yace agonizante por las heridas sufridas en el rrida por los toques épicos y trágicos que Kuro- combate, ordena a sus guerreros que encuen- sawa sabe inyectarle. Uno de los más queridos tren un doble que lo sustituya, para mantener su proyectos del maestro, basado en Rey Lear y en muerte en secreto e impedir que sus enemigos viejas leyendas japonesas. Director: Akira Kurosawa es un pequeño delincuente que se hace pasar por un líder y se erige en comandante de una gran alianza de 25. 000 samuráis. Juan Guillermo Ramírez| Filmografía aprovechen para atacar. El kagemusha elegido 159 YUME (SUEÑOS) Director: Akira Kurosawa, Ishirô Honda HACHIGATSU NA KYOSHIKOKU (RAPSODIA EN AGOSTO) Guión: Akira Kurosawa Director: Akira Kurosawa Año: 1990 Guión: Akira Kurosawa & Kiyoko Murata País: Japón Año: 1991 Duración: 120’ País: Japón Género: Fantástico Duración: 93’ Música: Shinichiro Ikebe Género: Drama Fotografía: Takao Saito Música: Shinichiro Ikebe Reparto: Yuri Raksha, Maxime Monzouk, Mar- Fotografía: Shinichiro Ikebe tin Scorsese, Akira Terao, Mitsuko Baisho, Mie- Reparto: Richard Gere, Fumiko Honma, Hi- ko Harada, Toshie Negishi, Mitsunori Isaki, sashi Igawa, Mitsunori Isaki, Narumi Kayashi- Toshihiko Nakano, Yoshitaka Zushi, Hisashi ma, Sachiko Murase, Toshie Negishi, Tomoko Igawa, Chôsuke Ikariya, Chishû Ryû Otakara Productor: Warner Bros. Pictures, Akira Ku- Productor: Feature Film Enterprise II/Kuro- rosawa USA sawa Production Company/Shochiku Eiga Sinopsis Sinopsis Compuesta de ocho cortometrajes de veinte Profunda reflexión del holocausto nuclear en minutos cada uno. Son ensoñaciones dispersas, Nagasaki, desde el punto de vista de una so- sin unidad temática, pero unidas en deseos, an- breviviente y sus cuatro nietos. Entre sonrisas gustias y añoranzas. Ocho relatos en los que el y lágrimas, la abuela recuerda la historia de su protagonista, evoluciona desde su infancia hasta familia y de la sociedad japonesa de su tiempo, su vejez y sirven para mostrar las relaciones del tratando de llegar a un mejor entendimiento hombre con el mundo, el arte, la espiritualidad entre su pasado y su presente. KUROSAWA 101 y la muerte. 160 MADADAYO Director: Akira Kurosawa Guión: Akira Kurosawa (Libro: Hyakken Uchida) Año: 1993 País: Japón Duración: 134’ Género: Drama Música: Shinichiro Ikebe Fotografía: Takao Saito, Masaharu Ueda Reparto: Tatsuo Matsumura, Kyoko Kagawa, Hisashi Igawa, George Tokoro, Masayuki Yui, Akira Terao, Asei Kobayashi Productor: Daei Motion Picture Company, Kurosawa Production Company, Tokuma Shoten Sinopsis Tokio, 1943, el profesor Uchida abandona la cátedra para dedicarse por completo a su carrera como escritor. Los desastres de la II Guerra Mundial hacen que pierda su casa y viva con su mujer en una barraca. Sus ex alumnos le construyen un nuevo hogar, al que se trasladará con su esposa. Los que fueron sus discípulos se maestro y durante estas fiestas, juegan como niños y le preguntan al profesor: ¿Estás listo para irte al otro mundo?, a lo que él responde: No, todavía no. Juan Guillermo Ramírez| Filmografía comprometen a celebrar cada cumpleaños del 161 KUROSAWA 101 162 ■ Ran (Ran/caos), 1985 Sergio Becerra Sergio Becerra| Bibliografía Bibliografía 163 I SOBRE FUNDAMENTOS DEL ARTE Y LA CULTURA EN JAPÓN SOBRE ARTE Y ESTÉTICA EN GENERAL DELAY, Nelly. 2000. Japón: la tradición de la belleza. Barcelona: Ediciones B, 160 p. DURCKHEIM, Karlfried. 2008. Japón y la cultura de la quietud. Bilbao: Ediciones Mensajero, 144 p. HEARN. Lafcadio. 2009. Japón, un intento de interpretación. Madrid: Satori Ediciones, 247 p. HUME, Nancy G. (Editora). 1998. Japanese Aesthetics and Culture. Albany: State University of New York Press, 378 p. IENAGA, Saburo. 1979. Japanese Art: A Cultural Appreciation. Boston: Weatherhill, 177 p. MAEDA, Ai. 2004. Text and the City: Essays on Japanese Modernity. Durham (NC): Duke University Press, 408 p. NOMA, Seiroku. 2003. The Arts of Japan. New York: Kodansha International, 308 p. RICHIE, Donald. 1992. 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Entre sus películas y trabajos audiovisuales se destacan “In Claro Monti” (1987), “Espíritu Errante” (1994), “Los Tambores de Arturo” (2001), “Cine al Patio I” (2003), “Presencia Perpetua y Eterna” (2005), largometraje documental; “El Decálogo en Patios Colombianos” (Cine al Patio II, 2005) “Lo Interno y lo Interior” (Cine al Patio III, 2006), “Marnie KUROSAWA 101 derriba el Muro” (Cine al Patio IV, 2007), “Un 176 JUAN DIEGO CAICEDO GONZÁLEZ Comunicador Social de la Universidad de Bogotá Jorge Tadeo Lozano y Magister en Arte, Dirección de Cine y T. V. , de la Escuela Nacional Superior de Cine, Teatro y T. V. León Schiller de Lodz, Polonia. Cineclubista, y crítico de cine en varios diarios y publicaciones especializadas. Ha sido profesor en las universidades de los Andes, Javeriana, Rosario, Pedagógica, Universidad del Valle y Universidad Nacional, de la cual es docente del Instituto de Investigaciones Estéticas. Autor de la investigación “El Cine y el Vídeo Colombianos: 1980 – 1993”; también, como compilador y ensayista del libro “Movimientos y Renovación en el Cine”, publicado por el Grupo Movimiento y la Universidad Central. Autor, igualmente, del libro “Sobre el cine y sus hermanas” (Facultad de Artes, Cidar, Universidad Nacional; 2009), Jorobado Chiflado para Adela (Cine al Patio V, 2008), largometraje documental, y “Las Manos del Padre”, nuevo largometraje documental, actualmente en proceso de producción. Como director de Cine al Patio, fue ganador en dos ocasiones (2004 y 2006), en la modalidad de formación de públicos del Fondo para el Desarrollo Cinematográfico de Colombia. Ha realizado también programas de radio dedicados a varios compositores clásicos y contemporáneos. MAURICIO MARTÍNEZ Ha sido docente e investigador del Departamento de Estudios Asiáticos de la Facultad de Lenguajes y Estudios Socioculturales de la Universidad de los Andes. Investigador de Artes Escénicas de Asia. Coordinador de Artes Escénicas de la Asociación Española de Estudios Interdisciplinarios sobre India (AEEII). toria de la India en Universidad Externado de Colombia, así como profesor de Teatro Asiático de la Escuela de Actores del Teatro Libre. Creador de la Enciclopedia Web de Artes Escénicas de Japón (www. japonartesescenicas. org), de la Enciclopedia Web de Artes Escénicas de Corea (www. artesescenicasdecorea. org), de la Enciclopedia Web de Artes Escénicas de India (www. artesescenicasdeindia. org), de Artes Escénicas de Asia en Facebook, de Videos de Artes Escénicas de Asia en Youtube, y del programa radial “Sonidos de Asia: del Rito a la Vanguardia”, en UN Radio. JUAN GUILLERMO RAMÍREZ Realizó estudios de filosofía en la Universidad Nacional de Colombia. Redactor y colaborador durante varios años del diario El Tiempo y El Siglo en sus páginas culturales. Fue profesor de historia de cine colombiano en la Facultad de Comunicación Social del Politécnico Grancolombiano, y es docente de la Facultad de Humanidades de la Universidad del Magdalena en la misma especialidad. Imparte igualmente varias clases relacionadas con la historia del cine mundial en UNITEC. Colaborador permanente de LAUD stereo, donde tiene un espacio dedicado al séptimo arte. Asesor de Programación de la Cinemateca Distrital-IDARTES, donde coedita y escribe en las publicaciones de la entidad. SERGIO BECERRA Realiza una licenciatura en la Universidad Lumière Lyon 2 y un magíster en la Universidad Sorbonne Nouvelle París 3 en estudios cinematográficos y audiovisuales. Profesor de la Facultad de Artes y Humanidades de la Universidad de los Andes desde 1999, donde ha impartido clases sobre teoría, historia y estética del cine, entre las que se cuenta Cine japonés. Ha colaborado con El Espectador, Kinetoskopio y la revista Número en temas de cine. Director de la Cinemateca Distrital desde 2008, actualmente Gerente de Artes Audiovisuales de IDARTES, desde donde coedita y escribe en las publicaciones y catálogos de dicha entidad, entre los que se cuentan, Jorge Silva-Martha Rodríguez: 45 años de cine social en Colombia (2008); Víctor Gaviria: 30 años de vida fílmica (2009); ICAIC: 50 años de cine cubano en la revolución (2009). Coordinó la publicación de la Primera muestra de cine medio oriental contemporáneo (2010, edición bilingüe inglés-español), y Materia y cosmos, las películas de Artavazd Pelechian (edición bilingüe francés-español) en compañía de Rémi Fontanel. Además curó y coeditó la colección de 6 DVD’s y un cuadernillo crítico 40/25, joyas del cine colombiano (2011). Prepara para abril de 2012 Bogotá Fílmica 19112011, ensayos sobre cine y patrimonio. Reseñas Colaboradores Actualmente es profesor de Cultura e His- 177 ya que Por un puñado de dólares (1964), de Sergio Leone, adaptación de Yojimbo, sería la película con la que el cineasta italiano haría mundialmente famosos los llamados spaguetti westerns, antes de la cual Los siete magníficos (1960), de John Sturges, había ya marcado esta tendencia de transposición de lo samurái a lo western. Luego de Barba Roja (1965), las exigencias y altos costos de producción propios de su visión del mundo crean tensiones entre Kurosawa y el sistema de producción industrial del cine japonés. El punto de no retorno es alcanzado con Dodes’ Ka-Den (1970), libre creación autoral, fuerte crítica a la marginación urbana de las megalópolis niponas, muy mal recibida por el público, lo que produciría no solamente una crisis tal que empujaría a Kurosawa al suicidio, sino que además llevaría a la quiebra a Yonki-No-Kai (Los cuatro caballeros), productora cooperativa formada por Kurosawa, Masaki Kobayashi, Keisuke Kinoshita y Kon Ichikawa. El cierre casi total de las puertas de los grandes estudios en Japón obliga a Kurosawa a buscar apoyo fuera de su país. De esta amarga situación personal surgió al mismo tiempo la época de mayor reconocimiento y consagración mundial. Derzu Uzala (1975), coproducida por la Mosfilm en la URSS, obtuvo el Oscar a la mejor película extranjera, al igual que Kagemusha (1980), coproducida por la 20th Century Fox, Palma de Oro del Festival de Cannes y la esplendorosa Ran (1985), versión del Rey Lear de Shakespeare llavado al periodo del Shogunato japonés, producida por Serge Silberman para la Greenwich Film Production, obtuvo igualmente un Oscar y todos los premios de importancia en Japón y Gran Bretaña. Estas dos últimas películas marcan también la consagración del gran Tatsuya Nakadai, último gran actor fetiche del director, cuya presencia en la pantalla es incomparable. Dos de sus tres últimas producciones, entre las que se cuenta Sueños (1990), contaron también con un esquema de financiación, apoyo y valoración internacional. La obra de Akira Kurosawa, por el conjunto de la cual recibió el Oscar Honorífico en 1989, es una de las más prolíficas, completas e influyentes de autor cualquiera en la historia del cine, y su vigencia es más que duradera. Llevó las emociones y las pasiones humanas a puntos cúspides de expresión visual y artística, haciendo que su visión del mundo, muy japonesa y singular al mismo tiempo, adquiera dimensiones totalmente universales. Sin duda el más universal de los cineastas japoneses, Akira Kurosawa, también conocido como Tenno, el Emperador, es uno de los grandes maestros del cine mundial. Artista plástico desde su juventud, portador y conocedor de la herencia y tradición cultural de su nación, su obra es un permanente terreno de entendimiento entre lo mejor de oriente y occidente, combinando la influencia del teatro Noh y Kabuki con una profunda interpretación de Shakespeare, Dostoievski y Gorki. Con Rashōmon (1951), León de Oro del Festival de Venecia, llama la atención de la crítica occidental y abre las puertas a la producción japonesa de calidad en todas partes del mundo. Recibió influencias como la del cine épico de John Ford, y a su vez influenció grandemente toda una nueva generación de jóvenes cineastas independientes estadounidenses, que se convertirían con el tiempo en relevos de la industria. Su sentido de lo trágico, que capturó con tanta fuerza expresiva en sus inmortales películas de Samuráis, como Los siete samuráis (1954) y Yojimbo (1961), tendrían un enorme eco en el western, su UNIVERSITÉ LUMIÈRE LYON 2 U N I V E R S I T É D E LY O N equivalente occidental. Las películas de Sergio Leone y otras relecturas de este género (John Sturges, Martin Ritt) son tributarias del universo fílmico de Akira Kurosawa. Creador de obras grandilocuentes, financiadas por soviéticos, franceses y estadounidenses por igual (Derzu Uzala (1975), Kagemusha (1980), Ran (1985)), este gran maestro recibió el Oscar Honorífico al conjunto de su obra (1989), llevando la emoción en la pantalla grande a niveles insospechados. Luego de su recopilación de ensayos sobre el cineasta experimental Artavazd Pelechian, la Cinemateca Distrital-IDARTES continúa su colección de grandes autores del cine mundial con Kurosawa 101, tributo necesario a esta obra incomparable, en el inicio del segundo centenario de su nacimiento, fortaleciendo así el fomento a la crítica cinematográfica colombiana sobre otras miradas, y convirtiéndose, a través de la convergencia entre los estudios fílmicos y culturales, en herramienta fundamental para estudiantes, investigadores y amantes del cine en general. UNIVERSITÉ CUARENTA AÑOS LUMIÈRE DESCUBRIENDO LYON MIRADAS 2 U N I V E R S I T É D E LY O N CUARENTA AÑOS DESCUBRIENDO MIRADAS