LOS DETERMINANTES POLÍTICOS E INSTITUCIONALES DE LAS POLÍTICAS SOCIALES: UN ANÁLISIS DE LOS PROCEDIMIENTOS PRESUPUESTARIOS Juan Sanguinetti*1 Documento 65 * 1 Marzo 2002 Investigador del Centro de Estudios para el Desarrollo Institucional - Fundación Gobierno y Sociedad. El trabajo contó con la asistencia de Emmanuel Abuelafia en el análisis econométrico. I. Introducción Como quedó demostrado en los episodios de fines de 2001 Argentina presenta graves deficiencias en sus instituciones políticas, fiscales y económicas. En el plano fiscal desde hace ya bastante tiempo se viene señalando la necesidad de corregir ciertas instituciones claves relacionadas con la gestión macroeconómica y el federalismo fiscal. En tal sentido se ha enfatizado la necesidad de establecer reglas macrofiscales estrictas, límites al endeudamiento nacional y provincial o un nuevo marco para regular las relaciones fiscales y financieras entre la Nación y las provincias2. Las deficiencias en el proceso presupuestario es otro factor determinante de esta mala performance en términos de los resultados de la política fiscal. Lamentablemente en Argentina este aspecto no ha cobrado suficiente interés, aún cuando todo aquello relacionado con el proceso presupuestario es clave para el logro de la disciplina fiscal y una adecuada gestión de los recursos públicos. En este anexo se desarrollan algunos tópicos relacionados con los procedimientos presupuestarios y la gestión de los programas sociales en Argentina. El objetivo es identificar algunas deficiencias en el proceso presupuestario Argentino que podrían ayudarnos a explicar la baja calidad y efectividad de algunos programas sociales. En tal sentido en la próxima sección se describe en forma breve el marco normativo para analizar los procedimientos presupuestarios. En la siguiente sección se desarrollan algunos principios básicos para guiar la formulación, ejecución y monitoreo de los presupuestos sociales. En la cuarta y sección se plantean las deficiencias más sobresalientes de la gestión de los programas sociales en Argentina. 2 Ver al respecto Spiller and Tommasi (2000), Iaryczower, Sanguinetti J. and Tommasi (2000) y Sanguinetti J. (2001). 2 II. Marco normativo para analizar presupuestarios de las políticas sociales los procedimientos El proceso presupuestario, constituye el conjunto de reglas, normas y procedimientos formales e informales involucrados en la formulación del presupuesto público. Dicho proceso involucra una gran cantidad de actores y estrategias específicas de intervención. Por un lado, esta el Poder Ejecutivo responsable de la formulación y ejecución del presupuesto. El Parlamento tiene la responsabilidad de aprobar dicho proyecto y controlar a posteriori su ejecución. Luego se encuentran los grupos de interés y miembros de la sociedad que participan en cada una de estas instancias según sus intereses específicos. En Argentina es de destacar la participación de otros actores claves, tales como las provincias -en forma individual como en grupos-, los organismos multilaterales de crédito, el FMI especialmente, ciertos grupos económicos e intereses corporativos, entre otros. Las reglas de presupuesto asignan funciones y responsabilidades a cada uno de estos actores involucrados. Es de esperar que el diseño de las reglas y procedimientos presupuestarios tengan algún impacto sobre ciertos resultados de la política fiscal. En el área fiscal se ha desarrollado una extensa literatura que trata de identificar de qué manera los factores políticos e institucionales influyen sobre ciertas variables claves de la política fiscal, como el endeudamiento y el déficit público (ver Alesina y Perroti, 1999; von Hagen 1992). En estos estudios, las características del proceso presupuestario resulta uno de los tópicos principales en la agenda de investigación más influyente en la actualidad. Por ende, es pertinente avanzar en el análisis de aquellos aspectos que caracterizan este conjunto de instituciones y que en alguna medida impactan sobre el desempeño del sector público, en general, y la calidad de las políticas sociales, en particular. La debilidad registrada hasta el presente de este tipo de estudios puede ser atribuida, según lo afirmado por Campos y Pradham (1999), a la ausencia de un marco analítico adecuado dentro del cual observar el impacto de las instituciones sobre la gestión del gasto público. Sin embargo, en el presente estudio utilizaremos el enfoque denominada Public Expenditure Management (PEM). Esta literatura hace hincapié en que para alcanzar buenos resultados en materia de asignación del gasto público se necesita de abundante información, un sistema adecuado de incentivos y de arreglos institucionales que 3 garanticen la cooperación entre los diferentes actores que intervienen en las políticas públicas. En esta sección se revisará esta literatura con miras a brindar un marco general para discutir el rol de las instituciones presupuestarias en la gestión de la política social. Nos interesa particularmente analizar el impacto que pueden tener estas instituciones en la composición y estructura del presupuesto público (eficiencia asignativa) y en el uso que se le da a estos recursos (eficiencia técnica). II.1. Principales objetivos en la gestión del gasto público En los estudios referidos al impacto de las instituciones presupuestarias sobre los problemas de asignación y eficiencia técnica (ver Campos y Pradham, 1999; Tsebelis y Chang, 2001, Schick 2001) los resultados en materia de la gestión del gasto público se organizan a partir de tres objetivos primordiales: a) Procurar el mantenimiento de la disciplina fiscal; b) Asignar los recursos públicos en función de las prioridades gubernamentales, procurando su máximo rendimiento posible; y c) Promover una mayor eficiencia en la provisión de bienes y servicios públicos básicos. En los próximos apartados se revisan algunos aspectos de estos tres objetivos. A. La disciplina fiscal en presencia de problemas de acción colectiva La noción de acción colectiva y, en particular, los problemas derivados de los recursos comunes (common pool) ha sido extensamente utilizada para analizar ciertos aspectos de la política fiscal, como los déficit, los altos niveles de endeudamiento o la magnitud de los presupuestos públicos de muchos países. Esta literatura señala que la presencia de grupos de interés, muchas veces contrapuestos, sumado al accionar de actores claves en la administración pública (legisladores, funcionarios políticos, burócratas de carrera, etc.) cada uno actuando en función de sus propios intereses, puede distorsionar la asignación del presupuesto público. Por otro lado, la suma de estas demandas particulares, muy probablemente, conduzcan al sobre-dimensionamiento del gasto. En consecuencia, si no existe un arreglo institucional que permita coordinar estas presiones sectoriales se alcanzará un gasto excesivo que ponga en peligro la solvencia fiscal del Estado. 4 Uno de los argumentos principales de la literatura de acción colectiva es que cuanto más dispersas estén las responsabilidades e instancias de decisión en materia presupuestaria mayor será las probabilidad que ocurra un déficit público. Por ello, el énfasis puesto en el rol del ministerio de finanzas como garante de la disciplina fiscal. Por otro lado, es necesario reducir el número de actores que intervienen en la formulación y diseño de los lineamientos generales del proyecto de presupuesto. Esto reducirá los conflictos presupuestarios en el proceso de formulación y disminuirá los costos de transacción. A su vez, la ausencia de un marco de incentivos compatibles con la disciplina fiscal puede exigir la presencia de una regla macro-fiscal explícita que establezca los límites en la gestión macroeconomica. B. La asignación de los recursos públicos en presencia de costos de transacción y conflictos políticos. Una vez logrado el objetivo de la disciplina fiscal, el paso siguiente es decidir como asignar los escasos recursos públicos entre las innumerables y, muchas veces, antagónicas necesidades y funciones de gobierno. Se trata de establecer una asignación de los recursos compatible con las prioridades estratégicas definidas por el gobierno y al mismo tiempo que garantice un máximo rendimiento. En la práctica la asignación de los recursos públicos no es una tarea sencilla. A los problemas de acción colectiva se le suman costos de transacción, problemas de información asimétrica y conflictos políticos. La elección de una determinada estrategia de gobierno y la asignación en consecuencia de los recursos públicos es, fundamentalmente, un proceso político que debe ser encauzado en un marco institucional de transparencia y certidumbre. La eficiencia asignativa exige de mecanismos que permitan inferir las preferencias de la sociedad. Las limitaciones prácticas que muchas veces se encuentran pueden ser superadas en parte si otorgamos una mayor participación al parlamento y a sus comisiones en la elección y definición de estas estrategias generales. También es indispensable dar un marco para la participación de las instituciones de la sociedad civil en esta etapa. El parlamento es por naturaleza la institución que mejor representa las preferencias y demandas de los diferentes grupos y segmentos de la sociedad. 5 No obstante, no son pocos los casos en los cuales la asignación de los recursos públicos entre las diferentes áreas de intervención y la elección de los programas para tal fin se realiza de manera improvisada y sin la participación de estos actores claves. Como notó Petrei (1998) para los países de nuestra región “la asignación de los recursos públicos entre los diferentes programas de gobierno se realiza en general sin un análisis técnico. Con excepción de los tradicionales proyectos de inversión pública, la asignación del gasto rara vez se realiza en base a informes técnicos acordes con las preferencias de la sociedad. En verdad la asignación de los fondos públicos resulta de una serie de fuerzas de los más diversos orígenes que convergen en las diferentes etapas del proceso presupuestario”. Teniendo en cuenta la presencia de problemas de información asimétrica, costos de transacción y conflictos políticos surge la necesidad de establecer reglas y procedimientos en el proceso de competencia que se produce entre los diferentes actores involucrados. La presencia de un Gabinete Nacional que establezca los lineamientos y prioridades principales de un gobierno parece ser una condición necesaria para el problema de la asignación de recursos dentro del sector público. En el mismo sentido resulta imprescindible propiciar una mayor transparencia y participación social en todo este proceso. C. Eficiencia técnica en el uso de los recursos públicos e incompatibilidad de incentivos En un plano hipotético, luego de alcanzar la disciplina fiscal y lograr una adecuada asignación de los recursos, el siguiente paso es procurar la mayor eficiencia posible en el uso de los recursos públicos. La provisión de bienes y servicios por parte del Estado es una tarea extremadamente compleja, con muchos actores involucrados. La mayoría de las veces la eficiencia técnica de estos servicios se ve afectada por problemas de agencia e incompatibilidad de incentivos. Desafortunadamente, existen muchos obstáculos para mejorar los niveles de eficiencia operativa en el sector público. Particularmente, cuando la provisión se efectúa en forma centralizada y por medio de estructura burocráticas excesivamente complejas. La capacidad de las agencias públicas para proveer de manera eficiente sus servicios depende entre otras cosas de la predecibilidad en el flujo de recursos y la estabilidad institucional. La falta de continuidad en las políticas y los recortes en las fuentes de 6 financiamiento dificultan la programación físico-financiera de las agencias estatales, con lo cual se podría estar afectando la eficiencia asignativa. En el mismo sentido es posible alcanzar mejoras en términos de la eficiencia técnica de un determinado programa si sus responsables directos (operativos) tienen autonomía para administrar los recursos, es decir, tienen capacidades para decidir sobre una asignación específica o capacidades para la elección de ciertas estrategias específicas del área. Esta mayor autonomía generará, por otro lado, un mayor compromiso con los objetivos del programa y redundará en mejores resultados. El diseño de sistemas de remuneración que premien ciertos resultados y comportamientos específicos también contribuye a generar una mayor eficiencia operativa en la provisión pública. En el mismo sentido, operan los mecanismos de control internos y externos del sector público, de aquí la importancia de la participación e intervención de las organizaciones de la sociedad civil como un factor de control social. II.2. Instituciones presupuestarias y gestión del gasto público: principios básicos Teniendo en cuenta los aspectos señalados en la sección anterior y sobre la base de una abundante experiencia internacional sobre administración presupuestaria, en esta sección se presentan una serie de principios rectores que pueden contribuir al logro de los objetivos del sector público. Transparencia y responsabilidad pública. La transparencia y la responsabilidad pública de los miembros del gobierno son dos condiciones indispensables para imponer costos implícitos y sancionar explícitamente a los responsables de las violaciones a las reglas presupuestarias. Responsabilidad pública significa que existe un responsable natural en toda actividad estatal y que periódicamente éste debe rendir cuentas y asumir las responsabilidades que le competen. Existen diferentes vías para asegurar la responsabilidad pública. El control interno dentro del poder ejecutivo es una de las formas. En este caso, una agencia gubernamental creada especialmente para ello evalúa el cumplimiento de los procedimientos utilizados en la formulación y ejecución del presupuesto público. Existe, por otro lado, el control que realiza el parlamento en la etapa de formulación del presupuesto y durante el proceso de revisión de las cuentas públicas. La tercer vía para generar una verdadera responsabilidad 7 pública es el control social que ejerce el conjunto de la sociedad por diferentes vías y mecanismos. En resumen la transparencia fortalece la responsabilidad pública y conlleva mejores resultados en términos de la gestión estatal. La difusión en tiempo y forma de información fiscal y presupuestaria es un ingrediente esencial para que los diferentes tipos de control (interno, parlamentario y social) puedan ser efectivos. Predecibilidad. La predecibilidad es un factor clave para asegurar una adecuada performance en las actividades estatales. La incertidumbre en la asignación de los recursos del presupuesto puede distorsionar la asignación estratégica de los recursos planteada en el presupuesto y servir como excusa de los fracasos en la gestión pública. A su vez, la inestabilidad constituye una severa limitación en el uso del presupuesto como instrumento de programación del gasto. El uso de leyes integrales de administración financiera y presupuestaria para el conjunto de los entes estatales es un buen instrumento para introducir mayor certidumbre y predecibilidad en las actividades estatales. Claro que la predecibilidad y sustentabilidad en la remisión de los fondos depende de una adecuada gestión macroeconómica, fiscal y financiera. Sin este marco de estabilidad y sustentabilidad macro es imposible garantizar una adecuada remisión de los fondos públicos. Flexibilidad. Cierta flexibilidad en la gestión pública es necesaria para alcanzar buenos resultados en la provisión de bienes y servicios públicos. En el nivel sectorial, los ministerios deberían tener autonomía para formular las políticas sectoriales que mejor se adapten a los objetivos de política planteados por el gobierno, a los cambios en el contexto económico y social y las diferentes realidades que se presentan a lo largo de territorio nacional. En ciertos programas sociales, el reconocimiento de realidades y capacidades institucionales diferenciadas en las distintas regiones es un factor clave para el diseño y la implementación de políticas. En el plano técnico, los responsables de las unidades de programa deberían tener autonomía para diseñar los programas que se utilizarán para llevar a cabo las políticas sectoriales planteadas. Sin embargo, esta autonomía debería ser balanceada con reglas y procedimientos comunes para todos los programas, y principalmente, para su formulación. Esto evitaría cierta volatilidad innecesaria en el 8 diseño e implementación de políticas. En esta última tarea es imprescindible contar con una oficina de presupuesto con capacidad y autoridad para controlar el diseño y la formulación de estos programas. Participación. La participación de los funcionarios y empleados estatales involucrados directamente en la prestación de un servicio específico es otra de las condiciones necesarias para alcanzar una gestión de los recursos públicos más eficiente y compatible con las preferencias de la sociedad. En ciertos servicios públicos esenciales, como la educación, la salud y la seguridad, la participación de la sociedad en la elaboración y evaluación de las políticas es cada vez más importante como estrategia para mejorar los resultados en estas áreas tan prioritarias y sensibles. Control entre de poderes y asignación de responsabilidades. Para alcanzar una correcta gestión presupuestaria es crucial tener una clara distribución de derechos y responsabilidades en todo el proceso presupuestario. En tal sentido debe quedar suficientemente claro cuales son las responsabilidades asignadas dentro de las diferentes áreas de gobierno y entre los distintos niveles de gobierno. Un sistema debidamente balanceado entre el poder ejecutivo y el legislativo es indispensable para obtener buenos resultados en materia presupuestaria. Por ejemplo, la distribución de responsabilidades dentro del poder ejecutivo es clave para el cumplimiento de los dos primeros objetivos planteados anteriormente (disciplina fiscal y eficiencia asignativa). A su vez, la disciplina fiscal solo podrá lograrse si el Ministerio de Finanzas tiene amplios poderes para ejercer su responsabilidad en materia de la gestión de los recursos financieros del gobierno. Para ello necesita de instrumentos legales y técnicos para ejercer su autoridad en la formulación, ejecución y control del presupuesto público. A su vez, el Consejo de Ministros o Gabinete Nacional debe constituir el ámbito natural para fijar las prioridades y estrategias de intervención. Es en este ámbito donde deben decidirse los lineamientos básicos del presupuesto, el conjunto de acciones y programas que lo incluirán y su financiamiento. Por otra parte, el Consejo de Ministros debe ejercer un rol de coordinación horizontal en el cual se evalúen las acciones y programas desarrollados en los diferentes ministerios, se analicen aquellas estrategias o programas que pueden involucrar a más de un área de gobierno y se logre dirimir posiciones 9 contrapuestas entre los responsables de áreas o sectores específicos y el ministerio de finanzas. En este esquema los ministerios deben tener plena responsabilidad sobre la gestión de los programas en sus respectivas áreas (educación, transporte, salud, etc.). Es en cada una de estas áreas en donde debe recaer la responsabilidad principal sobre la gestión de la provisión de los bienes y servicios públicos. Lamentablemente, no existen recetas mágicas sobre como deben ser diseñados las estructuras ministeriales para cada área específica. En general, los países han adoptado diferentes estructuras ministeriales. Si es posible advertir una preocupación por los problemas de intersectorialidad en ciertas políticas. En Australia, por ejemplo, la configuración de super-ministerios –porfolio ministries- con responsabilidades en un conjunto de áreas de gobierno ha permitido una mejor asignación del presupuesto al existir un mayor espacio para reasignaciones presupuestarias ante cambios repentinos en la demanda o nuevas necesidades de atención. El otro actor clave en el proceso presupuestario es el parlamento. Sólo es posible alcanzar un efectivo sistema de administración de los recursos públicos si se tiene garantizado equilibrio de poderes y responsabilidades entre el parlamento y el ejecutivo. En gran medida esta tensión permanente entre el ejecutivo y el poder de veto del parlamento produce el mejor ambiente para desarrollar buenas políticas públicas. Sin embargo, también es cierto que los miembros del parlamento tienen diferentes preferencias sobre como deberían estar asignados los recursos públicos a la vez que puedan estar más propensos a las presiones de sus representados. La suma de estas diferencias en las preferencias y las distintas demandas que enfrentan los miembros del congreso puede dar origen a esta tendencia al sobredimensionamiento del gasto que fuera mencionado. Por ello en muchos países se han definido ciertas reglas y procedimientos específicos para la aprobación de los presupuestos públicos. Estas reglas y procedimientos se ocupan fundamentalmente de la secuencia utilizada en la votación del presupuesto y la capacidad del parlamento para incorporar enmiendas –modificaciones- en el presupuesto (ver Poterba, 1999). 10 La Comisión Parlamentaria es otra instancia clave en el proceso presupuestario. La existencia de un cuerpo especializado en materia de presupuesto y finanzas permite supervisar y controlar las proyecciones macroeconómicas que dan sustento al presupuesto y verificar el realismo de las estimaciones de los ingresos impositivos y ciertos componentes del gasto que pudieran estar vinculados con el ciclo económico. El fortalecimiento de este cuerpo especializado y de las otras comisiones sectoriales es un requisito imprescindible para asegurar cierto equilibrio de poderes, una condición elemental de la democracia. III. El proceso presupuestario Argentino desde la perspectiva del diseño y la implementación de las políticas sociales. III.1. El marco normativo. Como no podía ser de otra manera la inestabilidad política-institucional y económica que sufrió la economía Argentina durante buena parte del siglo pasado ha tenido un impacto significativo sobre la calidad de las instituciones presupuestarias locales. En general, el proceso inflacionario que sufrió la economía Argentina por largos años derivó en una escasa preocupación por establecer adecuados sistemas gubernamentales de presupuesto y rendición de cuentas. En muy pocas oportunidades el presupuesto fue enviado en tiempo y forma al parlamento como lo establecía la constitución nacional (ver González, 2000; Molinelli et al, 1999). Tampoco funcionaron adecuadamente los mecanismos de control presupuestario ni de gestión. De la mano de la estabilidad económica, lograda en 1991, el proceso presupuestario comienza a transitar un período de ordenamiento y mayor racionalidad. Lamentablemente este período ha sido recientemente interrumpido con la crisis política y económica desatada luego de la renuncia del presidente De la Rúa. Desde el punto de vista legal, a fines de 1992 se sanciona y promulga la Ley de Administración Financiera y de los Sistemas de Control del Sector Público Nacional (Ley N° 24.156). Mediante este instrumento se organiza y regula el sistema presupuestario, de tesorería, de crédito público y de contabilidad del sector público nacional. La ley expresa en forma exhaustiva las reglas, procedimientos y responsabilidades ligadas al ciclo 11 presupuestario. Además, crea dos agencias encargadas del control externo e interno en la etapa de ejecución presupuestaria: la SIGEN, encargada de controlar las dependencias gubernamentales a través de unidades de auditoria interna y la Auditoria General de la Nación (AGN), un órgano dependiente del Congreso Nacional que complementa los mecanismos de control. Está normativa significó un gran avance en materia de transparencia y eficiencia en el uso de los fondos públicos, simplificó el sistema de información e hizo más eficaz los órganos de control. A su vez, la Ley 24.629, sancionada en 1996, establece en su Capítulo I “Normas complementarias para la ejecución del Presupuesto de la Administración Nacional” una serie de disposiciones tendientes a lograr un mayor nivel de información sobre dicho presupuesto y participación por parte del Poder Legislativo. Entre ellas cabe destacar lo siguiente: a) Obligatoriedad del Poder Ejecutivo Nacional de presentar trimestralmente información al Congreso Nacional de la ejecución del presupuesto a los mismos niveles y clasificaciones incluidos en la Ley de Presupuesto; b) Presentación antes del 30 de junio de cada año de un avance del Proyecto de Ley de Presupuesto para el ejercicio siguiente; y c) Clasificación geográfica de los gastos a nivel de actividades y proyectos y presentación de la clasificación por objeto del gasto al segundo nivel (partida principal). Los actores claves en este proceso son la Subsecretaría de Presupuesto, responsable de la coordinación y administración de las actividades que se desarrollan en las diferentes etapas del proceso presupuestario y la Oficina Nacional de Presupuesto, ubicada en la órbita de la Subsecretaría de Presupuesto, encargada de coordinar las tareas de formulación del presupuesto público. También es destacable la participación de la Jefatura de Gabinete en la asignación de recursos entre los diferentes programas y la definición de los techos presupuestarios para cada área. En el parlamento la Comisión de Presupuesto y Hacienda constituye el ámbito técnico para el tratamiento de esta ley. Sin embargo, a pesar del diseño institucional definido por este marco jurídico, el proceso presupuestario argentino presenta algunas deficiencias que con seguridad han afectando los resultados de la política fiscal y el diseño e implementación de las políticas sociales (ver Stein et al, 1999; Sanguinetti, J. 2001). Berenstein et al (2000) argumenta que los mecanismos establecidos presentan serios problemas fundamentalmente de naturaleza 12 política y que la falta de transparencia puede ser entendida como un recurso utilizado por los actores políticos para maximizar su capacidad de afianzar liderazgos personales en períodos de crisis. La siguiente sección procurará repasar las diferentes etapas del proceso presupuestario argentino con miras a la identificación de aspectos que podrían estar afectando la calidad y efectividad de las políticas sociales. III.2. El funcionamiento del proceso presupuestario En esta sección se describen las características principales del proceso presupuestario argentino en sus diferentes etapas de implementación. A. Formulación del presupuesto Características Generales: La formulación del presupuesto puede ser analizada a partir de tres etapas: la definición de las prioridades estratégicas, la elaboración de los anteproyectos y, finalmente, la elaboración del proyecto de ley. La elaboración de una estrategia (general y sectorial) de intervención incluye la definición de prioridades de gobierno, en función de las necesidades sociales, la disponibilidad de recursos y la elección de los instrumentos para desarrollar dicha estrategia. En Argentina, lamentablemente, no existe una instancia de decisión que defina esta estrategia general, ni evalúe los instrumentos de intervención más apropiados. En principio, el ámbito natural para ocupar este espacio institucional debería ser el Gabinete Nacional. Sin embargo, la modalidad ha sido que el gabinete de ministros, como cuerpo colegiado de coordinación, interviene sólo en el tramo final de la etapa de formulación del proyecto de ley (ver Recuadro 1: Cronograma del proceso presupuestario Argentino). En realidad la elección de la estrategia de intervención y los programas específicos que serán incluidos en el presupuesto se realiza en cada Ministerio u organismo descentralizado a partir de las iniciativas y propuestas de los responsables de las Unidades Ejecutoras de Programas (UEP), los cuales elaboran sus propuestas en base a los presupuestos pasados. Esta característica le introduce al proceso presupuestario un carácter inercial e incremental. No obstante, en los últimos años la constante renovación de autoridades ha propiciado la multiplicación de acciones y programas nuevos. Con la elevada inestabilidad institucional que ha caracterizado las áreas sociales muchas de estas iniciativas ni siquiera han alcanzado el estadio de anteproyecto. 13 La ley 24.152 exige que cada unidad ejecutora formule un presupuesto preliminar en el cual se definan un conjunto de objetivos, políticas e instrumentos de intervención, prioridades, productos y necesidades de insumos materiales, humanos y financieros. Este presupuesto preliminar intenta brindar la información necesaria para la discusión de la política presupuestaria general. No obstante, este instrumento pierde significatividad por su carácter indicativo y por la ausencia de una instancia de planeamiento estratégico. En la práctica la etapa de formulación del presupuesto comienza con la elaboración de los anteproyectos en cada UEP, que según la organización administrativa de la jurisdicción, corresponde a una determinada actividad dentro de un subprograma o directamente a un subprograma. Según la normativa vigente el responsable de la UEP debe elaborar el anteproyecto para la consideración por parte del nivel administrativo inmediato superior, y así sucesivamente hasta llegar al área de coordinación presupuestaria en cada ministerio encargada de la elaboración del anteproyecto para la jurisdicción. El anteproyecto incorpora los diferentes cuadros resúmenes a nivel de la categoría programática que se defina (por inciso, partida principal, partida parcial y subparcial), los cuadros de personal y demás anexos. Luego con el consentimiento del máximo responsable de la jurisdicción (Ministro del área) el anteproyecto es remitido a la Subsecretaría de Presupuesto. Recuadro 1: Cronograma y responsabilidades en la elaboración del presupuesto Las tareas de formulación del presupuesto comienzan en el mes de marzo cuando la Oficina Nacional de Presupuesto (ONP) presenta el cronograma con las acciones a llevar a cabo para la formulación del proyecto de ley de presupuesto. Éste contiene las tareas a realizar, la fecha de inicio y finalización de cada tarea y la unidad responsable en cada área. El cronograma es sometido a la aprobación del Subsecretario de Hacienda del Ministerio de Economía de la Nación. En Abril, la Secretaría de Hacienda junto a la Secretaría de Política Económica definen las proyecciones macroeconómicas y el escenario plurianual que darán sustento a la pauta de crecimiento en los recursos tributarios. A partir de estas proyecciones macroeconómicas, en mayo, funcionarios de la Secretaría de Hacienda y Jefatura de Gabinete acuerdan los niveles financieros (techos) a los que se deben sujetar las diferentes dependencias del PEN. Los techos presupuestarios son preparados por la Secretaría de Hacienda a partir de la información presupuestaria de la ONP y decididos en el ámbito de la Jefatura de Gabinete de Ministros. Es importante aclarar que esta distribución inicial de los techos presupuestarios tiene en cuenta los compromisos legales preexistentes en cada repartición. En forma simultánea a la confección de los techos, entre marzo y junio, cada ministerio y sus dependencias elaboran el presupuesto preliminar, en el cual se calcula el nivel de gasto que implica el cumplimiento de las políticas sectoriales. Este proceso tiene como objetivo establecer cuales son las necesidades de financiamiento de un programa determinado para cumplir de manera cabal con sus objetivos (presupuesto de máxima) y el piso financiero que 14 tiene cada uno de los programas y proyectos presupuestarios implícitos en el cumplimiento de esas políticas (presupuesto de mínima). A fines de junio las autoridades de la Jefatura de Gabinete de Ministros presenta a los miembros del Gabinete Nacional la propuesta de techos presupuestarios para cada repartición. A partir de ese momento las diferentes dependencias tienen un mes para elaborar los anteproyectos presupuestarios en función de los techos acordados. Luego, a mitad de junio, el Jefe de Gabinete de Ministros envía al parlamento un informe de avance con el proyecto de ley de presupuesto e informa sobre la ejecución y los desvíos del presupuesto en curso. Una vez, enviados los anteproyectos, la ONP, comienza a elaborar el proyecto de ley. En los meses que restan (agosto y parte de septiembre) se actualizan por última vez las proyecciones macroeconómicas y si es necesario se vuelve ajustar globalmente el gasto. En la etapa final se analizan en cada ministerio los desvíos de los anteproyectos y los techos presupuestarios al mismo tiempo que los sectorialistas elaboran un informe con recomendaciones a fin de ajustar el presupuesto a la disponibilidad de recursos públicos. En las últimas semanas en el seno del gabinete de ministros se realizan los últimos ajustes al proyecto definitivo que deber presentarse el 15 de septiembre en el parlamento. Una vez enviados los anteproyectos de las diferentes jurisdicciones y organismos de la Administración Pública, los sectorialistas de la ONP examinan la coherencia entre las políticas presupuestarias y los anteproyectos de gasto recibidos, se compatibilizan los créditos presupuestarios solicitados con las proyecciones de recursos y los techos previamente comunicados. Como consecuencia de esta revisión los sectorialistas de la ONP elaboran un dictamen en el cual argumentan las razones de los desvíos si los hubiera. Para la elaboración de estos dictámenes los sectorialistas utilizan un conjunto de criterios preestablecidos en las normas de administración financiera. La etapa de formulación del presupuesto concluye con la elaboración del presupuesto plurianual. Su principal objetivo es prever el financiamiento global considerando la totalidad de los gastos futuros, prever el efecto de las nuevas políticas en los próximos años y atender la naturaleza plurianual de algunos de los programas presupuestarios garantizando así su continuidad en el tiempo. Sin embargo, el resultado de la inclusión de estos presupuestos plurianuales no ha sido satisfactorio en virtud de su bajo cumplimiento. Vale la pena mencionar que este presupuesto plurianual no es considerado en la discusión parlamentaria. 15 B. Aprobación del presupuesto Características Generales. El proceso de aprobación del presupuesto se inicia a partir de la presentación del proyecto de ley por parte del Poder Ejecutivo Nacional en la fecha prevista por la Constitución Nacional (15 de septiembre). El debate parlamentario para la aprobación de la Ley de Presupuesto Nacional es igual al trámite de cualquier otro proyecto de ley. En teoría el Congreso tiene amplias atribuciones para modificar el Presupuesto. No obstante, en términos prácticos, el Parlamento ha tenido un rol menor aprobando prácticamente a libro cerrado el proyecto enviado por el Ejecutivo (Stein, et al, 1999; Makón, 1999). Cronograma y Responsabilidades. El Proyecto ingresa en la Cámara de Diputados para ser girado inmediatamente a la Comisión de Presupuesto y Hacienda para elaborar su primer dictamen. Esta Comisión puede convocar a funcionarios del PEN para aclarar aspectos de la formulación del presupuesto. Luego, el dictamen es girado a la Secretaría de Presidencia de la Cámara alta y a la Comisión de Labor Parlamentaria (integrada por los presidentes de bloques) para establecer un orden para su tratamiento. En estas sesiones se discute, en primer lugar, la política general del gobierno, las acciones realizadas y propuestas futuras que trascienden aspectos presupuestarios y, en segundo lugar, cada uno de los artículos que componen el proyecto de ley. Se presentan mociones de nuevos artículos que también son debatidos en el recinto. Con todas las enmiendas, pasa al Senado de la Nación para su consideración. Una vez sancionado por ambas cámaras, el proyecto de ley vuelve al PEN que, de no mediar reparos, lo promulga. En caso contrario, el PEN puede ejercer su derecho al veto. El 1 de Enero, el Congreso promulga la Ley formalmente y, una vez promulgada, la Jefatura de Gabinete dispone la decisión administrativa del presupuesto de gastos. No obstante las facultades otorgadas por la Constitución Nacional y la legislación presupuestaria, el Congreso Nacional ha tenido una escasa intervención en el proceso presupuestario. El nivel de aprobación del presupuesto por parte del Congreso Nacional, al igual que en otros países latinoamericanos, es exclusivamente financiero y de forma agregada (Makón 1999). Esta metodología de intervención ha originado que sean muy pocas las modificaciones presupuestarias sustantivas tramitadas por el Congreso Nacional. 16 Sin embargo, cabe considerar una participación activa de ciertos bloques parlamentarios en la defensa de la asignación de recursos presupuestarios a programas o fondos específicos. Este es el caso del programa TRABAJAR, el Fondo Nacional de la Vivienda, el Fondo Nacional del Tabaco o los créditos fiscales otorgados a proyectos industriales en las provincias promocionadas. También se ha verificado en los últimos presupuestos el veto de ciertos artículos del presupuestos que instrumentaban reformas en la Administración Pública o rebajas en los salarios de los trabajadores estatales. C. Ejecución del Presupuesto Características Generales. En Argentina existe un sistema de topes en la asignación de autorizaciones de gasto en base a la disponibilidad de recursos, independientemente de la asignación de crédito presupuestario prevista para cada programa y repartición. Este sistema trata de controlar los desvíos entre la pauta efectiva de ingresos y la ejecución presupuestaria. Se trata de un sistema de asignación trimestral de cuotas de compromiso entre los diferentes ministerios y entes descentralizados administrado por la Secretaría de Hacienda. Luego cada jurisdicción debe realizar la distribución interna de la cuota de compromiso y de devengado entre las unidades ejecutoras, dentro de los límites de las cuotas comunicadas por la Secretaría de Hacienda. Para ello, las entidades deben elaborar un reglamento interno a los efectos de permitir regular las compensaciones y reasignaciones que resulten necesarias. Un aspecto que merece ser destacado de la etapa de ejecución del presupuesto es la importante discrecionalidad que poseen los responsables de áreas para producir reasignaciones de partidas entre programas de un mismo ministerio. Esta capacidad, junto a la excesiva volatilidad en los funcionarios de gobierno, debilita el impacto del presupuesto público como herramienta fundamental para el desarrollo de políticas. Cronograma y responsabilidades. El Jefe de gabinete debe decretar la distribución administrativa del Presupuesto de gastos para lo cual se deberán desagregar los gastos y las categorías programáticas utilizadas. La ejecución se realiza a través del Sistema Integrado de Información Financiera (SIDIF). Las distintas jurisdicciones y entidades, con excepción del Poder Legislativo y el Poder Judicial, debe programar la ejecución física y financiera a fin de garantizar una correcta 17 ejecución y la compatibilización de los resultados esperados con los recursos. La ley 24.156 faculta a la ONP para dictar las normas referidas a modificaciones de los presupuestos de la Administración Nacional que ocurran durante la ejecución del presupuesto. Por otra parte, se le otorga al Congreso Nacional la responsabilidad por las decisiones que afecten el cambio en el monto o distribución del presupuesto y del endeudamiento público. Además, el Poder Ejecutivo tiene facultades para autorizar gastos no incluidos en la Ley de Presupuesto General a fin de atender socorro inmediato ante circunstancias no previstas. Los presidentes de ambas cámaras del Legislativo y la Corte Suprema del Judicial tienen amplias facultades para introducir modificaciones en sus respectivos presupuestos. Si la modificación está referida a un incremento del gasto, requerirá una sanción de ley. D. Evaluación y Control del Presupuesto Características generales. La última etapa es el proceso por el cual, a partir de la medición de los resultados de la ejecución, se analiza la eficiencia y la eficacia de la producción de los bienes y servicios utilizados para materializar las políticas y los objetivos propuestos. Los tipos de evaluación se dividen según el ámbito (global o sectorial) o bien por niveles (micro o macro). El sistema es piramidal, la evaluación se realiza a nivel de las categorías programáticas de menor nivel y sufre un proceso de agregación y compactación de la información hasta llegar a los niveles políticos más altos del gobierno. Para medir el grado de avance de la ejecución financiera del presupuesto a nivel global, institucional y programático se utilizan los estados de ejecución presupuestaria que produce el SIDIF. El hecho de que los controles son a posteriori constituye una de las mayores críticas formuladas a este sistema de Evaluación y Control, ya que no deja lugar para dispositivos preventivos ex ante. Entre las principales críticas de naturaleza técnica y política que se expone en Berenzstein et al (2000) figuran: el elevado grado de politización interna que experimenta la AGN que afecta gravemente su funcionamiento, el exceso de flexibilidad de los tiempos de la AGN para realizar auditorías y presentar informes respectivos y la incapacidad generalizada del Estado de hacer cumplir las normas (enforcement) con lo que 18 se erosiona gradual y permanentemente el sistema institucional y se deriva en la pérdida de confianza e ineficiencia de las agencias y arreglos regulatorios del Estado. Cronograma y responsabilidades. El proceso de evaluación consiste de tres etapas: la primera etapa corresponde al control de la ejecución en el cual se registra la información fiscal y financiera; se mide la producción y ejecución de los gastos y se compara lo ejecutado con lo programado. En la segunda etapa se analizan las causas de los desvíos encontrados y en la tercera, se proponen medidas correctivas con el apropiado sustento técnico que retroalimenta al sistema. En el sistema presupuestario argentino existe un control interno dependiente del Poder Ejecutivo y un control externo dependiente del Poder Legislativo. La ONP evalúa la ejecución de los presupuestos de la Administración Nacional tanto en forma periódica durante el ejercicio como al cierre del mismo. Desde 1995 esta oficina monitorea la ejecución de un conjunto de programas que cubren una porción sustancial del presupuesto. Esta evaluación es publicada al finalizar el ejercicio fiscal en la Cuenta de Inversión. Las jurisdicciones y entidades de la Administración Nacional deberán llevar registros de la gestión física de la ejecución de sus presupuestos y participar de los resultados a la ONP. Dicha auditoría interna es efectuada por las unidades ejecutoras y la SIGEN coordina a todas las unidades ejecutoras. El Ejecutivo debe presentar al Congreso en forma trimestral estados demostrativos de la ejecución del presupuesto general de la Administración Nacional. No obstante, esta exigencia no ha sido cumplimentada por parte del ejecutivo. Tampoco el legislativo ha exigido su cumplimiento. El Poder legislativo está a cargo del control externo legal de gestión y de producir un dictamen sobre los estados contables de descentralizados. 19 Administración Central y órganos IV. Principales características del proceso argentino ligado a las políticas sociales. presupuestario Según las cifras del año 2001 el gasto público social Argentino asciende a $ 60.000 millones, equivalente al 22% del PIB. La mayor parte de este gasto, prácticamente el 90%, se canaliza a través de programas universales orientados a brindar servicios públicos esenciales, tales como salud, seguridad, y previsión social, al conjunto de la población, sin importar sus características económicas, personales y sociales (SPEyR, 1998, 2000). Este componente implica un gasto de $ 1.620 por habitante. El gasto social absorbe el 63% del presupuesto total del sector público. Estas cifras incluyen la totalidad de los servicios sociales provistos por el nivel nacional de gobierno (representa el 51% del total), las provincias y el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (41%) y los municipios (8%). Como se puede advertir el nivel intermedio de gobierno (provincias y Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires) ejerce el control sobre la prestación de una amplia gama de bienes y servicios públicos universales. En tal sentido los gobiernos provinciales proveen los servicios de salud, educación no universitaria, seguridad interior, justicia ordinaria, infraestructura básica social (agua, vivienda, electricidad, etc.), a la vez que tienen una elevada participación en la gestión y ejecución de varios programas de protección social. Esto hace que cualquier iniciativa tendiente a mejorar la provisión de los servicios sociales en general, y los programas de protección social, en particular, exija del consenso y colaboración de los gobiernos provinciales. Aún cuando no existe un relevamiento exhaustivo sobre el conjunto de programas de protección social implementados desde los diferentes niveles de gobierno, estimaciones del Ministerio de Economía (SPEyR, 2000) indican que la ejecución de programas focalizados asciende a unos $ 4.0000 millones anuales. La responsabilidad sobre la ejecución de estos programas recae en igual proporción sobre la Nación y las provincias, aunque la Nación es la principal financiadora de este gasto, mediante la transferencia de recursos presupuestarios o de fondos con asignación específica. El sistema de protección social impulsado desde el Gobierno Nacional se organiza a través de las acciones realizadas desde diferentes áreas del gobierno federal y las provincias. En 20 la órbita nacional su gestión implica la implementación de más de 60 programas focalizados desde diferentes áreas del gobierno (ministerios sectoriales) conforme también a diferentes modalidades de intervención. En algunos casos los programas son formulados y ejecutados de manera centralizada según las prioridades establecidas en los ministerios nacionales y con escasa o nula participación de otros niveles de gobierno. En otros casos los programas son formulados centralizadamente pero con una elevada participación en su ejecución por parte de los Gobiernos Provinciales, los Municipios o entidades privadas (ONGs). Los programas cubren una amplia gama de problemáticas y líneas de acción. En el Cuadro 1 se indica el gasto nacional focalizado por programa de acuerdo a las principales finalidades. La información se presenta según la apertura programática incorporada al presupuesto público nacional. En esta apertura cada programa puede incluir más de una acción o actividad específica, con lo cual en estos cuadros se estaría subestimando la cantidad de programas que en cada momento del tiempo se encontraban en ejecución. De la información del cuadro se advierte cierta fragmentación en la estrategia de protección social y una manifiesta discontinuidad en la ejecución de los programas. Esta última característica se advierte con mayor fuerza en el área de la Secretaría de Desarrollo Social, entre 1994 y 1999, y Ministerio de Desarrollo Social y Medio Ambiente, a partir de diciembre de 1999. En esta etapa del presente estudio en las próximas dos secciones abordaremos dos problemas específicos de la estrategia argentina de protección social y lucha contra la pobreza. En primer lugar analizaremos los problemas institucionales de la principal área del gobierno dedicada a esta estrategia: la Secretaría de Desarrollo Social y luego Ministerio de Desarrollo Social y Ambiente Humano. En segundo término analizaremos el problema de prociclicidad y estacionalidad en la ejecución del gasto social argentino. 21 Cuadro 1: Oferta de programas sociales (por jurisdicción) en miles de pesos Programas seleccionados / Categorías programáticas Secretaría de Desarrollo Social / Ministerio de Desarrollo Social Pensiones No Contributivas 1995 1996 1997 1998 1999 2000 582.840 511.938 613.461 521.517 1.718.520 649.044 1.883.316 699.489 1.701.849 752.788 1.957.825 860.812 Protección de la vejez 18.889 Desarrollo de Unidades Económicas Solidarias 40.326 Relevamiento Poblacional Indígena 1.101 Atención de Emergencias Sociales 8.317 Implementación de las Políticas Habitacionales Desarrollo Urbano e Inversiones Sociales en Municipios 21.057 158 919 1.350 Asistencia Financiera para Infraestructura Urbana 1.531 Fortalecimiento de Comedores Escolares e Infantiles 33.298 Fortalecimiento de la Sociedad Civil 7.965 9.329 Atención de Personas e Instituciones en Riesgo o Emergencia 17.892 21.929 Protección a Ancianos con Alta Vulnerabilidad Social 30.690 Regulación y Asistencia a Institutos de Ancianos 23.149 13.225 568 Desarrollo Productivo 8.328 Desarrollo de Inversiones en Areas de Alta Vulnerabilidad Social 7.415 9.879 Desarrollo de Políticas Publicas para Atención de Menores Atención a Grupos Prioritarios Atención de Poblaciones Indígenas Asistencia Nutricional Alimentaria Fondo Nacional de la Vivienda (FONAVI) Plan Campo Unido de Desarrollo Social Agropecuario 3.668 4.854 37.227 8.596 6.614 5.599 42.715 53.654 50.151 47.302 920.870 896.955 727.204 899.713 7.963 20.071 12.288 12.907 8.408 6.176 11.380 Asistencia a la Actividad Cooperativa y Mutual Fortalecimiento de las Relaciones con la Comunidad 1.047 1.769 2.536 Políticas de Integración para Personas Discapacitadas 19.571 28.533 15.630 Atención del Estado de Emergencia por Inundaciones 61.676 89.701 92.360 Mejoramiento de Asentamientos Humanos 20.035 SIEMPRO 20.780 Programa Federal de Reconversión Productiva - Cambio Rural 16.105 Infraestructura 10.000 19.136 Fortalecimiento de las Relaciones con la Comunidad II 535 Lucha contra la Exclusión "SOLIDARIDAD" 281 Legalización y Otorgamiento de Tierras 898 22 Cuadro 1: Oferta de programas sociales (por jurisdicción) (continuación) en miles de pesos Programas seleccionados / Categorías programáticas 1995 1996 1997 1998 1999 2000 66.490 75.765 211.534 233.446 245.564 191.681 66.490 75.765 70.584 75.138 67.185 67.143 Lucha Contra el Sida y Enfermedades de Transmisión Sexual 53.090 60.684 77.145 56.641 Prevención y Control de Enfermedades y Riesgos Específicos 53.620 69.094 44.874 33.824 Reforma del sector salud 20.600 13.695 17.924 8.030 Atención de a Enfermos con Mal de Hansen 13.640 Ministerio de Salud Atención de la Madre y el niño Coberturas de Emergencia Sanitaria Apoyo al Desarrollo de la Atención Medica Ministerio de Educación Acciones Compensatorias en Educación 2.624 1.882 1.243 12.211 36.554 24.800 181.561 289.116 404.446 417.218 240.689 166.436 96.270 147.151 130.747 165.811 131.049 88.156 Evaluación de la Calidad Educativa 3.063 3.059 5.310 4.914 5.867 9.477 Crédito Educativo para la Igualdad de Oportunidades 3.064 8.245 79.165 130.662 252.957 192.694 66.992 43.887 15.431 53.799 36.781 24.916 618.177 536.932 Transformación del Sistema Educativo Infraestructura y Equipamiento Escolar Reforma Institucional de las Provincias y GCBA Ministerio de Trabajo 376.121 518.727 451.599 568.056 244 116.613 134.625 175.181 75.291 101.177 375.877 402.114 316.974 225.935 285.816 302.173 16.290 12.076 2.977 6.002 2.604 2.268 0 15.235 523 143.117 189.697 90.428 36.995 Políticas de Empleo y Capacitación Laboral Atención Seguro de Desempleo Programa de apoyo a la Productividad y Empleabilidad de Jóvenes Programa de Promoción del Desarrollo Local Programa de Empleo Privado Proyecto de Protección Social (Trabajar) Desarrollo de Capital Social Políticas de Desarrollo Región Patagónica 0 36.246 1.531 1.212 391 Ministerio de Economía Formulación de Políticas del Sector Primario 0 0 0 227.703 227.703 227.976 227.976 212.377 212.377 Ministerio del Interior 0 23.382 639 2.623 2.332 7.835 0 0 4.173 2.623 2.332 1.677 0 0 1.985 Mejoramiento Habitacional y de Infraestructura Básica 23.382 Cooperación, Asistencia técnica y Capacitación para Municipios Financiamiento a municipios 639 Fuente: Elaboración propia en base al SIDIF 23 IV. 1. El área de Desarrollo Social: En la actualidad el Ministerio de Desarrollo Social y Medio Ambiente (DSyMA) tiene la responsabilidad sobre la gestión de unos 30 programas sociales orientados, entre otras cosas, a la atención de problemas de alimentación, integración y promoción social, salud y protección de la vejez. El área fue creada en 1994 con el objetivo de coordinar toda la política social del gobierno y revertir los escasos resultados obtenidos en materia de protección social y lucha contra la pobreza. Inicialmente el organismo fue creado con rango de secretaría (Secretaría de Desarrollo Social) en la órbita de la Presidencia de la Nación. Sin embargo, con la llegada de la Alianza al gobierno, en diciembre de 1999, la secretaría fue elevada de rango, pasando a conformar el Ministerio de Desarrollo Social y Medio Ambiente (MDSyMA). Desde el momento de su creación el organismo pretendió transformarse en la “Autoridad Social” capaz de contar con las capacidades técnicas y políticas suficientes para marcar la agenda social en Argentina. A medida que se consolidaba su accionar la Secretaría fue concentrando un volumen cada vez mayor de recursos presupuestarios para enfrentar la pobreza a escala nacional. Al mismo tiempo, el organismo fue ampliando las líneas de acción a través de una multiplicidad de programas tendientes a combatir la pobreza en sus distintas dimensiones. En esta estrategia de implementación de programas que atendían poblaciones o necesidades específicas, organismos internacionales como el Banco Mundial han tenido un rol preponderante, tanto en el diseño de algunos programas como en su financiamiento. Sin embargo, con el constante aumento de estos programas y la ausencia de una adecuada articulación de políticas, la oferta programática se transformó en un conjunto de acciones aisladas sin posibilidades de impactar sustantivamente sobre la población objetivo (Repetto, 2001). Un rasgo característico de la gestión de los programa de protección social implementados por la SDS–MDSyMA es la extremada volatilidad e inestabilidad de las políticas. Al respecto, en el Cuadro 2 se han volcado para todo el período bajo 25 análisis (1994-2001) los diferentes programas de combate a la pobreza implementados desde esta órbita de gobierno. El cuadro incluye los montos de ejecución en cada programa. 26 Cuadro 2: Programas y actividades desarrolladas por la Secretaría de Desarrollo Social y Ministerio de Desarrollo Social y Medio Ambiente (en pesos) Actividades 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 23.309.397 26.681.097 8.000.000 7.032.744 2001 Alimentación Lucha contra el Hambre y la Pobreza 300.861 Complemento Alimentario para Ancianos con Alta Vulnerabilidad Social Asistencia Técnica y Capacitac. a Org. Gubern. y no Gubern. 1.932.686 888.610 Programa de Alimentación y Nutrición Infantil (PRANI) Asist. para la Const. Remodelac. y Equipam. de Comedores Escolares Programas Huertas (PROHUERTAS) 32.409.575 14.172.216 11.181.957 20.479.178 25.788.841 4.914.347 2.839.806 0 11.200.000 Programa UNIDOS 10.000.000 44.390.735 Lucha contra la Exclusión "SOLIDARIDAD" 281.113 60.949.296 Integración Social y Desarrollo Comunitario Desarrollo Comunitario Desarrollo de Unidades Económicas Solidarias Asistencia Operacional Social 52.047.419 40.326.286 7.211.578 Atención a Personas en Situación de Riesgo Vital 12.460.612 Asistencia Técnico Financ. a Instituc. Gubernam. y no Gubernam Fortalecimiento del Desarrollo Juvenil Solidario 7.865.455 8.476.894 4.793.347 9.642.225 2.612 Plan de Fortalecimiento del Desarrollo Juvenil 2.747.354 Acciones Promocionales Dirigidas a los Jóvenes 938.309 354.602 1.679.051 535.333 2.603.551 2.268.287 7.216.401 8.774.093 3.286.914 Vigorización de Roles y Capacitación de Lideres Comunitarios 1.407.084 Apoyo a Iniciativas Comunitarias 3.057.597 1.973.202 533.179 Programa de Fortalecimiento de la Sociedad Civil Promoción del Desarrollo Local (REDES) 8.328.491 Relevamiento y Desarrollo del Sistema de Org. no Gub. 1.810.216 Fondo Participativo de Inversión Social (FOPAR) (BIRF 3957/AR) 6.002.530 980.401 16.135.694 27 7.923.049 Cuadro 2: Programas y actividades desarrolladas por la Secretaría de Desarrollo Social y Ministerio de Desarrollo Social y Medio Ambiente (en pesos) Actividades 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 Grupos de riesgo Proyecto Integral de Comunidades Aborígenes en el Departamento Ramón Lista (Formosa) Acciones Promocionales para la Atención de Discapacitados 3.449.361 Acciones Promoción para la Atención de Mujeres Jefas de Hogar 761.288 400.000 0 1.417.753 382.488 Asistencia Financiera a Proyectos de Desarrollo Social Asistencia Financiera a Proyectos de Educación y Salud Implementac. del Registro Nacional de Comunidades Indígenas 279.700 1.101.316 2.937.802 2.038.055 891.904 886.984 379.411 63.952 Ayuda Directa a Personas Subsidios Institucionales Programa de Atención a Grupos Prioritarios 1.161.696 Atención Poblaciones Indígenas (INAI) Programa de Atención a Grupos Vulnerables BID 1021 OC/AR y 996 SF/AR Programa de Acción de Apoyo Integral a la Socialización de Menores Marginados en el GBA (PROAMBA) Programa de Atención de Menores en Circunstancias Especialmente Difíciles (ProAme II) BID 1111/1008) Atención a Menores (PROAME) BID ATN/SF 4862/AR 3.587.299 5.384.583 6.067.554 5.848.565 4.157.383 3.695.907 4.217.062 1.083.000 2.228.246 5.777.650 2.465.086 2.756.934 5.321.336 9.716.548 4.615.603 0 1.295.582 1.974.340 3.849.232 4.854.465 1.785.768 3.989.592 8.168.974 4.854.465 6.235.669 961.583 150.000 528.000 0 Vivienda e Infraestructura Social Infraestructura en Zonas de Frontera de la Cuenca del Plata Financiamiento a MunicipiosBIRF3860-BID830/OCAR y 932/SFAR 230.692 1.350.000 1.300.000 639.403 942.944 4.280.881 6.400.686 3.291.409 Mejoramiento del Habitat de Grupos Vulnerables 10.203.266 8.076.776 13.564.129 Provisión de Agua Potable y Desagües Cloacales 8.897.717 5.307.920 2.388.149 Acciones para el Mejoramiento Barrial. Lotes. BID/940 4.152.822 2.020.635 5.567.340 16.171.054 Desarrollo Social en Areas Front. del NEA NOA ( FONPLATA ARG 07) 3.262.401 7.578.771 4.036.789 2.959.619 2.052.885 8.262.771 17.666.005 897.753 2.520.399 Acceso a Vivienda Básica Provisión de Agua Potable, Ayuda Social y Saneamiento Básico Legalización y Otorgamiento de Tierras (ARRAIGO) Programa Regional de Emprendimientos Sociales 2.966.309 14.466.003 6.664.717 28 Cuadro 2: Programas y actividades desarrolladas por la Secretaría de Desarrollo Social y Ministerio de Desarrollo Social y Medio Ambiente (en pesos) Actividades 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 21.057.172 22.841.836 13.587.675 2001 Tercera Edad Protección al envejecimiento y la Vejez 7.547.000 Apoyo Solidario a los Mayores (ASOMA) 9.583.776 Integración Social de los Ancianos (PAIS) 1.500.000 30.689.749 Acciones Reparadoras Dirigidas a Ancianos con Alta Vulnerabilidad Social Protección a la vejez 29.710.147 157.885 Rehabilitación de Asentamientos Irregulares- Ciudad de Rosario 1.699.000 Integración Social 649.445 Subsidios al Ingreso Atención de Pensiones no Contributivas 440.721.000 511.937.577 511.839.866 699.489.714 678.538.979 752.788.794 860.812.651 21.510.674 4.503.502 1.173.237 2.465.781 2.979.497 1.419.008 19.754.589 11.592.140 5.947.000 886.506.396 Capacitación y Fortalecimiento SIEMPRO (BIRF 3957/AR) Fortalecimiento de las Relaciones con la Comunidad Capacitación y Asistencia a Mujeres 521.151 Interacción con Organizaciones Comunitarias (CENOC) Capacit. de Animadores y Promoc. de la Organiz. Comunitaria 5.633.199 Sistema Nacional de Voluntariado 980.401 80.666 Atención de Emergencias Atención Emergencias Sociales 473.572 Atención del Estado de Emergencias Sanitarias y Climáticas Asistencia para la Vuelta a Casa 976.428 Asistencia a Poblaciones en Situaciones de Emergencia Presupuesto 2.315.050 501.093.840 573.014.523 4.943.396 9.121.421 4.585.975 3.682.652 6.104.420 9.608.755 621.898.835 873.850.931 873.475.806 883.709.559 998.209.923 1.094.786.324 Número de actividades 5 7 14 28 33 26 28 21 Actividades nuevas 3 5 11 19 9 4 5 3 Fuente: Elaboración propia en base a información del SIDIF 29 Como se podrá advertir el grado de permanencia o continuidad de los programas es bastante reducido. A lo largo de todo el período analizado el área de Desarrollo Social implementó 63 programas, de los cuales sólo 16 han estado en ejecución por más de tres años. Entre los programas que podrían considerarse como más estables, aunque muchos de ellos han sido descontinuados o fusionados en este último tiempo, cabe mencionar al Programa de Alimentación y Nutrición Infantil (PRANI), el programa Huertas Comunitarias (PROHUERTAS), el programa de Promoción de Redes de Desarrollo Local (REDES), el Fondo Participativo de Inversión Social (FOPAR), el programa de Apoyo Solidario a Mayores (ASOMA) y las Pensiones No Contributivas. Cabe agregar una media docena de programas que atienen necesidades de ciertos grupos de riesgo que cuentan con financiamiento de organismos multilaterales de crédito. Una de las causas de esta volatilidad en las políticas de protección social esta ligada a la corta permanencia de los responsables del área. En tal sentido salvo Eduardo Amadeo, que permanecido en el cargo por prácticamente cuatro años (14/02/1994 al 09/04/1998), el resto ha permanecido menos de 14 meses al frente del área. Como se indica en el Cuadro 3 desde su creación, en febrero de 1994, nueve han sido los responsables del área. En el extremo, Marcos Makón ha establecido un tiempo récord al frente de esta repartición con 8 días de permanencia en el cargo. Además de esta poca durabilidad en los programas la inestabilidad institucional ha generado una extremada volatilidad en la definición de estrategias de acción por parte de la Secretaría. En el Cuadro 3 se ha volcado en forma estilizada los distintos planes e iniciativas de protección social impulsados desde este organismo. Cabe destacar el lanzamiento del Plan “Solidaridad” que procuraba la articulación de programas de los Ministerios de Salud, Educación y Trabajo con el fin de asistir en forma integral a las poblaciones más carenciadas, la idea de la Agencia Social en la cual se concentrarían todos los programas de protección social, el Seguro de Inclusión Infantil lanzado por Juan Pablo Cafiero y el Sistema Integrado de Protección a la Familia que fuera lanzado recientemente por el actual Ministro de DSyMA y la ex Ministra de Seguridad Social. En todos los casos las iniciativas han fracasado. 30 Ejec. N° de programas N° de actividades Asignación presupuestaria N° de actividades nuevas 1994 400 440 6 6 1995 691 616 8 11 5 1996 880 688 8 20 16 1997 923 865 11 34 22 1998 1.051 932 15 35 7 R. Ortega (09/04/98 -09/12/98) 1999 1.091 900 8 26 9 J. Figueroa (14/12/98 - 10/12/99) 2000 1.084 1.019 12 29 6 1.151 793 14 32 7 Luis Prol (14/02/94 -19/07/94) E. Amadeo (14/07/94 -09/04/98) Eduardo Amadeo F. Meijide (10/12/99 -12/03/01) M Makón (12/03/01 - 20/03/01) 2001 (2) sustento normativo Lombardo (Internino) (20/03/01 30/04/01) Juan P. Cafiero (30/04/2001 23/10/2001) D. Sartor (24/10/01 – 21/12/01) P.Bullrich (Ministra de Seguridad Social) multiciplicidad de estrategias Plan Solidaridad Agencia Social Seguro de Inclusión Infantil Sistema Integrado de Protección a la Familia Ley de presupuesto si (financiamiento externo) Resolusión conjunta N° Reasignación de partidas 1027/2000-MDS y MA, posterior a la sanción del N°565/2000-MS y 635/2000Presupuesto 2000 ME (18/7/2000) Propuesta ex vicepresidente ninguna (Chaco Alvarez) Pacto para la Ni ez?? ninguna dto 1.382/2001 ninguna Original Secretaría de Desarrollo Social (1994-1999) y Ministerio de Desarrollo Social y Medio Ambiente (2000-2001) Marchas y contramarchas en la gestión de los planes sociales Año Presupuesto (en Diseño program tico (3) Responsable Iniciativas program ticas mill. de pesos) (1) Fuente: Elaboración propia Notas (1) No incluye transferencias autom ticas por FONAVI, programas de deportes ni medio ambiente. (2) Ejecutado al 3 de dicembre de 2001. (3) Sólo se consideran las actividades específicas, se excluyen los programas y actividades de conducción y coordinación. 31 IV.2. Ciclo económico, político y estacionalidad del gasto social y sus diferentes componentes. Existe una amplia variedad de trabajos que tratan de explicar el porqué de la prociclicidad del gasto público3. Los modelos Keynesianos sugieren que la política fiscal debe ser contraciclica, es decir cuando se está en una recesión el gasto del gobierno debe aumentar y de esa forma sacar a la economía de esa recesión. En cambio los modelos clásicos, inspirados en Barro (1979), sugieren que la política fiscal debe mantenerse neutral frente a cambios en el ciclo de la economía. Talvi y Vegh (2000) sugieren que la prociclicidad del gasto público se debe a la imposibilidad de los gobiernos de acumular superávit durante las expansiones debido a las presiones políticas a extender el gasto. En Argentina la evidencia muestra que el gasto público social muestra un comportamiento prociclico (ver …). En la presente sección se revisan algunos de los resultados de estos trabajos, a la vez que se realizan nuevas estimaciones utilizando datos inéditos. Análisis descriptivo. En Argentina el Gasto Público Social Consolidado, es decir, el gasto en sectores sociales que realiza el gobierno nacional, las provincias (incluyendo a la Ciudad de Buenos Aires) y los municipios ha mostrado una tendencia creciente a lo largo de toda la década de los 80 y 90. Sin embargo, como se puede observar en el gráfico esta tendencia se ha visto interrumpida en diferentes momentos del tiempo por la necesidad de realizar recortes en virtud de menores niveles de ingresos públicos. Esto ha generado un comportamiento altamente prociclico por parte del gasto público social. Este comportamiento se observa en el siguiente gráfico. 3 Ver Talvi E y Vegh C (2000) y Braun (2001) 32 Prociclicidad del Gasto Público Social 120.000 350.000 300.000 100.000 200.000 60.000 150.000 40.000 PBI en millones de pesos 1997 GPS en millones de pesos 1997 250.000 80.000 100.000 20.000 Gasto Publico Social 50.000 Gasto Público Total PBI a Valore Constantes 1997 - 1980 1981 1982 1983 1984 1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 Con relación a la existencia de este ciclo de los gastos sociales inducido por el comportamiento de las variables macroeconómicas cabe resaltar el trabajo Snyder y Yackovlev (2000). En este trabajo se estudian los determinantes políticos y económicos de los cambios en los gastos en programas de protección en los EE.UU. y distintos países de América Latina. El estudio encuentra una relación positiva entre los cambios en este tipo de gastos y el PIB. Por su parte, Ravallion (2000) estudia, para el caso Argentino, el impacto que han tenido sobre el gasto social y sus distintos componentes los recortes en el presupuesto. El estudio encuentra que disminuciones en el gasto total llevan a disminuciones mayores en el gasto social. Este resultado estaría indicando un mayor flexibilidad de ciertos gastos sociales y de protección sociales en relación a otros componentes del presupuesto público. En la próxima sección se presenta nueva evidencia sobre la característica procíclica del gasto social y sus componentes. La diferencia entre los trabajos señalados y el presente es que se utilizan tanto los datos anuales que utilizan ambos estudios como datos trimestrales del periodo 1993 – 2000. Análisis Econométrico Simple. Hipótesis a testear: 33 1) El gasto social (de manera agregada como sus componentes) reaccionan más a las disminuciones del gasto total que a los aumentos. 2) El gasto social (y sus componentes) tienen un alto comportamiento prociclico (aumentan en términos per capita cuando aumenta el producto y disminuyen cuando disminuye el mismo) 3) El gasto social (y sus componentes) tienen una alta estacionalidad, concentrándose mayoritariamente en el cuarto trimestre del año. Para comprobar la hipótesis (1) se utilizan cifras anuales del gasto social consolidado del sector público Argentino del periodo 1980 – 1999. Además de considerar el gasto social consolidado se considera separadamente los componentes del mismo (asistencia social, atención de la salud, educación, trabajo y vivienda) y el gasto público no social. El CUADRO presenta los coeficientes encontrados para cada una de las variables incluidas en el modelo. Estimación por medio de 2SLS de la elasticidad para disminuciones del gasto. 0.127 2.09 2.93* Gasto p blico social (0.31) (7.33) (4.26) 1.70 0.15 0.85 Gasto p blico no social (3.69) (0.46) (1.06) 0.97 2.75 3.33 Gasto en asistencia social (0.85) (3.47) (2.21) 0.79 2.01 3.29* Gasto en atención de la salud (1.44) (5.30) (3.56) -0.02 2.42 2.80* Gasto en educación (0.03) (4.30) (2.63) 3.20 1.44 9.57 Gasto en trabajo (0.96) (0.62) (1.64) -1.26 1.58 0.67 Gasto en vivienda (0.72) (1.30) (0.29) Estadísticos t en paréntesis. (*) estadísticamente diferente de uno a un nivel del 10% de confianza Tipo de Gasto Elasticidad al cambio del gasto p blico consolidado Como se puede observar en la presente tabla existe una relación positiva y altamente significativa entre los cambios en el gasto publico consolidado total (GPCT) y los cambios en el gasto público social (GPS) y en los componentes del mismo. 34 Las elasticidades estimadas ante variaciones negativas en el GPCT son todas mayores que cero y casi todas estadísticamente distintas de uno, lo que indica que una disminución del 1% en el GPCT trajo aparejada una disminución aun mayor en el Gasto Social Consolidado y en sus componentes. En cambio, las variaciones positivas del GPCT no tuvieron un efecto estadísticamente significativo sobre el GPS y sus componentes mientras que si tuvieron efecto positivo sobre las variaciones del Gasto Público No Social Consolidado (GPNSC) pues un 1% de aumento en el GPCT fue acompañado por un aumento del 1.7% en el GPNSC). También se realizaron estimaciones usando el método de Mínimo Cuadrado en dos etapas dada la potencial endogeneidad de la variable explicativa y se estimó la elasticidad del GPS y sus componentes a disminuciones del GPTC coincidiendo con los resultados obtenidos por Ravillion (2000). Como se observa, el GPS, el gasto en atención de la salud y el gasto en educación tuvieron elasticidades estadísticamente mayores que uno respecto a disminuciones en el GPCT, es decir que un 1% de disminución del Gasto Consolidado trajo disminuciones mayores al 1% en el GPS y en algunos de sus componentes. Que los distintos rubros del gasto social no puedan ser recortados en igual proporción cuando se realiza una disminución del gasto total está potencialmente explicado por la naturaleza del gasto, es decir, en cada tipo de gasto existe un componente que puede ser ajustado mientras que otros componentes no. Para testear la hipótesis (2) sobre la prociclicidad del gasto social en Argentina se utilizarán tanto los datos trimestrales del periodo 1993 – 2000 como con los datos anuales del periodo 1980 – 1999. 35 ∆ PBI per capita ∆ desempleo (+) (-) 0.95*** 0.60 0.10* Servicios Sociales (3.10) (1.18) (1.94) 1.04* 0.56 0.22** GSNSS (1.92) (0.63) (2.32) 0.85 -1.34 -0.25 Vivienda (0.48) (0.39) (0.82) 1.66** -0.55 0.14 Educación (2.01) (0.40) (0.95) 0.28 0.75 0.62*** Salud (0.27) (0.66) (3.47) 22.36*** -1.21 -0.19 Trabajo (3.20) (0.11) (0.16) 2.90*** 1.45 0.31* Asistencia Social (3.26) (0.98) (1.96) 0.77 0.45 0.001 Seguridad Social (1.22) (0.56) (0.63) (***) estadísticamente significativo al 1% (**) estadísticamente significativo al 5% (*) estadísticamente significativo al 10% t-estadísticos en paréntesis Variable dependiente: De las regresiones realizadas con los datos trimestrales se obtiene que el gasto en servicios sociales per capita del gobierno nacional posee una elasticidad casi unitaria con respecto a aumentos del PBI per cápita pues un 1% de aumento trimestral interanual del PBI per cápita implicó en este periodo un aumento del 0,95% en el gasto en servicios sociales del gobierno nacional, mientras que una disminución del PBI no tuvo efecto estadísticamente significativo sobre el gasto en servicios sociales. Con respecto a la tasa de desempleo el aumento del 1% de la misma trajo aparejado el aumento en este gasto de un 0,1%, siendo este efecto estadísticamente significativo. Cuando se analiza la relación entre las variables reales con respecto al gasto social que no incluye a la seguridad social (GSNSS) se observa igual resultado que con el gasto en servicios sociales salvo que un 1% de aumento del PBI per capita trajo aparejado un 1,04% de aumento en el GSNSS y un aumento del 1% en el desempleo implicó un aumento del 0,22% del GSNSS. 36 Como se observa en la tabla el gasto en seguridad social no presenta una elasticidad estadísticamente distinta de cero ni para aumentos ni para disminuciones en el producto ni en la tasa de desempleo. Cuando se desagrega el gasto social en los distintos componentes del mismo se observa que existe una relación positiva y estadísticamente significativa entre aumentos en el PBI y cambios en el gasto de educación, asistencia social y trabajo, teniendo una elasticidad de 1.66, 2.90 y 22.36 respectivamente, este mismo efecto no se observa para disminuciones del PBI. El alto valor de la elasticidad correspondiente a trabajo se explica principalmente por el aumento sostenido que ha tenido este rubro del gasto desde el año 1996. Cuando se considera la reacción de los distintos rubros del gasto social con respecto a las variaciones de la tasa de desempleo se observa que el gasto en salud del gobierno nacional aumenta un 0,62% cuando la tasa de desempleo aumenta un 1% y así como el gasto en asistencia social que aumenta un 0,31% ante una variación del 1% de la tasa de desempleo. Cuando se realiza igual análisis utilizando los datos anuales entre 1980 y 1999 se obtiene: Variable Dependiente: Gasto P blico Social GSNSS Vivienda Educación Salud Trabajo Asistencia Social Seguridad Social ∆ PBI per capita (+) (-) 0.23*** 0.16* (3.35) (1.71) 0.09*** 0.08*** (4.74) (2.82) 0.008 0.01 (1.53) (1.56) 0.04*** 0.04*** (4.51) (3.26) 0.03*** 0.02*** (4.11) (2.42) 0.005** 0.003 (2.42) (1.19) 0.01** -0.005 (2.18) (0.65) 0.12** -0.07** (2.48) (2.72) 37 ∆ desempleo 335.03 (0.61) 34.00 (0.83) -32.14 (0.74) 54.40 (0.73) 36.84 (0.75) 23.92 (1.60) -58.90 (1.33) 0.19* (1.75) Como se puede observar en el Cuadro un aumento de 1 peso del PBI per cápita implicó un aumento de 23 centavos en el Gasto Social e igual variación implicó un aumento de 9 centavos en el Gasto Social neto de Seguridad Social. Cuando se considera una disminución de 1 peso en el PBI se observa una disminución de 16 centavos en el GPS y de 8 centavos en el GSNSS, reafirmando la hipótesis de que el gasto social en Argentina es procíclico. Al analizar los distintos rubros que componen el gasto social, se observa que el Gasto en Educación y en Salud responden de igual manera4 tanto a aumentos como a disminuciones del PBI per cápita aumentando y disminuyendo 0,04 y 0,02 centavos respectivamente ante el aumento/disminución del PBI per capita en un peso. En cambio, el gasto del gobierno nacional en trabajo y asistencia social aumentaron cuando aumentó el PBI pero no disminuyeron cuando este disminuyó. Una característica remarcable es el comportamiento del gasto en seguridad social es que tiene una elasticidad positiva (y estadísticamente significativa) con relación a los aumentos del producto bruto mientras que con respecto a las disminuciones del producto presenta una elasticidad negativa, presentando una comportamiento contracíclico en las recesiones. De los resultados obtenidos se desprende que solamente el gasto en seguridad social tuvo un comportamiento que pueda ser explicado por las variaciones en la tasa de desempleo del total de los aglomerados urbanos de Argentina. Con respecto a la estacionalidad del gasto social en argentina, en el siguiente cuadro se resumen dichos coeficientes obtenidos de las distintas series de datos trimestrales. 38 Coeficientes de estacionalidad, período I.1993 - IV.2000 1º 2º 3º Variable trimestre trimestre trimestre 4º trimestre Servicios Sociales 0.90 1.04 0.95 1.12 Servicios Sociales sin SS 0.88 1.00 0.94 1.19 Vivienda 0.90 1.05 0.81 1.34 Educación 0.90 1.04 1.01 1.06 Salud 0.90 0.95 0.92 1.28 Trabajo 0.72 0.80 0.89 1.94 Asistencia Social 0.88 1.10 0.88 1.17 Seguridad Social 0.92 1.06 0.96 1.06 Gasto Total 0.89 1.02 0.96 1.14 Recursos Totales 0.98 1.02 0.99 0.99 Como se puede observar en estos coeficientes (que indican por cuanto hay que dividir el valor de la serie para que no esté influenciado por la estacionalidad) existe una marcada estacionalidad en las series, observándose un alto coeficiente para el cuarto trimestre del año, ejecutando un mayor porcentaje del gasto en ese trimestre. V. Síntesis y principales conclusiones A lo largo del presente estudio se ha enfatizado sobre los mecanismos y procedimientos presupuestarios que influyen sobre determinados resultados de la política fiscal. En particular, se ha señalado la necesidad de establecer procesos presupuestarios transparentes que incluyan mecanismos de rendición de cuentas por parte de los responsables de la gestión en las distintas áreas de gobierno. Para que esta rendición sea efectiva es necesario impulsar una activa participación de la sociedad civil y de otros actores estatales, como el cuerpo legislativo y los partidos de la oposición. También se hizo hincapié en las ventajas de cierta flexibilidad en la programación presupuestaria y la periodicidad y estabilidad institucional. Sin estas condiciones es imposible realizar una efectiva planificación presupuestaria y alcanzar resultados sustentables en materia de protección social y lucha contra la pobreza. También se indicó la importancia de una correcta asignación de roles y responsabilidades a lo largo de todo el proceso presupuestario. Se enfatizo en la 4 se realizo un test de Wald de igualdad de coeficientes 39 importancia de los controles externos al poder ejecutivo por parte de las agencias de control y del parlamento. En materia presupuestaria el fortalecimiento de la capacidad institucional del parlamento es una necesidad de muchos de los países de América Latina. Para el caso argentino el estudio relevó algunas de las dificultades que se plantean en la formulación y ejecución de las políticas sociales. En lo que sigue se plantean estas deficiencias a lo largo de todo el ciclo presupuestario: Formulación: • No existe un ámbito para establecer una programación estratégica. Esto quiere decir, una estructura de decisión que defina los objetivos de política en las diferentes áreas de gobierno y establezca las mejores estrategias de intervención para cada área, de manera de cumplir con dichos objetivos. Esta es una característica general de todo el sector público Nacional. • La formulación del presupuesto se realiza en forma descentralizada (a partir de las propuestas elevadas por cada unidad ejecutora de gasto) siguiendo una estrategia de tipo inercial en la cual no se exigen evaluaciones posteriores ni rendición de cuentas. • El diseño y la formulación de programas (en particular los de índole social) no están sujetos a criterios o mecanismos preestablecidos. No existe un control de calidad para la formulación y diseño de programas específicos. • En general la formulación de programas se realiza sin tener en cuenta el cronograma y los tiempos del presupuesto. En los programas sociales, y muy particularmente aquellos ligados al combate a la pobreza, la formulación de los programas depende de los tiempos del funcionario de turno. • El sistema argentino de presupuesto público incluye un mecanismo de planificación, llamado presupuesto preliminar, diseñado con el objetivo de establecer un sistema de información presupuestaria que ayude a la planificación estratégica. No obstante, la efectividad de este mecanismo no ha sido satisfactorio. • La Oficina Nacional de Presupuesto (ONP) posee un cuerpo de sectorialistas encargados de la revisión de los anteproyectos de las distintas áreas de la administración pública. Estos sectorialistas evalúan la consistencia de los objetivos, 40 metas y crédito presupuestario de los distintos programas incluidos en el presupuesto. • Una alta proporción de los créditos presupuestarios se originan en leyes que asignan derechos adquiridos a personas, sectores o regiones determinadas (seguros sociales, transferencias a provincias, Fondos con asignaciones específicas, intereses de la deuda, etc.). Esto introduce una fuerte rigidez en todo el proceso presupuestario. Por ejemplo, en el área de desarrollo social más del 80% del gasto en programas de lucha contra la pobreza son pensiones graciables (subsidios al ingreso) otorgados por leyes nacionales a determinadas personas seleccionadas discrecionalmente por los miembros del parlamento argentino o a ciertos grupos de riesgo (madres de 7 hijos o más, ex combatientes de la guerra de Malvinas, etc.). • El parlamento ni sus comisiones participan en la formulación del presupuesto. No obstante si son los responsables de muchos de estas normas que generan obligaciones que exceden los plazos de un presupuesto o generan derechos adquiridos. Aprobación • No obstante las facultades otorgadas por la Constitución Nacional y la legislación presupuestaria, el Congreso Nacional ha tenido una escasa intervención en el proceso presupuestario. El nivel de aprobación del presupuesto por parte del Congreso Nacional, al igual que en otros países latinoamericanos, es exclusivamente financiero y de manera agregada. Es decir, no existe en Argentina un análisis profundo y exhaustivo sobre la estructura y asignación del proyecto de ley de presupuesto público. Sólo son observadas ciertas partidas de transferencias y subsidios que importan a los legisladores por su filiación o región de pertenencia. • Nunca el congreso sugirió modificaciones sobre el diseño de determinado programa. Tampoco ha sugerido cambios en las proyecciones macroeconómicas. Ejecución • A partir de la información de la ejecución presupuestaria se observa cierta inestabilidad en las prioridades establecidas en el presupuesto. Esta inestabilidad 41 esta relacionada con las facultades otorgadas a los responsables de los Ministerios y Secretarías para realizar reasignaciones presupuestarias entre programas de un mismo ministerio y a cierta discrecionalidad de la Secretaría de Hacienda para otorgar los permisos para comprometer recursos de los programas (cuota de compromiso). En el área de desarrollo social, por ejemplo, durante los años 1994 y 2001 se observaron fuertes fluctuaciones en la asignación del crédito original (el aprobado por el parlamento), el crédito vigente (que resulta después de las modificaciones introducidas en cada área una vez comenzado el ejercicio fiscal) y el monto finalmente ejecutado por cada programa. • Uno de los principales problemas que presenta la estrategia nacional de lucha contra la pobreza es su elevada fragmentación. Esto genera un bajo impacto de las políticas y una cobertura deficiente. En el área de desarrollo social, por ejemplo, entre 1994 y 2001 se implementaron más de 60 programas focalizados que procuraban atender necesidades sociales de diversos sectores de riesgo. De este conjunto de iniciativas sólo 16 programas han completado cuatro años de ejecución. Este resultado indica una excesiva volatilidad en el diseño e implementación de políticas y un uso poco eficiente de los recursos públicos, dado los altos costos de aprendizaje que conllevan estos programas. A primera vista podría pensarse que la estabilidad de estos programas depende de una adecuada identificación de los beneficiarios (niños con necesidades alimentarias, tercera edad, etc.) nucleados en alguna institución con alta representación social. Este es el caso de programas como el ASOMA, PRANI, REDES, TRABAJAR, etc. En otros casos la estabilidad de los programas se explica por la existencia de fuentes de financiamiento más permanentes (fondos con asignación específica) o financiamiento de organismos internacionales de crédito. • Como consecuencia de un sistema de coordinación macroeconomica defectuoso el gasto social y sus diferentes componentes presentan un comportamiento prociclico. Esta tendencia es más clara en los programas de protección social que no representan derechos adquiridos para sus beneficiarios. • Por otro lado, se observa una marcada estacionalidad en la ejecución de los gastos sociales, algo que no presenta ningún tipo de justificativo. 42 Control • El sistema presupuestario argentino establece dos instancias de control de las políticas públicas. El control interno realizado por la SIGEN y el externo de la AGN. Lamentablemente es poco lo que se sabe sobre la efectividad de estos organismos. Existe la presunción que ambos organismos enfatizan el control de legalidad, descuidando el control sobre su efectividad y eficiencia (falta avanzar aquí). • En el plano social existe una entidad especializada en el ámbito del Ministerio de Desarrollo Social (SIEMPRO) que se ocupa del monitoreo y evaluación de los programas sociales. No obstante, la efectividad de esta institución ha estado limitada al ámbito de su jurisdicción (Ministerio de Desarrollo Social). Probablemente la institución tenga los recursos técnicos y financieros para ejercer un mayor control de las políticas sociales, no obstante carece de la autoridad política para ejercer dicho control en el conjunto de áreas sociales. • El Congreso Nacional tiene una escasa participación en los mecanismos de control de las políticas sociales implementadas por el Poder Ejecutivo. 43 BIBLIOGRAFíA Alesina, A., R. Hausmann, R. Hommes and E. 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