Documento descargado de http://www.revclinesp.es el 01/12/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. REVISTA CLÍNICA ESPANOLA 1'/1111 Director: C. JIMENEZ DIAZ. Secretarios: J. DE PAZ y F. VIVANCO Redacción y Administración: Antonio Maura, 13. Madrid. Teléfono 22 18 29 15 DE JULIO DE 1950 TOMO XXXVIII NUMERO 1 REVISIONES DE CONJUNTO HORMONA ADRENOCORTICOTROPA (ACTH ) Y CORTICOSTEROIDES J. OE LA HIGUERA ROJAS y J. GÁLVEZ MONTES Interno. Profe11or Adjunto. CAtedra de Patologla General. Prof. ORTIZ ot: LA..'-"DÁZURI. Granada. SUMARIO: Hormona adrenocorticotropa: Propiedades.--Esteroides corticales: sus propiedades.- Efectos fisiológicos del ACTH y de los corticosteroides: 1) Efectos fisiológicos del AcrH. 2) Efectos fisiológicos de los esteroides corticales. Acción del ACTH y de los esteroldes 11-oxi sobre el cuadro hemático. Acción sobre la eliminación de ácido úrico.-Desarrollo de un estado refractario al AcrH.-Acciones terapéuticas del ACTH y de los corticosteroides.-Aplicaciones terapéuticas ct.el AcrH y la cortisona. Acción de la DOCA y la vitamina C.-Reumatismo y alteraciones del metabolismo mineraLReumatismo y antihialuronidasa.-Modos de obtención del AcrH y de la cortisona.-Porvenir y riesgos de estas medicaciones. El gran interés que ha despertado en estos últimos tiempos el descnhrimiento de HENCH y colaboradores sobre los efectos- calificados de dramáticos--de la hormona adrecorticotropa (ACTH) y de la cortisona nos parece motivo que justifica sobradamente esta revisión. Estimamos necesario el ha· cer unas breves consideraciones sobre el origen, aislamiento y modo de acción de estas hormonas para hacer después una enumeración de sus efectos terapéuticos tratando a la vista de los conocimientos fisiológicos expuestos explicar su acción far· macológica. HORMONA ADRENOCORTICOTROPA (ACTH) Entre las diversas hormonas elaboradas por el lóbulo anterior de la hipófisis fué la hormona corticotr6pica de las últimas en ser aisladas, aunque de modo impuro. Fueron especialmente SAYERS y colaboradores, los investigadores que aislaron esta hormona indicando que se trataba de una proteína que constaba de varias fracciones, las cuales estimularían la producción de esteroides corticales. El Profesor LI, en una reciente comunicación, nos habla del ACTH considerándola como una mezcla activa de péptidos cuyos efectos podrían ser valorados en ratas hipofisectomizadas fundamentalmente por tres vías: por su acción sobre la corteza adrenal, por el llamado test de mantenimiento (es decir, por conservar el peso del cuerpo y de las adrenales tras la hipofisectomía) y por el test de deplección del ácido ascórbico, que se inicia rápidamente y se prolonga durante varias horas. Su tiempo de vida media es de cinco minutos, lo cual vemos es muy breve comparado con el de la hormona del crecimiento, que es de siete horas. Es destruida por las adrenales, el riñón y el hígado. Hemos avanzado, pues, mucho desde que el propio LI y EvANs extrajeron aquella hormona cuyo peso molecular era de 20.000, con punto isoeléctrico de 4,75 a 4,80, soluble en agua y resistente al calor. En solución neutra o ácida decinormal aun tras ebullición, es incoagulable; puede destruirse, sin embargo, tras un tratamiento con ácidos fuertes o con la pepsina. Un extracto etéreo del líquido que flota secado da lugar a un polvo amarillo, el cual contiene una mezcla de péptidos que conservan la primitiva actividad hormonal. El peso molecular original de 20.000 se convierte en 1.200, lo cual hace suponer que estos péptidos están compuestos de una mezcla-por término medio--de ocho aminoácidos. Esta mezcla puede ser fácilmente fragmentada y separada con papel cromatográfico. dando lugar a una sustancia unas 18 veces más activa que el extracto primitivo. Por ultrafiltración e iontoforesis, MoRRIS y MORRIS han extraído un péptido al parecer homogéneo, cuya actividad es diez veces mayor que la de la hormona de SAYERS y que ha sido designado por sus descubridores con el nombre de péptido adrenocorticotrófico (ACTP). El ACTH se produce en el lóbulo anterior hipofisario y su excitante selectivo parece ser la baja concentración sanguínea de corticosteroides, lo cual origina la descarga de la hormona hipofisaria y la excitación de la corteza adrenal (TEl>PERMAN, EN· GEL y LoNG). Documento descargado de http://www.revclinesp.es el 01/12/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. 15 julio 1050 REVISTA CLINICA ESPAÑOLA 2 La ablación bilateral de las supr arrenales origina una disminución del número y tamaño de las células acidófilas hipofisarias con pérdida simultánea de las g ra nulaciones y marcados cambios de regresión en el aparato de Golgi. H ay igualmente disminución de los basófilos (REESSE. KoNEFF y Am::'IIOTO). Sin embargo. parecen ser las células C'osinófilas. las primeras en degenerar tras la ablación cortical (HEDIBECKER y ROBF) hC'cho que parece evidentemente de naturaleza hormonal. puesto que la sección de las fibras nerviosas que unen la hipófisis con el núcleo paraventricular. origina desaparición de los basófilos. persistencia de los eosinófilos セᄋ@ de la morfología normal de la corteza adrenal. FIXERTHY y BRISEXO-CASTREJO:-\ extirpan sólo una adrenal y observan cómo se produce un marcado aumento de los eosinófilos dC'l lóbulo anterior. Hlrcr:s:s A.C.f.H, . + . セN@ HZMN。エャ|G gcセadvゥrp@ エセ L@ toliculo-c,tlセNLA。Gャエ・@ .,, COR':'!r A'.. Z. FASC!Cl::.AA-" ESTROG&JfOS Fig. l. Acción ()el ACTH sobre la co1·leza adrenal. efecto que se acentúa al colocar el animal a bajas temperaturas. Parece, pues, probable que el origen del ACTH radique en las células eosinófilas de la hipófisis. No todos comparten esta opinión, pues D' ANGELO, GORDON y CHARIPPER han observado descenso de los eosinófilos y aumento de los basófilos y cromofilos de la hipófisis coincidiendo con aumento del ACTH, hecho que sólo han podido observar en los cobayas. Recordamos un hecho clínico que parece apoyar la hipótesis del origen basófilo del ACTH ; esta hormona, como veremos después, es capaz de originar tras una prolongada administración cuadros que recuerdan la enfermedad de Cushing y sabemos que este morbus anatomopatológicamente se caracteriza por hiperplasia de los elementos basófilos de la glándula pituitaria. La cantidad de hormona adrenocorticotrópica que puede extraerse de la hipófisis es de un 20 por 100 del peso de su lóbulo anterior: de un perro cuyo lóbulo anterior pese 60 mgr. se extraen 12 mgr. de ACTH y de la hipófisis humana unos 20 mgr de un peso medio de lóbulo anterior de 100 mgr. La descarga que tras un esfuerzo se <produce es aproximadamente de un microgramo por hora en la rata (SAYERS y SAYERS), t eniendo la glándula de dicho animal-por término medio- 100 microgramos de la hormona. En Pl hombn' podrían ongmarsc tras esfuerzos hasta 10 mgr. en brev<' ti<'mpo (SAYERS. BURNS, MEHI\IN y SAYERS). ャセ stero iャes@ CORTICALES. Sabemos qul' las adrenales. th•sdt· el punto de vista histológico, SC' componen dl' un conjunto \Gャオ。セᄋ@ qu<'. por sus C'SpecialC's caractC'rísti<.'as dan a la glándula una estructura estratificada. Las células, dC'sdC' la parte más pC'riférica a la más Cl•ntral, limitan le con la medular. ticm•n una morfología distinta· las más superficialrs adoptan una disposición aplanada. fusiforme, que recuerda a la dl' las eélulas fibroblásticas. DC' é-stas han de difl·n·nciarsl' las <¡m• compom•n zonas más profundas qtH' conocemos <'On los términos dr glomerular. fasckular セ@ rl'ticular. En la prinwra hay un mayor aeúmulo lípido, y Pst:'t constituida por células ¡wqtll•ñas t·on afinidadt•s tintoriales basófilas v eosinófilas. La zona fascicuhu dP células más diferl'nciadas, muy ricas t>n lipoidcs. más \'Oiuminosas ron forma poligonal y ron nspccto vacuolar (('spongiocitos l. adopta una 、ゥセーッウ」ョ@ en harl'S. como indica su nombrr. En la zonn retieular· lns células til•ncn unn estructura granular, mostrando l'Stas granulaciones una afinidad tintorinl muy sclf ctiva ィ。セBゥ@ los colorantt>s ácidos. Sn:a-.; ZWI:l\IER, lns células corticalC's idnn pasando d(·'>d<' In ¡wriferia hacia la zonn más ccntml. por una Sl•ric di' estadios que podríamos d ·signar· como: di]' rr nr.iacián (que SP inicia en las células fusiformes drscritas más arribn). a la qut:> seguiría unn fa¡;e de W'llnliLlurióil de lípidos; en tl rccr lugar, un st dro dt rluiJo ·ar ' J , ' 1 secretorw, y, finalmente , procesos de degeneración en las células próximas al tejido medular. Hemos de citar la existencia de una zona situada entre la r eticular y la medular, muy marcada en los primeros períodos de la vida, que se designa como zona X, y a la que GROLLMAN llama t ejido androgénico, con lo que pretende designar la mis ión a C'lla encom endada. Como vemos por el esquema núm. 1, la zona g lomerular parece encargada de la secreción de los esteroides C-11-desoxi en relación con el metabolismo hidromineral (DEANE, SHAW y GREEPS). La acción que sobre ella ejercería al ACTH sería poco marcada. La zona fascicular sería la más afectada por la excitación hipofisa ria.; su actividad secr etor a se orienta sobre los esteroides C-11-oxi en relación con el metabolismo glúcido. Entre estos est eroides ocuparía la cortisona un destacado lugar y sería la más selectivamente influída en su secreción. En ciertas circunstancias, por ej emplo, en la administración de aloxana con objeto de producir diabetes experimental, se ha podido evidenciar la hipertrofia de la zona fascicular (APPLEGARTII ). No parece muy aventurado el vislumbrar una cierta relación entre ambos f enómenos y entrever el origen o al menos cierta influencia en ia producción del trastorno diabético, ya que, como dijimos, en dicha zona fascicular se segregan los esteroidC's en relación con el metabolismo de los hidrocarbonados. En la diabet es aloxánica-cuyo mecanismo se desconoce-hay ausencia de lesiones pancreáticas, y el hecho de su acción sobre las suprarrenales puede s er uno de los factores que influyan en su producción. La zona X iría disminuyendo de espesor hasta desaparecer en los períodos adultos. La aparición de la pubertad con la secreéión androgénica la baria Documento descargado de http://www.revclinesp.es el 01/12/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. 'roMo xxxvttt involucionar, y al igual que la zona fasta. aparecería tras la hipofisectomía. En los I•n•v·•' adultos esta zona reaparecería tras la castración. Su presencia está condicionada por la acción de la hipófisis, que actuaría sobre ella por mediación de las hormonas gonadotrópicas, ya por la hormona lutcinizantc o por la asociación de ésta con la foliculocstimulantc. Los andrógenos, como ya hemos dicho, la harían desaparecer. En las hembras su desaparición gradual parece estar ligada, justamente, a la formación de adrenostcroides de acción androgénica (CHESTER) . Al comienzo del embarazo también degenera, lo cual por lo ya señalado no podemos atribuir ni a la progesterona ni a los andrógenos. Tras la gonadectomía observa PECZENIK disminución de las suprarrenales en los machos y aumento de tamaño en las hembras. KEYES observa cómo la citada extirpación de las gonadas ocasiona una serie de modificaciones estructurales en las adrenales, que pueden r esu mirse como: hiperplasia nodular en la zona fascicular. Estas alteraciones pueden ser prevenidas por la administración de testosterona (por implantación de micropelets), tanto pn machos como en hembras. La alimentación ejerce asimismo influencia sobre las secreciones de la corteza adrenal: una dieta muy rica en caseína (90 por 100) mantenida durante períodos de novt>nta a ciento treinta días determina una reducción del crecimiento corporal junto a hiPl'rlrofia de las adrt>nalt>s, en las cuales hay cambios morfológicos, tales como aumento de la vacuolización y del contenido en lipoides. Este efecto sería similar al de la progesterona y contrario al de la hormona folicular. y parece estar relacionado con un aumento de la actividad gonadotrópica hipofisaria (TUCHMANK-DUPLESSIS, ASCHKENASY y ASCHKENASY). EFECTOS FISIOLÓGICOS DEL ACTH TEROIDES. 1) 3 "'fOOSTEROIDES :"<t'"ERO 1 Y 3obre la orina, y como consecuencia de la secretón adrenal excitada, se origina un aumento de la excreción de 17-cetosteroidcs y de la cantidad de potasio urinario con descenso de la eliminación de sodio. Sobre el metabolismo de los hidratos de carbono actúa elevando, aunque débilmente, el glucógeno sanguíneo al mismo tiempo que disminuye ligeramente el glucógeno hepático. Sobre la circulación ejerce pequeña influencia elevando muy discretamente la tensión arterial. Tiene además el ACTH efectos inmunológicos, aumentando los anticuerpos circulantes. Ha podido ser demostrado por HtnlE que el hipotálamo, en su porción anterior, juega un importante papel en la producción de anticuerpos. De otra parte se ha demostrado que las lesiones en la proximidad del hipotálamo hacen decrecer la producción del ACTH ELEVA Ret.enoion de C l. y Na Secreción de cortisona RQl . a.uricoj creatint. セ@ Actlv. antihtnluronica. MKセ@ Metab. hidrocarbonado Elimina. cetosteroides セKMイ@ Polinuc.ledN?!I .•.•....• TQns.arter.(dGbilmen. I セTMイ N 1 t roge no u r 1Ha r 1v .... Mイセ@ E'os1nofllo9 GMKセ@ DE LOS CORTICOS- ... :Oinfocito_, Potasem.za Ef('ctos fisiológicos del ACTH. Sabemos que la hipofisectomía acarrea la atrofia de la corteza suprarrenal, fenómeno al que no sigue hipertrofia compensadora. Estos efectos han de ser atribuidos a la hormona adrenocorticotropa. Como indicamos anteriormente, no todas las zonas de la corteza se afectan de igual forma tras la hipofisectomía, y así, por t>jemplo, la zona glomerular es en cierto modo independiente de ella . La zona fascicular es la que St' afecta más directamente y la que da lugar mediante la C'xcitación por aquélla, a esteroides del tipo de la cortisona. La zona reticular se influye poco por el ACTH. En cuanto a la zona X la hipófisis tiene efectos sobre ella, pero no por la hormona adrenocorticotropa, sino por las gonadotropinas. Además de los efectos del ACTH que determinan cambios morfológicos, dicha hormona da lugar a una serie de efectos bioquímicos, tales como deplección en el contenido en ácido ascórbico adrenal que sirve de test para la medición de su actividad (SAYERS. SAYERS y WoooBURY). Aumenta la concentración de colesterina en un 50 por 100, fenómeno de comienzo muy precoz pues se origina a las tres horas-para ir decreciendo hasta llegar a la normalidad a las veinticuatro horas. Ejerce el ACTH marcado efecto sobre el cuadro hemático, dando lugar a un descenso de la cuantía de eosinófilos y linfocitos, con simultáneo aumento de la cantidad de nt'utrófilos. Mイ +-+--+-+-+-+-+-+-+-. DECRECE Fig-. 2. Principales efectos ele! ACTH. por parte de la hipófisis. Nos parece, pues, que ambos fenómenos deben de guardar una cierta relación. ya que, como dijimos anteriormente, dicha hormona aumenta el poder inmunitario del organismo por la elevación en la producción de anticuerpos. Lr atribuye al ACTH 17 efectos. que a continuación resumimos : 1) 2) 3) 4) 5) 6) 7) ) 9) 10 l Retarda el desarrollo corporal por su acc10n antagónica sobre la hormona de Evans. Aumenta la excreción de セ。@ y de K. Aumenta el contenido de aminoácidos libres en el plasma. Produce glucosuria e hiperglicemia en las ratas, pero no en los gatos. Aumenta la proporción de grasa del cuerpo. Aumento el tamaño del hígado y la lipoidosis hepática. Aumenta los cuerpos cetónicos Pn la orina y sangre. Disminuye la fosfatasa alcalina. Origina una defectuosa condrogénesis y osteogénesis de la tibia. Da lugar a un adelgazamiento de la epidermis, atrofia de las glándulas sebáct'as y del crecimiento capilar. Documento descargado de http://www.revclinesp.es el 01/12/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. W jutlo Hl50 REVISTA OLINIOA MSPAÑOLA 11) 12 ) 13) 14) 15) 16) 17) Origina la involución del timo y de los nódulos linfáticos con disminución y lisis de los linfocitos. Disminuye el número de eosinófilos circulantes. Aumenta el esfuerzo y trabajo corporal. Aumenta la resistencia de la rata normal al frío, al hambre y a la baja presión atmosférica. Facilita la regeneración de las adre na les en las ratas hipofisectomizadas. Inhibe los efectos de la insulina sobre la glucogénesis en animales normales. pero no en los hipofisectomizados. Inhibe el desarrollo de los caracteres sexuales secundarios masculinos de las ratas normales, pero no de las hipofisectomizadas. por MASON, KENDALL y col. (1936) y sintetizado a partir del ácido desoxicólico por LARDON y REICHSTEIN en 1943. Compuesto B o corticostcrona, también aislada por MAsoN y Kr.:NDALL y sintetizada por Von Euw, LARDON y RICIISTEIN en 1944. Compuesto E, la célebre cortisona, o 17-hidroxi11-dehidro-corticosterona, aislada por kセ[ndal@ y s intetizada por SARELL en 1945. Los esteroides oxigenados en el C-11 actúan preferentemente sobrt' el metabolismo hidrocarbonado Se ha observado también cómo el ACTH aumenta la actividad antihialuronidásica. Ya veremos después cómo esta acción puede tener relación con sus efectos notables en los procesos reumáticos. 2 cort ic エ・セpゥャ@ |ャセイero na@ (S 10 B) ( /\¡'"" ,l(e'\<1•1\ ,I,JoJ Efectos fisiológicos de los esteroides corticales. Los efectos fundamentales que estos compuestos ejercen sobre el metabolismo acuoso y electrolítico, sobre el metabolismo hidrocarbonado y proteico, su acción anabólica y sus efectos androgénicos se deben a la composición química distinta que presentan condicionada por la situación que en el núcleo básico ciclopentano-perhidro-fenantreno ocupan los distintos grupos hidroxilico acetoxílico en C-11 y en C-17. Haciendo una separación de los dos grupos fundamentales de esteroides corticales, tenemos: 11-Desoxz: de acción fundamental sobre el metabolismo inorgánico. Sus representantes más destacados son la 11-desoxi-corticosterona sintetizada por STEIGER y REICHSTEIN en 1937, y cuyo acetato se emplea más comúnmente como agente terapéutico conocido como DOCA. El 11-desoxi-17-hidroxicorticosterona o compuesto S. Como vemos, en estos compuestos hay de común la ausencia de O en el C-11. La acción fundamental que tienen sobre el metabolismo inorgánico se hace merced a un efecto directo sobre los túbulos renales, aumentando la reabsorción de sodio y la eliminación de potasio. Asimismo, y por un mecanismo hasta ahora desconocido, regulan el equilibrio acuoso y electrolítico de las membranas celulares, endotelios capilares y barrera intestinal. Esta acción sobre el metabolismo del Na y K da lugar a efectos secundarios sobre la regulación hídrica de los espacios extra e intracelulares. El origen de estos corticosteroides-como ya señalamos-tiene lugar principalmente en la zona glomerular, y hay hechos de experimentación que parecen confirmar este punto de vista; la administración a las 'ratas de una dieta deficiente en sodio da lugar a un marcado descenso de la cuantía de lipoides totales y de colesterina de la susodicha zona glomerular y de la parte externa de la fascicular. Si la dieta administrada es también carente en potasio, la zona afectada es exclusivamente la glomerular (NICHOLS). En cierto modo la zona fascicular juega un papel- aunque escaso- en la producción de corticosteroides 11-desoxi. Esteroides 11-oxi. La presencia de O en el carbono 11 hace adquirir a los esteroides corticales efectos destacados sobre el metabolismo orgánico. Los principales esteroides de este grupo son: 11-dehidro-corticosterona, compuesto A, aislado Flg. 3. y proteico y sobre el sistema hematopoyético. Sus efectos más notables son: Aumentan y facilitan la conversión de los hidrocarbonados en glucógeno. Facilitan la conversión de las proteínas en glucógeno (neoglucogenia). Facilitan la desaminación de los aminoácidos y la conversión de ceto e hidroxiácidos en hidrocarbonados. Disminuyen la oxidación de los hidratos de carl;lono utilizables. Sus efectos hematopoyéticos son similares a los del ACTH, produciendo descenso de eosinófilos y linfocitos y aumento de neutrófilos. Hay que hacer constar que el efecto sobre el metabolismo de los H. de C. no parece exclusivo de los esteroides 0-C-11, pues la DOCA en pequeñas cantidades tiene acción sobre dicho metabolismo. Sin embargo, parece ser que este efecto es indirecto: la DOCA- en cantidades pequeñas da lugar a un déficit de la secreción de los esteroides oxigenados en el C-11, efecto que es mayor en los animales adrenalectomizados. En estos casos aumerrta la tolerancia a la glucosa, siendo, pues, una verdadera Documento descargado de http://www.revclinesp.es el 01/12/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. [MNゥmセro@ •roMo xxxvnt AOTH Y OORT!COSTEROIDES 1 sustancia "antidiabetógena" (CHENG y SAYERS). Si se administra en cantidades mayores, tiene una acción similar a la de los esteroides 0-C-11, por actuar inhibiendo la r eabsorción de la glucosa por el túbulo renal. Esta acción de la DOCA sería por un lado indirecta (frenando la secreción de ACTH) y directa, dando lugar a una verdadera atrofia de las adrenales (CHENG y SAYERS). C) D) Ya hablamos anteriormente del posible mecanismo de acción del ACTH por intermedio del diencéfalo, y que los hechos, conocidos y probados, sobre la acción que esta importante parte del sistema nervioso juega en la regulación del cuadro hemático, * * * Hay ciertas acciones, como hemos visto, que son comunes al ACTH y los corticosteroides, por lo que corti costセャ@ Paso de los eosinófilos a los espacios tisulares: un estudio de los tejidos de la rata después de la inyección de la hormona no demuestra aumento del número de eosinófilos Es posible que se produzcan modificaciones en el reparto de los eosinófilos en la sangre circulante. DES l t - OBSOXl )fl"' l ' nck H6 y C! cHjMョーオN Cl{, キ セャN^@ セエャ@ B Jot: ヲ|⦅MイセjNL「 |NH@ dll! ,,t.i:if(er ) Re.tc.h- lll] セI|@ H. セ@ o Fig. 4. algunas de ellas, que tiene gran importancia para el estudio de sus acciones terapéuticas, las estudiamos conjuntamente. Acción del ACTH y esteroides 11-oxi sobre el cuadro hemático. Desde los trabajos de THORN, FORSHAM, PRUNTY y HILLS se pudo ver que el descenso de eosinófilos y linfocitos constituía una prueba de la función suprarrenal, pues en estados de déficit funcional no se liberaría cortisona. En aquellos casos en los que el defecto radicara en la hipófisis por falta de estímulo corticotropo, la prueba de THORN con el ACTH sería positiva. Este efecto es negativo para diversos esteroides, y en un número crecido de ellos experimentados por SPIES y STONE no hubo r espuesta alguna. Con el ACTH hubo reacción manifiesta. No eXJperimentaron con cortisona. Para explicar el efecto eosinopénico y linfopénico del ACTH y la cortisona se puede pensar en varias hipótesis (MACH , BRÜGGER, DELLA SANTA y FABRE): A) B) Destrucción de los eosinófilos en la sangre; hecho que no ha podido demostrarse. Inhibición de la médula ósea. Tampoco se ha confirmado esta hipótesis: el número de eosinófilos tras la inyección de ACTH permanece invariable en la médula. evidencian la relación existente entre dicha hormona y aquel centro. Las lesiones experimentales que en el diencéfalo han logrado producir, RUI y CosTA determinan asimismo una caída del número de eosinófilos en la sangre circulante. En el hombre la excitación indirecta-por el aire-, como ocurre tras el neumoventriculograma, determina igualmente una eosinopenia con neutrofilia. HOFF, por otra parte, ha podido demostrar cómo tras las crisis epilépticas decrece el número de eosinófilos. MAcH y col. se plantean el problema de si la acción del ACTH es un fenómeno primario o si se realiza por intermedio del sistema nervioso vegetativo; para ello inyectan junto a esta hormona, dihidroergotamina, y observan la abolición de la respuesta eosinopénica, con lo que parece quedar demostrada la intervención del sistema nervioso en dicho fenómeno. Las causas del descenso de linfocitos permanecen oscuras. En experiencias "in vitro", robetsセ@ ha fracasado al intentar demostrar una acción directa de las hormonas corticales sobre los linfocitos. Por ello se piensa que los cambios esenciales han de radicar en una disminución de la maduración y de las divisiones mitósicas de los linfocitos jóvenes. Hay quien piensa que el descenso de los linfocitos (DELAUNAY, DELAUNAY y LEBRUX) se debe a una disminución del aflujo sanguíneo a los tejidos linfáticos. Todo, como vemos, es confuso cuando se habla de la acción de estas hormonas sobre dichos elementos sanguíneos. pues mientras YOFFREY y Documento descargado de http://www.revclinesp.es el 01/12/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. 1.5 julio 1950 REVISTA OLJNIOA mspaセol@ BAXTER observan junto a la regresión de estos tejidos linfáticos con el ACTH la proliferación e hiperplasia de ellos con los corticosteroides; FRADA, por otra parte, trata con éxito cuadros clínicos de notable hiperfunción e hiperplasia linfática con las inyecciones de DOCA. Junto al descenso de los eosinófilos y linfocitos se observa tras la inyección del ACTH en animales sanos un aumento de los anticuerpos (CIIASB, WHITE y DouGHERTY), que según ellos estaría en r elación con la lisis leucocitaria. Este hecho, sin embargo, no ha podido ser confirmado por HERBERT y DE VRIES, los cuales s ólo observan junto al descenso de eosinófilos y linfocitos, un aumento de las proteínas plasmáticas con disminución del valor hematocrí tico. Acción sobre la eliminación del ácido úrico. Otro de los fenómenos fisiológicos producidos por el ACTH y la cortisona-fácilmente comprobable en el hombre--es el aumento de la r elación ácido úricocreatinina urinaria, lo cual constituye una medida del catabolismo nitrogenado. La r azón de ello en lo referente al ACTH sería la excitación que daría lugar sobre las adrenales, con la consiguiente secreción de corticosteroides oxi-11, los cuales aumentarían la gluconeogenia a partir de las proteínas. La cuantía de eliminación del ácido úrico r elacionado con una sustancia de eliminación relativamente constante, como es la creatinina, constituye una medida en la clínica de la actividad de aquellos compuestos llicH y col.). Este aumento de la r elación ácido úrico-creatinina puede llegar al 70 y al 200 por 100, y es negativo en los individuos cuya fun ción adrenocortical esté decrecida o abolida. DESARROLLO DE UN ESTADO REFRACTARIO AL ACTH. La gran importancia que el ACTH está adquiriendo dadas sus propiedades terapéuticas sobre la artritis reumatoide plantea el problema de la producción de estados refractarios en individuos que sean sometido;; a este tratamiento por un espacio prolongado. En experiencias en animales, la inyección prolongada de ACTH da lugar a una deplección de ácido ascórbico en las adrenales, aun cuando el peso de la glándula puede ir ascendiendo. Como ha demostrado GORDON, las ratas hipofisectomizadas tratadas largo tiempo con esta hormona o con el suero de otras ratas tratadas asimismo con el ACTH, manifiestan una menor deplección de vitamina C. Cuando el suero era de animales testigos o tratados con pequeñas cantidades de ACTH el efecto era normal. No ha podido GORDON demostrar "in vitro" la producción de precipitinas, lo que, a su juicio, podría explicarse al suponer que los animales habían sido sacrificados en una fase negativa en cuanto a la producción de estos agentes defensivos, aun cuando persista el estado refractario a la hormona adrenocorticotropa. Las dosis empleadas por GORDON en las ratas son equivalentes a las utilizadas en el hombre con fines terapéuticos, y por ello los resultados tienen un indudable valor. De otra parte, LEATHEN encuentra en un individuo tratado con 1.500 mgr. de ACTH propiedades similares de forma que el suero de este enfermo era capaz de inhibir la deplección de lípidos originada por el ACTH en estados normales. Desde los tiempos de COLLIP persiste el problema de si los anticuerpos creados lo son frente a la hormona en sí o frente a las impur ezas proteicas que puedan acompañarle. Estimamos que los nuevos trabajos encaminados a la obtención de hormonas puras aclararán este problema. Es posible que la inyección de los extractos hipofisarios, por ser de especies heterólogas, llegase a la producción de estados refractarios a las propias hormonas hipofisarias tal como ha sido observado por BACIIMAN, COLLIP y SELYE y por S¡,;vRINGJIAUS y THO:\IPso:-:. L as experiencias hacen sospechar que pueda originarse una anlihormona que neutralice los cfectos del ACTH. Muy rccienü'ml•llte (1949) CHASB ha podido demostrar la l'X IStl•ncia de anticuerpos después de poner inyecciones r l'petidas de la hormona adrenocorticotropa. Ila experimentado en ratones a los que ha inyectado durante veinticinco dms dosis crecientes de dicha hormona. El suero extraído de estos a nimales es capaz de prevenir el aumento de peso del animal. Por aglutmación con colodión utilizando como antígeno l'l propio ACTH y como anticucrpo suero de animal tratado, ha logrado la reacción aglutinante. El máximo título serológico lo ha. obtl'mdo a los dil'Z días de tratamiento y la intl•nsidad de ella guardaría rt>lacíón con la acti\'idad biológica de la. hormona. Con la cortisona no se desa rrollarían t•stados rt'fractarios. ACC IO:-:E::; n.n L|pヲ Zu ticN|セ@ オセ Z l@ A (..'TII \' C'O$Tf.:lt011J1·:S. Qセ N@ LOS COH li- Los antecedentes (¡uc podemos cítnr de las nwdernas aplicaciones son escasos. ll b:-:GII observa y comunica en el año Hl3 la meJoría que las muJer es durante el embarazo cncncntmn ¡mm sus doh' nc.i 1s rt. ¡m,lli , . 1: 11 Jr n 1 t J 1 1 l Jo m1c1a en la mayoría de los casos en el primer trimestre, dura de una a doce semanas y se presenta en el 85 por 100 de los casos. BARSI, en los años 1941 y 1947 emplean a la vista de estos resultados las transfusiones de sangre de embarazada, y obtien e un 64 por 100 de curaciones o mejorías. Muy ligeras mejorías obtienen SCHNELL (1944), VAN DER SPEK y LINDEBLOOM (1948), EMEKING, BINGEN, GORLINGS y Van SWAAY (1948). Similares r esultados obtienen con transfusiones de sangre de mujer no embarazada COPEMAN, HOLBROOK y HILL, y APPELQUIST y HOLSTI (1947). La primera comunicación acerca de los efectos de la cortisona calificados de dramáticos por la rapidez con que se presentan y la recuperación, aunque transitoria, fué la de HENCH, KENDALL, SLOCUMB y PoLLEY en el día 13 de abril de 1949, en una Sesión de la Clínica Mayo, refiriéndose a 9 enfermas afectas de artritis reumatoide que mejoraron de un modo espectacular tras la inyección de cortisona. En un trabajo posterior el propio HENCII, con SLOCUMB, BARNES, SMITII, POLLEY y KENDALL comunican los efectos igualmente sorprendentes sobre la fiebre reumática aguda: tratan tres enfermos adolescentes, dos con ataques r ecientes y uno con sintomatología recidivante, en el cual habían fracasado todas las medicaciones antirreumáticas. Administran 200 mgr. el primer día y 100 los dos días siguientes. Desaparece el dolor, la fiebre, la taquicardia y las molestias articulares. Desciende simultáneamente la velocidad de sedimentación y desaparecen las anormalidades electrocardiográficas. Esta mejoría sobre el sistema muscular les hace pensar en determinados efectos sobre el tejido fibroso. Después veremos de qué forma es posible explicar los efectos sobre estos tejidos. Documento descargado de http://www.revclinesp.es el 01/12/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. 'l'oM<• XXXV III n\ImセZョッ@ l AUTH Y CORTJUOSTEROIDE/:J Hay que hacer destacar que, aunque los más destacados efectos de la hormona adrenocorticotr opa y de la cortisona se realizan en los estados reumáticos, no se limitan a ellos las acciones de estas hormonas, por lo que habremos de citar a conti nuación los fundamentales efectos terapéuticos que han sido modernamente comunidados en una magnífica revisión por SPRAGUE y colaboradores, entre los que se encuentran los propios HimCH y KENDALL. Enumeraremos ligeramente los posibles peligros de esta terapéutica, lo que ha hecho llamar la atención de los organismos sanitarios estadounidenses y británicos para que su uso se emplee exclu sivamente en contados casos y con indicación muy precisa. En primer 1ugar determinan estas sustancias l'ambios morfológicos que se manifiestan por aumento de peso, que puede explicarse como obesidad exógena, ya que su administración determina un aumento del apetito y por consiguiente de la ingt-stión de alimentos. Los cambios morfológicos fundamentales se refie' en a la variación de>! contorno fa cial que se torna l <.>dondc>ado, lo cual puede coincidir o no con el citado aumento de peso. SPHAGUE y cols. citan casos t'n los que la silueta facial se modificó sin aumentar el ¡wso total: estas modificaciones parect- n deberse a un acúmulo local de la grasa más que a la prf'セキョ@ taciún de> un estado ede>ma toso. Asimismo tienen 1ugar IIIOdifica<'ioncs ru tánea.<; en tre las que destacan el acné y sobre todo el hirsutismo. Esto podría ser originado por la propia cortisona, dotada dl acción androgénica o porque al unirse a otros cuerpos originase compuestos de acción virilizante. La piel se torna rugosa, dura, áspe1 a, como de papel de lija, PS decir, determinando una queratosis pilar. En los C'Stadios muy avanzados del tratamiento (refiere un caso SPRAGUE en el que se llegó a administrar hasta 4,3 gr.), la forma ción de estrías cutáneas de color púrpura-tal como las que se presentan en el morbus Cushing- , que regresan al cesar el tratamiento y que pueden reaparecer si éste se reanuda. Observan estos autores cómo el ACTH además de estos efectos modificadorC's de la normalidad morfológica cutánea puede determinar un cierto grado de pigmentación, que ellos achacarían a las impurezas que en forma de hormona melanófora podría llevar la hormona adrenocorticotropa. Desde el punto de vista de su acción sobre los órganos genitales y funciones gonadales no ha podido observarse, en la mujer, aumento de tamaño del clítoris, cambios de la voz, etc. Han aparecido trastornos menstruales en varias enfermas tratadas, afectando estos trastornos sobre todo a las p0rsonas más jóvenC's: de 10 casos en 4 hubo amenorrea (tres mujeres jóvenes y una de más edad). En los hombres acontece una disminución de la líbido. Un efecto notable de estos compuestos, tanto del ACTH como de la cortisona, es el referente al estado psíquico del enfermo, hecho ya observado por HEMPHILL y RBISS (1942) . SPRAGUE y cols. se plantean el problema de si el estado de euforia es primitivo, es decir, causado directamente por estos agentes al actuar selectivamente sobre el sistema nervioso central o si se trata de un hecho consecutivo a la impresión experimentada por el E'nfermo ante la curación rápida, sorprendente, "dramática", de su enfermedad. Recordemos que en los sujetos con el hábito de Cushing destaca su carácter locuaz y eufórico, lo cual nos permitiría hablar de un efectú primitivo. Esta acción sobre C'l ps iquismo ha inducido a emplear esta hormona en individuos nor- males para aumentar su resistencia en determinadas circunstancias (aviadores) o para tratar diversos estados depresivos. Muy recientemente (1950) CRANSWICK y HALL comunican el tratamiento de diversos estados psíquicos (psicosis esquizofrénica, depresiva, maníaca, etc.), con la DOCA unida al ácido ascórbico que, como más adelante veremos, al unirse parecen formar compuestos similares a la cortisona, habiendo obtenido con ello magníficos resultados, siempre que la enfermedad comience a tratarse en los primeros Pstadios. No determina ni el AGrH ni la cortisona efectos notables sobre la presión arterial. Acción sobre el metabolismo mineral.- El ACTH da lugar a una retención de sodio y cloro y un aumento de la excreción de potasio. b}ste aumento de la retención de cloro y sodio se manifiesta clínicamente en la aparición de edem,as maleolares durante el tratamiento de enfermos de artritis reumatoide (SPIES y cols. y por SPRAGUE y cols.) La cortisona, para determinar estos efectos, ha de ser administrada en mayores cantidades que el ACTH, produciendo, si la cantidad pasa de cierto límite, un aumento de la excreción de cloro. Acción sobre el metaboli-smo del ácido útico. - El ACTH y la cortisona tienen asimismo magníficos resultados en la artritis gotosa, lo cual puede estar en relación con el aumento de la excreción de ácido úrico que determinan estas sustancias. Simultáneamente se origina un descenso de la uricemia que guarda relación con la cifra inicial. Determinan igualmente ambas sustancias un aumento de la excreción de creatina y creatinina urinarias, habiendo de hacer constar que es mayor el aumento de la excreción creatínica que de la creatinina preformada. Ya hemos indicado anteriormente cómo la relación ácido úrico-creatinina, al variar tras la administración de aquellas sustancias, les ha servido como test de la función suprarrenal. Esta relación estaría aumentada en los individuos normales, sería inalterable en los addisonianos. (!'\osotros, tras la administración de DOCA y ácido ascórbico, la encontramos aumentada.) Sería anormal en los afectos de artritis reumatoide, ya que en la artritis y en el Addison los órganos receptores (suprarrenales) no pueden responder a la excitación determinada por el ACTH. Acciones sobre el espectro álbuminoideo.-El hecho clínico de la disminución de la velocidad de sedimentación ha de estar en relación con modificaciones del espectro albuminoideo. Hay un ligero aumento de la cifra de albúmina y un marcado descenso de las globulinas, efecto que es bastante persistente. Acciones de los corticosteroides sobre el tejido de granulación. TAUBENHAUS y Al\IROJ\llN han estudiado en los animales de experimentación la acción de diversos corticosteroides sobre el tejido de granulación. Para l'llo han determinado abscesos artificiales con terpentina, y han estudiado posteriormente la pared de t'Str absceso. La granulación se verifica de forma correcta, tanto en los animales tratados como en los no tratados, pero originándose ciertas modificaciones: a los que se les administra DOCA se les origina un estímulo <'11 la proliferación fibroblástica, cuya causa posible puede ser los cambios electrolíticos que dicha sustancia dC't ermina. Igualmente se determina un aumento del depósito de colágena. Tras la administración de testosterona se produ- Documento descargado de http://www.revclinesp.es el 01/12/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. REVISTA CLINICA ESPAÑOLA ce inhibición del cr ecimiento fibroblástico con ligera producción de colágena. El estradiol inhibe as imismo la producción de fibroblastos en m a yor grado que la testosterona. siendo las fibras colágen as que se producen más finas y delicadas. E stos efectos son at ribuidos por est os auto res a una inhibición de la función hipofisaria. La adrena lectomía y la castracion rt•duce n ligeramet1t t' las reacciones fibroblásticas. L a cortisona. por el contra ri o. r t• tarda notabll'ment<' el dt•sarrollo de los elementos del tej ido conjuntivo por una inh ibición de la reactividad celular (HowEs. PLOTZ y BLUXT). Estt' <.'fecto podría. a nuestro juicio. esta r en r elacion con la actividad antirreumática dt'l A CTH y la cortisona. APL!CACIO:\'E::> tekapセu ャ caZ^@ CORTISO:\'A. DEL ACTH y LA Como indicábamos antts. la acc10n terapéutica fundam ental del ACTH se refiert> a la artritis reumatoide. enfernwdad por lo demás, aunque muy estudiada exenta de una personalidad definida y recortada. Ya ScuoA:IIURE. en 1 21. hablaba de que tal enfermedad se debería a un aumento de la densidad d el tejido fibro::.o. セ{ ッ、・イョ。ュエ@ adquiere valor esta teoría, y se piensa qut• afecta notablementt' a la sustancia fibrilar del tejido conectivo. que sería un coloide 1u • uniría las células v las fibras mesenquimatosas. Anatomopatológicainente. las lesiones articulares se caracterizarí an por una proliferación d.:- las células ウゥョッカ。ャセ@ con separación de la línea sinovial. El artíla;..:o se ulcera ría después. para <.'ngrosars ..· posteriormente, siendo invadido por tejido granulomatosu 1 teJido on.·ctivo proliferaría y el t ejido óseo acabaría por invadirle, disminuyendo el espesor de la cortical y originándose proliferación en la línea s inovial con infiltración leucocitaria e hiperemia. El tratamiento de esta enferm edad era un gra ve problema sobre el cual se han ensayado toda clase de terapéuticas sin r esultados positivos, por lo que el empleo de estos productos abre nuevos horizontes sobre el porve nir de estos enfermos. Parece ser que fué GREENE el primero que utilizó el ACTH para tratar la artritis r eumatoide en 1946, aunque no comunicó los r esultados obtenidos hasta tres años más tarde. Forma de administración.- HEKCH y colaborador es, en su primer caso, en 1948, emplean dosis de cortisona de 100 mg. diarios durante unos diez días hasta la desaparición total de las molestias y d espués reducen la dosis a 50 y 25 mgr. Con ello los síntomas r eaparecen. Posteriormente tratan hasta 14 enfermos , con dosis de 100 mg. diarios durante un período que oscila de ocho a sesenta días· con ello notan r esultados magníficos, pero ッ「ウ・イセ。ョ、@ la reaparición tras la cesación del tratamiento en períodos oscilantes de dos días a cinco meses. BOLAND y HEAOLEY, e n 1949, comunican los efectos obtenidos en ocho enfermos, cinco con artritis reumatoide grave y tres de grado moderado. Los r esultados fueron magníficos en tres, rápidos en uno y r elativamente lentos en otro. La dosis administrada fué de 300 mgr. intramusculares el primer día y 100 en días siguientes . La reaparición de los síntomas tras la cesación del tratamiento fué rápida en un caso, lenta en tres y muy lenta en uno. Hubo aumento de peso hasta de 5 kilogramos en ocho días, mejoría de la anemia, lentitud del pulso (ya observada por H r::-.:C JI ), desct>nso de la fil'bn• y mejoría notable d<.'l t•stado psíquico. El l'Sl udio {'lectro<.' ncefalog r áfico mostró aum Pnto dt> la act ividad C<'r <.'bral con mayor frt•cm•ncia dt> las ondas "alfa" (de a 9,2 por 100). H ubo algún dC'cto sobn· t•l metabolismo hidrocarbonado v un pnft>rmo tratado. que era diabético. tuvo nPct•si(iad d<' Sl'l' tratado ('O n dosis d<' 50 unidadt'S diarias t•n V<'Z d<· 10 qtH' n ·cibía ant<.'s dC'I tratamh•nto eon eortisona . En los tn•s casos dl' artritis d<· ョキ、セ。@ intvnst dad la cantidad dt• l'ortisona administrada fué dt• 50 mgr. durantt' Ji<·z a qullH't' días y ;)() <'ll días all<'rnos du ra nl t \'l'intiún días. Las n H .JOrías producidas con t•sta dosis son mús h•ntas y nwnos prollulldadas. Pl'I'O t•l pdigro dt' rNtCl'Íoth'S tó:xieas í'S tntnbién nwnor. El l'Slado psíquico dt• dt'Jll't•siúu <h>sapart•Ct' para sobn•\'t•nit· una t•ufo ria anormal, ma;; al lHlCt'l' la aplicaeión t•n días nltt• rnos t•l t•slftdo psíquico se normaliza. La forma dt• administt·acit"lll dt .\CTH también rt•a!tzada por hセ Zク」Q@ y colaborndott s St ría de lOO miligramos diar tos duran tí' doce días seguido .. L\l!i rt sultados fut•ron magnifi<·os y supL' t'ponib!t•s a lo¡¡ dt la cortison 1. .\l.\nK:-.0:\. en Ol'tl!br·p d(' 1H Hl, comunica dos casos tt·atados <·on .\ CT il primet nrm.• ult con 100 m gr. (2:-i cada lit'is horas 1. ウゥセオ@ iNH[() con 50 y ャオpセッ@ con 30 durante un período de tres o cuatr . _, nll'!·H'S. Los 1 esultados l"oll igualmeutC' magníficos, sin obst·n·ar· ae<'Ídl'lllt• di"' ョゥセᅪエオ@ gt:•n ... to. セQ@ \CII y colal.>Oradort's la l'lll¡tiPan ('11 do¡:¡ fot·mns: unn エセャョ@ inr<'cción dt :!5 a 50 mgt. c<'n In que obti m:n nwjorias francas, Pn n16'Jnos casos sin modiftcnción CJStt nsiblt' d<' In ,., locidad d<' sC'<Iimeutncióu y cliscrt•to aunwnto d<.' la tension nrtt.:rinl; y con unn St · ríe de inyt'<'etonPs de A 'TH ·r n lo ()Ut: s titados t x tr,wrdtn.Hiu::. <.un man!ctuu Lil'::.ct·Hso dt• la velocidad de sedimentación. La acción t ras el tratamiento de ACTH es mucho más persiste nte q ue con la cortisona; e llo S<' explicaría porque el ACTH determinaría una h ip<.'rtro fía de la zona fascicular, q ue sería donde se produ ciría el compuesto E (véase esq uema 1 ) d<•t<.'rmi nando la persistencia de la acción a un susp<.' ndi t•ndo la administración d el ACTH. La pauta r ecome ndada por セia ci@ y colaboradoreti para el ACTH sería la sig uiente: seis días con dos inyecciones diarias de 25 mgr. y continuar s i la re acción del enfermo es buena, con 6,25 mgr. diarios. ó 25 mgr. cada cuatro días . SPIES y STOr\'1::, con s us colaborador es , comun ican los r esultados obtenidos en el tra tamie nto de diversos enfermos a f ectos de a rtritis r eumatoide, gota. r e umatismo asociado a psoriasis y cri sis asmáticas. En cinco casos de artritis reumatoid<• d<.' duración de un año o más obtienen magníficos resultados. mejorando la inflamación a rticular, pl dolor a los movimientos, la anorexia y el dolorimi ento y laxi tud. Realizan ex periencias con divprsos corticost eroides, parientes próximos desd <.' el punto de vista químico de la cortisona, tales como el diaceta to d<• pregme no-4-triol-(17 -a-20-b-21) - 1 - ( 3 ), pr<.'gnano-312-20-triona, 17-me til - セM 5-androstendiol-3-(b)-17(a), 17-a-hidroxiprogcsterona, acetato d<' 17-a-hi droxi-11-desoxicorticosteron a, DOCA y ac<'Lato dt· rrgostanil. Sólo obtien<.'n resultados muy ligeros con el último, y en todos <•llos r es ulta negati va la pru l' ba de THORN del d(•sc<•nso de <'osinófilos. Un caso de artritis coincid<•ntP co n psoriasis nw jora también notablt>m<•tü<' co n <•1 tralamit•nlo con el ACTH. Tratan tambi én un enfc• rmo alérgico qup sufre períodos dE> crisi¡¡ a!'lmáticn, urticaria y dolo- Documento descargado de http://www.revclinesp.es el 01/12/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. 'l'oMO XXXVUI ;\I"(TMI'lRO 1 AOTH Y OORTIOOSTEROIDES articulares, mejorando notablemente incluso de la rinorrea perlinaz que padecía. El ACTH en la gota.- Tres pacientes afectos de gola son tratados por los mismos SPIES y STONE, obRervándose gran mejoría de los síntomas, incluso durante el ataque agudo y descendiendo notablemente la uricemia en los tres casos. También MARGOLIS y CAPLAN comunican tres caROS de a rlrilis golosa de nueve, doce y dieciséis años de duración con cifras de uricemia de 6 mgr. por 100, los cuales mejoraron "dramáticamente" con 50 mgr. de ACTH, uno de ellos a la hora de la inyección y otro a la hora y quince minutos. Tras Psta inyección única puede persistir la mejoría si se inyectan después colchicina y salicilato sódico, pues de abandonar este tratamiento reaparecen los síntomas. No puede achacarse este efecto al aumento en la Pxcreción de ácido úrico, también ocasionado por el salicilato, sino a la estimulación de la secreción de corlisona y la vuelta a la normalidad del metabolismo de los corticosleroides. (WOLFSOK y cols.). Antes de penetrar en los fundamentos que puede IC'nC'r la terapéutica con el ACTH y la cortisona hC'mos d<' indicar qtH.' no son la artrilis r eumaloide, la gota. ni (') RP A los únicos procesos que pueden mC'jorar eon su administr ación. Desde que se conoce la acción dP estos compuestos sobre el descenso de loR linfoeitoR circulantes se ha tratado de emplearlos. y así. por ejemplo. FRAT>A nos comu nica muy n•cientt>ml•nte el t ratamh.• nto de ciertos cuadros de afrctación dl' los ganglios linfáticos y el bazo por la mezcla de DOCA y vitamina C con n•sultados fa,·ora bll's. Por otra partt. A:o--DRELL, BJORK:'IIA:\ y Hr:m;:o--rus han tratado con éxito por medio del ACTH un infiltrado eosinófilo de Loeffl er , y LI comunica efectos brneficiosos con el mismo producto en nefrosis. glomerulonefritis, colitis ulcerosa, periarteritis nudosa y neumonía de virus. Resultados igualmente "dramáticos" han obtenido 0PPEL, COKER y MILHORAT en un caso de dermatomiositis rN; A ccróK DE LA DOCA Y VITAMINA C. Efertos terapéuticos.- Dadas las enormes dificultades técnicas que significa la obtención de la ACTH y la cortisona. constituyó una verdadera r evolución terapéutica la observación hecha por LE\\'IN y WASSEN, comu nicada en noviembre de 1949 y real izada sobr e nueve pacientes, seis mujeres y tres hombres. afectos de intensa artritis reumatoide de curso oscilante entre dos semanas y quince años. El procedimiento utilizado cons iste en la inyección de 5 mgr. de DOCA seguida por la inyección de 1 gr. de ácido ascórbico. Tras quince o v0inte minutos desapar<'cen dolores muy a ntig uos. lo que permite al 0nfermo realizar movimientos y la mejoría dura de dos a seis horas, en ocasiones hasta カ・ゥョエ」オセイッN@ Dosis ma yo r es de DOCA o ácido ascórbico no tienen efecto mejor ni más duradero. El ácido ascór})ico es 0fectivo igualmentE' por vía intramuscular o endovenosa a co ndición de que se administre cinco minutos después de la DOCA. La implantación de comprimidos dC' DOCA seguida de la inyección de 0,5 gr. cada cinco o seis horas de ácido ascórbico es efectiva ig ualmente. Tras L EWIN y WASSEN ha n s ido muy numerosos los autores que han comunicado similares r esultados, habi<:'ndo otros, sin embargo. que dicen haber fracasado con este tratamiento. Así. por ejemplo, KELLGREN dice que ya que carecemos 9 del ACTH no debemos emplear sustancias que puedan ser perjudiciales para la salud. LE VAY y LoxTON comunican sus resu ltados en 23 enfermos, en 6 de los cuales obtuvieron respuesta dramática, en 15 una mejoría temporal y en 2 ninguna mejoría. Inyectaban también ácido ascórbico más suero salino ("·) y DOCA más suero salino, con resultados negativos. Resumen estos autores los efectos como: a) Mejoría subjetiva del enfermo. b ) Regresión del dolor. e) Disminución del espasmo muscular; y d) Mayor facilidad de movimientos. Después los mismos LE VAN y LoxTON han comunicado muy buenos efectos en la artritis inf<:'cciosa monoarticula,·. cspondilitis anquilosante, arlrilis gonocócica y •'11 general en procesos traumáticos. Fox obliPne buenüs resultados en seis de diez enfermos tratados. DOUTHW AITE observa igualmente mejoría en cuatro casos de cinco tratados. Sin embargo . SPIES y colaboradores dan DOCA y ácido ascórbico en sujetos afectos de artritis reumatoidC' sometidos a dieta pobre en sodio y observan un descenso en la excreción del Na. pero ninguna mejoría de la dolencia artrítica. Sin em bargo la inyección de ACTH dada cinco días dE-spués con desconocimiento por parte del paciente de la m edicación administrada y alternando con inyecciones de la misma cantidad de agua destilada produce una g r an mejoría. LA.:\DSRERG encuentra mejoría en nueve casos tratados y obtiene asimismo mE>jorías con testosterona y progeslerona más ácido ascórbico, pocos efectos con Pxtracto total de corteza adrenal y ningún ef ecto con el ácido dehidrocólico. En ninguno de los casos ha observado descenso de eosinófilos. RoBERTSO:\ comunica as imismo buenos r esultados en cuatro casos . Fox considera que E>sta terapéutica sólo es efecti va cuando al factor infeccioso se suma un déficit suprarrenal con pérdida de peso, astenia, etc. Zo.:---DEK comunica los resultados en dos casos de enfermedad de Bechterew con magníficos resultados. Radiológicamente eran muy claros los signos de anquilosis vertebral. R ecuerda él los buenos resultados que había comunicado en 1926 con la implantación de ovarios de sujetos jóvenes en afectos de dicha enfermedad. "No ha obtenido, sin embargo, respuesta beneficiosa alguna tras la inyección de estrógenos y vitamina C. mientras que consigue mejorías con la inyección de progesterona y ácido ascórbico. Nosotros. en nuestra hasta ahora escasa experiencia. que en otro lugar comunicaremos. en la Cát edra de Patología General en colaboración con el Prof. ORTIZ DE laセdzuriN@ hemos obtenido efectos muy diversos. Hasta ahora. en uno sólo de los casos se obtuvo una r espuesta dramática, en paciente que presentaba ciertos signos de déficit hipofisario. En otros, los resultados, aunque buenos, fueron tardíos; aproximadamente en la mitad de los casos los r esultados no fueron satisfactorios. En algunos casos hubo descenso de eosinófilos y linfocitos. Luyar de rcullióll de ambos cnerpos.- El lugar en que tiene lugar la conjugación de estos dos productos parece ser la periferia, puesto que. como han demostrado LE VAY y LOXTON, de las diversas formas de a dministración de la DOCA v ácido ascórbico la más rápida en ejercer su accfón es la de la mezcla de hormona hidrosoluble y la solución de vi1•) Hay アオセ@ lutcet· con:>UH" que t>l ácido n:>t•orbit'o ait;la<laml'nte es eapaz de ejet·eer etecto,.; ウゥュャ。イ・セ@ 1\ los 、セ@ los <'Ot'l ゥ・ッウエイ、セN@ Previent' el aumento de peso de las 。、イセᆳ ョ。ャセウ@ v aumenta la イ・ウゥセエョ」。@ al frlo t•n lo" ョゥュ。ャ・セ@ de t''-perimcntación !Dt·c..\I. ' THFt: H;";\ Documento descargado de http://www.revclinesp.es el 01/12/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. 10 1!1 Julio 19'0 REVT8.TA r'LTNTC'A Ef\PrlÑOLA tamina C ーオ・ウエ。セ@ intraYenosamente, y (jUl' los l'fectos de mejoría aparecf'n primero en la articulación más próxima al lugar inyN·tado. Colocando un manguito de esfigmomanómetro a una presión qm• impida la circulación Lᄋ・ョッセ。N@ pero no la arterial. t' inyectando la mezcla nwdicamt' ntosa t'll t'l lado pn•sionado y un placL·bo L'n d lado contrario. St' obtiene h mt'joría solamt•nte t'n PI lado presionncto. En otros casos in\·cctan LE \ ' .\Y \' Lo Gtoセ@ la mezcla de acido ascórbico y DOCA por ,.¡a intrammwular en un brazo y 1 c. c. dt árido ascórhico en t•l otro brazo por debajo dt'l manguito: hay イエGセjャs。@ prt'coz en el lado dt' la mt'zcla \' en el lado contrario セャッ@ cunndo St' ha dt'sinfbdo ·t.'l ma nguito. H:wit•ndo en el brazo de la comp "'sión una inyección úniPa dt• DOCA y en d otro libre la de úcido n.;;,rórbi co. a los cinco セゥョオエッウ@ se obtien(• la r esp uesta Pn t•l brazo dt' la ligadura. al lld.nr •l ácido ascórhlC!• por viu arterial. Parece. }Htf'S. por todo ello 、pュヲャセイ。ッ@ qut• la intei acción d( la POC'A y t>l ácido ascórbi co "e r enliza en la 1wrifPria. bn• dicho órgano constJtnyP un lt•st para medir el contenido l n dicha sustnncia de un rx:lracto hipofisnrio. Como asimismo disminuye la colf'ste rina de las adrrnnkR tras l' l AC'l'H t'S lógico pt•nsnr Pn una intt•rrrlación pntn' t•lla v l'l ÍH'ido ascórbico. HALLm:Rc: utiliza el azul ck n;l'tikno dndo t'll solución al 5 por 100 y Pn cnntidad dL' S e. e·. como agl'ntl' oxidantl' tras la administración dL' la DOCA Los l'fc·c· tos セッョ@ tan btH' nos como con In admtmstraeión dP ácido 'lscórbico. \' JI \LLBEI\C l'Oneluyl' qul' PI pfecto dt• ést<• エ^セ@ ウゥューャセョキエ」ᄋ@ oxidantt•. Llama la atención a c•sk mismo autor· q ul' t•l :'teido asl'Órhif'o, (jltP ('S un agt'nt•' rt•duetor. ¡Hti'da tt'nPt' HC'l'i!Jn oxidanll•. rL'l'O H fnVOI' dt t'S:t ti'OJ"Ía habla dt• CÓ!llo t•l JIPI'• óxido dt' hidn)f:'CllO t'S formado sobrr• la oxidaPión dt•l ácido a::;c6rhico cHu::;z.\1\) y c{mw. tanto "in ti() .. como "in vin>" (E J<::\1 |セ I@ los eornpuf'stos cielic\Iセ@ ¡n!t•de n セャGイ@ oxidarlos poi PI ácido ョウ」セ^イᄋィゥエZッ@ por fmmación previa di" pcrc'>xid" dt• hidr ógPno, El hiel! o ,. t•l <"obrf' facilitarían este eft cto oxidantt• del úrid;1 nscórhirn sohrf' ln!l 」ョュᄀャエヲGaセ@ f'Ícl ic•n!! 1.;1<· ,.¡_ セᄋ@ La acción d(' la DOCA ,. el ácido nscórhtco es también ef ecti,·a en aquel 'tipo セ ゥ \G@ artritis experimental que con una solución rle formaldehido al 2 por 100 se o rigina en las ratas inyectándolefl NJ la ar n "U! >Si S palmar. tal y COlllO preconizara セel@ yセ ZN@ eセエ\NL@ •xperiPncia:- han sido realizada::: ror bョッキセᄋᆳ L<.! t ·.tal en ratas indemne,; y adr('nectomizadas oríriina e:;;ta artritis <IUE' mi'jora notabl('mentC' con la DOCA y el ácido a:'córbico. r:l pa¡ PI prot('ctor d(' la. DOCA v el ácido ascórbico aislado,; es menor v r- 1" S 'lt -p._ T) fR Ps' ,'lt ' r• df' suprarrenales: la DOCA sola agrava los efectos en las ratas normales, pero no rn las adrenf'ctomizadas. Todo Pilo parece indicar que tanto la DOCA como el ácido ascórbico ronst'tuyen eslabones dr largas cadenas enzimáticas, nPCC'SM ias para la formación df' compurstos antiartríticoR de naturaleza esteroide. Ello. al sentir dP browセlefNL@ lo parPcr demostrar la inefectividad del ácido ascórbico ··per os··. Al parecer debe existir también un efecto competitivo puesto que la DOCA sola tirne una acción nociva. que se hace más evidente al aumentar la dosis, como han observado SPIES y colaboradorPs. Estr papel nocivo de la DOCA en animalC's adrenectomizados se acentuaría por la administración d e una dieta rica en ClNa, originándose lesiones articulares 3.gudas y subagudas, como han demostrado PIROZYNXKI y AKERT. El mecanismo de acción en estos casos suponPn estos últimos autores se debería a la gran liberación de globulinas por la linfoclas iP producida, con posible sensibilización 」イョゥセ@ a las mismas, tal y como se supone sea el origen de algunos reumatismos focales e incluso enfermedades rle otros órganos, al originarse anticuerpos fren le al propio órgano. Ello constituiría nn l'lRf-Pl'to máR del sínrlrome general de adaptación. ll1ecani8mo de acción de la DOCA y el ácido ascórbico.-Se piensa que puedan existir varias posibilidadf"s: a) La señalada anteriormente como formación dP un compuesto complejo. b) Reducción de la DOCA , y e) Oxidación de la DOCA. Esta última :>osibilidad es la que parece tener más visos de vrrosimilitud. La acción del ácido ascórbico t>n la formación de esteroides corticales parece segura, ya que la misma dPplPcción qur r>l l\C'I'H determina '>O \:\" ). HFl':\1 \ f! ;o::\10 "1 * \!,TER V'IO':ES F:-; El Pf 1.os F :iTJ-:nomF s. \IE1' \BOI.IS:\10 Pail'Ce, pu('s, c¡uP lo (•t u·tos b n('ficwsos dt PS n asociación. \UnquC' <'llo no s n compartido por todos los nuton s, sr dPbcn n In formnción d comy ucstos sJmJiar s a In cottisont, y po1 tnn· l•> son lo. <'ft <:tos df' lln los ¡u · pod1 {m xph· cn 1nos su acción b n'f1c 1 sobr lns nferrn dnd ti I runui. t ica!!. Lo pr imC'ro qu• h mos d nnlh: u· (' SI nf( r orn 1 del m · tabolismo de los Psteroides. Varios autort>s, Pnlre ellos So:-.DrER\'ILLE, ::\IARHIAI\, DUTHIF y SI...,CL\IR han estudiado las posiblC's alteraciones rxistc ntcs en C'ste metabolismo por セゥ@ radicasp rn Pllo el mecanismo de la alteración. más c¡tH' en una sc<-rf'ción dift>rente de cortisona por las adrcnalrs. Utilizan rara e llo la progcsterona por su rPiación estructural con la 11-deox i-corticosterona, y adPmás porqut>. aun a altas dosis no produc<' pfpclos rlesagradahle!' セッ「イ・@ la retención d<• Na y porc¡m• es posiblf' SC'g uir su paso p0r el organismo, ya que la mayor parte f'!' Pliminada rn forma de prC'gnandiol por la orina. OhE"ervan cómo en los casos dt> artritis r eumatoide Q[セ@ cifra eliminada duplica la que en individuos norma les es excretada y, aunque no hny rrladón rlin·ct:-l entre la pérdid;:¡ urinaria y In intensidad d<' la afpc ción r <'umática. concluyen que• d< bP l'X:istir unn alteración 1•n PI metabolismo PSt<>roidP Pll c•stos Pnfcrmos. SERRE y Mmouzr: determinan In cantidad dt' 17-cetosteroides eliminados por la orina <•n trc•s Pnfermos de> artritis r eumatoide. obst•rvando poea!' variacion('s. En dos de t•llos había un ligero dt>scensn coincidiendo con signos clínicos de hiperparaliroidismo y calcemia elevada. i\セョ@ un tercPro había au mento de la eliminación de estos f'Steroides, coincidiendo con un hipofuncionamienlo paratiroideo. En tres casos de espondilitis anquilosantP (•ncuenlran una gran disminución dP la Pliminación d" 17-cPios t<>roides. rjッZャmatiセ|QP@ Y ALTERACIONES llJo:L L|iZtahoNセャQP@ MINr:RAT.. Se ha observado en los reumáticos una hipoclo remia con ciertas fluctuaciones del cloro globular. aunque la relación cloro-hematíes/cloro-plasma está siempre> clc·vadfl. El dN;rPnso del cloro plasmático Documento descargado de http://www.revclinesp.es el 01/12/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. AGTH Y GORTI GOSTEROI DES 'T'ow> XXXVI Tl セエGhro@ 1 es aproximadamente de un 15 por 100, y piensan LOUYOT, VEHAIN y VIOAL, que esta perturbación del metabolismo salino ha de estar en relación con un trastorno del funcionamiPnto suprarrenal por una producción Pxcesiva de· DOCA y un descenso simultán<'o d<' cortisona. :-.Jo considE:>ran existE:' un verdadero antagonismo de esas sustancias. sino que la falta d<' armonía en su secreción sería la causante· rlc esn alteración del metabol ismo hidromineral y por pndl' dnría lugar a una altPración en la distribución dPl agua qu<' podría no ser ajena a los fenómenos dolorosos de· c•sta enfermedad. Es c•vidt>ntc· qut• Pxistc· una interrelación <'tllt'c PI balance· p]cctrolí tico y la morfología cortical. puPs c·omo ha visto NrCHOLS <'Xperimentalmentt· en ratas. la dicta deficil'tltc• t•n sodio causa una reducción dl' los lípidos totalc·s y dt• colesterina de la zona glomPrular· y la partt• extPma de la fascicular. miPntra:-; flUP la dit'ta d('ficiente en potasio sólo produc·e ・ウエZセ@ c!Pplecr.ión pn la zona glomc>rular. rセZオmL|tiNエッ@ Y セtihalurokdsN@ H emos. visto, JHH s. cómo Pn esta afección hay c·ipr tos tras tornos en Pl metabolismo de los esteroirlPs y t'll el hidromitwral. sohr•· los l'llah·s. normalizitnáolos. l'S posiblt• quP t•jprzan S\\ inf!U('tH'ia terapéu t ien 1'1 ACTII .\' la cor l isona; pt•ro t'S l'Vidc•nlC' (!\11' t•xi:-;lt n trastornos c·laro:-; de dic:ho metabolismo sin coineidir <'Oil nnonw lías artiC'ulan·s. por lo qutte; nt'l'l'S:li"Ío orit•ntnr su l'fPcto t• n otro St>ntido. ャ\セョエ@ ャッセ@ t•ft•cto¡.; rlt> la t·ortisona ィ・ュッセ@ S<'ñalado p] dt> su acti\'idad antihialuronidásica. J<:ft•ctivaml•nte. se h·1 obst>n·ndo cómo la cortisona n·tarda t>l dt•satrollo dt•l t\'.iido l'OIIJuntl\'O t•n la formación dt· las gra nulaciont>s cica tt icialc>s en c>l conejo (Howr:s. PLOTZ y blエZセ@ 1. Estt· l'fecto antihialuronidásico dt• la suprarrPnal ha sido observado por ÜPSAHL .\' zecjHwセZrN@ La progestc>rona aumentaría la acción hialuronidásica. mic ntras la foliculina la disminuiría CÜPSAHL). Por otra parte. en los líquidos sinoviales dl'l hombre y del buey han podido demostrar :\lEYER. セ[|エyth@ y D \ WSO:\ la presencia de ácido hialurónico y en el reumatismo se ha observado aumento de las antihialuronidasas (FULTON. セQarcus@ y ROBINSON). Parccr, pues, indudable la existencia de· modificaciorws importantes en el sistema enzimático ilcido hinlurónico-hialuronidasa. En ello radicarían Jns dif<•rc>ncias rxistrntrs entre RPA y artritis reuma toid1•. El RP A predominaría en sujetos jóvC'nes. t>s dPcir. "n ar¡uPilos en que el te.iido conjuntivo c>stá constituido PSl'ncialmPnte por hialuronidatos. lo cual p<Jn•cP indirar r¡ul' C'Sta enfermc>d?d ('S dC' los cc>mPntos intPrce•lulatPS. Por otra parte. las sulfamidas, C"Jlll' no tiC'nen acción sobre los hialuronidato;:;. ¡.;erían inc>fl'ctivas en el RPA !Gm;RRA), mientras r¡u<' pl salicilato sc·ría efectivo y el ácido gentísico c¡ue S( excrda por la orina durantP esta terapéutica ウ。 ャゥ」。、 [セ@ sería un inhibidor poderoso de> 13 hialuronidasa CMr:YER y ragセIN@ Las sustancü1s antihial uronidásicas. hoy reunidas bajo la denominación común de anti-invasinas. se encontrarían normalmente en la sangre y en procesos de índoh' inflamatoria se difundirían en los lejidoR impidi(•ndo la acción de la hialuronidasa qur pudiesP favor<>ccr la invasión microbiana. Aquellos agcnü•s que diesen lugar a una vasoconstricción. por ejemplo el frío , frenarían la llegada d e las antiinvasinas. A G \ReÍA V ALDECASAS, Purc mオウセZt@ y S.\LVÁ MIQUEL st• dt•bl'n las primicias de la dcmostra<•ión del aumento de la flrt ividad hialuronidásica d<.'l 11 fr ío en la piel del conejo, por el fenóme no d e D uran-Reyn a lds (aume n to de la d ifusión de ciertas sustancias Pn estos tej idos). El hecho de> que c>l moco tiene abundante hialuronidasa (Dt:RA:-.:-Rr:YXALDS ¡ explica la facili tación que un catarro nasal orig ina para la ¡.¡roducción de brotes reumáticos. Con ello puede relacionarse el pa¡1el predísponc>nte del frío originando un descenso dP anti-invasinas y del catarr·o nasal, aumentando las hialuronidasas que facilitan la difusión microbiana o virásica. El ácido gPntísi<"o. como hemos dicho, se· originaria del salicilato. y (•] efecto de éstP de·pende de la cantidad quP de aquél se forme. y. por tanto. de la actividad antih ialuronidásica desencadenada. Aun cuando existen difen·ncias erlln· un tipo y otro de; reumatismos RP A v artritis rc>umatoidec·s indudable que pueden unir.se a través de estos hPdws comunes a ambos. put:'sto qut>. e:omo Sl' dijo. el ACTH aumenta la actividad antihialuronidásica. Sería ésta una de> las \'Ías por la que podría actuar セᄋQ@ ACTH. con lo cual llrgaríamos a la conclusión dP que en uno y otro proceso habría un mismo trastorno metabólico: PI aumc>nto de> la cantidad de hialuronidasa. :-.IoDO:> JH, OBTE:\CI6:\ JlEL ACTH Y liT·; LA CORTISOXA. Los ru;ultados tan sorprendentes que, como hemos dicho. se> obtic>nen con estas sustancias en di\'ersas enfermedades han hecho qur se trate de activar su producción. Indicamos cómo el ACTH Sl encue ntra en pequeña cantidad en la hipófisis. y su extracción de ciertos animales. como el ct>rdo. st• hace difícil por la g-ran cantidad dl' dios que PS necesaria para la obtención de una cierta cantidad del producto. Bar ían falta unos 400.000 C(•rdos para producir una lihra de hormona adrenocorticotropa !LAUREXCF.). L3 ¡:roducción aproximada en Estados L'nidos en ago!"to pasado era de cinco libras mensuale!". La sepat ación de péptidos más actiYos es posible que haga necesaria menor can ti dad dt hormona. y por ello tiene interés c>l fraccionamiento hc>cho dt· c>sta hormona por :\IORRIS y セャorisN@ La cortisona fué aislada de la corteza adrenal por Kr;l'\'DALL. el cual determinó su estructura química y realizó los primeros ensayos para su síntesis. SARETT. en 1944, pudo realizar esta sín tesis, pero sólo hasta cuatro años después no tuvo cantidad de preparado suficiente para realizar los primeros ensayos terapéuticos. Actualmente> se extrae la cortisona del ácido desoxicólico. para lo cual son necesarias un gran número de> operaciones químicas (aproximadamente 40), que hacen muy lenta y laboriosa la obtención de esta hormona. El ácido desoxicólico a su vez se aisla de> la bilis de but>y. St' calcula en unos 200.000 animales los necesarios para la obtención de 2.í00 gr. de cortisona. que representan. aproximadamente. 2í.OOO dosis diarias de dicha hormona 1100 mgr. diarios l. Se ha observado con posterioridad que una liana mejicana. arbusto conocido como strofantus sarme11tosus. podría ori!5inar. por la extracción de su principio acti\'O, la sarmentogenina. una cantidad de cortisona similar a la que podría obtenerse de 12.000 animales. Se han realizado un conjunto de investigaciones para Yer en qué lugares se encuentra esta planta. Existen tres clases fundamentales de strofantus con acti\'idades terapéuticas: el "strofantus gratus·· principalmente t'xistente en d Cameron y en el Congo. de donde se l''drae la estrofantina cristalizada G. análoga a la ouabaína. El "strofantuR kombé" . de donde qe ex- Documento descargado de http://www.revclinesp.es el 01/12/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. 12 tf> Jullo lll"ln REVISTA CLINICA ESPA'ROLA tral' la I.'Strofanti na cristalizada K y rl "strofantus hispidus", del que se obtii.'IW la t'slrofanlina amorfa H. excesivamentl.' tóxica. A éstos ha venido a unirst t'l "strofantus sarmt' nlosus", el cual se consideraba sin t'mrlro il'rapéutico t' n vista de su alta toxicidad. Esta planta creer cspontáneaml.'ntr en Liberia. y su cultivo srría posible en países cálidos. En 1915. JACOBS y HEIDELBERGER pudieron a islar un producto activo: la sarmentogenina. El gran químico suizo REICHSTEl'\, qul.' durante tan largo tit'mpo ha \'!.'nido trabajando rn la composición de los diversos estcroid rs corticales. ha vuelto a aislar de las semillas del s. sarmt'nlosus la sarmentogenina. La idea dt' qtll' dicho principio procediera de otr as clases de strofantus (hispidus) queda acla r ada. y dicho químico ha orgamzado una expl.'dición a Africa para la obtención dr más número de semillas. La producción por parte di.' la planta del principio activo dl.'prndt' también dr la composición del suelo y de la situac-ión dt' Pilas (lugares muy ex puestos al sol.. .. etc.¡. lo cual hact' aumentar su proporción y aclara aquellos casos l'n los qul.' el principio estaba casi ausente. aunqut• sin duda se tratase d.:' la verdadaa espt'Cit' de s. sarmentosus. En ciertas colonias franct'sas existiría rsta planta セヲャjraz@ . La importancia dP la sarmentogenina radica en ·1ue las op<'racionrs químicas para la obtención de cortisona sr acort<1rian notablemente. De las 40 que citamos como nP<·rsarias para el paso de ácido deso:-acólico a cortisona. <.;t• limitarían a unas \'einte. lo que representa un indudable avance. El problema dr la obtención de estos ctll'rpos no está. pues. r esuelto, pero es indudable que han sido notables los a,·ances realizados y que posiblement(' en plazo breve podrán existir en el comrrcio. PORVENIR Y RIESGOS OE ESTAS MEDICACIO!'\ES. Es indudable q ue d espués de la introducción de la terapéutica salicilada en el r eumatismo nos encontramos a nte el mayor descubrimien to para tratar dicha afección. Sin embargo, como dice FRA!'\QON hemos de tener una reserva capital, pues d esconocemos aún los límites d el uso d e di chas m edicaciones . Los propios HENCH, K ENDALL, SPRAGUE, etc., h an comunicado las primeras impresiones sobre las complicaciones que tratamientos prolongados pueden tener y que en última instancia s e puede llegar a r eproducir el síndrome d e Cushing. CAMUS y GooLEWSKI llaman la atención sobre estos efectos qu e al exaltar no tablemente el catabolismo orgánico pued e originar una fusión d el protoplasma, osteoporosis y amiotrofia. Por la d estrucción d el tejido linfoide ocasionaría la disminución y agotamiento d e las reservas d e y-globlulina, y es indudable qu e se podría asimismo llegar a la anulación funcional de las adrenales. Es por todo e llo por lo que tanto H ENCH, como SPIES, STONE, etc., consideran que actualmente nos encontramos tan sólo ante un proceso de investigación clínica más que a nte un perfecto método t erapéutico. Como este ef ecto terapéutico d el ACTH y de la cortisona no se limita exclusivamente a la artritis reumatoide, sino que es igualmente ef ectivo en la gota, y en la fiebre r eumática se plantea d e nu evo la discusión, después d e dos milenios, d e la unidad o la pluralidad del agrupamiento gota + r eumatismo articular agudo + r eumatismos crónicos (CAMUS y GoDLEWSKI ). En cuanto al porvenir de <'Sta medicación hemos di:' decir que al igual CJUP la insulina rn la dia hrtcs. se trata s im pkm<'nt<' d<' una acción !mstilutiva y CJU<' sus <'fretos cesan al suprimir su administración. Sus propi<'dadcs. purs. más CJUl' ('Uralivas srrían suSJH'nsivas (FRAN<;ON). Su uso ha dr t•xt<'ndt•rst• dadns sus propit•dadt•s a ci<'rto nÚm!'ro de rnft'l'mt'dadPs. \ ya saht>mos C'Ómo t irndt• n ;1 utiliznrst' t• n t•l lupus· cGセゥエpュ。ッウL@ Pn PI <'CZt'ma . lrucemia. miaslPnia U¡u izú dando lugar a la mvolución tí mica) . psorinsis. nrfros1s, glonwnllmwfritis. colitis ulcPm. • .tHma. pセG@ iar tc•ritis nudosa y nrumonía dt> ''in1s CLI l .'· <krmatomiositis. .:-\o sabt>mos si l'l ACTll r la C'OI'\ isnna !Wguirún la surrt€' dt' tantos fárma< os qut• al dt•!wuhrir t•n t• llos mlt'vas acciont•s tt•rapéuticas son pr Pl'a dP un dPsmt'dido t•nlttsJasmo. al quP Rt'guir·ú dPspul'•l' un infundado pcsimism_o, セ@ todo quPda finnlmf'n\P <'11 1'1 justo término nwdio. :-:;t a di' una u otnt fnl'lll!l, lo cierto t•s qut• nos t•ncontl clmos t•n la primera <11• laR circunstan('ias y quf!. t•omo dit•P ;\IIJR \i', PS In cor t1 sona. la "v<•dl't lt' actuPllt• di' la ᄀュ NZ セs\G@ onlinnin <'Onl· ID!' dt• la Jll'PSRt' tt>t•hnif¡llf'''. Bl Bl.lnf: H \ \t,t'IRilE .\,OREI.L. .\1. H"' Clln \\'. \ DtTIIII J JAlA . \ I.E..x.u.;rr.R o J BJORKliAS \ E p FJ.\ Sセ@ Lnn<•t Ht Dilt 3r."' lll4!l 1 .'97 1' 111·0 ('lt \. Jo:,lldU< 1 inoluJ.,') 44 100 ll!l 1 B ll'IIMAS', C <'nl.l. 1', J \ !'r.J,\ 1 JI Pr " :\Icd. 32 614 1'•3-1 BJ...Af'KBl RS E ) Bl RKt: J LIUH•I l 3 G 11! O gOI.AS'I> E \ J-h:• llr.\ N '"""" Arn M• .\l'PLD1ARTII, Qセ@ MI 11 Bt •1 1 1 J ti s. "'"'"""· .J. セ@ セN[Mオキ|ᄋウk@ 1. p。エᄋゥセ@ ).[¡••1.. i . k. ¡.,-,. 19111 CRA..">'Wl('K. E. y HALJ.. T. Lanl't'l. l. ;;10. 19-0 CHAl;E. J. Endoct'inology. 4'>. 97. 1919 CHASE. J .. V.1 HITE. A. y Dnl'!;llfcRTY. J lnmunol. . ."i2. 1946. CI!&XG. C11 y SAYE:Rs. . 101, G. Endoc •·inology. 11 101. 1!119. CHESTFR. J. E ndoerinology. 45. f:l4. 191!1 D'Axt;f:LO. S .. GORIIfls. A. y C11 \RII'Pf;R. H. P.ndn<·rmolog\ 42, a99. 1948. DEA:\'E, H. y GRt:EI'>'. R - Am. J . Anal.. 79. 117. 19Hi. Dt:.\XE, H .. SIIAW. J. y <;Rf:n•s. R j\セョ、ッHGャゥᄀNLIᄋ@ ZセQN@ :V.1, 1943. . Dt:t.At;:-;"AY, A. Df:!.Al''·'Y· M. セᄋ@ Lf:BRI'\1. .1 • •\nn . 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C.), aquélla le resta valor cuando se trata de apreciat' a lteraciones mínimas. Además la imposibilidad de obtener con él resultados comrara ti vos de distintas regiones y su inutilidad para la apreciación de variaciones cuantitativas precisas, oh liga al uso de otras técnicas, si se pretende un conocimiento más fino del problema. De ahí el valor superior de los métodos cuantita tivos. ya sea utilizando hiper o hipopresiones. Ha sido fundamentalmente merced a los m étodos ele hipop1·esión cómo se ha llegado a saber el que la R. C. es dis tinta en los diversos territorios de la riel (HECHT , \'. BOBERLY . ARl\IENT ANO , WmMFR, FRANKE, ABEL), con la particularidad de sel' siempre la misma en zonas simé-tricas. Pero s i se prescinde del meticuloso trabajo de FRANim, sobre 100 sujetos normales. y del sumamente reducido de ABEL, limitado 。 セN@ falta un estudio extenso y referido a múltiples zonas, que permita fijar en forma definitiva su topografía normal. Sin embargo, la necesidad de s u conocimiento s alta a la vista. dado el que junto a circunstancias que modifican universalmente la R. C. , existen otras en las que. por su índole, se afectan sólo ciertos territorios. El que ambas posibilidades pueden darse es inclis':!utible, como lo ha demostrado la im·estigación clínica (FRA.J.'\TKE). FRAI\"KE y lo mismo ABEL, empleando un método de aspiración, con hipopresi ones distintas. en longitudes de tiempo diferentes, establecen un esquema topográfico muy similar. en el que se encuentran como lugares de menor R . C. la 1 セァゥョ@ bucal y las fosas supra e infraclaviculares, con, en cambio, una mínima fragilidad en la cara anterior del muslo. sobre los gemelos. palma de la mano y planta del pie. 'Cn estudio semejante ha sido emprendido por nosotros. al objeto de confirmar tales resultados y fijar un patrón. que nos permitiese ¡:artir de puntos de referencia propios, para juzgar de las alteraciones halladas en distintos estados clínicos v esludiar la influencia que diversos factores· pueden ejercer. :MÉTODO. método ulth zad<> para mt>dtt' la fragilidad e apilar lo fué ('! df'sct·ito por uno dt' nol-'olos tP. 1 C'n otro trabajo. y ron sistent<' t>n N>t'lll'ta t'n t'l t'mpleo di' una hipopn•stón determinada. ;;iemprt' la misma 1200 mm. Hg. l, ron ventosa de aspiración dt• t.5 cm. tk diámetro. aplicada durantt• cinco minuto::<. y 1 N'Ut•nto del núnwro dt• petequias apan•rida;; t'n un 1 t•adrad0 de ::? em. dt• lado dentro de tal :>u ¡>t>rfirít• t•n t·:;. t'!:' pac10 de tit'mpo. Los セ オェ・エ ッセ@ utilizado" <'omo \'ont t"()lf" ョッイュ。ャ・セ\N@ en イセャ@ 1 F. C.)