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SUMARIO
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SOLIDARIA
Dedicación por los niños
Cuando el pediatra Manuel Garrido Valenzuela viajó por primera vez al Hospital de Santa Cruz de la Sierra
en Bolivia encontró un centro de 18 camas, un quirófano único y la ausencia de una sala de hospitalización
pediátrica. Desde esta primera visita han pasado ya 15 años; años de compromiso y dedicación altruista que
han dado como resultado la creación de un pabellón pediátrico y la puesta en marcha de una maternidad que
atiende a una población de referencia de unas 250.000 personas.
El jefe de sección de Cirugía Pediátrica del Complejo
Hospitalario de Orense lleva desde 1988 dedicando sus
vacaciones a seguir trabajando. Treinta y cuatro días de
descanso en los que se vuelve a colocar su traje para quirófano, en los que sigue manteniendo largas jornadas
dentro de una sala de operaciones y en los que continúa
dando una nueva oportunidad a la salud infantil. Nada
cambia para su profesión de cirujano pediátrico; todo
cambia para los pacientes que se benefician de ella.
Son sus vacaciones solidarias en el Centro de
Salud de Santa Cruz de la Sierra,
donde interviene a más o menos
80 niños por campaña. Jornadas
intensas y duras tan gratificantes
que, tal como reconoce, le han
hecho siempre pensar en las próximas vacaciones, en los próximos contactos con la gente de la
zona, en la próxima aportación
para el desarrollo de una salud
mejor, de un mundo mejor.
Las cosas cambiaron mucho para el centro y para
los habitantes de la zona desde que el Dr. Manolo,
como le conocen todos, decidió dotar al hospital de un
servicio pediátrico. “Cuando llegué en el año 88, explica el Dr. Garrido, las madres utilizaban sus aguayos, las
telas de colores con las que transportan a sus bebés en
la espalda, para tender a sus hijos en el suelo ante la
falta de camas. Un año después conseguimos montar
el primer quirófano. Me dediqué a conseguir todo lo
que pude y aún hoy sigue siendo muy demandado el
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quirófano lejos de la tecnología actual que un cirujano
nos cedió en donación. En la actualidad el hospital
cuenta con un servicio de maternidad con 43 camas y
una dotación de pediatría y otra de neonatología completas, gracias a las aportaciones anuales de 60.000
euros por parte de la Xunta de Galicia”.
“Durante todos estos años hemos realizado muchas
intervenciones a niños, la mayoría por problemas malformativos (fisura palartina, labio leporino, colostomía,
urológicas, etc) cuenta el especialista. Y es que, según
el Dr. Garrido, “son muy numerosos los niños que necesitan ser
operados, “por lo que mi lucha
está en conseguir que se involucren otros hospitales españoles
para que aporten lo que puedan.
Hasta el momento la gran mayoría de las aportaciones al proyecto proceden de Orense, este año
hemos realizado una cena benéfica en la que diversos artistas
locales han donado alguna de sus obras, con las que
hemos recaudado en subasta unos 25.000 euros”.
Durante los primeros ocho años del proyecto “estuve
trabajando sólo”, explica el pediatra, “mandaba
contenedores cada dos años y creé una fundación
compuesta por tres personas, cosa que nos vino muy
bien ya que no teníamos gasto de personal y todo lo que
recibíamos de subvenciones lo podíamos mandar para la
instalación del centro y el apoyo que SEMG Solidaria
comenzó a aportar al proyecto ha sido de gran ayuda.”
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En su gran labor por desarrollar el pabellón
pediátrico, el cirujano fue más allá de la aportación
sanitaria y creó la Asociación Hospital 1º de Mayo
centrada fundamentalmente en dotar de recursos al
servicio de pediatría del hospital y en fomentar la formación continuada y el intercambio entre profesionales. En palabras del doctor “Es esencial que todo especialista que se desplace a la zona aporte algo de
docencia” y así junto a la Universidad de Santa Cruz de
la Sierra se han coordinado cursos de
formación para porfesionales sanitarios impartidos por especialistas venidos desde España. Temáticas como
neonatología, nutrición parenteral y
enteral (curso por el que se consiguió
que un laboratorio donara una cámara de flujo laminar estéril); e intervención maxilofacial en la infancia, han sido abordadas en los
cursos de formación continuada.
Para el Dr. Garrido “el gran problema con el que se encuentran los
profesionales de la salud en Bolivia
es la ausencia de adelantos en
material técnico lo que conlleva
una deficiencia y la aplicación de
técnicas muy obsoletas comparado con las que aplicamos
aquí en España”. Pero para el Dr. Garrido “ellos son los
profesionales que realmente tienen mérito ya que con lo
poco de que disponen consiguen hacer mucho” Aún así el
gran empeño del pediatra es hacer ver a los profesionales
bolivianos la importancia de la adquisición de estos nuevos conocimientos, no sólo por engrandecer el saber, sino
también por considerarlo como un instrumento poderoso
que se debe transmitir, “no quiero que consideren ésto
como un regalo que viene desde España, sino como una
labor continua de formación que debe transmitirse”.
En este sentido, la Asociación 1º de Mayo intenta
poner en marcha un proyecto al que han denominado
BIBOSI: “es el nombre de una planta autóctona que crece
alrededor del tronco de una palmera, sus destinos están
unidos para siempre y los autóctonos la llaman la planta
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del amor” explica Garrido, “el proyecto consiste en facilitar
las salidas del equipo médico a zonas más alejadas que no
se pueden beneficiar de los servicios del hospital. Son unidades móviles que ayudadas por la policía y el ejército se
desplazan a zonas rurales más desfavorecidas”.
Uno de los objetivos primordiales para el Dr. Garrido
es reducir la elevada tasa de mortalidad infantil que sufre
el país. Y es que tal y como argumenta el experto un 50
% de la población es menor de 21años y la media de
hijos está por encima del 6’2 por mujer.
“Se ha intentado reducir esta cifra pero
no se ha conseguido bajar del 5’8”.
Después de años de esfuerzo y
dedicación, el equipo de profesionales dirigidos por el Dr. Garrido ha
conseguido crear un hospital en el
que en la actualidad atiende a una
población de 250.000 personas y
cuyo funcionamiento es correcto.
Sin embargo “como ocurre en los
centros de los países desarrollados,
cuando comienzan a funcionar
aparecen nuevas necesidades que
hay que cubrir. En estos momentos
es primordial crear una estructura
de Atención Primaria efectiva que
nos permita depurar pacientes y evitar así el colapso
en Urgencias y optimizar los servicios hospitalarios”.
UN COMPROMISO MÁS QUE PERSONAL
Quince años con los niños de Santa Cruz de la
Sierra han llevado al pediatra incluso a abrirles las puertas de su hogar, “este año me traigo a casa a una niña
boliviana con una grave malformación congénita llamada cloaca. Se instalará con nosotros y así podré
realizarle las pruebas y el diagnóstico completo”.
Gracias a la mediación del doctor la niña será
operada en el Hospital Gregorio Marañón (Madrid)
con la aplicación de las técnicas necesarias para su
grave enfermedad.
Algo que en su país aún es un sueño.
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