Ana Mariella Bacigalupo Documento de Trabajo. PAESMI. Santiago

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Ana Mariella Bacigalupo
Documento de Trabajo. PAESMI. Santiago.
1
ADAPTACIÓN Y VARIACIÓN DE LOS ROLES CURATIVOS DE LA MACHI
1.1
INTRODUCCIÓN
2
Las machis, o chamanes/curanderas tradicionales de los
mapuches están prosperando en las comunidades cercanas a los
centros urbanos donde la influencia de la civilización occidental
es más fuerte. Porqué se produce este fenómeno? Si las machis son
las practicantes médico-religiosas tradicionales ¿no deberíamos
esperar que sobrevivan solamente en las áreas más aisladas donde
los mapuches no han sido "contaminados" por la influencia de la
sociedad chilena?
Las machis, como muchas otras curanderas
3
chamánicas contemporáneas de culturas semi-aculturadas, se están
adaptando y beneficiando del contacto con una cultura dominante,
sin perder por ello el nexo con sus propias tradiciones ni cambiar
su
esencia.
Aunque las machis son distintas las unas de las
otras,
siguen siendo personas motivadas, orgullosas, que tienen
fé en su capacidad para curar a otros, en sus tradiciones y en su
profesión. Sus curaciones integrales ofrecen una alternativa para
los pacientes que no mejoran en los hospitales chilenos. Las
machis se están especializando y han aceptado un grán número de
pácientes huincas (no mapuches). Además, se están ocupando
con
mayor frecuencia de las enfermedades sobrenaturales de sus
1
Me refiero genéricamente a "la" machi y no "el" machi porque
en la actualidad la mayoría de estos practicantes mágicoreligiosos son mujeres.
2
El chaman/curandero es un practicante mágico-religioso que
combina elementos tanto del curandero como del chamán. Según
Winkelman (1992), los chamanes/curanderos pertenecen a sociedades
agrícolas con integración política local. Reciben un llamado
sobrenatural y generalmente son entrenados por un grupo de
chamanes/curanderos
expertos.
Poseen
un
poder
carismático
informal, entran a estados alterados de conciencia (EAC) y son
poseídos por espíritus. No se dedican a su profesión a tiempo
completo. Practican la medicina física y empírica. Hacen masajes y
exorcismos, además de usar hierbas medicinales para curar. Poseen
control sobre los espíritus, hacen propiciaciones y ocasionalmente
practican el "vuelo mágico".
3
Al igual que Winkelman (1992) empleo el término curanderas
chamánicas para referirme a todos los curanderos que utilizan
estados alterados de conciencia.
pacientes mapuches (que nosotros denominaríamos como enfermedades
psicosomáticas).
Estas enfermedades se producen con más
frecuencia cerca de las zonas urbanas donde los mapuches sienten
angustia porque sufren problemas de desadaptación, pobreza y
discriminación al enfrentarse con la sociedad chilena. Es aquí
también donde existe mayor competencia entre los Mapuches por
empleos, recursos y tierras que se hacen cada vez más escasas
provocando mayor tensión, envidia y celos entre vecinos.
Al igual que Joralemon (1990), pienso que los antropólogos
debemos dejar de ser los "guardianes" paternalistas de la cultura
tradicional. No debemos intentar evitar que las curanderas
chamánicas
con
las
cuales
trabajamos
se
"contaminen"
al
contactarse con el mundo foráneo. Ellas tienen el derecho de
decidir por sí mismas con qué personas quieren contactarse, cuáles
desean tratar, qué prácticas médicas van a utilizar, qué elementos
van a tomar de otras tradiciones y cuáles van a conservar de la
propia. Nosotros no debemos tratar de limitar la forma en que las
curanderas
chamánicas
se
adaptan
a
nuevas
circunstancias
simplemente porque queremos estudiarlas en su forma "más pura". El
antropólogo tampoco puede juzgar si las tradiciones chamánicas que
estudia son auténticas o no, ni decidir que una curandera
chamánica no es una fuente fiable de información sólo porque se ha
adaptado
a
la
sociedad
cambiante
o
porque
utiliza
la
prestidigitación. Las curanderas chamánicas dentro de la misma
tradición cultural difieren mucho unas de las otras y a veces
toman elementos de otras tradiciones para reforzar la propia. La
prestidigitación es usada frecuentemente por curanderas chamánicas
en muchas culturas pero no por ello disminuye su credibilidad. Son
los pacientes locales los que deben decidir si son creibles o no.
Las curanderas chamánicas que tienen renombre en su propia cultura
son consideradas auténticas en términos émicos.
En este artículo explico por qué las machis están
prosperando actualmente en las comunidades que rodean los centros
urbanos de los valles de la Araucanía, pese a la existencia de
otros sistemas médicos. Luego analizo cómo las enfermedades
sobrenaturales de los mapuches han aumentado con su desadapación
frente a las exigencias del mundo urbano.
Examino el concepto tradicional mapuche de la enfermedad y
cómo se ha adaptado tanto a la sociedad cambiante del mapuche como
a la existencia de la medicina occidental y la medicina popular.
Analizo como los mapuches de hoy en día clasifican sus
enfermedades en categorías nuevas y las tratan con distintos
practicantes
médicos
(médicos,
yerbateros,
curanderos,
adivinadores, machis), usando distintos sistemas médicos (medicina
occidental, popular, autóctona), y como ésto afecta al rol de la
machi. Estudio cómo los roles curativos tradicionales de las
machis se han adaptado a las nuevas circunstancias
y se han
vuelto
eficientes,
flexibles
y
abiertos
al
contacto
con
extranjeros, toda vez que siguen siendo esencialmente mapuches.
Analizo cómo las machis
han influenciado e incorporado a nomapuches a su sistema médico tradicional y cómo ellas a su vez,
han sido
influenciadas por, y se relacionan con, otros
practicantes médicos. También considero cómo la competencia entre
distintos practicantes médicos ha creado varios tipos de machi y
un mayor grado de especialización de su rol.
4
Hago uso de entrevistas extensivas con 8 machis y de
información recogida durante observacíón participante de la vida
cotidiana, los eventos sociales y rituales en las comunidades
donde viven estas machis. La mayor parte de esta informacíon fué
obtenida en comunidades Mapuches cercanas a Temuco durante 1991 y
1992.
1.2
TÉCNICAS MAPUCHES DE CURACIÓN: TRADICIÓN ADAPTACIÓN Y CAMBIO
El rol curativo de la machi que combina el uso de hierbas
medicinales y rituales para tratar a sus pacientes, es conocido en
toda la región araucana y ha sido estudiado extensamente tanto por
etnohistoriadores como por antropólogos (Rosales:1674, Nuñez de
Piñeda y Bascuñán:1673, Medina:1882, Robles Rodriguez:1911,1912,
Gusinde:1917,
Latcham:1922,
Guevara:1925,
Moesbach:1929,
Joseph:1930, Métraux:1942, Mariani:1962, Laval:1964, Faron:1964,
Pesqueira:1961,
Noviello:1972,
Grebe:1973,1975,
Zúñiga:1981,
Gutiérrez:1985,
Houghton:1985,
Oyarce:1988,1989,
Vidal:1983,
Kuramochi:1990), entre muchos otros.
Mi propósito es el de identificar de las enfermedades
mapuches, los remedios de hierbas, y los rituales curativos que
nos permiten comprender el proceso de adaptación y cambio que está
sufriendo el rol curativo de la machi. Me interesa destacar cuáles
elementos de los roles curativos tradicionales persisten, cuáles
cambian y por qué cambian. Analizaré lo que significan estos
cambios en términos de los conceptos curativos autóctonos, el rol
actual de la machi y las creencias que lo entornan.
Defino un sistema médico como una organización de
creencias, acciones, habilidades y conocimientos que promueven la
salud de las personas involucradas (Foster y Anderson:1978). Los
mapuches que viven en comunidades cercanas a centros urbanos
tienen acceso a tres diferentes sistemas de médicos: el sistema
moderno occidental, el tradicional popular y el mapuche. El
sistema médico moderno occidental utiliza métodos científicoempíricos para curar. Busca causas naturales para explicar las
enfermedades y utiliza productos farmacéuticos. Los mapuches
asocian la medicina moderna occidental con la sociedad dominante
chilena, se sirven de ella en situaciones específicas, pero
frecuentemente le dan una connotación negativa (Medina:1984). La
medicina popular tradicional combina elementos de la medicina
4
Me refiero a estas machis con pseudónimos para proteger su
privacidad.
autóctona con la medicina popular medieval Europea, creando un
sistema de medicina compuesta que es típica de la sociedad chilena
mestiza. De acuerdo a este sistema, las enfermedades pueden tener
causas naturales o mágicas, y son los mapuches semi-aculturados
los que más lo utilizan. El sistema médico tradicional mapuche
comprende las creencias, conocimientos y prácticas que han sido
utilizados durante siglos por los mapuches y que los caracteriza
como un grupo étnico. Dentro de este esquema casi todas las
enfermedades son causadas por agentes sobrenaturales.
(a)
El Concepto Mapuche de la Enfermedad: Natural y Sobrenatural
Las definiciones y teorías acerca de las enfermedades
varían mucho de una cultura a otra. La enfermedad debe ser
percibida como parte de un sistema cultural específico, y visto
dentro del contexto social y cultural del cual forma parte
(Kleinman:1978). Es la orientación cognitiva de cualquier cultura
la que establece los fundamentos para entender la incidencia de la
enfermedad (Hallowell:1963:259).
Los mapuches tienen lo que Barría (1984) llama "un sistema
de pensamiento mágico-religioso que tiene el propósito racional de
buscar las causas de las cosas". En el pensamiento mapuche, "el
mal" es una de las principales causas de la enfermedad. Las machis
deben comunicarse con sus espíritus
auxiliares y las deidades
mapuches, para exorcizar el mal y alejar a los espíritus malignos.
Sin embargo, la forma en que se trata la enfermedad es un asunto
fundamentalmente práctico. Los mapuches buscan las causas, tanto
naturales como sobrenaturales, de los fenómenos que experimentan.
Luego analizan cómo suceden los eventos y de ellos hacen
abstracciones, logrando soluciones concretas a sus problemas. El
tratamiento de enfermedades involucra procedimientos terapéuticos,
que muchas veces incluyen la magia simpática y la extirpación de
objetos que simbolizan el mal, tales como huesos, piedras y
lagartos,y, el cumplimiento de indicaciones como la ingestion de
remedios de hierbas. También incluyen la realización de actos
específicos tales como rituales y oraciones.
En el pensamiento mapuche, no existe una línea divisoria
entre la mente y el cuerpo como en el mundo occidental. Todas las
enfermedades mapuches se tratan en forma integral, y tienen
componentes espirituales, físicos, y a veces, sobrenaturales
también. Se piensa que las emociones afectan el flujo de la sangre
en el corazón, el estómago, el hígado y los riñones. Se cree que
la tristeza y los problemas del hogar afectan el funcionamiento de
los órganos. La cura también es tanto espiritual como física. Las
machis les dan a sus pacientes hierbas medicinales y consejos de
cómo resolver sus problemas personales y sus conflictos. Cuando
existen causas sobrenaturales para sus problemas y enfermedades,
los malestares físicos se relacionan con espíritus malignos. Una
enfermedad puede ser curada con medidas terapéuticas radicalmente
diferentes y teóricamente contradictorias (Obeyesekere:1981:123).
Lo que importa es la fé que se tiene en el método de curación
utilizado. Los mapuches deben tener fé en sus machis para que sus
curaciones sean efectivas.
Tradicionalmente los mapuches clasificaban sus
kutran o
enfermedades de acuerdo a sus causas y síntomas. La diferenciación
entre las enfermedades huincas (no-mapuche) y las de los mapuches,
apareció con la influencia española y ahora incluye enfermedades
como cancer, SIDA, bronco-pulmonía, reumatismo y tuberculosis.
Debido a que estas enfermedades fueron introducidas por los
huincas, inicialmente los mapuches pensaban que sólo los médicos
occidentales podían curarlas. Hoy en día esta actitud está
cambiando.
Las
enfermedades
pueden
tener
causas
naturales
o
sobrenaturales, y todos los síntomas (tanto naturales como
sobrenaturales)
pueden
ser
clasificados
de
acuerdo
a
su
intensidad, duración y localización. Estas clasificaciones han
sido estudiadas en detalle por Grebe (1975) y Oyarce (1988). Están
los pichikutran o enfermedades menores y futakutran o enfermedades
graves. Las enfermedades pueden ser lefkutran (recientes) o
kuifikutran
(más
antiguas
o
crónicas).
Por
último,
las
enfermedades están clasificadas de acuerdo a su localización:
kutran
lonko
(enfermedades
de
la
cabeza),
kutran
piuke
(enfermedades del corazón),
kutran forro (enfermedades de los
dientes y los huesos), kutran putra (enfermedades del estómago) y
kutran namun (enfermedades de los piés). Las enfermedades más
difíciles de curar son las enfermedades graves, crónicas y
sobrenaturales,
que
afectan
la
cabeza
y
que
nosotros
denominaríamos enfermedades mentales.
Enfermedades Naturales
Antes de la conquista española, se consideraban rekutran o
enfermedades naturales a las lesiones o heridas producidas por
accidentes y las armas, tales como cortaduras, golpes, hematomas y
fracturas de extremidades (Rosales:1674, Nuñez de Piñeda y
Bascuñán:1673). Habían unas machis especialistas, llamadas gutaru
(Febres:1767:502) que hacían cirugía y alineaban y componían
fracturas, otras hacían de matronas, una especialidad que subsiste
hasta hoy en día. Todas las otras enfermedades se consideraban
como inducidas sobrenaturalmente y se trataban con hierbas y
exorcismos. Si el paciente moría, un tipo de machi llamada cupuvoe
(Molina:1787:181) realizaba una autopsia. No se creía posible la
muerte por vejez, por el malfuncionamiento de algún órgano o
producto de infecciones, sino más bien se atribuía a causas
sobrenaturales.
Las enfermedades naturales eran tratadas por mujeres
comunes y corrientes que tenían conocimientos tradicionales de
lawen (hierbas medicinales) o bien por machis. Durante el período
colonial, los mapuches incorporaron una versión simplificada del
modelo hipocrático de salud que trajeron los españoles. Este
modelo sostiene que la salud es el resultado de un equilibrio
entre los cuatro elementos (aire, fuego, agua y tierra), las
cuatro propiedades (caliente, frío, seco y húmedo), y los cuatro
humores (sangre, flema, bilis amarilla y bilis negra) (Van der
Hoogte and Roersch:1984). Los mapuches tomaron la noción que el
calor o el frío en exceso eran causantes de las enfermedades
naturales de los practicantes de la medicina popular. Hoy en día,
todas las enfermedades que están relacionadas con exceso de
trabajo,
negligencia
de
salud,
problemas
digestivos
y
nutricionales, el malfuncionamiento del estómago, corazón, pulmón,
vesícula, hígado y otros órganos, también son catalogadas como
enfermedades naturales. Hay términos mapuches para "la sangre que
sube" (de la menstruación o post parto) que es considerada como
generadora de tumores, quistes, cancer y hematomas, "el frío"
relacionado con el reumatismo, el dolor de los huesos, los
hinchazones y la incapacidad física,
"la orina atrapada"
provocada por el frío, que causa dificultad para orinar, fiebre y
dolores en los costados, "las epidemias" que producen fiebre y
erupciones, y "la diarrea" producida por la ingestión de
sustancias inapropiadas (Oyarce:1989:53).
Progresivamente cada vez más enfermedades son atribuidas a
causas naturales, aún por las machis. Machi Rocío, por ejemplo,
declaró que su marido había muerto de presión alta, debido al
exceso de trabajo, en vez de atribuir su muerte a una enfermedad
de origen sobrenatural.
Sólo en raras ocasiones las machis curan los futa rekutran
(enfermedades naturales graves). Generalmente mandan a los
pacientes con estas dolencias a los médicos occidentales y a los
hospitales donde creen que serán tratados con mayor eficacia.
También mandan
a los hospitales a los pacientes que padecen de
dolencias traumatológicas que requieren
cirugía, tratamiento
hospitalario o productos farmacéuticos. Fuí testigo de machis que
mandaron pacientes con cálculos de vesícula grandes, infecciones,
problemas de visión, tumores grandes, quistes y fracturas a
médicos occidentales. Las machis no se arriesgan a que se les
muera un paciente porque ésto les arruinaría su prestigio como
curanderas.
Los pichi-rekutran (enfermedades naturales simples) son
tratadas por las machis con hierbas medicinales, infusiones,
enemas, cataplasmas y masajes. Las machis tratan a sus pacientes
de una forma muy personalizada y consideran que los problemas
personales, la situación familiar y la nutrición del paciente son
importantes para que el tratamiento surta efecto. Debido a que las
machis tratan las enfermedades de manera integral y brindan un
servicio personalizado, reciben muchos pacientes, tanto mapuches
como no-mapuches, que están insatisfechos con el diagnóstico y
tratamiento que reciben en los hospitales chilenos. Frecuentemente
los pacientes mapuches con dolencias menores se sienten frustrados
porque los médicos occidentales "no conocen la enfermedad" de
inmediato como lo hace la machi. Estos médicos suelen hacerles
muchas preguntas y someterlos a exámenes costosos y desagradables
con distintos especialistas antes de siquiera diagnosticar su
enfermedad. Tanto mapuches como huincas acuden a las machis cuando
los médicos occidentales no les encuentran ninguna enfermedad y
sin embargo ellos se sienten mal (enfermedades psicosomáticas), o,
cuando el tratamiento hospitalario y los productos farmacéuticos
no les alivia sus dolencias.
He observado a machis tratando a sus pacientes por
desórdenes estómacales, de la vejiga y el hígado, problemas de
fertilidad, dolores de cabeza o extremidades adoloridas. Machi
Sergio me dió remedios de hierbas para un desarreglo hormonal que
fué efectivo, y disolvió unos pequeños cálculos biliares que tenía
mi madre con una mezcla de aceite, limón, bicarbonato y jugo de
papa, conjuntamente con unos remedios de hierbas.
Machi Sergio criticaba a los médicos por ser demasiado
rígidos con sus pacientes y por no permitirles que se relajen y se
mejoren en un ambiente positivo rodeado de amigos y parientes.
"Con frecuencia los hospitales
hacen que los enfermos empeoren.
Los pacientes están en un ambiente artificial y los médicos no
miden los efectos secundarios de los medicamentos que les
recetan", me comentó.
La machi retiene la fé de sus pacientes al dejar que la
medicina occidental se encargue de curar las enfermedades graves,
mientras que ella cura las enfermedades menores en forma integral.
Las machis que viven cerca de los centros urbanos reciben el
excedente de pacientes insatisfechos con los hospitales. Sin
embargo, ésto por sí sólo no explica su proliferación en esta zona
donde compiten con una variedad de practicantes de medicina
popular, tales como méicas, yerbateras y médicos naturistas. Las
machis además curan enfermedades naturales menores en forma
integral, considerando tanto el estado mental del paciente como su
estado físico. Pero el éxito de las machis en las áreas
circundantes a los centros urbanos se debe principalmente a su
habilidad para curar las "enfermedades sobrenaturales," cosa que
los practicantes de medicina popular no pueden hacer.
El ejercicio de la medicina tradicional mapuche está ligada
a un conjunto de creencias, mitos y rituales que guian y
estructuran la forma y el significado del proceso de curación. El
mapuche cree que todas las enfermedades sobrenaturales siempre son
causadas por la acción de un tercero.
Enfermedades Sobrenaturales
Las
enfermedades
sobrenaturales
siguen
siendo
las
enfermedades más importantes que curan las machis hoy en día. Hay
varios tipos diferentes de enfermedades sobrenaturales: kalkutun,
causado directa o indirectamente por la acción de un kalku o
hechicero/brujo; wekufetun, causado directa o indirectamente por
la acción de un wekufe o espíritu maligno; y wenu-mapu kutran
causado por la acción de deidades y espíritus mapuches
(Grebe:1975, Oyarce:1989:49-52).
Los síntomas generales de las enfermedades "inducidas por
lo sobrenatural" son parecidos a los de nuestras llamadas
enfermedades psico-somáticas e incluyen mareos, dolores de cabeza
y estómago, letargo, incapacidad
para el trabajo, depresión,
llanto, pérdida de peso, insomnia, desasosiego, náusea, vómitos,
tristeza, compasión de sí mismo, deseos de escaparse de algo, y
un comportamiento distinto a lo que es normal para esa persona. En
casos extremos los síntomas pueden incluir ataques de histeria,
temblores del cuerpo, perrimontun (visiones) negativos, y un
comportamiento
extraño
o
violento
(agresión
a
personas,
deambulación nocturna, destrucción de sus pertenencias). Los
síntomas específicos y su intensidad varían de acuerdo al "tipo"
de enfermedad sobrenatural y al individuo que la sufre.
En la actualidad los kalkutun son las enfermedades más
comunes. Se cree que son provocadas por la envidia, los celos y la
venganza de un tercero. Como se considera que el daño y la maldad
son infligidos deliberadamente por otros seres humanos, ésto
intensifica la generación de tensiones y sospechas dentro de las
comunidades mapuches. Se cree que la gente misma envía "el mal," o
que contratan los servicios de un kalku para hacerlo por ellos.
Esto sirve como un mecanismo de control social y moral. En el
pensar mapuche nadie debe aspirar a ser más rico que sus vecinos
ni provocar la envidia. Es más, la riqueza repentina
en sí se
asocia con "el mal." Este concepto promueve la solidaridad en una
sociedad igualitaria y se refuerza colectivamente durante las
ceremonias de fertilidad agrícola llamadas nguillatun.
El término infitun o "mal tirado" se usa para referirse a
al mal o daño enviado a otra persona por medio de objetos que se
colocan cerca de su casa, y que se cree tienen alguna cualidad
maléfica que penetra en la persona. Febres (1767) y Havestadt
(1777) los describen como "dardos invisibles". Se piensa que el
malhechor entierra objetos que han sido maldecidos tales como
pelo, uñas, animales muertos, las entrañas de animales o dinero,
cerca de la casa de la víctima con el objeto de que se enferme la
persona. El malhechor también puede conseguir ropa usada, pelo u
otro objeto personal de la víctima, maldecirlos y luego
regresarlos para que la víctima se enferme.
Varias de las machis con quienes trabajé sufrían de este
tipo de maleficio, aunque la gente común y corriente también lo
puede padecer. A machi Pamela le habían enviado infitun en dos
oportunidades, ambas veces cuando le iba bien económicamente y sus
vecinos le tenían envidia. La primera vez enterraron un buitre
muerto en su huerto, pero como ella era fuerte, fué su marido
quien enfermó y murió, aunque otras machis realizaron varios
machitunes (rituales de curación) para intentar salvarlo. El
segundo infitun ocurrió mientras yo estaba presente. Alguien tiró
la pierna de un perro muerto por encima del cerco de la casa de
Pamela "para que yo me muera pobre como un perro" dijo ella.
Enterraron las entrañas de un cordero en el campo de machi José
para que se volviera infértil, y debajo del rewe de machi Sergio
enterraron pelo, uñas y un pollo muerto para que perdiera sus
poderes. Por envidia, los vecinos de
uno de los pacientes de
machi Marta le mataron varios de sus gansos, los maldijeron y los
volvieron a arrojar a su campo.
El illeluwun o "mal por bocado" se refiere al mal enviado
por envenenamiento y es otro tipo de kalkutun. Se cree que la
sustancia venenosa llamada funapue está hecha de clavos, pelo,
lagartijas y ranas (Oyarce:1989:49) y es mezclada con la comida o
la bebida de la víctima. Mientras más tiempo pasa la víctima con
el funapue dentro de su cuerpo, más grave se torna la enfermedad.
Machi Fresia fué envenenada al comer un huevo frito con funapue en
la casa de uno de los pacientes de machi Sergio, pero fue tratada
inmediatamente y se sanó. El caso más dramático de illeluwun que
yo presencié fué el de un hombre que fué envenenado por su amante
porque era celoso y la trataba mal. Machi Marta describió su
enfermedad como gusanos que le estaban carcomiendo el estómago y
lo hizo vomitar durante dos dias para extirparlos.
A continuación incluyo un ejemplo típico del
diagnóstico
de una enfermedad corpórea de origen sobrenatural, conforme fué
realizado por machi Marta a uno de sus pacientes:
"Tienes dolor de cabeza, no puedes dormir de noche, das vueltas en
la cama, te sientes mareado, triste, quieres irte pero no
sabes adonde ir. Tienes una culebra en el estómago que
necesita salir, alguien te ha querido hacer daño, yo te
quitaré el daño".
El punon-namun o mal por raspado es otra forma de kalkutun
y se refiere a la enfermedad causada al raspar el polvo de la
pisada de una persona, o del lugar donde ha estado sentado, y
llevarlo al cementario para maldecirlo. Machi José dijo que había
visto a uno de sus vecinos raspar el asiento de su bicicleta con
este propósito.
El término wekufetun se usa genéricamente para referirse a
todas las enfermedades sobrenaturales producidas por un wekufe o
espíritu maligno. Estos espíritus son fantasmas, animales extraños
o fenómenos naturales que trabajan junto con los kalkus para hacer
el mal y para enriquecerlos, pero también pueden actuar en forma
independiente. La gente se enferma cuando ven o son visitadas por
un wekufe mientras duermen, o cuando están soñando. Hay tantos
wekufetun como wekufes, los tipos más comunes
son los
anchimallentun, los witranalwetun (ambas enfermedades provocadas
por fantasmas), los chonchontun y los piwichetun (producidos por
animales voladores que chupan la sangre de la víctima o traen
consigo la maldad). El topetun o susto es la enfermedad producida
por un encuentro con un wekufe, que, se cree, lleva el alma de la
víctima a un kalku, o lo posee. Estos son los tipos de
enfermedades sobrenaturales más peligrosas que sólo una buena
machi puede curar. Los síntomas más comunes de wekufetun son el
errar sin rumbo en un "estado de semi-conciencia", estar fuera de
sí y no saber ni recordar lo que se está haciendo.
La pérdida del alma y la posesión por un espíritu maligno
son las enfermedades sobrenaturales más peligrosas y difíciles que
curan las machis. Con la pérdida del alma, la machi debe realizar
un "vuelo mágico" al reino de los espíritus malignos para
recobrarlo, antes de que se pierda para siempre. Esto es peligroso
y agotador para la machi, puesto que su propia alma o "am" está
expuesta a una situación de alto riesgo. Su espíritu auxiliar ya
regresado puede ser capturado por un kalku y vuelto en contra de
la machi, y el alma suelta de la machi puede ser capturada por un
kalku (Faron:1964:138). La posesión por un wekufe ocurre cuando
una persona está débil y vulnerable, y es común durante los
entierros, los rituales de nguillatun y machitun (rituales de
curación) cuando los espíritus malignos rondean.
La "duración" de la enfermedad es un factor importante en
la curación de una enfermedad sobrenatural. El mal que ha sido
enviado recientemente y descubierto a tiempo, puede ser exorcizado
fácilmente con vómitos y una ceremonia de curación sencilla. Un
"mal más antiguo" que ha poseído al paciente durante mucho tiempo,
nunca puede ser completamente curado.
Machi Marta curó a dos personas de una familia de kalkutun
y estaba curando a un tercero mientras yo hacía mi trabajo en
terreno. La familia había prosperado económicamente en los últimos
cinco años y eso, dijo Marta, había provocado la envidia y los
celos de sus vecinos. La curación de Marta fué un éxito porque el
mal se trató desde un principio, y la familia continuaba tomando
hierbas medicinales en forma preventiva para protegerse del mal.
Machi Nora logró curar a cacique Daniel después de un encuentro
con un anchimallen, porque él fué a verla poco después de haberse
producido el incidente.
Sin embargo, machi Leonor no pudo curar a Armando porque
su wekufetun ya tenía
más de treinta años. Aunque ella lograba
que Armando se sintiese mejor durante períodos cortos de tiempo,
fué imposible una recuperación total. De tanto en tanto tenía sus
recaídas, aunque siguió tomando hierbas medicinales en forma
preventiva. Su hija dijo que las recaídas coincidían con los
períodos en que estaba preocupado o molesto.
Las
enfermedades
sobrenaturales
se
localizan
más
frecuentemente en el estómago y la cabeza. Las enfermedades
sobrenaturales del estómago se conciben en la forma de gusanos,
culebras o sapos. Las enfermedades "maléficas de la cabeza" o
wesa-kutran-lonko, no tienen una manifestación típica, pero se
cree que producen piru-lonko (locura) si no se tratan rápida y
correctamente. Cuando las machis operan a la gente hoy en día, es
con el propósito de extirpar físicamente un mal que no pudo ser
exorcizado en un ritual de curación. Yo no pude presenciar ninguna
operación de esta índole, pero Faron (1968:76-77) presenció una en
que se usó la trepanación para tratar a un hombre con wesa-lonko
(mal en la cabeza).
Sin embargo, sí pude observar a machis Marta, Leonor y
Sergio tratando a pacientes con wesa-lonko. Marta trató a un
hombre cuya mujer lo engañaba. Vagaba por la noche y le pegaba a
su hijo. Marta también estaba tratando a una mujer que le tenía
miedo a todo, y tenía visiones de pájaros y perros. Leonor trató a
una jovencita que sufría de convulsiones y ataques. Ella se ponía
violenta y atacaba a sus hermanos y hermanas, pero después no
recordaba nada. Sergio le hizo un tratamiento a machi Fresia luego
de diagnosticarla con wesa-lonko cuando ella se negaba a salir de
su cuarto, lloraba y se reía histéricamente.
Hoy en día los mapuches han incorporado otras enfermedades
de la medicina popular y de la cultura chilena a su sistema
médico. Adoptaron el concepto de mal de ojo, por medio del cual
una persona puede causar el mal a otra con sólo mirar a la persona
o a sus pertenecias con envidia (aunque no necesariamente en forma
intencional). La mala suerte, que no necesariamente es causada por
un tercero, sino que simplemente "ocurre", es otro
concepto
nuevo, tomado por los mapuches de la medicina popular.
Wenu-mapu-kutran, la tercera y última forma de enfermedades
sobrenaturales mapuches, son dolencias producidas por deidades y
espíritus mapuches a personas mapuches. Kastikutran (Grebe:1975),
que proviene de la palabra castellano "castigo", son aquellas
enfermedades enviadas por las deidades y los espíritus para
castigar a los mapuches por no haber cumplido correctamente con
las normas y tradiciones. La gente común y corriente puede ser
castigada por Nguenechen o por sus espíritus ancestrales. Mientras
los mapuches sigan creyendo en la existencia de kastikutran se
dispone de una poderosa forma de control moral. Como el
kastikutran castiga las transgresiones, y no hay una palabra
mapuche para castigo, creo que es una innovación relativamente
reciente, introducida después que los mapuches comenzaron a
desviarse de las normas tradicionales debido a la aculturación, y
refleja una moralidad cristiana.
Si bien los mapuches contemporáneos clasifican un mayor
número de sus enfermedades como rekutran que pueden ser tratados
por sistemas médicos alternativos, hay una mayor incidencia de las
pocas enfermedades clasificadas como kalkutun, wekufetun y
kastikutran que sólo pueden ser tratadas por machis. En la
Araucanía es evidente que la existencia de kalkutun y wekufetun
está directamente relacionado a la cercanía con los centros
urbanos. En estas zonas los mapuche experimentan tension y
angustia al tratar de adaptarse a las exigencias del sistema
chileno. Una machi del valle central dijo "El mal es la enfermedad
más común que hay ahora. Antes no era así, pero ahora casi todos
los mapuches tienen mal". Cacique Antonio, un Pehuenche de la zona
montañosa más aislada dijo: "Nosotros no tenemos esa enfermedad
que llaman mal que hay en Temuco. Ni siquiera tenemos machis.
Vamos a la posta o a la yerbatera. El mal es la enfermedad de la
ciudad".
Enfermedades de Machi
Machi-kutran son enfermedades exclusivas de las machis que
pueden ocurrir antes o después de su iniciación. Machi Sergio
explicó que machi-kutran son enviadas por las deidades y los
espíritus auxilares de la machi para hacer que las neófitas
aprendan a sufrir y sean más compasivas frente a los sufrimientos
de sus futuros pacientes. Estas enfermedades que señalan la
vocación de la machi hacen que la neófita sufra una crisis
personal aguda, pero eventualmente llevan a lo que Peters
(1981:110-111) llama el "beneficio psicológico del individuo", es
decir, refuerzan las convicciones y percepciones internas de la
machi. Juana, una viejita mapuche de la zona de Quepe nos entrega
su percepción del machi-kutran:
"Las machis se desmayan y están como muertas por más de media
hora. Tienen que tocarles la cabeza y tirarles agua para que
vuelvan en sí. Esto les pasa todo el tiempo. Comen muy poco y
tienen la cabeza en otra parte, la vista perdida".
Kisu-kutran son aquellas enfermedades enviadas por el
espíritu auxiliar de la candidata a machi para presionarla a que
se convierta en machi. Afectan a la neófita antes de ser iniciada
y señalan su vocación. Las neófitas están
espiritualmente
obligadas a asumir la profesión de machi y son castigadas con
enfermedades crónicas, a veces hasta con la muerte, si no lo
hacen. Escuché hablar de varios casos donde las mujeres se habían
rehusado a asumir la profesión de machi, y optaron por casarse, y
tener hijos. Se dijo que estas mujeres habían muerto, o que vivian
atormentadas por constantes sufrimientos, en extrema pobreza y con
mucha mala suerte desde entonces.
Si las machis no practican las tradiciones mapuches de
manera correcta, pueden padecer de esta enfermedad nuevamente
aunque ya estén iniciadas. Cuando machi Fresia abandonó sus
actividades de machi y se escapó a la ciudad, la comunidad supuso
que su espíritu auxiliar la haría enfermar como castigo por lo que
hizo.
Muchos de los síntomas de kisu-kutran son los típicos de
las enfermedades sobrenaturales tales como dolores de cabeza y de
estómago, desasosiego, mareos, náuseas, y el deseo de estar sólo.
Además de padecer de estos síntomas, las machis frecuentemente
padecen de una parálisis parcial del cuerpo y otras dolencias de
más larga duración, tales como furúnculos, mareos, el echar espuma
por la boca, sentir frío, tener la vista nublada y experimentar
dolores recurrentes, especialmente en el estómago y las piernas.
Con el kisu-kutran, las machis experimentan sueños especiales y
sienten una necesidad urgente de poseer los símbolos rituales de
una machi.
También existen los perrimontun-kutran (Grebe:1975) o
enfermedades producidas por las visiones que tienen las machi de
sus símbolos rituales, de sus animales auxiliares, de espíritus
del agua y, a veces, de Cristo o de la Virgen. Se cree que estas
visiones aumentan sus poderes. Los perrimontun-kutran son también
un tipo de llamado a la vocación de machi. Ximena comentó:
"Yo negué mi perrimontun (visión). Lo rechazé. No le dije nada a
nadie de eso. Mi mamá se dió cuenta y me dijo: 'Para ser
machi, si no le das tus oraciones y tu dedicación a tu
espíritu, morirás'. Fué entonces que caí gravemente enferma".
Los síntomas de perrimontun-kutran incluyen
fiebre, ataques,
desvanecimientos, convulsiones y una sensación de irrealidad
(Grebe:1975:32).
(b)
Formas de Diagnóstico Tradicionales y Modernas
Históricamente los mapuches han tenido varios tipos de
adivinadores y videntes. El término genérico pewun o pelon
significa orar o adivinar (Augusta:1910), y las machis que hacían
las adivinaciones con la saliva o con los órganos internos de
animales se llamaban peutrukutran. Hoy en día rara vez se realizan
este tipo de adivinaciones. Unicamente machi Marta dijo que sabía
adivinar a través del hocico de chancho.
Actualmente
las
machis
tienen
varias
maneras
de
diagnosticar
las
enfermedades.
Yo
observé
tres
formas
principales: willentun (diagnóstico que se hace mirando a una
muestra de orina) pewuntun (diagnóstico que se hace mirando la
ropa interior usada de la persona), y otro tipo de pewuntun,
conocido como saahatun (diagnóstico que se hace mientras se está
efectuando un ritual sencillo de curación). Mediante estos
diagnósticos, las machis identifican la clase de enfermedad
natural o sobrenatural que están tratando. Cada machi utiliza uno
u otro método dependiendo del tipo de poderes y habilidades que su
espíritu le confiere. Se cree que una machi
puede "ver" con un
solo método, pero casi todas las machis además sueñan con la
enfermedad de su paciente y ésto les ayuda a diagnosticar.
Creo que el pewuntun-saahatun es la forma de diagnóstico
más antigua. Desde el siglo XVII en adelante hay muchas
referencias a rituales de curación, pero pocas a diagnósticos que
son relativamente recientes y sólo se refieren al peutrukutran
(Housse:1938:225-26,
Guevara:1925:139,
Augusta:1910).
Por
lo
tanto, pareciera que los cronistas del siglo XVII al siglo XIX
presenciaron el pewuntun-saahatun, pero no lo supieron distinguir
del resto de la ceremonia de curación. Para poder realizar el
pewuntun-saahatun la machi tiene que estar poseída por su espíritu
auxiliar, y es el espíritu el que diagnostica la enfermedad a
través de ella. Las machis
contemporáneas rara vez usan ésta
forma de diagnóstico porque agota mucho a la machi, y requiere la
presencia de un dungumachife (intérprete) para traducir lo que la
machi dice cuando está en trance. Aunque el pewuntun-saahatun es
más eficaz que las otras formas de diagnóstico, implica un mayor
esfuerzo y riesgo para la machi y es más costoso para el paciente.
De mis informantes machis, sólo Nora todavía utiliza este sistema.
Las otras dos formas de diagnósticar aparecen en el siglo XIX,
cuando los mapuches adoptan el concepto hipocrático sobre los
humores corporales.
El diagnóstico pewuntun se hace mirando la ropa interior
usada del paciente, donde los humores del cuerpo están presentes.
Mientras pone la ropa interior al sol, la machi canta, ora y entra
en trance tocando el kultrun (tambor) tal como lo hace en el
pewuntun-saahatun. Este método aún se usa para diagnosticar
enfermedades graves o difíciles. Una mujer huinca, a quién llamaré
Paula, llevó la ropa interior de su madre agonizante a una machi
para ver si ella la podría salvar. La madre de Paula se había
operado de dos tumores cerebrales que le habían provocado una
hemorragia. La machi estaba enferma y dijo que sus poderes estaban
disminuídos, pero a pesar de ello, trataría de salvar a la señora.
Después de hacer el diagnóstico, le dió a Paula hierbas
medicinales para su madre, diciéndole que si mejoraba después de
dos días, le haría un machitun, pero que si no, su madre moriría.
La señora mejoró por unos días, pero falleció antes de que se le
pudiera hacer el machitun. La machi atribuyó el deceso al hecho de
que sus poderes estaban disminuídos porque estaba enferma.
La forma mas común y popular de diagnosticar en la
actualidad es con el willentun (diagnóstico por medio de una
muestra de orina). A diferencia con los diagnósticos tipo
pewuntun, la machi no tiene que entrar en trance y puede
diagnósticar a un gran número de pacientes en forma expedita y
eficiente. Esto es especialmente importante en las zonas
circundantes a centros urbanos donde la machi compite con otros
practicantes de la medicina popular para curar enfermedades
naturales. Todos las machis con las cuales trabajé, con la
excepción de Nora, utilizaban este sistema. Machi Jorge ponía
hasta
tres
muestras
de
orina
encima
de
su
rewe
para
diagnósticarlos simultáneamente. Machi Sergio utilizaba muestras
de orina para diagnosticar las enfermedades de un gran número de
pacientes que atendía en su consulta. Sin embargo, el willentun no
es tan preciso como las otras formas de diagnóstico, y las machis
frecuentemente les piden a sus pacientes que cooperen con
cualquier información adicional que les podría ser útilidad en la
curación. Las machis miran la muestra de orina contra la luz y
observan su color, consistencia y claridad. Basándose en estas
observaciones
pueden
diagnósticar
las
dolencias
físicas,
psicológicas y sobrenaturales, los problemas personales, la
personalidad, además de pronosticar el futuro. Para muchas machis
la enfermedad se encuentra claramente expresada en la orina. "Es
la escritura de Dios que nos hace saber la naturaleza de la
enfermedad", me dijo machi Marta. "Es como una radiografía, puedes
ver las partes del cuerpo que están afectadas y lo que la persona
siente y piensa", afirmó machi Fresia. "Todo lo que tiene el
paciente está puesto ahí en la orina, tibiecito", añadió machi
Pamela. Al hacerme un diagnóstico por medio de una muestra de
orina Sergio me preguntó:
"Has tenido un tratamiento médico antes? (Si). ¿Para qué te
estaban tratando? (Desórdenes hormonales). ¿No has visto a un
médico nuevamente para eso? (No). No te está yendo bien, a
veces te sientes mareada. Te duele la cabeza, los ovarios, la
vejiga te duele y por esto te sientes mareada a veces.
Necesitas algo para la inflamación de los ovarios, para
regular la menstruación, y también para el sistema nervioso.
Tienes los nervios afectados. ¿Te dan calambres en los piés a
veces? (Si). Si, tienes calambres en los piés y también
sientes mucho frío, debido al frío, los nervios, sientes
calambres. No tienes nada grave, no tienes el mal. Debes
tomar 'té para mujeres' y remedios para los nervios. Para los
calambres toma baños de hojas de eucalipto. Tienes mucha
buena voluntad, pero debes ver cómo la puedes orientar. A
veces no sabes lo que realmente vas a hacer, tienes miedo.
Tienes que tener más seguridad en tí misma. Con el tiempo vas
a tener buena suerte en todo. Donde vayas la gente te quiere.
Hay un poder que te ayuda mucho, y orando vas a hacer que
siga así, pero debes orar".
Los tres tipos de diagnóstico tratan al paciente en forma
integral,
y
le
pueden
decir
qué
enfermedades
físicas,
psicológicas, emocionales o sobrenaturales padece, pero se
considera que el diagnóstico por saahatun es el más preciso. El
hijo de Nora, una
machi tradicional que utilizaba este método,
dijo que era preferible a los otros métodos porque la machi
realmente puede ver el estado en que está el paciente y lo puede
tocar. Para afinar la precisión del diagnóstico muchas veces las
machis hacen un segundo willentun
mientras están en un E.A.C
(estado alterado de conciencia) durante un machitun para sus
pacientes con enfermedades graves.
¿Por qué las dos formas de diagnóstico más utilizadas por
las machis en la actualidad usan los humores del cuerpo?
Grossinger (1930:133) plantea que los humores responden al medio
ambiente, la dieta, los hábitos y los estados emocionales y que
trasmiten el temperamento y el significado psíquico de los cuatro
elementos. Por medio del diagnóstico la machi obtiene información
sobre el prognóstico y el tratamiento de enfermedades específicas,
y tomará la decisión de aceptar o no la responsabilidad de curar
la enfermedad. Las machis sólo toman como pacientes a aquellos que
creen poder curar.
El renombre de una machi es muy importante, y, conforme
crece su reputación, aumenta su clientela. Las machis son
ampliamente compensadas cuando tienen éxito, pero su reputación
decae rápidamente si fracasan. La comunidad tolera pocos errores
en los diagnósticos, pero las machis pueden manipular las causas
de las enfermedades para dar la apariencia de que no se han
equivocado. Por ello con frecuencia culpan
al paciente por el
fracaso. Poco después de que machi Pamela me hizo un ritual para
darme la buena suerte, mi auto se descompuso y me dejó en el
camino. Cuando le pregunté a Pamela porqué no había funcionado su
ritual, contestó que al hacerle esa pregunta yo demostraba no
tener fé en ella, y que si no tenía fé, el ritual no podía
funcionar.
Machi Pamela fué muy criticada porque había dado remedios
de "contra" (para contrarrestar el mal) para detener el wekufetun
de un paciente que realmente había experimentado un perrimontun o
visión. El paciente no recibió el tratamiento apropiado a tiempo,
enloqueció y fué enviado al hospital psiquiátrico de Temuco.
Pamela dijo que ella no había reconocido el perrimontun porque era
una visión negativa y producía los mismos síntomas que un
wekufetun. Machi Marta tenía unos pacientes que iban a verla desde
hace diez años y siempre regresaban con más enfermedades. Cuando
le pregunté porqué no había podido curarlos, ella dijo que era
gracias a sus remedios que estaban vivos y que las fuerzas del
"mal" eran fuertes en donde ellos vivían y que habían regresado
para acosarlos nuevamente. Otras razones dadas con frecuencia para
explicar la recurrencia de enfermedades son: que ya están
"pasados", o que el paciente ha anulado el efecto del tratamiento
al ir a consultar a otra machi, a una practicante de medicina
popular, o a un médico. Algunos mapuches creen que las machis no
curan a sus pacientes del todo deliberadamente, para seguir
teniendo clientes. Se cree que algunas machis hasta ponen un
poquito de veneno en la primera dosis de remedios para que los
pacientes se sientan peor al comienzo, con lo que consiguen que su
recuperación sea más notable.
Lo que determina el éxito terapéutico de una machi es su
habilidad oratoria y su capacidad para convencer a los demás de
sus poderes y su ejecución ritual. Para poder convencer, las
machis deben tener fé en si mismas, por lo tanto hay muy pocas
machis charlatanas, y las que lo son, pierden popularidad
rápidamente. Las machis deben se capaces de entrar a EAC y "ver" a
las almas y los espíritus mapuches de una forma que sea
culturalmente aceptable por medio de sus propias imágenes
subjetivas. Esto requiere que tengan fé en sí mismas, en sus
creencias
culturales,
en
sus
prácticas
rituales,
y
"una
involucración controlada a su rol, con una intensa participación
orgánismica" (Peters and Price-Williams: 1980).
(c)
Rituales de Curación de Machis Tradicionales: Pasado y
Presente
El tratamiento de las enfermedades de los mapuches puede
ser empírico o ritual para las enfermedades más corrientes,
profilática para evitar la acción de un algún agente sobrenatural
o prevenir una enfermedad natural (Grebe: 1975:2,5). Las machis
generalmente usan métodos empírico-naturales (hierbas medicinales
y, a veces, productos farmacéuticos), junto con otros métodos
mágico-religiosos (todas las actividades que forman parte de los
rituales: la oración, el canto, y tocar el kultrun). Las machis
creen que al usar ambos métodos simultáneamente refuerzan sus
poderes y, por lo tanto, la eficacia del ritual. Las machis
combinan los dos sistemas diferentes de curación porque son
curanderas,
y
al
mismo
tiempo,
portadoras
de
poderes
sobrenaturales y tradiciones ancestrales.
Remedios de Hierbas
El uso de plantas y hierbas mapuches para prácticas
medicinales ha sido estudiado detalladamente por Gay (1852),
Murillo (1889), Gusinde (1917) y San Martín (1983). Casi todas
estas plantas son nativas, aunque los mapuches han incorporado
algunas que fueron traídas por los colonizadores. Las machis usan
varios tipos de hierbas medicinales para hacer infusiones (para
que sus pacientes las beban) o cataplasmas (que se aplican
externamente) para curar o prevenir una enfermedad. Las hierbas
pueden tener propiedades medicinales y también sobrenaturales.
Cuando las machis usan hierbas medicinales, pero no efectúan
rituales, pueden ser llamadas lawentufes o yerbateras. Si a un
paciente se le trata solamente con hierbas medicinales, el costo
del diagnóstico y la cura es bajo, de 1000 a 3000 pesos, el
equivalente a lo que cobran otros practicantes de la medicina
popular por el mismo tratamiento.
Hay varias maneras en que las machis pueden adquirir sus
conocimientos sobre hierbas medicinales. La más importante es por
peuma o sueños donde el espíritu auxiliar de la machi le enseña
sobre el "paquete" de hierbas que "funcionan bien" con el
espíritu. Machi José dijo que habían muchos remedios para la misma
enfermedad y las que una machi en particular seleccionaba,
dependía del tipo de espíritu que ella tenía. Machi Fresia dijo
que el mismo remedio de hierbas podría funcionar para una machi
pero no para otra. Las machis también sueñan con los remedios que
son necesarios para curar una enfermedad específica y las neófitas
aprenden
cuáles
hierbas
medicinales
son
apropiadas
para
enfermedades específicas de sus mentores machis. Frecuentemente
las neófitas conocidas como lawen-ma-ulcha (aprendiz que aprende
acerca de las hierbas). Machi Pamela dijo:
"Para hacer que mis pacientes mejoren, hago un tratamiento, yo
oro. Chao Dios me dice lo que debo hacer. Yo hago remedios de
hierbas. Algunos remedios los aprendí cuando era niña. Los
más poderosos Chao Dios me los enseña en sueños".
Poco antes de la iniciación de
machi Cecilia fuí con su
padre, una de sus mujeres y una anciana tradicional mapuche para
buscar seis sacos de remedios para su ritual de iniciación. El
objetivo de buscar estas hierbas era "para que ella se mejore y
siempre esté protejida de las enfermedades", dijo la anciana.
Tradicionalmente se creía que las machis sólo se curaban con
remedios de hierbas y que los productos farmacéuticos les hacía
empeorar. Durante el machiluwun
(ceremonia de iniciación de la
machi) las neófitas se reponen de su machikutran inicial. Las
hierbas más importantes que se usan en la ceremonia son aquellas
que se creen efectivas
para protejer del mal y de las
enfermedades sobrenaturales. Entre ellas está el foye o canelo
(Drymis winteri), el triwe o laurel (Laurelia aromática), y el
maqui (Aristotelia maqui) todas provistas de propiedades sagradas.
Por esta razón siempre se plantan alrededor del rewe (altar o
árbol de la vida) de la machi.
Los poderes, remedios y métodos de una machi también deben
"funcionar bien" con el espíritu del paciente para que la curación
surta efecto. Antes de que una machi acepte tratar a un paciente
por una enfermedad sobrenatural, le da hierbas medicinales durante
un período de tiempo y observa sus reacciones. Si el paciente
reacciona en forma negativa, ella le dirá que vaya a buscar ayuda
en otra parte. Si reacciona en forma positiva, la machi realizará
el tratamiento ritual. Cuando una machi cura a una persona, su
familia generalmente seguirán acudiendo a esa machi de por vida.
Cuando un paciente cambia de machi con frecuencia, su enfermedad
se hace cada vez más difícil de curar. Se cree que los remedios de
una machi están en conflicto con los de las otras, en la misma
manera como lo están sus espíritus auxiliares. Una machi puede
rechazar a un paciente que otras machis no han podido curar porque
generalmente esto quiere decir que su enfermedad es grave y
demasiado "pasada" para curar. Las machis
no quieren correr el
riesgo de que se les muera un paciente o que no lo puedan curar
porque esto afectará su reputación.
Se creía que Eduardo tenía wekufetun que hacía que su
cuerpo temblara constantemente. En primer lugar, fué tratado por
su hermano, machi Javier. Pero como no se aliviaba, Eduardo fué
donde machi Jorge que tampoco lo pudo curar. Finalmente machi
Sergio aceptó a Eduardo como paciente pero con la condición de que
él y su familia prometían no guardar ningún rencor si llegara a
empeorar o a morirse. Sergio le dió a Eduardo hierbas medicinales
durante más de un mes para "anular" los efectos de los remedios
dados por Javier y Jorge, antes de realizar un machitun. Cuando yo
partí de la zona, Eduardo seguía enfermo.
Forma Ritual del Machitun o Daatun
En el siglo XVII, el ritual de curación tradicional
mapuche, el daatun, comunmente llamado machitun, consistía en el
exorcismo del mal y la frotación del paciente con hierbas
medicinales. Al hacer a un tercero responsable por el mal, y al
exorcizar al mal en la forma de un objeto patogénico, los mapuches
han creado una forma de explicar la causa de la enfermedad, una
manera de controlarla y un chivo expiatorio para sus tensiones y
ansiedades. Antiguamente las machis usaban la prestidigitación
para simular que abrian el pecho o estómago y chupaban parte del
cuerpo del paciente para extirpar el "mal" en forma de un lagarto,
dardo u otro objeto (Rosales:1674:159-160, Nuñez de Piñeda y
Bascuñán:1673:158-161). Esta técnica producía una sensación de
alivio en el paciente. Plantaban dos o tres ramas de canelo a la
cabecera y a los piés del paciente (cuya cabeza estaba orientada
hacia el este, el lado positivo). Se colgaban joyas de plata en
las ramas para espantar a los espíritus malignos, y todos los
otros elementos usados en el ritual estaban en pares o de a cuatro
(el cuatro es el número sagrado de los mapuche). Las mujeres
cantaban, los hombres tocaban pifulkas (flautas), y la machi
llenaba el cuarto de humo, y pronosticaba la causa de la
enfermedad por medio de la adivinación, mirando el corazón de una
oveja sacrificada. La machi entraba en un EAC al tocar el kultrun
y comenzaba a hablar en el lenguaje ritual. La machi anunciaba el
tipo de mal que padecía el paciente, dónde, y a veces por quién,
fué "tirado", y cuáles remedios de hierbas debería tomar. El
dungumachife (traductor) memorizaba lo que la machi había dicho
mientras estaba en un EAC, y mas tarde se lo traducía cuando ella
regresaba a un estado de conciencia normal.
Hoy en dia, los rituales de curación llamados machitun, se
realizan en una forma muy parecida a como lo hacían en el siglo
XVII, pero sólo se realizan en caso de enfermedades graves o de
enfermedades
sobrenaturales
crónicas
(Grebe:1975:5).
Los
machitunes salen muy costosas para los mapuches, costando entre
20.000 y
50.000 pesos. Las machis cobran por el tiempo, el
esfuerzo y el riesgo espiritual que corren durante el ritual.
También tratan de recuperar el dinero invertido por sus familiares
en su preparación e iniciación. Los machitun se hacen durante la
noche (siendo ésta la hora cuando se cree que los espíritus
malignos aparecen), y se llevan a cabo en la casa del paciente o
en él de la machi. Se realizan mirando hacia el este y todos los
elementos se organizan en grupos de cuatro. La machi alterna entre
EAC y estados normales de conciencia para curar al paciente.
Además de su dungumachife (intérprete), la machi debe tener un
ayudante que toca el kultrun mientras ella está en kuymin (EAC),
que calienta el kultrun, que la sacs de un EAC, y le ayuda en la
preparación de los remedios. Cuando la machi toca el tambor,
produce un fuerte efecto psicoterapéutico en el paciente, calmando
su sensación de angustia (Grebe:1973:31). El paciente es el centro
de atención de la familia y recibe cuidados y atenciones
adicionales. Si los problemas del paciente están relacionados con
pleitos familiares, cómo es muy frecuente, ésta puede ser la
oportunidad para que se resuelvan.
Además tienen que haber cuatro hombres para golpear las
cañas de coligüe unas contra otras, y gritar para espantar a los
espíritus maléficos, y músicos para tocar la trutruca (flauta
larga), la
pifulka (flauta corta) y un cuerno que ayuda a la
machi entrar en EAC. Las oraciones de la machi van dirigidas a su
espíritu auxiliar y, aún hoy en día, ella saca el mal del cuerpo
de su paciente mediante la succión que a veces extrae sangre. Sin
embargo, nunca observé a una machi simulando abrir el pecho o el
abdomen de un paciente. Raramente se hacen adivinaciones usando el
corazón de una oveja, sino que se hacen los diagnósticos por
willentun. En vez de sacrificar una oveja muchas veces sólo se le
cortan las orejas.
Las machis contemporáneas usan sus joyas de plata para
ahuyentar a los espíritus malignos, y colocan cuchillos en la
frente y en el pecho del paciente para exorcizar el "mal", pero ya
no se rajan las lenguas de las neófitas, como se hacía a comienzos
de siglo (Robles Rodriguez:1942:67), y han incorporado el uso del
caballo y de las armas (cuchillos, y a veces hasta armas de fuego)
para espantar a los espíritus malignos. Algunos investigadores
encuentran una relación entre el machitun y la guerra contra los
españoles
(Métraux:1942),
o
la
disputa
por
la
tierra
(Noviello:1972:164).
Después de darle remedios al paciente, la machi se va. El
paciente la visita de tanto en tanto para obtener remedios de
hierbas y, si fuera necesario, se someterá a otro machitun sin
costo adicional. Algunas machis le revelan al paciente la
identidad del malhechor, y ofrecen tomar venganza. La venganza es
una norma tradicional mapuche, pero, en la actualidad muchas
machis se rehusan a tomar venganza, porque contribuye a aumentar
la tensión entre vecinos de las reducciones. Además, aquellas que
sí lo hacen, casi siempre son mal miradas y corren el riesgo de
ser llamadas kalku (hechiceras/brujas) dentro de sus propias
comunidades, aunque pueden gozar de popularidad en otros lugares.
Este es el caso de machi Jorge y machi Pamela.
Rituales de Curación Ulutun
En la actualidad, hay otra ceremonia de curación llamada
ulutun que se realiza para tratar enfermedades sobrenaturales
menores, y es menos costosa que el machitun, (en el rango de 7.000
a 12.000 pesos). Es una ceremonia relativamente corta (no dura más
de dos horas) y puede realizarse durante el día. En esta ceremonia
la machi ora y toca la guada (sonajera de calabaza), las
cascahuillas (cascabeles) y frota al paciente con hierbas
medicinales, pero no toca su kultrun ni entra en trance. Este
ritual es una innovación relativamente reciente, y es usado para
tranquilizar al paciente y darle ánimo, y para ahuyentar al "mal".
Sahumerios
Los sahumerios (exorcismos con humo) son una manera
bastante común de exorcizar al mal cuando afecta a toda una
familia, o cuando se sospecha que anda acechando por la casa. Cada
machi tiene su propia receta para los sahumerios. Machi Pamela
hierve huilcahue; Sergio usa el canelo, la ruda, y el ajenjo. En
Temuco se pueden comprar unos paquetes de hierbas preparadas para
realizar sahumerios y para otras dolencias que son usadas por los
prácticantes de la medicina popular, los mapuches en general y por
los huincas. Los sahumerios más conocidos son los llamados San
Jorge, Santa Elena y Siete Poderes. Algunas machis también compran
estas bolsitas y adaptan sus rituales a las necesidades de los
huincas.
Una vez, le ayudé a machi Pamela hacer un exorcismo de dos
noches en la casa de una mujer huinca en Santiago. Ella lo
clasificó como un sahumerio aunque no se empleó humo. La mujer
huinca creía que alguien le había enviado "mal" o que ella y su
familia habían sido objeto de una maldición, porque la muerte, la
pobreza y la mala suerte los había acosado durante los últimos
cinco años. En un tazón Pamela mezcló vinagre, sal, pisco y unas
hojas de palco (porque no pudo encontrar hojas de maqui en la
ciudad) y lo rociamos por toda la casa. Deberíamos haber añadido
también una botella de amoníaco, pero como Pamela no pudo abrir la
botella en la oscuridad, prescindió de ella. Invocó al dios
cristiano y a la virgen y a algunas deidades mapuches como
Nguenenchen y Licanche tanto en castellano como en mapudungu, y
realizó un ritual en el que frotó los cuerpos de cada uno de los
pacientes con la mezcla para darles suerte y dinero. En la mañana
del último día, Pamela dijo que había soñado que el mal salía de
la casa en la forma de una viejita que decía "ya me cagaron ya, me
voy" lo que ella consideró un buen augurio.
Rituales de Curación para Machis
También existen rituales de curación
que se hacen
exclusivamente para machis. En el machiluwun (ceremonia de
iniciación) se cura a la machi de su machikutran (enfermedad
iniciática) y se convierte en una machi legítima. Su ngueikurrewen
(ceremonia de renovación), se realiza cuando está enferma o cuando
sus poderes se debilitan y necesitan ser renovados (generalmente
cada cuatro años). Ambas ceremonias, que duran dos días cada una,
se conocen como machi-purrun (baile de machi) o remedio de machi.
En realidad estas ceremonias son un machitun para las machis
mismas. La machi enferma es muy vulnerable a los poderes de la
machi invitada. Es por esto que ella invita para curarla a dos o
más machis en las que tiene plena confianza y que pertenecen al
grupo de machis que la inició. Los machi-purrun se realizan de una
forma muy tradicional para que los espíritus auxiliares no se
enojen y castiguen a las machis con más enfermedades. Como la
mayor parte de la comunidad participa en el machi-purrun, el papel
que juega la machi en la ceremonia es importante para acrecentar
su prestigio y su reputación. Se hacen rogativas para que la machi
sea bien tratada, tenga éxito con sus pacientes y sea poderosa y
sana.
Presencié una ceremonia de iniciación y tres de renovación.
En ellas la machi "enferma" estaba acostada en un lecho de hierbas
medicinales, con una rama de canelo en cada una de las cuatro
esquinas. Flores rojas de copihue fueron colgadas de las ramas, de
los cuellos de las machis y del rewe. Las machis frotaron el
cuerpo de la machi enferma con hierbas medicinales y oraron y
cantaron mientras tocaban sus kultrunes. Cada machi tenía su
dungumachife para traducir lo que decía respecto a la salud y el
futuro de la machi enferma mientras estaba en EAC. Cada machi
tenía un ayudante femenino y otro masculino y mientras estaban en
EAC las machis se turnaban para subirse al rewe, sacudirlo y
bajarse nuevamente para bailar el purrun con su ayudante
masculino. En el machiluwun de María Cecilia le fueron entregados
sus animales rituales: un caballo, una oveja y una gallina, para
protejerla y darle poder, y también un cordero que se sacrificó
para ser comido por los participantes.
En todos estos rituales de curación son importantes tanto
la eficacia (valor terapéutico) como la ejecución ritual de la
machi (la atracción dramática y simbólica que ejerce sobre el
paciente y la comunidad) para que el paciente se cure. En el
pensamiento mapuche uno es inseparable del otro. Lo más importante
para lograr que la curación surta efecto es conseguir la fé y
confianza del paciente y convencerlo a él y a la comunidad del
poder de la machi y de la eficacia del ritual. El uso de la
prestidigitación se justifica cuando se usa para estos fines. En
algunos casos, la ejecución ritual de la machi puede ser
ridiculizada sin que los espectadores pierdan fé en la eficacia
del ritual. Esto es lo que Lewis (1990:42) llama "una suspensión
altamente selectiva de la incredulidad".
Esta situación se manifestó en una ceremonia de machitun
que realizó machi Marta. Ella estaba curando a un hombre que había
cometido adulterio y se creía que había sido envenenado por su
amante. Su mujer esperó, amonestándolo, mientras él vomitaba el
"mal" en una fuente cuyo contenido machi Marta procedió a
analizar. Señaló unos pedazos de manzana a la esposa y a mí, y
declaró que eran gusanos, la manifestación física del mal que
salía del cuerpo del enfermo. Después se puso muy inquieta y tuvo
dificultades para entrar en EAC. Su hijo adoptivo dijo que ella lo
mandó a buscar piedrecitas para que ella los pudiera "extirpar"
del cuerpo del paciente con presitidigitación. La esposa del
paciente me dijo que ella pensaba que machi Marta era una inútil,
y que estaba haciendo mal las cosas. Sin embargo una vez concluida
la ceremonia, la mujer pagó bien a machi Marta, escuchó
atentamente los consejos y las instrucciones que le dió, y volvió
en tres oportunidades para buscar remedios de hierbas para su
marido. La última vez que ví a la señora dijo que le estaba muy
agradecida a Marta porque su marido había mejorado y había
regresado a su casa, y afirmó que Marta era una machi muy
poderosa.
Aunque las machis tienen conocimientos de fisiología,
actúan más que nada por intuición y carisma. Satisfacen las
expectativas de los que las rodean y explican las enfermedades en
términos que son comprensibles y significativos para la comunidad.
Como indica Lewis (1990;184), la autoridad y el prestigio de las
curanderas y el respeto que les tienen sus pacientes dependen de
su habilidad para absorber y neutralizar la ansiedad del individuo
y de la comunidad.
A través de sus consejos, las machis refuerzan la confianza
que sus pacientes tienen en sí mismos a tal grado que los capacita
para alcanzar sus metas. En la actualidad las machis tratan
problemas de salud y una amplia gama de preocupaciones que tienen
los mapuches en relación a la sobrevivencia, el trabajo, la
identidad cultural, la desadapción a la sociedad chilena, el
racismo, el amor y las relaciones familiares y con los vecinos.
Estas ansiedades, que se atribuyen en gran medida al "mal", se
intensifican en las comunidades que cercanas a pueblos y ciudades
donde hay más contacto con la sociedad chilena.
1.3 LA ENAJENACIÓN DEL MAPUCHE Y LA MACHI COMO CURANDERA
La difícil situación económica actual de los mapuches está
socavando su estilo de vida tradicional, y les está obligando a
interactuar con el estado chileno moderno. El empobrecimiento del
mapuche, cuyas tierras son escasas e infértiles, causa conflictos
entre vecinos por las tierras e incrementa los sentimientos de
envidia hacia aquellos que, se cree, tienen más de lo que les
corresponde. La acumulación de tensiones está minando el ideal de
solidaridad social mapuche. La escasez de tierras y los problemas
económicos han forzado a un número creciente de hombres mapuches a
buscar trabajo en la ciudad o ser jornaleros en campos ajenos,
mientras que las mujeres se quedan en casa para trabajar la
tierra, o
van a la ciudad para trabajar como empleadas
domésticas.
Han habido repetidas migraciones de mapuches a los centros
urbanos en busca de trabajo. Muchos de ellos tienen grandes
expectativas con respecto a la ciudad. Se imaginan que van a ganar
dinero suficiente para mandarles algo a sus parientes pobres en el
campo, o que van a tener éxito en la ciudad y lograr un estilo de
vida mas fácil. Pero la realidad urbana con el cual se encuentran
los mapuches es muy distinta. Los mapuches, "hombres de la
tierra", se sienten desarraigados en la ciudad. Pierden contacto
con su linaje, con los vínculos hogareños y con su sentido de
pertenencia. Además, las diferencias fundamentales entre la
cultura chilena y mapuche limitan sus oportunidades de trabajos
buenos en la ciudad. La cultura dominante tiene una orientación
capitalista donde la educación es altamente valorada, mientras que
el estilo de vida rural del mapuche tiene un ritmo más lento y le
da poca importancia a la educación y el manejo del idioma. No los
prepara para la vida en la ciudad y los pone en desventaja frente
a sus competidores chilenos. Esta situación les ha dado a los
mapuches la reputación de ser flojos y tontos, y los coloca en el
último peldaño socio-económico de la sociedad chilena, causándoles
ansiedad y frustración.
Los mapuches sufren la segregación racial, especialmente en
las ciudades del sur donde la población de origen chilena y
alemana no quiere asociarse a los mapuches y los hacen sentirse
inferiores. El caso de Carlos, un jóven mapuche, es un buen
ejemplo. Cuando lo conocí, Carlos estaba terminando sus estudios
de administración bancaria en Temuco, y también trabajaba en una
ferretería. Aspiraba a trabajar en un banco en Temuco para poder
ayudar a los mapuches que necesitaran de su asesoría. Carlos se
había puesto en contacto con los bancos más conocidos de Temuco.
Durante los últimos dos veranos había ofrecido sus servicios como
voluntario para hacer su práctica y adquirir experiencia, pero
todos lo habían rechazado. Yo conocía a una persona que tenía un
puesto de alta jerarquía en uno de los bancos, y le pregunté sobre
el caso de Carlos. El me respondió que el problema era que Carlos
era mapuche, y ellos necesitaban a una persona "de buena
presencia" para trabajar en el banco.
Los mapuches se sienten mal adaptados a las exigencias del
estado chileno. Su interpretación magico-religiosa del mundo choca
con los valores capitalistas modernos, y frecuentemente sus
creencias son rechazadas o ridiculizadas. Aunque los mapuches
tratan de adaptarse a estas nuevas circunstancias sin perder su
identidad cultural, el traspaso del ideal de solidaridad social
mapuche
a
un
ambiente
capitalista,
produce
confusión
e
inseguridad. Se preguntan cómo deben actuar cuando, al ser fieles
a sus tradiciones y creencias culturales, fracasan en sus
trabajos. Los mapuches tienen un amplia gama de respuestas a estas
interrogantes, que varían desde "chilenizarse" completamente en la
ciudad, a regresar a sus comunidades para trabajar la tierra. Pero
sea cual fuere la respuesta, la sensación de desasosiego, tensión,
ansiedad y enajenamiento queda. Esta situación ha producido una
serie de enfermedades psicosomáticas que los mapuches atribuyen al
"mal" enviado por un tercero. La ansiedad que sienten al ser el
blanco del "mal" sigue aumentando ya que en la visión mapuche los
malhechores rara vez son identificados, y los espíritus malignos
pueden ser ahuyentados pero nunca eliminados del todo.
Algunos psiquiatras han establecido una relación entre la
migración y la mobilidad social y ciertos tipos de alteraciones
mentales (Munizaga et al:1965, Cid Araneda et al:1987). Los
mapuches que viven en comunidades cercanas a pueblos y ciudades en
la Araucanía están entre dos mundos. Por una parte están en
contacto con la sociedad chilena de la zona y son fuertemente
afectados por ella, pero simultáneamente mantienen lazos estrechos
con su tierra y sus tradiciones.
Además, los mapuches que salen de sus comunidades aún por
períodos cortos de tiempo, son criticados por abandonar el estilo
de vida mapuche. Los mapuches creen que los que trabajan en la
ciudad se enriquecerán rápidamente (aunque rara vez es así), y en
consecuencia son el blanco de envidia y celos que son una de las
principales
causas
de
kalkun
y
wekufetun
(enfermedades
sobrenaturales causadas por el mal). Aunque la mayoría de las
veces los mapuches que van a la ciudad no cumplen con sus
expectativas de trabajo, generalmente son demasiado orgullosos
para admitirlo a sus familiares en la casa. Desde el punto de
vista del mapuche rural, se han vuelto ricos y chilenizados en la
ciudad, y, en consecuencia, están asociados con el "mal".
¿Cómo resuelven los mapuches estos problemas que ya no son
consecuencia de conflictos internos, sino producto del roce con la
sociedad chilena? ¿Cómo clasifican y tratan los mapuches a estas
enfermedades?
¿Aún
son
consideradas
como
enfermedades
sobrenaturales tradicionales o son consideradas como enfermedades
modernas psicológicas? ¿Qué pasa cuando las machis co-existen con
varios otros sistemas de salud? ¿A cuál sistema de salud y a qué
practicantes
consultan
los
pacientes
para
resolver
estos
problemas?
Cuando las machis sólo actuaban como practicantes mágico-
religiosas dentro de la sociedad mapuche tradicional, su rol era
claro e indiscutible. Ellas eran las portadoras de las creencias,
la moralidad y las prácticas tradicionales que ayudaban a mantener
el sentido de identidad étnica mapuche. Pero ¿qué sucede con el
rol de machi cuando es también afectado por las presiones de la
aculturización y cambio, y los mapuches tienen la opción de
escoger entre éste y otros sistemas alternativos de religión y
salud? Langdon (1991) dice que los sistemas alternativos de salud
pueden, de hecho, afectar la habilidad de una curandera chamánica
para realizar su trabajo de manera eficaz. Landy (1974) encuentra
que hay tres maneras posibles en que las curanderas chamánicas
pueden reaccionar en estas circunstancias. Pueden adaptar su rol
curativo tradicional a la situación actual, pueden atenuar su rol
tradicional, o pueden asumir roles paralelos. En el caso de los
mapuches,
encontramos
que
las
tres
alternativas
operan
simultáneamente, y que cada machi puede reaccionar de una manera o
de otra, dependiendo de las circunstancias.
(a)
La Adaptación de las Machis
Las machis proliferan en zonas cercanas a los centros
urbanos porque han adaptado su rol tradicional a la situación
actual del mapuche, y han creado una nueva síntesis cultural de lo
que significa ser una machi, del rol que desempeña, de sus
atributos, y de las expectativas que puedan tener sus pacientes de
ellas. Las machis han dejado para la medicina occidental las
enfermedades que se pueden curar fácilmente con la tecnología
moderna, y se dedican a curar las enfermedades psicosomáticas que
ellas definen como enfermedades que son inducidas por lo
sobrenatural. La rivalidad, la envidia y los celos, están
aumentando en la sociedad mapuche donde la mala suerte y el
fracaso
están
asociados
con
el
mal
y
las
enfermedades
sobrenaturales, y las machis son muy buscadas para resolver estos
problemas. "Ahora la enfermedad producida por el 'mal' es la que
más hay, de ésto es lo que más curo a la gente. Es por la envidia
que se tienen la gente. Ahora de otras cosas casi no curo yo",
dice machi Rocío.
Aunque las machis coexisten con los practicantes de
medicina popular y de la medicina occidental moderna, sólo las
machis pueden curar las enfermedades inducidas sobrenaturalmente.
Son ellas las que conocen y han internalizado las creencias, las
tradiciones y las prácticas mapuches que curan el mal y producen
una sensación de alivio en el paciente.
Estas enfermedades sobrenaturales afectan el bienestar
físico y emocional de la persona. Las machis, al igual que otras
chamanes/curanderas urbanas que fueron observadas por Heinze
(1991:206), reestablecen el nexo entre el individuo y su universo,
y al hacerlo, contrarrestan la sensación de enajenamiento que
experimenta. Como las machis son personas de prestigio dentro de
la sociedad mapuche, los consejos que dan a sus pacientes les
ayudan a resolver sus problemas de formas que son culturalmente
aceptables, y al mismo tiempo, son adaptables a las nuevas
exigencias de sus vidas en contacto con la sociedad chilena.
Mientras más fuertes sean los sentimientos de enajenación,
ansiedad y desajuste que experimentan los mapuches, más pacientes
tendrá la machi; y en la medida que empeora su situación económica
y emocional, las machis prosperan y se hace más numerosas. Este
fenómeno
se
asemeja
al
que
observó
Chi
(1991:60)
en
chamanes/curanderas urbanas que se han adaptado a la práctica de
la adivinación y la videncia: en cuanto más profunda sea la
recesión
y los sentimientos de enajenación, más dinero ganan.
Como dice Jaime, el hijo de machi Nora: "El dinero gira con el
mal. Cuando la persona está enferma no tiene dinero, y es allí
cuando lo necesita para pagarle a la machi para que lo cure".
Algunos psicólogos han encontrado una clara relación entre
ciertas
psicosis
encontradas
entre
los
mapuches,
y
el
enajenamiento y la ansiedad que experimentan en las zonas urbanas.
La psicosis que más se encuentra
es el síndrome onírico agudo,
con el que los pacientes se muestran confusos y propensos a
fantasear; tienen alucinaciones, esquizofrenia, letargo mental y
depresión aguda (Biedermann et al:1983). Pueden ser reactivas o
bien sintomáticas. En individuos pre-psicóticos, es muy frecuente
encontrar la paranoia y la agresividad latente (Munizaga et
al:1965). Mientras la cultura occidental moderna clasifica estas
enfermedades como debidas a la "locura" o a la "anormalidad", en
la
cultura
mapuche
son
consideradas
como
enfermedades
sobrenaturales y son muy comunes. Los individuos propensos a
fantasear, que tienen alucinaciones y visiones, o que sueñan
despiertos, no se consideran en ningún caso como anormales. Una
persona sólo se convierte en pirulonko (loco) si el wesa-lonko
(mal de la cabeza) no se exorcisa correctamente y la persona se
vuelve agresiva, se comporta constantemente en una forma extraña o
se torna peligrosa. Cuando los mapuches se sienten enajenados y
ansiosos reciben un apoyo personalizado, buenos consejos, y un
tratamiento que es significativo en términos culturales cuando
visitan a una machi. Pero cuando estas mismas personas son
tratadas por psiquiatras, generalmente continuan sintiéndose
enajenados. Aunque los medicamentos que reciben de los psiquiatras
pueden tener un buen resultado a corto plazo, no soluciona sus
problemas en el largo plazo.
Los mapuches que tienen parientes psicóticos, y los que se
han recuperado de enfermedades psicóticas, generalmente atribuyen
estas psicosis a un castigo divino por haberse apartado de alguna
norma tradicional, (kastikutran), al mal enviado por alguna
persona envidiosa (kalkutun), o, a veces, a un llamado vocacional
de machi, (machi-kutran), todas las que se consideran como
enfermedades
sobrenaturales.
Otras
causas
de
enfermedades
sobrenaturales pueden ser el pensar, sentir e imaginar en exceso
(que puede resultar en la posesión por un wekufe), o topetun
(también conocido como susto mágico), que se debe a un encuentro
con un wekufe (espíritu maligno).
En los hospitales psiquiátricos es frecuente encontrar que
los pacientes mapuche tratan de adaptarse a la sociedad chilena
negando su pasado. Algunos se tiñen el pelo, cambian sus nombres e
imitan la manera chilena de hablar y de vestirse. Se cree que
muchos de estos pacientes se han vuelto psicóticos por su
incapacidad para adaptarse a la sociedad chilena, y por el rol
marginal que cumplen en ella (Munizaga et al:1965, Cid Araneda et
al:1987).
Cacique Daniel Calfucurá da su opinión acerca del tipo de
curaciones realizadas por las machis:
"Ahora muchas enfermedades pueden ser curadas en los hospitales,
como las infecciones, pero las machis también tienen sus
remedios de hierbas secretas y pueden mejorar a sus
pacientes. Ellas pueden cortar una diarrea o las depresiones
con sus oraciones. Cuando cantan y tocan kultrun le dan
coraje, fuerza al paciente. Ellas no le quitarán la depresión
como se arranca un pelo de la cabeza de alguien, pero les
darán consejos, fé, coraje, y esa persona saldrá adelante".
Cuando una machi tiene fuerza espiritual, seguridad en sus
poderes y está convencida del poder de las creencias y tradiciones
culturales que emplea, ella puede adaptarse a la aculturización
sin cambiar lo más esencial de ellos. Los pacientes siguen yendo a
las machis porque están convencidos que sus poderes, prácticas y
creencias van a "funcionar" aún cuando se enfrentan a problemas
que son ajenos a los que encuentran en su cultura tradicional.
Cuando las machis se adaptan a las nuevas circunstancias están
incorporando nuevos elementos para reforzar sus tradiciones, y le
dan nuevas aplicaciones a su rol, sin perder las antiguas.
En la actualidad las machis han tomado
las imágenes de
Dios y de la Virgen del cristianismo, pero las utilizan a su
manera. Estas imágenes sirven como talismanes para hacer magia en
"contra" del mal en la misma manera como lo hacen los lican
(piedras mágicas) tradicionales. Lo mismo ocurre con los santos
cristianos, y la bandera chilena que se ata al rewe (junto con la
bandera tradicional mapuche que es celeste y blanca). Las machis
incorporan elementos no-mapuches a los tradicionales porque
sienten que así aumentan su poder, pero los utilizan en formas
tradicionales mapuches.
Las machis adquieren prestigio al relacionarse con gringos
(extranjeros) y huincas (no-mapuches). Generalmente las machis son
buscadas en comunidades lejanas al del paciente. Las machis de
lejos tienen mejor reputación y son ajenas a los conflictos
internos de la comunidad. Si un extranjero llega a una machi,
pidiendo sus servicios, los mapuches lo consideran una señal
segura que ella es muy poderosa. Creo que ésta es una de las
razones por las cuales las machis me recibieron tan abiertamente
cuando hacía mi trabajo en terreno y les contaban a las personas
de fuera de la comunidad que me estaban tratando. Machi Marta le
contó a sus pacientes que me estaba tratando por amores; machi
Pamela le dijo a sus pacientes mapuches que me estaba entrenando
como ayudante, y a sus conocidos huincas les dijo que me había
hecho un tratamiento para la buena suerte.
Los huincas y los extranjeros vienen a las machis cuando
están insatisfechos con los tratamientos que reciben con la
medicina occidental y están dispuestos a probar otra cosa. En
estos casos, es frequente que las machis proyecten sus propias
creencias y prácticas sobre los extranjeros. Este fue el caso de
machi Pamela que afirma haber tratado a la hermana del expresidente General Augusto Pinochet que fué diagnosticada con
cancer terminal en el hospital. Pamela dijo que la gente envidiaba
a su paciente porque siempre viajaba en aviones y tenía dinero, y
que le habían enviado "mal". Pamela la trató y le dió un remedio
de hierbas hecho de llanten. A pesar de ésto la paciente murió
dos meses más tarde de cancer, pero Pamela dijo que le había
curado del "mal". Machi Sergio trataba a sus pacientes huincas en
español, y en forma integral (considerando tanto el cuerpo como el
estado mental). Sin embargo, sólo encontró un caso en que un
huinca había sido poseído por un espíritu maligno. Generalmente
machi Bernarda atendía unicamente a gente ajena a su comunidad,
muchos de ellos huincas. Ella afirmó que había curado a varios
casos de cancer terminal por medio de exorcismos.
Hoy en día, algunas machis actúan
en espectáculos
folklóricos para turistas, se hacen propaganda en la radio Bahai,
y permiten que les tomen fotos y películas previo por una suma de
dinero. Esto ha sido muy criticado por las machis más
tradicionales que consideran que las machis que se hacen
propaganda no son
auténticas, que solamente buscan el prestigio
personal, y que están perdiendo sus tradiciones. Aunque la
propaganda sí tiene el propósito comercial de conseguir más
pacientes y, por ende, mayores ingresos, también puede servir para
preservar las prácticas tradicionales si las machis atraen a
pacientes que de otra manera irían a consultar a practicantes de
medicina popular o a los médicos occidentales. Los antropólogos
han sido demasiado paternalistas al tratar de protejer a los
curanderos chamánicos con los cuales trabajan del contacto con el
mundo externo cuando, de hecho, pueden usar los medios de
comunicación occidentales como un recurso para reforzar sus
propias tradiciones. Aunque las machis que hacen propaganda en la
estación de radio del culto Bahai les están agradecidas por
permitirles este servicio, ninguna de las machis que se hacían
propaganda se convirtieron en Bahais. Machi Sergio quería que lo
filmaran para aparecer en la televisión. Esto, dijo, le daría más
clientes y prestigio en la zona (casi todos los mapuches tienen un
televisor que conectan a una batería de auto si no tienen
corriente eléctrica). También quería un video para su propio uso,
para poder observarse y corregir su ejecución de ritos. Machi
Jorge hizo grabar su ngueikurrewen (ceremonia de renovación) en
video para ser conocido por un público más amplio. Tanto Sergio
como Jorge aparecieron en fotos que fueron vendidas a los turistas
en el Mercado Central de Temuco.
El contacto con la sociedad chilena puede servir para
fortalecer las tradiciones de los mapuches, y para extender su
esfera de influencia, siempre y cuando las machis sigan teniendo
fé en si mismas. La fé es el punto clave. Machi Fresia no tenía
pacientes aunque usaba el atuendo completo
de machi y cobraba
poco por sus servicios porque la gente no tenía confianza en sus
poderes. María Cecilia, por otra parte, que es más jóven que
Fresia, y fué iniciada hace menos tiempo tiene muchos pacientes a
pesar de cobrar más y no usar el atuendo completo de machi. Esto
se debe a que ella está motivada por su profesión y es muy
convincente. Machi
Saez dejó de ser machi, porque la comunidad
sostenía que no tenía poder. Sin embargo, tenían
mucha fé en
machi Leonor que cobraba caro por sus servicios, y en machis
Sergio y Jorge que se hacen propaganda en la radio y en la
televisión.
El encuentro de una cultura con otra puede reforzar las
tradiciones y creencias nativas, si se valoriza profundamente la
herencia cultural. En este contexto las machis mapuches pueden
hasta beneficiarse del contacto con otra cultura, extendiendo su
esfera de influencia, renovando y comercializando sus prácticas
tradicionales. Es sólo cuando los mapuches pierden
fé en sus
tradiciones que el sistema se desmorona y las machis comienzan a
desaparecer. Es entonces cuando el contacto con la sociedad
chilena se vuelve nocivo para la sobrevivencia de las machis.
Participé en un nguillatun donde sucedió justamente ésto: los
hombres que tenían que hacer el último awn para espantar a los
espíritus malignos estaban demasiado ébrios, o no querían hacerlo,
y las machis que oficiaban estaban muy preocupadas porque ésto
significaba que toda la congregación ritual podría ser acechada
por espíritus malignos durante los siguientes cuatro años hasta
que se hiciera el siguiente nguillatun.
(b) El Rol Tradicional de la Machi
Cuando las curanderas chamánicas siguen actuando de una
forma tradicional haciendo caso omiso a las necesidades de sus
clientes y a la competencia con otros sistemas de salud, sus roles
se ven disminuídos (Landy:1974). Entonces los pacientes buscan
otros sistemas de salud, y poco a poco el rol tradicional de la
curandera chamánica desaparece. Esto no ocurre con frecuencia
entre las machis mapuches en las cercanías de los centros urbanos.
El único caso que yo presencié en que una machi estaba
perdiendo su clientela porque seguía firmemente ligada a sus
tradiciones fué él de Nora, una machi de ochenta años. Su hijo me
explicó:
"Ella es la más tradicional de las machis, no habla castellano, no
tiene nada que ver con huincas y no los entiende. Solamente
puede "ver" la enfermedad cuando tiene el espíritu, no en las
muestras de orina como las otras machis. Ahora ella ve a muy
poca gente. La gente viene a verla solamente cuando tienen un
mal muy grave, porque ella sabe hacer esos tratamientos
machitun que son muy caros y la agotan mucho. No trata a la
gente sólo con hierbas medicinales. Para eso la gente va a
ver a otras machis. Ella está demasiado vieja, ella trabaja
como en antiguedad".
Las machis han perdidio adeptos entre las generaciones más
jóvenes de mapuches que han comenzado a dudar de la existencia de
las enfermedades sobrenaturales y prefieren el mundo de la
medicina moderna para resolver sus problemas. Las machis no se han
vuelto menos poderosas en los ojos de la mayoría de los mapuches,
sino solamente para aquellos que ya no creen en ellas. Ramiro, un
mapuche de mediana edad dijo:
"Si el centro médico está cerca, la gente joven va a atenderse
allí. La existencia de las postas (centros médicos rurales),
ha afectado las especialidades en la zona rural: las machis,
las matronas, y los hueseros. La gente joven siente que son
más inteligentes. No creen en las tradiciones mapuches y van
a las postas".
Machi Fresia añade:
"La gente joven no cree en las machis. Las ven con desprecio
porque creen que están relacionadas con brujería. Yo no creía
en las machis tampoco hasta que me convertí en una yo misma.
Ahora muchos de los jóvenes que se han ido a la ciudad y han
sido maltratados. Han sufrido desengaños y enfermedades y
ahora están volviendo a las prácticas tradicionales de la
machi".
Las creencias y prácticas tradicionales de los mapuches
todavía son la base para la ejecución ritual de cualquier machi,
por más que las adapte a las nuevas circunstancias. Las machis
aún existen para curar enfermedades sobrenaturales sólo porque
todavía se mantiene el sistema de creencias tradicionales. En este
sentido, todas las machis son tradicionales, y adquieren sus
poderes asumiendo las creencias culturales y haciéndolas propias,
pero la manera en que lo hacen varía de una machi a otra. Aquellas
que no se adjudican a las formas básicas tradicionales, pierden la
fé de sus pacientes, y rápidamente pierden popularidad. Machi
José, por ejemplo, fué rechazado porque quebró varias normas
tradicionales. Citaba versos de la Biblia obsesivamente, se ponía
paranóico pensando que la gente constantemente le enviaba "mal", e
incluso llegó a acusar a las machis que lo habían iniciado de ser
kalkus (hechiceras/brujas). Esto hizo que José perdiera toda
credibilidad en la comunidad.
Casi todas las machis son tradicionales en algunos
aspectos, y se han adaptado en otros. Esto les permite sobrevivir
y adaptarse, pero al mismo tiempo seguir siendo fieles a sus
creencias. La creencia tradicional es que las machis deben estar
acompañadas; deben orar a su espíritu y pedirle permiso a su rewe
cuando quieren salir de la casa. Se cree que las machis se sienten
mal si violan las normas consideradas apropiadas para machis, o
cuando se ausentan de sus casas por largos períodos de tiempo. Las
machis que no hablan mapudungun ni se visten con la indumentaria
tradicional son duramente criticadas. Según la concepción mapuche
las machis no deben hacer mucha vida social, ni dejar que su vida
personal sea de conocimiento público.
A continuación doy algunos ejemplos de cómo una machi puede
combinar los elementos tradicionales con otros que ha adaptado.
Machi Leonor me dijo que manejara lentamente y me persignara al
pasar frente a un campo de nguillatun; más tarde me dijo que su
espíritu se había enojado porque ella había viajado en mi Jeep, y
criticó a las machis que iban a Temuco por no comportarse en la
forma tradicional. Sin embargo, Leonor se ofreció para oficiar en
el ritual de renovación de machi José por el precio de un buey,
aunque dijo que él estaba loco y que nunca debió haberse
convertido en machi. Machi María Cecilia me dijo que no podía
grabar nuestras entrevistas porque su machi profesor era psíquico
y la descubriría. Pero el día antes de su ceremonia de iniciación,
me pidió que le tomara fotos a escondidas, aunque su machi
profesor se lo había prohibido. Machi Sergio declaró que él había
adquirido todo el conocimiento que necesitaba sobre hierbas
medicinales en sueños. Sin embargo, lee sobre los últimos
adelantos
de la medicina y la etnobotánica en revistas
especializadas. Machi Marta era conocida por adaptar sus rituales
a las necesidades de los extranjeros y por crear rituales propios.
Pero una vez cuando yo sacaba fotos de un machitun que ella estaba
realizando se preocupó pensando que el espíritu maligno que debía
salir del cuerpo del enfermo podía poseerme.
La creencia tradicional es que las machis deben cobrar por
sus servicios para que una curación tenga efecto. No obstante, las
machis que cobran demasiado se consideran muy materialistas y se
dice que han perdido sus motivaciones altruistas tradicionales.
Muchas veces es difícil para la machi diferenciar entre el cobrar
demasiado, y ser criticada por eso, y el poder ganarse la vida
como machi, recuperando al mismo tiempo el dinero que su familia
invirtió durante su proceso de entrenamiento e iniciación. Machi
Nora estaba preocupada porque las machis Leonor, Ana y Pamela, a
quienes ella había iniciado, ahora estaban cobrando demasiado por
sus servicios, y temía que se habían vuelto muy comerciales. "Uno
tiene que cobrar de acuerdo a las necesidades que uno tiene,
cobrarles menos a los que son pobres y no hacer grandes
ganancias". De las tres machis iniciadas por Nora, Leonor era la
que tenía mayores recursos económicos, y fué criticada por muchas
personas por ser materialista y en consecuencia, haberse
chilenizado, aunque utilizaba muchos elementos tradicionales en su
labor de machi. Cuando ella hizo su nqueikurrewen no permitió la
asistencia de ningún huinca y expulsó a un mapuche Bahai que
estaba tratando de grabar sus canciones para la estación de radio.
(c)
Roles Emergentes: Machis y Otros Practicantes
En la opinión de Landy (1974), los roles emergentes son
aquellos que aparentan satisfacer las necesidades vigentes de la
gente y pueden incluir a varias de las funciones de roles previos.
En el caso de los mapuches, las machis se están especializando
cada vez más, y muchos de los practicantes de medicina popular,
cuyas actividades traslapan algunas funciones de las machis, están
compitiendo directamente con ellas por sus pacientes. ¿Cómo
surgieron las especializaciones de las machis? ¿Son innovaciones
modernas, o las practicaban anteriormente? ¿Cómo son afectadas las
funciones actuales de las machis por los practicantes de medicina
popular? Estas son interrogantes que analizaré en ésta sección.
Los
cronistas
han
documentado
la
existencia
de
adivinadoras, suerteras, hechiceros, cirujanos y curanderos entre
los mapuches del siglo XVI al XIX. Ercilla (1569), Oña (1569),
Luis de Valdivia (1606), Pietas (1846), Fernández de Pulgar
(1902), y Febres (1767), entre otros, los consideraban agentes
aislados e independientes. Al igual que Guevara y Métraux (1942),
yo considero que probablemente estas referencias fueron alusiones
a distintas actividades realizadas por las machis, y que no se
refieren a diferentes practicantes. Tal como lo demuestra
Winkelman (1992), es poco probable que haya existido tanta
diversidad de practicantes en una sociedad simple basada en los
sitemas de parentescos. Además, las actividades antiguas de las
machis se relacionan con las especializaciones de las machis
actuales que han sido asumidas por otros practicantes de medicina
popular. En la actualidad las machis se denominan genéricamente
como machis, pero insisten en que hay muchos tipos distintos. Las
machis pueden autodenominarse con diferentes términos de acuerdo a
la actividad que estén realizando en ese momento, o según su
especialización (curar, adivinar, o roles sacerdotales).
La existencia de machis fué documentada por primera vez en
el siglo XVII bajo el nombre mapuche de boquibuyes o huecubuyes
(Gonzalez de Nájera:1614, Nuñez de Piñeda y Bascuñán:1673), que
quiere decir maestro del foye (canelo), el árbol sagrado y símbolo
de paz. Gonzalez de Nájera y Nuñez de Piñeda y Bascuñán las
observaron haciendo adivinanzas y magia para la caza y la guerra,
y jugando un rol importante en la conservación de la paz o en la
declaración de la guerra. Me inclino más bien a creer que
realizaban una serie de actividades, basándome en las referencias
de Rosales (1674), que se refería a todos los practicantes medicoreligiosos bajo el término español de hechiceros. El acto de
adivinar se denomina pewun y lo
hacían todos los huecubuyes.
Algunos de ellos se especializaban como los gutarus, que operaban
y acomodaban los huesos (Febres:1767:502); los cupuvoes que
realizaban las autópsias y adivinaban la causa de la muerte de un
animal mirándole el hígado; los rantuvoes que adivinaban la causa
precisa de la muerte provocada por hechicería (Molina:1787 (1901),
Latcham:1922); el pelon que era un adivino que profetizaba el
pasado y el futuro por medio de visiones y sueños (Febres:1767), y
el kimen pewun que hacía lo mismo mientras estaba en EAC; y
finalmente, los dunguvoes
que dominaban el lenguaje, eran
ventrílocuos (Pietas:1846) y también practicaban la adivinación y
la magia para el amor y la suerte.
En los siglos XVII y XVIII el término huecubuye desapareció
completamente y las machis fueron conocidas como dunguvoes,
ampivoes o hierbateros, huitrantufes (los que adivinan por señas),
o peumatufes (los que interpretan los sueños). Algunas machis se
llamaban vileos (los que ven las causas de las enfermedades). En
la actualidad el término vileo es usado para señalizar el espíritu
de una machi o a una machi con una connotación muy positiva.
Alonqueo se refiere a vileo como el espíritu de la sabiduría que
elije a la persona destinada a ser machi, y le revela las
cualidades medicinales de las plantas (Alonqueo:1979).
Hoy en día hay varios tipos de machi y no existe consenso
sobre cómo adquieren sus diferentes funciones. Algunos autores
creen que las machis extendieron sus funciones, absorbiendo las de
otras especialistas (Housse:1938:87, Latcham:1922:435), mientras
que otros creen que simplemente es el rol de machi que se vuelve
cada vez más especializado. Vidal (1983:3-4) asevera que habían
roles tradicionales mapuches que existían en forma paralela a los
de las machis en el pasado (los adivinadores, los que
diagnosticaban y los que realizaban las terapias medicinales
específicas) pero que poco a poco están desapareciendo, y que
ahora solamente existen en comunidades aisladas. No obstante lo
que observó Vidal (1983), yo encontré
que en las zonas más
aisladas hay pocas machis que son menos especializadas, mientras
que en las áreas cercanas a los centros urbanos hay un número
mayor de machis cada vez más especializadas. En estas zonas todas
las machis realizan curaciones, y algunas se especializan en hacer
adivinaciones, magia de amor y de suerte u ofician como
sacerdotizas en rituales agrícolas comunitarios (nguillatun). Este
aumento en la especialización concuerda con el concepto de
Winkleman (1992:58) de que las chamanes/curanderas se vuelven
altamente especializadas porque forman parte de grupos organizados
de practicantes donde la existencia de distintas especializaciones
reduce la competencia.
En la actualidad las machis también co-existen con otros
practicantes de la medicina popular. Las machis los han
influenciado y, a la vez, han sido influenciadas por ellos. Ya no
es posible trazar una clara línea divisoria entre la medicina
popular chilena y la medicina nativa mapuche. Aunque los mapuches
siguen manteniendo sus creencias acerca del origen de la
enfermedad y de la muerte, como indica Oyarce (1989), el contacto
que
han
tenido
con
la
sociedad
chilena
ha
producido
transformaciones importantes.
Los mapuches barajan la medicina nativa, la medicina
popular y la occidental para tratar de resolver sus problemas de
manera efectiva y al menor costo. Con frecuencia utilizan más de
un sistema médico para tratar de identificar o diagnosticar sus
enfermedades. Inicialmente machi Fresia fué llevada al hospital
cuando tuvo su machi-kutran. Como no pudieron identificar su
enfermedad, finalmente el doctor sugirió que fuera a ver a una
machi. Carlos, un joven mapuche con un problema cardíaco fué, en
primer lugar, al médico para tratarse, y luego a machi Bernarda
para que le hiciera un ulutun por si fuera causado por algún tipo
de kalkutun.
Las machis se han adaptado a la existencia de la medicina
occidental y también a la medicina popular mestiza, pero al mismo
tiempo todavía hacen respetar sus tradiciones. La medicina
occidental ofrece mejor tecnología y medicamentos para el
tratamiento de traumatismos. La medicina popular ofrece una
terapia integral y un tratamiento con hierbas medicinales, pero
sin el componente sobrenatural. Y las machis tratan las
enfermedades sobrenaturales y compiten con los practicantes de la
medicina popular en la curación integral de enfermedades
"naturales". Aún cuando las machis actúan como hierbateras comunes
y corrientes, son consideradas como curanderas sobrenaturales, y
por esta razón son mucho más poderosas que los practicantes de
medicina popular.
Actualmente, los practicantes de medicina popular incluyen
las meicas, las yerbateras, los medico-naturistas, los suerteros,
las matronas, los componedoras de huesos, las santiguadoras, y
también
las
machis.
(Consultar
a
Vergara:1992:34,
Foester:1985:109, Oyarce:1988 para información mas detallada sobre
esta clasificación). Se hace cada vez más dificil distinguir entre
distintos practicantes de la medicina popular porque sus funciones
son flexibles y, en muchos casos, se traslapan. Estos practicantes
de medicina popular tienen un origen mixto porque toman elementos
tanto de la medicina popular medieval europea como también de la
medicina mapuche. Como las machis, ellos han prosperado en las
zonas cercanas a los pueblos y las ciudades de la Araucanía, y
tienen clientes tanto mapuches como huincas. Sin embargo, a
diferencia de las machis, no pueden controlar a los espíritus
malignos, pero sí tienen conocimientos de hierbas medicinales y
prácticas de medicina popular. Con frecuencia toman elementos del
catolicismo para darse un respaldo sobrenatural imitando los
conceptos de curación tradicionales de las machis. Las meicas, las
yerbateras y las suerteras son las practicantes de medicina
popular que más afectan a las machis y que más compiten con ellas.
Las meicas (curanderas) utilizan técnicas medicinales
similares a las que usan las machis, pero no tienen que ser
mapuches. Curan las enfermedades en forma integral y utilizan
remedios de hierbas pero no pueden exorcizar el mal. Son
portadoras de conocimientos muy completos de la medicina popular,
y se cree que heredan sus espíritus curadores de alguien en la
familia. Sin embargo, las meicas no son consideradas como parte de
la cultura mapuche como lo son las machis. Más bien se ven como
personas marginales y subordinadas dentro de la cultura chilena
(Parker:1991:55). Las yerbateras practican la medicina en base a
hierbas, y sólo utilizan métodos naturales y empíricos. Adquieren
conocimientos tanto de la medicina mapuche como de la medicina
popular, y sus servicios son más impersonales que los de las
meicas y de las machis. Algunas yerbateras también realizan la
magia para el amor y la suerte. Tanto las meicas como las
yerbateras utilizan elementos medicinales y religiosos de las
culturas mapuche y chilenas si creen que tendrán un efecto
positivo sobre sus pacientes. Oyarce (1988:44), observa el caso de
una yerbatera-meica evangelista que diagnostica mientras está en
EAC, reza y canta en mapudungun para sus clientes mapuches, y
utiliza la Biblia en forma ritual en vez de tocar el kultrun
(tambor), como lo harían las machis en un machitun. Esto atrae a
los mapuches que ya no creen en las machis, pero que todavía
quieren un tipo de curación integral. El hijo de machi Pamela fué
a una yerbatera para tratarse, porque ella no lo pudo curar, y ya
no le tenía confianza a las otras machis desde que su marido murió
mientras se estaba tratando con una de ellas. La yerbatera le dijo
a Pamela que su hijo tenía problemas estomacales y que había sido
afectado por el demonio, le aseguró que lo podía curar con hierbas
medicinales. No hizo que su paciente vomitara ni chupó partes de
su cuerpo como lo hacen las machis. La diferencia entre machis y
médicas es explicada por dos machis.
Machi Marta dijo:
"Mi madre era una meica y ella sabía de hierbas medicinales, pero
no tenía un kultrun y no sabía cómo espantar los wekufes.
Tenía menos poder que una machi".
Machi Pamela afirmó:
"Las meicas dan remedios en base a hierbas, y también atienden a
los huincas pero no saben hacer un machitun".
Las meicas y las yerbateras se han vuelto más populares
porque muchos mapuches no pueden pagar un ritual completo de
curación que es muy costoso, y sólo quieren un tratamiento
sencillo con hierbas medicinales. En la actualidad las machis
están tratando las enfermedades "naturales" tal como lo hacían las
machi-ampivoe de antaño y, al hacerlo, están compitiendo con las
meicas y las yerbateras. Diagnostican las enfermedades en forma
rápida y eficiente a través del willentun, y le dan los remedios a
sus pacientes en el acto. El costo del diagnóstico y los remedios
de hierbas es muy bajo comparado con el de un machitun. Las machis
han comenzado a usar el ulutun con más frecuencia, que puede
protejer al paciente del mal, pero no es tan caro y puede ser
adaptado facilmente a las necesidades de distintos pacientes.
Algunas machis como Sergio y Marta tienen consultas donde
atienden a sus pacientes al igual que los médicos occidentales de
la ciudad. Marta prepara sus remedios en la consulta, pero Sergio
tiene tantos pacientes que él les da las hierbas secas para que
las lleven a sus casas y las preparen ellos mismos. Algunos
pacientes de Sergio llegan sin una muestra de orina sólo en busca
de consejos. A algunos pacientes les da hierbas y a otros los cita
para un tratamiento ritual. Machi Sergio está abierto a opciones
nuevas. Una vez me propuso que, si me interesaba la homeopatía,
podríamos abrir un consulta juntos.
Cuando las machis tienen pacientes huincas, muchas veces se
adaptan a sus necesidades. Machi Pamela decidió tratar a una joven
huinca con problemas de fertilidad haciéndo que ella se acostara
en la cama con una muñeca, sosteniéndola como si fuese un bebé
mientras tomaba remedios de hierbas. Las machis se adaptan a los
requerimientos de sus pacientes, y cuando tratan a personas en la
ciudad, rara vez tocan el kultrun (tambor ritual). Machi Marta me
dijo:
"Antes tocaba mucho kultrun. Me levantaba a las cuatro de la
mañana para tocar. Ahora mucha de la gente que me viene a
ver no quiere que toque el kultrun. A veces hasta dicen que
soy una bruja porque toco tanto".
Conocí a dos machis que también eran enfermeras, y
combinaban sus conocimientos tradicionales con los de la medicina
moderna occidental. A veces hasta las mismas machis hacen uso de
la medicina occidental para sus propios fines, como el caso de
Fresia que fué operada de apendicitis, y machi Sergio que le
compraba a su madre remedios farmacéuticos porque no estaba
mejorando con las hierbas medicinales. La creencia tradicional es
que las machis sólo se sanan con hierbas medicinales, pero a veces
usan algunos productos farmacéuticos también. Machi Pamela compró
un unguento para su reumatismo, y machi Fresia compró unos antibióticos para una infección.
Las suerteras (que dicen la suerte y adivinan) también
existen como especialistas populares independientemente de las
machis. No realizan rituales de curación, pero pueden señalar la
causa del mal o de una desgracia, pueden adivinar el futuro, y a
veces, pueden identificar a un malhechor (cosa que muy pocas
machis están dispuestas a hacer). Muchas veces utilizan la
astrología, las cartas, el tarot, la quiromancia, el horóscopo, y
las fotografías para realizar las adivinaciones. Dominga, una
mapuche de mediana edad, dijo:
"Fuí a una suertera muy buena, que vivía en Pitrufquén. Ella me
dijo que mi hija no estaba bien, pero que estaba viva. Me
dijo que llevara una foto conmigo porque con la foto ella
podía llamar a mi hija. 'Si la foto se voltea, entonces ella
va a regresar; si no, no vendrá', me dijo. Fué necesario un
gran esfuerzo, pero finalmente la foto se volteó. De acuerdo
a la suertera su patrón la había secuestrado".
Todas las machis practican alguna forma de adivinación para
darle al paciente una sensación de seguridad en cuanto a su
futuro, pero hoy en día algunas machis se están especializando en
hacer adivinaciones, magia de amor, y en sacar la suerte.
Probablemente esto deriva del rol antiguo de machi-dunguvoe que ha
ido tomando elementos de la medicina popular y ahora compite con
las adivinadoras populares y las suerteras. Una quiromántica le
enseñaba a machi Marta cómo adivinar mirando la palma de la mano,
y ella también había incorporado el uso de las cartas tarot en sus
adivinaciones. Machi Marta comentó:
"A la gente ahora les gustan las cosas diferentes. Yo sé como
hacer muchas de ellas. Les veo la suerte, la veo en las
cartas, en el hocico del chancho. Llamo la suerte, traigo la
suerte. Hago remedios para juntar, para apartar. Todo eso la
gente lo pide".
Las machis que se especializan en las adivinaciones, en
sacar la suerte y en magia de amor, a menudo son consideradas
ambiguas, porque cuando se ayuda a una persona en cuestiones de
suerte o de amor, inevitablemente se está controlando la voluntad
de otra, y ésto se considera una acción negativa. Las machis que
no practican la magia de amor y de suerte y las adivinaciones,
consideran que estas actividades son ajenas a las machis y que son
una consecuencia de la aculturización (machis Sergio, Rocío,
Fresia, María Cecilia) o, también, como una forma de maleficio
porque implican controlar la voluntad de otra persona (machis
Leonor, Nora, Ana) o que son creencias populares que no son
efficaces (machis Fresia, María Cecilia). A menudo se cree que las
machis que practican magia de amor le pueden indicar al paciente
la identidad del malhechor, y están dispuestas a tomar venganza.
Este es el caso de machi Marta, pero no es el caso de machi
Pamela, y hay otras machis como Jorge que toman venganza pero no
practican magia de amor.
Machi Marta exorcizó el mal de una paciente que sufría de
kalkutun enviado por su amante. La mujer del paciente quería
vengarse y Marta le ofreció dos alternativas: quemar el vómito del
paciente para que el malhechor se fuera al infierno, o, vengarse
con un infitun (dejando un objeto maléfico en la casa de la
amante).
Las machis Marta y Pamela se especializan en hacer
adivinaciones y magia de amor, y tienen pacientes tanto mapuches
como huincas. Pamela frota a sus pacientes con hierbas, y los
trata para la buena suerte y para el amor, con fotografías
(especialmente para que los maridos regresen a sus casas). Machi
Marta adivina la buena suerte de la gente con cartas de tarot, y
conoce una serie de pócimas de amor y trucos que deben realizar
sus pacientes femeninos para ganarse nuevamente el cariño de sus
amantes. Entre ellos está el mezclar la sangre menstrual con la
comida del hombre, y colocar cabello en el vano de la puerta del
hombre. Generalmente ella tiene más pacientes mujeres porque es
exitosa en hacer que los maridos y los amantes de las mujeres
regresen y sean fieles y cariñosos, pero también observé el caso
de dos hombres que fueron a ver a Marta porque sus mujeres les
eran infieles y querían ponerle término a esa situación. Para
cuando tuve que irme de la zona, todos los "tratamientos de amor"
de Marta, (de los que tuve conocimiento), terminaron exitosamente
para sus pacientes, con la excepción de una mujer que quería una
relación con un hombre que estaba casado con otra mujer.
Todas las machis curan las enfermedades naturales y las
sobrenaturales,
pero
en
la
actualidad
parecen
haber
dos
especializaciones principales. Las que hacen magia de amor, dicen
la suerte, y hacen adivinaciones, y, las que ofician como
sacerdotizas
en
las
ceremonias
de
nguillatun.
Estas
especializaciones a su vez, están relacionadas con
el tipo de
llamamiento e iniciación que ha tenido la machi y las
connotaciones positivas o negativas que conllevan. Es muy
importante para el futuro de una machi nueva que sea iniciada y
tratada por el tipo correcto de machi.
1.4
TIPOS DE LLAMAMIENTO Y CONNOTACIONES DE LAS MACHIS
Hay tres maneras básicas en que las machis pueden conseguir
sus poderes: por herencia, espontáneamente durante una catástrofe,
y al tener un tipo especial de visión o perrimontun. Los estudios
clásicos sobre las machis mapuches las agrupan todas juntas, y
afirman que las machis sufren de visiones, sueños y enfermedades
(Grebe:1975), y que deben pasar por una etapa de entrenamiento con
una machi durante un año o más (Métraux:1942). Personalmente
encontré que no todas las machis pasan por un período de
entrenamiento formal, aunque el número de ellas que lo hacen está
aumentando. Algunas machis heredan sus poderes (pero esta herencia
es independiente de la herencia social) y las machis de un tipo
frecuentemente son celosas de las de otro tipo. Algunas machis
tienen machi-kutran (enfermedades de machi, machi-peuma (sueños de
machi) y perrimontun (visiones). Otras tienen machi-kutran y
machi-peuma, pero no experimentan perrimontun, y otras sólo tienen
los sueños, sin las visiones o las enfermedades.
Entre los chamanes siberianos también hay diferentes formas
de iniciación, y ellos derivan de la misma forma chamánica clásica
arcaica de donde surgieron las machis. Los siberianos pueden
hacerse chamanes por transmisión hereditaria a través de la línea
femenina, por vocación espontánea o por su propia voluntad o la
del clan (Eliade:1964:13). Se cree que todos los chamanes son
llamados en forma sobrenatural y los que escogen su vocación ellos
mismos tienen menos prestigio. Esto concuerda con lo que
encontramos entre las machis mapuches.
(a)
Machis con Espíritus Heredados
Algunas machis "heredan" sus espíritus de un ancestro machi
del lado materno de la familia, generalmente de la abuela materna.
Yo denomino ésto "herencia espiritual", porque los poderes de una
machi sólo se pueden transmitir cuando ella se ha muerto y es
completamente
independiente
del
patrón
social
de
herencia
patrilineal. No importa cuán directa sea la sucesión espiritual
entre una machi y sus familiares, estos espíritus no son
ancestrales al linaje de la machi. Los poderes de una machi pueden
ser traspasados de la abuela a la madre a la hija, pero estas
mujeres son consideradas categóricamente distantes, aunque son
genealógicamente cercanas. La mayoría de las machis son mujeres, y
reciben sus espíritus de sus parientes por parte de la madre. Los
machis masculinos pueden recibirlos de parientes machi de sexo
masculino o femenino, pero sus espíritus generalmente son
considerados femeninos.
Las machis que "heredan" su espíritu son escogidas en forma
sobrenatural. El espíritu de machi o vileo escoge a un miembro de
la familia que es más merecedora y apta para ser machi que todos
los demás. Las machis con espíritus heredados generalmente reciben
sus poderes cuando son muy jóvenes y muchas veces tratan de
rechazar el llamado. Por esta razón, sufren de grave machi-kutran
hasta que se inician. Estas machis pasan por un proceso de
aprendizaje y entrenamiento con una machi experta, y a su vez,
ellas pueden iniciar a otras machis. Generalmente se les da una
connotación muy positiva. En lo normal solamente las machis con
espíritus "heredados" son invitadas para oficiar como sacerdotizas
en las ceremonias de nguillatun. De mis informantes machis, Nora,
Sergio, Fresia, María Cecilia, Leonor y Ana habían "heredado" sus
espíritus de parientes difuntos. Machi Fresia dijo:
"Yo nací con esta enfermedad de machi. Antes que nací, el espíritu
estaba conmigo. Compartí el espíritu con mi abuela hasta que
ella murió, y entonces lo heredé. Dicen que ella se parecía a
mí por el trabajo que hacíamos, nuestra manera de ser y de
hablar. A veces se preguntan si yo soy la misma machi.
Tenemos el mismo espíritu que es fuerte, celoso y me manda.
La voz de mi espíritu está triste, lagrimosa y cuando me
muero, mi espíritu va a caer en otra persona y no la dejará
tranquila hasta que ella se hace machi, así esta machi no se
termina nunca".
Luis, un joven mapuche añade:
"Mi abuela murió hace doce años y dejó sus poderes a mi tía, mi
tía no quería recibirlas, y ahora está siendo castigada, está
enferma y sufre. Ahora tiene que ser una machi, tiene que
aceptar el don del espíritu".
Generalmente las machis que sufren de enfermedades graves y
son iniciadas cuando son jóvenes son mejor valoradas que las que
se hacen machis a una edad más avanzada. Se cree que cuanto más
jovenes son las iniciadas, más "auténticas" son y más poder
tienen. Un joven mapuche dijo: "Machi Leonor se hizo machi cuando
era vieja y no tenía un espíritu fuerte". Machi Fresia dijo: "Las
machis que han sido escogidas por herencia no tienen problemas, la
gente cree en ellas. Claro que machi Sergio también tiene ese
espíritu y tiene más práctica y le creen más a él más que a mí".
Los espíritus de kalku también pueden ser "heredados" por
línea materna. Por esta razón mucha gente cree que machi Pamela es
una kalku. Ella dijo:
"Mi abuela era una kalku y por eso decían que yo también lo era.
Yo me enojo porque yo no heredé mi espíritu. Yo me hice machi
con el terremoto, así es que no soy una kalku, pero ella sí
lo era de verdad".
(b)
Machis Llamadas Durante Catástrofes Naturales
Estas son machis que recibieron el llamado repentinamente
durante algún evento catastrófico. También ocurre este tipo de
llamado entre los chamanes Buryat que son escogidos "por
casualidad" cuando son alcanzados por un rayo o reciben piedras
del cielo (Eliade:1964:19). Las "machis de catástrofe" reciben
"piedras del cielo" llamadas lican-cura, que son usadas para
atraer a los espíritus benignos y para hacer que los rituales de
curación sean más eficaces (Kuramochi:1992:67). Estas machis son
consideradas ambiguas y con frecuencia hacen adivinaciones y magia
de amor además de sus actividades normales de curación.
Conocí a dos machis que fueron iniciados durante una
catástrofe (Pamela y Jorge). Ambos se convirtieron en machis
durante el terremoto de 1960, y sostuvieron que no habían tenido
el tradicional machi-kutran crónico. Debido a que son iniciadas
repentinamente, las "machis de catástrofe" no pasan por un período
de aprendizaje. Reciben sus poderes directamente, y generalmente
son de mediana edad cuando se convierten en machis (y por esta
razón tienen menos prestigio). Machi Pamela fué poseída durante el
terremoto, y recibió sus poderes y sus implementos rituales
directamente de Dios mientras estaba en ese estado. Ella contó:
"Mi estómago estaba como si me lo hubieran cortado. Me arranqué el
chaleco y los zapatos y los boté. Estaba como loca. Miré para
arriba y ví mi fuerza, un toro, un caballo (espíritus
auxiliares), pero no era un perrimontun. Estaba con la cabeza
borracha. El cielo se abrió. Me trajeron mi kultrun y lo
recibí y lo dejé sobre el trebol. Entonces miré para arriba y
me dieron todos los remedios que tenía que usar. Tomaron el
brazo derecho y le fuerza. Mi brazo me avisa cosas. Subí al
cielo por las escaleras y había trigo, papas, remedios ahí
arriba. Había un hombre con un bigote largo que me miró.
Había una piedra, mi lican-cura. El me dijo que fuera a
buscarla. Ahora es Chao Dios que me manda. Yo no puedo
mandarme sola".
Machi Fresia hace un comentario sobre estas "machis de
catástrofe":
"La verdad es que no se cómo ellos pueden hacerse machis tan
facilmente. Como las que se iniciaron en el sesenta, sin
machi-kutran, sin tener que aprender con otra 'machi
maestra', así no más".
(c)
Machis Llamadas por Visiones o Perrimontun
Algunas machis son llamadas a través de visiones especiales
en las cuales ven a sus espíritus auxiliares que generalmente son
seres zoomórficos o antropomórficos, frecuentemente asociados con
el agua. Siempre hay algo inusual en este encuentro que lo
distingue de un evento ordinario. Por ejemplo animales inmóviles,
agua brillante, luz extraña y enfermedad repentina de la neófita.
Por lo general las machis tienen visiones de un toro o un caballo,
de una serpiente cerca de un canelo, de pisar a una serpiente
(significando que van a ser ricas) y de sus símbolos rituales.
Estas visiones generalmente van acompañadas por sueños de sus
implementos rituales, de dioses, espíritus, y, a veces, del Dios
cristiano y de la Virgen.
Las visiones ocurren súbitamente, cuando la persona está
sola en el campo y frecuentemente la asusta. Hasta que se hace
machi, la persona que ha visto este tipo de perrimontun sufre de
perrimontun-kutran, pero rara vez pasan por un período de
entrenamiento. Algunas machis de perrimontun tienen las mismas
visiones que tuvieron sus parientes machi difuntos y, se cree que
reciben el mismo espíritu auxiliar. Machi Marta nació una noche de
fuertes truenos, y se cree que su bis-abuela le dió su
perrimontun. Ella describe su visión de la siguiente manera:
"Ví un toro en el agua, tenía cuernos muy grandes y piernitas
chiquititas. Después ví una serpiente grande y gruesa
bailando encima de un canelo, tenía cintas (como las que usan
las machis en los rituales) en la cabeza y después ví un arco
iris".
Machi Fresia explica cómo las machis de perrimontun pueden
heredar sus espíritus:
"Si mi abuela hubiera sido una machi de perrimontun, yo también lo
sería. Todo depende del espíritu que te llega. Las personas
son distantes con las machis de perrimontun porque no saben
si son buenas o malas. Las machis que tienen perrimontun y no
quieren ser machis, pueden pedir que les hagan un machitun y
van a estar bien. Pero las machis que han heredado sus
espíritus como yo, no pueden hacerlo".
En el siglo XVII el término perrimontun se usaba para
referirse a algo extraordinario o de mal agüero (Luis de
Valdivia:1606). Grebe (1970:7), define al perrimontun como un
wekufe (espíritu maléfico) de la tierra, un animal extraño o
deforme que aparece en visiones y alucinaciones, o como la causa
de las enfermedades que sufren las machis antes y después de su
iniciación.
Muchas veces las machis de perrimontun practican la
adivinación y la magia de amor y suerte además de realizar
curaciones, y se cree que pueden usar sus poderes en forma
positiva o negativa. Con frecuencia se consideran ambivalentes.
Probablemente ésto se debe al hecho que a la gente común y
corriente les cuesta distinguir entre las visiones positivas, y
las de espíritus malignos que deben ser curadas con un machitun.
Machi Marta dijo: "Algunas machis tienen un perrimontun maléfico
y trabajan con los espíritus malignos". Machi Pamela dijo: Esas
machis de perrimontun ven cualquier cochinada como piwichen (una
serpiente maléfica wekufe que vuela) y después hace el mal. No son
machis buenas". Machi José dijo: "Las machis de perrimontun no
toman el tiempo para aprender acerca de cada remedio, simplemente
usan al mismo paquete de remedios para todos sus pacientes. No
aprenden cosas de otras machis tampoco".
(d)
Las Connotaciones de las Machis
Las machis también pueden tener connotaciones positivas o
ambivalentes que son subjetivas e independientes del tipo de
llamamiento que han experimentado.
Las machis con una connotacion positiva se designan y se
conocen como machis de la luna, machis de Dios, o machis del
cielo. Por un lado la luna está relacionada con la vida y la
fertilidad. Por otro se cree que Dios (ya sea Nguenechen o el Dios
cristiano) tiene una connotación positiva, como también lo tiene
el cielo o wenumapu, el cual se relaciona con el celeste y blanco
que son colores con connotaciones positivas. Las "machis del
cielo" son las machis cuyos poderes vienen del cielo, ayudan a la
gente, curándola, pero no toman venganza ni se involucran en
disputas entre vecinos. Generalmente estas machis usan pañuelos
celestes, pintan sus rewes (altares personales) de celeste y
blanco y adornan sus kultrunes con lunas y estrellas blancas o
celestes. Las banderas que clavan al lado de sus rewes también son
celestes y blancas. Los machis masculinos generalmente se
autodenominan como "machis iniciados por Dios," mientras que las
machis femeninas se autodenominan "machis de la luna". Tanto los
machis masculinos como las femeninas se refieren a sí mismas como
machis del cielo o de vileo (el espíritu de sabiduría que poseen
las machis).
Las machis con connotaciones ambivalentes se conocen como
"machis del sol" o "machis de la tierra," pero ninguna machi se
autodenominaría
como
tal.
El
sol
tiene
una
connotacion
ambivalente. Hace crecer a las cosechas pero al mismo tiempo está
relacionado con el mal (el anchimallen, un tipo de espíritu wekufe
maléfico, se considera como la esposa o la hermana del sol). El
mapu o la tierra, está relacionado con el mundo de los hombres y
de sus actividades. Una "machi de la tierra" hace curaciones pero
además se involucra en los problemas y los conflictos de la gente.
Generalmente estas machis hacen adivinaciones, magia de amor y
suerte y puede que practiquen la venganza ritual. Algunas "machis
de la tierra" pintan diseños rojos en sus kultrunes mientras que
otras las dejan sin adorno.
La creciente especialización de las machis, evita la
competencia entre machis de diferentes tipos, y permite que un
gran número de ellas puedan co-existir en la misma zona. Las
machis parecen estar evolucionando en dos direcciones distintas.
Por un lado están las que heredan sus espíritus, no realizan
adivinaciones, venganzas ni magia de amor y suerte. Estas machis
han legitimizado su condición por medio de un machi-kutran y un
período de aprendizaje formal, y practican de una forma más
tradicional. Por otro lado están las machis que realizan
adivinaciones,
magia
y
venganzas
y
son
consideradas
más
ambivalentes. Se han iniciado con visiones o durante catástrofes
que pueden ser interpretadas como positivas o negativas. Ellas se
caracterizan por incorporar muchos elementos de la medicina
popular,
no
siempre
experimentan
machi-kutran
y
no
han
legitimizado su condición por medio de un proceso de aprendizaje
formal. Estas machis se relacionan más frecuentemente con las
hechiceras y las brujas.
1.5
CONCLUSIONES
Hoy en día las machis están prosperando en las comunidades
mapuches que circundan los centros urbanos porque han adaptado sus
prácticas y creencias tradicionales a los problemas que enfrentan
los mapuches debidos a la enajenación. Por medio de sus machis.
Los mapuches de esta zona logran encontrar soluciones para
problemas y enfermedades contemporáneos de maneras que son
aceptables y significativos dentro del pensamiento tradicional
mapuche. Las machis proliferan cerca de los centros urbanos porque
curan las enfermedades sobrenaturales que están aumentando entre
los mapuches empobrecidos, desarraigados, desadaptados y ansiosos
a los cuales la cultura dominante chilena hace sentir inferiores.
Estas enfermedades tienen síntomas psicosomáticos. La pérdida del
alma y la posesión (producida por un wekufetun, un tipo de
enfermedad sobrenatural) son enfermedades frecuentemente asociadas
con el enajenamiento. Los mapuches enajenados han sido descritos
por los psiquiatras como personas confundidas y propensos a la
fantasía, con un síndrome onírico agudo, depresivos y, a veces,
paranóicos.
El ideal mapuche de solidaridad e igualdad social está
derrumbándose. Las tierras son disputadas entre vecinos motivados
por la envidia y los celos que sospechan constantemente que los
otros les están enviando el mal. Las tensiones aumentan puesto que
los malhechores rara vez reciben castigo, y los espíritus malignos
pueden ser espantados, pero nunca eliminados del todo. Además, los
mapuches que entran en contacto con la sociedad capitalista
chilena tienen fantasias de riqueza y éxito en la ciudad y
terminan deseando aculturarse. Temen sufrir simultáneamente de
kasti-kutran por desligarse de las normas tradicionales y de
kalkutun se producirá como consecuencia de las envidias y los
celos de sus vecinos, siendo ambos formas de enfermedades
inducidas sobrenaturalmente. Los mapuches con un pié en cada
mundo, son rechazados por la sociedad chilena y a la vez son
objeto de la envidia y los celos en la propia.
Solamente
las
machis pueden
curar las enfermedades
sobrenaturales porque ellas conocen los espíritus, y poseen el
poder para exorcizar el mal por medio de tratamientos rituales.
Las machis no tratan de competir con la tecnología médica moderna
en la curación de "enfermedades naturales" de origen traumático,
y están clasificando cada vez más tipos de enfermedades dentro de
la categoría de enfermedades sobrenaturales. Ellas mantienen la fé
de sus pacientes dedicándose a las enfermedades que pueden curar
eficazmente. Utilizan la intuición, el carisma y un enfoque
personalizado para tratar los problemas y satisfacer las
expectativas de sus pacientes. El único tipo de cirugía que las
machis a veces realizan
en la actualidad es la extirpación que
practican en casos extremos de posesión maléfica. Las machis
compiten con los practicantes de medicina popular en la curación
de enfermedades "naturales" leves de una forma integral, pero, se
cree que ellas poseen más poder que los estos practicantes.
Además, la competencia en la curación de enfermedades naturales
estimula a la especialización y la variación entre las machis en
otros aspectos. Esto permite que un número mayor de machis puedan
co-existir en la misma zona y reduce la competencia entre ellas.
Las machis mantienen muchos elementos de los roles
curativos tradicionales, como la adivinación, la magia de amor y
suerte, la curación
propiamente tal, y la venganza. Hoy en día
todas las machis realizan curaciones naturales y sobrenaturales,
pero se están especializando cada vez màs en dos direcciones. Por
una parte, están las machis que heredan sus espíritus de parientes
machi difuntas y que se legitimizan por medio de un proceso formal
de aprendizaje. Estas machis sufren enfermedades iniciáticas, se
convierten en machis a una
edad muy temprana, y tienen una
creciente connotación positiva. Algunas de ellas ofician como
sacerdotizas rituales y como intermediarias entre las deidades y
el pueblo mapuche. Por otra parte están las machis que reciben sus
poderes en visiones o durante catástrofes que no se legitimizan
con un proceso de aprendizaje formal, no necesariamente sufren
enfermedades iniciáticas y se convierten en machis a una edad más
avanzada. Tienen una connotación ambigua y actúan individualmente
para realizar adivinaciones, magia de amor suerte y, a veces,
venganza. Además tienden a tomar más elementos de la medicina
popular.
Mientras los mapuches sigan teniendo fé en las machis y sus
habilidades y poderes, el contacto con la sociedad chilena no
debilitará el rol de machi y, por lo contrario, puede servir para
potenciarlas y extender su esfera de influencia. Tanto la eficacia
(el valor terapéutico) de la machi como su ejecución ritual (la
atracción dramática y simbólica que ejerce sobre su público), son
importantes para convencer a sus pacientes. El hacer propaganda,
la prestidigitación, el tomar elementos de la medicina popular o
del cristianismo, y la incorporación de clientes no-mapuches,
pueden
servir
para
reforzar
las
creencias
y
prácticas
tradicionales, actualizarlas y hacerlas más populares. Cuando las
creencias tradicionales son fuertes, las machis pueden adaptarse a
circunstancias cambiantes sin permitir que la aculturación
debilite la base cultural sobre la cual descansan.
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