Cuaderno de procedimientos (teoría): COMENTARIO DE

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Conocimiento del Medio Natural, Social y Cultural y su didáctica (I Social)
3º Educación Física
Prof. Dra. Pilar Rivero
Curso 2004-2005
Cuaderno de procedimientos (teoría): COMENTARIO DE FOTOGRAFÍA
AÉREA
(Extraído de Grupos Edetania y Valldigna, Geografía, 2º Bachillerato,
ed. Ecir, Valencia, 2000, pp. 190-191)
1. Caracteres formales y técnicos de la fotografía aérea
Generalmente se indica en ella la escala, la altura a que ha sido tomada, la fecha y la
hora en que se hizo y otras características. Si la escala no está indicada, puede deducirse
una aproximación observando el tamaño de los objetos fácilmente reconocibles y
comparándolos con los del mapa, en el que si figura la escala. Conviene orientar la
fotografía, y si se trata de un área conocida, apoyarse en algún punto de referencia. La
fecha de la toma es interesante, pues puede explicar -en caso de áreas conocidas- la
presencia o ausencia de objetos; en otros casos puede interesar el conocer la estación del
año para identificar los cultivos o la vegetación.
2 Apreciación del conjunto y de sus elementos principales
Una primera visión nos permitirá apreciar el carácter general del área y las partes o
sectores que la componen (parte de un pueblo, una zona de huertas, y otra de monte
bajo), y sobre las que se desarrollará el análisis posterior. Esta división en partes, está
condicionada muchas veces por unos elementos básicos en el paisaje (un río, una
sierra). Los elementos y las partes pueden ser destacados mediante un calco,
coloreándolos de un modo distinto.
3 El relieve
En la apreciación del conjunto anterior pueden quedar ya delimitadas las principales
unidades topográficas o de relieve; se deberá observar y comentar las formas y
disposiciones de montañas, sierras, colinas, mesetas, contando, para la apreciación de
alturas y depresiones, con la ayuda de las curvas de nivel del mapa.
4. Las aguas, la vegetación y los cultivos
Son identificados con dificultad, ya que hay una gama de grises, con tonalidades
distintas, por la reflexión vertical de la luz solar. Así, el agua aparece más oscura que el
terreno, negra o casi negra -a no ser que esté mezclada con tierras-, y las arenas, casi
siempre blancas.
Resulta difícil distinguir las praderas de hierbas y las tierras de cereales, pues aparecen
lisas y grises, si bien las últimas muestran distintas tonalidades según la estación del año
y la fase de cultivo; cuando el cereal está verde, lo vemos de color oscuro; cuando está
maduro, con tonos más claros. Tampoco es fácil distinguir las dehesas (terrenos con
árboles y hierbas), en las que pueden percibirse manchitas correspondientes a matas y
arbustos. Los bosques se manifiestan en un moteado irregular, lo mismo que el monte
bajo.
El cultivo más fácil de identificar es el de frutales y huertas, por la regularidad de las
plantaciones (regularidad que también se advierte en las arboledas plantadas por el ser
humano). Los viñedos se distinguen bien de los otros cultivos, lo mismo que la tierra de
labor recién labrada si nos fijamos en sus sistemas de surcos.
5 El poblamiento rural
La identificación de los cultivos debe servir para apreciar las relaciones entre el ser
humano y el suelo. Estas relaciones se nos manifiestan a través de las formas y
disposiciones de las casas y los campos que muestran situaciones que podemos definir
por su posición en cuanto al hábitat y los sistemas de explotación. Así, el hábitat será
observado para ver hasta qué punto se aproxima a la concentración o a la dispersión; por
otro lado, la estructura de pueblos, aldeas, caseríos y alquerías, pueden dar ideas, a
veces, sobre la organización o el trabajo agrario o ganadero.
Conocimiento del Medio Natural, Social y Cultural y su didáctica (I Social)
3º Educación Física
Prof. Dra. Pilar Rivero
Curso 2004-2005
La utilización del suelo puede ser total o parcial, y en ella encontramos una fuente de
información de la parcelación de los campos. La red de parcelas varía entre una
disposición anárquica y otra de regularidad geométrica, en ella se pueden delimitar
zonas homogéneas y subdivisiones; estas subdivisiones y las que se puedan descubrir
sobre los sistemas de cultivos (en ocasiones, por sus modernos medios mecánicos),
permiten deducir las formas de explotación que giran entre el latifundio y el minifundio.
Todo esto nos puede llevar a una distinción básica entre un hábitat rural tradicional, con
formas atrasadas, y un hábitat evolucionado, con la presencia de técnicas modernas, y
donde se nota que ha habido una planificación. Así, en los países del Tercer Mundo hay
un marcado contraste en las zonas donde se ha introducido la técnica actual (grandes
plantaciones) junto al mantenimiento de agriculturas muy primitivas.
6. Obras y comunicaciones
Hay que tener en cuenta que el medio rural, si está muy transformado por el ser
humano, llega a entremezclar aspectos del paisaje rural y del paisaje urbano, lo cual se
advertirá en las construcciones, vías de comunicación y otras actividades. Las obras y
construcciones se pueden identificar por sus formas regulares y geométricas, en
contraste con la forma irregular de los accidentes naturales. La carreteras aparecen más
claras, a pesar del asfalto, que las vías férreas. Además, la confusión entre ambas se
puede evitar observando los puntos de destino, que para las carreteras secundarias son
lugares poco poblados y próximos entre sí, lo que no suele suceder con as líneas de
ferrocarriles principales; de ahí que la densidad de la red de ::aminos esté en proporción
a la importancia del poblamiento.
7 Análisis de conjunto de mapa o plano y fotografía aérea
La foto aérea vertical se identifica con el mapa a gran escala, ya que abarca superficies
de tierras poco extensas con una visión desde arriba. Pero la fotografía posee una
objetividad que el mapa no tiene; aquella nos da la realidad del paisaje, con la
organización de sus elementos físicos y humanos; éste, nos da la precisión cuantitativa
de sus datos, y selecciona lo que más pueda interesar. La utilización conjunta de ambos
nos ayuda en el uso individual de cada uno, pues comprendemos de modo visual y
directo el significado real de los símbolos cartográficos.
La diferencia fundamental entre una fotografía aérea y un mapa consiste en la distinta
cantidad de datos que cada uno de ellos puede contener: mientras que un fotograma
puede llegar a poseer "más de un millón de mensajes visuales" muy diversos (sobre
relieve, clima, suelo, vegetación, población, poblamiento, agricultura, ciudades, vías de
comunicación, etc.), el mapa es un documento elaborado y simplificado, que sólo
mantiene ciertas categorías de información siempre las mismas- y que las representa de
idéntica forma, mediante signos, símbolos, colores o tramas. La fotografía aérea, por el
contrario, es un documento en bruto, sin elaborar, donde las cosas aparecen tal como
han sido impresionadas en un momento dado, y reflejan, por tanto, al mismo tiempo lo
real y lo fugaz o pasajero.
En este trabajo conjunto, el mapa manifiesta su función de instrumento convencional y
auxiliar para comprender una realidad geográfica que se nos da del modo más
aproximado en la imagen. Esta función puede ser ya decisiva en la identificación de
muchos objetos. Pero los elementos de la fotografía que sean identificables deben ser
comprobados y comparados en el mapa, procediéndose a las precisiones y mediciones
que nos lo permitan conocer de modo más exacto.
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