Laurence R. Helfer, Karen J. Alter, M. Florencia Guerzovich, CASOS AISLADOS DE JURISDICCIÓN INTERNACIONAL EFICAZ: LA CONSTRUCCIÓN DE UN ESTADO DE DERECHO DE PROPIEDAD INTELECTUAL EN LA COMUNIDAD ANDINA, en: Las implicaciones constitucionales de los procesos de integración en América Latina: un análisis desde la Unión Europea, Alejandro Saiz Arnaiz, Mariela MoralesAntoniazzi, Juan Ignacio Ugartemendia (coord.), Max-Planck-Institut für ausländisches öffentliches Recht und Völkerrecht, IVAP, Universidad del País Vasco, Universitat Pompeu Fabra, Oñati, 2011. pp. 207-281. El original, titulado “Islands of effective international adjudication: constructing an intellectual property rule of law in the Andean Community”, fue publicado en la American Journal of International Law, Vol. 103, 1, 2009. CASOS AISLADOS DE JURISDICCIÓN INTERNACIONAL EFICAZ: LA CONSTRUCCIÓN DE UN ESTADO DE DERECHO DE PROPIEDAD INTELECTUAL EN LA COMUNIDAD ANDINA. Laurence R. Helfer, Karen J. Alter, and M. Florencia Guerzovich* Traductor: Marcelo Vargas Mendoza** Hace cuarenta años las pequeñas y subdesarrolladas naciones de la Cordillera de los Andes en Suramérica, suscribieron un acuerdo de integración regional para promover el crecimiento económico, regular la inversión extranjera y armonizar su normativa interna.1 En términos generales, su iniciativa no se ha concretado correctamente. En un escenario marcado por divisiones políticas, * Profesor de Derecho y Director del Programa de Estudios Jurídicos Internacionales de la Escuela de Derecho de la Universidad de Vanderbilt; profesor asociado de Ciencias Políticas de la Universidad de Northwestern; y candidata al Doctorado, Departamento de Ciencia Política, Universidad de Northwestern, respectivamente. Estamos agradecidos por el apoyo financiero prestado por el Centro para las Américas de Vanderbilt y el Centro de Investigación en Solución de Controversias de Northwestern, que financiaron la investigación de campo en Quito, Lima y Bogotá. Por los útiles comentarios, agradecemos a Graeme Austin, David Boyd, Gabriella Blum, Rachel Brewster, Daniel Drezner, Martin Flaherty, Diana Rodríguez Franco, Darren Hawkins, Thomas Lee, Katerina Linos, Arnulf Becker Lorca, Gerald Neuman, Kal Raustiala, Osvaldo Saldías, Christopher Whytock, Ingrid Wuerth, y los participantes en el Coloquio de Relaciones Internacionales de Forham International Law, el taller de la Facultad de Derecho de Harvard, el taller de Relaciones Internacionales de Harvard International Law, el seminario de Relaciones Internacionales de Tufts International Law, el taller de la Facultad de Derecho de Texas, y la mesa redonda en Derecho y Políticas de Cooperación Internacional de Vanderbilt. Gilda Anahi Gutiérrez, Elena Herrero-Beaumont, Karla Quintana-Osuna, y Rebecca Stubbs proporcionaron una excelente asistencia en la investigación. ** Abogado Asistente del Tribunal de Justicia de la Comunidad Andina. Abogado Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá, Colombia. Máster en Integración Regional, Universidad de Alcalá, España. Máster en Negociaciones Internacionales y Comercio Exterior, Universidad Central del Ecuador. Especialista en Propiedad Intelectual, Universidad de Castilla la Mancha, España. Postgrado en Solución de Controversias en Comercio Internacional e Inversiones, Universidad de Buenos Aires, Argentina. Ha sido profesor de Teoría y Manejo de Fuentes del Derecho de la Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá, Colombia, y de Propiedad Intelectual en la Universidad Alfredo Pérez Guerrero, Quito, Ecuador. Actualmente es profesor de Aplicación de Normas Internacionales y Comunitarias en la Universidad Andina Simón Bolívar, Sede Quito, Ecuador. [email protected]. 1 Acuerdo de Integración Subregional Andino, Mayo 26, 1969, 8 ILM 910 (1969). En lo sucesivo, Acuerdo de Cartagena. 1 crisis económicas, y sistemas normativos y judiciales débiles, los cinco principales países de la Comunidad Andina, Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela, no han alcanzado su potencial como el segundo mayor bloque comercial de Suramérica.2 Los países miembros han relanzado el proyecto de integración andino y revisado sus políticas en múltiples ocasiones, a lo sumo con resultados ambivalentes. No es sorprendente que la mayoría de los doctrinantes hayan ignorado la Comunidad Andina o la hayan asumido como un fracaso.3 A pesar de todo, la Comunidad Andina ha logrado éxito notable en un fragmento de su sistema jurídico. No es ampliamente conocido que el brazo judicial de la Comunidad, el Tribunal de Justicia de la Comunidad Andina (TJCA o Tribunal), sea la tercera corte internacional más activa en el mundo, habiendo emitido a la fecha más de mil cuatrocientas decisiones judiciales.4 El TJCA es menos activo que la Corte Europea de Derechos Humanos y la Corte Europea de Justicia, pero más que la intensamente estudiada Corte Internacional de Justicia, las instituciones del sistema de solución de diferencias de la Organización Mundial de Comercio (OMC), y otras cortes y tribunales internacionales.5 Aunque actividad no es lo mismo que eficacia, el número de casos del TJCA sugiere que el sistema jurídico comunitario andino proporciona herramientas a los litigantes para proteger sus intereses y 2 La composición del proyecto de integración andino ha cambiado con el tiempo. Los cinco miembros fundadores del Pacto Andino en 1969 fueron Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador y Perú. Venezuela se unió al grupo como un sexto miembro en el año 1973. Chile se retiró en 1976 después del golpe de Augusto Pinochet. En el 2006 el Presidente Hugo Chávez retiró a Venezuela de la Comunidad Andina, y Chile se reincorporó como miembro asociado. 3 Véase, por ejemplo, WALTER MATTLI, THE LOGIC OF REGIONAL INTEGRATION 12, 42 (1999) (caracterizando al Pacto Andino como uno de aquellos esquemas de integración "que han fallado en la fase de implementación", porque sus ―objetivos iniciales y sus posteriores logros fueron abandonados‖; KATRIN NYMAN METCALF & IOANNIS E. PAPAGEORGIOU, REGIONAL INTEGRATION AND COURTS OF JUSTICE 21 – 23 (2005) (pasando por alto los logros de la Comunidad Andina y haciendo énfasis en su ―crisis interna permanente‖, incluyendo los recientes problemas políticos de Venezuela y Bolivia); Nora Anton, Bolivar´s Dream Come True? Regional Integration and Development in the Andean Community 1-2 (Tesis de Maestría, Estudios Europeos, Universidad de Münster, 2006.) (Indicando que el discurso "más político y académico sobre la Comunidad Andina sostiene que el proceso de integración no ha sido exitoso hasta ahora, y muy a menudo es catalogado como un completo fracaso‖). Sin embargo, en varios trabajos recientes de América Latina, los académicos y abogados analizan la estructura legal y las actividades de la Comunidad Andina (2006); véase, por ejemplo, JORGE ANTONIO QUINDIMIL LÓPEZ, INSTITUCIONES Y DERECHO DE LA COMUNIDAD ANDINA (2006); MARCEL TANGARIFE TORRES, DERECHO DE LA INTEGRACIÓN DE LA COMUNIDAD ANDINA (2002); Mauricio Baquero – Herera, The Andean Community: Finding Her Feet Within Changing and Challenging Multidimensional Conditions, 10 LAW & BUS. REV. AM. 577 (2004); César Montaño Galarza, Constitución Ecuatoriana e Integración Andina: la Situación del Poder Tributario del Estado, en 2004 – ANUARIO DE DERECHO CONSTITUCIONAL LATINOAMERICANO 949 ( en adelante anuario); Ricardo Vigil Toledo, La Consulta Prejudicial en el Tribunal de Justicia de la Comunidad Andina, 2004 – I ANUARIO, supra, pág 939; Jorge Luís Suárez Mejía, Integración y Supranacionalidad en la Comunidad Andina: Proceso Decisorio, Sistema Jurisdiccional y Relación con los Derechos Nacionales (tesis doctoral, Universidad Complutense de Madrid, 2006). 4 El texto completo de las providencias del TJCA se encuentra disponible únicamente en español en la página web de la Comunidad Andina, en http://www.comunidadandina.org. (en el enlace ―Documentos Oficiales‖; después en el enlace ―Procesos del Tribunal de Justicia‖) 5 Las dos cortes internacionales más activas en relación con el número de casos decididos son: primero, la Corte Europea de Derechos Humanos y, segundo, la Corte Europea de Justicia (CEJ) y su Corte de Primera Instancia. Véase Karen J. Alter, Private Litigants and the New International Courts, 39 COMP. POL.STUD. 22, 26-27 (2006). 2 derechos, particularmente en disputas relacionadas con propiedad intelectual (PI), una materia que domina más del 90 por ciento del trabajo del TJCA. En esta única área, el TJCA es activo y eficaz a la vez.6 Sus providencias han ayudado a establecer a la propiedad intelectual como una isla de Estado de Derecho en la Comunidad Andina, y a asegurar que las normas jurídicas, antes que significar poder, influencia política, o soborno, determinen las decisiones que toman los países miembros.7 Dentro de la isla de Estado de Derecho en PI, los jueces nacionales, los funcionarios administrativos y los particulares, participan en los procesos ante el TJCA y adecúan su comportamiento a las normas andinas de PI. En los vastos mares que rodean esta isla, sin embargo, las normas andinas permanecen plagadas de excepciones y fragilidades, y a menudo resultan incumplidas por los actores nacionales. Nuestro mayor interés de tipo teórico consiste en identificar cómo las instituciones internacionales, incluyendo los tribunales internacionales, pueden ayudar a construir un eficaz Estado de Derecho. El éxito del TJCA en la construcción de un sistema jurídico andino eficaz – aunque sólo en un limitado espacio político - es altamente notable, teniendo en cuenta la debilidad de los sistemas jurídicos de los Estados sujetos a la jurisdicción del TJCA. Cuando empezamos nuestra investigación teníamos bajas expectativas del TJCA. No sólo los países andinos han enfrentado décadas de inestabilidad económica y política, sino que además nunca han tenido sistemas jurídicos ni instituciones judiciales internas fuertes.8 Que en realidad el TJCA sea eficaz, pero sólo en 6 Se define eficacia como el grado en que las normas o las decisiones del tribunal producen ―cambios deseados y observables en el comportamiento.‖ Kal Raustiala, Compliance & Effectiveness in International Regulatory Cooperation, 32 CASE W. RES .J. INT´L L. 387, 394 (2000) (citando numerosos académicos en relaciones internacionales, que definen eficacia en dichos términos.) 7 Seguimos una definición restringida y formal de ―Estado de Derecho‖, en la que ―el gobierno se regirá por la ley y se sujetará a ella‖. JOSEPH RAZ, The Rule of Law and its Virtue, en THE AUTHORITY OF LAW 210, 212 (1979). Esta definición destaca la ―certeza y la predictibilidad de las acciones gubernamentales… (y la) actual igualdad jurídica‖ en ―las relaciones entre ciudadanos (,) y entre los ciudadanos y su gobierno.‖ Robert S. Summers, A Formal Theory of the Rule of Law, 6 RATIO JURIS 127, 131, 129 (1993). La antítesis del Estado de Derecho, de conformidad con esta definición, se da cuando los funcionarios públicos o las élites políticas o económicas utilizan canales extra jurídicos para influenciar, incluyendo sobornos y corrupción, con el objetivo de lograr los resultados o políticas deseadas. Ver Bruce Ackerman, The New Separation of Power, 113 HARV. L. REV. 633, 694 (2000) (―La falta de control [corrupción] socava la propia legitimidad de los gobiernos democráticos. Si los pagos son parte rutinaria de la vida, la gente del común pierde la esperanza en relación con la idea de que ellos, junto con sus conciudadanos, pueden controlar sus destinos a través del Estado Democrático de Derecho.‖) 8 Véase Andrés Solimano, Political Instability, Institutional Quality and Social Conflict in the Andes, en POLITICAL CRISES, SOCIAL CONFLICT AND ECONOMIC DEVELOPMENT: THE POLITICAL ECONOMY OF THE ANDEAN REGION 15, 38 (Andrés Solimano ed., 2005 [en adelante POLITICAL ECONOMY OF THE ANDEAN REGION] (efectuando una amplia revisión de las normas internas, las instituciones políticas y las medias de corrupción, y concluyendo que los países andinos son ―estados débiles‖ en los que ―el Estado de Derecho es parcial e incompleto, y… el respeto por los derechos civiles y de propiedad es limitado‖). Un reciente estudio del Banco Mundial encontró que los países andinos se encuentran en la parte inferior del 25 por ciento de todos los Estados, medido por un índice comprensivo del Estado de Derecho. Daniel Kaufmann et al., Governance Matters VI: Aggregate and Individual Governance Indicators, 1996-2006, World Bank Policy Research Working Paper 4289 (Julio de 2007). Para análisis recientes y más detallados, ver LINN HAMMERGREN, ENVISIONING REFORM: IMPROVING JUDICIAL PERFORMANCE IN LATIN AMERCIA (2007); Jorge L. Esquirol, The failed Law of Latin America, 56 AM.J. COMP.L.75 (2008). 3 esa área específica, hace que la experiencia andina sea del más amplio interés teórico. ¿Cómo una región con instituciones jurídicas débiles desarrolló un Estado de Derecho estable en relación con los derechos de PI? ¿Por qué los jueces y funcionarios andinos han sido capaces de inducir un amplio respeto por las normas de propiedad intelectual, pero no en relación con otras áreas de la integración regional?, y ¿Esta isla de la Comunidad Andina augura éxito para otras cortes internacionales y órganos de solución de controversias que ejercen autoridad sobre países cuyas condiciones jurídicas, políticas y económicas son aproximadamente comparables con las existentes en los países andinos? Para responder a estas preguntas, este artículo desarrolla una amplia pero mesurada concepción de la eficacia del Estado de Derecho. Nuestro análisis comprende tres aspectos separados. Indagamos, en primer lugar, por la creación y protección de los derechos de PI en cabeza de los particulares bajo el sistema jurídico andino; en segundo lugar, si los actores nacionales, en particular los funcionarios de las entidades públicas, habitualmente aplican las normas andinas de PI interpretadas por los jueces andinos; y, en tercer lugar, si los países miembros cumplen las providencias del TJCA para contrarrestar la presión de intereses extranjeros (principalmente de los Estados Unidos de América y las empresas farmacéuticas norteamericanas). En cada una de estas fases hacemos énfasis en las contribuciones del TJCA para mejorar estas tres dimensiones de un eficaz Estado de Derecho en PI. Dado que las actividades del TJCA aún no son muy conocidas pero son relevantes para entender de una manera general la eficacia de la justicia internacional, primero describiremos los desarrollos institucionales y legales que sentaron las bases para que se generara el Estado de Derecho en PI. Posteriormente indicaremos la manera en que las tendencias de las providencias judiciales, los desarrollos normativos, y los cambios surtidos en las decisiones de las oficinas administrativas, muestran la eficacia del Estado de Derecho andino en PI. Nuestro análisis se basa en una rica variedad de fuentes primarias, incluyendo la primera codificación de todas las 9 interpretaciones prejudiciales hasta el 2007; una investigación documental en las oficinas de la Secretaría General de la Comunidad Andina; y entrevistas con más de cuarenta funcionarios gubernamentales, jueces y ex jueces de las cortes nacionales, miembros del Tribunal Andino, asociaciones industriales, y firmas de abogados en las capitales de Colombia, Ecuador, y Perú. 9 Base de datos de las providencias del TJCA, 1987 – 2007 (2008) (en los archivos de los autores). El TJCA recientemente publicó, en otro sitio que contiene sus providencias citadas en la nota 4 supra, las estadísticas del número de decisiones expedidas cada año. Tribunal del Justicia de la Comunidad Andina, en http://www.tribunalandino.org.ec/. Estas cifras indican que el número de decisiones del TJCA se ha incrementado ligeramente durante los últimos veinte años. Nuestra base de datos recoge las decisiones del TJCA que están disponibles al público y que se pueden descargar del sitio web de la Comunidad Andina. 4 Para generalizar más allá del caso andino, ofrecemos una explicación de por qué el sistema jurídico andino ha tenido éxito en propiedad intelectual pero no respecto de otras áreas de la integración regional como en aranceles, aduanas e impuestos. Ofrecemos tres argumentos de por qué la normativa de PI permanece como una isla. En primer lugar, las normas jurídicas andinas, excepto las de propiedad intelectual, son menos precisas y contienen lagunas que limitan su aplicabilidad. Esta realidad jurídica refleja una situación política más amplia, consistente en que los gobiernos andinos se encuentran débilmente comprometidos con la integración, ya que sus relaciones comerciales más importantes se dan con otros países. En segundo lugar, el TJCA se rehúsa a promover deliberadamente la integración de los mercados regionales mediante la interpretación de la norma andina. La interpretación restrictiva del TJCA disminuye los incentivos de los litigantes para generar acciones tendientes al cumplimiento de la normativa comunitaria, y limita la presión en los gobiernos para construir unas relaciones económicas más profundas. En tercer lugar, y quizás la más importante, es la falta de órganos de ejecución cuyos intereses profesionales los motiven a ver que la normativa comunitaria plasmada en el papel es actualmente respetada. Por último, consideramos que la experiencia del TJCA conlleva una evaluación de las diferentes teorías sobre la eficacia de la jurisdicción internacional. El creciente número de cortes internacionales y su actividad en aumento10 ha atraído el interés de los estudiosos del derecho internacional, las relaciones internacionales y la política comparada, permitiendo la puesta en marcha de nuevos proyectos empíricos, publicaciones universitarias periódicas y una revista especializada.11 Este intenso escrutinio académico ha elevado el interés en identificar los factores que contribuyen a la eficacia de la jurisdicción internacional. Algunos estudios de los tribunales internacionales mencionan el diseño institucional para explicar por qué ciertos organismos judiciales internacionales tienen éxito y otros fracasan, haciendo hincapié en factores tales como la independencia judicial, la jurisdicción obligatoria y el acceso directo por parte de los particulares.12 Otros estudios destacan las estrategias de los jueces internacionales y debaten sobre si la eficacia se encuentra 10 Véase Karen J. Alter, Delegating to international Courts: Self – Binding vs. Other-Binding Delegation, 71 LAW & CONTEMP. PROBS. 37 (2008); Laurence R. Helfer & Anne-Marie Slaughter, Why States Create International Tribunals: A Response to Professors Posner and Yoo, 93 CALIF. L. REV. 899, 931 (2005). 11 Proyecto sobre Cortes y Tribunales Internacionales, en http://www.pict-pcti.org/; Oxford University Press Series on International Courts and Tribunals, en http://www.oup.co.uk/law/series/international-courts; THE LAW AND PRACTICE OF INTERNATIONAL COURTS AND TRIBUNALS: A PRACTITIONERS´JOURNAL (2002-). 12 Véase, por ejemplo, Robert O.Keohane, Andrew Moravcsik, & Anne-Marie Slaughter, Legalized Dispute Resolution: Interstate and Transnational, 54 INT‘L ORG. 457, 458–60 (2000) (analizando la eficacia de los tribunales internacionales en función de tres variables: independencia, acceso y arraigo). Para un reciente debate sobre la relación entre independencia y eficacia, comparar Helfer & Slaughter, nota 10 supra, en 931 – 42 (explica por qué los Estados delegan autoridad en tribunales internacionales independientes), con Eric A. Posner y John C. Yoo, Judicial Independence in International Tribunals, 93 CALIF. L. REV. 1, 8, 27 (2005) (argumentando que los únicos tribunales internacionales eficaces son tribunales ―dependientes‖, es decir, integrados por jueces estrechamente controlados por los gobiernos a través del poder de nuevos nombramientos o amenazas de represalias). 5 relacionada con la moderación o el activismo judicial.13 Sin embargo, otros enfoques hacen énfasis en el contexto político y jurídico interno, argumentando que los tribunales internacionales son más eficaces en países con gobiernos democráticos, poder judicial independiente y una sociedad civil robusta.14 Nuestro estudio del sistema jurídico andino ofrece nueva evidencia para evaluar estás teorías en contienda. El caso andino es especialmente interesante porque el TJCA es una réplica de la Corte Europea de Justicia (CEJ), ampliamente considerada como el paradigma de eficacia para los tribunales internacionales. El TJCA copió las características estructurales, incluyendo un mecanismo de interpretación prejudicial, un procedimiento de incumplimiento, y las doctrinas fundacionales de la supremacía y el efecto directo que resuelven conflictos entre la normativa comunitaria y nacional.15 Las condiciones jurídicas, políticas y económicas andinas, sin embargo, son muy diferentes a las europeas. La experiencia del TJCA, en consecuencia, sirve como un experimento natural para evaluar teorías alternativas que prevean el éxito o fracaso de los tribunales internacionales, y cómo ellos pueden ayudar a construir y consolidar un eficaz Estado de Derecho. La experiencia andina también introduce otro fenómeno inexplorado previamente: los casos aislados de jurisdicción internacional eficaz pueden surgir aún cuando el entorno jurídico e institucional interno e internacional persista en debilidad e inactividad.16 La idea de que los tribunales internacionales, dentro del marco de sus competencias, pueden contribuir a la construcción de un eficaz Estado de Derecho en algunas áreas aunque fracasen en otras, adquiere una gran importancia cuando la cooperación multilateral tambalea.17 En ese contexto, un camino a seguir podría ser la 13 Véase Laurence R. Helfer & Anne-Marie Slaughter, Toward Theory of Effective Supranational Adjudication, 107 YALE L. 273, 308 (1997) (describiendo cómo las cortes europeas estratégicamente ―manipulan factores bajo su control para maximizar su impacto en los actores nacionales relevantes‖). Para un análisis reciente sobre si los tribunales internacionales deberían involucrarse en el activismo judicial, se pude ver Lorand Bartels, The Separation of Powers in the WTO: How to Avoid Judicial Activism, 53 INT‘L&COMP. L.Q. 861 (2004); James L. Cavallaro & Stephanie Erin Brewer, Reevaluating Regional Human Rights Litigation in the Twenty-first Century: The Case of the Inter-American Court, 102 AJIL 768 (2008); Vaughan Lowe, Advocating Judicial Activism: The ITLOS Opinions of Judge Ivan Shearer, 2005 AUSTL. Y.B. INT‘L L. 145, 151–52. 14 Véase, por ejemplo, Keohane, Moravcsik, & Slaughter, supra note 12, en 478 (sosteniendo que las democracias liberales serán más receptivas a los esfuerzos para ―integrar el derecho internacional en los sistemas jurídicos nacionales‖); Anne-Marie Slaughter, A Liberal Theory of International Law, 94 ASIL PROC. 240, 241–45 (2000) (argumentando que el tipo de régimen interno, en general, y la democracia liberal, en particular, son factores importantes para explicar el cumplimiento de los compromisos internacionales). 15 Véase, por ejemplo, Helfer & Slaughter, supra note 13; Eric Stein, Lawyers, Judges, and the Making of a Transnational Constitution, 75 AJIL 1 (1981); J. H. H. Weiler, The Transformation of Europe, 100 YALE L.J. 2403 (1991). 16 Cf. GABRIELLA BLUM, ISLANDS OF AGREEMENT:MANAGING ENDURING ARMED RIVALRIES (2007) (analizando por qué islas de cooperación exitosa en ocasiones subsisten bajo relaciones caracterizadas principalmente por conflictos armados) 17 El colapso de la Ronda de Doha en las negociaciones comerciales de la Organización Mundial de Comercio, establece un reciente y sobresaliente ejemplo. Véase Daniel Pruzin & Eric J. Lyman, Doha Talks Collapse over U.S.-India Dispute on Ag Safeguards; Future of Round in Doubt, WTO Rep. (BNA) (July 30, 2008). 6 creación de determinados Estados de Derecho regionales o subregionales, para posteriormente extenderlos a grandes temas específicos o archipiélagos geográficamente delimitados, en donde la normativa internacional y nacional sea ampliamente respetada.18 La arquitectura institucional para tal desarrollo ya existe. Por ejemplo, muchos acuerdos comerciales regionales han establecido instituciones judiciales o cuasi judiciales destinadas a generar el cumplimiento de las normas jurídicas. Desde 1990 ocho cortes internacionales han sido creadas por tratados regionales que regulan asuntos comerciales y económicos.19 Tendencias análogas ocurren en otras áreas específicas. Tres tribunales internacionales mixtos han sido creados para hacer frente a las atrocidades cometidas en determinados países20, y tribunales regionales de derechos humanos y comisiones en Europa, las Américas y África, se han tornado cada vez más activos en la última década.21 Muchos de estos órganos ejercen jurisdicción sobre países con sistemas jurídicos nacionales débiles. Comprendiendo cómo el Tribunal de Justicia de la Comunidad Andina ha contribuido a crear una isla de jurisdicción internacional eficaz en una región donde los regímenes democráticos no están completamente consolidados, el Estado de Derecho es frágil y frecuentemente ignorado, y los jueces nacionales no son completamente independientes, se pude proporcionar un importante ejemplo para otras cortes internacionales y órganos de solución de controversias. Lo que sigue de este escrito se encuentra estructurado de la siguiente manera: La parte I describe la creación del proyecto de integración andino, los cambios posteriores tanto en las competencias del TJCA como en las normas jurídicas andinas sobre PI, y la creación de oficinas nacionales de PI. La parte II analiza cada una de las tres facetas de un Estado de Derecho en PI. La parte III examina por qué el sistema jurídico andino es eficaz en propiedad intelectual, pero no en otras áreas de la integración regional. La parte IV inscribe la experiencia andina en el contexto más amplio del debate teórico sobre la eficacia de las cortes y tribunales internacionales, y en particular de aquellos 18 Para una discusión de cómo promover la cooperación internacional a través de una expansión en determinadas materias o de la normativa establecida, ver Kenneth W. Abbott & Duncan Snidal, Pathways to International Cooperation, in THE IMPACT OF INTERNATIONAL LAW ON INTERNATIONAL COOPERATION: THEORETICAL PERSPECTIVES 50 (Eyal Benvenisti & Moshe Hirsch eds., 2004). 19 Las ocho cortes regionales y las fechas de su creación son: la Corte de Justicia de la Unión Africana (2003), la Corte Caribeña de Justicia (2002), La Corte de Justicia del Mercado Común del Este y Sur Africano (1993), la Corte Común de Justicia y Arbitraje de la Organización para la Armonización del Derecho Mercantil en África (1993), El Tribunal Económico de la Comunidad de Estados Independientes (1993); el Tribunal de la Asociación Europea de Libre Comercio (1992); Corte Centroamericana de Justicia (1991), y el Tribunal de Justicia para la Unión del Magreb Árabe (1999). Project on International Courts and Tribunals, en _http://www.pict-pcti.org/; también ver http://www.aict-ctia.org. Otros importantes acuerdos comerciales y económicos, incluidos el NAFTA, MERCOSUR y Tratado de Zona de Libre Comercio ASEAN – CHINA, establecen un mecanismo de solución de controversias cuasi judicial o arbitral. 20 Las cuatro cortes de crímenes de guerra son: el Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia (1993), el Tribunal Penal Internacional para Rwanda (1994), la Corte Penal Internacional (1998), y el Tribunal Penal Internacional para Sierra Leona (1994). Los tribunales mixtos se crearon en respuesta a las atrocidades en Sierra Leona, Kosovo, Timor Oriental y Camboya. Véase Project on International Courts and Tribunals, nota 19 supra. 21 Véase, por ejemplo, Alter, nota 5 supra, en 57-58. 7 que tienen jurisdicción sobre países no europeos. La parte V, en una breve conclusión, evalúa la perspectiva del TJCA hacia el futuro. I. El MARCO NORMATIVO E INSTITUCIONAL DE LA COMUNIDAD ANDINA El desarrollo y el declive del Pacto Andino, y el nacimiento del Tribunal Andino. En 1969 las cinco naciones de la región de los Andes22 suscribieron un acuerdo de integración regional siguiendo el modelo de la Comunidad Europea (CE). El tratado de creación del Pacto Andino, el Acuerdo de Cartagena, 23 estableció una estructura funcional supranacional que incluía una ―Comisión‖ de funcionarios nacionales encargada de adoptar normas andinas conocidas como ―Decisiones‖, y un organismo regional administrativo, la ―Junta‖, que supervisaba la implementación de dichas Decisiones.24 No se creó, sin embargo, una corte internacional para interpretar las normas andinas y resolver las quejas sobre su incumplimiento. Si bien el Pacto Andino fue una reproducción de la estructura normativa y ejecutiva de la Comunidad Europea, las políticas básicas de las dos regiones fueron muy diferentes. Mientras que el proyecto de integración europea se centró en la liberalización del comercio, el Pacto Andino se basó en el modelo de sustitución de importaciones, promoviendo el desarrollo regional como una alternativa a la compra de productos y tecnología de empresas extranjeras. La Comisión trató de lograr este objetivo mediante una fuerte regulación de la inversión extranjera, generando subsidios a las industrias nacionales, y estableciendo una distribución del empleo, las fábricas, y los proyectos de infraestructura, de conformidad con las necesidades de cada país miembro. 25 Aunque la orientación política del Pacto Andino atrajo una oleada de atención en la década de los 70, su implementación pronto fracasó. Los Países Miembros contaban con afluencia de capital extranjero para financiar el desarrollo económico regional, pero pocas empresas estaban dispuestas a invertir en zonas remotas carentes de infraestructura y estabilidad política, únicamente para estar sometidas a una regulación opresora.26 Además, los 22 Véase nota 2 supra. Acuerdo de Cartagena, nota 1 supra. 24 Para más del Pacto Andino, véase THOMAS ANDREW O‘KEEFE, LATIN AMERICAN TRADE AGREEMENTS 1, 1-5 to 1-7 (1997); Salgado Germánico Peña Herrera, Viable Integration and the Economic Co-operation Problems of the Developing World, 19 J. COMMONMKT. STUD. 175 (1980); Miguel S. Wionczek, The Rise and the Decline of Latin American Economic Integration, 9 J. COMMON MKT. STUD. 49, 59–61 (1970). 25 Véase Scott Horton, Peru and Ancom: A Study in the Disintegration of a Common Market, 17TEX. J. INT‘L L. 39, 49 (1982). 26 David E. Hojman, The Andean Pact: Failure of a Model of Integration? 20 J. COMMON MKT. STUD. 139 (1981); véase también Albert Berry & Francisco Thoumi, Import Substitution and Beyond, 5 WORLD DEV. 89 (1977); Rosemary Thorp, The Post-Import-Substitution Era: The Case of Peru, 5 WORLD DEV. 125 (1977). 23 8 frecuentes cambios de gobierno y la inestabilidad económica provocaron que las autoridades nacionales se rehusaran a seguir las políticas andinas.27 Los países miembros se manifestaron mediante la creación de un mecanismo judicial para hacer cumplir las normas andinas. En 1979, otra vez reproduciendo el modelo europeo, suscribieron el tratado de creación del Tribunal Andino de Justicia (tratado del TJCA)28, dotándolo con competencias similares a las de la CEJ: (1) un mecanismo de incumplimiento que facultaba a la Junta para lograr que el país incumplido adecuara su comportamiento a la normativa andina. (2) un proceso de nulidad para impugnar las decisiones supranacionales ultra vires. (3) Un procedimiento prejudicial para que los jueces nacionales consultaran al TJCA sobre ciertas cuestiones de derecho que surgieran en los procesos internos en relación con la normativa andina. Como en la Comunidad Europea, los jueces de instancia podían hacer consultas facultativas al Tribunal y los de última instancia eran obligados a realizarlas.29 Los continuos problemas del Pacto Andino también hicieron tambalear el nuevo sistema judicial cuando inició actividades en 1984. Durante la primera década del Tribunal, los fondos que los países miembros habían comprometido destinar al TJCA se retrasaron, y éste recibió poca carga de trabajo. Los jueces nacionales sólo presentaron treinta y dos consultas de interpretación prejudicial, los particulares únicamente presentaron tres demandas de nulidad y la Junta se abstuvo de seguir cualquier trámite de incumplimiento.30 En suma, no fue un comienzo auspicioso para el TJCA, pero no es sorprendente si se tienen en cuenta las divisiones políticas y económicas que invadían el Pacto Andino. 27 En 1970, por ejemplo, los países miembros acordaron el libre comercio intrazona de productos en los que ninguno tuviera interés en proteger. Se previó establecer un arancel externo común en 1980, pero los países miembros nunca llegaron a un acuerdo en relación con la tarifa durante la década de los 80 y principios de los 90. Véase William P. Avery & James D. Cochraine, Innovation in Latin American Regionalism: The Andean Common Market, 27 INT‘LORG. 181, 191–92 (1973); Hojman, nota supra 26, en 140, 147–51, 156–59; Osvaldo Saldías, Supranational Courts as Engines of Disintegration: The Case of the Andrean Community 23–25 (Free Univ. of Berlin Working Paper on European Integration No. 5, 2007), disponibles en http://www.fu-berlin.de/polsoz/polwiss/europa/arbeitspapiere/2007-5_Saldias.pdf. 28 Tratado de Creación del Tribunal Andino de Justicia, mayo 28, 1979, 18 ILM 1203 (1979) (en adelante tratado del TJCA). El Tribunal, que tiene su sede en Quito, Ecuador, está integrado por un magistrado de cada país miembro de la Comunidad Andina. Los magistrados deben ser nacionales de un país miembro, gozar de alta consideración moral y reunir las condiciones requeridas en sus países para el ejercicio de las más altas funciones judiciales o ser jurisconsultos de notoria competencia. Son nombrados por la unanimidad de los países miembros, de una terna presentada por cada uno de ellos. Son ―totalmente independientes‖ y tienen un periodo de seis años que puede ser renovado por una vez. Id. Arts 7-9. Para obtener información adicional sobre el TJCA y su funcionamiento, véase Ricardo Vigil Toledo, Dispute Settlement in Andean Community Law, in INTER-GOVERNMENTAL TRADE DISPUTE SETTLEMENT: MULTILATERAL AND REGIONAL APPROACHES 245 (Julio Lacarte & Jaime Granados eds., 2004). 29 Tratado del TJCA, nota 28 supra, Arts. 17-31; E. Barlow Keener, The Andean Common Market Court of Justice: Its Purpose, Structure, and Future, 2 EMORY J. INT‘L DISP. RESOL. 39, 49–58 (1987). 30 Base de datos de las providencias del TJCA, nota 9 supra. El Tribunal rechazó la única demanda de incumplimiento presentada por un particular en 1987, por motivos insubsanables. Proceso 1–AI–87, 1– INCUMP–87 (22 de octubre de 1987) (Aluminio Reynolds). 9 A finales de 1980 una crisis generalizada de la deuda en América Latina había llevado al Pacto Andino al borde del fracaso. El estancamiento económico que la crisis provocó hizo que el Banco Mundial, El Banco Interamericano de Desarrollo y el Fondo Monetario Internacional (FMI), presionaran a los gobiernos andinos para que adoptaran una amplia gama de reformas de liberalización y desregulación. Estas reformas conocidas como el ―Consenso de Washington‖31 generaron cambios fundamentales en la manera en que los países andinos regulaban sus economías. Los gobiernos nacionales, actuando por sí mismos y a través de las instituciones andinas, adoptaron importantes reformas políticas para lograr economías de mercado abiertas, y crearon nuevas instituciones manejadas por profesionales formados en occidente que apoyaron dichas metas. La historia completa del Consenso de Washington y sus efectos reformistas rebasan el objeto de este artículo.32 Aquí nos centraremos en aquellos cambios que contribuyeron a construir una isla de Estado de Derecho en Propiedad Intelectual. Comenzaremos describiendo cómo las reformas actuaron como un catalizador para que los países miembros revisaran las instituciones andinas y modificaran la normativa regional, incluyendo las normas andinas de PI. Reestructurando las instituciones andinas y expandiendo la jurisdicción del TJCA. En respuesta a las solicitudes de las instituciones financieras internacionales y por el creciente descontento interno por el bajo ritmo del crecimiento económico regional, los países miembros relanzaron la integración andina a medidos de 1990. Modificaron el Acuerdo de Cartagena reemplazando la política de sustitución de importaciones por un modelo de libre comercio basado en un mercado común, y bautizando al nuevo sistema de integración regional como la Comunidad Andina.33 Grandes cambios institucionales acompañaron este forzado cambio de política. Los países miembros sustituyeron la ineficiente Junta por una Secretaría General, incrementaron el tamaño de su presupuesto y designaron un nuevo grupo de jóvenes abogados deseosos de utilizar los robustecidos recursos para promover la integración regional.34 Los Países Miembros también expandieron la autoridad del TJCA. En primer lugar, facultaron a los particulares para oponerse al incumplimiento de la normativa andina por parte de los Países 31 Véase John Williamson, What Washington Means by Policy Reform, en LATIN AMERICAN ADJUSTMENT: HOW MUCH HAS HAPPENED? 7, 7–20 (John Williamson ed., 1990). 32 Para un análisis completo, véase YVES DEZALAY & BRYANT G. GARTH, GLOBAL PRESCRIPTIONS: THE PRODUCTION, EXPORTATION, AND IMPORTATION OF A NEW LEGAL ORTHODOXY (2002). 33 Véase Thomas Andrew O‘Keefe, How the Andean Pact Transformed Itself into a Friend of Foreign Enterprise, 30 INT‘L LAW. 811, 818 (1996) (describiendo cómo los gobiernos andinos ―reformularon … todos los fundamentos filosóficos del Pacto Andino‖ y promovieron‖ la adopción de un mercado común, orientando las políticas económicas de todos los países miembros‖). 34 Entrevistas con Mónica Rosell, ex Secretaría General del TJCA y ex abogada en la Oficina de Asesoría Jurídica de la Secretaría General, Quito, Ecuador (Mar 17, 2005), & Chicago Ill. (Apr. 1, 2007). 10 Miembros, mediante la presentación de denuncias ante la Secretaría General y un posterior proceso judicial ante el TJCA.35En segundo lugar, establecieron que el TJCA podía determinar la forma en que la normativa andina debía ser aplicada a los hechos esgrimidos en los casos remitidos por los jueces nacionales, de conformidad con el mecanismo de interpretación prejudicial.36 Estas reformas que eran parte de un esfuerzo más amplio por incrementar el acceso de los particulares a las instituciones andinas,37 dificultó en gran medida que los países miembros bloquearan la aplicación de la normativa andina. La Secretaría General podía ahora argumentar de manera plausible, que su propia omisión para dar inicio trámites de incumplimiento incitaría a los particulares para presentar sus propias denuncias de incumplimiento. Así, estos cambios institucionales fueron prerrequisitos para activar el sistema jurídico andino. Con igual importancia, sin embargo, fue la revisión de la normativa regional sobre PI y la creación de nuevas oficinas nacionales de PI. TABLA 1 RESUMEN DE LAS DECISIONES ANDINAS SOBRE PROPIEDAD INTELECTUAL 1974 – HASTA LA FECHA. Decisión No. Decisión 24 Decisión 85 Decisión 291 Decisión 311 Decisión 313 Visión general del contenido Fechas de vigencia Establece una amplia regulación y restricciones en la protección de PI para inversionistas extranjeros. 1970-1991 Concede una mínima protección en marcas y patentes. Reduce la regulación y la restricción de licencias en propiedad intelectual para inversionistas extranjeros Modesta ampliación de la protección en marcas y patentes (incluyendo algunas farmacéuticas) Confirió la misma protección que la Decisión 311, con corta duración de los periodos. 1974 - 1991 1991- a la fecha 1991-1992 1992-1994 35 Tratado de Creación del Tribunal de Justicia del Acuerdo de Cartagena, modificado por el Protocolo de Cochabamba (May 28, 1996), disponible en http://www.comunidadandina.org/ingles/normativa/ande_trie2.htm (tratado revisado del TJCA). 36 Id., Art. 34 (modifica el Tratado del TJCA, autorizando al TJCA para ―referirse a éstos (hechos del proceso) cuando ello sea indispensable a los efectos de la interpretación solicitada‖) El Protocolo de Cochabamba también autoriza al TJCA para conocer otros tres tipos de procesos: demandas contra organismos comunitarios que se ―abstuvieren de cumplir una actividad a la que estuvieren obligados expresamente‖, arbitramentos, y procesos laborales comunitarios. Id., Arts. 37-40. El TJCA sólo ha ejercido estas funciones de manera excepcional. 37 Este esfuerzo incluyó la publicación de informes por parte de la Secretaría General en los que se describe su voluntad para promover la integración andina, así como la creación de la página web de la Comunidad Andina. Entrevistas con Rosell. Nota 34 supra. 11 Decisión 344 Decisión 486 Decisión 632 Decisión 689 Generó mayor concordancia de la normativa PI con el acuerdo OMC/ADPIC Tiene un efecto similar al de la Decisión 344, con procedimientos y mecanismos de aplicación más detallados Interpretó una disposición sobre protección de datos de prueba en la Decisión 486 Modificó diez disposiciones específicas sobre marcas y patentes en la Decisión 486. 1994-2000 2000- a la fecha 2005 – a la fecha 2008 – a la fecha. La evolución de las normas andinas en propiedad intelectual La regulación de la propiedad intelectual ha sido un elemento importante en la integración andina desde la suscripción del Pacto Andino. El Acuerdo de Cartagena proclama la necesidad de un ―régimen común sobre… marcas, patentes, licencias y regalías.‖38 Para alcanzar este objetivo, funcionarios nacionales en calidad de miembros de la Comisión Andina, han adoptado numerosas normas regionales o ―Decisiones‖ para regular dichas materias.39 Las Decisiones resumidas en la tabla 1 tienen efecto directo en el sistema jurídico interno.40 Son también precisas y detalladas, tal como correspondería a regulaciones que pretender servir, no como tratados generales, sino como normas internas en cada uno de los cinco países miembros.41 Como indica el resumen de la tabla, las normas andinas de PI han cambiado radicalmente durante los cuarenta años de vida de la Comunidad. Las primeras Decisiones hicieron prevalecer las metas regionales de desarrollo económico sobre los derechos de propiedad intelectual de los inversionistas, tratando a las patentes y marcas como vehículos de transferencia tecnológica desde las 38 Acuerdo de Cartagena, nota 1 supra, art´. 27 (ahora art. 55). Las Decisiones sobre estos temas, ya referidas en el presente artículo, se describen en la tabla 1. La Comunidad Andina también ha adoptado regímenes comunes en relación con otros temas de propiedad intelectual, incluyendo derechos de autor y derechos conexos (Decisión 351 de 1993), derechos de los obtentores de nuevas variedades vegetales (Decisión 345 de 1993), y acceso a los recursos genéticos (Decisión 391 de 1996). Todas las Decisiones andinas se encuentran disponibles en español en la página web de la Comunidad Andina, http://www.comunidadandina.org/ 40 La Decisión 85 otorgó a los países miembros seis meses para implementar dicha normativa. Después, las Decisiones entraban en vigencia una vez publicadas en la Gaceta Oficial y gozaban de efecto directo desde esa fecha. Véase Proceso 26-IP-2002, en 13 (mayo 2, 2002) (se interpreta la Decisión 344). 41 OBERT M. SHERWOOD & CARLOS ALBERTO PRIMO BRAGA, INTELLECTUAL PROPERTY, TRADE AND ECONOMIC DEVELOPMENT: A ROAD MAP FOR THE FTAA NEGOTIATIONS 14 (1996), disponible en ns.kreative.net/ipbenefits/download/roadmap.rtf. Interpretadas por el TJCA, las Decisiones andinas permiten que los países miembros adopten normas nacionales en PI, pero únicamente si son concordantes con la normativa regional. Véase, por ejemplo, el proceso 2-IP-88, en 3-4 (mayo 30, 1998) (interpretando la Decisión 85) (adoptando el principio de ―complemento indispensable‖, conforme al cual los países miembros se limitan a expedir ―medidas complementarias que resulten ser estrictamente necesarias para la ejecución de la normativa comunitaria (PI) y, por lo tanto, que favorezcan su aplicación y que de ningún modo la entraben o desvirtúen‖). 39 12 empresas extranjeras.42 A principios de 1990 los países miembros cambiaron el rumbo y adoptaron cuatro Decisiones que establecieron progresivamente niveles más elevados de protección en PI. Esta nueva normativa regional reflejó metas de apertura correspondientes las fases posteriores del Consenso de Washington.43 Pero otros factores reforzaron el ímpetu por el cambio: la inclusión de normas de PI en las negociaciones multilaterales de comercio de la Ronda Uruguay, y las amenazas de sanciones comerciales por parte de Estados Unidos. Colombia y Perú, los dos países andinos que eran parte del Acuerdo General sobre Comercio y Aranceles, reconocieron que tan pronto fuera creada la Organización Mundial de Comercio se incluiría un tratado de derechos de propiedad intelectual. Los países andinos se opusieron a una fuerte protección en PI, pero se dieron cuenta de que el Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (ADPIC), sería el precio de admisión en el nuevo sistema global de comercio.44 El ADPIC era atractivo por otras razones. En primer lugar, ofrecía una alternativa para terminar con la amenaza de sanciones comerciales por parte de EE.UU. Mediante la armonización de las normas regionales con los nuevos estándares multilaterales, los gobiernos andinos esperaban terminar con la típica práctica comercial que consistía en colocarlos en una clasificación ―priority watch lists‖ por negarse a reconocer derechos de PI a empresas extranjeras.45 La adopción de esos estándares también aliviaría la presión ejercida por la Organización Mundial de Propiedad Intelectual (OMPI), cuyos funcionarios habían intentado persuadir por largo tiempo a los gobiernos andinos para que siguieran las normas multilaterales de PI, posteriormente incorporadas al ADPIC.46 Aunque suscribieron el ADPIC, los países miembros mantenían la confianza de que la regulación de PI, adoptada en la época de la sustitución de importaciones en el Pacto Andino, podía ajustarse para alcanzar otros objetivos 42 Véase Frederick M. Abbott, Bargaining Power and Strategy in the Foreign Investment Process: A Current Andean Code Analysis, 3 SYRACUSE J. INT‘L L. & COM. 319, 349–50 (1975). 43 Véase Inter-Am. Dev. Bank, Office of Evaluation and Oversight, Evaluation of MIF Projects: Market Functioning: Promotion of Competition and Consumer Protection, MIF/GN–78–14 (2003) (discutiendo sobre ―la segunda generación‖ de reformas del Consenso de Washington que hicieron hincapié en las regulaciones gubernamentales de bienes y servicios públicos, incluyendo la propiedad intelectual.) 44 Laurence R. Helfer, Regime Shifting: The TRIPS Agreement and New Dynamics of International Intellectual Property Lawmaking, 29YALE J. INT‘L L. 1, 18–24 (2004). Sobre el Acuerdo ADPIC, véase Agreement on Trade-Related Aspects of Intellectual Property Rights, Marrakesh Agreement Establishing the World Trade Organization, Annex 1C, Apr. 15, 1994, en WORLD TRADE ORGANIZATION, THE LEGAL TEXTS: THE RESULTS OF THE URUGUAY ROUND OF TRADE NEGOTIATIONS 321 (1999) [en adelante Acuerdo ADPIC]. 45 SUSAN K. SELL, POWERAND IDEAS: NORTH-SOUTH POLITICS OF INTELLECTUAL PROPERTY ANDANTITRUST 113–40 (1998). 46 Véase Roberto Salazar Manrique, The Andean Community‘s Intellectual Property Regime, en THE ANDEANCOMMUNITY AND THE UNITED STATES: TRADE AND INVESTMENT RELATIONS IN THE 1990s en 212, 218 (Miguel Rodriguez et al. eds., 1998); Entrevista con Alfonso Vidales Olviedo, ex Jefe de la Oficina de Asesoría Jurídica de la Secretaría General y jefe negociador de la Decisión 85, Lima, Perú (Junio 2, 2007). 13 económicos y sociales relevantes para los países en desarrollo. Por ejemplo, mientras las primeras normas andinas sobre patentes no protegían a los productos farmacéuticos, las subsiguientes sí lo hicieron pero con importantes excepciones que restringían los derechos de PI para las compañías farmacéuticas extranjeras. Dichas excepciones nutrieron una próspera industria de medicamentos genéricos en la región que producía medicinas a bajo costo.47 Disposiciones análogas han sido incorporadas en la normativa regional de marcas. Por ejemplo, el ordenamiento jurídico andino exige a todos los titulares de registros marcarios que usen sus marcas de bienes y servicios en el comercio andino, ya que de lo contrario podrían perderlas a favor de los competidores locales. Aun cuando las normas andinas de PI eran concordantes con el ADPIC, en 1994 hubo poca protección de los titulares estadounidenses de derechos de PI. Los Estados Unidos y la industria de PI reaccionaron, ejerciendo presión sobre cada país andino para la negociación de tratados bilaterales y para la expedición de normas nacionales con mayor protección en PI. Estas estrategias generaron que algunos funcionarios nacionales se apartaran de la normativa andina, pero como lo explicaremos más adelante, el TJCA y la Secretaría General, demostrando ser foros amigables para la industria de medicamentos genéricos, trataron estas acciones como violaciones del ordenamiento jurídico andino. Sin embargo, el cumplimiento de las decisiones del TJCA no hubiera sido posible sin el soporte de las agencias nacionales de PI, las que fueron reestructuradas como consecuencia de las reformas del Consenso de Washington. Reestructurando las Agencias Nacionales de PI Las instituciones financieras internacionales que promovieron la liberalización de los mercados andinos, no esperaban que la adopción de sus políticas promercado generara un crecimiento económico significativo. Una parte del Consenso de Washington, por lo tanto, solicitó a las nuevas instituciones jurídicas y reguladoras que facilitaran el funcionamiento de los mercados nacionales. Para alcanzar ese objetivo, los bancos multilaterales de desarrollo y el FMI apoyaron una segunda ola de reformas, mediante las cuales los gobiernos reestructurarían y fortalecerían las oficinas administrativas que regulaban el mercado en áreas como la protección al consumidor, la competencia, los procedimientos concursales, la transparencia y la propiedad intelectual.48 47 Manrique, note 46 supra, en 216–17. Este enfoque de agencias reguladoras para una nueva liberalización de los mercados, es conocida como la ―segunda generación‖ de las reformas del Consenso de Washington. Ver Inter-Am. Dev. Bank, nota 43 supra. 48 14 Estas presiones concordaron con los esfuerzos que realizaron los gobiernos andinos para reformar la estructura administrativa interna.49 En 1992 Perú creó el Instituto Nacional para la Defensa de la Competencia y Protección de la Propiedad Intelectual (INDECOPI), una institución que conoce en conjunto de diversos temas, entre los que se encuentran la propiedad intelectual, la protección al consumidor y los procedimientos concursales, los cuales no habían sido regulados o estaban diseminados en diferentes ministerios.50 En ese mismo año, el gobierno colombiano creó la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) y le confió un conjunto de competencias similares.51 Otros países andinos también crearon o reestructuraron sus agencias nacionales de PI en los años siguientes.52 De forma lógica, el INDECOPI, la SIC y las demás agencias de PI en la región fueron beneficiarias de auxilios provenientes de las instituciones financieras internacionales. Las ayudaron para mejorar su eficiencia y transparencia, proporcionando fondos y asistencia técnica para modernizar sus operaciones, capacitar personal, y adoptar nuevas tecnologías para difundir información. Este apoyo financiero externo contribuyó a transformarlas en instituciones relativamente bien dotadas para poder llevar a cabo sus funciones sin presiones políticas internas. Particularmente se beneficiaron agencias como el INDECOPI, cuyo presupuesto no proviene de ingresos fiscales, sino principalmente de las multas y las tasas de registro en PI, y cuyo carácter de entidad pública ―la exime de las normas laborales privadas‖ y ―la aísla, en su actividad diaria, del control del poder ejecutivo.‖53 La autonomía de las agencias también atrajo funcionarios educados en occidente y personal que 49 La literatura sobre este punto es muy amplia. Para un reciente estudio, ver Fabrizio Gilardi, Jacint Jordana,&David Levi-Faur, Regulation in the Age of Globalization: The Diffusion of Regulatory Agencies Across Europe and Latin America 15 (IBEI [Institut Barcelona d‘estudis internacionals] Documento de trabajo No. 2006/1), disponible en http://papers.ssrn.com/ sol3/papers.cfm?abstract_id_960739. 50 Sobre los orígenes del INDECOPI, ver Michael P. Ryan, Intellectual Property Institutions and the Public Administration of Knowledge in Developing Countries: The Case of Indecopi in Peru, en THE ROLES OF THE STATE IN COMPETITION AND INTELLECTUAL PROPERTY POLICY IN LATIN AMERICA: TOWARDS AN ACADEMIC AUDIT OF INDECOPI 319 (Beatriz Boza ed., 2000); David G. Becker, Justice for Peruvian Consumers? INDECOPI and Consumer Protection (Sept. 2001) (Documento presentado en el veintitreavo Congreso de Estudios Latinoamericanos Ass´n) (en los archivos de los autores). 51 Ver el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo de Colombia, Superintendencia de Industria y Comercio, en http://www.sic.co (en adelante SIC). 52 Bolivia creó en 1996 el Servicio Nacional de Propiedad Intelectual (SENAPI); Venezuela creó una agencia similar un año más tarde: el Servicio Autónomo de la Propiedad Intelectual (SAPI); y en 1998 Ecuador creo el ―Instituto Ecuatoriano de la Propiedad Intelectual (IEPI), una entidad pública con patrimonio propio y autonomía administrativa, económica y operativa.‖ Cecilia Falconí Pérez, Ecuador: New Intellectual Property Law (Oct. 28, 1998), en http://www.grain.org/bio-ipr/?id=91; véase también U.S.DEP‘T OF STATE, OFFICE OF THE COORDINATOR FOR BUSINESS AFFAIRS, BOLIVIA COUNTRY COMMERCIAL GUIDE (1996); Entrevista telefónica con Ricardo Colmenter, ex-asesor jurídico del SAPI (Mar. 19, 2007). 53 Becker, nota 50 supra, en 9 (caracterizando al INDECOPI como una entidad que tiene ―ciertos rasgos de la autonomía que poseen las agencias gubernamentales independientes de EE.UU., como la Comisión Federal de Comercio‖); véase también Manuel Ruiz, Sociedad peruana de derecho ambiental, IP-Related Technical Co-operation, Assistance and Capacity Building: The Peruvian Experience ( July 2005) (ICTSD Dialogue on Technical Cooperation for IP Policy in Developing Countries, Geneva) (―INDECOPI es… percibido por el público peruano (en muchas encuestas de opinión) como una institución que mantiene su autonomía institucional y, por lo tanto, no se ve afectada por presiones políticas‖). 15 apoyaba firmemente la liberalización económica y el Estado de Derecho. Algunos de estos profesionales han hecho carrera, avanzando en las diferentes escalas laborales previstas en las instituciones.54 Entre la gran variedad de funciones que realizaban las nuevas agencias se encontraba el examen de las solicitudes para registrar marcas, conceder patentes y otros derechos de PI. Los administradores aplicaban las Decisiones andinas de PI para determinar si se concedían o rechazaban esas solicitudes, identificando, en el proceso, lagunas y ambigüedades en dichas normas. Dado que todas las oficinas aplicaban las mismas normas regionales, sus abogados e ingenieros naturalmente solicitaron el asesoramiento de sus homólogos en los otros países miembros. Estas consultas generaron una red informal de personal y de funcionarios de las agencias de PI que compartían información, elaboraban conceptos para resolver problemas jurídicos comunes, y que se encontraban involucrados en actividades técnicas y altamente calificadas.55 Varias de las nuevas agencias también se encargaron de la protección al consumidor, una obligación que enmarcó sus apreciaciones en cuanto al correcto balance entre los derechos privados y el interés público.56 La Secretaría General de la Comunidad Andina apoyó esta naciente red laboral regional.57 También consultó las agencias de PI durante las revisiones a las Decisiones andinas de PI a finales de los 90. La siguiente versión de la norma andina en PI (Decisión 486, expedida en el año 2000), se basó en la experiencia adquirida por las agencias para llenar lagunas y clarificar ambigüedades, mientras mantenían muchas de las características distintivas de la normativa andina en PI.58 Mediante estas consultas, los funcionarios de las agencias tuvieron voz en la creación en la normativa andina y, en consecuencia, participación en su aplicación.59 54 En Perú, por ejemplo, el presidente Fujimori nombró en la presidencia de la Junta de Directores del INDECOPI a Beatriz Boza, una distinguida asociada de una firma jurídica en Nueva York y miembro de la Comisión de Asuntos Interamericanos de la Asociación de Abogados de la Ciudad de Nueva York. Ella, a su vez, contrató un grupo de jóvenes economistas y abogados pro-reformistas, muchos de ellos con formación o experiencia laboral en el extranjero. Becker, nota 50 supra, en 10. Para un análisis más detallado de tendencias similares en América Latina, véase YVES DEZALAY & BRYANT G. GARTH, THE INTERNATIONALIZATION OF PALACEWARS: LAWYERS, ECONOMISTS, AND THE CONTEST TO TRANSFORM LATIN AMERICAN STATES 176–80 (2002); JORGE I. DOMÍNGUEZ, TECHNOPOLS: FREEING POLITICS AND MARKETS IN LATIN AMERICA IN THE 1990S (1997). 55 Entrevistas con funcionarios del INDECOP, Lima Perú (21 de junio de 2007). Reuniones financiadas por la OMPI que alentaron la formación de estas redes. Véase Ruíz, nota 53 supra (declarando que ―la cooperación entre la Comunidad Andina, la OMPI y las autoridades nacionales de PI ha sido constante a lo largo de los años‖). 56 Como ya lo explicaremos a continuación, la obligación de protección al consumidor en cabeza de las agencias de PI contribuyó a que la preocupación por dicho asunto fuera una prominente característica de la jurisprudencia del TJCA. Véase en el texto notas 119-20 infra. 57 El artículo 121 de la Decisión 313 establecía la obligación de ―fortalecer, propender a la autonomía y modernizar las oficinas (PI) nacionales competentes y los sistemas y servicios de información relativos al estado de la técnica.‖ Régimen común en Propiedad Industrial, Decisión 313 (1992, reimpreso en 32 ILM 182 (1993). 58 Entrevistas con Rosell, nota supra 34. 59 Varios estudiosos han descubierto que vincular a los actores encargados de aplicar un tratado incrementa el apoyo y el cumplimiento de las normas internacionales. Véase, por ejemplo, RACHEL 16 En suma, la aparición de organismos administrativos internos con un interés profesional en hacer cumplir las normas andinas, fue un catalizador importante para el desarrollo de una Isla de Estado de Derecho en Propiedad Intelectual. Como ya lo explicaremos más adelante, las agencias de patentes y de registro marcario provocaron demanda de litigios andinos por parte de los particulares, lo que permitió que el TJCA aclarara el contenido de las normas regionales de PI y resolviera los conflictos basados en éstas. Activando el Tribunal de Justicia de la Comunidad Andina. Como las agencias de PI comenzaron a expedir más decisiones de registro marcario y de concesión de patentes60, las demandas ante los jueces nacionales para cambiar tales decisiones también aumentaron. Aunque las empresas y sus abogados tenían poca fe en dichos jueces, los que en su mayoría no tenían formación en el derecho de propiedad intelectual, pudieron, sin embargo, dominar los técnicos y especializados temas que suelen presentarse. En consecuencia, preferían tener la interpretación que el TJCA hacía de la normativa andina en PI, antes que dejarlo en manos de los jueces nacionales al revisar por su cuenta las decisiones emitidas por las agencias.61 Nuestra codificación de la jurisprudencia del TJCA refleja esta creciente demanda de litigios andinos. Al considerar en primer lugar el número de decisiones, tenemos que entre la primera en 1985 y la última en 2007, el TJCA emitió 1338 en respuesta a las consultas de interpretación prejudicial provenientes de los jueces internos.62 Como se señaló anteriormente, el número de dichas providencias durante la primera década del Tribunal, 1985 a 1994, ascendió únicamente a 32. Como indica el gráfico 1 (pág 16), el número de interpretaciones prejudiciales empezó a aumentar marcadamente a partir de mediados de los 90´s, periodo siguiente a la restructuración de las agencias administrativas de PI.63 La producción anual alcanzó su punto máximo en 2006, CICHOWSKI, THE EUROPEAN COURT AND CIVIL SOCIETY: LITIGATION, MOBILIZATION AND GOVERNANCE 13–21 (2007); Harold K. Jacobson & Edith Brown Weiss, Assessing the Record and Designing Strategies to Engage Countries, en ENGAGING COUNTRIES: STRENGTHENING COMPLIANCE WITH INTERNATIONAL ENVIRONMENTAL ACCORDS 511 (Harold K. Jacobson & Edith Brown Weiss eds., 1998). 60 Documentamos un creciente número de solicitudes de registro de marcas y concesión de patentes en la primera sección de la parte II infra. 61 Por ejemplo, entrevista con la firma de abogados José Barreda, Barreda Moller, Lima, Perú (18 de junio de 2007); entrevista con Carlos Olarte, socio de Olarte Raisbeck & Frieri Ltda, Bogotá, Colombia (10 de septiembre de 2007); entrevista con Marcel Tangarife, Tangarife Torres & Asociados, Lima (10 de septiembre 10 de 2007). 62 Base de datos de las providencias del TJCA, nota 9 supra. Esta cifra contrasta con el número mucho menor de sentencias de incumplimiento (70) y de sentencias de nulidad (28) durante el mismo periodo. Esto revela que las interpretaciones prejudiciales constituyen aproximadamente el 93 por ciento de todas las decisiones del TJCA. I. d. Los académicos y abogados en la región andina han notado la importancia de las interpretaciones prejudiciales. Véase, por ejemplo, Alejandro Daniel Perotti, Algunas consideraciones sobre la interpretación prejudicial obligatoria en el derecho andino, GACETA JURÍDICA DE LA COMUNIDAD EUROPEA (ser.D) No. 213, Mayo/Junio 2001, en 90; Vigil Toledo, nota 3, supra, en 942. 63 Los datos del gráfico 1 fueron tomados de la base de datos de las providencias del TJCA, nota 9 supra. 17 cuando el TJCA emitió 228. En el 2007 el número se redujo a 175, cifra superior a las de todos los años, salvo a las presentadas en los dos anteriores. El creciente número de interpretaciones prejudiciales a través del tiempo sugiere que el TJCA está siguiendo la trayectoria de la CEJ, cuyos asuntos son dominados por tales providencias.64 Pero esta similitud con el caso europeo es solamente superficial. Las interpretaciones prejudiciales de la CEJ envuelven toda la gama de áreas temáticas reguladas por la normativa de la CE.65 Por el contrario, las consultas de los jueces internos en la Comunidad Andina son abrumadoramente dominadas por asuntos de propiedad intelectual. De las 1338 interpretaciones prejudiciales emitidas por el TJCA hasta finales de 2007, 1303 (97 por ciento) se refieren a PI: 1165 (87 por ciento) interpretan las normas andinas de marcas; 103 (8 por ciento) se ocupan de normas andinas de patentes; 11 (menos del 1 por ciento) en relación con derechos de autor; y 24 (menos del 2 por ciento) se refieren a otros temas de PI, como los diseños industriales y los modelos de utilidad.66 Sólo 35 de las 1338 interpretaciones prejudiciales (2.5 por ciento) abordan temas diferentes a PI. Gráfico 1. Número de Interpretaciones prejudiciales del TJCA, 1987 - 2007 El origen interno de esas 1338 interpretaciones prejudiciales también es notablemente uniforme. 1285 casos se dieron por los cambios surtidos en las decisiones de las agencias al conceder o denegar solicitudes de concesión de patentes, registro de marcas, u otros derechos de propiedad intelectual. Esta llamativa estadística revela que las decisiones administrativas en PI fueron responsables de cerca del 96 por ciento de las interpretaciones prejudiciales del TJCA. 64 Clifford J. Carrubba & Lacey Murrah, Legal Integration and Use of the Preliminary Ruling Process in the European Union, 59 INT‘L ORG. 399 (2005). 65 ALEC STONE SWEET, THE JUDICIAL CONSTRUCTION OF EUROPE 72 (2004). 66 Se encuentra notablemente ausente de estas estadísticas uno de los temas relacionados con PI: los litigios relativos a la Decisión 391 de la Comisión del Acuerdo de Cartagena (1996), mediante la cual se regula el acceso a los recursos genéticos. Monica Rosell, Access to Genetic Resources: A Critical Approach to Decision 391 ‗Common Regime on Access to Genetic Resources‘ of the Cartagena Agreement, 6 REV. EUR. CMTY. & INT‘L ENVTL. L. 274 (1997). 18 La tasa relativamente constante en el incremento de las providencias andinas y sus homogéneos temas, podrían ser vistos como el reflejo de una creciente conciencia entre los jueces nacionales sobre su lugar dentro del sistema jurídico andino, aunque sólo sea en relación con las demandas contra las decisiones administrativas de propiedad intelectual. Sin embargo, nuestra codificación sobre el origen interno de las consultas al TJCA y las entrevistas con los jueces nacionales contradicen esta conclusión. En los primeros años de existencia del TJCA, las cortes nacionales de última instancia ignoraron sus obligaciones emanadas del tratado del TJCA y no enviaron las consultas sobre la normativa andina al Tribunal. En respuesta, abogados de PI personalmente presionaron a los jueces y, cuando esto falló, presentaron reclamos de incumplimiento ante la Secretaría General de la Comunidad Andina, oponiéndose a la negativa de remitir las consultas. Los jueces nacionales no tenían experiencia en remitir casos a los tribunales internacionales, y estaban preocupados de que hacerlo pudiera implicar una pérdida de soberanía. Sin embargo, una vez que los jueces fueron conscientes de sus obligaciones y se dieron cuenta de que realizar las consultas al TJCA no quebrantaría significativamente su poder de decisión, comenzaron a enviar un gran número de casos de PI al Tribunal.67 En relación con la propiedad intelectual, superar el escepticismo judicial interno fue como abrir un grifo. A mediados de la década de los 90 este fenómeno produjo un fuerte aumento de los procesos en el TJCA, como lo muestra el gráfico 2. Gráfico 2. Interpretaciones prejudiciales del TJCA 1987 – 2007, por país y año 67 Entrevista con los magistrados Marco Antonio Velilla Moreno, Martha Sofía Sanz Tobón, Rafael E. Ostau de Lafont Pianeta, y Camilo Arciniegas Andrade, Consejo de Estado de Colombia, Sección Primera (12 de septiembre de 2007) [en adelante entrevista con los magistrados del Consejo de Estado]; entrevista con la vocal Elcira Vásquez Cortez, en ese momento Jefa del Órgano de Control de la Magistratura y miembro de la Sala Constitucional y Social de la Corte Suprema de Justicia de Perú, Lima (21 de junio de 2007); entrevista con los ministros jueces Eloy Torres Guzmán, Presidente de la Corte y de la Primera Sala, y Ernesto Muñoz Borrero, presidente de la Segunda Sala, Tribunal Administrativo del Distrito No. 1, Quito, Ecuador (15 de marzo de 2005). 19 El gráfico 2 también muestra las variaciones respecto a cuándo los jueces nacionales superaron su reticencia a remitir los casos, así como respecto al número de consultas.68 Colombia fue el primer país en remitir un caso en 1987, y es el responsable de casi dos tercios de todas las consultas de interpretación prejudicial.69 Los jueces ecuatorianos presentaron su primera consulta en 1994, después de un cabildeo informal por parte de los magistrados del TJCA70 y un dictamen de incumplimiento, mediante el cual la Secretaría General declaraba al Ecuador en estado de incumplimiento de la normativa comunitaria por no remitir las mencionadas consultas.71 La Corte Suprema de Perú comenzó a hacer consultas en 2005, después de dos dictámenes de incumplimiento en contra de Perú72 y una reunión entre los jueces peruanos, funcionarios públicos y abogados de la Secretaría General. 73 En contraste, Bolivia y Venezuela han enviado en conjunto tres consultas de interpretación prejudicial.74 68 Los datos de la figura 2 fueron tomados de la base de datos de las providencias del TJCA, nota 9 supra. Discutimos con mayor detalle en otro escrito las pautas de las consultas que realizan los jueces nacionales al TJCA. Laurence R. Helfer & Karen J. Alter, Building Judicial Supranationalism in the Andes: Understanding Preliminary Reference Patterns in the Andean Community, 41 N.Y.U. J. INT‘L L. & POL. (próximamente 2009). 69 Diferencias en la estructura judicial nacional explican en parte por qué Colombia es la fuente de la mayoría de las Consultas al TJCA. A diferencia de los otros países miembros, en Colombia las resoluciones de la oficina de registro en PI son demandables ante la Sección Primera del Consejo de Estado, una corte contencioso administrativa de primera y última instancia, separada del resto del sistema judicial. Los miembros del Consejo provienen de diferentes áreas y son nombrados por un periodo no renovable de ocho años, tras lo cual regresan a sus anteriores actividades. Nuestras entrevistas revelaron que no compiten por promociones judiciales, ni están comprometidos a proteger el poder judicial interno. Entrevista con magistrados del Consejo de Estado, nota 67 supra. De esta manera han sido receptivos a la colaboración corte-a-corte que requiere la figura de la interpretación prejudicial. 70 Entrevista con los Ministros Jueces Torres Guzmán y Muñoz Borrero, nota 67 supra; entrevista con el Magistrado Galo Pico Mantilla del TJCA, 1987-1993, Quito (17 de marzo de 2005). 71 Secretaría General (SG) Res. 171, Dictamen de Incumplimiento No. 51 de 1998 (17 de diciembre de 1998) (Ecuador); SG Res. 210 (31 de marzo de 1999) (Ecuador) (resolviendo un recurso de reconsideración contra la Res. 171). 72 SG Res. 459, Dictamen de Incumplimiento No. 38 de 2000 (5 de diciembre de 2000) (Perú): SG Res. 771, Dictamen de Incumplimiento No. 173 de 2003 (22 de septiembre de 2003) (Perú). 73 El principio de cooperación judicial entre el Tribunal andino y los tribunales nacionales en el marco de la Comunidad Andina (28 de noviembre de 2003), disponible en http: //www.cajpe.org.pe/RIJ/Memorias/principio1.htm; entrevista con la Vocal Vásquez Cortez, nota 67 supra. 74 Base de datos de las providencias del TJCA, nota 9 supra. 20 En la parte III explicamos la ausencia de consultas por parte de los jueces de Bolivia y Venezuela, y argumentamos que esto refleja un límite exterior a la isla de Estado de Derecho en PI en la región. Pero aparte de estos dos casos, los hechos y las explicaciones sobre el contexto específico de las variaciones entre países, no son un indicativo especial de cómo surgió dicha isla y su funcionamiento. Mucho más importante es el sesgo en los temas que se abordan en las interpretaciones prejudiciales. El ordenamiento jurídico andino comprende una amplia gama de temas, donde se incluyen aduanas, impuestos, aranceles, barreras no arancelarias al comercio, competencia y seguros. En virtud del tratado del TJCA, tanto los jueces inferiores como los de última instancia pueden plantear consultas de interpretación prejudicial ante el Tribunal. Esto se aplica tanto a los casos en los cuales las propias partes han presentado cuestiones en relación con la normativa andina, así como en aquellos en los cuales ésta es relevante para resolver la controversia.75Nuestras entrevistas sugieren que si bien los jueces nacionales remiten al Tribunal todos los asuntos donde se demandan resoluciones de las oficinas de PI, no ven la necesidad de enviar los casos en los que la legislación interna aplica o contradice la normativa andina. Como todas las normas andinas tienen efecto directo y prevalecen en caso de conflicto sobre el ordenamiento jurídico interno 76, una variedad de cuestiones jurídicas deberían ser objeto de interpretación prejudicial. En la parte III intentaremos desentrañar el misterio del desequilibrio de los procesos ante el Tribunal. Antes de hacerlo explicaremos cómo el sistema jurídico andino ayudó a construir un Estado de Derecho en el ámbito de la propiedad intelectual. II. CONSTRUYENDO UN EFICAZ ESTADO DE DERECHO EN LA COMUNIDAD ANDINA. Muchos estudiosos del derecho evalúan la eficacia de los sistemas jurídicos considerando el grado de cumplimiento de sus normas.77 Los teóricos de las relaciones internacionales determinan su eficacia evaluando cómo se comportarían los Estados si existieran o no normas o instituciones 75 Tratado revisado del TJCA, nota 35, supra, Art. 33 (establece que la obligación de los jueces nacionales de plantear las consultas prejudiciales se aplica tanto a los casos en que una norma andina ―se controvierta‖, como a aquellos en que ―deba aplicarse‖). 76 El TJCA acogió en sus primeros pronunciamientos las doctrinas del efecto directo y la primacía del Derecho Comunitario Andino, citando las sentencias hito de la CEJ. Véase, por ejemplo, los procesos 1IP-87 (3 de diciembre de 1987), & 2-IP-88, nota 41 supra (ambas interpretando la Decisión 85, véase el gráfico 1. Pág 16 supra). Posteriormente, los países miembros incorporaron el principio de efecto directo en las Decisiones Andinas. Véase proceso 26-IP-2002, nota 40 supra, en 13. 77 Véase, por ejemplo, Richard H. McAdams, The Expressive Power of Adjudication, 2005 U. ILL. L. REV. 1043, 1045–49(2005); Posner & Yoo, note 12 supra, en 28. El incumplimiento puede indicar que un régimen es ineficaz, pero el cumplimiento por sí mismo no significa que una norma o institución internacional sea eficaz. Véase George Downs et al., Is the Good News About Compliance Good News About Cooperation? 50 INT‘L ORG. 379 (1996). 21 internacionales.78 Incorporamos ambas evaluaciones en nuestro análisis de cómo el TJCA ayudó a construir y consolidar el Estado de Derecho en la Comunidad Andina, pero también tomamos en cuenta elementos que se dan por sentados en el buen funcionamiento de los sistemas jurídicos: nos preguntamos si las decisiones de los actores estatales se toman de conformidad con las normas jurídicas, y no por poder, influencia política o sobornos. Gráfico 3. Total de las solicitudes de patente por país y año Nuestro análisis se divide en tres partes. En primer lugar, nos preguntamos si las normas andinas de PI influyen en las expectativas y en el comportamiento de los particulares. Documentamos una creciente demanda de marcas y patentes, un aumento de los litigios sobre los derechos de PI, y el surgimiento de un grupo de practicantes jurídicos especializados dedicado al registro y la observancia de los derechos de propiedad intelectual. Estas tendencias revelan que las empresas y sus abogados están actuando en consecuencia; los titulares presentan y defienden sus solicitudes de marcas y patentes porque los derechos de propiedad intelectual tienen valor económico, y porque adelantar procedimientos y litigios puede asegurar ese valor de manera efectiva. En segundo lugar, nos preguntamos si los procesos en el TJCA han contribuido a una razonada, imparcial y transparente aplicación de la normativa comunitaria andina por parte de las agencias nacionales de PI, y en forma de doctrinas consolidadas. Evaluamos la jurisprudencia del TJCA, y basándonos en entrevistas con abogados y funcionarios de las oficinas, demostramos que el Tribunal ha creado aquellos tipos de procedimientos y estándares jurídicos que uno esperaría encontrar en sistemas jurídicos con buen funcionamiento. 78 Véase , por ejemplo, STEPHEN KRASNER, INTERNATIONAL REGIMES 5–10 (1983); Raustiala, nota 6 supra , en 388. 22 En tercer lugar, investigamos el cumplimiento de las sentencias del TJCA, haciendo énfasis en cómo el Tribunal y la Secretaría General han logrado inducir a los gobiernos para que reviertan las medidas contrarias a la normativa andina. Los casos que presentamos muestran cómo el TJCA contribuyó a rechazar la presión ejercida por los Estados Unidos y las multinacionales para a eludir las normas andinas de PI, generando en los actores nacionales otra postura en relación con la que hubieran tenido si no existiera el ordenamiento jurídico comunitario andino. Gráfico 4. Total de solicitudes de marcas por país y año. En el nivel más básico un eficaz Estado de Derecho crea derechos protegidos por normas jurídicas ejecutables, y que se aplican por igual a los actores que comparten una situación similar. Varios indicadores revelan que los derechos andinos de PI cumplen con este estándar. Estadísticas recopiladas por las agencias nacionales de PI y entrevistas con abogados, indican que las marcas y las patentes son económicamente valoradas y que los procedimientos para su adquisición y adjudicación son eficaces. Los gráficos 3 (pág 17) y 4, muestran una creciente demanda en la protección de marcas y patentes en la Comunidad Andina. Las solicitudes de marcas y patentes aumentaron inmediatamente después de la restructuración de las agencias nacionales de PI, y de la revisión de las Decisiones andinas en PI a principios y mediados de los 90.79 En Colombia, por ejemplo, las solicitudes de patentes aumentaron casi tres veces entre 1991 y 2000 (el último año del que se disponen datos), y las de marcas aumentaron más de 76 por ciento entre 1992 y 2006. Los datos de las agencias de PI también registran la nacionalidad de los solicitantes de los 79 Los datos de los gráficos 3 y 4 fueron proporcionados por la OMPI, Statistics Data and Indicators, en http://www.wipo.int/ipstats/en/statistics/. En los gráficos 3 y 4 los datos sobre las solicitudes de marcas y patentes en Perú desde 1998 a 2006, fueron proporcionados por el INDECOPI; y los datos sobre las solicitudes de marcas en Colombia fueron proporcionados por la SIC. Algunos datos sobre ciertos países en ciertos años no estuvieron disponibles. 23 derechos de PI. En el caso de las patentes, las firmas extranjeras fueron responsables de entre el 85 y 95 por ciento de todas las solicitudes. Sin embargo, entre el 50 y 60 por ciento de las solicitudes de marcas provinieron de las empresas nacionales.80 Gráfico 5. Número de Interpretaciones Prejudiciales teniendo en cuenta las oposiciones a las solicitudes de registro marcario o concesión de patentes. Solicitudes con oposición Solicitudes sin oposición Otro indicador del creciente interés regional por la propiedad intelectual, es el número de particulares que se oponen a las solicitudes de registro de marcas y concesión patentes. Las oposiciones suelen presentarse por los competidores comerciales que son titulares de marcas y patentes similares a las que se solicitan, o por empresas como los productores de medicamentos genéricos que se benefician de la falta de protección de PI en industrias específicas.81 El hecho de que estas empresas asuman el tiempo y el costo de oponerse a las solicitudes de PI, es un indicador del valor económico del registro de marcas y la concesión de patentes. La evidencia disponible sugiere que las oposiciones en PI han aumentado notablemente durante la última década. El gráfico 5 muestra el número de controversias en relación con las solicitudes de PI que llegaron al TJCA 80 Solicitudes de marcas y patentes presentadas por personas naturales o empresas en otros países andinos son contadas como aplicaciones no residentes. 81 Véase 3 MCCARTHY ON TRADEMARKS AND UNFAIR COMPETITION §20:2 (4th ed. 2007) (describiendo los procedimientos para la oposición a la solicitudes de marcas); Mark D. Janis, Rethinking Reexamination: Toward a Viable Administrative Revocation System for U.S. Patent Law, 11 HARV. J.L. & TECH. 1, 28, 93–117 (1997) (Revisando las normas sobre la figura de la oposición en los procedimientos de registro marcas y concesión de patentes en varias jurisdicciones nacionales). 24 mediante las consultas de interpretación prejudicial.82 A comienzos y mediados de los 90 muchas solicitudes de marcas y patentes no fueron controvertidas. Durante la siguiente década, sin embargo, los particulares presentaron un número sustancialmente mayor de oposiciones a las solicitudes de PI. A mediados de dicha década los casos con oposición superaban en número a los casos sin oposición, en una proporción mayor de dos a uno. Funcionarios de las Divisiones de patentes y de marcas del INDECOPI y la de la SIC, confirmaron que el número de oposiciones ha aumentado en la última década, siendo una tendencia que le atribuyen al crecimiento de las industrias de PI, a la inversión relacionada con PI en la región, y a un reconocimiento más amplio en cuando al valor económico de las patentes y marcas.83 Muchos titulares de PI también son actores en el sistema jurídico andino, lo que sugiere que lo consideran como una vía eficaz para la protección de sus derechos.84 La creciente demanda de derechos de PI también ha generado una expansión de los abogados especializados en la región. Por ejemplo, un abogado en Ecuador estimaba que antes había en su país diez abogados o firmas cuyas prácticas incluían asuntos de PI, pero que hacia el año 2004 aproximadamente existieron doscientos abogados individuales o firmas practicando en dicha área.85 En Perú un abogado líder de PI nos contó que su firma la incluyó dentro su práctica de derecho corporativo en 1997. En 2007 la firma decidió centrarse exclusivamente en esta materia, mientras que los abogados corporativos se separaron para formar su propia empresa.86 Un abogado colombiano calculaba que ahora existen en Bogotá veinte firmas de abogados especialistas en propiedad intelectual, mientras que tal vez hace diez años sólo había unas cinco.87 No existen publicaciones académicas que se refieran a la jurisprudencia o controversias generadas en la mayor parte de asuntos regulados por el derecho comunitario andino. La propiedad intelectual es una notable excepción. Muchas firmas de abogados en PI publican boletines en los que reseñan los recientes desarrollos y el resumen de los logros de la firma, buscando atraer nuevos clientes en un mercado de servicios jurídicos cada vez más 82 Los datos de la figura 5 fueron tomados de la base de datos de las providencias del TJCA, nota 9 supra. 83 Entrevista con Giancarlo Macerano Jiménez, Jefe de la División de Propiedad Industrial, SIC, Bogotá (12 de septiembre de 2007); entrevista con Néstor Escobedo, jefe de la Oficina de Patentes del INDECOPI, Lima (21 de junio de 2007). 84 Por dar sólo tres ejemplos destacados: el gigante estadounidense de envíos UPS, el conglomerado europeo de comidas Nestlé y el productor colombiano de comida Alpina, participaron cada uno como solicitantes u opositores en más de 10 procedimientos de registro, en procesos judiciales ante los jueces nacionales y en los procesos de interpretación prejudicial ante el TJCA, para defender sus respectivas marcas de bienes y servicios en la región. Véase, por ejemplo, el proceso 223-IP-2005 (2 de febrero de 2006) (interpretando la Decisión 344) (UPS); Proceso 146-IP-2005 (20 de septiembre de 2005) (interpretando la Decisión 486) (Nestlé); caso 238-IP-2005 (24 de marzo de 2006) (interpretando la Decisión 344) (Alpina); véase también la base de datos de las providencias del TJCA, nota 9 supra. 85 Entrevista con el Dr. Gustavo Romero y Carolina Guerrero, Firma Romero Arteta Ponce, Quito (16 de marzo de 2005) [en adelante entrevista con la firma Romero Arteta Ponce]. 86 Entrevista con Barreda, nota 61 supra. 87 Entrevista con Juan Pablo Bonilla, Estudio Ernesto Renjifo, Bogotá (13 de septiembre de 2007). 25 competitivo.88En el 2004 el interés existente sobre asuntos de propiedad intelectual en la comunidad jurídica de la región, era lo suficientemente fuerte como para merecer la creación de una nueva revista especializada (el Anuario Andino de Derechos Intelectuales).89Esta evolución indica que los receptores de información sobre el derecho andino de PI han alcanzado un gran número. Las entrevistas proporcionaron evidencia adicional que las estadísticas por sí solas no podían mostrar. Le preguntamos a todos los abogados con los que hablamos que si la imagen descrita anteriormente reflejaba la realidad, es decir, si las solicitudes y las oposiciones en los derechos de PI van en aumento, si las decisiones administrativas y judiciales son concordantes con las normas jurídicas, y si los abogados podrían proteger las patentes y las marcas registradas de sus clientes. De manera uniforme la respuesta fue ―si‖, independientemente de si el abogado trabajaba para el gobierno, en una asociación industrial, una firma familiar de abogados local, o una sucursal de una firma de abogados global con clientes corporativos multinacionales.90 Esa respuesta en sí misma es notable. Los abogados que entrevistamos se mostraron pesimistas acerca de la Comunidad Andina en su conjunto. Declararon repetidamente que para muchas materias el sistema jurídico de la región no funciona, que las normas fueron redactadas para permitir excepciones nacionales, y que las decisiones del TJCA y de la Secretaría General a menudo permiten a los gobiernos hacer lo que quieran.91 Sin embargo, los abogados en gran medida daban por sentado que el sistema andino de PI efectivamente funciona como un Estado de Derecho, mediante la aplicación habitual de normas jurídicas y procedimientos. Las agencias nacionales de PI recibieron gran parte del mérito por este resultado. Los abogados entrevistados en 2005 y 2007 hicieron comentarios favorables sobre la calidad de sus funcionarios y los análisis técnicos que realizaban. Esto no siempre fue así. Antes de la creación de las agencias nacionales de PI en la década de los 90, los comentaristas argumentaban que las controversias en PI a menudo se resolvían mediante conexiones políticas, ―por debajo de la mesa‖, en incluso mediante sobornos.92 Nuestras entrevistas con funcionarios de las agencias y con actores privados, aquellos que son sus 88 Véase, por ejemplo, LATIN AM. INTELL. PROP. NEWSL. (Baker & McKenzie), Mar. 2004; INTELL. PROP. UPDATE (Olarte Raisbeck & Frieri Ltda), Sept. 2007; Entrevista con Barreda, nota 61 supra; generalmente véase BOLETÍN (firma de abogados Barreda Moller), en http://www.barredamoller.com/english/bm_publica.asp. 89 Para el sitio web del anuario, véase http://www.anuarioandino.com/index.htm. 90 Véase, por ejemplo, entrevista con Barreda, nota 61 supra; Entrevista con Álvaro Correa, Ricardo Metke, Georgette Otero, y Mauricio Bello, Raisbeck, Lara, Rodríguez & Rueda (un miembro de Baker & McKenzie International) (11 de septiembre de 2007); entrevista con Escobedo, nota 83 supra; Entrevista con Mecerano jiménez, nota 83 supra; entrevista con Teresa Mera Gómez, miembro del Tribunal del INDECOPI, Lima (junio 21 de 2007); entrevista con Olarte, nota 61 supra; entrevista con Tangarife, nota 61 supra. 91 Para ejemplos representativos, véase parte III infra. 92 Véase, por ejemplo, EDGARDO BUSCAGLIA & CLARISA LONG, U.S. FOREIGN POLICY AND INTELLECTUAL PROPERTY RIGHTS IN LATIN AMERICA 28 (Hoover Essays in Public Policy, 1997) (afirmando que ―[i]nterest groups representing pirate industries are currently buying the votes of members of Latin American legislatures where the enactment of patent laws seems more likely‖) Becker, nota 50 supra, en 27 (afirmando que antes de la creación del INDECOPI, las controversias en las que eran parte los principales inversionistas extranjeros se resolvían mediante ―acuerdos bajo la mesa‖). 26 clientes fuertes, sugieren que el uso de estos medios extralegales disminuyó con la creación de agencias administrativas independientes y profesionales. Reforzando el Estado de Derecho por las Agencias Administrativas Nacionales. Nuestra recopilación revela que los procesos del TJCA son altamente repetitivos. Las resoluciones de las agencias administrativas suelen plantear las mismas cuestiones jurídicas, tal como serían los casos de si dos marcas para productos similares pueden causar confusión, si una marca es notoria, y si una invención cumple los requisitos de patentabilidad.93 A su vez, los jueces nacionales solicitan repetidamente al TJCA interpretar las mismas nomas jurídicas andinas, incluso cuando el Tribunal ya ha emitido claramente su interpretación sobre las mismas disposiciones.94 El TJCA responde estas consultas volviendo sobre sus anteriores pronunciamientos y, en ocasiones, cortando y pegando párrafos de sus recientes interpretaciones prejudiciales.95 Esta repetición es fuente de frustración para la comunidad jurídica andina en propiedad intelectual. Los abogados se quejan de que muchas de las interpretaciones prejudiciales del TJCA son elementales y repetitivas; que tienen muy pocas cosas nuevas de fondo, ya que el Tribunal en raras ocasiones indica cómo las normas andinas, tal y como son interpretadas, podrían ser aplicadas al caso concreto.96 Pero la repetición también tiene una función diferente: ayuda a superar la resistencia judicial a nivel nacional. Nuestra codificación y las entrevistas realizadas revelan que los jueces nacionales se mostraban renuentes a ceder autoridad al TJCA, o a provocar una controversia política al generar un cambió en las normas jurídicas internas.97 93 Véase, por ejemplo, el proceso 90-IP-200, en 3, 5, 6 – 8 (25 de agosto de 2004) (interpretando la Decisión 344) (Procter & Gamble) (probabilidad de confusión); el proceso 162-IP-2004, en 7, 11 (26 de enero de 2005 (interpretando la Decisión 344) (Nestlé) (marca notoria); el proceso 49-IP-2005, en 5 (14 de abril de 2005) (interpretando la Decisión 344) (Gillete) (patentabilidad). 94 El TJCA no sigue el acto aclarado, una doctrina de la CEJ que permite que los jueces nacionales se abstengan de remitir asuntos ya tratados y, en su lugar, que apliquen las recientes interpretaciones prejudiciales de la CEJ. Véase proceso 283/81, Sr. CILFIT vs. Ministerio de Salud, 1982 ECR 3415, 3430. Dos artículos recientes han examinado si los jueces andinos deberían seguir el ejemplo de la CEJ. Véase Patricio Bueno Martínez & Alejandro Daniel Perotti, La teoría del acto aclarado. ¿Resulta necesaria su aplicación en el marco de la interpretación prejudicial andina? DÍKAION, Nov. 2005, en 133 (Universidad de La Sabana, Colombia). Perotti, nota 63 supra, en 4-6. Una interpretación prejudicial del TJCA en el 2006, mediante la cual se instruyó al Consejo de Estado colombiano a ―remitirse al precedente‖ consagrado en anteriores casos referidos a marcas farmacéuticas, sugiere que el Tribunal podría estar listo para seguirla. Proceso 164-IP-2006, en 12 (6 de marzo de 2007) (interpretando la Decisión 486) (dirigiendo al Consejo de Estado para la aplicación de las Interpretaciones prejudiciales expedidas en los procesos 172-IP-2005 (25 de noviembre de 2005) (interpretando la Decisión 344) y la 34-IP-2006 (31 de abril de 2006) (interpretando la Decisión 486) (Merck). 95 Véase, por ejemplo, el proceso 4-IP-2001 (2 de mayo de 2001) (interpretando la Decisión 344) (Novartis); Proceso 45-IP-2006 (19 de abril de 2006) (interpretando la Decisión 344) (Warner Lambert). 96 Ejemplo, entrevistas con abogados en firmas de abogados de PI en Bogotá y Lima. 97 Varios abogados que solicitaron anonimato, declararon que no utilizarían una interpretación prejudicial para lograr el cambio de una norma jurídica nacional contraria a una Decisión andina o al Acuerdo de Cartagena. En su lugar, pasarían por alto a los jueces nacionales y presentarían un reclamo de incumplimiento ante la Secretaría General y, posteriormente, si este organismo lo rechazaba, acudirían al TJCA. Para una discusión más detallada, véase Helfer & Alter, nota 68 supra. 27 La similitud de las consultas prejudiciales y las respuestas del TJCA a éstas, hicieron que los jueces nacionales aceptaran más una relación simbiótica con sus homólogos andinos, generando eventualmente el hábito de realizar consultas prejudiciales de una manera rutinaria en los en casos de PI. Una vez que los jueces nacionales lograron establecer dicha relación, las interpretaciones prejudiciales de una manera clara y repetitiva contribuyeron a proferir más rápido las sentencias y facilitar su cumplimiento. Por ejemplo, los magistrados del Consejo de Estado colombiano, el primer y más frecuente interlocutor judicial nacional del TJCA, explicaron que ―aceptan la interpretación‖ del TJCA en todos los casos consultados, pero que ―cuando el Tribunal es claro la aplicación es más sencilla y rápida‖.98 Sin embargo, y por amplio margen, la evaluación más favorable de las interpretaciones prejudiciales del TJCA proviene de los abogados y del personal profesional de las agencias nacionales de PI (funcionarios que diariamente interpretan y aplican la normativa andina). El ex jefe de la oficina de marcas, como miembro del Tribunal del INDECOPI, declaró: Nosotros [los miembros del Tribunal del INDECOPI] esperamos las interpretaciones prejudiciales [del TJCA]. Las leemos y nos ayudan a aclarar cuestiones procedimentales y de fondo de las normas jurídicas. Las aplicamos tan pronto las expide el Tribunal y las citamos en nuestras decisiones de registro.99 El jefe de la División de Propiedad Industrial de la SIC en Colombia estuvo de acuerdo, afirmando que las interpretaciones prejudiciales del TJCA ―ciertamente ayudan‖ al trabajo de la división. ―Leemos todas las decisiones y discutimos los puntos importantes‖, especialmente ahora que internet hace posible ―la revisión de los casos inmediatamente‖ después del pronunciamiento del Tribunal.100 El Compendio de Doctrina de la Entidad confirma la influencia de la jurisprudencia andina en el trabajo de la misma. Esta publicación de 2005 relaciona de una manera amplia las normas sustantivas y procesales que la SIC aplica cuando revisa las solicitudes de marcas y patentes. Se encuentra lleno de citas provenientes de las interpretaciones prejudiciales del TJCA.101Mientras que Venezuela fue miembro de la Comunidad Andina, su Servicio Autónomo de la Propiedad Intelectual (SAPI) adoptó una práctica similar. Según el ex asesor jurídico del SAPI, la entidad considera a las interpretaciones prejudiciales como una declaración no vinculante y se refiere a ellas en cientos de decisiones sobre registro de PI.102 El buen concepto general que de la jurisprudencia andina tienen los jueces nacionales y los funcionarios públicos, sugiere que la repetición en las interpretaciones prejudiciales del TJCA tiene un valor que el grupo de practicantes jurídicos no tiene en cuenta. Los abogados parecen estar frustrados por dicha repetición, precisamente porque han interiorizado el valor de las reglas regionales de PI y están buscando una orientación más específica 98 Entrevista con los magistrados del Consejo de Estado, nota 67 supra. Entrevista con Mera Gómez, nota 90 supra. 100 Entrevista con Macerano Jiménez, nota 83 supra. 101 SIC, COMPENDIO DE DOCTRINA: PROPIEDAD INDUSTRIAL (2005) (en el archivo de los autores). 102 Entrevista con Colmenter, nota 52 supra. 99 28 por parte del juez comunitario.103 Hace una década, sin embargo, los abogados, las cortes nacionales y las agencias administrativas no habían aceptado totalmente la supremacía de la normativa andina o la autoridad del TJCA.104 Visto desde otra perspectiva, un alto grado de repetición puede ser una estrategia racional para una corte internacional que busque inculcar el cumplimiento habitual de sus providencias en países donde el Estado de Derecho es débil. Un análisis más profundo de las decisiones del TJCA proporciona un apoyo adicional a esta posición. Examinando la evolución de la jurisprudencia andina que hemos recopilado, identificamos cuatro tendencias que sugieren que la repetición ha fortalecido la adhesión por parte de las agencias regionales de PI al Estado de Derecho. En primer lugar, la calidad de la información en las interpretaciones prejudiciales ha mejorado notablemente con el tiempo. Los primeros pronunciamientos omitían hechos relevantes y narraciones procesales. Caso a caso el TJCA atendió el llamado para realizar el relato de los hechos.105 A su vez, las agencias administrativas y las cortes nacionales reaccionaron suministrando detalles sobre las partes, la historia de la controversia, y las cuestiones jurídicas en debate. Finalmente, el Tribunal estandarizó las consultas de interpretación prejudicial. Los jueces colombianos y peruanos nos mostraron formularios de consultas que los obligan a proporcionar determinados datos.106 Esta estandarización ha disminuido muchos errores 103 Cf. Guillermo O‘Donnell, On the State, Democratization and Some Conceptual Problems: A Latin American View with Glances at Some Postcommunist Countries, 21WORLDDEV. 1355, 1357 (1993) (afirmando que ―[t]he effectiveness of the law…consists of innumerable habituated behaviors that (consciously or not) are usually consistent with the prescriptions of the law‖) 104 Dos ejemplos ilustran de manera suficiente este punto. Primero, en el proceso 9-IP-99 el TJCA consideró que era ―obligatorio‖ reiterar anteriores pronunciamientos, ya que la SIC colombiana continuaba tomando las interpretaciones prejudiciales como meras declaraciones no vinculantes. Proceso 9-IP-99, en 5 (11 de junio de 1999) (interpretando la Decisión 344) (Procter & Gamble). El Tribunal citó la reciente interpretación expedida en el proceso 4-IP-97. (20 de junio de 1998) (interpretando la Decisión 344), en donde declaró que ―causa extrañeza a este Tribunal comunitario, que después de haber aclarado repetidamente y con precisión la naturaleza y alcances de la interpretación prejudicial, aún pueda considerarse por la Oficina Nacional Competente de un país que esta figura constituye una pieza probatoria.‖Proceso 9-IP-99, en 5-6 supra. Segundo, en el proceso 25-IP-2002, un solicitante de patente actuó en contra de una anterior interpretación prejudicial del TJCA, mediante la cual se prohibía la concesión de patentes bajo la figura del pipeline (un providencia que analizamos en la parte III infra. Caso 25-IP-2002, en 2 (8 de mayo de 2002) (interpretando la Decisión 344). El solicitante argumentó que el Tribunal no tenía competencia para revisar la validez de las normas nacionales, incluso aquellas que entrarán en conflicto con las Decisiones andinas. El Tribunal categóricamente rechazó este razonamiento. Id. En 18 – 19. 105 Esta omisión de los hechos se presentó en pronunciamientos expedidos en la primera década de interpretaciones prejudiciales del TJCA. Véase, por ejemplo, el proceso 1-IP-87, nota 76 supra: proceso 3IP-88 (9 de septiembre de 1988) (interpretando la Decisión 85)(Daimler-Benz); Proceso 1-IP-91(8 de febrero de 1991) (interpretando la Decisión 85); Proceso 2-IP-91 (26 de febrero de 1991) (interpretando la Decisión 85); Proceso 4-IP-93 (20 de septiembre de 1993) (interpretando la Decisión 85); proceso 6-IP-93 (25 de febrero de 1994) (interpretando la Decisión 85); proceso 7-Ip-96 (29 de agosto de 1997) (interpretando la Decisión 85 y la Decisión 344). Para un ejemplo de la solicitud realizada por el TJCA en relación con información adicional sobre asuntos nacionales de hecho y de derecho, véase, por ejemplo, el proceso 70-IP-2002, en 3 (4 de septiembre de 2002) (interpretando la Decisión 34 (Joseph E. Seagram & Sons) (citando el proceso 30-IP-99 (3 de septiembre de 1999) (interpretando la Decisión 344)). 106 Estas formas parecen ser un fenómeno bastante reciente, lo que sugiere que el TJCA lo generó después de recibir muchas consultas que no contenían un registro adecuado. 29 básicos que las agencias de PI cometían en los primeros procedimientos de registro.107Pero algo más importante es que esto ha facilitado la aplicación sistemática de normas jurídicas a situaciones similares (una característica esencial del Estado de Derecho). En segundo lugar, el TJCA ha adoptado procedimientos para proteger a los particulares que se oponen a las solicitudes de registro marcario y de concesión de patentes. Un temprano e influyente pronunciamiento implicó un desafío para los fabricantes de medicamentos genéricos en relación con la concesión de patentes bajo la figura del pipeline (un tema que analizamos más adelante). La agencia ecuatoriana de PI declaró infundada la oposición, afirmando que un decreto presidencial permitió la concesión de este tipo de patentes. El TJCA no estuvo de acuerdo, argumentando que ―una asociación de Laboratorios farmacéuticos tiene, prima facie, un interés legítimo en materia de patentes farmacéuticas‖ que puedan violar la normativa andina.108 A lo largo de los años siguientes, el Tribunal aclaró y repitió los procedimientos a seguir por los funcionarios de las agencias cuando revisaban las solicitudes de PI que eran objeto de oposición. Estos procedimientos incluían una adhesión estricta a las normas andinas que regulaban las oposiciones,109la obligación de justificar el rechazo de éstas,110la responsabilidad de aplicar los estándares andinos de PI con especial atención cuando las solicitudes son objeto de oposición,111 y el deber de proporcionar datos y análisis adecuados que permitan a ambas partes impugnar la decisión tomada por la agencia. 112 Estos procedimientos fomentaron un clima propicio para una justa e imparcial resolución de los conflictos en PI. En tercer lugar, el Tribunal ha requerido a las agencias de PI para que justifiquen razonadamente sus decisiones.113En cualquier ordenamiento jurídico las decisiones motivadas aíslan la discrecionalidad de los funcionarios públicos.114 Pero en países donde el Estado de Derecho es débil, la obligación de motivar tiene un efecto más poderos: disuade a los funcionarios de eludir o violar la ley al decidir el caso con base en sobornos, influencia política o ―intuición‖.115 El TJCA reconoció expresamente que las agencias nacionales no 107 Véase, por ejemplo, el proceso 9-IP-95, en 2-4 (19 de septiembre de 1995) (interpretando la Decisión 85, la 313 y la 344) (indicando que la SIC se había olvidado del registro prioritario de una marca, permitiendo el registro de dos marcas similares para la misma categoría, violando con esto la normativa comunitaria); proceso 9-IP-97, en 2 (4 de febrero de 1998) (interpretando la Decisión 344), discutido en 89 TRADEMARK REP. 252, 274 (1999) (reprendiendo a la SIC por registrar una marca sin indagar si existía confundibilidad con otras marcas registradas anteriormente, y rechazando su argumento de que no se presentaron oposiciones en el proceso de registro). 108 Proceso 39-IP-98, en 6 (26 de marzo de 1999) (interpretando la Decisión 344) (―Siendo evidente que una asociación de Laboratorios Farmacéuticos tiene, prima facie, un interés legítimo en materia de patentes farmacéuticas para recurrir u oponerse en defensa de la norma lesionada.‖). 109 Proceso 5-IP99, en 6-7 (25 de octubre de 2000) (interpretando la Decisión 344). 110 Ibídem en 7-8. 111 Proceso 16-IP2003, en 7 (12 de marzo de 2003) (interpretando la Decisión 344). 112 Proceso 44-IP-2006, en 10 (3 de mayo de 2006) (interpretando la Decisión 344). 113 Véase, por ejemplo, el proceso 35-IP-98 (30 de octubre de 1998) (interpretando la Decisión 344) (instruyendo a los jueces nacionales para que determinen si la agencia administrativa ha justificado apropiadamente sus decisiones) (para ver la visión del TJCA sobre qué características tiene un acto debidamente motivado, véase el proceso 04-AN-97 (17 de agosto de 1998) (declarando la nulidad de la Resolución 435 (1996)). 114 Véase Frederick Schauer, Giving Reasons, 47 STAN. L. REV. 633 (1995). 115 Véase, por ejemplo, el proceso 28-IP-96, en 11 – 12 (31 de octubre de 1997) (interpretando la Decisión 344) (indicando que la determinación de si una marca es notoria ―no debería ser producto de la simple 30 estaban libres de presión política.116Mediante la constante insistencia para que los abogados y administradores de las agencias justificaran y explicaran sus decisiones de registro por escrito, el Tribunal no sólo limitó su discrecionalidad, sino también contribuyó a aislar las agencias de la política interna y a crear un órgano de ejecución de su normativa. Los anteriores ejemplos describen importantes aspectos procesales del Estado de Derecho. El TJCA ha aprovechado su estrecha relación con las agencias administrativas para llenar vacíos de las normas sustanciales andinas en PI. Un llamativo ejemplo es el de los ―acuerdos de coexistencia‖, contratos que permiten que dos o más titulares de marcas ―estipulen normas para que éstas puedan coexistir pacíficamente‖ en el mismo mercado.117En muchas jurisdicciones, incluyendo los Estados Unidos y varios países de América Latina, dichos acuerdos privados se presumen válidos. Si dos competidores en el mercado se ponen de acuerdo en coexistir en el mismo territorio, sus marcas podrían ser registradas independientemente de si los consumidores resultasen confundidos por tal protección jurídica paralela.118 Inicialmente la normativa andina guardaba silencio sobre los acuerdos de coexistencia. El TJCA llenó este vacío requiriendo a las agencias de PI para que revisaran todos esos acuerdos, teniendo en cuenta la protección de los intereses de los consumidores. Una posterior Decisión andina en PI parecía contradecir esta doctrina,119pero el TJCA distinguió el conflicto potencial y reafirmó su anterior postura. Las agencias de Colombia y Perú, que como ya explicamos en sus decisiones incluían la protección tanto del consumidor como de la propiedad intelectual, simpatizaron con la posición del Tribunal. Aunque la orientación pro – consumidor de las agencias generó inicialmente algunas quejas de las asociaciones de abogados en derecho marcario, la resistencia se desplomó después de reiterados pronunciamientos del TJCA que fueron acogidos por los jueces nacionales y las agencias.120 El análisis precedente revela cómo las decisiones de registro de las agencias nacionales de PI, las demandas ante los jueces nacionales, y las intuición‖ en relación con una marca determinada; más bien, la declaración de la notoriedad ―ha de ser el producto o la consecuencia de un análisis, procedimiento o investigación…. con las pruebas presentadas por las partes.‖). 116 En el proceso 27-IP-95, el TJCA hizo hincapié en la necesidad de ―autonomía tanto administrativa como económica que libere al funcionario respectivo de presiones de toda índole o de influencias que desvirtúen la finalidad o el propósito de la defensa de la marca tanto para el titular como para el público consumidor.‖ Proceso 27-IP-2005, en 15 (25 de octubre de 1996) (Interpretando la Decisión 344) El Tribunal llegó al extremo de afirmar en las consideraciones que la falta de tal autonomía ―acarrea un incumplimiento que viola la finalidad y el propósito que las mismas persiguen [normas andinas]. Id. 117 Asociación Internacional de Marcas, Glosario, disponible en http://www.inta.org; véase también Marianna Moss, Trademark ―Coexistence‖ Agreements: Legitimate Contracts or Tools of Consumer Deception? 18 LOY. CONSUMERL. REV. 197, 209 (2005). 118 Véase, por ejemplo, Moss, nota 117 supra, en 210-13 (revisando la ley de EE.UU); John M. Murphy, The Confusing Similarity Standard in Mexican Trademark Law, 96 TRADEMARK REP. 1182, 1190 (2006) (revisando la ley mexicana.). 119 Dec. 486, artículo 136, literal f), (2000) (prohibiendo el registro de marcas que ―consistan en un signo que infrinja los derechos de propiedad industrial…de un tercero, salvo que medie el consentimiento de éste‖) (cursiva por fuera del texto). 120 Véase, la entrevista con Mera Gómez, nota 90 supra. Para ejemplos de casos que invaliden acuerdos de coexistencia, véase SIC Res. 18176 (30 de julio de 2001), reimpreso en COMPENDIO DE DOCTRINA, nota 101 supra, en 398 – 401; Annual Review, Twelfth Annual International Review of Trademark Jurisprudence, 95 TRADEMARK REP. 267, 348 (2005). 31 interpretaciones prejudiciales del TJCA, en conjunto generaron un mecanismo positivo de retroalimentación que ayudó a construir un eficaz Estado de Derecho en PI. Las primeras interpretaciones prejudiciales del TJCA mejoraron los procedimientos de las agencias, generaron una toma de decisiones motivada, aclararon ambigüedades de las normas andinas, y contribuyeron a aislar a los funcionarios de la política interna. El clima jurídico favorable que se ha generado en la protección de PI, fomentó un aumento de las solicitudes de PI y de las demandas ante las cortes nacionales. Los jueces de dichas cortes consultaron un número creciente de casos al TJCA, mediante los cuales se aclaraba la normativa andina y los procedimientos administrativos. El ciclo se cerraba cuando la regla jurisprudencial era interiorizada por propias agencias, cuyas decisiones de registro habían generado la primera ola de litigios ante el TJCA. Este mecanismo positivo de retroalimentación fue un componente importante para establecer los derechos de PI como una isla de Estado de Derecho eficaz en la Comunidad Andina. Haciendo cumplir la normativa andina de PI para contrarrestar violaciones nacionales. las La tercera característica de un eficaz Estado de Derecho es la inducción de cambios en la conducta de los Estados que de otro modo no se hubieran alcanzado. Aunque las personas que entrevistamos en ocasiones manifestaron desacuerdo con el razonamiento del TJCA, atestiguaron que los jueces nacionales y los funcionarios de las agencias habitualmente aplican las interpretaciones prejudiciales, muchas de las cuales interpretan la normativa andina en abstracto sin aplicación al caso concreto. Pero el TJCA también ha sido eficaz en casos de alto perfil político, generando cambios en las normas nacionales que han violado la normativa andina en PI. Tres controversias que merecen un análisis particular tienen que ver con la competencia del Tribunal para conocer las demandas de incumplimiento presentadas por los particulares y la Secretaría General. En el caso de las patentes ―pipeline‖ decidido en 1996, el TJCA tornó inaplicable un acuerdo bilateral entre Ecuador y los Estados Unidos, mediante el cual se concedía protección de patente a las empresas farmacéuticas extranjeras. En el caso de las patentes de ―segundo uso‖ en 2001, el TJCA provocó la revocatoria de un decreto peruano que fue adoptado como consecuencia de la presión de la gigante farmacéutica estadounidense Pfizer, mediante el cual se autorizaba a las agencias de PI para otorgar patentes de segundo uso en contravención de la normativa andina, incluyendo la lucrativa patente para el Viagra. El TJCA posteriormente provocó la revocatoria de las decisiones de la agencia ecuatoriana y peruana que concedieron patentes para el Viagra. Por último, en el caso de la ―protección de datos de prueba‖ decidido en 2005, el Tribunal encontró violatorio un decreto colombiano adoptado bajo la presión de Estados Unidos, mediante el cual se protegían los datos de prueba presentados por los fabricantes de productos farmacéuticos ante los organismos nacionales de salud, al solicitar la aprobación para la comercialización de nuevos medicamentos. 32 Describimos estos casos en detalle para demostrar que inicialmente las cortes nacionales y las agencias de PI seguían los decretos gubernamentales que violaban la normativa andina. Estos actores, sin embargo, cambiaron de rumbo después del que el TJCA encontró que dichos decretos eran contrarios al ordenamiento jurídico andino, y ordenó a las agencias revocar las decisiones basadas en éstos. En dos de las tres controversias los gobiernos nacionales aceptaron esas revocatorias. En el tercer caso, el de la protección de los datos de prueba, fue más debatido: Colombia argumentó que la interpretación de la normativa andina realizada por TJCA fue equivocada; pero en lugar de controvertir la sentencia del Tribunal, promovió la adopción de una ―decisión interpretativa‖ mediante un procedimiento de revisión normativa que el propio Tribunal había aprobado previamente. El punto esencial que une los tres casos, es que las interpretaciones prejudiciales del TJCA han hecho más difícil que los países miembros incumplan las políticas andinas para atender las solicitudes de los Estados Unidos y sus empresas, consistentes en generar normas más fuertes en la protección de PI. Dichas presiones son implacables y con el tiempo Estados Unidos ha ganado algunas concesiones. Sin embargo, en las mencionadas tres áreas de la propiedad intelectual los países andinos han resistido con éxito las presiones a las que muchos de sus vecinos de la región han sucumbido. En consecuencia, la Comunidad Andina ha sido más eficiente en mantener los elementos esenciales de un enfoque equilibrado y distintivo de la región, consistente en conciliar las necesidades sociales y económicas que tienen los países en desarrollo con los intereses de los titulares de los derechos de PI. Haciendo cumplir la prohibición de patentes ―pipeline‖. Durante las dos primeras décadas del Pacto Andino, sus países miembros no concedieron patentes para productos farmacéuticos (una posición compartida por la mayoría de países en desarrollo).121A principios de 1990, sin embargo, los Países Miembros levantaron esta prohibición como parte de su amplio esfuerzo por armonizar las normas andinas con los estándares multilaterales en PI. En lugar de regular totalmente las patentes farmacéuticas, los gobiernos andinos adoptaron una protección gradual y escalonada. Concedieron patentes para nuevos medicamentos desarrollados después de la revisión de las normas andinas. Pero, adoptando la doctrina conocida como ―novedad absoluta‖, los países miembros se negaron a proteger medicinas patentadas en otros países durante los años en que era imposible solicitar patentes farmacéuticas en los países andinos. Aunque muchos de estos fármacos extranjeros encajaban dentro de la producción ―pipeline‖ antes de la modificación de la normativa andina, los gobiernos de la región, no obstante, se negaron a protegerlos.122 121 Véase SELL, nota 45 supra, en 191 – 92; Pedro Roffe with Christoph Spennemann & Johanna von Braun, From Paris to Doha: TheWTODoha Declaration on the TRIPS Agreement and Public Health, inNEGOTIATINGHEALTH: INTELLECTUAL PROPERTY AND ACCESS TO MEDICINES 9, 13 (Pedro Roffe et al. eds., 2006). 122 Las patentes pipeline protegen invenciones que no cumplían los requisitos de patentabilidad establecidos en la legislación nacional previa: Por ejemplo, si un país inicia el proceso de concesión de patentes farmacéuticas en 1995, un fármaco que fue inventado en 1991 no habría podido ser patentado al momento de su creación. Una interpretación estricta del concepto de novedad arrojaría que dicho fármaco tampoco era patentable en 33 Estados Unidos tomó partido a favor de las compañías farmacéuticas. Presionó a los países andinos para reconocer la llamada protección pipeline para esos preexistentes fármacos patentados. La mayoría de los Países Miembros resistieron esa presión.123 Sin embargo, en 1993 Ecuador y Estados Unidos suscribieron un tratado bilateral para conceder patentes pipeline. El congreso ecuatoriano nunca ratificó el tratado, pero el presidente del país expidió un decreto para su aplicación. Basándose en dicho decreto, durante los siguientes dos años la agencia ecuatoriana de PI concedió veintitrés patentes pipeline a empresas farmacéuticas extranjeras como Pfizer y Novartis. Como respuesta, varios productores nacionales de medicamentos genéricos demandaron el decreto presidencial. Un tribunal administrativo ecuatoriano remitió el caso al TJCA, el cual emitió una interpretación prejudicial considerando que la normativa andina seguía el requisito de novedad absoluta.124 No obstante, el tribunal administrativo no acogió el pronunciamiento del TJCA y, en su lugar, confirmó el decreto nacional. Abogados pertenecientes a la Secretaría General seguían de cerca el litigio en Ecuador. Tras la decisión del tribunal administrativo, la Secretaría presentó una acción de incumplimiento contra Ecuador, argumentando que el decreto pipeline y la sentencia del tribunal violaron el requisito de novedad absoluta contemplado en la normativa andina. Esta fue la primera acción de incumplimiento que la Secretaría interpuso ante el TJCA.125 Ecuador defendió el decreto presidencial, afirmando que éste pertenecía a la discrecionalidad que tienen los países miembros para adoptar normas nacionales o suscribir acuerdos internacionales que ―fortalezcan los derechos de propiedad industrial previstos‖ en la Decisión 344.126 La Secretaría General respondió que el decreto ecuatoriano contradecía una limitación inequívoca contemplada en la regulación andina de PI, y creaba un incentivo para que las empresas extranjeras buscaran patentes farmacéuticas en Ecuador y no en otros Países Miembros. El TJCA se puso del lado de los funcionarios andinos.127Interpretó teleológicamente la palabra ―fortalecer‖, argumentando que las normas nacionales y los tratados deben complementar el sistema regional de PI sin contradecirlo. Ecuador había violado así las normas andinas de PI, ―mediante el establecimiento de un régimen excepcional…concediendo 1995, porque al momento en que el alcance de la protección de patente fue cambiada para cobijar los fármacos, ya no cumplía con el requisito requerido de la novedad. Sin embargo, algunos países optaron por conceder patentes para medicamentos antiguos bajo la figura del ―pipeline‖, siempre y cuando no estuvieran ya en el mercado. Ken Shadlen, The Politics of Patents and Drugs in Brazil and Mexico: The Industrial Bases of Health Activism, Global Dev. & Envt‘l Inst. Working Paper No. 07–05, en 6 (Diciembre de 2007), disponible en http://www.ase.tufts.edu/gdae/Pubs/wp/07– 05PoliticsOf Patents.pdf. 123 Manrique, nota 46 supra, en 217. 124 Proceso 6-IP-94 (9 de diciembre de 1994) (interpretando la Decisión 344). 125 Funcionarios de la Secretaría General eligieron este caso para demostrar su apoyo al TJCA. También quisieron que el Tribunal determinara una clara violación a la normativa andina y, por lo tanto, que afirmara la supremacía del enfoque equilibrado de la Comunidad Andina para la protección de PI en el ámbito de las patentes farmacéuticas. Entrevistas con Rosell, nota 34 supra. 126 Decisión 344, Art. 143 (1993). 127 Proceso I-AI-96 (30 de octubre de 1996). 34 ventajas para patentar en su propio país. De manera que fue desleal bajo el régimen común aplicado en los demás países andinos.‖128 El Tribunal también rechazó categóricamente el argumento ecuatoriano, afirmando que ―un compromiso internacional no puede ser invocado como razón para convalidar el no cumplimiento de una obligación internacional anterior de carácter comunitario.‖129 El cumplimiento de la sentencia del TJCA se materializó en diferentes escenarios a lo largo de la siguiente década. Pocas semanas después de la sentencia, el gobierno adoptó un nuevo decreto que derogaba la normativa anterior que regulaba las patentes pipeline. Basándose en dicho decreto, la agencia nacional de PI rechazó por lo menos 120 solicitudes radicadas por empresas extranjeras que pretendían registrar patentes pipeline. Los frustrados solicitantes extranjeros de patentes impugnaron los rechazos de la agencia. El TJCA apoyó a las agencias cuando los jueces nacionales le remitieron los casos. También reafirmó su pronunciamiento anterior, declarando: ―El principio del ―pipeline‖ no se encuentra contemplado dentro de la legislación andina y es contrario al de ―novedad absoluta‖, la cual debe ser aplicada por las autoridades competentes. Cualquier patente solicitada con base en él, deberá ser denegada o en su caso, la ya concedida, ser anulada.‖130 Desde de la primera interpretación del TJCA sobre el pipeline en 1996, las agencias ecuatorianas de PI no han concedido más patentes pipeline.131Tampoco han sido concedidas por las agencias administrativas de los otros cuatro países miembros, de conformidad con lo revelado por nuestras entrevistas. Las agencias de esta manera desempeñaron un papel clave en la aplicación de la normativa andina.132 Sin la intervención andina Ecuador probablemente hubiera sucumbido a las exigencias de Estados Unidos en cuanto a la protección de las patentes 128 Manrique, nota 46 supra, en 217. Proceso 1-AI-96, nota supra 127, en 30. 130 Proceso 25-IP2002, nota 104 supra, en 18. 131 U.S. TRADE REPRESENTATIVE, THIRD REPORT TO THE CONGRESS ON THE OPERATION OF THE ANDEAN TRADE PREFERENCE ACT 37 (31 de enero de 2001), disponible en http://www.ustr.gov/asset/Trade_Development/Preference_Programs/ATPA/asset_upload_file215_3783.p df?ht. 132 La situación en relación con las veintitrés patentes pipeline registradas con anterioridad al pronunciamiento del TJCA fue más compleja. En 1998 el director ecuatoriano de propiedad industrial confirmó la validez de dichas patentes. En respuesta, el TJCA concluyó que la decisión del director constituía una nueva infracción de la normativa andina e impuso sanciones al Ecuador. Proceso I-AI-96, en 1-2 (28 de julio de 1999) (imponiendo sanción en relación con las preferencias en materia de origen, consistente en la reducción de un 60 a un 50 por ciento del valor FOB de los productos ecuatorianos hasta que Ecuador revoque las veintitrés patentes pipeline). Al año siguiente, un tribunal administrativo ecuatoriano decidió que el gobierno estaba obligado a anular todos los actos que incumplían la sentencia del TJCA. Proceso 25-IP-2002, nota 104 supra, en 19. No hemos podido confirmar si la agencia de PI ha revocado esas veintitrés patentes pipeline. Sin embargo, inferimos de los hechos que el TJCA continua recibiendo ocasionalmente consultas de interpretación prejudicial sobre las patentes que no han sido anuladas. 129 35 pipeline. Por ejemplo, México y tres de los cuatro miembros del Mercosur, Argentina, Brasil y Uruguay, aproximadamente durante la misma época, accedieron a la presión de EE.UU en cuanto a la concesión de tales patentes.133 Haciendo cumplir la prohibición de las patentes de segundo uso. El requisito andino de la novedad absoluta también prohíbe el reconocimiento de las llamadas patentes de segundo uso, que son patentes inicialmente concedidas para un propósito, pero que posteriormente se encontró que servían para otro fin independiente. Las Decisiones 344 y 486 rechazaron categóricamente las patentes de segundo uso, estableciendo que ―Los productos o procedimientos ya patentados, comprendidos en el estado de la técnica…no serán objeto de nueva patente, por el simple hecho de atribuirse un uso distinto al originalmente comprendido por la patente inicial.‖134 En la década de los 90 la compañía farmacéutica Pfizer descubrió que su medicamento pyrazolpyrimidinones (Viagra), tenía un efecto secundario para el tratamiento de la impotencia masculina. Latinoamérica prometía ser un mercado lucrativo para el Viagra. A pesar de que las normas andinas eran claras en relación con la posición contraria, Pfizer solicitó patentes de segundo uso en todos los países andinos como un esfuerzo para impedir la venta de copias genéricas de medicamento en toda la región. En Perú la oficina de patentes del INDECOPI aplicó la normativa andina y rechazó tres solicitudes de Pfizer. Unos meses más tarde, en junio de 1997, el presidente Alberto Fujimori emitió un decreto que pretendía ―facilitar la correcta aplicación de‖ varios artículos de la Decisión 344.135 El artículo 4 del decreto reconocía las patentes de segundo uso, incluyendo los nuevos usos de las medicinas existentes.136 Varios funcionarios y abogados que entrevistamos 133 Véase, CHRISTOPHER SCOTTHARRISON, THE POLITICS OF THE INTERNATIONAL PRICING OF PRESCRIPTION DRUGS 103–10 (2004) (describiendo cómo los Estados Unidos presionaron a Argentina y Brasil para la protección de las patentes farmacéuticas pipeline en 2000 y 1997, respectivamente); Shadlen, nota 122 supra, en 6 – 9, 15 – 19 (lo mismo para México en 1991). Uruguay concedió patentes pipeline en 1999, véase la Ley de Patentes, Art. 127, Ley No. 17.164 de 2 de septiembre de 1999, Diario Oficial, 2 de septiembre de 1999 (Uru.), disponible en http://gpi.espaciolibre.net/2007/04/07/uruguay-leyn%C2%BA-17164-patentes-de-invencion-modelos-de-utilidad y-disenos-industriales. Chile, un miembro fundador del pacto andino, que se retiró en 1976 y regresó como miembro asociado en 2006, ha resistido hasta ahora la presión de EE.UU para la protección de las patentes pipeline. Véase Jeffrey Lax, Note, A Chile Forecast for Accession to NAFTA: A Process of Economic, Legal and Environmental Harmonization, 7 CARDOZO J. INT‘L&COMP. L. 97, 112 (1999). 134 Dec. 486, Art. 21; Dec 344, Art. 16. 135 Decreto Supremo No. 010-97-ITINCI, EL PERUANO, Junio 6 de 1997, en 149,830, disponible en http//www.glin.gov/view.action?glinID=52500. 136 El artículo 4 prevé que ―un uso distinto al incluido en el estado de la técnica podría ser objeto de una nueva patente si cumple con‖ los requisitos normales de patentabilidad: la novedad, el nivel inventivo y la aplicación industrial. Id.; véase también Pascale Boulet, Patents and Medicines in Peru 4 (Campaign for Access to Essential Medicines, Nov. 2001) en http://www.aislac.org/pdf/documentos_interes?10_1_report.pdf; Ena Matos Jaqui, Las patentes de segundo uso, LA HORQ (Ecuador) (n.d), disponible en http://dlh.lahora.com.ec/paginas/judicial/PAGINAS/D.Autor.4.htm 36 indicaron que sospecharon de los orígenes del decreto, afirmando que la norma ―apareció de la nada‖. Inmediatamente después Pfizer le pidió al INDECOPI que reexaminara sus solicitudes para patentar el Viagra. Basándose en la nueva norma, la agencia concedió las solicitudes en enero de 1999. A continuación Pfizer amenazó con demandar a las empresas farmacéuticas peruanas que estaban fabricando y vendiendo copias genéricas de Viagra. Con procesos judiciales internos que se avecinaban, la Asociación de Industrias Farmacéuticas Nacionales (ADIFAN) presentó un reclamo ante la Secretaría General, alegando que Perú había violado la Decisión 344 en relación con las patentes de segundo uso. La Secretaría General confirmó el reclamo y después de que Perú no derogó el decreto, presentó el caso ante el TJCA. Como un reflejo de la gran importancia política del asunto, ADIFAN participó como tercera interesada a favor de la Secretaría General, mientras que Pfizer y la Asociación de Laboratorios Farmacéuticos Nacionales se vincularon al caso en apoyo de Perú. Mediante una sentencia expedida en septiembre de 2001, el TJCA confirmó la demanda y la prohibición de las patentes de segundo uso. Como resultado, declaró que Perú debía ―dejar sin efecto la patente concedida a Pfizer.137 Posteriormente ADIFAN le pidió al INDECOPI que revocara la patente del Viagra. Siguiendo sus procedimientos normales la agencia lo hizo varios meses más tarde. Según los funcionarios del INDECOPI, el cumplimiento de la sentencia del Tribunal Andino era un asunto sencillo: ―cuando el TJCA nos dice cuál es la interpretación suprema de la ley, entonces nuestra propia interpretación no es válida.‖ Desde el caso del Viagra la agencia no ha concedido ninguna patente de segundo uso.138 Los funcionarios del INDECOPI relataron que estaban consternados por la interferencia política en la toma de sus decisiones. Sin embargo, antes del pronunciamiento del TJCA se negaron a pasar por alto el decreto peruano. El gobierno peruano nunca derogó el decreto pero tampoco presionó al INDECOPI para hacerlo cumplir139, lo que sugiere que los funcionarios gubernamentales habían estado dispuestos a eludir la normativa andina, pero no ha reñir con los funcionarios andinos o repudiar al TJCA en nombre de Pfizer. Litigios en Venezuela y Ecuador mostraron un patrón similar. En cada país la agencia de PI concedió una patente de segundo uso para el Viagra antes de la sentencia del TJCA contra Perú, y las asociaciones nacionales de fabricantes de medicamentos genéricos se dirigieron al sistema jurídico andino para 137 Proceso 89-AI-2000, en 40 (28 de septiembre de 2001)( Interpretando la Decisión 344 y la Resolución 406 de la Secretaría General) 138 Entrevistas con los funcionarios del INDECOPI, Instituto Nacional de Defensa de la Competencia de la Protección de la Propiedad Intelectual, Lima (21 de junio de 2007). 139 Id. 37 cambiar las decisiones. Cuando la Secretaría General y el TJCA reafirmaron sus pronunciamientos previos, las agencias administrativas reversaron sus posiciones y anularon las patentes.140 En Colombia, por el contrario, la agencia administrativa fue más audaz. Rechazó la solicitud de Pfizer haciendo que ésta demandara ante el Consejo de Estado, el cual envío una solicitud de interpretación prejudicial. El Tribunal reiteró su interpretación de la normativa andina y la corte colombiana la implementó.141 La respuesta del TJCA a un argumento en favor de las patentes de segundo uso, destaca su insistencia en relación con la preeminencia de las normas andinas de PI, no sólo sobre las normas nacionales y los tratados bilaterales, sino también sobre los tratados multilaterales. En la demanda de incumplimiento contra Venezuela Pfizer argumentó que los países andinos, como miembros de la OMC, estaban obligados a interpretar las normas regionales de PI en armonía con el acuerdo ADPIC, el cual, alegó, exige la protección de las patentes de segundo uso.142 El TJCA categóricamente rechazó este argumento. Sostuvo que los países miembros habían transferido competencia a la Comunidad Andina para establecer normas regionales comunes de PI, cuya aplicación es obligatoria y ―no depende de las de otros ordenamientos internacionales, ni debe sujetarse a que guarden compatibilidad o conformidad con ellos.‖143 El resultado final de esta oleada de procesos fue que todas las agencias nacionales de PI en la Comunidad Andina denegaron o anularon las patentes del Viagra.144 Esta negativa de reconocer patentes de segundo uso en toda la región sigue siendo una de las principales molestias para la industria farmacéutica de EE.UU. El informe especial 301 de la industria en el 2008, dirigido a la Oficina del Representante Comercial de EE.UU, le otorga de lleno al TJCA la culpa de este estado de cosas: The Andean Court of Justice (ACJ) issued several legal opinions … forcing Andean Community members to refuse recognition of patents for second uses…Such decisions constitute law in Bolivia, Colombia, Ecuador, and Peru. Andean member countries have either been compelled by the ACJ not to grant second use patents or chosen to honor Andean Community obligations…The failure to provide patents for second uses particularly affects the pharmaceutical industry, which dedicates many of its research dollars to evaluating additional 140 Véase Proceso 01-AI-2001, en 39 (27 de junio de 2002) (interpretando la Decisión 344. Las Resoluciones de la SG NO. 424, 459) (proceso contra Venezuela); Proceso 34-AI-2001, en 51-52 (21 de agosto de 2002) (interpretando la Decisión 344) (proceso contra Ecuador); véase también Carlos Pacheco & María Milagros Nebrada, Venezuela: How to Protect Inventions or Use, MANAGING INTELL. PROP. (Supp. 2006) disponible en http://www.managingip.com/?Page=17&ISS=22626&SID=654998. 141 Véase Multinacional Pfizer no puede patentar principio activo del potenciador sexual Viagra en Colombia, ELTIEMPO.COM, enero 6 de 2009, en http://www.eltiempo.com/colombia/justicia/multinacionalpfizer-no-puedepatentar-principio-activo-del-potenciador-sexual-viagra-en-colombia_4743402-1. 142 Proceso 01-AI-2001, nota 137 supra. 143 Id. En 36-37 (citando el proceso 89-AI-2000, nota 137 supra. 144 Pacheco & Nebrada, nota 140 supra, en 3. 38 therapeutic benefits of known molecules (second uses) in order to provide effective solutions for unsatisfied medical needs. The ACJ position is dispositive on the issue and no further domestic appeals/remedies are possible.145 Sin las intervenciones del TJCA, los países andinos probablemente hubieran sucumbido a las presiones externas para conceder las patentes de segundo uso. De hecho, el panorama se ve muy diferente en otras partes de América Latina. El Salvador, Guatemala, Honduras, México y Paraguay reconocen las patentes de segundo uso; Argentina, Chile, Panamá y Uruguay lo hacen en algunos casos; y la situación de dichas patentes en Brasil es incierta. Únicamente Costa Rica, la República Dominicana y Nicaragua comparten la prohibición de la Comunidad Andina en relación con todas las patentes de segundo uso.146 Las políticas de protección de los datos de prueba y la reversión de una sentencia del TJCA. La tercera y más reciente controversia de incumplimiento en PI, se refiere a los datos de prueba que las empresas farmacéuticas presentan ante los ministerios nacionales de salud al solicitar aprobación para la comercialización de nuevos medicamentos.147La industria farmacéutica apoya las normas que ofrezcan a las empresas un derecho exclusivo para controlar dichos datos. En ausencia de tal protección, la industria reclama que los competidores injustamente pueden basarse en los datos de las compañías farmacéuticas sin el gasto de tiempo y recursos para llevar a cabo sus propias pruebas de seguridad.148 Controversias sobre la protección de los datos de prueba se han librado en la Comunidad Andina por más de una década.149La Decisión 344, aprobada en 1993, prohibió la divulgación de los datos de prueba no publicados (una forma de protección jurídica prevista en el acuerdo ADPIC).150 Pero la Decisión también estableció está protección exclusiva por cinco años, excediendo la 145 Pharmaceutical Research and Manufacturers of America (PhRMA), Special 301 Submission 236 (2008) disponible en http://www.ustr.gov/assets/Trade_Sectors/Intellectual_Property/Special_301_Public_Submissions_ 2008/asset_upload_file109_14495.pdf. 146 Las fechas de promulgación de las normas nacionales aplicables son las siguientes: Argentina (2000), Chile (2005), El Salvador (2005), Guatemala (2000), Honduras (1999), Mexico (1994), Nicaragua (2000), Panama (1998), Paraguay (2001), and Uruguay (1999). Para Brasil. Véase Maristela Basso, Intervention of Health Authorities in Patent Examination: The Brazilian Practice of the Prior Consent, 1 INT´L J. INTELL. PROP. MGMT. 54-57 (2006). 147 Véase Dolores Cullen, Data Protection: The New IP Frontier – An Overview of Existing Law and Regulations, 5 J. GENERIC MED. 9, 9-10 (2007). 148 Véase Razvan Dinca, The ―Bermuda Triangle‖ of Pharmaceutical Law: Is Data Protection a Lost Ship? 8 J.WORLD INTELL. PROP. 517, 520–21 (2005). 149 Como efecto de estas disputas, los funcionarios y ex funcionarios gubernamentales que entrevistamos pidieron anonimato. Por lo tanto, no proporcionamos los nombres de las personas que entrevistamos sobre las cuestiones de la protección de los datos de prueba. 150 Decisión 344, Art. 78; ADPIC, nota 44 supra Art. 39.3. 39 regulación del ADPIC.151En este sentido, la protección de los datos de prueba contrasta con las otras normas andinas de PI, mediante las cuales se incorporaron muchas de las excepciones que el ADPIC estableció para los países en desarrollo. Durante las negociaciones para modificar la Decisión 344, los gobiernos estaban fuertemente divididos sobre si se debían modificar las normas regionales que regulaban la protección de los datos de prueba. Por un lado, la región era el hogar de una gran industria de medicamentos genéricos, cuyos precios eran sustancialmente más bajos que el de los medicamentos patentados.152 Por otro lado, Los Estados Unidos y sus empresas farmacéuticas ejercían una fuerte presión sobre los gobiernos andinos para establecer un periodo de protección exclusivo de cinco años sobre los datos de prueba, mediante un proyecto de tratado comercial EE.UU.-Comunidad Andina, y un proyecto de Tratado de Libre Comercio de las Américas.153 De hecho, el representante comercial de los EE.UU caracterizó la protección exclusiva de los datos de prueba como ―uno de sus puntos clave de prioritaria implementación‖.154 Colombia, que enfrentó una fuerte presión para acceder a las exigencias estadounidenses,155 estimuló la adopción de una norma que permitiera a los países miembros conceder un periodo exclusivo de protección de los datos de prueba. Los otros cuatro países respondieron que la normativa andina de PI no debería exceder los estándares del ADPIC.156 Finalmente, la nueva normativa, Decisión 486 de 2000, siguió el idioma de su predecesora y estableció la 151 Decisión 344, Art. 79; véase también European Generic Medicines Association, TRIPS Article 39.3 Does Not Require Data Exclusivity Provisions—A Critical Issue for Access to Medicines (Documento de posición , Julio de 2000), disponible en http://www.egagenerics.com/doc/ega_trips39.3_2000.pdf 152 Entrevistas en el Ministerio de Comercio , Industria & Turismo de Colombia, Bogotá (14 de septiembre de 2007) [en adelante Colom. Entrevistas Ministerio de Comercio]; Entrevista con el Dr. Alberto Bravo Borda, presidente ejecutivo de la Asociación de Industrias Farmacéuticas Colombianas (ASINFAR), Bogotá (14 de septiembre de 2007); véase también Oxfam International, Song of the Sirens, Why the USAndean FTAs Undermine Sustainable Development and Regional Integration 11, Oxfam Briefing Paper, Junio de 2006, disponible en http://www.oxfam.org.uk/what_we_do/issues/trade/downloads/bp90_andeanftas.pdf (afirmado que ―los genéricos abastecen dos tercios del mercado nacional‖ en Colombia, ―en promedio, representan una cuarta parte del costo de sus equivalentes de marca‖). 153 Véase, por ejemplo, Gaëlle P. Krikorian & Dorota M. Szymkowiak, Intellectual Property Rights in the Making: The Evolution bof Intellectual Property Provisions in U.S. Free Trade Agreements and Access to Medicine, 10 J.WORLD INTELL. PROP. 388 (2007). 154 Oficina del Representante Comercial de EE.UU. 2003 Informe Especial 301 – Resumen ejecutivo en 6 (1 de mayo de 2003), disponible en http://www.ustr.gov/Document_Library/Reports_Publications/2003/2003_Special_301_Report/Section_Ind ex.html 155 Estados Unidos Amenazó con excluir a Colombia de la Ley de Preferencias Comerciales Andinas (una norma que permite el acceso libre de aranceles al mercado de EE.UU.), y de quitarle la ayuda económica (al momento un total de $ US 7.5 billones de dólares) que el gobierno colombiano solicitó para contribuir a reducir los conflictos internos, combatir la industria del narcotráfico, y estimular la economía. Diana Rodríguez Franco, The Globalization of Intellectual Property Rights: The Politics of Law and the Transformation of National and Transnational Legal Fields—The Struggles Behind the IP Chapter of the Colombian-U.S. Free Trade Agreement 25–26 (2008) (documento inédito que se encuentra en los archivos de los autores). 156 El TJCA describió detalladamente la historia de la negociación en el proceso 114-AI-2004, en 36 – 41 (8 de diciembre de 2005) (interpretando la Decisión 486). 40 protección de los ―datos de prueba u otros no divulgados…contra todo uso comercial desleal.‖ Esta frase, sin embargo, fue seguida por una última y ambigua frase que disponía que los países miembros ―podrán tomar las medidas para garantizar la protección consagrada en este artículo.‖157 Basándose en esta frase, Colombia expidió un decreto en 2002 que concedía hasta cinco años de protección exclusiva para los datos de prueba. 158 La Asociación de Industrias Farmacéuticas Colombianas (ASINFAR) inmediatamente controvirtió el decreto, pero la Secretaría General consideró que era válido de conformidad con la frase anteriormente 159 mencionada. ASINFAR demandó ante el TJCA para que se rechazara la interpretación de la Secretaria y se tomara al decreto colombiano como violatorio la Decisión 486.160 El desacuerdo entre el TJCA y la Secretaría es digno de mención. En todos los anteriores casos de incumplimiento en PI la Secretaría había encontrado que las normas nacionales eran contrarias a la normativa andina, y el TJCA lo había confirmado. La sentencia de los datos de prueba, de este modo y por primera vez, ubica a los dos actores andinos en posiciones contrarias. Al analizar el caso, el Tribunal concluyó que los Países Miembros de manera deliberada habían abolido el periodo de exclusividad que existía anteriormente en la normativa andina.161 También argumentó que la protección de los datos de prueba, como otras formas de propiedad intelectual, debía ser interpretada a la luz del amplio interés comunitario a la salud pública.162 Estos intereses impedían que 157 Decisión 486, Art. 266. Decreto 2085 de 2002, Diario Oficial, 19 de septiembre de 2002 (Colombia), disponible en http://www.presidencia.gov.co/prensa_new/decretoslinea/2002/septiembre/19/dec2085190902.pdf; véase también Natalia Tobón, Colombia—New Found Protection for Test Data, PATENT WORLD, Dec. 2002 (en el archivo de los autores). 159 Resolución de la SG 817, en 10 (14 de abril de 2004). 160 Proceso 114-AI-2004 nota 156 supra. El caso atrajo la atención general de las asociaciones de la industria de de farmacéuticos y genéricos, que participaron en el proceso como terceros interesados. La Asociación de Laboratorios Farmacéuticos (ALAFAR) apoyó al demandante ASINFAR, y la Asociación de Laboratorios Farmacéuticos de Investigación (AFIDRO) a Colombia. 161 Nuestras entrevistas revelaron que se trata de un punto de crítica y discordia con el Tribunal. Según abogados colombianos de PI y funcionarios de Ministerio de Comercio, Colombia había acordado el inciso final del artículo 266 únicamente después de recibir garantías de los demás países miembros en cuanto a que podría adoptar una protección de los datos de prueba mediante un derecho exclusivo de cinco años. Colombia. Entrevistas en el Ministerio de Comercio, nota 152 supra. Sin embargo, este acuerdo tácito no fue plasmado en los antecedentes de la redacción, lo que indica que los esfuerzos de Colombia para conservar el periodo exclusivo de protección de los datos de prueba no tuvieron éxito. Véase Proceso 114-AI-2004, nota 156 supra, en 41. 162 Proceso 114-AI-2004, nota 156 supra, en 41 (―el interés comunitario que debe regir la comercialización de los productos farmacéuticos…está destinada (sic) a la protección de la salud pública y al mejoramiento del nivel de vida de los habitantes de la subregión.‖) 158 41 Colombia expidiera normas sobre protección de datos de prueba que se apartaran de los estándares regionales.163 El efecto de la sentencia del TJCA fue inmediato. Como se señaló anteriormente, todos los países andinos, excepto Bolivia, se encontraban en medio de la negociación de un tratado de libre comercio con Estados Unidos, el cual exigía un periodo exclusivo de cinco años para los datos de prueba. Ecuador y Venezuela se opusieron a esta cláusula, pero Perú y Colombia la aceptaron.164 Después de la Decisión del TJCA, funcionarios gubernamentales nos contaron que esta cláusula fue negociada ―bajo la mesa‖. 165 Como reacción, el Ministerio de Comercio Exterior colombiano emitió un comunicado de prensa defendiendo el decreto. También pidió a los otros gobiernos, actuando en su condición de miembros de la Comisión de la Comunidad Andina, que afirmaran que el decreto era compatible con la normativa comunitaria.166 Todas las Decisiones anteriores se habían aprobado por consenso, pero en este asunto los países miembros no llegaron a un acuerdo. Después de varios intentos fallidos de conciliar posiciones, la comisión citó a otra reunión en abril de 2006. Bolivia y Venezuela no podían votar en dicha reunión porque no habían pagado sus cuotas de membrecía y, en su ausencia, los restantes tres países aprobaron la Decisión 632. La norma ―aclara la intención…disponiendo que será potestad de cada País Miembro la escogencia de la modalidad de protección para los datos de prueba, incluyendo la posibilidad de establecer plazos‖ de protección exclusiva167 (una validación retroactiva del decreto colombiano de la protección de los datos de prueba). Otro asunto es que la acción de la Comisión fuera vista como un reproche al Tribunal de Justicia de la Comunidad Andina. Un documento expedido por la industria farmacéutica de EE.UU., afirma que la Decisión 632 ―anuló la decisión de la Corte.‖168 Pero existen pruebas de lo contrario. Los funcionarios nos enfatizaron que ―Colombia es un país que obedece las decisiones del Tribunal de Justicia de la Comunidad Andina‖ y que, como consecuencia, consideraron únicamente los medios legales para preservar el decreto de protección de 163 Id. En 49 (―la protección de los datos de prueba u otros no divulgados se encuentra amparada por la Decisión 486 y, en consecuencia, los países miembros no pueden proteger sus datos de una manera diferente y menos aún poniendo plazo de exclusiva no contemplado en la misma legislación comunitaria.‖). 164 Véase Disagreement over Data Protection Holding up Andean-US FTA, 9 BRIDGESWKLY. TRADE NEWS DIG., Sept. 28, 2005, at 4, en http://ictsd.net/i/news/bridgesweekly/6192/. 165 Colombia. Entrevistas en el Ministerio de Comercio, nota 152 supra (describiendo los acontecimientos tras la sentencia de datos de prueba del TJCA) 166 Véase Pharma International, Special 301 Report 2006—Colombia, disponible en http://international.phrma. org/latin_america/colombia/special_301_report_2006_colombia (pos suscripción) (describiendo el comunicado de prensa). 167 Decisión 632, pmbl. (6 de abril de 2006), disponible en Eng. en http://www.comunidadandina.org/ingles/normativa/D632e.htm. 168 PhRMA, Special 301 Submission 2007 at 257, disponible en http://members.phrma.org/international/PhRMA_Special_301_Submission_2007.pdf. 42 datos de prueba. También temían que el incumplimiento pudiera dar lugar a que el TJCA impusiera sanciones, tal como lo hizo en el caso pipeline contra Ecuador.169 La Decisión 632 refleja esa conciencia por la legalidad. Ésta nunca menciona la sentencia del Tribunal de 2005; en su lugar se refiere a un pronunciamiento anterior en el que el TJCA declaró que: sólo a la Comisión…le corresponde, mediante la expedición de otra norma del mismo nivel y jerarquía, realizar lo que se conoce doctrinariamente con el nombre de "interpretación auténtica", la cual por quedar consignada en una ley, participa de las características propias de ella, entre otras, la de su generalidad… En esta última labor legislativa se trata de fijar el contenido material de una ley que, a juicio del legislador, quedó oscura, o durante su vigencia ha sido objeto de interpretaciones…170 Los países miembros, de esta manera, mostraron que los precedentes del propio TJCA los autorizaba a corregir su errónea interpretación de un texto ambiguo en la Decisión 486 y sus antecedentes históricos. Cualquiera que sean las consecuencias para la autoridad del Tribunal, la controversia sobre la protección de los datos de prueba exacerbó el ya tenso clima político en la región. Las negociaciones comerciales se rompieron a finales de 2005, cuando primero Perú y luego Colombia negociaron tratados bilaterales con los Estados Unidos, en los cuales se requería un periodo exclusivo de cinco años para los datos de prueba.171 Dos semanas después de que la Comisión adoptó la Decisión 632, Venezuela se retiró de la Comunidad Andina. ―El presidente Chávez declaró públicamente que la razón del retiro fue el ingreso de otros países miembros en tratados de libre comercio con Estados Unidos…‖172 Un funcionario del Ministerio de Comercio Exterior de Colombia se mostró de acuerdo, pero caracterizó la Decisión 632 como la ―última gota‖ en la precipitada ruptura de Venezuela con el acuerdo regional de integración.173 La Decisión 632 acercó los países andinos a la posición preferida de Estados Unidos, ya que permite, pero no los obliga, a conceder un periodo exclusivo de protección para los datos de prueba. En el resto de América Latina, sin embargo, un periodo exclusivo de de cinco años con rapidez se convirtió en norma, ya que los países cedieron ante la presión de EE.UU o ratificaron tratados bilaterales que establecían dicha protección. En contraste, Bolivia, 169 Colombia. Entrevistas en el Ministerio de Comercio, nota 152 supra. Decisión 632, nota 167 supra, pmbl. (citando el proceso 7-AI-99, en 18 (12 de noviembre de 1999)). 171 Véase Rosa Castro Bernieri, Intellectual Property Rights in Bilateral Investment Treaties and Access to Medicines: The Case of Latin America, 9 J.WORLD INTELL. PROP. 548, 563–64 (2006); Krikorian&Szymkowiak, nota 153 supra, en 400–01. 172 U.S. Trade Representative, National Trade Estimate Report on Foreign Trade Barriers 621 (2007), disponible en http://www.ustr.gov/ 173 Colombia. Entrevistas en el Ministerio de Comercio, nota 152 supra. 170 43 Ecuador y Venezuela no adoptaron la mencionada protección, ni negociaron tratados bilaterales con Estados Unidos.174 La contribución del Tribunal de Justicia de la Comunidad Andina en la construcción de un Estado de Derecho en PI. En los tres apartes anteriores analizamos tres facetas de una isla de Estado de Derecho eficaz en PI dentro de la Comunidad Andina. En primer lugar, nuestras pruebas demuestran que el ordenamiento jurídico andino ha creado importantes y exigibles derechos de propiedad intelectual, que se fortalecen con la facultad que tienen los particulares para buscar providencias del TJCA que interpreten la normativa andina en PI. En segundo lugar, los pronunciamientos del TJCA han cambiado las prácticas judiciales y administrativas nacionales en relación con los derechos de PI, especialmente al exigir a los funcionarios de las agencias que elaboren una adecuada recopilación de hechos para justificar sus decisiones con razones, y para proporcionar procedimientos claros y justos para que las partes puedan controvertir las decisiones. En tercer lugar, El TJCA ha sido eficaz como baluarte contra los poderosos intereses extranjeros que han presionado a los gobiernos para que excedan normas OMC compatibles con la normativa andina en PI. Como efecto, la normativa andina en PI mantiene muchas limitaciones y restricciones, mientras que otros países latinoamericanos las derogaron como consecuencia de la presión proveniente de Estados Unidos.175 Estas tres facetas de la isla de Estado de Derecho en PI se encuentran interrelacionadas y se refuerzan mutuamente. Los primeros procesos ante el TJCA aclararon el contenido de la normativa andina en PI y mejoraron la calidad de la toma de decisiones en las agencias. Estos avances hicieron que la adquisición de derechos de PI fuera más atractiva para los particulares, quienes presentaron un número creciente de solicitudes de marcas y patentes. Estas solicitudes, a su vez, aumentaron los ingresos de las agencias y, de esta manera, su autonomía.176 Con el tiempo los funcionarios de las agencias comenzaron a basarse en la jurisprudencia andina para llevar a cabo sus funciones esenciales. Consultas en la Secretaría General sobre la revisión de normas andinas de PI y providencias del TJCA que moderaron los derechos de PI a favor de la protección al consumidor, reforzaron aún más la fidelidad de las agencias hacia el sistema jurídico andino.177 174 Véase Cullen, nota 147 supra, en 9-10 & tbl. 1 (revisando las normas de protección de datos en todos los países en desarrollo, incluyendo Latinoamérica; y describiendo el exitoso esfuerzo de EE.UU. para incorporar la protección de los datos de prueba en los tratados bilaterales de comercio y de inversiones). 175 Este aspecto de la práctica del TJCA encaja dentro de la definición estándar de eficacia usada en la literatura de las relaciones internacionales, la cual mide si una norma o institución internacional induce ―cambios deseados en el comportamiento que de otra manera no habrían ocurrido‖, Raustiala, nota 6 supra, en 396. 176 Recordemos que los presupuestos de varias agencias de PI se encuentran financiados por las tasas de las solicitudes de marcas y patentes. Véase el texto de la nota 53 supra. 177 Véase el texto de las notas 58 – 59 & 119-20 supra. 44 Las controversias entre los solicitantes de marcas y los opositores fueron las principales responsables de estos desarrollos.178 Pero estas disputas entre actores privados sentaron las bases para que las agencias actuaran como órganos de ejecución en procesos de alto perfil, controvirtiendo decretos nacionales de patentes como contrarios al ordenamiento jurídico andino. Las acciones de las agencias aumentaron el costo de incumplimiento en estos casos. Para evadir al TJCA, los ejecutivos nacionales tendrían que hacer más que simplemente ignorar las providencias del Tribunal: se han visto obligados a interferir con normas continuadas y procedimientos de decisión en sus propios organismos internos. Sin duda, la eficacia del TJCA no es ilimitada. La controversia en relación con la protección de datos de prueba puede revelar un límite de la isla de Estado de Derecho en PI. Sin embargo, el caso es excepcional desde varios ángulos. El primero se refiere al contenido de la normativa andina. Las Decisiones andinas son muy claras en no permitir las patentes de segundo uso; en relación con la protección de datos, las normas sin lugar a dudas eran oscuras y objeto de interpretaciones contrapuestas. La Secretaría General apoyó al gobierno colombiano y continúa creyendo que la sentencia del TJCA tergiversa la norma andina. El segundo se refiere a que el TJCA profirió su fallo durante un periodo de fuertes divisiones ideológicas en la región, ya que tres de los cinco miembros, Bolivia, Ecuador y Venezuela, se distanciaron de las políticas liberales del Consenso de Washington, y las otras dos, Colombia y Perú, fueron sometidos a una presión cada vez mayor por parte de Estados Unidos para la protección de los datos de prueba. El tercero se refiere a que a diferencia de los casos de las patentes pipeline y de segundo uso, el de protección de datos de prueba involucró un asunto en el ámbito de los ministerios nacionales de salud; y a diferencia de las agencias de PI, dichos ministerios no tenían una relación con el Tribunal, ni un interés profesional en la aplicación de la normativa andina.179 Por todas estas razones, la controversia sobre la protección de datos de prueba es diferente a los otros casos de PI, en donde las sentencias del TJCA exitosamente rechazaron los esfuerzos políticos por eludir las normas andinas de PI. Un segundo límite de la isla de Estado de Derecho en PI involucra a Bolivia y Venezuela, cuyas cortes, como se señaló anteriormente, casi no han enviado interpretaciones prejudiciales al TJCA.180Los sujetos que entrevistamos atribuyen la falta de solicitudes de Bolivia a su bajo nivel de desarrollo económico, el débil sistema judicial y administrativo del país, y un volumen limitado de PI relacionada con inversión extranjera.181 178 Véase el texto de la nota 66 supra (dando la materia prima para las interpretaciones prejudiciales del TJCA). 179 Véase Health Ministry of Peru, Evaluation of Potential Effects of the Free Trade Agreement Being Negotiated with the United States on Access to Medicines (2005), disponible en http://www.citizenstrade.org/pdf/peruvianhealthministry_impactofiponaccesstomeds_042005.pdf (traducción no oficinal de las conclusiones) (analizando las consecuencias de una mayor protección de datos en relación con el costo de los medicamentos, sin mencionar la normativa andina o los pronunciamientos del TJCA.) 180 Véase, el texto de la nota 74 y el gráfico 2, pág 15 supra. 181 Por ejemplo, entrevista con Olarte, nota 61 supra; Entrevista con Augusto rey, Director Ejecutivo, Asociación Nacional de Laboratorios Farmacéuticos (ALAFARPE), Lima (19 de junio de 2007). 45 El panorama para Venezuela es menos claro. En el plano administrativo el gobierno creó una nueva agencia de PI en 1997, el SAPI. De acuerdo con sus ex asesores jurídicos, el SAPI aplicó la normativa andina en PI para examinar las solicitudes de marcas y patentes.182Aunque la agencia inicialmente concedió una patente de segundo uso para Pfizer, cumplió con el pronunciamiento del TJCA en relación con dichas patentes.183Este antecedente es similar a lo ocurrido en las agencias de PI de los otros países miembros. La práctica de los tribunales nacionales, sin embargo, es muy diferente. Al igual que Perú y Ecuador, los tribunales venezolanos se negaron a remitir consultas prejudiciales al TJCA. Pero en contraste con lo sucedido en esos dos países, en Venezuela ningún particular reclamó esta reticencia ante la Secretaría General. La perspectiva de estos reclamos disminuyó con la elección del presidente Hugo Chávez en 2001, y se desvaneció con el retiro de Venezuela de la Comunidad Andina en 2006. Sin embargo, de manera sorprendente el SAPI y los jueces venezolanos continúan aplicando la normativa andina en PI, sugiriendo esto que bajo diferentes condiciones políticas pudieron eventualmente haber remitido casos de PI al TJCA.184 III. ¿POR QUÉ LOS LITIGIOS ANDINOS NO HAN LLEGADO A OTROS TEMAS O ÁREAS? Nuestra codificación de la jurisprudencia del TJCA en la parte I, indicó que más del 90 por ciento de las interpretaciones prejudiciales vinculaban temas de PI. Este porcentaje se ha mantenido constante en el tiempo, indicando que los particulares demandantes no se han extendido a otros temas o áreas. La existencia de dicho abarcamiento es crítico para explicar el éxito de la CEJ.185 ¿Por qué, entonces, la explosión de procesos en PI no ha alcanzado otros ámbitos regulados por la Comunidad Andina? Para responder esa pregunta debemos investigar a ―los perros que no ladran‖, una pesquisa que es esencialmente más sugestiva que definitiva.186 Identificamos tres argumentos principales de por qué la propiedad intelectual sigue siendo una isla. En primer lugar, la normativa andina en PI (Decisiones 311, 313, 344 y 486, véase la tabla 1, pág. 9), es detallada y precisa; en temas diferentes a la propiedad intelectual las Decisiones a menudo contienen lagunas o lenguaje exhortativo que preserva la discrecionalidad nacional. Por ejemplo, la política andina de telecomunicaciones requiere a los gobiernos para crear acceso a las frecuencias escasas. Pero esta previsión se consagra ―sin perjuicio de la normativa nacional que establezca cada país miembro‖, permitiendo a los gobiernos que privilegien a las compañías nacionales de 182 Entrevista con Colmenter, nota 52 supra. Véase proceso 01-AI-2001, nota 140 supra; Pacheco & Nebrada, nota 140 supra. 184 U.S. Dep‘t of State, 2007 Investment Climate Statement—Venezuela, disponible en http://www.state.gov/e/eeb/ifd/2007/80762.htm. 185 Véase, por ejemplo, Anne-Marie (Slaughter) Burley & Walter Mattli, Europe Before the Court, 47 INT‘L ORG. 41, 60 (1993). 186 El análisis en esta parte se basa en el marco de lo establecido en Karen J. Alter, The European Union‘s Legal System and Domestic Policy: Spillover or Backlash? 54 INT‘L ORG. 489 (2000). 183 46 propiedad de las familias con poder político.187La normativa en agricultura y ganadería permite a los países miembros decidir si la aplicación de las normas andinas es factible y eficaz.188Y la Decisión que armoniza los impuestos de valor agregado está repleta de disposiciones transitorias, excepciones para determinados sectores y actores, y normas que permiten que se sigan aplicando los sistemas impositivos nacionales.189 Estas diferencias en el ordenamiento jurídico andino revelan que los gobiernos tienen interés en mantener normas comunes en PI, pero en cuanto a la integración del mercado andino se encuentran débilmente comprometidos. Este tibio compromiso se refleja en el hecho de que el comercio con los países no miembros, especialmente con los Estados Unidos, la Comunidad Europea, Brasil, Argentina y México, es mucho más importante económicamente que el interandino, el cual ha representado aproximadamente el 10 por ciento del comercio total desde la década de los 90.190 Los regímenes competitivos de comercio también agotan el compromiso de los países miembros en relación con el proceso de integración andino. Los países latinoamericanos han negociado tratados de libre comercio por lo menos durante medio siglo. Recientemente el Mercosur, una unión aduanera sudamericana inicialmente integrada por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, ha actuado como una poderosa fuerza centrífuga que aleja a los países andinos entre sí. Los países andinos han tratado de manejar este estado competitivo a través de una estrategia de ―regionalismo abierto.‖ 191En la última década los cinco países andinos se han convertido en miembros 187 Decisión 462, ART. 23 (25 de mayo de 1999); Véase también Arts. 20, 22. De acuerdo con un abogado que solicitó anonimato, el gobierno colombiano invocó esta previsión para favorecer a la sociedad Alcatel, que tiene relaciones cercanas con familias poderosas en ese país. 188 Decisión 328. Arts. 15, 20 (22 de octubre de 1992). 189 Decisión 599, Arts. 7, 13, 14, 16, 17, 28, 30, 32, 33, 37, 39 (12 de julio de 2004). Para un análisis más detallado, véase Luis A. Arias et al., The Harmonization of Indirect Taxes in the Andean Community, Inter-Am. Dev. Bank Occasional Paper SITI–07 (2005), disponible en http://idbdocs.iadb.org/wsdocs.getdocument.aspx?docnum_781731. 190 El comercio interandino representó sólo un 3 a 5 por ciento del comercio total durante el periodo del Pacto Andino. Véase Avery & Cochraine, nota 27 supra, en 183; Hojman, nota 26 supra; Evolución del proceso de integración 1969 – 1999. Comunidad Andina [CAN] Doc. SG/di219/Rev.1, en 28 (26 de abril de 2000) (en el archivo de los autores). En la última década, el comercio entre los países andinos ha llegado a ser más importante marginalmente, alcanzando el 13 por ciento en 1998 pero disminuyendo a menos de 10 por ciento a los pocos años después. Véase MIGUEL RODRÍGUEZ MENDOZA, TRADE RULES IN THE MAKING: CHALLENGES IN REGIONAL AND MULTILATERAL NEGOTIATIONS 96 (1999); Mikio Kuwayama, Latin American South-South Integration and Cooperation: From a Regional Public Goods Perspective 14, Economic Commission for Latin America and the Caribbean, Comercio Internacional Series No. 50 (2005). Un factor importante es que el comercio intraregional consiste principalmente en productos terminados de poco valor agregado, diferentes a los productos intermedios utilizados en la producción de bienes de alto valor agregado. Los productores de estos productos terminados pueden beneficiarse de las disminuidas barreras comerciales interandinas, pero también pueden encontrarse con una mayor competencia de productores de bienes similares en el espacio de los países andinos y, por esta razón, ser menos entusiastas en relación con las bajas barreras comerciales. Véase Kuwayama supra, en 33; Avery & Cochraine, supra, en 191-92. 191 Chris Brummer, The Ties that Bind? Regionalism, Commercial Treaties, and the Future of Global Economic Integration, 60 VAND. L. REV. 1349, 1353&n.7 (2007) (definiendo ―regionalismo abierto como el que extiende los términos y los beneficios de la integración regional al resto del mundo, y regionalismo cerrado como el que se encierra en beneficios especiales para sus miembros‖); véase también Mauricio Baquero–Herrera, Open Regionalism in Latin America: An Appraisal, 11 L& BUS. REV.AM. 139 (2005). 47 asociados del Mercosur, y en 2002 las dos organizaciones regionales negociaron su propio tratado de libre comercio.192El regionalismo abierto promueve los intereses comerciales de los países miembros, pero también disminuye los incentivos para profundizar la integración andina y favorecer la construcción de relaciones económicas más estrechas con otros países de América Latina. Una segunda explicación de por qué la propiedad intelectual sigue siendo una isla de Estado de Derecho, es que el TJCA se ha mostrado reacio a interpretar intencionalmente la normativa andina. Consideremos algunos ejemplos. El Tribunal ha rechazado las intenciones de los particulares litigantes de recurrir al espíritu o los objetivos del Acuerdo de Cartagena para limitar el campo de acción de los países miembros en áreas no reguladas directamente por las Decisiones andinas.193 Además, el TJCA se negó a vigilar el alcance de las excepciones autorizadas en el marco del Programa Andino de Libre Comercio.194Del mismo modo, el TJCA en una interpretación prejudicial de 2002, sostuvo que carecía de autoridad para examinar prácticas anticompetitivas si éstas no tenían efectos adversos en otros países andinos.195El TJCA también se negó a tramitar consultas de interpretación prejudicial provenientes de agencias administrativas que cumplían funciones judiciales.196En este aspecto el TJCA contrasta con su homólogo jurisdiccional, la Corte Europea de Justicia, famosa por llenar lagunas normativas para atraer nuevos casos y promover la integración comercial y jurídica en Europa.197 La concepción más modesta del Tribunal en cuanto a sus propias facultades, 192 Acuerdo de complementación económica No. 56 CAN – Mercosur. 6 de diciembre de 2002, disponible en http://www.sice.oas.org/Trade/MRCSR/acMerAns.asp. Las fechas en las que los países andinos se convirtieron en asociados son: Bolivia (1999), Perú (2003), y Ecuador, Colombia y Venezuela (2004). Venezuela se convirtió en miembro pleno del Mercosur después de su retiro de la Comunidad Andina en 2006. 193 Véase KAREN J. ALTER, Jurist Advocacy Movements in Europe: The Role of Euro-Law Associations in European Integration (1953–1975) [hereinafter Alter, Jurist Advocacy Movements], in THE EUROPEAN COURT‘S POLITICAL POWER: SELECTED ESSAYS 61, 81–84 (2009) (discutiendo los procesos 1-AI87, nota 30 supra; I-IP-90 (18 de septiembre de 1990; y 3-IP-93 (13 de Julio de 1993), los que tienen que ver con la regulación de la industria del aluminio); Saldías, nota 27 supra, en 21-28 (revisando los pronunciamientos del TJCA que rechazan las intenciones de los litigantes de controvertir regulaciones nacionales contrarias al objetivo político de la Comunidad Andina: la liberalización del mercado.) 194 En lugar de esto, considero que ―el juez nacional es el único con autoridad para determinar si el producto se encuentra incluido… en el Programa de Libre Comercio.‖ Proceso 3-IP-93, nota 193 supra, en 9. 195 Proceso 87-IP-2002, en 13 (13 de noviembre de 2002) (interpretando varias decisiones y una resolución de la SG). 196 En 1999 el Tribunal administrativo del INDECOPI intentó remitir un caso al TJCA. El INDECOPI tiene las mismas funciones de revisión administrativa que el Consejo de Estado en Colombia, la corte administrativa que ha enviado dos tercios de los casos tramitados en el TJCA. Sin embargo, el Tribunal rechazó que el INDECOPI remitiera asuntos, adoptando una posición formalista mediante la cual sólo los órganos judiciales pueden enviar consultas de interpretación prejudicial. No encontramos ningún registro escrito de esta decisión, pero su existencia fue confirmada por varios abogados peruanos, jueces, y funcionarios gubernamentales. El TJCA cambió de posición en 2007, decidiendo que las agencias de PI podían remitir casos si se trataba de una última decisión administrativa. Proceso 14-IP-2007 (21 de marzo de 2007) (interpretando el término ―juez nacional‖ en la versión revisada del Tratado del TJCA, nota 35, supra, lo que incluye al organismo administrativo que cumple funciones judiciales). Este cambio probablemente acelerare la revisión de las decisiones registrales de las agencias al evitar la necesidad de recurrir ante las cortes nacionales. 197 Véase Weiler, nota 15 supra. 48 disminuye los incentivos y las oportunidades para que los particulares hagan cumplir las Decisiones andinas a través de litigios.198 Estas estrechas decisiones pueden tener buen soporte en la normativa andina, y pueden reflejar fielmente las preferencias de los países miembros. Pero cuando se trata de propiedad intelectual, el TJCA no ha sido tan reticente. Al contrario, ha actuado más como la CEJ mediante las prácticas nacionales para generar doctrinas andinas de PI y defender las normas regionales de PI contra las conflictivas normas nacionales e internacionales.199 La tercera explicación en cuando a la persistencia que ha tenido la propiedad intelectual de mantenerse como una isla, es que el TJCA no se apoya en un grupo más amplio de órganos de ejecución privados o públicos. Con respecto a los actores privados, el TJCA carece de un buen grupo de particulares y abogados dispuestos a entablar demandas para hacer cumplir las normas andinas de aranceles, impuestos, aduanas, y otras diferentes a las de PI. La ausencia de interlocutores tiene raíces en el sistema regional de educación superior. El derecho comunitario andino no se enseña en la mayoría de universidades, ya sea como una materia independiente o como una parte de las materias de derecho administrativo o constitucional. Como resultado, el conocimiento del sistema jurídico andino sigue siendo limitado. Muchos abogados no ven al sistema relevante para su práctica, y los activistas, académicos y las organizaciones no gubernamentales no perciben que los procesos judiciales andinos tengan valor estratégico o generen oportunidades para la defensa de sus intereses.200 El TJCA también carece de apoyo judicial nacional. Como se discutió en la parte I, las cortes nacionales tuvieron que estar convencidas para hacer consultas prejudiciales al TJCA en asuntos de PI. Por otra parte, los jueces internos han dudado en ampliar su relación con el TJCA más allá de las áreas exclusivamente reguladas por las normas andinas.201 198 Para una explicación adicional en cuando a la modestia relativa del TJCA, véase Alter, Jurist Advocacy Movements, nota 193 supra. 199 Por ejemplo, la jurisprudencia del TJCA en relación con los acuerdos de coexistencia marcaria es totalmente de creación judicial, lo que se refleja en el hecho de que el INDECOPI y la SIC tienen portafolios que incluyen la protección de los derechos de consumidor. Véase texto en las notas 117 – 120 supra. 200 Por ejemplo, entrevista con la firma Romero Arteta Ponce, nota 85 supra; Entrevista con Olarte, nota 61 supra; Entrevistas con Rosell, nota 34 supra; Entrevista con Tangarife, nota 61 supra. Todavía existe la opción de presentar un reclamo de incumplimiento ante la Secretaría General y, a través de ella, ante el TJCA. Es posible que los abogados prefieran esta ruta. Los reclamos de incumplimiento involucran una variedad amplia de temas y áreas, y han incrementado en número con el tiempo, sugiriendo que estos reclamos pueden ser la mejor vía para que los particulares controviertan las políticas gubernamentales. Una cuestión diferente, sin embargo, es si esta ruta es efectiva. El ordenamiento jurídico andino autoriza la imposición de sanciones si los países miembros se niegan a cumplir las sentencias de incumplimiento expedidas por el TJCA. Un gran número de dichas sentencias han dado lugar a sanciones, lo que indica que el cumplimiento es irregular. Este tema merece más investigación. 201 En otras áreas de la integración andina, como los impuestos y aduanas, las normas e instituciones nacionales precedieron al Pacto Andino y han continuado existiendo a su lado. Entrevista con Mauricio A. Plazas Vega Carrera, profesor de Derecho, Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario de Bogotá, y 49 En las entrevistas los jueces hicieron hincapié en que los países miembros y la Secretaría General, no los jueces nacionales, eran los responsables de garantizar el cumplimiento del ordenamiento jurídico andino. Asimismo, alegaron que no es necesario remitir casos que sólo competen a las normas nacionales.202Esta limitada visión en relación con el papel de los jueces nacionales simplemente puede reflejar una fase temprana del proceso de integración. De hecho, esta reticencia es similar a la observada en Europa en la década del 60.203 Pero también está directamente en contradicción con el tratado del TJCA, mediante el cual se prevé no sólo en relación con las consultas en casos donde se ―controvierta la aplicación‖ de una norma andina, sino también en los que la norma andina ―deba ser aplicada.‖204 Otro órgano de ejecución que falta es un conjunto de actores autónomos nacionales dentro del Estado, que se encuentren comprometidos a cumplir las normas andinas. En la parte I discutimos la creación de agencias nacionales de PI en los 90. Los administradores de PI eran situados de manera diferente en comparación con otros administradores para algunos aspectos importantes.205 En primer lugar, los organismos donde trabajaban eran totalmente nuevos o substancialmente reinventados. Sin hábitos arraigados o una trayectoria establecida, y con pocos actores nacionales con conocimientos en derecho internacional de PI, las agencias empezaron a funcionar sobre la base de la experiencia comunitaria andina. En segundo lugar, las agencias de PI contaron con recursos bastante escasos. Recibieron financiamiento inicial de las instituciones financieras internacionales que promovían la liberalización del mercado, y se beneficiaron del apoyo técnico y material de la OMPI. Varias agencias también tienen una fuente independiente de recursos en las tasas que se cobran por las solicitudes de PI. Finalmente, la propiedad intelectual es un área de práctica jurídica especializada con perspectivas de carrera internacional. Atrae abogados ambiciosos y negociadores comerciales que estudiaron fuera de la región, y, por lo tanto, se convierten en una parte de la comunidad global de actores que creen en el Estado de Derecho para la materia. Estos recursos y actores le dieron a las agencias de PI el know- how, los incentivos y la oportunidad de hacer bien su trabajo. También fundador de Mauricio A. Plazas Vega Abogados & Compañía, Bogotá (14 de septiembre de 2007). Para los actores nacionales en dichas áreas, el sistema jurídico andino resulta ser más obstructivo que facilitador, obligando cambios en las prácticas y parcialmente diluyendo la autoridad normativa e interpretativa de los actores nacionales. Para una discusión adicional, véase Helfer & Alter, nota 68 supra. 202 Por ejemplo, Entrevistas con los magistrados del Consejo de Estado, nota 67 supra; entrevista con la vocal Vásquez Cortez, nota 67 supra. 203 Véase 203 See STUART SCHEINGOLD, THE LAW IN POLITICAL INTEGRATION: THE EVOLUTION AND INTEGRATIVE IMPLICATIONS OF REGIONAL LEGAL PROCESSES IN THE EUROPEAN COMMUNITY (1971). 204 Tratado revisado del TJCA, nota 35 supra, Art. 33. 205 Para una discusión de las dificultades que enfrentan muchas agencias administrativas en Latino América, Véase Inter-Am. Dev. Bank The Politics of Policies: Economic and Social Progress in Latin America 67 (2006), disponible en http://www.iadb.org/res/ipes/2006/index.cfm?language=En&parid=1 (Análisis empírico exhaustivo de las agencias administrativas latinoamericanas, concluyendo, entre otras cosas, ―que la transición de regímenes autoritarios a democráticos se ha relacionado con cierta tendencia a subordinar aún más la burocracia al control político‖). 50 proporcionaron a los administradores de la agencia la autonomía necesaria para integrar las normas andinas de PI es sus prácticas administrativas. Estas razones sobre fracaso de la integración andina para extenderse más allá del ámbito de la propiedad intelectual siguen siendo algo ad hoc. Lo que podemos decir es que al parecer hay una falta masiva de interés en hacer cumplir la normativa andina, y que los factores que socavan de manera más amplia la integración se refuerzan a sí mismos, creando un circuito de retroalimentación negativo que inhibe la penetración del ordenamiento jurídico andino en los sistemas jurídicos nacionales.206La falta de compromiso gubernamental para expandir las relaciones económicas entre los países miembros, también disminuye el interés de los actores privados para construir lazos económicos intra–andinos y permite que el retraimiento judicial y administrativo nacional actúe como una barrera para que los litigantes usen el sistema jurídico andino para promover sus intereses. IV. LA EXPERIENCIA ANDINA Y EL CRECIMIENTO DEL NIVEL DE JUDICIALIZACION DEL DERECHO INTERNACIONAL. Para los estudiosos de las instituciones jurídicas latinoamericanas o del derecho de propiedad intelectual, la contribución del TJCA en la construcción de una isla de estado de derecho en PI en la Comunidad Andina es un asunto interesante por sí mismo. Sin embargo, las implicaciones de este éxito específico del Tribunal, excede por mucho el tema de la propiedad intelectual y los confines geográficos de los Andes. En esta parte evaluamos las diferentes teorías sobre la eficacia de la jurisdicción internacional a la luz de la experiencia andina. Esta evaluación es especialmente importante y oportuna porque, como lo explicaremos más adelante, los tribunales en otros sistemas regionales pueden estar desarrollando sus propias islas de jurisdicción internacional en cuestiones o temas específicos. Evaluando las teorías alternativas sobre la eficacia de la jurisdicción internacional. Las últimas dos décadas han atestiguado una global y vertiginosa construcción judicial internacional. Tal como acertadamente ha hecho notar un académico, ―para muchos abogados y estudiantes no especializados en derecho internacional, aún es sorprendente que actualmente haya más de cincuenta cortes, tribunales y cuerpos cuasi judiciales internacionales, la mayoría de los cuales han sido establecidos en los últimos veinte años‖.207 Adicionalmente a las cortes y tribunales, estas instituciones comprenden mecanismos de revisión 206 207 En relación con el circuito de retroalimentación negativo, véase Alter, nota 186 supra, en 512 – 515. Jenny S. Martinez, Towards an International Judicial System, 56 STAN. L. REV. 429, 430 (2003). 51 cuasi-judicial, híbridos de jurisdicción y arbitraje, y novedosas combinaciones de autoridades judiciales nacionales e internacionales.208 En la medida en que la cantidad de estos organismos judiciales ha aumentado, los académicos han elaborado tres teorías para explicar las condiciones bajo las cuales pueden ser eficasez. La contribución del TJCA en la construcción de una isla de Estado de Derecho en la Comunidad Andina, aunque únicamente en el área de propiedad intelectual, proporciona cuatro nuevas evidencias para evaluar estas teorías en contienda. La primera teoría postula el diseño institucional como la variable explicativa fundamental. Los académicos partidarios de este enfoque enfatizan en factores como la independencia judicial, la jurisdicción obligatoria y permanente, y otras reglas de acceso a la justicia, para distinguir las instituciones eficaces.209 Una hipótesis clara surge de este marco teórico. Los tribunales con características que ―penetran la superficie del estado‖ y facultan a los jueces internacionales a ―interactuar directamente con los principales actores en los sistemas jurídicos nacionales‖, son más propensos a atraer un flujo constante de litigantes particulares o de cortes nacionales, los cuales, a su turno, actuarán como órganos de ejecución para el cumplimiento de las decisiones del tribunal.210 Un segundo acercamiento, basado en la teoría del agente principal, vincula la eficacia con la actividad estratégica de los jueces. Una parte de esta escuela analiza las limitaciones legales, políticas y discursivas que conjuntamente crean un ―espacio estratégico‖ que define los límites dentro los cuales los tribunales pueden ser efectivos.211 En contraste, para otros partidarios de la teoría del agente principal, la variable explicativa fundamental radica en si los estados tienen controladas adecuadamente las tendencias activistas de las personas que prestan sus servicios en dichos tribunales. Los jueces internacionales, el argumento continúa, están predispuestos profesionalmente ―a salir de su roles limitados con el objeto de expandir su propia autoridad y la de su corte‖.212 Para combatir estas inherentes tendencias activistas, los 208 La literatura que analiza la proliferación de cortes y tribunales internacionales es vasta. Para un estudio reciente, véase Jacob Katz Cogan, Competition and Control in International Adjudication, 48 VA. J. INT‘L . 411 (2008). 209 Véase Karen J. Alter, Delegation to Internationla Courts and the Limits of Recontracting Power, en DELEGATION AND AGENCY IN INTERNATIONAL ORGANIZATIONS, 312, 331-34 (Darren Hawkins et. al. eds., 2006). 210 Helfer & Slaughter, Effective Supranational Adjudication, nota supra 13, en 277; véase también, Miles Kahler, Conclusion: The Causes and Consequences of Legalization, 54 INT‘L ORG. 661.675 (2000) (―órganos de ejecución‖); Alter, nota supra 5, en 44-45. 211 Richard H. Steinberg, Judicial Lawmaking at the WTO: Discursive, Constitutional, and Political Constraints, 98 AJIL 247, 249 (2004); véase también Karen J. Alter, Agents or Trustees? International Courts in Their Political Context, 14 EUR. J. INT‘L REL. 33, 46-48 (2008); Helfer & Slaughter, nota 10 supra, en 942-54. 212 Cogan, nota 208 supra, en 415; Posner & Yoo, nota 12 supra, en 7 (afirmando que ―los tribunales tienden a ser ineficaces cuando descuidan los intereses de los estados parte y, en su lugar, toman decisiones basadas en ideales morales o en intereses de grupos o individuos dentro del estado‖; véase también ROBERT H. BORK, COERCING VIRTUE: THE WORLD WIDE RULE OR JUDGES 10 (2003) 52 estados deben establecer mecanismos de control para disuadir o para penalizar la extralimitación judicial.213 En ausencia de dichos controles, los tribunales activistas desencadenarán una reacción violenta de los estados, mediante la cual van a retener su propia jurisdicción ex ante, se van a retirar de aquella jurisdicción ex post, o se van a negar a cumplir sus sentencias.214 Un tercer grupo de académicos utiliza las teorías liberales de las relaciones internacionales, para vincular la eficacia con las condiciones políticas y legales prevalecientes en los estados parte que son objeto de la jurisdicción del tribunal. Donde los regímenes democráticos, la independencia de los jueces nacionales o las organizaciones civiles robustas son débiles o inexistentes, argumentan estos académicos, las cortes internacionales, incluso aquellas que tienen una extensa jurisdicción y amplias competencias formales, no serán ni activas ni eficaces.215 Visto desde esta perspectiva, las posibilidades de una jurisdicción internacional eficaz en muchas regiones del mundo son menos que prometedoras. ¿Qué puntos de vista proporciona la experiencia andina para evaluar estas tres teorías de la eficacia? Con respecto al diseño del Tribunal, el tratado del TJCA establece un procedimiento de interpretación prejudicial que crea un vínculo directo entre los jueces nacionales y sus colegas andinos. Las interpretaciones prejudiciales son responsables de más del 90 por ciento de las decisiones del TJCA, constituyendo una evidencia adicional de que la eficacia (al menos en un espacio circunscrito) puede ser atribuida al diseño de características que permiten a los jueces internacionales interactuar con litigantes particulares y cortes nacionales. Sin embargo, por las razones expuestas en la parte III, el procedimiento de la interpretación prejudicial únicamente ha generado un pequeño número de casos que involucran las normas andinas. La escasez de litigios privados por fuera del área de propiedad intelectual, revela que la interpretación prejudicial y otros mecanismos de acceso particular son (―Los jueces de las cortes internacionales (…) continúan quebrantando las instituciones democráticas y promoviendo la agenda de la Izquierda liberal o Nueva Clase.‖). 213 Véase, por ejemplo, Paul B. Stephan, Courts, Tribunals and Legal Unification – The Agency Problem. 3 CHI. J. INT‘L 333 (2002). 214 Cogan, nota 208 supra, en 440; véase también Laurence R. Helfer, Overlegalizing Human Rights: International Relations and the Commonwealth Caribbean Backlash Against Human Rigths Regimes, 102 COLUM. L. REV. 1832 (2002) (explicando por qué tres países caribeños se retiraron de la jurisdicción de los tribunales de derechos humanos después de que la ―sobre-legalización‖ de las obligaciones convencionales generaron una oposición interna para acatar sus decisiones). 215 Véase, por ejemplo, Andrew Moravcsik, Explaining International Human Rights Regimes: Liberal Theory and Western Europe, 1 EUR. J. INT´L REL. 157, 179-80 (1995) (argumentando que ―las instituciones internacionales eficaces frecuentemente presuponen el establecimiento de órdenes legales y políticos democráticos, y de organizaciones sociales robustas, en las que los actores nacionales puedan actuar para asegurar el acatamiento de las normas internacionales‖, y haciendo notar la ausencia de estas condiciones en América Latina); Keohane, Moravcsik, & Slaughter, nota 12 supra, en 478 (postulando que las democracias liberales van a ser más receptivas a los esfuerzos por ―incrustar el derecho internacional en los sistemas jurídicos nacionales‖); Anne-Marie Slaughter, International Law in a World of Liberal States, 6 EUR J. INT‘L L. 503, 532-33 (1995) (pronosticando un mayor nivel de cumplimiento de las normas del derecho internacional por parte de los países con democracias liberales). 53 insuficientes por internacional. sí mismos para establecer una eficaz jurisdicción Los aportes del estudio del caso andino a las teorías del agente principal, son también notables. Aunque el TJCA fue estructurado a partir del modelo de la CEJ, nosotros encontramos numerosos ejemplos en los que los jueces andinos, a diferencia de su contrapartida europea, demostraron un interés muy escaso en expandir su autoridad, incluso cuando sus decisiones expansivas probablemente no generarían ningún tipo de oposición política. 216 Esta pasividad sugiere que factores distintos a los mecanismos de control pueden explicar el nivel de activismo judicial.217 Cierto es que en el caso de la protección de los ―datos de prueba‖ podría decirse que los países miembros castigaron al TJCA por expedir un precedente políticamente problemático (aunque no por el hecho de ser muy activista). 218 El caso puede ser una anomalía por las razones discutidas en la parte II. O en el contexto andino puede revelar los límites externos de la independencia de las cortes internacionales, que suponen los partidarios de la teoría del agente principal. Para los teóricos que citan los factores políticos y legales internos para explicar el éxito o el fracaso de los tribunales internacionales, la eficacia del TJCA, incluso circunscrita a la propiedad intelectual, es sorprendente. A pesar de la ola de reformas en la década de los 90, los países andinos han continuado su experiencia de crisis políticas que ponen ―en riesgo los regímenes democráticos y que frecuentemente los conduce a un retroceso significativo‖. 219 Adicionalmente, la ausencia de una independencia plena de los jueces nacionales220 y la presencia de una plataforma para la intervención política en los sistemas jurídicos nacionales (para no mencionar las instancias de corrupción y soborno), revelan que los países andinos son ―estados débiles‖221 216 Véase parte III supra. Para evidencia adicional, véase Alter, Jurist Advocacy Movements, nota 193 supra ; Saldías, nota 27 supra. 217 Véase Alter, nota 209 supra. 218 No es claro si la respuesta de los países miembros a la sentencia sobre los datos de prueba va a influir en las decisiones futuras del TJCA. La secuencia de eventos es similar a la del Protocolo Barber, en el que los países miembros añadieron una disposición al Tratado de Maastricht para limitar las decisiones de la CEJ sobre la igual remuneración a hombres y mujeres. Un análisis de la jurisprudencia de la CEJ que siguió al Protocolo Barber, indica que la llamada sanción tuvo un efecto muy limitado en la jurisprudencia de la Corte. Véase MARK A. POLLACK, THE ENGINES OF EUROPEAN INTEGRATION: DELEGATION, AGENCY, AND AGENDA SETTING IN THE EU 359-65 (2003); ALEC STONE SWEET, THE JUDICIAL CONSTRUCTION OF EUROPE 172-75 (2004). 219 Gerardo L. Munck, Democratic Politics in Latin America: New Debates and Research Frontiers, 2004 ANN. REV. SCI. 437, 449. 220 Véase Linn Hammergren, Fifteen Years of Judicial Reform in Latin America: Where We Are and Why We Haven‘t Made More Progress 5 (UN Dev. Programme 2002), disponible en http://pogar.org/publications/judiciary/linn2/index.html#intro (―Los jueces latinoamericanos han tendido a ser menos relevantes funcionalmente, y al mismo tiempo más invadidos políticamente que sus contrapartidas europeas. Mientras que algunas veces han sido manipulados por el poder, otras tantas han sido ignorados.‖). 221 Esta debilidad local es consistente con, y es de hecho una justificación para el apoyo de larga data que América Latina le otorga a las organizaciones que promueven la adhesión al derecho internacional. Véase ARIE MARCELO KACOWICZ, THE IMPACT OF NORMS OF INTERNATIONAL SOCIETY: THE LATIN AMERICAN EXPERIENCE, 1881-2001, en 55 (2005) (sosteniendo que ―el intento por focalizar las 54 en los que ―el Estado de Derecho es parcial e incompleto, y (….) respecto de los derechos civiles y de propiedad es limitado‖.222 Los teóricos que ven a los regímenes democráticos liberales y al fuerte cumplimiento interno del Estado de Derecho como precursores de la eficacia de la jurisdicción internacional, podrían suponer que la eficacia del TJCA estaría seriamente obstruida por estas características. Nosotros compartíamos estas expectativas cuando comenzamos a investigar el sistema jurídico de la Comunidad Andina. Pero nuestra investigación reveló que el TJCA es un tribunal internacional eficaz aunque se encuentre circunscrito al área de la PI, principalmente porque las agencias nacionales de PI actúan como órganos de ejecución para el cumplimiento de sus decisiones.223 El comportamiento de estas agencias administrativas y su interacción con los jueces y los funcionarios andinos, fue probablemente uno de nuestros hallazgos más importantes, encontrando que eran relevantes para las tres teorías sobre la eficacia de la jurisdicción internacional. Cuando los defensores del diseño institucional analizan los precedentes de un tribunal, cuando los voceros de la teoría del agente principal trazan un mapa de los espacios estratégicos de los jueces internacionales, y cuando los teóricos de las relaciones internacionales consideran el modo en que las cortes pueden establecer vínculos con los actores locales, rara vez tienen en cuenta el crecimiento y la importancia del Estado regulador.224 La experiencia andina en la construcción de una isla de Estado de Derecho en PI, sugiere la necesidad de considerar si las agencias administrativas tienen interés en hacer cumplir las normas internacionales y las decisiones de los tribunales, así como su autonomía para logarlo. Los funcionarios de las agencias pueden servir como conducto fundamental para su cumplimiento, cuando otras instituciones gubernamentales lo pasan por alto. Así como los vínculos entre la CEJ y las cortes nacionales inferiores en Europa fue posible por aquellas cortes que vencieron la resistencia de algunos jueces nacionales relaciones internacionales intra-regionales de América Latina en términos legalistas, puede derivarse de una debilidad local de tipo estructural (…) de los estados de América Latina‖). 222 Solimano, nota 8 supra, en 38; véase también Kaufmann et. al., nota 8 supra, en 4280 (difundiendo los resultados del índice de Estado de Derecho del Banco Mundial, que ubica a los países andinos en la parte inferior del 25 por ciento de todos los estados); Andrés Solimano, Introduction and Synthesis, en POLITICAL ECONOMY OF THE ANDEAN REGION, nota 8 supra, en 1, 1 (sosteniendo que ―los rankings internacionales de calidad de las instituciones, medidos por índices de Estado de Derecho, efectividad de la normatividad, control de la corrupción y otros, sitúa al grupo andino en un lugar relativamente bajo en comparación con otros países de América Latina‖). 223 Esto sugiere que la democracia liberal no es una categoría de ―todo o nada‖. Democracias frágiles pueden tener áreas en las que el Estado de Derecho funciona de manera eficaz, mientras que democracias robustas pueden tener puntos débiles. Véase O´Donell, nota 103 supra, en 1362. 224 El crecimiento de la burocracia estatal es un fenómeno global. Para un análisis reciente que destaca la proliferación de las agencias administrativas en América Latina, véase Jacint Jordana, Toward a Latin American Regulatory State? The Diffusion of Autonomous Regulatory Agencies Across Countries and Sectors, 29 INT´L J. PUB. ADMIN. 335, 336-66 (2006). Nuestros hallazgos también sugieren la necesidad de una investigación adicional para examinar el rol de las agencias independientes en la determinación de la calidad de la democracia y del Estado de Derecho, un factor descuidado en estudios comparativos previos sobre la calidad de la democracia. Véase Munck, nota 219 supra. 55 de apelación hacia la CEJ,225 los vínculos entre agencias administrativas independientes y los jueces de los tribunales pueden abrir un camino para una jurisdicción internacional eficaz, en donde las cortes nacionales son pasivas o incluso hostiles hacia la autoridad internacional. La habilidad de las agencias administrativas para actuar como órganos de ejecución también ayuda a explicar el activismo o expansionismo de los tribunales internacionales. En el contexto andino, los jueces del TJCA han sido audaces cuando suponen el apoyo de los funcionarios andinos y de las agencias de PI para el cumplimiento de sus decisiones. Ante la carencia de este soporte, los jueces se tornan formalistas, estableciendo límites muy estrechos a la libertad de actuación de los países miembros, y haciendo cumplir la normatividad andina únicamente cuando las reglas son claras y su violación es manifiesta. El punto teórico más general es que para que los jueces internacionales estén dispuestos a innovar o a llenar las lagunas de los textos de los tratados, necesitan de una instancia local que sirva de soporte a sus esfuerzos. Finalmente, nuestro análisis pone en evidencia un ejemplo notable de cómo un sistema jurídico internacional puede contribuir a estabilizar y reforzar el Estado de Derecho en los países en desarrollo, centrándose en una institución estatal particular. Recuérdese que algunas cortes nacionales estuvieron dispuestas a enviar solicitudes de interpretación prejudicial al TJCA cuando éste abrió sus puertas para los asuntos. Con contadas excepciones, las agencias de PI han sido los únicos interlocutores del Tribunal. En respuesta a los muchos cuestionamientos planteados por los funcionarios de las agencias, el TJCA mejoró los procedimientos de éstas en la toma de decisiones, aumentó su cumplimiento de las normas andinas, y ayudó a aislarlas de la presión política interna. La Secretaría General ha reforzado estas tendencias solicitando el asesoramiento de las agencias para la revisión de las Decisión andinas en PI, dando a los administradores una participación en la aplicación de las normas andinas. Significativamente, estas acciones ocurrieron mucho antes de que la mayor parte de jueces nacionales hayan aceptado la autoridad del TJCA. Esta secuencia de hechos sugiere que un tribunal que se pone en marcha cuando algunas instituciones gubernamentales son débiles o resistentes a la jurisdicción internacional, puede por sí mismo contribuir a construir un Estado de Derecho, aunque circunscrito a un espacio institucional definido. Como lo explicamos a continuación, este fenómeno puede ocurrir en regiones diferentes a la Comunidad Andina. Islas Emergentes de Jurisdicción Internacional en Otros Sistemas Regionales. 225 Alter, nota 186 supra, en 504-05. 56 Una segunda implicación de la experiencia andina se refiere a la forma en que los tribunales internacionales pueden establecer un punto de apoyo en los países en que los sistemas jurídicos son deficientes o débiles en algunos aspectos. Condiciones locales semejantes a aquellas que existen en los países andinos, pueden ser encontradas en muchos lugares del mundo. Si una isla de jurisdicción internacional eficaz puede desarrollarse en una región en la que los regímenes democráticos no están plenamente arraigados, el estado de derecho es débil y los jueces no son totalmente independientes, otras islas pueden surgir en el creciente número de naciones que son objeto de jurisdicción de cortes y tribunales internacionales. Dos ejemplos recientes sugieren que dichas islas pueden surgir en otros sistemas internacionales. A principios de los 90, la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (CEDEAO), un acuerdo regional entre quince naciones del África Occidental, crearon una Corte de Justicia para ayudar a promover la integración económica. La Corte se mantuvo inactiva durante más de una década. En el 2005 los países miembros concedieron por primera vez acceso a los particulares, y ampliaron las materias objeto de sus competencias.226 Ese mismo año, un grupo de políticos nigerianos solicitaron a la corte la revisión de las denuncias de violación de derechos humanos en relación con unas elecciones nacionales en ese país. ONGs y algunos particulares han presentado un gran flujo de nuevas demandas de derechos humanos en contra de varios países miembros, teniendo como resultado que la corte de la CEDEAO progresivamente está ―asumiendo una jurisdicción en asuntos de derechos humanos‖ en África Occidental.227 Otro ejemplo tiene que ver con la Organización para la Armonización del Derecho Mercantil en Africa (OHADA). El Tribunal Común de Justicia y Arbitraje, creado en 1995, ejerce jurisdicción sobre dieciséis naciones africanas francófonas que han adoptado códigos de comercio idénticos. Sus jueces garantizan la uniformidad de estas normas, mediante la emisión de opiniones consultivas solicitadas por los funcionarios de la OHADA, los países miembros, o las cortes nacionales, y mediante la revisión de las apelaciones de las cortes 226 CEDEAO-CCJ, Court of Justice of the Community of West African States, en http://www.aict.org/courts_subreg/ecowas/ecowas_home.html. 227 Ibrahima Kane & Ahmed C. Motola, The Creation of a New African Court of Justice and Human Rights, en THE AFRICAN CHARTER ON HUMAN AND PEOPLES RIGHTS 406, 439 (Malcom Evans & Rachel Murray eds., 2d ed. 2008); véase también Innocent Anaba, SERAP, CDHR Ask Gambia Bovt to Obey Ecowas Court Judgment, VANGUARD (Nig.), Junio 28, 2008, disponible en 2008 WLNR 12118179 (describiendo los esfuerzos de dos ONGs para presionar a Gambia a cumplir las decisiones de la Corte de la CEDEAO, mediante las cuales ordenaban la liberación de un periodista y la respectiva reparación por una detención ilegal); Lydia Polgreen, Court Rules Niger Failed by Allowing Girl‘s Slavery, N.Y. TIMES, oct. 28, 2008, en A6 (describiendo la forma en que un tribunal ordena a Nigeria a pagar $19.000 dólares en daños por la falta de protección de una joven mujer que fue vendida como esclava a los doce años); Lillian Okenwa, ECOWAS Court Must Uphold Citizenship, Human Rigths, THIS DAY (Nig.), agosto 29, 2006, disponible en 2006 WLNR 15044380 (informando sobre la declaración de la ONG Open Society Initiative West Africa, según la cual ―hay un papel visible de la Corte de la CEDEAO (…) en la defensa de la ciudadanía y de los derechos humanos en África Occidental‖). 57 nacionales de última instancia.228 En el papel, ―los poderes y prerrogativas‖ de la corte de la OHADA han sido descritos como ―únicos en el mundo‖.229 Sin embargo, en la práctica varios jueces nacionales ―son protectores de su propia autoridad‖ y ―no envían sus casos mercantiles al [tribunal]‖, o se niegan a implementar las decisiones del mismo.230 La única excepción potencial a esta tendencia es Costa de Marfil, en el que el tribunal tiene su sede. De acuerdo con un reciente estudio, más del 90 por ciento de los casos de la corte de la OHADA provienen de dicho país231, presentándose un llamativo paralelo a la primera década del TJCA, cuando únicamente Colombia enviaba casos al Tribunal.232 Igualmente notable son las buenas relaciones que han desarrollado los jueces internacionales y los de Costa de Marfil, un hecho que ha estimulado el relativamente gran número de solicitudes.233 Sin embargo, aún no es claro si la jurisprudencia de OHADA ha llegado a moldear las prácticas nacionales relativas al derecho corporativo, en la misma forma en que la jurisprudencia del TJCA moldea las prácticas nacionales relativas a las normas en PI.234 Las islas emergentes de jurisdicción internacional descritas en estos dos ejemplos son definidas en función de la materia y del espacio geográfico. Es demasiado pronto para saber si el incremento en la actividad judicial internacional dentro de estos límites será eficaz o si reforzará el Estado de Derecho interno. No obstante, la experiencia andina sugiere que los tribunales africanos requieren cultivar órganos de ejecución en el orden nacional, tales como las instituciones de derechos humanos o las asociaciones nacionales de abogados, que son parte del estado mismo, o están bien posicionados como para influir en sus actuaciones. Pero incluso en esta temprana coyuntura, el surgimiento de estas islas, conjuntamente con la isla fomentada por el TJCA, plantea la esperanza de que las cortes y tribunales internacionales puedan 228 Véase BORIS MARTOR, NANETTE PILKINGTON, DAVID SELLERS & SÉBASTIEN THOUVENOT, BUSINESS LAW IN AFRICA: OHADA AND THE HARMONIZATION PROCESS 9-12 (2002). 229 OHADA-CCJA, Court of Justice of the Organization for the Harmonization of African Business Law, en http://aict-ctia.orf/courts_subreg/ohada/ohada_home.html [en adelante OHADA-TCJA]. 230 Claire Moore Dickerson, Harmonizing Business Laws in Africa: OHADA Calls the Tune, 44 COLUM J. TRANSNAT´L. 17, 57, 70 (2005) [en adelante Dickerson, OHADA Calls the Tune]. Las grandes barreras parecen ser las propias empresas, las cuales toman decisiones basadas más en las normas locales que en las de OHADA. Claire Moore Dikerson, The Cammeroonian Experience Under OHADA: Business Organizations in a Developing Economy, 112 BUS. & SOC´Y REV. 191, 201 (2007) [en adelante Dickerson, Cameroonian Experience]. 231 Dickerson, OHADA Calls the Tune, nota supra 230, en 58 n. 164 (citando la entrevista con Seydou Ba., presidente del Tribunal de la OHADA); véase también OHADA-CCJA, nota 229 supra (sosteniendo que Costa de Marfil fue el origen de 116 de los 162 casos enviados al tribunal de la OHADA entre 1998 y 2003). 232 Véase el texto en la nota 69 supra & fig. 2 (ilustrando la historia de la variación nacional, en términos de solicitudes de interpretación preprejudicial al TJCA). 233 Dickerson, OHADA Calls de Tune, nota 230 supra, en 57. N. 162 (citando entrevistas con los jueces internacionales y de Costa de Marfil). 234 Para un análisis de la influencia de OHADA fuera de Costa de Marfil, véase Dickerson, Cameroonian Experience, nota 230 supra, en 207-09. 58 contribuir a la ―construcción de un Estado de Derecho ‗por partes‘‖, institución por institución y cuestión por cuestión‖.235 V. CONCLUSION Algunos académicos y practicantes son conscientes de que el Tribunal de Justicia de la Comunidad Andina es una de las cortes internacionales más activas en un mundo cada vez más poblado por cortes y tribunales internacionales. El hecho por sí mismo es llamativo. El TJCA interpreta las normas y regulaciones de la Comunidad Andina, un pacto de integración regional tan sólo marginalmente exitoso, creado por cinco pequeñas naciones en desarrollo, ubicadas en el costado occidental de América del Sur. Más insólito aún son los procesos tramitados por el TJCA, dominados por disputas relativas a marcas, patentes y otros derechos de PI. Dentro de la Comunidad Andina, la propiedad intelectual es regulada en el nivel regional más que en el nacional. Pero la legislación andina cubre una amplia gama de materias que han generado mucho menos litigios internacionales. Fuimos sorprendidos por la gran cantidad de casos de PI remitidos al Tribunal de Justicia de la Comunidad Andina. Sin embargo, aún más sorprendente fue el descubrimiento de que el TJCA ha contribuido en la construcción de un eficaz Estado de Derecho en propiedad intelectual, en una región con sistemas jurídicos relativamente débiles. Nosotros medimos la eficacia a través de tres dimensiones diferentes. ¨Primero, el sistema normativo y el litigio andino han creado derechos privados de propiedad valorables económicamente y exigibles. Segundo, las providencias del TJCA han mejorado notablemente los procedimientos para la toma de decisiones en las agencias administrativas nacionales en PI, fortalecido su autonomía, aumentado su sujeción al Estado de Derecho, y equilibrado los derechos de propiedad intelectual frente al interés público. Tercero, el TJCA ha proporcionado un mecanismo para los particulares, los funcionarios andinos y para las agencias nacionales de PI, mediante el cual hagan frente a los países miembros que buscan eludir el enfoque distintivo de la región en cuanto a la protección de PI. Como resultado de estos tres desarrollos, la protección de PI en la Comunidad Andina es percibida de modo diferente en relación con cualquier otro lugar de América Latina (una diferencia que tiene una dimensión tanto externa como interna). Externamente, el sistema regional de PI ha preservado sus elementos sustanciales distintivos, en parte debido a que el TJCA ha ayudado a los países 235 Becker, nota supra 50, en 20. Este acercamiento encaja con una reciente investigación empírica que demuestra que, incluso en Europa, utilizar el litigio internacional para controvertir las leyes y políticas internas, puede variar en función del país, del asunto objeto de la controversia, y de los recursos materiales de los actores públicos y privados. Véase, por ejemplo, Lisa Conant, Individuals, Courts, and the Development of European Social Rigths, 39 COMP. POL. SUTD. 76 (2006); Richel Cichowski, Courts, Rights and Democratic Participation, 39 COMP. POL. STUD. 50 (2006). 59 andinos a resistirse frente a la presión de Estados Unidos para expandir la protección en PI en relación con las empresas extranjeras. Internamente, las más de mil cuatrocientas decisiones del Tribunal han contribuido a establecer una isla de Estado de Derecho en propiedad intelectual, a través de la cual los particulares, las agencias internas y las cortes nacionales, buscan la orientación del TJCA en cuestiones complejas de la normativa andina, y en la que habitualmente siguen la interpretación que el Tribunal hace de la misma. Aunque el litigio andino permanece confinado a una sola materia, la concentración del litigio internacional en un número limitado de materias es más común de lo que se cree.236 El éxito limitado del sistema jurídico andino también ofrece una evidencia fresca para evaluar y refinar las tres teorías (diseño institucional, estrategia judicial y el contexto político y legal interno), que buscan identificar las condiciones en las que los tribunales internacionales tienen éxito o fracasan. Esto también sugiere que otros tribunales internacionales pueden establecer un punto de apoyo en los países en los que falla el Estado de Derecho. De qué modo el sistema jurídico andino y la isla de Estado de Derecho en PI evolucionarán en el futuro, es una cuestión que permanece incierta. La reestructurada Comunidad Andina ha existido por poco más de una década, y el incremento de los litigios en el TJCA ocurrió incluso más recientemente. Si los países miembros continúan armonizando sus legislaciones en el nivel regional y tornando más riguroso sus estándares, los particulares que se benefician económicamente de estas normas, probablemente van a controvertir las políticas internas que no se adecúen a éstas a través del litigio andino. Pero incluso si estos casos se presentan, no es claro si las cortes nacionales, las cuales han estado lejos de cumplir las normas andinas por fuera del campo de la propiedad intelectual, estarán de acuerdo en remitir casos al TJCA, o si van a servir de órganos de ejecución internos para sus decisiones.237 Sin embargo, un obstáculo más fundamental puede impedir que se produzcan dichos resultados. Las diferencias ideológicas que dividen a los países miembros son ahora más profundas que en cualquier otro momento desde la fundación del Pacto Andino.238 Estas rupturas han impedido adoptar nuevas normativas andinas y han permitido a Estados Unidos negociar con los países andinos bilateralmente.239 En estas negociaciones uno a uno, Estados Unidos 236 Por ejemplo, el 72 por ciento de los asuntos de la Corte Europea de Derechos Humanos se refieren al acceso a la justicia. Cichowski, nota 235 supra, en 65. 237 Sin embargo, nosotros predecimos que las agencias nacionales en PI van a continuar acatando las normas andinas de PI, así como lo ha hecho la agencia venezolana SAPI a pesar del retiro de su país de la Comunidad Andina en 2006. Véase, nota 184 supra. 238 Véase, por ejemplo, Warren Bull, World View Divides Andean Neighbours, BBC NEWS, 3 de marzo 2008, en http://news.bbc.uk/hi/americas/7274209.stm. 239 Por ejemplo, la más reciente normativa andina, la Decisión 689, adoptada en agosto de 2008, otorgó a los países miembros una mayor autonomía para revisar los estándares de protección en PI. Colombia y Perú han promovido una Decisión que les permite adoptar reglas de protección en PI que sean compatibles con las estipuladas en los tratados bilaterales de libre comercio que se han negociado con 60 posee una mayor influencia para presionar a cada país en la adopción de políticas que favorezcan los intereses norteamericanos. Por otro lado, la Comunidad Andina y Mercosur han propuesto la fusión de sus dos bloques comerciales regionales en una sola Comunidad Sudamericana de Naciones.240 El proyecto de esta unión está aún en su fase inicial. Pero si dicha comunidad se conforma, probablemente sus miembros establecerán una normativa común en PI, y aún más importante, establecerán un tribunal o un órgano de solución de diferencias para interpretar estas reglas y otras normativas regionales.241 Dependiendo de las instituciones y normativas que los países miembros adopten, y de la forma en que dichas instituciones y normativas estén vinculadas con los sistemas jurídicos internos, la isla de Estado de Derecho en PI en la Comunidad Andina podrá expandirse para incluir al continente entero. . Estados Unidos. Bolivia se opuso a la dilución de los estándares regionales en PI, pero fue minoría frente a los otros tres países miembros. Desde entonces ha amenazado con presentar una acción de incumplimiento ante el TJCA. Véase Erin Kelechava, Andean IP Changes Allow Peru to Sign US FTA, MANAGING INTELL. PROP., 28 de agosto 28 de 2008, disponible en http://www.managingip.com/Article.aspx?ArticleID=2034179. 240 Comunidad Sudamericana de Naciones, en http://www.comunidadandin.org/INGLES/sudamerican.htm. Para una discusión más detallada de la fusión y de algunas de las complicaciones que plantea, véase Arieti, nota 192 supra, en 762-65. 241 Un ex presidente del TJCA ha sugerido que su corte podría asumir dicho rol. Véase, Ricardo Vigil Toledo, El Tribunal de Justicia permanente de la Comunidad Andina y el Mercosur, 2006-1 ANUARIO, nota 3 supra, en 653. 61