El reflejo de la jurisprudencia europea en los fallos del Tribunal de Justicia de la Comunidad Andina: aspectos teóricos y pragmáticos Ricardo Vigil Toledo3 Barcelona, Universitat Pompeu Fabra, 10 de Febrer de 2011 En los diversos procesos ventilados ante el Tribunal de Justicia de la Comunidad Andina (TJCA) se han recogido de manera uniforme los principios de supremacía del derecho comunitario, de su efecto directo y de la aplicación inmediata de la norma supranacional, consagrados en las sentencias Van Gend & Loos (1963), Flaminio Costa (1964) y Simmenthal del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), que describen la naturaleza de la integración europea. Como se sabe estas magníficas construcciones jurisprudenciales que definieron la naturaleza jurídica de las normas comunitarias frente a la legislación nacional o doméstica de los Países Miembros fueron fruto de remisiones para interpretaciones prejudiciales de distintos tribunales nacionales de la Unión Europea. En el caso de Van Gend & Loos fue por parte de la Administración Tributaria neerlandesa, en el de Flaminio Costa por el judice conciliatore de Milán y en el de Francovich por la Pretura de Vicenza (Italia). Todos ellos constituyen los pilares fundamentales de su derecho comunitario y son también el fruto de una admirable suerte de simbiosis entre los principios que sustentan los sistemas anglosajón y el romano civilista, al haber sentado jurisprudencialmente, por la vía pretoriana, normas de efectos incontrastables que se aplican en todo el territorio de la Unión Europea de manera uniforme con la misma fuerza, como si estuvieran consignadas en la misma letra del tratado de creación de la Unión. Otra admirable creación jurisprudencial del Tribunal Europeo fue consagrar el principio de la “responsabilidad del Estado por daños causados a los particulares como consecuencia de una violación del derecho comunitario”. Este principio sentado en la famosa sentencia Francovich de 19 de Noviembre de 1991 (C-6 y 9/90) fue oportunamente recogido en el artículo 31 del Tratado del Tribunal Andino. En la Comunidad Andina se optó por el modelo europeo. De ahí que la estructura y las atribuciones del TJCA guarden tanta semejanza con las del TJUE; y ello explica también que se siga de cerca el desarrollo de su jurisprudencia y que exista una relación mutua de cooperación entre ambos órganos jurisdiccionales, pues finalmente, la naturaleza y las características del Derecho comunitario andino son idénticas al Derecho de la Unión Europea, en lo fundamental. En la Sentencia de 3 de diciembre de 19874, emitida por el TJCA, puede leerse: “En cuanto a los métodos de interpretación que debe utilizar el Tribunal, ha de tenerse presente la realidad y características esenciales del nuevo Derecho de la Integración y la importante contribución que en esta materia tiene ya acumulada la experiencia europea, sobre todo por el 3 4 Presidente del Tribunal de Justicia de la Comunidad Andina Proceso 1-IP-87, asunto “Aktiebolaget VOLVO”, G.O.A.C. Nº 28, de 15 de febrero de 1988. 1 aporte de la jurisprudencia de la Corte de Justicia, Tribunal único de las Comunidades Europeas, en la aplicación de este Derecho, que se está haciendo constantemente en beneficio de la construcción comunitaria, sin perder de vista el fin permanente de la norma”. Esta inspiración en el sistema europeo, por lo demás, no se traduce en una importación irreflexiva de principios y técnicas jurídicas, manteniendo el Tribunal como propios del sistema andino rasgos ajenos a los configurados por el Tribunal europeo de Justicia5. En palabras de Ricardo Alonso García “no sólo la experiencia europea puede y debe servir para consolidar e intensificar los sistemas de integración en Latinoamérica. Antes al contrario, también la Unión Europea debería prestar atención al desarrollo de éstos, a los efectos de tener en cuenta posibles elementos con los que perfeccionar y enriquecer un modelo que hace gala, desde sus orígenes, de un dinamismo en constante evolución”6. Especialmente, en temas de propiedad intelectual, el TJCA ha citado reiteradamente jurisprudencia europea en sus fallos, como han sido los casos siguientes: - - - Proceso 13-IP-2004 (patente de invención): Donde se cita el criterio de las Cámaras de Recursos de la Oficina Europea de Patentes (OEP) sobre la falta de novedad de una invención. Proceso 179-IP-2006 (la distintividad sobrevenida): Se cita expresamente la sentencia de 04 de mayo de 1994, caso Chiemsee, del Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas. En este caso, el Tribunal al analizar el artículo 3, apartado 3, de la Directiva 89/104/CCE, presentó algunas bases sobre la determinación del fenómeno de la “distintividad sobrevenida” y finalmente, Proceso 31-IP-2010 (la distintividad de la marca): Se citan criterios del Tribunal de Justicia Europeo (Sentencia del Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas del 07 de febrero de 2002, asunto T-88/00 y Sentencia del 25 de septiembre de 2002, asunto T-136/00). Por otro lado, hay que resaltar que existen varias diferencias y divergencias entre la jurisprudencia andina y europea, en temas tales como: La Acción de Nulidad, la Acción de Incumplimiento, las sanciones en la Acción de Incumplimiento, la responsabilidad extracontractual de las instituciones comunitarias de la Comunidad Andina; y, la interpretación prejudicial. Hasta el año 2009, el TJCA había conocido 1687 interpretaciones prejudiciales solicitadas por los jueces nacionales, 113 acciones de incumplimiento en contra de los Países Miembros, 49 acciones de nulidad, 09 procesos laborales y 06 recursos por omisión o inactividad de los órganos comunitarios, ubicándose como la tercera corte internacional más activa en el mundo luego de la Corte Europea de Derechos Humanos y del Tribunal de Justicia de la Unión Europea. 5 6 Ricardo Alonso García, Un paseo por la jurisprudencia supranacional europea y su reflejo en los sistemas suramericanos de integración, trabajo presentado al recibir el Doctorado Honoris Causa de la Universidad Empresarial Siglo 21, Córdoba, p. 36. Ibid. P. 42. 2 Sin embargo, a pesar de esa gran carga procesal, el sistema de solución de controversias en la Comunidad Andina está lejos de ser satisfactorio, no por defectos intrínsecos del sistema sino por el desconocimiento no sólo en los destinatarios finales de la integración sino también por parte de los mismos profesionales del Derecho, es decir, jueces y abogados. Los principios de la supremacía del Derecho comunitario, de su efecto directo y de la aplicación inmediata de la norma supranacional, que definen al Derecho comunitario europeo, se han recogido de manera uniforme en los diversos procesos ventilados ante el TJCA. Específicamente en temas de propiedad intelectual, el TJCA ha citado de manera reiterada jurisprudencia del TJUE en sus fallos, tales como en los casos siguientes: Proceso 13IP-2004 (patente de invención), que cita el criterio de las Cámaras de Recursos de la Oficina Europea de Patentes (OEP) sobre la falta de novedad de una invención; Proceso 179-IP-2006 (la distintividad sobrevenida), que cita expresamente la sentencia de 04 de mayo de 1994, Caso Chiemsee, del Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas, en donde el Tribunal al analizar el artículo 3, apartado 3, de la Directiva 89/104/CCE, presentó algunas bases sobre la determinación del fenómeno de la “distintividad sobrevenida”; y, finalmente, Proceso 31-IP2010 (la distintividad de la marca), en donde se cita la sentencia del Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas del 07 de febrero de 2002, asunto T-88/00 y Sentencia del 25 de septiembre de 2002, asunto T-136/00. En lo que respecta a la Acción de Nulidad, su aplicación en la Comunidad Andina se asemeja más a una Acción Popular, ya que permite un control objetivo y directo de la norma comunitaria por un particular, como quedó definido en el Proceso 14-AN-2001. De otro lado en el caso de la Comunidad Andina los particulares tienen mayor facilidad para acceder a las acciones de nulidad, posibilidad que se encuentra restringida en el caso del TJUE, donde en la práctica sólo pueden hacerlo a través de la Consulta Prejudicial. En tal sentido, el Derecho comunitario andino goza de una mayor apertura en comparación con el europeo en el caso de la Acción Nulidad, donde el único requisito para plantearla directamente ante el TJCA es ser titular de un interés legítimo y no necesariamente de un derecho subjetivo afectado como es el caso de la Unión Europea. El TJCA ha interpretado en este caso el “interés legítimo” como el que tiene todo nacional de la Comunidad Andina por el solo hecho de pertenecer a ella. Uno de los principales problemas que persiste en el Derecho comunitario andino relacionado con la Acción de Incumplimiento se encuentra en su sistema sancionatorio. Este se basa en la aplicación de sanciones autorizadas al país infractor por parte del país beneficiado, esto trae consigo la posibilidad que no exista interés por parte del país beneficiado en sancionar al país infractor. Una de las opciones a fin de solucionar este impasse, podría ser la imposición de multas coercitivas a los Países Miembros que incumplan una sentencia del TJCA, tal como sucede en el TJUE. Al respecto, han habido casos emblemáticos donde se puede constatar que la Unión Europea, al introducir la figura de la multa al país infractor, dotó al TJUE de una mayor capacidad coercitiva, teniendo como consecuencia un mejor cumplimiento de sus sentencias. 3 Respecto a la Interpretación Prejudicial, su creación es tal vez el mayor aporte de los fundadores de la Unión Europea para establecer la excelente y balanceada relación entre los jueces comunitarios y los jueces nacionales, que por el mérito de ella se convierten automáticamente en “jueces comunitarios”. Sigue siendo la principal vía de acceso de los justiciables particulares, tanto para el TJUE, donde en este último caso, constituyen el 90% de la actividad jurisdiccional del Tribunal Andino, sobre todo en los casos de Propiedad Intelectual. Quito, 13 de enero de 2011. 4