Leer publicación - Fundación Carolina Colombia

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Premio Fundación El Nogal
Los Jóvenes y la Reconciliación
2014- 2015
Esta entrega presenta las vivencias de los ganadores del Premio Fundación
El Nogal: Jóvenes y Reconciliación 2014 -2015, quienes realizaron el
Postgrado Iberoamericano Gobernabilidad, Derechos Humanos y
Cultura de Paz de la Universidad de Castilla La Mancha.
Aquí podrán los lectores disfrutar lo que cada uno de ellos observó
durante las actividades realizadas en España, las vivencias compartidas
con sus compañeros de viaje, lo que día a día conocían, reinterpretaban y
redescubrían sobre el programa académico y la experiencia cultural.
La Fundación Carolina Colombia comprometida con la promoción de las
relaciones y la cooperación en materia educativa y científica entre España
y Colombia y los países de la Comunidad Iberoamericana de Naciones,
ha venido apoyando desde su primera edición el Premio Fundación El
Nogal: Jóvenes y la Reconciliación.
Premio Fundación El Nogal
Los Jóvenes y la Reconciliación
2014- 2015
© Fundación Carolina Colombia y Autores
Carrera 11 A No. 93-67•
Embajada España
Teléfonos: (571) 6183536
www.fundacioncarolina.org.co
[email protected]
Edición:
Fundación Carolina Colombia
Coordinación:
Equipo de Trabajo Fundación Carolina Colombia
Corrección de estilo:
Equipo de Trabajo Fundación Carolina Colombia
Fotografía:
Autores
Diseño y Diagramación:
Nataly Archila Riveros
Reservados todos los derechos. No se permite reproducir parte alguna de esta
publicación, cualquiera que sea el medio a emplear sin autorización previa del
editor.
Imaginar el camino a la reconciliación
6
Miguel Ángel Durango Gutiérrez
CONTENIDO
La cultura de Paz: Una búsqueda mundial
Sindy Pinzón Soler
14
Imaginar el camino a la reconciliación
Miguel Ángel Durango Gutiérrez
“Puesto que la guerra nace en la mente de
los hombres, es en la mente de los hombres
donde debe erigirse los baluartes de la paz”
MIGUEL
ANGEL
DURANGO
GUTIÉRREZ
En Colombia hay cerca de 45 millones de historias, algunas cuentan
directamente el dolor de un conflicto que lleva más de 50 años, otras solo
han sido testigos de la forma en que el dolor se ha perpetuado a través del
tiempo y se ha naturalizado en los noticieros y la prensa como parte de un
espectáculo que lucra a quienes han estado detrás de la fiesta bochornosa
de la guerra. Hoy en medio de la polarización política que divide al país,
vemos como una parte de la población colombiana se moviliza con discursos
cargados de intereses particulares, y otra parte más reducida aún tambalean
en una cuerda frágil entre la esperanza y el desconsuelo de una guerra que
parece no quiere terminarse, avistando un proceso de paz que se dilata por
la dificultad que presenta el hecho de negociar en medio de la confrontación
de ideas y el fuego como garantía. La paz sin duda en los últimos años se ha
convertido en una bandera política y a pesar de eso, se le ha dado este permiso
porque ha triunfado el deseo de alcanzar un equilibrio en esta nación tan
agobiada y pesarosa, pero igualmente folclórica y considerada la más feliz
del mundo. En medio de este panorama se dan experiencias como la que a
continuación exploraré, en las que reescribo aquí todo el efecto catártico que
me inspira la visita a un lugar que me permitió mirar desde fuera mi realidad
y lo que representa mi historia entre las 45 millones que aun continua en la
búsqueda de estrategias para aportar a la transformación de nuestra sociedad
colombiana. Me interesa, sobre todo, destacar la virtud de la ‘palabra y el
lenguaje’ como eje articulador de realidades y el mecanismo más contundente
del que podemos hacer uso como sociedad para salir de los escollos en los que
la historia nos ha dejado.
De antemano agradezco a la Fundación Carolina y La Fundación el Nogal por
depositar su confianza en el trabajo que hemos desarrollado. Este proceso
académico es muy valioso en la iniciativa que adelantamos en nuestra región,
porque así logramos aportar con un fundamento sólido en la búsqueda de
alternativas que sean oportunas y permanezcan en el tiempo, teniendo como
principio las necesidades de nuestra comunidad.
25 días a bordo de mí mismo
En el aeropuerto Madrid Barajas se exhibe una valla de 3 metros que seduce
a cuanto individuo cruza por los pasillos del terminal aéreo: Palmeras al lado
del azul alucinante del mar caribe, un difuminado con el exotismo de la
fauna y la flora que solo el trópico puede ofrecer, y una pareja cuya sonrisa
podría convencer a cualquier desprevenido para que compre la felicidad
en un paquete turístico, y con la contundencia de la premisa “Colombia es
Realismo Mágico” la valla deja a la imaginación un paraíso aún por descubrir
para los europeos.
Ciertamente la realidad de Colombia es mágica, a García Márquez le
proporcionó la inspiración para su excelsa obra y ahora Colombia y toda
su quimera fluye en la imaginación de una infinidad de lectores en los
rincones más remotos del mundo. Pero Colombia es mágica no solo por su
exotismo, la imperante realidad que desborda los límites de la imaginación
de los poetas, ha mostrado históricamente que de estas tierras y su gente,
resultan acontecimientos tan inverosímiles que hasta hace falta fe para creer
en todo lo que aquí sucede. Colombia es una amalgama de folclor y dolor,
donde se erigen historias de desconsuelo y rabia, pero al mismo tiempo
presenciamos ejemplos de resistencia que abonan a la reconciliación de este
país. Es por eso, que en esa costumbre insana de vivir en una sociedad que
ha naturalizado el conflicto armado y todas sus devastadoras consecuencias,
la oportunidad de mirar desde fuera nuestra existencia se convierte en un
ejercicio de compresión y análisis de esta realidad a veces absurda, y España
fue muy importante en este proceso, porque inicié un periodo de reflexión
frente a las posibilidades que tenemos como agentes de transformación y los
mecanismos a los que podemos acceder como sociedad civil: para empezar
a desnaturalizar la realidad, para sentirse inconforme con ella y para ser
creativo a la hora de transformarla.
Por eso, al llegar al aeropuerto de Madrid, con la incertidumbre de no saber
que me esperaba, descubrí que aquella valla publicitaria era la metáfora de la
misma aventura que estaba iniciando. Todo viaje supone una escala al interior
de uno mismo y yo estaba allí tratando de conocerme en la incertidumbre,
en la expectativa y el deseo que me generaba la experiencia, Mirando a 4500
millas de Colombia como la belleza tropical se levantaba impresa sobre una
pared y no ante mis ojos como todos los días. Comprendí entonces, que de
entrada el viaje no era para alejarme, sino para penetrar desde otro foco
en la bella y compleja realidad colombiana; Que estaría 25 días a bordo
de mí mismo y que tenía la responsabilidad no solo de estudiarla, sino de
experimentarla, conversar sobre ella y aprender lo que otras realidades del
continente podían ofrecerme como ejemplo para aportar a la lucha que se
levantan en las mismas comunidades y en el proceso de paz que se adelanta.
Toledo es una ciudad fascinante queda en el centro de España a cuarenta
minutos de Madrid. Caminar por sus pasajes es una aventura de más de
10 siglos que puedes entender en su arquitectura cuando la habitaron
Musulmanes, más tarde Judíos y luego los Cristianos; una ciudad estratégica,
militarmente pensada por su ubicación y el control que pretendía establecer
la Corona española proyectando la expansión su imperio. La Universidad
Castilla de la Mancha está ubicada en el casco histórico de Toledo, aunque
es relativamente nueva, su tradición académica la ha hecho una de las más
influyentes en el panorama académico español, prueba de ello es la fuerza con
la que ha penetrado el sentir iberoamericano para contrastar las complejas
luchas que se dan en varias partes del mundo. El Curso que nos convocaba
llevaba por nombre, II Posgrado Iberoamericano en Derechos Humanos,
Reconciliación y Cultura de Paz, De entrada ya despierta curiosidad,
teniendo en cuenta el momento por el que atraviesan algunas naciones y toda
la expectativa que genera escuchar los testimonios de los pueblos que han
tenido una realidad paralela a la nuestra, así se dieron cita representantes de
Ecuador, México, Argentina, Chile, Brasil, Honduras, Costa Rica, Panamá,
Perú, España y Colombia.
La ventaja más evidente de la diversidad de experiencias que planteaba el
curso se sostenía en la riqueza de las múltiples interpretaciones que lograron
desprenderse sobre el ejercicio de los derechos humanos en cada país,
teniendo en cuenta que cada realidad constituye una forma distinta de abordar
los mecanismos que se han construido para la defensa y promoción de los
derechos humanos. De esta forma al relacionar los conceptos de derechos
y garantías, se empezaron a tejer las experiencias de los participantes y las
posibilidades que tienen los Estados y las organizaciones de la Sociedad
Civil para un ejercicio oportuno que garantice los derechos humanos en
las comunidades. Una ventaja sustancial en este proceso fue el alto nivel
académico y profesional del grupo de estudiantes, en su mayoría con muchos
años de experiencia en procesos asociados a la gobernanza de sus países
quienes junto con al equipo docente de alto nivel de la universidad lograban
enganchar las realidades que cada participante exponía en las sesiones para
analizarlos con pertinencia desde la experiencia académica.
El panorama latinoamericano
Sin embargo, la diversidad de realidades expuestas en los momentos de
reflexión por los participantes del curso, desnuda hoy una América con
muchas heridas. A pesar de la representación que se destacan desde diversos
organismos internacionales donde aparentemente la región ha logrado avances
importantes en las luchas y conquistas sociales que declaran un ejercicio
autónomo de la voluntad de gobernanza de los países y al tiempo un respeto
por los derechos y libertades de los individuos que los conforman, todavía
persisten rezagos de la turbulencia política, social y militar que caracterizaron
los años 50 en el marco de la guerra fría donde el mundo se dividía en un
complejo maniqueísmo entre los dos sistemas económicos imperantes: el
comunismo y el capitalismo.
Obviamente América Latina no estuvo exenta de este repliegue ideológico,
donde se vivieron con mucha intensidad los rezagos de la guerra entre oriente
y occidente que al final determinaron la creación de la mayoría de grupos
insurgentes del hemisferio que rechazaban el intervencionismo de potencias
como Estados Unidos en las políticas internas. Quedan en la memoria de las
naciones los ataques frontales a la estabilidad del ejercicio democrático del
MIGUEL
ANGEL
DURANGO
GUTIÉRREZ
del que fueron víctimas países como Chile, Perú, Colombia, Argentina, donde
era común escuchar golpes militares, con la complicidad de las centrales de
inteligencia norteamericanas y la respuesta obviamente de las diversas formas
de resistencia que se levantaban en las naciones afectadas y que dejaban de
parte y parte, víctimas de la imposición excesiva de la fuerza para reprimir
opiniones o eliminar grupos minoritarios, o desaparecer forzosamente el
oponente ideológico y desplazarlo. Todo este panorama obligó a entender que
era necesario crear mecanismos de protección para los derechos y libertades de
los individuos y fue como en 1948 se firma en Bogotá la primera Declaración
Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, precediendo por algunos
meses la Declaración Universal de los Derechos Humanos propuesta por
Naciones Unidas.
Efectivamente ahora nos encontramos frente a otro panorama, para Europa,
América Latina crece con esperanza ante los ojos del mundo y se convierte
en el paladín del ejercicio y las libertades democráticas. Es posible que la
fuerza económica que está alcanzando la región puede ayudar a entender este
proceso de reivindicación que han logrado países como Brasil, Argentina e
incluso Colombia, que se declaran como economías emergentes y según cifras
oficiales ha escalado en una importante disminución en la pobreza extrema
y la reducción del desempleo. Otro factor que nutre esta idea es el proceso de
reivindicación de los derechos en los países del sur del contiene americano se
relaciona con las conexiones entre países con afinidades en sus lineamientos
y estructuras políticas para impedir el excesivo intervencionismo de las
potencias económicas representado en sus trasnacionales y el impedimento
del uso indiscriminado de los recursos naturales que devastan el progreso de
las naciones. Se crea así por ejemplo, estrategias como Unasur para legitimar
los procesos a nivel político y económico que abogan por la independencia de
las naciones latinoamericanas.
Efectivamente ahora nos encontramos frente a otro panorama, para Europa,
América Latina crece con esperanza ante los ojos del mundo y se convierte
en el paladín del ejercicio y las libertades democráticas. Es posible que la
fuerza económica que está alcanzando la región puede ayudar a entender este
proceso de reivindicación que han logrado países como Brasil, Argentina e
incluso Colombia, que se declaran como economías emergentes y según cifras
oficiales ha escalado en una importante disminución en la pobreza extrema
y la reducción del desempleo. Otro factor que nutre esta idea es el proceso de
reivindicación de los derechos en los países del sur del contiene americano se
relaciona con las conexiones entre países con afinidades en sus lineamientos
y estructuras políticas para impedir el excesivo intervencionismo de las
potencias económicas representado en sus trasnacionales y el impedimento
del uso indiscriminado de los recursos naturales que devastan el progreso de
las naciones. Se crea así por ejemplo, estrategias como Unasur para legitimar
los procesos a nivel político y económico que abogan por la independencia de
las naciones latinoamericanas.
Sin embargo, todo este planteamiento de auge y crecimiento se hace desde la
relativa mirada que ejerce la comunidad internacional. Y es válido relativizar
estas apreciaciones porque internamente los países continúan en situaciones
de conflicto en medio de coyunturas sociales ocasionadas por la aparición de
nuevas manifestaciones de violencia asociadas al narcotráfico y las mafias y
en Colombia además por la confrontación armada entre grupos guerrilleros
y Estado; En varios países de Centro y Sur América, la debilidad del aparato
Estatal es evidente, expresada en la soledad que experimenta el ciudadano
cuando no se garantizan los derechos fundamentales.
Del discurso de las armas al discurso de las letras
De este ejercicio se consideró que es evidente todo el esfuerzo que están
haciendo las sociedades contemporáneas por encontrar mecanismos más
contundentes para la transformación de sus realidades, haciendo uso del
lenguaje y la razón, como aquel elemento que soporta la supremacía del
hombre sobre el resto de la naturaleza. A propósito de La Mancha, cabe
recordar aquí, el sonado discurso de Don Quijote, que desde el siglo XVI, abrió
la puerta para comprender la disputa que ha existido sobre la importancia de
las armas, en una sociedad pero la preminenscia que existe que se le ha dado
sobre las letras.
Pero dejemos esto aparte, que es laberinto de muy dificultosa salida, sino
volvamos a la preeminencia de las armas contra las letras12, materia que hasta
ahora está por averiguar, según son las razones que cada una de su parte alega.
Y, entre las que he dicho, dicen las letras que sin ellas no se podría sustentar las
armas, porque la guerra también tiene sus leyes y está sujeta a ellas, y que las
leyes caen debajo de lo que son letras y letrados. A esto responden las armas
que las leyes no se podrán sustentar sin ellas, porque con las armas se defienden
las repúblicas, se conservan los reinos, se guardan las ciudades, se aseguran los
caminos, se despejan los mares de cosarios, y, finalmente, si por ellas no fuese, las
repúblicas, los reinos, las monarquías, las ciudades, los caminos de mar y tierra
estarían sujetos al rigor y a la confusión que trae consigo la guerra el tiempo que
2
dura y tiene licencia de usar de sus privilegios y de sus fuerzas.
En términos políticos, estos elementos han sido los recurrentes para
resolver conflictos entre naciones, y es aquí cuando en el oficio diplomático
se intenta agotar todas las vías que ofrece el lenguaje para no caer en una
confrontación que permita el uso de las armas. Y aunque Cervantes en su
sencillo pero contundente discurso se posiciona del lado de las armas, es
válido comprender que está relacionado con su época. Pero los tiempos han
cambiado, las letras asociadas a la capacidad discursiva, de la que se deriva
el uso del lenguaje para determinar la resolución de los conflictos entre los
individuos, e incluso entre naciones, constituyen un recurso que posibilita la
armonía entre los hombres, es aquí cuando defendemos la fuerza creadora de
la palabra, porque de esta forma comprendemos que la paz es el triunfo de
la creatividad, sobre la inercia a la que recurre la violencia. Es cierto que la
democracia es una construcción discursiva y que las armas están para proteger
dicha construcción, pero Colombia ha sido un país históricamente violento y
sería justo empezar a mirar las posibilidades que tenemos como sociedad para
reconstruir creativamente nuestro país desde la palabra.
Nunca la creatividad ha aflorado tanto como cuando el ser humano se expone
a los momentos de degradación más extremos. El ejemplo más inmediato
lo encontramos luego de la segunda guerra mundial, cuando el continente
europeo quedo sumido en una crisis profunda de hambre, desolación e
injusticia y de la que parecía no había ninguna posibilidad de retorno. La
soledad se veía reflejada en los rostros de los europeos cuyos gobernantes se
enfrascaron en una tarea sucia de expansionismo sin resultados. O bueno,
las consecuencias realmente fueron las más tristes para la historia de la
humanidad, el intento de exterminio del pueblo judío y la explosión de la
primera bomba atómica que destruyó toda una ciudad en el sur de Japón. Se
habla aproximadamente entre 50 y 60 millones de víctimas.
En medio del panorama desolador, el arte surgió como una tabla salva
vidas. El pesimismo que invadía a los Alemanes, los grandes perdedores
de la guerra, dio inició una corriente que representaba la exageración de
los sentimientos de incertidumbre y desesperanza del pueblo alemán en la
posguerra. Al tiempo en España, un movimiento cultural se inicia con el
ánimo de combatir la cruda realidad que asecha el momento, surge de esta
forma el surrealismo como respuesta a la inconformidad que se tiene con
lo establecido: con la guerra, con el tiempo, con el poder. Se crean mundos
paralelos en los cuales se desvirtúa la realidad, y a través de Mundos Posibles
se cuestiona todo lo establecido. En Italia por su parte, se propaga la corriente
neorrealista, sobretodo en el cine, que viene a evidenciar la forma azarosa
y triste en que viven los pobladores de la península. En este movimiento
se toma de forma literal la sentencia “del arte como como imitación de la
vida”, se constituye la comedia como una forma inteligente de burlarse de la
realidad y la crisis del momento.
Toda la lucha ideológica que en Colombia dio inicio a las cruentas
confrontaciones armadas, debe habilitarse nuevamente como lucha, en
función de explorar la forma de emprender las soluciones, aquí es donde se
valida la premisa de la UNESCO al decir “Puesto que la guerra nace en la
mente de los hombres, es en la mente de los hombres donde debe erigirse
los baluartes de la paz”. Y para el caso de nuestro país, esta tarea de crear
soluciones no puede dejarse únicamente a quienes han protagonizado
el conflicto, la necesidad de construir una sociedad más justa y equitativa
también recae sobre las mismas comunidades, quienes están llamadas a
construir la paz desde las bases con soluciones creativas.
El panorama en medio de la resistencia
La alegoría de la paz y la felicidad del Estado es una obra pictórica atribuida al
taller de Rubens, que aún se conserva en la Biblioteca Museo Víctor Balaguer
en España. En ella se destaca una serie de personajes entre niños y adultos
en una sencilla interacción armónica, proyectando de esta forma, uno de los
grandes deseos de construcción social que implica el ideal de Estado: la ilusión
de compartir el florecimiento de una nación desde la justicia y la equidad. Lo
interesante de la representación que se hace de la paz es la manera en que se
entiende el equilibrio, todo está cifrado en cómo la misma nación a través del
buen gobierno posibilita los mecanismos para acudir a sus ciudadanos, pero
se concentra además en mostrar alegóricamente como este ideal se nutre con
la participación de quienes lo conforman. En este sentido, entender que el
deseo de alcanzar una Colombia en paz requiere, además de brindar garantías
para el ejercicio de los derechos fundamentales por parte del Estado, incluir la
voz de quienes han estado sufriendo el conflicto. De las mismas comunidades
deben surgir alternativas para ayudar en la mediación del conflicto, de manera
que las soluciones plateadas por el Estado, no resulten otro pretexto para
crear distanciamientos entre las comunidades y el gobierno, sino que por el
contrario exista un reconocimiento por la fuerza del tejido social que logren
los ciudadanos. Es el empoderamiento de las comunidades y el apoyo estatal,
lo que en definitiva ayudaría a considerar una idea de paz estable y duradera
en nuestra sociedad colombiana.
El posconflicto es ahora
A principios del siglo XX, Ludwig Wittgenstein uno de los filósofos más
influyentes del pensamiento moderno describía en el Tractatus una sentencia
firme sobre los límites en un individuo: “los límites de mi lenguaje son los
límites de mi mundo”. Wittgenstein sin mucho maquillaje recoge lo que
hemos estado considerando en este texto, pues el lenguaje es el primer
engrane que pondrá girar el motor de la paz y no se podrá acceder a ella, si
seguimos encasillados en el mismo discurso de quienes se han convertido
en los defensores de la guerra en Colombia. Si no exploramos otras formas
de comprender la realidad y entender el conflicto colombiano, entraremos
en el mismo estado de pasividad e inacción que seguirá determinando el
rumbo de la violencia en el país. Este abismo que determina los limites en
la mente de una gran parte de la sociedad colombiana es simplemente una
cuestión de lenguaje, de allí se deriva la costumbre de naturalizar el conflicto,
y las consideraciones sobre una estirpe condenada a la guerra. Mi llamado en
pocas palabras, actuando en función garante de la paz de mi comunidad, es
que no es necesario a esperar a que se firme un acuerdo político, porque la paz
es ahora y las estrategias con o sin voluntad política tienen que emprenderse
desde ya con quienes estén a nuestro lado.
A manera de conclusión: en la mitad hay 2 millones de niños que sufren
directamente el conflicto
Las estrategias que como agentes de transformación hemos adelantado en
nuestra región se han visto nutridas con el reconocimiento del Nogal y la
Fundación Carolina; y hoy estamos en una nueva etapa del proceso. Hemos
crecido con nuestra iniciativa de considerar la calle como un escenario de
paz y reconciliación, y además hemos encontrado una forma certera de hacer
que los niños aporten a la construcción de la ciudad en la que quieren vivir.
Precisamente, un descubrimiento clave para nuestra labor, se dio en una de
las conferencias de la especialización dictada por el mismo director de Unicef
España, por su sugerencia conocimos en Madrid, la Matriz de la Unicef y
nos acercamos al proceso de Ciudades Amigas de los Niños, un impactante
ejemplo de cómo la voluntad política puede hacer que las ciudades se
transformen en función de sus niños y de sus sueños. Fue así empezamos
a soñar con que la voz silenciada de nuestros niños llegara a tener la fuerza
Fue así empezamos a soñar con que la voz silenciada de nuestros niños llegara
a tener la fuerza que tiene este país Ibérico, y aunque es complejo porque aún
hay muchos escollos en el camino, volvemos al mismo problema de lenguaje,
no sabíamos que podía hacerse todo esto, los límites de nuestro conocimiento
nos habían negado esta posibilidad. Ahora trabajamos por ampliar las
fronteras de nuestro pensamiento traduciendo todo esto en acciones, hemos
logrado en pocos meses, ampliar la fuerza de nuestro programa en la Ciudad
de Cali, nos han escuchado en escenarios que creímos no tendríamos acceso,
y vamos poco a poco reproduciendo la idea de convertir nuestra ciudad en
una ciudad para los niños con la ilusión de reproducir este proceso en otras
partes del país. En últimas, para eso me sirvió la especialización, para saber
que los límites son los que le niegan la oportunidad a la paz. Porque como
hemos defendido en este texto, el primer paso para transformar esta realidad
es imaginarla.
Bibliografía
GALEANO, Eduardo. Las Venas Abiertas en America Latina. Siglo XXI
editores. Buenos Aires.1971.
CERVANTES, Miguel. El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha.
Edición Conmemorativa. Real Academia de la Lengua Española.
GOMEZ, Manuel; PAVON, Daniel; SAINS, Héctor. El Enfoque basado en
Derechos Humanos en los Programas y Proyectos de Desarrollo. CIDEAL.
2013. Madrid.
MIGUEL
ANGEL
DURANGO
GUTIÉRREZ
La cultura de Paz: Una búsqueda mundial
Sindy Pinzón Soler
La verdadera paz entre naciones solo será posible, cuando haya verdadera paz
en las almas de las personas. Lakota sioux. 1
En el contexto internacional la humanidad está llena de guerras y conflictos,
la violencia es un método de imposición para resolver los problemas. Por tal
motivo en la actualidad, la cultura de paz es el punto de partida para una gran
movilización a nivel internacional por medio de la educación, con el fin de
evitar y alejar la violencia como instrumento para la construcción de paz, y sus
efectos en el ámbito local, nacional e internacional de una Nación.
Según la definición de las Naciones Unidas (1998, Resolución A52/13), la
cultura de paz consiste en una serie de valores, actitudes y comportamientos
que rechazan la violencia y previenen los conflictos tratando de atacar sus
causas para solucionar los problemas mediante el diálogo y la negociación
entre personas, los grupos y las
2
naciones.
3
En el ámbito de la aplicación material del Derecho internacional Humanitario,
4
se distinguen cuatro situaciones de conflicto a nivel mundial:
SINDY
PINZÓN
SOLER
1. Conflicto armado internacional: Cuando los actores son por lo menos dos
Estados.
2. Conflicto armado no internacional: El conflicto tiene lugar en el interior de
un territorio de un Estado.
3. Disturbios internos. Cuando existe una situación de disturbios interiores,
“sin que haya conflicto armado no internacional, hay dentro de un Estado, un
enfrentamiento que presente cierta gravedad o duración e implique actos de
violencia. Estos actos pueden ser de formas variables, desde actos espontáneos
de rebelión hasta la lucha entre sí de grupos más o menos organizados, o
contra las autoridades que están en el poder.
4. Tensiones internas: Las tensiones internas se encuentran en un nivel inferior
con respecto a los disturbios internos, dado que no implican enfrentamientos
violentos.
1 Líder de la tribu nativa americana Sioux Lakota asentado en los territorios que ahora son los Estados Unidos y sur de las praderas Canadienses. Pág web:
http://es.wikipedia.org/wiki/Sioux
2 ¿Qué es la cultura de paz? Pag web: http://www3.unesco.org/iycp/kits/Depliant%20décennie/Depliant%20esp%20def.p df
3Lopez, José. Derecho Internacional Humanitario. 04(02/2015. Toledo (España).
4 De acuerdo a los Convenios de Ginebra de 1949.
Pág web: https://www.icrc.org/es/guerra-y-derecho/tratados-de-dih-y-el-dih- consuetudinario/convenios-de-ginebra
Cuando se presenta una situación de conflicto, la construcción de la paz se
da para solucionar el problema, que es una situación de incompatibilidad
violenta entre dos o más actores por disputa del poder político, conquista
del territorio , control de drogas, secuestros, lavado de activos, actividades
criminales, tierras cultivables o por recursos naturales, entre otros.
En un conflicto la población siempre se verá afectada directa e indirectamente, y de uno u otro modo, este efecto se ve en el reflejo de varios de los problemas que aquejan un país con conflicto. Un ejemplo es la violencia urbana
cerrada que hace referencia a la criminalidad, inseguridad y crimen urbano,
que tiene un peso muy fuerte al interior de un Estado puesto que se da bajo
la poca acción e intervención y/o la disminución del papel de Estado frente
a estas situaciones.
Este problema es producto de una urbanización acelerada, la falta de servicios y equipamiento, el incremento del desempleo, una alta migración, la
crisis y anarquías urbanas, y la pérdida de valores tradicionales.
5
En este punto no se puede desconocer que el incremento de inseguridad, de
pérdidas de vidas humanas, y de bienes materiales conducen a que la violencia sea,¨Uno de los problemas que más deteriora la calidad de vida de una
nación¨(Echeverry, 1994).
Por eso es importante enseñar, promover y actuar en los hogares,
colegios, universidades, trabajos, entre otros, ¨la construcción de la paz¨.
El protagonismo y eje esencial se encuentra en cada una de las personas
que conforman una nación, por eso es de carácter civil. La paz la deben
asumir todos los ciudadanos, los personajes principales deben manifestarse
localmente, solo así se estará asegurandoel progreso de la6 sociedad y de la
convivencia en armonía, la existencia de una acción que mejore la condición
7
humana y en paralelo será una herramienta vital para fortalecer y promulgar
los Derechos humanos.
8
En la actualidad hay más
acuerdos de paz, pero esto no supone el fin de un
conflicto. Se puede violar ese acuerdo o parcialmente cumplirlo, o no. La paz
se construye después. La firma de un acuerdo de paz, documento escrito en
el que los actores de violencia se comprometen a ponerle punto final a las
hostilidades que los enfrentaban. Generalmente, este contiene una serie de
condiciones y compromisos que se dará como el proceso de paz.
9
Siempre y sin excepciones, el acuerdo de paz será el resultado
de una
negociación o debate previo entre las partes interesadas, en las cuales se
encargaran de exponer y argumentar una posición común en los temas que
se ven involucrados para ponerse de acuerdo a un tema. . Es importante que
5 Carrión Fernando. De la violencia urbana a la convivencia ciudadana. Administración pública y sociedad. Pág 1. Pág web: http://www.iifap.unc.edu.ar/
imagenes/revistas/14/de_la_violencia.pdf
6 Núñez, Jesús. Resolución de conflictos y construcción de la paz. 10/02/2015. Toledo (España).
7 Gil.R (2003) Valores y derechos humanos. Madrid (España). Párrafo # 6. P web. www.psicopedagogia.com
8 Los Derechos Humanos son garantías esenciales para que podamos vivir como seres humanos. Sin ellos, no podemos cultivar ni ejercer plenamente nuestras cualidades, nuestra inteligencia, talento y espiritualidad. La ONU y los Derechos Humanos. Pág web: http://www.un.org/es/rights/
overview/
Es importante que en cada tipo de negociaciones y debates cada una de las
partes deberá ceder en algún aspecto para así poder llegar a la conformidad.
En los ámbitos de acción para un acuerdo de paz, los actores en un conflicto
van a requerir necesariamente la presencia de un mediador, en la que se
imponenestrategias de mediación y/o se genera una cultura de mediación.
Una de las principales características de un acuerdo de paz, es una negociación
cooperativa, en la medida que se promueve una solución en la que las partes
implicadas ganan u obtienen un beneficio, y no sólo una de ellas. Por eso se
le considera una vía no adversarial, porque evita la postura antagónica de
ganador – perdedor. (Holaday, 2002).
Aun así llegando a un punto de acuerdo común entre las partes, el desafío se
manifiesta estando en el proceso de las conversaciones para finalizar dicho
tratado. La convivencia entre víctimas de las dos partes del conflicto será el
mayor reto de este proceso antes de dejar por manifiesto la firma de un acuerdo
de paz. La pregunta sobre que vendrá después de la firma de un acuerdo de
paz, es el tema más relevante en cada tratado de paz, ¨El post – conflicto¨.
10
El autor Jaime Morales habla de post – conflicto como proceso de una
transformación social integral, donde es esencial la creación de cultura
de paz y convivencia humana como la reconstrucción de las condiciones
institucionales y materiales para hacerla viable y sostenible en el largo plazo.
Esta intervención social integral, debe atender de forma simultánea, y en
paralelo combatiendo las carencias y debilidades de los grupos humanos
de bajos estratos y las necesidades de las comunidades con una perspectiva
multidimensional de género, ciclo vital, situación socioeconómica y habilidad
en el territorio, entre otros en el que se fomenta a través de esos procesos y
como eje central, la educación de la cultura de paz.
La transición hacia la paz y desarrollo de un país, no solo debería enmarcase
en la firma de un acuerdo de paz, en el que después de dicho pacto, que sin
garantía alguna puede infringirse y poner más en peligro a la nación. Este
desarrollo tiene que estar en la agenda de ¨Derechos Humanos¨, de todo Estado
y debe hacerse cuanto antes. Un ejemplo de la falta de agenda de los Derechos
Humanos se ve reflejado en la inseguridad y en la incultura ciudadana, como
se menciona anteriormente con el problema de la violencia urbana, un tema
que no puede seguir en el limbo de cada Estado.
Un punto importante y final que viene de la mano con la construcción de la
cultura de paz, es la reconciliación. Enmarcada en los perdones recíprocos,
como consecuencia de un acuerdo de paz logrado entre las partes del
conflicto. Todo en pro de la reconciliación nacional. Y que va de la mano con
la justicia transicional, que contribuye a conseguir dos objetivos esenciales: la
negociación política del conflicto y la realización de la justicia.11
9 La firma de un acuerdo de paz. Desde Definicion ABC :http://www.definicionabc.com/politica/acuerdo-de-paz.php#ixzz3Z1BGDz3w
10 Morales Jaime. 2015. ¿Qué es el postconflicto? Colombia después de la guerra. Bogotá (Colombia).
11 ¿Qué es la justicia transicional? Pág web: http://justiciatransicional.gov.co/
12 Betegón Jerónimo. Justicia Transicional: Concepto, ciclos históricos y actualidad.10/02/2015. Toledo (España).
Las transiciones democráticamente legitimadas se construyen a través de
negociaciones de paz entre actores armados de discusiones sociales, más
amplias e incluso de formas de consulta a la ciudadanía. El fin es garantizar
la participación activa de la sociedad civil, en general, y de las víctimas en
particular, en el proceso transicional a la conclusión de dotarlo de legitimidad
democrática.12
El cierre a esto va a exigir una puesta ¨Legal¨, para formalizar las exigencias
13
de los delitos cometidos por el conflicto armado. Que será crucial siempre
y cuando los dos bandos afectados por medio de la educación de la cultura
de paz, puedan sacarel rencor ocasionado por actos violentos, rescatar la
convivencia entre los grupos afectados, la reconstrucción del tejido social
y de este modo reconciliarse y crecer tanto espiritual como en el ámbito
social, este es un proceso largo y amplio que necesita de tiempo, así como
de involucrar no solo a las personas afectadas sino a toda la sociedad en su
conjunto, porque todos hacen parte de un Estado.
Para concluir, Como lo dijo John F. Kennedy en su discurso del 12 de Junio
de 1963:
¨No cerremos los ojos a nuestras diferencias, prestemos atención a nuestros
intereses comunes y a los medios con los que conseguiremos resolver dichas
diferencias. Y si no podemos acabar ahora con nuestras diferencias, al menos
ayudar a que el mundo sea un lugar más seguro, partiendo de la diversidad¨.
La prevención de conflictos es la tarea más fuerte de cada país. Toda esta
orientación parte de la naturaleza innata del ser humano, de ser protagonistas
y ciudadanos activos para la construcción del hombre, y el percatarse a
una mente y una realidad más humana. Una realidad que abrirá paso a la
lucha y promulgación de los deberes y derechos, para el mejoramiento o
perfeccionamiento de ser humano.
En un mundo que corre aceleradamente, es necesario promover la cultura
de paz mediante la educación, de este modo se promueven y fortalezcan
actitudes, valores humanos y comportamientos que favorezcan a los
ciudadanos para propiciar la cultura de paz, colaboración entre culturas, la
comunicación, el diálogo, la mediación y/o negociación y la no violencia,
como solución a los conflictos.
SINDY
PINZÓN
SOLER
Sin la educación de la cultura de paz, cada persona no tiene la visión y
capacidad de respetarse a sí mismo ni a los demás, sin el respeto en una
sociedad va cayendo cada día más en la inseguridad, en la intolerancia, en el
desamor, a tal punto que desconoce el rumbo de esa situación. Para reformar
esta problemática, cada familia debe volver a la tradición de inculcar los
valores humanos, actitudes y comportamientos positivos puesto que es
desde allí donde se construirá y se promulgará la verdadera paz.
13 Betegón Jerónimo. Justicia Transicional: Concepto, ciclos históricos y actualidad.10/02/2015. Toledo (España).
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