MUJER Y CAMBIO SOCIAL EN ESPAÑA. UN ANÁLISIS DE CASO: LOGROS Y RETOS DE LAS MUJERES EN EL PLANO EDUCATIVO Juana M. RUILOBA NÚÑEZ Investigadora- Becaria FPU/MEC Dpto. Ciencia Política, UAM MUJER Y CAMBIO SOCIAL EN ESPAÑA. UN ANÁLISIS DE CASO: LOGROS Y RETOS DE LAS MUJERES EN EL PLANO EDUCATIVO 1. INTRODUCCIÓN: En el presente trabajo pretendo reflexionar sobre una cuestión general “la mujer y el cambio social en España”. Considero oportuno ahondar en el tema pues realizar un análisis de las trasformaciones sociales más relevantes en las sociedades modernas sin tener en cuenta la trasformación en el papel de la las mujeres acaecido en los últimos años sólo daría una visión parcial de la reflexión1. Dada la gran amplitud del tema he decidido enmarcar mi análisis bajo el paraguas de un estudio de caso2: “la mujer en el sistema educativo español”3. Persigo mostrar como la evolución reciente en la presencia y el papel de las mujeres ha influido en la modificación de la institución escolar y como continúa incidiendo en su transformación. Esbozaré como la inclusión lenta pero exitosa de las mujeres en este espacio de la vida social española sigue un proceso trasladable a otros ámbitos sociales. Plantearé cuál ha sido el papel del Estado y las instituciones en el impulso del proceso de cambio además de señalar cómo se están planteando alternativas de acción específicas relacionadas con la aplicación de acciones encaminadas a garantizar el principio de igualdad de oportunidades en el plano educativo como una estrategia de futuro. 2. EL ESTADO DE LA CUESTIÓN. Una visión general: cambio “en proceso” y dinámicas que persisten Los progresos conseguidos por las mujeres en los últimos años han sido muchos, la equiparación legal y la incorporación paulatina al mercado del trabajo y al mundo público son realidades que han transformado y siguen trasformando profundamente todo el entramado social. La realidad es esclarecedora pero los cambios tienen matices. En lugar de indagar en el procedimiento general de cambio pasado y en las modificaciones concretas que han ido dándose, creo necesario concentrar el esfuerzo en describir la situación presente y ver como perduran algunos elementos que anclan a las mujeres de hoy en dinámicas sociales del pasado. En este punto es relevante mencionar cuáles son estás dinámicas que persisten y que influyen en el desarrollo de las vida las mujeres contemporáneas. 1 La teoría feminista ha criticado esta dinámica de androcentrismo imperante en los estudios de las ciencias sociales, como ejemplo ver García del León, M. A. y De la Fuente, G. “Androcentrismo y sociología”, en Manual de sociología de la educación, F. Ortega et alt., compiladores. 2 Concentrarme en un espacio delimitado me facilitará la tarea de ser más precisa en mis afirmaciones y ejemplificar las características y los retos del cambio social experimentado que pueden ser extensibles de manera más general. 3 He seleccionado el plano educativo por ser uno de los pioneros en la presencia extensiva de las mujeres y porque creo que puede constituirse como un buen lugar para observar las características de las alteraciones, tensiones y desafíos con los que se ha encontrado y se encuentra la mujer como sujeto social. 1 -. El mantenimiento de estereotipos4 de género. Aún superada la rigidez que relegaba a las mujeres al hogar, y a los hombres a la vida pública y conseguido el igual estatus legal de unos y otras, continúan siendo arraigadas las pautas que vinculan a hombres y mujeres con algunas de las tareas que tradicionalmente les corresponderían en el plano público y privado, dificultando la participación equilibrada de ambos en las dos esferas, o si se prefiere “dentro” y “fuera” del hogar5. El hecho de que el ideario mayoritario mantenga que las características propias relacionadas con cada género6 son inherentes, ha perjudicado y sigue perjudicando la igualdad real. Los estereotipos sexuales7 han venido a justificar muchas de las actuaciones y comportamientos de los agentes sociales y de las autoridades públicas y privadas. -. El cambio en la estructura familiar. Tradicionalmente la vida de las mujeres estaba vinculada con el hogar y con una estructura familiar que otorgaba al hombre la función de proveedor y a la mujer el papel de ama de casa, promoviendo una asignación de roles sexista que no sólo trascendían a la esfera privada y familiar sino que impedía a las mujeres desarrollarse en otros planos de la vida. Pero tanto las mujeres como las familias son ya diferentes en las sociedades de hoy8, las nuevas fórmulas de convivencia concretadas en familias monoparentales u hogares unipersonales, la postergación de le edad de emancipación de los hijos, la mayor esperanza de vida, etc. son nuevas características de las familias y de las sociedades avanzadas. Además algunos justifican que la incorporación de la mujer al mundo productivo y el nuevo papel multifacético que ostenta en las sociedades actuales ha precedido y fomentará el cambio familiar (CONDE, 1982) que aunque lento parece inevitable. -. El reparto desigual en el uso del tiempo9 y el problema de la conciliación: El uso del tiempo y el desigual reparto de las responsabilidades dentro y fuera del hogar determinan los comportamientos 4 Los estereotipos son imágenes mentales muy simplificadas sobre personas o grupos que son compartidas en sus características fundamentales por un gran número de personas. Los estereotipos cumplen una función social importante (TAJFEL, 1981), ya que se vinculan con la creación y perdurabilidad de la ideología o creencia de un grupo explicando y justificando la actuación social, y ayudan a crear y mantener diferencias en la valoración de unos grupos respecto de otros. 5 Las mujeres continúan llevando sobre sus espaldas la mayoría del trabajo doméstico. Además el mercado de trabajo continúa vinculado con lo que algunas feministas llaman “el modelo masculino”, esto es, se presupone que el trabajador trabaja “fuera” y que hay alguien en casa a tiempo completo para encargarse de las tareas domésticas y el cuidado de los niños. 6 El concepto género pretendió acabar con las omnipresentes teorías deterministas biológicas que interpretaban el lugar de hombres y mujeres en la estructura social como consecuencia de las características biológicas (BELTRAN, 2001). El concepto de género puede definirse como el conjunto de creencias, rasgos personales, actitudes, sentimientos, valores, conductas y actividades que diferencian a hombres y mujeres a través de un proceso de construcción social que tiene varias características. En primer lugar, es un proceso histórico que se desarrolla a diferentes niveles tales como el estado, el mercado de trabajo, las escuelas, los medios de comunicación, la ley, la familia y a través de las relaciones interpersonales. En segundo lugar, este proceso supone la jerarquización de estos rasgos y actitudes de tal modo que a los que se definen como masculinos se les atribuye mayor valor. (BENERÍA, 1987). 7 Las distinciones en la asignación de roles y rasgos que corresponden “predominantemente” a hombres y mujeres se hace desde la base de esta simplificación en la asignación de imágenes mentales y características. Es lo que suele llamarse estereotipos sexuales o de género. 8 Para profundizar en los conceptos de nueva mujer y nueva familia acudir, por ejemplo, a las reflexiones de TURNATORI o a SARACENO (SHOWSTACK, 1996). 9 En la Conferencia de NNUU celebrada en Génova de 1987, se invita a potenciar las “estadísticas e indicadores” relacionados con temas de la mujer, haciéndose mención especial a la necesidad de contar con estudios que se centren en la forma en la que se distribuye el tiempo y, en particular, al trabajo doméstico, debido a que la tendencia a una más igualitaria distribución de estas actividades domésticas es –según las NNUU-, un signo inequívoco de prosperidad y progreso de un país. (ÁLVARO, 1994). 2 de hombres y mujeres en todas las esferas de la vida10. El anclaje que supone la “esfera privada” y el “trabajo doméstico”11 para las mujeres y los efectos que tiene sobre las otras facetas de su existencia son evidentes, -tanto en el ámbito laboral, a la hora de encontrar un trabajo o de mantenerlo, como en los otros aspectos-12 -. La persistencia de la discriminación social13 y la segregación ocupacional14 que pese a las modificaciones en los modos de comportamiento todavía se proyecta en el mercado, donde las mujeres participan con tasas de actividad menores, en trabajos con contratos más precarios, con mayores cotas de siniestralidad laboral, sufriendo más desempleo y con salarios más bajos que los de sus compañeros varones. -. El mantenimiento de la violencia de género como manifestación de la discriminación que persiste15. -. La gran distancia que aún queda para el reparto equitativo del poder y de la toma de decisiones entre ambos sexos. Si bien cada vez es más habitual el porcentaje de mujeres que ostentan cargos de alta responsabilidad el número es aún muy bajo16. -. La existencia de colectivos especialmente vulnerables entre las mujeres: colectivo de mujeres discapacitadas17, las mujeres inmigrantes, las mujeres con escasos recursos18 o las mujeres analfabetas19. 10 La evolución en los usos del tiempo nos permite evaluar la eficacia de las políticas de igualdad (AGUINAGA y COMAS, 1997). 11 El trabajo doméstico es un trabajo no remunerado, que pretende cubrir las necesidades de los miembros del núcleo familiar, incluyendo la persona que lo realiza, que se caracteriza por ser intercambiable en el mercado laboral, porque se puede contratar a una persona para llevarlo a cabo y, en consecuencia, por ser productivo, ya que tiene valor monetario aunque no sea remunerado (ALVARO, 1994). El trabajo doméstico incluye los siguientes aspectos: trabajo de casa (cocinar o preparar alimentos, fregar cacharros, barrer, limpiar la casa, lavar ropa, plancharla, tenderla), mantenimiento (reparación y mantenimiento de la vivienda, cuidado plantas, jardín, cuidado de animales de compañía., vehículos y otros equipamientos), cuidado de la familia (cuidado de niños y personas mayores, colaborar en la formación de los hijos), compras, servicios (gestiones administrativas en instituciones públicas, bancos, comunidad de vecino) visita medica para uno mismo acompañando a otro. 12 La Encuesta sobre usos del tiempo realizada por el Instituto de la Mujer y que está disponible en la web de este organismo muestra datos concretos de esta realidad. El IM se ha preocupado también por establecer indicadores para poder medir esta variable y sus implicaciones para mujeres y hombres. 13 La discriminación social hace referencia a la situación generalizada de discriminación existente en una sociedad producto de prácticas, prejuicios y usos sociales que manifiesta sus efectos a la hora de la distribución de bienes escasos o en el ámbito de interacción de personas o cosas (CASTAÑO, 1999). 14 A pesar de la plena y creciente inserción de las mujeres en el mercado laboral, aún existe una tendencia hacia la ocupación de las mujeres en determinadas profesiones o ramas de actividad. Esta situación se denomina segregación ocupacional y se ha relacionado en la literatura con infinidad de factores, bien inherentes al mercado –por ejemplo, la preferencia por parte de los empresarios de contratar a personas de un sexo en perjuicio del otro14-, bien vinculados con los procesos de socialización y elección personales –la segregación puede ser consecuencia de las distintas elecciones de estudio o trabajo realizadas por hombres y mujeres. Partimos de que hombres y mujeres deben elegir libremente y los resultados de dicha elección pueden suponer cierto grado de segregación. Sin embargo, el hecho de que se observe una alta e importante persistencia en los niveles de segregación, que implican en general la especialización de las mujer en trabajos peor remunerados que los del hombre y que se corresponden con los estereotipos de género tradicionales, es lo que hace pensar en la persistencia del problema de discriminación en el mercado de trabajo (ANKER, 1998). 15 Tema desafortunadamente visible y sujeto al debate público dado lo alarmante de las cifras de mujeres víctima de malos tratos. Los datos disponibles en la web del IM – Mujeres en Cifras de la “Macroencuesta sobre violencia contra la mujer” para el año 2002, nos proporcionan información sobre la gravedad del problema en España, donde el 4% de las mujeres reconoce haber sufrido malos tratos dentro del hogar en ese año y donde el 11,1%, (esto es, una de cada diez españolas) son víctimas de algunas de las situaciones consideradas como maltrato o sufren ciertos comportamientos violentos, no se reconocen o no se declaran como maltratadas. Es lo que se denomina “maltrato técnico”. 16 Las mujeres tienen dificultades para acceder a los puestos más relevantes pública y políticamente, pues chocan con el denominado “techo de cristal”, esto es, reticencias organizativas fruto de pautas culturales firmemente arraigadas y una desigual relación de poder entre quienes tienen capacidad de decisión sobre estas cuestiones y las mujeres (SENSAT Y VARELLA, 1998). 3 Todas las realidades anteriores dibujan y condicionan de una u otra manera la existencia de las mujeres determinando la naturaleza del cambio futuro. Por ello, es necesario tenerlas en cuenta, más aún, si vemos que cuando profundizamos en el análisis se observa que estas categorías son también los ejes vertebradotes de la mayoría de las acciones que tienen por objeto a las mujeres y que se están implantando por parte de algunas instituciones públicas. El Estado (esencialmente a través del Instituto de la Mujer en el caso español), la Unión Europea y Naciones Unidas20 junto con otros actores han actuado y actúan como emprendedores que impulsan los temas de género a las agendas políticas y al escenario del debate público contribuyendo a hacer estos temas más visibles y favoreciendo así de alguna manera la discusión y la consiguiente posibilidad de transformación social. 3. ESTUDIO DE CASO: LA MUJER EN EL SISTEMA EDUCATIVO ESPAÑOL Con el análisis concreto de este caso de estudio pretendo indagar y analizar la evolución y el lugar que ocupan las mujeres en el sistema educativo español en la actualidad. Me propongo un doble objetivo: 1) observar la evolución de la presencia de las mujeres dentro de la institución escolar, 2) estudiar el cambio producido en la institución educativa y los retos futuros ante el nuevo papel de la mujer y la concreción de las acciones encaminadas a la igualdad de oportunidades como estrategia mayoritariamente adoptada para sostener el cambio. Para ello me apoyaré en algunos datos sobre la posición de las mujeres en este ámbito y haré una revisión de la legislación y medidas gubernamentales a nivel estatal en relación a la igualdad de oportunidades en la educación hoy. Además dado que los retos por hacer se identifican con esta consecución de la igualdad de oportunidades, contestar a la pregunta de hasta qué punto este principio se está haciendo efectivo en el sistema educativo español me servirá de hilo conductor para la reflexión. 3.1. Cambios en el sistema educativo: de la exclusión a la garantía de la educación igual Haciendo una pequeña contextualización del tema hay que decir que el acceso y la plena incorporación de la mujer en el sistema educativo ha sido un proceso recientísimo y en etapas. El simple reconocimiento del derecho a la educación de las niñas fue el gran primer paso, que se concretó normativamente en la Ley Moyano de 1857, y al que después le seguirían otros no menos importantes. 17 Son un total de 2.055.251 mujeres y representan el 58,25% del total de discapacitados en España, según la Encuesta de Discapacidades, Deficiencias y Estados de Salud (INE) de 1999. 18 El 19,3% de las mujeres vive en “riesgo de pobreza”,esto es, son personas que viven en hogares con una renta total equivalente inferior al 60% de la renta media nacional equivalente, según datos del Panel de Hogares de la UE –PHOGUE- (INE) en 1999. 19 Son unas 667.000 mujeres y representan el 69,93% del total de analfabetos (Datos del INE, Encuesta de Población Activa, III Trimestre de 2004). 20 Es muy numerosa la bibliografía que se detiene a analizar la influencia de estos actores en la configuración de las políticas para las mujeres, por hacer un breve selección es muy interesante resaltar la contribución de MARTÍNEZ, E y NOVO, A (2002) en su estudio sobre la política autonómica de igualdad desde el marco analítico de la ciencia política concretamente desde la subdisciplina de las políticas públicas, al igual que también son muy esclarecedores el trabajo de ROSELLI, M (2001) sobre las políticas del género y la Unión Europea y el de VALIENTE, C (1994) sobre el papel del Instituto de la Mujer en la formación y diseño de las políticas de género. 4 Sin ánimo de ser exhaustiva señalo algunas de las fechas clave en este proceso de introducción de las mujeres en el sistema educativo. 1857 Ley Moyano: reconoce el derecho a la educación de las niñas, pero en escuelas separadas y con un currículum basado en le aprendizaje de las habilidades domésticas y el cumplimiento de los roles de madre y esposa. 1868 Las mujeres pueden acceder, previo permiso de la autoridad, a la enseñanza secundaria y universitaria. 1910 Las mujeres pueden acceder a la universidad sin permiso. 1931 Planteamientos y experiencias coeducativos de la Institución Libre de Enseñanza y la Escuela Ferrer Guardia entre otras. 1939-1970 Escuela segregada basada en los principios del Movimiento (nueva clara segregación por roles). 1970 Ley Villar-Palasi: implantación de la escuela mixta, esto es, escuela y currículum común para ambos sexos. Se elimina lo que tradicionalmente ha sido la educación femenina (habilidades domesticas y cuidado de personas). 1978 Aprobación Constitución, art. 27 (derecho de todos a la educación). 1985-1990 Se completa el proceso de implantación de la escuela mixta. Entrada de España en la Unión Europea (elaboración Planes de igualdad). 1990 Promulgación de la LOGSE. Educación para la igualdad de los sexos como materia transversal. 1995-2004 Etapa del Gobierno popular, LOCE / LOU. 2004 Gobierno PSOE, LO 28-12-2004 contra la violencia de género: explícita referencia a la igualdad de sexos en el plano educativo, en las disposiciones adicionales se modifican y amplían algunas de las leyes básicas del sistema educativo. Como se observa, las niñas fueron introduciéndose progresivamente en todos y cada uno de los niveles educativos, en los primeros tiempos en escuelas diferentes a las de sus compañeros varones, las escuelas segregadas en las se les instruía en las “funciones propias de su sexo” y donde se reproducían las pautas sociales (fundamentalmente se las educaba en habilidades domésticas y de cuidado), y mucho más tarde ya en los mismos centros (escuelas mixtas, donde ya compartían espacios, profesorado y currículum, aunque hay que remontarse para ello hasta 1970). Esta pauta de exclusión, segregación y posterior inclusión en la estructura masculina se repite en otros escenarios – con más o menos éxito-. 3.2. Indicadores para evaluar la posición de las mujeres en el sistema educativo: El problema es que, a pesar del derecho a una educación igual y a que ambos sexos compartan espacio común, la socialización en la escuela sigue reproduciendo patrones diferenciados según el sexo. Esta diferencia en los valores y en las prácticas se materializa en indicadores cuantitativos y cualitativos. 5 -. Indicadores cualitativos: La escuela como reproductora de un modelo desigual21: • El currículum oculto: En la escuela se dan procesos complejos que determinan a posteriori acciones, conductas y comportamientos en los sujetos que educamos. Más allá del currículo oficialmente establecido la escuela no es “neutral”, en ella encontramos personas -socializadas en una determinada comunidad con unos valores preponderantes- que se comunican y se relacionan siguiendo una serie de patrones establecidos: el lenguaje que utilizan, las formas, los gestos, la jerarquía, los materiales didácticos, la disposición de los espacios y tiempos no son elementos insignificantes en el proceso de enseñanzaaprendizaje de los/as alumnos/as, ni en la conformación de la personalidad, las habilidades y actitudes que desarrollaran en el futuro estos sujetos. Hay, por tanto, algo más allá de lo formalmente concretado, es el denominado currículum oculto que favorece la transmisión de valores sexistas22 estereotipados en la escuela. • El androcentrismo en el currículum: El currículum es androcéntrico porque la cultura así lo es. El modelo de referencia curricular y social utilizado de manera general es lo que se conoce como “arquetipo viril”, es decir, el hombre blanco, occidental, urbano, de clase media, adulto y heterosexual -habitualmente se excluyen las aportaciones de otras culturas, pueblos o géneros-. La invisibilidad de las mujeres y su vinculación con lo privado continúa -aunque sea tenuemente-, esto tiene implicaciones en las alumnas que no se encuentran reflejadas ni hallan referentes femeninos no estereotipados en la historia, las ciencias, la política. • Los estereotipos sexuales en el aula: Sin detenerme mucho en ello, tengo que resaltar que algunas investigaciones han corroborado que los estereotipos se presentan también en el trabajo diario en el aula en: la interacción entre alumno y profesor (en relación a la frecuencia y duración de las interacciones dependiendo del sexo del docente y del alumno), los libros de texto y materiales didácticos (que son fundamentales en el proceso de enseñanza aprendizaje pues producen asociaciones, imágenes y significados, y donde hombres y mujeres no quedan representados de igual manera ni aparecen el mismo número de veces), en el lenguaje (ya sea oral, escrito y audiovisual, y que no es neutro, tradicionalmente se excluye a las mujeres, se generaliza en masculino, se dan connotaciones diferentes según el género de la palabra...) y en el papel del profesor (la mayoría de los docentes no se ha cuestionado la cultura androcéntrica escolar)23. 21 La desigualdad es fruto de la sociedad patriarcal en la que aún vivimos. La sociedad patriarcal es aquella que se fundamenta en la jerarquización de los sexos y la subordinación de las mujeres en todos los ámbitos de la vida. La literatura feminista ha tratado ampliamente este tema y tradicionalmente ha apuntado que la escuela simplemente “copia” la estructura patriarcal en la que se inserta aunque estemos en sistemas democráticos y esta reproducción sea sutil y de manera oculta. 22 El sexismo es invisible, inconsciente y sutil. 23 Es muy interesante la reflexión y las aportaciones de Xavier Bonal (1997) en cuanto a las actitudes del profesorado hacia la coeducación y sus propuestas. 6 -. Indicadores cuantitativos: La dicotomía presencia-ausencia. Las mujeres están plenamente insertas en todos los niveles educativos, no obstante, se observan ligeras diferencias. • El alumnado: Si acudimos a los datos de población con estudios terminados por sexo corroboramos la igualdad en todos los estratos a excepción de las grandes diferencias en los extremos del sistema educativo: aún es mayoritaria la presencia de mujeres entre los analfabetos o personas sin estudios y es minoritario el porcentaje de mujeres entre los doctores. Tabla 1. Población de 16 o más años, por sexo y estudios terminados Ambos sexos Total Analfabetas/os Sin estudios Estudios primarios Estudios secundarios o medios Técnico-Profesionales medios y superiores* Universitarios primer ciclo Universitarios segundo ciclo Universitarios Tercer ciclo (Doctorado) Otros Mujeres Absolutos 34.428,3 966,9 3.122,0 % Mujeres 51,45 68,93 59,05 Absolutos 17.713,8 666,5 1.843,6 % Mujeres 100,00 3,76 10,41 8.583,1 12.687,3 4.044,9 53,35 47,85 46,69 4.578,9 6.071,1 1.888,5 25,85 34,27 10,66 2.277,0 2.612,0 91,9 43,3 58,09 49,18 34,60 59,82 1.322,7 1.284,7 31,8 25,9 7,47 7,25 0,18 0,15 Fuente: Encuesta de población activa, INE (III Trimestre 2004) También las elecciones de estudios siguen teniendo sesgos sexistas como podemos ver claramente si acudimos a los datos del alumnado matriculado en los Grados Formativos de la Formación Profesional, ya sea media o superior. Las mujeres se concentran en estudios relacionados con roles tradicionalmente femeninos, asociados al cuidado y la belleza, y su presencia es simbólica en otros estudios considerados como “masculinos” como los de mantenimiento de automóviles, electricidad o mecánica. La segregación en la elección de estudios para insertarse en el mercado es evidente teniendo esto luego un reflejo palpable en el mundo laboral. Las diferencias no son relevantes, sin embargo, en el alumnado matriculado por áreas de conocimiento para las titulaciones universitarias, aunque sigue siendo más pequeño el número de mujeres que de hombres que acceden a los estudios relacionados con la ingeniería y la tecnología24, tónica que se mantiene también en el tercer ciclo25. 24 El porcentaje de mujeres no llega al 27%, según datos de la Estadística de la Enseñanza Superior en España, INE, para el curso 2001-2002. 25 Las alumnas de doctorado suponen alrededor del 50% del total de matriculados, a excepción de las alumnas del área conocimiento vinculada con la Ingeniería y Tecnología que representan sólo el 26% del total de alumnos matriculados (según datos de la Estadística de la Enseñanza Superior en España, INE, para el curso 20012002). Al igual ocurre con los datos sobre tesis leídas, donde los porcentajes decrecen un poco pero donde continúa la misma dinámica. 7 Si a pesar del mantenimiento de algunas diferencias la igualdad se está instalando cuantitativamente entre el alumnado hablamos de la presencia-ausencia de las mujeres en el plano educativo porque no ocurre lo mismo entre el profesorado y entre los cargos de más categoría o prestigio del sistema. • El profesorado y los cargos directivos: El llamado techo de cristal es claramente manifiesto aquí, las mujeres siguen estando subrepresentadas esencialmente entre el profesorado universitario –son mayoría, sin embargo, en los niveles no universitarios- y entre los cargos de más influencia26. Tabla 2. Profesorado de las Universidades públicas según categoría: Total Catedráticas/os total Profesoras/es titulares total Asociadas/os Ayudantes Eméritas/os Maestras/os de taller Profesoras/es visitantes Otras/os y no consta Número total 84.603 10.083 38.541 30.531 3.245 390 83 371 1.359 Número mujeres 28.740 1.690 14.049 10.619 1.592 35 7 105 643 % Mujeres 33,97 16,76 36,45 34,78 49,06 8,97 8,43 28,30 47,31 Fuente: Datos de la Estadística de la Enseñanza Superior en España, INE (2002). La asimetría representativa en los cargos directivos en la educación27 se hace evidente en las direcciones de los centros y en la inspección, así: 1) En los equipos directivos de los centros de educación no universitaria28: las mujeres son el 51,55% en los equipos directivos de primaria e infantil y ocupan el 45% de las direcciones de los centros –datos del CIDE 1999-, en secundaria son el 42% en cargos de representación docente y el 25% como directoras –datos CIDE 2003-. 2) En la Inspección educativa: sólo en tres de las diecisiete Comunidades Autónomas (Madrid, Baleares y Cataluña) aparece una mujer como responsable de la Alta Inspección, además las mujeres son 25, el 14 % de los inspectores en 2003 según datos CIDE –cifra que incluso ha descendido ya que en 1987 las inspectoras eran el 27%-. En resumen, los datos cualitativos y cuantitativos avalan el mantenimiento de ciertas desigualdades en el sistema. Así, la transmisión de estereotipos continúa a través de currículum oculto y aunque en la práctica las mujeres están representadas como alumnas y como profesoras en todos los niveles educativos persisten las diferencias: como alumnas aunque siguen siendo mayoría 26 Es interesantísimo el análisis que realiza M. A. GARCÍA DE LEÓN (1982 y 2001) sobre las barreras a las que se enfrentan las mujeres para superar el techo de cristal y los “superpluses” que tienen que solventar. 27 Aunque ha aumentado en los últimos años sigue sin guardar proporción con su presencia como docentes en todos los niveles educativos. 28 Parece que esto es más evidente aún entre los cargos de representación universitaria, aunque no lo he podido cuantificar ya que no dispongo de datos recientes. 8 en determinadas ramas, especialidades o carreras29, y no lo son en otras; como profesoras son mayoría en los niveles educativos inferiores (algunos han relacionado incluso la proletarización del profesorado y su vinculación con el proceso de feminización) y tienen escasísima representación entre el profesorado universitario (sobre todo entre los profesores titulares y catedráticos), además están poco representadas en los cargos directivos en los centros (en relación a su peso numérico como profesoras en las enseñanzas no universitarias). El alumnado percibe esta jerarquización sexual en sus centros donde los hombres ostentan mayoritariamente los puestos de autoridad y las mujeres los espacios subordinados30. Más allá de las cuestiones concretas la institución escolar reproduce dinámicas sexistas en las que socializa a los alumnos y que luego a su vez ellos reproducirán. 3.3. Retos de futuro: ¿Hacia dónde va el cambio? La construcción de un modelo de educación no sexista. La implicación de las instituciones gubernamentales. Hemos visto como la institución escolar ha ido cambiando y adecuándose al papel que las mujeres han ido adoptando en su evolución hacia un sistema más igualitario pese a las dinámicas sexistas que han quedado como poso y que acabamos de señalar. Pero ¿hacia donde vamos? Si la consecución de la igualdad legal-constitucional entre mujeres y hombres se concreta muy recientemente en el tiempo y es el detonante fundamental que trasformó el papel de la mujer en todos los ámbitos, podemos también datar el inicio del impulso definitivo hacia la búsqueda de la igualdad de oportunidades a partir de reforma introducida por la LOGSE31 y gracias a la activa labor desarrollada por el Instituto de la Mujer y por las directrices marcadas por la Unión Europea, que han acelerado la formalización de las medidas para paliar la realidad desigual32. Los efectos no deseables de la desigualdad de género33 y la preocupación por el tema de los actores antes mencionados hicieron que empezaran a sucederse medidas legislativas y planes de acción a partir de los años ochenta. La Unión Europea fue la primera en elaborar planes de igualdad, se trata de los “Programas de Acción Comunitaria para la igualdad” que sirvieron de inspiración y guía posteriormente a los “Planes de Igualdad de Oportunidades” del Instituto de la Mujer Nacional –a partir de la incorporación 29 Estas ramas o carreras donde las mujeres son absoluta mayoría dan lugar a las denominadas “profesiones segregadas”, éstas suelen ser profesiones “poco prestigiosas socialmente” muchas de ellas relacionadas con el cuidado o la estética –como ya veíamos- donde las mujeres además evitaran el tener que “competir” con hombres. Habría que incidir en la orientación académica y profesional, porque continúan las opciones académicas y vocacionales tradicionales, por tanto, sería positivo potenciar iniciativas para que las elecciones de los/as alumnos/as sean más amplias y no esteriotipadas. Algunas feministas dicen que las mujeres continuarán manteniendo elecciones estereotipadas mientras estén atrapadas entre las demandas de los mercados sexuales, maritales y laborales. 30 A raíz de todo lo anterior hay que preguntarse ¿Esta diferencia que persiste es una cuestión de elección o de permanencia del “techo de cristal” y de valores sexistas en la escuela? 31 Ley Orgánica 1/1990, de 3 de octubre, de Ordenación General del Sistema Educativo. 32 También es muy importante el papel de Naciones Unidas y de la simple inercia de apertura hacia el exterior de España, que intentó tras la transición equipararse e imitar las políticas de los países más desarrollados. Esta política de igualdad de oportunidades es a mi entender un claro ejemplo de lo que en la disciplina de las políticas públicas ha venido a denominarse “política de difusión”. Habría que indagar más para ver si algún otro actor se manifiesta también como relevante en este proceso de iniciación de la política. 33 El “sexo” designa unas características transhistóricas estrictamente biológicas mientras que el “género” es un conjunto de normas sociales que definen capacidades y comportamientos diferenciados según el sexo. 9 de España en la Unión Europea- y que se han extendido a otros ámbitos territoriales (las Comunidades Autónomas a través de sus Institutos o Secretarías de la Mujer realizan sus planes, también algunas ciudades). Como observamos, los Planes de Igualdad de Oportunidades del Instituto de la Mujer siempre han incluido entre sus áreas prioritarias a la educación. I PIOM (1988-1990) II PIOM (1993-1995) III PIOM (1997-2000) IV PIOM (2003-2006) Ordenamiento Legislación - Perspectiva de género jurídico, familia y en todas las políticas. protección social Empleo y relac. Empleo Economía y empleo Vida económica Responsabilidades - Conciliación vida familiar laborales - domésticas - Asociacionismo y laboral Acceso a puestos de Poder y toma de decisión decisiones Participación social y - política Toma de decisiones Vida civil - - Violencia Salud Salud Salud - Marginación Mujeres en situación de Calidad de vida exclusión social Educación y Educación Educación Imagen Imagen y medios de Transmisión de valores y comunicación. actitudes igualitarias Cultura - - - Mujeres rurales - Cooperación Cooperación Cooperación Cooperación Con las medidas propuestas en el plano educativo, lo que realmente se persiguió como objetivo a materializar es la construcción de un nuevo tipo de institución escolar. Se busca hacer efectivo un cambio de valores en la escuela e introducir la idea de la escuela coeducativa34 y la estrategia de la transversalidad35en la educación como uno de los primeros pasos que servirán para introducir esta medida de manera amplia en todas las políticas y acciones. Se trata que el sistema educativo, donde las mujeres están totalmente integradas- se convierta en una especie de punta de iceberg de un cambio mayor que se quiere trasladar después al resto de las dinámicas sociales. 34 La “escuela coeducativa” es una institución dirigida a la eliminación de los estereotipos sexistas tradicionales y a la jerarquización de los géneros. 35 La transversalidad implica la asunción del valor de la igualdad de géneros en todos los ámbitos, materias y actividades del centro escolar de manera integradora. 10 3.4. El modelo de escuela coeducativo: En cuanto a la evolución concreta de los modelos de escuela, BONAL (1997) identifica muy claramente este recorrido por pasos desde la escuela de roles tradicionales hasta el proyecto de una escuela coeducativa de manera muy clara como vemos en el siguiente cuadro. ROLES SEPARADOS Valores ESCUELA MIXTA - Educación para el - Educación igual. rol sexual. - Escuela como la - Desarrollo de - Asignación de géneros. - Socialización de capacidades a la eliminación personales. de estereotipos - Eliminación de la - Principio de no público y privado. jerarquía de coacción. - Separación física. géneros. - Individualización de y - Igualdad de la diferentes. asignación y - Reacciones institucionales ante de género. - Atención a la proceso educativo. pedagogía transgresores sexuales. producción. en los ámbitos - Currículum institución dirigida - Escuela para la cada grupo sexual Normas E. COEDUCATIVA necesidad de cada grupo. - Atención a la distribución de diversidad recursos. cultural. - No relevancia de - Control de la género. desigualdad - Transgresión no pautada. pautada. - Libertad de elección. Legitimaciones - Creencia en la superioridad - Escuela meritrocrática. masculina. - Roles - Sociedad - Escuela sexuales diferenciados como necesidad social. reproductora como instrumento neutral. - Igualdad individual, no empírico - Fundamentación a nivel moral, racional. - Psicológico no y pedagógico. - Efectos positivos de la escuela mixta sobre la socialización. y culturales y como instrumento - Homogeneidad cultural. - No relevante. desigualdades sociales grupal. Conocimiento de de uniformización. - Sociológico. - De las formas de discriminación sexista. - De las especificidades de cada grupo social. 11 Como colofón apuntar que este cambio en la forma de entender el sistema educativo y del modelo de escuela tenía una plasmación un tanto difusa en las normativa general aplicable al sistema educativo36 hasta que se le ha dado un impulso definitivo con la aprobación reciente de la “Ley integral sobre la violencia de género”37 donde se reforma y se redacta de nuevo parte del articulado de las diferentes leyes del sistema educativo. Esta ley integral introduce un nuevo impulso en la lucha por la igualdad de oportunidades efectiva en todos los ámbitos y también en el educativo –al que da gran trascendencia-38, así las medidas referentes a la educación incluidas en esta ley van encaminadas a 1) incluir y fomentar las actitudes a favor de la igualdad en todos los niveles educativos (también en el universitario donde fomentará la formación, docencia e investigación en igualdad de género y no discriminación de forma transversal) y 2) controlar que los materiales didácticos no reproduzcan estereotipos sexistas y que se tenga preocupación por el tema en la formación inicial y permanente del profesorado, concede a la inspección la capacidad de control para el cumplimiento de estas medias. Este no es más que un paso más que demuestra la dirección del cambio hacia el que vamos. 4. CONSIDERACIONES FINALES: Con este documento he tratado de especificar como la transformación social y el cambio en el papel de la mujer puede verse plasmado en un espacio concreto, en el sistema educativo, y como las estrategias que se han ido adoptando para su modificación han producido una renovación de los principios que guían la institución escolar. La importancia de este proceso de reforma trasciende de forma más general a la sociedad en su conjunto, dado el rol esencial que juega la escuela en el proceso de socialización de los individuos. A lo largo de este trabajo he intentado describir la situación de las mujeres en el sistema educativo, he aportado para ello indicadores cuantitativos y cualitativos que me han servido para comprobar que pese a los cambios en la institución se siguen generando dinámicas desiguales en la escuela. He señalado también como los discursos y los deseos de impulsar el cambio se han visto frenados por dinámicas sexistas arraigadas en el entramado social que se reproducen y que impiden que el principio de igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres sea todavía todo lo efectivo que debería –más allá de lo normativo donde sí se ha dado un empuje importante-. 36 Así teníamos que: 1) Ley Orgánica 8/1985, de 3 de julio, reguladora del Derecho a la Educación (LODE), no explicitaba el derecho a la igualdad entre los sexos en su articulado aunque quedaba implícito en el artículo 2.b) del mismo; 2) Ley Orgánica 1/1990, de 3 de octubre, de Ordenación General del Sistema Educativo (LOGSE), indicaba como principio básico de la educación la efectiva igualdad de derechos entre los sexos, e introducía la trasversalidad –concretamente en la exposición de motivos y en los artículos 2, 13. b) y 19. b)-; 3) Ley Orgánica 2/2002, de 23 de diciembre, de Calidad Educativa (LOCE), En el Título Preliminar y en el artículo 1 b) expone que entre los principios de calidad del sistema educativo está el de transmitir valores que favorezcan la igualdad de derechos entre los sexos que ayuden a superar cualquier tipo de discriminación. 37 Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la violencia de Género. 38 En el anexo incluyo un esquema detallado de las modificaciones e incorporaciones de artículos a cada de las normas del sistema educativo que ha reformado esta nueva ley orgánica. 12 He dejado constancia de la importante labor desempeñada por algunos actores públicos que han ido promocionando medidas políticas concretas, además he identificado como el impulso final para el cambio ha sido un logro conjunto que se debe, por un lado, a actores comprometidos –donde es fundamental el liderazgo de un gobierno preocupado por los temas de género y por la política activa del Instituto de la Mujer y la Unión Europea-, y por otro lado, a la visibilidad de los temas de mujeres dada la reciente irrupción de los asuntos de discriminación de manera más perceptible por el desgraciado y grave problema de la violencia de género. Por último, he analizado brevemente las características del nuevo modelo de escuela coeducativa en contraposición a otros modelos de escuela. El cambio está en marcha, el problema es delimitar la magnitud que tal cambio puede tener. La consecución real del avance hacia una escuela y una sociedad más igualitaria habrá que dejarla en suspense hasta que se implanten realmente las medidas definidas y se produzca un desarrollo normativo y presupuestario que nos haga pasar de los discursos a las políticas concretas además de ver la permeabilidad y disposición con la que reciba el cambio la sociedad española. 5. BIBLIOGRAFÍA: AGIRRE SÁEZ DE AGILAZ, A (2002): “Orientar para la igualdad, orientar desde la diferencia” en A. GONZÁLEZ y C. LOMAS (coord.), Mujer y educación. Educar para la igualdad, educar desde la diferencia. Barcelona. Serie Teoría y Sociología de la Educación. Editorial Gráo. AGUINAGA, J. y COMAS, D. (1997): Cambios de hábito en el uso del tiempo. Trayectorias temporales de los jóvenes españoles. Madrid. Instituto de la Juventud. Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales. ÁLVARO PAGE, M. (coord.), (1994): Propuesta de un sistema de indicadores sociales de igualdad entre géneros. Madrid. Instituto de la Mujer. Ministerio de Asuntos Sociales. ALVARO PAGE, M. (1996): Los usos del tiempo como indicadores de la discriminación entre géneros. Madrid. Ediciones del Instituto de la Mujer. Estudios 46. BELTRÁN, E.; MAQUIERA, V.; ÁLVAREZ, S. y SÁNCHEZ, C. (2001): Feminismos. Debates teóricos contemporáneos. Madrid. Alianza editorial. Ciencias sociales. BENERÍA, L. (1987): “¿Patriarcado o sistema económico? Una discusión sobre dualismos metodológicos” en C. AMORÓS, Mujeres: Ciencia y práctica política, Madrid, Debate, pp. 39-54. BLAT GIMENO, A. (1994): “Informe sobre la igualdad de oportunidades educativas entre los sexos”, en Revista Iberoamericana de Educación (Biblioteca Digital O.E.I.), nº6, (septiembre-diciembre), pp 123-145. BONAL, X. (1997): Las actitudes del profesorado ante la coeducación. Propuestas de intervención. Barcelona. Editorial Grao. CASTAÑO, C., IGLESIAS, C., MATAS, E. y SÁNCHEZ –HERRERO, M. (1999): Diferenciación o discriminación. La situación de las mujeres españolas en el mercado de trabajo y el impacto de las tecnologías de la información. Madrid. Consejo Económico y Social. 13 COMUNIDAD DE MADRID (2002): IV Plan de Igualdad de oportunidades de Mujeres y Hombres de la Comunidad de Madrid (2002-2005). Comunidad de Madrid. CONDE, R. (comp.) (1982): Familia y cambio social en España..C.I.S. Monografías, nº58. Madrid. GARCÍA DE LEÓN, M.A. (1982): Las élites femeninas españolas (una investigación sociológica). ED. Queimada. Madrid. GARCÍA DE LEÓN, M.A. (2001): Las académicas (profesorado universitario y género). Ed. IM. Madrid. GARCÍA DE LEÓN, M. A. y DE LA FUENTE, G. (2001): “Androcentrismo y sociología”, en Manual de sociología de la educación, F. Ortega et alt., compiladores. GRAÑERAS PASTRANA, M. (2003): “Presencias y ausencias”, en Cuadernos de Pedagogía, nº 326 (julio), pp 59 - 62. GRAÑERAS PASTRANA, M. y MAÑERO MÉNDEZ, A. (2003): “A dos voces: educar en femenino”, en Cuadernos de Pedagogía, nº 326 (julio), pp 56-58. INSTITUTO DE LA MUJER (1988): I Plan para la igualdad de las mujeres (1988-1990). Madrid. Ediciones del Instituto de la Mujer. INSTITUTO DE LA MUJER (1993): II Plan para la Igualdad de Oportunidades de las Mujeres (19931995).Madrid. Ediciones del Instituto de la Mujer. INSTITUTO DE LA MUJER (1997): III Plan para la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres (1997-2000).Madrid. Ediciones del Instituto de la Mujer. INSTITUTO DE LA MUJER (2001): II Plan Integral contra la Violencia Doméstica (2000-2004). Madrid. Ediciones del Instituto de la Mujer. INSTITUTO DE LA MUJER (2003): IV Plan de Igualdad entre Mujeres y Hombres (2003-2006). Madrid. Edición electrónica (web Instituto de la Mujer) MARTÍNEZ, E. y NOVO, A. (2002): “La política autonómica para la igualdad entre mujeres y hombres: un análisis desde las relaciones intergubernamentales”, en GRAU, M. y MATEOS, A., Análisis de políticas públicas en España: enfoques y casos. Valencia. Tirant lo blanc. ROSSILLI, M. (coord.) (2001): Política de género en la Unión Europea. Madrid. Narcea Editores. SECRETARÍA DE ESTADO DE EDUCACIÓN (1990): La coeducación. Madrid. Publicaciones MEC. SENSAT, N. y VARELLA, R. (1998): “Las políticas dirigidas a las mujeres: La acción pública para la igualdad entre los sexos”, en R. GOMÁ y J. SUBIRATS (ed.) Políticas públicas en España. Contenidos, redes de actores y niveles de gobierno. Barcelona. Ariel. SUBIRATS, M. y TOMÉ, A. (1992): La educación de niños y niñas: Recomendaciones institucionales y marco legal. Barcelona. Cuadernos para la Coeducación. Instituto de Ciencias de la Educación (UAB). SHOWSTACK SASSOON, A. (1996): “El nuevo papel social de las mujeres: contradicciones del Estado de Bienestar” en SHOWSTACK SASSOON, A. (ed.) Las Mujeres y el Estado. Vindicación feminista. Madrid. 14 6. ANEXO: DISPOSICIONES RELACIONADAS CON EL PLANO EDUCATIVO QUE SE HAN VISTO REFORMADAS CON LA LEY ORGÁNICA 1/2004, DE 28 DE DICIEMBRE, DE MEDIDAS DE PROTECCIÓN INTEGRAL CONTRA LA VIOLENCIA DE GÉNERO. LODE41 LOGSE42 LOCE43 MODIFICACIÓN EN LA REDACCIÓN DE ALGÚN ARTÍCUL O APARTADO39 • artículo 2, apartados b) y g) • artículo 32, apartado 1, letra e) • artículo 33, apartado 1 • artículo 57, letra m) • artículo 1, apartado 1, letra b) • artículo 2, apartado 3, letras e) y l) • artículo 34, apartado 3 • artículo 23, apartado 1, letra f) • artículo 56, letra d) • artículo 82, apartado 1, letra k) INTRODUCCIÓN DE NUEVO ARTICULADO40 • • artículo 31, apartado 1, letras k), l) y m) artículo 56, apartado 1, añade séptimo guión • • • • • • • • • • artículo 1, letras b), n), ñ) y o) artículo 12, apartado 2, letras e), f) artículo 15, apartado 2, letras b), c), d) artículo 22, apartado 2, letras b), c), d) artículo 23, apartado 5 artículo 34, apartado 2, letras b) y c) artículo 40, apartado 3 artículo 52, apartado 2, letras e) y f) artículo 81, apartado 2, letra g) artículo 105, apartado 1, letra g) 39 En cursiva los apartados o letras de nueva redacción. En cursiva los apartados o letras añadidos con la presente ley. 41 Ley Orgánica 8/1985, de 3 de julio, reguladora del Derecho a la Educación. 42 Ley Orgánica 1/1990, de 3 de octubre, de Ordenación General del Sistema Educativo. 43 Ley Orgánica 2/2002, de 23 de diciembre, de Calidad Educativa. 40 15