REDUCIR LAS BRECHAS SOCIALES

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REDUCIR LAS BRECHAS SOCIALES:
MENOS CODICIA, MÁS COMPROMISO
COLECCIÓN IDEAS
Rafael Urriola 1
AÑO 13 N°130
Mayo 2012
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Director del Programa Social de la Fundación Chile 21
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I.- Introducción
Chile vive un proceso de inflexión política. Ya nadie cree que las cosas sigan
como antes, aunque tampoco es segura la dirección que tomarán los
acontecimientos y, sobre todo, las ganancias que conseguirán los
protagonistas de lo social en los años 2011 y el 2012 que se avecina. En la
historia de Chile hay numerosos episodios en que la “presión social” ha
cambiado algunas cosas, incluso importantes.
Asimismo, en algunos casos, ha sido al costo de brutales masacres como la de
Santa María de Iquique en que los obreros salitreros apenas pedían: “Pago de
los jornales al tipo de cambio de 18 peniques en el régimen de papel moneda
de curso forzoso y no en fichas; libre entrada de comerciantes a todos los
campamentos de explotación para evitar así el monopolio de las pulperías; y,
defensa de los cachuchos con rejas de hierro a fin de impedir que los obreros
cayeran en ellos” (Urriola 2009). Hoy, claro, 105 años después ¿a alguien se le
podría ocurrir que estas demandas eran exageradas?. No obstante, la
oligarquía desencadenó una masacre para darles lecciones a otros
“exaltados”. Al final, tuvieron que aceptar tales elementales peticiones. No
cabe duda que, con todas las proporciones del caso, el “trato político” que el
gobierno ha dado al conflicto estudiantil y, más aun, al de Aysén se inscribe en
esta lógica oligárquica ancestral.
Esta es la historia en que Chile se ha desenvuelto en estos últimos 20 años entre
la codicia de los grandes empresarios y la desidia de la Concertación.
En otras ocasiones, bastó un “ruido de sables” para que las leyes que
demandaba el pueblo fuesen rápidamente aprobadas por un Parlamento. De
hecho, la presencia de oficiales del Ejército en el Parlamento el 8 de
septiembre de 1924, durante el gobierno de Alessandri Palma, para pedir
reajustes salariales y otras ventajas corporativas permitió aprobar al mismo
tiempo el proyecto del Código del Trabajo y de la Previsión Social. Es necesario
destacar que este proyecto incluía varios subproyectos, a saber:
Leyes de Sindicatos cuyo responsable fue Tomás Ramírez Frías.
Ley de Empleados Particulares (con propuestas de Jorquera y Labarca y otra,
del radical Ramón Briones Luco).
Ley de Seguro Obligatorio de Enfermedad e Invalidez (redactada por el
conservador Exequiel González Cortés, diputado por Cachapoal, quien
presentó su proyecto al Presidente Alessandri Palma en 1921 inspirado en
1
Bismarck). Ley de cooperativas, también con dos proyectos. Uno de Pedro
Aguirre Cerda y otro, de Luis Correa Ramírez.
La promulgación definitiva de estos proyectos, como consecuencia del pliego
de peticiones que le presentaron los militares al Presidente Alessandri, ocurrió en
una sola sesión, “sin discusión ni lectura” (Donoso 1952, p. 386), el 8 de
septiembre de 1924. En cambio, 47 años después un general decidió dar lugar
a la más siniestra dictadura que conoce el país e hizo volver a cero todas las
reivindicaciones de los trabajadores por más equidad en la distribución de las
riquezas.
En 1964, el candidato ganador de la contienda electoral, Eduardo Frei
Montalva, gana la elección recuperando y esgrimiendo los dos conceptos
“símbolos” de la izquierda y la derecha, respectivamente: “revolución en
libertad”. Su primera decisión de realizar la reforma agraria fue acatada a
regañadientes por el latifundio tradicional que estaba en un desconcierto
político e ideológico por el avance de… justamente, deseos profundos de
reducir las desigualdades!!!. Salvador Allende, sin duda, logra un triunfo
electoral incontestable clamando por mayor justicia económica, social y
política.
La derecha jamás ha podido liderar el desarrollo del país. El arribo de la
Concertación al gobierno no le restó una capacidad de veto que también
ejercieron con la “clase militar” de la dictadura que se desenvolvió entre el
arribismo y la corrupción (a juzgar por los numerosos juicios en contra de altos
mandos de esa época). Quizás, paradojalmente, los mejores tiempos del
empresariado fueron entre 1973 y 2010. Durante la dictadura, porque lideraron
el proyecto económico que encuadraba con el proyecto ideológico
anticomunista que se había inculcado a los militares en el marco de la guerra
fría y que la Unidad Popular de Allende no supo neutralizar. Durante la
Concertación, porque esta coalición necesitó pasar por una suerte de “prueba
de la blancura” y concedió -con singular sistematicidad- derechos y privilegios
al gran empresariado incluso, algunos de los cuales, hasta el gobierno de
Sebastián Piñera está dispuesto a rectificar.
Entonces… qué pasó?
Como siempre, en la historia de las sociedades los malestares de “los de abajo”
son catalogados por “los de arriba” primero de rencores, luego de envidias,
después de exageraciones y finalmente de subversiones. En el Chile del 2012, el
Presidente S. Piñera en Naciones Unidas se permite incluso reconocer su
“simpatía” con el movimiento estudiantil, pero luego intensifica la represión y
finalmente, su Ministro de Economía, líder máximo del partido más importante
de la coalición gubernamental (la UDI), considera que hay una confabulación
para derrocar al Gobierno.
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La inflexión del destino de los movimientos sociales se refiere a si de la
coyuntura actual se abrirán cambios importantes para mayor equidad; se
harán reformas que mantendrán en lo esencial el marco de la lógica actual; se
intensificará la represión y se trasladará la solución de los conflictos a una
subordinación del movimiento social a un orden que hasta ahora ha sido
ineficiente para resolver los problemas de fondo. No es fácil prever este
futuro!!!
El presente documento tiene por objeto describir las raíces del malestar, es
decir, el fracaso del discurso oficial en cuanto a que, siguiendo ciertos
parámetros todos podían llegar a ser exitosos tal como nos lo indica la
propaganda que se repite incesantemente en los medios de comunicación.
Probablemente, Chile tiene alternativas (estas son apenas enumeradas al final
de este ensayo pero ya hay suficientes voces que las promueven).
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II.- LOS MITOS QUE ALIMENTAN EL MALESTAR
MITO 1.- EL SISTEMA DE MERCADO ES SUFICIENTE PARA ADMINISTRAR JUSTICIA.
Dejar simplemente al libre juego de la oferta y la demanda las cosas, puede
dejar un reguero de perdedores en el camino. No se trata de empresarios sino
de estudiantes que, por ejemplo, se ven estafados porque su carrera no tiene
“salida” (recuérdese que se ha llegado al extremo de ofrecer carreras que no
tenían lugar para ser aplicada). Asimismo, el mercado tiende a crear
concentración (a unos les va mejor que a otros) y con esto se rompe el sistema
de mercado y los que subsisten se ponen de acuerdo para perjudicar a los
consumidores (colusión de las cadenas farmacéuticas).
Algunos creen que esta opinión proviene de los más críticos al sistema. Sin
embargo, las cínicas declaraciones de algunos altos ejecutivos que evaluaron
la deuda de Grecia, se repiten el 14 de marzo del 2012 en que Greg Smith, uno
de los directores ejecutivos de Goldman Sachs y responsable en EE.UU. del
negocio de derivados de Europa, Oriente Medio y África, escenificó su
renuncia al puesto en una carta publicada por The New York Times. En efecto,
Smith lamenta “la pérdida de los valores que una vez hicieron grande a la
entidad y señala que los intereses de los clientes han pasado a un segundo
plano, ya que sólo importa hacer dinero a costa de ellos incluso vendiéndoles
malos productos a sabiendas. Así, las tres maneras más rápidas de convertirse
en un líder de Goldman son vender activos que el banco ya no quiere porque
no rentan nada, colocar productos sofisticados o no pero que dejen un gran
margen de beneficio y pertenecer al grupo de los que comercian con
productos ilíquidos, opacos o con acrónimos de tres letras” (ver carta en
www.primerapiedra.cl del 19.03.2012).
Goldman Sachs es uno de los grupos de banca de inversión y valores más
grandes del mundo. El 16 de abril del 2010 –se reporta en Wikipedia- la
Comisión del Mercado de Valores de Estados Unidos (U.S. Securities and
Exchange Commission-SEC) acusó a Goldman Sachs de fraude por las
hipotecas subprime. La SEC considera que están en el centro del fraude
Fabrice Tourre, vicepresidente de Goldman, y señala también a John Paulson,
gestor principal del fondo de inversión libre (hedge fund). Se considera a
Goldman Sachs uno de los actores principales en la ocultación del déficit de la
deuda griega2.
El sistema está en crisis porque no logra distribuir los resultados del crecimiento;
pero más grave es que los grandes capitalistas -que siempre han defendido el
sistema apoyándose en los pequeños empresarios- hoy con una codicia inédita
2
El País 18.12.2010
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no trepidan en arrinconar hasta la quiebra a sus pequeños aliados. Goldman
Sachs es un ejemplo indesmentible.
En Chile, pese a las críticas y el malestar ciudadano las Isapres declaran un
aumento del 31% en sus ganancias en el 2012. La atención de la salud no es
vista con buenos ojos por una ciudadanía que siente que cada vez hay que
pagar más. En efecto, la Superintendencia de Salud atribuye el alza de las
ganancias “a un aumento de los ingresos operacionales”, es decir, se cobra
más por lo mismo.
Todo esto lleva a una bancarrota ética. Los sistemas suelen derrumbarse solos –
o casi- cuando llegan a estos extremos. La Roma precristiana; las monarquías
medievales; las representaciones monárquicas en nuestra América; las
dictaduras bananeras; el propio socialismo real; la dictadura pinochetista; son
ejemplos de derrocamientos políticos que tenían su sustento en la bancarrota
moral (el límite de la legitimidad) de las elites en el poder.
No es un fantasma que recorre el mundo en este primer decenio del siglo XXI.
Es el sentimiento de la incapacidad de un sistema dejado al libre juego de
mercado para conducir al bienestar de las mayorías. Está en juego el llamado
Consenso de Washington de los años 80 que propugnó la liberalización de
todos los mercados y la globalización que no puede, sino respetar tales
principios.
Paradojalmente, pareciera que -como polizontes- los más beneficiados han
sido las llamadas economías emergentes (China, India, Brasil) y no pueden
colocar trabas proteccionistas a estos países porque quedaron cazados en su
propia trampa: la de libre mercado a todo trance. En cambio, las reacciones
en
Irlanda
con
una
Asamblea
Constituyente
se
reproducen
desordenadamente con los movimientos de los indignados por el mundo; los
estudiantes norteamericanos de algunas escuelas de economía se sienten
“touchés” por la falta de ética de sus profesores y lo han manifestado.
En Chile, los estudiantes no han aceptado como apoyo a sus acciones a los
políticos tradicionales los cuales están en el más bajo nivel de confianza;
tampoco el movimiento social de Aysén. ¿Cómo no llamar a esto bancarrota
ética?. La desconfianza surge de la impresión de que la mayoría de los políticos
son susceptibles de corrupción. Cada uno podrá defenderse, pero al menos
una vez por semana aparecen en los diarios del país hechos irrefutables de una
elite corrupta: algunas decenas de millones de dólares no fueron encontrados
por los auditores enviados por la Contraloría General de la República a la
Central Nacional de Abastecimiento, organismo encargado de proveer de
medicamentos más baratos a los usuarios más pobres del sistema público, es
decir, los más necesitados. Sólo por recordar otro hecho, también ocurrido o
conocido en este último mes (febrero-marzo de 2012), la Municipalidad de San
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Bernardo dirigida por la UDI Nora Cuevas en colusión con el consejal RN por
Santiago, Alvaro Undurraga, están siendo acusados por fraude por 260 millones
de pesos que debían ser atribuidos a la Ley de Subvención Escolar Preferencial
(SEP) destinada a los niños más vulnerables de Chile!!!. Esto también lo afirma la
Contraloría!!!. Esto no es sólo corrupción sino síntomas de la bancarrota moral
que las cúpulas políticas partidarias no han podido detener ni neutralizar.
En suma, el sistema de mercado que jamás ha podido asegurar ni
competencia ni equidad, al parecer ha estimulado la corrupción y conducido
al sistema a una bancarrota moral (desconfianza extrema) que no podrá
superar fácilmente.
MITO 2. DEBEMOS ACEPTAR LOS SACRIFICIOS EN MOMENTOS DIFÍCILES
Esta frase que podría ser de suyo de fácil aceptación en una lógica general,
queda reflejada en cuanto a la percepción de la gente en cuanto a la forma
de distribución de los sacrificios con el diagrama adjunto.
En efecto, las decisiones tomadas por las nuevas autoridades griegas, italianas
y españolas se han orientado especialmente a que los trabajadores y la
población se apriete el cinturón pero no se atribuye ninguna responsabilidad –
ni intención de compartir riesgo- a las calificadoras de riesgo, a las auditoras, a
los bancos y a las empresas financieras.
Los riesgos se comparten mal porque, por ejemplo, las pérdidas de los afiliados
a las AFP „s se redujeron en 6.432 millones de dólares entre julio de 2007 y enero
de 2012. Sólo el 2008 las AFP perdieron el 61% de las ganancias de los 25 años
anteriores. (Cid 2012). Sin embargo, las utilidades de las empresas no dejaron
de aumentar. Sólo en el 2011 superaron los 400 millones de dólares. No hay
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relación entre el desempeño de los ejecutivos y sus ingresos. A todo evento
reciben indemnizaciones multimillonarias que, por cierto, son pagadas por los
clientes, ciudadanos que no pueden reclamar o más bien que no tienen
alternativas porque -abierta o camufladamente- se enfrentan a mercados
oligopólicos, incluso con empresas coludidas en la fijación de precios, como
sucedió nada menos que en el mercado farmacéutico, que factura
anualmente alrededor de 2.400 millones de dólares (León y Martínez 2011).
A modo de ejemplo, una colusión que permita aumentos del 10% de los precios
les reportaría a las tres cadenas coludidas ganancias por 240 millones de
dólares. No obstante, las multas cursadas hasta el momento alcanzan apenas a
19 millones. Quien roba una gallina arriesga 5 años de cárcel. Es evidente que
las propias penas a estos delitos respetan una desproporción que puede ser
calificada simplemente de clasista.
Mito 3.- CONTRA LA DESIGUALDAD EL EMPLEO ES LA CLAVE.
En diversas oportunidades se ha demostrado (por ejemplo, Urriola 2010) que los
pobres lo son, especialmente, porque perciben ingresos muy bajos y,
secundariamente, porque no tienen ingresos. En la Casen 2009 se demuestra
que en el 69% de los hogares con pobreza no hay cesantes y que el 58% de las
personas pobres que trabajan lo hacían por más de 45 horas semanales. En
suma, la clave no es el empleo sino los bajos salarios que perciben las personas
como se observa en el cuadro siguiente.
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Asimismo, se indica que las personas ganan poco porque no tienen las
calificaciones para ganar más. No obstante, el propio Banco Central entrega
un indicador que muestra que la distribución de los excedentes se hace
siempre en perjuicio de los trabajadores lo cual da cuenta de la codicia
empresarial en este ámbito.
160
Índice de Remuneraciones Reales v/s Índice de Productividad
(Base 1998 = 100)
Fuente: Elaboración propia en base a datos de INE y Banco Central de Chile
145
130
115
100
1998
1999
2000
2001
2002
Indice de Productividad
2003
2004
2005
2006
2007
Indice de Remuneraciones
4.- CONTRA LA DESIGUALDAD LA EDUCACION ES LA CLAVE.
Adicionalmente, se ha dicho que el problema ni siquiera era el empleo sino los
diferenciales de educación. Las manifestaciones de los estudiantes en el 2011
mostraron que - aún si esto fuese verdad - hay un círculo vicioso puesto que
para acceder a la educación superior (aún sin considerar el factor calidad) es
necesario disponer de ingresos mensuales que superan el promedio del 80% de
los hogares. En efecto, la “solución” del endeudamiento familiar a decenas de
años, coloca a las familias en una situación insoluble y, una vez más, el gran
beneficiario es únicamente el sistema financiero que lucra con la educación,
tanto o más, que los propios establecimientos educacionales.
El Chile de la segunda mitad del siglo pasado se basó en una clase media que
se configura esencialmente con el fortalecimiento del sector público; las
preocupaciones por desarrollar la educación del primer Presidente radical
Pedro Aguirre Cerda; la propia Democracia Cristiana, al menos en sus inicios,
no sólo se diferenciaba de sus raíces en el Partido Conservador por diferencias
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ideológicas sino -quizás fundamentalmente- por sus proveniencias de clase. Los
unos propietarios terratenientes; los otros profesionales de clase media. Ese
cambio valórico además, fue desplazado por los valores del neoliberalismo
globalizante en que la única medida del éxito es el patrimonio real o ficticio
que se pueda exhibir.
En definitiva, el modelo exacerbó la codicia incluso excluyendo de los
beneficios a una clase media que en su momento les fue tan necesaria para
oponerse al gobierno popular de Salvador Allende. Los acontecimientos del
2011, que se repiten en Aysén y que seguirán en otras regiones, son la muestra
de una exclusión-codicia brutal.
No es cierto que la clase media pueda enfrentar sus necesidades básicas. El
38% de los chilenos en el 2011, según la OCDE, reporta que le es difícil o muy
difícil vivir de sus ingresos actuales.
MITO 4.- LOS PRECIOS REFLEJAN LA COMPETITIVIDAD Y LA EFICIENCIA
Las grandes empresas justifican sus descomunales ganancias en la
competitividad y la eficiencia. Un ejemplo evidente es el valor de las matrículas
y los aranceles mensuales que deben pagar los estudiantes en Chile. El cuadro
siguiente da cuenta de los costos promedios de las carreras universitarias
equivalentes en diversos países del mundo.
COSTOS DE LA EDUCACION SUPERIOR EN DIFERENTES PAISES
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No cabe duda que Chile es el país más caro del mundo en relación a sus
ingresos reales. ¿Podría alguien creer que esto se debe a que las universidades
chilenas son las mejores del mundo? Por cierto que desde una óptica de
conformación de precios
los establecimientos educacionales están
aprovechando una demanda inelástica por “títulos superiores”, basada en el
hoy dudoso criterio de que estos títulos son suficientes para un escalamiento en
la movilidad social. Este criterio lleva a que más del 50% de quienes se
endeudan buscando salir de la “mediocridad” no lo logran y quedan morosos
quizás para siempre (ver El Mercurio 23.03.2012).
Hay universidades que visualizando el negocio de la morosidad empiezan a
gerenciar tales deudas porque el sistema es aún más implacable y golpea con
mayor saña a los que están más indefensos; a los que no pueden pagar. Las
tasas reales para los que no tienen posibilidades son superiores al 50% anual.
¿Quién fija este precio? ¿El mercado? Por cierto que se trata de empresas que
no encuentran contrapartes reguladoras, ni en los consumidores o asociaciones
que no reciben apoyo público, ni en los organismos encargados de la
supervisión.
Obviamente, que cuando no hay competencia, los precios terminan fijándolos
las pocas empresas que están en el mercado. En todos los servicios básicos que
la gente no puede prescindir se privatizó y monopolizó la oferta: Isapres, Afp´s,
farmacéuticas, electricidad, agua, televisión, teléfonos, gas, créditos (bancos).
El costo básico de estos servicios, en general, se mantienen pero se han
agregado múltiples triquiñuelas y ardides para “castigar” los precios básicos. El
30% de los ingresos de las Isapres provienen de cobros adicionales al 7% legal a
fin de asegurar coberturas normales a sus afiliados; si se quiere obtener una
jubilación “decente” (ver cuadro siguiente) debe concurrir con cuantiosas
sumas de ahorro voluntario, es decir, el sistema es ineficiente para asegurar la
superviviencia de los adultos mayores jubilados; el valor del crédito de consumo
es más de 10 veces superior a la tasa de referencia del Banco Central; los
valores de los planes telefónicos están plagados de “letras chicas” que hacen
mucho más difícil la portabilidad de lo que lo que se vanagloria el Gobierno;
etc.
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Mito 5. LOS ALTOS IMPUESTOS IMPIDEN CRECER
% del PIB
Uno de los temas más álgidos de la coyuntura es el de la reforma tributaria en
que la derecha canónica esta vez representada por el ex subsecretario de
Pinochet, senador UDI, Jovino Novoa, replicó duramente que ese no era un
punto programático del actual gobierno. No cabe duda que Chile no está en
el nivel de carga tributaria de países de desarrollo similar y eso lesiona el
desarrollo social y quizás es la clave del malestar actual.
45
40
35
30
25
20
15
10
5
0
Fuente: Revenue of Statistics OECD member countries 1965 - 1985.
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Más aún, como se aprecia en el gráfico anterior, Chile tiene menos carga
tributaria que la que tenían todos los países desarrollados cuando alcanzan un
ingreso per cápita similar al de Chile de hoy. Las empresas chilenas del retail,
por ejemplo, se instalan en Argentina, Perú y Colombia, países que tienen
impuestos reales y mayores que los que pagan en nuestro país. El pago real de
los impuestos de las empresas mineras internacionales, instaladas en Chile, es
menor al que pagan en cualquier país del mundo. Incluso Perú que acaba de
relanzar la explotación minera de cobre, tiene impuestos superiores a Chile.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE)
destacó el bajo nivel de carga tributaria de Chile. Por cierto, en este contexto
ni siquiera es posible eliminar la pobreza extrema como lo anunció el Ministro de
Desarrollo Social. Asimismo, en salud el sistema público se está restringiendo a
las obligaciones del Plan AUGE, postergando todas las demás listas de espera.
Es necesario ampliar la cobertura real del sistema público de salud y esto
requiere recursos que hoy no están disponibles. Más aún, el grito de júbilo del
Ministro de Salud porque se habrían acabado las listas de espera AUGE resulta
sorprendente cuando tres meses después - el 20 de marzo del 2012 - el propio
ministro apoyado por el director de Fonasa (ver página web institucional) llama
a la población a reclamar a quienes no han logrado ser atendidos en el marco
del Plan Auge: ¿Podría creer en alguien que dice que no lloverá más y sale a
vender paraguas?
Chile necesita un sistema público de salud eficiente, de calidad, amplio y
universal para sus afiliados. Este desafío no ha sido cuantificado y, en cambio,
se hace publicidad a la capacidad de compra en el sector privado. Esta es
una opción que no debe ser descartada, pero no es de ninguna manera la
principal solución a la atención de salud para chilenas y chilenos. Todos los
sistemas que dan prioridad a la solución privada en cuanto a la salud son más
caros y excluyentes, por ejemplo, Estados Unidos y Suiza.
Por otra parte, un análisis preliminar –preparado en la Fundación Terramseñala que en Educación Superior el aporte directo e indirecto que realiza el
Estado es de USD 2.200 millones. Por su parte, los hogares aportan USD 1.900
millones adicionales a las universidades del CRUCH. En estas universidades hay
283.000 alumnos matriculados.
En las universidades privadas hay 305.000 alumnos matriculados que pagan USD
2.300 millones. Por último, mientras en los Centro de formación técnica estudian
129.000 alumnos, en los Institutos Profesionales lo hacen 229.000.
En el caso de las universidades del CRUCH, alcanzar la gratuidad implica
incorporar al gasto público lo que actualmente aportan los hogares, es decir,
un monto anual de USD 1.900 millones.
12
En la educación escolar pública en cambio, alcanzar la gratuidad implica
asignar una subvención equivalente anual de USD 1.600 millones. Estas son las
necesidades del sistema y que no son exageradas si se evalúan en relación a la
carga fiscal de países que hoy tienen tasas impositivas significativamente
superiores a las de Chile.
MITO 6.- LOS BUENOS CHILENOS SÓLO LUCHAMOS POR SER MEJORES
En realidad, esta idea que también se basa en el espíritu “neoliberal” que se
nos ha pretendido inculcar en el sentido que para surgir basta con redoblar los
esfuerzos para lograrlo. Esto, que pareció ser creído hace algunos años, se ha
empezado a cuestionar porque la gente, pese a los enormes esfuerzos
desplegados, tiene la sensación que la distribución de la riqueza está muy
mala. Peor aún, cuatro de cada 10 estudiantes universitarios al cabo de unos
pocos años se encuentran sin título y con una deuda impaga enorme. La
masificación universitaria se ha convertido en un enorme caldo de cultivo para
la frustración de una clase media emergente que chocó con la codicia
empresarial.
El gráfico anterior muestra la piedra angular de las decisiones que han tomado
las personas frente a los acontecimientos actuales. El refleja el sentimiento de
que, independientemente del aporte o del esfuerzo que se haga, las soluciones
no serán “justas”. Chile es el país con más desconfianza en la justicia de su
sociedad. Esto, más temprano que tarde, lesiona la cohesión social y exacerba
las actitudes antisistémicas con o sin proyectos alternativos.
13
La elite económica y política chilena no puede soslayar un problema que
ataca y desnuda la feble capacidad de gobernanza que han creado en el
país. “Cada vez son más los encapuchados” decía recién el jefe de los
carabineros de la Región Metropolitana el 23 de marzo del 2012. Aunque no lo
reconoce, cada vez son más violentas las reacciones de las desprestigiadas
fuerzas especiales y en la población, ante la impotencia, surgen pequeños
grupos que atacan contra lo que encuentran. Cuidar el orden es sólo una de
las tareas de los gobernantes. Hay otras muchas tanto o más importantes:
lograr sentido de pertenencia; compartir valores; reducir las desigualdades;
abrir las oportunidades; generar mecanismos de progreso y justicia!!!.
No pueden las autoridades dejar de evaluar las reacciones a las pocas horas
después del terremoto del 2010. Una población que posterga las naturales
reacciones de solidaridad ante la desgracia y privilegia el saqueo es porque los
valores se han trastrocado y en eso el neoliberalismo, paladín del exitismo
individual, que repite que nada puede esperarse del Estado ni de la sociedad
tienen alguna responsabilidad, aunque todo Chile debe reflexionar sobre estas
reacciones.
En varios países de América Latina los ricos viven “encerrados y atrapados”
porque la delincuencia es cada vez más violenta y porque ya son demasiados
los que no tienen nada que perder. Si el Gobierno quiere hacer gobernanza a
través del garrote también condena a los ricos a atrincherarse frente a una
defraudada población que pierde esperanzas de llegar al éxito de pacotilla
que se aleja al otro lado de las vitrinas.
Chile necesita urgentemente plantearse una nueva República; una nueva
Constitución que dé cuenta de los cambios que requiere la población. Es
necesario recuperar la confianza en las instituciones; un Estado que de
gobernanza a toda la población; un sistema normativo que proteja a los
indefensos ante las exageraciones empresariales; en definitiva, una
institucionalidad que mediante la protección social asegure la reducción de
las brechas sociales evitables porque no tienen más explicación que la de un
sistema que, al dejar a cada uno a su libertad, no hace más que perpetuar y
amplificar las brechas que hay entre quienes hoy ya tienen mucho y los de
abajo. Por lo demás, estos últimos representan al 80 o 90% de la población que
vive con ingresos diferentes entre sí pero de magnitudes razonables. Nadie
exige igualdades totales. Es justo que la sociedad disponga de incentivos para
quienes hacen más esfuerzos o innovan; a quienes invierten en educación y se
les depara algo de calidad; a quienes ahorran. No obstante, debe quedar muy
claro que las desigualdades que irritan son las que enfrentan a ese privilegiado
10 por ciento (quizás bastante menos) con todos los demás.
La reforma tributaria es un medio imprescindible pero ella debe tener el
volumen necesario para enfrentar con razonables posibilidades de éxito los
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desafíos que tienen un país que en la impresentable teoría de los promedios
alcanza a los 15.000 dólares per cápita. Todos tienen derecho a beneficiarse
de las ventajas del crecimiento pero en el marco constitucional actual eso no
ha pasado.
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Bibliografía
Cid Gonzalo. La situación actual muestra la necesidad de acabar con el
sistema actual de pensiones. Marzo 2012 en www.cendachile.cl
León Vargas Edgardo y Amanda Martínez Becerra. EL MERCADO
FARMACEUTICO: NECESIDADES DE POLITICAS DE MEDICAMENTOS. COLECCIÓN
IDEAS. Chile 21. Año 12 Nº 122. Septiembre 2011. En www.chile21.cl
OCDE. Panorama 2011.
Urriola R. CASEN 2009: MÁS DESIGUALDAD QUE POBREZA. COLECCIÓN IDEAS.
Chile 21 Año 11 Nº 112 – Noviembre 2010. En www.chile21.cl
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