157/2016 - Suprema Corte de Justicia de la Nación

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AMPARO EN REVISIÓN 157/2016
QUEJOSA
Y
RECURRENTE:
**********
PONENTE: MINISTRO ARTURO ZALDÍVAR LELO DE LARREA
SECRETARIO: MARIO GERARDO AVANTE JUÁREZ
Ciudad de México. Acuerdo de la Primera Sala de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, correspondiente al día.
Vo. Bo.
Señor Ministro
V I S T O S Y,
R E S U L T A N D O:
Cotejó:
PRIMERO. Antecedentes. En diciembre de dos mil once,
********** y **********, en carácter de endosatarios en procuración
de **********, reclamaron en la vía ejecutiva mercantil y en
ejercicio de la acción cambiaria, de **********, el pago de **********
por concepto de suerte principal, así como el pago de intereses
moratorios a razón del ********** mensual, gastos y costas.
La demanda se radicó en el Juzgado Quinto del Ramo Civil
del Distrito Judicial de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, con el registro
**********. En el propio auto de admisión, se ordenó realizar
diligencia de requerimiento de pago, embargo y emplazamiento.
AMPARO EN REVISIÓN 157/2016
Para realizar tal actuación, el referido juez giró exhorto al juez
competente del ramo civil de la ciudad de Isla, Veracruz, en virtud
de que el domicilio del demandado se encontraba en dicha
localidad.
La diligencia ordenada se llevó a cabo el diez de julio de
dos mil doce por la Secretaria en funciones de actuaria del
Juzgado Municipal de Villa Isla, Veracruz1. No obstante, tal
actuación se declaró nula por el juez exhortante mediante auto de
treinta y uno de agosto de dos mil doce2, por lo que se ordenó
girar exhorto nuevamente al juez del domicilio del demandado
para que llevara a cabo la diligencia en los términos de ley. Una
vez cumplido lo anterior por conducto del juez exhortado3, el juez
exhortante volvió a declarar nula la diligencia practicada4.
Tras una serie de requerimientos posteriores, el Juzgado
Quinto del Ramo Civil del Distrito Judicial de Tuxtla Gutiérrez,
Chiapas, recibió oficio del juez exhortado en el que se le informó
que la diligencia de requerimiento de pago, embargo y
emplazamiento no había sido llevada a cabo5.
El veintiocho de mayo de dos mil catorce, la parte actora
presentó escrito en el que solicitó al juez de la causa que girara
1
Foja 25 del cuaderno del juicio ejecutivo mercantil **********.
2
Foja 37 del cuaderno del juicio ejecutivo mercantil **********.
3
Foja 74 del cuaderno del juicio ejecutivo mercantil **********.
4
Foja 81 del cuaderno del juicio ejecutivo mercantil **********.
5
Foja 120 del cuaderno del juicio ejecutivo mercantil **********.
2
AMPARO EN REVISIÓN 157/2016
nuevo exhorto para realizar dicha diligencia. A tal
ocurso recayó auto de veintinueve del propio mes
y año6, en el que dicho juez estableció que no era posible atender
a lo peticionado, ya que habían transcurrido más de ciento
cuarenta días hábiles sin que la parte actora impulsara el
procedimiento, por lo que en observancia al artículo 1076 del
Código de Comercio, decretó la caducidad de la instancia,
declaró ineficaces las actuaciones realizadas y dejó a salvo los
derechos de la actora.
SEGUNDO. Trámite del juicio de amparo. Mediante
escrito de veinticuatro de junio de dos mil catorce presentado
ante el juez de la causa, el endosatario en procuración de la
persona moral actora promovió juicio de amparo, en el que
señaló como acto reclamado: “La inconstitucionalidad del artículo
1076 del Código de Comercio y su acto de aplicación en el auto
que decreta la caducidad de 29 de mayo de 2014, dictada por la
autoridad responsable en el expediente número **********”.
La demanda de amparo fue remitida por el juez responsable
al Tribunal Colegiado del Vigésimo Circuito en turno. Del asunto
conoció el Tercer Tribunal del Vigésimo Circuito, el que dictó auto
el siete de julio de dos mil catorce7, en el que determinó que se
actualizaba la causal de improcedencia prevista en el artículo 61,
6
Fojas 122 a 124 del cuaderno del juicio ejecutivo mercantil **********.
7
Fojas 21 a 25 del cuaderno de amparo indirecto 1128/2014.
3
AMPARO EN REVISIÓN 157/2016
fracción XVIII, de la Ley de Amparo8, toda vez que el acto
reclamado (auto de veintinueve de mayo de dos mil catorce, en el
que se decretó la caducidad de la instancia) no era una
resolución definitiva ni ponía fin al juicio, ya que era impugnable a
través del recurso de revocación, en términos de los artículos
1334 y 1340 del Código de Comercio9. En ese sentido, determinó
que la competencia legal para conocer del asunto correspondía a
un Juzgado de Distrito, por lo que ordenó remitirlo al juzgado en
turno.
Correspondió conocer al Juzgado Primero de Distrito en el
Estado de Chiapas, el que le asignó el registro ********** y dictó
auto el ocho de agosto de dos mil catorce10, en el que aceptó la
competencia planteada, se avocó al conocimiento del asunto y
previno al promovente para que manifestara su protesta de
verdad respecto a los hechos narrados en la demanda.
8
Artículo 61. El juicio de amparo es improcedente: […]
XVIII. Contra las resoluciones de tribunales judiciales, administrativos o del trabajo,
respecto de las cuales conceda la ley ordinaria algún recurso o medio de defensa, dentro
del procedimiento, por virtud del cual puedan ser modificadas, revocadas o nulificadas.
[…]
9
Artículo 1334.- Los autos que no fueren apelables y los decretos pueden ser revocados
por el juez que los dictó o por el que lo substituya en el conocimiento del negocio. De los
decretos y autos de los tribunales superiores, aun de aquellos que dictados en primera
instancia serían apelables, puede pedirse la reposición.
Artículo 1340. La apelación no procede en juicios mercantiles cuando por su monto se
ventilen en los juzgados de paz o de cuantía menor, o cuando el monto sea inferior a
$574,690.47 por concepto de suerte principal, debiendo actualizarse dicha cantidad en los
términos previstos en el artículo 1339.
10
Fojas 27 a 29 del cuaderno de amparo indirecto 1128/2014.
4
AMPARO EN REVISIÓN 157/2016
Por escrito presentado el diecinueve de
agosto de dos mil catorce11, el representante de la
parte quejosa desahogó la prevención en el sentido de protestar
de ciertos los hechos narrados en la demanda. Asimismo, señaló
como autoridades responsables al Presidente de la República y al
Congreso de la Unión, debido a que el acto reclamado era una
ley federal.
El veinte de agosto de dos mil catorce12, el Juez de Distrito
tuvo por cumplida la prevención y, por otro lado, determinó que
se actualizaba la causal de improcedencia prevista en el artículo
61, fracción XVIII, de la Ley de Amparo, toda vez que el quejoso
no agotó el recurso previsto en ley en contra de la resolución
reclamada, esto es, el recurso de revocación en términos del
artículo 1334 del Código de Comercio. Así, desechó de plano la
demanda de amparo.
Inconforme, el quejoso interpuso recurso de queja en contra
del desechamiento13, del que conoció el Primer Tribunal
Colegiado del Vigésimo Circuito, órgano que dictó sentencia el
once de diciembre de dos mil catorce, en la que declaró fundado
el recurso y ordenó al juez de distrito pronunciarse sobre la
admisión de la demanda de amparo14.
11
Foja 34 del cuaderno de amparo indirecto 1128/2014.
12
Foja 43 del cuaderno de amparo indirecto 1128/2014.
13
Foja 53 del cuaderno de amparo indirecto 1128/2014.
14
Fojas 81 a 90 del cuaderno de amparo indirecto 1128/2014.
5
AMPARO EN REVISIÓN 157/2016
En cumplimiento a ello, el Juez Primero de Distrito en el
Estado de Chiapas dictó proveído el veintinueve de diciembre de
dos mil catorce, en el que admitió a trámite la demanda, requirió
informe justificado a las autoridades responsables, ordenó el
emplazamiento del tercero perjudicado y señaló fecha y hora para
la audiencia constitucional.
Seguido el trámite correspondiente, el juez de distrito del
conocimiento dictó sentencia el quince de mayo de dos mil
quince15, en la que se declaró incompetente para conocer del
asunto, ya que el acto reclamado era impugnable mediante
amparo directo, por lo que ordenó su remisión al Tribunal
Colegiado de Circuito en turno.
El veintisiete de mayo de dos mil quince16, el juez de distrito
referido dictó auto en el que tuvo por recibido el oficio del Tercer
Tribunal del Vigésimo Circuito en el que comunicó que no aceptó
la competencia planteada por dicho juzgado. De esa manera, el
Juzgado de Distrito se avocó de nueva cuenta al conocimiento
del asunto.
El treinta de junio de dos mil quince, el Juzgado de Distrito
del conocimiento dictó sentencia en la que negó el amparo
solicitado17.
15
Fojas 195 a 202 del cuaderno de amparo indirecto 1128/2014.
16
Foja 204 del cuaderno de amparo indirecto 1128/2014.
17
Fojas 255 a 267 del cuaderno de amparo indirecto 1128/2014.
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AMPARO EN REVISIÓN 157/2016
TERCERO. De acuerdo a lo expresado en la
demanda de amparo y su escrito de desahogo a la prevención
hecha por el Juez de Distrito, se advierte que la quejosa señaló
como
autoridades
responsables
y
actos
reclamados
los
siguientes:
AUTORIDADES RESPONSABLES
1) Presidente de la República.
2) Congreso de la Unión.
3) Juez Quinto del Ramo Civil del Distrito Judicial de Tuxtla
Gutiérrez, Chiapas.
ACTOS RECLAMADOS:
Del Presidente de la República y el Congreso de la Unión:
a) Inconstitucionalidad
del
artículo
1076
del
Código
de
Comercio18.
18
Artículo 1,076.- En ningún término se contarán los días en que no puedan tener lugar
actuaciones judiciales, salvo los casos de excepción que se señalen por la ley. La
caducidad de la instancia operará de pleno derecho, sea porque se decrete de oficio o a
petición de parte, cualquiera que sea el estado del juicio, desde el primer auto que se
dicte en el mismo y hasta la citación para oír sentencia, en aquellos casos en que
concurran las siguientes circunstancias:
a).- Que hayan transcurrido 120 días contados a partir del día siguiente a aquel en que
surtió efectos la notificación de la última resolución judicial dictada, y
b).- Que no hubiere promoción de cualquiera de las partes, dando impulso al
procedimiento para su trámite, solicitando la continuación para la conclusión del mismo.
Los efectos de la caducidad serán los siguientes:
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AMPARO EN REVISIÓN 157/2016
Del Juez Quinto del Ramo Civil del Distrito Judicial de Tuxtla:
b) El auto de veintinueve de mayo de dos mil catorce, dictado
en el juicio ejecutivo mercantil **********, en el que se decretó
la caducidad de la instancia.
La quejosa invocó como preceptos constitucionales violados
los artículos 14, 16 y 17 de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos.
I. Extingue la instancia pero no la acción, convirtiendo en ineficaces las actuaciones del
juicio y volviendo las cosas al estado que tenían antes de la presentación de la demanda
y se levantarán los embargos, mandándose cancelar su inscripción en los Registros
Públicos correspondientes;
II. Se exceptúa de la ineficacia señalada, las resoluciones firmes de las excepciones
procesales que regirán en cualquier juicio que se promoviera. De igual manera las
pruebas rendidas en el proceso que se haya declarado caduco podrán invocarse de oficio,
o por las partes, en el nuevo proceso que se promueva;
III. La caducidad de la segunda instancia deja firmes las resoluciones apeladas;
IV. La caducidad de los incidentes sólo afectará las actuaciones del mismo, sin
comprender la instancia principal, aunque haya quedado en suspenso por la resolución de
aquél, si transcurren sesenta días;
V. No ha lugar a la caducidad en los juicios universales de concurso, pero si en aquéllos
que se tramiten en forma independiente aunque estén relacionados o surjan de los
primeros;
VI. Tampoco opera la caducidad cuando el procedimiento está suspendido por causa de
fuerza mayor y el juez y las partes no pueden actuar; así como en los casos en que es
necesario esperar una resolución de cuestión previa o conexa por el mismo juez o por
otras autoridades; y en los demás casos previstos por la ley;
VII. La resolución que decrete la caducidad será apelable en ambos efectos, en caso de
que el juicio admita la alzada. Si la declaratoria se hace en segunda instancia se admitirá
reposición, y
VIII. Las costas serán a cargo del actor, cuando se decrete la caducidad del juicio en
primera instancia. En la segunda instancia serán a cargo del apelante, y en los incidentes
las pagará el que lo haya interpuesto. Sin embargo, las costas serán compensables con
las que corran a cargo del demandado cuando hubiera opuesto reconvención,
compensación, nulidad y en general las excepciones o defensas que tiendan a variar la
situación jurídica que privaba entre las partes antes de la presentación de la demanda
8
AMPARO EN REVISIÓN 157/2016
CUARTO. Conceptos de violación. La
quejosa expresó en la demanda de amparo los
siguientes conceptos de violación:
o Al aplicar el artículo 1076 del Código de Comercio, la autoridad
responsable violó los artículos 14, 16 y 17 constitucionales,
pues transgrede las normas del procedimiento y el derecho de
acceso a la justicia.
o El artículo 1076 del Código de Comercio viola principios
constitucionales básicos, ya que no prevé la prevención antes
de la pérdida de un derecho, lo cual es contrario al artículo 14
constitucional, el cual dispone que “nadie puede ser privado de
la libertad o de sus propiedades, posesiones o derechos, sino
mediante juicio”. La caducidad es una sanción determinante,
por lo que si no hay prevención se viola el debido proceso
legal, cuyo fin último es evitar que se deje en estado de
indefensión previo al acto privativo. Así, el artículo no ofrece
medios accesibles de defensa, sino los obstaculiza, al
establecer una sanción desproporcionada que anula el acceso
a la justicia. De ahí que para ser acorde a la Constitución, el
juez debería prevenir a las partes antes de que se decretara la
caducidad.
o El artículo es inconstitucional porque se trata de una sanción
genérica que mide situaciones desiguales en forma similar,
tales como el factor distancia. Se viola la seguridad jurídica ya
que el juez debe ampliar los plazos para la realización de
cargas procesales en función de la distancia. Ello, conforme a
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AMPARO EN REVISIÓN 157/2016
una interpretación sistemática de los artículos 1075 y 1207 del
Código de Comercio19, así como 134 del Código de
Procedimientos Civiles para el Distrito Federal20.
o En efecto, el numeral impugnado no prevé la dificultad de las
comunicaciones para la ampliación de plazos, lo cual sí se
tiene que tomar en cuenta. En el caso concreto, el domicilio
del demandado no se encuentra en el lugar del juicio, además
de que para ejecutar un exhorto se debe hacer mediante dos
jueces distintos.
o El artículo impugnado está redactado como una presunción
legal que no admite prueba en contrario, es decir, no se basa
en hechos, ya que decir que todos los casos en que no se
19
Artículo 1075. […]
Cuando se trate de la primera notificación, y ésta deba de hacerse en otro lugar al de la
residencia del tribunal, aumentará a los términos que señale la ley o el juzgador, un día
más por cada doscientos kilómetros o por la fracción que exceda de cien, pudiendo el
juez, según las dificultades de las comunicaciones, y aún los problemas climatológicos
aumentar dichos plazos, razonando y fundando debidamente su determinación en ese
sentido.
Artículo 1207. El término ordinario que procede, conforme al artículo 1199, es susceptible
de prórroga cuando se solicite dentro del término de ofrecimiento de pruebas y la contraria
manifieste su conformidad, o se abstenga de oponerse a dicha prórroga dentro del
término de tres días. Dicho término únicamente podrá prorrogarse en los juicios ordinarios
hasta por veinte días y en los juicios ejecutivos o especiales hasta por diez días. El
término extraordinario sólo se concederá cuando las pruebas se tengan que desahogar en
distinta entidad federativa o fuera del país, y cuando se otorguen las garantías por cada
prueba que se encuentre en dichos supuestos, bajo las condiciones que dispongan las
leyes procesales locales aplicadas supletoriamente, quedando al arbitrio del juez señalar
el plazo que crea prudente, atendida la distancia de lugar y la calidad de la prueba. Del
término extraordinario no cabe prórroga.
20
Artículo 134. Siempre que la práctica de un acto judicial requiera citación de las
personas que estén fuera del lugar del juicio, para que concurran ante el Tribunal, se debe
fijar un término en el que se aumente al señalado por la ley, un día más por cada
doscientos kilómetros de distancia o fracción que exceda de la mitad, salvo que la ley
disponga otra cosa expresamente o que el juez estime que deba ampliarse. Si el
demandado residiere en el extranjero, el juez ampliará el término del emplazamiento a
todo el que considere necesario, atendidas las distancias y la mayor o menor facilidad de
las comunicaciones.
10
AMPARO EN REVISIÓN 157/2016
impulse el procedimiento en el plazo de 120 días
demuestra
falta
de
interés
en
seguir
el
procedimiento es una falacia, pues no se atiende a las
características del caso y a la dificultad y distancia de las
comunicaciones. También es absurdo llegar a la conclusión de
que se ha abandonado el ejercicio de la acción.
o El Estado no puede dejar de garantizar el acceso a la justicia
en virtud de criterios decimonónicos, aunque sea más fácil y
cómodo para los órganos jurisdiccionales aplicar sin excepción
sanciones desmedidas como la caducidad, en lugar de
avocarse a la impartición de justicia. Así, el artículo 1076 del
Código de Comercio es un aliado para las estadísticas que da
prioridad a los aspectos formales sobre los reales.
o Si hubiera falta de interés en continuar con el procedimiento no
se estaría impugnando de inconstitucional la norma ni se
habría diligenciando el exhorto, lo cual implica el empleo de
recursos económicos y humanos, pues aun con la dificultad de
diligenciar el exhorto, la caducidad es una salida que evade la
justicia que se reconoce como derecho humano en el artículo
17 constitucional, así como la prevención antes de decretarla,
que se desprende del diverso artículo 14 constitucional.
QUINTO. Sentencia de amparo indirecto. En la sentencia
de treinta de junio de dos mil quince, el Juez Primero de Distrito
en el Estado de Chiapas negó el amparo solicitado, en atención
a las siguientes consideraciones:
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AMPARO EN REVISIÓN 157/2016
 Procede dilucidar si el artículo 1076 del Código de Comercio
contraviene los principios de acceso a la justicia y seguridad
jurídica previstos en el artículo 14 y 16 constitucionales.
 Se considera que la norma impugnada es clara en su texto, lo
que significa que basta su interpretación gramatical para
comprender la regla que establece. Ello, pues por una parte y
de manera explícita prevé la caducidad de la instancia y, por
otra, limita el periodo en que se puede decretar la caducidad,
esto es, desde la primera actuación recaída en el juicio hasta
la citación de sentencia.
 Así, la quejosa basa sus argumentos en una interpretación
incorrecta de la norma, pues la entiende de forma fraccionada
sin observar el sentido integral y literal de su contenido, ni el
objeto y alcance que persigue la caducidad de la instancia.
 No existe contradicción en el texto de la norma impugnada y,
por lo tanto, no incumple con la garantía de seguridad
jurídica. En efecto, el artículo reclamado establece de modo
claro y preciso cuál es la institución que regula, cómo puede
decretarse y cuáles son las condiciones para que opere. Por
lo tanto, lejos de generar ambigüedad o dudas al gobernado
respecto a su aplicación y consecuencias, salvaguarda los
principios de seguridad y certeza jurídica, pues establece el
periodo en el que la autoridad puede decretar la caducidad de
la instancia, el que una vez transcurrido impide que ésta se
declare, ya que el juez debe dictar sentencia.
12
AMPARO EN REVISIÓN 157/2016
 Por otro lado, la disposición impugnada
tampoco contraviene el artículo 17 constitucional
que establece el derecho de acceso a la justicia, ya que el
hecho de que se decrete la caducidad cuando el actor deje
de impulsar el procedimiento en cualquiera de sus etapas es
una consecuencia de la propia conducta de quien en
determinado momento inició un procedimiento de naturaleza
mercantil y luego desatendió los plazos y términos fijados
previamente por el legislador.
 Si bien la caducidad implica que la parte actora no puede
continuar con el procedimiento en virtud de su propia
inactividad procesal, ello no significa que el Estado deje de
asumir su deber de procurar el acceso a la justicia, toda vez
que tal medida es una forma de garantizar las formalidades
del procedimiento, las cuales deben ser respetadas por los
órganos jurisdiccionales21.
 Al respecto, se debe tener en cuenta que la intención del
legislador de establecer la caducidad de la instancia fue la de
evitar que se prolonguen juicios infructíferos por la falta de
impulso de las partes, y que su sanción sea meramente
procesal, por lo que sólo extingue la instancia y retrotrae las
21
En este punto, citó en apoyo a sus consideraciones la tesis CIV/2011, de esta Primera
Sala, de rubro: “CADUCIDAD. EL ARTÍCULO 1076 DEL CÓDIGO DE COMERCIO NO
VULNERA EL DERECHO DE ACCESO A LA JUSTICIA TUTELADO EN EL ARTÍCULO
17 DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS”.
Publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, tomo XXXIII, junio de
2011, pág. 170.
13
AMPARO EN REVISIÓN 157/2016
cosas al estado que tenían antes de la presentación de la
demanda.
 De este modo, no puede decirse que dicho artículo debe
prever un apercibimiento previo para que se pueda actualizar
la caducidad de la acción (sic), como lo refiere el quejoso,
pues si no lo dispuso así el legislador se debe a la naturaleza
de la acción, consistente en la obligación que el gobernado
tiene a un órgano jurisdiccional con el objeto de alegar que se
tiene cierto derecho sobre alguna pretensión en controversia
o en una situación de hecho para la cual se busca solución.
 Entonces, la caducidad de la instancia constituye una sanción
para aquellos que se olvidan de continuar con la secuela
procesal y pasan por alto el efecto que les producirá dejar de
promover en el juicio, sin que ello contravenga su acceso a la
justicia pues tienen la obligación de estar al pendiente del
juicio que promueven. De ahí que el hecho de que el artículo
impugnado no establezca la prevención cuando se vaya a
decretar la caducidad no transgrede su derecho de acceso a
la justicia.
 En virtud del sentido del artículo impugnado, su claridad y su
propósito, que es manifiesto para los gobernados y la
autoridad, se salvaguarda la seguridad jurídica, de modo que
resultan infundados los conceptos de violación sobre la
inconstitucionalidad del precepto.
14
AMPARO EN REVISIÓN 157/2016
SEXTO.
Interposición
del
recurso
de
revisión. Inconforme con la resolución anterior, la
parte quejosa interpuso recurso de revisión mediante escrito
presentado el veinte de julio de dos mil quince ante el juzgado del
conocimiento22.
SÉPTIMO. Remisión al Tribunal Colegido en Turno. Por
acuerdo de veintiuno de julio de dos mil quince23, el Juzgado
Primero de Distrito en el Estado de Chiapas tuvo por interpuesto
el recurso de revisión. Luego, en proveído de cuatro de noviembre
siguiente, ordenó remitir los autos al Tribunal Colegiado del
Vigésimo Circuito en turno.
El asunto se turnó al Tercer Tribunal Colegiado del Vigésimo
Circuito, el que dictó proveído el nueve de noviembre de dos mil
quince en el que admitió el recurso interpuesto, ordenó notificar a
las partes e indicó el plazo para presentar revisión adhesiva.
El treinta de noviembre de dos mil quince, la Directora
Adjunta de lo Contencioso de la Unidad de Asuntos Jurídicos de
la Secretaría de Economía, en representación del Presidente de
la República, interpuso revisión adhesiva. El uno de diciembre de
dos mil quince, el Tribunal Colegiado del conocimiento dictó auto
en el que admitió dicho medio de impugnación y, además, informó
22
Foja 270 del cuaderno de juicio amparo 1128/2014.
23
Foja 279 del cuaderno del juicio de amparo 1128/2014.
15
AMPARO EN REVISIÓN 157/2016
su cambio de denominación para quedar como Segundo Tribunal
Colegiado en Materias Penal y Civil del Vigésimo Circuito.
Seguidos los trámites, el referido Tribunal Colegiado dictó
resolución el cuatro de febrero de dos mil dieciséis, en la cual
determinó
que
en
el
caso
subsiste
el
problema
de
constitucionalidad respecto al artículo 1076 del Código de
Comercio, pues si bien el Juez de Distrito negó el amparo a la
quejosa, esta última combate lo resuelto mediante el recurso de
revisión.
En
ese
sentido,
el
Tribunal
Colegiado
reservó
competencia a esta Suprema Corte para hacer el estudio de
constitucionalidad del precepto reclamado, por lo que ordenó el
envío de los autos a este Alto Tribunal.
OCTAVO. Trámite del Recurso de Revisión ante la
Suprema Corte de Justicia de la Nación. Recibidos los autos
correspondientes, por acuerdo de veintitrés de febrero de dos mil
dieciséis,24 el Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación estimó que procedía asumir la competencia originaria de
este Alto Tribunal para conocer del recurso de revisión que
hizo valer la parte quejosa, así como del recurso de revisión
adhesiva de la autoridad responsable Presidente de la República.
Por ende, ordenó remitir el expediente a la Primera Sala de este
Alto Tribunal y turnó el asunto para su estudio al Ministro Arturo
Zaldívar Lelo de Larrea, el que se registró como el toca 157/2016.
24
Fojas 35 a 37 del toca del amparo en revisión 157/2016.
16
AMPARO EN REVISIÓN 157/2016
NOVENO. Avocamiento del recurso en la
Primera Sala. Por acuerdo de trece de mayo de
dos mil dieciséis25, el Presidente de la Primera Sala determinó el
avocamiento del asunto, así como su envío al Ministro ponente.
C O N S I D E R A N D O:
PRIMERO. Competencia. Esta Primera Sala de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación es legalmente competente para
conocer y resolver el presente asunto, de conformidad con los
artículos 107, fracción VIII, inciso a) de la Constitución Política de
los Estados Unidos Mexicanos; 83 de la Ley de Amparo vigente;26
y, 21, fracción XI, de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la
Federación; así como el punto Tercero del Acuerdo Plenario
5/2013, toda vez que subsiste el tema de constitucionalidad de
una Ley Federal debido a que la recurrente, a través de sus
agravios, combate lo decidido por el Juez de Distrito en relación a
la constitucionalidad del artículo 1076 del Código de Comercio.
25
Foja 61 del toca de amparo en revisión 157/2016.
26
Lo anterior en virtud de que la demanda de amparo se presentó el veinticuatro de dos
mil catorce y de acuerdo con el artículo Tercero Transitorio de la Ley de Amparo
publicada en el Diario Oficial de la Federación el dos de abril de dos mil trece, los juicios
de amparo iniciados con anterioridad a la entrada en vigor de dicha Ley, continuarán
tramitándose hasta su resolución final conforme a las disposiciones aplicables vigentes a
su inicio, salvo lo que se refiere a las disposiciones relativas al sobreseimiento por
inactividad procesal y caducidad de la instancia, así como al cumplimiento y ejecución de
las sentencias de amparo.
En ese sentido, si la demanda de amparo se presentó el veinticuatro de junio de dos mil
catorce, es decir, con posterioridad a la entrada en vigor de la Ley de Amparo vigente,
publicada el dos de abril de dos mil trece, el presente asunto se regirá por la Ley de
Amparo vigente.
17
AMPARO EN REVISIÓN 157/2016
SEGUNDO. Oportunidad. El recurso fue interpuesto en
tiempo, de conformidad con lo dispuesto por el artículo 86 de la
Ley de Amparo. Ello, pues la sentencia recurrida le fue notificada
a la parte quejosa el siete de julio de dos mil quince, por lo que
surtió efectos el ocho de julio siguiente. Así, el plazo de diez días
para la interposición del recurso transcurrió del nueve al
veintidós de julio de dos mil quince, sin contar los días once,
doce, dieciocho y diecinueve del citado mes, por ser inhábiles de
conformidad con los artículos 19 de la Ley de Amparo y 163 de la
Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación.
En consecuencia, si el escrito de agravios se presentó el
veinte de julio de dos mil quince,27 es evidente que el recurso es
oportuno.
Por otro lado el recurso de revisión adhesiva fue interpuesto
en tiempo, de conformidad con lo dispuesto por el artículo 82 de
la Ley de Amparo. Ello, pues el auto admisorio del recurso de
revisión fue notificado a la autoridad responsable el diecinueve de
noviembre de dos mil quince, la que surtió efectos el mismo día.
Así, el plazo de cinco días para su interposición transcurrió del
veintitrés al veintisiete de noviembre de dos mil quince, sin
contar los días veintiuno, y veintidós del citado mes y año, por ser
inhábiles de conformidad con los artículos 19 de la Ley de
Amparo y 163 de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la
Federación.
27
Foja 270 del juicio de amparo 1128/2014.
18
AMPARO EN REVISIÓN 157/2016
En consecuencia, si el escrito de agravios fue
depositado en la oficina del Servicio Postal Mexicano de la Ciudad
de México, el veintisiete de noviembre de dos mil quince,28 es
evidente que el recurso de revisión adhesiva es oportuno.
TERCERO. Agravios de la revisión. Los agravios que
planteó la recurrente principal son los siguientes:
o El Juez de Distrito se reduce a señalar que “si el legislador lo
quiso así, así será”, el cual es un argumento de autoridad
carente de actualidad, sobre todo si existe el deber de analizar
la constitucionalidad del artículo impugnado. Si tal evasiva
fuera válida, dejaría sin sentido la existencia del proceso de
amparo.
o El juez debió tomar en cuenta que el acceso a la justicia es un
derecho humano que no sólo implica la presentación de la
demanda, sino que es una instancia proyectiva.
o La caducidad de la instancia es tan grave que no fue incluida
en la actual Ley de Amparo.
o La caducidad de la instancia pretende sancionar la inactividad
procesal, pero no indica qué debe entenderse por esta última o
a quién se refiere.
o ¿Es factible sancionar a las partes porque los órganos
jurisdiccionales no cumplen con el plazo razonable? Un
28
Foja 19 del cuaderno de amparo en revisión RA (P-5/2001), glosado al cuaderno de
amparo indirecto 1128/2014.
19
AMPARO EN REVISIÓN 157/2016
ejemplo de ello es el presente juicio de amparo, en el que
trascurrieron más de 140 días desde la presentación de la
demanda al dictado de la sentencia.
o Un principio básico en materia de derechos humanos implica
no subordinar el derecho sustantivo al procesal, pues se pierde
la finalidad puesto que el proceso sólo es el instrumento para
resolver controversias de derechos sustantivos.
o La reforma del artículo 1 constitucional dinamiza y expande los
derechos humanos, además de que en todo acto jurisdiccional
se debe hacer un control de convencionalidad, de modo que el
argumento de autoridad del proveído combatido carece de
sustento en la nueva cultura jurídica.
o Se cita el contenido de los artículos 2 y 8 de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos.
o La forma en que el juez utiliza los principios de seguridad
jurídica y certeza para justificar la decisión no se actualiza en el
caso concreto, pues éstos deben estar subordinados al acceso
a la justicia. No hay más certeza y seguridad jurídica para el
justiciable que ser prevenido previo a que se le prive de un
derecho humano.
o La conclusión del juez consistente en que el hecho de que
no se prevea prevención no viola el derecho de acceso a la
justicia es por demás ligera. La caducidad de la instancia
impide el ejercicio de la acción, por lo que si no se lleva a
cabo prevención antes de decretarla, se convierte en una
agravante mayor.
o El juez se limita a reproducir la historia procesal sin hacer un
análisis real del caso concreto, sin valorar la complejidad
20
AMPARO EN REVISIÓN 157/2016
derivada de las distancias y el acceso a los
lugares
de
las
autoridades
judiciales
que
intervienen.
o La caducidad no es un derecho humano, pero sí es una figura
jurídica que lo limita. En consecuencia, debería estar
subordinada a la finalidad que persigue el derecho de acceso a
la justicia, además de que se debe analizar si en el caso
concreto tal medida es o no desproporcionada para restringir tal
derecho.
o Cuando se trate de restringir un derecho humano, como en el
caso acontece con el acceso a la justicia, se debe hacer un test
de convencionalidad, lo cual omite hacer el juez. La Corte
Interamericana de Derechos Humanos ha precisado que para
que la medida privativa del derecho de acceso a la justicia no
se torne arbitraria debe cumplir con ciertos parámetros: i) que
su finalidad sea compatible con la Convención Americana,
como lo es asegurar que no se impedirá el desarrollo del
procedimiento ni eludirá la acción de la justicia; ii) que sean
idóneas para cumplir con el fin perseguido; iii) que sean
necesarias, es decir, absolutamente indispensables para
conseguir el fin deseado y que no exista una medida menos
gravosa
respecto
al
derecho
intervenido;
iv)
que
sea
estrictamente proporcionales, de tal forma que el sacrificio
inherente a la restricción del derecho al acceso a la justicia no
resulte exagerado o desmedido frente a las ventajas que se
obtienen mediante tal restricción y el cumplimiento de la
finalidad perseguida, y; v) cualquier restricción del acceso a la
justicia que no contenga una motivación suficiente que permita
21
AMPARO EN REVISIÓN 157/2016
evaluar si se ajusta a las condiciones señaladas es arbitraria y
por tanto, viola el artículo 7.3 de la Convención Americana.
CUARTO. Agravios de la revisión adhesiva. Los agravios
que planteó la recurrente son los siguientes:
o El precepto reclamado, no contraviene las garantías de
seguridad jurídica y acceso a la justicia previstas en los
artículos 14, 16 y 17 de la Constitución Federal, toda vez que el
legislador estableció de manera clara y precisa la figura de
caducidad de la instancia que regula, cómo puede decretarse,
y específica las condiciones que deben concurrir para que la
misma opere, lo que no violenta, ni genera ambigüedad a los
gobernados porque salvaguarda tales principios, pues se
encuentra en el marco legal que habrá de aplicar la autoridad.
o Es infundado e inoperante el argumento hecho valer por la
recurrente en su
recurso
de revisión respecto
de
la
convencionalidad de derechos humanos, toda vez que es un
elemento novedoso, que no aplica porque no lo hizo valer en el
juicio de primera instancia y por ende no pudo ser objeto de
pronunciamiento por el A quo.
CUARTO. Estudio de fondo. Los agravios expresados por
la recurrente resultan en parte infundados, y en otra, inoperantes.
En sus agravios, la recurrente aduce que el Juez de Distrito
desestimó su reclamo de inconstitucionalidad del artículo 1076 del
Código de Comercio con base en un criterio de autoridad carente
22
AMPARO EN REVISIÓN 157/2016
de actualidad, al hacer referencia a la forma en
que el legislador decidió regular la procedencia de
la caducidad de la instancia, lo cual es una evasiva que si fuera
válida, haría carecer de sentido al juicio de amparo. Ello, pues de
acuerdo al artículo 1 constitucional, en todo acto jurisdiccional se
debe hacer un control de convencionalidad.
Lo anterior resulta infundado, pues de la lectura de la
sentencia recurrida se advierte que el Juez de Distrito no sé basó
en
un
“argumento
de
autoridad”
para
sostener
la
constitucionalidad del precepto impugnado, sino que expuso
diversas razones para desestimar lo alegado por la quejosa al
respecto. Entre ellas, sostuvo que el precepto era claro respecto a
los supuestos en que se puede decretar la caducidad de la
instancia, además de que no era contradictorio en su texto, por lo
que no violaba el derecho a la seguridad jurídica. Asimismo,
indicó que el numeral tampoco era contrario al derecho de acceso
a la justicia ya que la caducidad de la instancia es una
consecuencia de la conducta de quien inició un juicio y dejó de
observar las cargas procesales establecidas en ley, las cuales
tienen precisamente la finalidad de garantizar las formalidades
esenciales del procedimiento. De este modo, señaló que lo que se
intenta evitar es que se prolonguen juicios infructíferos por la falta
de impulso de las partes, quienes tienen la obligación de estar al
pendiente del juicio que promueven, razón por la cual no se
puede considerar que el hecho de que no se establezca la
prevención cuando se vaya a decretar la caducidad transgrede su
derecho de acceso a la justicia.
23
AMPARO EN REVISIÓN 157/2016
De lo anterior se desprende que el Juez de Distrito expuso
cuál era la finalidad de la caducidad de la instancia y cómo es que
ésta resultaba congruente con los principios constitucionales de
seguridad jurídica y acceso a la justicia. De ahí que no asiste
razón a la recurrente en lo relativo a que dicho juez evadió
responder los argumentos de la demanda de amparo con base en
un criterio de autoridad carente de vigencia. Si bien el juez de
amparo hizo referencia cuál era la intención del legislador al
establecer la caducidad de la instancia, ello fue con el fin de
demostrar que no se trata de una medida arbitraria, sino que
obedece a objetivos que el legislador consideró convenientes
para salvaguardar los principios de expedites, imparcialidad, y
celeridad que rigen la administración de justicia.
Por otro lado, la recurrente expresa diversos argumentos
con los cuales pretende evidenciar que la caducidad de la
instancia (prevista en el artículo impugnado) resulta contraria al
derecho de acceso a la justicia reconocido en el artículo 17
constitucional. En ese sentido, alega que la caducidad de la
instancia es tan grave que no fue incluida en la actual Ley de
Amparo; que pretende sancionar la inactividad procesal, pero no
indica qué debe entenderse por esta última o a quién se refiere y
que no se debe subordinar el derecho sustantivo al procesal, pues
se perdería de vista que el proceso sólo es el instrumento para
resolver controversias de derechos sustantivos.
Lo anterior resulta infundado por lo siguiente.
24
AMPARO EN REVISIÓN 157/2016
En primer lugar, el hecho de que otro
ordenamiento vigente en el país (como la Ley de
Amparo vigente a partir del tres de abril de dos mil trece) no
prevea la caducidad de la instancia, no lleva a concluir que ello se
debe a que se trata de una medida que afecta gravemente los
derechos de los justiciables. En realidad, dicho término de
comparación carece de cualquier base objetiva.
Tampoco es cierto que el artículo impugnado no precise en
qué consiste la inactividad procesal o a quién va dirigida la norma,
pues dicha norma establece que opera la caducidad de la
instancia cuando hayan trascurrido 120 días y “no hubiere
promoción de cualquiera de las partes, dando impulso al
procedimiento para su trámite, solicitando la continuación para la
conclusión del mismo”. Así, el texto es claro en indicar cuáles son
las condiciones que se deben cumplir para que opere la
caducidad de la instancia, esto es, que transcurran 120 días sin
que haya impulso al procedimiento por cualquiera de las partes.
De ahí que si bien el Juez de Distrito se refirió a la sanción que
genera la inactividad procesal, no se puede considerar que dicha
expresión sea ambigua y genere seguridad jurídica, pues el
propio artículo impugnado especifica el supuesto en que procede
la caducidad de la instancia.
Por otro lado, tampoco es dable concluir que la caducidad
de la instancia es una institución procesal que subordina el
derecho sustantivo al procesal, pues como lo ha sostenido esta
Primera Sala al analizar la constitucionalidad del precepto
25
AMPARO EN REVISIÓN 157/2016
impugnado, el hecho de que no se pueda continuar con el
procedimiento judicial iniciado no significa que el Estado deje de
asumir su deber de procurar el acceso a la justicia, sino que dicha
medida busca hacer efectivos los plazos y términos que el
legislador estimó convenientes para garantizar las formalidades
del procedimiento29.
Asimismo, esta Primera Sala –al pronunciarse sobre la
constitucionalidad de una disposición similar- ha establecido que
la ley sujeta cada una de las etapas del procedimiento a plazos
específicos, en atención a los principios de justicia pronta y
expedita y de seguridad jurídica, para evitar que los procesos se
alarguen indefinidamente. Por lo tanto, cuando se decreta la
caducidad de la instancia, el juicio culmina antes de que el juez
emita una decisión de fondo debido al incumplimiento de las
29
Tales consideraciones se ven reflejadas en la tesis 1a. CIV/2011, de rubro y texto:
“CADUCIDAD. EL ARTÍCULO 1076 DEL CÓDIGO DE COMERCIO NO VULNERA EL
DERECHO DE ACCESO A LA JUSTICIA TUTELADO EN EL ARTÍCULO 17 DE LA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS. La caducidad
regulada en el artículo 1076 del Código de Comercio, no vulnera el derecho de acceso a
la justicia tutelado en el artículo 17 de la Constitución Federal, por el hecho de decretarla
cuando el actor deja de impulsar el procedimiento en cualquiera de sus etapas
procesales. Lo anterior es así, ya que es una consecuencia de la propia conducta de
quien en determinado momento inició un procedimiento de naturaleza mercantil, y
posteriormente desatendió los plazos y términos previamente fijados por el legislador. En
este sentido, si la caducidad genera que la parte actora no pueda continuar con su
procedimiento por inactividad procesal en un periodo transcurrido de ciento veinte días
contados a partir del día siguiente a aquel en que surtió efectos la notificación de la última
resolución judicial, ello no significa que el Estado deje de asumir su deber de procurar el
acceso a la justicia, toda vez que dicha condición es una forma de garantizar las
formalidades del procedimiento, mismas que deben ser respetadas por los órganos
jurisdiccionales”. Publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, tomo
XXXIII, junio de 2011, p. 170.
26
AMPARO EN REVISIÓN 157/2016
partes a su carga procesal, esto es, a su
obligación correlativa de sujetarse a los plazos y
términos fijados por la propia ley30.
30
Amparo directo en revisión 1116/2013, aprobado por unanimidad de 5 votos en sesión
de veintinueve de mayo de dos mil trece. Asunto del que derivó la tesis 1a. LXXIII/2014
(10a.), de rubro y texto: CADUCIDAD DE LA INSTANCIA EN MATERIA CIVIL. EL
ARTÍCULO 137 BIS DEL CÓDIGO DE PROCEDIMIENTOS CIVILES PARA EL
DISTRITO FEDERAL, VIGENTE EN 2008, NO VULNERA LOS DERECHOS
FUNDAMENTALES DE AUDIENCIA Y DEBIDO PROCESO. La caducidad que regula el
artículo 137 Bis del Código de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal, vigente en
2008, es parte de un procedimiento en el que se respetan las formalidades esenciales del
procedimiento, toda vez que se permite a las partes iniciar un juicio, mediante la
presentación de una demanda, ser emplazadas y tener la oportunidad de contestar la
demanda, ofrecer y desahogar las pruebas que estimen convenientes, presentar alegatos
y obtener una resolución que resuelva de fondo el problema, con base en leyes emitidas
con anterioridad al hecho y por tribunales imparciales y competentes. Así, la ley sujeta
cada una de las etapas del procedimiento a plazos específicos, en atención a los
principios de justicia pronta y expedita y de seguridad jurídica, para evitar que los
procesos se alarguen indefinidamente. Por tanto, lo que ocasiona que el juicio culmine
antes de que el juez emita una decisión de fondo cuando se decreta la caducidad de la
instancia, es el incumplimiento de las partes a su carga procesal, esto es, el
incumplimiento a su obligación correlativa de sujetarse a los plazos y términos fijados por
la propia ley. Ahora bien, ni la Declaración Universal de los Derechos Humanos, ni la
Convención Americana sobre Derechos Humanos (Pacto de San José de Costa Rica),
establecen que los Estados deben conceder a las partes un plazo ilimitado para cumplir
con sus cargas procesales dentro del procedimiento. En ese sentido, este Alto Tribunal y
la Corte Interamericana de Derechos Humanos han sostenido que los derechos
fundamentales y, en particular, las garantías judiciales y de acceso a la justicia, pueden
limitarse o restringirse, siempre que la medida restrictiva cumpla con los requisitos
siguientes: a) persiga una finalidad que la Constitución Mexicana o la Convención
Americana permita o proteja; b) sea necesaria en una sociedad democrática para la
consecución de esa finalidad; y c) sea proporcional, esto es, que se ajuste estrechamente
al logro del objetivo legítimo, de forma que no se alcance a costa de una afectación
innecesaria o desmedida a otros bienes y derechos protegidos por la convención o la
Constitución Mexicana; además, la Corte Interamericana agrega que la limitación debe
estar consignada en una ley formal y material. De ahí que el artículo 137 Bis del Código
de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal no vulnere los derechos fundamentales
de audiencia y debido proceso reconocidos por los artículos 14, 16 y 17 constitucionales,
así como 8 y 25 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, porque está
contenida en una ley formal y material, que es el Código de Procedimientos Civiles para el
Distrito Federal, expedido por un órgano legislativo competente para legislar en materia
civil; persigue una finalidad constitucionalmente válida, en el sentido de que no haya
litigios pendientes por tiempo indefinido, y porque es necesaria para dar eficacia a la
finalidad perseguida, en cuanto a que impone una sanción a las partes en caso de no
sujetarse a los plazos y términos que fijan las leyes. Asimismo, es proporcional, siempre
que se sujete a lo siguiente: a) sólo puede tener lugar por la omisión de las partes de
cumplir con sus cargas procesales, mas no puede imponerse por la sola inactividad del
tribunal; b) sólo extingue la instancia, lo que se traduce en que no se priva a las partes de
su derecho a iniciar un nuevo juicio en el que hagan valer sus derechos; c) sólo tiene
lugar en juicios regidos por el principio dispositivo, en los que se ventilan intereses
particulares y, por ende, derechos disponibles; y, d) debe estar sujeta a plazos
27
AMPARO EN REVISIÓN 157/2016
Lo anterior pone en evidencia que los términos establecidos
en ley respecto a la tramitación del procedimiento no son
arbitrarios, sino que buscan satisfacer principios constitucionales
como los de justicia pronta y expedita y de seguridad jurídica. Por
lo tanto, no se puede considerar que la sanción prevista para el
incumplimiento de tales normas procesales implica sobreponer los
intereses procesales sobre los sustantivos, sino que busca
precisamente hacer efectivos los mandatos constitucionales que
rigen la actividad jurisdiccional.
La recurrente alega, por otra parte, que el juez se limita a
reproducir la historia procesal sin hacer un análisis real del caso
concreto, sin valorar la complejidad derivada de las distancias y el
acceso a los lugares de las autoridades judiciales que intervienen.
Tal motivo de inconformidad es inoperante, pues a través de
éste, la recurrente pretende controvertir lo resuelto por el Juez de
Distrito en relación a la legalidad del acto de aplicación de la
norma impugnada, esto es, la resolución de veintinueve de mayo
de dos mil catorce, en la cual se decretó la caducidad de la
instancia.
En efecto, la recurrente considera que al analizar si se
actualizaba el supuesto previsto en el artículo 1076 del Código de
Comercio, el Juez de Amparo debió tomar en cuenta la
razonables, de forma que la caducidad sólo opere si es evidente que ha habido desinterés
de las partes, o que han abandonado el juicio.
28
AMPARO EN REVISIÓN 157/2016
complejidad
del
caso
relacionada
con
las
distancias y el acceso a los lugares. Sin embargo,
ello se traduce en una cuestión de legalidad ajena al estudio de
constitucionalidad de la norma impugnada y, por tanto, está fuera
de la competencia de revisión de este Alto Tribunal. De ahí lo
inoperante del agravio, sin perjuicio de que se analicen por el
tribunal colegiado en el ámbito de la revisión que es de su
competencia, por lo que deberá reservársele jurisdicción en
ese sentido.
La recurrente también alega que cuando se trate de
restringir
el
derecho
de
acceso
a
la
justicia, la
Corte
Interamericana ha establecido que se deben cumplir ciertos
parámetros para que la medida no sea violatoria de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos31. No obstante, esta
Primera Sala estima que tales manifestaciones son inoperantes,
pues en su demanda de amparo la quejosa no alegó violación
alguna a la Convención Americana de Derechos Humanos. Por lo
tanto, si el Juez de Distrito no se pronunció al respecto, no es
posible que en el presente recurso esta Primera Sala se avoque
al estudio de argumentos novedosos que no fueron planteados en
“i) Que su finalidad sea compatible con la Convención Americana, como lo es asegurar
que no se impedirá el desarrollo del procedimiento ni eludirá la acción de la justicia; ii)
que sean idóneas para cumplir con el fin perseguido; iii) que sean necesarias, es decir,
absolutamente indispensables para conseguir el fin deseado y que no exista una medida
menos gravosa respecto al derecho intervenido; iv) que sea estrictamente proporcionales,
de tal forma que el sacrificio inherente a la restricción del derecho al acceso a la justicia
no resulte exagerado o desmedido frente a las ventajas que se obtienen mediante tal
restricción y el cumplimiento de la finalidad perseguida, y; v) cualquier restricción del
acceso a la justicia que no contenga una motivación suficiente que permita evaluar si se
ajusta a las condiciones señaladas es arbitraria y por tanto, viola el artículo 7.3 de la
Convención Americana”.
31
29
AMPARO EN REVISIÓN 157/2016
la demanda de amparo.32 Máxime que esta Sala no advierte que
en el caso sea procedente el control de convencionalidad ex
officio respecto del numeral impugnado.
Por último, la inconforme también aduce que: la conclusión
del juez consistente en que el hecho de que no se prevea
prevención no viola el derecho de acceso a la justicia es por
demás ligera. La caducidad de la instancia impide el ejercicio
de la ‘acción’, por lo que si no se lleva a cabo prevención
antes de decretarla, se convierte en una agravante mayor.
Lo que también es infundado, pues contrario a ello, del
contenido de la sentencia recurrida se aprecia que el juez de
amparo afirmó que aun cuando el precepto impugnado no prevea
la prevención como necesaria antes de decretar la caducidad;
pero además, consta que tal aserción fue corolario de las
consideraciones relativas a que:
a) La institución procesal de la caducidad de la instancia
pretende evitar juicios infructíferos o desiertos derivados
de la falta de impulso de las partes en relación con su
prosecución.
32
Sirve de apoyo a lo anterior, lo sostenido por esta Primera Sala en la tesis 1a./J.
150/2005, de rubro: “AGRAVIOS INOPERANTES. LO SON AQUELLOS QUE SE
REFIEREN A CUESTIONES NO INVOCADAS EN LA DEMANDA Y QUE, POR ENDE,
CONSTITUYEN ASPECTOS NOVEDOSOS EN LA REVISIÓN”. Publicada en el
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo XXII, Diciembre de 2005, página
52.
30
AMPARO EN REVISIÓN 157/2016
b)
Su naturaleza es de una sanción
procesal ante la inacción de los interesados, para
aquéllos que ‘se olvidan’ de continuar con la secuela
procesal, cunado tienen la carga de estar al pendiente del
juicio en que promueven.
c) El efecto jurídico de la caducidad de la instancia sólo es
extinguir la instancia y retrotraer las cosas al estado que
guardaban antes de la demanda.
Lo que pone de manifiesto que la esencia de tal decisión
descansó en que no se podría prevenir con la declaratoria de
caducidad sin liberar a las partes de la carga procesal de ‘no
olvidar’ continuar con la secuela procesal; carga que es
fundamento de la institución procesal de la caducidad de la
instancia. De ahí lo infundado del agravio en estudio.
A mayor abundamiento, cabe advertir que el precepto
impugnado prevé que la caducidad de la instancia en materia
mercantil opera de pleno derecho; disposición normativa esta
última que la quejosa no refirió como inconstitucional.
Por lo que partiendo de la base de que la caducidad de la
instancia opera de pleno derecho; resultaría incongruente
pretender que la autoridad judicial deba prevenir a los justiciables
antes de decretarla; pues por un lado, si ya estuviere probado en
autos que transcurrió el plazo de inactividad correspondiente, la
prevención resultaría con trascendencia meramente formal, pues
31
AMPARO EN REVISIÓN 157/2016
las manifestaciones respectivas, por regla general, no servirían
para desvirtuar la situación de inactividad probada en autos.
Y por otro lado, de no haber trascurrido aún la inactividad
necesaria para que operara la caducidad, se revertiría la carga
procesal que conforme a su naturaleza pesa en las partes (vigilar
el trámite del proceso e impulsarlo oportunamente), para imponer
al juzgador el deber de llevar a cabo un constante y cuidadoso
monitoreo de los procesos a su cargo, a fin de estar en
condiciones de prevenir a las partes de manera oportuna a fin de
que estén en condiciones de interrumpir la caducidad (si es que
es su interés continuar con la instancia) antes de que ésta opere
de pleno derecho.
QUINTO. Sin materia la revisión adhesiva interpuesta
por el Presidente de la República, por versar sobre
cuestiones de constitucionalidad. En su escrito de agravios, la
Directora Adjunta de lo Contencioso de la Unidad de Asuntos
Jurídicos de la Secretaría de Economía, en representación del
Presidente de la República, expresó argumentos, por un lado,
para sostener la constitucionalidad del precepto y, por otro,
respecto
a
la
inoperancia
de
los
agravios
sobre
la
convencionalidad del artículo impugnado. Ambas cuestiones, con
motivo del estudio sobre constitucionalidad del artículo 1076 del
Código de Comercio impugnado, en lo conducente.
Estima Primera Sala estima que si los agravios respectivos
de la revisión principal fueron desestimados, en los términos
32
AMPARO EN REVISIÓN 157/2016
expuestos en las páginas precedentes. Entonces,
la revisión adhesiva debe declarase sin materia,
dado que los agravios de la misma sólo se encaminaron a
sostener
la
negativa
de
amparo
respecto
de
la
inconstitucionalidad de la ley que hizo valer el quejoso en el juicio
de amparo indirecto **********.33
En las relatadas condiciones, dado lo inoperante e infundado
de los agravios en materia de la revisión competencia de esta
Suprema Corte de Justicia de la Nación, debe confirmarse la
recurrida en la materia de la revisión, y negar el amparo respecto
del artículo 1076 del Código de Comercio en cuanto prevé la
caducidad de la instancia en materia mercantil; lo que desemboca
en la declaratoria sin materia respecto de la revisión adhesiva,
cuyos agravios solamente plantean la constitucionalidad del
precepto impugnado indicado.
33
Es aplicable para el caso, en lo conducente y por analogía de razón, la tesis de jurisprudencia
Es aplicable para el caso, en lo conducente y por analogía de razón, la tesis de jurisprudencia
1a./J. 71/2006, de la Novena Época, Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo XXIV,
Octubre de 2006, página 266, cuyo rubro y texto son: “REVISIÓN ADHESIVA. DEBE
DECLARARSE SIN MATERIA AL DESAPARECER LA CONDICIÓN A LA QUE SE SUJETA EL
INTERÉS DEL ADHERENTE.- De conformidad con el último párrafo del artículo 83 de la Ley de
Amparo, quien obtenga resolución favorable a sus intereses puede adherirse a la revisión
interpuesta por el recurrente, expresando los agravios respectivos dentro del término de cinco días,
computado a partir de la fecha en que se le notifique la admisión del recurso. Ahora bien, si se
toma en cuenta que la adhesión al recurso carece de autonomía en cuanto a su trámite y
procedencia, pues sigue la suerte procesal de éste y, por tanto, el interés de la parte adherente
está sujeto a la suerte del recurso principal, es evidente que cuando el sentido de la resolución
dictada en éste es favorable a sus intereses, desaparece la condición a la que estaba sujeto el
interés jurídico de aquélla para interponer la adhesión, esto es, la de reforzar el fallo recurrido y,
por ende, debe declararse sin materia el recurso de revisión adhesiva.”
33
AMPARO EN REVISIÓN 157/2016
Por lo expuesto y fundado, se
RESUELVE
PRIMERO. En la materia de la revisión, competencia de esta
Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, se
confirma la sentencia recurrida.
SEGUNDO. La Justicia de la Unión no ampara ni protege a
la quejosa, en contra del artículo 1076 del Código de Comercio,
en cuanto prevé la caducidad de la instancia en materia mercantil,
en términos del considerando Cuarto de esta ejecutoria.
TERCERO.- Queda sin materia la revisión adhesiva, en
términos del considerando Quinto de este fallo.
CUARTO.- Se reserva jurisdicción al Segundo Tribunal
Colegiado en Materias Penal y Civil del Vigésimo Circuito, en
términos del considerando Cuarto de este fallo.
MGAJ/alb
34
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