Leer - Asociación Educar

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Monografía
Formación en Neurosicoeducación
Alumnas: Lucia Cristiano - Carina Bettinelli
www.asociacioneducar.com
Mail: [email protected]
Facebook: www.facebook.com/NeurocienciasAsociacionEducar
HACER MUCHAS ACTIVIDADES A LA VEZ NOS ESTÁ AFECTANDO LA VIDA
En nuestra actividad cotidiana es prácticamente imposible trabajar en una única
tarea. Hay días en que nos sentimos abrumados con tanto trabajo y ponemos
todo nuestro esfuerzo en realizar todas las actividades que se nos presentan. A
pesar de esto, tenemos la sensación de que nos esforzamos y no logramos
hacer mucho.
Llegamos a nuestro hogar con la idea de descansar. Cenamos con la televisión
prendida, estudiamos escuchando música, etc. No podemos enfocarnos en
una sola actividad. Deberíamos preguntarnos por qué nos cuesta enfocarnos
en una sola cosa.
Esta situación no solo nos distrae de nuestro objetivo principal, sino que
también hay estudios que afirman que dedicarnos a hacer varias tareas al
mismo tiempo es mucho para nuestro cerebro.
Hacemos varias tareas al mismo tiempo porque es fácil hacerlo. La tecnología
hace que todo sea más rápido y menos difícil. Existen aplicaciones para cada
cosa en los celulares que nos llevan a aprovechar al máximo cada segundo.
Lo hacemos porque nos sentimos bien. Nuestro cerebro es excelente para
engañarnos y hacernos pensar que estamos siendo eficaces. Diferentes
estudios señalan que hacer varias tareas a la misma vez supone liberar
dopamina, que es la llamada “hormona de la felicidad”. Nos sentimos muy bien
con nosotros mismos y nos recompensamos por hacer tantas cosas a la misma
vez.
La Nse. Marita Castro (Asociación Educar) se pregunta por qué algunas
personas trabajan más que otras en las mismas condiciones laborales.
En el artículo cuenta que un grupo de investigadores llevó adelante una
investigación sobre la dopamina y llegaron a estas conclusiones:”Aquellas
personas que trabajaban con mayor voluntad y perseverancia para cumplir con
las tareas registraban en los escáneres mayores niveles de dopamina ―un
neurotransmisor (NT) asociado a la recompensa y la motivación― en las áreas
asociadas al placer.
Por el contrario, quienes estaban menos dispuestos a la faena dura para
obtener la retribución ofrecida, presentaron que sus mayores niveles de
dopamina se concentraban en la ínsula anterior, una zona del cerebro asociada
a la percepción de la emoción y el riesgo”.
Estos investigadores descubrieron que la dopamina tiene resultados distintos
que dependen del área en donde actúa. Por lo tanto, afirman que no basta con
tener niveles altos para incidir en el comportamiento diario, sino que se debe
tener en cuenta su influencia en diferentes áreas.
Los centros de búsqueda de recompensa del cerebro están felices con la
multitarea porque cada vez que vemos un email, un tweet o un mensaje de
texto, liberamos pequeños impulsos de placer. Como consecuencia de lo
anteriormente mencionado, la parte del cerebro que más necesitamos para que
nos ayude a concentrarnos, es la que más sufre.
Llevar a cabo multitareas nos estresa. Tanta actividad a la vez provoca la
liberación de cortisol, la hormona del estrés, que afecta todo, desde la
capacidad mental hasta la densidad muscular. Algunos estudios sugieren que
el hecho de tener la oportunidad de realizar varias actividades a la vez, reduce
la capacidad de resolver problemas.
“Cuando se está estresado, el hipotálamo, una pequeña región en la base de tu
cerebro, pone en marcha un sistema de alarma en tu cuerpo. Esto hace que las
señales nerviosas y hormonales impulsen tus glándulas suprarrenales ubicadas
en la parte superior de los riñones, para liberar una oleada de hormonas,
incluyendo la adrenalina y el cortisol.” (Vida lúcida)
Las principales distracciones que tenemos cuando trabajamos son:
Responder una inmensa cantidad de emails, tweets, mensajes de textos,
etc. Consideramos que debemos responder en forma inmediata.
Se supone que las personas esperan que respondamos en forma
inmediata. En este mundo digital estamos disponibles para el otro.
Con toda la cantidad de información que recibimos en nuestros
dispositivos tecnológicos, desperdiciamos tiempo en filtrarla, archivarla o
eliminarla.
Tomar tantas decisiones a lo largo del día le cobra un precio muy alto al
cerebro. Esta situación nos deja exhaustos y desorientados.
El estrés siempre ha existido en el mundo. En otra etapa de la Historia, el
objetivo era la reacción del cuerpo ante el estrés era movilizar los recursos
energéticos del ser humano para prepararlo para el esfuerzo físico y permitirle
responder mediante la lucha o la huida. Las causas del estrés eran el hambre y
el frío. Pero, en el siglo pasado se descubrió el mecanismo psicofisiológico del
estrés.
El proceso del estrés está formado por tres etapas. Una es la ALARMA, en la
cual el cuerpo se prepara para “la lucha o para la huida”; pero, como ningún
organismo puede mantener esta condición de sobreexcitación constante,
existe una segunda etapa que le permite sobrevivir a la primera, que se llama
RESISTENCIA. Si la duración del estrés es muy prolongada, el cuerpo entra a
una tercera etapa llamada AGOTAMIENTO que es una forma de
envejecimiento debido al deterioro del organismo por mantener constante el
desgaste durante la resistencia.
No existen soluciones mágicas al problema del estrés. Sí hay estrategias que
se pueden usar y que nos permitirían ser más productivos y no desperdiciar el
tiempo. Algunas de ellos son:
Planificación: Escribir la noche anterior las cosas más importantes
que se quieren realizar al día siguiente. Esto permitiría estar más
concentrados al día siguiente.
Expertos en productividad recomiendan dividir la jornada de trabajo
en espacios de 30 minutos y programar un horario diario. Se sugiere
dedicar 25 minutos para hacer lo planificado el día anterior y en los 5
minutos de descanso, se puede responder a los emails y mensajes.
Escuchar música. Realizar esta actividad no cuenta como realizar
varias cosas a la vez, porque esa acción ocupa una parte del cerebro
que no interfiere en el trabajo y en la productividad.
El funcionamiento de nuestra Unidad Cerebro Cuerpo Mente es complejo. A
partir de la década del 90, del siglo pasado, todos los avances en
neurociencias permitieron entrar en la llamada “caja negra”. Así consideraba el
conductismo al cerebro y quería significar que existía algo, pero que no se
sabía mucho sobre él.
A partir de ese momento se produjeron conocimientos neurocientíficos y
herramientas neurocientíficas que permiten modelar nuestro cerebro-mente e
incidir en el cuerpo y en nuestras conductas.
Algunas estrategias de neurosicoeducación para educar y cuidar a
nuestro cerebro
La importancia del contexto. El contexto en donde el cerebro trabaja
es fundamental para lograr un clima que le permita estar en estado
óptimo para recibir la información. Por ello, el lugar de trabajo debe estar
ordenado y limpio, con elementos conocidos que produzcan ausencia de
peligro.
Respetar los tiempos de atención del cerebro. Ante el esfuerzo y el
consumo de energía, el cerebro tiene ciclos de mayor y de menor
atención. Estos ciclos se manejan de manera automática y fuera de la
voluntad; por este motivo, hay que desarrollar estrategias de dar tiempo
de descanso y actividades motivadoras según los ciclos.
Conocer y nivelar los estados emocionales del grupo. Deberíamos
realizar ejercicios y juegos que lleven a los grupos a reconocer sus
estados emocionales y llevarlos a niveles óptimos para realizar un mejor
trabajo.
La importancia de la actividad física. Contribuye a mejorar la
capacidad y el rendimiento cognitivo-ejecutivo, al producir oxigenación
en el cerebro, descargar hormonas del estrés y llevar a la UCCM a
descansar del esfuerzo que significa la concentración.
Los ejercicios de relajación y respiración contribuyen a
desempañar un mejor trabajo. Aplicar en las oficinas ejercicios de
relajación y respiración contribuye a la oxigenación del cerebro, a
prepararse mejor para trabajar y a modelar las emociones.
Descansar para trabajar. La UCCM necesita descansar. La falta de
sueño afecta la atención, las destrezas motoras, el estado de ánimo y
todas las funciones ejecutivas.
Alimentarse para desempeñarse bien. El cerebro necesita para
funcionar a pleno de una dieta que sea equilibrada y variada por ser el
órgano más complejo del cuerpo.
Dedicar tiempo para el optimismo y aprender a ser feliz. Deberíamos
cada día dedicar un tiempo para hablar de las cosas buenas que
tenemos, contar chistes o historias divertidas. La idea es aumentar la
integración del equipo de trabajo al compartir algo positivo, libre de
estrés y que libera neurotransmisores de felicidad.
Por último, me gustaría destacar la importancia que tiene la
neurosicoeducación. Deberíamos formarnos en conocer a nuestra
UCCM para llegar a ser humanos desarrollados de una forma integral.
Esto nos permitirá actuar eficazmente en el mundo interior y exterior,
respetándonos y comprendiendo a los otros y al mundo que nos rodea.
BIBLIOGRAFÍA
-Neurociencias y educación. Módulo IV
- www.lavidalucida.com
-Material del curso de neurosicoeducación
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