Amparo en revisión 249/2013. Felipe Alamilla Ramos. 5 de marzo

Anuncio
TESIS AISLADA CONSTITUCIONAL 2014
Compilación de Legislación y Jurisprudencia
SANCIONES ADMINISTRATIVAS. EL ARTÍCULO 21, CUARTO
PÁRRAFO, DE LA CONSTITUCIÓN FEDERAL ESTABLECE UNA
CLÁUSULA HABILITANTE QUE PERMITE AL JEFE DE GOBIERNO
DEL
DISTRITO
FEDERAL
PREVER
DIRECTAMENTE,
EN
DISPOSICIONES REGLAMENTARIAS, LAS RELATIVAS A MULTA,
ARRESTO HASTA POR TREINTA Y SEIS HORAS O TRABAJO A
FAVOR DE LA COMUNIDAD, INCLUSO, DE MANERA AUTÓNOMA.
En el tercer párrafo del precepto constitucional referido el Constituyente Permanente
concedió a la autoridad judicial la facultad monopólica para imponer penas derivadas de
delitos, así como su modificación y duración y, en el cuarto, en cuanto a las sanciones
administrativas, no obstante su equiparación con las penas, dispuso una excepción a esa
regla, al posibilitar su imposición por la autoridad administrativa en los casos de
infracciones a los reglamentos gubernativos y de policía. En estas condiciones, si bien es
cierto que, al parecer, la potestad conferida a la autoridad administrativa sólo se
circunscribe a la imposición de sanciones, no así para preverlas y regularlas
normativamente, también lo es que el propio cuarto párrafo del artículo 21 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece una excepción al
principio de reserva de ley, pues cuando habla de sanciones como multa, arresto hasta por
treinta y seis horas o trabajo a favor de la comunidad, hace una remisión y autorización
expresa para que éstas puedan estar previstas en reglamentos gubernativos y de policía, los
cuales, por antonomasia, son emitidos por el Poder Ejecutivo, ya sea federal o local. Así,
para efectos del Gobierno del Distrito Federal, existe una cláusula habilitante que permite al
jefe de gobierno, a través de disposiciones reglamentarias, prever directamente esos tres
tipos de sanciones, incluso, de manera autónoma, es decir, sin necesidad de atender el
principio de subordinación jerárquica, que sólo se actualizaría si fuese exigible el de reserva
de ley, el cual no opera cuando existe autorización constitucional para que, directamente, se
regulen reglamentariamente, por excepción; caso en el que ambos principios sucumben,
pues, en estricto sentido, no se ejerce facultad (reglamentaria) que pormenorice o desarrolle
los supuestos de ley, ni esa actuación se ciñe a lo previsto en ésta, al ejercerse una
atribución legislativa excepcional y autónoma, de índole constitucional.
SÉPTIMO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL
PRIMER CIRCUITO.
Amparo en revisión 249/2013. Felipe Alamilla Ramos. 5 de marzo de 2014.
Unanimidad de votos. Ponente: Francisco García Sandoval. Secretario: Christian
Omar González Segovia.
Descargar