La fiesta del Sol FIN

La fiesta “Inti Raymi”
P
erú - El nombre “Inti Raymi” es la expresión en quechua para “Fiesta del sol”. Es una
fiesta de los incas y desciende de la época prehispánica. Los incas creían que eran descendientes del sol. Durante el solsticio que siempre tiene lugar el 24 junio, el sol tiene
la posición más próxima a la tierra. Por eso celebraban este día porque simboliza la unidad
entre los incas y su padre que es el sol. El solsticio siempre coincidía con el fin del tiempo de
la cosecha. Por esta razón agradecían la cosecha y pedían a los dioses por apoyo en el próximo año. Pero en el año 1572 cuando los españoles ocuparon el imperio, la fiesta, lo más importante de los incas, fue prohibida. Después de 370 años los peruanos celebraban el Inti
Raymi de nuevo. Se festejaba la fiesta en la ciudad Cusco que fue la capital del imperio de los
incas y que hoy está situada en el sudeste de los Andes. Esta ciudad está a 3.671 metros sobre
el nivel del mar y también este aspecto simboliza la cercanía y unidad con el sol. Allí los incas construyeron un templo del sol en la plaza de Cusco. Además había un gran disco del sol
de oro.
Los rituales de la fiesta en el pasado
tantemente besos al aire. Entonces el soberano tenía dos vasos con chicha (vino de
maíz), una en cada una de sus manos. Sus
parientes bebían del vaso a la izquierda y
el vaso a la derecha era derramado. Además sacrificaban oro, ropa, pan y plata y el
más importante sacrificio era una llama
blanca y una llama negra. Creían que este
sacrificio les garantizaría una cosecha buena. Los sacrificios eran realizados por sacerdotes
En el pasado los incas tenían rituales típicos para festejar el Inti Raymi. La fiesta
duraba algunos días y la preparación era
estricta porque en los previos tres días los
incas no comían sino un poco de maíz
blanco y sólo bebían agua. No encendían
fuego en toda la ciudad y se abstenían de
dormir con sus mujeres. El día del solsticio
llevaban ropa festiva y muchos incas de
todas las regiones del imperio llegaban a
Cusco para entregar regalos al dios y al
soberano. Este soberano y sus parientes
esperaban descalzos la salida del sol en la
plaza con los brazos abiertos y daban cons-
La segunda parte de la ceremonia era abierta con una
danza del soberano. Después
encendían el fuego nuevo con
la ayuda del disco del sol y los
incas lo extendían en todo el
imperio. El fuego nuevo también simbolizaba el inicio del
año nuevo.