de la peseta al euro

DE LA PESETA AL EURO
Roberto del Barrio Riopedre.
Col·legi Badalonès. Tutor: Ricard Eguiluz. 2n de Batxillerat.
Para una mayor y mejor comprensión de mi trabajo ordenaré todos los puntos e ideas tratadas,
organizándolos mediante su inclusión en estos tres puntos: objetivos, metodología y conclusiones.
OBJECTIVOS
Mi trabajo es, por un lado, un intento de analizar punto por punto las repercusiones sociales, culturales y económicas que padeceremos los españoles con la adopción de la nueva moneda única, el
euro. Por otro lado, mi trabajo tiene una voluntad moralizadora, ya que desde la incorporación de
España en la Unión Europea nuestro país ha sufrido unos cambios importantes gracias, en gran
manera, a los programas de acción, iniciativas comunitarias y políticas comunes, todas ellas financiadas a través de los Fondos de Cohesión, que son aportaciones de países europeos para el mayor desarrollo de las zonas menos ricas de los países miembros de la UE. A través de estos programas se han financiado, desde 1994, más de 2000 acciones en territorio español, como por
ejemplo construcciones de nuevas infraestructuras, mejora de los medios de comunicación... que
han hecho que nuestro país haya mejorado notablemente.
Otro importante objetivo ha sido demostrar que la nueva moneda es un ejemplo de la voluntad de
progreso y unión de la que hace gala Europa para poder llegar a competir con EUA y Japón en la
nueva carrera hacia la globalización de los medios de transporte, el trabajo, el capital y, lo que es
más importante, de las personas. Para poder competir con el exterior se ha creado este mercado
único que va a permitir un aumento del comercio gracias a la eliminación de los aranceles y la cotización por separado de las distintas monedas europeas, lo que dificultaba el comercio al estar el
mercado sometido a importantes tensiones a causa de las cotizaciones de las divisas. Finalmente,
debo resaltar la voluntad integradora e igualitaria que los políticos europeos han perseguido durante estos últimos años para crear un espacio estable y un ejemplo de convivencia entre distintos
países con unas lenguas y culturas diferentes pero que persiguen un objetivo común: una convivencia pacífica para poder disfrutar del Estado del Bienestar.
METODOLOGÍA
Es de una gran importancia hacer referencia a la estructura de mi trabajo para comprender cómo
lo he realizado. En primer lugar, he resumido la mayoría de convenciones y reuniones de los jefes
de estado para demostrar que este espacio económico es una voluntad de evitar tensiones dentro
del continente europeo, como así lo demuestra el Manifiesto de las resistencias europeas, que
Winston Churchill redactó en 1943 y donde se exponían las ideas, acertadas, que él tenía para evitar estos conflictos: integrar a todos los países dentro de unos intereses económicos comunes e
instalarlos bajo la misma bandera. Los antecedentes que ha tenido la Unión Monetaria Europea
(UME) y que al final han sido los causantes de esta nueva realidad europea, son los siguientes: el
Benelux (1944), una unión aduanera entre Bélgica (Be), Holanda (ne –de Nedderlands) y
Luxemburgo (lux); el primer acuerdo de supresión de aranceles: el GATT de 1947; la Convención
Europea de los Derechos Humanos en 1950, que sentó las bases de unos derechos inalienables
para los hombres; la Reunión de Bretton Woods, que fijó las paridades entre las monedas europeas, aunque fracasó; y el tratado del Carbón y el Acero (CECA) o Tratado de París, que cierra esta
primera época en la historia de la UE de 1943 a 1952. A partir de 1958, con la creación del EURATOM o Tratado de Roma, se crea la Comunidad Económica Europea y se sientan las bases para
una futura unión de monedas entre los países europeos. Este primer antecedente lo encontramos
en 1972 con el sistema de la serpiente en el túnel que propugnaba una cotización conjunta de las
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monedas europeas para que el dólar (serpiente) se mantuviese en unos límites razonables respecto a las monedas europeas (el túnel). Este sistema fracasó debido a la fortaleza del dólar y se
abandonó. Pero es a partir de 1978 cuando encontramos el verdadero impulso para la creación
de la UME y la consolidación de una moneda nueva y común para los europeos. En ese año
(1978) se formó el Sistema Monetario Europeo (SME) que creó el ECU, una cesta de monedas en
la que se fijaba una paridad fija entre las divisas del viejo continente. En los años posteriores se siguió trabajando con esa misma base y en 1988 se firmó el Acta Única Europea, con España ya en
la UE desde 1986. Un personaje importante dentro de la creación del UME es Jacques Delors,
quien, mediante un informe que fue la base de trabajo del Consejo Europeo de Madrid en 1989,
planificó las tres fases –que posteriormente fueron retocadas– para la realización de la moneda
única. Con estos tratados de telón de fondo, se llegó a 1992 y el Tratado de Maastricht que creó
la UME, formada por los países que cumpliesen los 5 puntos exigidos y además mostrasen una
verdadera voluntad de hacerlo. Para la vigilancia del cumplimiento de estas cinco condiciones se
creó el Banco Central Europeo que, además de esto, se encarga, actualmente, de fijar los tipos de
interés de los países de la UME y de observar y recomendar las políticas económicas más adecuadas para cada país. También en este tratado se creó el Espacio Económico Europeo, formado por
los países de la UE y el AELC (Suiza –que mediante referéndum rechazó formar parte-, Noruega,
Liechtenstein e Islandia), que se fundamenta en las “cuatro libertades” (capital, servicios, trabajo y
comercio), aunque se excluyen los productos agropecuarios y las políticas exterior y fiscal. Los países que han conseguido pasar a la 3ª fase (el euro, nombre con el que se denomina a la moneda
única europea acordado en el Consejo europeo de Madrid en 1995 y que además diseñó las monedas y billetes) son los siguientes: Alemania, Bélgica, España, Francia, Irlanda, Italia,
Luxemburgo, Austria, Holanda, Portugal, Finlandia y, aunque sin cumplir las 5 condiciones del
Tratado de Maastricht, Grecia –en la Cumbre de Santa María da Feira–, lo que ha motivado el
cambio de denominación del Euro-11 a Eurogrupo (con vistas a una nueva ampliación de la UME).
Por otra parte, he analizado las ventajas e inconvenientes de la unión de España en la UME. En
cuanto a los principales inconvenientes que puedo apreciar por la introducción del euro son, a mi
entender, importantes ya que afectarán a nuestros bolsillos y a nuestra mentalidad. En primer lugar, a pesar de los intentos del Gobierno para controlar la situación, se van a producir incrementos
del precio de algunos bienes. Por ejemplo, las tiendas llamadas popularmente de los veinte duros,
que seguramente cambiarán su nombre por el de tiendas todo a un euro; en consecuencia aumentarán un 40% sus ingresos ya que lo podrán conseguir mediante la extinción de la antigua sociedad por otra. Como éste se pueden pronosticar otros, como el aumento de precio de artículos
que rondan el valor del euro para, según los productores y vendedores, “beneficiar al consumidor”
de la transición de no estar acostumbrados a utilizar los céntimos. En relación con este tema existe un refrán en castellano: nadie da duros por cuatro pesetas. Nosotros regalaremos 1 centavo de
euro (2 pesetas) a cambio de lo que antes costaba 1. Con relación a este punto debo hacer obligada referencia a la desaparición de la peseta como unidad de pago ya que el valor mínimo de
una moneda es de 2 pesetas (1 Cent redondeado según la normativa vigente).
En segundo lugar me remito a la dificultad para controlar los gastos y el pago con la nueva moneda, lo que fomentará, en los países de la zona euro, el aumento del uso de la tarjeta de crédito, a
causa de la dificultad que se van a encontrar muchas personas en la utilización de la nueva moneda y sobre todo en el periodo en el que las dos monedas convivirán. Por ello habrá un aumento
del uso del “dinero de plástico”, imitando así el modelo americano. Ello favorecerá a los bancos,
quienes ingresarán las comisiones bancarias de las compras a crédito. Otro de los puntos importantes del euro es la situación de tendencia –que ya se ha demostrado sin tenerlo en las manos–
hacia pequeños y grandes timos dirigidos en especial a las personas mayores. Hoy en día el grado
de alfabetización de nuestra sociedad es prácticamente del 100%, pero todavía existen colectivos
(personas ancianas y discapacitados) que no han asimilado muy bien este cambio. Por consiguiente, creo correctas las políticas en cuanto a promoción y publicidad del euro. Todavía no se
ha alcanzado la plenitud de resultados y creo que sería aconsejable una mayor presencia de información (a través de cartas y/o llamadas a las viviendas o lugares de residencia de pensionistas)
para informar de cómo les afectará en sus bolsillos.
Seguidamente, el inconveniente que se van a interponer en el camino del objetivo principal de las
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empresas (la obtención de beneficios) es el gran gasto que supone adaptar tanto los sistemas informáticos como las facturas y otros documentos que incorporen nomenclatura pecuniaria, por el
cambio del símbolo de moneda. A algunas empresas previsoras, el cambio de moneda no les
afectará tan repentinamente ya que a lo largo del tiempo transcurrido han ido renovando sus obsoletos sistemas para adaptarse con mayor facilidad al euro. Estos gastos están asociados sobre
todo a empresas del sector de venta de refrescos y otros sucedáneos de alimentos energéticos
que deberán modernizar completamente sus máquinas expendedoras para adaptarlas al tamaño
de las nuevas monedas; lo mismo sucederá con máquinas de cambio de billetes.
Otro de los puntos esenciales en cuanto a los inconvenientes del euro es el cambio de conciencia
que supone un cambio de moneda y la aparición de nuevos billetes –que al ser iguales en todos
los países nos acostumbraremos– y de monedas. Éste es el caso más complicado, ya que son diferentes (las caras, no el peso ni la forma) para cada país de la zona euro. Así pues, el abandono
de nuestra peseta significará una dificultad que salta a la vista; es prácticamente imposible calcular
exactamente el valor de las cosas que adquiramos debido a la serie de operaciones matemáticas
que debemos hacer para equiparar el coste futuro en euros a la moneda a la que estábamos habituados. En relación con este tema encontramos el caso particular de las oficinas destinadas al
cambio de moneda, que deberán desaparecer; por lo tanto, el Gobierno destinará dinero para la
reconversión del sector en pequeñas bancas de cambio de divisas hasta que se agote el plazo de
cambio; después deberán buscar trabajo, recibiendo una pensión de paro hasta que lo encuentren. Otro inconveniente que sufrimos actualmente es que, al estar las fronteras abiertas a cualquier tipo de producto, las epidemias y enfermedades que afectan a terceros países se extienden
con más facilidad; tómese por ejemplo los casos de las vacas locas o la fiebre aftosa.
Para acabar con este apartado quisiera comentar la diferencia abismal existente entre los salarios
de los europeos. Cuando un empresario y un trabajador deciden la firma de un contrato sinalagmático deben tener en cuenta el salario existente para cada categoría profesional, para así fijar los
incentivos del trabajador. La diferencia existente entre los salarios de los países de la UE hace que
los residentes de países más ricos que el nuestro tengan un poder adquisitivo mayor al llegar a
España, que es en parte beneficioso para el turismo, pero que reduce la capacidad comercial de
los españoles en otro país. Este punto debe ir mejorando para que, poco a poco, el salario de los
españoles se equipare con el de nuestros compañeros más beneficiados (Alemania, Luxemburgo,
Dinamarca o Austria, por ejemplo) y así poder aumentar nuestro nivel de vida y satisfacción personal.
Por otro lado, las ventajas de la incorporación de España en la UME son numerosas. En primer lugar, la ventaja más importante que puedo apreciar es la creación de un espacio competitivo contra
Estados Unidos, ya que el potencial comercial de los países de la zona euro es importante. Por
ello las empresas españolas se van a poder beneficiar de exportar e importar productos en Europa
sin necesidad de pagar aranceles ni aduanas. Esto aumentará notablemente los beneficios que las
empresas españolas tendrán al eliminar los impuestos nocivos para el comercio y ampliarán notablemente su cuota de mercado, ya que los productos españoles son más baratos que los alemanes o los franceses, cosa que favorecerá las inversiones del exterior en España. Relacionado con
este tema, hay que tener en cuenta una gran ventaja relacionada con los ciudadanos de a pié que
veremos como nos será más fácil comparar precios en cualquier país que nos encontremos de
viaje. La utilización de una moneda única favorece la aparición de una nueva identidad, la nacionalidad Europea. A partir del 1 de enero de 2002 vamos a pasar de ser considerados españoles a
serlo europeos, con lo cual podremos buscar trabajo y lugar de residencia en cualquier país miembro de la UE.
En segundo lugar aprecio una gran mejora del nivel de vida desde que nos agregamos a este gran
proyecto. Las ayudas que han destinado los países europeos para el desarrollo de España son
dignas de agradecer ya que sin ellas no hubiésemos podido considerarnos un pleno Estado del
Bienestar. A través de las ayudas canalizadas por los Fondos de Cohesión el campo español ha
podido desarrollarse y muchas de las zonas sin infraestructuras (agua, electricidad y teléfono) han
podido mejorar notablemente gracias, como ya he dicho antes, a países más ricos que nos han
tendido la mano en los momentos en los que España no iba tan “bien”. Por ello, hoy nos podemos
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considerar afortunados de vivir en un país donde, cada día más, vamos avanzando hacia el pleno
empleo, para alcanzar altos niveles de desarrollo y ponernos en el grupo delantero en la dirección
de la Unión Europea.
Para continuar con las ventajas del euro, otro punto fundamental es el abaratamiento de los costes
en los viajes organizados, al anularse las comisiones por cambio de moneda, y el consiguiente
ahorro de tiempo por parte de los viajeros, ya que no deberemos cambiar de divisa en los países
miembros de la UE. Una ventaja añadida del euro es el fomento de la estabilidad económica y la
reducción de la especulación financiera ya que el uso de una moneda única simplificará el trabajo
de control de la paridad de la moneda europea con las demás. Por ello el euro será una moneda
capaz de combatir con las otras dos monedas más importantes: el dólar y el yen. Con relación al
efecto del euro en el empleo, debo comentar que a corto plazo el euro producirá un estancamiento en cuanto a la creación de nuevos puestos de trabajo –debido a las inversiones de las empresas en la adaptación de sus sistemas al euro (comentado en el apartado anterior), pero a largo
plazo el euro será positivo ya que las inversiones se verán alentadas por el impulso de la política
de trabajo incorporada a la UME, en la que España produjo una gran influencia. Esta política laboral tiende a fomentar los contratos de prácticas y la contratación indefinida de los sectores más
desfavorecidos (parados de larga duración, minusválidos y adultos entre 45 y 55 años). El éxito de
estas políticas laborales se puede multiplicar si tenemos en cuenta el abanico de posibilidades que
se nos abren en cuanto a movilidad geográfica, aunque esto nos supondría abandonar nuestro
país de origen. Los salarios de otros países europeos son más altos y, con una preparación suficiente (idiomas y titulaciones apoyados por programas europeos), podemos estar listos para ir a
trabajar a un país miembro de la UME.
Otro factor fundamental de la introducción del euro y de la UE es la estrecha vinculación que se
establece entre las nuevas tecnologías y la UE que van a resultar beneficiosas para España ya que
en nuevas tecnologías la unión hace la fuerza y por ello, tanto en la llamada “carrera espacial”
como en el desarrollo de mejores ordenadores, telecomunicaciones y nuevos sistemas, la UE puede competir con EEUU y Japón. El desarrollo de nuevas tecnologías y su posterior introducción
van a resultar beneficiosos tanto para empresas como para particulares. Seguidamente podemos
aportar una ventaja referente a la posible tendencia a equiparar los precios, tanto al alza como a la
baja, de los productos que se comercien en la UME. Esto producirá que los precios y la calidad de
los productos sean más parecidos en todos los países miembros, en las zonas próximas a las
fronteras el transporte del producto sea más barato y los tratamientos fiscales se homogeneicen.
Si todo esto viene acompañado de un aumento proporcional de los sueldos podríamos llegar a
una época de prosperidad económica.
Para concluir, podemos afirmar que las condiciones de convergencia fijadas por el Tratado de
Maastricht –donde sólo los países con estabilidad macroeconómica pueden agregarse a la UME
(Unión Monetaria Europea)– conllevarán una convergencia en el ámbito de normas para la deuda
pública y el déficit público con nuestro Estado a la cabeza de una nueva etapa de equidad en
cuanto a los ingresos y gastos del Estado. Todo ello nos reportará un amplio abanico de posibilidades al reducir la deuda de España. Finalmente, reseñar la importancia de la unificación de los
bancos en la figura del Banco Europeo, ya que una sola autoridad monetaria encargada de formular una política monetaria única reduce las antiguas incertidumbres asociadas a la variación de los
tipos de cambio de las monedas de los países que se integrarán en la moneda única.
CONCLUSIONES
Este trabajo es un instrumento muy válido para entender todo lo referente a las diferentes instituciones que han sido creadas a lo largo de la historia, cuyo resultado es la Unión Monetaria
Europea. Por este motivo creo que es imprescindible mencionar la mayoría de las convenciones,
reuniones o tratados que han tenido lugar a lo largo de la historia porque nadie puede decidir qué
es importante y qué no lo es. Otra de mis importantes conclusiones es reiterar mi apoyo incondicional a la moneda única, el euro, ya que abre los caminos y sienta las bases de una organización,
la UME, fuerte y competitiva que va a ser el punto de partida para que España vuelva a colocarse
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donde le corresponde, a la cabeza del mundo. La inclusión de España en la UME será positiva ya
que los inconvenientes del euro son microeconómicos, esto es, nos afectarán a los ciudadanos directamente pero serán infinitamente inferiores a unas ventajas, macroeconómicas, mucho mayores
y con una gran importancia. Para concluir con este apartado, acabaré con unas pequeñas previsiones de futuro ya que, en definitiva, el euro nos beneficiará a todos porque supone la creación
de un mercado abierto, plural y con amplias posibilidades de inversión para así poder competir
con otras economías más fuertes y volver a colocar a Europa donde le corresponde: a la cabeza
de los países más desarrollados y con mayor nivel de vida. Es importante por esta razón la existencia a partir de ahora de una nueva identidad: la Nacionalidad Europea, esto es, un conjunto de
países que han sabido sobreponerse a las dificultades iniciales para crear un abanico de nuevas
oportunidades tanto tecnológicas, como comerciales o culturales.
En cuanto a las ventajas e inconvenientes, hemos podido apreciar que las ventajas son en el ámbito macroeconómico –lo que supone que todas y cada una nos van a favorecer–, y, en cambio,
una amplia mayoría de los inconvenientes son a nivel microeconómico; son de poca importancia y
no afectarán a todos de la misma manera. Gracias a esta introducción vamos a poder competir
con Estados Unidos y Japón para alcanzar la supremacía económica mundial a pesar de que en la
actualidad el euro ha perdido valor con respecto al dólar; pero yo confío en que a lo largo de los
años recuperaremos el terreno perdido e incluso superaremos a la economía norteamericana.
Creo, sinceramente, que en Europa, a nivel medio, la gente tiene más y mejor nivel de vida, mientras que Estados Unidos es un país con mayor diferencia social y económica entre su población,
donde unos viven disfrutando de rentas extraordinarias y el resto de la población malvive y está
afectada por problemas que espero jamás lleguen a afectar a Europa, como son: la violencia juvenil en las escuelas, la inseguridad ciudadana, etcétera. En Europa el mayor problema, en mi modesta opinión, es el terrorismo. Por ello creo que se debe legislar a nivel europeo, y sin ningún tipo
de compasión, para que los terroristas no escapen impunes o con condenas insignificantes de la
justicia. Para una justicia mejor, se deben endurecer las condenas actuales.
Pongo punto y final a mi trabajo diciendo que el euro es el futuro y que debemos adaptarnos a él
para beneficiarnos lo antes posible. Y no sólo eso, sino que también el euro, a través de la UE, agiliza las intervenciones en caso de que la situación lo requiera, por ejemplo, los tipos de interés fijados por el Banco Central Europeo. Por este motivo, recuerden: el euro es la moneda estable que
nos llevará en volandas a la consecución del Estado del Bienestar.
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