funcion del bazo - Revista Clínica Española

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382
30 septiembre 1951
REVISTA CLINICA ESPAÑOLA
The clinical results were as follows: thirddegree improvement: three cases, second-degree, two cases; first-degree, five cases; no
improvement, two cases.
Intolerance signs were noticed. Those resulting from disturbances of the digestive tract
(nausea, vomit, diarrhea) were more evident
than the others. This intensity was not, however, so high that treatment could not be continued.
The haematologic modifications showed pancytopenia and prevalence of leucopenia at the
expense of lymphocytopenia.
Sedimentation went down; general y its descent was connected with the improvement.
The extent to which 17 -cetoesteroids and 11oxiesteroids were present, did not undergo significant change. Tbe initial values were low.
The amount of sodium, creatinine and uric
acid found in blood, disminished. Plasmatic potassium did not change. The creatinine-uric
acid index rose frequently.
It is suggested that tris-beta chlorethylamine has posibly proved more effective than other
compounds.
Sorne theories of the mechanism of action
are given.
This treatment is considered an additional
valuable part of the rheumatoid arthritis control.
ZUSAM1:IENFASSUNG
Man stelJt 12 FaJJe mü rheumatoider Arthritis vor, die mit Stickstoffsenfpraeparaten behandelt wurden (5 mit Tris-beta-chloraethylamin und 7 mit Methyl-bis-beta-chloraethylamin).
Die klinischen Resultaten koennen in drei
Grade eingeteilt werden; 3 Faelle zeigten den 3.
Grad, 2 den zweiten und 5 den ersten Grad.
2 besserten nicht. Intoleranzsymptome traten
insbesondere von Seiten des Magen-u.Darmkanals a uf (übelkeit, Erbrechen, Diarrhoen), die
aber nicht so stark waren, dass man die Behandung hatte unterbrechen müssen.
Die haematologischen Untersuchungen zeigten eine Pancytopenie mit vorwiegender Leukopenie auf Kosten einer Lymphozytepenie.
Die S. G. zeigte eine Besserung, die im Allgemeinen mi t der allgemeinen Besserung parellel
ging.
Die Zahl der 17-cetosteroide und 11-oxysteroide, die anfangs niedrig waren, zeigten keine
wesentliche Veranderung. Man erhielt eine Senkung des Natrium-Creatinin und Harnsaeureniveaus im Blute, wogegen das Kalium des
Plasmas unverandert blieb. Der Creatinin-Harnsaeureindex dagegen stieg haufing an.
Man glaubt an die starkere Wirkung des Trisbeta-chloraethylamins.
Einige Hypothesen über den Wirkungsmechanismus werden aufgestellt.
Diese Therapie ist eine weitere wirksame
Methode zur Kontrolle der rheumatoiden Arthritis.
RÉSUMÉ
On présente 12 cas d'arthrite rhumatcide
traités avec de la moutarde azotée (nit"'ogé.
née), 5 avec tris-beta chloroéthylamine, et 7
avec méthyle-bis-betachoroéthylamine).
Les résultats cliniques prouvent une amélio.
ration degre 1 dans 5: 2 sans aucun bénéfice.
Des phénom€mes d'intolérance spécialement
marqués s'observerent dans l'appareil digestif
(nausées, vomissements, diarrhée) qui ne fu.
rent cependant pas d'un intensilé telle qui obli·
gea a suspendrc le trailcmcnt.
Les modifications hématologiques prouverent
une pancytopénie avec prédominance de leuc0.
pénie réalisée aux dépens d'une lymphocito.
pénie.
La sédimentation baissa généralement p<ila·
llelement a l'amélioration.
Les chiffres de 17-cétostéroides et QMックケセN@
téroides, initialement basses, ne souffrirent ¡ia,
d'::>scillations sem;ibles.
On obtint une dl.'scentc des taux de セッ、Gオュ@
créatinine et acide uriquc dans le sang. Fixation du potasium plasmatique. fイ←アオ・ョエセ@
nug.
mentations du taux crratininc-acidc urique
On suggere la possibilit(• d'unc action セャオウ@
efficace de la variété tris-beta chloroéU·)Ia·
mine.
On mentionne quclque!i théol"ics du méc:mi ·
me d'action.
Ce traitement est eonsid(•n> comme un clément de plus et d'unc gtandL· 'aiL'lll' 、。AG セ@ le
controle de l'arthrite rhumatoi'de.
ALGUNOS RESULTADOS DE LA PUNCION
DEL BAZO EN LAS ENFERMEDADES DE
LA SANGRE
SVEN MOESCHLIN
Méclico Jefe.
Cllnica M édica Universitar·ia de Zurich (Suiza). Director·
Prof. W. Lor-:FFLER.
En las líneas siguientes tratamos de expo·
ner, sobre la base de ejemplos propios, 」セュ ッ@
la punción del bazo nos permite enjuiciar c1er·
tos problemas de las enfermedades de la san·
gre. Para detalles más completos puede consul·
tarse nuestra monografía\ en la que se 、セᄋ@
cribe la técnica de punción del bazo que オエャ セiᄋ@
zamos, mediante la cual hemos realizado ュセウ@
de 300 punciones sin complicaciones de ningun
género.
De entre las células que existen en el baZO
elegiremos primeramente dos formas que セョ@ la
actualidad tienen un interés especial : los ャョセッᄋ@
citos y las células plasmáticas. Basados en 10;
vestigaciones propias, DOUGHERTY y WWT
admiten que los linfocitos son la fuente pro·
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tッセjo@
XLII
:-;'t'MFJRO 6
PUNCION DEL BAZO
、オ」エッセ。@
de y-globulinas. Ellos suponen que los
linfocitos se destruyen o que ceden ciertas partes de su 」ゥエッーャセLウュ。@
a la ウ。ョセ・@
y a la linfa, y
que la produccwn y destruccion de tales células se halla regulada por vía hormonal desde
la ィゥー_ヲウセ@
y las suprarrenales. Después de las
investigaciOnes de BING, GORMSEN y FAGRAEUS
rarece que la ーイッ、オ」ゥ￳セ@
de y-globulina, por lo
menos en lo que se refiere a la formación de
determinados anticuerpos específicos corre a
cargo de ャセウ@
」←セオャ。ウ@
plasmáticas イ・エゥセオャ。ウ@
y
no de los lmfocltos. GORMSEN, en estudios experimentales, pudo demostrar que en el timo
uno de los órganos más ricos en linfocitos ョセ@
se. halla n signos de formación de anticuerpos,
mientras que 2-P encuentra una evidente producción de ellos en el bazo y otros órganos ricos en células plasmáticas. En relación con esto
es interesante que nosotros hayamos encontrado un fuerte aumento de células plasmáticas
en las punciones del bazo de estados infecciosos crón icos y de cirrosis hepáticas, procesos
en los que existe un notable aumento relativo
de las globulinas así como de las células plasmáticas reticulares, también en médula ósea.
Relacionados con este problema de la formación de ciertas globulinas por tales células, tienen interés los siguientes hallazgos que hemos
realizado mediante el microscopio de fases: En
las células reticulares plasmáticas y en ciertas
células reticulares linfoides de la médula ósea,
hemos encontrado numerosas formaciones granulares oscuras situadas alrededor de la membrana nuclear, que se diferencian fácilmente de
las mitocondrias, más finas. En seis casos de
mieloma hemos podido encontrar tales formaciones, ciertamente de mayor tamaño. Con todas las precauciones que deben de ser valorados tales hallazgos, nos parece posible que estas
granulaciones representen la formación, visible
mediante el microscopio de fases, de cuerpos
proteicos de elevado peso molecular.
Juntamente con PELÁEZ 2 hemos encontrado,
en el curso de experiencias de inmunización en
conejos, la aparición de numerosas granulaciones del tipo de las citadas en las células plasmáticas reticulares del bazo (cuyo número aumenta considerablemente) durante el tercero y
cuarto día de experiencia, poco antes de que
aparezca el aumento neto de los anticuerpos, en
el quinto y sexto día. Estas granulaciones desaparecerían al cabo de unos días, cuando predominaban de nuevo las células plasmáticas maduras como en el esplenograma normal. Esto
nos ha asegurado más en nuestra idea de la
posibilidad de que tales formaciones granulaイセウ@
visibles sean globulinas específicas produCidas por las células plasmáticas.
En las células de Türk, células plasmáticas
de origen linfático que se encuentran en abunde enfermos de rubeola, no
dancia en la ウ。ョァイセ@
aparecen formaciones granulares,, tales 」セュッ@
las que hemos encontrado en las celulas reticulares plasmáticas de la médula ósea o de !a
pulpa roja del bazo. Por ello nos parece mas
383
probable que en realidad debamos distinguir
dos tipos de células plasmáticas, según hemos
postulado con anterioridad, sobre la base de
o?servaciones paralelas en los ganglios linfáticos y la médula ósea de enfermos de rubeola.
セョエッ」・
ウ@ encontramos, precisamente, que mediante la punción ganglionar se observan todos
l?s estadios de desarrollo de las células plasmáticas que aparecen en la sangre y también numerosas mitosis de tales "plasmoblastos", mientras que en las punciones esternales verificadas
al comienzo de la enfermedad no se apreció
aumento notable de las células plasmáticas reticulares, a pesar de la gran proporción de células plasmáticas que había en la sangre. Por
ello llegamos a la conclusión de que las células
plasmáticas de la sangre se forman en el tejido
linfático, sea en los ganglios o en los folículos
de otros órganos, entre ellos el bazo, y que nada
tienen que ver con las células plasmáticas "reticulares" que aparecen en la médula ósea y
que en el bazo se encuentran tan sólo en la pulpa roja ; estas células se pueden distinguir también morfológicamente de las células plasmáticas de origen linfático. Además, las células
plasmáticas reticulares pueden fagocitar hemosiderina (MOESCHLIN), tinta china (DUBOIS-FERRIERE) y grasa (ROHA), mientras que las de
origen linfático no poseen esta cualidad. Por
el contrario, acaso se va demasiado lejos cuando se supone, como ha hecho DUBOIS-FERRIERE,
que las células plasmáticas reticulares solamente desempeñan una función reabsortiva en relación con las globulinas; las bellas experiencias
de FAGRAEUS hablan decididamente contra semejante suposición.
Observaciones análogas realizadas mediante
punción de bazo en enfermos con formas febriles de hepatitis epidémica, confirmaron también
que la intensa reacción plasmacelular que aparece en la sangre del quinto al sexto día nada
tiene que ver con la médula ósea (LANDOLT),
sino probablemente con la porción linfática del
bazo. En estos casos hemos podido demostrar
en el esplenograma, poco antes de la aparición
de tales células en sangre, la presencia de grandes plasmoblastos con numerosas mitosis, igual
que en las punciones ganglionares de la rubeola 1 •
Todas estas investigaciones comprueban nuestra suposición de que debemos distinguir dos
formas de células plasmáticas que se diferencian tanto en sus funciones como en su morfoloO'ía. De un lado tenemos las "células plasmáエゥセ。ウ@
linfoides" (formas de Türk) que son formadas en el tejido linfático. De otro lado, las
"células plasmáticas reticulares" de la médula
ósea y de la pulpa roja del bazo, las cuales se
encuentran también probablemente en el tejido
retículo-histiocitario de otros órganos, especialmente en caso de focos inflamatorios crónicos.
Se trata probablemente de células más o menos
fijas que no aparecen en la sangre o sólo lo
hacen en condiciones patológicas (mieloma).
Estas células, que se hallan en la proximidad
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REVISTA CLIN ICA ESPAÑOLA
del retículo, t ienen muy probablemente un papel esencial en la formación de anticuerpos específicos, propiedad que quizá comparten con
otras células reticulares. En relación con esto,
puede consultarse nuestros estudios sobre ret iculosis.
Volvamos de nuevo a los linfocitos. En la observación de los productos obtenidos mediante
la punción del bazo y de los ganglios linfáticos,
llama la atención el hecho de la escasez de mitosis que muestran estas células, en contraste
con el crecido número de ellas. En colaboración
con la señorita ERNST nos hemos tomado lamolestia de contar las mitosis de 50.000 células
linfáticas en un bazo con notable hiperplasia
linfática proceden te de un "Morbus Fel ty",
pues hasta ahora no existen en la literatura
datos sobre el índice de mitosis de dichas células. Nosotros lo hemos encontrado muy bajo,
hallando solamente dos mitosis entre todas las
células contadas, lo que arroja un índice de
0,04 por 1.000. Si queremos expresar gráficamente el número de células de las series mieloide y linfoide que corresponden a 100 mitosis
(figura 1) , se pone de relieve la rareza de las
mitosis en el sistema linfático.
セ@
セ@
セP@
GRANULOCYTEN
(KNOCHtHMARK)
Fig. l.-L os dos cuadrados muestran el número de células
que corresponde a 100 mitosis en el sistema linfopoyético
y en el granulocitopoyético. La rareza de las mitosis en
el sistema linfático es debida quizá a una vida muy la r ga
de los linfocitos maduros, al contrario de los granulocitos.
que sólo viven dos o tres dlas.
¿Cómo pueden explicarse estas diferencias?
Las necesidades diarias del organismo son muy
grandes, según t odos los indicios. Tampoco
cabe a ceptar apenas que la duración de estas
mitosis sea en los linfocitos más corta que en
los fibroblastos, en los cuales MOELLENDORF
encontró un t iempo de cincuenta a setenta minutos de duración de las mitosis mediante observaciones cinema t ográficas. L a duración de
la vida de los granulocitos alcanza, según las
diversas investigaciones que en la actualidad
existen (ÜSGOOD y otros), solamente dos a tres
días. P or ello, si los linfocitos tienen muchas
menos mitosis y el uso de los mismos es, sin
embargo, muy gra nde según todos los indicios,
debemos llegar a la conclusión de que estas células, en oposición a los granulocitos, t ienen
una vida mucho más larga.
Vamos a ocuparnos ahora de algunos resultados de la punción de bazo en diversas enfermedades.
30 :!!eptiembre 195¡
En la mononucleosis encontramos, mediante
la punción ganglionar y esplénica, toda serie
de transiciones, desde numerosas células jóvenes, que parcialmente se. hallan en mitosis, hasta las células típicas tal como aparecen en la
sangre. Es muy interesante que con el microscopio de fases 3 hayamos podido demostrar en
las formas maduras diferencias notables con los
linfocitos corrientes, pues aquéllas no sólo son
de mayor tamaño, sino que también muestran
una granulación sorprendentemente oscura y
más grosera que la de los linfocitos. De este
modo se comprueba morfológicamente que no
estamos ante unas células de la serie linfocitaria, sino que se trata de elementos retículoendoteliales. Anteriormente hemos supuesto que
la formación de estas células sólo se realiza en
el retícul oendotelio del sistema linfático. Pero
las im·estigaciones de los últimos años indican
que tales células de la fiebre ganglionar probablemente pueden ser formadas en casi エッ、セ@
los tejidos del organismo. Así, HAI·:x y BEC'K, en
Leyden, mediante punciones de hígado en casos
de mononucleosis infecciosa, han encontrado
una enorme proliferación del retículoendotelio
del hígado, junto con numerosas mitosis. Además, muchos hallazgos anatomopatológicos realizados por autores americanos durante los úl·
timos años en casos de fiP.bre ganglionar fallecidos casualmente. han demostrado que tal proliferación del retículoendotelio también apare·
ce en los riñones. pulmorws. ュ・ョゥセウN@
etc. Por
ello, actualmente debemo. ronsi<lcJ ar a esta en·
fermedad como una verdadera "retículoendoteliosis infecciosa".
Un aspecto poco estudiado todavía es el de
las enfermedades que cursan con una reaparición de la mielopoyesis extramedular en el ba·
zo. Así es interesante, por ejemplo, que cuando
falta el factor antipernicioso también se for·
men megaloblastos en el bazo partiendo de la
metaplasia autónoma de la eritropoyesis, que
tiene lugar desde las células reticulares espié·
nicas. Mediante la punción de bazo se encuen·
tran entonces hasta 14 por 100 megaloblastos
con numerosas mitosis, y es muy probable que
los megaloblastos que se encuentran en la san·
gre de tales casos procedan del bazo, pues tales
células probablemente no pueden salir del sis·
tema cerrado de la médula ósea, cosa que acaso
no puedan hacer más que los megalocitos ma·
duros. En todos los casos de inflamaciones in·
fecciosas del bazo puede producirse en pequeño
grado una hemopoyesis extramedular en él (2 a
5 por 100) . E sto puede ocurrir en mayor pro·
porción cuando existe un proceso que destruye
paulatinamente o desplaza a la médula ósea
normal, como una osteoesclerosis o un proceso
inflamatorio fibroso crónico así como la invasión de la médula por células tumorales. eセエ。@
hemopoyesis extramedular del bazo es muy In·
tensa en casos de ostcoesclerosis, espongiocs·
clerosis y miclofibrosis. En los dos procesos
primeramente citados encontramos en el bazo,
cuyo a umento a veces es enorme, siem pre un
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tッセio@
XLII
6
NéMEI!O
M5
PUNCION DEL BAZO
notable predominio de los elementos linfáticos
(50 ó 60 por 100), al contrario de lo que ocurre
en los procesos leucémicos, en los que vemos
una invasión de todo el tejido esplénico desapareciendo casi totalmente la estructura 'linfocitaria del bazo (5 a 25 por 100). Por eso podemos admitir que la función primitiva del bazo
como órgano linfático sólo se afecta ligeramente por la reaparición de focos mielopoyéticos en
él, pero sin quedar completamente desplazada
como ocurre en las leucemias mieloides crónicas. De esta forma se hace posible el distinguir
y delimitar las formas clínicas, con frecuencia
poco claras, de las osteo- y mieloesclerosis primarias frente a las "osteoesclerosis secundarias leucémicas" (osteosclerose postleucosique
de berセadIL@
cuya aparición no es excepcional
en los estadios finales de la leucemia mieloide.
Esto tiene también una gran importancia terapéutica, pues la eventual radtoterapia del bazo,
o incluso la esplenectomía, tienen un efecto catastrófico sobre el bazo en el que existe una
metaplasia mieloide compensadora, pues con
ello se destruye la última reserva hemopoyética del organismo. En la figura 2 se indican, en
la parte alta, los resultados de la punción del
bazo en un caso de osteoesclerosis y otro de
mielofibrosis (casos 1 y 2). Se observa aquí que,
a pesar de la gran proporción de eritroblastos
v mielocitos, todavía se encuentran hasta el 60
P<>r 100 de linfocitos. En la parte baja se indican dos punciones de bazo de leucemias mieloides crónicas (casos 3 y 4). El caso 3, que debemos agradecer a la amabilidad del profesor
WALDENSTROEM, de Uppsala, mostró clínicamente una intensa esclerosis de los huesos. En él
aparecieron, tanto en sangre como en el bazo,
los pequeños paramieloblastos propios del estadio terminal, y el esplenograma mostró un cuadro mieloide muy inmaduro con desaparición
casi total de los linfocitos. Existió, por lo tanto, una "osteoesclerosis postleucósica" propiamente dicha. No nos ocuparemos ahora de la
cuestión de si en tales casos no sólo se esclerosa el retículo mieloide, sino también el osteoide. El cuarto caso se refiere a una leucemia
mieloide típica sin complicaciones durante su
estadio inicial, en la cual también llama la atención el desplazamiento de la linfopoyesis, al
contrario de lo que ocurre en las metaplasias
rnieloides compensadoras del bazo. En las leucemias que ya han sido tratadas con uretano,
arsénico o radioterapia, desaparecen estas diferencias, pues los linfocitos alcanzan de nuevo
una proporción de 40 a 60 por 100 en el esplenograma.
En las esplenomegalias condicionadas por
procesos infecciosos agudos podemos encontrar un tipo reactivo linfocitario, eventualmente neutrófilo de modo pasajero, ュゥ・ョエイ。セ@
.que
en las producidas por inflamaciones 」イッュセ。ウ@
Predomina la reacción monocitaria. Tiene Importancia clínico-diagnóstica el que en エ。ャセウ@
ca5?S hallamos a veces, inesperadamente, ciertas
celulas granulomatosas específicas. Así, por el
de células epitelioides tuberculosas típicas puede encontrarse la existencia de una
tuberculosis del bazo como causa de un estado
febricular poco claro que existía durante meses.
Las grandes células epitelioides atípicas que hemos descrito por primera vez en el esplenograma de individuos con enfermedad de Bang, las
cuales ya eran conocidas por los estudios histológicos de LOEFFLER y V. ALBERTINI, hacen
posible en casos aislados suponer el diagnóstico
de la citada enfermedad. Así ocurrió con un
ィセャ。コァッ@
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401.
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201.
CHRON.MYELOISCHE LEUKOSE
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GRANULOCYT
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e
Fig. 2.-Comparación de los esplenogramas en casos de
metaplasia mieloide compensadora del bazo en osteo y mieloesclerosis, con 50 a 60 por 100 de linfocitos (casos I y Il,
en la parte superior) y leucemia mieloide crónica no tratada con infiltración del bazo, mostrando tan sólo de 5 a
25 por 100 de linfocitos. El caso III es una leucemia osteoesclerótica grave, que terminó más tarde con un brote
de paramieloblastos. El caso IV, una leucemia crónica
sin complicaciones. La estructura linfática fundamental
del bazo queda respetada en caso de mielopoyesis compensadora, mientras que desaparece casi totalmente en las
infiltraciones leucémicas neoplásicas.
caso del Dr. BUECHLER, de Berna, en el que todas las aglutinaciones fueron negativas; por el
hallazgo de estas células pudimos establecer el
diagnóstico, que posteriormente fué confirmado
porque la aglutinación se hizo positiva y por el
resultado terapéutico obtenido con "Kausyth".
En la enfermedad de Boeck con frecuencia aparecen conglomerados de células epitelioides;
aquí todas las células tienen aspecto joven y
faltan las alteraciones necróticas, al contrario
de lo que ocurre en la tuberculosis.
Eventualmente se puede hallar directamente
determinados parásitos, cosa que ocurre sobre
todo con el Kala-Azar, extendido en los países
del Mediterráneo, encontrándose las Leishma-
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REVISTA CLINICA ESPA!J'OLA
nias de 2 a 4 micras de tamaño, las cuales muestran una fina membrana azulada y un pequeño
núcleo con un centrosoma más pequeño todavía
situado junto a él. En el bazo del paludismo crónico también se encuentran a veces parásitos
mediante punción esplénica, en el intervalo de
los brotes; más característico todavía es el hallazgo del típico pigmento palúdico mediante el
cual se puede reconocer en una esplenomegalia
de origen poco claro el hecho de haber sido determinada por un paludismo.
Pasemos ahora el estudio de las afecciones
neoplásicas. Basados en el estudio de las punciones ganglionares y esplénicas de nuestros
casos de enfermedad de Hodgkin nos hemos
afianzado cada vez más en la idea de hallarnos
frente a una verdadera neoplasia, opinión que,
por otro lado, cada vez gana más adeptos. Las
características morfológicas de dichas células
corresponden totalmente con el criterio que
frecuentemente empleamos para el diagnóstico
de las células neoplásicas. Recordemos aquí solamente la inversión de la relación núcleo citoplasma a favor del primero, la frecuencia de
los núcleos gigantes, la basofilia intensa del
plasma y los numerosos y grandes nucleolos.
También hablan a favor de la naturaleza tumoral de las células del Hodgkin el hallazgo de
grandes ュゥエッウセ@
patológicas, como hemos encontrado en el producto de la punción del bazo.
Las investigaciones que hemos realizado juntamente con THORELL sobre el contenido en ácido
desoxirribonucleico, con ayuda del método microscópico de absorción ultravioleta de CAsPERSEN, arrojaron cifras parecidas en estas células y en las de otra clase de neoplasias. Todas
las demás alteraciones clínicas e histológicas
las concebimos como propiamente secundarias,
determinadas por la proliferación y metástasis
de estas células. Sobre estos problemas nos ocupamos más detenidamente en otro lugar
(MOESCHLIN y SCHWARZ).
El estudio comparado del mielograma y el
esplenograma en las leucemias nos proporciona
interesantes indicaciones, tanto en lo que se
refiere al curso como al mecanismo íntimo de
los métodos terapéuticos. En las leucosis linfáticas crónicas se encuentra en el esplenograma
un predominio casi absoluto de linfocitos (90 a
92 por 100), a veces con aumento de linfoblastos, por lo que a veces puede establecerse el
diagnóstico de una linfadenosis aleucémica que
durante largo tiempo puede quedar limitada al
bazo. Las leucemias mieloides crónicas se caracterizan por el predominio de elementos mielocitarios-bastonados (20 a 60 por 100 de mielocitos) y por la presencia en el producto de la
punción de más o menos eritroblastos (3 a 35
por 100) con megacariocitos aislados; en los
casos no tratados se encuentra el desplazamiento, ya mencionado, de los elementos linfáticos
del bazo (5 a 28 por 100 de linfocitos). Si predominan fuertemente los mielocitos y se encuentran entre ellos numerosas formas inmaduras, se debe aceptar, según nuestros conocí-
30 septiembre 1951
mientas actuales, que el proceso leucémico es
antiguo, lo cual puede tener valor desde el pun.
to de vista de la medicina traumática. En tales
casos el pronóstico es menos favorable. La pre.
sencia de grandes cantidades de mieloblastos
en el esplenograma significa un cambio paulatino hacia la malignidad hasta llegar a la forma
terminal aguda, cosa que a veces no se puede
observar por la sola consideración del hem 0 .
grama.
Cabría esperat· que en las leucemias mieloides crónicas se halle un cuadro celular análogo
en la médula ósea y en el bazo, cosa que no ocurre en la realidad. Es interesante que, en general, la médula ofrezca un cuadro claramente
más inmaduro que el bazo y en ella se encuentran proporcionalmente tres a cuatro veces más
mitosis que en este último. Esta notable desviación hacia la izquierda de la médula ósea
pudiera ser inter¡jretada en el sentido de una
inhibición esplenopática determinada por el bazo aumentado de tamaño. Esta explicación, sin
embargo, nos parece poco satisfactoria. Dentro
de ella es difícil explicar la gran actividad mitósica y además la transformación maligna de
tales casos, o sea el cambio en una forma mieloblástica aguda terminal, que tiene lugar desde el
bazo, según ha demostrado ROIIJL No obstante.
en contra de ello hemos pod1do ob::-;et var últimamente un caso en el que una leucemia de
tres años de duración experimentó la transformación tet minal param1e!oblá t1ca (:11 médula
ósea, cuando el esplenograma era aun típicamente mielocitario - bastonado. Por ello juzgamos que no tiene sentido el hacer una distinción
fundamental entre proliferaciones leucémicas
del bazo y de la médula ósea.
Si se realiza radioterapia en el bazo de una
leucemia mieloide crónica, el tejido mieloide se
reduce y se desvía hacia el lado más maduro,
mientras que las mitosis regresan, no sólo pro·
porcionalmente, sino también en su número absoluto. Pero en la médula ósea las alteraciones
leucémicas persisten y el índice de mitosis incluso puede aumentar claramente. El hecho de
que en tales casos, a pesar de la persistencia de
una médula ósea leucémica-hiperplásica, se normalice casi completamente la sangre periférica
y desaparezcan de ella las células inmaduras,
demuestra indudablemente que estas últimas,
según supuso siempre RoHR, no proceden de la
médula ósea, sino de los órganos extramedulares como el hígado y el bazo. Por eso en las leucemias mieloides crónicas la radiación de los
huesos, además de la del bazo, no solamente ca·
rece de sentido, sino que puede ser nociva. La
radiación del bazo es suficiente y la de los huesos lo más que puede ocasionar es una devas·
tación de la médula, con destrucción del tejido
eritropoyético, de gran valor para el paciente.
Con el tratamiento oral con preparados 。イウセᆳ
nicales (licor de Fowler), que aún en la actual!·
dad es una de las mejores terapéuticas de las
leucemias mieloides crónicas, se encuentra tan·
to en el bazo como en la médula ósea una nota·
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tッセio@
XLI!
;-!úMERO 6
PUNCION DEL BAZO
S87
ble disminución ーイッセゥョ。ャ@
de los granuloci- linfosarcoma se aprecian claramente los grantos y .'!-n 。オュ・セエッ@
relativo de los eritroblastos. des nucleolos oscuros y bien delimitados. Lo
Tambien, en m e,dula y en bazo, disminuyen las 」セイ。エ・■ウゥッ@
del linfoblastoma en el microscomitosis de las cclulas blancas con el citado tra- piO de fases es la presencia de escotaduras más
tamiento. セ。@
acci?n terapéutica del arsénico en o menos profundas en el núcleo hasta constilas ャ・オ」Nュセ
Nウ@ イNセ、ゥ」。L@
en primer lugar, en esta tuir Zイ・、。セウ@
"formas en イッウセエ。BL@
junto con
notable mhibiciOn de la actividad mitósica de la existencia de las células epitelioides típicas
las células ャ・オ」←ュゥ。
セ@ セ@ en segundo lugar, posique pueden existir eventualmente según fué
blemente, en una accwn maduradora del medi- ya descrito por STAHEL.
'
camento, como la que muestra frente a los meMediante la combinación de la punción del
galoblastos de la anemia perniciosa (ROHR).
bazo con la de la médula ósea y la de las evenEn los casos de leucemia mieloide crónica tratados con uretano hallamos en
33
el esplenograma una disminución notaA A. J e!
ble de las mitosis de las células de la íiAruM- r·é ' '0 セ@
1 J -" S b 1 8 9 10 11 11 2 l セ@ S
serie blanca, siendo interesante que B.ut- \ \
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aumente de modo claro el índice de mi- ""'"" 9 セ@ \. \.
tosis de las de la serie roja. Por ello se Servm- セ@ セ@ ABMゥエ
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puede admitir que, en cierto modo el '""''" e!.. j
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,
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uretano actua
en el bazo mediante una
inhibición electiva de las células leucémicas patológicas. Junto con ello también se observa en el bazo una disminución de las formas inmaduras de la
serie blanca, aunque esto ocurre relativamente tarde en algunos casos. El ureGサLNセッ@
.. [セ@
tano, por lo tanto, parece tener también
la propiedad de frenar la producción
• brllo.obl,,t,.
celular de las formas más inmaduras.
QVnnuloc.vttft セ@ セ@ ZセHL@
U lfP"'");:o(yk'l'l
Es notable que, en los casos estudiados
por nosotros, no se encontrara en méFig, SN M r・エゥ
セ オャッウゥ@
leucémica-subleucémica linfoide del bazo, hígado,
dula ósea una disminución del índice de gang!Jos
lmfat1cos y médula ósea (hombre de treinta y tres años).
mitosis sino, a veces, incluso un aumen- Se observa la mtensa velocidad de sedimentación y el aumento de
protelnas plasmáticas, al contrario de lo que ocurre en las leuceto. Es posible que este diferente com- las
Imas linfáticas corrientes. La disminución de proteínas en la primera
explorac1_ón
condicionada por una diátesis hemorrágica grave
セッイエ。ュゥ・ョ@
del bazo y de la médula consec.utn·a. estuvo
a trombopenia intensa. Las oscilaciones terapéuticas de
osea se pueda explicar por la regresión la ret1culmns marchan aproximadamente paralelas con el aumento
de las proteinas.
del tamaño del bazo, que anteriormente
determinaba una inhibición esplenógena de la médula, aunque todo esto no deja de tuales adenopatías que existan, puede ser desser una suposición. Tan sólo nuevas observa- cubierto y delimitado clínicamente el cuadro de
ciones permitirán aclarar este interesante com- la reticulosis maligna o primaria (reticuloendoセイエ。ュゥ・ョッ@
divergente del bazo y de la médula teliosis), frente al síndrome de las linfadenosis
osea.
leucémicas o subleucémicas. Bajo el cuadro de
las
llamadas "leucemias linfáticas" se presenEn las formas agudas, que mejor deben
llamarse sencillamente "leucemias de paramie- tan casos, cuyo curso suele ser aleucémico o
loblastos", pues hay casos de curso crónico, en- subleucémico, que se caracterizan clínicamente
contramos en un enfermo explorado muy pre- por un aumento llamativo de la velocidad de se」ッコュセョエ・@
una invasión casi completa de la mé- dimentación, por la presencia frecuente de audula osea con paramieloblastos, mientras que el mento de las proteínas plasn táticas y por la po・ウエオセLゥッ@
histológico del bazo mostró una infil- sitividad de las reacciones de Takata y del cadtracion claramente focal, parecida a la que se mio, la mayoría de los cuales tienen, además,
observa en caso de metástasis con otras células una anemia notable (fig. 3).
En la mayoría de estos casos existe simultátumorales. Por ello nos parece verosímil que en
セ@ llamadas "leucemias agudas" la transforma- neamente un aumento marcado de los ganglios
Clon maligna comience unilocularmente y que linfáticos y del bazo y eventualmentE: también
del hígado. El esplenograma se caracteriza gese extienda después por metástasis.
neralmente
por el predominio de unas células
. _Ellinfosarcoma se reconoce mediante la puncasi
carentes
de citoplasma, con cromatina llaClon del bazo por la presencia de numerosos Y
y eventualmente basofilia
mativamente
espesa
セイ。ョ、・ウ@
nucleolos. Su diferenciación frente al
ィャセッ「。ウュ@
folicular ("Brill-Simmer's disea- intensa del citoplasma, en las que no pueden rese ),. rebculosis maligna y ciertos casos de leu- coHocerse las típicas agrupaciones de cromaticemlas linfáticas con células jóvenes, es posible na que se ven en las leucemias linfáticas. La
por セA@ estudio simultáneo del producto de la médula ósea se encuentra con frecuencia libre
pセョ」QP@
mediante el microscopio de fases, se- en el estadio inicial, pero más tarde suele apagun hemos indicado en otro lugar 3 , pues en el recer infiltrada por tales elementos. Anatomo-
.
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REVISTA CLINJCA ESPAÑOLA
30 septiembre 1951
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l..A, J. <En preparación. l
S. y DJo;.\IIHAI., B. lEn pn•pnt·nc·ión.l
comienzo unilocular con producción sistemática 7. QッFセchlZMNL@
de metástasis por las vías más diversas, lo cual
SUMMARY
ha hecho llegar a los patólogos a la conclusión
equivocada de que se trata de una afección sisThe author explains his points of view contematizada.
cerning the possible function of the splenie
También es interesante la aparición eventual cells in connection with the antibody and pro.
en estos casos de alteraciones de las proteínas, tein production. His cxperience is based on
como por ejemplo una hiperglobulinemia con over 300 splenic punctures and on microscoglobulinas acaso patológicas (electroforesis), pic examination of the morphology of the splesobre lo que han insistido WuHRl\l.A.."\¡N y WUN- nic cells in different stages. He contends that
DERLY. En este sentido tales reticulosis tienen these punctures have a great significance in
un interesante paralelismo con el mieloma y the diagnosis of all blood diseases.
por ello volvemos de nuevo a lo que ya indicamos al principio sobre el importante papel que
tZUSAMMENFASSUNG
determinados reticuloendotelios tienen para la
Auf Grund von über 300 11ilzpunktionen und
formación de algunas fracciones proteicas. Según nuestras observaciones, creemos posible seiner microskopischen morphologischen Unque en aquellas reticulosis en las que falta la tersuchungen der Milchzellen gibt clcr Verfasformación de fibras reticulares, y en las cuales ser seine Ansicht über die wahrscheinlichc
existen las aludidas alteraciones proteicas, aca- Funktion der Milchzellcn im Zusammenhang
so ocurra esto porque los cuerpos proteicos for- mit der Bildung det Antikorpcr und Proteinc
mados lo son en estado no fijo y por ello pasan kund. Ebenso glaubt cr, dass diese Punktioncn
más fácilmente a la sangre. En las formas que für alle Blutkrankeh1 ten einen grossen diagcursan con neoformación notable de fibras re- nostischen Wert haben.
ticulares faltan tales alteraciones proteicas,
hasta donde pueden ser apr eciadas en la actualidad, porque aquí la función proteica de las céL'auteur, selon son expérience de plu::. de
lulas se evidencia en cierto modo por la forma- 300 ponctions de rate, et de ses études morphoción de una "proteína fija".
logiques avec le microscope de phases des celluAl contrario de lo que ocurre en estas proli- les de cet organe, expose ses points de vue sur
feraciones neoplásicas de ciertos "elementos la possible fonction des cellules splénique., en
reticulohistiocitarios", en las enfermedades por rapport avec la foi"lllation d'anticorps et p·oalmacenamiento (Thesaurismosis) tenemos pro- téines. Il croit également que ces ponctions
bablemente tan sólo una proliferación secunda- possedent une grande valeur diagnostique dans
ria de estas células, determinada por la fagoci- toutes les maladies du sang.
t osis en cantidades patológicas de determinadas sustancias (lipoides, hemosiderina) . También en tales casos podemos establecer el diagnóstico mediante la punción de bazo, por ejemplo en la enfermedad de Gaucher y la de Nie- LAS LESIONES OUTANEAS EN LA BRUCELOSIS
mann-Pick, por el hallazgo de las típicas células de almacenamiento.
(Un nuevo tipo etiológico de úlcera
El estudio de la morfología representa en la
de Zas extremidades inferiores) .
actualidad una parte valiosa de las investigaciones hematológicas, junto a las nuevas direcP. PIULACHS y F. VIDAL- BARRAQUER.
trices químicas y experimentales, siempre que
no se la considere <!Omo finalidad, sino como Cllnica Quirúrgica de la Facultad de Medicina de Barcelona.
Prof. P. PIULACHS.
m étodo de trabajo para investigaciones posteriores en el sentido de una "Hematología funLas lesiones cutáneas de la brucelosis son re·
cional".
lativamente
frecuentes. En algunos casos pueCreemos que precisamente la investigación
europea, aun con medios relativamente senci- den constituir la primera y única manifestallos, puede proporcionar una contribución esen- ción de la enfermedad, aunque es más corriente
cial para el progreso de la Hematología, me- que aparezcan tardíamente, en la fase crónica.
Al hablar de estas lesiones cutáneas debe sudiante la síntesis de métodos químicos, morfológicos y clínico-experimentales.
ponerse que se consideran sólo las que tienen
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